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Grases desde el Camino |
Situada en el valle del Ríu Valdediós, cerrado al este por El Monte Cañéu y Cordal de Pión, Grases, cabeza de la parroquia villaviciosina de este nombre, situada en un altozano sobre el río y dando vista, en el monte, al Altu la Cruz, por donde el Camino subirá luego para seguidamente bajar a otro valle, también de Villaviciosa, el del Ríu España, por donde siguen los peregrinos que han escogido, más atrás, en la bifurcación de Casquita, la alternativa del Camino de Santiago del Norte que se dirige a la bahía gijonesa, llegando aquí por La Barraca y La Fábrica
Realmente el Camino oficialmente señalizado no pasa por las casas de Grases sino por la ladera del monte de enfrente, El Llanu o monte El Castiellu, sobre El Molín de la Mota, cuya fuerza motriz son las aguas del Valdediós, que discurre unos metros más abajo
Antaño, el Camino pasaba no por Grases sino por la siguiente aldea de esta parroquia, Grases de Riba, donde cruzaba el río y acometía, directo por Niévares, la subida al Altu la Cruz, pero la Autovía del Cantábrico (A-8) lo ha cortado, por lo que el Camino oficial ha sido desviado hasta bastante más allá, hasta Casares, ya al final de la vecina parroquia de Niévares, para salvar dicha autovía bajo uno de los pasos habilitados realizando un importante rodeo
Desde Grases, existe un antiguo camino que ataja sensiblemente ese rodeo,
El Camín del Llivinque, que pasa bajo el viaducto situado un poco más allá siguiendo la VV-10 y luego toma una senda que sube al pie de La Torre, la casa-castillo de Niévares, que vemos en esta foto un poco más arriba a la derecha, y que es donde se retoma el Camino oficial y original, el cual sube a Fernandíz, una casa que vemos un poco más arriba, enlazando luego con otra carretera local, la VV-8, que nos llevará a coronar el Altu la Cruz
Vayamos o no al Camín del Llivinque, los apasionados de la historia y aquellos que gusten de conocer la idiosincrasia de los lugares del Camino podrán desviarse del mismo en un corto desplazamiento hasta la iglesia parroquial de San Vicente de Grases, muy reformada en época barroca pero que conserva ciertos elementos medievales e incluso anteriores
Y es que allí se expone en el atrio la famosa estela de los Luggoni Arcanticaeni, gens astur que en su nombre se llamaban a sí mismos "los brillantes hijos de Lug", el dios principal del panteón céltico, la cual apareció en este templo durante unas obras
Esta estela guardaría relación con El Castiellu Camoca, castro localizado en lo alto del monte El Castiellu, bajo cuyas faldas y al lado del río continúa el Camino oficial
También en Grases y relacionada con el Camino, o en este caso más bien con la carretera, está la Capilla les Ánimes, oratorio situado a la entrada del pueblo por la VV-10 viniendo de Casquita por La Barraca y La Venta
Quienes deseen desviarse a Grases desde el Camino han de hacerlo aquí, poco después de pasado El Molín de la Mota o de Llacones, donde un mojón caminero con concha y flecha nos indica seguir de frente, pero un sendero, a su derecha, nos ofrece paso para bajar al río
Como referencia, está al pie de una castañal, hermoso castaño, y poco antes de una torre eléctrica que asoma un poco más allá. El Camino de Santiago, recalcamos, sigue de frente tal y como está señalizado, pero nuestra
caleya a Grases está a la derecha
Puede ser posible que hasta nos pase desapercibida, pues es una senda de hierba entre sebes o setos silvestres y arboledas, no demasiado trillada pero por la que se pasa bien. Una vez visitado Grases podremos regresar aquí para seguir el trazado institucional caminero o tomar, por el lugar de Les Quintanes, la salida para enlazar con El Camín del Llivinque
Recalcamos que suele haber buen paso, dado que el sendero enlaza con el Camino y es un buen atajo para acceder a algunas fincas. Es también empleado por algunos peregrinos que van a Covadonga, como alternativa a la carretera, que siguiendo el célebre
Camín de Cuadonga o
Travesía Andariega Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga, vienen en dirección contraria en dirección oeste
También llamado
Camín del Garrapiellu o
Ruta del Garrapiellu por haber sido promocionado desde 1991 por la
Tertulia Cultural El Garrapiellu, asociación que lo señalizó por primera vez en 1992-1993, hubo cierta colaboración institucional en 1997 para colocar una señalética adecuada pero desde entonces no se ha vuelto a reponer, quedando el Camino un tanto dejado a nivel institucional, siendo particulares los que han repuesto, con más o menos éxito, las señales de manera artesanal o pintando nuevas flechas (a veces trazando nuevas sendas a capricho, lo que ha dado lugar a confusión y pérdidas, además de cierto lío entre los caminos a Santiago y a Covadonga)
En medio del castañéu o bosque de castaños hay una caseta o tendejón y a su izquierda un cruce
Y en el cruce seguiremos a la derecha, continuando nuestra bajada al río
Este otro camino, que también enlaza con el de Santiago, está más visible y trillado, la honda caja caminera delataría su antigüedad
El descenso es suave e irá acabando unos metros más abajo, pasados los siguientes árboles
Allí vemos una casa, es la vivienda del Molín de Vicente o Molín de Baxo la iglesia, otro de los que molían con la fuerza motriz de las aguas del Ríu Valdediós. En el
Diccionario de Madoz, a mediados del siglo XIX, se señala la existencia de cinco molinos de este tipo en esta parroquia de Grases
Al llegar abajo, en una explanada, está, a nuestra derecha, lo que debió ser cuadra, almacén o cochera. De frente la casa, que tiene el molino, que llegó a tener dos molares, integrado en ella, hermoso caserón de larga y espléndida galería acristalada que es fácil cierre lo que fue anteriormente un corredor de madera
Las galerías de cristal empezaron a proliferar con la industria del vidrio a partir sobre todo de 1880, integrando sus espacios térmicamente en el interior de la vivienda. En torno a la casa se extiende un terreno, con jardín, entre el camino y el río, que pasa por detrás
