Llega otra curva muy acusada, ahora a la izquierda, mientras continúa la bajada, el tramo de roca labrada y seguidamente de muretes de piedra delimitando el Camino ya ha quedado atrás
La cuesta abajo se suaviza y vamos saliendo del frescor del boscaje, que se agradece especialmente en jornada veraniegas de sol castigador
Y aquí nos encontramos de nuevo con la N-632, que cuando empezó a trazarse, en 1860, fue llamada
carretera de Ribadesella a Pravia, en 1877 pasó a denominarse oficialmente
de Ribadesella a Canero, en 1940 N-632 y en 1940 algunos de sus tramos pasan a tener otras denominaciones dentro de la red autonómica. Popularmente se la conocía, y en buena medida se la sigue conociendo, como la
Carretera la Costa, la
General o la
carretera General
Al llegar a ella hemos de seguir unos metros a la izquierda. Fue la principal vía de comunicación costera hasta la apertura al tráfico de la Autovía del Cantábrico (A-8) allá por el año 2001, pero sigue teniendo bastante tráfico, especialmente abundante en verano y fines de semana con la afluencia a las playas, turismo, fiestas, veraneantes, etc. En la Gran Enciclopedia Asturiana, tomo 4, voz Caravia, leemos de sus orígenes:
"En 1846,"los caminos son locales y en mediano estado", carreteros y de herradura. La primera carretera, de La Espasa a Ribadesella, se abrió oficialmente el 30 de julio de 1885"
Por ello no deja de ser una gran calamidad que NO disponga aún, tras ya unas cuantas décadas de promoción xacobea del Camino de Santiago del Norte, de la preceptiva vereda, senda, paso, etc. para peregrinos y andantes, careciendo incluso de arcén, lo que la convierte en uno de los peligrosos puntos negros del Camino de Santiago en Asturias
En las curvas se hace especialmente evidente esta peligrosidad con la falta de visibilidad. Hemos de tener cuidado, y aunque a veces parece tranquila, en cualquier momento aparece un vehículo. Mejor caminar en fila india y no confiarse en este trayecto
Otro momento de gran peligrosidad: una curva y un cruce de la calzada pues el Camino continúa al otro lado. No sólo no hay semáforo ni paso de cebra, como se ha hecho en otros puntos similares para evitar accidentes, sino ni siquiera los pertinentes avisos lumínicos para los conductores que serían muy necesarios y muy buenos para todos, únicamente con suerte a veces unos paneles de chapa con la iconografía señalética del Camino de Santiago y/o la figura de un peregrino en aquellos lugares de cruce
Aquí parece que, al menos en el momento de sacar estas fotografías, ni siquiera esto último. Lo dicho, vamos a estar muy pendientes del tráfico según nos acercamos a la curva donde tendremos que cruzar
El Camino continuará valle abajo hacia
El Sollaréu, zona donde hubo antaño minas de fluorita (espato flúor), si bien de un interés más modesto que las existentes al norte de Berbes y sobre el mismo mar, en La Cabaña, El Frondil, Los Cobayos, de las que hablamos ampliamente en las entradas de blog correspondientes a los tramos anteriores del Camino
Luego de El Sollaréu habremos de seguir otro tramo de carretera sin arcén bajo La Partida hasta iniciar la subida al Cantu la Figar por La Campona, ya
conceyu de Caravia
Arriba, La Forquita tal vez reciba ese nombre por la forma de
forqueta (horquilla o apero similar) de su doble cumbre, una con antenas repetidoras de televisión y telefonía y otra con una cruz de madera
Es una de esas cumbres que, no siendo especialmente elevadas, son fáciles de subir y agradecidas de hacerlo pues ofrecen unas grandes vistas del litoral al estar prácticamente sobre las mismas playas, sin otros montes que les oculten paisaje hacia la costa
Aquí vemos las antenas y el peñón calizo de esta vertiente, hay zonas de pasto de cabras y caballos. Existe buen camino de ascenso desde el cercano pueblo de Cerracín y desde Caravia l'Alta (Prau)
Aquí tenemos una preciosa vista del valle del Cerracín, que va a desembocar en la cala de El Portiellu. En medio la casa de El Sollaréu, junto a la que pasaremos antes de volver a la carretera, cuyo trazado reconocemos desde aquí
Así llegamos al cruce de la curva donde tenemos que pasar al otro lado Un poste con una señal jacobita con flecha amarilla direccional nos lo indica, así como, al pie mismo del Camino, el pertinente mojón
Hay relativamente cierta visibilidad pero en la curva puede aparecer de pronto cualquier vehículo. No perdamos la atención y miremos a la vez atrás. Puede parecer que esto "cae de cajón" y es superfluo decirlo, pero no nos cansaremos de advertir muy reiterativamente de los lugares de riesgo
Bajo el Picu la Gobia, que como bobia indica un lugar de pastos de bueyes o de ganadería vacuna en general, el Camino baja un poco y se adentra de nuevo en un trecho arbolado que nos llevará a El Sollaréu
Es un boscaje lineal, de árboles autóctonos, que se extienden dando sombra al Camino, el cual pasa entre las fincas del valle en dirección oeste
Es otro trayecto realmente precioso del viejo
camín real. Cuando se empezaron a trazar las actuales carreteras, a veces pasaban sobre el antiguo camino, otras se intercambiaban a los propietarios de las fincas afectadas con el tramo correspondiente del mismo, que unas veces integraban en sus fincas y otras no, pero por lo general la piedra era aprovechada para muros, como pudo ser este el caso, casas y otras construcciones
En otras el Camino siguió existiendo como vía pecuaria, como también podría ser este caso, de comunicación local, de prados de pasto, fuentes, caserías, tierras de labor, atajos, etc., en unos casos se llegó a asfaltar, convirtiéndose en carretera local y en otros, como este, no. Pocos conservaron su empedrado, por eso tan importante los que lo tengan preservarlo, pues suele ser de bastantes siglos de antigüedad
Este trayecto es además muy llano y recto, fácil pues y cómodo de caminar, con buena sombre, encajado entre el también viejo muro de la derecha, en el que crece la vegetación, y una muria de piedras suelta, que parece bastante más antigua, a nuestra derecha
Era costumbre que, siempre que se pudiese, los caminos estuvieran arbolados, ofrecían sombra y cobijo y además, sus frutos, especialmente las nutritivas castañas, per también nueces, avellanas, etc., podían saciar las hambres de los más pobres, entre ellos los peregrinos que, salvo casos muy excepcionales de personajes principales (como aquel gran cronista del Camino del Norte que fue
Antoine de Lalaing), ni solían ni podían (asaltos frecuentes), llevar demasiado con ellos. Era una situación totalmente diferente pues a la actual, que así la describe la
Xacopedia:
"...aunque la Ruta Jacobea siempre fue un itinerario de superación de dificultades, el concepto como tal es de uso contemporáneo, como decimos. El hombre medieval afrontaba el camino con mucho miedo y una cierta expectación, conceptos primarios nunca interpretados como un escenario físico-mental para el reto personal.
Frente a la interpretación acomodaticia actual del término ‘superación’, el peregrino histórico debía sobreponerse sobre todo a dos cosas en su largo caminar: el sufrimiento físico derivado de las penalidades ocasionadas por la ruta -hambre, enfermedad, frío, robos y un sinfín de contrariedades- y la tensión religiosa -la ansiedad espiritual de alcanzar la meta y sentir de cerca el amparo del Apóstol, el apremio omnipresente de la idea de salvación-. En este sentido, el Codex Calixtinus (s. XII) establece una distancia sideral con el presente. Apela al sufrimiento, a la mortificación de la carne, porque -señala- “no hay comparación [para el peregrino] entre los padecimientos de la vida presente y la gloria venidera”.
De todas maneras y sin soslayar los sufrimientos, que otro gran cronista del ahora llamado Camino Norte, el obispo armenio Martiros de Arzerdjan, sentenciaba con la frase "experimenté de nuevo condiciones tan desdichas que habría preferido la muerte a tener que sufrir tantos peligros" no pensemos ni mucho menos que todos los peregrinos experimentaban igual mortificación, dependía de muchas circunstancias, personales y de su época y entorno: no era lo mismo el siglo XIII que el XVIII, no era lo mismo el invierno que el verano, no era lo mismo caminar con peste que sin ella, guerra, hambruna, o tiempos de bonanza
También dependía por supuesto del Camino o tramo del Camino por el que se pasase, no eran igual las serranías que los valles, las aldeas que las ricas villas, ni tampoco unos y otros peregrinos. En este sentido y aunque no pasó por esta ruta, es significativo el relato del peregrino carmelita italiano Giacomo Antonio Naia, quien deambuló, más que caminó, sin demasiada prisa según cuenta asimismo la Xacopedia, entre 1717 y 1719:
"El viaje de Naia no está exento de una importante componente de picaresca. Camina con un compañero, posiblemente un carmelita, que trae consigo también su perro y que organiza frecuentes escándalos. En realidad, mantiene un comportamiento poco adecuado para un fraile: roba fruta, es perseguido por los campesinos, molesta a los novicios, discute con todo el mundo y se coge unas borracheras monumentales, a las cuales Naia se apunta gustoso. Por suerte, el compañero deja la peregrinación en Barcelona para embarcarse en un navío como capellán.
Seguramente el viaje de Naia tiene unas motivaciones religiosas -el carmelitano cumple con todas las practicas devocionales que se requieren y se desvía a los santuarios marianos- pero también lúdicas, ya que desde el momento de la partida, Naia llevaba consigo en peregrinación una guitarra y una marioneta, instrumentos que utilizaba para montar divertidos espectáculos acerca de la vida en los conventos femeninos. Su pieza fuerte es el Canto de la Madre Badessa, que cosecha constantes aplausos allí donde la representa. Su relato describe la vida relajada que se llevaba en la época en los conventos, donde había promiscuidad, comilonas y juergas. (...)
Su diario es novedoso en el campo de la odepórica por ser el primero que dedica mucho espacio a las impresiones personales, a la descripción atenta de las costumbres populares, a los trajes, a la decoración de los ambientes y, sobre todo, porque detalla con esmero todos los platos típicos de las diferentes ciudades. Es un verdadero tratado de cocina y entre los diferentes relatos odepóricos es el que, sin duda, contiene más noticias acerca de la alimentación y las bebidas"
En la penumbra podría acechar el peligro. Los asaltos, muchas veces con muerte, a los peregrinos, llegaron a ocasionar incluso que se dejasen de utilizar ciertos caminos o se estos se modificasen. En 1495 el monje alemán Herman Künig von Vach llegó a evitar todos los montes y bosques que pudo (de ahí la Vía Künig). El escarnio de los bandoleros llegó a ser tal que no pocos se especializaron en los ataques a los romeros, algunos de los cuales se dieron la vuelta (Nassino Pandolfo en Toulouse en 1523, pues no se atrevió ni a cruzar los Pirineos), para contrarrestarlo se aplicaron severas penas, "ahorcamiento, descuartizamiento y exhibición posterior de los restos troceados en los lugares públicos, si eran detenidos por las autoridades"
En ocasiones era a los propios peregrinos a quienes se les aplicaban estas terribles disposiciones si se convertían ellos mismos en bandoleros, cosa que también pasó, o al menos en ladrones de objetos piadosos que, valiéndose de su condición, sustraían de los templos, como fue el caso del genovés Bartholomeus Cassanu, ahorcado en septiembre de 1586 en Salas, no muy lejos de aquí (Camino Primitivo), descuartizado, y sus trozos exhibidos en los caminos tras robar los candeleros de plata de su iglesia Mayor
Dado que anteriormente (11 de abril), Cassanu había hecho lo mismo, entonces impunemente, en Zarauz, villa guipuzcoana de este mismo Camino de la Costa o del Norte, es muy fácil que hubiese venido por aquí, por donde ahora pisamos nosotros, dado que este Camín Real fue la más importante vía de comunicación de la franja cantábrica hasta la construcción de las primeras carreteras, ya bien avanzado el siglo XIX
No sólo los bandoleros, pícaros, salteadores y asesinos eran gentes de baja condición, durante buena parte de la Edad Media, existió el bandolerismo nobiliario, los señores del lugar recorrían o mandaban recorrer a sus hombres los caminos de su posesión feudal, donde ellos ejercían un poder absoluto, exigiendo tributos y pagos por derecho de paso por doquier, fuesen caminos reales o no. Aquella prebenda feudal, en las que participaban hasta los del obispo ovetense (Camino del Salvador), aminoró un poco con el reafianzamiento del poder estatal en la figura de reyes y corona, y se otorgasen cartas pueblas, bien a poblaciones nuevas o bien prexistentes, convenientemente protegidas o aforadas contra esos abusos señoriales. En que esto coincidiese (siglos XIII y XIV) con un gran auge de las peregrinaciones y se fundasen numerosos hospitales de acogida de peregrinos, pobres, vagabundos, etc. no es en absoluto una casualidad
A nuestra derecha, el monte de Los Robles (97m -derecha de la foto-), próximos a las abandonadas minas de fluorita de Berbes, y a la derecha La Campona, estribaciones boscosas de Les Fuentes que suben hacia El Cantu la Figar. En medio desemboca el Cerracín tras atravesar este valle de sur a norte
La cala donde desemboca es El Portiellu, donde los Argüelles, con varias concesiones mineras en la zona, construyeron un pequeño lavadero para el mineral. Se constituyeron como empresa Foncaravia en los 1960, que resultó afectada por la crisis del sector a partir de 1975 y cerró definitivamente en 1982 tras un trágico accidente en una de sus minas en el que murieron cinco mineros
No demasiado alejada del Camino, El Portiellu o La Güelga es una pequeña y coqueta ensenada que puede visitarse en un corto desvío desde un poco más adelante, en la carretera, si bien cierto es que ya estamos muy cerca del gran Arenal de Morís y de las playas de Caravia y La Isla para las que no necesitaremos mayor desviación
Y aquí salimos del bosque al gran claro de El Sollaréu, donde está la casa que veíamos antes desde la carretera, en una bella campera con arbustos y arbolado, donde no faltan algunas palmeras
Enfrente de ella, a su izquierda, sigue subiendo el Camino, ahora de vuelta otra vez a la N-632
Fijémonos en un detalle a los lados de la ventana
Imposición de manos en una placa de barro, las manos del artista... estas a la izquierda
Y estas a la derecha de la ventana...
