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Buelna: el camino oficial viene por la carretera, el Camino de los Bufones viene por detrás |
Procedentes de Santiuste, dos maneras tienen los peregrinos de llegar al hermoso pueblo de Buelna, perteneciente a la parroquia de Pendueles, al oriente del concejo de Llanes, tras dejar atrás el concejo de Ribadedeva y aún en los primeros kilómetros del Camino Norte en Asturias: uno es la misma carretera N-634, ruta oficial con los hitos y conchas pertinentes, que seguiría el trazado histórico, desaparecido en este tramo, del Camino Real de la Costa, no obstante y aunque es corto e inmediato, supone un penoso caminar durante bastante trecho por el duro y agobiante asfalto de esta carretera general |
Playa de Cobijeru y Buelna a lo lejos, bajo la Sierra Plana de la Borbolla |
Otro es seguir desde Santiuste el
Camino de los Bufones, que comunica las impresionantes oquedades, también llamadas
bramadorios que, formadas por la erosión marina en la predominante roca cárstica de los acantilados, escupen con fuerza agua a presión los días de galerna y mar agitada. Este camino, cuando llega a las cercanías de Buelna, pasa por la maravillosa Playa de Cobijeru, otro maravilloso capricho geológico de este litoral, pequeño pero coqueto arenal aparentemente separado del mar, del que está separado unos 100 metros, pero por él alimentado por dos galerías naturales subterráneas labradas por el Cantábrico en la misma peña
Este camino, más bien senda marcada en su mayor parte por el tramo más pisado por peregrinos y senderistas, es la que hemos escogido, pese a no ser camino oficial, estar parcamente señalizada y ser un kilómetro más larga que el trayecto por carretera, pues su gran belleza lo compensa todo y con creces en comparación con el muy monótono caminar por la carretera general, si bien no ya con tanto tráfico desde la inauguración de la Autovía del Cantábrico, en ocasiones puede ser abundante, principalmente en verano, y veloz
La Playa Cobijeru, con más o menos agua según suba o baje la marea, es una verdadera piscina natural continuamente regenerada y muy segura, apenas de un metro de profundidad en pleamares. En bajamares queda al descubierto una franja arenosa, pero la mayor parte de su concha es de cantos rodados
Realmente Cobijeru es el nombre de una gruta cercana, que comunica con el mar y puede recorrerse, de la cual, como de la playa, hablamos ampliamente en la entrada de blog dedicada a ese tramo entre Santiuste y este encantador paraje a las puertas de Buelna. La playa era llamada de Las Acacias por los árboles, falsas acacias realmente, que forman el bosque que tiene detrás, por donde viene un regato que desemboca aquí, normalmente seco o que cuya agua se sume bajo los cantos y arenas del lugar para llegar al mar
El camino baja de los campos de La Llosa y pasa a su lado, teniéndola siempre a la vista en este trecho. Su longitud es de unos 30metros y su superficie de unos 900 metros cuadrados, más o menos cubiertos por el agua según los mareajes, pues en pleamares conserva unos 150. Su forma es semicircular y fue llamada también Playa de los Curas al ser donde acudían los sacerdotes a bañarse
Luego de pasar junto a la playa, muy concurrida en verano, el camino se adentra en el bosque de acacias que le dio nombre, continuando nuestro camino a Buelna
No son muchos los bosques autóctonos que sobreviven en Llanes y en la rasa litoral, los que lo consiguen suelen estar vinculados a ríos o arroyos, como es este el caso
Los vehículos no pueden llegar hasta aquí, han de quedarse en Buelna, por lo que la senda, bien trillada, es segura para el viandante y bastante concurrida en época estival
Cobijeru, que comprendería no solamente la playa de Las Acacias sino todo su entorno de bufones, cuevas y demás formaciones geológicas, tardó en ser descubierta dentro del gran patrimonio natural y turístico de las numerosas playas de Llanes, es sin duda alguna ahora de las más frecuentadas, no por su tamaño sino por su belleza y la de su entorno, lo que ha dado pie a medidas de protección para evitar masificaciones
El muy trillado camino donde la tierra se alisa y hace polvo, molida por el continuo andar y pisar de la mucha gente que se acerca a Cobijeru, es buena muestra de ello
El camino hace una curva a la derecha y gana suavemente un poco de altura a la sombra de los árboles
Hay un rellano y una bifurcación: nosotros iremos a la izquierda
Pero mirando a la derecha tendremos otra maravillosa estampa del arenal y de buena parte del conjunto de Cobijeru, verdadero monumento natural
Vemos todo el gran murallón calizo que separa la playa del mar. haciendo un gran joyu o h.oyu muy habitual en estas costas, si bien no es habitual esta formación de playa
A continuación de esta hay otra playa de características similares pero de suelo fangoso, La Presa, así conocida por la presa en la que se embalsaba el agua de las pleamares para dar funcionamiento a un molino de mareas del que se conservan algunos restos
Más arriba hay un gran arco natural calizo que forma un puente, de ahí que se le conozca como Puentecaballu o El Saltu'l Caballu, de él hablamos también en el capítulo referido al Camino de los Bufones
En Llanes tiene otra playa hermana, algo más grande,
Gulpiyuri, pero bastante más al oeste, al norte de
Naves, paso del Camino Norte
Dejamos ya la playa y nos adentramos pues en el bosque, camino del pueblo de Buelna
La verdad que no hace falta señalización alguna es solamente seguir el camino existente, ancho e inconfundible
Los cierto es que, en todo su trayecto, esta Ruta de los Bufones y Playa Cobijeru es mucho más atractiva, pese a su kilómetro extra de longitud, que el asfalto de la N-634 del camino oficial. Si bien en principio no somos partidarios de desviarnos del trazado histórico más o menos conservado, el que siguieron los peregrinos de antaño y fue proclamado Patrimonio de la Humanidad, hay casos como este en el que no dudamos hacerlo, salvo, repetimos, por las circunstancias antes reseñadas: prisas porque se hace tarde, mucho cansancio, temporal en el mar (las olas pueden ser de varios metros y golpean peligrosamente contra el acantilado, o necesidad por algún motivo de llega pronto a un pueblo, albergue o tienda. etc.