A la izquierda, el hórreo, elemento indispensable para almacenar el grano y la cosecha en general libre de roedores. A la izquierda sigue también el camino
Camino que se dirige al puente sobre el río, situado justo después del hórreo
Aquí tenemos
la canal con la esclusa, por donde se canalizaba el agua del río para llevarla al molino
La canaliega, elemento que se conserva aún bastante bien, bajo una peña
Sumidero, bajo el camino, por el que pasan las aguas al molino, haciendo funcionar su maquinaria, volviendo después al río
Plantaciones de semilleros entre la canal y el río,
"un riachuelo que produce sabrosa y abudante trucha y anguila" decía en 1928 el libro
Villaviciosa y su progreso, obra dedicada a promocionar villa y concejo de la que son autores Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Moreno
Pasamos el puente, en las orillas crece un frondoso arbolado de ribera, el cual proporciona frescor y umbría en esta ribera, algo que mucho agradecen los peregrinos que caminan en días de verano de sol castigador
El puente es una pasarela apta para el paso de un vehículo, cerrada de barandillas no muy altas. Antes, en tiempos sería un carro, o caballerías. El transporte del grano al molino, y su regreso a casa en forma de fariña, se hacía "a llombu" es decir, a hombro, o cargando sacos o fardos en burros o mulas quien de ellos dispusiera. Los vecinos pagaban un tanto en base a la molienda, que se medía en celemines, si el molino, como este caso era de maquila (nombre del pago), o esperaban su turno o vez si era comunitario o de vecera
Desde ella contemplamos el Ríu Valdediós, que nace en el lugar de este nombre, en la parroquia de Pueyes, o realmente un poco más arriba, entre las aldeas de
Vallinaoscura y Villarrica, en la subida a
La Campa, en La Llomba, por donde sube el Camino, alternativo a este, que desde el cruce de
Casquita se dirige a la catedral ovetense de San Salvador por el valle del Nora a través de Sariegu y Siero
Desde su nacimiento baja a la emblemática vega del monasterio de
Santa María de Valdediós y El Conventín para continuar, atravesando Pueyes
"por las praderías de El Fresnu, El Peredal, El Matu, El Moréu, La Rivera y La Vega, trayecto donde movió una docena de molinos harineros", leemos en la
Enciclopedia del paisaje de Asturias, que sigue explicándonos su trayecto hasta aquí:
"Por La Sota, se le une por la izquierda la riega que baja de La Torre, La Cruz y Conceyeru, para unirse poco después al ríu Rozaes; corre ahora separando las parroquias de Rozaes y San Pedru Ambás, la proximidad de las obras de la autovía del Cantábrico modifica sustancialmente el paisaje de esa zona. Recibe por su izquierda la riega Les Vallines y por la orilla derecha La riega Cumbre. Por la parroquia de Grases separa esta de la de Camoca y continúa hacia el este a Grases d'Abaxu, dejando a un lado la iglesia parroquial de San Vicente. Por esta zona baja y más llana el valle se abre y el río mueve algún molino en funcionamiento."
Ese molino en funcionamiento es el de La Mota o de Llacones, que acabamos de mencionar, pues los demás dejaron de moler hace tiempo. Más atrás el río discurre muy cerca del Camino, tal y como hemos visto desde San Xuan y La Parra, en Amandi:
"Antes de entrar por Casquita en la parroquia de Amandi, recibe por la derecha las riegas que bajan de Camoca a través del Ronzón. En la parroquia de Amandi, riega la vega de Alñgara, la Conciella y La Parra, pasa la carretera AS-113 y después de regar el bosque mixto que cae de La Roza, se une al ríu Linares o de Amandi, por el puente San Juan, hasta donde llega tras un recorrido de 7 km"
Pasado El Puente la Iglesia o del Molín el camino hace una pronunciada curva a la derecha para ganar altura y llegar al pueblo, pasando al pie del cementerio, del que vemos sus muros, y la parroquial de San Vicente, cuyo pórtico, donde se guarda la estela de los
Luggoni Arganticaeni, asoma entre los árboles del campo del santuario
El paso cuesta arriba sigue siendo estrecho, dado que el camino acaba abajo delante del molino no es habitual que pase ningún vehículo más que el vecinal, pero si esto sucediese no nos quedaría más que la táctica del "tírate al matu"
Matu desde el que se ve ahora la parte posterior de la casa, donde se ubica el molino propiamente dicho, sobre la orilla. De frente es El Llanu, parroquia de Camoca, parte del monte de El Castiellu
La subida es corta pero algo empinada. Tras la curva sube directa hasta la carretera, divisando al fondo ya el final de este repecho
Un muro de piedra, en el que crece la hiedra, separa la iglesia del camino, sobre el que proyectan su sombra varios árboles en hilera al otro lado de la tapia
Vemos más allá de los árboles, en esta foto poco ha podados, algunas de las casas de Grases situadas al lado de la VV-10. A la derecha, pasado el cruce, está la capilla de ánimas
Pero si primeramente queremos conocer la iglesia subiremos a la izquierda por este paso abierto en el muro
Unas escaleras, también de piedra, nos llevan a su campo, con su camino particular
La estructura actual del templo es de estilo barroco rural, fruto de las obras realizadas en 1769, si bien sobre un templo mucho más antiguo, del que se conservan restos. Una tradición afirma que la iglesia antigua estaba en la cercana aldea de Grases de Riba, por donde pasaba el camino primigenio hacia el Altu la Cruz, que cortó la autovía
Si bien una iglesia llamada
"Sanct Vicente de Grasses" ya aparece citada en el
Liber Testamentorum ovetense como existente en el siglo X, es tal la posibilidad que se trate de una falsificación varios siglos más tardía, confeccionada por el
obispo Pelayo, que se resuelve que la primer mención segura a
Grases por su nombre se atribuya a la relación de parroquias censadas por el prelado
Gutierre de Toledo en los años 1385-86, donde se lee:
"San Vicente de Grases húsala apresentar padrones herederos, Es abbad della Fernán Suárez, canónigo e capellán. Ha de manso seys días de bues, Los diezmos pártense en esta manera: los dos tercios lieva el dicho abbad e el terçio el capellán. Paga de procuración esta eglesia un quarto. Riende esta capellanía (...) mr.s e la abadía (...)"
