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viernes, 20 de diciembre de 2024

VILLAR Y CAMPAÑONES: EL PASO DE LLANERA A CORVERA (ASTURIAS) POR EL VALLE DEL RÍO ALVARES Y SUS AFLUENTES

Bajando al valle de Villar (Llanera), al fondo Campañones (Corvera)

En el Camino de la Sancta Ovetensis a Avilés, el valle de Villar, formado por el río de igual nombre, afluente del Alvares, uno de los que forman la ría avilesina, a una docena escasa de kilómetros más al norte. Esta es la bajada al valle desde La Miranda, barrio de la parroquia de Villardebeyo, al norte del concejo de Llanera y a escasos metros del concejo de Corvera, que ya vemos desde aquí por los altos de Campañones, en la parroquia de Solís

Justo detrás de la ladera de esta colina está Villar, aldea también de la parroquia de Villardebeyo en el concejo de Corvera que da nombre al río, pero lo que vemos mejor es, enfrente, la corverana de Campañones, que se extiende ladera arriba sobre la cabecera del Ríu Alvares, el cual atraviesa de sur a norte el concejo vecino formando el gran pasillo natural que nos llevará a Cancienes, su antigua capital, luego a Nubleo, la capital actual y, seguidamente, a Los Campos y Les Vegues, barrios corveranos pero que ya conforman parte del continuum urbano de la ciudad de Avilés

Los topónimos Los Campos, Campañones, Campones, Campa, etc. se repiten constantemente en la toponimia de estos concejos de grandes camperas, cuando llanas cuando cuestas, aprovechadas secularmente para la agricultura y la ganadería, incluso la de los vaqueros trashumantes de Torrestío, en Babia, al otro lado de la Cordillera Cantábrica. Sin embargo, las transformaciones acaecidas desde el final de la posguerra española en el mundo campesino, con el abandono de las caserías tradicionales y el éxodo rural, han ocasionado que buena parte de los antiguos comunales y otras fincas se hayan plantado intensamente de ocalitos, 'eucaliptos', como sucede en toda la cornisa cantábrica y atlántica, cultivo industrial destinado a las fábricas de celulosa

En Campañones mismo no hay eucaliptos pues pervive el trabajo de la casería aunque adaptado a los nuevos tiempos, las pequeñas explotaciones de antaño han desaparecido y los ganaderos que quedan han de rentabilizar su trabajo con un número de reses considerable para entrar en el mercado. Las antiguas cuadras han desaparecido o se han integrado en las viviendas y se han construido a cambio naves y cobertizos

El Camino, aunque asfaltado, es sumamente hermoso en este paraje bucólico, si bien la bajada desde La Miranda desciende directa y rápidamente, lo que nos hace aplicar un buen trabajo a nuestra piernas


Al sur de Campañones, Bustiello, uno de tantos topónimos vinculados al latín bustum, relacionado con la palabra 'combustible', lugar de quemas, seguramente para ganar terrenos de pasto, en la antigüedad


El territorio, no obstante, estuvo poblado desde mucho antes de la existencia de la agricultura y la ganadería, pues en Campañones se han hallado útiles dispersos del Paleolítico, de los tiempos de los cazadores y recolectores nómadas, en los albores de la civilización


Arriba a nuestra derecha son los prados de San Clemente y La Temprana, lugares de Alvares, barrio de Villardebeyo que da nombre al río que allí nace, en la falda norte del Picu'l Cume. San Clemente delata la existencia de un santuario de dicha advocación, del que no queda ni memoria, pues existe el dicho popular "ni capilla, ni santu". La Temprana la existencia de tierras de plantación primaveral (temprana), "o a una ladera con yerbas, pastos primaverales tempranos, soleados... ", nos explica el filólogo Xulio Concepción Suárez en La toponimia de Llanera:la vida en el paraje, descrita con los nombres de lugar en cada tiempo


En cuanto a Alvares, se trata para este profesor de una "Zona pendiente, orientada al norte. Hay dos Albares próximos entre sí: uno pertenece a Llanera, y el otro, a Corvera. El río Albares nace bajo El Picu Cume y desemboca en el río Aboño. Tal vez, preindoeuropeo *ALP-, *ALB- (altura, blanc). En su tiempo, unas aguas blanquecinas, relucientes; o que bajan de la altura."


