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sábado, 7 de junio de 2014

EL CAMINO DE LAS BALLOTAS (ASTURIAS) 1: VALDRÉU, ALBUERNE, NOVELLANA CASTAÑERAS, SANTA MARINA Y BALLOTA EN LA RUTA DE ANTOINE DE LALAING (CRONISTA DE FELIPE EL HERMOSO) Y DE GEORGE BORROW "JORGITO EL INGLÉS"


Valdredo/Valdréu y El Cabo Vidío desde el Camino.
Las Chabolas
Tras subir desde Soto de Luiña/Soutu L.luiña, los peregrinos del Camino Norte llegan al lugar de Las Chabolas, al lado de la carretera N-632 y al sur de Ouviñana, en la rasa costera del Cabo Vidío y al occidente del concejo asturiano de Cudillero/Cuideiru, el territorio de Las Luiñas, en la antaño llamada Pravia de Allende. Allí, una vez pasado el hotel del nombre del cabo, existe a mano izquierda una doble señalización, pues el camino se bifurca en dos

Tras pasar junto al hotel Cabo Vidío hallamos esta bifurcación: por la carretera de frente es el Camino de las Ballotas y a la izquierda es la subida por el Camino de La Sierra las Palancas

Uno es del Camino de la Sierra las Palancas o Camín de los Vaqueiros, que sube a las montañas a la izquierda, en este momento es el camino oficial, siendo una de las dos rutas históricas que salvaban las fragosidades que nos aguardan para pasar al concejo de Valdés. Es un camino duro per bellísimo, en el que se contempla la costa desde lo alto de las montañas litorales, pero apenas encontraremos lugares poblados ni formas de avituallamiento (bares, tiendas, etc.), por lo que habría que ir bien provistos, de comida y abundante agua, especialmente en verano

Hace tiempo un cartel advertía al empezar que se trata de una verdadera travesía de montaña y se recomendaba mejor para buenos montañeros o gente familiarizada con estas travesías

Camino de Las Ballotas
Otro a la derecha es el Camín de Las Ballotas, el Camín Real de la Costa propiamente dicho, transformado en buena parte en carretera, que es pese a ello más seguro, a pesar de las grandes vueltas y revueltas que da para salvar la sinuosidad de las boscosas laderas, pasando por diferentes pueblos donde pernoctar o suministrarse y cercano a muchas playas

En aquellos tramos en los que se separa de la nacional (antes y después de los pueblos que jalonan el recorrido), aunque naturales y muy hermosos, sí mostraran en determinados lugares la antaño célebre fragosidad del camino de Las Ballotas, pues pese a estar prácticamente en línea de costa recordarán una ruta de montaña con sus subidas, bajadas y bosques casi selváticos. Su principal inconveniente serán esas continuas subidas y bajadas a los estrechos valles (vallotas, de ahí el nombre) formados por los numerosos ríos y arroyos que, nacidos en la sierra costera, desembocan en el mar. De este es del que nos ocupamos en esta ocasión


Atendiendo a la doble señalización caminera optamos ahora por este Camino de las Ballotas, cuya principal ventaja es que sí pasaremos por localidades con tiendas, bares, albergues y otros alojamientos


Para ello seguiremos la carretera N-632 saliendo de Las Chabolas. En principio no es camino oficial y la señalización que encontraremos será prácticamente solo flechas amarillas


Desde el aparcamiento del hotel vemos a la derecha la Autovía del Cantábrico (A-8), un revulsivo en las comunicaciones de la comarca pues por ella va en la actualidad la inmensa mayoría del tráfico


La carretera nacional tiene ahora escaso paso de vehículos desde la apertura de la mencionada autovía, es casi una vía local entre poblaciones, pero en verano el trasiego de coches se multiplica camino de los puntos de veraneo, las renombradas fiestas y las playas. Es relativamente cómoda de caminar aunque hay que extremar las precauciones pues apenas hay arcenes. Además en este tramo suelen pasar camiones, pues estamos cerca de uno de los enlaces de la autovía y existe un polígono en las inmediaciones


Si la construcción de la autovía relegó a la sinuosa carretera costera a vía secundaria, cuando se construyó esta pasó algo similar con el camino anterior, el antiguo Camín Real de la Costa, llamado en este tramo de Las Ballotas, prácticamente desapareció, cortado en unos puntos, llenándose de maleza en otros, y haciéndose difícil recuperar su trazado. En 1994, cuando aún no estaba hecha la autovía, se desistió de mandar a los peregrinos por aquí en aquellas primeras señalizaciones recuperando el viejo trazado caminero. Así en el libro El Camino de Santiago por Asturias, Topoguía 2. Ruta de la Costa, publicado por el Principado de Asturias, se planteaba ya la opción de Las Palancas, y se decía de este lo siguiente:
"Lo que planteamos aquí, constituye una alternativa razonable al Camino Real de la Costa (Las Ballotas), considerado como tradicional, máxime teniendo en cuenta la penosidad de su tránsito, conocida de antiguo, a la que se añade el haber sido cortado y/o suplantado en numerosos tramos por la N-632, carretera casi tan infame como el viejo camino, carente de arcenes y con un numeroso tráfico de vehículos pesados, lo que hace no sólo peligroso, si no a todas luces desaconsejable el paso por ella"

Con la construcción de la autovía, que vemos ahora aquí abajo, ante el Polígono de Valdredo, la N-632 se tornó solitaria y se empezó a ver el paso de peregrinos por ella. Estos tramos hacia Las Ballotas se inauguraron entre 2008 y 2009, coincidiendo con un gran despegue de las peregrinaciones en el Camino Norte. Más o menos seguidamente se procedió a marcar con flechas amarillas unos caminos directos entre las localidades de este trecho, apartándolos del asfalto de la carretera general, que da además como hemos dicho grandes vueltas siguiendo las laderas de las montañas que caen hacia los profundos y estrechos valles de los múltiples ríos y regatos que desembocan en la muy cercana costa


Si bien en su momento se planteó oficializar también este Camín de Las Ballotas, se optó por dejar este rango únicamente para el de Las Palancas. Lo cierto es que, vayamos por uno o por otro, comprobaremos lo duro que fueron ambos pasos para los viajeros y peregrinos de antaño. No es de extrañar que en Soto de Luiña/Soutu L.luiña, de donde parten ambas rutas llegase a haber en tiempos hasta dos hospitales de peregrinos, donde se alojaban antes de emprender estas antaño abruptas sendas sorteando vericuetos. De momento, la carretera, ancha y recta, pues también ha sido acondicionada, para nada nos hace pensar en aquellos episodios


La caja de la carretera forma un gran muro a nuestra izquierda. Hasta su construcción, abierta definitiva y efectivamente en 1928, resultaban más rápidos, seguros y rentables, tanto para viajeros como para mercancías, los caminos por mar que por tierra, y eso pese al tantas veces proceloso Cantábrico y los peligrosos bajos marinos causantes de naufragios, pues no olvidemos que la navegación de cabotaje fue empleada en estas costas desde la Prehistoria, existiendo puertos naturales y de abrigo prácticamente en cada concha y ensenada, protegidos por su correspondiente castro


Incluso durante el apogeo de las peregrinaciones había peregrinos, sobre todo si podían costearse el pasaje, que preferían embarcarse y saltarse el paso terrestre de este litoral por mar hasta casi Santiago. Este es el caso del flamenco Antoine de Lalaing, cronista del viaje de Felipe el Hermoso y su séquito durante su visita a España y peregrinación a Santiago en 1502


 Aunque Felipe I El Hermoso visitaría Santiago en su momento, Lalaing decidió adelantarse, separándose de la comitiva real en Burgos con otros dos compatriotas, y vía León alcanzó Oviedo/Uviéu para visitar el Salvador y de allí continuaron a Avilés para tomar un barco con el que llegar a A Coruña, sin embargo, al no haber vientos favorables para esa singladura, decidieron desistir y continuar por tierra, pasando por este Camín de Las Ballotas, del que dejaría plasmadas sus impresiones


Siguiendo por la carretera llegamos a esta bifurcación en el acceso a la Zona 2 del Polígono de Valdredo, la situada al sur de la autovía. Nosotros seguimos por la N-632, esto es, a la derecha


Hay una tupida espesura a ambos lados, es la vegetación ribereña que crece en uno de los arroyos que nacen en La Cuesta Ventana, laderas de la Sierra Troncéu o Troncedo, por donde va el otro camino, el de Las Palancas, llamado así por otra sierra litoral. Aguas abajo es llamado río Vivigo, por ser en esa localidad donde desemboca, en la Playa Vallina, al oeste de Cabo Vidío


Pasamos sobre un puente y seguidamente debajo de otro, el de la Autovía del Cantábrico, que ya vemos enfrente


Por allí subiremos a la zona norte del polígono


Insistimos en ir bien arrimados a la izquierda y con precaución pues estamos en el acceso a un importante área industrial y es posible el paso de algún camión. La misma carretera, ensanchada, permite circular con cierta velocidad


Pasando al lado del vivero de mariscos de la Cetárea Otamendi, una de las empresas históricas aquí radicadas, que tenía criaderos en las furnas o cuevas marinas de los acantilados del Cabo Vidío


La cuesta va suavizándose en Las Llongas. Carretera y autovía dividen el polígono en dos sectores


Frente a algunas de estas naves y empresas hay césped y jardines. Allí está La Cocina Vaqueira, de platos preparados


Ahora la autovía está a nuestra izquierda, viendo al otro lado más naves del polígono. Más allá La Cuesta Ventana, primeros repechos por la Sierra Troncéu del Camín de las Palancas, del cual se dice que, al ir más alto y ser más seco, era especialmente empleado cuando los ríos de estos valles y rasa costera se desbordaban con las lluvias, haciendo su paso muy penoso


Ventana es un topónimo relativamente frecuente en las alturas y puertos. "la ventana como lugar de paso y de viento entre dos parajes bien diferentes, y ventana viene de viento, claro está", nos dice Julio Concepción Suárez en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana. Por su parte Xosé Lluis García Arias en Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, escribe:
"podría guardar relación con el término latino VENTUM ‘viento’ (EM) y, en consecuencia, tratarse de un lugar caracterizado por el azote del aire o, simplemente, por ofrecer un hueco por donde el viento transita. Todo ello sería aplicable, en principio, a un puerto de montaña como el que nos ocupa, un testigo más de los avatares naturales propios de una climatología hostil. En ese sentido la referencia a entradas o pasos por medio de apelativos que traducen la idea de puerta, ventana etc. es una realidad en nuestra cultura"

Rampa arriba a la derecha hay unas casas al lado de un pequeño pinar


Aquí está el taller de Doro y Forja. Ciertamente no puede negarse la monotonía de transitar por el sufrido asfalto de una carretera general, aunque con escaso tráfico hoy dúa como esta, pero pronto la dejaremos, cuando lleguemos a Albuerne


Pasamos delante de esta casa, la cual es una buena referencia para lo que vamos a decir: nosotros seguiremos de frente por la N-632 pero hemos de informar que aquí arranca el camino  que entra en Valdredo/Valdréu, donde hay bar y alojamientos rurales y se puede bajar a las playas


Siguiendo por la N-632 vemos ya al fondo la primera casa de Albuerne: justo allí dejaremos la carretera


Desde la carretera tendremos una hermosa vista hacia el mar del pueblo de Valdredo o Valdréu, con sus casas esparcidas a lo largo de los caminos de la rasa costera


Aquella bajada boscosa es la del río El Carreiru, uno de los que empiezan a conformar esta zona de Las Ballotas, Vallotas o Val.loutas, que tras siglos perteneciendo al extenso concejo de Pravia (era la parte llamada Pravia de Allende) pasó a formar parte del de Cudillero/Cuideiru tras lograr este su independencia municipal en 1836. El propio topónimo del pueblo parece ser una evolución de un Val de Redus, el Valle de Redus,¡ (¿Guiteredus?) algún antiguo posesor


En la distancia descubrimos el promontorio de Cabo Vidío o El Cabu Vidíu, con su faro inaugurado en 1950, atalaya del mar. Allí han sido localizados algunos de esos castros costeros a los que antes nos referíamos, los de La Garita y  El Castrellón


El faro está formado por dos edificios independientes sobre unos impresionantes acantilados de unos 100 metros de altura. A lo largo de la línea de costa se suceden varias playas con sus pedreros y ensenadas, solo de acceso peatonal, a veces dificultoso: Vallinas, Gancéu, los Negros, Salencia...


Si bien algunas son de difícil acceso otras son verdaderos abrigos naturales donde incluso puede verse alguna pequeña lancha de pescadores. Constituirían los embarcaderos de las antiguas rutas marinas de cabotaje protegidas por estos castros, que se hacen en la costa especialmente abundantes conforme nos acercamos a la gran veta aurífera del occidente astur, explotada ya en época prerromana


Y camino del occidente llegamos ya a Albuerne, que tal vez provenga de otro antropónimo, Albornus, con la raíz alb (blanco)


Nada más pasar esta primera casa, con un cierto aire indiano, y como hemos avisado, dejaremos la N-632 


A la derecha, a la altura misma de la placa del Km 135, tomamos a esta camino que nos lleva hacia sus barrios y lugares, extendidos entre la carretera y el mar, en la zona llamada Entrecabos, que se extiende entre Cabo Vidío y Cabo Busto, la cual coincide prácticamente con la mayor parte del trazado de estos caminos de Las Ballotas y Las Palancas


El Camino pasa primeramente junto a un antiguo potru ferrar (potro de herrar el ganado). Sin duda antaño se venía aquí, donde un ferrador realizaría tal función


También caminaremos al pie de este hórreos. Observemos como esta parte, más expuesta a los vientos del norte, está protegida bien cerrada por faldones hechos de tablas verticales, mientras que la que mira al sur es de corredor


Bajando suavemente por la zona de El Zarrón y siguiendo de frente tendremos buenas vistas de Albuerne, con su caserío dispuesto en barrios: El Campu, Campumingu, Xunta la Capilla (alrededor de la capilla, como su nombre indica), El Burgu, El Cuetu, o Los Horrios.



Como buena parte de la franja costera, Albuerne alterna los tradicionales usos agropecuarios con los turísticos y residenciales, dada su cercanía a las playas y lo benigno de su clima costero


Si bien en este hábitat disperso no hay un centro claro ni propiamente dicho, podemos decir que, en torno a la capilla, donde se celebran las fiestas, liturgias, estuvo la escuela, ahora hay sede vecinal y por lo tanto existe un lugar de encuentro común, es un espacio que hace las veces de tal. Por eso a ese barrio se le llama  Xunta la Capilla, hacia donde nos encaminamos


Los cierres de estacas y alambres delatan los usos eminentemente ganaderos de los prados. En medio, los setos silvestres delatan el paso de otro arroyuelo


Al norte, El Cuentu, donde está Casa Ruperto. Más allá de las casas, la rasa costera de prados llanísimos hacia El Carreiro, La Llousa o Llousa de Burón y la Playa los Negros


Muchas casas han sido rehabilitadas, antiguas casas campesinas en parte reformadas como segunda residencia o para turismo rural, existiendo en Albuerne varios alojamientos. Puede decirse que más de la mitad de las que hoy vemos son de nueva construcción



Enlazamos con otro camino y seguimos de frente por los barrios y lugares de Albuerne. Este sería el camín real, propiamente dicho, donde hay memoria del paso de carrilanas, especie de diligencia de cuatro caballos


A la izquierda El Campo, en la ladera de El Sariegu, estribaciones septentrionales de la Sierra Troncéu, hasta donde llegan las casas y por donde va la carretera, algunos peregrinos la siguen pero como hemos dicho, hace grandes curvas y rodeos para salvar la orografía. Sin embargo tal vez sea más recomendable para ciclistas. En esa zona alta está el barrio o lugar con el significativo nombre de La Meca, filológicamente no parece tener que ver con la ciudad santa del islam, pero se discute su origen. Popularmente se dice que era donde la gente que subía a ver la mar y decía "meca mira lo que se ve, meca, vaya temporal, meca vaya cuántos barcos"


La verdad es que en buena parte, el trazado señalizado que se aparta de la carretera también tiene asfalto y es apto para bicis, siendo un agradable paseo por la campiña. Será al salir de las poblaciones y bajar a los valles de Las Ballotas cuando hallemos los tramos más selváticos de este itinerario


De momento disfrutamos de los paisajes costeros de la gran rasa verde ante el mar, viendo allá El Burgo, a un paso de la Playa de los Negros. El topónimo Burgo, aunque nos recuerda a los burgos medievales, tendría el significado original de la palabra, barrio, llamativamente germánico, lo que hace pensar en un posible asentamiento suevo o visigodo, pero son solo conjeturas


Si bien las playas están cercanas sus accesos no son mayoritariamente fáciles y en algunos casos hasta dificultosos y peligrosos. Frecuentadas casi solo por pescadores locales de caña o lanchina. Los caladeros más al fondo ya eran terrenos de los pescadores pixuetos, del puerto de Cudillero/Cuideiru. Tradicionalmente el vecindario iba a por ouca, algas de arrastre depositadas por la marea, pues se empleaba como excelente abono. En la actualidad se recoge en alta mar por empresas especializadas, destinado a la industria química


Pasamos a nuestra derecha la finca El Hórreo, con sus jardines. La bodega o almacén de aperos ha sido habilitada como vivienda


Seguidamente Casa Lali, separada del camino por un seto bien podado


Se trata en realidad de dos viviendas anexas al lado del camino, el camín real


¿Pasaría por aquí Antoine de Lalaing con sus como él aristocráticos acompañantes flamencos en su peregrinar de 1502?. Si escogió este Camín de Las Ballotas o Camín Real de la Costa muy posiblemente sí, otra cosa es que ni los caminos ni el paisaje serían parecidos remotamente a los de ahora. Esta franja litoral vio grandes cambios a lo largo de los últimos 500 años. En el citado libro El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, dicen de este itinerario, en contraposición al de Las Palancas:
"Otro camino, que consideramos secundario, es el de Las Ballotas, llamado así por las montañas que había que atravesar antes de volver al llano y que comunicaba igualmente Soto de Luiña y Cadavedo, pero era más difícil y peligroso (...). Durante toda la Edad Media esta zona estuvo muy poco habitada y buena parte de sus tierras estarían inundadas dada la existencia de numerosos arroyos y torrentes, siendo el tránsito por allí muy penoso. La escasa población, organizada en el interior, practicaría una economía agropecuaria de subsistencia aprovechando las escasas tierras de cultivo y los montes disponibles"

Por ello se explica que Antoine de Lalaing tuviese como primera idea embarcarse en Avilés para salvar esta cornisa cantábrica por mar. Sin embargo que tan cortesano personaje escogiese venir por aquí y no por Las Palancas, o incluso que hubiese optado por ir más al interior, no se explica sin un cierto y ciertamente frecuente paso de gentes, entre ellos peregrinos, por este estrecho pasillo natural costero y sus vericuetos, del que estarían bien informados


Es cierto que cuando pasaron, mes de febrero y en pleno invierno, la primera línea costera sería más recomendable que las montañas con sus más frecuentes ventriscas, nieblas y nevadas, pero el camino sin duda no tendría mucho que ver con este. A partir de la década de 1960 las vías pecuarias, y el camín real por entonces ya lo era, la menos en el entorno de las poblaciones, fueron ensanchadas para permitir la mecanización del campo, que se estaba especializando en pastos y ganado de leche para el suministro de los crecientes núcleos industriales y urbanos


El paisaje por lo tanto cambió, las pequeñas caserías familiares autosuficientes, cuyos excedentes iban a los mercados locales y comercio de proximidad, fueron dejando de ser rentables. Solo hunos pocos ganaderos especializados con grandes rebaños, naves y maquinaria mantuvieron la actividad agropecuaria de forma competitiva, y los cultivos de cereales panificables para hacer el pan en casa prácticamente desaparecieron, todo se aprovechó para pasto y plantas forrajeras, lo que, junto con el éxodo rural del campo a la ciudad, conllevó la paulatina desaparición de las casas tradicionales con sus fornas, hórreos, cuadras y otras dependencias, siendo reformadas o sustituidas por otras tipologías, además de las ya dichas nuevas viviendas de segunda residencia


Estamos ahora en El Zarrón, pasando al lado de  la cancha de futbito, donde se celebran las fiestas de Santolaya, la patrona. También se juega a los bolinos, una modalidad de bolos de algunas parroquias de la zona más occidental del concejo


La tradición dice que antiguamente hubo una bolera de batiente, una modalidad común a gran parte del occidente asturiano. Jugaban los hombres, que luego se iban al chigre (el bar asturiano), y se quedaban las mujeres, que espontáneamente empezaron a jugar a los bolinos


Pasando El Zarrón, un precioso jardín de calas, Zantedeschia aethiopica, llamada también alcatraz, cala, cala de Etiopía, aro de Etiopía, lirio de agua, cartucho, flor de pato o flor del jarro, entre otros nombres. Es una planta ornamental considerada como las mejores purificadoras de aire



Desde El Zarrón continuamos ruta ahora al barrio de Xunta la Capilla


Ahora llegamos a un lugar muy importante en el camín realCasa Urbana, hermosa quintana asturiana con hórreo


Aquí es donde se conserva la memoria de la parada de la carrilana, una especie de diligencia de cuatro caballos, que se cambiaban en una parada de postas que había más allá, en Ballota, justo antes de pasar al concejo de Valdés


La memoria popular afirma que el camín real seguía un trazado en parte coincidente con la señalización del camino de Santiago, aquí recordamos no oficial y con flechas amarillas, y en parte diferente, desaparecido con la carretera, las crecidas de los ríos, la vegetación...


En esta parada de postas se cuenta que hubo además un estanco hasta la Guerra Civil, En la actualidad hay una explanada donde antaño paraban las diligencias. Parece muy posible que ello llevase a que en el lugar pudiese haber existido algún refugio o venta caminera


 A la izquierda, en un cobertizo anexo, están el pozo del agua y el antiguo fornu para hacer el pan y otras especialidades como las alfiladas, típico de bollo dulce y trenzado para fiestas y pascuas


Este dato es muy importante pues demostraría que, pese a sus angosturas y durezas, el Camín Real de Las Ballotas vio un muy importante trasiego de gentes, con carruajes de viajeros incluidos, así como sus correspondientes paradas, lo que implica una cierta infraestructura viaria que vendría de antiguo


Como tantas veces decimos en nuestros recorridos camineros costeros, una vía romana Brigantium-Ossarum (A Coruña o Betanzos e Irún u Oyarzun), que a su vez aprovecharía caminos más antiguos que siguen el pasillo natural de la cornisa cantábrica entre las montañas y el mar, sería la base del Camín Real de la Costa, que a su vez tendría variantes, ramales y enlaces con otras rutas, a veces más empleadas unas y a veces más otras, según la época, el clima, las circunstancias del momento u otros condicionantes


Los castros costeros y otros del interior guardarían el paso de estas rutas, terrestres y marítimas, y durante la romanización y posteriores siglos altomedievales se fundarían villae agrícolas, todo ello origen de las actuales poblaciones. En el camino habría alguna mansio, antecesora de las posteriores paradas de postas, y diversas posadas, ventas y refugios cobijarían a los viajeros, arrieros, pastores y demás nómadas y trashumantes


Las peregrinaciones harían uso de esa misma histórica infraestructura viaria, si bien los peregrinos buscarían preferentemente acomodo en los hospitales, en el sentido de hospedaje del tiempo, que se irían fundando en diferentes poblaciones, amparados por órdenes religiosas, nobles, reyes, gentes piadosas, parroquias, concejos gremios y particulares, especializados en su atención y la de pobres, enfermos y necesitados


En este caso concreto este camín real era en este tramo también camino procesional, romería de devotos que se realizaba, allá por el siglo XVI, participando hasta cuarenta clérigos, entre diáconos y párrocos, que salía de San Martín "cabeza de todas las L.luiñas", como cantaba José María Peláez Prieto, Peltó, se unía a otro grupo en Soto y llegaban hasta aquí, donde se celebraba misa en esta capilla de Santolaya, con posterior comida de confraternización en estos campos aledaños, actual barrio de Xunta la Capilla, Estamos pues ante otra noticia sumamente trascendental para darnos cuenta de la importancia del camino, en el que se celebraban procesiones entre lo que era la cabeza del valle y los pueblos y parroquias de ella dependientes en este trayecto, lo que no deja de ser una romería y peregrinación de carácter local. Es muy posible que la relación atribuida a la santa con las buenas cosechas fomentase esta especial veneración


No se sabe cuándo se fundó esta capilla, si bien en el Libro de Fundaciones de la cabeza de la parroquia, Santa María de Soto, se atribuye a los vecinos. En su libro Historia del valle de las Luiñas de Cudillero en el Camino de Santiago, Ángel Ardura Parrondo dice que en inventario realizado en 1781 se había indagado sobre su fundación pero sin resultados, sabiéndose eran los vecinos quienes contribuían a su mantenimiento:
"No reconocían carga alguna ni bienes de su fábrica y solamente recordaban que siempre hubo misa el día del titular, que pagaba una persona que hacía poco falleciera (no se indica su nombre). Tenía la ermita de ornamentación un cáliz que lo había pagado D. Benito González Arango, un ornato de Damasco de Seda con un frontal nuevo y una campana que habían comprado en 1774 unos vecinos que vivían en Madrid"

A la derecha la sede de la asociación de vecinos, en la antigua escuela, que tenía arriba las viviendas de los maestros


Llegando al campo de la capilla, que tiene el mítico texu de los espacios sagrados más ancestrales, hay una encrucijada. Aquí se unirían el camín real costanero con el que va de la mar a las montañas y brañas vaqueiras, comunicación con el interior. Nosotros seguiremos de frente, pasando delante de su portada


La advocación a Santolaya es muy antigua, Santa Eulalia de Mérida es patrona de la diócesis asturiana pues se dice sus restos fueron traídos en tiempos del rey Silo, que tuvo la corte en Pravia, capital de Asturias bajo su reinado, y en la baja Edad Media de un extenso territorio al que perteneció esta comarca hasta 1836 


Aquí se asegura que la imagen de la santa vino del mar, piadoso hallazgo para el que se quiso hacer esta capilla, en principio orientada hacia el sur, como las casas, pero la imagen milagrosamente se volvía cada día al norte, mirando hacia su procedencia, y por eso y tras ciertas discusiones se acordó que, si la santa vino del mar y se vuelve hacia el mar, al mar hay que orientar la capilla, y así se construyó


Esta leyenda y otras similares existen en numerosos santuarios costeros. Por un lado se sabe que en el siglo XVI no fue infrecuente que llegasen a las playas tallas arrojadas al mar en Inglaterra durante las convulsas reformas anglicanas. Por otro lado, sin ser necesariamente incompatible con lo anterior, se sospecha que puede tratarse de una cristianización de divinidades marinas paganas, propias de los pobladores de los antiguos castros, o incluso una explicación simbólica de la evangelización de estas costas, con ideas traídas por gentes que vinieron por los antiguos caminos del mar


La fiesta se celebraba el 7 de septiembre, conmemoración de la traslación a Asturias de los restos de la santa, y que coincide con Santa Regina, otra imagen aquí venerada. Hace ya un tiempo se pasó al último fin de semana de agosto. De la histórica procesión, que se celebraba ese día dice Ardura Parrondo en su libro sobre el Camino de Santiago en Las Luiñas:
"La procesión la constituían, el día de la festividad 7 de septiembre, las dos parroquias de San Martín y Soto de Luiña. La encabezaban con las insígneas y pendones de ambas iglesias y formándose en San Martín la salían a recibir los feligreses de Soto a las afueras de este lugar (parece era el puente sobre el río Esqueiro) y seguían por el camino de Albuerne. Una vez en la capilla de Santa Eulalia, se decía una misa cantada a la que asistían todos los sacerdotes de las dos parroquias, así como los clérigos de menores a los que les acompañaban estudiantes para la composición del coro. Después tenía lugar la comida en el campo junto a la ermita y se descansaba. En el mismo orden se regresaba a cada iglesia respectiva al atardecer"

A finales del siglo XVII se conoce que el santuario estaba en ruinas y la romería había decaído, siendo rehabilitada por iniciativa del párroco D. Francisco Bances y los gastos asumidos por los vecinos, destacando la limosna de D. Francisco Albuerne. El coste total fue de 774 reales y tras la restauración y por iniciativa también de D. Bances se recuperó la romería y procesión


En el campo de la ermita, el viejo tronco de un roble, otro árbol totémico de los lugares santos, puede haber sido testigo mudo de aquellos festejos, hasta que entraron de nuevo en decadencia hasta desaparecer de esta forma que explica Parrondo:
"Durante muchos años siguió celebrándose conjuntamente la procesión hasta que por desavenencias entre los párrocos de Soto y San Martín D. Benito González Arango y D. Benito Miranda respectivamente, allá por la década de 1770 a 1780, hizo que San Martín dejara de asistir como parroquia a la misma, continuando solamente la de Soto. El motivo de la ruptura parece ser que estuvo en el aspecto que más presidía estas funciones: el protocolo"

La puntilla fueron las Disposiciones Sinodiales del obispo D. Agustín González Pisador, prohibiendo estas largas procesiones en peregrinación a capillas distantes de las iglesias, reduciéndolas a un corto trayecto testimonial alrededor de los templos parroquiales. Ello no obstante deja patente el intenso tránsito de gentes por este camino, en el que, saliendo del campo de la capilla, llegaremos al cruce junto Casa Lito, la primera a la derecha. Nosotros seguimos de frente hacia las siguientes casas, donde está pintada la correspondiente y oportuna flecha amarilla del camín real.  



