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viernes, 11 de octubre de 2019

DE GRASES A SIANA POR VALLE DEL RÍO VALDEDIÓS (VILLAVICIOSA, ASTURIAS): EL PUENTE DEL MAYORAZU Y LA MOLINERA "RUTA DE LOS VALLES" DE RAFA BALBÍN

 

El Puente del Mayorazu, sobre El Ríu Valdediós, paso del Camino

Saliendo de Grases, el Camino de Santiago sigue la ribera del Ríu Valdediós por los antiguos molinos de El Picu, La Llosa y El Mayorazu, donde se cruza el puente de este nombre, pasando el río para dirigirse a Niévares. Su estructura de piedra es de dos arcos que tienden a la ojiva, sobre todo el de la izquierda de la foto, lo que delata su construcción dentro de los parámetros del arte gótico, por lo que estaríamos ante un puente bajomedieval del viejo Camín Rial que iba de Villaviciosa a Gijón/Xixón que fue de paso continuo de gentes, entre ellos peregrinos, hasta la construcción de las primeras carreteras a mediados del siglo XIX

El cruce del Mayorazu

Pasado El Puente del Mayorazu, el Camino iba directamente a Les Vallines, en Niévares, por la derecha, para luego subir al Altu la Cruz, desde donde ya se ve la bahía gijonesa, pero desde la construcción de la Autovía del Cantábrico (A-8) y su enlace con la A-64 (el famoso nudo de Grases), este secular paso ha quedado cortado, por lo que ahora no hay más remedio que seguir de frente para pasar la primera bajo un viaducto y la segunda sobre un puente, realizando un gran rodeo para volver luego hacia atrás y retomar el Camino original e histórico en Les Vallines

El Camino y Grases, antes de El Mayorazu. Al fondo el Altu la Cruz, en El Monte Cañéu 

Ese gran rodeo hay una manera de evitarlo pero habría que dejar el Camino de Santiago oficial al llegar a la altura de Grases, cabeza de la parroquia de este nombre. Allí un desvío nos lleva al río por El Molín de Vicente o de Baxo la iglesia, pasa junto a la iglesia parroquial y nos lleva a las casas del pueblo, en la carretera local VV-10

Grases y, a su derecha y poco más arriba, La Torre (Niévares), con la larga cuesta al Altu la Cruz

Luego, saliendo de Grases por Les Quintaes pasaríamos bajo el viaducto de la A-8 en El Bichi y seguidamente dejaríamos la VV-10 a la derecha por El Camín del Llivinque, bella senda entre prados y arboledas autóctonas que debe ser también muy antigua, ya que llega al pie de La Torre de Niévares, que vemos en esta foto un poco arriba de Grases y a la derecha, verdadero castillo con torreones al que se añadió una casona en 1501. A los pies de La Torre el Camín del Llivinque se une al Camino de Santiago y emprende, por El Pueblu, la dura y directa subida al Altu la Cruz por las caserías de La Piñera y Fernandíz, que asoman entre las arboledas

El Camino y el desvío a Grases, a la derecha

Al Camín del Llivinque, como al pueblo de Grases, digno de visitar con su estela de los astures luggoni arcanticaeni localizada en la iglesia, así como su capilla de ánimas, les dedicamos sus oportunos artículos en sendas entradas de blog. El paso del Camino de Santiago a Grases puede hacerse aquí, en este cruce donde hay un mojón con flecha y concha que nos indica seguir de frente, un kilómetro aproximadamente antes de llegar a El Mayorazu y poco antes del Molín del Picu, a donde llegamos procedentes de La Barraca y La Fábrica, viniendo del cruce de Casquita y donde, para venir aquí, habríamos escogido el ramal gijonés del Camino de Santiago que allí se bifurca

Para visitar Grases y, si lo deseásemos, seguir por El Camín del Llivinque (ojo, no es Camino de Santiago oficial y no está señalizado como tal, aunque pasa, a la inversa, el Camín Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga), tomaríamos la senda de hierba que del mojón va a la derecha, internándose en un bosque


Pero nosotros, en esta ocasión, en esta entrada de blog vamos a referirnos a la ruta oficial por lo que, sin desviarnos del Camino de Santiago oficial, vamos a seguir de frente, por la ribera del Ríu Valdediós, hacia El Mayorazu, por donde nos indica la flecha amarilla del mojón




Hasta El Puente del Mayorazu el Camino será mayormente llano salvo alguna muy liviana cuesta, recorriendo la parte más baja de la ladera Occidental del El Castiellu o Castiellu Camoca, solar de un castro astur en su cima, muy afectado por las plantaciones de eucaliptos, con el que se vincula la mencionada, estela expuesta en el atrio de la iglesia parroquial de San Vicente de Grases


Llegamos a otro cruce, que como el anterior baja al Molín de Vicente o de Baxo la Iglesia para entrar en Grases, por lo que nosotros continuamos todo de frente adelante, entre la bella espesura


En la columna que sostiene un portón, una flecha amarilla confirma que vamos por el Camino de Santiago. Otra flecha, azul, puede marcar alguna otra ruta o travesía molinera


Altas y espesas sebes, setos silvestres, flaquean en camino con su espesura enmarañada de zarzas, árboles, arbustos y otras plantas, componiendo un entorno paisajístico de bello bocage


En el bocage crecen llamativos frutos rojos. La sebe suele podarse periódicamente, por lo que a veces la veremos más crecida y a veces menos, pero por este camino, acceso a varias fincas, siempre se pasa bien


El Camino en primavera, con más verdor. Se ven claramente las rodadas de algunos vehículos que pasan muy ocasionalmente, de servicio a dichas fincas



El Camino en verano, algo más seco, pero siempre fresco y casi todo él en umbría


Esta es la entrada a una de esas fincas, muchas de ellas antiguos pastizales en los que se han plantado eucaliptos, como en gran parte de este monte y todos los aledaños, toda la cornisa cantábrica en suma


La senda es ancha, de tierra, medio al sol y a la sombra, predominando árboles y arbustos autóctonos en el tramo más inmediato al Camino, además de helechos y zarzales


Solo ocasionalmente pasa algún vehículo, principalmente tractores, sobre todo pequeños, el célebre Pascualín...


Por las hojas, castaños o castañales y robles o carbayos parecen ser las especies arbóreas predominantes, aunque hay otras como los humeros, álamos, etc., todas las que predominan característicamente en los ríos costeros astúricos... 


Este tramo del Camino es un muy apacible recorrido por el bosque, hermosamente selvático incluso, pero por bien trillada y marcada senda andariega


Sube el Camino ligeramente por la alameda de este mágico y encantador bosque ribereño, en el que No nos resistimos a recordar la poesía El Bosque Amigo de Paul Valéry
En las sendas pensamos cosas puras,
uno al lado del otro, fugitivos,
cogidos de la mano, y pensativos
en medio de las flores más oscuras.

Íbamos solos, como enamorados,
entre la verde noche del sendero,
compartiendo el fugaz fruto hechicero
del astro que aman los enajenados.

Después, muy lejos, en la sombra densa
de aquel íntimo bosque rumoroso,
morimos -solos!- sobre el césped blando.

Y arriba, en medio de la luz inmensa,
¡oh, amigo del silencio más hermoso,
nos encontramos otra vez, llorando!

Y cómo no a Pablo Neruda...

"Al bosque mío entro con raíces,
con mi fecundidad: De dónde
vienes?, me pregunta
una hoja verde y ancha como un mapa.
Yo no respondo. Allí
es húmedo el terreno
y mis botas se clavan, buscan algo,
golpean para que abran,
pero la tierra calla.
Callará hasta que yo comience a ser
substancia muerta y viva, enredadera,
feroz tronco del árbol erizado
o copa temblorosa.
Calla la tierra para que no sepan
sus nombres diferentes, ni su extendido idioma,
calla porque trabaja
recibiendo y naciendo:
cuanto muere recoge
como una anciana hambrienta:
todo se pudre en ella,
hasta la sombra,
el rayo,
los duros esqueletos,
el agua, la ceniza,
todo se une al rocío,
a la negra llovizna
de la selva.
El mismo sol se pudre
y el oro interrumpido
que le arroja
cae en el saco de la selva y pronto
se fundió en la amalgama, se hizo harina,
y su contribución resplandeciente
se oxidó como un arma abandonada.
Vengo a buscar raíces,
las que hallaron
el alimento mineral del bosque,
la substancia
tenaz, el cinc sombrío,
el cobre venenoso.
Esa raíz debe nutrir mi sangre.
Otra encrespada, abajo,
es parte poderosa
del silencio,
se impone como paso de reptil:
avanza devorando,
toca el agua, la bebe,
y sube por el árbol
la orden secreta:
sombrío es el trabajo
para que las estrellas sean verdes"


Al borde mismo del Camino, el río Valdediós, que nace poco más arriba del monasterio de este nombre, entre Villaoscura y Villarrica, parroquia de Pueyes y al lado del Camino de Santiago ovetense, que se dirige a la catedral de San Salvador y del que nos hemos separado en Casquita


Baja el río con poco caudal en verano pero en invierno o en época de lluvias no son infrecuentes las riadas, aunque sin duda no tanto como antes, cuando inundaba estas vegas ya desde el mismo monasterio de Santa María de Valdediós, de su igual nombre


Sin embargo, de vez en cuando sigue formando una "gran ola", como la llaman los vecinos afectados, con las crecidas. Es un río corto en recorrido pero que salva en bajada un importante desnivel, lo que le da gran fuerza a sus aguas en esos casos, máxime cuando recibe aguas de sus afluentes, también cortos pero rápidos, y no digamos ya cuando se une al Viacaba en Amandi para formar el Llinares, el río de La Ría, el estuario de Villaviciosa. Esta es una noticia al respecto del 19-6-2010 del corresponsal de La Nueva España Ignacio Pulido:
"Las intensas y sucesivas lluvias acumularon demasiada agua en los cauces del Valdediós y Linares, lo que provocó el inevitable desbordamiento en su confluencia a la altura de Amandi. Los testigos definen como «una gran ola» la que llegó a la localidad, anegando por complemento las zonas que encontró a su paso. Además, se dio la circunstancia de que a la misma hora del desbordamiento se produjo la pleamar, con mareas que supusieron una crecida del agua de más de cuatro metros. También hay opiniones que aseguran que el túnel de la ría pudo agravar la situación, al hacer las veces de dique subterráneo cortando el paso a las corrientes y redirigiéndolas hacia un mismo punto"

Nos parecerá ver dos cauces paralelos con una isla alargada en medio, esto se debe al canal, la canal o canaliega, por el que devolvía a sus aguas El Molín del Picu, uno de los que funcionaron con la fuerza motriz de sus aguas y cuya entrada vemos un poco más adelante


Estamos por lo tanto viendo el río y, aquí bajo nosotros a nuestra derecha, la canal del molín, que llevaba agua a los molinos del valle, estudiados concienzudamente por el escritor, cronista, periodista  e investigador Rafael Balbín Loredo en su libro Los molinos de Maliayo


"Ocupando una extensión de 4 kilómetros cuadrados, hállase Grases orlado por tupido arbolado y disfrutando hermosos valles bañados por un riachuelo que produce sabrosa y abundante trucha y anguila", describía esta parroquia así Villaviciosa y su progreso, magna obra dedicada a ensalzar villa y concejo con todas sus aldeas, publicada en 1928 y de la que son autores Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Moreno