Llama la atención al llegar esta su gran cabecera cuadrada, alta según el gusto barroco para acoger adentro un buen retablo en el altar. Nos dirigimos directamente al pórtico, sostenido por columnas y abierto por este lado al que llega el camino. Al fondo vemos el cementerio, construido siguiendo los preceptos higiénico-sanitarios que, a partir del siglo XVIII, evitaron las inhumaciones en el interior de la iglesia
Las esquinas y algún vano como la ventana que da luz al altar son de piedra de sillería,
Regentaba en 1928 esta parroquia de Grases
"el virtuoso sacerdote don José María Paó Ruiz, que a más de la Iglesia parroquial, administra una capilla llamada "Las Ánimas", leemos en
Villaviciosa y su progreso
Pero sería tres años antes, con el párroco D. Antonio Amézaga, cuando aparecería, durante una reforma en este santuario, la famosa estela de los lugones arganticaenos, que ya vemos en la pared del fondo, de forma rectangular y en vertical
Pero antes vamos a fijarnos en esta puerta lateral de la nave, también enmarcada por piedra de sillería
Ahí en el dintel aparece cincelado el año de 1769 por la que conocemos la fecha de la fábrica del edificio actual
La filigrana vegetal que la adorna puede representar los ramos que tradicionalmente se colocaban en las construcciones al terminar las obras, no solo iglesias, sino también casas, cuadras, hórreos y otros elementos
Seguidamente, en la misma pared, un banco corrido, de piedra, donde se sentaban los vecinos en sus reuniones o
conceyos abiertos cuando, tras la misa dominical, se trataban los asuntos del común entre gentes de todos los barrios y lugares de la parroquia. Esta es la razón que la institución parroquial trascienda en Asturias, como en Galicia y otros lugares del mundo, a lo religioso y entre también en lo social-administrativo y vecinal
Va a ser aquí, en esta pared, y encima del banco, donde encontraremos colocados, reaprovechados, dos canecillos de piedra que pudieron pertenecer a una iglesia medieval mucha más antigua, tal vez la que ya fuese mencionada en el
Libro Becerro y su inventario parroquial del obispo Gutierre de Toledo en 1385-86, tal vez ligada a un olvidado monasterio
Capas de pintura blanca los cubren, el de la derecha, en la esquina, representa lo que parece la cabeza de un animal, harto complicada de discernir, pero iconografía faunística muy empleada en el medievo y con varios significados de virtudes y pecados
Sucesivas capas de pintura, que nos da la impresión siguen reponiéndose, casi han ocultado la forma del otro canecillo. Nos encomendamos para la explicación de ambos al extraordinario trabajo de Románico Digital
"De la fábrica románica de la iglesia de Grases se conservan varios canecillos que se integran en una estructura barroca y en otras dependencias añadidas con posterioridad a la construcción de ésta. Uno de ellos presenta una cabeza de bóvido, similar a la dispuesta en un can de Santa María de Arbas (León), y se localiza en uno de los muros de la estancia que fue adosada al costado meridional del templo en época contemporánea, al lado de otro canecillo de tema difícil de identificar"
Pero vamos a la pared que cierra el pórtico por delante, pues es donde admiramos, empotrada, la estela de la gentilidad astur de los LUGGONI ARGANTICAENI, los "lugones arganticaenos" pertenecientes a la gens o gente astur de los "lugoni" o "lugones", una lápida que, reiteramos, fue descubierta en esta iglesia en el año 1925 por el de aquella párroco de Grases Don Antonio Amézaga en el transcurso de unas obras en el templo
La estela es una piedra labrada de medidas 0,59 x 0,29 que conserva una inscripción escrita se supone en el siglo II d.C., en un momento de romanización avanzado pero en el que aún se conservaban casi intactas todas las tradiciones y creencias de los pueblos autóctonos, junto con formas de organización social, cultural y religiosa
Se trata en concreto de un ara votiva dedicada a una divinidad local, un dios "Tabaliaeno", lo que podría hacer suponer que esta parroquial de Grases esta edificada en el mismo solar que un santuario o "locus consacratus" de los astures, cristianizado con posterioridad. También es factible que viniese de alguno de los castros localizados en los montes de las inmediaciones, justo enfrente del templo. Al texto le falta una porción de la primera palabra y dice así:
"...OVIO TABALIAENO / LVGGONI ARGANTICAENI / HAEC MON POSSIERUNT"
La traducción, de la que como veremos existen varias versiones, podría quedar más o menos en: "A (...) OVIO TABALIAENO LOS LUGONES ARGANTICAENOS DEDICAN ESTOS MONUMENTOS"
La primera palabra, como decimos, está incompleta, al haberse desprendido un pedazo de la piedra arenisca en la que se esculpió. El nombre del dios Tabaliaeno está relacionado con el de persona Tabalus que aparece en otras inscripciones astur-romanas. Los luggoni son los miembros de esa gente o agrupación astur y los arganticaeni la gentilidad o grupo local de esa misma unidad social, de la que su nombre deriva de la raíz "arg", "brillante", por lo que serían "Los Brillantes Lugoni" o lo que es lo mismo, "Los Brillantes Hijos de Lug"
La transcripción de la doble "S" de POSSIERUNT en forma rúnica también ha dado que hablar al ser una forma que parece reflejar una forma de escritura muy antigua. De todas maneras tanto la inscripción como su transcripción, lectura, e interpretación no es unánime entre los investigadores (aunque las versiones coinciden bastante
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Astures. Mapa de Hugo Xabel Lavilla |
Los luggoni. como su propio nombre indica, se consideraban hijos o descendientes de Lug, Lugh o Lugus, divinidad céltica. Sus comunidades se emplazaban en la actual zona central asturiana y en varios lugares de lo que ahora es el norte de León. Al oeste tenían de vecinos a los astures pésicos y al este los cántabros vadinienses y oregenomescos
Aparecen ya referencias a ellos en documentos de la antigüedad clásica y por ellos se sabe que tenían su capital en Paleontium, localidad citada ya en las Tablas Geográficas de Ptolomeo y a la que sin total seguridad se ha querido identificar con el actual Belonciu, en Piloña, a cinco kilómetros al suroeste de L'Infiestu
Bajo dominio romano el centro administrativo pasó a Lucus Asturum, actual Llugo de Llanera, topónimo que al igual que Llugones, Llugás o Lloxu (antiguo Lúgico) conserva el nombre de Lug. Después de la caída del Imperio Romano aparecen mencionados en las crónicas visigodas como roccones, contra los que organizaron diversas campañas militares con el fin de someterles a obediencia con más o menos éxito
¿Pero quien era Lug, ese dios que dio nombre no solo a los lugones sin también a munchos pueblos y ciudades de Europa Occidental?. Lug era el dios principal de los pueblos célticos de La Galia, Iberia, Eire y Albión (Islas Británicas), protegía la autoridad política y se presentaba como el garante de los pactos públicos y privados. Su fiesta se celebraba el día 1 de agosto, el "Lugnasad" o literalmente "las bodas de Lug"
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Estatuilla de Lugh: Fuente Google. Autor/a. desconocido |
No era exactamente un "dios supremo" sino un dios con todas las funciones de los demás dioses, razón por la que se le llamaba "El Múltiple Artesano", pues realizaba las labores de otras divinidades: era héroe y guerrero, carpintero y herrero, artesano y músico, historiador y cuentacuentos, médico y escanciador. Las sagas cuentan que el guardián de la puerta de la sala de celebraciones de los dioses no quería dejar pasar a Lug pues ya había un dios para cada cometido de los que sabía realizar, a lo que Lug respondió que tenía derecho a entrar pues él era el único dios que hacía todas las especialidades de todos y cada uno de los demás... y se le abrió la puerta a la fiesta...
