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jueves, 18 de enero de 2024

EL PILES, EL PUENTÍN, LES MESTES Y EL MOLINÓN, LA ALEGRE ENTRADA A LA CIUDAD DE GIJÓN/XIXÓN (ASTURIAS) QUINI Y EL SPORTING, LA FERIA DE MUESTRAS, LOS PARQUES Y EL KILOMETRÍN

El paso del Piles en El Puentín al fondo El Molinón, donde juega el Real Sporting de Gijón

El peregrino entra en la ciudad de Gijón/Xixón pasando el puente sobre el Piles en La Guía (Somió), río que, nacido al sur del concejo, ya en términos de La Collá, en Siero, se dirige presto a desembocar en el Mar Cantábrico tras recibir en este lugar las aguas del Peñafrancia, por donde viene, desde las inmediaciones del Camping Deva (donde hay albergue), una senda fluvial que muchos caminantes emplean como alternativa al Camino de Santiago. Aquí estaba el viejo puente de piedra un solo ojo mencionado a mediados del siglo XIX en el famoso Diccionario de Madoz, histórica entrada y salida de la villa de Jovellanos en los tiempos del Camín Real de la Costa (trazado del Camino de Santiago)

Aquel primitivo puente fue sustituido por otro más grande cuando en 1860 se abrió la Carretera Villaviciosa, parte de la Carretera la Costa, luego Ribadesella-Canero y desde 1939 N-632, que a su vez sustituyó al Camín Real y que, a su paso por La Guía es actualmente la Avenida del Jardín Botánico, mientras que el Camín Real (Camino de Santiago), es la Avenida del Profesor Pérez Pimentel. Dicho puente carretero fue sustituido a su vez por este puentón-rotonda construido en los años 1990 dentro de la gran reordenación y transformación viaria y urbanística que supuso el enlace con la Ronda Sur, paso de la Autovía del Cantábrico, que evitó que todo el tráfico hubiese de pasar por aquí, lugar que sigue siendo uno de los principales accesos a la ciudad

No obstante el topónimo del lugar, El Puentín se mantuvo como tal hasta nuestros días, gracias también a la existencia de un célebre y muy añorado merendero situado enfrente, en la otra orilla y ya en terrenos del barrio de El Bibio (la parroquia de Somió, a la que pertenece La Guía, tiene aquí su límite en el Piles), llamado El Puentín de la Guía, tristemente desaparecido en 1998 a causa de las mencionadas obras que transformaron totalmente este lugar. La pervivencia de su memoria hace que mucha gente relacione el nombre con el merendero más que con la historia de ningún viejo puente que diese nombre a este enclave, ahora también conocido como La Rotonda la Guía, desde donde vemos (a la derecha de la foto), uno de los grandes templos de la ciudad, El Molinón, solar que, como en el caso de El Puentín, se identifica más no con el topónimo del lugar sino en este caso con el Estadio Municipal El Molinón-Enrique Castro Quini, donde juega el mítico Real Sporting de Gijón

Aquí está, en medio del puente la escultura Sentimientos, de Manuel García Linares, que forma dos conjuntos, una pareja con un niño aquí en primer plano y al fondo un tronco de árbol hueco con unas aves, gaviotas, situadas encima, con las alas extendidas. Se trata de una de las primeras esculturas de este artista, ya consagrado por entonces como excelente pintor, nacido en Navelgas, concejo de Tineo, en 1943, quien la realizó por encargo del Ministerio de Fomento para su instalación en el lugar

Esta primer escena representa pues a una mujer, un hombre, y un niño con una bicicleta, mirando al sur, hacia la mesta o unión del Piles con el Peñafrancia: Les Mestes. la unión de los dos cauces: el Piles que recibe a la izquierda al Peñafrancia, poco antes de desembocar en el Cantábrico. El lugar luce aquí con todo su esplendor en un cauce ancho y relativamente profundo, con vistosos saltos de agua que caen en cascada a manera de pequeñas presas que forman una bella estampa


Ahora los ríos están canalizados en este tramo final, pero antes toda la ribera era de piedras, a donde la vecindad acudía a hacer la colada. El lugar se le llamaba El Requexu y también era donde los chavales bajaban a bañarse, el cual llegaba hasta justo enfrente, donde actualmente, en la cuña de tierra situada entre ambos ríos y perteneciente a términos de la parroquia de Castiello Bernueces, vemos las instalaciones del Complejo Deportivo de Les Mestes, con su puente sobre el río, su hipódromo y pista de obstáculos, centro de renombradas competiciones internacionales, velódromo, estadio de fútbol americano y rugby, y pista independiente de atletismo


Y poco más allá están las instalaciones deportivas del Real Grupo Cultura Covadonga está justo en la vega situada al lado del Piles. Esta verdadera institución del deporte asturiano fue fundada en 1938, aún en plena guerra civil, y vino acá acabando los años sesenta del pasado siglo XX desde su primitiva sede en el barrio L'Arena, cerca de la playa


Acabando la primera década del siglo XX, se aprovechó la llanura de esta espaciosa vega, donde desde finales del siglo anterior de practicaba tiro de pichón y se celebraban exhibiciones de globos aerostáticos con Jesús Fernández Duro, como aeródromo para exhibiciones aéreas cuando el Círculo Mercantil contrató al aviador francés Leoncio Garnier, quien participaba con su avión en estos espectáculos por toda España y del que hablamos también en Llanes. Por entonces la aviación como tal aún no había cumplido la década de existencia desde que en 1903 los hermanos Wrigth hicieron volar su primitivo aeroplano y aún no había estallado la I Guerra Mundial, cuando se produjo su gran evolución


El día 4 de setiembre de 1910 empezaron estos eventos aeronáuticos, con importante afluencia de gentes de toda Asturias, pues solamente de Oviedo/Uviéu salió un tren con 21 vagones, al que hubo que añadir algunos más. El precio de la entrada fue una peseta pero problemas técnicos malograron la exhibición. No obstante, al año siguiente se llamó no solo a Garnier, sino a otros dos aviadores, Lacombe y Rankonet, para las fiestas de Begoña, en esta misma pista, esta vez con un gran éxito



Dos años después, el 19 de octubre de 1913, otro aviador, Salvador Hedilla, realiza otra demostración aérea en La Guía, pese al mal tiempo no quiere defraudar al nutrido público que viene a verle y protagoniza su espectáculo aeronáutico. Durante unas piruetas el motor del aparato se para pero logra aterrizar en la teyera o fábrica de ladrillos de Pepe Cuesta, en Ciares, para gran admiración de los miles de personas que acudieron a presenciar su actuación. Hedilla dona sus beneficios a la Asociación Gijonesa de Caridad y la prensa le colma de elogios


Un cuarto de siglo después Les Mestes volvería a ser campo de aviación, pero para otros menesteres menos pacíficos. En plena guerra civil la república habilitó diversos aeródromos en Asturias, en el caso concreto de Gijón/Xixón se hizo especialmente necesario al ser un objetivo fundamental del enemigo, tanto sus instalaciones portuarias como industriales e incluso la moral civil, ensayándose los tristemente célebres bombardeos de terror que serían la trágica característica de la II Guerra Mundial. Hubo un campo de aviación en El Valle (Carreño) y otros dos en Gijón/Xixón, uno en Vega, unos kilómetros más al sur, y este de Les Mestes, que fue la base de operaciones de una escuadrilla de aviones soviéticos Polikarpov, apodados "chatos" por su forma,  que estaban al cargo del general Vladímir Górev (más tarde ejecutado tras su regreso a la Unión Soviética durante la Gran Purga de Stalin). El campo fue bombardeado varias veces, así como sus inmediaciones


Alguno de nuestros informantes de Somió que vivieron aquellos episodios, recuerdan la pericia de una piloto rusa como verdadera "as del aire""la única que valía", y es que de los otros pilotos no se decían buenas referencias sobre su maña con los aparatos, no sabemos si solo por su falta de destreza o porque, como corría el rumor y algo se escribió en su momento, alguien saboteaba los aviones. Sea como fuere lo cierto es que en el verano de 1937, cuando la situación del Frente Norte era desesperada, estos "chatos" hicieron una exhibición aérea para elevar la moral de la población que acabó en desastre, al ocurrir dos desgraciados accidentes, consiguiéndose un efecto desmoralizador totalmente contrario a lo que se pretendía. Los pilotos vivían en los llamados "chalets gemelos", enfrente de El Campu la Guía


En la posguerra el empleo de la planicie de Les Mestes dio un giro completo: desde 1942 fueron sede del Concurso Hípico de Gijón, antecedente de los usos deportivos que, tras los de la aviación acrobática y otros, interrumpidos con la guerra, continuarían hasta nuestros días 


Seguimos camino y tomamos como referencia el otro elemento de Sentimientos, el tronco con las gaviotas. Enfrente El Bibio, transición entre lo residencial de baja densidad y lo plenamente urbano, simbolizado en los edificios del fondo


A nuestra derecha el puente-rotonda de La Guía. Realmente desde la Avenida del Profesor Pérez Pimentel el Camino de Santiago señalizado pasa el Piles por el otro lado, pero hemos estimado oportuno hacerlo por este para contemplar Les Mestes, puesto que luego seguiremos por toda la ribera fluvial a lo largo de la senda peatonal y ciclista que recorre la margen izquierda, pasando junto al aparcamiento de El Molinón, y veremos bien toda esa zona


Pasado el tronco tenemos dos opciones: de frente es por donde estuvo señalizado primeramente el Camino de Santiago, siguiendo la Carretera de Villaviciosa y luego la Avenida de la Costa: es el trazado del primitivo Camín Real costanero, que antaño pasaba fuera de la entonces pequeña villa gijonesa, un poco más al sur, y ahora está dentro del casco urbano. Realmente es un trazado histórico, desde el que los peregrinos de pasadas centurias veían a lo lejos la población, en la ladera de un cerro rocoso que emerge entre el mar y los arenales, entrando en ella por alguno de los ramales que la enlazaban con el Camín Real  para acogerse a la hospitalidad del antiguo Hospital de Corraxos o peregrinos pobres


En la actualidad, entre altos edificios de pisos, este trayecto, señalizado con conchas doradas en el año 2012, es un largo recorrido urbano que deja de lado la vista de la Playa San Lorenzo o San Llorienzo y su hermosa concha, así como otros lugares significativos del centro urbano muy vinculados al Camino, como la capilla del dicho Hospital de Corraxos. Por eso se le ha buscado una alternativa más atractiva paisajísticamente: seguir la ribera del canalizado río Piles por El Molinón y el Parque Isabel la Católica hacia la Playa de San Lorenzo, que es la que vamos a seguir nosotros ahora en este caso tomaremos la senda que parte a la izquierda, con itinerario peatonal y también carril bici



Aquí estuvo El Puentín de la Guía, fundado en 1923 por el matrimonio de Balbino Suárez, de Pinzales, y Aurora Trabanco, de La Venta Veranes, que regentaban primeramente "un pequeño café económico que tenía por nombre La Puerta del Sol, todo guiño a los turistas madrileños", leemos en el libro de José Luis Carmona y Luis Arias González Comer fuera de casa: tres siglos de restauración gijonesa (1700-2000), el cual se transformó en aquel popular establecimiento:
"Sin embargo, este local pereció al ensancharse el cauce del Piles, lo que los obligó a alquilar, por 100 pesetas mensuales, una antigua fábrica de jabones que transformaron en merendero, en el sentido más estricto de la palabra, y que gozó de norme fama por la bolera, el juego de llave y los concursos de peonza que organizaba el dueño. Una vez fallecido el padre, en 1940, siguieron al frente doña Auroira y si hija Ermerinda; así hasta 1968, cuando pasó a diferentes dueños en régimen de alquiler. Desapareció en 1996. En esta primera etapa, la de la década de 1930, su oferta culinaria era aún muy sencilla -raciones, tortilla española, escabeche, chorizos a la sidra y bocadillos-, predominando la venta de sidra y bebidas para acompañar las meriendas traídas de casa, pero eso le confirió un éxito de afluencia que no alcanzaron otros establecimientos más pretenciosos."
El merendero de El Puentín de La Guía. Foto de Guía de Gijón, de Moisés Llordén y Arturo Arias

Según Janel Cuesta, renombrado cronista, El Puentín era realmente no el puente antiguo de piedra desparecido hacia 1860 sino "un pequeño puente de madera colocado en el año 1930 por el dueño, Balbino Suárez, para salvar el río Piles que cruzaba por el merendero", tal y como escribe en su libro Diccionario del hablar de la Villa y Puerto de Gijón, por lo que estamos ante otro posible origen del topónimo, algo en lo que abunda el filólogo Ramón d'Andrés en su Diccionario toponímico del concejo de Gijón"En este caso, el puentín que sirve para formar el topónimo sería el que construyó en 1930 el dueño del merendero que estaba en ese lugar, aunque con anterioridad hubo otros", pero al mismo tiempo dice:
"Referencia al lugar: se refiere al puente por el que la carretera de Villaviciosa atraviesa el Piles. Aunque en sentido amplio El Puentín es un lugar de La Guía, en la parroquia de Somió, el famoso merendero «El Puentín», ya desaparecido, se encontraba ya en el barrio urbano de El Bibio."
Andrés Pajares y Fernando Esteso. De Fotos antiguas de Gijón 

Una de sus fotos más renombradas es la de los actores y humoristas Andrés Pajares (derecha) y Fernando Esteso (izquierda), echando (escanciando) un culín de sidra cada uno en este merendero del que Janel Cuesta nos concreta además que fue "cerrado el 7 de octubre de 1996 y derribado en 1998 para construir la glorieta de La Guía"


Mas de dos décadas después del obligado cierre, fallecía su última propietaria. Así daba la noticia El Comercio el día 19-1-2017:
"María Irene Medina Díaz, antigua propietaria del popular merendero El Puentín de La Guía, falleció ayer después de toda una vida dedicada al establecimiento hostelero cerrado hace veinte años y que fue referente de ocio de muchas generaciones de gijoneses.

El funeral se celebrará hoy, a las 17 horas, en la iglesia parroquial de San Julián de Roces, donde también despidieron el pasado mes de mayo a su hermana Amalia. Junto a ella, y con su marido, Manuel Sirgo Menéndez, regentó el restaurante con merendero y bolera que se ubicaba en la actual rotonda de La Guía."

Y en La Nueva España, en la misma fecha:
"En el día de ayer falleció María Irene Medina Díaz, conocida hostelera de la ciudad que regentó, durante más de 20 años y hasta su cierre, el célebre merendero y sidrería El Puentín, en el barrio de La Guía.

Medina, junto con su marido, Manuel Sirgo Menéndez, y su hija, Rosa María, contribuyó a hacer de El Puentín uno de los merenderos más renombrados de la ciudad en el siglo pasado. Este lugar se convirtió en un punto de encuentro para muchas generaciones de gijoneses."

Aquí, enlazamos con la Senda Fluvial del Piles, otra de las rutas verdes puestas en marcha por el gobierno del consistorio gijonés en los años 1990. Al fondo, nuevas urbanizaciones en La Guía construidas tras la remodelación urbanística del barrio



Arriba vemos de cara y de frente a los personajes de Sentimientos asomados a la barandilla. Más atrás son las casas de la Avenida Justo del Castillo, dedicada a este destacado ingeniero gijonés y abierta con dichos cambios acaecidos en la parte de La Guía que mira al río, pues antaño las huertas de las casas llegaban a la ribera, razón por la cual no era demasiado difícil colarse antaño al concurso hípico sin pasar por taquilla. Gustaban de hacerlo los chiquillos aprovechando que, al celebrarse en verano, había poco caudal y era sencillo vadear el Peñafrancia, al menos si no los pillaba el guardia


Por allí atrás estuvieron la Casa de los Rubiera, la carnicería de Cipriano y el chigre-tienda de Milio y Pila, luego de Chelito, al lado de donde estuvo el Estanco la Guía y, sobre todo, el Jai Alai, el restaurante, merendero y baile de Avelino y Pilar, con Álvaro El Taquilleru, antes llamado El Recreo de La Guía. La llegada del tranvía en 1890 (hasta 1909 de mulas, luego eléctrico), configuró La Guía como lugar de ocio y esparcimiento, como continúa siendo hoy en día, si bien la demanda acuciante de vivienda está últimamente prevaleciendo sobre la de bajos comerciales para hostelería


Ya por entonces las familias más pudientes habían empezado a construir sus quintas de recreo desde que el duque de Tarancón, pariente cercano de la casa real, se enamorase de esta ciudad y concejo, así como de una gijonesa, estableciendo la suya en Somió, la primera aparte de las antiguas casonas de fidalgos locales ya más antiguas. Algunas de esas quintas se conservan, otras han desaparecido y otras más han visto sus posesiones parceladas y edificadas con viviendas unifamiliares y chalets, tal y como vimos atravesando esta parroquia siguiendo el Camino


Y es que en la actualidad Somió a efectos prácticos ya se la considera parte del casco urbano pues también han desaparecido aquellas caserías campesinas de pequeñas vaquerías y huertas donde se cultivaba el preciado Tomate de Somió que dio fama a la parroquia


Pasamos así bajo el puente de La Rotonda la Guía. La franja izquierda, recordemos, es para ciclistas, la derecha para peatones


Cuesta imaginarse cuando, aún no hace demasiado tiempo históricamente hablando, esto era zona rural y a los recursos agropecuarios se unían los piscícolas en los barrios ribereños, como es este de La Guía, pues hasta furagañes (pequeñas lubinas, morone labrax) se pescaban a veces, pues remontaban la corriente entrando al curso fluvial desde el mar


Bien es verdad que, antes que se canalizase el río Piles, El Puentín y las fincas de ambas márgenes se inundaban con crecidas y mareonas, ocasionando grandes problemas para poder pasar de un lado a otro. Luego, fueron famosos los grandes embotellamientos, por eso alguien escribió Adiós al 'Puentín' de La Guía en el apartado Momentos de la historia de El Comercio el 13-10-2023 recordando la construcción de esta infraestructura viaria que puso fin al embotellamiento cotidiano que acontecía anteriormente en este lugar:
«El 'Puentín' de La Guía ha muerto: ¡Viva el 'Puentón'!». Así decíamos en EL COMERCIO tal día como hoy de hace 25 años, anunciando que, tras muchos años de problemas, en no mucho tiempo se podría, por fin, circular por la nueva avenida de La Guía. Era aquella «una autovía de cuatro carriles que unirá la salida de la ronda Sur en Castiello de Bernueces con esta vieja entrada de Gijón por la que pasan al año cinco millones de coches». La clave del cambio radicaba en un gran puente (de ahí su aumentativo, tan gijonés), «que tendrá un diámetro de unos 70 metros y servirá de rotonda de distribución de tráficos para la carretera de Villaviciosa, la entrada al centro urbano por la calle de Ezcurdia o la posibilidad de llegar a la ronda Sur y circunvalar toda la ciudad y conectar con la autopista Y en dirección a Oviedo o Avilés». El proyecto, que estaba aún en marcha, preveía acabarse en enero o febrero de 1999, ya que las obras estaban muy adelantadas. Habían supuesto, decíamos, «un auténtico cambio de cara para toda la zona». Se había construido una nueva canalización y una escollera -que afectaba también a parte del Peñafrancia- para el Piles, lo que duplicó su cauce, al tiempo que hacía muy difíciles ya «las riadas que se derivaban de la acumulación de maleza bajo el viejo puente cuando se producían lluvias torrenciales». La carretera transcurría por un lugar antaño ocupado por huertas y prados que, ahora, quedaban cortados a la mitad. A Las Mestas ya no la conocía nadie.