No se conoce la antigüedad real de las peregrinaciones a Santiago por este viejo camino costero. Es cierto que las primeras arrancarían con la verificación de los que se tienen por restos de Santiago en Compostela, con el correspondiente viaje y disposiciones de Alfonso II El Casto, en el siglo IX, así como otras posteriores de los monarcas siguientes en beneficio del templo del Apóstol, pero muy poco se sabe más en concreto en lo referente a qué rutas concretas se seguirían y qué número real de peregrinos y en qué condiciones viajarían


Si bien hay pues testimonios de peregrinos y hospitales para ellos en el alto medievo son por lo general contados y escasos, además a veces de discutidos. Se sospecha que las vías romanas que dieron origen a los actuales Camino Norte y Camino Primitivo, unido a que solamente la franja norte de la península estaba en manos cristianas, harían de estas las primeras vías, pero estaríamos ante unas conjeturas. habiendo de esperarse a la Edad Media, cuando el Camino Francés triunfa sobre los demás, a encontrar abundantes testimonios y fidedignos. En este sentido, siguiendo a Ángel Ardura Parrondo en su estudio de este trazado caminero leemos:
"No podemos definir la antigüedad del itinerario de la marina. Además hay que tener en cuenta la espontaneidad e irregularidad de las peregrinaciones que dificulta poder hacer precisiones. Si Antonio de Lalaing, Sr. de Montgny y Bartolomeo Fontana citan este camino, que recorren en sus respectivos viajes de 1501 y 1539, no es muy aventurado pensar que a la vista de estos y el resto de los datos aportados, este camino sería utilizado de forma regular en el siglo XV, aunque es probable que en el siglo XIV o quizás antes ya fuera transitado aunque en pequeña proporción"

Y luego estaría el debate entre cuál de los dos caminos costaneros, el de Las Ballotas o el de Las Palancas, sería más regularmente empleado, que no es tampoco especialmente fácil, si bien la antigua existencia de al menos una venta a mitad de su recorrido facilitaría sensiblemente el trayecto, hoy precioso, insistimos, pero duro, cresteando por las alturas a nuestra izquierda, en la Sierra Troncéu,  donde vemos Monte Prieto y El Picu L'Acibín (291 m)


A continuación y más al oeste están otros de los hitos de esa ruta: El Picu Esqueirubiu o L'Arquera (477 m) y a su izquierda y más adelante El Picu La Paradiel.la, el más alto de La Sierra las Palancas, con sus 716 metros de altitud, fácilmente reconocible por la alta antena de su cumbre


Por allí va ladera arriba el Camín de Las Palancas, que subiendo por los pinares próximos a la cima, las cuestas de los altos de Las Cugruzas y El Boláu, cruza la pista forestal que sube recta a lo alto y seguidamente, sin llegar a la cima, inicia su larga bajada a San Pelayo para más adelante aún, encontrarse con este, el Camín de Las Ballotas en el pueblo de Villademoros o Vil.lamouros, al oeste de Cadavedo/Cadavéu, ya el concejo en Valdés. El pico, que  marca además por el sur la frontera entre los concejos, es una muestra de los importantes desniveles del también llamado Camín de los Vaqueiros, ruta a las brañas y pastos de esas montañas


Del Camín de Las Palancas, al que también dedicamos una oportuna entrada de blog, dicen en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa
"El peregrino salía de Soto de Luiña y tomaba poco después el Camino Real de Las Palancas, llamado así por ser este el nombre con el que se denomina la sierra que hace de límite entre los concejos de Valdés y Cudillero. Esta ruta sería quizás la más utilizada durante la Edad Media y parte de la Moderna para comunicar estos dos concejos"

Aún nos aguarda bastante trayecto antes de unirnos al Camino de las Palancas, de momento seguimos atravesando Albuerne por El Campo


Tal y como hemos dicho, además de la construcción de las carreteras, muchos de los caminos vecinales fueron reparados y ensanchados para permitir la entrada y paso de maquinaria a las fincas, fundamentalmente tractores, a partir principalmente de la década de 1960, cuando hubo también algunas concentraciones parcelaria


Más tarde estos caminos fueron asfaltados, permitiendo la circulación de vehículos turismo,s cuyo uso se generalizó, transformándose en pequeñas carreteras locales y en algunos casos verdaderas calles, lo que favoreció la industria turística y la construcción de segundas residencias



Es curioso que todo ello coincidió, toda esta inversión en infraestructuras rurales, con el éxodo rural a las ciudades. Esos mismos cambios trajeron nuevos modelos económicos y sociales que fueron haciendo desaparecer la vida y sociedad campesinas tradicionales que pervivieron durante siglos sin demasiados vaivenes. Hay que decir no obstante que el fenómeno de la emigración ya era antiguo, a veces temporal, a la siega de Castilla, y en ocasiones definitivo, en ciudades como Madrid, villa y corte, con nutrida presencia de asturianos en diferentes oficios (aguadores, arrieros, serenos, conductores...)


Este fenómeno migratorio se intensificó con el de hacer las Américas, que fue general pues en casi todas las familias había algún emigrante americano. No pocos retornaron con mayor o menor fortuna e invirtieron en sus pueblos de origen, hubo transformaciones, muchas positivas, se levantaron escuelas, arreglaron caminos, se rehicieron muchas casas, pero ell no ocasionó el abandono del campo, cosa que no llegaría plenamente hasta pasada la posguerra


Solo el auge del turismo dio cierta continuidad al poblamiento de las parroquias de esta franja costera, principalmente en verano, puentes, fines de semana... cuando no solamente vienen turistas, sino muchos vecinos que, afincados hace tiempo en las ciudades, regresan puntualmente al solar familiar


Casa Hernán sería una de esas casas, digamos de nuevo cuño, que tanto han proliferado y siguen construyéndose en estos pueblos de la costa, de buen clima y cercanía a las playas


A nuestra izquierda, otra vista del Picu Acibín, plantado de eucaliptos. Con las transformaciones del mundo rural, de la misma manera que los campos de cultivo de cereales en tornos a las casas se especializaron en pastos de vacuno de leche, y en algo den menor medida de carne. Los pastos seculares de los montes comunales se dedicaron a la plantación de especies de crecimiento rápido, primero destinadas para la minería y construcción y actualmente para las papeleras



Desde el camino seguimos contemplando toda la línea de cumbres de las sierras de Troncéu y Las Palancas, paralelas a la línea de costa. En el siglo XIX, el viajero Juan de Llano Ponte (no confundir con el obispo del mismo nombre), entusiasta de los caminos y las nacientes carreteras, recorrió Asturias con verdadera ansiedad dando cuenta del estado de las seculares vías de comunicación, incluyendo esa ruta de Las Palancas, de la que dejó escritas sus vivencias en Impresiones de viaje (Por Occidente), publicadas en 1864. Un resumen de aquellas crónicas camineras lo publica en forma de artículo Ramón Avello en El Comercio el 14 de agosto de 2011:
"Llano Ponte hizo el viaje por la costa, hasta Soto de Luiña, en donde un posadero le recomendó «dejar el camino de Las Ballotas y seguir el de las Palancas», camino que va por la cresta de la sierra y que coincide con uno de los itinerarios jacobeos entre Soto de Luiña y Sampelayo de Tehona. (Santiago, escribe erróneamente Llano Ponte, mientras observa que es el primer pueblo del Occidente en el que la pizarra predomina sobre la teja). Pues bien, hoy, ese camino que además de los mimbres históricos también cumplía la función de unir las brañas de Silvamayor, Busmarzo y Gallinero, está impracticable. Se perdió a sí mismo, como tantos otros caminos, entre la indiferencia, los tojos, la imprudencia de los que deben prevenir incendios y la desidia general"


Hoy en día, al menos escribiendo estas líneas, el Camín de Las Palancas está recuperado. Ya se podía seguir antes en buena parte gracias a la pista de balizamiento de un gasoducto, pero ahora se han abierto incluso esos senderos cubiertos de tojos a los que aludía Avello, reponiéndose la señalización, labor que se realizó hacia el año 2017. Ante nosotros vemos el Picu Sabina o Picu'l Bosque (392 m), también llamado Monte Agudu, que a su izquierda tiene el Picu o Cerru Perina (444 m), por cuya ladera verde, donde hay una braña, pasa ese Camín de Las Palancas



Son Las Palancas unos 18 kilómetros de verdadera ruta de montaña, que Llano Ponte decía que había que afrontar con buen tiempo:
"... si está malo o amenaza con estarlo, pues hay una subida bastante penosa, donde no se hallará ningún abrigo, donde no se podrá avivar el paso, y donde como es natural a tan grande altura los vientos son feroces"


Era allí, justo antes de acometer las cuestas del Picu Paradiel.la, donde había un lugar para el descanso de los viajeros de antaño, leemos en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"En el collado situado entre Monteagudo y el Pico de los Huesos había dos ventas, donde en caso de necesidad el viajero podía acogerse. De su existencia solamente nos queda su topónimo: la Venta Vieja que pertenece a Cudillero, y la Venta Nueva a Valdés"
Ahora la que vemos desde aquí, parcialmente, es la gasolinera de Novellana, en la N-632, que sustituyó a estos caminos reales... y a la vez fue sustituida por la Autovía del Cantábrico (A-8) como principal vía de comunicación entre Asturias y Galicia, estando allí la rotonda de enlace entre ambas



Novellana, como Albuerne, extiende sus casas a lo largo de los caminos que aquí se cruzan, este Camín de Las Ballotas o Camín Real de la Costa y el de la mar a las montañas, hábitat secular de los vaqueiros de alzada y sus brañas, uno de los grandes estamentos étnico-sociales del occidente astur, pastores trashumantes que en invierno acuden con sus grandes rebaños de vacas a pastar las verdes praderas costeras, de clima más benigno, y en verano suben a las brañas y pastos de la cordillera, libres ya de nieves e inclemencias, la alzada



Uno de esos caminos entre la costa y las brañas es el de San Roque'l Picu, este alto boscoso un poco a la izquierda de la foto, que sirve además de enlace entre los caminos de Las Palancas y Las Ballotas. Allí está la capilla de San Roque que da nombre al lugar, santo peregrino por excelencia, en cuya romería se daban cita los vaqueiros con sus vecinos marnuetos o pobladores de la costa, y xaldos o aldeanos no trashumantes del interior, además de algunos pescadores pixuetos. Estamentos no siempre bien avenidos por sus diferentes modos de vida y costumbres, a veces en franca competencia. Tal y como hemos visto a nuestro paso por Las Luiñas


Una de esas brañas costeras es la de Gal.lineiru, ya en el concejo de Valdés, que vemos desde aquí en la ladera del Picu la Sieche o Las Cugol.las (442 m). A su derecha el de Busmarzu (436) y a su izquierda el de La Bobia (479 m), por donde baja el Camín de Las Palancas directo hacia San Pelayo o Samplayu en un formidable descenso desde Paradiel.la


El Picu Paradiel.la, inconfundible con su antena, lleva en su nombre el haber sido un lugar de parada secular en los caminos de la trashumancia, aunque en documentación antigua parece un equivalente a braña, parada de ganado caballar, o incluso pared o pradería. El toponomista Xosé Lluis García Arias dice en Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Aunque es posible que en algún caso se trate de lugares donde se hacía una parada o alto en el camino o donde había alguna venta o posada, lo cierto es que caben fundadas sospechas para admitir que en ocasiones se trata de auténticas paradas de sementales equinos. No ha de desdeñarse, por otra parte, que otras veces pueda tratarse de auténticas majadas pues con este sentido aparece la palabra en las Actas de la Junta del Principado 

En algún otro caso podemos estar ante verdaderos continua dores de PETRAM ‘piedra’ (EM), con incrementación sufijal, o de paraya o incluso de PRATA (plural de pratum) —> *PRATELLA > *Pradiella —> *Paradiella, o de PARIETEM ‘pared’"

De la montaña, volvemos a nuestro entorno más inmediato: a nuestra derecha tenemos, aunque arruinada, una de las casas campesinas tradicionales propias de esta franja costera, cuya tipología podemos observar aún intacta, la Casa'l Campu, del llamado estilo Cabu Vidíu, que viene a ser una evolución local de la casa terrena asturiana, cuya base constructiva es rectangular de un solo piso, pero que evoluciona en altura, forma, tamaño y anchura, acogiendo bajo el mismo techo la cuadra, la vivienda y el pajar, siendo predominante en Asturias hasta el siglo XVIII. A ella le dedican un apartado especial Ástur Paredes y Adolfo García Martínez en su libro La casa tradicional asturiana, en el que entre otras cosas dicen:
"La casa terrena era propia de las familias más modestas, por lo general colonos con poca o ninguna tierra en propiedad que llevaban una casería en arriendo. Si bien plante aun grado de evolución al separar cuadra y vivienda, el tipo denota arcaísmo y enlaza con la familia de casa campesinas que de origen, cuando menos medieval, han subsistido en algunos lugares de Europa hasta bien entrado el siglo XX: las long-houses (casas largas)

Su reducida economía condiciona el proceso de edificación, predominando la autoconstrucción y la ayuda mutua entre vecinos, limitando al máximo la intervención de personal especializado y favoreciendo el uso de materiales del entorno..."

Este es un extracto del apartado dedicado a la casa terrena en su origen, pero como hemos dicho evolucionó, y una de estas transformaciones es la de este estilo Cabu Vidíu:
"Centrada en el sector oriental del territorio conocido como Entrecabos (Cabos Bustu-Vidíu), perteneciente a los concejos de Cuideiru y Valdés, y en el ámbito de la casa terrena descrita anteriormente, se produce una evolución de la misma de gran singularidad que, a pesar de la transformación que en los últimos años está sufriendo la rasa costera centrooccidental, sigue estando muy presente. Por la homogeneidad de su diseño y su reiteración en el paisaje constituye un verdadero símbolo de la arquitectura popular de la comarca. Esta casa fue denominada como tipo Vidíu por Benjamín Menéndez (La Marina Occidental Asturiana, 1993)

Supone la evolución en altura de la casa terrena y su lectura de planta responde, no sólo exactamente a la de esta, sino que participa, además, de sus desarrollos ulteriores..."

Básicamente la casa estilo Vidíu son dos cuerpos adosados, uno con piso de cubierta a dos aguas, por lo general dedicado a cocina, y un cuerpo alto de planta cuadrada con cubierta piramidal a cuatro aguas y dos alturas: abajo la cuadra y arriba la vivienda, pero aquí en la Casa'l Campu tenemos uno de los "raros ejemplos" de este estilo con dos cuerpos laterales adosados como vivienda, que ha llamado poderosamente la atención de estos estudiosos:
"Adopta una disposición lineal con la fachada principal orientada al sur, situando en la parte posterior los hórreos para favorecer su adecuada ventilación, resguardando al mismo tiempo las viviendas de los fríos vientos del norte. Como es norma en este tipo, ambas se estructuran en dos cuerpos de uno y dos pisos, que albergan respectivamente la cocina y espacios de distribución, y la cuadra, con la sala y los cuartos en el piso superior. En ambos casos existe un pequeño portal de acceso, la portolada, que en la casa situada en la parte oeste acoge además el cuartín, un dormitorio de reducidas proporciones que presenta cerramiento de tablas verticales, en una solución idéntica a la casa mariñana. El espacio de la cocina, relativamente amplio, se comunica a ambos lados con la fachada norte a través de sendas puertas, siendo también el lugar donde se sitúa la escalera al piso alto..."

 " ...En la casa del lado oeste hay que destacar la ventana norte del piso superior que presenta a ambos lados sendos salientes pétreos que servían para colgar varales para secar pescado. Ambas viviendas presentan su fecha de construcción: 1802 (casa oeste) y 1886" 


Más allá de la Casa'l Campu, El Burgo y el horizonte marino, que en días de sol y brumas se confunde con el cielo, al fundirse en un mismo azul


Seguidamente en el Camino Casa Rouco, hermoso caserón de piedra donde las plantas trepadoras, de diferentes especies, crecen por sus muros, tanto de cierre del jardín, como de la fachada de la vivienda


Numerosas ventanas y balcones dan vista al camino


De frente, una referencia muy importante, aquel hórreo del fondo


Desde el muro de Casa Rouco cruzaremos de frente hacia él, la preciosa quintana asturiana de Casa Ofelia


Aunque evidentemente muy reformada conserva las trazas tradicionales de lo que parece ser una evolución en tamaño del estilo Vidíu, con  dos grandes cuerpos laterales que ahora son todo vivienda vacacional, destinada a alojamientos. El hórreo en este caso está enfrente de la fachada principal, que mira al sur y siempre le da el sol, resguardado del viento del norte


Al cruzar bajamos hacia el hórreo, siguiendo el muro de la corrada o terreno delante de la casa, donde el camino pierde el asfalto y se torna ancha senda de hierba verde que baja al profundo valle del río Llendebarcas


Estas son las flechas amarillas que nos indican la ruta a seguir, comenzando aquí el descenso



Aquí tenemos una muestra de lo que son las profundas vallotasval.loutas o ballotas que dan nombre y hacen célebre a este camino y comarca, un hondo y estrecho valle boscoso a cuyas profundidades hay que bajar para seguidamente subir en fuertes repechos hasta el siguiente pueblo, en este caso Novellana


El camín real, desaparecido con la carretera salvo en determinados tramos, coincidiría en ciertos lugares con el camino que vamos a seguir por estas Ballotas, en otros serían sendas al río, donde había algunos molinos que funcionaban con la fuerza de sus aguas y a los que bajaban a moler los vecinos de ambas vertientes. También hay alguna pista forestal abierta para la plantación y tala de eucaliptos, pero todo ello nos permitirá hacernos una idea de aquella dificultosa senda de antiguamente



En Novellana el camino señalizado con flechas amarillas sale a la N-632 por las casas de la derecha, donde en medio de la foto un edificio fucsia es la antigua escuela. A su altura seguiremos la carretera unos metros atravesando la localidad, y tras pasar la iglesia y llegar a las últimas casas, volveremos a repetir la operación, bajar y subir otra vallota para ir a Castañeras, luego lo mismo para de Castañeras pasar a Santa Marina, y así sucesivamente por La Ballota, Tablizu (ya en Valdés), El Ribón... hasta llegar a Cadavéu


De ahí que existía un dicho popular que hacía referencia a aquella tremenda epopeya del paso por Las Siete Ballotas:
"Siete Ballotas y un Ballotín, vaya'l demoniu qué mal camín"

Estas Siete Ballotas vienen a ser los siete valles, más o menos similares a este que hay que pasar. El Ballotín tal vez sea el de la la última cuesta hacia Cadavéu, si vamos en dirección oeste, o la de Soto de Luiña/Soutu L.luiña si vamos hacia el este, siendo llamadas las Siete Hermanas en los relatos de antaño, tal y como las conocerá el viajero francés Albert Jouvin de Rochefort, que en su obra Le Voyageur d'Europe de 1672 escribe:
"... continuamos hasta alcanzar la costa a través de calles y aldeas hasta llegar a un núcleo montañoso muy áspero que se llama las Siete Hermanas" 

 Antes que él, el flamenco Antoine de Lalaing ya las conoció con esta denominación a en 1502, durante su peregrinación a Santiago:

"el lunes pasaron siete malas montañas, llamadas las Siete Hermanas, y luego pasaron la montaña de las Cabras, que es la peor. y pasaron el puente que tiembla, porque se tiende sobre un abismo en el que no se pueden asentar pilotes"


Cuando se abrió la actual carretera N-632 este tramo era también complicadísimo: esta muy sinuosa Ribadesella-Canero tiene ya gran cantidad de curvas curvas sorteando la difícil orografía costera cantábrica, pero aquí realizaba tal cúmulo de cerradas y estrechas vueltas y revueltas que era especialmente temible, lento y peligroso para los conductores. Hasta que no se hizo la Autovía del Cantábrico (A-8), no se solventó el problema del paso de Las Ballotas, pues recordemos que cuando el ferrocarril de vía estrecha llegó lo hizo extraordinariamente tarde, en 1962, si bien no se completaría (línea Ferrol-Gijón) hasta 1972, casi un siglo después de aprobarse su construcción


Con Novellana en primer término (barrio El Campizu, al sur de la carretera) tenemos de nuevo un buen campo visual hacia las principales cumbres de La Sierra las Palancas. A la izquierda de la foto seguimos viendo el Picu Paradiel.la, también llamado a veces Palancas, como la sierra, de discutido origen, pero común a otros lugares. Como palo puede referirse a peñasco, pendiente, montaña, voz de raíz prerromana

 A su derecha y más adelantado respecto a nosotros L'Arquera (477 m), interesante topónimo vinculado a arca, denominación de túmulos o sepulcros megalíticos. Es también llamado Esqueirubiu y a su izquierda sube el Camín de Las Palancas hacia las laderas de Paradiel.la, mientras abajo a su derecha está el mencionado santuario de San Roque'l Picu

Más a la derecha aún y al fondo, asoma un poco más arriba la campa "pelada" del Picu las L.liebres (672 m), por donde bajando de Paradiel.la el Camín de las Palancas


Es el comienzo de la farragosa bajada del Picu Paradiel.la por esas cumbres hacia la braña Busmarzu y el alto de La Bobia. donde se enlaza con la pista que baja casi a pico a San Playu, Samplayu o San Pelayo Tehona


Podríamos decir, resumiendo, que si el Camín de Las Palancas es un continuo subir para luego, tras alcanzar la cota más alta, iniciar un continuo bajar bajar, este de Las Ballotas es un continuo bajar y subir, igual que una montaña rusa, como vamos prontamente a comprobar


Justo al sur, cercanos y ante nosotros tenemos de nuevo ante nosotros El Picu Perina  a la izquierda y El Picu Sabina, El Bosque o Monte Agudu a la derecha. Por entre ellos, en aquella collada, pasa el Camín de las Palancas


En concreto ese itinerario montañero pasa por los prados que hay entre los dos picos, en la falda norte del Picu Perina


Este es el Camín de Las Palancas, bien marcado, que va hacia las casas de la braña de Monte Agudu o Montagudu, que vemos a la derecha (parte de la de Resiellas). De allí prosigue al Collado de las Ventas, donde estuvieron las ventas camineras que antaño ofrecía refugio a quienes iban por ese camino. Hoy son dos casas particulares, una en ruinas


Y de frente al Picu L'Acibín emprendemos la bajada al río Llendebarcas, que nace en aquellas estribaciones, de la Sierra Troncéu, en El Pedrico


Según bajamos el paisaje de la sierra se irá ocultando. Lo volveremos a ver, desde otro ángulo más al oeste, al subir y llegar a Novellana


Mucha atención a las señales: en este primer cruce nos dicen que hemos de ir a la derecha


Una flecha amarilla en un pequeño poste de madera indica el trayecto


Como es común en estas fuertes pendientes, se inicia un zigzag para perder altura rápidamente. Fijémonos arriba en Casa Ofelia, de donde venimos


El camino parece relativamente ancho. No sabemos si al menos este primer tramo formará parte del camín real osi por el contrario era senda molinera


Sigue el zig-zag, siempre cuesta abajo. Sería interesante acometer algún día un estudio y trabajo serio para conocer el trazado histórico del camín, se haya o no perdido, y si es factible recuperarlo


De momento, estas flechas amarillas pintadas voluntariosamente por Pepe, el hospitalero de Soto de Luiña/Soutu L.luiña, nos ofrecen la oportunidad de adentrarnos en estos parajes, evitando el caminar por el asfalto dela carretera. Es muy de agradecer esta iniciativa que demuestra que, una vez más, las personas se adelantan a las instituciones en favor de los caminantes


Estas pendientes laderas que caen al río han sido profusamente plantadas de pinos y eucaliptos, si bien hay algunos árboles autóctonos, como los castaños, y numerosos arbustos, tojos, zarzales, helechos...


El Camino suele ser de buen paso, todo depende del voluntarioso trabajo vecinal en mantenerlo limpio y del paso continuo de peregrinos y senderistas. Si en algún momento lo viésemos impracticable, por ejemplo con las lluvias torrenciales o que hubiese caído en abandono, habría que ir por la carretera, con muy escaso hoy en día, es cierto, pues va por la autovía, pero es mucho asfalto y mucha vuelta y revuelta


Flechas amarillas por doquier, para no equivocarnos. Son especialmente necesarias porque siempre hay algún sendero que puede prestarse a error. Es muy necesaria su reposición y mantenimiento


Descenso continuado en este tramo recto bajo la arboleda


Helechales: ya se intuye el final de la bajada


Otra curva cerrada y ya estamos abajo


El río Llendebarcas, que a veces se ha escrito Lindasbarcas, hace referencia a llende (linde, límite), en este caso entre la parroquia de Soto y la de Novellana, así como a barcas, muy posiblemente algún embarcadero en su desembocadura en El Rabillín, entre las playas de Gancéu o Albuerne y Salencia


Y este es el paso del río, realmente un regato o arroyuelo, a veces baja casi seco, pero otras, con lluvias sobre todo, lleva un cierto caudal y torrente


Por eso es habitual habilitar en estos casos un paso con grandes piedras y pisar sobre ellas. En el citado libro Historia del valle de Las Luiñas de Cudillero en el Camino de Santiago, explica Ángel Ardura Parrondo:
"Los peregrinos, al igual que los mercaderes, podían circular libremente por los reinos españoles, según se disponía en el canon IV del concilio de León de 1114. Las partidas advierten que deben los del país, cuando pasan los romeros por sus hogares, honrarlos y guardarlos"

En este sentido y como contrapartida también se hacen advertencias y disposiciones para prevenir la picaresca en lo más posible. La Xacopedia le dedica todo un gran artículo a este tema, del que entresacamos algunas consideraciones: 
"Acrisolada raigambre tiene la picaresca en el Camino del Apóstol. Acompañó a los peregrinos desde el comienzo, con los comprensibles altibajos de un complejo hecho religioso-social que se prolonga durante un milenio, y que ahora, en el amanecer del segundo, rebrota como una de esas malas hierbas capaces de hacer intransitable el mejor de los caminos (...)
"Dejando a un lado, solo de momento, a quienes hacen la romería gratis, los pícaros profesionales del Camino, conocidos incluso con nombre propio -gallofos, bordoneros, coquillards, etc.- junto a la picaresca de la mendicidad de vagos, vagabundos, cómicos y cantores destemplados que van pidiendo limosna a lo largo del Camino -alguno de los cuales regresa a su casa con el dinero suficiente hasta poder servir de dote a una hija casadera-; lo constatable es que para hacer la larga peregrinación hasta Santiago y regresar, se precisaba ser rico. 
Dígase lo que se quiera, los pobres, salvo rarísimas excepciones, nunca pudieron ir a Compostela. Cierto es que hubo instituciones hospitalarias de todo tipo y disposiciones regias para facilitar el tránsito de los romeros, pero la regularidad de las atenciones y su quantum no estuvo nunca asegurado y las necesidades del viajero, durante meses, eran cotidianas. Además había otros gastos; al finis terrae ni siquiera los romeros menos acomodados caminaron con las manos vacías: la Ofrenda al Apóstol era obligatoria y al regreso, aunque solo fuese una pluma, algún recuerdo tenían que traer, sino, nadie les creería. 
Todo lo anterior es conocido y bien anotado por una serie de bribones y farsantes. En el Liber peregrinationis del Codex, se informa a los peregrinos “para que se preocupen de proveer a los gastos de viaje, cuando partan para Santiago”. Y en el sermón Veneranda dies del mismo Codex, se les previene a los santiaguistas contra las mañas de toda una tribu de farsantes y granujas pícaros que se posicionan, al acecho de su paso, para esquilmarlos. El santo papa Calixto insulta a estos aprovechados y les excomulga cien veces: portazgueros -con raíces en la nobleza- y barqueros granujas; vendedores y falsificadores de credenciales y compostelanas; negociantes farsantes y ralea asimilada de mañosos falsificadores de conchas y azabaches. “Falsos banqueros y cambistas”, así consta en el relato histórico de un peregrino italiano que se ve precisado a cambiar sus monedas de origen en siete ocasiones hasta llegar a Compostela"

Nada más pasar el río, todo lo que hemos bajado, toca ahora subirlo. Un buen momento para releer de nuevo a Parrondo en su obra sobre las peregrinaciones en Las Luiñas:
"Las peregrinaciones hicieron mejorar las comunicaciones. Además de fueron creando manifestaciones consetudinarias y tradicionales, característica del campo asturiano, que tenían por objeto mejorar y mantener estos caminos; así por ejemplo tenemos las sextaferias, muy utilizadas en el occidente asturiano, que consistían en la formación de un cuerpo de trabajo con herramientas aportadas por los vecinos, que de forma periódica se convocaba para la reparación de los caminos, así como para realizar aquellas otras obras necesarias para el interés común"

