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La Llera y el Puertu Sueve
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La Llera es una pequeña parroquia en el extremo más occidental del concejo de Colunga, de únicamente unos 1,5 km² de extensión y alrededor de una decena de habitantes en un solo pueblo y algunas quintanas y lugares, parte de los cuales ya están en términos de Villaviciosa. No obstante guarda algunos tesoros muy importantes de la historia del Camino, como la iglesia de San Antolín, de origen medieval y reformada en el siglo XVIII, templo de asilo donde se registra el paso y fallecimiento del peregrino y soldado francés Pedro Josef Brune em 1763, quien
"iba en romería para Santiago" y aquí acabó sus días", tras haber acometido la importante cuesta desde La Vega, en
Pernús
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La Llera desde Los Terreros (Pernús) |
La Llera se halla en un collado que forma un paso natural entre los montes que separan Colunga de Villaviciosa, en concreto el Cantu la Vara y Cualmayor a la derecha y La Cerra a la derecha. Enfrente, El Monte Fariu (339 m) es, como su propio nombre indica, un verdadero faro que nos orienta rumbo occidente, hacia Priesca
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Llegando a La Llera desde Pernús |
La actual carretera local CL-1 ha solapado al viejo Camín Real bajo el asfalto salvo al final de la larga cuesta desde La Vega, aldea al oeste de Pernús: aquí la dejamos para tomar la hermosa senda de tierra y hierba que, pasando al lado de unas huertas, llegará a las primeras casas de La Llera
La Llera y sus variantes es un topónimo muy abundante en Asturias, en origen describe
"una pradera llana junto al río, con abundante piedra suelta en la superficie y en el subsuelo, pero la voz llera se aplica por semejanza a toda 'piedra suelta, cascayal, pedregal, lleráu,' de piedra menuda desgajada de los altos calizos por la erosión", nos dice el profesor y montañero
Julio Concepción Suárez, Xulio, en su tantas veces mencionado en este blog
Diccionario toponímico de la montaña asturiana
La etimología del topónimo La Llera suele buscarse en el celta
lar (suelo) una raíz indoeuropea que daría en latín
glaream (cascajal), si bien en nuestros días poco o nada hace revelar la existencia antaño de esos cascajares o
cascayales que dieron nombre al lugar
Crecen los escayos ladera abajo, los zarzales. En la vaguada hay algunas manchas forestales autóctonas y praderías en la falda de La Cerra, en El Cantu, pero la cima ha sido intensamente plantada de ocalitos, especie de crecimiento rápido con destino a las fábricas de celulosa que domina el paisaje de la cornisa cantábrica
Aunque no llegaremos en ningún momento a pasar de los 200 metros de altitud, la prolongada cuesta de La Vega a La Llera, que continuará aún más allá, por La Llastra y La Cabañona, salva un gran desnivel en dos kilómetros poco más o menos de subida continua
A nuestra derecha, al norte, El Cantu la Vara (255m) sí supera esa cota. Viene a ser la estribación más occidental del la Sierra de Cualmayor. En esa su falda sur está la casería de Padernia, de
Paternus, nombre de algún antiguo posesor de época romana o altomedieval
La cuesta proseguirá toda recta entre las casas de La Llera, sin embargo a la altura de la iglesia de San Antolín hay un poco de rellano en lo que debió ser el núcleo originario del pueblo, que nos ofrecerá un poco de tregua en este largo repecho que subimos desde La Vega de Pernús
Unas palmeras revelan el porte indiano de esta casa primera de La Llera que encontramos en el Camino, en plena cuesta
Llaman la atención sus dos ventanas de arco de medio punto en el piso alto, orientadas al este
Y es que desde aquí, desde esta casa, tenemos unas hermosas vistas, vamos a aprovechar para hacer un alto, descansar, y disfrutar de ellas un instante
El Sueve, en concreto su vertiente occidental, con El Picu Fontanielles (1.063 m) y a su derecha Espina Barbú o La Palomera (1.043 m), El Picu Maladín (996 m) y otras cimas más, semiocultas por las frecuentes nieblas, la borrina del cantar:
Malhaya sea la borrina
que asoma al Puertu Sueve
y nun traigo'l capotillu
pa tapame si llueve