Los antecesores de estas poblaciones hubieron de ser los castros astures de la zona, precisamente al lado de Alvares, en Castiello, se encuentra, al este del Picu'l Cume, el recinto fortificado que da nombre a dicho pueblo y que se conoce como El Castiellu de Villardebeyo 


Luego, con la romanización, las poblaciones bajarían de los castros y se asentarían por la campiña, naciendo las villae o explotaciones agrícolas de explotación y administración del territorio en base a nuevos núcleos poblados, de ahí Villar, de villarem"conjunto de dependencias de una VILLA o establecimiento para la explotación agrícola, debió de aludir también a diferentes dependencias rurales dependientes de una villa o similares a ella y, a su vez, también origen de un nuevo pueblo" , nos dice el erudito filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos


No vemos el río, pero como suele ocurrir una espesa mata de arbolado autóctono, formando un verdadero bosque lineal, delata su curso


La rampa en fuerte bajada de La Miranda se fue suavizando al acercarnos a la ribera, aunque ahora tenemos una curva cerrada a la izquierda en corto pero importante descenso para perder más altura


Unos 600 metros más allá el Villar da sus aguas al Alvares, bajo Campañones, Bustiello, Alvares La Temprana y El Campu San Clemente. Nos reuniremos de nuevo con él justo en ese lugar, pero primero hemos de hacer un periplo siguiendo este viejo Camino


Arriba, en Campañones, las casas y caserías se disponen a lo largo del camino que comunica con el valle y el que sigue la llanura de la colina en la que se asienta


A lo lejos, Villafaemi y otras casas al otro extremo del pueblo, en las cercanías de la escuela antigua. Como en otros pueblos, los nuevos usos residenciales se hacen patentes en Campañones


El Camino hace una vistosa 'S' para bajar al río, cruzarlo y luego subir a Villar, de la bajada pasamos a la subida con inmediata continuidad, como en una montaña rusa


Arriba, en la colina, nuevas parcelaciones y cerramientos en las fincas que se extienden entre Villar y Los Tayuelos


Enlazamos con el camino que viene de Alvares y seguimos todo de frente, casi en llano durante un trecho


Señal de preferencia para los vehículos al pasar el puente. Es improbable que nos encontremos con tráfico, salvo algún vehículo agrícola y el coche de algún vecino no se suele circular por aquí


La famosa Carretera d'Avilés, cantada en las tonadas asturianas, sustituyó a este antiguo Camín Real a mediados del siglo XIX, el cual quedó transformado en vía pecuaria y de comunicación local


Es posible que ni nos percatemos que pasamos sobre un río, solamente los guardarraíles delatan que pasamos sobre un puente


Y aquí comienza seguidamente la subida a Villar, corto pero duro repecho


El trayecto sigue siendo muy bucólico para estar justo en medio de tres grandes áreas urbanas e industriales, las que conforman el célebre Triángulo Oviedo-Gijón-Avilés


Dada la cercanía relativa existente entre Oviedo/Uviéu y Avilés los peregrinos suelen cubrir esta distancia en una jornada de caminata pero, aunque no hay albergues al paso del Camino en el momento de escribir estas líneas, sí existen otros alojamientos, hoteles, pensiones, etc. De alguno ya hemos hablado, de otros lo haremos, por ejemplo, en Nubleo, la capital de Corvera, donde tenemos la Pensión la Estación, a unos ocho kilómetros escasos. Ni que decir tiene que hay que llamar antes y reservar, sobre todo en temporada alta


Llegamos a las primeras casas de Villar, que se disponen lineal y escalonadamente a lo largo de la cuesta


Al llegar a esta tal vez nos apetezca recuperar aliento a la vez que disfrutamos de unas buenas vistas



En la corrada o delantera de acceso a la casa, un hermoso hórreo de corredor, que se ve ha sido restaurado. Debajo se tiende la colada al sol de la tarde


