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jueves, 24 de agosto de 2023

ANTE EL VALLE DE ROZAES: RETOMANDO EL CAMINO CORTADO POR LA AUTOVÍA ENTRE GRASES Y NIÉVARES, BAJO EL MONTE CAÑÉU (VILLAVICIOSA, ASTURIAS)

El Camino en Siana, a la derecha la autovía A-64 y al fondo el valle de Rozaes (Villaviciosa)

El histórico Camín Rial de la Costa, que desde el cruce de Casquita, en Villaviciosa, se dirige a Gijón/Xixón, subía directo desde El Mayorazu, en Grases de Riba, al Altu la Cruz dirigiéndose a Les Vallines, La Torre y El Pueblu, en Niévares, pero la construcción de la Autovía del Cantábrico (A-8) y su enlace con la A-64 Oviedo-Villaviciosa en el llamado nudo de Grases, abierto al tráfico en 2003 pero cuyas obras empezaron tiempo antes, cortaron  irremediablemente su itinerario original y obligaron a buscar un paso debajo de ambas más al oeste, subiendo desde El Puente del Mayorazu, en el Ríu Valdediós, a los campos de Siana, parroquia de San Pedru Ambás, al lado de la A-64, dando vista al hermoso valle de Rozaes, en la parroquia de igual nombre y bañado por el río homónimo, afluente del Valdediós 


En Siana empezaremos a bajar al valle al lado de la autovía, yendo el Camino en paralelo un buen tramo, separados ambos por una barrera vegetal


Al llegar abajo pasaremos la A-64 bajo un viaducto y, posteriormente, subiremos a Casares y a L'Arbeyía, parroquia de Niévares, para luego tomar la VV-10 bajo la aldea de Turbeñu, en la ladera del Monte Cañéu y, como volviendo atrás, retomar el trazado original del Camino de Santiago en Les Vallines y La Torre, no sin antes pasar sobre un puente la otra autovía, la A-8 

No estamos pues ante un tramo primigenio ni recuperado del Camino de Santiago sino ante una de esas alternativas que se escogen cuando, si no queda más remedio, hay que buscar, no obstante en este caso se obliga a un rodeo considerable, unos 4 kilómetros aproximadamente o una hora caminando, a diferencia del trayecto antiguo, que de El Mayorazu a Les Vallines apenas sería kilómetro y medio

El Camino es además aquí pista ancha y recta, parece hecho también a la vez que la autovía para comunicar las casas de Siana, de las que hablamos en la entrada dedicada al tramo anterior de Camino


Desde Siana hemos disfrutado de una grandiosa vista de otro valle, el valle de Valdediós, el que forma el río al que da sus aguas el Rozaes, poco más abajo, en La Vega


Antiguo valle de Boides o Boiges, topónimo que se ha vinculado a los bóvidos o grandes cabañas de vacuno, empezó a ser llamado Valdediós con la llegada de los cistercienses a fundar el monasterio de Santa María en 1201, procedentes de Sobrado dos Monxes, en Galicia, fundación monástica que podremos visitar en nuestro periplo por este Camino de Santiago del Norte


Arriba, en La Campa, los peregrinos que han escogido el camino ovetense en el cruce de Casquita, los vecinos habrán llegado subiendo desde Valdediós (abajo) o desde Ambás vía Arbazal (a la izquierda), donde los cistercienses tuvieron su mesón caminero. Ambas rutas se separan en Castiellu Ambas de la misma forma que la vía gijonesa y la ovetense lo han hecho en Casquita, pero allí se reúnen, para bajar a Sariegu, en el valle del Nora, paso natural hacia la capital asturiana y su venerada catedral de San Salvador


Bajando, nos adentramos en un trecho boscoso, pero más arriba, volveremos a ver el valle de Boides a la ved que admiraremos el de Rozaes


Esta pista apenas tiene paso de vehículos, salvo de los vecinos de Siana y algún transporte de leche, maquinaria agrícola (tractores) y madereros


 Cordal de Pión cierra el valle de Rozaes por el oeste, con cimas como El Cuetu (624 m)


Más a la izquierda, La Utrera (377 m), la más altura más oriental de los montes de Valdediós, que guarda el valle por el este


Esos montes separan en su cabecera ambos valles, Rozaes y Valdediós, a la derecha del paso de La Campa o Altu la Campa. Entre sus cimas está Peñacalva (502 m)



Un poco a la izquierda y en primer término la casa de La Cruz, en Rozaes, sobre el valle cuando se unen, abajo en La Vega, los ríos Rozaes y Valdediós


Un poco más arriba, bajo La Utrera, La Torre, un prado que linda con la carretera de Valdediós a Rozaes que por allí discurre, un topónimo que revela los muy antiguos asentamientos de Pueyes,  pues pudo haber algún torreón de vigilancia, dada a su cercanía a La Villa, solar de la antigua villa romana de Pueyes, excavada en 1928 por el sacerdote y profesor del Seminario de Valdediós, José Fernández Menéndez


Se descubrieron baños y termas de tiempos de Roma, tal vez formando parte de una villa o palacio reaprovechado después para palacio de señores y monarcas. Luego fue tapado todo y jamás volvió a excavarse. Topónimos como La Villa y La Torre son absolutamente reveladores, al igual que la leyenda de la mora encantada enterrada en esos parajes legendarios



La famosa villa de Pueyes, en la llamada Ería de la Villa, tras su excavación fue vuelta a tapar y jamás se reanudaron los trabajos arqueológicos, aunque ocasionalmente el tema parece retomarse y salta a los medios de comunicación. He aquí por ejemplo un artículo titulado Un paseo por la joya romana de villaviciosa: así era la villa de Puelles hace 2.000 años, firmado por José A. Ordóñez para La Nueva España y publicado el 4-12-2022:
"La joya romana de Villaviciosa duerme enterrada entre Puelles y San Zaornín, muy cerca del monasterio de Valdediós. Se trata de una villa rural erigida en el siglo I y que fue excavada parcialmente en 1928, sin que desde entonces se haya investigado más sobre el terreno. Lo único que se conoce sobre este emplazamiento es lo publicado hace más de noventa años en la revista “Covadonga” por J. Fernández Menéndez, responsable de aquella primera y única intervención, que se limitó a unos setenta metros cuadrados del área termal de un complejo cuyo cometido principal sería la explotación de la tierra. El resto sigue siendo una incógnita, aunque es de suponer que responda al modelo de villas romanas habituales en el territorio que hoy es Asturias, algunas de las cuales, como la de La Estaca, en Las Regueras, está siendo objeto ahora de una serie de campañas que deparan espectaculares resultados.
La Fundación Cardín organizó recientemente una conferencia a cargo de José Ignacio San Vicente González de Aspuru, profesor titular del Departamento de Historia de la Universidad de Oviedo, para rescatar del olvido la villa romana de Puelles, también conocida como de Boides, aunque esta última denominación ha perdido peso en las últimas décadas entre los expertos. 
La excavación de Fernández Menéndez en Puelles se centró en una zona conocida como la Ería de la Villa, muy cerca de la carretera que entonces estaba en construcción. El complejo se levantó en un terreno pendiente, como era habitual, para favorecer la evacuación de las aguas residuales. Uno de los primeros descubrimientos de aquella campaña fue una galería porticada, con el suelo pavimentado, que funcionaría como zona de comunicación entre la zona termal y el resto de la villa. 
Desde esa galería se pasaba al Apodytherium, que era el vestuario donde los usuarios del área termal dejaban las ropas al cuidado de los esclavos, y, luego, al Frigidarium. Esta era una sala de agua fría que fue excavada parcialmente por Fernández Menéndez, quien detectó al fondo una estancia de 2,90 por 3,10 metros en la que se conservaban pavimentos y pinturas. Sería la piscina de agua fría del Frigidarium. 
La siguiente estancia era el Tepidarium, una sala sin agua por la que circulaba aire caliente caldeado a una temperatura templada gracias a un horno cercano. Los usuarios pasaban después al Caldarium, la sala de agua caliente de la que en 1928 únicamente se conservaba una parte debido a un hundimiento. En su parte más oriental estaba el Alveolus, que era la piscina del enclave. 
La excavación de Fernández Menéndez permitió recuperar trozos de teja y ladrillo, cerámica decorada, cristales, una rueda de molino, clavos y monedas, de las que se conservan dos, posiblemente tardorromanas. También apareció un anillo de cobre con inscripciones, cuyo paradero actual es una incógnita. 
La villa romana de Puelles aún tiene mucho por descubrir, ya que solo hay conocimiento de una parte del complejo, la destinada a balneario. Sin embargo, no hay previsión alguna de retomar aquella histórica excavación ejecutada hace casi un siglo."

