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domingo, 5 de junio de 2016

ANTE PEÑA CARESES Y LOS CASTIELLOS: ENTRANDO EN SIERO POR COLLAO Y SAMARTINO (ASTURIAS) EL CASTRU, VILLANUEVA Y EL CAMÍN DE LA SIENRA

Peña Careses y La Iría desde el Camino

Los peregrinos que pasan de Sariegu a Siero desde Narzana por Armanti y El Romeru hacia El Castru y Aveno contemplan la bella estampa de La Peña Careses (552 m) alzándose al norte de estos valles de los afluentes del Río Ñora o Nora y dando a la vista su caliza y clara cara sur, veteada de verde, con su serie de picudas cimas, dominando el paisaje a septentrión

El Picu Castiellu de La Collá desde el Camino

A su izquierda, al oeste, El Picu Castiellu (488 m) de la vecina parroquia de La Collá, también en Siero, domina también el paisaje, más discretamente, desde su castreña cumbre donde tiempo ha se localizó el castro astur o recinto fortificado que le dio nombre, pendiente como tantos otros de estudios pormenorizados y excavaciones arqueológicas que desentrañen sus misterios

El Picu Castiellu de Marcenao y, abajo, El Romeru y El Castru, por donde va el Camino

De la misma manera, al sur de El Castru y Aveno, otro Picu Castiellu (435 m), el de Marcenao, en Siero, se yergue al sur del valle y sobre El Río Recuna, afluente del Ñora, mirando de frente a su homólogo de La Collá y a La Peña Careses, mientras el Camino entra en Siero casi a sus pies, en el paso de El Romeru a El Castru (abajo a la derecha de la foto), a unos 6 kilómetros de La Pola, la capital del concejo


El mismo lugar de El Castru, en la parroquia de Collao, hace referencia a otro castro, el el paraje también conocido como Los Castrucos, La Pica'l Castru o El Picu'l Castru, en la divisoria del concejo, parte de una gran área arqueológica de la que formarían parte otros yacimientos de interés a los que ya nos hemos referido en la entradas de blog dedicadas a Barbechu y Aramanti, los tramos inmediatamente anteriores a este del Camino de Santiago del Norte que se dirige a la Sancta Ovetensis siguiendo el mandato que dice que "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor"



El Camino de Santiago sigue el trazado del antiguo Camín Rial, uno de aquellos caminos reales, relativamente numerosos, caminos "del reino" que serían lo más parecido a lo que hoy llamaríamos "red de carreteras del Estado", salvando las distancias. Estos caminos reales fueron relegados a vías locales, vías pecuarias o simplemente desaparecieron, cuando las actuales carreteras, los nuevos y anchos caminos de grandes carros, carruajes y carretas (más tarde vehículos a motor), empezaron a aparecer a mediados del siglo XIX


El Camín Rial es en Sariegu la actual carretera SR-1 que, al pasar a Siero, tiene la misma denominación durante unos cuantos metros más. Tras la suave y corta cuesta de El Romeru sigue en llano al entrar en Siero por las primeras casas de El Castru, viviendas unifamiliares con terreno, ahora dedicado a césped y jardín, parceladas en lo que antes fueron pastos y prados de siega y, antes aún, tierras de labor,



Pero más anteriormente todavía fueron parte del castro de dio nombre al pueblo, uno de los vigilaban los viejos caminos que seguían pasos naturales prehistóricos, y del que el cronista oficia de Sariegu, Florencio Friera Suárez, nos cuenta en su libro Patrimonio histórico y cultural del concejo de Sariego (Asturias):
"... es un yacimiento que se encuentra en el límite de los concejos de Sariego y Siero, junto al lugar de El Castru (Siero) en las fincas denominadas El Castru y, debajo de ella, Los Castrucos. Está a la derecha de la carretera que va de la localidad de El Castru a Castañera (AS-331) y arriba del camino que va de esta carretera a la del antiguo camino real pasando por El Romeru. Este emplazamiento, sobre un pequeño promontorio calizo a 289 ms. de altitud, permite el dominio visual de esos pasos, en dirección a Siero, y el que comunicaba con las zonas próximas a Puertecampo, paso por La Collada, donde se encuentra el yacimiento de El Picu Castiellu, a Gijón. Pese a la escasa altura a la que estuvo este castro, cabe destacar su conexión visual con El Picu Castiellu (en Marcenao, Siero, que no debe confundirse con El Picu Castiellu de La Collada) y con el ya mencionado Peñón de Perea (con El Castiellu y El Castellón), sin olvidar la proximidad a La Cueva de San Pedrín. Insistamos en la abundancia de topónimos como Castiellu en un espacio reducido, cuyo entorno geológicamente pueda quedar dominado por la Peña Careses y la singularidad de la cueva de San Pedrín. ¿Hubo un foco de la cultura castreña en esta zona, cuyo recuerdo se ha perdido, salvo por el topónimo del lugar habitado de El Castru?

Lo que queda hoy del castro que tratamos  de dar cuenta es muy poco. El terreno estuvo dedicado a labor y los trabajos agrícolas desvirtualizaron su fisonomía original,. Aparecieron algunos materiales de l los que dio cuenta José María Berros en el periódico La Nueva España. Hoy está dedicado a pasto y 

El recinto tenía forma ovalada y era alargado en el sentido del eje NE-SO. En el arco S. hay un escarpe natural bastante acusado, que se suaviza con la caída hacia el río, lo que contribuiría a su defensa. En esta ladera es por donde va la carretera SR-1, antiguo "Camín Rial". Por el lado del N. hay tres amplios niveles de aterrazamientos con taludes que no supera 1,5 metros, coincidiendo en parte con afloramientos calizos".

Una pequeña acera, estrecha apenas para una persona, se extiende entre las casas a la derecha, no obstante hay normalmente muy poco tráfico y, aunque pisemos asfalto, es un trayecto muy cómodo y agradable de caminar


Prados abajo a nuestra izquierda, El Río Seco corre a unirse al Ñora o Nora, del que es afluente, siguiendo un curso muy similar y próximo al Camino, pues este aprovechó el paso natural que constituía y constituye este su valle


Valle por el que se extiende el caserío disperso de Villanueva, entidad en la que suele a veces aparecer integrada El Castru como uno de sus barrios, incluso algunas fuentes citan ambos núcleos como parte de la parroquia de Samartino (antes oficialmente Vega de Poja), teniendo realmente cada parroquia parte y parte. Cierra este valle por el sur la loma de La Golpina, cuya cota más alta llega a los 393 m),


El Río Seco se ha formado un poco más atrás, justo antes de dejar nosotros del concejo de Sariegu en El Romeru, de la unión del Río la Cueva y El Río Requexu o Río Aramanti. Aquí es también llamado El Río Mería y posteriormente será El Río Recuna. Lo llegaremos a cruzar dos veces antes de llegar a La Pola


El río no llegamos a verlo pero sí podemos reconocer su curso por sus arboledas y vegetación ribereña. Poco más arriba de Villanueva, en la falda norte de La Golpina, está la casa de El Peñón


Arriba en lo alto, en el monte El Mosqueru, está el cementerio de Collao y antes estuvo la iglesia parroquial, bajo la advocación de San Cristóbal, en un lugar alto, a 387 metros de altura, pero equidistante en relación a todos los barrios de la parroquia. Era una iglesia románica, del siglo XII, reformada en 1896 y destruida en la Guerra Civil. La historiadora  Mª Dolores Alonso Cabeza, en su libro El concejo de Siero en sus fiestas. Datos de su historia nos cuenta así:
"Entre los escombros se encontraron piezas con tallas románicas, el ara y parte del arco de la entrada que no fue posible conservar completo. Con estos restos se compuso un altar y se ha colocado en el cementerio para las celebraciones de los Fieles Difuntos."

