El Camino en Villaperi |
Tras salir del casco urbano de la ciudad subiendo por la falda septentrional de La Cuesta Naranco de El Pontón de Vaqueros a Cuyences, el Camino de Santiago ha entrado en la parroquia ovetense de Villaperi, al norte-nordeste del concejo, ya en la ladera septentrional de dicho monte y dando vista al vecino concejo de Llanera, al que pronto vamos a pasar tras cruzar El Río Nora unos metros más abajo, en La Ponte Cayés
Y así, por la campiña de la aldea de Llaviada vemos, al otro lado del río, que discurre oculto prados abajo, la parroquia de Cayés, en concreto su barrio de Campiello, al que subiremos desde el citado puente para ganar la gran llanura que da nombre al concejo vecino, divisando en él Posada, su capital, en esta parte norte del valle, con el Alto la Miranda encima, por donde el camino se dirigirá al valle de Solís, en Corvera, paso directo hacia Avilés
Posada es un núcleo urbano de entidad con tiendas, comercios, hostelería y otros servicios, donde el peregrino podrá proveerse de lo necesario o tomar algo antes de continuar camino para retomar la ruta costera a partir de la Villa del Adelantado (Avilés), enlazando allí con el ramal gijonés del Camino, del que nos hemos separado en Casquita (Villaviciosa)
Domina el paisaje, al norte, El Picu Santufirme (439 m), que se yergue entre este sector septentrional del valle del Nora y, detrás, del de Villardebeyo, formado por el curso alto del Río Aboño, que desemboca al pie de la gijonesa Campa Torres, el promontorio del castro de Noega, enclave metalúrgico y portuario de los astures cilúrnigos, de la gentilidad de los luggones, pobladores de todo este área central asturiana desde antes de la conquista romana
El el viejo camino a La Campa Torres desde los puertos de la cordillera (acaso desde la gran capital astur de Astúrica Augusta -Astorga-) hasta el Mar Cantábrico se encontraba la mítica civitas de Lucus Asturum, que de da en situar en la actual Llugo (Lugo de Llanera), al este de Posada y en su mismo concejo, algunos de cuyos edificios vemos entre los árboles, más allá de las naves del Polígono de Silvota, bajo la suave colina de Robleo, a la derecha del Santufirme
Allí, ese camino, que origen inmemorial, prehistórico incluso, que aprovechaba estos valles, collados y otros pasos naturales se cruzaría con otro que discurre en dirección este-oeste, el cual con la romanización pasaría a ser la vía Lucus Asturum-Lucus Augusti (el Lugo gallego actual), el cual haría de la civitas un importante núcleo de comunicaciones además de ser posiblemente la cabecera de los romanos en el territorio de los luggones, o una de ellas
Esos caminos serían la base de la red viaria principal de los posteriormente llamados caminos reales (del 'reino', que podríamos equivaler a 'Estado'), que estructuraron las comunicaciones durante siglos, hasta la aparición de las primeras carreteras, como pudieron ser estas viejas rutas costeras hacia Gijón/Xixón y Avilés, la primera señalizada como GR 100.1 y la segunda recuperada como Camino de Santiago oficial para el paso de los modernos peregrinos
Además de la ruta, o rutas, a la costa, la interior de Lucus Asturum-Lucus Augusti habría sido la base del Camín Real de Galicia, y este a su vez del actualmente denominado Camino Primitivo, si bien este saldría de Outeao, la naciente ciudad de Oviedo/Uviéu, capitalina sede regia desde Alfonso II El Casto, un poco más al sur, tras el abandono y/o destrucción de Lucus Asturum, tal vez con la decadencia imperial romana o en la alta Edad Media, o con la irrupción musulmana. De esta importante encrucijada natural escribe el profesor Xulio Concepción Suárez en La toponimia de Llanera: un conceyu en el tiempu:
"Llanera.
Conceyu entre Xixón, Corvera, Illas, Les Regueres, Uviéu y Siero. Su situación antigua en una tierra más o menos llana, debió tener notas positivas y negativas. De un lado, ofrecía una excelente vía comunicativa entre el centro regional y el mar; o entre los caminos de la costa de oriente a occidente (por la rasa costera), evitando las pendientes del Naranco y los acantilados del mar, los vientos costeros…. De esta forma, Llanera, como La Corredoria (otro estratégico corredor natural en los comienzos de las llanuras que llevan al mar) se fue diseñando ya desde tiempos prerromanos como una buena encrucijada de caminos en todas direcciones, apta para ganados trashumantes, pasos humanos, carros... De ahí el nombre significativo de Santa Cruz: una verdadera cruz de caminos, santificada, cristianizada después.
No obstante, desde tiempos antiguos también, la explanada exacta de Llanera (la llanura más fonda), lo que hoy sería más o menos La Morgal, hubo de tener escasas posibilidades defensivas, de ahí que los vestigios castreños estén en los altos en línea con Santufirme firme (Picu Cogolla, La Coroña, Peñamenende…). Otras alturas relevantes, en contraste con los llanos, son El Pedregalón, Gorfolí, El Cardón, El Peri… Es decir, que Llanera no es toda llana (lisa, uniforme, plana): el nombre primitivo no podría extenderse a lo que es hoy.
Tal vez por eso, la palabra toponímica ha de ser ya latina, limitada a un espacio menor inicial, y asentada una vez mitigados los problemas más belicosos de las tribus prerromanas, siempre más preocupadas por los altos, lejos de los peligros y emboscadas (de otras tribus, o simplemente de animales) que podrían esconder los llanos. En aquellos remotos contextos poblacionales, sería difícil establecer en los llanos viviendas estables tan desprotegidas, en un principio. De ahí la adecuación de la palabra latina PLANA (tierra lisa), luego, *planaria (llanura, planicie). Hoy el concejo extiende el nombre hasta los altos: desde una línea que se cierra entre El Pedregalón (Bufarán), Gorfolí, el río Nora, ladera que asciende ligeramente hacia Siero, Castiellu… Hubo termas romanas en La Ería la Castellana (Lugo)."
Se ha dicho que Lucus Asturum sería una ciudad netamente romana y con el declive del Imperio llegaría su ocaso, no obstante sus pobladores primigenios serían los propios astures de los castros cercanos y otros enclaves 'reducidos' tras la conquista en las guerras de los años 29-19 a.C., uno de ellos el localizado en El Cantu San Pedro, promontorio sito sobre el mismo Llugo
Y otro un poco más arriba, en El Cuetu, estribaciones orientales del Picu Santufirme, encima de las actuales aldeas de Mundín, Caraviés y Truébano, entre Posada y Llugo
Se sabe que Augusto ordenó que los astures bajasen de sus castros en los altos, previniendo que se revelasen e hiciesen fuertes en ellos, si bien toda la historiografía concerniente a esos sucesos de las guerras contra Roma llegaron a nosotros transmitidos por cronistas que escribieron siglos después de los hechos, tal y como pasa con la mayor parte de la alta Edad Media, orígenes del Camino de Santiago incluidos
No obstante se da por aceptado que los castros y las villae (además de otros asentamientos poblacionales romanos y prerromanos), serían el antecedente de los actuales pueblos y villas, tal y como refleja, por ejemplo, su toponimia, sin ir más allá esta antigua Villa Petri o Petrus, que dio origen a Villaperi, la villa (posesión rural) de Pedro, que no del 'hijo de Pedro' como sería Villapérez, topónimo que, pese a su ausencia de base etimológica, se dio en su tiempo por tenerlo como 'más culto', pasando al nomenclator oficial durante bastante tiempo, lo suficiente para que incluso arraigase socialmente. Escribe de ello el gran historiador, arqueólogo, profesor y filólogo José Manuel González y Fernández Valles en Temas de Toponimia Asturiana:
Cayés, por su parte, sería la villae o posesión rural de un tal Cassius o similar, mientras que aquí abajo en Villaperi, el barrio de La Pedrera, más que a abundancia de piedra de cantera, se referiría al empedrado de alguna vía o calzada caminera en el paso del Nora por La Ponte Cayés
Vemos perfectamente el cruce (al lado de la casa amarilla) en el que el Camino de Santiago irá a la izquierda, acabando la cuesta. A lo lejos y bajo la falda del Santufirme, La Bérbola, al este de Posada y, Caraviés, la posesión de un tal Carvius o Carvilius
Después de Posada, el Camino de Santiago sube la falda del Picu Santufirme pero no hasta su cima, sino que al llegar a la altura de Caraviés continuará al norte (a la izquierda), por su falda occidental, plantada de ocalitos, hacia La Miranda, poniendo rumbo al valle de Solís, Cancines y Nubleo, a un paso ya de Avilés
Detrás de Cayés y bajo el Santufirme y a la derecha, La Iría Caraviés, al pie del castro de El Cuetu, con El Monte San Xuan, La Iría La Sienra y La Iría'l Padrinón (iría o ería, tierras de labrantío, -que luego pasaron a pasto en este caso-)
Y ahí arriba tenemos El Cuetu o El Cuetu Caraviés, en términos de la parroquia de Llugo, uno de los castros del inmediato entorno de Lucus Asturum, a unos 350 metros de altura, a cuyos pies, pero no en el castro sino en La Iría Castañera, se han realizado campañas de excavaciones en busca de dicha 'ciudad perdida', de cuya etimología nos escribe asimismo Xulio Concepción Suárez:
"Ya nombrado por los romanos como Lucus Asturum, a diferencia de Lucus Augusti (el Lucus Gallaeciae). En principio, Lugo fue el nombre genérico de toda la parroquia, que incluía Pondal, Castiello, Caraviés, Castañera, La Bérvola, Truébano, Pando, Silvota, Fonciello, Castiello y Santa Rosa; más tarde aplicado como nombre del pueblo actual también. El Prao Lugo: finca y lugar del cementerio antiguo (en Castañera). Indoeuropeo *LUGH- (bosque sagrado), sánscrito LOKÁH, latín LUCUS (bosque). Tal vez con el mismo origen de la raíz indoeuropea *LEUK- (luz, esplendor), en griego, leukós (blanco), leucocitos…; en latín, lux-lucis (claridad, resplandor, luz de vida, vida). Significaría la importancia del bosque como fuente de vida segura todo el año: alimento, leña para el fuego, madera para utensilios, caza diaria… Un lugar sagrado que había que adorar y agradecer al cielo o a la tierra, para que siguiera dando frutos y vida a los nativos.
