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martes, 2 de diciembre de 2025

EL ANTIGUO CONVENTO DE SAN FRANCISCO DEL MONTE EN TINEO/TINÉU (ASTURIAS) ACTUAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PEDRO: LA CAPILLA DE MERÁS, EL PALACIO DE LA AUDIENCIA, EL DESAPARECIDO CLAUSTRO Y EL MUSEO DE ARTE SACRO "PARADA IMPRESCINDIBLE EN EL CAMINIO"

Iglesia de San Pedro de Tineo y capilla de Merás. Antiguo convento de San Francisco del Monte

En 1880 la antigua iglesia parroquial de San Pedro de Tineo/Tinéu se había quedado pequeña y sus cultos fueron trasladados a la iglesia del que fue el antiguo monasterio de San Francisco del Monte, fundado en el siglo XIII por los franciscanos y al lado del que se le había añadido en 1613 la capilla de la Asunción (a la izquierda) por parte del linaje de los Merás. En 1836 el convento fue desamortizado u los frailes exclaustrados, cuando este ya había tenido grandes reformas que habían variado su traza original románico gótica, tal y como vemos cuando pasamos a sus pies, bajando de San Roque por el Paseo de los Frailes y la calle Sánchez Campomanes, que aquí da paso a la calle Mayor

En 1883, se inaugura al lado de la iglesia el edificio del Palacio de la Audiencia, Juzgado de Primera Instancia e Instrucción y Audiencia de lo Criminal, para lo cual hubo de derribarse el antiguo claustro franciscano, que desapareció prácticamente por completo salvo muy escasos restos

Un doble pórtico, con dos grandes arcos de medio punto, es uno de los muchos añadidos que transformaron la traza medieval de la iglesia primigenia, que conserva su portada de arco apuntado u ojival, de románico a transición al gótico, acceso al interior. A su derecha hay una entrada al viejo claustro, ahora patio de vecindad y, encima, se conserva su torre románica "en parte", como explica el historiador Luis Antonio Alías en su libro El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios, del que compartimos esta parte de la descripción del templo y de su historia:

"El nacimiento del templo conventual de San Francisco del Monte, actual iglesia parroquial, no tiene fácil precisión y ha sido considerada como obra de la orden templaria y, posteriormente, del propio San Francisco, cuyo paso por Asturias fundando conventos en Oviedo, Avilés y Tineo tiene más de leyenda que de realidad. Lo cierto es que la está documentalmente comprobada la existencia de un cenobio franciscano en el año 1273. Desde entonces hasta la exclaustración derivada de las exclaustraciones (1836), el convento protagonizó importantes capítulos de la vida de la villa y promovió la cultura con cátedras de latín, filosofía y teología. Cuando Jovellanos lo visitó, pocos años antes del cierre, el esplendor había pasado: "Convento ruín y pobre mantiene 30 frailes que arruinan al pueblo..." Desde 1880, cerrando un traslado poco querido por el pueblo tinetense, el convento de San Francisco se convertía en nueva parroquial de San Pedro.

La construcción románico-gótica del templo (siglos XIII-XV) sufrió toda una serie de añadidos posteriores (siglo XVIII sobre todo) que desfiguraron las líneas primitivas. Así, se nos muestra extraña y poco armónica con su doble pórtico, torre espadaña -en parte de traza románica-, larga nave única -tramos cubiertos de crucería, pilastras toscanas de soporte- y añadida capilla de la familia Merás . Mandada construir en 1613 por el capitán Pedro Merás, quedó unida a la iglesia en 1967"

Llegando al antiguo convento franciscano por la capilla de Merás

Los peregrinos, que, bajando por este barrio alto, El Picu la Villa o Picosdevil.la, llegan, por el viejo Camín Real o Camín Francés, bajando desde la capilla y Campo de San Roque por el Paseo de los Frailes, el Camín de San Roque y la calle Sánchez  Campomanes, lo primero que ven es la voluminosa capilla de Merás, dedicada a la Asunción, familia benefactora del convento, de la que sería su panteón, tal y como recogía en 1613 el testamento del capitán Pedro de Merás para su edificación:
"La Capilla de Nuestra Señora de la Asunción que voy edificando en el dicho Monastº, y acabada esta dicha capilla mando que mi cuerpo se ponga en forma susodicha, en la sepultura que para este efecto dejo señalada e comunicada..."

A partir del convento comienza la calle Mayor que, como su nombre indica, fue antaño la principal de la villa hasta la construcción de la actual carretera, avanzado el siglo XIX, que relegó al antiguo Camín. El nombre primitivo del monasterio, San Pedro del Monte (como el de Avilés, fundado en la misma centuria), da a entender que se construyó en la entrada de la villa, unas décadas después de serle otorgada la Carta Puebla con sus fueros por el rey Alfonso IX (hacia 1214 posiblemente), en un lugar que era 'monte', es decir, bosque o lugar de monte bajo, sin roturar, lo que favorecería el crecimiento de la población a lo largo del Camín Real (que ya registraba el paso de peregrinos) y cuesta arriba a partir de su núcleo original al pie del desaparecido Castillo de Tineo (derruida sus últimas partes en 1912) en Las Campas, testimonio de la población precedente y asentado posiblemente encima de un castro

En la calle Mayor precisamente y solo un poco más allá del convento, otra poderosa estirpe, los García de Tineo, construyeron su palacio en base a una primigenia casa-fuerte con torre circular (que veremos haciendo camino) que custodiaba el acceso a la antigua puebla. Algo más allá y por la parte de atrás, se conservan los escasos restos que han llegado a nuestros días del Hospital Mater Christi, fundado para acoger a pobres y peregrinos se supone que también en la misma decimotercera centuria en la que se funda la Puebla de Tinegio, y, posteriormente, llegan los franciscanos, como explican en Románico digital, resumiendo además la evolución arquitectónica del templo y su transformación a partir de la construcción de esta capilla de Merás:

"La manda testamentaria del Arcediano de Oviedo Fernán Alonso, de1273, da cuenta de que en esa fecha había ya franciscanos en Tineo. Al no figurar citado en la parte dispositiva del rico canónigo, redactado en el 1267, podemos suponer que el cenobio fue construido en el breve espacio de tiempo de siete años, entre el 1267 y el 1274, al tiempo que la obra franciscana de Avilés. El convento sufrió numerosas reformas con el paso del tiempo. Un factor decisivo en su transformación vino dado por la familia Merás, cuando construyó su capilla funeraria aneja a la nave central siguiendo los parámetros estilísticos del barroco. Esta capilla dio origen a una serie de reformas orientadas a la dignificación del edificio, que encubrieron y remodelaron su primera concepción con el fin de adaptarla a la nueva demanda estética. El nuevo gusto constructivo reflejado en la capilla, que se inaugura en 1613, fue el patrón que sirvió de guía para la reforma que ha llegado hasta nosotros, en la que aún se vislumbran algunos elementos pertenecientes a su primitiva fábrica medieval". 

Cuando el ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, la que citaba Alías, visitó el lugar el 25 de marzo de 1795, ya habría comenzado la decadencia monacal, a tenor de lo que decía de los frailes, la cual proseguiría cuando los franceses empleasen el convento como cuartel de caballería. En sus Diarios explica de los estudios y estudiantes que había por entonces y reparaba en esta voluminosa capilla, aún sin unir a la iglesia conventual:

"Es colegio de estudios de Teología; dos estudiantes seglares, Iglesia antigua, renovada, mala, sin cosa notable Capilla de la Orden Tercera, de la casa de Merás; es una gran nave paralela a la de la iglesia..."

Como dicen en Románico digital, la iglesia fue reformada siguiendo los novedosos criterios barrocos de la capilla de Merás, aunque conserva de su fábrica medieval elementos como la torre del campanario, al menos parcialmente, pues también en ella se acometieron reformas

La capilla de Merás, fue comprada en 1903 por el párroco para la ya trasladada iglesia parroquial de San Pedro por 1.500 pesetas, "siendo usada como trastera hasta que, habilitada para el culto, quedó unida a la iglesia parroquial en 1967", leemos en la Gran Enciclopedia Asturiana, consiguiéndose un interior más amplio y espacioso, como enseguida vamos a ver, cuando entremos adentro

La capilla conserva su entrada particular, de sencillo arco de medio punto. En el interior se alberga hoy en día el famoso Museo de Arte Sacro, en el que se exponen piezas procedentes de las iglesias y capillas de todo el concejo, explicadas así en la web del Ayuntamiento:

"Exhibe piezas que estuvieron entrañablemente unidas al culto divino y a la Liturgia, piezas de orfebrería en tallas de madera de los siglo XII al XVIII, ropa litúrgica, ornamentos sagrados y un amplísimo fondo bibliográfico, que es importante no sólo por su antigüedad con ediciones del año 1522, sino también por el contenido de algunos: La Censura Inquisitorial".

Una cruz de las colocadas en la posguerra flanquea en este rellano enlosado una pequeña puerta lateral en este muro norte de la iglesia que da acceso al interior. Al lado, una vitrina de cristal a manera de tablón de anuncios nos ofrece información del museo


Texto explicativo de parte de lo que nos vamos a encontrar en él y reconocimiento a las personas y entidades que lo hicieron posible. Compartimos además el que podemos consultar en la web de la Fundación Valdés-Salas:

"Este museo de Arte Sacro contiene una amplia y singular colección de imágenes talladas en madera de la Edad Media, Renacimiento y Barroco, de un enorme valor artístico, antropológico y cultural. La bellísima y aristocrática Virgen de Bebares, del siglo XII, el impresionante Calvario de Pozón, del siglo XIII, y las humildes pero expresivas representaciones del apóstol Santiago, del siglo XV, constituyen los hitos de esta excelente colección de obras ilustrativas de la llegada y asimilación del Románico en estas tierras del occidente interior de Asturias, y permiten seguir su evolución y transformación hasta la llegada del Barroco. Lógicamente, como puede comprobar el visitante, coexisten obras cuya realización exigió una inversión notable junto a las que, más económicas, satisfarían sin embargo la devoción de los grupos promotores y también sus necesidades de representación y autorreconocimiento como colectivo. Este es uno de los principales capitales de la colección, y esa es la razón por la cual las piezas sencillas, representativas de la imaginería popular de la época, se muestran junto a sus compañeras cultas por grupos temáticos. 
La preservación de una colección tan amplia y variada, en un ámbito rural tan alejado del centro urbano de la región, resulta tan infrecuente como afortunada, y ha sido el fruto del esfuerzo de personas e instituciones que merecen ser justamente reconocidas y homenajeadas, como los párrocos José Fernández Villamil, Jesús Álvarez Martínez y Cándido García Tomás, así como los miembros de la Comisión parroquial, primero, y la Comisión promotora del Museo de Arte Sacro de Tineo, de la que formaron parte la “Asociación Conde de Campomanes”, la “Asociación astur-galaica del Interior de Amigos del Camino de Santiago” y el Ilmo. Ayuntamiento de Tineo, más adelante. Todos ellos hicieron posible la conservación de un tesoro histórico que es el legado entregado por los tinetenses pasados a los presentes y futuros".