La iglesia nueva pues, no se reconstruyó en base a la anterior sino que se decidió hacer una nueva más cercana a los núcleos más poblados, al otro lado de La Golpina, al lado de la actual carretera AS-380 (antes AS-113), en origen La Secada-Tazones y popularmente carretera La Campa. Dicha carretera fue la que sustituyó, al abrirse en 1852, a este Camín Rial, así como a otro que iba siguiendo el Ñora al otro lado del monte, como principales vías de comunicación de Villaviciosa con la capital asturiana. Leemos ahora en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y pueblos:
"Collado distribuye sus casas a ambos lados de la carretera de La Secada a Villaviciosa (AS-113). En ese lugar se sitúa la iglesia parroquial de San Cristóbal de reciente construcción. En los alrededores del templo se pueden ver elementos de una antigua iglesia románica nacida al calor del Camino de Santiago. Esas piedras, del siglo XII. sirven hoy de soporte para macetas tanto en el interior como en el exterior de la iglesia. Por encima de ésta se conservan aún las ruinas de la antigua parroquial y de la casa rectoral". 

Y este el el collado que dio nombre a El Collao, el que divide la parroquia en dos, "norte y sur" y donde antes estaba la parroquial, punto de reunión vecinal antaño a conceyu abiertu al repicar de campanas y normalmente con motivo de la misa dominical. Por su parte, el topónimo Villanueva hace referencia, más que a una villa como entidad de población con el significado que que hoy conocemos, a una antigua villae o unidad de población agropecuaria de época romana o altomedieval que dio nombre al lugar, las cuales irían sustituyendo a los castros como fundamentos poblacionales y serían el germen de los actuales pueblos y parroquias


Como en el vecino Sariegu, el monasterio de las benedictinas ovetenses de San Pelayo tenía propiedades e intereses en esta parroquia, los mansos o terrenos del convento se arrendaban obteniendo unas rentas que se distribuían mitad y mitad la abadesa y el capellán. En 1735 la abadesa cedió el patronato al obispo


Y ahí tenemos el monte de El Pandu (341 m), bajo el que vemos las casas de Pandubaxu, donde se encuentra La Fuente la Pinganiella. Al trasladarse la nueva iglesia de sitio los vecinos de El Pandu, Villanueva y El Castru donaron un solar y se construyó en El Castru la capilla de San Juan de Villanueva, que veremos enseguida


Por ahí abajo vemos la línea de vegetación que delata el paso del Ñora


En lo alto del monte, en El Rebollal, está además el Área Recreativa de Collao, por donde pasa la Senda de Toceo


Dicha senda baja a La Llera, al lado de Villanueva, y luego vuelve a subir hacia El Rebollal, un corto recorrido, de apenas una hora, pero por parajes de gran belleza y apartados del bullicio de las carreteras, al otro lado de La Golpina


"La evocadora Fuente del Romero, localizada en el lugar del igual nombre, ponía fin al Camino de Santiago por Sariego", leemos en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, coordinada por la catedrática María Josefa Sanz Fuentes, "Cruzado el río Seco, se iniciaba el recorrido del Camino por el concejo de Siero; en dirección a la capital concejil, la senda compostelana se desplegaba por su margen derecha", añadiendo que "La llanada por la que ahora se avanzaba (ya comenzada en Sariegu realmente) sorprendería, sin duda, al caminante, ya tan habituado a la abrupta orografía asturiana".


Ciertamente, el gran valle del Ñora o Nora y sus afluentes, como este el Río Riosecu-Recuna, ofrece un gran pasillo natural apto para que se emplease como camino desde la más remonta noche de los tiempos. Aparte de este Camín Rial, insistimos, había otro muy importante más al sur, por la ribera del Ñora, el cual se unía con otro más, pasos todos ellos del valle del Piloña (que también forma un eje este-oeste) al del Nora, procedente de Nava, sin embargo como ruta xacobea oficial solamente se declaró este con su ramal más costero, el que de Casquita, en Villaviciosa, en vez de a la Sancta Ovetensis se dirige a la villa de Jovellanos


No deja de ser lamentable que a veces, por desconocimiento, se de en llamar a este "Camino Primitivo" cuando este realmente empieza en la catedral ovetense de San Salvador, y otros le designen como "enlace" (sic) entre "la costa y el Primitivo", cuando en todo un señor Camino de Santiago principal dentro de las rutas xacobeas del Camino Norte


He aquí una de las antiguas casas de El Castru en El Camín Rial, con su corredor cerrado en galería, una solución que se aplicó con la gran expansión de la industria del vidrio en Asturias. Sin embargo, se encuentra lamentablemente en ruinas


El Camino baja suavemente hacia el núcleo principal de El Castru, alguna de cuyas casas vemos al final de esta recta. A la derecha tenemos los prados de castañales y pumaradas desde los que empezamos a ver, al norte, La Peña Careses


Su blancura caliza la hace especialmente llamativa pues da la sensación de formar parte de un paisaje de alta montaña pese a su no muy elevada altitud en comparación con las crestas rocosas que abundan en la Cordillera Cantábrica, esto la hace especialmente atractiva para montañeros y senderistas, dada además la relativa facilidad de su ascenso por esta su cara norte, existiendo diversas rutas, algunas desde La Pola


Al sur, y más allá de las casas de El Castru extendidas en El Camín de Villanueva, reconocemos también, al suroeste, la picuda silueta de El Picu Castiello de Marcenao, situado realmente en la divisoria con su vecina la también sierense parroquia de Aramil


El castro allí existente fue identificado en 1958 por el insigne profesor José Manuel González y Fernández Valles, quien lo añadió en 1966 a su catálogo de castros. Fue incluido en 1988 en la Carta Arqueológica del concejo de Siero hecha por el arqueólogo Vicente Rodríguez Otero y en 2011 en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA)


Por estos caminos iban también los romeros a la Fiesta de la Santa Cruz de Marcenao, advocación de la iglesia parroquial, romería de la que hay noticias desde 1719 documentalmente, si bien ha de ser probablemente muy anterior. Además, en 1904 se llevó a cabo la colocación de una cruz en la cima del Picu Castiellu, repuesta en 1978, como explica el vecino de esa parroquia Benigo Martínez-Fuego en La Nueva España del 29-1-2008:
"La cruz del Pico Castiello fue plantada en las primeras semanas de septiembre de 1904, hubo unas misiones en la parroquia de los PP Capuchinos de León, que eran para las parroquias de Vega de Poja, Pola de Siero, Collado, Santa Eulalia de Vigil y Aramil, pero se celebraron en Marcenado por ser la más céntrica. Los frailes ejercieron una atracción tan fuerte entre la muchedumbre que en su estancia de nueve días organizaron una peregrinación a Covadonga, a la que concurrieron en pleno todas las parroquias; en el octavo día se celebró una comunión general en el campo de la iglesia, se ofició la eucaristía y, al final, se celebró procesión por la noche, con antorchas y faroles, y el padre Santibáñez, amo de la casa, cargó sobre sus hombros una pesada cruz de madera de cuatro metros de altura cubierta toda de cinc y realizó el largo trayecto desde la iglesia hasta la cima del monte Pico Castiello, de 437 metros, donde la dejó plantada. Nadie pensó entonces que se convertiría en uno de los eventos más significativos de la religiosidad popular, pronto se difundió la noticia atrayendo al lugar los domingos y días festivos a fieles que recorrían a pie varios kilómetros para la oración del rosario en la cima del monte. 
Destruida durante la guerra civil, su reposición, idea que hacía tiempo que se perseguía, se llevó a cabo en 1978, y fue, sin duda alguna, uno de los acontecimientos de mayor proyección humana en la vida de este pueblo en los últimos años."

