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sábado, 17 de junio de 2023

SEBRAYU Y LOS PORREOS, LOS PÓLDERES DE VILLAVICIOSA: BAJO EL CASTIELLU DE MORIYÓN Y ANTE LES MARIÑES DEL AZABACHE (ASTURIAS) LA POESÍA DE TUXA VILLAVERDE "LA ESCRITORA DEL PORRÉU"

 

Los Porreos desde el Camino en Sebrayu (Villaviciosa)

Este es el paisaje de Los Porreos, fértiles llanuras ganadas a partir del siglo XVIII a La Ría, el estuario la Ría de Villaviciosa, a base de diques (cárcoves), como los pólderes de los Países Bajos, aprovechando terrenos inundables, intermareales, de marisma y lodazal, para la agricultura y ganadería, conformando un hábitat y un paisaje singulares, con un rico ecosistema. Este en concreto es parte del Porréu de Sebrayu o Porréu d'Arriba, tal y como se ve desde el Camino en primavera, justo antes que empiece a salir la flor de los pumares, los manzanos de sidra, la bebida asturiana por excelencia


Y es que Los Porreos se extienden por una amplia franja desde el Camino hasta La Ría, que apenas reconocemos desde aquí al estar casi casi al mismo nivel que el terreno colindante, donde además se han plantado profusamente manzanos de sidra, conformando buenas pumaradas, así como otros frutales



Sí tenemos bien a la vista, al otro lado del estuario, Samartín, cabeza de la parroquia de Samartín del Mar, que extiende sus casas a lo largo de la orilla opuesta y, algunas, por las laderas hacia la aldea de Lliñeru, donde ya empieza la gran rasa costera de Les Mariñes, que llega prácticamente a la bahía gijonesa

Les Mariñes de Villaviciosa, Oles, Argüeru, Careñes, Villaverde, Castiellu, Quintes, Quintueles y demás parroquias de cuyas minas, algunas prehistóricas, salió el acebache, el azabache que surtiría a los artesanos de Santiago de Compostela que llegaron a crear todo un influyente gremio que daría nombre nada menos que a la calle de principal acceso a la catedral, Rúa da Acibechería, para la mayor parte de los peregrinos que se dirigían a la catedral, por el camino más transitado, el de la antigua Porta do Camiño hacia As Casas Reáis y Praza de Cervantes

Otro pólder es el del Porréu de Villaverde, que se extiende ante el pueblo de este nombre, La Venta Villaverde, en la vecina parroquia de Tornón, cuyos tejados asoman entre la arboleda y cuyo Palacio de Vista Hermosa se reconoce perfectamente sobre el cueto desde el que su dueño y fundador, Rosendo Villarverde, dominaba las propiedades que había adquirido en estos porreos

Paisaje que también admiraremos también nosotros desde el Camino, en Sebrayu, enorme planicie verde por donde discurre, a desembocar a La Ría, el río también aquí llamado Sebrayu, aguas arriba Carrión, Ñabla y otros nombres, tras atravesar, de norte a sur, las parroquias más occidentales de este concejo de Villaviciosa

Albergue de Sebrayu (Villaviciosa)

Además, y también como referencia de sumo interés para los peregrinos, hemos de decir que, poco antes de Los Porreos, y solamente unos seis kilómetros de La Villa, como se conoce popularmente a la villa de Villaviciosa, capital del concejo del mismo nombre, está el albergue de Sebrayu, abierto en 1998 en lo que fue la escuela de este pueblo de la parroquia de Miravalles, fue uno de los pioneros del Camino de Santiago del Norte cuando aún apenas había refugios destinados especialmente a peregrinos y ni siquiera se sabía qué deparaba mismamente el futuro al Camino. Por eso, en nuestros días, aunque ya con nuevos y buenos albergues en Priesca, por cuyo barrio de La Vega llegan aquí los romeros, y poco más allá, en Carda, en La Villa, y en más lugares, este albergue público sigue siendo toda una referencia para los romeros jacobitas


Romeros que han cruzado El Ríu Carrión o Ñabla, que aquí se llamará también Sebrayu, por El Puente los Trancos, de arcos rebajados y construido sobre pilares de época anterior, en La Llantada, hermosa vega rodeada de montes y plantada de pumares, tras dejar atrás La Bragal, solar de la capilla de ánimas de La Cruz de Priesca y entrar de esta forma en la parroquia villaviciosina de Miravalles, a la que pertenece Sebrayu


Este vado, existente pues desde tiempo inmemorial, era fundamental en la configuración viaria del antiguo Territorio de Maliayo, en lo que era la antigua orilla de La Ría, este antiguo camino desde Colunga que se unía, y se une, otro otras viejas sendas para dirigirse al también histórico Puente Buetes, allí donde el estuario empieza a ensancharse, y cerca del que se fundó La Puebla de Maliayo, actual Villaviciosa, La Villa, la capital del conceyu...

Cruzado el puente, hay una bifurcación: el Camino sigue a la derecha, todo recto, si bien a la izquierda los peregrinos amantes del arte, la historia, el paisaje, idiosincrasia y patrimonio de los lugares por donde pasa, tendrán una cita, al menos si está bien de tiempo y fuerzas, con La Capillona Sebrayu, dedicada a Santa María, antigua iglesia que fue de un legendario monasterio y cabeza de una extinta parroquia que hasta la baja Edad Media comprendía estos parajes de las riberas del Carrión y sus afluentes próximas a su desembocadura en La Ría, la Ría de Villaviciosa


Visitemos o no La Capillona el Camino de Santiago, bien señalizado con los oportunos mojones y flechas amarillas, se dirige hacia las primeras casas de Sebrayu, que se extienden a lo largo del antiguo Camín Real de la Costa, el "Camino Viejo de Colunga" como decían algunos cronistas


Precisamente aquí un muro de piedra, rematado en seto, cierra la finca de esta primera casa, situada un poco más arriba, donde el Camino hace curva en una ligera cuesta. El investigador Ángel Valle Cuesta, en su artículo Apuntes para las rutas jacobeas de Villaviciosa, de la revista Cubera nº23 (agosto 1993), dice que aquí estaba la Casa de Ramón el Llocu, paso de las procesiones con sus ramos desde La Capillona y La Capillina de Ánimes de La Bragal:
"Hasta ahí, dicen, bajaban los ramos de la comarca con la procesión, desde La Capillona, es decir, la Iglesia de Santa María de Sebrayu. La procesiones tomaban un camino hoy desaparecido para bajar al río por el Monte la Capilla. Lo vadeaban para visitar la ya citada "capillina" y regresaban por el camino que nosotros estamos siguiendo hasta la Casa de Ramón el Llocu, la primera de Sebrayu por este lado, donde giraban a la izquierda para volver a la iglesia" (se refiere a la iglesia de Miravalles, cabeza de la parroquia, de donde partían las procesiones)

Es actualmente Casa Valentín, bien restaurada y con un bellísimo corredor entre cortafuegos que la protegen lateralmente de aires, lluvias y temporales, algo separada de las demás viviendas, situadas unos metros más arriba, al final de la cuesta


Atrás los montes de Carbonéu y otros sobre La Riega Priesca, afluente del Sebrayu, por cuya orilla, bellísimo trayecto, hemos venido desde el Palacio la Güera, en La Vega de Priesca


Aunque desde el puente está asfaltado, esta carretera local que comunica Sebrayu con la cabeza de la parroquia de Miravalles por La Capillona y Cueli, constituye un bellísimo paseo en este bulevar natural en las fértiles vegas que desde aquí se extienden, muy llanas, hacia La Ría, ahora ocultas a nuestra derecha por una buena mata de arbolado


Atrás, en La Llantada y La Presa, quedó también el viaducto de la Autovía del Cantábrico (A-8), bajo el que también pasamos luego de la capilla de ánimas de La Bragal


La carretera, pese a que es estrecha y apenas tiene tráfico alguno normalmente, debió ser antaño un sendero de mulas mucho más angosto, a tenor de las obras de ensanchamiento que se han hecho en la ladera de la izquierda. El Camino antiguo pasaba un poco más abajo, dice Valle Cuesta:
"El viejo camino se pierde al entrar en Sebrayu. La nueva carretera, más elevada, conserva en principio casi el mismo trazado, aunque "asoma" el viejo por la derecha. Más allá, parece que el camino antiguo seguía más cerca del río que la actual carretera, que cruza por entre las casas"

Tupidas arboledas se extienden a los lados del Camino, donde los cierres de alambre de las fincas revelan sus usos ganaderos 


No pocos ejemplares son frutales, aquí por ejemplo una nozal, esto, es un nogal, que junto con carbayos (robles), ablanales (ablanos), castañales (castaños), fresnos, sabugos (saúcos) y otras especies constituyen los arbolados autóctonos de estos lugares


Y aquí su fruto, nueces, tan maravillosamente glosadas por el profesor D. José Antonio Fidalgo, cronista oficial del vecino concejo de Colunga, a quien tanto hemos citado, y aún citaremos, al hablar del Camino y de sus productos. He aquí su artículo Avevarías y nueces, por dieces:
"Los nogales (les nozales, decimos en Asturias) están, en estos días, regalándonos sus frutos; frutos sabrosísimos que empezaron a entrar en sazón a principios de septiembre cuando en La Riera de Covadonga celebraron la festividad de sus «Santinos».

Lo dice el refranero:» Por San Justo y San Pastor entran las nueces en sabor, las mozas en amor y las viejas en dolor».

Y es el mismo refranero quien nos recomienda comerlas con pan -«nueces con pan, ricas están» -o con higos- «nueces e higos, buenos amigos».

Pero aún hay más cosas en el refranero que merece la pena comentar. Asturias, en estos primeros días de octubre, es un racimo de celebraciones en honor de Nª Sra. la Virgen del Rosario y son muchos los pueblos y cofradías que organizan rezos del rosario en plan procesión popular, como lo hacen en San Juan de Duz, en el concejo de Colunga.

Son Rosarios cortos, de cinco misterios, y en cada misterio se rezan diez avemarías.

¿Por qué aconseja el refranero que «avemarías y nueces, por dieces»?

Una respuesta -la de las avemarías- ya está dada; la otra, la de las nueces, hay que interpretarla desde un punto de vista nutricional y «médico».

Las nueces son un alimento graso, rico en grasas insaturadas con presencia de los famosos «omega-3», que actúan como sustancias que previenen accidentes cardiovasculares y cuyo consumo resulta adecuado para quienes padecen cardiopatías.

Voy a insinuarles una receta que, así lo creo, será de su agrado.

Preparen una cazuelita pequeña -de las de tipo helado- con cuajada de leche de vaca. Tuesten en el horno unas nueces, quiten la cáscara, selecciones la semilla y trocéenla groseramente.

Bañen la cuajada con una fina capa de miel y espolvoreen con la nuez troceada.

Verán que maravilla de postre."

