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viernes, 2 de enero de 2015

EL CAMPO DE SAN ROQUE: A LA ENTRADA A LA VILLA DE TINEO/TINÉU (ASTURIAS) LA CAPILLA Y 'EL PRAU LA ROMERÍA', LOS ASES DEL BALOMPIÉ Y LA BOLERA DEL BOLO CELTA DEL PASEO DE LOS FRAILES

San Roque, capilla y campo

Viniendo de La Espina por las laderas meridionales de La Sierra Busmayor, el Camino de Santiago, recorriendo las parroquias tinetenses de La Pereda o La Preda, El Pedregal y Santolaya, llega al Campo San Roque, a la entrada de la villa de Tineo/Tinéu, capital del concejo homónimo, conocido como El Concechón por su gran extensión. Aquí está la capilla de dicha advocación, de gran tradición romera y fiesta mayor tinetense, cuyo día grande es el 16 de agosto, festividad del santo peregrino


Además de ser este un lugar en el que se unen elementos históricos, espirituales, sociales y sentimentales de muchos tinetenses, la capilla de San Roque es además un gran símbolo del Camino, pues una tradición asegura que fue fundada por peregrinos franceses en el siglo XIII y, otras, que sin duda estuvo relacionada con la llegada de los franciscanos a la población al serle otorgada la preciada Carta Puebla por el rey Alfonso IX en 1222, constituyéndose en entidad urbana aforada por la Corona


Otra leyenda explica que la capilla, como el monasterio, fue fundada por el propio San Francisco de Asís en su famosa peregrinación a Santiago, en la que habría pasado por el Camino Primitivo, tal vez a la vuelta y en su regreso. Realmente la tradición de las fundaciones de San Francisco de Asís abarca a la todas las construcciones franciscanas que, más verosímilmente, fundarían sus seguidores y discípulos en los caminos de Santiago y en sus villas o enclaves más notables, incipientes centros urbanos medievales, como fue este el caso, en la baja Edad Media, donde gustaba asentarse esta Orden

Llegando a San Roque

San Roque se halla en un altozano, a cuya vista llegamos tras dejar atrás Zarracín, en la parroquia de Santolaya, bajar al pequeño valle del Regueiru Ferroiro y subir por los bosques de Las Rondas hasta Casa Salustio, donde el Camino, de tierra, empieza a estar hormigonado al llegar a un núcleo poblado


El Camino baja suavemente para enlazar con la carretera local que comunica San Roque con la carretera AS-216 en Vil.lacabrera, viendo de frente el Campo Municipal de Fútbol de Tineo Sergio Fernández Martínez, donde juega el Club Deportivo Tineo, fundado en 1965, como nos dice la Wikipedia, que resume así su historial:
"... el C. D. Tineo ha militado en las categorías regionales durante prácticamente toda su historia competitiva. Su mayor logro deportivo es el haber logrado disputar dos temporadas consecutivas en la Tercera División de España. Lo hizo en las campañas 2015-16 y 2016-17. El ascenso lo consiguió tras acabar tercero del grupo único de la Regional Preferente de Asturias".

En el apartado de Historia de la página del club el cronista Paco Valledor se extiende más en su trayectoria y en los propios comienzos de la práctica deporte del balompié en villa y concejo, la cual se conoce desde el año 1900, si bien los primeros datos documentados son del año 1912. Dos décadas largas después, en 1933, su mayor éxito sería ganar el entonces famoso Trofeo Mittelbrum


Llegados a la posguerra, "el fútbol se desarrollaba, a partir de los años 40 en el periodo estival principalmente", pero habría que esperar hasta la fundación del C.D. Tineo el 31 de mayo de 1965 para devolverle al fútbol tinetense un equipo oficial, con continuidad y trayectoria:

"En esa fecha, se realizó, en la Federación Asturiana de Fútbol, la inscripción de nuestro equipo. (Libro 1º, Hoja 29, nº 443), siendo Presidente del club, el fallecido Baltasar Díaz Faya (Saro). 

Pocos meses después, un 19 de septiembre de 1965, el equipo debutaba, en el campo de San Sebastian de Barcia, con derrota por dos a uno, y consiguiendo el primer gol de la historia, el tinetense Gento. 
Después de varias temporadas en segunda regional, el equipo lograría su primer ascenso, en la temporada 1969/70. 
El C.D. Tineo, disfrutó a lo largo de sus más de 50 años de historia, de dos terrenos de juego: el antiguo e histórico campo del Viso y el actual de San Roque. Dos escenarios muy diferentes, siendo a día de hoy, uno de los clubes con mejores instalaciones deportivas de la provincia. 
Durante muchos años, nuestro club estuvo entre la primera y la segunda regional, hasta que en la temporada 2005/2006, con su ascenso a Preferente, se mantendría en la misma durante 9 temporadas. 
En la temporada 2014/2015 lograría, por primera vez en su historia, el ascenso a Tercera División, categoría en la que militaría durante dos temporadas. 
En la actualidad, el equipo disputa el campeonato de liga de Regional Preferente".

El estadio lleva el nombre de Sergio Menéndez Martínez en memoria de este jugador y entrenador del equipo fallecido en accidente de tráfico en 2020; al año siguiente se produciría este reconocimiento oficial. La corresponsal de La Nueva España Ana M. Serrano daba así la noticia del homenaje celebrado en dicha ocasión en la edición del 26-4-2021:
"El campo de fútbol de Tineo es desde ayer “Campo de fútbol municipal Sergio Menéndez Martínez’”. El alcalde, José Ramón Feito, descubrió ayer una estatua, obra del escultor local César Castaño, y la placa con el nuevo nombre en recuerdo del joven, quien falleció cuanto tenía 20 años en un accidente de tráfico en el corredor del Narcea (AS-15). 
El acto se celebró antes del partido de la categoría regional preferente que enfrentó al club deportivo Tineo y el Barcia club de fútbol. Además de sus compañeros, estuvieron presentes sus padres y su hermana. 
Sergio Menéndez Martínez fue jugador en todas las categorías del club deportivo Tineo y también entrenador del equipo infantil. El regidor destacó en el homenaje la “humildad, compañerismo y deportividad” del fallecido".

Al llegar a la carretera de enlace de San Roque con la AS-216 la bajada de Casa Salustio se convierte en subida, viendo de frente y más allá de la tapia de cierre del campo la carbayera del Campo San Roque, a cuya sombra se cobijan los romeros durante los festejos y la romería, y peregrinos y vecinos en general los demás días del año


A la izquierda, un mojón jacobita con su concha y su flecha amarilla pintada en él confirma la dirección a seguir, rampa arriba


A la derecha baja un arroyuelo canalizado por esta acequia, evitando que sus aguas salgan al Camino...


Este regueiru nace prado arriba en las boscosas laderas de La Sierra, llamada también Sierra de Tineo, de Busmayor, Grullomayor, etc., que se extiende de SO a NE desde la vecina parroquia de Oubona a la de La Pereda y La Preda, por cuya falda meridional ha discurrido, en sus partes más inferiores, a discurrido el trayecto desde La Espina hasta aquí


Su cima es amesetada, lo que se haya instalado un parque eólico que ocupa su cumbrera casi por entero con unos 22 aerogeneradores, instalados en 2008. Su línea de cotas más altas tienen pues una altura muy similar, como aquí, en El Picu'l Val.le (1.023 m)


Más al este se reconoce el Grullomayor o Chamazal (1.042 m) y, seguidamente, el Alto Parafita, paso a las brañas vaqueiras de Las Tabiernas y La Casa'l Puertu


Una franja doble de ladrillos recorre la divisoria entre carriles de esta vía local de apenas tráfico, a no ser en días de partido o de fiesta, por ejemplo, la cual se cruza cada cierto trecho con otra, también de ladrillos, en sentido transversal, lo que nos da a entender que estamos en un trecho que acaso podríamos calificar de 'semipeatonal'



Aquí es donde el citado regato que nace en la falda de la montaña llega al Camino, entre hierbas y helechos


Su curso se distingue bastante bien, bajando entre los prados; incluso en verano suele llevar siempre algo de agua


Estos arroyuelos pueden desbordarse fácilmente con lluvias intensas, formando incluso un torrente de cierta fuerza a causa del desnivel en constante bajada del terreno


Una fila de árboles le confiere aquí al Camino un cierto aire de bulevar, una especie de continuidad del famoso Paseo de los Frailes por el que bajaremos, siguiendo el histórico Camín Real o Camín Francés (actual Camino Primitivo), al casco urbano y centro histórico, pasando primeramente por el antiguo convento de San Francisco, cuya iglesia pasó a ser la parroquial de San Pedro tras la desamortización


Pasamos ahora a la altura de la entrada al estadio, donde unas grandes letras avisan que hay bar, el cual únicamente está abierto en días de partido o en ocasiones determinadas y especiales


Desde aquí empezamos a reconocer, entre los árboles, la capilla de San Roque (la pared blanca de su cabecera a la izquierda de la portería), así como a su izquierda y menos tapado por los árboles, el tejado del Bar San Roque, que suele estar abierto dentro de su horario habitual, el cual ofrece comidas pues dispone de parrilla


Frente a nosotros, cuesta arriba y entre los árboles, sube desde San Roque la carretera AS-359 hacia las citadas brañas vaqueiras al otro lado de La Sierra


Los vaqueiros de alzada pasaban en esas brañas los meses fríos, cuando los grandes pastos comunales en los puertos de la Cordillera, La Mesa, Babia, Somiedo... eran inhabitables. La trashumancia venía marcadas por fechas como San Miguel de mayo y San Miguel de septiembre pero también por otras dentro de esos periodos. Su modo de vida y costumbres basados en dicha trashumancia fue causa de seculares enfrentamientos con los campesinos no vaqueiros, los xaldos, y también los marnuetos, como conocían a los residentes en la franja costera


El Camino que, como hemos dicho, viene a ser en este tramo una calle semipeatonal, antesala del casco urbano, hace una curva cerrada a la izquierda en esta ladera para ganar altura


Bordeamos así toda la tapia que cierra el campo de fútbol, donde es común ver a los jugadores en sus entrenamientos a ciertas horas del día, aparte por supuesto de la animación popular que aquí se vive si coincidimos con algún encuentro...