Lug estaba simbolizado en el cuervo y también le apodaban "El de Larga Mano" porque su arma sagrada era una lanza, la cual manejaba mejor que nadie. Fue Lug una especie de "dios de la luz", y es que significa literalmente "luminoso" y es una vieja palabra indoeuropea emparentada con el latín "lux" y el griego "leukos". En relación con esto se contaba que tenía el rostro tan relumbrante que no se le podía nunca mirar de frente, a causa que podía llegar a cegar los ojos del que lo hiciese
El papel de dios principal de Lug fue cambiado por los romanos a Júpiter pero sus funciones se asimilarían más a Mercurio, según autores que plantean que quedó después cristianizado en diferentes advocaciones según el caso y el lugar, como por ejemplo el Arcangel San Miguel (arcángel luminoso). Muchos son los topónimos, además de los asturianos antes citados, que mantienen la memoria de este dios, como Lyon, Lugano, Laon, Leide o Lepzig, antiguas "Lugdunum" o "Ciudades de Lug"
Al lado de la estela de los luggones un banco de madera llega hasta las puertas del fondo. Nos acercamos a ella. Fijémonos en el suelo, enlosado
La de la derecha, con la pila del agua bendita al lado, en la pared, es también de acceso al templo, la de la izquierda entrada al cuerpo adosado en ese lateral y la del medio guarda la pila bautismal
En la verja las letras
alfa mayúscula y omega mayúscula, se supone la segunda habría de ser minúscula, pues serían la primera y la última del alfabeto griego, principio y fin, símbolo de Cristo, como lo es arriba el crismón, del que leemos en
Wikipedia:
"Consiste en las letras griegas Χ (ji) y Ρ (rho), las dos primeras del nombre de Cristo en griego: Χριστός (Khristós -"el ungido"-). En otras versiones, la X se sustituye por la Τ (tau) haciendo así una pequeña cruz latina. El crismón aparece a veces acompañado de otros elementos, como las letras α (alfa) y ω (omega), la primera y la última del alfabeto griego, que representan a Cristo como principio y fin de todas las cosas."
Luego de ver la
lugona estela y otros detalles del cabildo de esta iglesia volvemos al exterior
En el cementerio, cuya portada de acceso es de buena piedra de cantería y arco de medio punto, hallaremos rematándola, ciertos detalles interesantes
Una artística cruz que en parte nos recuerda a las de malta, cincelada con filigranas, y abajo la fecha de 1.88 (...), no estamos seguros del último número pero corresponde a las dos últimas décadas del siglo XX, lo que nos daría pie a elucubrar que, por la fecha, es muy posible que los indianos hubiesen contribuido, como era habitual, a su construcción
Vamos a dar la vuelta a la parroquial, que aparece bajo la advocación de Santa María en el testamento de
Ordoño II,
"uno de los falsos documentos redactados en el escritorio del obispo Pelayo que pertenecen al Liber Testamentorum", leemos asimismo en
Románico Digital:
" No obstante, la información que aporta dicho testamento es válida para las tres primeras décadas del siglo XII, por lo que se deduce no solo la existencia de la iglesia en este lapso de la duodécima centuria sino también el cambio de advocación de la misma. Éste tuvo lugar posiblemente entre aquella época y finales del siglo XIV, pues en la Nómina de parroquias del Libro Becerro de la Catedral de Oviedo (1385-1386) el templo se recoge ya como San Vicente de Grases, igual que en la actualidad."
En este muro que cierra el pórtico, bajo la espadaña del campanario, encontraremos otro de esos canecillos reaprovechados en la obra barroca
Románico digital lo interpreta como "una cabeza de caballo que tiene la boca abierta, de la que sale su lengua"
Estamos ante un animal de enorme simbolismo, otra cosa es que se acierte con el que se quiso dar aquí, ya que las representaciones del caballo como animal simbólico, totémico etc., aparecen en Asturias ya en el arte rupestre y en la más honda prehistoria de la humanidad
También aparecen caballos esculpidos en estelas funerarias representando al transporte de las almas al otro mundo, lo que entronca con una amplia tradición en ese aspecto, desde la diosa
Epona al mismo caballo blanco de Santiago, vinculado al Camino. Así conocemos, gracias a la
Xacopedia, lo siguiente:
"Américo Castro explica que también en la antigua Roma, en batallas decisivas, habían aparecido milagrosamente los Dióscuros, Cástor y Pólux, hijos de Zeus / Júpiter, luchando a favor de los romanos y montando sendos caballos blancos. Zeus (griego), Júpiter romano, es el dios del rayo y del trueno; de hecho, los antiguos le llamaban Júpiter Tonante y lo curioso es que Jesús en el Evangelio (Marcos 9,17) a Santiago y a su hermano Juan les llama Boanerges que precisamente significa ‘hijos del Trueno’. Aquí Américo Castro cierra su razonamiento; probablemente el culto a Santiago, iniciado en el siglo IX, es la cristianización de uno anterior dedicado a los Dióscuros. Américo Castro, en la explicación del origen del sepulcro de Santiago, va mucho más atrás que otros y no se queda en Prisciliano (siglo IV). Por lo tanto, el caballo blanco viene a representar un elemento inseparable del luchador venerado, ya desde antiguo, por eso la pregunta sobre su color contiene la redundancia en el propio enunciado.