Ya estamos a la vista de la siguiente casa de Sebrayu, Casa Evangelina, donde como hemos dicho acaba la cuesta y empiezan la mayor parte de las viviendas del pueblo, un tanto elevadas respecto a la vega donde ya empiezan Los Porreos, los pólderes o terrenos ganados a La Ría



Sea como sea Casa Evangelina presenta otro bello corredor asturiano entre cortafuegos. Situada a un nivel más bajo que el camino, su antoxana, delantera, zaguán o porche está, en la planta baja, tapado por la muria de piedras que separa su finca del Camino. A su izquierda estaría la cuadra y arriba la tenadatená, o henar/pajar


Hasta el limonero crece e intenta extenderse sobre el Camino, como si quisiera acercarse al caminante que llega, con paso firme y resuelto, ilusionado pero sin duda ya tal vez cansado, a este bello pueblo del concejo de Villaviciosa


Y aquí es donde, como tantas veces nos da por decir, el Camino se hace calle, llanea, pasa entre casas, es cierto que cada una con su terreno, su prado colindante y a cierta distancia unas de otras, pero se hace calle, una hermosa rúa en Sebrayu, admirando estos jardines particulares de cada vecindad


Pasamos frente a Casa Lola, con su larga verja sobre murete que separa el jardín del Camino, "Aldea de la parroquia de Miravalles (Villaviciosa). Está situada sobre la parte más baja de la parroquia, a 20 metros de altitud", informan de Sebrayu en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos, a lo que añaden que está "a orillas del río Carrión, llamado también Ñabla, y que por esta parte llaman Sebrayu, en torno a la carretera municipal que desde la N-632 por Villaverde..."


"Las casas son independientes y en su mayor parte de buena construcción", continúa dicho Diccionario, publicando en el año 2000, "que tienen su ocupación principal en las labores agrarias y ganaderas, en las praderías y pomaradas que rodean el lugar"


De todas maneras las labores tradicionales agropecuarias usuales en el agro astur han ido a menos, como en todos los pueblos, no obstante se conservan no pocas construcciones con ellas relacionadas, como esta soberbia panerona


Las viviendas también se han ido reformando, tal que esta, Casa Llosa, según iban cambiando los tiempos en el mundo rural, los hábitos y los trabajos campesinos


A la derecha, una explanada habilitada a manera de aparcamiento particular, que es un verdadero museo de la cantería local


Fijémonos en los monolitos y otras estructuras que cierran el rellano, dando vista al valle del Ríu Sebrayu bajo los altos de Bárzana, ya en la vecina parroquia de Seloriu


Aquí el nombre de la casa, Casa Llosa, labrado artísticamente en esta gran losa


Monolito con los nombres, artísticamente cincelado también de Inés y Pedro, esplendoroso mirador sobre la vega



Estupenda mesa para extender las meriendas...


Arriba, por La Venta Bárzana, pasa la carretera N-632, la popularmente llamada Carretera Colunga, que cuando se abrió dejó el Camín Real como vía pecuaria y mera vía secundaria de comunicación interior


Allí, en dicho barrio de Bárzana, reconocemos a la izquierda La Vitoria, antigua Casa Ramón de La Vitoria, que tuvo chigre y baile y ahora hay bar y restaurante, muy renombrados


En Sebrayu no hay bar ni tienda, a excepción de la pertinente máquina expendedora que pueda haber en el albergue, sin embargo en la información de ciertas guías se habla del paso de vendedores ambulantes de alimentación que pueden ser una alternativa, aparte por supuesto que llevemos lo nuestro en la mochila, comprado por ejemplo en Colunga, o subamos, por caleyes y valle arriba, a este renombrado restaurante


Aún más allá, carretera adelante y más alejado respecto a nosotros, también está La Reguerina, en La Venta Bárzana, otro prestigioso establecimiento hostelero del que hablábamos durante nuestro periplo por El Caminón, la bajada desde La Quintana, en Priesca (solar de la iglesia de San Salvador) al barrio de La Vega


Por Bárzana baja a Sebrayu otro de los viejos caminos reales procedentes de Colunga y de ahí puede tener origen esa antigua venta, tal y como otra existente también aquí en Sebrayu y de la que se sabe desde el siglo XVIII, si bien puede ser muy anterior, pues además enlazaría con más caminos costaneros, como el de Llastres a Rodiles, el más cercano al mar, no olvidando que allí, en Rodiles, hubo importantísimos asentamientos en época, prerromana, romana y medieval. Escribe de ello, y muy bien por cierto, Juan José Pedrayes Obaya en su obra Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano:
"La fuerte concentración urbana desarrollada en época romana en la desembocadura de la ría, supuso la construcción de una serie de infraestructuras que fueron utilizadas a lo largo de los siglos. La calzada que unía la antigua Noega con Llastres a través de la rasa de Santa Mera y Lluces, cuyo trazado aún se conserva, pasa por las proximidades de la iglesia de Seloriu, desde ahí se bifurca continuando hasta Bárzana"

Ese camino desde Bárzana enlazaría con otro que viene de Colunga con Llue y sería este que llega aquí, ramal que comunica Sebrayu con La Vitoria y carretera N-632, no muy lejos ya del albergue. Es el que podríamos emplear si quisiéramos comer o cenar allí:
"... camino de época cuando menos medieval, y que aparece citado como camino real en los planos recopilados por el geógrafo Tomás López a finales del setecientos. Continuaba este camino desde Bárzana a Villaviciosa pasando por Sebrayu, pequeña aldea situada al fondo de un brazo de la ría de Villaviciosa"

El Camino enlaza con él y sigue de frente todo siempre en llano. También este ramal hemos de decir que enlaza con El Cañaveral de Sebrayu, preciosa xunquera, bosque de juncos, que aparece a veces denominado como bosque de bambú, abajo en la orilla del río, del que leemos, del redactor Vicente Alonso, en el diario digital VillaviciosaHermosa:
"Si hay un lugar lleno de magia y extraordinaria belleza en Villaviciosa este es el bosque de bambú de Sebrayu, de la parroquia de Miravalles. Con casi 2000 metros cuadrados de extensión y  rodeado de un río, sus  miles  de cañas  sobrepasan los 15 metros de altura.  Su  silencio sobrecogedor,    solo se rompe por el sonido de los bambúes mecidos por el viento,  creando   un fascinante  paisaje verde intenso
Una de las copropietarias de este singular bosque es Blanca Esther Llera Villar. “Recuerdo que  mi padre Esteban Llera   siempre me contaba que fue mi abuelo Bernardo y un hermano suyo fueron quiénes trajeron de Cuba  las primeras raíces  con las que se plantó este bosque.  Para mi padre este bosque siempre fue muy significativo, lo consideraba un lugar sagrado”

Conchas, flechas y mojones confirman la ruta a seguir en todo momento. Dice asimismo Pedrayes que "la importancia del lugar en el camino la indica la Venta de Sebrayu, de la que hay noticias en el siglo XVIII, y también sus características como cruce de caminos, pues un ramal que posteriormente fue utilizado como camino de Santiago llegaba allí desde las parroquias interiores del concejo de Colunga"


Casa Nicanor, donde antaño hubo chigre, bar asturiano, tal vez, es posible, sea, en el mismo cruce, reminiscencia de la antigua venta. No obstante, y por razones que plantea así Pedrayes, ni Rodiles con su emplazamiento costero, ni Sebrayu, fueron lugares escogidos sin embargo para fundar en el siglo XIII el núcleo urbano que, dentro de la política repobladora y administrativa de esa centuria, sería el centro del nuevo concejo que más tarde pasaría a llamarse Villaviciosa:
"A pesar de todas esas condiciones favorables, Sebrayu no fue el lugar elegido para la construcción de la nueva Pola. Su situación excéntrica respecto al desarrollo al valle de Valdediós, en un pequeño estero transversal de escasa superficie, debió pesar a la hora de la elección. El lugar de Buetes ofrecía, en cambio, el ser un nudo de las comunicaciones que desde las dos orillas de la ría y en el fondo del valle convergían en él"

Seguidamente Casa Remedios, donde en sus tiempos hubo tienda, la carretera local sigue el trazado del histórico Camino, que "seguía desde Sebrayu rodeando esta lengua de ría, giraba hacia el Sur, pasando bajo la actual iglesia de Tornón, continuaba hasta Carda y llegaba a Villaviciosa". Seguimos leyendo de Valle Cuesta:
"Un poco antes del edificio escolar, y al otro lado de la carretera, está la casa que antaño se conocía como la Venta Marica Marta, donde tenía parada el coche de la empresa "Cinco Villas" que cubría en los años 20 la línea de Ribadesella, y antes los coches de caballos, que hacían allí sus cambios de tiro"

Dice también Pedrayes Obaya que la vivienda antigua, que en la actualidad tienen anexos a ambos lados, tendría en la actualidad siglo y medio de existencia o más, añadiendo que "Quizás no anduviera muy lejos de aquí la "Venta de Sebrayo" que ya aparece en los mapas del siglo XVIII"


Aquí es donde aparcan el pequeño tractor, el Pascualín, nombre popularizado de Pasquali, cargado de manzanas recién pañadas para hacer sidra, la preciada manzana para los llagares de Villaviciosa, la capital manzanera


Un poco más allá y a la derecha, el emblemático albergue de peregrinos de Sebrayu, en la antigua escuela, del que dicen en el fantástico blog El Camino de Santiago desde Asturias, escrito en aquellos tiempos en que este era el único alojamiento ideado exclusivamente para peregrinos en Villaviciosa 
"Probablemente este pequeño pueblo, apenas formado por cincuenta edificios entre casas cuadras y hórreos, es uno de los más conocidos entre los Peregrin@s que transitan los Caminos del Norte.  
Curiosamente la notoriedad no se la da su Iglesia del siglo XII, ni el curioso cañaveral, antigua presa o sus puentes ni tan siquiera la riqueza natural por encontrarse en los límites de la Reserva de la Ría de Villaviciosa, esta popularidad la gana como consecuencia de disponer del único alberge de Peregrin@s que existe a lo largo del extenso concejo de Villaviciosa. 
El modesto albergue, ocupa el edificio de las antiguas escuelas en el centro de la “avenida del felechu”, estrecha carreterilla que divide al pequeño núcleo."

Insistimos en que ahora la oferta se ha ampliado, sólo cerca de aquí están los albergues de Priesca y Carda, más aún al llegar a La Villa, pero este, como pionero, guarda especial querencia y recuerdo en el corazón de muchos peregrinos veteranos y es ya un icono de la historia de la recuperación del Camino 


Se trata pues de uno de aquellos albergues primerizos, muchos alejados de las villas o de los cascos urbanos, que aunque no con demasiados servicios alrededor (tiendas, bares, cajeros, farmacia, etc.), ofrecían a cambio un lugar maravillosamente apartado, plácido y tranquilo, tal y como buscaban muchos peregrinos de antaño y tal como siguen buscando muchos ahora


El albergue está emplazado, como tantos otros, aprovechando el antiguo edificio escolar de Sebrayu, una de esas construcciones clónicas que se hicieron hacia 1960 para sustituir a otras más viejas o sencillamente donde antes no había colegios. En Sebrayu por ejemplo se sabe que la primera escuela fue en el pórtico de La Capillona, como vimos en el correspondiente artículo de este blog


Abajo se impartían las clases mientras arriba era la clase del maestro. Iban juntos, como eran lo normal, alumnos de diferentes edades y cursos y en muchos casos eran clases mixtas. No duró mucho su cometido, ya en los años 70 del siglo XX se optó por las concentraciones escolares, grandes colegios que, usualmente en la cabecera del concejo o en otra población importante, concentraban a los escolinos y escolines de todos los pueblos y aldeas de la redonda, a los que se recoge en casa y se lleva de vuelta en autocar


Aquellos edificios quedaron pues sin uso, pasaron por lo común a los ayuntamientos, siendo en muchos casos sedes vecinales, almacenes, o viviendas. En no pocos casos, como en el Camino de Santiago, se habilitaron como albergues de peregrinos, tal y como es este el caso, en Sebrayu, con su fachada principal y entrada mirando al Camino


