La Espasa: playa, venta y río |
La Venta de La Espasa guarda el testimonio del paso secular del Camín Real de la Costa en el cruce del río homónimo, La Espasa, río que hace de frontera y paso del concejo de Caravia a Colunga. Aquí por ejemplo comió y se hospedó el ilustrado prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, cuando recorrió estas tierras, el 27 de septiembre de 1790, en sus pesquisas para hallar yacimientos mineros pero que, además, de paso, anotaba asimismo todo lo que juzgaba de interés, desde la "rústica pero abundante y buena comida" al paisaje del "país llano sobre la costa, bellísimo en extremo"
Al lado, el puente de la carretera N-632, en origen (año 1885) carretera de La Espasa a Ribadesella y luego carretera Ribadesella-Canero, es por donde han de pasar los peregrinos, salvo que prefieran vadear el río descalzos y cruzarlo hasta La Venta, decidiendo luego seguir todo por el Camino de Santiago oficial directos a la villa de Colunga, capital del concejo, o bien tomar el camino alternativo a La Isla, donde hay varios albergues, uno de ellos público y orientado en exclusividad a los peregrinos
"Los últimos metros de este tramo se hallan perdidos, fenómeno que se repite con frecuencia en el concejo, ya que el peculiar trazado de la vía por una zona de gran actividad erosiva ha facilitado el progresivo desdibujamiento de su planta"
"En el arenal de la playa de la Espasa, con la sierra del Sueve de fondo, Playa Madre se ha convertido en uno de los lugares –una mezcla entre chiringuito y festival– en los que la diversión está asegurada
Con su enorme tipi, bajo el que encontrarás la barra, y junto a él un escenario, la programación de música en directo, exposiciones, pop-ups, exhibiciones, jornadas gastronómicas… al aire libre, es de lo mejorcito de la zona. Sin olvidar la fantástica ubicación y una carta que permite picar algo mientras asistes a la puesta de sol."
Una imagen del mismo lugar, también en verano pero sin gente, poco después de amanecer. Al fondo los blancos y resplandecientes edificios de apartamentos de la urbanización de Entreplayas en El Barrigón, ya en Colunga, por donde proseguirá el Camino tras dejar atrás La Espasa
"Prima la improvisación, el olor a combustible, la llovizna y la sal predominantes en la playa La Espasa de la provincia norteña española. Es un encuentro anual que convoca a una cultura liberal que hace un culto del Café Racer, el surf y el rock pesado.
Durante tres jornadas, amantes de las motos retro, el surf y la música rockera se congregan todos los años en el Motorbeach, un festival polifacético que se realiza en un enclave geográfico donde proliferan la lluvia y la sal.
En la Playa La Espasa, de Asturias, España, la humedad y el salitre se impregnan con la nafta y crean una atmósfera especial para propiciar un sinnúmero de actividades propias de la cultura motera radical.
En un informe publicado por ABC.es, se describe la séptima edición del Motorbeach, el Motorbeach 2019, al que califica como “el festival de motos más alocado y esperado del territorio español”.
“Surf, motos, coches clásicos, Rock and Roll, skate, buena gastronomía cerca del mar, con la amenaza siempre presente del amado-odiado orbayu -como dicen en Asturias al calabobos (llovizna persistente)-. Una mezcla auténticamente explosiva”, sintetiza la nota.
En definitiva –dice ABC.es- “este Motorbeach 2019 ha sido una pequeña ciudad, organizada por y para disfrutar de las motos, con exposiciones de clásicas de fabricación propia, puestos de artículos moteros, una zona de skate, el gran Donut -un circuito Dirt-Track homologado donde atrevidos pilotos compiten por ganar-, Food Trucks con diferentes propuestas gastronómicas, caravanas y furgonetas, desde los años 60 en adelante, reformadas con mimo y buen gusto”.
Según los propios organizadores la filosofía del Motorbeach Festival “es clara y conocida, ‘una apuesta vocacional por la playa y el surf más espontaneo, el single fin; es una apuesta por la autenticidad, las esencias de la cultura rock&roll, el motor custom y el estilo Café Racer, por la creatividad de nuestro mundo, la comunicación y convivencia en la naturaleza; por el respeto y la diversión, por la fiesta y la solidaridad"
"Es difícil, sin conocer previamente el terreno, emitir un juicio acerca del origen etimológico de los topónimos del tipo El Visu, El Viso, dado que, fonéticamente, pueden provenir tanto del término formado sobre el participio de videre ‘ver’, esto es, V¯ISUM ‘acción de ver’ (OLD) como de ABYSSUM ‘abismo’ (abismus). La dificultad se agranda más dado que en muchas ocasiones un abismo puede coincidir con una gran elevación que sirve de atalaya o punto de observación "
«un paseo entre Morís y la Espasa por el camín real, que ahora llaman de Santiago, a la orilla de playas y acantilados»
«un buen paseo, un partido de lo que sea, un baño o tomar el sol en las playas de Morís, la Tuerba, la Beciella, el Visu, Moracey o la Espasa y pulpear por los pedreros o caleyar entre prados y pumaradas»
Al ir retirándose las aguas, y sobre todo en verano, cuando el río baja con poco caudal, se hace factible continuar todo por la arena hacia la Playa'l Barrigón, descalzándonos para cruzarlo y dirigirnos a El Piñoble, y luego continuar hasta la Playa la Isla
Ahí primeramente tenemos el Hotel Bahía (edificio blanco de ventanas alargadas en su piso alto) y el Marejada Hostel, antiguo albergue turístico El Furacu. Por allí podremos ir dejando la arena para tomar la rampa a El Terreru, el paseo marítimo, actual Avenida Enrique Hidalgo
Ahí está la iglesia de Santa María de Tona, que fue parte de un antiguo monasterio ante el mar. A la derecha asoma El Peñón, llamado a veces El Peñón de les Ánimes. Una línea de rocas señala el lugar por el que, posiblemente hasta el siglo XIX, estuvo unido a tierra como una península
El Peñón o Peñón de les Ánimes, del que reconocemos ahora bien su cueva subterránea con dos entradas, cual galería pétrea que lo atraviesa de lado a lado. Es también llamado El Castiellu o La Isla'l Moral, donde hubo un castillo de época altomedieval, propiedad del conde Piniolo. Se hallaron restos de muralla con aparejo de cal y trozos de cerámica prerromana, romana y altomedieval
Más a la izquierda El Barrigón, que en marea alta casi desaparece como playa, llegando las olas hasta El Piñoble y La Punta'l Cuervu
En ese caso, quienes opten por ir a La Isla han de evitar el vadeo del río y continuar por el arenal, tal y como proponemos en las buenas bajamares, y seguir el trazado oficial del Camino de Santiago por el Puente la Espasa hasta la N-632 y allí separarse de la ruta a la villa de Colunga en el lugar indicado
"Siempre iba por la zona de La Isla, en Colunga. A mi mujer le decía: cuando tengamos algo de dinero compramos una casa por aquí. La parte de Caravia era mucho más barata. Metiéndonos en una hipoteca, como todo el mundo, y como aún no había autovía, todo era mucho más barato en Caravia. Estamos hablando del año 1990. Mi padre me animó a comprar, me dijo: la autopista va a pasar por la costa, es lo que está pasando en todos los países; tú compra ahí que seguro que aciertas. Y así fue, por cuatro perras compré una casina con terreno ahí en la misma playa de La Espasa. Había más como yo que veían el potencial de la zona: esto es muy guapo y triunfará. El problema que había entonces eran los vertidos en la playa de La Espasa de la mina de espato flúor, que en su día estuvo limpiando mineral durante muchos años y lo llevaba la marea. Levantaba lodo y la playa no estaba muy bien. Pero como el espato flúor entró en crisis porque México producía más y más barato, la mina cerró. Y eso fue la salvación. La gente ya se animó más a venir por aquí. Llegó a haber en Caravia unas seis minas de espato flúor, me decían los del pueblo. Yo soy muy aficionado a los minerales y tengo muchas fluoritas de la zona. Ahora no hay ninguna mina ya en el concejo. Queda una en Gobiendes, en Colunga, y otra, la mina Ana, entre Ribadesella y Caravia"
Observemos que sigue la pared de rocas de contención en el terreno sobre el que discurre del Camino, cuyo terreno se ensancha un poco en este lugar, con un poco de prado a su derecha