Dejamos a la izquierda El Camín de Villanueva y continuamos rectos hacia el cogollu de El Castru, viendo de frente una hermosa casona de indianos con picudo y piramidal tejado a cuatro aguas


Y, un poco a la derecha, entre los árboles, la capilla de San Juan de Villanueva por su lado E, la capilla construida en 1967 para compensar el traslado de la iglesia parroquial a una parte más alejada para estos pueblos


Realmente, ya desde el año 1964, el párroco había empezado a dar misas en una casa particular de El Castru, no olvidemos que por entonces aún era incipiente aquí el boom automovilístico pues ni siquiera los caminos estaban asfaltados, habiendo aún pocos coches entre los vecinos 


Al lado nuestro se encuentra el promontorio, de 289 metros de altura, donde está emplazado el castro que da nombre al lugar, fincas de El Castru, La Pica'l Castru y Los Castrucos, como hemos dicho. Más allá son Los Mansucos, al sur de La Iría, en Castañera (Sariegu), al lado de la carretera AS-331, a la que enseguida vamos a salir, antiguas posesiones de la iglesia de Narzana, del convento de San Pelayo y de los hospitales (hospedajes de pobres y peregrinos) ovetenses de San Juan y de Santiago, "cuyas rentas eran recogidas por un administrador de dichos centros benéficos en las llamadas "casas de Aramanti", nos cuentan en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos, bienes que, "acreditados en 1713, fueron vendidos durante el proceso desamortizador en 1855".


Desde este lugar disfrutamos de una encantadora vista de La Peña Careses (552 m) con El Picu Castiellu (488 m) a su izquierda y, a su derecha, La Peña Castañera, la parte saregana de dicha peña, con El Picu Fariu (707 m) más atrás y a su derecha


Ese es El Picu Castiellu de La Collá, en el que, coincidiendo con las obras del inacabado ferrocarril a Lieres y Samartín del Rei Aurelio, el ingeniero gijonés Felipe Valdés Menéndez, a la vez que realizaba la apertura de un túnel ferroviario en las entrañas de el picu, excavó a primeros del siglo XX este otro castro astur, en unas primeras prospecciones arqueológicas que no han tenido aún continuidad pese a sus prometedores hallazgos


Y es que se hallaron puntas de lanza de hierro y bronce, porciones de cuchillos, fíbulas y hebillas, adornos metálicos, trozos de calderos de cobre tipo irlandés y otras piezas, expuestas ahora en el Museo Arqueológico de Asturias, de los siglos VIII y VII antes de Cristo


Desde su cima hay una buena vista de todo el valle y, al norte, hacia el mar por la costa gijonesa precisamente. Existen al menos dos lugares donde pervive la memoria de los antiguos pobladores, uno al sur, El Llanu los Moros y otro al norte, La Calle los Moros. Los moros son, literalmente, "los antiguos" más que el significado actual de la palabra, "los no cristianos" en general, no con la connotación geográfica actual de la palabra. "El Llanu" tal vez fuese el asentamiento propiamente dicho y mientras que "La Calle" se trataría de un foso


En la zona oeste hay además una gruta de estrecha entrada, La Cueva'l Benitu ('sauce'), de las que las leyendas dicen que "hay una bolera, un hórreo, una santa y una capilla", tal y como nos transmiten los arqueólogos Matilde Escortell y José Luis Maya en Materiales de "El Pico Castiello" Siero en el Museo Arqueológico Provincial, quienes nos señalan que el árbol tenía importantes propiedades medicinales y curativas y, por ende, mágico-religiosas



Y ahí tenemos La Peña Careses, que son realmente una serie de cimas cuya cota más alta es la que lleva propiamente este nombre. De este prominente peñón nos cuentan así en la Enciclopedia del paisaje de Asturias:
"Macizo de caliza carbonífera de poco más de un kilómetro de extensión que se localiza en el cuadrante nororiental del concejo de Siero, penetrando en e Sariego por su extremo este. Tiene una dirección aproximada este-oeste y una altitud máxima de 552 m, pero destaca especialmente por sus formas calizas macizas, desprovistas de vegetación  en buena parte, en un entorno de relieve plano. Desde su cima se contempla bn excelentes panorámicas de todo el centro de Asturias".

 A su derecha, El Picu los Maderos señala la divisoria Siero-Sariegu, sobre las camperas de Camparnandi, donde se encuentra El Prau la Fuente, también marcando dicha raya, al igual que, aquí al sur y bajo la pared caliza, el prado de El Requexón



Más a la derecha y mirando al sur al Picu Fariu, La Peña o La Peña Castañera es la parte de La Peña Careses que pertenece a Sariegu, sobre el pueblo de Castañera, donde una cantera, que desde aquí no vemos, hizo desaparecer lugares como Los Campinos, El Llaniquín, Royaderu y Les Vallines, donde antaño pastaban las ovejas. Hoy a todo se le conoce como La Cantera


Entre La Peña Careses y El Picu Fariu está el paso de Puertecampu, acceso natural del valle del Ñora o Nora a la costa por donde fue, pasando de Narzana a La Collá por La Rimá, otro viejo camín rial, cuyo trazado no es complicado seguir. Desde al menos tiempos del ilustrado prócer Jovellanos que así lo cita, hasta el acta del deslinde de 1919, se sabe que Puertecampu daba nombre, más o menos castellanizado, a todo el macizo del Fariu, compuesto en realidad por varias cumbres, de la que esta que vemos desde aquí, repoblada de pinares, por su falda sur, es propiamente El Picu Fariu (707 m)



No obstante, se suele llamar topográficamente Picu Fariu a El Torrexón o Picu los Soldaos (737), donde estuvo el faro (torre de fogatas, de ahí su nombre de El Torrexón) que dio nombre al monte, en cual no vemos desde aquí, sí en cambio a su derecha La Campa les Guardies, con El Cierru la Teyera, El Caleru, La Braña d'Ortigosa, L'Espiri y otros parajes a su derecha


Por ahí sube a La Campa Cima, entre El Picu Fariu y El Torrexón, la pista que constituye su acceso rodado desde La Fumarea, por donde pasa la carretera AS-331, que viene comunica el gijonés Altu l'Infanzón con La Pola pasando por el villaviciosino valle de Pión y Candanal


Apenas podemos ver las praderías del collado de La Fumarea (a la derecha de la foto), pero sí la zona de La Fuente Sarafa por donde va dicha carretera, con Les Curuxes, Les Curuxines y Les Curuxones y demás lugares al pie de ese paso


Más allá de las casi desaparecidas escarpaduras castreñas de El Castru están los bosquetes de Tras el Castru, al sur de La Iría, barrio al sur de Castañera, en Sariegu


Dejamos a nuestra izquierda El Camín de Villanueva y continuamos avanzando de frente y todo recto hacia la casa de indianos que nos sirve de referencia para llegar al cruce de El Castru, donde se concentran las casas


Por ahí a la derecha, recalcamos, va la carretera AS-331 entre La Pola y L'Infanzón (Gijón/Xixón) que comunica el valle del Recuna o Río Secu con el valle del Ríu España, donde está Pión (Villaviciosa), paso del otro ramal del Camino de Santiago del Norte, el que va a Gijón/Xixón, a unos 15 kilómetros de aquí


Los azulejos brillantes verde oscuro y las almenas del alerón del tejado son sin duda los elementos que más resaltan al observador según se va acercando a esta casa


Aproximándonos más también vamos a reparar en esta franja de azulejos con coloristas filigranas vegetales que recorre la fachada bajo dicho saliente almenado del tejado


Tiene un pequeño terreno alrededor cerrado con muro de piedra por su parte posterior y por verja de frente



La fachada que mira al Camín Rial, donde está la entrada, se cubre de azulejos blancos



Sobre ella, bajo las almenas, sigue la banda de las filigranas de colores...


Un detalle de cerca...


