Bifurcación en Toar, parroquia de San Breixo de Parga, concello de Guitiriz. A la derecha se va a A Pobra de Parga |
- Un camino, el de la izquierda, era el único señalizado y oficial, ruta por Carballedo a Seixón, concello de Friol, Miraz y A Roxica, ruta a Sobrado dos Monxes, emblema del Camino Norte- Otro camino, señalizado más recientemente, se dirige a la derecha para ir a A Pobra de Parga y de allí a Vilar, subiendo como el anterior a la Serra da Cova da Serpe para entrar en tierras coruñesas por el concello de Sobrado. Allí en As Cruces podremos ir a Sobrado dos Monxes o dirigirnos directamente a Boimil, concello de Boimorto, para enlazar con el otro camino en cualquiera de estos dos lugares
Si bien el camino de la izquierda es más largo, está jalonado de albergues y cuenta con un notable patrimonio monumental. El de la derecha es nueve kilómetros más corto, aunque no dispone de tantos servicios, a no ser que, como hemos dicho, nos desviemos en As Cruces hacia Sobrado. Ambos se unen más al oeste, pasado As Corredoiras, en Boimil, concello de Boimorto, a 45 kilómetros de aquí por el camino de la izquierda y a 36 por el de la derecha
Por el de la izquierda estaríamos a poco más de 95 kilómetros de Santiago de Compostela y por el de la derecha a unos 86 y medio, si bien reiteramos que no ha de ser el criterio de la distancia el único a elegir para continuar ruta
El recorrido de la izquierda está presente en este blog en varias entradas. Nosotros aquí tomaremos el de la derecha, cuyo itinerario dividiremos en partes: la ruta por A Pobra de Parga a Ferreira, con su patrimonio y leyendas, su siguiente tramo del Monte do Pelegrín a Vilar y la Serra de Cova da Serpe, la entrada al concello de Sobrado hasta la bifurcación de As Cruces, y desde allí la doble opción: la ruta a Sobrado dos Monxes y el trayecto directo a Boimil que no pasa por Sobrado
Iniciamos pues el itinerario por el camino derecho en dirección primeramente a A Pobra de Parga, que viene a ser la población de más entidad de estas parroquias de Parga: San Breixo o Sambreixo, San Salvador, Santa Cruz, Santa Locadia, Santo Estevo... no en vano llegó a ser la capital de Trasparga, precedente del actual concello de Guitiriz
Iniciamos pues el itinerario por el camino derecho en dirección primeramente a A Pobra de Parga, que viene a ser la población de más entidad de estas parroquias de Parga: San Breixo o Sambreixo, San Salvador, Santa Cruz, Santa Locadia, Santo Estevo... no en vano llegó a ser la capital de Trasparga, precedente del actual concello de Guitiriz
Este trazado se basa en un antiguo trayecto marcado ya en el Mapa del Obispado de Mondoñedo de José Cornide en 1764 y que sabemos era uno de los seguidos por algunos peregrinos, según queda constancia en el itinerario seguido en 1790 por el médico Jean Pierre Racq y descrito en su Itinerario de Brujas a Compostela. Otros, naturalmente iban por Miraz, tanto para ir como para volver de Santiago, como es el caso del sastre picardo Guilleume Manier en 1726
Se ve que este camino sigue en gran parte una calzada romana, tal vez la muy comentada Vía XIX del Itinerario de Antonino, que no obstante diversas fuentes y autores ubican trazados con diferentes. Si no era esta, era su hermana la Via XX, o alguna otra de enlace, secundaria, o desconocida, que pasó a ser uno de tantos camiños reales del medievo que estuvieron vigentes hasta la construcción de las actuales carreteras, pasando a ser meras vías pecuarias
Se ve que este camino sigue en gran parte una calzada romana, tal vez la muy comentada Vía XIX del Itinerario de Antonino, que no obstante diversas fuentes y autores ubican trazados con diferentes. Si no era esta, era su hermana la Via XX, o alguna otra de enlace, secundaria, o desconocida, que pasó a ser uno de tantos camiños reales del medievo que estuvieron vigentes hasta la construcción de las actuales carreteras, pasando a ser meras vías pecuarias
Si bien los dos caminos tienen claramente su fundamento histórico, la oficialización en 2017 de este que empezamos a seguir ahora ha causado no poca polémica, no solo entre peregrinos, sino entre vecinos, estudiosos y autoridades. Deseamos por ello transcribir lo que dice al respecto Antón Pombo, gran historiador especialista en los caminos de Santiago, y que podemos leer entero en su artículo Nuevas variantes del Camino del Norte en Galicia, publicado en Guía Gronze en noviembre de ese año de 2017:
"Variante de Parga hasta As Cruces:
Aquí muchos peregrinos se vuelven locos, pues en la aldea de As Penas se encuentran dos mojones, y un cartel de madera explicativo, que informan sobre la distancia a Compostela: 95,383 por Miraz, 86,497 por Parga y As Cruces. Es conveniente recordar que la traza antigua, con fin de etapa habitual en Miraz o Sobrado dos Monxes –gran monasterio cisterciense de imprescindible visita-, aunque más larga tiene varios albergues, incluso intermedios en Carballedo, A Lagúa y A Roxica. Por contra, en la nueva variante, que además coincide en largos tramos con una carretera, sólo es posible alojarse en las pensiones de A Pobra de Parga, ligeramente apartada del Camino.La anterior circunstancia ha obligado al Xacobeo a señalizar un enlace entre As Cruces y Sobrado dos Monxes, pero alarga los 28/29 km desde Baamonde en 5 km más, con doble opción final para llegar a Sobrado. Quien no baje a Sobrado podrá proseguir hasta Boimil (13,5 km), donde la variante se une a la rama principal procedente de Sobrado, para proseguir ambas unidas hasta Boimorto, que dispone de albergues público y privado"
Y luego, en el mismo Boimorto, el camino vuelve a hacerse dos, la ruta a Arzúa y la que va a A Lavacolla por A Mota y Gonzar, pero de ello hablaremos en su momento, cuando lleguemos allá, para no liarnos más con esta red de caminos
Poco después, también a nuestra derecha, A Fonte. A lo lejos son los montes de Lagares y O Rego da Viña, por donde hemos venido desde Baamonde, cruzando el río Parga y visitando Santo Alberto
Campos y bosquetes entre A Fonte y el núcleo principal del barrio de Toar
También fachadas, y hasta suelos, de buena piedra gallega. Algunas de estas casas labregas han sido bellamente restauradas
Bajamos ligeramente por esta hermosa rúa que atraviesa esta aldea de Toar. Estos parajes estuvieron desde tiempos seculares sujetos al poder de la nobleza laica. Tras los pobladores castrexos, las villas romanas y los campamentos imperiales (el de Ciadella) guardando estas estratégicas vías, los suevos se hicieron con el territorio del noroeste (Gallaecia) y crearon un reino, luego conquistado por los visigodos. El nombre de Guitiriz en este concello parece ser que estas fueron tierras de Witirici o Witiricus (el lugar de Roberto), antropónimo germánico que se asocia a los suevos, pero que puede ser también godo, no olvidemos que, casualmente, Witerico fue el nombre de un rey visigodo
Antiguo horno delante de una vieja casa campesina, a nuestra izquierda
Tras los godos toda Galicia estuvo muy a expensas durante siglos de continuas incursiones califales o razzias, por lo que, para favorecer la colonización y asentamiento permanente de campesinos, los reyes cristianos favorecieron la institución de la presura, basada en el derecho romano, por la que quien explotaba un terreno inculto se convertía en su propietario
Así con una ley especial y poniendo al frente de estos territorios a un conde o dueño-administrador, que a la vez regía sobre los colonos que se asentasen. Aunque se desconoce cómo funcionaba exactamente, pese a haber existido desde el Mediterráneo al Atlántico, estas presuras lograron atraer población campesina que explotó la tierra y servía de baluarte a la vez, al movilizarse por parte del conde o señor, contra las incursiones sarracenas
De esta manera, grandes extensiones de terreno estuvieron durante siglos en manos de la alta nobleza laica o eclesiástica, y en el caso concreto de la Terra Chá, donde nos encontramos, en el siglo XIV pasaría a la poderosa estirpe de los Andrade. Otra parte estaba bajo el dominio de los monasterios de Monfero o de Sobrado, este segundo dueño de las actuales parroquias de San Breixo y Santa Locaia de Parga, y por lo tanto de estos pueblos en esta parte del camino, pues por ejemplo se sabe por documentos que en 1178 esta población, que aún no era puebla y se llamaba Párrega, tenía casa señorial dependiente de Sobrado
Casa nueva, pero también con alta chimenea. La posesión nobiliaria de la tierra estuvo realmente vigente hasta las profundas reformas político-administrativas liberales del siglo XIX. Así en 1834, al crearse los ayuntamientos actuales tal y cómo hoy los conocemos y ponerse fin al llamado Antiguo Régimen, este empezó a ser conocido como Trasparga, teniendo su capital en varios lugares, uno de ellos A Pobra de Parga y más tarde en Guitiriz, llamándose así también el actual concello desde el año 1945
De frente, los montes de Cordal Ferreiro y pequeño valle del Rego de Toar, afluente del Parga. Recordemos una vez más que monte en Galicia, Asturias y otros lugares significa más bosque que montaña
Este Rego de Toar nace un poco más a la izquierda, en A Eirexe, el solar de la iglesia parroquial de San Breixo, cerca del paso del otro camino
Pasando el puente vemos abajo el viejo lavadero, abajo en la húmeda umbría, donde se hacía la colada cuando no había agua corriente en las casas
Bifurcación: vamos a la derecha por el camino asfaltado, subiendo levemente...