Un poco más arriba está otro de los accesos al estuario, acometemos el tramo final de esta rampa viendo el final de la cuesta en La Casina de San Roque


Según nos acercamos al Campo San Roque podemos ver la concurrencia de gentes en torno al bar, la capilla y su pradería, pues además de ser zona de paseos, existen en su entorno diversas instalaciones deportivas que veremos al pasar siguiendo camino


De momento, lo que vemos al subir, es este Campo Municipal Sergio Menéndez Martínez con sus instalaciones. Hemos de destacar que en ellas se encuentra la escultura dedicada al deportista que lleva el nombre del campo, obra del artista tinetense César Castaño, que se inauguró cuando se le puso el nombre de Sergio al campo, tal y como lo cuenta Belén G. Hidalgo en El Comercio del 26-4-2021:
"El campo de fútbol tinetense lleva desde ayer el nombre de Sergio Menéndez Martínez, el joven deportista fallecido a los 20 años en un accidente de tráfico en el Corredor del Narcea. La designación salió adelante en el Pleno extraordinario del 14 de agosto de 2019. 
Antes del partido que disputaron el Club Deportivo Tineo y el Barcia, la familia del joven junto al presidente del club tinetense, Juan Carlos Soto Pérez y el regidor, José Ramón Feito, descubrieron una estatua en honor al futbolista, obra del artista local César Castaño. 
El alcalde recordó la trayectoria del joven, que jugó en todas las categorías del club tinetense y debutó con el primer equipo en Regional Preferente en 2017. También se inició como entrenador del equipo infantil en 2018. «Era un ejemplo para los niños que se iniciaban en el deporte, sabiendo que para ganar los partidos hay que combinar ilusión y esfuerzo personal, trabajo en equipo, compañerismo y humildad», subrayo Feito. 
El acto concluyó con una ofrenda floral a cargo de los jugadores del equipo infantil que entrenó Sergio. Uno a uno posaron una rosa blanca a los pies de la estatua que custodiará el acceso al campo de fútbol que siempre recordará a Sergio Menéndez".

Según subimos, tendremos mayor perspectiva mirando a la izquierda, al este...


Zarracín y Santolaya, con el polígono y sierra de La Curiscada en lontananza. Más lejos aún La Sierra Bodenaya, bien reconocible por sus eólicos, por cuya ladera norte subíamos desde Salas ganando la llanura de la meseta de La Espina por Porciles y Bodenaya


Más cerca y más a la derecha, El Crucero, población de la parroquia de Santolaya que creció gracias a su condición de cruce de carreteras, la de La Espina a Ponferrada principalmente, arteria de las comunicaciones del suroccidente de Asturias con el centro, donde abren sus puertas varios establecimientos hosteleros y un supermercado, como una pequeña villa


El campo y las arboledas por las que hemos bajado desde Casa Salustio y Las Rondas, subiendo desde el río Ferroiro viniendo de Santolaya por Zarracín


Llegando al antiguo lavadero, restaurado, seguimos a la derecha, con La Casina de San Roque enfrente, acceso al Prau San Roque, en el que se celebran las fiestas. Aquí el suelo está adoquinado


Lavadero y aclaradero, también el interior ha sido rehabilitado tras tiempo en desuso, desde que felizmente se dispone de agua corriente en cada casa, pero ha sido preservado como elemento del patrimonio tinetense y del Camino de Santiago



En una minúscula rotonda con un árbol hallaremos el mojón jacobita que nos indica la dirección, acabando la cuesta en el mismo campo de la capilla, donde empieza el Paseo de los Frailes, por donde estos recorrían la distancia entre ella y su antiguo convento franciscano


Y aquí llegamos a "la medieval aunque reformada ermita", como la llama el historiador Luis Antonio Alías en Asturias y el Camino de Santiago, pues es de origen románico (siglo XII ó XIII según las fuentes) aunque con importantes transformaciones posteriores. En cuanto a la concurridísima fiesta que aquí se celebra nos cuenta lo siguiente:
"El día de la romería -16 de agosto- todos los tinetenses comen, bailan y confraternizan en el prau circundante. No deja de perderse alguna liga o equivalente, para que la canción "En el campo de San Roque /yo perdí una liga verde. /¡Ay del campo de San Roque /donde las ligas se pierden!" mantenga actualidad".


El tinetense Rafael Lorenzo, también historiador y periodista, señala que "es uno de los santuarios jacobeos más vinculados a este pasaje compostelano en el concejo" en su libro Tineo en la senda compostelana y, en cuanto al campo, su entorno y sus festejos, nos cuenta de esta manera:
"El lugar de San Roque, hoy por hoy, es el paraje más significativo al menos de la villa de Tineo. El ser centro festivo el día del patrono del lugar, San Roque, el 16 de agosto, y el ser sitio donde se han instalado los centros deportivos más importantes del concejo (polideportivo municipal, piscina, bolera de bolos de Tineo, canchas de tiro, etc...) lo convierten en el centro de atención de todo el verano tinetense, admirado por vecinos y visitantes."

También recuperada, Fuente de las Musas "con aguas de buena calidad que son frescas todo el año, por su procedencia de las nieves invernales de las montañas.", leemos en la web del Ayuntamiento, y con el área recreativa detrás, a la sombra de la buena arboleda. Todo se llena en las romerías en este campo que "es más que un prau, al menos así lo sienten los tinetenses", escribe M. Santiago Pérez Fernández, director de la Casa de Cultura de Tineo, en el periódico La Nueva España del 14-8-2013 dentro del artículo El Campo de San Roque nos espera, anunciando las fiestas:
"San Roque es un punto de referencia en la vida local. El campo es acogedor. Arranca desde la capilla del mismo nombre y va ascendiendo suavemente. Arriba la zona arbolada nos ampara del sol. Es una gran plaza rodeada de árboles. 
Los inviernos son tristes en San Roque. Solo la nieve lo saca de su languidez cuando las risas de niños y mayores lo llenan. Se aletarga hasta que llega el buen tiempo. Con el sol vuelve a él la alegría. 
A primeros de julio ya se presienten las fiestas. San Roque -el campo y la fiesta- se convierte en conversación usual entre los tinetenses. Se deseará que haga calor y se recordarán años de frío intenso. Se discutirá qué orquestas fueron las mejores. Se compararán las de antes con las de ahora. Se recordará cuando se tiraban los fuegos artificiales en el campo y solo se veía la niebla de colores. De todo eso y mucho más se hablará un mes antes. Eso también es San Roque. 
Cuando llega el 15 de agosto el Campo de San Roque es Tineo. Los problemas y las tensiones se quedan fuera. Recuerdos, emociones, viejos amores, amores deseados, reencuentros y amistad se dan cita en el campo. 
Las familias y las peñas se cobijan bajo la arboleda y sus alrededores. Los encuentros familiares tiene lugar hasta casi la mitad del campo, la zona arbolada es territorio de peñas. Allí, enormes cajones almacenan todo lo necesario –y más- para dos días de fiesta. 
Las comidas y meriendas forman parte del ritual. Empanadas, bollos preñaos, chosco o jamón no faltan. Se comen y se invitan a comer. 
El día se va entre abrazos, comidas y convites. Todo son sonrisas y alguna que otra lágrima por los reencuentros. 
Desde hace unos años, la caseta de Las Cabezas de San Juan -pueblo sevillano hermanado con Tineo-  se ha integrado de tal forma en el paisaje y con los tinetenses que un año que no acudió a la cita se les echó en falta. No deja de ser curioso que entre el sonido de alguna gaita se entremezcle una sevillana. Eso también es San Roque. 
San Roque no sería San Roque sin la xata. La tradición de la rifa de una xata se remonta, al menos, a principios del siglo XIX. Así se constata en un acta municipal. Nos faltaría algo si no la viésemos deambular de un lado a otro. 
Y cuando llega la noche prosiguen los encuentros, las risas y por un rato las orquestas acaparan la atención. Las bandas tienen que ser aparatosas. Tener muchos músicos y dar espectáculo, amén de que suenen bien. No ha sido la primera ni la segunda a la que el campo se la traga. 
¡Ay! cuantos amores de un día o de por vida se han fraguado en San Roque. Y es que como dice la canción unas cuantas ligas verdes se han perdido en este Campo de San Roque. 
El 15 y 16 de agosto no hay mejor sitio para estar que el Campo de San Roque en Tineo. Vengan y disfruten con nosotros de una fiesta de prau donde todos serán bien recibidos"

"Fue construida al lado del propio camino francisco, probablemente en el siglo XIII", prosigue en su libro Rafael Lorenzo, planteando "que puede que su primera fábrica esté directamente relacionado con el convento Franciscano que hubo en la villa de Tineo", del cual se sabe desde el año 1273, es decir, el mismo siglo en el que se le concede a la población la Carta Puebla por la que se rige por un autogobierno que depende directamente de la Corona, lo que favorece la celebración de mercados semanales y ciertos derechos a los pobladores, librándolos del vasallaje feudal y eclesiástico


Dado que se sabe que, a diferencia de otros lugares, la fundación de la nueva puebla, centro de un territorio o alfoz que sería el germen del actual concejo, se hizo sobre una población preexistente, al lado de un castillo (sucesor de un castro más antigua además), quedaría discernir si habría aquí antes algún oratorio en un gran claro a manera de espacio sagrado natural, estilo un lucusnemeton en medio de un gran robledal, a manera de cristianización del lugar o, mismamente, si el camino más antiguo iría más abajo, hacia el solar del antiguo castillo (cuyos últimos restos desaparecieron derribados en 1912), en Las Campas