Ahí abajo en la espesura prosigue su curso entre arboledas El Ríu Alvares con el que, repetimos, volveremos a encontrarnos prontamente


En la 'pica' del hórreo, donde confluyen las cuatro aguas de su tejado piramidal, está el moñu o cantapaxarinos


Allí, la carretera LL-9, subiendo, o bajando de, Campañones al valle


Más al sur, el camino con el que nos hemos cruzado antes de pasar el río, que comunica con La Temprana, San Vicente y Alvares


Arriba en Bustiello, el depósito de agua, colocado en lugares altos para dar presión


Según subimos paso a paso vemos un poco mejor la ladera norte del Picu'l Cume, donde nace el Alvares


Y ahí están las diseminadas caserías recitadas de La Temprana, San Clemente y Alvares, el el camino de La Miranda a Castiello, donde se encuentra el también citado castro astur, antecedente poblacional estable de estas aldeas, así como de las villae que dieron nombre a lugares como este de Villar


El balcón es verdaderamente un mirador encantador sobre esta cabecera del valle del Alvares, donde recibe ya las aguas de sus primeros afluentes


Seguimos subiendo un poco más todo en recto y en cuestuda rampa. Ahora, en una finca con un hermoso limonero, vemos otro hórreo, altísimo, pues este, aunque de cortos pegollos o pilares, se encuentra construida sobre la vivienda, algo bastante más común de lo que se cree


Aquí sí que tenemos una magnífica vista de esta cabecera del valle del Alvares y sus afluentes, entre Villar y Campañones


La carretera LL-9, que sube desde el puente del Alvares por La Barrera, topónimo evidentemente relacionado con el barro, con el que trabajaban las antiguas tejeras artesanales de tejas y ladrillos y luego las industrias cerámicas. Ahí hay otro depósito de agua


Esta es la zona de El Campón, por donde va el camino a las escuelas. Más atrás es El Cantu y Llamarceo, donde impera el ocalito. Al otro lado del monte, en La Zorea, donde confluyen los concejos de Corvera, Llanera, Carreño y Gijón/Xixón, se encuentra el vertedero central de Asturias, que por fortuna no llegamos a ver, pero ahí está


