Catedral de San Salvador y Plaza de Alfonso II El Casto |
La Cámara Santa |
La historia de la actual catedral había comenzado realmente mucho tiempo atrás, cuando, allá por el año 791, Alfonso II El Casto había llegado al trono tras tremendas vicisitudes y había asentado en esta naciente población, fundada por los monjes Máximo y Frómista o Fromestano en tiempos de su padre Fruela, sobre una comunidad monacal (la del mencionado monasterio de San Vicente, al lado del de San Pelayo y justo detrás de la catedral) con sus colonos que, a la vez, se emplazaba en una colina sobre un valle, el del Nora, cruce de caminos entre los puertos de la costa y los de la cordillera, así como entre el este y el oeste de la cornisa cantábrica, rutas ancestrales entre las cordilleras y el mar. Dicha fundación se data en 761 y el llamado Pacto de San Vicente origen de aquel monasterio fundador en el 781, pero hay señales de poblamiento anterior
El primer templo original sería una basílica dedicada a San Salvador, fundada ya en tiempos de Fruela, que sería destruida por las incursiones musulmanas de los años 794 y 795 (al principio del reinado de Alfonso II El Casto) y de la que poco se sabe, aunque en el Liber Testamentorum de la catedral se recoge el texto de una inscripción, desaparecida en el siglo XVI, que decía:
QUICVMQUE CERNIS HOC TEMPLUM DEI HONORE DIGNVUM, NOSCITO HIC
ANTE ISTVM FVISSE ALTERVUM, HOC EODEM ORDINE SITVUM, QVOD PRINCEPS
CONDIDIT SALVATORI DOMNO SVPPLEX PER OMNIA FROILA, DVODECIM
APOSTOLIS DEDICANS BISSENA ALTARIA; POR QVO AD DEVM SIT VESTRA
CVNCTORVUM ORATIO PIA, VT VOBIS DET DOMINVS SINE FINE PRAMIA DIG
NA. PRAETERITVM HIC ANTE HEDIFICVUM FVIT PARTEM A GENTILIBVUS DI
RVTVM SORDIBVSQVE CONTAMINATVM, QVOD DENVO TOVM A FAMVLO
DEI ADEFONSO COGNOSCITVR ESSE FVNDATVM ET OMNE IN MELIVS RE
NOVATVM. SIT MERCES ILLI PRO TALI, CHRISTE, LABORE ET LAVS HIC IVGIS
SIT SINE FINE TIBI.
(Quien quiera que contemple este templo honrado por el culto de Dios, conoce que anterior a éste hubo aquí otro, dispuesto del mismo modo, siendo fundado por Froila siervo del Señor Salvador, ofreciendo doce altares a los doce apóstoles; en cuyo favor sea piadosa vuestra oración hacia Dios, para que os de el Señor digna recompensa. Este edificio anterior fue parcialmente destruido por los paganos y profanado por los herejes, por lo que fue enteramente fundado de nuevo por el siervo de Dios Alfonso y renovado para su mejora. A él, Cristo, séale dada la gracia por tal labor y a Ti, aquí, alabanza incesante sin fin.)
La Torre Vieja |
Efectivamente con Alfonso II se reconstruiría dicha basílica, la cual seguiría las premisas del Arte Asturiano, que sin duda seguiría creciendo con monarcas sucesivos, sustituida por una obra románica posterior a partir del siglo XI, cuando ya la corte se había desplazado León, de la que al exterior veremos la llamada Torre Vieja
Pero no será hasta el siglo XIII cuando se emprenda la obra cumbre de la actual catedral gótica, la cual no se considerará terminada hasta trescientos años después. Se comenzó por la sala capitular y el claustro, no sabiéndose quienes fueron sus artistas, pero sí que fue un trabajo patrocinado por el chantre de la catedral Pedro Esteban, enterrado en esa misma sala capitular en 1293, asó como por el deán y luego obispo Fernando Alonso. La fecha exacta de construcción de estos elementos es desconocida aunque sabemos que en la sala ya celebró la primera reunión del cabildo de la catedral en 1314
De todas formas las obras de la parte fundamental y puramente gótica no empiezan hasta 1382 con el arquitecto Juan de Badajoz el Viejo, contando con la colaboración de Candamo de las Tablas y de Pedro Bunyeres, siendo por entonces obispo patrocinador el enérgico Gutierre de Toledo
De 1506 a 1566 se edificaría la fachada y se remataría la torre ya con marcado arte gótico flamígero y renacentista. El pavoroso incendio de 1521 que destruyó la mayor parte de la ciudad antigua, casi toda de casas de madera, la afectó pero, aunque pudieron continuar las obras, la ciudad quedó tan esquilmada que hubo que desistir de construir su segunda torre. Más tarde, entre los siglos XVII y XVIII se le añadirían capillas y sacristía. Sufriría graves destrucciones entre 1934 y 1936, Revolución de Octubre y Guerra Civil, siendo restaurada entre 1939 y 1942. Hubo otras campañas de restauración con posterioridad que le devolvieron todo su majestuoso porte
A los pies de la catedral y ante "su plaza", la estatua del rey que hizo de esta su capital, tuvo aquí su corte y palacio y mandó edificar el primer templo de San Salvador para guardar sus Reliquias, las de Jesús mismo, la Virgen María, apóstoles, santos y profetas, de las más veneradas de la cristiandad guardadas en el cercano Monsacro donde su Arca Santa estaba a salvo de invasiones y profanaciones. Nos referimos al recitado Alfonso II El Casto, bajo cuyo reinado se descubrió además el que se tiene por sepulcro de Santiago en Compostela
Monasterio de San Pelayo, el Camino sigue a la izquierda, delante de su fachada |
Antiguo monasterio de San Vicente con la actual iglesia de Santa María la Real de la Corte |
"1888: se funda La Cocina Económica por representantes de distintos sectores de la ciudad, reunidos a instancias del Excmo. y Rvdmo. Sr. Fray Ramón Martínez Vigil, obispo de Oviedo, en un momento en el que Asturias vivía uno de los peores temporales de nieve que se recuerdan y cuyos efectos repercutieron especialmente entre las capas más pobres de la población ovetense. Esta comisión en un principio se denominó «tienda asilo», y surgió a raíz de una conferencia sobre enfermedades epidémicas presentada por el doctor D. Arturo Álvarez Buylla.