De ahí se deduce la relación de las dos referencias al bosque y a la claridad al mismo tiempo: según algunos, se adoraba al dios en las claridades, los espacios abiertos del boscaje más tupido, a modo de verdaderos santurios cara al cielo. También dio nombre a Lugones, a unas tribus, a una cultura muy antigua del culto al bosque. Numerosas culturas antiguas que llegaron a la actualidad con sus ritos de siempre (amerindias, africanas…) lo atesiguan hoy: el bosque es un intermediario entre el cielo y la tierra; la manifestación visible de los dioses. En definitiva, la ancestral dendrolatría (griego, DÉNDRON, árbol; LATREÍA, adoración): la adoración, el culto a los árboles, verdaderas divinidades protectoras para aquellos tan precarios tiempos remotos, de verdad dependientes tanto del suelo como del cielo. "
En primer término (debajo de la foto), está Cadaxe, también en Cayés, con el palacio de su nombre (segunda casa por la izquierda), también llamado La Casona. Justo detrás, en La Iría Castañera, reconocemos las naves de el Aeródromo de Llanera en La Morgal o El Morgal (equivocadamente se había pensado un tiempo en un topónimo estilo Llamorgal, 'lodazal', pero no es así)
El aeródromo tiene su origen en unas instalaciones de la aviación militar inauguradas oficialmente en 1933, aunque en ella llevaban aterrizando aviones desde 1933, las cuales fueron empleadas eventualmente en la Guerra Civil. En 1952 se hizo de él el primer Aeropuerto de Asturias, prestando servicio durante más de una década, cuando fue llevado a Anzu, en Santiagu'l Monte (Castrillón, muy cerca de Camino de Santiago del Norte), a causa de las frecuentes nieblas de este valle. Durante un tiempo volvió a tener uso militar hasta que, llegados los años 1980, pasó al gobierno autonómico asturiano, que hizo de él un aeródromo civil
Construcción de urbanizaciones en la falda de El Cuetu, uno de los muchos castros 'fichados' por el erudito arqueólogo Eduardo Pérez-Fernández en su muy recomendable web ArqueoAstur, ficha de la que compartimos lo siguiente:
"Identificado vez por José Manuel González y Fernández Valles el 16 de septiembre de 1956. Incluido en el Inventario Arqueológico de Llanera elaborado por Carmen Cabo Díez en 1985. En 1991 el asentamiento también fue descrito por Cid López, Fernández Ochoa, García Díaz y Pedregal Rodríguez en su trabajo sobre el asentamiento romano y medieval de Lugo de Llanera.
Recinto de unos 90 x 60 metros separado de la sierra por un foso excavado en la roca, único elemento apreciable. Igualmente se refiere que, según los vecinos, en su interior se podían identificar derrumbes (Cabo Pérez, 1985, Requejo Pagés, 2013). Posteriores descripciones del enclave refieren la planta surectangular del espacio intramuros así como unas dimensiones ligeramente mayores, unos 90 x 70 metros, con una superficie muy amplia y plana. Las vertientes NE y SW están ataludadas y en la NW se describe un gran foso excavado en la roca con presenta un perfil en «V» y paredes muy escarpadas (Cid et alii, 1991).
Fanjul Peraza lo define como castro en ladera o espolón de planta casi rectangular de unos 70 x 40 metros. Su aparato defensivo se compone de un foso de tipo monumental que lo separa de la sierra y un posible bastión que ocupa la parte de acceso al poblado (Fanjul Peraza, 2014).
En su entorno se han documentado numerosos restos romanos y ha sido ubicada la Lucus Asturum de los geografos clásicos.
Está totalmente cubierto de monte bajo siendo impracticable su acceso. Una plantación maderera se extiende por la zona del foso."
En la zona de El Cuetu hay algunos depósitos de agua que pueden ayudarnos a identificarlo, sobre la aldea de Mundín. Justo a su derecha sigue rumbo a La Campa Torres el viejo camino de Lucus Asturum a Noega, prolongación de la Vía de la Plata, el GR 100.1. Más abajo seguimos viendo las instalaciones del aeródromo y La Castañera
En relación a la ubicación exacta de la ciudad perdida de Lucus Asturum y de las excavaciones realizadas en esta iría, otro arqueólogo, Fon. S. P., desde su web Ástures, escribe lo siguiente:
"En el siglo II d.C. Ptolomeo menciona un asentamiento en la Asturia transmontana situado más o menos en el centro del territorio. Se llama Lucus Asturum y aparece vinculado a la vía que, proveniente de Legio, en la Meseta, atravesaba las montañas hacia el sur. También se ubicaba junto a la que comunicaba con la capital del conventus Lucense, Lucus Augusti, y probablemente con la que se dirigía hacia el territorio cántabro.
Reunía, por tanto, las características necesarias para convertirse en un lugar de importancia para la administración romana en un territorio, a priori, mal comunicado y en cierta medida, alejado de las infraestructuras mineras del occidente del territorio que contaban con otros recursos e infraestructuras más potentes.
Las investigaciones se han centrado en un lugar concreto donde la toponimia y las diversas noticias recogidas a lo largo de la historia, indicaban que había vestigios de algo que tuvo que tener una importancia notable en la Antigüedad. Vamos a conocerlo
Lo primero, ¿La Castañera es Lucus?
Por desgracia las fuentes escritas no nos dejan información tan detallada como para saber la posición exacta de este yacimiento. Tenemos las coordenadas de Ptolomeo, pero no es un sistema cartográfico que se pueda «traducir» con exactitud a las coordenadas de hoy en día. Sin embargo, aunque no hay ninguna fuente que diga que Lucus Asturum se encuentra en el lugar donde se excava actualmente (finca de la Castañera en Lugo de Llanera), lo cierto es que ninguna menciona otro asentamiento romano de importancia en sus proximidades, por lo que las opciones se reducen considerablemente y podemos afirmar que hoy se plantean pocas dudas entre los investigadores sobre si es el lugar que cita Ptolomeo.
En la actualidad conocemos un castro a menos de 1km en línea recta, el del Cantu San Pedro, que podría hacernos pensar que se trata de la antigua Lucus de las fuentes, pero lo cierto es que ni la extensión del castro (apenas media ha.) ni lo encontrado en él en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo (han sido pocas), invitan a pensar que sea un lugar como Lucus Asturum, al menos en época romana.
Y es que debemos pensar que, a pesar de la toponimia (ya que el topónimo Lugo /Lucus se cita habitualmente como relacionado con el pueblo astur de los Luggones que controlarían esta zona central de Asturias hasta el río Nalón) que podría indicar un sitio prerromano, sólo conocemos Lucus Asturum desde el siglo II d.C. es decir, en época romana. Por tanto, existe la posibilidad de que se trate de una fundación romana ex-novo o bien un asentamiento creado a partir de otro indígena previo, como el citado castro, que se encontrara en las cercanías. Aunque si lo pensamos un poco, la llanura no solía ser elegida como lugar para levantar un poblado fortificado, que es el formato de poblamiento que se utiliza mayoritariamente para los centros de poder, o asentamientos destacados en época prerromana entre los Astures y a cambio sí se utiliza en un territorio controlado por Roma y con el aliciente de una red viaria en torno a la que establecerlo.
José Manuel González ya apuntaba a que Lucus podría haberse fundado con gente «bajada» de castros del entorno y agrupada en un lugar que cumpliría una función dentro de la reestructuración del territorio, como por ejemplo el lugar donde cobrar impuestos, mientras que el Cantu San Pedro pasaría a tener una función militar que parece que mantuvo durante este periodo.
Por tanto ¿Qué es Lucus Asturum?
Ptolomeo parece indicar que se trata de un vicus viario, es decir, un asentamiento que se desarrolla en torno a una vía o nudo de comunicaciones. Es importante detallar la terminología, porque a veces se discute si se trata simplemente de una mansio, o parada donde descansar o cambiar de caballos, o si se trata de algo más complejo.
Lo que no parece probable es que se trate de un gran asentamiento del calibre de una ciudad (urbs) como las que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en una ciudad romana con su foro, cardo y decumano. La Asturia transmontana es un territorio periférico, donde el urbanismo no tiene por qué seguir los cánones de otras partes de la Península más romanizadas, como la Bética (Italica, Hispalis, etc…). Los núcleos urbanos son mucho más modestos que en ellas, siendo Lucus y el asentamiento de Cimadevilla en Gijón / Xixón, los únicos que podrían llegar a cierto estatus sin alcanzar el de ciudad.
Entonces ¿Vicus o mansio? Quizá las dos. En el siglo II d.C. parece que se hace referencia a un asentamiento más importante que la mansio que citan las fuentes posteriores (siglo IV d.C.) como las que recoge el anónimo de Rávena, quizá ya en un momento de pérdida de importancia del lugar, aspecto que parece confirmar la arqueología.
Para conocer mejor este aspecto es interesante revisar las fuentes escritas que tenemos sobre este lugar."
Tenemos pues la secuencia habitacional-poblacional del periodo de los castros a las villae y la civitas ante nosotros. Pero dejemos que Fon S.P nos siga hablando de esta "ciudad perdida", ahora en base a las fuentes escritas:
"Las fuentes sobre Lucus: antiguas, medievales y recientes
La más antigua es la citada de Ptolomeo (II,6) quien en su Geografía cita Lucus Asturum, junto con otras como Paelontium, la capital de la civitas Luggonum o Labernis, de ubicación desconocida.
En el siglo VII aparece un Luco Astorum en el Anónimo de Rávena, una fuente que recoge asentamientos y vías de Hispania de una gran antigüedad (en torno al siglo IV d.C).
En el Liber testamentorum (con toda la cautela necesaria al citar datos de esta fuente) se refiere la existencia de una ciudad amurallada en Lucus Asturum en el siglo X d.C. A las murallas de este asentamiento se les llama «muros antiquos».
Aun así, parece que la referencia a una ciudad amurallada es más el recuerdo de un asentamiento romano que la veracidad de la observación de muros o la existencia de esos restos. F. J. Fernández Conde fue el primero que planteó la posibilidad de que el prestigio de un inventado Lucus fuera el ingrediente necesario para justificar la antigüedad de una diócesis asturiana anterior a la de Oviedo para enfrentar las pretensiones de la de Lugo. El obispo fue más allá y se inventó una fundación vándala de Lucus en el 361 d.C.