El origen de los trabajos comunales, en concreto el mantenimiento de los caminos, debe ser antiquísimo, pero no será hasta la baja Edad Media cuando aparezca bien estipulado en la documentación oficial. Ya con Alfonso X El Sabio se mandaba hacer caminos y puentes, a cargo de los vecinos o de particulares. La sextaferia se convocaba el sexto día, como su nombre indica, y en el caso de Las Luiñas y según el Catastro de Ensenada de 1752 se señalan "la obligación de reparar distintos puentes y calzadas que se hallan en su término"


Fuerte cuesta arriba. Ángel Ardura Parrondo hace una relación de varios caminos entre Asturias y Galicia, y dice de este:
"La comunicación de Las Luiñas con el occidente era todavía peor, sobre todo, el tramo desde Soto de Luiña a Canero. George Borrow en su libro La Biblia en España lo cita como camino de mucha dificultad, incluso para las caballerías, sobre todo, en el término de Las Ballotas. Con este término se denominaba a las quebradas continuas que de forma periódica están configurando la geografía del camino... "

Esta es una muestra del mismo tramo de camino que la foto anterior antes de ser limpiado, con los brotes de la primavera


La caja caminera es ancha, y profunda. Pasamos ahora una plantación de eucaliptos y algunos pinos


Y tal que en el caso anterior, el camino antes de desbrozar


Como decimos frecuentemente al pasar estos lugares, en época de talas el paisaje puede cambiar drásticamente de un día para otro, y lo que hoy es un tupido arbolado umbrío mañana puede ser una ladera pelada


No siempre hay muchos lugares para pintar las flechas. En los troncos de los eucaliptos desaparecen pronto al mudar la corteza, y por supuesto con las frecuentes cortas, dado que crecen rápidamente. En el suelo, en las piedras del camino, suele taparlas el barro y tienden a desaparecer además al estar en buenos lugares para poner el pie, gastándose al pisarlas. Por ello prácticamente cada año tocaría reponerlas, algo que como hemos dicho sale adelante gracias a alguna iniciativa particular. Si algún día esta falla y no hay relevo no sabemos qué será del Camino en estos tramos, duros pero bellos 


Flechas en la roca. Estas en paredes verticales de piedras o muros suelen durar más, pero también hay que reponerlas, musgos, humedades, erosión, también las afectan, aparte que van perdiendo color


El sol se filtra en las ramas y troncos, que componen una bellísima celosía natural


Acometemos por aquí ya el último repecho


Se acaba la cuesta y ya vemos el cartel que anuncia nuestra llegada a Novellana



Existe el dicho, sin duda fruto de la pica vecinal, "Novellana tierra llana, comedora y folgazana". Se independizó como parroquia, eclesiástica y civil, en 1791. En ese tiempo el ilustrado viajero y prócer Gaspar Melchor de Jovellanos visitaba estos lugares viniendo de Artedo, citando un grave problema entre los vecinos y los vaqueiros de las brañas, pues no se les permitía la entrada a la iglesia a recibir la comunión, dándoseles esta fuera. De ello hablaremos al llegar a la iglesia


Altos zarzales separan el camino de las fincas colindantes al llegar a las primeras casas


Aquí empieza el suelo de asfalto, y así seguirá hasta la próxima vez que nos desviemos de la carretera


Como en Albuerne, vemos casas de más o menos reciente construcción, muchas de ellas segundas residencias o alojamientos turísticos. En varias la yedra cubre alguna fachada. Aparte de un detalle estético se dice que, según la estación, regula la temperatura, o un par de grados más fresco o más caliente, dependiendo, recalcamos, de la época del año


A lo lejos, al sur, el Picu Acibín: volvemos a ver las montañas de la Sierra Troncéu, por donde va el Camín de Las Palancas


Estamos en el barrio El Cabu, topónimo con el significado de final o extremo, a lo último del pueblo, visto como tal confín sin duda desde la iglesia, el centro de la parroquia. o desde el otro extremo de Novellana. Así dice el filólogo García Arias en Toponimia Asturiana...
"Un derivado del latín CAPUT ‘cabeza’, ‘extremo’ (OLD) lo tenemos en la expresión asturiana el cabu que en la Edad Media todavía conservaba la acepción de ‘cabeza de ganado’ y, posteriormente, la de lugar alejado, extremo o final. De ese modo decimos de una casa que ta al cabu’l pueblu o de una persona arruinada que ta al cabu la calle"

De la configuración parroquial, que no olvidemos que en Asturias como en Galicia y otros muchos lugares del mundo es eclesiástica pero también civil, dice en su libro Ardura Parrondo dedicado a Las Luiñas:
"Cada parroquia está constituido por un conjunto de pequeños núcleos separados, al estilo de barrios, de los cuales en el mayor es donde se sitúa el templo parroquial. En algunos casos uno de ellos puede estar más separado de la parroquia  a que pertenece que de otra vecina, pero la configuración parroquial se fue componiendo con el transcurso del tiempo y obedeció, posiblemente a coyunturas determinadas y no a un criterio de proximidad"

La documentación altomedieval más temprana (Parroquial Suevo) ya fija la existencia de las parroquias como unidad de poblamiento y administración civil y religiosa, muy posiblemente sucesora de la romana y, también bastante seguramente, de anteriores divisiones de gentes y gentilidades ástures. En ese caso ciertos autores apuntan a la relación entre castros, villae y parroquias. No obstante estas fueron aumentando de número, variando de límites, uniéndose unas a otras, o al revés, dividiéndose en varias,  agrupándose en concejos, etc. transformándose a lo largo de tal vez cuanto menos 2.000 años de historia


Las casas forman calles y muchas tienen su hórreo, este por ejemplo con altos faldones de tablas verticales, protegiendo su corredor de los vientos


Al pasarlo (el de la izquierda), vemos que su corredor sur, más protegido, no es de faldones. Seguramente dejamos otro atrás con esta misma combinación


El espacio cerrado debajo solían emplearse para guardar el carro de labranza, o el más antiguo rinchón y de esquirpia, también almacén de enseres o aperos. En la actualidad tiene otros usos


Seguimos de frente haciendo camino, viendo más hórreos que combinan faldones y corredor abierto


Admirando el paisaje y la arquitectura rural, como esta casa, que parece estilo Vídiu pero aquí el cuerpo de planta cuadrada es todo él vivienda. La cuadra anexa está detrás en este caso, donde se situó asimismo el hórreo. Es una forma de tener mejor aireada la vivienda, orientada al sur


Dos alturas, y tejado también a cuatro aguas



Al lado del camino, el antiguo lavadero y abrevadero


Avanzamos un poco más y contemplamos toda la finca


Ahora sí vemos la fachada norte, pintada de rojo, color más sufrido a las humedades. También vemos asomar un poco la citada cuadra. A lo lejos Las Matas, Las Fécaras y Las Llousillinas, acceso a la playa L'Airín


Y estas son las casas de la carretera. Al otro lado pasa la N-632


Aquí entre ellas, el hórreo, al estar más protegido, no parece precisar faldones. Por tener tampoco tiene corredor


En una de las fachadas, mirando al norte, una hornacina con la imagen del Sagrado Corazón


A la izquierda, la parte posterior de una casa indiana, la de Camilo Arrojo, emigrante en La Habana, que por delante, en su entrada principal, mirando a la carretera, tenía tienda de ultramarinos


Al llegar al siguiente hórreo saldremos a la N-632


Vemos aquí otra casa de porte indiano. En ocasiones los americanos retornados las hacían  nuevas o aprovechaban la casa familiar rehaciéndola o reformándola


Saliendo a la carretera iremos a la derecha, volviendo a ver a lo lejos Monte Agudu y el Picu Perina. 


Aquí hay una explanada con un pequeño parterre, farolas, así como un banco para descansar tras las cuestas. En algún lugar a la entrada de Novellana llamado Sorribos hubo una capilla con advocación a Santiago el Mayor, precedente de la actual iglesia, que veremos más adelante. Se desconoce su origen ni fundación, siendo seguro estuviese relacionado con la ruta jacobita


En pesquisas del párroco de Soto en 1781 los vecinos preguntados también desconocían quienes pudieron haber sido los patronos, "que no tenían bienes ni cargas y solamente había que dar al párroco 12 reales en concepto de limosna para que diese una misa cantada el día de patrón y otra rezada", según datos de Ardura Parrondo; diez años después Novellana se escindía como parroquia aparte


Cuando se hizo la carretera, buen aparte de las casas nuevas se construyeron a lo largo de ella, existiendo paradas de carruajes, que más tarde fueron autobuses 


Pasamos frente al Lar de Lúa, nombre gallego para una pequeña y coqueta casa de planta baja y jardín


A continuación va Villa Emilia, otra quinta de aires indianos, con buen espacio delantero cerrado con artística verja de hierro fundido. A la izquierda parece, de planta baja, la casa de los caseros o del servicio 


En el portón vemos la fecha de construcción. Año 1899


 La villa cuenta con una muy elegante galería y bufarda o buhardilla


Villa Emilia, como todas las casas de la N-632, vio el pasar durante décadas el tremendo tráfico de esta carretera. Ahora es un lugar especialmente tranquilo y apacible


Al otro lado de la carretera vemos la antigua Escuela Pública de Niñas, del año 1926, pero al pasar vamos a fijarnos, al fondo, de otra casa tradicional dentro del estilo Vidíu


Ha sido bien restaurada: la antigua cuadra o corte es especialmente grande, así como arriba el piso de la vivienda con su sala: es de planta rectangular, no cuadrada. A la derecha el otro cuerpo, tradicionalmente destinado a cocina, Tal vez sea de mediados del siglo XIX, sino incluso anterior


Por su parte la escuela se construyó en un periodo en el que se dio gran importancia a la educación de las clases populares. Algo que nos parece hoy en día normal, cotidiano y justo, pero que por entonces, o hasta no mucho antes, se debatía si era conveniente ofrecer enseñanza de cierta especialización y calidad a los más humildes, fuera de las cuatro reglas elementales y el leer y escribir


Los antiguos indianos, gente que por lo general había salido de sus pueblos muy joven y muy pobre, sabía de lo importante de la enseñanza y de las posibilidades que daban los conocimientos para mejorar la situación de los campesinos, por lo que fomentaron especialmente su construcción, de acuerdo con las autoridades del momento. En la actualidad es Casa de Cultura


Algunas de estas viviendas son verdaderas mansiones en las que se ve la impronta de estos indianos, los antiguos emigrantes a ultramar que, regresados algunos con algo de fortuna, levantaron aquí sus palacetes. Esta es del año 1924, por lo tanto dos años anterior a la escuela



Vemos la fecha de construcción en la fachada, al lado de la puerta


Al pasarla vemos dispone de un grandioso balcón, cerrado con galería


Todas estas casas, en diferentes estructuras, tienen rasgos de arquitectura  entre lo urbano, lo rural y lo residencial. Suelen disponer de un espacio adelante y de finca o terreno detrás


En las paredes que dan a la carretera no es infrecuente ver azulejos, puestos por los propios vecinos, para orientar a los peregrinos


Orientadas al sur, les da el sol prácticamente todo el día


Según pasamos vemos a la izquierda la gran fachada norte de la escuela. Al fondo en la casa a la derecha, un poco más atrás, hubo tienda


Enfrente de su fachada sur hay una zona de juegos infantiles


Y en añ fachada oeste descubrimos el de su citada fecha de construcción: año de 1926


Un ejemplo de vivienda tradicional restaurada es El Gavieiro, dedicada al turismo rural


A su lado otro importante caserón: Casa Antón de Crista, del año 1820



Paredes de mampostería que se ha dejado a piedra vista y vanos adintelados


Placa con el nombre de la casa, su fecha de construcción y dos trisqueles o símbolos celtas de rotación solar


Un hermoso conjunto al lado de la carretera. Son dos evoluciones en altura de la casa terrena rectangular, tipo base popular en gran parte de Europa (long-houses) hasta el siglo XVIII, como hemos dicho


A nuestra izquierda otras dos viviendas con prado y huertas. La de la izquierda con sus dos cuerpos, uno de planta cuadrada y dos alturas, es evidentemente del estilo Vidíu muy reformada


Más allá un detalle muy a tener en cuenta en el hórreo detrás de aquella otra casa



Hórreo... o panera, según la forma de la cubierta, donde lo importante es que es de llousas, lajas de pizarra. Según avancemos hacia occidente la pizarra empezará a predominar plenamente, y así será hasta bien entrados en Galicia, en concreto hasta la Serra da Cova da Serpe, en el camino de Sobrado dos Monxes y en el paso de tierras lucenses a coruñesas. La gran veta pizarrosa que más o menos coincide con la aurífera


En este cruce seguiremos de frente por la carretera pero podemos decir que a la derecha iríamos por Las Campas a la Playa Salencia, de cantos rodados. Tengamos presente que son muy bellas pero agreste y sin servicios, además a veces algunas de acceso complicado


Pasando delante de estas casas nos llama la atención un escudo en la de la izquierda. Muy posiblemente estemos ante un palación o casona solariega muy transformada


La torre que figura en él cincelada es muy probable que simbolice más o menos idealizada alguna que hubo en la zona, origen del linaje


Mirando atrás tenemos una visión completa de todo el núcleo ante la iglesia, por donde salimos a la carretera. Dentro de los avatares históricos hemos decir que Novellana, dentro de los sucesos de la Guerra Civil, fue escenario de fuertes combates, pues las columnas gallegas tuvieron que replegarse momentáneamente al llegar refuerzos republicanos tras la caída del gijonés cuartel del Simancas, el 21 de agosto de 1936, sin embargo pronto reanudarían su avance, entrando el día 5 en la capital del concejo


Seguimos por el arcén: los postes telefónicos son un muy buen lugar para pintar las flechas amarillas, que con el sol se tornan pálidas, casi blancas, en poco tiempo


A nuestra derecha otro llamativo conjunto de casas restauradas. La primera otra del estilo Vidíu, cuerpo de tejado a dos aguas y adosado cuerpo a cuatro aguas de dos plantas


Seguidamente Casa La Curra. Según leemos en Geni, portal de genealogía, era su propietaria Ramona Suárez Billar de Ponte, apodada La Curra, que nació en Novellana el 31 de agosto de 1848 a las ocho de la mañana, y falleció en esta misma localidad el 29 de septiembre de 1950. Dentro de las acepciones de su apodo, curracreemos la más apropiada a este caso es la de "bien parecida, de aspecto físico agradable. Agraciada, simpática" 


Esta es la filiación familiar que hallamos en la ficha a ella dedicada en dicho portal:

"Hija de Francisco Suárez billar González Coronas y María Josefa de Ponte y de la NovalEsposa de Nicasio González de Busto PérezMadre de Serafín González de Busto SuárezModesta González de busto Suárez billar y Claudina González de busto SuárezHermana de Juan Suárez billar De Ponte y Petronila Felisa (+) Suárez billar De Pont
Padrinos: Su hermano Juan y su prima carnal Manuela Pérez de Busto de Ponte, hija de su tía Josefa Joaquina de Ponte y de la Noval"


La casa familiar fue totalmente reformada por su nieto Francisco cuando regresó de Cuba. De  nuevo se hace patente la impronta indiana


A la izquierda otra vivienda de dos cuerpos adosados y diferente altura  delata que puede ser la reforma de otra anterior, y su consiguiente ampliación. Es la que tiene detrás el hórreo de cubierta de pizarra que vimos anteriormente


Dispone de jardín con bello rosal, pozo de agua, seto y árboles ornamentales y algunos frutales


A la derecha otra quinta de aires indianos: primeramente un alto muro cierra una parte agropecuaria, a la que se accede por portón de tejadillo a manera de corralada. Adentro una panera de ocho pegollos muy cortos se alza sobre el almacén o bodega. Dispone largo corredor mirando a la carretera. La fachada este de la mansión presenta una gran galería, a manera de sala


Y esta es la fachada principal, con jardín delantero cerrado con verja: en el portón la fecha de 1891


Seguidamente otro edificio, que es como una fachada con un poco de tejado, puerta y dos ventanas, acceso a otra parte de la casería


A la izquierda, prado arriba otro antiguo caserón, de los más antiguos de Novellana, casa-bloque con bastantes y buenos ejemplos en la costa occidental asturiana


Sobre Novellana, vemos ahora la ladera oeste-noroeste del del Picu Acibín


Y toda la cresta de la sierra, por donde va el Camín de las Palancas o de los Vaqueiros, de cuyo trazado dice Pedro Pisa Menéndez en Red viaria en Asturias: de las vías romans del oro a los caminos medievales:
"La variante entre Soto de Luiña y Querúas que discurre por la Sierra del Pico Palancas sería una ruta secundaria. El paso por el famoso "camino real de la costa, bastante incómodo por sus siete vallotas o quebradas" se halla ampliamente documentado y, a pesar de suponer continuas subidas y bajadas, sería más cómodo que la ascensión hasta los 630 m a través de una sierra despoblada. La ruta es sin duda antigua pero posiblemente tendría un uso fundamentalmente ganadero como señala el topónimo "Camín de los Vaqueiros"

Otra casa con cierre de verja y panera, esta con sus dos picos bien visibles. Suelen llamarse de diferentes maneras: moños, obispos, cantapaxarinos...


Pegada a ella a su izquierda la Casa El Sordo


Arco, portilla y escalera, acceso a un chalet con jardín, ya en el número 8 de Novellana


A la derecha Casa Valdés, y a continuación el cruce a la Playa L'Airín. Más allá La Droguería, antiguo colmado fundado en 1951


A la izquierda en campo de la iglesia de Santiago de Novellana, construida tras la Real Orden del Superior Consejo de Cámara el 13 de octubre de 1787 por la que se aprobaba la creación de una vicaría fija en Novellana, a la que siguió cuatro años más tarde, el 28 de noviembre de 1791, la de una nueva parroquia, compuesta por los núcleos de Novellana, Castañeras y Resiellas, una decisión que, leyendo el libro de Las Luiñas de Ardura Parrondo, no pareció entusiasmar de mano mucho a los vecinos, que ni ofrecen medios para construir un nuevo templo ni aportan para sus enseres y objetos litúrgicos. En marzo de aquel año, los estados noble y llano llegan a un acuerdo para edificar este nuevo templo, pero los vaqueiros recurren:
"En el acuerdo se reflejaba que los vaqueiros quedaban unidos a la iglesia de Novellana, debido a que así lo ordenaba el Sr. Provisor (por lo que aceptan su legitimidad de pertenecer a la parroquia), pero quedaban exonerados de la obligación de pechar en la construcción "... por cuanto quedan exonerados de fabricar iglesia y casa...". Por ello no participarían en la organización y construcción del templo"

El templo parece ser se construiría rápidamente tras el acuerdo de marzo (luego se supone llegarían ampliaciones y reformas, dado que la traza actual es del siglo XIX), pues el 4 de diciembre se oficia la primera misa, empleándose para ello los ornamentos de la iglesia de Soto, dado que el estado llano no los había aportado, tal y como se había comprometido. El nuevo mayordomo, Llano Ponte, sucesor de los de la antigua capilla, toma su cargo de administrador, que dura tradicionalmente un año. El 12 de enero de 1792 establece los tramos, costes y categorías de los espacios para las sepulturas


Todo el proceso de constitución y creación de la parroquia, así como la construcción de esta nueva iglesia, conllevó el litigio con los vaqueiros, del que escribe como hemos dicho Jovellanos en aquellos momentos:
"... acaba de establecerse parroquialidad separada con la advocación de Santiago, pero hay un pleito escandaloso con los vaqueros, a quienes no se les quiere dar la Sagrada Comunión sino a la puerta de la iglesia para toda concurrencia. Los plebeyos conforme con eso, pretenden lugar preferente a los vaqueros, y estos luchan por no ser menos que los plebeyos. ¡Cuándo querrá el cielo vengar la mayor parte del género humano de tan escandalosas y ridículas distinciones!

Me avergüenzo de vivir en un país que las ha criado y las fomenta, pero al cabo, la razón vengará algún día las injurias que hoy recibe la ignorancia..."

Años después, en 1820, se armó una gran pelea a  palos un domingo en el campo de la iglesia, logrando a partir de entonces los vaqueiros el derecho a entrar y ponerse donde quisieran, tal y como escribe el folklorista Aurelio del Llano en Bellezas de Asturias (1928)


La construcción de la iglesia llevó al derribo de la antigua ermita y acarrear aquí sus materiales, un terreno de un día de bueyes dado por el Marqués de Valdecarzana y D. Álvaro de Inclán Sánchez. La primer fiesta de Santiago en el nuevo santuario se celebró en 1792 y con la separación parroquial se fundaron tres cofradías: la de la Misericordia en 1792, a cargo de las fiestas de la Cruz de Mayo, la Cruz de Septiembre y los oficios de Jueves Santo; la de San Antonio de Padua en 1793, responsables de la fiesta de su patrón y la del Rosario; y la de Nuestra Señora en 1795


Siguiendo a Ángel Ardura Parrondo por el significado de iglesia y parroquia en cuanto a su importancia social, aparte de religiosa, podemos saber: 
"El concepto de parroquia en la zona rural estuvo siempre por encima de cualquier estructura administrativa. Sin embargo, dado el hábitat tan disperso asturiano, donde había núcleos rurales formados por pocos caseríos, inclusos de uno solo, siempre fue una dificultad la delimitación administrativa civil

El templo parroquial ejercía una atracción centrípeta sobre los feligreses y posibilitaba su concurrencia. La campana era el instrumento mediante el cual, previo código establecido, se comunicaba de manera rápida y eficaz a los vecinos la eventualidad acontecida o se les llamaba a asamblea para debatir un asunto de interés común. La parroquia era de hecho la unidad eclesiástica, política y económica y el templo simbolizaba el poder divino y el temporal, Simbolizaba mágicamente al alfa y omega de la vida, Allí habían sido bautizados, allí se casaban, allí se divertían y descansarían eternamente (...)

Para los colonos de las Luiñas, en el siglo XVII, el municipio debía ser algo lejano y desconocido, mientras que la parroquia era lo inmediato y lo participativo. Era tal el apego que tenían los parroquianos por su templo y estaban tan identificados con él, que cualquier inetnto de modificar su adscripción al mismo originaba serios conflictos"

No obstante, dice el autor, los vaqueiros, con su modo de vida trashumante, no eran de aceptar buenamente las normativas morales y religiosas que se les trataba de imponer, viendo a la parroquia como una institución marnueta, esto es, de sus vecinos los pobladores de las aldeas costeras


En la entrada al campo de la iglesia esta la Casa El Roxu, bar y casa de comidas


Y enfrente, a la derecha de la carretera, La Droguería, la que fue una de las tiendas de Novellana, a la que Ignacio Pulido le dedica el artículo Un colmado de historia en La Nueva España del 23-9-2010
"Esther Pérez González no quiere jubilarse aún. A pesar de tener ochenta y tres años de edad, esta mujer acude todos los días de la semana a su puesto de trabajo, una pequeña tienda que fue abierta por ella y su marido, José Pérez Ríos, el 19 de julio de 1951 en la localidad cudillerense de Novellana. El trabajo la mantiene entretenida y en contacto con sus vecinos, los cuales elogian la labor realizada por este matrimonio de comerciantes a lo largo de casi seis décadas en las que apenas disfrutaron de descansos. 
La droguería de Novellana, como es conocida la tienda de Esther Pérez en los alrededores del pueblo, es un pequeño local de apenas veinticinco metros cuadrados que se sitúa en el bajo de una casa al pie de la carretera de Galicia, la nacional 632. «En 1951 abrimos sus puertas. Por aquel entonces era una droguería. Vendíamos productos de limpieza y perfumes», explica José Pérez Ríos, de 85 años, el cual llegó a Asturias procedente de Lérida con apenas veinte años de edad. Y añade: «En Novellana había más tiendas y pronto comprendimos que teníamos que ampliar nuestra oferta, así que, en 1952, comenzamos a vender todo tipo de artículos».
«Los propios clientes nos decían lo que necesitaban y nosotros lo íbamos trayendo», subraya la veterana tendera, la cual continua señalando que aunque el local es pequeño llegó a contar con varias secciones. «En nuestras repisas teníamos herramientas, artículos de droguería, comestibles, prensa, calzado y telas», enumera tras el mostrador del comercio, que continua siendo el mismo que hace más de medio siglo. «Las estanterías y el mostrador fueron hechos por un primo mío que era carpintero en Cadavedo», recalca Pérez. 
No obstante, no sólo el interior de la droguería de Novellana destila un encanto especial. Lo realmente sorprendente del comercio reside en la entrega al trabajo de sus regentes pues, cabe decir que desde su apertura el comercio tan sólo cerró en contadas ocasiones. «Vivimos aquí. Únicamente cerramos para comer. La salud nunca nos ha fallado y, hasta el momento, sólo nos hemos ausentado para realizar viajes con el motivo de visitar a familiares», afirma José Pérez quien va aún más lejos y advierte de que desde que hace veinte años su mujer tomará las riendas de la tienda, no ha faltado ni un día a su puesto de trabajo. 
«Nuestra tienda es la única que queda en la zona. Todas las demás fueron cerrando», precisan José y Esther. Cada día, decenas de vecinos se dejan caer por su comercio para comprar el pan, otros productos de primera necesidad y la prensa. Además, por si esto fuera poco, en su local también se vende el cupón. «El cuponero nos deja los boletos y la gente acude a comprarlos. Los lugareños no quieren que cerremos», subraya el matrimonio cuya actividad se multiplica en verano con motivo de la llegada de turistas y de peregrinos a la zona. 
Su profesionalidad ha servido a José y a Esther para ganarse el cariño de sus conciudadanos. Asimismo, la labor del fundador no sólo se limitó a atender su negocio, sino que durante años luchó por el pueblo. Prueba de ello es que en 1962 formó junto a otros dos vecinos una comisión para ornamentar Novellana con motivo del premio al pueblo más bonito de Asturias. «Vencimos y nos dieron como premio 100.000 pesetas con las que acometimos la primera traída de agua potable al núcleo», recuerda el empresario, quien también presidió durante doce años la comisión de festejos. Como reconocimiento a su labor, la asociación «Amigos de Cudillero» le hizo entrega en 2009 del premio «Peña Roballera». 
José Pérez se jubiló en 1990 pero su esposa ha optado por seguir al pie del cañón. «Le coges cariño a todo esto. Probablemente estuviese mejor jubilada pero como, gracias a Dios, gozó de buena salud prefiero seguir aquí», explica Esther Pérez y afirma que seguirá en su tienda mientras su cuerpo aguante. «Me gusta estar en contacto con la gente», concluye"

A la izquierda, vemos ahora más atrás de Casa El Roxu, El Fornón, bar, restaurante y hotel


Y llegamos a El Parque, construido en una parcela al lado de la carretera. Podemos recorrerlo por su hermosa senda enlosada


Un buen lugar para descansar, con césped, bancos para sentarse y senda de losas. En 1992 Novellana fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar, con estos méritos, según acta del jurado
“Por la ejemplar labor de recuperación y defensa del patrimonio histórico-artístico concretado en la restauración del hospital de peregrinos, de la iglesia y de su retablo mayor en Soto de Luiña. A la que se une la dimensión cívica y popular que representan los trabajos de mejora y embellecimiento de Novellana que tiene su expresión en numerosas obras entre las que destacan la realización de importantes instalaciones deportivas y sobre todo la reconstrucción de su Casa de la Cultura”. (antigua escuela)"

Al norte, Las Campas, que se extiende hasta los acantilados, L'Aguilera y playa de L'Airín. A la izquierda los campos de Las Fúécaras, ante el mar


A la derecha otra casa estilo Vidíu, no sabemos si nueva o muy reformada


Trabajo vecinal de limpieza de la cuneta o vereda de la carretera


En El Parque hay un monolito con una placa


Un bonito homenaje a un vecino ejemplar, Jesús Ondina


Un banco de madera y textos y fotos de Novellana

"Novellana se asoma al mar entre los cabos de Busto y Vidío, protegida por las montañas. Es una típica aldea de la rasa costera, donde las ocupaciones agrarias tradicionales han ido cediendo terreno al turismo

Su principal atractivo es el paisaje, el mar presente en todas partes, sus acantilados y playas, de entre la que destaca la cercana playa de El Silencio o Gavieiro

La Ruta Jacobea de la costa atraviesa la población, cuya iglesia y parroquia fue erigida bajo la advocación de Santiago Apóstol en el siglo XVIII

El esfuerzo de sus gentes por mantener y  mejorar con su trabajo el aspecto y las condiciones de vida de Novellana, se vio recompensado en 1992 con la concesión del Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar, compartido con Soto de Luiña"

Hórreo en miniatura. Más allá la cancha de futbito de Novellana


En la fuente llegamos al final del parque y volvemos a salir de nuevo a la carretera


Al fondo el barrio de de Cutiellos, diminutivo de cuetos, uno de los que componen la localidad de Novellana, ya casi al final de la población


Llamativa casa a la derecha, con terraza en la cubierta. Al lado el hórreo y junto a la carretera el pozo del agua


Estas estructuras para los pozos cerradas y con tejadillo, como capillas u oratorios pero con portezuela, se hace abundante y la veremos, en múltiples formas, modelos y variantes, aquí y en Galicia


Novellana es uno de esos abundantes topónimos latinos, fruto de la romanización, lugares terminados en ana, sufijo que se posponía al nombre del dueño de una posesión, denominando así a una villae o explotación agrícola. En este caso se propone la posibilidad de un dueño llamado Novellus o Novelius. Y como Novelia aparece mencionada esta tierra cuando en 1158 Fernando II la cede al monasterio de Lapedo en Belmonte


La configuración de las parroquias y sus barrios dentro de la organización de los concejos se estipuló en la baja Edad Media, cuando se crearon polas, como la de Pravia, que contaban con un extenso alfoz del que eran la cabeza urbana y mercado, libres de la nobleza feudal y los monasterios y dependiendo directamente de la corona. Aún así habían de participar en hermandades para hacer valer su defensa y derechos ante las tropelías de aquellos, que siguieron teniendo en sus términos cotos, intereses, influencia y posesiones


Otra documentación supuestamente más antigua, la del Liber Testamentorum, es muy posible sea una falsificación del obispo Pelayo, lo que no quiere decir que la noticia en ella plasmada, que Novelliana, junto con Kadavedo, fuesen una casata dentro de las posesiones de la mitra asturiana, la Iglesia ovetense, desvinculadas del extenso territorio de Pravia. Leemos en el Gran Atlas del Principado de Asturias:
"Hasta el 1200, de toda esa amplia zona sólo contamos con dos referencias a Novellana: una en el famoso colmellum de la Iglesia ovetense -la localidad aparece desvinculada de la enumeración relativa al territorio de Pravia- y otra, como posesión realenga cedida al monasterio de Santa María de Lapedo (Belmonte) en 1158; sus límites se describen de forma  sencilla:
"... diuidit per uallem de contra Laynia (Luiña), et ex alia parte per ualle altera que uadit usque Sanctam Marinam (Santa Marina), et per illa viam que uadit Arqueianam (Arcallana) et ex alia parte est illud mare"

La lejanía y malas comunicaciones del llamado Cuarto de las Luiñas, a costa de las siete vallotas, debió ser tan memorable que el propio topónimo Luiña (L.luiña, llueñe, lejos) tiene al parecer que ver con este distanciamiento, como también explicaba el juez, regidor e historiador Antonio Juan de Bances y Valdés en 1806 en sus Noticias históricas del concejo de Pravia:

"... y cuarto de Las Luiñas por ser lo más distante de la capital (Pravia), y en el lenguaje del país vale lo mismo Lexos, Longe, Lueña y Luiña"

Recordemos que cuando Bances escribe esto Pravia comprende el actual concejo de este nombre junto con los de Muros, Soto delBarco/Sotu'l Barcu y Cudillero/Cuideiru


Así, ya al final de la población y tal y como hicimos en Albuerne, vamos a abandonar la N-632 para bajar por este ramal a la derecha, entre la casa y el hórreo. Pero antes, deseamos informar que en la antigua Estación de Novellana abre sus puertas el albergue El Andén: si deseásemos ir a él sería mejor seguir por la carretera


Tomamos entonces este camino que pasa delante  de la soleada fachada sur de este caserón, viendo al oeste las desafiantes Palancas...