Más a la izquierda asoman las casas de La Granda, también en Pueyes, entre los lugares de Los Valdicaones y Les Cabañes, hasta donde llega el camino que baja por La Torre desde la carretera de Rozaes a Valdediós


Un poco más lejos y en la misma ladera del monte destacan las casas de la aldea de Pueyes, del mismo nombre que la parroquia, si bien la parroquial de San Bartolomé no se halla allí sino a continuación, en el barrio de Valeri


En Pueyes, en el prado llamado El Requexu, fueron halladas monedas y cimientos de construcciones muy antiguas, tal vez una villa romana o altomedieval o, sin ser necesariamente excluyente uno de lo otro, el palacio del rey asturiano Alfonso III El Magno, del que se sabe tenía su residencia de recreo en el valle de Boides


Aún en 2000, en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos, se decía que los vecinos, por entonces unos 50, "tienen su principal trabajo en las faenas del campo". Ahora se han habilitado muchas casas como segundas residencias y alojamientos, así como construido viviendas de nuevo cuño


Abajo a nuestra izquierda La Vega, la mesta o confluencia de los ríos Rozaes y Valdediós, donde molía el Molín de Siana o de los Hevias, que tenían casona solariega arriba, en Conceyeru, al lado de La Cruz 


En la ribera del Ríu Rozaes, oculto por la tupida vegetación, vemos ya el final de la bajada


Es la carretera local que comunica, desde Ambás y vía Castiellu, la carretera La Campa (AS-267) con la VV-10, atravesando estos valles de norte a sur


Nosotros del cruce iremos a la derecha, pero si por alguna razón cambiásemos de idea y quisiésemos dejar el camino a la villa gijonesa para tomar el ovetense vía Valdediós, podríamos ir a la izquierda. La distancia entre ambas rutas es, aquí, de menos de un kilómetro


A la izquierda asoma el puente sobre El Ríu Rozaes. Otro dato a tener en cuenta es que la distancia de aquí al monasterio es de poco más de tres kilómetros y que dispone de albergue de peregrinos (confirmad siempre disponibilidad)


Siguiendo el camino gijonés nos encaminamos pues ahora ya al viaducto de la Autovía A-64 desde el cruce a la derecha, empezando una subida


Estamos en el extremo del gran rodeo que hay que realizar desde que esta obra cortó el Camino


Al fondo El Monte Cañéu o Cordal de Pión, que se extiende desde La Fumarea, al sur y límite con Sariegu, a El Pedrosu, al norte 


Esta parte es El Monte Cañéu, donde se yergue la mole montañosa de La Cruz (451 m), buena referencia pues a su derecha está el alto de su nombre, Altu la Cruz (438 m), a donde subiremos después de llegar a Les Vallines


El Camino zigzaguea y gana altura rápidamente. Otra buena referencia visual es, arriba solitaria en el monte, la Casa Ruán


Justo encima, donde se ven las repoblaciones de pinos efectuadas en el cordal, el Camino de Santiago llega al Altu la Cruz para bajar al valle del Ríu España, desde allí o poco después ya empiezan a verse El Curviellu y la bahía gijonesa


Realmente ya hemos empezado a subir el Altu la Cruz, si bien desde la VV-10 hasta Les Vallines tenderemos un tramo bastante llano de algo menos de un kilómetro, que será una buena tregua antes de acometer la larga y dura cuesta que nos llevará al collado


No suele haber demasiado tráfico, más bien escaso, pero dado que la carretera es ancha los vehículos pueden pasar a velocidad. Estemos ojo avizor pues apenas hay cuneta


Hemos entrado en la parroquia de Niévares por el lugar de Casares, una casa con sus cuadras y otras dependencias en plena cuesta, dispuestas en fila y mirando al Camino, orientadas al este


El topónimo demuestra un antiguo poblamiento del lugar, dado que el latín casam se refiere exactamente a choza o cabaña, si bien a evolucionado al sentido actual de casa


Cerrada su finca por un vallado, desde aquí tendremos ya excelentes vistas del valle de Rozaes, a nuestra izquierda, al sur, el valle formado por el principal afluente del Valdediós, abierto al norte y cerrado al este por La Utrera, al sur por La Llomba y al oeste por el Monte Cañéu y su línea de cumbres. De izquierda a derecha La Llaguna (448 m), El Llanu'l Toral (506 m), topónimo vinculado a toros o vaquerías en general, pues las montañas tuvieron desde hace milenios pastizales de altura y brañas, hasta que el éxodo rural y el abandono del campo ocasionaron que los terrenos fuesen aprovechados para plantar especies de crecimiento rápido como eucaliptos para las papeleras o plantaciones masivas de pinos, sobre todo a partir de los años 1970. Más allá El Pozu la Llomba, Les Piedres de Burneo (527 m), El Cuetu (625 m), El Monte l'Osil (recuerdo pretérito de la existencia de osos hace bastantes siglos) y El Cantón (643 m) con El Pozu los Llobos, antigua trampa para los lobos que antaño poblaban el monte, ya en La Llomba y fronterizo con Sariegu, otro campo de túmulos megalíticos localizados en estas montañas


Y ahí está, bajo La Llaguna, Villanueva, cabeza de la parroquia de Rozaes, la cual se extiende "Desde la confluencia de los ríos Rozaes y Valdediós, al este, hasta los montes que están en los límites del concejo de Sariego al oeste, y desde la rasa del Caleyu al norte, hasta El Barrial por el sur". Sus habitantes son llamados figueros y se celebra en el principio del otoño la animada Fiesta de los Figos, poniéndose higos a la venta y realizándose ricos postres con ellos


A la entrada de Villanueva y de Rozaes está la capilla de Santumedero (a la derecha de la foto), que hace las veces de parroquial desde que fue incendiada la iglesia de Santa María en la Guerra Civil


Santumedero es el patrón de los huesos, y por eso es tradición que mucha gente acuda a su romería de Pascua en este santuario, por eso la periodista de La Nueva España Mariola Menéndez titulaba Rozaes devoto de Santumedero, el 7-4-2015, su crónica de fiesta:
"Rozaes, en Villaviciosa, rindió homenaje ayer a San Emeterio, "para sus vecinos Santumedero". Así lo explica Eladia Díaz, natural del pueblo aunque vive en Oviedo, que no quiso perderse la fiesta del lunes de Pascua. Forma parte de la banda de gaitas que han creado los alumnos de las clases de este instrumento que organiza la asociación de vecinos en la localidad y en la que colabora también la banda de gaitas de Villaviciosa.

"Ye la fiesta de Rozaes", tiene claro Eva Solares. Al menos, es la más popular. Ayer la celebraron por todo lo alto con una misa solemne, a la que sucedieron la procesión y la puja del ramo. También se pudo tomar algo y picotear en la barraca que colocaron en el prau próximo a la capilla. La soleada mañana invitaba a tomar el vermú. Solares agrega que es una fiesta que "va cogiendo auge" porque cada vez participan más romeros y "el día que te presta es éste", por ayer, culmen de tres días de festejos.

Encarnita Díaz destaca la colaboración y trabajo de los vecinos. "Estamos muy unidos y todos colaboran", insiste. Recuerda que Santumedero es "el santo de los huesos", al que se encomendaban muchos que habían sufrido algún mal o fractura en alguno. Por lo que, aunque ha ido decayendo la tradición, hace años era habitual llevarle algún exvoto o acudir en promesa el día de la fiesta para pedirle que intercediera después de haberse roto por accidente, por ejemplo, una pierna o un brazo.

Eva Solares agrega que sobre todo entre la gente mayor aún persiste esta devoción hacia al santo, a quien le atribuyen tales poderes milagreros. Tradicionalmente eran muchos los vecinos de Peón que acudían a visitar al santo por alguna promesa y en Oles también ha tenido siempre mucha aceptación."

Enfrente de la iglesia están la antigua rectoral y Casa Modesto y Cavafríu, donde hubo buenos ferradores (herradores) de ganado. Poco más allá está La Torre Villanueva, de origen medieval (arriba a la izquierda de la foto)


Y más allá de Villanueva, en el barrio de Piñera, no hemos de olvidar Casa Eladia, templo de la gastronomía asturiana que abrió sus puertas en 1890. Entre sus muchas especialidades está la fabada hecha con fabes de la parroquia y productos de la zona, así como el arroz con pita, la carne guisao, el pulpu al ajillo, y otras muchas exquisiteces. Tiene además una pequeña tienda, el único comercio en bastantes kilómetros a la redonda. Para quienes vayan andando tal vez sea un gran desvío desplazarse hasta allí y luego retomar el Camino, pero para los bicigrinos resulta bastante más cercano


La sucesión de aldeas y lugares se alarga hacia el sur al pie del Monte Cañéu y La Llomba de Piñera a San Pedrín, Sopeñes, La Reboria y Fabares. En el valle trabajaron el Molín de la Iglesia, el Molín d'Areñes, el Molín de Barréu, el Molín de Xuan, otro molino llamado del Mayorazu (restaurado en 1985 por José Manuel Costales y en funcionamiento), el Molín de la Vega, o los Molinos de la Vega: el Molín de Riba o de los Ceñales, el Molín de Baxu, el Molín del Mediu. También hubo un batán


Vemos a la izquierda el puente que comunica las parroquias de Rozaes y Pueyes, separadas por la Autovía A-64, que pasa más allá, bajo La Llomba, por el túnel de Fabares a Sariegu. Justo encima asoma la aldea de Sanzornín, en Pueyes, de cuya antigua capilla de San Saturnino salieron materiales para construir, en el siglo XII, la parroquial de San Bartolomé de Pueyes


Tras disfrutar del paisaje de Rozaes y su valle, pasamos Casares y la carretera sigue subiendo carretera adelante


Es la cuesta a L'Arbeyía bastante pronunciada, como todo el trayecto que nos aguarda hasta el cruce con la VV-10


A nuestra derecha, un hueco en el matorral, donde hay unos helechos, nos permite observar el paisaje