En diversos milagros contenidos en el Códice Calixtino se hace referencia también a la aparición de Santiago Apóstol a lomos del caballo blanco, siempre para socorrer a aquellos que imploran su ayuda y, a continuación, les pide que emprendan el Camino de Santiago, como agradecimiento. Así, el caballo blanco aparece mencionado en los milagros IV, XV y XVI.
En el brazo meridional del crucero de la catedral de Santiago se encuentra la representación más antigua conocida del Apóstol a caballo, espada en mano y portando el estandarte de alférez de la milicia, partícipe de la victoria de las tropas cristianas frente al Islam en la célebre y legendaria batalla de Clavijo (La Rioja). Se trata de un tímpano de piedra realizado en el primer tercio del siglo XIII. La imagen del Apóstol sobre un caballo al galope no se volverá a representar hasta 1326, año en que aparece en una miniatura del Tumbo B compostelano. Con el tiempo, se convertirá en la iconografía española más difundida del Apóstol.
En la Primera Crónica General, cuando se relata la batalla de Clavijo, aparece citado también el caballo blanco:
“Et sepas por uerdad que tu uençras cras en la mannana con el ayuda de Dios a todos estos moros que te agora tienen cercado. Et digote que tomaran y muerte muchos de los tuyos, a los que esta apareiada la gloria de dios et la su folgança que siempre durara. Et por que non dubdes nada en esto que te yo digo ueer medes cras andar y en la lid en un cauallo blanco con una senna blanca, et gran espada reluzient en la mano. Et uos luego por la grand mannana confessaruos edes de todos uuestros peccados muy bien, et recibredes el cuerpo et la sangre de Nuestro Sennor Dios et nuestro Saluador; et pues que esto ouieredes fecho, non dubdedes nada de yr ferir en la hueste de los barbaros, llamando ‘Dios, ayuda, et sant Yague!’, ca ciertamientre sepas que todos los metredes a espada et los mataredes."
Sin embargo y aunque los restos románicos de San Vicente de Grases sean escasos, esta iglesia no suele aparecer en la mayor parte de las obras dedicadas al arte románico en Asturias. Pero seguiremos plasmando la importante trascendencia en este arte recogiendo lo expresado en el
Diccionario de símbolos del
Blog de Románico:
"En la mitología griega se dice que el caballo, imagen de la tormentosa ola, fue creado por Poseidón, dios del mar. Hijo de los vientos, fue sacrificado no sólo a este dios, sino también a Cibeles y Apolo. Lo mismo sucedía en los países escandinavos, aunque aquí más bien como vehículo para realizar augurios por la observación de sus entrañas.
En la Biblia aparece repetidamente: Tiraron del carro de fuego que arrebató al profeta Elías. Josías quemó, junto con su carro, a los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol a la entrada de la casa de Yahveh. Está claro que en este último caso se trató de suprimir de raíz una parte importante de las tradiciones rituales paganas, pues es obvio que la iconografía del caballo, y sobre todo enganchado a un carro de fuego en el que viaja el sol, es lugar común a muchas culturas, desde la egipcia a la mayor parte de las indoeuropeas, en las que otros dioses, además del sol, también viajan en el carro celeste.
En cualquier caso, la imagen del caballo conducido por el hombre, sobre todo si éste es jinete, constituye uno de los ideogramas de la sabiduría (jinete) y la inteligencia (caballo) más importantes de la simbólica tradicional del mundo antiguo, hasta tal punto que en Egipto este jeroglífico se traducía por dar inteligencia. Por lo tanto, el caballo, animal de bello porte y estampa irrepetible, terminó siendo montura de los dioses y héroes, y puesto que todo el mundo, en la medida de sus posibilidades, podía montar un caballo, se hizo necesario singularizar y dignificar a todos aquellos que eran montados por los dioses, héroes y gente de alcurnia, para distinguirlos de los del resto de los mortales. Famosos son los Bucéfalo de Alejandro Magno, Babieca del Cid Campeador -que además no se dejaban montar por nadie más- o Rocinante, de nuestro inolvidable hidalgo don Quijote de la Mancha, que es paradigma de las molestias y cuidados que hay que tomar para poner nombre a un caballo de fama, pues gracias a eso, dicho noble bruto será distinto a los demás y sus cualidades incluso brillarán mejor: …Cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le pondría; porque (según decía él a sí mIsmo) no era razón que caballo de caballero tan famoso, y tan bueno él por sí, estuviese sin nombre conocido…
En casos aislados, y como suele ocurrir con casi todos los animales, el caballo fue símbolo de Cristo con cierta fuerza durante algún tiempo en la Edad Media, pero fue asunto más bien cogido por los pelos por un sector fundamentalista del clero, siempre dispuesto a traer como fuera a colación la presencia de Cristo en sus criaturas, sin tener para nada en cuenta la tradición de culturas anteriores en las que el animal era solo vehículo, pero no protagonista.
