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domingo, 31 de agosto de 2025

EL CAMINO AL ALBERGUE DE PEREGRINOS DE SAN XUAN DE VILLAPAÑADA (GRADO/GRAU, ASTURIAS) LOS AGUILANDEIROS Y LA ORDEN DE SAN JUAN DE JERUSALÉN

 

El albergue de peregrinos de San Xuan de Villapañada, en el concejo asturiano de Grado/Grau, sito en la antigua escuela, fue uno de los primeros que se abrieron en Asturias a raíz del Xacobeo'93 que supuso la recuperación y revitalización de las antiguas rutas jacobeas, entre ellas el actualmente denominado Camino Primitivo, recuperando las antiguas escuelas de esta parroquia sita al occidente del concejo moscón, las cuales habían quedado en desuso décadas atrás, con la concentración escolar

El primer hospitalero fue Poldo, un vecino que vivía en la casa de enfrente y, tras él, se hizo cargo Domingo Ugarte, que recibe a los peregrinos y les acomoda y asesora, siendo testigo de todos los aconteceres vividos en el albergue y cambios producidos en el Camino a lo largo del tiempo

El albergue se encuentra además en un lugar maravilloso, en lo alto de una colina sobre el valle del río Ferreiru, Ferreira o Martín, afluente del Cubia, al que va a desembocar tras cruzar la villa de Grado/Grau, la capital del concejo, que vemos desde aquí, al igual que las serranías que guardan el antiguo valle de Prámaro y sus veigas y, en la lejanía, las emblemáticas montañas del Aramo y el Monsacro

El albergue se encuentra en un lugar no menos emblemático, detrás de la cabecera de la iglesia parroquial de San Xuan de Villapañada, exactamente en el lugar en el que tuvieron su hospital de peregrinos los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, Orden de Rodas u Orden de Malta, dentro del que fue su monasterio y centro de una encomienda o coto independiente, por ellos gobernado, el cual no se incorporó al concejo moscón hasta 1827. De su historia hablamos ampliamente en la entrada de blog dedicada al Camino por San Xuan de Villapañada


Fue además el de Villapañada durante mucho tiempo el único albergue que, desde Oviedo/Uviéu, a excepción del de L'Escampleru, en Les Regueres pero saliendo prácticamente aún de la Sancta Ovetensis, había en todo este largo trayecto, que conllevaba una jornada entera de camino andando, hasta llegar aquí desde la capital asturiana por lo que, si nos peregrinos no tenían otra alternativa, estilo pensiones u hoteles, no tenían más opción que pernoctar aquí ¡o seguir aún otro gran tramo hasta Cornellana!

Aún así, y aún a pesar de que se han abierto varios albergues, públicos y privados, en la villa de Grado/Grau y pueblos anteriores, y de que este albergue de Villapañada no se encuentra en el mismo Camino de Santiago actualmente señalizado, sino a unos 900 metros del mismo, no son pocos los peregrinos que acuden a él para revivir parte de lo que fue el Camino Primitivo de sus primeros tiempos desde 1993, acaso con menos caminantes e infraestructuras pero con más calidez. Además por supuesto que ahora otros albergues se llenan rápidamente

La iglesia y El Picu la Forca (409 m)

Antaño parece ser que el Camino principal llegaba a las inmediaciones de la iglesia del monasterio sanjuanista saliendo del casco urbano por La Cruz y recorriendo el valle del río Ferreiru, Ferreira o Martín hasta llegar prácticamente a sus pies en La Barraca, donde se celebraba la renombrada feria de Santiago y romería de Santa Ana que en 1852, con gran disgusto de la vecindad de Villapañada, se trasladó a la capital del concejo

Desde La Barraca el antiguo Camino subía por La Llamiella hacia El Campón, solar del convento e iglesia sanjuanista, donde los peregrinos eran acogidos en su hospital alberguería, sita detrás de su cabecera, donde ahora se encuentra la antigua escuela y actual albergue, como hemos dicho, cuyos colores resaltan y destacan en la distancia

La iglesia y el albergue desde el Camino por Acebéu, arriba a la derecha de la foto

Dicho camino, si bien estuvo señalizado oficialmente mucho tiempo y sigue apareciendo en algunos mapas y guías, está actualmente en desuso, acasos debido a que está en buena parte perdido y obligaba a realizar la primera parte del trayecto por el asfalto de la carretera N-634, muy peligroso por no disponer de arcén. En la actualidad la señalización oficial pasa por otro antiguo camino, el de La Venta'l Cuernu, antigua venta y posada caminera de la subida a El Freisnu por el Camín Real de Galicia o Camín Francés, al que subimos saliendo del casco urbano de la villa de Grado/Grau por La Podada, subiendo por Acebéu, uno de los pueblos de la parroquia de San Xuan de Villapañada


Durante buena parte del itinerario por Acebéu vamos viendo la iglesia a nuestra derecha, al este, si bien parcialmente oculta por los árboles, así como el albergue en la que fuera escuela sito detrás y algunas casas 


Según avanzamos, veremos además, anexo a la iglesia, el antiguo edificio monacal de la Orden de Malta, que tuvo además cárcel y Ayuntamiento, pasando después a rectoral. Cuanto la encomienda fue suprimida junto con el coto, los vecinos esgrimieron la existencia de este autogobierno, pese a que fuese señorial y, en ocasiones muy abusivo, en un fallido intento de formar concejo propio e independiente ya en 1821


Llegando a La Venta'l Cuernu veremos ya la fachada principal de la iglesia y su casa-convento, orientadas al oeste en El Campu, antiguo campo del santuario, sobre el profundo y boscoso valle de El Reguerón, arroyo que, nacido en La Sierra Santa Mariña, va a dar sus aguas al río Ferreiru en La Barraca


La Sierra Santa Mariña son aquí El Picu Tablas (476 m) a la izquierda y El Picu la Forca (410 m) a la derecha, que vemos así desde el Camino según nos acercamos a La Venta o La Venta'l Cuernu (bajo El Picu Tablas)


En La Venta'l Cuernu, que vemos a la izquierda al llegar a esta bifurcación, paraban todo tipo de viajeros, entre ellos artesanos ambulantes como los caldereros de Miranda (Avilés), fabricantes de calderas, ollas, garcillas y todo tipo de instrumentos de cobre que tenían por aquí alguna de sus rutas asentándose algunos en el pueblo ya en el siglo XVI. También es por supuesto ruta de arriería, hacia Galicia y el Puertu la Mesa (paso a la meseta), y de peregrinación, si bien los romeros jacobitas gustarían más de albergarse en las fundaciones de acogida a ellos destinadas, como la de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, Orden de Rodas o de Malta, hacia cuyo antiguo convento nos dirigimos


La Venta es en la actualidad una casa particular; como tal posada desapareció tras la apertura, a partir de 1859 de la nueva carretera Oviedo-Villalba, que relegó a este Camín Real de Galicia o Camín Francés a vía pecuaria y de comunicación local. El Camino de Santiago sube hacia ella y, en su bifurcación, sigue subiendo a su derecha rumbo a El Freisnu, santuario mariano de gran devoción en el límite con el concejo de Salas. Pero nosotros, si deseamos pernoctar en el 'albergue de Domingo', en San Xuan de Villapañada, habremos de desviarnos e ir a la derecha

Si nos fijamos, justo enfrente un mojón nos indica esta bifurcación con sus dos direcciones

El Camino sigue pues a la izquierda, subiendo, y al albergue se va a la derecha

Y aquí, en este caso, nosotros iremos a la derecha, bajando (al menos de momento)


Estamos realmente en la prolongación del antiguo camín real que, tras subir de La Barraca a la iglesia por La Llamiella, continuaba hasta aquí hacia La Venta'l Cuernu y El Freisnu. Es decir, a la inversa de como vamos nosotros ahora


Estos caminos, aunque se quedaron en malas callejas locales sin demasiados cuidados salvo los acometidos a sextaferia por los propios vecinos, fueron ensanchados con la mecanización del campo para el paso de máquinas y tractores y luego, con la generalización del uso de automóviles, también asfaltados


Ya desde aquí, si nos fijamos, vemos algunas casas de La Reguera, barrio de San Xuan de Villapañada por el que pasaremos camino de la iglesia y el albergue, que también descubrimos a lo lejos (a la derecha de la foto)


En esta bifurcación, el camino de la derecha baja a la carretera N-634 por El Reguerón hacia El Cantarillón y La Llamiella. Nosotros tomamos el de la izquierda, que empieza a subir un poco


Aquí tenemos el mojón que indica y confirma la dirección a seguir. Se trata de vías locales y no suele haber más tráfico que el de los residentes, pero estemos siempre atentos al paso de vehículos

El trayecto hacia la iglesia, salvo alguna corta y muy moderada cuesta, es mayormente llano, lo cual agradecen los peregrinos tras la cuesta, escalonada y en tramos pero larga, desde La Podada


De frente a nosotros es el monte o Picu Llavayos (326 m), que se yergue sobre el valle del río Ferreiru. Bajo nosotros vemos las casas de El Cantarillón, por donde baja, por El Reguerón abajo, el otro camino hacia la carretera

Y allí tenemos La Llamiella y la N-634, nombre que en 1939 se aplicó a la carretera Oviedo-Villalba, más conocida aquí como Carretera de Occidente. Vemos también a lo lejos parcialmente el casco urbano de Grado/Grau, en el valle del Cubia y justo antes que este entregue sus aguas al Nalón

Por La Llamiella es por donde sube el camino que desde La Cruz de Grado/Grau recorría la ribera del río Ferreiru por La Barraca, primeramente La Barraca d'Abaxu y luego La Barraca d'Arriba. Es fácil que fuera el camino principal antiguo, al menos para los peregrinos, pues irían más directos a acogerse a la 'hospitalidad de los Caballeros Hospitalarios', valga la redundancia. Los arrieros o demás viajeros que no deseasen pasar por allí irían acaso más directos a occidente siguiendo el camino por Acebéu hacia La Venta'l Cuernu, que es el que acabamos de dejar atrás

Más a lo lejos, cierra el valle del Cubia la larga colina del Cantu Guileiro (369 m) que prolonga su cresta al norte por El Monte los Pinos, El Picu la Robla (329 m), El Castiellu y otros


A lo lejos reconocemos el Monte Naranco, cuya silueta nos acompañó al caminar bajo sus faldas nada más salir del casco urbano ovetense. Si bien sus alturas no son muy elevadas destacan en un lugar prominente en el valle del Nora, otro afluente del Nalón, al no tener otras sierras más altas en su entorno, por lo que es una buena referencia geográfica y visual


Su cota más alta es El Picu'l Paisanu (637 m), pero aquí la que vemos como máxima altura es el Alto la Rasa (622 m) y, a su derecha, el picudo y reconocible espolón de La Peña Llampaya (561 m)


Más al norte, la parte occidental del monte y hacia el norte se conoce como La Sierra Llubrió, cuya cota cimera es El Cantu l'Arbol (497 m)


Más a la izquierda de La Sierra Llubrió, tenemos el Alto la Trecha (312 m), que cierra por el oeste el valle del Nora, ya en el concejo de Les Regueres cerca del cual pasamos en nuestro trayecto de L'Escampleru hacia Valsera. Mucho más cerca tenemos el pueblo de Sestiellu, cuyas casas escalonadas siguen un antiquísimo camino que bajaba al valle del Cubia, en el medievo valle de Prámaro bajando del collado que vemos sobre él un poco a la izquierda


A ese collado llegaba subiendo un camino que, cruzando el Nalón por el antiguo puente de Carril, anterior al de Peñaflor pasaba a Anzu, donde comenzaba dicha cuesta. A la izquierda es el Alto de Anzu (261 m) 


Y, a lo lejos, más allá del mencionado Alto la Trecha, reconocemos la larga loma del Fariu, que ye yergue entre Gijón/Xixón y Villaviciosa al norte y Siero y Sariegu por el sur, concejos los cuatro que confluyen en una de sus alturas, La Peña los Cuatro Xueces (640 m)


El Picu Fariu (707 m) propiamente dicho está a la derecha de la serranía y hace de límite entre Siero y Sariegu, cayendo su cuesta sobre el paso de Puertecampu. Realmente la cumbre más alta de tan alomada serranía es El Picu los Soldaos o El Torrexón (737 m), un poco a su derecha, y a la izquierda de la Peña los Cuatro Xueces


Volviendo al Picu Llavayos, el que tenemos aquí delante, podemos decir que Álvaro Fernández de Miranda, en su libro Grado y su concejo, publicado en 1907, da cuenta que en 1730 existía una Dehesa Real, reserva de árboles autóctonos destinados para la construcción de buques para la armada. En la actualidad y como en gran parte de Asturias y Galicia impera el eucalipto como especie forestal industrial destinada a las fábricas de celulosa


Y ahí tenemos las casas de La Reguera y, poco más allá El Campu con la iglesia parroquial de San Xuan de Villapañada que fue antes del monasterio


Tanto la iglesia como la casa monacal que luego pasó a ser rectoral tras la desaparición del coto sanjuanista obedecen a la última gran reforma acontecida en el convento antes de su extinción, a finales del siglo XVIII y/o principios del XIX, por lo que estaríamos en un periodo donde imperaría el estilo neoclásico en lo artístico y lo arquitectónico


Se sabe que el templo anterior era más pequeño y conservaría un arco románico en su portada, orientada al oeste como lo sigue estando la iglesia actual. El suelo era de tarima y tenía un pequeño pórtico a la entrada, según datos que nos ofrece el investigador Álvaro Valdés Díaz en su libro El bron de San Juan de Villapañada, dedicado en su título a la jerga gremial de los caldereros locales pero que realiza también un amplio estudio de la parroquia y de la orden que constituyó su coto y encomienda, siguiendo las pesquisas del citado Álvaro Fernández de Miranda


Aunque Álvaro Fernández de Miranda sostiene que la Orden de San Juan de Jerusalén (hasta 1530 aproximadamente no sería de Malta) se estableció aquí en 1450, Álvaro Valdés Díaz encuentra referencias a una comunidad de monjas ya en 1229, en un documento del cercano monasterio de San Salvador de Cornellana en el que el nombre del lugar figura como Leñapañada


Leñapañada, esto es leña 'apañada, recogida', lo que ha dado en pensarse en que podría deberse a que las rentas de los colonos se pagarían en parte en leña, como era habitual, aunque también puede deberse a que en el lugar se apilaba leña procedente de las talas de los montes de Santa Mariña


Ya que miramos a la iglesia fijémonos también detrás en el tejado a dos aguas del ya muy cercano albergue...