No sabemos etimológicamente el porqué del topónimo Sollaréu, en principio
so alude a
"debajo de". Si fuese así solamente quedaría averiguar el significado de
llaréu. Podría relacionarse con
llar, hogar; o con
lloréu, laurel
También, y en otra elucubración, podría tener que ver con soleyeru, lugar soleado, luminosos, etc. como podría ser este valle en el que el río Cerracín recibe las aguas de su afluente, el Regula o La Regula
La finca está bellamente ajardinada con un césped bien cuidado. El río baja de las estribaciones del Picu la Gobia, en la Sierra del Fitu, pasa canalizado y subterráneamente bajo la carretera general y corre valle abajo a su desembocadura en El Portiellu
En la fachada de El Sollaréu dos ruedas de carro, de
rayos (radios), el carro de labranza que sustituyó al
del país o de
esquirpia (entrevarado), sustuido a su vez por el tractor. Hace tiempo que ni unos ni otros ruedan por estos caminos y sus piezas han pasado a ser elemento decorativo
Al otro extremo de esta fachada principal, una piedra con el nombre labrado: El Sollaréu
El Camino se ensancha, asfaltado, y enlaza con el de acceso al portón de la finca de El Sollaréu antes de llegar a la N-632, donde acaba esta corta cuesta
Al otro lado de la carretera es el lugar de La Partida, que quizás haga alusión a algunas particiones de fincas. Más arriba son los
ocalitos de la ladera bajo Les Llanaes de la Caxigosa, lugar de
caxigos (especie de robles,
Querqus fagina), del celta
cassanus o
cassus. Mas arriba está el campo de golf de
La Rasa de BerbesY aquí tenemos el Ríu Cerracín, que en algunos mapas aparece como Ríu Coriscu, su afluente, el Ríu la Regula, viene, también nacido al pie del Picu la Gobia, desde un poco más allá. Son arroyuelos muy cortos y de muy poco caudal normalmente, pero que tienen un gran desnivel acumulado desde sus fuentes y pueden causar bastantes estropicios en sus crecidas
Según vemos en los mapas, la frontera de concejos no está marcada por el curso de un río ni por el de otro, se ha trazado a línea recta entre La Punta Braniella que cierra el Arenal de Morís por el este y el extremo norte de la falda de Grandamiana, una de las estribaciones bajo el Picu la Gobia
Sí es verdad que hay un lugar, que pronto descubriremos, en el que La Régula pasa también bajo la carretera y es donde confluye con esa línea imaginaria que hace de divisoria concejil riosellana-caraviense y entre las parroquias de Berbes y de Caravia l'Alta
La carretera realiza aquí una gran curva, o realmente varias seguidas, salvando al orografía del valle y el perfil de la montaña
Esta complicada orografía costera motivó que el Camín Real fuese tan pegado al litoral. Según comprobamos en la cartografía pertinente de los autores de
El Camino de Santiago por Asturias Topoguía 2. Ruta de la Costa, la carretera sigue en este trayecto, entre La Caleyona y La Campona, el trazado del camino antiguo
Quizá por ello esquiva de tal manera el paso por el valle. Aparte que fuese necesario para cultivos y pastos atravesarlo por el medio no sería conveniente pues gran parte del tiempo sería un lodazal, o incluso una marisma, al menos en el sector más cercano a El Portiellu
Lo adecuado en este caso es caminar por la izquierda, pues al menos vemos venir de frente a los coches, los cuales circulan por su derecha. Al menos se supone, aunque este quitamiedos reforzado a la derecha no nos dejaría espacio para esquivar cualquier coche que tomase esta curva un poco pegado al borde de la carretera
Cruce de La Partida. nosotros seguimos de frente lo más pegados posibles al borde.El 10-3-2020 un artículo para
La Nueva España tituló los trazados peligrosos de esta N-632 y su continuidad al oeste con la N-634 como
Un campo de minas para el peregrino, según información de las mismas asociaciones jacobitas:
"Un campo de minas para los peregrinos. El Camino del Norte, que discurre por la costa asturiana, alberga 27 puntos negros considerados como de alto riesgo para los peregrinos por la Agrupación de Asociaciones del Camino de Santiago en Asturias. Preocupan especialmente los de Berbes (Ribadesella), Veriña (Gijón), Tabaza (Carreño), La Plata (Castrillón), Artedo y San Juan de Piñera (Cudillero), Villuir y Villademoros (Valdés), Piñera (Navia) y San Pelayo (El Franco). Son zonas conflictivas donde los peregrinos tienen que, por ejemplo, cruzar vías sin seguridad alguna, andar por carreteras sin arcén y con altas densidades de tráfico, cruces sin visibilidad, con mala señalización, y, en algún punto, pasos a nivel sin señalizar"
A la izquierda la canalización del
Ríu Cerracín antes de meterse debajo de la carretera y continuar su curso valle abajo hacia el Cantábrico en El Portiellu
Y ahora a seguir bien arrimados a la izquierda y encomendarnos convenientemente para seguir carretera adelante. Ahora una de estas cunetas de drenaje para aguas sobrantes de la carretera nos ofrece un escaso margen de seguridad en el borde izquierdo. Esta es la franja que el peatón tiene para caminar sin pisar la calzada propiamente dicha. Ya en el año 2011 la corresponsal de
El Comercio Eva San Román publicaba el 29 de junio de ese año la noticia
Vecinos de la zona rural de Ribadesella reclaman seguridad en la Nacional 632, de la que extraemos lo siguiente:
"Las pronunciadas curvas contrastan con el refinado asfalto que cubre la mayor parte de la carretera nacional que une la costa asturiana desde Ribadesella hasta Canero. Un total de 162 kilómetros que han delegado todo el protagonismo en la autovía del Cantábrico, que discurre casi paralela al trazado que un día fue protagonista de todos los movimientos costeros de la región. La vieja nacional 632 es ya sólo paisaje para unos cuantos nostálgicos que prefieren las vías secundarias, y son pocos los que habitúan su ruta diaria por el sinuoso trayecto. Pero también es cierto que esta radiografía solitaria del camino de alquitrán cambia radicalmente cuando llega la temporada estival. Y no es ahí cuando nacen los problemas, sólo adquieren un poco más de importancia. El peligro es constante, pero el número de coches, motos, camiones y autobuses aumenta a partir de ahora para convertirse en un recelo constante de los vecinos que viven pegados a la vetusta carretera."
La verdad es que sobran las palabras antes estas instantáneas. Si a esto añadimos las continuas curvas cerradas y con escasa visibilidad que nos vamos a encontrar a lo largo de un kilómetro de carretera ni qué decir tiene que este recorrido es realmente peligroso. Continúa el reportaje de Eva San Román recabando opiniones al vecindario de estos pueblos:
"Al pueblo de Berbes se accede, si la dirección es Gijón-Ribadesella por una interminable curva cerrada que amenaza con sacarte de la calzada si el marcador del coche es excesivo para la vía, limitada a 50 kilómetros por hora. «Ni se sabe los que han caído al prao», subraya Silvino Gamonal, presidente de la Asociación de Vecinos, aunque él se refiere al sentido contrario, yendo en dirección Gijón. El local que regente Silvino, sede del colectivo vecinal, está justo pegado a la nacional. Algunos han colocado conos en el milimétrico arcén. El efecto es sólo psicológico, «para que los conductores pisen el freno» antes de entrar por la terraza y llevarse por delante a quienes estén en ella. Aunque muchas veces no se logra ni disuadir al conductor que en escasas ocasiones «respeta el marcador de la vía» y los 50 kilómetros por hora quedan a años luz de la velocidad del rayo a la que pasan algunos vehículos. «Aquí, o ponen bandas sonoras en la carretera, o los coches circulan a las velocidades que les da la gana», indica. Realmente, «hay pocos accidentes para los que podría haber», asegura Silvino. Y ya no sólo de los propios coches, que también, «sino de los motoristas, que pasan por aquí volando sin pensar en que puede salir un gato, un perro o un peatón que cruce la carretera» o que, simplemente, salga de su casa."
Ya por entonces preocupados por su seguridad y la del creciente número de caminantes, y dada la dificultad de ampliar una vereda lateral a la N-632 para uso peatonal salvo iniciando un largo procesos de expropiaciones, ya por entonces se planteaba, como se hizo en otros lugares, recuperar antiguos caminos alternativos de uso público:
"Porque a la convivencia diaria de los vecinos se une el paso de los peregrinos que hacen el Camino de Santiago. «La idea», apunta el alcalde pedáneo del pueblo de Torre, Ramón Rosete, «y así se la trasladamos varias veces al Ayuntamiento de Ribadesella con Ramón Canal como alcalde», explica, «es que recuperen caminos públicos que están totalmente perdidos y desperdiciados para favorecer el tránsito de peatones y peregrinos por ellos para sacar de la carretera nacional todo el tráfico peatonal que sea posible», detalla. Su planteamiento fue desoído en varias ocasiones en la Administración municipal, como tantas otras reivindicaciones locales. En el año 2007 solicitó Rosete esta medida que nunca se llevó a cabo. «El peligro de esta carretera es el evidente», dice señalando las curvas sin arcenes al tiempo que un coche pasa, por el medio de la carretera, a una velocidad lejana a la permitida."
Nueve años después todo parecía seguir igual ante la complejidad del problema planteado en este tramo de carretera. El 18 de enero de 2019 y tras celebrarse un encuentro de autoridades para intentar subsanar el asunto,
Cope Ribadesella da esta información:
"La presidenta de la Asociación de Peregrinos de los Caminos del Norte (APECAN) Ribadesella-Caravia ve complicada y “muy difícil” la creación de una senda peatonal paralela a la carretera N-632 entre el pueblo de Berbes y el límite con el vecino concejo de Caravia. Marilar González Bulnes confirmó que en ese tramo de carretera se ha utilizado todo el suelo público posible, así que la única opción viable pasa por iniciar un expediente de expropiación que “puede ser largo, duradero y costoso”.
Sobre la mesa de negociación, abierta esta semana entre el Ayuntamiento de Ribadesella y la Dirección General de Patrimonio Cultural, también se han puesto otras alternativas posibles, “aunque todas son muy dificultosas”, añadió sin citarlas González Bulnes. Lo que parece evidente es que esa necesaria senda peatonal no estará lista para el 2021, “para el próximo Año Jacobeo en el que esperamos un aluvión de peregrinos, aunque todos vamos hacer lo que podamos para acabar con el peligro existente en ese tramo para los caminantes, por intentarlo que no quede”.
