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sábado, 23 de noviembre de 2024

VILLAPERI (OVIEDO/UVIÉU, ASTURIAS) AL NORTE DEL NARANCO Y AL SUR DE 'LUCUS ASTURUM': LA "CIUDAD ASTUR" Y EL "SILLICON VALLEY" ASTURIANO

El Camino en Villaperi

Tras salir del casco urbano de la ciudad subiendo por la falda septentrional de La Cuesta Naranco de El Pontón de Vaqueros a Cuyences, el Camino de Santiago ha entrado en la parroquia ovetense de Villaperi, al norte-nordeste del concejo, ya en la ladera septentrional de dicho monte y dando vista al vecino concejo de Llanera, al que pronto vamos a pasar tras cruzar El Río Nora unos metros más abajo, en La Ponte Cayés

Y así, por la campiña de la aldea de Llaviada vemos, al otro lado del río, que discurre oculto prados abajo, la parroquia de Cayés, en concreto su barrio de Campiello, al que subiremos desde el citado puente para ganar la gran llanura que da nombre al concejo vecino, divisando en él Posada, su capital, en esta parte norte del valle, con el Alto la Miranda encima, por donde el camino se dirigirá al valle de Solís, en Corvera, paso directo hacia Avilés

Posada es un núcleo urbano de entidad con tiendas, comercios, hostelería y otros servicios, donde el peregrino podrá proveerse de lo necesario o tomar algo antes de continuar camino para retomar la ruta costera a partir de la Villa del Adelantado (Avilés), enlazando allí con el ramal gijonés del Camino, del que nos hemos separado en Casquita (Villaviciosa)

Domina el paisaje, al norte, El Picu Santufirme (439 m), que se yergue entre este sector septentrional del valle del Nora y, detrás, del de Villardebeyo, formado por el curso alto del Río Aboño, que desemboca al pie de la gijonesa Campa Torres, el promontorio del castro de Noega, enclave metalúrgico y portuario de los astures cilúrnigos, de la gentilidad de los luggones, pobladores de todo este área central asturiana desde antes de la conquista romana

El el viejo camino a La Campa Torres desde los puertos de la cordillera (acaso desde la gran capital astur de Astúrica Augusta -Astorga-) hasta el Mar Cantábrico se encontraba la mítica civitas de Lucus Asturum, que de da en situar en la actual Llugo (Lugo de Llanera), al este de Posada y en su mismo concejo, algunos de cuyos edificios vemos entre los árboles, más allá de las naves del Polígono de Silvota, bajo la suave colina de Robleo, a la derecha del Santufirme

 Allí, ese camino, que origen inmemorial, prehistórico incluso, que aprovechaba estos valles, collados y otros pasos naturales se cruzaría con otro que discurre en dirección este-oeste, el cual con la romanización pasaría a ser la vía Lucus Asturum-Lucus Augusti (el Lugo gallego actual), el cual haría de la civitas un importante núcleo de comunicaciones además de ser posiblemente la cabecera de los romanos en el territorio de los luggones, o una de ellas

Esos caminos serían la base de la red viaria principal de los posteriormente llamados caminos reales (del 'reino', que podríamos equivaler a 'Estado'), que estructuraron las comunicaciones durante siglos, hasta la aparición de las primeras carreteras, como pudieron ser estas viejas rutas costeras hacia Gijón/Xixón y Avilés, la primera señalizada como GR 100.1 y la segunda recuperada como Camino de Santiago oficial para el paso de los modernos peregrinos


Además de la ruta, o rutas, a la costa, la interior de Lucus Asturum-Lucus Augusti habría sido la base del Camín Real de Galicia, y este a su vez del actualmente denominado Camino Primitivo, si bien este saldría de Outeao, la naciente ciudad de Oviedo/Uviéu, capitalina sede regia desde Alfonso II El Casto, un poco más al sur, tras el abandono y/o destrucción de Lucus Asturum, tal vez con la decadencia imperial romana o en la alta Edad Media, o con la irrupción musulmana. De esta importante encrucijada natural escribe el profesor Xulio Concepción Suárez en La toponimia de Llanera: un conceyu en el tiempu:

"Llanera. 

Conceyu entre Xixón, Corvera, Illas, Les Regueres, Uviéu y Siero. Su situación antigua en una tierra más o menos llana, debió tener notas positivas y negativas. De un lado, ofrecía una excelente vía comunicativa entre el centro regional y el mar; o entre los caminos de la costa de oriente a occidente (por la rasa costera), evitando las pendientes del Naranco y los acantilados del mar, los vientos costeros…. De esta forma, Llanera, como La Corredoria (otro estratégico corredor natural en los comienzos de las llanuras que llevan al mar) se fue diseñando ya desde tiempos prerromanos como una buena encrucijada de caminos en todas direcciones, apta para ganados trashumantes, pasos humanos, carros... De ahí el nombre significativo de Santa Cruz: una verdadera cruz de caminos, santificada, cristianizada después. 

No obstante, desde tiempos antiguos también, la explanada exacta de Llanera (la llanura más fonda), lo que hoy sería más o menos La Morgal, hubo de tener escasas posibilidades defensivas, de ahí que los vestigios castreños estén en los altos en línea con Santufirme firme (Picu Cogolla, La Coroña, Peñamenende…). Otras alturas relevantes, en contraste con los llanos, son El Pedregalón, Gorfolí, El Cardón, El Peri… Es decir, que Llanera no es toda llana (lisa, uniforme, plana): el nombre primitivo no podría extenderse a lo que es hoy. 

Tal vez por eso, la palabra toponímica ha de ser ya latina, limitada a un espacio menor inicial, y asentada una vez mitigados los problemas más belicosos de las tribus prerromanas, siempre más preocupadas por los altos, lejos de los peligros y emboscadas (de otras tribus, o simplemente de animales) que podrían esconder los llanos. En aquellos remotos contextos poblacionales, sería difícil establecer en los llanos viviendas estables tan desprotegidas, en un principio. De ahí la adecuación de la palabra latina PLANA (tierra lisa), luego, *planaria (llanura, planicie). Hoy el concejo extiende el nombre hasta los altos: desde una línea que se cierra entre El Pedregalón (Bufarán), Gorfolí, el río Nora, ladera que asciende ligeramente hacia Siero, Castiellu… Hubo termas romanas en La Ería la Castellana (Lugo)."

Se ha dicho que Lucus Asturum sería una ciudad netamente romana y con el declive del Imperio llegaría su ocaso, no obstante sus pobladores primigenios serían los propios astures de los castros cercanos y otros enclaves 'reducidos' tras la conquista en las guerras de los años 29-19 a.C., uno de ellos el localizado en El Cantu San Pedro, promontorio sito sobre el mismo Llugo



Y otro un poco más arriba, en El Cuetu, estribaciones orientales del Picu Santufirme, encima de las actuales aldeas de Mundín, Caraviés y Truébano, entre Posada y Llugo

Se sabe que Augusto ordenó que los astures bajasen de sus castros en los altos, previniendo que se revelasen e hiciesen fuertes en ellos, si bien toda la historiografía concerniente a esos sucesos de las guerras contra Roma llegaron a nosotros transmitidos por cronistas que escribieron siglos después de los hechos, tal y como pasa con la mayor parte de la alta Edad Media, orígenes del Camino de Santiago incluidos

No obstante se da por aceptado que los castros y las villae (además de otros asentamientos poblacionales romanos y prerromanos), serían el antecedente de los actuales pueblos y villas, tal y como refleja, por ejemplo, su toponimia, sin ir más allá esta antigua Villa Petri o Petrus, que dio origen a Villaperi, la villa (posesión rural) de Pedro, que no del 'hijo de Pedro' como sería Villapérez, topónimo que, pese a su ausencia de base etimológica, se dio en su tiempo por tenerlo como 'más culto', pasando al nomenclator oficial durante bastante tiempo, lo suficiente para que incluso arraigase socialmente. Escribe de ello el gran historiador, arqueólogo, profesor y filólogo José Manuel González y Fernández Valles en Temas de Toponimia Asturiana:





Cayés, por su parte, sería la villae o posesión rural de un tal Cassius o similar, mientras que aquí abajo en Villaperi, el barrio de La Pedrera, más que a abundancia de piedra de cantera, se referiría al empedrado de alguna vía o calzada caminera en el paso del Nora por La Ponte Cayés


En lo concerniente a Posada (a la izquierda de la foto) poca duda etimológica hay, una posada de parada y fonda en la ruta entre la costa y el interior, que es la que seguimos nosotros en el Camino de Santiago del Norte



En Cayés, Campiello, pequeño campo o campera en un cueto, por cuya falda sur vemos subir el Camino desde las boscosas riberas del Nora en La Ponte Cayés



Vemos perfectamente el cruce (al lado de la casa amarilla) en el que el Camino de Santiago irá a la izquierda, acabando la cuesta. A lo lejos y bajo la falda del Santufirme, La Bérbola, al este de Posada y, Caraviés, la posesión de un tal Carvius o Carvilius


De Cayés el Camino de Santiago se dirige a Posada a la izquierda por El Camín de los Eros, detrás de los árboles a su izquierda. Comprobamos una vez más cómo los núcleos rurales de la zona central asturiana se van haciendo casi plenamente residenciales, con el abandono de las labores agropecuarias tradiciones salvo casos muy localizados y adaptados al mercado actual, y la construcción de numerosas viviendas unifamiliares y chalets


Después de Posada, el Camino de Santiago sube la falda del Picu Santufirme pero no hasta su cima, sino que al llegar a la altura de Caraviés continuará al norte (a la izquierda), por su falda occidental, plantada de ocalitos, hacia La Miranda, poniendo rumbo al valle de Solís, Cancines y Nubleo, a un paso ya de Avilés

Detrás de Cayés y bajo el Santufirme y a la derecha, La Iría Caraviés, al pie del castro de El Cuetu, con El Monte San Xuan, La Iría La Sienra y La Iría'l Padrinón (iría o ería, tierras de labrantío, -que luego pasaron a pasto en este caso-)

Y ahí arriba tenemos El Cuetu o El Cuetu Caraviés, en términos de la parroquia de Llugo, uno de los castros del inmediato entorno de Lucus Asturum, a unos 350 metros de altura, a cuyos pies, pero no en el castro sino en La Iría Castañera, se han realizado campañas de excavaciones en busca de dicha 'ciudad perdida', de cuya etimología nos escribe asimismo Xulio Concepción Suárez:

"Ya nombrado por los romanos como Lucus Asturum, a diferencia de Lucus Augusti (el Lucus Gallaeciae). En principio, Lugo fue el nombre genérico de toda la parroquia, que incluía Pondal, Castiello, Caraviés, Castañera, La Bérvola, Truébano, Pando, Silvota, Fonciello, Castiello y Santa Rosa; más tarde aplicado como nombre del pueblo actual también. El Prao Lugo: finca y lugar del cementerio antiguo (en Castañera). Indoeuropeo *LUGH- (bosque sagrado), sánscrito LOKÁH, latín LUCUS (bosque). Tal vez con el mismo origen de la raíz indoeuropea *LEUK- (luz, esplendor), en griego, leukós (blanco), leucocitos…; en latín, lux-lucis (claridad, resplandor, luz de vida, vida). Significaría la importancia del bosque como fuente de vida segura todo el año: alimento, leña para el fuego, madera para utensilios, caza diaria… Un lugar sagrado que había que adorar y agradecer al cielo o a la tierra, para que siguiera dando frutos y vida a los nativos. 

De ahí se deduce la relación de las dos referencias al bosque y a la claridad al mismo tiempo: según algunos, se adoraba al dios en las claridades, los espacios abiertos del boscaje más tupido, a modo de verdaderos santurios cara al cielo. También dio nombre a Lugones, a unas tribus, a una cultura muy antigua del culto al bosque. Numerosas culturas antiguas que llegaron a la actualidad con sus ritos de siempre (amerindias, africanas…) lo atesiguan hoy: el bosque es un intermediario entre el cielo y la tierra; la manifestación visible de los dioses. En definitiva, la ancestral dendrolatría (griego, DÉNDRON, árbol; LATREÍA, adoración): la adoración, el culto a los árboles, verdaderas divinidades protectoras para aquellos tan precarios tiempos remotos, de verdad dependientes tanto del suelo como del cielo. "



En primer término (debajo de la foto), está Cadaxe, también en Cayés, con el palacio de su nombre (segunda casa por la izquierda), también llamado La Casona. Justo detrás, en La Iría Castañera, reconocemos las naves de el Aeródromo de Llanera en La Morgal o El Morgal (equivocadamente se había pensado un tiempo en un topónimo estilo Llamorgal, 'lodazal', pero no es así)



El aeródromo tiene su origen en unas instalaciones de la aviación militar inauguradas oficialmente en 1933, aunque en ella llevaban aterrizando aviones desde 1933, las cuales fueron empleadas eventualmente en la Guerra Civil. En 1952 se hizo de él el primer Aeropuerto de Asturias, prestando servicio durante más de una década, cuando fue llevado a Anzu, en Santiagu'l Monte (Castrillón, muy cerca de Camino de Santiago del Norte), a causa de las frecuentes nieblas de este valle. Durante un tiempo volvió a tener uso militar hasta que, llegados los años 1980, pasó al gobierno autonómico asturiano, que hizo de él un aeródromo civil

Construcción de urbanizaciones en la falda de El Cuetu, uno de los muchos castros 'fichados' por el erudito arqueólogo Eduardo Pérez-Fernández en su muy recomendable web ArqueoAstur, ficha de la que compartimos lo siguiente:

"Identificado vez por José Manuel González y Fernández Valles el 16 de septiembre de 1956. Incluido en el Inventario Arqueológico de Llanera elaborado por Carmen Cabo Díez en 1985. En 1991 el asentamiento también fue descrito por Cid López, Fernández Ochoa, García Díaz y Pedregal Rodríguez en su trabajo sobre el asentamiento romano y medieval de Lugo de Llanera. 
Recinto de unos 90 x 60 metros separado de la sierra por un foso excavado en la roca, único elemento apreciable. Igualmente se refiere que, según los vecinos, en su interior se podían identificar derrumbes (Cabo Pérez, 1985, Requejo Pagés, 2013). Posteriores descripciones del enclave refieren la planta surectangular del espacio intramuros así como unas dimensiones ligeramente mayores, unos 90 x 70 metros, con una superficie muy amplia y plana. Las vertientes NE y SW están ataludadas y en la NW se describe un gran foso excavado en la roca con presenta un perfil en «V» y paredes muy escarpadas (Cid et alii, 1991).  
Fanjul Peraza lo define como castro en ladera o espolón de planta casi rectangular de unos 70 x 40 metros. Su aparato defensivo se compone de un foso de tipo monumental que lo separa de la sierra y un posible bastión que ocupa la parte de acceso al poblado (Fanjul Peraza, 2014).

En su entorno se han documentado numerosos restos romanos y ha sido ubicada la Lucus Asturum de los geografos clásicos. 

Está totalmente cubierto de monte bajo siendo impracticable su acceso. Una plantación maderera se extiende por la zona del foso."