El Camino sube como baja el río al pasar a la altura del molino, en finca cerrada por puerta y sebe, cuya estructura fue ampliada para hacer casa tras acabar definitivamente en él el trabajo de la molienda


Entre la enramada iremos buscando algún hueco o espacio que nos permita contemplar el edificio del molino: aquí está su parte posterior


Según nos informa Rafa Balbín en su obra, citando al erudito Francisco de Paula Caveda, que hizo una descripción muy detallada de Villaviciosa, tuvo este molino dos molares, cosa bastante común en esta cuenca fluvial, de intenso trabajo moliñeru


Tendejón adosado, a manera de almacén, al cuerpo principal del molino, que como tantos otros también, tuvo una ampliación en altura, una planta alta dedicada normalmente a vivienda de los moliñeros


Esta es la fachada principal, vemos que tuvo alguna reforma y rehabilitación importante cuando ya no se trabajaba la molienda, pero manteniendo su estructura. Se conserva la canaliega de piedra por la que entraba el agua, embalsada, al molino propiamente dicho, en la planta baja


En el prado, una de las antiguas muelas de molienda, muela que giraba con el ímpetu del agua al mover las aspas del rodendu, que hacía funcionar toda la maquinaria del ingenio hidráulico. De la relación de los molinos con el Camino queremos compartir del blog El Camino de Santiago desde Asturias lo siguiente:
"Tan evidente como la importancia que tuvieron los molinos en el desarrollo de la vida rural asturiana, es la de su influencia sobre el trazado de los Caminos norteños en alguno de sus tramos, pues a partir del siglo XI ya comienzan a aparecer en los arroyos y ríos asturianos los primeros molinos hidráulicos en sustitución de los primitivos de accionamiento manual, iniciando su gran expansión a partir de finales siglo XVI con la llegada del maíz y el nacimiento de las llamadas rutas harineras o molineras, muchas de las cuales fueron utilizadas como vías de comunicación principal entre los diferentes núcleos de población rural. 
Vías que debido a su frecuentación ofrecían mayor protección y compañía al Peregrino, además de la posibilidad de cobijo en caso de necesidad, e incluso la de poder desempeñar algún trabajo ocasional".
Fuente Los molinos de Maliayo de Rafael Balbín Loredo, autor del dibujo Xuan Pedrayes Obaya

Este es un esquema base de la estructura de un molino de agua del que es autor el arquitecto villaviciosino Xuan Pedrayes Obaya, se trata del Molín de Barréu, en la vecina parroquia de Rozaes, en esta misma cuenca fluvial, de una sola altura, aparte de la inferior de la maquinaria giratoria, sin planta superior añadida, pero que ha de servirnos para entender su funcionamiento, así como los nombres de sus piezas y elementos en la zona. Seguimos leyendo de El Camino de Santiago en Asturias:
"El proceso comienza con el aprovechamiento del agua del río por medio de una pequeña presa, para desviarla a través de la “canaliega” a un espacio más amplio, anexo al molino llamado “barbacana”, donde se estancaba. 
Para poner en marcha el molino se dejaba caer el agua desde la “barbacana” a través de una estrecha y pendiente canalización conocida como “cubu” que desembocaba por un estrecho agujero llamado “salibu”, haciéndolo sobre "les aspes” o “péndoles" de la metálica rueda motriz horizontal o “rodendu”. 
El “rodendu” se sostiene sobre el “palu” o “asta”, pieza de madera que contiene la “espada” o “bursa” rematada por la “inera”, por medio de la cual, se encajaba en la muela.
Toda esta estructura giraba sobre el “peón”, parte inferior del “palu” que solía ser de piedra, que rotaba y se mantenía sobre la “sapa”, un canto rodado marino con determinadas características.

Encajado en la parte superior del “palu” se encontraban las muelas, la inferior o “frayón” que se encajaba mediante la “bursa” manteniéndose fija. Y la superior o “volandera”, que encajada sobre la “inera” giraba por la acción del agua sobre el “rodendu”.

Sobre las muelas se encontraba la tolva o “monxeca”, en la que se depositaba el grano, que se deslizaba por el “cuernu” en función del ritmo que marca el “tirabulu”, pieza de madera que roza en la muela superior y hace vibrar al “cuernu” dejando caer el grano al “güeyu”, agujero de la “volandera” que permite al grano introducirse entre las dos muelas encargadas de triturarlo.  
Grano que una vez convertido en harina se iba depositando a través de la “saliera”, en un cajón llamado “baranzal”, con lo que se consideraba finalizada la molienda. 
Éste proceso, que a primera vista puede parecer sencillo, requiere de una gran destreza y conocimiento de los diferentes mecanismos del molino, además de un permanente trabajo de mantenimiento. 
Comenzando por la perfecta limpieza de los canales y conductos de agua, pasando porque todos los mecanismos giren acompasadamente y sin tirones, para finalmente ajustar la separación y nivelado de las muelas con la finalidad de que produzcan una harina de calidad y no “empane”, formen una amalgama con el grano sin terminar de molerlo correctamente. 
Las muelas requieren de un mantenimiento periódico conocido como “el picado”, limpiando y remarcando las estrías que se realizaron inicialmente en las piedras y se van gastando paulatinamente con el proceso de trituración del grano. 
Para la manipulación de las muelas los molineros se ayudaban de una singular grúa, mecanismo con dos brazos metálicos pendiente de un brazo de madera móvil, denominado "cabria".
Sirva como referencia que para moler un saco de maíz, solía ser necesaria más de una jornada de trabajo, pues al mantenimiento descrito del molino, debe añadirse que el proceso tiene que detenerse periódicamente con la finalidad de que se enfríe la muela y no llegue a quemar la harina. 
En los ríos de mayor caudal existían molinos con dos o más muelas, por lo que el edificio era proporcionalmente mas grande en función a su número, debido a que necesitaba el mismo número de arcos que de muelas para albergar los correspondientes rodeznos, este tipo de molinos solían ser propiedad de la nobleza y el clero."


"La ruta de los valles". Así podría llamarse la zona del concejo de Villaviciosa por donde bajan los ríos de Valdediós, Rozaes y la unión de estos dos que toma el nombre de la parroquia de Grases", dice Rafa Balbín, con nada menos que 32 molinos localizados entre El Ríu Valdediós y sus afluentes, por las parroquias de Grases, Amandi, Puelles y Rozaes


Dejamos El Molín del Picu y continuamos por esta ligera cuesta del Camino, que discurre siempre por este bosque de ensueño


Camino que serpentea ligeramente ganando altura poco a poco en este maravilloso túnel vegetal entre los lugares de El Picu y La Llosa


El mismo lugar, con el verdor primaveral de la vegetación ribereña resaltando en hojas y veredas


Mágica penumbra de la foresta que ha dado siempre pábulo a historias y leyendas de ánimas y seres encantados o espíritus del bosque, las cuales forman parte del Folklore de los molinos, título del artículo del estudioso Miguel González Pereda, Cronista Oficial de Villaviciosa, publicado por la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa en su revista Cubera, a la que dedicó todo un monográfico al tema Molinos, en su nº 26 (agosto 1995)


Una de las leyendas más recurrentes es la de los hombres que, careciendo de mulo o montura, llevaban un saco de grano a moler al molino cargándolo a la espalda (de vuelta a casa con él ya molido hecho fariña) y echando pestes por este esfuerzo, siendo entonces se encontraban con un burro en el Camino, al parecer perdido o escapado de la cuadra de algún vecino, que no dudaban en montar. El burro empezaba a adelgazar drásticamente por arte de magia, luego a engordar y, ante la sorpresa del hombre, terminaba tirándolo al suelo en aparatosa caída de culo y entre dolorosas coces pese a que el hombre había intentado agarrarse de las orejas del animal. Era entonces cuando el burro, que resultaba ser un diañu burlón con la habilidad de metamorfosearse en cualquier animal, empezaba a reírse y hablar diciéndole a su víctima:
Tú-tú-tu ru tú
buenu te dexé el cú
Y el paisanu respondía
Tú-tu turelles
buenes te dexó yo les oreyes

No vemos mojones en este trecho pero alguna flecha amarilla nos indica que vamos en buena dirección. Estas flechas son muy necesarias aunque no haya cruce, pues evitan que nos pensemos haber tomado en algún punto un camino equivocado si no vemos señales camineras de confirmación


Otra historia es la de la mujer que, de vuelta de la molienda en brumoso día de lluvia, se encuentra con una cabritina aterida que berraba de frío, llevándosela con ella para casa donde, al entrar, la moza se desnuda poniendo la ropa, empapada, a secar junto al fuego. Luego se viste y prepara unes fariñes (papillas de maíz) para comer, dándole a la cabra unas pocas. Tras comerlas, la cabra sale corriendo y voceando, burlona, entre risotadas:
¡Ay que te vi el culo
¡Ay, que te lu vi!
¡Ay, que te comí les fariñes!
¡Ay que les comí!
Era de nuevo el diañu burlón y sus travesuras


El diañu burlón resulta pues ser un ente mitológico muy vinculado a los caminos, tanto es así que en algunas zonas del occidente asturiano es llamado Xuan dos Camíos (caminos). Mismamente en la página Senderismo en Asturias nos lo describen así, por si nos lo encontramos:
"Más que diablo es un bromista, que se preocupa más de hacer burlas que de motivos diabólicos. Es de baja estatura aunque puede cambiar de forma y apariencia a su antojo. 
Puede  puede tener aspecto humano la parte superior del cuerpo y la parte inferior de carnero, teniendo cuernos al igual que éste... 
Es bromista y hasta cierto sentido,  divertido. 
Es parecido al Trasgu, porque le gusta gastar bromas, cambiar su apariencia por la de un cabrito o la de un niño pequeño, por ello es conocido en el occidente de Asturias como Trasno/Cornín/Xuán Dos Camíos 
No tiene malas intenciones y se dedica, como su nombre indica, a burlarse de la gente, para ello toma forma humana o se disfraza de animal doméstico.  
Le gusta asustar a los caminantes por las noches y ver a las jóvenes desnudas y a veces se acuesta con ellas... 
Una persona puede ser lanzada por él y muchas veces hace travesuras para demostrar que existe, a veces viaja en alguna nube. 
Puede  adoptar la figura de un caballo, carnero, vaca u otro animal, incluso de un bebé humano.  
Su mayor actividad tiene lugar durante la noche, asustando al caminante que anda a deshora, incordia al molinero que maquila de noche, desorienta al paisano que busca a los animales perdidos, se burla de los mozos que regresan tarde de una fiesta. "

El río continúa pegado a nuestra derecha, ahora unos metros más bajo que el Camino


Acaba la cuesta y el Camino se separa ligeramente y poco a poco del borde sobre la orilla. Seguimos ruta recordando las historias y cantares de la molienda, tan propicios a amoríos...
"Debaxu del molín
 Nació el romeru
Quien fuera cortexada
 Del molineru lere
 Del molineru lere
 Del molineru

 Molín que mueles el trigu
 Piedra que lo has de moler
Ve y dile a la molinera 
Que yo tengo otro querer
 Debaxu del molín
 Nació el romeru lere
 Nació el romeru lere
 Nació el romeru" 

A la molienda solía irse de noche, estas soledades y la intimidad del interior de los molinos fueron propicios a picardías y sus correspondientes cotilleos, de los que, cómo no, salían coplas y cantares, a los que no era ajeno el estamento eclesiástico:
Al señor cura de la Piñera
toca-y la gaita la molinera
el señor cura va pal molinu
tría-y la escanda maquila-y el trigu

El señor cura dale a la rueda
tría que tría con la molinera
fízose dueñu de los molinos
llámenlu padre los rapacinos
y el molineru una almina de Dios
ta coles cabres tol añu en La Foz


Paisaje natural y boscoso, de cuento de hadas, o de "cuentu xanes", las ninfas astures, cantadas popularmente en Ecos de la Quitana:
"Vas por agua vas por agua 
A la fuente de la aurora
 El galán que te enamora
 Esperándote alli está

 Cuenten que al amanecer
 Mientres duerme la quintana
 El galán del tu querer 
Vien a hablar con una Xana

 Rosa temprana Dime si yes tú 
La amante Xana, la amante Xana
 Dime si yes tú, dime si yes tú 

Yes la reina de les flores 
Yes la flor de la quintana
 Yes la moza mas galana
 De la aldea del amor"

Pero sin duda es el diañu burlón el ente caminero por excelencia, sino que se lo digan a aquel vecino que, yendo a moler de noche al molino, se encontró con una cabra enredada en las zarzas de un matorral, la liberó y, viendo que tenía un pata rota, cargó con ella a hombros. Después de un trecho, el hombre sintió humedad en la espalda, pero no le dio importancia, pues pensaba era sudor, pero luego de un tramo más empezó a oler muy mal, comprobando que la cabra le había orinado y cagado encima. La cabra pegó un brinco salió corriendo a cuatro patas a la vez que reía y decía a voz en grito "¡caguete, mexete y trexísteme al recostín!"