Pero para bien. En las obras se había descubierto «que buena parte de los terrenos por los que pasa la obra eran un viejo basurero público, una situación que se vio potenciada por el hecho de tratarse de una zona de ciénagas en la que el Ayuntamiento vertía hace años las basuras de la ciudad». Estas circunstancias hacían del terreno una zona muy inestable, problema que, sin embargo, la pericia de César Fernández-Nespral, el ingeniero a cargo de las obras, y de las empresas Ceyd-Dragados habían ayudado a solventar. Solo quedaba rematar la obra para transitar, a la postre, por una nueva ciudad. El Gijón del siglo XXI."

Por el puente anterior a este pasaba el tranvía, y por el más antiguo aún, tal vez de origen medieval el de aquellos peregrinos que, conforme leemos en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la costa:
"continuaban por los términos parroquiales de Deva, Cabueñes y Somió. lugar que vería morir en 1739 al peregrino gallego Simón de Leme; penetrando ya en la villa de Gijón, una vez superado el río Piles por el puente de La Guía (puente de piedra y de un solo ojo que se hallaba en el lugar conocido como El Puentín), por la puerta de Begoña"

Este es el espacio interior de la rotonda, que en vez de ser una glorieta al uso, con parterres, es un amplio hueco por el que discurren el Piles y la senda


A la derecha, donde ahora está la sidrería La Tonada de La Guía, el Camín Real y luego la Carretera Villaviciosa se unían para pasar aquellos viejos puentes en dirección a Gijón/Xixón, y allí estuvo la primera capilla de Nuestra Señora de La Guía que se conoce, visitada por Isabel II en su viaje oficial por Asturias en 1858. Luego pasó más atrás, al Campu la Guía y, tras ser destruida en la Guerra Civil, fue reconstruida en la Avenida del Profesor Pérez Pimentel en 2015 con aportaciones vecinales y de particulares en terrenos donados por las Madres de los Desamparados y San José de la Montaña que tienen al lado su casa de acogida


Este era además el único puente sobre el Piles pues el situado a su desembocadura no fue hecho hasta 1914 que sustituía a una pasarela de madera puesta en 1901. Si tenemos la oportunidad de ver fotos antiguas comprobaremos que la transformación de estas riberas a lo largo del siglo XX fueron impresionantes, como iremos viendo. El Piles formaba meandros y por aquí se extendía hasta la desembocadura La Güelga, terrenos de ribera y marisma, poblados de juncos y cañaverales hasta la desembocadura, atravesando La Ería'l Piles, donde la vecindad iba a por rozu pa estrar la cuadra les vaques, hierbas plantas y vegetación empleada para mullir con algo blando el establo del ganado


Dos años después de la construcción de aquel llamado Puente'l Piles o Puente del Piles, desde allí el río fue canalizado hasta La Guía, eliminando sus antiguos meandros de llamuergues y humedales, de donde la vecindad, netamente ganadera, sacaba rozu o plantas silvestres para estrar o mullir las cuadras de los animales de las caserías


Había además varios regueros que desembocaban en él en este último tramo al mar, a su izquierda el de Ciares y el de El Real, por donde bajaban las inmundicias de aquellos barrios haciendo del paraje un gran foco de contaminación, por lo que eran llamados popularmente El Ríu Muertu y El Ríu Podre


A nuestra derecha, donde antes estuvo la primera capilla del barrio , justo donde arranca el Paseo del Doctor Fleming, descubridor en 1940 de la penicilina y cuyo primer monumento en su honor fue una escultura que los vecinos del barrio gijonés de Cimavilla colocaron en el Parque de Isabel la Católica. 


Se acordó darle este nombre el 11-5-1990 a la que figuraba antaño simplemente como "Orilla derecha del río Piles" y, en 1942 Juncosa. Luis Miguel Piñera en su libro Las calles de Gijón. Historia de sus nombres, apunta que "como probable referencia al despacho técnico del que fue aparejador municipal Luis Junquera Muñiz", si bien el nombre cierto es que recuerda a los juncos que antaño poblaron estas márgenes


En ese lugar y al lado de la sidrería se encuentra en nuestros días el taller de Cerámica La Guía y, más antiguamente estuvieron también la cuadra de Casa Enrique y La Tiendina de Vitorina, que tenía comercio de ultramarinos donde, según nos cuentan, hacía espaguetis, así como el taller de coches de Piñera


En dicho paseo y más a la izquierda de la cerámica, donde ahora hay un bloque de viviendas, estuvo la cuadra de vacas de Rubiera


A nuestra izquierda asoma la parte de arriba del Estadio El Molinón-Enrique Castro Quini, donde antaño, cuando todavía estas márgenes eran La Güelga, trabajaba el taller de Quilo'l de los Carros, especializado en reparación de carros, como su nombre indica


Subimos ahora unas fotos de invierno, que nos permitirán ver mejor el estadio, con los árboles sin hojas, así como subir al paso que, paralelo a este, pasa más arriba para tener una mejor perspectiva de él y de su entorno, al igual que de los márgenes del Piles desde lo alto


Fijémonos en que la parte derecha del camino está reservada a bicicletas y la de la izquierda a peatones 


De frente a nosotros volvemos a ver La Rotonda de la Guía y los edificios de la Carretera de Villaviciosa al lado de El Puentín y Les Mestes, al norte de las instalaciones del Real Grupo Cultura Covadonga y al este de El Bibio


Estamos subiendo a la Avenida de Enrique Castro Gonzalo "Quini", dedicada a este mítico jugador en el año 2015 cuya figura trasciende más allá incluso del deporte y del que hablaremos en nuestro recorrido por este paseo vía  y que por el margen derecho del Piles nos llevará a El Molinón 


En esta explanada se celebraba antaño el rastro de los domingos, por las mañanas, exceptuando los días de celebración del la Feria Internacional de Muestras de Asturias, que veremos un poco más adelante, pero, dado que los partidos pasaron a disputarse a cualquier hora, dicho mercado dominical fue trasladado al otro lado del río


Esta es una foto de primavera para que nos fijemos en la diferencia y cómo los árboles casi tapan el estadio. Es la Alameda de Manuel Preciado, dedicada a otra gran figura del Sporting, el entrenador Manuel Preciado RebolledoManolo Preciado, cuya escultura-homenaje nos encontraremos un poco más adelante cuando pasemos al lado del estadio, cuya historia comenzaría cuando se hizo el primer campo, con tribuna de madera, que se inauguró el 5 de agosto de 1917, pero donde en realidad se jugaban partidos de fútbol desde tiempo atrás, al menos desde 1908, que es cuando aparecen sus primeras reseñas de prensa (en el diario El Comercio del 20 de mayo). Leemos al respecto en Wikipedia:
"El Molinón era una finca propiedad de Julius Rimmel, nieto de Eugène Rimmel, que se llamaba así por estar al lado de un molino hidráulico de gran tamaño que se erigía en la zona, donde actualmente de ubica el Parador Nacional Molino Viejo."

Llegamos a la Avenida de Enrique Castro "Quini" y, sin cruzarla, seguimos por la acera de la derecha


Desde aquí pues tomamos este paseo paralelo a la avenida, que nos permitirá admirar mejor todo el entorno de las riberas del Piles. Por ejemplo allí enfrente y en la margen derecha contemplamos el Palacio de Deportes de Gijón Presidente Adolfo Suárez, obra de 1992 del arquitecto Salvador Pérez Arroyo. Detrás se celebra actualmente el rastro los domingos


Y a su derecha y en el mismo margen el IES El Piles, que vemos a nuestra derecha, inaugurado en 1985 donde antes estuvo el vivero municipal, desde 1928, en terrenos comprados a los condes de Revillagigedo. Entre ambos, El Regatu'l Pisón, que desemboca subterráneo al llegar a la canalizada ribera, separaba tradicionalmente los barrios de La Guía y del Pisón, ambos en la parroquia de Somió que, como hemos dicho, tiene aquí su límite en el río. De todas maneras y como podemos ver en el Mapa callejero de la parroquia de Somió editado por el Ayuntamiento, el límite actual se ha trazado incluyéndolo en La Guía


Al fondo, ya en El Pisón, vemos las instalaciones del que fue el Pabellón de Asturias en la Exposición Universal de Sevilla de 1992, entrada al Muséu del Pueblu d'Asturies, creado en el año 1968 por iniciativa del Ayuntamiento de Gijón/Xixón y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación a semejanza de los museos etnográficos al aire libre que ya existían en Europa desde el siglo XIX


A sus pies cruza el Piles el El Puente Inglés, así llamado porque los automovilistas han de circular por la izquierda al cruzarlo, lo que da pie a veces a algunos equívocos. Es un puente de muchísimo tráfico los días de rastro, partido y ferias


Por su parte, molino harinero aquí existente era el de la industria La Hormiga (había asimismo una fábrica de conservas), molino que daría nombre al lugar en el que se ubicaba, El Molinón y por ende al estadio de fútbol, cuyo aspecto actual es resultado de las reformas efectuadas entre los años 2009 y 2011. Leemos ahora a Ramón d'Andrés y su Diccionario toponímico del concejo de Gijón
"El Molinón designa, ante todo, un viejo molino que existió en este lugar, movido por las aguas de un riachuelo llamado El Molín, afluente del Piles. En el siglo XIX formó parte de las instalaciones de la fábrica de harina «La Hormiga», fundada por Romualdo Alvargonzález. El lugar quedó abandonado cuando esta industria desapareció. En los años 70 del siglo XX el lugar se restauró y recuperó, dando lugar al actual «Parador Nacional del Molino Viejo». El nombre de El Molinón se aplicó también a sitios cercanos: la avenida del Molinón (l’avenida’l Molinón) y el campo del Molinón (el campu’l Molinón), estadio de fútbol del Real Sporting, que ya se usaba como tal desde comienzos del siglo XX, inaugurándose oficialmente en 1917; pasó a titularidad del Ayuntamiento en 1944. Además, El Molinón designa toda una zona de la ciudad que tiene como referencia el emplazamiento del antiguo molino y el actual estadio de fútbol. 

 Otras observaciones sobre la denominación: la vía que va de El Molinón a la Avenida Castilla se llamó Avenida del Molinón, oficialmente «Avenida del Molino» hasta 1932. Cuando en los años 70 del siglo xx se hizo una reforma urbanística, se denominó oficialmente «Avenida del Molino Viejo», hasta que por acuerdo municipal del 2 de marzo de 1972 pasó a adoptar el nombre actual de «Avenida de Torcuato Fernández-Miranda», en homenaje al político gijonés (1915-1980) que desde 1969 ocupaba en la dictadura de Franco el cargo de ministro secretario del Movimiento, siendo nombrado después vicepresidente del Gobierno de España en 1973, y presidente de las Cortes y del Consejo del Reino en 1975. Como se ve, la denominación popular El Molinón se castellanizó en el mundo oficial en la expresión «El Molino Viejo», aplicada al antiguo molino o molinón, y ese fue el nombre que se le dio al actual «Parador Nacional del Molino Viejo». Sin embargo, el campo de fútbol conservó oficialmente el nombre popular de El Molinón."

El Real Sporting de Gijón, fundado en 1905 como Sporting Club Gijonés de la mano de Anselmo López, que entonces tenía 14 años, acompañado de Ignacio de Loyola Lavilla Nava, de 10 años, quien escribió el acta de fundación, que se ha perdido, inspirados tras ver un partido de fútbol entre la Sportiva Gijonesa y el Sporting Ovetense en la cercana Playa de San Lorenzo. Dado que siempre existió debate sobre este asunto consultamos la página del club:
"El Real Sporting de Gijón es un club cargado de profundos sentimientos y arraigo en Gijón, con extensión al resto de Asturias, además de dueño de una fecunda historia cuyos orígenes se remontan al 1 de julio de 1905: hace precisamente hoy 110 años. Hacemos génesis del arranque de esa larga historia, sustentada en la herencia que ha ido pasando de unas a otras generaciones. 
La Guerra Civil dejó en España muchas cicatrices; al club rojiblanco le expolió de sus principales trofeos y de buena parte de sus bienes y documentos. Incluso le dejó sin sede social, tal como relatamos recientemente con motivo de la invitación cursada a la plantilla rojiblanca por parte de los responsables del Café Dindurra. Allí, en el viejo y remozado café del Paseo de Begoña, hace 75 años, tuvo lugar la reunión que sirvió para constituir la primera Junta Directiva rojiblanca tras la contienda. 

Dado que el acta fundacional del club había desaparecido, se hizo necesario proceder a su postrera oficialización. Hubo que esperar a finales de 1956 para poder llevarla a cabo. Puesto que en 1905 no había federaciones, ni a escala regional ni tampoco nacional, ningún organismo podía aportar copia de dicho acta fundacional del Sporting Gijonés, nombre con el que había nacido el club. Ante esta situación, sólo cabía apoyarse en la memoria y en los datos de quienes vivieron su nacimiento, de quienes habían sido los primeros protagonistas de su historia. Hubo discusiones a la hora de concretarlo, con vivas y encendidas polémicas cruzadas incluso a través de la prensa, aunque finalmente se alcanzó el debido consenso. 

Así fue como se llevó a cabo la oficialidad de que el Sporting fue fundado a todos los efectos en julio de 1905, circunstancia que selló y rubricó el notario Tomás Albi Agüero, "en Gijón, con fecha del 23 de noviembre de 1956". El expediente consta de "cuatro pliegos de papel timbrado de la clase 8ª, serie F, número 1.042.260 y los tres ordinales siguientes". 

Sería Eustaquio G. Campomanes durante su mandato como presidente sportinguista quien impulsó esta obligada iniciativa. Así, aunque con dos años de retraso, en 1957, pudo celebrarse el cincuentenario de la entidad, entonces denominada Real Gijón. Habían dado fe del nacimiento del Sporting Gijonés en dicha fecha varios ex jugadores y ex directivos: Julio Bernaldo de Quirós Debrás (primer goleador nato que tuvo el equipo rojiblanco), Florentino García Sordo, Ángel Pardo Botella, Corsino de la Riera Acebal, Jacobo Argüelles Álvarez, Emilio Fernández Menéndez y Emilio López Sánchez (sobrino de Anselmo López, primer presidente rojiblanco). 

En el acta notarial se da cuenta asimismo de que "la primera Junta Directiva del Sporting Gijonés estaba formada por el presidente (Anselmo López Desanch) y tres vocales (Julio Bernaldo de Quirós, Alfredo Bernaldo de Quirós y Florentino García Sordo), además de otras personas cuyos nombres no se citan". 

Junto a las aportaciones fediticias, Florentino Garcia Sordo presentó una medalla ganada por el equipo rojiblanco en 1906, que había sido donada por el Círculo Mercantil Industrial. Suyas serían también las explicaciones que quedaron para la historia sobre la compra de las primeras camisetas en los almacenes “El Águila” o aquellas botas adquiridas a un zapatero de la Plazuela de San Miguel que se llamaba Saturno."


Por aquellos años el entonces nuevo deporte parece ser había llegado a la ciudad de la mano de marinos de barcos extranjeros en el Puerto del Musel. Un primer grupo de amigos constituyó el equipo que jugó primeramente contra sus rivales locales del Gijón Sport Club, fundado en 1903 por Luis Adaro Porcel, y los estudiantes del Colegio de la Inmaculada, informa Wikipedia:
"No fue, sin embargo, el primer equipo de fútbol de la ciudad: en 1902, Luis Adaro Porcel ya había fundado el Gijón Sport Club. Estaba formado por jóvenes estudiantes y vestía un uniforme que hacía referencia a la bandera martíma de la ciudad: camiseta blanca con puños y cuello rojo, pantalón blanco y medias negras con vuelta roja. Poco después, en 1904 nacía la Juventud Sportiva Gijonesa. Inicialmente, se disputan partidos contra equipos de la región."

Y en ese contexto, en El Zapateru, célebre chigre de Villamanín, en Somió, a donde pocos años antes llegaba el tranvía, habría estado el origen del mítico Real Sporting de Gijón, según revela La página del Sporting en El Real Sporting nació en 1905:
"Con anterioridad, tras la llegada del fútbol a Gijón, coincidiendo con el comienzo del siglo, se formó el Gijón Sport Club, en el año 1902. Nace a continuación la Sportiva de Gijón, que dio paso al Sporting Gijonés, primera denominación del primer club representativo de la ciudad, que pasó a llamarse Sporting de Gijón en 1911, tras integrarse la Sportiva Gijonesa, después de la cesión de varios jugadores para disputar un encuentro en La Coruña, en una reunión que tuvo lugar en Casa El Zapatero, en Somió. 
En 1956, con motivo del cincuentenario, Eustaquio Campomanes, presidente del Sporting, propició que la redacción de un acta notarial que diera fe de la fundación del club, para lo que el notario Tomás Albi solicitó la declaración de Julio Bernaldo de Quirós Debrás, Florentino García Sordo, Ángel Pardo Botella, Corsino de la Riera Acebal, Jacobo Argüelles Álvarez, Emilio Fernández Menéndez y Emilio López Sánchez, quienes se manifestaron como fundadores y jugadores del Sporting Gijonés, del que fue continuador el Real Sporting de Gijón."