Y aquí están algunas de las imágenes (hay muchas más, y otros objetos), que podremos ver en el interior: un Santiago peregrino del siglo XV, el Calvario de Pozón del siglo XIII y la Virgen de Bebares del siglo XII

Pero nosotros vamos a entrar por la portada principal, al oeste, camuflada por el pórtico doble que vimos al principio, al lado de la entrada al que fue el antiguo claustro

Vemos buena parte de la calle Mayor, con el Palacio de los García de Tineo, de los siglos XIV-XV con remodelaciones posteriores de los siglos XVII y XVIII, todo ello posterior a un núcleo anterior del siglo XIII, de nuevo la centuria de la fundación de la puebla sobre un enclave preexistente en Las Campas, lo que trajo consigo la llegada de gentes que acudieron a asentarse en una población aforada por la Corona y dependiente directamente de ella, entre ellos artesanos, comerciantes y, con el tiempo la orden mendicante de los franciscanos u Orden Tercera, así como muchas gentes de paso, arrieros, artesanos ambulantes y, por supuesto, peregrinos, sobre todo desde que el mismo Alfonso IX estableciese enérgicamente y por escrito que nadie osase desviarlos por otro camino que el que de Tineo se dirige a Oubona, lo que propició la construcción del albergue Mater Christi 

Para ver la torre circular y lo poco que queda del hospital podremos ir por la Travesía de la Torre, por donde sigue el Camino de Santiago, que empieza a la izquierda de estas casas más allá de las que vemos La Sierra, también llamada Sierra de Tineo, Sierra Busmayor, Grullomayor (etc.), por cuya ladera meridional, entre bosques sube la ruta jacobita

Pero antes, conoceremos la iglesia, apreciando los profundos retoques que transformaron la obra románica-gótica en su casi totalidad respecto a la auspiciada por los franciscanos, orden muy vinculada a los núcleos urbanos, en concreto a sus afueras más inmediatas y entradas principales, prueba de ello es su establecimiento también por entonces fuera de las murallas ovetense y avilesina

Aquí un gran panel con un mapa detallado de la villa, fotos, textos y un mapa con las curvas de nivel del Camino Primitivo a su paso por el concejo puede sernos de gran utilidad

El mapa, señalando nuestra ubicación (círculo negro) y trazado del Camino de Santiago desde San Roque por el Paseo de los Frailes, así como el ramal desde allí al albergue municipal (que recupera el nombre de Mater Christi, aunque desplazado respecto al lugar del antiguo hospital de peregrinos) y diversos lugares de interés, desde monumentos, museos y edificios religiosos a fuentes, plazas, paseos, servicios al ciudadano, centro de salud, Guardia Civil, etc.etc.etc. 

Texto dedicado al Camino Primitivo y a la villa

Dado que se encuentra en plena cuesta, abundan las escaleras por doquier. Efectivamente y además de las reformas propias, la construcción del Palacio de Justicia, que en la actualidad además de Juzgados alberga otras dependencias, eliminando el antiguo claustro da al conjunto un poco armónico resultado, como apunta Alías

Enfrente de ambos edificios se hizo en su momento un gran rellano para comodidad de las gentes y mejor accesibilidad de los mismos. "La presencia franciscana en Tineo, hasta su exclaustración, trajo consigo la fundación de una escuela de letras, en ella se impartían cátedras de Latín, Teología, etc... y se impartían, al menos al finales del siglo XVIII, en una casa adyacente al convento, situada a su mediodía", dice el historiador tinetense Rafael Lorenzo en su libro Tineo en la senda compostelana


En nuestros días hay una explanada, la Plaza Alonso Martínez, con suelo de cantos rodados, formando uno de los escasos lugares llanos en esta cuesta de Picosdevil.la, donde se aparcan también los coches en uno de los pocos espacios disponibles para ello en este barrio alto


Y en la explanada, un crucero de piedra resalta la impronta jacobita de este bello rincón


Al sur, nos ofrece una hermosa vista de la calle Mayor con sus edificios de época, entre ellos algunas blasonadas. Del crecimiento experimentado por la puebla a lo largo de toda esta cuesta del Camín Real dan cuenta en Románico digital con esta explicación:
"El núcleo primigenio de la villa se situaba en lo que hoy se conoce como el barrio de Fondos de Villa, pero la entrada de la ruta jacobea por la parte alta del pueblo hizo que el barrio antiguo perdiera protagonismo, al tiempo que se desarrollaba el de Cimadevilla. La fundación en el nuevo barrio del convento franciscano de San Francisco del Monte, cuyo templo desempeña hoy la función parroquial, debe de haber influido también en el desarrollo del mismo"
 
En lo alto y sobre un capitel, una cruz muestra a Cristo Crucificado, que parece señalarnos la ruta hacia las montañas de Fonfaraón, por donde sigue hacia occidente el Camino de Santiago, pasando a tierras allandesas, bien dirigiéndose a La Puela/Pola de Allande, la capital del concejo vecino, por La Mortera, Colinas y Porciles, o bien subiendo a las cresterías de la sierra por la famosa Ruta de los Hospitales


En él se reflejan bien sus rasgos y detalles, incluyendo la corona de espinas, el pelo, las costillas, los músculos en tensión, gesto de dolor, el cartel de INRI sobre la cabeza...


Y escaleras abajo, el Palacio de los García de Tineo, "La Casa de Tineo, ante el Camino de Santiago y el convento de San Francisco, fue centro de la más importante familia nobiliaria del concejo, propietaria de poderes, privilegios y un extenso patrimonio rural", explica Luis Antonio Alías. En ella vemos elementos góticos, como la portada de arco apuntado, renacentistas en las pequeñas ventanas adinteladas; y barrocos en sus balcones de hierro forjado, así como el blasón familiar


Desde el crucero tenemos también una buena perspectiva de la iglesia, a la que se sube por aquí por unas escaleras: el arco de la izquierda nos lleva a la portada románica-gótica y, el de la derecha, a lo que fue el antiguo claustro

En el reverso de la cruz del crucero se representa a Santiago peregrino con su hábito y bordón, mirando a la calle Mayor, bien plasmados los pliegues de su hábito

"No fue fácil el traslado de la parroquial de San Pedro a la abandonada de San Francisco, siendo en 1880 cuando quedó definitivamente convertido en parroquial el viejo templo conventual", dice la Gran Enciclopedia Asturiana (GEA) al referirse a la resistencia vecinal al cambio de sede parroquial de la villa desde la iglesia antigua, que se había quedado pequeña, hasta aquí, al desamortizado templo del extinguido convento franciscano

"Del convento no queda nada, fuera del templo, más que el recuerdo", sigue diciendo la GEA, ya que sobre su solar se levantó el Palacio de la Audiencia siguiendo el Real Decreto de 2 de setiembre de 1833, publicado seis días más tarde en la Gaceta de Madrid, en el que se declaraba "que la villa de Tineo reúne a su ventajosa situación topográfica y a la facilidad de sus medios de comunicación, el ser capital de uno de los concejos más importantes de la provincia y el haber s adquirido notable desarrollo en población y riqueza". Por Ley de 14 de octubre de 1882 se creó esta Audiencia, siendo esta, resumida, la historia judicial tinetense en Archivos de Asturias, sección Juzgado de Tineo y sección Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tineo:

"Los Juzgados de Tineo se ubicaron desde el siglo XIX en el mismo edificio, una construcción sita en la Calle Mayor de la localidad, costeada por el Ayuntamiento como sede de la Audiencia de los Criminal instaurada en la población en 1883. Las obras de rehabilitación y adecuación de este edificio de titularidad municipal, dieron comienzo en 1998 y se concluyeron a finales de 1999. Durante este tiempo el Juzgado y el Registro Civil se trasladaron a unos locales municipales anexos al Parque de maquinaria del Ayuntamiento, en la Plaza de las Campas".

"El 2 de Septiembre de 1883 se instituye el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tineo con un ámbito territorial que comprende los concejos de Tineo y Allande. Hasta esa fecha funcionó en Tineo un Juzgado de Paz, entre 1835 y 1870, y un Juzgado Municipal, desde 1870, ambos pertenecientes al ámbito territorial del partido judicial de Cangas de Narcea. En 1883, también se estableció en Tineo una de las tres Audiencias de lo Criminal asturianas, con jurisdicción sobre los concejos de Belmonte, Cangas de Narcea, Castropol, Grandas de Salime y Luarca, que fue suprimida en 1892. En virtud del Decreto de 11 de noviembre de 1965, que supone una importante reforma de la demarcación judicial en España, se suprime, en enero de 1966, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tineo y se incorporan el Juzgado Municipal con sede en la localidad (convertido en Comarcal en 1967) y el de Paz de Allande, de él dependiententes, al partido judicial de Cangas del Narcea. En virtud del Real Decreto de 29 de julio de 1977, por el que se crean los juzgados de distrito, en sustitución tanto de los juzgados municipales como de los comarcales, el Juzgado Comarcal de Tineo se convierte en Juzgado de Distrito. Por la Ley Orgánica 6/1985 del Poder Judicial, de 1 de julio, y la Ley de Demarcación y Planta Judicial 38/1988, de 28 de diciembre, el Juzgado de Distrito de Tineo pasa a convertirse en Juzgado de Primera Instancia e Instrucción"

Pero no solamente albergó juzgados, sino otras muchas dependencias, ya en 1970 señala la GEA que "se albergan hoy el Juzgado Comarcal, la Casa de la Cultura, la biblioteca "Sánchez Campomanes", varias escuelas de Primera Enseñanza, la Casa de Socorro y una Escuela-Hogar para 150 niños". Sus usos fueron variando con el transcurrir del tiempo, pues unas entidades fueron trasladadas y otras nuevas se crearon. Llegamos así al año 2000 y en el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos podemos leer lo siguiente:

"En el solar del anterior convento franciscano se levantó (...) el palacio de la Audiencia de lo criminal, que aquí funcionó hasta 1882. El edificio fue inaugurado en 1887 y en él se alojaron los juzgados y la sala de la audiencia (hasta su desaparición en 1889). Sus amplias dependencias han acogido, sucesivamente, escuelas de primaria, colegios de secundaria, cuartel de la Guardia Civil, casa de la Cultura, bibliotecas públicas, oficinas de Hacienda, escuela-hogar, archivo notarial y, últimamente, sus dos terceras partes han sido reedificadas como residencia de ancianos (inaugurada en 1993)"

Conocido como Edificio de la Audiencia o Palacio de Justicia, también están aquí ahora el Jusgado de Paz, el Archivo Municipal, Registro civil, Servicios Tributarios, Escuela Municipal de Música, etc. Luis Antonio Alías nos ofrece una descripción arquitectónica y de las inscripciones existentes en la entrada:

"Ocupando lo que fue el convento franciscano se construyó (...) el palacio de la Audiencia y Juzgado de Primera Instancia, edificio de grandes dimensiones, historicista, de múltiples vanos y con un levemente destacado cuerpo central. Le precede una escalinata entre viejas farolas.

En el portal hay una inscripción que dice: "Reinando S.M. Dn ALFONSO XIII y durante su menor edad la Reina Regente Dña MARIA CRISTINA. Siendo Ministro de Gracia y Justicia El Excmo, Sr. Dn MANUEL ALONSO MARTINEZ. Se instaló definitivamente la Audiencia de TINEO en este palacio de Justicia Construido á expensas del Concejo. 7 de diciembre de 1887".

La audiencia tuvo corta vida y desapareció en 1892. El edificio es actualmente sede del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, creado en 1883 y, tras su supresión en 1965, restablecido en 1965".