El el musgo crece en la corteza del viejo tronco seco de un árbol caído hace tiempo, tal vez de aquellos años en los que la vecindad acudía por este y otros caminos a las moliendas


Pasada la posguerra, se extendieron los molinos eléctricos, que llegaron a ser habituales en bastantes caserías, pero la mecanización del campo, que trajo mejoras a algunos caminos para permitir el paso de tractores y maquinaria, hizo de muchos carreteras locales para el paso de vehículos, pudiendo llegar a diario a las casas pan recién hecho repartido por las tahonas. Entonces el espacio destinado a plantar cereal se dedicó a huerta o, mayormente a pasto, dentro de la especialización ganadera del agro astur, para suministro de leche y carne a las crecientes áreas urbanas e industriales, a donde además se trasladaron muchísimas familias de los pueblos en búsqueda de jornal y mejor vida, en el gran éxodo rural acontecido a partir sobre todo de la década de 1960


Los molinos languidecieron y desaparecieron a excepto de unos pocos que siguieron moliendo, incluso en nuestros días hay alguno mismamente en Villaviciosa. De otros se conserva el edificio, más o menos conservado o reformado, aunque no el interior, sus elementos y maquinaria, varios han sido restaurados


Otros se han arruinado y se desmoronan irremisiblemente, al igual que la casería a la que pertenecieron, este es el caso del Molín de La Llosa, llamado así por una llosa o tierra de labrantío que se extiende a nuestra derecha, en la vega existente entre el Camino y el río, la cual veremos al final de esta recta, en el siguiente claro


Lo primero que vemos al llegar a La Llosa es una casa, deshabitada, y un hórreo delante de ella, ambos al pie del Camino, una quintana que tiene aquí su entrada, rodeada de árboles

La palabra asturiana llosa, emparentada con otras similares de diferentes lenguas peninsulares, parece venir etimológicamente del latín clausam, cerrada, haciendo referencia a estas fincas, que un día estuvieron bien plantadas, entre otras cosas de maíz, para moler en el molino



Allí abajo entre los árboles y junto al río, que discurre oculto entre el tupido arbolado, es posible aún distinguir las ruinas del que fue El Molín de La Llosa, testigo mudo del ancestral trabajo de la molienda. Llegó a tener dos molares, según informaba también Francisco de Paula Caveda en su Descripción geográfica e histórica del Concejo de Villaviciosa, de los que según Rafael Balbín Loredo funcionaba solo uno en los últimos años de labores molineras


El molino pasó un tiempo a ser cuadra de animales pero hace tiempo también esta función parece haber caído en desuso y se va llenando de maleza. Arriba vemos algunas de las casas de Grases de Riba donde se dice estuvo antaño la iglesia parroquial y hay ahora una capilla dedicada al Niño Jesús, o Dulcísimo Nombre de Jesús pero que no podremos ver bien entre el arbolado


En Grases de Riba está La Viñona, topónimo relacionado con antiguas plantaciones de vid de un monasterio extinguido del que se conserva también el nombre de El Prau los Flaires. Aquel monasterio tendría que ver sin duda con la antigua iglesia. En el lugar está la casona de El Palaciu, de la que solamente vemos los tejados y las palmeras de su finca (a la derecha de la foto), solar de la mencionada capilla, que celebraba un festejo vecinal


El Camino, que discurre a un nivel más alto que la finca, pasa detrás de la casa de La Llosa, que también tenía aquí entrada, ahora tapada por el matorral


Un poco más adelante hay otra entrada a la finca, desde la que podremos ver más detalles en el paisaje del valle y montañas que lo circundan


Otra vista de La Llosa, con el hórreo en primer término y detrás de él toda la vega del río, tapado por el denso arbolado de la ribera, bajo Grases de Riba y sus quintanas


Más allá de Grases de Riba asoma El Pedrosu, collada que separa El Monte Cañéu del de La Cobertoria, paso natural entre el gran valle del Valdediós y sus afluentes y Les Mariñes de Villaviciosa. Por allí se trazó a mediados del siglo XIX la Carretera la Costa, sustituyendo al Camín Rial, luego llamada Ribadesella-Canero y que es actualmente la N-632


Aparte de su denominación oficial, pasó a ser conocida generalmente por Carretera'l Pedrosu, terriblemente temida por sus curvas, peligrosas para el tráfico y causa de tremendos mareos entre los viajeros. Raro era el viaje en autobús que alguien no tuviese que echar mano de una bolsa o en coche sin que nadie necesitase realizar una "parada técnica"


La N-632 cayó en desuso cuando se abrió la llamada Carretera del Gobernador (AS-256) que va más directa y sin tantas vueltas un poco más al norte, y definitivamente ya con la apertura de la Autovía del Cantábrico. En nuestros días es casi una vía de comunicación local para los pueblos de la zona Les Mariñes, pero en no pocos tramos registra bastante tráfico en verano, los de los accesos a las playas principalmente, también es muy empleada por moteros y ciclistas


En El Pedrosu, parroquia de San Xusto, abrieron en sus tiempos de esplendor varios establecimientos renombrados, los bares-comercio o chigres-tienda de Casa Constante, antes Casa Valeria, y Casa Gelu, que además de chigre y tienda tenía estanco, parada de línea y baile, a donde acudía a bailar la juventud de entonces, muy numerosa aún en estas parroquias


A El Pedrosu sube la carretera local VV-9 desde Les Vallines, en Niévares, llegando a Villarrica, la llamada Casa'l Cura, que tenía capilla anexa


Si bien la carretera se sabe estaba acabada "en 1882 sino antes" dice el arquitecto Juan José Pedrayes Obaya en Villaviciosa de Asturias. Analisis urbano, en Villaviciosa y su progreso, año 1928 recordamos, afirmaba que "Los caminos son pocos y malos" y que "Como única vía de comunicación importante, tiene el camino a Caés, construído por don Leonardo Palacios ayudado por el vecindario". Es extraño no se mencione a esta carretera, que además va a Caés, pueblo de San Xusto situado más abajo de El Pedrosu. La insatisfacción era no obstante tan grande con este y otros problemas que se llegó a plantear en San Xusto el independizarse de Villaviciosa:
"Es lamentable, por no calificar de otra forma, el abandono que se aprecia en las cosas públicas de este pueblo (...) el cronista se explica la indignación explosiva de este vecindario contra el proceder del Ayuntamiento, que según ellos, le tiene abandonado; de ahí su aspiración a constituirse en entidad menor."

Desde La Llosa vemos también, más al sur y en el mismo Monte Cañéu, el Altu la Cruz, el paso al valle del Ríu España, parroquias de Pión y Candanal, al suroeste de Villaviciosa, por donde subiremos dentro de poco


Su cima, como la de todo el cordal, fue objeto de intensas repoblaciones forestales que trastocaron en paisaje que había permanecido durante milenios, destruyendo las necrópolis megalíticas de túmulos y dólmenes de las antiguas civilizaciones megalíticas pastoriles que erigieron en lo alto del monte la última morada de sus antecesores 


Allí está, bajo el monte La Cruz (528 m), solitaria, la Casa de Ruán, comunicada con la carretera VV-8 , que sube de El Pedrosu, por una pista forestal


Nosotros pasaremos algo más arriba y a su derecha, pues los últimos metros de subida los haremos por la citada carretera. El Altu la Cruz está justo a la derecha de la foto, entre los pinos, donde empezaremos a bajar nada más llegar al collado


Dejando atrás La Llosa el Camino vuelve a adentrarse en el bosque, muy cerca ya de El Mayorazu, topónimo vinculado a la antigua institución del mayorazgo, de propietarios rurales que beneficiaban al hijo mayor evitando que se dividiese la hacienda. Alguno de estos sería el propietario en tiempos de estos parajes


De origen medieval, el mayorazgo llegó a ser duramente criticado por los pensadores ilustrados del siglo XVIII que pedían una mayor liberalidad de la propiedad privada dentro del conflicto latente entre la nobleza terrateniente y la burguesía, llegándose ya a estipularse restricciones e impuestos especiales a los mismos, si bien no desaparecieron hasta las reformas del Trienio Liberal (1820-1823). La Gran Enciclopedia Asturiana nos ofrece una explicación de la incidencia de los mayorazgos en Asturias:
"El mayorazgo, institución civil constituida por el llamamiento de una familia al goce perpetuo de determinados bienes con prohibición de enajenación, fue muy usado por la nobleza a partir del siglo XV, cuando dejó de ser guerrera y se convirtió en cortesana, como medio para mantener el lustre y las tradiciones de sus antepasados. Las Leyes de Toro de 1505, al conceder amplia libertad para su fundación, democratizaron esta institución poniéndola al alcance de las pequeñas fortunas.

Con la abusiva constitución de mayorazgos, se inmovilizó una gran parte de la propiedad territorial, lo que trajo como secuela el fomento de la ociosidad y la soberbia de sus poseedores y la privación de muchos brazos al ejército, a la agricultura, al comercio y a las artes y oficios. Debió generalizar desmesuradamente el absentismo en el campo, pues Miguel Álvarez Osorio, en su Discurso universal de las causas que ofenden esta Monarquía y remedio para todas, publicado en 1686, enumera cuatro causas, siendo la última "el que la nobleza no se ocupase de administrar sus estados, mayorazgos y haciendas". Todos los escritores y políticos de la Ilustración, encabezados por Campomanes y Jovellanos, arremetieron contra los mayorazgos, solicitando su abolición, cosa que se consiguió con la Ley de 11 de diciembre de 1820, confirmada definitivamente en 1836. En Asturias, en líneas generales, los mayorazgos, fundados casi en su mayoría sobre medianas propiedades, no ocasionaron funestas consecuencias a la agricultura; al contrario, sus poseedores, una especie de nobleza media, ejercieron una sabia tutela sobre la masa campesina. "Los pequeños mayorazgos particulares, como se les llamaba -dice Fugier-, vivían en sus tierras, en grandes casas, cuyas fachadas lucían heráldicos blasones y no constituían, por lo general, una casta de hidalgos incultos, ociosos y despreocupados e indiferentes a las cosas de interés público. De todo lo contrario dan irrecusable testimonio los restos, aún conservados, de muchas bibliotecas privadas. Los mejores libros de literatura nacional no faltan en ninguna, y los libros extranjeros, en número abundante, figuran en muchas, Hacían una vida tan sencilla como sus arrendatarios y ejercían sobre ellos una gran influencia. Estos propietarios, en la Guerra de la Independencia, fueron uno de los más sólidos puntos de apoyo a a la resistencia asturiana."

