El Camino en Siana, a la derecha la autovía A-64 y al fondo el valle de Rozaes (Villaviciosa) |
No estamos pues ante un tramo primigenio ni recuperado del Camino de Santiago sino ante una de esas alternativas que se escogen cuando, si no queda más remedio, hay que buscar, no obstante en este caso se obliga a un rodeo considerable, unos 4 kilómetros aproximadamente o una hora caminando, a diferencia del trayecto antiguo, que de El Mayorazu a Les Vallines apenas sería kilómetro y medio
El Camino es además aquí pista ancha y recta, parece hecho también a la vez que la autovía para comunicar las casas de Siana, de las que hablamos en la entrada dedicada al tramo anterior de Camino
La famosa villa de Pueyes, en la llamada Ería de la Villa, tras su excavación fue vuelta a tapar y jamás se reanudaron los trabajos arqueológicos, aunque ocasionalmente el tema parece retomarse y salta a los medios de comunicación. He aquí por ejemplo un artículo titulado Un paseo por la joya romana de villaviciosa: así era la villa de Puelles hace 2.000 años, firmado por José A. Ordóñez para La Nueva España y publicado el 4-12-2022:
"La joya romana de Villaviciosa duerme enterrada entre Puelles y San Zaornín, muy cerca del monasterio de Valdediós. Se trata de una villa rural erigida en el siglo I y que fue excavada parcialmente en 1928, sin que desde entonces se haya investigado más sobre el terreno. Lo único que se conoce sobre este emplazamiento es lo publicado hace más de noventa años en la revista “Covadonga” por J. Fernández Menéndez, responsable de aquella primera y única intervención, que se limitó a unos setenta metros cuadrados del área termal de un complejo cuyo cometido principal sería la explotación de la tierra. El resto sigue siendo una incógnita, aunque es de suponer que responda al modelo de villas romanas habituales en el territorio que hoy es Asturias, algunas de las cuales, como la de La Estaca, en Las Regueras, está siendo objeto ahora de una serie de campañas que deparan espectaculares resultados.
La Fundación Cardín organizó recientemente una conferencia a cargo de José Ignacio San Vicente González de Aspuru, profesor titular del Departamento de Historia de la Universidad de Oviedo, para rescatar del olvido la villa romana de Puelles, también conocida como de Boides, aunque esta última denominación ha perdido peso en las últimas décadas entre los expertos.
La excavación de Fernández Menéndez en Puelles se centró en una zona conocida como la Ería de la Villa, muy cerca de la carretera que entonces estaba en construcción. El complejo se levantó en un terreno pendiente, como era habitual, para favorecer la evacuación de las aguas residuales. Uno de los primeros descubrimientos de aquella campaña fue una galería porticada, con el suelo pavimentado, que funcionaría como zona de comunicación entre la zona termal y el resto de la villa.
Desde esa galería se pasaba al Apodytherium, que era el vestuario donde los usuarios del área termal dejaban las ropas al cuidado de los esclavos, y, luego, al Frigidarium. Esta era una sala de agua fría que fue excavada parcialmente por Fernández Menéndez, quien detectó al fondo una estancia de 2,90 por 3,10 metros en la que se conservaban pavimentos y pinturas. Sería la piscina de agua fría del Frigidarium.
La siguiente estancia era el Tepidarium, una sala sin agua por la que circulaba aire caliente caldeado a una temperatura templada gracias a un horno cercano. Los usuarios pasaban después al Caldarium, la sala de agua caliente de la que en 1928 únicamente se conservaba una parte debido a un hundimiento. En su parte más oriental estaba el Alveolus, que era la piscina del enclave.
La excavación de Fernández Menéndez permitió recuperar trozos de teja y ladrillo, cerámica decorada, cristales, una rueda de molino, clavos y monedas, de las que se conservan dos, posiblemente tardorromanas. También apareció un anillo de cobre con inscripciones, cuyo paradero actual es una incógnita.
La villa romana de Puelles aún tiene mucho por descubrir, ya que solo hay conocimiento de una parte del complejo, la destinada a balneario. Sin embargo, no hay previsión alguna de retomar aquella histórica excavación ejecutada hace casi un siglo."