"En aquella época, el turismo terminaba en La Isla, en el concejo vecino de Colunga. Tenía Caravia pocos servicios. Para que te des cuenta de cómo era aquello, no había ni recogida de basuras, no había ni alumbrado público, aunque suene a ciencia-ficción. Fue hace treinta años. Cada uno teníamos nuestra farola para alumbrar, que pagábamos nosotros y todo lo que se hacía era con cooperación de los vecinos, que estábamos muy unidos para estas cosas. Se formó una asociación y con ella se lograron cosas muy importantes. Hicimos un proyecto para una especie de aprovechamiento de las zonas de dunas de La Espasa con la colaboración uno que era ingeniero de caminos. Aquel proyecto empezamos a moverlo por todas las administraciones y no tuvo éxito, hasta que llegó a Europa. Estamos hablando del año noventa y poco. Europa nos dio 160 millones de pesetas, que en aquella eran muchas perras. Se creó un aparcamiento muy grande en La Espasa, el que hay actualmente, y se hizo el paseo, se instaló alumbrado público, con lo cual se empezó a alumbrar también el resto de las viviendas. Empezó aquello a progresar. Ya en los años 2000 el ayuntamiento empezó a tener un poco más de dinero, porque la gente edificaba, y empezó a haber poner recogida de basuras. Pero no había depuradoras. Había una que era una cosa mínima cerca de unas cuantas viviendas. Caravia baja no tenía depuración, Caravia alta, tampoco…"
"Antes tardabas hora y media o más, según el tráfico. Recuerdo que cuando nuestra hija era pequeñina llegaba siempre vomitando por todas las curvas de La Campa… Aquello era horrible. Y ahora, en poco más de media hora, llegas desde Oviedo. Es otro mundo. Ahora, en el momento en que tienes un poco de tiempo libre, nos decimos: vamos a tomar un café a La Espasa y a segar. Ahora puedes hacer eso. Antes, imposible".
"Gracias a la autovía el pueblo no se despobló. Muchísima gente había marchado a trabajar y aunque, alguno volvió después de jubilado, la gente se hacía mayor en todos los pueblos y el censo disminuyó mucho". Pero vino nueva gente"
"Se hizo una urbanización en Caravia Baja. Una urbanización bien hecha, que respeta un poco la tipología de la zona, que se vendió muy bien y con mucho éxito. Luego también en Caravia Alta. La suerte es que todo son viviendas unifamiliares, no se hizo ninguna barbaridad como se hizo en La Isla. Ves la costa de Caravia y es una maravilla. Pasa toda la ruta del camino de Santiago al lado de la playa"
"Hubo un plan urbanístico que no triunfó porque no estaba bien hecho. No sé si lo debo decir, pero unos cuantos vecinos, casi la mitad de los vecinos, hicimos un escrito y lo presentamos a la CUOTA (Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio) y lo paró rápidamente porque teníamos razón. (La CUOTA aprobó en 2009 el plan vigente que rebajaba en 600 viviendas las pretensiones originales del ayuntamiento). Gracias a eso se paró y, ahora, lo que se está edificando es poco a poco y con orden. La sociedad civil se movió, como ocurrió en el caso del proyecto para la playa, y paró aquel plan urbanístico, que no es que fuera mala idea paro era desproporcionado para Caravia. Tras la crisis de 2008, hubo unos años en que la construcción estuvo parada, porque estaba parada en todo el país. Pero ahora volvió el boom y todas las parcelas, por lo menos las que están cerca de mi casa, ya están vendidas y con precios caros que los de aquí no podemos pagar. Pero los de Madrid tienen perras, sí (risas)"."Date cuenta de que Caravia, la mitad del territorio, está en el Paisaje Protegido de la Sierra del Sueve y eso es una maravilla. Te llega hasta la carretera general la zona protegida. Esa fue a otra gran suerte que hubo, ahí no se puede edificar nada. Y si se edifica al lado de la costa es con viviendas unifamiliares o pareados"
"Las bicicletas eran indispensables, no sé dónde las guardaban mis padres entre verano y verano. Se iba mucho a coger moras, y cuando llegaban las grandes mareas de final de agosto, íbamos muy pronto por la mañana, con los esguileros al lugar del Camarón, a las rocas entre el Barrigón y la Espasa. Con la fiesta de la Velilla, la virgen de agosto, nos traían a casa una capilla con una virgen, a mí me impresionaba bastante. A veces nos llevaban nuestras tías al rosario vespertino en la iglesia: allí como ya he contado, lo más llamativo eran los reclinatorios familiares, es decir grabados con el nombre de las familias a las que pertenecían. Con mucha más frecuencia íbamos al Barrigón y a la venta de la Espasa, donde se jugaba a los bolos. Y muchas veces a Colunga, a casa de los Grande, a la farmacia, a la pastelería donde acudía a menudo nuestra madre con algunas amigas."
"Las fiestas por antonomasia eran las romerías, el escanciado de la sidra, los puestos y el baile. Yo no sé por qué recuerdo mejor las de Caravia y Gobiendes que las de La lsla que se celebraban en el prado de la Velilla, el día de la Virgen de agosto. De lo que sí me acuerdo muy bien es de las carreras de sacos y de bicicleta, de los concursos de natación. Cuando tuvimos coche, e incluso hasta yo ya conducía, íbamos más a la playa de Colunga y sobre todo al cabo de Lastres, con la maravillosa quebradura de su puerto; se tomaban unas sardinas o se merendaba arriba en el campo de san Roque, o en una terraza colgada sobre el mar, o directamente abajo en el puerto. Asistíamos a la rula o subasta de pescado, incluso alguna vez embarcamos con pescadores. Yo recuerdo haber salido a la sardina, y haber cogido el mayor mareo de mi vida. De las fiestas de Lastres a mí me entusiasmaban el concurso de cucaña, trepar sobre el mar por un palo cubierto de grasa a ver quién conseguía llegar al final y coger el trofeo. Casi todos se caían."
"Cuando empezamos a veranear en la Isla no sabíamos, desde luego, ni que se llamaba Santa María de la Isla del Moral, ni que tuviera tanta historia y hasta prehistoria como ahora se le reconoce; es verdad que para ir al pueblo se subía al Castru pero no creo que en aquella época ninguno lo relacionáramos con un castro prehistórico. Ni mucho menos sabía yo tampoco entonces qué era la rasa cantábrica, esa plataforma de abrasión marina muy visible en el oriente asturiano que luego he tenido que explicar tantas veces en clase"
Se trata del GR-204 (E-9) , que recorre toda la costa asturiana desde Cantabria a Galicia, el cual coincide en bastantes tramos con el Camino Norte. Así lo advierte, por ejemplo, la página de la Federación de Montañismo del Principado de Asturias:
"El GR 204 es un itinerario europeo con la signatura E9; discurre por la costa asturiana desde Bustio, en la frontera con Cantabria, hasta Vegadeo, limítrofe con Galicia.Actualmente se encuentra señalizado en algunos tramos y en otros no existe dificultad alguna para seguirlo, pues algunos de ellos son paseos litorales que no se encuentran señalizados pero que se recorren sin ningún tipo de dificultad.Hay tramos donde no existe ningún tipo de señalización, que no están puestos en la web, siendo conveniente en estos tramos seguir por el camino de Santiago de la costa, que muchas veces se entrecruza con el GR 204"
"de oeste a este, la de la Isla propiamente dicha con su Peñón que es lo que la caracteriza y que durante las mareas bajas queda unido a la playa por una lengua de arena; el paseo de la playa (el terreru) con grandes eucaliptos plantados hacia 1870; le sigue la pequeña playa del Barrigón y a continuación la grande de la Espasa, donde llega ramificado el río, y que el Piñoble divide en dos"
"Leo en el Diccionario de Madoz en la voz de Colunga, el elogio a las “verdes campiñas de Gobiendes y la Isla, después de recolectados los frutos, cubiertas de ganados que las disfrutan y pacen libremente”. Un vergel que se riega con las aguas del famoso monte o puerto del Sueve, con árboles de muy diversas especies, y muchos sitios de recreo, descubriéndose a trechos el plateado azul de las aguas del mar (Tomo 6, pág. 536). Veo después en el Atlas aéreo de Asturias que publicó La Nueva España y del que son autores Felipe Fernández y Paco Quirós que se incluyen dos fotos aéreas, de 1957 y de 1995. Los autores caracterizan a la Isla como una localidad que ha pasado en pocas décadas de ser un núcleo de carácter rural-agrario a convertirse en una zona turística de cierto renombre."
