| En La Viesca'l Rexidor, con Miguel Llana Valdés a la derecha y Rafael Suárez Muñiz a la izquierda |
A escasos metros del Camino, en Ca'l Rexidor, barrio del pueblo de Llamas, en la parroquia de Villazón y en el concejo de Salas, cuando ya hemos dejado atrás Cornellana y avanzamos en dirección a la villa de Salas, la capital del concejo, se encuentra La Viesca'l Rexidor, un jardín botánico particular que, tras largos años de trabajo, empieza a abrirse a las visitas, por lo que, si tenemos ocasión, puede ser una maravilla acercarnos a él tras un corto desvío
"Un capricho botánico. Así define Miguel Llana Valdés, en una frase tan cortita, el motivo y el contexto de su pasión hecha realidad: un jardín botánico en su propia finca. Este profesional de la banca, natural de Gijón, compagina su trabajo en la ciudad con su gran afición en La Viesca'l Rexidor y su arácnida red social de importantes contactos de la botánica internacional. Encarna, pues lo que podríamos denominar figura del jardinero-propietario: él busca las semillas y las especies vegetales; él trabaja la tierra; él las planta; él las cuida, y él diseña su jardín. La Viesca se halla en un paraje boscoso autóctono en el valle del río Nonaya situado en el pueblecito de Llamas, perteneciente al concejo de Salas, que se encuentra a 40 minutos en coche desde Gijón.
A tan solo 120-140 metros de altitud, La Viesca'l Rexidor presenta, cual jardín botánico al uso, una enorme variedad de especies de otras latitudes definidas sobre el terreno en tres biomas claramente diferenciados, que han ido efectuándose de manera paulatina en el tiempo (compras de pies, regalos, semillas, traídos de la casa familiar de Somió). A mediodía de la quintana familiar, que limita la falda boscosa, se yuxtaponen la finca destinada propiamente a jardín botánico, con una extensión de 7.500 metros cuadrados, y otra posterior de 5 hectáreas. Todas estas tierras pertenecen a la familia Llana-Valdés desde el siglo XVI, serían las tierras del regidor de la zona. Como elementos físicos, la quintana cuenta con la casona principal construida a finales del siglo XIX por José Llana Valdés sobre otra mucho más antigua; separada por la antojana de una casa de caseros recrecida (cuyo dintel fue grabado con la fecha de 1792); un antiguo pajar convertido también en casa, y dos paneras de 1777 y de 1824 situadas junto al llagar.
En 2008 es cuando la colección botánica comenzó a proyectar la composición que, crecida, nos encontramos a día de hoy. Se trata, pues, de un museo vivo en constante evolución. Al sur de la casa, en pendiente, se desarrolla el bosque atlántico mixto de castaño y roble, habitual del piso basal asturiano y de los fondos de valle. Esta mancha fue clareada y desbrozada en esa fecha por estar llena de zarzas y eucaliptos. Su singularidad son los cientos de castaños que han ido rebrotando sobre antiguos tocones de ejemplares genuinos de entre 200 y 400 años, lo que le imprime esa característica forma de mano de buda. Hay seis tipos de castaños distintos y más de doscientos ejemplares, con un menor número de robles. En este ámbito, Miguel Llana dispone de la mayor colección de acebos de Asturias con 45 tipos distintos, como la hierba mate, que es un acebo en realidad. En la parte elevada de La Viesca se pueden encontrar acebos chinos, japoneses, canarios, europeos y norteamericanos; además de una variedad de árboles que engloba tejos europeos y americanos; tilos; falsos plátanos; carpes; un ciprés limonero, y doce tipos de taxáceas.
Sin darse cuenta, por la humildad que caracteriza a su titular, también está camino de contar con la mayor y más variada colección de camelias (140 tipos), magnolias (unas 22 variedades), hortensias (50 tipos distintos) y musgos de Asturias. Se pueden contemplar 4-5 variedades de musgo con las que Miguel Llana quiere «potenciar un jardín de musgos autóctonos y caminar por aquí descalzo» cuando colonice la red caminera del jardín-bosque. Musgo que abraza los viejos pies de castaño y que permite ver importantes manchas cercanas al siglo de antigüedad. Especies protegidísimas que crecen a razón de 1 cm. al año. También cuenta con dos ejemplares relícticos de magnolias macrófilas, una de ellas procedente de la colección de camelias de Margarita Riesgo (Santianes), que veremos en una futura entrega.