Llegamos a unas naves ganaderas
Silo y perro guardián, vigilando la explanada...
Subimos un poco más, saliendo ya de Toar
Montes de Cordal Ferreiro y Os Carregás
Ya en llano llegamos al cruce con la carretera CP-2303, en medio de estas hermosas arboledas camineras
Estamos en Fontao, un caserío que hay en un prado justo enfrente del cruce: aquí iremos a la derecha
La carretera realiza aquí un par de curvas cerradas, vayamos con precaución, pese a que apenas suele haber tráfico
Tomamos la ruta hacia A Pobra de Parga, la antigua capital de Trasparga como hemos dicho
Caja caminera y bosques autóctonos en un paraje de gran belleza. es este uno de esos parajes en los que, pese a caminar por asfalto, nos encanta su maravillosa naturaleza vegetal
Así iremos saliendo de la parroquia de San Breixo de Parga para entrar en la de San Estevo de Parga. Si bien hay poco tráfico normalmente, queremos insistir en que no nos despistemos y prestemos atención al paso de vehículos, a veces tractores de gran tamaño o camiones de recogida de leche
Curva a la derecha y en bajada
Y siguen los bosques según nos adentramos en la mágica espesura
Plácido camino muy agradable de andar. Aquí en la siguiente curva suelen apilarse troncos, pues hay plantaciones de eucaliptos
Pasamos sobre el Rego de Portofontao, otro de los afluentes del Parga
Seguidamente, en el cruce iremos a la izquierda, en dirección a Velouchada, o Belouchada, que de las dos maneras es común verlo escrito, incluso en nomenclatores oficiales
Hay también aquí un poco de cuesta...
Dejando la carretera local el camino se torna más estrecho comunicando con Velouchada de Abaixo
Entre prados y fincas, árboles y matorrales, vamos empezando a ver la casa, así como sus cuadras y cobertizos, dado que es una vivienda labrega con todas sus dependencias...
Velouchada de Abaixo, una casa solitaria al lado del camino
Pasamos así frente al portón de la casa
Un vecino nos avisa...
Para que vayamos a ver el cruceiro de piedra, ante el Camino, con un Cristo crucificado en el anverso, mirando para la vivienda...
Y al otro la Dolorosa, mirando hacia el camino...
Casa labrega blasonada: el escudo está arriba junto a la primera ventana de la fachada la casa (encima de la vaca), y en la cuadra, a la izquierda de la foto, un reloj de sol
Luego de nuestra visita a Vilouchada de Abaixo aún nos toca coronar el alto, acabando la cuesta del camino
En el cruce seguimos de frente al fondo todo en recto por el Camiño de Louchadas
Estamos ahora en Velouchada de Arriba, ya caminando sobre llano...
Los piñeiros separan el camino de la finca donde está la casa
Buen prado a la derecha, al fondo asoman entre los árboles algunas de las primeras casas de A Proba de Parga
Bifurcación y a la derecha
Un poco de curva a partir del mojón caminero
Más paisaje de frondosos bosques autóctonos, las hermosas fragas
Entramos así en A Pobra de Parga, cuyo precedente poblacional fue, como es muy usual, un recinto castrexo prerromano. Algunos autores sugirieron que posteriormente, durante la romanización pudo estar aquí la mansio de Caranicum, una especie de parada de postas, o como diríamos actualmente, estación de servicio con pensión, para viajeros por las calzadas que componían la infraestructura viaria del Imperio, normalmente altos cargos, funcionarios, personal administrativo, o personajes pudientes y de altos negocios. Este asentamiento tuvo la facultad de acuñar su propia moneda, según los hallazgos efectuados. La misma calzada que pasaría por aquí estaría superpuesta a sendas mucho más antiguas que aprovechaban los viejos pasos naturales
La referencia más antigua del topónimo Parga aparece en una lauda sepulcral romana como Aparraq, que en la Edad Media pasaría a Párreca, Párriga o Párrega. A mediados del siglo X pertenecía al obispo Sisnando de Iria Flavia, y ya en el siglo XII, era dueño de la Casa de Parga D. Bermudo Pérez, hijo de Pedro de Traba y segundo fundador del monasterio de Sobrado dos Monxes, al que perteneció durante buena parte de la Edad Media, si bien en el siglo XIV pasa al conde Fernán Pérez de Andrade O Bó, y en el XV son cedidas por sus descendientes al señorío de Ares Vázquez de Parga
En este cruce vamos a ir a la izquierda, si bien a la derecha podríamos visitar la iglesia parroquial de San Estevo y restos del viejo castillo, O Castelo de Parga, construido a finales del siglo XIV o principios del XV por mandato de Juan Pérez Parragués. Después, tras los cambios sociopolíticos de los Reyes Católicos, fue transformado cárcel del lugar hasta 1603. La leyenda dice que se oían por toda la población los lamentos de los prisioneros cuando eran torturados
