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lunes, 25 de julio de 2022

L'ARENAL (LA PLAYA BARRU): EL CAMINO A LA "CADEXANA" DE CELSO AMIEVA POR LLUBECES Y SORRAOS (LLANES, ASTURIAS)

  

La Playa Barru: L'Arenal, desde el camino que viene de Sorraos

La Playa Barru es como más se conoce a su grande y bellísima playa de L'Arenal, concurridísima en verano con buen tiempo pero plácida y tranquila, casi solitaria, las más de las veces el resto del año. Son 300 metros de largo hasta El Xiglu, al pie de La Peña los Cuervos, con una anchura que dependiendo del flujo de mareas puede oscilar entre los 50 a 100 metros El Camino Norte oficial no pasa exactamente por ella pero sí cerquísima, a unos 80 metros de ella, pues viene de Celoriu por Borizu siguiendo la carretera LLN-10 que ha sustituido al antiguo camín real costero, desgraciadamente desaparecido en este tramo

La carretera LLN-10 entrando en Barru

La carretera dispone de buena acera para viandantes, está bien señalizada con flechas amarillas y conchas, es directa, rápida, llana y cómoda pero tiene lo insulso del asfalto, máxime ahora que se ha urbanizado tanto su entorno

La Playa Borizu: podemos caminar por ella o por el sendero de servidumbre del prado del acantilado

Por ello, el muy corto trecho entre Celoriu y Barru hemos presentado un camino alternativo a esta carretera que, desde la Playa Borizu y separado de ella únicamente por entre 50 ó 150 metros según el lugar, nos lleva a conocer preciosos arenales que de otra manera nos pasarían muy posiblemente desapercibidos en este tramo de costa entre ambas poblaciones

El camino y el Camping Playa de Troenzo, entrando en Barru

Este camino entra en la parroquia de Barru por el barrio de Llubeces, donde está el Camping Playa de Troenzo, al lado del que pasamos por este paso de servidumbre al borde del acantilado sobre esta pequeña cala, en dirección a El Cuetu del Llanu, que vemos enfrente, tras el que empezaremos a ver la Playa Barru


Bajo nosotros otra playa, Troenzo o Truenzu, pequeño pero muy coqueto arenal en una bella cala al oeste de La Punta Borizu, península que como una cuña se adentra en el mar dando vista al peñasco del Castru Llubeces, un islote acantilado que vemos justo enfrente


La Punta Borizu, recorriendo toda la península y compartiendo su historia, también le dedicamos su oportuna entrada de blog, pues a ella puede accederse por la misma entrada que a la playa, a esta bajando por las escaleras y a la península, la famosa finca El Borizu que tanta tinta ha hecho correr, por el paso a través del muro situado a la derecha


Y es que El Castru Llubeces, según nuestra posición respecto a los acantilados de la zona oeste de la península, que vemos a la derecha de la foto, forma la muy famosa Cabeza de Cristo, que ha de ser vista precisamente desde allí. Es el famoso Cristu Celoriu, una pareidolia fotografiada, no sin esfuerzo, por primera vez en 1954 y que fue un éxito absoluto, tal y como comentamos en la referida entrada


En cuanto a la playa hemos de decir que, como todas las del Cantábrico, su aspecto varía mucho según la hora del día respecto al flujo de mareas, algo que en el norte es absolutamente normal y cotidiano pero causa sorpresa y algún disgusto entre gente más habituada a otros mares


La marea apenas se mueve en mares llamados "cerrados" como el Mediterráneo, pero el Cantábrico tiene unos desniveles de 5 metros o más entre pleamar y bajamar, transcurriendo unas seis horas y cuarto entre una y otra. Esto es especialmente vital y a tener en cuenta cuando decidimos bajar a las playas o caminar entre los pedreros y acceder a islotes


La playa por lo tanto, lo mismo puede ser un gran arenal que llega casi hasta el castru, que desaparecer completamente bajo las aguas según las horas del día y también según cada estación, pues la plenitud de pleamares y bajamares también varía dependiendo de la época del año y a veces da hasta la impresión de según cada arenal mismamente, cosas de los misterios oceánicos y las interacciones gravitatorias entre la Luna, la Tierra y el Sol que son los que las causan


El Castru Llubeces, teóricamente se dice que en el oriente de Asturias se llama castru a aquellos peñascos que rodea el agua del mar, a veces siempre o a veces solo en pleamares, pero que no tienen vegetación o muy poca, e isla cuando tienen mucha vegetación, normalmente pradería, por lo que solía pasarse ganado en bajamares, cabras normalmente, pero hay testimonios antiguos (Apeo de Cepeda año 1713) que reflejan que también se pasaba ganado mayor


Llubeces sin embargo es un castru siempre rodeado de agua y se sabe se iba a él segar, arrojándose la hierba desde arriba a las lanchas, pues sus altos acantilados llegan a los 27 metros de altura y hay que trepar para llegar arriba. Llegaron incluso a llevarse conejos, que gracias a la vegetación de la que pastaban podían criar allí, esto ocasionó peleas, pues iban a cazarlos personas que no eran sus dueños

 Resulta interesante cómo el latino castrum, que se refiere normalmente a poblados fortificados, por lo común de la Edad del Hierro, fundamento de la denominada cultura castreña, pero en origen denominaría a lugares de difícil acceso en general. Leemos así en Toponimia asturiana: el porqué de los nombres de nuestros pueblos, de Xosé Lluis García Arias:

"Los colonizadores romanos llamaron CASTRUM (EM) a los poblados de los indígenas, probablemente por el aspecto de fortifica ción que ofrecían. Recuerdo de ello podría guardarlo la referencia a terreno difícil a que debía ir asociado el término CASTRUM pues pervive hoy en asturiano el apelativo castru con el significado de ‘islote de difícil acceso'. A veces pueden recibir el nombre de castru algunos puntos del territorio situados en zonas muy agrestes y no habitados. La idea de lugar de máxima protección se mantiene en la terminología del juego de bolos donde castru es el círculo donde se colocan y concentran los bolos en la bolera"

Llubeces es como se llama al castru y a este nombre nos hace pensar en lugar de llobos, lobos, máxime si tenemos en cuenta que las cercanías existe el topónimo Pozabal, que tal vez se refiera a un pozo para cazarlos (puteum lupalem) de los que tanto abundaron en siglos pasados, a no ser que pueda referirse a lobos de mar o especies similares de mamíferos marinos. Una buena explicación y otra posibilidad etimológica la da José A. Álvarez Castrillón en su Toponimia medieval del concejo de Llanes en los documentos del monasterio de San Salvador de Celoriu:

"Barrio con el mismo nombre en la actualidad. Etimológicamente nada se puede afirmar con seguridad, quizá sugerir una muy hipotética relación con los cultos a IOVIS, trasunto del Júpiter romano y que en otras partes de Asturias ha trascendido claramente a la toponimia20. Citado por primera vez en 1151 como «Luezes» y después como «Lubezes» , «Lubezes» y «Llubezes» en un mismo documento, y «Llubezes»

Atrás, al este, vemos la explanada a la que llegan los coches desde la muy cercana carretera, así como el istmo de la península de Borizu que recorrer desde la playa el Camín de Miguel, paso de la parroquia de Celoriu a esta de Barru. A lo lejos el mar de la costa de Celoriu, donde reconoceremos en la distancia El Castru'l Gaiteru por su peculiar doble joroba, así llamado por ser, dice la leyenda, donde llegó nadando un gaitero con su gaita, salvándose de esta manera tras un naufragio

Aquí está la entrada de acceso al camping desde la playa, muy empleada por los campistas que bajan abañarse y vuelven. La principal está naturalmente en la carretera

En ese lugar está La Peña'l Celleru, un "promontorio calizo que marca la divisoria, en la confluencia con el mar, entre las parroquias de Celoriu y Barru", dice el erudito José A. Álvarez Castrillón en su estudio de la toponimia medieval de Llanes titulado Toponimia medieval del concejo de Llanes en losdocumentos del monasterio de San Salvador de Celoriu, donde señala su origen monacal:
"La etimología de esta palabra está en relación directa con la presencia de los monjes en la comarca –el cellero es el almacén monástico–, así como probablemente en el origen del mismo nombre de Celoriu. En la actualidad está en el centro de un camping instalado en lo que fueron tierras comunales del pueblo de Barru. Su antigüedad se ha de vincular sin duda a la fundación del monasterio"

En cuanto a Troenzu, Truenzu o Troenzo no sabemos etimológicamente su origen toponímico, pues puede proceder de lugar de troncos, tal vez arrastrados por la marea o derribados por el temporal, que a la vez darían definición  a un lugar elevado. De lo que hemos hallado hasta la fecha nos quedamos con la explicación que da García Arias para un nombre similar, Troncéu, aunque no sabemos si esta percepción personal nuestra será válida o no:

"Del lat. TRŠUNCUM ‘tronco de árbol’ (EM) se sigue ast. troncu, tronca ‘tronco viejo, hueco o podrido por dentro’. Tal vez de la contemplación del troncu talado haya surgido la expresión tar como un troncu o bien tar atroncáu ‘estar durmiendo profundamente’.

(...)

En nuestra toponimia mayor no perviven derivados del diminutivo TRŠUNCULUM (EM) pero sí el apelativo correspondiente tronchu ‘tallo’ sobre el que se forma el verbo tronchar ‘cortar por el tallo o tronco’.

También pervive un derivado de *TRUNCEUM (REW) > tronzu ‘tronco’, ‘caña del maíz’, y el femenino tronza ‘corte hecho a un madero transversalmente’, de donde se formó el verbo tronzar ’aserrar’, ‘cortar troncos’.

En competencia con el derivado de truncum debió de estar TORUM ‘cuerda’, ‘baranda de tierra’, ‘protuberancia, parte carnosa del cuerpo bajo la piel’ (...)

Sobre TORUM ha debido de formarse el adjetivo TORAL, -¯ALIS ‘cubrecama’, expresión que podría estar en la base de los numerosos nombres de lugar del tipo Toral, acaso con la acepción metafórica de *‘elevación del terreno’ a los que hemos aludido al hablar de Turón donde parece que pervive la primitiva acepción de TORUM ‘protuberancia’. De la misma manera derivados de TORUM pueden explicar los topónimos del tipo truébanu 

En cuanto a Borizu sabemos que un topónimo relacionado con la vegetación silvestre, pues se trata de una especie de cereal, tipo mijo o panizo, que crece espontáneamente entre el maíz o las hortalizas, muy posible reminiscencia de cuando estas eran tierras de labor vecinales antes de ser la Península de Azpiri, como también se la conoció por el apellido del boticario ovetense que compró las tierras para hacer realidad su finca

Con el tiempo, Azpiri vendió la finca al empresario catalán Luis Prat, dueño de una empresa de importación de coches de lujo y casado en Ribadesella/Ribeseya, quien se quedó absolutamente enamorado del lugar, llegando después a comprar algunas parcelas más de la península que aún estaban en manos de particulares, llegando a poseer casi nueve hectáreas de terreno

Pero Luis Prat cometió un error, decidió cerrar la isla con un muro, cortando el paso a la finca, lo que le granjeó la enemistad del vecindario, pues independientemente de propiedades era su lugar de paseos y pesca, además de encuentros románticos de la juventud. A tal punto se llegó que el flamante Mercedes-Benz de Luis fue apedreado, llevando todo ello a nada menos que cuatro juicios

Aunque Luis Prat ganó los cuatro pleitos e intentó utilizar su influencia social y política para asentar definitivamente su propiedad como finca cerrada, nunca consiguió un pleno respaldo administrativo, llegando a comprar varios perros de ataque para evitar el paso a particulares, que a pesar de todo se seguía produciendo, lo que condijo a nuevos juicios por sus mordeduras, prolongándose estos durante largos años...