El primer encuentro del que se tiene constancia documentada es el 18 de agosto de 1907 en la capital asturiana contra el Sport Ovetense, cuando Anselmo López, fundador, presidente y portero, tenía 16 años. Tanto la Sportiva Gijonesa como el Gijón Sport Club irían decayendo y sería el Sporting la máxima representación del balompié en la villa gijonesa, pasando a llamarse Real Sporting Club Gijonés cuando en 1912 Alfonso XIII acepta la presidencia de honor



Empiezan a partir de entonces a disputarse partidos con otros equipos de relevancia de toda España, ganando en 1914 el Campeonato Regional de Asturias, así como en 1916 cuando se gestiona la compra del campo y se da el nombre actual de Real Sporting de Gijón. Debuta en el Campeonato de España en 1917 en partido disputado en El Molinón y su primer internacional sería Manuel Meana, capitán del equipo, pues debutaría con la Selección Española en 1921



En los años 20 la profesionalización del fútbol hizo que se fuesen muchos jugadores a otros equipos, estrenándose en Segunda División al nacer la Liga en la temporada 1928-29. En 1928 se disputa en El Molinón el primer partido internacional en Asturias, entre España e Italia. No ascendería a Primera División hasta la temporada 1943-44 cuando, por imperativos políticos tras la Guerra Civil, se llamó Real Gijón, hasta los años 1960, aunque popularmente siempre sería el Sporting


Su trayectoria de ascensos y descensos en los años 1950 finaliza en la temporada 1958-59 con un descenso a Segunda que durará once años que pondrá en peligro la misma existencia del equipo, que casi llega a bajar a Tercera. En 1969-70 arregla sus problemas económicos y sube a Primera, abordando la construcción de la célebre Escuela de Fúbol de Mareo tras la venta del jugador Ignacio Churruca. Llega una época dorada, la de Mesa, Ferrero, Cundi, o Enrique Castro Quini y su hermano Jesús Castro, la cual llega a su esplendor a principios de los años 1980 con semifinales y finales de la Copa del Rey así como clasificándose para la Copa de la UEFA, siendo El Molinón sede de varios partidos del Mundial de Fútbol de 1982



Posteriormente la marcha de jugadores a otros equipos produce una decadencia de la que se sale adelante con la llegada de jugadores de la Cantera de Mareo, como Luis Enrique, Abelardo, Manjarín, Juanele, Arturo, Óscar, Alcázar, Tati o Luis Sierra, volviendo a disputar la Copa de la UEFA en 1991-92. Entonces por imperativo legal pasa a ser una sociedad anónima deportiva llamada Real Sporting de Gijón S.A.D. Vuelven a irse varios jugadores y llega otra importante crisis económica que le postra en los últimos puestos de la clasificación y baja a Segunda División en 1998, dentro de un proceso que le llevaría al borde de la desaparición, ha de vender sus marcas y la Escuela de Mareo al Ayuntamiento en 2001. En 2003-2004 hace una buena temporada con Marcelino García Toral como entrenador pero aunque roza el ascenso no lo consigue y en 2005 entra en proceso concursal, saneando algo su deuda y logrando el ascenso en 2008 con Manolo Preciado, si bien mantiene por los pelos la permanencia en el último partido contra el Recreativo de Huelva


En la temporada 2009-10 hace un mejor papel en su primera mitad pero se salva del descenso en el penúltimo partido, contra el Atlético de Madrid. La siguiente constituye la mejor de esta época en Primera aunque con serios altibajos pero en 2011-2012, viendo la falta de resultados se prescinde de Preciado y se opta como entrenadores por Iñaki Tejada y luego por Javier Clemente, pero no se logra evitar un nuevo descenso a Segunda, retornando a Primera División en 2015 con Abelardo Fernández. Su trayectoria va poniéndose al día tanto en la web del club como en Wikipedia y otras páginas y publicaciones:
"Una sanción impuesta por la La Liga debido a las deudas contraídas, privó al equipo de poder realizar incorporaciones de jugadores que no perteneciesen al filial. Aun así, consiguió sumar ochenta y dos puntos al final del campeonato, lo que les permitió clasificarse en la segunda posición, tras obtener veintiún victorias, diecienueve empates y dos derrotas. Además, el portero Iván Cuéllar fue galardonado con el Trofeo Zamora al portero menos goleado de la categoría con veintiún tantos encajados en treinta y seis partidos —un promedio de 0,58—.​

Tras el ascenso del club a la primera división de España, el Real Sporting de Gijón disputó dos campañas en esta, consumando su descenso el 14 de mayo del 2017, retornando a la segunda división.

El 28 de junio de 2022 fue adquirido por el Orlegi, pasando la presidencia al mexicano Alejandro Irarragorri."


A la izquierda de El Molinón, los edificios de El Bibio, para unos del latín bivium 'cruce de caminos' y para otros un antropónimo, como dice Ramón d'Andrés: 
"Hay dos hipótesis: el latín bivĭum [bíwium] ‘encrucijada, sitio donde se cruzan dos caminos’ (de bis ‘dos’ y via ‘camino’; o un nombre de persona de época romana, Vibĭum [wíbium], acusativo de Vibĭus, en referencia a la finca o hacienda de la que sería propietario"

El Bibio fue parte del coto señorial de San Nicolás del Mar o San Nicolás de Bernilde (antropónimo posiblemente visigodo), origen del barrio de El Coto o Coto de San Nicolás, con la capilla de esta advocación cercana del viejo Camín Real de la Costa, coto que aparece citado por primera vez en 1476 como propiedad de un tal Juan de Gijón y que llegaba "casi hasta Cabueñes, comprendiendo las actuales zonas del El Bibio, Viesques y La Guía y por el norte hasta el mar, de ahí el nombre de San Nicolás del Mar, entendiendo que en aquel Gijón el arenal llegaba en esta parte hasta la actual calle Alarcón", es decir, casi ya en lo que ahora es el centro urbano, nos dice Luis Miguel Piñera en su publicación El Coto de San Nicolás sobre la historia de este bario en la actualidad mucho más reducido


Hasta ahí llegada el ensanche urbano gijonés del siglo XIX que se extendió tras derribarse en 1867 las inservibles murallas y foso construidos en 1837 con motivo de las guerras carlistas siendo parada del primer tranvía (de mulas) que en 1890 comunicaba el centro de la ciudad (calle Corrida) con La Guía a través de la Carretera Villaviciosa, de la Costa o de las Cinco Villas


Hasta aquí llegaría, "hasta el río Piles que la divide de Somió hasta el mar" la extinguida parroquia (en lo eclesiástico pero también en lo administrativo civil, como es común en Asturias, Galicia y otros lugares) de Ciares o Ceares, incorporada plenamente al casco urbano con la creación de la parroquia eclesiástica de San Lorenzo acabando el siglo XIX que "linda al norte con el mar", al formarse esta nueva parroquia "con territorio y vecinos de la antigua de Gijón y la de Ceares que en lo sucesivo será su filial" según decreto del 16 de agosto de 1892


Al otro lado del río, en la parroquia de Somió, podemos decir que el Palacio de Deportes Presidente Adolfo Suárez tiene, según datos del Ayuntamiento:   
"14.000 m² construidos, está dotado con una pista central con un aforo para 5.000 espectadores y una pabellón auxiliar divisible en tres módulos con una pequeña grada con capacidad para 500 personas. Además, cuenta con sala de halterofilia, sala de musculación, 2 pistas de squash, sala de billar, sala de boxeo, sala de esgrima y un tatami. También cuenta con un aula de formación y una cafetería que se abre en los grandes eventos. El aparcamiento tiene capacidad para 2.000 turismos y 50 autocares"


Por su parte, el Muséu del Pueblu d'Asturies, que coordina la Red de Museos Etnográficos de Asturias, ocupa un terreno, arbolado, de 35.000 m²  y en él, además de numerosas dependencias, casas, casonas, archivos, boleras, edificios auxiliares y dependencias, tiene una charca de agua salobre como las que antaño había en aquellas desaparecidas marismas de La Güelga



De todas, maneras, lo que más destaca a la vista desde fuera es el citado Pabellón de Asturias en la Expo'92 de Sevilla, de arquitectura contemporánea "efímera" que hacía posible su fácil montaje y desmontaje que haría fácil su traslado. Sus altos y llamativos pilares de acero pretendían imitar los troncos de los árboles de un bosque asturiano, siendo concebido como una gran sala abierta sostenida por dichas columnas. Al acabarse los fastos de 1992 el edificio fue desmontado y vuelto a armar  aquí en 1994 con un coste de 253 millones de pesetas, lo que supuso más de la mitad de su presupuesto de construcción


La configuración de la margen derecha del Piles como gran zona de equipamientos puede decirse que comenzó en 1967 con la compra de terrenos para la Feria de Muestras, según nos explica el geógrafo urbanista Ramón María Alvargonzález Rodríguez en su libro Somió la ciudad jardín de Gijón:
"Hasta 1965, aproximadamente, la margen derecha del Piles era un paisaje de diminutas huertas, con sus pozos y balancines para el riego, donde persistía el cauce de un meandro cortado tras la canalización de la desembocadura del río. La insalubridad de la zona con sus persistentes colonias de mosquitos la había preservado, hasta entonces, de su ocupación residencial. (...)

A partir de 1967, el consorcio de la Feria de Muestras de Asturias comenzó la compra de terrenos en el recinto delimitado por le cauce canalizado del Piles y el meandro ya muerto. Adquirió en ese años 37.034 m² a los que se añadieron 21.080 más aportados por el Ayuntamiento, además de su participación en el consorcio. Poco después compró el Ayuntamiento a particulares otros 10.000 m.² más para localizar el Pueblo de Asturias (...)

En el espacio inmediato al puente de La Guía, en los terrenos antaño dedicados a vivero municipal, levantóse a comienzos de los 80 un grupo escolar, y en el segundo lustro de la década un Instituto de Enseñanza Media. Aunque en el Plan General de 1986, el hueco existente entre los centros de enseñanza públicos y el Pueblo de Asturias está definido como zona verde, en lógica continuidad con el parque de Isabel la Católica y el parque inglés, el Ayuntamiento tomó la iniciativa de construir un gran edificio destinado a palacio de deportes.

Proyectado por el arquitecto Salvador Pérez Arroyo, con un costo de 1.200 millones de pesetas financiados por el Ayuntamiento de Gijón, el Consejo Superior de Deportes y la Consejería de Cultura y Deportes del Principado de Asturias, se levantó un gigantesco edificio de 15.000 m.² de superficie útil, con forma de prisma rectangular semejante a una gran  nave industrial de cubierta plana, inaugurado en 1991. Circundado por una extensa área asfaltada destinada a aparcamiento, la erección de este equipamiento cerró la posibilidad de crecimiento del parque de Isabel la Católica"

A nuestra izquierda, y siempre dando vista a El Molinón, hemos de hablar Enrique Castro "Quini", el futbolista y auténtico fenómeno social gijonés y asturiano que da nombre a esta avenida, nacido en 1949 en Oviedo/Uviéu, hijo de Enrique Castro, de quien heredó nombre y de María Elena González, si bien se crio en el barrio de Llaranes en Avilés, siendo el primero de tres hermanos que se dedicaron también al fútbol, Jesús Castro, que fue portero del Real Sporting de Gijón (fallecido trágicamente en la Playa de Amió en Pechón -Cantabria- rescatando a bañistas en peligro), y Rafael Castro "Falo", portero en el filial Sporting de Gijón Atlético

Foto Rob Bogaerts/Anefo CC0

Quini empezó su carrera futbolística en el Grupo Deportivo Bosco del Colegio de los Padres Salesianos de Llaranes, donde comenzó sus estudios y luego en el Bosco Ensidesa, dado que el Poblado de Llaranes se construyó para trabajadores y sus familias. Con el tiempo hubo de decidirse a dedicarse al fútbol profesional, para lo que hubo de dejar la Escuela de aprendices de Ensidesa y la empresa Montajes del Tera, donde aprendía a ser soldador. Ya de juvenil fue convocado por la Selección Española de esa categoría en dos partidos del Campeonato Europeo contra Alemania


En 1967, jugaba en el C.D. Ensidesa de Tercera División, cuando hubo una oferta para jugar en el Oviedo Vetusta, filial de Real Oviedo, también de tercera, pero su padre prefirió dejarlo en el Ensidesa para evitar los desplazamientos a la capital. El puesto de Quini en la banda derecha, colocado en la demarcación de extremo, no parecía dar los resultados esperados como goleador, hasta que el nuevo técnico, José Luis Molinuevo, lo puso de delantero centro, recuperando su éxito con los goles, lo que hizo que se fijase en él el Real Sporting de Gijón tras meter Quini cuatro goles contra su filial, siendo contratado el 9 de noviembre de 1968 y debutando el 22 de diciembre en el estadio Benito Villamarín de Sevilla en partido contra el Real Betis Balompié. Su primer gol sería el domingo siguiente contra el Racing Club de Ferrol

La mítica foto. Panenka 104

A la siguiente temporada el Sporting volvía a Primera División tras diez años de ausencia, consiguiendo Quini el primero de sus trofeos Pichichi al marcar 24 goles. Con la selección española amateur de José Santamaría marcaría cuatro goles a Italia en Viareggio, consiguiéndose así el Campeonato de Europa. Debutó además en el primer equipo de la Selección Española convocado por Ladislao Kubala en el estadio de La Romareda en Zaragoza contra Grecia, empezando como suplente pero que, sustituyendo a Gárate, marcó uno de los dos goles españoles, siendo el primero de 38 partidos con la selección

Foto: Agustín Vega. Diario AS

Entre 1972 y 1973 estuvo apartado de la competición, e incluso vio peligrar su futuro deportivo, a consecuencia de un codazo en un partido en Inglaterra contra Irlanda del Norte, siendo operado de una seria fractura en el pómulo izquierdo, si bien en la 1973-74 volvió al terreno de juego consiguiendo su segundo Trofeo Pichichi y empezando ya por entonces las ofertas de equipos de la máxima envergadura, si bien el Sporting hizo valer su derecho de retención, lo que le hizo a Quini manifestar unas declaraciones en prensa que molestaron a la afición, si bien se reconcilió con ella al marcar 4 goles contra el R.C.D. Español en el estadio de El Molinón, junto al que ahora vamos a pasar. El 1 de julio se casa con su novia de toda la vida Nieves Cañada Gómez, naciendo un año después su hija Lorena, la primera de cuatro que tuvo

Foto: FC Barcelona

Pese a conseguir Quini un nuevo Trofeo Pichici con 21 goles el equipo baja a Segunda División en la temporada 1975-76, siendo entonces cuando el F.C. Barcelona apuesta fuerte para ficharle, si bien no lo consigue, para disgusto del jugador, dada la rotunda negativa del Sporting, hasta junio de 1980 por 82 millones de pesetas. En el Barcelona Quini lograría otros dos trofeos Pichichi y, tras un partido contra el Hécules C.F. el 1 de marzo de 1981, sería víctima de un secuestro a punta de pistola que conmocionó a España durante 25 días, siendo su liberación un acontecimiento de la máxima magnitud y trascendencia, además de una desbordante alegría


Reincorporado al Barcelona cosecharían Quini y su equipo grandes éxitos, dos Copas del Rey (1981 y 1983), una Recopa de Europa (1982) y una Copa de la Liga y una Supercopa de España (1983). En 1984 se retira del fútbol y se le tributa un gran homenaje, participando muchos grandes jugadores amigos a excepción de Diego Armando Maradona vetado por el presidente del Barça José Luis Núñez. De todas maneras Quini pronto cambió de idea y con sus 35 años se reincorpora al Real Sporting de Gijón, donde jugará hasta 1987 siendo su último partido en Liga en 14 de junio ante el Barcelona. Fueron en total 448 partidos en Primera División con 219 goles, siendo el cuarto mayor goleador de la historia de la Liga por detrás de Zarra, Di Stéfano y César Rodríguez. En el Sporting, con 165 de ellos, sería el mayor goleador de su historia

Foto: CAO Conceyu Abiertu pola Oficilidá

Seguiría vinculado al Sporting como ayudante técnico, luego delegado y más tarde representante institucional, protagonizando numerosos homenajes y recibiendo el título de Pichichi de Oro en la temporada 2002-2003 junto con Telmo Zarra por parte del diario Marca, al ser los dos futbolistas españoles vivos con más goles en Primera División, celebrando así los 75 años de la Liga. También presente en no pocas actividades sociales, cívicas y culturales Quini sería nombrado en el año 2006 en Valdediós patrono de la Fundación Caveda y Nava en defensa del asturiano

Foto: Aryse - Trabajo propio CC BY-SA 3.0

En el año 2008 es operado y supera una afección cancerosa. Su fallecimiento inesperado a causa de un infarto el 27 de febrero de 2018 llenaría de consternación a la ciudad y a Asturias además de a todo el mundo deportivo. Es entonces cuando se decide añadir su nombre al del estadio de El Molinón, celebrándose un multitudinario funeral en La Carriona, el cementerio de Avilés, donde también está enterrado su hermano Jesús. En 2018 la Federación Española de Fútbol crea el Premio Enrique Castro "Quini" para reconocer las iniciativas en pro del mundo del fútbol


En cuanto a esta avenida, pudo disfrutar Quini que le fuese dedicada en vida, siendo inaugurada con su nombre el 25-3-2015 con el pertinente acto público, del que recoge la noticia para Mundo Deportivo el corresponsal José Luis Calleja, siendo publicada al día siguiente:
"Avenida Enrique Castro González ‘Quini’. Fue inaugurada ayer en Gijón. Está situada junto al estadio El Molinón y es fruto de una iniciativa popular, que tuvo una gran acogida desde el primer momento, para homenajear al legendario jugador de Sporting y Barça y actual delegado del equipo sportinguista. 
Quini era el gran protagonista del día en Gijón y en el acto de inauguración de la calle que lleva su nombre reconoció sentirse “muy orgulloso” por el homenaje que representa que una calle de Gijón lleve su nombre y quiso “dar las gracias a todos los que han apoyado esta petición”. El ex jugador azulgrana quiso también extender ese homenaje a sus ex compañeros en el Sporting: “También merecía tener una calle los compañeros que jugaron conmigo en los años 70 en el Sporting” 
El acto se desarrolló rodeado de admiradores y amigos, además de las autoridades, con la alcaldesa de Gijón al frente, Carmen Moriyón. Quini depositó un ramo de flores a los pies de la estatua dedicada al ex entrenador del Sporting Manolo Preciado, situada también junto a El Molinón. Junto a él, el entrenador actual del Sporting de Gijón, con quien comparte vestuario como delegado, y también con un pasado brillante como ex jugador del Barça ‘Pitu Abelardo."