Pasando delante de la portilla de acceso, de bella rejería, como la verja, y entre columnas, continuamos camino hacia el cruce con la AS-331 en lo que viene a ser el "corazón" de El Castru



Al fondo, al otro lado de dicha carretera, el antiguo chigre, el Bar El Castru, que conocimos en nuestra juventud y que tanto echamos en falta ahora en este tramo caminero en el que, en principio y si no se abre nada nuevo, no hay ningún bar ni tienda entre Vega, capital de Sariegu, y La Pola, la capital de Siero


Al pasar, nos volvemos y nos fijamos en la cara oeste de la casa de indianos, en la que vuelve a reptirse el esquema de los azulejos verde oscuro. Atrás, una dependencia anexa parece haber sido la casa de los caseros que solían tener estas quintas


Las cuadras, los llagares y las viviendas conforman aquí una pequeña calle


Antaño la ruta señalizada seguía lo que fue el Camín Rial, actualmente la citada carretera AS-331, hasta La Pola, capital de Siero, pero ahora, para evitar tanto asfalto y, sobre todo, la peligrosidad de una carretera sin arcén ni vereda ni senda peatonal, se ha balizado una ruta alternativa a la derecha del antiguo chigre


Estemos pues atentos a partir de este lugar, El Cruce del Castru, de las señales pertinentes del Camino de Santiago


Una imagen de la Santina de Covadonga observa el paso de los peregrinos en una viga de madera de una de las casas de El Cruce


Y observemos nosotros el cruce de la carretera que vamos a hacer aquí, para tomar, al otro lado de la AS-331, el camino que sale justo a la derecha del antiguo bar


Hay una señal de Stop y aunque el tráfico no suele ser intenso sí hay en ocasiones cierta intensidad y, atención, puede pasar a bastante velocidad


Tampoco tenemos paso de peatones ni similar, por lo que, insistimos, máxima atención al cruzar


En la esquina de la casa en cuyos bajos estuvo el chigre, su fecha de construcción, año 1968


El camino que vamos a tomar es el llamado Camín de La Sienra, desde el que tenderemos unas espléndidas vistas de La Peña Careses y El Fariu



Se trata sin duda de uno de los itinerarios más bellos del Camino de Santiago en Asturias, el cual, aunque se aparta algo, por causas de fuerza mayor, del itinerario histórico, transformado en carretera de peligrosidad para el peatón, tampoco lo hace demasiado y nos llevará hasta las mismas puertas de La Pola por el pueblo de El Rayu, pasando por lugares de gran belleza, como bien vamos a comprobar


Al cruzar veremos, en la carretera, la entrada a la capilla de San Juan de Villanueva, con La Iría, en Castañera, unos metros más al norte, tras las arboledas


Flechas amarillas y también mapas no informan del periplo jacobita a seguir, así como de otras rutas en el entorno de La Peña Careses


Ahí, tenemos, en puntos azules, el trazado alternativo que evita la carretera, la cual sí seguiremos unos pocos metros algo más adelante, pasado Aveno, para dejarla prontamente y cruzar el Río Recuna al Pie del Picu Castiellu para adentrarnos en el bosque en el que surge el campo de la capilla de la Bienvenida. Unos metros más allá lo volveremos a cruzar en el viejo puente medieval existente al llegar a El Rayu y antes de entrar en el casco urbano polesu por El Rebollal


Y ese es un mapa del Plan Especial de Protección del Entorno de Peña Careses, vigente desde abril de 2011 en la parte sierense, aunque ya en 2023 se denunciaron sondeos mineros en la peña


Abajo, otra flecha amarilla nos confirma la dirección a seguir


Por El Camín de la Sienra, pista de zahorra actualmente, no tenemos tráfico, a no ser el muy ocasional tránsito de algún vehículo de servicio a estas fincas llanísimas de La Iría que se extienden, con sus prados y arbolado hasta los mismos pies de La Peña Careses


Magnífico es sin duda el paisaje de La Iría, donde la hierba de esta llanura se agosta pronto con el sol


La Iría da nombre también a uno de los barrios de Castañera, el situado más al norte, al lado de la carretera, donde están los campos de Los Praones, El Roblón, La Llosa y El Bachiller


Sobre La Iría, La Peña Castañera con El Picu Fariu siempre detrás, parece ser que toda la mole de La Peña Careses fue, según el ingeniero geólogo Guillermo Schulz, un desprendimiento del Fariu en lejanas eras de grandes cataclismos geológicos, afirmándose en la forma de sus estratos, horizontales en el Fariu, desordenados en Careses, formados, según su terminología empleada, por pudingas, marga gris y calizas de Lías y, en el estrato inferior, margas del Kéuper. Así se formó el paso de Puertecampu


Cerca de la cima del Picu Fariu se reconocen, pese a las repoblaciones de pinos, los afloramientos calizos denominados Los Peñones del Fariu, encima de la ladera de La Pareona. A su derecha, antes de La Campa los Guardias, el campo de La Requexá con sus umeros, 'olmos'


La plantación intensiva de pinares ha quitado gran visibilidad a la cumbre del Fariu, por lo que ahora abajo La Peña Careses, pese a ser bastante más baja ofrece mejores vistas. La parte que linda con el precipicio de La Cantera en La Peña Castañera está vallada. En La cara y cruz de Peña Careses el corresponsal de El Comercio Juan Vega nos acerca a esta problemática extractiva en dicho artículo publicado el 19-8-2019:
"Careses es la única peña caliza existente en la zona centro del Principado de Asturias. La cara norte del peñasco es competencia del Ayuntamiento de Sariego, mientras que la sur pertenece al municipio de Siero. La realidad de los vecinos que viven en sus proximidades es muy diferente y está marcada, precisamente, por los límites de los dos concejos. Unos lo hacen en un entorno natural y los otros. en uno industrial.

La cara norte de peña Careses la encontramos en el concejo de Siero. Desde que los vecinos se enteraron, hace más de dos décadas, de que había empresas interesadas en explotarla, se movilizaron para preservar el entorno natural que rodeaba sus viviendas bajo el lema: «¡Por Careses, no desapareces!». El ex alcalde de barrio de la parroquia sierense de Vega de Poja, Eduardo Rodríguez, asegura que tras las movilizaciones «se consiguió llevar a cabo» el plan de protección que «evitó» el inicio de las obras en el concejo de Siero y que su implementación ha supuesto, con el paso de los años, que la fauna «se multiplique».

Maite Miranda es la dueña de la Casa Rural Peña Careses que se encuentra en la misma falda de la montaña. Han tenido un buen verano en cuanto a clientes y cree que su negocio no sería «rentable» si se hubiese «industrializado» el paisaje. Además, quiere recordar la importancia de la peña para los vecinos de Siero: «No podemos olvidar que la peña es acuífera y surte de agua a todos los pueblos que hay en la zona, incluso llega hasta la Pola».

La cruz de peña Careses está en el concejo de Sariego donde desde hace casi 20 años se lleva extrayendo material del subsuelo. Una situación que los vecinos de la zona aseguran ha afectado «radicalmente» a sus vidas. «Es el gran debate», asegura Lorena Cubillas, que vive a escasos cien metros de la cantera. Cree que puede ser «beneficioso» en temas de empleo, pero para los vecinos que vivimos cerca de la peña «ocasiona muchos problemas»: «Por suerte, ha disminuido la actividad, pero seguimos teniendo grietas en nuestras casas debido a la perforación y a las voladuras». «Tenemos miedo de que se ocasione un gran desprendimiento porque ya se ha tenido que cortar la carretera en varias ocasiones por avalanchas menores», matizó. Eduardo La Piñera, es vecino de Siero y sale a reivindicar la situación de sus paisanos sareganos: «La cantera es un atentado ecológico, paisajísticamente hablando, cuando estaban las máquinas a pleno rendimiento, la contaminación acústica y la degradación del entorno y del pavimento era brutal».

La tradición 

El grupo Grupo de Montaña Picu Fariu organiza todos los años una marcha a pie a la peña Careses que reúne cada edición a decenas de caminantes y curiosos. Son ya veintidós años de ascenso ininterrumpido, que comenzaron a modo reivindicativo para evitar la expansión de la cantera de Castañera al municipio de Siero. Hoy la actividad extractiva ya no amenaza al macizo, pero la marcha pervive como una jornada de contacto con la naturaleza."