Precisamente desde aquí divisamos la casa de Alfredo García, Pepe el de Campañones, dirigente vecinal que "lideró a los vecinos de Campañones, los principales afectados por el vertedero central de Asturias y las instalaciones de Cogersa, el consorcio de la gestión de residuos de la región. Afirma que tiene una espina clavada: no haber visto hecha realidad la incineradora, que según su visión hubiera evitado la colmatación actual del vertedero", escribe de él el periodista Eduardo Lagar como presentación de su entrevista para el periódico La Nueva España del 21-11-2022:
"Nací en Gijón en 1932, pero vine pacá con siete u ocho añinos. Mi padre quedó viudu con cuarto hijos, volvió a casase y ya nos trajo a Campañones. Esto era un pueblo muy tranquilu que no tenía ningún problema mayormente. Un pueblo soleyeru. Y ventoleru también, que aquí sale el aire y ya la tenemos. Hice la mili por Renfe y cuando volví a casa era ya cuando la electrificación y ya no había plaza porque yo estaba de fogonero pa la zona de Avilés. Así que echáronme pa Soria, aún eran todo máquinas de carbón, había que paliar carbón como un locu. Mayor miseria en la vida vi, aquello era un desastre. Cuando vine de vacaciones unos días ya taba Ensidesa en su apogeo. Ya era el 56 y no quería volver pa Soria… Allá anduve dando vueltes y me coloqué en Ensidesa y hasta la jubilación". 
"Antes vivía en una casa de renta en Campañones y en 1983 vinimos a ésta, nos empeñamos hasta arriba pero salimos. Vinimos en enero de 1983 y ya en marzo o abril empezó a correrse que venía el vertederu central de Asturies pa aquí. A final de año ya empezó Santiago (Santiago Fernández, gerente de Cogersa hasta 2020) a querer comprar por ahí fincas. Ya empezó la cosa a revolvese. Entré de aquella de concejal en Corvera, por el PSOE, yo pensé que diba a poder parar algo. Pero, hostia, taba muy amasao esto. Veníen de retroceso de muchos sitios. No había manera de hacer el vertederu y necesitábenlu mucho porque en Oviedo taben quemando en San Claudio noche y día, y en Gijón taben mucho peor, non tenían donde de verter nada. Y entonces era todo vertederos piratas por un sitiu y por otru". 
"El vertederu de Cogersa fue un ejemplo en Asturias. Y cogiolo Santiago, que era muy inteligente y fue buenu para el vecindario de Campañones y buenu pa Cogersa. Si ye otru paisanu igual no lleva carrera. Y dígolo pese a que yo dormí muches veces en Cogersa para protestar contra aquello. Me oponía a que aquello fuera parriba. Pero bueno, hay que convencese de que esto se necesita". 
"Dormíamos en Cogersa porque decíamos que esto iba a ser la peste pa aquí. Y había una cantidad de gaviotes que asustaba. Íbamos a protestar. Protestábamos de noche pa no dejar los camiones entrar y todo esi jaleo, ¿entendiste? Eso fue al principio. Teníamos miedo a lo que venía y a lo que vino, claro". 
"Santiago fue un hombre que dialogaba. Supo entrar. Aquí lo primero que nos hizo fue poner el alumbrado público y el teléfono, que tampoco teníamos teléfono. Por ahí empezó Santiago y ahí nos metió el vertederu. Discutimos muches veces, pero siempre quedábamos bien". 
"Discutíamos porque había muchos problemas. Había unos problemas de gaviotes que teníante inundao esto. Taben muertes ahí por los praos y por todos los sitios. Y después los ruidos. Pusieron uno motores ahí, unos generadores, que hacían un ruido que nun dormíes de noche. Pero todo eso fue solucionándose poco a poco. Pusieron ahí unes cortines de chapa y fueron quitándose los ruidos. Cuando teníes un problemas gordo dibes a él: oye, Santiago, tenemos que hablar. Y negociabes. Luego pusieron un horno pa quemar los residuos cárnicos que no se paraba. Pero luego, bueno, hicieron como otra por fuera, se cierra y solucionaron la cuestión del olor. Luego vinieron los lodos de les depuradores… Todavía hoy cuando vierten…".  
"El vertedero no lo quitaban pero intentaban compensarnos. Pero en Cogersa y los consejeros entendían lo que pasábamos. Pero hay gente que todavía no entendió lo que teníamos nosotros aquí. No entendíen lo que era vivir al lado de un vertedero, hay que acostumbrarse mucho a ello. Ahora ya no me perjudica porque estoy de llevar 40 años a pie del vertederu. Yo ya paso de ello, no siendo que venga muy fuerte alguna vez que descarguen ahí los lodos. Vien gente por ahí y pregunta: ¿cómo podéis vivir aquí? Pues vivimos. Inmunizándote a ello, ye como los ratones con el veneno (risas)". 
"El mal olor toda la vida lo soportamos aquí, cuando no ye de uno, ye de otro. Y ahora sigue porque el vertedero ta finalizando del todo. Está llegando arriba, está cerrando del todo. Y eso que ahí era un valle donde había cien metros de profundidad o más desde aquí. Y ahora está lleno. Tenía que haberse hecho la incineradora para evitar eso. Pero los mayores problemas fueron, pa mí, mí la política y los ecologistas. La incineradora hubiera sido la solución del vertedero. Pero entró la política". 
"El PP, de mano, no se hubiera opuesto. Esa culpa túvola el consejero Buendía, que si ye un poco valiente hubiera tirado pa adelante. Pero Buendía tenía tenía miedo a IU, que revolvía mucho. Porque nun queríen la incineradora, no sé por qué. Uno, por desconocimiento. Santiago nos llevó a Viena, a París, a Bilbao, a Galicia, a Santander… Anduvimos casi todes les incineradores, ¿entendiste? Te daben explicaciones y te decíen lo que había. ¡Pero si en Viena teníen la incineradora como si fuera, mecagon, una pastelería! Daba agua caliente a un barrio grandísimu pa calefacción, ¿entendiste? ¿Qué ye que nosotros somos tan guapos que no podíamos poner una incineradora?" 
"Vamos a acordanos tovía de la incineradora. Porque te voy a decir que a nosotros nos va a subir la basura el 50 por ciento en muy poco tiempo. Ahora se están gastando ahí cien millones de euros para solucionar lo del reciclaje. Y cuando empiece eso a funcionar habrá que págalo. Va a ser un consumo que cuesta mucho. Y hay un residuo que hay que desaparecerlo. ¿Cómo? Quemándolo, no hay otra solución. Vamos a hacer eso en vez de quemar la mayor parte y echar les cenices al vertederu. Si hubiéramos hecho eso en 2006, no hubiera subido nada el vertederu y teníamos vertedero para otros cien años. Porque de 2006 para pasaron 16 años y mira la cantidad que subió". 
"Y la culpa de todo esto tuviéronla el alcalde de Oviedo y el alcalde de Gijón, que nunca participaron en nada y eren los más beneficiados de toda Asturias. Vergüenza-yos tenía que dar, nunca movieron un deu a favor de la incineradora y eren los más necesitaos".