Pendientes del tráfico y de nuestra seguridad poco aliciente tendremos posiblemente de contemplar con tranquilidad y placidez este bello paisaje de las verdes vegas que se extienden hacia el mar: Los Robles y Les Fuentes enfrente, y La Güelga y El Portiellu en medio. Por ahí baja el camino a
El Portiellu, entre exuberante vegetación. En el año 2008 se planteó acondicionar el espacio, afectado por la minería del espato flúor y hacer un área recreativa. El alcalde,
Ramón Canal Tirador, deseaba acometerlo a la vez que se realizaban diversas intervenciones en la Playa de Vega
Donde se unen los ríos Cerracín y La Regula, La Güelga,
"terreno malo, húmedo y fangoso", de raíz iberocelta
olca,
"aplicada a depresiones del terreno que guardan humedad cuando otros pastos ya están agotados" según
Julio Concepción Suárez en su
Diccionario toponímico de la montaña asturiana. Otro estudioso,
Xosé Lluis García Arias, en
Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, dice esto:
"Creemos que la palabra asturiana güelga o buelga ‘camino que se abre entre la nieve, vegetación o maleza’, ‘acequia’, ‘sitio muy húmedo’, así como el correspondiente verbo bolguiar ‘hacer güelga’ se explican mejor partiendo del céltico OLCAM ‘campus fecundus’, ‘terreno laborable"
El Portiellu naturalmente da que pensar en una pequeña portilla, cierre de pasos o de fincas, del latín portam-portellam, pero su abundancia en playas, rías y ensenadas, como el barrio de El Portiellu en la villa de Ribadesella/Ribeseya, donde se sabe hubo puerto, puede referirse a un pequeño puerto, portus, que casualmente es el primer nombre registrado de esa población
Caminar por estas cunetas de drenaje con su canal en pendiente tampoco es en sí mismo ni cómodo ni seguro. Son propicias a pisar mal, a torceduras y a resbalones, sobre todo cuando están húmedas o se crían mohos. No digamos cuando llueve y se forman los correspondientes riachuelos. El que desde los años 1993-1994 se señalizase por primera vez este Camino de Santiago de la Costa o del Norte, y de momento no se haya hecho absolutamente nada para enmendarlo es verdaderamente preocupante. Es hora pues que las instituciones se pongan manos a la obra de manera urgente. El 29-11-2019 por ejemplo,
Cope Ribadesella publicaba esta noticia relativa a este muy acuciante problema de seguridad vial:
"El Ayuntamiento de Ribadesella y la Consejería de Cultura del Principado de Asturias siguen buscan soluciones a los dos principales problemas que presenta el Camino de Santiago a su paso por el concejo. El alcalde, Ramón Canal y la consejera, Berta Piñán, se reunían este viernes en Oviedo para darles algina solución inmediata.
En primer lugar, el regidor pidió la colaboración económica de Cultura para financiar la construcción de una senda peatonal entre Berbes y Caravia paralela a la carretera N-632. El objetivo, dar solución al constante peligro al que se enfrentan los peregrinos que a diario transitan por un tramo de carretera que carece de arcén. Canal le presentó el proyecto redactado por el Consistorio. Está valorado en torno a los 200.000 euros y cuenta con el estudio preliminar de impacto ambiental. “Ahora lo que queremos es que lo incluyan en los Presupuestos del Principado de 2020, bien financiándolo en su integridad o firmando un convenio de colaboración entre ambas administraciones, porque desde el Ayuntamiento no estamos en condiciones de acometerlo en solitario”, explicó."
Aquí vemos la que parece una familia peregrina caminando en fila india por este muy estrecho espacio de la cuneta de drenaje de la N-632. Fijémonos en las conchas que cuelgan de algunas de sus mochilas.
Fijémonos también en la continuidad de curvas cerradas sin apenas visibilidad de lo que puede estar viniendo de frente. Estos son los consejos de la
Subdirección de Educación y Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico para los peregrinos:
-"Siga la indicación amarilla, respete las normas viales y hágase ver en todo momento con prendas reflectantes o llamativas.
-Por carretera debe circular por la izquierda y por el arcén, si es que existe, y en sentido contrario a la marcha de los vehículos.
-Podrá hacerlo por la derecha siempre que por la izquierda resulte peligroso o hubiese obstáculos.
-En grupo, camine en fila, de uno en uno, guardando una distancia de 3 metros entre cada uno.
-Si se necesitara cruzar al otro lado, es necesario poner mucha atención y hacerlo siempre por el sitio más seguro, evitando curvas y cambios de rasante.
-De noche es obligatorio usar un chaleco reflectante u otra prenda visible desde una distancia mínima de 150 m.
-En grupo, deberá llevar encendidas al menos dos luces: una blanca o amarilla en la cabeza del grupo, y una de color rojo al final."
A la izquierda, como podemos comprobar, la ladera del monte tampoco da opción a apartarnos de la calzada en caso de apuro. Esta es la situación en el paso a Caravia por la N-632
Si no puede realizarse una senda peatonal paralela a la carretera ni habilitar alguna vía alternativa, aunque se apartase ligeramente del trazado histórico, entendemos que tal vez sí fuese factible al menos incorporar una serie de señales lumínicas en el trayecto desde Berbes, cosa que se ha hecho en no pocos lugares del Camino de Santiago similares a este y dentro del mismo Camino Norte, como advertencia continuada a los conductores de la presencia frecuente de peregrinos en la calzada
Luego, en los cuatro puntos en los que los peregrinos vayan a cruzar: 1) al entrar en La Caleyona, 2) al salir de ella e ir a El Sollaréu, 3) al salir de El Sollaréu y 4) al cruzar para subir al Cantu la Figar, ya en Caravia, podría, también como se hizo en otros lugares con esta problemática, pintar un paso de cebra e instalar un botón con pulsador. Insistimos en que ni son cosas nuevas ni inéditas, se están haciendo en otros sitios
Valdrían todo ello tanto para vecinos como para peregrinos y visitantes, veraneantes, etc., en este sentido podría añadirse un dispositivo similar en esta curva que además coincide con el cruce con el camino a El Portiellu, un lugar relativamente frecuentado, principalmente en verano
Pero también en otras épocas: esta es una foto en marzo, principios de primavera: gente por la carretera exponiéndose sin más remedio y coches en la pista de acceso a El Portiellu
Precisamente aquí, en esta curva tan cerrada, la calzada además se estrecha y existe una limitación de velocidad
Pues así, esto es lo que ve, cualquier peregrino o cualquier viandante que pasa por aquí, o casi mejor dicho,
"lo que no ve", en estas sinuosidades tan acusadas y sin visibilidad
A la derecha la bajada a la cala, aquí a cuya entrada suelen aparcar coches. Es evidente que hasta para los vehículos es una maniobra peligrosa y en este lugar y en estas circunstancias especialmente
Y vamos repitiendo la misa situación, unos metros con cierta visibilidad de frente pero pronto otra curva cerrada, esta vez a la derecha
Y en la curva una situación preocupante donde las haya, aquí ni cuneta de drenaje ni absolutamente nada
Sin palabras. Ni que decir tiene que se tienen muchas ganas de caminar por un lugar más seguro y salir pronto de este atolladero viario
Al menos hay alguna flecha amarilla que nos confirma que no nos hemos dejado atrás ningún desvío, pero comprobemos de nuevo el alto riesgo para el peatón
Sólo ya entrar en un tramo de recta y al lado de estas fincas ya es un alivio. Ha empezado además un poco de subida
El
llendador o pastor eléctrico revela que son prados de pastos para el ganado. Seguimos la cuesta lo más pegados que podemos caminar a la vereda, sobre todo al llegar a la siguiente curva
Curva que ya no es tan pronunciada como las anteriores y que nos deja ya ver el final de nuestro paseo por la N-632, con el monte La Campona a la derecha, así como la antena, en lo alto del Cantu la Figar (108 m), a donde subiremos tras dejar la carretera antes de iniciar la bajada al Arenal de Morís
A la izquierda la vereda se ensancha en esta franja herbosa, lo que nos da también más tranquilidad
Llegamos al cruce con la pista maderera del monte La Granda y continuamos de frente todo recto. Son ya los últimos metros de carretera y del Camino de Santiago en tierras riosellanas
Entramos en Caravia, así nos lo advierte aquí en letrero de la derecha
Y un poco más adelante vemos a los peregrinos cruzar por donde ahora vamos a hacerlo nosotros. Este es otro de los lugares donde a nuestro entender hace falta un dispositivo para cruzar con la mayor seguridad posible
Reparemos mismamente en las señales de prohibición de adelantamiento de los automóviles. A la derecha, un panel informativo ante el que se detienen los caminantes una vez han cruzado, aliviados, esta antigua
Ribadesella-Canero
La frondosidad del boscaje no nos deja ver el
Ríu la Regula, pero las barandillas a los lados de la carretera delatan que vamos a pasar sobre él. La carretera ha trastocado unos metros del trazado original, pues en
El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, publicado en 1994, leemos en relación con este tramo:
"... avanzamos poco más de 1 km por la carretera, distancia que nos separa del límite del concejo con el vecino de Caravia y tras pasar el puente sobre el arroyo de La Regula tomamos una pista que se abre a la derecha.
Ese acceso ha sido modificado hace poco tiempo, con anterioridad el Camino partía del mismo puente"
Barandilla que tampoco siempre está en las mejores situaciones, por ahí abajo pasa el curso fluvial, oculto también aquí por la vegetación. Su hidrónimo parece relacionado con otros del tipo
Riela,
Riegla,
Riera, etc., del latín
ripam, ribera. Hay veces en que es este el que aparece llamado Cerracín (posiblemente del latín
cirrum, cerro, pero podría tener otras acepciones). Es más, cuando
Alfonso IX menciona el territorio de Caravia en 1215 por primera vez desgajado de Colunga alude a sus límites
"ualle de Carauia inter Loronio et río Sarracin" (entre Lloroñe y el río Cerracín)
Sea como sea ya estamos en Caravia,
"a 381 kilómetros de Santiago" dice la
Xacopedia, aunque no especifica si desde este su límite oriental, desde el occidental en La Espasa o algún lugar intermedio como su capital Prau (Caravia l'Alta), lugar por donde no pasa el Camín Real
En 1381 aparece Caravia como
"tierras del obispo de Oviedo e de su Eglesia" Gutierre de Toledo, que en su
Libro Becerro de 1385-86 la lo designa como
concejo, a pesar de su pequeña extensión, independiente de su término matriz de Colunga, al que perteneció documentadamente al menos hasta 1176. La fundación del monasterio de Santiago de Caravia por Munio Rodríguez algunos años antes de 1045, dotado con su correspondiente coto monástico, fue la base de la posterior creación de este concejo, encuadrado en los mismos límites de dichas propiedades monacales, sobre los que ejercería la suficiente influencia la Mitra ovetense como para provocar su diferenciación económica y administrativa del territorio colungués
Aunque con más visibilidad que en los cruces anteriores de esta calzada, no olvidemos no bajar la guardia al cruzar aquí. Es una rampa recta y no pocos vehículos la toman con velocidad
Al otro lado desaparece el asfalto y comienza un camino de zahorra. Adiós pues por fin al tráfico y sus problemas...