Más a la izquierda asoman las casas de La Granda, también en Pueyes, entre los lugares de Los Valdicaones y Les Cabañes, hasta donde llega el camino que baja por La Torre desde la carretera de Rozaes a Valdediós
A la izquierda asoma el puente sobre El Ríu Rozaes. Otro dato a tener en cuenta es que la distancia de aquí al monasterio es de poco más de tres kilómetros y que dispone de albergue de peregrinos (confirmad siempre disponibilidad)
Siguiendo el camino gijonés nos encaminamos pues ahora ya al viaducto de la Autovía A-64 desde el cruce a la derecha, empezando una subida
Estamos en el extremo del gran rodeo que hay que realizar desde que esta obra cortó el Camino
Al fondo El Monte Cañéu o Cordal de Pión, que se extiende desde La Fumarea, al sur y límite con Sariegu, a El Pedrosu, al norte
Esta parte es El Monte Cañéu, donde se yergue la mole montañosa de La Cruz (451 m), buena referencia pues a su derecha está el alto de su nombre, Altu la Cruz (438 m), a donde subiremos después de llegar a Les Vallines
Realmente ya hemos empezado a subir el Altu la Cruz, si bien desde la VV-10 hasta Les Vallines tenderemos un tramo bastante llano de algo menos de un kilómetro, que será una buena tregua antes de acometer la larga y dura cuesta que nos llevará al collado
No suele haber demasiado tráfico, más bien escaso, pero dado que la carretera es ancha los vehículos pueden pasar a velocidad. Estemos ojo avizor pues apenas hay cuneta
Hemos entrado en la parroquia de Niévares por el lugar de Casares, una casa con sus cuadras y otras dependencias en plena cuesta, dispuestas en fila y mirando al Camino, orientadas al este
Cerrada su finca por un vallado, desde aquí tendremos ya excelentes vistas del valle de Rozaes, a nuestra izquierda, al sur, el valle formado por el principal afluente del Valdediós, abierto al norte y cerrado al este por La Utrera, al sur por La Llomba y al oeste por el Monte Cañéu y su línea de cumbres. De izquierda a derecha La Llaguna (448 m), El Llanu'l Toral (506 m), topónimo vinculado a toros o vaquerías en general, pues las montañas tuvieron desde hace milenios pastizales de altura y brañas, hasta que el éxodo rural y el abandono del campo ocasionaron que los terrenos fuesen aprovechados para plantar especies de crecimiento rápido como eucaliptos para las papeleras o plantaciones masivas de pinos, sobre todo a partir de los años 1970. Más allá El Pozu la Llomba, Les Piedres de Burneo (527 m), El Cuetu (625 m), El Monte l'Osil (recuerdo pretérito de la existencia de osos hace bastantes siglos) y El Cantón (643 m) con El Pozu los Llobos, antigua trampa para los lobos que antaño poblaban el monte, ya en La Llomba y fronterizo con Sariegu, otro campo de túmulos megalíticos localizados en estas montañas
Y ahí está, bajo La Llaguna, Villanueva, cabeza de la parroquia de Rozaes, la cual se extiende "Desde la confluencia de los ríos Rozaes y Valdediós, al este, hasta los montes que están en los límites del concejo de Sariego al oeste, y desde la rasa del Caleyu al norte, hasta El Barrial por el sur". Sus habitantes son llamados figueros y se celebra en el principio del otoño la animada Fiesta de los Figos, poniéndose higos a la venta y realizándose ricos postres con ellos
A la entrada de Villanueva y de Rozaes está la capilla de Santumedero (a la derecha de la foto), que hace las veces de parroquial desde que fue incendiada la iglesia de Santa María en la Guerra Civil
"Rozaes, en Villaviciosa, rindió homenaje ayer a San Emeterio, "para sus vecinos Santumedero". Así lo explica Eladia Díaz, natural del pueblo aunque vive en Oviedo, que no quiso perderse la fiesta del lunes de Pascua. Forma parte de la banda de gaitas que han creado los alumnos de las clases de este instrumento que organiza la asociación de vecinos en la localidad y en la que colabora también la banda de gaitas de Villaviciosa."Ye la fiesta de Rozaes", tiene claro Eva Solares. Al menos, es la más popular. Ayer la celebraron por todo lo alto con una misa solemne, a la que sucedieron la procesión y la puja del ramo. También se pudo tomar algo y picotear en la barraca que colocaron en el prau próximo a la capilla. La soleada mañana invitaba a tomar el vermú. Solares agrega que es una fiesta que "va cogiendo auge" porque cada vez participan más romeros y "el día que te presta es éste", por ayer, culmen de tres días de festejos.Encarnita Díaz destaca la colaboración y trabajo de los vecinos. "Estamos muy unidos y todos colaboran", insiste. Recuerda que Santumedero es "el santo de los huesos", al que se encomendaban muchos que habían sufrido algún mal o fractura en alguno. Por lo que, aunque ha ido decayendo la tradición, hace años era habitual llevarle algún exvoto o acudir en promesa el día de la fiesta para pedirle que intercediera después de haberse roto por accidente, por ejemplo, una pierna o un brazo.Eva Solares agrega que sobre todo entre la gente mayor aún persiste esta devoción hacia al santo, a quien le atribuyen tales poderes milagreros. Tradicionalmente eran muchos los vecinos de Peón que acudían a visitar al santo por alguna promesa y en Oles también ha tenido siempre mucha aceptación."