Ya estamos de frente al Puente Inglés y, al otro lado, El Pabellón de Asturias en la Exposición Universal de Sevilla, de los arquitectos Ramón Muñoz y Antonio San Martín. En el blog Pasaporte Expo 92, dedicado a rememorar aquella gran exposición internacional, podemos leer lo siguiente (incluyendo atribuir erróneamente a Gijón/Xixón la capitalidad de Asturias):
"El Pabellón de Asturias se encontraba en el antiguo Paseo del Lago, entre los pabellones de Galicia y de Cantabria. 
Durante la Muestra Universal, la comunidad asturiana estuvo representada por un pabellón de arquitectura contemporánea y efímera, que posibilitaba su rápido montaje y su posterior traslado para su reaprovechamiento. El edificio se concibió como una gran sala abierta con pilares de acero que imitaban las formas del bosque asturiano, y cerrado por una elevada cubierta más alta que el techo, que mantenía la forma de la región asturiana. Sobre el suelo del patio se proyectó el mapa del Principado de Asturias y las sombras de los pilares marcaban las poblaciones más importantes. 
El edificio, que mostraba su contenido expositivo en una parcela de más de dos mil metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, fue financiado por el Principado y llevaba por lema "Geografía", al girar las exposiciones en torno al relieve, clima y situación geográfica de la región, además de otras exposiciones como "Asturias y América", la artesanía asturiana o grupos de gaiteros y música regional. 
Tras la clausura de la Expo '92, el pabellón fue trasladado a su pueblo natal, Asturias, en 1994, donde se acondicionó para convertirse en sede del Museo del Pueblo Asturiano en la capital, Gijón. El presupuesto del traslado ascendió a 253 millones de pesetas, más de la mitad del presupuesto de construcción del propio edificio."

Al fondo y en la margen derecha empezamos también a ver las instalaciones del Recinto Ferial Luis Adaro, donde se celebra anualmente la Feria Internacional de Muestras de Asturias entre otros numerosos eventos, cuyo origen, en su época actual, arranca en 1963, cuando al llegar a la presidencia de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Gijón, el empresario e ingeniero Luis Adaro Ruiz Falcó quiso volver a organizar las ferias de muestras que, desde 1924 y hasta 1931, se celebraron en la ciudad coincidiendo con las fiestas de Begoña en agosto, rodeándose para ello de un grupo de colaboradores y haciéndola realidad en unos terrenos de la entonces Avenida de Fernández Ladreda (actual Constitución) entonces prácticamente en las afueras del casco urbano, al sur de la ciudad. Leemos en Wikipedia:
"Desde 1889 se celebraba en Asturias la "Exposición Regional de Comercio", origen remoto de la feria de muestras de Asturias, que data oficialmente del año 1924. Desde ese año y hasta 1931 se celebraron ocho ediciones.
En 1963, Luis Adaro Ruiz-Falcó, al asumir la presidencia de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Gijón recordando la primera Feria a la que asistió con su padre, durante las fiestas gijonesas de Begoña, en 1924, pensó en volver a organizarla en plena calle. Y así lo hizo, contando con la ayuda de un nutrido grupo de colaboradores: Pedro García Rendueles -nombrado director de la muestra gijonesa aún en proyecto-, Dimas Menéndez Magdalena, Manuel Díaz Fernández, José García Victorero, Joaquin Merediz, Juan Suárez Martínez, Javier Loring, Luis Suárez Bárcena, Alfredo Canteli, Tomás Salvador y Claudio Fernández Junquera -vicepresidente de la Cámara por aquel entonces-.​ 
El alcalde de la ciudad en aquel momento, Ignacio Bertrand, ofreció unos locales interiores en la antigua calle Fernández Ladreda, situados detrás de la gasolinera de Jesús Revuelta, en Laviada. La Comisión Nacional de Ferias y Exposiciones asignó a la Feria gijonesa los días 8 al 22 de agosto para su celebración, fechas que coincidían con las celebraciones de la fiesta de Begoña, cuando asturianos de todo el Principado acudían a las fiestas de la ciudad. 
La I edición supuso un éxito en la que se dieron cita diversas empresas como: Adaro, Caja de Ahorros de AsturiasDuro FelgueraEnsidesaEl Gaitero, Gijón Fabril, Hidroeléctrica del CantábricoSanta BárbaraUninsa, etc. instaladas en ordenada dispersión por las aceras. El salón de actos de la Escuela de Peritos ejerció de salón de actos de la muestra. En el discurso de apertura, Luis Adaro calificó a la Feria como "el escaparate de Asturias"

Luego se decidió aprovechar una tribuna del estadio de El Molinón entonces sin uso, para celebrar la segunda edición y en 1964 se pasó a ocupar también la otra margen del Piles tras ser desecada de lodos y marismas. En 1966 el Sporting anunció que necesitaría la tribuna y esto motivó la adquisición de estos terrenos de la ribera del río en 1967 con ayuda del Ayuntamiento:
"Tras la I edición, los organizadores de la Feria no contaban con un lugar para albergar la muestra. Entonces, decidieron realizar la Feria en una tribuna de El Molinón que estaba paralizada, y que estaban construyendo detrás de la del público y que pertenecía a la Universidad Laboral. Con el beneplácito del rector de la Laboral, se comenzó a preparar todo lo necesario. Se construyó un puente aéreo para la comunicación interior, con el fin de que los asistentes a la feria no tuvieran que salir del recinto. Y el segundo año, la Feria se celebró allí, siendo inaugurada por Gregorio López-Bravo, ministro de Industria. Tras el nuevo éxito, se cruzó a la margen derecha del río Piles. Surgió entonces el problema de la tierra, que al estar constituida fundamentalmente por lodos, de aguas y marismas, provocaba que no se pudiera construir nada encima. Luis Adaro recordó que para los caminos del jardín, que eran de barro, su padre traía de la Fábrica de Moreda un arenón que salía del horno alto, que al echarlo quedaba como cemento. Se trajeron escorias de los altos hornos y el resultado fue el esperado. 
En 1966, una vez concluida la X edición de la Feria, II de la nueva era, el Sporting de Gijón comunicó que para el año siguiente necesitaba la tribuna que estaba utilizando la Feria. Esto suponía un grave problema, solucionado tras una tensa negociación en la que acordó que la feria debería abandonar el recinto en un plazo de cuatro años. Finalmente en 1971 su ubicación permanente actual, se fijó en la ribera derecha del río Piles, en la parroquia de Somió, actual Recinto Ferial Luis Adaro. 
Con el paso del tiempo, en los pabellones centrales de la Feria se exhibían cada año maquetas y planos de los proyectos imprescindibles para sacar a Asturias del atasco, y que actualmente son ya una realidad: la autopista Y (Oviedo-Gijón-Avilés), y la del autopista del Huerna, el dique de El Musel, el ramal de Renfe que habría de unir Ensidesa y El Musel, el Aeropuerto de Asturias, la ampliación de Ensidesa, la creación de Uninsa y el plan de acción concertada del sector hullero que convirtieron a la Feria en centro de ventas y espacio para el pacto de negocios, y como plataforma de exhibición de los proyectos futuros. 
En 1967, cuando las cuencas vivían el relevo en la titularidad de las minas, se celebró en el recinto ferial gijonés, promovida por Adaro Ruiz-Falcó, la I Feria Internacional de la Minería con representación de numerosas empresas españolas y extranjeras, incluso de países del Este, como ChecoslovaquiaPolonía y Hungría."


En 1971 vino definitivamente a este lugar, donde, con sucesivas reformas y ampliaciones, permanece en nuestros días:
"En 1972 consiguió la categoría de nacional. Ese año, se diversificó con algunas ferias menores. Así nació Mercaplana, que pretendía ser un mercado semanal del jardín y las plantas, que ofrece grandes posibilidades a los comerciantes relacionados con la fabricación, cultivo, cuidado o comercialización de los objetos que en él tendrán cabida, además de un salón infantil con columpios y juguetes. Con el tiempo fue creciendo hasta convertirse en un parque infantil navideño con gran aceptación.

La feria ha sido desde entonces una de las principales actividades del verano gijonés, sumando en 2019 más de 720.000 visitantes, siendo la feria más visitada de España.2​ En 2016 celebró su sesenteava edición, en 2020 se canceló debido a la pandemia de Covid-19 y entre las ediciones de 2021 y 2022 vuelve a la normalidad."

Nos acercamos a El Molinón, el gran estadio cuya historia es la del Real Sporting de Gijón. Se sabe que en  los prados aledaños, aún antes que el Piles se canalizase, jugaba el equipo Gijón Sport Club, antecedente del Sporting, si bien el estadio, primitivamente de madera, se construyó justo después de la canalización, en 1917, inaugurándose con un partido contra el Arenas Club de Guecho (Vizcaya) el 22 de abril de ese año. En 1920 se celebró la final de la Copa del Rey entre el Athletic Club de Bilbao y el F.C. Barcelona


Dejamos a la derecha El Puente Inglés y continuamos de frente mientras nos dirigimos al estadio. Siendo en principio un arrendamiento al Ayuntamiento, en noviembre de 1924 el club lo adquirió en propiedad, siendo reformado en 1928 para un amistoso España-Italia, primer partido entre selecciones nacionales en El Molinón, construyéndose dos nuevas tribunas y consiguiendo espacio para 15.000 espectadores. En 1931 la tribuna principal fue consumida en un incendio declarado tras un partido contra el Racing de Santander. A causa de la situación económica del club y la obra de reconstrucción se devolvió la titularidad al Ayuntamiento en la posguerra, en 1944. En 1968 se instalaron cuatro grandes torretas luminosas para poder disputarse partidos nocturnos y en 1969 se inauguran las cubiertas de las gradas general y sur, siendo el primer estadio español con todas las gradas cubiertas


Para los Mundiales de 1982 se acometió una gran reforma elevándose las gradas este y sur haciéndose sitio para casi 45.000 espectadores, 16.000 de ellos con asiento, si bien en 1984 motivos de seguridad hicieron reducir el aforo a los 38.000. Nuevas reformas según las nuevas normativas de seguridad de la UEFA y la FIFA se realizaron en 1987 y 1988, haciéndose de asiento todas las localidades, dividiéndose las gradas en sectores independientes, retirándose las vallas de seguridad e instalándose cámaras, pasando a ser de 25.885 espectadores


En 2006 hubo una ambiciosa remodelación integral que cambiaría también todo su aspecto exterior, colaborando en estos trabajos el artista Joaquín Vaquero Turcios. Se reforzaría toda la estructura, se amplió el fondo norte, se cambiaron las cubiertas, hubo nuevos vestuarios, zonas mixtas para prensa, radio y televisión y nueva sala de entrevistas. Se sustituyeron todos los asientos y se aumentó el aforo a 30.000 localidades. Para ayudar a sufragarla buena parte de los bajos se privatizarían y pasarían a ser locales comerciales y hosteleros. El 28 de febrero de 2018, un día después del fallecimiento de Quini se añadió su nombre al de El Molinón. En 2022 el Grupo Orlegui Sports, propietarios del Sporting, presentaron un ambicioso proyecto para construir un estadio completamente nuevo para el Mundial 2030


La Alameda de Manolo Preciado en primavera, dedicada entrenador que protagonizó alguno de los episodios más determinantes de la historia más reciente del Sporting, enormemente querido por la afición, La Mareona


Su estatua, Monumento a Malono Preciado, obra de Vicente Menéndez-Santarúa Prendes, está al pie de los árboles, en una pequeña explanada entre la Avenida Enrique González Castro "Quini" y los aparcamientos. En ella se presenta al entrenador en un momento de máxima euforia, un gol decisivo que supusos el ascenso a Primera División en la trepidante temporada 2007-2008. Nunca faltan flores, bufandas, pañuelos, etc. en su ofrenda


Manuel Preciado Rebolledo nació en El Astillero (Cantabria) el 28 de agosto de 1957. Empezó jugando el los filiales del Real Racing Club de Santander, equipo con el que jugaría por primera vez en Primera División el 5 de abril de 1978 en el Helmántico, sustituyendo a Portu en partido contra la U.D. Salamanca


 Más tarde lo haría en el Linares C.F. dos temporadas, otra en el R.C.D. Mallorca, una más en el Deportivo Alavés, cuatro en el C.D. Ourense y finalmente en la R.S. Gimnástica de Torrelavega, pasando en este a entrenador en la temporada 1995-96. consiguiendo su primer ascenso como entrenador


En 1997-98 entrenó al Real Racing Club de Santander B y celebró su ascenso a Segunda División B, pero al año siguiente, siendo segundo entrenador con Nando Yosu, fueron los dos destituidos tras la jornada 16 al quedar el equipo en posición decimoquinta posición, Regresó en la temporada 2000-01 pero no pudo evitar la bajada a Tercera División, aunque recuperó categoría la siguiente temporada


Entrenó como técnico profesional al Racing de Santander en la temporada 2003-2003 pero dimitió cuando el empresario estadounidense de origen ucraniano Dmitry Piterman compró el equipo y quiso ser su entrenador. La siguiente temporada llevó al Levante U.D. a Primera División, siendo este el cuarto ascenso de su carrera. Seguidamente pasó al Real Murcia C.F, en Segunda División, pero fue cesado, volviendo a la Primera División con el Racing de Santander, si bien dimitió a cuatro jornadas del final de la competición al no verse capaz de librarlo del descenso


En el año 2006 es contratado por el Real Sporting de Gijón, que sí lograría hacer subir a Primera tras diez años en Segunda, un gran acontecimiento en la ciudad que le hizo ser muy querido por la afición, tanto es así que figuró como entrenador cuatro temporadas más, llegando a ser el segundo entrenador que dirigió a los jugadores sportinguistas durante más partidos, 232, detrás de José Manuel Díaz Novoa con 282. Tras seis jornadas al frente del equipo es destituido en la del 2011-2012



El 6 de junio de 2012 se anuncia su fichaje por el equipo Villareal C.F. que estaba en Segunda División, pero fallece repentinamente de infarto en una zona residencial de Sueca (Valencia), causando una honda conmoción, sucediéndose diversos homenajes y galardones póstumos, como la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, la insignia de la Asociación de Futbolistas Españoles, la de. Real Racing Club de Santander, o el gran acto en su memoria que congregó a 10.000 personas en este estadio, siendo entonces bautizada como Alameda de Manuel Preciado una de las calles cercanas y un año después instalándose esta estatua. El Astillero le nombró Hijo Predilecto y Santander le concede una estrella en su Paseo de la Fama de Tetuán


Una placa recuerda que la obra fue instalada el 7 de junio de 2013, primer aniversario de su repentino fallecimiento. En ella se lee "Mañana Saldrá el sol". Luego va su firma y la leyenda "Manolo Preciado, un hombre que hizo feliz a la gente"


La estatua, de bronce marino como material esencial fue auspiciada por la Peña Portal Sportinguista, con la que colaboraron familia y amigos de preciado, consiguiendo unos 110.000 euros mediante aportaciones populares, siendo inaugurada justo un día después de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento. El acto contó con la madre y con la viuda del entrenador, Arancha Arbolí, sus hijos Ana y Manuel, representantes de los equipos donde jugó y entrenó, autoridades, amigos, jugadores y exjugadores, siendo conducida por el periodista Rafael Quirós ante más de seiscientos asistentes


Continuando por el paseo de la Avenida Enrique Castro Quini hemos de decir que, a la altura de la estatua de Preciado y llegando. El Molinón no fue tampoco el primero ni el único campo (antes de la construcción del estadio) en el que empezó a jugarse al fútbol en la ciudad. Además de la Playa San Lorenzo se jugaba en la llanura de El Bibio, a escasos metros de aquí, y en El Prau Redondu en El Humedal, por entonces al sur de la villa y puerto, allá por los primerísimos años del 1900


Al otro lado del Piles vemos parte de las instalaciones del Muséu del Pueblu d'Asturies, destacando su popular bolera, unas de sus primeras adquisiciones, además de hórreos, paneras y dos casonas,  una casa mariñana, un mazo de ferreros, un llagar de sidra y esta bolera. La idea del museo partió también de Luis Adaro ayudado por el entonces alcalde Ignacio Bertrand y donaciones de empresas y particulares, siendo su primer director Luis Argüelles. En 1992 se inauguró el Museo Internacional de la Gaita (completado en 1982 con el Archivo de la Tradición Oral), a la vez que llegaba el mencionado Pabellón de Asturias en la Expo de Sevilla y se creaba la Fototeca de Asturias


Con motivo de su fallecimiento se tributó a quien fuese su primer director, Luis Argüelles, un emotivo homenaje a su figura, tesón y trabajo, organizado por La Nueva España, que da cuenta del mismo el 6-3-2014:
"El gijonés Camilo Luis Argüelles Sánchez falleció en Gijón el pasado día 11 de enero. Tenía 84 años de edad y dejó tras de sí una prolífica labor en el campo de la etnografía y la recuperación y divulgación del folclore y las costrumbres de Asturias. A las 20.00 horas de hoy, en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, se celebrará un acto de homenaje a Luis Argüelles, en el que, entre otros, intervendrán su hijo, Luis Argüelles Tamargo; el músico Dani García de la Cuesta, y Berto Álvarez Peña, escritor, etnógrafo, dibujante e ilustrador de obras en asturiano. La sede del Club LA NUEVA ESPAÑA está ubicada en el Centro Cultural de Cajastur Monte de Piedad (plaza del Monte de Piedad, número 2). La entrada es libre.

Licenciado en Derecho, Luis Argüelles prefirió no dedicarse a la abogacía para estudiar y divulgar las costrumbres asturianas en los años en los escaseaban quienes se dedicasen a tal disciplina. Gracias a su tesón se creó el Museo de la Gaita en los años sesenta del pasado siglo, en los bajos del antiguo Instituto de Jovellanos, considerado, entonces, de los mejores del mundo, y junto con Luis Adaro, José Avelino Moro y Daniel Palacio puso en marcha el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias en las marismas del Piles, del que fue director.

"Lo que voy a destacar de Luis Argüelles en el acto es, precisamente, el trabajo que hizo de etnografía, de recoger tradiciones tanto de Antroxu como de San Xuan y de mitología asturiana", subrayó ayer Berto Álvarez Peña. "Voy a destacar esas cosas, por ejemplo un par de leyendas: la del cuélebre de San Lorenzo y la de los encantos de la Peña Pola. También la tradición que había en la ría de Aboño en San Xuan de quemar el xigante, algo que se perdió totalmente".

Según Álvarez Peña, el material recopilado por Argüelles "es fundamental para que toda esa información no de perdiera y él tuvo el privilegio de poder contactar con unos informantes que ahora ya no están, y si Argüelles no lo hubiera hecho, lo hubiéramos perdido para siempre; son leyendas, tradiciones y una serie de datos que ahora mismo no tienen memoria viva de ellos, salvo sus escritos. Es lo que hay que destacar de su trabajo: que si él no hubiera recogido esa información, se hubiera perdido".