Haya fiesta o no, El Campo San Roque es un lugar ideal para pasear y solazarse en cualquier época. También los peregrinos, echando el freno para descansar de su larga caminata antes de entrar en la población y dirigirse a sus aposentos en albergues u otros alojamientos, o a comer o tomar algo. Rafael Lorenzo, que es además un consumado y veterano cantautor asturiano con bastantes discos grabados e infinidad de conciertos desde hace décadas, le ha dedicado mismamente esta canción:



Y aquí tenemos el bar La Casina de San Roque a la hora de comer, cuando paran vecinos, visitantes y peregrinos, como los de esta primera mesa, con sus bastones y mochilas


Y ahí tenemos el gran prau de la fiesta, parte del promontorio del Picu las Eras, así llamado porque antiguamente se plantaban en él cereales y cuya cota máxima son 736 m. Antiguamente era conocido como Los Cuevos, como leemos en la web Comarca Vaqueira y es todo un testimonio de numerosas vivencias, donde se han recuperado algunas de sus tradiciones festivas, como sabemos gracias a esta noticia del periódico La Nueva España del 16-8-2024:
"El campo de San Roque en Tineo se llenó este jueves de romeros para disfrutar del día del bollo gracias al buen tiempo que acompañó la jornada. A la hora de comer no quedaba una sombra disponible en el campo donde poder extender el mantel o la mesa. De hecho, muchos habían ido ya a primeras horas de la mañana a reservar un espacio en previsión de quedarse sin sitio bajo los árboles. Porque el “alma” de esta celebración es poder reunirse todos en el prado que rodea la ermita y disfrutar de una comida campestre en familia y con amigos. 
“Es un día de confraternidad, de saludar a gente que hace tiempo que no ves, para nosotros es vida, salud, alegría, los tinetenses llevamos muy adentro nuestro campo de San Roque y hoy tenemos un día espléndido para disfrutarlo”, explica Elena Suárez. 
La romería de San Roque, que hoy en su día grande vuelve a repetirse, conserva su espíritu familiar, pero también cuenta con la presencia de numerosas peñas vinculadas al festejo que dan color al campo con sus camisetas y carteles. 
Este año, como novedad la asociación Amigos del Fontán recupera una tradición de antaño en recuerdo de la peña “El Besugo” ya desaparecida, que durante años subió desde el centro de Tineo hasta el campo un carro del país con sidra, acompañado por romeros a pie y a caballo y gaiteros. Un desfile que tendrá lugar hoy viernes a partir de las 10.00 horas. En el campo, esta asociación ha montado una carpa en la que ofrece comida y actuaciones musicales desde las 13.00 a las 22.00 horas por una entrada de 30 euros, cuyo objetivo es recaudar fondos para organizar las recientemente recuperadas fiestas del barrio del Fontán, que se celebran en noviembre"

Más allá de los árboles hay un campo de tiro, el cual constituye una de las infraestructuras deportivas existentes en San Roque, donde también hay bar, si bien ya algo relativamente alejado del Camino. Toda la campera recibe multitudes en las fiestas, como vemos en este vídeo:



En cuanto al topónimo de El Viso, como vimos en el totémico monte del mismo nombre, en el concejo de Salas, puede tener que ver con el latín videre, 'ver', pues desde lo alto del Picu las Eras se contempla un impresionante paisaje hacia el sur, como tendremos también ocasión de comprobar cuando sigamos por el Paseo de los Frailes. Aunque también puede tener con 'abismo', como explica el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
Es difícil, sin conocer previamente el terreno, emitir un juicio acerca del origen etimológico de los topónimos del tipo El Visu (...), dado que, fonéticamente, pueden provenir tanto del término formado sobre el participio de videre ‘ver’, esto es, V¯ISUM ‘acción de ver’ como de ABYSSUM ‘abismo’ (...). La dificultad se agranda más dado que en muchas ocasiones un abismo puede coincidir con una gran elevación que sirve de ata laya o punto de observación."

San Roque marca la senda a las puertas de la villa que no tiene patrón es como titula el escritor Pablo Antón Marín Estrada su artículo de la serie A un paso del Camín, de temática jacobea, para el periódico El Comercio del 2-10-2022:
"A un paso del Camín, San Roque peregrino, con su perro, en la ermita que lo venera a las puertas de Tineo, recibe a los romeros jacobeos que llegan de pasar La Espina. Esta tarde tiene visita. María Abad, su hermana Inés y Josefina García vienen en taxi desde la villa para rezarle a su patrón. «¡Cómo no vamos a ser devotas del santu! Subimos todos los miércoles a la misa que se hace aquí! Y el día de la fiesta sube todo Tineo. Se llena todo el campo que da gloria velo!», proclama María, la más habladora del grupo. Con la misma vehemencia responde sobre el paso de los que van a Santiago: «¡Claro que los encontramos! ¡Si no hay día que no pase algún! Vienen hasta de la China». Allí, a la entrada de la capilla, nos espera Laureano García, presidente de la Asociación Astur-Galaica de Amigos del Camino Interior. Él pone cifra a ese reguero de caminantes, cada vez más caudaloso, que trae aquí el Camino Primitivo. «En 2019, antes de la pandemia, contabilizamos 14.000 peregrinos y este año se superó con creces, calculamos que fueron alrededor de 15.000. Es un número considerable y una muestra del potencial que tiene esta afluencia, especialmente, en una zona como la del interior del Occidente, tan abandonada. Solo en el concejo hay pueblos como Campiello o Borres que viven prácticamente del Camino. Se abrieron albergues privados, hay bares y tiendas que funcionan gracias a eso. Es lamentable que algunos todavía no vean el valor de este recurso», expresa.
Acerca del simbolismo que encierra esta pequeña capilla de San Roque, García comienza recordando que «fueron con toda seguridad peregrinos franceses quienes trajeron su culto, que está extendido por el Camino a Santiago en toda Asturias. En esta villa, concretamente, es una muestra de la importancia que tuvo en su origen y desarrollo de la ruta jacobea». Recuerda la concesión de su Carta Puebla por Alfonso IX de León en 1214 y el privilegio que el mismo monarca concedió al monasterio de Obona para que los viajeros jacobitas pasaran obligatoriamente por el cenobio, hace ahora 800 años. «En el siglo XIII, se fundó el Hospital de Mater Christi, del que se conserva una capilla y parte de sus contrafuertes en la calle Mayor. El albergue público que gestionamos se llama así, como la antigua hospedería», apunta. Desde el Campo de San Roque, avanzando por el Paseo de los Frailes y entrando en el casco viejo de Tineo por el Picu la Villa, la ruta actual se desvía frente al templo parroquial de San Pedro para seguir hasta este equipamiento, dotado con una veintena de plazas. Antes de visitarlo, el presidente de la asociación jacobea nos recomienda aprovechar el último día de la temporada de verano en que está abierto el Museo de Arte Sacro -ubicado en el interior de la iglesia- para conocer la notable colección que atesora. 
Impulsado por la Fundación Valdés Salas, el museo expone imágenes talladas en madera de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco, recuperadas por párrocos de San Pedro desde los años cincuenta. Adrián Bueno, un joven historiador e investigador tinetense de la Universidad de Oviedo, es el guía oficial desde hace dos veranos. Con rigor y pasión, nos va desvelando cada una de las joyas reunidas en la Capilla de Merás del templo, que fue convento franciscano. Son todas piezas procedentes de la zona y en el conjunto se pueden ver tanto ejemplos de arte culto como popular. Entre las primeras, una hermosa talla románica de la Virgen de Bébares o las tres figuras salvadas del esmerado Calvario de Pozón, del mismo periodo. Junto a ellas, la gracia y la expresividad de los artesanos rurales que esculpieron sus obras para la fe de sus convecinos, entre las que ocupan un espacio destacado sendas imágenes de Santiago peregrino y de San Roque, con idénticos atributos jacobeos. Son la prueba más evidente del legado del Camino en el concejo y esta sala, si no lo es, debería ser visita obligada de quienes hoy lo recorren a su paso por la villa. 
En el patio del albergue municipal Mater Christi, situado en el barrio del Viso, dos peregrinas de muy distinta procedencia comparten el momento del descanso tras la caminata de la jornada. En una mesa, con un café en la mano, la zaragozana Ana Muñoz escribe en su diario. «Ya he hecho el Camino Francés. En esta ocasión, me decidí por el Primitivo y me está encantando. Cada día anoto en mi cuaderno las impresiones del viaje. Es como una manera de conversar conmigo misma, aunque procuro disfrutar de la compañía de la gente que me voy encontrando por la ruta», explica. Cerca de ella, Vanora Chiang enjabona algunas prendas de ropa en el lavadero del recinto. Viene de algo más lejos, desde Hong Kong, y comenzó el Camino de la Costa en Hendaya para desviarse a Oviedo y continuar por la vía interior. Mañana, ambas seguirán hacia Santiago tras dejar Tineo, a un paso del Camín".