Y más allá de Villanueva, en el barrio de Piñera, no hemos de olvidar Casa Eladia, templo de la gastronomía asturiana que abrió sus puertas en 1890. Entre sus muchas especialidades está la fabada hecha con fabes de la parroquia y productos de la zona, así como el arroz con pita, la carne guisao, el pulpu al ajillo, y otras muchas exquisiteces. Tiene además una pequeña tienda, el único comercio en bastantes kilómetros a la redonda. Para quienes vayan andando tal vez sea un gran desvío desplazarse hasta allí y luego retomar el Camino, pero para los bicigrinos resulta bastante más cercano
La sucesión de aldeas y lugares se alarga hacia el sur al pie del Monte Cañéu y La Llomba de Piñera a San Pedrín, Sopeñes, La Reboria y Fabares. En el valle trabajaron el Molín de la Iglesia, el Molín d'Areñes, el Molín de Barréu, el Molín de Xuan, otro molino llamado del Mayorazu (restaurado en 1985 por José Manuel Costales y en funcionamiento), el Molín de la Vega, o los Molinos de la Vega: el Molín de Riba o de los Ceñales, el Molín de Baxu, el Molín del Mediu. También hubo un batán
Vemos a la izquierda el puente que comunica las parroquias de Rozaes y Pueyes, separadas por la Autovía A-64, que pasa más allá, bajo La Llomba, por el túnel de Fabares a Sariegu. Justo encima asoma la aldea de Sanzornín, en Pueyes, de cuya antigua capilla de San Saturnino salieron materiales para construir, en el siglo XII, la parroquial de San Bartolomé de Pueyes
Tras disfrutar del paisaje de Rozaes y su valle, pasamos Casares y la carretera sigue subiendo carretera adelante
Es la cuesta a L'Arbeyía bastante pronunciada, como todo el trayecto que nos aguarda hasta el cruce con la VV-10
Allí está Castiellu, parroquia de Ambás, llamado así por El Monte Castiellu, a su derecha, o La Corolla, solar de un castiellu o castro astur, uno de los localizados en el valle del Ríu Valdediós y relacionado con los de La Ría o Ría de Villaviciosa y su estuario y entorno, verdadero puerto natural y ensenada desde la más remota prehistoria, unión de vías marítimas y terrestres
Y así sigue la cuesta, no demasiado pronunciada pero sí bastante prolongada, buen calentamiento y preparación sin duda para la que nos aguarda al Altu la Cruz
Según ganamos altura el esfuerzo de compensa con esta magnífica vista hacia Pueyes, Valdediós, La Campa, Lloses... y, aquí abajo, la A-64, bajo la que acabamos de pasar, percatándonos del repecho que ya hemos dejado atrás
Dice José Manuel Fernández Llana-Rivera en Puelles, tierra de Boides, artículo publicado en la revista Cubera nº7 (abril 1986), que "Muy popular y venida por tradición, es la creencia, que asegura que bajo los montes de Arbazal y la Campa existe un inmenso lago de gran profundidad" y que en el llamado Pozu Poceru, en la subida a Arbazal desde Valdediós, Vallinaoscura arriba, que "cayó una moza de Arbazal, desapareciendo en sus profundidades y apareciendo, tiempo después, los corales de su collar en los manantiales de Santi", donde nace El Ríu Valdediós, allí llamado Asta
Si nos fijamos tal vez veamos asomar ahora al pie de La Campa, en lo más profundo del valle, la espadaña del monasterio de Santa María de Valdediós y, un poco más abajo, alguna casa de La Ribera, parroquia de Pueyes. En primer término las casas de Conceyeru. Seguimos leyendo a Llana-Rivera:
"La Campa de Arbazal, al Sur del concejo de Villaviciosa en su límite con el de Sariego, tiene una altitud de 400 m. y es paso obligado de vías de comunicación desde tiempos antiguos.
Aquí queda lo que fue famoso Camino Real, testigo pétreo del ir y venir de una época marcada por la pobreza, la necesidad y el sacrificio, aquí donde cualquier lugareño, campesino o pasator, contemplaba el paso de un estridente carruaje, el trote de una cabalgadura, monjes que pasan o un viandante que se aleja en el horizonte, tal vez un peregrino camino de Santiago, acá junto a la ermita de Santa Mariña una persona piadosa se detiene a orar..."