Más allá, tapados completamente, esa borrina tampoco nos deja ver Les Cuerries (1.033 m), Les Corripes (1.114 m) y sobre todo los magníficos 1.1161 metros de altura del mítico Picu Pienzu, majestuosa mole caliza que se alza a solo 5 kilómetros del mar. A ver si el viento despeja el panorama y podemos verlo luego desde más arriba
Seguidamente Casa Logio, con su terreno elevado formando chaflán y haciendo un rellano delante de la vivienda
El Camino sigue a la derecha, aquí la cuesta parece suavizarse un poco
Pegada a Casa Logio una fila de dos casas con sus respectivas cuadras. Esta primera bien florida, con numerosas macetas de plantas y flores. Fijémonos en los tejadillos sobre las puertas
Esta segunda es Casa Trina, con dos hermosos detalles
Sobre la puerta el nombre de la casa en azulejo cerámico y con la imagen de
La Santina de CovadongaY en la pared, sobre el buzón, esta alegoría del Camino de Santiago
La vieja cuadra, ya en desuso: al fondo ya vemos la iglesia parroquial de San Antolín de La Llera, donde empezará un tramo llano
La maleza crece en las casas abandonadas,
"Desde 1920 el concejo (Colunga)
inicia un proceso continuado de pérdida de población", leemos en el libro
Asturias concejo a concejo. Ribadesella, Caravia y Colunga (varios autores) del
Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Su máximo fue en dicho año de 1920, con 8.241 personas censadas. Un siglo después era bastante menos de la mitad, 3.220. El éxodo rural fue determinante,
"Entre 1970 y 1981 la población del municipio se reduce un 9,5% (...). "Este largo proceso ha supuesto el despoblamiento de algunas zonas del municipio, como la pequeña parroquia de La Llera, que pasa de los 35 habitantes en 1970 a los 6 en el 91 y cuya densidad 3,15% hab/km² es la más baja del municipio"Casas de labranza, testimonio del mundo rural y del trabajo del campo. En el mismo libor se nos dice que
"La especialización láctea que ha sufrido el sector ha provocado la desaparición de los cultivos cuyo destino último no sea el mantenimiento de la cabaña vacuna", leemos en la misma obra,
"Sin embargo, son numerosas las pomaradas que se extienden por el concejo y que ocupan una superficie de algo más de 350 hectáreas"La Llera formó parte en la Edad Media de las posesiones del convento ovetense de San Vicente, y así aparece, junto con las heredades de Los Valles y Toriella, en un foro de mampostería fechado en 1273 ente el monasterio y algunos particulares, por el que se les concedía permiso precisamente para plantar manzanos y otros frutales, así como castaños en las lindes y riegas de esas tierras, llevándose el monasterio la mitad de lo recogido. Estas plantaciones se generalizaron en la baja Edad Media forzadas
"por las urgentes demandas alimenticias derivadas de la presión demográfica y la escasa productividad del terrazgo cerealista", afirma el profesor
Juan Ignacio Ruiz de la PeñaViviendas campesinas, la de la izquierda conserva un elemento de aquella desaparecida cultura cerealista que fue desapareciendo a lo largo del siglo XX, una
forna en la fachada este, el horno en el que se
arroxaba el pan que se hacía en casa luego del proceso de recogida del cereal, principalmente maíz, y posterior molienda del mismo en algún molino más o menos próximo
Se acaba pues lo más duro del ascenso cuando llegamos a la iglesia. Viendo su estructura a simple vista ya nos hacemos una idea de las sucesivas ampliaciones y reformas que tuvo a lo largo del tiempo
La iglesia parroquial de San Antolín, San Antolín de La Llera era una antigua iglesia de asilo cuya estructura actual obedece a los cánones del barroco popular dieciochesco, ya bastante tardío, pues se trata de una reedificación, fechada en 1792 sobre un templo anterior, medieval, a todas luces románico. Es decir, cuando según los Libros de difuntos el soldado y peregrino francés Pedro Josef Brune fallece aquí en 1763 camino de Santiago, aún estaría en pie el santuario anterior
Su planta es rectangular de nave única con cubierta plana y cabecera recta, existen elementos medievales de una iglesia anterior que estaba en este mismo solar y fueron reaprovechados
El pórtico es amplio y grande, semicerrado en este lado sur y cerrado completamente al lado oeste, que enseguida vamos a ver, este pórtico cuenta con tejado a tres aguas mientras la nave y la cabecera es de dos. La sacristía se ajusta en línea con el pórtico, en este su extremo E