Los mayorazgos tenían que desaparecer, pues además de injustos destruían el principio esencial de la propiedad, el de su poder dispositivo, pero la política desamortizadora obró prematura e imprevisoramente, y al abolirlos dejó a campo asturiano sin una auténtica clase dirigente".

La memoria del mayorazgo o mayorazu ha quedado impresa en la toponimia dando nombre a varios lugares, tal que este. Es interesante saber que, cerca de aquí, valle de Rozaes arriba, hay otro molino llamado también Molín del Mayorazu. Leemos ahora lo que nos explica de esta institución el Diccionario histórico de Asturias:
"El mayorazgo era una forma de propiedad privada sujeta a una reglamentación j jurídica como institución de derecho sucesorio, vinculado a la sucesión por orden de primogenitura. Regulado por las Leyes de Toro (1504), el titular de los bienes disponía de la renta y usufructo sin poder disponer del valor constituido por el mismo. En la sucesión se observaba la primogenitura con derecho de representación, siguiendo las reglas fijadas en el código de Las Partidas para la sucesión de la Corona. De esta forma la prelación quedaba como sigue: primero la línea, segundo el grado, tercero el sexo y cuarto la edad.

La ley 40 de Toro, en materia de sucesión, sólo tenía carácter dispositivo, de modo que decaía ante la declaración expresa de ll fundador del mayorazgo. Se abría paso así a una casusística en torno a los derechos sucesorios de las mujeres. Los mayorazgos de agnación rigurosa las excluían de modo explícito, mientras que los de agnación artificiosa o fingida permitían que el mayorazgo pasase a mujer. Eran estos los dos tipos más frecuentes tejiéndose en torno a ellos otros tipos mixtos (como los de masculinidad pura, contraria agnación, saltuario, electivo o de segundogenitura, entre otros) bastante menos frecuentes.

El proceso fundacional era bien simple, dado que la licencia real sólo era precisa en algún caso determinado. Se podía fundar mayorazgo sobre casi la mitad aproximada del patrimonio, abarcando el tercio de mejora y el quinta de libre disposición. Y si no había herederos forzosos o éstos renunciaban a la legítima se podía incluir en el mayorazgo la totalidad de los bienes. Este tipo de mayorazgo de tercio y quinto, fundado en el testamento, es con mucho el más abundante y popular entre los hidalgos asturianos. Se ahorraban costas y gastos, pensaba el fundador, pero, a veces, no preveía los largos y costosos pleitos de tenuta en los que se enzarzaban los herederos alegando la posesión civilísima y el "derecho de sangre"

Nos acercamos ya al claro y encrucijada de El Mayorazu, estas posesiones abarcaban toda serie de bienes y propiedades, terrenos, casas castillos, fortalezas, patronazgos de iglesias, cargos de poder, fincas rústicas, comunes, pastos, brañas y por supuesto los muy importantes molinos, como este al que nos acercamos, en el que la maquila o parte de la molienda en concepto de pago por el servicio de moler, medida en celemines, constituía su renta. Sigue diciendo el Diccionario Histórico de Asturias:
"Todo bien era susceptible de  recibir amparo y tutela de amortización quedando así a resguardo de futuros acreedores, de modo que surgieron vínculos y mayorazgos hasta debajo de las piedras, quedando sólo exentas las de los monasterios".

Aquí se unen el Camino de Santiago, que sigue de frente hacia El Puente del Mayorazu, con el que comunica, a la izquierda, con San Pedru Ambás, siguiendo el estrecho valle de La Riega la Cumbre, que nace de La Riega Camoca, que brota en el lugar de La Forcona, parroquia de Camoca cercano a la frontera con San Pedru Ambás, llegando aquí por el lugar de El Valle, también en Camoca, desembocando en El Mayorazu en El Ríu Valdediós o Ríu de Grases


La Riega la Cumbre toma su nombre la ladera del monte que se yergue sobre ella, desde esta mesta o convergencia fluvial a San Pedru Ambás. El Camino de Santiago, recalcamos, sigue todo recto, del cruce a la derecha, pero la quintana de El Mayorazu tiene sus dependencias a ambos lados del ramal del la izquierda, que podremos ver en un momento antes de seguir hacia el puente


Desde aquí vemos, entre los árboles, parte de la casa y del hórreo, de los de corredor


En este margen, a nuestra izquierda, la cuadra. Fijémonos arriba, en La Cumbre, en las plantaciones de eucaliptos sobre el arbolado de la ribera


Seguidamente va el viejo llagar de sidra. De la misma manera que había molinos solitarios y apartados de las casas, había otros, como el del Mayorazu, que constituían el centro de una quintana, además en un cruce de antiguos caminos que debieron de estar concurridísimos en sus buenos tiempos


El llagar es bastante grande, sin duda en él se celebraron antaño buenes espiches, cuando la vecindad y los veceros iban probando, la preba, la sidra de la temporada, de casa en casa, pues casi todas hacían sidra, no solo para consumo propio sino también para vender. Era entonces cuando se espichaba, es decir, se quitaba la espicha o espita del tonel y brotaba del mismo la rica sidra del lugar. Solía la bebida ir acompañada de algo de comida. La unión del trabajo-fiesta ya empezaba con la mayada del primer mosto, la sidra dulce o del duernu (el recipiente de mayar o machacar las manzanas, que solía coincidir con les esfoyaces o recogida y enristrado del maíz, fiesta comunitaria como los magüestos de castañes, también por temporada otoñal


El hórreo era indispensable para recoger grano y maquila apartado de los roedores. De los corredores se colgaban las ristras o riestres del maíz tras la esfoyaza


Una pasarela comunica el Camino con la casa sobre La Riega la Cumbre. Rafa Balbín en Los Molinos de Maliayo informa que el Molín del Mayorazu llegó a tener funcionado tres molares. La primera planta es la original, la de arriba es, como en El Molín del Picu, un añadido posterior para vivienda


El molino, dice también Balbín Loredo, funcionó hasta la década de 1980, "recibiendo agua del propio río y de la Riega la Cumbre", lo que da a entender que funcionaría con ambos cursos de agua



Siguiendo camino veremos su parte posterior, así como la unión de ambos ríos. Al fondo está El Puente del Mayorazu


Bien, y esta es, mirando a nuestra izquierda, encima del matu, la parte de atrás de la casa-molino. Esta prado debió de estar antaño plantado de cereal. Durante el siglo XVIII el maíz iría desplazando definitivamente y casi por completo al trigo, escanda, mijo y otros cereales como elemento panificable


La canal, seca, puede permitirnos ver los güeyos del molín, en la planta baja: son dos, necesarios para los tres molares que tuvo en funcionamiento


Dada su capacidad de molienda era un lugar de encuentro de la vecindad de Grases, Camoca y San Pedru Ambás, que pagaban a los dueños la correspondiente maquila o cantidad de grano correspondiente en señal de pago por el trabajo


Tuvo que ser esta del Mayorazu una casería importante, con molino, llagar, hórreo, caserón y cuadra, antigua posesión de uno de aquellos mayorazgos que, por ejemplo, tanto criticaría el ilustrado prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos en su Informe de 1787, culpando a esta entidad de los atrasos de la agricultura en España y en concreto en Asturias, donde ocupaban hasta un tercio de la superficie cultivada y se quejaba que "Las tierras han llegado en España a un precio escandaloso", dado que las pocas que estaban en venta eran terriblemente caras al no poder dividirse ni venderse libremente la propiedad de los mayorazos


Allí estarían los tres rodendos que harían funcionar otras tantas muelas, Rafael Balbín Loredo dice que aún se conservaba una de ellas en la casa


Continuamos marcha hacia el puente, siguiendo el Camino de Santiago que se introduce en otro encantador tramo boscoso de estas riberas


Riberas de La Riega la Cumbre en su unión con el río Valdediós que vemos entre el ramaje


El Puente del Mayorazu permite el buen paso por un vado que, si bien habría sido fácil de cruzar en verano, se complicaría bastante el asunto con las crecidas del invierno, si bien las peores inundaciones parece eran río abajo, pues en otro caso sin duda se había hecho un puentón más grande



Su firme, cubierto de tierra pero bien pisado, y sus bordes, en los que crece la hierba, hacen que, al no verse prácticamente las piedras según vamos caminando sobre él, pueda hasta pasarnos desapercibido el que estamos pasando sobre un puente


Únicamente si miramos al río, que pasa bajo nosotros, nos percataremos que estamos pasando por un elemento pontonero. Fijémonos en las piedras formando muro en la orilla, a manera de antigua canalización previsora de desbordamientos


Con cuidado es factible bajar a su orilla, pequeña playa fluvial de morrillos o regodones, cantos rodados, para apreciar su estructura, a la que nos hemos referido al principio, llamando la atención la estructura ojival del arco del ojo o güeyu de la izquierda



El de la derecha parece tender más al arco de medio punto. Fijémonos en los huecos de las gigas que se dispusieron para su construcción. Sin duda hubo de ser reparado varias veces y desconozcamos cómo sería el aspecto original 


Estos puentes de arcos están pensados para que uno, en este caso el de la derecha, sea por donde pasa el río normalmente, estando el de la izquierda como refuerzo para desaguar durante las crecidas


Pasado El Puente del Mayorazu, hay una bifurcación, la de la izquierda comunicaba secularmente con el valle de Rozaes, siendo también otra de las posibles rutas a Valdediós, mientras que el ramal de la derecha era el que se dirigía hacia Les Vallines para continuar hacia Gijón/Xixón por el Altu la Cruz. Era el seguido por los peregrinos del Camino de Santiago que optasen por dirigirse a la villa gijonesa para acogerse a su hospitalidad, normalmente en el Hospital de los Remedios, barrio alto de Cimavilla, cuya capilla se conserva


Pero, como también advertíamos antes, desde la construcción del nudo de Grases de la Autovía del Cantábrico eso ya no es posible, el Camino primigenio ha quedado irremediablemente cortado y la señalización oficial ha buscado orientarnos todo de frente buscando un paso bajo las nuevas vías de comunicación 


El Camino sigue siendo ancho y de buen paso, de tierra y piedra, con el Ríu Valdediós a la izquierda y los prados a la derecha, donde se planta maíz, y en abundancia, pero no ya para consumo humano sino como planta forrajera, por lo que ya no es necesario tampoco para ello el trabajo de la molienda, a no ser en la elaboración de piensos, algo que ahora hacen empresas especializadas 


En el Camino hay una especie de desagües o aliviaderos, hechos a pico y azada, por donde van las aguas sobrantes de las lluvias al río, evitando que la senda se encharque