En el muro situado delante de en este cruce hay una hornacina con una chocante escultura
Se trata a todas luces de un elefante
Se ven perfectamente bien trompa, orejas, ojos, colmillos... nada más hemos podido recabar hasta ahora de su historia. Como tantas veces decimos, quienquiera que desee contarnos algo puede hacérnoslo saber escribiendo en el espacio debajo de este artículo o entrada de blog. Citaremos a los informantes a no ser que deseen permanecer en el anonimato. Os lo agradecemos de antemano
Y desde el Elefante de Parga continuamos ruta, camino adelante, recordando los versos de la poetisa local Xosefa Cabado, recopilados en la obra Coplas dun tempo, dedicados a la famosa Feira de Parga, que se celebra los domingos entre el 9 y el 15 y el último domingo de cada mes, otro de los grandes alicientes para visitar la población, donde iniciativas vecinales como la de la Asociación Cultural Xermolos ponen en valor toda su historia y patrimonio:
Aquí, no pueblo de Pargahaiche unha feira moi boa,ben o saben os tratantes,que veñen da provincia toda. Veñen os pulpeiros de Lugo,as cebolas de Betanzos,tamén che veñen da Narla,sonche tratantes dos ranchos.Uns veñen pra vendere outros veñen pra comprar,cada un tira pra si,son moi malos de tratar.Tamén che traen de Vilalbazapatillas e sombreiros.Tendeiros veñen ben poucos,todos son quincalleiros,aquí tamén che vendemosqueixo, ovos e chourizo,o que os compre e os probe,halle de lamber o bico.Cando se che acaba a feira,quédache Parga toda apestada,cada un que vén á feirabotou a súa mexada,e o que non mexa, nin come,nin bebe, nin fala, pasa por alío río, a auga todo che lava
También en la rúa, llamada rúa da Pobra, los mojones señalan el trayecto. Lo que ahora llamamos Camino Norte ha pasado por no pocos cambios a lo largo de los siglos, es posible incluso que de los que más, o de los que más sabemos, no siendo por ello extraño que algunas de esos ramales sean ahora englobados en caminos recomendados, alternativos, complementarios, o incluso otros caminos a Santiago diferentes dentro de la actual nomenclatura, señalización o denominación oficial o mismamente sendas culturales, naturales, o históricas aparte (Camiño do Mar, Camiño de San Rosendo, Camiño Natural do Cantábrico, sendas costeras, etc.). Todos ellos, o buena parte eran camiños reales, basados en todo o en parte en aquellas vías y calzadas romanas, citadas algunas en el Itinerario de Antonino o en el Itinerario de Barro, que a su vez aprovechaban sendas más antiguas sobre pasos naturales y seguidos desde la prehistoria, incluso desde antes de la aparición de los seres humanos, por los grandes rebaños salvajes de herbívoros en busca de pastos según las estaciones y el clima, yendo detrás de ellos los carnívoros, aprovechando los pliegues orográfícos dejados tras las últimas glaciaciones
De una primitiva vía o conjunto de vías Oyarzum-Brigantium (Irún-A Coruña) recorriendo la cornisa cantábrica más o menos cercanas a la costa, y luego otros caminos interiores, lo peregrinos irían escogiendo también según diferentes épocas y criterios, pero los testimonios que nos llegan que orográficamente era duro. Cerca de la costa había muchas rías, peligrosas de cruzar, y además por lo general gravosas, eso en caso que hubiese barquerías, por lo que era común vadearlas realizando muchos rodeos. Más al interior aún no había rías, y aunque sí caudalosos ríos, si bien abundaban más los puentes, pero el gran inconveniente era la sucesión de altos puertos de montaña, especialmente peligrosos en el invierno, con mal tiempo y en general por su mayor inseguridad. Sin embargo existían importantes centros de peregrinación romera, como San Salvador de Oviedo y sus reliquias de Cristo, la Virgen María, los apóstoles, venidas según la tradición desde la misma Jerusalén
Tanto fue así que, siguiendo la máxima "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al Señor", aún luego que en los siglos XII-XIII el actualmente denominando Camino Francés se afianzase como el más transitado, no pocos peregrinos siguieron caminando por los caminos del Norte, bien siguiéndolos en sus trazados más costaneros, bien interiores, o bien incluso desviándose desde el Francés. Otro polo de atracción importante sería asimismo Santo Toribio de Liébana, pero habría bastantes más, como, ya en Galicia, San Andrés de Teixido, así como toda una pléyade de santuarios locales, algunos de gran devoción popular, de los que los romeros muchas veces se iban enterando según avanzaban hacia Santiago. Es llamativo, como ya hemos dicho, que bastante s peregrinos se dirigían a la ovetense catedral de San Salvador viniendo de vuelta de Santiago