Allí está Castiellu, parroquia de Ambás, llamado así por El Monte Castiellu, a su derecha, o La Corolla, solar de un castiellu o castro astur, uno de los localizados en el valle del Ríu Valdediós y relacionado con los de La Ría o Ría de Villaviciosa y su estuario y entorno, verdadero puerto natural y ensenada desde la más remota prehistoria, unión de vías marítimas y terrestres


Por las casas de la izquierda baja el Camino de Santiago en su ramal a Oviedo/Uviéu vía Valdediós, del que se ha separado poco más atrás del que va a Arbazal. Al fondo es el Monte Cubera, que nos indica dónde está La Villa, como se conoce popularmente a Villaviciosa capital


El Camino de Santiago a La Campa por Arbazal pasa en Castiellu al lado de las casas del fondo, más allá de la palmera. Pronto empezará a subir a Ambás por La Venta


La A-64 bajo nosotros. A lo lejos El Monte Lloses (454 m), guardando por el este el valle de Valdediós. Por esta su ladera occidental sube desde Ambás la ruta a Arbazal



Primeramente, desde Castiellu Ambás, ese Camino sube de La Brimera a La Venta, topónimo de evidentes resonancias camineras, sin duda una parada o posada de antaño


Luego de La Venta, a la izquierda de la foto, se llega a la carretera local que comunica Castiellu con la iglesia parroquial de San Pedru Ambás, cuyo campanario asoma arriba, entre los árboles, a la derecha de la foto, a cuyos pies pasa la Carretera la Campa (AS-267)


Seguidamente se sigue unos metros por dicha carretera, en llano, hasta la aldea de Villabona, a la derecha de la foto donde la dejaremos para tomar la vieja senda hacia Arbazal por la falda del monte


Esa fila de casas de Villabona se extienden a lo largo de la AS-267, detrás de ellas pasa el Camino. Allí abrían sus puertas antaño los chigres-tienda de Casa Plácido'l de Sidora y El Sindicato


El Camino a Arbazal deja Villabona y va apartándose de la carretera cuesta arriba por tramos muy boscosos pero sin llegar nunca a la cima del Picu Lloses


Y esta es la aldea de Lloses, también en la parroquia de San Pedru Ambás y también en la Carretera la Campa. Allí destaca el caserón de El Palaciu Lloses, construida para Salustiano Carrera, emigrante retornado de Cuba, por el arquitecto Colominas


Cuando murió su mujer, Blanca, Salustiano regresó a Cuba y vendió la casa a su vecino del mismo barrio Bernardo Vallines Fernández, también indiano en Cuba, casado con Elisa Solís


A su derecha está Casa Ánxel, famosa por su hórreo de motivos decorativos muy bien restaurados y recuperados en un excelente trabajo etnográfico, pero que ni llegamos a ver de lejos ni ningún Camino de Santiago pasa por él


La ruta a Arbazal y La Campa sale de los bosques de San Pedru Ambás al llegar al pie de La Rasa Arbazal, desde donde contempla una maravillosa vista del conjunto monacal de Valdediós y de buena parte del histórico valle de Boides. Más abajo Congares, "en un declive hacia la riega que Caveda Solares llama de La Llámpara" dice el Diccionario Geográfico de Asturias, casas sitas a lo largo de la carretera que comunica la AS-267 con Valdediós


Arriba, el pueblo de Arbazal no llega a verse, pero se encuentra un poco más allá, donde se suaviza la cuesta. Luego de él a La Campa el trayecto es bastante llano


Aquí abajo Conceyeru, en Rozaes pero en la divisoria con Pueyes, solar del Palacio de los Hevia, que tuvieron sus propiedades en este valle, entre ellas El Molín de Siana


Y así sigue la cuesta, no demasiado pronunciada pero sí bastante prolongada, buen calentamiento y preparación sin duda para la que nos aguarda al Altu la Cruz


Pasamos un tendejón y una casa en medio de esta subida 


Aquí se cobija el ganado, bajo este tejado de chapa sostenido por postes de madera


Según ganamos altura el esfuerzo de compensa con esta magnífica vista hacia Pueyes, Valdediós, La Campa, Lloses... y, aquí abajo, la A-64, bajo la que acabamos de pasar, percatándonos del repecho que ya hemos dejado atrás


Dice José Manuel Fernández Llana-Rivera en Puelles, tierra de Boides, artículo publicado en la revista Cubera nº7 (abril 1986), que "Muy popular y venida por tradición, es la creencia, que asegura que bajo los montes de Arbazal y la Campa existe un inmenso lago de gran profundidad" y que en el llamado Pozu Poceru, en la subida a Arbazal desde Valdediós, Vallinaoscura arriba, que "cayó una moza de Arbazal, desapareciendo en sus profundidades y apareciendo, tiempo después, los corales de su collar en los manantiales de Santi", donde nace El Ríu Valdediós, allí llamado Asta


La Campa es comúnmente conocida también como el Altu la Campa, o La Campa Arbazal y antaño, hasta el siglo XVIII, fue solar de una renombrada feria ganadera en el campo de la desaparecida ermita de Santa Mariña, donde eran frecuentes los tratos de aparcería o de "ganancia a comuña". No en vano está a unos 400 metros de altura, en zona de pastos de montaña, muy propicia para aquellas ferias y transacciones. Son brañas y majadas y casi todo el terreno se aprovecha para pastos


Si nos fijamos tal vez veamos asomar ahora al pie de La Campa, en lo más profundo del valle, la espadaña del monasterio de Santa María de Valdediós y, un poco más abajo, alguna casa de La Ribera, parroquia de Pueyes. En primer término las casas de Conceyeru. Seguimos leyendo a Llana-Rivera:
"La Campa de Arbazal, al Sur del concejo de Villaviciosa en su límite con el de Sariego, tiene una altitud de 400 m. y es paso obligado de vías de comunicación desde tiempos antiguos.
Aquí queda lo que fue famoso Camino Real, testigo pétreo del ir y venir de una época marcada por la pobreza, la necesidad y el sacrificio, aquí donde cualquier lugareño, campesino o pasator, contemplaba el paso de un estridente carruaje, el trote de una cabalgadura, monjes que pasan o un viandante que se aleja en el horizonte, tal vez un peregrino camino de Santiago, acá junto a la ermita de Santa Mariña una persona piadosa se detiene a orar..."

Dejamos de momento los paisajes del valle de Boides y seguimos subiendo en esta cuesta hacia L'Arbeyía 


Aunque hay árboles y arbustos el sol cuando sale cae a plomo sobre los peregrinos que remontan esta sucesión de repechos


Vistosas y coloristas flores silvestres crecen en las veredas


En una curva cerrada una plantación de cipreses cierra el cuadro de una pequeña parcela a nuestra izquierda


Pasamos al lado de su entrada y acometemos otra nueva rampa. Al fondo volvemos a ver La Curiella y La Cruz, con El Llanu Cañéu a la derecha


A nuestra derecha el prado, recién abonado, baja hacia un frondoso bosquete


El Monte Cañéu y El Cordal de Pión son nombres que suelen superponerse en estas montañas, la Enciclopedia del paisaje de Asturias dice que el primero "es una continuación de pequeños montes" del oeste del segundo, "que van desde el Cierru Cañéu y el Llanu L'Altaraca, hasta peña Crespa y La Parea El Faéu", añadiendo además lo siguiente:
"En toda la sierra son abundantes las plantaciones de eucaliptos y pinos, con alguna pradería. Como en todo el cordal, fue lugar de enterramientos neolíticos, destruidos y perdidos en su mayor parte. Es un lugar de gran belleza paisajística, desde el que se pueden admirar los valles del interior del concejo, la rasa marina y esta parte de la costa centro oriental de Asturias"

En cuanto al Cordal de Pión o Peón la misma enciclopedia dice que es como se llama "la sucesión de montes que separa la rasa del litoral villaviciosino o Mariñes del valle de Valdediós", y que con una longitud aproximada de 6 km va desde la collada de La Fumarea, frontera con Sariegu, al sur, hasta El Pedrosu, estando aquí algunas de las alturas más prominentes del concejo de Villaviciosa:
"El paisaje de estas montañas, de seculares pastos y campos de túmulos, ha sufrido un espectacular cambio con las plantaciones incontroladas de pinos y eucaliptos y ha destruido y ocultado en gran parte ese patrimonio natural, cultural y arqueológico"

Seguimos zigzagueando para ganar altura sin parar, otra curva cerrada a la izquierda, bordeando una gran finca


Seguidamente a la derecha, pasando delante de la entrada a la finca


El Faéu o La Cruz, el Altu la Cruz y La Curiella, donde se conserva uno de los campos de túmulos supervivientes de la implacable reforestación de pinares de esas cimas, el de La Llaguna de Niévares, donde hay un Área Recreativa cerca de la cima. No está demasiado lejos del Camino aunque para verlos sería necesario hacer un muy notable esfuerzo cuesta arriba desviándose bastante del Camino cuando este ha iniciado su bajada al valle de Pión o del Ríu España


Por la cresta del monte pasaba un antiquísimo camino entre el puerto de Tazones y el interior de Asturias. Es posible que de una antigüedad similar a la de los túmulos del cordal, ahora transformado en alguna de las pistas forestales que recorren su línea de cumbres, "todo su recorrido es un magnífico mirador de la rasa marina, los valles que lo circundan y las montañas cercanas"


Como sin duda visitar La Llaguna de Niévares excederá el esfuerzo de los peregrinos caminantes, tal vez más llevadero y posible, aunque con mucha pendiente, para los bicigrinos, aquellas personas interesadas en el tema pueden tener buena información en el artículo del erudito historiado Miguel A. de Blas Cortina titulado Arquitectura megalíticas de La Llaguna de Niévares (Villaviciosa). Excavaciones de 1988 a 1990, que queremos recomendar


Si bien no son alturas demasiado prominentes recorren sus caminos numerosos montañeros y excursionistas, pues pueden hacerse amenas rutas dado que sus cumbres están bien comunicadas por sendas y pistas, enlazando a través de ellas con otros cordales como La Llomba, Fariu, Riosecu, Monte Deva, etc.