En base a la fundación por parte de unos comerciantes italianos de un hospital de peregrinos al lado del Santo Sepulcro de Jerusalén en 1048, puesto bajo la advocación de San Juan Bautista, se creó está institución de acogida que, medio siglo después y durante la primera cruzada, acogió a cristianos, siendo este el origen de su vertiente guerrera y el de la orden como tal, que posteriormente se extendió por toda Tierra Santa y la cristiandad occidental con dos cometidos, la defensa de las fronteras contra los turcos y musulmanes en general y la asistencia a pobres y peregrinos, asentándose en la rutas de peregrinación, que eran a su vez los caminos principales de la antigüedad


Esta sería la razón de la presencia de la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén en Villapañada y el origen de la otra parte del topónimo, San Xuan, en base al santo patrón del que fue su primer hospital. Se supone que con el establecimiento de aquella primera comunidad de monjas, que tenían un prior que daba misas, un freire o monje que llevaba sus cuentas y estaban a cargo de un primer hospital de peregrinos habría comenzado la explotación de un lugar que por entonces era desangelado e inhóspito


En el año 1229 ni la Puebla de Grado había sido fundada por lo que se consideró que este era un "sitio solitario y más licencioso de lo que se requería", como nos cuenta Valdés Díaz. Esta sería la razón por la que la Orden decidió que era mejor trasladar a las monjas a Tordesillas (Valladolid) y dejar únicamente al prior y al freire, pasando a ellos todas las rentas que tenía el monasterio y concediéndoles la potestad de aforar perpetuamente a todos los que quisieran venir a poblar y explotar estas tierras


El régimen de los foros consistía en un contrato agrario de origen señorial por el que el dueño del terreno o forero, en este caso la Orden de San Juan de Jerusalén, cedería su posesión durante un tiempo (aquí a perpetuidad), a cambio de recibir una renta del foratario (arrendatario del foro) que se estableciese


Este sistema resultaba por lo general muy beneficioso para los foreros y gravaba especialmente a los foratarios. El prior y el freire pudieron asimismo nombrar entre los vasallos de la encomienda, que formaron un coto de gobierno independiente regido por la Orden, a su Alcalde Mayor, Juez Ordinario, Alcalde de Hermandad, Regidor y otros cargos y oficios en el desempeño del gobierno, funcionamiento y mantenimiento

Pero el experimento fracasó, el prior y el freire se fueron y, a la vez, los pocos colonos que sin duda pudieron establecerse. Aún así el Gran Maestre de la Orden decidió mejorar las condiciones para asentarse aquí, "con un pequeño impuesto", por lo que prior y freire volvieron y esta vez sí se consiguió colonizar y cultivar permanentemente el coto o encomienda



En algún momento poco antes de 1256, que es cuando se la nombra por primera vez en un documento, el rey Alfonso X El Sabio funda la Puebla de Grado en pleno valle de Prámaro y sobre el preexistente cruce de Caminos entre la capital asturiana con Galicia y con Castilla. Seguía el ejemplo de reyes castellanos y leoneses que repoblasen sus crecientes reinos con una red de poblaciones directamente dependientes de la Corona y no del vasallaje de señoríos feudales laicos y eclesiásticos. Autosuficientes con fueros y mercado


Las nuevas polas serían el centro de un territorio o alfoz, pero el mismo rey dejaba claro una década después que la Orden de San Juan seguiría rigiéndose por su propio autogobierno en sus encomiendas, no dependiendo de las pueblas. El ejemplo más evidente era que las autoridades de las villas perseguían a los malhechores en términos de las encomiendas, cosa que les fue prohibida, por lo que los perseguidos por la justicia podían acogerse al asilo de los sanjuanistas. Otra cosa es que la pena que les aplicasen los comendadores, máxima autoridad de la encomienda, fuese aún peor que la de las pueblas


En este entorno había otros cotos, uno muy importante fue el de Peñaflor, población que aspiraba a competir con la Puebla de Grado en el que era su principal comunicación con la capital. Era de propiedad episcopal pero en el siglo XVI, con la desamortización de Felipe II, pasó a los vecinos, si bien en la práctica gobernaban los mayores propietarios, los Jove Dasmarinas, con casona solariega en La Campona, cerca de Sestiellu


La Orden de San Juan de Jerusalén que, al ser desalojada definitivamente de Tierra Santa por los Turcos se trasladó a sus baluartes de Rodas para defensa del Mediterráneo oriental en 1310 y pasó a ser conocida también como Orden de Rodas, únicamente tenía otra encomienda más en Asturias, la de San Xuan d'Areñes, en Siero, en lo que fue otro importante camino de peregrinación por la cuenca del Nalón hacia la del Nora en ruta a la catedral ovetense de San Salvador. No obstante volveremos a encontrar sus antiguos cotos en FonfríaO Padrón y Paradavella (A Fonsagrada, Galicia)


A nuestra derecha volvemos a ver la bajada de El Reguerón, bajo la colina por la que hemos subido desde Acebéu para llegar a La Venta'l Cuernu


Al sur destacan la prominentes alturas del Aramo en su sector más septentrional. A la derecha es La Mostayal (1.333 m), bien diferenciada del resto de la cordillera por el collado de Pan de la Forca. Más lejos y más al sur está El Picu Gamonal (1.710 m), siendo el más alto el Gamoniteiru (1.791 m), algo más lejano aún


Como un pequeño espolón a la izquierda de La Mostayal asoma el Monsacro o La Madalena, monte separado del Aramo por el collado de Viapará que, aunque no vemos, sí reconocemos su 'tajo' o trinchera natural entre ambas montañas


Su cota máxima es El Llanu Velar (1.560 m), pero se menciona especialmente al Cuitu Rumiru (1.550 m), pues quiere en su nombre verse alguna reminiscencia de las romerías y peregrinaciones que hicieron de este un monte sacro, como su nombre indica, con sus capillas de Santiago y la Magdalena en la vega o majada existente en lo alto y al pie de los picachos de sus cimas, razón por la que el monte es también llamado La Madalena


El paisaje es pues sumamente bello, aunque el concepto de belleza se miraba más, en siglos pasados, en lo práctico que en otras consideraciones. Lo que veían los frailes hospitalarios de San Juan de Jerusalén sería, desde su monasterio, prácticamente todo su coto con sus campos, aldeas y caseríos, así como sus accesos. Todo bajo control


Especialmente atentos estarían sin duda a lo que viniese por el viejo camino desde Grado/Grau por el valle del Ferreiru y La Barraca, subiendo hacia La Llamiella y El Carbaín. Muchos de ellos peregrinos pero sin duda también otros viajeros y visitantes, entre ellos miembros de la Orden, con noticias y pesquisas, inspectores y demás cargos, que llegarían aquí como destino o parada de paso


Verían también a los romeros de la desaparecida capilla de Santiago allí existente, que celebraba sonada feria en la que sus puestos aún dan nombre a uno de sus prados, Las Tiendas. Allí se pondrían vendedores y artesanos como los caldereros, mientras los tratantes de ganado, quienes heredarían su jerga gremial, el bron, realizarían sus transacciones


No cabe duda que el traslado de esta feria y de la romería de Santa Ana a la villa en 1852, apenas un cuarto de siglo de la integración de San Xuan de Villapañada en el concejo y de negarse la posibilidad de tener ayuntamiento propio, hubo de constituir toda una conmoción a la que parece no pudieron o desistieron en resistirse


Poco después de establecerse en Rodas, en 1312 la Orden recibe los bienes de la disuelta orden de los templarios en Francia por disposición del papa Clemente V, ello incluiría a Navarra, independiente pero cuyo rey Luis I era hijo del monarca francés Felipe IV (del heredaría su trono en 1314 como Luis X de Francia). Ello motivaría acaso la leyenda de que en San Xuan de Villapañada estuvieron en algún momento los monjes templarios e incluso que serían ellos sus fundadores


No obstante los demás reinos peninsulares estuvieron exentos de esa medida y en ellos ningún bien de los templarios parece haber pasado a los sanjuanistas. De todas maneras la atribución a la Orden del Temple de su presencia en otros lugares de Asturias con presencia de freires, frates, etc., como el Monsacro está bastante extendida. Parece que, a falta de documentos que lo atestigüen parece más una leyenda de las muchas que se propagaron de los templarios tras su traumática disolución


Únicamente en días muy claros pueden llegar a verse montañas tan lejanas como los Picos de Europa, como es este el caso (a la derecha de la foto)


Más allá del Cantu Guileiru y la aldea de Priotu, un monte largo y oscuro es Peñamayor, entre los concejos de Nava, Bimenes y Llaviana pero, más lejos, unas cumbres nevadas son los Picos de Europa, en concreto el Cornión o macizo occidental, también llamado La Peñe y Peñasanta o Peña Santa, una de sus cumbres


Solamente asoman algunos dosmiles de sus cotas cimeras, Las Peñas Santas, como nos dice la Enciclopedia del paisaje de Asturias, La Peña Santa o Torre Santa (2.596 m), La Torre de Santa María (2.486 m) y otras


Precisamente aquí, en estas estribaciones de la Sierra de Santa Mariña, prolongación al sur de la Sierra'l Pedroriu o de Miranda, se acaba el gran pasillo natural, empleado como vía de comunicación desde tiempos remotos, que constituyen la sucesión de grandes y profundos valles que, desde los Picos de Europa con el valle del Güeña, siguen el curso de los ríos Sella, Piloña, Nora y Nalón comunicando por el interior el oriente de Asturias con el centro y estas puertas del occidente que son los puertos de estas serranías que dan paso al Narcea y su cuenca fluvial


El camino hace ahora una curva bastante cerrada a la izquierda y se adentra en un paraje boscoso


Seguidamente hace una curva bastante cerrada a la derecha en la que, sin darnos cuenta, vamos a pasar sobre El Reguerón, que baja oculto entre la espesa vegetación


Luego el camino sube moderadamente un trecho, en el que la enramada forma una hermosa celosía natural


El Reguerón, el arroyo pasa subterráneo bajo la carretera y baja, normalmente seco salvo durante las lluvias, hacia El Cantarillón, La Llamiella y La Barraca, como ya hemos dicho


Un poco más arriba salimos ya del bosquete. Aunque tal vez no lo veamos tampoco, estamos pasando al pie del cementerio, situado poco más arriba a la izquierda, detrás del arbolado


Campera arriba, salimos del boscaje y el camino sigue subiendo un poco más hasta La Reguera


El camino se hace ameno contemplando el paisaje desde esta hermosa atalaya natural por las faldas de los montes de Santa Mariña. Si bien es posible que los peregrinos, quien más quien menos con ganas de llegar al albergue, se deleiten más al llegar al él con estas magníficas vistas


El Aramo en lontananza y al sur sigue destacando en altura sobre todas las demás serranías más o menos próximas


Esta sería su vertiente occidental, situada sobre los concejos de Santu Adriano, Proaza y Quirós, valle del Trubia arriba. La Mostayal, a su derecha, y el Monsacro están en términos de Morcín


Al otro lado se encuentran los de Lena/L.lena. Riosa y Morcín, cayendo hacia el valle del Caudal, otro más de los afluentes del Nalón, el más largo y caudaloso de los ríos asturianos


Las sierras se suceden y desde el Caudal aquí separan sucesivos valles que, de sur a norte, forman otros afluentes nalonianos, los más importantes el Sama y el ya referido Cubia


Más al oeste del Monsacro y del Aramo y también al sur de Grado/Grau se reconocen otras altas serranías hacia los concejos vecinos de Teberga y Yernes y Tameza, como El Picu Buoi Muortu o Buey Muerto (1.022 m), El Miradoriu (997 m), La Corona (999 m), Braniella (1.135 m) o El Picu l'Oral (1.248 m)


Más cerca, los campos de El Xorru, sobre el río de este nombre, por donde viene hacia Grado/Grau un ramal desde La Venta de Moutas, en el Camín Real de la Mesa, marcado como GR 101. Ese ramal debió hacerse el principal con la proclamación de la antigua Ouetao como capital de Asturias con Alfonso II El Casto, lo que habría favorecido siglos después la fundación en él de la Puebla de Grado, una de tantas poblaciones nacidas en el Camino


Cuando el centro de Asturias y sus puertos de mar se constituyeron definitivamente como las mayores poblaciones de Asturias, el eje principal de las comunicaciones con la meseta fue más al este, hacia el Puertu Payares, que aprovecha los pasos naturales que constituyen los valles del Bernesga al norte y el Caudal al sur, trayecto del Camino del Salvador


Llegamos a La Reguera, donde el camino sigue subiendo un poco más hasta la primera casa


Muchas antiguas casas campesinas y de labranza se han transformado en viviendas residenciales al transformarse, o desaparecer, las antiguas labores agropecuarias. Los espacios antes destinados a cuadras o pajares, por ejemplo, se han integrado como nuevas habitaciones o estancias


Dejamos a la izquierda el camino de acceso al cementerio y empezamos a caminar en llano para pasar entre la casa y el hórreo


Robusto y gran caserón con panta alta y bufarda o buhardilla que constituye un gran balcón natural con espléndidas vistas


Numerosas macetas con flores engalanan esta su fachada principal, que mira al Camino, donde un pequeño jardín botánico se nos ofrece a la vista según pasamos


También hay algunas esculturas y estatuas; vamos a fijarnos por ejemplo en esta primera de la izquierda


Una hornacina con varias conchas peregrinas...