Su condición de iglesia de asilo se basaba una ley medieval por la que cualquier perseguido por la justicia podía acogerse a la protección de iglesias y monasterio, la cual derivaba del antiguo principio de la hospitalidad, con el concepto jurídico de asilo o protección
Aquí empieza por lo tanto ese tramo llano que tanto estábamos esperando y que se prolonga hasta las últimas casas de La Llera, su bien cuando regresemos a la CL-1 aún habremos de subir por la zona de su barrio de La Llastra
Aquí vemos la estructura interior de su pórtico, en el que, a la salida de misa, se celebran los conceyos abiertos o reuniones vecinales para tratar asuntos del común. Eran un espacio de socialización que hacía las veces de lugar de cobijo, siendo empleado en ocasiones por pobres y peregrinos
La de este lado sur tiene tres columnas de piedra que sostienen la cubierta, y bajo ellas un murete con un acceso: asomémonos a él y entremos
Ahí tenemos la portada meridional, pieza de la iglesia medieval que se reaprovechó y se conservó, de arco de medio punto, con grandes dovelas (piedras que le dan forma) hechas de sillar, presenta guardapolvo. Tal vez no sea un elemento netamente románico pero sí anterior al siglo XVI
Sobre ella una
hexapétala o estrella de seis puntas, antiguo símbolo mágico de origen ancestral y pagano, emblema solar de viejas creencias paganas cristianizadas. Emblema de protección y buena suerte que con el tiempo pasó a motivo ornamental, presente en casas, hórreos, madreñas, arcones... e incluso en santuarios, en los que se denota su ancestral impronta sagrada y espiritual
Júpiter, dios del cielo y las tormentas, asimilación de un culto prerromano anterior, a
Taranis, del que enseguida hablaremos. La hexapétala simboliza por lo tanto al sol pero también a los poderes del rayo y a sus divinidades
Otra flor cincelada la localizamos, muy gastada, y pintada con la pintura de la pared, en una antigua ménsula que hace ahora de soporte de vigas del tejado del pórtico
Otra más presenta un sogueado que más que al románico recuerda al Arte Asturiano, no olvidemos que estamos muy cerca de Priesca, cuya iglesia de San Salvador es un magnífico ejemplo de este estilo en su época ya más tardía (lo veremos pues nos pilla de camino), y es que no en vano el epigrafista
Ciriaco Miguel Vigil las consideraba anteriores al siglo XI
"Es famoso y conocidísimo por su larga intervención en los actos solemnes de la religión y por su especialidad musical, el renombrado "Cantor de La Llera", gran cantante religioso de potente y melodiosa voz"
Al otro lado del Camino hay un buen hórreo datado en el siglo XVI con buenos detalles constructivos. En aquella centuria La Llera se articulaba socialmente en una estructura socio-económica estamental y básicamente agrícola, organizada jerárquicamente en la propiedad de tierra y ganado. La hidalguía rural de Colunga era la clase social mayoritaria, entre la que destacaba la nobleza local de los Cobián, Ruiz de Junco, Rivero, Valdés y otros. La base de la pirámide social la constituía una gran masa de colonos, arrendatarios o foreros de pequeñas caserías, estos y los propietarios pobres llevaban una economía de mera subsistencia, no pocos se veían obligados a ejercer trabajos artesanales complementarios, tales como sastre herrero, carpintero, etc., o a la emigración temporal a Castilla. Más tarde se producirá la gran emigración a ultramar
Lamentablemente alguien o alguienes han tenido la brillante idea de colocarle delante al hórreo no uno sino dos postes telefónicos, uno de hormigón y otro de madera
En el solorru, esto es, debajo del hórreo, carros, maderas, cacharros y remolques. Fijémonos en las diferentes soluciones de pegollos o pilares para sostenerlo, así en algún pegollu o pilar extra que se añadió para mejorar su aguante, señal que ha pasado por bastantes reformas a lo largo de estos siglos. Otro detalle es este corredor, hecho de tablas y únicamente presente en una de sus esquinas
Por afuera, pasamos al costado occidental del templo, donde está el pórtico cerrado, de puerta adintelada. Fijémonos en las esquinas, echas de piedra de sillería
La espadaña es también de sillar, con tres vanos de medio punto y remate en frontón triangular con
piramidiones (pequeños remates en forma de pirámide) y cruz terminal. En la espadaña es donde una piedra trapezoidal con la palabra
ASILO delata aquella antigua condición de esta iglesia.