En el Apocalipsis, cuando el Cordero rompe los siete sellos, uno de los cuatro vivientes llama al autor para que observe lo que va a suceder: …Miré y había un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; se le dio una corona y salió como vencedor y para seguir venciendo… La exégesis cristiana ha visto la figura de Cristo en el jinete armado con la palabra de Yahveh (arco y flecha), sobre todo a partir de la época en que se copió el Beato del Burgo de Osma (1086), ilustrado por Martino. En esta versión se muestra al jinete del caballo blanco con la corona cruzada que le identifica con Cristo, mientras que en copias anteriores al siglo X, por ejemplo la que se conserva en el Monasterio de El Escorial, ilustrado por Facundo, es coronado con insignias muy similares a las de los Sasánidas.
Y como siempre sucede, también el caballo tuvo su lado negativo en el cristianismo. Para san Agustín fue personificación del orgullo y para san Jerónimo y san Gregorio ejemplo y representante de la impureza, la lujuria y el desorden en general (...) le veremos formando parte del centauro en su mitad inferior.
Casi todos los bestiarios hacen loas de la fogosidad de los caballos, sobre todo en el campo de batalla. También son valorados por su belleza, temperamento y color, extendiéndose con generosidad y multitud de matices y asociaciones sobre colores con castas y cualidades. Se nota claramente la situación predominante, desde el punto de vista social y económico -permítase la expresión-, del caballo en esta sociedad medieval, pues mientras se pasa de puntillas en los tratados sobre otros animales en lo referente a su descripción zoológica-científica para hacer hincapié en sus cualidades moralizantes, negativas o positivas, en el caso del caballo se prescinde directamente de éstas últimas para hacer un prolijo estudio de todas las características y bondades que puedan ser útiles al hombre a la hora de acercarse a un caballo desde el lado estrictamente práctico (económico por mejor decir).
Así pues, en el románico el caballo tiene la importancia que le dio un mundo en el que el transporte de personas, guerreros, mercancías, vehículos y un largo etc. cabalgó sobre su lomo o circuló arrastrado por él."
Rodeando el templo, salimos ahora al prado que da vista a este gran añadido posterior, que alberga sacristía y otras dependencias, y da vista a El Castiellu o Castiellu Camoca, sito en términos ya de esta parroquia vecina, recinto fortificado astur que, englobado dentro de los numerosos localizados en torno a La Ría de Villaviciosa, yace muy afectado por las plantaciones de
ocalitos. De él leemos asimismo en
Ástures:
"Se trata de un castro de forma ligeramente ovalada que se ubica en una de las colinas próximas a Valdediós. Respondería al tipo de corona. Está perimetrado por un talud de más de 10 metros al que se le añaden potentes sistemas de defensa, como el doble foso de su sector oriental. En él se dan las dataciones más antiguas."
El
Castiellu Camoca fue reconocido en 1960 por el gran arqueólogo y profesor
José Manuel González y Fernández Valles y añadido a su catálogo castreño asturiano de 1966. Más tarde, en 1989, realizó sondeos arqueológicos
Jorge Camino Mayor, y al año siguiente, 1990, fue incluido en la Carta Arqueológica de Villaviciosa. Años después fue registrado en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, el 23 de diciembre de 2013
El castro de El Castiellu se encuentra en lo alto del monte, como ya hemos dicho en un terreno sumamente afectado por las plantaciones de eucaliptos. Se ha localizado una muralla que cierra su recinto en forma ovalada y con una extensión de 120 x 180 m, al igual que diversos aterrazamientos a media altura. También se han descubierto cimientos de viviendas de planta oval con paredes de vigas que servían de soporte a un entretejido de varas cubierto de barro
A sus pies, por la ribera del Ríu Valdediós, sigue el Camino de Santiago por los antiguos molinos de El Picu, La Llosa y El Mayorazu
Y en El Mayorazu, tras pasar el río por el pequeño puente medieval de este nombre, se dirigía a Les Vallines, muy cerca de las casas de Grases de Riba
Y desde Les Vallines, ya en Niévares, afrontaba la subida al Altu la Cruz (a la derecha de la foto), al pie de La Torre y, tras entrar en el barrio de El Pueblu y ganar las casas de La Piñera y Fernandíz, todo cuesta arriba, llegaba un poco después y en dura y empinada cuesta a ese paso hacia el valle del Ríu España, llegando ya a ver desde allí arriba La Campa Torres cerrando la bahía gijonesa
En nuestros días, el paso de El Mayorazu a Les Vallines ya no es posible, la Autovía del Cantábrico que, como el Camino, dispone de ramal gijonés y ramal ovetense, tiene aquí su bifurcación, en el llamado nudo de Grases, del que vemos uno de sus viaductos
Por eso se ha señalizado un nuevo trazado alternativo que desde El Mayorazu sigue más al sur, apartándose del río por Siana, parroquia de San Pedru Ambás, cerca de otro castro, el de La Corolla. Luego se pasa debajo del viaducto de la Autovía A-64 (comunicación con La Pola, Noreña, Oviedo/Uviéu, etc.) y se sube a Casares, en Niévares para después, por L'Arbeyía, pasar encima de la Autovía A-8 (hacia Gijón/Xixón y la costa occidental) por un puente y de esta manera, tras un considerable rodeo, venir hacia Les Vallines donde enlaza, al pie de La Torre, con el Camino origina, cortado
Una mata de arbolado señala en estos campos delante de la iglesia el curso de La Riega la Rasa, que nace al pie de Tresvilla, en Niévares, pasa bajo la autovía y sale a estos campos en continua bajada para dar sus aguas al Valdediós entre Grases y Grases de Riba, alguna de cuyas casas vemos en la espesura. Allí habría estado la parroquial antigua que, según el ilustrado historiador villaviciosino
Francisco de Paula Caveda y Solares, aún existiría en 1778, conservándose en ella una talla en piedra, muy antigua, de Nuestra Señora de la Concepción
Ello nos lleva a preguntarnos si los elementos antiguos de la iglesia actual proceden de la anterior. Sea como sea estamos, en el caso de la estela de los lugones, ante una cristianización de elementos o lugares sagrados precristianos. un
lucus o
nemeton