Documentos del siglo XVII atestiguan la pertenencia de esta capilla a la Casa de Merás, poderosa familia de la nobleza local, y así aparece en el testamento del capitán D. Pedro de Merás en 1613 cuando se refiere a "mi ermita y patronazgo de San Roque del Viso" (uno de los barrios de la villa, que empieza a partir de aquí), en la que mandaba se celebrasen "cien misas en esta capilla fundada por sus antepasados", como dice Rafael Lorenzo


Dado que los Merás fundaron también una capilla en el monasterio de San Francisco (que visitaremos pues es ahora sede del Museo de Arte Sacro) parece evidenciarse la vinculación de ambos santuarios con los franciscanos y esta su familia benefactora. Por ello, la fecha de fundación del monasterio de San Francisco de Tineo podría arrojar luz sobre la antigüedad de esta ermita. De ellos leemos en Románico digital:
"La manda testamentaria del Arcediano de Oviedo Fernán Alonso, de1273, da cuenta de que en esa fecha había ya franciscanos en Tineo. Al no figurar citado en la parte dispositiva del rico canónigo, redactado en el 1267, podemos suponer que el cenobio fue construido en el breve espacio de tiempo de siete años, entre el 1267 y el 1274"

Sin embargo, en Románico digital no se dice nada de los pretendidos orígenes románicos de esta ermita, cuyos poderosos contrafuertes, uno en este su lado septentrional, recuerdan más bien al gótico. "Remozada y reconstruida en varias ocasiones, conserva no obstante restos de su construcción románica, con bóvedas de cañón y cuatro contrafuertes que le dan aspecto de gran robustez" es lo que leemos en Vivir Asturias


Rafael Lorenzo escribe por su parte de "su estilo del más puro románico" y, aunque la cabecera rectangular podría estar sobre una estructura románica anterior, al igual que la nave, carece de elementos como canecillos, ventanas de arco de medio punto y otros elementos que permitirían atestiguarlo con rotundidad. Otra versión de su fundación, la que nos ofrece asturnatura.com,  nos dice que "según la tradición fue fundada el propio santo, aunque es más probable que la levantasen peregrinos franceses en su caminar a Compostela. Su fecha fundacional se cree de finales del siglo XII", lo que, de ser así, representaría ser anterior a la fundación de la Puebla de Tineo y a la llegada de los franciscanos


Las últimas reformas importantes se acometieron en el siglo XX, cuando por iniciativa del párroco D. José Villamil se reconstruyó la espadaña del campanario en 1952. En la década de 1980 se encalaron las paredes y se restauró el interior, que vamos a ver ahora


Yendo hacia la portada de entrada vemos por donde sigue el Camino, cruzando la carretera y continuando todo recto cuesta abajo por el Paseo de los Frailes tras cruzar la carretera AS-359 que es la que sube a La Sierra, La Casa'l Puertu y Las Tabiernas con sus brañas vaqueiras


Ahí tenemos la flecha amarilla indicadora y, enfrente, el paso de peatones para cruzar por el Paseo de los Frailes, llamado a sí, recalcamos, por ser el recorrido habitual de los franciscanos entre el convento y la capilla, coincidente con el antiguo Camín Real que entra en el casco histórico y, por lo tanto, por donde vamos nosotros...


Pero antes de seguir camino vamos a seguir contemplando esta capilla, o ermita, que de las dos formas se la llama, de San Roque, viendo ahora su portada de arco de medio punto, liso y sin filigranas en sus sillares de cantería, pero que más que románico tal vez parezca algo posterior, del s. XVI tal vez


Sobre la portada aparece este escudo con un castillo, que representaría al anteriormente citado como origen de la población primigenia antes de la Carta Puebla. Compartimos la explicación que nos ofrece asturnatura.com:
"La decoración exterior del templo se reduce tan sólo a un escudo sobre la puerta de entrada, el cual presenta un castillo, que sin duda es él mismo que figura en le emblema de Tineo, y que en algunos periodos fue el único escudo heráldico que tuvo el municipio. Bajo éste se puede leer San Roque y en la parte más alta del escudo, y en números romanos, se pone la fecha de mil cuatrocientos, posible fecha de fundación. Por la fecha que acabamos de mencionar y por la de 1390, no es posible que fuera San Roque quien realizara la fundación ya que el santo falleció en 1327".

Evidentemente, San Roque no sería el fundador pues históricamente nunca estuvo por estas latitudes, otra cosa es que su culto, como santo peregrino, se divulgase ampliamente con las peregrinaciones procedentes de allende los Pirineos, así como santo protector contra la peste, pues fue romero y enfermo apestado, como conocemos de su biografía, que compartimos también de Wikipedia:
"San Roque (en occitanoSant RòcMontpellierCorona de Aragón, 1295 o 1348/50 - Montpellier o Voghera, 1317 o 1376/79) fue un peregrino occitano canonizado el 26 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII. Es venerado como santo por la Iglesia católica, que celebra su festividad el 16 de agosto. Es uno de los tres patrones del peregrino.
Biografía

El nombre de Roque significa «fuerte como roca». No existe acuerdo entre los historiadores sobre el año de nacimiento de San Roque. Según la tradición, nació en Montpellier (Aragón, actualmente Francia) hacia el año 1295, mientras que otras versiones lo trasladan al siglo XIV, entre los años 1348 y 1350. 
En 1378, Roque era hijo del gobernador de Montpellier, Jean Roch de La Croix. Quedó huérfano a los veinte años; entonces decidió vender todas sus posesiones, repartir el dinero entre los pobres y hacer una peregrinación a Roma con la intención de visitar los santuarios. En esa época se desató una epidemia de peste que provocó gran mortandad en toda Europa. 
Roque recorrió Italia y se dedicó a curar y atender a todos los enfermos de la peste. Cuidó enfermos en AcquapendenteCesenaRomaRímini y Novara. La tradición popular decía que curaba a muchos enfermos con solo hacer sobre ellos la señal de la cruz. A los que morían, él mismo les hacía la sepultura, pues nadie más se atrevía a acercarse a los cadáveres por el miedo a contagiarse de la peste. 
En Piacenza contrajo la enfermedad; su cuerpo quedó lleno de manchas negras y úlceras. Como no quería ser una carga para nadie, se arrastró hasta las afueras de la ciudad para morir solo y se refugió en un bosque; allí nació un aljibe de agua que le calmaba la sed. Poco después, un perro llegó con un pan y se lo dio a Roque para alimentarlo; esto ocurrió por varios días, pues el perro sacaba el pan de la cocina de su amo, hasta que un día el amo decidió seguir a su perro y descubrió lo que ocurría. Entonces el amo del perro se encargó de cuidar a Roque y curarle sus llagas. Cuando se recuperó, regresó a la ciudad, donde siguió curando no solo a personas, sino también a animales. 
Al parecer, falleció tras un largo periodo en prisión, pues en una guerra que hubo en Montpellier lo confundieron con un espía y lo tomaron prisionero. Además, tampoco quiso revelar quién era. Tradicionalmente, se consideraba que falleció en Italia pero actualmente se estima que murió en Montpellier encerrado por su tío.


Y estas son las bóvedas de cañón, la de la nave y la del altar que en algunos textos se atribuyen, como los contrafuertes, a partes de lo que era la fábrica románica del templo. El gran arco triunfal carece de decoración y más que románico revela ser asimismo del s. XVI. Rafael Lorenzo nos dice que "en uno de los lados del altar de este Santuario, se colgaban exvotos de devotos creyentes de los milagros curativos del Santo de Montepellier, tan arraigado en el peregrinaje compostelano". De este santo peregrino nos cuenta así la Xacopedia:
"Religioso francés (s. XIV). Se considera un santo peregrino por excelencia, aunque nada tiene que ver este personaje de origen y existencia incierta supuestamente nativo de MontpellierFrancia, con la tradición jacobea. Conocido por su posible peregrinación a Roma, se ha llegado a comentar en alguna ocasión la posibilidad de que estuviese también en Compostela, pero no pasa de ser una pura especulación. En todo caso se le ha relacionado desde antiguo con los peregrinos que realizaban el Camino para recuperar su salud. 
Por estas vinculaciones merece ser observada su representación, sin duda la más próxima a Santiago el Mayor, ataviado como peregrino. Según la tradición y las leyendas sobre las que se fundamenta su vida, San Roque dejaría su cómoda existencia en Montpellier para peregrinar, como un pordiosero, a Roma, ayudando con curaciones milagrosas a los enfermos que encontraba en su camino, tanto a la ida como a la vuelta, pasando múltiples calamidades, hasta el punto de ser alimentado por un perro tras enfermar de la peste.
Estos argumentos llevaron a que su iconografía sea fácilmente reconocible por su atuendo de peregrino, casi idéntico al jacobeo -capa con esclavinabordónzurrónsombrero, conchas de vieira, etc.-. Sin embargo, es fácil diferenciarlo de Santiago peregrino con unas observaciones básicas, ya que el santo franco-italiano se singulariza, sobre todo, por la herida ulcerosa que habitualmente se sitúa en su muslo y por el perro que casi siempre lo acompaña. 
A veces también se representa con unas llaves cruzadas que simbolizan su viaje a Roma, de cuya peregrinación es todo un símbolo. San Roque cuenta con una gran devoción en España, sobre todo desde el siglo XVI, como abogado contra las epidemias de peste..."

Y aquí tenemos el altar con un pequeño retablo con la imagen de San Roque. A la izquierda, imagen de la Virgen de Fátima


El santo aparece con su atuendo de peregrino, bordón y calabaza, al igual que con el perro que le lame las heridas. Volvemos al respecto de su iconografía a consultar la Wikipedia:
"Aparece representado en las artes plásticas vestido de peregrino con bordón, sombrero y capa, con una llaga en una pierna, siendo la más habitual la izquierda, y acompañado de un perro, que suele llevar un pan en la boca, llamado Rouna, o un ángel, aunque a veces son representados ambos"

Aquí no aparece con su sombrero pero sí con el famoso perro de San Roque, tan célebre en dichos y canciones. Si bien la devoción a San Roque es de origen bajomedieval esta se difunde ampliamente en el recitado siglo XVI, hasta tal punto que es patrón de la ciudad de Santiago de Compostela (si bien algunos estudiosos discuten este dato):
"Su onomástica es el 16 de agosto. Santo protector ante la peste y toda clase de epidemias, su intervención era solicitada por los habitantes de muchos pueblos y, ante la desaparición de las mismas reconocían la intervención del Santo, por lo que se le nombraba Santo Patrón de la localidad. Es además protector de peregrinos, enfermeros, cirujanos o cánidos, entre otros.  (...)
Es patrono de la ciudad de Santiago de Compostela desde 1518 año en el que la ciudad asolada por la peste se encomendó al santo para librarse de la misma con la promesa de que si los libraba lo erigirían en patrono de la ciudad, renovando cada año el Voto en el que cada 16 de agosto acude la corporación municipal a la capilla de San Roque a presidir la misa solemne y la procesión. En 2018 el papa Francisco, otorgó un Año Jubilar por el 500 aniversario del voto de la ciudad y patronazgo. Mucha gente cree que el patrono de dicha ciudad es Santiago Apóstol, pero es un error..."