Y aquí tenemos el hórreo sobre la casa, con la antigua cuadra más abajo, que como una torre domina el valle según vamos acabando ya la cuesta desde El Ríu Villar


A la izquierda, cobertizos de enseres y maquinaria, a la derecha las casas

Y un tendejón, a teyavana, 'teja suelta, sin recubrir', donde antes se aparcaría el carro, luego el tractor... y el coche


Sigue un poco más la subida, pero ya más suavemente, las casas se disponen haciendo calle a lo largo del Camino



Y al final de la calle, casa a la izquierda y cuadra y hórreo a la derecha


La cuadra antigua, que era de piedra, fue reformada y ampliada con ladrillo, como vemos en sus vanos y, arriba, en lo que debió ser la tenada o henar



Frente al hórreo hay un cruce, en el que tomaremos la curva a la derecha


Según llegamos arriba nos percatamos que más de hórreo debe ser panera, pero no por su número de pegollos, como se suele pensar, sino por su estructura rectangular


Rectangular y, arriba en el tejado, dos moños o cantapaxarinos. En algún momento la vieja teja fue sustituida por cubierta de chapa. Abajo es la bodega que, además de vivienda, como vimos, lo usual era que se emplease como almacén de aperos, maquinaria, cuadra, corral, etc., según las necesidades de cada casería


Enfrente, a la izquierda del Camino, un viejo lavadero languidece


Y la bomba del agua, en desuso desde que felizmente y desde hace ya tiempo se dispone de agua corriente en cada casa


Nada más subir, empezamos a bajar, tomando en este cruce el camino que sigue de frente, cuesta abajo


Conchas y flechas encaminan nuestros pasos


Este descenso por la ladera oriental del monte de La Calabaza (202 m) es ya el último antes de llegar al valle del Alvares, a partir de ahí imperará lo llano 'llanísimo' hasta más allá de Nubleo, hasta las cuestas de El Portalgo, pasadas Peñacorvera y La Consolación, en la subida a Los Campos, antesala urbana corverana de Avilés


Observemos a la izquierda la pequeña cuneta a manera de canalillo para aguas sobrantes y las señales de desmonte hechas en su momento para ensanchar este camino que en su momento debió ser más estrecho


Este camino de bajada es más ancho que el de subida pues es el más cercano y empleado para acceder a Villar por la carretera AS-17, por lo que, de toparnos con algún vehículo, suele ser por aquí


Esta bifurcación es la entrada a una casa, por lo que seguimos a la derecha, siempre bajando


Desde aquí empezamos a ver bien la vega del Ríu Alvares, en La Barrera, debajo de Campañones y, por lo tanto, ya en territorio corverano: allí será donde reciba las aguas del Ríu Villar y donde nosotros pasemos a Corvera

Cierran el valle las amesetadas colinas de Campañones por el este, de Llamarceo a El Carboneru y El Monte Rodiles, con una altitud media de 200 metros