En el lejano año 2008, cuando quince años después del mítico Xacobeo'93 se veía que la corriente de caminantes jacobitas no era una moda pasajera, Terry Basterra, del periódico El Comercio, publicaba El descanso del peregrino, reportaje en el que glosaba este refugio de romeros jacobitas tal y como era en aquel momento, aún anterior al gran boom que acontecería pocos años después, con el correspondiente cambio de circunstancias:
"Una de las muchas estampas que llaman la atención del que mira Villaviciosa con los ojos de un recién llegado es la presencia de peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela. Quizás no muy abundante, pero sí constante durante los meses de primavera, verano y otoño. Esto se debe a que una de las rutas utilizadas por los peregrinos para llegar la ciudad gallega atraviesa el concejo de Villaviciosa. es el conocido como Camino del Norte o de la Costa. Un viaje, tanto físico como personal, que en su paso por Asturias se divide en once etapas.
En su caminar por el concejo maliayo los peregrinos pueden dormir en el albergue de Sebrayo. Un edificio que antiguamente albergaba una escuela, pero que desde hace 10 años sirve de refugio a los habitantes del camino. El inmueble tiene dos plantas pero sólo está habilitada la de abajo para el uso de los peregrinos. Dispone de 14 camas distribuidas en 7 literas. Los caminantes tienen a su disposición una cocina y los utensilios necesarios para prepararse la comida que ellos mismos la comida que traigan. 
Sonia Pérez es, como ella dice, la hospitalera del albergue. La cercanía de sus casa con el refugio le hizo hace una década decidirse por atender a los peregrinos que deciden pernoctar en Sebrayo. En estos años ha visto pasar por a centenares de personas por la casa como atestiguan los libros de registro de peregrinos. 
«Por aquí pasa mucha gente, aunque este año he visto muchos más extranjeros que españoles. Alemanes, checos, polacos, incluso algún chino, pero sobre todo franceses», recuerda la hospitalera, quien afirma que lo que más le gusta de la labor que desempeña «es conocer a personas de otras culturas». 
El local donde está el albergue pertenece al Ayuntamiento de Villaviciosa que paga la luz y el agua, aunque fue la Consejería de Cultura del Principado la que dio el dinero para habilitarlo hace 10 años. 
Sonia Pérez es de la opinión que habría que ampliarlo reformando el piso superior del edificio y habilitarlo dado que sus 14 camas se quedan cortas en los meses de verano, más aún teniendo en cuenta que el 2010 es año xacobeo y se prevé una avalancha de peregrinos. Además «convendría arreglar todo el piso de abajo que en estos 10 años se ha ido deteriorando», apunta Pérez. 
«El día que más gente pasó la noche aquí había 45 personas. Como todos no entraban en las camas, muchos durmieron en el suelo, pero también hubo quien prefirió pernoctar en el prado», recuerda Sonia Pérez con una sonrisa. 
Una de las anécdotas de este verano fue una chica alemana que estaba haciendo el camino a lomos de un burro. Otra fue una pareja que le pidió que les dejase pasar la noche y ducharse a pesar de que no estaban realizando el camino, algo que las normas del albergue no permiten. «Para dormir hay que presentar una credencial sellada que demuestre que se es peregrino. Aquí no se cobra nada, solamente se aceptan donaciones que se invierten en comprar mantas o utensilios de cocina nuevos», aclara la hospitalera. 
Respecto a la posibilidad de reservar cama, eso es algo que en el albergue de Sebrayo no se da. Aquí primero tienen preferencia los que vienen andando, después los ciclistas, tercero los que vienen montados a caballo y, por último, los coches de apoyo», explica Sonia Pérez."...

Y allá por el año 2019, a fecha 7 de febrero, cuando el número de caminantes ya experimentaba hacía tiempo un ritmo continuado y creciente, es la redactora Sheila V. Arias quien publica, también para El Comercio, el artículo El albergue de Sebrayo se queda pequeño, una muestra de cómo iban cambiando las cosas más de una década después:

"Una de las muchas estampas que llaman la atención del que mira Villaviciosa con los ojos de un recién llegado es la presencia de peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela. Quizá en los meses de invierno el goteo no es tan constante, pero sí en primavera y otoño. Entonces son muchos los que deciden emprender la ruta conocida Camino del Norte o de la Costa. Un viaje, tanto físico como personal que en su paso por Asturias se divide en once etapas. A su paso por el concejo de Villaviciosa los peregrinos pueden descansar en el albergue municipal de Sebrayo, un edificio que hace más de veinte años albergaba una escuela.
Desde su reconversión, Sonia Pérez ejerce de hospitalera y ha visto pasar a miles de personas como atestiguan los libros de registro y el tablón en el que no cabe prácticamente ni una nota o foto más. «La gente es muy agradecida, conoces sus historias y algunas de ellas te llegan directas al alma», resalta. También se suceden las anécdotas. «Hubo una pareja que vino con perro, burro y cabra y tenía que andar vigilando a la cabra para que no se comiera las plantas», recuerda entre risas.

El de Sebrayo cuenta con catorce camas repartidas en siete literas, duchas, baños para hombres y mujeres y cocina con sus utensilios, aunque quienes deciden pernoctar aquí deben traer su propia comida. «Pueden entrar a partir de las tres y dejarlo como máximo a las nueve de la mañana», indica.

Sonia Pérez cree que habría que ampliarlo reformando el piso superior del edificio y habilitarlo dado que sus camas se quedan cortas en los meses de verano. Más aún cuando el Camino de Santiago se ha convertido en un verdadero motor turístico para los territorios. «En el caso de Villaviciosa, debido a su emplazamiento estratégico en la ruta costera en dirección a Gijón y el enlace primitivo que llega a Oviedo, le permite captar a peregrinos de ambas corrientes», destaca el alcalde, Alejandro Vega.

El Ayuntamiento de Villaviciosa realizó en 2016 distintas mejoras en las instalaciones del albergue municipal, entre ellas el regidor explica que «fue necesaria la construcción de un depósito porque no disponía de abastecimiento de agua». También se cambiaron las puertas de madera de las duchas, la señalización de la fachada, limpieza de las instalaciones y los alumnos del colegio público Maliayo ayudaron a instalar una especie de pizarra para que quienes lo deseen dejen un mensaje de su experiencia. «El gobierno municipal puso en marcha un plan de inversiones que incluyen una partida en los presupuestos cada año destinada a mantener y mejorar el Camino, de 35.000 euros», subraya Vega.

En 2018 fueron 1.574 peregrinos los que decidieron pasar la noche en Sebrayo antes de proseguir el Camino, en 2017 durmieron 1.463 y un año antes, en 2015, utilizaron el albergue para descansar un total de 1.918 personas."

Actualmente, todo el porche es una gran pizarra en la que los peregrinos dejan constancia de sus pensamientos e impresiones. El 4 de junio de 2021 el mismo periódico comentaba así su reapertura tras pasar lo peor de la epidemia del Covid:
"El albergue de peregrinos de Sebrayo, el único de titularidad municipal de Villaviciosa, ha reabierto sus puertas tras meses cerrado. La edificación cuenta con catorce camas repartidas en siete literas. Además, dispone de cocina, máquina expendedora, tendal exterior cubierto, baños unisex, comedor, conexión a internet y aparcamiento para bicicletas. La gestión del inmueble corresponde desde hace años a Sonia Pérez.

Estas escrituras en este albergue pionero nos recuerdan lo que expresa en su magnífico libro, Camino de vuelta, nuestro amigo y mestre José Antonio de la Riera, pionero a su vez de la recuperación de las rutas jacobitas, cuando citado a otro gran autor, relata lo siguiente:
"En un libro injustamente olvidado, casi clandestino, El Camino de Santiago, Vías, Estaciones y Señales, del ingeniero Antonio Soria y Puig, los itinerarios del Camino quedan reflejados como el hilo y las cuentas de un viejo rosario. Las cuentas, es decir, los monumentos, las ciudades, los hitos del Camino, no tendrían sentido alguno sin ese hilo que las une: ese trazado humilde, que no pide nada, que no exige casi nada, que discurre en paz entre nuestros pueblos, entre nuestros albergues y que nos ampara de sol a sol. Sin el hilo que une el rosario, ni las cuentas tendrían sentido ni la propia peregrinación tampoco"

Un excelente apartado de ese libro de de la Riera es el de Buscando "el otro Camino", que empieza con este tan amenísimo y desternillante párrafo:
"¡Ah del Camino, amigos! Os hablo del otro Camino, el que hay que buscar, del que, a veces, hay que huir, el que muchos callan, o desconocen. Hay un Camino de las guías, para aguerridos tragadores de asfalto ardiendo, para campeones de Roncesvalles-Santiago en veinte días (tú te lo pierdes, chaval, has pasado por encima del país de Nunca Jamás -segunda estrella a la derecha- y ni te han rozado las alas de Campanilla), para campeones del mundo de senderismo y subcampeones de perderse casi todo, hay un Camino para mercachifles de credenciales y coleccionistas de cromos (nunca acabarán el album), para gente a la que le daría igual dar ochocientas vueltas al parque de su ciudad sorteando cagadas de perro de adosado. Compran la guía, echan a correr y, a lo mejor, hasta lo pasan bien y, además, están en su derecho. Pero os traigo aquí el otro Camino, el Camino de los que buscan, el de los que no se conforman, el Camino de los que tiran las guías -incluidas las nuestras- y el GPS y lo que haga falta. Tira la guía amigo, tira la guía, busca y, si puedes, piérdete un poco, navegar por la trilla es más seguro, sí, pero... ¿dónde los sueños?, ¿dónde Peter Pan, Alicia, Hohn Silver "el largo"? Hay quien precisa de gurús "todo a cien", guías "mi sargento, el señor tapioca", ¡el Camino de Santiago tío, cómo mola!, toda la peña en fila y bailando la conga, Melide es un sambódromo, la Xunta de Galicia es Cluny y la enorme cuba de Sahagún ya está en el campo de concentración del Monte do Gozo."


Otro gran peregrino y escritor, Carlos Mencos, de la Editorial Buen Camino, en su libro 100 cosas que hay que saber del Camino de Santiago, relata en el capítulo dedicado a Los motivos para ir al Camino lo siguiente:
"Las motivaciones para ir al Camino de Santiago son tan variadas que en realidad sería muy difícil encerrarlas en una estadística. Tal diversidad no es algo nuevo, ya que en la Edad Media tampoco existía un único y estricto motivo para ir a Santiago en peregrinación para rezar ante el santo. Se encontraban los que acudían por motivos económicos, los aventureros, los que vivían del Camino e incluso los falsos peregrinos que recorrían la ruta para ir estafando a los caminantes o desvalijando sus pertenencias.

Hoy en día el abanico se abre aún más. Asimismo, no solo hay una motivación, sino que puede haber justificaciones variadas que se van sumando. Para colmo una cosa son las razones por las que se va al Camino y luego, una vez que se ha entendido y disfrutado la ruta, los nuevos motivos por los que ves enriquecedora la peregrinación."