En esta foto de hace a unos años tenemos a San Roque con su sombrero. La capilla suele estar cerrada salvo los días de la fiesta y otros señalados y concretos, pero puede verse su interior desde la puerta. También vemos a su perro, Rouna, llamado también Melampo, Guinefort y Gozque. En el blog Papeles de Any Milo nos lo cuentan de esta manera:
"El perro es el atributo que hace que reconozcamos a San Roque, siempre a su lado, con su pan en la boca, en una sempiterna sonrisa. Siempre suele ser pequeño, de raza indefinida con o sin rabo. Este simpático can, alimentó al santo en su retiro en una cueva y le lamía la llaga de la pierna, producida por un saetazo. 
En Calatayud, creen que es una perra y se llamaba Rouna, de ahí el nombre de una de las peñas. La versión más extendida es que se llamaba Melampo (el de los pies negros), haciendo referencia a un personaje de la mitología griega, adivino, que conocía el lenguaje de los pájaros. Su dueño era Gottardo Pastrelli, que debía ser, a la sazón, un hombre culto para ponerle al perro dicho nombre. 
Ninguna crónica menciona que San Roque se llevará con él de vuelta a su casa en el sureste francés, a Melampo, por lo que debió permanecer fiel a su dueño Pastrelli y se quedó con él. Tal vez este cristiano rico y noble fue el hagiógrafo del santo por el que pasó a la historia junto con el generoso perro".

A San Roque se le presenta como patrón de Tineo/Tinéu, si bien la advocación de la iglesia parroquial es la de San Pedro, traída desde la iglesia antigua, actual capilla del cementerio (poco más abajo de Las Campas) a la que fue la del desamortizado convento de San Francisco, donde permanece en la actualidad. También se celebra fiesta, en el centro de la población, pero no tan multitudinaria como la de San Roque


El que una fiesta que no sea la del patrón primigenio de la población es una circunstancia muy común y extendida, ello suele deberse, como es este el caso, en la celebración antiguamente de alguna feria o mercado que congregaba multitudes, como acontecía aquí, en San Roque


Y es que en este extenso campo de la ermita del santo, se celebraba anualmente una feria de ganado de mucha importancia el 16 de agosto, en base a la que surgió la gran romería que es actualmente, tal y como nos cuentan en la página del Ayuntamiento en el apartado Fiestas de San Roque:
"Declaradas de "Interés Turístico Regional" en 1990 y galardonadas con el "Urogallo de Bronce" por el Centro Asturiano de Madrid en 1998. 
Son las fiestas más importantes de Tineo y se celebran en el Campo de San Roque y en la villa, a mediados del mes de agosto. 
Los días grandes de las fiestas, son el 15 de agosto (Día del Bollo) y el 16 de Agosto (Día Grande de San Roque), pero las fiestas tienen su comienzo unos días antes, con el Día de las Peñas, y finaliza, el 18 de Agosto (Fin de Fiestas) 
Para buscar el origen de las fiestas de San Roque hay que remontarse a cuando fue fundada la Capilla en el Campo de San Roque en el siglo XIV y los peregrinos que iban camino a Santiago de Compostela homenajeaban al santo en su festividad. 
En el siglo XIX, llegado el 16 de agosto, se reunían en torno a la ermita, gentes con ganado, especialmente ovino y caprino, para vender o comprar y, alrededor de ellos, ocupaban sitio gentes de la villa que vendían patatas cocidas, avellanas, pan de escanda y otros productos de la tierra. 
Hacía unos cuarenta años que se dejó de celebrar esta feria, que abarcaba desde la capilla de San Roque hasta las primeras casa de Picos de Villa (zona alta de Tineo), hasta que el Ayuntamiento de Tineo la volvió a recuperar en el año 2007, teniendo gran aceptación por parte de los vecinos.
Se continúa con aquella tradición de la comida en el campo, que la aparición de las "peñas" (en la última década del siglo XX) ha venido a incrementar notablemente. Las barricas de sidra y vino son ya un espectáculo habitual en el campo al lado de las cestas repletas de comidas típicas tinetenses: jamón, lomo, chosco y todo tipo de embutidos y productos cárnicos. Es y será el gran momento de la unión familiar y uno de los principales acontecimientos de la fiesta. 
Del primer cuarto de siglo XX son los partidos de fútbol que, con el paso del tiempo, se fueron haciendo cada vez más importantes en cuanto a la participación de equipos. De esta misma época es la quema de fuegos artificiales (actualmente se hace el último día de la verbena en la villa de Tineo) y la rifa de la "xatina". Otra cita importante, hoy desaparecida, eran las tiradas al plato y al pinchón (“Trofeo González Mayo”). 
Fundamental sigue siendo, el Campeonato de Bolos de la modalidad Tineo que se sigue celebrando en la bolera del Campo de san Roque, y el Desfile de Carrozas, que tiene lugar el 18 de agosto, que es desde el siglo XX toda una tradición, junto con la elección de las Reina de las fiestas. 
Desde su comienzo se edita el programa de mano y el libro de las fiestas, que además de contar todos los actos a celebrar, recoge artículos de tinetenses así como los hechos más trascendentales en la historia de la Villa o Concejo de Tineo. Surge también el "Día del Bollo" que, desde entonces, ocupa un lugar preferencial en el extenso programa de actos y, cada año, acoge un mayor número de visitantes. 
Sucesivamente se van incorporando novedades: El festival Vaqueiro, el pregón de fiestas, los fuegos artificiales del recinto de Santa Teresa en el último día de fiestas, la aparición de chiringuitos en los rincones más representativos de la villa tinetense, las peñas de las que ya hablamos anteriormente,... vienen a sumarse a esta larga lista de actos que durante toda una semana convierten a Tineo en la capital festiva del occidente de Asturias. 
Estas fiestas son la cita anual de las familias y el retorno de los tinetenses ausente, y han desplazado, incluso, a la fiesta patronal de San Pedro. 
Desde hace varios años se organiza el concurso de carteles de las fiestas, al que numerosos participantes presentan sus obras. De entre ellos se elige el que será el emblema de las fiestas." 

Este es el muro sur de la capilla, orientado al sol casi todo el día, por eso tiene tres grandes ventanas abocinadas tipo saetera que permiten el paso de luz natural al interior, dos en la nave y una en la cabecera, dando luz al altar


Y tres robustos contrafuertes, que hacen cuatro con el que hemos visto en el muro norte; los dos de la nave más grande que el de la cabecera. Fijémonos al banco corrido de piedra al pie del muro


Banco corrido que se extiende por el muro de la cabecera o ábside


También por la parte posterior, como hemos visto antes, al llegar


Banco que mira al prau de la fiesta, de cuyo principio también nos cuenta el artículo y Tineo rinde culto a San Roque, publicado con la firma de Ignacio Pulido en La Nueva España del 14 de agosto de 2009, iniciándose las fiestas:
"El culto a San Roque floreció en Tineo durante los siglos XIII y XIV, gracias a la llegada de peregrinos procedentes de toda Europa que portaban en su memoria el recuerdo del santo caminante, noble de cuna, sanador de enfermos y admirador de Santiago. En su honor, la villa tinetense erigió en el Medievo una ermita en un alto que desde entonces ha sido foco de celebraciones en torno a su figura. Durante siglos, este altozano fue escenario de una feria ganadera de cabras y ovejas que tenía lugar los días 15 y 16 de agosto. Alrededor del templo se daban cita centenares de asistentes que mercaban y comían cordero sentados en el «prao». 
En 1899, la feria adquirió la categoría de fiesta, perdiendo progresivamente su carácter ganadero. A lo largo de sus más de cien años de historia, las fiestas de San Roque fueron objeto de una constante evolución incorporando y desechando actividades en consonancia con los tiempos. Veladas pugilísticas, competiciones automovilísticas, partidos de fútbol, carreras de ciclistas, tiro al plato, concursos de entibadores, conciertos e incluso una exhibición aérea protagonizada por la pionera María Luisa Bernaldo de Quirós en 1929 fueron algunas de las propuestas ofertadas por la comisión de festejos, desaparecida hace unos ocho años. 
Desde entonces, el Ayuntamiento ha tomado las riendas de los festejos. Hace dos años, el Consistorio recuperó la feria de ganado lanar, que este año, coincidiendo con el festival del chosco, contó con la presencia de un centenar de ovejas. No obstante, la merienda del día 16 en el campo de San Roque sigue siendo la más arraigada cita de las fiestas tinetenses. «Las familias se reúnen y comen chosco, empanada y tortillas. Acude mucha gente de los concejos aledaños. Incluso muchas personas que están fuera aprovechan la velada para reunirse con los suyos», explica Álvaro García, concejal de Festejos. El día grande concluye con la rifa de la xata, costumbre que ha perdurado entre los romeros desde los albores del festejo que, según García, se niega a abandonar la tradición."