Aquí hay un poco de muro que nos separa del arroyo que desemboca en la playa. Aunque es un pequeño regato casi seco puede llegar a desbordarse e inundar el camino con fuertes lluvias
Estos ríos costeros de la rasa son normalmente muy cortos pero con las lluvias y crecidas pueden bajar en fuerte torrente dado el desnivel que sigue su curso desde la cercana sierra
Este es el paso del río, aparentemente sin mayor dificultad salvo con las citadas crecidas
Con buena intención se han puesto troncos y piedras para evitar meter los pies en el agua, pero hay que tener cuidado, no todos estos pasos artesanales están bien asentados, a veces hay que tantear un poco, algunas piedras se mueven y puede llegar a ser peor el remedio que el problema
Nos disponemos a pasar decididamente por que parece en este momento el vado más seguro
Un par de pasos y ya estamos al otro lado. Nunca podemos confiarnos, a veces lo que parece la zancada más fácil guarda algún resbalón, tropezón o sorpresa
Sorpresa es la que tenemos aquí ahora: el camino sigue a la izquierda pero a la derecha podemos acercarnos unos escasos metros a visitar otro de los rincones mágicos de Buelna
Allí, bajo la oscuridad de la arboleda está la llamada Cueva de las Raíces, por la que sale un río subterráneo, el de Las Salces, que se unirá aquí al que acabamos de pasar
A la derecha está el lecho del río, casi seco, pero que en las riadas inunda la cueva
Ya en la misma boca de la cueva admiramos sus estalactitas, es posible que su similitud con las raíces le haya dado nombre a esta gruta
Hay aquí a la entrada como un pequeño altar. En principio no hemos encontrado información de que hubiese sido una caverna habitada en la prehistoria, pero en alguna fuente hemos visto llamarla
Cueva de los Ijáncanos, que podría ser una variante local de
ojáncanos, seres mitológicos que son monstruosos gigantes de un solo ojo que habitan en las cuevas y se dedican a robar ganado, raptar pastoras, destruir puentes, robar niños y toda una serie de maldades, si bien cada cien años nacía uno
bueno que incluso ayudaba a las gentes contra los
malos
Nos adentramos en la cueva unos metros con una pequeña linterna que siempre solemos llevar en la mochila y continuamos maravillándonos con estas composiciones geológicas a la vez que descubrimos el curso del río, que hace de esta una cueva especialmente húmeda y tal vez por ello no estuvo habitada, aunque es una conjetura
Como no somos espeleólogos ni llevamos el equipo mínimamente apropiado para seguir explorando, prontamente decidimos regresar afuera
Es entonces cuando, tristemente, nos damos cuenta que la cueva es empleada por algunos como w.c. público
Sin dejar de ver la boca de la cueva y la luz del día volvemos pues sobre nuestros pasos y regresamos a la entrada de esta mitológica cueva. Las mujeres de los ijáncanos, las ijáncanas, se dice son de tan grandes pechos que han de echárselos a la espalda, eran considerada brujas y con ellas se metía miedo a los niños para que no se metiesen en cuevas, consiguiéndose a veces el efecto contrario al despertar su curiosidad. Los etnógrafos dicen que no ha de confundirse con las ijanas o injanas, más parecidas a las xanas o ninfas del agua
Salimos ya pues afuera y retomamos el camino donde lo habíamos dejado al cruzar el regato
A partir de aquí predominan altos arbustos y espesos matorrales, pero el camino se mantiene siempre expedito. Arriba es El Llanu Buelna, en la Sierra Plana de la Borbolla, que se extiende paralela a la costa entre los ríos Cabra y Purón
La sierra es pues una referencia visual que va a acompañarnos durante un buen trecho del camino, tanto si seguimos el oficial como si desde Buelna continuásemos por la senda costera
Zarzas y helechos dan paso a otra buena arboleda, frondosa enramada a cuya sombra vamos a pasar
El regato a la derecha y nosotros a la izquierda. Le penumbra forma una verdadera gruta vegetal
Seguimos asombrándonos de lo aplanadísimo y pisado que está el camino en todo su recorrido
Una pequeña cuesta y salimos del boscaje hacia más setos silvestres y enromes zarzales
La Sierra Plana de la Borbolla fueron secularmente pastos y montes comunales, en gran parte y a consecuencia del éxodo rural y otras coyunturas socioeconómicas, está ahora plantado profusamente de especies de crecimiento rápido, pinos y eucaliptos, destinados a la industria papelera
De ahí viene que el espacio de árboles autóctonos se haya reducido drásticamente, únicamente en lugares protegidos, normalmente las riberas de los ríos, se forman estas pequeñas manchas forestales
Este es uno de tantos cierres ganaderos que vemos por los caminos rurales: están hechos para que no pase el ganado que pueda salir al camino desde los prados próximos, pero permite el paso a los caminantes
En este caso abrimos la portilla pequeña y la volvemos a cerrar, aunque suele tener un muelle o goma que la hace cerrar a ella sola
Pastos a la izquierda, prado cerrado con alambradas para que el ganado, vacuno normalmente, no salga al camino
Las estacas de la alambrada se llenan de hiedra. Los árboles componen en este trecho otro túnel vegetal de los que tanto nos encantan
El riegu fluye camino de la playa con su pequeño caudal, que suena suavemente al pasar sobre las piedras de su lecho, hermosa sonoridad de la música ambiente que nos proporciona la naturaleza
Y por aquí pasamos este arroyuelo, apena un hilillo de agua...