1909: se constituye como Asociación civil, cuyo Presidente nato fue el Sr. Obispo y el primer Presidente efectivo D. José Díaz Ordóñez, se aprobó el primer Reglamento, en el que se declaraba constituida una sociedad titulada “Cocina Económica de Oviedo”, cuyo objeto era “ Facilitar a las clases menesterosas alimentación sana y nutritiva a precio ínfimo, y satisfacer, en la medida que sus recursos lo permitan, necesidades de orden intelectual y moral, dentro de los más rigurosos principios de la Religión Católica, Apostólica y Romana. ”. Hasta esta fecha la Institución facilitaba a los necesitados pan, leche y café. Es a partir de 1909 cuando se comienza a facilitar alimentación más completa.
1918: siendo Presidente D. Policarpo Herrero Vázquez, se incorpora a la Junta, como Administrador, D. Benjamín Ortiz Román, quien en cuerpo y alma se entrega a la Institución, asumiendo por delegación de la Junta Directiva la gestión de la COCINA y la atención espiritual a los usuarios y a la propia Comunidad".
Más allá asoman muros góticos de la catedral y su esbelta torre, gótico flamígero que simboliza el final de las obras, a mediados del siglo XVI, en concreto en 1552, cuando se colocó en la cúspide el chapitel o remate en forma de llama que ahora vemos, así como una Cruz de los Ángeles (emblema de la ciudad, que veremos en la Cámara Santa) que se trajo de Flandes
"En la tarde del 13 de diciembre de 1575 se desató una tormenta sobre la ciudad y un rayo destrozó el remate de la torre. Según las crónicas, se arruinó el chapitel, los muros del segundo piso sufrieron daños, así como el maderamen de las campanas. Para la reconstrucción se contrató a Rodrigo Gil de Hontañón, maestro cantero que había dado los planos para el edificio de la Universidad de Oviedo. Hontañón, diseñó un airoso cuerpo mixtilíneo, en el que combinó elementos góticos y renacentistas en un ejercicio de elegante genialidad, rematado en la aguja calada, que elevó la altura de la torre en unos diez metros. Dirigieron estas obras Diego Vélez y Juan de Cerecedo el Joven.
De nuevo el 13 de diciembre, esta vez del año 1723, otra tempestad causó daños de diversa consideración en la torre. Francisco de la Riva Ladrón de Guevara, maestro de obras de la catedral, relató en un informe que se perdió la mayor parte de la flecha, uno de los cubos de las esquinas, algún pináculo, parte de la balaustrada y la cornisa. Se quemó el suelo de madera del cuerpo de campanas y se dañó el primer reloj. También se perdió parte de la escalera de caracol. Este mismo rayo abrió dos grietas en el pórtico, una se aprecia actualmente en la bóveda del tramo sur, la otra está oculta bajo el relieve de la Transfiguración que se colocó sobre la puerta central. La segunda reconstrucción de la torre se llevó a cabo entre 1729 y 1731.
Ya en el siglo XX, la torre, principal atalaya de la ciudad, fue bombardeada durante el asedio de Oviedo entre 1936-1937, derribando parcialmente la aguja y dañando buena parte de su estructura, sobre todo en el flanco meridional. Luis Menéndez Pidal fue el arquitecto encargado de la reconstrucción. El proyecto, que comenzó con la construcción de un gran andamio diseño de Luis Moya Blanco, se ejecutó en tres fases y se terminó en 1953.
En el año 1996 comenzaron los trabajos del Plan Director de la Catedral y la restauración de la torre fue considerada intervención de carácter urgente. Bajo la dirección de los arquitectos Cosme Cuenca y Jorge Hevia se llevaron a cabo labores de consolidación en la aguja y de limpieza a lo largo de toda su estructura. Desde el 1 de agosto de 2022, tras los trabajos de adecuación de accesos, la torre gótica es visitable. (...)