Salimos a unas fincas, sin dejar de subir. Al fondo están las casas de L'Arbeyía, parroquia de Niévares pero muy cerca de la de Rozaes, ocultas de momento a nuestra vista por los árboles de La Cerezalina, donde acabará esta cuesta


Pasada La Cerezalina enlazaremos, como hemos dicho, con la carretera de Villaviciosa a Rozaes (VV-10), que pasa bajo El Monte Cañéu


La Cerezalina, topónimo evocador de cerezos, aún relativamente presentes en estas fincas, mientras L'Arbeyía lo es de arbeyos, guisantes



A nuestra derecha L'Argayada, de argayar, desmoronar, sin duda relativo a corrimientos y desprendimientos de tierra en las laderas. Más en la distancia, una de las casas de Turbeñu, otro de los barrios de Niévares, sobre el camino a la escuela vieja y a la iglesia


El último tramo de cuesta es otra buena rampa, toda recta hasta las casas. Después llegaremos a la carretera


Carretera que seguirá a la derecha hacia el puente sobre la Autovía del Cantábrico, aún oculta a nuestra vista en su profunda caja


La autovía hizo desaparecer aquí el antiguamente célebre chigre-tienda de L'Arbeyía, que antaño tuvo baile y que fue, durante muchos años, una referencia en Niévares


En L'Arbeyía paraban, al ir o al venir de La Villa, los vecinos del fértil valle de Rozaes, a vender su preciada fruta y demás productos de sus buenas huertas y caserías. Volvemos a ver desde aquí el valle, ahora hasta su misma cabecera, en Fabares, bajo la línea cimera de cumbres que representan la unión del Cordal de Pión con La Llomba, bajo El Cantón (643 m), en el límite de Villaviciosa y Sariegu, donde hay localizados cuatro túmulos


En medio vemos una curva de la A-64, que pasa bajo La Llomba por el túnel de Fabares, que fue fatalmente famoso por sus continuos desprendimientos a su entrada desde el valle, necesitándose reforzarlo mediante una gran obra de ingeniería. A la izquierda, San Zornín, y a la derecha, en los prados al pie del cordal y sobre los verdes campos que caen hacia el río, toda la línea de pueblos de Rozaes de Villanueva a Fabares: San Pedrín, Sopeñes, La Reboria, Morvís, La Cortina, etc.



Apenas vemos, en la lejanía, Fabares, no demasiado lejos de las fuentes del Ríu Rozaes, "que nace de dos riegas, la de El Cabañón, que baja de Porciles, en los montes de Valdediós, y la de El Pingañón, del monte que le da nombre", señala la Enciclopedia del paisaje de Asturias, uniéndose ambas entre Fabares, La Güelga y El Cabañón. Mientras, en el Diccionario Geográfico de Asturias, nos cuentan que Fabares está a 230 metros de altitud, tiene un emblemático puente y varios molinos harineros:
"Los productos de la huerta de Fabares llegaron a tener gran fama en los mercados de Villaviciosa, Siero y Nava, a donde acudían a venderlos y donde eran muy apreciados; tenían fama también las cerezas y guindas. En el monte de Fabares hay una cueva que llaman de Les Xanes, con un río interior, y en la noche de San Juan, las xanas que la habitan salen a cuidar las vacas y a tender la colada al prado de Los Salgueros, que también se llama de Les Xanes. En la zona alta del mismo monte, cuando se aró para plantar eucaliptos, aparecieron restos arqueológicos que probablemente pertenecían a un campo de túmulos existente en la zona y en la actualidad desaparecido"


Más cerca y más a la derecha, Sopeñes, con Pumarín, El Reyu y San Pedrín, La Cueva, La Reboria y La Obra, bajo el monte de El Llanu'l Toral donde, en el lugar de San Andrés, se dice existió una capilla dedicada a este santo, sin duda vinculada al viejo camino de Tazones a Sariegu y el valle del Nora


San Pedrín debe su nombre a la capilla de la advocación de San Pedro Apóstol, que vemos en medio de los prados de la ladera (en medio de la foto), rodeada de casas, fue fundada en el siglo XVII por Juan Santos de San Pedro, Gobernador del Principado. La historiadora del Are Yayoi Kawamura dice así de ella en Capilla de San Pedrín, una pequeña joya y una historiadora recuperada:

"A pesar de sus pequeñas dimensiones, su presencia es notoria por su equilibrada elegancia e incluso por su valor paisajístico. Es obra de Gregorio de la Roza, el arquitecto más destacado del último tercio del siglo XVII en Asturias de origen trasmerano, y autor del palacio de los condes de Toreno de Oviedo. Poseía una sólida base clasicista emanada de El Escorial, a la vez que sabía manejar las premisas barrocas. La capilla de San Pedrín, además, tiene un paralelismo con dos capillas de la catedral de Oviedo: la de los Vigiles y la de Santa Bárbara en su estructura. Asimismo, tiene aspectos semejantes al palacio de Toreno. 

La capilla fue encargada en 1675 por Juan Santos de San Pedro, gobernador del Principado entre 1674 y 1678, pero la iniciativa correspondió a su hermano mayor Lorenzo Santos San Pedro, quien también había ocupado el cargo de gobernador de Asturias entre 1657 y 1661. Los Santo San Pedro eran de una familia asentada en la Vega de Saldaña, Palencia, pero a través del estudio se ha revelado su antigua raíz asturiana, de Villaviciosa en concreto."


A la capilla de San Pedrín le confiere también especial relevancia el arquitecto Villaviciosino Xuan Pedrayes, pues se trata de un gran ejemplo de la llamada Arquitectura Ducal de Lerma en Asturias, auspiciada por Francisco de Sandoval y Rojas, I Duque de Lerma, dentro del estilo herreriano, la cual llegó a Villaviciosa en La Capillina la Torre o de la Concepción de la Torre (que vimos al salir de La Villa) y aquí, en Rozaes. Pedrayes escribe de ella en su obra Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano:
"... presenta la novedad de un cabildo, con un orden toscano enormemente purista, elevado sobre una plataforma situada a media ladera, Esta capilla de San Pedrín es un bello y desconocido ejemplo de la arquitectura Ducal en Asturias y aporta elementos de la arquitectura doméstica norteña, el cabildo frente al nártex castellano, y juega con el sistema compositivo Ducal al hacer desaparecer la nave y desarrollar el ábside. El crucero que hace las funciones de la nave tiene en planta las mismas dimensiones que el crucero de La Torre. El espacio interno de esta capilla lo podemos considerar como un eslabón entre la capilla de la Torre y la Capilla de Nta. Sra. del Rosario en la Catedral de Santander. Su origen también se debe a la fundación de una capellanía"

La capilla fue restaurada hace ya unos años menos el interior, que ha quedado como quedó en la Guerra Civil. Al lado está La Casa'l Capellán, con escudo blasonado. Hace tiempo se celebraba romería y cerca, en La Fuente Fontanielles del lugar de Pumarín se dice se veían también xanes


En relación a la casería de La Cueva, El Mayorazu, cabe decir que debe su nombre a otra de esas grutas mitológicas, morada de xanes y encantos, que se hacen especialmente perceptibles la noche de San Xuan, cuando la vecindad recupera la tradición de enramar las fuentes de la parroquia, reflejo de un ancestral culto a las aguas, origen de vida y morada ninfas, por eso se oye el cantar:
Les moces de Fabares
Morvís y Villanueva,
San Pedrín y San Andrés
y les de Trías y Piñera,
Cuerren a enramar les fontes
ena nueche sanxuanera,
y trócales en xanes
la diosa Deva.
¡Ay, si pudiera
dir a danzar con elles
la nueche entera!.
! Ay, si pudiera,
antes que l' encantu
s' esvaneciera!.

Abajo, en El Ríu Rozaes, El Molín del Mayorazu fue restaurado en el año 1998 por su dueño José Manuel González gracias a la ayuda de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias. Después de esta primera rehabilitación se recuperó toda su maquinaria y vuelve a moler, pudiendo visitarse. Cerca está el prado llamado El Batán, donde se revela existió este ingenio hidráulico, cuyos mazos, movidos por la fuerza del agua de un modo similar a los molinos, mediante un eje, golpeaban, desengrasaban y enfurtían o apelmazaban paños y tejidos


En la ladera izquierda, otra vista de San Zornín y su entorno, ya en la parroquia de Pueyes, "a una altitud de 160 m, sobre una colina en la ladera norte del monte La Utrera que cae sobre el río Rozaes por las praderías de Sopodres", nos informan en el Diccionario Geográfico de Asturias, así como que "Es de casas independientes y de buena construcción, acompañadas de viejos hórreos, testigos de la historia del lugar, y de pomaradas y praderías..."