Pero también aquí en crecidas puede llevar bastante más agua, fijémonos en el ahondamiento de su surco y algunas piedras que pueden ayudar a pasar en esos casos
A partir de aquí el camino va a subir muy suavemente estando ya a escasos metros de Buelna
Otro prado de pasto y siega, también con alambrada, a nuestra derecha
Es una franja de praderías y bosquetes que se extiende al este hacia la Playa de Buelna o Entremares, la cual veremos en caso de seguir la Senda Costera de Llanes
Los árboles nos ocultan el pueblo, que está justo detrás de ellos
Estamos cerca del lugar de La Churra, por donde viene el camino oficial siguiendo la carretera, que también está detrás de la mata de árboles
A nuestra derecha vemos una casa blanca, por ahí va la senda costera camino de Entremares y Pendueles
El camino realiza ahora una pronunciada curva a la derecha, tomando dirección oeste
Los árboles separan el camino de las fincas que, al otro lado, lindan ya con la N-634
Viene ahora un poco más de cuesta hasta los aparcamientos más cercanos a la playa
Es realmente una pequeña explanada sin demasiada capacidad en la que a veces los coches estacionan y maniobran con dificultad, al llenarse
Es mejor normalmente dejar los vehículos en los lugares habilitados para ello en la carretera según pasa por Buelna, aunque a veces, en verano, mes de agosto sobre todo, pueden en ciertos días y momentos llegar a saturarse
Este es el cierre que cierra el paso a los vehículos. Hoy parece un día tranquilo, pues solamente hay uno. Si es verano y nos acercamos al mediodía o empezando la tarde el panorama de tráfico y trasiego de gentes puede ser bien distinto
En la práctica nosotros podríamos pasar de largo y seguir de frente hacia Pendueles por la senda costera, pero vamos a ir a la izquierda para visitar Buelna, donde además hay un buen albergue turístico y de peregrinos,
Santa Marina, una muy buena opción para pernoctar y quedarse ya aquí
Por eso vamos a ir a la izquierda, pasando bajo el puente del Ferrocarril de Vía Estrecha, el antiguo FEVE, que en 1972 se había hecho cargo de esta línea fundada por una compañía preexistente, el Ferrocarril del Cantábrico
Un primer proyecto pretendía enlazar Torrelavega con Cabezón de la Sal, acababa el siglo XIX cuando se dio la concesión pero ampliada a Santander. Luego, empezando el siglo XX, se vio la lógica necesidad de unir esta vía férrea con las asturianas, para lo que se negoció en la empresa correspondiente, Económicos de Asturias, para que ambas se juntasen en Llanes
Este es el origen pues, de este tramo,
Llanes-Cabezón de la Sal, abierto al tráfico el 20 de julio de 1905. En 1972, cuando lo asumió la estatal FEVE, se abrió su continuidad con Galicia, el Ferrol-Gijón, cuyo primer proyecto había sido aprobado en 1886
Las flechas amarillas nos indican el camino más costero, pero en Buelna podremos decidirnos entre si seguirlo o proseguir por la ruta oficial
Aún nos aguarda una muy ligera cuesta para llegar a las casas de la carretera, desde donde proseguiremos nuestra muy recomendada visita a Buelna
Cruce y de frente: un poco más arriba empezamos a ver el recto guardarraíl de la N-634
A la derecha es la quinta del Conde del Valle de Pendueles, cuyo palacio aún no podemos ver, oculto por los árboles. El título fue creado por
Alfonso XIII el 3 de marzo de 1920 en favor de María Teresa de Jesús de la Borbolla y Azpide. El antiguo Valle de Pendueles había sido una de las partes de la medieval Tierra de Aguilar, precedente del actual concejo de Llanes
Prado y pumarada a la derecha. Una parra señala el límite con la carretera. Un poco más arriba pasa la Autovía del Cantábrico (A-8), la gran infraestructura que, casi casi, logró solventar grandemente el siempre abrupto paso costero de la cornisa cantábrica
Ahora empezamos a ver un poco el palacio, por su parte posterior, en lo alto de un pequeño cueto arbolado. Pronto pasaremos delante de él y veremos su entrada y fachada principales
Los viejos muros es muy posible sean contemporáneos, reparaciones y reconstrucciones aparte, de la construcción de la dieciochesca casona
Como es común en los jardines y fincas de mansiones aristocráticas, multitud de árboles, unos autóctonos y otros exóticos, forman un auténtico bosque, para paseo y solaz de los señores. Buena parte de ellos se conservan
Tal vez destaque especialmente por su altura y su tonalidad un tanto más oscura el que se halla en una de las esquinas de la quinta, posiblemente algún tipo de secuoya o similar (se agradecería confirmación o puntualización) por su tamaño
Al acercarnos comprobamos que son en realidad tres troncos de otros tantos árboles: al llegar a su altura iremos a la derecha
Subimos al lado del muro de la N-634 y viendo también en lo alto el puente de la A-8, cuyo trazado por aquí tanto tardó en inaugurarse
Admiramos ahora estos
arbolones en todo su esplendor, al sol dela mañana...