La torre gótica de la Catedral de Oviedo, a lo largo de sus cinco siglos de historia, ha sobrevivido a un incendio, tempestades, los bombardeos de una guerra, el paso del tiempo… y sigue recibiendo a los peregrinos que llegan a la Sancta Ovetensis, indicándoles el camino hacia el relicario de la Cámara Santa".
"El estilo gótico llega a Asturias con la construcción de la sala capitular de la Catedral. Se cree que por iniciativa del obispo Fernando Álvarez (1293-1295), hombre culto y viajado que habría conocido el nuevo modo de construir en Francia. Tiene una planta cuadrangular y se cubre con una bóveda de ocho paños apoyada sobre trompas. Construida en gótico clásico, se ha puesto en relación con el llamado “estilo Plantagenet”. La construcción se inició en el año 1293, se supone que adosada al claustro románico, en un lugar que estaba destinado a enterramientos.
Las salas capitulares surgen en los monasterios como espacios destinados a la lectura de la regla monástica, pero en la Catedral la principal función desempeñada por esta estancia fue la de servir de espacio de reunión a los capitulares; la primera reunión del cabildo en este espacio tuvo lugar en 1314".
Se reconoce una cabeza humana de grandes ojos, sin duda hubo de ser importante para colocarla allí, dando vista a la calle
"La comunidad de religiosas de la congregación Hijas de María Inmaculada -conocidas popularmente como las monjas del servicio doméstico- cumple cien años en Oviedo. Llegaron a la capital asturiana el 28 de abril de 1911, se instalaron en una casa de la plaza de la Catedral, que ya no existe, y, al poco, en el edificio de la calle San Vicente, donde siguen. Así lo contaba ayer Alicia Fernández, una de las monjas de la comunidad ovetense, que sigue desarrollando una extraordinaria labor social y educativa. A modo de ejemplo, y como comentaba a mediodía, «ya he recibido hoy a veintiocho personas y aún hay otras ocho esperando».
La congregación fue fundada por Santa Vicenta María López y Vicuña, navarra de Cascante, de alta cuna y gran sensibilidad social, que vio en el Madrid del último cuarto del siglo XIX las dificultades por las que pasaban las chicas, emigrantes desde villas y pueblos, en la selva de aquella sociedad de la revolución industrial y urbana.
Ahora, la congregación tiene casi 1.500 monjas distribuidas en dieciocho países. En Oviedo, 15. La comunidad carbayona desarrolla sus actividades en tres líneas fundamentales.
Tienen un centro social María Inmaculada, donde acogen a las chicas que les llegan en busca de ayuda. «De entrada quizá sea difícil ubicar a alguna joven que pueda haber estado en la prostitución, pero no es lo habitual. Si buscan trabajo, se les da formación en talleres de plancha, repostería o atención a los ancianos. Las vamos conociendo y damos garantías cuando se les busca empleo en una casa, en el servicio doméstico. Después, una vez al mes las reunimos en una eucaristía y a sus niños les damos apoyo escolar, sobre todo a los que tienen problemas con el idioma. Si no cuentan con trabajo les damos residencia aquí, gratuitamente. Para eso estamos. Tenemos una base de datos, mantenemos contactos una vez al mes, las convocamos para diversos actos, pasan aquí la Nochebuena si no tienen familia o la fiesta de Reyes con sus hijos, una fiesta estupenda en la que nos ayudan voluntarios del BBVA y entregamos 150 regalos nuevos a los niños que se acercan con sus madres».
También cuentan con la residencia María Inmaculada, con mayoría de universitarias. Pagan del orden de 500 euros al mes, «pero es un principio sagrado para nosotras que si no pueden y quieren estudiar no pagan». Las universitarias se insertan en el proyecto de formación humana y cristiana de la comunidad y desarrollan talleres como, mismamente este mes, de risoterapia o de otros contenidos. La residencia está pensada como un hogar para las chicas".
Como explica Alicia Fernández -gallega de Fonsagrada, hija de somedana de Urria-, «no somos una agencia de colocación, no cobramos nada y hacemos un seguimiento; ponemos a las chicas en relación con las familias y estamos atentas a cómo les va a las dos partes. Tenemos muchas inmigrantes latinoamericanas, del Este de Europa, africanas e incluso de la India». La comunidad, formada por 15 hermanas, no es suficiente para tanta tarea, así que cuentan con personas contratadas -especialmente para la enseñanza- y voluntarios que acuden al convento a ofrecer su ayuda.
La crisis se nota, pero, añade Alicia Fernández, «cuando llegué a Oviedo hace cuatro años no había crisis y también se atendía a muchas chicas». El día grande del centenario se celebrará el 1 de mayo, con una misa en la Catedral a la que asistirán hermanas que estuvieron en otro tiempo en el convento de Oviedo y que ahora se encuentran en otros, incluso en otras órdenes -hay alguna en las Pelayas-, y el día anterior, una hermana, doctora en Historia, ofrecerá una conferencia en el Auditorio sobre la presencia de la congregación en Oviedo".
"Casi adyacente a la Catedral de San Salvador, es una de las zonas representativas del casco histórico de Oviedo; en ella se ubican el Palacio Episcopal y el Conservatorio Superior de Música de Asturias, instalado en la ostentosa casa erigida por el deán Benigno Rodríguez Pajares. De planta trapezoidal, la Calle Canóniga, la Calle San Vicente y la Calle San José la delimitan junto con los edificios citados.
