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miércoles, 7 de octubre de 2015

SUBURRIBA Y EL GRAN BOSQUE ENCANTADO (SALAS, ASTURIAS)


Suburriba o Sobrerriba
Subiendo desde Cornellana por el Camino Primitivo, dejando atrás el antiguo monasterio de San Salvador, emprendemos la ruta a Salas, la capital del concejo, y acabamos un primer tramo de ascenso en una planicie al pie de las serranías que caen al valle del río Narcea. Es aquí donde nos encontramos con esta hermosa estampa de un pueblo, Sobrerriba o Suburriba, con su caserío desparramado a lo largo del Camino y la verde campiña


Suburriba está en una especie de meseta, extensa planicie verde bajo los altos de Santa Eufemia, El Campu los Vaqueiros, La Llomba y El Picu Los Tayos (429 m)


Al fondo vemos el extremo del pueblo, por donde iremos hacia los altos de la montaña, antes del bajar nuevamente al valle del Nonaya, afluente del Narcea


Y esta es la parte central de Suburriba, la más llana, bajo las faldas de La Llomba y Los Tayos. y ante los campos de cultivo que aprovechan esta pequeña meseta o llanada


Subiendo de Cornellana por la carretera local SL-7 llegamos así, mientras contemplamos el pueblo, a la primer quintana: Casa Longoria


Es una antigua casona, junto a un destartalado hórreo con bodega


Presenta puerta y ventanas adinteladas con piedra de cantería


Y muestra un llamativo blasón que recuerda al arte maya o azteca, tal vez de algún antepasado que estuvo por esas tierras en los tiempos de la conquista española


Seguidamente vamos hacia Cá Pepa


Admirando los prados de siega y cultivo


Aquí hay un establo y otra panera


Casa de tres plantas con un hermoso portalón y terreno alrededor


La panera es de ocho pegollos o pilares


 Abajo es corriente que en la zona estas construcciones tengan un almacén o bodega


Enfrente de la casa el Camino hace una curva a la derecha


Vemos el portalón o porche


Ahí está el letrero de Cá Pepa


Vamos acercándonos a lo que sería el centro de la aldea


 Son quintanas grandes en su mayoría, rodeadas de fincas o pegadas al Camino


En este cruce hay que ir a la derecha


Este es el mojón indicador


En este cruce hay un gran edificio con planta baja de piedra y alta de ladrillo


Luego otra gran panera de ocho pegollos


Entre ella y la siguiente casa sigue la ruta


Admiramos su estructura


Pasamos bajo ella


Y continuamos haciendo camino de quintana en quintana


 En contra de lo que suele pensarse la diferencia entre hórreo y panera no es el número de pegollos sino la estructura, cuadrada y con techo piramidal (hórreo) o rectangular y con techo de dos moños o picos (panera). Si bien es verdad que la distinción es en no pocos casos un tanto confusa, lo cierto es que las gentes del campo los distinguen, otra cosa es que no sea raro discutir a veces planteando la pregunta... "¿es hórreo o panera?", incluso para no pocos investigadores la diferenciación es un tanto peculiar, no en vano la panera es una evolución en tamaño del hórreo, nacida se supone en el siglo XVII como forma de albergar las grandes cosechas de maíz, recién importado de América


Ante las casas se extienden una llana pradería y bosquetes, viendo al fondo Folguerinas, aldea de la parroquia de Cornellana


La aldea se extiende por una loma dominando este sector del valle del Nonaya


Huertas y frutales a los lados


El Camino hace calle entre casas, hórreos y paneras. Muy llano


La bodega abajo


Arquitectura rural, casa con su escalera, portalón abajo y arriba balcones de madera, mirando al Camino


Esta panera de la izquierda tiene añadido un gran tendejón


Continuamos nuestro trayecto pasando bajo el balcón de la casa. Al fondo está el mayor núcleo de viviendas


Atención al siguiente cruce


Hemos de seguir a la derecha, por lo que es la vía principal. Arriba La Llomba (298 m)


A la derecha una quintana con panera, palmera y otras dependencias


Bellamente ajardinado


En estos lugares se localizaron en el siglo XIX evidencias de una villa romana con termas, por lo que nuestra imaginación no puede dejar de figurarse que pudiese ser otra mansio o parada y fonda de los viajeros de esta antiquísima calzada del Imperio, como la que había en Valdunu.