Este espacio, a la delantera del albergue, con sus bancos y mesas de madera, es un lugar de muy grato recuerdo para ya varias generaciones de peregrinos que se dieron cita para pernoctar en Sebrayu, algunos se conocieron aquí, otros en las jornadas anteriores del Camino


Y al Camino volvemos nosotros ahora, recordando en Sebrayu aquellos históricos versos escritos a la puerta del hospital de peregrinos de Roncesvalles que también plasma Carlos Mencos:
la puerta se abre a todos, enfermos e sanos
no solo a cristianos sin aun a paganos
a judíos, herejes ociosos y vanos
y más brevemente a buenos y profanos


Saliendo del albergue seguimos recorriendo el pueblo de Sebrayu. A la derecha Casa Proto y Casimira y a la izquierda Casa Don Perfeuto. Entre ellas hay una ligera, casi inapreciable, cuesta


Más a la izquierda, una fila de quintanas, con sus viviendas, cuadras y hórreos, entre las que están Casa Aurelio y Casa'l Gaiteru, sube por Les Lloses, en la ladera del Picu Castiellu (219 m) que mira a la bocana de la Ría de Villaviciosa. Ese picu, en buena parte cubierto de eucaliptos, en el vecino barrio de Moriyón, también de esta parroquia de Miravalles, ha arrojado importantes datos a la luz del poblamiento castreño existente en torno al estuario, con datación prerromana y diferentes niveles de ocupación a lo largo del tiempo


Como todos los lugares, o casi todos, de interés arqueológico, toda una pléyade de leyendas se transmitieron en base a él, y a otros castros cercanos, en estos pueblos de Villaviciosa. Científicamente fue de los que primero llamaron la atención, pues ya a mediados del siglo XIX lo cita el célebre Diccionario de Madoz informa de sus "señales de fortificación... murallas, escaleras y pedazos de fosos... alhajas de oro y plata y hasta brazaletes". Luego, los grandes pioneros de la arqueología asturiana, Aurelio de Llano y Braulio Vigón, se fijaron especialmente en él y, más adelante el gran investigador castreño José Manuel González y Fernández Vallés, y así hasta ya avanzado el siglo XX con José Luis Maya, si bien el gran arqueólogo que excavó y estudió estos castros pormenorizadamente fue, desde 1987, Jorge Camino Mayor


Vamos a fijarnos ahora en una de estas quintanas, que parece muy antigua, a tenor de algunos vanos adintelados con piedra de su sillería. Esta es su parte posterior, orientada al frío y umbrío norte


Varios frutales, limoneros, crecen junto a la casa, de los que antaño muchos se exportaban, como naranjas de estos pueblos costeros, a Inglaterra. Antaño cerca de casa de plantaba cereal, trigo, escanda pero a partir del siglo XVIII principalmente maíz, para hacer el pan de casa, así como otros cultivos. La especialización ganadera del campo astur para suministro de leche y carne para las crecientes ciudades y áreas industriales, propició se aprovechase al máximo el terreno como prado de pasto y siega 


En un muro, concha y flecha confirman la dirección a seguir


La casa Proto y Casimira, cercada con sebe o seto silvestre que separa su terreno del Camino y las fincas colindantes, aparece también rodeada de frutales, que siempre se dieron muy bien en Villaviciosa gracias al clima más benigno de la rasa costera en comparación con el interior y, sobre todo, la cercana montaña



Se notan bien los trabajos de ensanche de la carretera, que antaño debió ser, el tiempos del Camín Real, sensiblemente más estrecha. De la misma manera que el que fue el principal camino a lo largo de la rasa cantábrica quedó relegado en su mayor parte a vía pecuaria con la construcción de las carreteras, se hizo necesario en muchos tramos, como tantos caminos, adecuarlo tanto para la comunicación interior como para la obligada mecanización del campo surgida, sobre todo, pasada la posguerra


A la izquierda una cuadra con sus paredes de piedra. Abajo solía estar el establo para el ganado, corripia del gochu (pocilga), gallineru, etc., y arriba la tenada para la hierba


Hace años hubo tienda en Casa Proto y Casimira. Cuando la mayor parte de la población vivía del campo estos pueblos estaban muy habitados. Luego llegó el éxodo rural, marchando, por cuestiones tanto económicas como sociológicas, muchas familias a las industrias y ciudades, lo que ocasionó que muchos establecimientos, las clásicas tiendas mixtas de ultramarinos (y géneros, calzado y otras cosas) con bar, el famoso chigre-tienda, fueran cerrando. Ahora el paso de peregrinos hace que algunas áreas se revitalicen


La Casa Don Perfeuto tiene cierto aire indiano, entre lo rural y lo urbano: una verja cierra su jardín, al lado del Camino. Arriba, en la casa, hay un buen mirador en el piso alto, orientado al valle


Y en la misma esquina de Casa Don Perfeuto, una bifurcación: el Camino sigue a la derecha


De nuevo una concha y una flecha nos indican y confirman la dirección a seguir


Casa Don Perfeuto en su cara norte-noroeste, que mira a los porreos de La Ría, con toda su pared cubierta de azulejos, quizás por ser la más expuesta a la humedad o por ser la más vista al entrar a Sebrayu por el ramal que comunica con la carretera general en La Venta Villaverde 


Esa torre en esquina y los enormes alerones del tejado le dan un muy significativo aire montañés, estilo muy en boga en las primeras décadas del siglo XX y muy empleado por los indianos, o los arquitectos que les proyectaban sus casas, en aquel entonces


Abajo, este acceso está cerrado por murete de ladrillo y una diminuta verja entre columnas. A la derecha parece haber estado la cochera



Según nos alejamos un poco apreciaremos más detalles de su estructura, como la alta chimenea, también de ladrillo, al lado de la torre equinada, con un gran vano o ventana-mirador. Llaman también la atención las líneas de azulejos azules, resaltando sobre los blancos, enmarcando planta baja y planta alta, pero no así la torre


Empieza aquí una suave bajada hacia El Porréu de Sebrayu o Porréu d'Arriba. A lo lejos, al otro lado de La Ría, empieza la rasa costera de Les Mariñes, tierra azabachera por excelencia, como hemos dicho


De frente, otra quintana, Casa Eloína y Casa Mino, con su hórreo en un rellano de aquella ladera


La ladera del monte Les Cabañes, en la falda norte del Picu Castiellu, que suele aparecer denominado en publicaciones como Castiellu Moriyón para distinguirlo de otros muchos de nombre similar, mismamente en todas las inmediaciones, todos ellos antiguos enclaves castreños. Forma un todo con El Castru Moriyón, situado un poco más atrás, pues forma parte de su estructura como antecastro, de todas maneras suelen describirse separadamente, como hace Fon S. P. en Los castros de la Ría de Villaviciosa, de su excelente página Ástures:
"-Picu Castiellu de Moriyón

Se trata de un castro en corona sobre una elevación de forma prácticamente circular, en el que la muralla se asienta de forma que cierra la cumbre de la misma. Se ha dispuesto un sistema de aterrazamientos que permite la construcción de viviendas y otras estructuras anejas a la muralla.

Es probablemente el mejor estudiado de todo el conjunto, y se han determinado tres fases de ocupación sucesivas. Camino Mayor habla de una secuencia de habitat ininterrumpido desde su fundación a época romana.

-Castru de Moriyón

Se comenzó a estudiar tras finalizar la investigación en el Castiellu. Son dos castros que se encuentran muy cerca uno del otro en el mismo sistema de cumbres. Tiene traza oval en la que se asentó una terraza. Allí se estudiaron varias viviendas y sobre todo la muralla. El sistema defensivo consiste en una muralla principal que cerca toda la cumbre en forma de corona y sucesivos taludes, hasta tres en el sector noroccidental."
"Moriyón puede que haya sucumbido a la presencia romana en el territorio, como otros castros, no descartándose que fuera arrasado en el transcurso del Bellum Asturum aunque simplemente pudiera tratarse de un cambio en el patrón de explotación del territorio en ese periodo que hiciera que cayera en decadencia. Otros pervivieron hasta después del cambio de era.

Hace tiempo, Eutimio Martino, en su revisión de las guerras de los astures contra Roma proponía la utilización de la ría de Villaviciosa como punto de desembarco de tropas romanas destinadas al sometimiento de los astures transmontanos. No sabemos gran cosa de las campañas militares desplegadas en este territorio por lo que no podemos asegurar ni desmentir ninguna hipótesis razonable hasta que no se avance en la investigación arqueológica."


Más a lo lejos y a la derecha de Casa Mino asoma, entre los árboles, Casa Solares, que nos servirá de referencia porque vendrá a ser la última de Sebrayu siguiendo el Camino de Santiago. A partir de ahí tendremos las mejores vistas de los porreos



Cuesta abajo, El Praícu, donde hay un hórreo: el Camino sigue por ahí y lo vemos subir un poco para ir a Casa Solares


Un frondoso bosque crece en el porréu, más allá vemos algunas casa y barrios de la parroquia de Samartín del Mar, al otro lado de La Ría


El topónimo tiene su origen, además de en su vinculación marítima con el estuario en el antiguo monasterio de San Martín, localizado en una isla de La Ría, La Isla Monasteriu, cuyos restos están ahora cubiertos por plantaciones de ocalitos, como buena parte de esa falda de terreno que cae hacia La Ría


Aquí están por ejemplo algunas casas de Samartín, la cabeza de la parroquia. arriba está el barrio de Llames, topónimo que hace referencia a lugares de barro y lodazales, abundantes en terrenos llanos, pues ahí, recordamos, empieza la rasa costera de Les Mariñes de Villaviciosa


Más a la izquierda El Carbayón, una quintana en una riega llena de ocalitos. Esa zona es conocida como La Rasa de Fariu y, lo mismo que en este lado El Monte Fariu, del que el Picu Castiellu de Moriyón es una estribación, su nombre revela sus ancestrales usos como faro, en en sentido de lugar donde se prendían fogatas para orientar a los navegantes de La Ría desde tiempos inmemoriales


Más a la derecha asoman también algunas casas de El Requexu, sitiadas también en la ladera que cae a La Ría, por donde baja La Riega la Fuentica


Vemos la disposición aterrazada de las fincas. Más abajo, oculta, está La Capilla'l Requexu, santuario de gran antigüedad y tradición romera, que celebra a nuestra Señora de los Ángeles, la Asuncióne, 15 de agosto, la gran romería de Samiguel del Mar


Monte arriba están Casa Luis, Casa Pin de Llames, Casa Madalena, Casa Rosa Ortiz, Casa Jovito, Casa Falo, y Casa los Ingleses, llamada así por ser donde se alojaban marinos ingleses de los que arribaban al puerto de El Puntal, que tenía diversas líneas comerciales con Europa. Aún se conservaban algunas inscripciones en inglés escritas en sus vigas


En El Praícu hay una curva cerrada justo antes de llegar al hórreo, en un campo de verde hierba y pumaradas


Los helechos crecen en la vereda izquierda, donde es evidente que en tiempos se ensanchó el Camino. A la derecha fijémonos en otra flecha y mojón


El hórreo es la restauración de otro más antiguo que hasta no hace mucho estaba aquí mismo, más pegado al Camino. Prado abajo pasa El Ríu Sebrayu


Ahí están les pumaraes, de manzana roja, a rebosar, buena manzana de sidra asturiana


Este es el aspecto de los manzanos al llegar el otoño, tiempu de pañar, de recoger el fruto y enviarlo a los llagares. Otro momento espectacular es el de la floración del manzano, en primavera, organizándose mismamente visitas guiadas para observarlo


Caminamos ahora en llano con Casa Mino como referencia y las eucaliptalizadas laderas de Les Cabañes y El Picu Castiellu, la fortaleza que dominaba ría y Camino, emplazamiento privilegiado que Pedrayes llega a comparar con el de la fundación de la Puebla de Maliayo, pocos kilómetros más al sur:
"Posee Sebrayu varias características geográficas análogas al lugar de Buestes: en primer lugar su situación de límite entre la ría y la rica vega de un valle; la existencia desde épocas muy tempranas de un puente sobre el río Ñabla; el emplazamiento en sus proximidades de una instalación militar de control, dominante sobre el lugar, en este caso el castro de Picu Castiellu (Miravalles) que se eleva imponente sobre este estero de la ría. A esto habría que añadir la fundación en el siglo XI de la capilla de Sta. María, interesante edificio de transición del prerrománico al románico, construcción que demuestra la importancia de este paraje"