El nombre de Corrada del Obispo parece se remonta al siglo XIII, concretamente al año 1265, en que se fecha un documento según el cual una casa de la Rúa de Barredo limitaba por su parte posterior con la plaza del corral del Obispo. Este nombre de corral del obispo se repite en 1294 y a partir de entonces en multitud de documentos. Tal denominación alude al Palacio Episcopal que aquí se ubica".
Luego, en 1730, el cabildo catedralicio, al decidir levantar un claustro alto sobre el ya existente claustro gótico, aprovecha aquí a la derecha para añadirle a la catedral una portada barroca según el gusto imperante
"En 1820, durante el Trienio Liberal, se cambió el nombre de la plaza por Plaza Álvarez Acevedo, en memoria del militar liberal Félix María Álvarez Acevedo, héroe de la Guerra de la Independencia muerto en combate el 10 de marzo de 1820 tras haberse sublevado en Galicia, logrando conquistar toda la región para la causa liberal y contribuyendo de forma decisiva al triunfo del pronunciamiento de Rafael del Riego. Este nombre fue suprimido y repuesto varias veces a lo largo del siglo XIX siendo definitivamente suprimido por resolución del ayuntamiento franquista el 11 de febrero de 1937, restableciéndose el nombre de Corrada del Obispo.
Junto con denominaciones como Plaza de Riego o Calle Altamirano, Álvarez Acevedo fue uno de los primeros nombres que por resolución municipal venían a sustituir a los que habían surgido de forma espontánea.
Antiguamente la Corrada del Obispo estaba separada totalmente de la Calle Canóniga por una hilera de casas que avanzaban desde la tapia del Palacio Episcopal hasta la Calle San José; a principios del siglo XX fueron derribadas las contiguas a la tapia, quedando comunicada la Corrada con Canóniga, y finalmente en 1956 se derribaron la restantes ensanchándose la Corrada hasta la misma Calle Canóniga. De la mampostería de esas casas (...) se conservó un bello capitel que hoy puede admirarse en el Museo Arqueológico de Asturias.
"Se realizó en 1733 en estilo barroco, con 2 columnas dobles toscanas y 2 niños sujetando sobre el frontón el escudo de España de tiempos del rey Felipe V (origen del actual) que contiene 2 leones rampantes (ref. al reino de León), 2 castillos (ref. al reino de Castilla), la flor de lis (ref a los Borbón) y la corona (ref a la soberanía nacional)".
Esta de La Corrada del Obispo e la fachada principal orientada al este, del Palacio, con una gran puerta de sillares almohadillados y, a los lados, en la pared, sendos escudos del Obispado de Oviedo. Sobre ella, un balcón voladizo con rejería
"En el nombre del señor Dios y salvador nuestro Jesucristo, y a la gloria de todos, de la gloriosa Santa María Virgen, a los doce apóstoles y restantes santos mártires... el príncipe Alfonso hijo del rey Ordoño de santa memoria mandó edificar esta fortificación con la esposa Xemena, habiéndoles nacido dos hijos, para que la defensa de la fortificación del aula del tesoro de esta santa iglesia permanezca sin daño; precaviendo que nada perezca, pues los gentiles suelen apresurarse con su ejército pirata naval, Dios no lo quiera. Esta obra ofrecida por nosotros, sea concedida en perenne posesión a la misma iglesia"
"... la Torre Vieja de la catedral de Oviedo constituye un importante eslabón en la secuencia cronológica del románico ovetense en los tiempos de su implantación.Los orígenes de la Torre Vieja se remontan a la etapa de la Monarquía asturiana, de la que aún se conserva un primer cuerpo de considerable altura construido en el característico sillarejo prerrománico. Por su ubicación junto al palacio de Alfonso II y la Cámara Santa y al sur de la basílica de San Salvador, debió de desempeñar originalmente una función defensiva y, con posterioridad, en la fase románica, la de campanario, para el que se funde en 1219 la campana Wamba.Con la construcción de los dos cuerpos románicos de esta torre se inician las intervenciones arquitectónicas que sustituyen paulatinamente las fábricas prerrománicas del palacio y las basílicas contiguas de San Salvador y Santa María por otras posteriores románicas (Torre Vieja, claustro románico, nave de la capilla de San Miguel de la Cámara Santa), góticas y barrocas. Tras la construcción de la catedral gótica en el solar de la basílica de San Salvador y dadas las mayores proporciones de la obra bajomedieval, la Torre Vieja queda emplazada en el transepto meridional y contigua al claustro gótico que se levantó sobre el desaparecido románico".
"Siguiendo la práctica común (...) los dos pisos románicos de la torre se alzan sobre el cuerpo prerrománico sin alterar la sección cuadrada ni las proporciones. Pero en su construcción de aplican soluciones bien diferenciadas que son propias del nuevo estilo en su fase de plenitud."