En el bioma atlántico acaba de hacer, días atrás, un pequeño lago aprovechando una antigua corripia (del uso castañero) que ya cuenta con libélulas, empleadas estas contra las larvas de mosquitos. En un futuro inmediato tiene previsto hacer otro pequeño estanque en una depresión arcillosa a levante del anterior e introducir, como en el Jardín Botánico de Gijón, lenteja de agua para cubrir la superficie. Asimismo se pueden diferenciar hayas europeas de hoja grande, pequeña, rojas y de hoja de helecho. Algunas plantaciones excepcionales de longitudes asiáticas como los dos árboles de caramelo o katsura japoneses y los Aesculus indica y asimica, propios del Himalaya, Nepal y la India. También un fresno de Bulgaria y tres espectaculares arces de piel de serpiente.
Entre el bioma atlántico y la casa del propietario se definió una zona de transición con especies de Oriente (como un singular tilo mongólico), con un par de bosquetes netamente asiáticos. Especialmente llamativa es la agrupación de arces japoneses rojos y verdes, bordeados por un tupelo y un cornejo chino cuya coloración roja y naranja en otoño los hace espectaculares. Junto a los muros de la antigua casa del cura, que encierra un bello rinconcito de helechos del Terciario, la parra virgen roja de Virginia y un estanque de nenúfares, se formula otra mancha asiática con un ginkgo, un junípero, el kolkwitzia y la calicarpa de bayas violetas.
El recorrido finaliza hacia el este, junto a la caleya de acceso, por donde se extiende el bioma templado americano o arboretum americano. En él, Miguel Llana fue introduciendo especies a partir de semillas procedentes de sus viajes a Nueva York, Washington o Illinois en 1990. Ejemplares como el oxidendro, el liriodendro, el naranjo de Luisiana, robles de Texas, el árbol de amor o de Judas (canadiense), parra virgen de Virginia, la flor nacional de Cuba, el arce canadiense, el liquidámbar —como los que hay en Los Campinos de Begoña—, un zumaque caducifolio de Virginia, roble rojo, un falso cafetero de Kentucky, nogal del Pecán, son algunas de las especies que conforman esta nutrida mancha boscosa. Sobre este ámbito, Miguel tiene unos planes ya que «cada país tiene su árbol característico y su flor, y estoy consiguiendo uno de cada». En total: cerca de 1.000 ejemplares arbóreos (más de 150 tipos), arbustivos y florales se cuentan en La Viesca 'l Rexidor. Un jardín botánico boscoso único en Asturias, por su condición mixta de formación natural y antrópica, que merece la pena ser visitado en cada estación".
Es toda una suerte pues, poder contar con los dos, con Miguel y con Rafael, para que nos enseñen esta maravilla a tan escasísima distancia del Camino de Santiago, unas pocas decenas de metros
Así se ve Ca'l Rexidor y, detrás, el bosque de La Viesca'l Rexidor desde el Camino. Como decimos, a muy poca distancia, eso sí, con un poco de cuesta. El 'bosque-botánico', como también lo llama Suárez-Muñiz, se extiende ladera arriba hasta las plantaciones de ocalitos. De él cuentan también en Nosolojardines:
"En el Concejo de Salas, hay un jardín acomodado bajo un gran bosque de castaños, ¿las siguientes más altas? las hayas y a continuación una sombreada agrupación de plantas acidófilas y No Solo Acidófilas...
Ver este jardín es una lección de botánica en sí misma: una grandísima colección de acebos (no conozco una mayor), una colección de plantas(árboles) norteamericanos ordenados según sean originales de la costa este u oeste (no conozco una mayor), ejemplares individual raros de ver...y entre todo ello, una serie de elementos no vegetales que completan la vista de una forma no menos disruptiva.
Estos elementos fueron mi foco de atención, en esta ocasión, contrastando con el fondo verde fosforito.
Un jardín que solo se puede ver si su propietario así lo desea".
Aquí empieza la cuesta a Ca'l Rexidor; el campo de la capilla queda a nuestra izquierda, bajo el monte de La Cuestina, también muy boscoso
En este ramal a la izquierda iríamos a la capilla y, de frente, por el trayecto asfaltado, subiríamos a Ca'l Rexidor
Así vemos la capilla de Nuestra Señora de los Dolores al pasar, a nuestra izquierda, con su arco de medio punto, liso, y su curiosa espadaña. Compartimos parte de su ficha en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA):
"DESCRIPCIÓN: Situada en una finca localizada entre el caserío de Llamas se levanta esta capilla popular de planta rectangular con nave única y cabecera recta. Su alzado está adaptado al desnivel del terreno, con la cabecera situada en un lugar más alto.
MIRADA, A., y SANTOS, I, dicen que esta fue la antigua iglesia parroquial hasta que se construyó la actual en Quintana
Su imafronte está abierto en el bajo con puerta formada por arco de medio punto con amplio dovelaje dispuesto radialmente, sin pórtico y rematada en el eje superior con espadaña de vano único, muy estrecho y alargado.