"Sólido edificio, sobre el solar que ocupaba el convento y el claustro, destinado en 1887 a ser audiencia y cárcel. Ahora acoge dependencias municipales", leemos en Vivir Asturias. Del antiguo claustro "se sabe de la existencia de distintas dependencias cobijadas por pilares y arquería, tales como comedor-refectorio, la cocina, la habitación "ospedería", la bodega, cuadras y celdas", dice Rafael Lorenzo, a lo que sin duda habría que añadir la casa y cámara del abad y la correspondiente sala capitular, entre otras cosas

Fijémonos en la adecuación de accesibilidad del inmueble con la rampa pertinente en una de sus reformas más recientes

Desde esta plaza vemos, al este, la ya para nosotros tan familiar silueta de Penamanteiga, al este, serranía puerta del Alto Narcea y del suroccidente asturiano cuyo nombre, como señala el profesor Xulio Concepción Suárez en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana, tiene que ver a que "se levanta sobre unas brañas altas de buenos pastos, con yerbas fuertes sobre tupidas praderas, que producen una leche manteigosa (mantecosa), a poco de subir las vacas en el verano. Cuentan los vaqueros que, cuando bajan lecha de la braña en las butías, al llegar a la casa, ya llega en parte mazada: con abundantes gorotsos de manteiga; sólo hay que axuntala ya"

El Picu L'Hurru (1.521 m) es su cota cimera, teniendo a su derecha Los Calastros del Pousadorio (1.419 m) y, a su izquierda, La Vallinona (1.474 m), Pena Furada (1.472 m) y L'Altu del Pozu (1.479 m). Más cerca, asomando sobre esta vieja tapia de piedra, vemos algunas estribaciones occidentales de La Sierra la Curiscada, con monte bajo y algunas repoblaciones

Los edificios desamortizados pasaban al Estado y después, por compra, a particulares u otras entidades, como fue el caso aquí, que pasaron al Ayuntamiento, razón por la que se hizo el juzgado y la iglesia franciscana, a la que subimos ahora, pasó a ser la nueva parroquial, que mantuvo la advocación de San Pedro


Accediendo al pórtico o cabildo tenemos a izquierda la entrada a la iglesia por la portada principal, como hemos dicho, así como a la derecha a lo que fue el antiguo cabildo

Aunque la verja de cierre que protege el acceso, podemos ver, al fondo, la portada, magnífico elemento superviviente del templo medieval, a la que se accede por otro gran arco de medio punto fruto de las reformas posteriores, como lo son laterales, más pequeños. A la izquierda, en una hornacina, hubo una imagen procedente del antiguo Hospital Mater Christi. Compartimos de Románico digital:
"La fachada original ha sido alterada por reformas que ocultan su estructura; se le ha añadido un pórtico de tres grandes arcos de medio punto que comunican con la portada occidental, el del centro, y con dos pequeños habitáculos, los laterales"

Antes de ver la portada y de pasar al interior de la iglesia, donde además de recorrerla deambularemos por el museo, vamos a acceder por aquí a ver lo que queda del antiguo claustro del convento de San Francisco

En el dintel de esta puerta de entrada al pasillo hacia el claustro vemos talladas unas filigranas en forma de arcos de medio punto, tres, enlazadas por tramos lineales rectos

Un detalle más de cerca

El pasillo no parece tener nada de especial interés y se usa como pequeño almacén. Una puerta de arco apuntado es la que da acceso al desaparecido claustro del que nada queda de aquellas "dependencias cobijadas por pilares y arquería" que glosa Rafael Lorenzo

Si tenemos la fortuna de encontrarla abierta podremos pasar a este rellano que ocupa lo que fue el patio central del claustro. Al fondo tenemos la casa rectoral, que vino aquí cuando se trasladaron los cultos de la antigua parroquial, pegada al muro meridional de la iglesia

A la derecha es la parte posterior de la Residencia El Mirador, que se habilitó en esa parte del antiguo edificio de la Audiencia. Del claustro, como vemos, solamente se conserva lo que debió ser, más o menos, el 'hueco', en forma de patio de vecindad o patio interior. "El desaparecido convento poseía un claustro con pórtico que daba entrada a la sala capitular, con tres arcadas dotadas de cabezas de clavos por sus molduras y pilastras adornadas con flores cuadrifolias y sendos fustes cilíndricos", informa la Gran Enciclopedia Asturiana recopilando datos de quien lo conoció y describió antes de su destrucción, el historiador, epigrafista y arqueólogo Ciriaco Miguel Vigil, mencionado en la ficha de la Carta arqueológica de Asturias de la Consejería de Educación y Cultura Dirección General de Patrimonio Cultural Servicio de Patrimonio Cultural:

"Del conjunto conventual no ha subsistido prácticamente ningún resto de valor histórico. Ciriaco Miguel Vigil lo describe en ruinas, tras su desamortización de 1836, los destrozos producidos por la ocupación por tropas carlistas y el subsiguiente abandono. Aporta una interesante descripción de lo que fue la sala capitular, que por la tipología de los elementos descritos la pone en relación con la portada oeste y arco triunfal: 

El edificio se encuentra harto ruinoso, con su claustro reformado, en uno de cuyos lienzos se conserva un precioso pórtico que daría entrada a la sala capitular; consta de tres arcadas con cabezas de clavos por sus molduras, sostenidas en pilastras adornadas de flores cuatrifolias y de otros caprichos, a cuyos frentes arriman cuatro fustes cilíndricos: en sus capiteles están representados, de alto relieve, cabezas humanas, cuadrúpedos, pájaros, piñas y otros caprichos, siendo las de las impostas iguales a los tallados en las pilastras. Faltan algunas columnitas y basas a esta decoración; y la capilla o sala harto ruinosa por estar a la interperie, tiene varios nichos con sepulturas destruidas, de gusto gótico (Miguel Vigil 1887: 568).

 Lo que fue crujía occidental del convento fue reconvertida a Palacio de Justicia en 1883, con acuerdo al proyecto redactado por Javier Aguirre Iturralde, quien respecto al estado de conservación del conjunto en aquellas fechas señalaba lo siguiente: 

 [...] por su estado de conservación en la parte de carpintería no puede ser más deplorable desde hace bastantes años, al servir de albergue a toda la probetería de la villa, todas aquellas familias en lugar de cuidar cada cual su respectiva vivienda no tienen reparo alguno en ir quemando madera de pisos, ventanas y cuanto material puedan coger del edificio existiendo grandes tramos en las galerías faltas completamente de entramado pero como los muros son de buenos materiales y sólida construcción... Tres crujías cierran un patio cuyo cuarto lado es la iglesia constituyen el exconvento todo él en el estado que antes queda indicado a excepción de las escuelas situadas en su fachada principal que se encuentran en un estado de conservación algo más regular [...] (Menéndez 2010: 95)
 A la obra de 1883 le sucedieron varias intervenciones en las primeras décadas del siglo XX, en 1945, 1953 y 1954, destinadas a adaptar el edificio a múltiples usos: cárcel, escuelas, cuartel de la Guardia Civil, biblioteca, etc. (Menéndez 2010: 94-97). Por su parte, el solar de lo que fue la crujía meridional se encuentra hoy en día ocupado por la residencia de ancianos El Mirador, construcción de nueva planta levantada en 1993 y remodelada recientemente".

Pero si avanzamos un poco y miramos atrás, además de la torre románica y de comprobar cómo la puerta de arco de medio punto por la que entramos tiene al interior otra forma, tenemos que fijarnos en este muro meridional de la iglesia, donde una hay una ventana gótica, de piedra y datada en el siglo XIV, hecha con unas trazas muy empleadas en los templos mendicantes de la provincia franciscana de Santiago, a la que pertenecía Asturias

Es la "trilobulada ventana gótica del lado sur" con "cuadrifolias y cabezas en las impostas", que dice Luis Antonio Alías y, en Románico digital: "Contiguo al muro sur se situaba el desaparecido claustro, del cual no queda referencia material alguna y que, como los elementos conservados, debió de seguir unas pautas estilísticas próximas al gótico"


Visitado pues el antiguo claustro, o lo que queda de él, como ya repetimos, volvemos al pórtico o cabildo


Y ahora, sí pasaremos al otro lado de la verja para admirar la portada románica y seguidamente visitar el interior de la iglesia


Pasando bajo la estructura añadida de este robusto pórtico, contemplamos la portada de transición del románico al gótico con su arco apuntado u ojival, considerado el elemento más destacado de la iglesia medieval que ha llegado a nuestros días


Es portada de tres arquivoltas sostenidas por columnas a ambos lados, labrado todo en piedra con gran maestría, pues guarda relación con los modelos de la orden franciscana en su convento de Avilés, "arco apuntado, tres arquivoltas con zigzags, cuadrifolias y clavos sobre impostas ajedrezadas, triple columnata, hojas y animales fantásticos en los capiteles", es como la describe Alías y, en Románico digital:
"Adopta forma ojival, se articula en tres arquivoltas molduradas en boceles e integra una decoración heredada de la etapa románica anterior: el zigzag y las tetrafolias para la arquivolta exterior, motivo éste último que se repite en la rosca interior del arco, y billetes para las impostas. Otros repertorios se relacionan con ejemplos de cronología paralela y, en especial, con San Francisco de Avilés, como los motivos vegetales de los capiteles, que, con su mirada a los bosques del entorno, dan cuenta de la introducción del naturalismo en las representaciones plásticas vinculadas a los templos franciscanos de la decimotercera centuria".

Efectivamente, los arcos muestran relieves en forma de zigzag o "dientes de sierra", muy usuales en el románico asturiano, los cuales reposan en unos capiteles, cincelados a la derecha con motivos vegetales y a la izquierda con cuadrúpedos afrontados y otros temas naturalistas de diferente composición. Aunque no tan antigua como el arco, la puerta de madera es de grandísima importancia, "de hojas de roble y labrados herrajes (siglo XIV)", explica Alías, y Rafael Lorenzo "de dos hojas y de una sola pieza de roble, es del siglo XVI, única en España, por los herrajes que la guarecen de forma artesana". En el Gran Atlas del Principado de Asturias le dedican un buen párrafo:
"Las puertas del templo son de la misma época y estilo que éste: a dos batientes, se realizan en madera, sobre la que se aplican unos elaborados herrajes de cinta de hierro forjado. Su misión es a la vez de embellecer y reforzar las hojas. Las alguazas o bisagras se trabajan en forma de placas lisas de las que surgen, a lo largo de los bordes, pequeñas volutas, y en los extremos volutas mayores entre las que se alargan filamentos que terminan en diminutas perlas. En la zona central, el espacio se cubre con cinta de hierro que desarrolla un tema repetido arriba y abajo con escasas variaciones: dos semicírculos afrontados, entre los que corre una barra horizontal, todo con volutas en los extremos y filamentos que intentan esbozar, esquemáticamente, el cáliz de una flor. Se conservan buenos ejemplos de este tipo de puertas en Cataluña; son parecidas a las de la catedral de Lugo y, dentro del ámbito regional, a las de la iglesia de San Salvador de Grandas de Salime"

Mª Soledad Álvarez Martínez, Doctora de Historia del Arte, nos informa en su libro El Románico en Asturias que esta "es la tercera fundación franciscana de la región, realizada, como la de Avilés, entre 1267 y 1274", época a la que corresponde esta portada que "adopta la disposición ojival en sus tres arquivoltas", destacando el zigzag de la arquivolta exterior y las tetrafolias o flores de cuatro hojas en su intradós o superficie inferior, motivo que también aparece en la rosca interior. En el guardapolvo o franja más exterior el motivo son las rosáceas "que ocupan el mismo emplazamiento en los templos protogóticos avilesinos"


Y estos son los capiteles de la derecha, que muestran "repertorios vegetales, similares a los de San Francisco de Avilés, aunque de ejecución más torpe (...) que repiten las hojas de castaño que ocupaban similar ocupación en el templo de la villa costera". Arriba, son los llamados 'dientes de clavo' usuales en el románico


Capiteles de la derecha, cincelados con motivos vegetales...


Detalle del capitel exterior, en el que se perfilan los detalles de los nervios de las hojas


El capitel intermedio...