El murmullo del agua suele ser la música de fondo en este bello trayecto por las riberas del Valdediós, un topónimo que parece nació con el monasterio de Santa María, pues era normal que los cenobios benedictinos, los cistercienses lo eran y son, fuesen designados con el nombre de Dios (Santa María de Valdediós, el valle de Dios), sobre todos los fundados en lugares retirados


Antes, cuando en el mismo lugar estuvo el lugar de retiro de Alfonso III El Magno, del que queda en pie la joya del Conventín de San Salvador, el valle era conocido como Boides, de etimología discutida pero que parece tener que ver con bóvidos, ganado vacuno en general


Es fácil suponer que la tradición pastoril de los antiguos pobladores megalíticos continuase o incluso se incrementase con los nuevos aportes poblacionales posteriores que trajeron la domesticación intensiva de muchas especies, buena parte de ella de vacuno, origen de las actuales razas autóctonas de tanto renombre para la producción láctea y de carne. El valle de Boides estaría en el Territorio Maliayo, otro topónimo de discutida etimología y que vendría a ser el actual concejo de Villaviciosa, si bien en ciertos documentos parece ser fue más grande, bastante más incluso, al menos en ciertas épocas


Con Maliayo pasaría como con Boides, tras fundarse la Pola de Maliayo por carta puebla Alfonso X El Sabio en 1270, se buscó atraer gentes para establecerse en la nueva población aforada por la misma Corona, esa es la razón por la que al siglo siguiente empieza a aparecer el nuevo nombre de Villaviciosa en la documentación, con el significado de villa fértil referido a la riqueza agroganadera real y potencial de su entorno más inmediato, resultando un nombre realmente atractivo que fue extendiéndose por todo el concejo


La Pola de Maliayo, luego Villaviciosa, y el monasterio de Valdediós nunca tuvieron buena coexistencia. Los cistercienses, cuyo convento se había fundado unas décadas antes que la nueva puebla, a principios de ese mismo siglo XIII, nunca vieron con buenos ojos estas nuevas villas que competían con ellos en su mismo territorio, tanto es así que llegaron a conseguir que el rey revocase la de la Puebla de Sariegu por esas mismas fechas, alegando que dos polas tan cerca una de otra y con ellos en medio afectaría negativamente a sus intereses, propiedades, colonos, rentas, etc., incluyendo a su propia administración y control del territorio


El Camino hace un poco de curva a la izquierda en este cruce, dando vista a unos prados, a nuestra derecha 


Llegamos ya ahora a unas fincas desde donde tendremos buenas referencias visuales del entorno, según caminamos al lado de su alambrada de cierre


Al oeste, al otro lado de la finca, un bosquete lineal delata el curso de La Riega les Vallines, que viene de regar los pastos del lugar de ese nombre, en Niévares, tras nacer en la falda del Monte Cañéu, donde se le llama La Riega Fuente Nueva. Más abajo recibe las aguas de La Reguerilla, que nace en la misma ladera y pasa por la aldea de El Pueblu. También llamado La Riega Turbeñu y El Ríu les Piles, es otro de los afluentes del Valdediós y sobre él vamos a pasar muy pronto por otro pequeño puente


Sobre los árboles de La Riega les Vallines, el viaducto de la A-64, cerca del nudo de Grases. Justo encima, divisamos de nuevo el Altu la Cruz (451 m), a donde subirá el camino antes de bajar al valle del río España rumbo a Gijón/Xixón. A la derecha es el Monte Curiella o La Curiella (535 m), a la izquierda el Monte la Cruz (528 m), todo ello en la citada serranía del Monte Cañéu, Cordal de Cañéu o Cordal de Pión que, extendiéndose se norte a sur, cierra por ese lado el valle 


Buscando el paso bajo esa autovía, el Camino actual prolonga su trayecto un kilómetro y medio más hasta Casares, paso bajo el viaducto; luego sube y llega a L'Arbeyía, al pie de Turbeñu, para pasar el puente sobre la A-8


Luego, por la VV-10 vuelve hacia atrás, podemos decir, del valle hacia acá para en Les Vallines, retomar el trazado histórico que quedó cortado en lo que en total es una vuelta completa de unos 4 kilómetros (aproximadamente una hora de Camino) en contrataste con el kilómetro y medio que comprendía el trayecto desaparecido, entre El Mayorazu y Les Vallines


Por Les Vallines, allí en los eucaliptos, al otro lado del viaducto, llegaremos pues por la VV-10 al cruce con la VV-9, la cual dejaremos prontamente, en el barrio de El Pueblu (Niévares), para subir al Altu la Cruz, el collado donde los eucaliptos dan paso a los pinares de la cima. Estas referencias de montes y lugares las iremos repitiendo oportuna y constantemente para hacernos una idea del trayecto que nos aguarda hasta llegar allí


Seguimos por la orilla del Valdediós, en este lugar suele haber siempre algo de barro y algún charco, incluso en pleno verano


La hojarasca empieza a cubrir las veredas, donde crecen algunos helechos. La caída de la hoja anuncia la proximidad del otoño, la seronda, el tardíu...


Un gran carbayu sobre el Camino señala el lugar en el que iremos saliendo de las profundidades boscosas de la ribera del Valdediós, que constituyeron este trayecto molinero desde Grases


También aquí iremos apartándonos de la orilla, oculta ahora a la izquierda por esta sebe


Y salimos del boscaje justo donde La Riega Turbeñu va a dar sus aguas al Valdediós


Acto seguido vemos la cuesta que sube a Siana, ya en la parroquia de San Pedru Ambás, junto a un gran maizal y dando vista a los montes que cierran el valle al sur del concejo de Villaviciosa, La Llomba



He aquí el paso sobre La Riega les Vallines, divisoria de parroquias: la de Grases va quedando atrás, entramos en la de San Pedru Ambás, la tierra de Ambatius o Ambasius, un antiguo posesor de época romana o altomedieval


Es un sencillo puente liso, no muy antiguo, bajo el que pasa el regato. Aquí sí que puede pasarnos desapercibido que cruzamos sobre él


Oculto por la vegetación, hemos de fijarnos para verlo, más si baja casi seco, como pasa ahora


Y empezamos a subir la cuesta a Siana junto a esta tierra de labor que en verano es un gran maizal. A la derecha una pequeña plantación de eucaliptos...


Seguimos caminando en dirección suroeste por lo que es el extremo noroccidental de la parroquia a la que acabamos de entrar, a cierta distancia de su núcleo principal, Ambás, extendido a lo largo de la llamada Carretera La Campa, que sube a ese lugar de La Llomba encima de Valdediós, al cual veremos desde un poco más arriba


Y es que según sigamos subiendo empezaremos a descubrir extraordinarias vistas de la cabecera de este histórico valle de Boides y del río Valdediós con todos sus afluentes, especialmente el Ríu Rozaes, que forma su propio valle al sur del Monte Cañéu y que se une al Valdediós unos metros más adelante, en La Vega, al pie de Siana


Ahora es cuando empezamos a ver las casas de Siana, al fondo, con las alturas de La Llomba en la lejanía. A nuestra derecha la gran nave de vacas de la Explotación Ganadera Orvalat, de Mari Sol Ortiz, ejemplo de la mujer rural que se hace cargo de una gran empresa ganadera como esta. Precisamente en la página Mujeres Rurales se le hace una buena entrevista, en la que se plasma su historia:
"La desigualdad de género está presente en todos los sectores y ámbitos de la vida pública y privada, pero en el ámbito rural se encuentra más acentuada. Sin embargo, cada vez hay más mujeres “valientes” y jóvenes, que realzan al sector primario y le dan visibilidad. Es el caso de Mari Sol Ortiz, titular de la Ganadería Orvalat, en Villaviciosa, que no dudó en hacerse cargo de la explotación de su marido al sufrir éste un accidente hace 6 años. Cambió un comercio por 230 vacas frisonas, de las que 125 están en ordeño. Aunque “es muy sujeto, con un poco de apoyo,” se gana en calidad de vida, destaca."

Y un nuevo paisaje se ofrece ante nosotros: de frente Peñacalva (502 m) y monte de La Utrera (utres-buitres), espolón montañoso adelantado al norte respecto a la larga loma de La Llomba, que vemos atrás, y que separa el valle de Rozaes, a la derecha, de la cabecera del de Valdediós, a la izquierda, que ambos vamos a descubrir en toda su plenitud desde algo más arriba aún


En su falda norte empezamos a ver alguno de los barrios de la vecina parroquia de Pueyes, a la que pertenece también Valdediós, como por ejemplo La Granda, "a 115 metros de altitud, entre los lugares de Los Valdicaones y Les Cabañes, rodeado de prados, pomaradas y pequeñas manchas de arbolado, con buenas vistas sobre la vega de la parroquia" leemos en el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos


Peñacalva, Monte Valdediós y La Utrera, parroquia de Pueyes. Un poco más a la derecha, el extremo sur del Cordal de Pión, prolongación meridional del Monte Cañéu, uniéndose a La Llomba, cordal costero que hace de frontera entre Villaviciosa y Sariegu, parroquia de Rozaes


La Llomba se extiende de oeste a este y separa el valle central de Villaviciosa del valle del Nora, el gran valle central asturiano, que recorren los peregrinos que van a la catedral ovetense de San Salvador por la otra ruta, de la que nos hemos separado en Casquita. Ahora, a la izquierda del Monte Valdediós, vemos un poco de La Campa, por donde van tanto ese camino (en sus dos ramales, por Valdediós o por Arbazal), como la carretera general AS-267


Es notable comprobar cómo el paisaje va cambiando apenas recorridos unos metros, de la penumbra mágica de los bosques moliñeros del diañu burlón pasamos a la luminosidad de los campos abiertos en el corazón rural de la campiña villaviciosina


De frente tenemos un pequeño rellano y en él otra importante encrucijada, con las casas de Siana, la tierra de Selius, SaeliusSeius o Seianus, al fondo a nuestra derecha, que nos servirán de orientación y referencia, aparte por supuesto, de las flechas y mojones del Camino de Santiago


Y atendiendo al mojón de este cruce, a la derecha, hacia Siana, vamos nosotros desde esta encrucijada, siguiendo camino cuesta arriba. Según ganamos altura también ganaremos perspectiva con estas hermosas vistas al sur, por donde viene El Ríu Rozaes a darle su agua al Valdediós en las llanuras de La Vega, justo enfrente de nosotros, al pie de Siana 


Seguimos pues subiendo un poco más campera arriba hacia Siana, dejando a la derecha la entrada a la nave de la casería


Un gran prado se extiende del Camino hacia las casas, el cierre de alambrada revela los usos ganaderos de las fincas, evitando que las vacas salgan a la vía pública. El mojón tiene su concha, elemento identificativo de la senda xacobea, acompañada de su correspondiente flecha amarilla, elemento direccional, como es lo preceptivo. La posición de la concha no indica necesariamente la dirección, en contra de la creencia popular, muy extendida


Una preciosa vista de los prados de Siana sobre la también frondosamente boscosa ribera del Ríu Rozaes, del que nos explica esto en la Enciclopedia del paisaje de Asturias:
"Nace de dos riegas, la de El Cabañón, que baja de Porciles, en los montes de Valdediós, y la de El Pingañón, del monte que le da nombre, ambas en la parroquia de Rozaes (Villaviciosa), uniéndose entre las aldeas de Fabares, La Huelga y El Cabañón. Corre este río hacia el norte, siempre paralelo a la VV-10. Entre San Zornín y Villanueva, separa las parroquias de Puelles y Rozaes. Entra en la parroquia de Grases, donde recibe el río Valdediós por la derecha, a quien entregará aguas y nombre, tras un recorrido de una 5 km en los que movió una docena de molinos harineros, algunos conservados y bien restaurados, la mayoría en ruinas"