En los documentos del Monasterio de San Vicente, en Oviedo, se conservan menciones de 1067 que hablan de la «antiquissima civitas Luco», de un terreno «in villa Luco, de porta civitatis» (en la villa de Lugo, en la puerta de la ciudad),
Estas son las principales, pero no las únicas. En 1695 aparece una referencia a la iglesia de Santa María de Lugo, así como a la villa de Lugo, en Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias. En ese tiempo ya se habla de restos de edificios y de hallazgos.
Son sólo ejemplos, que no los únicos, de lo dicho arriba y que vienen a confirmar la importancia desde antiguo de este lugar, al menos en la memoria colectiva de la gente a lo largo de la historia. Para finalizar, el propio Carvallo dice expresamente que Lucus Asturum fue destruida en la invasión musulmana."
"Fermín Canella, a finales del XIX, sugiere que las columnas de mármol de San Miguel de Lillo podrían proceder de la ciudad de Lugo. Quizá la más significativa en este sentido es la de González Aguirre que señala en el mismo tiempo que «en las excavaciones practicadas por los naturales de las llanuras de esta parroquia se han encontrado muchos cimientos, trozos de columnas, acueductos de ladrillos, monedas de cobre, plata y estaño y otras preciosidades que revelan haber sido dedicadas al culto y al servicio de la iglesia«. En términos parecidos se expresa Ciriaco Martínez Vigil y otros.
Pero las primeras excavaciones, con un criterio más o menos científico, se llevaron a cabo en 1927. De ellas se llegó a publicar un plano en el diario Región, en el que se recoge la planta de varios edificios situados en las cercanías de la iglesia parroquial de Santa María de Lugo, destruida en 1936, de la que hoy sólo queda el viejo cementerio. En este plano que veis abajo, se menciona incluso una muralla, que no ha sido encontrada de nuevo desde entonces. La muralla tendría dos metros de espesor en el margen del camino que pasaba al lado de la iglesia de Santa María.
Aunque ya se hablaba de ciertas infraestructuras como termas y viviendas, lo más significativo fue el hallazgo de la llamada «piedra de Lugo» hoy desaparecida, y que se comparaba con el ídolo de Peña Tú. Actualmente está perdida.
Me resulta llamativa, en el escrito de concesión del presupuesto para las excavaciones, la importancia que se le da para el turismo al estudio de los restos de Lugo. «se concedan 1000 pesetas para practicar excavaciones en el lugar donde se cree haya existido el antiguo Lucus Asturum, habida cuenta la importancia que para el Turismo ha de tener la citada ciudad».
Algo parecido a lo que recogió José Manuel González en los años sesenta, quien además detalló ciertos descubrimientos que le habían referido los habitantes de la zona. Aparte de los citados restos de edificios, refirió el hallazgo de monedas romanas, inscripciones, figuras de bronce, etc…
En 1981 hubo otra campaña arqueológica dirigida por D. Emilio Olávarri de la que apenas hay noticia. En 1984, con motivo de las obras realizadas en la estación de tren de Lugo se documentan restos de un mosaico romano y de unas termas que se encontrarían en la Ería de la Castañera, haciendo referencia a una posible villa romana. Entre finales de ese año y los 90 se realizan diversas prospecciones geofísicas de citada ería, pero la negativa de los propietarios a excavar en la finca, impidió llevar a cabo una intervención.
En 1987 debido a esta negativa se vuelve a excavar, como en 1927, la zona de la casa rectoral y la antigua iglesia de Santa María en la primera excavación con metodología científica actualizada en el yacimiento. Los resultados de estas excavaciones están publicados en sendas monografías, la de 1989-1991 y las del periodo de 1991-1995. En estas excavaciones se investigó una necrópolis con un nivel romano y otro medieval. En ellas se descubrió un ara a los lares viales que se puede ver en el Museo Arqueológico de Asturias que junto con una inscripción del emperador Numeriano (posible miliario), descubierta en el siglo XIX y también desaparecida, constituyen los dos mejores testimonios epigráficos de la zona que se conozcan. En la finca de la Rectoral se estableció una secuencia de ocupación de entre los siglos I d.C. hasta finales de los siglos XII y XIII.
Hasta 2015 no se vuelve a excavar allí y el Ayuntamiento encarga a Esperanza Martín la continuación de los trabajos arqueológicos en La Castañera. Desde entonces se han hecho diversos estudios tanto arqueológicos como no invasivos a través de georradar y teledetección. Precisamente estos trabajos son los que han hecho posible que se determine un cierto trazado ortogonal bajo algunas zonas del suelo de este sector estudiado y que sugieren la existencia más que de un hábitat con una retícula urbana, de una serie de distintas estructuras aparentemente dispersas.
En 2018 se excavó parte de un conjunto termal de «notables dimensiones». En 2020, tras el parón de la pandemia, se vuelve a excavar en la zona, esta vez ya en la Castañera. Se documenta un conjunto habitacional compuesto por varias estancias interconectadas y con un patio con pozo, en torno al cual se dispone el edificio. Es el que se está estudiando hasta el momento. He tenido la suerte de participar como voluntario en la de 2021 y la de 2023. "
Más a la derecha Llugo, con La Iría Castellana, Felguerosa y bajo los altos de Robleo (279 m), con el barrio Les Caleyes a la derecha. En la distancia llegamos a ver la larga planicie amesetada del Monte Areo al norte, por donde prosigue el camino a Noega, el castro de La Campa Torres. Por allí asimismo por ese monte va, dirigiéndose al oeste, el otro ramal del Camino de Santiago del Norte, saliendo de Gijón/Xixón hacia Avilés, donde se unirá con este
"La estación fue abierta al tráfico, como apeadero, el 23 de julio de 1874 con la puesta en marcha del tramo Pola de Lena-Gijón de la línea que posteriormente uniría León con Gijón. La construcción del tramo fue obra de la Compañía de Ferrocarril del Noroeste de España aunque la línea fue completada por la Compañía de los Ferrocarriles de Asturias, Galicia y León creada para continuar con las obras tras la quiebra de la Noroeste. Sin embargo su situación financiera no fue mucho mejor que la de su antecesora y en 1885 acabó siendo absorbida por Norte. En 1916, Norte convirtió el apartadero de Lugo de Llanera en estación, junto con la de El Caleyo, en la misma línea.ç
Con motivo de la electrificación de la rampa de Pajares y dentro del objetivo de aumentar la capacidad de transporte de la línea, Norte convirtió Lugo de Llanera en estación de clasificación para el tráfico de carbones, principalmente. La estación de clasificación, de pequeño tamaño, contaba con dos vías de recepción y formación de trenes y cuatro vías de clasificación. Con todo ello clasificaba 700 vagones diariamente.
En 1941, la nacionalización del ferrocarril en España supuso la desaparición de la compañía del Norte y su integración en la recién creada RENFE. Desde el 31 de diciembre de 2004 Renfe Operadora explota la línea mientras que Adif es la titular de las instalaciones ferroviarias."
"Reconocido por José Manuel González y Fernández Valles el 31 de agosto de 1966. Incluido en el Inventario Arqueológico de Llanera elaborado por Carmen Cabo Díez en 1985. En 1991 el asentamiento también fue descrito por Cid López, Fernández Ochoa, García Díaz y Pedregal Rodríguez en su trabajo sobre el asentamiento romano y medieval de Lugo de Llanera y por García Chaín y López Blanco en la monografía sobre el Castiellu de Llagú, 2002.
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) el 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico de Llanera.
Se localiza en una colina aislada de 191 msnm, en el extremo NE del valle de Llanera, sobre las casas del barrio de Castiello.
Fue descrito por José Manuel González (1976) como una colina un poco oblonda, elevada 20 metros sobre el entorno inmediato y definida en la cima por una explanada elipsoide cuyo eje mayor mide 150 metros aproximadamente. Los elementos defensivos se componen de dos terrazas escalonadas que debieron corresponder a las murallas y fosos. La superior rodea la colina en la mayor parte de su perímetro, con unas dimensiones de 4,5 metros de anchura y 4 metros por debajo de la planicie cimera; la terraza inferior es semejante a la anterior, discurre por los frentes N y E, a una cota de 4 metros más abajo. Los únicos restos reconocidos, consisten en conglomerados de piedras que son visibles al borde de la superficie de la explanada en lo más alto del corte oriental de la vía férrea. El autor adjunta igualmente un plano del recinto fortificado (González y Fernández, 1976).
También ha sido descrito como un pequeño montículo de forma oval elevado unos 25 metros sobre el valle y definido por una cima amesetada de laderas aterrazadas. Se refieren tres terrazas por la ladera N y en dos por la S, con sus correspondientes taludes (Cabo Díez, 1985; Maya González, 1988; Cid et alii, 1991, García Chaín y López Blanco, 2002; Requejo Pagés, 2014).
Fanjul Peraza lo define como una colina aterrazada de pequeñas dimensiones, 60 x 40 metros, y planta ovalada, no reconociendo restos estructurales defensivos (Fanjul Peraza, 2014)."
No llegamos a ver el Nora, oculto por sus riberas boscosas, pero sí parte de sus vegas en las inmediaciones de La Venta'l Gallu, al sur de Silvota, donde recibe las aguas de su afluente, El Río Noreña, confluencia de los concejos de Oviedo/Uviéu, Siero y Llanera. Una antigua venta caminera en cuyas cercanías aparecieron "hornos romanos en bastante buen estado, utilizados para la producción de productos cerámicos (ladrillos, etc.), muy cerca de donde casi veinte siglos después se levantaría la fábrica de Cerámica Guisasola", nos informan en el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos
"Puede disponerse a lo largo de toda la fachada o sólo en su parte central. avanzando respecto a ella cubierto por una prolongación del alero o por un tejaroz. que descansan en varios pies derechos de madera. El piso del corredor. siempre de tabla, puede apoyar bien sobre carreras que a su vez descansan en las cabezas de las vigas maestras que sobresalen del muro de la casa. o sobre ménsulas de madera empotradas en dicho muro. reforzándose en múltiples ocasiones con jabalcones o con pies derechos de madera. El antepecho del corredor está formado por una balaustrada de madera; la gran variedad de diseño de los balaustres, torneados o recortados, patentiza la voluntad estética de su constructor. la mayoría de las ve· ces el propio usuario. La disposición proyectada al exterior hace que sea el modelo de corredor que proporciona una mayor diafanidad a la fachada."