Más a la izquierda es El Monte Muñiz, al lado del lugar de El Vaquero, topónimo que rememora a los antiguos vaqueros (vaqueiros en el occidente astur) que pasaban el invierno con sus rebaños en estas majadas cercanas al mar con sus rebaños, regresando a los puertos babianos de la Cordillera Cantábrica al irse las nieves, avanzando la primavera


Cuesta abajo, hermosa pumarada y pradería saliendo de Villar, con una casería en medio de tan verde campiña


Unas casas en el fondo del valle son de la parte del barrio de Alvares que pertenece a Corvera y que dan nombre al río, el cual nace a escasos metros, y al que se le une prontamente el Villar, que prosigue por aquí abajo, metido en su bosque protector


Alvares de Corvera a la izquierda y Alvares de Llanera a la derecha, la frontera pasa por ahí en medio...


El Camino y Alvares, allí está la sede de Transportes A. Pico, empresa fundada en 1960

Cuesta abajo nos encontraremos con esos invernaderos, los cultivos agrícolas, como los ganaderos, van adaptándose según evolucionan demanda y mercados


Espléndida vista de la gran vega en la que se unen el Villar y el Alvares, con Campañones siempre en lontananza


Y allí, en La Barrera, nuevas construcciones frente al cruce con la LL-9 que sube a Campañones desde la ya cercana AS-17


Al llegar a los invernaderos, el Camino, aquí ya carretera local, hace un ángulo recto a la derecha, en curva bastante cerrada pero con buena visibilidad para nosotros


Según pasamos vemos el trabajo en los invernaderos, que se extienden un buen tramo prado abajo...


Prados abajo discurre la frontera de concejos, según el mapa por el medio mismo de estos invernaderos, son estos pues los últimos metros del Camino de Santiago del Norte en términos de Llanera


Seguimos bajando con los montes de Bustiello y Alvares ante nosotros, el mismo Camino o sus inmediaciones hace aquí también de frontera


La casería, que antes veíamos desde arriba, está aún en Llanera. Arriba, San Clemente y La Temprana. Un poco más arriba está Castiello, cuyo castro fue de los últimos fue de los últimos en descubrirse en Llanera, reconocido en 2008 por los arqueólogos Valentín Álvarez y Nicolás Alonso durante la elaboración del Catálogo de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Llanera. He aquí parte de la información que nos aporta la web ArqueoAstur del también arqueólogo Eduardo Pérez-Fernández:
"El lugar se ubica en el centro de una amplia loma de superficie amesetada a una cota de 296 msnm, al E de la localidad de Villardebeyo, sobre el valle de Aboño. 
El recinto de forma ovalada y superficie ligeramente abombada, con unas dimendiones de 115 x 80 metros. Dentro se define una franja amesetada en arco que acotaría un recinto más pequeño hacia la parte meridional de la colina, pudiendo tratarse de una acrópolis o de una primigenia área de habitación. Su eje mayor se orienta en sentido NNE-SSO y tiene una longitud de unos 115 m, mientras el perpendicular, ESE-ONO, ronda los 80 m de largo. La extensión de ese espacio interno alcanza unos 8.500 m².  por un talud de casi 2 m de altura con una plataforma plana en su base que se sugerido puede atribuirse a un foso colmatado o a una berma. Por el flanco occidental el pequeño terraplén parece desdoblarse dejando pasar por el medio una rampa oblicua, quizás de acceso al recinto. En la ladera oriental se distingue otro talud, seguramente artificial, que completaría el sistema defensivo del enclave. Su aparato defensivo está claramente atenuado mostrando solo una parte de su configuración debido a su aprovechamiento agrícola. 

A parte del arrasamiento casi total de todas sus defensas el recinto fue atravesado a lo largo de su eje mayor por la trinchera del gasoducto que conduce de Llanera a Avilés, inserto en la “Red de distribución de gas natural en Asturias —Fase 1—, Redes de Gijón y Avilés, proyecto sometido a información pública en 1987."