Y sus muy gruesos y rugosos troncos
Poco más allá hay otros dos mas, flaqueando con estos la magnífica entrada al palacio
Es un grandioso pórtico de arco de medio punto y hecho de piedra de sillería
Arriba el conjunto se corona con una cruz entre pináculos
En el frontón sobre el arco destaca esculpido un escudo con dos leones
En el arco detalles vegetales de flores de ocho pétalos
Y en la clave del arco una planta, una palma que nos parece tremendamente familiar pues es la que aparece en los chalecos de muchos trajes tradicionales llaniscos o de porruanu
Al fondo vemos la iglesia de
Santa Marina, filial o
hijuela de la parroquial de San Acisclo de Pendueles, que destaca por su picuda torre del campanario, que se ve en la distancia
Este santuario se construyó en 1896 sobre lo que fue una más antigua capilla de esta misma advocación. Es de estilo neogótico, celebra a su patrona en julio, con hoguera y bailes tradicionales. Es costumbre, como en gran parte del oriente, vestir mucha gente el traje asturiano tradicional de la zona, con sus filigranas y variantes
Su planta es rectangular, con nave, ábside y sacristía. Un árbol nos oculta casi su picuda portada neogótica.
Avanzando veremos, a la derecha de la iglesia y en medio de la quinta, la Casona del Conde del Valle de Pendueles, también llamada El Palaciu Buelna, del siglo XVIII, en lo alto de este altozano
Realmente la veremos parcialmente, entre árboles y plantas del jardín
Se reconoce su escudo solariego en la fachada. El historiador
Luis Antonio Alías dice de ella en su gran obra
El amino de Santiago en Asturias. Itinerarios:
"Del siglo XVIII, coloca de cabeza un corredor ático entre cortafuegos y de pies un destacado pórtico de doble arco. El sillar de vanos y esquinas, el sillarejo de muros, el escudo entre los balcones del primer piso y los amplios aleros suman sensaciones de nobleza"
En el camino, un viejo tronco de uno de estos árboles parece estar expuesto como prodigio de un viejo prodigio natural caído
Bifurcación y de frente. Los coches aparcan a la buena sombra para ir a las playas cercanas
Señalización a Cobijeru. Al fondo la iglesia con su espigada forma, alta y estrecha
Seguimos la cuesta un poco más hasta la carretera, la cual "ha solapado" el camino real antiguo e histórico y por ello preferimos venir por la ruta costera. A partir de Buelna la cosa va a cambiar, hay tramos, pero mucho más cortos, de carretera nacional de aquí a Llanes siguiendo el camino oficial, que es el que más se ajusta al recorrido que seguían los peregrinos y viajeros de antaño por el Camino Real de la Costa, incluso en buenos trechos casi intacto
Por el camino oficial, más corto, hay desde aquí aún medio kilómetro de carretera hasta Pendueles, que atravesamos por vías locales que siguen el que sería el primitivo itinerario jacobita, en el que encontraremos varios elementos muy vinculados al Camino. Cierto es que saliendo de Pendueles (donde también coincidimos unos metros con la senda costera y podemos tomarla desde allí) nos aguarda otro tramo de carretera general, con dos rotondas incluidas, hasta Vidiago, que es donde caminaremos por el camino real propiamente dicho, apartándonos de ella
Por el Camino Real de la Costa, en Vidiago pasaremos por hermosas aldeas y campiñas en Riegu y Puertas, pudiendo subir al ídolo prehistórico de
Peña Tú en lo alto de la Sierra Plana de la Borbolla, ofreciéndonos luego vía directa hacia Llanes por San Roque L'Acebal, pero es verdad que el no querer coincidir con la carretera general anima a muchos peregrinos a preferir continuar por la
Senda Costera de Llanes, recorrido senderista y turístico, más largo y que no fue paso tradicional salvo de pescadores y ganados en determinados lugares, no obstante nos permite disfrutar de la hermosísima costa de Llanes y apartarnos del tráfico y del asfalto.