Esta es la pequeña cuesta que veíamos antes al pie de Casa Don Perfeuto y bajando a El Praícu


Al fondo tenemos ya Casa Solares, la última de Sebrayu según avanzamos por el Camino, como hemos dicho. Más a la derecha siguen las pumaradas


De nuevo en llano, un cruce, seguimos de frente todo recto hacia la casa


Seguidamente otro cruce y también todo de frente, sin pérdida, por el camino asfaltado



Pasamos entre los muros de Casa Solares y el de la finca de la derecha. Hay varios árboles frutales


Casa Solares es otro grandioso caserón, con vivienda y cuadras, que se extiende unos cuatro metros a lo largo del Camino


Desde aquí, como hemos dicho, empezamos a tener las mejores vistas de los porreos. Según estudios del arquitecto Juan Pedrayes, los primeros cerramientos se llevaron a cabo a principios del siglo XVIII en la parroquia de Bedriñana, al otro lado de La Ría y a la izquierda de Samartín del Mar. Estos de la margen derecha son posteriores, de fecha indeterminada pero se sabe ya estaban hechos durante la Desamortización de bienes civiles de Pascual Madoz (1854-1856), pues los primeros estaban en posesión de familias nobiliarias, aunque por entonces aún no se había completado el proceso de cerramiento de alguno de ellos


En un principio, los usos cerealísticos para consumo humano fueron los predominantes, así como alfalfa, para forraje, y lúpulo para hacer cerveza, sin embargo más adelante sería, como en gran parte del agro astur, la ganadería el uso predominante, pues hasta el maíz, que se siguió cultivando, se empleó como planta forrajera para el ganado, no ya para hacer la boroña


En Los porreos, un medio artificial con fauna y flora peculiares, la sección A Fondo de La Nueva España publica el 3-8-2018, las características de estos pólderes de La Ría:
"Los porreos se sitúan en la transición entre las aguas salobres y las continentales. Aun con las cárcovas en buen estado, acusan la influencia mareal y, por tanto, reciben un cierto aporte de sales. Pero también entran en ellos aguas dulces y las propias lluvias los lavan y llegan a inundarlos. Estas características condicionan la flora y la fauna que los ocupa.

La cubierta vegetal presenta varias comunidades peculiares, principalmente cañaverales, carrizales y formaciones de broza fina, cótula y “Paspalum vaginatum”, confinadas en la ría a estos espacios o casi exclusivas de los mismos. También aparecen hileras de tarajes, plantados como refuerzo de los diques por su apetencia por los suelos salinos.

Anfibios y reptiles encuentran acomodo en estos espacios, en las zonas libres de salinidad (aunque algunas especies, como la rana común, poseen cierta tolerancia a las aguas salobres), y también los frecuentan diversos mamíferos, desde la nutria, que recolonizó la ría en los primeros años del siglo XXI, tras una larga ausencia, hasta el jabalí, que entra en ellos a comer y a refugiarse, y el diminuto ratón espiguero, vinculado a los juncales, aunque probablemente llegado con la  expansión del  cultivo  de maíz en el Cantábrico a partir del siglo XVI.

Diversas aves dependen igualmente de estos espacios agrarizados: la lavandera boyera anida en ellos; ánsares, garcillas bueyeras, avefrías y chorlitos dorados los utilizan como refugios de invernada, y en el carrizal de Sebrayu crían carriceros comunes y rascones europeos, se ocultan en invierno y en los períodos migratorios avetoros, garzas imperiales (que intentaron anidar en 2004 y en 2008), polluelas, y carricerines comunes y cejudos, entre otros. El cambio de hábitat, de porreos a marisma, perjudicará a unos y favorecerá a a otros, pero el balance, en términos de calidad, diversidad y abundancia, será positivo."


Cuando los porreos fueron desamortizados, la idea era, además de ganar tierras útiles, generar ingresos para el Estado mediante su venta a campesinos, si bien, como pasó con otras desamortizaciones decimonónicas, no consiguieron el resultado esperado, sea como fuere, este Porréu, de Sebrayu o Miravalles, fue adquirido hacia 1859 por un particular, Rosendo Villaverde de La Llera, quien construyó su palacio, Vista Hermosa o Palacio de Villaverde, en lo alto de un cueto desde el que dominaba sus tierras


Este cueto está sobre las casas de La Venta Villaverde, en la Carretera Colunga (N-632) y la casona actualmente pertenece a las familias Villaverde y Balbín, estando dividida entre las dos, conservándose también de su construcción primigenia la casa del guarda y un palomar. Pertenecía Rosendo a una familia que había hecho fortuna en Cuba, tanto como comerciantes como militares de las últimas guerras coloniales españolas, así nos informan en el blog Casonas de Indianos:
"Rosendo Villaverde  de la Llera (1.818-1.886), casado con Dolores Villaverde Uría (1.854-1.934), compró  en 1.859 en subasta pública el porréu de la Espuncia por 200.000 reales. En ese momento los terrenos tenían escaso valor porque al ser inundados no eran productivos, pero se construyeron un muro y unos cárcavos para secar aquellas tierras y sacarles rentabilidad. Rosendo Villaverde  mandó construir este palacio desde donde se divisaban sus propiedades. Una gran casa con un precioso jardín y embarcadero particular en el rio Sordu, rio que la propia familia se encargó de canalizar.

Los Villaverde eran una familia de indianos que hicieron fortuna en Cuba, y militares que recibieron su bautizo de fuego en el Caribe durante la última guerra colonial española."

Rosendo y Dolores tendrían varias hijas, una de ellas, la cuarta, que nacería aquí en 1882, era la gran escritora en asturiano y en castellano María Teresa Villaverde Villaverde, cuya biografía leemos en el mismo blog:
"El 28 de diciembre de 1.882 nació en esta casa del Tornón María Teresa Villaverde Villaverde cuarta hija de este matrimonio. Toda su vida la pasó en Tornón salvo los años que estuvo estudiando en un colegio de monjas de Oviedo. Desde joven colaboró en la prensa local, en los periódicos Villaviciosa y Villaviciosa Hermosa.  Escribió crónicas y poesías en castellano y en bable, colaboró en varias publicaciones como en la revista del Centro Asturiano de Madrid que fundara un tío suyo, Antonio Balbín de Unquera (1.842-1.919), también en la revista publicada por el colectivo asturiano bonaerense, del que su tío Guillermo Villaverde fue presidente. Además de su verdadero nombre, utilizó los seudónimos de Maruxa, Tuxa y Margarita del Campo. También escribió un cuento teatral  titulado “El príncipe encantado”, pero gran parte de su obra desapareció durante la Guerra Civil al ser desvalijada la casa y lo que se conoce de ella es a través de la prensa y periódicos locales.

Mantenía una estrecha relación a través del correo con sus primos residentes en Madrid,  especialmente con  Xicu Balbín (1892–1985) (Francisco Manuel Balbín de Villaverde), con quien mantenía  afinidades literarias y el amor por el bable, pero también con Rafael Balbín de Villaverde, magistrado y también escritor, un enamorado de la ría, la mar, la vida de los puertos y las tradiciones asturianas. El verano era la época del año en que se reunían todos en la casa.

María Teresa murió en junio de 1.934 de forma trágica, volvía de Oviedo en un coche de alquiler junto con su madre Dolores y su hermana Mercedes cuando tuvieron un accidente de tráfico y fallecieron las tres. Fue una tragedia que conmovió a Villaviciosa y especialmente a la parroquia de Tornón; sus restos reposan en la capilla-panteón familiar del cementerio de Barbuxán, en Pandu."

Algunos de sus poemas conservados, La Portalina (dedicado a la villaviciosina Virgen del Portal), Recuerdos, Tornón y Atapecer, fueron publicados en la revista Lletres Asturianes 54 dentro del artículo Xurde Blanco Puente titulado Naguando por Tuxa


En el año 2020 se le dedicó la Selmana de les Lletres Asturianes, publicándose el libro Postrer Adiós. Prosa, poesía, teatru, centrado en su obra, tiempo y figura, publicándose buena parte de la poesía y prosa de la llamada Escritora del Porréu, he aquí una de sus poesías, extraída de este volumen, oda a aquellos atardeceres que vería tantas veces desde Vista Hermosa:



El porréu se extiende por las parroquias de Tornón y Sebrayu y llega a la de Seloriu por la zona de El Picu. La conservación de los porreos pasa por diferentes avatares debidos a litigios que resumen en el citado apartado A Fondo de La Nueva España con el título La Marisma reconquista La Ría de Villaviciosa:
"Actualmente, los porreos de Villaviciosa se hallan inmersos en un litigio sobre la validez de su propiedad, surgido a raíz de la ejecución del deslinde de bienes de dominio público marítimo-terrestre al que obligaba la Ley de Costas de 1988 para corregir la ocupación y privatización del litoral, y garantizar la conservación de sus valores naturales y culturales. La disputa legal sigue abierta, pero la marisma, la ría, ha reclamado su propiedad aprovechando el resquicio físico, no legal, de los diques, las cárcovas, arruinados."

Es no obstante este el porréu mejor conservado de los de La Ría, donde aún en el siglo XX se hizo, al otro lado, en Samartín, El Porréu de Claro, precisamente ante La Isla Monasteriu. Seguimos leyendo en A Fondo:
"La ría de Villaviciosa inunda los porreos. La marisma tiene vía libre para recuperar los terrenos usurpados desde principios del siglo XVIII, cerrados mediante muros de piedras (cárcovas), rellenados y empleados para el cultivo y como pasto. La falta de mantenimiento de los diques (por el peloteo entre los diversos organismos competentes sobre el espacio) ha hecho que, poco a poco, se hayan ido derrumbando y que el agua los inunde ahora por completo, salvo el porréu de Sebrayu o de Villaverde, el más próximo a la desembocadura (y el más valioso como hábitat), donde la cárcova y el canal de la desembocadura del río Sebrayu se mantienen y lo conservan. El hombre usurpó grandes extensiones de las antiguas marismas y ahora, por dejadez (precedida del desuso), se las devuelve al estuario. La fisonomía de la ría ha cambiado y, con ella, los hábitats, la cubierta vegetal (de momento, han muerto todos los árboles y el resto de las plantas intolerantes a la salinidad) y, probablemente, la fauna."