Pero con todo lo importante que es esto, y como hemos visto si hemos seguido el Camino Norte desde su comienzo, y otros caminos, no eran solo razones geográficas, físicas, climáticas y piadosas, las que guiaban los pasos concretos del peregrino en cada momento, sino la hospitalidad y la acogida. Al ir avanzando la Edad Media fueron llegando órdenes monásticas que en sus conventos o su entorno fueron fundando hospederías para peregrinos, así como expedían cartas y salvoconductos para identificarlos, las actuales credenciales, y que no tuviesen problema en los siguientes puntos de paso y parada
En otros casos serían villas y ciudades al crecer, al ir acabando los largos siglos altomedievales de casi permanente inestabilidad e invasiones, las que fundaron hospitales para peregrinos o para pobres y peregrinos, hospitales en el sentido de hospitalidad y/o caridad, que luego irían evolucionando, ya en épocas mucho más cercanas a nosotros, en el sentido de sanatorios. En ellas y en los caminos, gobiernos de villas o reyes y nobles, irían creando estos refugios y centros de acogida, pues aparte de por piedad y hospedaje, era una forma de encarrilar gente hacia un lado u otro, y con ellos atraer a otras gentes, ideas, pobladores (pues muchos se quedaban), órdenes mendicantes y demás religiosos y frailes, arrieros, artesanos, etc. etc.etc.
Por ello, según donde estuviesen estos hospitales de acogida y su hospitalidad, los peregrinos optaban por una ruta u otra, o varias a la vez que era lo común su bien una era la principal, aunque no siempre la misma. Ya en el caso concreto de Galicia, en el actual Camino Norte, los diferentes itinerarios de peregrinación tuvieron diferentes orígenes, uno temprano y fundamental debió ser el cambio de ubicación de la poderosa sede mindoniense en 1117 de San Martiño de Mondoñedo al Mondoñedo actual en Villamayor de Vallibria. Otro sería, por aquel mismo tiempo, la consolidación de Ribadeo como importante puerto y villa, con un paso regular de lancheiros por la ría
Otro hito será la refundación del monasterio de Santa María de Sobrado por el Císter en 1142, que ofrecería un camino muy directo a Santiago, al igual que la consolidación de Vilalba como gran villa caminera, sobre todo a partir del siglo XIII, lo que afianzaría esta ruta más corta a Santiago para quienes fuesen allí procedentes de la costa sin que tuviesen que ir hasta Lugo, la única gran ciudad de la zona desde la época romana hasta entonces, por donde sí seguiría pasando el camino interior desde Asturias (Camino Primitivo).
Insistimos además en que unas rutas fuesen las más seguidas no implica ni mucho menos el abandono de otras, seguir hacia Lugo, o avanzar costa adelante hacia Betanzos, por ejemplo, siguió haciéndose hasta, no ya el ocaso de las peregrinaciones en el siglo XIX, sino aún más allá, incluso a principios del XX, cuando la industrialización, el ferrocarril, las carreteras, etc. hicieron triunfar unas nuevas formas de peregrinar y de viajar en general, con los nuevos métodos de automoción
No obstante, por los caminos de Santiago, también por los del norte, hay constancia del paso de peregrinos, bien por promesa, bien por otros motivos, a veces no parece separárseles mucho de pobres, vagabundos, transeúntes, y otras sí. En otros casos ya sería un precedente de la recuperación de los caminos de Santiago en los años 80 y 90, sobre todo a raíz del Año Santo Compostelano de 1993 (Xacobeo`93)
Dentro de estos peregrinos del siglo XX por los caminos más norteños, podemos recordar, por ejemplo, la noticia de una peregrina en Cangas de Foz en 1916, o la ruta a pie (rechazaron el coche que se les ofrecía) de los frailes cistercienses desde su abadía de Viaceli en Cóbreces (Cantabria) a Sobrado dos Monxes, para rehabilitar este convento en 1954. No nos extrañemos pues de la existencia de variantes en cualquier camino, otra cosa es el criterio a la hora de recuperarlos, señalizarlos, polémicas, debates, perjuicios y beneficios que pueden tener estas decisiones. Este trazado en concreto los ha tenido muy especialmente, nosotros lo exponemos tal y como se ha balizado y hurgamos en su historia, paisaje, patrimonio y paisanaje...