"La parroquia está regentada por el presbítero don Santos Cortina y lo fue recientemente por don Valentín Beltrán", es la noticia de 1928 que publica
Villaviciosa y su progreso, a lo que añade que
"sus fiestas renombradas y muy concurridas se celebran el 2 de febrero, "El Rosario" y el 2 de septiembre, "San Antonio"
El Camino, sigue ahora entre las casas, formando calle en La Llera. Si bien existió un camino más al norte, por La Venta'l Probe, y otro más al sur, por Villaescusa, este Camín Real, o Rial, fue la principal vía de comunicación entre Colunga y Villaviciosa hasta la construcción de las primeras carreteras...
"Tiene un bonito camino vecinal que le pone en comunicación con la carretera general de Gijón-Ribadesella"
Una casa antigua, de piedra, cuyo antiguo corredor entre cortafuegos fue cerrado en su momento y en su lugar hay ahora tres ventanas. Abajo, la antoxana o zaguán era un espacio más de socialización, se realizaban algunos trabajos a la buena luz de su orientación al sur o simplemente se charlaba con quien pasase por el Camino
El Camino comunicaba directamente ambas villas, fundadas posiblemente a la vez en el siglo XIII dentro de la política repobladora de monarcas como
Alfonso X de Castilla,
El Sabio. No obstante debió de ser muy importante el camino por La Venta'l Probe, pues además de ser una alternativa para la ruta Colunga-Villaviciosa, enlazaba allí el camino procedente de Llastres, enclava portuario, ballenero y comercial, que desde un primer momento se configuró como la localidad más poblada del alfoz y concejo colungués, pese a no ser la capital
Hórreo de moderna factura con doble
subidoria de piedra.
"Este pueblo está formado por 31 casa, 9 hórreos, 1 panera, 1 cuadra, 9 cabañas, 4 establos, 1 iglesia y 1 cementerio", seguimos leyendo en
Villaviciosa y su progreso, "Cuenta con hermosa agua potable y sus vecinos disponen de dos fuentes públicas, un lavadero y tres abrevaderos"
Carro de labranza de ruedas de rayos (radios) y llanta metálica, tipo que sustituyó a los antiguos carros del país, más pequeños, hasta que los automóviles, tractores, camiones, remolques, etc., lo desterraron también de la carretera. Al fondo del prado un Pascualín...
"Sobresale este pueblo por si riqueza forestal, lo que hace sea un lugar agradable y sano. La vida se desarrolla en un sentido progresista, introduciéndose en sus medios de trabajo grandes mejoras (...). Se dedica con especialidad a la agricultura, fabricación de sidra y a la construcción de madreñas"
Ruinas, otra alegoría del éxodo rural y de la despoblación de La Llera. que figura, dentro del concejo de Colunga, dentro de las zonas rurales en riesgo de despoblación, según resolución del 24 de noviembre de 2020 de la
Consejería de Hacienda del Principado de Asturias, junto con Carrandena, Esllavayu, Raicéu, Beldréu, El Conyéu, Villascusa y San Telmo
En
Pueblos en peligro de extinción, artículo publicado por el redactor Iván Villar para
El Comercio (28-8-2007, este entrevista a una vecina, Pilar, haciendo hincapié en esta problemática:
"Tampoco quiere abandonar su pueblo Pilar Llera, precisamente de La Llera, en Colunga. Ha vivido ahí desde que a los 20 años se casó con su esposo, ya fallecido. Ahora cuenta 79. «Aquí puedo salir con la bata de andar por casa y nadie me dice nada. En un sitio más grande no podría hacerlo». Cuando se pone a hacer recuento de sus vecinos le salen nueve o diez, aunque el Instituto Nacional de Estadística habla de ocho. «Antiguamente esto estaba lleno de críos. No había tantas casas vacías».
