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lunes, 29 de agosto de 2016

O VAL DE LOURENZÁ Y EL PAZO DE TOVAR (GALICIA): CAMINO NORTE HISTÓRICO (11)

El Pazo de Tovar en O Val de Lourenzá
Bajada a O Val de Lourenzá desde lo alto de A Serra da Cadeira
El Camino Norte de Santiago, en su itinerario más antiguo, ha pasado de Asturias a Galicia por la Ría de Abres, en el bajo Eo, tal y como hacían los peregrinos de antaño, y los arrieros y viajeros que no deseaban ni exponerse a las corrientes de su estuario ni pagar el gravoso pasaje en peligrosas barcazas, máxime cuando, siglos ha, las poblaciones de la zona eran apenas pequeños puertos naturales con escasos habitantes y sin fundaciones hospitalarias, que irían llegando a partir de la prosperidad de las nacientes villas y polas en la baja Edad Media. Aún así, muchos romeros siguieron prefiriendo pasar a pie en Abres por A Ponte Vella, ahora sustituida por A Ponte do Fondrigo y atravesar el concello de Trabada rumbo a Mondoñedo, tal y como hemos hecho nosotros en este itinerario recuperado, revitalizado y señalizado oficialmente, subiendo desde Trabada por A Trapa y A Serra da Cadeira para bajar aquí a O Val de Lourenzá


El valle está formado por tres parroquias que hasta 1840 fueron concello independiente, Santo Adrao, San Xurxo y San Tomé, incorporadas entonces a causa de las severas reformas administrativas de la época, al concello de Vilanova de Lourenzá. El valle siguió teniendo una impronta propia pero jamás, pese a algún ocasional intento, pudo volver a constituirse en ayuntamiento. Ambos términos jurisdiccionales, O Val y Vilanova de Lourenzá, pertenecieron también, antes incluso de ser ayuntamientos y durante siglos, a la desaparecida Provincia de Mondoñedo. suprimida en 1833 (Galicia tenía siete), la cual a la vez sucedía a la histórica Diócesis de Britonia, de origen altomedieval. Así nos lo explica la propia página del concello de Lourenzá:
"En el antiguo régimen el espacio territorial de Lourenzá estaba copuesto por dos jurisdicciones:
La del Val de Lourenzá

La de Vilanova de Lourenzá
las dos pertencientes a la provincia de Mondoñedo (en aquel momento Galicia tenía 7 provincias).

En la lista alfabética publicada de los Ayuntamientos de la Provincia de Lugo del año 1835 figuran dos Ayuntamientos: O Val, con las parroquias de San Xurxo, San Tomé y Santo Adrao y el de Vilanova con Santa María, Masma, Oirán y Couboeira.

En la revolución de 1840 se hace una verdadera escabechina en la división municipal suprimiendo 30 Ayuntamientos, desapareciendo así el de O Val. El nuevo de Lourenzá absorve a aquel quedando dentro del partido judicial de Mondoñedo con las parroquias de: Santa María de Valdeflores, San Xurxo, San Tomé y Santo Adrao"

En medio del valle reconocemos perfectamente los barrios y lugares de San Tomé de Lourenzá, hacia donde nos dirigimos. Más a la izquierda estaría Santo Adrao, al sur; y la derecha es San Xurxo. En lo alto destaca el monte Padornelo de 618 metros de altitud. Al otro lado está Mondoñedo, a donde iremos luego de subir a Lindín, a la izquierda de la montaña y de la foto


A nuestra derecha las laderas de A Serra da Cadeira, bajo A Órrea, su máxima elevación. Durante años el camino oficial estuvo señalizado por ahí, camino de Vilanova de Lourenzá, la capital del concello, donde enlazan con el itinerario del Camino Norte que viene de Ribadeo, pero ese tramo entre A Trapa y Vilanova ha sido desoficializado y han quitado los mojones. Otra cosa es que se haya replanteado en su momento reseñalizarlo reponiendo sus flechas amarillas, para aquellos peregrinos que deseen hacer una etapa más corta


Cujesta abajo en este nuestro camino a Mondoñedo, vamos viendo el valle, O Val, por la zona de San Adrao de Lourenzá, bajo A Serra das Augas Santas (716 mts.) A Cova Longa (463 mts.) y A Granda (479 mts.)


El paisaje se nos ocultará un buen tramo al ir bajando entre las plantaciones de eucaliptos


Los hitos del Camino, con sus conchas y flechas, nos indican la buena dirección


Cuando SOLO estamos a 165 kilómetros... y pico de Santiago


Volvemos a salir a campo abierto. sigue habiendo extensos prados de pasto, muestra de cómo era antaño el paisaje rural de estas montañas que guardan el valle


 O Val y sus parroquias: Santo Adrao, San Xurxo y San Tomé, que extienden sus aldeas, barrios y lugares por la campiña y algunas laderas de estas alturas del Padornelo, al otro lado de las cuales, por su ladera oeste discurre el otro camino, por el que ahora van la mayor parte de los peregrinos tras cruzar de Asturias a Galicia en Ribadeo, y al que nos uniremos en la Praza da Catedral de Mondoñedo


San Tomé, bajo A Folgueirosa, O Coto da Paleira, A Cruz Pequena, A Lagoa Pequena y los 618 metros de Padornelo con sus antenas. Según datos de Andrés García Doural en Miscelánea Mindoniense, el primero que practicó ala delta desde su cima fue el lucense Ulises Sarry en octubre de 1978


Salimos a una pista y seguimos bajando a la derecha, al lado de un pinar


Estamos bajando a los barrios de Santo Amaro, una de las parroquias de O Val de Lourenzá


Al fondo San Xurxo, también de O Val. Existe no obstante ciertos criterios diferentes sobre la linde exacta y oficial de estas parroquias 


En los cruces siempre de frente hacia abajo. Allá vemos los barrios de A Covela, Combre, As Rivas y O Batán, en este valle bañado por los regos de O Batán, Baus, Requeixas, y sus afluentes


Es la bajada final desde los altos de la Serra da Cadeira


El descenso se suaviza notablemente en esta larga recta


San Tomé al oeste y arriba, a la izquierda, vemos uno de los viaductos de la Autovía del Cantábrico (A-8) en la ruta del Alto da Xesta, tantas veces cortada al tráfico a causa de las nieblas