"También existen notorias innovaciones en la estructura mural, puesto que al cuerpo bajo, compacto y de superficies lisas de la fase anterior, se superponen dos niveles articulados horizontalmente por medio de impostas que traducen al exterior la organización espacial en pisos y se abren a través de vanos más amplios y de morfología novedosa: estos dos niveles presentan la plasticidad mural característica del románico pleno, enriquecida por guardapolvos, impostas, arquivoltas, ménsulas y contrafuertes.Lo mismo se podría decir de las cubiertas. Frente a los pisos de madera prerrománicos desaparecidos, en los dos niveles románicos se aplican soluciones abovedadas, completamente ajenas a la tradición asturiana, de arista y esquifada. Finalmente, la integración en capiteles y canecillos de un relieva monumental contribuye a aumentar las diferencias respecto al desornamentado cuerpo bajo".
"Llama la atención la representación de estos animales, desconocidos en Asturias, cuando lo más frecuente en los monumentos de fines del XI es recurrir a la fauna del entorno como fuente iconográfica; pero la introducción de una temática nueva (...) es fruto de la llegada de corrientes foráneas que posiblemente procedan de León. Con ellas se implantarían animales exóticos de algún bestiario (...) que no excluyen a la representación de la fauna local, presente en la torre en algunos capitales".
"... su construcción debió iniciarse a fines del XI. La visita a San Salvador en 1075 de Alfonso VI, que favorece a la Iglesia ovetense con una donación de diversos bienes y con la cubierta de plata para el Arca Santa, pudo haber constituido una razón para emprender la renovación de estructuras preexistentes, como la Torre Vieja. Esta se presenta por tanto como el primer eslabón románico de la catedral ovetense, coincidiendo su construcción con la implantación de las primeras soluciones del románico pleno en la ciudad."
"La puerta de la Perdonanza se llama así porque todo peregrino que entre por ella y se arrodille a los pies de la estatua románica del Salvador, entre los días 14 al 21 de septiembre cumpliendo los requisitos de confesión y comunión, se le concede indulgencia plenaria.
Por ella entraban los peregrinos que venían a la ciudad por el camino del Norte, una vez pasada la puerta de la Noceda, una de las puertas de la muralla, próxima al convento benedictino de San Pelayo y siguiendo la calle San Vicente, llegaban a la Corrada del Obispo y entraban en la Catedral precisamente por la puerta de la Perdonanza. También los peregrinos que venían de la Meseta, entraban por la llamada Puerta Nueva y a través de Cimadevilla, la Rúa y Platerías, por el Tránsito de Santa Bárbara llegaban a ella. Esta puerta está abierta sobre el muro y comunica el Tránsito de Santa Bárbara con un pasadizo que desemboca en el brazo meridional del crucero y es la más próxima al Altar Mayor.
Desde 1438 la Catedral cuenta con su propio jubileo conocido como el de la Santa Cruz y esta fiesta de la Perdonanza era todo un acontecimiento en la ciudad en el siglo XVI. Es bien conocido el dicho de que «quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado, pero no al Señor»
En 1862 el cartel de las fiestas de San Mateo anunciaba dos días de festejos. «Desde entonces hasta hoy, la historia de San Mateo y la Perdonanza ha tenido mucho recorrido.»
"Las imágenes que ocupan la puerta están presididas por la Cruz de los Ángeles partida entre dos hojas y acompañada de imágenes del Libro de los Testamentos. Hay además ilustraciones alegóricas de la persona, la paz, la misión, la cultura, la economía, el trabajo y la familia; también se encuentran alusiones a la visita de Juan Pablo II en 1989, San Melchor de Quirós, Santa Eulalia de Mérida, dibujos de Santa María del Naranco y las imágenes de San Salvador y de la Virgen de Covadonga, entre otros motivos".
"Un artista del bronce ha dejado como «sigillum», es decir, como sello en la cera, el emblema de su transitar por esta vida: una de las puertas de entrada a la Catedral ovetense. A través de ella Vetusta puede entrar por la broncínea puerta de la modernidad al interior del templo cristiano regido por la episcopalidad católica. De sus bajorrelieves emergen tímidamente siluetas de supervivientes sojuzgados por el denuedo de mantener la fe. En sus trazos esquemáticos todavía se aprecian rasgos físico-culturales de personas fácilmente identificables, en su dura porfía por atenuar el riesgo existencial de la increencia.
Para nuestro gran pesar, su autor y artista, que respondía al nombre de Miguel Iribertegui Eraso, falleció el 8 de noviembre de este año que tan empeñado está en mermar la esperanza del humano progreso. Y lo hizo sin apenas rebasar la cifra de corte vital de los 70 recién cumplidos. Salió de este mundo prevenido y animado, como quien parte para una gran aventura: el encuentro de la puerta que únicamente abren las llaves de Pedro. Este dominico, escritor y escultor, nació en un pueblecito de Navarra, en las cercanías de Huarte, entre los arrullos de una familia muy unida y numerosa.
La Asturias catedralicia ha de recordar a un hombre que empeñó todo su ingenio en dotar de una nueva puerta a un templo milenario cada vez más envejecido, no se sabe bien si por el paso del tiempo o por la edad de sus dirigentes.