La vieja escuela, cuyo cierre motivó la marcha a Villaviciosa de muchas familias y que ahora es una vivienda de fin de semana, preside la entrada a un pueblo cuyo principal atractivo sigue siendo su iglesia. «Muchas veces soy yo la única que va a misa», bromea Pilar. Recuerda, sin embargo, cómo hace años las fiestas de La Sacramental eran más que una simple misa solemne: «Había baile y la gente limpiaba sus cuadras y sacaba el ganao para comer allí». Hoy la mayor compañía de Pilar son el silencio, su televisor, sus gatos «y una corderina de cuatro meses que no mamaba. Le doy el biberón»
Dos bancos corridos, de piedra y cubiertos de cerámicas decoradas, a los lados de la puerta de una casa
La palmera, símbolo de los indianos que emigraron a las américas. Ya antes de la gran corriente migratoria del siglo XIX,
"desde finales del siglo XVII va a tener lugar una intensa corriente migratoria de carácter ultramarino (principalmente hacia el reino de Nueva España), en la que tomarán parte numerosos segundones de las casas nobiliarias locales, quienes buscarán en el nuevo continente una alternativa a la carrera eclesiástica o militar que les estaba destinada por su orden de nacimiento", leemos también en Asturias concejo a concejo...
Aquí empezamos de nuevo a subir, llegados a la antigua escuela de La Llera, ahora casa de fin de semana, construida a expensas de los ayuntamientos de Colunga y Villaviciosa, cuya clausura a raíz de la concentración escolar motivó la marcha de muchas familias, según le decía Pilar Llera a Iván Villar, una situación muy distinta a 1928, según recoge
Villaviciosa y su progreso:
"Posée una Escuela nacional mixta a la que asisten los niños en cantidad no muy numerosa; el edificio es pequeñito y apropiado a la localidad, fue construido recientemente por los ayuntamientos de Colunga y Villaviciosa, a cuyos ayuntamientos pertenece el poblado por mitad.
La enseñanza está bastante bien atendida, habiéndose distinguido en este aspecto las señoras Maestras doña Aurelia Suárez y doña Concepción Blanco"
Salimos de nuevo a la carretera CL-1 y volvemos a subir, pero este recuesto no será tan duro ni largo como el que ya hemos dejado atrás entre La Vega de Pernús y La Llera
El Campu La Llera, pastos de la casería de Alfonso, Maite y Daniel Toyos Noriega, que heredaron de sus padres y estos a su vez de sus antepasados en una larga continuidad generacional, actualmente basada y dedicada a la ganadería de leche. Ya en 1928 se decía de La Llera:
"La Llera dispone de ricos y abundantes pastos y sostiene más de 200 vacas, de raza selecta del país, 35 cerdos, 27 asnos, 6 caballos, 150 ovejas y cerca de 1.500 gallinas"
A la derecha una vieja torre o casa de la luz, que pese al tiempo transcurrido aún conserva el nombre de la empresa y la fecha
Leemos claramente Año 1932
ERCOA S.A., Eléctricas Reunidas del Centro y Oriente de Asturias, fundada en 1931 e integrada desde 1962 en Hidroeléctrica del Cantábrico
Ya en tiempos,
César Balbín Toyos, indiano con casa en el pueblo de Beldréu, de la vecina parroquia de Pernús, había sufragado la acometida eléctrica a lo largo de toda esta carretera, desde Villaviciosa. Además
"Ha contribuido al mejoramiento local, su hijo distinguido don Luciano Sanmiguel", cuentan en Villaviciosa y su progreso"
Pasamos al pie de una soberbia panera, esta de ocho pilares o pegollos, evolución en tamaño del hórreo como consecuencia de la traída del maíz de las américas a partir del siglo XVII para albergar su gran cosecha
En contra de lo que se piensa no es el número de pegollos lo que la diferencia de un hórreo sino su estructura, que tiende a ser rectangular y con dos picos en el tejado a diferencia del pico único del hórreo con techo totalmente piramidal. Panera viene de
pan, y es que los cereales panificables eran llamados comúnmente pan, tanto en el producto elaborado como en la semilla
Frente a la panera y al lado del Camino, crece un
texu o tejo, árbol sagrado de los antiguos astures y numerosos pueblos de la vieja Europa
Árbol símbolo de la vida pues es de hoja perenne, árbol de la muerte por la alta toxicidad de sus frutos, empleados para venenos y alucinógenos (paso del umbral a otra vida o realidad) y árbol de la eternidad por su longevidad, de siglos e incluso de milenios. Este es un ejemplar muy joven, por lo que, si no se malogra o lo malogran, les queda una larga vida por delante...