Aquí tenemos el panel informativo con un mapa del concejo, alojamientos disponibles, Camino de Santiago y otras rutas y al lado la pertinente concha y señal caminera de orientación y dirección
A la izquierda, y en una taba alegórica de las célebres playas surfistas del concejo, destaca arriba de nuevo la concha que, junto con la flecha amarilla, nos dirigen a la derecha camino arriba. También nos indica que, si deseásemos llegar al centro urbano de Caravia Alta o Caravia l'Alta, pues Prau, que figura como tal muchas veces, es realmente un barrio de la misma. Hemos de continuar por carretera 2.200 metros más, cosa que, visto lo visto, ya sabemos lo que hay: vuelve a hacerse imperiosa la necesidad de una solución para los caminantes
A la derecha, en el panel, el escudo de Caravia y una descripción del Camino en su discurrir por concejo
Es un magnífico itinerario costero por sus playas o su más inmediato entorno, sin ramales ni variantes dentro del Camino como tal, cosa que sí tendremos en Colunga, si queremos ir a La Isla, o sobre todo, en Villaviciosa, si optamos por la ruta ovetense o por la gijonesa, una de las grandes decisiones del Camino de Santiago Norte
Si bien con un poco de cuesta, mucho mejor pues este trayecto que nos aguarda por la ladera sur del Cantu la Figar que todos los avatares carreteriles que hemos dejado por fin atrás
Primeramente el Camino hace una pronunciada revuelta ascendente a la izquierda en ángulo recto para ganar rápidamente altura. Un
cantu es una elevación en arista que da a dos vertientes, como es este el caso, una
figar una higuera. Ahí podríamos tener la explicación etimológica del monte al que iniciamos nuestra ascensión en este lugar, si bien la relativa abundancia de figares en la toponimia marina hace sospechar si habría alguna acepción metafórica con el nombre del árbol o si sería alguna planta silvestre con esta misma denominación, como a veces pasa
La vieja senda es en este trecho una pista ancha, de tierra y piedra, tal vez algo de afloramiento rocoso; no sabemos si habrá quedado alguna porción de empedrado antiguo, pero lo que es seguro es que se ha ensanchado para servicio de mantenimiento de la antena instalada en la cima. Volvemos al libro
Topoguía de la Costa:
"La entrada al concejo de Caravia se efectúa a través de la ladera sur de La Campona o alto del Figal, ascendiendo el Camino por una corta pero fuerte pendiente que corona en el Collado de La Campona, cayendo desde aquí, por la vertiente norte del susodicho alto con un trazo más dilatado y suave, al arenal de Morís"
Bifurcación y a la izquierda, todo seguido y cuesta arriba recta y directa. Abundan
castañales y
carbayos jóvenes, entre otras especies arbóreas
La advocación de Santiago en el antiguo monasterio de Caravia que supuso siglos después la creación de una entidad administrativa independiente, germen del actual concejo, podría delatar su estrecha vinculación con la ruta xacobea. Se sabe que el arroyo que junto a él pasa el
Ríu los Romeros, recibió este nombre por el paso continuo de peregrinos acogiéndose a la hospitalidad de sus monjes o bien a una hospedería, más cercana al Camino y río abajo, cuya fundación de atribuyó, parece que más legendaria que documentalmente, a los templarios
La vegetación llega a formar un arco vegetal en algunos lugares, proporcionando espacios de sombra que pueden ser necesarios en caso de necesitar hacer un alto en esta cuesta
Es otros entornos de
bocage, de setos silvestres, a veces muy espesos y tupidos, en los que arbustos, zarzas, helechos y espineras forman un verdadero muro verde, a veces bastante alto, que hace las veces de lindero. Son los
matos o les
sebes
No siempre lo hemos conocido así, esta es una foto de marzo de 2017 con la vegetación menos crecida, viéndose a la izquierda el Picu la Forquita y abajo el guardarraíl del enlace de la N-632 con la Autovía del Cantábrico
Así estaba la vez siguiente que hicimos el Camino, hasta los helechos ha crecido y, por supuesto, especie de crecimiento rápido, los ocalitos
Y aquí vemos la ladera norte del Picu la Gobia con los pastos
bóvidos que le dieron nombre, ahora surcados de pistas forestales. Las
repoblaciones de pinos y eucaliptos comenzaron en la Sierra del Fitu ya en torno a 1930 y se intensificaron notablemente a partir del final de la posguerra civil
La subida, reiteramos, es muy directa. Si sigue su trazado original pese a trabajos de ensanche, extracción del empedrado antiguo, y explanación con capas de
grijo o zahorra, nos recuerda al gusto por las rectas de las calzadas romanas, que ni siquiera hacían curvas sino que si necesitaban girar seguían en ángulos, lo que nos recuerda a aquella Vía de Agripa o su continuidad desde la Galia (Aquitania), que por la franja cantábrica y aprovechando sendas anteriores, prehistóricas, por los pasos naturales del litoral, llegaría a Brigantia (A Coruña), comunicando vía terrestre enclaves ya vinculados por vía marítima, glosada esta en la oda de
Rufo Festo Avieno o en el anónimo
Libro de las Invasiones
Plantación de
ocalitos. Cuando se talan puede cambiar totalmente el entorno, y lo que un día es un monte sombrío al otro puede ser una rasa pelada
A la derecha, sobre una enmarañada selva de
felechos, la torre de la alta antena que identifica desde lejos la cima del Cantu la Figar
Al acabar la cuesta, un grupo de peregrinos hace un alto, aprovechando la sombra, para descansar
Vista al sur, Si el
matu y los
ocalitos aún nos dejan, divisaremos, entre los montes de El Boquerón y Grandamiana (383 m), bajo el Picu la Gobia, la aldea de Cerracín, la más oriental de Caravia, a 130 metros de altitud, situada en un rellano en el que se disponen las casas
Por Cerracín pasa la ruta circular desde Prau al Picu la Forquita que luego vuelve a bajar pasando por esa aldea en la que se han construido varias viviendas vacacionales, aprovechando su situación y vistas...
La misma panorámica desde el mismo lugar en marzo de 2017 con El Picu la Forquita y su collado, otro paso natural que se empleó para el transporte del mineral de hierro desde las minas del Fitu. Se sabe enlazaba el bajo Sella con el valle del Piloña y ya pudo ser empleado por los pobladores castreños del
Picu'l Castru, el castro de Caravia, muy cerca de él
Ya en lo alto, el Camino continúa ahora llaneando por el Cantu la Figar en El Colláu la Campona
Bifurcación, continuamos adelante y en recto. A la derecha es la entrada al campo donde se ubica la antena
En Caravia hallaremos varias de estas señales de madera con la concha en la señal indicadora, tienen ya unos años y han ido desapareciendo pero aún se mantienen en pie unas cuantas
Así estaban la señal y el lugar en marzo de 2017, un manto primaveral cubría ya prado y camino. En la
Gran Enciclopedia Asturiana, tomo 4 y voz
Caravia, edición primera de 1970, cuentan de esta vieja senda cargada de historia:
"Hasta el último cuarto del siglo pasado no hubo otro camino importante que el llamado Real, por el que peregrinaban las gentes hacia Galicia desde Bayona. Esta vía fue seguida por el emperador Carlos V y su hermana doña Leonor el 21 de setiembre de 1517, acompañados de numerosos séquito, en dirección a Ribadesella y Llanes, dos días después de su desembarco en Tazones"
Al llegar al mojón un nuevo paisaje se nos ofrecerá hacia occidente, las praderías en ladera que caen ya hacia el Arenal de Morís, antropónimo de origen germánico, de un tal
Mauricius o
Maurisius, posiblemente uno de aquellos antiguos poseedores de terrenos de villas (
villae) de época tardorromana o altomedieval
Esta es pues la campiña, jalonada de bosquetes, sebes y matas de arbolado, que constituye el paisaje natural y rural de Morís. En el año 1779, el juez noble de Caravia, Antonio Joseph González Cutre, regulaba las plantaciones en el concejo de esta manera:
"El día que se planten los árboles en la dehesa y monte Real, todos los vezinos se junten, sin que ninguno plante los suios sin que su merzed los inspecciones, mire y reconozca ser útiles a la producción del plantío, y al que incurriere será castigado como de merece"
Esta importancia concedida al plantío es por la que el etnógrafo caraviense
Aurelio de Llano dice en su obra
El Libro de Caravia del especial afecto de los naturales del concejo hacia
"el más hermoso adorno de la creación", a lo que añade la
GEA o
Gran Enciclopedia Asturiana que la
"fiesta del árbol era celebrada en el municipio desde tiempo inmemorial", una gran plantación comunitaria, según las disposiciones del citado juez:
"a la salida de la misa popular, según costumbre, se aperciba a los vecinos concurran cada cual con sus robles al suelo, lisos y bravos (...) al sitio de La Tejera, plantío Real"
Este es el
"país llano sobre la costa; abundante en prados, bellísimo en extremo" al que se refería el ilustrado prócer gijonés
Jovellanos en su visita a Caravia del 27 de septiembre de 1790 durante sus expediciones mineras. Sin embargo, ladera abajo y al borde del acantilado se ha plantado una larga banda de
ocalitos que hacen de pantalla visual impidiéndonos de momento llegar a ver el mar. Aquí empezamos la larga bajada del Colláu la Campona al Arenal de Morís
Ya en el recitado cuarto tomo de la
GEA o
Gran Enciclopedia Asturiana, se decía que
"El clima es apropiado para el eucalipto, utilizado en la repoblación tanto en las tierras bajas como en los montes"Y en el libro dedicado a Ribadesella, Colunga y Caravia de la colección Asturias concejo a concejo del Real Instituto de Estudios Asturianos se informa de la expansión de este monocultivo industrial:
"En otro tiempo la vegetación del concejo estaba compuesta por asociaciones vegetales autóctonas de entre las que destacaban los robles, abedules, castaños... Actualmente la superficie forestal (...) está invadida por la presencia de plantaciones de eucaliptos (...). El eucalipto alcanza gran desarrollo en el concejo desde los años cincuenta con la instalación de la papelera en Torrelavega (...)"
Desde aquí bajamos pues al eucaliptal. Dicho libro afirma también que
"la intensa desforestación del concejo y la sustitución de las especies vegetales con la introducción del eucalipto" ha
"reducido sensiblemente" la variedad de la fauna autóctona:
"Zorros, tejones, jinetas, liebres, erizos, diversos tipos de roedores, anfibios y reptiles, entre los que se encontraba la víbora, completaban la fauna terrestre del concejo.
En cuanto a las aves abundaban tanto las rapaces, (buitre, milano, cernícalo, azor, búhos y lechuzas) como las aves de campiña (codornices, tordos, gorriones, pinzones, mirlos, calandrias, alondras y algunos córvidos. Además, especialmente en invierno, solían aparecer algunas bandadas de ánades"
Al oeste-suroeste asoman algunos de los más antiguos picachos del Sueve, con los 1.161 metros del Picu Pienzu dominando el panorama. En sus antaño grandes bosques abundaban, a mediados del siglo XIX, lobos, linces, gatos monteses, corzos y jabalíes:
"Todos ellos habitaban en la cordillera durante la mayor parte del año mientras que en la época invernal descendían a losa llanos en busca del alimento que escaseaba en las cumbres."
Continúa describiendo el mencionado libro cómo el Sueve
"se ha convertido en un islote aislado, rodeado de zonas intensamente pobladas y sin contacto con otras naturales", es Reserva Regional de Caza y ha sido declaro, junto con la Sierra del Fitu,
paisaje protegido:
"Entre los mamíferos abundan los zorros y los jabalíes; este último prolifera por la ausencia de enemigos tradicionales y el aumento de terreno dedicado a monte bajo. Desde los años 50 se realizaron repoblaciones de gamos y ciervos, aunque sólo los primeros prosperaron, permaneciendo algunos ejemplares aislados de ciervo. Entre las aves, el alimoche y algún buitre procedente del Cuera, son las más fáciles de observar"
En lo concerniente a este tema, dice la
GEA que de la fauna
"hace siglos desaparecieron de estos montes el oso y el lobo, extinguidos por las frecuentes monterías de las que no se libró el jabalí". Si bien los
xabalinos prosperaron en los años posteriores hasta ser una plaga en casi todos los montes asturianos que llega incluso al centro de las ciudades más pobladas, otras especies desaparecieron o quedaron muy mermadas. Aún a finales del siglo XIX había
"caza de liebres, perdices, lobos y zorras; hoy quedan ejemplares de las dos primeras especies y venados, arceas, palomos torcaces...",
Además
"En los vecinos puertos del Sueve pacen los últimos caballos asturcones, fuera de los límites del concejo", es el mítico pony asturcón, caballo por el que se menciona por primera vez al territorio astur, y por lo tanto a los astures, Asturias y los asturianos, la
Retórica a Herenio (Rethorica ad Herennium), de autor desconocido aunque en tiempos se atribuyó erróneamente al orador
Marco Tulio Cicerón, el tratado de retórica más antiguo escrito en latín que ha llegado a nuestros días:
“Ei dicit in aurem, aut ut domi lectuli sternantur, aut ab avunculo rogetur Aethiops qui ab balineas veniat, aut asturconi locus ante ostium suum detur, ou taliquod fragile falsae choragium gloriae comparetur”
“Le dice al oído, o que pongan en casa los lechos para comer, o que le pida a su tío un etíope para que venga a los baños, o que se haga sitio al asturcón delante de su puerta, o que procure algún efímero decorado de vanagloria”
Unas cuantas décadas entonces antes de la conquista romana ya eran célebres estos caballos en la antigua Roma hasta tal punto de ser referencia a ciertos lujos en todo un tratado de retórica. Este caballo, tras su papel en las guerras contra Roma (29 a.C. a 19 a. C.), sobremanera por la maniobra de ataque denominada el
círculo cantábrico, fue aún más apreciado y sirvió en las cohortes de caballería astur en las últimas fronteras del Imperio, como la
Muro de Adriano, donde una de estas guarniciones fundó el fuerte de
Cilurnum, actual ciudad de
Chesters, en Northumberland o Nortumbria
No sólo celebrados en la guerra, sino también como montura, tiro, carreras, y otras labores, fue glosado por autores clásicos y llegó a existir el oficio de
asturconarius, tratante ganadero especializado en esta raza caballar cuyos últimos ejemplares (ocho yeguas y un semental en 1978) estuvieron a punto de sacrificarse de no ser por la reunión de un
grupo de ganaderos que se reunieron en la majada de
Espineres (actual lugar de marcaje de los potros en la
Fiesta del Asturcón) e iniciaron su recuperación, labor que continúa en nuestros días con entidades como la
ACPRA (Asociación de Criadores de Poni Raza Asturcón), constituida en 1987
Bajamos a
la ocalital entre zarzales, los
artos o
escayos de
les sebes, mencionados en una de las fórmulas de las brujas de Caravia,
les bruxes, que empleaban para volar, junto con otros rituales y
untos o ungüentos, según recoge asimismo Aurelio de Llano:
Por encima de ríos,
por encima de escayos,
por encima de montes
con todos los diablos
Por estos camino se aparecería la
güestia o procesión de almas en pena vestidas de blanca mortaja o
mortaya, reclamando asuntos pendientes a los vivos, recordándoles lo efímeros de la existencia y anunciando próximas muertes. Aurelio de Llano recoge varias historias:
"Había en un pueblo un vecino, que veía a la ánimas salir del cementerio en procesión y entrar en la casa en donde había una persona enferma. Esto era señal de que aquella persona se moriría pronto.