En la zona de El Cuetu hay algunos depósitos de agua que pueden ayudarnos a identificarlo, sobre la aldea de Mundín. Justo a su derecha sigue rumbo a La Campa Torres el viejo camino de Lucus Asturum a Noega, prolongación de la Vía de la Plata, el GR 100.1. Más abajo  seguimos viendo las instalaciones del aeródromo y La Castañera

En relación a la ubicación exacta de la ciudad perdida de Lucus Asturum y de las excavaciones realizadas en esta iría, otro arqueólogo, Fon. S. P., desde su web Ástures, escribe lo siguiente:

"En el siglo II d.C. Ptolomeo menciona un asentamiento en la Asturia transmontana situado más o menos en el centro del territorio. Se llama Lucus Asturum y aparece vinculado a la vía que, proveniente de Legio, en la Meseta, atravesaba las montañas hacia el sur. También se ubicaba junto a la que comunicaba con la capital del conventus Lucense, Lucus Augusti, y probablemente con la que se dirigía hacia el territorio cántabro. 
Reunía, por tanto, las características necesarias para convertirse en un lugar de importancia para la administración romana en un territorio, a priori, mal comunicado y en cierta medida, alejado de las infraestructuras mineras del occidente del territorio que contaban con otros recursos e infraestructuras más potentes. 
Las investigaciones se han centrado en un lugar concreto donde la toponimia y las diversas noticias recogidas a lo largo de la historia, indicaban que había vestigios de algo que tuvo que tener una importancia notable en la Antigüedad. Vamos a conocerlo 
Lo primero, ¿La Castañera es Lucus? 
Por desgracia las fuentes escritas no nos dejan información tan detallada como para saber la posición exacta de este yacimiento. Tenemos las coordenadas de Ptolomeo, pero no es un sistema cartográfico que se pueda «traducir» con exactitud a las coordenadas de hoy en día. Sin embargo, aunque no hay ninguna fuente que diga que Lucus Asturum se encuentra en el lugar donde se excava actualmente (finca de la Castañera en Lugo de Llanera), lo cierto es que ninguna menciona otro asentamiento romano de importancia en sus proximidades, por lo que las opciones se reducen considerablemente y podemos afirmar que hoy se plantean pocas dudas entre los investigadores sobre si es el lugar que cita Ptolomeo. 
En la actualidad conocemos un castro a menos de 1km en línea recta, el del Cantu San Pedro, que podría hacernos pensar que se trata de la antigua Lucus de las fuentes, pero lo cierto es que ni la extensión del castro (apenas media ha.) ni lo encontrado en él en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo (han sido pocas), invitan a pensar que sea un lugar como Lucus Asturum, al menos en época romana. 
Y es que debemos pensar que, a pesar de la toponimia (ya que el topónimo Lugo /Lucus se cita habitualmente como relacionado con el pueblo astur de los Luggones que controlarían esta zona central de Asturias hasta el río Nalón) que podría indicar un sitio prerromano, sólo conocemos Lucus Asturum desde el siglo II d.C. es decir, en época romana. Por tanto, existe la posibilidad de que se trate de una fundación romana ex-novo o bien un asentamiento creado a partir de otro indígena previo, como el citado castro, que se encontrara en las cercanías. Aunque si lo pensamos un poco, la llanura no solía ser elegida como lugar para levantar un poblado fortificado, que es el formato de poblamiento que se utiliza mayoritariamente para los centros de poder, o asentamientos destacados en época prerromana entre los Astures y a cambio sí se utiliza en un territorio controlado por Roma y con el aliciente de una red viaria en torno a la que establecerlo. 
José Manuel González ya apuntaba a que Lucus podría haberse fundado con gente «bajada» de castros del entorno y agrupada en un lugar que cumpliría una función dentro de la reestructuración del territorio, como por ejemplo el lugar donde cobrar impuestos, mientras que el Cantu San Pedro pasaría a tener una función militar que parece que mantuvo durante este periodo. 
Por tanto ¿Qué es Lucus Asturum? 
Ptolomeo parece indicar que se trata de un vicus viario, es decir, un asentamiento que se desarrolla en torno a una vía o nudo de comunicaciones. Es importante detallar la terminología, porque a veces se discute si se trata simplemente de una mansio, o parada donde descansar o cambiar de caballos, o si se trata de algo más complejo. 
Lo que no parece probable es que se trate de un gran asentamiento del calibre de una ciudad (urbs) como las que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en una ciudad romana con su foro, cardo y decumano. La Asturia transmontana es un territorio periférico, donde el urbanismo no tiene por qué seguir los cánones de otras partes de la Península más romanizadas, como la Bética (Italica, Hispalis, etc…). Los núcleos urbanos son mucho más modestos que en ellas, siendo Lucus y el asentamiento de Cimadevilla en Gijón / Xixón, los únicos que podrían llegar a cierto estatus sin alcanzar el de ciudad. 
Entonces ¿Vicus o mansio? Quizá las dos. En el siglo II d.C. parece que se hace referencia a un asentamiento más importante que la mansio que citan las fuentes posteriores (siglo IV d.C.) como las que recoge el anónimo de Rávena, quizá ya en un momento de pérdida de importancia del lugar, aspecto que parece confirmar la arqueología. 
Para conocer mejor este aspecto es interesante revisar las fuentes escritas que tenemos sobre este lugar."

Tenemos pues la secuencia habitacional-poblacional del periodo de los castros a las villae y la civitas ante nosotros. Pero dejemos que Fon S.P nos siga hablando de esta "ciudad perdida", ahora en base a las fuentes escritas:

"Las fuentes sobre Lucus: antiguas, medievales y recientes   
La más antigua es la citada de Ptolomeo (II,6) quien en su Geografía cita Lucus Asturum, junto con otras como Paelontium, la capital de la civitas Luggonum o Labernis, de ubicación desconocida.  
En el siglo VII aparece un Luco Astorum en el Anónimo de Rávena, una fuente que recoge asentamientos y vías de Hispania de una gran antigüedad (en torno al siglo IV d.C).  
En el Liber testamentorum (con toda la cautela necesaria al citar datos de esta fuente) se refiere la existencia de una ciudad amurallada en Lucus Asturum en el siglo X d.C. A las murallas de este asentamiento se les llama «muros antiquos».  
Aun así, parece que la referencia a una ciudad amurallada es más el recuerdo de un asentamiento romano que la veracidad de la observación de muros o la existencia de esos restos. F. J. Fernández Conde fue el primero que planteó la posibilidad de que el prestigio de un inventado Lucus fuera el ingrediente necesario para justificar la antigüedad de una diócesis asturiana anterior a la de Oviedo para enfrentar las pretensiones de la de Lugo. El obispo fue más allá y se inventó una fundación vándala de Lucus en el 361 d.C.  
En los documentos del Monasterio de San Vicente, en Oviedo, se conservan menciones de 1067 que hablan de la «antiquissima civitas Luco», de un terreno «in villa Luco, de porta civitatis» (en la villa de Lugo, en la puerta de la ciudad),  
Estas son las principales, pero no las únicas. En 1695 aparece una referencia a la iglesia de Santa María de Lugo, así como a la villa de Lugo, en Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias. En ese tiempo ya se habla de restos de edificios y de hallazgos.  
Son sólo ejemplos, que no los únicos, de lo dicho arriba y que vienen a confirmar la importancia desde antiguo de este lugar, al menos en la memoria colectiva de la gente a lo largo de la historia. Para finalizar, el propio Carvallo dice expresamente que Lucus Asturum fue destruida en la invasión musulmana."

Las excavaciones, buscando a Lucus Asturum, se realizaron en el entorno de Llugo tras el hallazgo fortuito de algunos restos muy interesantes en el entorno de su antigua parroquial de Santa María, destruida en la Guerra Civil, realizándose las primeras actuaciones arqueológicas en 1927. Sin embargo, como suele suceder, el lugar ya había sacado a la luz diversos hallazgos anteriormente:
"Fermín Canella, a finales del XIX, sugiere que las columnas de mármol de San Miguel de Lillo podrían proceder de la ciudad de Lugo. Quizá la más significativa en este sentido es la de González Aguirre que señala en el mismo tiempo que «en las excavaciones practicadas por los naturales de las llanuras de esta parroquia se han encontrado muchos cimientos, trozos de columnas, acueductos de ladrillos, monedas de cobre, plata y estaño y otras preciosidades que revelan haber sido dedicadas al culto y al servicio de la iglesia«. En términos parecidos se expresa Ciriaco Martínez Vigil y otros.  
Pero las primeras excavaciones, con un criterio más o menos científico, se llevaron a cabo en 1927. De ellas se llegó a publicar un plano en el diario Región, en el que se recoge la planta de varios edificios situados en las cercanías de la iglesia parroquial de Santa María de Lugo, destruida en 1936, de la que hoy sólo queda el viejo cementerio. En este plano que veis abajo, se menciona incluso una muralla, que no ha sido encontrada de nuevo desde entonces. La muralla tendría dos metros de espesor en el margen del camino que pasaba al lado de la iglesia de Santa María.  
Aunque ya se hablaba de ciertas infraestructuras como termas y viviendas, lo más significativo fue el hallazgo de la llamada «piedra de Lugo» hoy desaparecida, y que se comparaba con el ídolo de Peña Tú. Actualmente está perdida.  
Me resulta llamativa, en el escrito de concesión del presupuesto para las excavaciones, la importancia que se le da para el turismo al estudio de los restos de Lugo. «se concedan 1000 pesetas para practicar excavaciones en el lugar donde se cree haya existido el antiguo Lucus Asturum, habida cuenta la importancia que para el Turismo ha de tener la citada ciudad».  
Algo parecido a lo que recogió José Manuel González en los años sesenta, quien además detalló ciertos descubrimientos que le habían referido los habitantes de la zona. Aparte de los citados restos de edificios, refirió el hallazgo de monedas romanas, inscripciones, figuras de bronce, etc…  
En 1981 hubo otra campaña arqueológica dirigida por D. Emilio Olávarri de la que apenas hay noticia. En 1984, con motivo de las obras realizadas en la estación de tren de Lugo se documentan restos de un mosaico romano y de unas termas que se encontrarían en la Ería de la Castañera, haciendo referencia a una posible villa romana. Entre finales de ese año y los 90 se realizan diversas prospecciones geofísicas de citada ería, pero la negativa de los propietarios a excavar en la finca, impidió llevar a cabo una intervención.  
En 1987 debido a esta negativa se vuelve a excavar, como en 1927, la zona de la casa rectoral y la antigua iglesia de Santa María en la primera excavación con metodología científica actualizada en el yacimiento. Los resultados de estas excavaciones están publicados en sendas monografías, la de 1989-1991 y las del periodo de 1991-1995. En estas excavaciones se investigó una necrópolis con un nivel romano y otro medieval. En ellas se descubrió un ara a los lares viales que se puede ver en el Museo Arqueológico de Asturias que junto con una inscripción del emperador Numeriano (posible miliario), descubierta en el siglo XIX y también desaparecida, constituyen los dos mejores testimonios epigráficos de la zona que se conozcan. En la finca de la Rectoral se estableció una secuencia de ocupación de entre los siglos I d.C. hasta finales de los siglos XII y XIII.  
Hasta 2015 no se vuelve a excavar allí y el Ayuntamiento encarga a Esperanza Martín la continuación de los trabajos arqueológicos en La Castañera. Desde entonces se han hecho diversos estudios tanto arqueológicos como no invasivos a través de georradar y teledetección. Precisamente estos trabajos son los que han hecho posible que se determine un cierto trazado ortogonal bajo algunas zonas del suelo de este sector estudiado y que sugieren la existencia más que de un hábitat con una retícula urbana, de una serie de distintas estructuras aparentemente dispersas.  
En 2018 se excavó parte de un conjunto termal de «notables dimensiones». En 2020, tras el parón de la pandemia, se vuelve a excavar en la zona, esta vez ya en la Castañera. Se documenta un conjunto habitacional compuesto por varias estancias interconectadas y con un patio con pozo, en torno al cual se dispone el edificio. Es el que se está estudiando hasta el momento. He tenido la suerte de participar como voluntario en la de 2021 y la de 2023. "

Vemos ahora la torre-campanario de una iglesia detrás de la casa con dos hórreos de la izquierda de esta foto, es la de Asipo, la cual se empezó a construir en 1913 para dar servicios religiosos a los obreros de la fábrica de explosivos Santa Bárbara, una de las pioneras de la industrialización de la zona. Abandonada durante décadas en medio de un polígono industrial y desacralizada, fue comprada en 2007 por el empresario Ernesto Fernández, quien hizo de su interior una gran pista de skate, muy amplia y colorista


A la derecha (en medio de la foto), la gran fachada de piedra del Palacio de Cadaxe, La Casona, la hace fácilmente reconocible. Su estructura de dos torres con un cuerpo central, formando una planta en 'U' es muy habitual en los palacios asturianos. Su parte más antigua se remontaría al siglo XVII, mientras que su corredor en el cuerpo entre las torres y su patio serían posteriores, si bien anteriores al siglo XIX. Se ha perdido eso sí su escudo y con él noticias fidedignas de la estirpe que tuvo aquí su solar



Más a la derecha Llugo, con La Iría Castellana, Felguerosa y bajo los altos de Robleo (279 m), con el barrio Les Caleyes a la derecha. En la distancia llegamos a ver la larga planicie amesetada del Monte Areo al norte, por donde prosigue el camino a Noega, el castro de La Campa Torres. Por allí asimismo por ese monte va, dirigiéndose al oeste, el otro ramal del Camino de Santiago del Norte, saliendo de Gijón/Xixón hacia Avilés, donde se unirá con este


Aquí tenemos, encima de las casas de Llugo, el camino GR 100.1, encaminándose hacia La Campa Torres subiendo el collado entre Mundín y Robleo para pasar a Villardebeyo, con el Monte Areo en lontananza, la mítica ruta a Noega


Independientemente de su origen remoto vinculado a Lucus Asturum, Llugo de Llanera nació y creció como núcleo urbano en base a la estación de ferrocarril, de hecho el enclave primigenio se llamó La Estación, diferenciándolo  así de las aldeas y caserías de alrededor, pertenecientes a la parroquia de Llugo


En una de ellas, Silvota, se creó en 1972 uno de los primeros grandes polígonos industriales de Asturias, y luego, a su lado, nació en 1991 el Parque Tecnológico de Asturias, alguno de cuyos edificios vemos desde aquí


La Estación empezó siendo un apeadero nacido con la línea ferroviaria que uniría el puerto gijonés con la meseta, luego transformada en estación ferroviaria. Diversas compañías estuvieron a su cargo, siendo su historia bien resumida así en Wikipedia:
"La estación fue abierta al tráfico, como apeadero, el 23 de julio de 1874 con la puesta en marcha del tramo Pola de Lena-Gijón de la línea que posteriormente uniría León con Gijón.​ La construcción del tramo fue obra de la Compañía de Ferrocarril del Noroeste de España aunque la línea fue completada por la Compañía de los Ferrocarriles de Asturias, Galicia y León creada para continuar con las obras tras la quiebra de la Noroeste.​ Sin embargo su situación financiera no fue mucho mejor que la de su antecesora y en 1885 acabó siendo absorbida por Norte.​ En 1916, Norte convirtió el apartadero de Lugo de Llanera en estación, junto con la de El Caleyo, en la misma línea.ç 
Con motivo de la electrificación de la rampa de Pajares y dentro del objetivo de aumentar la capacidad de transporte de la línea, Norte convirtió Lugo de Llanera en estación de clasificación para el tráfico de carbones, principalmente. La estación de clasificación, de pequeño tamaño, contaba con dos vías de recepción y formación de trenes y cuatro vías de clasificación. Con todo ello clasificaba 700 vagones diariamente.​ 
En 1941, la nacionalización del ferrocarril en España supuso la desaparición de la compañía del Norte y su integración en la recién creada RENFE. Desde el 31 de diciembre de 2004 Renfe Operadora explota la línea mientras que Adif es la titular de las instalaciones ferroviarias."