Y, a su izquierda, el capitel interior, el más cercano a la puerta


Un detalle de las tetrafolias de la arquivolta interior y del intradós de la exterior


Y pasamos a los capiteles de la izquierda, con animales enfrentados, temas naturalistas y ajedrezados que, para Mª Soledad Álvarez Martínez, son "algo más arcaizantes", es decir, un románico no tan propio del siglo XIII que anunciaría el paso al gótico


El capitel exterior es el que muestra a dos animales afrontados o 'enfrentados', los cuales han perdido la cabeza. Este motivo también existe en el exterior izquierdo de la arquería de la sala capitular de San Francisco de Avilés, coincidencias que llevan a pensar a Álvarez Martínez en una estrecha relación entre ambos templos franciscanos:
"A pesar de que en la portada de San Francisco de Tineo se mantienen elementos arcaizantes que desaparecen en la de Avilés, su construcción ha de ser posterior a esta. y parece haber sido realizada por algún taller local formado en la villa costera. Así se explicaría la repetición de los motivos ornamentales característicos del románico pleno en dicha villa, junto a los innovadores y protogóticos de los templos más tardíos" 

En el capitel intermedio, aunque sumamente gastado, es donde esta investigadora ve "la solución más innovadora, deudora nuevamente de los repertorios góticos, que muestra, volteadas sobre sí mismas, ocupando buena parte de la cesta, varias filas superpuestas de hojas de yedra". Nosotros apreciamos este motivo mejor en el lado derecho de este capitel


Aquí, con otra luz diferente, tal vez apreciemos mejor determinados detalles. Pasamos ahora al capitel derecho o interior


Capitel "que, con talla muy plana, reproduce dos niveles de hojas lanceoladas". Se discute si estos elementos tuvieron un carácter meramente ornamental o buscaban transmitir sensaciones de naturaleza bucólica y paraíso, eternidad, vitalidad, continuidad e infinito, o representar lo que hubo de ser el 'monte' o bosque circundante de su advocación


Antes de entrar vamos a fijarnos también en las columnas de estos capiteles, pues los fustes o cilindros son lisos, pero las basas o bases tienen fórmulas decorativas simples


En los del lado derecho, algo más gastados, no se aprecian apenas...


Los del lado izquierdo, con dientes de sierra, zigzags, 'uñas', círculos y semicírculos...


Y, a la izquierda, no nos olvidemos de un pequeño altar con hornacina a la que antes aludíamos


Aquí, a los lados de dicha hornacina hay dos símbolos tan jacobitas como una cruz de Santiago a la izquierda y tres conchas de venera o vieira a la derecha, labrados en piedra. Más abajo hay una repisa a manera de pequeño altar


En la actualidad en la hornacina, cerrada con marco de madera y protegida con un cristal, podemos ver una imagen del Niño Jesús


Hace unos años estaba aquí la talla de una santa que sustituía a la que aquí estuvo hace años procedente del desaparecido Hospital Mater Christi 


Aquella imagen podría haber sido la de Santa Anta que existió en dicho hospital, cuyo edificio, desamortizado, tuvo diferentes usos al pasar a particulares, entre ellos el de ser el Teatro Victoria, del que da esta noticia la Wikipedia
"... conocemos que durante su utilización como teatro, seguía habiendo a la entrada del mismo, una hornacina con una talla medieval policromada de Santa Ana. El párroco, que consideraba inaceptable, que delante de una imagen sagrada se desarrollasen espectáculos profanos, y tras enfrentarse al vecindario tinetense, consiguió trasladarla al atrio de la cercana Iglesia de San Francisco, de donde pasó al Museo de Arte Sacro de Tineo"

Y esta es la imagen del Niño Jesús, con una pequeña cruz, que vemos en la actualidad, al menos el día en el que hicimos esta foto...


Son muy llamativos estos pequeños habitáculos, parecería como, los de otros lugares, que estuvieran diseñados para refugio de transeúntes, peregrinos o vagabundos que, por alguna razón, no pudiesen alojarse en el Mater Christi, pero es solamente una elucubración


Las columnas y arquerías, al igual que los motivos cincelados, ofrecen representaciones evocadoras de la entrada a un lugar muy especial, transmitiendo sentimientos espirituales en ese sentido


Es la entrada en la casa de Dios, y estos arcos, columnas y demás detalles simbolizan la Porta Coeli o Puerta del Cielo...


Y por la histórica puerta franciscana de llamativos herrajes avanzamos hacia el interior del templo, viendo ya desde el umbral la disposición de su gran nave única y, al fondo, la cabecera con el altar, el arco triunfal, también románico transición a gótico y ojival, y el altar barroco


Pasamos ahora bajo el coro que, cuando lleguemos ante el altar y miremos atrás, lo veremos en toda su amplitud, como alta es toda esta gran nave única del templo, dividida en tres tramos y a cuyos lados hay varis imágenes sobre pedestal y algunos cuadros. Consultamos la descripción de la misma ofrecida por Románico digital:
"El templo ha tenido una buena factura constructiva y responde plenamente a la tipología aplicada por las órdenes mendicantes. Se compone de una nave única de gran amplitud y de gran altura. Su espacio, muy diáfano y de escasa ornamentación, sigue el concepto de “planta-salón”, que resulta especialmente indicado para dirigir la predicación a un elevado número de fieles. Está divida en tres tramos, tiene un pórtico a los pies y una cabecera precedida por un amplio presbiterio. El ábside es cuadrangular y de testero recto, se encuentra sobreelevado por encima de la nave y se accede a él a través de una escalinata".

"Para el alzado se emplearon robustos paños murales, de proporciones que acusan el sentido ascendente y evitan la sensación de pesadez arquitectónica. Como refuerzo se generan unas zonas de sillar perfectamente escuadrado, que simulan pilares embebidos en el muro, para recibir arcos de medio punto muy amplios. En la nave, los arcos descansan sobre impostas molduradas. El paño sur alberga un ritmo de tres grandes y estilizados vanos de arco apuntado con amplio derrame interno y carácter goticista, que, de no ser por la capilla aneja en su muro opuesto, encontrarían su reflejo en otros tres idénticos"


Hay sendas tumbas de sepulcros en arcosolio a cada lado, una frente a otra y, entre las imágenes, un Cristo en lo alto de la pared septentrional dice Mayte Bravo en Cristo en el arte asturiano, que en 1985 ocupaba el ático o zona más alta del retablo mayor, que tenemos al fondo:
"... es un Cristo vivo, con la cabeza un poco inclinada hacia el hombro derecho. Mantiene los ojos abiertos y la mirada dirigida hacia arriba, recordando el momento que describe el evangelista San Marcos: «A la hora nona Jesús gritó: ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado? (Mc 15, 34-35) 
Su pelo se resuelve enmarcando el rostro ovalado y la barba en una forma de tronco cónica, afilando las facciones. Está clavado con tres clavos sobre una cruz que tiene una cartela con el INRI. El paño de pureza se anuda en las dos caderas formando pliegues que caen hacia abajo. La policromía de un gris verdoso desluce toda la talla".


Avanzamos viendo siguiendo la descripción de Románico digital, ahora con los sepulcros laterales, este es el izquierdo, datado por Rafael Lorenzo en 1348 y que sería el más antiguo de los dos, en el cual se ha colocado una imagen de la Santina o Virgen de Covadonga, con unas rocas representando su cueva:
"Destacan en el primer tramo de la nave dos nichos practicados en los paños, enfrentados el uno al otro. El del lado izquierdo guarda forma de arco ojival, cubierto con un guardapolvo de dientes de sierra"

Una de las imágenes sobre pedestal de este primer tramo de la nave de la iglesia, debajo del coro y al lado del arcosolio izquierdo


Imágenes de la derecha y arcosolio del muro meridional. Bajo el coro en una placa recuerda al párroco D. Cándido García Lomas, "alma caritativa y entregada", que aquí ejerció del 27-12-1987 al 27-11.2026, "cuando descansó en la Paz del Señor", dedicada por esta su parroquia


Románico digital explica que esta tumba en arcosolio lleva una decoración mas cuidada y quizás sea un poco posterior a la anterior: 
"Lo forma también un arco ojival de distintas molduras, el cual guarda en su interior otro arco plenamente gótico que apoya sobre ménsulas desarrollando un zigzag de dientes de sierra muy elaborados con el motivo de dos círculos concéntricos en sus puntas. Este arco se crea a modo de tracería, ya que va exento sin llegar a pegarse al muro"

Al ir acercándonos admiramos mejor el arco triunfal, que separa la nave o zona de los fieles de la cabecera o testero, espacio de los oficiantes de la liturgia, donde están el altar y el retablo, situados en un espacio algo más alto y al que se sube por escalera de cuatro peldaños. A la izquierda está la capilla de Merás y a la derecha una puerta da acceso al antiguo claustro:
"La decoración interior es escasa y se concentra en puntos muy concretos. La austeridad prima en todo el edificio. Los juegos de molduras lineales conforman el grueso del repertorio ornamental, a excepción de los motivos de la portada y una serie de representaciones figurativas, junto con otras de carácter vegetal, situadas en el arco triunfal de la cabecera y en la antigua puerta de acceso al claustro, respectivamente"

Para Románico digital la cubierta primitiva de la nave "debió de ser de madera, sustituida posteriormente por bóvedas de crucería con cuatro nervaduras concluyentes en una clave circular carente de toda decoración. El espacio del presbiterio se cubre con una bóveda de cañón, y el ábside con otra de crucería". Abundan en ello en la Carta arqueológica de Asturias:
"La nave en origen probablemente se cubrió con forjados de madera. La bóveda de crucería visible hoy en día es el resultado de una obra llevada a cabo en 1928. Buena parte de las paredes laterales parecen pertenecer a la fábrica original. En la meridional se conserva una ventana amainelada con óculo calado que Alonso pone en relación con modelos gallegos del siglo XIV, por lo que la considera producto de una reforma de esa centuria. La presencia de revoco no permite, sin embargo, apreciar la existencia o inexistencia de rupturas en el muro". 

Y a la derecha la grandiosa capilla de Merás o de la Asunción, que como ya hemos dicho quedó unida a la iglesia en 1967, abierta a esta nave central, y alberga el Museo de Arte Sacro, que visitaremos a continuación


"La iglesia parroquial de San Pedro de Tineo, antes templo conventual franciscano, se encuentra hoy muy reformada, acondicionada a las costumbres actuales, aunque secularmente se han respetado sus valores arquitectónicos", explica Rafael Lorenzo respecto a las transformaciones que, con las reformas litúrgicas, se producían en los templos que, no obstante, han permitido conservar parte del edificio original


A la derecha, puerta de acceso al patio donde antes estaba el claustro, la cual se abre muchas veces durante las misas, al menos en verano, pues aporta abundante luz natural a la nave


El patio interior y el edificio de la residencia


Al lado de la puerta, una pequeña pila de agua bendita, en la pared un San Roque sobre pedestal y, junto al arco toral o triunfal, una imagen más grande del Nazareno


La existencia de una capilla de San Roque a la entrada de la villa de Tineo/Tinéu se ha vinculado con el convento franciscano o, más en concreto, con la casa de Merás. En el mismo testamento del capitán Pedro de Merás de 1613 por el que se funda la capilla de la Asunción en esta entonces iglesia monacal franciscana, este se refiere a "mi ermita y patronazgo de San Roque del Viso", nombre de la zona donde se encuentra, "donde también ordenaba se celebrasen cien misas en esta capilla fundada por sus antepasados", dice Rafael Lorenzo


El tramo de Camín Real entre el convento y la ermita de San Roque era especialmente frecuentado por los franciscanos en sus idas y venidas entre ambos santuarios, por lo que fue llamado Paseo de los Frailes, y por él hemos llegado al casco urbano de la villa. Dado que San Roque fue santo peregrino (romero, a Roma, en concreto), se detuvo a curar a los enfermos de peste y él mismo contrajo la enfermedad, se piensa que su culto se extendió tanto con las peregrinaciones como con las pestes, dado que era santo sanador. Aquí se le representa con el famoso perro de San Roque, que le lamía las llagas de la enfermedad y le traía pan de casa de su dueño


Dado que la capilla se encuentra en una gran campera a manera de claro entre arboledas de robles, El Campo San Roque, se celebraba en él, al menos desde 1840, una gran feria ganadera el día de su romería, el 16 de agosto, la cual fue el germen de las multitudinarias fiestas tinetenses, de las que mucho hemos hablado en las entradas de blog correspondientes a esos tramos del Camino de Santiago