Dejamos de momento los paisajes del valle de Boides y seguimos subiendo en esta cuesta hacia L'Arbeyía
Vistosas y coloristas flores silvestres crecen en las veredas
En una curva cerrada una plantación de cipreses cierra el cuadro de una pequeña parcela a nuestra izquierda
Pasamos al lado de su entrada y acometemos otra nueva rampa. Al fondo volvemos a ver La Curiella y La Cruz, con El Llanu Cañéu a la derecha
A nuestra derecha el prado, recién abonado, baja hacia un frondoso bosquete
"En toda la sierra son abundantes las plantaciones de eucaliptos y pinos, con alguna pradería. Como en todo el cordal, fue lugar de enterramientos neolíticos, destruidos y perdidos en su mayor parte. Es un lugar de gran belleza paisajística, desde el que se pueden admirar los valles del interior del concejo, la rasa marina y esta parte de la costa centro oriental de Asturias"
"El paisaje de estas montañas, de seculares pastos y campos de túmulos, ha sufrido un espectacular cambio con las plantaciones incontroladas de pinos y eucaliptos y ha destruido y ocultado en gran parte ese patrimonio natural, cultural y arqueológico"
Seguimos zigzagueando para ganar altura sin parar, otra curva cerrada a la izquierda, bordeando una gran finca
Seguidamente a la derecha, pasando delante de la entrada a la finca
El Faéu o La Cruz, el Altu la Cruz y La Curiella, donde se conserva uno de los campos de túmulos supervivientes de la implacable reforestación de pinares de esas cimas, el de La Llaguna de Niévares, donde hay un Área Recreativa cerca de la cima. No está demasiado lejos del Camino aunque para verlos sería necesario hacer un muy notable esfuerzo cuesta arriba desviándose bastante del Camino cuando este ha iniciado su bajada al valle de Pión o del Ríu España
Por la cresta del monte pasaba un antiquísimo camino entre el puerto de Tazones y el interior de Asturias. Es posible que de una antigüedad similar a la de los túmulos del cordal, ahora transformado en alguna de las pistas forestales que recorren su línea de cumbres, "todo su recorrido es un magnífico mirador de la rasa marina, los valles que lo circundan y las montañas cercanas"
Si bien no son alturas demasiado prominentes recorren sus caminos numerosos montañeros y excursionistas, pues pueden hacerse amenas rutas dado que sus cumbres están bien comunicadas por sendas y pistas, enlazando a través de ellas con otros cordales como La Llomba, Fariu, Riosecu, Monte Deva, etc.
Salimos a unas fincas, sin dejar de subir. Al fondo están las casas de L'Arbeyía, parroquia de Niévares pero muy cerca de la de Rozaes, ocultas de momento a nuestra vista por los árboles de La Cerezalina, donde acabará esta cuesta
Pasada La Cerezalina enlazaremos, como hemos dicho, con la carretera de Villaviciosa a Rozaes (VV-10), que pasa bajo El Monte Cañéu
La Cerezalina, topónimo evocador de cerezos, aún relativamente presentes en estas fincas, mientras L'Arbeyía lo es de arbeyos, guisantes
A nuestra derecha L'Argayada, de argayar, desmoronar, sin duda relativo a corrimientos y desprendimientos de tierra en las laderas. Más en la distancia, una de las casas de Turbeñu, otro de los barrios de Niévares, sobre el camino a la escuela vieja y a la iglesia
Carretera que seguirá a la derecha hacia el puente sobre la Autovía del Cantábrico, aún oculta a nuestra vista en su profunda caja
La autovía hizo desaparecer aquí el antiguamente célebre chigre-tienda de L'Arbeyía, que antaño tuvo baile y que fue, durante muchos años, una referencia en Niévares
En L'Arbeyía paraban, al ir o al venir de La Villa, los vecinos del fértil valle de Rozaes, a vender su preciada fruta y demás productos de sus buenas huertas y caserías. Volvemos a ver desde aquí el valle, ahora hasta su misma cabecera, en Fabares, bajo la línea cimera de cumbres que representan la unión del Cordal de Pión con La Llomba, bajo El Cantón (643 m), en el límite de Villaviciosa y Sariegu, donde hay localizados cuatro túmulos
En medio vemos una curva de la A-64, que pasa bajo La Llomba por el túnel de Fabares, que fue fatalmente famoso por sus continuos desprendimientos a su entrada desde el valle, necesitándose reforzarlo mediante una gran obra de ingeniería. A la izquierda, San Zornín, y a la derecha, en los prados al pie del cordal y sobre los verdes campos que caen hacia el río, toda la línea de pueblos de Rozaes de Villanueva a Fabares: San Pedrín, Sopeñes, La Reboria, Morvís, La Cortina, etc.