Otra casería en ruinas, símbolo también, pero de la marcha de la población y del final de las labores tradicionales del agro astur. A su derecha siguen subiendo los peregrinos, carretera adelante...
Si los mapas del ING (Instituto Geográfico Nacional) no mienten al pasar a la altura de la casa estaríamos entrando en el conceyu de Villaviciosa
Seguidamente llegamos al cruce con el camino que va a Los Valles y Padernia, caserías también de La Llera, estas pertenecientes a Colunga
Los Valles, como hemos dicho, aparece mencionado como terrenos propiedad del monasterio de San Vicente en 1273, junto con términos de La Llera. Leemos de nuevo en Asturias concejo a concejo:
"La parroquia aparece como una entidad plenamente consolidada a partir de la segunda mitad del siglo XII. Además de ser una célula convivencial en el ámbito rural generadora de unas relaciones vecinales, surge como una circunscripción eclesiástica y es a la vez un elemento articulador de la propia organización administrativa de la comunidad local en la que se engloba. La pertenencia a una feligresía y la participación en ella va acompañada de unos lazos de solidaridad parental, reforzados por el disfrute de de los parroquianos en los aprovechamientos comunales"
Dado que los concejos realmente serían posteriores, naciendo, mismamente en el caso de Colunga y Villaviciosa en el siglo XIII, con la concesión de sus cartas pueblas, las parroquias son una entidad más antigua de administración y pertenencia, por ello no necesariamente están sujetas a la división concejil, como es este el caso
Las parroquias quedan fielmente recopiladas por el obispo
Gutierre de Toledo y más anteriormente por el también prelado de la mitra ovetense,
Pelayo, pero ya se encuentra siglos atrás en el famoso
Parroquial Suevo, el cual a su vez seguiría pautas de organización romana, gens y gentilidades, y esta a su vez muy posiblemente prerromanas, estudiándose la relación entre parroquia y castros, precedente poblacional inmediato de las actuales poblaciones
Y aquí tenemos La Llastra, barrio de la parroquia de La Llera, con centro en Colunga, pero ya radicado en territorio maliayo, nombre originario del concejo de Villaviciosa, bajo El Picu la Cerra
La Llastra, como La Llera, es un topónimo muy común en Asturias y está también vinculado con la piedra,
"piedra lisa" o
"piedra lisa, grande y plana", dice García Arias, mientras Julio Concepción la define como
"lastra, laja, losa" y que
"aparece más bien a flor de tierra en canteras o crestones propicios a ellas: se usaban mucho en las cuadras..."Y aquí tenemos ahora, desde la curva de la carretera, una magnífica vista, al este, de La Llera, con los altos de Villascusa más atrás y en la lejanía el Puertu Sueve, en la Edad Media
Sove, de
Iovi, Júpiter, padre de los dioses del panteón romano, superpuesto al Taranis celta, y como él, divinidad de la guerra y la tormenta, cristianizado en advocaciones como Santa Bárbara o Santiago (Apóstol del Trueno) y mitificado popularmente en figuras como el
nuberu, genio de las nubes
En primer término (a la izquierda de la foto), la panera del Campu la Llera y la cuesta desde la antigua escuela. En medio del pueblo asoma sobre los tejados en campanario de la iglesia parroquial de San Antolín. Más atrás, los montes de Villaescusa por la parte de El Cagaréu
Camino a Villascusa, en la cuesta por La Venta, La Teya, L'Ablanéu y La Capilla
Y más allá reconocemos parte de la vertiente suroccidental del Sueve, la que está justo encima del Altu la Llama, considerado su límite por el oeste