Y ahí vemos las "sencillas cabezas de clavo en los capiteles", como los describe Luis Antonio Alías. Elementos muy similares a tetrapétalas o cuatrifolias, que constituyen toda la filigrana decorativa de todo el arco triunfal


Y ahí tenemos el arco de triunfo, liso salvo en el ornamento señalado, pero de gran tamaño, con el ábside plano detrás, ampliado en el siglo XVII, precedido de un tramo recto con bóveda de cañón apuntado. Volvemos a consular la Carta arqueológica de Asturias:
"El arco triunfal parece también obra original. Consta de triple rosca apuntada, que se apoya sobre pilastras e impostas decoradas con puntas de diamante. La cabecera por su parte destaca por su gran desarrollo. Consta de presbiterio y capilla mayor, que se articulan a diferente altura y de los que el primero, que se cubre con bóveda apoyada sobre impostas, parece pertenecer también a la etapa medieval. La segunda en cambio es obra moderna. Cuenta además con una escalinata de mármol levantada entre 1927 y 1931"

En los otros capiteles, las correspondientes 'cabezas de clavo'


Esta cabecera fue renovada y ampliada por los García de Tineo, los de la casona próxima, patronos del templo que parece tendrían rivalidad con los Merás, pues esta obra fue acometida unos años después que su capilla y muy posiblemente por el mismo maestro y taller


A la derecha, una puerta de arco apuntado comunica con la sacristía, explicando de él la Carta arqueológica...
"En el lado derecho del presbiterio se abre el acceso a la sacristía actual, que remata en arco ojival con un guardapolvo que enlaza con una línea de imposta que recorre todo el muro"

Los azulejos de la parte baja de las paredes parece ser forman parte de alguna de las intervenciones más recientes realizadas en esta iglesia


Otros cuatro peldaños suben al segundo altar, al pie del retablo dieciochesco. Un espacio delimitado con balaustrada en el que podremos ver varios escudos de los García de Tineo, de los Cienfuegos o de la propia orden franciscana


A la derecha, otra portada de arco de medio punto podría no estar en su lugar original, sino que obedecería a un cambio de ubicación: 
"Un segundo arco ojival se localiza en la misma pared en la capilla mayor. Si bien su posición sobre elevada, relacionada con la parte superior de la escalinata, y la numeración que aún conserva su dovelaje denuncian que su actual situación es consecuencia de un traslado"

Sobre ella, uno de los varios escudos existentes. Los azulejos muestran símbolos religiosos, como el emblema vaticano o de San Pedro (a la derecha) y escenas piadosas entre elementos vegetales y geométricos


El escudo parece el de los García de Tineo o de la Casa de Tineo


Dice Mayte Bravo que este retablo, de finales del siglo XVIII, se divide en dos cuerpos y ático, perdiendo la monumentalidad antes imperante en el barroco


Este primer piso presenta columnas corintias flanqueando un frontón clásico, mostrando "el decidido paso que se intentó dar hacia el abandono de las formas barrocas". El retablo se ajusta perfectamente al hueco existente en la pared, como es lo habitual. Vemos arriba el Espíritu Santo entre ángeles con estandartes y debajo Cristo Crucificado entre dos santos en hornacina. El Cristo sería de la escuela del maestro barroco Antonio de Borja y procede de la antigua parroquial:
"El Cristo del ático pertenecía a la antigua iglesia de San Pedro, hoy capilla del cementerio, y fue colocado en esta iglesia parroquial después del año 1985, puesto que en nuestra primera visita a Tineo lo vimos en el ático del retablo de la capilla citada. El autor de la talla sigue a Borja, pero esta imagen pone de manifiesto mucha menos habilidad que la del maestro, aunque no se le puede negar un enorme poder de captación para un pueblo sencillo, sin exigencias de modas artísticas. El paño de pureza deja ver la cadera, y la sangre se desliza a lo largo de los brazos y piernas. Mantiene su cabeza erguida, ligeramente ladeada hacia el brazo izquierdo".

A los lados, más escudos. Existe una inscripción que dice ESTOS ESCUDOS MANDO HACER DIEGO GARCIA DE TINEO COMO PATRONO DESTA CAPILLA MAYOR


"La imaginería es de escasa calidad a excepción de Santa Bárbara de principios del siglo XVIII", sigue diciendo Mayte Bravo, que es la talla que vemos a la derecha


Esta Santa Bárbara afirma Luis Antonio Alías, habría sido trasladada desde la capilla de Merás por deseo de los mineros tinetenses, al ser patrona de la minería


Hemos de mencionar a San Pedro, el patrón, con una imagen del Espíritu Santo detrás. Se le representa sentado en el trono papal con las llaves del cielo en la mano izquierda y bendiciendo con la derecha. Si bien la gran fiesta tinetense es la de San Roque también se festeja San Pedro, si bien no tan multitudinaria


A la izquierda, otra banda de azulejos y, en la pared, otro escudo más...


Detalle de cerca...


Y, arriba, una de las ventanas que aportan luz natural a esta cabecera


Miramos ahora arriba, la bóveda...


Y el arco triunfal desde el altar, con los tres tramos de la nave y sus respectivas cubiertas de crucería, con la capilla de Merás ahora a nuestra derecha
"... testimonios de la utilización de la iglesia como lugar de enterramiento -una de las principales fuentes de captación de recursos de las comunidades franciscanas, nos los transmite Vigil, que recoge la noticia de una lápida, ya desaparecida en su tiempo, que estuvo colocada cerca de la puerta y que aludía a García Pérez, criado de Pedro Ponce, que falleció en Sevilla en 1343 y cuyos restos fueron trasladados a Tineo en una fecha indeterminada; y Manuel Caballero, quien trascribe varias referencias de pergaminos fechados en el siglo XV alusivas a diversas mandas testamentarias. 

En el siglo XVII se llevaron a cabo las reformas que introdujeron las alteraciones más notables de la fábrica medieval. En el lado norte se levantó la gran capilla de Nuestra Señora de la Asunción de Merás, cuya obra estaba muy avanzada en 1613. Por esas mismas fechas, Diego García de Tineo promovió la renovación de la capilla mayor, que ya servía de panteón a su casa desde antiguo, y se construyen también el pórtico y la torre. La obra de esta última estaba en curso en 1622 y el proyecto original preveía que fuera acompañada de una segunda de la que solo se llegaría a levantar el arranque. 

La otra gran etapa de reformas subsiguió al traslado de la parroquial de San Pedro, a finales del siglo XIX. En 1897 se instaló una tarima de madera y en 1914 se trasladan al cementerio parroquial tres carros con restos humanos hallados dentro de la iglesia, lo que da testimonio de la exhumación de la práctica totalidad de las inhumaciones existentes. En las primeras décadas del siglo XX se elevó una altura el pórtico y entre 1927 y 1931 se actuó en la capilla mayor, construyéndose la balaustrada a la que ya se ha hecho ilusión e instalando un zócalo con mosaicos de talavera. La última obra de relevancia, fechada en 1960, fue la demolición del muro que separaba la iglesia de la capilla de Merás"

Allí, sobre la portada, el coro es también uno de los elementos más recientes añadidos a la estructura de este histórico santuario. Veamos también, a los lados de la puerta, los confesionarios


En este coro, y en unas dependencias a su derecha y sobre el pórtico, estuvo la primera sede del Museo de Arte Sacro, compuesto por cuatro salas e inaugurado el 26 de octubre de 1997 por el entonces Arzobispo de Oviedo D. Gabino Díaz Merchán, pero su génesis se remonta a, al menos medio siglo atrás, como bien explica Manuel Santiago Pérez, bibliotecario de la tinetense Casa de Cultura Conde de Campomanes en el periódico La Nueva España del 12-9-2018 con su artículo Tineo tuvo un Museo de Arte Sacro:
"El 26 de octubre de 1997 se inauguró el Museo de Arte Sacro de Tineo ubicado en la Iglesia de San Pedro de la capital tinetense. Permítanme algunos detalles de su génesis. 
Tenemos que remontarnos unos años atrás. José Fernández Villamil párroco de Tineo, entre 1945 y 1960, legó a la Parroquia de Tineo su “colección particular” que posteriormente se integraría en los fondos del museo. 
Creo que no hace faltar recordar que en esa época no existía ningún control sobre nuestro patrimonio artístico, es más, carecía de valoración social. Estoy generalizando, desde luego.  
Más adelante Jesús Álvarez Martínez (párroco de Tineo entre 1960 y 1989) dio un impulso a la colección. Este cura recogió tallas de las iglesias y capillas del concejo que estaban prácticamente abandonadas. La despoblación se hacía notar y muchas capillas habían dejado de tener servicios religiosos. 
Desde la década de los 60, del siglo pasado, las obras estuvieron depositadas, y bajo custodia del consistorio, en el edificio de la Audiencia. Allí permanecieron hasta 1985. Fue ese mismo sacerdote, Jesús Álvarez, quien recuperó la colección para las dependencias parroquiales tras promover un pleito, que ganó, entre el Arzobispado y el Ayuntamiento de Tineo. 
El último empujón llegó de la mano de Cándido García Tomás (párroco de Tineo entre 1989 hasta su fallecimiento en 2016) que promovió una Comisión Parroquial pro Patrimonio Artístico. 
El 29 de junio de 1989 se hizo una primera apertura al público, que tuvo mucho de gesto infructuoso. Quedó en la clandestinidad,  no existía horario fijo de visitas ni se hizo ningún tipo de publicidad eficaz. Pasó tan desapercibido que la inmensa mayoría de los tinetenses ni se enteraron de su existencia. 
Permítanme una digresión. La exposición Orígenes, arte y cultura en Asturias, siglo VII-XV, que así se denominó, se montó en la catedral de Oviedo entre el 11 de agosto y el 30 de noviembre de 1993. Su organización corrió a cargo de la Asociación Orígenes integrada por el Gobierno asturiano, la Universidad, el Arzobispado y la Caja de Asturias. Contó con un presupuesto de 800 millones de pesetas. Fue un verdadero desastre, tanto de público como económico. 
Traigo a colación esta exposición ya que tuvo repercusiones en Tineo, más concretamente en Obona. Creo que merece la pena recordarlo. 
Los responsables de Orígenes estaban interesados en llevar a la exposición el Cristo de Obona, los vecinos del pueblo se opusieron. El interés llegó a tal punto que el Arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, se desplazó hasta Obona para mediar en el asunto. No hubo forma. Según me han contado, el propio Arzobispo llegó a ofrecer como aval el coche en que se desplazaba, creen recordar que era un Mercedes. Pues ni con esas. Los vecinos desconfiando de lo que pudiera pasar, ni cortos ni perezosos, escondieron “su” Cristo en una casa particular. 
La importancia de las tallas que se mostraron en Oviedo hizo posible el apoyo institucional para relanzar el Museo de Arte Sacro de Tineo. Aún tuvieron que pasar unos años para lograr el objetivo. 
En 1996, por resolución de 28 de agosto de ese año, la Consejería de Educación, Cultura, Deportes y Juventud concedió una subvención de 1.999.458 pesetas al Museo Parroquial de Tineo para diversas mejoras. No fue la única. En esa misma resolución constaba otra subvención de 900.000 pesetas para la edición de un catálogo explicativo de las tallas y objetos religiosos expuestos en el museo. 
Hubo que proceder a la restauración de las tallas más deterioradas y a la desparasitación de los libros religiosos que se iban a exponer. Tarea esta última que se realizó en la Biblioteca de Asturias. Las vitrinas que protegen las tallas proceden de Orígenes, algunas de ellas tuvieron que ser adaptadas, lo cual supuso un desembolso económico bastante importante y que sirvió para que se produjesen desencuentros entre algunas de las partes implicadas en el museo. 
El Museo de Arte Sacro de Tineo recibió más subvenciones. En el BOPA (Boletín Oficial del Principado de Asturias) podemos encontrar unas cuantas. Por ejemplo, el 30 de junio de 2000 consta una de 1.500.000 pesetas para gastos de electricidad, limpieza, equipo de seguridad y extinción de incendios, publicidad e imprenta y restauración de fondos bibliográficos. En 2001 otra de 361.000 pesetas. En 2002 recibió 5788 euros. En 2008 hay dos subvenciones, una por importe de 5019,91 euros y otra de 4920 euros. En 2009 consta una de 3518,58 euros y otra de 8236 euros. En 2010 le concedieron una de 2266,23 euros. 
Es decir, a lo largo de los años el Museo de Arte Sacro de Tineo ha recibido dinero público para su puesta en marcha y mantenimiento. No hay que olvidar el apoyo que recibió de la Asociación Cultural Conde de Campomanes, la Asociación Astur-Galaica del Interior de Amigos del Camino de Santiago y del Ayuntamiento de Tineo, todos ellos imprescindibles para su puesta en marcha. 
La profesora Mª Josefa Sanz Fuentes destaca, en el catálogo del museo, su importancia “Es pues la colección de obras que conforman el Museo de Arte Sacro de Tineo un claro exponente de la importancia y riqueza del concejo en la época medieval y moderna, con obras originarias del mismo pero también con excepcionales piezas foráneas, algunas de ellas de origen francés, que ponen de manifiesto la eficacia que el Camino de Santiago tuvo en la difusión de las corrientes artísticas”. 
El catálogo fue realizado por Pilar García Cuetos y Raquel Alonso Álvarez, ambas doctoras en Historia del Arte. 
El museo se ubicó en un añadido (de los años 50 del siglo pasado) de la iglesia de San Pedro sobre el pórtico, en cuatro salas, unos 260 metros cuadrados, que conferían una cierta unidad a la exposición. Su apertura, a pesar de existir un horario de visitas, siempre dependió de la disponibilidad del párroco. 
Alberga tallas de gran relevancia datadas del siglo XII al XX. Cuenta también con piezas de orfebrería (algunas de los siglos XVII y XVIII) vestimentas y libros de carácter religioso.  
Con el fin de regular el funcionamiento del museo se redactaron unos estatutos, firmados por Jesús Álvarez Rodríguez, Secretario General del Arzobispo de Oviedo, quien certificó que fueron aprobados por el Arzobispo con fecha de 18 de noviembre de 1998. Aunque consta la creación de una Junta de Gobierno para regir el museo, no se materializó y sus funciones fueron asumidas por el Consejo Pastoral Parroquial. 
Según recogen esos estatutos “El Museo de Arte Sacro de Tineo, de titularidad eclesiástica, nace con vocación de integrarse en el sistema de Museos del Principado de Asturias y en consecuencia se regirá por los presentes Estatutos y por la legislación vigente sobre Museos del Principado de Asturias”. 
Esta situación, no todo lo perfecta que algunos deseábamos, continuó hasta hace poco. En los últimos meses parte de las esculturas se han reubicado en la capilla de Merás. Una sencilla mampara acristalada, con una puerta, separa este espacio de la nave central de la iglesia. Le han puesto de nombre Exposición San Pedro de Tineo, que por cierto no refleja nada, pues como se dijo más arriba las tallas proceden de iglesias y capillas de todo el concejo de Tineo. 
Me han informado que la decisión se tomó para liberar salas e impartir catequesis y realizar otras actividades. 
El Museo de Arte Sacro de Tineo ha pasado muy desapercibido. La relevancia artística y cultural de las obras expuestas nunca se correspondió con una promoción adecuada, lo cual es una verdadera lástima. La exhibición de esas tallas en la capilla de Merás parece una apuesta poco adecuada. La medida tomada desvirtúa lo que debiera ser la exposición, que aunque limitada en medios y espacio, tenía una unidad de conjunto rota ahora".

