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La Llorea, Colunga, camino de El Conyéu |
Al oeste del valle del Ríu Llobones, el Camino baja desde La Venta Peón, al sur de Sales, hacia La Llorea, campos llanos en esta preciosa vega verde, tras dejar atrás la villa de Colunga, capital de este concejo, y emprender la ruta a Villaviciosa, a unos 15 kilómetros de aquí, en un trayecto en total de 17 kilómetros y pico entre ambas poblaciones de la llamada Comarca de la Sidra
Ante nosotros, al sur, los montes de Pis, en la parroquia de Pernús, a la que también pertenece El Conyéu. El Camino serpentea por el valle, perdiendo altura, para dirigirse al paso del río por El Puente la Llorea, topónimo relacionado con lloreos, laureles, tan abundantes en la vegetación, formando setos naturales o sebes, junto con otras plantas, árboles y arbustos
Atrás ha quedado La Venta Peón, donde una casa en el cruce guarda el testigo de lo que fue aquella antigua posada caminera que dio nombre al lugar, donde paraban arrieros, ganaderos, pastores, peregrinos y todo tipo de viajeros de este Camín Real costero, ahora ensanchado y asfaltado como carretera local CL-1
Si bien los peregrinos usaban también las ventas, por lo general solían preferir pernoctar en las obras pías pensadas para ellos especialmente, los hospitales, por entonces en el sentido de hospedería para pobres y romeros más que como sanatorios. En este sentido es fácil que desde el de Santa Ana en Colunga, cuya capilla se conserva, se dirigiesen al de Sancti Spiritus en Villaviciosa, donde ahora están las escuelas graduadas y al lado de la iglesia de Santa María de la Oliva
A nuestra izquierda se extiende El Prau Colunga, gran llanura de este valle del Llobones que fue aprovechada como pista de hierba para aviones de combate durante la Guerra Civil, el célebre Aeródromo de Sales, del que tanto hemos comentado también en la entrada de blog correspondiente al tramo anterior del Camino, saliendo de Colunga por La Calzada
Si bien se conservan algunas construcciones del mismo, ocultas entre arboledas, nada advierte ni nada anuncia que aquí estuvo esta histórica instalación de la aviación republicana, la cual prestó servicio hasta los terribles bombardeos de octubre de 1937, que afectaron también a la villa y las aldeas del contorno, dejándolo inservible apenas un par de semanas antes del desmoronamiento definitivo del Frente Norte con la caída de Asturias
Aunque se inició la construcción de un hangar subterráneo cuyos restos también se conservan, este nunca llegó a acabarse y los aviones eran escondidos bajo los árboles para que no fuesen vistos por los pilotos enemigos en misiones de ataque o de reconocimiento
A lo lejos, el Sueve o Puertu Sueve como suelen llamarlo pastores y vecinos, o más sencillamente El Puertu o El Monte, es otra referencia geográfica y visual que va quedando también atrás según avanzamos del oriente al centro de Asturias, pero va a seguir siéndolo aún en bastantes puntos del recorrido, hasta incluso pasado Avilés, por lo que seguiremos hablando y contando de esta totémica montaña, que antes se pensaba debía su nombre a asentamientos suevos pero que más bien parece referirse a Iove o Iovis, el Júpiter romano divinidad del rayo y la tormenta y padre de los dioses, al aparecer mencionado en la documentación antigua como Sove
Más cerca, los montes de la vecina parroquia de La Riera, como La Viña, donde asoma el tejado de una casa sobre la colina, y, más allá, La Rozada, en Peandi y sobre El Valle, barrios de esta parroquia cuyo nombre es equivalente a ribera, la del Ríu Lliberdón o Ríu Rozaya, al que dará sus aguas el Ríu Llobones o Llovones, cuyo curso podremos reconocer en la fila de árboles de su vegetación ribereña, sita abajo en primer término. Más a lo lejos a la derecha es El Picu Cotariella (485 m) en Fanu, parroquia de Lliberdón, acceso al Altu la Llama, límite occidental del Sueve y paso a Piloña por
Borines
Entre las estribaciones más occidentales del Sueve reconocemos La Peña la Seblimbe (881 m) y El Picu Ovines (889 m), estos en Piloña y, más a la izquierda, El Picu Maladín o Les Peñes del Maladín (996 m), frontera entre Piloña y Colunga, y de nuevo en Piloña, El Picu la Múa o La Salgar (1.021 m). Desde La Llama una pista sube a La Mayá d'Espineres, majada donde todos los años se celebra la
Fiesta del Asturcón, con el marcaje de los potros de esta especie caballar autóctona
Más a la izquierda, por el Altu la Palomera, Cuetu Palomberu o Espina Barbú (1.041 metros) y El Picu Fontanielles (1.063 m) ya damos paso a las cumbres cimeras de El Puertu, si bien con una cierta confusión en cuanto a la ubicación exacta de algunas cumbres, sobre todo en el citado Picu o
Cuetu Fontanielles, cuyas sucesiva serie de cumbres han hecho que en ocasiones se confunda con Peñalichar o Peñallechar (1.037 m), siendo especialmente grave el caso del mismo IGN o Instituto Geográfico Nacional, cuyos mapas oficiales han ocasionado que se repita el error en muchos mapas más, así como en blogs, guías, libros y demás publicaciones
El Picu Fontanielles es el tercero en altura del Sueve, mientras que el segundo, El Picu Murieñu o Miruellu (1.138 m), cuya cumbre asoma más atrás, es el segundo, ya en términos del vecino concejo de Parres
Más abajo es El Foyón, gran hoyo u hondonada como su nombre indica, vertiginosa caída hacia el profundo valle del Ríu Lliberdón, cuyas fuentes brotan en las entrañas de la montaña, así como la de alguno de sus primeros afluentes, como La Riega los Moros o La Riega Carrandena
Más abajo de Fontanielles, al pie del Cuetu la Perezosa, nacen Las Riega d'Ordiales, La Riega Ablanéu y La Riega Gumial, las cuales formarán abajo El Ríu Carrandi que luego, según reciba más afluentes, será llamado La Espasa, desembocando en la playa de Este nombre, donde hace de frontera entre Colunga y Caravia, por cuyo puente y venta hemos pasado también siguiendo el Camino de Santiago del Norte
Es curioso saber que el investigador y estudioso
Braulio Vigón quería ver el origen del nombre de la sierra en sus minas, explotadas desde la prehistoria, buscándolo en el indoeuropeo-céltico, para lo que planteó la posibilidad de la palabra sánscrita
shulva, cobre, que como el hierro es abundante en este emblemático monte
Más abajo de Peñallechar es La Viesca Ordiales, que se extiende hacia Cordobana y su cueto y campera, donde hubo un pescadero de caballos asturcones. Abundan los tejos, acebos y espineras
Allí están El Cuetu Córcovu (804 m) y El Foyu los Gatos, zoónimo que puede relacionarse con la existencia antaño de gatos silvestres o monteses,
gatu algaire o
Felis sylvestris
En la cima, Les Corripes (1.114 m), divisoria de Colunga con Parres, si bien se ha extendido entre los mapas y los montañeros la forma Les Corripies, Inaciu Hevia Llavona, en su estudio sobre la toponimia de la parroquia de
Gobiendes, afirma que el topónimo auténtico es Les Corripes, que hace referencia a corros o cercos de piedras, en este caso para el ganado en estos pastos altos
Y a la izquierda de Les Corripes El Picu Pienzu, con 1.161 m de altura y el más alto del Sueve, si bien otras fuentes le dan un metro menos o dos, si bien popularmente se ha extendido que es una de las mayores alturas de España, de Europa y del mundo en relación a su corta distancia con el nivel del mar, esto ha sido puesto en entredicho
Al pie del Sueve y en El Foyu Córcovu está La Fuente la Texuca, que abastece los bebederos o abrevaderos de ganado que hay en esas praderías y bosquetes
Se reconoce bien en la distancia La Cruz de Pienzu, metálica, la última de una serie de cruces, las primeras de madera, que fueron colocándose desde que los
hermanos Victorero de Llastres, emigrantes a ultramar, sufragasen la colocación de la primera el 25 de septiembre de 1914 en señal de promesa por haber conseguido escapar de la
Revolución Mexicana, que había estallado unos años antes
La Parea Pienzu, en su vertiente norte, subida directa y muy dura. La mayor parte de los montañeros y excursionistas suelen subir por El Fitu, donde dejan el coche en la carretera, al lado del famoso mirador, y por las majadas de El Bustacu y Mergullines acometen la cuesta por su cara sur, la vertiente parraguesa
Poco antes de la cima está El Ventanón, por su lado oeste, desde donde se divisa, al sur, una magnífica vista de los valles del Piloña y Alto Sella, hacia los Picos de Europa
Al costado oeste Cocones o El Cobayu Cocones (1.080 m), terrenos de abundantes
foyos u hoyos, algo de boscaje o
viesca y una laguna artificial de agua de lluvia y nieve que suele aguantar con bastante nivel de suministro para el ganado durante el verano
Más abajo, una pequeña fuente es la de Llambiperros, en Cordobana, donde la que los perros de los pastores lamían su escasa agua, de ahí el topónimo, y se refrescaban
Picu Bustriscosu o Bustrescosu (704 m), quesegún Hevia Llavona suele aparecer erróneamente como Busfrescosu. Más allá y a la izquierda del Picu Pienzu reconocemos El Cuetu les Duernes (1.059 m) con su campera homónima
A continuación, El Sellón o Cuetu'l Sellón (1.027 m), es realmente la altura del Sueve superior a los mil metros más cercana al mar, a sólo 4,5 kilómetros del arenal de La Espasa en línea recta. Entre este y el de Les Duernes se extiende, ladera abajo, La Viesca Grineldos o Grinaldos, que debe ser el bosque más grande de la serranía, con acabos, avellanos, tejos, espineras y sauces