Otra casa tradicional rehabilitada y reformada para alojamiento rural


Tomamos esta senda asfaltada, con profunda caja caminera que nos hace sospechar que tal vez sea este un tramo del camín real original de Las Ballotas. ¿Pisamos el mismo camino que Antoine de Lalaing y George Borrow, entre otros muchos?


Como una profunda trinchera, encajados entre altas paredes vegetales, terrosas y pétreas, el camino baja hacia La Funtica


Y aquí tenemos la segunda de las vallotas, con Castañeras en lo alto, uno de los pueblos que constituyeron esta parroquia de Novellana desde su fundación en 1791


Observamos la profunda bajada, en este caso al barranco de El Prau Llagón, que nace en el Picu'l Bosque, en la citada braña vaqueira de Resiellas. En Castañeras vemos la N-632, justo donde el camino sale a ella, llegando a Casa Ramiro, en medio de la foto


En La Funtica salimos a otro camino y seguimos a la izquierda, al pie de los prados de El Llanón y arriba el Picu'l Bosque o Picu Sabina, en las brañas


Fuente y bebederu de La Funtica. Es posible que aquí abrevasen las caballerías del camín real, además por supuesto el ganado delos vecinos, que acudirían aquí a recoger el agua para casa


Singular adorno sobre la fuente, que parece antiguo. Tal vez delata su antigua importancia


Subimos un poco hasta la que sería la última casa de la población


La casa aprovecha un pequeño rellano natural en esta ladera al borde del camino


A su izquierda hay una explanada, donde este ramal pierde el asfalto


A la derecha unas ruinas, tal vez una casa más vieja o una cuadra, pues a la izquierda hay otra fuente con abrevadero


Tal vez sea del mismo manantial que la anterior. Esta se ve ha sido restaurada. Un hilo de agua sale ocasionalmente del cañu, pero se nota que hace tiempo que no debe usarse


Muy atentos a las flechas amarillas. A veces, cuando crece la vegetación, se camuflan en ella


Bifurcación: parece aparentemente por la pinta que el camín real fuese el de la izquierda, pero su trazado se pierde más adelante. Nosotros tomamos el sendero que baja a la derecha


Sin embargo aquí un viejo muro de piedras, muy bien alineadas, nos hace sospechar si el camín real no sería este. Basten estas aventuradas elucubraciones para que un día los especialistas puedan efectuar un reconocimiento sobre el terreno y estudiar el recorrido exacto del que fue uno de los caminos más sufridos de la costa asturiana


fuese uno de los dos el camín real su aspecto sería de todas formas diferentes, más ancho, al menos en los tiempos en que fue apto para carruajes, las mencionadas carrilanas de cuatro caballos, lo que no le quita dureza. Siendo de todas formas un dato importantísimo, solamente los caminos principales eran de carro y carruaje. Los más eran de herradura, aptos como mucho para las cargadas mulas de los arrieros y por supuesto para gentes a pie o a caballo


Nosotros pasamos relativamente bien, salvo quizás cuando hay lluvias, pues a veces estos senderos o algunos tramos de los mismos se convierten en pequeños torrentes de agua y barro. Lo mismo si en algún momento no se ha limpiado el paso, pues la vegetación crece enormemente de manera rápida en estas húmedas umbrías

 "Siete vallotas y un vallotín, vaya'l demoniu que mal camín..." dice un refrán relacionado con este paso por Las Ballotas, un camino temido por su bravura por los viajeros de siglos pasados pero que ahora es el más recomendable pese a sus subidas y bajadas


Este es un ejemplo del camino y su caja perfectamente limpios y delimitados. Aquí sí parece que tiene cierta forma de camín real con cierto espacio para carro y carrilana


Castaños: se plantaban profusamente en los caminos, pues los frutos que caían a ellos se consideraban, y se consideran, de uso público, mitigando en tiempos muchas hambres. No olvidemos que hasta la llegada de las patatas de América, que tardaron en aceptarse como comida, las castañas constituían una de las bases alimenticias del campesinado y sectores humildes de la población, el mismo pote o potaje era de castañas. Ni que decir tiene que viajeros y peregrinos bien las agradecerían


Otro muro o muria de piedras, en apariencia muy antiguo y muy bien alineado, vuelve a hacernos pensar que sería este efectivamente el camín real y no una senda a los molinos o un atajo directo


Estas murias son perfectas para pintar la flecha amarilla. Aunque no haya cruces ni desvíos es bueno poner alguna señal de confirmación jalonando el recorrido, pues los caminantes que siguen las indicaciones pueden temer hacerse dejado algún cruce atrás si lo las ven al menos en 100 metros. Ello no quiere decir tampoco pintarrajear el itinerario con una profusión abusiva de señalización, cosa que suele ocurrir cuando hay cambios de itinerarios, tachones y contratachones, o cuando coinciden diversos caminos y rutas, cada una con sus anagramas, flechas y colores


Vamos en bajada. Así nos explica el Gran Atlas del Principado de Asturias este trazado: 
"Este sector del litoral se hallaba además jalonado por la llamada ruta de la costa, una de las variantes asturianas de la peregrinación jacobea. Desde Muros el caminante se dirigía hacia el oeste, dejando a un lado la escotadura del puerto de Cudillero, donde, al menos en el siglo XVIII, existía un hospital. También se sabe, por tradición, que había un centro asistencial en Candalina, a los pies del venerado santuario de Santa Ana de Montarés. Seguía la ruta hacia Las Luiñas. En Soto aún se levanta el edificio moderno que sirvió de hospital a los romeros. A partir de allí el camino, ya de por sí difícil, se torna especialmente tortuoso debido a la sucesión de continuos barrancos que desde la cercna montaña descienden al mar, Son parajes conocidos como las siete ballotas, que aún en el siglo XIX impresionaron al viajero George Borrow -don Jorgito el inglés-. El itinerario abandonaba el actual territorio de Cudillero al cruzar El Ríu Ricabu por el famoso pont qui tremble, cuya fragilidad fue popularizada por los cantares de los peregrinos franceses"

Como en la anterior vallota el camino realiza algún zigzag en esta boscosa falda del barranco para perder altura paulatinamente


Flecha en el árbol. Aunque no sabemos qué cuentas echarían, tal vez fuese este el paso a la segunda vallota o ballota. En principio al ser una derivada de valle la palabra habría ser escrita con v, sin embargo existe tradición escrita de escribirla también con ve, por lo que emplearemos la dos formas indistintamente, respetando por supuesto en las citas la opción empleada por el autor. Se recogen asimismo otras formas como Vachota, Vachouta o Val.louta, atendiendo a la pronunciación de la "l.le vaqueira" (ts) y a los diptongos decrecientes ou (como ouca) y ei (vaqueiros)


Hay restos de un pasamanos o baranda de madera, cubierto de musgo. Tal vez cuando paséis hayan desaparecido, a no ser que lo hayan repuesto


Tal vez su colocación obedezca a que estamos en el arranque de una muy pronunciada bajada directa


El camino sigue siendo relativamente ancho. Es seguro en origen lo fuese más y siguiésemos en el mítico Camín de al de Las Ballotas, de tanto recuerdo y literatura


Dentro del debate abierto sobre cuál sería el camino más antiguo, empleado, transitado, etc. si el de Las Palancas o este, al menos por los peregrinos, vamos a pasar otra de las opiniones de los autores de El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"Cabe preguntarse además, por qué un camino que, desde los más de 300 km que nos separan del río Deva, intenta evitar en la medida de los posible los obstáculos topográficos que salen a su paso, va a introducirse de lleno en uno de los paisajes de orografía más difícil de nuestra región para el caminante.

Posiblemente nos encontremos ante un caso de modificación de itinerario como consecuencia dela instalación de poblamiento en la franja más costera y la necesidad de unir los núcleos de Valdredo, Albuerne, Novellana, Castañeras, Santa Marina, Ballota y ya en Valdés, Tablizo, Ribón y Cadavedo, lo que haría que con el tiempo se fuese abandonando el primitivo trazado.

Por último no hay que olvidar que las referencias al paso de Las Ballotas son bastante tardías, así Montigny lo hace al filo del siglo XVI y Borrow en el XIX"

Vamos llegando prontamente ya al final del descenso: como vemos unos se decantan por el de Las Palancas y otros por el de Las Ballotas como ruta principal para este complicado paso costero, debate que se revive cada cierto tiempo, como fue la declaración de caminos oficiales y variantes en Asturias allá por 2017, con todo cuanto conlleva esa decisión para los pueblos y lugares por donde pasa o deja de pasar. Recordemos cómo algunos peregrinos, como otros viajeros, preferían intentar salvarlo por mar, embarcando en Avilés. Imaginémonos el paso de mercancías: por ello y pese a los riesgos del Cantábrico, las rutas marítimas eran muchas veces preferidas a las de tierra


Aquí hay un regato, es uno de los afluentes del Prau Llagón antes de desembocar en la cercana Playa El Riego


Lleva muy poco caudal, pero recordemos que con lluvias  estos regueiros se desbordan y forman grandes charcos y barrizales


Vegetación exuberante en la umbría: ahora vamos a subir un poco... ¿será este el vallotín y lo siguiente la vallota del dicho aquel "Siete vallotas y un vallotín , vaya'l demoniu que mal camín"?


Las flechas, inseparables compañeras de peregrinación


Otro resto de un gran muro de piedras, muy antiguo, ¿otra señal del paso del camín real?


Al dejar de utilizarse, la maleza, corrimientos de piedras, tierra, etc. tienden a estrechar estas sendas o  hacerlas desaparecer, salvo que se arreglen y desbrocen periódicamente


Aquí un árbol ha caído sobre al camino, pero sus raíces al salir arrancadas de la tierra han formado un paso alternativo


Esto parece un gran pino. Algunas especies al crecer se hacen especialmente vulnerables. A no ser que puedan echar muy profundas raíces a veces el viento, y/o el agua socavan su base y los derriban. Esta escena es bastante habitual en estos caminos de bosques, y aún más cuando son plantaciones, repoblaciones, etc.


Avanzamos un poco más y empezamos a bajar de nuevo


Ya desde aquí se oye el murmullo del agua


Llegamos a la orilla del río o reguero de Prau Llagón


En sus márgenes crecen los juncos, estos también se comban, y a veces se caen. Una cierta alineación de las piedras en este borde nos hacer preguntarnos si es una formación natural por arrastre o una canalización elemental


Flecha amarilla en medio de la selvática enramada


El paso del Prau Llagón, otro hito en el camino de Las Luiñas, el Camín de Las Ballotas, abierto gracias a Pepe el hospitalero, pero al que se le echa en falta un cierto apoyo institucional (que no quiere decir urbanizarlo ni encementarlo, como a menudo pasa), sino cuidarlo y mimarlo de manera natural, manteniendo este agreste paisaje en las mágicas quebradas y barrancos que tanto asombraron desde tiempos pretéritos a los viajeros y peregrinos


Caminando sobre estas piedras recordamos lo que dice el gran conocedor de los caminos xacobeos que es Antón Pombo en su Guía del Camino Norte de Santiago:
"Al salir de Novellana el Camino parte a la derecha cuesta abajo, y pronto se convierte en un camino de carro que desciende por un bosque umbroso con aspecto de selva, lleno de helechos, cruzando un pequeño arroyo sobre unas piedras mal puestas, toda una estampa del abandono que padece el itinerario"

Evocador y sugerente paraje, el cruce del Prau Llagón, que como alguien ha dicho:
"dependiendo de la época del año en la que se realice la ruta, llevará más o menos agua, pero que con la ayuda de una buena vara y pisando en las piedras adecuadas no supondrá el mayor problema"

Tras pasar el reguero iniciamos la subida a Castañeras. "por donde pasa el Camino Real de la Costa, tiene ahora seis o siete vallotas o quebradas, que forman los riachuelos que bajan de la sierra", escribía refiriéndose a esta abrupta orografía  el juez, regidor e historiador Antonio Juan de Banzes y Valdés en 1806


De nuevo, tras bajar al río toca subir al pueblo. "Tiene siete montes y uno más pequeño, que se llaman las siete Ballotas y el Ballotín", escribía también en su momento el cronista del concejo Agustín Bravo Roque


Senda muy pisada por los peregrinos, tanto de ida como de vuelta, pues no pocos, tras llegar a Compostela por otros caminos, volvían hacia su casa regresando por aquí, dado que sabían no era de recibo ir a Santiago y no visitar las reliquias de Cristo, del Salvador, en la catedral ovetense, tal y como dice el precepto:
 "Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al señor"

Las flechas nos ayudan en este tránsito por Las Ballotas, tan recorrido por los trotamundos de antaño y plasmado en la literatura de viajes


Las Luiñas y Las Ballotas, "región muy agreste pero pintoresca" la llamaría uno de ellos, el viajero, filólogo, aventurero, y por qué no decirlo, predicador inglés George Borrow, cuando la recorrió en 1837 dentro de su gran  su viaje por España, tan bien descrito por numerosos biógrafos, entre ellos el escritor y periodista asturiano Ramón Baragaño, que habla así de don Jorgito el Inglés:   




Y esta es, también de la mano de Ramón Baragaño, la narración de su viaje entrando en Asturias viniendo de Galicia:



Y en este último repecho antes de la carretera he aquí el relato de su paso de Valdés a Las Luiñas:



Y así, como George Borrow, salimos de otra de estas boscosas y agrestes vallotas para entrar en Castañeras,  otro de los lugares de esta parroquia de Novellana


Primeramente enlazamos con la carretera N-632a, donde acaba la cuesta...


Realmente no es este un camino del todo llano pero se asciende mucho más suavemente que por la empinada pendiente que hemos dejado atrás


Parece mentira que esta hubiese sido la principal arteria de comunicación  de la costa asturiana hacia Galicia durante décadas, continuo trasiego de todo tipo de vehículos, desde turismos a camiones, de tractores a autobuses de línea y autocares


A nuestra izquierda vemos ya uno de los barrios de Castañeras: La Barrera, lugar de barro

 
Castañeras tiene especial relevancia por ser el acceso a una de las playas más emblemáticas de la costa asturiana: El Gavieiru, más conocida turísticamente por la Playa del Silencio. El camino no pasa por ella pero sí muy cerca, tiene buen acceso peatonal, salvando el acantilado por unas escaleras con pasamanos y es verdaderamente recomendable su visita, al menos verla desde arriba, realizando un pequeño desvío a la salida del pueblo, antes de bajar a otra de nuestras vallotas


Estos pueblos se asientan sobre los tramos de rasa costera que formando rellanos al pie de las montañas y junto al mar, se encuentran entre vallota y vallota 


La pequeña cuesta de la carretera va acabando al llegar a Casa Ramiro, que conserva la disposición existente en muchas de las casas de la marina: cuadras y hórreo detrás y al norte. La vivienda con fachada principal orientada al sur, sin ¡nada delante ni a los lados, bien aireada


A la altura de Casa Ramiro está además la señal de entrada en Castañeras. Tiene además un buen espacio, a manera de explanada, entre la carretera y la puerta


En la pared, azulejos con e nombre de la casa y una concha peregrina


A la izquierda La Barrera. Del penoso tramo automovilístico de antaño a lo largo de esta carretera, ahora denominada N-632a, nos dice así la Wikipedia:
"La N-632 continúa atravesando Muros de Nalón y las cercanías de Cudillero por un nuevo trazado construido a finales de década de los 80, que permite salvar las dificultades orográficas existentes. En la década de los 90, se ha continuado con el nuevo trazado construyendo enormes viaductos que salvan el valle del río Uncín, en las inmediaciones de la Playa de la Concha y el valle del río Esqueiro sobre la playa de San Pedro de La Ribera. Parte de esta sección de nueva construcción fue aprovechada para la creación posterior de la A-8.

Todo el trazado sustituido por los viaductos mencionados, hoy bajo la denominación N-632a pasa por poblaciones como Soto de LuíñaBallota y Cadavedo; y es un recorrido que no se había beneficiado de reformas de importancia. Por ello, discurre por un trazado más típico de una carretera de alta montaña, desde el cual se puede observar el Mar Cantábrico en varios puntos, y durante el cual hay varios estrechamientos bajo las vías del ferrocarril de Ribadeo. Es un tramo sinuoso con varias pendientes fuertes, desde el cual se pueden ver los viaductos de la carretera nacional más moderna, los cuales son parte de la A-8 en la actualidad"

A la derecha, detrás de las casas, se extiende hasta el mar la gran pradería de Los Valles, que llega hasta el acantilado de El Gavieiru o playa del Silencio


Casa Ramona y Lolo, con su hórreo rodeado de faldones


Placa en la fachada


De este trazado y sus reformas nos dice así también la Wikipedia:
"La N-632 continúa atravesando Muros de Nalón y las cercanías de Cudillero por un nuevo trazado construido a finales de década de los 80, que permite salvar las dificultades orográficas existentes. En la década de los 90, se ha continuado con el nuevo trazado construyendo enormes viaductos que salvan el valle del río Uncín, en las inmediaciones de la Playa de la Concha y el valle del río Esqueiro sobre la playa de San Pedro de La Ribera. Parte de esta sección de nueva construcción fue aprovechada para la creación posterior de la A-8.

Todo el trazado sustituido por los viaductos mencionados, hoy bajo la denominación N-632a pasa por poblaciones como Soto de LuíñaBallota y Cadavedo; y es un recorrido que no se había beneficiado de reformas de importancia. Por ello, discurre por un trazado más típico de una carretera de alta montaña, desde el cual se puede observar el Mar Cantábrico en varios puntos, y durante el cual hay varios estrechamientos bajo las vías del ferrocarril de Ribadeo. Es un tramo sinuoso con varias pendientes fuertes, desde el cual se pueden ver los viaductos de la carretera nacional más moderna, los cuales son parte de la A-8 en la actualidad"

Pronto dejaremos la carretera, tomando el ramal que sale a la derecha, entre estas dos casas


Es el camino que se dirige a la tan mencionada Playa del Silencio, a un kilómetro de distancia de este cruce


Pasamos primeramente junto a Casa Marcial 


Nos dirigimos al barrio de La Calea Baxu mientras vemos a la izquierda otra de las Siete Hermanas o Siete Vallotas de los viajeros-cronistas de antaño, con otra aldea costera: Santa Marina, al otro lado


En esta tercera vallota se repite la circunstancia de las anteriores: una fuerte bajada al río y su correspondiente subida hasta la siguiente población, la mencionada Santa Marina, nombre de la advocación de su capilla, algo apartada del camino. Pertenece a la parroquia de Ballota o Val.louta, la más occidental del concejo. El río Cándano hace de frontera parroquial


Santa Marina puede tener, como estas poblaciones litorales de Las Ballotas, su origen en una villa, sucesora o vinculada a alguno de los numerosos castros marítimos existentes. En el año 1900 se da la noticia en la obra Asturias de Bellmunt y Canella, que firma Agustín Bravo, del hallazgo de de lápidas sepulcrales con inscripciones que se creían del tiempo de los romanos, una colocada "en una de las piedras de la solera de un hórreo"


Vemos algunas estribaciones de Las Palancas, y aún más lejos la Sierra de Ranón, ya en Valdés, al sur de Cadavéu, y más al oeste la de Cuncieiru o Conciyeiros, al otro lado del Esva


El poblamiento de este barrio es disperso y lineal a lo largo del camino a la playa, que debió ser muy importante en el pasado para los pescadores locales y además para recoger el ouca, las algas marinas de arrastre, empleadas, lo hemos dicho, como excelente abono


Aquel ouca fertilizaría todos estos campos, en la actualidad especializados en pastos, que parecen de carne, criadero de Asturiana de los Valles, la célebre xata roxa, de la que leemos en la Wikipedia:
"Pertenece al Tronco Cantábrico (perfil cóncavo y capa castaña) de los bovinos autóctonos españoles. Tradicionalmente aprovechada por su triple aptitud leche-carne-trabajo, sufrió un grave retroceso con la llegada de razas lecheras especializadas, principalmente la frisona y la parda alpina. Sin embargo a finales de los 70 distintas circunstancias económicas, sociales y laborales, produjeron un cambio a favor de la raza. Hoy en día presenta el mayor censo de todas las razas autóctonas. Los esfuerzos que lleva realizando desde 1981 la 'Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Asturiana de los Valles' (ASEAVA), en cooperación con distintas administraciones, ha posicionado a esta raza en la vanguardia de la ganadería española"

Algo parecido leemos en la página del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación:
"Pertenece al tronco castaño y su origen es europeo, posiblemente fue introducida con las invasiones celtas. Siempre tuvo una notable presencia en todo el territorio astur-leonés hasta mediados del siglo XX en donde, con la introducción masiva de razas extranjeras, se redujeron los censos hasta prácticamente su desaparición. A principios de los años 80 del siglo XX se comienza la recuperación y mejora de la raza y se crea la Asociación de criadores. En los años 90 del siglo XX se produce una gran recuperación de los censos y comienza la expansión hacia otras regiones españolas"  
La principal zona de cría es la Cornisa Cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco), si bien tiene una notable presencia en Castilla y León y Extremadura. Existen rebaños en prácticamente todas las Comunidades Autónomas españolas

La Wikipedia incide en ello y además de su distribución nos informa de la morfología de la especie:

"Es autóctona del Principado de Asturias, concretamente de sus zonas costeras y valles de los principales ríos. En la actualidad la mayoría de los ganaderos se encuentran en el área de la Cornisa Cantábrica y empieza a extenderse a puntos de Extremadura donde se encuentra la mayor explotación de esta raza , MadridToledoGuadalajaraCórdobaHuelvaCádiz, casi toda Castilla y LeónGaliciaPaís VascoCantabria y Teruel En el año 2015 se abrió la primera explotación de ganado vacuno en las Islas Baleares En total hay unos 97.000 animales de esta raza

Con un peso de entre 600 y 700 kilos en hembras y hasta 1200 en machos, los ejemplares de esta raza poseen un pelaje con colores que van del caoba al castaño claro. Es típica de esta raza la degradación del color en la cara interna de los miembros. Utilizadas como excelentes productoras de carne"


Las plantaciones de pinos y eucaliptos pueblan el barranco del río Cándano, que nace en las estribaciones del Picu Cabornín, bajando por Bosquerrubio y Las Fontinas, uniéndose con el regato de Carcabón y luego recibiendo las aguas del río La Cabrita. Desemboca en la Playa Ribera del Molín, en cuyas cercanías están el Molín de Marcial y el Molín de Fausto


Vemos perfectamente bien el totémico Picu Paradiel.la con su altísima antena. Más cerca el campo de San Roque'l Picu, el Prau San Roque, solar de romerías y paso de la vía de enlace entre el Camín de Las Palancas con este de Las Ballotas


Ante nosotros el Cantábrico. Aunque el ahora oficialmente denominado Camino Norte sea tradicionalmente conocido como Camino de la Costa, solo ocasionalmente es bañado por las aguas del mar y esto por diferentes razones. Por lo común y más generalmente porque se busca la ruta más directa entre poblaciones, y esta no sigue la sinuosidad de la línea acantilada (de "reidoras costas" decían los poetas), y porque tampoco se apreciaban las costas, el mar y las playas, hasta épocas relativamente recientes en lo que es la historia


Abajo oímos las olas del mar en la Playa la Ribera del Molín y vemos una fila de peñas, que son llamadas pòr el nombre de las dos mayores: Las Gamallas. También están El Candanón y Güeyu Culo


Picudas peñas que afloran a la superficie, son un riesgo para la navegación: en la zona de Entrecabos ha habido varios naufragios, no solo de pesqueros faenando, sino de buques de transporte, si bien no se han precisado bien las causas de porqué barcos que han pasado sin problemas el Cabu Peñes o Cabo de Peñas, de repente se han aproximado tantísimo a la costa


Uno de los naufragios fue, allá por la década de 1950, el del barco Bienvenida, naufragado por causas desconocidas en la cercana Playa de Gueirúa o Gairúa. Los marineros se salvaron y pidieron ayuda en el vecino pueblo de Santa Marina. Dado el elevado coste para rescatar el barco este fue abandonado en la playa, siendo sus restos aprovechados por la vecindad, madera, alimentos, aparejos, etc.


Llegamos a Casa Pachín: el camino sigue a la izquierda, pero si queremos acercarnos a conocer, siquiera desde lo alto del acantilado, la hermosa Playa del Silencio, El Gavieiru, hemos de ir de frente para luego regresar aquí


Dado que a la playa le dedicamos su oportuna entrada de blog, nosotros seguimos el Camino propiamente dicho, que inicia la bajada al río Cándano


A lo lejos seguimos viendo toda la línea de cumbres de las sierras de Troncéu y Las Palancas


A la izquierda de la foto, por la falda sur del Picu Cabornín discurre el Camino de las Palancas o Camín de los Vaqueiros, A continuación están el Esqueirubiu o Arquera y el Alto San Roque. A la derecha el omnipresente Picu Paradiel.la


Abajo y más cerca, en el campo de San Roque'l Picu, reconoceremos ahora bien capilla de este nombre (derecha de la foto), romería vaqueira y marnueta, de la que dicen en Vive Cudillero:
"A las afueras de la localidad de Ballota podemos visitar la ermita de San Roque, la cual se encuentra en lo alto del monte que lleva el mismo nombre. Se trata de un lugar desde el que se tienen unas excepcionales vistas, aunque no debemos dejar de visitar el interior de esta construcción. 
Las últimas remodelaciones de la ermita fueron entre los siglos XIX y XX pero puede que su antigüedad sea mayor. A pesar de no ser una edificación grande, en su interior podemos encontrar mucha tranquilidad y una talla de San Roque en una vitrina. 
Es paso del Camino de Santiago, por lo que además de hacer una ruta natural también nos encontraremos en un paso histórico que se lleva recorriendo desde hace siglos, aumentando el valor de una visita como estas. 
Todos los años en el mes de agosto se celebra una romería tradicional asturiana en el Pico San Roque. Una excelente oportunidad para poder conocer parte del legado etnográfico de esta zona. Si de etnografía hablamos, hay que recordar que próximo a la ermita puede verse un típico hórreo asturiano. 
Desde este lugar se pueden obtener fantásticas vistas como las del Cabo Busto al oeste o todo el concejo de Cudillero al este y en los días de buena visibilidad se alcanza hasta el Cabo Peñas, convirtiendo a este pico en una atalaya natural de visita obligada, donde poder disfrutar de gran parte del Paisaje Protegido de la Costa Occidental Asturiana.