En la década de 1980 Luis Prat vendió El Borizu al banquero y empresario asturiano Pedro Masaveu Peterson, que la empleó como lugar de refugio y descanso del ajetreo financiero, viniendo muchas veces de incógnito hasta su fallecimiento en 1993. Sus herederos vendieron el terreno en marzo de  2003 a otro empresario ovetense, Alberto Delgado, quien era además descendiente del boticario Azpiri que la fundó, deseaba tener aquí su residencia de recreo y vacaciones, pero enseguida encontró otra finca, muy cercana, que le permitía edificar una casa mayor que la existente, por lo que puso de nuevo a la venta El Borizu en 2012

El empresario ovetense negoció durante un tiempo vender la propiedad al Ministerio de Fomento, pues este estaba interesado en adquirirla para preservarla por su interés ambiental, ecológico y paisajístico. Incluso se barajaba vender El Borizu más barato que a un particular para hacer realidad este fin, pero la crisis económica de aquellos años echó el proyecto abajo

Seguidamente se publicaron noticias que afirmaban que un grupo de empresarios, encabezados por el astur-mexicano Manuel Arango, estaban interesados en comprarla para seguidamente cederla al estado a condición de que fuese especialmente protegida en sus valores naturales, haciendo del lugar sede de una fundación vinculada a la protección del medio ambiente. Para ello se planeaba rehabilitar los inmuebles existentes con objeto de que pudiesen albergar reuniones, zonas de estudios, etc., pero al parecer el proyecto también se fue al traste ante la falta de colaboración de algunas de las empresas


Y así, a finales de 2015, a parece la noticia que esta finca había sido por fin adquirida por los británicos Bob y Phillipa Medlcock, pareja que alternaba sus estancias en Nueva Zelanda durante el invierno europeo con el veraneo en España. El 22 de diciembre Ramón Díaz entrevista para La Nueva España a los nuevos propietarios de la finca, quienes se muestran muy interesados en su conservación:
"Construiremos algo respetuoso con el entorno", anuncian los dueños de Borizu. Los británicos Bob y Philippa Medlock ya trabajan con su arquitecto para rehabilitar los edificios para que la finca sea su residencia habitual en Europa 
Los nuevos propietarios de la espectacular península de Borizu, en Celoriu (Llanes) ya trabajan con su arquitecto para rehabilitar las construcciones existentes, con la idea de convertir la finca, a partir de 2017, en su residencia habitual durante sus estancias en Europa, pero, a la vez, dejando paso libre hacia la "Cara de Cristo" y otras zonas desde las que se pueden contemplar magníficas vistas. Los británicos Bob y Philippa Medlock, que se encuentran desde hace unos meses en Nueva Zelanda, donde disfrutan cada año del verano austral, han contestado a un cuestionario enviado por LA NUEVA ESPAÑA a través de Miriam Malga, responsable de Asturian Property, la agencia que intervino en la compraventa.  
Los dueños de Borizu adquirieron la península en noviembre al empresario ovetense Alberto Delgado. El matrimonio británico conocía Asturias desde hacía años. "Hace tiempo que estábamos buscando una casa de vacaciones y decidimos volver a Asturias el año pasado después de varios años sin venir.", señalaron. La pareja asegura que eligió Asturias, en vez de Galicia o Cantabria, "por el clima, el buen acceso y las comunicaciones". 
Supieron que la península, una de las "joyas" del Cantábrico, estaba en venta en 2014, a través de internet. Decidieron adquirirla porque tiene "una situación maravillosa y es una propiedad única", indicaron. 
En cuanto a sus planes para el futuro de Borizu son muy claros: "queremos rehabilitar las construcciones que hay en la península para disfrutar de nuestra casa de vacaciones con familia y amigos. Estamos trabajando con nuestro arquitecto y las distintas autoridades para crear algo respetuoso con el entorno", añadieron los Medlock.  
También tienen clara otra cosa: no construirán canchas deportivas u otro tipo de instalaciones en la finca, pese a que la legislación urbanística vigente en Asturias sí se lo permite. Dijeron "definitivamente no" a nuevas instalaciones en Borizu. "¿De dónde ha salido ese rumor?", preguntaron. 
Los Medlock esperan poder instalarse en Borizu en el verano de 2017. Su idea es cambiar su residencia habitual en Europa, en la actualidad situada en Gran Bretaña, por la península llanisca. "Hemos adquirido un gran compromiso con la zona y tenemos muchas ganas de disfrutar de la península durante años", resaltó el matrimonio, que suele pasar seis meses en Europa y otros tantos en Nueva Zelanda, aprovechando los veranos de ambos hemisferios. Ambos están prejubilados. Los propietarios de la finca celoriana planean "separar parte de la zona privada de la península", pero dejando paso libre, incluso más allá de la zona de servidumbre de Costas en algunos puntos. Esperan acometer esta idea "de una forma respetuosa con los alrededores para dar acceso a la 'Cara de Cristo' y a las maravillosas vistas" existentes. 
En cuanto a si ven posible compatibilizar sin problemas los usos privados y públicos en la finca, los Medlock son optimistas: "los cambios nunca son fáciles pero esperamos llegar a un acuerdo satisfactorio". El matrimonio británico, que antes de comprar Borizu estuvo en negociaciones para adquirir una finca en Villaviciosa, no tiene pensado adquirir ninguna otra propiedad en Asturias. "La península ya es suficiente para nosotros", concluyó la pareja británica. 
La península de Borizu ofrece uno de los parajes más espectaculares del norte de España, pues guarda en su interior playas, acantilados y praderías. La finca está cerrada por un muro y una gran portilla, pero hay una entrada peatonal en el extremo oeste. Aunque la finca es privada, la entrada, a pie, es libre por el borde litoral, pues forma parte de la zona de servidumbre de Costas"

Aunque ligeramente más largo que ir por la carretera, este camino a Barru por Borizu y Llubeces es una verdadera preciosidad. todo él por primerísima línea de costa y descubriendo continuamente rincones maravillosos

Llubeces y los caprichos de la toponimia, castro de lobos o de Júpiter, ahí es nada la diferencia. Otra posibilidad es que todo fuese una derivación del nombre de un antiguo posesor de nombre latino, en tiempos de la dominación romana o ya en época altomedieval, algún tal Lupinus, o incluso germánico, Leuba o Lioba

Atendiendo a la pareidolia de la célebre Cabeza de Cristo que se ve desde los acantilados del extremo septentrional al oeste de la península de Borizu, esta sería la nuca y parte de atrás de la corona, pero desde aquí nada, ningún parecido se le nota y para nada. Es más, desde esta posición suele llamársele El Elefante

El camino continúa entre el vallado del camping y el borde del acantilado, donde crecen los helechos, planta omnipresente en bosques, veredas y zarzales del norte

En la falda de la pared del cantil a la que no llega el mar crecen profusamente la vegetación. Más abajo, a donde sí llega, se queda desnuda la roca caliza

Y entre los helechos, un poco de cuesta hasta llegar a aquellos pinos, donde volveremos a llanear

Estos son los mojones de las líneas de deslinde para el Dominio Público Marino Terrestre (DPMT), que señalan el paso de servidumbre que constituye este sendero, haciendo para nosotros las veces de hitos jacobeos en este tramo, pues nos orientan por el camino correcto, que realmente no hay otro y nos ofrece dudas, pero confirman nuestra buena dirección

Desde lo alto y llegando a los pinos es fácil ver nítidamente el fondo marino, de arenas y rocas. Esta zona es de la que queda a la superficie en bajamares

En el camping, donde hay bar y restaurante, los árboles plantados en su terreno forman un verdadero bosque da sombra y frescor a los veraneantes

Volvemos a llanear entre el vallado del camping y las helechales del acantilado, a la sombra de los pinos

Ni que decir tiene que en los días del invierno con temporales galernas y fuertes vientos y marejadas no sería adecuado venir por aquí, así como en circunstancias meteorológicas adversas, como en los caminos de montaña

Nos hemos fijado que este sendero suele limpiarse y acondicionarse al comenzar la temporada veraniego, evitándose se cierre por la vegetación. Tengamos presente también eso

Los correcto, ni que decir tiene también, es pasar en fila india si vamos en grupo, pues el camino, aunque cómodo, no da para más. Hay espacio suficiente para una persona, pero dos uno al lado del otro es imposible

Si nos cruzamos con alguien podemos dejarlo pasar arrimándonos bien a la valla. Fijémonos aquí en otro de los mojones cilíndricos del DPMT


A nuestra derecha, la Finca El Borizu tiene más historias que contar: en la antigua casa familiar  allí ubicada fue secuestrado en 1951 Héctor Vázquez Azpiri, hijo del farmacéutico Tomás Vázquez-Azpiri que la construyó, por El Bernabé, Bernabé Ruenes Santoveña, quien fuera llamado El Último Bandolero


Nabé no era un maquis o un fugáu, como se conocía a los últimos combatientes republicanos que aún resistían en los montes tras la Guerra Civil, se trataba de un prófugo o huido de la justicia que escapó del cuartel militar tras abrirle la cabeza a un superior con la culata de un fusil durante una discusión, o al menos esa es la versión más extendida de un personaje del que tampoco puede separarse bien la verdad de la ficción. Tras ello Bernabé se ganó la vida asaltando y secuestrando según la técnica de los bandidos del siglo XIX, sólo que en plena posguerra


Según cuentan las pesquisas, Bernabé entró en El Borizu disfrazado de mujer y con un acompañante, simulando ser una pareja de las muchas que paseaban por el lugar, por lo que pasaron a la finca sin despertar sospechas a los jóvenes que, jugando al fútbol en la playa, los vieron caminar por la cuesta que sube a la arboleda que vemos en la lima de la península, donde estaba la casa


Por ese camino accedieron a la vivienda y se llevarían al joven Héctor, que con el tiempo sería el famoso escritor Héctor Vázquez Azpiri, quien relataría su secuestro en su primera novela, Víbora, con la que llegó a ser finalista del premio Nadal en 1955


El siguiente pino es una buena referencia para saber que tras él comienza otra pequeña cuesta antes de bajar a Barru


Dando vista a La Punta Borizu el camino deja el borde acantilado para subir al Llanu la Cuesta y Peña'l Celleru


Al principio sube encajado entre espesos matorrales, no muy altos pero sí tupidos y algo espinosos


Seguimos bordeando el perímetro del camping, aquí cerrado con red metálica. Son evidentes los trabajos de poda para mantener expedito el paso


Un afloramiento rocoso forma una especie de escalones naturales que nos obligan a estirar bien la pierna para abarcarlos. En estos trances puede ser bueno llevar un palo, bastón o cayado para pisar bien


Seguidamente salimos de la parte con más vegetación y piedras mientras subimos un poco más cueto arriba


Llegamos a la esquina nororiental del camping, donde alguien ha puesto la colada a secar en la red del vallado


Abajo ha quedado ya la zona de tiendas y caravanas junto al acantilado junto a la que acabamos de pasar


Un pastor eléctrico delata los usos ganaderos del lugar pues evita que los animales bajen por el camino y acaben en el despeñadero. Cuidado al pasarlo pues si está conectado puede darnos un trallazo


Desde aquí, volviendo la vista atrás iremos despidiéndonos de esta ensenada de Troenzu...


Ahí están los acantilados en el extremo septentrional de La Punta Borizu, desde los que se ve el efecto óptico de la Cabeza de Cristo al encuadrarlos con la vista en el Castru Llubeces. Más a la derecha está el entrante de La Tayada, una cala salvaje, poco conocida y de acceso difícil con una playa de arena blanca y fina de unos 100 metros de largo y 90 de ancho en bajamar donde muchos usuarios practican nudismo. En algunas bajamares de une a la de Troenzu aunque normalmente está aislada


Más atrás, en lo alto de la loma de la península, una mata de arbolado oculta las ruinas de la casa familiar de los Vázquez-Azpiri y sucesivos dueños, pues a pesar de todas las noticias de su venta sigue abandonada


Dos caminos principales recorren la península, uno pasa al lado de la arruinada y oculta mansión y otro se dirige más abajo a la Playa la Tayada


Al este, en la distancia, algo de la costa de Celoriu hasta Poo Por Samartín y El Portiellu, asomando a la izquierda las coronas del Castru Samartín y La Isla de Poo, también llamada L'Almenada


Es en verano esta península un lugar muy frecuentado por los paseantes, principalmente los del cercano camping, así como otros muchos turistas y visitantes, también por pescadores


Vemos bien el paso a la finca sobre la Playa Troenzu, a cuyo acantilado llega la pista con la cercana carretera por donde va la señalización oficial del Camino Norte 


Más allá reconocemos un poco de la Playa Borizu, desde donde ponemos venir como alternativa a la carretera, bien por la arena o por el sendero al norte de La Ería Alsedi, donde están los coches aparcados



Al fondo la iglesia del antiguo monasterio de San Salvador de Celoriu con su torre románica. El Camino viene de ella bordeando la Playa Palombina hasta El Tábanu y el barrio de Las Barcas, saliendo luego a la carretera, que podemos dejar a la altura del Camping María Elena para tomar el acceso a la Playa Borizu y venir hasta aquí


El camino sigue de frente siguiendo la línea de estacas que marca el límite norte del Camping Playa de Troenzo, mientras vemos asomar a nuestra izquierda la pared caliza de La Peñe Llabres


La corona del promontorio es una infranqueable selva de tojos pero el camino sigue adelante sin problema


Volvemos a ver parte del camping y su bosque. A lo lejos y a la izquierda de La Peñe Llabres están Los Resquilones, y más a la izquierda aún El Texéu, ya en el Cuera


El camino no es tampoco aquí muy ancho pero de uno en uno se pasa bien. A partir de aquí comienza a bajar poco a poco...