En Un barrido por la historia de San Roque, artículo que encontramos en Turismo Tineo y del que es autor Laureano Víctor García Díez, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior, pionera del asociacionismo jacobeo asturiano, ahonda más en la idiosincrasia de esta fiesta en base a la documentación existente sobre todo, especialmente en sus portfolios:
"Son muchos los modos por los que se puede reconocer un pueblo, su historia y sus costumbres. Desde grandes investigaciones y tratados a pequeñas reseñas, todos son válidos para dejar huella y para que las nuevas generaciones puedan entender nuestra forma de ser y de pensar. Los programas de fiestas, lo que los entendidos llaman “portfolios”, son un buen medio para conocer la historia de un pueblo a través de sus celebraciones y de sus momentos de solaz y de fiesta. Las fiestas de San Roque, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, como se suele decir, y que están estrechamente ligadas al Camino de Santiago, también han dejado huella desde hace más de un siglo en esos pequeños escritos, en esas humildes publicaciones, en esos “portfolios festivos”. Demos un repaso a algunos de ellos y que sirvan como ilustración al programa del año 2018.
No se sabe cuándo comenzaron a celebrarse las fiestas sanroqueñas. Unos dicen que nacen como consecuencia de la feria ganadera, especialmente de bovino y lanar, que se celebraba en el entorno de la ermita en los días cercanos al 16 de agosto. Otros, por el contrario, aseveran que esa feria nació como complemento y consecuencia de los festejos en honor del santo de Montpellier (Francia). Sea de una forma u otra, lo cierto es que son más de cien años los que están perfectamente documentados con actas municipales y sobre todo con los carteles y los libritos de las fiestas.

Han ido mudando de tamaño. Han pasado de la impresión en blanco y negro al color de la cuatricromía, de la impresión casi manual primero se ha pasado al sistema digital en la actualidad. En definitiva el propio elemento físico del programa se ha ido adaptando a las novedades y a las modas de la imprenta. Así también ha ido evolucionando el contenido y especialmente la portada. Siempre procurando plasmar algo relacionado con el santo y con sus fiestas, con la historia y las costumbres tinetenses y dejando muy clara la información más esencial de esos festejos que intentan promocionar y difundir.

Pero si el exterior es importante, el interior es fundamental. En la inmensa mayoría aparecen interesantes artículos que nos dejan investigaciones o crónicas sobre los diferentes aspectos de nuestro concejo. Hay un buen número de fotografías y grabados que son verdaderos retazos de nuestra historia y que nos dicen como vivían nuestros antepasados y cono eran algunas de las realidades de otros tiempos. Pero si algo son los libros de fiestas de San Roque son una historia exacta del sector comercial e industrial de nuestro “concetson”. Los anuncios que aparecen en todos ellos nos explican cuál era la moda de cada momento, nos acercan los adelantos industriales que año a año van instalándose en nuestra villa y es un nomenclátor perfecto de la historia de bares, tascas y tabernas. Es una relación ilustrativa de comercios, de talleres, de industrias, al mismo tiempo que nos permite conocer a todos y cada uno de los profesionales liberales que ponían sus conocimientos al servicio de sus vecinos; médicos, abogados, escritores, practicantes, escribamos, notarios… y un largo etcétera están recogidos en las páginas de estos libritos.

Hace ya muchos años, fue en 1987, tuve el honor de formar parte de la corporación municipal tinetense y, como concejal de cultura, una de mis primeras tareas fue acudir a la inauguración de la Biblioteca de Asturias, en la ovetense plaza del Fontán. Pues bien, en aquellas flamantes instalaciones había una magna exposición sobre “material fungible de Asturias”, es decir, carteles, folletos, libritos y todo ese tipo de material que es proclive a una vida corta. Visite aquella muestra con detalle y con interés y me lleve la desagradable sorpresa de que no había ni un solo ejemplar que representara a nuestro querido Tineo. A la vuelta de aquella visita a Oviedo tome la decisión de recopilar todo el material posible sobre nuestro concejo. Fruto de todo aquello es una colección de portfolios de San Roque, entre otros muchos temas, que cuenta con ejemplares de casi la totalidad de las publicaciones realizadas en el entorno de las fiestas mayores de nuestro concejo, desde los primeros años del siglo XX y hasta la actualidad. Algunos de esos portfolios de San Roque ilustran el del año en curso. Deseo que os gusten y que os traigan a la memoria momentos inolvidables de la historia personal de cada uno".

Luis M. Lafuente es el autor de una preciosa glosa de lo que constituye este Campo de San Roque y no solamente los días de la fiesta del santo peregrino, la cual podemos encontrar en Asturias en el Camino de Santiago, dentro de la web Imágenes de Asturias:
"La fiesta de San Roque en Tineo tiene su origen en una feria de ganado lanar y caprino allá por 1840. En éste campo se encuentra la Ermita dedicada al Santo, lugar de peregrinaje y parada obligatoria en el Camino de Santiago conocido como Camino Primitivo y cita para la celebración de tradicionales romerías como la de San Roque que anualmente congrega a vecinos y forasteros. 
Ciento sesenta años después, San Roque se ha convertido en una de las fiestas más populares, concurridas y animadas del occidente asturiano, una fiesta que ha sido declarada de Interés Turístico Regional. 
Esta celebración es una muestra de esos festejos familiares en los que los actos religiosos van acompañados de los lúdicos. Al mediodía, los romeros se congregan ante la Capilla en la que se guarda la imagen del Santo, la cual data del siglo XV, para seguir atentamente la misa en honor a su patrón. Posteriormente, tiene lugar la procesión, en la que imagen de San Roque, a hombros de los fieles, recorre el prao acompañada de las descargas de voladores y canciones asturianas. 
Tras la solemnidad de este acto, los Tinetenses dan rienda suelta a la "folixa". La sidra corre a raudales y el prao se convierte en un mosaico de colores, los que aportaban los manteles y los que ofrecían las camisetas de las peñas que nunca faltan a la cita. Y como no hay fiesta que se precie sin el toque gastronómico, los romeros dan buena cuenta de los típicos manjares tradicionales como la tortilla de patatas, la empanada y, como no, el chosco de Tineo..."

Luis M. Lafuente, consagrado fotógrafo, nos narra 'fotográficamente', pero también espiritualmente sus impresiones de este emblemático lugar, no solamente con las fiestas, sino describiendo lo que ve y se encuentra el resto de los días, explicado con todo el sentimiento...
"Pero si exceptuamos esos cinco días de Fiesta, en los que miles de personas se reúnen en torno a San Roque, el jolgorio se vuelve calma y la Naturaleza intenta a duras penas recuperarse de la "agresión medioambiental", clavos y cuerdas cuelgan de las hayas, muchas veces centenarias, chapas, cristales y tapas de envases son engullidas con dificultad por la hierba , botellas y los restos plásticos de los vasos brillan bajo el sol, y es que tal vez ahí radique el "milagro de San Roque" permitiendo que tras casi ciento setenta años de fiestas, ferias, folixas y jolgorios, aún nos ofrezca su mejor cara cada año... realmente, aunque no se cómo, La Naturaleza parece aguantarlo todo.  
Un pequeño Bosque mixto, compuesto de espineras, castaños indios, acebos, pláganos, abedules, robles, hayas y fresnos, por citar solo algunas de sus especies, se esfuerza en mantener un frágil ecosistema , tal vez limitado, pero vivo, cambiante, a veces sorprendente y realmente variado a pesar de sus pequeñas dimensiones.  
Tal vez haya personas que solo se acuerden de éste espacio natural el día de su Fiesta, pero si los Tinetenses fuesen capaces de visitarlo a menudo, se darían cuenta de que las especies que allí viven, van cambiando con los días, con los meses, con el pulso de las estaciones, disponer de un espacio Natural de uso público como San Roque es todo un lujo. 
Ésta web es un homenaje fotográfico a ese lugar, El Campo de San Roque y su entorno, y a las especies que en él habitan, ojalá quién lo tenga bajo su responsabilidad y tutela, sepa mantenerlo y conservarlo. 
Tengo que agradecer al propietario de Casa Etelvino el facilitarme el acceso a su finca, y a Tamara y a sus clientes de La Casina de San Roque, establecimiento de obligada visita donde me refugiaba de las inclemencias del tiempo, un lugar muy agradable y acogedor, además de gastronómicamente.. muy recomendable..."

En la web del restaurante La Casera, fundado en 1965, nos encontramos los que serían 3 motivos para venir a las fiestas de San Roque de Tineo, explicados amenamente así:
"... el día 13 de agosto empiezan las fiestas de San Roque en Tineo y terminan el 18, así que si quieres 3 buenos motivos para dejar en stop esa cuenta atrás mental de tu cabeza y seguir exprimiendo bien el verano, desde esta casa te damos razones de peso para venir a quemar una de las mejores fiestas de Asturias. 
Por esto no puedes perderte las Fiestas de San Roque en Tineo


 

El día de las peñas. 
Este día cada peña que participa en las fiestas de San Roque se enfunda su polo y su sudadera y recorre las calles de Tineo a ritmo de charanga y DJ, desde las 5 de la tarde, hasta llegar, por el camino de San Roque, como no podía ser de otra manera al «prao» de San Roque. 
Y aquí se celebra la cena de peñas y luego se disfruta la noche de música con orquestas de nivel y DJ hasta que el cuerpo aguante. Una noche que para muchos es la más especial de todo San Roque, la noche de los reencuentros, de las risas aseguradas y de no mirar el reloj hasta que las piernas lo piden. 
Un día donde se ve la esencia de San Roque, porque sin peñas, no sería lo mismo. Un día para no perderte, por eso lo ponemos el primero. 
2. El día del Bollo 
A lo mejor tú no eres de fiesta, charanga y DJ, quizás lo tuyo es otro plan, más familiar, más tranquilo, donde disfrutes igualmente de las fiestas de San Roque en Tineo. 
Y siendo así, tu día y el de muchos otros, es el día del Bollo. Este día es el más familiar, y también el más tradicional (algo que nos gusta mucho en esta casa). Recomendamos mucho el ambiente de tardeo, porque no creas que por ser de tarde no hay nada que ver, porque las charangas no paran de animar desde el medio día a casi la noche. 