Desde aquí ya reconocemos mejor alguno de los barrios de la vecina parroquia de Pueyes: La Torre, Valeri, El Toyu... más a la izquierda, en lo alto, Lluaria, el pueblo más alto de Villaviciosa, bajo del Alto del Caballín (602 m)


A la izquierda de Lluaria está La Campa, paso natural de Villaviciosa a Sariegu que siguen los peregrinos que van a la capital asturiana por el otro ramal del Camino Norte del que nos hemos separado en Casquita. La mayoría lo hacen por el monasterio de Santa María de Valdediós, que no vemos desde aquí, en lo más profundo del valle


Otros suben siguiendo el trazado del histórico camino a Arbazal, donde los cistercienses de Valdediós tenían su mesón, ruta también señalizada, que desde Castiellu hacia San Pedru Ambás asciende seguidamente por la ladera del Picu Lloses (454 m), que vemos a lo lejos a la izquierda de la foto. Los peregrinos que escogen la opción de Valdediós pasan muy cerca de aquí, al otro lado del río, cuyo curso delata la primera línea de arbolado. En ese lugar, La Vega, es donde se une al Valdediós el Ríu Rozaes


Es pues el valle del Valdediós ya en su parte alta, la cabecera. Abajo apenas hay población pues las tierras más fértiles del valle se aprovecharon secularmente para pastos y cultivos del antiguo Valle de Boides, de bois, literalmente bueyes pero aplicado al ganado vacuno en general


Sin duda en tiempos remotos todo el valle y montañas que lo circundan fueron buenos pastizales para los numerosos rebaños de la trashumancia, que en invierno bajaban a los valles y a la marina y en verano subían a los pastos altos o de alzada, en la cordillera...


Fueron y siguen siendo, para demostrarlo ahí tenemos la nave de la vaquería de Orvalat, con unas 300 vacas de las que unas 125 serían de ordeño, según datos de 2018 de la entrevista a Mari Sol Ortíz


La importancia del valle se manifiesta en lo que tardaron los cistercienses en desprenderse de su coto de Valdediós, que vendría a comprender la vecina parroquia de Pueyes, el cual no se incorporaría al concejo de Villaviciosa hasta las primeras disposiciones de las reformas liberales del siglo XIX, en 1827


Es muy posible que podamos llegar a ver, abajo en el valle y cerca del curso de Ríu Rozaes, una construcción en medio de la vega, rodeada de prados y árboles, es el antiguo Molín de Siana o Molín de los Hevias, que tenían cerca su palacio solariego. En el Catastro de Ensenada, mediado el siglo XVIII, aparece como su dueño un tal José Hevia

 
Viene a ser este el último molino de ese río antes de su unión con el Valdediós. Rafael Balbín destaca de él sus grandes dimensiones (más de 42 m²) y el estar construido empleando piedra de cantería, de arenisca, para sus vanos de la puerta de entrada y ventanas


Río arriba y siempre según datos de Balbín trabajaron otros siete molinos, de ellos varios han sido restaurados. Aunque el Camino no pasa por ellos fue tal su trascendencia e importancia para estas parroquias que hablaremos de alguno según nos acerquemos a la parroquia de Rozaes, un poco más adelante


Por su parte, en el Valdediós molieron al menos una docena de ellos, siendo una de las mayores concentraciones de molinos harineros en un río del concejo de Villaviciosa, los cuales pertenecieron al monasterio, si bien al menos en dos casos unos particulares compraron a los monjes los derechos de molienda



Ya en la baja Edad Media la mayor parte de las órdenes religiosas vieron más rentable arrendar sus extensas propiedades rurales que explotarlas directamente con colonos y vasallos, incluyendo sus numerosos molinos, y este fue el caso del coto de Valdediós, donde el Catastro de Ensenada, a mediados del siglo XVIII, registra hasta trece molinos, siendo el más cercano en del Puente de la Vega, que llevaba Ygnacio Cotero 


El números de molinos realmente podría ser en realidad mayor, pues Rafael Balbín halló referencias a otro más cercano en La Vega, desaparecidos de él hasta sus cimientos


Bajo El Picu Lloses, en su falda occidental, algunas de las casas de Lloses, aldea extendida a lo largo de la carretera AS-267 (Carretera la Campa) y sita a continuación de Villanueva y Ambás, la cabeza de la parroquia, que aún no llegamos a ver. Cuesta arriba y por el tupido bosque bajo el picu sube uno de los dos ramales oficiales del Camino de Santiago que se dirigen a La Campa, los cuales se han separado en Castiellu Ambás


Ese camino no va a Valdediós sino que sube directamente a La Campa, parece era antaño el más empleado pues hasta los cistercienses de Valdediós no tenían en el monasterio su mesón caminero, sino arriba, en Arbazal, donde acaba la cuesta. Ahora es el trayecto menos empleado pues muchos romeros buscan alojarse en el albergue del monasterio y visitar tan importantísimo conjunto monástico


Más abajo Congares, parroquia de Pueyes, en la carretera local que comunica Valdediós con la AS-267 en Villanueva. Ese es el lugar de San Pelayo, donde se encuentra la fuente de ese nombre, plagada de leyendas, cerca de Casa Portal, uno de los chigres que hubo en el pueblo. Más abajo estaba El Rinconín


La Campa está más arriba a la derecha, ahí se unen el camino de Arbazal y el que sube directo desde Valdediós por Vallinaoscura y Villarrica. Es el más empleado hoy en día por los peregrinos y es posible que lo hubiese sido en el pasado, pues estos se acogerían a la hospitalidad monacal mientras que por Arbazal subirían y bajarían arrieros y otros viajeros para hacer parada en su célebre Mesón Cisterciense, cuyo edificio se conserva. No obstante es solamente una elucubración y también es fácil que con su construcción, en 1640, se encaminasen por Arbazal todas las gentes


En La Campa, o Altu la Campa, el camino de Arbazal llega por la izquierda siguiendo la cresta de La Llomba, mientras que el de Valdediós llega en llano, tras subir la dura cuesta en su último repecho desde Villarrica, por las casas de la derecha. Allí abría sus puertas hace años El Mariñán, célebre chigre y casa de comidas al lado del carretera. En La Campa los peregrinos que hayan escogido esa vía jacobita salvadorana (a la catedral ovetense del Salvador o San Salvador), dejarán Villaviciosa y entrarán en Sariegu por la parroquia de San Román, bajando al otro lado al valle del Nora, que nace en la vertiente sur de La Llomba, en Valvidares, al pie de La Campa


La cuesta se va suavizando según nos acercamos a Siana, enlazando aquí con la pista de acceso principal a la casería de Orvalat, donde el Camino empieza a estar asfaltado


Las casas de Siana se disponen en esta llanura con excelentes vistas de los valles de Valdediós y Rozaes, este cerrado al oeste por El Cordal de Pión, del que vemos a lo lejos las cimas de El Llanu'l Toral (505 m) y El Cuetu (624 m), entre otras


Y abajo, sobre La Vega, se alza el no muy elevado Monte Castiellu (145 m) en el barrio de nombre  homónimo de la parroquia de Santiago Ambás, en concreto en el lugar de La Corolla, solar de un castro astur reconocido como tal por el arqueólogo y profesor José Manuel González y Fernández Valles en 1966 y excavado por el también arqueólogo Jorge Camino Mayor en 1988


Como en el caso del cercano castro de Camoca, bajo el que hemos pasado en el tramo de Grases a El Mayorazu se sugiere una posible fundación en torno a los siglos VIII al VI a.C. y permanencia confirmada entre los siglos V y IV a.C.


También conquistada su cumbre por los ocalitos, por su ladera occidental baja el ramal del Camino de Santiago que se dirige a Valdediós, que se acaba de separar del de Arbazal un poco más arriba a su izquierda


Abajo, en la orilla del Valdediós, oculta por el boscaje, está Casa Marcos, en el viejo camino de El Mayorazu a Castiellu


Más a la izquierda las alturas de La Cumbre, que da nombre a la riega de esta nombre, la cual se une al Ríu Valdediós en El Mayorazu


Y más a la izquierda aún El Castiellu Camoca (179 m), donde se ubica ese otro astur bajo el que hemos pasado viniendo de Grases por El Picu y La Llosa y El Mayorazu


De las excavaciones realizadas por Camino Mayor se desprende que su recinto fortificado es de forma ligeramente ovalada, respondiendo al tipo llamado de corona. De él leemos lo escrito por Fon S. P. en la entrada Los castros de la ría de Villaviciosa del blog Ástures:
"Se trata de un castro de forma ligeramente ovalada que se ubica en una de las colinas próximas a Valdediós. Respondería al tipo de corona. Está perimetrado por un talud de más de 10 metros al que se le añaden potentes sistemas de defensa, como el doble foso de su sector oriental. En él se dan las dataciones más antiguas."

"Camoca y La Corolla pertenecen a esa serie de castros que no llegan a época romana. La razón que se plantea no es de tipo económico ya que están bien situados para el comercio y para la agricultura. Probablemente su abandono se deba a causas diversas entre las que no se puede obviar la violencia, en un contexto que nos es difícil de percibir ante lo escaso de la investigación hasta el momento en los castros asturianos. Tampoco podemos dejar de pensar en dependencias de recursos como la minería, apuntados por Camino Mayor en su investigación."

En Siana el Camino es ya prácticamente llano, discurriendo entre prados, "campos ricos en pastos y arbolado", decía en 1928 Villaviciosa y su progreso de la parroquia de San Pedru Ambás, glosando además las virtudes campesinas de una sociedad por entonces eminentemente rural:
"Sus gentes, adaptados agrícolas modernos, consiguen recolecciones selectas en granos, hortalizas, frutas y horticultura, pudiendo asegurar que su producción múltiple y varia permite una existencia sobrante susceptible a una exportación remuneradora"

La quintana de Siana en medio del prado, con casas, cuadras y hórreos, orientadas hacia el sur, hacia el antiguo Coto de Valdediós, parroquia de Pueyes, antigua tierra de Pollius, dice la etimología, mientras que Siana sería de Saelius, SeliusSeius o Seianus. En algunos textos el topónimo aparece escrito Xiana pero nada tiene que ver con ninguna xana según parece


Un verdadero balcón natural sobre el valle y ante Peña Calva, La Llomba, La Campa y Valdediós con su antiguo coto, delimitado el 20 de marzo de 1220 por el rey Alfonso IX, y cuyos límites, fijados documentalmente por el mismo monarca el 20 de marzo de 1220, aparecen descritos en 1385 en el Libro Becerro del obispo Gutierre de Toledo, eran los siguientes:
"La Forca de Arvazal, e a Santa Marina de Aspra, e a Santa Marí de Arbazal, e al canto de Possadeiro, e sobre penna con era, e la penna ad noral, e al campanario de San Pedro de Ambás, e al riego del Camino de Arpoli, e al canto del Concellero, e al riego de los Valleciellos, e a la hortillera del ataud, e a la penna de los perales, e a la peña del Cuervo e, a la penna de Gamonedo, e al Canto de las Vardas, e a las felgueras, e a las Arcas"