Allí está Lindín, a donde subiremos desde San Tomé, entrada al concello de Mondoñedo. Desde allí bajaremos al valle del Valiñadares y a la ciudad, capital que fue de una de las siete provincias gallegas de antaño, como hemos dicho, que bien merece ser un buen final de etapa para tener tiempo a ecorrer alguno de sus rincones y monumentos más interesantes e inolvidables


Pasamos ahora bajo este gran castiñeiro


Y seguimos bajando poco a poco, contemplando tan magnífico paisaje


Al lado de unas tierra de labor y frente a unos pinos y eucaliptos llegamos a esta encrucijada


Atendiendo al mojón hemos de ir a la derecha


En dirección al barrio de A Covela


Bifurcación: vamos a la izquierda y seguimos bajando paso a paso


Helechos y eucaliptos


Es el Rego de Albarón, sobre el que pasamos por esa senda


Salimos de la vegetación a unos campos, con hierba alta en primavera


Y en A Covela, antes de las primeras casas, llegaremos a una carretera local, asfaltada, donde bajaremos a la izquierda


Y seguimos en descenso hasta la gran llanura central de O Val


Pasamos junto a un bosquete ribereño


Luego una casa labrega, con su cuadra y cabazo


Rodeamos su terreno y descubrimos otro gran paisaje del valle


Bajo nosotros A Ribalta y O Coto, al fondo los montes de Padornelo a la derecha, con sus 618 metros de altitud, y a la izquierda A Pena do Oso (409 mts.), Coto Redondo, Monte da Farrapa y Monte do Chao de Ameixón (748 mts.)


En medio la parroquia de San Tomé de Lourenzá, extendida de este a oeste del gran valle


Y allí se divisa con su alta torre campanario la iglesia parroquial de San Tomé, del siglo XVI, junto a la que habremos de pasar antes de iniciar la subida a Lindín


Seguimos esta larga recta y vemos abajo a la izquierda un grande y emblemático palacio


Es el Pazo de Tovar, uno de los grandes símbolos del patrimonio de O Val de Lourenzá y de este trazado histórico del Camino Norte. Sus primeros testimonios son del siglo XII, cuando aquí estaba la pequeña villa amurallada de Canedo, con una torre, llamada Torre de Canedo, origen del actual conjunto. Estas torres se levantaban tanto para defensa como para dominio del territorio en aquellos siglos truculentos y feudales.


En un principio la antigua Torre de Canedo estuvo dentro de las propiedades del monasterio de San Salvador de Lourenzá, en la capital del concello, por donde pasa el camino que viene de Ribadeo y que se unirá a este en Mondoñedo, siendo sus propietarios del linaje de los Ponce de León, emparentados lejanamente con el conde-santo Osorio Gutiérrez fundador del Cenobio


Con el paso del tiempo se sabe que la torre fue cayendo casi en un estado de ruina, a tenor de lo expuesto en la documentación conservada. Es ya acabando el siglo XV cuando las distintas ramas de la dinastía Aguiar dan la posesión del torreón a la familia de Pardo de Cela, Mariscal de Castilla y Alcalde de Viveiro, en concreto en 1517 a Pedro Pardo de Cabarcos que, muerto en Granada, hizo testamento de una...
"torre vieja, caída la mayor parte de las paredes, sin coberturas y madera y una bodega y lagar viejo" sito todo ello en el Coto de Canedo"
Su sobrino Antonio de Tovar y su esposa Blanca Pimentel de Ribadeneira heredaron estos bienes reformándolos al gusto castellano del llamado estilo gótico isabelino

Es luego, en el siglo XVI, concretamente en 1530, cuando este Antonio de Tovar,  pariente cercano del Mariscal Pardo de Cela, noble gallego que se opuso a los Reyes Católicos y hombre de confianza del emperador Carlos I  de España, transforma la vieja torre y hace una fortaleza, más palacial que propiamente defensiva, dentro de la dinámica de cambios sociales y políticos acaecida tras el final de la Edad Media


No obstante a su muerte, y cuando la obra no estaba siquiera acabada, sus descendientes abandonaron el lugar, siendo este pazo administrado por gentes de su confianza quienes lo arrendaron a sucesivos inquilinos. Por entonces se estaba produciendo otro fenómeno, la nobleza rural, si bien mantenía sus posesiones, empezaba a preferir vivir en las más animadas y socializantes villas y ciudades nacidas al amparo de las pueblas medievales, donde se tomaban las decisiones y se ejercía el poder sobre territorios enteros. En lo concerniente al palacio sus sucesivos propietarios no tuvieron mayormente interés en arreglos y reformas y esto trajo consigo dos cosas, una mala: el deterioro del pazo, y otra buena: que se mantuvo casi intacto respecto a la construcción del año 1530


Un poco más al sur, en A Igrexa, al lado de la iglesia parroquial de San Adrao de Lourenzá, se ha localizado un castro galaico que sería el antecedente fortificado de la actual fortaleza, al igual que el existente un poco más al norte, en San Xurxo, también en el lugar de su iglesia, cristianización de espacios sagrados muy anteriores a la llegada de Roma


Llegamos así al barrio de Combre


El Camino, llano y asfaltado, pasa junto a algunas casas


El espeso matorral proporciona buena sombra


Al fondo vemos un pequeño parque


Y antes de él un cruce de caminos, en el que bajaremos a la izquierda no sin dejar de ver la Capela da Nosa Señora da O, relacionada también con el histórico Coto Real de Canedo, reconstruida en 1962 por cuestación popular conserva en su interior un retablo renacentista del siglo XVII, así como las imágenes de la Virgen de la Expectación al Parto, de finales del XVIII como las de San Antonio de Padua y San Miguel Arcángel, El Padre Eterno. Más antigua es la talla de Santa Cristina de Alejandría, de finales del siglo XVI, centuria en la que se construyó el actual pazo sobre la torre anterior


Vamos pues desde el campo de la capilla rumbo al Pazo de Tovar, que vemos abajo al final de la cuesta, en lo que fue antaño el Real Coto de Canedo