De La Iría Castañera apenas podemos reconocer los tejados, bajo el alto de La Peñuca, estribaciones occidentales de La Pela Castañera; a su derecha, por La Viona, se va a La Cueva San Pedrín con sus dos entradas, estalactitas y paso por ella del Río Castañera o Río'l Valle que, a partir de ahí, se llamará El Río la Cueva, paraje de leyendas ancestrales cristianizadas en la capilla de San Pedrín de la Cueva y en su tradición romera de misa cantada en asturiano en la mágica gruta, el tercer domingo de agosto


En Castañera está el lugar de Les Ánimes, pero en principio nada tiene que ver con apariciones sino con que la producción de sus prados, o sus rentas, costeaban las misas por las almas del purgatorio. También y junto a la carretera, en La Iría, La Pumará, La Faza Iría y La Faza'l Castru


En La Iría la carretera hace unas curvas importantes en las cuestas de La Cantera, por La Casa'l Gosepu y Casa Rosario. Más arriba es La Casa Genaro, en cuyo gran portalón jugaban los críos de antaño



Y más arriba y a lo lejos vemos algunas de las casas de La Rimá, en concreto de La Rimá de Baxo, la parte de más abajo del pueblo, como su nombre indica, encima de la carretera de Miares y atravesado por El Camín del Piñíu, que comunicaba con La Rimá del Medio y La Rimá de Riba antes que hubiese carretera



Más abajo, el topónimo La Viña guarda el testimonio el recuerdo de los antiguos viñedos aquí plantados en tiempos en los que el monasterio ovetense de San Pelayo tenía sus propiedades en Narzana


Más arriba, la carretera sube a La Fumarea por Les Curuxes, Les Curuxines, Les Curuxones y La Fuente Sarafa, anteriormente se empleaba El Camín del Monte, hasta La Campa los Guardias


Ahora sí que vemos bastante mejor La Fumarea o La Collá la Fumarea, a unos 582 metros de altitud, que da paso al Monte L'Osil, topónimo a la muy antigua existencia de osos


Y de ahí a El Pozu los Llobos, en las alturas de La Llomba, donde estos topónimos junto con otros como La Montería y similares revelan que fueron estos siglos ha montes de caza



Y aquí, junto a la carretera, ya quedan atrás Los Castrucos y La Pica'l Castru con la capilla de San Juan de Villanueva


Según la temporada en la que vengamos tal vez encontremos muy altas les sebes, los setos silvestres que separan las fincas, tal que aquí


Aquí están más desbrozados, avanzamos con paso alegre por la llanura de La Iría, con el picudo y cónico Picu Castiellu en lontananza, al noroeste


Mientras, según caminamos, El Picu Fariu va ocultándose detrás de La Peña Careses y La Peña Castañera


Riega las praderas de La Iría La Riega Careses, que nace en la campiña entre El Castru y Castañera


Esa riega o arroyuelo, que suele bajar seco, se une con otro, que baja de su nacimiento al pie del Picu Castiellu entre El Campón y La Parte, parroquia de Samartino (Vega de Poja) y, posteriormente, con el Río la Piñera en la aldea de Careses (no confundir con la peña), situada más al oeste


Atraviesa de parte a parte El Picu Castiellu se conserva el túnel de La Vía o La Viona, aquel que abriera el ingeniero Felipe Valdés Menéndez para el Ferrocarril de San Martín del Rei Aurelio-Lieres-Gijón que nunca llegó a circular. En la actualidad sirve para la traída de aguas y puede recorrerse. Parte de la caja ferroviaria se ha habilitado como senda verde y ahí llega, desde La Pola, la ruta del Camín de Careses. Al otro lado del picu, en La Collá de Tras aún se ven también las cicatrices de la minería de fluorita, que empezó a explotarse al mismo tiempo que las obras del inacabado ferrocarril


En cuanto a los hallazgos efectuados por el ingeniero-arqueólogo depositados en el Museo Arqueológico de Asturias, han aparecido numerosos objetos metálicos datados entre los siglos VII y VIII a. C., es decir, de época prerromana, todo un ajuar compuesto por varias láminas y chapas de cobre y bronce, casi todas pertenecientes a un caldero irlandés del tipo BI de Leeds, de clavos cónicos; puntas de lanza de hierro y cobre, restos de fíbulas y resortes, alambres enrollados en espiral, hebillas, pasadores, brazales, aretes y anillas de bronce, diversas partes de elementos decorativos metálicos, hojas de cuchillo o sus fragmentos, cinceles, barritas, punzones, etc. que revelan un castro metalúrgico o, al menos abundante en objetos de metal, tal vez teniendo que ver en ello su cercanía al gijonés de La Campa Torres, ese sí demostradamente metalúrgico, además de marítimo y comercial, lo que explicaría la presencia aquí de calderos irlandeses


Su acceso más fácil es, si no se ha cubierto de maleza, por este lado oriental, el que mira a La Peña Careses, donde hay más pradería, viniendo del pueblo de La Collatrás y acometiendo la subida por las llamadas Casa de la Luz y La Casa'l Castiellu. En la década de 1990 la Tertulia Cultural El Garrapiellu realizó varias llamadas de atención, dado lo prometedor de aquellos hallazgos, prácticamente ocasionales de un siglo atrás, pero El Picu Castiellu sigue ahí guardando sus secretos sin que se hallan hecho desde las de Valdés Menéndez nuevas excavaciones, salvo tal vez algún expolio llevado a cabo por desaprensivos, buscadores de tesoros y/o aficionados


He aquí un par de artículos de prensa de la época,  este de El Comercio del 14-7-1992, en el que se hace un repaso a los estudios que hicieron en el castro diversos especialistas a lo largo del tiempo y El Garrapiellu solicitaba la creación de un área arqueológica que detuviese el expolio que se realizaba


Y este de La Voz de Asturias del 23-8-1992, cuando se recababa la opinión favorable de los vecinos 


Si bien El Picu Castiellu parece haber vuelto a caer en el olvido, la ascensión a la icónica Peña Careses es toda una tradición montañera y senderista pese a su relativa comodidad. Sus excelentes vistas, su entorno rural y natural bastante bien conservado y lo mucho que destaca, pues no se espera encontrar una peña tan caliza en estas latitudes, son todo un motivo de atracción, incluso para personas que ascienden espontáneamente a su cercana cima, donde hay una gran Cruz de la Victoria metálica


Llegamos ahora a una nave ganadera y, al fondo sigue el Camino, que pasara al pie de los altos de Aveno, en Samartino, subirá a dicho pueblo y luego, por El Rebollal de Aveno, bajará al Río Recuna


Y bajo el otro Picu Castiellu, el de Marcenao, lo cruzará y pondrá rumbo a La Pola por los bosques de El Cuitu y la capilla del Cristo de la Bienvenida



La carretera AS-331, la del Camín Rial, pasa justo al otro lado de este bosque al final de los prados, por lo que no nos alejamos demasiado de él


Según avanzamos reconocemos ahora, a le izquierda y al oeste del Picu Castiellu de la Collá, otro monte, también picudo y cónico


Es El Picu Mería (465 m), al norte de Ordiales, otro de los pueblos de la parroquia de Samartino, y la Enciclopedia del paisaje de Asturias es "la estribación occidental de Careses". Existe otro monte en Sariegu con el mismo nombre, al sur de Narzana


El topónimo Ordiales está relacionado con hordeum, que da la palabra huerdo, 'cebada', uno de los cereales que se plantaría profusamente en estas vegas y valle antes de la llegada del maíz y antes de que la especialización ganadera hiciese de estos campos prados de "diente y guadaña" en su práctica totalidad


En cuanto a Mería tal vez estuviese relacionado con merina, pastos de ganado menor, merino, menudo, la reciella, como se sabe eran otras de estas alturas de Careses. De uno de los barrios de Ordiales, Les Casuques, sale la Senda Les Casuques-Picu Fariu PR-AS 161


Nos acercamos ahora a un cruce, enfrente de la nave de ganado, antes de llegar a él miremos al sur, a la izquierda