Desde aquí podríamos ir por la carretera todo de frente hasta el
Albergue Santa Marina, situado un poco más adelante a la izquierda, y allí decidiríamos qué camino tomar, pero como hemos dicho vamos a aprovechar para conocer un poco algunos rincones de Buelna, por lo que tomaremos el camino a la derecha en un corto pero precioso desvío
Nos adentramos así por las callejuelas de Buelna, desde las que, yendo al albergue, podemos conocer los ramales que van a la senda costera o, al salir al final de nuevo a la carretera, tomar por ella el camino oficial en ruta a Pendueles
Si bien Buelna tiene un patrimonio histórico y etnográfico sumamente interesante, la fama de sus playas acapara la atención de la mayoría de sus visitantes. Ya hemos hablado del santuario local, bajo la advocación de Santa Marina, de la que vemos ahora su fachada oeste
Gran parte de las casas han sido restauradas, muchas de ellas son segundas residencias o alojamientos vacacionales, como sucede en todas las poblaciones turísticas
Algunas deben de ser muy antiguas, fijémonos en la puerta de arco de medio punto, posiblemente del siglo XVI si no anterior. Los corredores son característicos de muchas de las casas de Buelna. Estos son un ejemplo del tipo corredor volado, del que leemos en
El corredor en las casas asturianas:
"Puede disponerse a lo largo de toda la fachada o sólo en su parte central. avanzando respecto a ella cubierto por una prolongación del alero o por un tejaroz. que descansan en varios pies derechos de madera. El piso del corredor. siempre de tabla, puede apoyar bien sobre carreras que a su vez descansan en las cabezas de las vigas maestras que sobresalen del muro de la casa. o sobre ménsulas de madera empotradas en dicho muro. reforzándose en múltiples ocasiones con jabalcones o con pies derechos de madera. El antepecho del corredor está formado por una balaustrada de madera; la gran variedad de diseño de los balaustres, torneados o recortados, patentiza la voluntad estética de su constructor. la mayoría de las veces el propio usuario. La disposición proyectada al exterior hace que sea el modelo de corredor que proporciona una mayor diafanidad a la fachada"
Los autores de este estudio, Florencia Coso Arias, Miguel Cores Ramsaud y Matilde Zarracina Valcarce, explican ciertos usos y costumbres relacionadas con estas construcciones, además dicen que puede ser el tipo de corredor más antiguo en Asturias:
"Cuando varias casas con esta solución se alinean en un núcleo rural. el espacio bajo el corredor es público y se utiliza como paso o cobija por los vecinos, pero a la vez los moradores de cada vivienda lo privatizan ocasionalmente. al conformar tertulias en él o al resguardar algún apero. Por su sencillez estructural. que ha determinado su empleo en construcciones elementales -existió hasta hace pocos años uno en una vivienda con cubierta vegetal de Degaña- y sobre todo por su mención en documentos de mediados del S. XIV y del S. XVI. podemos considerarlo como el tipo de corredor más arcaico de los utilizados en Asturias"
Al fondo, otra casa de estilo algo diferente, o dos pegadas, una con balcón-corredor y gran buhardilla y la de la izquierda tipo torre con gran alerón en el tejado
Balcón de forja en la fachada a nuestra derecha. Balcones y corredores no tenían únicamente una función decorativa o se empleaban pasar asomarse a ver el panorama, era lugares donde se secaban y curaban productos del campo y del mar. Por lo general buscaban el sol, por lo que podían estar orientadas al sur, como las fachadas y entradas principales, al este, al oeste, pero rara vez al norte
A la derecha del balcón un ventanuco con dinteles tallados también se nos revela con cierto gusto renacentista siglo XVI
Las buhardillas elevan los tejados e integran los desvanes en el espacio habitable. Las galerías acristaladas triunfan con la industria del vidrio a partir de 1880. los indianos gustaban de esa solución y la divulgaron ampliamente, aunque no es exclusiva de ellos
A la izquierda, un alto muro de piedra cierra el terreno de otra casa, a nuestra izquierda
Entre la casa y el muro seguimos calle adelante...
Llegamos a un cruce de caminos, en el que iremos a nuestra izquierda, pero no sin antes decir que de frente podríamos ir a la Playa de Buelna o Entremares, saliendo a la senda costera. Un gran caserón parece haber sido la Casa Rectoral, que cuenta con capilla propia
La cercanía de los prestigiosos canteros trasmeranos, que extendieron su fama hasta Galicia y Portugal, parece hacerse patente en los excelentes trabajos en piedra
Nos acercamos ahora al barrio de Cuetu Mediu
Buena finca a nuestra derecha, al lado del camino que va a Entremares
Ahora vemos muy bien la gran fachada principal de la que debió ser la Rectoral de Buelna, con sus balconadas, orientada al sur
A su izquierda, Casa Oliva con corredor entre el cuerpo derecho de la vivienda y el cortafuegos a la izquierda. En el estudio antes citado dedicado a estos elementos leemos también:
"Las variantes sobre este tipo son múltiples, resultado del juego volumétrico «hueco-macizo» que en ellas se establece. Una de las más comunes y que predomina en la zona del valle del oriente de Asturias, es aquella en la que el corredor está flanqueado en un lateral por un cuerpo macizo y en el opuesto por un muro cortafuegos"
Desde un poco más adelante veremos también un poco mejor la capilla, con dos ventanucos abiertos en su fachada oeste
Por su estructura se sospecha puede estar construido sobre una obra románica, que incluso habría sido una antigua parroquial, pero nada seguro se sabe
Atravesando Buelna llegamos a esta bifurcación, en la que iremos a la derecha
En esta calle buena parte de las casas se agrupan en filas, una composición muy propia del oriente de Asturias
Los cortafuegos separan unas viviendas de otras, son en total cuatro, cada una de diferente traza
Es posible que la primera hubiese tenido corredor en sus tiempos, ahora sólo lo tiene la segunda
Es un ejemplo muy a destacar de corredor entre cortafuegos, volvemos de nuevo al artículo que los explica:
"El corredor se desarrolla a lo largo de toda la fachada principal de la casa, cerrándose sus laterales por la prolongación de los muros piñones, en los que encajan o apoyan las carreras sustentantes de aquél. Estos muros, denominados cortafuegos, protegen la eral m ente del viento y de la lluvia tanto el zaguán como el corredor. Se consigue con esta composición una lectura similar a la que proporciona el corredor sobre machones; en ambos casos toda la fachada es un espacio de transición entre el exterior y el interior.