Efectivamente, dentro de la problemática expositiva planteada por Santiago Pérez, sobre la puerta de acceso a la capilla de Merás figura la denominación Exposición de San Pedro de Tineo, si bien en toda la información adicional, incluyendo la institucional, sigue denominándose Museo de Arte Sacro de Tineo, el cual se reinauguró en junio de 2021 con un programa de visitas guiadas por un especialista. En Esta Hora, Semanario deInformacióndel Arzobispadode Oviedo de fecha 18 de junio de dicho año se daba así la noticia:
"El martes, 15 de junio, se presentaba ante los medios de comunicación la reciente organización del Museo de Arte Sacro de Tineo. Un nuevo programa de visitas que se basa en la colocación de sus imágenes según su temática, y en la presencia de un guía que acompaña al visitante a lo largo del recorrido, proporcionándole las claves del valor y significado de cada obra. 

Una nueva etapa que surge de la colaboración entre la parroquia de San Pedro de Tineo y la Fundación Valdés-Salas, y que tiene “la pretensión de reavivar su legado para proyectarlo hacia el futuro”, tal y como explicaron. 

“La Fundación Valdés-Salas se puso en contacto con nosotros hace ya algún tiempo –explica el párroco de Tineo, Alfredo de Diego– hasta que finalmente se dio un paso al frente, y los profesores de la Universidad de Oviedo, Raquel Alonso y Lorenzo Arias, elaboraron una guía, y se decidió contratar a una persona que estará a partir de ahora por las mañanas de 11 a 15 h., en el museo de la Iglesia de San Pedro de Tineo, al servicio de los peregrinos y turistas.

El museo de Arte Sacro de Tineo es una recopilación de tallas encontradas en parroquias y templos de la zona. “No es fácil detallar el origen parroquial de cada una de ellas, pero sí se sabe que proceden de la zona”, reconoce Alfredo De Diego, que explica que fueron recopiladas por “don José Villamil, que fuera párroco de Tineo, y después por don Cándido, también sacerdote y párroco”. 

Entre sus fondos pueden admirarse tallas tan antiguas como la de la Virgen de Bebares, del siglo XII; el Calvario de Pozón, del siglo XIII, unas tallas románicas con tendencia claramente gótica, o tallas artísticas quizá no tan valiosas pero también muy antiguas como las representaciones de Santiago apóstol del siglo XV. Todas ellas, tal y como indica el actual párroco de Tineo “tienen su origen en comunidades cristianas que quisieron ponerlas al servicio de la liturgia”. 

El paso del Camino de Santiago Primitivo por la localidad tiene una importancia fundamental y que ha sido tenido muy en cuenta en la parroquia, que quiere cuidar especialmente el tema de la acogida. “Nos interesan mucho los peregrinos, que pasan por la parroquia, procedentes de todo el mundo, y valoran el museo y que haya alguien que les explique, les dé las claves de lectura y les desentrañe el mensaje que tienen aquellas tallas”, reconoce el párroco. “No es fácil estar presentes con la parroquia abierta a todas horas –dice– pero es bueno cuidarlo y que en las iglesias se ofrezca acogida al peregrino o al turista que se acerca hasta nosotros”. 

La incorporación del guía que permanecerá desde las once de la mañana hasta las tres de la tarde, así como la apertura del museo mientras se celebra la eucaristía diaria, ofrecen la oportunidad de abrir Tineo y sus antiquísimos fondos artísticos al mundo. “Dicen que la mayor parte de las conversiones de los jóvenes se producen cuando estos entran en una Iglesia y se sienten acogidos, recibiendo un mensaje que les impacta”, afirma el párroco. Este puede ser un primer paso"

La cristalera que separa la capilla de la nave del templo muestra también los símbolos patronales de San Pedro la separa de la nave del templo. Al año siguiente de su reinauguración se ampliaba la temporada de visitas guiadas, como anunciaba el periódico La Voz del Trubia del 19-5-2022:
"La Fundación Valdés-Salas presentó ayer el programa de visitas guiadas al Museo de Arte Sacro de Tineo, que se desarrollarán este verano de miércoles a domingo, en horario de 11 a 14 y de 16 a 19 horas, salvo cuando se celebren oficios religiosos. 
El director del Aula Valdés-Salas, Isidro Sánchez, junto con el alcalde de Tineo, José Ramón Feito, y el párroco, Alfredo de Diego, presentó en el templo parroquial de San Pedro esta ampliación  de las visitas guiadas al Museo de Arte Sacro de Tineo, que llevará a cabo la Fundación Valdés-Salas hasta el próximo 18 de septiembre. Esta actividad cultural se enmarca en un convenio de colaboración entre la parroquia de San Pedro, el Ayuntamiento de Tineo, la Universidad de Oviedo y la Fundación Valdés-Salas, que tiene como objetivo promocionar la exposición de tallas religiosas de la parroquia y reforzar los atractivos de Tineo como punto clave de la ruta jacobea en este Año Santo Compostelano. 
Isidro Sánchez explicó que con este adelanto de las visitas guiadas al mes de mayo y la ampliación a las tardes, la Fundación Valdés-Salas quiere facilitar el conocimiento del patrimonio artístico de Tineo por visitantes y peregrinos del Camino de Santiago Primitivo.  El alcalde, José Ramón Feito agradeció la colaboración de la parroquia y de la Fundación para que vecinos y visitantes puedan disfrutar este Año Santo Compostelano de esta colección singular de imaginería popular, que abarca desde el Románico al Barroco, y que destaca la relevancia histórica y cultural de Tineo en el Camino Primitivo. Tanto desde la Fundación Valdés-Salas como desde el Ayuntamiento esperan que este verano se multipliquen las visitas guiadas al Museo de Arte Sacro con respecto al año pasado, cuando se registraron alrededor de 700 visitantes. 
La exposición permanente ubicada en la iglesia parroquial de San Pedro  muestra una veintena de tallas religiosas en madera que van desde los siglos XII al XVII, destacando las imágenes de Santiago y San Roque, vinculadas al Camino de Santiago. 
Adrián Bueno, especialista en Historia del Arte, se encargará de estas visitas guiadas, que para el caso de los grupos se realizará con cita previa concertada..."

VISITA AL MUSEO DE ARTE SACRO


Entramos pues en el Museo de Arte Sacro de Tineo sito en esta gran capilla cuya construcción, al lado de la iglesia monacal y en una vereda del Camín Real hubo de ser todo un acontecimiento en su momento cuando lo fundó el capitán Pedro de Merás. Aquí se exponen en sus respectivas vitrinas piezas "que estuvieron entrañablemente unidas al culto divino y a la liturgia, a la piedad privada y a la devoción", como leemos en uno de sus folletos, obra de la parroquia y de Agustín Hevia Vallina, canónigo de la catedral de San Salvador y exdirector del Archivo Histórico Diocesano de Oviedo


Sin embargo, es muy posible que, entre tantas vitrinas y expositores, lo que primero capte nuestra atención por su volumen y características, sea esta especie de gran retablo pintado, que se asemeja a un escenario y es llamado El Monumento o Monumento de Semana Santa, único en Asturias y es parece que en todo el norte de España


Está hecho de madera y pintado al estilo de un retablo real pues, según la tradición, cubría el retablo del Altar Mayor durante la Cuaresma, siendo retirado el domingo de Resurrección. De ahí que veamos elementos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, como el Ecce Homo, el látigo, la escalera, las tenazas y el martillo del martirio y del desenclavo y descendimiento, la lanza de Longinos, el sol y la luna como posible símbolo de la naturaleza divina y humana de Cristo, etc.