En Samartín del Mar vemos ahora una franja de intenso azul, es La Ría, ahora sí asomando sobre las arboledas, con parte del citado Porréu de Claro. La misma ría estuvo a punto de ser rellenada dentro de los esquemas de valores de la época, haciendo de ella un espacio portuario, en La canal, el inicio de lo que pudo ser el fin del estuario, dentro del mismo A Fondo, se abunda así en ello:
"La ría no solo es un espacio humanizado por los porreos; existe una íntima relación entre el estuario y el poblamiento ya desde el Paleolítico, y durante siglos fue una importante vía comercial, mediante la navegación de cabotaje, para la salida de diversos bienes: sal, madera, frutos secos, cal, carbón, sidra… Pero ya a finales del siglo XVIII empezaron a registrarse problemas de colmatación, al tiempo que se iban deteriorando los puntos de atraque y de carga ría adentro. Todo ello acabó desembocando en un proyecto de canalización del estuario elaborado en 1890 por el ingeniero José Lequerica y Aguirre, autor del puerto de Laredo (Cantabria) y de la reforma del complejo portuario de Santander. 
El plan preveía canalizar la ría en toda su longitud (7,7 kilómetros), construir una dársena en El Puntal y otra en la cabecera del estuario, en El Salín, y desecar todos los terrenos que quedasen fuera del canal. Por fortuna para la hoy Reserva Natural Parcial, este proyecto –que perseguía reactivar la actividad comercial y económica local– se vio lastrado desde el principio por un rosario de problemas que lo dilataron durante décadas y llevaron a su cancelación definitiva en 1926 y a su archivo en 1930. Solo se ejecutaron los diques de la desembocadura y el puerto de El Puntal. 
La Canal ha quedado así como testigo de lo que pudo haber sido el fin de una de las joyas naturales de Asturias, pues la ejecución del proyecto habría destruido las comunidades de vegetación marismeña y habría reducido al mínimo la capacidad de acogida de aves acuáticas, los dos grandes valores del estuario. Tampoco el marisqueo, el aprovechamiento más antiguo de los recursos de la ría, habría sobrevivido a la intervención. 
El tramo “urbanizado” de la ría, su salida al mar, presenta una rotura notable, ya antigua, en la margen derecha, que permite la entrada y salida de agua en la ensenada de Misiegu, donde se desarrolla una extensa barra de arena de 53.200 metros cuadrados de superficie, con una longitud máxima de 325 metros y con un espesor de seis o siete metros, que tiende a crecer por la acción de las mareas y del oleaje. 
Tanto la bahía arenosa como la propia formación de marismas se relacionan con los procesos de colmatación del estuario, es decir, con su progresivo relleno, debido a que pesa más el depósito de sedimentos que el efecto de la erosión. Es un proceso natural, del que depende la producción de materia orgánica"

En Samartín del Mar está el Club Náutico Albatros, fundado en 1965, el puerto deportivo es el antiguo puerto comercial de El Puntal, que veremos mejor cuando subamos a El Fresnu, en Tornón, pero que ya habríamos reconocido en la distancia en Muñones, a la entrada de la parroquia de Priesca y tras entrar en el concejo de Villaviciosa, en La Llastra, parroquia de La Llera 


A lo lejos y en lo alto de la rasa, Lliñeru, también parroquia de Samartín del Mar, ya cerca de Tazones, importante puerto pesquero y paraíso gastronómico, y de Oles, donde vivió Tomás Noval, el último minero del azabache. Así leemos en El azabache y el Camino que, tanto en España como en Inglaterra, las minas azabacheras dejaron de explotarse oficialmente (y ponemos en cursiva) entre los siglos XIX y primeras dos décadas del XX, aprovechándose a partir de entonces escombreras de bocaminas abandonadas, afloramientos naturales, argayos o corrimientos de tierra en los acantilados, excavaciones ilegales y proveedores ilegales


En ese periodo y tras el cierre de las minas, fue Tomás Noval, quien siguiendo la tradición de sus padres y abuelos, siguió suministrando, aún adolescente, removiendo las escombreras de la mina familiar Dos Amigos, ahí en Oles, prácticamente hasta su fallecimiento en 2008 a los 87 años de edad. Aún así, y pese a que ya denunciaba que ya estaba casi agotada desde los años 1980-90, existieron varios proyectos para ponerla en funcionamiento de nuevo pero que no llegaron a fructificar


Y en lo alto de la rasa, Lliñeru, otra aldea de la parroquia de Samartín del Mar "situado en la parte alta de la parroquia, a una altitud de 148 m, desde donde se aprecian unos paisajes sobre el mar y la ría muy vistosos", como bien dicen en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos de La Nueva España, donde van añadiendo también esta ubicación geográfica y otras descripciones:
"... en un terreno bastante llano que empieza a declinar hacia la ría, sobre el Puntal y el Requexu. Las casas están agrupadas en el núcleo más antiguo, que forman los lugares de La Rebollada, Lliñeru y Matalasmu, en torno al camino que une la AS-256 por El Arenal, con la VV-5 en la Atalaya. Rodeado de tierras de cultivo, prados y pomaradas que producen buena sidra, y próximo al mar y la ría, es un lugar de gran belleza paisajística, con una gran demanda para construcción de nuevas viviendas de primera y segunda residencia"

Lliñeru pertenecía a la extinguida parroquia de San Miguel del Mar, dividida entre la de Samartín y la de Tazones, al crearse esa en 1892. Nunca olvidemos que la parroquia asturiana, al igual que la gallega y la de otros lugares del mundo (del griego -transmitido a través del latín- parrok, "enfrente de casa"), trasciende a la administración eclesiástica y es una entidad también civil, asentada en la alta Edad Media en base a organizaciones anteriores del territorio romanas y prerromanas, gentes, gentilidades, castros...


Fue Lliñeru además centro artesano de importancia, en concreto en su barrio de La Quintana, pues gracias a los estudios del arqueólogo Rogelio Quintana se localizó el desaparecido alfar que vendía piezas de cerámica por todas las parroquias de los alrededores, entre los siglos XVIII y XIX. El lugar era afamado también antaño por los animados bailes que había en el único chigre del pueblo, donde era célebre Álvaro'l Chigreru. Cuesta arriba, por La Caleyona, subió alguna vez antaño la banda de música, andando y tocando a pie desde La Villa, y por ahí mismo bajaban los vecinos la ofrenda del ramu a la Reina de los Ángeles en su capilla de El Requexu


Pasando Casa Solares avanzamos al pie de las estribaciones del Picu Castiellu dando vista a los porreos y a la rasa de Les Mariñes, que divisamos en lontananza


La Venta Villaverde, con sus casas a lo largo de la carretera y su palacio de Vista Hermosa es otra referencia visual según nos acercamos a la parroquia de Tornón, otra de las de la ribera derecha de La Ría, como es la de Miravalles en este tramo de Sebrayu, que se asoma en este lugar al estuario


Una foto del mismo lugar en primavera temprana, con los verdes mucho más intensos, lo que nos vale para hacernos una idea de cómo cambian los paisajes según cada estación y en comparación con la foto anterior, sacada en verano


En La Venta, topónimo que hace referencia a una antigua posada caminera, fueron célebre antaño el chigre de Casa Pancho, que tuvo baile antes de la Guerra Civil, antigua Venta Rafaela Villaverde, y El Llagar de la Venta. Ahí están además Casa Cachanda, Casa Guillermo, Casa los de Cutre, Casa Teresa o Casa Castiello, Casa Remedios la d'Antón y Casa Severino, todas al pie de Vista Hermosa, así como Casa Inación o de Cándido'l Relojeru


A lo lejos y también al otro lado de La Ría, el monte Vistalegre (339 m), con las casas de Montealtu a su derecha y a sus pies, en la parroquia de Bedriñana. Más cerca alguna casa de Onón, parroquia de Tornón, hacia la que nos encaminamos, Torre de Onón, han querido ver algunos eruditos en el origen etimológico de su topónimo, pero existen más, como comprobaremos cuando lleguemos allá


A nuestra izquierda El Picu Castiellu en Moriyón, al que casi hasta sus pies llegarían antaño las aguas de La Ría. Moriyón está vinculado a la raíz preindoeuropea mor, piedra o roca. Se trataba de un importante castro ceramista y metalúrgico, a tenor de los hallazgos realizados, como restos de paredes de hornos, ya que se ha confirmado además la existencia de antiguas minas abandonadas hace tiempo. En el libro Los castros de Asturias. Una revisión territorial y funcional, de Alfonso Fanjul Peraza, podemos leer de él:
"El castro, en corona, y con una orientación sureste-noroeste, aprovecha como defensa natural la verticalidad de la mayor parte de sus vertientes, a lo que suma una muralla de módulos que rodea la zona de hábitat. 
La ocupación de este poblado, según los datos de Camino, se sitúa entre los siglos VI a.C. y III d.C."

Asimismo, consultando el Archivo de Arquitectura Urbipedia, encontramos esta descripción:
"Situado junto a la aldea de Moriyón ocupa un escarpado monrículo junta a la Ría de Villaviciosa. Tuvo tres fases de ocupación siendo la segunda la más importante. Disponía de una muralla de hasta 5 m. de anchura y 500 m. de longitud. Las plantas de las casas eran ovales y se construían sobre un zócalo de piedra luciendo las paredes con barro."
Y en la página ArqueoAstur del arqueólogo Eduardo Pérez-Fernández, resumen adecuadamente los estudios aquí realizados:
"Reconocido en 1961 por José Manuel González y Fernández Valles y añadido a su catálogo de castros de 1966. Incluido en la Carta Arqueológica del concejo de Villaviciosa de 1990 elaborada por Alberto Martínez Villa, Carmen Cabo Pérez, Ángel Villa Valdés y Otilia Requejo Pagés. Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) del 23 de diciembre 2013. Jorge Camino Mayor realizó unos sondeos arqueológicos en 1987, 1988 y ente los años 1990 y 1995"

A los pies del castro, pastizales donde pacen los rebaños de vacas y pumaradas es el paisaje que nos ofrecen el Camín Real y los porreos aledaños, dando vista a los montes que guardan por el oeste La Ría y por el sur la rasa costera de Les Mariñes


Vistalegre, totalmente cubierto de ocalitales, refleja en su nombre su amplio campo visual. Bajo ella discurre la Carretera del Gobernador (AS-256) que atraviesa Les Mariñes y fue, durante muchos años y antes de la construcción de la Autovía del Cantábrico, una alternativa a las temibles curvas de la N-632 en El Pedrosu, que pasa más al sur. Se distinguen bien las casas de Pentanes, parroquia de Bedriñana


"Salpicado de casitas blancas, esbeltas y bellas, situadas en las laderas de sus hermosos y fructíferos montes de Gusmil, Peña del Carro, Cabarios y Vistalegre", describen en 1928 Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Moreno en Villaviciosa y su progreso los caseríos de Bedriñana, mencionando a sus barrios de Pentanes, Peruyera y La Pola, "entregados a una labor agrícola y ganadera, interligente y moderna", añaden


Por esa zona están La Parea'l Pinal, Montealtu, La Peña'l Carru, La Casa'l Coloráu y El Pinalón, por donde baja a La Ría La Riega Llames


A la izquierda, entre Vistalegre y Pelapotros (411 m), el Altu la Cruz, un collado que es un paso natural directo por el que discurre El Camín Real de les Mariñes, importante camino costero que de La Villa sube ese pequeño puerto por Bedriñana arriba y baja a La Lloraza (Oles). Fue muy importante en la Edad Media y por él debieron subir los peregrinos de los que se ha registrado su paso por las parroquias azabacheras del noroeste de Villaviciosa


En el siglo XVIII sin embargo, el Camino quedó relegado en favor del Camín Rial de Pión, que se dirige a Gijón/Xixón, más al sur aún, por un alto llamado también Altu la Cruz, sin duda por su encrucijada de caminos, entre las parroquias villaviciosinas de Niévares y Pión, Camino de Santiago oficial actualmente para quienes se decanten por la vía gijonesa para continuar por el Camino Norte


Por su parte el Pelapotros, inconfundible con su antena y donde hay además un vértice geodésico, es otra referencia visual muy importante, una de esas montañas no muy altas pero con grandísimo campo de visión que existen en estos cordales costeros. Su nombre indica antiguos usos de marcaje de caballos que poblaban esos parajes


El viejo camín real, ahora carretera local, bordea las faldas de estas estribaciones del Picu Castiellu en lo que fue la antigua orilla de La Ría o sus inmediaciones. El Camino sería en tiempos pues un verdadero eje de comunicaciones ribereñas que "debió funcionar como lugar de intercambio en las circulaciones transversales de la ría", afirma igualmente Pedrayes, "pues existen referencias, durante el expediente de desecación de su embocadura en el siglo XIX, de una serie de atracaderos  a lo largo del cauce del río Ñabla"


Los recintos castreños son pues el precedente de las actuales parroquias, pareciendo que alguno tuvo una ocupación o reocupación medieval, vigilaban y dominaban los caminos terrestres y marítimos que forman toda una red en torno a La Ría, sin embargo la capital se construiría en un emplazamiento nuevo, en las cercanías de otro puente, Buetes o Güetes, aunque tampoco alejada de otros de estos enclaves defensivos y de control del territorio, como luego serían las torres y castillos


Sobre esta disposición de los castros en torno a La Ría, Juan José Pedrayes Obaya dedica en su libro todo un apartado, titulado El hábitat castreño y en el que manifiesta lo siguiente que
"Con la cultura castreña aparecen las primeras unidades habitacionales formadas por viviendas, construcciones colectivas y elementos de defensa. (...)