Una noche iba el vecino por un prado con su mujer y vio venir en dirección a ellos la procesión de ánimas dirigida por una mandona. Esta al pasar junto al matrimonio sopló y tiró a la mujer al suelo. La cual dijo :
¡Jesús caí!
Y el marido le replicó :
¿No te dije que te esviaras, que pasaban las ánimas en procesión para casa de fulano que está enfermo? "
Se dice que para librarse de sus acechanzas habría que trazar un círculo en el suelo, normalmente con una vara de avellano o similar árbol de connotaciones mágico-religiosas, dibujar la estrella
pentalfa en medio (representando el
Sello de Salomón) y meterse dentro. No deja de ser llamativo que, bajando del Cantu la Figar, una de las letanías que de Llano atribuye a la güestia mencione precisamente a este árbol:
Cuando nós éramos vivos
andábamos a estos figos
y ahora que somos muertos
andamos por estos huertos
¡ andar, andar,
hasta el tueru de la figar!
El Camino zigzaguea para perder altura por esta falda del monte ya ante el mar, que todavía no podemos ver en esta abigarrada plantación
Los troncos se elevan como lanzas hacia el cielo. Empleados muy al principio como una planta ornamental más, pronto se buscaron aplicaciones prácticas dado su rápido crecimiento, tanto para la construcción, andamiajes y otras estructuras; como para la minería, entiba de las galerías y similares. Más tarde, la fundación de las industrias celulosas de Torrelavega, primero; y Navia, después; favorecieron su plantación hasta hacerla especie arbórea predominante en el área galaico-astur-cantábrica
"En el norte peninsular fue introducida por el santanderino Sáenz de Sautuola, aclimatándola con éxito a finales de los años sesenta del siglo XIX. Como en el caso de Galicia, parece que fue la misión del jesuíta Fray Rosendo Salvado en Australia (donde fundó Nueva Nursia) la que explica el envío de semillas de eucalipto al noroeste ibérico, hacia 1860. Hasta 1940 su expansión fue lenta, a cargo sobre todo de particulares, interesados en su elevada rentabilidad."
Marcelino Sánz de Sautoula fue famoso por ser el descubridor científico de la célebre Cueva de Altamira, pero también por ser quien plantó el
primer eucalipto en Cantabria (en su casa de Puente San Miguel, año 1863), además de estudiar su aclimatación y publicar los resultados de aquella investigación pionera. Por su parte
fray Rosendo Salvado lo habría hecho unos años antes, durante su regreso y estancia en España entre 1848 y 1853, leemos en
Wikipedia:
"En 1848, fray Rosendo Salvado regresó a Europa a fin de obtener fondos y vocaciones para su misión, llevando con él dos jóvenes aborígenes, Joseph Conaci y Francis Dirimera, que puso en custodia de la abadía de Trinità della Cava. Salvado fue consagrado como obispo de Port Essington (15 de agosto de 1849), a pesar de lo cual, en realidad nunca llegó a tomar posesión de ninguna diócesis. Aprovechó su estancia en Europa para visitar España. Entretanto, Brady expulsó de Nueva Nursia a su compañero Serra. Al saberlo, Salvado fue a Roma, donde buscó protectores para a su obra y obtuvo la expulsión de Brady del obispado de Perth. Fray Rosendo asistió también a un capítulo general de la orden benedictina. De vuelta otra vez a España, en esta ocasión sí pudo visitar su ciudad natal de Tuy, donde cantó misa en su catedral. Ese fue el momento en que se plantaron los eucaliptos y acacias que había traído de Australia. Con el tiempo, el eucalipto alcanzó toda Galicia como una plaga, con un daño irreparable en todo el ecosistema."
Aquí mismo debajo de nosotros está la playa, oímos las olas pero apenas la podemos ver en esta celosía de troncos que surgen de los felechos. Cuando toque la tala el paisaje marítimo será magnífico, pero el siguiente brote no tardará en crecer, volviendo a ocultarse a la vista. Los autores del libro de las transformaciones del paisaje forestal en Asturias escriben en su introducción:
"La revolución industrial motivará nuevos cambios en el paisaje. El importante desarrollo de la minería del carbón en el siglo XX tiene como consecuencia un elevado consumo de maderas y energía, y un cambio en la dedicación laboral de las gentes, que es también un cambio cultural y social. El paso del campo a la mina implicó en ocasiones el abandono de la actividad agraria y la dedicación del terreno a nuevos usos, entre ellos la producción forestal intensiva. Los cambios sociales y las nuevas demandas económicas del desarrollo industrial del siglo XX impulsan las plantaciones de pinos y eucaliptos, especies que en el momento actual, conjuntamente, son las predominantes entre las masas arboladas de la región."
Hemos de seguir bajando para llegar a contemplar buenas panorámicas del arenal, que ya tenemos justo a nuestros pies. De estas omnipresentes plantaciones que serán el paisaje forestal preponderante en el Camino de Santiago Norte siguen explicando estos especialistas:
"En las comarcas costeras y valles interiores el bosque de frondosas autóctonas ocupa terrenos marginales, pero sobre todo en el último siglo muchos de los campos de labor y pastos han pasado al sector forestal para la producción de maderas requeridas por la industria"
La hojarasca forman un manto de estas hojas de lanceolada forma, como una guadaña o una hoz, que caracterizan al
ocalito. Otro interesante estudio es el de Antonio Madridejos, titulado
En busca de los primeros eucaliptos de España, que culmina así:
"Los eucaliptos fueron originariamente una especie ornamental y, de hecho, los más antiguos que todavía sobreviven se encuentran en los jardines de pazos, como sucede en Lourizán, Rubianes, Oca o Mariñán. La gran expansión en España, un problema ambiental de primera magnitud, comenzó tras la guerra civil como método rápido para la obtención de madera y también de celulosa, indispensable para la fabricación de papel, así como para marcar lindes en los caminos. Durante años, la transformación de antiguos bosques en eucaliptales se llegó incluso a subvencionar."
"Se estima que el eucalipto ocupa actualmente casi la quinta parte del territorio arbolado de Asturias, en total más de 60.000 hectáreas.
El “ocalito” (nombre asturiano del eucalipto) en la primera mitad del siglo XX era un extraño en nuestras tierras. En la década de los 50 comenzó a extenderse por tierras de labor que ya no se trabajaban o praderas que ya no servían de pastizal. En el año 1989 la superficie alcanza las 34.000 hectáreas. En 1996 las 50.000. En el 2012, fecha del último inventario forestal nacional ya daba 60.311 hectáreas. En el 2.018 habrá ni se sabe cuantas, pues durante estos años se siguió plantando a buen ritmo.
En la actualidad la superficie arbolada de la región está en torno a las 453.000 hectáreas, de las que como dijimos anteriormente más de 60.000 son de eucalipto. El castaño se encuentra en torno a las 80.500 hectáreas, el haya 68.200, los robledales 37.600, los pinares 37.800, y mucho más lejos están bosques tan propios de Asturias en tiempos pretéritos como los bosques de ribera con 7.800 hectáreas o los abedulares con 13.500.
Cualquiera que recorra Asturias por la costa, de oriente a occidente, de Llanes a Vegadeo, prácticamente no verá más paisaje que el de plantaciones y plantaciones de eucaliptos. Se da el caso de algunos municipios como San Tirso de Abres, Gozón o Soto del Barco en el que casi el 100% de su superficie arbolada son eucaliptos; o Gijón con 3.000 hectáreas de arbolado y más de 2.000 de eucalipto; o Villaviciosa con 6.300 hectáreas de eucalipto de las 9.000 arboladas que posee. Y así podríamos seguir y seguir con prácticamente todos los municipios costeros.
Otro dato importante a tener en cuenta a la hora de valorar la situación es el número de metros cúbicos de madera que se extraen del monte. En ese sentido, de los 695.000 metros explotados el año pasado, 472.000 lo fueron de eucalipto, la media de los últimos años es un 74% de toda la madera cortada en Asturias."
Recoge el autor en su obra los efectos de la plantación masiva de estos árboles de pronta tal en en el ecosistema, incluyendo acuíferos, medio ambiente, biodiversidad, etc. abordando también aspectos socioeconómicos:
"la repoblación privada, incentivada con ayudas oficiales vía exención fiscal, se centró también fundamentalmente en esta especie. Esta repoblación estuvo, desde su origen, muy determinada por la demanda industrial de la minería asturiana (hoy en proceso de extinción) y, en especial, de la industria papelera
Así las cosas, la extensión del eucaliptal va aumentando a la vez que se agudiza la crisis del sector agrario asturiano (especialmente agravado a raíz de la entrada de España en la CEE), disminuyendo los cultivos tradicionales y desapareciendo las pequeñas explotaciones con sus praderías, que son sustituidas por eucaliptales ante las expectativas de altos precios de la madera generadas por la industria del papel a través de sus campañas de inflamiento artificial de los precios. Cuando ahora la realidad nos demuestra que en los últimos 10 años el precio ha caído en más de un 40%."