La parte más antigua del pueblo se dice es la de Los Corralones, ahí habría estado la capilla de San Zornín (San Saturnino) que dio nombre al lugar. Luego se hizo la actual, que pertenecía a la Casa de Ángela Hevia. En 1984, en el lugar de Solaermita, detrás de La Fuente Sanzornín, se hallaron unos sepulcros de origen medieval en el solar que, según la tradición y la misma toponimia, había estado aquel antiguo santuario, alguno de cuyos restos fue llevado en el siglo XII, a erigir la parroquial de San Bartolomé de Pueyes


Pueblo pequeño, era también frecuentado lugar de paso y había dos chigres-tienda, El Barín de Trina, al lado de Casa Milio, y Casa Juan y Concha, en el camino de la fuente. Más a la izquierda, y junto a la Casa de Alicia y Juaco, tenía su potru ferrar Severino'l Ferrador, que herraba el ganado


A su izquierda en el lugar de La Villa, camino de La Torre, habría estado la villa romana de Pueyes. Sobre la relación de estas villae con la cristianización del noroeste peninsular se ha escrito mucho, incluso de su relación con las comunidades priscilianistas, como escribe el arqueólogo Antonio Blanco Freijeiro en su artículo La villa romana en Gallaecia y su posible relación con la vita comunis del priscilianismo, publicado en Los Cuadernos del Norte, donde entre otras cosas dice:
"... los cánones del Concilio de Zaragoza citan las villae alienae (las casas de campo de sus amigos y simpatizantes) entre los lugares frecuentados por los presuntos herejes (cubicula, montes, villae alienae, domus); y en segundo lugar, porque quienes contemplan el priscilianismo como una forma de transición entre el ascetismo paleocristiano y el nuevo monacato, consideran que las villae eran aptísimas para que el priscilianismo se sirviese de ellas como sedes o células de su movimiento.

Una villa era, pues, ante todo, una residencia señorial. Había de reunir, por ende, comodidades como las del baño caliente y frío, y ofrecer elementos suntuarios como los porches columnados, las paredes revestidas de estuco y de pintura mural, los suelos de mosaico, las habitaciones calefactadas por el sistema de las suspensurae, etc., en suma, los elementos de que el arqueólogo se vale para afirmar que las ruinas de tal o cual edificio corresponden a una villa romana. Pero ahí no acaba todo: la villa ha de tener también las dependencias propias de una explotación agrícola: graneros (harrea), henares (fenaria), pajares (farraria), molinos (pistrina), fragua, talleres para confección y reparación de cestos y aperos de labranza, establos, etc. Estas dependencias pueden hallarse, al menos en parte, formando un conglomerado con la mansión dominical, o totalmente separadas de ésta, según recomienda Vitrubio en previsión de riesgos de incendio. 

Pero, ¿había en tiempos de Prisciliano villae romanas en Gallaecia? Es evidente que sí. Aun en el supuesto de que no lo fuesen todas las 118 registradas y puestas en el mapa de la doctora María Cruz Fernández Castro estar seguros de que además de las reseñadas y comprobadas, hubo muchísimas, incluso centenares de otras más . Un indicio importante, aunque no sea arqueológico, lo tenemos en la cantidad elevadísima de topónimos compuestos de «vila» y «Villa». No pretendemos con esto que todos ellos se remonten a época romana, puesto que como todo el mundo sabe, villa adquirió en la Edad Media un nuevo significado en las lenguas romances, el de aldea o el de pueblecito; pero aún así, en el subsuelo de muchas villas actuales subsisten los cimientos de la villa romana en que la posterior tuvo su origen. 

Cuando decimos la Gallaecia no sólo nos referimos, por supuesto, a la Galicia actual, sino a la provincia romana que desde la reforma de Diocleciano comprendía el norte de Portugal (o sea, las provincias de Minho, Douro litoral, y Tras-os-Montes-e-Alto Douro), y las provincias españolas de Asturias, León, norte de Zamora, hasta el Duero, y parte de Castilla, todo lo que hasta entonces había sido el conventus Cluniensis (capital Clunia, cerca de Peñalba de Castro, Burgos)."

Inmediaciones de La Ería la Villa y La Torre, cerca de Pueyes y bajo Peñacalva en los Montes de Valdediós. Efectivamente, el que la villa romana sea una explotación agropecuaria y que siempre que se halla alguna se encuentran indicios de muy temprana cristianización, entronca con las reuniones que se dice celebraban en ellas los priscilianistas, cuyo papel en la evangelización de buena parte de Hispania para haber sido determinante:
"Los caminos por los que una villa romana, en buen uso o en ruinas, podía convertirse en monasterio, en cementerio o en ambas cosas a la vez, eran múltiples, y más en momentos críticos, incluso caóticos, como los que le tocó vivir al Occidente romano a raíz de las invasiones germánicas. 

Imaginamos a un religioso, sólo o en compañía de algún hermano, que vaga por el campo en busca de un lugar donde cobijarse y fundar monasterio. Al fin encuentra los muros de un edificio antiguo y grande, probablemente una villa; armándose de paciencia los limpia de escombros y los hace habitables. Encuentra asimismo una estancia que se le antoja oratorio; es más, las gentes de la comarca afirman que allí solía orar San Martín. Nuestro cenobita pone especial esmero en la reconstrucción de este aposento noble, llamado a ser la iglesia de su monasterio; levanta en él un altar; dispone un relicario para recibir las reliquias de los santos e invita a varios obispos a venir a bendecirlo... Todo esto, que pudiera parecer una reconstrucción imaginaria -y como tal la hemos anunciado-, puede convertirse en realidad histórica con sólo ver lo que a propósito de una fundación de San Senoque escribe Gregorio de Tours (Vitae Patrum 15, 1),  y que no vamos a traducir porque acabamos de hacerlo: 
Reperit enim ... parietes antiquos, quos eruderans a ruinis habitationes aptavit dignas; reperitque ibi oratorium, in
quo ferebatur celebre nostrum orasse Martinum.
Quod diligenti cura compositum, erecto altari, loculumque in eo ad recipiendas sanctorum reliquias praeparatum, ad benedicendum invitat
episcopos"

Afirma Blanco Freijeiro que "Así nacieron monasterios, iglesias, abadías e incluso catedrales", en torno a aquellos núcleos poblacionales, bastante autosuficientes y que ya administraban el territorio como luego lo harían los monasterios:
"Y es que lo mismo que los conventos edificados ex novo las villae reunían todos los requisitos necesarios para La vida espiritual y material de una comunidad bien avenida: una estancia semejante a una basílica, a menudo con ábside incluido, una serie de cubicula, convertibles en celdas monacales; servicios de cocina, comedor, lavabos, etc., y normalmente una buena extensión de tierra cultivable. Siendo así, resulta por demás natural que San Agustín hiciese sus estudios en un monasterio de Lombardía que se llamaba Cassiciacum, nombre apropiadísimo para una villa romana en territorio de lengua céltica como todos los acabados en acum, y llegado el momento de fundar él uno propio sabemos que lo hizo en una de sus fincas, probablemente una villa. Es posible que Prisciliano procediese del mismo modo, pues el calificativo de praedives opibus que le aplica Sulpicio Severo es justamente el que conviene a un gran terrateniente , ya que otras posibilidades de poseer caudales eran escasas en aquella época. Casiodoro hace constar que su fundación de Vivarium la realizó transformando en monasterio una villa de su propiedad."


Ello nos lleva a pensar que, de la misma manera que el Coto de Valdediós, cuyo centro fue el monasterio de Santa María, tuvo su precedente en el templo y palacio de Alfonso III en Boides, este hubo de tener el suyo en comunidades religioso-sociales administrativas precedentes,  tardorromanas y asturromanas, villae y castros, villae ya vinculadas a santuarios cristianos muy antiguos y castros donde se refleja la espiritualidad comunitaria de sus moradores, como la famosa estela de los Luggoni Arganticaeni que hemos conocido en Grases


El mismo palacio de Alfonso III y su santuario de El Conventín siempre se reveló se fundaron en base a alguna de estas villae, cuyos restos aparecen por doquier, casi siempre cercanas a castros y a la vez en vías de comunicación


La fundación monacal de Santa María de Valdediós, cuya iglesia llegamos a ver desde aquí entre los árboles, seguiría por tanto una estela de pobladores del valle de Boides agrupados desde tiempo inmemorial en comunidades plenamente organizadas 


En ese orden de cosas, la existencia de las necrópolis megalíticas en estos cordales, de entre 4.000 a 5.000 años de antigüedad, por lo tanto, muy anteriores a los castros, y que también fueron cristianizadas en capillas como la de San Andrés, encima de Rozaes, hacen palpable un mundo de creencias que, haciendo de unión de comunidades humanas, tienen a permanecer como estructura social, aún cambiando los tiempos y las religiones



Mismamente la estructura parroquial, existente documentalmente desde la alta Edad Media (Parroquial SuevoLiber TestamentorumLibro Becerro, etc.) tiene en Asturias, como en Galicia y otros lugares del mundo, un ámbito que trasciende lo religioso y llega a lo administrativo-territorial como agrupación humana con sus reuniones o conceyos, trabajos (andecha, sestaferia, etc.) y acuerdos comunales


Esta organización parece basarse en precedentes romanos y estos a su vez en prerromanos de gensgentilitates y otros, cuyo origen se hunde en la más remota noche de los tiempos


Camino arriba pasamos junto a la preciosa finca de La Cerezalina, plantada de frutales y árboles ornamentales


Seguidamente, en frente de la casa, un esplendoroso jardín, siempre lleno de flores que alegran la vista


También, junto al portón de acceso, una concha xacobea nos confirma que vamos por buena ruta


Figar y figos, buenos frutos para el hambre del peregrino ahora que por fin acaba la subida que hemos empezado en la misma orilla del Ríu Rozaes


Para sentarnos a descansar, ser ha habilitado a nuestra derecha, en el cruce de L'Argayada, un lugar de descanso


Mesa y bancos, un sitio sin duda ideal para reponer fuerzas antes de acometer la dura ascensión al Altu la Cruz


Artística señal xacobea...