Una variante de este tipo es aquella en la que se crea un cuarto o almacén a expensas de restar espacio al zaguán , siendo esto usual en casas cuya puerta principal da acceso directo a la cocina y en las que por lo tanto no se dispone de vestíbulo. En el tercio N.E. de Asturias, zona en la que se da un tratamiento muy cuidado a los elementos de madera y piedra, los muros cortafuegos, de sillería bien labrada, avanzan a la altura del primer piso sobre ménsulas molduradas en cuarto de bocel, caveto, gola o talón, adornadas frecuentemente con medias bolas. Este recrecido permite amparar lateralmente el gran fondo que los corredor es alcanzan en el área, en la que adquieren gran importancia a como espacios de servicio que complementan o suplen algunas funciones del hórreo, construcción escasa en esta zona. Los amplios aleros de madera que cubren el corredor, los capiteles zapata de los pies derechos, las balaustradas y los rodapiés se tallan con profusión de motivos geométricos, vegetales, de ovas, etc..."
Las dos siguientes son completamente diferentes, la primera mismamente parece haber sido la adaptación a vivienda de un antiguo establo, abajo el portón sería la puerta de la cuadra y arriba la puerta a la izquierda del piso alto la del henar
La última dispone como entrada principal de un gran arco de medio punto y zaguán
En esta bifurcación, la Casa Conceyu, con torre cuadrada para tañer la campana y llamar al conceyu o junta vecinal. Es de origen medieval y se conserva un relieve con un guerrero
Nosotros seguimos a la izquierda. A la derecha también podría irse a la
Senda Costera de Llanes, camino de Entremares y Pendueles
Al pasar vemos su escalera exterior al primer piso, así como la entrada a la torre. Encontraremos más casas-conceyu en nuestro periplo por los pueblos de Llanes, mismamente ya en el siguiente pueblo, Pendueles, cabeza de la parroquia
La parte que mira a la calle tiene estructura de vivienda con cortafuegos
Las flores, muy coloristas y vistosas son otra de las esencias de las callejuelas de Buelna, convirtiendo al pueblo en un precioso edén. Fijémonos arriba en el pequeño balconcillo saliente y semicircular en el desván de la casa
Paredes de mampostería y esquinas y vanos de sillería es la tónica constructiva imperante
Gran fachada de tres balcones en el piso alto. Alterna una arquitectura popular con funcionalidad campesina con otra más señorial, incluso de tintes urbanos
En este cruce siguiente continuamos de frente y vamos llegando al final de la calle, a las casas frente a las que pasaremos antes de volver a la carretera
La primera y la última que vemos al fondo son de corredor entre cortafuegos y cuerpo de vivienda y las dos del medio de corredor entre dos cortafuegos. De estas variedades hablan en El corredor en las casas asturianas:
"El corredor de madera es un elemento que se encuentra reiterativamente en casas repartidas por toda la región asturiana: por su ubicación. disposición y diseño son posibles múltiples alternativas en la composición de fachada de las viviendas y servicios que adoptan esta solución constructiva.