A la derecha de La Estación y al norte de las naves de Silvota reconocemos bien la gran curva de la AS-II o Autovía Industrial, que nació como desdoblamiento de la antigua AS-18, ahora AS-381 o 'carretera vieja' entre Gijón/Xixón y Oviedo/Uviéu. Su nombre de Industrial se debe a que comunica alrededor de su eje a numerosos polígonos industriales del centro de Asturias y fue inaugurada en mayo de 2007


Ahí está el barrio de Castiello, topónimo referido al castro del Cantu San Pedro, germen de Lucus Asturum, con las instalaciones de la empresa Arcillas Refractarias (ARCIRESA). Sobre el castro, muy afectado al hacerse en él la caja del ferrocarril, nos cuentan así en ArqueoAstur:
"Reconocido por José Manuel González y Fernández Valles el 31 de agosto de 1966. Incluido en el Inventario Arqueológico de Llanera elaborado por Carmen Cabo Díez en 1985. En 1991 el asentamiento también fue descrito por Cid López, Fernández Ochoa, García Díaz y Pedregal Rodríguez en su trabajo sobre el asentamiento romano y medieval de Lugo de Llanera y por García Chaín y López Blanco en la monografía sobre el Castiellu de Llagú, 2002.
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) el 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico de Llanera. 
Se localiza en una colina aislada de 191 msnm, en el extremo NE del valle de Llanera, sobre las casas del barrio de Castiello. 
Fue descrito por José Manuel González (1976) como una colina un poco oblonda, elevada 20 metros sobre el entorno inmediato y definida en la cima por una explanada elipsoide cuyo eje mayor mide 150 metros aproximadamente. Los elementos defensivos se componen de dos terrazas escalonadas que debieron corresponder a las murallas y fosos. La superior rodea la colina en la mayor parte de su perímetro, con unas dimensiones de 4,5 metros de anchura y 4 metros por debajo de la planicie cimera; la terraza inferior es semejante a la anterior, discurre por los frentes N y E, a una cota de 4 metros más abajo. Los únicos restos reconocidos, consisten en conglomerados de piedras que son visibles al borde de la superficie de la explanada en lo más alto del corte oriental de la vía férrea. El autor adjunta igualmente un plano del recinto fortificado (González y Fernández, 1976). 
También ha sido descrito como un pequeño montículo de forma oval elevado unos 25 metros sobre el valle y definido por una cima amesetada de laderas aterrazadas. Se refieren tres terrazas por la ladera N y en dos por la S, con sus correspondientes taludes (Cabo Díez, 1985; Maya González, 1988; Cid et alii, 1991, García Chaín y López Blanco, 2002; Requejo Pagés, 2014).  
Fanjul Peraza lo define como una colina aterrazada de pequeñas dimensiones, 60 x 40 metros, y planta ovalada, no reconociendo restos estructurales defensivos (Fanjul Peraza, 2014)."

Cuesta arriba, las casas de La Cruciá, Casa Vega y El Carbayal, donde está la capilla de San Antón, en términos de Robleo, al igual que, más a la izquierda, la capilla de la Concepción, al lado del lugar de La Quintana


Más allá, los altos de El Cantón (222 m) y L'Oteru, con sus cimas plantadas de ocalitos


En la lejanía y más a la derecha es El Monte Caborniu con La Llomba, en la parroquia de Pruvia, monte que bordea la Autovía Industrial A-II


Por ahí pasa un antiguo camino hacia Picún, en la parroquia gijonesa de L'Abadía, vieja senda hacia Trubia y Veranes, lugar de yacimientos romanos y medievales que luego, por Tremañes, entraría en aquel enclave amurallado y salinero fundado, como Lucus Asturum, tras la conquista romana, y al que fueron a vivir los pobladores de Noega: el antecedente de la ciudad de Gijón/Xixón


Abajo, a la derecha de la A-II, las primeras naves del Polígono de Silvota desde la carretera que viene de Llugo



No llegamos a ver el Nora, oculto por sus riberas boscosas, pero sí parte de sus vegas en las inmediaciones de La Venta'l Gallu, al sur de Silvota, donde recibe las aguas de su afluente, El Río Noreña, confluencia de los concejos de Oviedo/Uviéu, Siero y Llanera. Una antigua venta caminera en cuyas cercanías aparecieron "hornos romanos en bastante buen estado, utilizados para la producción de productos cerámicos (ladrillos, etc.), muy cerca de donde casi veinte siglos después se levantaría la fábrica de Cerámica Guisasola", nos informan en el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos


Paisaje de Llaviada y del valle del Nora ahora hacia el este. Detrás del bosque del que sale el Camino, procedente de Cuyences, baja la vieja senda a Lucus Asturum y a Noega, con la que nos hemos cruzado más atrás, el famoso GR 100.1, que se dirige a cruzar el río en El Puente Vieyu, pasando a Llugones (Siero). Seguidamente cruza su afluente el Noreña y, por el Polígono de Silvota, entra en Llugo


No llegamos a ver El Puente Vieyu, al que se le atribuye una cronología medieval aunque en base a una más antigua construcción romana, pero sí las instalaciones de la estación depuradora situada al lado, en la ribera ovetense


Ese viejo camino a Lucus Asturum y a Noega vendría de Astúrica Augusta por Payares y cruzaría el valle del Nora por la colina de Ouetao, germen de la ciudad de Oviedo/Uviéu. Sería el que luego sube desde Pumarín a Fitoria, pasando junto al castro de La Cogolla, y desde ahí a Toleo y Cuyences junto al del Picu Castiellu. A ese trayecto le dedicamos la oportuna entrada de blog pues fue durante años el trazado oficial del Camino de Santiago del Norte para salir del casco urbano ovetense


Al final del prado llano que hay frente a la depuradora, oculto por su bosque ribereño, discurre el Nora, haciendo grandes y largos meandros que trazan la frontera de concejos. Más allá sigue extendiéndose el Polígono de Silvota


A lo lejos, las suaves colinas de La Barganiza, en Siero, cierran el valle del Nora por el norte-nordeste. Por ahí iban otros antiguos caminos hacia la bahía gijonesa, por ventas como las de La Rodriguera y Puga. Más antiguamente guardaba la zona el castillo de Curiel, en El Picu Alba, en Peñaferruz. Ese histórico camino, que formaba parte de una red caminera mucho mayor, es el actualmente señalizado como GR 100 Ruta de la Plata, entre Gijón/Xixón y Sevilla


En Pruvia está también Santolaya, donde se construyó la urbanización La Fresneda, la cual constituye en nuestros días el tercer núcleo urbano de Siero en número de habitantes, tras Llugones y La Pola, la capital


En primer plano, algunas casas de El Carbayu, arrabal de Llugones célebre por sus renombradas romerías. A continuación y al pie de La Fresneda asoma parte del Centro Comercial Azabache, cuyo origen está en el solar del que fue el primer gran hipermercado de Asturias, que abrió sus puertas en octubre de 1977, llamado precisamente Hiper. Más allá de La Barganiza, hoy día lugar conocido por su campo de golf, con actividad desde finales de la década de 1970, asoma la cima del Picu Vio, cercano a Peñaferruz, lugar legendario por sus historias y tradiciones de ayalgues o tesoros escondidos


A la izquierda de La Fresneda, Fonciello, en terrenos que ya pertenecen a la parroquia de Llugo. Aquí abajo vemos algunas gradas del Campo de Fútbol Santa Bárbara, donde juega el Atlético de Lugones, fundado en 2003. Sin embargo un equipo con nombre similar ya existía en 1905, fundado por José Tartiere Lenegre, industrial pionero que creó aquí la Fábrica de Explosivos Santa Bárbara en 1880 (patrona de los mineros y de la artillería), y de ahí el nombre del campo


En Pruvia hay otra gran urbanización, la de Soto Llanera, localizada en el lugar de Santolaya, al lado de la carretera A-381 y muy cerca de La Venta del Jamón, otra de las antiguas ventas camineras en los caminos hacia la costa gijonesa


Paisajes de Pruvia Riba, con sus caseríos y lugares de La Campana, Los Cerrones, La Carril, El Picu, más allá se encuentra La Venta la Rodriguera, paso del GR 100


Abajo, el Polígono de Silvota con Santa Rosa, inaugurado en 1963 con la iniciativa del Instituto Nacional de Urbanismo. Allí, en el lugar de Catu Negru, se hallaron materiales del Paleolítico Inferior que demuestran el antiquísimo poblamiento de estos parajes desde los tiempos de las sociedades de cazadores recolectores


Admiramos los paisajes del valle del Nora ponemos rumbo norte en Llaviada, a la entrada de la parroquia de Villaperi, con el Santufirme y La Miranda en lontananza, guiándonos como un faro en dirección a Avilés


Aquí tenemos una hermosa casa asturiana campesina, propia de la zona, que se ha mantenido con escasas reformas a largo del tiempo


La vivienda propiamente dicha es la parte central con piso alto y corredor, a los lados serían las cuadras, llagar, tenada o henar y otras dependencias de la casería


El corredor el del tipo 'volado', del que nos cuentan así en El corredor en las casas asturianas, de Florencio Cobo Arias, Miguel Cores Rambaud, Matilde Zarracina Valcarce:
"Puede disponerse a lo largo de toda la fachada o sólo en su parte central. avanzando respecto a ella cubierto por una prolongación del alero o por un tejaroz. que descansan en varios pies derechos de madera. El piso del corredor. siempre de tabla, puede apoyar bien sobre carreras que a su vez descansan en las cabezas de las vigas maestras que sobresalen del muro de la casa. o sobre ménsulas de madera empotradas en dicho muro. reforzándose en múltiples ocasiones con jabalcones o con pies derechos de madera. El antepecho del corredor está formado por una balaustrada de madera; la gran variedad de diseño de los balaustres, torneados o recortados, patentiza la voluntad estética de su constructor. la mayoría de las ve· ces el propio usuario. La disposición proyectada al exterior hace que sea el modelo de corredor que proporciona una mayor diafanidad a la fachada."

A la izquierda del Camino crece una bella rosaleda, delante de la casa


Bifurcación y de frente por el camino principal, que empieza a bajar al valle



Valle que, según descendemos, seguimos contemplando en su esplendor y en la lejanía



En primer término, Llaviada y su hábitat extremadamente disperso, entre las vegas del Nora y El Puente Vieyu a las estribaciones nororientales del Monte Naranco, familiarmente para muchos vecinos más llamado La Cuesta Naranco. Antiguamente en el río molían Los Molinos de Xineciu, ya registrados en el célebre Diccionario de Madoz de mediados del siglo XIX; eran de madera y en 1860 se reformaron para hacerse de piedra



La zona fue totalmente transformada al construirse la depuradora, aunque esta, recalcamos, apenas vemos desde aquí, perdiéndose los molinos y desviándose en curso natural del Nora, "lo que ha permitido al concejo de Oviedo ganar varios miles de metros cuadrados a costa del vecino municipio de Siero", nos informa el insigne erudito Adolfo Casaprima Collera en su Diccionario geográfico del concejo de Oviedo


Al otro lado del río El Carbayu, en Llugones; a continuación las chimeneas y grandes naves de la Fundición Nodular, otra de las industrias que hicieron de la población un gran centro fabril y urbano. Luego volvemos a ver la urbanización La Fresneda con las colinas de La Belga en lontananza, donde se encuentra el cuartel Cabo Noval. A lo lejos El Picu Samartín (519 m), en la frontera de Siero con Gijón/Xixón



Por la falda meridional del Picu Samartín va la Carretera Carbonera, inaugurada en 1842 para transportar el carbón de la cuenca minera del Nalón al entonces aún pequeño muelle gijonés para darle salida comercial. Al este se extiende la línea de cumbres de El Pangrán, límite también de concejos, cuya ladera sierense pertenece a la parroquia de Muñó



Desde aquí sí que podemos hacernos una mejor idea de la extensión de La Fresneda, cuyos primeros chalets se entregaron en 1987 en lo que antes se denominaba La Peña'l Gatu, de ella nos dicen así en Wikipedia:
"La Fresneda​ es la urbanización más grande del Principado de Asturias, construida por la Constructora Los Álamos en el concejo de Siero. Sus primeros habitantes llegaron en 1987. En el año 2007 vivían en ella 3655 personas (INE 2007). En el 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística, tiene una población de 4.446 personas.​ Es la tercera población con mayor número de habitantes de su concejo. Existe una considerable población de hecho que vive aquí pero que está empadronada en otras localidades como Oviedo, al igual que sucede con la vecina localidad de Lugones que se encuentra a 2 kilómetros. Dista 7 de Oviedo, 10 de Pola de Siero, la capital del concejo, y 16 de Gijón. Esta situación estratégica, en medio de las dos principales ciudades, ha propiciado su crecimiento y el establecimiento de muchos trabajadores de ambas ciudades, pues goza de unas comunicaciones envidiables por otras poblaciones de su tamaño, y acceso casi directo a las autopistas y autovías que unen ambas ciudades."