Luego de visitar la iglesia podríamos subir en un momento a la carretera, donde están las casas, para ver la capilla de ánimas, otro muy interesante elemento del patrimonio de este lugar
A la izquierda, la altarina de las procesiones, la capilla se encuentra arriba a la derecha, a la entrada del pueblo por la VV-10
Salimos del campo de la iglesia y salimos de nuevo al camino por el que subíamos desde El Molín de Vicente
Antiguamente, los vecinos de Grases, como los de otros pueblos, realizaban emigraciones estacionales en tiempos de malas cosechas, buscando trabajo como jornaleros, segadores, etc., en Castilla y en Andalucía, donde llegaban a permanecer hasta tres años, dejando a las mujeres a cargo de la casería (huertas y ganado), así como de los niños y los más mayores, tal era la miseria del mundo rural de antaño, poco que ver con la arcadia feliz que a veces nos figuramos
Pero sí había también alguna casona importante: a nuestra derecha el muro separa el camino de la extensa finca de La Mota
Su prado ocupa toda esta parte del valle, desde La Venta hasta aquí y desde la carretera al río. En medio está la casa, con sus diversas dependencia
El Molín de la Mota, o Molín de Llacones, ahora no lo llegamos a ver, oculto en el río a la derecha, prado abajo, con el Monte Cubera en lontananza y los 367 m de su cumbre más alta, llamada precisamente El Picu Altu
La Mota es una casona dieciochesca con varias dependencias auxiliares, de la que esta es su parte posterior. Dispone, además de vivienda palacial, de cuadras, llagar, panera, etc., cerrado todo ello dentro de un muro que la separa del resto de la finca, un gran pastizal donde pace el ganado. Al otro lado baja el camino al molino desde la VV-10, al lado de la quinta
Llegamos a la carretera: para ir a la capilla vayamos a la derecha. A la izquierda saldríamos a tomar El Camín del Llivinque
Nos acercamos pues visitar la vistosa capilla u oratorio de ánimas, un pequeño santuario dedicado a las ofrendas para les Ánimes del Purgatoriu, las almas de los difuntos que no están aún en el Cielo porque tienen que pasar primero por los rigores de purificación de los pecados cometidos en vida
Las capillas u oratorios de ánimas son pequeños altares de los caminos, que aunque de distintas formas y fábrica suelen tener características muy comunes, estaban hechas unas de mampostería y otras de madera (de las que prácticamente ya no quedan), podían estar cubiertas y rematadas con carga de argamasa o cemento para dejarlas con sus paredes lisas
Es de planta cuadrada con un tejado a cuatro aguas y tiene en medio un pequeño nicho a manera de hornacina en el que se ve un cepillo para limosnas
Está cerrado todo ello por una reja de hierro que tiene puesta la fecha de construcción, 1891, así como las iniciales R M que vendrían a ser las de su benefactor. El oratorio está en muy buenas condiciones y, por las flores y velas encendidas que suele haber en él, se advierte el uso y devoción del que es objeto en nuestros días
En la pared de adentro hay pintado un Pantocrátor con la imagen de la Virgen del Carmen con el Niño a la derecha, así como un Cristo crucificado en medio y a la izquierda el Sagrado Corazón. Debajo de estas imágenes unas figuras humanas se debaten entre las llamas del fuego del Purgatorio.
Vemos entre las llamas un clérigo, hombres y mujeres. Llama la atención su mirada imperturbable
También un obispo, simbolizando la igualdad de todos ante lo divino
La escena muestra la redención de las almas de los pecadores, que es lo que se venera en estas advocaciones
Siempre se erigían estas capillas en lugares significativos, en los accesos a pueblos, cruces de caminos o cercanías a santuarios, como es este el caso. En ellas se reza por las ánimas y se echan monedas en el cepillo de las limosnas, siempre dentro de un nicho protegido por una reja de hierro o una ventana de cristal. En el interior se representan pintadas escenas de las almas de los condenados al fuego del Purgatorio deseosos de salir del tormento
Preside estas escenas un Cristo, una imagen de la Trinidad, de la Virgen María o de San Antonio. La imaginería popular dibujaba caras de hombres y mujeres, así como de obispos y sacerdotes para simbolizar la igualdad de todos ante la Justicia Divina y a los que el pueblo tenía por grandes pecadores, buscándole ironía al asunto incluso la gente creía ver el rostro de algún vecino o vecina o de determinado párroco conocido, lo que dio lugar a muchas anécdotas y leyendas para criticar un poco a personas y estamentos de la que se "explicaba" la historia de quién y porqué se pensaba que estaba allí retratado
La creencia en el Purgatorio no está aceptada por todas las iglesias cristianas, es más, en el cristianismo más primitivo no parece existir de forma patente esta noción, un lugar en el que las almas de los pecadores que no han cometido pecados mortales se purifican padeciendo las penas del infierno pero no eternamente, solo el tiempo necesario para conseguir la gracia y entrar en el Reino de los Cielos. Existen conceptos parecidos en otras religiones y creencias, aunque no en absoluto iguales iguales: el barzaj en el Islam y Hamistagan del zoroastrismo
En el cristianismo son la Iglesia Católica y la Copta las que lo asumen entre sus preceptos más importantes, los primeros basándose en el Antiguo y Nuevo Testamento, entre otros documentos, y los segundos en los capítulos 6 a 36 del Libro de Enoc. La Iglesia Ortodoxa no cree en el Purgatorio pero sí en la existencia de un lugar en el que las almas, sin estar en el Cielo ni en el Infierno, esperan el Juicio Final, razón por la cual sí se ofrecen rezos por los difuntos y a favor de la misericordia divina. Por otro lado, la mayor parte de las iglesias protestantes lo rechazan, la misma Reforma de Lutero nació contra el cobro y comercio de bulas e indulgencias con la idea de comprar la salvación de las almas después de la muerte y acusa al Purgatorio de ser una invención para engañar a los creyentes, cobrando entonces especial importancia el concepto de la Predestinación, tan defendido por Calvino, por el que desde la Creación Dios habría decidido quién se salvaría y quién no, por eso cuando nacemos estaríamos predestinadosEs entonces cuando la Contrarreforma católica revitalizaría precisamente este y otros conceptos contrarios a los protestantes, extendiéndose el culto y veneración a la misericordia divina por las almas de los que no descansaban en paz, con estas capillas y con otras oraciones y ofrendas como las rondas de ánimas que pedían responsos y donativos en favor de quienes padecían el castigo del Purgatorio, con luces y campanillas, por los caminos, de casa en casa..."Ánimas del Purgatorio