"...probablemente percibíamos la sierra del Sueve como singular, la montaña meridional de la Isla, sin la más mínima conciencia de que formara parte de la rama litoral de la cordillera cantábrica. Pero lo es, un macizo de calizas antiguas, levantado por la orogenia alpina, que culmina en el Picu Pienzu, a 1.160 m. Apenas dista cuatro kilómetros de la costa, por lo que los ríos, el Libardón y el Espasa se despeñan por las laderas, solo se ramifican al llegar al llano."
"En la falda de la montaña, formando parte de nuestro paisaje habitual, las aldeas de Caravia, la alta y la baja, Gobiendes con su preciosa iglesia, y Coceña. Finalmente, el mirador del Fitu, en la carretera de Arriondas, desde donde hay una vista espléndida sobre toda la ladera la montaña, con los campos y prados, la costa, la rasa, las playas: al Fitu subíamos habitualmente los chicos varias veces en el verano; nuestra madre, en cambio, que siempre fue muy montañera, hacía la ascensión del Sueve. Y todo ello formando un terrazgo de pastos, prados de siega, de campos de maíz, patatas y otros cultivos, sobre todo maizales, distintas arboledas, pomaradas, huertas: un parcelario irregular que conformaba un verdadero mosaico."
Las playas a la derecha y la sublime sierra a la izquierda, un perfecto paraíso al paso del Camino. En Asturias concejo a concejo, página de la Radio Televisión del Principado de Asturias (RTPA), se recoge también esta historia familiar de unos veraneantes que vivieron los cambios aquí acontecidos décadas atrás:
"Cuando Leopoldo, sus tres hermanos y sus padres, Ángel y Josefina, llegaron a La Espasa, las vacas pastaban alegremente en primera línea de playa. Buceando en su memoria, solo consigue recordar una casa en pie, la del dueño de aquella explotación ganadera. Sus padres y otra familia de amigos decidieron construir las primeras casas de la actual urbanización: hablamos de mediados de los años sesenta.
El tardío desarrollo de uno de los arenales más apreciados del oriente asturiano está estrechamente vinculado al auge de la minería. Apenas a un par de kilómetros, ya en Colunga, la playa de La Isla era, ya entonces, un reconocido centro de veraneo para ovetenses, gijoneses y vecinos de Las Cuencas. Sin embargo La Espasa vivía ajena al primer auge del turismo porque su entorno estaba condicionado por las entonces cinco explotaciones que extraían fluorita en la zona.
Esta familia siempre apostó por este entorno, y desde el primer momento intuían que las minas irían cerrando y La Espasa se convertiría en lo que hoy en día es: una de las playas más visitadas y reconocidas de todo el oriente asturiano. A finales de los años setenta la presión minera va descendiendo, las comunicaciones mejoran y la sociedad asturiana comienza a disfrutar de un mejor nivel de vida. La Espasa empieza a crecer."
"El entorno que hoy conocemos, urbanizado, ajardinado, con el paseo marítimo y los parques infantiles no llegó hasta comienzos de este siglo. En este último desarrollo hay un factor que prevalece sobre el resto, y que no es otro que la construcción de la Autovía del Cantábrico. Su apertura sitúa La Espasa a media hora de Gijón / Xixón y cuarenta minutos de Oviedo / Uviéu.Ahora, de hecho, La Espasa está de moda. Pese a que cuenta con amplias zonas de aparcamiento, en un buen fin de semana de verano todas las plazas se ocupan.Pero, incluso, en los días más tórridos, La Espasa sigue conservando esa belleza agreste, ese toque de playa virgen que tanto gusta a los bañistas y que este año la ha convertido en la imagen que ilustró el pabellón asturiano en la Feria Internacional de Turismo de Madrid."
"Hasta el 30 de Julio de 1885 que se abrió oficialmente al público la carretera de la Espasa a Ribadesella, no había otros medios de comunicación que caminos vecinales y de herradura; y a lo largo de la costa, el camino público y Real por donde transitaban de Bayona a Galicia..."
Dos emblemáticos árboles ornamentales señalan nuestra llegada a la parte más transitada de la playa. Aurelio de Llano cuenta también que, antaño, llegó a ser tan el número de peregrinos "extranjeros vagantes que transitaban por este y otros caminos", que el Regente de la Audiencia de Oviedo prohibió, en 1725, su entrada en Asturias sino traían los papeles en regla
Y además, el Regente ordenaba que si "peregrinan por la Marina que es el camino que llaman Francés" trajesen consigo las correspondientes y preceptivas dimisorias, cartas de presentación de sus respectivos obispos, acreditando su condición de romeros, para mostrarlas en los controles respectivos cuando se les requiriesen consiguiendo la correspondiente licencia o permiso de los encargados o Jefes, según el documento, "que hay a la entrada de estos Reinos y de las cuatro villas del mar de Cantabria"
Otra disposición consistía en que, si se veían parejas de hombres y mujeres en peregrinación, se les habría de exigir "fe de casamiento, y no exhibiéndola, se les ponga presos y se le haga causa". De la otra manera, se estipula que a los "verdaderos peregrinos" las autoridades o justicias les permitiesen "separarse del camino cuatro leguas a una mano y a otra para socorrerse con limosnas que fueran recogiendo", una noticia que puede explicarla razón que a veces se hallen noticias de peregrinos fuera de lo que eran las rutas tradicionales de romería a Santiago en Galicia, como se solía plasmar en documentos
Hasta 3.500 bañistas a diario, de media, en verano, se dice recibe este arenal, si bien algunos días sin duda esa cifra es bastante superior, lo que contrasta con su soledad pasada la temporada estival. Por aquí estaría una de esas castas de control de falsos peregrinos y de parejas de no casados a los que les esperaría la prisión al presentar el justificante correspondiente. Si bien, no sólo en los ya lejanos tiempos de las peregrinaciones históricas, sino incluso en muchas sociedades hasta fechas recientes (en no pocas aún), las relaciones no bendecidas estaban mal vistas, hasta incluso llegar a estar consideradas legislativamente un delito punible. Dice la Xacopedia:
"... tanto en el pasado como en el presente las intensas y continuadas relaciones establecidas a lo largo de la Ruta generaron amores y odios con igual intensidad. De ambos hay pruebas sobradas. En el caso del amor entre parejas, el Codex, sin citarlo de forma expresa, parece rechazarlo. La meta es divina, no terrenal. En el libro I recomienda: “No te dejes llevar por el amor de Venus ni del vino, pues de igual manera perjudican Venus y el vino”.