Navarro de origen pero afincado en Castilla y León desde hace años, quedó bien pronto prendado por el candor de los belenes. Si alguna vez tienen la oportunidad de admirar los suyos, comprobarán la destreza del hombre que selecciona el noble y nobiliario bronce para plasmar la paz del Niño durmiendo, la quietud de una Virgen parturienta o la seguridad varada de un padre putativo. En su derredor, como una algarabía de comparsas celebrando la buena nueva, escenas de lucha castellano-leonesa, estampas costumbristas o formas robadas a las sombras de lo que fue la pequeña gran familia de una guerra.
La muerte y su inoportuna embajadora, la enfermedad, conspiró para segar su afán plástico, y por imperativo mortal dejó sin aliento sus proyectadas realizaciones. Lección de una vida que, bajo estructuras de bronce, se aferró mental y metálicamente al clavo ardiendo de la creencia firme, creativa, religiosa. Oviedo conserva una reliquia de carácter afable y didáctico de un ser cuyas revoluciones giraban en torno al sagrado arte de transfundir la realidad presente en realidad futura. Miguel Iribertegui tuvo a bien hacerlo en el «introito» lateral de nuestra pulcra y espigada Catedral. Los animo a que recen en la lápida vertical de su memoria artística y pidan ante esa clausurada puerta que deje paso lateral a los aires capaces de renovar el crucero del olor a cepillo y a gentes permanentemente genuflectas".
"Se conoce como Jubileo a la indulgencia plenaria, solemne y universal, concedida por el papa en ciertos tiempos y en algunas ocasiones. El término procede del hebreo yobel, que es el cuerno de cordero con el que los judíos anunciaban el año excepcional dedicado a Yavé y de la palabra latina iubilum, que significa alegría. Ambos términos se fundieron en el medievo en la palabra iubileus, naciendo así el concepto de año excepcional dedicado a Dios con alegría.
En la Edad Media, jubileo fue asociado al concepto de indulgencia, que es la remisión ante Dios de la pena temporal correspondiente a los pecados ya perdonados, que se obtiene por mediación de la Iglesia. En Oviedo se gana la indulgencia desde los tiempos de Alfonso II, cuando las reliquias fueron depositadas en la Cámara Santa. En el año 808 el rey Alfonso II donó a la Catedral la Cruz de los Ángeles y, cien años más tarde, en el 908, Alfonso III donó la Cruz de la Victoria. El jubileo giraba entonces alrededor de ambas cruces, hasta que en el año 1075 se abrió el Arca Santa y se identificaron las reliquias que contenía. A partir de ese momento, la Catedral de Oviedo fue reconocida como el mayor relicario de la Península, recibiendo por ello el sobrenombre de Sancta Ovetensis.
En el siglo XV, debido a la gran afluencia de peregrinos, el Cabildo solicitó formalmente al papado poder celebrar un jubileo y en 1438 Eugenio IV otorgó la bula que concedía indulgencia plenaria a los que acudiesen a la Catedral el día en que la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre) tuviese lugar de viernes, así como los ocho días anteriores o posteriores a dicha festividad.
Durante el periodo que duraba el Jubileo de la Santa Cruz había grandes festejos en la ciudad, la mayoría de carácter profano, aunque también había procesiones. Estas fiestas se anunciaban con la colocación de banderolas en la torre de la Catedral y terminaban con gran solemnidad el día 21, fiesta de San Mateo, de ahí que en la actualidad las fiestas de la ciudad de Oviedo se conozcan como fiestas de San Mateo.
Cuando la Cruz de la Victoria fue devuelta a la Cámara Santa en 1982, después de la restauración tras el robo de 1977, el Papa Juan Pablo II concedió al cabildo la autorización para otorgar a los fieles la indulgencia plenaria del 14 al 21 de septiembre. A partir del año 1985 la Sagrada Penitenciaría permitió la celebración anual, siendo el de Oviedo un caso excepcional, ya que la mayoría de los jubileos – como el año Xacobeo compostelano – tienen lugar cuando la principal festividad cae en un día concreto de la semana.