son las que están a tu puerta
si nos dais una limosna
tendreis la Gloria muy cierta,
¡Ay, ay, ay! que aquí me abraso
¡ay, ay, ay! que aquí me quemo
ten piedad de nuestras almas
que están pasando tormentos"
Hubo teólogos que plantearon, como otros religiosos y místicos, que las penas del Purgatorio se pasaban en la tierra vagando como alma en pena que los mortales no podrían ver a no ser en determinadas circunstancias, lo que explicaría entonces la creencia en fantasmas y otras presencias paranormales que tampoco fueron siempre muy bien aceptadas por las iglesias. En este caso cobra especial interés las apariciones de la
güestia, güeste o
Santa Compaña, procesiones fantasmagóricas relacionadas siempre con el temor a los difuntos y a las causas que no les permiten descansar en paz. Por ello, su "presencia" hacía que las rogativas, limosnas y donaciones aumentasen, por lo que no dejaban de tener una función extraordinariamente similar a la de los oratorios y las rondas de ánimas
También hay quien ve en estos oratorios restos de religiones muy antiguas, precristianas incluso. Muchos están levantados en cruces de caminos y es allí donde se aparece la güestia, ya que la cruz en realidad además de ser el símbolo cristiano del martirio y muerte de Cristo, representa como elemento sagrado en otras culturas, el lugar de tránsito entre este mundo y "el otro", el de los difuntos o "más allá" o "puerta a otra dimensión" y de ahí la aparición de las ánimas en pena en estos lugares y la edificación de estas capillas
Desde la capilla tenemos una muy buena vista del valle con La Mota en primer término
Una frondosa espesura revela el curso de La Riega Oliván, que desemboca en El Ríu Valdediós entre La Mota y La Venta. Más allá de los árboles asoman las casas de Maoxu, uno de los barrios de Grases
En alto, entre las casas, está la nave de
Los Caserinos, casería de reputada producción láctea artesanal de quesos, yogures y arroz con leche, cuya granja puede visitarse
Valle abajo está Casquita, donde el Camino de Santiago se ha bifurcado, escogiendo nosotros para venir aquí el ramal que se dirige a Gijón/Xixón
Oculta por la vegetación ribereña, en La Barraca, están las ruinas de la fábrica Mantequera Asturiana, construida sobre la más antigua fábrica de papel La Esperanza (de mediados del siglo XIX e importante pionera de la industrialización villaviciosina) y esta a su vez sobre el más antiguo Molín de Maoxu o de La Barraca, que luego pasó a llamarse Molín de La Fábrica
En la distancia, en la falda del Monte Cubera, algunos de los barrios y lugares de la parroquia de Fuentes: Miares, Migoya, El Tisoriu, Ceceñes. Destaca por su tamaño, en medio de la foto, el edificio de Les Escueles, las antiguas escuelas, construidas en 1923 y que ahora son apartamentos
Un poco más cerca, en un altozano que se ve más allá de las casas de La Barraca y Casquita, Vitienes, parroquia de Amandi. A sus pies, en Valbúcar, el Ríu Viacaba recibe las aguas del Valdebárcena y, poco más a la izquierda, se une al Valdediós para formar el Llinares, Linares o Ríu Amandi, en el que empezará a abrirse La Ría o Ría de Villaviciosa
El Valdediós es además también aquí conocido como Ríu de Grases, a veces también llamado Rozaes, que en realidad sería uno de sus afluentes, al que dio sus aguas valle arriba, en La Sota, al pie de Siana, cerca del Camino y bajo el castro de La Corolla
Camino de Santiago que vemos salir de La Espesura de La Fábrica, por la ladera del monte El Castiellu, al pie de El Llanu, en Camoca: la línea horizontal de estacas que ale a la derecha de los árboles, por donde hemos venido a Grases
Pero lo que sí que nos llamará la atención será la crestería caliza del Sueve en su cara oeste, sobre el Altu la Llama, monte totémico cargado de historia y paisaje que fue referencia geográfica constante entre Llanes y Villaviciosa
La montaña, El Puertu, sigue siendo una estupenda referencia visual aún cuando ya la hemos dejado bastante atrás, destacando los 1.161 m del Picu Pienzu, el más alto del Sueve, desde el que se ve media Asturias y, como decían, tal vez exageradamente, geógrafos y demás eruditos antiguos, "desde Vizcaya hasta Galicia"
A la derecha del Picu Pienzu están el Fontanielles (1.063 m), cuyos errores de ubicación juegan malas pasadas a los autores de mapas y guías, así como a montañeros, y a continuación el Mirueñu, Miruellu o Miruenu (1.137 m), el segundo el altitud del Puertu Sueve
Más a la derecha es El Picu Maladín (996 m) con buen acceso desde el Altu la Llama, ruta también a Espineres, majada en la que se celebra todos los veranos la
Fiesta del Asturcón
La línea de cumbres se prolonga hasta El Picu Ovines (889 m) y La Peña la Seblimbe (881 m), al menos las que podemos ver desde Grases de este sector occidental de la sierra. Cuando subamos al Altu la Cruz tendremos nuevamente más fantásticas vistas del Sueve y, además, de Los Picos de Europa.
Y hacia el Altu la Cruz nos encaminamos ahora desde Grases, recordando una vez más las dos opciones que podemos escoger: una, bajar a la izquierda volviendo sobre nuestros pasos hacia la iglesia y el
río Valdediós, retomando el Camino de Santiago oficial donde lo hemos dejado, que es lo que recomendamos si no queremos liarnos con la señalización o la falta de la misma, ya que estaríamos fuera del Camino propiamente dicho
Y otra, seguir de frente por la carretera, saliendo de Grases por Les Quintanes y pasando bajo el viaducto de la autovía en El Bichi, para dejar acto seguido la VV-10 a la derecha por
El Camín del Llivinque, un buen atajo que es empleado por los romeros que van a Covadonga, estos en dirección contraria. Ambas rutas se unen al pie de La Torre, parroquia de Niévares, para subir al recitado Altu la Cruz
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