Determinados tipos de corredor predominan en área s concretas. unas veces de forma tan clara que caracterizan por completo su arquitectura. como es el caso del corredor volado diáfano en concejos centrales. mientras que en otras áreas coexisten dos. tres o más tipos de corredor -por ejemplo volados. sobre machones y entre muros corta-fuegos en concejos costeros - o o incluso es la importancia que adquieren sus cerramientos el denominador común más evidente. como sucede en los concejos de l tercio occidental y en asentamientos de montaña"
Situados generalmente en lo alto de la fachada principal y orientados al sur o al este, señalan lo diáfano o hermético de la vivienda si mantienen su traza original o si en algún momento se cerraron con galerías, integrándolos térmicamente en el interior de la casa:
"....será un espacio hermético cuando se cierran con diversos materiales ligeros partes de su estructura, potenciándose entonces sus cualidades como elemento «protector» o «captante» ante los factores climáticos. Su plurifuncionalidad es grande en todos los casos, al prolongar o complementar tanto el espacio interno de la vivienda como el externo a ella; así la sala ve ampliado su espacio a través del corredor, que mantiene . aunque sólo sea estacionalmente. la misma cualidad social que aquella. siendo punto de reunión familiar o vecinal en las tarde s de verano u otoño. Esta continuación del espacio interno resulta aún más evidente cuando en uno o en los dos extremos del corredor se habilitan espacios de vivienda. La prolongación y complemento del espacio externo se evidencia en el corredor por su carácter de servicio. como lugar donde se pon en a secar o madurar diversos productos de consumo y en el que se tiende la ropa al resguardo de las frecuentes lluvias. Atendiendo a su disposición en la fachada y a sus sistemas de apoyo, hemos establecido, para los tipos de corredor más frecuentes en Asturias , la siguiente clasificación"
Es por ello que el historiador Luis Antonio Alías escribe esto en su libro El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios:
"Las casonas de Buelna -fachadas de excelente cantería, cortafuegos, galerías, corredores y, en algún caso, saeteras abocinadas con venera-, desbordan tradición y flores"
Blasones en la pared del cortafuegos que, haciendo de medianera, mira al corredor
Parece que la calle terminase aquí pero no es así, un pasillo sigue a la izquierda
Es el camino que nos lleva de nuevo a la carretera, de frente vemos la bolera y, al otro lado, el Albergue Santa Marina, bajo El Llanu de Buelna, estribaciones de la Sierra Plana de la Borbolla
Si tuviésemos oportunidad, porque llegásemos a buena hora y dispusiésemos, por ejemplo, de una tarde o media tarde libre, subir arriba por la carretera LL-4 puede una buena opción para contemplar magníficamente Buelna y la rasa costera desde lo alto
Se ven las grandes obras de consolidación de la ladera para contener los argayos o deslizamientos de tierras, una constante la autovía desde su construcción hasta nuestros días. Este tramo, de Pendueles a La Franca, no se abrió hasta el 7 de agosto de 2014, mientras el siguiente, La Franca-Unquera, hubo de esperar hasta el 30 de diciembre de ese año
A la izquierda vemos subir la citada carretera local LL-3. Desde aquella su primera curva ya tendríamos una maravillosa vista de Buelna
La Bolera de Buelna, construida en 1952 por iniciativa de D. Claudio Álvarez Escandón
La Bolera es también un buen espacio de socialización, puede decirse que hace casi las veces de plaza del pueblo, se celebran las fiestas y diversas actividades, al lado de los bares de la carretera. Desde aquí ya podríamos cruzar al albergue o a tomar algo
Pero antes podemos ir a ver un elemento muy importante que tenemos a la izquierda, en el muro de este finca, por la parte que mira a la carretera
Nos acercamos pues en un rincón encontramos lo que debe ser un antiguo testimonio del paso del viejo camino real costero por Buelna: El Humilladeru de las Ánimas
Es un oratorio o capilla de ánimas, de los que tanto solía haber antiguamente en los caminos principales, pequeños altares viarios, que aunque de distintas formas y fábrica, suelen tener características muy comunes, estaban hechas unas de mampostería y otras de madera (de las que prácticamente ya no quedan), podían estar cubiertas y rematadas con carga de argamasa o cemento para dejarlas con sus paredes lisas. Siempre se erigían en lugares significativos, en los accesos a pueblos, cruces de caminos o cercanías a santuarios, en ellas se reza por las ánimas y se echan monedas en el cepillo de las limosnas, siempre dentro de un nicho protegido por una reja de hierro.
La creencia en el Purgatorio no está aceptada por todas las iglesias cristianas, es más, en el cristianismo más primitivo no parece existir de forma patente esta noción, un lugar en el que las almas de los pecadores que no han cometido pecados mortales se purifican padeciendo las penas del infierno pero no eternamente, solo el tiempo necesario para conseguir la gracia y entrar en el Reino de los Cielos. Existen conceptos parecidos en otras religiones y creencias, aunque no en absoluto iguales iguales: el barzaj en el Islam y Hamistagan del zoroastrismo. En el cristianismo son la Iglesia Católica y la Copta las que lo asumen entre sus preceptos más importantes, los primeros basándose en el Antiguo y Nuevo Testamento, entre otros documentos, y los segundos en los capítulos 6 a 36 del Libro de Enoc. La Iglesia Ortodoxa no cree en el Purgatorio pero sí en la existencia de un lugar en el que las almas, sin estar en el Cielo ni en el Infierno, esperan el Juicio Final, razón por la cual sí se ofrecen rezos por los difuntos y a favor de la misericordia divina. Por otro lado, la mayor parte de las iglesias protestantes lo rechazan, la misma Reforma de Lutero nació contra el cobro y comercio de bulas e indulgencias con la idea de comprar la salvación de las almas después de la muerte y acusa al Purgatorio de ser una invención para engañar a los creyentes, cobra entonces especial importancia el concepto de la Predestinación, tan defendido por Calvino, por el que desde la Creación Dios habría decididio quien se salvaría y quien no, por eso cuando nacemos estaríamos predestinados. Es entonces cuando la Contrareforma católica revitalizaría precisamente este y otros conceptos contrarios a los protestantes, extendiéndose el culto y veneración a la misericordia divina por las almas de los que no descansaban en paz, con estas capillas y con otras oraciones y ofrendas como las rondas de ánimas que pedían responsos y donativos en favor de quienes padecían el castigo del Purgatorio, con luces y campanillas, por los caminos, de casa en casa...