Volvemos a ver los montes de La Golpina, en lo alto de Collao y, aquí cerca, en la carretera AS-331, es fácil que veamos autocares aparcados


Y es que aquí está ahora la empresa de Autocares Hortal, que vino aquí de Aramanti, en Sariegu, cuyas instalaciones de La Cochera veíamos al cruzarnos con La Viona bajando de Les Llenderes


En su página web dicha empresa, fundada en 1983, figura en Aveno, por lo que estaríamos ya en términos de este pueblo de la parroquia de Samartino, cuyas primeras casas veremos un poco más adelante


En el cruce seguiremos de frente, viendo al fondo El Picu Castiellu y El Picu Mería con Ordiales


Dejamos pues a la derecha la entrada a la nave, donde hay varios silos


Uno de ellos en la finca, al lado del Camino; a la derecha la blancura de La Peña Careses resalta sobre el verde del campo y el azul del cielo. Toda esta zona es La Sienra, que no "sierra" como a veces se ve erróneamente a la hora de transcribir estos topónimos, cuyas acepciones son estas según el Diccionario General de la Lengua Asturiana:
"1. Finca extensa y llana. Extensión considerable de tierra o de monte que carece de lindes y pertenece a varios vecinos. Cortinal. Terreno labrantío cerrado y que pertenece a los vecinos. Terreno labrantío extenso dividido en muchas hazas. Extensión grande de terreno llano, sin paredes, pero pertenecientes a varios cultivadores que separan sus propiedades por mojones. Extensión grande de tierra sembrada, de varios propietarios, en monocultivo. Extensión llana de tierra sin arbolado. “Heredad. A. (Vigón)”

2. Sendero que ataja entre tierras de labor"

Por su lado, Careses es uno de tantos topónimos vinculados al preindoeuropeo kar 'roca' o 'dureza' (de ahí 'kárstico'). En esta su emblemática pared sur hay, además de buenos pasos hacia la cima, también paredes verticales, existiendo una zona de escalada, sometida a ciertas restricciones por ser refugio y nidificación de aves. En la web de la Escuela de Escalada Peña Careses hallaremos un buen reportaje gráfico y fotográfico sobre ella


Estamos sin duda inmersos del todo en un bucólico paisaje rural e incluso montañero al lado mismo ya de la gran área metropolitana asturiana que vamos a atravesar prontamente entre La Pola y Oviedo/Uviéu


Un tramo de sombra, las alambradas para que el ganado no salga de las fincas son otra de las características del paisaje de La Iría



El Picu Fariu se oculta ya casi por entero detrás de La Peña Careses, asoman nada más los pinares de su cima y La Campa los Guardias con La Braña d'Ortigosa



En La Campa los Guardias Y La Braña d'Ortigosa, está El Cierru La Teyera, donde se sacaba barro para hacer tejas y ladrillos quemado rozu, 'matorral', para cocerlo. Más allá en L'Espiri, nace una de las fuentes del Ríu España, el que bajará recto hacia el norte formando el valle de su nombre y desembocando en la playa homónima


Y atrás van ya quedando las alturas de La Llomba, la gran loma que separa los concejos de Sariegu y Villaviciosa extendiéndose hacia el este


A lo lejos el Altu Valloberu (606 m), a cuyo otro lado entrábamos en Sariegu por La Campa, bajando a Figares y Pedrosa para acercarnos a Vega, la capital saregana


Y al oeste iremos descubriendo nuevos paisajes y horizontes según nos acercamos a la populosa y trepidante área central asturiana que, no obstante, atravesaremos en gran parte por las tranquilas riberas del Nora 


Pero de momento estamos aquí, en Aveno, parroquia de Samartino y ante estos paisajes, los cuales inspiraron al gran ciclista Chechu Rubiera, nacido y residente en las cercanías, a escribir así de ellos en sus evocaciones de la infancia hasta la actualidad, publicadas en La Nueva España del 16-5-2021 y de las que compartimos lo siguiente:
"Veo la peña Careses, majestuosa como una pirámide perfecta desde nuestra perspectiva, que asoma entre los montes de la Collada. Junto a ella, el picu Castiello, peña de roca caliza de formas imposibles. 
Y si me gusta lo que veo, me emociona pensar en lo que no veo y la vegetación y la tierra esconden. En el mismo Picu Castiello, un castro de la edad del hierro, con restos que habrán escapado a las excavaciones arqueológicas realizadas por el ingeniero Felipe Valdés en 1899. Las puntas de lanza, las hebillas y agujas encontradas por este, se exponen en el museo arqueológico de Oviedo. Hace ya años, siendo adolescentes, entrabamos en una cueva situada en la ladera de la peña y con gran sorpresa encontrábamos en la pared de la roca una inscripción en letras árabes y cuidada caligrafía. Mi imaginación me hizo ver moros huyendo de Pelayo en nuestro concejo, hace 13 siglos, pero la consulta años después a un experto, me tradujo el texto y la situó en fechas más recientes: "assalam 'alaykum", (La paz sea con vosotros). 
Una paradoja en plena guerra civil, con tropas moras en el concejo en esa triste contienda. Las laderas de la Collada de Atrás que veo desde casa, también esconden tesoros, en este caso naturales. La fluorita, mineral formado por hermosos cristales cúbicos de diferentes colores, se ocultan en sus entrañas. 
Algunos ejemplares que ya vieron la luz en la época en la que una empresa minera explotó parte del yacimiento, se exponen en lugares destacados debido a su enorme belleza en los mejores museos del mundo. Indescriptible sensación de orgullo y emoción ver la etiqueta de La Collada-Siero (Asturias), en el Smithsonian de Washigton o en el Museo de Ciencias Naturales de Londres. Aún hoy, aunque con menos frecuencia, aficionados a la geología de todos los lugares del mundo, visitan los restos de la explotación en nuestro concejo. 
El yacimiento de fluorita era descubierto cuando se trabajaba en el trazado de la línea ferroviaria Gijón-San Martin del Rey Aurelio. El tren nunca llegó a circular, aunque llegaron incluso a comprarse las locomotoras, dejando cerca de nuestra casa puentes, túneles y caminos que evocan duro trabajo y fracaso. Sin embargo, algunos de esos tramos ferroviarios de escaso desnivel, hacen las delicias de nuestros paseos familiares en bicicleta. Lástima que un recurso turístico tan atractivo como una senda verde, nunca se haya podido llevar a cabo en su totalidad. 
Y como buen aficionado al ciclismo, que decir de las carreteras que nos rodean. La carretera de la carbonera, por citar una. Jovellanos la propuso para dar salida al carbón de Siero conduciéndolo al puerto de Gijón. Dicen que fue la primera carretera de peaje de España. Ni los beneficios de Amazon en el concejo igualarían en ingresos a un peaje municipal a los miles de cicloturistas que la frecuentamos los fines de semana. Mejor no dar ideas…"

Las matas de arbolado constituyen sebes y bosquetes aportando un toque de 'bocage' a nuestra andadura por la llanísima planicie de La Iría



Al fondo, lo llano terminará cuando lleguemos al núcleo principal de Aveno por el lugar de Miranda, que ya divisamos desde aquí



Esta es en concreto la Ganados Molleda, con sus naves y casas, hacia las que subiremos a la derecha de las mismas para, seguidamente, salir de Aveno hacia los bosques y montes de Carnueta y La Fuente Sorribes



Otra excelsa vista de la campiña a nuestra izquierda, un paisaje llano como no muchos se ven en Asturias y que ya nos acompaña desde Sariegu, con La Golpina en lontananza



Y también El Mosqueru más al este, en la loma de La Golpina que extiende al sur su crestería guardando por ese flanco meridional este valle del Río Secu o Recuna y separándolo del Ñora



Y aquí vemos ahora la casas y las nuevas y grandes cocheras de Autocares Hortal


Foto con la hierba del prado alta, ya agostada, avanzando el verano, a punto para la siega y, a la izquierda, la sebe aún sin desbrozar


Aquí, los prados segados, sobre todo el de la derecha


Soberbia panorámica de La Peña Careses y La Peña Castañera, con El Fariu ya casi totalmente tapado por ellas, bajo las que discurre El Camín de la Vía o La Viona, que puede recorrerse


Esta gran finca recién segada llega hasta El Camín de la Peña, que es el camino que va de Aveno a Careses. Nos cruzaremos con él un poco más adelante...