Se trataba de paradas oficiales, mantenidas por el estado, a lo largo de las vías del Imperio, sobre todo para militares importantes y hombres de negocios, nada extraño si tenemos en cuenta que en Salas comienza la gran veta aurífera que con tantísimo ahínco se explotó en el territorio astur


Quizás este acervo arqueológico propició la creencia en seres mitológicos, pues también Suburriba es tierra de xanas y encantos


En esta bifurcación seguimos a la derecha, también por la carretera SL-7


Pasando al pie de otra casa


Y al lado de otro cobertizo de manera


Teniendo ya de frente El Campu los Vaqueiros


Los bosques por los que pronto iremos en ruta a Villazón


Viejo caserón de piedra bajo los montes de La Cabaña'l Marqués y El Picu los Tayos


Nos acercamos a aquel grupo de casas y hórreos, ya al final de Suburriba


La carretera empieza a subir


Y pasa enfrente


Pero aquí nos desviamos a la izquierda


Subiendo por este camino, a manera de atajo


Vemos una concha peregrina en un pegollu






Y seguimos subiendo


Pasamos otro par de casas...


Y luego vienen más hórreos


Una verdadera "calle de los hórreos"


Herraduras en un pegollu de madera



Y así seguimos hacia la casa del fondo


Aquí volvemos a la carretera pero solo para cruzarla y seguir a la derecha de esta hermosa casa


Prados y frutales


Bifurcación y a la derecha


La senda ha perdido el asfalto


Y aquí tenemos esta grandiosa vista de Cornellana, asentada en esta vega en la que el río Nonaya va a unirse al Narcea. Más allá La Rodriga, Las Dorigas y en lo alto La Sierra Sollera, con 598 m en su cota más alta. Abajo, más allá de los bosques del valle, que tapan el Narcea. reconocemos los tejados de La Ponte o Las Casas del Puente, donde estuvo el antiguo puente y por donde bajamos de El Freisnu y Doriga



El centro urbano, atravesado por la carretera N-634. El monasterio está a la derecha, oculto por la ladera que sube a Suburriba


Y sobre Suburriba y el Narcea el viaducto de la Autovía de La Espina (AS-63). Bajo sus pilares desciende el camino de Doriga


Va acabando la cuesta


Nos metemos en un bosque de castaños, tan frecuentes en esta ruta.


Senda bien pisada por pies peregrinos...


En otoño, la senda se cubre de oricios de castañas...


Se conserva parcialmente en algunos tramos el suelo con el viejo empedrado.


Pisando hojarasca.


Nueva vista de Cornellana a nuestros pies...


Y el sendero parece estrecharse unos metros pero enseguida vuelve a ensancharse...


Itinerario entre bosques y zarzas.


La castaña, alimento básico durante siglos, antes que se trajese la patata de américa. Su plantación era, para que además de dar sombra a los caminos, diese nutriente a los caminantes. Hoy las pisamos y apenas miramos para ellas, pero fueron garantía de supervicencia de generaciones enteras hasta no hace aún demasiado tiempo.


Con los castaños crecen también otras especies arbóreas.


Trecho húmedo. Se inicia una bajada


Aquí hay un pequeño claro


Que nos va a permitir ver un poco esta parte del valle del Nonaya


Abajo vemos la N-634 y a la izquierda la cantera de Llamas, parroquia de Villazón. A lo lejos, por La Veiga, continúa la senda a Quintana, Casazorrina y Salas


Abajo en la carretera está La Veiga los Pereos y arriba a la derecha Folgueirinas, en La Sierra de Faxas


Si nos fijamos, más allá de La Veiga los Pereos, a la derecha, siguiendo las curvas de la carretera, hay una pequeña construcción al pie de los pilares de la en este tramo inacabada Autovía de La Espina, se trata de la capilla de San Ramón, que perteneció a La Venta Ramón, fundada por los frailes de Cornellana. De ella escribiría Jovellanos el ilustrado, al conocerla...