Ánimas del Purgatorio
son las que están a tu puerta
si nos dais una limosna
tendréis la Gloria muy cierta.
¡Ay, ay, ay! que aquí me abraso
¡ay, ay, ay! que aquí me quemo
ten piedad de nuestras almas
que están pasando tormentos
Hubo teólogos que plantearon, como otros religiosos y místicos, que las penas del Purgatorio se pasaban en la tierra vagando como alma en pena que los mortales no podrían ver a no ser en determinadas circunstancias, lo que explicaría entonces la creencia en fantasmas y otras presencias paranormales que tampoco fueron siempre muy bien aceptadas por las iglesias. En este caso cobra especial interés las apariciones de la güestia, güeste o Santa Compaña, procesiones fantasmagóricas relacionadas siempre con el temor a los difuntos y a las causas que no les permiten descansar en paz. Por ello, su "presencia" hacía que las rogativas, limosnas y donaciones aumentasen, por lo que no dejaban de tener una función extraordinariamente similar a la de los oratorios y las rondas de ánimas.
También hay quien ve en estos oratorios restos de religiones muy antiguas, precristianas incluso. Muchos están levantados en cruces de caminos y es allí donde se aparece la güestia, ya que la cruz en realidad además de ser el símbolo cristiano del martirio y muerte de Cristo, representa como elemento sagrado en otras culturas el lugar de tránsito entre este mundo y "el otro", el de los difuntos o "más allá" u "puerta a otra dimensión" y de ahí la aparición de las ánimas en pena en estos lugares y la edificación de estos oratorios.
En esta capilla de ánimas se ve un Pantocrátor con Jesús en Majestad y abajo la Virgen, posiblemente la Virgen del Carmen, advocación muy usual en estas capillas. Aquí las ánimas aparecen subiendo al Cielo liberadas de las penas del Purgatorio
Jesús en Majestad o quizás una imagen de Dios Pater, con una mano bendice y con la otra porta la bola del mundo, una representación muy usual en el arte religioso de todos los tiempos
La Virgen del Carmen (posiblemente), con su corona, que parece estar sacando a las almas del Purgatorio, representadas estas por cabezas aladas. Este culto mariano se extendió por Asturias entre los siglos XVII y XVIII, siendo muy posible que la capilla se construyese por entonces
A la izquierda un ángel parece estar saludando o recibiendo a las almas, que suben al Cielo tras su penitencia...
A la derecha, un personaje que porta una cruz tal vez pudiera ser el Arcángel San Miguel, vinculado a la redención de las almas
Desde la capilla de ánimas vamos a continuar carretera adelante en dirección oeste, hacia el albergue
La bolera a la derecha y el camino por el que hemos venido a ver la capilla. A ambos lados de la N-634 se concentran los bares y casas de comidas existentes. Las tradicionales labores agropecuarias y la pesca de bajura que algunos campesinos complementaban con ellas han ido perdiendo ímpetu frente a la industria turística, si bien bastante estacional y muy expuesta a los vaivenes del momento, empezando mismamente por la climatología
Aquí suele plantarse la h.oguera o joguera (pronunciar con h aspirada), altísimo tronco de eucalipto que alzan los mozos durante las fiestas, luego otro sube y coloca el ramu, tradición ancestral especialmente viva en los pueblos de Llanes, antiguamente se empleaban otros árboles.
Aquí está el escenario, a manera de quiosco de la música o similar, que preside el parque de La Bolera. Hay bancos para sentarse y se han plantado árboles ornamentales
Más allá la calle de Cuetu Mediu o Cuetumediu, por donde hemos venido desde la Casa Conceyu y la antigua Rectoral de Buelna
El albergue Santa Marina es este edificio de la izquierda, que abrió sus puertas en el año 2013, al cargo de Bautista, Presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Santander, estando a su frente varios hospitaleros
Para los veraneantes sin duda es esta la mejor zona para aparcar cómodamente sin necesidad de acercarse más a las muy próximas playas y evitar meterse por los vericuetos de las estrechas callejuelas de Buelna y las pistas que llevan a los arenales
Si bien es cierto que algunos días de agosto, máxime los fines de semana de sol, aparcar puede convertirse a ciertas horas en un problema peliagudo según avanza la mañana
Al atardecer, regresando de las playas, Buelna se convierte en un paseo, recorrido por los numerosos visitantes que admiran su buena arquitectura popular
El albergue, con sus terrazas, otro de esos espacios de esparcimiento y socialización donde los peregrinos intercambian sus experiencias y pareceres
Pegado a él, y formando parte del mismo complejo, un lugar para comer, El Horno de Buelna,
Con comedor y terrazas, coinciden peregrinos y visitantes a dar cuenta de los buenos manjares de la tierra
A la derecha, este caserón tiene toda la pinta de haber sido en tiempos una tienda-bar o tienda mixta, incluso con posada
Lías de macetas se extienden a lo largo de la entrada azulejada que da a la carretera
Otro renombrado lugar para comer, El Paso, atendido por Sandra y Vanesa García, herederas de la tradición de su madre Carmen González, cuando estamos a un paso ya de Pendueles por la carretera, y poco más por la Senda Costera, dos opciones de las que hablaremos en sus correspondientes entradas de blog
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