Un poco más bajo y alejado pero fácil de identificar es El Picu Babú (929 m), también llamado Los Foyos y Los Cuervos, a donde antiguamente subían los mozos y las mozas de Caravia a
"ver bailar al sol" la mágica alborada de San Xuan, surgiendo sobre las aguas del mar
Ahí en su falda norte está La Campera Babú, pastos ganaderos con fuente y abrevadero. Por ahí se tumbarían las mozas de Borines que, según la tradición, se revolcaban desnudas al amanecer sanjuanero prado abajo al atribuirse virtudes curativas y salutíferas al rocío o
rosada de esa mañana
A la derecha del Sueve la Siera del Fitu viene a considerarse su prolongación NE hacia el mar. Las colinas de La Riera nos la tapan menos dos alturas muy significativas
Estas son, a lo lejos, el Picu Gobia o Cantiellu (538 m) y a su derecha El Picu Bustronci (535 m), frontera de Caravia con Ribadesella/Ribeseya. Fijémonos también aquí cerca en el gran desmonte para hacer la caja de la Autovía del Cantábrico. Ahí, bajo la Estación de Servicio Colunga Mar, está el malogrado hangar subterráneo del Aeródromo de Sales
Tras pasar revista al Sueve continuamos nuestra bajada a La Llorea, haciendo el Camino, o carretera CL-1, una curva bastante cerrada a la izquierda seguida de otra a la derecha
Si bien este trayecto será en buena parte por asfalto hasta Priesca, ya en Villaviciosa, es indudablemente muy pintoresco, el escritor, especializado en el Camino de Santiago, historiador y peregrino
Antón Pombo, no duda en escribir en su famosa guía del
Camino Norte:
"El adjetivo bucólico le viene bien a esta etapa, que discurre por el corazón de la comarca de Sidra, de la que forman parte los concejos de Colunga y Villaviciosa. Valles fértiles y húmedos, ocupados por pumaradas y bosques de castaños, alimentan los lagares y fábricas de sidra, la bebida asturiana por excelencia"
Para percibir todo ese verdor de estos valles "fértiles y húmedos", una foto del mismo lugar en primavera temprana
Avanzando el verano los campos se agostan, se tornan más pardos, tanto que "a veces parece Castilla" según nos dicen, "sobre todo ahora que parece que llueve menos"
Por el monte de enfrente viene La Riega Pis, pasando bajo el pueblo de ese nombre, ya en la parroquia de Pernús, afluente del Llobones, al que da sus aguas a pocos metros de aquí, en las inmediaciones del Puente la Llorea, hacia donde nos dirigimos
El topónimo Pis es fácil que tenga que ver con pisón, molino que se empleaba para quitar el cascabillo del grano de escanda, y por lo tanto de pisar, procedente del latín piso, con acepción de mortero. Pernús, nombre de la parroquia, puede ser un antropónimo, Bernutius o Pernosus, un antiguo posesor de época romana o altomedieval
Ya caminando en llano por El Prau Colunga y junto a la que fue la pista del aeródromo, llega la curva a la derecha. Aunque el tráfico suele ser muy escaso la carretera es buena y ancha y los vehículos pueden pasar a cierta velocidad. Extrememos la atención y precauciones especialmente en los lugares de escasa visibilidad, como esta curva
Unas barandillas señalan el paso de un puente, pero no es el del Ríu Llobones aún, sino otro sobre una acequia o canal. Según el plano que publica, dentro de su estudio histórico de este campo, Roberto Pando Rozada, Investigador del S.A.D. (Ministerio de Defensa) en
Ícaro, boletín informativo de la Asociación de Aviadores de la República, estaríamos en este lugar dentro de las antiguas dependencias de aquel improvisado aeropuerto militar, del que dice esto:
"...es el aeródromo de la guerra civil mejor conservado de todo el norte de España, y probablemente junto al de la Cenia, en el Mediterráneo, el mejor conservado de España. De este aeródromo se conservan la pista de aterrizaje en un 80%, las oficinas administrativas, talleres y alojamiento de tropa, además de una plataforma de hormigón destinada probablemente a artillería antiaérea."
No obstante, y salvo que estemos enterados de antemano, nada hace sospechar al que pase por aquí de su existencia, no siquiera alguna placa informativa
Una casa solitaria en medio del valle, entre prados y pumaradas. De frente, a lo lejos y a su derecha, El Monte Llovones o Llobones (206 m), más bien lo segundo posiblemente, con b, pues parece un aumentativo de llobos, lobos, especie que siglos ha poblaría algunas de estas colinas
Allí se unen, a sus pies, La Riega Pernús y La Riega Castiellu, formando El Ríu Llobones. A su derecha se recoconocen las praderías de El Terreru, paso natural hacia Priesca por El Conyéu y Beldréu
El Camino Norte o de la Costa va apartándose de la primera línea litoral, tomando rumbo sur-suroeste, una forma de ir salvando también la Ría de Villaviciosa, que veremos pasados Pernús y La Llera, pasando ya al concejo vecino
A la izquierda, La Cruz de Beldréu con El Colmenaón (251 m) cerrando el collado por el sur. No obstante, monte arriba existía otro antiguo e histórico camino por Villascusa
En esta foto primaveral reconocemos mejor El Conyéu, que parece estar relacionado con
cuenya,
cueña, cuaña y similares,
"paso del camino entre peñas" nos dice el estudioso
Julio Concepción Suárez,
Xulio, en su libro
Diccionario Toponímico de la Montaña Asturiana. También podría ser parte de una raíz
con, del indoeuropeo
kon, colina. Mientras,
Xosé Lluis García Arias, filólogo y toponimista, se decanta, en
Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos por el latín
concham, concha, vasija, dada la forma del terreno, en hondonada o valle, así como su diminutivo
conchulam
Aunque no vemos el río su curso fluvial se reconoce fácilmente por la frondosa arboleda de sus orillas, que se extiende linealmente por su ribera, viniendo del monte
El aeródromo estaba pues rodeado completamente de montes, cuetos y colinas. Aquí a la izquierda parece haber estado uno de sus accesos
Nosotros seguimos de frente por otra curva, muy cerrada, de la carretera. Al otro lado del boscaje está el río, por lo que en este momento estamos pues caminando en paralelo a él, si bien en sentido contrario a su corriente
En la siguiente curva está El Puente la Llorea, justo nada más cruzarlo entraremos en el túnel bajo la autovía y empezaremos a subir
Al norte
Llue, otro pueblo y parroquia colungueses, con sus barrios y lugares extendidos a lo largo del antiguo camino de Colunga a Villaviciosa que por Sales se dirige a La Venta'l Probe, otra histórica alternativa caminera de antaño que se unía, en esa venta, con otro ramal procedente de Llastres
El camino sube desde Sales por El Castillu y Les Llindes a La Cuesta Llue, bajo El Cantu, La Gobieta y La Espinera. En La Cuesta están los apartamentos
Al Llagar, en una antigua quintana asturiana rehabilitada
El barrio de La Cuesta, relativamente apartado de la parte alta y más poblada, aparece mencionado por primera vez en el siglo XVIII. Los barrios más antiguos están arriba, pues en La Gobeta, por ejemplo, hubo una antigua casona y en la bajada a La bajada a La Cuesta otra, que según leemos la página de la
Asociación El Robledal, disponía de cuadras y caballerizas, perteneciendo a principios del siglo XX a Paz Suardíaz y luego, al emigrar esta mujer a América, se lo vende a Ramón Roza Balbín, siendo en nuestros días propiedad de su nieto Ramón Forascepi Roza. Había sido escuela de niños y niñas en el periodo de entresiglos XIX-XX
Llue forma parte de la gran meseta de la rasa costera que al norte, hacia Lluces, se extiende hasta los acantilados del Cabu Llastres. Desde aquí, y si los eucaliptos no han crecido mucho, llegaremos a ver la iglesia parroquial de San Vicente, construida en 1792, para sustituir a otra más antigua, medieval y románica, que estaba más al oeste y cercana a Castiellu y La Venta'l Probe
La iglesia fue reconstruida en la posguerra, antes de 1942, por el arquitecto
Miguel Ángel García-Lomas Mata, detrás está La Retoral, antigua rectoral o casa del cura, la vivienda del párroco. Antes se levantaba aquí el palacio de los Lue, que dio al lugar el nombre de El Palaciu:
"Don Francisco de Lue González Poladura, clérigo de Prima Corona, en el Puerto de Lastres y afincado en el barrio del “Piquero” (zona de su propiedad), descendiente de la familia de apellido Lue, funda:
En el año 1732, la Capellanía de la Visitación de Nuestra Señora del Rosario, en la Iglesia auxiliar de San Blas del Puerto de Lastres. El último acta de esta entidad, es firmada por su capellán en el año 1807.
En el año 1752, la Capellanía de San Francisco de Asís, en un altar de la actual Iglesia del Puerto de Lastres.
En el año 1756, la Cátedra de Latinidad, en la Colegiata del Puerto de Lastres.
Para la consecución de sus fines, estas entidades son dotadas de abundantes recursos procedentes de una inmensa riqueza personal, entre las que se encuentran gran cantidad de propiedades a lo largo de todo el concejo de Colunga y por ende en Lue. Unos bienes fueron recibidos por herencia de sus padres: don Esteban de Lue Poladura y doña Dominga González, y otros por propia adquisición refrendados siempre por fedatario público.
En los distintos documentos, aparecen relevantes apellidos de la zona con propiedades en Lue, como: Thoribio Robledo, Joseph de la Torre, Medero Roza, Juan del Cantillo, los Hermanos Cueli, Thoribio Latorre, Santiago Mariqueta, Cosme, Antonio y Francisco de Tobar, Juan de la Busta, Cosme, Antonio y Esteban de Lue Granda, Bernardo Lasrribas, etc. muchos de ellos, importantes personajes del Puerto de Lastres."