Si nos fijamos, bajo las casas de La Fresneda reconocemos las instalaciones del Centro Comercial Azabache, en cuanto a la Fundición Nodular hemos de decir que esta cerró en 2013 cuando contaba con una plantilla de 170 trabajadores. Dado que había nacido en 1956 para suministrar cilindros para los trenes de laminación de la antigua planta siderúrgica de Ensidesa en Avilés, las transformaciones de producción, propiedad y hasta de nombre acaecidas en dicha empresa, causaron repercusión. Fue su impulsor José Suñer Martínez, consejero delegado de Fábrica de Mieres. Sus materiales eran fabricados con elementos reciclados, como chatarra y lingote



Por ahí entre las casas de El Carbayu está la pequeña capilla del Buen Suceso, de honda tradición romera y fiesta renombrada el 15 de agosto, con cofradía fundada en 1926



A la izquierda de El Carbayu, entre los árboles, volvemos a ver el campo de fútbol Santa Bárbara, con las casas del lugar de El Sucu justo detrás



Ahora vemos, aparte de un poco mejor las gradas, algo del césped, de hierba sintética, según leemos en la ficha de la Federación Asturiana de Fútbol. En cuanto a la historia del club, así nos la ofrece Wikipedia dentro de la general del fútbol en esta localidad:
"El fútbol en Lugones se remonta a 1905 con la creación del primer Atlético de Lugones, fundado por José Tartiere. Disputaba sus partidos en el campo de "La Llosa". Tras esta época de existencia desapareció y se crearon nuevos clubes en la localidad en varias ocasiones, teniendo algunos de ellos otro nombre y distintos colores y campos de juego. 
En 1957, al no existir en aquel momento ningún otro equipo, se crea uno con el nombre de "ACUDEL" (Agrupación Cultural Deportiva de Lugones), siendo el alma impulsora de este club Vicente Fernández Suárez y Manuel Menéndez Pintado, que quisieron llenar con él el vacío futbolístico existente en Lugones. Que cambiaría su nombre en la temporada 1958-59 por nuevamente Atlético de Lugones, pero vistiendo camiseta blanquiverde, en dos grandes franjas y pantalón negro, jugando sus encuentros en el campo de "Raicedo", siendo Joaquín Rivas Sánchez y José Menéndez presidentes e impulsores del equipo. 
Este nuevo Atlético de Lugones, en su historia, tuvo un largo peregrinaje por diversos campos de fútbol, jugando en terrenos como los de "Castro", el "Carbayu" o en el "Cueto", que, como los anteriores campos de juego, fueron privados, ya que desde su fundación el club de Lugones nunca contó con instalaciones municipales. El Atlético de Lugones, al carecer de campo, en la temporada 1993-94 hizo su presentación en la calle, en la plazoleta de San Félix a modo de protesta. Pero aquí no terminan los problemas del club. En la temporada siguiente, para poder seguir jugando, tuvo que pagar en la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias 328000 pesetas, para no ser dado de baja de la competición. Tuvo que jugar sus partidos en Cayés, fuera del concejo de Siero. Este cúmulo de problemas acabaron abocando al club a la desaparición en 2002, cuando se disolvió por motivos económicos. 
Tras la desaparición del Atlético Lugones Club de Fútbol surgirían iniciativas para que Lugones siguiera teniendo un equipo de fútbol. En febrero del año 2003, con la firma por parte de cinco simpatizantes del fútbol de la localidad sierense se funda el actual Atlético de Lugones Sociedad Deportiva, que tuvo como primer presidente a José Enrique Martínez, desde 2003 a mayo de 2009."


El gran casco urbano de Llugones es, repetimos, la mayor población del concejo de Siero en este momento y, en la práctica, constituye un continuum urbano con el ovetense barrio de La Corredoria, el cual se ha unido también a la ciudad con el crecimiento urbano, formando la base de lo que algunos sociólogos y geógrafos han dado en llamar Ciudad Astur, entidad no oficial y discutida, tanto de límites como de concepto, que agruparía a todos los grandes núcleos urbanos del centro de Asturias y su área de influencia



Por poco no vemos El Puente Vieyu sobre el Nora pero sí las casas de El Carbayu más próximas a él, con una zona de grandes invernaderos al lado de uno de los enlaces de la Autovía A-II



Llugones lleva en su nombre el de los astures luggoni,  pobladores de la zona central asturiana, cuyo nombre significa 'hijos de Lug', el dios principal de los celtas, del que tanto hemos hablado, por ejemplo, en la estela de Grases o al pasar por las inmediaciones de Llugás, ambos en Villaviciosa y siguiendo este mismo Camino de Santiago del Norte. En torno a la población existen varios castros que pudieron ser su hábitat primigenio en el lugar, así como las villae agrícolas de su romanización, también relativamente numerosas, tanto las arqueológicamente localizadas como las señaladas por la toponimia



La apertura de la Autovía Industrial, y otras, con sus enlaces respectivos, así como los de la antigua Carretera Real que, desde finales del siglo XVIII fue sustituyendo a los más antiguos caminos reales, ahora AS-318, ha transformado totalmente el entorno de Llugones, como antaño lo hizo la antigua Autopista Y, ahora A-66, al otro lado de la población


Esta proximidad a importantes vías de comunicación, a las que habrían de añadirse los ferrocarriles de RENFE (antigua línea de la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España) y antigua FEVE (Ferrocarril de Económicos y otros antaño) favoreció el crecimiento, industrial, urbano y comercial de este valle que, a veces con grandonismo asturiano característico, se ha comparado con el Sillicon Valley estadounidense


Vemos aquí el gran edificio del ERA Lugones (establecimiento residencial de personas mayores), delante del que reconocemos la carretera SI-2 que allí se cruza con la AS-318 (antes A-18, Carretera de Gijón, Carretera Real, etc.), formando una gran avenida urbana, la Avenida de Viella, pues se dirige a dicha parroquia sierense, cuyas aldeas y lugares están a continuación


Al fondo, enlaza con la AS-17, otra de las importantes vías de comunicación que se cruzan en el valle, la cual comunica Avilés con Langreo/Llangréu, en el valle del Nalón


Dicha carretera cruza a lo lejos la Sierra la Paranza por los Túneles de Riañu, que fueron durante décadas uno de los puntos más conflictivos de las comunicaciones asturianas


Ahora a la derecha de Llugones y al sur de su casco urbano reconocemos otro promontorio castreño, El Cuetu, en la parroquia de Paredes, el cual fue aprovechando en 1936 como punto fuerte de las defensas republicanas, construyéndose búnkeres y trincheras. Tras haber sido club de tiro en la posguerra pasó a ser el monasterio de Santa María de los Ángeles y, posteriormente, albergar el Museo de la Guerra Civil de Asturias


Más allá de La Paranza se reconoce bien la alargada y alomada silueta de Peñamayor, gran mole rocosa de esta serranía que se alza entre los valles del Nora y del Piloña al norte (izquierda de la foto) y el valle del Nalón al sur (derecha de la foto). Su cota más alta, en la cima de su cresta, es La Triguera (1.293 m), también Llamado El Torrexón de Breza, inexplicablemente denominado 'Cerro Trigueiro' en algunos mapas


Divisamos los altos de La Carrera y Forfontía, por donde el Camino salía de La Pola, capital de Siero, hacia El Berrón (y posible ramal por Noreña) y las vegas del Nora en Tiñana, camino de la Sancta Ovetensis. Aún más allá, los montes de L'Enguilu, Feleches y el Cordal de Nava señalan la frontera natural entre el valle del Nora y el del Piloña, con la sierra de Ques en la lejanía


Más al oriente se llegan a reconocer en días muy claros los Picos de Europa. Sin embargo lo más usual suele ser que oculten sus dosmiles con el manto de las nubes, como es este el caso


Aquí a la derecha vemos bien El Cuetu y, a su derecha, los campos de otro yacimiento paleolítico, el de Paredes, cercano a la gran franja de los polígonos de Granda, los cuales forman también su continuum industrial hacia El Berrón y Noreña


A la derecha al fondo de la foto, El Picu Castiellu (439 m) de Marcenao, un solar castreño más casi al otro extremo del valle, encima de La Pola. A su izquierda la cabecera del valle en Sariegu, donde nace el Nora, al pie de La Campa, por donde el Camino baja al valle saregano cerca del nacimiento el río en Fuente Ñora


A lo lejos, la alargada silueta del Sueve o puertu Sueve, la gran montaña que se yergue entre la costa y el valle del Piloña, con sus máximas alturas, El Picu Pienzu (1.161 m) y El Picu Mirueñu (1.137 m) al norte


A la izquierda del Sueve y más cerca, los altos de La Llomba separan Villaviciosa y, más cerca, El Fariu, con su línea de cumbres, lo hace entre Siero y Sariegu. Más abajo son las colinas de Ceyes y el Alto de Muncó. Fijémonos ahora, al otro lado de Llugones, en la recta de la A-66 o antigua Autopista Y


El Fariu es toda una serranía, a la que también suelen llamar La Llomba, su máxima cota es El Torrexón o Picu les Antenes (737 m) que en los mapas suele aparecer como Fariu. A su derecha está La Peña los Cuatro Xueces (640 m), donde confluyen los concejos de Siero, Sariegu, Villaviciosa y Gijón/Xixón


Sin embargo el Picu Fariu propiamente dicho (707 m) esta situado en el límite sur de la Sierra, justo encima de La Peña Careses (556 m), del que la separa el paso de Puertecampu


Y volvemos a fijarnos en los montes de El Pangrán, con La Somn en Muñó, donde destacan El Picu los Ablanos (561 m) y El Picu Carbonero (569 m)


Luego ya es de nuevo El Picu Samartín con el Alto la Madera, ta citados; hemos hecho un repaso a las alturas que cierran el gran valle del Nora en esta su zona oriental y más allá


El Camino hace ahora, saliendo de Llaviada, una curva completa, perdiendo altura rápidamente



He aquí otra gran vista del Polígono de Silvota en casi toda su extensión, el cual fue ampliado y reurbanizado completamente en el año 2011... y sigue creciendo. Cuando en 2022 se anunciaba una nueva ampliación, ya era el mayor del concejo con 1.302.791 metros cuadrados de los 2,7 millones de metros cuadrados que por entonces tenían en total las áreas industriales de Llanera


Fuera del polígono y a cierta distancia de él destaca el gigante amarillo de la gran nave del Centro Logístico de Alimerka, a la derecha de la AS-II y a la izquierda de la A-66, entre Castiello (Llugo) y La Campana (Pruvia)


Según descendemos, el valle se nos oculta a la vista, pero, sin embargo, hallaremos también otros detalles y rincones


En esta foto, con sol y a principios del verano, destacan, unos metros más allá de la siguiente curva del Camino, unos edificios blancos


Es La Rabila, en La Pedrera, otro de los barrios de Villaperi, parte de lo que fueron instalaciones de la Sociedad Santa Bárbara, junto con lo que hoy es, más allá, al otro lado del río Nora, el Parque la Cebera, en la finca Santa Bárbara del barrio El Carbayu, perteneciente a Llugones (Siero)


Antaño era propiedad del ingeniero José Tartiere Lenegre, primer Conde de Santa Bárbara, de ahí el nombre de la finca y del campo de fútbol que antes veíamos, pues era promotor de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, fábrica de armas y explosivos, que eran almacenados en este lugar, el cual compró en 1880 por 6.810 pesetas de las de entonces a María Teresa, Virginia, y Matías Estrada


El lugar, frondoso, llano y apartado, pero a la vez bien comunicado, era idóneo para las pruebas de explosivos y formaba parte de una gran complejo industrial-residencial donde se construyeron casas para los empleados, escuelas y la misma mansión familiar de José Tartiere



La Sociedad Santa Bárbara pasó luego pasó a Unión Española Riotinto y al Instituto Nacional de Industria (INI). Ya sin sus usos bélicos, y tras unos años sin ninguna actividad, la finca fue adquirida en 80 millones de pesetas por el Ayuntamiento de Siero en 1982, quien la recuperaría para gran parque a partir del año 2001



Hay unas 2.000 especies vegetales con árboles autóctonos como acebos, castaños, cerezos, avellano, etc., junto con especies más exóticas, desde magnolios a secuoyas, y muchas clases de plantas. Entre los árboles reconocemos las instalaciones del Campo de Fútbol Santa Bárbara y, perfilando su silueta frente a las naves de Silvota, reconocemos la chimenea de Cerámicas Guisasola, otra empresa pionera de la industrialización del valle, fundada en 1868 en Cadaxe (Cayés) por Wenceslao Guisasola para fabricar tejas y ladrillos con el nombre de Tejería Mecánica, aunque popularmente era llamada La Estufa por sus grandes hornos


En un principio hacía ladrillos para el túnel del ferrocarril entre Llugo y Villabona, al norte del concejo, y luego para los túneles de Payares. En 1904 se diversifica la producción y se hacen además tejas y tuberías de gres. La materia prima salía de la vecina parroquia de Ables. Esta empresa, junto con la de Santa Bárbara fueron los grandes referentes fabriles de Llanera durante décadas. Santa Bárbara cerró en 1972 y Guisasola en 1979


El Camino zigzaguea ahora según bajamos de Llaviada, del latín lapidem, 'piedra', al de Poyana, 'la villa de Polianus', todos los caminos y campiñas se revelan estuvieron plagados de villae como los cuetos de castros


Quedaría por discernir si Llaviada, como La Pedrera, refieren su abundancia en piedras a sus afloramientos rocosos o pedregosos, pues además cerca de aquí están las del Naranco, que enseguida vamos a ver, o al empedrado de esta antigua vía


Pronto se abren ante nosotros nuevos paisajes, seguimos en el valle del Nora y su cuenca fluvial pero ahora contemplando su zona norte y noroeste desde Villaperi a las parroquias de Cayés, Andorcio, Bonielles y San Cucao, en Llanera


Aquí abajo vemos, a la derecha La Pedrera y La Ponte Cayés, hacia donde nos encaminamos a cruza el río y pasar a Llanera. A la izquierda es Nora, el solar de la iglesia parroquial de Villaperi, dedicada a San Vicente


Por los campos de La derecha el Camino se dirige a las casas de La Ponte, donde hay un bar a la entrada del puente. La casa de la derecha, de la que solamente se ve la planta alta, es El Palacio, ya es Llanera, subiendo a su derecha el Camino, allí carretera local LL-11, oculta a nuestra vista por los árboles ribereños. A la izquierda sube también, pero NO es el Camino, El Camín de la Ponte, que se dirige a Ables, de donde se sacaba la arcilla para Cerámicas Guisasola, por el pueblo de Andorcio


Más allá es Posada, capital del concejo, con el Alto la Miranda arriba a la derecha. A su izquierda El Monte Abarrio con El Picu'l Cuernu (350 m), luego El Picón (390 m) en El Monte Ferroñes o El Forcón 


Ahí está también el monte de La Cogolla (350 m) en Severies, otro de los castros del concejo, este muy cercano a Posada. Compartimos parte de su ficha en la página ArqueoAstur:
"Reconocido el 22 de septiembre 1960 como El Pico Cogoya por José Manuel González y Fernández Valles. Incluido en el Inventario Arqueológico de Llanera elaborado por Carmen Cabo Díaz en 1985. 
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) el 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico de Llanera. 
Elevación aislada a 324 msnm, delimitado A N y W por el regato que separa este montículo del Alto del Veredal, al S por las Casas de Rondiella y al E por Posada. 
Recinto de planta ovalada de 100 x 50 metros, delimitado por restos de derrumbes, sobre todo en el frente N, posibles restos de una muralla o empalizada. Unos 2 metros por debajo de recinto se dispone una terraza de 7 metros de ancho que bordea todo el perímetro de la cumbre, al igual que otra terraza a cota inferior, de 5 metros de ancho. Las obras defensivas se localizan en el lado W, conformadas por un foso de 3 metros de ancho rodeado por un parapeto de tierra (Cabo Pérez, 1985; Cid et alii, 1991) 
También ha sido descrito como castro en corona de grandes dimensiones, 100 x 60 metros y planta ovalada definido por una plataforma llana que pudo albergar tanto el espacio de hábitat como una línea defensiva a modo de muralla o empalizada; se refiere igualmente otra línea defensiva en la vertiente occidental y meridional conformada por un foso de tamaño pequeño, de 3 metros de longitud y 4 metros de ancho (Fanjul Peraza, 2005, 2014).