Ahora vamos a ver desde este trecho un poco mejor la base del Picu Castiellu



No se llega a reconocer el túnel pero sí se ven muy bien sus laderas oriental, la más accesible y sur, esta llena de cotollales, 'tojales'. La ladera norte ha sido plantada de ocalitos sobre la llamada Calle los Moros, el antiguo foso



Otro pequeño foso se aprecia casi en la cumbre, por el lado E, el más accesible, así como un talud de unos 14 metros de largo que en su momento fue rellenado con piedras sacadas sobre el terreno, pues podemos comprobar que hay bastantes afloramientos calizos



Vemos que también varias torres eléctricas recorren su ladera; en la cumbre han sido localizadas varias zanjas que corresponden a las antiguas excavaciones arqueológicas de Felipe Valdés Menéndez, de las que en su relación de piezas encontradas, han desaparecido en nuestros días un molino de tracción manual, un fragmento de cerámica negra del borde de una vasija, una chapa de bronce con remache cónico perteneciente a un caldero y un botón de bronce


En la base del Picu Castiellu, en La Viona, al norte de La Parte, existe una área recreativa; entre el boscaje está el túnel que, al otro lado, sale a La Collatrás. Del lugar leemos en la web del Ayuntamiento de Siero:
"Dice la canción…hay una línea trazada, San Martín del Rey Aurelio que pasando Lieres arriba, atraviesa La Collada… Esta canción se refería lo que más tarde se conocería como ¡La Viona!, antiguo recorrido de un deseado Ferocarril iniciado allá por el año 1906 por la compañía “Ferrocarriles de San Martin-Lieres-Gijon-El Musel” y que casi finalizado, nunca entró en funcionamiento. Pues bien, sobre parte de este recorrido, es sobre el que se ha acondicionado esta Senda Verde."

Más al oeste, y en la ladera sur del Picu Mería, reconocemos mejor las casas de Ordiales, muy cerca de Muncón y de la famosa 'carretera La Pola', actual (AS-377) que comunica La Pola con Gijón/Xixón y era muy empleada para ir y volver del mercáu polesu de los martes por los habitantes de estos pueblos


He aquí un artículo nuestro respecto a esta carretera, al mercáu polesu de los martes y a la línea de autobús que comunicaba y comunica ambas poblaciones


Los grandes rollos de hierba empacada mecánicamente han sustituido a les vares de yerba, facines y balagares que antaño constituían la esencia del paisaje del campo asturiano


No deja de ser interesante que en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades,Villas y Pueblos, se diga que "Por Ordiales pasa el camino de Santiago", lo que posiblemente se referirá a alguno de tantos ramales que, a partir de los varios "caminos reales" (reales, 'del reino', actualmente diríamos 'del estado') existentes en la zona, se unirían aquí y allá


Cuando se publicó dicho diccionario geográfico asturiano (2000), quedaba en Ordiales "el recuerdo de oficios hoy casi perdidos, en el pueblo aún queda un ferrador", herrador del ganado. Su hábitat, como podemos percatarnos, es bastante diseminado y en las nuevas construcciones de viviendas, así como en la restauración de las antiguas, predominan los usos residenciales sobre los campesinos


Les sebes, que han sido bien podadas, flanquean el Camino a ambos lados, que sigue siendo muy llano


El Picu Castiellu y El Picu Mería constituyen el final de la llanura por el oeste-noroeste hacia el célebre Alto de Muncó, acceso a Ordiales y otros pueblos del nordeste de Siero por la carretera La Pola


Las entradas a las fincas nos permiten una mejor visión completa de la llanada hasta la misma base de La Peña Careses, "La Llanera de Siero", como se la denominaba en documentos de época, que en el siglo XII ya aparece plenamente perfilado como tal, "En la configuración rural de todo el territorio se iba determinando una parte central llana, con núcleos de población más antiguos y mejor comunicados y una parte periférica de pequeños valles aislados", escribe la citada historiadora Mª Dolores Alonso Cabeza en otro de sus libros, Páginas de la historia del concejo de Siero


La parte central llana sería el gran valle del Ñora o Nora que se extiende al oeste hasta los límites occidentales del concejo ovetense y que en el "alfoz" de Siero aparece como el "valle de Muñó" (actualmente parroquia al norte del concejo), mientras que los "pequeños valles aislados" serían los constituidos por sus afluentes, tal que este, del del Río Seco o Recuna y  a su vez con sus propios afluentes como el Careses


El Picu Castiellu, como otros muchos, parece pudo seguir siendo empleándose durante la romanización como atalaya de vigilancia e, incluso y con el mismo motivo, hasta bien avanzada la Edad Media


El Camino hace un poco de curva a la izquierda al acercarse a las colinas de Aveno, El Monte Carnota (322 m) que tenemos cada vez más cerca


De la misma manera que no había un solo camín rial o real no había un solo Camino de Santiago pues estos se basaban en aquellos. Aquí los principales, al menos entre los que entran en Siero por el oriente serían este y los ya referidos de Santianes por Feleches que recorre las riberas del Nora y, enlazando con él, el que procede del valle del Piloña por Nava. Alonso Cabeza, basándose en el historiador Juan Uría Ríu en el volumen II de Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, los describe y resume de esta manera:
"La ruta de la costa entraba en la península por Irún y seguía la cornisa cantábrica por Asturias de Santillana, Unquera, Llanes, Ribadesella, Villaviciosa y Pola de Siero (en Marcenado y Aramil se recuerdan nombres de ventas y posadas que recogían peregrinos y viajeros en los caminos antiguos).

Enlazaría probablemente en Careses con el ramal que algunos autores señalan hacia el interior, desde la Liébana, Cabrales, Cangas de Onís, Piloña y Siero"
Este dato es importante pues la aldea de Careses (que no es lo mismo que la peña, insistimos), está justo al sur de Ordiales y corroboraría la afirmación del Diccionario Geográfico de Asturias de que el Camino de Santiago pasaría por allí


Nada debe sorprendernos, realmente, como dice el historiador Francisco Javier Fernández Conde, todos los caminos con cierta entidad vieron en algún momento el paso de peregrinos, como lo verían de arrieros, trashumantes, emigrantes estacionales y viajeros en general, otra cosa es que con el tiempo se perfilasen unos caminos más transitados que otros (como las actuales carreteras generales, locales, comarcales, autovías, etc.) y, no olvidemos, el periodo de peregrinaciones históricas (odopéricas) duró bastantes siglos, desde la alta Edad Media hasta los albores del s. XIX, con todos los cambios que hubo en ese tiempo, sobre todo la fundación de nuevas poblaciones, con sus polos de atracción y centros de acogida), hacia las que se iban encarrillando los caminos


Y, hablando de caminos, llegamos ahora a un cruce muy importante, donde El Camín de la Sienra enlaza con El Camín de la Peña, al que antes nos hemos referido


Aquí llegados iremos a la izquierda, en dirección a Aveno, cuyas casas nos servirán de buena referencia


En el cruce hay un lugar de buena sombra que en días de intenso calor podemos aprovechar para descansar un instante, pues hay pocos árboles en el trayecto por La Iría


El cartel, en el que se ha pintado una flecha amarilla, nos insta a seguir por El Camín de la Peña, pero no a Peña Careses sino a Aveno


Además del cartel, un poste nos indica la dirección a seguir


Es el tramo de enlace con otro de los caminos a La Peña Careses, este en concreto a Castañera, procedente de Solvay, poblado de origen minero en Lieres