Aparte de lo que era propiamente el coto del monasterio este tenía propiedades por todo el valle y otros adyacentes, como el de Sariegu, de ahí la tirantez de sus relaciones con las pueblas y los concejos, especialmente con la Pola de Maliayo/Villaviciosa y con Sariegu, donde como hemos visto consiguieron echar atrás su puebla en 1272. Sus abusos ocasionaron una grave revuelta de los sareganos en 1416, que irrumpieron en el coto de Valdediós con "lanzas, e escudos, e espadas, e con otras armas", llevándose muchos ganados de los vasallos del monasterio y del propio monasterio, siendo por ellos condenados con sentencia firme


Las posesiones de los cistercienses de Valdediós abarcaban también términos en otros lugares de Asturias, León y Zamora, dándole tan gran solvencia económica que se convirtió en el enclave cisterciense más importante de Asturias. Una de sus grandes concesiones fue el coto de Camás, en Cabranes, cedido al cenobio por el magnate Rodrigo Álvarez de las Asturias en 1314


El mismo monasterio fue una donación, de fecha 27 de diciembre de 1200, del monarca Alfonso IX y su mujer Berenguela, buscando el apoyo de la poderosa Orden del Císter en diversos asuntos. El lugar elegido era este rincón de Boiges (variante de Boides) un lugar retirado y apartado de las poblaciones (aún no existía la Pola de Maliayo), pero a la vez bien comunicado, donde tres siglos atrás Alfonso III El Magno había tenido su lugar de retiro, conservándose de ello El Conventín, joya del Arte Asturiano que ha llegado a nuestros días


Desde Siana vemos ahora Lloses, barrio de San Pedru Ambás en la ladera del Monte o Picu Lloses y cuyas casas se extienden por la Carretera la Campa, un poco más abajo del Camino de Santiago que sube a Arbazal 


Allí destaca El Palaciu Lloses, a la izquierda de la foto, construido para Salustiano Carrera, emigrante retornado de Cuba, por el arquitecto Colominas


Cuando murió su mujer, Blanca, Salustiano regresó a Cuba y vendió la casa a su vecino del mismo barrio Bernardo Vallines Fernández, también indiano en Cuba, casado con Elisa Solís


A la izquierda de Lloses está el cruce de la Carretera la Campa con la de Valdediós por Congares, cuyas casas seguimos viendo entre los bosquetes del monte


Congares está sobre La Ribera, otro de los pueblos de la parroquia de Pueyes, oculto en lo profundo del valle en las proximidades de Valdediós, por donde pasa el otro ramal del Camino de Santiago, el que se dirige al monasterio


Camino vecino que baja desde Castiellu por la ladera de La Corolla, siguiendo abajo la molinera senda del Ríu Valdediós hacia La Ribera y el monasterio


Son los dos caminos de Santiago que suben a La Campa, uno por la montaña y el otro por el valle


En Siana una hermosa y vieja panera. Delante de ella unas tejas para los oportunos arreglos de reteyar el tejado, también piedras para muries o muros y otras obras necesarias


Fardos de hierba en el prado y junto al Camino, empacada mecánicamente, su estampa en época de siga ha sustituido a les vares de yerbafacines y balagares que eran antaño características estampas omnipresentes del paisaje rural asturiano


Cruce y de frente. A nuestra derecha vemos la profunda caja de la Autovía Oviedo-Villaviciosa A-64, que enlaza con la del Cantábrico (A-8) en el nudo de Grases


Empezamos a bajar, dejamos a nuestra izquierda el ramal que entra en Siana y seguimos todo de frente


A nuestra derecha, el vallado que separa el Camino de la caja de la autovía. Al fondo, las casas de una pequeña aldea, Sanzornín, también de la parroquia de Pueyes, en la ladera norte de La Utrera y al lado de la parroquia de Rozaes, cuyo valle domina


Sanzornín, un enclave con historia, pues de su antigua ermita de San Saturnino, que dio nombre al lugar, salieron materiales que aprovechados para hacer la iglesia parroquial de Pueyes en el siglo XII. En el lugar aparecieron en 1984 dos sarcófagos en el lugar llamado precisamente Solaermita (bajo la ermita) y datados entre los siglos IX-X, existiendo según la tradición un antiguo cementerio en el que se enterraban gentes de Sariegu y Nava


En esu enclave, a tenor de estos y otros hallazgos, así como de la toponimia, hubo torres y villas romanas, por lo que se revela que debió ser un asentamiento muy importante en el pasado. Dice el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos:
"En un abrevadero situado próximo al lugar de la excavación, se pueden apreciar tallas y trabajos similares a los de la iglesia de San Bartolé de Puelles. Según  Caveda fue construida en tiempos del rey Alfonso El Católico, coincidiendo con la fundación de Santa María de Sariegomuerto y la catedral de Oviedo. Fue consagrada en el año 1918. Entre este lugar y La Torre, en una heredad denominada La Villa, parece que estaba situada la villa romana de Puelles, lo que da idea de la antigüedad del lugar"

No es extraño que el monarca Alfonso III El Magno escogiese este valle para levantar su palacio de retiro, en un lugar apartado, pero a la vez cercano a la sede regia ovetense y, a lo que parece, en un entorno relativamente habitado, con poblaciones antiguas, sucesoras de los enclaves castreños del entrono de La Ría


En 1201 ya se registra documentalmente el topónimo Valdediós, lo que da a entender la presencia de los primeros frailes en el valle. La tradición afirma que se establecieron en la aldea de La Ribera, próxima al monasterio, mientras este se construía, donde existe una casona con un santo grial labrado en la fachada de la que se dice fue su primera morada 


La iglesia del monasterio, obra del maestro Gualterio, se construyó entre 1218 y 1226, a la vez que las primeras dependencias monacales y celdas de los frailes, por lo que se supone que ya por entonces pasarían a vivir a su cenobio. Menos de medio siglo después, y dentro de la nueva política de crear poblaciones exentas de dependencias señoriales y monacales, fieles directas a la Corona, la fundación, a la vez, de las pueblas de Maliayo y Sariegu, debieron suponer un fuerte impacto y conflicto de intereses de Valdediós y otros monasterios, como el de ovetense de San Pelayo, con los ámbitos de influencia de las nacientes polas


Años después de la supresión del coto, en 1835, el monasterio, que no vemos tapado por los bosques del valle, al pie de La Campa, fue desamortizado y desapareció, yéndose los últimos monjes. La iglesia siguió con sus funciones litúrgicas y el monasterio tuvo diferentes usos, en 1862 fue colegio de Segunda Enseñanza y más tarde Seminario Conciliar. Durante la Guerra Civil fue sede desplazada del hospital psiquiátrico ovetense de La Cadellada y se perpetró la terrible Matanza de Valdediós cuando entraron los soldados del IV Batallón Arapiles VII de la 6ª Brigada Navarra. En 1951 el edificio fue abandonado y posteriormente restaurado en la década de 1980. En 1992 vuelve a habitarlo una pqueña comunidad cisterciense a la que siguieron posteriormente otras órdenes


Frente a nosotros, bastante cerca, unas casas; Conceyeru, hasta donde llegaba por aquí el antiguo coto monacal, sobre la confluencia de los ríos Rozaes y Valdediós en La Vega. Prados abajo se unen actualmente las parroquias de San Pedru Ambás, Pueyes y Rozaes. Más arriba es La Granda, parroquia de Pueyes, cerca del prado de La Torre, al lado de la carretera de Pueyes a Rozaes que pasa por Sanzornín, su topónimo evidencia la existencia de algún torreón o casona fuerte en el pasado


Conceyeru, dos casas en la frontera de la parroquia de San Pedru Ambás con la de Rozaes, una pertenece a esta parroquia y otra a Pueyes. Es el solar del el Palacio de los Hevia, propietarios del Molín de Siana. De Conceyeru era además la línea de autobuses que recorría antaño los pueblos y parroquias del valle


El topónimo es sumamente interesante dentro del contexto histórico del lugar, del latín concilium, reunión, asamblea, que da en asturiano conceyu con el mismo significado, referido especialmente a juntas vecinales y que también se emplea como sinónimo de ayuntamiento


Más arriba de Conceyeru y de La Granda, a la izquierda de La Torre, Pueyes, la cabeza de la parroquia, sobre la carretera de Valdediós a Sanzornín y Rozaes. En tiempo del Coto de Valdediós, los vecinos contribuían con el 50% de sus diezmos, sin embargo la iglesia del monasterio no era su parroquia, sino que esta estaba, y está, en el templo de San Bartolomé de Pueyes, sito en el barrio de Valeri, un poco más a la izquierda y en la misma ladera, datado en el siglo XII y por tanto algo anterior a Santa María de Valdediós, en la que se emplearon como hemos dicho elementos de una desaparecida capilla más antigua aún existente en la cercana aldea de Sanzornín


En Pueyes, en el prado llamado El Requexu, fueron halladas monedas y cimientos de construcciones muy antiguas, tal vez una villa romana o altomedieval o, sin ser necesariamente excluyente uno de lo otro, el palacio del rey asturiano Alfonso III El Magno, del que se sabe tenía su residencia de recreo en el valle de Boides


Allí excavó en 1928 el sacerdote y profesor del Seminario de Valdediós, José Fernández Menéndez, quien descubrió baños y termas de tiempos de Roma, tal vez formando parte de una villa o palacio reaprovechado después para palacio de señores y monarcas. Luego fue tapado todo y jamás volvió a excavarse. Topónimos como La Villa y La Torre son absolutamente reveladores, al igual que la leyenda de la mora encantada enterrada en esos parajes legendarios