Según los vecinos de Seberies allí vivieron los moros, hicieron una carretera (posiblemente el foso) donde jugaban con bolos de oro y que también había minas de oro y plata. "


Severies viene a ser hoy en día casi un único núcleo urbano de Posada, formando los dos la parroquia de Rondiella. Allí destaca el gran edificio del Colegio Público San José de Calasanz. Muy están las ruinas de la antigua parroquial, San Salvador de Rondiella, frente a la que sigue el cementerio


Posada, la capital de Llanera, forma parte de la parroquia de Rondiella y es hoy día la segunda entidad de población del concejo en número de habitantes, después de Llugo. Su nombre ya hemos dicho está vinculado a alguna posada caminera del viejo trayecto hacia Avilés


Popularmente no pocos conocen Posada como La Recta, por la que hace la carretera AS-17 en esa llanura, al lado de la que se construyeron los edificios. Dice el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Un alto en el camino es una pousa o posa, del latín PAUSAM ‘pausa’, lo mismo que una posada se genera en PAUSATAM, participio del verbo PAUSARE ‘cesar’, ‘reposar’ responsable del asturiano posar. Ignoro si alguna posa o pousa asturiana alcanza el sentido de ‘pequeña meseta’ como parece ocurre en otros dominios lingüísticos" 

La línea de cumbres que cierra el valle al noroeste sigue por el Alto del Veredal (394 m) a las sierras de Les Areñes y del Águila, con El Picu la Banga (449 m), La Peña Menende (482 m), otro solar castreño, y El Picu l'Aguila (482 m), encima de la parroquia llanerense de Bonielles, viéndose en el valle también algo de San Cucao. Una buena relación de todos ellos y de los demás de Llanera los tenemos en la recitada página Ástures de Fon S.P.


Más cerca y casi a nuestros pies estas son algunas de las casas de Nora, un topónimo, con su variante Ñora, que se repite en varias poblaciones a lo largo del curso del río desde su mismo nacimiento:
"Los hidrónimos de tipo Nora o Ñora podrían admitir una interpretación prerromana si consideramos su sílaba inicial como variante de la apuntada en Nalón, Naranco, etc. En esa dirección podría colaborar la existencia de un apelativo asturiano ñora que se define como ‘corriente de agua’, ‘acequia’. Sin embargo, en sentido contrario, también puede dudarse de tal interpretación porque podría estar motivado por el influjo árabe que ofrece la palabra noria (DCECH s.v. noria).

El río Nora cerca prácticamente más de la mitad del concejo de Uviéu en su parte norte, de ahí que, tradicional mente, se lea en los documentos que éste se encuentra “de Nora a Nora”4, es decir, casi rodeado por el río Nora que mantiene en su trayecto tal denominación"

Esta es la zona de Nora conocida como El Transformador, delante de las casas vemos la caja del ferrocarril minero de las canteras del Naranco



La iglesia de San Vicente, oculta por los árboles, aún no la vemos desde aquí, lo haremos más abajo. Sí vemos algo del barrio de Riañu, lugar al norte de La Piñera, la aldea de Villaperi donde se encuentra dicha parroquial, sustituyendo a otra más antigua que estaba monte arriba, en Llugarín, destruida en la Guerra Civil



Más allá de Peña Menende otro totémico monte, fácil de reconocer por sus antenas pero difícil de identificar por su nombre verdadero, la mayor parte le llamarán Gorfolí o El Picu Gorfolí, pero es realmente El Pedregalón (623 m), un error topográfico de ubicación en los mapas y documentos oficiales se mantuvo tanto tiempo que llegó a arraigar a nivel popular, cuando el Gorfolí es en realidad otro situado más abajo


Por la cresta del monte va otra ruta señalizada, el GR 200, la Ruta de los Palacios de Llanera. En el valle, asomando sobre los árboles encima de Riañu, asoman algunas casas de Ables, cerca del Recinto Ferial de Llanera



Recorre el valle hacia el oeste  la carretera AS-373 de Posada a Biedes, en el vecino concejo de Les Regueres, carretera en la que vemos el Restaurante Peña Mea, cuyas dos torres recuerdan a alguno de los palacios del concejo que tienen esa estructura. Un poco a la izquierda empieza la parroquia de San Cucao por la aldea de Guyame y, arriba en el monte, los caseríos de La Peña y El Fresno están en la frontera entre las de Bonielles y Arlós


Un poco más arriba, en la ladera, Baúro, también en San Cucao, mientras que en lo alto del monte está la capilla de Nuestra Señora del Fresno, de hermosa romería en septiembre al pie de Peña Menende, con hermosas vistas del valle


Bajo La Cogolla la carretera AS-373 va también por el Alto Merón, entre Severies y Guyame, poco más abajo de las casas de Carbayal en San Cucao, y Requexu, en Rondiella


Llanera pasó a propiedad de la mitra ovetense por donación real en la Edad Media, pasando a ser dominio de los obispos. También miembros de la nobleza local cedieron propiedades al cabildo catedralicio y, en algún casos, a monasterios como el de San Vicente



El enérgico control episcopal y sus tributos acabaron en rebelión vecinal abierta en 1408, lo que llevó a la excomunión de los vecinos del concejo por el obispo Guillermo de Verdemonte, la cual no fue levantada hasta que este murió y llegó, en 1412, a sucederle en el cargo Diego Ramírez de Guzmán

Foto Ayuntamiento de Llanera

No obstante los vecinos hubieron de mostrar público arrepentimiento y, para ello, enviar a treinta representantes u homes buenos, veinte hidalgos y diez pecheros, andando a la capital, vestidos con sacos, sogas al cuello, ceniza en la cabeza y acto de contrición al llegar a la catedral del Salvador con petición pública de perdón


No sabemos qué camino seguiría aquella comitiva, pero es muy posible que hubiese sido este de La Ponte Cayés, que se sabe existía por entonces, aunque es también muy posible que fuese El Puente Vieyu de Llugones, del que hablamos anteriormente


Durante mucho tiempo los vecinos de Llanera fueron llamados escoxuraos o perxuraos, 'exorcizados', 'endemoniados', que sería un equivalente a 'excomulgados', existiendo expresiones como la que dice "de Llanera ni el polvo siquiera". No obstante, lo que antaño era motivo de oprobio lo es ahora de orgullo y de unos años a este parte el concejo celebra en su recinto ferial la fiesta medieval de Los Exconxuraos (con dos 'x' en vez de una)


Esta es una foto de principios del otoño de la bajada a Poyana, con los campos intensamente verdes y la hoja, cayendo de los árboles, que se amontona en las veredas a los lados del Camino


Y esta es una foto de los primeros días del verano y antes de la siega y con la hierba aún alta, una buena manera de percibir los cambios del paisaje


Al norte volvemos a ver la larga loma de Robleo al este del Picu Santufirme y la parroquia de Llugo hasta Silvota


Entre Poyana, cuyas casas siguen escalonadamente la pendiente de esta cuesta al lado del Camino, el Nora hace unos grandes meandros, aunque no los vemos, ocultos por el bosque


En la parte ovetense y en términos de Villaperi está El Requexón, ciudad deportiva y campo de entrenamientos del Real Oviedo, finca adquirida en 1969 pero cuyo primer campo no se construyó hasta 1975. En los años 80 se construyó un segundo y en 90, tras una ampliación comprando más terrenos, un tercer campo, nuevos vestuarios y otras intalaciones. Una nueva ampliación en el siglo XXI permitió añadir dos campos más, de hierba sintética, y hacer una remodelación total. Existen recurrentes chistes y comentarios sobre la mala pronunciación del topónimo como El Requesón, por parte de numerosos comentaristas deportivos


En medio, vemos de nuevo la gran quinta de La Rabila, en La Pedrera, con Llugo a lo lejos, en cuyos campos circundantes, como hemos dicho, aparecen hallazgos de lo que podría haber sido aquella mítica Lucus Asturum, acaso abandonada con la caída del imperio romano o posteriormente en algún momento de la alta Edad Media, como en la incursión de las tropas musulmanas del año 714 al mando de Musa Ibn Nusair (Muza),si bien todo ello está sujeto a todo tipo de conjeturas


Lo que sí es cierto es que tan grande debió ser la fama de la "antiquísima ciudad de Llugo" que durante la Edad Media se la quiso hacer pasar en antiguas crónicas asturianas como sede episcopal, recogidas en el siglo XII por el obispo ovetense Pelayo en el Libro de los Testamentos de la catedral, quien la hizo falsamente en sus crónicas el haber sido sede de una pretendida diócesis precedente de la ovetense, con la que blandir sus disputas con los vecinos obispados de Braga, Lugo y Burgos, llegando a inventar una fundación de los vándalos en el año 361


Pero el que parte de su historia se recrease y reescribiese interesadamente, como era habitual en casos de lugares relevantes como este, no quita ápice de la importancia de Lucus Asturum como civitas y eje y cruces de comunicaciones, tal es así que en las campañas de excavaciones del solar de la antigua iglesia parroquial de Santa María llegó a aparecer un ara dedicada a los lares viales, divinidades protectoras de los caminos en época romana. Aportamos lo que Wikipedia nos dice de todo ello:
"Lucus Asturum fue una ciudad romana que aparece mencionada como mansio en el Anónimo de Rávena. Estaba situada en el actual Lugo de LlaneraAsturias, formando parte del conventus Asturum de la provincia Tarraconense y, desde Diocleciano, de la provincia Gallaecia.
Historia
Este lugar era el centro de enlace de las vías romanas en Asturias y de allí partía una vía que lo unía con Cantabria y otra hasta Asturica Augusta (Astorga), siguiendo la Vía de La Carisa. 
Esta población estuvo habitada por la tribu de los luggones desde antes de la llegada de los romanos. Fue tomado por Muza, caudillo musulmán, en el siglo VIII que siguió penetrando hasta Gijón. Existen documentos del siglo X a partir de los que se ha deducido que se trataba de una ciudad amurallada, pero este extremo no ha sido confirmado. 
Las excavaciones realizadas por Carmen Fernández Ochoa en los terrenos de la antigua iglesia de Santa María, demuestran la presencia romana al menos durante los siglos II y III. En esta excavación se encontró un epígrafe votivo dedicado a los Lares Viales.​ 
Asimismo se identificó un espacio funerario altomedieval, asociado a una iglesia datada en el siglo X. 
Documentación escrita 
Lucus Asturum aparece en fuentes documentales romanastardoantiguas y altomedievales. 
Edad Antigua 

Lucus Asturum (Λουκος ′Αστουρων) es citada en la obra Geografía (siglo II) de Claudio Ptolomeo, en el libro II, capítulo VI. Es nombrada entre las poleis (πόλεις) de interior de la tierras de los astures, en la provincia Tarraconense de Hispania.​ 

Posteriormente, como Luco Astorum, aparece en el Anónimo de Rávena (siglo VII), como una mansio de la vía que comunicaba Asturica Augusta (Astorga) y Lucus Augusti (Lugo). En esta vía la mansio inmediamentemente anterior es Memorana, que se ha identificado como Mamorana en la parroquia de Castiello (Lena), donde en 1921 se encontró un mosaico de una villa romana. 

Edad Media 

En textos medievales se cita Lugo o Lugu con su iglesia de Santa María. En el Libro de los testamentos de la catedral de Oviedo aparece 3 veces: 

-En el primer folio, y a modo de introducción o incipit, se relata la construcción de una iglesia bajo la advocación de santa María y el posterior concilio en León autorizado por el papa Ceferino que habría elevado Lugo a sede episcopal, con Vistremundo como primer obispo 

Rex iste in Asturiis ciuitatem hedificauit ERA CCCªLXLªVIIIIª quam Lugo, 

id est, luceo, uocauit. In honore beate MARIE semperque uirginis ęcclesiam fundauit. 

Quamque cicius potuit Romam legatos suos misit et cum auctoritate domini 

Zepherini pape apud legionensem urbem concilium cum consensu omnium 

archiępiscoporum ępiscoporumque siue et maiorum laicorum Yspanorum et uulgus cele 15 

brauit, inmemorateque urbis episcopium statuit, et Uistremundum ępiscopum in ea ordi 

nare precepit iureque perpetuo subscriptam diocessim ei concessit 

Liber Testamentorum Eclesiae Ouetensis 

PELAGIVS EPISCOPVS HOC OPVS FIERI IVSIIT 

IIIv9 

En la donación del rey Alfonso III de Asturias a la catedral de Oviedo: 

 ęcclesiam Sanctę Marię de Lugu cum suos muros 

antiquos integros cum suos adiacenciis [...]  

Liber Testamentorum Eclesiae Ouetensis 

TESTAMENTVM REGIS ADEFONSI ET XEMENE REGINE 

19vA5-6 

 Y en la de Ordoño 

[...] 

Ciuitatem Lugo destructam cum ęcclesia 

Sanctę Marię et cum deganies suis ab integro. 

[...] 

Liber Testamentorum Eclesiae Ouetensis 

TESTAMENTVM ORDONII REGIS FILII ADEFONSI REGIS ET XEMENE REGINE 

27vA21-22

 En la versión pelagiana de la crónica de Alfonso III ad Sebastianum se recoge el traslado de la sede de Lugo a Oviedo en tiempos de Fruela I: «Rex iste episcopatum in Ovetum transtulit a Lucensi civitate que in Asturiis ab Evandalis edificata fuit» 

El conjunto del relato es tenido mayoritariamente por falso, siendo varios los anacronismos: Guntamundo fue rey de los vándalos a partir del año 484 en el norte de África y Ceferino fue papa de 199 a 217. Su autoría, recogida en el propio Libro de los Testamentos, es de Pelayo, obispo de Oviedo que con esta invención pretendía ganar legitimidad para la sede ovetense."