Un par de estatuas clásicas de gusto grecorromano a los lados de la puerta


A la derecha, en el cobertizo, más plantas y algunos antiguos enseres y aperos


Y aquí sí que tenemos un soberbio balcón, con su barandilla y todo, sobre El Reguerón y con vistas al Aramo y al Monsacro


Ante nosotros vemos, encima de la colina al otro lado de El Reguerón, algunas casas de Acebéu, por las que hemos pasado subiendo de La Podada por La Quintana y La Barrera, más a la izquierda


El Camino siguió avanzando, más a la derecha, por El Valle, encima de El Cantarillón y El Reguerón, dando vista al sur a El Xorru y, a lo lejos, El Picu las Pruyales (669 m), la cima más norteña de La Sierra'l Pedroriu o de Miranda, por donde viene, en dirección hacia la costa, el que fue el ramal principal  del Camín Real de la Mesa. El camino principal iría sin duda secularmente a Pravia, la antigua Flavionavia romana fundada en territorio de los astures pésicos, salida directa al Mar Cantábrico y al orbe atlántico a través de su ría


Vemos, más cerca, sobre el canto de la colina, el Camino de Santiago, antiguo Camín Real de Galicia o Camín Francés, acercándose a La Venta'l Cuernu. De la misma manera, por El Xorru, la colina de enfrente, iba del citado ramal del Camín Real de la Mesa, actual GR 101. Sin duda los caminos antiguos buscaban por esas lomas pasos más francos y con menos vegetación que las selvas que debían imperar en el fondo de los valles y riberas fluviales antes de su colonización y explotación agropecuaria


El Camino, bien perfilado, con algunas casas del pueblo de La Llinar, también perteneciente a esta parroquia de San Xuan de Villapañada, algo más al sur. Más lejanamente seguimos viendo la loma de El Xorru con el pico de su nombre (337 m) y el valle del río Moutas. Más al sur El Picu las Vaulinas (530 m) y El Picu las Paxarinas ( 568 m)


Volvemos a ver El Picu las Pruyales y, a su derecha, El Picu l'Esqueiriz (531 m), Guilera (551 m) y La Peña l'Águila (526 m) con Los Folgueiros (526 m)


Por esa ladera viene en dirección norte el ramal más antiguo del Camín Real de la Mesa en dirección a la costa vía Pravia. Con él nos cruzaremos en El Freisnu, subiendo desde La Venta'l Cuernu (abajo)


La Venta'l Cuernu y su encrucijada, con el comienzo del camino hacia la iglesia y el albergue a sus pies, por donde hemos venido. Al fondo Los Fornos, ya en el vecino pueblo de Alvaré, en la parroquia de El Freisnu, que formó parte del Partido de los Montes, junto con las parroquias salenses de Las Dorigas, uno de los cuartos en los que se dividía el concejo de Salas en la Edad Media. Cuando formaron entidad parroquial aparte (que en Asturias como en Galicia y otros lugares tiene connotaciones administrativas civiles además de religiosas) hubo oposición por parte de la parroquia matriz, habiendo de dirimirse en Madrid dicho litigio. Cuenta Fernández de Miranda:
"No quiso el Partido de los Montes en 1822 ser incorporado al naciente Ayuntamiento Constitucional de Cornellana, pidiendo serlo al de Leñapañada, y así lo acordó la Diputación, complaciéndolo; pero exceptuó los barrios ó lugares de Fuejo, Robledal, Fresno y La Texera, que por haber pertenecido al Concejo de Salas pasaron á Cornellana. Sin embargo, no tardó en reincorporarse a Grado la vicaría entera, muy á satisfacción de sus feligreses."

"De la cumbre del Esqueirz, mudo testigo de gloriosa lucha, se desarrolla un panorama amplísimo, de bellas perspectivas, divisándose al Norte, muy lejos, el Mar Cantábrico, que se confunde con las nubes", glosa este paisaje Álvaro Fernández de Miranda en Grado y su concejo


"Descuella el alto picacho sobre las cimas del Fresno, donde parten términos los Concejos de Grado y Salas, según las aguas caigan hacia el Cubia ó el Narcea, pasando por aquí en antiguo camino real ó carretero que conduce á Galicia", continúa diciendo, "tan frecuentado por los ejércitos beligerantes durante la guerra de la Independencia, y seguido más tarde por las facciones Gómez y Sanz", de las partidas carlistas que recorrieron Asturias y Galicia, "y las tropas liberales, sus perseguidoras". Sore El Picu las Pruyales dice así la Enciclopedia del paisaje de Asturias:
"Se localiza en el concejo de Belmonte de Miranda, pertenece a la sierra'l Pedroriu, o de Miranda, siendo sus 669 m de altura la cima de esta sierra situada más al norte. Su ascensión se puede realizar desde el pueblo de Cutiellos o mucho más cómodamente desde los de Moutas o La Caridá, pertenecientes ambos al concejo de Grau. Es todo zona de pastos, con espléndido paisaje hacia el centro del Principado"

El Xorru y, abajo, La Llinar, topónimo vinculado a antiguas plantaciones de lino, de cuando la ropa, como el pan, se hacía en casa. El pueblo fue famoso y a él acudía mucha gente a raíz de una fiesta que empezó a celebrarse en la posguerra en El Cudión, un prado donde se armaba una bolera de batiente, a principios de octubre


El Xorru separa el valle del río Moutas del del Cubia, donde vemos, un poco más abajo de las serranías de Braniella y Buoi Muorto, la línea de cumbres, más modesta, de la Sierra de Arellanes, de la que vemos de derecha a izquierda El Picu Cordel (591 m), El Picu la Cogolla (594 m) y El Picu Cabornu (544 m)


Más abajo, El Llanón, con El Pradón y la aldea de Ribiellas, formó parte del coto de La Mata, otro de los que se incorporaron en 1827 al concejo de Grado/Grau, el cual perteneció a la Casa de Miranda, cuyo palacio de Miranda-Valdecarzana, actual casa de cultura, vimos en la antigua villa intramuros


Los Miranda, como hacían los sanjuanistas o malteses en Villapañada, escogían los cargos de gobierno y, a través de ellos, aplicaban sus medidas administrativas e impartían justicia. La Mata no abarcaba toda la actual parroquia pero sí una extensión muy superior a la misma


Y aquí tenemos una gran vista de la colina por la que los peregrinos suben desde La Podada, ganando en La Quintana la entrada en la parroquia de San Xuan de Villapañada y continuando por La Barrera, El Carbayal, Acebéu y El Valle hasta La Venta'l Cuernu


Tras esta breve parada retomamos el camino en La Reguera, barrio del pueblo de San Xuan, uno de los que componen esta parroquia de San Xuan de Villapañada


Bajo la panera, evolución en tamaño del hórreo para albergar las grandes cosechas de maíz llegado de América a partir del siglo XVII, tenemos la bodega, espacio normalmente empleado como almacén de enseres o cuadra pero que tenía otras utilidades, desde gallinero a vivienda


El camino sube ahora muy suavemente por Ca Alvarín siguiendo la ladera del Picu la Forca, en cuya cima, que no vemos desde aquí, se dice que el cruel comendador Fray Nicolás de Ortúzar instaló, bien visible para escarnio público y allá por 1770, la temible horca para el castigo de los campesinos levantiscos, sublevados en pleito por un problema con los contratos de los foros que se prolongó a lo largo del siglo XVIII hasta que el rey Carlos IV dio la razón a los colonos. Sin embargo los pleitos por las tierras de la encomienda se prolongaron hasta mediados del siglo XIX, es decir, mucho tiempo después de suprimido el coto. Así comenzó la discordia según explica en su libro Fernández de Miranda:
"Los primeros Comendadores rigieron justamente el sumiso coto, cumpliendo con lo estatuido; pero no así ninguno de los sucesores, que abusaron de sus especiales prerrogativas, trocándose más de una vez en azote de sus propios vasallos. Señores  de horca y cuchillo, gobernaban despóticamente, imprimiendo a sus actos un marcado carácter feudal. 
La horca aquella, el temido instrumento de muerte, ostentose durante muy largo periodo en la sierra de Santa Mariña, pregonando a veces la crueldad del Comendador. Más abajo, en la “tierra de Santiago”, estaba el Consistorio con su cárcel, cepo y grillos, como era consiguiente. 
El derecho de asilo le ejercieron los Comendadores con extremo rigor: criminal que huido de otros puntos trasponía los límites de San Juan, quedaba salvo; jamás era entregado; el Comendador no transigía, por más que lo reclamasen. ¡Los Comendadores! ¡Larga, eterna pesadilla de los de San Juan! ¡Sus protectores primero, y sus verdugos después! 
Contaba el coto 1.527 días de bueyes (a prados 126, a labor 464, y el resto tierra inculta dedicada a pastos y arbolado) y 72 casas, 56 hórreos, 2 molinos y 93 colmenas; 9 zapateros, un sastre, 2 caldereros y una tejedora de lienzo con dos oficialas, por el año 1558. 
Percibía la Encomienda, procedente de sus fincas con carácter foral, 73 fanegas de escanda y libra y media de cera, y por razón del vasallaje, cada vecino contribuía con un carro de leña o dos reales al año, y el juez electo, con media fanega de pan cocido, un carnero o dos pesetas, dos pollos o dos reales y un roble que llamaban anataliego, valorado en una peseta, precio mínimo. Percibía el Comendador, “sobre frutos y haberes”, el diezmo, que ascendía a 12 fanegas de escanda, 24 de maíz, 4 de judías blancas, 20 de castañas y dos carros y medio de hierba; y por leche y corderos, lechones y otras “avenencias”, recibía 32 reales. 
Constituían los bienes libres de la Encomienda: catorce fincas laborables, de unas cuatro hectáreas de extensión; tres prados, de algo más de una hectárea, tres hórreos y los bienes de la Capellanía de Nuestra  Señora de Loreto, que eran cinco fincas laborables y un castañeo, sitios en la misma jurisdicción de San Juan. 
No eran, pues,  como se murmuraba, los emolumentos y propiedades de la Encomienda lo bastante para creerse el Comendador un potentado, ni mucho menos. Por eso acaso quisieron los de Malta dar un corte de cuentas, declarando libres los bienes aforados. 
¡Salvadora resolución, que trajo revueltos a siervos y Comendadores, durante el siglo XVIII! Vamos a relatar los echos  atendiéndonos a escritos que nos presento D. Areces, vecino de Villapañada. 
Las primitivas fundaciones forales constaban solo en simples documentos privados que guardaba la Encomienda, y ni copia tenían de ellas los dueños del terreno útil; así que, prevalido de esta circunstancia los juanitas, se llamaron a la absoluta propiedad de las haciendas. Iniciose la cuestión en los comienzos del siglo XVIII, y a través de los años, aunque trabajosamente, iban los vecinos defendiéndose de las pretensiones de los malteses, pero llegado el año de gracia de 1770, cayó sobre los siervos un turbión en forma de Fr. Nicolás Hortuza, Comendador, de tal guisa, que poco falto para que Leñapañada volviera a quedar inhabitado".

Sería muy interesante discernir hasta qué punto debe el monte su topónimo o que este, abundante y relativo por lo general a la orografía, como la 'U' que forma la sierra en forma de horquilla, o bifurcaciones de caminos, sirviera para transmitir la memoria de los abusos de algunos comendadores como el señalado que, según Álvaro Valdés Díaz, "Maltrataba a sus vasallos con torturas y prisiones" y, según Álvaro Fernández de Miranda:
En el ruidoso pleito que surgió, (...) forzoso es declarar que fue un verdadero azote de los vecinos de San Juan; violento, atrabiliario, no perdono, a lo que parece, medio para arrebatarles sus derechos, pues tras de ocultar las fundaciones forales, que sustrajo del archivo de la Encomienda, maltrataba a sus vasallos con vejámenes y prisiones, a fin de que, empobrecidos y acobardados, concluyesen por abandonar tierras y lugares, dando motivo para arrendar a otros como libre los bienes aforados".

Y cerca anduvo de lograrlo; pero al ver aquellas gentes en peligro su hacienda, adquirida a fuerza de trabajo por sus predecesores, que poblaron e hicieron fructífero el ingrato suelo fertilizado por ellos también con el sudor de su frente, llegaron a las gradas de trono; pidiendo amparo y justicia contra los intentos y opresión de Hortuza, y Carlos IV yo sus quejas, considero sagrados los derechos que alegaban, y obrando en consecuencia, quedo humillado el orgullo del Comendador, que a poco pierde su jurisdicción alta y baja, mero, mixto imperio, real y eclesiástica, que tanto invocara para salir airoso en sus demandas. La calma siguió hasta que murió Hortuza.

Solo entonces , contra lo esperado, retoñan las discordias, promovidas esta vez, no por el hospitalario sino por su apoderado, al pretender también hacer pasar por  libres los  vienes todos  de la Encomienda; pero los vecinos de San Juan nuevamente protestan y se querellan, ante el propio Comendador, por suponerlo ajeno a las intrigas y sutileza de su mayordomo, y lo estaba, en efecto, o quizás temeroso de que resurgiesen los pasados pleitos, lo cierto es que dio la razón por entero a sus vasallos, los cuales prosiguieron viviendo en paz con su nuevo señor."

Como hemos dicho, la posesión de la tierra aún planteó algún litigio después incluso de la extinción de la encomienda y la incorporación de San Xuan de Villapañada al concejo de Grado/Grau:
"En esta conformidad se hallaban al llegar el golpe de 1821, por el cual, remitida Villapañada a la jurisdicción de Grado, estos habitantes acudieron en queja a la Diputación, a legando, como Peñaflor que toda vez siempre habían estado independientes (olvidaban los palos de los Comendadores), “y tenían Casa-Ayuntamiento, cárcel, archivo, con lo de más necesario para la administración de justicia” les correspondía disfrutar de Ayuntamiento Constitucional independiente, como en efecto lo disfrutaron. 
Mas en nada se alteraron ni se quejaron los de San Juan en 1827 cuando el coto fue incorporado á Grado de un modo estable, pensándolo mejor, á nuestro parecer. 
Otra vez se produjo el desasosiego en 1847 al ordenarse por el Gobierno la venta de bienes pertenecientes á las Encomiendas, debido a que la mayoría de los vecinos continuaban sin los documentos justificativos de su derecho, y tenían fueran enajenados como libres los fundos aforados. 
Pero esta alarma fue pasajera, porque bastó se exhibiesen los antiguos escritos conteniendo los aforamiento, un libro catastro de 1752 y la sentencia contra Hortuza,  para que reconociera el Estado el legítimo derecho de estos sencillos aldeanos, que vieron para siempre, al fin, colmados sus afanes."