"Los productos de la huerta de Fabares llegaron a tener gran fama en los mercados de Villaviciosa, Siero y Nava, a donde acudían a venderlos y donde eran muy apreciados; tenían fama también las cerezas y guindas. En el monte de Fabares hay una cueva que llaman de Les Xanes, con un río interior, y en la noche de San Juan, las xanas que la habitan salen a cuidar las vacas y a tender la colada al prado de Los Salgueros, que también se llama de Les Xanes. En la zona alta del mismo monte, cuando se aró para plantar eucaliptos, aparecieron restos arqueológicos que probablemente pertenecían a un campo de túmulos existente en la zona y en la actualidad desaparecido"
"A pesar de sus pequeñas dimensiones, su presencia es notoria por su equilibrada elegancia e incluso por su valor paisajístico. Es obra de Gregorio de la Roza, el arquitecto más destacado del último tercio del siglo XVII en Asturias de origen trasmerano, y autor del palacio de los condes de Toreno de Oviedo. Poseía una sólida base clasicista emanada de El Escorial, a la vez que sabía manejar las premisas barrocas. La capilla de San Pedrín, además, tiene un paralelismo con dos capillas de la catedral de Oviedo: la de los Vigiles y la de Santa Bárbara en su estructura. Asimismo, tiene aspectos semejantes al palacio de Toreno.
La capilla fue encargada en 1675 por Juan Santos de San Pedro, gobernador del Principado entre 1674 y 1678, pero la iniciativa correspondió a su hermano mayor Lorenzo Santos San Pedro, quien también había ocupado el cargo de gobernador de Asturias entre 1657 y 1661. Los Santo San Pedro eran de una familia asentada en la Vega de Saldaña, Palencia, pero a través del estudio se ha revelado su antigua raíz asturiana, de Villaviciosa en concreto."
"... presenta la novedad de un cabildo, con un orden toscano enormemente purista, elevado sobre una plataforma situada a media ladera, Esta capilla de San Pedrín es un bello y desconocido ejemplo de la arquitectura Ducal en Asturias y aporta elementos de la arquitectura doméstica norteña, el cabildo frente al nártex castellano, y juega con el sistema compositivo Ducal al hacer desaparecer la nave y desarrollar el ábside. El crucero que hace las funciones de la nave tiene en planta las mismas dimensiones que el crucero de La Torre. El espacio interno de esta capilla lo podemos considerar como un eslabón entre la capilla de la Torre y la Capilla de Nta. Sra. del Rosario en la Catedral de Santander. Su origen también se debe a la fundación de una capellanía"
Les moces de Fabares
Morvís y Villanueva,
San Pedrín y San Andrés
y les de Trías y Piñera,
Cuerren a enramar les fontes
ena nueche sanxuanera,
y trócales en xanes
la diosa Deva.
¡Ay, si pudiera
dir a danzar con elles
la nueche entera!.
! Ay, si pudiera,
antes que l' encantu
s' esvaneciera!.
"... los cánones del Concilio de Zaragoza citan las villae alienae (las casas de campo de sus amigos y simpatizantes) entre los lugares frecuentados por los presuntos herejes (cubicula, montes, villae alienae, domus); y en segundo lugar, porque quienes contemplan el priscilianismo como una forma de transición entre el ascetismo paleocristiano y el nuevo monacato, consideran que las villae eran aptísimas para que el priscilianismo se sirviese de ellas como sedes o células de su movimiento.Una villa era, pues, ante todo, una residencia señorial. Había de reunir, por ende, comodidades como las del baño caliente y frío, y ofrecer elementos suntuarios como los porches columnados, las paredes revestidas de estuco y de pintura mural, los suelos de mosaico, las habitaciones calefactadas por el sistema de las suspensurae, etc., en suma, los elementos de que el arqueólogo se vale para afirmar que las ruinas de tal o cual edificio corresponden a una villa romana. Pero ahí no acaba todo: la villa ha de tener también las dependencias propias de una explotación agrícola: graneros (harrea), henares (fenaria), pajares (farraria), molinos (pistrina), fragua, talleres para confección y reparación de cestos y aperos de labranza, establos, etc. Estas dependencias pueden hallarse, al menos en parte, formando un conglomerado con la mansión dominical, o totalmente separadas de ésta, según recomienda Vitrubio en previsión de riesgos de incendio.Pero, ¿había en tiempos de Prisciliano villae romanas en Gallaecia? Es evidente que sí. Aun en el supuesto de que no lo fuesen todas las 118 registradas y puestas en el mapa de la doctora María Cruz Fernández Castro estar seguros de que además de las reseñadas y comprobadas, hubo muchísimas, incluso centenares de otras más . Un indicio importante, aunque no sea arqueológico, lo tenemos en la cantidad elevadísima de topónimos compuestos de «vila» y «Villa». No pretendemos con esto que todos ellos se remonten a época romana, puesto que como todo el mundo sabe, villa adquirió en la Edad Media un nuevo significado en las lenguas romances, el de aldea o el de pueblecito; pero aún así, en el subsuelo de muchas villas actuales subsisten los cimientos de la villa romana en que la posterior tuvo su origen.Cuando decimos la Gallaecia no sólo nos referimos, por supuesto, a la Galicia actual, sino a la provincia romana que desde la reforma de Diocleciano comprendía el norte de Portugal (o sea, las provincias de Minho, Douro litoral, y Tras-os-Montes-e-Alto Douro), y las provincias españolas de Asturias, León, norte de Zamora, hasta el Duero, y parte de Castilla, todo lo que hasta entonces había sido el conventus Cluniensis (capital Clunia, cerca de Peñalba de Castro, Burgos)."