Es la especie Eucalyptus globulus la más extendida entre estos árboles de crecimiento rápido, plantado casi siempre como forma de rentabilizar antiguos pastos y tierras de laboreo, pudiendo llegar a los 55 metros de altura en una década o poco más, por lo que suelen efectuarse talas entre los 10-12 años desde su plantación. Es entonces cuando se producen esos cambios tan drásticos en el paisaje después de las cortas
Enlazamos con el Camín de Morís, que viene de los prados que vimos antes, desde El Colláu la Campona. Los postes o estacas señalan que en tiempos pudo haber algún cierre forestal o ganadero con un paso a la derecha para los viandantes
A la izquierda el monolito jacobita garantiza el camino a seguir en este cruce: continuamos todo recto y cuesta abajo
Salimos de la
ocalital y ya vemos ante nosotros el horizonte marino del Mar Cantábrico. A la derecha crece una buena mata de helechos; a la izquierda los hace el matorral, la
sebe
Este Camino suele limpiarse todos los años al ir llegando el verano, pero dado el paso continuo de gentes, principalmente peregrinos, nunca suele tomarse por la vegetación, siempre suele estar abierto y bien trillado, aunque en primavera broten buenas hierbas
Sobre la
felechal vemos asomar, al oeste en extremo del Cabu Llastres en la costa de Colunga, que cierra una gran nada que constituyó un gran fondeadero natural desde
dóminas remotas y es una gran referencia visual para nosotros a lo largo de este tramo de costa, pues se adentra varios kilómetros como una cuña en el mar
Reconocemos perfectamente bien San Roque, en la parte alta del pueblo de pescadores de Llastres, bien reconocible por su antena de comunicaciones. Debajo está el edificio del restaurante El Mirador, que tendremos en cuenta porque a su derecha una pequeña pared blanca es la capilla del Santo que da nombre al lugar, del año 1616. Otra construcción a su derecha la Casa de Luis Norniella. Abajo, La Punta Miseria, señala el límite del puerto, con La Punta l'Escanón. Más a la derecha están los acantilados de Les Llastres de la Cotariella, El Pedréu de Llimixilde, La Punta'l Pintu, la Piedra'l Rayu, La Teyosa, El Talameru, La Vaca El Vaquín, ElTeyadín y todo el frente costero oriental del cabo hasta su punta y cabo, que veíamos en toda su extensión desde la bajada a
Vega, su playa, y subida a
Berbes por
El Cuetu
El cabo, su faro, el pueblo con su puerto y todas sus calles, así como su entrono y alrededores, lograron enorme popularidad con la serie de televisión
Doctor Mateo, donde
Llastres era conocido como
San Martín del Sella. Su grabación, estreno, continuidad durante cinco temporadas, etc., supusieron un gran impacto mediático que provocó una gran afluencia de visitantes
Cuando estemos un poco más adelante, empezaremos a ver el pueblo, cuyo casco antiguo ya empieza a asomar antes de esta pequeña cuesta. Si bien los primeros datos documentados de su existencia datan del año 943, es muy posible ya existiese un embarcadero natural muy anterior en esta gran rada formada por el cabo, en la que existieron muy antiguos enclaves portuarios, como el de
La Isla, que veremos también según caminemos al oeste rumbo a las demás playas de Caravia y a Colunga
Lo que sí que vemos ahora muy bien y a nuestra derecha es la parte más oriental del Arenal de Morís, bajo El Cantu la Figar y monte La Campona, la cual suele ser la parte más tranquila al estar más alejada de sus accesos, si bien también lo está de sus salvamentos y otros servicios, pero es por lo tanto la más agreste, sin construcciones de ningún tipo, cerrada al este por La Punta la Braniella, que señala además, justo detrás, la frontera con Ribadesella/Ribeseya
Esta es una foto cuando está bajando la marea. Nunca nos cansaremos de insistir en las grandísimas diferencias de nivel de las aguas y por lo siguiente de afloramientos de rocas y arenas entre bajamares y pleamares según la hora del día, la estación y la época, pues esto se acusa especialmente con el fenómeno de las mareas vivas, más frecuente además de lo que suele pensarse
Si bien este arenal es raro que llegue a estar cubierto prácticamente por completo en alguna contada ocasión, no ocurre lo mismo con los pedrales o pedreros. No es infrecuente en la costa asturiana que varias veces todos los veranos haya que rescatar a alguien que o bien se despistó o bien no estaba familiarizado con estos flujos intermareales no usuales en otros mares
La franja de arena más oscura, la
arena mojada, viene a señalar hasta donde ha llegado la pleamar, la más clara,
marea seca, hasta donde no; pero recalcamos, no siempre es así, puede variar notablemente
Esta es una foto de la marea más alta en este lugar. Siempre es interesante consultar una tabla de mareas, imprescindible si vamos a realizar alguna actividad náutico-pesquera o un paseo por el pedral, importante sólo sea por tomar el sol para conocer qué espacio podrá haber en el arenal, si bien en esta playa su tamaño hace que, salvo que queramos estar lo más cerca posible de su entrada por la carretera, parking, chiringuito, duchas, etc., ese problema sea inexistente prácticamente en el Arenal de Morís
Es además y por lo tanto el paraje donde gozaremos normalmente de mayor intimidad... ¡todo un lujo!
El Camino hace aquí un poco de subida y pasa junto a otro grupo de postes de lo que pudo ser un cierre con paso estrecho a la derecha para caminantes
Al empezar este repechín encontramos otro de los viejos postes de madera que balizan el trayecto xacobeo en el concejo de Caravia
En otro buen mirador para contemplar desde aquí el mar y la playa
Y es que en la cuesta es un auténtico balcón que nos ofrece también buen paisaje a la derecha, sobre el arenal, la primera
"de las importantes y turísticas playas del concejo de Caravia" que nos vamos a encontrar,
"Su extensión y comodidad de accesos la convierten en una de las preferidas para los veraneantes de esta zona", afirma
Belén Menéndez Solar en su
Guía completa de las playas de Asturias
"En asturiano braña es apelativo de gran vitalidad especialmente en la acepción de ‘pasto alto de montaña donde residen los ganados desde la primavera al otoño’ y ‘aldea de vaqueiros’; sobre braña se forma el verbo brañar que equivale a faer la braña ‘realizar el conjunto de cui dados diarios que exigen los ganados, previos al ordeño y ordeño incluido’. El verbo embrangar o emberangar ‘veranear el ganado en una zona’ supone un étimo IN VERANICARE.
Acerca de la etimología de braña se ha discutido ampliamente y, como en toda cuestión muy debatida, las opiniones son variadas; así para Corominas podría pensarse en un origen céltico, *BRAKNA ‘prado húmedo’ . García de Diego cree que se trata de un continuador del latín VORAGINE. Más convincente resulta la opinión de quienes quieren partir del latín VERANEAM con un posible sentido de ‘pastos de verano’.
Los que parten de esta propuesta admiten que del neutro plural de ver, veris ‘primavera’ se formó el adjetivo VERANUM (EM) > ast. branu ‘vera no’, de donde se siguen los derivados *VERANEUM ( > ast. verañu ‘verano’), VERANEAM (REW) > ast. braña ‘lugar donde pastan los ganados en verano’. Aparece documentado tempranamente en documento del año 853 “braneas pascua quas uulgus dicit seles’ que libremente podríamos en tender como una definición de brañas, ‘pastos que la gen te llama seles’.
Ahí está el Pedreru les Teyes, tal vez así llamado por la similitud de sus formas rocosas con
teyes o tejas de tejados
(tegulam), porque con ellas se hiciesen tejas de tejado o cubierta pétrea o, en otro contexto toponímico ya, por la existencia en tiempos de árboles o plantas del tipo tilo
(tiliam)
Por otro lado, en la
Guía de las playas de Asturias de Silverio Cañada Estébanez
(Gran Enciclopedia Asturiana), informa de este Arenal de Morís que
"Su acceso directo desde la autovía del Cantábrico es quizá la mayor ventaja de esta playa extensa y tranquila situada en plena naturaleza", a lo que añade que
"Aunque está bastante abierta al mar, el visitante encontrará protección frente al viento gracias a las laderas verdes que la cierran"
Y en el precioso blog caminero
El Camino de Santiago desde Asturias, afirman, a nuestro entender con notable acierto que aquí es donde comienza "
uno de los tramos más bonitos de las etapas asturianas de los Caminos del Norte y de la Costa", las costas de Caravia, con posible prolongación a las de Colunga por La Isla, pues continúan añadiendo:
"desde que l@s Peregri@as inician el descenso en el collado de La Campona comienzan a sentir la compañía del Cantábrico para disfrutar de sus olas, arenales, puntas y ensenadas durante los próximos cuatro kilómetros"
Playa también amada por los pescadores de
pedreru y submarinistas, sin olvidar a los muy entusiastas surfistas, como Guillén Guardiola,
"El surfista sostenible del Arenal de Morís", como le presenta el redactor de
La Nueva España Eduardo Lagar, a quien entrevista en entrevista publicada el 18-7-2022:
"Pescador profesional de angula y propietario de la escuela de la escuela de surf del Arenal de Morís. Psicólogo de formación, Guillén Guardiola reside en Caravia desde los 10 años, cuando su padre se instaló en el concejo. La mitad del año vive de los ingresos de la pesca profesional de la angula y la otra mitad de enseñar la práctica del surf. Vive del turismo, pero le preocupa que el éxito de la zona acabe en masificación.
«Me llamo Guillén Guardiola Blanco, tengo 45 años. Nací en Gijón y cuando mis padres se divorciaron, la vida me cambió considerablemente. A los 10 años, me vine a vivir aquí con mi padre. Llevo vinculado a Caravia desde entonces, menos cuando me escapé a estudiar a Madrid. Siempre estuve ligado al concejo con diversas actividades. Estuve de socorrista en el Arenal de Morís y llevé durante varios años el chiringuito de La Espasa. Ahora vivo de dos cosas: soy pescador profesional de angulas durante cuatro meses al año y en verano tengo la escuela de surf del Arenal de Morís».
La señal jacobita, caminera y playera, se llena de líquenes, alegoría de la naturaleza marina en el Camino así como del paso del tiempo y el tránsito de peregrinos
Culminamos así este pequeño recuesto antes de continuar la bajada a los accesos al arenal por Caravia l'Alta
Un vallado separa al Camino de las fincas colindantes a él, a la izquierda, que caen en ladera
Desde aquí tenemos ahora un soberbio panorama hacia El Cabu Llastres, al oeste, apreciando buena parte de su acantilada costa, que resalta su alargada silueta en el horizonte marítimo
Y en primer término, los prados de Les Teyes y La Tuerba, por donde sigue el Camín Real de la Costa, el Camino de Santiago en Caravia, cerca de los acantilados, de ahí que su topónimo puede tener que ver con el latín
turbidus y
turbidam, que relativo al agua es equivalente a turbia o agitada, golpeando en sus cantiles y pedreros, solar de una importante necrópolis megalítica de 4.000-5.000 años de antigüedad que demuestra el antiquísimo poblamiento de estos parajes
Más allá destaca el gran acantilado vertical de La Garita, de 51 metros sobre el mar, del que se llega a ver su vértice geodésico pese a la distancia gracias a su color claro. Está en La Punta l'Atalaya, así llamada por haber sido antaño puesto de observación costera. Más cerca y a la izquierda reconocemos aparcadas las caravanas del parking del prado habilitado a tal efecto sobre la playa y al lado del camping
Arenal de Morís. Antaño, cuando apena había albergues en el Camino, ni públicos ni privados, los campings constituyeron una buena alternativa de alojamiento a aquellos peregrinos de los años 1990 y parte de los 2.000, en parte siguen siéndolo
En la lejanía, los acantilados de
Güerres, por donde puede irse hacia la villa Colunga desde La Isla si deseamos tomar esta alternativa costera a partir de La Espasa en vez de ir por
Bueñu y sus puentes romanos. Más en la distancia los montes de San Telmo, Sales, La Guardia y Llué, por donde iba el histórico camino de
Llastres a Villaviciosa por La Venta'l Probe, que también fue senda xacobea en tiempos, no declarada oficialmente como tal hoy en día
Y es que Llastres fue un enclave portuario de gran entidad, que desde el siglo XIII, con la concesión de la carta puebla de Colunga, concentró al mayor núcleo de la población del concejo, más incluso que su villa capital, dado su tráfico comercial portuario, además de pesquero y, muy especialmente ballenero, otro lugar donde se unían las rutas comerciales marinas con las terrestres de la arriería
A partir de ese siglo fueron a asentarse a Llastres numerosas familias de todas las aldeas del entorno, especialmente de Lluces, en su inmediata rasa costera, donde se han hallado también señales de alguno de los asentamientos humanos más antiguos de esta costa.