La peregrinación actual, tan distante en el tiempo y en el espacio físico y humano de la histórica, ha hecho de la intensidad de las relaciones entre los propios peregrinos una de sus razones de ser y uno de los motivos de su éxito. Por este motivo, la Iglesia acepta en el presente el hecho del amor nacido entre peregrinos y santifica sus relaciones. Desde los años ochenta, se conocen muchos casos de peregrinos que se conocieron, se enamoraron y se casaron en el Camino y en la catedral compostelana."
Esta es otra foto al ir acabando la tarde, cuando muchos ya se han retirado. Se trata de una de esas playas "perfectas para venir con la familia", según recaba de ellos en junio 2012 el corresponsal de El Comercio al empezar dicha temporada de sol y baños, cuando siempre se acometen las obras de mantenimiento pertinentes
Y es que, si se realizan antes, estos trabajos pueden padecer aún los rigores de los temporales y quedar afectados antes aún de la llegada del mismo verano; por ello es mejor rematarlas poco antes, incluso la siega de los campos y la retirada de maleza, pues rebrota con fuerza si se efectúan en primavera o a finales del invierno
En esos días justamente antes de temporada estival, en mayo o principios de junio se celebra aquí el Concurso de Cometas de La Espasa, una de las iniciativas que buscan desestacionalizar actividades y atraer gente cuando las playas, y las urbanizaciones están vacías. Hay taller de cometas y otros, paracaidistas, campeonatos de carros con velas (carrovelas), pruebas de habilidad, vuelo de precisión, vuelo nocturno, etc., todo ello organizado por el Club de Cometas Sierpe y que incluye una espicha asturiana (fiesta de sidra y viandas) en la misma playa
En su famosa Guía completa de las playas de Asturias, de tantas ediciones, la geógrafa Belén Menéndez Solar dice de La Espasa y El Visu:
"Playa segura, localizada en la desembocadura del río del mismo nombre, que sirve de límite entre los concejos de Colunga y Caravia. Los dificultosos accesos de la mayoría de las playas occidentales desaparecen en la costa oriental de Asturias"
"El conjunto de extensas y arenosas playas del concejo de Caravia puede apreciarse en toda su grandeza desde el impresionante mirador del Fitu, elevada sierra litoral que enlaza con la Sierra del Sueve"
Las arenas lucen ese bello color tostado que relumbra especialmente al sol. Cuando baja la marea su gran extensión hace que suela haber bastante espacio por mucha gente que llegue, aunque cierto es que en su mayor parte preferirán la arena más seca y el lugar más cercano a donde hayan dejado su vehículo. Ese sector es además el más accesible para minusválidos o quien quiera que tenga problemas de movilidad. Como diría con su humor y retranca el presentador Joaquín Parajón en el programa de la RTPA Aquí sí hay playa,
"Que sepáis que esta playa tiene su importancia histórica, no porque haya habido batallas, o un desembarco, sino porque hay un montón de peregrinos que vienen aquí a bañase o a mojar los pies después de una caminata larga y dura. Es más, la playa de La Espasa forma parte del Camino Real a Compostela, por eso hay también un albergue para peregrinos aquí cerca. Lo que yo no entiendo ni lograré entender... ¡cómo hay gente que hace el Camino de Santiago por Roncesvalles y Burgos, si allí no hay playa!"
Por lo común, la gran temporada playera arranca en realidad oficialmente (independientemente de que empiece a haber ya bañistas antes) cuando entra en servicio el dispositivo de salvamentos, que en Caravia suele ser recién pasado San Juan, esto es el 25 de junio, acabando hacia el 8 de septiembre, Día de Asturias y de la Santina. Si bien hay que estar atentos a las fechas cada año, pues a lo mejor pueden variar y es cuando podemos bañarnos con más seguridad y garantías
Ahora vemos asomar un poco más El Bolu Melín, en esos acantilados paraíso se sirénidos que se extiende hacia La Beciella, La Tuerba y el Arenal de Morís, es decir, toda la costa de Caravia
Seguimos ruta y pasamos junto al Fito Mar, terraza, bar y restaurante, fundado por Paco y Amparo, del cercano pueblo colungués de Güerres, y que es toda una referencia hostelera en este arenal. Pero para hablar de él mejor lo hace que nosotros el historiador y gastrónomo Luis Antonio Alías, quien le dedica un reportaje en el suplemento Yantar del periódico El Comercio el 14-10-2021:
"Paco y Amparo vieron lo que era un bar de verano y se enamoraron del sitio y sus posibilidades. El Sueve se alza espléndido por detrás y el Cantábrico, abierto de costa, por delante: Fito y mar, prodigio de soldadura geológica. Ahora miman la herencia Nacho y Begoña, hijo y nuera. Consta en forma de antojana verde y arbolada, terraza descubierta, terraza cubierta, barra larga, comedores completamente acristalados, cocina selecta y un punto de elegancia no siempre presente en rincones donde la naturaleza pone tanto. El fondo lo señala Fidalgo, maestro de gastrónomos: «Garantiza una cuidada comida tradicional con toques de modernidad en presentación y servicio». Lo corroboran sus cebollas rellenas de bonito, su fabada (y fabadas de pasto u ola), su pulpo con patatines, sus pescados de Lastres (rapito, chopa, tiñosu, rodaballo, lubina, merluza...) y sus paellas, arroces y parrilladas marineras.
De familia hostelera natural de Huerres, formada en barracas de fiesta, campings y centros sociales, prolongada además por tres hermanos con respectivos restaurantes, Nacho ve que, camino de los treinta y cinco años de existencia y asistencia, la primera generación que les visitó permanece, y ahora vuelve con la tercera, peregrinos incluidos."
En su reportaje de Colunga con su festival gastronómico de la Semana de les Fabes, el periódico El Mundo publica, refiriéndose a este establecimiento, el 3-12-2019:
"Más allá de las fabes, con todo tipo de acompañamiento (chorizo, almejas, pescados variados, jabalí), que tan bien entran en los días fríos, el pescado, los mariscos y el cachopo son grandes protagonistas de los menús en este concejo marinero. Para beber, no puede faltar una sidra recién escanciada. Merece la pena recorrer los 10 km que separan Colunga del restaurante Fito Mar (La Espasa, s/n, Caravia. Tel.: 985 85 33 26) para probar sus pescados y mariscos (chipirones, rape, zamburiñas...) y arroces con bogavante o almejas mirando al mar."
El Fito Mar, o Fitomar, fue uno de los Soletes de Verano 2022 de la Guía Repsol, que destaca unos 250 establecimientos veraniegos de toda España, entre terrazas, chiringuitos, heladerías y similares. Esta es parte del artículo publicado por La Voz de Asturias dando la noticia:
"Siete establecimientos de Asturias han sido incluidos en la edición de Soletes de verano de 2022, de la que forman parte más de 270 nuevos locales, chiringuitos o heladerías de toda España.
Los nuevos Soletes del Principado son las terrazas de Tierra del Agua, en Caso; Fitomar, en Caravia; Ewan Salinas, en Salinas; La Mar de Fondo, en Navia; La Playa Luanco, en Luanco; y El Puerto-Casa Seín, en Bustio, y también ha recibido este reconocimiento la heladería Le Llamber Manín Sucre, en Cangas del Narcea.
En esta edición, el equipo de expertos de Guía Repsol, repartido por todo el territorio, se ha centrado exclusivamente en esos sitios a los que «apetece ir en verano», lugares con años de historia que «solo conocen unos pocos» o nuevas aperturas que esta temporada tiene revolucionados a los locales de cada zona.
De esta forma, se ha conformado un listado de novedades del verano que supera los 250 establecimientos, y que está compuesto por chiringuitos en la playa, terrazas frente al mar o en mitad del bosque y rincones donde el calor de la ciudad da un respiro repartidos en 50 provincias de España. También se han integrado las heladerías, míticas o innovadoras, con mil sabores o escondidas, que han llegado a sumar más de 60 establecimientos."