Antiguo comercio del lugar, a la izquierda


A la derecha, hito del Camino ante el Pazo de Tovar, los barrios de San Tomé y, a lo lejos, Lindín ya en Mondoñedo, como hemos dicho, donde se cruzaban los caminos de Asturias y de Castilla, este segundo procedente del sur, importante ruta de la arriería maragata, que ha marcado incluso la toponimia de esas montañas, como veremos en el siguiente tramo de camino, en el capítulo correspondiente a la llegada a Mondoñedo


Un magnífico panorama con la torre rodeada de tierras de labor y cultivos. Manuel Gago en A tentas pola fortaleza de Tovar, dice que en tiempos el pazo estaba rodeado de viñedos que se exportaban a Burdeos, según testimonio recogido a un vecino, José Ventoso, referido a antiguos documentos


Quizás sea esta la parte de más apariencia defensiva de la fortaleza de Tovar, si bien las ventanas, grandes para un castillo, delatan la nueva función residencial que tuvo a partir de las reformas del siglo XVI


El cabazo y otras dependencias denotan los usos agropecuarios del nuevo palacio, donde, desde 1530, vivieron varias familias, hasta la actualidad, a veces al mismo tiempo, normalmente como arrendatarios, generaciones enteras de campesinos que terminaron comprándolo. Escribe de ellos, de la familia Ventoso, el mencionado Manuel Gago, fecha junio de 2010:
"Os Ventoso son encomiables, un exemplo privado de amor polo patrimonio. Publican información sobre a fortaleza no seu web fortalezadetovar.net, con contidos en licenza Creative Commons, e non paran de negociar, primeiro co bipartito e agora co goberno do PP, para conseguir o financiamento que evite a ruína da casa dos seus devanceiros. Tentan ler nos documentos do XVI, pero precisan estudos de paleografía. Botan contas para ver o xeito de pagar as catas arqueolóxicas previas a unha mínima consolidación, eles, de familia labrega. A vella matrucia, Angelita, coa súa bata cruzada, vixía con cariño o devalar ruinoso deste maxestuoso edificio. Témoslle que agradecer a eles que nos permitiran acceder ao interior da fortaleza e puideramos explorar un recinto tan evocador. Tamén aos amigos que nos levaron ata alí"
Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1949 y restaurado entre los años 2011 y 2014 por la Xunta de Galicia, abriendo seguidamente sus puertas al público. En nuestros días hay restaurante, O Forno de Tovar, y es sede del Centro de Interpretación de Pazos Galegos


A la derecha pasa el Camino hacia el barrio de O Aimeiral, ruta de A Veiga de San Tomé, en la siguiente parroquia de la ruta


Prados de siega y tierras de cultivo en torno al pazo, principalmente maíz y las famosas fabas de Lourenzá, de las que ya hemos hablado en el anterior tramo del camino, pues se plantan en toda la comarca. Esta es su definición en la página del Ministerio de Agricultura:
"El producto amparado por la I.G.P. "Faba de Lourenzá" son judías secas (alubias o "fabas") separadas de la vaina procedentes de la familia de las Fabaceas o leguminosas, especie "Phaseolus vulgaris, L", de la variedad local conocida como "Faba Galaica", sanas, enteras, limpias y destinadas a consumo humano.

Son judías de color blanco uniforme, sin dibujos, de tamaño muy grande y forma arriñonada, larga y semillena.

La "Faba Galaica" presenta unas características cualitativas que la diferencian de otras alubias y que la hacen muy demandada por los consumidores, debido a su calidad culinaria excepcional, motivada por su escasa proporción de piel (entre 8-10 %); su elevada capacidad de absorción de agua, superior al 100 %; y su comportamiento en cocción, consiguiéndose al final del proceso granos enteros y completos, en los que destaca la pastosidad de su pulpa, exenta de grumos y escasamente diferenciada de la piel.

Zona geográfica

Abarca el territorio costero de la provincia de Lugo, comarca natural conocida como A Mariña Luguesa, dividida en tres comarcas administrativas: A Mariña Occidental, A Mariña Central y A Mariña Oriental, que engloban los municipios de: Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, Pontenova (A), Ribadeo, Trabada, Valadouro (O), Vicedo (O), Viveiro y Xove"

Y en el antiguo Coto Real de Canedo un cruce: iremos a la derecha. Desde aquí se domina la mayor parte del valle, pues la nobleza feudal se transformaba en terrateniente o administradora de extensos territorios. Si bien la casa-fuerte ya no era viable con la nueva situación histórica, no era obstáculo para los nuevos ingenios bélicos aparecidos al extenderse el uso de la pólvora, su estratégica ubicación seguía siendo indiscutiblemente importante para el control del valle, viendo los caminos, las casas y los cultivos, en lo que era uno de los principales caminos entre Asturias y Galicia


La fortaleza destaca en el verde valle, según nos acercamos nos parece aún más grandiosa, testigo del pasado y puerta de la historia: Deseamos compartir esta sinopsis del investigador Carlos Andrés González Paz para su libro El Pazo de Tovar: espacios, perspectivas, tiempos, que nos quita algunos tópicos y estereotipos sobre los pazos gallegos, de muy recomendada lectura para los más interesados:
"La -cultura de los pazos- en Galicia ha sido descrita hace unas décadas como un fenómeno intrínsecamente gallego, moderno e hidalgo, armónicamente inserto en las estructuras, dinámicas y procesos socioeconómicos de sus tiempos y espacios con una visión decididamente elogiosa que lleva a la conclusión, lógica, de que -la despoblación de los pazos ha sido una pérdida real para la vida intelectual, social y económica de Galicia-. Sin duda, esas luces ùque muchos investigadores actuales destacan cada vez másù contrastan con el oscuro estereotipo lanzado por Emilia Pardo Bazán a finales del siglo XIX en Los Pazos de Ulloa, una novela repleta de gentes y edificios tenebrosos propios de un -país de lobos-, donde las personalidades luminosas se veían irresolublemente condenadas a ser devoradas por las negruras de un mundo lóbrego que envilecía, empobrecía y embrutecía a sus habitantes. Un buen ejemplo es el pazo de Tovar, en Lourenzá (Lugo). Esta casa-fuerte medieval de singular estructura estuvo sucesivamente vinculada al monasterio benedictino de San Salvador de Lourenzá, a la estirpe Ponce de León, al linaje Aguiar, a la familia del mariscal Pedro Pardo de Cela, a Antonio de Tovar contino de su sacra, católica y cesárea majestad imperial, a los marqueses de Villasanteà 
Esta trayectoria pasada, de cierto esplendor en determinadas etapas, no impidió que sufriese doblemente. Tuvo que afrontar, por un lado, los múltiples males de sus piedras que amenazaban su propia conservación y, por otro lado, la presión de su devenir histórico, marcado por la historia general y la familiar de las gentes que lo ocuparon. Se convirtió así en un verdadero microcosmos, como eran hasta hace poco todas las grandes casas campesinas, pero también, por sus características nobles, que lo distinguían de ellas, en un epítome de nuestra historia medieval y moderna"

