Bajando al valle de Villar (Llanera), al fondo Campañones (Corvera) |
En el Camino de la Sancta Ovetensis a Avilés, el valle de Villar, formado por el río de igual nombre, afluente del Alvares, uno de los que forman la ría avilesina, a una docena escasa de kilómetros más al norte. Esta es la bajada al valle desde La Miranda, barrio de la parroquia de Villardebeyo, al norte del concejo de Llanera y a escasos metros del concejo de Corvera, que ya vemos desde aquí por los altos de Campañones, en la parroquia de Solís
Justo detrás de la ladera de esta colina está Villar, aldea también de la parroquia de Villardebeyo en el concejo de Corvera que da nombre al río, pero lo que vemos mejor es, enfrente, la corverana de Campañones, que se extiende ladera arriba sobre la cabecera del Ríu Alvares, el cual atraviesa de sur a norte el concejo vecino formando el gran pasillo natural que nos llevará a Cancienes, su antigua capital, luego a Nubleo, la capital actual y, seguidamente, a Los Campos y Les Vegues, barrios corveranos pero que ya conforman parte del continuum urbano de la ciudad de Avilés
Los topónimos Los Campos, Campañones, Campones, Campa, etc. se repiten constantemente en la toponimia de estos concejos de grandes camperas, cuando llanas cuando cuestas, aprovechadas secularmente para la agricultura y la ganadería, incluso la de los vaqueros trashumantes de Torrestío, en Babia, al otro lado de la Cordillera Cantábrica. Sin embargo, las transformaciones acaecidas desde el final de la posguerra española en el mundo campesino, con el abandono de las caserías tradicionales y el éxodo rural, han ocasionado que buena parte de los antiguos comunales y otras fincas se hayan plantado intensamente de ocalitos, 'eucaliptos', como sucede en toda la cornisa cantábrica y atlántica, cultivo industrial destinado a las fábricas de celulosa
En Campañones mismo no hay eucaliptos pues pervive el trabajo de la casería aunque adaptado a los nuevos tiempos, las pequeñas explotaciones de antaño han desaparecido y los ganaderos que quedan han de rentabilizar su trabajo con un número de reses considerable para entrar en el mercado. Las antiguas cuadras han desaparecido o se han integrado en las viviendas y se han construido a cambio naves y cobertizos
El Camino, aunque asfaltado, es sumamente hermoso en este paraje bucólico, si bien la bajada desde La Miranda desciende directa y rápidamente, lo que nos hace aplicar un buen trabajo a nuestra piernas
En la corrada o delantera de acceso a la casa, un hermoso hórreo de corredor, que se ve ha sido restaurado. Debajo se tiende la colada al sol de la tarde
Allí, la carretera LL-9, subiendo, o bajando de, Campañones al valle
Según subimos paso a paso vemos un poco mejor la ladera norte del Picu'l Cume, donde nace el Alvares
Esta es la zona de El Campón, por donde va el camino a las escuelas. Más atrás es El Cantu y Llamarceo, donde impera el ocalito. Al otro lado del monte, en La Zorea, donde confluyen los concejos de Corvera, Llanera, Carreño y Gijón/Xixón, se encuentra el vertedero central de Asturias, que por fortuna no llegamos a ver, pero ahí está
Precisamente desde aquí divisamos la casa de Alfredo García, Pepe el de Campañones, dirigente vecinal que "lideró a los vecinos de Campañones, los principales afectados por el vertedero central de Asturias y las instalaciones de Cogersa, el consorcio de la gestión de residuos de la región. Afirma que tiene una espina clavada: no haber visto hecha realidad la incineradora, que según su visión hubiera evitado la colmatación actual del vertedero", escribe de él el periodista Eduardo Lagar como presentación de su entrevista para el periódico La Nueva España del 21-11-2022:
"Nací en Gijón en 1932, pero vine pacá con siete u ocho añinos. Mi padre quedó viudu con cuarto hijos, volvió a casase y ya nos trajo a Campañones. Esto era un pueblo muy tranquilu que no tenía ningún problema mayormente. Un pueblo soleyeru. Y ventoleru también, que aquí sale el aire y ya la tenemos. Hice la mili por Renfe y cuando volví a casa era ya cuando la electrificación y ya no había plaza porque yo estaba de fogonero pa la zona de Avilés. Así que echáronme pa Soria, aún eran todo máquinas de carbón, había que paliar carbón como un locu. Mayor miseria en la vida vi, aquello era un desastre. Cuando vine de vacaciones unos días ya taba Ensidesa en su apogeo. Ya era el 56 y no quería volver pa Soria… Allá anduve dando vueltes y me coloqué en Ensidesa y hasta la jubilación".