A la izquierda del Camino crece una bella rosaleda, delante de la casa
Valle que, según descendemos, seguimos contemplando en su esplendor y en la lejanía
En primer término, Llaviada y su hábitat extremadamente disperso, entre las vegas del Nora y El Puente Vieyu a las estribaciones nororientales del Monte Naranco, familiarmente para muchos vecinos más llamado La Cuesta Naranco. Antiguamente en el río molían Los Molinos de Xineciu, ya registrados en el célebre Diccionario de Madoz de mediados del siglo XIX; eran de madera y en 1860 se reformaron para hacerse de piedra
La zona fue totalmente transformada al construirse la depuradora, aunque esta, recalcamos, apenas vemos desde aquí, perdiéndose los molinos y desviándose en curso natural del Nora, "lo que ha permitido al concejo de Oviedo ganar varios miles de metros cuadrados a costa del vecino municipio de Siero", nos informa el insigne erudito Adolfo Casaprima Collera en su Diccionario geográfico del concejo de Oviedo
Por la falda meridional del Picu Samartín va la Carretera Carbonera, inaugurada en 1842 para transportar el carbón de la cuenca minera del Nalón al entonces aún pequeño muelle gijonés para darle salida comercial. Al este se extiende la línea de cumbres de El Pangrán, límite también de concejos, cuya ladera sierense pertenece a la parroquia de Muñó
Desde aquí sí que podemos hacernos una mejor idea de la extensión de La Fresneda, cuyos primeros chalets se entregaron en 1987 en lo que antes se denominaba La Peña'l Gatu, de ella nos dicen así en Wikipedia:
"La Fresneda es la urbanización más grande del Principado de Asturias, construida por la Constructora Los Álamos en el concejo de Siero. Sus primeros habitantes llegaron en 1987. En el año 2007 vivían en ella 3655 personas (INE 2007). En el 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística, tiene una población de 4.446 personas. Es la tercera población con mayor número de habitantes de su concejo. Existe una considerable población de hecho que vive aquí pero que está empadronada en otras localidades como Oviedo, al igual que sucede con la vecina localidad de Lugones que se encuentra a 2 kilómetros. Dista 7 de Oviedo, 10 de Pola de Siero, la capital del concejo, y 16 de Gijón. Esta situación estratégica, en medio de las dos principales ciudades, ha propiciado su crecimiento y el establecimiento de muchos trabajadores de ambas ciudades, pues goza de unas comunicaciones envidiables por otras poblaciones de su tamaño, y acceso casi directo a las autopistas y autovías que unen ambas ciudades."
Si nos fijamos, bajo las casas de La Fresneda reconocemos las instalaciones del Centro Comercial Azabache, en cuanto a la Fundición Nodular hemos de decir que esta cerró en 2013 cuando contaba con una plantilla de 170 trabajadores. Dado que había nacido en 1956 para suministrar cilindros para los trenes de laminación de la antigua planta siderúrgica de Ensidesa en Avilés, las transformaciones de producción, propiedad y hasta de nombre acaecidas en dicha empresa, causaron repercusión. Fue su impulsor José Suñer Martínez, consejero delegado de Fábrica de Mieres. Sus materiales eran fabricados con elementos reciclados, como chatarra y lingote
Por ahí entre las casas de El Carbayu está la pequeña capilla del Buen Suceso, de honda tradición romera y fiesta renombrada el 15 de agosto, con cofradía fundada en 1926
A la izquierda de El Carbayu, entre los árboles, volvemos a ver el campo de fútbol Santa Bárbara, con las casas del lugar de El Sucu justo detrás
Ahora vemos, aparte de un poco mejor las gradas, algo del césped, de hierba sintética, según leemos en la ficha de la Federación Asturiana de Fútbol. En cuanto a la historia del club, así nos la ofrece Wikipedia dentro de la general del fútbol en esta localidad:
"El fútbol en Lugones se remonta a 1905 con la creación del primer Atlético de Lugones, fundado por José Tartiere. Disputaba sus partidos en el campo de "La Llosa". Tras esta época de existencia desapareció y se crearon nuevos clubes en la localidad en varias ocasiones, teniendo algunos de ellos otro nombre y distintos colores y campos de juego.
En 1957, al no existir en aquel momento ningún otro equipo, se crea uno con el nombre de "ACUDEL" (Agrupación Cultural Deportiva de Lugones), siendo el alma impulsora de este club Vicente Fernández Suárez y Manuel Menéndez Pintado, que quisieron llenar con él el vacío futbolístico existente en Lugones. Que cambiaría su nombre en la temporada 1958-59 por nuevamente Atlético de Lugones, pero vistiendo camiseta blanquiverde, en dos grandes franjas y pantalón negro, jugando sus encuentros en el campo de "Raicedo", siendo Joaquín Rivas Sánchez y José Menéndez presidentes e impulsores del equipo.
Este nuevo Atlético de Lugones, en su historia, tuvo un largo peregrinaje por diversos campos de fútbol, jugando en terrenos como los de "Castro", el "Carbayu" o en el "Cueto", que, como los anteriores campos de juego, fueron privados, ya que desde su fundación el club de Lugones nunca contó con instalaciones municipales. El Atlético de Lugones, al carecer de campo, en la temporada 1993-94 hizo su presentación en la calle, en la plazoleta de San Félix a modo de protesta. Pero aquí no terminan los problemas del club. En la temporada siguiente, para poder seguir jugando, tuvo que pagar en la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias 328000 pesetas, para no ser dado de baja de la competición. Tuvo que jugar sus partidos en Cayés, fuera del concejo de Siero. Este cúmulo de problemas acabaron abocando al club a la desaparición en 2002, cuando se disolvió por motivos económicos.
Tras la desaparición del Atlético Lugones Club de Fútbol surgirían iniciativas para que Lugones siguiera teniendo un equipo de fútbol. En febrero del año 2003, con la firma por parte de cinco simpatizantes del fútbol de la localidad sierense se funda el actual Atlético de Lugones Sociedad Deportiva, que tuvo como primer presidente a José Enrique Martínez, desde 2003 a mayo de 2009."
El gran casco urbano de Llugones es, repetimos, la mayor población del concejo de Siero en este momento y, en la práctica, constituye un continuum urbano con el ovetense barrio de La Corredoria, el cual se ha unido también a la ciudad con el crecimiento urbano, formando la base de lo que algunos sociólogos y geógrafos han dado en llamar Ciudad Astur, entidad no oficial y discutida, tanto de límites como de concepto, que agruparía a todos los grandes núcleos urbanos del centro de Asturias y su área de influencia
Por poco no vemos El Puente Vieyu sobre el Nora pero sí las casas de El Carbayu más próximas a él, con una zona de grandes invernaderos al lado de uno de los enlaces de la Autovía A-II
Llugones lleva en su nombre el de los astures luggoni, pobladores de la zona central asturiana, cuyo nombre significa 'hijos de Lug', el dios principal de los celtas, del que tanto hemos hablado, por ejemplo, en la estela de Grases o al pasar por las inmediaciones de Llugás, ambos en Villaviciosa y siguiendo este mismo Camino de Santiago del Norte. En torno a la población existen varios castros que pudieron ser su hábitat primigenio en el lugar, así como las villae agrícolas de su romanización, también relativamente numerosas, tanto las arqueológicamente localizadas como las señaladas por la toponimia
La apertura de la Autovía Industrial, y otras, con sus enlaces respectivos, así como los de la antigua Carretera Real que, desde finales del siglo XVIII fue sustituyendo a los más antiguos caminos reales, ahora AS-318, ha transformado totalmente el entorno de Llugones, como antaño lo hizo la antigua Autopista Y, ahora A-66, al otro lado de la población
El Camino hace ahora, saliendo de Llaviada, una curva completa, perdiendo altura rápidamente
He aquí otra gran vista del Polígono de Silvota en casi toda su extensión, el cual fue ampliado y reurbanizado completamente en el año 2011... y sigue creciendo. Cuando en 2022 se anunciaba una nueva ampliación, ya era el mayor del concejo con 1.302.791 metros cuadrados de los 2,7 millones de metros cuadrados que por entonces tenían en total las áreas industriales de Llanera
En esta foto, con sol y a principios del verano, destacan, unos metros más allá de la siguiente curva del Camino, unos edificios blancos
Es La Rabila, en La Pedrera, otro de los barrios de Villaperi, parte de lo que fueron instalaciones de la Sociedad Santa Bárbara, junto con lo que hoy es, más allá, al otro lado del río Nora, el Parque la Cebera, en la finca Santa Bárbara del barrio El Carbayu, perteneciente a Llugones (Siero)
Antaño era propiedad del ingeniero José Tartiere Lenegre, primer Conde de Santa Bárbara, de ahí el nombre de la finca y del campo de fútbol que antes veíamos, pues era promotor de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, fábrica de armas y explosivos, que eran almacenados en este lugar, el cual compró en 1880 por 6.810 pesetas de las de entonces a María Teresa, Virginia, y Matías Estrada
El lugar, frondoso, llano y apartado, pero a la vez bien comunicado, era idóneo para las pruebas de explosivos y formaba parte de una gran complejo industrial-residencial donde se construyeron casas para los empleados, escuelas y la misma mansión familiar de José Tartiere
Hay unas 2.000 especies vegetales con árboles autóctonos como acebos, castaños, cerezos, avellano, etc., junto con especies más exóticas, desde magnolios a secuoyas, y muchas clases de plantas. Entre los árboles reconocemos las instalaciones del Campo de Fútbol Santa Bárbara y, perfilando su silueta frente a las naves de Silvota, reconocemos la chimenea de Cerámicas Guisasola, otra empresa pionera de la industrialización del valle, fundada en 1868 en Cadaxe (Cayés) por Wenceslao Guisasola para fabricar tejas y ladrillos con el nombre de Tejería Mecánica, aunque popularmente era llamada La Estufa por sus grandes hornos
El Camino zigzaguea ahora según bajamos de Llaviada, del latín lapidem, 'piedra', al de Poyana, 'la villa de Polianus', todos los caminos y campiñas se revelan estuvieron plagados de villae como los cuetos de castros
Quedaría por discernir si Llaviada, como La Pedrera, refieren su abundancia en piedras a sus afloramientos rocosos o pedregosos, pues además cerca de aquí están las del Naranco, que enseguida vamos a ver, o al empedrado de esta antigua vía
Pronto se abren ante nosotros nuevos paisajes, seguimos en el valle del Nora y su cuenca fluvial pero ahora contemplando su zona norte y noroeste desde Villaperi a las parroquias de Cayés, Andorcio, Bonielles y San Cucao, en Llanera
"Reconocido el 22 de septiembre 1960 como El Pico Cogoya por José Manuel González y Fernández Valles. Incluido en el Inventario Arqueológico de Llanera elaborado por Carmen Cabo Díaz en 1985.