Seguimos pues flechas y conchas, pues aún sigue la bajada hacia el valle


Curva a la izquierda


Y ya bajamos al pazo, de quien también escribió de su historia y semblanza Carlos Amieiro Ventoso, escritor argentino con raíces en este lugar, pues en el pazo nació su madre, quien publicó en 2016 Viaje a los orígenes. Gente del Pazo de Tovar, 19 cuentos que describen a la gente que vivió en el palacio. La Voz de Galicia del 9-7-2016 publica esta entrevista dedicada a la presentación del libro:
El Pazo de Tovar de Lourenzá guarda gratos y emotivos recuerdos para Carlos Amieiro, ingeniero en Petróleo por la Universidad de Buenos Aires, donde nacía en 1943. En el año 1955 regresaba a sus orígenes laurentinos precisamente para descubrir entre piedras toda una vida. O varias, mejor dicho, de aquellos que allí tuvieron algún día su hogar, entre otros, su madre. El resultado es un libro que presentará el próximo sábado, día 9, allí mismo, a las 20.00 horas. Es Viaje a los orígenes. Gente del Pazo de Tovar.
-Qué le animó a escribirlo? 
-La idea nació, por un lado, de la necesidad que tenía de promocionar el Pazo de Tovar. Por otro, allí nació mi madre, por tanto tiene mucho que ver con la familia. Son 19 cuentos que intentan describir la gente que vivió en este lugar, en esta fortaleza. Ella nació allí en 1913. El libro fue una consecuencia de que mi primo, José Ventoso, el dueño actual, lo reconstruyese. Hace unos años este edificio estaba casi en ruinas. Entonces, se me ocurrió que esas piedras había que llenarlas con gente. Estuve trabajando desde el punto de vista informativo. De mi familia vivieron ahí cuatro o cinco generaciones. El pazo es de 1530, pero ya tenía historia anteriormente, porque fue una reconstrucción de Antonio de Tovar como su residencia en Galicia aunque antes era una torre fortificada. A partir de ahí, con la información que saqué, fundamentalmente de datos de las parroquias en Lourenzá, Mondoñedo y Lugo, pude recopilar información. Intenté ficcionar los cuentos y cada cuento se corresponde con un personaje, época y año y fenómeno o sensaciones. La historia termina en 1955. Entonces yo tenía 12 años. Por eso el último cuento es el viaje a los orígenes, el viaje que realiza la familia cuando yo tenía esa edad y se reencuentra con la familia después de 40 años de estar en Argentina. Para mí significó un antes y un después con respecto a lo que era la familia, en el sentido en que yo no conocía ni a mis tíos ni a mis primos, solo tenía referencias de lo que me comentaba mi madre de los suyos y de los vecinos, así como de la gente emigrada a Argentina pues la mayoría de la zona eran conocidos de la familia. A partir de los 12 años cambió la relación porque para mí era un mundo nuevo y un ambiente distinto al de Buenos Aires 
¿Qué personaje le despierta más interés? 
Evelio. Para mí es entrañable porque tiene que ver con aprender los oficios y la relación que existe entre padre e hijo y lo que significaba en aquella época el mundo de las cofradías o los que se dedicaban a tareas específicas. El otro personaje que me agrada mucho es la historia de un muchacho que muere en la Guerra Civil, un soldado del ejército de Franco. Murió cerca de Barcelona, donde precisamente vivo ahora 
El libro está ilustrado por Eduardo Baamonde y se ha publicado en castellano, y en gallego con ayuda de María Dolores Villanueva. «La versión en catalán está en proceso», dice"

El itinerario señalizado sigue de frente, dejando el pazo a la izquierda, pero como buenos amantes que somos del Camino y su patrimonio no nos resistimos a hacerle una merecidísima visita


Podemos caminar por el sendero que va a la puerta de la fortaleza. Aquí unas placas informativas nos explican su historia


También Manuel Gago hace una hermosa semblanza de los pazos de esta época del XVI, el final del mundo medieval:
"Como ben sabedes, as fortalezas do Renacemento galego, -co seu estilo pacego, os seus medallons reflectindo heroes mitolóxicos- son a nosa paixón. Estes edificios son o exemplo vivo de arquitectura construída nun tempo de transición, que os propietarios non saben se ha volver ou non, como é o caso do mundo feudal, pero tamén das transicións na estética e no gusto dos aristócratas.

Son fortalezas reformadas ou erguidas a principios do XVI, cando o mundo se comezara a facer grande e os vellos señores viñan retirarse despois de correr aventuras por Europa adiante, algúns deles ricos cando partiran como escudeiros de grandes señores. Despois de servir nos exércitos de El-Rei, estes maduros aristócratas non estaban xa para combatir entre as pernas de Andrades, Soutomaiores, e Fonsecas, pero a prevención galega seguía a quedar" 
En este caso, las reformas efectuadas en la antigua Torre de Canedo por parte de Antonio de Tovar cuando consiguió su titularidad, se basaron en el arte gótico isabelino, propio de la época, que es la esencia constructiva del actual pazo


Si nos fijamos en el cabazo u hórreo estilo Mondoñedo, presenta decoración geométrica y popular


Algunos elementos como la hexapétala o estrella de seis puntas aparecen representados ya en el arte castrexo y fueron en origen representaciones solares


Vemos la gran torre con sus numerosos detalles artísticos y constructivos, troneras saeteras, almenas y barbacanas