Aquí tenemos un buen ejemplar de hórreo de uno de los estilos más predominantes en la zona, sensiblemente estrecho pero bastante largo en relación. Su pilar es una gran base enteriza cual base de piedras bien trabajadas, igual a la planta rectangular del granero. En base a ello su tornarratos para que no suban los ratones, es único y en forma de mesa. Sus paredes son de listones de madera (doelas) con un espacio intermedio para que entre el aire. La puerta está en este extremo que mira para nosotros y es de arco de medio punto. El tejado es a dos aguas, de teja sujeta con piedras. En él tiene dos adornos, uno en forma de cruz sobre la puerta y otro en forma de pico
Zona de chalets y casas construidas más recientemente: en esta primera bifurcación seguimos recto y de frente...
Buena fila de chantas y precioso arbolado ornamental en este terreno a nuestra derecha
En la siguiente bifurcación vamos a ir a la derecha. Fijémonos en la chanta con el azulejo de la concha y la flecha. Al fondo el monte O Outeiro
Seguimos recto junto a esta línea de chantas o chantos, lajas de piedra hincadas de separan la finca del camino
Salimos seguidamente a la Estrada de Friol (LU-P-2101), que vamos a seguir a la derecha
Y caminamos por ella unos metros, cuando podamos vayamos cruzando a la vereda izquierda, donde están los mojones, pues enseguida la dejaremos
Siguiendo siempre los monolitos xacobeos, de Parga habla así Luisa Vázquez en Sí, soy gallego:
"Parga, provincia de Lugo y en el camino de Santiago, tiene una situación privilegiada. Está prácticamente en el centro geográfico de Galicia y equidistante de las principales ciudades gallegas, con buenas comunicaciones tanto por carretera como por tren. Es un lugar tremendamente atractivo, aunque poco conocido para una gran mayoría de gallegos y foráneos.
Para quienes gusten de vivir en el campo y acceder bastante pronto a la ciudad, es ideal, ya que Lugo, Santiago de Compostela o la Coruña están a tiro de piedra, sin necesidad de perder la cada vez más ansiada tranquilidad (...)
Por otro lado, Parga se sitúa en la ruta de fuentes termales, acompañando a Guitiriz y Pardiñas. Ya los romanos sabían acerca de las propiedades terapéuticas de sus fuentes, aunque la localidad comenzó a cobrar notoriedad con la llegada de los suevos.
Es atractiva, a la par que un remanso de paz, la fuente termal de Valdovín, con su apacible área recreativa, además de totalmente gratis. Sus aguas sulfúrico sódico fluoradas son buenas para diversas dolencias de hígado, riñón y piel (...)
En un lugar de 400 y poco habitantes, el ambiente es relajado y amable, la vida transcurre con calidad; eso de lo que tanto se habla pero que no es muy fácil de encontrar.
Solo dos días al mes Parga entra en ebullición, son los días de Feria. Esos días el lugar se transforma en unos grandísimos almacenes al aire libre. Es una Feria más que buena. Desde productos agrarios de temporada, pasando por aperos de labranza, frutas, verduras, pan, ganado, hasta calzado, ropa, cestos y las inevitables y riquísimas rosquillas de feria, empanadas y dulces. Todo bien expuesto y organizado. Las ferias en Parga merecen un capítulo aparte, son para disfrutar y adquirir productos frescos y naturales..."
Vamos llegando así al lugar de O Buxío, mencionado también por Xosega Cabado en alguno de sus poemas, como este dedicado al ambulatorio, O Centro Médico de Parga, a donde alguna vez acuden también no pocos peregrinos, buscando cura y remedio a alguna de las habituales dolencias y fatigas camineras:
Vouvos contar un conto, señores,se me queredes escoitar.En Parga, hai un ambulatorio,con médico, e con doutora.Boa falta nos fai.O médico fai moita falta,pa que sanen os enfermos.Se enfermamos, non hai quen nos sane,e entón logo morremos.Por toda esta comarca,acódeche moita xente,hai dúas feiras ao mes,xa che está toda ao corrente.Hai dúas feiras ao mese tamén hai un supermercado,levan todo o que fai falta,que a farmacia estache ao lado.O ambulatorio é planta baixa,pero está moi preparado,a xente cábeche toda tantoao través coma ao largo.Está nun sitio bonito,e ademais moi axeitado,o sol xa lle dá de fronte,a fonte téñena ao lado,de cara estache pró río.Aquí estanche como querennon pasan sede nin frío;de comer van pra Casa Comba,que queda cerca do Buxío.O practicante que che hai,é un mozo moi presentable,é cariñoso pra todos,e ademais moi agradable.O médico é un entendido,e éche listo e espabilado.Eu non sei como se chama,do que entende xa cho explica,e tamén te desengana.O Julio, que é o que dáo número das entradas,tamén che é moi bo rapaz.Tanto o digo por diante,coma o digo por tras.Estamos moi contentos deles,que vivan por moitos anos,eu tamén me hei recordaraínda que dure cen anos.