En la página de El Robledal continúan explicando la biografía familiar de esta estirpe y más curiosidades de este verdadero pueblo lineal que se alarga por el canto de la loma:
"Esta familia de apellido Lue, ha hecho importantísimas aportaciones a estas Iglesias, así como al sostenimiento del culto y de sus sacerdotes, incluso la donación de fincas denominadas “Los Sanjuanes”. A las fincas de esta zona de bajada hacia la Iglesia antigua, por el Camino Real, se la conocía también por “La Capellanía”, conservando aún este nombre, algunas de las fincas aquí situadas, por haber pertenecido a alguna de estas citadas Capellanías y particularmente a la de San Francisco de Asís.
En el Barrio del Carmen existe una faza que ha pertenecido a la Capellanía de San Francisco de Asis, que explotaba Bernardo Roza Suardíaz, que terminó siendo comprada por su hija Enriqueta Roza Balbín en el año 1927 (hoy propiedad de un heredero, bisnieto Julián Forascepi Roza), al último heredero conocido de la familia de apellido Lue, el presbítero ovetense don Ángel Covián Cañedo, que cede sus bienes al Obispado de Oviedo, quien vende la totalidad de las propiedades existentes en ese momento, a los vecinos llevadores de las tierras. Otra actual propietaria de una finca en la misma zona (conocida por La Capellanía) es, Aida Ruiz Pérez."
A la derecha de la iglesia el barrio de
La Carbayera, donde está en hotel rural de este nombre, con una hermosa panera (a la izquierda de la foto). Seguidamente es La Espinera
A la izquierda de la iglesia La Camperina, La Sierra y, un poco más abajo, La Verruga
En la curva, también muy cerrada, pues hace ángulo recto a la izquierda, pasamos como hemos dicho
El Puente la Llorea, de origen medieval, sobre El Ríu Llobones, completamente tapado por la exuberante vegetación, por lo que, como tantas veces pasa, es fácil ni que nos percatemos que estamos pasando sobre él
Y pasamos bajo la Autovía del Cantábrico (A-8), del que este tramo, entre Colunga y La Venta'l Probe, fue abierto al tráfico el 15 de julio de 2000
Acabamos de entrar, pasado el río, en la parroquia colunguesa de Pernús. Por este puente pasaba además una vía de peregrinación local, la del Santo Cristo del Amparo de Pis, según informa el investigador colungués Omar Pardo en
Colunga: los puentes del Camino
El cruce de Pis, nosotros seguimos de frente todo recto, comenzando la cuesta a El Conyéu
Las señales jacobitas de la concha y la flecha confirmarán la dirección a seguir
Va venir ahora una sucesión se curvas y algunas cortas rectas en rampa para salvar el desnivel existente entre el valle y El Conyéu
No nos cansaremos de decir que, pese al no muy abundante tráfico en esta carretera local, seamos muy prudentes en este zigzagueo con el paso de coches, tractores, algún camión de ganado o madera, bus escolar, etc., pues no son infrecuentes
Son curvas muy cerradas que realizan un giro completo de 180º por la ladera este de la falda del Monte Llobones
Una buena rampa con buen firme pero sin sombras apenas, que se echan en falta en los calurosos días de verano
Tras una curva a la derecha le sigue inmediatamente otra a la izquierda, también muy acusada y en cuesta
Como compensación se empieza a ver, al este, un hermoso paisaje de esta parte del concejo de Colunga, al pie del Sueve, del que algunos antiguos cronistas gustaban decir que se divisaba desde sus alturas "desde Galicia hasta Vizcaya"
Más cerca y a nuestra izquierda, La Cruz de Beldréu (251 m), encima del Camino que comunica Pis con El Conyéu
Estamos en Los Cuetos y Tresarnies, donde el Camino sigue su ritmo ascendente, en este tramo hast la siguiente curva quizás un poco más suavemente
Curva en la que hay una casa un poco más abajo, al otro lado de la
sebe, donde está su portón de acceso por la carretera
A continuación nos aguarda una buena rampa, bastante recta, hacia La Cortaliega
Arriba, al llegar a la altura de ese barrio de La Cortaliega, la cuesta terminará unos metros antes de El Conyéu, no es demasiado larga pero sí bastante empinada, como la de una carretera de montaña
Placa con los nombres de estos lugares en el muro del portón de la casa
Al oeste y de frente el Monte Llobones es nuestra referencia visual, geográfica y direccional más inmediata, como todas estas cimas está totalmente cubierto de plantaciones de
ocalitos para la industria celulosa. Antaño eran terrenos comunales, de pastos y cultivos
Más vistas de Llué, al norte: al ganar altura sí nos percatamos de la estructura lineal del pueblo, cuyos barrios se suceden uno detrás de otro a lo largo de los aproximadamente 3 kilómetros que hay entre La Gobeta y El Cantu, al este, y La Cantera, al oeste, enlace con la carretera N-632, la antigua
Carretera Ribadesella y luego
Ribadesella-Canero. Por esta razón el fotógrafo
Alejandro Braña dice de él que "no tiene fin en su página
Asturias por descubrir:
"El pueblo no tiene centro, ni principio, ni fin; una vía lo mantiene unido como un fino cordón umbilical de varios kilómetros.
Casas asomadas a una calzada estrecha, grandes fincas de labranza, tractores arriba y abajo, remolques, animales, madera, una gran actividad para un pueblo que no supera los 180 habitantes en invierno. Lué, en el concejo de Colunga, tiene el encanto de las cosas sin terminar. Una sucesión de aldeas y barrios que forman un todo, juntos pero separados, atravesado por el paisaje y las corrientes."
Volvemos a ver la iglesia parroquial de San Vicente, con La Retoral, estupendo mirador hacia el Sueve, y las casas de El Palaciu, una fila de viviendas que conforman una bella quintana lineal en la que se conserva un hórreo. Allí están Casa Pancha, Casa Sara, Casa Manolo y Casa Aurorina. A la derecha de esa hilera, no lo vemos, hay un crucero de piedra de indudable filiación caminera. Ahí aconteció en septiembre de 1913 el crimen de Llue, que llegó a las páginas de los periódicos de la época, así narrado por Adolfo Iglesias Bada en el blog
Coses de Villaescusa:
"... en aquellas lejanas fechas un individuo llamado Enrique Suardiaz se presento a altas horas de la madrugada en la casa rectoral de Lue donde dormían el cura de la parroquia llamado Antonio Colado y una sobrina suya llamada Carmen Colado, el asesino penetro en la casa y la emprendió a martillazos, puñaladas y tiros, contra la sobrina del cura a la que dio muerte, el cura se despertó con los gritos de su sobrina y trato de ir en su ayuda pero el criminal le disparo varios tiros hiriéndole gravemente.
El diario La Vanguardia de Barcelona, se hizo eco de este luctuoso suceso en sus ediciones de los días 14 y 15 de Junio de 1913, en la primera dando cuenta, aunque de manera un tanto confusa, del suceso, y en la segunda aportando más datos sobre el mismo."
Seguidamente y a la izquierda de la iglesia está el barrio de La Sierra, donde se encuentran Casa Basilisa y Casa María la del Bar, que tenía allí el chigre, con su marido Belarmino. También Casa Pura y Mina, Casa Sidoro y Carnación, Casa Bautista y Elena, Casa Sidoro, Casa Servando, Casa Melquíades Fonticiella, Casa Ángel Felgueres, Casa María, que fue tienda mixta (ultramarinos y chigre)
Siguen en La Sierra Casa Carbayera o Casa José Vigil, Casa Aurora y Gervasia, Casa Enrique Vitorero, La Cai'l Sol con Casa Ildefonso Caunedo y más abajo, fuera del camino principal, El Carme y La Verruga
La Verruga es otro soberbio caserón con excelentes vistas sobre el valle, el Sueve y buena parte de la zona sur del concejo, con tres cuerpos, el primero de la derecha de tres pisos y en forma de torre, el segundo de dos pisos y que como el anterior está destinado a vivienda, el de la izquierda es cuadra
En este cuestudo trecho en rampa volvemos a ver la eucaliptada cima del Monte Llobones y su ladera de La Viesca, topónimo vinculado a bosque y del que informa García Arias:
"El latín versus, a, um, participio del verbo vertere ‘torcer’ (EM) es responsable, a través de su combinación con otros términos de esa lengua (sufijos especialmente pero también prefijos), de un número considerable de signos lingüísticos muchos de ellos presentes en asturiano. Quizá desde su diminutivo VERSICUM, AM, UM ‘torcido, vuelto’ podamos entender ast. viesgu, cast. bizco, gall. besgo, port. vesco, etc.
El ast. viescu o viesca presen ta el mismo origen aunque, a diferencia de viesgu, se trata de una variante que parte de la pérdida temprana de la vocal postónica antes de haberse producido la sonorización de la -C-. Actualmente viesca designa no sólo un ‘matorral’ sino un ‘bosque’ o lugar fron doso poblado de arbustos y otras plantas’, así como ‘semillero de castaños, robles y avellanos’, o ‘plantación de árboles’ . Entre nosotros aparece documentado ya desde el siglo X: “Uesca per sua umbra”; “uesca” aparece también en 990 , etc.
Es posible que el sentido originario que quepa atribuir a los ape lativos asturianos sea el de ‘plantación de árboles’ precisamente porque en latín con la expresión uersus arborum se aludía a la fila de árboles de una plantación. Otros entienden ast. viescu desde el lat. VESCUS, A, UM ‘comilón’, dado con ¯E larga (...), pero me parece más difícil de justificar el proceso evolutivo."