Al fondo se ven ya los árboles del Parque de Isabel la Católica y, a la derecha del río, los de El Parque Inglés, su ampliación posterior, más allá de la Feria de Muestras, luego llamado Parque de los Hermanos Castro en homenaje a Quini y a su hermano. Ya desde la canalización del Piles se había planteado sanear las marismas y construir un parque, existiendo varios proyectos para ello, pero la Guerra Civil paralizó su puesta en práctica, no siendo acometido hasta 1941


Sigue a la derecha el Paseo del Doctor Fleming, cuyo monumento será instalado en dicho parque en 1955, obra del arquitecto Luis Moya, famoso por proyectar la Universidad Laboral. En su acera izquierda unas barandillas los separan del río, mientras que a la derecha están las entradas al Recinto Ferial Luis Adaro y Feria de Muestras


A nuestra izquierda sigue la Avenida Enrique Castro González "Quini", con el gran paseo porticado alrededor del estadio y las puertas de la Grada Norte y Tribuna Norte


Placa de la avenida con el año de su inauguración


Y este es el famoso y enorme escudo del Sporting en la fachada que mira al Piles y a la Feria. El esquema básico a permanecido inmutable durante su historia. Triángulo isósceles invertido con cuatro rayas rojas y tres blancas verticales con la S de Sporting y la G de Gijón y arriba la corona real


Durante la II República la corona fue mural, decorativa, sin simbolizar la monarquía, y el escudo pasó a ser redondo. Durante las primeras décadas de la dictadura la palabra Sporting fue suprimida y el triángulo se hizo en forma de letra G. El actual es una evolución del tradicional hecho por la empresa CYAN y firmado por el creador Juan Jareño


En El Molinón se celebran desde siempre  otras actividades no necesariamente deportivas, destacando los grandes conciertos. Algo que viene de muy antiguo, pues el primero que se conocer es la representación de la ópera Maruxa, del compositor Amadeo Vives, tal y como nos informa el libro Historias de El Molinón. Cien años dando juego:
"en lo que fue la primera representación al aire libre en Gijón. El Sporting cedía el estadio a la Asociación Gijonesa de Caridad, en colaboración con la compañía Apolo que por esos días actuaba en el teatro Dindurra."

El primer estadio, entendido como campo permanente, únicamente tenía como elemento estático que le hiciese merecedor de tal nombre, una maroma gruesa que delimitaba el terreno, luego sustituida por un vallado de madera. El público estaba de pie aunque se traían sillas y, a veces, tribunas desmontables:
"La hinchada, cada vez más numerosa, llegaba al estadio con dificultad pese a que el tranvía pasaba cerca. El entorno delo "Campo de Sport de El Molinón" fue durante décadas una marisma encharcada por el río Piles. Animar al equipo tenía entonces mucho más mérito"

Y este es Antes el llamado Puente de la Feria, que sustituye a otros anteriores que comunicaban el margen izquierdo con el derecho, enfrente mismo de la entrada principal al recinto. Antaño existió un puente metálico aéreo, el Puente Elevado, que comunicaba las gradas de El Molinón con la Feria de Muestras


La Feria de Muestras constituye uno de los grandes eventos que marcan singularmente el verano gijonés desde hace generaciones, donde se dan cita firmas y expositores, privados e institucionales, de todo tipo, asunto, y tamaño. En un gran mercado donde además se puede comer y beber en numerosos establecimientos, hay exposiciones, actuaciones y conciertos, por lo que ha sido bautizada popularmente como "la feria del bocadillo", lo que lejos de ser un menosprecio corrobora su rotundo éxito


En Un menú en la feria barato y divertido, Arnaldo García y Eva Menéndez, de El Comercio, publican una sinopsis de algunas preferencias culinarias de sus visitantes:
"Si algo no falta en la Feria son los diferentes puestos de comida en los que los visitantes pueden decidir hacer una parada para nutrirse y seguir con el recorrido del recinto ferial. Algo que no falla nunca es el tradicional bocata de calamares. «Siempre que venimos comemos escogemos este. Es lo típico pero, es que además, ¡está riquísimo!», dicen Miguel Poblador, Diego García y Martín García, «vamos a tiro fijo», añaden. 
Hay otros que tienen sus propias tradiciones familiares, Nieves Peña y Dolores Abijón enseñan sus patatas rellenas, «todos los años las comemos, es algo que hacemos en familia en la Feria». 
Y si alguien estaba contenta con el menú escogido es Sofía Arias que con una cara de felicidad saborea su perrito caliente, «es su día ella está encantada», decía su madre, María Entrialgo. Ella, junto con Román Arias decidieron elegir algo que les llamó la atención, «gochu esmigayau y la opción no «ha estado nada mal». 
Tampoco se arrepentían de su decisión la familia formada por Mariela Isabel Acuña, Alberto Raúl, Alejandro y Luca, «normalmente comemos bocadillo pero este año los chicos querían variar y por eso estamos comiendo en mesa», explican. Calamares, criollos y costillas cubren la mesa. Acuña optó por una sangría para beber aunque su familia es «más de refrescos». A mesa puesta también fueron José Manuel López, Mar y Sergio «aprovechamos para sentarnos, descansar y seguir con el recorrido con fuerzas».También hay sitio para los más golosos, a Marta Miyar y Ana González les «encanta el chocolate» dicen mientras enseñan su gofre. Carmen Rodríguez, aunque no suele «caer en la tentación», acabó por degustar una tarta, «¡está muy buena!»."

La generación "bocadillu" llamaba a este fenómeno el diario digital Mi Gijón el 6-8-2023 en la inauguración de la feria e, incidiendo en ello y en la múltiple variedad de empresas y entidades qeu acuden con sus productos, Borja Pino publica 3 días después en el mismo periódico el no menos significativo titulado Desde blindados hasta bocadillos:
"Ya sean asturianos de pro o forasteros con continuidad, los leales a la Feria Internacional de Muestras del Principado tienen la lección bien aprendida: en la FIDMA, ni siquiera los días laborables son aburridos en el Recinto Ferial ‘Luis Adaro’. Y ayer martes bastó echar un ágil vistazo a las calles, plazas y recovecos del recinto para constatar lo cierto de dicha enseñanza. Aun sin llegar al volumen de afluencia propio de cualquiera de sus tres fines de semana, el evento más icónico del verano en la región volvió a reunir a miles de fanáticos y curiosos, seducidos tanto por las propuestas culturales que albergan sus pabellones, como por la nutrida oferta lúdica, comercial y gastronómica que sus expositores pueden proporcionar.
La tímida concurrencia de las primeras horas de la mañana dio paso al mediodía a una nueva marea humana, agrupada en el área que ocupan los negocios hosteleros. Terrazas como la de El Chilu o El Cuco han volvieron a estar a rebosar de clientes, al tiempo que largas filas se formaban ante los puestos de venta de helados y gofres, todo ello mientras cohortes de visitantes se refugiaban del sol de justicia bajo aleros y en parcelas ajardinadas para disfrutar de sus compras. Por su parte, actividades como ‘Hacemos posible lo imposible’, ofrecida en su ‘stand’ por Alimerka, o la muestra ‘Gijonomía’ del Ayuntamiento de Gijón, no pudieron quejarse de desatención alguna, al igual que propuestas informativas como la del Ministerio de Defensa, cuyas raciones de campaña, trajes de protección nuclear, biológica y química (NBQ), y vehículos blindados VAMTAC, hicieron las delicias de grandes y pequeños. 
Un amplio y ecléctico conjunto de diversiones que, muy probablemente, hoy volverá a cosechar buenos y esperanzadores resultados."


Miles, podemos decir sin exagerar, son las crónicas existentes en las ya muchas decenas de ediciones celebradas desde la recuperación ferial gijonesa en 1963, la cuales son solamente un reflejo de la infinidad de vivencias, curiosidades y anécdotas aquí acontecidas. Crónicas no solamente publicadas en la prensa Asturiana, sino de todas partes, especialmente en las comunidades vecinas. Baste por ejemplo esta del Blog de Paco Rivera de El Progreso de Lugo sobre Carlos Folgueira, el de las célebres tartas de Mondoñedo, que por cierto podremos saborear in situ en esa villa gallega del Camino de Santiago del Norte:
"Cuando recordaba algunas anécdotas del fallecido Carlos Folgueira, “O Rey das Tartas”, se me olvidaba una que pone muy bien de relieve sus dotes de vendedor; él la contaba así: “Estaba una vez en Gijón, en la Feria de Muestras; era un momento de poca gente, había abandonado el puesto  y estaba con otros compañeros y amigos en un campito; hablando, así de repente, les digo: “¿os apostáis algo y vendo ortigas para el reuma?”. Al final nos apostamos una comida. En aquel mismo campo empezamos a recoger ortigas, hicimos unos manojos, les dije a los que estaban conmigo que se alejaran y empecé a gritar “¡Ortigas, ortigas de Mondoñedo, lo mejor para el reuma!”. Unos pensarían que estaba loco, pero otros que padecían el mal estimaron que por probar iban a perder poco; vendí todas en un momento".
Otra anécdota conocida de este gran repostero era que una vez propuso a un matrimonio amigo de visita en la feria que dejasen a su hijo pequeño con él en el puesto de tartas, mientras ellos iban a darse una vuelta tranquilos, y así él notificaría que tenía a un niño perdido en el estand, para que fuese anunciado por Megafonía, como era costumbre, en qué lugar estaba recogido, sonando largo tiempo por megafonía "Se ha perdido un niño en el estand de O Rei das Tartas que responde al nombre de (...), acudan sus padres a recogerlo en el estand de O Rei das Tartas", a manera de propaganda gratuita


La feria muestra además grandes novedades del mercado, desde coches nuevos hasta peladores de patatas o tablas de planchar sin plancha, unas exitosas y otras no tanto. También los obsequios, desde los globos de promoción a las pegatinas, llaveros y otros regalos, ofertas y relojes baratos, herramienta, maquinaria, casas prefabricadas, caravanas, ropa, complementos, artesanía, seguros, o juguetes, algunos tan llamativos hace ya años como aviones de forespan que revoloteaban por doquier, solo por citar unos poquísimos casos, todo ello no pocas veces bajo el tórrido sol de agosto


Y así, todo como lo canta en La Feria Muestres el grupo La Cirigüeña con música de la canción Joaquín Sabina Y nos dieron las diez, basándose además en su letra



Punto de encuentro multitudinario, la Feria de Muestras vio surgir también muchos amores, tanto entre visitantes como entre expositores y su personal, al igual que entre unos y otros por doquier, algo tal vez más íntimo y que por ello es posible que pase menos a las crónicas, pero también reflejado en ellas, como en la de El amor que surgió en un estan de la Feria de Muestras, del 15-8-2022. Amor que acaba en boda no pocas veces, algunas, con banquete en el propio estand, como comprobamos de la mano de Sara Becerro Alonso en Un "sí quiero" con sabor a feria para Mi Gijón del 17-8-2023:
"Productos Cárnicos El Cuco, regentada por Mariluz Suárez, es una empresa cárnica familiar, muy arraigada a sus raíces asturianas y comprometida con el origen y la calidad de sus productos. (...).  Además, es una de las empresas más arraigadas en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA) y desde la tarde de ayer, 16 de agosto, se convierte en un lugar en el que celebrar una boda.
Poco común, pero igual de tierna que una boda tradicional, Rebeca Centeno y David Pérez, celebraron ayer sus nupcias en este restaurante que ya es una tradición en FIDMA. «Mi hija Yara trabaja aquí en El Cuco, y por eso hemos venido a celebrarlo aquí» contaba una recién casada Rebeca. «Queríamos hacer algo diferente y aquí estamos, somos once personas y hemos venido a celebrarlo en vaqueros» cuenta. 
Una celebración, cuanto menos curiosa, que llamó la atención de todos los presentes en el restaurante y que desbordaba cariño y alegría. «Somos conductores de autobús, yo es la segunda vez que me caso y esta mañana hemos ido, hemos firmado en el notario y nos hemos venido aquí. No vamos a hacer nada especial, comprarnos un robot» cuenta entre risas Rebeca. Su hija Yara, ha sido el motivo de llevar a cabo esta celebración en el restaurante de El Cuco y han contado con la presencia de once personas entre los que están «mi hijo pequeño, el suyo, mi cuñada, mi hermano, mi sobrino…» cuenta la novia. «Ah y soy del Sporting» ríe Rebeca. 
Entre risas y brindis, estas once personas, junto a los novios Rebeca y David., han celebrado el amor de una manera que indudablemente, no olvidarán nunca."

Pero sin duda, como titula Sarah Manzaneque para La Nueva España del 8-8-2022, es La Feria de Muestras, un rico muestrario de sabores: la gastronomía, uno de los atractivos del certamen:
"Gente de todas las edades, niños corriendo, réplicas de casas que permiten la entrada al público o incluso globos con el nombre comercial de Oquendo aparecen en la mente de todo el que escucha hablar del icono del verano asturiano, la Feria de Muestras. Un recinto que engloba un mar de oportunidades y permite a la nueva edición del certamen lucir la misma esencia que le dio tanto prestigio. La comida es, un año más, la razón por la que muchos llegan al recinto en busca de tradiciones como el mítico bocadillo de calamares o de novedades como la posibilidad de probar "Campeona", la hamburguesa que en 2020 fue campeona de Asturias y que el restaurante que la originó Arde Lvcvs, vende ahora en FIDMA.
"Lo normal es que vengas por mirar cosas y termines comiendo algo, porque generalmente hay mucha calidad", afirma María José Fueyo, mientras degusta un bocadillo de jamón serrano en el puesto Pata Negra. De un almuerzo muy diferente disfruta Marcos Iglesias que, desde Alto Aller, invita a todo el mundo "a probar el arroz con leche y el bocadillo de picadillo que venden". Y es que en la feria, la variedad gastronómica se ha vuelto a llevar el papel protagonista. 
Uno de los locales más transitados es el de la marca Oquendo. "Nos conocen por ser los de los globos y la ruleta", explica entre risas Laura Carbajal, una de sus empleadas. Detrás de sus dos inconfundibles características hay una inmensa oferta cafetera a la que recientemente se sumaron la venta de café BIO y de otros procedentes de países que son clave en la producción de la marca, como Brasil, Colombia, Jamaica y Etiopía. La participación de Oquendo en la feria ya brilla desde hace más de 30 años gracias a sus cafés combinados, granizados o tés. 
La bebida que nace de la planta cafetera también es la mas buscada en Robi, uno de los últimos en llegar a Luis Adaro, donde se sitúa por segundo año consecutivo. "Lo más singular de nuestra carta es el chocolate ecológico y nuestro próximo objetivo es incorporar churros que también lo sean", relata Roberto Rodríguez, su responsable. Además de nombrada línea de chocolate, la atmósfera de la cafetería prepondera entre el resto, pues no se encuentra en un stand común como los de cualquier feria, sino que va sobre ruedas. Rodríguez poseía un food truck y, hace poco más de un año, vio la oportunidad en el mar de ellas que supone la Feria. 
En la lista de innovaciones también se encuentra ahora Fuensanta y su stand que tiene ya tantos años como la feria. La cerveza Santa es la apuesta de verano de la marca de agua, que decidió ir más allá y lanzó la semana pasada su nuevo producto. "Lo más característico es que es una cerveza hecha de agua mineral de Fuensanta", apunta Laura Pumares, desde el puesto en el que la clientela ya puede deleitarse con la novedad. 
El chuletón de vaca que El Cuco ha incorporado este año en su carta es también primicia en el negocio, que vive "la edición con más ventas de su historia", según Carlos Barreiro, uno de sus camareros. La fábrica de elaboración cárnica acumula más de tres décadas en FIDMA, donde ha convertido en estrellas sus bandejas de carne y llega este año con el citado chuletón, cuya particularidad es su preparación a la piedra al gusto del consumidor. 
Un éxito similar a las bandejas de El Cuco lo tiene "Longaniza & Chips", lo más vendido en Vallina. La mezcla de longaniza de Avilés con patatas triunfa en el espacio que la fábrica de embutidos instaló en el evento gijonés. "Llegamos aquí con la esperanza de que la gente pruebe la carta y, cuando acabe la feria, corran hacia el supermercado a por nuestro embutido", cuenta el responsable Pedro López. 
Los Calamares y Arde Lvcvs son la mayor representación de un viaje en el tiempo. El bocata de calamares es sin duda uno de los factores más representativos de la Feria de Muestras, pues pocos se van sin probarlo y cada año abarrotan el stand que desde 1965 ameniza la jornada de cientos de miles de visitantes. "Lo comemos porque es lo típico", cuenta Javier Méndez, que lleva en su mano el alimento insignia."

Vemos las diferentes calles y pabellones más allá de este su acceso principal. Durante la celebración de La Feriona se publica además su propio periódico, El Diario de la Feria, nos hable de él Eugenia García para El Comercio del 21-8-2022 con La Feria mejor contada:
"Indispensable como el bocata de calamares, incondicional como el sándwich mixto, el Diario de la Feria lleva diecisiete días, diecisiete portadas, contando en sus páginas absolutamente todo lo que pasa en el recinto ferial. Esta 65 edición, la del reencuentro, la que nadie se quería perder y por ello seguramente bata récord de visitantes, la de rascarse el bolsillo casi con más ganas que antes de que un bichito lo enrareciera todo y también, inesperadamente, la del bochorno, llega a su fin. 
Todo empezó, recuerden, con aquella portada del viernes 5 de agosto en la que un sonriente Félix Baragaño acompañaba a una alcaldesa con gafas de realidad virtual. Al día siguiente, la gran inauguración: Barbón y una ministra cuyo apellido lo resumía todo presumían de «la feria más visitada del país, un magnífico escaparate para Gijón, Asturias y toda España». 
El único «barullu» entonces era el de los visitantes agolpándose a la entrada el primer día. Se hablaba de la vuelta de Oviedo, pero también de Mieres, que al día siguiente cedió el protagonismo a otro concejo de la cuenca minera. El día de Langreo trajo a cientos de vecinos que enseñaron sus dotes cocinando, incluso, fabada de realidad virtual, porque en esta feria y esta región somos de innovar, sí, pero sin perder la vista lo nuestro. 
Llevamos ya unos días de Feria y toca hablar de las empresarias y de cómo su incorporación a altos cargos genera «beneficios para la cuenta de resultados». Y de empresarias a otra ministra, Pilar Llop, que se animó a escanciar un culín y aseguró que «la Feria es un referente». 
La portada número 7 fue para el baño de multitudes de los jugadores del Sporting, que visitaron la Fidma en el día del Sabadell y el Ateneo Jovellanos. El calor fue protagonista en la siguiente jornada, con permiso de Europa y Hunosa. Lo de «la feria del reencuentro» es cosa, por cierto, del presidente del Principado, quien abrió el diario el noveno día. Y si de estrechar lazos va la cosa, el día 13 de agosto fue para León, cada vez más cerca con la futura llegada del AVE. 
El Día Grande la Feria se puso a reventar, imagen que se repitió en la jornada festiva en la que los expositores decretaron el estado de euforia por el ritmo de las ventas. Y el agua fue protagonista del número 13. «Seguiremos viniendo diez años que seré alcalde», prometió Canteli al día siguiente, en el que también se habló mucho de deporte. Cedieron el testigo a las compras del año y la jornada del emprendimiento, justo antes de que un globo aerostático se alzara sobre una Feria que volvió a despegar."