Escaleras a la playa, comprobamos que, según avanzamos y nos acercamos a la carretera, acceso principal a La Espasa, y al parking, cada vez hay más gente
El puesto de helados: este es el cruce de la calle La Arena (a la izquierda), con la de la Calvera, de frente, por donde prosigue el paseo marítimo y por donde vamos a seguir nosotros
El gran maestro surfista Ricardo Fernández Palomeque, director de la Escuela de Surf Marejada en La Isla, enfrente de la playa, donde también tiene su albergue, se inició en La Espasa en este deporte. Esta es parte de la entrevista que le hace el corresponsal Eduardo Lagar para La Nueva España publicada el 2-8-2022:
"Ricardo Fernández Palomeque nació en Oviedo hace 46 años y renació como surfista en la playa colunguesa de La Espasa. Fue cinco veces campeón de España de surf y llegó al número trece del ranking mundial. Dirige la escuela de surf Marejada, que tiene su centro de operaciones en La Isla. En La Espasa enseñan a surfear y en La Isla dan clases de paddle surf y de paddle yoga. Su mujer es profesora de yoga. Además, en la temporada baja asturiana, cambia de aires y abre el surfcamp que regenta en el sur de Senegal.
"Nací como surfero en La Espasa. Desde los ocho años siempre veraneé aquí, en La Isla. Yo soy de Oviedo. Mis abuelos tenían una casa de veraneo en La Isla y mis padres se hicieron una. Ya cuando estaba terminando la carrera, que hice Administración y Dirección de Empresas, me quedé a vivir aquí, en La Isla. Hace ya más de veinte años que estoy aquí, con mi mujer y mi hijo, que tiene nueve años. Mi padre era médico y mi madre profesora, están los dos jubilados. No tenían nada que ver con ni con la empresa y ni con el deporte. Lo mío, digamos, fue una afición que nació de chiripa. Mis padres siempre me apoyaron pero yo sé que ellos hubieran preferido que fuera médico o trabajara en un banco. Pero yo estoy muy orgulloso y feliz por poder dedicarme a lo que me gusta. Hay mucha gente que eso no lo puede decir, que están en trabajos que no les agradan y tienen que hacerlos para comer".
"Abrí en la escuela en 2003. Fui creciendo año a año. Ahora mismo, el surf es un motor económico fuerte de la costa en Asturias. Cuando empezamos éramos, creo, seis escuelas en toda la región. Era muy residual. Cada año casi doblabas la clientela. El surf es un deporte súperatractivo, todo el que lo prueba le gusta, se asemeja un poco al esquí. Cuando la gente ya vio que esto podría ser un motor económico pasamos de ser seis escuelas a no sé las que puede haber activas ahora. En Gijón debe haber unas diez. A nivel de Asturias seguro que hay una escuela por playa, por playa que haya olas, claro, y que no sea un rocódromo inaccesible".
"Cualquiera sea la dirección de la mirada, los ojos se inundarán de belleza", quien esto dice es Noelia Ferreiro, "periodista y trotamundos", además de "adicta a las playas salvajes", que escribe en Hola.com el artículo Caravia y La Isla: dos paraísos diminutos en Asturias encajados entre el mar y las montañas, en el que entre otras cosas dice:
"Playas deslumbrantes, rutas de senderismo, bonitos paseos entre casas de indianos, huellas del Camino de Santiago y restaurantes con vistas al mar donde comer de lo lindo. Todo estos encontramos en este pequeño territorio (...), recostado en la orilla del Cantábrico
Si es al norte, darán con un Cantábrico impetuoso que bate sus olas en playas vírgenes, ideales para la práctica del surf. Si es al sur, vislumbrarán la Sierra del Sueve, que despliega su rocoso perfil hasta la Sierra del Fitu y conforma con ella un hermoso murallón a escasa distancia de la costa. Es lo que tienen Caravia y La Isla: el privilegio de encontrarse encajados entre las montañas y el mar (...)
Comencemos con las vistosas playas, rústicas y salvajes, que se extienden a lo largo de este minúsculo litoral. Playas como la de Espasa, a la que el río del mismo nombre separa del concejo de Colunga, dejando a su paso un reguero de agua en el que chapotean los niños. O como la de La Isla, la más concurrida de todas, que recibe este nombre por un islote al que se accede, a través de una lengua de tierra, sólo cuando hay bajamar. Más seductora resulta La Beciella, a la que se llega caminando por una senda costera, que es también un tramo del Camino de Santiago. Al paso encontraremos el llamado Bolu, un espigado farallón que emerge sobre las aguas como un vigía del mar."
Aquí iremos dejando el suelo de losas que tuvimos desde que salimos de la Playa'l Visu para tomar el de adoquinado de piedra
De frente, un gran prado junto a la playa, lleno de tumbonas, toallas y sombrillas, dando vista ya a La Venta la Espasa, ya en Colunga. Más allá las casas de El Barrigón a la izquierda de la carretera N-632, en buena parte viviendas turísticas
La Venta la Espasa es un edificio del siglo XVI que estuvo destinado a dar servicio de posada y fonda a los viajeros del Camín Real de la Costa, entre ellos también a los peregrinos, si bien es posible que estos prefiriesen dirigirse al Hospital de Santa Ana, más dirigido a ellos, de la villa de Colunga, así como al refugio, que para ellos patrocinaba en Llastres, Bernardo del Castillo, en época dieciochesca
Grandes clientes de estas ventas eran los sufridos arrieros, con sus recuas de mulas y, con suerte si el Camino lo permitía, algunos carros, pues eran los grandes transportistas de la antigüedad. También los muchos trabajadores temporeros, como los segadores, buena parte de ellos camino de ida o de vuelta de Castilla, o los artesanos ambulantes, muy abundantes hasta finales del siglo XIX e incluso principios del XX, como los erguinos o canteros riosellanos, los tamargos o tejeros de Llanes, los mansoleas o zapateros de Pimiango, los maconeros o cesteros de Peñamellera y tantos otros
Pastores trashumantes, tratantes de ganado, gentes camino de ida o de vuelta de ferias y mercados, pescadores, funcionarios en viajes de servicio, visitadores eclesiásticos, gentes del censo, todo tipo de personas en trasiego para arreglar asuntos en la capital o aquí y allá, el correo con sus paradas de postas, al igual que las diligencias y demás carruajes, al igual que cualquiera otros lanzados a los caminos, de grado o por la fuerza, incluyendo músicos, muchos de ellos ciegos y recitadores de romances, y en ocasiones hasta pobres y vagabundos, aunque estos, como los peregrinos, tal vez tuviesen mejor acomodo y recibimiento en las correspondientes fundaciones piadosas de beneficencia fundadas por benefactores
Sin duda el más ilustre de todos ellos, como decíamos al principio, sería el ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, que aquí estuvo el 27 de septiembre de 1790 en sus inspecciones en busca de yacimientos minerales, principalmente carboníferos. Escribió de sus impresiones del lugar así en sus Diarios:
"A comer a la venta de la Espasa, sobre una peña ancha, llana y desierta. El cimiento de las peñas parece de carbón; por lo menos tiene el aspecto de tal. Buena mañana; rústica pero abundante comida. Salimos. Grandes y deleitosos prados"
Si quisiésemos cruzar el río andando, buscando en bajamares el vadeo más fácil, podríamos seguir de frente playa adelante. De momento nosotros vamos a seguir el Camino, separándonos ligeramente de la playa para dirigirnos directamente al puente yendo a la izquierda por la calle adoquinada
A la derecha, una estrecha franja de pradería nos separa del arenal. Está cerrada por una empalizada de madera y hay algunas duchas
"Caravia, un bonito concejo de Asturias, entre la brisa del mar y el aire de la montaña", leemos en el blog La Fíbula de Caravia. Aquí se hace bien patente esa hermosa y airosa frase, lugar espacioso y abierto a los cuatro vientos
A la izquierda las casas de La Espasa, "El atractivo de la zona ha provocado la aparición de la segunda residencia", anunciaba, con datos de principios de los años 1990 el libro Asturias concejo a concejo. Ribadesella, Caravia Colunga del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), "que en 1991, suponía el 33,5 del total de viviendas del concejo. Este tipo de alojamiento alcanza su máxima expresión en el núcleo de la Espasa donde de las 32 viviendas que había en 1991 tan sólo una estaba censada como principal."