Y aquí, delante de estas casas de O Buxío, tomamos el ramal de la izquierda, dejando la carretera
Ruta al barrio o lugar de Ferreira
Y de esta manera. por O Buxío iremos saliendo del núcleo urbano A Pobra de Parga
Atrás van quedando los edificios de la población, campos rúas y huertas, historia viva de la mítica tierra de Trasparga (tras el río Parga) un nombre que nos recordará, a los que hemos hecho el Camino Norte por Cantabria, a otros topónimos como Trasmiera, tras del Miera. Parecen vinculados a antiquísimas repoblaciones y presuras altomedievales en lo que fueron zonas de paso y frontera...
Pasamos el cobertizo, en esta zona de fincas...
Un cartel nos informa que hemos llegado a la Fonte da Nena, donde la leyenda dice que su nombre viene de una nena huérfana de madre de la vecina aldea de Ferreira. La Nena, llamada Raquel, vino un día a por agua mandada por su padre, llenó el balde y, cuando iba a marcharse, se le apareció una mujer misteriosa que le dijo que no temiera, y le puso unas monedas en la mano a condición que nunca hablase de ello...
Caminamos ahora al lado de las tapias que cierran estas fincas y terrenos: atención cuando lleguemos a la del fondo a la derecha
No pasemos pues de largo al pasar por este lugar, si queremos ver uno de esos elementos que tan atractivo hace un camino y su historia ...
Un cartel nos informa que hemos llegado a la Fonte da Nena, donde la leyenda dice que su nombre viene de una nena huérfana de madre de la vecina aldea de Ferreira. La Nena, llamada Raquel, vino un día a por agua mandada por su padre, llenó el balde y, cuando iba a marcharse, se le apareció una mujer misteriosa que le dijo que no temiera, y le puso unas monedas en la mano a condición que nunca hablase de ello...
Aquellas monedas vendrían muy bien para mitigar la escasez y miseria de la casa, en estado de necesidad desde la muerte de la madre, pues cada vez que Raquel venía a por agua volvía a presentársele tan generosa señora
Naturalmente el padre pronto quiso saber el origen de esas monedas que traía Raquel y la nena se lo contó. Pero entonces, al descubrirse el misterio, en contra del deseo de la caritativa aparición, esta nunca más volvió a aparecérsele a Raquel ninguna de las veces que volvió a por agua a partir de entonces...
Algunos dicen que era el mismo espíritu de la madre de Raquel quien le daba esas monedas, pero lo cierto es que la leyenda está relacionada con otras, más o menos similares, de aparecidas y encantadas, existentes en gran parte del noroeste peninsular, que ofrecen bienes a cambio de mantener silencio sobre su origen, bienes que desaparecen cuando alguien cuenta su razón... esta es la hermosa referencia mitológica de A Fonte da Nena de Buxío
Transcribimos la leyenda tal y como podemos leerla en Galicia Ecantada:
"A Fonte da Nena está en Buxío, na parroquia de San Estevo de Parga do concello de Guitiriz, en Lugo. A orixe do nome ten que ver cunha historia triste que agora vos conto. No lugar de Ferreira, próximo á fonte, vivían un pai e Raquel, a súa filla. Desde que a nai morrera, pareza que dunha maneira un tanto estraña, a tristeza era o pan de cada día naquela casa. Todo eran privacións, fame e miseria. Un día o pai mandou a Raquel por auga á fonte de Buxío. E ela foi, xa ora, e encheu o balde, mais cando xa marchaba, presentóuselle diante unha muller que lle dixo: —Non te asutes; non teñas medo.Nada malo che vai pasar. E ao dicir isto, a muller abriu a man e puxo na man da nena unhas moedas. Desde aquel día cada vez que Raquel ía buscar auga á fonte de Buxío, aparecíaselle aquela señora e dáballe unhas moedas. Na casa eran benvidos aqueles cartos e pouco a fouco foron axudando a matar fame e miseria. Pero un día, o pai quixo saber de onde viñan as moedas e Raquel contou con detalle o que pasaba. Raquel volveu aquel mesmo día á fonte, e volveu outros moitos, mais xa nunca se lle apareceu a muller aquela. Nunca máis a víu. Hai que non o cre, ten que haber de todo, pero aquela muller tiña que ser a nai da nena; mellor dito, o espírito da nai de Raquel que en canto soubo que a descubriran deixou de aparecer. No que todo o mundo acredita é en que esta é a orixe do nome da fonte que desde entón se chama Fonte da Nena"