De frente empezamos a ver unos tejados: Barru, la parte nueva, los edificios de pisos con viviendas vacacionales, segundas residencias, apartamentos y hoteles edificados ante la gran playa de L'Arenal, que pronto empezaremos  a ver también


Pasamos junto al área recreativa anexa al camping y ya vemos la playa a la derecha de los edificios, de arenas muy claras, bajo la Peña los Cuervos


Bajo L'Arenal o Playa Barru una punta acantilada con planicie herbosa muy verde la separa de la de Sorraos, una pequeña y encantadora cala por la que también vamos a pasar prontamente


Estamos pues ante una muy hermosa bahía guardada además por dos islas, la Isla Sorraos o Isla Ramón, que tenemos enfrente, y más atrás y cercana a tierra la de Foro o El Pinu


Admiramos estas hermosas islas cuando, llegando a la esquina del límite noroccidental del camping, seguimos el camino por el borde del vallado a la izquierda


La Isla Sorraos tiene unos 27 metros de altura y es fácilmente accesible desde Sorraos en Marea Baja, mientras que Foro, de unos 34 metros, está muy cerca de El Xiglu, la parte más occidental de L'Arenal o Playa Barru


Se ve también aquí muy bien el fondo marino, siendo estas cristalinas aguas un paraíso para los buceadores


Al fondo divisamos La Punta Prietu, que guarda la Playa Toranda, en Niembru, así como los altos de El Castiellu (106 m), acceso a la Playa Torimbia, también en Niembru, pueblo perteneciente a esta parroquia de Barru


Más arriba a la izquierda esla subida a El Llanu Niembru, de 135 metros de altura, donde hay una laguna, El Llau, de gran importancia ornitológica, como La Punta Prietu


A la derecha de La Punta Prietu o Cabu Prietu, unas rocas afloran en el mar: La Espeya, de unos tres metros de altura. Mar adentro está la de La Punta la Vaca

 
La Isla Foro es llamada también El Pinu por estos árboles en medio de su muy pendiente ladera, que desde la playa parecen uno solo


Estas islas ofrecen a estas playas de Barru una gran seguridad, haciendo de esta bahía casi una piscina natural con una antaño muy apreciada zona de pesca: Miracielos


En el saliente rocoso que separa las dos playas una llana pradería es también un lugar ideal el sol cuando L'Arenal se masifica, cosa harto frecuente en verano pese a que con sus 300 metros de largo no pueda decirse que sea una playa pequeña. Sobre ella La Peña los Cuervos con su mirador y depósito de agua. Más lejos la alta antena de El Llanu, que se ve desde muchos kilómetros a la redonda


Antes de la construcción de las urbanizaciones estaba aquí El Llagu, una gran laguna al norte del lugar de La Bárcena, citados como La Barrena en un documento de 1461, un seguro error de transcripción en opinión del citado investigador José A. Álvarez Castrillón, en su Toponimia medieval del concejo de Llanes en los documentos del monasterio de San Salvador de Celoriu, quien dice también
 "El lugar es conocido como La Bárcena, un topónimo frecuente en Asturias en diversas formas (Bárzana, Barcia, etc.), que mezcla hidrónimo y orónimo con un significado de ‘vega’ o ‘lugar llano con agua abundante’. El lago era de carácter estacional, de temporales; y el sumidero, que los vecinos conocen como El Sumidoriu, es una cueva kárstica que realizaba el desagüe de la zona y conducía el agua por debajo de El Cuetu Llanu hasta la zona de El Llagu, frente a la playa de Barru. El lago de grandes proporciones que embargaba el uso agrícola de unas excelentes fincas durante buena parte del año, se canalizó a finales del siglo XX al nuevo alcantarillado y dejó de formarse. Unos años después se construyó en él una urbanización de segundas residencias bautizada como «Quintas del Mar». El sumidoriu se halla a su vez semicubierto y sobre él se instalaron un abrevadero y unos columpios"

En la vertiente sur de El Cuetu Llanu está La Cueva la Inxana, de resonancias mitológicas pues es como se llama aquí a las xanas o ninfas asturianas. Es más, el poeta Celso Amieva llama a Barru Cadexana (casa de la xana) sus composiciones:
Zagal si es que en villa muero
que no me entierren en Villa.
Entiérrenme en Cadexana,
camposanto de la ría
Y efectivamente, a su fallecimiento en Moscú su cuerpo fue traído a Llanes para, según su deseo, ser enterrado en el cementerio ribereño de su Cadexana, el de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Dolores de Barru, entre Barru y Niembru, que veremos un poco más allá, cuando lleguemos a la ría de El Vau


Cadexana aparece pues asentado por Celso Amieva como el nombre mitológico de Barru taly como comprobamos también en estos versos del poema Blaquitón:
Allá en Cadexana cazó saltapraos, 
en Xiglu bañóse, bañóse en Sorraos, 
se dio en el Calabres algún chapuzón. 
Hizo en veraneante su vida canina: 
pis en Torobences, popó en Palombina, 
pipí en la Mazuga, popó en el Sablón

Una buena referencia visual en esta parte nueva de Barru es el complejo del Hotel Kaype-Quintamar, pues se extiende, con sidrería y cafetería-restaurante incluidos, desde la casa roja de la carretera, paso del Camino de Santiago oficial y acceso a L'Arenal, al edificio de tres alturas y buhardillas entre los árboles de la derecha, que está enfrente de la playa


Estos árboles se encuentran en el prado por el que pasaremos de Sorraos a La Playa Barru: allí estaremos dentro de muy poco y desde el hotel recorreremos el paseo y senda sobre la playa hasta El Xiglu


El Xiglu es también el nombre del barrio por el que, bajo La Peña los Cuervos, iremos hacia la carretera LLN-11, volviendo al itinerario caminero oficial para entrar en el núcleo original de Barru, que en la Edad Media era mencionado como Villaescusa o Villaescusa del Marmenor, un topónimo casi perdido dice Álvarez Castrillón:
"Ahora sólo se conoce por ese nombre una casa en el camino que une los barrios de La Corrada y de L’Aldea, y que se sitúa en las inmediaciones de la casa-concejo y la capilla de la Magdalena"

 La playa era por su parte mencionada por primera vez en la poca documentación celoriana que por desgracia se conserva, en el año 1331, según publica también este erudito investigador:
«la Arena»: La playa de Barru era conocida entonces por su característica más evidente y de un modo análogo esa denominación aún se mantiene en la comarca oriental en los nombres de algunas playas, como El Sablón o El Sablín, a partir del latín SABULUM, -I > asturiano sable, castellano ‘arena’. Actualmente es llamada Miracielos, nombre que en realidad daban los pescadores a una zona de pesca mar adentro y frente a dicha playa, según recoge Celso Amieva"

Más al este, El Cuetu las Covariellas (relativo a cuevas de formación kárstica) aparece documentado en en 1478. Estos cerros eran especialmente importantes pues hacían de divisorias de tierras comunales desde tiempo inmemorial y por ellos se trazaría la frontera parroquial cuando Barru se disgregó de Celoriu en 1788


Más al sur otro hito importante es, o fue, Peña Elvira, pero mejor seguimos dejando que Álvarez Castrillón nos lo cuente:
"... hito divisorio inmemorial de las tierras, y más tarde de las parroquias, de Barru y Celoriu, oscurecido a causa de un espectacular relleno de escombros que, sumado a una previa utilización como vertedero, a finales del siglo XX la hicieron desaparecer literalmente. También el nombre que recibe es curioso, un antrotopónimo de possessor que pudiera estar en relación con una cierta «doña Elvira González» que aparece en las primeras escrituras de los regesta haciendo generosas donaciones y algunas compraventas en el pueblo de Barru a fines del siglo XII"

Nuestro camino bajará por aquí prado adelante hacia las playas. Vayamos pendientes de localizar un paso entre la vegetación mientras admiramos este bello paisaje


La población de Barru, como la de casi todos los  pueblos de la costa y más en Llanes y si tienen playas, se multiplica varias veces en época estival, de todas maneras el urbanismo desaforado ha traído muy serias consecuencias judiciales y políticas desde hace ya unos cuantos años


Empezamos a ver desde aquí algo de arena de la Playa Sorraos, considerada en la actualidad playa urbana, como L'Arenal, dada la magnitud de lo edificado en El Llagu y La Bárcena. Como Celoriu y Poo estas poblaciones han pasado a ser considerados núcleos urbanos pero "reconociendo su ruralidad"


Esta ambivalencia o "dualidad" urbana-rural es una condición una  no siempre fácil de definir pero que puede resumirse en conceptos más menos logrados como "suelo urbano de núcleo tradicional" para "recuperar la identidad tradicional de los pueblos y mantener la armonía del paisaje natural y rural" como objetivos de un planteamiento válido que evitase que una vez más que se tumbasen los planes generales municipales de urbanismo en las instancias judiciales, según noticia al respecto de Ramón Díaz para La Nueva España el 16-5-2018:
"Celoriu, Barru y Poo serán clasificados como núcleos urbanos en el futuro Plan General de Ordenación (PGO) de Llanes, pero tendrán un trato especial: se respetará su "ruralidad". De hecho se ha reservado para ellos una nueva figura, la de "suelo urbano de núcleo tradicional", que pretende conjugar su identidad tradicional con los crecimientos registrados en los últimos decenios. Eso sí, no habrá en ninguno de los tres suelos urbanizables, y su crecimiento se dirigirá, preferentemente, "hacia dentro", colmatando los vacíos existentes.
(...) se renegará de las recalificaciones masivas de suelo, de los chalés adosados y las urbanizaciones de segundas residencias, y que se protegerá el paisaje (también el urbano) y el medio rural"

Por aquel entonces muchos vecinos de estas parroquias habían manifestado su deseo de restituirse a efectos oficiales en los núcleos rurales que eran, pero dado el carácter de las edificaciones construidas (aunque alguna llegó a echarse abajo) esto ya no fue posible
"En las reuniones previas sobre el futuro planeamiento un buen número de vecinos había planteado la conveniencia de que Poo, Celoriu y Barru recuperaran su condición de núcleos rurales, perdida en los planeamientos anteriores, anulados por los tribunales. Pero el documento de prioridades consideran que los crecimientos registrados desde los años ochenta han conformado una malla urbana. Y dado a que existe en todos ellos una "dualidad" (tejidos tradicionales propios del asentamiento rural y nuevos desarrollos de vivienda de segunda residencia, propios de los procesos urbanos), los autores del documento han optado por crear una nueva figura para ellos, la ya citada "suelo urbano de núcleo tradicional"


La parte más occidental de L'Arenal, El Xiglu, se ha vista más libre de presión urbanística, al menos en primera línea de costa, salvo un edificio en ruinas junto al que pasaremos para llegar allá, donde se ha habilitado un prado como espacio para aparcamientos en temporada alta y se ha instalado a su derecha un chiringuito veraniego


Por su parte, La Peña los Cuervos ha sido llamada cementerio de barbacoas en la noticia de otro proyecto urbanístico, el de la construcción de un área recreativa en su cima. La firma Guillermo Fernández para El Comercio el 15-11-2014:
"En mayo de 2010, el Principado y el Ayuntamiento de Llanes vendían a bombo y platillo el proyecto para crear un área recreativa en la zona conocida como la Peña de los Cuervos, en terrenos de la localidad de Barro, encima de la bahía de Niembro. Un lugar emblemático y paradisíaco. Con una inversión de 124.000 euros anunciaban obras inminentes para eliminar 3.272 eucaliptos y la posterior plantación de 1.842 árboles autóctonos, como encinas, endrinos, robles, fresnos, arces, tilos y cerezos. La actuación se completaba con la instalación de «barbacoas, mesas, bancos y carteles informativos». En la presentación del proyecto participaron Joaquín Arce Fernández, director general de Política Forestal, y Dolores Álvarez Campillo, alcaldesa de Llanes. Y explicaron que la zona de la Peña de Los Cuervos «verá mejorados sus accesos recuperando medioambientalmente las sendas ya existentes, pero comidas por la maleza debido a su desuso».