Espléndida huerta, plantada de cebollas, con frutales y pozo del agua. Más abajo, prados de pasto y frutales en flor, en primavera


Sublime paisaje, que no nos cansamos de evocar, el que contemplamos este camino al albergue de San Xuan


Acebéu y el Aramo, que al caer la tarde parece querer cubrirse ya con su manto de nubes. Por sus laderas y por las de los montes de Proaza y Santo Adriano, a este lado del valle del Trubia, discurren también los caminos de otro puerto de la cordillera, el de Ventana


El Collado de Pan de la Forca, más libre de nubes, como La Mostayal, forma un paso natural entre el valle del Trubia y el del Caudal empleado también por los peregrinos salvadoranos. Por ahí van la Ruta de las Reliquias, que ha subido desde Babia a Ventana por La Venta Porcineiru; y la Ruta de San Melchor, la que empleó Melchor García Sampedro, canonizado por Juan Pablo II en 1988, para ir a Oviedo/Uviéu desde su pueblo natal, Cortes, en Quirós


Las claras peñas calizas resaltan en su blancura al sol de la tarde pese a que, sobre ellas, las nubes proyectan sus sombras sobre las laderas. En cuanto a Pan de la Forca nos agrada compartir de ella en la Enciclopedia del paisaje de Asturias lo siguiente:
"Ladera de monta bajo situado al sur de La Mostayal, montaña mítica del relieve central asturiano, y collada de separación entre la sierra del Aramo y el pico reseñado anteriormente, con una altitud de 1.038 m, en la divisoria de los concejos de Morcín y Quirós. Acceso desde Pedroveya por la braña de Gameo y desde el pueblo de La Piñera por La Vara".

Y a su izquierda de nuevo admiramos el Monsacro o La Madalena, parcialmente tapado por los montes de Las Cuestas, que separan el valle del Trubia del del río Sama, así como términos ovetenses de gradenses. Ahí están Las Cruces (361 m), el Alto del Sanatorio (428 m), El Picu Lloi o Lloe (483 m) y El Picu Lloviu (488 m), marcando la frontera de estos concejos. Más abajo, los montes de Samartín (Gurullés) y Pando, sobre el valle del Cubia y, mas cerca, Ribiellas y Las Casas de Fanculo en El Llanón, parroquia de La Mata. Abajo a la izquierda es La Barrera, por donde pasa el Camino de Santiago, parroquia de San Xuan de Villapañada


La Barrera la vemos aquí ahora a la derecha, con La Quintana un poco más allá, por donde hemos venido, subiendo, desde La Podada, Más cerca es El Carbaín, también en la parroquia de San Xuan de Villapañada. 


Aldeas de la parroquia de La Mata bajo El Cantu Guileiro, "Amplio cerro situado al norte del pueblo de Samartín, en el que parten términos las parroquias gradenses de Gurullés, La Mata y Peñaflor", apuntan en la Enciclopedia del paisaje de Asturias


Un alto seto cierra una finca a nuestra izquierda, el camino sigue ahora un trecho bastante llano y recto


Dejamos a la izquierda la entrada a una casa y vamos así saliendo de La Reguera


Ya estamos muy cerca de la parroquial, aunque el arbolado de las fincas a la derecha nos la ocultará hasta llegar a El Campu, el campo de la iglesia


A la izquierda, prados en la ladera del Picu la Forca, en cuya cima existe además un poblado castreño del que también hablamos ampliamente al principio de la entrada de blog dedicada a la entrada en la parroquia de San Xuan de Villapañada por La Quintana y Acebéu


Y ya vemos las casas de El Pueblu, otro de los barrios de la parroquia, acaso el más antiguo por su inmediatez al monasterio, siendo probable que fuese el asiento de los primeros colonos en lo que fue aquella tierra montaraz del alto medievo


Las casas de la villa de Grado/Grau destacan en el fondo del valle, donde confluyen varios afluentes del Cubia antes de que este se una al Nalón, formando la extensa y fértil llanura de Las Veigas, que fue considerada la gran despensa de Asturias, sobre todo de la cuenca minera


Antes de la fundación de la puebla la documentación hace referencia a lugares como Pramaro o Uallo (Bayu), que abarcarían zonas del valle que nos se han podido concretar fehacientemente. Entre los documentos auténticos que no son interpolaciones posteriores es llamativo que en uno del año 1151 que mencione a Uelandres de Uallo y otro, en 1172, al referirse al mismo lugar, Velandres, la adscriba a la "terra de Grado", lo que da a entender que el topónimo, que luego se documenta como Grao, ya aparezca cien años antes de fundarse la pola


En la actualidad el topónimo oficial para villa y concejo es Grado/Grau, si bien la fórmula más extendida en Asturias es Grao, incluso en toponimia menor caminera como El Camín de Grao. Se ocupa de ello el cronista oficial, Gustavo Adolfo Fernández en Soy de Grado-Grao-Grau, artículo publicado en el periódico La Nueva España del 18-2-2017 "Con el objetivo de contagiar mi mosconismo"


Las relaciones de las nuevas pueblas con la nobleza circundante no solía ser cordial. Ya vimos que los varios y extensos cotos señoriales situados a su alrededor estaban exentos de su jurisdicción y es más, el conde Gonzalo Peláez de Coalla llegó a asaltarla e incendiarla en 1309 en un momento de desamparo de la población, que no quiso someterse a su vasallaje. Con el tiempo la nobleza guerrera se hizo cortesana y abandonó sus fríos castillos para establecerse en las pueblas y ejercer su poder de otra manera, ocupando sus cargos de justicia y gobierno


Llegando ahora a Ca Pedru hay una pequeña subida


A la derecha, la antigua cuadra, remocicada, con dos ruedas de rayos 'radios' del antiguo carro de labranza restauradas como elemento decorativo en la fachada


A la izquierda, la casa y a la derecha, a continuación del cobertizo, un balcón-mirador


Seguimos pues, con estas impresionantes vistas al sur de gran parte del concejo moscón, desde El Cantu Guileiro al este a la Sierra Miranda al oeste y El Buoi Muortu al sur


Y, más allá, las sierras de Trubia y Proaza bajo el Aramo o, como más propiamente se dice por parte de pastores y vecinos, El Puertu l'Aramo, cordillera situada en el mismo centro y corazón de Asturias, cuyo "aspecto más espectacular es desde el norte", afirma la Enciclopedia del paisaje de Asturias, es decir, este que vemos nosotros en estos primeros kilómetros del Camino Primitivo:
"Situada en línea recta a unos quince kilómetros de Oviedo, extiende su gran masa caliza, de norte a sur, desde Peñerudes hasta la collada de la Cobertoria. Cobijan sus tierras agrestes por la parte oriental los concejos de Lena, Riosa y Morcín: limitan su término por la parte occidental los municipios de Quirós, Proaza y Santo Adriano..."

Realmente, a pesar de la altitud y de lo abrupto, toda la serranía es terreno en el que la peña caliza gris comparte espacio con hermosas camperas verdes de grandes pastizales en sus majadas, mayadas o mayeos, si bien, cuando llega el invierno, las nieves cubren esos pastos y el ganado baja al valle, tal y como lleva aconteciendo desde que antiguas civilizaciones pastoriles dejaran patente su presencia desde la más remota noche de los tiempos con sus necrópolis funerarias y monumentos mágico-religiosos, ofrendas y quizás algunas tradiciones y reminiscencias legendarias que han llegado a nuestros días, empezando por buena parte de la misma toponimia


En el Monsacro, historia y la tradición afirman que en ellas se guardaron las Reliquias de Jerusalén (en el Pozo de Santo Toribio), escapando desde Toledo (y antes desde la propia Palestina y del norte de África), como consecuencia de la expansión persa y árabe. Se sabe de la antigua existencia de una comunidad de monjes que se ha querido ver, más o menos legendariamente, vinculada a los templarios, pero realmente no hay ningún documento que lo avale


Sea como fuese, según la tradición, las Reliquias de Jesús y María, así como de varios santos, fueron trasladadas posteriormente al primer santuario del Salvador, antecesor de la actual catedral de Oviedo/Uviéu, convirtiendo a la ciudad en un gran centro de peregrinación. Fue allá por los años 812-842, justo cuando se descubría el que se tiene por sepulcro de Santiago en Compostela, reinando Alfonso II El Casto, el primer peregrino de nombre conocido. Por ello se dice: "Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al Señor". Así, además de ser el inicio del Camino Primitivo desde la catedral, vienen otros caminos de peregrinación, como el Camino de la Costa, desde Villaviciosa, por Grases, Valdediós, Sariegu y Siero, o del de San Salvador, que sale del Camino Francés en León para subir hacia Asturias


No forma parte el Monsacro de ninguno de los tramos de los actuales caminos de Santiago, pero su ancestral romería a las capillas, cristianizando cultos antiquísimos, como al dios Taranis, tal vez en el mismo Santiago, Apóstol del Trueno, nos lleva a uno de los parajes fundamentales para comprender el génesis de las peregrinaciones xacobeas y porqué Oviedo/Uviéu fue, siendo la capital a la que se llevaron las reliquias custodiadas en estas alturas situadas al sur de la población, el origen del Camino Primitivo y, por ende, de todos los caminos de Santiago


Y si hablamos de los tiempos de las primeras peregrinaciones tenemos que decir que, también según la tradición, en la iglesia de Santa Olaya de La Mata está el sepulcro del obispo de Iria Flavia Adulfo II, conocido quien propuso el cambio de sede episcopal a Santiago de Compostela a causa de las invasiones normandas. Habría fallecido aquí, reinando de Alfonso III El Magno tras acudir a su sede regia ovetense a someterse a un juicio de Dios, habitual en la Edad Media, en el que se le soltó un toro bravo para verificar su inocencia ante las graves acusaciones de traición y sodomía

Foto: Federación Española del Toro de Cuerda

El obispo saldría bien librado, pues amansó al toro y lo cogió incluso por los cuernos y así, demostrando estar de esta manera libre de culpa, emprendió el camino de regreso a su diócesis, pero falleció en este lugar, donde según su deseo quería tener su eterno descanso y por ello se le hizo un sepulcro. Popularmente se le veneró como un santo y se le llamó Santu Dolfu. El enérgico prelado González Pisador prohibió su culto en el siglo XVIII pero sus restos y sepulcro siguen en la iglesia de La Mata


Desde la explanada del mirador retomamos la marcha y proseguimos nuestra ruta al albergue


Pasamos frente al al hórreo de Ca Pedru, a nuestra izquierda


En lo alto de la subidoria, un burrito de madera parece rememorar los antiguos caminos de la arriería, tal que este


Seguidamente es el hórreo del Maurel, junto al que llega a San Xuan el antiguo camino que, procedente del barrio de La Cruz, salía de la villa hacia La Barraca y, por la antigua capilla de Santiago, ascendía a La Llamiella y llegaba aquí, cerca del monasterio sanjuanista, que vemos al fondo


Ese camino, que estuvo señalizado y aún hay alguna señal y mojón, sale justo al otro lado del hórreo, desde una sebe. Los peregrinos de los años 1990 a 2000 y pico es posible aún subiesen mayoritariamente por aquí. Nosotros subimos en 1999 (en 1993 fuimos por Acebéu pero por despiste, no estaba entonces marcado por ahí, si no me falla la memoria)


Aquí confluyen pues ambos caminos, dirigiéndose a la actual iglesia y al actual albergue


Este mojón, propio de las rutas oficiales del Camino de Santiago, confirma esta circunstancia de confluencia de históricos caminos


Dejamos a la izquierda el acceso a una finca de El Pueblu y continuamos hacia El Campu


Vacas pastando prado abajo. Cuando entre los siglos XIX y XX se pierde la tradición de la fabricación artesana de objetos de cobre por parte de los caldereros locales, debido a la llegada de enseres fabricados industrialmente, estos pasarían a vender otros productos como paraguas, mantas y demás cosas y, a la vez, su lenguaje, el bron, se transmite a los famosos tratantes de ganado de esta parroquia


Álvaro Valdés Díaz cuenta de los renombrados tratantes de Ca Serafinón, Ca Andrés, Ca José Granda, Ca Avelino'l Roxu y Casa Ángel El Madreñeru


A la izquierda, una tapia separa el camino de una finca en la cuesta de la ladera del monte, frente a cuya casa crecen flores y más frutales


Luego hay una finca vallada, con prado e invernaderos...


El Camino sigue recto unos metros más...