Efectivamente, desde el castro, al este del Picu Santufirme, del que tantísimo hemos platicado a lo largo de nuestro recorrido por Llanera, se divisaba tanto el valle del Aboño, pues este río, aguas arriba Ríu Frade, nace al otro lado del monte, como este valle del Albares. Los dos ofrecen paso franco entre el interior y la costa, el primero hacia la mítica Noega de los cilúrnigos con su puerto natural de la Ría de Aboño y abrigo de La Campa Torres, y el segundo, este, hacia la Ría de Avilés, otro puerto natural protegido desde castros antes de la invasión romana



El Camino hace otro giro delante de la casería y baja todo recto hacia la vega en dirección a La Barrera


Seguimos bajando pero ya de manera más suave y siempre con Camapañones de frente como un faro, una muye buena referencia geográfica para orientarnos, además de las conchas y flechas amarillas jacobitas, por supuesto


Las nuevas casas en medio de la vega son también una buena referencia para indicarnos la cercanía a la carretera general


Los campos son muy grandes, y muy abiertos, el bosque de ribera, lineal, sigue marcando el curso de los ríos aunque a la vez ocultan su protegido cauce. Dejamos así a nuestra derecha El Monte Muñiz y El Vaquero

Hay una buena vista valle abajo hacia el norte, hacia el Monte Rodiles y aún más allá, casi al otro extremo del concejo


Allí, una línea de casas a lo lejos son los edificios de Cancienes, la antigua capital del concejo, bajo la rasa de El Campón y Nuña, montes de La Trapera y Rodriguero


Cancienes, muy posiblemente en origen una villae caminera, tardorromana o altomedieval, propiedad de un tan Cancilius, aparece como capital de Corvera, entendiendo como tal donde se celebraba el conceyu de sus habitantes, en el siglo XIII, cuando forma parte de Avilés si bien con relativa autonomía. Avilés a su vez se hace entonces centro y cabeza de lo que antaño era el Alfoz de Gauzón, que desde la Ría de Aboño hasta la del Nalón abarcaba un extenso territorio del que progresivamente se irán independizando los actuales concejos de Corvera, Illas, Castrillón, Gozón y Carreño


Corvera lo hará en el siglo XVI, en concreto en 1504 ya figura como concejo independiente, siguiendo las juntas celebrándose en Cancienes pero, dos centurias más tarde aparece Nubleo, un poco más al norte, como el lugar donde se celebran dichas reuniones, lo que equivale a que la capitalidad se había trasladado allí, posiblemente auspiciada por el poderoso linaje de los Bango, en cuya casona acontecían. Tiempo después se hizo un nuevo consistorio, luego otro, pero la capital permaneció en Nubleo pese a que Cancienes alcanzó un mayor desarrollo urbano, también con la industrialización, desde el siglo XIX


A dos kilómetros de Cancienes y monte arriba, Nuña parece ser también un antiguo antropónimo, otra villae que fue la antecesora de sus quintanas, con hórreos y paneras, bien orientadas al sur, al igual que, a su derecha y justo sobre Cancienes, la rasa de El Campón


Es pues otra verdadera atalaya sobre el valle del Alvares, río que, además de ser de los que forman la ría avilesina proporciona agua al pantano de Trasona o Tresona, que entró en servicio en 1957 para proporcionar agua a la gran siderurgia de Ensidesa, hoy ArcelorMittal


Llanera parece querer despedirse de nosotros en esta vega llana donde confluyen los ríos Villar y Alavares, llanura que hace honor al nombre del concejo, si bien su denominación de debe más a la del gran valle del Nora que hemos dejado atrás, subiendo desde Posada, la capital, a los montes de Santufirme y La Miranda, transición hacia estos valles ya cercanos al litoral y cuyas cuencas fluviales envían sus aguas al Mar Cantábrico



El Ríu Villar está ahora justo aquí a nuestra derecha, pero la selvática ribera nos lo tapa a la vista, el Camino no es llano pero casi. Esta es una foto de primavera avanzada, con el prado a punto para la siega, con la hierba que va tornándose de color tostado, agostada por el sol


Ahí abajo a la derecha, junto al Camino, está la señal que, vista desde la otra parte, señala que se entra en Llanera; nosotros la vemos de espaldas, y es que vamos a salir