Otra concha en lo que parece un pozo o un depósito de agua



Desde aquí vemos enfrente las casas de Turbeñu, otro de los barrios o aldeas de esta parroquia de Niévares, con sus casas esparcidas por la ladera del Monte Cañéu y por donde baja La Riega la Fuente Nueva, que nace arriba, bajo el monte La Cruz, bajo Casa Cándida. Luego, al llegar aquí, a L'Arbeyía, pasa a ser conocida como La Riega les Vallines, sobre la que pasamos yendo de El Mayorazu a Siana, viniendo de Grases


Las casas de disponen mayormente a lo largo del camino que sigue en horizontal la falda de la ladera, el cual comunica, a la derecha y al otro lado de ese pliegue de la ladera del monte, con la iglesia parroquial y con el barrio de El Pueblu


Aquí en dicho camino está precisamente La Retoral, la antigua casa rectoral o del párroco, con hermosa galería entre dos cuerpos en el piso alto, sostenida por tres columnas que conforman la antoxana o delantera, en la planta abaja. A la derecha una panera, a sus pies huertas, hay un gallinero y a su lado la antigua capilla de La Retoral. Una alta palmera se alza sobre la quintana


A la derecha de estas casas, oculta por la vegetación, está La Fuente Turbeñu, fuente, bebederu o abrevadero y llavaderu o lavadero al que antes se acudía a hacer la colada, a dar agua al ganado o a por agua para casa. Es también llamado de La Fuente Nueva


Monte arriba las siempre presentes plantaciones de ocalitos, algunas muy recientes, en lo que fueron antiguos pastos. Ye en 1928 se habían plantado en Niévares 200.000 eucaliptos, según Villaviciosa y su progreso. En torno a las casas hay pumares y otros frutales


La mayor parte de las casas están orientadas al este, algunas con corredores, otras con buenas galerías. En el barrio de La Llana hay un centro de artesanía de la lana, Feltai, de la antropóloga Inés Heredia Castro"empresa dedicada a la lana de oveja xalda asturiana y a la difusión del conocimiento de la lana"


Ahora, hecho un alto, volvemos al camino pasando bajo este grande y precioso carbayu


A la izquierda, otro portón de la finca de La Cerezalina, cerrada aquí por setos cultivados


Desde aquí vemos la Autovía del Cantábrico (A-8), sobre la que pronto pasaremos


Fijémonos en los enormes desmontes realizados en la montaña. Poco más allá de la curva están los túneles, en el lugar de El Mayáu, Rozaes


Bajamos ligeramente y llegamos, o tal vez diríamos mejor que nos "reencontramos" con la carretera VV-10, que habíamos tomado ya en La Parra, Amandi, y pasado Casquita y su bifurcación caminera, habíamos dejado en La Barraca, Grases


De frente, otro profundo desmonte en la ladera, debajo de Turbeñu, para la caja, muy honda en este tramo, de la A-8


Saliendo a la carretera seguiremos a la derecha, este trecho de la VV-10 se hizo para sustituir al anterior, desaparecido con la construcción de la autovía


Suele haber profusión de flechas para evitar equivocaciones. Por aquí estaba el también desaparecido chigre de L'Arbeyía, antes citado


A la izquierda a Rozaes, a la derecha a Villaviciosa, esta es la dirección que tomamos, efectivamente es como si volviéremos atrás, a consecuencia del gran rodeo obligado para librar la autovía y después retomar la ruta original del Camín Rial o Camín Real de la Costa


De aquí a Les Vallines aún nos queda un kilómetro escaso de recorrido, todo bajo la falda del Monte Cañéu


La carretera, al ser "nueva", es muy ancha, pero tengamos mucha precaución, llega ahora una curva cerrada a la izquierda...


Empezamos a bajar al puente sobre la A-8, teniendo sobre nosotros otras perspectivas de Turbeñu, cuya etimología puede explicarse por algún antropónimo de raíz Turbo, como Turbinius, aunque también puede tener que ver con turbidus, turbio, referido al agua de La Riega la Fuente Nueva


Y, por su parte, Niévares puede tener con la nieve que antaño, muy antaño, se acumularía en estas laderas, pues ahora, tan cerca de la costa, es muy difícil que nieve, y mucho más aún que cuajes 


Allí volvemos a ver La Retoral, con unas casas a su izquierda. En la primera  estuvo la escuela vieja


Luego de ella se hizo otra nueva en el camino a la iglesia, quedando esta para llagar de sidra, pero la nueva también abandonada con la concentración escolar allá por los años de 1970. De la situación pedagógica de Niávares en 1928 se contaba esto en Villaviciosa y su progreso:
"Se sirve de una escuela nacional mixta, a cuyo frente se halla la ilustrada maestra doña Tomasa Villar, con una matrícula de 30 alumnos; y la que está instalada en una casa particular sin condiciones adecuadas al fin sagrado de la educación y la enseñanza"

Allí, en La Cuesta Turbeñu, Casa Viti, estuvo otro de los chigres de Niévares. Cerca está la Carpintería El Pelegrín, de Javier Poladura


Ya estamos pasando sobre la Autovía del Cantábrico (A-8) en el ramal entre Villaviciosa y Gijón/Xixón. El Camino va a ir en paralelo a ella por su izquierda hasta las arboledas que vemos al fondo, a la derecha de la foto, en Les Vallines


El Camino, que en todo este trayecto hasta Les Vallines es la VV-10, pasa bajo la falda del monte, donde asoma a la izquierda un poco, muy poco, en lo alto, la escuela que se construyó camino de la iglesia, hoy en ruinas. No sabemos si sería esa a la que se refiere Villaviciosa y su progreso cuando menciona al vecino y emigrante "don Avelino Cubillas, que costea anualmente las fiestas y romerías del pueblo, residente en la actualidad en "El Escorial", Madrid, quien tiene el propósito de donar al pueblo una hermosa escuela, así como reconstruir y levantar de nueva planta la iglesia parroquial", sita unos metros más allá


En Les Vallines, el nudo de Grases con su Scalextric, los enlaces entre la A-8 y la A-64, pero sin embargo ninguno hacia la VV-10, como en su momento solicitaron los vecinos del valle


Este es el lugar donde quedó cortado el paso de Grases a Niévares por el trazado caminero histórico, de El Mayorazu a Les Vallines y La Torre. Justo encima está el Viaducto de Grases de la A-8. Y un poco más arriba a la derecha los tejados de Maoxu, parroquia de Grases, encima de Casquita, la gran bifurcación donde los peregrinos escogen entre la vía ovetense o la gijonesa en el Camino de Santiago del Norte


Al fondo los montes de Cazanes, con la picuda Peña Castiellu a la izquierda. Al otro lado está La Villa. Más a lo lejos el llano de Pandu, en Tornón y a su derecha el Monte Agüelle (336 m), al norte del Monte Cubera, paso a Miravalles


Aquí nos damos realmente cuenta del gran rodeo que realizamos desde Grases valle adelante a consecuencia del corte del Camino, llegando a las puertas de Rozaes


Seguimos la bajada bajo Turbeñu, pasando sobre La Riega la Fuente Nueva. Al menos este trecho nos ofrecerá una cierta tregua entre la cuesta de Casares y la del Altu la Cruz, por donde pasa aquel ancestral camino hacia el puerto de Tazones, aún empleado cuando se intentó evacuar por ese puerto, el 14 de enero de 1939, a unos 800 guerrilleros que seguía combatiendo en Asturias tras la caída del Frente Norte (octubre 1937). La evacuación fue desbaratada en este cordal, unos cien fueron abatidos y el resto se refugió en las montañas del interior de Asturias, principalmente de la cuenca minera


Otra vista de la autovía a la izquierda, en la cercanía de los túneles, aquí nos despedimos del valle de Rozaes, cuyas maravillosas vistas e historia pueden compensar también de alguna manera el esfuerzo de esta gran vuelta caminera


Tras una ligera bajada al pasar sobre el puente, o más bien falso túnel de la autovía, el Camino ya no tendrá mayormente pérdida, todo de frente carretera adelante