Esta por ejemplo, es la inscripción del año 1530 en la que se menciona a Antonio de Tovar y a su esposa como patronos de la construcción de la nueva fortaleza sobre la vieja y desvencijada Torre de Canedo:
DN ANTONIOUS DE: DOMO KA IS: HANC: FE NA BLANCA M D XXX DE TOVAR ROLI: CÉSAR CIT: CUM: CO: SVA: VXORE
-En el año del señor de 1530 Antonio de Tovar de la Casa del César Carlos hizo esta (casa) con Doña Blanca, y su mujer-El César Carlos es Carlos I de España y V de Alemania, doble corona imperial, quien reinaba por entonces 
El muro y los pequeños ventanucos de lo alto revelan la impronta militar que siempre conservó el pazo, si bien ya como elemento decorativo más que por necesidad bélica. Durante las reformas y reconstrucciones de muchas torres y castillos, desde el siglo XVI hasta bien entrado el XX, imperó un gusto medievalizante en muchas ocasiones. Unas veces conservando antiguos elementos pero otras añadiéndolos de nuevo cuño, recreando idealizadamente una traza del medievo, como ostentación de la antigüedad o nobleza del linaje


Otras ventanas más grandes, abiertas así para dar más luz al interior, muestran la parte puramente residencial de la construcción, siguiendo modelos más propios del arte renacentista


Una de esas ventanas tiene reja y blasón


Vamos dando la vuelta a toda la construcción, fijándonos en todos sus elementos notables


En esta esquina vemos también un pequeño escudo con una cruz


De unos años acá se celebra en este pazo y su campo la Festa Campesiña, cuya primera edición se festejó en 2017, colaborando en su organización el Concello de Lourenzá, la Deputación de Lugo y diversas asociaciones. Se trata de una xuntanza de fiesta y convivencia, que como decía la Alcaldesa Rocío López, presentando la edición de 2018...
“esta cita é unha das máis singulares dentro do calendario lúdico do noso municipio. Conta co respaldo dos veciños e veciñas, representados nas distintas asociacións que colaboran na organización deste evento. É por tanto un punto de encontro, de reunión, no que todos os veciños acoden a este lugar a pasar un día en sociedade e a gozar dos encantos que esconde esta fermosa fortaleza”

En el Pazo de Tovar también se celebran las Xornadas de Historia Local de Lourenzá, un encuentro con los orígenes del concello con conferencias, conciertos y diversas actividades 


Existen en Galicia en torno al millar de pazos, según datos de la investigadora Clara García Formoso en Habitar el paisaje gallego. Del pazo a la vivienda contemporánea, y abarca un tiempo que va desde finales de la Edad Media al siglo XIX, en el que se va abandonado este estilo constructivo, si bien se llegan a edificar algunos en el s. XX: Los primeros, como es este al caso surgen en torno a las viejas torres medievales cuyo cometido defensivo ha pasado ya a la historia. La política centralizadora de los Reyes Católicos desarmó a la nobleza local (se llegaron a derribar torres y castillos) y esta pasó a hacerse cargo de sus rentas, tierras, labrantíos y colonos, controlando a los campesinos y su trabajo. La llegada del maíz y las patatas de América afianzó esta actividad agropecuaria


Posteriormente la nobleza, reiteramos, también fue dejando con el tiempo de vivir aquí, al menos permanentemente, al preferir estar cerca de los poderes que fluyen en las crecientes villas y ciudades. En no pocas ocasiones vendieron o arrendaron estos pazos, en otras se transformaron en quintas de recreo. En el siglo XIX con el auge de la industria y el comercio en las ciudades se va produciendo un abandono casi definitivos hasta que, muy avanzado en siglo XX, se procede a la rehabilitación de no pocos de ellos, afianzando su importancia en el paisaje y sociedad gallegos, buscándoles nuevos usos, públicos y privados. Tal y como hemos visto en este Pazo de Tovar


Dando la vuelta al pazo vemos ahora, en su cara oeste, la parte con la estructura más residencial. Aquí sí se descubren y hacen patentes las más de las reformas, hechas sobre la marcha por los sucesivos residentes, para darle mayor habitabilidad, según sus gustos y necesidades más perentorias: grandes ventanas, escaleras, chimeneas, etc. transformando la casona que a su vez reformó la torre feudal


En el campo de la fortaleza una tarima a la sombra de un venerable árbol es escenario de reuniones, bodas, conciertos...


Más plantaciones de fabas de Lourenzá en una fabulosa perspectiva lineal del valle hacia el Padornelo


Actualmente está aquí el restaurante O Forno de Tovar, en el que se celebran además jornadas gastronómicas, como las de la Galiña de Mos, raza autóctona gallega


Hermoso corredor, uno de los elementos habitacionales rehabilitados, parte de las reformas para darle más forma de casa funcional, así como el portalón. Adentro hay además una escalera de caracol


Dando la vuelta completa vamos regresando al caminode entrada


Ahí están la portada de acceso principal al pazo, siendo las ventanas de este muro norte las más grandes


En esa torre una especie de tronera o saetera defiende una de las entradas


Hecha para disparar y ver a través de ella. Tal vez se trate de un elemento reaprovechado de la antigua torre


Ventana gótica y otra tronera de disparo, esta mirando hacia la puerta principal


Al igual que esta otra


Vamos pues ahora a acceder al interior


Sobre la puerta al gran patrio central, escudos y bajorrelieves


Las linajudas estirpes del lugar...


Y a ambos lados cabezas de caballeros


Con sus yelmos


Adentro la vivienda, con sus portales y corredor


Además del Centro de Interpretación dos Pazos Galegos también podemos ver aquí el Museo do Liño y O Rincón do Xuguete


Picuda puerta gótica con sus preciosas formas y acceso a las antiguas viviendas


Volvemos al exterior


Y nos despedimos del Pazo de Tovar pero con ganas de volver pues es una de las maravillas de esta ruta xacobea


Regresamos al Camino, que atraviesa el valle de este a oeste: el Padornelo nos guía


Larga recta junto a las plantaciones de fabas. El Rego do Batán discurre también por el medio del valle, pero este de sur a norte, hacia Vilanova, la capital del concello, para luego dar sus aguas al Masma


Al fondo la iglesia de San Tomé y arriba una de las titánicas obras de ingeniería de la Autovía del Cantábrico, el Viaducto de Lindín, de 757 metros de largo y una altura de luz que llega a los 103 metros, salvando el collado del Rego de Abidueiras que, al otro lado, baja a desembocar al Valiñadares, uno de los que forman el Masma. Nos sirve de referencia, pues pronto pasaremos debajo de él para llegar a Mondoñedo


Atrás el pazo en la distancia...