El terreno, llanísimo, habría de ser óptimo para una nueva población que, en un primer momento, no necesitase un emplazamiento defensivo en un lugar elevado dadas las condiciones imperantes durante la pax romana. De haber sido amurallada, Lucus Asturum es fácil lo hubiera sido en los tiempos, que duraron al menos un par de centuria, de decadencia del poder imperial romano. De todas maneras, y como bien dice el escritor Tino Pertierra en "Lucus Asturum", el gran enigma arqueológico (periódico La Nueva España del 18-7-2021), "La ubicación exacta de "Lucus Asturum", un enclave citado por el geógrafo Ptolomeo en el siglo II, es uno de los grandes enigmas de la arqueología asturiana"


Con la desaparición de Lucus Asturum no parece haber existido en el concejo de Llanera un núcleo de población relevante hasta pasadas las desamortizaciones decimonónicas, la llegada del ferrocarril y la construcción de las primeras carreteras, a lo que se sumaría la llegada de la aviación. La gran planicie no pasó desapercibida a los primeros especialistas de la aviación, como hemos dicho, para hacer aquí el primer aeropuerto de Asturias, proyecto truncado por la contienda civil, con su eventual uso como aeródromo militar, condición que se prolongó durante la posguerra. Las primeras obras de acondicionamiento no finalizarían hasta 1942. Llegando incluso a efectuar en la pista un aterrizaje de emergencia en 1943 un avión aliado. En 1952 se remodeló para adaptarlo al uso civil y se realizaron diversas intervenciones. Los primeros vuelos comerciales fueron con la empresa AVIACO y sus aviones Bristol 170, que luego pasarían a los DC-3, Había vuelos con Madrid, Barcelona, Bilbao y Vigo. A causa de ser zona muy propensa a las nieblas el aeropuerto se cerró a la actividad comercial en 1963, inaugurándose en 1968 uno nuevo en Anzo, parroquia de Santiagu'l Monte, concejo de Castrillón (por donde también pasaremos en el Camino Norte), erróneamente llamado de Ranón a nivel popular y oficialmente Aeropuerto de Asturias



Tras ser empleado por el Ejército del Aire a mediados de los años de la década de 1980 pasó al gobierno autonómico asturiano, quien realizará profundos cambios y ampliará la pista para los servicios de emergencia, parque de bomberos, unidad canina de rescate, escuela de seguridad, sede del 112, así como para la aviación deportiva y la celebración de diversos eventos. En 2006 se amplió la zona de helicópteros al incrementarse la actividad del servicio de emergencias


Filas de árboles se extienden a ambos lados del Camino y nos proporcionan buena sombra. La caída de la hoja forma sendas franjas lineales en las cunetas, formando esta bella composición en el que el pardo, amarillo y naranja de la hojarasca seca contrasta su color con el verde de los prados y el gris del pavimento



También se forma un bello túnel vegetal, los caminos de antaño solían plantarse de árboles para proporcionar buena umbría en verano, así como sustento, sobre todo les castañales, los castaños, cuyo fruto caído al suelo, base de la alimentación hasta la llegada y cultivo de la patata de América, se consideraba de uso público si caía en terreno público


Aquí tenemos una bifurcación, en la que seguimos andando todo recto y de frente, siempre bajando


Fijémonos en la flecha amarilla, ya muy gastada, pintada en la corteza de este árbol


Ya vemos desde aquí el final de esta bajada y las casas de Poyana


Y aquí está el mojón jacobita con flecha y concha que nos indica seguir de frente también en el siguiente cruce



Una concha más detrás de esta señal de tráfico y una flecha amarilla en su poste metálico nos lo confirman para que no tengamos lugar a dudas



Llega ahora un tramo recto, el Camino no es del todo llano pero baja muy suavemente


El mismo lugar a principios del verano, con los campos ya agostados, que de color verde se tornan en pardos en el tiempu la yerba, la época de la siega


Nora bajo El Monte Cantarranes, topónimo evidencia el croar de las ranas en las riberas del río, sus afluentes y fuentes de los que surgen


 A lo largo de todo el trayecto nos extasiamos con estas bellas panorámicas de esta parte de la cuenca del Nora y todos los pueblos del contorno, el río que delimita el norte del concejo ovetense, razón por  la cual sus términos eran especificados en la Edad Media como "de Nora a Nora"


El mismo lugar con el intenso verdor tras las primeras lluvias del otoño, con la vega de Villaperi atravesada por el ferrocarril minero de las canteras del Naranco. Al fondo, el boscoso cueto de La Peña, donde está Riañu, y que bordea el Río Nora, formando otro meandro



Las vacas pastan en el prado mientras el tren pasa. La existencia de minas de hierro, pero también de hulla, en el Naranco, se conocía desde el siglo XVII, pero su explotación efectiva no acaecería hasta la revolución industrial, que no eclosionaría de veras en Asturias hasta pasada la francesada o invasión napoleónica


En la web del Montepío de la Minería nos explican su historia, de la que extraemos las partes más vinculadas a este ferrocarril minero, que ahora enlaza con la línea Madrid-Gijón en Llugones, pero que antaño llegaba a la ovetense Estación del Norte, hoy en pleno centro urbano pero que antaño estuvo en las afueras. Ese trazado es actualmente la Pista Finlandesa o Paseo de Valdeflora, reaprovechado con usos peatonales:
"Antes del boom del carbón, El Naranco, o La Cuesta como gusta decir a muchos ovetenses, ha sido objeto de interés minero desde el siglo XVII. En 1637 se expidió una cédula de S.M. concediendo licencia a los capitanes Jorge Ferrás de Vega y Alonso Balbín para «beneficiar dos minas de plata, plomo, cobre y otros metales; la una en término de la ciudad de Oviedo, en la partida que llaman la cuesta de Naranco, ácia el lugar de Fitoria».
Los antecedentes mineros del Monte Naranco datan del establecimiento de la Real Fabrica de Trubia, en 1794 y posteriormente de las actividades de la «Asturiana Mining Company», esta última creada en 1844 y situada en Mieres, cuyas explotaciones de mineral de hierro fueron traspasadas a la » Compagnie Minere Metallurgique des Asturies «. Llegada la proclamación de la primera República, en 1874, la paralización de las actividades siderúrgicas en el País Vasco, potenció de alguna manera las de la zona asturiana, donde la «Compañía Numa Gilhou» retomo las fracasadas actividades siderúrgicas de las anteriores compañías potenciando definitivamente la salida de mineral desde el monte Naranco.
 El ingeniero jefe de minas Andrés Pérez Moreno señalaba, en 1856, que el hierro utilizado en las fábricas de Trubia y Mieres procedía fundamentalmente de las explotaciones de Castañedo, Naranco y Grandota. En idéntico sentido se expresaba José Centeno en 1866, indicando que la mayor parte de los minerales de hierro que se empleaban en la Fábrica siderometalúrgica de Mieres «llegan de diferentes puntos componiendo la mayor cantidad los procedentes de las inmediaciones de Oviedo, en la cuesta de Naranco». (1879) se alcanzaron altas cotas de producción siderúrgica y tuvo lugar la creación de la empresa «Fábrica de Mieres, S.A.», la cual impulsó el desarrollo minero de la zona al adquirir materia prima para sus hornos. 
El naturalista Máximo Fuertes Acevedo también relató (1884) la existencia de hierro en El Naranco y su uso como amuleto para ahuyentar a los ladrones y favorecer el parto. La mineralización del Naranco está relacionada con determinados niveles enriquecidos en hierro que se encuentran dentro de la formación devónica de las «Areniscas del Naranco». 
Sobre el tren minero a la pista finlandesa 
La solicitud formulada al Ayuntamiento de Oviedo para la construcción de este ferrocarril, culminó con la inauguración, el 1 de febrero de 1880, de la línea férrea entre el grupo «Villapérez/Villaperi» y la estación del Noroeste (ex-Asturias -Galicia- León). Instalando 7.101 ml de linea de 600 mm de ancho. Con un coste de 129.906 Pts, incluidas las 19.798 pagadas en las expropiaciones y las 48.000 Pts destinadas al pago del carril. La línea partía en Oviedo del pie del plano inclinado que servía de transbordador a las instalaciones de vía ancha, aquel plano inclinado con un desnivel de 31,5 ml estaba servido por un mecanismo automotor, en doble vía, de 128,9 ml, que le permitía descender el material desde el alto de la loma de San Pedro de los Arcos, como realmente se denominaba, situándose allí las vías de servicio, placa giratoria, cochera y aguada. El trazado de 7.101 ml de los cuales 4.014,77 eran rectas y el resto curvas con radios de curvatura tan escasos, entre 50 y 70 ml, contaba con rasantes inferiores a las 10 milesimas.E n tanto que el carril tipo Vignole empleado, era de 8 Kg / ml, suministrado por la propia Fábrica de Mieres. Siendo de importancia los movimientos de tierra para su explanación y los muros de contención. Cubriendo las parroquias de Fitoria, Cuyences y Villaperez, en esta última se disponía de aguada y placa giratoria. 
El hierro de las minas de Fábrica de Mieres se destinaba a su propia planta siderúrgica en Ablaña (Mieres), donde se producían diversas piezas de hierro fundido. 
En el catálogo de la empresa del año 1892 se muestran algunas de las construcciones metálicas que realizaban, destacando la producción de la estructura del mercado de Oviedo en El Fontán, llamado originalmente “Mercado 19 de octubre”, diseñado por el arquitecto Javier Aguirre Iturralde. El ramal, establecido en 1902 hasta el grupo «Naranco», parte del PK 2 de la línea principal, desde el que mediante un plano inclinado de 720 ml se accedía al Naranco mediante otro tramo con una excesiva pendiente. Al establecerse este ramal coexistieron ambos conjuntamente en explotación- si bien la tracción en este ramal se realizaba a brazo, hasta que en 1907 dejó de utilizarse el de Villaperez. 
La vía del ferrocarril minero finalizaba en la loma de San Pedro de los Arcos donde, para descender al nivel de la Estación del Norte, se construyó un plano inclinado de dos vías por el que circulaban los vagones sujetos por un cable de alambre de acero. Este plano tenía una longitud de 129 metros y salvaba un desnivel de algo más de 30 metros. Cerradas las explotaciones del monte Naranco, fueron abiertas de nuevo en 1968 por Ensidesa para abastecerse de calizas fundentes, abriendo en 1974 un ramal ferroviario de enlace."

Ahora sí vemos bien la iglesia parroquial de San Esteban de Villaperi en La Piñera, barrio que viene a formar uno solo con el de Nora. La iglesia antigua, en Llugarín, fue construida en 1799 y destruida como tantas otras en 1936, al estallar la Guerra Civil. También, como pasó con tantas otras, cuando se decidió reedificarla se decidió hacerla no en su antigua ubicación sino en otra más accesible o en un lugar más poblado y comunicado, por lo que se hizo aquí, en La Piñera


Y es que los templos antiguos no se construían necesariamente en los sitios más accesibles ni poblados sino en aquellos lugares que tuvieran una especial relevancia sacra, muchas veces cristianizando antiguos lugares de culto prerromanos o nemeton, otras veces sí obedecerían a criterios de accesibilidad pero no relacionados con los caminos actuales sino con vías antiguas. En el caso de Villaperi sabemos a escasos metros de Llugarín, barrio de la antigua parroquial, se encuentra el castro de El Picu Castiellu


A lo lejos, Quintana y Folgueres, al otro extremo de Villaperi; en la lejanía se divisa bien, al occidente, la Sierra del Pedrosu y Bufarán con su máxima altura en El Picu Grande (624 m), línea de cumbres que separan el vecino concejo de Les Regueres del de Candamo y recorrida por la ruta histórica del Frente del Nalón, en la que pueden visitarse toda una serie de trincheras, búnkeres, nidos de ametralladora y de tirador, emplazamientos artilleros y otros ingenios defensivos de la Guerra Civil


En la actualidad, como en casi todos los cordales y sierras de cierta entidad desde ahí al occidente, un parque eólico ha hollado sus alturas. Existe además un área recreativa, El Campo la Degollada (493 m), inaugurada en 1988 y una carretera local recorre toda su cresta, la cual llega al sur al río Nalón en Peñaflor, paso del Camino Primitivo


Al pie de la sierra discurre el Ríu Sotu, que da sus aguas al Nalón en Paladín, otro lugar por el que discurre el citado Camino Primitivo. Sobre el Espacio Histórico del Frente del Nalón adjuntamos la explicación de la web del Ayuntamiento de Candamo:
"Entre septiembre de 1936 y octubre del 37, las sierras de El Pedrosu y Bufarán (en el límite de Les Regueres y Candamu) fueron protagonistas de primera línea en la guerra civil que enfrentó a sublevados y progubernamentales en uno de los episodios más tristes y sangrientos de la historia reciente de España. 
Fruto de los trabajos de recuperación desarrollados en el marco del proyecto "Espacio Histórico Frente del Nalón", hoy es posible recorrer estos montes contemplando las obras militares que se construyeron en aquel  entonces, acercándonos a la verdadera dimensión de los hechos que allí se vivieron."

Poyana forma una cresta o espolón natural que da vista a las dos partes del valle. Ahora, desde este muro, miramos al este, a nuestra derecha



Primeramente vemos esta antigua casería con su panera de tejado alargado sobre otras dependencias anexas



Aunque parece deshabitada la finca revela seguir manteniendo usos ganaderos


Desde ella volvemos a ver Llugones y todo el valle hasta su cabecera en Sariegu, además del Picu Fariu, La Llomba, El Picu Castiellu de Marcenao y el Sueve


Pero en invierno, sin hojas en los árboles, podremos ver, abajo, las grandes "piscinas" de la depuradora de aguas, en Llaviada y frente al Río Nora 


Esta podría ser un ejemplo de tantas casas campesinas reformadas al abandonarse el trabajo del campo, con su vivienda reformada y la antigua cuadra hecha también vivienda


En la actualidad, aunque sigue habiendo ganadería, esta, cuando no está en el prado, se estabula en naves ganaderas hechas a tal efecto. La antigua casería rural de unas pocas vacas y otros animales domésticos y huertos para autoconsumo, cuyos excedentes se comercializaban en mercados y algunas tiendas, prácticamente ha dejado de existir al ser inasumible


Tanto los usos agrarios como los ganaderos han tenido que transformarse con explotaciones más bien grandes, naves ganaderas, invernaderos, etc., en los que trabaja una pequeña parte de la población en la actualidad, pues la mayor parte lo hace en la industria, comercio y sector servicios de las áreas urbanas circundantes


Por eso es extraño, incluso en las caserías que se mantienen, ver las antiguas y pequeñas cuadras anexas o allegadas a las casas con vacas, estas se encuentran en las nuevas naves de ganado, a veces en el mismo lugar y a veces a cierta distancia


Así las casas, incluso las que mantienen actividad agroganadera, se han reformado también a gustos más funcionales y con aspecto más residencial que eminentemente campesino


Aquí por ejemplo, este alto y viejo muro revela la existencia en tiempos de una gran casería en una finca grande y bien guardada. El Camino baja recto y suave entre su paredón y la sebe que le separa de la finca de la izquierda


A la entrada de la finca, una gran cuadra, restaurada y con tejado a cuatro aguas nos sirve de referencia. Poco más abajo, a la altura de la siguiente casa, nos desviaremos a la izquierda


Pero antes, vamos a ver estos paisajes a nuestra izquierda, pues empezamos a ver bien la boscosa ladera norte del Monte Naranco


Ahí está la casería de Sobrepoyana y, más arriba, llegamos a reconocer El Picu'l Paisanu (637 m), el más alto de la sierra. A su derecha están El Picu la Vara (605 m), El Cantu los Texos (607 m) y El Cantu Berruga (533 m)


A la izquierda, El Picu la Miliciana (690 m) recibe este nombre por estar en el antiguo dispositivo de defensas republicanas en lo alto del monte en la Guerra Civil, siendo el nombre tradicional El Pozu l'Agua, que en su nombre recuerda a los antiguos pozos de nieve del Naranco, suministro de hielo a la ciudad desde el siglo XVII y muy empleado por heladerías y cafés para sus especialidades hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando se generalizó, al menos en las empresas hosteleras, el uso de frigoríficos. Por ahí nacen y bajan El Reguerón de Cabañes, El Regueru Vallina y El Regueru Polaya, cerca de La Cueva la Palomba, que dan sus aguas al Nora


El Picu'l Paisanu es muy fácil de reconocer por el monumento al Sagrado Corazón, inaugurado el 5 de julio de 1981 y que ha sido una gran referencia visual según nos acercábamos a la capital asturiana valle del Nora Arriba desde tierras de Siero


Esta gran estatua, que ahora vemos de espaldas y por su lado izquierdo se encuentra en un emplazamiento desde el que se domina una gran perspectiva que va desde el Mar Cantábrico al norte hasta los puertos de la Cordillera Cantábrica al sur, y desde los Picos de Europa al este a las sierras del Narcea al occidente. Esta es su historia en Wikipedia:
"La escultura, hecha en piedra, es obra de Gerardo Zaragoza y Rafael Rodríguez Urrusti, y está datada en 1980. La escultura del Sagrado Corazón de Jesús fue diseñada por García Lomas; tenía treinta metros de altura y es obra de Gerardo Zaragoza, mientras que la de la Cruz de la Victoria, de 5 metros de altura, es obra de Rafael Rodríguez Urrusti.​ Para realizar el montaje de la obra se contó con el escultor ovetense José Antonio Nava Iglesias, quien realizó las mejoras y las copias necesarias para hacer frente a los desperfectos que el transporte había ocasionado al conjunto de la obra. 
Para sufragar los gastos se realizó una colecta popular en la que se recaudaron 10 de los 17 millones necesitados, lo cual permitía ver posible la realización del proyecto ideado en 1950 entre el padre Vega y Ramoncita Bertrand, con el apoyo de Sabino Álvarez Gendín (rector de la Universidad de Oviedo), y de otras personalidades de la vida ovetense y asturiana, para emular el que se había levantado en Río de Janeiro. Dieciocho años se tardaron en acabar el proyecto, que se inició el 21 de junio de 1963 con la colocación de la primera piedra, y se finalizó el 5 de julio de 1981, fecha en que se llevó a cabo su inauguración."