Y esta es la vega, intensamente verde, al comienzo del otoño y segada de nuevo, fijémonos en las pacas de hierba al fondo, al final del prado y al lado del Camino


Y ahí está La Barrera y la subida a Solís por la Ll-9: ahí es donde se unen los ríos


Prestemos atención ahora a este panel informativo pues la concha, como siempre, advierte que es información sobre el Camino de Santiago


Es, efectivamente, una placa sobre el itinerario jacobita en el concejo de Llanera, similar o igual a la que vimos en La Ponte Cayés, donde cruzábamos el Nora pasando de la ovetense parroquia de Villaperi a la llanerense de Cayés y entrando en el concejo. Esta ahora lo hace saliendo


La verdad es que la información está bien para lo que puede contener una placa, es concisa y esquemática pero a la vez entra en los oportunos detalles. El Camino atraviesa Llanera de sur a norte y ahí tenemos algunos de sus hitos, de La Ponte Cayés a Campiello, Posada, La Miranda y La Calabaza. Arriba el preceptivo punto del 'usted está aquí'


Y este es el mapa de curvas de nivel, lo que es muy útil para hacernos una idea del relieve caminero


La verdad es que está muy bien pero solo hay un inconveniente, todo eso ya lo hemos dejado atrás, ahora aquí lo correcto sería que un panel similar nos informase del trayecto en Corvera, a ver si cuando vengáis lo han puesto. Y es que, aunque por Corvera va a ser un trayecto muy 'carretero' hay muchos lugares e información de interés que convendría no perderse


A un paso nada más, las casas construidas en la vega fluvial, unos metros más allá saldremos a la carretera AS-17


La carretera pasa por Los Tayuelos, al otro lado del Monte la Calabaza, de cuya ladera este, al lado de los invernaderos, acabamos de bajar


Y aquí dejamos Llanera y entramos en el concejo de Corvera, por la parroquia de Corvera, solar de Pedro Solís, el solar fundador en 1515 del hospital de peregrinos de Avilés, cuyo edificio permaneció en pie en la calle Rivero hasta 1948. Pedro Solís da nombre ahora al albergue actual situado en la calle Magdalena 1, de frente a Rivero, justo donde nos reuniremos con el ramal gijonés del Camino Norte, del que nos hemos separado en Casquita



Y, más o menos en el mismo lugar en el que El Ríu Villar se entrega al Alvares nosotros salimos al Camín d'Alvares, continuando nosotros a la izquierda, hacia la AS-17, la carretera de Avilés


El Villar, se despide de nosotros o, más bien, nos acompañará en forma de Alvares durante un buen tramo ahora, pues hasta llegar a Los Campos ya no nos separaremos mucho de sus orillas


Primerísimos metros pues del Camino de Santiago, etapa Oviedo/Uviéu a Avilés, por tierras de Corvera y parroquia de Solís, un itinerario, recalcamos, que habrá de ser mayormente llano hasta la subida al barrio de Los Campos


Ahí están las casas de La Calabaza, en la carretera y al pie de las cuestas de La Bilortiega. En la lejanía, al oeste, es El Picu Prietu (367 m), también llamado Picu Aguileru, en términos de la parroquia vecina de Cancienes



Pero pocas cosas pueden simbolizar mejor nuestra entrada en el concejo de Corvera que El Monte San Justo, San Xusto o La Bilortiega (218 m), donde se alza la ermita de los santos San Justo y San Pastor, de renombradas romerías


La ermita es bien reconocible por su fachada de piedra pese a la distancia y que la vemos desde atrás, en su campo se celebra la romería de los neños (los santos niños patrones del lugar) el primer fin de semana de septiembre, una tradición que se remonta, documentadamente, desde el siglo XVI


Reformada varias veces a lo largo de la historia, su fiesta se recuperó con gran éxito en 1984 tras su desaparición, su alegre campo de romeros y antiguas peregrinaciones desde todos los concejos de la zona es la mejor de las bienvenidas para el peregrino que entra en la parroquia de Solís, puerta de Corvera



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