Su distribución supone una efectiva ocupación de lugares estratégicos para el control del territorio, y representa un paso adelante respecto a la acotación simbólica del espacio realizada por la cultura megalítica. Las recientes excavaciones en dos de estos castros (Camoca y Picu Castiellu), no han demostrado una ocupación romana de sus ámbitos, aunque hay indicios para pensar que el denso núcleo romano de Rodiles, situado en la desembocadura de la Ría de Villaviciosa, tuvo su base en un poblado castreño. También es interesante hacer notar que dos de los castros situados en el centro del valle de la Ría se instalan sobre una pequeña sierra interior que será utilizada en su estribación más septentrional como asentamiento, en la época de la monarquía asturiana, de un castillo que actuaría como uno de los polos de atracción para fijar el emplazamiento de la antigua "Pola medieval de la comarca de Maliayo"

Efectivamente, miles de años atrás, mucho antes aún de los castros, los túmulos de las necrópolis megalíticas, halladas en montes con el Pelapotros, suponen la manifestación de aquellas antiguas culturas pastoriles neolíticas y de la Edad del Bronce que se extendieron por todo el territorio asturiano y por ende el de Villaviciosa:
"En la etapa Neolítica (4000-2000 a.C.), tenemos restos dispersos por todas las subcomarcas de Villaviciosa, lo que coincide con el proceso global de antropización del territorio por la cultura Neolítica, hecho generalizado en toda la Cornisa Cantábrica. La densidad de monumentos megalíticos en el Concejo nos define un área con un potencial económico elevado, en la que pudo coincidir el aprovechamiento de los pastores/agricultores neolíticos con las anteriores formas asturienses de recolectores-cazadores, perteneciendo al mundo del Oriente asturiano las necrópolis de San Xustu y Santa Mera. Su distribución a lo largo de los cordales que definen los dos valles villaviciosinos y en la rasa litoral coincide con loa ámbitos geográficos del territorio del Concejo, actuando como verdaderos hitos paisajísticos y mostrando por primera vez el control del territorio por el hombre y el germen de las instituciones que cristalizarán en la ciudad"

Y previamente, el mundo de la cultura asturiense fue la transición entre los tiempos de los últimos cazadores-recolectores y el de la neolitización en base a la agricultura, la ganadería, la cerámica y la metalurgia. Sus hallazgos se encuentran diseminados a lo largo de la franja costera, que permitía "la fácil explotación de sus recursos naturales, tantos de los estuarios como de las zonas costeras, y un emplazamiento estratégico para dominar un amplio territorio"


Y aquí tenemos una magnífica vista del Porréu de Sebrayu que se extiende hacia La Ría, en terrenos que fueron antaño de agua y marisma. Su origen arranca con las desamortizaciones civiles del régimen liberal imperante en el siglo XIX tras la definitiva desaparición del absolutismo y los últimos rescoldos del llamado Antiguo Régimen. Seguimos leyendo a Pedrayes Obaya:
"La formación del Régimen Liberal (...) trajo consigo la liquidación de la propiedad amortizada y el paso de esta a la propiedad individual. Para dar este paso fundamental en el desarrollo de la España del s. XIX, el Estado Liberal empleó el mecanismo de las desamortizaciones. La desamortización civil, también llamada de Madoz, puso en venta los bienes llamados de propios de los ayuntamientos, con el objeto de solucionar el problema de la duda pública. El 80% del importe de las ventas se debía invertir el títulos de deuda al 3% a nombre de los ayuntamientos, y el 20% restante quedaría para el Estado"

En Villaviciosa las subastas de estos terrenos empezaron en 1859, pues aunque la ley desamortizadora se publicó en 1855, cuando se reclamó al Ayuntamiento el inventario de bienes propios, esta estuvo en suspenso de 1856 a 1858, produciéndose quejas e impugnaciones sobre los peritos que tasaban las fincas. El interés de los compradores se centró principalmente en estas antiguas marismas y es entonces cuando aparece las primera referencia en actas municipales a este Porréu de Sebrayu. cuando Manuel Escobar, apoderado de Rosendo Villaverde (el del palacio), solicita la salida a licitación de este espacio marismeño


El Ayuntamiento se opuso en principio debido a que el cierre de la marisma y su adecuación como terreno firme podría ocasionar perjuicios a la proyectada canalización de La Ría y a la expansión del puerto de El Puntal, máxime cuando a primeros de 1860 Rosendo Villaverde tuvo intención, tras adquirir los terrenos, de instalar compuertas en el Ríu Sebrayu, modificando y acortando su curso, lo que impediría el libre paso que existía para embarcar y desembarcar maderas, pipas de sidra y otros efectos que se transportaban en barcas por este lugar, navegable en pleamares


Solicitado un informe al Ayuntamiento por parte del Gobernador Civil en el que se hiciese constar esta tráfico fluvial de Sebrayu, el apoderado Manuel Escobedo propone al consistorio un convenio por el que Rosendo Villaverde se compromete "a encauzar el río, acortando su recorrido, evitando curvas y costeando el camino que desde la desembocadura por la punta de la iglesia vieja, donde se ubicaría el embarcadero, llevaría hasta el puente de la nueva carretera a Colunga..."


Efectivamente, la creación de este porréu o pólder era una iniciativa delicada por las trabas que podría causar a la navegación comercial, incluyendo el puerto de El Puntal y el embarcadero de La Teyera, y la nueva Carretera de la Costa, cuyo tramo a Colunga se construía por entonces. A cambio de estas obras, el representante de Villaverde "pedía la colaboración de los vecinos en la obra del camino y la colocación de compuertas en el río"


Vemos desde aquí los guardarraíles de la citada carretera costera, luego llamada Ribadesella-Canero y posteriormente N-623, en las cercanías del cruce con la que va a Rodiles vía Seloriu. Las obras del porréu se realizaron según la propuesta de Rosendo Villaverde, reservándose el Ayuntamiento el derecho de habilitar un embarcadero en El Picu Espina, frente Samartín del Mar, si así le pareciese oportuno al iniciarse los trabajos


La venta de la marisma del que sería el Porréu de Sebrayu se enmarca dentro de las que se aplicaron en la zona central asturiana dentro del proceso desamortizador decimonónico, zona que fue la de más concentración de esta medida, pues coincidía con la de su despegue respecto a la oriental y la occidental, si bien no se produjo una venta tan masiva de bienes propios (del Ayuntamiento) y comunales (de los vecinos) como en otras regiones españolas


La idea era que, como en Inglaterra un siglo antes, el paso de terrenos comunales a particulares propiciase la aparición de una clase media emprendedora y favoreciese la Revolución Industrial, pero nada de esto se produjo, al igual que también había fracasado en este aspecto la otra gran desamortización, la de bienes eclesiásticos, dice Pedrayes Obaya:
"... los objetivos no se cumplieron y fueron desastrosos para las haciendas locales, ya que perdieron su autofinanciación al venderse los terrenos por debajo de su valor y la inflación desvalorizó los títulos rápidamente"

Desde un primer momento, ayuntamiento y vecinos se opusieron a esta desamortización, en 1860 se solicitó la exención de un monte de 85 días de bueyes en Samartín del Mar:
"La utilización de los montes para pastos, la existencia en ellos de caminos y fuentes, la recogida de árgoma para el abono de las tierras, de rozu para cocer la cal que a su vez era utilizada como abono y la recogida de leña, fueron los argumentos esgrimidos en el informe para evitar la enajenación de los montes"

El Palacio de Villaverde es pues testigo de aquellos históricos episodios, más allá, muchos antiguos montes comunales pasaron, avanzado el siglo XX, a ser lugar de monocultivos de eucaliptos, al principio para la construcción y la minería (entiba de galerías subterráneas), luego para la industria papelera


El abandono del campo, con el éxodo rural, propició que muchos terrenos dejasen de ser de pastos y cultivos y de plantasen con esta especie, imperante hoy día en el paisaje de la cornisa cantábrica. Al fondo vemos una plantación reciente, con árboles aún muy pequeños


Entre los cultivos agrícolas predominan las pumaradas de manzana de sidra, el campo se especializó en pastos para el suministro de carne y lácteos a las empresas que comercializan sus productos en los mercados urbanos. "Dispone de 210 pomaradas, con un rendimiento de 416 pipas de manzana, elaborando sus 33 lagares 187.223 litros de sidra", recogía en 1928 la obra Villaviciosa y su progreso, de Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Moreno


El cultivo de cereal panificable casi ha desaparecido, el maíz sí crece en abundancia, si bien como planta forrajera para la cabaña ganadera cuya importancia y extensión plasmaba por entonces dicho libro
"Cuenta con unos pastos abundantes y riquísimos que sus vecinos mejoran y multiplican con abonos químicos; este proceder les permite poseer 580 vacas, 160 cerdos, 160 asnos, 25 caballos, 320 ovejas y cerca de 3.500 gallinas, con su buen números de palomas domésticas, cuyos abonos aprovechan para sus bien abonados huertos"

Así, prados, muy llanos, y pumaradas, es el paisaje predominante alrededor de los pueblos, como este de Sebrayu, donde la parroquia de Miravalles se asoma a La Ría, cuyos habitantes eran así ensalzados por estos autores dentro del lenguaje y expresiones propios de la época:
"Sus gentes cultas y conscientes, han adoptado sus medios de vida al de las grandes urbes; sin vicios que degeneran, se alimentan racionalmente, se visten con elegancia y sostienen con tesón las sanas y tradicionales costumbres del pueblo astur" 

Pasamos una caseta de aperos. En el año 1995 se declaró La Ría Reserva Natural Parcial, en el preámbulo de su declaración, publicada en el el BOPA (Boletín Oficial del Principado de Asturias) se dice así:
"Las necesarias medidas de protección de este espacio deben tener en cuenta la existencia de importantes usos productivos actuales y potenciales, compatibles en gran medida con la propia finalidad de conservación y que deberán ser respetados, ordenados y fomentados teniendo en cuenta las necesidades de la población que habita en el espacio"

Ya entonces, La Ría recibía muchos visitantes a sus espacios naturales y playas, por lo que la declaración buscaba compatibilizar también los usos recreativos con los conservacionistas:
"Además, el interés turístico de la zona convierte a la ría en foco de atracción de numerosas personas, originando una importante actividad económica, por lo que debe completarse la adecuación de las áreas correspondientes, intentando compatibilizar los usos recreativos con los objetos de conservación y fomentando el conocimiento y disfrute de los recursos de la zona mediante las necesarias infraestructuras y programas de interpretación"

Los límites de la Reserva Natural Parcial son mucho más pequeños que los del Plan Especial de Protección Paisajísticas de la Ría, que vienen a coincidir con el espacio delimitado tiempo atrás como refugio de caza. De las fórmulas de protección ambiental informa la Wikipedia:
"Sus inmediaciones fueron declaradas reserva natural parcial en 1995 (Decreto 61/1995 y Decreto 153/2002 del Gobierno de Asturias) ocupando una superficie de 1.085 ha. Además, está catalogado como LIC (Lugar de Interés Comunitario), ZEPA (Zona de Especial Protección para Aves)​ y desde el 7 de enero de 2011, sitio Ramsar."