El primer puerto debió ser el mismo abrigo arenoso de su ensenada, la Playa l'Escanu, donde se despiezaban las ballenas y se extraía su aceite, existiendo una Casa de la Ballena entre esa playa y la de L'Estilleru, antiguo astillero de buques, como su nombre indica, situada a su izquierda
El precedente portuario de importancia debió ser el de La Isla, empleado en época romana y prerromana, asentamiento de castros y
villae, guardado especialmente, como toda la rada, por el de La Villeda, con sus acantilados que conforman su defensa natural cara al mar, hoy plantado de
ocalitos en lo alto de este monte que separa La Isla de La Griega, de
briga (fortaleza), otro gran arenal en cuyo
pedreru se han localizado las que se dicen son las mayores
huellas de dinosaurios del mundo
La Villeda, uno de esos enclaves arqueológicos de los que existen evidencias legendarias transmitidas por tradición oral de generación en generación desde tiempo inmemorial, puede decirse que empezó a estudiarse con metodología histórica científica a partir de 1894 con el historiador y etnógrafo
Braulio Vigón, que lo identificó como recinto fortificado, a quien siguió en 1919 el tan mencionado Aurelio de Llano y Roza de Ampudia, quien realizó excavaciones. Reconoció en 1960 el lugar
José Manuel González y Fernández Valles, quien lo catalogó en 1966, y fue incluido en la
Carta Arqueológica de Colunga en 1992 por
Gema Adán Álvarez
El recinto castreño, que pese a su importancia, ha quedado en buena medida arrasado por las plantaciones de eucaliptales, ha sido también estudiado por el también arqueólogo
Eduardo Pérez-Fernández en
ArqueoAstur, donde realiza un interesante compendio de lo que pudo estudiarse en esta fortificación, fosos, parapetos, taludes, cerámica, etc., adscribiéndole una cronología desde la Edad de Hierro a la romanización
No llegamos a ver la Playa la Griega, guardada por La Villeda, pero sí los acantilados de la de L'Estilleru, donde desemboca el río Astuera, topónimu relacionado con Astura (actual Esla), astur y Asturias. Arriba, el pueblo de Lluces conserva en su topónimo la memoria de las luces en forma de hogueras prendidas que orientaban a los navegantes de la antigüedad a la entrada del puerto, antecesoras de los actuales faros
En una ladera donde el acantilado suaviza su verticalidad fue creciendo la población llastrina, de
llastra, piedra lisa, grande y llana, de las que abundan a la orilla del mar. En base a su puerto natural se hizo el primer muelle merecedor de tal nombre a mediados del siglo XVI y en 1542 se documental por primera vez la existencia del Gremio de Mareantes de Santa Ana. Su época dorada se señala entre los siglos XVII y XVIII, cuando se fue configurando la fisonomía urbana de la actual población, con crecientes aportaciones de gentes que fueron agrupándose en barrios en torno a sus respectivas capillas, que les dieron nombre
En torno a la pesca nacieron salazones, escabeches (luego conserveras), así como fábricas de toneles y cajas de madera para su transporte. Se importaba vía marítima sal, grano, vino y manufacturas, saliendo de aquí a otros puertos y a los mercados del interior vía terrestre. Se exportaban naranjas y limones, frutos secos, a Inglaterra, Irlanda, Flandes, Países Bajos, Francia y Portugal. Aquella prosperidad se truncó en el siglo XVIII, las ballenas, gran fuente de riqueza, se extinguieron y en 1740 una galerna destrozó el muelle. Los barcos se fueron a arribar a otros puertos y con ellos marinos y comerciantes, quedando Llastres nada más que como pesquería
En el extremo norte del puerto, la Punta Misiera forma con la Punta Penote una gran bahía que cierra el puerto y las playas. El espigón que sale de la Punta Misiera se articula en tres brazos. Más al interior está el contradique, dejando una bocana de unos 100 m de anchura que domina la pequeña bahía de La Plancha:
El cierre de las minas, última actividad comercial portuaria, coincidió, ya en los años 1980, con la gran crisis pesquera, por lo que hubieron de buscarse otros tráficos, ya centrados en el sector turístico:
"En 1985 comenzaron los trabajos para reconvertir la antigua dársena de El Muellín en puerto deportivo, que consistieron en el cierre de la bocana meridional, el dragado de la rada y la prolongación del malecón hacia el este para favorecer el abrigo de las embarcaciones. Sin embargo, la reforma, concluida durante la primavera de 1995, se saldó con el derribo injustificable de la antigua lonja, a la que, a pesar de formar parte de la identidad cultural del pueblo, le fue denegado el indulto, perdiéndose con ella no sólo parte de la esencia del puerto histórico, sino también un recurso turístico potencial. La terciarización continúo durante la última reforma, entre 2007 y 2009, en la que, además de la instalación de nuevas palancas de pantalanes flotantes, ante la demanda creciente de amarres para embarcaciones de recreo, y el reacondicionamiento de la explanada"
Los peregrinos suelen detenerse a lo largo del Camino a admirar el paisaje que se nos ofrece a la vista, enmarcado por el Cabu Llastres en el horizonte, antigua rada comercial, ballenera y corsaria que guarda la historia de
Juan de Abadía Cueva, marino llastrín, nacido en 1639 en al antiguo barrio de los balleneros, que armó una fragata en corso con 38 años tras convencer a otros dos vecinos, Francisco Fernández Pando y Alonso González, para ser sus fiadores, según se firma en documento:
“Todos tres juntos y de mancomún a voz de uno y cada uno por el todo, obligándose con su persona y bienes muebles y raíces presentes y futuros de que el Capitán Juan de Abadía siempre y en cualquiera ocasión que en virtud de la licencia y facultad de su Majestad, Dios le guarde, saliere con sus fragatas y gente a corso hará buena guerra, guardando y cumpliendo las órdenes e instrucciones en esta razón dadas y que para adelante se dieren sin las quebrantar ni alterar en poca ni en mucha manera, ni hacer daño ni vejación a ningún vasallo de su Majestad, ni amigos, ni confederados con su Real Corona, antes bien como buen vasallo y soldado en las ocasiones que se ofrecieren los amparará y defenderá contra los enemigos con todas sus fuerzas y poder (…) De no hacerlo así damos poder a las Justicias de su Majestad para que se lo hagan cumplir pasando en autoridad de cosa juzgada y especial y señaladamente a los dichos señores del Consejo de Guerra…”(…) siendo testigos del capitán D. Diego Gutiérrez Robredo, D. José Antonio de Granda y D. Toribio Gutiérrez, vecinos y residentes es este dicho puerto y los otorgantes que lo firmaron, yo escribano doy fe que conozco a Juan de Abadía Cueva”
Divisamos desde aquí también La Punta Escalar, que cierra por el oeste el Arenal de Morís o la Playa Caravia, como también se la llama, a donde llega la carretera local de acceso a la playa desde la N-632 en Caravia Alta (y su enlace con la A-8)
Aquí se concentran pues los correspondientes servicios playeros de baños, duchas, salvamentos, chiringuito con terraza, área recreativa, Los coches se quedan en el parking, algo más atrás
"En 1970, y dentro del desarrollismo imperante en la época, daba cuenta la GEA de un macroproyecto turístico con "delimitación de zonas de carácter agropecuario, deportivo, cinegético y residencial", que incluía un funicular desde esta playa al Mirador del Fitu (donde se unen las sierras del Sueve y El Fitu, en la carretera AS-260), más "un motel, dos hoteles y carreteras turísticas", una de ellas "carretera en cornisa", y "más de 200 "bungalows y chalets", y diversos servicios comerciales".
A la vez que existía este proyecto había sobre la mesa otro incompatible, Fluoruros S. A. pretendía hacer una gran mina de espato flúor, continua explicando la GEA en aquella su primera edición setentera:
"En 1968 se planteó un conflicto, aún no resuelto, entre los vecinos y la empresa explotadora, al pretender ésta realizar la extracción a cielo abierto del mineral existente en el filón "Aurora Norte", lo que significaría la desaparición del pueblo de Caravia la Alta. Las reservas calculadas en este yacimiento suponían un valor de tres mil millones de pesetas; y junto con otros existentes en Colunga, Ribadesella, La Collada (Siero) y Llanera, constituye la zona más importante de España en la producción de este mineral"
Tal y como vimos en los anteriores tramos del Camino, cuando atravesábamos la antigua zona minera de Berbes, la gran caída de la demanda de este estratégico mineral, fundente endurecedor del acero y especialmente empleado en la fabricación de blindajes, provocó la desaparición de Fluoruros S.A. pocos años más tarde. Todo ello hubiese dado al traste con este valioso entorno natural, como comentaba el surfista Guillén Guardiola al periodista Eduardo Lagar:
"Bajando al Arenal de Morís, antes había una arboleda preciosa y ahora hay 23 viviendas proyectadas en esa finca. El que tenga esa sensibilidad pensará: esto se va a la mierda. El que tenga la otra perspectiva pensará que es bueno para la economía del concejo. De todas formas, en Caravia aunque ahora haya este boom, tiene limitaciones: tiene la montaña que limita, la autovía que limita y el mar que limita la expansión de la construcción. Y eso es algo que a mí me agrada. Y saber que hay una Ley de Costas y que se pueda ir manteniendo de esta forma. Y todo esto te lo digo viviendo en parte del turismo"
La Punta Escalar recibe este nombre por su forma escalonada, del latín scalaria, escalera. Desde aquí divisamos la necrópolis megalítica de La Tuerba, legado de la historia de estos lugares y sendas varias veces milenarias
Otros parajes dados a las leyendas mitológicas, esta vez de
serenes o
sirenas, que con sus encantos y melodiosa voz atraían a la costa a los navegantes, normalmente provocando un naufragio, aunque otras veces se casaban con ellos y tenían hijos, lo que daba pie a que este supuesto origen legendario algunos linajes lo ostentasen orgullosamente en su heráldica. Leyendas y cantares recopilados por etnógrafos y folkloristas como este recogido por
Braulio Vigón en
Folk-lore del mar en Asturias:
"En el medio de la mar
oí cantar la serena
¡Válgame Dios qué bien canta
una cosa tan pequeña!
Esta es la costa que algunos geógrafos de antaño, al describir la extensión de Asturias, plasmaban que "limita al norte con Inglaterra, la mar por medio", por eso se dice que un pescador llastrín contestó a quien le preguntaba qué había más allá del horizonte del mar: "¡ Ay, manín, más allá tán los herejes!"
En el artículo dedicado a Caravia en el
Gran Atlas del Principado de Asturias, se dice que en 1940, acabada la Guerra Civil, siete
fugaos, entre los que estaban los guerrilleros
Manuel Fernández Peón, más conocido como
Comandante Flórez, y
José Mata, intentaron escapar desde esta playa vía marítima, pero al no poder realizar la huida hubieron de volver a esconderse en las montañas del Puertu Sueve
Por entonces, y siguiendo al Gran Atlas, en plena posguerra española y en plena Segunda Guerra Mundial, el gobierno alemán se hizo a cargo de las minas de fluorita de Caravia para garantizar este vital suministro a su industria armamentística. Tras la derrota del III Reich estas pasaron a ser supervisadas por un Comité Aliado de Control y posteriormente pasaron a la empresa Fluoruros S.A., fundada por el empresario Ángel Pérez de Leza, cuya biografía conocíamos subiendo de Vega a Berbes de mano del artículo de
La Voz de Asturias Espía, aventurero y millonario
En el chiringuito del Arenal de Morís, además de comidas y bebidas se celebran conciertos y otras actuaciones y espectáculos. De esta manera lo cuenta Begoña Díaz para
La Nueva España del 19-8-2009 al glosar estas maravillas a las que califica de
"un paraíso en Caravia":
"El Arenal de Morís es uno de los principales reclamos turísticos del concejo de Caravia. Esta playa, de unos ochocientos metros de longitud y arena tostada y fina, resulta muy segura, incluso para los niños, e ideal para la práctica del surf. Constituye una de las playas más bellas y amplias de la Cornisa Cantábrica. Además dispone de accesos rodados, rampas, puesto de socorrismo y una pequeña zona recreativa. Es ideal para disfrutar de los días soleados, pero también en jornadas nubladas se pueden admirar las hermosas vistas del litoral caraviano que la rodean
Cuenta el Arenal de Morís con un bar de playa, donde, durante la época estival se celebran diversas actividades, como conciertos e incluso también monólogos cómicos"
Una muestra de lo que pueden varias las medidas de una fuente a otra las tenemos en las que le da a pa playa la página
Best Rural Spain:
"775 m en bajamar, 420 m en pleamar"; y el
Gran Atlas del Principado de Asturias:
"cerca de kilómetro de extensión con fina arena y cantos rodados en la zona exterior".