Ayer, a primeras horas de la noche, los vecinos de Barro, además de comentar que la zona «está abandonada e invadida por la maleza», denunciaban que habían «desenterrado, a gran profundidad, dos barbacoas que la empresa encargada de las obras posiblemente nunca colocó»

Efectivamente, las plantaciones de eucaliptos fueron retiradas y se acometieron las primeras obras en el año 2010, algunos de cuyos restos habrían quedado en el lugar:
"Así lo explicaba Joaquín de la Vega, autor del inesperado hallazgo: «Esta tarde, limpiando una finca de mi propiedad al lado del área recreativa, me percaté de la presencia de un hierro que sobresalía diez centímetros por encima de la hierba. Tuve miedo a que me pinchara la rueda del tractor y decidí sacarlo. Después de cavar durante más de una hora desenterré dos barbacoas completas y un pie de otra. No seguí excavando por falta de luz y por cansancio».

Varios vecinos de Barro acudieron al lugar de la aparición, «un inesperado cementerio de barbacoas», y valoraban que «las parrillas nunca se colocaron y es probable que hayan sido enterradas por los operarios que trabajaron en las obras, usando una pala excavadora». «Eran épocas en las que se tiraba el dinero»


A lo lejos, la antenona de El Llanu es una buena referencia visual para nosotros pues nosotros subiremos por la ladera izquierda del monte, La Cuesta Niembru, al norte de Bricia y Posada, para bajar al Ríu Beón y llegar a San Antolín. Entre El Llanu y El Castiellu puede verse la carretera que asciende al monte y desde ella sale el camino peatonal que baja a Torimbia

Más cerca comprobamos que la Isla Foro es casi una península comunicada al cantil por los pedrales a la derecha de El Xiglu, donde se forma una especie de desfiladero costero


La Playa Barru es así descrita en la Guía de las Playas Asturianas de Silverio Cañada Ediciones:
"Su característica forma recogida entre islotes la convierten en una playa limpia y segura para el baño y muy adecuada para las familias como atestigua su sucesiva distinción con la bandera azul todos los años. Sus aguas claras y limpias inducen a la práctica del buceo. Aunque es playa relativamente grande, 300 m de largo aproximadamente, puede presentar una ocupación alta"

A lo lejos La Punta Prietu guarda por su parte otra de las playas de la parroquia, Toranda, compuesta por tres arenales, el llamado propiamente Toranda o Playa Niembru, a su derecha Valles, más pequeño y a su derecha a su vez Sovalles, que viene a ser realmente un pedral o pedreru que pone fin a esta sucesión de calas arenosas al otro lado de la bocana del estuario portuario de El Vau


La Peñe Llabres siempre reconocible al sur por su inmediatez a la costa con sus 694 metros de altura en su cota más alta, Becerrera, topónimo de indudable filiación pastoril. En Llanes, como en toda Asturias, la distancia entre las montañas y el mar es tan mínima que por lo común puede hacerse todo a la vez, montañismo, senderismo y playa, turismo rural y turismo playero, no existe inconveniente ni contraste de gustos al estilo de la clásica pregunta "¿este año vamos al mar o a la montaña?", pues aquí están los dos en uno


Aquí tenemos ya paso hacia el prado sobre los cantiles, pero hay un poco de alto escalón terroso entre los tojos y preferimos buscar otro sitio...


Un par de zancadas más adelante parece haber mejor vía de acceso a la pradería, justo donde acaba la valla del camping


Ya vamos pues a la derecha bajando a las playas, por aquí tal y como indicamos


En estos casos seguir camino depende siempre del lugar más pisado y trillado que es por donde se pasa mejor, o dependiendo de los tojos que se hayan quitado y donde


A base de pisar, "se hace camino al andar" como diría Machado, se reconoce bastante bien el sendero de servidumbre de la franja costera


De frente a la senda (izquierda de la foto) vemos una de las tres casas de llamativo tejado a una sola vertiente que componen una pequeña urbanización con acceso rodado desde la carretera


Es en este momento nuestra referencia visual más inmediata pues allí está la portilla por la que saldremos de esta prado


Justo al llegar a ella, del prado pasaremos a un camino entre setos que nos llevará, a la derecha, a L'Arenal, pasando antes junto al Camping Sorraos, cuyo edificio del bar restaurante, de grandes cristaleras, reconocemos perfectamente 


Ahí tenemos el camino que vamos a seguir, sobre el acantilado de Sorraos, por donde continuaremos caminando por a misma terraza del bar, donde está el acceso de bajada a esa playa


Según nos acercamos asoma a la izquierda otra de las casas de la urbanización. Al fondo y a la izquierda de Llabres Los Resquilones y demás estribaciones de la sierra de La Peñe Villa


Aquí salimos del prado por el paso entre los setos de las fincas


Salimos a un camino, encajado entre esas paredes vegetales y seguimos a la derecha


Una improvisada portilla de cierre: si la encontrásemos cerrada abramos pero volvamos a cerrarla una vez pasada, si la encontramos abierta dejémosla como está. Insistimos en ir a la derecha pues si no nos meteríamos en los terrenos privados de las casas


Caminamos así entre el seto de una de estas viviendas vacacionales con el prado ahora a nuestra derecha


Aquí también hay un pastor eléctrico, enfrente volvemos a ver las islas


Seguidamente otra pequeña portilla artesanal por la que también vamos a pasar


Esta suele tener un resorte o muelle por la que tras pasar vuelve a cerrar ella sola, pero si acaso no fuese así dejémosla cerrada a nuestro paso


A la izquierda y pasada la portilla, seguimos junto a la casa que veíamos desde el prado y tomábamos como referencia


También aquí parece haberse limpiado el camino. Una mata de helechos cubre el borde acantilado


Abajo la entrada a la cala de Sorraos con sus llamativas rocas hincadas cual si fuesen menhires, algunas muy picudas o puntiagudas


Portilla y red del prado de la casa a nuestra izquierda: el camino sigue la sinuosidad de la línea costera del cantil de Sorraos


La posición de las islas, que forman como pasillos de entrada y salida hacia estas ensenadas de Barru nos hacen pensar en los puertos naturales de la antigüedad, conformados por fondeaderos como este y por los mismos arenales


Aquí hay un cierto desnivel en el que el camino presenta una cierta inclinación. Llevar un bastón a mano siempre puede sernos de gran ayuda en los caminos, no solamente los de montaña


Foro y su pino, antaño estas islas eran aprovechadas con usos ganaderos e incluso agrícolas, pues había que aprovechar todo el terreno disponible. En bajamares se pasaba el ganado, y sino en lancha, sobre todo cabras, más habituales a terrenos abruptos pues no dejan de ser estas islas sino pequeñas pero rocosas montañas con una vegetación que recuerda a la de los puertos de la cordillera


De todas maneras, por testimonios del Apeo de Cepeda (año 1713) se sabe también se llevaba "ganado mayor". Igualmente, se segaba la hierba para ensilar y lo mismo la vegetación como cama o mullida para dicho ganado en las cuadras, a veces arrojándola directamente sobre las lanchas. El topónimo de la Isla Foro tal vez tenga que ver con la acepción de foro como especie de contrato de arriendo o alquiler de un terreno


Por su parte el topónimo de la Isla Ramón, por ejemplo tiene todos los visos de haber sido este el nombre de algún antiguo dueño del lugar 


Sorraos no sabemos si tendrá que ver con palabras como xogarral o lugar de cantos (piedras),elemento muy abundante en esta cala rocosa con un pequeño arenal. De todas maneras da nombre también al entorno ,incluyendo la Isla Ramón


Sorraos es también una de las playas que desaparecen en pleamares al cubrir el agua la superficie de arena, aunque en bajamar puede irse a pie a la de L'Arenal y la la Isla Ramón. De frente el prado y mirador natural que da vista a ambas playas 


De esta de Sorraos volvemos a consultar la citada Guía de las playas de Asturias:
"Su buena accesibilidad, la proximidad al camping y a otros servicios hosteleros hacen que Sorraos y Barro sean playas masificadas en julio y agosto, a esta alta ocupación contribuye también la claridad de sus aguas (como casi todas las playas de Llanes) y su privilegiado entorno natural"

Aquí y bajo la silueta de La Peñe Llabres, las escaleras de acceso a la playa desde la terraza del bar del camping. Otro libro, la famosa Guía completa de las playas de Asturias, de Belén Menéndez Solar, describe así Sorraos:
"Es la prolongación natural de la playa de Barro. Son playas muy concurridas, que gozan de todo tipo de servicios.

Las blancas arenas, aguas cristalinas, costa baja y de fácil acceso y personal configuración siguen siendo las principales características de estas playas"

Seguimos caminando entre el cierre de estos terrenos de las viviendas de tejado de una sola agua y la franja de vegetación sobre el no demasiado alto acantilado de Sorraos. Hay algunos frutales y árboles ornamentales


Estas pequeñas urbanizaciones de pequeña densidad, unifamiliares y con buena parcela debieron ser de las primeras, luego ya vendrían los bloques de pisos de la carretera, El Llagu y La Bárcena que tantísimos quebraderos de cabeza han dado a los responsables urbanísticos


La playa forma una pequeña pero muy coquita concha, bastante arbolada incluso en el acceso al camping, cuya entrada principal está naturalmente al otro lado, en la carretera


Artístico muro de cantos rodados con pequeño seto cultivado sobre ellos, algunos árboles frutales y ornamentales, entre ellos una palmera, conforman el jardín de estas viviendas


Aquí atención pues durante un par de metros el camino puede ser propicio a resbalones


Llegamos al final del muro  y bajo un sauce llorón entramos en un precioso túnel vegetal


A la izquierda es el seto que separa el camino del terreno del camping. A la derecha una baranda de manera


Y ahí tenemos ya la terraza del bar del camping, el Restaurante Sorraos, con sus mesas y bancos extendidos a lo largo del camino, que aquí cambia su firme de tierra al de cemento


A la izquierda la entrada al camping, solo autorizada a los campistas, que la emplean para venir al bar o bajar a la playa


Es una preciosa explanada con barandillas sobre Sorraos que nos permite ver parte del camino que hemos recorrido desde Llubeces y Troenzu, con El Castru Llubeces de nuevo a la vista


También por supuesto la Isla Sorraos o de Ramón, en su acceso desde el arenal, con sus afloramientos rocosos


Parte de la terraza está cubierta, son las grandes escaleras que veíamos desde el prado bajando de Llubeces, al fondo está la barra del bar


Pasamos a la derecha, entre la cristalera del restaurante y la barandilla de donde arrancan las escaleras de entrada a la playa


Los aproximadamente 100 metros de largo de la superficie arenosa se compensan con su belleza y con su extensión en bajamares, que llega a la isla y a comunicar con L'Arenal o Playa Barru. Nosotros hemos venido sobre el acantilado que vemos a la derecha


Entrañables mesas redondas como las de los merenderos de antaño. Al fondo y a la derecha del Castru Llubeces asoma ahora un poco de La Punta Borizu


Algunas guías dicen que la anchura de la franja arenosa tiene de media unos 41 metros, pero insistimos en que esto puede variar grandemente. Plasmamos su ficha extraía de Asturnatura:

"Sorraos es una pequeña cala de acceso peatonal que se une durante la bajamar a la playa de Barro, uno de los referentes turísticos de Llanes. Tiene forma de concha, presenta unos altos niveles de ocupación y dispone de buenos servicios. Se le atribuye un carácter semiurbano y se encuentra muy cerca de un camping.