Realmente existe también manera de subir de Turbeñu a La Cruz, pero no se ha señalizado como posible alternativa a la desaparición en esta zona del antiguo Camín Rial. En el cruce de Turbeñu pues, seguimos la VV-10 en dirección Villaviciosa. Aquí es donde La Riega la Fuente Nueva cambia de nombre, según la Enciclopedia del paisaje de Asturias, empezando a Llamarse La Riega les Vallines


La carretera se estrecha un poco, arrimémonos bien a la izquierda pues si se cruzan dos vehículos no tienen demasiado espacio, menos aún con peatones, para los que no hay paso especial ni vereda segura


A la izquierda, una buena pumarada. En 1928 esta parroquia de Niévares tenía 40 pomaradas y producía "203 pipas de manzana, con una elaboración de  91.494 litros de sidra natural" y había nueve llagareros, sabemos por Villaviciosa y su progreso


Se notan los trabajos de ensanche de la carretera a la , que han formado una pared vegetal. A la derecha, otra buena plantación de pumares


Al otro lado de las autovías, por la ribera del Ríu Valdediós, al pie de los montes de ocalitos de El Castiellu Camoca y La Cumbre, ente los que está el lugar, puente y molino de El Mayorazu, ha venido el Camino desde La Barraca y Grases


A la izquierda del Monte Castiellu, al pie del antiguo castro, son los prados de El Llanu, en Camoca, que se ven más allá del promontorio en medio de los enlaces del nudo de Grases, con los prados de La Felguera a su vez a su izquierda. Más allá son las colinas de la zona occidental del concejo de Villaviciosa y en lontananza el Sueve o Puertu Sueve, que pese a que ya hace tiempo lo hemos dejado atrás en nuestro trayecto por el Camino Norte, sigue siendo una muy importante referencia visual y geográfica


Destacan, sobre todo esas en apariencia y en la distancia, "cumbres gemelas", del Picu Pienzu (1.161 m) y a su derecha El Picu Mirueñu o Miruellu (1.137 m), las cotas más altas. Entre las dos están El Picu Fontanielles (1.063 m) y Espina Barbú (1.041 m)


Más a su derecha y al sur El Picu la Múa (1.021 m), El Picu Maladín (995 m), Ovines (889 m) y La Peña la Seblimbe (881 m)


Según avanzamos carretera adelante reconoceremos algunas cimas y cotas más cercanas 


Encima de Grases, por ejemplo, el ya recitado Castiellu Camoca o El Castiellu (178 m), en la vecina parroquia de Camoca, solar de un castro astur de unos 2.600 años de antigüedad excavado en su día por Jorge Camino. Está en un monte plantado de eucaliptos bajo el que, paralelo al Ríu Valdediós, hemos pasado siguiendo el Camino, en el tramo entre el Molín del Picu al de La Llosa y el del Mayorazu, realizando este grandísimo rodeo para librar la autovía


Más allá asoma El Monte la Soma (497 m) con Peñacabrera (464 m), La Ballesta (501 m), Cotobellosu (529 m), La Bedul (504 m) y otros picos en esa serranía entre Llugás, Coru y Breceña, en Villaviciosa, por un lado; y Viñón, Santolaya y Graméu, en Cabranes


Aún más en la lejanía que Peñacabrera y el Sueve, y más al sur, se divisan en días claros otras importantísimas cumbres


La Peñe, El Cornión, o técnicamente el "macizo occidental" de los Picos de Europa, con picos que pasan de los dosmiles, como La Peñesanta o Peña Santa (2.596 m)


Les Vallines, pequeños valles, como su nombre indica, praderías al pie del cordal que caen al valle en esta estratégica llanura entre montes que fue aprovechada para construir este enlace de autovías


Aquí, y tras una ligera bajada, la carretera VV-10 llanea sinuosa en Les Vallines cuando salimos a estas verdes camperas, muy cerca ya del cruce bajo La Torre de Niévares


Les Vallines era, efectivamente, la parte más llana y baja de la parroquia de Niévares, donde La Riega les Vallines, arriba llamada La Fuente Nueva, daba, y sigue dando, ahora subterránea en esta parte, sus aguas al Ríu Valdediós


Algunas pistas dan servicio a algunas fincas que quedaron también cortadas, como el Camino, al hacerse este gran cruce de vías del llamado nudo de Grases, pues la vega se prolonga por términos de esta parroquia vecina


A la derecha, al este y a lo lejos, los montes de Valdebárcena y Celada, solar del que fue el antiguo Coto de Poreñu, que independizó de la Pola de Maliayo en la baja Edad Media por concesión de Enrique de Trastámara y no se reincorporó al concejo de Villaviciosa, hasta las reformas liberales del siglo XIX que pusieron fin al régimen señorial, confirmadas en 1827, cuando también fue abolido el Coto de Valdediós


Ahí está La Corolla o Picu la Corolla (546 m), otro de los que marcan la frontera de Villaviciosa y Cabranes, a cuya izquierda está La Collada, paso a Pandenes y a Camás, coto que fue posesión del monasterio de Valdediós


Muy cerca está el llamado Campu la Matanza, cuyo nombre, asegura la leyenda, se debe a una muy antigua y cruenta batalla que tuvo lugar allí


Los matos o sebes cierran las fincas, de más prados y pumaraes, según nos acercamos al cruce al pie de La Torre


Al final de esta recta, en un poco de muy suave bajada, ya vemos el lugar donde dejaremos esta carretera VV-10, al final de la misma, bajo los árboles del fondo


Setos y pinos bien podados revelan que vamos a pasar delante de una casa, también se reconoce un bello jardín



A manera de orientación podemos decir que estamos a unos 5 ó 6 kilómetros al sur de La Villa, la capital de Villaviciosa


Al fondo del prado de la izquierda vemos una mata de árboles en fila: es el antiguo Camín Rial, cuyo trazado vamos a seguir inmediatamente pues durante un trecho ha sido ocupado por la carretera local VV-9, que es la que vamos a seguir a la izquierda del cruce


Se trata de una fila de altos y viejos carbayos de siglos de antigüedad, tal vez alguno de los tiempos en los que este fue el camino costero principal y comunicación directa de La Villa con Gijón/Xixón, llegando a relegar, sobre todo a partir del siglo XVIII, a otros que iban más al norte y más cercanos al mar, por Les Mariñes de Villaviciosa


¿Por qué algunos peregrinos no se dirigían de Villaviciosa a la Sancta Ovetensis a pesar de su trascendencia mundial para el fenómeno de las peregrinaciones y preferían ir hacia la villa gijonesa?. Lo primero recalcar que ir a la segunda opción no significaba necesariamente excluir lo segundo, en alguna documentación existente del antiguo hospital (en el sentido de hospedaje) de los Remedios en el barrio alto gijonés (origen de la población) se cita la ruta a Santiago pero no por dónde iban ni dejaban de ir (o volver, pues también había que volver andando)


El grande y pionero investigador de la historia de las rutas xacobeas Juan Uría Ríu en algún momento la ruta pudo ser preferida por peregrinos vagabundos de la época de la decadencia de peregrinaciones entre los siglos XVI y XVIII, buscando buenas limosnas y hospedajes, de paso que prolongaban más de la cuenta su peregrinación. Pero mejores limosnas y hospedajes teóricamente los habría en la tradicionalmente más grande y receptora capital astur, con sus fundaciones hospitalarias y afluencia de romeros a las reliquias catedralicias de San Salvador


Otra cosa es que precisamente en Oviedo/Uviéu, dada precisamente su gran afluencia, en algún momento se controlase más la entrada y estancia de peregrinos y otras personas "de paso", especialmente en una ciudad abarrotada en años de peste, lepra y demás quebrantos. La existencia de dos malaterías u hospitales de leprosos a las puertas mismas de la ciudad y en las mismas rutas de peregrinación (Cervielles y Paniceres) hubo de ayudar a ello


Así, un día del año 1543, las autoridades ovetenses dispusieron que los malatos no podían circular libremente por la ciudad sino que debían recluirse en sus malaterías. Dado que, a causa de los escasos conocimientos médicos, muchos malatos no fuesen siquiera leprosos, y cuya condición mendicante (tenían derecho a pedir limosna por concesión de las malaterías) y un tanto trotamundos, los hacía pasar por peregrinos pobres a simple vista, daba lugar a mezclar unos con otros, puede suponerse que el recibimiento en la ciudad no siempre fue jovial, máxime si tenemos en cuenta que al malato (o en su defecto alguien que pareciese tal) que le pillasen en la calle le esperaba un castigo estipulado de nada menos que cien azotes


Es posible que pueblos y villas menos grandes por entonces, y menos transitadas en relación a la capital, no tuviesen medidas tan drásticas, y de ahí puede venir que en algunas ocasiones ciertos peregrinos prefiriesen evitar problemas cambiando de rumbo. En el año 1600, por ejemplo, se sabe que se construye el citado Hospital de los Remedios en Gijón/Xixón, tras ser demolido el anterior, dedicado a San Roque y tal vez bajomedieval, dos años antes tras una epidemia de peste precisamente. Este hospital pasó a ser más conocido como Hospital de Corraxos, peregrinos pobres, vocablo de dudosa etimología pero que puede estar relacionado con sus cueros, correaxes, correas, es decir, con su aspecto y vestimenta harapienta. Todo ello parece entroncar uno con otro


Y aquí es el cruce en el que nos desviamos de la VV-10 para ir por la VV-9 durante unos metros. A la derecha llegaba el Camín Rial desde El Mayorazu, ahora cortado por las autovías