En el ático, el ángel con la Cruz como alegoría del sacrificio y la redención. Este Monumento se data en el siglo XVIII o XIX según las fuentes y se dice se utilizó hasta la década de 1960, estando su mantenimiento y colocación al cargo de varias familias


Jesús atado a la columna, la Flagelación de Cristo en la Pasión, acontecimiento plasmado en los evangelios y muy empleado iconográficamente en el arte cristiano del que nos explica esto la Wikipedia:

"La escena transcurre en el Pretorio de Jerusalén (el centro de poder romano, dirigido por Poncio Pilato), a donde Jesucristo ha llegado por segunda y última vez, tras su paso por distintas instancias (Anás, Caifás y Herodes). Es exhibido ante la multitud (escena denominada Ecce homo), que prefirió liberar a Barrabás antes que a él, y (bien antes o después de esa exhibición) es despojado de sus ropas (no debe confundirse esa escena con la de el expolio, que es la previa a la crucifixión), vestido con un rico manto (no debe confundirse con la túnica de Cristo) y atado a una columna, donde será sometido a burlas (relativas a su presunto delito: pretender ser "rey de los judíos" -INRI-) y torturas (entre ellas, la flagelación y la coronación de espinas, denominaciones iconográficas que a veces son totalmente identificables con ésta y a veces se diferencian con precisión). 

Los pasajes evangélicos que tratan este asunto están en Mateo 27, Marcos 15,​Juan 18 y 19, y Lucas 22 y 23 (en este evangelio la escena de golpes y burlas no se produce en el Pretorio, sino entre el prendimiento y la comparecencia ante Caifás). 

La columna es a veces representada como una columna sustentante, que va de suelo a techo, o como una pequeña columna, de aproximadamente un metro de altura y provista de argollas. Cristo puede estar encadenado o atado a ella. 

La Flagelación a manos de los romanos se menciona en tres de los cuatro Evangelios canónicosJuan 19:1:Marcos 15:15, y Mateo 27:26, y era el preludio habitual a la crucifixión bajo la ley romana.​ Ninguno de los tres relatos es más detallado que el de Juan: "Entonces Pilato tomó a Jesús y lo hizo azotar" (NVI). El relato comparable de Lucas, Lucas 22:63-65 es de los guardias del Sumo Sacerdote golpeando y burlándose de Jesús. En la Pasión de Cristo, el episodio precede a la Burlas a Jesús y a la Coronación con espinas, que según los Evangelios sucedieron al mismo tiempo o inmediatamente después. A diferencia de la flagelación, éstos no formaban parte del proceso judicial romano normal"


Jesús con la capa, la corona de espinas y la caña como cetro en la escena que se narra en Mateo 27:27-31:

"Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía; y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle".


Se representa en El Monumento una portada de arco de medio punto, que es una entrada real por una sucesión de arcos hacia un altar con un sagrario, todo pintado en los correspondientes paneles que le dan una sensación de mayor perspectiva


El los intradós de los primeros arcos se representan tetrapétalas y en el más exterior, o guardapolvo, un sogeado


Hermosamente policromado, aparecen columnas corintias con sus basas, fustes y capiteles y aquí se representa además al profeta Daniel, tal y como aparece en el documento que porta en su mano derecha


A la derecha, más columnas y otro profeta, Isaías, cuyo nombre porta también en una mano, en este caso la izquierda


Isaías y Daniel están considerados en el cristianismo, junto con Jeremías y Ezequiel, los llamados Profetas Mayores. Ambos profetizaron la llegada del Mesías y su crucifixión


Para una visita adecuada lo mejor es contar con un guía que nos explique cada uno de los elementos que podemos ver en este museo. Os adjuntamos un vídeo aquí de Canal Prestosu en el que se explican varios de ellos


Lo presenta Regina Buitrago y en él habla con el guía Adrián Bueno. Compartimos plenamente el subtítulo "Parada imprescindible en el Camino"


Una de las 'joyas de la corona' de este museo es esta Virgen coronada, la Virgen de Bebares, talla románica del siglo XII. "Ejemplo de imaginería producida por un taller de calidad, muestra las características propias del románico internacional, presentando a María como trono de su hijo, bella pero distante", explican en la web de la Fundación Valdés-Salas


Esta imagen fue sacada de la iglesia de Bebares, en la parroquia tinetense de La Barca, cuando el embalse de Calabazos, en el río Narcea, sepultó la mayor parte del pueblo bajo las aguas. Esta es la amplia explicación que se nos ofrece en el libro de la exposición Orígenes. Arte y cultura en Asturias. Siglos VII-XV:, en la cual se describe la evolución de estas representaciones desde el medievo hasta el siglo XVIII, que es además uno de los ejes temáticos de este Museo de Arte Sacro:
"Imagen de la Virgen entronizada que tiene al Niño sentado sobre sus rodillas. La Madre lleva corona y el Niño bendice con la mano derecha y sostiene en la izquierda la bola del mundo. La Virgen viste toca, túnica rosada y capa verde con cenefa dorada en los bordes que presenta pliegues sumarios; la túnica del Niño es roja y también está rematada por cenefa dorada. Los rostros de uno y otro son alargados, con ojos almendrados pintados en negro y mejillas sonrosadas. La imagen está hueca por detrás.

En la época románica son muy frecuentes en Asturias las representaciones de la Virgen con el Niño sobre sus rodillas, iconografía procedente de la Teothocos bizantina. Durante el siglo XII la Madre, sentada en un sencillo trono, sirve a la vez de trono para el Hijo, que se encuentra colocado en el centro de su regazo, sobre sus dos rodillas, en tanto que los brazos de María se utilizan a manera de brazos para el trono de Jesús. No existe entre ellos comunicación, ni expresión externa de afecto, sino que ambas figuras presentan una notable rigidez y frontalidad. Además la figura del Niño no muestra los rasgos típicos de la infancia: sólo su tamaño está de acuerdo con la edad.

Posteriormente, ya en el siglo XIII, esa frontalidad e incomunicación se va rompiendo paulatinamente; el Niño se coloca sobre una de las rodillas de la Madre, que suele ser la izquierda, al tiempo que la Virgen realiza algún movimiento: los brazos se despegan del trono y bendice o sujeta al Niño en un gesto afectuoso y maternal; el Niño, por su parte, va adquiriendo progresivamente unos rasgos más infantiles; en definitiva, el conjunto se va humanizando, como corresponde a la próxima aparición de la estética gótica"

Otro de los motivos que estructuran esta exposición museística es el Camino de Santiago, y aquí tenemos esta imagen del apóstol del siglo XV, de gran cabeza y ojos muy abiertos que buscan captar nuestra atención, siendo un ejemplo muy a destacar de lo que es el arte popular del concejo en el periodo gótico


A pesar de su carácter popular, obra de algún carpintero local, su autor a conseguido un efecto "extraordinariamente impactante", como afirman en la web de la Fundación Valdés-Salas, a lo que añaden:
"Además de un testimonio del éxito de esta iconografía, relacionada con la importante posición del territorio de Tineo en el Camino de Santiago, esta humilde representación del apóstol nos acerca a la manera en que las comunidades campesinas, que no podían acceder a obras de buenos talleres, eran sin embargo capaces de dotarse de piezas eficaces y expresivas, que satisfarían suficientemente sus necesidades devocionales y de autorrepresentación"

En su hábito de peregrino ha perdido el bordón pero en su sombrero, muy carcomido, como sus pies, aún se reconoce la concha venera o vieira. Un libro le muestra como divulgador de la palabra de Dios. Seguimos con la descripción en Orígenes...
"Viste una túnica verde lisa, con cinturón, sobre la que cae una capa también lisa con pliegues que se marcan en zigzag en los bordes de la parte inferior; bajo el ropaje asoman los pies desnudos. Figura bloque, construida con formas netas, macizas, presenta una acusada frontalidad y hieratismo; en el rostro, sobre un largo cuello, destacan los grandes y expresivos ojos almendrados; la barba y el cabello negro contrastan con las mejillas sonrosadas. La parte posterior está sin tallar"

Si nos fijásemos en las manos, viéndolas desde abajo, veríamos sus uñas, bien dibujadas y talladas


Otro fundamento estructural del Museo de Arte Sacro son otras representaciones religiosas, como este magnífico Calvario de El Pozón, procedente de la parroquia tinetense de este nombre y datado entre finales del siglo XII y principios del XIII,románico transición a gótico. Obra ya de un taller más profesional y especializado en las tallas religiosas. Llaman mucho la atención los gestos de las caras y Cristo aparece crucificado con un solo clavo en los pies, a diferencia del arte medieval anterior, en el que suelen representarse dos. Cristo aparece coronado y con gesto sereno mientras la Virgen y San Juan se muestran totalmente desolados, pues es "obra representativa de la humanización característica del periodo gótico, a Cristo se le representa en su faceta humana, muerto y con la cabeza inclinada sobre el pecho", como bien informan en la Fundación Valdés Salas y, más extensamente, en Orígenes...
"Su estado de conservación es lamentable, ya que ha resultado parcialmente destruido por la carcoma, con algunas partes irrecuperables. A pesar de su estado merece mención especial dentro de la imaginería románica asturiana, no sólo por ser el calvario de transición más antiguo de cuantos se conservan en Asturias, sino por constituirse en modelo que será copiado sucesivamente en la región.

En este caso se observa cómo el calvario, un tipo iconográfico originado en la iglesia oriental y desarrollado también en la fase románica, ha seguido una cierta evolución, aunque más en matices que en su concepción general. Está presidido por la figura de Cristo, crucificado con tres clavos y coronado de rey, sin ningún signo de tormento ni dolor. Sus brazos, que en un gesto de sublimación contribuirían a aumentar la sensación de ingravidez del cuerpo, se han perdido.

El tratamiento de las figuras adopta todos los convencionalismos del estilo románico, aunque rehúye la frontalidad y la rigidez propias del siglo XII, con un ligero movimiento de cadera. No existe ninguna relación entre las tres figuras, ya que todas se encuentran abstraídas en una eterna meditación. Inexpresividad e incomunicabilidad en gestos y actitudes, evidencian todavía imágenes-símbolo, en las que el naturalismo o realidad está pasado por el tamiz de la representación conceptual de lo divino y lo humano. Los cuerpos poseen poco movimiento todavía, sólo leves inclinaciones, giros o flexiones que los separan de la estricta frontalidad del románico puro. Las manos comunican al espectador, el estado de ánimo de las figuras, resultando junto con la mirada, el elemento más expresivo.

San Juan apoya su mano derecha en la mejilla con una actitud plañidera, al tiempo que sostiene un libro que simboliza los Evangelios. La Virgen María cruza sus manos sobre el regazo con resignación, en un momento de recogimiento y oración, acatando la voluntad del Señor.