El acceso es sencillo y rápido. Está flanqueada por un tramo de las sendas costeras que se prolongan a lo largo del litoral asturiano. Forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias"


El camino del acantilado y la bajada de Llubeces. Otra guía, Masmar, hace referencia a estas sendas al informar de las características de la Playa Sorraos:
"Sorraos es una pequeña cala de acceso peatonal que se une durante la bajamar a la playa de Barro, uno de los referentes turísticos de Llanes. Tiene forma de concha, presenta unos altos niveles de ocupación y dispone de buenos servicios. Se le atribuye un carácter semiurbano y se encuentra muy cerca de un camping. El acceso es sencillo y rápido. Está flanqueada por un tramo de las sendas costeras que se prolongan a lo largo del litoral asturiano"

Continuamos la ruta hasta el final de la enlosada terraza-merendero. Fijémonos a la izquierda en el largo banco corrido en la pared del bar-restaurante. La terraza puede llegar a llenarse completamente y para pasar puede tocar sortear a los comensales y no tropezar con las mesas repletas de botellas de sidra, fundamento de animadas tertulias entre veraneantes, no pocos asiduos tradicionalmente a Barru, incluso desde generaciones


Pasado el restaurante está otra de las puertas del camping pero salvo que vayamos a pernoctar aquí (sería un muy buen sitio evidentemente), continuaríamos de frente


Vallados con yedra constituyen aquí el cierre del camping. Este tramo del camino, comunicación directa entre playas, puede llegar a veces a estar enormemente transitado


Y entre playas salimos a este prado de la punta que separa Sorraos de la Playa Barru, el cual veíamos también viniendo de camino: El Prau Sorraos


Es un encantador campo muy llano y bastante grande, con maravillosas vistas de ensueño hacia las islas. Suele ser un aliviadero cuando las playas se masifican y una alternativa para la no poco a gente amante del mar pero no tanto de impregnarse de arena. Sillas y mesas de camping, tumbonas y toallas pueden proliferar sobre el prado como en cualquier playa. El camino sigue recto hacia los árboles pero nosotros preferimos recorrerlo unos instantes, yendo a la derecha


Esta es una foto del mismo lugar justo al acabar la temporada, vacío. Cuando la hierba, menos pisada, ha recuperado su verdor, ayudada también por la lluvia y la temperatura


La Punta en verano: veamos a lo lejos entre las islas un peñasco: El Lladrón. Existe cerca de la boca de El Vau otro, llamado La Lladrona, lo que ha dado en pensarse que sus nombres se deben a operaciones de contrabando a través de dicha ría. Sin embargo su razón también podría buscarse etimológicamente en las palabras del latín latus o laterarius, ladera o lateral, que es como se ve a ese pequeño castru, de lado, por su parte más larga


A su izquierda El Foro con su peculiar ladera de El Pinu y a la izquierda el desfiladero que separa la isla de La Peña los Cuervos


A la izquierda el camino de Llubeces, los prados y casas del acantilado sobre el arenal de Sorraos y en el mar La Punta Boriza con su mirador de La Olla en lo alto y El Castru Llubeces una vez más


Y en el prado volvemos a ver los cilíndricos mojones del  Dominio Público Marino Terrestre (DPMT)


Mientras paseamos por la pradería de este balcón natural sobre el Cantábrico y miramos hacia El Castru Llubeces y la península de Boriza no podemos por menos que recordar la frase del Blog turístico de Asturias que dice: "Llanes, cuando ir de playa se convierte en mucho más"...

"Llanes es uno de los lugares más fotogénicos y fotografiados de Asturias. Decenas de directores de cine, de publicistas, de fotógrafos, y de otros artistas de medio mundo han quedado prendados de sus paisajes, de sus aldeas, de sus costumbres, de sus fiestas y tradiciones, de su villa capitalina… Y por supuesto su costa – con sus castros como gigantes de piedra -, y sus afamadas playas, forman ya parte del imaginario de sitios de belleza sin límite..."


Precisamente de estos islotes y peñascos la misma guía dice: "cuando los castros no son edificaciones celtas"...
"Tal vez los celtas se inspiraron en los castros marinos para sus edificaciones, pero esto es tan solo una elucubración que nos viene bien para soñar y para mostrar la belleza de estos islotes al mundo.

Precisamente en la costa llanisca, entre el pueblo de Villah.ormes, donde se encuentra la playa de La Huelga, con su famoso castro de las gaviotas, y la playa de Ballota, que también cuenta con un poderoso castro, se encuentra la mayor concentración de estos islotes de toda la costa asturiana.

Los castros adquieren mil formas a cual más fantástica, y mudan su aspecto en función  de la hora del día y de la intensidad de la marea. Cuando las olas los golpean con intensidad parecen deshacerse en cascadas de inusitada belleza y si la mar está en calma son como gigantes de piedra que susurraran historias.

Algún encanto y beneficio deben tener porque las gaviotas y los cormoranes los usan como campamento, y los navegantes se sienten entre fascinados y temerosos ante su poderío en medio del mar"

De ahí viene que la célebre Guía Masmar defina este tramo del litoral como "La costa desprendida de Llanes":

"Sigue la línea costera en clara dirección W, con la imponente figura de “Punta de Troenzo”, entre acantilados repletos de cortadas y cuevas que trasladan nuestra imaginación hacia la magia. Ilusionismo en sus paredes echo realidad por el tiempo, la mar y las piedras calizas azotadas durante miles de horas por un noble escultor, el Cantábrico que nos deja apabullados por los románicos, góticos... naturales.
Si nuestra imaginación y la de los aficionados al kayak de mar se dirige hacia el arte y la ensoñación ante lo grandioso, la de los pescadores submarinos hacia un paraíso de peces, vida y colores de estas aguas limpias"


El Paso a la Isla Sorraos desde la playa y el pasillo arenoso que comunica con L'Arenal o Playa Barru en bajamares, otras de las impresionantes playas llaniscas, según continuamos leyendo en el Blog turístico de Asturias:
"Las playas de Llanes dan fama a este concejo en todo el mundo: las hay abiertas y recónditas, con castros y sin castros, urbanas y rurales, y todas ellas enmarcadas en caliza y verde, y batidas por aguas cristalinas, espumas y olas. Todo un espectáculo natural que las convierte en únicas y deseadas"

Fijémonos en el efecto de la erosión marina, que crea como un pequeño entrante a manera de cinturón apretado sobre la base del acantilado de la isla, más erosionada, y muy linealmente, que la parte superior, formando una pared vertical cual foso, parapeto o muralla. Volvemos al artículo La Costa desprendida de Llanes de la Guía Masmar:
"Al W de Troenzo y muy cerca de la costa sigue la que definimos como “costa desprendida”, así los “Islotes Llubieces”, “Castrín de Niembro y Ramón” que cierran por el E y el W respectivamente la playa de Barro y el “Islote Ladrona” al N de Punta Ladrona, salen de una mar no navegable por falta de agua (Castrín de Niembro y Ramón se unen al continente en bajamar) y protegen los buenos arenales de Troenzo y Barro"

Tras disfrutar unos instantes con estos paisajes marinos seguiremos ruta prado adelante camino de L'Arenal, La Playa Barru


Desde el cierre de la finca tenemos una buena vista de las casas que están en el camino entre la carretera y la playa


La antigua llanura de El Llagu y La Bárcena ha sido intensamente edificada de unos años atrás. Redactar un Plan General de Ordenación para el desarrollo urbano del concejo evitando que fuese anulado una vez más en los tribunales no fue tarea fácil y lo sucedido en Barru causó mella. El 22 de mayo de 2018 Gloria Pomarada publica esta noticia en El Comercio que puede servirnos como ejemplo:
«Redefinir» el ordenamiento urbano de la costa llanisca sobre la base de que en el concejo impera ya «un soporte o modelo territorial previo» que determina su actual morfología. Con esa vocación ajustada a la normativa y realidad existentes aborda el documento de prioridades del Plan General de Ordenación (PGO) la estrategia a seguir en el litoral, un espacio que define como «complejo» y no exento de «tensiones». La franja costera es de hecho el espacio del municipio donde «se produce la mayor concentración de actividad, población y asentamientos con funciones y estructuras urbanas», apunta el texto, que en su línea de «recuperación de identidad» le dedica un apartado específico a la estrategia litoral.

Tres son las propuestas que establece el equipo redactor: preservar las características originales de los pueblos, regular la arquitectura de los edificios y garantizar que existan espacios sin construir. En este sentido, recuerda el documento la necesidad de garantizar «canales visuales» que «relacionan las estructuras habitadas con el mar». En cuanto a los tipos constructivos, aboga el futuro PGO por una regulación «rigurosa» que recupere las «volumetrías tradicionales» de los inmuebles.

Sobre el crecimiento, fija el documento de prioridades que no debe «relacionarse directamente con la expansión» y cataloga las nuevas construcciones como una «opción urbanística» que deberá someterse a «un análisis equilibrado de las necesidades y dinámicas poblacionales, inmobiliarias y de oportunidad». Extiende también ese examen a las demandas «diferenciadas» de la primera y la segunda residencia.

La evaluación sobre la conveniencia de crecimiento llegará al caso por caso en las localidades de Barro, Celorio y Poo, donde el germen del futuro PGO recomienda delimitar «estrictamente los ámbitos de actuación a partir de la consolidación de vacíos». Así, se establecerán «áreas de protección que impidan el desarrollo de actuaciones urbanas de nueva implementación», que obligarán «en cada caso a la realización de un estudio de adaptación al entorno, donde se introducirán las medidas correctoras necesarias para minimizar la incidencia sobre el territorio de la nueva construcción, que asegure el respeto al empleo de las tipologías y condiciones volumétricas de la zona». También aquellas edificaciones con uso distinto al residencial, como el hotelero, estarán sujetos a un «análisis de la incidencia de su implantación en el núcleo, en cuanto a carga sobre las redes viarias y las dotaciones».

La «figura de protección» estará incluida en el catálogo urbanístico, actualmente en tramitación, y dotará a los tres núcleos de «normativas que no permitan su reconversión al hecho urbano con simples modificaciones puntuales». Ese celo añadido se aplica precisamente sobre un núcleo como Barro, donde se encontraba el derribado hotel Kaype, cuya parcela aparece recogida en la cartografía de «situación de partida» como «ámbito a instrumentar», pendiente aún de definición"

Sin duda en Barru el suceso más controvertido en este desarrollo urbanístico no siempre bien planteado fue la construcción, con posterior orden de derribo, de nuevas edificaciones en primera línea de playa. Ramón Díaz publicaba el 18-9-2014 esta noticia de la orden judicial al respecto en La Nueva España

"El Ayuntamiento de Llanes suma una nueva derrota en los tribunales. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo 2 de Oviedo ha anulado la licencia concedida por las autoridades municipales para ampliar el hotel Kaype, situado en primera línea de la playa de Barru. La sentencia fue emitida el pasado día 12 por la juez P.Martínez Cenayes y no es firme, dado que contra ella cabe interponer, antes de 15 días, un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

La juez estimó parcialmente el recurso presentado contra la licencia de obras para ampliar el Kaype por un vecino de Barru, Ignacio Fernández, representado por el abogado Gerardo de la Iglesia, al concluir que el equipo de gobierno de Llanes, del PSOE, concedió a la empresa propietaria del hotel, Carrera y Pérez S. L. más edificabilidad de la máxima legal permitida. En concreto, el Ayuntamiento de Llanes concedió a los propietarios del Kaype una edificabilidad de 0,90 metros cuadrados por cada metro cuadrado de suelo. No obstante, la edificabilidad "real" que se está ejecutando en el Kaype es superior (aproximadamente de 0,95), porque no se restaron para hallar el cómputo los más de 400 metros cuadrados que se incluyeron, "por error", en un primer momento en el proyecto y que eran propiedad de la Demarcación de Costas.

Aunque la sentencia no entra en cifras concretas, un simple cálculo sirve para concluir que en el Kaype se están construyendo (la obra aún no ha acabado) unos 1.200 metros cuadrados más del máximo legal permitido (casi dos plantas de más), pues la parcela del Kaype suma 8.214,36 metros cuadrados y se están construyendo 7.813,19 metros cuadrados, cuando la edificabilidad máxima, de 0,80, permitiría construir únicamente 6.571,48 metros cuadrados. La juez anula la licencia de ampliación del Kaype únicamente en lo referido a la edificabilidad concedida, "que habrá de limitarse a 0,80 metros cuadrados por metro cuadrado", según se indica en el fallo.

Pese al "elevado grado de complejidad" que ha alcanzado el conflicto judicial y a los "sucesivos y contradictorios informes emitidos" tanto por el Ayuntamiento como por la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA), en torno al Kaype, la juez Martínez Cenayes entra a conocer el fondo del asunto.

Por un lado, la juez atiende las conclusiones de la CUOTA sobre que el suelo afectado por la ampliación del Kaype es urbano, así como los informes municipales que aseguran que las parcelas afectadas pueden ser consideradas un solar. Esta conclusión ha sido posible porque el perito judicial (a quien la juez da la máxima credibilidad cuando sus conclusiones chocan con los peritos de las dos partes en litigio y con los técnicos municipales y regionales) sólo pudo constatar que en la actualidad las parcelas son "innegablemente" un solar (el edificio ya está casi terminado), aunque matiza que ignora cuál sería su condición en el momento en que se solicitó la licencia, el 18 de diciembre de 2012.

Hay una segunda cuestión de importancia sobre la que se manifiesta la juez Martínez Cenayes: el rechazo por extemporáneo de un recurso de reposición presentado en mayo de 2013 por Ignacio Fernández contra la concesión de la licencia para ampliar el Kaype. El Ayuntamiento de Llanes rechazó el recurso al considerar que se presentó fuera de plazo. La juez rechaza punto por punto todos los argumentos municipales y subraya los múltiples "errores" cometidos por los servicios técnicos jurídicos municipales al desestimarlo"

En verano, algunos prados colindantes a L'Arenal son empleados como aparcamientos dada la afluencia de gente a estas concurridísimas playas

 Las casas del cruce de la carretera, donde "el Camino fue aprovechado para construir la LLN-11" según informa la catedrática y estudiosa del Camino del Santiago, María Josefa Sanz Fuertes


Una panera, no sabemos si originaria de aquí o traída de algún sitio, simboliza el pasado rural de estos lugares ahora netamente residenciales-vacacionales


Magnífico ciprés en el límite de las fincas, que nos orienta para seguir camino...