Puede decirse que, a partir de aquí va a ser todo subir y más subir, sin prácticamente tregua hasta el Altu la Cruz


Las señales de tráfico de la VV-9 nos indica que estamos a 9 kilómetros del centro de Pión, en el valle del río España y paso del Camino, pero esta distancia se refiere siguiendo la carretera, que va vía El Pedrosu, pero nosotros NO vamos por El Pedrosu, otro cosa es que alguna vez se haya señalizado dicha ruta como más apta para bicicletas, tal y como se refleja en muchas guías


Nosotros tomaremos el Camín Real, que dejará la carretera al final de este primer repecho, para entrar en El Pueblu y de allí ascender a La Piñera, camino original, el cual sube mucho más directamente, estimamos unos 6 kilómetros hasta Pión


Otra cosa es que, efectivamente nos parezcan nueve... o más, pues de esos seis, entre dos y medio y tres serán sin prácticamente todo en cuesta, cuando más suave, cuando más pronunciada, pero todo cuesta


Esta primera parte es ya un recuesto muy considerable con un desnivel que estimamos mayor incluso que el de casares. La frondosa sombra de los carbayos que veíamos antes nos ampara y reconforta


Tras la primera curva vemos como la carretera sube directa y casi recta, no viéndose el final de la rampa. Unos 400 metros de carretera arriba nos aguardan hasta tomar el desvío a El Pueblu


Hace no obstante un leve zigzagueo para ir ganando altura, eso sí, muy rápidamente, ¿cuánto?, para qué saberlo, adelante y ánimo


Estamos, según las señales viarias, en el Km 2 de la VV-9, contando desde arriba se entiende, desde su unión con la VV-8 cerca de El Pedrosu


La iglesia parroquial de Niévares, siempre oculta a nuestra vista, se halla en un altozano a nuestra izquierda, oculta por el arbolado, apareciendo mencionada como Santa Olalla de Niévares en en inventario parroquial del obispo Gutierre de Toledo elaborado entre 1385 y 1386


Baja a nuestra izquierda, paralela a la carretera, La Reguerilla, minúsculo regato, a veces a penas un hilo de agua, cuando no baja seco, afluente de La Riega les Vallines, que nace monte arriba, en La Parea Turbeñu, bajando por la ladera en el lugar de La Parexana, luego La Piñera, El Pueblu y viene aquí por El Carbayón, es decir, paralelo o muy próximo al trayecto del Camino


Un bebederu o abrevadero embalsa y aprovecha su escaso caudal para dar agua al ganado que pasta en la finca


Finca que llega al Camín del Llivinque, que viene directamente de Grases, cabeza de la parroquia de este nombre, y que es empleado por los peregrinos de otra ruta de peregrinaciones, el Camín Xixón-Cuadonga/Gijón-Cuadonga, si bien en dirección contraria, ellos yendo hacia el este, por allí a la derecha, camino de Grases, bajando, mientras nosotros nos dirigimos al oeste, al Altu la Cruz, subiendo


El Camín del Llivinque está separado de esta finca por una altísima sebe o matu, seto silvestre en el que abundan los lloreos o laureles, pero en el que también crece un pino, a la derecha de la foto, similar al que hay detrás del cuerpo cuadrado que forma parte de la casona de La Torre, lugar que recibe este nombre por La Torre de Niévares, fortaleza defensiva medieval que guardaba el paso de estos caminos y dominaba el valle, lo mismo para defenderlo que para sojuzgarlo, como era la función de estas construcciones feudales


La Torre de Niévares permanece oculta tras el matu, pero asoma la parte superior de este cuerpo, de planta rectangular extendida de la fachada hacia atrás y tejado a cuatro aguas, de la casona, construida en 1501 sobre el castillo original, cuando el medievo tocaba a su fin y la antaño nobleza guerrera se hizo cortesana, pero siempre posesora de las tierras y orgullosa de su heráldica, dueña de rentas y privilegios, derechos y prebendas


Desde más arriba llegaremos a ver mejor el castillo, así como la casona y otras dependencias, otro aliciente para seguir remontando la dura cuesta



Abajo, a nuestra izquierda, han quedado Les Vallines, L'Arbeyía y Peñacalva con Pueyes y los montes de Valdediós y La Campa


Cuando, más arriba de La Torre y El Pueblu, subamos de La Torre a Fernandíz, llegaremos a tener aún más excelsas vistas de estos valles, montes y montañas, de Valdediós al Sueve y los Picos de Europa, lo que será sin duda una buena recompensa al esfuerzo



De algo de La Torre, de otra parte, tal vez podamos divisar algo desde aquí, todo depende de lo crecida o podada que esté la sebe del Camín del Llivinque


La muralla de La Torre de Niévares, o al menos una parte, que ya revela que tiene más apariencia de castillo que de torre, con sus almenas y torreones. Arriba una capilla y una panera (esta sustituyendo a alguna anterior sin duda), formarían parte del palacio construido con la casona, en 1501 o a partir de esa fecha


Subiendo aún más mejorará nuestro campo de visión respecto a La Torre. La carretera hace aquí una curva, un tanto cerrada a, la derecha


A la izquierda crece la ocalital, son evidentes, como en la mayoría de estas carreteras locales, los trabajos de ensanche de la pista antigua para mejorar el paso de vehículos, y la pista antigua se hizo sobre el viejo, y sin duda empedrado, Camín Rial


Ahora vemos unas casas más a la izquierda, son las de los caseros, que parecen tan antiguas como la de la casona, están al otro lado de la carretera, si bien una panera esta enfrente de ellas, a esta parte, sobre la finca


Un poco más arriba, desde, este lugar sí que tenemos una mejor vista de la casona-castillo, a la derecha


Admiramos esta soberbia estructura almenada y de torreones, como de castillo de película, ehco de mampostería. En contraste, la parte superior ya es plenamente palacial, el conjunto es un verdadero símbolo del paso de la Edad Media a la Edad Moderna en Asturias. 


Asoma un poco la planta superior del otro cuerpo de la casona, que se extiende, en dos plantas, a la izquierda del que primero vimos, que es de tres pisos. Los vanos son de piedra de cantería y en uno de ellos aparece inscrita la fecha de construcción del citado año de 1501


Su traza es de palacio rural estilo popular con elementos renacentistas, algo muy a tener en cuenta pues rompe tempranamente con la tradición constructiva imperante del gótico que en Asturias se va a prolongar a lo largo del siglo XVI. Una columna con tejadillo a la izquierda, en la fachada oriental, guardan la escalera allí existente, que sube al primer piso


La panera, posterior pero tal vez, recalcamos, sucesora de otra más antigua o de un hórreo, es de ocho pegollos, algo no demasiado usual en esta zona, lo que demuestra la riqueza de la casa, donde almacenarían algo de producción propia más las rentas, pagadas en especia, de los arrendatarios de sus tierras


 A su izquierda, la capilla ya se nos oculta salvo su esquina derecha, de piedra de cantería


Llamativamente el lienzo lateral de la muralla, no tan largo como el frontal, es sensiblemente más alto, tal vez para mejorar la defensa de ese flanco en la ladera


La parte trasera de la muralla resultó afectada por las obras de la actual carretera VV-9, que enlazaba directamente el valle con la del Pedrosu, la célebre Carretera de la Costa, luego Ribadesella-Canero y a partir de la posguerra la N-632, trazada a mediados del siglo XIX y que sustituyó al Camín Rial como principal vía de comunicación costera


Pese a su tamaño, estructura y espectacularidad lo cierto es que hay muy pocas noticias de la casa y del castillo, vinculado a la familia de la Concha al menso desde el siglo XVI, linaje que por su apellido se vincula con el Camino de Santiago


El investigador Isidoro Cortina Frade habla de un origen romano, otros quieren ver también aquí el palacio de Alfonso III, pero lo cierto es que nada anterior al bajo medievo parece reconocerse a simple vista



Ello incluye por supuesto a las casas de los caseros y a las cuadras, que como hemos dicho parecen ser de los tiempos de la misma casona-palacio



Estamos, eso sí, sin duda, ante una de las torres supervivientes de las muchas existentes en estos valles siglos atrás


Estamos en el lugar de El Carbayón, topónimo que sin duda alude a alguno de los grandes carbayos de la carretera tal vez el último de la fila, en el cruce con El Camín del Llivinque, o a un antecesor suyo

 
A nuestra izquierda vemos el edificio de uno de los antiguos llagares de Niévares, El Llagar del Carbayón


Enfrente, El Camín del Llivinque sale a la VV-9; es fácil que podamos ver a algún peregrino que sigue esa ruta bajando y metiéndose por él a la derecha, pero nosotros tenemos que seguir subiendo por el asfalto arriba


Eso sí, al Camín del Llivinque le dedicamos una oportuna entrada de blog puesto que puede ser una alternativa, fuera del Camino de Santiago oficial eso sí, como atajo directo desde Grases aquí, dado que además parece muy muy antiguo y es extraordinariamente bello


Este cruce nos ofrece además un hermoso rellano, a la sombra de El Carbayón, para descansar un instante y seguir subiendo al Altu la Cruz 


Y sobre nosotros, La Torre de Niévares seguirá contemplando el paso de peregrinos a lo largo de la historia...
















































































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