En estas laderas septentrionales hay buenos bosques autóctonos caducifolios, de carbayos y castañales principalmente, además de, por supuesto plantaciones de eucaliptos. La Cuesta Naranco se extiende de este a oeste a lo largo de unos 5 kilómetros y aunque no tiene una gran altitud, al estar emplazada literalmente en medio del valle es una gran atalaya natural que, además de dominar el paisaje de un extenso territorio, es visible desde muchos kilómetros de distancia


Según nos adentramos en zona poblada, el Camino tiende a ser un poco más ancho y a estar más asfaltado y aplanado. No obstante aquí el tráfico es por lo común más bien escaso, reducido al de los residentes o a algún ganadero y excursionista


Y aquí llegamos la altura de la gran cuadra de la casería a nuestra derecha, que bordeamos para seguir bajando


El Camino sigue todo recto hacia La Rabila y La Pedrera, cuyas casas vemos ya muy  cerca


Realmente por aquí podríamos llegar directamente a La Ponte Cayés para cruzar el Nora, pero, haciendo caso a las señales del Camino, tomaremos este desvío a la izquierda, tomando una ruta más pintoresca


Allí, en un murete de hormigón, se ha pintado la pared de blanco, para hacer bien visible la frase, escrita en azul: CAMÍN/CAMINO DE LA COSTA (ENLACE A AVILÉS)


El azulejo de la concha y las flechas amarillas remarcan este desvío. Al norte, Cayés nos aguarda, así como el Alto la Miranda, que contemplamos en lontananza


Ahora caminamos en dirección oeste, viendo a lo lejos el extremo occidental del valle, donde el Nora hace un meandro en curva a la izquierda bordeando toda la montaña de La Cuesta Naranco


Y al oeste reconocemos las laderas más septentrionales del Naranco en Villaperi y su vecina parroquia de Brañes, al occidente, con la sierra de El Pedrosu y Bufarán siempre en lontananza


Desde aquí tenemos una buena vista de La Piñera y de la iglesia parroquial de San Vicente de Villaperi, con su cabecera orientada al norte, sucesora de un templo más antiguo que estaba un poco más arriba, al la izquierda de Villanueva, que vemos a la izquierda de la foto, en Llugarín, del que quedan sus ruinas y cerca de donde sigue estando el cementerio.


Esa antigua iglesia era una obra de 1798 obra del arquitecto Manuel Reguera. Antes hubo otra iglesia anterior, de origen prerrománico, que el mencionado Liber Testamentorum de la catedral del Salvador menciona dentro de la donación hecha a la Iglesia ovetense por Alfonso III El Magno y su esposa Jimena. Aunque el documento es un par de siglos posterior sirve para avalar la existencia de ese santuario en la alta Edad Media 


Dicho templo habría aguantado, tal vez como remodelaciones y arreglos, hasta 1793, cuando el entonces párroco Francisco Rubiero, inició gestiones para hacer uno nuevo que sería acabado dos meses antes de la muerte de Manuel Reguera.  nos informa de ello María Lastra en La joya de la Ilustración en Villapérez, artículo para El Comercio del 16-3-2016:
"Su dedicación preferente a la obra pública convierte al templo de San Vicente de Villapérez en el único que se le ha podido atribuir con total certeza a Manuel Reguera. Terminada de construir en 1798, poco se sabe de ella debido a su derribo durante la guerra civil. Sin embargo, las ruinas que aún pueden contemplarse en la localidad de Llugarín sirven para que el catedrático Vidal de la Madrid apunte, en su libro 'La arquitectura de la Ilustración en Asturias. Manuel Reguera', que «la iglesia es una opción distinta a la propugnada por la jerarquía asturiana que impulsó en toda la región un modelo al 'estilo el país' con edificios sencillos». Tras años de lucha por parte de los vecinos, han comenzado las labores de limpieza y desbroce con las que pretenden «dignificar un templo que es un tesoro».ç 
Ya en el año 2009 la Asociación de Vecinos Naranco Norte realizó una propuesta de intervención en las ruinas de la iglesia de San Vicente. No hubo respuesta, ni noticias. Hasta noviembre de 2012 cuando el Ayuntamiento informó, cuenta Paz Gutiérrez, vicepresidenta de Naranco Norte, que en un plazo de 15 días derribarían las ruinas. Tras un escrito enviado al Consistorio y el Principado, la demolición consiguió frenarse. Pero los vecinos querían más. Debido a las peticiones del actual párroco y a las constantes reclamaciones, el Arzobispado comenzó este mes la limpieza: «Algo que era justo». 
Antes del templo levantado por Reguera, en el año 905 Alfonso III y Jimena de Navarra donan a la Iglesia un templo prerrománico en Villapérez, que se fue abandonando poco a poco. La necesidad de construir uno nuevo la anunció por primera vez el párroco Francisco Rubiero el 30 de abril de 1793. Poco después, el 29 de julio, el cabildo nombró al arquitecto Antonio Muñiz Lorenzana como maestro de oficio para la reconstrucción. ¿Lo más sorprendente? «El empeño de los vecinos en contar con el mejor, levantar una iglesia de gran ambición», algo que finalmente lograron con el nombramiento de Reguera al frente del diseño. El Consejo de Castilla ordenó la construcción, aunque Vidal de la Madrid señala que la intención era «reducir los costes lo máximo». Sin embargo, el presupuesto calculado en 63.000 reales, ascendió hasta los 84.192, lo que equivalía a 21.048 pesetas, «una barbaridad para el siglo XVIII». 
La construcción del templo concluyó dos meses antes de la muerte de Reguera, pero su obra fue destruida durante la guerra civil. No se conservan fotografías de la iglesia, aunque desde la asociación Naranco Norte intentan localizarlas. Con trabajos en la Universidad, el Hospicio, el santuario de Covadonga o la casa de baños de Las Caldas, el prestigio del arquitecto era indudable."

Enfrente de la iglesia está Casa Máximo, restaurante especializado en gastronomía asturiana, no en el mismo Camino pero no excesivamente lejos de él, a unos 700 metros del paso del Nora en La Ponte, hacia donde vamos nosotros


La parroquia y sobre todo los barrios altos en torno a la iglesia antigua están muy afectados por las canteras del Naranco, que empezamos a ver también desde aquí y de cuya historia hemos hablado antes


Mientras la falda sur y la cima de esta montaña son ricas en areniscas, la parte norte lo es de calizas, que comenzaron a ser explotadas desde tiempos pasados, construyéndose con ella numerosos edificios ovetenses y de otras poblaciones. Su gran explotación intensiva fue llevada a cabo a por ENSIDESA desde mediados del siglo XIX, provocando sus sucesivas ampliaciones un gran impacto ambiental y visual, desapareciendo muchos lugares de la montaña


Y encima de Poyana, otra vista de Poyana bajo El Picu la Miliciana. La casería, con sus hórreos y paneras, está justo en el lugar en el que el bosque da paso a la campiña


La cantera afecta además a los tres castros existentes en esta parte de la montaña, dos en esta parroquia de Vullaperi, el del Picu Castiellu, arriba sobre la antigua iglesia y El Picu San Pedro, más abajo a la derecha entre Villanueva y Quintana. El tercer castro, llamado también Picu Castiellu, se encuentra un poco más allá, en la vecina parroquia de Brañes


El Picu San Pedro, en Llugarín, revela sin duda, como el del castro del Cantu San Pedro de Llugo, una cristianización en alguna capilla bajo esta advocación que habría sido construida en el lugar. En la web Ástures se nos dice que "Su máxima extensión es el eje E-O y alcanza los 170 m de longitud. Una explotación de áridos amenaza su flanco sur aparte de otras alteraciones. En su momento de documentó un foso y un parapeto". , y esta es su ficha en Arqueoastur:
"Localización 
Quintana, parroquia de Villaperi, Uviéu 
Denominación 
El Picu Castiellu, El Castiello 
Historiografía 
Identificado el 23 de septiembre de 1958 por José Manuel González y Fernández Valles, siendo añadido a su catálogo de castros de 1966. Incluido en el Inventario Arqueológico del concejo de Uviéu elaborada en 1984 por Beatriz Junquera Lantero. 
Régimen de Protección Legal 
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) del 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico del concejo de Oviedo-Uviéu. 
Descripción Arqueológica 
Se localiza en un pico calizo en la ladera septentrional del Monte Naranco, a una altitud de 423 m.s.n.m.s, sobre las casas de Quintana. Recinto en corona de pequeñas dimensiones, unos 40 x 30 metros, y planta ovalada o circular. El anillo pétreo en torno a la cumbre delata la existencia de una muralla de la que solo quedan restos en un sector de la vertiente septantrional. El resto de posibles elementos defensivos ha sido practimente desvirtuado en todos sus flancos (Junquera Lantero, 1998; Fanjul Peraza, 2005, 2014; Requejo Pagés, 2013) 
Cultura Material 
No consta. 
Periodización 
Hierro y romano indeterminado (Junquera Lantero, 1998; Requejo Pagés, 2013). 
Estado de conservación 
El frente meridional ha sido arrasado por un frente de cantera; el lugar fue aprovechado durante la Guerra Civil como fortificación como delata la construcción de una trinchera de piedra y mortero de cal con dos torrecillas de defensa y un muro moderno dispuesto en círculo en sentido W-E (Junquera Lantero, 1984; Requejo Pagés, 2013)"



Del Picu Castiellu de Villaperi se dice por su parque en Ástures que es "Un pequeño recinto defensivo, quizá otro torreón de vigilancia, en el que se llegó a documentar un derrumbe que parecía parte de una muralla. Hoy tiene construcciones particulares encima, mientras que en ArqueoAstur abundan en su descripción y características:
"Historiografía 
Identificado el 23 de septiembre de 1958 por José Manuel González y Fernández Valles, siendo añadido a su catálogo de castros de 1966. Incluido en el Inventario Arqueológico del concejo de Uviéu elaborada en 1984 por Beatriz Junquera Lantero. 
Régimen de Protección Legal 
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) del 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico del concejo de Oviedo-Uviéu. 
Descripción Arqueológica 
Se localiza en un pico calizo en la ladera septentrional del Monte Naranco, a una altitud de 423 m.s.n.m.s, sobre las casas de Quintana. Recinto en corona de pequeñas dimensiones, unos 40 x 30 metros, y planta ovalada o circular. El anillo pétreo en torno a la cumbre delata la existencia de una muralla de la que solo quedan restos en un sector de la vertiente septantrional. El resto de posibles elementos defensivos ha sido practimente desvirtuado en todos sus flancos (Junquera Lantero, 1998; Fanjul Peraza, 2005, 2014; Requejo Pagés, 2013) 
Cultura Material 
No consta 
Periodización 
Hierro y romano indeterminado (Junquera Lantero, 1998; Requejo Pagés, 2013). 
Estado de conservación 
El frente meridional ha sido arrasado por un frente de cantera; el lugar fue aprovechado durante la Guerra Civil como fortificación como delata la construcción de una trinchera de piedra y mortero de cal con dos torrecillas de defensa y un muro moderno dispuesto en círculo en sentido W-E (Junquera Lantero, 1984; Requejo Pagés, 2013) 
Leyendas y tradiciones 
Se desconocen"

Por su parte, de Picu Castiellu de Brañes "Destaca por tener dos cuevas en el entorno de la cima y la presencia de materiales romanos en su momento. También está amenazado por una cantera en uno de sus flancos", señalan en Ástures, mientras que ArqueoAstur plasma todo esto en su ficha descriptiva:
"Historiografía 
Identificado el 20 de mayo de 1958 por José Manuel González y Fernández Valles, siendo añadido a su catálogo de castros de 1966. Incluido en la Carta Arqueológica del concejo de Uviéu elaborada en 1984 por Beatriz Junquera Lantero (AR10). 
Régimen de Protección Legal 
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) del 23 de diciembre del 2013 y en el Catálogo Urbanístico del concejo de Oviedo-Uviéu. 
Descripción Arqueológica 
Se localiza en un promontorio o espolón en ladera a una altitud de 255 m.s.n.m. al SE de las casas de Castiello, sobre el río Nora. EL recinto es un peñascal calizo con una sima y una cavidad abierta en la ladera occidental. Los únicos elementos reconocidos son un aterrazamiento o plataforma que se ensancha hacia el sector oriental y desaparece en el meridional y que se encuentra separado por un talud térreo de otro aterrazamiento o plataforma utilizado como camino (Junquera Lantero, 1998; Requejo Pagés, 2013). El lugar también ha sido interpretado como una torre de control vial medieval (Fanjul Peraza, 2005 y 2014) 
Cultura Material 
Hallazgo de un hacha de talón y anilla, varios fragmentos de tégulas en la ladera septentrional y dos castos alargados de cuarcita, uno de ello un percutor (Junquera Lantero, 1984). 
Periodización 
En base a los restos documentados posibles fases de ocupación desde el Bronce Final hasta época medieval (Junquera Lantero, 1984; Fanjul Peraza, 2005 y 2014). 
Estado de conservación 
Recinto afectado por la construcción de un plancha de hormigón que servía de base a una antena de repetición y cercanía a una cantera en el frente meridional (Junquera Lantero, 1984) 
Leyendas y tradiciones 
Se desconocen