No solo eso, sino que además vas a disfrutar de los bailes tradicionales, los juegos de las peñas (algo que no te puedes perder, porque son juegos muy cómicos, como sacar manzanas de un cubo de agua, llevar un huevo sin romperlo, etc.) 
Un día donde los más pequeños también tienen su hueco con la Peque-Romería, con un montón de atracciones para poder disfrutar en familia de un ambiente increíble en el campo de San Roque de Tineo. 
Y si luego quieres alargar y quedarte a la noche, siempre hay dos orquestas de mucho nivel para que bailes hasta las 5 de la mañana. 
¿Y ya está? 
No, a esa hora, 05:00 h si el cuerpo sigue con ritmo, toca subir a la carpa a quemar las pocas horas que te queden a ritmo de música electrónica y actual. 
¿Se puede dar más en un solo día? Consideramos que no. 
3. La comida tradicional 
No puedes venir a Tineo, a San Roque y no pegarte una buena fartura, eso sería quedarte a medias. No puedes venir y no comer un cachopo relleno de chosco de Tineo, unas manitas de cerdo, un cabrito lechal o un bien filete de ternera IGP. 
Y de paso, disfrutar de la mejor sidra del año, porque este año la sidra La Llarada de Tineo, tiene el premio a mejor sidra de Asturias, sidra que servimos en esta casa. (...)Para que aguantes los 5 días de fiesta sin problema, con energía y con el cuerpo, con ganas de bailar, reír y recordar momentos como los que surgen en estas, tan esperadas, Fiestas de San Roque de Tineo. 
No dudes. Ven, baila, disfruta de la fiesta, pero sobre todo, come bien. Llama ahora y reserva tu mesa para disfrutar de una comida rica, casera y tradicional antes de una buena fiesta como la de San Roque en Tineo".



Los demás días del año suele imperar una cierta paz, aunque el lugar es bien concurrido, insistimos, con su hostelería y equipamientos deportivos (de los que enseguida vamos a hablar), hermosa zona de paseos y de ocio en torno a su campo, ermita, fuente y área recreativa


Y este es un hermoso vídeo de San Roque, camino, capilla y campo totalmente nevados en pleno invierno, cuando apenas pasan peregrinos....


Tal y como hemos dicho, enfrente de la capilla sigue el Camino, cruzando ahora nosotros la carretera de San Roque y continuando por el semipeatonal Paseo de los Frailes, adoquinado, y por donde empieza la bajada que nos encamina al centro urbano


Prestemos mucha atención, aquí al principio una señal en una farola y algunas flechas amarillas nos indican la dirección al Albergue Municipal Mater Cristi, que se encuentra cuesta abajo en el barrio de El Viso, en la calle Cabezas de San Juan s/n. Este albergue, pionero entre los refugios de peregrinos del Camino Primitivo, pues ya los alojaba en el famoso Xacobeo'93, vino aquí desde su primera sede en el antiguo matadero, al lado de Las Campas, y recupera el nombre del histórico hospital de peregrinos que existió en la vieja puebla, sito en la actual calle La Luna y del que se conservan muy escasos rectos


Dicho esto, el Camino de Santiago en su trazado histórico sigue por este Paseo de los Frailes el trayecto del antiguo Camín Real de Galicia o Camín Francés, que era como se denominaba a todos los procedentes del otro lado de los Pirineos...


A nuestra derecha, la Bolera de San Roque, uno de los equipamientos deportivos del lugar, donde se practica la modalidad denominada Bolos de Tineo que, cuando se homologa con otros bolos similares de otros lugares de Asturias y de España da en denominarse Bolo Celta, como leemos en la web municipal:
"... sabemos que los bolos de Tineo han sido siempre el deporte autóctono de esta zona. Su práctica y afición siempre estuvieron unidas a la vida cotidiana de los habitantes de Tineo. Las boleras se ubicaban, en su mayoría, cerca de las iglesias, aprovechando la salida de misa para jugar una partida entre los amigos. 
Con la emigración, muchos fueron los tinetenses que se llevaron con ellos esta modalidad, no sólo dentro de Asturias y del resto de España, sino también a Latinoamérica: Venezuela, México, Argentina... 
Hoy en día, el juego de bolos de Tineo ha progresado, no sólo en cuanto a la mejora de las instalaciones, sino que además en la actualidad formamos parte de la Federación Asturiana de Bolos, por lo que ha dejado de ser una modalidad de unos cuantos amigos para convertirse en un deporte de alta competición. 
Y gracias a toda esta historia: "De las modalidades de bolos existentes en Asturias, la tinetense es una de las más espectaculares y que más sorprende al que los contempla por primera vez".

Foto: Asociación Bolo Celta

Explicado en líneas generales, en esta modalidad se arman o colocan de veinte a veintidós bolos encima de una losa de piedra o l.lábana. El jugador lanza hacia ellos la bola con fuerza desde un escalón o poyu, puntuando los que tire y la distancia a la que puedan caer, tras salir disparados algunos de ellos, con respecto a unas referencias como la raya del diez o la cuerdaviga o ciebu. Pero atendamos mejor a lo que nos sigue explicando la web del Ayuntamiento:
"Actualmente se practica en un espacio rectangular de 30 a 35 metros de largo por 10 de ancho. Dentro de este espacio se sitúan los siguientes elementos: la losa o losera, a unos cuantos metros del poyo, con una suave inclinación hacia la cueva, lugar donde se sitúan los bolos. Las dimensiones de la losa varían entre los 80 y los 130 cm. de largo por 50 ó 110 cm. de ancho. Se colocaba una piedra lisa, normalmente de río o cantera. La condición indispensable era que fuese lo más uniforme posible. Sin embargo, en el pasado las dimensiones se ajustaban a las condiciones del campo, que generalmente se encontraba al lado de edificaciones religiosas. 
El poyo mide unos 40 cm. de alto. Es el lugar de tiro de la bola, que antiguamente también se trataba de una piedra, pero esta vez de mayor tamaño y no necesariamente regular. Se colocaban dos poyos, uno para los zurdos y otro para los diestros. Delante del poyo se abre una zanja de aproximadamente medio metro que se llama cueva y es el lugar donde caen los tiradores de tal forma que el brazo ejecutor quede a una altura similar a la de la línea de bolos. 
A unos 25 metros por delante de la losera o losa se marca en el suelo una línea, la raya del 10, bien mediante una línea pintada en blanco o segándola más profundamente. Desde esta línea y a otros 4 metros, se coloca un muro de 6 metros de alto llamado la viga o cuerda, considerado el límite de la bolera, aunque como veremos en la forma de puntuación, esta viga tiene mucha importancia y en varias ocasiones se ha de rodear para recoger los bolos caídos".

Foto: Asociación Bolo Celta

En esta modalidad, donde hay varias categorías, incluyendo la infantil, destaca el gran número de bolos, siendo el mayor de todas las variantes bolísticas europeas. Esta es la puntuación:
"Actualmente se practica en un espacio rectangular de 30 a 35 metros de largo por 10 de ancho. Dentro de este espacio se sitúan los siguientes elementos: la losa o losera, a unos cuantos metros del poyo, con una suave inclinación hacia la cueva, lugar donde se sitúan los bolos. Las dimensiones de la losa varían entre los 80 y los 130 cm. de largo por 50 ó 110 cm. de ancho. Se colocaba una piedra lisa, normalmente de río o cantera. La condición indispensable era que fuese lo más uniforme posible. Sin embargo, en el pasado las dimensiones se ajustaban a las condiciones del campo, que generalmente se encontraba al lado de edificaciones religiosas. 
El poyo mide unos 40 cm. de alto. Es el lugar de tiro de la bola, que antiguamente también se trataba de una piedra, pero esta vez de mayor tamaño y no necesariamente regular. Se colocaban dos poyos, uno para los zurdos y otro paral los diestros. Delante del poyo se abre una zanja de aproximadamente medio metro que se llama cueva y es el lugar donde caen los tiradores de tal forma que el brazo ejecutor quede a una altura similar a la de la línea de bolos. 
A unos 25 metros por delante de la losera o losa se marca en el suelo una línea, la raya del 10, bien mediante una línea pintada en blanco o segándola más profundamente. Desde esta línea y a otros 4 metros, se coloca un muro de 6 metros de alto llamado la viga o cuerda, considerado el límite de la bolera, aunque como veremos en la forma de puntuación, esta viga tiene mucha importancia y en varias ocasiones se ha de rodear para recoger los bolos caídos".


Foto: Asociación Bolo Celta

En cuanto a bolos y bolas ambos reúnen estas características:
"Los bolos con los que se juegan son 20, pese a que antiguamente se jugaba con un número variable que dependía de las dimensiones de la losa. 
Los bolos eran hechos de madera de haya o manzano, salvo en el caso de competiciones federadas que siempre son de encina, y tienen entre 15 y 18 centímetros de altura, 3 centímetros de diámetro y una circunferencia de 12 centímetros. Se tallan con un hacha, dándoles 6 lados, y la base cortada a visela o un poco inclinada para que se sostengan bien sobre la losera. Su peso es de 200 gramos aproximadamente. 
Las bolas estaban hechas de maderas muy duras, como el haya, encina o quebracho (árbol argentino traído por los españoles emigrantes), y generalmente torneadas. Su peso y diámetro varía en función de la mano del jugador que la vaya a usar. La necesidad de que tengan un peso alto obliga a practicarles un agujero, en el cual se echa plomo fundido, con lo que se lastra y el peso de la bola aumenta. En la actualidad esta operación ya casi no se realiza, pues se hacen de fibra de plástico con plomo en el interior. En las competiciones federadas se prohíbe el uso de bolas de mayor diámetro que 35 cm".
Foto: Asociación Bolo Celta

Bolo Celta es una denominación genérica para unas modalidades de bolos muy semejantes que se jugaron y se juegan en muchos lugares de Europa y, con especial intensidad en lugares concretos como este concejo. Dada su proliferación en Europa Occidental y Atlántica se agruparon a la hora de federaciones y competiciones con este nombre común, de ahí que en algunas publicaciones se le atribuya un origen céltico, pero nada se sabe, como tampoco es seguro viniesen por el Camino de Santiago al amparo de las peregrinaciones