"Los caminos por los que una villa romana, en buen uso o en ruinas, podía convertirse en monasterio, en cementerio o en ambas cosas a la vez, eran múltiples, y más en momentos críticos, incluso caóticos, como los que le tocó vivir al Occidente romano a raíz de las invasiones germánicas.Imaginamos a un religioso, sólo o en compañía de algún hermano, que vaga por el campo en busca de un lugar donde cobijarse y fundar monasterio. Al fin encuentra los muros de un edificio antiguo y grande, probablemente una villa; armándose de paciencia los limpia de escombros y los hace habitables. Encuentra asimismo una estancia que se le antoja oratorio; es más, las gentes de la comarca afirman que allí solía orar San Martín. Nuestro cenobita pone especial esmero en la reconstrucción de este aposento noble, llamado a ser la iglesia de su monasterio; levanta en él un altar; dispone un relicario para recibir las reliquias de los santos e invita a varios obispos a venir a bendecirlo... Todo esto, que pudiera parecer una reconstrucción imaginaria -y como tal la hemos anunciado-, puede convertirse en realidad histórica con sólo ver lo que a propósito de una fundación de San Senoque escribe Gregorio de Tours (Vitae Patrum 15, 1), y que no vamos a traducir porque acabamos de hacerlo:Reperit enim ... parietes antiquos, quos eruderans a ruinis habitationes aptavit dignas; reperitque ibi oratorium, inquo ferebatur celebre nostrum orasse Martinum.Quod diligenti cura compositum, erecto altari, loculumque in eo ad recipiendas sanctorum reliquias praeparatum, ad benedicendum invitatepiscopos"
"Y es que lo mismo que los conventos edificados ex novo las villae reunían todos los requisitos necesarios para La vida espiritual y material de una comunidad bien avenida: una estancia semejante a una basílica, a menudo con ábside incluido, una serie de cubicula, convertibles en celdas monacales; servicios de cocina, comedor, lavabos, etc., y normalmente una buena extensión de tierra cultivable. Siendo así, resulta por demás natural que San Agustín hiciese sus estudios en un monasterio de Lombardía que se llamaba Cassiciacum, nombre apropiadísimo para una villa romana en territorio de lengua céltica como todos los acabados en acum, y llegado el momento de fundar él uno propio sabemos que lo hizo en una de sus fincas, probablemente una villa. Es posible que Prisciliano procediese del mismo modo, pues el calificativo de praedives opibus que le aplica Sulpicio Severo es justamente el que conviene a un gran terrateniente , ya que otras posibilidades de poseer caudales eran escasas en aquella época. Casiodoro hace constar que su fundación de Vivarium la realizó transformando en monasterio una villa de su propiedad."
En ese orden de cosas, la existencia de las necrópolis megalíticas en estos cordales, de entre 4.000 a 5.000 años de antigüedad, por lo tanto, muy anteriores a los castros, y que también fueron cristianizadas en capillas como la de San Andrés, encima de Rozaes, hacen palpable un mundo de creencias que, haciendo de unión de comunidades humanas, tienen a permanecer como estructura social, aún cambiando los tiempos y las religiones
Camino arriba pasamos junto a la preciosa finca de La Cerezalina, plantada de frutales y árboles ornamentales
Seguidamente, en frente de la casa, un esplendoroso jardín, siempre lleno de flores que alegran la vista
También, junto al portón de acceso, una concha xacobea nos confirma que vamos por buena ruta
Figar y figos, buenos frutos para el hambre del peregrino ahora que por fin acaba la subida que hemos empezado en la misma orilla del Ríu Rozaes
Para sentarnos a descansar, ser ha habilitado a nuestra derecha, en el cruce de L'Argayada, un lugar de descanso
Mesa y bancos, un sitio sin duda ideal para reponer fuerzas antes de acometer la dura ascensión al Altu la Cruz
Artística señal xacobea...