Si bien lo más correcto es escribir
viesca con
v, es habitual verlo asimismo escrito con
b en muchos textos, mapas, guías y topónimos. Hemos de traer por supuesto también a colación al también insigne toponomista Julio Concepción, cuando, aludiendo etimológicamente al latín
vescam,
"con el sentido de 'espesa', aplicado al bosque, al matorral tupido de arbustos, o arbolados diversos", dice:
"En asturiano, una viesca es un 'bosque espeso, matorral', y un viescu si es pequeño. Entre los botánicos, la biesca, se identifica como la espinera (Crataegus monogyna), de flores blancas o rosadas (Crataegus oxicantha, según otros). Hay también vescón ('pastizal de mala calidad')"
Independientemente de razones etimológicas la palabra revela la antigua abundancia de arbolado y vegetación autóctonos donde ahora impera el
ocalito, al igual que en La Cruz de Beldréu, de nuevo también a la vista, perfilándose ya el
colláu entre ambas montañas por el que discurre este paso natural de Colunga a Villaviciosa por la parroquia de Pernús
La viesca ha quedado relegada en la actualidad a algunas franjas vegetales al lado de algunos tramos de carreteras y caminos, formando sebes o matos, o a algunas manchas aisladas en laderas y veredas o a determinados terrenos incultos "que quedaron pa monte" al dejar de ser trabajados, segados, cultivados, etc., como es habitual en algunas caserías abandonadas
En las fincas bien cuidadas el seto silvestre o sebe se aprovecha como linde natural y es podado para que no se meta por la carretera y/o gane terreno al prado. A la izquierda, en el desmonte del enchanche hecho a estas vías locales para el correcto paso de vehículos, suele crecer el
felechu o helecho
Allí en la ladera del Monte Llobones por ejemplo hay, bajo los ocalitos, algo de
viesca con buenos ejemplares de árboles autóctonos y algunos prados
Es La Corraliega, un grupo de casas desperdigadas por la falda del monte, y algunas cuadras, no muy lejos de La Fuente Vallina
Cuesta abajo la viesca se torna un gran bosque, prado abajo discurre la línea del tendido telefónico. En la distancia, al norte, seguimos viendo Llue, al otro lado del valle
Reconocemos el barrio de San Antonio, fácil de identificar por una muy llamativa casona indiana con dos altas palmeras en su jardín, la de
Villa Lucinda o El Xalé, construida en 1917 para el emigrante a Cuba Casimiro Balbín y en la que vivió con su familia a su regreso a su pueblo de nacimiento
Luego decidieron irse a vivir a Gijón/Xixón y este chalet fue comprado por un particular, César Rivero, para vivir con su esposa Herminia Montoto y su cuñada Leonides. Sin embargo el nombre viene de una segunda cuñada, la tercera hermana de Leonides, que se llamaba Lucinda y que se casó por poderes con un argentino, yendo luego a vivir a aquel país. La casa fue ocupada durante la guerra civil y luego la heredaron los sobrinos del matrimonio. El barrio parece tener su origen en el siglo XVIII, cuando se funda la capilla de San Antonio Abad, "santu abogosu del ganáu", es decir, protector de los animales domésticos, al que por ello se tenía gran devoción, la cual asoma un poco a la derecha (se llega a reconocer su espadaña)
Muy cerca está Casa Bacho, el bar de Llue. Entre San Antonio y La Sierra hay nuevas construcciones, por la zona de La Llosa y Recendi. En ese trayecto una capilla de ánimas revela la importancia de antaño del Camino que por allí pasa, donde la gente se detenía a echar limosnas y recitar unos responsos. En ese tramo estuvieron la antigua escuela y las casas de los maestros
Casa Ramona la Roza, Casa Blanca o de Manolo'l de Rosaura, Casa Rosaura, Casa Manuel Felgueres, Casa Pepe Nava, Casa Ramón de Sunción, Casa la Maestra, Casa Miro'l d'Aurora, Casa Josefa la Modista, Casa Cayetano...
Otra encantadora vista de La Verruga, donde tiempo ha, en nuestras andanzas, conocimos a Zulema, Ángel y Amelia, alguno de mis informantes. La casa es una gran atalaya sobre el valle
El Palaciu, con la iglesia, La Retoral y las casas. Cuando los
ocalitos crecen quedan tapadas o casi. En mayo se celebra San José, con misa cantada y posterior
pincheo popular, ágape vecinal amenizado por gaita y tambor
La Carbayera y el hotel rural allí ubicado. Antaño debió haber allí un buen robledal, de ahí el topónimo
Abajo La Cuesta, comunmente La Cuesta Llue para diferenciarlo de infinidad de lugares llamados de manera similar, con el tejado del alojamiento rural de Al Llagar asomando entre los árboles a su derecha. Más arriba La Espinera, donde hay una buena casería con nave ganadera
Por allí, hacia El Cantu, discurre un antiguo camino hacia el pesquero puerto de Llastres, población marinera que se constituyó en la principal del alfoz y concejo colungués desde la misma fundación de la Puebla de Colunga por
Alfonso X de Castilla (El Sabio) poco antes de 1278, cuando aparece mencionada por primera vez en un escrito conservado
La cuesta tiende a suavizarse según volvemos a tener a la vista las casas de El Conyéu, extendidas mayoritariamente a los lados del camino que comunica con Pis
En medio de las casas, está la
Granja Escuela Colléu, inaugurada en mayo de 2005 y dedicada a la cría de animales domésticos de especies autóctonas: Gochu Asturcelta, Pita Pinta, Vaca Asturiana, Cabra Bermeya, Oveya Xalda y Asturcón, abierta a las visitas, programadas y normalmente de
escolinos, grupos y familias. El Camino pasa justo por las casas de la derecha, donde comienza la bajada a Pernús
Arriba a la derecha de la foto asoman algunas casas de Villascusa, otro enclave caminero muy importante, si bien fuera del que es hoy día el Camino Norte oficial caminos de los que habla Adolfo Iglesias Bada en
Coses de Villaescusa:
"De Villascusa y hacia’l Este, partía un camín que comunicaba directamente con Colunga, esti camín era conocíu como'l camín de Los Foyos, pasando pe Los Calieros, El Llanucoya, El Praon, El Colmenon, La Cruz de Beldreu, Los Foyos, Peandi, el Palaciu de La Rirera y el Llagar de Migoyu, desenbocaba en la carreera AS-258, al lado de Colunga, el tiempu que se tardaba caminando dende Villascusa hasta Colunga, era d'alredor d'una hora y cuartu.
D'esti camín principal partíen otros dos caminos, el primeru d'ellos partía de Los Calieros hacia’l Norte y pasando por El Cantu los Cuervos, La funte L’Aceu, El Caleyu y El Carbayin, llegaba hasta El Bustiu y dende ellí pasando por El Riu Saltu, llegaba hasta Pernús, que era onde taba la escuela.
Al principiu desti camin partia otru hacia la derecha, que pasando pe La Prunalina y el bebedru de La Piedra diva hasta Llanuteli.
El segundu Partía de les inmediaciones del Praón hacia’l Sur y pasando pel Cagareu, llegaba hasta Agüera Riba, na carretera AS-258. Agüera Riba, era un llugar importante nes comunicaciones de Villascusa.
De Villascusa hacia’l Oeste partía otru camín que pasando pe La Capilla, La Fontanina, les Llueces, el Campurroxu y el Llagaron, llegaba hasta Santoxenia, que era onde taba la ilesia parroquial, esti camín güei ye carretera.
D'esti camín y dende La Capilla partien otros dos, unu hacia'l Sur, que pasando pe La Fuente La Capilla, El Burru Manxu y El Nidiu, llegaba hasta Bucial y siguía pasando pel Paoriu hasta Corrales, dende Corrales y pasando pe La Quemada, llegaba hasta Pivierda, esti camín güei ye carretera hasta Corrales.
L' otru camín diba hacia’l Sur Oeste y pasando peles cabañes de Llinares, La Cobornadal y Llagua, llegaba a San Feliz, na parroquia de Rales, San Feliz era otru sitiu importante nes comunicaciones de Villaescusa.
Dende Villascusa partíen otros dos caminos, unu hacia'l Sur que baxaba per una pronunciada pendiente llamada El Cantu La Tabla, al fin d'esta empinada cuesta, el camin partiase en dos, de frente y pasando por La Forniella y El Coritu llegaba hasta Bucial, donde se unia al que venia de La Capilla y a la izquierda y pasando por El Pingon, El Collau, El Pareacaliente, La Indiana y El Prau Roscu, llegaba al Roblón, na carretera AS-330, cerca del molín del Vicentón y de Agüera Riba.
L'otru camín partía dende cerca de La Royu hacia'l Norte y pasando pe L’Ablaneu, La Teya y La Venta llegaba hasta La Vega, cerca de Pernús, esti camín agora ye carretera.
Amás d'estos caminos principales había otros de menor importancia por non tener salida hacia otros pueblos y que por ello eren menos transitaos, había tamién muches sendes de a pie, que diben de prau en prau, el so oxetivu era el de atayar y tamien el evitar dalgunos destos caminos que, sobre tou pel inviernu, poníense muy intransitables.
Por exemplu pa dir de Villascusa a Pernús, que era donde taba l’ascuela y dode tenien que dir diariamente a clase tolos nenos y nenes de Villascusa, había tres sendes, una que pasaba por los praos de La Casanueva, La Muezca y La Tura, otra que diva pel Prau d’Arriba, el Prau la Fuente, el Prau Mariana, El Carbayin, el Prau de Ángel y El Bustiu, y una tercera que diba pe Los Valles, El Cantu Los Cuervos, La Carbayera, La Braña y Miravete.
Estos caminos, amás de polos llugares citaos comunicaben con tolos praos, montes, llendes y finques, polo que caminando per ellos era frecuente atopase con xente que diba o venia de toos estos llugares, xente que casi nunca teníen priesa y con frecuencia, parábense un ratu a charlar unos con otros."