De caminar en dirección oeste vamos ahora hacia el suroeste hacia Aveno y lo que es el camino más directo hacia La Pola, población que nació, por carta puebla, en 1270 pero sobre una entidad anterior, la llamada Alberguería de San Pedro, es decir, en contra de lo habitual, que tras la fundación de una nueva villa, se construye su centro de atención "a pobres, transeúntes y peregrinos", aquí fue antes la posada que la nueva puebla, "... que ellos poblen el logar que dizen de la alberguería de Sant Pedro", sucesora a su vez de la casa hospital de Rioseco (como El Río Seco o Recuna) mencionada ya en un documento de 1141, cuando "María Ordóñez dona una casa-hospital que ella había fundado en el "Valle del Castro de Siero", junto con extensas propiedades, para el lugar de acogida de peregrinos conocido como la alberguería de San Pedro, primera referencia a lo que, años después, será La Pola", leemos en el Diccionario Geográfico de Asturias


Eso sí, por alguna razón desconocida el documento fundacional, otorgado como tantas otras pueblas, por Alfonso X El Sabio, no se llevó a la práctica hasta nada menos que cuarenta años después y con el visto bueno del magnate Rodrigo Álvarez de las Asturias desde su palacio de Varé, al norte de Siero (al oeste de Muñó). Hasta entonces no se hizo de forma física y real la nueva población, pero si la alberguería primigenia seguía en uso es muy probable que todos estos caminos convergiesen en ella, buena parada a una jornada a pie de la Sancta Ovetensis, para aquellos peregrinos francos que dieron uso y nombre a estas sendas de romería a San Salvador, Santiago y otros lugares, dice Mª Dolores Alonso Cabeza:
"El camino de los peregrinos o camino de Santiago se llamó también "camino francés", por el destacado número de los que procedían de Francia, y esta denominación, "camino francés", se conservó durante muchos siglos en la zona central de Siero, como revelan los documentos.

Generalmente los lugares de acogida de viajeros y peregrinos se iban poblando con el establecimiento de vecinos. El núcleo originado en torno a la Alberguería de San Pedro fue el elegido por Alfonso X para que los habitantes del "territorio de Siero" fundaran la villa o Pola."

Allá va quedando Ordiales con sus casas esparcidas por la falda del Picu Mería, aprovechando la cercanía de fuentes como las de El Caleyón d'Acá, El Caleyón d'Allá, Canales y La Viesca


En lo que podemos decir que es el centro de Ordiales o el núcleo de casas más concentrado está asimismo la de El Fonticu, con la capilla de la Purísima y San Roque, del año 1767, de renombrada romería, con procesión por el pueblo y fiesta de prau en el vecino Muncó, "Desde Ordiales se contemplan Peña Careses, cuyas estribaciones sirven de límite con el vecino concejo de Sariego, y los castros del Picu Castiellu de La Collada, así como Peña Mayor y la cordillera del Aramo", explican en el Diccionario Geográfico de Asturias


Ya nos va quedando atrás también El Picu Castiellu de La Collá mientras aquí abajo y en primer término, tenemos varias casas de La Parte, curios topónimo que sin duda tenga que ver con antiguas divisiones de tierras, propiedad de monasterios o de la nobleza o, como dice el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, "también puede estar indicando que se trata de trozos de terreno resultado de un reparto previo a cuyo disfrute se llega por una herencia después de una partición, o por una parcelación de terrenos, a veces comunales, efectuada entre los vecinos de un pueblo".


La Parte, dicen en el Diccionario geográfico de Asturias, "se extiende sobre una zona llana, dedicada a praderías, por la que discurre el arroyo de Careses". Su hábitat es también muy disperso y algunas de sus antiguas caserías están hoy día dedicadas al turismo rural


Situada al pie del Picu Castiellu y La Peña Careses, no podía faltar en La Parte una fuente de resonancias mitológicas, como La Fuente les Xanes en la que se aparecían estas ninfas astures, reminiscencia quizás de las creencias de culto a las aguas existentes desde tiempos de los antiguos pobladores castreños; otro manantial que proporcionaba agua a la aldea era el de La Fuente Careses


Arriba, en el vértice del collado en forma de 'V' entre Careses y el Castiellu, vemos bien ahora la Casa la Luz y un poco, más abajo, de La Casa'l Castiellu



La Peña Careses también parece despedirse de nosotros, si bien, cuando miremos atrás, aún la vamos a seguir viendo durante unos cuantos kilómetros más, al menos hasta nuestra entrada en el casco urbano de la ciudad de Oviedo/Uviéu


Arriba, en La Collá, está la Casa'l Castiellu, en la base del Picu Castiellu, donde uno de los antiguos fosos defensivos es llamado La Calle los Moros. También está la Casa la Luz, antigua torre eléctrica. Por debajo está la boca del túnel del inacabado Ferrocarril de Lieres o de Samartín del Rei Aurelio



Y ahí están parte de sus zonas de escalada, denominadas técnicamente de diferentes denominaciones puestas por los deportistas, Travesía de Jonás, El Aprendiz, Satisfacción, La Faviola, Extraplomo, La Z, etc.


Un detalle de los riscos, cuevas y quebradas, son usuales las referencias a refugios y escondites en sus cuevas durante la guerra civil y otros episodios



En la base de la peña, hasta donde llegan los prados y viesques o bosquetes


Sugerentes formas geológicas veteadas de verde, magníficos caprichos de la naturaleza



Y atrás, aún la cumbre de pinares del Picu Fariu asoma más allá de la caliza, también ese picu va a ser una excelente referencia geográfica para cuando, volviendo la vista, nos hagamos una composición del trayecto recorrido por el valle del Nora adelante



Como hemos dicho, el Camino va poniendo rumbo suroeste en dirección a Aveno y a La Pola, donde de la misma manera que los peregrinos de antaño se hospedaban en el antiguo Hospital de San Fabián y San Sebastián que sucedió a la Alberguería de San Pedro, lo de ahora pueden hacerlo en el albergue de La Casona San Miguel, una casa tradicional asturiana con terreno alrededor y parque, que puede ser, como otros alojamientos, un sitio perfecto para hacer al día siguiente una etapa corta y disponer de tiempo para visitar la ovetense catedral de San Salvador y el casco histórico de la ciudad, por ejemplo, entre otros alicientes y posibilidades



Si bien el trayecto que nos aguarda hasta La Pola es escaso, unos 5 kilómetros o poco más, os participamos que va a ser especialmente intenso al pasar por lugares, a nuestro entender, de gran belleza natural y apartados de carreteras y bullicio, por los bosques de Samartino y Marcenao hasta la aldea de El Rayu, antesala de La Pola


Cruce y de frente, todo recto, el Camino tiende a subir, suavemente, entre les sebes...


Prados recién segados a diestro y siniestro muestran la pervivencia de las labores tradicionales, adaptadas a los nuevos tiempos



La campiña del valle del Río Seco con los montes de La Golpina siempre al sur, en lontananza; abajo, algunas de las casas de Aveno


Hermosos carbayos y castañales, entre otros árboles y arbusto autóctonos, jalonan el recorrido, ejemplares solitarios o formando pequeñas matas y bosquetes


Enlazamos con otro camino y seguimos de frente, ahora la cuesta se perfila un poco más, pero muy suavemente


Al fondo, asoma ahora El Picu Castiellu de Marcenao, donde algunos estudiosos quieren ver el "Castro de Siero" de los documentos medievales, castillo desde el que se gobernaría el territorio por parte de un tenente, potestas o correspondiente representante real, antes de la fundación de La Pola con la carta puebla de Siero otorgada por Alfonso X El Sabio, por lo que estaríamos también ante otro castro habitado durante mucho más tiempo que la época castreña propiamente dicha


Con El Picu Castiellu de Marcenao y La Golpina a la vista, nos disponemos a llegar Aveno por Miranda, adentrarnos en los bosques de Carnueta y dirigirnos a La Pola por la capilla del evocador nombre del Cristo de la Bienvenida, perfecta advocación caminera para el sufrido peregrino que se acerca a la villa polesa... 






























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