"Antes vivía en una casa de renta en Campañones y en 1983 vinimos a ésta, nos empeñamos hasta arriba pero salimos. Vinimos en enero de 1983 y ya en marzo o abril empezó a correrse que venía el vertederu central de Asturies pa aquí. A final de año ya empezó Santiago (Santiago Fernández, gerente de Cogersa hasta 2020) a querer comprar por ahí fincas. Ya empezó la cosa a revolvese. Entré de aquella de concejal en Corvera, por el PSOE, yo pensé que diba a poder parar algo. Pero, hostia, taba muy amasao esto. Veníen de retroceso de muchos sitios. No había manera de hacer el vertederu y necesitábenlu mucho porque en Oviedo taben quemando en San Claudio noche y día, y en Gijón taben mucho peor, non tenían donde de verter nada. Y entonces era todo vertederos piratas por un sitiu y por otru".
"El vertederu de Cogersa fue un ejemplo en Asturias. Y cogiolo Santiago, que era muy inteligente y fue buenu para el vecindario de Campañones y buenu pa Cogersa. Si ye otru paisanu igual no lleva carrera. Y dígolo pese a que yo dormí muches veces en Cogersa para protestar contra aquello. Me oponía a que aquello fuera parriba. Pero bueno, hay que convencese de que esto se necesita".
"Dormíamos en Cogersa porque decíamos que esto iba a ser la peste pa aquí. Y había una cantidad de gaviotes que asustaba. Íbamos a protestar. Protestábamos de noche pa no dejar los camiones entrar y todo esi jaleo, ¿entendiste? Eso fue al principio. Teníamos miedo a lo que venía y a lo que vino, claro".
"Santiago fue un hombre que dialogaba. Supo entrar. Aquí lo primero que nos hizo fue poner el alumbrado público y el teléfono, que tampoco teníamos teléfono. Por ahí empezó Santiago y ahí nos metió el vertederu. Discutimos muches veces, pero siempre quedábamos bien".
"Discutíamos porque había muchos problemas. Había unos problemas de gaviotes que teníante inundao esto. Taben muertes ahí por los praos y por todos los sitios. Y después los ruidos. Pusieron uno motores ahí, unos generadores, que hacían un ruido que nun dormíes de noche. Pero todo eso fue solucionándose poco a poco. Pusieron ahí unes cortines de chapa y fueron quitándose los ruidos. Cuando teníes un problemas gordo dibes a él: oye, Santiago, tenemos que hablar. Y negociabes. Luego pusieron un horno pa quemar los residuos cárnicos que no se paraba. Pero luego, bueno, hicieron como otra por fuera, se cierra y solucionaron la cuestión del olor. Luego vinieron los lodos de les depuradores… Todavía hoy cuando vierten…".
"El vertedero no lo quitaban pero intentaban compensarnos. Pero en Cogersa y los consejeros entendían lo que pasábamos. Pero hay gente que todavía no entendió lo que teníamos nosotros aquí. No entendíen lo que era vivir al lado de un vertedero, hay que acostumbrarse mucho a ello. Ahora ya no me perjudica porque estoy de llevar 40 años a pie del vertederu. Yo ya paso de ello, no siendo que venga muy fuerte alguna vez que descarguen ahí los lodos. Vien gente por ahí y pregunta: ¿cómo podéis vivir aquí? Pues vivimos. Inmunizándote a ello, ye como los ratones con el veneno (risas)".
"El mal olor toda la vida lo soportamos aquí, cuando no ye de uno, ye de otro. Y ahora sigue porque el vertedero ta finalizando del todo. Está llegando arriba, está cerrando del todo. Y eso que ahí era un valle donde había cien metros de profundidad o más desde aquí. Y ahora está lleno. Tenía que haberse hecho la incineradora para evitar eso. Pero los mayores problemas fueron, pa mí, mí la política y los ecologistas. La incineradora hubiera sido la solución del vertedero. Pero entró la política".