"la venta de Espinedo, buena, construida por el monasterio, pero sucia y descuidada por sus llevadores"

Volvemos a caer hacia las vegas del río Nonaya, donde hay fuentes dadas a las historias de xanas o ninfas astures.


Descenso suave pero largo y constante...


En la boscosa falda de la montaña.


Troncos combados o caídos sobre el Camino.


Una verdadera selva natural.


Seguimos avanzando.


Al otro lado del Nonaya otra vista, más cerca, de La Veiga los Pereos


Buen Camino.


Delicia de sendero.


Caminos que embelesan al peregrino.

Sigue la bajada

Mozos de estos pueblos, que caminaban por estas sendas, se encontraban antaño, a decir de las leyendas, con xanas o ninfas asturianas, que les ofrecían, aparte de amores, subyugándolos con su belleza, tesoros y riquezas sin cuento, a cambio eso sí, de peticiones que se hacen imposibles, quedando la xana para siempre encantada y el mozo pobre y desconsolado.

                                            

Un caso frecuente, narrado en las leyendas, cuenta cómo un mozo se encuentra a una xana y tras el primer temor e impresión, entran en conversación. Esta le enamora y el mozo queda prendado, contando además con hacerse rico. Es entonces cuando ella pide por ejemplo, que la lleve a la espalda un tramo, pues ha de ir a algún lugar por indefinido motivo, y que a cambio ella le colmará de oro.


Le pone como condición que nunca la eche al suelo hasta llegar, pues sino ella quedará encantada para siempre y el premio no le podrá dar. En un principio todo parece ir bien pero de pronto caen rayos y centellas, se abre la tierra y el joven, muerto de miedo, termina tirando la xana al suelo, con lo que el prodigio de hacerse rico no se cumple, quedándose el mozo solo, pues la xana huye o desaparece en medio normalmente de maldiciones e improperios


En un "prototipo" de las  muchas leyendas de xanas que se contaban en estos parajes y en toda Asturias, ahora ya casi olvidadas, pero hay muchas más


Parada en la bajada para recuperar aliento... y a estar atento que no nos encante una xana...


Y continuamos ruta.


Inmersos en la foresta.

Hitos del Camino

Tramos umbríos y encharcados, a veces de la lluvia, a veces de los regatos y manantiales que nacen en las montañas.


A veces parece que el trayecto se estrecha pero se camina sin mayor inconveniente.


Hito de piedras de los que hacen los peregrinos.


Poco a poco la bajada es menor y se tiende incluso a llanear un poco.


Tronco caído


Camino llano.


Avanzando.


Vamos saliendo del bosque en la vega del río Nonaya, campos de hierba de color verde intenso, ante alisos y árboles de la ribera. Al norte Peña Gallo (277 m)


Estamos en la parroquia de Villazón, donde vemos un gran montículo de arena


Es la cantera de Sílices La Cuesta, que lleva funcionando desde su fundación en 1964, explotación de arenisca cuarcítica empleada principalmente para la industria del vidrio


El Camino la evita yendo a la izquierda


Subimos así un poco, yendo detrás de estas instalaciones. Cuidado con el paso de camiones y maquinaria, así como otras actividades y trabajos de la cantera


Por allí van los peregrinos, en subida por la zona de La Calzada


Con las naves y los silos de maquinaria a la derecha


Se acaba la cuesta frente a los almacenes


Seguimos de frente


En la primera bifurcación iremos a la izquierda


Y en la segunda, inmediatamente después de la anterior, bajaremos a la derecha


Llegamos a una explanada


Y seguimos a la izquierda, subiendo un poco



En esta esplendorosa vega nos acercamos ya al pueblo de Llamas, camino de Quintana, en La Veiga Villazón








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