De todas maneras, la propiedad de los terrenos del Porréu de Sebrayu fueron objeto de litigio hasta el mismo siglo XXI, en 2009 Demarcación de Costas de Asturias reclamaba aún terrenos a algunos propietarios. Así daba la noticia el corresponsal M. Menéndez parta La Nueva España:
"La Demarcación de Costas de Asturias reclama unas propiedades en la ría de Villaviciosa a las que, en su momento, el Estado español renunció tras la venta de los terrenos con motivo de la desamortización civil de Madoz. Por eso, afectados por la ley de Costas de 1988, como la familia Llera, con una finca en el porréu de Sebrayu, desempolvan antiguos documentos para defender sus propiedades.

El documento de 1859, donde se formaliza la adquisición en venta judicial o subasta, es claro al respecto y no deja lugar a dudas: «Desde este acto para siempre aparto a la Nación española y a la Corporación a quien pertenecía la finca a la que se refiere esta escritura del dominio y posesión que tenía sobre aquella cendiéndolos y renunciándolos en favor expreso del comprador, sus herederos y sucedores, quedando obligados la Nación y la Corporación a la evicción y saneamiento de esta venta con arreglo al derecho». El número 108 del «Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo» publicaba en 1859 la subasta pública de los porreos de Sebrayu y de la Espuncia, que fueron adquiridos Rosendo Villaverde, quien, posteriormente, vendió una parte a la familia Llera, la cual, una vez aprobado el deslinde, iniciará las oportunas acciones legales"

Zona de Reomolina, al norte del lugar de Ordiera y El Monte les Cabañes. Troncos apilados en la finca de la derecha, la actividad maderera es notable de resultas de la proliferación  de ocalitales


Cruce de caminos: seguimos a la derecha, por el asfaltado, el de la izquierda, de tierra, comunica con una de dichas plantaciones. Suele estar embarrado y con profundas rodadas


La ruta sigue llana entre el monte y El Porréu d'Arriba, la zona suroccidental del gran Porréu de Sebrayu, entrando en la parroquia de Tornón, un topónimo al que se da origen en la antigua Torre de Onón, uno de los barrios de esta parroquia, si bien el filólogo Xosé Lluis García Arias apunta en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos otras acepciones, en concreto la de la palabra torna"trozo de terreno en una tierra de labor que por hallarse junto al seto " o en los usos medievales de términos relacionados como torniello "predio rústico", del latín tornum (torno) o el celtismo turno, colina


Constituyen las colinas de Tornón pues el límite del Porréu de Sebrayu por el sur-suroeste, si bien en la parroquia hay otro, el de Muslera o La Musllera, del que hablaremos en la entrada de blog correspondiente al trazado del Camino por dicha parroquia


La línea de frondoso arbolado destaca el curso del Ríu Sebrayu, aguas arriba llamado de diferentes maneras pero de la que la de Ríu Carrión, con no ser la más usada actualmente, "es con la que se denomina en todas las descripciones antiguas del concejo", afirman en la Enciclopedia del Paisaje de Asturias


Sebrayu vendría a conocerse justo al pasar bajo La Capillona y entrar en el pueblo, tras recibir las aguas de La Riega la Sota "después de pasar los pozos y pastizales que caen de las parroquias de Priesca y Miravalles hacia el Pozu les Procesiones, donde antaño se unían las procesiones que venían de las parroquias cercanas a rendir culto a Santa María de Sebrayu siguiendo una tradición secular", continúa dicha enciclopedia


Aquí "el paisaje se abre para entrar en la parroquia de Tornón", continuamos leyendo, regando tras pasar Sebrayu las praderías de Les Lloses, El Carboneru, El Fresnu, Los Porreos y Villaverde". En El Porréu de Sebrayu recibe además las aguas de las riegas del Cuervu, Aveñes y El Rondón, a su izquierda, "y por la derecha, el río de Priesca y la riega Matalloba, cruza por debajo de la carretera N-632 por La Venta, y por Los Porreos d'abaxu y El Monxu se echa en la ría de Villaviciosa entre El Bonizal y La Pica El Heru" después de haber recorrido unos diez kilómetros desde su nacimiento


Por allí, los altos de El Cuetu, El Picu y Espina guardan el porréu por el norte, ya en la vecina parroquia de Seloriu, de cuyo nombre se ha buscado origen en posibles salinas existentes en este estuario, aunque García Arias plantea el término medieval sel, sinónimo de majada


Más allá seguimos viendo las casas de Lliñeru, sobre El Puntal, también entre plantaciones de ocalitos en el monte El Fariu y lugar de La Rebollada. A este extremo estaba la capilla de San Juan, donde se celebraba antiguamente la fiesta del pueblo. Por ahí están además Casa Olvido Cuétara y Casa la Calixta, Casa Flor María y Casa Mariflor, Casa del Riofariu y Casa María José


La Rebollada fue, su topónimo lo indica, lugar de rebollos, especie de robles, El Fariu un faro de fogatas o referencia visual para los navegantes, y otro topónimo, La Beriñosa, podría porceder de un antropónimo Verinius o similar. Es la zona de la Casa la Valdesa, onde estaba antes la Casa Álvaro'l Chigreru. Por La Caleyona los vecinos bajaban la ofrenda del ramu a la romería de la Reina de los Ángeles, fiesta mayor de la parroquia de Samartín del Mar


Lliñeru, es posible que relacionado con lino o con leña y del lugar de Matalasmu no hemos encontrado razón etimológica salvo de mata (árboles, vegetación). Por su parte en La Quintana estuvo el chigre de ese nombre, que organizaba también animado baile los domingos


Por ahí están asimismo la Casa Enrique, Rogelia o Rogelín, Les Cases Anselmo y Ramona, Casa Cirilo García y Agustina, Casa Celestón y Casa Aurora y Valentín, donde un maestro, Andrés, daba clases particulares a los niños y niñas de Lliñeru, evitando que tuviesen que bajar todos los días a la escuela de la parroquia por La Caleyina'l Requexu. Hay varios llagares de sidra y naranjo, cuyos frutos hace tiempo se exportaban por el puerto de El Puntal. También Casa Mieres y La Menuda, Casa Ramón Varista, Casa Nieves, Casa la Pichosa y Casa Crespo, famosa por les esfoyaces o trabajo del deshojado y enristrado de les panoyes o mazorcas del maíz, en las que tabajaba comunitariamente todo el pueblo y se organizaba baile con música y sidra del duernu (dulce, la primera de la temporada)


Más casas de Lliñeru son Casa Manolo y Sinda, Casa Generosa y Fausta, Casa Carmelona, o El Güertu, cerca de El Montón de Piedres, lugar de juegos antaño de los rapacinos del barrio

Algunas casas y sus prados, rodeadas de eucaliptos, en la ladera que cae a El Requexu y El Puntal


El Camino serpentea ligeramente cuando casi llegamos ya al final del Porréu de Sebrayu. Antaño, y como cuenta Ángel Valle Cuesta, la carretera, que vuelve a coincidir con el camino antiguo, llegaba al Puente'l Ríu Sordu, desde donde subía en línea recta a El Fresnu 


Ahora, con la construcción de la Autovía del Cantábrico, cuyo viaducto de El Sordu Vemos a la izquierda la trama viaria ha quedado un tanto trastocada, pues habremos de ir a la izquierda en el siguiente cruce, para pasar bajo él y luego, junto a la caja de la autovía, subir a las casas de El Fresnu, donde hubo un oratorio de ánimas de los que jalonaban estas históricas y antiguas sendas


Y a nuestra derecha, más allá de El Porréu d'Arriba, veremos en Bárzana la citada carretera N-632, antigua Carretera de Ribadesella, de la Costa, o Ribadesella-Canero, "que supuso una mejora sustancial de los transportes en el último tercio del siglo XIX", escribe igualmente Pedrayes Obaya, destacando su muy importante incidencia en el concejo de Villaviciosa:
"Parte de los tramos de la salida de Villaviciosa hacia Gijón y Colunga fueron abiertos como caminos municipales. El plano de Coello nos muestra definida la nueva carretera a Gijón con dirección al Pedrosu. Sin embargo su construcción definitiva es más tardía; en 1871 fueron subastadas las obras, tras la aprobación prevista de su trazado. A pesar de la promesa del Director General de Obras Públicas de pagar la carretera en cinco años, su construcción fue lenta. En julio de 1875 las obras fueron suspendidas por falta de fondos y en 1882, quizás antes, estaba concluida."

En lo relativo a este tramo, el que une Villaviciosa con Colunga, ya hemos visto que el Ayuntamiento ya estaba construyendo partes desde tiempo atrás, con "un nuevo trazado totalmente diferente al del antiguo Camino Real", proyectándose ya en 1854 un nuevo puente sobre El Ríu Sebrayu, realizándose obras en sus cercanías:
"Las obras continuaron en varios lugares los años siguientes; en 1859 el Ayuntamiento expropió terrenos en el Erón y la Aceña Vieja y en 1869 terminó un tramo de 1.437 metros"

Fue en 1873 cuando el Estado se hizo cargo de la carretera ya construida, agilizándose la expropiaciones merced a las gestiones del diputado Alejandro Pidal y Mon, las cuales agradeció oficialmente el Ayuntamiento de Villaviciosa en 1875


No obstante, en 1882 aún continuaban la expropiaciones para hacer esta carretera que no fue concluida hasta años más tarde, sustituyendo definitivamente al viejo Camín Real, que pasaría a ser una vía pecuaria más


Tal vez por este retraso el coche el coche de la línea de las Cinco Villas aún pasaba por aquí en la década de 1920, como decíamos antes siguiendo a Ángel Valle Cuesta. De todas maneras, la mecanización del campo también auspició una mejora y ensanche de este y otros caminos de acceso a pueblos y fincas


Y esta es la vega del Ríu Sordu, también llamado, también llamado del Rondón, por este lugar, y del Fondón, el extremo meridional de El Porréu de Sebrayu


Aquí estaba el viejo Puente'l Ríu Sordu del que nos habla Valle Cuesta, río que sigue pasando bajo la carretera local. Poco después, en el cruce y como hemos dicho, iremos a la izquierda


Aquí está El Ríu Sordu, que nace de les riegues de La Regona, El Llavadoriu, Caparal y L'Infiernu, bajando por La Sienra d'Abaxu a El Rondón


Y a la izquierda pasaremos bajo el gran viaducto, donde hay una pequeña cuesta


El cruce es una gran explanada, frecuentada también por camiones de transporte de maderas. Al fondo, al sur, los montes de La Sienra, también en Tornón


Si nos fijamos, en los pilares del viaducto veremos varias flechas amarillas pintadas confirmando la ruta a seguir


Pasado el viaducto llegaremos a este cruce en las cercanías de Ordiera


Y en él tomaremos el camino de la derecha, iniciando la corta pero fuerte subida a El Fresnu, dirigiéndonos luego a La Cuesta, El Sellu y Ayones, atravesando la parroquia de Tornón para llegar a la de Carda, en ruta a la villa de Villaviciosa















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