Siguiendo el seto buscamos la salida del Prau Sorraos para continuar hasta L'Arenal


El sendero sigue, ahora de nuevo por el borde del pequeño acantilado


El Hotel Kaype fue pionero del turismo en Llanes, recién pasada la posguerra, en la década de 1950, el matrimonio formado por Serafín Carrera y Manuel Pérez abrieron un primer local hostelero llamado La Cabaña del Mar, que fue fue creciendo hasta ser el actual complejo formado por dos hoteles juntos de tres estrellas, Kaype y Quintamar. 


Su hija, Rosa María Carrera Pérez, muy querida en Llanes, falleció en 2021 con 66 años a causa de las heridas sufridas al caer de un muro mientras paseaba por vecino pueblo de Niembru. Lucía Ramos publicaba en El Comercio la crónica de su funeral el 21 de julio:
«Era la mujer más cariñosa y alegre y la gente la quería muchísimo». Con estas palabras recordaba ayer Juan Antonio Rodríguez a su mujer, la llanisca Rosa María Carrera Pérez, quien falleció el domingo tras sufrir un accidente en la finca que la familia posee en Niembro. Hasta la iglesia de Barro se desplazaron decenas de personas para arropar a la familia y dar el último adiós a la heredera de los fundadores del conocido hotel Kaype. Entre los asistentes se encontraba el empresario asturmexicano Juan Antonio Pérez Simón, cuñado de la fallecida.

Aunque su residencia habitual estaba en Oviedo, Rosa María solía aprovechar cualquier excusa para regresar a Llanes y llevaba a mucha honra su procedencia, tal y como rememoraba ayer su viudo. «Siempre presumía de ser 'cambrina', que es como se conoce a la gente de Niembro», recalcó.

Precisamente fue durante una de estas visitas, el pasado domingo, mientras daba un paseo junto a sus hermanas, cuando la mujer sufrió una importante caída que terminó causándole la muerte. «Su pérdida es un auténtico drama para una familia que siempre mantuvo una relación estrechísima entre todos sus miembros», reconocía el exdiputado socialista José Manuel González, cuñado de Rosa María Carrera. Y la recordaba como una mujer «risueña, divertida y muy cercana, que cada vez que venía a Niembro pasaba a saludar a todo el mundo y por eso era también muy apreciada».

Algo que confirmaban los sobrinos de la finada, con quienes siempre mantuvo una relación especial. «Todos la llamábamos 'Mai', siempre estaba con nosotros, la queríamos muchísimo», acertaban a decir, entre lágrimas. «Es cierto, siempre tuvo un don especial con los niños», ratificó José Manuel González.

También a la cercanía y el carácter cariñoso que quienes la conocieron atribuyen a Rosa María Carrera hizo referencia durante su homilía el párroco Aurelio Burgos, encargado de celebrar el funeral junto al sacerdote de confianza de la familia, Domingo González. «Es difícil encontrar palabras para sus familiares y amigos, pero ella siempre estará presente en el amor de sus corazones», señaló, e instó a guardar con cariño «el amor compartido con ella durante todos estos años». Tras la ceremonia las cenizas de la fallecida fueron depositadas en el cementerio de Barro"

La Playa Barru: L'Arenal, con la parte de El Xiglu al fondo, 300 metros a la larga de superficie arenosa cuya anchura media es de unos 50 metros si bien puede oscilar grandemente. Su accesibilidad y servicios hacen que sea una de las más visitadas de Llanes. Belén Menéndez Solar la clasifica de "utilización masiva" en su Guía de la playas de Asturias y pondera su seguridad para el baño:
"Esta atractiva playa se forma entre dos islotes que la protegen del mar abierto. En las pleamares se une con la playa de Sorraos, junto con la que forma una única unidad"

Aquí se han rodado escenas de las películas El Portero (2000) de Gonzalo Suárez e Historia de un Beso (2002) de José Luis Garci, así como de la serie televisiva La Señora. La la página de Turismo Asturias la define como "una herradura de aguas tranquilas y arena blanca":

"Protegida a ambos lados por sendos islotes, la playa de Barro es una hermosa concha de arena blanquecina y aguas cristalinas. Son unos 300 metros abrigados del viento y del mar abierto, lo que hace que sus aguas sean idóneas para el baño por su baja peligrosidad. Quizá por ello soporta una fuerte ocupación"


Otra página turística, Turismo Llanes, incide en la bonanza de este arenal cuyas islas hacen de su ensenada una verdadera piscina natural:
"La playa de Barru, localizada en el núcleo del mismo nombre, es una de las más populares y concurridas del litoral llanisco, motivado, sin duda, por su calidad como playa, los servicios con los que cuenta y por la accesibilidad. Tiene forma de concha y unos 300 metros de longitud de finas arenas. Barru es una playa de carácter urbano y cuenta con todo tipo de servicios y equipamientos: aparcamientos, prestación de seguridad, puesto de Cruz Roja, duchas, teléfonos, papeleras, servicio de limpieza de playa, amplia presencia hotelera (hoteles, camping) y hostelera (restaurantes, bares de temporada, chiringuitos etc.).. A su frente tiene dos islotes que la separan de la vecina playa de Sorraos, con la que queda unida en bajamar"

Junto con las islas, el pequeño castru de El Lladrón forma parte de esa continuidad de archipiélagos de esta costa desprendida al oeste de la villa de Llanes


Podremos caminar por la arena o seguir la senda que desde la explanada de aparcamientos frente al hotel nos lleva a El Xiglu, al pie de La Peña los Cuervos, donde se acaba la playa


Allí hay otro prado habilitado por parking en verano y un chiringuito. será el lugar desde el que volvamos a la carretera, enlazando con el Camino Norte oficial, que dejamos en Borizu


Vamos acercándonos a la entrada a la playa y la explanada de aparcamientos situada frente al Hotel Kaype mientras seguimos admirando este arenal...


Desde el Camín de Sorraos se nos ofrecen estas maravillosas vistas. Esta es una foto de verano pero a temprana hora de la mañana cuando aún hay poca gente. Desde 1995 Llanes es concejo de Excelencia Turística, y según nos dice el Gran Atlas del Principado de Asturias:
"Llanes, Puerta turística de Asturias, ofrece al visitante un sinfín de posibilidades: alojamientos de turismo rural, turismo activo y deportes, espectáculos deportivos (Rally Villa de Llanes, Regatas de Vela, Campeonatos de bolos...) y eventos culturales (cursos, conferencias, exposiciones, conciertos, teatro). Sin olvidar sus playas, patrimonio monumental, gastronomía, fiestas y folclore"

El Xiglu y las rocas, pedrales o pedreros que casi hacen de la Isla Foro una península comunicada con la playa y el acantilado de La Peña los Cuervos


La Punta Prietu que guarda por el oeste la entrada ala ensenada de El Vau, llamada comúnmente Ría de Barru o Ría de Niembru, que nos encontraremos poco después de esta playa


Cuando acaba la temporada playas y pueblos se quedan vacíos y muchos negocios cierran pues no les es rentable mantenerse abiertos hasta la siguiente. Algunos ya abren con la Semana Santa pero otros no lo hacen hasta junio. Es la gran dependencia de la estacionalización máxima de este sector, que tiene su máxima ocupación en agosto, con unos niveles que superan a a los de la zona central de Asturias


Es por ello que toda opción que permita desestacionalizar esta actividad hotelera-hostelera se ve en principio como algo positivo, y entre ellas está el paso de peregrinos por la ruta norte, sin embargo tiende a mirarse al peregrino como un turista más y aunque en algunas cosas son coincidentes las características, motivaciones, presupuesto, preferencias, y actitud de quienes hacen el Camino (y dependiendo que qué peregrinos pues no son un grupo homogéneo) no siempre encajan dentro de un pack turístico al uso

 
Además, si bien las peregrinaciones a Santiago, bien teniendo esa ciudad como meta o bien haciendo tramos del Camino Norte, que también lleva a muchos peregrinos a las sendas costeras y a otras rutas, se realiza todo el año, en invierno decaen notablemente en cuanto a número de peregrinos, pues es en verano, cuando tradicionalmente hay vacaciones, cuanto más romeros y caminantes jacobitas realizan el Camino, lo que coincide con la temporada turística propiamente dicha


Plasmamos por ejemplo, para darnos una idea de la problemática de la estacionalización, la posibilidad de alternativas como las peregrinaciones, y el punto de vista de la administración ante este fenómeno, en esta entrevista a Marisa Olvido, concejala de Turismo del Ayuntamiento de Llanes, publicada en El Comercio en 11-10-2021:
"Marisa Elviro, concejala de Cultura de Llanes, destaca la relevancia cada vez mayor del turismo jacobeo en un municipio habitual receptor de una afluencia masiva de visitantes en época veraniega: «El camino tiene una gran importancia porque atraviesa el municipio de punta a punta, es una ruta fundamental que fue una antigua vía de comunicación y su trascendencia histórica es mucha, con hitos como San Antolín de Bedón y su iglesia de principios del siglo XIII de interés arquitectónico muy destacado, el monasterio de Celorio de su misma época. En la misma villa tenemos el antiguo hospital de peregrinos que es la actual ermita de San Roque, las capillas de ánimas repartidas por todo el concejo. La historia de Llanes está muy vinculada al Camino de Santiago y actualmente su peso es fundamental en los recursos atractivos con los que cuenta el municipio», afirma.

En cuanto a lo que puede aportar el paso de peregrinos que siguen la vía de la costa, la edil llanisca no tiene dudas: «Es un tipo de turismo que nos interesa mucho fomentar porque en primer lugar no es estacional, se extiende a lo largo del año: en invierno menos, pero en otoño o primavera es notable; y además no es un turismo conflictivo que cause molestias, no vienen de botellón ni fiestas, son gente que madruga, camina, se para en una venta a compartir su comida con otros peregrinos, a hablar con los paisanos. Vienen deseando no solo conocer las playas o el paisaje, sino el interior, el carácter de la gente, la gastronomía o el patrimonio histórico y cultural», opina.

Las celebraciones del Xacobeo, cree Elviro que «pueden ayudar bastante a su difusión, aunque tampoco queremos que pueda llegar a los extremos del Camino Francés, muy masificado y donde se pierde su esencia, a nosotros nos gustaría conservarla porque ese perfil de peregrinos tiene mucho que aportar»

Otra cosa es, efectivamente, que todos los peregrinos, que insistimos en que no son un grupo homogéneo ni en actitud, gustos ni en preferencias, encajen o no dentro de esa definición que las administraciones suelen hacer de ellos, pues además estarían dentro de otras iniciativas tendentes a superar esta marcada estacionalidad veraniega, entre las que estarían el teletrabajo y las actividades culturales


El 17 de diciembre de 2020, Diego Díaz Alonso publica un extenso reportaje en la página Nortes de Público, sobre gente que se ha establecido con el deseo de aplicar, cad uno en su campo, estas ideas para hacer que Llanes sea un concejo muy vivo también todo el año. Esta es la introducción del mismo:
"Conocido sobre todo por su fabulosas playas a los pies de los Picos de Europa y la sierra del Cuera, Llanes tiene 13.600 habitantes, una población que en los meses de verano, dependiendo de la temporada, puede llegar incluso a multiplicarse. Fuera de la temporada alta el concejo tiene los mismos problemas de pérdida de población, éxodo juvenil y envejecimiento que casi cualquier otro lugar del medio rural asturiano. 2020 comenzaba con 71 habitantes menos para este municipio del extremo oriente asturiano, casi pegado a la frontera con Cantabria, que lleva años siendo uno de los símbolos de las campañas de promoción turística del Principado de Asturias. El coronavirus ha supuesto sin embargo una pequeña revolución demográfica que aún está por ver si se mantiene. “Notamos que bastante gente que se vino en la desescalada a teletrabajar a su segunda residencia ha decidido quedarse a vivir aquí, ya de forma permanente, y eso también se nota una pequeña subida en la matriculación de niños en los colegios” comenta Marisa Elviro Santos, concejala de educación y cultura del Ayuntamiento, e integrante de Vecinos por Llanes, formación municipalista que ostenta la alcaldía desde 2015, gracias a un complejo pacto de gobierno a cuatro bandas que incluye también a IU, Foro Asturias y el PP.