Campos y setos silvestres constituyen la primera parte del paisaje más inmediato en esta larga bajada. La caja caminera, ancha y profunda, delata que pueda ser este también el trazado del camín real


Las fincas cerradas con alambrada revelan sus usos ganaderos como pastizales


Muchísima atención en esta bifurcación: seguimos de frente todo recto cuesta abajo. En lo alto el barrio de La Calea Riba


Y también aquí un viejo muro, medio desmoronado pero muy bien construido, delata la antigüedad de esta senda


Un buen lugar para pintar alguna flecha caminera


La muria sigue recta y perfectamente alineada. El camino parece tener restos de algún viejo empedrado



Pasamos un arroyuelo, el de La Fuente Gonzalo. Es en estos parajes selváticos y en ocasiones embarrados cuando nos damos cuenta de la fama que tuvo este camino en tiempos pasados por su dureza


Y es que ahora nuevamente nos adentramos en un bosque, predominantemente autóctono y muy tupido, incluso con algunos juncos en estos humedales de la Fuente Gonzalo


Otra muria, cubierta de musgo, delimita por la derecha el pedregoso camino


Juncos y junquera, popularmente antaño xuncal, xunquera, cañaveral... ahora por influencia de cine y literatura más llamado bambú


Pronto empiezan las plantaciones de eucaliptos, especie predominante en la costa


Hay unos mojones telefónicos en los que se han pintado flechas en este itinerario, que baja muy recto y bien marcado


Dentro de los debates sobre las rutas de peregrinación norteñas, la investigadora Astrid de Sas van Damme publica en Estudios Medievales Hispánicos el artículo Peregrinación a Santiago y Oviedo por la ruta costera en La Edad Media, del que extraemos lo siguiente
"La peregrinación a Santiago de Compostela ha sido uno de los mayores fenómenos de masas de la Edad Media, con todo lo que ello ha supuesto para la historia de Occidente, convirtiéndose en una de las señas de identidad de lo que hoy conocemos como europeidad. Como objeto de investigación, la peregrinación es un fenómeno complejo, ya que hay que diferenciar entre el acto en sí, y el entorno cultural que lo propicia o condiciona, especialmente el culto a las reliquias. En este caso abordaremos una de las opciones para llegar a Santiago, la ruta costera, una de las menos investigadas pero no por ello menos conocida pues en su camino se halla otro de los centros peregrinatorios más importantes del Medievo, San Salvador de Oviedo (...)

 Las condiciones en las que se hallaban los reinos cristianos en los primeros siglos de las peregrinaciones a Santiago de Compostela, obligados a refugiarse en las tierras más al norte de la Península, hace que el tránsito de peregrinos venidos de ultrapuertos sea irregular todavía, y es de suponer que su itinerario apenas rebasara hacia el sur la franja cantábrica, constitutiva en su mayor parte del reino astur-leonés. De ahí que los primeros historiadores de “el Camino” en la Edad Media hispana hablen de una imprecisa ruta de la costa..."

Prosigue la autora con las diferentes opiniones existentes al respecto:
"Ciertamente la idea de un Camino de Santiago que discurriese por la costa ha sido causa de numerosos debates, estando unos a favor de su existencia, mientras que otros le atribuyen poca importancia y difícil definición por lo dura que resultaba. Cirlot es uno de los autores que sostiene la existencia de esta ruta, anterior a la definición de la que fue la principal. Comentando y recopilando las alusiones que aparecen en diversas fuentes, entre ellas la Crónica General (siglo XIII), llega a la conclusión de que antes de Sancho el Mayor, los peregrinos no entraban por Roncesvalles, sino que accedían a la península por Irún.3 Menéndez Pidal también defendió esta ruta temprana:
“primitivamente este Camino de Santiago o francés pasaba por Álava y Asturias, para ir más a cubierto de las incursiones de los musulmanes; pero a principios del siglo XI el rey Sancho el Mayor lo mudó"
Sin embargo, Lacarra no lo considera así, y defiende que esta ruta no debió de recorrerse hasta el siglo XIII, ya que en el siglo XII tanto la actual Cantabria como el País Vasco estaban habitadas por pueblos hostiles, lo que la convertía en una vía francamente peligrosa para el peregrino. Estas regiones del norte no fueron accesibles y seguras hasta la aparición de núcleos urbanos definidos, entre los siglos XII y XIII. A ello hay que sumarle la dificultad de los caminos que pudieran discurrir por la costa, ya que nos encontramos ante un territorio tortuoso a causa de los acantilados y las rías. Pero no por ello se debe negar rotundamente el paso de peregrinos rumbo a Oviedo y a Santiago, quienes se encontraron con importantes centros de asistencia"  

Y además se vislumbra la idea que la ruta costera, como tantas otras, se base en vías romanas, que la la vez aprovechaban sendas ya existentes en lo que es el pasillo natural de la franja costanera, el cual se complicaba en lugares como estos de las vallotas o en el cruce de las rías:
"Uno de los mayores inconvenientes con los que se encuentra el viajero en esta ruta de la costa es la orografía, ya que el relieve es acusado y de ahí su nombre de Orla Montañosa Cantábrica. Los cursos de los ríos van a desembocar al mar a través de estas montañas, creando importantes hondonadas que obligan a rodearlas impidiendo un itinerario lineal y constante, como presenta el Camino Francés en la meseta castellana. De la misma forma que fue un inconveniente en la Edad Media lo fue anteriormente para los romanos, y por ello se explica, como apunta J. Uría, que crearan vías secundarias de comunicación con estos territorios del norte a través de calzadas que siguen la dirección de los meridianos, a partir de las vías denominadas Burdigala y Astúrica"

En este aspecto, en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, se dice:
"... existe la sospecha de un antecedente en época romana para este camino. Nos referimos a la vía que desde Brigantia (La Coruña) a Ossaron (Oyarzun o Irún) cruzaba previsiblemente el margen costero asturiano, resultando admisible, de ser así, su coincidencia, al menos en parte, con el camino que aquí nos ocupa.

Es concluíble, por tanto, la existencia de un camino cristalizado desde el siglo XIII, cuyo origen tal vez sea anterior, que pervivió hasta el punto de constituir el esquema circulatorio del siglo XVIII, y que concentró en su ámbito no sólo la mayor parte de la comunicación de la franja litoral, sino muy probablemente ésta a través de un período extraordinariamente dilatado"

No obstante Astrid Sas van Damme es de una opinión algo diferente, más que una calzada ve una unión de vías secundarias:
"No se cree que haya existido una vía romana paralela a la costa que una Este y Oeste, a lo sumo, según estudios arqueológicos, que se hayan unido algunos caminos secundarios para comunicar diferentes zonas, como sí se sabe ocurrió para unir el Este y el Oeste de Asturias" 

Flecha pintada: independientemente del debate sobre sus características y antigüedad, fue ardua la tarea de localizar estos milenarios senderos cubiertos de bosque, siguiendo más o menos el trazado del antiguo Camín de las Ballotas, pues salvo para bajar a algún molino llevaban mucho tiempo sin emplearse, ya que una vez hecha la carretera únicamente quedaron como sendas secundarias hacia las moliendas o alguna finca o monte comunal


Senda bien pisada. La existencia en el camino costanero de diferentes vías y ramales, una constante desde su comienzo, es también abordada por Van Damme:
"Aunque se la denomine como “ruta de la costa”, realmente el nombre correcto sería el de “ruta del norte”, ya que esta vía no sigue estrictamente la línea de la costa, sino que cuenta con varios ramales, y todos ellos unen o parten de la ciudad de Oviedo, verdadero centro articulador"

Ahora el paso continuo de peregrinos tras su señalización ha recuperado estas ancestrales vías de comunicación


Alguna roca que aflora ala superficie es ideal para pintar la oportuna flecha


Luego del fuerte descenso vamos llegando al final de la bajada


Y así, al lado de esta muria, empezamos a llanear por las profundidades de esta vallota


Otra flecha amarilla confirma nuestra buena dirección en esta selva verde de Las Ballotas, que nada tiene que ver con bellotas, como alguien alguna vez confundió, sino con valles hondos y estrechos


Zona encharcada. Los caminantes buscan el paso seco a la derecha, junto a los troncos


Y llegamos a las orillas del río Cándano, otro reguero sin apenas profundidad en lo que es el cauce habitual, pero que  con lluvias torrenciales se desborda por estas sendas y bosques. El hidrónimo puede tener varias acepciones. Esto vemos en Toponima asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"El lat. CANDIDUS, A, UM ‘de color blanco´ pudo tener, en su paso al asturiano, un doble comportamiento; de un lado el más general con matenimiento de la postónica dando lugar a resultados del tipo candiu, candia que pervivirían en el adj. candial ‘de buena calidad (especialmente el pan, el trigo)’, ‘cariñoso (un individuo) ... 
Pero, al mismo tiempo, debió de haberse producido la tendencia a la pérdida de la postónica dando lugar a realizaciones CAND(I)DUM > *candu que perviviría en el también adjetival Candal) (....). 
Sobre el ast. candu seguido de un sufijo átono, el prerromano átono -ANU con las variantes -ALU, -ARU, el apelativo cándanu, cándalu o cándaru ‘rama seca y blanquecina’ y por extensión ‘persona alta y delgada’. De igual modo, el femenino cándana ‘caña grande y seca especialmente cuando queda algo blanca por haberse quemado’. 
Con esta propuesta no creemos que sea necesario, para justificar los topónimos que siguen, acudir a una explicación céltica , aunque en este idioma es posible KANDO-‘blanco’  palabra emparentada no sólo con la latina candere ‘arder’ sino con otras de raíz también indoeuropea"

Podremos cruzar el Cándano por estos pasos hechos a base de piedras


Con cuidado no meter el pie en el agua ni por supuesto resbalar, prestando asimismo atención al pisar porque no siempre estas piedras están del todo bien puestas


Y como en ocasiones anteriores y siguiendo la tónica característica de estas vallotas, tras bajar al río hay que subir al pueblo. Aguardándonos un buen recuesto hasta Santa Marina, perteneciente a la parroquia precisamente llamada Ballota, a la que hemos entrado al cruzar el Cándano


El musgo crece en la corteza del tronco de los árboles por su parte que mira el norte, la más sombría


Helechos en la vereda... la caja caminera es también aquí relativamente ancha


Uno de los grandes peregrinos de la historia del camino costero, el ahora conocido como Camino Norte, fue el obispo Mártiros o Mártir de Arzendján, que salió de su tierra de Armenia en 1489 y llegó a Santiago dos años después, en 1491, conociéndose gracias a su manuscrito las localidades por donde pasó, así como algunas curiosidades, sin embargo hay importantes lagunas en cuanto a su cronología o qué caminos concretos habría seguido


La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes nos ofrece esta reseña de las traducciones del relato del obispo al francés y al castellano (hecha la segunda por el polígrafo García Mercadal) en Exploradores y viajeros por España:
"García Mercadal nos habla sobre este obispo armenio que se apresura en las primeras líneas de su narración viajera a aclarar: 
«Yo, Mártir, aunque solamente de nombre, nacido en Arzendján, y obispo, residente en la ermita de San Ciríaco de Norkiegh, (pequeña población cercana a la populosa Arzendján), había deseado por largo tiempo ir a visitar la tumba del santo príncipe de los apóstoles...»
El obispo armenio inició su andadura el 19 de octubre de 1489. Constantinopla, Roma, Francfort (siguiendo por la ruta del Rin), Colonia, Francia y España fueron las siguientes etapas de su peregrinaje.

Su traductor al francés, M. J. Saint Martín, miembro del Instituto de Francia, indica que la relación de este obispo del que tan poco se conoce, está escrita «en un armenio vulgar, en estilo sencillo, sin arte, un tanto incorrecto, en el que incluso se mezclan palabras extranjeras capaces de dificultar su comprensión». Según este estudioso, la traducción de esta obra, Relation d'un voyage fait en Europe et dans l'Ocean Atlantique, à la fin de XV siècle, sous le regne de Charles VIII, par Mártir, évêque d'Arzendjan, París, 1827, la tomó del manuscrito armenio de la biblioteca del rey, n.º 65, que contiene una compilación de rezos e historias piadosas. La copia -sigue diciendo SaintMartin- se hizo en Constantinopla y se acabó el 12 de diciembre de 1684.

García Mercadal incluyó la traducción del viaje del obispo Martir en su obra Viaje de extranjeros por España y Portugal, op. cit.vol. I. A lo apuntado por García Mercadal, Farinelli añade que la Relación de un viaje por Europa con la peregrinación a Santiago de Galicia, verificado a fines del siglo XV por Martir, Obispo de Arzendjan, fue traducido del francés al castellano por E. G. de R., Madrid, 1898"

Antón Pombo, historiador y guía, especialista en el Camino de Santiago nos ofrece un excelente resumen en La Voz de Galicia el 24-9-2019, del que extraemos esta cita: 
"Nuestro romero, procedente de tan lejanas tierras, es el obispo Mártir de Arzendján, ciudad y diócesis de Armenia situada en la península de Anatolia -actual Turquía-, que emprendió su peregrinaje desde el monasterio de San Ciriaco de Norkiegh, donde residía, el 29 de octubre de 1489, prolongándolo hasta 1496 por Constantinopla, Venecia, Ancona, Roma, Constanza, Basilea, Fráncfort, Friburgo, Estrasburgo, Colonia, Aquisgrán, Flandes, Normandía, París, Tours, Poitiers, Bayona, Donostia, Portugalete, Santander, Santillana del Mar, San Vicente de la Barquera, Oviedo y Betanzos, desde donde alcanzó Santiago y el cabo Fisterra. Regresó del mismo modo por el Camino Norte, embarcándose en Getaria hasta Cádiz, de donde prosiguió su itinerario por el monasterio de Guadalupe, Sevilla, Salobreña, Granada, Jaén, Baeza, Úbeda, Chinchilla, Almansa, Xátiva, Alcira, Valencia, Barcelona, Perpiñán-, Milán, Génova, Orvieto, Montefiascone, Viterbo y Roma. En la capital del orbe cristiano se embarcó de nuevo para regresar a su patria, sin que indique más lugares de paso
El viaje figura en un manuscrito armenio de la Biblioteca Nacional de París (Bibliotêque du Roi, 65), que resulta ser una compilación de varios rezos y relatos piadosos, elaborada en Constantinopla en 1684"

Antón Pombo nos cuenta además cómo se difundió este texto y se hicieron sus traducciones:
"La primera popularización del texto nos llega a través de la traducción al francés realizada por Antoine Jean Saint-Martin, del Instituto de Francia, que la tituló Relation d’un voyage fait en Europe e dans l’Océan Atlantique, à la fin du XVe siècle, sous le règne de Charles VIII, par Martyr, évêque d’Arzendjan (París, 1827). En la publicación, dotada de un denso aparato crítico, figura también el texto original en armenio.
De la anterior lo tradujo por vez primera al castellano Emilia Gayangos de Riaño como Relación de un viaje por Europa con la peregrinación a Santiago de Galicia verificado a fines del siglo XV por Mártir, obispo de Arzendján (Madrid, 1898). Esta versión española fue reeditada recientemente por los Amigos de los Pazos (Vigo, s/d)"

Un apartado más extenso le dedica a su biografía y viaje la Xacopedia en la voz Mártiros de Arzendjan:
"También citado como Mártir de Arzendjan. Obispo de Arzendjan, en Armenia, y peregrino a Compostela que posiblemente recorrió el Camino de la Costa, tanto a la ida como a la vuelta. Su visita al sepulcro del apóstol Santiago formó parte de un largo periplo que comenzó en Armenia -uno de los lugares más lejanos de los que se tiene constancia de peregrinaciones- y le llevó a otros centros de culto, como la tumba de San Pedro (Roma). En total, el viaje duró dos años, de 1489 a 1491, aunque algunos autores datan su partida en 1494. Según Caucci von Sauken, el recorrido llevado a cabo por este obispo equivaldría a dar la vuelta al mundo. Peregrinó desde su tierra natal armenia.

Como testimonio de su peregrinación dejó un escrito de gran valor, pues ofrece una visión única del fenómeno de peregrinaje desde una perspectiva centroeuropea. Este texto es, asimismo, la primera guía del peregrino del Camino de la Costa o del Norte"

En su relato, se desprende que su peregrinación tuvo un carácter eminentemente piadoso, aunque hay quien sostiene que, además, parecía buscar algún apoyo contra los  enemigos seculares delos armenios, los turcos; 
"Este obispo armenio que viaja por Europa representa el tipo de peregrino devoto, para quien el sacrificio y la penitencia se anteponen a cualquier preocupación mundana, tal y como se desprende de su texto. Por lo tanto, su peregrinación tendría una clara vocación religiosa y su principal motivación sería visitar la tumba del apóstol San Pedro. Después extendió su viaje hasta el extremo de Galicia, para expresar su devoción al Apóstol. Se baraja también la teoría, defendida entre otros por Szászdi, de que detrás de su peregrinación habría una misión diplomática destinada a conseguir apoyos contra los turcos.

En el relato de Martiros queda patente el interés que siente por el aspecto religioso, a pesar de que otros textos de peregrinos prestan más atención a las necesidades espirituales y clericales y ofrecían las informaciones necesarias para las prácticas piadosas. También manifiesta su afán por las cuestiones históricas, aunque aporta datos que no se corresponden siempre con la realidad y cifras en relación a cuestiones religiosas que en ocasiones resultan exageradas"

No olvidemos que Armenia fue el primer estado que declaró al cristianismo religión oficial, y a la Iglesia Armenia pertenece el segundo templo de Santiago más visitado del mundo (tras la misma Compostela): Santiago de Jerusalén, leemos también en la Xacopedia
"Se trata, sin duda, del territorio más distante desde el que llegaron peregrinos históricos. Están documentados varios casos. El hecho de que Armenia fuese uno de los países que primero abrazó el cristianismo, ya en el siglo I, influyó sin duda en esta presencia en Compostela. Según la tradición, la iglesia armenia la fundaron apóstoles de Jesús. Por lo tanto, la relación con otro territorio evangelizado por un apóstol, como era España, sería para ellos de especial interés. A esto habría que añadir el sentido penitencial de una larga peregrinación como la compostelana. Desde Armenia no había otra más compleja, dura y distante

El primer peregrino de este país documentado es Simeón de Armenia, en una fecha que sorprende -el año 983 ó 984- por su relativa cercanía con el descubrimiento del sepulcro de Santiago (820-830) y que evidenciaría una vez más el gran eco producido ya en ese momento por el santuario apostólico compostelano. No se puede precisar si Simeón llegó a Compostela desde Armenia o desde otro punto de Europa, como Roma. En el siglo XII también está registrada la visita de un arzobispo de Nínive -Irak- acompañado por varios prelados armenios.

El viaje más documentado, gracias al relato que él mismo nos dejó, es la del obispo Martiros, procedente de la zona de Arzendjan en este país. Peregrina en 1491 y permanece 84 días en Compostela, hasta que la carestía de la vida en la ciudad, según él mismo relata, lo obliga a partir

Hay otro elemento de gran fuerza simbólica que relaciona al santuario compostelano con Armenia. Se trata de la iglesia-catedral de Santiago, en Jerusalén, fundada en el siglo XII y administrada por los representantes de la iglesia armenia en la ciudad. Representa, tras Santiago de Compostela, el segundo lugar de culto jacobeo más sagrado del mundo. Situada en el barrio armenio, en ella se custodia el punto donde, según la tradición, murió decapitado el apóstol Santiago el Mayor. Los armenios cuidan con gran devoción el lugar. En el presente, la relación entre los armenios y Santiago a través del Camino de Santiago sigue viva. Hay varios casos de armenios que peregrinaron en los últimos años"

Se ve de nuevo cerca el cielo azul, señal que nos acercamos al final de este gran remonte. Como hemos dicho no podemos precisar etapa a etapa qué ruta exacta tomaría el prelado Mártiros en los caminos norteños, pero hace hincapié a la duro del recorrido en general, natural dada la distancia a recorrer desde su patria

"A lo largo del escrito hace continuas referencias a la dureza del Camino, algo que para los estudiosos resulta natural debido a la enorme distancia que debía de recorrer, además de poder indicar que este hombre era de constitución débil y quizá también de edad avanzada. Como elemento destacable, realiza la primera descripción, por parte de un peregrino, del Pórtico de la Gloria y presenta una síntesis prodigiosa del mensaje teológico de sus esculturas"


En el Camino encontraremos un elemento que en principio puede antojársenos sorprendente en este lugar: un viejo poste telefónico de madera. Sin embargo más que hilos telefónicos se ven un grueso cable, como una manguera, y otro más fino, que parece ser de luz eléctrica


Reparamos en las ya históricas piezas de cristal, los aisladores de vidrio: descubrimos que ha sido asegurado con refuerzos metálicos y cuerda de acero


Si nos fijamos descubriremos otro más abajo a nuestra izquierda, casi oculto por los árboles


Tal vez tengan que ver estos postes con alguno de los antiguos molinos que hubo cerca de la playa llamada precisamente del Molín o Ribera del Molín, al lado de la de El Gavieiru 


Continuamos subiendo, ahora la sombra de los ocalitos, tan intensa y extensivamente plantados en la costa para la industria papelera


En esta vereda ha sido excavado un tramo de surco, sin duda para que baje por él el agua de lluvia, que al caer en cuesta abajo puede hacer especialmente penoso subir esta cuesta


Poco antes de llegar arriba hay algún trecho sin árboles, al menos en el momento de hacer esta foto. Recordemos que en los eucaliptales el paisaje cambia, tanto cuando se tala, como en época de plantaciones


Si tenemos vista veremos bajo nosotros la gran selva de esta vallota, de la que hemos salido



Y arriba vemos las casas de La Calea Baxu en Castañeras. A la derecha, por Casa Pachín, habíamos empezado a bajar. Por las de la izquierda va el camino a El Gavieiru o Playa del Silencio


Aquí el sendero se estrecha entre setos silvestres, pero normalmente se pasa bien y sin problemas


Los setos o sebes son señal que estamos entre fincas, pues suelen delimitarlas, y por lo tanto si hay fincas nos encontramos en las cercanías de zona poblada


Efectivamente salimos a la carretera N-632a a la entrada de Santa Marina, otro de los pueblos del Camín de Las Ballotas, cuyo nombre viene dado por la existencia de una capilla de esta advocación


Antes de entrar en Santa Marina la carretera hace una muy pronunciada curva ante los campos de Las Terronas


Santa Marina tiene un poblamiento similar al de los demás pueblos de Las Ballotas, extendiéndose en la llanura de la rasa costera que, cual meseta, se forma  entre los profundos surcos de vallota a vallota, desde la falda de la montaña hasta casi el mar



En la distancia al oeste las estribaciones más occidentales de Las Palancas, en la bajada a Sampelayo


A nuestra izquierda el barrio Cándano, ante el Picu L'Arquera, que a su derecha tiene San Roque'l Picu y a su izquierda la loma de Las Fontanas y El Contu


Más la izquierda el Picu los Huesos (444 m). Esas cubres marcan al sur la frontera entre los concejos de Cudillero/Cuideiru y Valdés


La frontera concejil sigue por aquel collado: Las Ventas, la antigua parada de los viajeros que elegían el camino de las brañas, el Camín de las Palancas


A Las Ventas baja ese camino, que va por la falda norte del Picu'l Gordu (448 m), en el paso de la Sierra Troncéu a la de Las Palancas


Poco más abajo del camín la braña de Resiellas, la de aquellos indómitos vaqueiros de los largos y conflictivos  pleitos para tener asiento en la iglesia de Novellana


Desde aquí, pasada la curva, miramos atrás, al este


Contemplamos Castañeras, en la distancia. El primer término La Calea Baxo y el camino a El Gavieiru (Playa del Silencio)


Según avanzamos y entramos en Santa Marina tenemos una buena vista también del Picu las L.liebres (672 m), a la derecha de la foto, otro de los hitos montañeros del Camín de las Palancas


Nada más pasar el cartel de Santa Marina hay una bifurcación conveniente de explicar


Un camino señalizado con flechas sigue por la carretera hasta la casa del fondo; otro, también con algunas flechas, marca tomar el ramal de la derecha para acabar también frente a dicha casa: hace algo de rodeo respecto al de la carretera pero nos aparta de ella y es camino además hacia otra de las playas accesibles en este Camín de Las Ballotas: Gueirúa


Por ello en nuestro caso vamos pues a seguir esas flechas hacia la derecha, independientemente que cada uno pueda hacer lo que más le plazca


Tomamos pues este camino local, muy llano, que comunica las casas 


Junto al camino, hórreo jardín y casa. En la siguiente está la bifurcación para ir a Gueirúa


Estamos ante otra casa estilo Vidíu, lo delata el cuerpo más pequeño de la izquierda, de planta baja, con la alta chimenea de la cocina


El de la derecha, que tradicionalmente era vivienda arriba y cuadra debajo, parece haber sido reformado y ampliado en su momento. Fijémonos que aquí el hórreo está delante de la casa, bien protegido de los vientos del norte, y no presenta faldones


Seguimos camino bordeando esta finca con unas antiguas naves ganaderas


Seguidamente Casa Servando, que fue marinero y mariscador, y Celsa. Entre esta y la siguiente va el camino a la Playa Gueirúa, o más correctamente Ribera Gueirúa, empleando la denominación popular local, pues son playas de pedreros o xorragales, cuando hay arena es sable


Si estamos bien de tiempo, sobre todo si vamos a hospedarnos en Santa Marina (hay alojamientos) y tenemos unas horas libres podemos bajar a verla o al menos asomarnos a su acantilado


Vayamos o no a Gueirúa el camino sigue de frente tras pasar Casa Servando y Celsa



Al pasar vemos la gran panerona que hay en la otra casa: de corredor en la parte sur (donde está la subidoria) y este; faldones al norte y oeste


Una gran flecha amarilla nos orienta en esta pared de ladrillos que cierra el terreno de las naves que vimos antes


Pasamos junto al otro extremo de una de las naves, rodeandoasí su terreno 


Cruce y de frente, caminando ahora en dirección sur


Otra gran flecha al final del muro confirma la dirección a seguir


Otro cruce y también de frente


A la derecha la Casa los Molineros


Una flecha más en la pared de este cobertizo sigue indicándonos la dirección a seguir


A la derecha la portilla de Casa los Molineros, que deben estar relacionados con la que tienen delante, Casa El Molinero, que enseguida vamos a ver


Caminamos ahora al pie de un alto seto que cierra una finca


Seguimos viendo flechas amarillas en todo momento, como en aquel poste telefónico


Vemos ha sido repintada algunas veces


Al fondo ya empezamos a ver la carretera, a la que volveremos a salir ahora


Antes de la carretera está la panera de Casa El Molinero, con su bodega debajo 


Esta panera tiene faldones en sus cuatro lados


Y ya estamos de nuevo en la N-632a, continuando camino a la derecha


Observemos a la izquierda la señalización a la Playa Gueirúa y de frente la parte posterior del gran caserón que empleábamos antes como referencia para saber dónde volvía este camino a unirse con la N-632a 


Florecen las hortensias


Flecha amarilla en el guardarraíl, para ir a la derecha


Un muro cierra el terrenos de la casona, donde está el pozo del agua: fijémonos en el detalle, cubierta de pizarra a dos aguas y cumbrera de tejas


El caserón, aunque reformado, tiene toda la traza de haber sido casa importante, dado su tamaño. Tuvo reformas pero conserva abajo el gran portalón, y arriba una galería que pudo suceder a un más antiguo corredor. A la derecha asoma la que parece una gran panera


En el siguiente cruce seguimos de frente, por la carretera. Hay un buen espacio para caminar los peatones 



Pasamos frente a la citada Casa El Molinero, con el hórreo bajo el que pasamos asomando un poco a la derecha


En Santa Marina existieron varios molinos que funcionaban con el agua de un arroyo que desemboca en Gueirúa, El Ríu Molinón


Según la tradición existente, Santa Marina fueron en origen tres pueblos: este de Cándano, La Regueirina a continuación y seguidamente el de Santa Marina propiamente dicho, cuya capilla estaba anteriormente en el solar de un antiguo castro situado en las inmediaciones, aunque un tanto alejada, por lo que fue trasladada de lugar (la veremos más adelante)


Camino de Cándano a La Regueirina, El Parque, precioso espacio verde a la izquierda de la carretera, frente a la siguiente curva



Es habitual ver a peregrinos con sus mochilas hacer aquí un alto y descansar de su buena caminata, antes de tomar la célebre Recta de Santa Marina, en la carretera, que nos llevará ya al final dela población