Y en esta bifurcación iremos a la derecha, viendo en el prado de enfrente las casas de El Caxón


También vemos de nuevo El Picu Llavayos y, a su izquierda, El Picu Peñalba (441 m)


Y aquí está El Campu, con la gran explanada de El Praón y la iglesia de San Xuan de Villapañada ya frente a nosotros. Ahora sí que estamos verdaderamente ya a un paso del albergue de peregrinos


Llama la atención la existencia de un rellano tan grande en este lugar, prácticamente una pequeña meseta sin duda ello favoreció que fuera, de todo el coto, el lugar escogido por los sanjuanistas para construir su monasterio y sede de su encomienda


Dentro del monasterio y de su inmediato camposanto, recibían sepultura monjes y vecinos tal y como era lo acostumbrado hasta que las normas higiénico-sanitarias, que tardaron no obstante en aplicarse, estipulasen la construcción de cementerios exteriores, el primero de los cuales estuvo precisamente aquí, donde el primer enterramiento se realizó en el año 1835


En la actualidad este verdadero llanón suele ser donde aparcan los coches los visitantes pues no hay mucho más espacio en este pueblo de San Xuan fuera de las casas


Aquí se junta además la alegre comparsa de los Aguilandeiros de San Xuan de Villapañada, mascarada de invierno que canta el aguinaldo por Navidad, recuperada tras unas cuantas décadas sin celebrarse gracias a los etnógrafos Xosé Ambás y Ramsés Ilesies, acompañados por un grupo de vecinas y vecinos entusiastas, ayudados por amigos de las tradiciones asturianas y en cuyas páginas podremos encontrar numerosas fotografías

Foto: Aguilandeiros de San Xuan de Villapañada

Si bien recorren toda la parroquia, casa por casa, con sus disfraces, máscaras, música y comedias, este gran espacio llano es una excelente plataforma, teniendo además la escuela como base de operaciones, para celebrar buena parte de la jornada, con lugar para mucha gente que participa y asiste a esta gran mascarada


Al cumplirse los diez años de la recuperación de esta tradición, Ángela Rodríguez publica en el periódico La Nueva España del 8-12-2024 el artículo La "resurrección" de los Aguilandeiros de San Xuan de Villapañada cumple una década: "no es un desfile, somos aguilandeiros un día al año", donde hace un buen repaso a su historia y personajes:
"La mazcarada moscona de los Aguilandeiros de San Xuan de Villapañada triunfa por especial y sobrevive por auténtica. Resucitó hace unos diez años, a partir de una rigurosa investigación del Archivo de la Tradición Oral de Ambás (ATOAM), salió de los recuerdos de los más mayores que compartieron sus conocimientos con Xosé Antón Ambás y Ramsés Illesies, y volverá este sábado a recorrer las calles del pueblo y picar a las puertas. Porque los Aguilandeiros son y, en Grau, siguen siendo del pueblo.   
"En torno a 2014 se vivió un ‘boom’ en la recuperación de las mazcaradas, y no solo en Asturias. Sí que es cierto que, la zona del Noroeste es una zona muy rica en cuánto a estas mazcaradas, aunque también las hay por toda la península y por toda Europa. Están vinculadas a la tradición del solsticio y el cambiar. Esta, en especial, es siempre en el solsticio de invierno", señala Ambás.  
No había fecha exacta, pero alrededor de las navidades los mozos de la zona de San Juan de Villapañada en Grau, tradicionalmente, se vestían de personajes icónicos y representaban sus papeles. "Al final es como una representación de la lucha entre el bien y el mal, a través de esos personajes. Yo, soy algo crítico con las mazcaradas, en el sentido en que no es un desfile folclórico. Soy aguilandeiro un día al año, invístome de vieya y la represento, con su la infertilidad… Ahí es donde la mazcarada está viva", cuenta Ambás.  
"El diablu", la "dama ya´l galán", "l'osu ya´l amo", el cura, los maragatos, el escobón, la cenicera o "el médicu" son algunos de los personajes que danzarán y recorrerán los caminos del pueblo. De un núcleo a otro se desplazarán en tractor. "Interpretamos nuestros papeles con un objetivo que es pedir el aguinaldo. La verdad es que la labor de investigación fue muy importante. Contrastamos con todos los viejos de la zona hasta dar con los personajes. Gente de más de noventa años. Recopilamos información sobre el vestuario y, el primer año, lo hicimos con el Grupo Xeito", destaca el músico moscón.   
Imposible obviar la emoción del pueblo tras recuperar su mazcarada después de unas siete décadas. "Ver las caras de la gente que volvió a ver a los aguilandeiros en la puerta de su casa, después de vivirlos de pequeños…Fue increíble", cuentan Ambás e Illesies.  
Según su indagaciones, hasta dieciséis personas llegaron a formar parte de la especial comitiva moscona de aguilandeiros, a quienes acompañaba un músico, "normalmente un gaitero de la contornada como Pepe Los Macetes o José de Ca Ramiro, de Rozadas", cuentan los investigadores. Este próximo sábado comenzarán ya su recorrido a las 10:00 horas por Rozadas, Acebéu, La Llinar y San Xuan. Luego, en torno a las 15:00 horas, el campo de la iglesia será el lugar de encuentro y disfrute de una merienda. 
Aunque antiguamente se sabe que los mozos solían ensayar antes, los aguilandeiros que recorren ahora los alrededores de San Xuan, improvisan. "Cada uno se mete en su papel, que suelen ir cambiando cada año, y sabe las características de su personaje", cuenta Ambás, destacando un "factor extra" en la tradicional mazcarada: el turismo 

"También tiene su función porque, por ejemplo, ahora todos saben donde está el Valledor, por la salida de Os Reises. Pero es importante respetar la tradición. Cuando hay un 'puñao' de gente que viene a verlo y respeta y sigue a los aguilandeiros, bien. Como es el caso de San Xuan de Villapañada. Pero, por ejemplo, hay algunos sitios con ya bastante turismo, que crea cierto colapso, como en la mascarada cántabra de La Vijandera, en Cantabria", subraya Ambás.

En cualquier caso, participantes, vecinos y visitantes respetuosos y amantes de la cultura tienen, en Grau, este próximo sábado, una cita, para celebrar los diez años del regreso de los aguilandeiros moscones. La salud de la celebración es buena y la participación activa; si bien el principal anhelo es compartido: que siga habiendo gente en los pueblos para abrir las puertas."


Sobre la mazcarada o mascarada, sus elementos, recorrido y representaciones podemos recomendar numerosas páginas, fotos y vídeos, como los que aquí os presentamos, y el enlace de Asturgeografic (pinchar aquí)



Avanzamos pues cómoda y rápidamente en dirección a la iglesia pues justo detrás está, reiteramos una vez más, el acogedor albergue de peregrinos en el que vamos a pernoctar


El aspecto actual del conjunto corresponde, recordamos, a la última fase de la encomienda, cuando hacia finales del siglo XVIII se principios del XIX acometieron importantes obras de reforma integral que prácticamente hicieron desaparecer la estructura del antiguo cenobio medieval, que sería de origen románico, pues se sabe conservaría una portada de arco de medio punto


No sabemos en cambio, cómo serían las demás dependencias monásticas; con aquella reforma se hizo una gran casa en la que se supone vivirían el prior-comendador y los monjes, siendo además Ayuntamiento, cárcel y archivo


La iglesia, recordamos también, es de planta de cruz latina con ábside cuadrado, si bien la casa monacal anexa y la capilla lateral norte pequeña tienden a trastocar un poco la plena visibilidad de dicha estructura


Un muro de piedra, cerrado por portón tipo verja, cierra otro importante campo enfrente del templo, en el que también los aguilandeiros realizan sus cabriolas y posan para prensa y público. Si está cerrado, podremos sin problema desde aquí contemplar la estructura del viejo cenobio que pasó a ser parroquial y casa rectoral


Se suele hablar del secular camino de San Xuan de Villapañada hacia El Freisnu pero menos tal vez con el que va a Cabruñana, el otro secular paso al valle del Narcea y Cornellana (por donde se hizo la carretera Oviedo-Villalba o de Occidente, hoy N-634). Pero es que además de con su hospital de peregrinos, la Orden de Malta, como pasó a llamarse también tras reorganizarse en 1530 en torno a esa isla para defender el Mediterráneo occidental, tuvo vinculación, al menos durante un tiempo, con la malatería u hospital de leprosos allí existente


No se sabe quién fundo dicho Hospital de San Lázaro de Cabruñana para atender a enfermos de lepra y de otros males de la piel que se tenían por tal, pero sí que, en ese mismo siglo XVI en que la  de "un título de Don Frai Diego de Toledo, de la Casa y Hospital de Jerusalén, por el que concede facultad a Frai Diego Belez, para arrendar, vender (y) cambiar los bienes de esta malatería de Cabruñana. Su fecha 18 de Septiembre 1549", según documentación del Real Hospicio de Oviedo (donde se juntaron todos los bienes, archivos y enfermos que quedaban las malaterías acabando el siglo XVIII) aportada por J. Tolivar Faes en su libro Hospitales de leprosos en Asturias durante las edades Media y Moderna


Y es que además, esta Soberana y Militar Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta (SMOM), conocida más abreviadamente como Orden de Malta o Caballeros Hospitalarios, a veces como sanjuanistas, que en origen fue la Orden del Hospital de San Juan Bautista de Jerusalén, tuvo, además de esta encomienda, bienes en otros lugares del concejo, incluyendo Candamo pues formó parte de él hasta que se hizo independiente definitivamente en 1835, y Salas, pues "todos ellos dependían de la Encomienda de Villapañada, a la que también estaban agregados otros de la comarca de Babia (León)", dice Valdés Díaz; es decir, al otro lado de la Cordillera Cantabrica y en los accesos por el puerto de La Mesa y Camín Real de la Mesa


El antiguo cenobio mira precisamente al sur, hacia los puertos, por su lado meridional, al igual que a todos los accesos al viejo monasterio. Esta su fachada principal tendría muy posiblemente arriba las citadas celdas o cuartos de los monjes, la residencia y despacho del abad, archivo-biblioteca y ayuntamiento, mientras que abajo, además de la cárcel, habría cocinas, cuadras, cuartos para el personal de servicio, almacén, bodega y otras dependencias similares


Desde la tapia del campo de la iglesia también se contempla una gran panorámica al sur. Para variar, adjuntamos unas fotos en invierno, con el Aramo nevado


De la misma manera que en los pastos de los puertos de la Cordillera Cantábrica entre Asturias y León, los grandes pastos del Aramo se vuelven inhabitables en cuanto llega el otoño pues, dada su altitud, se cubren prontamente de nieve por lo que, aunque como se suele decir "ya no nieva como antes", el ganado ha de ser bajado al valle, de clima más suave, o incluso a los pastos de la marina o estabularse, como manda el uso de la trashumancia


Se atribuye al Aramo ser lingüísticamente un teónimo dedicado a la divinidad céltica gala Aramo-onis, así lo presenta el profesor Martín Sevilla Rodríguez en su obra Toponimia de Origen Indoeuropeo Prelatino en Asturias (Real Instituto de Estudios Asturianos, 1980). Se trata de un dios de los caminos o, más concretamente, de sus encrucijadas y es que, sus puertos son pasos naturales entre valles y por ellos discurren caminos, sin duda prehistóricos, que comunicaban el centro y costa central asturiana con la meseta. Escribe de ello el arqueólogo Fon S.P. en su web Ástures:
"El conocido coloquialmente como El Aramo tiene el nombre de un dios celta. Es una sierra de la montaña asturiana que se levanta imponente en el centro de la región. Sus estribaciones comienzan a apenas 20 km de la capital del Principado de Asturias, y se elevan hasta casi los 1800 metros de altura en el alto del Gamoniteiro. 
Un enorme accidente geográfico como este no pudo pasar desapercibido a los astures luggones, que vivían en los valles centrales de la Asturia trasmontana. Sus cumbres cubiertas de bruma ofrecen muchas tardes un paisaje espectacular. Las nieves lo cubren con bastante frecuencia durante los meses fríos del año, y de hecho es una fuente de agua potable, entre otras, para la ciudad actual de Oviedo. 
El nombre Aramo ha sido identificado como un teónimo. En la línea de explicar la toponimia sacra de muchas de las montañas astures a un lado y otro de la Cordillera. Aramo tiene un paralelismo en un nombre de un dios celta que nos llega a través de la epigrafía. 
Dice Martín Sevilla que Aramo, -onis sería una divinidad de culto local, que en la Galia acabó dando un nombre a una localidad (igual que Lugdunum p.ej.) 
La imponente muralla divide el centro de Asturias, y la vía de comunicación hacia la meseta corre a los pies de este espacio, sagrado en tiempos antiguos. Quizá es lo que significa Aramo, (bifurcación), ya que en la Galia adquiere ese significado, y Sevilla lo pone en el contexto del culto a los lares viales, tan típico del noroeste prerromano. No se olvidó su carácter en siglos posteriores. En él se ubica el Monsacro (el monte sagrado), que emparenta el espacio sagrado prerromano con el mundo sagrado de la monarquía asturiana. Una pervivencia presente en el paisaje actual."

La toponimia, no siempre ciencia exacta no obstante, le plantea otros posibles orígenes etimológicos, así el doctor Xulio Concepción Suárez en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana  (KRK ediciones 2001), sin desdeñar la opción anterior, propone su vinculación a la raíz del céltico ar-, ar-n con su variante ar-m, relacionado con valle y/o agua, según explica también en su blog con el artículo La voz Aramo:
"... palabra indoeuropea sería la que sirvió para designar El Aramo: la masa rocosa sobre El Sosechar, Los Pumares, Peral..., aunque extendida a toda la cumbre entre Quirós y Morcín. 
Martín Sevilla ha estudiado la voz detenidamente. Cita en principio el teónimo galo Aramo, lo que indicaría la presencia de esta cultura en nuestras montañas. El mismo autor recoge otras interpretaciones (Pokorny) de Aramo, a partir de una posible voz indoeuropea, reconstruida como *aramo, con el sentido de 'bifurcación de caminos', donde se rendiría culto a la citada divinidad. 
Y hay otras interpretaciones aún (prerr. *ar-m-, 'valle', conjunto de valles). El Valle de Aram (Pirineos) se interpreta como una redundancia por sucesión de culturas; en realidad, 'valle de valles', o algo parecido. O la del lat. aerāmen (‘objeto de bronce’), apoyada en que L’Aramo siempre fue lugar de yacimientos de cobre (Arias, Toponimia..., p. 751). Pero las minas de cobre de Teyeo, por ejemplo, se documentan con vestigios de varios milenios antes de los romanos, de modo que el monte ya habría de tener nombre asignado, por supuesto. 
Más tarde, la importancia del nombre La Cobertoria (la del alto y la del valle) habría desplazado, con el tiempo, al topónimo Aramo hacia el picacho inmediato, y por extensión, a toda la cadena que le sigue más al norte. 
En todo caso, se trataría de un primitivo culto a un lugar del monte próximo a los enterramientos hace unos años descubiertos en la necrópolis megalítica, localizada por toda la línea divisoria de Lena con Quirós: El Prau Chagüezos, La Campa los Fitos, La Cochá Cimera y La Mata'l Casar , Chan de los Fresnos.. (catalogados y excavados algunos). 
El Aramo designaría, en fin, el culto a una divinidad, en la bifurcación del camino que cruza todo el cordal en dirección al centro de Asturias: cordales hacia los valles de Riosa, Mieres, Quirós, Lena. O un conjunto de valles altos, los pequeños tollos, que siempre caracterizaron el monte y todo el entorno de L'Angliru ('lugar anguloso, con abundantes ángulos, esquinas, recovecos en el terreno). 
Hoy, L'Aramo (L'Aremu, para los más arraigados) es un conjunto de brañas a medias entre riosanos, morciniegos, lenenses y quirosanos: Espines, La Paradiecha, Los Veneros, Los Pumares, Los Fitos, Cuevas, Gamoniteiru, El Barriscal, Zanzabornín, Robles, Fompedrín, Vatsongo, Tresnona, La Gamonal, L'Angliru... Fue, y en parte sigue siendo, lugar preferido por el ganado en el verano, dada la calidad de sus pastos, y a pesar de la escasez de agua en pleno estío. Un puerto entrañable para los vaqueros y vaqueras tiempo atrás, como recoge la copla:
Adiós, Acebín del Vatse.
Adiós, Fuente Braña Vieya.
Adiós, puerto de L'Aramo,
Adiós, cabana cimera"