Ahí destacan El Picu Ovines (885 m) en la Peña la Seblimbe, gran masa caliza al norte del concejo de Piloña, sobre el valle de Campurriu, y El Picu los Cuervos (828 m), sito entre las parroquias piloñesas de Miyares y Cerecea
Más a la izquierda el Maladín o Les Peñes del Maladín (995 m) que cobija La Mayá d'Espineres, donde anualmente se celebra en verano la
Fiesta del Astucón, con el marcaje de los potros
Seguidamente Espina Barbú o Altu la Palomera (942 m), en la divisoria de los concejos de Colunga y Piloña
Ya llegamos a la serie de las cumbres cimeras, empezando por el Picu o Cuetu Fontanielles (1.063 m) cuya cumbre suele confundirse en algunos mapas y guías con alguna de sus aledañas. Atrás parece que quiere asomar El Picu Mirueñu (1.131 m), segunda altitud del Sueve
A la izquierda están Les Cuerries (1.033 m), Les Corripes (1.114 m) y El Picu Pienzu (1.161 m) el más alto del Puertu
Si bien se ha extendido la forma
Les Corripies (o Picu o
Cuetu les Corripies), el investigador
Inaciu Hevia Llavona en su trabajo
Toponimia de Gobiendes halla en los informantes el término
Les Corripes. Más abajo hay diversas alturas
menores, como El Cuetu Córcovu (803 m), El Cuetu Cordobana (575 m), El Cuetu Sedores (814 m), El Cuetu la Texa (522 m), Busfrescosu (704 m), etc.
Siguiendo la línea de cumbres hacia el este tenemos El Cuetu les Duernes (1.059 m), El Cuetu'l Sellón (1.027 m) y El Cuetu o Picu Babú (929 m)
Aún más al E la Sierra del Fitu es la prolongación natural del Sueve hacia el Mar Cantabrico, se extiende desde La Cruz de Llames hasta prácticamente desparramarse sobre la costa entre las riosellanas parroquias de
Vega y
Berbes, que recorrimos siguiendo este Camino de Santiago del Norte
Allí destacan los picos gemelos de La Gobia o El Cantiellu (538 m) y El Picu Bustronci (534 m), que marcan la frontera de Caravia con Ribadesella/Ribeseya
También reconocemos muy bien El Picu la Forquita (357 m),
desgaje meridional de El Fitu, sobre Caravia l'Alta
También a su derecha y más bajos que la línea de cumbres de la Sierra del Fitu tenemos el totémico Picu'l Castru (357 m), solar del famoso
Castro de Caravia, y Peñablanca (415 m)
Aquí más cerca, tomando como referencia el
texu de la panera, reconocemos muy bien
Beldréu, una de las aldeas de la parroquia de Pernús. A su izquierda pasa el Camino, viniendo de Colunga, tras atravesar el valle del Ríu Llobones al sur de
Sales y subir a
El Conyéu
El Sueve ya ha quedado definitivamente atrás pero seguirá siendo una importante referencia visual cada vez que miremos al E desde bastantes puntos del Camino según avancemos por el centro de Asturias. Esta bella estampa de La Llera nos sirve para aportar la descripción de
Villaviciosa y su progreso:
"En el fondo de un sinuoso valle, cuyos montes le cubren como vigilantes permanentes, se halla este pueblecito que desarrolla sus actividades agrícolas y ganaderas compartiendo su pertenencia entre los Ayuntamientos de Colunga y Villaviciosa
Tiene al Norte a Lué; al Sur, a Santa Eugenia; al Este, Pernús, y al Oeste, a Priesca. Extiende su posesión en unos 5 kilómetros cuadrados, en su mayoría montes elevados y de vegetación exhuberante; posee un inmenso arbolado en sus principales clases, el castaño, el nogal, roble, álamo y avellano; su pequeña población, unos 90 vecinos, cultivan grandes piezas de terrenos en los que recolectan maíz, habas, patatas, cebollas y rica y sabrosísima manzana, en las sus 25 pomaradas, a más del fruto escogido para la mesa que se vende a buen precio, elaborándose en su único lagar, propiedad de don Vicente Raigoso, 3.150 litros de exquisita sidra natural."