Más atrás, los
ocalitales de La Cruz de Beldréu, Casa Vada y Peandi, en el monte La Rozada. En la distancia, de nuevo, el Sueve (izquierda de la foto)
Una majestuosa vista de la sierra hacia el este, incluyendo El Fitu, su prolongación natural hacia el este y hacia el mar, como hemos dicho y como hemos visto, al pasar por allí, al pie de sus últimas estribaciones, en
El Cuetu, entre
Vega y
Berbes, donde la montaña literalmente se desprende y desparrama sobre el mar
En primer término, el pueblo de Pis y sobre él el Cuarezu. La caliza blanca del Sueve destaca en la distancia, son unos 12 kilómetros de extensión a lo largo de este a oeste entre el Altu la Llama y La Cruz de Llames, sendos pasos naturales hacia el valle del Piloña y el del Alto Sella, ambos curiosamente relacionados con
llama, barrizal, lodazal
El Picu Maladín es una de sus estribaciones más occidentales y es accesible por el Altu la Llama, en su vertiente sur hay una oquedad, llamada
La Cruz de María Mingo, con varias cabañas. Su nombre se dice, es por la cruz que se puso en recuerdo de una pastora que murió allí durante una tormenta, al lado de La Mayá d'Espineres, majada pastoril donde se celebra la
Fiesta del Asturcón
El Picu o Cuetu Fontanielles es también de buen acceso desde el Altu La Llama y está situado al oeste de El Potril, otra histórica majada caballar, como su topónimo delata, antiguo pescadero de potros asturcones,
les burres, en el lugar
El Requexu
Magnífica visual de la línea de cumbres del Sueve hasta el Picu Pienzu, es la zona donde abundan los célebres
"gamos del Sueve", especie introducida mediado el siglo XX con la mentalidad cinegética de la época y que han proliferado tanto que constituyen un serio problema, según explica la redactora de
El Comercio Rosa Suárez en esta noticia del 6 de septiembre de 2022:
"Aunque se repoblaron varios montes con estos cérvidos entre los años 1955 y 1960, fue solamente aquí donde se aclimataron y adaptaron a las condiciones de este territorio de roca caliza. Es fácil toparse con alguno de los numerosos gamos que pueblan esta sierra. En concreto, desde la ruta del Alto La Llama a la Majada de Espineres, en la Laguna del Potril -laguna en forma de huella de dinosaurio-, y en el bosque de texos. La ausencia de depredadores naturales está propiciando la prosperidad de estas poblaciones «desmedidas» que están acarreando algún que otro problema en el entorno. «Ramonean los brotes jóvenes de los texos y el problema es que el bosque se está estacionando. Incluso podríamos decir que ya no va a crecer porque, aunque los ejemplares viejos se mantengan, los jóvenes no crecen», detalla Fernández.
Cada año ve más hembras y más crías. «Los gamos ya saltaron los límites del Sueve y se están expandiendo fuera de la reserva protegida», asegura. Prueba de ello es que recibe avisos de gente que «no sabe dónde tiene que llamar». «Nos avisan, por ejemplo, de que tienen un gamo metido en Anayo en el prau», relata Fernández, que además hace referencia a las enfermedades que pueden transmitir estos cérvidos al resto de ganado, como la sarna; y la proliferación de arácnidos."
"Como en todos los macizos de formación esencialmente caliza, la vegetación no es densa ni abundante en el Sueve", informan igualmente Luis Díez Tejón y Víctor Villar Pis, "la cubierta vegetal es rica en los valles y zonas bajas, se va haciendo débil a medida que se asciende y desaparece casi por completo por encima de los 900 m., donde apenas es posible encontrar alguna tímida hierba aferrada a cualquiera grieta de la roca"
Más abajo ya se ven bosques y praderas, donde la flora es rica, "espacialmente la menor", los bosques están en un estado "profundamente degradado, sometido desde siempre a una intensa desforestación y a las consecuencias de un pastoreo abusivo, que han alterado de forma irreversible sus características". De esta manera, por ejemplo, las hayas se encuentran en el Sueve a una altitud "inusualmente baja", muy diezmadas "y sin poder ejercer con plenitud su gran función ecológica como cobijo y fuente de alimentos de numerosos animales" como ocurre con los robles o carbayos, aunque abunda bien el acebo, asociado a tejo y al espino
Los espinos o espineres sí que campan a sus anchas, en concreto es el espino albar (Crataegus oxyyacantha), cuyas flores blancas imperan en primavera en todo su albo esplendor, por las laderas, sobre todo al borde de las sendas o en les viesques menos frondosas, "junto a sus compañeros el bellísimo acebo y el longevo tejo".
Por su parte, en riberas y lugares más húmedos aparecen los fresnos, alisos, abedules, sauces blancos y saúcos, así como en las praderías, solitarios o formando pequeños grupos, el cerezo silvestre, el castaño, el tilo, el laurel, el pino y otras especies, sin olvidar al omnipresente eucalipto
Montaña abajo se extienden los pastos, "suavemente ondulados o remansados en las majadas, brillando al sol su característico tono verde pálido", siendo para el Sueve uno de sus grandes atractivos, tanto para el secular pastoreo como para los montañeros, seguimos leyendo en El Sueve. Geografía, historia y rutas de montaña:
"Sentarse en cualquiera de las majadas, en Espineres o en el Bustacu, por ejemplo, pisar la hierba esponjosa que se hunde suavemente bajo los pies, mirar el plácido discurrir de la vida y del tiempo allá arriba o simplemente no hacer nada, ése sería un buen ideal para un domingo de primavera, cuando la montaña rebulle y el sol ya no es tan esquivo"
Flores del pastizal por excelencia son las margaritas, el botón vaqueiro, la prímula, la campanilla o el narciso silvestre, sólo por citar algunas, además, "Las plantas medicinales y aromáticas constituyen un capítulo destacado de la flora del Sueve", explican también en su libro Díez Tejón y Villar Pis, ya que la "variedad de alturas y la fuerte insolación, especialmente en la vertiente meridional, hacen que sea posible encontrar un amplio abanico de especies", destacando sin duda sobre todo manzanilla (Matriacaria chamomilla), muy abundante en las praderías y famosa además por su aroma, "los expertos aseguran que hay que recogerla en junio, exactamente entre los días tercero y quinto después de abrirse", afirman estos autores
La malva (
Malva sylvestris) es también fácil de encontrar, haciéndose con ella tisanas, pues es muy buena para las irritaciones del estómago y aparato digestivo. Otra es el llantén (
Plantago lanceolata), excelente remedio contra la tos; la hierba de San Juan o artemisa (
Artemia vulgaris), una solución casera para recuperar el apetito, mientras contra el reuma podríamos recoger en el Sueve el diente de león (
Taraxacum officinale). Muy aromático,
"si se tiene la precaución de cogerlo en julio", es asimismo el
oriéganu (orégano), científicamente
Origanum vulgare, y no podemos olvidarnos del té, el tomillo y la menta, entre otros
Más arriba del pastizal es el monte bajo, el matorral, parajes de cardos, árgomas o tojos,
les cotolles, formando grandes extensiones junto con los helechos y brezos, muy resistentes al frío y alimento de asturcones y gamos, así como
estru empleado por los pastores para hacer la mullida o
cama del ganado
Los helechos, informan Díez Tejón y Villar Pis, presentan en el Sueve dos tipos, el común (Pteridium aquilinum) del fondo de los valles, que es el que se asocia a brezos y cotolles, y el polipodio (Plypodium vulgare), pequeño y de color verde claro, metido en las grietas de las rocas y que a veces parece pintado sobre ellas. Entre los líquenes hay que mencionar especialmente al Lobaria laetevirens, solamente localizado aquí y en el bosque de Muniellos en el suroccidente astur
"De la fauna, hace siglos que desaparecieron de estos montes el oso y el lobo", leemos ahora en la
Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 4 voz
Caravia),
"extinguidos por las frecuentes monterías de las que no se libró el jabalí", especie esta que no obstante ha proliferado tantísimo en Asturias que incluso merodea por los cascos urbanos de las poblaciones. También en aquella edición de 1970 de la enciclopedia, se recalca que
"pacen los últimos asturcones", raza caballar autóctona recuperada por los criadores con importante éxito posteriormente. Y, aún a mediados del siglo XIX,
"había caza de liebres, perdices, lobos y zorras; hoy quedan ejemplares de las dos primeras especies y venados, arceas, palomos torcaces..." y por supuesto los ya mencionados gamos
Aquí cerca, en un rellano, la aldea de Pis (parroquia de Pernús), y, a lo lejos, alguna casa de El Valle (parroquia de La Riera), bajo La Rozada y el Cuarezu. Más en la distancia Cuetu Quemáu y la Sierra del Fitu
"Hace ya bastantes años la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Guarromán, en Jaén, ideó la celebración de un Congreso Nacional en esa localidad jienense en el que los Cronistas Oficiales de España participáramos con un listado-comentario de aquellas localidades, núcleos campesinos, etc. que en nuestros concejos tuvieran «nombres raros».
Estaba previsto que el Presidente de Honor del Congreso fuera don Camilo José Cela.
Bueno, pues la respuesta tuvo «tan grande acogida» que el Congreso hubo de suspenderse por falta de comunicaciones. Que recuerde, fui yo el único Cronista de Asturias que presentó un amplio trabajo al respecto.
¿Y a qué viene ahora esa historia ya tan pasada?
Se lo explico.
Mañana martes, día 24 de octubre, en el Club de Prensa de La Nueva España se presentará el libro de Ángel Fernández Ortega RUTAS POR LA MONTAÑA Y LOS CAMINOS DE ASTURIAS; editado por «DeLaLlama Edit», empresa editora riosellana dirigida por Ana Roza.
Cuando vi el libro, precioso y perfectamente documentado, eché en falta los espectaculares recorridos por la Sierra del Sueve (que serán presentados en un futuro segundo volumen) y sus alturas, con ese altar de paisaje que es el Pienzu.
Y de repente, ¡qué cosas!, me acordé del fallido Congreso de Guarromán y me dije. ¡Hombre, voy a proponer una caminata original por el concejo de Colunga que a modo de alfombra verde haga sombra a la alfombra azul que pisaron reyes, hidalgos y personajes notables a la entrada del Campoamor!
Y así, «pati-pati», desbrozando artos (que son «escayos») y «felenchos», vamos a dar un paseín desde PIS, que es localidad en la parroquia de La Riera), hasta VILLAESCUSA, en la parroquia de Pernús, haciendo una desviación a PUENTE AGÜERA para tomar «un daqué» y reponer energías, continuando después por el camino de EL CAGAREU (parroquia de Pivierda) hasta el final del recorrido.