Es éste un caso paradigmático en el que la Virgen aparece todavía coronada, adquiriendo aquí significación propia, presentada como corredentora de la humanidad. A pesar del contexto iconográfico en el que se inscribe, se adapta al grupo del calvario con un modelo que deriva de la Maiestas Mariae. El recurso a esta forma de representación de la figura de María pone de manifiesto el estadio poco avanzado de este calvario, dentro de la fase de transición al gótico"

"Quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor", y por eso aquí tenemos una imagen de Cristo Salvador de entre los siglos XIII-XIV, cuando ya imperaba el arte gótico. Porta un libro en la mano izquierda y bendice con la derecha. Su rostro es más humanizado aunque presenta cierta sensación de hierática majestad. Ojos y cara grandes desproporcionados respecto al cuerpo transmiten captar nuestra atención


De gran cabeza y ojos saltones es también este Santiago peregrino del siglo XV, ya plenamente gótico, que como el que vimos antes ha perdido su bordón, haciendo con su mano derecha ademán de sujetarlo mientras lleva el libro en la izquierda, apoyado contra su cintura con el brazo


En su sombrero aparece la concha de vieira o venera representada con un círculo con una cruz roja que, aunque no es propiamente la de Santiago en su forma, sí podría querer representarla con su color. Tengamos en cuenta que, aunque muchas imágenes son policromadas, esto no quiere decir que sus colores y trazos sean los originales


 En no pocos casos se han localizado tallas con varias capas de pintura de diferentes épocas, lo que, además del color, puede haber afectado a los gestos que plasmó el artista original, pues en buena parte esas 'restauraciones', aunque hechas con la mejor de las voluntades y aplauso de los fieles, estaban hechas por no profesionales, sino por entusiastas artistas locales no siempre convenientemente cualificados


Por supuesto, se buscaba más la conservación y 'decoro' de la imagen que seguir criterios históricos, bien por desconocimiento, o bien porque se quería que las imágenes luciesen con formas o gestos más acordes con la época en la que el voluntarioso pintor local aplicase sus nuevos colores y dibujos


Y ahora pasamos a un San Roque del siglo XV, santo peregrino romero al que se identifica por enseñar la llaga de su herida en la pierna. Parece haber perdido no solamente el bordón sino también la mano derecha que lo portaba, así como los pies y, muy posiblemente, el perro


San Juan Evangelista, con su libro de los Evangelios, talla del siglo XII que procede de la antigua iglesia parroquial de San Pedro (actual capilla del cementerio viejo), cuyo culto se trasladó aquí en 1880, como tantas veces repetimos. Perteneció a un desaparecido Calvario, nos dicen en Orígenes...
"San Juan se presenta con el Libro como su atributo en la mano izquierda y bendiciendo con la derecha. Viste una túnica y un manto recogido con pliegues muy sumarios. La figura ofrece un marcado hieratismo y frontalidad. El rostro presenta las características habituales de ojos expresivos y en este caso cabello coroto. A diferencia de lo que suele suceder cuando se trata de imágenes que forman parte de un Calvario, en esa ocasión San Juan no apoya su mano en la mejilla en señal de dolor, por lo que de nuevo parece que estamos ante una obra de taller. La figura está sin tallar por detrás"

A su derecha, otro San Juan Evangelista, este del siglo XV, que ha perdido ambas manos y, con ellas, muy posiblemente su libro y el símbolo de su bendición


Una de las piezas únicas y más llamativas de esta exposición la hallaremos en una pequeña vitrina en el muro que separa la capilla de la nave, yendo hacia la puerta de la pared occidental de esta estancia. Fijémonos de paso en la bóveda de cañón correspondiente


Es el Crucificado de la Estigmatización de San Francisco de Asís, representación del episodio en la vida del santo en la que este recibió la visita de Jesús, quien se le apareció con seis alas, dos cubriéndole la cabeza, otras dos las pierdas y una en cada brazo, marcándole sus estigmas en la mano, el costado y los pies. 


Es un motivo relativamente representado en pintura el renacimiento y el barroco pero extrañamente en pintura, siendo además único en Asturias


Cada una de estas piezas, dice Agustín Hevia Vallina, "fue obra de artistas, que, en lejanas generaciones, cumplieron encargos de unas comunidades parroquiales, que buscaban dedicar a Dios obras humanas de perfección"


Virgen con el Niño del gótico pleno con rasgos mucho más humanizados. "Cada pieza en sí continúa siendo portadora de mensajes, que estuvieron vinculados a su esencia primaria de dedicación litúrgica y devocional", sigue diciendo Hevia Vallina, de ahí que "en el ámbito de un Museo de Arte Sacro, siguen proclamando lecciones de pedagogía de fe cristiana, testimonian para cada uno aleccionadoras invitaciones de fe interior


Otra Virgen con el Niño, del siglo XV


Y esta es del siglo XIII, según su cartel, si bien en el libro de Orígenes, del que compartimos descripción, pone del XII:
"Virgen canonizada que sienta sobre su rodilla izquierda al Niño, al que sostiene además con sus manos en un gesto muy maternal. La Madre lleva toca y corona y viste manto y túnica oscuros, y el Niño, con el libro en la mano izquierda, viste también túnica. En la imagen, hierática y frontal, y sin tallar por detrás, destacan los rostros ovalados, de mejillas sonrosadas y expresivos ojos pintados en negro"

Virgen con Niño de finales del siglo XIII o principios del XIV que es la más pequeña imagen mariana sedente en madera junto con la de Fresnedo en Quirós, "explicitando, por sus reducidas dimensiones, su carácter de arte mueble, fácilmente portable, incluso desde talleres muy alejados", informan asimismo en Orígenes...
"La Virgen descansa sobre minúsculo banco moldurado, marcando la visible desproporción entre la parte superior e inferior de su anatomía. Sin destacar sus formas, viste túnica ceñida, de talle bajo y cuello redondo con orfrés (motivo ornamental de las lujosas túnicas del siglo XII, tal como aparece en las miniaturas de las Cantigas, y que cae en desuso hacia mediados del XIV); sobre ella, sin broche ni fiador, se dispone manto azul con orilla dorada, ajustado a su brazo derecho y terciado sobre el regazo, desde donde se derrama en copiosos pliegues, de formas amplias y redondeadas.

Su tocado recuerda vivamente el que luce la Virgen de la Anunciación de la catedral de Burgos, y el de la Virgen del Dado, en la de León, aunque su actual aspecto pudiera deberse al retoque de la corona original para adaptarle una postiza, metálica. Ceñida con una banda, la corta pañoleta rectangular cae formando sencillos pliegues en zigzag, enmarcando el ancho óvalo de su cara, que compone un rostro de clara filiación francesa, delicado, de suaves facciones y rasgos infantiles. Son de lamentar los repintes y el deterioro general de la pieza, entre cuyas pérdidas se cuenta el antebrazo derecho de la Virgen, lo que impide conocer su posición y su atributo. 

Saturada de concepto, a lo largo del siglo XIII la imagen de María opondrá tenaz resistencia el empuje naturalista del gótico, persistiendo en su vocación de trono y contrastando con la de Jesús, que gana progresivamente en frescor, vitalidad y dinamismo. Esta falta de sintonía dificulta la comunicación entre ambos, frenando la abierta expresión de los sentimientos. Pero un detalle tan sutil como el modo en que sujeta a su hijo, teniéndole por el muslo, nos informa sobre la creciente humanización y familiaridad en la relación materno-filial, alejada de la exhibición implícita que delata el gesto de apoyar su mano sobre el hombro de aquél.

Fiel a los antiguos esquemas, María aún observa la ley de frontalidad; pero, sentado lateralmente sobre la pierna izquierda de su Madre, y flexionando las suyas para buscar cómodo apoyo en su regazo, la dinámica torsión helicoidal del Niño, magníficamente resuelta, rompe radicalmente con la tradición. Así un mismo conjunto aúna el afán de intemporalidad y la captación del instante. Esta contraposición se amplía a la dirección divergente de sus miradas, frontal la de María, y sesgada hacia su izquierda, en un gesto de rebosante naturalidad, la del infante. Este desplazamiento de su interés visual delata un origen iconográfico que Trens sitúa en la escena de la Epifanía, justificado por la irrupción lateral de los Magos.

Como en tantos otros ejemplos, Jesús soporta el orbe con la mano izquierda mientras bendice con la diestra, sin embargo su representación es poco convencional, pues reduciendo a mínimos la ostentación de la omnipotencia -comúnmente centrada en la misma imago mundi que ahora, situada en su regazo, pasaría por infantil pelota de juego-, apoya el codo en su rodilla derecha mientras ejecuta con naturalidad un ademán más parecido a un cordial saludo que al ritual gesto de bendición."

Pasamos ahora a esta Inmaculada Concepción. "Inmaculadas de perfección te procurarán modos de descubrir a la que fue Purísima desde su Concepción y, permaneciendo siempre Virgen, fue con todo la Madre de Dios, la madre del Redentor"


Altar con Cristo Yacente en el sepulcro y pared con las estaciones del Viacrucis


En su sepulcro de madera y cristal, es una de las imágenes, junto con el Nazareno y la Dolorosa, que se sacan en procesión en la Semana Santa tinetense


El sepulcro, flanqueado por cuatro ángeles, uno en cada esquina


A sus pies, elementos arqueológicos...


 Aquí, una pila de agua bendita


Y una efigie de león en forma de columna, del antiguo monasterio de San Francisco del Monte


Las estaciones del Viacrucis, bella e intensamente policromadas, ocupan todo este lienzo de la pared sobre el sepulcro







Retablo barroco de San Antonio, en cuya hornacina aparece el santo con el Niño Jesús, flanqueado `por columnas corintias (dos a cada lado). El retablo se remata con frontón triangular


A su lado, imagen de Santa Teresa de Jesús, con la cruz en las manos


Deambulamos descubriendo cada imagen, cada objeto, a la vez que admiramos la traza de la capilla


Otro San Juan Evangelista, este del siglo XIV, que muestra un cartel con la frase "En el principio ya existía el verbo de Dios", frase del capítulo 1, versículo 1 de su Evangelio 


En cada vitrina, un nuevo descubrimiento en nuestro apasionante deambular por este Museo de Arte Sacro


San Miguel Arcángel, que en su mano derecha habría de portar una espada, o una lanza perdidas, mientras en la izquierda una balanza sirve para pesar lo bueno y malo de las almas y, bajo sus pies, derrotado, se reconoce al demonio, al que pisa con el pie derecho


Siglo XV dice el cartel, pero volvemos a las grandes cabezas de enormes ojos tan propias del románico pleno. Pero tengamos en cuenta de nuevo los posibles repintados a lo largo del tiempo y sus circunstancias...


El contraste, una Santa Lucía del siglo XVI con cabeza más proporcionada pero con ojos muy pequeños, en referencia a su martirio


Y en referencia a su martirio habría perdido la palma, con la que se representa usualmente a la mártir. En muchas representaciones lleva sus ojos en una bandeja o copa, solo que aquí parece más un libro lo que porta en su mano izquierda


Altar con retablo-hornacina de la Inmaculada Concepción con arco de medio punto y tejadillo a dos aguas


Surge de una nube celestial entre querubines y, sobre ella, dos ángeles portan su corona. A los lados, candelabros litúrgicos


 No todas las tallas tienen cartel explicativo, ni de todas hemos encontrado descripción


Por ello, os animamos a que contéis con el guía en vuestra visita


En un lugar de la base del muro de la capilla aparece la fecha de su construcción, tantas veces citada ya


Virgen "Edad Media" aparece en el cartel a los pies de esta figura


Aparece con un libro en la mano izquierda y en la derecha llevaba algo que ha desaparecido


Santa Ana, la madre de la Virgen María, talla del siglo XIV, cuyo nombre aparece en la base y también en el cartel, imagen de la que también queremos compartir texto explicativo de Orígenes:
"Imagen de Santa Ana en un trono sencillo decorado con flores marrones. Lleva en sus manos un libro abierto. Viste túnica sobre la que se coloca un manto rojo que le cubre la cabeza, recogido sobre las rodillas; ambas prendas se decoran con flores grises y marrones y están ribeteadas con una cenefa dorada; los pliegues del ropaje son muy sumarios. En el rostro, alargado, de rostros marcados, se destacan especialmente los ojos almendrados. En una figura maciza de marcada frontalidad y hieratismo, cuya parte posterior se encuentra sin tallar"

No nos olvidemos de firmar, dar un donativo y llevarnos alguna estampa que representa a alguna de las piezas expuestas y otras que no lo están pero también pertenecen al museo


Visitada la iglesia y antiguo convento, con su Museo de Arte Sacro, volvemos al exterior. Tenemos ahora dos opciones para continuar


Una sería continuar de frente para seguir visitando la población, sobre todo si vamos a pernoctar en esta villa, para lo cual seguiríamos por la calle Mayor cuesta abajo, pasando junto al crucero y, escaleras abajo, admirar primeramente la fachada gótica-barroca del Palacio de los García de Tineo...


Y otra sería bajar a nuestra derecha, continuar por la Travesía de la Torre (en la foto. a la izquierda) y, junto a la Panadería San Antonio, continuar ruta yendo hacia La Torre y, siguiendo ruta por el barrio de La Fonte, dirigirnos a La Fonte San Xuan, saliendo ya del casco urbano y emprendiendo ruta a Piedratecha y Oubona por La Sierra y el Alto Guardia





























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