Muy diferente era la situación cuando, allá por 1970, la Gran Enciclopedia Asturiana publicaba su primera edición. Había, eso sí, sobre la mesa, un macroproyecto turístico, muy propio del desarrollismo de la época:
"La industria turística, a pesar de ser el país "bellísimo en extremo", en palabras de Jovellanos, y de sus playas y montes, (...), no es destacable. El único establecimiento hotelero se halla en Caravia la Alta. Sin embargo, sus recursos naturales permitirían incorporar el municipio con mejor fortuna en la zona turística integrada en la Mancomunidad de las "Siete Villas".
Existe un proyecto de ordenación integral de Caravia, que supondría la creación de un complejo turístico, con delimitación de zonas de carácter agropecuario, deportivo, cinegético y residencial. Incluye la construcción de un funicular desde la playa de Morís al Mirador de El Fito, un hotel, dos moteles y carreteras turísticas. La zona marítimo-terrestre comprendería en cornisa, más de doscientos "bungalows" y chalets, y diversos servicios comerciales"
Por entonces aún se vislumbraba en Caravia un prometedor futuro con las minas de fluorita, que habían llegado a ser tan estratégicas en la II Guerra Mundial que fueron adquiridas por los alemanes, pasando luego tras su derrota a un Comité Aliado de Control y posteriormente a Fluoruros S.A. Pero en esa misma época se produjo una gran merma de los pedidos y todo se vino abajo estrepitosamente, cerrando las explotaciones paulatinamente, sobre todo tras le grave accidente minero de 1982 en Foncaravia
En la segunda edición de la enciclopedia, en 1993, aunque el desarrollo turístico era incipiente, ya se aprecia un cambio notable en este sentido, con los datos del sector servicios:
"Hasta 1970, con diversos altibajos, se mantuvieron los niveles de población de comienzos de siglo, pero a partir de esa fecha Caravia experimenta un fuerte retroceso de efectivos demográficos como consecuencia directa de la crisis que afecta a la minería del espato flúor, la principal actividad económica del concejo. Desde 1970 a 1991, según el avance del censo de ese año, la población se ha reducido un 40% (...)
La explotación de la fluorita o espato flúor fue durante bastante tiempo la principal actividad económica de Caravia, junto con la ganadería, aunque progresivamente cobran mayor importancia cualitativa los servicios..."
A lo largo de numerosos paseos marítimos del Camino Norte hemos visto este árbol, el tamarindo, tamarisco o tamariz (hay discusión con el nombre exacto y el popular), plantado profusamente en estos entornos dada su resistencia a los vendavales y a la sal, que derribaba o afectaba seriamente a otras especies. No necesita excesivos cuidados y tampoco es exigente con las condiciones medioambientales, tanto es así que se han dado casos en otros lugares en los que, sustituidos por otras especies ornamentales, han tenido que ser replantados
En 1996, el Gran Atlas del Principado de Asturias, de Ediciones Nobel, manifestaba por entonces que este sector de Caravia más próximo a la costa "ya han hecho aparición urbanizaciones de segunda residencia (La Espasa) e instalaciones de campings (La Espasa y Morís), plasmando además la cuestión de "las posibilidades de un sector turístico flanqueado por los tradicionales núcleos de veraneo de La Isla (Colunga) y Ribadesella
Como al principio de este conjunto de arenales en la Playa de Moracéi y/o El Pozu les Pipes, el espacio de prado aquí existente anima a mucha gente a tomar el sol sobre la hierba, pero a la vez buscando la sombra de los tamarindos
El contraste: el mismo lugar, vacío, o sólo con algunos buenos madrugadores. A la izquierda los baños
Y la playa, desierta, aún en verano, a primera hora de la mañana...
Bajamar, paso franco a La Isla por El Piñoble, El Barrigón y La Punta'l Cuervu
Pronto llegarán los socorristas y ondeará en el mástil la bandera correspondiente: verde, amarilla o roja
Hay incluso un mercadillo de artesanía, cuero, textil, bisutería, etc. que recupera la memoria de las antiguas tiendes del aire, es toda una galería comercial. Naturalmente sólo en verano, cuando hay esta gran afluencia de gente
Así está sin nadie, o con muy pocos, pues parece ya han empezado a servir los desayunos, algo especialmente bueno para los peregrinos tempraneros
Prado y terrazas, sombrillas, sillas y tumbonas, cestas de meriendas y toallas se extiende ahora también a nuestra izquierda hasta el parking, con estupendas vistas del Puertu Sueve. Más cerca, las colinas del Campu Medina o La Medina
Un peregrino se detiene en el Camino ante la terraza del Bar Playa Espasa, del que encontramos esta reseña en la web de noticias del oriente asturiano elBuscolu.com:
"Bar situado en el precioso entorno de la playa de la Espasa (Caravia),que cuenta con una amplia terraza y ofrece a sus clientes una amplia oferta gastronómica
Bocadillos fríos y calientes, hamburguesas con carne 100 % asturiana, pizzas variadas y raciones, donde destacan los embutidos y los quesos de calidad, patatas bravas y al ali-oli, las croquetas caseras, las rabas de calamar, su especial tortilla
Otro de los aspectos fuertes es su café de alta gama, la gran variedad de helados y snacks de todo tipo para los más pequeños, la sidra, la cerveza y todo tipo de refrescos."