Foto: Asociación Bolo Celta

Posiblemente estemos ante juegos de precisión y puntería de origen prehistórico que sí es fácil pululasen aquí y allá por los antiguos caminos, con variantes no ya para cada pueblo sino hasta por cada grupo de jugadores, con reglas y características establecidas según sus gustos y posibilidades. Cuando se reunían jugadores de diferentes procedencias se empezarían a establecer unos reglas comunes hasta llegar a los actuales reglamentos que, a su vez, siguen evolucionando con sus periódicas actualizaciones. Del de la Federación Asturiana de Bolos, extenso y muy pormenorizado, compartimos lo siguiente: 

"Donde se conserva con toda su pureza ancestral es en la zona occidental de nuestra Región, concretamente en el Concejo de Tineo, que se juega en su totalidad, si bien, donde está concentrado es en Tineo, Navelgas, La Oteda, Campiello, Calleras, Fastias. También se practica en Cangas del Narcea, Villayón, Oviedo y Gijón gracias a la buena disposición y valoración de las gentes procedentes del Occidente. En Boal, Belmonte, Somiedo y Luarca, se practica con alguna pequeña diferencia, pero en el fondo sigue siendo pasabolo, pues todo consiste en pasar el bolo a unas distintas marcas . La superficie donde se juega ha de ser lo más regular y llana posible y tendrá forma rectangular o cuadrada, perfectamente delimitado para que no haya lugar a dudas en algunas jugadas y evitar que un bolo o bola pueda salir del recinto de juego con peligro para personas o cosas. Antiguamente, las boleras estaban colocadas, normalmente, en las plazas del pueblo, delante de las Iglesias, por ser el lugar más cuidado, que era donde se celebraban las romerías; hoy están hechas en terrenos destinados al efecto y lo bastante alejadas del núcleo urbano para evitar cualquier tipo de peligro, además de la cuestión del espacio. Las competiciones consistían en jugarse una jarra de vino o botellas de sidra, de la cual percibían más los mirones que los propios jugadores, pues éstos se absorbían completamente en el juego..."


Apasionados del juego de los bolos y de su historia, continuamos nuestro camino por el Paseo de los Frailes, adoquinado, cuesta abajo y con farolas isabelinas, cuyos viejos robles o carbayos centenarios son supervivientes del viejo Camín Real


Dejamos a la derecha las ruinas de unas casas y avanzamos con tranquilidad y sosiego por este recorrido semipeatonal del que también dice así Rafael Lorenzo en su libro Tineo en la senda compostelana:
"El camino de los frailes une la ermita de San Roque con la parte alta de la villa; es este tramo, de escaso un kilómetro, un vestigio del más puro pasaje peregrino. Carias decenas de robles y hayas con muchos, cientos de años sobre sus raíces, dan sombra por la izquierda al peregrino, son testigos de los pasos de los compostelanos y lo fueron también de los frailes franciscanos que desde el Convento del Monte de Tineo, al que enseguida se llega, paseaban hacia la capilla sanroqueña"

Avanzamos por este "Camino de San Roque a Tineo, jacobeo por todos los costados", como bien resalta Luis Antonio Alías, "tramo aproximadamente de unos 800 metros del Camino de Santiago", describen en Vivir Asturias, "discurriendo entre centenarios árboles que fueron plantados por los frailes en su devenir diario", dato interesante por cuanto revela que fueron los monjes de la Orden de San Francisco los que los plantaron. Si tenemos en cuenta que el convento fue desamortizado en 1836 y los frailes exclaustrados podemos hacernos una idea de su edad. No obstante parece que algunos árboles fueron plantados posteriormente


Pasando el Campo San Roque y bajando por el Paseo de los Frailes, el paisaje cambia, prados abajo empezamos a ver la villa y sus barrios con los pueblos y aldeas de las colinas circundantes y las montañas del suroccidente asturiano en lontananza


Y aquí a nuestra izquierda y prado abajo, al lado de la carretera de San Roque o AS-359, tenemos el Polideportivo Municipal, otro de los equipamientos deportivos de San Roque


Cuesta abajo vemos el cruce con la carretera AS-216, que va a La Espina. Allí asoman los tejados de algunos de los edificios del barrio El Viso, cercanos al actual albergue Mater Christi antes citado, al que se baja yendo a la derecha, por la Avenida del Conde de Campomanes


Un poco más allá, es el lugar de Las Eras, donde están el cementerio nuevo y el tanatorio, en las cercanías de El Castro, topónimo que revela a existencia del castro astur que fue el precedente de la población, reconocido por el profesor José Manuel González y Fernández Valles el 21 de septiembre de 1963 y descrito en 1989 por los también arqueólogos Jorge Camino Mayor y Vicente Rodríguez Otero para el Inventario Arqueológico del concejo de Tineo. Un poco más a la izquierda es El Picu la Rasa (683 m). A la derecha está El Monte Armayán con Las Escaldas (581 m) y, a lo lejos, el pueblo de Castañera, donde se encuentra el castro de El Fumanín, no muy lejos de Arganza, paso de otro viejo camino hacia Allande por el sur del Concechón, al que Rafael Lorenzo denomina Senda Rierana de La Barca, paso que fue también de peregrinos. En la lejanía, la Sierra del Acevo, en Cangas del Narcea y los altos puertos de la Cordillera hacia Ibias y Degaña...


La Peña Sandolina con El Picu Cándana (615 m), señala el 'socavón' del profundo valle del Narcea. La carretera AS-215 baja hacia él por el de uno de sus afluentes, el río Vil.lar, cerca de cuyas fuentes pasábamos viniendo por El Pedregal. En la distancia y al sur El Picu L'Acebu (1.205 m) es el del venerado santuario mariano de dicha advocación, en Cangas del Narcea


Serranías pues de L'Acebu, La Pilarina, La Serrantina, La Cabra y muchas otras del vecino concejo Cangués, el mayor de Asturias, aunque al de Tineo/Tinéu se le conozca como El Concechón por su tamaño


Las montañas del suroccidente tienen zonas de grandes pastos en sus cimas, algunas formando grandes mesetas con pueblos de cierta entidad, como el cangués de L.lamas del Mouro, famoso por su cerámica negra. Ahí tenemos El Picu'l Mouru (930 m)


Dagüeño, Quintanal y otras serranías forman un gran mapa de montañas y profundos valles, cada uno con sus antiguos caminos hacia los puertos de la Cordillera, paso a la meseta


Y es que este Paseo de los Frailes es todo él un balcón natural y mirador sobre la población y hacia el suroccidente astur. Caminamos junto a esta antigua muria que se extiende cuesta abajo a partir de las casas en ruinas que dejamos atrás. Llama la atención esta que fue una antigua puerta de acceso a la finca


Los peregrinos que hayan decidido ir al albergue público Mater Christi aún podrán dirigirse a él desde un poco más abajo, cuando lleguemos al famoso Monumento al Peregrino, que enseguida vamos a conocer, inaugurado en el año 2004, cuando aún pasaban relativamente pocos peregrinos (en comparación con hoy en día al menos), pero cuando ya quedaba claro que su flujo era constante y que el Camino de Santiago se había recuperado para quedarse y que no era una moda pasajera de los Años Santos Compostelanos 1993 y 1999 (el Xacobeo)


En la actualidad en la villa hay varios albergues privados y otros alojamientos, como pensiones y hoteles, aunque no exclusivos para peregrinos, sí están bastante enfocados en ellos y los reciben con gusto. También, por supuesto, el peregrino encontrará hostelería, tiendas y comercios, farmacias, centro de salud correos, entidades bancarias y otros servicios


Carretera de San Roque o AS-359 y cruce con la carretera del Crucero. A la derecha las urbanizaciones de El Viso y a la izquierda la nave de Talleres Manolo


La villa se extiende ladera abajo, toda esta zona es una de las de mayor expansión urbanística, cuesta abajo hacia El Pascón. Más lejos tenemos otra hermosa vista del pueblo de Castañera con El Picu Cándana, ambos ya antes mencionados


Destaca también, sobre la gran hondonada del valle del Narcea, El Picu l'Alto (705 m) y, a sus pies, La Peniella (547 m). Más allá la loma del citado Picu'l Mouru y, la izquierda, El Campu la L.lomba (873 m)


Justo detrás de la nave reconocemos ahora La Sierra la Cogolla o la Cogocha, con su espolón más occidental en La Pena Montañales


Y a su izquierda y más al este es el Biduréu o Buduréu (781 m) con Las Penas del Burrón (774 m). La vista llega a Pena Reigada (961 m) y La Sierra las Palancas, al otro del Narcea


Según vayamos avanzando por el Paseo de los Frailes aparecerán ante nuestra vista nuevas perspectivas y detalles


El cruce de carreteras al pie del polideportivo y, a lo lejos, otra montaña emblemática que ha sido una de nuestras referencias visuales y geográficos desde que salimos de La Espina: Penamanteiga


Ahí destaca en su cresta de cumbres El Picu l'Horru (1.521 m), que tiene a la derecha Los Calostros del Pousadorio (1.419 m) y El Picu la Bobia (1.277), ya en La Sierra Chagunil. A la izquierda están El Picu la Vallinona (1.474 m), Pena Furada (1.472) y L'Altu'l Pozu (1.479 m)


Y aquí, mirando al polideportivo, las piscinas municipales, al pie de las arboledas de San Roque, que se llenan en verano


Otra flecha amarilla pintada en esta farola nos indica que desde aquí también podremos dirigirnos, saliendo del Paseo de los Frailes, hacia el albergue Mater Christi. En concreto por un sendero a la izquierda a la altura de la siguiente farola


Y esta es la susodicha farola, también con su flecha amarilla: el sendero baja justo al pie de la barandilla que vemos en un rellano poco más abajo...


Es el rellano del Monumento al Peregrino, al que también nos referíamos antes. Vayamos al Mater Christi o sigamos de frente por el Paseo de los Frailes, muchos peregrinos hacen aquí un alto y se hacen unas fotos o selfis. Unos bancos un poco más allá serán también un buen lugar para descansar...














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