A nuestra izquierda la Rotonda del Molinón, construida en 2015 y, al fondo, las arboledas del Parque Isabel la Católica en torno a su gran estanque, oculto por el boscaje


En estas fotos invernales, con los árboles sin hojas, sí que llegaremos a ver el estanque, un verdadero lago de los cisnes con numerosas especies de aves acuáticas, unas permanentes y otras migratorias



En 1941 el Ayuntamiento acuerda sanear toda esta ribera fluvial construyendo un parque que ya estaba previsto por el arquitecto municipal Miguel García de la Cruz en el proyecto de canalización de ya había sido aprobado en 1916 por el Ministerio de Obras Públicas, cuestión dejada de lado hasta que la corporación republicana de 1934 solicitó permiso al Estado para hacerlo, con un nuevo proyecto, de José Avelino Díaz y Fernández Omaña, pues pese al encauzamiento seguían proliferando las ciénagas


En 1936 el Plan de Mejoras abordaba el saneamiento del lugar y la construcción del parque, pero la Guerra Civil lo paralizó y nada se logró hasta pasada la guerra, encomendándosele la tarea al prestigioso jardinero del Ayuntamiento de Madrid, también de la Casa de Alba, Ramón Ortiz Ferré, y dándole el nombre de Parque de Isabel la Católica, pues el régimen vencedor de la guerra civil incidía muy especialmente en la figura de los Reyes Católicos como símbolo de virtudes cristianas y patrióticas


Antiguamente, como venimos diciendo, todo era una gran marisma. Incluso después de canalizado el río, donde está actualmente el parque era una gran ciénaga llamada La Charca del Piles. Se dispuso que los constructores, entonces muy activos tras las destrucciones de la Guerra Civil, vertiesen aquí sus escombros para rellenarlas y hacer realidad este espacio verde para a continuación proceder de inmediato con el plantado de árboles y arbustos en grandes cantidades


Fue al comenzar las obras de 1941 se plantaron los primeros árboles en el Parque Isabel la Católica, esos consistían  líneas de eucaliptos, chopos y cipreses para resistir los vientos del nordestazu y similares. Hubo problemas con las mareas, las crecidas del Piles y otros, pero ocalitos y cipreses aguantaron bien


A lo largo de los años siguientes se plantaron más árboles, se dispusieron jardines, juegos, estatuas, estanques con patos y cisnes... realmente desde aquí solo veremos una mínima parte de toda su gran extensión. Los eucaliptos se dispusieron en esta parte más cercana al río, divida del resto del parque, mucho más grande, por una nueva vía, la Avenida de Perón, dedicada al presidente Argentino Juan Domingo Perón, en agradecimiento a romper el bloqueo impuesto a España por las potencias vencedoras de la II Guerra Mundial. Ahora está ahí la Avenida del Molinón


Justo a la izquierda, en este tramo de parque más pegado a la orilla, entre el río y la Avenida del Molinón, está El Kilometrín, celebre circuito de footing, famoso porque siempre estaba en obras, según asevera la frase popular. He aquí una noticia al respecto de Gloria Pomarada para El Comercio titulada, significativamente "Ya podemos llamarlo el Kilometrín", dedicada, a fecha 16-8-2017, a la que se suponía sería la obra definitiva:
"Seis meses y medio después del inicio de las obras y con un retraso acumulado de diez semanas, el 'Kilometrín' era inaugurado ayer de forma oficiosa por los habituales de la pista. Más de setenta corredores, convocados en una quedada a través de las redes sociales, pusieron a prueba un circuito de 'footing' que «a priori gusta». «Después de tanto tiempo ya teníamos ganas de estrenarlo, ahora hay que esperar a que llueva para ver como va el tema de los charcos», señaló Nacho Lacarra, entrenador de Gijón Atletismo y Born tu Run y organizador de la quedada. La acumulación de agua era precisamente uno de los inconvenientes del 'Kilometrín' tras las obras acometidas hace dos años, a las que la propia alcaldesa tachó de «chapuza».
En esta segunda intervención, los corredores aprecian una elevación de unos quince centímetros y una ligera inclinación con la que esperan que no se repita el problema. La remodelación ha corregido, además, la curva del trazado «ahora más abierta al haber ganado unos metros». La prolongación de la pista hasta el kilómetro exacto es otra de las novedades. «Se le puso el nombre del 'Kilometrín' porque le faltaban unos metros, ahora ya podemos llamarlo el 'kilómetro'», decía Bruno Toledo, usuario de la pista desde 1988. 
Desde su apertura al público el martes, el «punto neurálgico de los corredores» ha sido puesto a prueba por atletas como Youssef Benkert o Rubén Álvarez. «Al principio va un poco más lenta, pero antes cargaba más. Es una ventaja tener un circuito para rodar kilómetros sin cargar», valoró el internacional argelino Benkert, que entrena en el circuito entre dos y tres días, a una media de dieciséis kilómetros diarios. Tras descartar el tartán, el firme se homogeneizó con tierra para evitar lesiones y mejorar el drenaje, actuaciones que confieren a la pista la categoría de equipamiento deportivo. «Es como un sándwich. Aunque parezca a simple vista que esta igual, tiene ocho capas», detalló Lacarra. 
Por su parte, Álvarez dijo ver la pista «más practicable», si bien apreció tareas por rematar, como «iluminación, mástiles que marquen la distancia de forma más destacada o un baño». La caseta central es otro de los elementos pendientes señalados por Toledo: «El suelo sigue roto, puedes meter un pie y lesionarte». En todo caso, los 'runners' que ayer volvieron al 'Kilometrín' agradecieron retomar el entrenamiento en su circuito habitual. 
«Estos meses hemos tenido que buscarnos la vida, la mayoría se fueron a correr al parque fluvial y los más profesionales a Las Mestas», señaló Toledo. Que el retorno se esperaba con ansías lo demostraron los numerosos deportistas que aprovecharon el domingo para hacer kilómetros. «Nunca hubo tanta gente corriendo a la vez».

Oficialmente llamado El Kilómetro, todos lo conocen por El Kilometrín, donde hay gente haciendo ejercicio o corriendo a cualquier hora del día y casi de la noche. Este es uno de los carteles con su circuito, que podremos encontrarnos en algún punto del recorrido


Vemos ya, muy cerca, la desembocadura del Piles en el Mar Cantábrico y, a la derecha, a continuación del recinto ferial, el Parque de los Hermanos Castro, antiguo Parque Inglés, configurado como tal en los años 1975-77 como ampliación del Parque Isabel la Católica 


Está dedicado a los hermanos futbolistas Enrique Castro Quini  Jesús Castro, verdaderos símbolos de la ciudad que trascienden a lo meramente deportivo. Jesús Castro empezó, como su hermano, a jugar en el Club Deportivo Bosco de Avilés, fichando por el Sporting de Gijón en 1968 y debutando en Primera en 1970, permaneciendo en el equipo trece temporadas en esta categoría, cosechando numerosos éxitos. Hubo de retirarse en 1985 a causa de una hernia discal. Su muerte conmocionó a la ciudad: el 26 de julio de 1993, estando en la Plaza de Amió de Pechón (Cantabria), salvó a un hombre y dos niños de perecer ahogados pero él fue arrastrado por el mar. El 14 de noviembre se ese año se disputó en El Molinón un partido de homenaje entre el Sporting y jugadores de la Selección Española. En su ciudad natal, Oviedo/Uviéu, se le dedicó una calle del populoso barrio de La Corredoria y en 2008 este Parque Inglés es rebautizado en honor a él y a su hermano Quini


Justo antes del Parque Hermanos Castro vemos otra de las entradas al recinto ferial. El periodista Javier Llavona, especialista en viajes y gastronomía, nos deja esta hermosa semblanza en la web Hule y Mantel, titulada Feria de Muestras de Gijón: un viaje nostálgico por 5 clásicos gastronómicos que nunca pasan de moda:
"El parking del estadio del Molinón a rebosar, las taquillas de acceso al recinto ferial desbordadas y, como hormigas, los buses lanzadera que conectan la Feria de Muestras de Gijón con el centro hacen acopio de locales y visitantes que, un año más, no se quieren perder este evento con carácter propio. 
Versátil y mutante, es un clásico del verano que se adapta a los tiempos y que, tras más de sesenta y cinco ediciones, vuelve en 2023, del 5 al 20 de agosto, con más de 700 expositores y con clásicos, también gastronómicos, que todo bon vivant debe saborear.  
Algo naif y un poco nostálgica, la Feria de Muestras está guardada en el corazón de los gijoneses y las gijonesas —más de quienes peinan algunas canas— que, como manda la tradición, se acercan al recinto ferial Luis Adaro para comenzar un peregrinaje donde bocatasfrituras y tartas se dan la mano junto a sartenes antiadherentes, piedras limpiadoras mágicas y, para los que sueñan despiertos, casas prefabricadas o coches de alta gama a precios “de saldo”.  
Más allá de las típicas ferias convencionales, con atracciones para los más pequeños, tómbolas y similar, la Feria de Muestras es una gran recinto expositivo donde todo tiene cabida. Aunque parece que en la era digital está todo escrito, el cariño que los asturianos profesan por este histórico certamen nos hace abrir el cajón de recuerdos y disfrutar, también, de su parte más gastronómica. Porque sí, aquí muchas cosas se repiten, pero que nadie nos quite estos clásicos. 
El rey de la Feria de Muestras de Gijón. Existen visitantes que solo vienen al recinto ferial para disfrutar de un paseo entre los puestos y terminar la larga jornada de compras con estos calamares que son aroma del verano en Xixón. Ya a principios de los años setenta, el bocata de calamares se convirtió en la referencia gastronómica de esta cita. Simple, crujiente y económico.  
Un tentempié que gustaba a pequeños y mayores, popular y democrático, tal cual es la feria. Aunque el aspecto de su stand se ha modernizado, el logotipo del calamar sonriente sigue siendo el faro gourmand hacia este clásico de servilleta y compadreo.  
Un postre que se ha quedado, en parte, en el imaginario popular de los visitantes. La fábrica de quesos y dulces Granderroble, ubicada en Quintueles, a escasos de kilómetros de Gijón, hace años que pertenece a la firma Palacios, aunque sería complicado que alguien la conociese por ese nombre. La de Granderroble, o San Martín, es una cremosa tentación con una crujiente base de galleta, interior esponjoso y una rica cobertura de mermelada de fresa o de arándanos 
Y por si antes del postre queremos ir abriendo el estómago, en su esquina habitual se puede degustar otro de sus clásicos: el sándwich mixto. No tiene ciencia, dos rebanadas de pan de molde, fiambre y queso sobre una plancha que prepara miles durante los dieciséis días de feria. ¿El truco? Un queso muy fundente y una preparación a la mantequilla que hace que sea simple pero efectivo.  
Otro de los bocatas clásicos de este certamen viene con nombre propio: el bocata de El Chilu. Con más de cincuenta años alimentando a feriantes, expositores y visitantes, la cárnica prepara otro de los emblemas de este evento. Apto para todos los públicos, este bocata de criollo se sirve solo —como manda la tradición— o con alguna salsa. 
Los más hambrientos siempre podrán acompañarlo de un paquete de patatas de diseño vintage con el pequeño tenedor de frágil plástico y vivos colores que, sin duda, es otra seña de identidad.  
No hay nada más delicioso que terminar un almuerzo o merienda en el recinto con un toque dulce. Aunque hoy en día los gofres con siropes de mil y un sabores, el algodón de azúcar o, para los más atrevidos, mojitos recién preparados han copado los gustos de las nuevas generaciones que se acercan a orillas del río Piles, existen dos imprescindibles que se disfrutan, más aún, durante la primera quincena de agosto.  
La marca Cookies cuenta con su emblemático puesto a las puertas del Museo del Pueblo de Asturias. El aroma a mantequilla y chocolate inunda la zona y es que, sus productos, sólo se disfrutan durante unos días. Como si de un moderno pop-up se tratase, Cookies solo trabaja durante esta quincena y es complicado verlos en otras ferias, mercados o eventos gastronómicos del Principado. 
Su bote de galletas recién horneadas —un poco abierto para que no se estropeen— es otra seña de identidad en los caóticos pasillos que se forman entre pabellones.  
Quienes se lo quieran tomar con calma, saben que disponen del mercado tradicional ubicado en el corazón del Pueblo de Asturias. A orillas de la laguna y junto a los hórreos que jalonan el paisaje, existe un ritual que dice que quien va a esta zona debe terminar la jornada con un buen arroz con leche, cremoso y, por supuesto, requemado. No hay opciones para la canela.  
Aquella entrada principal granate y amarilla ha quedado para el recuerdo tras su demolición a principios de los 2000. Lo que siempre quedará en la retina es encontrar, en ese espacio, docenas de globos en forma de tubo de la marca cafés Oquendo —cafés que también se puede degustar—. La razón de caótica reunión no era otra que allí se encontraban las oficinas así como el puesto donde acudían los niños perdidos; todos hemos oído, y vivido, esa frase de “si te pierdes, vete a la puerta principal”. 
Y de ahí que ese jardín de látex ya no se reproduzca porque, como todo, los tiempos cambian. Los globos quizás ahora sean más ecológicos, los cafés más disfrutones y el minimalismo diseño actual del pórtico principal no le hace sombra a aquella entrada vintage —llamémosla así— de cuantos íbamos a la Feria con la ilusión de conseguir la gorra de la Caja de Ahorros. Ahora, ni día propio queda. Habrá que intentar entrar con invitación de honor a disfrutar de estos platillos nostálgicos y llenos de recuerdos."

El Piles parece ser es así llamado desde que llegan a él las aguas del río Peñafrancia entre Les Mestes y La Guía. Aunque oficialmente se le llama a buena parte de su curso, aguas arriba es conocido popularmente como río Caldones, Muriel, Meredal, etc., según se le unen otros afluentes, como el río Llantones. Sus fuentes son varios manantiales en La Collá, concejo de Siero, y tiene una longitud de unos 20 kilómetros


En la desembocadura, El Puente'l Piles, que antiguamente no existía, la gente pasaba el río descalzándose y "subiéndose les sayes o los calzones hasta les rodilles" en bajamares, contándose también de un célebre carretero que los cruzaba de una orilla a la otra en carru vaques


Hubo que esperar a 1901 a que se extendiese un puentín  de madera sustituido en 1914 por el actual, origen de las carreteras que, hacia La Providencia y L'Infanzón, comunicarían directamente a la ciudad con esta ribera en la que se instalarían chigres y bailes. Sucesivas campañas han ido recuperando su contaminado cauce. Hay zona de fangos, con vegetación, muestra del aspecto del lugar antes de la canalización y al fondo, dando vista al mar, arenales


A nuestra izquierda, más allá del parque, vemos los edificios de El Bibio, al otro lado de los cuales, por la Carretera Villaviciosa y hacia la Avenida de la costa, va el otro camino, el de las "conchas doradas", el cual iba, en tiempos del viejo camino real costanero, por el límite de los antiguos arenales y marismas, entrando en la villa gijonesa desde el este por al menos dos lugares principales, uno por esa zona, donde estaba la primitiva capilla de San Nicolás de Bernilde y otro por el antiguo Monte Begoña


Allí asoma el Parador de Turismo Molino Viejo, instalado donde estuvo el antiguo gran molino, El Molinón, que dio nombre al lugar. El parador fue inaugurado el 10 de junio de 1967 por el entonces Ministro de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne. El llamado Molino Viejo con sus terrenos habían sido adquiridos años atrás por el Ayuntamiento y era parte de la Granja El Molinón de Romualdo Alvargonzález. El 26 de julio de 2017, cuando se conmemoraba su cincuentenario, J.M. Ceínos publicaba en La Nueva España el artículo titulado El Parador de Gijón:
"El día 9 de octubre de 1928, el rey Alfonso XIII inauguró el Parador de Turismo de Gredos, levantado cerca de Navarredonda y "próximo al empalme de la carretera de Ávila al Barco con la de Arenas de San Pedro". Fue el primero de la red y su construcción en dicho lugar obedecía, especialmente, al gusto cinegético del monarca, que así tendría un excelente pabellón de caza en aquellas sierras próximas a la Corte. Fue el comienzo de la red de paradores dependientes del Estado, cuyas aperturas serían constantes en las siguientes décadas, salvo, claro, en los años de la Guerra Civil. Gijón se sumó a la red de paradores nacionales 39 años después de la apertura del de Gredos. Fue el sábado, 10 de junio de 1967 (en pocos días de cumplirá medio siglo), cuando el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, vino a Gijón para presidir la apertura del parador de la villa, que entonces se denominaba Hostería del Viejo Molino, situado en el extremo sureste del parque de Isabel la Católica.
En su edición del mismo día, el diario "Voluntad" daba los principales detalles de la Hostería del Viejo Molino, entonces aún un equipamiento hotelero modesto en cuanto al número de camas, pero al que ya se le había concedido el rango de Parador Nacional: "Se ha construido aprovechando el contorno del Molino Viejo, única parte aprovechable del antiguo molino, conservando el cauce de agua que lo atraviesa (...) Consta de doce plazas para clientes en seis habitaciones dobles, comedor para ochenta plazas, salón-bar, sidrería, vivienda del administrador y servicios". 
Y el objetivo de la Subsecretaría de Turismo con la puesta en marcha de la hostería era primordialmente "dotar a la población de Gijón de un establecimiento donde el turismo nacional y extranjero pueda disfrutar las excelencias de la acreditada cocina asturiana, en el marco de medida elegancia y el precio moderado que es característico en la red de alojamientos del Estado". Es decir, más que aumentar la oferta hotelera local lo que se pretendía, en principio, era dar de comer, de ahí la diferencia entre las doce plazas para pernoctar y las ochenta para comensales. 
En los años en los que Fraga Iribarne tuvo en sus manos la cartera de Información y Turismo (de 1962 a 1969), se abrieron 46 paradores, de ellos seis en 1967: en Verín (Orense), Fuentes de Oñoro (Salamanca), Gijón, Arties (Lérida), Villalba (Lugo, patria chica de Fraga) y Pedraza (Segovia). El primer parador que se abrió en Asturias, en 1952, fue el de Pajares, que ya no existe como tal desde hace años. "Hay en Asturias una gigantesca riqueza turística -afirmó Fraga Iribarne en el vestíbulo del Molino Viejo en el acto de su inauguración y bendición-, en parte explotada y en otra gran parte sin explotar", y respecto a Gijón, entonces en pleno desarrollismo, subrayó el Ministro de Turismo: "Esta ciudad, tan avanzada y nueva en sus barrios modernos, en sus industrias, en su gran turismo, es un ejemplo de esa transformación que impone la actividad humana al contemplar la naturaleza tan deliciosa de su valle rodeado de montañas y frente al mar". 
El Ayuntamiento había adquirido el denominado "Viejo Molino" y sus terrenos anejos durante la etapa de José García-Bernardo y de la Sala como alcalde de Gijón (1948-1958). El edificio formaba parte "de la granja 'El Molinón' propiedad de Romualdo Alvargonzález (...) En diciembre de 1966, el Consistorio gijonés enajenó en 250.000 pesetas el inmueble al Estado para su conversión en parador nacional de turismo". ("El parque de Isabel la Católica. Un parque para las cuatro estaciones", de Javier Granda). Aunque, como queda dicho, la capacidad del Molino Viejo no suponía un notable incremento de las plazas hoteleras que hace medio siglo tenía Gijón, la apertura del parador fue saludada como un cambio bien significativo para los intereses turísticos de la ciudad, que entonces se empeñaba en promocionar la Ruta de la Plata (entre Gijón y Sevilla) y se volcaba en la promoción de la marca Costa Verde de las siete villas marineras que la formaban: Luanco, Candás, Gijón, Villaviciosa, Colunga, Caravia y Ribadesella, pero sin olvidar que el Gijón de hace medio siglo aún fiaba su futuro a la industria (se ampliaba el puerto exterior de El Musel y se estaba construyendo la factoría siderúrgica de Uninsa) y el turismo era un sector todavía menor. 
No obstante, el 15 de agosto de 1968, un año después de la apertura del Molino Viejo, Víctor Labrada escribió en "Voluntad": "Situada dicha Hostería en una de las más hermosas zonas de este idílico vergel, resulta su situación de verdadero privilegio. Y por ello forzosamente es reconocer, contra viento y marea, que nunca mejor emplazado para ofrecer a cuentos turistas pudieran llegar hasta nosotros, con todo eso que se busca afanosamente en los pueblos astures, como el descanso reparador, la pesca, los lujuriosos verdes, los clásicos platos, ricos pescados y marisco y dorada sidra". Cuando se abrió el parador sus accesos aún eran deficientes, ya que hasta unos años después no se habilitó la actual avenida de Torcuato Fernández-Miranda y Hevia desde la avenida de Castilla hasta los aledaños de El Molinón (una gran placa colocada en la fachada del bar del Molino Viejo lo recuerda). También años después se ampliaron las instalaciones de la antigua hostería, que cuando se inauguró fue saludada como de "gran importancia para la promoción turística en nuestra provincia".