De la misma manera que a su izquierda el Monsacro o La Madalena está separado del Aramo por la collada de Viapará, a su izquierda la Sierra de Tene lo está por El Pando la Mortera


 Destaca desde aquí en ella el pico Airúa Naval, cuya altitud oscila según la fuente consultada entre los 1.413 m y los 1.422 m


La cota de nieve se hace más persistente en los picachos más altos, pero aún así más abajo el frío es intenso y las majadas del puerto de abandonan a la espera de la llegada de la primavera


Según se baja hacia el collado de Pan de Pan de la Forca, las peñas de El Mosquil (1.288 m) ya están más libres de nieve


Y escasos neveros en La Mostayal, salvo algunas manchas blancas en la pared norte, la más umbría, de su cima


En el Monsacro, por supuesto, también nieva, pero cuaja menos y la nieve se va mucho antes


Más al oeste y más cerca desde aquí se contemplan los montes por los que viene del Pedroriu o Sierra de Miranda el Camín Real de la Mesa, llamado aquí La Carril Vieya, comunicación directa de la encomienda con sus posesiones en Babia. A la derecha El Picu Tablas, en la Sierra Santa Mariña, por cuyas faldas de La Reguera y El Pueblu hemos venido desde La Venta'l Cuernu


Ahí tenemos La Venta y su importante encrucijada, con el camino que viene de Acebéu a la derecha, el que viene hacia aquí bajo ella y, arriba, la subida a El Freisnu por Ca'l Tico, antigua casa de artesanos caldereros


Sin duda, como el antiguo hospital, derruido, pudo haber otros elementos en este campo, como una gran panera, habitual en los monasterios por entonces, para almacenar el grano de hacer el pan a salvo del ataque de los roedores. Cuando se suprimió la encomienda la iglesia no parece haber tenido mayores reformas y la casa conventual tal vez no demasiadas, al menos exteriormente


La sobriedad neoclásica exterior no hace demasiadas concesiones a las filigranas ornamentales salvo el esquema que estamos viendo. Estas se plasman sobre todo en la fachada occidental de la iglesia


Arriba, un robusto campanario en forma de gran espadaña con dos huecos para dos buenas campanas, rematado en un frontón semicircular con una cruz en lo alto. Reparemos en las clásicas bolas herrerianas tan presentes en el arte español desde el siglo XVI


Un pequeño óculo da luz natural al interior de la nave y, debajo de él y sobre la puerta, una placa muestra la advocación del templo


Se lee en ella únicamente
PARROQUIA 
DE 
SAN JUAN

Y en la puerta, la cruz de Malta con sus ocho puntas, si bien se trata de un motivo moderno que rememora la vinculación de la Orden con el lugar


Pasamos al interior vemos su estructura en tres tramos con bóveda de cañón separados por arcos


Preside el altar un retablo, también moderno, con la imagen del patrón y, a los lados el Sagrado Corazón, la Inmaculada y otras tallas. Más a la derecha reconocemos la bandera de la Orden de Malta con su cruz. Fue entregada a la parroquia en un emotivo acto así noticiado por Lorena Valdés en La Nueva España del 2-6-2009 y titulado Villapañada iza su bandera:
"Sencillo y emotivo. Así fue el acto de entrega de la bandera de la Orden de Malta a la parroquia de San Juan de Villapañada (Grado), celebrado este fin de semana, y que sirvió para estrechar los lazos que desde hace siglos unen a la Orden con esta parroquia moscona. Esta cita religiosa y cultural, que contó con la presencia de tres miembros de la Orden de Malta y uno de la Orden del Santo Sepulcro, reunió a numerosas personas ligadas a este núcleo rural, que siguieron el acto con una mezcla de curiosidad e interés por conocer un poco más sobre sus raíces históricas. 
«Este acontecimiento supone para nosotros una honda satisfacción y nos llena de emoción la profunda carga religiosa, histórica y sentimental que entraña», afirmó Rafael Sainz de Baranda, delegado de la Orden de Malta en Asturias, en el inicio de su discurso. 
El Camino de Santiago, en su ruta primitiva por el interior, que pasa por esta parroquia, tiene una presencia fundamental y se puede decir que es la causa básica para la presencia de esta Orden hospitalaria. «La Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, hoy Orden de Malta, llegó a estos parajes a principios del siglo XIII y fundó la Encomienda de San Juan de Leñapañada, nombre con el que se conocía primitivamente este lugar, creando en un edificio anexo a la iglesia un monasterio y hospital de peregrinos, eje fundamental de sus actividades. La Orden estuvo instalada aquí hasta el año 1821, cuando por orden del Gobierno sus bienes pasan a formar parte del concejo de Grado», recordó Sainz de Baranda. 
Consecuencia de aquellos tiempos de atención y hospitalidad al peregrino es el albergue, que hoy se ubica en las antiguas escuelas de la localidad, y en el que en 2008 descansaron 1.587 peregrinos. 
En el ofertorio de la eucaristía, los Caballeros entregaron al párroco, Reinerio García, la bandera de la Orden, que sobre fondo rojo tiene una cruz blanca de ocho puntas, que simbolizan las bienaventuranzas. «Es un orgullo para esta delegación ofrecer esta bandera como recuerdo de los años de actividad de la Orden en este lugar», confesó el delegado de la Orden de Malta en Asturias."

Según nos dice la Wikipedia, al principio "los hábitos de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén eran negros, con una cruz blanca de ocho puntas (las ocho bienaventuranzas). A partir de 1259, los sanjuanistas cambian la sobreveste para la guerra por la de color rojo con una cruz blanca que cruza la vestimenta". En la entrada relativa a su bandera se cuenta además lo siguiente:
"El estandarte de los Caballeros Hospitalarios se introdujo en 1130, por orden del Papa Inocencio III, para eliminar la ambigüedad de los Templarios que usaban los colores invertidos. También se dice que la cruz de ocho puntas se originó en el siglo XII, bajo Raymond du Puy (al principio fue una cruz fourchée o cruz ancrée, y se convirtió en la cruz de Malta completamente articulada solo alrededor o después de 1500). 
Una bula papal de Alejandro IV en 1259 convirtió a la cruz blanca en el diseño que se colocaría en el manto de los caballeros. Posteriormente, el emblema fue adoptado como símbolo general de la Orden. En el tiempo posterior a la mudanza de los Hospitalarios a Chipre en 1291, el estandarte de una cruz blanca en un campo rojo ondeaba desde los barcos de su armada".

Escultura del Sagrado Corazón de Jesús, con un ángel a sus pies


Otro ángel similar al lado de la Inmaculada Concepción. Bajo ella un peregrino parece haber dejado su concha. Fijémonos más abajo en el medallón con la Cruz de Malta


De las tallas antiguas se destaca la de San Roque, santo peregrino (fue romero a Roma) vinculado con las rutas jacobitas y también abogado contra la peste, que él mismo padeció en su peregrinación, al detenerse a cuidar a los enfermos de la misma


Vemos aquí al santo en su iconografía habitual mostrando en la pierna las llagas de la peste, que un perro le lamía y curaba, a la vez que diariamente le llevaba una hogaza de pan que sacaba de la casa de su amo


Otra talla de especial interés es la de Nuestra Señora de Loreto, cuya capellanía figuraba entre los bienes de la encomienda situado dentro de este su coto, "que eran cinco fincas laborables y un castañeo", explica Fernández de Miranda. Su veneración está relacionada con Tierra Santa, origen de la Orden como hemos visto. Según la piadosa tradición, la Santa Casa donde nació la Virgen María, recibió el anuncio de la Encarnación del Hijo de Dios y vivió con Jesús y José, fue trasladada en 1291 de Nazaret a Tarseto, en Dalmacia (Croacia) para ponerla a salvo de la invasión de los mamelucos. Al principio los vecinos no sabían de qué se trataba pero la Virgen se le apareció a un sacerdote enfermo y le contó que aquella era su casa de Nazaret. El fraile sanó y propagó la historia.


Tres años más tarde se decide trasladar la Santa Casa, donde había además un altar con una estatuilla de cedro de la Virgen María con el Niño Jesús, al otro lado del Adriático, llegando a la italiana Ancona, donde se coloca en un lauredal, de ahí el nombre de la población, Loreto, que pasa a ser la advocación de esta Virgen. Posteriormente es llevada a un palacio y en el siglo XIV se construye un templo. Según la tradición el traslado desde Tierra Santa habría sido milagroso y realizado por ángeles, si bien se sabe sería transportada en algún barco de los cruzados, entre los que acaso habría algún miembro de la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan


Aquí está el interior de la capilla lateral septentrional que sobresale al exterior, con un altar dedicado a la Virgen del Carmen


Una imagen muy fácil de reconocer por los escapularios, sin duda el Niño Jesús también llevaba uno, símbolo por el que esta santa le dijo a San Simón Stock que los que muriesen con él no se condenarían


A los lados, sendas ventanas rematadas en arco de medio punto proporcionan luz natural al oratorio


En la misma capilla encontramos dos sepulcros...


Datados en 1913 y 1917 muestran que aún se hacían inhumaciones dentro de la iglesia en ocasiones especiales


Imagen con una jarra en la mano, ¿Santa Isabel?


Volviendo al exterior nos fijaremos ahora, en el coro, sobre la entrada. A la derecha una imagen de Santiago en su versión bélica matamoros resultado de la legendaria batalla de Clavijo, en tiempos de Ramiro I, en la que se decía se apareció el apóstol


Visitada la iglesia continuamos ruta hacia el albergue de peregrinos, sin duda con ansias de llegar. Fijémonos en la concha jacobea puesta en el muro de piedra que cierra el campo del santuario, mirando al camino


Si bien hemos visitado primero la iglesia lo normal es que los caminantes acudan más bien raudos a instalarse en el albergue y, una vez hecho esto, y descansado, si ha lugar y hay quien abra el templo, procederán a conocerlo sin prisas


Pasamos así ante su fachada norte, con dos poderosos contrafuertes que, soportando bien el peso de la pared y correspondientes a los arcos de separación de los tramos de la nave en el interior, nos recuerdan al arte gótico


Un poco más allá vemos por fuera la capilla septentrional que antes vimos por dentro. El muro de cierre del campo de la iglesia sigue también por este lado


Justo después ya vemos la antigua escuela, construida más o menos sobre el solar del desaparecido hospital de peregrinos, del que el actual albergue es digno sucesor. Estamos, recordamos en uno de los albergues históricos del Camino Primitivo, del los primeros que abrieron en él, en la década de 1990, tras el gran fenómeno que constituyó el Xacobeo'93 en la recuperación y señalización de las rutas jacobitas


Es pues uno de aquellos pioneros de la hospitalidad jacobea en el Camino Primitivo y, durante bastantes años, el único que existió, dedicado exclusivamente a los peregrinos, entre L'Escampleru, al poco de nuestra salida de Oviedo/Uviéu, y Cornellana, donde estaba, y sigue estando, el del monasterio


Aunque cuidado, arreglado y restaurado, el albergue público de San Xuan de Villapañada no ha cambiado mucho, por lo que es una oportunidad para conocer cómo eran este tipo de instalaciones que, en muchos casos como este, se 'improvisaban' buscando nuevos usos a antiguas escuelas rurales que ya no cumplían su función


Aquí hay muros y cimientos de lo que, se sospecha, fue parte del antiguo hospital en el que la Orden de Malta, o de San Juan de Jerusalén, alojaba a transeúntes, pobres y peregrinos


La escuela fue de las construidas en las primeras décadas del siglo XX y, tras caer en desuso con la concentración escolar aplicada a partir de la década de 1970, languidecía hasta que se decidió hacer de ella este albergue público de peregrinos


Uno de sus grandes alicientes es su ubicación, en un promontorio a unos 242 metros de altitud en la ladera occidental del Picu la Forca, con unas espectaculares vistas que pronto vamos a disfrutar. Sin embargo antaño, para muchos peregrinos constituía un redoblado esfuerzo acometer la cuesta que desde La Podada, saliendo Grado/Grau, implicaba llegar hasta él, cargando además con las bolsas de la compra de la cena


En la actualidad Domingo Duarte, el hospitalero, tiene una pequeña despensa a la que contribuyen los peregrinos que siempre dejan alguna cosa. De todas maneras y por lo común, quienes quieren hospedarse aquí, primeramente se suministran en alguna tienda o supermercado y luego suben a Villapañada para llegar a comer o. sobre todo, a cenar, apurando la etapa para pernoctar en este renombrado albergue de peregrinos

El albergue no tiene mayores complicaciones, es de una sola planta y se dispone en lo alto de la cuesta de un pequeño prado que hacía las veces de patio de recreo de los escolinos de antaño. Todas sus dependencia se disponen en esta su sencilla pero práctica y efectiva estructura rectangular, las habitaciones con la litera y la cocina-comedor con su frigorífico, despensa y demás dependencias, un lugar ideal para celebrar las cenas comunitarias


Se entra en el campo de la escuela subiendo por estas escaleras de cómodos peldaños, desde aquí ya nos sorprende el espectacular paisaje que se contempla desde esta verdadera atalaya natural



A lo lejos, en días despejados como este, se reconocen también muy bien las cumbres del Aramo, máxime en días soleados de invierno y tras una buena nevada en sus cimas, que destacan entonces con su manto blanco en la lejanía


En esta foto la nieve cubre totalmente el Aramo de norte a sur, incluyendo La Mostayal. A su izquierda, también con nieve, está el Monsacro. Más abajo tenemos El Carbaín y, poco más allá sube el Camino de Santiago entre El Cascayal y Acebéu, sobre el valle del río Moutas. Más allá El Xorru y La Sierra Arellanes. La nieve cubre también algunas de sus cimas y las de los montes de Proaza y Santu Adriano


Símbolos de los peregrinos históricos anuncian la entrada al albergue de Villapañada, donde tanto se aprecia el buen hacer de Domingo, el hospitalero

La concha, que identificaba a los romeros jacobitas, y sigue haciéndolo, diferenciándolos de los demás viajeros o de peregrinos a otros santuarios y lugares

Y la calabaza, donde se guardaba el agua, por lo que hacía las veces de cantimplora. Solía colgarse de lo alto del bordón. He aquí una completa descripción sacada de la Xacopedia:

"La calabaza formaba parte, junto con el bordón y el zurrón, del equipo básico y más característico del peregrino medieval y, en muchos casos, de los siglos siguientes. Su objetivo era mantener un suministro constante de aguavino o una mezcla de agua y vino que el peregrino recibía de algunas entidades asistenciales -como en el hospital de Roncesvalles- o adquiría por su cuenta. Para convertirla en recipiente, la calabaza se vaciaba de semillas y se ponía a secar a fin de que se endureciese su piel leñosa e impermeable. Se utilizaba la que lograba adquirir una marcada cintura central que facilitaba la sujeción. 
Gracias a su ligereza y bajo coste, la calabaza se convirtió en uno de los símbolos más reconocibles de la indumentaria de los peregrinos jacobeos. No se conservan datos sobre el origen de su uso en los caminos, pero partiría previsiblemente de la utilización previa para tareas domésticas y en las labores agrícolas. En algunas zonas de Europa, ciertos tipos de calabazas de corteza resistente se vaciaban de semillas, se dejaban secar y se adaptaban como recipientes baratos y muy prácticos para líquidos y otros productos, e incluso como flotadores. 
Existían otros recipientes también adecuados para el viaje, como las botas de cuero, pero resultaban más caros, por lo que el uso de la calabaza debió de generalizarse relativamente pronto, con el inicio de las grandes peregrinaciones medievales. 
 