Duchas y pasos de tablas habilitados para preservar lo más posible el césped del trasiego continuo de gentes entre el camino y la playa. Hay también abundantes bancos
Se anuncian suculentas viandas. Campo y playa son una auténtica romería donde se juntan amigos y familias, algunos asiduamente, veraneantes de muchas décadas. Fijémonos al fondo a la derecha en La Venta la Espasa y El Barrigón-Entreplayas, a donde se dirigen nuestros pasos
Pasamos enfrente de la entrada al parking. En días como este puede haber bastante trasiego de coches. Empezamos a ver el río
Filas de postes de madera a cada lado delimitan los aparcamientos y el parque-playa. Enfrente tenemos ya el acceso a la playa desde la N-632, hacia donde vamos a ir nosotros
Una rampa a la izquierda sube a la carretera y se dirige al Puente la Espasa. El adoquín es sustituido por el asfalto. Atención pues no se ha habilitado ninguna vereda peatonal, así que cuando subamos pongamos todos los sentidos y arrimémonos al guardarraíl
Antes que este, inaugurado con la carretera en el verano de 1885, hubo un aún más viejo puente de piedra del que se afirma que a veces pueden verse los cimientos
Ese puente iría por aquí sobre el río directamente a La Venta. En Noticias sobre algunos puentes asturianos en la Edad Moderna, su autor, Inocencio Cadiñanos Bardeci, Doctor en Historia, nos informa que hubo en realidad varios puentes sucesivos:
"En 1676 se aseguraba que aquí había existido un puente de piedra en el pasado. Una riada del mismo año y la acción del mar le arruinaron en su mayor parte de tal forma que no se podía pasar ni a pie ni a caballo. Era paso imprescindible hacia Francia, Galicia, Portugal y las dos Castillas y por él se comerciaba con mucho pescado "y se hazen las sacas del mar" de los puertos de Lastres, Tazones y Villaviciosa. Debía ser reconstruido y repartirse su costo 30 leguas"
Al año siguiente, sigue diciéndonos Cadiñanos Bardeci, se "daban trazas y presupuesto a los canteros Antonio López de Solaesa y Pedro García" quienes plantearon seis condiciones, las más señaladas los dos años de plazo para concluirlo y el presupuesto de 253.000 reales, algo que ocasionó protestas pues se pasaba una grave crisis y trajo oposición al repartimiento de los costes en algunos lugares, lo que dio lugar a pleito
"Mientras que las cepas centrales son muy potentes, las dos que las flanquean se reducen a la mitad, Presentan tajamares en ángulo curvo, lo que indica cierto avance en la concepción de los empujes de la corriente, aunque mantienen los espolones cuadrados. Todo iría construido en buena sillería"
Bardeci dice que se ordenó pregonar la obra, que Juan de Orejo, vecino de Cudeyo en Trasmiera (Cantabria), puso en 240.000 reales, pero que el expediente se acaba en este punto, por lo que es posible que "quedara en suspenso por entonces"
El coronel Escandóngasta canana de plataque la ganó a los francesesen El Puente de la Espasa
Mucha gente, sobre todo en verano, pasa el río andando, para lo que se descalzan o se ponen sandalias. No obstante hay que mirar bien por donde se cruza, un lugar que cubra lo menos posible, y que además ofrezca garantías de no tropezar o resbalar, cosa bastante fácil
Por ello y aunque parezca fácil mejor ir seguros, tanteando con los bastones o, simplemente, emplear el puente, que es por donde está señalizado el Camino. Un peregrino, cargado con mochila y muchas veces ya con muchos kilómetros atrás, puede tener un percance, con él o con sus pertenencias
Una vez al otro lado podrá ir a La Isla o proseguir a Colunga, retomando el Camino oficial a la derecha de La Venta. Y en buenas bajamares incluso ir a La Isla por El Piñoble y El Barrigón
En la desembocadura el río suele dibujar cambiantes meandros y formar pozas, lugar donde suelen bañarse los niños
En algunas bajamares es precisamente en la zona más cercana al mar donde se acumula más arena y se pasa mejor. Si lo hacemos, sobre todo si vamos recorriendo las playas por su arenal, siempre mejor con nuestros bastones por si acaso
Nosotros, como hemos dicho, vamos a optar aquí por lo seguro y cruzar por el puente, por lo que subimos a la carretera, como hacen la mayoría de los peregrinos, siguiendo las indicaciones
Si bien estos ríos son cortos y poco caudalosos, esto cambia drásticamente en temporada de lluvias y temporales invernales, así como cuando se derrite la nieve en el Sueve. Bajan con mucha agua y con fuerza recorriendo un importante desnivel, de ahí que el fuente sea tan alto, robusto y voluminoso, máxime si tenemos en cuenta que es para una carretera general que durante más de cien años fue el nexo principal de la Asturias oriental con la central, y con la primera toda la franja este de la cornisa cantábrica
El río La Espasa nace en las estribaciones del Sueve y recibe agua de nada menos que siete afluentes en su corto trayecto hasta aquí, La Riega Blanéu, El Ríu Gumial, La Riega'l Fornu, Llanu Llames, La Paraya, Fuensanta y La Cueva'l Beyu, todos ellos también nacidos en el Puertu Sueve
El Picu Fontanielles, también llamado El Cuetu Fontanielles o, simplemente, El Fontanielles, es, de los más altos, el situado más a la derecha, tiene 1.063 metros de altitud y su nombre se debe a los pequeños fontanes o charcas que se forman en su entorno, donde abreva el ganado de montaña. Se trata de la tercera cumbre más alta del Sueve y, lamentablemente, un error topográfico, nada menos que del Instituto Geográfico Nacional, le ha cambiado el nombre a Peñalichar, lo que ha sido transmitido a otros mapas, guías, libros de montaña e incluso a la documentación oficial. Luis Astola Fernández realiza, en la web montañera Mendikat, una pormenorizada descripción de este error y lo que ha ocasionado
Pero indudablemente la cumbre que más destaca es la más visible y la más alta, el Picu Pienzu, con sus 1.161 metros de altura. Su lado más accesible no es este sino por el sur-suroeste, desde El Fitu y ascendiendo por las majadas de El Bustacu y Mergullines
Bajo él y en esta su ladera norte, reconocemos otros cuetos y picachos. Un poco más abajo a su izquierda es el Cuetu Sedores (815 m) y, justo a sus pies, es el Cuetu la Texa (522 m) con El Cuetu Calderón (464 m) a su derecha
Esos cuetos calizos caen verticalmente sobre el valle de La Riega les Teyes, afluente del Ríu Espasa. Esta riega recibe a la vez las aguas de La Riega les Duernes y La Riega la Canal del Beyu, todas nacientes en esas alturas, así que podemos imaginarnos la fuerza que arrastran esos ríos con las crecidas
El Cuetu les Duernes (1.060 m) está justo encima de la Biesca Guinaldos o Quirinaldos, donde nace La Riega les Duernes y baja por la también llamada campera Les Duernes
A su izquierda es el Picu Sellón (1.030 m), que situado a 4,5 kilómetros de la playa en línea recta sería la altitud mayor de mil metros más cercana a la costa cantábrica
Más a la izquierda está El Picu Babú (929 m), que como el Picu Pienzu, donde se aparece el Nuberu o genio de las nubes, tiene resonancias mitológicas, pues a él subían los mozos y mozas de Caravia a "ver bailar el sol" cuando este emerge de las aguas en la mágica y prodigiosa alborada de San Xuan
Más abajo están La Covaniella y La Parea Tucones, también sobre La Riega la Canal del Veyu, La Riega la Toya y el bosque de La Biescona
Según subimos esta cuesta seguimos comprobando la robustez del Puente la Espasa, con cuya agua además funcionaban unos cuantos molinos, como los del Prau Grande de Carrandi o el de La Llongar cerca de Lloroñi. También en su cauce estuvieron las minas de La Canal, también en Carrandi y de Toniellu, en Lloroñi. Aguas arriba es llamado La Riega Ortigosa
Acabada la cuesta de la rampa llegamos a la N-632 y nos disponemos a cruzar el estratégico Puente de la Espasa, el cual, a diferencia de los del Sella y los del Deva, no sufrió las consecuencias de la Guerra Civil al no ser dinamitado para impedir el paso de los nacionales, puesto que la defensa republicana se había desbaratado tras la batalla de El Mazucu, en el Cuera, y posteriormente tras no poder mantenerse un frente estable en torno al río Sella. Además, dado que el río no es caudaloso y podía vadearse fácilmente a pie, no tenía objeto perder tiempo y recursos en su voladura
Un hito jacobeo marca nuestro rumbo y confirma siempre la dirección a seguir. Al otro lado, otro de los aparcamientos que se habilitan en los prados durante el verano
Aquí hay una buena vereda peatonal, suficientemente ancha para quienes van andando, que es una bendición para el peregrino. Ojalá la tuviésemos así en todos los puentes de carreteras generales