Al sur a nuestra izquierda, O Currillón, Bombón, Ríos, O Solleiro, barrios de la parroquia de Santo Adrao de Lourenzá, allí, como hemos dicho, en A Igrexa, un pequeño promontorio es el solar de un varias veces milenario castro galaico. Más altos son a la izquierda los picos de A Serra das Augas Santas que llegan a los 716 metros. En medio es Cova Longa (463 mts.) con Cornomouro (631 mts. ) asomando un poco en la distancia. A la derecha Monte Ferreira (437 mts.)


Llegamos así al barrio de O Aimeiral, de esta parroquia de San Tomé de Lourenzá, viendo las grandes extensiones de cultivos de la famosa Faba de Lourenzá, ya famosa en el siglo XVIII y de la que se dice en el Archivo de Geografía General del Reino de Galicia: 
"La producción agrícola es de lo más vario y selecto, como corresponde a un terreno tan fértil y ameno. De las plantas tropicales hasta las propias de climas templados, y aun fríos, todo se cultiva aquí, pudiendo afirmarse sin exageración que es el valle de Lourenzá el jardín de la provincia (...); que en 1787 existían (...) fanegas de alubias"

Encrucijada y siempre recto y de frente


Huertas y casas en medio de la llanura cuando vamos llegando al barrio de O Amieiral


Campos inmensos en la gran llanura de O Val... salpicados de caseríos y tierras de labor


En O Ameiral sigue el trayecto recto en dirección oeste, pasando junto a esta llamativa casa cuadrada, de piedra


Millo, maíz, cultivado en grandes extensiones. Aquí, sin darnos cuenta, hemos pasado sobre el Rego do Batán


Entre casas labregas y cabazos destaca en la distancia una quinta estilo indiano 


Atentos al llegar a esta nueva encrucijada


Pues aquí cruzamos la carretera local que viene de Vilanova de Lourenzá, capital del concello para continuar de frente al otro lado


Aquí tenemos el mojón con su flecha y su concha


Proseguimos marcha entre estas viviendas con terreno y jardín


Saliendo así de O Amieiral y dirigiéndonos a la iglesia de San Tomé entre más explotaciones agrícolas de la preciada Faba de Lourenzá


De frente As Pedreiras y A Igrexa, a la derecha O Pontigo. Más allá el valle del Rego de Baos, plantado de eucaliptos, por donde seguiremos para subir a Lindín


Impresionante planicie de A Veiga de San Tomé, con la parroquia de San Xurxo al norte. Esencia del paisaje de O Val de Lourenzá


La capital del concello no llega a verse, tapada por los árboles del valle y las colinas que caen, por Sendín, A Bouza da Viña, O Outeiro, Mazúa y A Teixeira desde A Serra da Cadeira. A lo lejos son las montañas de A Frouxeira (427 m), Ato de Virín (484 m) y A Pena do Quebradoiro (432 m) sobre el valle del Masma, y al otro lado, Foz y su ría, que tampoco podemos ver desde aquí


Paso a paso no acercamos al templo parroquial, que destaca en la planicie con su torre-campanario


Y ya estamos entrando en el barrio de A Igrexa, en torno a la parroquial


A la derecha o Pontigo, O Cristo y O Pereiro, montes del Agro da Folgueirosa y Alto da Paleira


Adentrándonos en el barrio de A Igrexa nos acercamos al templo de San Tomé, que ya veíamos desde la distancia, otro hito histórico y monumental en el camino a Mondoñedo 


Su torre es una referencia visual y orientativa pues domina todo este sector del valle


La iglesia de San Tomé de Lourenzá es del siglo XVI pero su traza actual, de tres naves, obedece a las profundas reformas y ampliaciones dieciochescas. La capilla mayor, aquí a la derecha, es parte del templo original


La impronta gótica de los contrafuertes es evidente


Adosada a ella está la estructura del siglo XVIII, teniendo también varias reformas menores posteriores, algunas relativamente recientes


Destaca, insistimos la grandiosa torre del campanario, el elemento que más la caracteriza a simple vista


La iglesia es de tres naves, en medio vemos la puerta principal con la fachada y la espadaña del antiguo templo. Otro elemento añadido es el pórtico lateral. Si tenemos oportunidad visitemos el interior, donde hallaremos un magnífico retablo estilo colonial, dieciochesco, procedente del antiguo convento de Alcántar, en Mondoñedo. El retablo mayor es renacentista y de tres cuerpos, fechado en 1667


En lo alto de la espadaña hay una imagen


El patrón, San Tomé o Santo Tomás Apóstol


Mirando a la iglesia la sede vecinal


Y las señales de la ruta, al lado del parque, donde hay aceras a ambos lados de la calle


Al otro lado, la antigua escuela


A la derecha barrios de O Cristo, A Regueira, A Polida, O Pereiro...