Otra concha en lo que parece un pozo o un depósito de agua
Desde aquí vemos enfrente las casas de Turbeñu, otro de los barrios o aldeas de esta parroquia de Niévares, con sus casas esparcidas por la ladera del Monte Cañéu y por donde baja La Riega la Fuente Nueva, que nace arriba, bajo el monte La Cruz, bajo Casa Cándida. Luego, al llegar aquí, a L'Arbeyía, pasa a ser conocida como La Riega les Vallines, sobre la que pasamos yendo de El Mayorazu a Siana, viniendo de Grases
Las casas de disponen mayormente a lo largo del camino que sigue en horizontal la falda de la ladera, el cual comunica, a la derecha y al otro lado de ese pliegue de la ladera del monte, con la iglesia parroquial y con el barrio de El Pueblu
Aquí en dicho camino está precisamente La Retoral, la antigua casa rectoral o del párroco, con hermosa galería entre dos cuerpos en el piso alto, sostenida por tres columnas que conforman la antoxana o delantera, en la planta abaja. A la derecha una panera, a sus pies huertas, hay un gallinero y a su lado la antigua capilla de La Retoral. Una alta palmera se alza sobre la quintana
Monte arriba las siempre presentes plantaciones de ocalitos, algunas muy recientes, en lo que fueron antiguos pastos. Ye en 1928 se habían plantado en Niévares 200.000 eucaliptos, según Villaviciosa y su progreso. En torno a las casas hay pumares y otros frutales
La mayor parte de las casas están orientadas al este, algunas con corredores, otras con buenas galerías. En el barrio de La Llana hay un centro de artesanía de la lana, Feltai, de la antropóloga Inés Heredia Castro, "empresa dedicada a la lana de oveja xalda asturiana y a la difusión del conocimiento de la lana"
Ahora, hecho un alto, volvemos al camino pasando bajo este grande y precioso carbayu
Bajamos ligeramente y llegamos, o tal vez diríamos mejor que nos "reencontramos" con la carretera VV-10, que habíamos tomado ya en La Parra, Amandi, y pasado Casquita y su bifurcación caminera, habíamos dejado en La Barraca, Grases
De frente, otro profundo desmonte en la ladera, debajo de Turbeñu, para la caja, muy honda en este tramo, de la A-8
Saliendo a la carretera seguiremos a la derecha, este trecho de la VV-10 se hizo para sustituir al anterior, desaparecido con la construcción de la autovía
Suele haber profusión de flechas para evitar equivocaciones. Por aquí estaba el también desaparecido chigre de L'Arbeyía, antes citado
De aquí a Les Vallines aún nos queda un kilómetro escaso de recorrido, todo bajo la falda del Monte Cañéu
La carretera, al ser "nueva", es muy ancha, pero tengamos mucha precaución, llega ahora una curva cerrada a la izquierda...
Empezamos a bajar al puente sobre la A-8, teniendo sobre nosotros otras perspectivas de Turbeñu, cuya etimología puede explicarse por algún antropónimo de raíz Turbo, como Turbinius, aunque también puede tener que ver con turbidus, turbio, referido al agua de La Riega la Fuente Nueva
"Se sirve de una escuela nacional mixta, a cuyo frente se halla la ilustrada maestra doña Tomasa Villar, con una matrícula de 30 alumnos; y la que está instalada en una casa particular sin condiciones adecuadas al fin sagrado de la educación y la enseñanza"
Allí, en La Cuesta Turbeñu, Casa Viti, estuvo otro de los chigres de Niévares. Cerca está la Carpintería El Pelegrín, de Javier Poladura
Ya estamos pasando sobre la Autovía del Cantábrico (A-8) en el ramal entre Villaviciosa y Gijón/Xixón. El Camino va a ir en paralelo a ella por su izquierda hasta las arboledas que vemos al fondo, a la derecha de la foto, en Les Vallines
Aquí nos damos realmente cuenta del gran rodeo que realizamos desde Grases valle adelante a consecuencia del corte del Camino, llegando a las puertas de Rozaes
Seguimos la bajada bajo Turbeñu, pasando sobre La Riega la Fuente Nueva. Al menos este trecho nos ofrecerá una cierta tregua entre la cuesta de Casares y la del Altu la Cruz, por donde pasa aquel ancestral camino hacia el puerto de Tazones, aún empleado cuando se intentó evacuar por ese puerto, el 14 de enero de 1939, a unos 800 guerrilleros que seguía combatiendo en Asturias tras la caída del Frente Norte (octubre 1937). La evacuación fue desbaratada en este cordal, unos cien fueron abatidos y el resto se refugió en las montañas del interior de Asturias, principalmente de la cuenca minera