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) el 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico de Llanera.
Elevación aislada a 324 msnm, delimitado A N y W por el regato que separa este montículo del Alto del Veredal, al S por las Casas de Rondiella y al E por Posada.
Recinto de planta ovalada de 100 x 50 metros, delimitado por restos de derrumbes, sobre todo en el frente N, posibles restos de una muralla o empalizada. Unos 2 metros por debajo de recinto se dispone una terraza de 7 metros de ancho que bordea todo el perímetro de la cumbre, al igual que otra terraza a cota inferior, de 5 metros de ancho. Las obras defensivas se localizan en el lado W, conformadas por un foso de 3 metros de ancho rodeado por un parapeto de tierra (Cabo Pérez, 1985; Cid et alii, 1991)
También ha sido descrito como castro en corona de grandes dimensiones, 100 x 60 metros y planta ovalada definido por una plataforma llana que pudo albergar tanto el espacio de hábitat como una línea defensiva a modo de muralla o empalizada; se refiere igualmente otra línea defensiva en la vertiente occidental y meridional conformada por un foso de tamaño pequeño, de 3 metros de longitud y 4 metros de ancho (Fanjul Peraza, 2005, 2014).
Según los vecinos de Seberies allí vivieron los moros, hicieron una carretera (posiblemente el foso) donde jugaban con bolos de oro y que también había minas de oro y plata. "
"Un alto en el camino es una pousa o posa, del latín PAUSAM ‘pausa’, lo mismo que una posada se genera en PAUSATAM, participio del verbo PAUSARE ‘cesar’, ‘reposar’ responsable del asturiano posar. Ignoro si alguna posa o pousa asturiana alcanza el sentido de ‘pequeña meseta’ como parece ocurre en otros dominios lingüísticos"
"Los hidrónimos de tipo Nora o Ñora podrían admitir una interpretación prerromana si consideramos su sílaba inicial como variante de la apuntada en Nalón, Naranco, etc. En esa dirección podría colaborar la existencia de un apelativo asturiano ñora que se define como ‘corriente de agua’, ‘acequia’. Sin embargo, en sentido contrario, también puede dudarse de tal interpretación porque podría estar motivado por el influjo árabe que ofrece la palabra noria (DCECH s.v. noria).El río Nora cerca prácticamente más de la mitad del concejo de Uviéu en su parte norte, de ahí que, tradicional mente, se lea en los documentos que éste se encuentra “de Nora a Nora”4, es decir, casi rodeado por el río Nora que mantiene en su trayecto tal denominación"
Esta es la zona de Nora conocida como El Transformador, delante de las casas vemos la caja del ferrocarril minero de las canteras del Naranco
La iglesia de San Vicente, oculta por los árboles, aún no la vemos desde aquí, lo haremos más abajo. Sí vemos algo del barrio de Riañu, lugar al norte de La Piñera, la aldea de Villaperi donde se encuentra dicha parroquial, sustituyendo a otra más antigua que estaba monte arriba, en Llugarín, destruida en la Guerra Civil
Más allá de Peña Menende otro totémico monte, fácil de reconocer por sus antenas pero difícil de identificar por su nombre verdadero, la mayor parte le llamarán Gorfolí o El Picu Gorfolí, pero es realmente El Pedregalón (623 m), un error topográfico de ubicación en los mapas y documentos oficiales se mantuvo tanto tiempo que llegó a arraigar a nivel popular, cuando el Gorfolí es en realidad otro situado más abajo
Recorre el valle hacia el oeste la carretera AS-373 de Posada a Biedes, en el vecino concejo de Les Regueres, carretera en la que vemos el Restaurante Peña Mea, cuyas dos torres recuerdan a alguno de los palacios del concejo que tienen esa estructura. Un poco a la izquierda empieza la parroquia de San Cucao por la aldea de Guyame y, arriba en el monte, los caseríos de La Peña y El Fresno están en la frontera entre las de Bonielles y Arlós
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Foto Ayuntamiento de Llanera |
Y esta es una foto de los primeros días del verano y antes de la siega y con la hierba aún alta, una buena manera de percibir los cambios del paisaje
Entre Poyana, cuyas casas siguen escalonadamente la pendiente de esta cuesta al lado del Camino, el Nora hace unos grandes meandros, aunque no los vemos, ocultos por el bosque
En medio, vemos de nuevo la gran quinta de La Rabila, en La Pedrera, con Llugo a lo lejos, en cuyos campos circundantes, como hemos dicho, aparecen hallazgos de lo que podría haber sido aquella mítica Lucus Asturum, acaso abandonada con la caída del imperio romano o posteriormente en algún momento de la alta Edad Media, como en la incursión de las tropas musulmanas del año 714 al mando de Musa Ibn Nusair (Muza),si bien todo ello está sujeto a todo tipo de conjeturas
"Lucus Asturum fue una ciudad romana que aparece mencionada como mansio en el Anónimo de Rávena. Estaba situada en el actual Lugo de Llanera, Asturias, formando parte del conventus Asturum de la provincia Tarraconense y, desde Diocleciano, de la provincia Gallaecia.
HistoriaEste lugar era el centro de enlace de las vías romanas en Asturias y de allí partía una vía que lo unía con Cantabria y otra hasta Asturica Augusta (Astorga), siguiendo la Vía de La Carisa.
Esta población estuvo habitada por la tribu de los luggones desde antes de la llegada de los romanos. Fue tomado por Muza, caudillo musulmán, en el siglo VIII que siguió penetrando hasta Gijón. Existen documentos del siglo X a partir de los que se ha deducido que se trataba de una ciudad amurallada, pero este extremo no ha sido confirmado.
Las excavaciones realizadas por Carmen Fernández Ochoa en los terrenos de la antigua iglesia de Santa María, demuestran la presencia romana al menos durante los siglos II y III. En esta excavación se encontró un epígrafe votivo dedicado a los Lares Viales.
Asimismo se identificó un espacio funerario altomedieval, asociado a una iglesia datada en el siglo X.
Documentación escrita
Lucus Asturum aparece en fuentes documentales romanas, tardoantiguas y altomedievales.
Edad AntiguaLucus Asturum (Λουκος ′Αστουρων) es citada en la obra Geografía (siglo II) de Claudio Ptolomeo, en el libro II, capítulo VI. Es nombrada entre las poleis (πόλεις) de interior de la tierras de los astures, en la provincia Tarraconense de Hispania.
Posteriormente, como Luco Astorum, aparece en el Anónimo de Rávena (siglo VII), como una mansio de la vía que comunicaba Asturica Augusta (Astorga) y Lucus Augusti (Lugo). En esta vía la mansio inmediamentemente anterior es Memorana, que se ha identificado como Mamorana en la parroquia de Castiello (Lena), donde en 1921 se encontró un mosaico de una villa romana.
Edad Media
En textos medievales se cita Lugo o Lugu con su iglesia de Santa María. En el Libro de los testamentos de la catedral de Oviedo aparece 3 veces:
-En el primer folio, y a modo de introducción o incipit, se relata la construcción de una iglesia bajo la advocación de santa María y el posterior concilio en León autorizado por el papa Ceferino que habría elevado Lugo a sede episcopal, con Vistremundo como primer obispo
Rex iste in Asturiis ciuitatem hedificauit ERA CCCªLXLªVIIIIª quam Lugo,
id est, luceo, uocauit. In honore beate MARIE semperque uirginis ęcclesiam fundauit.
Quamque cicius potuit Romam legatos suos misit et cum auctoritate domini
Zepherini pape apud legionensem urbem concilium cum consensu omnium
archiępiscoporum ępiscoporumque siue et maiorum laicorum Yspanorum et uulgus cele 15
brauit, inmemorateque urbis episcopium statuit, et Uistremundum ępiscopum in ea ordi
nare precepit iureque perpetuo subscriptam diocessim ei concessit
Liber Testamentorum Eclesiae Ouetensis
PELAGIVS EPISCOPVS HOC OPVS FIERI IVSIIT
IIIv9
En la donación del rey Alfonso III de Asturias a la catedral de Oviedo:
ęcclesiam Sanctę Marię de Lugu cum suos muros
antiquos integros cum suos adiacenciis [...]
Liber Testamentorum Eclesiae Ouetensis
TESTAMENTVM REGIS ADEFONSI ET XEMENE REGINE
19vA5-6
Y en la de Ordoño
[...]
Ciuitatem Lugo destructam cum ęcclesia
Sanctę Marię et cum deganies suis ab integro.
[...]
Liber Testamentorum Eclesiae Ouetensis
TESTAMENTVM ORDONII REGIS FILII ADEFONSI REGIS ET XEMENE REGINE
27vA21-22
En la versión pelagiana de la crónica de Alfonso III ad Sebastianum se recoge el traslado de la sede de Lugo a Oviedo en tiempos de Fruela I: «Rex iste episcopatum in Ovetum transtulit a Lucensi civitate que in Asturiis ab Evandalis edificata fuit»
El conjunto del relato es tenido mayoritariamente por falso, siendo varios los anacronismos: Guntamundo fue rey de los vándalos a partir del año 484 en el norte de África y Ceferino fue papa de 199 a 217. Su autoría, recogida en el propio Libro de los Testamentos, es de Pelayo, obispo de Oviedo que con esta invención pretendía ganar legitimidad para la sede ovetense."