"El PP, de mano, no se hubiera opuesto. Esa culpa túvola el consejero Buendía, que si ye un poco valiente hubiera tirado pa adelante. Pero Buendía tenía tenía miedo a IU, que revolvía mucho. Porque nun queríen la incineradora, no sé por qué. Uno, por desconocimiento. Santiago nos llevó a Viena, a París, a Bilbao, a Galicia, a Santander… Anduvimos casi todes les incineradores, ¿entendiste? Te daben explicaciones y te decíen lo que había. ¡Pero si en Viena teníen la incineradora como si fuera, mecagon, una pastelería! Daba agua caliente a un barrio grandísimu pa calefacción, ¿entendiste? ¿Qué ye que nosotros somos tan guapos que no podíamos poner una incineradora?"
"Vamos a acordanos tovía de la incineradora. Porque te voy a decir que a nosotros nos va a subir la basura el 50 por ciento en muy poco tiempo. Ahora se están gastando ahí cien millones de euros para solucionar lo del reciclaje. Y cuando empiece eso a funcionar habrá que págalo. Va a ser un consumo que cuesta mucho. Y hay un residuo que hay que desaparecerlo. ¿Cómo? Quemándolo, no hay otra solución. Vamos a hacer eso en vez de quemar la mayor parte y echar les cenices al vertederu. Si hubiéramos hecho eso en 2006, no hubiera subido nada el vertederu y teníamos vertedero para otros cien años. Porque de 2006 para pasaron 16 años y mira la cantidad que subió".
"Y la culpa de todo esto tuviéronla el alcalde de Oviedo y el alcalde de Gijón, que nunca participaron en nada y eren los más beneficiados de toda Asturias. Vergüenza-yos tenía que dar, nunca movieron un deu a favor de la incineradora y eren los más necesitaos".
Y aquí tenemos el hórreo sobre la casa, con la antigua cuadra más abajo, que como una torre domina el valle según vamos acabando ya la cuesta desde El Ríu Villar
A la izquierda, cobertizos de enseres y maquinaria, a la derecha las casas

Frente al hórreo hay un cruce, en el que tomaremos la curva a la derecha
Según llegamos arriba nos percatamos que más de hórreo debe ser panera, pero no por su número de pegollos, como se suele pensar, sino por su estructura rectangular
Enfrente, a la izquierda del Camino, un viejo lavadero languidece
Y la bomba del agua, en desuso desde que felizmente y desde hace ya tiempo se dispone de agua corriente en cada casa
Nada más subir, empezamos a bajar, tomando en este cruce el camino que sigue de frente, cuesta abajo
Más a la izquierda es El Monte Muñiz, al lado del lugar de El Vaquero, topónimo que rememora a los antiguos vaqueros (vaqueiros en el occidente astur) que pasaban el invierno con sus rebaños en estas majadas cercanas al mar con sus rebaños, regresando a los puertos babianos de la Cordillera Cantábrica al irse las nieves, avanzando la primavera
Alvares de Corvera a la izquierda y Alvares de Llanera a la derecha, la frontera pasa por ahí en medio...
Al llegar a los invernaderos, el Camino, aquí ya carretera local, hace un ángulo recto a la derecha, en curva bastante cerrada pero con buena visibilidad para nosotros
Seguimos bajando con los montes de Bustiello y Alvares ante nosotros, el mismo Camino o sus inmediaciones hace aquí también de frontera
La casería, que antes veíamos desde arriba, está aún en Llanera. Arriba, San Clemente y La Temprana. Un poco más arriba está Castiello, cuyo castro fue de los últimos fue de los últimos en descubrirse en Llanera, reconocido en 2008 por los arqueólogos Valentín Álvarez y Nicolás Alonso durante la elaboración del Catálogo de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Llanera. He aquí parte de la información que nos aporta la web ArqueoAstur del también arqueólogo Eduardo Pérez-Fernández:
"El lugar se ubica en el centro de una amplia loma de superficie amesetada a una cota de 296 msnm, al E de la localidad de Villardebeyo, sobre el valle de Aboño.
El recinto de forma ovalada y superficie ligeramente abombada, con unas dimendiones de 115 x 80 metros. Dentro se define una franja amesetada en arco que acotaría un recinto más pequeño hacia la parte meridional de la colina, pudiendo tratarse de una acrópolis o de una primigenia área de habitación. Su eje mayor se orienta en sentido NNE-SSO y tiene una longitud de unos 115 m, mientras el perpendicular, ESE-ONO, ronda los 80 m de largo. La extensión de ese espacio interno alcanza unos 8.500 m². por un talud de casi 2 m de altura con una plataforma plana en su base que se sugerido puede atribuirse a un foso colmatado o a una berma. Por el flanco occidental el pequeño terraplén parece desdoblarse dejando pasar por el medio una rampa oblicua, quizás de acceso al recinto. En la ladera oriental se distingue otro talud, seguramente artificial, que completaría el sistema defensivo del enclave. Su aparato defensivo está claramente atenuado mostrando solo una parte de su configuración debido a su aprovechamiento agrícola.