El Parque es un pequeño triángulo verde pero muy bien aprovechado, un vergel donde se plantaron en su momento varios árboles, entre ellos un teixu. Dispone de bancos en una explanada central. También hay farolas 


Al sur las estribaciones del Camín de Las Palancas, que constituyen también una encrucijada, en Las Ventas, de los caminos que comunican la costa con el interior. Al otro lado por ejemplo está Arcallana o Arcayana, donde se celebraban importantes ferias muy concurridas por las gentes de estas parroquias, tanto marnuetos como xaldos y vaqueiros. Recordemos que la antigua capital, Pravia, quedaba excesivamente alejada de Las Luiñas para acudir mucho allí a las suyas


Hay casas y prados alrededor. El hábitat es disperso si bien las viviendas tienden a formar pequeños grupos en cada barrio, como aquí, en torno a El Parque


En Vive Cudillero nos presentan así Santa Marina...
"Santa Marina es una pequeña localidad perteneciente a la parroquia de Ballota. A pesar de su tamaño, es una delicia pasear por sus caminos y disfrutar del ambiente rural y natural que se respira en la zona. Es un lugar para desconectar del día a día, sobre todo para aquellas personas que sean más urbanitas y quieran pasar unos días alejados de sus rutinas diarias. Cuenta con varias opciones de alojamiento y de restauración, lo que permitirá conocer más sobre parte de la cultura gastronómica, donde predominan platos de todas clases como carnes, pescados y mariscos y diferentes productos de huerta. Santa Marina no es muy grande, pero permite ser punto de partida de muchas rutas que te permitirán descubrir muchos de los encantos de la zona, como por ejemplo la playa de Gueirua entre otros"

Al otro lado, huertas y cultivos se extienden entre la carretera y las viviendas. Volvemos a ver la Casa El Molinero

 A la carretera volvemos nosotros tomando la Recta de Santa Marina. A la derecha un llamativo caso de panera con bodega de dos alturas, que parece haber sido vivienda

A la izquierda los Apartamentos El Parque. Frente a ellos hay un buen tramo de arcén


No sabemos tampoco a ciencia cierta por dónde iría el camín real a su paso por Santa Marina. Es posible que cerca del castro y emplazamiento de la antigua capilla. Lo cierto es que, como siempre pasa, tras la construcción de la carretera el eje poblacional se traslada a esta


Y así, con la carretera abierta, se construyen las nuevas viviendas, muchas con un aire indiano o netamente urbano, como esta de tres alturas, pues el bajocubierta es en la práctica un piso más, y aprovechado como tal, de la casa, en este caso con una buena buhardilla o bufarda mirando al norte, al mar


Esta estructura de piso bajo, alto y bajocubierta que forma parte de la vivienda, eso sí, es la de un estilo de casas-bloque de raigambre tradicional en gran parte del occidente. Iremos viendo más en nuestro periplo costero, sobre todo al ir acercándonos a Navia, ya con cubierta de pizarra. En este caso el hórreo está al sur, como lo está la fachada principal, sin bien enfrente de ella


A la derecha la panera se sitúa al lado de la casa, sin quitarle visibilidad ni al norte ni al sur


La fachada principal por lo general siempre al sur, orientada al sol


La panera tiene la estructura de faldones altos y corredor. Los pegollos o pilares son cortos, como es lo normal cuando ya se levanta sobre una bodega, la cual se ha comunicado con la casa con una cochera que dispone arriba de terraza, a manera de mirador



Un seto-jardín cierra esta parte del terreno ante la casa


A la izquierda, prado arriba, nos fijaremos en aquella casa de tejado a cuatro aguas, de teja, al igual que la cuadra o henar a su derecha. Sin embargo a la izquierda la panera presenta cubierta de pizarra


La primera vez que se menciona a Santa Marina por su nombre (Sanctam Marinam) es en el año 1158, dentro de los límites de una donación de tierras de realengo (Novellana) al monasterio belmontín de Santa María de Lapedo. Este y otros conventos, así como la propia mitra ovetense, tuvieron fuertes intereses y posesiones en el Cuarto de las Luiñas, pero fueron perdiéndonos dentro de un proceso que explica de esta manera Ángel Ardura Parrondo en su libro sobre el Camino de Santiago a su paso por este lugar:
"Como sabemos, en los siglos IX al XIII aproximadamente, la Iglesia a través del Cabildo de  la Catedral y de los monasterios principalmente, irían recibiendo la titularidad de las tierras mediante donaciones de la Corona y la alta nobleza. Se hicieron dueños de grandes extensiones muy poco pobladas por lo general, y bien de forma directas o indirecta para las muy alejadas, fueron trabajándolas y creando pequeñas células poblacionales polarizadas a los centros eclesiásticos convertidos en parroquias

Cuando el crecimiento demográfico incrementa el número de campesinos que demandan nuevas tierras, algunos vecinos pertenecientes a las grandes familias se convierten en intermediarios de las mismas, aforándolas o arrendándolas directamente a los monasterios y distribuyéndolas entre los nuevos pecheros. Bien con buenas o no tan buenas artes, de las que tenemos muestra por los numerosos contenciones entre señores y monasterios, estos irán perdiendo el control de sus propiedades por la fragmentación y distancia a que se encontraban, a pesar de las pesquisas que realizaban tratando de controlar y comprobar sus apeos, La Iglesia va perdiendo su titularidad y van surgiendo algunas familias que se convierten en los nuevos grandes propietarios"


En el caso de esta parroquia de Ballota, D. Álvaro Díez Inclán, dueño de la casa de los Inclán de Pravia y descendiente de la estripe de los Arango, llegarían a ser los dueños de dos tercios de sus "tierras, prados , montes, abrevaderos, árboles frutales  y no frutales...", además de la mitad de lo mismo en Novellana (cedieron el terreno para la iglesia),  Por su parte el marqués de Valdecárzana, dueño del coto de Muros, tenía la otra mitad


Estos eran los que pasaron a ser grandes propietarios, pero había otros, los hacendados que solían tener varias  porciones, no muy grandes y casi siempre separadas unas de otras. Al ser varias podían percibir las suficientes rentas por ellas y suelen aparecer en los registros como fundadores de capellanías. Sigue diciendo Ardura Parrondo:
"Los pequeños propietarios campesinos que trabajaban las tierras, disponían de muy pocas en propiedad y su sometimiento a los grandes señores provenía muchas veces dela necesidad de que les concedieran nuevas tierras para poder alimentar a una familia creciente. Hasta el siglo XIX y en gran parte del XX no podrán acceder a su titularidad"
Otras tierras eran las comunales, que solían ser bravas e incultas, de poco rendimiento, que si se ponían en producción solo era a base de grandes esfuerzos y tiempo


De todas maneras durante el siglo XVIII monasterios y cabildo catedralicio seguían siendo dueños de grandes extensiones en Las Luiñas:
"En los libros de Rentas se recogía en 1752 que el monasterio de Cornellana tenía en propiedad dos partes de tres y el dominio de las tres del término manso y bravo de Santa Mº de Ballota, que tenía 1.034 días de bueyes y 7 "dozavos y medio" sin incluir los árboles dispersos, terreno de casa, hórreos, extensiones de caminos y ríos de las que le correspondían dos terceras partes y los árboles. Percibía de todos los vecinos 20 maravedís anuales en razón de Foro Perpetuo. Le pertenecía igualmente las dos partes dela braña de Resillinas; pertenecía a D. Álvaro de Inclán que percibía anualmente de Luis Cándano una fanega de pan y, y de Nicolás de Cándano, 15 reales por lo mismo que el monasterio de Cornellana"

Y aquí tenemos otra casa tradicional del estilo Vidíu: cocina de planta rectangular y tejado a dos aguas a la izquierda, a la derecha cuadra y arriba vivienda en cuerpo de planta cuadrada, si bien el tejado es a dos aguas, tal vez a causa de alguna reforma en su tiempo. Era bastante común pasar de tejado de cuatro vertientes a dos pues tiene menos complicación constructiva (se hizo también en algunos hórreos)



Si bien no puede decirse en Santa Marina de un centro del pueblo en el sentido absoluto del término, algo parecido a ello estaría en el chigre, Casa Gayo, a donde vamos a llegar ahora. Un poco más allá está La Tienda, ahora casa particular, pero que tuvo también bar y baile


El Bar Gayo, apellido vaqueiro procedente de Malleza en Salas, es de Charo Gayo y su marido Raúl Prada. Dispone de pensión, situada un poco más adelante. Está situado frente a la parada de la línea y cerca de otro de los accesos a Gueirúa


Hay menús y desayunos, se han especializado en ofertar su buen hacer a los peregrinos, además de a turistas, viajeros, transportistas, y por supuesto a los vecinos, lugar de parada, fonda y tertulias


Hagamos o no etapa es una parada casi obligada: desde Novellana hasta aquí no hay bar y no volverá a haberlo hasta Ballota (salvo que en el momento de leer esto hayan abierto alguna cosa últimamente) 



Y del Bar Gayo seguimos ruta carretera adelante, siempre bien arrimados a la izquierda. Desde la inauguración de la Autovía del Cantábrico en este tramo suele haber escaso tráfico, pero se incrementa en verano, fines de semana, fiestas en los pueblos, etc. Es también frecuente el trasiego de tractores y remolques de maquinaria, algún camión de recogida de leche, transportes de ganado, etc. lo normal en una zona agroganadera y a la vez turística como es esta


A la derecha, la Pensión Prada a la que antes nos hemos referido, formada por un edificio principal histórico, de estilo indiano, y otro al lado de construcción más reciente


El conjunto recorta su silueta el monte Esqueirubiu o Bosqueirubio, L'Arquera y San Roque'l Picu siguen siendo nuestra referencia visual y geográfica


A la derecha otra casa estilo Vidíu. Reformada toda ella para vivienda, sigue conservando su esquema esencial. Un cuerpo de planta rectangular de cubierta a dos aguas originalmente destinado a cocina, y al lado cuerpo de planta cuadrada, en este caso conservando cubierta a cuatro aguas


Seguidamente La Tienda, donde ya hemos dicho que hubo antaño bar y baile, además de colmado 


Frente a La Tienda, la carretera hace un poco de curva: al fondo una quinta indiana, Las Palmeras, a la que vamos allegar ahora


Como a la entrada de Santa Marina, aquí hay un ramal con doble señalización


Vemos unas flechas amarillas: una nos señala seguir de frente y otras dos a la derecha. De momento recomendamos seguir de frente pues por la derecha daríamos un largo rodeo solo para acabar unos metros más allá. No sabemos a qué obedece este posible desvío, a no ser que se tratase de recuperar un tramo de lo que fue el camín real 


Seguimos entonces por la carretera pasando a la altura de este hórreo y viendo la hermosa galería de Las Palmeras


También de origen indiano es la citada Pensión Prada, construida en 1920 para vivienda del emigrante a Cuba Ángel González, quien hizo fortuna en hostelería. Se casó con una sobrina mucho más joven que él, Ángela. Explotaron una casería de vacas y gallinas y pensaban tener numerosa descendencia, de ahí el tamaño de la casa y sus muchas habitaciones. Pero al final no llegaron a ser padres y fue heredada por sus sobrinos, quienes la vendieron


Buenas galerías y balcones. Las cinco habitaciones de abajo y otras tantas de arriba fueron óptimas para abrir esta pensión


A la derecha lo que parece otra evolución, más o menos reformada y ampliada, de la casa terrena rectangular, más o menos estilo Vidíu. Un cuerpo de tejado a dos aguas y planta rectangular que sería la cocina, y otro que sería la antigua cuadra con vivienda arriba, que parece haber sido ampliado en su momento hacia atrás. Anexo a su izquierda la que parece haber sido una ampliación de la cuadra, o caseta de aperos, gallinero, etc. El piso alto del cuerpo central presenta galería: la expansión de la industria del vidrio favoreció que se cerrasen con cristales, a modo de galerías, los antiguos corredores y balconadas de muchas casas integrándolos en el espacio caliente de la vivienda


Esto también favoreció que las nuevas casas no tuviesen siempre necesariamente su fachada principal orientada al sur. La Pensión Prada tiene sus balcones acristalados, así como la  buhardilla, mirando al norte. Una galería mira al este


La solución de aprovechar el ático o bajocubierta como una estancia habitable más de la casa es también muy a destacar. Llaman la atención también en estas caras sus azulejos decorativos


Seguidamente y también a nuestra izquierda la finca El Zarrón


Y llegamos a Las Palmeras, otra quinta y mansión indiana llamada así por su pareja de enormes palmeras al lado de la casa y junto al muro que separa su terreno de la carretera


Este es uno de sus accesos, el principal, apto para carruajes, esté entre las palmeras, ante la fachada sur



Aquí el gran balcón galería, sostenido por columnas de hierro forjado, está orientado al este también, al nacimiento del sol


La finca se extiende "hasta Portugal", que es como se llama uno de los barrios o lugares de Santa Marina. No se sabe el porqué del topónimo 


Este parece haber sido el antiguo pozo, hoy día cerrado


Aquí, entre las palmeras, la fachada sur es la principal



Más allá el portón de las cocheras, a partir del cual el muro de cierre de la quinta pierde su verja


Prados arriba a nuestra izquierda La Cuesta. A la derecha es el centro social de la asociación de vecinos. Tras ella hay una nave y luego van las  escuelas. Al fondo se ve la ermita de Santa Marina, advocación que da nombre al pueblo. Existía en el siglo XVII y como hemos dicho se sabe fue traída aquí desde su solar en el lugar del antiguo castro. Este dato hace pensar en la cristianización de algún nemeton o santuario prerromano vinculado al castro, cuya existencia avala el antiguo poblamiento de estos lugares


Como dato curioso podemos decir que en 1722 el Visitador de la diócesis se quejaba que los vecinos venían todos a misa a esta capilla y no iban a la parroquial de Ballota, con el subsiguiente perjuicio para sus cofradías, que precisaban de las limosnas. También advierte de su estado de deterioro, conminando a los vecinos a que la reparasen, cosa que no se debió de hacer pues en 1756 su vuelve a manifestar esta necesidad de adecentamiento, , llegando a amenazarse a los patronos a no celebrar más actos litúrgicos en ella si no se reparaba, según conocemos de datos del libro Ardura Parrondo


Oculto por los edificios, en esa zona están también la pista deportiva, el área recreativa del Campo la Cuesta y la Granja La Cuesta de Amalio, donde se realizan visitas guiadas por sus instalaciones, conociendo a los diferentes animales


Apartamentos Camino Real, Como es habitual en la costa, muchas casas, unas tradicionales reformadas, y otras más recientes relativamente, han sido habilitadas como segunda residencia, vivienda turística, alojamientos vacacionales, apartamentos, etc.


Y los terrenos fundamentalmente han sido aprovechados como pastos para ganado de leche y carne, o heno para ensilar. Los pastores eléctricos son señal de esos usos ganaderos. Por supuesto algunas casas tienen su propio huerto familiar


Esta por ejemplo sería, por supuesto también reformada, un prototipo de casa terrena básica, rectangular y a dos aguas, Catastralmente en su época las denominaban terrena o casa baja. Como referimos, hasta el siglo XVIII era el tipo de casa campesina más extendido de Asturias. Enfrente de ella el pozo del agua


Otro pozo de agua en la siguiente casa, esta de planta rectangular, de dos plantas y cubierta a dos aguas, de pizarra


En el prado, una subidoria, escalera de piedra, delata el lugar en el que hubo un hórreo, que no debía de tener bodega, como el que vemos al fondo


Abajo la bodega, que recordamos podía ser comúnmente almacén de aperos


Al norte, cerca de la Playa Pumarín, el barrio de La Calea Baxo


Al fondo vemos ya las últimas casas de Santa Marina: allí dejaremos la carretera


Muria de piedras. Esta casa presenta los dos cuerpos del estilo Vidíu: el de la planta alta, sensiblemente reformado. Hórreo y cuadra están detrás, al norte


El cuerpo de planta baja de la derecha delata notable antigüedad en la forma de su puerta


Vivienda con jardín y terreno con frutales y cochera. Tal vez fuese la antigua bodega de un hórreo


También una vieja muria separa su campo de la carretera


En la siguiente finca otro ejemplo de casa tradicional de la zona


Aquí, según vemos la chimenea, parece que la cocina estuvo atrás, mirando al norte. Sin embargo más antiguamente su espacio original sería el cuerpo de la derecha, así lo delata la forna u horno de panificación, que sobresale a su costado. Su tejado se debió de venir abajo en algún momento y fue sustituido por un prefabricado


Y aquí llegamos al final del pueblo de Santa Marina, donde una casa de planta alta nos sirve de referencia 


A la derecha, la antigua cuadra. Más al fondo y casi tapada por la primera, Casa Ricardo


Y es aquí donde vamos a tener la doble opción de los pueblos de Las Ballotas, seguir por la carretera o dejar el asfalto para bajar al río


Vamos a ver flechas que indicarán además las dos opciones, justo donde enfrente asoma la caseta de la que fue la antigua gasolinera. Dado que el trayecto por carretera no tiene mayor pérdida y ya se pisa suficiente asfalto en los caminos jacobitas, vamos a tomar la opción más caminera, bajar hacia la siguiente vallota, la del río San Roque, que nace en el alto de este nombre, el de la capilla de San Roque'l Picu


Vamos pues a la derecha pasando delante de Casa Ricardo


Y tomamos pues el camino que baja, separándonos de la carretera. Al fondo el Taller de Tordable, de Enrique Tordable que tiene en el prado una exposición etnográfica, ideada por su mujer Mariluz, digna de ser visitada: La Caluña


En la cuadra de Casa Ricardo veremos la siguiente flecha. justo en la esquina de la pared de piedra


El camino baja levemente a la sombra de los árboles


Bordeamos la finca de Casa Ricardo, y unos metros más adelante, justo en aquel poste telefónico, nos desviaremos a la izquierda


Una flecha amarilla pintada en dicho piste nos advierte de este ramal a seguir


¿Vendrían por alguno de estos caminos el armenio Mártiros obispo de Arzendjan?, en su peregrinación de 1491?. Es casi imposible saberlo, dado que, como los peregrinos históricos, no seguían un camino en el sentido que hoy le damos con nuestra nomenclatura, Primitivo, Francés, Norte, etc, sino que iba buscando, en dirección Santiago, las sendas que iban estimando más óptimas según su caso, o simplemente las que buenamente se iría hallando, independientemente de los habituales rodeos, confusiones, etc. no solo en el camino sino en su misma narración, según apuntan algunos de los estudiosos de su texto, tal y como dice la Xacopedia:
"En opinión de Klaus Herbers y Robert Plötz, el conjunto del relato es, en general, asistemático y no concluyente. Apuntan también que su distribución temporal es disparatada -para recorrer 180 km entre Bilbao y Guetaria necesita 27 días-. Sin embargo, y a pesar de los posibles desajustes temporales, este relato es una muestra inequívoca de lo conocida que era la tumba del Apóstol en el lejano Este y en concreto en una pequeña comunidad católica como era la de los armenios, entonces bajo el dominio otomano. La resonancia hizo que este obispo abandonase la tranquilidad de su sede y monasterio para llegar a Compostela"

Aquel prelado Armenio, que puede ser peregrinase acompañado, buscaría los habituales centros asistenciales que por entonces jalonaban estas rutas sacras:
"Desde un principio, o al menos a partir de cierto momento, el prelado debía de viajar en compañía de varias personas, pues en el relato domina la forma plural, sobre todo a partir de Constantinopla. Era un hombre profundamente creyente que tuvo que haberse alojado durante su peregrinación la mayor parte de las veces en monasterios y conventos. De lo contrario no se podrían explicar sus largas estancias en los distintos lugares. También en determinadas ocasiones advierte de la caridad y hospitalidad de diversas personas e instituciones.

El manuscrito original está redactado en armenio vulgar con términos extranjeros, sobre todo procedentes del turco, que dificultan su comprensión. Se ha publicado una traducción al francés de su viaje y a partir de esta, otra española"

Además Mártiros, no seguía una línea recta o lo más directamente posible a Santiago: primero se dirige a Constantinopla, luego a Venecia y a Roma...
"Martiros emprendió su viaje el 29 de octubre de 1489 desde la ermita de San Ciriaco, en Norkiegh (Armenia), con ánimo de visitar el sepulcro del príncipe de los apóstoles en Roma, San Pedro. En breves etapas a pie llegó a Constantinopla, donde el 11 de julio de 1490 embarcó en una nave francesa con rumbo a Venecia. Allí permanece 29 días donde le asombra, según los datos de su texto, que la ciudad de los canales tuviese 74.000 casas y que en la catedral de San Marcos pudieran caber 10.000 personas. 
Tras un viaje de 33 días llega a Roma, donde permanecerá cinco meses. Esta larga estancia le dio tiempo para conocer muchos santuarios y queda especialmente impresionado por la prisión de San Pedro y de San Pablo. Declara con orgullo haber visitado entre diez y doce iglesias por día y haber sido recibido tres veces por el papa del momento, Inocencio VIII, de quien obtuvo unas cartas comendatorias, que le sirvieron de pasaporte durante el resto de su viaje por Europa.

De Roma no fue directamente tampoco a Santiago por las vías ya existentes y consolidadas de peregrinación entre santos lugares, se fue al norte, a Alemania, y luego a París, volviendo posteriormente al sur, vía Bayona:
"El 9 de julio de 1491 partieron de Roma en dirección a Alemania. Llegaron a Constanza y probablemente viajaron río Rin abajo hasta Basilea, donde fueron apresados como espías. En Colonia, ciudad en la que permaneció 22 días, le impresiona la tumba de los tres Reyes Magos y el lugar de enterramiento en Santa Úrsula de las 12.000 vírgenes. Prosigue su trayecto por Aquisgrán y Bersaçon, en dirección a Francia. Después de visitar París, entró en España, procedente de ToursPoitiers y Bayona"

De Bayona hizo ruta a Santiago siguiendo un trazado que sería el del Norte, si bien insistimos no se conoce exactamente cual de sus variantes, como diríamos actualmente. Seguimos el relato de la Xacopedia:
"En la península el obispo cogió el Camino de la Costa, una vía poco frecuentada por los peregrinos que bordea la costa cantábrica. Tomó algunas desviaciones hacía el interior del territorio, visitando Oviedo y Betanzos. Después llegó a Compostela: 
“Entre grandes penalidades, pero con ayuda de Dios, muy cansado y falto de fueras, llegué finalmente a la iglesia y a la tumba del Apóstol Santiago, el gran y glorioso santo y luz del mundo. […] Me acerqué a su sepulcro, lo veneré rostro en tierra y supliqué el perdón de mis pecados, así como el de mi padre, de mi madre y de mis bienhechores; finalmente había llevado a cabo entre un mar de lágrimas lo que había sido anhelo de mi corazón”. 

 Tras 84 días en Santiago, no le “fue posible permanecer más tiempo por causa de la carestía de los víveres” de modo que emprende el camino de vuelta ya en el año 1491"


No acaban en Santiago pues su peripecias, prosigue hacia Fisterra, donde habla de un fabuloso ser. Luego regresa por el mismo Camino del Norte. Es muy posible entonces que haya pasado por aquí pero... quién sabe:
"El maduro y cansado obispo prosiguió hasta Fisterra, lo que resulta llamativo si además se tiene en cuenta que se trata de un hombre que viene casi del otro extremo del mundo. Según relata, este último trecho le supuso muchos trabajos y sufrimiento físico. En el trayecto se encontró con un misterioso animal salvaje llamado wakner
Ya de vuelta, debió de proseguir su viaje por la costa, pues dice que recorrió “muchas ciudades situadas a la orilla del mar universal, antes de llegar a Bilbao”. En Euskadi embarcó para Andalucía y Marruecos, recorriendo el sur y el Levante español antes de emprender el regreso a su país por Francia e Italia desde donde siguió por vía marítima. Su relato termina con estas palabras:

 “Inmediatamente me dirigí a Santa María [puerto próximo a Roma], donde embarqué y experimenté de nuevo condiciones tan desdichas que habría preferido la muerte a tener que sufrir tantos peligros”


Reviviendo pues los paso del armenio Mártiros en el Camino Norte, llegamos a un ramal asfaltado que viene también de la carretera, comunicación con una casa que hay un poco más abajo


Al fondo vemos ya Ballota o Val.louta, la cabeza de esta parroquia, hacia donde nos dirigimos, a un paso ya de Valdés. Lleva en su nombre el de estos valles profundos y su correspondiente montaña, por donde bajan los ríos de Las Palancas al mar formando hondos surcos. tal que este


Ballota, como Santa Marina, Castañeras, Novellana y Albuerne, se asienta en otro de los promontorios entre barrancos, y entre las montañas brañeiras y el Cantábrico. George Borrow llegó a decir que el paso más "terrible de todos era el del centro, del cual desciende un torrente impetuoso (...). En la cima de esta bellota hay una venta miserable donde descansamos, continuando después el viaje"


Bajamos así hacia el río San Roque o río L'Agua en La Cruz, pasando de esta casa, un tanto apartada cuesta abajo


El asfalto llega hasta aquí, justo enfrente del portón de entrada


Al pie del pino el camino sigue bajando, ancho y recto, tornándose en senda terrera


Las flecha amarilla pintada en la corteza de un pino nos pone rumbo al bocage


Dado su aspecto, recto, anchura y caja,  es muy posible que sea el trazado, de nuevo aquí, del camín real. Gran trabajo pues haber recuperado y señalizado este camino por parte de Pepe, el hospitalero de Soto


El firme está muy bien marcado, hay caja caminera, y el camino se ve se limpia cada cierto tiempo, pues la vegetación crece exuberante alrededor. A nuestra derecha se ha plantado un pinar


Por este camino o parecido vendría desde el naviego Puerto de Vega, Veiga, la comitiva que en 1815 (insiste su biógrafo Caso González que no en 1814, como comúnmente se ve escrito) llevaba a su solar gijonés los restos del prócer e ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos, quien había fallecido enfermo, hay que dice envenenado, en ese puerto cuatro años atrás, durante las penurias de la francesada en un intento por regresar en barco desde Cádiz


La comitiva salió un 25 de septiembre a las 12 del mediodía, llegando a la gijonesa parroquia de Xove a la misma hora del 27, sólo dos días después


Aunque el camino hubiese sido este el paisaje habrá cambiado notablemente. Con el abandono rural y con él de los pastos y montes comunales, grandes extensiones han sido plantadas de los citados pinos y sobre todo de eucaliptos


Otro pinar precisamente ha sido plantado en esta parcela. Como en el caso de los eucaliptos, cuando se talan, que suelen ser todos los árboles a la vez, el aspecto del lugar cambia totalmente de un momento para otro


Al fondo se adivina un gran claro...


Es uno de los prados de pasto que se conservan, donde pacen los caballos. Una muestra de cómo sería buena parte de este entorno hace unos cuantos años


Por ahí abajo baja, desde su nacimiento en las faldas de L'Arquera, el río Pasconeiros, que corre a unirse al de San Roque y otros, los de Santa Marina y Ballota, antes de desembocar en la cercana costa en Aguaduz (Agua Dulce)


Pasconeiros, es terreno de pascones, esto es, pastos precisamente, si bien en concreto alude a los de mala calidad a causa de la orografía, como es esta de Las Ballotas


El río pasa al lado nuestro, oculto por la vegetación de ribera


Ahora otro pascón a nuestra derecha, en la ladera del monte de esta vallota. A sus pies el camino siegue bajando recto


Es posible que mientras estos pascones que dan nombre al río y al lugar, sigan siendo pastizal para estos caballos, no se planten pinares ni ocalitales


Más caballos: son especialmente apreciados en zonas de orografía difícil, como es esta de Las Ballotas y Las Palancas, pues con ellos se accede a lugares escabrosos donde no se puede pasar ni con todo-terreno


Aquí parece que el camino tiende a llanear, o a bajar más suavemente. El caballo permanece atento a nuestros pasos. Ni qué decir tiene que antaño eran profusamente empleados para el tránsito por estas ballotas y pascones...