Tras ser empleado por el Ejército del Aire a mediados de los años de la década de 1980 pasó al gobierno autonómico asturiano, quien realizará profundos cambios y ampliará la pista para los servicios de emergencia, parque de bomberos, unidad canina de rescate, escuela de seguridad, sede del 112, así como para la aviación deportiva y la celebración de diversos eventos. En 2006 se amplió la zona de helicópteros al incrementarse la actividad del servicio de emergencias
También se forma un bello túnel vegetal, los caminos de antaño solían plantarse de árboles para proporcionar buena umbría en verano, así como sustento, sobre todo les castañales, los castaños, cuyo fruto caído al suelo, base de la alimentación hasta la llegada y cultivo de la patata de América, se consideraba de uso público si caía en terreno público
Y aquí está el mojón jacobita con flecha y concha que nos indica seguir de frente también en el siguiente cruce
Una concha más detrás de esta señal de tráfico y una flecha amarilla en su poste metálico nos lo confirman para que no tengamos lugar a dudas
Llega ahora un tramo recto, el Camino no es del todo llano pero baja muy suavemente
El mismo lugar a principios del verano, con los campos ya agostados, que de color verde se tornan en pardos en el tiempu la yerba, la época de la siega
Nora bajo El Monte Cantarranes, topónimo evidencia el croar de las ranas en las riberas del río, sus afluentes y fuentes de los que surgen
A lo largo de todo el trayecto nos extasiamos con estas bellas panorámicas de esta parte de la cuenca del Nora y todos los pueblos del contorno, el río que delimita el norte del concejo ovetense, razón por la cual sus términos eran especificados en la Edad Media como "de Nora a Nora"
El mismo lugar con el intenso verdor tras las primeras lluvias del otoño, con la vega de Villaperi atravesada por el ferrocarril minero de las canteras del Naranco. Al fondo, el boscoso cueto de La Peña, donde está Riañu, y que bordea el Río Nora, formando otro meandro
Las vacas pastan en el prado mientras el tren pasa. La existencia de minas de hierro, pero también de hulla, en el Naranco, se conocía desde el siglo XVII, pero su explotación efectiva no acaecería hasta la revolución industrial, que no eclosionaría de veras en Asturias hasta pasada la francesada o invasión napoleónica
"Antes del boom del carbón, El Naranco, o La Cuesta como gusta decir a muchos ovetenses, ha sido objeto de interés minero desde el siglo XVII. En 1637 se expidió una cédula de S.M. concediendo licencia a los capitanes Jorge Ferrás de Vega y Alonso Balbín para «beneficiar dos minas de plata, plomo, cobre y otros metales; la una en término de la ciudad de Oviedo, en la partida que llaman la cuesta de Naranco, ácia el lugar de Fitoria».
Los antecedentes mineros del Monte Naranco datan del establecimiento de la Real Fabrica de Trubia, en 1794 y posteriormente de las actividades de la «Asturiana Mining Company», esta última creada en 1844 y situada en Mieres, cuyas explotaciones de mineral de hierro fueron traspasadas a la » Compagnie Minere Metallurgique des Asturies «. Llegada la proclamación de la primera República, en 1874, la paralización de las actividades siderúrgicas en el País Vasco, potenció de alguna manera las de la zona asturiana, donde la «Compañía Numa Gilhou» retomo las fracasadas actividades siderúrgicas de las anteriores compañías potenciando definitivamente la salida de mineral desde el monte Naranco.El ingeniero jefe de minas Andrés Pérez Moreno señalaba, en 1856, que el hierro utilizado en las fábricas de Trubia y Mieres procedía fundamentalmente de las explotaciones de Castañedo, Naranco y Grandota. En idéntico sentido se expresaba José Centeno en 1866, indicando que la mayor parte de los minerales de hierro que se empleaban en la Fábrica siderometalúrgica de Mieres «llegan de diferentes puntos componiendo la mayor cantidad los procedentes de las inmediaciones de Oviedo, en la cuesta de Naranco». (1879) se alcanzaron altas cotas de producción siderúrgica y tuvo lugar la creación de la empresa «Fábrica de Mieres, S.A.», la cual impulsó el desarrollo minero de la zona al adquirir materia prima para sus hornos.
El naturalista Máximo Fuertes Acevedo también relató (1884) la existencia de hierro en El Naranco y su uso como amuleto para ahuyentar a los ladrones y favorecer el parto. La mineralización del Naranco está relacionada con determinados niveles enriquecidos en hierro que se encuentran dentro de la formación devónica de las «Areniscas del Naranco».
Sobre el tren minero a la pista finlandesa
La solicitud formulada al Ayuntamiento de Oviedo para la construcción de este ferrocarril, culminó con la inauguración, el 1 de febrero de 1880, de la línea férrea entre el grupo «Villapérez/Villaperi» y la estación del Noroeste (ex-Asturias -Galicia- León). Instalando 7.101 ml de linea de 600 mm de ancho. Con un coste de 129.906 Pts, incluidas las 19.798 pagadas en las expropiaciones y las 48.000 Pts destinadas al pago del carril. La línea partía en Oviedo del pie del plano inclinado que servía de transbordador a las instalaciones de vía ancha, aquel plano inclinado con un desnivel de 31,5 ml estaba servido por un mecanismo automotor, en doble vía, de 128,9 ml, que le permitía descender el material desde el alto de la loma de San Pedro de los Arcos, como realmente se denominaba, situándose allí las vías de servicio, placa giratoria, cochera y aguada. El trazado de 7.101 ml de los cuales 4.014,77 eran rectas y el resto curvas con radios de curvatura tan escasos, entre 50 y 70 ml, contaba con rasantes inferiores a las 10 milesimas.E n tanto que el carril tipo Vignole empleado, era de 8 Kg / ml, suministrado por la propia Fábrica de Mieres. Siendo de importancia los movimientos de tierra para su explanación y los muros de contención. Cubriendo las parroquias de Fitoria, Cuyences y Villaperez, en esta última se disponía de aguada y placa giratoria.
El hierro de las minas de Fábrica de Mieres se destinaba a su propia planta siderúrgica en Ablaña (Mieres), donde se producían diversas piezas de hierro fundido.
En el catálogo de la empresa del año 1892 se muestran algunas de las construcciones metálicas que realizaban, destacando la producción de la estructura del mercado de Oviedo en El Fontán, llamado originalmente “Mercado 19 de octubre”, diseñado por el arquitecto Javier Aguirre Iturralde. El ramal, establecido en 1902 hasta el grupo «Naranco», parte del PK 2 de la línea principal, desde el que mediante un plano inclinado de 720 ml se accedía al Naranco mediante otro tramo con una excesiva pendiente. Al establecerse este ramal coexistieron ambos conjuntamente en explotación- si bien la tracción en este ramal se realizaba a brazo, hasta que en 1907 dejó de utilizarse el de Villaperez.
La vía del ferrocarril minero finalizaba en la loma de San Pedro de los Arcos donde, para descender al nivel de la Estación del Norte, se construyó un plano inclinado de dos vías por el que circulaban los vagones sujetos por un cable de alambre de acero. Este plano tenía una longitud de 129 metros y salvaba un desnivel de algo más de 30 metros. Cerradas las explotaciones del monte Naranco, fueron abiertas de nuevo en 1968 por Ensidesa para abastecerse de calizas fundentes, abriendo en 1974 un ramal ferroviario de enlace."
"Entre septiembre de 1936 y octubre del 37, las sierras de El Pedrosu y Bufarán (en el límite de Les Regueres y Candamu) fueron protagonistas de primera línea en la guerra civil que enfrentó a sublevados y progubernamentales en uno de los episodios más tristes y sangrientos de la historia reciente de España.
Fruto de los trabajos de recuperación desarrollados en el marco del proyecto "Espacio Histórico Frente del Nalón", hoy es posible recorrer estos montes contemplando las obras militares que se construyeron en aquel entonces, acercándonos a la verdadera dimensión de los hechos que allí se vivieron."
Poyana forma una cresta o espolón natural que da vista a las dos partes del valle. Ahora, desde este muro, miramos al este, a nuestra derecha
Primeramente vemos esta antigua casería con su panera de tejado alargado sobre otras dependencias anexas
Aunque parece deshabitada la finca revela seguir manteniendo usos ganaderos
Desde ella volvemos a ver Llugones y todo el valle hasta su cabecera en Sariegu, además del Picu Fariu, La Llomba, El Picu Castiellu de Marcenao y el Sueve
Pero en invierno, sin hojas en los árboles, podremos ver, abajo, las grandes "piscinas" de la depuradora de aguas, en Llaviada y frente al Río Nora
Así las casas, incluso las que mantienen actividad agroganadera, se han reformado también a gustos más funcionales y con aspecto más residencial que eminentemente campesino
A la izquierda, El Picu la Miliciana (690 m) recibe este nombre por estar en el antiguo dispositivo de defensas republicanas en lo alto del monte en la Guerra Civil, siendo el nombre tradicional El Pozu l'Agua, que en su nombre recuerda a los antiguos pozos de nieve del Naranco, suministro de hielo a la ciudad desde el siglo XVII y muy empleado por heladerías y cafés para sus especialidades hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando se generalizó, al menos en las empresas hosteleras, el uso de frigoríficos. Por ahí nacen y bajan El Reguerón de Cabañes, El Regueru Vallina y El Regueru Polaya, cerca de La Cueva la Palomba, que dan sus aguas al Nora
"La escultura, hecha en piedra, es obra de Gerardo Zaragoza y Rafael Rodríguez Urrusti, y está datada en 1980. La escultura del Sagrado Corazón de Jesús fue diseñada por García Lomas; tenía treinta metros de altura y es obra de Gerardo Zaragoza, mientras que la de la Cruz de la Victoria, de 5 metros de altura, es obra de Rafael Rodríguez Urrusti. Para realizar el montaje de la obra se contó con el escultor ovetense José Antonio Nava Iglesias, quien realizó las mejoras y las copias necesarias para hacer frente a los desperfectos que el transporte había ocasionado al conjunto de la obra.
Para sufragar los gastos se realizó una colecta popular en la que se recaudaron 10 de los 17 millones necesitados, lo cual permitía ver posible la realización del proyecto ideado en 1950 entre el padre Vega y Ramoncita Bertrand, con el apoyo de Sabino Álvarez Gendín (rector de la Universidad de Oviedo), y de otras personalidades de la vida ovetense y asturiana, para emular el que se había levantado en Río de Janeiro. Dieciocho años se tardaron en acabar el proyecto, que se inició el 21 de junio de 1963 con la colocación de la primera piedra, y se finalizó el 5 de julio de 1981, fecha en que se llevó a cabo su inauguración."