La calabaza contaba con una parte superior menos ancha que la inferior, unidas ambas por una especie de cintura más estrecha que servía para amarrarla a alguna prenda del cuerpo, a la cintura o -como se representa en muchas imágenes históricas- a la parte superior del bordón. De acuerdo con la solidaridad que presidía toda peregrinación auténtica, la calabaza siempre debía estar dispuesta para ofrecer su contenido a otro caminante necesitado. Pese a esta evidente simbología, el Codex Calixtinus (s. XII) se centra en resaltar los atributos físicos y espirituales del bordón y el zurrón, y no la menciona entre la indumentaria del peregrino. 
Actualmente la calabaza se ha convertido en un souvenir que se vende sobre todo en Santiago y en otras ciudades y localidades del Camino Francés a los peregrinos y turistas, casi siempre amarrada a los bordones que con el mismo fin se ofrecen en las tiendas. El peregrino moderno prefiere casi siempre la cantimplora o en muchos casos simplemente pequeñas botellas de agua que van comprando, usando y tirando a la basura a lo largo de la ruta. Algún peregrino en busca de las esencias del pasado ha llegado a utilizarla de nuevo y ha alabado sus propiedades a pesar de las dificultades de adaptación en la indumentaria caminera actual. La pequeña y chocante botella de plástico es hoy, como decimos, la “calabaza” del peregrino moderno. Su incomodidad en este caso es visual."


Prados abajo admiramos el valle en esta foto de más avanzada la primavera. Por aquí bajan el arroyo El Reguerón por la derecha y El Regatu Ferreira o Ferreiru a la izquierda, en La Veiga, bajo las laderas del monte Llavayos


Luego el río resultante de la unión de sus aguas se dirige a la Villa de Grado/Grau, empezando a llamársele río Martín y atravesando su casco urbano (pasamos su puente al ir a La Podada), donde desemboca luego en el Cubia que, como el Nalón del que es afluente, forma este espléndido valle sobre el que destaca, al otro lado, El Cantu Guileiro una vez más


El albergue es propiedad del Ayuntamiento y fue su primer hospitalero Poldo, vecino que vivía en las casas de enfrente. Después de su muerte se ocupa de atenderlo Domingo, "que sube a media tarde, para informar con todo detalle a los peregrinos que lo deseen, sobre todo lo referente al Camino Primitivo, siendo un hombre muy hospitalario y muy conocedor de todo lo relacionado con la ruta jacobea", como explican en Wikipedia, donde se nos pormenorizan las características del lugar:

"Tiene una capacidad de 22 plazas. El local está distribuido en cuatro estancias; un dormitorio común donde se encuentran las literas, el baño, una sala y un salón comedor-cocina de uso libre, una máquina de autoservicio (con ensaladas, bebidas, tabletas de chocolate, etc.), frigorífico con un buen surtido de productos a disposición del peregrino, lavadora y secadora de pago, dos duchas con agua caliente, dos inodoros, botiquín y una terraza en el exterior con dos mesas donde observar las vistas del concejo. El albergue está abierto todo el año y el único requisito para usarlo, es ser peregrino con credencial..."


Del albergue, de Domingo Ugarte y de San Xuan de Villapañada el escritor Pablo Antón Marín Estrada publicó esta hermosa glosa en el periódico El Comercio del 14-2-2022 dentro de su serie A un paso del Camín dedicada a las rutas jacobeas asturianas:
"A un paso del Camín, las recias torres de la iglesia de San Juan de Villapañada se alzan al cielo como testigos en piedra de la larga tradición hospitalaria con la que han acogido a los peregrinos jacobeos durante siglos. El legado sigue aquí, al otro lado de los muros del templo, en el albergue municipal ubicado en las antiguas escuelas de la aldea. Domingo Ugarte, su responsable, además de hombre abierto, campechano y hablador, es un extraordinario guardián de la historia que atesora este lugar. Vecino de Rivielles, tomó el relevo del popular Poldo, que veló durante años por la atención a los caminantes y por el cuidado de las instalaciones. Su sucesor relata con todo lujo de detalles y de forma amena los orígenes de la hospedería. Nos desvela su vinculación a la Orden de Malta, también conocida como Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén, y apunta que el mismo topónimo de Villapañada viene del antiguo Leñapañada, en referencia al carro de leña que los aldeanos debían de pagar cada año al comendador sanjuanita.
Señala el recinto, cerrado por un muro de piedra, en el que se encuentra la iglesia y sobre el solar de la desaparecida alberguería, la casa parroquial, y evoca que allí había derecho de asilo, no solo a quienes peregrinaban, a cualquier persona que viniera a acogerse a él, incluidos los perseguidos por la justicia. Ugarte añade que el mismo Coto de San Juan fue territorio independiente con ayuntamiento, juez y cárcel hasta comienzos del XIX, el siglo hasta el que estuvo en funcionamiento el hospital. 
En Villapañada hay otros vestigios de su conexión al Camino de Santiago como la llamada Fuente de los Peregrinos, un manantial que saciaba la sed de los que llegaban aquí tras el duro repecho que conduce al pueblo y en el que recibían la primera muestra de hospitalidad del lugar. Los romeros actuales la obtienen de manos de Domingo nada más flanquear la puerta del albergue. 
En su interior hay suficientes botellas de agua fresca preparadas para los recién llegados y en la cocina el fogón dispuesto para que el de Rivielles se ponga el mandil si los huéspedes precisan un plato caliente para cenar. 
A falta de chigre en la aldea, el alojamiento cumple esas necesidades básicas y su cuidador incluso dispone siempre de algunas botellinas de sidra enfriando para invitar a los viajeros a unos culinos. 
No duda en hacerlo para que prueben nuestra bebida autóctona Norbert Lenz y Peter Korestian, policías jubilados de la ciudad alemana de Nastätten que siguen la vía primitiva a Compostela «por motivos espirituales y también como reto personal», como afirman mientras saborean la sidra del anfitrión. 
Salieron desde Oviedo casi con las primeras luces del día y acaban de llegar a San Juan cuando ya la tarde va enfilando su rumbo final. El hospitalero les señala en la distancia el hueco en el horizonte que ocupa la sede de El Salvador y luego, apuntando hacia la cumbre envuelta en neblina que parece guardarla indica a los teutones que allí está el Monsacro: «Es el Monte Sagrado donde estuvieron custodiadas las reliquias de la Arca Santa de la Catedral». 
Los peregrinos asienten con interés a las explicaciones del hospitalero que antes les había sorprendido pidiéndoles la guía editada en Alemania que consultaban en una de las mesas exteriores del albergue y mostrándoles en ella una foto suya de hace algunos años. «Todos los peregrinos alemanes traen esta guía y ahí estoy yo. Me conocen ya antes de llegar», comenta con retranca Ugarte. 
Norbert y Peter no son los únicos alojados esta tarde en el albergue. Con la espalda apoyada en la fachada de las antiguas escuelas, el burgalés Jorge García descansa a la sombra y con los pies descalzos mientras lee una novela de Carlos Ruiz Zafón. Cuenta que ya hizo dos veces el Camino Francés y que ahora decidió recorrer el Primitivo «porque tenía unas semanas de vacaciones y esta me pareció la mejor opción para disfrutarlas. Me gusta la tranquilidad, poder estar a mi aire y sin depender de transportes, hoteles, etcétera. Iré sin prisa, aunque procurando ajustarme a las etapas oficiales», expresa. 
Cerca de él, Jano Villanueva, de Valencia, escucha la conversación y se suma a ella, revelando que este es su cuarta peregrinación a Santiago y la segunda partiendo de Oviedo. «El Francés ahora mismo está sobrepasado de gente, se pierde toda la esencia. Aquí en el Primitivo aún se puede vivir una experiencia distinta», opina. 
Domingo el hospitalero sigue escanciando culinos y entre medias aportando nuevos datos sobre el pasado de San Juan de Villapañada. Por ejemplo, que siguiendo la ruta jacobea viajaban hacia Galicia los caldereros avilesinos de Miranda y que algunos acabaron asentándose en la aldea: «Hasta hace poco, todavía quedaban vecinos que sabían el bron, la jerga gremial de los xagó, como se llamaban a ellos mismos», explica. «Este fue siempre un lugar de tránsito y lo sigue siendo hoy gracias a los peregrinos», sentencia mientras apunta al camino que sale desde el albergue hacia donde ya comienza a ponerse el sol y está Santiago."

Y a la puerta del albergue nos recibe el ya tan renombrado Domingo Ugarte, del que también escribe, esta vez para La Nueva España, Sara Arias, a fecha 20-11-2014, cuando aún no había albergues en la villa de Grado/Grau:
"Desde que hace seis años sufriese un infarto, mucho ha cambiado en la vida de Domingo Ugarte. El susto le hizo ver las cosas de otra manera y también le animó a hacer el Camino Primitivo a Santiago de Compostela, algo que tenía en mente pero que por la falta de tiempo siempre estuvo aparcado. Pero el tránsito hacia la ciudad gallega guardaba mucho más para Ugarte, quien desde ese momento comenzó a ayudar al hospitalero del albergue de peregrinos de San Juan de Villapañada (Grado), Leopoldo, que a los tres meses falleció, dejando a Ugarte al frente de la posada. 
Ugarte hizo la ruta jacobea poco a poco. "Estuve un año de bajo y fui haciendo tramos, aprovechando el tiempo libre que tenía", recuerda Ugarte. El silencio del peregrino durante las etapas a Santiago cambió la perspectiva de Ugarte: "Te das cuenta de que no eres nadie, por mucho dinero o fama que tengas eres una persona que en un momento determinado va a desaparecer y aquí no queda nada porque nada es eterno". 
Mientras hacía etapas del Camino Primitivo aprovechó para ayudar al hospitalero de San Juan de Villapañada, que estaba enfermo y al poco murió. "El Ayuntamiento me propuso llevarlo y yo no tuve ningún inconveniente", señala, una labor que hace de manera altruista. Y no quiere nada a cambio porque la labor del hospitalero es "procurar el beneficio de los peregrinos, ayudarles en todo lo posible y orientarles para que lleguen a Santiago", explica.
Y eso que tiene que subir al pueblo todos los días porque siempre hay algo que hacer y "cuando crees que no va a venir nadie, llegan veinte", comenta. Cuando termina de trabajar con el camión, va directamente al albergue, a veces acompañado de su mujer, para "pegar una barrida, limpiar los baños y la habitación y ver si hace falta algo de comida y bebida". Unos alimentos que vende a precio de tienda para financiar y mantener lo que la gente consume. 
A las tareas diarias hay que sumar que Ugarte es un manitas y en cuanto puede, y su corazón se lo permite, se pone arreglar lo que haga falta, a poner un tendedero para la ropa o a cambiar la cocina porque "es muy importante que los peregrinos tengan la ropa seca". Y para sus pequeñas reparaciones aprovecha todo lo que se pueda. En ese sentido recuerda que cuando se hizo la reforma del albergue juvenil de Grado para convertirlo en la sede del grupo de desarrollo rural Camín Real de la Mesa aprovecharon algunas cosas, pero como era al principio de su andadura como hospitalero, "no me atreví a pedir más... pero había de todo". 
Sobre la iniciativa municipal de habilitar un albergue urbano en la villa, Ugarte dice que es una idea "estupenda" y se ofrece a asesorar a la persona que se ponga al frente. Eso sí, da un aviso a navegantes: "Que lo hagan en condiciones y que sea de peregrinos, no algo manipulado". Y es que seis años de hospitalero dan mucha experiencia y Ugarte tiene calado al personal: "No siendo en verano son todos peregrinos, pero en agosto siempre se mezclan con los turigrinos". Los turigrinos son personas que, dada la crisis económica, realizan sus vacaciones en el Camino a poco coste."


Enfrente es donde vivía Poldo, el antiguo hospitalero, en el camino que baja hacia la carretera general por El Caxón y es salida directa del pueblo hacia la N-634


Luego disfrutaremos un poco más de todas las vistas que desde aquí se divisan, así como de la animada tertulia en este ameno y acogedor 'espacio de socialización', como ahora se suele decir, punto de reunión y encuentro en el que los peregrinos tienen animadas tertulias e intercambian experiencias. Ahora vamos a encontrar acomodo en el albergue, visitando de paso su interior


Al dirigirnos a la puerta nos sorprende, en la fachada, una artística representación esquematizada de un peregrino con su calabaza en el bordón y, en la cabeza, su característico sombrero con la concha


"El albergue se encuentra a 800 metros del camino, a media subida al alto del Fresno; el desvío está bien señalizado", como bien advierten en la Guía Gronze. Ciertamente, subir al final de una jornada de caminata tras dejar una villa como Grado/Grau con todos los servicios era toda una prueba para los peregrinos de antaño, a no ser que durmiesen de hotel o pensión, incrementada aún con este considerablemente desvío, pero compensaba la suprema belleza de este paraje tan acogedor, tranquilo y solitario


Por ello, muchos peregrinos desean subir hasta aquí para percibir la esencia que transmite este lugar. Al entrar tenemos este recibidor y, al fondo, el cuarto de las literas, esto a mano derecha


Y a la izquierda hay cocina y comedor, como vemos ahora hay hasta máquina de refrescos y lavadora, pero antaño era todo más básico, ¡y bien que cumplió su función largos años!