Sabemos que un caballo traía a George Borrow por estas sendas, y a caballo iban a Galicia Antoine de Lalaing y sus compañeros por los mismos lugares, ahora recuperados con Pepe y sus flechas en buena hora


Y es que los caballos, y no solo el blanco de Santiago, han tenido un papel fundamental en los viajes, y por lo tanto en las peregrinaciones. Hemos visto que, como en el caso de George Borrow, a veces los cambiaban, los vendían o alquilaban según las circunstancias del camino. Al alquilarlos lo hacían normalmente junto con el dueño de la caballería, que los acompañaba a pie haciendo de guía, siendo esta la figura del espolique. En otros casos procuraban conservar su montura, con la que habían salido de casa. EL mismo Codex Calixtinus habla de un peregrino que, por promesa al librarse de unos perseguidores, entró a caballo en la misma catedral de Santiago, llegando al altar del Apóstol
“... desconfiando de salvar la vida, empezó a llamar a Santiago en auxilio para que le valiese, ya casi sin voz, pero con hondos gemidos. Al final, dijo con viva voz: Santiago, si te dignas librarme del peligro que me amenaza, sin tardanza iré presuroso a tu santuario y, con mi caballo, pues nada tengo que más estime, me presentaré ante ti […]. El caballero, para no quedar deudor de su promesa, acudió con su caballo a presencia del santo Apóstol y, a fin de cumplir enteramente lo que había prometido, pese a la oposición de los guardianes, se presentó ante las puertas del altar”

En otro capítulo, Santiago mismo acude a caballo al auxilio de un peregrinos al que se le ha muerto su compañero y se ve incapaz para enterrarlo:
 “Santiago, como soldado a caballo se le presentó en medio de su angustia […]. El Apóstol tomó diligente al difunto en sus brazos delante de sí e hizo montar al vivo a caballo a la grupa. ¡Maravilloso poder de Dios, maravillosa clemencia de Cristo, maravilloso auxilio de Santiago! Recorrida aquella noche la distancia de doce días de camino, antes de salir el sol, a menos de una milla de su catedral, en el Monte do Gozo, bajó del caballo el Apóstol a los que había traído y mandó al vivo que invitase a los canónigos de dicha basílica a dar sepultura al peregrino de Santiago”

Montados en yegua llegan a Santiago unos peregrinos que iban a rogarle al Apóstol el final de la peste en Poitou:
"Entonces cierto caballero, aterrado por tal mortandad y deseando evitar este azote, determinó ir a Santiago por tierras de España. Y con su mujer y dos niños, montados en su yegua, llegó hasta la ciudad de Pamplona. Pero allí falleció su mujer […]. Desolado él por la muerte de ella y despojado en absoluto del dinero y de la yegua con que llevaba a los niños, tomándolos de la mano, continuó su marcha con mucho trabajo”. Santiago se le apareció en el Camino y le dijo compadecido: “En vista de tus grandísimas angustias, te presto este asno mío, que es muy bueno para llevar a tus niños hasta la ciudad de Compostela, de la cual soy vecino, con tal de que allí me lo devuelvas”

En la Xacopedia leemos otra relación de Santiago con los caballos, más bélica, en contraposición a San Martín, gran santo peregrino, más piadosa:
"Por otra parte, Santiago se presenta también a caballo en la batalla de Clavijo y en otras ocasiones que acude en ayuda de las huestes cristianas frente a los ejércitos sarracenos. Esta figura guerrera del Apóstol a caballo, que era invocada tantas veces durante la Reconquista, contrasta con el espíritu hospitalario del Camino de Santiago representado por San Martín, que, a lomos de su caballo, rasga con su espada su capa de soldado para compartirla con un pobre. En la actualidad, la figura de Santiago a caballo luchando contra los moros ha quedado relegada en muchos lugares por la imagen de Santiago peregrino, más acorde con el mensaje de concordia que quiere transmitir, en pleno siglo XXI, el espíritu de la peregrinación a Santiago. El propio Cabildo compostelano tapa las figuras de los soldados sarracenos con unas flores en la talla de Gambino que se expone en la catedral, aunque todavía hay muchas representaciones de Santiago como caballero a lo largo de los caminos jacobeos"

Ya en la Edad Media era muy común la peregrinación a caballo entre las clases pudientes, si bien la montura más popular fue el asno, "modesto, asequible, extremadamente sobrio y más duro y longevo que el caballo; además podía trasladar mejor la carga": Como los arrieros, también usaban mucho los peregrinos el mulo o la mula, "cabalgadura favorita de clérigos y damas"


Y así, inmersos en las historias del Camino y en esta inmensidad verde, empezamos de nuevo a bajar...


Flecha xacobea en el en el poste


La bajada se acentúa y vemos allí el final del descenso..


Otra baliza señalizadora y caminera


Aquí, aunque apenas nos percatemos, hay un puente: La Ponte


Y este es El Regueiru La Ponte, sobre el que pasamos


Aquí empieza la subida a Ballota, pero podemos meternos un momento entre los árboles a la derecha para ver el viejo puente por el que acabamos de pasar


La Ponte, puente antiquísimo cubierto de vegetación, posiblemente otro resto muy a tener en cuenta del viejo camín real


Más flechas en los troncos. Tras bajar empezamos a subir, ya conocemos como es la tónica en Las Ballotas


Seguidamente llega un trecho bastante llano


asamos al lado de otra buena junquera, o cañaveral


Con una advertencia de propiedad en el cartel: "las cañas tienen dueño"


Y así atravesamos las profundidades selváticas de estos ríos que confluyen en el de San Roque, al que vamos aproximándonos


Justo al final del sendero, que aquí se estrecha un poco, veremos el río


Y aquí está el río de San Roque, nacido en el alto de su nombre. Aquí no hay puente, hemos de pasar con cuidado al otro lado


Y es que hay una especia de gran escalón que hay que salvar, cual si fuese un pequeño acantilado fluvial


Seguimos por la orilla unos metros buscando un mejor lugar para cruzar


Lo hallamos al fondo, pasando sobre unas piedras con mucho cuidado


Este es el lugar por donde pasamos el San Roque 


Ahora viene ya la subida directa al pueblo de Ballota, un buen recuesto bosque adelante. A los árboles también les dedica la Xacopedia un espacio relevante:
Es uno de los elementos de referencia del Camino de Santiago. Según la Ruta discurra o no por zonas arboladas así serán las sensaciones y la forma de afrontar el itinerario. El árbol forma parte de los recursos del Camino proporcionados por la naturaleza, a veces con alguna colaboración humana, como el agua o la piedra.

Quizá por esto el Codex Calixtinus (s. XII) no le presta especial atención. Sólo en el libro V alude de pasada a si alguna zona está más o menos arbolada. Le confiere, sin embargo, ciertas connotaciones divinas. Así sucede cuando, en las inmediaciones de Sahagún, recuerda a los árboles nacidos de las lanzas de los guerreros cristianos del emperador Carlomagno o cuando un peregrino en extrema necesidad acaba rendido y dormido al cobijo de un árbol y en ese escenario se le aparece el Apóstol. Al despertar encuentra como almohada un pan cocido"

Los árboles, si bien dan buena sombra, solían encoger algunos corazones en parajes solitarios, temiendo sustos, asaltos, o apariciones:
"En relatos posteriores no se les concede una especial relevancia a los árboles del Camino, quizá porque la convivencia con ellos era lo habitual. Estaban en el Camino y cumplían su misión. Aportaban sombra para el descanso en verano y cobijo contra la lluvia en invierno y días de lluvia. Como mucho se podían echar en falta en algunos tramos desarbolados. Pero también, llegada la ocasión, representaban una amenaza latente -robos, asaltos, misterios, espíritus desconocidos- en las zonas excesivamente boscosas prolongadas en un interminable y sombrío corredor hasta el reencuentro de nuevo de los espacios abiertos, casi siempre más seguros y menos dados a exacerbar la imaginación"

Parajes de inusitada belleza, en este nuestro camino al reencuentro con espacios abiertos cuando lleguemos al pueblo


Belleza que se cobra su tributo en la empinada cuesta y su necesario esfuerzo en esta bellísima inmensidad verde:
"Si duro sigue siendo hoy en día el Camino de Santiago para el devoto, para el ser humano del siglo XXI, si sigue siendo una auténtica aventura ponerse en marcha a través de una ruta que jamás, ni antes ni ahora, ha sido un camino de rosas, hay que imaginarse lo que podía significar de aventura, riesgo e intensos peligros para los peregrinos de antaño. Se abandonaba todo, la protección familiar, la aldea, el entorno próximo, para sumergirse en un universo desconocido, hostil pese a las instituciones que príncipes, reyes y la propia Iglesia establecieron a favor de ellos. Los cientos de cementerios de peregrinos que jalonan la ruta hablan de esa dureza y de la dificultad, sólo afrontada y explicada por la inmensa fe que, desde un principio, puso en marcha a verdaderas multitudes hacia Compostela, hasta el punto de reflejarse el asombro en la famosa manifestación del embajador del emir Alí Ben Yusuf, en pleno siglo XII: “Es tan grande la multitud de los que van y los que vienen [a Santiago] que ocupan toda la calzada de occidente.”
(Xacopedia, voz La Partida)


Helechos y foresta. Recordamos en este momento una canción jocosa francesa, La gracia de Santiago, que decía...
“Cuando volvía de Compostela, el cojo bailaba sobre una cuerda y el tullido se balanceaba en un trapecio. ¡Oh, gran Santiago, cuídame! Cuando volvía de Compostela, el marido que nunca tuvo hijos, por poco que tardara en regresar, se encontraba a la vuelta con dos. ¡Oh, gran Santiago, cuídame! Volvían de Compostela un sordo y un mudo; el mudo parloteaba como una urraca, por lo que el sordo suplicaba ¡Oh gran Santiago, tápame de nuevo mis oídos!”

Seguimos el sendero en otra de las prolongadas cuestas


Árboles y ramas filtran la luz del sol. Las flechas amarillas siguen señalándonos el buen trayecto


El itinerario sigue estando bien marcado, se nota ha sido pisado por muchos peregrinos


Flores silvestres: su intenso color azul destaca sobre el predominante verde


Aquí hay una bifurcación, el camino sigue subiendo, pero a la izquierda vamos a ver una antigua y hermosa fuente, La Fuente la Peral


Está un poco tapada por la vegetación y el musgo la camufla; frente a ella baja un regato


Tiene un estanque y presenta un llamativo tejado a dos aguas de frente triangular, en él hay una inscripción


Año de 1891


Si las piedras pudiesen hablar cuantas cosas contarían. Esta fuente tiene apariencia de haber sido hecha en un lugar que fue de mucho trasiego, otra señal inequívoca del Camín de Las Ballotas


Se encuentra además en un enclave especialmente mágico, de cuento de xanas, las ninfas astures del agua. o sería extraño encontrarnos con alguna. Fue restaurada por un grupo formado por vecinos y veraneantes


Desde la fuente continuamos la ascensión a Ballota bosque arriba...


Pronunciada curva para ganar altura


Son ya los últimos metros en ascenso antes de llegar al pueblo


Verdor en las veredas, ya estamos pasando junto a algunas fincas


En este tramo se conservan porciones del viejo empedrado caminero, vuelve a perfilarse bien su caja


Las amapolas ofrecen vivo colorido a este trecho final de la cuesta


La subida va suavizándose paso a paso al ir caminando al pie de ese pino


Luego un seto silvestre y mata de arbustos


A la izquierda las primeras casas de Ballota


Enlazamos con el camino a esas casas y seguimos de frente


Aquí ya vemos que es paso de vehículos por las rodadas. Empezamos  a llanear


Casa y hórreo a la derecha. A partir de ella empezará el asfalto


Pero antes veremos en esta fachada una antigua fecha


Año de 1839, cuando aún el camín real era la principal vía de comunicación


Y efectivamente llegamos al asfalto. Enlazamos con otro camino más y vamos a la izquierda


Existe un dicho que afirma...
"El llugarín de Ballota desde fuera paréz villa, tién un clavel a la entrada y una rosa a la salida..." 

Sus casas formando calles y barrios, algunas de aire indiano, sobre todo en la carretera, bastantes de ellas de piso o pisos latos, y su disposición en esta ballota que le da nombre, si bien es una configuración muy parecida a la de Santa Marina o Novellana, sí que le da un aspecto de villa y de ahí las canciones alusivas al lugar


En el Diccionario Geográfico de Asturias leemos que existen dos opiniones respecto al significado de la palabra Ballota. Una que procede de Valle Alto (antaño se escribía Vallota); y la segunda porque "es por donde pasa el camino real de la costa, tiene seis o siete ballotas o quebradas, que forman los riachuelos que bajan a de la Sierra", o así escribía Juan Antonio Banzes y Valdés en 1806. Por su parte García Arias lo explica en un vallem altam (valle alto)


Este hórreo tiene una banda amarilla vertical en las esquinas que se asoman al camino, sobresaliendo encima de él, para evitar golpes de vehículos altos


Un resumen de lo que es este camino por Las Luiñas a Las Ballotas lo hallamos en Wikiloc (sin firma), y nos agrada compartirlo, pues expresa muy bien su dureza y orografía, así como sus alicientes:
"... las ballotas: las boscosas laderas, pasando por diferentes pueblos donde pernoctar o suministrarse y cercano a muchas playas. En aquellos tramos en los que se separa de la nacional (antes y después de los pueblos), aunque naturales y muy hermosos, sí mostraran en determinados lugares la antaño célebre fragosidad del camino de Las Ballotas, pues pese a estar prácticamente en línea de costa recordarán una ruta de montaña con sus subidas, bajadas y bosques casi selváticos. Su principal inconveniente serán esas continuas subidas y bajadas a los estrechos valles (vallotas, de ahí el nombre) formados por los numerosos ríos y arroyos que, nacidos en la sierra costera, desembocan en el mar.

La etapa es hermosa por el escenario recorrido, no obstante, es dura por el continuo sube/baja de los siete valles divididos por ríos con laderas muy pronunciadas. Nos gustó y cansó hasta llegar a la aldea de nombre Ballota y nos alojamos en Casa Fernando III que nos dio de cenar copiosamente para reponer fuerzas y descansar adecuadamente..."

Llegados a este cruce iremos a la izquierda


Casa Ady y Pepe, que obedece a la estructura del estilo Vidíu muy transformada. El cuerpo lateral derecho está dedicado a cocina, si bien ha evolucionado a planta alta y tejado de tres aguas. El izquierdo es de planta cuadrada y piso alto, como es habitual, pero además el desván, ático, o bajocubierta tiene su correspondiente buhardilla y es empleado como un piso más de vivienda. Cuadra y hórreo están detrás en este caso


Una inscripción en la puerta nos da la fecha de construcción, año de 1881. Tal vez sea una casa recién construida o una reforma profunda de otra anterior


A partir de los años 1960, con la mejora notable de las comunicaciones y el abandono de la actividad campesina tradicional, muchas casas fueron profundamente reformadas al haber cambiado los hábitos y trabajos del mundo rural, que además en buena medida se fue transformando en turístico y residencial en estas costas 


La mejora viaria, ya lo hemos dicho, llegó también a los caminos vecinales para permitir la mecanización del campo y las concentraciones parcelarias. A la vez hizo llegar suministros a las casas a diario, traídos por los repartidores, siendo el más significativo el del pan, que ya no precisaba ser plantado ni molido en los molinos del río ni amasado ni cocido en casa, a la vez que hizo innecesario el almacenamiento del grano. Así elementos como hórreos, paneras y hornos panificadores fueron desapareciendo de las quintanas, o adaptándose a nuevos usos en el mejor de los casos


Alrededor de las casas, donde solían plantarse los cereales panificables, se hicieron huertas, jardines, o directamente pasó a ser prado, aprovechado para pasto o para siega, dado que los ganaderos que quedaron se especializaron en grandes explotaciones capaces de competir en los grandes mercados urbanos e industriales de carne y leche. Las pequeñas caserías no eran rentables y fueron desapareciendo


Otro de los motivo para que Ballota fuese vista como villa, puede haber sido la existencia de instituciones como La Clínica, que fue un pionero centro sanitario del que hablaremos después. Es la casa azul que vemos al fondo de la foto. Nosotros seguiremos de frente en este cruce, entre los muros de su quinta y de la casa a su derecha


En el cruce otro ejemplo de casas de turismo rural: Entrefaros


Pasamos así entre los muros de las citadas quintas, viendo ya al fondo asomar las casas de la carretera


A la izquierda la parte posterior de La Clínica, más allá del muro


A la derecha otra magnífica casa de indianos, o al menos inspirada en su estilo, con la emblemática palmera, Casa María Facundo, que tenía tienda


 Aquí llegamos a la carretera una vez más, yendo nosotros a la derecha



En este lugar pues se reúnen los peregrinos que han preferido venir por la N-632a, de la que escribe Luis Antonio Alías en El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios:
"De Novellana a Ballota hay 11 km. de curvas y contracurvas, que tienen por protagonistas las colinas denominadas "Ballotas". Hoy suponen un cuello de botella para los automovilistas -el ferrocarril de vía estrecha salva desniveles mediante impresionantes viaductos- y ayer supusieron un tramo difícil y áspero del camino"

En el momento de escribir esas líneas, allá por 1992, no estaba hecha la Autovía del Cantábrico (A-8) y esta seguía siendo la principal vía de comunicación costera con Galicia (La N-634 viene del interior con características más o menos similares -La Cabruñana, La Espina, Trevías, etc.- y esta enlaza con ella en Canero/Caneiru)   


Por su parte la fachada de la casa indiana de María Facundo ha sido dejada, siguiendo la moda actual, con piedra vista, lo cual es muy llamativo pero esto antes no se hacía, pues no estaban tan avanzadas como ahora las técnicas de impermeabilización y el tapar la mampostería con carga, cal, cemento, pintura, etc. garantizaba evitar problemas de filtraciones y humedades


Aunque al salir a la carretera ya ha quedado más atrás, no podemos seguir sin hablar de La Clínica, quinta de indianos construida en 1902 para José López Fierros, emigrante a Cuba que trabajó en Farmacia, empezando de pinche y luego estudió la especialidad llegando a abrir la suya propia. Regresó a Asturias tras un revés económico e hizo esta casa a primeros del siglo XX, hecha por un maestro de obras, sin intervención de arquitecto alguno


José se casó por entonces con Pilar Fierros, teniendo con ella dos hijos, José y Pilar (nombres de los padres). Abrió farmacia en Ballota, pero al no reconocérsele en España el título hubo de contratar a uno titulado. Falleció con 50 años, cuando su hijo, el también llamado José, estudiaba Medicina, pero la penuria económica tras la muerte de su padre, y el no querer ser una carga para su madre y hermana, le hizo emigrar también a Cuba, donde empezó a trabajar en mercería de día, y de noche ayudando como enfermero en la Quinta Covadonga, en la sociedad de salud fundada por los asturianos emigrantes


No pasaron muchos años sin que fuese reclamado por su familia, por lo que regresó a España, acabó la carrera rápidamente y ejerció de médico en la antigua Guinea Española, donde estuvo nueve años hasta que por fin pudo tomarse unas vacaciones y aprovechar para visitar su tierra en el verano de 1936, sorprendiéndole aquí la guerra por lo que no pudo volver. Entonces, ayudado por sus tres hijos, fundó aquí su clínica, donde posteriormente residiría su hija Teresa. En la actualidad en La Clínica hay alojamientos


Seguimos carretera adelante, recordamos una vez más, ahora normalmente con muy escaso tráfico


La carretera era llamada, en ambientes automovilísticos, de diferentes maneras, uno era La Torturadora, y a ella le dedican un artículo en Asturring: del que sacamos algunos extractos:
"La Torturadora es una carretera asturiana por la que a día de hoy casi nadie se mete debido a la cantidad de curvas que tiene. Poco tráfico, salvo el inevitable que existe entre los vecinos de los pequeños núcleos urbanos, y una concentración única de curvas la hacen un sueño para los conductores de un deportivo.
Hace apenas 20 años, ir de Asturias a Galicia era una verdadera pesadilla para cualquier conductor. Si a día de hoy La Coruña queda a apenas tres horas de Gijón por autopista, todavía en los 80 se salía a primera hora del día y se llegaba de noche. Con el paso de los años se mejoraron las comunicaciones con un nuevo trazado de la N-632, pero aún existe la N-632a que es la carretera que nos interesa y que era la única que existía para ir por la costa en dirección Galicia. Una carretera estrecha con numerosas curvas cerradas donde los camiones más grandes llegaban a tener que parar para hacer maniobra. 
Hoy en día tiene un asfalto excelente y las curvas siguen ahí, una detrás de otra, obligando al conductor a no perder ni un ápice de concentración para negociarlas adecuadamente. A buen ritmo, las continuas frenadas, aceleraciones y fuerzas laterales te van sacando de punto. Poco a poco. Lentamente. La “Torturadora” te irá martirizando y extrañamente lo hará sacándote una sonrisa de oreja a oreja. 
(...)  a la altura de Albuerne donde podemos decir que estamos ya en plena faena. Pasamos Novellana y rápidamente nos encontraremos con un patrón de recta-curva que parece repetirse sin fin: trazamos una pequeña recta en dirección sur (contraria al mar) y entonces nos encontramos con curva a derechas, o bien cerrada o bien muy cerrada. 
Pasamos Santa Marina y después Ballota para llegar rápidamente a Tablizo, donde hay una ermita con sitio suficiente para parar y hacer un par de fotos a nuestro coche y donde tal vez a nuestro copiloto le apetezca tomar una Biodramina. Si es así, mal hecho: Debería haberla tomado ya al principio de la ruta, pero que no se preocupe excesivamente. Los mareos en esta carretera son cosa común desde hace ya muchos años"


Prácticamente las únicas rectas que hay están en lo alto de las vallotas o ballotas, como aquí, atravesando de parte a parte la población, que se ha asentado en la llanura litoral


El itinerario por la casi solitaria carretera es también perfecto en la actualidad para las bicicletas


El vecindario, sobre todo el más próximo, soportaba gran cantidad de humos y ruidos, hoy los aledaños de la N-632a son un remanso de paz, tranquilidad y sosiego. He aquí la antigua Casa del Maestro, hoy Casa Mimi


La carretera llegó a tener sus cronistas, gente que por diversos motivos la empleaba muy a menudo. Uno de ellos, tal vez el más mediático, fue el periodista, antiguo director del periódico El Comercio, Francisco Carantoña Dubert, cuyos artículos a su paso por ella, yendo y viniendo de su Galicia natal y hablando de estos territorios como el Far-West (lejano oeste) crearon todo un estilo. El 11 de diciembre de 2011, en plena labor de las obras de la autovía, el también periodista Ramón Avello, recordaba aquellos tiempos con el artículo La Carreterina de la nostalgia, referido a las N-632 y N-634, aqunque menciona a esta segunda publicado en el periódico que había dirigido Carantoña. De él leemos:
"... Probablemente Francisco Carantoña recorrió tantas veces esa ruta hacia Galicia, que le quedó una especial querencia por la Nacional 634. Incluso después de la inauguración del primer viaducto de Artedo, Carantoña, que abrigaba no sé qué recelos respecto a los vientos, solía pasar por abajo para luego seguir por la vieja carretera, prácticamente sin tráfico. Carantoña tenía cierta fama en algunas zonas entre Novellana y Ballota, de ser un conductor muy centrado e intrépido. Centrado, porque no se escoraba ni a la derecha ni a la izquierda; lo suyo era el centro de la carretera. Intrépido, porque alguna vez, abandonaba la carretera Nacional para adentrarse en caminos comarcales y vías doblemente secundarias que le llevaban a los altos de San Roque del Pico o Santa Ana Montarés
Asombra pensar que en una franja costera relativamente estrecha como la carretera de la costa hacia Occidente en los concejos de Valdés y Cudillero coinciden varios caminos. El más cercano al mar, es el camino real de la costa, antigua vía Jacobea que recorrían, todavía a principios del siglo XX, las diligencias a caballo. El trazado de esta ruta de las diligencias, se conserva perfectamente en la bajada de Tablizo al río Cabo, en donde Uría sitúa 'Le pont qui tremble', el puente que tiembla de las canciones de los peregrinos. Hacia el monte, están la autovía del Cantábrico y la vía de la FEVE, destinada esta última en el futuro a senda turística. Por la cresta del monte el camino Real de las Palancas, la vía más utilizada en el siglo XIX, con tramos que se van borrando lentamente, cerrados por la maleza. Y en medio de todos ellos, la carretera Nacional 634, con sus curvas y revueltas, baches y camiones, de los que Till* solía dar constancia. Una 'carreterina' de la nostalgia de un tiempo en el que viajar era algo más que desplazarse de un sitio a otro"

(Till*: una de las firmas de Francisco Carantoña para sus artículos)


Aquel artículo salía a colación de otro, publicado 3 días antes en el mismo periódico por Elena Carantoña, al cumplirse 14 años de la muerte de su padre, Francisco Carantoña, que decía entre otras cosas: 
"Cuando viajar a Galicia era una epopeya comparable a la de los pioneros en carretas a la conquista del Lejano Oeste, las distancias no se medían en kilómetros sino en curvas, horas y camiones cargados de maderas de eucalipto. Encontrarse con uno de ellos a la altura de la Concha de Artedo equivalía a un par de horas largas hasta Navia. El mismo trayecto, sin él, a la mitad.
Como cualquier viaje decimonónico, aquel también estaba jalonado de personajes, unos de carne y hueso, otros presentes en efigie o en espíritu. La gran diferencia entre ellos no era la corporeidad, sino que los hitos humanos tangibles estaban ligados al aprovisionamiento: la señora de la confitería de la plaza de los Pachorros de Luarca, que vendía los pasteles más grandes de Asturias con una sonrisa tan reconfortante como su café; la que atendía la barra de La Lupa, en Cudillero, que por estas fechas solía tener una rama de camelias florecidas adornándola en un jarrón, de la que más de una vez se desprendió con una generosa y amable insistencia («vamos, tome, llévela, que sé que le gustan»). Casa Fernando, en Ballota, el intermedio esperado con ansia entre aquellas curvas del «chorizo retorcido» que era la N-634, en realidad un camino vecinal que pasaba después por delante de Casa Consuelo, en Otur, a donde se llegaba con el alivio de haber dejado atrás lo peor y donde el placer de la comida se veía atemperado por la vigilancia al camionero de la mesa de al lado, al que había que adelantar en el postre ante la imposibilidad de hacerlo en ruta"

A nuestra izquierda, en medio de su jardín y terreno, mirando a la mítica carretera, otro de los edificios notables de Ballota


Es Villa Mercedes, ahora conocida también como Casa Arsenio El Farmacéutico, construida en 1930 con motivo de la boda de Arsenio Peláez, hijo de Constantino Peláez y Venancia Martínez, quienes tenían una casa aquí anterior a esta, con Mercedes González, cuyo hermano Gabino costeó la casa, pues disponía de cierta fortuna al haber trabajado en Inglaterra, Alemania y Francia. No es por ello consideraba plenamente casa indiana, al ser costeada por un emigrante, pero no de indias, sino de Europa. De todas maneras, en el blog Casonas de Indianos se dice que "Parece ser que Arsenio sí estuvo en Argentina, pero más que ganando dinero gastándolo"


En el diseño de la casa se tuvieron muy en cuenta las ideas al respecto de Mercedes y su madre. Enfrente unas columnas de ladrillo y una placa guardan la memoria del pintor Dionisio Fierros, hijo de este pueblo nacido en 1827 y que inaugura la gran saga de pintores asturianos de los siglos XIX-XX. El artista, casualidades del Camino, vivió de niño en Santiago de Compostela antes de comenzar sus estudios pictóricos en Madrid. De él dicen en Wikipedia:
"Dionisio Fierros Álvarez (BallotaCudillero, Asturias, 5 de mayo de 1827-Madrid24 de junio de 1894) fue un pintor español del Romanticismo,​ autor de cuadros de historia y de escenas de costumbres.​ Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y de la de San Salvador en Oviedo"

Y he aquí su biografía, de la misma fuente A Madrid se fue con 14 años, trabajando en diferentes oficios a la vez que se formaba como pintor "en los estudios de los Madrazo, en la Real Academia de San Fernando y como copista del Museo del Prado".
Se estrenó como pintor en 1858 exponiendo cinco retratos y tres composiciones en Santiago de Compostela, en la que consigue una medalla de honor. En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1860 es premiado por su «Romería en las cercanías de Santiago», obra que anticipa su vocación por el género costumbrista, y en la de 1862, consigue segunda medalla por Salida de misa en una aldea de las cercanías de Santiago. Participa también en la Exposición Universal de Londres, y en 1864 gana otra segunda medalla en la Exposición Internacional de Bayona (Francia). En la Nacional de Bellas Artes de 1866 gana de nuevo medalla de oro con un cuadro de tema histórico, capítulo obligado para los pintores del periodo romántico. Al año siguiente concurre a la Exposición Universal de París, y en 1876 recibe primera medalla en la Exposición Universal de Filadelfia (Estados Unidos). Hacia finales de esa década de los setenta pinta para el Monasterio de El Escorial El éxtasis de Santa Teresa y continúa dedicado a los temas de costumbres, protegido por la familia de banqueros Herrero. Aún conseguirá nuevos premios en las nacionales de Bellas Artes de 1881, y su cuadro histórico Episodio del reinado de Enrique III de Castilla, presentado en 1886 fue adquirido por el Ministerio de Fomento.

Entre 1885 y 1889 se instaló en Galicia, pintando retratos, paisajes y escenas de la vida gallega, trabajo compensado por La Real Sociedad Económica de Amigos de País de Santiago, que le nombró socio de mérito. De regreso en Madrid, fallece de forma repentina a los 67 años de edad, cuando se preparaba para asistir a una corrida de toros.