Otra vista de la autovía a la izquierda, en la cercanía de los túneles, aquí nos despedimos del valle de Rozaes, cuyas maravillosas vistas e historia pueden compensar también de alguna manera el esfuerzo de esta gran vuelta caminera
Tras una ligera bajada al pasar sobre el puente, o más bien falso túnel de la autovía, el Camino ya no tendrá mayormente pérdida, todo de frente carretera adelante
Realmente existe también manera de subir de Turbeñu a La Cruz, pero no se ha señalizado como posible alternativa a la desaparición en esta zona del antiguo Camín Rial. En el cruce de Turbeñu pues, seguimos la VV-10 en dirección Villaviciosa. Aquí es donde La Riega la Fuente Nueva cambia de nombre, según la Enciclopedia del paisaje de Asturias, empezando a Llamarse La Riega les Vallines
La carretera se estrecha un poco, arrimémonos bien a la izquierda pues si se cruzan dos vehículos no tienen demasiado espacio, menos aún con peatones, para los que no hay paso especial ni vereda segura
A la izquierda, una buena pumarada. En 1928 esta parroquia de Niévares tenía 40 pomaradas y producía "203 pipas de manzana, con una elaboración de 91.494 litros de sidra natural" y había nueve llagareros, sabemos por Villaviciosa y su progreso
Más a su derecha y al sur El Picu la Múa (1.021 m), El Picu Maladín (995 m), Ovines (889 m) y La Peña la Seblimbe (881 m)
Encima de Grases, por ejemplo, el ya recitado Castiellu Camoca o El Castiellu (178 m), en la vecina parroquia de Camoca, solar de un castro astur de unos 2.600 años de antigüedad excavado en su día por Jorge Camino. Está en un monte plantado de eucaliptos bajo el que, paralelo al Ríu Valdediós, hemos pasado siguiendo el Camino, en el tramo entre el Molín del Picu al de La Llosa y el del Mayorazu, realizando este grandísimo rodeo para librar la autovía
La Peñe, El Cornión, o técnicamente el "macizo occidental" de los Picos de Europa, con picos que pasan de los dosmiles, como La Peñesanta o Peña Santa (2.596 m)
Les Vallines, pequeños valles, como su nombre indica, praderías al pie del cordal que caen al valle en esta estratégica llanura entre montes que fue aprovechada para construir este enlace de autovías
Aquí, y tras una ligera bajada, la carretera VV-10 llanea sinuosa en Les Vallines cuando salimos a estas verdes camperas, muy cerca ya del cruce bajo La Torre de Niévares
Los matos o sebes cierran las fincas, de más prados y pumaraes, según nos acercamos al cruce al pie de La Torre
Al final de esta recta, en un poco de muy suave bajada, ya vemos el lugar donde dejaremos esta carretera VV-10, al final de la misma, bajo los árboles del fondo
Setos y pinos bien podados revelan que vamos a pasar delante de una casa, también se reconoce un bello jardín
Al fondo del prado de la izquierda vemos una mata de árboles en fila: es el antiguo Camín Rial, cuyo trazado vamos a seguir inmediatamente pues durante un trecho ha sido ocupado por la carretera local VV-9, que es la que vamos a seguir a la izquierda del cruce
El Camín del Llivinque está separado de esta finca por una altísima sebe o matu, seto silvestre en el que abundan los lloreos o laureles, pero en el que también crece un pino, a la derecha de la foto, similar al que hay detrás del cuerpo cuadrado que forma parte de la casona de La Torre, lugar que recibe este nombre por La Torre de Niévares, fortaleza defensiva medieval que guardaba el paso de estos caminos y dominaba el valle, lo mismo para defenderlo que para sojuzgarlo, como era la función de estas construcciones feudales
La Torre de Niévares permanece oculta tras el matu, pero asoma la parte superior de este cuerpo, de planta rectangular extendida de la fachada hacia atrás y tejado a cuatro aguas, de la casona, construida en 1501 sobre el castillo original, cuando el medievo tocaba a su fin y la antaño nobleza guerrera se hizo cortesana, pero siempre posesora de las tierras y orgullosa de su heráldica, dueña de rentas y privilegios, derechos y prebendas
Ello incluye por supuesto a las casas de los caseros y a las cuadras, que como hemos dicho parecen ser de los tiempos de la misma casona-palacio
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