El valle de Boides es el del Ríu Valdediós y su cuenca hidográfica, río que aguas arriba es conocido como Ríu Asta, siendo posible que antiguamente fuese así llamado todo él, antes de la llegada del Císter. Asta y sus múltiples variantes es un hidrónimo relativamente frecuente pero de discutida etimología, emparentado con astur, Asturias, Astoria y tal vez Estiria, entre otros muchos, el cual nace, al pie de La Llomba y es llamado Valdediós al pasar por el conjunto monacal. No nos resistimos a compartir la detallada información que de este hidrónimo hace el erudito filólogo Xosé Lluis García Arias en su obra Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Acerca del nombre de nuestro país, Asturias o Asturies, se han emitido diversas hipótesis interpretativas. Es lógico el interés que despierta un nombre cuyos remotos orígenes aparecen oscurecidos por la exigüidad de datos estrictamente fiables y objetivos. Muchos piensan en un origen preindoeuropeo, etrusco en opinión de Schulze y otros), basados en la expansión mediterránea de topónimos y antropónimos que parece que presentan algún tipo de parecido lingüístico con Asturias y en la posibilidad de fijar un cierto parentesco con algunas palabras pirenaicas o euskéricas. Desde Humboldt se piensa así y autores como Hubschmid admiten una formación explicable por esa lengua en un compuesto del tipo AITZ-URA ‘agua que brota entre rocas’, esto es, de asta ‘risco’ y ura ‘agua’, explicación que llevaría a entender Asturias como ‘tierra rica en torrentes de montaña’ 
Sin embargo es cierto que se pueden encontrar explicaciones muy diferentes pues si nos fiamos del parentesco con el vascuence veríamos que hay otros términos que guardan un cierto parecido fónico en palabras como asto ‘asno’ o astorki ‘pipirigallo, esparceta’ o en determinados apellidos. Y si vamos a ver no falta nunca algún tipo de razón para la propuesta porque país de agua es Asturias, país de rocas es Asturias y no digamos nada de la patria que se enorgullece del famoso asturcón ‘el caballo del ástur’, para poder sospechar que el nuestro podía ser el país de los asnos. 
Pero no parece que vayan las cosas exactamente por ese camino ni tampoco por el de la simplificación. Hay quien piensa en dirección contraria, acaso con menos fundamento, que Asturias podría explicarse desde elementos indoeuropeos como *AST(H) ‘duro’ o incluso con los emparentados con el latín ASTRUM o ASTUR ‘azor’  
Se ha querido, igualmente, incidir modernamente en el origen céltico del topónimo dada la expansión de hidrónimos, posiblemente emparentados, diseminados por el sur de Gran Bretaña y por zonas de actual lengua alemana. Llama la atención la frecuencia de los hidrónimos de tipo Stura en el Piamonte italiano donde además pervive el nombre de la ciudad Asta  
Documentación antigua 
Para hacer sugerencias etimológicas conviene apoyar los datos de que se disponga en la documentación antigua y medieval, pues así cobrará más verosimilitud la propuesta efectuada. En nuestro caso tomamos como punto de referencia ASTURES, ASTURIA, ASTURA, tres elementos que aparecen escritos en la época de la conquista romana y que hacen referencia, respectivamente, a un pueblo, al país que habita y a un río importante que riega sus tierras. No sabemos si Astures precede a Astura o viceversa pero en todo caso no cabe plantear duda acerca de su interrelación lingüística. 
Empecemos nuestras observaciones por el nombre del río. Hasta ahora los más convincentes relacionan el ASTURA con el Esla (León) pues no hay objeciones serias ni desde el punto de vista histórico ni geográfico ni lingüístico3. Ello implica que la realización de la que debemos partir sería esdrújula, esto es ástura, al igual que pronunciarían, muy probablemente, ástures, aplicado a los primitivos habitantes de sus riberas. El nombre de ástures se extendía no sólo a los pobladores de la tierra llana o augustanos sino también a la gente del lado norte de la cordillera, esto es, los ástures transmontanos (cf. 197)4, similares a los sureños y que ocupaban un territorio casi igual al de la Asturias actual. Los ástures, al margen de las precisiones que puedan hacerse, habitaban desde el mar hasta el Duero en un amplio país de unos 20.000 kilómetros cuadrados, según Schulten, que se extendería por la mayor parte de las tierras del actual Principáu d’Asturies y por las provincias de León (desde el Cea a todo el occidente), zona norte-occidental de Zamora, franja norte-oriental de Portugal, tercio oriental de Ourense y borde oriental de Lugo en torno a la Serra do Caurel. 
El nombre de los ástures, plural de ástur, es el responsable de que los romanos llamaran al principal núcleo sureño de su asentamiento y eje administrativo de su dominio, ASTURICA (augusta), “urbs magnifica” según Plinio, de donde se originó por evolución popular el actual nombre de Astorga. Esto pone de manifiesto otro dato lingüístico más, que la u tónica tenía una cantidad breve pues sólo así se justica la /o/ moderna del citado topónimo. 
También se documenta en la antigüedad lo que parece una formación efectuada sobre Ástura, esto es ASTURIA, el país de los ástures. En la Edad Media se escribe la expresión plural, “Asturias”, como una referencia no siempre étnica sino geográfico-política dada la importancia expansiva que cobra la primitiva Asturia y el reino que nace en su solar. Así se explican las denominaciones de las “Asturias de Oviedo”, “Asturias de Santiyana” en el occidente de la actual Cantabria, también las “Asturias de Transmiera” más al oriente. En nuestros días el nombre de Asturias o Asturies designa la tierra que conforma el Principáu d’Asturies (Principado de Asturias) que coincide en sus límites occidental y oriental con la circunscripción medieval que, explícitamente, sitúan los documentos “inter Oue et Deua”, esto es, entre los ríos Eo y Deva. Los confines sureños de Asturias fueron recortados por la geografía difícil pero, sobre todo, por los intereses de administraciones civiles y eclesiásticas cuya última conducta cesarista pudo observarse en la reducción de la diócesis de Uviéu a los límites actuales debido al concordato de 1954 entre el Estado español y el Vaticano. 
Otra cuestión es saber si el macrotopónimo Asturias deriva por vía popular del documentado y antiguo ASTURIA o por vía culta. Nuestros razonamientos tienen este carácter: si la u tónica es breve, como acabamos de decir, ASTURIA(s) debería haber evolucionado a *Astoria(s) y no a Asturia(s), en cuyo caso la expresión Asturias sería un cultismo y, por consiguiente, al margen de la antigua evolución popular. 
Frente a esto podría oponerse, en sentido contrario, que Asturia(s) es un resultado esperable popularmente debido al comportamiento del sufijo -URIUM que se observa en la evolución histórica de nuestra lengua. En efecto, tal sufijo presenta evolutivamente una notable inseguridad como muestra el triple resultado que ofrece un ejemplo similar debido al lat. *STATORIUM > estandoriu /* estadoiru —> estadueñu ‘estaca’/* estadoiru —> *estadui(r)u —> esta(n)duyu 
Esa misma inseguridad evolutiva es la que deberíamos ver en los resultados actuales del antiguo ASTURIA(S): 
a) *Astoria(s) o *Estoria(s) no documentado entre nosotros, pero sí lo que sin duda es su equivalente, el hidrónimo de Llena La Fuente las Istodias ‘la fuente las aguas’. 
b) *Astoira(s) o *Estoira(s) —> *Astoera —> Astuera nombre de un arroyo y casería en Llastres 
c) Asturias, junto a su equivalente Las Estudias ‘las aguas’, un manantial en términos de Llanes; y acaso junto a lo que podría resultar similar, el abundativo Laguna Asturiega, al occidente de Santa María del Páramo en tierras que fueron de los ástures augustanos. 
Este triple comportamiento (Las Istodias / Astuera / Las Estudias) es plenamente concordante con la diacronía de la lengua asturiana y nos permite admitir que Asturias o Asturies pueden considerarse resultados populares aunque coincidentes con los que ofrecería la tendencia cultizante. Esas diversas tendencias explican los nombres que se dan a los naturales de la tierra, asturianos12, y a su propagación toponímica por algunos territorios repoblados como es el caso de Asturianos, en Palencia, Asturianos, en Senabria en documento de 977. A su lado Estorâos, dos parroquias y un lugar en Portugal, exigen partir de una realización *esto(i)ranos. Finalmente Astureses, en Ourense, está formado sobre un adjetivo en -ENSE. 
El problema de Estora y Estorâos 
Pero al lado del citado esdrújulo AST(U)RA > Esla, podríamos sentirnos inclinados a admitir una expresión similar llana o paroxítona, pues así parece aconsejarlo el topónimo asturiano Estora, nombre actual de unas fincas situadas a la orilla misma del río Seya junto a la iglesia de Santianes del Agua, es decir, la conocida históricamente como de “Sancti Iohannis de Stola” de un documento de 1147 y que vuelve a aparecer como “Stora” en 1153. La vocal tónica evidencia, una vez más, el carácter breve de la u etimológica. Sin embargo es mejor admitir que Estora ha de interpretarse como un derivado más de ASTURIA > *Esto(i)ra, con acentuación sobre la velar tal y como exige la presencia de la yod (la i) después perdida. Ése sería el origen de Estora, testimoniado hoy en el oriente de Asturias, y del etnónimo Estorâos testificado en Portugal. 
Asta y ura 
La documentación nos testimonia, por otro lado, la existencia de dos variantes fónicas equivalentes, ast- y est-, que no plantean ninguna objeción seria a nuestro trabajo. Parece, como venimos diciendo, que semánticamente ASTURA se refiere originariamente a una realidad hidronímica; pero lo que no queda claro es si la alusión al agua se debe sólo a lo que parece un segundo elemento de la composición, -URA, o a lo que podría ser el primero, ASTA-, o a la unión de ambos. Nuestra observación nos permite afirmar: 
a) Hay toda una serie de topónimos, asturianos y no asturianos, que parece que portan un elemento prerromano *UR ‘agua’. Son topónimos como Valledor (An), Río Órbigo (León) Puente Orugu (Babia), Uría (Ib) y, quizá, alguno de los del tipo Ouru, etc. (cap. 6). 
b) Hay topónimos que portan el elemento *ASTA y que parece que también hacen referencia al agua; son casos como Rebaste ‘el río asta’, riachuelo que baja de Valdediós, en Villaviciosa; “la fuente de Vardasta” en los límites del monasterio de Fano; acaso Valdabasta (León), junto al Esla Hay topónimos en que parece que el conjunto ASTURA se utilizó para referirse al agua; en este caso -URA sería simplemente un viejo sufijo que, como a veces ocurre con los también átonos -ara, -ana, no haría sino dar un mayor cuerpo fónico al primitivo AST-. 
A favor de la interpretación hidronímica para el conjunto ASTUR(I)A actúa la traducción que se nos ha transmitido al generalizar Santianes del Agua por lo que el documento medieval conoce como “Sancti Johannis de Stola”. En la misma dirección trabajan los citados La Fuente las Istodias (Ll) y Las Estudias (Lln) que resultan inequívocamente hidrónimos que pueden traducirse también por ‘aguas’. 
El país del agua, el país de los ástures 
Como en su momento expusimos , creemos que se encuentra el mismo elemento hidronímico ASTUR(I)A tanto al norte como al sur del viejo país de los ástures, donde casi se dan la mano en su nacimiento el antiguo Estora y el Esla. No deja de tener interés que en los confines orientales de los ástures, tanto al norte como al sur de la cordillera, dos corrientes de agua lleven el nombre del mismo pueblo, acaso porque este pueblo recibe su denominación de tales aguas. El Esla al sur y el Estora (esto es, el actual Seya), al norte, eran ríos plenamente ástures y, acaso, explicables por la misma lengua de los ástures. Sus aguas eran, para los que venían desde el este, las primeras corrientes de gran entidad que encontraban en tierra ástur. Lo que por otro lado se testifica al norte es que el nombre más antiguo hoy conocido de esa corriente era el posiblemente preindoeuropeo ASTURIA (> Estora) al que se superpuso el indoeuropeo SALIA (> Seya) y, aunque sin éxito, el latino FLUVIUM ‘río’ (> Lloviu). Sus continuadores actuales Estora, Seya y Lloviu son, en consecuencia, tres puntos de referencia de profundo interés que dan cuenta de la gran entidad lingüística que encierra nuestro país."

En relación con el tema del agua existe la tradición que dice que, bajo los montes de Arbazal y La Campa, existe un inmenso lago de gran profundidad, y como tal lo refleja José Manuel Fernández Llana-Rivera en su artículo Puelles, tierra de Boides, publicado en la revista Cubera nº 7 (abril 1987), lo cual tiene que ver con sus abundantes surgideros y sumideros kársticos  existentes en La Llomba y El Picu Lloses 


El Camino se dirige ahora, directo, al valle de Rozaes, a la derecha de la foto, sin embargo no continuará por él, sino que, obligado a hacer este gran rodeo para buscar paso franco bajo la autovía, se desviará a la derecha bajo un viaducto para por subir por Casares a L'Arbeyía, parroquia de Niévares, y continuar, como regresando y en dirección este, hacia Les Vallines por la VV-10, recuperando el trazado caminero cortado en el nudo de Grases en la cuesta a La Torre y El Pueblu, también parroquia de Niévares




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