¿Saben ustedes?
En EL CAGAREU vivió VENTURA, LA AVELLANERA; una mujer simpática y singular vendedora de avellanas en fiestas y romerías. Su hija Brígida, ya en la villa de Colunga, también vendía avellanas y castañas asadas («magostaes en fornu») y sus hijos Pepe y Enrique fueron buenos amigos míos y personas ejemplares en su trabajo de campesinado.
Creo que otra hija abrió negocio de hostelería en Villaviciosa.
Pues nada más.
Ya lo saben; mañana en Oviedo y este fin de semana a conocer PIS y EL CAGAREU en el Concejo de Colunga. Y si hace bueno vayan a la playa de EL BARRIGÓN, entre La Isla y La Espasa.
Por nombres raros que no quede."
En cuanto a la Sierra del Fitu volvemos a la
Gran Enciclopedia Asturiana para saber que
"está formada por la prolongación hacia el E. de la faja de cuarcita que se muestra a lo largo de la ladera meridional de esta montaña", cuyas características estudiaba ya el ingeniero de minas
Guillermo Schulz en 1901 en su descripción geológica de Asturias:
"esta caliza no presenta otros fósiles que rarísimos tallos de encrines y parece prolongarse por Caravia y Berbes hasta el mar, donde está a plomo"
A la derecha de la foto y más allá de Berbes, La Viña, topónimo revelador del antiguo cultivo vinícola desaparecido hace ya bastantes siglos de esta parte de Asturias, otra magnífica atalaya del valle del Ríu Lliberdón a su paso por La Riera y dando vista a esta serranía cuyo nombre, unido a diversos hallazgos arqueológicos, ha dado pensar en un hito o divisoria ancestral en sus picudas peñas, hoy frontera de Caravia con Ribadesella/Ribeseya y antaño de los
astures luggones con los
cántabros salaenos
A la derecha vemos las inmediaciones de La Cruz de Llames y Peña Poares, en las cercanías del célebre
Mirador del Fitu y donde confluyen los concejos de Caravia, Ribadesella/Ribeseya y Parres. Ese paso y límite natural entre el Sueve y El Fitu se consolidó como el principal entre la costa y el alto Sella en este sector, de ahí que ya a finales del siglo XVIII se dispusiese el trabajo vecinal para adecuar el camino de la que después sería La Carretera del Fitu (ahora AS-258), dado que era a continuación el acceso a los puertos de la Cordillera Cantábrica por los caminos de la arriería, para comerciar con
Castilla, nombre genérico que se aplicaba a toda la meseta
Por ahí entró hacia Caravia y Colunga el 27 de septiembre de 1790 el ilustrado prócer gijonés
Gaspar Melchor de Jovellanos en sus pesquisas mineras pero sin perder detalle a nada, cosa que veía cosa que pasaba a sus Diarios. Por ello sabemos que, en
La Venta la Espasa, una
"rústica, pero abundante y buena comida" le provocó una grave indisposición gástrica que hubo de curar con un muy estricto régimen de agua con limón durante varios días, lo que le impidió acudir a la comida a la que estaba invitado en
Lliberdón al día siguiente por sus amigos del Palacio de Caravera, parientes del que después fue canónigo de Compostela y obispo de Astorga, don
Benito Forcelledo y Tuero
El vecino concejo de Caravia aparece integrado dentro del llamado Territorio de Colunga durante buena parte de la Edad Media. haciendo de límite El Fitu con el Territorio de Leduas o Letuas, que luego constituirá parte del concejo riosellano (al oeste del Sella), la fundación del monasterio de Santiago de Caravia, de honda tradición jacobita, por el conde
Munio Rodríguez El Can algo después del año 1000, propició la creación de un coto monástico bien perfilado a su alrededor cuyos límites serían el germen del actual concejo, un término que fue desgajándose política y administrativamente de Colunga por ese motivo
En 1176 se va confirmando la separación cuando
Fernando II dona dicho coto a la mitra ovetense siendo obispo
Pelayo, acto confirmado definitivamente por
Alfonso IX en 1215, de tal manera que cuando se funda la Puebla de Colunga unas seis décadas después ya no figurará Caravia en su alfoz, que en documento de 1385 aparece como concejo con el también obispo, y por tanto señor de Caravia,
Gutierre de Toledo. En algún momento entre esa fecha y 1494 el concejo se independiza de la Iglesia sin que se sepan razones ni avatares, pues en ese año figura Caravia como de "jurisdicción ordinaria", es decir, sin dependencia eclesiástica ni señorial
A la izquierda del Picu la Gobia o El Cantiellu y ladera abajo, por Grandamiana, El Picu Miradoriu (247 m) y Les Llanaes de La Caxigosa y el monte Corquiéu, la serranía cae "a plomo" sobre el mar, como decía Schulz, prospecciones mineras cuyo fruto fue la explotación de la fluorita o espato flúor en esa pequeña cuenca minera, mineral estratégico empleado como fundente del acero, tanto es así que el gobierno alemán se hizo cargo directamente de su extracción en la II Guerra Mundial
Sigue la recta larga y ascendente del último tramo de subida para llegar a El Conyéu, continuamos la cuesta según aprovechamos a la vez para disfrutar de la vista del entorno
El Monte Llobones y La Corraliega siempre a nuestra derecha, donde se forma otro precioso valle bajo las laderas y al pie de las casas
Poco después, ya atisbamos un poco de curva a la izquierda y al final una cabaña, es el fin de la subida, en el cruce de La Corraliega
Luego vendrá un tramo ya más llano o con alguna
cuestina muy liviana hasta la entrada del pueblo de El Conyéu, que empieza propiamente un poco más a la izquierda
La Corraliega debe su nombre a los corros, construcciones circulares de piedra que pueden ser de muy diferente características, desde cabañas a cuadras, cierres para el ganado o cercos para amontonar castañas, para colmenas y un sinfín de utilidades,
"amplia familia léxica que presenta la misma base CORR-", explica Xosé Lluis García Arias de nuevo en
Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"... íntimamente relacionada con las construcciones de tipo circular abundantes en el noroeste de la Penín sula (81 p. 64, 71, 79). Entre otras, todavía sub sisten en uso: corru ‘construcción circular de los pastos altos’; corra o cuerria ‘construcción circular donde se almacenan las castañas dentro de los erizos durante un mes’; corripu o corripa ‘cuadra de cerdos’; corral ‘cercado de piedra junto a la casa o cuadra’; corra lada ‘corral delante de la casa’ o ‘gran corral’; acorrar ‘reunir en círculo’; acorralar ‘cercar, intimidar’
En cuanto a la filiación etimológica parece que lo más probable es que se trate de una raíz prerromana (146 p. 125) posiblemente céltica, *KURRO- ‘redondo’ (TLG 60; 147 p. 181, n. 219) aunque resulta evidente que alguno de estos topónimos puede estar en relación con el latín CURRUM ‘carro’"
"Muy abundantes en toda la toponimia asturiana", dice ahora Julio Concepción, "Las voces corro, corru, corra, cuerra, cuerria, hacen referencia a 'diversas construcciones circulares en piedra para varios usos en los poblados y en las brañas"
Etimológicamente describe Xulio su raíz como "Voz prerromana, tal vez celta, cor-r- ('construcción circular, cercado'), en relación con kor-r- )'roca, monte')" y, muy interesante, añade que "Se aplica a parajes en rellanos apacibles, con corras en la querencia de hombres y ganados"
Hoy en día ninguna construcción circular parece quedar en pie en La Corraliega, hasta la más modesta cabaña tiene forma cuadrada o rectangular, pero el topónimo guarda su memoria. El paso de los edificios, cierres y espacios circulares a cuadrados es un fenómeno cultural y arquitectónico que refleja un cambio de concepción del que suelen ocuparse mucho historiadores, etnógrafos, sociólogos, arquitectos y otros especialistas y eruditos. Nos parece muy importante sacar aquí a colación el artículo
Simbología arquitectónica, o porqué los edificios tienen cuatro paredes, del blog de arquitectura Tocho T8 (
Tocho a tocho), que queremos recomendar:
"Desde finales del paleolítico, las construcciones se han edificado a partir de plantas circulares, cuadradas o rectangulares.
Los primeros edificios, quizá del XIII milenio aC (en Gobekli Tepe, cerca de Sanliurfa, en Turquía), eran de planta circular. Se enterraban parcialmente, y los muros, de tierra, se apoyaban sobre un murete de piedra. La techumbre se apoyaba sobre pilares de madera. La forma y la relación con la tierra evocaban las cuevas plenamente paleolíticas. Eran espacios en conexión con el mundo de los muertos, con lo sobrenatural. Se asemejaban a cuevas, a lugares de enterramiento, a vientres maternos. Los humanos posiblemente no vivieran en esas construcciones, sino que las utilizaran para llevar a cabo rituales comunitarios, quizá ritos de paso, gracias a los cuáles, los participantes abandonaban una condición, morían con respecto a ésta, y renacían habiendo adquirido o alcanzado una nueva condición: esas construcciones, de función quizá sagrada, asumían las funciones de la tumba y de la cuna. Desde luego, su íntima conexión con la tierra debía de suscitar imágenes de ruptura y renacer.
Las construcciones profanas, que empezaron a erigirse casi simultáneamente, también tenían una planta circular, pero podían construirse a partir de una forma hasta entonces desconocida: rectangular o cuadrangular. Las chozas circulares, también enterradas en parte, se asemejaban a los edificios comunitarios, pero eran de menor tamaño. Acogían a una familia (entendida en un sentido distinto, o más amplio, que el actual), pero también preservaban a los muertos, enterrados bajo la construcción. La conexión con el infra-mundo se mantenía, y las imágenes de un espacio concebido como un vientre materno estaban presentes en la imaginación de los primeros pobladores.