Vamos a ir primeramente a la derecha, en dirección a las literas, pues los peregrinos suelen gustar de acomodarse y luego explorar el entorno


A la derecha y al pasar por el recibidor, una estantería con libros nos ofrece varios tipos de lecturas, sobre todo de temas asturianos


Y muebles-expositores de folletos y publicaciones con información, por lo general del mismo Camino, pero también del concejo y de Asturias en general


Prensa, mapas, revistas, e incluso prensa que puede dejar algún peregrino


En cuanto a los libros de la estantería, un cartel nos advierte que son solo de consulta y pide que "Por favor, no te los lleves y así podrán disfrutarlos otros peregrinos. Gracias y felices lectores."


Y que no se nos olvide, a la izquierda de la entrada al cuarto de las literas tenemos el acceso a los baños, donde están el botiquín y la entrada las duchas, que tanto reconfortan a los sufridos caminantes... y bicigrinos


Arriba, el escudo del concejo con una imagen del Salvador a la izquierda y de Santiago a la derecha, y es que, como se dice por toda Europa desde la Edad Media, "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor"


Y en la pared, un tablón de anuncios


Avisos, postales, fotos, cartas, estampas, recuerdos...


Cartel dedicado a las peregrinaciones...


Domingo nos acomoda en la correspondiente litera, que se disponen formando pasillos en lo que fue el aula de la vieja escuela


Como en la cocina, varias ventanas proporcionan abundante luz natural al interior, aunque siempre impera una cierta umbría que puede acompañar al sueño reponedor de algún peregrino que llega derrengado


Y es que, en los albergues, a cualquier hora puede haber alguien durmiendo, descansando o meditando en silencio con sus cosas, por eso, una vez con la litera asignada, nos dirigimos a los 'espacios de socialización' destinados a este cometido, empezando por el interior, con su cocina-salón-comedor, donde nos sentiremos como en casa


En una viga del techo algunos peregrinos dejan con sus banderas constancia de su procedencia, así como en el mapamundi de la pared, entre las ventanas del fondo


No tendría que haber problema para sentarse, pues son numerosos los bancos y sillas dispuestos por toda la sala. A la derecha, un mapa de Asturias y otro tablón de anuncios


Si bien la norma es que en los albergues públicos los peregrinos han de contribuir a dejarlo todo impoluto, tal y como lo hallaron cuando llegaron o incluso mejor, Domingo Ugarte es evidente se desvive por los romeros que aquí llegan y lo cuida con la máxima pulcritud


Hay hasta flores en la mesa, en días de frío o lluvia que no apetece tanto estar afuera se ha coseguido hacer de este un rincón bellamente atractivo...


Fregadero, lavadora, vitrocerámica, muebles de cocina y una buena nevera, con buenas botellas de vino y sidra sobre ella


Gran mapa de Europa, donde podremos explicar también nuestro lugar de origen


Volvemos al exterior, se nos olvidaba destacar que, en la puerta y como es lo pertinente, está el teléfono en el caso de que el albergue esté cerrado


Ahora, conocido el interior, vamos a contemplar el exterior, empezando por el prado de la escuela, donde se disponen varias mesas y bancos de madera



Si el tiempo invita, puede comerse aquí admirando estos hermosos paisajes, aquí hacia el norte-nordeste, con el monte o Picu Llavayos


Allí reconocemos el pueblo de Picarosu, en la parroquia de Castañéu. A la izquierda es El Picu Peñalba, ya mencionado, paso al vecino concejo de Pravia y, a la derecha El Picu la Uz (359 m), frontera de concejos, que en el mapa del Instituto Geográfico Nacional aparece como Laud, aunque no tiene nada que ver con dicho instrumento. En la zona han sido hallados restos de fortificaciones de la Guerra Civil, como en gran parte de los montes de esta zona en la que el frente permaneció más de un año


Y dentro de Picarosu esa es la parte conocida como La Casona, más arriba está La Quintana


El monte Llavayos por su falda occidental, casi toda ella plantada de eucaliptos destinados a las fábricas de celulosa. Hay también praderías y algunas matas de arbolado autóctono


En medio del valle se reconoce perfectamente bien Grado/Grau, la capital del concejo; a su derecha el Camino de Santiago ha subido por la loma de La Podada hacia Acevéu por La Quintana, La Barrera y El Cascayal


Y por abajo, por el profundo valle del río Ferreira sube a San Xuan de Villapañada el otro viejo camino que tuvo señalización oficial, el que viene por La Barraca y el antiguo puente y capilla de Santiago, cuya fiesta fue trasladada a la villa moscona en 1852 y hasta hoy sigue en nuestros días. Sen dice que antaño el campo de la feria empezaba en la misma población, pues a lo largo del camino se iban instalando puestos sucesivamente hasta llegar al campo de la feria de Santiago y romería de Santa Ana


Hemos de recordar que no se sabe a ciencia cierta la razón de porqué se llama moscones a los habitantes del concejo, desde que eran los disparos de la batalla de Peñaflor contra los franceses en 1809 'que pasaban como moscones', sin embargo lo más plausible parece se deba a Suero Mosca, señor de buena parte de este territorio en tiempos de Alfonso VII, cuando estas eran las vegas de Prámaro. La fundación de la villa de Grado/Grau llegaría tiempo después, en el siglo XIII, con Alfonso X El Sabio y, en torno a la misma, se articularía un territorio o alfoz, germen del actual concejo


Aquellas poblaciones, con fueros y carta puebla, eran fundamentalmente una 'ciudad mercado', con sus derechos de comercio y protección de gentes y mercancías, así como sus correspondientes tributos, pero fuera del vasallaje feudal y dependiendo directamente del Reino, de la Corona por lo que, qué mejor que hacerlo en este valle en el que se cruzan el camino a Galicia, Camín de Grao, con el Camín Real de la Mesa, que viene del puerto de este nombre, en la cordillera, uno de cuyos ramales comunicaba directo con la capital asturiana por este lugar


Y, nacida pues con el Camino, la villa, oficialmente Grado o Grau pero acaso más extendidamente Grao, contó con diversas instituciones de gobierno, laicas y eclesiásticas, y su hospital de peregrinos, el de Nuestra Señora de las Candelas; soportó los intentos de devolverla a la órbita señorial, incluso a costa de su incendio, y su carácter estratégico hizo de ella una gran cabeza comarcal, pero también apetecida por todos, desde la nobleza guerrera terrateniente a los monasterios, las tropas napoleónicas que la saquearon o los bandos contendientes de la Guerra Civil, pues en sus inmediaciones permaneció el frente más de un año


El antiguo Camín de Grao  Camín Francés o Camín Real de Galicia fue sustituido por la carretera general que, a partir de 1939, fue llamada N-634 y, desde los años 2007 a 2012, se hizo, por tramos, la A-63 o Autovía Oviedo-La Espina, que atraviesa el valle de este a oeste y vemos en la distancia


De la villa moscona únicamente reconocemos en realidad una pequeña parte, el barrio El Casal y sus aledaños, zona de expansión urbanística a lo largo de la carretera de Yernes y Tameza


Poco más allá y al otro lado del Cubia es La Mata, en cuya iglesia de Santa Eulalia o Santolaya se encuentra, como ya hemos dicho, el sarcófago de piedra de Santu Dolfo, Ataúlfo, el obispo de Iria Flavia (Santiago de Compostela) que, según cuentan la tradición y la leyenda, murió de regreso a Galicia tras someterse a una prueba, llamado por el rey Alfonso III El Magno, tras ser acusado de sodomía y de querer entregar Galicia a los musulmanes, de la que salió bien librado, pues agarró por los cuernos y amansó a un toro bravo al que se tuvo que enfrentar


No es un paisaje demasiado distinto al que hemos ya visto para llegar aquí desde La Venta'l Cuernu, pero sin duda, ya acogidos en el albergue, disfrutaremos de él ahora muchísimo más, sobre todo si tenemos la suerte que Domingo Ugarte nos explique algo sobre él...


La larga loma del Cantu Guileiro se prolonga por El Picu la Robla, Monte los Pinos, El Monte'l Chintu y otras alturas cerrando por el este valle del Cubia en su confluencia con el Nalón


Y ahí reparamos nuevamente en el Naranco, Monte Naranco o La Cuesta Naranco, con el prominente 'cuerno' de La Peña Llampaya (561 m), a cuyos pies pasábamos por las aldeas de Llampaxuga y Lloriana tras salir del casco urbano ovetense por La Florida y Paniceres


No pocos peregrinos han empezado su jornada saliendo de la Sancta Ovetensis con las luces del amanecer, por lo que lo normal es que lleguen aquí bien pasada la tarde, en no pocos casos bastante extenuados, tanto por los casi treinta kilómetros andados para llegar hasta aquí como por esta subida final desde La Cruz de Grado/Grau por La Podada


También desde el campo del albergue, donde los escolinos de antaño salían al recreo, en días especialmente despejados y, mejor al sol de la tarde, como en esta foto, la perspectiva y el campo de visión puede abarcar un grandísimo territorio


Aquí tenemos de nuevo gran mole caliza de Peñamayor, que se alza sobre las cabeceras de los valles Nora y Piloña (al norte, a la izquierda) y Nalón (al sur, a la derecha) y cuya cota más alta es La Triguera (1.293 m)


Y aún muchísimo más allá reconocemos perfectamente otra vez los dosmiles del Cornión, La Peñe o La Peñesanta, Peñasanta o macizo occidental de los Picos de Europa, donde la caliza clara destaca y más con los neveros de las nevadas. La Peñesanta propiamente dicha llega a los 2.596 metros de altitud


Vamos ahora desde aquí a volver la vista más cerca, a nuestra inmediatez al pie de este prado, para seguidamente mirar al sur...


Foto de invierno desde este albergue, cuando los árboles desnudos nos permiten ver el trazado del Camino de Santiago por donde acabamos de subir, por Acebéu y sus barrios, a lo largo de esta suave colina alomada y muy verde, a la que ilumina el sol. Poco más allá baja a Grado/Grao, por El Monte'l Pintu, El Xorru y Picalgallu, el sendero de gran recorrido GR 101, el Camín Real de la Mesa, que fue el más importante acceso entre el centro Asturias y la meseta en la antigüedad, al ser el que primero se libraba de las nieves del invierno


Este trazado habría sido el principal al menos desde que Alfonso II El Casto estableció en la antigua colina de Ouetus su capital, sino antes. Pero se sabe que otro ramal continuaría por las crestas de El Freisnu a Cabruñana, camino de Pravia, capital fluvial-costera con puerto amparado por la Ría del Nalón, desde la Flavionavia romana y capital con Silo y Adosinda, y acaso con Mauregato y Bermudo I


Otros ramales irían por el valle del Trubia, al pie del Aramo, o por los montes de Teberga y Proaza que cierran dicho valle por el oeste, por donde discurre el GR 101.1, variante del anterior, del que se separa en Campo Cueiru y va a Santu Adriano, también en el valle del Trubia. El Camino entraría en términos ovetenses por Caces, donde pasaría el Nalón. Castros y castillos guardaban toda esta antiquísima red caminera que sin duda existiría ya desde la Prehistoria, mejorada durante la romanización y el medievo, sendas de trashumancia, peregrinación y arriería, que enlazarían con otras, como las de, muy importante Puertu Ventana


Sobre valles y caminos destaca la Sierra de Téne en Quirós, con los 1.413 m de altitud de su cota cimera, L'Airúa Noval, a cuyos pies discurre el GR 106 Ruta de San Melchor, otro antiquísimo camino de los puertos que era el que empleaba Melchor García San Pedro, San Melchor de Quirós, el único santo asturiano, desde su aldea natal quirosana de Cortes para ir a Oviedo/Uviéu


Otra ruta es la llamada el Camino de las Reliquias que sube Ventana desde Babia y prosigue por el valle del Trubia y sus serranías dando siempre vista al Aramo, la grandiosa montaña central asturiana, que se extiende de norte a sur desde la Cordillera hasta la confluencia de los ríos Trubia, Caudal y Nalón, atalaya sobre la Sancta Ovetensis


Allí, el paso de Pan de la Forca es el que sirve para que alguno de esos caminos, muchas veces milenarios cruce el Aramo o, como dicen pastores y naturales, El Puertu l'Aramo, desde la quirosana Pedroveya hacia Morcín y el valle del Caudal


Y al oeste del Aramo, el Monsacro, cuyo pico más alto es El Ciutu Rumiru (1.060 m), referencia a los romeros que a él suben y a las romerías que se celebran en sus campas cimeras desde tiempo inmemorial, majadas en las que están las capillas de Santiago y La Madalena, la primera la del milagroso Pozu Santo Toribio, del que se dice fue donde se guardaron las reliquias del Arca Santa  


Vídeo de las vistas desde el campo del albergue de San Xuan de Villapañada...


A la izquierda del albergue y antigua escuela hay además un pequeño pasillo que nos permite acercarnos a la parte de atrás


Aquí está la parte posterior de la Casa Rectoral, en lo que fueron dependencias monacales de la Orden de San Juan de Jerusalén, que se establecería aquí atraída también por el flujo de peregrinos a las reliquias procedentes de dicha ciudad de la que llevaban su nombre. No olvidemos que no pocos romeros se desviaban en León del ahora llamado Camino Francés para venerarlas y luego proseguían a Santiago por aquí, y otros emprendían el camino de vuelta a casa desde Santiago regresando por la Sancta Ovetensis, pasando pues también por esta ruta


De vuelta a las mesas y campo delantero del albergue de peregrinos seguiremos encantados con la hospitalidad del lugar y de Domingo Ugarte, contemplando estos sublimes paisajes y recuperando fuerzas para acometer la subida a El Freisnu, regresando sobre nuestros pasos al cruce de La Venta'l Cuernu
















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