Seguimos río abajo en dirección al Puente'l Piles con el carril bici, El Kilometrín y la Avenida del Molinón a nuestra izquierda. El río, que dependiendo de las mareas, las crecidas o las sequías puede tener una profundidad media de 0,50 a 1,30 metros en este tramo, discurre entre altos muros de hormigón de tres metros de altura. Su fondo se compone de lodos y limos


En la distancia empezamos a ver mejor su desembocadura en las arenas de la Playa San Lorenzo. Fue precisamente la prolongación de su muro de contención lo que propició seguidamente la construcción de este así como de un puente en condiciones, pues el único que existía era el de La Guía. La ciudad de expandía hacia el este por el llamado ensanche del Arenal tras el derribo de las inútiles murallas de las carlistadas que comprimieron su crecimiento natural. Make "el Piles" great again es el título del artículo, publicado por el historiador y periodista Diego Díaz Alonso en Nortes, en el que explica los cambios que afectaron al río a lo largo del siglo XX:
"Aunque a día de hoy cueste imaginarlo de otra manera que no sea como un canal sucio, el Río Piles no fue siempre esa cosa en la que se ha ido convirtiendo con los años. Las viejas fotos del Xixón de principios de siglo dan cuenta de un cauce muchísimo más ancho, sin las paredes de hormigón que hoy lo comprimen, y sobre el que se tendía una larga pasarela de madera que conectaba la ciudad de Xixón con la parroquia rural de Somió.
La suerte del río comenzaría a cambiar en torno al año 1907, con el inicio de la construcción una obra clave para la ciudad: el muro de la playa de San Lorenzo. Una gran obra civil de casi una década de duración, que gana terreno al mar y permite la expansión del Xixón contemporáneo. En 1914 las obras del Muro ya estaban casi finalizadas y se derriba la pasarela de madera, convertida en un peligro público por su estado de deterioro. Ese mismo año se levantaba el actual puente y el Ayuntamiento solicita al Estado el encauzamiento del río Piles. En 1916 el Ministerio de Obras Públicas daba luz verde al proyecto de canalización. El río Piles fue así perdiendo su carácter de río costero cantábrico con humedales y arenales, y a medida que la ciudad crecía hacia el este, fue progresivamente modificándose su trazado, simplificándose y finalmente reduciéndose a un canal de longitud y anchura acortadas frente al recorrido anteriormente que hacían sus sinuosos y anchos meandros. 
La ciudad creció alcanzando el río, y su ribera fue siendo ocupado por viviendas, zonas verdes y distintos equipamientos, como el estadio de fútbol de El Molinón, en torno a 1908, el Parque de Isabel La Católica, inaugurado en 1941, y el recinto de la Feria Internacional de Muestras, del año 1971."


Al oeste vemos perfectamente los grandes edificios de los depósitos de gas licuado la polémica regasificadora del puerto de El Musel, del que divisamos sus grúas (a la derecha de la foto). Justo encima está La Campa Torres, asentamiento del castro astur de Noega, solar de los cilúrnigos y origen de la actual ciudad


La Campa Torres forma parte del cabo de este nombre, El Cabu Torres, que cierra por el oeste la bahía gijonesa formando un fondeadero natural empleado desde la prehistoria e historia antigua. Su protección propició que se construyese a sus pies y resguardo, en El Musel, el gran puerto de Asturias. Distinguimos muy bien El Faro de Torres, el faro del puerto (esquina superior izquierda de la foto), en funcionamiento desde 1924 y electrificado en 1936


Estamos en una zona de bastante tránsito de gentes, un paseo que emplean a diario muchos gijoneses que recorren esta apacible senda ribereña por el canal del río, fruto, como dice Diego Díaz Alonso, de la planificación de los ríos en la ciudades de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando "no les otorgaba ningún valor paisajístico ni medioambiental. Simplemente los concebía como un desagüe de aguas sucias. Pocas ciudades escaparon a esta tendencia y cuidaron sus cauces urbanos."


He aquí una fila de eucaliptos que formarían sin duda parte de aquellos primeros árboles que se plantaron en  el parque en 1941. El arquitecto Joaquín Aranda, en su libro Aquellas plazas, aquellos parques..., nos dice que su crecimiento rápido y su gran capacidad de absorción de agua resultaron propicios para iniciar la forestación de la vieja marisma:
"Además de los eucaliptos en la zona más próxima al río , la tipología más abundante es la de sauces, chopos, arces, olmos y castaños de indias que se disponen preferentemente en la proximidad de los dos lagos"

La basa sobre la que crece la hierba, especialmente en la margen derecha, es un pequeño resto de lo que fueron las marismas ribereñas. En la actualidad el futuro del río, de esta zona en concreto, enfrenta políticamente a amplios sectores sociales y es tema de debate en plenos y programas. Unos desean su regeneración ambiental tomando como ejemplo la recuperación del madrileño río Manzanares, y otros, sin renunciar a ello, abogan por el mantenimiento de sus usos deportivos en el llamado "anillo navegable"


Los vertidos, desagües y el problema de la depuradora de El Pisón forman parte de ello e inciden en estos problemas; el 24-8-2023 Gabriel cuesta publica en La Nueva España el artículo La encrucijada del anillo navegable del Piles, en el que describe esta situación a la que se ha llegado:
"La aprobación de la licitación de la obra para renaturalizar el río Piles, en "cuestión de semanas", sumará un nuevo capítulo a una trama en torno al agrio debate del anillo navegable. Sin un horizonte claro aún para la práctica del piragüismo en la ciudad, sí que hay algunas incógnitas despejadas. La principal, que el proyecto "Piles Natural" debe ejecutarse sin modificaciones para que el Ayuntamiento perciba los 2,8 millones de fondos europeos, como trasladó al gobierno local la Fundación Biodiversidad, ligada al Ministerio de Transición Ecológica. Eso significa que se eliminarán los azudes, contemplado en el proyecto encargado por el anterior equipo de gobierno. 
La encrucijada para el nuevo ejecutivo local es buscar "soluciones que permitan a futuro" el piragüismo en la ciudad. El cómo hacerlo siguiendo adelante el proyecto es ahora la incógnita. ¿Cómo se ha llegado a este punto? Hay que retroceder la vista a 2003. Fue entonces cuando se inauguró el anillo navegable, con una inversión municipal de 967.000 euros. A partir de ahí, a lo largo de los años, las arcas municipales tuvieron que asumir un gasto de cientos de miles de euros en sucesivos dragados y limpiezas. La primera se efectuó tan solo dos meses después de su estreno, seguida de otras importantes retiradas de lodos por parte de la EMA. 
A partir de 2015, el Grupo Covadonga reclamó insistentemente la necesidad de limpiarlo ante las picaduras y reacciones alérgicas que varios piragüistas sufrieron por la suciedad del agua. Durante esos años el canal se cubrió de algas que llegaron a hacerlo impracticable. Una situación que obligó al Grupo a trasladar durante un tiempo las clases a las piscinas y el embalse de Trasona, además de entrenar con marea alta en el tramo del río cercano al Molinón. De hecho, este problema de salud pública no solo afectaba al circuito navegable, sino a todo el cauce bajo del Piles por los vertidos. Algo que repercutió en la playa de San Lorenzo, en cuyas escaleras más próximas al puente aparecían espumas o natas producto de la descomposición de cianobacterias, algas unicelulares tóxicas, que proliferan en aguas estancadas. 
Su presencia fue el motivo por el que en agosto de 2019 tuvieron que cerrarse al baño algunas de las escaleras, incluso aparecieron peces muertos envenenados. El recién llegado gobierno local, con la socialista Ana González a la cabeza y Aurelio Martín (IU) al frente de la concejalía de Medio Ambiente, decidió tomar cartas en el asunto. En diciembre se anunció su intención de elaborar un plan para la recuperación del río. Y Martín comunicó medidas para atajar los vertidos, entre ellas la eliminación del anillo navegable. Fue un mazazo para el Grupo, que mostró su indignación con una protesta de centenares palistas. 
A mediados de enero de 2020, el Ayuntamiento abrió las compuertas, amparándose en un informe de los servicios jurídicos municipales que advertían de que el Consistorio corría el riesgo de tener que hacer frente a responsabilidades penales por omisión si no tomaba medidas para sanear el río. El Grupo Covadonga, con su presidente Antonio Corripio a la cabeza, insistió en numerosas ocasiones en recuperar la instalación esgrimiendo informes que contradecían los del Ayuntamiento. A su parecer, la contaminación se debe a los vertidos y existen soluciones compatibles con la naturalización del río, como los azudes hinchables. 
Otra fecha importante. Marzo de 2022. Es cuando se presenta se confirma que el proyecto "Piles Natural" se llevará a cabo al incluirlo el Gobierno central en el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico Occidental. El Estado asumiría la subvención si Bruselas no lo hacía. Ya en agosto, la UE da el visto bueno al proyecto: 2,8 millones de euros a los que se suman otros 400.000 euros de cofinanciación municipal. Se ejecutará en año y medio y plantea empezar por la supresión de los azudes. También incluye un bosque de ribera junto al parque fluvial, se ampliará tendiendo taludes toda la sección del cauce salvo en el tramo del estuario –se descarta actuar sobre los muros de hormigón– y recolocará parte de las escolleras. 
Se desató una tensa batalla judicial entre el Ayuntamiento y el Grupo. En un primer momento Juzgado de lo contencioso-administrativo dictó dos sentencias a favor del grupo que anulaban el contrato para la redacción del proyecto y la adjudicación directa de asistencia técnica a la Universidad Politécnica de Madrid. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia revocó a principios de este año ambas sentencias y allanó el camino para la renaturalización del río. La entidad sociodeportiva sigue peleando judicialmente para frenar el plan con varios recursos presentados. Hay sintonía con el nuevo equipo de gobierno, con una segunda reunión prevista en septiembre. A corto plazo, el gobierno local ha ofrecido cerrar las compuertas en otoño, finalizada la temporada de baños, hasta que comiencen las obras, previstas para enero tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. También propuso Naval Gijón para los palistas, como desveló este diario la semana pasada. Una forma de calmar las aguas ante la incertidumbre sobre cómo conseguir una lámina de agua estable en el río."

A nuestra izquierda, el Parque Hermanos Castro es, como prolongación del Parque Isabel la Católica pero a la vez separado de él por el Piles, otro gran espacio verde y de esparcimiento, con explanada de aparcamientos muy utilizada en días de partido, fiestas y ferias, la ocupa el lugar del viejo auditorio, el Auditorio Sergio Domingo, dedicado a este compositor gijonés, donde se celebraban conciertos, demolido en 1993. A cambio al maestro Sergio Domingo se le dedicó una calle en el barrio de La Calzada por acuerdo del 11-5-1990


Aquí vemos la zona donde el Parque Hermanos Castro, donde limita con la Feria de Muestras. Su antiguo nombre se debe al estilo inglés en el que estaba hecho, es decir, imitando la disposición natural de un bosque silvestre, sin las alineaciones típicas, por ejemplo, del jardín francés


La inauguración oficial del Parque Inglés tuvo lugar el 8-11-1978 con nutrida presencia de público y autoridades, pero el proyecto ya había arrancado al menos desde principios de los años 1960, una vez que se dio por hecho realidad y consolidado el de Isabel la Católica, cuando se decidió extenderlo por la margen derecha del Piles, tal como nos informa el geógrafo Francisco Javier Granda Álvarez en el libro (con numerosos colaboradores) Natural de Gijón. Parques, jardines y espacios verdes municipales:
"Se proyectó una amplia zona verde (200.000 m²) conocida como parque inglés por ser este el estilo que inspiró su diseño. En 1974 se llevaron a cabo las obras de urbanización y saneamiento necesarias para el trazado de los paseos y, al año siguiente, se efectuaron las primeras plantaciones, entre ellas una partida de palmeras datileras procedentes de Alicante, que no llegaron a arraigar. En 1976, se volvió a intentar la implantación de este tipo de palmeras, empleando una técnica distinta y adquiriendo los ejemplares a otro viverista, pero el resultado fue el mismo, por lo que se optó por diversificar los plantíos."

Remodelado en la primera década del siglo XXI con una inversión de un millón de euros, El Parque Inglés cambió entonces de nombre al de Hermanos Castro, siendo así anunciado por Europa Press, incluyendo el agradecimiento de la familia, a fecha 25-2-2008 y con el encabezado siguiente, Quini: "Es un orgullo para toda la familia la concesión de este parque":
"El parque Hermanos Castro será inaugurado el próximo día 30 de mayo, según ha indicado hoy la alcaldesa de Gijón , Paz Fernández Felgueroso , en un acto en el que el fútbol gijonés acompañó a Enrique Castro "Quini ", quien ha asegurado que era "un orgullo para toda la familia la concesión de este parque". 
El parque Hermanos Castro ha sido una iniciativa popular respaldada por el Ayuntamiento, que dará este nombre al antiguo parque inglés en las inmediaciones de la playa de San Lorenzo , que está siendo profundamente remodelado en una obra que tiene un presupuesto de 1.020.480 euros. 
La zona es un espacio de 52.258 metros cuadrados que tendrán en su mayor parte uso deportivo: baloncesto, fútbol, patinaje, ciclismo, gimnasia e incluso una pista finlandesa de un kilómetro de longitud, aunque también está previsto que se celebren allí actividades culturales. 
Al acto de presentación acudieron el delegado del Real Sporting , Enrique Castro 'Quini' ; el presidente de la entidad , Manuel Vega-Arango ; el director general de Deportes ; Misael Fernández Porrón; el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Gijón , José Ramón Tuero y la concejala de Medio Ambiente , Dulce Gallego , así como varios ex-jugadores y parte de la plantilla actual rojiblanca. 
El propio Quini aseguró no sentirse merecedor de tanto homenaje y se mostró abrumado por el ingente número de apoyos que está recibiendo en unos momentos en los que está luchando por superar una importante operación para extirparle dos tumores de la garganta. 
El parque homenajea a Quini y a su hermano y ex guardameta del Sporting, Jesús Castro, fallecido en el verano de 1993 en la playa cántabra de Pechón tras salvar a varias personas de morir ahogadas. 
Coincidiendo con la apertura del parque se abrirá una exposición de material relacionado con los dos hermanos y se realizará, precisamente en el parque, pruebas de la Gira Fútbol Park-Edu Cup 3x3 que el año pasado reunió a más de 20.000 niños y niñas de entre 7 y 12 años en 24 localidades españolas. 
Además José Ramón Tuero indicó que esta actividad estará formada por tres zonas diferenciadas, la zona de competición, la zona Multisport y la zona "baby-sport", esta última para los más pequeños. 
En la zona Norte, la que linda con viviendas unifamiliares, se hará una plantación de arbolado que actúe de barrera de protección. En esta zona, que irá más elevada, se ubicarán gradas vegetales que permitirán el seguimiento de las actividades culturales o deportivas que se desarrollen en el espacio central. El número de árboles que se plantarán en este espacio será de 13 aproximadamente."