Sin embargo, muy pronto, las viviendas profanas adoptaron una planta cuadrangular. Cuatro paredes definían los límites, y sustentaban la techumbre, a dos aguas o plana. Las imágenes evocadas eran necesariamente distintas. Las construcciones de planta circular estaban orientadas hacia el subsuelo, y se concebían como imágenes de la tierra madre, que alumbraba y en cuyo seno los difuntos descansaban.
Las moradas cuadrangulares, por el contrario, estaban orientadas hacia el cielo; se presentaban como imágenes o réplicas del cielo.
El cielo, en la antigüedad, no era circular o esférico -lo que lo hubiera confundido con las entrañas de la tierra-, sino cuadrado (o cúbico). Se sustentaba sobre cuatro pilares cósmicos. presentaba cuatro esquinas. El curso del sol, y la posición de determinados cuerpos siderales (estrellas, planetas, constelaciones, sobre todo las Pléyades, la Osa Mayor -llamada El Carro en culturas como la mesopotámica-, etc.) determinaban la posición de los límites del cielo.
Las formas cuadrangulares, o los volúmenes paralelepipédicos, por tanto, englobaban un espacio que se constituía como un cielo en miniatura. Las casas tenían que estar orientadas según los puntos cardinales. El sol era el cuerpo sideral que daba sentido al espacio humano. La parte quizá más sagrada de un edificio eran las llamadas piedras angulares, idénticas a las que sustentaban la bóveda celestial. Un recuerdo aún vivo de esta creencia se halla en la presentación que Cristo hizo de sí mismo: era la piedra angular de un edificio cósmico, la iglesia que, en tanto que capaz de albergar a toda la humanidad, se configuraba como una imagen del cosmos. El mismo Cristo también se mostraba como un pilar que sustentaba la construcción.
Numerosos pueblos de la antigüedad concebían los límites del mundo visible como rectangulares o cuadrados. Horos significaba, en griego, límite. El horizonte era uno de los lados del espacio. Sobre él descansaba una de las paredes de cristal que delimitaba el volumen del cosmos. Las aguas de la lluvia resbalaban por esas paredes vítreas.
El paso de la arquitectura de planta circular a la de planta cuadrangular revela un cambio drástico en el imaginario humano. Las fuerzas ya no son subterráneas, sino celestiales. Lo erguido y no lo recogido, lo recto y no lo vuelto sobre sí mismo, esto es, los valores "masculinos", y ya no los "femeninos", el cielo o el éter, y no el húmedo humus, acabaron por imponerse; y los espacios de los hombres siguieron esta cambio en la concepción del mundo.
Esto no es óbice para que las moradas mantuvieran su asociación con lo femenino, en tanto que espacios donde se nacía y se moría. Pero los cadáveres ya no eran enterrados debajo de las casas, sino en lugares separados del espacio de los vivientes. La casa alumbraba ciertamente, pero la vida que generaba y se alzaba se dirigía hacia lo alto, para explorar, conocer y conquistar quizá el mundo.
Cuatro paredes, cuatro esquinas: eran lo que la casa y el cielo tenían en común."
Dejada atrás la cabaña del cruce de La Corraliega, nosotros seguimos de frente, coronando este pequeño puerto del collado de El Conyéu, el paso a Pernús, la cabeza de esta parroquia
Foto de primavera, con los pastos en la falda del monte. El Camino, como acabamos de decir, es predominantemente llano hasta el cruce. Al fondo sigue recortándose, aquí al contraluz de la mañana, la silueta de El Puertu, el Sueve
Foto del verano, con los árboles plenos de hojas y el verde algo más pálido al ser agostado por el sol, un paisaje, de todas formas, siempre bello y sublime, "bucólico", recordando nuevamente a Antón Pombo
Los postes con alambres, las estacas y estaqueras, así como otros cerramientos, delatan los usos ganaderos predominantes en estas fincas, evitando que el ganado pase de unas a otras o salga a las carreteras, caminos y caleyes...
Ganado que en días de calor buscará la buena sombra, guardándose del sol castigador e intentará librarse de los molestos
tábanos que tanto le incomodan
Y así, de esta manera, bajo el robledal, a la sombra los carbayos, se echarán las vacas plácidamente sobre el manto de la hierba, más húmeda y suave, de estas frescas umbrías
En Conyéu extiende sus casas en V a lo largo de dos caminos que comunican con el pueblo de Pis y que confluyen aquí, uno es recto, llano y directo, el principal, donde están estas casas, entre ellas la de la granja-escuela. El otro baja, por el otro lado, a La Riega de Pis, donde se forma otro pequeño pero profundo y estrecho valle
Ya como elucubración propia no dejamos de pensar en que la ruta de peregrinación y romería de quienes deseasen pasar por el Santo Cristo de Pis realizaría ese recorrido, subiendo desde El Puente la Llorea a Pis y después a El Conyéu
Pero recordamos que nosotros no hemos de seguir hacia las casas de El Conyéu, a no ser que por ejemplo deseemos visitar la granja-escuela (contactar antes, importante), sino que desde el cruce que va a pueblo, donde hay otra cabaña (y una parada de autobús), seguiremos a la derecha siempre por la CL-1
Pero no por ello dejaremos de admirar, ensimismados, las peñas y camperas del Puertu Sueve, ahora aquí en esta foto al sol de la tarde, bien perfiladas, paraíso que fue último reducto del asturcón, del que allá por 1991 escribían en su obra Luis y Víctor...
"el asturcón (del Sueve)
es hoy un animal semisalvaje, que vive en libertad vigilada y sometido en todo momento al hombre. Los ejemplares viven libres en el monte, pero todos poseen marca y dueño"
El tema de los caballos y otros animales no estabulados es algo importante de saber cuando nos hallemos en comarcas ganaderas, donde incluso muchas guías suelen confundir salvaje y en libertad, por ejemplo en la famosa
Ruta de los Hospitales en el
Camino Primitivo, pasando de tierras tinetenses a allandesas, pastos de altura con ganado vacuno y caballar que pasta libre y sin cercado, lo que NO quiere decir que sean caballos ni
toros "salvajes" como no pocas veces se lee y oye
En cuanto a la fauna doméstica, como la todos estos pueblos de la redonda, la de los animales de la casería, es la de vacas, cabras, ovejas, principalmente las primeras, afectadas por la proliferación de gamos y jabalís, dado que, denuncian los ganaderos, les transmiten enfermedades, comen su alimento y, bajando a los pueblos, destrozan los sembrados. Repasamos una vez más el recitado libro dedicado al Sueve por Díez Tejón y Villar Pis:
"La familia de los cérvidos cuenta en el Sueve con tres especies: el venado (Cervus elaphus), el corzo (Capreolus capreolus) y, sobre todo, el gamo (Dama dama). La historia del gamo en esta sierra es muy reciente y, sin embargo, ha llegado a convertirse en el herbívoro más abundante de ella. Fue reintroducido (había desaparecido en tiempos prehistóricos) como especie de caza en algunos montes de Asturias por ICONA en 1960, mediante la suelta de cien ejemplares del coto de Riofrío (Segovia), Prosperaron únicamente en el Sueve, adaptándose sin traumas de los encinares castellanos a los árboles atlánticos (...). El gamo es un rollizo animal que puede alcanzar los 90 kg. de peso. Puede vérsele en grupo en las vaguadas calizas en torno al Pienzu, donde se alimenta de todo tipo de hierbas y yemas de árboles. En otoño es frecuente oír su "ronca", ruido que emiten los machos cuando están en celo"
De los carnívoros mayores destacan estos eruditos que los osos desaparecieron del Sueve ya avanzado el siglo XIX, mientras los lobos lo hicieron sobre mediados del XX, pues desde la década de 1960 no se había observado ningún ejemplar, aunque se informa de su regreso y de varios ataques al ganado a partir de la segunda década del XXI. Otros avistamientos anteriores "tal vez se refieran a perros asilvestrados o, en todo caso, a algún lobo de paso, sin afirmación de territorialidad", describen Tejón y Villar Pis
Entre los mamíferos medianos mencionan al zorro, al tejón, "difícil de observar por sus hábitos nocturnos", y la marta. Ya en 1991 califican al jabalí de "especie en crecimiento", siendo frecuente "encontrarlo poco antes del amanecer, revolcándose en el barrio de sus "bañeras", pequeñas charcas fangosas diseminadas por las praderías, a las que acude casi como en un ritual para darse un baño de barro que le protege de parásitos y le mantiene la piel sana. La falta de enemigos naturales ha provocado la expansión de este suido hasta cotas de cierta preocupación". En su apartado de fauna el libro recoge numerosas aves, entre ellas migratorias, y reptiles
Y desde El Monte, como también se llama popularmente al Sueve bajamos al llano, a Colunga, la capital de concejo, que también vemos hermosamente desde aquí, pues sus casas blancas destacan en la distancia. Su carta puebla fundacional parece haber establecido la nueva
pola o centro urbano-administrativo de un territorio, con fueros y administración propia dependiente directamente de la Corona (el Estado) sin vasallaje feudal señorial intermedio, en lo que antes debió ser un lugar o enclave ya citado en un documento, auténtico, del año 803 y que es el más antiguo del archivo catedralicio ovetense, como
Columca
A su izquierda, en San Xuan de la Duz, el monte La Villeda (141 m) y su hábitat castreño (El Castru del Foyu -foso-) podrían se el precedente poblacional urbano más inmediato, si bien también hay otros castros muy cercanos, como el de Sales, pueblo que vemos a la izquierda, en la ladera de los montes de San Telmo, La Rasa, La Guarida, Villanueva...