Dispone de un buen guardarraíl que nos da seguridad y de una barandilla que es como un balcón sobre el río en su desembocadura
Justo bajo el puente, el Ríu la Espasa recibe a otro de sus afluentes, el Ríu la Cueña o de Los Duesos, que nace en El Caneyu, donde hubo explotaciones de fluorita que décadas atrás afectaron a estos cursos fluviales
Ahí vemos la desembocadura con el meandro que forma el río entre los arenales. Justo antes de la temporada de baños suele hacerse una limpieza de materiales arrastrados por el río durante la invernada, troncos ramas, etc., como en casi todas las playas accesibles y frecuentadas
Aquí vemos cómo se pasa el río sin mayor dificultad, al menos una persona no cargada con su mochila y mirando bien donde pone el pie a cada paso. Parece despertar cierta expectación, pues un grupo le observa desde la orilla, quizás pensando en hacer lo mismo. Más allá, las pozas de baños para los niños
Y al otro lado La Venta la Espasa, "parada y fonda para Jovellanos" la titula el escritor Pablo Antón Marín Estrada en sus Historias del Camino de Santiago para El Comercio:
"La ruta costera lleva al viajero por el Camín Real para entrar en el concejo de Colunga atravesando el río Carrandi y bordeando el arenal de La Espasa, compartida con la vecina Caravia. Allí, a pie de playa, resiste las injurias del tiempo una casona del siglo XVI que fue hospital de peregrinos y famosa venta. Convertida hoy en establo de una explotación ganadera, entre los huéspedes y parroquianos que acogió se cuenta a Jovellanos. Él mismo lo anota en uno de sus diarios de viajes por Asturias. Fue el 27 de septiembre de 1790 y el ilustrado venía de Covadonga. El itinerario lo señala él mismo con sucinta precisión: «Las Arriondas, unión del Piloña y Sella; bellísima vega. Coviella y sus tristes memorias a lo lejos. Gran subida del puerto de El Fito, más bajo que el del Sueve». En Caravia de Arriba visita a don Vicente Duyos: «Indiano, buen hombre, soltero y acomodado». Y después sigue su trayecto por la Caravia Baja para ir a comer a la Venta de La Espasa: «Sobre una playa ancha, llana y desierta». Jovino elogia la cocina de la casa, luego en punto aparte anota: «Buena mañana» -de lo que se deduce que pasó la noche allí- y describe el paisaje que ve al salir de la fonda como «grandes y deleitosos prados, lugar de La Isla a la derecha; el mar a la vista y cerca; un pequeño islote junto a la orilla»
No muy lejos, en la misma carretera (por la que siguen, directos a la villa de Colunga, algunos peregrinos impacientes aprovechando su buena acera) hay ahora otra excelente taberna en plena recta de la N-632, La Peregrina y El Barrigón, histórico local que pasó por varios nombres y de la que también escribe para El Comercio Luis Antonio Alías:
"El camino es el costero a Santiago o el Real a Santander. Y de ahí La Peregrina, que El Barrigón lo pone el sitio. Y nos referimos al topónimo, que el propio cada cual lo trabaja o lo combate como puede. Pero Roberto, apasionado de la historia, le puso también La Peregrina por la fragata que comandó el heroico Blas de Lezo, por la perla ‘Peregrina’ que lucieran Felipe III y Liz Taylor y –finalmente– por la abundancia de mujeres que iban a Santiago pagando a veces su osadía con el secuestro y la muerte.
Este viejo caserón de intenso color azul que mira al Sueve desde una recta de la carretera, con terraza y merendero, usa por logotipo a una atractiva peregrina silueteada de bastón, sombrero y venera y tiene cerca la playa de Los Romeros, donde dícese hubo hospital caritativo que acogía a quienes caían enfermos. Los tiempos han mejorado mucho y los que hoy continúan pasando van provistos de tarjeta sanitaria europea o seguro de viaje.
Y paran en La Peregrina, que les ofrece sombra, sol y cordialidad desde 1950, entonces bajo el nombre de El Descanso.
El implacable paso del tiempo trajo jubilaciones, traspasos y cierres: cerrado estaba cuando Roberto y Sara, al ver el cartel de disponible, decidieron recuperarlo como alto para transeúntes que ahora, mayoritariamente, no ejercen de tal por ir a tiro fijo.
Los pescados y mariscos a la plancha constituyen el principal reclamo comensal. No en vano Roberto y su hijo Alejandro, el ya actual encargado, llevan el mar en la sangre: pulpo, sardinas, gambas, el no menos delicioso pez ballesta (una rara y deliciosa dorada que se alimenta casi exclusivamente de marisco), dentón, lubina, chipirones, andariques, centollo…
Y golondros o bonitos, a veces de tal tamaño y hermosura que los medios locales se hacen eco y publican fotos con Alejandro sosteniéndolos y posando justamente orgulloso.
Hay arroces y fideuás marineros, fabes con marisco, pimientos y setas rellenos, carne guisada, patatines con pulpo, albóndigas, cachopos entre los mejores calificados de Asturias…
Y hay destino, el de Roberto, que nació en Caravia, se buscó la vida por Madrid donde conoció a Sara, hizo fortuna en la construcción para después perderlo todo, regresó al pueblo e inició la vida bajo otros temples y exigencias.
Su queridísima madre, Carmina Simón, ejemplo de generosidad y fortaleza, se enterraba el día que visitamos su abierto restaurante: el Gaitero de Gijón* revisitado."
* Se refiere Luis Antonio Alías a la canción El Gaitero de Gijón, de Ramón de Campoamor, que empieza así:
Ya se está el baile arreglando.
Y el gaitero, ¿dónde está?
«Está a su madre enterrando,
pero enseguida vendrá».
«Y ¿vendrá?» «Pues ¿qué ha de hacer?»
cumpliendo con su deber.
vedle con la gaita…, pero
¡cómo traerá el corazón
el gaitero,
el gaitero de Gijón!
Tiempo hace ya que La Venta la Espasa dejó de ser venta, si bien hacia 1950 hay constancia que aún había alguna actividad. Así la geógrafa Josefina Gómez Mendoza escribe en su blog sobre sus recuerdos estivales en los Veraneos asturianos a mediados del siglo XX: La Isla (Colunga):
"La bicicletas eran indispensables, no sé dónde las guardaban mis padres entre verano y verano. Se iba mucho a coger moras, y cuando llegaban las grandes mareas de final de agosto, íbamos muy pronto por la mañana, con los esguileros al lugar del Camarón, a las rocas entre el Barrigón y la Espasa. Con la fiesta de la Velilla, la virgen de agosto, nos traían a casa una capilla con una virgen, a mí me impresionaba bastante. A veces nos llevaban nuestras tías al rosario vespertino en la iglesia: allí como ya he contado, lo más llamativo eran los reclinatorios familiares, es decir grabados con el nombre de las familias a las que pertenecían. Con mucha más frecuencia íbamos al Barrigón y a la venta de la Espasa, donde se jugaba a los bolos"
Pasado el Puente la Espasa, el Camino sigue todo de frente y recto carretera adelante hasta casi el restaurante de La Peregrina y El Barrigón, pero antes, en el primer cruce una vez pasada la venta, se dirige a la derecha, pasando detrás de ella, hacia las casas de Entreplayas
Pero aquí se han habilitado unas escaleras que nos permiten bajar al hermoso prado que se extiende por la ribera izquierda del río, surcado por un sendero de hierba que, pasando a la derecha de La Venta la Espasa, nos ofrece un buen atajo a Entreplayas
Aquí se ha instalado un gran panel con buena información del itinerario del Camino por el conceyu de Colunga, que es muy interesante detenerse un instante y controlar
Este es, por ejemplo, su trazado: abajo estamos nosotros, arriba el paso a Villaviciosa por La Llera, en medio Güeñu, la villa de Colunga, Conyéu, Beldréu, Pernús y La Vega. Aparecen además, fuera del Camino, Sales, Gobiendes, Llastres y La Isla, pero no así el ramal que se dirige al albergue (o albergues) de esta población, del que nosotros sí nos ocuparemos
Aquí tenemos asimismo el mapa de perfil con los desniveles de alturas en el recorrido jacobita colungués y algunos teléfonos útiles
También fotos e información de Llastres y del Museo del Jurásico de Asturias, sito también fuera del Camino aunque no excesivamente alejado de él, sobre todo para quienes lo hagan en bicicleta. Entre los lugares de interés figuran el Centro de Interpretación de la Sierra del Sueve o las playas de La Isla y La Griega, entre otros
Nos disponemos a bajar pues las escaleras de madera y tomar el sendero a La Venta la Espasa, pero antes vamos a ver primeramente el circuito del Camino señalizado: primeramente los peregrinos siguen todo de frente junto a la carretera...
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