A parte del arrasamiento casi total de todas sus defensas el recinto fue atravesado a lo largo de su eje mayor por la trinchera del gasoducto que conduce de Llanera a Avilés, inserto en la “Red de distribución de gas natural en Asturias —Fase 1—, Redes de Gijón y Avilés, proyecto sometido a información pública en 1987."
Efectivamente, desde el castro, al este del Picu Santufirme, del que tantísimo hemos platicado a lo largo de nuestro recorrido por Llanera, se divisaba tanto el valle del Aboño, pues este río, aguas arriba Ríu Frade, nace al otro lado del monte, como este valle del Albares. Los dos ofrecen paso franco entre el interior y la costa, el primero hacia la mítica Noega de los cilúrnigos con su puerto natural de la Ría de Aboño y abrigo de La Campa Torres, y el segundo, este, hacia la Ría de Avilés, otro puerto natural protegido desde castros antes de la invasión romana
El Camino hace otro giro delante de la casería y baja todo recto hacia la vega en dirección a La Barrera
Las nuevas casas en medio de la vega son también una buena referencia para indicarnos la cercanía a la carretera general
Hay una buena vista valle abajo hacia el norte, hacia el Monte Rodiles y aún más allá, casi al otro extremo del concejo
Corvera lo hará en el siglo XVI, en concreto en 1504 ya figura como concejo independiente, siguiendo las juntas celebrándose en Cancienes pero, dos centurias más tarde aparece Nubleo, un poco más al norte, como el lugar donde se celebran dichas reuniones, lo que equivale a que la capitalidad se había trasladado allí, posiblemente auspiciada por el poderoso linaje de los Bango, en cuya casona acontecían. Tiempo después se hizo un nuevo consistorio, luego otro, pero la capital permaneció en Nubleo pese a que Cancienes alcanzó un mayor desarrollo urbano, también con la industrialización, desde el siglo XIX
Llanera parece querer despedirse de nosotros en esta vega llana donde confluyen los ríos Villar y Alavares, llanura que hace honor al nombre del concejo, si bien su denominación de debe más a la del gran valle del Nora que hemos dejado atrás, subiendo desde Posada, la capital, a los montes de Santufirme y La Miranda, transición hacia estos valles ya cercanos al litoral y cuyas cuencas fluviales envían sus aguas al Mar Cantábrico

El Ríu Villar está ahora justo aquí a nuestra derecha, pero la selvática ribera nos lo tapa a la vista, el Camino no es llano pero casi. Esta es una foto de primavera avanzada, con el prado a punto para la siega, con la hierba que va tornándose de color tostado, agostada por el sol
Prestemos atención ahora a este panel informativo pues la concha, como siempre, advierte que es información sobre el Camino de Santiago
A un paso nada más, las casas construidas en la vega fluvial, unos metros más allá saldremos a la carretera AS-17
Y, más o menos en el mismo lugar en el que El Ríu Villar se entrega al Alvares nosotros salimos al Camín d'Alvares, continuando nosotros a la izquierda, hacia la AS-17, la carretera de Avilés
El Villar, se despide de nosotros o, más bien, nos acompañará en forma de Alvares durante un buen tramo ahora, pues hasta llegar a Los Campos ya no nos separaremos mucho de sus orillas
Primerísimos metros pues del Camino de Santiago, etapa Oviedo/Uviéu a Avilés, por tierras de Corvera y parroquia de Solís, un itinerario, recalcamos, que habrá de ser mayormente llano hasta la subida al barrio de Los Campos
Ahí están las casas de La Calabaza, en la carretera y al pie de las cuestas de La Bilortiega. En la lejanía, al oeste, es El Picu Prietu (367 m), también llamado Picu Aguileru, en términos de la parroquia vecina de Cancienes
Pero pocas cosas pueden simbolizar mejor nuestra entrada en el concejo de Corvera que El Monte San Justo, San Xusto o La Bilortiega (218 m), donde se alza la ermita de los santos San Justo y San Pastor, de renombradas romerías
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