En la Catedral de Oviedo se gana la indulgencia entre los días 14 y 21 de septiembre. Para ello se debe realizar una visita piadosa a la Catedral, confesar, comulgar y rezar por las intenciones del Papa"
Esta Torre Vieja es la torre románica-prerrománica más antigua de Asturias y viene a ser un modelo para otras como las de San Salvador de Celoriu (que vimos en el Camino en Llanes) y la desaparecida del también extinguido monasterio ovetense de Santa María de la Vega
Estos son los restos que se atribuye fueron parte del palacio de Alfonso II, que empezaron a aparecer a partir de las excavaciones realizadas en 1942, tras las destrucciones de revolución y guerra y los responsables de las mismas José María Fernández Buelta y Víctor Hevia las relacionaron con una gran construcción palacial de ese rey o de su padre Fruela la cual se extendería, según más restos de edificaciones que encontraron, entre la Corrada del Obispo hasta este Tránsito de Santa Bárbara, el llamado Jardín de Pachu, y el actual claustro catedralicio
En concreto se trataría de una disposición en planta cuadrangular de seis construcciones de 2,30 x 1.80 metros y un horno que parece ser soportaba altas temperaturas. Las investigaciones realizadas dicen que en un edificio de dos plantas había una puerta o hueco de acceso, orientado al sur, rematado en arco de mitra, sin precedentes en Asturias
Interpretarlo como dependencias de un palacio real avala la teoría del gran medievalista asturiano Juan Uría Ríu, si bien otros historiadores no ven nada que lo demuestre y se decantan por dependencias de los monjes y prelados, no en vano sobre parte de ellos están los palacios episcopales. En Wikipedia se nos dice esto sobre el tema:
"Al sur de San Salvador se situaban una serie de construcciones de las que hoy en día quedan restos al sur de la catedral y por debajo del actual palacio episcopal. Aprovechando la total destrucción del mismo durante la guerra civil española y como parte de los trabajos de reconstrucción, se realizaron entre 1942 y 1950 unas excavaciones por la que los arqueólogos José María Fernández Buelta y Víctor Hevia Granda determinaron que correspondían al palacio real de Alfonso II el Casto. Sin embargo esta opinión es rechazada actualmente por otros historiadores, como César García de Castro Valdés y Eduardo Carrero Santamaría, quienes cuestionan la original localización del palacio, mientras que los restos vecinos a la catedral debieron pertenecer al clero que se ocupó de San Salvador hasta su promoción a catedral, momento en que debieron transformarse en palacio del Obispo y otras dependencias episcopales, a la par que en sus alrededores se edificaban las casas y palacios de las dignidades capitulares que, en buena medida, pervivieron topográficamente hasta la contemporánea apertura de la actual Corrada del Obispo".
"La Cámara Santa sería, por tanto, el tesoro de la catedral de San Salvador, siguiendo las constantes de la arquitectura de la época, compuesto por dos espacios superpuestos y adosados a una estructura cuadrada más alta llamada Torre de San Miguel. No queda constancia documental sobre el funcionamiento del piso bajo, apodado como "cripta de Santa Leocadia", que sirvió como espacio de enterramiento en fechas algo posteriores a su construcción, con la elevación de un pórtico funerario en su lado norte. El superior, el propio tesoro, conocido más tarde como Capilla de San Miguel, adquirió en el siglo XI, una vez desarrollado el culto a las reliquias y la peregrinación, la función de relicario que conserva en la actualidad. Se supone que la construcción de este edificio tuvo lugar hacia el 884, en pleno reinado de Alfonso III el Magno, conjuntamente con la Torre Vieja que le servía de defensa y completaba la fortificación del conjunto levantado anteriormente".
La Cámara Santa tuvo una tremenda transformación llegada la baja Edad Media, en el siglo XII y hubo de ser restaurada tras su voladura en la Revolución de 1934 cuando todo símbolo formaba parte del secular enfrentamiento interno de ideales sociales y políticos contrapuestos, independientemente de su importancia como patrimonio histórico-artístico a preservar
Detalle más de cerca
"El culto a las reliquias impulsado por la Contrarreforma llevó al obispo Bernardo Caballero de Paredes (1642-1661) a plantear al cabildo de la Catedral el traslado de las reliquias conservadas en la Cámara Santa a una nueva edificación más moderna que, además, hiciera las veces de panteón para su familia. En la Catedral, los capitulares eran plenamente conscientes de que el templo gótico no se ajustaba a las necesidades contrarreformistas y, por ello, ya se había construido una girola para la circulación de los romeros, tal y como demandaba un templo de peregrinación. También se contempló la posibilidad de ampliar la Cámara Santa, pero los canónigos nunca vieron con buenos ojos el traslado de las reliquias a una nueva ubicación, tal y como proponía Caballero de Paredes con la construcción de este espacio.
Esta capilla, llamada en su momento “de San Miguel” o “Nueva Cámara Santa”, se contrató con el arquitecto Ignacio de Cajigal y se construyó entre los años 1660 y 1663".
"La primitiva catedral era de menor tamaño a la actual gótica del s. XVI, pero estaba rodeada de otras iglesias (San Tirso, Santa María Rey Casto) y varios monasterios:
Santa Gadea (desaparecida)
Santa Marina (desaparecida)
Santa Cruz (desaparecida)
San Pelayo (antes San Juan)
San Vicente (Museo arqueológico + Sta Maria Real Corte)
El de Santa Gadea (o San Tirso) sería el monasterio de la realeza, junto al palacio Alfonso II Casto.
Permaneció hasta finales s.X en manos del noble ovetense Gundemaro Pinioliz, que era cargo confianza del rey en labores de gobierno.
Tras la donación de Alfonso III el Magno de la iglesia de San Tirso a la Catedral (año 905) el resto del monasterio con su torre y sus casas cambian su advocación a Santa Gadea (o Agueda). El año 1150 el rey Alfonso VII de Castilla y León dona también el monasterio a la Catedral de San Salvador.
Ya en 1521, el terrible incendio de Nochebuena arrasó esta zona de la ciudad (conocida como el barrio del Portal) con grandes pérdidas humanas y materiales (la torre entre ellas) que supuso a medio plazo la transformación completa de la vieja ciudad amurallada.
La torre actual no presenta su aspecto medieval, pues fue reformada varias veces (pero su origen es ése)".