Turismo Asturias le da 770 metros. Lo cierto que la mayor parte de las guías oscilan en torno a esos 800 metros que antes decíamos o poco menos
Por la pradería de la Punta Escalar y al borde del acantilado discurre un camino, la senda costera
GR-204 (06) que en varios puntos coincide con el Camino de Santiago y en otros no, pues sigue todo la orilla del cantil y la sinuosidad de la orografía costera, como es este el caso
Aquí desemboca un riachuelo, el
Ríu Caravia, que nace cerca de aquí, en El Vallal, al sur de Prau, sin embargo a veces se denomina así al
Ríu los Romeros, que desemboca en la playa de La Beciella, al otro lado de L'Atalaya y La Garita. El mismo Arenal de Morís aparece a veces también como
Playa de Caravia
Entre la Punta Escalar y la Punta l'Atalaya está la ensenada de La Hoya, muy acantilada y de difícil acceso. También se escribe La Olla y en ambos casos los topónimos hacen referencia a hondonadas o depresiones del terreno,
ollam o
fossam
Ciertamente, la blancura de las casas de Llastres son en sí mismas como un faro. Por allí discurría un secundario ramal jacobita y que había un hospital (hospedería piadosa) en el siglo XVIII, de la que era su patrono el vecino Bernardo del Castillo, quien pagaba el mantenimiento del establecimiento a sus expensas y por devoción. Estaba atendido por una mujer y contaba con siete camas mas una capilla propia, en aquel momento en mal estado, siendo su patrono el vecino llastrín don Bernardo del Castillo,
Conocemos por los Libros de Difuntos del paso de numerosos romeros yendo o viniendo de Santiago, muchos extranjeros. Si alguno fallecía se celebraba solemne misa cantada con todos los sacerdotes que estuviesen en Llastres
La antaño poderosa Cofradía de Santa Ana, del Gremio de Mareantes, tenía a su cargo otro hospital de peregrinos, pero este no aquí, sino situado en la capital concejil, la villa de Colunga, y por tanto en el camino principal, que es el actualmente oficial y marcado con conchas y flechas. El Hospital de Santa Ana fue fundado a mediados del siglo XVI y en la centuria del 1700 era, como tantos otros, pobre, manteniéndose de "la Justicia y Regimiento de la Villa". En el Catastro de la Ensenada de 1753 se dice que "sólo da albergue".
De ese antiguo hospital colungués pero de patronazago marinero llastrín se conserva la capilla de Santa Ana, patrona a la vez de dicha cofradía de mareantes, santuario de grandes fiestas y devoción en Colunga, al lado del Camino y en
"pugna vecinal" con otra capilla caminera, la de la Virgen de Loreto, a la entrada de la población. Se trata de la conocida como "
la fiesta los vieyos", pues Santa Ana y San Joaquín son los padres de María y abuelos de Jesús. Existe el cantar romero que dice
"Válgame'l Señor San Pedro y la Virxen Soberana, que vamos a la romería de la gloriosa Santa Ana"
Conoceremos tanto esa capilla como la de Loreto, las dos en el mismo Camino oficial y muy vinculadas por tanto con él. Los peregrinos presentirían ya viendo las casas de Llastres la proximidad de los centros de acogida piadosa que, pensados y fundados para ellos, eran los que preferían por múltiples razones, aunque también se acomodarían a las antiguas ventas camineras y otros refugios
Ya en el siglo XVI la desaparición del monasterio de Santiago de Caravia habría puesto fin a su tradición hospitalaria y con ella la del supuesto hospital templario que habría en las inmediaciones
Otro hospital, el fundado por el párroco de Berbes Alonso Ganancia en 1678 en esa su parroquia, tuvo escasas rentas y por lo tanto ni buena ni larga vida. Carente de hospitalero ante la negativa vecinal a asumir este cargo, los propios peregrinos hacían lumbre con sus tablas para poder calentarse, llegando a llevarse las ropas de las camas. La calamidad fue tal que fue suprimido en 1702, siendo posteriormente sacados sus bienes a subasta
Estas playas fueron ensenadas dadas a operaciones fraudulentas y, en tiempo de guerra (o posguerra) y como vimos a operaciones de fuga, desembarco, etc., por ello los franceses mantuvieron una guarnición bastante tiempo en Berbes (El Parapetu) durante la ocupación napoleónica, si bien controlando más la Playa de Vega
Mismamente, en La Isla se reaprovechó el puerto antiguo astur-romano por ambos bandos, según cambiaba de mano. Los franceses para avituallar a las guarniciones del
general Bonet y la guerrilla asturiana de Argüelles y Escandón para recibir pertrechos de Inglaterra. Más tarde, en la Guerra Civil española se excavaron trincheras ante el mar para proteger el cercano aeródromo de Sales de un eventual desembarco de los nacionales
Estamos pasando ahora sobre la explanada del chiringuito, del que vemos el tejado. Suele sacarse todos los años a concurso antes de iniciarse la temporada, como el de La Espasa. Aquí tenemos la terraza y el área recreativa, con bancos y mesas de madera y la torre-escalera de los salvamentos. También se han instalado
webcams para conocer de primera mano el estado de la playa y el mar
Las terrazas y el paseo están en un pequeño promontorio a una cierta elevación respecto a la arena, por lo que son como un balcón sobre el arenal
A la izquierda, restos de las labores de mantenimiento y limpieza en la franja de la ladera que cae hacia el Camino. Son
balagares de
felechos secos
Antes de llegar abajo nos metemos en otra masa de
ocalitos plantada sobre la misma playa
El Camino ha bajado pues
"rodeando el salvaje arenal de Morís", como dice
Antón Pombo en su
Guía del Camino de Santiago dedicada a la ruta norteña, que actualiza anualmente, en un recorrido sueva pese a las continuas subidas y bajadas hasta ganar estas playas de Caravia,
"La etapa es una de las más fáciles del Camino Norte", dice refiriéndose al trecho desde el riosellano puente del Sella hasta La Isla o Colunga
Naturalmente, las etapas que proponen las guías son orientativas, cada peregrino puede optar por alargarla o acortarla según sus fuerzas, necesidades, gustos o preferencias, máxime ahora que se han abierto más albergues, públicos y privados, y otros alojamientos que, aunque no orientados exclusivamente a los peregrinos, los reciben muy gratamente, a veces con precios especiales con presentación de credencial, para lo que habríamos mejor de enterarnos previamente, así como de sus temporadas de apertura, salvo que prefiramos improvisar dentro de la esencia aventurera y de cierta despreocupación, con su toma de decisiones sobre la marcha incluida y sin demasiada planificación previa, que constituye una de las características de los caminos jacobitas... o constituía
Ni qué decir tiene que, en temporada alta, si bien todo suele estar abierto, la afluencia de gentes puede llenarlo todo también. Confirmemos entonces con cierta antelación si los hospedajes están abiertos si no nos gusta acomodarnos en cualquier rincón más o menos a cubierto a pasar la noche (la acampada libre en lugares no habilitados para ello esta prohibida por ley y suele vigilarse al máximo en estos entornos playeros), algo que puede ser más factible en verano pero nada recomendable el resto del año
Las guías son también en este aspecto orientativas, nunca hay ninguna que esté plenamente al día, entre otras cosas por los cientos y cientos de alojamientos que hay en los aproximadamente 300 camino oficiales de Santiago existentes en Europa, decenas de ellos en la Península
Tampoco hemos querido dejar de advertir que en los albergues turísticos, o surfistas, o juveniles, deportivos, etc., no pensados para los peregrinos únicamente, es normal que tengan una filosofía, horarios, normas, etc. Por ejemplo, en verano muchas noches suele haber animadas fiestas en la terraza o en algún local próximo, por lo que habremos de amoldarnos y, o unirnos a ella, o entender la situación. De la misma manera, por la mañana, los alojados tienen otro toque de diana normalmente más tardío
Sin salirnos para nada del Camino, aquí tenemos el citado camping del Arenal de Morís, donde si nos amoldamos y hay sitio podremos pernoctar pues aunque no traigamos con nosotros ninguna tienda de campaña hay bungalows de lona, cabañas de madera, etc., además de, como en el chiringuito, servicio de bar y comidas
En otro caso ya habríamos de, o bien avanzar más hacia La Espasa, La Isla o Colunga, o desplazarnos a los núcleos urbanos de la carretera, arriba a la izquierda, como Prau (Caravia l'Alta) con el pionero
Hotel Caravia o el albergue
La Pumarada; o en Duesos, con el albergue de peregrinos de
El Cuetu, por citar algunos
En cuanto al tema de la acampada antes mencionado, los vivacs improvisados y similares hay
páginas referentes a la legislación existente al respecto, por lo general advierten de su prohibición por ley, si bien es verdad que un particular, negocio o no negocio, pueda dejarte dormir o montar tu minitienda en su patio, prado, jardín o parcela, a veces con gratificación voluntaria o pago correspondiente o no, u otras posibilidades como gasto en su local, etc.
Dado que existen muchos condicionantes de aplicación efectiva de la legislación al respecto, foros de debate, intercambio de experiencias, etc., nos encomendamos a ellos para saber más e intercambiar experiencias. En principio, si no tuviésemos más remedio que dormir al raso, mejor sin tienda, en saco-momia, algo apartado y escondido, echarte al caer la noche, levantarte con la primera claridad, no encender luces ni armar algarabía, dejarlo todo limpio (mejor ya cenados) y pasar lo más desapercibido posible. Por supuesto nada de meterse en fincas privadas o cosas semejantes
Pensemos que, con la cantidad, no sólo de peregrinos, sino de senderistas, turistas, visitantes, etc., que pululan por aquí (decenas de miles de personas), que sólo un ínfimo porcentaje pensase en hacer estos improvisados vivacs podría hacer del Camino y aledaños un estercolero y sería insostenible. Seamos respetuosos al máximo pues también puede ocasionar disgustos y sorpresas desagradables, pues las multas aplicada son de una cuantía considerable
Aquí tenemos otra vista de los aparcamientos y de su acceso escalonado, ahí tenemos el porqué se le llame a esta la Punta Escalar. Al fondo, el pedreru se alarga y forma una pequeña escollera natural
Ya estamos a la vista de la carretera que comunica el arenal, donde acabaremos la bajada delante de la casa de la palmera que tenemos enfrente y empezaremos a subir, a su izquierda
Quizás en esta foto del mes de marzo, sin sombras y en día nublado, lo apreciemos mejor: fijémonos la diferencia en contraste con la foto anterior, sin gente ni coches
Aquí está también una de las bajadas hacia la playa, por si deseamos desviarnos a conocerla in situ, descansar o, en verano, zambullirnos si las condiciones de la marea nos lo permiten, tal y como advierten las banderas de los salvamentos
Por ello, para ir al arenal, bajaríamos a la derecha, por la misma vereda de la carretera, pero el Camino de Santiago, sigue a la izquierda
Hay varias señales que nos indican este ramal a la izquierda, senda de hierba verde que bordea la tapia de la casa de la palmera
Aquí hay un panel de madera, colocado ya hace unos años, con una placa del Camino de Santiago en Caravia. Alguien ha pintado su nombre de
Camín Real debajo
Al lado, un mojón confirma el buen Camino...
Nos detenemos pues a estudiar el panel informativo, de cuando al Camino Norte de Santiago se le llamaba más Ruta o Camino de la Costa, para diferenciarlo del Camino de Santiago del Interior, que luego comenzó a ser conocido como
Camino Primitivo
En amarillo, el trazado xacobeo: un círculo rojo con un
2 señala en lugar en el que nos encontramos en el mapa. El Arenal de Morís. El punto
3 el lugar en el que, tras llegar un poco más arriba a la carretera del arenal, la dejaremos para tomar una senda a la derecha, entre prados, al sur de La Tuerba, donde hay otro cruce, el número
4
El
5 es a la altura de La Hoya y La Garita, el
6 el paso del
Ríu los Romeros, el
7 la llegada a la vista de los grandes arenales de Caravia y La Isla
Aunque a todas las designa como Playa de la Espasa, en principio el
8 es la Playa Moracéi y el número
9 El Visu y paso a La Espasa propiamente dicha, donde desemboca el río de este nombre, frontera con Colunga. Al otro lado de la desembocadura y al extremo izquierda de la foto es el arenal del Barrigón, antesala del de La Isla
Seguimos ruta pues hacia las demás playas de Caravia por el Camín Real, bello, verde y herboso, pasando a la izquierda del muro que guarda el jardín de esta casa
Camín Real que sigue todo llano, en un bellísimo tramo de senda entre el jardín y la vegetación silvestre de la vereda izquierda
Ahí llegamos al puente de madera sobre el
Ríu Caravia, que vemos ya delante y que vamos a cruzar
Una pequeña pasarela de madera en esta pequeña pero frondosa ribera antes de su desembocadura en el mar. Un rincón tranquilo por el que, exceptuando los peregrinos, poca gente suele pasar, incluso en verano, pues bajan a la playa por otros accesos más directos
Al otro lado, unos escalones excavados en la misma tierra de la cuesta y asentados con tablones nos ayudarán a subir a la carretera, al lado del camping, que dejaremos un poco más adelante (hay acera), para volver al trazado original del Camín Real, rodeado de una hermosa campiña en nuestro trayecto a
La Tuerba, en ruta a La Beciella, Moracéi, El Visu La Espasa
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