Es esta escuela fue maestro D. Gurmesindo Gómez, emigrante retornado de Cuba que fundó el periódico Las Dos Regiones dedicado a la información de algunas las comarcas gallegas lucensesMartín Fernández cuenta así su biografía en La Voz de Galicia el 18-8-2019:
"La fe de los emigrantes en la cultura y la educación como medios imprescindibles para el progreso y la libertad estuvo detrás de muchas iniciativas emprendidas por ellos. Unos crearon escuelas, otros fomentaron o abordaron novedosas iniciativas y experiencias y algunos fundaron editoriales, periódicos y semanarios para contribuir a la redención y al despegue y modernización de Galicia. Gumersindo Gómez Otero fue uno de éstos. Maestro de Santo Tomé (Lourenzá), cuando retornó a Galicia desde Sancti Spiritus (Cuba), fundó un semanario que informaba sobre A Pontenova y las comarcas de Meira y A Fonsagrada
Había nacido en Meiroi (Ribeira de Piquín) en 1864. Era hijo de María Otero Gómez -fallecida en 1917 a los 75 años y natural de Soutelo (Ribeira)- y de José Antonio Gómez Díaz, de Meiroi. El matrimonio tuvo nueve hijos, entre ellos Bernardo, Modesto y Gumersindo Gómez Otero 
La familia disponía de medios y recursos. Y Gumersindo estudió la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Lugo donde recibió el título de maestro en 1890. La crisis agraria de fin de siglo y una situación política en la que la mitra, el ejército y la hidalguía copaban el poder, fueron determinantes para que el joven maestro decidiera emigrar a Cuba en busca de nuevos horizontes y un aire menos asfixiante. 
Se radicó en Sancti Spiritus, una antigua ciudad cubana que celebró su 500 aniversario. Se ubica en el centro de la isla, en una rica región donde abunda la caña de azúcar. Eso llevó allí a numerosos gallegos. Desde hace más de cien años, cada 25 de julio, celebran el Día de Santiago espirituano con coros, congas y comparsas. Es la fiesta más relevante de la ciudad y también se conmemora en el exilio de Miami. 
Gumersindo Gómez ejerció la docencia en Sancti Spiritus durante 15 años. Diversas publicaciones de historia local recogen hoy su nombre ?junto a Antolín García Alvarez, Bernabé de Pina, Fredesvinda Beltrán o Panchita Hernández- como «maestro primario que, desde la instrucción pública, supo merecer un espacio cimero como educador». Al tiempo que enseñaba, se doctoró en Pedagogía en la Universidad de La Habana 
Cuando regresó a España en la primera década del siglo XX, tuvo dificultades para ejercer su profesión. El Consejo de Ministros le denegó la rehabilitación de la nacionalidad española pues se había hecho cubano para poder trabajar. En el expediente del Consejo de octubre de 1907, sin embargo, se aprueba su petición tras reconocer que se ocupó como maestro en Cuba sin autorización del gobierno español y alegar que lo hizo por «un estado de necesidad». 
Al año siguiente, Gumersindo ya vivía en Galicia. Fundó en Meira (Lugo) el periódico Las Dos Regiones, se casó con Josefa Vidal Ares y fue maestro de Ribeira de Piquín hasta 1920. Luego pasó a la escuela de Santo Tomé (Lourenzá) donde falleció en 1929" 
El periódico Las Dos Regiones se editó en Ribeira de Piquín, parece ser que desde 1907 a 1909, y solo se conservan, que hayan llegado hasta nosotros, tres ejemplares, donados en 2012 a la Biblioteca Nacional de España, que nos habla así de él:
 "Con el subtítulo “periódico de intereses generales” debió empezar a publicarse en 1907, en la localidad lucense de Ribera de Piquín, perteneciente a la comarca de Meira, siendo su fundador y director el maestro y doctor en Pedagogía por la Universidad de La Habana Gumersindo Gómez Otero (1864-1929). Los tres únicos ejemplares que se conocen de este título hasta el momento fueron donados en 2012 a la Biblioteca Nacional de España. Impresos en papel prensa, cada entrega es de cuatro páginas, compuestas a cuatro columnas. A partir de su número 13, en julio de 1908, se hizo semanal, saliendo cada sábado.

Ofrece noticias locales, nacionales y extranjeras y artículos de variada temática (agricultura, ganadería, comercio, industria, fiestas, cultura, tribunales o sucesos) y textos de creación literaria, como son algunos poemas. Se estructura en secciones: Oficial, Religiosa, Correspondencia (cartas de los lectores), Corresponsales y Últimas noticias. Publica también necrológicas y un folletín, y la última plana la dedica a insertar anuncios comerciales. Entre las firmas de sus textos aparecen las de José Manuel Rivero, Constantino Fraguas, Ángel Guerra y J.A. López, probablemente profesionales que ejercían en la comarca.

El periódico debe su nombre a la red de corresponsales, colaboradores y suscriptores con que contaba en las orillas gallega y asturiana a ambos lados del río Eo y servía de enlace entre sus habitantes y los emigrantes en Cuba donde también se vendía. No estampa el pie de imprenta, pero en su última plana hay una inserción publicitaria de la Imprenta del Sucesor de A. Villarmarín, establecida en el número 2 de la calle de Armañá, de Lugo. Debió cesar en su publicación en 1909"


Mientras rememoramos estos episodios seguimos caminando por las aceras del lugar, jalonados de farolas isabelinas


Entre las casas seguimos camino yendo al barrio A Forxa


Y aquí, en A Fonte do Cura, está Fabas Maruxa, uno de los ejemplos de productores de Fabas de Lourenzá. Así escriben de ella en su página de Facebook:
"Somos una familia que nos dedicamos a la cosecha y venta de la " Faba de Lourenzá".

La Faba de Lourenzá, son judías secas blancas.
Somos una pequeña empresa familiar situada en Lourenzá- Lugo, que nos dedicamos desde hace 20 años única y exclusivamente a la producción y venta de habas de esta tierra. 
Para proteger al consumidor del fraude, la Faba de Lourenzá únicamente se vende envasada y etiquetada. Otros productos de orígenes y calidades sin contrastar, se intentan ocultar en venta a granel sin garantías. Sólo hay una Faba de Lourenzá. Nuestra Faba. 
La nueva indicación geográfica protegida Faba de Lourenzá se lo pone fácil: nuestra Faba se distingue con su propia etiqueta. Además, cada saco lleva un número de serie que lo identifica desde el origen hasta el plato. Recuerde, la etiqueta es su garantía como consumidor. 
La Faba de Lourenzá se diferencia de otras:
1. Por su textura carnosa y firme 
2. Por su blancura y forma 
3. Por el aroma dulce, terroso y almidonado 
4. Incluso produce un distintivo sonido 
5. Imposible de confundir al paladar en cualquier recetaEl producto amparado por la indicación geográfica protegida Faba de Lourenzá son judías secas separadas de la vaina, procedentes de la familia de las fabáceas o leguminosas, especie Phaseolus vulgaris, L, de la variedad local conocida como Faba Galaica. 
La Faba requiere alrededor de 5 meses para completar su nacimiento, desarrollo y fructificación completa. El ciclo natural de la planta comienza cada año con la siembra entre los meses de mayo y junio, pero ya antes se habrá trabajado la tierra para que se encuentre al gusto de nuestra Faba. 
La Faba es una planta muy exquisita que requiere un clima y cuidados muy precisos. El agricultor asegura un producto de primera calidad siguiendo una labor minuciosa: preparación del substrato durante el invierno, abonado, plantación, aporcado, eliminación de malas hierbas, entutorado o control de enfermedades, entre otras tareas. 
Entre los meses de septiembre y noviembre se recogen las vainas manualmente para su completo secado al aire. Tras esta ardua tarea, sólo restará la selección de las mejores fabas y su envasado y etiquetado"