Además de los lienzos citados puede añadirse Baile de Charros, Un mendigo, Grupo de espigadoras del alto Aragón, Un palco en el teatro de la ópera, Familia gallega, Mayo en Ribadeo. Entre los retratos, citar los dedicados al escritor romántico costumbrista francés Teophile Gautier, además de los de la infanta Antonia de PortugalIsabel II de España y Alfonso XII. Tiene obra representada en el Museo del Prado, el Museo Jovellanos, el Museo de Bellas Artes de Asturias y en las colecciones de Afundación y Cajastur.​

En 1966 se le dedicó una muestra antológica en el Ateneo de Madrid,​ y en 2000 se recogió su obra en una exposición organizada en Vigo"

La placa fue aquí colocada con motivo del primer centenario de su fallecimiento, en agosto de 1994


Y de esta manera seguimos caminando por la Recta de Ballota, continuamos nuestro periplo por esta verdadera carretera literaria, de la que se dice "cuanto más cerca estás de tu destino, más curvas habrá", que no es necesariamente siempre verdad, como veremos enseguida... al final de Ballota


Poco a poco van haciéndose más frecuentes los tejados oscuros de pizarra, tal que aquí, en Casa Mino


Hórreo de corredor a nuestra izquierda, con platos de cerámica decorativos en las colondras o tablas que componen la pared, así como una acogedora terraza junto a la bodega



Seguidamente una casona del estilo Vidíu que tanto vemos por aquí, con los vanos preciosamente adintelados, La Catalina



Ya en la carretera, pensamos que es una pena no esté la iglesia de Ballota a nuestro paso. Independientemente de nuestras creencias es un símbolo de la historia, construida en 1789, como es normal sucediendo a un santuario más antiguo. En su interior hay un retablo de mérito, buena imaginería y dos lienzos del citado artista Dionisio Fierros, el de la Purísima Concepción y el de San Juan Bautista o Bautismo de Cristo


La actividad agropecuaria se mantiene. Suelen plantarse ciertas extensiones de maíz, como planta forrajera, ya no para consumo humano, salvo cuando se hace alguna especialidad tradicional, normalmente ya no cotidianamente sino en ocasiones excepcionales, fiestas, días señalados, visitas familiares, encargos, etc. como la borona, la torta, los tortos o la maravillosa rapa asturiana, rapa vaqueira o rapón


Otra canción o poema de Ballota, recogida por Luciano Castañón en su Diccionario Geográfico Popular de Asturias dice así:
El llugarín de Ballota
ye pequeñu pero llargu
aunque nun tien pesetes
tien muchachas de garbo.

En el pueblín de Ballota 
yo me quisiera casar,
en el pico o en el fondo,
o en el medio del lugar  

Y entran los peregrinos, atravesando la localidad de este a oeste, pese a lo que también también dice el cantar:
El pueblín de Ballota
quien lu pudiera rodear,
con una cadena de oro
pa que nadie pudiera entrar

Ciertamente y como en Santa Marina es incierto precisar un centro de población propiamente dicho, sino más bien un gran eje principal a lo largo de la carretera, a cuyos lados se fueron construyendo las casas también principales, desplazando al viejo camín real, con el que no obstante podría coincidir en algún tramo


Uno de estos caserones carreteros es este de la derecha, Casa la Niña, con estructura y detalles de casona hidalga más que indiana que ya empezaba a triunfar en el momento de su construcción


En esta fachada vemos, en el montante de piedra de la puerta, la fecha del año 1893. Por aquel entonces se estaba trazando esta Carretera de la Costa o Ribadesella-Canero, que luego recibiría la denominación de N-632 y N-632a 


Cuando se abrían estas líneas de comunicación se precisaban paradas de postas, mesones y demás infraestructura viaria. No sabemos si esta casa tendría algo que ver con ellas...


A la izquierda, con aires más indianos o urbanos, la que fue Casa Adelina es ahora el Hotel Fernando III forma parte de la historia de la celebérrima Casa Fernando, una verdadera institución en Ballota, del que habremos de hablar cuando lleguemos al edificio primigenio, también con hotel y renombrado bar y restaurante


Mirando al hotel, otra vivienda de piso alto y bufarda, con una inscripción muy llamativa en la ventana del piso bajo, a la izquierda de la puerta

DIONISIO FIERROS 
AÑO 1891 
Nª108

A la izquierda el pozo del agua y detrás otro edificio interesante es el de Casa Chicha


Es por sus trazas como una casa de vecindad, dada su altura y tamaño. Parecen dos viviendas


A su entrada hay una preciosa fuente ornamental, con su estanque, El Tesolindo


Tras ella un muro con bancos de respaldo azulejado. Hubo de ser en tiempos un centro de reunión vecinal y tertulia


Es otro detalle en el que se fija el peregrinos que pasa por Ballota. Al otro lado Casa Rufinín


El agua sale de un pedestal en forma de copa, en concreto de la boca de un pez al que abraza un niño. Esta inspiración artística es similar a la existente en otras fuentes en zonas urbanas, que contribuye a darle a Ballota ese toque de villa


Ciertamente algunas de estas viviendas tienen detalles entre lo urbano, lo rural y lo residencial. Aquí otra con cubierta de pizarra


Allí hay otro edificio de relevancia indiana histórica, con terreno cerrado por alto muro y portón, que guarda la panera. Es la Casa del Médico,  donde vivió José López Fierros, el médico de La Clínica, que vimos antes hace un momento


José López Fierros vivió aquí al casarse con Pilar, hija de Francisco Álvarez Riestra, que fue quien hizo esta casa


Francisco fue emigrante a Cuba de muy joven (12 años), llamado allí por unos tíos que habían emigrando antes que él y estaban ya afincados. Allí estudió comercio con los jesuitas y llegó a administrador de una empresa azucarera, además de, pese a su cojera a causa de un accidente de infancia, teniente de guerrilla


A su regreso, cuando tenía 36 años, Francisco mandó hacer esta quinta, antes de casarse con María Martínez Martínez y tuvo tres hijos, Julia, Teresa y Pilar, esta última fue la que se casó con el médico José López Fierros, de La Clínica, y de ahí viene que sea conocida como la Casa del Médico. Destacan en ella su altura y sus detalles arquitectónicos, como este balcón-galería acristalado


De la arquitectura indiana, como de los mismos indianos, se ha hablado y se hablará intensamente, tal y como lo hemos hecho nosotros en el Camino Norte, donde se hacen especialmente patente las huellas físicas y su memoria en estas sus casas y en numerosas construcciones, desde fuentes a escuelas, iglesias, fábricas, jardines, obras públicas y un largo etcétera


Si bien a veces se presenta como un arte, o arquitectura, que vino de América, parece más bien una variedad de estilos que triunfaban internacionalmente con modelos locales y elementos de todo tipo, a gusto del dueño o patrocinador de acuerdo con el arquitecto, constructor, diseñador, o quien fuese el encargado de proyectarlo y construirlo. De ahí surge un eclecticismo que según cada caso puede tener elementos modernistas, historicistas, regionalistas y autóctonos más o menos transformados o interpretados


 Pablo Antón Marín Estrada, en el El Comercio del 4 de mayo de 2018, publica un artículo, Tras la huella de los indianos, en el que, además de citar varios ejemplos concretos, dice lo siguiente:
"No hay lugar de Asturias en el que no esté presente la huella indiana. La arquitectura que promovieron desde finales del XIX a las primeras décadas del XX los emigrantes con fortuna retornados de América en sus pueblos de origen ha marcado el paisaje de la región y su pervivencia en el tiempo permite hoy seguir completas rutas para contemplar sus obras más singulares. Palacetes y casonas para disfrute de sus dueños, pero también numerosas edificaciones públicas: escuelas, casinos, parques, fuentes, lavaderos o boleras constituyen el legado de estos 'americanos' que nunca olvidaron su tierra natal (...)
 El eclecticismo es la característica de este estilo de estilos arquitectónicos que bebe en las vanguardias europeas del modernismo y su presencia en el nuevo mundo. Si quieren seguir buscando las huellas que de él nos dejaron nuestros indianos, además de los lugares citados, pueden hallarlas en concejos como Ribadesella, Colunga, Caravia, Villaviciosa, Gijón, Avilés o Castrillón. Por cualquier lugar de Asturias del que haya salido un emigrante hacia América y haya vuelto con fortuna -mucha o poca- para dejar memoria de ese viaje de ida y vuelta"

Seguidamente una casa de construcción reciente, o relativamente reciente, de cubierta de pizarra a cuatro aguas


Las palmeras son otra herencia de los indianos, también llamados americanos. Influyeron en modas y modelos, también de jardines, incluso de origen o fundación no indiano


Y aquí tenemos otro interesantísimo modelo de casa tradicional estilo Vidíu, siguiendo su esquema básico de dos cuerpos principales, uno cuadrado de planta alta y tejado a cuatro aguas, y otro rectangular a dos aguas, cada uno con sendos añadidos. Llamativamente su fachada principal está orientada al este y enfrente de ella tiene el hórreo, con sus tejas aseguradas a base de piedras, siguiendo una solución también muy tradicional que va dejándose de ver


Y ahora, justo al final de la recta vamos llegando a las últimas casas de Ballota, donde está la mencionada Casa Fernando, uno de los clásicos de esta carretera, establecimiento fundado en 1945, que vio el gran trajinar de vehículos durante largas décadas, siendo uno de los lugares de parada fija en la tan sufrida N-632 en aquellos años de interminable travesía de curvas y contracurvas


En la actualidad sigue siéndolo, dado que está justo en una de las salidas de la Autovía del Cantábrico, la 445, que tiene un poco más allá su enlace. Por ello en esta zona hay que extremar las precauciones, pues hay más trasiego de vehículos, incluso de camiones


Antes de Casa Fernando fijémonos por ejemplo en esta panera a nuestra derecha


Corredor al sur y faldones en los demás lados. Tejado enteramente de pizarra


La bodega ha sido habilitada como vivienda. El conjunto es conocido como Casa la Panera


Placa en la fachada


Al sur tenemos una magnífica vista de la Sierra las Palancas, por cuya cresta va el camino de este nombre hacia el Picu Paradiel.la, a la derecha de la foto, con su altísima antena 


Y justo antes de Casa Fernando vamos a detenernos un instante a ver otra espléndida quinta de Ballota, que vemos aquí a la derecha


Villa Conchita, llamada así en honor a Concha (Concepción), esposa del donostiarra Jesús Suárez, dueño de una naviera, quien compró esta casa que había sido edificada en 1910 para vivienda de Jesús Fierros, emigrante a Cuba y familiar de los Fierros de La Clínica. Es conocida también aquí como Casa Jesús


Si antes hemos hablado de la arquitectura, ahora podría venir bien hablar de los indianos, o americanos, o hay quien discute diferencias entre ambos, o que en unos sitios se prefiere una palabra a la otra. El fenómeno de la emigración española a América se da desde su descubrimiento, pero el de los indianos en concreto se debate más cuándo empieza y cuando acaba. Si bien hay quien lo lleva a abarcar desde el Siglo de Oro hasta la posguerra civil, para los más de los especialistas este periodo es demasiado largo y habría que ceñirse para ello a una fecha de comienzo algo posterior a la independencia de las colonias americanas, en concreto hacia 1850, cuando además de mucha mano de obra y desarrollo económico de las mismas, se fueron suprimiendo leyes en España contra la emigración, si bien , como hemos dicho, todo está en permanente discusión


¿Qué les impulsó a emigrar?, por supuesto buscar una mejor vida, pero ello a la vez abarca otros componentes. Había muchos casos de absoluta penuria, familias de muchos hijos, necesidad, imposibilidad de mejorar o ascender socialmente las clases humildes, leyes socialmente implacables, etc. pero lo cierto es que también emigraron bastantes miembros de familias pudientes o con cierto desahogo económico, y España a la vez también necesitaba mano de obra pues estaba industrializándose. Se sabe en muchos casos se emigró para eludir el servicio militar, por entonces en condiciones muy lamentables para todos pero especialmente para los quintos: varias guerras en África, pronunciamientos y asonadas, etc. pero a la vez muchos emigrantes participaron en guerras en sus países de acogida, como Cuba, que siguió siendo española hasta 1898, pero también en guerrillas de guerras internas de esas naciones


Más o menos todos emigraban con la idea de regresar: los asturianos fueron principalmente a Cuba, México o Argentina, en menor medida a otros países como Estados Unidos. Muchos regresaron, y ciertamente no pocos con fortuna (otra cosa es lo que durase esa fortuna), a veces prefirieron quedarse, bien porque se acomodaron a sus destinos, bien en muchos casos porque si no era con fortuna se prefirieron quedar. ¿Fueron todos los emigrantes a América indianos?: por ejemplo las familias enteras que de la industria del zinc de Arnao a Pensilvania y Virginia occidental, por ejemplo, nunca se encuadraron dentro del fenómeno indiano, por poner un ejemplo


¿Cuándo acabaron los indianos?, mayoritariamente a los indianos o americanos se les consideró como tales lo que viviesen, no perdían su "categoría", habían estado allí y así se les llamaba, ahora como fenómeno migratorio propiamente dicho, su final definitivo se determina con la Guerra Civil. Ya previamente los convulsos años 30 estaban transformando la economía y la sociedad del mundo, siendo significativo el crack de 1929 con todo lo que arrastró y conllevó seguidamente a todos los niveles. La guerra española, y la siguiente mundial, cambiaron todo a nivel internacional. Hubo emigración española y asturiana en concreto a América en la posguerra, y aún después, pero ya las condiciones sociales, políticas, económicas, laborales, etc. no produjeron la repetición de lo indiano. También cambiaron los países de destino, entre los que destacó Venezuela. Por supuesto la emigración a Europa, e incluso a Australia, ya se situaba fuera completamente de esos parámetros, ni siquiera los geográficos


Pensando ahora en la epopeya de los indianos, siempre sujeta a revisiones e interpretaciones, vemos, pasada la siguiente casa, la explanada de aparcamientos de autocares y camiones de Ballota


Y aquí Casa Fernando, fundada en 1945 como bar-tienda y peluquería por el matrimonio de Fernando Alonso, quien ejercía de barbero, y su esposa Leonor, negocio continuado por sus hijos Fernando y Luis Carlos, siendo reformado en 1984 por Fernando y Josefina Sierra, ampliándose a hotel (este y el que vimos poco antes), restaurante, cafetería y terraza


Tras el fallecimiento de Josefina en el año 2012 y la inminente jubilación de su esposo Fernando es su hijo Miguel Ángel Alonso, quien se decide con su mujer Beatriz Tenreiro, de continuar la saga hostelera y hotelera pero un grave accidente se lo impide, siendo cerrado el negocio hasta que ambos salen de una larga convalecencia, siendo reabierto por ellos, Miguel y Beatriz, el 1 de mayo del año 2013. Son estas pues las tres generaciones de Casa Fernando de Ballota
.

Esta es por ejemplo la noticia de su reapertura en 2013, publicada por Sara Arias en La Nueva España en 5 de julio y titulada Casa Fernando, tercera generación:
"El deseo de la ya fallecida Josefina Sierra de que el negocio familiar, el restaurante Casa Fernando, situado en Ballota, en Cudillero, siguiese adelante por fin se ha cumplido. La tercera generación, su hijo Miguel Ángel Alonso y su esposa, Beatriz Tenreiro, recogen el testigo empresarial. Y eso que en el último año, además de la pérdida de Sierra, han encajado un duro golpe: un accidente de tráfico dejó parapléjico al joven en junio de 2012. Pero esa circunstancia no impide que arranquen con fuerza y con las ideas claras: «lo que tenemos que hacer es continuar con esta tradición sabiendo adaptarnos a las nuevas situaciones, manteniendo siempre la calidad y el servicio por encima de todo», afirma Alonso.
Casa Fernando fue fundada en 1945 como bar y peluquería por Fernando Alonso y su esposa Leonor. En 1997, su hijo Fernando y su mujer, Josefina Sierra, dieron un nuevo impulso al negocio. El año pasado, a punto de jubilarse, Fernando perdió a su mujer y, además, su hijo sufrió el accidente, por lo que cerró las puertas del negocio. Tras varios meses en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, Miguel Ángel y Beatriz decidieron ponerse al frente de Casa Fernando 
Aunque reconocen que en los primeros meses tras el accidente habían abandonado las ganas de continuar, el deseo de Josefina les hizo cambiar de idea. «La disciplina y fortaleza, tanto física como mental, que me ha dado el deporte creo que ha sido fundamental», detalla Alonso. La pareja de hosteleros practica triatlón y duatlón; de hecho, Tenreiro es campeona del mundo de esta disciplina. Y ella también tira de lo suyo, pues tiene una enfermedad degenerativa a la que pone freno con el deporte. La actividad física es la pasión compartida de los dos jóvenes. Alonso espera con muchas ganas que pronto lleguen su nueva bici adaptada y su silla de atletismo. 
Juntos han abierto de nuevo Casa Fernando para alegría de los clientes de toda la vida y de los peregrinos que hacen un receso en el Camino. Para Fernando Alonso, ahora que está jubilado y se dedica a «labores de mantenimiento», ver a su hijo y a su nuera al frente del negocio es «un orgullo porque, además, la gente me dice que está en buenas manos».

Un duro golpe fue el fallecimiento de Miguel Ángel Alonso en abril de 2018. El día 8 de este mes Belén G. Hidalgo publica la triste noticia en El Comercio, realizando una hermosa semblanza biográfica de su tesón y superación: 
"Hostelero, músico, masajista y deportista, Miguel Ángel fallecía en la madrugada de este domingo en su casa, a los 46 años. Alonso creció en Ballota, donde sus abuelos fundaron el reputado restaurante 'Casa Fernando', que heredarían sus padres y del que él mismo tomó el testigo hace cincos años. 
La vida de Miguel Ángel Alonso daba un giro inesperado en 2012, cuando un trágico accidente de moto lo dejó parapléjico. Un duro golpe al que tuvo que sobreponerse el mismo año en que perdía a su madre, Josefina Sierra. La disciplina del deporte y la filosofía vital de Rosendo, el músico al que veneraba, lograron que, tras meses de rehabilitación en Toledo, Miguel Ángel Alonso retomase el rumbo junto a su esposa, Beatriz Tenreiro, el mejor espejo en el que podía mirarse. Tenreiro, campeona del mundo de duatlón, sabe mejor que nadie que el deporte puede convertirse en la mejor terapia, pues ella mantiene una lucha contra una enfermedad degenerativa.
No solo compartía con su mujer la pasión por el deporte, disfrutando juntos del triatlón y el duatlón. En 2013, el matrimonio decidió retomar el negocio familiar y ambos se pusieron al frente de Casa Fernando, «donde todos paramos», como dicen los vecinos de Ballota. 
Miguel Ángel Alonso se enganchó al triatlón en 2005, fue juez de esta disciplina varios años y también seleccionador regional. Además, durante tres temporadas -entre 1999 y 2002- sus manos aliviaron a los jugadores del Real Avilés gracias a sus masajes. 
El accidente supuso apenas un paréntesis en su carrera deportiva. Gracias a la bicicleta adaptada, regresó a las competiciones, convirtiéndose en todo un ejemplo de superación. Hace un año se proclamó subcampeón de España por comunidades en ciclismo adaptado. También se inició en tenis adaptado. 
Regresaría a la música, otra de sus pasiones. Fan de Rosendo, Miguel Ángel Alonso incursionó en la música en 1999. Lo hizo en la banda de gaitas, 'Avanti Cuideiru'. Después formó parte de varios grupos de música y, en la actualidad, tocaba el bajo en el grupo de pop-rock, 'La novena vértebra'"

Y así y a pesar de los duros embates de la vida, Casa Fernando sigue abriendo sus puertas y además de para viajeros, camioneros, excursiones,  turistas, veraneantes, y vecinos, es una gran referencia para los peregrinos, así glosada por Ana Paz Paredes en La Nueva España el  el 5-11-2013:
"Ballota, que se asoma al mar Cantábrico adornado de impresionantes acantilados y playas de cantos rodados; un pueblo de casas blancas y palmeras, algunas reveladoras de su pasado indiano, y lleno de pequeños caminos entrelazados. 
También es lugar de paso de numerosos peregrinos que, siguiendo la ruta de la costa, van hacia Santiago. Algunos de ellos visitan también su pequeña iglesia del siglo XVIII donde hay dos cuadros del pintor Dionisio Fierros, nacido en este pueblo. De igual forma y mezclándose con su clientela habitual, estos peregrinos hacen parada para reponer fuerzas en el bar restaurante Casa Fernando, un establecimiento que es todo un clásico en Cudillero" 

En el interior, mirando a la barra, gran mural con los caminos Norte y Primitivo en Asturias...

En el comedor, recuerdos de toda una época en Casa Fernando...

Los fundadores, Leonor y Fernando Alonso

Emotivo cuadro con noticias y reseñas periodísticas

Fernandfo Alonso y unos ilustres visitantes...

Volviendo al exterior, vemos desde el hotel otra magnífica vista de las Sierra las Palancas, con San Roque'l Picu en primer término


Y este es el enlace con la Autovía del Cantábrico en su salida 445. Nosotros seguimos ahor apor la carretera N-632a todo de frente


En el cruce vayamos bien atentos al paso de vehículos, salidas e incorporaciones, a veces con cierta intensidad de tráfico, mismamente pesado


Tras dejar el cruce carretera empieza a bajar: la seguiremos durante un tramo no muy largo


En el kilómetro 147 nos aguarda una de las bajadas más importantes del Camín de Las Ballotas, la del río Cabo, Ricabo o Ricabu, que desemboca en la playa homónima, haciendo de frontera con el concejo de Valdés


Precisamente en el paso a la siguiente ballota divisamos un tramos de la vecina costa valdesana La Punta de Cuernu, que cierra la playa de La Ribeirona en Cadavedo o Cadavéu. A lo lejos, el Cabo Busto, uno de los grandes cabos de Asturias, junto con Peñes y Vidío. Ambos serán referencia visual y geográfica en los siguientes tramos de Camino...


Vemos un pequeño sector de La Ribeirona y arriba, en La Garita, El Campu la Regalina, con la capilla de este nombre, la grandiosa romería impulsada por el sacerdote y gran escritor Fernán Coronas, El Padre Galo


Más allá El Cantón y la rasa costera en La Sienra Mayor. A lo lejos el Cabo Busto se adentra como una cuña en el mar unos dos kilómetros, con acantilados verticales de 60 a 70 metros que cobijan algunas playas. Se han localizado niveles de poblamiento prehistórico, y llamativamente estable, de al menos 300.00 años de antigüedad, los más antiguos hallados hasta el presente en la cornisa cantábrica


Todas las vías de comunicación siguen coincidiendo en este gran Corredor Cantábrico, del que escribe así José Miguel Blanco Blanco, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, en La Autovía del Cantábrico. Historia y presente de una vía de comunicación:
"Aunque pueda resultar sorprendente, el corredor cantábrico ha sido una de las vías de comunicación con Europa más importantes de la historia de la Península Ibérica. A pesar de tratarse de un estrecho espacio limitado por el mar y por las montañas, la topografía costera facilita la comunicación tanto por la rasa como, en el caso de Asturias, por el surco prelitoral

Solo esto explica que hace ya 30.000 años, durante el Paleolítico Superior, toda la zona cantábrica viviera bajo parámetros culturales similares a los de diversas zonas de Francia. Esto demuestran los ejemplos materiales y artísticos de las cuevas asturianas, cántabras y vascas allí donde la geología favorece la formación de cavidades. Buenos ejemplos de esto son las cuevas de Tito Bustillo, La Viña o La Lluera en Asturias, Altamira y El Castillo en Cantabria o Urtiaga y Aizbilarte en el País Vasco

Estos restos indican una visión compartida del mundo, de su realidad y de su propia vida. También explica cosas tan peculiares como que se puedan encontrar útiles realizados con sílex provenientes de tierras galas.

El uso de este corredor cantábrico continuará durante la época romana. La articulación de toda la Península Ibérica se realizó en torno a grandes vías de comunicación transversales que unían las ciudades más importantes de la época como Mérida, Córdoba, Zaragoza, Tarragona o Astorga con el resto del Imperio"

El autor continúa explicando las características de este corredor o pasillo natural cantábrico, explicando que las vías romanas, basadas en antiguas sendas y pasos naturales, fueron la base de los caminos de Santiago y de los caminos reales que fueron los principales hasta que se construyeron estas carreteras


Carretera que ya dejamos para tomar una pista de tierra y piedra a la derecha, apta no obstante para vehículos todoterreno, que baja en prolongado descenso hasta el río Ricabu y la playa


Ojo a las flechas amarillas, suelen estar pintadas en el suelo o en el guardarraíl


Bajando a la playa el descenso va a hacerse más pronunciado


Puede haber señales del Camín tal que esta, hecha artesanalmente de madera, que con el tiempo también suele tocar reponer


Coimo en laos anteriores pasos de las vallotas, estos estrechos valles, prácticamente surcos o barrancos, están densamente arbolados


En cualquier cruce o bifurcación vayamos siempre por la pista principal hacia abajo


Hay árboles y sobre todo arbustos autóctonos, pero predominan las plantaciones papeleras de pino y ocalito


Al fondo los altos de Tablizu, totalmente poblados de esas especies, así como su subida, nos esperan


Mirando al sur, hacia el fondo el barranco, vemos otro sector de Las Palancas, con El Picu Cabornín (537 m) en medio


Y el famoso Viaducto Pintor Dionisio Fierros de la Autovía del Cantábrico, galardonado incluso por prestigiosos premios de arquitectura, como el Puente de Alcántara. Este es su facha técnica, de la página de Atlantis:
"El origen de éste moderno puente está en la anterior construcción llamada Arco de la Regenta (Premio Internacional Puente de Alcántara) de 1995. Sobre él se hizo la ampliación con losas de hormigón y acero que hoy podemos ver, y así poder ser aprovechado para la Autopista del Cantábrico (A-8). Pasó de tener una anchura de 12 m. a 22 m. Tiene 194 m. de luz y 50,37 m. de flecha. 
Debe su nombre al magistral pintor asturiano Dionisio Fierros Álvarez (nació en Ballota en 1827 y falleció en Madrid en 1894). 
Entre las empresas más destacadas que participaron en la ejecución de la obra están: FerrovialCementos Tudela VeguínTableros y PuentesIPP..."

A diferencia de las otras bajadas de Las Ballotas esta es muy directa y apenas zigzaguea


La pista es en todo momento bastante ancha y así será hasta llegar casi a la misma playa


En estas profundidades está la Cueva los Xentiles, catalogada en el Archivo Geológico de Asturias


Xentiles, como mouros y otros vocablos, hacen referencia a gentes antiguas, vinculadas a yacimientos y asentamientos prehistóricos. Esto, junto con los hallazgos de Cabo Busto, los castros, los topónimos en ana vinculados a villa romanas o alto medievales, y el propio camín real demuestran un poblamiento continuando de esta franja o corredor litoral cantábrico a lo largo de cientos de miles de años


El descenso se hace ciertamente un tanto prolongado, se estima entre unos 15 a 20 minutos


Bosques autóctonos que sobreviven entre los eucaliptales conforman nuestro entorno más inmediato


Pasamos una cantera a nuestra derecha


Y seguimos bajando entre la arboleda


Hitos telefónicos aprovechados para pintar flechas xacobeas


De pronto vemos el mar, señal que nos acercamos a la playa y que la bajada se va terminando...


Seguidamente llega un tramo más abierto, con menos árboles


Ya asoma al fondo La Playa Ricabu, de rocas, acantilados, y cantos rodados, sin servicios pero muy agreste, salvaje y poco frecuentada


Un paraíso azul y verde también lleno de historia. Por aquí estaba al parecer el famoso Puente que Tiembla, Le Pont qui Tremble, para pasar el río. Era una pasarela de madera que a nadie dejaba impertérrito, la cual temblaba peligrosamente sobre el barranco, ya que carecía de pivotes, y ante la que se encomendaban viajeros y peregrinos antes de cruzar


El Puente que Tiembla llegó a tener una canción de los peregrinos francos, nombre con el que denominaba a los actuales franceses y centroeuropeos en general. De ella se sabe por una impresión de cantares de 1616 en Valenciennes:
"Quand nous viensme au pont qui tremble,
 nous etions bien trente ensemble,
 tan de walons qu'allemande. 
Et nous disions, si'l vous semble, 
Compagnon marchez devant"

 Podríamos traducirlo como:

"Cuando nos vimos en el puente que tiembla,
 estábamos juntos unos treinta,
 tanto valones como alemanes,
 y decíamos, su le parece, 
camine delante compañero"

El temido puente que tiembla sin duda era una reconstrucción más o menos improvisada y frágil de otras anteriores. Más de un siglo antes de ser impresa esta canción, en 1502, el cronista flamenco Antoine de Lalaing decía:
"... el lunes pasaron siete malas montañas, llamadas las Siete Hermanas, y luego pasaron las montaña de las Cabras, que es la peor, y pasaron el puente que tiembla, porque se tiende sobre un abismo en el que no se pueden asentar pilotes"

En algún momento, posiblemente en el siglo XVIII, cuando se acondicionó el camino para el paso de la carrilana o carruaje de cuatro caballos, el terrible puente tembloroso fue sustituido por uno de piedra, que está aquí a la izquierda, y es por donde sigue el Camino, si bien las hierbas y arbustos casi lo tapan del todo a la vista. Pero antes y dada su proximidad al Camino, prácticamente todos los peregrinos se acercan un instante al menos a conocer La Playa Ricabu antes de cruzar el puente, pasar al concejo de Valdés y proseguir ruta a Tablizu

























































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