Entre ambos, por La Calzada, sigue el Camino de Santiago oficial viniendo de Zafra por El Tarrerón y La Venta Peón, lugares todos que también hemos dejado atrás, al igual que El Prau Colunga y el antiguo Aeródromo de Sales
Al extremo del aeródromo fue donde se construyó el inacabado hangar subterráneo para los aviones de combate, justo debajo de la actual Estación de Servicio Colunga Mar
Más allá de la gasolinera están los altos edificios de L'Espadañal, zona de expansión urbana al sur de la villa de Colunga. Un poco más atrás asoman sobre los árboles algunos tejados del barrio de Loreto, solar de la capilla de este nombre, por donde entra, viniendo de
La Espasa (paso de Caravia a Colunga, al norte de Gobiendes) por
Güeñu y
Covián, dicho Camino de Santiago Norte en su trazado oficialmente señalizado en dirección al centro de la villa
Una ruta alternativa, más larga, no histórica pero preciosa, que pueden elegir los peregrinos que dejando el Camino oficial para dormir en
La Isla (a donde en bajamares puede llegarse por la playa) y continuar a Colunga sin desandar lo andado hasta el cruce de La Ferrán, es venir por la
senda costera de los acantilados de
Güerres, cruzar el pueblo y continuar, enlazando o no con el otro camino, entre El Foyu y Trespandu, para entrar en la población por
La Castañar d'Espina o por
San Xuan y El Cuetín, como, a nuestro entender, principales posibilidades
En el centro de Colunga, el Camino oficial se une al de La Castañar d'Espina frente al famoso
Chalet Francés, en la Avenida Asturias, enlazando luego con el de El Cuetín al pie de la iglesia parroquial de
San Cristóbal El Real, cuyo campanario picudo llegamos a reconocer en medio de esta foto, el cual compite en altura con el de
La Torre o Casa Vallespín, la cual, situada más arriba y justo a su izquierda, podemos conocer, como el Ayuntamiento, realizando un pequeño desvío desde la capilla de
Santa Ana, del antiguo hospital de peregrinos, a la que llegamos por la calle Real
La torre de Casa Vallespín, arriba a la derecha de la foto, se distingue bien de la de la iglesia por ser cuadrada y almenada. A la izquierda, en un promontorio cubierto de
ocalitos, estuvo la iglesia vieja, con restos románicos de lo que fue el templo medieval construido al fundarse la puebla y que hoy y desde 1880 es la capilla del cementerio, Fijándonos mucho y con prismáticos o un buen zoom podríamos reconocer la torre cuadrada y de tejado a cuatro aguas del Ayuntamiento, en La Plaza, a la izquierda de Casa Vallespín
Más abajo, por las escalonadas casas de La Carril, a la izquierda de la foto, el Camino baja a El Sorriberu, cruza El Ríu Lliberdon o Rozaya, y sale del casco urbano por el cruce de El Forrote, al sur de Sales y rumbo a Zafra y
La Calzada, en el valle del Ríu Llobones, llanura y paso natural hacia el oeste donde se habilitó el campo de aviación militar republicana
En Sales reconocemos perfectamente en la lejanía la gran nave de
Sidra Crespo, en el barrio de Llinares sucesora de la antaño también muy prestigiosa
Sidra El Hórreo de Colunga, que patrocinó en sus tiempos al
Gaiteru Libardón,
Ramón García Tuero, y a la actriz neoyorkina
Lorraine Dreux. Más atrás, otro antiguo camino, no oficial ni señalizado, procedente de Güerres por la falda sur de La Villeda, bajaba a la antigua iglesia de San Xuan de Duz, en Santianes, y sin pasar por la villa de Colunga (puede sin duda ser anterior a su fundación) cruzaba el Rozaya antes de La Playa la Griega (de
briga, fortaleza, relativo al castro) por El Puente Santianes para por La Poledura subir a San Telmo y de ahí a Llastres, donde hubo otro hospital de peregrinos
Sí pasando por Colunga, pero saliendo hacia Sales, iba el otro camino al que nos hemos referido, el que subía, o mejor dicho subía y sube pues sigue existiendo a Llue para continuar a La Venta'l Probe, donde enlazaría con el que procede de Llastres vía Lluces y su rasa costera
Y es que además en Sales hay otro precedente poblacional de entidad, el castro de El Castillu, paraje donde apareció la famosa estela de Doidero, antropónimo astur, al igual que Ambatus, también reflejado en la estela, señal del mantenimiento de nombres autóctonos ya en plena romanización
La palabra del topónimo,
sala, plural
sales, es germánica y designaba a posesiones agrícolas, muy posiblemente tipo señorial, dice
Xosé Lluis García Arias en
Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos. Sin embargo tampoco es descartable una raíz indoeuropea
sal que designa a corrientes o lugares de agua
"que dio en latín salum, sala (plural neutro), con el sentido de `corriente agitada, oleaje; y más tarde, lugar llano en la ribera", opina
Julio Concepción Suárez, Xulio, en su
Diccionario toponímico de la montaña asturiana
La disposición en ladera parece ser origen del antiguo nombre de
abadía de San Pedro de Ladredo que aparece mencionada, dentro del arciprestazgo de Colunga, en el registro de parroquias del obispo
Gutierre de Toledo entre los años 1385 y 1386, advocación cuya parroquial conserva. Una vez más
José Antonio Fidalgo Sánchez lo explica muy bien en su artículo
... Y San Pedro en Sales, del que extraemos lo siguiente:
"Un servidor, que es de Ciencias y no sabe latín, cuando tiene una «duda latina» consulta el «Raimundo de Miguel» y en ese Diccionario veo que LATUS-ERIS puede aplicarse a «algo que está al lado de un sitio, a su LADERA, «ab latere» que dirían los latinos.
Y hete aquí que resulta que en la parte “llana” de Sales, en la LADERA o base de una pequeña colina, hubo un monasterio bajo la advocación de San Pedro. Sería un monasterio LADERO al pequeño montículo que, con orientación sur y muy «soleyeru», se asienta del pueblo."
La actual iglesia de San Pedro de Sales, que vemos en esta foto abajo a la derecha, en la llanura y cerca de la nave de Sidra Crespo, está desplazada respecto a la antigua, sita unos metros más acá, en La Ería San Vicente, santuario que acogió la espléndida
Cruz de Sales, románica y joya de la orfebrería medieval, actualmente en una colección particular
Monte arriba, entre Sales y La Poedura, estuvo El Palaciu Villanueva, que tenía, dice el informante de la investigadora
Josefina Pis Sánchez, autora del estudio sobre la toponimia de la parroquia de
San Xuan de la Duz, capilla y llagar de sidra
Como muchas casonas-palacio de la zona rural estaba plagada de leyendas que, independientemente de la realidad o fantasía de las mismas, nos llevan a tiempos muy antiguos, feudales,
"de señores de soga y cuchillo", con su correspondiente sala de los horrores o de tortura y derecho de pernada:
"Tenía un güecu na paré y unos yerros y metíen allí a los esclavos. A los rebeldes poníen-yos arriba una roldana y caía-yos una gota caliente d'aceite y diben morriendo pocu a pocu. Había reyes en Gobiendes y en Sales que mandaben y había que lleva-yos el trigo. Delante El Palaciu teníen nueve horros. Los llabraores teníen que lleva-yos el granu. Cuando se casaba una muy guapa tenía que dir dormir con ellos y, sinon, emparedábenlos a la gota aceite o a la gota d'agua"
Vamos despidiéndonos así del gran valle del Ríu Llobones, que se extiende de este a oeste por el medio del concejo de Colunga, así como de la villa capital del concejo, así como momentáneamente de la mar, del Cantábrico, pues el Camino se dirige hacia el interior, encaminándose a
Villaviciosa, otro hito caminero y jacobita de gran importancia, antes de, en
Amandi, o en concreto en el lugar de
Casquita, compartido con
Grases, decidirse entre las vías ovetense o gijonesa del Camino de Santiago del Norte, las cuales se reunirán en
Avilés, en concreto en la calle Rivero, solar que fue de otro importante hospital de peregrinos
De todas maneras, si los peregrinos, al pie de la
Sancta Ovetensis o catedral de
San Salvador, decidieran seguir por el Camino Primitivo, ya no enlazarían con el de la Costa o Norte hasta mucho más allá, a no ser que tomemos alguna ruta, que en su momento quiso señalizarse de forma oficial, de los históricos caminos que comunicaba costa e interior acá y allá, tanto por los montes como por los valles de los ríos. Siguiendo el trazado oficial xacobeo pues, de conchas y mojones, esta reunión se efectuaría ya en
Arzúa, en pleno corazón de Galicia, o sino en
Lavacolla, a la misma entrada del concello de Santiago
Vamos ahora dejando pues El Conyéu a nuestra izquierda y seguimos por la carretera adelante hacia Beldréu, bordeando ahora la falda sur del Monte Llobones
Al pasar junto a esta vieja cuadra el Camino sube un poco, ligeramente: abajo se recogía el ganado, arriba era la tenada, henar o pajar. Es un formidable caserón con tejado a dos aguas. Tal vez la parte orientada al sur fue antiguamente vivienda
Fuera del núcleo de El Conyéu hay, en la CL-1, un par de casas, al llegar a su altura acaba este corto y suave repecho
Aquí hay otra antigua cuadra, de estructura no demasiado diferente a la anterior pero ya con sus paredes revocadas de cemento. Aquí empezamos a bajar, dando vista, no muy lejos, a las primeras casas de Beldréu
Como en El Conyéu, en Beldréu no pasamos por el medio del pueblo, sino que lo haremos por el collado situado a su derecha, bajada al profundo valle de Pernús, la cabeza de la parroquia
En la lejanía reconocemos bien El Picu la Cerra, según una fuentes de 299 metros de altura y según otras de 302, sea como sea esa cumbre constituye una buena referencia visual, pues ya está más allá de Pernús, se alza sobre otro collado, en de
La Llera, y ya no está en Colunga, sino en Villaviciosa, parroquia de
Priesca, célebre por su iglesia del Arte Asturiano, es decir, el prerrománico
El Camino sigue de frente, hacia las laderas de Terreros, pero en este cruce un indicador presenta un nombre que va a llamarnos la atención, tanto es así que más de un peregrino le hace fotos, o incluso se desvía a conocer el lugar...
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