Elviro se muestra esperanzada con los brotes verdes que percibe en el concejo desde la desescalada, cuando mucha gente empezó a plantearse lo de convertir su destino de vacaciones en residencia habitual. “Es una tendencia que se ve tanto en personas mayores, como en gente joven que quiere vivir de otra manera” señala Santos, que cree que hay muchas personas en las ciudades que quieren llevar vidas “menos estresantes, más en contacto con la naturaleza y más humanas, donde conozcas a tus vecinos, y no sean unos extraños”. Ella misma es un ejemplo de ello. Nacida en 1957 en Cáceres, estudió historia del arte en Madrid. Allí conoció a Vicente Sobero, artista natural de Cue, una pequeña aldea a escasos kilómetros de la capital del concejo. Lleva 40 años viviendo en el concejo, y no se arrepiente del cambio de la gran ciudad por el pueblo, aunque le encanté Madrid “para pasar una semana”

Seguidamente se nos comenta en el reportaje de más casos concretos de gente que ha venido a asentarse en Llanes, desde cineastas hasta músicos y artistas...
"Marisa Elviro Santos cree que Llanes tiene grandes atractivos para quedarse a vivir, y no solo por la belleza de sus paisajes, sino también por la calidad de sus servicios. Entre ellos destaca la cultura. “Aunque no sea percibida como un bien de primera necesidad, el confinamiento ha servido para que nos demos cuenta que necesitamos la cultura casi a diario en nuestras vidas, ya sea viendo películas o series, escuchando música, leyendo…”. Desde su concejalía se está apostando por una fuerte renovación y ampliación de la oferta cultural del concejo, con actividades infantiles, magia, teatro, música de todos los estilos, desde clásica y tradicional asturiana, a jazz, rock o indie…

“Queremos que la oferta sea lo más variada posible, de calidad y gratuita, y también que no se quede concentrada en la capital, sino que salga a todos los pueblos del concejo” apunta Santos, que está muy satisfecha de la respuesta que están teniendo las actividades en las que este mes de diciembre destacan nombres propios como los de la cantautora alemana Fee Reega, el cuarteto de jazz Buen Suceso o el dúo de post-folk L-R. La escuela de música y los talleres de teatro también forman parte de esa nueva apuesta cultural que no solo busca satisfacer las demandas de los habitantes de Llanes, y muy especialmente de las familias con hijos pequeños, sino también atraer visitantes al concejo durante todo el año. “Llanes tiene unos meses de verano con mucho turismo, y lo que queremos es ir desestacionalizando, recibir visitantes todo el año” señala Santos, que apunta a la montaña, la naturaleza, la gastronomía, los eventos culturales y los yacimientos arqueológicos como principales atractivos fuera de los meses de verano"

Pero el verano es lo que es y las cifras siguen ahí, no hay más que acercarse a Llanes en julio o agosto, insistimos, cuando pasan también más peregrinos y ver sus pueblos y playas, como esta de Barru 


Llegados al enlace con el camino que comunica L'Arenal con la carretera podríamos ya salir a ella y continuar por la ruta xacobea marcada oficialmente, pero nosotros preferimos tomarla un poco más adelante, en El Xiglu, para recorrer la playa


Para ello nos dirigimos a el parking, que en verano está regulado, y continuamos todo a la larga caminando enfrente del hotel


Para disfrutar de las vistas habremos de seguir por las barandillas del corto paseo marítimo aquí existente, el cual toma seguidamente un sendero sobre el acantilado para llegar a El Xiglu


Por supuesto también se podría cambar por la playa, pero si pasásemos en verano, día de sol y a medio día o tardes sería harto complicado hacerlo esquivando sombrillas, ajuares playeros, ni pisando balones, flotadores o toallas, o sin tropezar alguna vez con alguien... y no es broma


Por ello se dice que Barru, como tantos lugares, es un lugar ideal para ser visitado al acabar la temporada, en otoño, o junto antes de que esta empiece, en primavera. La mar suele estar más brava y la falta de salvamentos junto con la frialdad de las aguas desaconsejan el chapuzón pero el oleaje y la tranquilidad que se respira serán un auténtico espectáculo de sensaciones solo con camina por ella o sobre ella...


Pasaremos pues la rampa de acceso y seguiremos por el aparcamiento, aquí sin coches


Y esta es la preceptiva placa informativa sobre las características de estas playas


Mapa de L'Arenal y Sorraos, con los 200 metros de la zona de baño permanente, accesos, papeleras, botiquín, puesto de información, duchas, etc.


Y mapa de los concejos de la zona oriental asturiana, al este del Sella y entre este río y el Deva, de la costa a los Picos de Europa y Los Beyos


Al lado, otro panel más pequeño, este dedicado a las filmaciones de películas o series realizadas en este lugar


Las ya reseñadas de El PorteroHistoria de un beso y la serie La Señora. Este tipo de señalética, colocada a partir de abril de 2009, es muy habitual en este concejo tan cinematográfico dentro del itinerario, o itinerarios, Llanes de cine, explicado de esta manera en la página Turismo en Llanes:
«Llanes de cine» es el nombre del proyecto turístico y cultural puesto en marcha por el Ayuntamiento de Llanes con el objeto de poner en valor los numerosos escenarios naturales del concejo que han servido de platós para el rodaje de infinidad de largometrajes, cortometrajes, documentales, anuncios, video-clips, series de televisión y promociones de programas de televisión.

De esta forma, el Ayuntamiento pretende también rendir un homenaje y mostrarles su gratitud a los directores y productores que eligieron los paisajes llaniscos para hacer realidad sus sueños cinematográficos.

El itinerario cinematográfico, que no incluye la totalidad de las filmaciones hechas en el concejo, permite visitar hasta 25 lugares en los que se rodaron más de 42 secuencias de 18 largometrajes, 3 series de televisión y 1 cortometraje. En las localizaciones se encuentran instaladas unas señales que informan sobre la película rodada allí, el año de estreno y el director. Otras señales instaladas en las zonas más transitadas cercanas a las localizaciones informan sobre el recorrido completo, detallando todas las localizaciones y películas."

"Asturias, paraíso cinematográfico" es como titula Ángela S. Cifuentes su artículo para El Comercio de fecha 4-10-2016 en el que incide en esta temática cinéfila de los fotogénicos escenarios asturianos:
"El paisaje verde, grandes edificaciones, el mar y la montaña a un paso... Son algunos de los motivos por los que Asturias se ha convertido en un reclamo cinematográfico. En los últimos años han sido muchas las películas que se han rodado en la comunidad. El concejo de Llanes es uno de los escenarios que más llama la atención a directores y productores cinematográficos (...)

Esta condición que tiene Asturias como escenario perfecto para el cine no solo contribuye a difundir el nombre del 'Paraíso Natural, sino que ha servido para fomentar el turismo en la región. Algo que saben muy bien en el oriente de la región, en donde en 2009 pusieron en marcha un proyecto para dar a conocer los rodajes llevados a cabo en el concejo llanisco, bajo el nombre de 'Llanes de cine'. El itinerario cinematográfico, aunque no incluye la totalidad de las localizaciones, permite visitar hasta 25 lugares diferentes, dotados de fotogramas e indicaciones que harán las delicias de los amantes del séptimo arte"

Verano y otoño, los grandes contrastes, si bien a principios de septiembre la afluencia aún puede ser muy notable en días de buen tiempo y fines de semana, a finales del mismo mes ya ha bajado muy notablemente hasta casi desaparecer en octubre, a no ser algunos paseantes, visitantes atraídos por el final del bullicio, o alguno de los pocos vecinos permanentes del lugar

Comprobamos entonces, sin gente, la suprema bellas de esta concha, casi piscina natural y casi cerrada entre las islas...

La Punta Sorraos y la Isla Sorraos o de Ramón desde el paso de L'Arenal

Según del ángulo o lugar desde el que la veamos la isla presenta formas notoriamente diferentes

La Isla Foro, por su parte, no presenta para nosotros tanta diferencia desde este recorrido pues siempre la vemos por su lado este, con la ladera de los árboles y su forma triangular que se asemeja a una pirámide, con El Castru Lladrón a la derecha...

El Lladrón que va ocultándose tas los acantilado isleños...


Pero según se va El Lladrón, empezará a asomar, a la izquierda, La Lladrona...


Más allá del istmo de El Xiglu, El Castru la Lladrona o Castru Cuevamansu era otro de los escollos a franquear por parte de los marineros que entraban o salían del puerto de El Vau. Al fondo de nuevo La Punta Prietu


Escaleras de la playa. La explanada presenta un poco de cuesta en dirección a El Xiglu



El hotel a nuestra izquierda, con sus corredores y galerías inspirados en la arquitectura popular asturiana mirando a la playa


Una barandilla de madera separa el aparcamiento de la arena. Aquí suelen dejarse las bicis, debidamente aseguradas por supuesto


Aquí mismo acaba el suelo asfaltado y comienza la senda sobre el no muy alto acantilado...


La playa al caer la tarde, cuando la mayor parte de la gente ya se ha ido. En el reportaje del programa Vamos a la playa de la Televisión del Principado de Asturias (TPA) podréis verla cuando está a tope (a partir minuto 9:30)


El mismo escenario a finales de septiembre, "con toda la playa para nosotros"


Ahora asoma allí de nuevo El Castru Llubeces, más allá de Sorraos


La cara oeste y suroeste de castru, la que nos quedaba por ver, aparte de la norte, para lo que ya tendríamos que hacernos a la mar...


Las olas baten los acantilados y van horadando las partes más blandas de la roca, formando cuevas. Estas peñas, islas y castros vienen a ser el testigo de la antigua línea litoral


Avanzamos un poco más, ya por el sendero, y ya vemos a la derecha de El Castru Llubeces La Punta Borizu


Desde la parte más alta de aquellos prados es desde donde se ve la famosa Cabeza de Cristo, fotografiada por primera vez en 1954 a raíz de una excursión en la que estaba el fotógrafo José Antonio García Sánchez, de Foto Pepe, encabezada por Doña Manolita, esposa de por el entonces propietario de la finca, el farmacéutico Tomás Vázquez-Azpiri


Doña Manolita le contó al fotógrafo que desde el acantilado había un lugar en el que, viendo su borde tapando el castru menos su parte superior, la unión de ambos producía el efecto óptico o pareidolia de una muy nítida cabeza de Cristo con su barba, nariz, cavidad ocular, pelo y cabeza con la corona de espinas, en concreto la parte derecha de su rostro, para lo que también habían de intervenir la luz y las olas, además de la propia forma de la pared del acantilado


El fotógrafo volvió varias veces durante los días siguiente y sacó innumerables fotografías, hasta que una fue la perfecta, hasta que una fue la perfecta, editándose como postal y siendo un rotundo éxito de ventas. Veinte años más tarde regresaría y haría la misma operación para conseguir la misma foto en color, sin trucos pero con un secreto que tal vez tenga que ver con el día y la hora de la marea, aunque nunca a nadie desveló, pues falleció a los pocos meses...


Y así es la magia de la costa de Llanes, concurridísima y muy atractiva, así como con mucha magia, historia y secretos para contar...


Desaparece la baranda y sigue la senda. Los automóviles aparcan y llegarían al borde del cantil de no ser por unos mojones balizando este estrecho margen, que no obstante nos sobra para ir andando, pero mejor en fila india...


La playa y el turismo fueron abordados varias veces en los conceyos vecinales de Llanes, este es el resumen de uno celebrado en Barru el 6 de octubre de 2016 en la Casa Conceyu de Barru, cuando aún no había Plan General de Ordenación. Está en la página Yesllanes:
"Quizás los asistentes a esta reunión fueron los más incisivos a la hora de expresar hasta qué punto se sufren las consecuencias de la masificación turística. No es sólo que el saneamiento y todos los servicios se resientan en los meses de mayor afluencia turística, es que el tráfico constante de personas y coches que soportan provoca verdadera ansiedad, tensión entre locales y turistas y finalmente la sensación de que este modelo de desarrollo lo soportan los vecinos y para muchos no compensa. Falta equilibrio. Se trasluce la controversia entre el que vive del turismo y el que lo padece, entre el que pudo vender su finca a tiempo y el que se quedó con la expectativa. Sin embargo todos están preocupados por la degradación del entorno natural, el fin de la agroganadería y el paisaje de casas desocupadas y aislamiento que la estacionalidad del turismo y estar sin PGO provocan. Rechazan la construcción de bloques de viviendas"

Esta parte del acantilado está cubierta de vegetación marina. Según subimos seguimos contemplando excelentes panorámicas de la playa...