La nave se ilumina con dos ventanas en forma de saeteras de derrame interno, situadas a cada lado.
La cabecera es cuadrada, retranqueada en relación al ancho de la nave, y está iluminada por medio de un ventanal con forma de saetera de doble derrame situada en el muro de la epístola. La cubierta está realiza con bóveda de aristas apoyada sobre ménsulas en las esquinas.
El arco de triunfo que separa la cabecera de la nave es de medio punto apoyado sobre jambas con capiteles imposta lisos.
La fábrica es de aparejo de mampostería revocada y pintada con sillares vistos en los recercos de los vanos y cadenas de esquinas. La cubierta es a dos aguas en la nave utilizando armazón de madera y tejas de barro dispuestas a canal y cobija en el exterior. La cabecera se cubre a tres aguas, empleando los mismos materiales.
En el interior conserva retablo antiguo de madera e imaginería popular de tradición medieval ( Virgen Theotokos y San Pedro)".
Vista, y a poder ser también visitada, la capilla, seguimos subiendo entre las casas de Ca'l Gallardo y Ca Juana
Bifurcación y continuamos de frente subiendo hacia las arboledas de La Viesca'l Rexidor, 'bosque del regidor', cargo similar a alcalde que existió en Salas desde que se fundase su carta puebla en tiempos de Alfonso X El Sabio (entre 1270 y 1277)
Más plantas y flores en la vereda, al lado de este cobertizo
Una vieja muria de piedra separa el camino de las fincas que, de Ca'l Rexidor, bajan hacia el valle. Reconocemos ya algunas de las especies de árboles más representativas de La Viesca'l Rexidor, que allí comienza
El camino hace un poco de curva a la derecha y sigue ganando altura
Zona de huertas lindando con el boscaje de La Cuestina y las plantaciones de ocalitos
Por la umbría baja el arroyo o regueiru de Las Castañalinas o Las Zreizales
Continúa la subida al pie de la viesca...
Al norte, a nuestra derecha, el monte Las Cuestas cierra el valle del Nonaya por el sur, el río que atraviesa de oeste a este el concejo de Salas y forma el gran pasillo natural aprovechado desde la prehistoria por todos los caminos habidos y por haber, el Camín Real de Galicia (actual Camino Primitivo), la carretera Oviedo-Villalba que lo sustituyó (o de Occidente, o de Galicia, desde 1939 N-634), así como la Autovía A-63 Oviedo-La Espina, uno de cuyos viaductos vemos desde aquí
Un viejo caserón es Ca Velazque, o Ca Benitina...
Seguimos subiendo un poco más...
Y lo primero que nos encontramos de Ca'l Rexidor son sus grandes paneras de corredor, verdadero mirador sobre el valle
Sus pegollos no se asientan en el suelo, sino sobre bodegas de piedra, espacio que podía tener múltiples funciones, según las necesidades de la casería, siendo la más común la de caseta de aperos, pero había otras muchas. Una bella mata de hortensias crece al pie de la primera
Aquí compartimos uno de los vídeos de nuestro canal, pues en este lugar donde nos reciben Miguel Llana Valdés, el creador de La Viesca'l Rexidor, y su hermana Dulce, quienes también nos han enseñado la capilla:
El Camino sigue al borde de Los Pradones rumbo a Quintana, la cabeza de la parroquia de Villazón, pasando después a Zorrina o Casazorrina para, por La Devesa, dirigirse a Salas por Mallecín o Maecín. A la derecha está el monte Fumarrosa (434 m), a la izquierda La Sierra Quintana y, al oeste a lo lejos, La Sierra Bodenaya, situada sobre Salas y cuya cota máxima es El Rebollín (816 m)
En ella se lee AÑO DE 1792, precisamente el año en el que el ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos visitaba el concejo de Salas...
La casa grande, a la derecha, como hemos dicho es de finales del siglo XIX, por lo que es un siglo posterior. Tiene dos plantas más bajocubierta...
A la derecha asoma Ca Dulce, en lo que fueron antiguas dependencias de la casería. A lo lejos el cónico pico de Monteagudu
Y así entramos en el frondoso bosque de Ca'l Rexidor, Miguel Llana nos ha abierto la puerta de este 'paraíso terrenal botánico'
En la antoxana o corrada de la casa, un bello enlosado forma un pétreo rellano que separa el bosque de la casa...
Comienza nuestro periplo pues por La Viesca'l Rexidor, hecho en base a lo que fue un antiguo castañéu, un bosque de castañas que, durante siglos, fueron una de las bases alimentarias de la población, pues hasta los potes se hacían de castañas (y a veces el pan)
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