Por La Llastra, según seguimos avanzando en dirección oeste, tampoco pasamos realmente, sino que este barrio o aldea, que se extiende linealmente collado arriba, nos quedará a nuestra izquierda, al sur:
"La parte perteneciente a Villaviciosa es de escasa importancia, siendo muy poco el número de viviendas", continúan diciendo en la citada publicación
Este es el cruce de La Llastra, donde nosotros pues seguimos subiendo a la derecha
Las casas de La Llastra se disponen en paralelo a esta carretera o Camino, es decir, de E a O, siendo estas sus fachadas septentrionales, es decir las de más umbría, las principales, orientadas al sur, miran hacia las alturas de La Cerra
En La Llastra está El Palaciu, El Corralón o Palaciu del Corralón, así llamado pues al ser abandonado fue empleado como corral para el ganado. Existe la tradición que en el lugar hubo una colegiata con una comunidad de monjes
Posiblemente se tratase de una congregación dependiente del monasterio ovetense de San Vicente al cuidado y administración de los bienes que ese convento de la capital asturiana tenía en estos parajes de La Llera. Si bien no vemos su fachada principal dejamos esta reseña arquitectónica de la comunidad de noticias
El Búscolu:
"El edificio es de base rectangular, planta baja y piso, cubre a tres aguas. En su fachada, orientada al sur se coloca el escudo de buen tamaño; con timbre de yelmo con penacho de plumas. No se han identificado las armas: cuartelado en cruz 1º tres roeles y una espada punta abajo; 2ª un castillo de tres torres; 3º un castillo con tres torres y debajo una espuela con acicate; 4º un águila explayada.
Por su lado izquierdo el edificio está adosado a otra vivienda, mientras que el derecho más próximo a la Iglesia está exento, rematado con buenos esquinales de sillar.
La fachada principal orientada al Sur, en el centro abre una puerta ancha, con dintel de madera y recercos de sillar, a la izquierda hay otra puerta más estrecha, y a la derecha una pequeña ventana, tapiadas. Los dos pisos están separados por una línea de imposta, poco saliente y plana.
En el primer piso abre un balcón en eje con la puerta principal, también con dintel de madera, y una ventana recercada de sillar y con gran antepecho del mismo material, a la izquierda entre ambas se dispone el escudo de armas antes descrito.
La fábrica de la misma es mampostería vista, con buena piedra escuadrada en recercos, esquinales e imposta. Alero de madera."
Vamos acercándonos a los últimos metros de subida según pasamos ahora al lado de estas también destartaladas casas de la carretera
La CL-1 realiza ahora una curva al pasar al lado de esta nave de ganado...
Estamos en lo alto del paso entre El Picu la Cerra al sur y El Cantu la Vara al norte. De frente empezamos a ver El Monte Fariu (555 m), un topónimo que se repite hasta la saciedad en la montaña asturiana, pues son verdaderos faros visuales a manera de orientación geográfica perfecta, que es lo que significa fariu, faro
La pila cuchu, el estiércol y las casas del extremo occidental de La Llastra, bajo El Picu la Cerra, donde están los prados de La Cabañona
La Cabañona es una casería solitaria en el cantu de La Cerra, con excelentes vistas hacia el NO, a la famosa Ría de Villaviciosa
La Cabañona, a una altura de unos 250 m, pertenece también a la parte de la parroquia de La Llera que está en Villaviciosa. Al otro lado hay un barrio más, llamado precisamente El Cantu
Es significativo que, cuando se hacen los censos, los habitantes de La Llera no figuran unidos en una sola parroquia sino cada parte de la misma según al concejo al que pertenecen, y así se plasman, separadamente, en diccionarios geográficos, enciclopedias y demás publicaciones
Cierto es que en el famoso
Diccionario de Madoz (1845-1850), únicamente figura una parroquia de La Llera, pero se limitaba a señalarla como ubicada en Villaviciosa
Hermosas camperas de La Gabia, donde el Camino va a empezar a bajar suavemente hacia Priesca
En la bajada, al oeste, admiramos el Monte Fariu en todo su esplendor, que se alza entre la Ría de Villaviciosa, ya muy próxima, y el hermoso valle de
Miravalles, parroquia villaviciosina por uno de cuyos pueblos, también con albergue, Sebrayu, pasaremos en nuestra ruta hacia la capital del concejo, Villaviciosa, La Villa
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