A la izquierda un ejemplo de las tensiones urbanísticas acontecidas en Llanes. En aquel solar fue derribado un edificio hotelero por orden judicial. Al otro lado de la finca pasa la carretera y se extiende la vega de El Llagu y La Bárcena, donde al decir de la tradición habitaba una ayalga o encantada, hechicera que guardaba un fabuloso tesoro, leyenda recogida por el poeta de Cadexana, Celso Amieva, en sus versos La Ayalga del Sumidorio:
La ayalga está en la sima sin luz del Sumidorio
y reina en lo profundo de su minero emporio.

Buscando en el amor lo absoluto imposible,
en las tarde invernal, con ansia indefinible

Llego a la sima donde la Bárzana se vierte
lo mismo que la vida derrámase en la muerte.

Boca abajo en el borde voceo:-¡Ayalga, ayalga,
que tu secreta ciencia de las simas me valga!

Un corazón me atrae con atracción de abismo
-corazón de mujer o sima, que es lo mismo-

Respóndeme tú, puesto que yo no me respondo:
¿del corazón que digo podré bajar al fondo?

Distante, sepulcral, óyese en la espelunca
el grito de la ayalga que dice:-¡ Nunca… nunca!

Allí sí se han construido edificios en altura y urbanizaciones. En la distancia las peñas de Los Resquilones y a su izquierda el alto de La Tornería, que lo unen a la Sierra Cuera por El Texéu


Sigue este precioso sendero natural de tierra pisada en suave y cómodo ascenso pasando junto a unas palmeras sitas a nuestra izquierda. Abajo las sombrillas y el coche del servicio de limpieza de playas, presente todas las mañanas del verano lo más pronto posible


Turismo sostenible y desestacionalizar, diversificación de actividades y evitar se pierda la esencia de los pueblos, pero a la vez recuperar clientes perdidos con la Crisis del Covid, el turismo extranjero, que es un reto planteado a raíz de la pandemia... 


El camino avanza en cuesta entre setos y helechos dando vista a El Xiglu, Cuevamansu y la pared acantilada de La Peña los Cuervos


Estos parajes estuvieron habitados desde hace milenios, floreciendo especialmente la cultura única del asturiense cantábrico, uno de cuyos yacimientos más importantes han sido localizados en la cercana cueva de Fonfría, al lado de Niembru. Cazadores y recolectores que aún no practicaban agricultura ni ganadería, su gran aporte a la historia, además de ser sin duda la civilización costera por excelencia inmediatamente anterior al Neolítico, está en el aprovechamiento de los moluscos de este litoral, por lo que sus detritus son llamados los concheros asturienses, grandes montones de cáscaras de llámpares (lapas), bígaros y otras especies, extraídos con su herramienta emblemática, el pico asturiense


Nuevos descubrimientos arrojan luz sobre aquellas y otras civilizaciones costeras, explicadas así bajo la coordinación del catedrático Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar para el libro Llanes y Ribadedeva de la colección Asturias concejo a concejo del Real Instituto de Estudios Asturianos:
"Sin duda, es el concejo de Llanes el que mayor peso ha tenido en la definición del asturiense como horizonte cultural, no en vano fue en una de sus cuevas, El Penicial (Nueva) donde se identificó por primera vez, y en otra, La Riera, donde se pudo atestiguar su cronología postpaleolítica. Si a esto unimos el largo repertorio de cuevas y abrigos con restos asturienses que jalonan la geografía llanisca desde Nueva hasta Santiuste, vemos cómo Llanes puede hablar con voz propia de aquellos hombres que ocuparon su territorio a lo largo de casi cuatro milenios

La expresión más genuina de esta etapa la constituyen los concheros, grandes acumulaciones de residuos alimenticios formados fundamentalmente por conchas de moluscos y en menor medida restos de casa que se encuentran generalmente cementados en las entradas de las cuevas que en ocasiones llegaron a obturarse casi totalmente. Junto a ellos suele encontrarse el denominado pico asturiense, un tosco útil realizado sobre un canto de cuarcita al que se le procuró una aguzada punta y que se revela como una eficaz herramienta para la recolección de moluscos y rotura de caparazaones" 

El Castru Llubeces y La Espeya a lo lejos. Salvo excepciones esta cultura asturiense se circunscribe a la plataforma litoral, aunque han sido localizados asentamientos más al interior, en las vías naturales de penetración a través de los valles. Parece que en cierto momento se entra en contacto con gentes portadoras de los primeros rasgos de neotilización y existe un intercambio de útiles y tradiciones. Es entonces cuando, de la misma manera que en los concheros aparecen las primeras vasijas cerámicas en los campos de túmulos de aquellos primeros neolíticos se encuentran picos asturienses, que además de instrumento debía de tener una profunda carga simbólica, sin duda respecto a su dueño y/o fabricante


Una muestra de lo que fue en tiempos un caballo de Troya de las construcciones en primera línea de costa, este edificio en ruinas


Atrás quedan la parte oriental de L'Arenal y Sorraos


La Isla Ramón, El Castru Llubeces y la Punta Boriza con sus acantilados, Playa la Tayada, finca y península


Llegados al arruinado edificio, que tiene forma de chaflán, salimos a un prado en el que veremos a la derecha las escaleras de acceso a El Xiglu


Si hubiésemos venido andando por la playa habremos de subir aquí por ellas para continuar camino


Es un lugar ideal para despedirnos de la Playa Barru hasta nuestra próxima visita, pues el lugar bien merece nuestro regreso


El topónimo El Xiglu puede que tenga que ver con xigal y similares, lugar de xigos, cantos o piedras sueltas, como es habitual en los pedreros, tal que este, donde se forma una acogedora piscina natural y mana una fuente submarina de agua dulce


A partir de aquí nos separaremos de lo que es estrictamente la orilla del mar para dirigirnos al interior y sortear la ría de El Vau, donde está la ribereña playa de La Entrada. Luego, y Salvo que realicemos algún desvío extra a Toranda, a Torimbia, el trazado del Camino Norte oficialmente señalizado tendrá su próxima playa en San Antolín, antes de Naves


Por ello, en este prado al pie de La Peña los Cuervos y habilitado también como aparcamiento, nos separaremos del acantilado y nos dirigiremos a la izquierda, comenzando nuestro trayecto hacia el interior, no sin antes advertir que a lo lejos disponemos de un chiringuito de playa, El Xiglu, con preciosa terraza sobre el mar, fundado en 1981 por Miguel Ángel


Bordeamos el edificio destartalado pasando frente a sus escaleras de acceso, y siguiendo las rodadas de vehículos marcadas en la hierba nos encontramos con una bifurcación


Cualquiera de los dos dos caminos van al mismo sitio, la calle que comunica con la carretera local, a la la altura de aquella quinta que vemos más allá de los árboles de esta finca, hacia la que ya nos encaminamos abandonado las playas


A la calle llegamos por este portón frente a este bloque de apartamentos, que suele estar abierto, al menos en verano, sino habríamos de emplear el otro camino


Placa en la fachada del edificio


A partir de aquí el suelo es de asfalto y pasa entre el bloque de pìsos y esta vivienda unifamiliar


En ella y sobre el camino, un hórreo en miniatura, luego seguimos entre setos y muros de las fincas


Enlazamos con la pista que viene del parking de L'Arenal y continuamos todo recto sin pérdida


A la izquierda otra pista que atraviesa la finca entre ese aparcamiento playero y la LLN-10


Las instalaciones de Kaype-Miramar vistas desde su lado oeste...


También aquí corredores, galerías y buhardillas mirando al sur, a la sierra...


Sidrería y zona de terrazas en el llamativo edificio rojo del cruce 


Chalet y finca, muro de piedra cubierto de hiedra y hortensias, así como un elegante árbol ornamental


Otra finca, esta abierta, a la izquierda, con algunos frutales


De frente, la parte de atrás de los edificios y dependencias del Hostal de la Playa, cuya entrada principal está en la LLN-10


El camino sigue a la izquierda...


Y llegamos a esta encrucijada arbolada ante las urbanizaciones situadas al interior


Y en el cruce un gran pino señala el lugar en el que salimos a la LLN-10, retomando el Camino Norte propiamente dicho en su recorrido oficial por Barru


De frente, la calle Ribera del Llagu recuerda el antiguo lago existente en La Bárcena y del que hemos hablado antes con los estudios toponímicos de Álvarez Castrillón


Vemos las terrazas de la cafetería y restaurante del hotel y vamos a la derecha


Lo óptimo sería cruzar y tomar la ancha acera que recorre la urbanización siguiendo la carretera


Conforma una calle netamente urbana con un poco de cuesta muy liviana


Aquí tenemos la concha xacobea que ejemplifica nuestro regreso al Camino, aquí ahora ya escrito con mayúsculas


Esta acera es como un bulevar que nos llevará a la parte histórica del pueblo de Barru, un buen y ancho paso para paseantes que es una pena y un peligro que se acabe con las urbanizaciones antes de llegar a él


A la derecha, la fachada y entrada principal del Hostal de la Playa


Volveremos a ver también flechas amarillas pintadas en las farolas, confirmando que vamos siempre en buena dirección


A la izquierda las casas de la urbanización de chalets


Seguidamente y a la derecha una artística verja y portón en una finca muy arbolada


Aquí acaba esta rampa, la carretera empieza a llanear


Aquí se acaba también el precioso bulevar, cruzamos y seguimos por la LLN-10


Al cruzar veremos a la derecha la entrada al Aparthotel Trébede, con su portón hecho con dos ruedas de carro de labranza, las ruedas de radios o rayos, pintadas de vistosos colores


De frente las casas de La Rabea y detrás de ellas el bosque de El Cuetu, en la finca La Granja


Aún aquí, un buen tramo peatonal nos libra de tener que ir esquivando coches de la carretera, transitadísima de vehículos, y también de viandantes, en verano


A lo lejos se divisa el monte, plantado de eucaliptos, que limita y cierra el estuario por el sur y es llamado L'Arite. En 1328 aparece como La Riestra en los documentos del monasterio de San Salvador de Celoriu. De aquella había castañales


A nuestra derecha es la ladera sur de La Peña los Cuervos, toda ella también muy boscosa, como El Cuetu


Aquí en La Rabea acaban las urbanizaciones el entorno de L'Arenal o Playa Barru y la carretera comienza a bajar poco a poco...


Al fondo ya reconocemos alguna de las casas en el entorno de la ría. Tal y como dice Ávarez Castrillón, Villaescusa, o Villaescusa del Mar Menor, era el antiguo nombre de Barru cuando aún pertenecía a Celoriu, actualmente solamente se reconoce como tal una casa a medio camino entre los barrios de L'Aldea y La Corrada, la cual estaría al otro lado de El Cuetu, en el entorno de la capilla de la Magdalena y la Casa Conceyu


Mar Menor es un evidente hidrónimo que tiene que ver con el estuario al que nos acercamos, mientras que Villaescusa tal vez tenga que ver con el latín excusam, excusada, despojada o liberada de un cargo, posiblemente algún tributo, prebenda, privilegio, etc., relacionado con sus antiguos dueños los monjes benedictinos del cenobio de Celoriu, , o simplemente liberada o despojada de agua, esto es, en seco, a salvo de las mareas que llenan la ría en pleamares, opción que nos da Álvarez Castrillón. También pensamos en su posible relación con aqua esclusa, agua cerrada o separada (de ahí la palabra esclusa), por lo que estaríamos asimismo ante un hidrónimo


Y aquí lamentablemente como decimos es cuando desaparece nuestro espacio peatonal y hemos de caminar arrimados a la cuneta


A la derecha parece ahora hay un poco de espacio en la vereda contraria, pero puede ser complicado cruzar con mucho tráfico, pues además no hay paso de peatones ni nada, solamente una señal que advierte a los conductores del posible cruce de peregrinos


Además, seguidamente viene una bifurcación, en la que habríamos de seguir de frente, carretera abajo


Pero a la derecha veríamos ya desde aquí un detalle que nos anuncia que llegamos, no solo ya a la ría, sino además a uno de los lugares más emblemáticos de la costa llanisca...


Aún no vemos El Vau, el histórico estuario de Marmenor, pero sí la iglesia que se levanta sobre él, la iglesia parroquial de Santa María de los Dolores de Barru, construida cuando la parroquia se independizó de Celoriu sobre ese puerto natural de abrigo, y donde está enterrado, en su Cadexana, Celso Amieva, a medio camino con el barrio de Niembru, una de tantas nemetobrigas europeas, fortalezas sagradas o del bosque sagrado, que conoceremos a continuación...




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