Monte arriba hay otra construcción notable, escondida entre los árboles, el Cuartel del Naranco, casi olvidado pero que rescata de ese olvido Pablo Crespo en La Nueva España del 12-8-2013 con Una joya escondida en el Naranco:
"A pocos kilómetros del centro de la ciudad e inmerso en la frondosa ladera norte del Monte Naranco se encuentra el cuartel del Llugarín, una desconocida joya del patrimonio histórico ovetense. El cuartel es un conjunto militar presidido por una gran casa en forma de «L» de unos 65 metros de largo y 30 de ancho. En él, todavía se aprecian las cuadras para la caballería y varias troneras, además de una zona de tiro al otro lado del río Campaneo, a escasos metros de la construcción principal. 
Aunque nadie tiene la certeza, parece que el cuartel data de 1915, según asegura el historiador ovetense José Luis López Del Vallado, quien atribuye al general Bernardo Álvarez del Manzano la construcción del edificio. El principio del siglo XX vino marcado por una fuerte conflictividad social y éste pudo ser uno de los principales motivos de su construcción. «Buscaban una zona de tiro aislada cerca de la ciudad. Además, la situación era estratégicamente inmejorable, pues desde allí podían acceder a las minas de Llanera o a las fábricas de Lugones», señala Del Vallado. El historiador asegura que además existen documentos escritos que certifican su uso como campo de tiro en el año 1919. 
Ahora, casi un siglo después, el montañero y restaurador Víctor Monte, ha decidido rescatar este enigmático y desconocido capítulo de la historia de la ciudad. En agosto del pasado año, Monte se armó de valor y, sin la ayuda de nadie, comenzó las labores de limpieza que todavía no han acabado, según asegura el propio montañero. «Un señor de Villaperi me habló de su existencia. Comencé a indagar, hablé con los vecinos y tras encontrarlo, me dispuse a limpiarlo. Está siendo una tarea dura pero está mereciendo la pena», explica. El terreno sobre el que se encuentra pertenece a las canteras de Aceralia, y esta es una de las mayores preocupaciones de su restaurador. «Sería una pena perder este trocito de la historia de Oviedo como ya pasó con la estación del Vasco. Su arquitectura es austera y funcional, pero su valor histórico es incalculable. Por ello, decidí abordar la tarea, con la intención de conservarlo y darlo a conocer», asegura Monte. 
Conocido por los vecinos más longevos de los pueblos colindantes, existen varias hipótesis sobre el cuartel del Llugarín. Su redescubridor y algunos habitantes de la zona mantienen la teoría de que el campamento había sido un cuartel carlista situado en un lugar discreto y apartado. Además, la existencia de las cuadras invita a Monte a pensar que el lugar se construyó en el siglo XIX. «Tras la Revolución francesa la caballería pasó a un segundo plano, por lo que es difícil comprender la existencia de las cuadras en un cuartel construido a mediados del siglo XX, cuando los caballos apenas eran utilizados por los militares». 
Sin embargo, las investigaciones de Del Vallado desmontan la hipótesis carlista, pues asegura que esto contradice el «modus operandi» del movimiento. «Los carlistas eran bandas armadas que actuaban rápido y no tardaban en huir. No ocupaban territorios, por lo que es imposible atribuirles la construcción del campamento. Además, no existe en la época ni un solo documento escrito que certifique la existencia de una fortaleza carlista en las inmediaciones de la ciudad», señala Del Vallado, que ensalza las tareas de limpieza que su amigo Monte ha realizado en el campamento. 
Aunque no es fácil llegar al cuartel si no se conoce la ubicación con exactitud, acceder desde el Llugarín parece la opción más apropiada. Tras cruzar el pueblo y caminar unos metros por la montaña, se encuentran los carteles que el propio Víctor Monte ha colocado por la ladera y que facilitan el acceso a los visitantes. Gracias al trabajo incansable de este montañero pueden disfrutar en primera persona de un trozo de la historia viva del concejo, toda una joya escondida en el corazón del Naranco."

Dando vista a las canteras y esta falda nororiental de La Cuesta Naranco, el Camino realiza una curva a la derecha en estos prados de Poyana, volviendo a tomar rumbo norte


Los pastores eléctricos o llendadores, con sus cintas blancas, revelan el uso ganadero de estos campos de siega y pasto o, como se decía antaño 'de diente y guadaña'


El Camino avanza y se adentra entre unos matorrales, sebes de separación de fincas


En este lugar, donde hay una bifurcación, sigue de frente, metiéndose en el bocage, que dirían los franceses


Y hace este hermoso y suave descenso encajado entre estos muros vegetales



Es un trayecto verdaderamente bello atravesando la campiña de Poyana


Salimos a unos prados, también cerrados con pastores eléctricos para evitar que el ganado salga de ellos por esta senda


Y pasamos ahora al pie de esta torre eléctrica


Seguidamente viene una curva a la derecha y... atención



Llegamos al puente sobre la vía férrea que da servicio a las canteras


A ambos lados, sendas barandillas nos separan del 'precipicio'


Vista a la izquierda, observamos la fía férrea, blanca de la cal transportada, con las canteras y los castros al fondo


Vista de frente, al norte, con las casas de La Pedrera asomando en la enramada. Más a lo lejos, Cayés




Vista a la izquierda, al este, donde la caja del ferrocarril hace una trinchera notablemente profunda


Una vez cruzado el puente llegamos a esta bifurcación junto a la tapia de una finca: seguimos a la izquierda



Y, junto a unas cerezales, el Camino vuelve a bajar en medio de estas bellas praderías que se extienden de Poyana a La Ponte y La Pedrera


Tal y como hemos dicho, se trata de un trayecto sumamente bello y apartado del tráfico que, no obstante, tampoco suele ser demasiado en las carreteras locales aledañas, pero siempre mejor evitarlo en la medida de lo posible



La carretera va por allí, entre las casas de La Pedrera, fijémonos en la pumarada plantada en el prado. El cultivo del manzano de sidra es una de las labores agrícolas que se mantuvieron, e incluso se incrementaron, pese al abandono casi general de las demás



En medio de La Pedrera está la empresa de Carbones Arturo. Al fondo reconocemos la loma en la que se asientan Cadaxe, a la derecha, y Campiello, a la izquierda, en Cayés


Y encima de Campiello, hacia donde vamos a subir tras cruzar La Ponte Cayés sobre el Nora, asoma la cima del Picu Santufirme, plantada de ocalitales



El Camino, de grijo o zahorra, hace ahora un poco de curva a la izquierda dirigiéndose hacia aquellas casas que hay prado abajo



La verdad es que la estampa de la finca con las casas de La Pedrera al fondo es realmente bella y no cansamos de contemplarla mientras seguimos andando


Estas forman un buen piño en el cruce con el ramal que va a El Requexón, los campos del Real Oviedo y su ciudad deportiva. "Antes que el terreno pedregoso y aprovechado en cantería, a la hora de explicar el topónimo es preferible en este caso decantarse por la primitiva presencia de una vía petraria o camino empedrado que conduciría a las villas de Petronio (Villapérez) de Latinus o Flavinus (Ladines), de Pollius (Poyana), de Caius (Cayés)", nos dice Adolfo Casaprima Collera en su Diccionario geográfico del concejo de Oviedo


"Posee buenos ejemplos de casas de arquitectura tradicional (...), con hórreos tallados anejos, y abundantes chalets más modernos", añade este erudito cronista local ovetense en su descripción del lugar


Aquí hay unos ejemplos de cada, un par de viviendas unifamiliares tipo chalet y detrás, una antigua casería, con panera de corredor


A la derecha, la empresa de carbones, de carbón de leña y biomasa


Justo encima, otro par de antiguas caserías



Esta sigue manteniendo sus huertas y buena parte de sus dependencias, entre ellas una soberbia panerona


Más atrás, los cuetos entre La Pedrera y El Requexón


Y en La Pedrera en núcleo de La Rabila, donde hay parada de autobús municipal


Seguimos en llano, de nuevo entre les sebes por este delicioso camino rural, una encantadora caleya


Admirable paisaje pues de las vegas del Nora miremos hacia donde miremos


Más pastores eléctricos y alambradas separan las fincas del Camino



El Camino serpentea al ir acercándose a las casas



A la izquierda otra vista de la vertiente norte de La Cuesta Naranco, con sus canteras y sus olvidados castros


Se ven bien las instalaciones industriales y las grandes cicatrices de la montaña, que ha quedado en roca viva


Primeramente llegamos a una finca, cerrada por tapia, con plantaciones de frutales



El Camino pasa a su derecha y sigue recto en dirección norte, acercándose al río, que no veremos realmente hasta llegar a La Ponta



Seguimos admirando a nuestra izquierda este excelente paisaje de la verde ribera, entre La Rabila y La Pedrera



Y en La Rabila, la quinta agrícola que veíamos antes desde lo alto bajando desde Llaviada, "granja ganadera situada sobre el lugar, con caserón principal, dependencias laterales para el ganado y un decorativo palomar de hechura modernista", resalta Casaprima Collera


Pasamos el portón de la finca tapiada y continuamos junto a su muro


Justo al otro lado de los árboles del fondo pasa el Nora, empezamos a ver entre los árboles las casas de La Ponte, las del entorno del puente



Tiempo de manzanas, frutos del pumar, unas amarillas, otras anaranjadas y no pocas de intenso color rojo, que contrastan con el verde de sus hojas en una hermosa policromía


La hierba, enrollada y empacada, ya apenas se ven aquellas quintanas con vares de yerba, facines o balagares que caracterizaron, hasta los años 70-80 del siglo XX, el paisaje rural asturiano


Camino de tierra en el que crece la hierba, encajado entre la tapia y el matu, aquí podado en primavera



Aquí alto y espeso en otoño, del tamaño de una persona sino más



Las manzanas, listas para pañar y hacer sidra...



Y una platanal, el árbol del plátano no es infrecuente en las caserías asturianas, si bien como especie ornamental, dado que los frutos de la especie que aquí crece son muy pequeños y no comestibles


A la tapia sigue ahora un seto, y entre sendos setos sigue un trecho el Camino


Y aquí, en esta curva, más frutales, como esta figar o figal, 'higuera'


Y los figos, sabrosos y nutritivos, al alcance de la mano


Unos ya grandes y casi maduros, otros verdes y aún pequeños


Y llegamos ya a las casas de La Ponte y sus inmediaciones, ya casi a la vista del Nora, con las colinas de Cayés al otro lado, ansiando recibirnos


Jardines y casas de La Pedrera componen otra bella estampa al lado del Camino que no nos resistimos a fotografiar


Y en el jardín, la piscina portátil, instalada cuando llegan los meses de calor


Pasamos entre las entradas a dos fincas y avanzamos recto y sin pérdida


A la izquierda, Casa Tita


Un maizal en verano


Al fondo, las casas de La Ponte, a ambos lados del río, estas en Villaperi, las del fondo en Cayés


La boscosa subida a Campiello por el Área Recreativa El Castaño, al pie de sus casas


A la izquierda sube desde La Ponte Cayés El Camín de la Ponte, que enlaza arriba con El Camín de la Vega, carretera local LL-11, que comunica con San Cucao por Andorcio y Portiella, parroquia de Ables


Entre más sebes nos acercamos a otra antigua casería, pasando bajo las ramas de otra figar


Esta es la parte posterior de las cuadras, tiempo ha sin animales


El Camino bordea la casa y su corrada haciendo un ángulo recto en esta curva cerrada a la derecha


Una muria de piedras cierra dicha corrada y la separa del Camino. Nos imaginamos el giro que tendrían que hacer aquí antaño los carros, como ahora los coches de los residentes en este grupo de casas


Pasamos junto al portón, al principio de la casa habría una cuadra con la tenada o henar encima, luego acaso un llagar y otras dependencias y, al final a la derecha y arriba, la vivienda. Se trata de una evolución en altura, con planta alta, de la tradicional casa terrena, una de las múltiples formas de las 'long-houses' o casas largas, rectangulares, de toda la arquitectura popular europea



El hórreo, que quedó en desuso desde los tiempos ya lejanos en los que no se hace el pan en casa, desapareciendo su función como granero, va destartalándose y perdiendo sus partes


Desde aquí, desde la entrada a otra pumarada y mirando atrás, tendremos más buenas vistas del Naranco y los barrios de Villaperi situados a sus pies



Cuesta arriba, Nora y la zona de El Transformador, cuyo nombre se debe al transformador eléctrico cuya torre asoma a la izquierda, más alta que las casas


Por ahí va el acceso rodado a las cantaras. Más arriba volvemos a ver la ladera sur La Cuesta Naranco y sus castros, con sus cimas en lo alto



La Piñera y la iglesia parroquial de San Esteban, que celebra romería el 8 de septiembre, Nuestra Señora de Covadonga. Para Adolfo Casaprima Collera, "el topónimo, más que a vinculaciones latinas con "pinum" (pino, árbol del que vendría la piñera, lugar donde se recogen piños) habrá que buscar relación con "pinnam" (pequeña roca, elevación del terreno) o con el término "piñera", utilizado en la zona centra de la región con el significado de estanque, lugar pantanoso".


Más manzanas, estas brillando al sol de la mañana


Y entre más altas sebes, los característicos setos naturales del campo asturiano seguimos caminando con las casas de La Pedrera y La Ponte de nuevo a la vista


Allá arriba al otro lado del bosque de la subida a Cayés está el campo de su iglesia parroquial de San Martín, que veremos subiendo a Campiello


Estas casas, según las señales de tráfico, ya pertenecen a Nora, al llegar a ellas salimos a la carretera, siguiendo a la derecha


Las fincas de estas casas de la izquierda llegan, al otro lado, a la orilla del río, ahora atención pues en ocasiones sí podremos encontrar cierta afluencia de tráfico en este tramo


No hay aceras ni vereda peatonal y ni siquiera arcén, por lo que hemos de ser bien precavidos ante el paso de vehículos


A la izquierda un guardarraíl separa la calzada del desnivel que hay entre ella y la vega del río


Ni siquiera desde aquí vemos el Nora, oculto siempre por sus arboledas de ribera, que se extienden a lo largo de sus orillas


Y allí, en el siguiente cruce, está el Bar El Puente, con su merendero en la ribera. Atención si queremos tomar algo en él pues últimamente llevaba un tiempo cerrado


Es posible pues que ya hasta Posada, capital de Llanera, no encontremos más bares, así como tiendas y comercios. No obstante, estamos muy cerca, a solamente cuatro kilómetros, lo que viene a ser más o menos una hora de camino, andando


Y enfrente del Puente iremos a la izquierda a La Ponte Cayés, cruzando El Río Nora


Observemos la señalética viaria, que nos indica varias poblaciones ovetenses y llanerenses


El puente, antiguo es estrecho, pues no estaba pensado para el paso de vehículos a motor sino de los pequeños carros de antaño, no obstante, sigue prestando servicio como el primer día


No obstante tuvo numerosísimas reparaciones, muchas de ellas documentadas, las últimas en la posguerra, además de sucesivos acondicionamientos de su calzada. Se tiene constancia de su existencia demostrada desde el siglo XIII, aunque es muy posible que sea muy anterior, como el de Colloto/Cualloto tal vez romano. Este es su historia resumida, extraída de Wikipedia:
«La ponte» de Cayés es mencionada en la carta-puebla otorgada Alfonso X el Sabio al concejo de Siero, en 1270. Alrededor de finales del siglo XV se realizó una intervención para reparar los daños causados por el tránsito de carros, que fue prohibido. Para ello se colocó una piedra de gran tamaño en medio de él.​ Por el puente pasaba el camino real que comunicaba la ciudad de Oviedo con la villa de Avilés y su puerto, a través de Llanera y Corvera, siendo una de las principales vía de comunicación de Asturias. En el siglo XVI el puente sufrió diversas reparaciones debido a las riadas del Nora, que en 1522 se vio agravada por la presa del molino​ y la de 1552, en que perdió uno de sus seis pilares. Posteriormente hubo otras intervenciones en los siglos XIX y XX, tras la Guerra Civil. Actualmente tiene dos arco de diferente tamaño, estando el central, de mayor tamaño y sobre el cauce del río, reconstruido con hormigón armado".

Al otro lado, la capilla de La Ponte, construida a finales del siglo XVII y que fue de los Díaz Campomanes, cuyo palacio veremos a la izquierda, al comienzo de la cuesta a la iglesia y Campiello por la LL-11, nos da la bienvenida a la parroquia de Cayés y concejo de Llanera







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