Ahora llegamos a un importante cruce, donde hay casas de cierto aire entre urbano e indiano


Ante estas casas de estilo indiano, en esta primera a la izquierda está el Estanco Oural, fundado en 1925


Un hermoso y bien cuidado conjunto de época con comercio y vivienda en el barrio de A Rigueira


Aquí cruzamos la carretera LU-131 frente a Ferretería Valle. Cerca de aquí, a muy pocos metros, está el Hostal Baos, una de las escasas opciones de alojamiento en esta ruta, que cuenta además con café-bar y autoservicio


El camino sigue de frente, al lado de la casa, siempre en llano, pero acercándonos a las laderas del Padornelo, para subir a Lindín, a un paso casi ya, pudiéramos decir, de Mondoñedo


Caminamos hacia el lugar de Castiñeiras Verdes


Es el hermoso valle del Rego de Baos, afluente del Rego do Batán, donde el camino sigue dibujando una recta perfecta


Pazo con palmera y cabazo


Precioso conjunto residencial en Castiñeiras Verdes


Bifurcación: vamos a la derecha


A la izquierda, enfrente de las casas, están los cobertizos, tendejones y cuadras


Las conchas y flechas que marcan el Camino nos señalan y confirman la ruta


A la izquierda las casas de O Rego da Pereira


Otro camino enlaza con este, seguimos de frente hacia el fondo del valle, mientras nos acercamos paso a paso a las montañas, cubiertas de plantaciones de eucaliptos


Hitos del Camino: a la derecha el Coto da Paleira, más allá Padornelo


 Cruce: primero seguimos de frente


Y seguidamente a la derecha


Camino del río y del lugar de O Cal


Donde el Rego de Baos riega estas tierras de fabas


Hay también varias casas y molinos, pero ya en un hábitat más disperso


Nos acercamos, caminando por la senda marcada, hacia alguno de esos conjuntos molineros


Este está preciosamente restaurado, casa, cuadras y molino, en la misma ruta, que podemos ver al pasar


Casa y cabazo, un rincón encantador


Y ahora nos acercamos al molino


Este es el puente sobre el canal que aprovecha el agua del río


Canal y molino, a nuestra izquierda


Hermosa vega a la derecha


Y ahora puente sobre el Rego de Baos. Al cruzarlo iremos a la izquierda


Yendo en dirección a las últimas casas


Vemos ya al fondo la subida a Lindín, entrada al concello de Mondoñedo


Llegamos a este cruce y seguimos de frente hacia la casa. Es la carretera LU-P-2803, con la que enlazamos en este lugar


 Pasamos delante de Villa Rosa


Con un escudo de armas en la fachada y al lado el nombre y la fecha de 1947


Castillo, peces, leones, en las armas del blasón, y arriba yelmo e inscripciones


Desde aquí seguimos rectos, aún en llano


Dejamos atrás la zona poblada y pasamos las primeras plantaciones de eucaliptos, monocultivo forestal maderero en estas montañas


Seguimos siempre por la carretera, en llano y asfaltado


A nuestra izquierda pasa el Rego de Baos, bajo las laderas que caen de lo alto del monte A Granda. A la derecha son las que bajan del Padornelo


Baos hace referencia a vados, cruce de río, del latín vadum, de los varios que sin duda habría a lo largo de su curso fluvial, donde existieron varios molinos


Monte de A Folgueirosa. Aquí el Rego de Ribón, que prácticamente no podemos ver, pasa bajo la carretera a dar su escaso caudal al Rego de Baos


Bifurcación de As Penelas: seguimos por la carretera, a la izquierda


Estamos a 160 kilómetros de Santiago, una bonita cifra...


Hitos kilométricos


Al principio casi imperceptiblemente, la carretera empieza a subir...


En las curvas gana altura


Y vamos entrando en el concello de Mondoñedo


A la izquierda, siempre por el asfalto


Curva a la izquierda, ante las alturas de Sumeiro (384 m) y A Granda (487). Por aquí baja el Rego das Penelas


Curva a la derecha por la ladera del monte


La subidas se va volviendo más pronunciadas según avanzamos


Kilómetro tres de la carretera LU-P-2803


Pared de piedra, que sale a la luz al hacer o ensanchar camino, labrándolo en la roca viva


Subiendo empezamos a tener vistas sobre el valle de este Rego de Baos y las montañas que lo circundan


Soutoxuane (423 m), bajo el Monte de Ferrería, perteneciente a la parroquia de Santa María Maior, concello de Mondoñedo



Monte Sumeiro, abajo quedó ya el Rego de Baos


Lugar de trabajos madereros, troncos apilados


Un poco de bosque autóctono en el Rego do Caxigo, otro de los arroyuelos, afluentes del Rego de Baos, que nacen en estas montañas


Aquí, mucha atención hemos de dejar la carretera e ir a la derecha, por una pista terrera


Siempre atendiendo al mojón y la flecha


La pista, muy ancha pues es de uso forestal, sigue la subida rampa arriba


A la sombra de la arboleda que crece en ambas márgenes


Para ganar altura el camino zigzaguea serpenteante siguiendo la sinuosidad de las ladera


Un cruce llegando a otra pista, vamos a la izquierda


Y acto seguido otro cruce y de nuevo a la izquierda


Inmersos en la umbría del bosque


Paraje de gran frescor


Túnel vegetal y castiñeiros


De pronto salimos del bosque y vemos un muro y un cruceiro


Hemos llegado a O Castro, parroquia de Lindín, concello de Mondoñedo, a cuya capital desde aquí nos dirigimos

































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