Ahora caminamos en dirección oeste, viendo a lo lejos el extremo occidental del valle, donde el Nora hace un meandro en curva a la izquierda bordeando toda la montaña de La Cuesta Naranco
Y al oeste reconocemos las laderas más septentrionales del Naranco en Villaperi y su vecina parroquia de Brañes, al occidente, con la sierra de El Pedrosu y Bufarán siempre en lontananza
Desde aquí tenemos una buena vista de La Piñera y de la iglesia parroquial de San Vicente de Villaperi, con su cabecera orientada al norte, sucesora de un templo más antiguo que estaba un poco más arriba, al la izquierda de Villanueva, que vemos a la izquierda de la foto, en Llugarín, del que quedan sus ruinas y cerca de donde sigue estando el cementerio.
Esa antigua iglesia era una obra de 1798 obra del arquitecto Manuel Reguera. Antes hubo otra iglesia anterior, de origen prerrománico, que el mencionado Liber Testamentorum de la catedral del Salvador menciona dentro de la donación hecha a la Iglesia ovetense por Alfonso III El Magno y su esposa Jimena. Aunque el documento es un par de siglos posterior sirve para avalar la existencia de ese santuario en la alta Edad Media
Dicho templo habría aguantado, tal vez como remodelaciones y arreglos, hasta 1793, cuando el entonces párroco Francisco Rubiero, inició gestiones para hacer uno nuevo que sería acabado dos meses antes de la muerte de Manuel Reguera. nos informa de ello María Lastra en La joya de la Ilustración en Villapérez, artículo para El Comercio del 16-3-2016:
"Su dedicación preferente a la obra pública convierte al templo de San Vicente de Villapérez en el único que se le ha podido atribuir con total certeza a Manuel Reguera. Terminada de construir en 1798, poco se sabe de ella debido a su derribo durante la guerra civil. Sin embargo, las ruinas que aún pueden contemplarse en la localidad de Llugarín sirven para que el catedrático Vidal de la Madrid apunte, en su libro 'La arquitectura de la Ilustración en Asturias. Manuel Reguera', que «la iglesia es una opción distinta a la propugnada por la jerarquía asturiana que impulsó en toda la región un modelo al 'estilo el país' con edificios sencillos». Tras años de lucha por parte de los vecinos, han comenzado las labores de limpieza y desbroce con las que pretenden «dignificar un templo que es un tesoro».ç
Ya en el año 2009 la Asociación de Vecinos Naranco Norte realizó una propuesta de intervención en las ruinas de la iglesia de San Vicente. No hubo respuesta, ni noticias. Hasta noviembre de 2012 cuando el Ayuntamiento informó, cuenta Paz Gutiérrez, vicepresidenta de Naranco Norte, que en un plazo de 15 días derribarían las ruinas. Tras un escrito enviado al Consistorio y el Principado, la demolición consiguió frenarse. Pero los vecinos querían más. Debido a las peticiones del actual párroco y a las constantes reclamaciones, el Arzobispado comenzó este mes la limpieza: «Algo que era justo».
Antes del templo levantado por Reguera, en el año 905 Alfonso III y Jimena de Navarra donan a la Iglesia un templo prerrománico en Villapérez, que se fue abandonando poco a poco. La necesidad de construir uno nuevo la anunció por primera vez el párroco Francisco Rubiero el 30 de abril de 1793. Poco después, el 29 de julio, el cabildo nombró al arquitecto Antonio Muñiz Lorenzana como maestro de oficio para la reconstrucción. ¿Lo más sorprendente? «El empeño de los vecinos en contar con el mejor, levantar una iglesia de gran ambición», algo que finalmente lograron con el nombramiento de Reguera al frente del diseño. El Consejo de Castilla ordenó la construcción, aunque Vidal de la Madrid señala que la intención era «reducir los costes lo máximo». Sin embargo, el presupuesto calculado en 63.000 reales, ascendió hasta los 84.192, lo que equivalía a 21.048 pesetas, «una barbaridad para el siglo XVIII».
La construcción del templo concluyó dos meses antes de la muerte de Reguera, pero su obra fue destruida durante la guerra civil. No se conservan fotografías de la iglesia, aunque desde la asociación Naranco Norte intentan localizarlas. Con trabajos en la Universidad, el Hospicio, el santuario de Covadonga o la casa de baños de Las Caldas, el prestigio del arquitecto era indudable."
Enfrente de la iglesia está Casa Máximo, restaurante especializado en gastronomía asturiana, no en el mismo Camino pero no excesivamente lejos de él, a unos 700 metros del paso del Nora en La Ponte, hacia donde vamos nosotros
Y encima de Poyana, otra vista de Poyana bajo El Picu la Miliciana. La casería, con sus hórreos y paneras, está justo en el lugar en el que el bosque da paso a la campiña
La cantera afecta además a los tres castros existentes en esta parte de la montaña, dos en esta parroquia de Vullaperi, el del Picu Castiellu, arriba sobre la antigua iglesia y El Picu San Pedro, más abajo a la derecha entre Villanueva y Quintana. El tercer castro, llamado también Picu Castiellu, se encuentra un poco más allá, en la vecina parroquia de Brañes
"Localización
Quintana, parroquia de Villaperi, Uviéu
Denominación
El Picu Castiellu, El Castiello
Historiografía
Identificado el 23 de septiembre de 1958 por José Manuel González y Fernández Valles, siendo añadido a su catálogo de castros de 1966. Incluido en el Inventario Arqueológico del concejo de Uviéu elaborada en 1984 por Beatriz Junquera Lantero.
Régimen de Protección Legal
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) del 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico del concejo de Oviedo-Uviéu.
Descripción Arqueológica
Se localiza en un pico calizo en la ladera septentrional del Monte Naranco, a una altitud de 423 m.s.n.m.s, sobre las casas de Quintana. Recinto en corona de pequeñas dimensiones, unos 40 x 30 metros, y planta ovalada o circular. El anillo pétreo en torno a la cumbre delata la existencia de una muralla de la que solo quedan restos en un sector de la vertiente septantrional. El resto de posibles elementos defensivos ha sido practimente desvirtuado en todos sus flancos (Junquera Lantero, 1998; Fanjul Peraza, 2005, 2014; Requejo Pagés, 2013)
Cultura Material
No consta.
Periodización
Hierro y romano indeterminado (Junquera Lantero, 1998; Requejo Pagés, 2013).
Estado de conservación
El frente meridional ha sido arrasado por un frente de cantera; el lugar fue aprovechado durante la Guerra Civil como fortificación como delata la construcción de una trinchera de piedra y mortero de cal con dos torrecillas de defensa y un muro moderno dispuesto en círculo en sentido W-E (Junquera Lantero, 1984; Requejo Pagés, 2013)"
"Historiografía
Identificado el 23 de septiembre de 1958 por José Manuel González y Fernández Valles, siendo añadido a su catálogo de castros de 1966. Incluido en el Inventario Arqueológico del concejo de Uviéu elaborada en 1984 por Beatriz Junquera Lantero.
Régimen de Protección Legal
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) del 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico del concejo de Oviedo-Uviéu.
Descripción Arqueológica
Se localiza en un pico calizo en la ladera septentrional del Monte Naranco, a una altitud de 423 m.s.n.m.s, sobre las casas de Quintana. Recinto en corona de pequeñas dimensiones, unos 40 x 30 metros, y planta ovalada o circular. El anillo pétreo en torno a la cumbre delata la existencia de una muralla de la que solo quedan restos en un sector de la vertiente septantrional. El resto de posibles elementos defensivos ha sido practimente desvirtuado en todos sus flancos (Junquera Lantero, 1998; Fanjul Peraza, 2005, 2014; Requejo Pagés, 2013)
Cultura Material
No consta
Periodización
Hierro y romano indeterminado (Junquera Lantero, 1998; Requejo Pagés, 2013).
Estado de conservación
El frente meridional ha sido arrasado por un frente de cantera; el lugar fue aprovechado durante la Guerra Civil como fortificación como delata la construcción de una trinchera de piedra y mortero de cal con dos torrecillas de defensa y un muro moderno dispuesto en círculo en sentido W-E (Junquera Lantero, 1984; Requejo Pagés, 2013)
Leyendas y tradiciones
Se desconocen"
"Historiografía
Identificado el 20 de mayo de 1958 por José Manuel González y Fernández Valles, siendo añadido a su catálogo de castros de 1966. Incluido en la Carta Arqueológica del concejo de Uviéu elaborada en 1984 por Beatriz Junquera Lantero (AR10).
Régimen de Protección Legal
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) del 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico del concejo de Oviedo-Uviéu.
Descripción Arqueológica
Se localiza en un promontorio o espolón en ladera a una altitud de 255 m.s.n.m. al SE de las casas de Castiello, sobre el río Nora. EL recinto es un peñascal calizo con una sima y una cavidad abierta en la ladera occidental. Los únicos elementos reconocidos son un aterrazamiento o plataforma que se ensancha hacia el sector oriental y desaparece en el meridional y que se encuentra separado por un talud térreo de otro aterrazamiento o plataforma utilizado como camino (Junquera Lantero, 1998; Requejo Pagés, 2013). El lugar también ha sido interpretado como una torre de control vial medieval (Fanjul Peraza, 2005 y 2014)
Cultura Material
Hallazgo de un hacha de talón y anilla, varios fragmentos de tégulas en la ladera septentrional y dos castos alargados de cuarcita, uno de ello un percutor (Junquera Lantero, 1984).
Periodización
En base a los restos documentados posibles fases de ocupación desde el Bronce Final hasta época medieval (Junquera Lantero, 1984; Fanjul Peraza, 2005 y 2014).
Estado de conservación
Recinto afectado por la construcción de un plancha de hormigón que servía de base a una antena de repetición y cercanía a una cantera en el frente meridional (Junquera Lantero, 1984)
Leyendas y tradiciones
Se desconocen
"A pocos kilómetros del centro de la ciudad e inmerso en la frondosa ladera norte del Monte Naranco se encuentra el cuartel del Llugarín, una desconocida joya del patrimonio histórico ovetense. El cuartel es un conjunto militar presidido por una gran casa en forma de «L» de unos 65 metros de largo y 30 de ancho. En él, todavía se aprecian las cuadras para la caballería y varias troneras, además de una zona de tiro al otro lado del río Campaneo, a escasos metros de la construcción principal.