Escaleras al río. No es zona de pesca precisamente aunque existió esa tradición, los peces habituales son los muiles (castellano mujiles). Dado que además que de algas se alimentan de los detritus del fondo, no son especie considerada comestible en este lugar, pero en sus tiempos se celebraron concursos de pescadores con el Club Cañapescamar


En la página Del Viejo al Nuevo Gijón el gran erudito de la historia local Hernán Piniella Iglesias nos deleita con otra buena explicación de cómo fueron aquellos grandes cambios del curso fluvial y sus orillas y riberas en El río Piles domesticado a 8-12-2020:
"Borrado ya del paisaje primigenio el último meandro con que la naturaleza le había ornado su muerte en el lugar destinado para entregar mansamente su caudal a la mar Océana que abraza Gijón, el rio Piles ya no es ni la sombra de sí mismo, antaño rugidor y bullanguero, de impetuosas avenidas que anegaban vastos espacios, alimentándolos de nutricios limos, pero hoy sus orillas y cauce han derivado en lugar de deposito de basura y demás pestilencias de la humana raza. 
Antaño refugio de mil especies que por rigurosos turnos de estacionalidad natural hacían uso de sus riberas, de sus aguas para aparearse y eternizar sus especies en una repetición asombrosa del milagro de la vida. 
Hasta aquí llegábanse en los rigores del invierno Ártico las Arceas, que nos anunciaban con su vuelo la llegada de las nieves en los montes que circunscriben este concejo amado de Dios y defenestrado por los hombres que no saben convivir con esa madre generosa que es Gea, diosa o pagana, pero fértil en ofrecernos bondades a las que respondemos con la maldad natural de la raza superior. 
El cauce del Piles de hoy no se parece en nada al de sus días de libertad, donde dibujaba varios meandros una sinuosa indecisión por ir a enfrentarse a los arenales de San Lorenzo. 
La madre Gea lo había diseñado particularmente hermoso y protegido de las iras del mar por unas dunas de arena al Oeste, mientras los espacios hacia el Este se fueron rellenando con espasmos geológicos, donde se sucedieron las emergencias intestinas del planeta que permitieron aflorar unos roquedales en la zona de La Salmoriera y el Rinconín, como unas murallas que limitaban el acceso de las olas y en aquellos lugares la perspicacia humana fue rellenando las hondonadas que había provisto la naturaleza, siendo los últimos de aquellos espacios allanados con los escombros sobrantes de la construcción de la Universidad Laboral. 
Desde entonces aquellas relativas llanuras fueron pasto de los intereses de los constructores, en una ciudad que creció mal, muy mal, por falta de organización, de criterio o de querer creer en que se puede convivir razonablemente bien con la naturaleza con muy poco esfuerzo."

A la derecha del puente, La Ería'l Piles, antes era tierra de huertos y caserías, donde actualmente están las viviendas de la calle Rocafort, que según Luis Miguel Piñera, hace homenaje a un guerrero almogávar llamado Bernart, Bernardo o Berenguer de Rocafort, vinculado al actual municipio valenciano de Rocafort, que sirvió al rey Pedro III de Aragón


Al final del parque empezamos a ver, a la izquierda, los altos edificios del barrio de L'Arena, en primera línea de costa, producto del desarrollismo de los años 1960 en adelante y cuya sombra se proyecta tantas veces sobre el arenal en perjuicio de la playa, pese a que existió el proyecto de que en esa zon estuviese el parque. Lo leemos en La Playa de San Lorenzo que pudo haber sido, de E.G. Bandera para La Voz de Asturias del 19-11-2018:
"De haberse llevado a cabo, la playa y el Muro de San Lorenzo hoy estarían mucho más tiempo soleados. La idea de habilitar un enorme parque en donde, a partir de los años 50 se empezó a construir una fachada marítima a la que se ha intentado poner remedio con un reciente plan de revestimientos, surge en 1936, en los tiempos en los que la Gestora Municipal encabezada por Avelino González Mallada pergeñó una profunda y moderna reordenación urbana con propuestas que, en su mayoría, no llegaron a desarrollarse debido al desenlace de la Guerra Civil.

Una de ellas era este gran parque público de la playa de San Lorenzo que iba a discurrir paralelo al arenal desde la avenida de Rufo Rendueles hasta el Piles, y que iba a tener también una zona para parque zoológico y otra para jardín botánico.

«Planteaba una novedad importante: convertir en zona verde toda la franja costera del ensanche del Arenal, con lo que no solo se disponía de un espacio amplio y ciertamente especializado en secciones complementarias, sino que se dotaba de una gran calidad ambiental a la misma playa y, sobre todo, al paseo -escribe el autor de Gijón, la ciudad que nunca existió-. No resulta difícil imaginar hoy su efecto contemplando el muro de cemento que constituyen los edificios de 12 o más plantas de la fachada marítima».

Sin embargo, esa ciudad jardín idílica que podría haber sido el entorno de la playa de San Lorenzo se descartó en 1940 y, en su lugar, se reconvirtió la entonces charca del Piles en el actual parque de Isabel la Católica."

Antes de esta barandilla blanca existió un bordillo donde era común ver a muchos pesquines (aficionados a la pesca) apostarse con la caña para pescar, una costumbre que se dice se asentó en la década de 1960. Al otro lado vemos el Hotel NH Gijón, una de las construcciones más recientes en la margen derecha, inaugurado en 2009 y cuyas obras comenzaron dos años antes, como leemos en esta noticia de M. Moro para El Comercio del 15-10-2007:
"Las obras de construcción del que será el segundo hotel de cuatro estrellas de la Ería del Piles ya se encuentran en marcha. Desde principios de mes, una pala excavadora trabaja en los movimientos de tierra. Además, se ha procedido a delimitar el perímetro de la zona afectada por los trabajos, que lindan con el otro hotel de la zona, el Abba Playa inaugurado en mayo de 2005. 
La ejecución de este proyecto arranca de la mano de la aprobación definitiva del proyecto de urbanización de la zona, al que la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Gijón dio el visto bueno el pasado martes. 
Tal y como adelantó EL COMERCIO, la previsión del promotor avilesino Nacho Santiago, al frente de la sociedad ABI Samper, es que el nuevo hotel abra sus puertas durante la Semana Santa de 2009, aunque reconoce que «vamos algo justos» con los plazos. Y es que la actuación de la Ería del Piles sufrió algunos retrasos involuntarios. Al parecer, su tramitación se demoró a causa de las elecciones, lo que llevó luego a sus responsables a reajustar sus previsiones de apertura, que inicialmente se centraban en el verano de 2008. 
El establecimiento, cuya construcción conllevará una inversión de 12 millones de euros, tendrá dos plantas bajo rasante y otras dos en altura. Dispondrá de zona de cafetería, spa, gimnasio, cocina y tres salones polivalentes con capacidad para mil personas. 
El edificio tendrá acceso directo desde el exterior a través de una rampa para vehículos, otra peatonal escalonada y una escalera que tendrá continuidad en el interior del inmueble. En planta baja se situará la recepción. 
Las habitaciones ocuparán las otras dos plantas en altura. El hotel dispondrá de solarium, piscina y jacuzzi, que se ubicarán en la cubierta del edificio, con vistas a la bahía."

Efectivamente, a continuación de él y al lado mismo del Puente'l Piles es el Hotel Abba Playa Gijón, inaugurado unos años antes, en enero de 2005. Así daba la noticia Hosteltur por entonces:
"La cadena Abba Hoteles ha incorporado un nuevo establecimiento en la ciudad asturiana de Gijón. El Abba Playa de Gijón abrió sus puertas el pasado sábado 22 de enero. El encargado de esta apertura fue Amador Recio Crespo, el mismo que abrió que hace dos años el Abba Fonseca, en Salamanca, y que posiblemente también se encargue de la apertura a finales de este año del Abba Triana, en Sevilla.El Abba Playa Gijón, es el hotel número 15 de la española cadena Abba Hoteles. Es un hotel urbano frente al mar y la playa de San Lorenzo, ubicado junto al Palacio de Congresos y la Feria de Muestras de la ciudad. Incorpora Wire-less en todo el hotel, y ofrece servicios como piscina, spa, gimnasio, zona verde, salones para convenciones y celebraciones, solarium, salón social con vistas al mar, 80 habitaciones con TV LCD; amplias zonas comunes y restaurante propio. El edificio, de diseño vanguardista, encaja perfectamente en el entorno y aprovecha la luz natural en todas las zonas. Es una figura de cristal, que parece estar elevada sobre el agua que le rodea. "

Antes estuvo allí el Chalet de Rato, construido en 1943, con su buen terreno ajardinado alrededor. Más anteriormente existió el proyecto de hacer en La Ería'l Piles el cementerio de Somió pero fue desechado por la oposición vecinal, según Ramón María Alvargonzález Rodríguez en Somió. La ciudad jardín de Gijón:
"El primer cementerio de la parroquia se localizó en 1851 junto a la iglesia, en una parcela reputada ya de pequeña en 1864. La percepción de sus reducidas dimensiones y, sobre todo, una ubicación que empezaba a resultar molesta para la colonia veraniega, fueron los factores determinantes para la petición, en 1905, de su erradicación por parte de varios concejales, uno de ellos vecino de Somió. Llegó incluso a realizarse un concurso para la adquisición de terrenos, con una oferta de varias fincas en las erías del Piles y de La Faza, que despertó la oposición vecinal"

En 1915 y dado que el benefactor Dionisio Cifuentes había donado unos terrenos, varios vecinos de Somió, entre ellos el párroco y el alcalde pedáneo, solicitaron de nuevo el cementerio en La Ería'l Piles, lo que volvió a despertar la oposición de la vecindad aquí residente, por lo que se decidió llevarlo al barrio de Candanal, al otro extremo de la parroquia. Es interesante el alegato de los vecinos de las erías del Piles y de La Faza, que nos muestra Alvargonzález:
"La Avenida de Rufo Rendueles y el puente sobre el Piles dieron facilidades al pueblo para encontrar en aquella hermosa zona su paseo favorito. A nadie puede ocultarse que allí está el porvenir veraniego de esta villa, ni que la expansión de la misma se dirige rápidamente hacia tal punto; que la canalización del río contribuirá grandemente a su embellecimiento y que en plazo no lejano por la nueva carretera del Infanzón, que une a Gijón con Somió, y próximo al lugar donde se pretende emplazar el cementerio cruzarán tranvías que atraerán aún más población a aquellos sitios; en una palabra que las erías del Piles y de la Faza son la continuación de la avenida de D. Rufo Rendueles y en breve estarán pobladas de vistosos chalets que harán más deliciosos aquellos contornos"

Verdaderamente premonitorio aquel escrito de las gentes de las erías de La Faza y del Piles cuando ya se estaba asentando el veraniego frente costero gijonés, malogrado eso sí posteriormente con el desarrollismo y, posteriormente, todo hay que decirlo, con el neodesarrollismo que llega a nuestros días


Ahí se mantiene el puente, resistente como pocos frente a crecidas, riadas y marejadas. En A somió con los pies secos, el periodista J.M Ceínos repasa su origen y el de la pasarela precedente para La Nueva España del 18-10-2009:
"Con el alumbramiento del siglo XX, los gijoneses comenzaron a mirar hacia el Este de la gran playa de San Lorenzo, tierras entonces muy lejanas del centro de la villa. En 1899 se había celebrado la Exposición Regional, en el recinto de los Campos Elíseos, al final de la calle de Uría, entonces extrarradio de la villa, mientras que el territorio más hacia el Oriente era una gran marisma atravesada por el camino carretero hacia Villaviciosa, que cruzaba el Piles por el puente de La Guía. 
De la expansión hacia el Este, con el proyecto de llevar el Muro hasta al Piles, surgió la necesidad de pasar a Somió con los pies secos, dando continuidad al futuro paseo marítimo y como acicate para desarrollar el territorio de la ribera derecha del río. 
Se proyectó la construcción de una pasarela, anclada sobre pilotes de madera en el gran arenal por el que entonces llegaban a la mar las aguas del Piles. Su inauguración, el 7 de agosto (miércoles) de 1901, fue todo un acontecimiento en el Gijón de la época, como se puede leer en las páginas del diario «El Noroeste» del jueves, 8 de agosto. 
Bajo el titulillo: «En el Piles», un redactor del periódico republicano contaba: «Todo Gijón, incluidos los forasteros, acudió ayer tarde a la inauguración de la Pasarela (la escribe con mayúscula) que los señores Rionda y Junquera han colocado sobre el Piles, al final de la playa». 
A través de la crónica de la inauguración se puede hacer el lector de 2009 una idea de cómo era la parte oriental de la concha de San Lorenzo: «Desemboca el puente en amplio solar, en cuya entrada hay dos elevados miradores, en el centro un cómodo paseo y a la derecha de éste varios comedores con techo, cerrados por verjas de madera». 
Toda la zona de la desembocadura del Piles hasta la carretera de Villaviciosa y La Guía era una gran marisma, con el Piles serpenteando entre cañaverales y charcas hasta el arenal. En la ribera izquierda, el barrio de La Arena aún era un proyecto de ensanche urbanístico, mientras que los terrenos donde en los años cuarenta se empezó a construir el parque de Isabel la Católica, prácticamente una gran charca a merced de las pleamares y las bajamares del Cantábrico. 
Pero sigamos con la crónica de «El Noroeste» de hace 108 años: «No puede ser más delicioso el sitio, desde el cual se divisa toda la playa y una gran zona de mar», escribía el periodista. 
No duró mucho el entonces llamado «Puente de la Pasarela sobre el Piles». El Ayuntamiento aprovechó que un gijonés, Rufo García Rendueles, había llegado a la Subdirección General de Obras Públicas, para poner sobre la mesa la necesidad de construir otra carretera hasta El Infanzón, atravesando el corazón de Somió. El inicio sería en un gran puente sobre el Piles que sustituyera a la pasarela, habilitada solamente para el paso de peatones. Naturalmente, el Ayuntamiento insistió para que las obras corrieran a cuenta del Estado, como así fue. En agradecimiento, el Consistorio decidió dar el nombre de Rufo García Rendueles a la gran avenida proyectada en paralelo al paseo del Muro hasta el Piles. 
De las obras apuntadas dio buena cuenta una publicación que guarda en su archivo Juan Martín Merino, «Juanele», titulada «Gijón veraniego 1914», donde se puede leer: «El nuevo muro de San Lorenzo, con su avenida de Rufo Rendueles y otras en proyecto, el puente del Piles, de reciente construcción, la carretera que une la playa con Somió, serpenteando por la campiña, la lejanía de "chalets", el horizonte amplio y claro, el camino que bordea los acantilados hasta la Providencia, todo ello forma un conjunto magistral, que atrae poderosamente, con la nota de intensa poesía que da el oleaje suave y acariciador cuando viene a deshacerse a la orilla en encaje de espumas...». 
Cuenta Juanele que en días de mucha bajamar se pueden ver, en el lecho del Piles, los restos de uno de los pilotes de la pasarela de 1901 (derribada en 1914), con la que los gijoneses pudieron ir a Somió con los pies secos."

Y para ir a dicha Avenida de Rufo García Rendueles, la del paseo del Muro o de la playa y dedicada a quien fuera su promotor, lo mejor que que hagamos caso a la flecha amarilla que vemos en el azulejo de la caseta situada a nuestra izquierda y dejemos este paseo fluvial para tomar el camino de la izquierda


También se puede seguir de frente, aunque una vez en el puente habría que hacer cierto rodeo a partir del puente, pues para evitar accidentes se ha cerrado el cruce de peatones en ese tramo de calzada con barandillas, habiendo de dirigirnos a los pasos de cebra respectivos


Por eso, insistimos, lo mejor es tomar ahora el camino de la izquierda y dirigirnos a la Avenida del Molinón


Hay aquí además, fijémonos, un paso de cebra en el carril-bici


Otro azulejo con flecha amarilla nos confirma en esta farola el desvío a seguir


Este trecho divide el Parque Canino, a la derecha, del Parque de Movilidad, a la izquierda


Seguimos todo recto, como hemos dicho, en dirección a la Avenida del Molinón, que vemos justo enfrente


Pero no llegaremos a cruzarla, sino que antes tomaremos el paso subterráneo a nuestra derecha, el cual bajo la rotonda en la que confluyen la Avenida de Rufo Rendueles (de frente) con la Avenida de Castilla (a la izquierda) y la carretera AS-356 del Piles al Infanzón (a la derecha): la Rotonda del Piles


Atentos a la flecha, que es la que nos indica este trayecto


En la unión de la Avenida de Castilla con la Avenida Rufo García Rendueles vemos grandioso edificio que hace esquina con la Avenida de Castilla, construido en la década de 1970 en el solar que fue del marmolista Gargallo


Tras una suave bajada en rampa pasamos bajo la glorieta. Estemos siempre pendientes de la separación del tramo de viandantes y del de bicicletas


Como en la de La Guía, esta glorieta o Rotonda del Piles, hecha con las obras de urbanización del año 2011 en la Avenida de Castilla, forma un gran círculo hueco. Desde aquí, lo mismo que calles y avenidas, se distribuyen, subterráneamente caminos a diferentes direcciones


A la izquierda, la Avenida de Castilla fue antaño la de Cayetano Muñizales y antes aún la de Pérez Galdós, famoso novelista que visitó la ciudad en 1880 y 1894, esta segunda acompañado por Leopoldo Alas Clarín 


Allí se fundó en 1896 la fábrica de sidra Vereterra y Cangas por lo que también se la conoció por ese nombre, aunque solo parcialmente y en los aledaños de de dicha empresa 


En la actualidad el barrio L'Arena es uno de los más populosos de la ciudad, con numerosas tiendas, comercios, hostelería y servicios, además de hoteles, pensiones, pisos turísticos y apartamentos. Ya estamos en la gran urbe


En medio de la explanada, una gran Rosa de los Vientos: tomamos el paso subterráneo de la derecha


Es el que va a la Playa San Lorenzo. Las composiciones pétreas y vegetales que rodean esta plazoleta son llamadas la Jaula de las Piedras


Continúan en todo momento las bandas destinadas a las bicicletas que separan el carril bici del paseo de los peatones


A la entrada del pasadizo, otra flecha más confirma nuestro rumbo


Bifurcación: nosotros seguimos de frente, subiendo por la rampa


Y aquí tenemos los altos edificios de El Muro que transformaron la fisonomía de la fachada marítima de la ciudad en la que, lamentablemente, los proyectos de grandes parques urbanos casi siempre sucumbieron ante la intensa presión urbanística


Entre las calles Manso, Doctor Aquilino Urlé y Marqués de Urquijo, por ejemplo se construyó, donde estaba el Chalet de los Felgueroso, uno de los primeros grandes bloques de pisos en altura, con 264 viviendas y locales comerciales, proyecto de los arquitectos Juan Manuel del Busto y Miguel Díaz Negrete para Garmoré Inmuebles y Edificaciones S.A.


Y aquí tenemos de nuevo otra impresionante vista del edificio-torre del cruce de estas avenidas. En sus bajos abren sus puertas varios comercios y hostelería, al igual que a lo largo de toda la avenida


La Avenida de Rufo García Rendueles y El Muro, una gran explanada por la que recorreremos este gran paseo marítimo, preferido de muchos gijoneses y visitantes, mientras admiramos esta grande y bella concha gijonesa con su preciosa Playa de San Lorenzo, así llamada por la antigua capilla de San Llorienzo de la Tierra que decía Jovellanos, caminando en dirección a El Náutico y El Ayuntamiento, cerca del barrio alto o antiguo, Cimavilla, en El Cerro Santa Catalina con su promontorio de L'Atalaya, guardando la ensenada por el oeste...







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