Y de la torre de San Tirso avanzamos por la calle Santa Ana a la torre gótica de la catedral, con la capilla de Santa Bárbara y su sacristía a la derecha y la cabecera de San Tirso a la izquierda, iglesia cuya estructura actual es del siglo XVI pero su fundación se atribuye a Alfonso II El Casto, llamada entonces del Mártir San Tirso
"La iglesia es fundación del rey Alfonso II el Casto de Asturias en el siglo IX. Sin embargo ha sufrido diversas modificaciones, ya que fue transformada en su totalidad a finales del siglo XII, en época románica, y en el siglo XIV, cuando se reedificó gran parte del templo. Además la iglesia fue destruida por un incendio en 1521. La última modificación se produjo durante el siglo XX. De la iglesia primitiva únicamente queda el muro testero de la cabecera, siendo visible la parte superior y encontrándose la inferior un metro por debajo del nivel de la calle. La distribución original del templo se desconoce completamente y únicamente cabe imaginar que tuviera la clásica división en tres naves, con una cabecera tripartita típica de las iglesias asturianas de la época.
Está catalogada como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, desde el año 1931, figura entonces denominada Monumento Histórico Artístico. (...)
fue levantada próxima al Palacio Real y a la Cámara Santa y el conjunto catedralicio de la Basílica de San Salvador. Detrás de San Tirso salían las calles que constituían el resto de la ciudad.
La iglesia de San Tirso fue enmarcada en el programa constructivo del primitivo complejo palatino y eclesiástico que inició dicho rey al trasladar la capitalidad del reino a la ciudad de Oviedo al comienzo de su reinado en 791. Se construye además de esta iglesia, palacios, la Cámara Santa, la Catedral de San Salvador, la Iglesia de Santa María y una muralla defensiva que rodeaba todo este conjunto. Otras construcciones de la época son San Julián de los Prados, San Pedro de Nora y Santa María de Bendones. Dichas obras fueron dirigidas por el maestro Tioda arquitecto constructor de Alfonso II, con un estilo prerrománico. triforio]] por estar formada por tres arcos de medio punto sobre columnas de mármol con collarinos sogueados y bellos capiteles decorados con hojas de acanto (de tradición corintia) y encuadrada en un alfiz.
La configuración del muro de la cabecera llegada hasta nosotros conserva el sillarejo original, alternando en las esquinas con sillar. Los aleros de las cubiertas descansan sobre ménsulas que están rematadas en su extremo voladizo, por una forma semicircular ("papo de paloma") y decorada con un característico dibujo estriado.
Las crónicas que elogian el edificio son muy parcas en su descripción por lo que dado lo poco que ha llegado de la primitiva basílica su morfología es muy discutida. Del testero superviviente se deduce que era de cabecera única y sin cámara suprabsidal. Se supone que era un edificio de una sola nave central de planta cuadrada o rectangular, con capillas en cada uno de los lados hasta para formar una planta cruciforme de manera semejante a Santa Cristina de Lena."
"Las columnas, de mármol, descansan sobre basas clásicas y fueron reaprovechadas. Los capiteles centrales son de talla original, con el collarino sogueado asturiano y las hojas esquematizadas, siendo copias de los capiteles laterales de tradición corintia, piezas romanas reaprovechadas. Es notable la presencia de un enmarque decorado muy resaltado que circunscribe la parte superior de la ventana, con más similitud a elementos mozárabes que a elementos del periodo alfonsí."
"La historia escrita a propósito de tan admirada iglesia no describe su apariencia y sólo las excavaciones arqueológicas revelan algunos detalles al ahondarse en la raíz del edificio. D. Feliciano Redondo Cadenas, antiguo párroco de San Tirso, emprendió excavaciones en el presbiterio descubriendo que el ábside original alcanzaba una cota de un metro por debajo del nivel actual hasta la roca base diferenciando claramente tres niveles estratigráficos: 60 cm de materiales de relleno, unos 20 cm. de pavimento “opussigninum”, y una capa de tierra para asentar el pavimento sobre la roca de 20cm. de grosor.
Las excavaciones realizadas en el exterior por Antonio Maradona y Leonardo Faedo produjeron resultados coincidentes hasta la roca base con los realizados en el interior, hallándose tres niveles de 50 cm. el primero, correspondiente a un pavimento moderno, y dos inferiores de 43 cm. entre ambos, que se identifican con el cementerio medieval del atrio catedralicio.
Tales estudios permitieron descartar la existencia de un triple ábside: una capilla rectangular remataba el templo hacia el Este y un gran vano de tres huecos iluminaba ampliamente el testero, función diferente a la de las cámaras supraabsidales que presentan muchos templos prerrománicos de la región.
Algunas huellas arqueológicas en el muro Norte delatan la presencia de una cámara de idénticas dimensiones al ábside primitivo (5x5m) y que fue utilizada como recinto funerario en la Baja Edad Media. Parece pues que constaba el edificio de un cuerpo central con habitáculos adosados en sus cuatro caras. La torre anexa al lado Sur corresponde en planta a esta habitación Norte, lo que parece demostrar su coetaneidad"
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