Aunque nadie tiene la certeza, parece que el cuartel data de 1915, según asegura el historiador ovetense José Luis López Del Vallado, quien atribuye al general Bernardo Álvarez del Manzano la construcción del edificio. El principio del siglo XX vino marcado por una fuerte conflictividad social y éste pudo ser uno de los principales motivos de su construcción. «Buscaban una zona de tiro aislada cerca de la ciudad. Además, la situación era estratégicamente inmejorable, pues desde allí podían acceder a las minas de Llanera o a las fábricas de Lugones», señala Del Vallado. El historiador asegura que además existen documentos escritos que certifican su uso como campo de tiro en el año 1919.
Ahora, casi un siglo después, el montañero y restaurador Víctor Monte, ha decidido rescatar este enigmático y desconocido capítulo de la historia de la ciudad. En agosto del pasado año, Monte se armó de valor y, sin la ayuda de nadie, comenzó las labores de limpieza que todavía no han acabado, según asegura el propio montañero. «Un señor de Villaperi me habló de su existencia. Comencé a indagar, hablé con los vecinos y tras encontrarlo, me dispuse a limpiarlo. Está siendo una tarea dura pero está mereciendo la pena», explica. El terreno sobre el que se encuentra pertenece a las canteras de Aceralia, y esta es una de las mayores preocupaciones de su restaurador. «Sería una pena perder este trocito de la historia de Oviedo como ya pasó con la estación del Vasco. Su arquitectura es austera y funcional, pero su valor histórico es incalculable. Por ello, decidí abordar la tarea, con la intención de conservarlo y darlo a conocer», asegura Monte.
Conocido por los vecinos más longevos de los pueblos colindantes, existen varias hipótesis sobre el cuartel del Llugarín. Su redescubridor y algunos habitantes de la zona mantienen la teoría de que el campamento había sido un cuartel carlista situado en un lugar discreto y apartado. Además, la existencia de las cuadras invita a Monte a pensar que el lugar se construyó en el siglo XIX. «Tras la Revolución francesa la caballería pasó a un segundo plano, por lo que es difícil comprender la existencia de las cuadras en un cuartel construido a mediados del siglo XX, cuando los caballos apenas eran utilizados por los militares».
Sin embargo, las investigaciones de Del Vallado desmontan la hipótesis carlista, pues asegura que esto contradice el «modus operandi» del movimiento. «Los carlistas eran bandas armadas que actuaban rápido y no tardaban en huir. No ocupaban territorios, por lo que es imposible atribuirles la construcción del campamento. Además, no existe en la época ni un solo documento escrito que certifique la existencia de una fortaleza carlista en las inmediaciones de la ciudad», señala Del Vallado, que ensalza las tareas de limpieza que su amigo Monte ha realizado en el campamento.
Aunque no es fácil llegar al cuartel si no se conoce la ubicación con exactitud, acceder desde el Llugarín parece la opción más apropiada. Tras cruzar el pueblo y caminar unos metros por la montaña, se encuentran los carteles que el propio Víctor Monte ha colocado por la ladera y que facilitan el acceso a los visitantes. Gracias al trabajo incansable de este montañero pueden disfrutar en primera persona de un trozo de la historia viva del concejo, toda una joya escondida en el corazón del Naranco."
Dando vista a las canteras y esta falda nororiental de La Cuesta Naranco, el Camino realiza una curva a la derecha en estos prados de Poyana, volviendo a tomar rumbo norte
Los pastores eléctricos o llendadores, con sus cintas blancas, revelan el uso ganadero de estos campos de siega y pasto o, como se decía antaño 'de diente y guadaña'
Y hace este hermoso y suave descenso encajado entre estos muros vegetales
Es un trayecto verdaderamente bello atravesando la campiña de Poyana
Salimos a unos prados, también cerrados con pastores eléctricos para evitar que el ganado salga de ellos por esta senda
Llegamos al puente sobre la vía férrea que da servicio a las canteras
A ambos lados, sendas barandillas nos separan del 'precipicio'
Vista a la izquierda, observamos la fía férrea, blanca de la cal transportada, con las canteras y los castros al fondo
Y, junto a unas cerezales, el Camino vuelve a bajar en medio de estas bellas praderías que se extienden de Poyana a La Ponte y La Pedrera
La carretera va por allí, entre las casas de La Pedrera, fijémonos en la pumarada plantada en el prado. El cultivo del manzano de sidra es una de las labores agrícolas que se mantuvieron, e incluso se incrementaron, pese al abandono casi general de las demás
En medio de La Pedrera está la empresa de Carbones Arturo. Al fondo reconocemos la loma en la que se asientan Cadaxe, a la derecha, y Campiello, a la izquierda, en Cayés
El Camino, de grijo o zahorra, hace ahora un poco de curva a la izquierda dirigiéndose hacia aquellas casas que hay prado abajo
La verdad es que la estampa de la finca con las casas de La Pedrera al fondo es realmente bella y no cansamos de contemplarla mientras seguimos andando
Esta sigue manteniendo sus huertas y buena parte de sus dependencias, entre ellas una soberbia panerona
Admirable paisaje pues de las vegas del Nora miremos hacia donde miremos
El Camino pasa a su derecha y sigue recto en dirección norte, acercándose al río, que no veremos realmente hasta llegar a La Ponta
Seguimos admirando a nuestra izquierda este excelente paisaje de la verde ribera, entre La Rabila y La Pedrera
Y en La Rabila, la quinta agrícola que veíamos antes desde lo alto bajando desde Llaviada, "granja ganadera situada sobre el lugar, con caserón principal, dependencias laterales para el ganado y un decorativo palomar de hechura modernista", resalta Casaprima Collera
Pasamos el portón de la finca tapiada y continuamos junto a su muro
Camino de tierra en el que crece la hierba, encajado entre la tapia y el matu, aquí podado en primavera
Aquí alto y espeso en otoño, del tamaño de una persona sino más
Las manzanas, listas para pañar y hacer sidra...
Y una platanal, el árbol del plátano no es infrecuente en las caserías asturianas, si bien como especie ornamental, dado que los frutos de la especie que aquí crece son muy pequeños y no comestibles
A la tapia sigue ahora un seto, y entre sendos setos sigue un trecho el Camino
Jardines y casas de La Pedrera componen otra bella estampa al lado del Camino que no nos resistimos a fotografiar
Y en el jardín, la piscina portátil, instalada cuando llegan los meses de calor
Pasamos entre las entradas a dos fincas y avanzamos recto y sin pérdida
Entre más sebes nos acercamos a otra antigua casería, pasando bajo las ramas de otra figar
Esta es la parte posterior de las cuadras, tiempo ha sin animales
Pasamos junto al portón, al principio de la casa habría una cuadra con la tenada o henar encima, luego acaso un llagar y otras dependencias y, al final a la derecha y arriba, la vivienda. Se trata de una evolución en altura, con planta alta, de la tradicional casa terrena, una de las múltiples formas de las 'long-houses' o casas largas, rectangulares, de toda la arquitectura popular europea
El hórreo, que quedó en desuso desde los tiempos ya lejanos en los que no se hace el pan en casa, desapareciendo su función como granero, va destartalándose y perdiendo sus partes
Desde aquí, desde la entrada a otra pumarada y mirando atrás, tendremos más buenas vistas del Naranco y los barrios de Villaperi situados a sus pies
Más manzanas, estas brillando al sol de la mañana
Y entre más altas sebes, los característicos setos naturales del campo asturiano seguimos caminando con las casas de La Pedrera y La Ponte de nuevo a la vista
Estas casas, según las señales de tráfico, ya pertenecen a Nora, al llegar a ellas salimos a la carretera, siguiendo a la derecha
Las fincas de estas casas de la izquierda llegan, al otro lado, a la orilla del río, ahora atención pues en ocasiones sí podremos encontrar cierta afluencia de tráfico en este tramo
No hay aceras ni vereda peatonal y ni siquiera arcén, por lo que hemos de ser bien precavidos ante el paso de vehículos
A la izquierda un guardarraíl separa la calzada del desnivel que hay entre ella y la vega del río
Ni siquiera desde aquí vemos el Nora, oculto siempre por sus arboledas de ribera, que se extienden a lo largo de sus orillas
Y allí, en el siguiente cruce, está el Bar El Puente, con su merendero en la ribera. Atención si queremos tomar algo en él pues últimamente llevaba un tiempo cerrado
Es posible pues que ya hasta Posada, capital de Llanera, no encontremos más bares, así como tiendas y comercios. No obstante, estamos muy cerca, a solamente cuatro kilómetros, lo que viene a ser más o menos una hora de camino, andando
Y enfrente del Puente iremos a la izquierda a La Ponte Cayés, cruzando El Río Nora
Observemos la señalética viaria, que nos indica varias poblaciones ovetenses y llanerenses
No obstante tuvo numerosísimas reparaciones, muchas de ellas documentadas, las últimas en la posguerra, además de sucesivos acondicionamientos de su calzada. Se tiene constancia de su existencia demostrada desde el siglo XIII, aunque es muy posible que sea muy anterior, como el de Colloto/Cualloto tal vez romano. Este es su historia resumida, extraída de Wikipedia:
«La ponte» de Cayés es mencionada en la carta-puebla otorgada Alfonso X el Sabio al concejo de Siero, en 1270. Alrededor de finales del siglo XV se realizó una intervención para reparar los daños causados por el tránsito de carros, que fue prohibido. Para ello se colocó una piedra de gran tamaño en medio de él. Por el puente pasaba el camino real que comunicaba la ciudad de Oviedo con la villa de Avilés y su puerto, a través de Llanera y Corvera, siendo una de las principales vía de comunicación de Asturias. En el siglo XVI el puente sufrió diversas reparaciones debido a las riadas del Nora, que en 1522 se vio agravada por la presa del molino y la de 1552, en que perdió uno de sus seis pilares. Posteriormente hubo otras intervenciones en los siglos XIX y XX, tras la Guerra Civil. Actualmente tiene dos arco de diferente tamaño, estando el central, de mayor tamaño y sobre el cauce del río, reconstruido con hormigón armado".
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