Y esta es la versión que encontramos en Ceo da Boca:
"A Fonte da Nena está en Buxío, na parroquia de San Estevo de Parga do concello de Guitiriz, en Lugo.No lugar de Ferreira, próximo á fonte, vivían un pai e Raquel, a súa filla. Desde que a nai morrera, pareza que dunha maneira un tanto estraña, a tristeza era o pan de cada día naquela casa.Todo eran privacións, fame e miseria.Un día o pai mandou a Raquel por auga á fonte de Buxío. E ela foi, e encheu o balde, mais cando xa marchaba, presentóuselle diante unha muller que lle dixo:—Non te asustes; non teñas medo.Nada malo che vai pasar. E ao dicir isto, a muller abriu a man e puxo na man da nena unhas moedas. Desde aquel día cada vez que Raquel ía buscar auga á fonte de Buxío, aparecíaselle aquela señora e dáballe unhas moedas.Na casa eran benvidos aqueles cartos e pouco a fouco foron axudando a matar fame e miseria. Pero un día, o pai quixo saber de onde viñan as moedas e Raquel contou con detalle o que pasaba. Raquel volveu aquel mesmo día á fonte, e volveu outros moitos, mais xa nunca se lle apareceu a muller aquela.Nunca máis a víu. Hai que non o cre, ten que haber de todo, pero aquela muller tiña que ser a nai da nena; mellor dito, o espírito da nai de Raquel que en canto soubo que a descubriran deixou de aparecer. No que todo o mundo acredita é en que esta é a orixe do nome da fonte que desde entón se chama Fonte da Nena"
Un banco de piedra, en buena y fresca sombra, nos ofrece un lugar agradable si deseamos descansar unos instantes, atarnos bien las botas, reajustar y reordenar la mochila, sacar las galletas o un bocadillo... antes de reemprender ruta
Y desde la fuente subimos la rampa que la comunica con el camino...
Y continuamos avanzando en dirección oeste llegando a las últimas casas de O Buxío, en el camino de Ferreira
El camino es llano y aunque andamos por asfalto es un hermoso paseo entre viviendas y prados
Construida en 1930
Salimos así de O Buxío, recitando estos poemas de andares por Guitiriz de Xosefa Cabado
En Guitiriz vai moita xente,non se vos cansan de andar,porque che lles gusta o pueblo,porque todo o queren pasear.Uns vanche cara á Estación,outros pró Campo da Feira,outros collen a directae van parar á Ponteveiga.
A Ponteveiga no, pero sí a Ferreira nos dirigimos en este tramo, viendo a la derecha las veigas del río Parga, que pasa más allá de aquellos árboles ribereños, los cuales delatan el trazo de su curso fluvial...
Piñeiros al borde del camino. Más allá alamedas
Un cartel nos informa que entramos en Ferreira
Primeramente pasaremos junto a este chalet de alto seto y hermoso jardín de árboles ornamentales
Un poco más allá empezaremos a ver lo que es propiamente el núcleo de Ferreira, un topónimo vinculado a los antiguos ferreiros que sin duda trabajarían en fraguas alimentadas por la fuerza motriz de las aguas del Parga...
Y ya vemos una preciosa estampa de esta aldea de Ferreria, que forma parte de la Ruta da Auga de Guitiriz. Las casas se extienden a lo largo del camino y los campos colindantes
Estamos verdaderamente recorriendo en este trecho el mismo camino de Raquel cuando iba y venía a la Fonte da Nena, los pasos del peregrino rezuman pues leyenda y mitología
Enfrente de las casas hay pequeños huertos y se plantan frutales
Hay muy buenos ejemplos de arquitectura popular, donde predominan la piedra y la pizarra; pizarra para los tejados, piedra de cachotería para las paredes y de cantería para esquinas y vanos, como viene a ser lo habitual
En medio de Ferreira: bifurcación y a la izquierda
Y así pasamos bajo este árbol totémico y venerable a la entrada de Ferreira...
Las placas de la concha y la flecha siempre oportuna y visiblemente colocadas
Fijémonos en las chimeneas, altas y alguna muy grande, como la de la izquierda, una característica común en muchas casas de estos concellos del interior lucense
Las casas suelen ser en buena parte bastante grandes, con cuadras y cobertizos en torno a ellas
En los casos en los que las paredes tienen carga suele dejarse a la vista la piedra de cantería de esquinas, puertas y ventanas
Gran cobertizo de ladrillo a nuestra izquierda
Otra bifurcación al pie del siguiente hórreo: en ella vamos a la derecha
Fijémonos en esta casa, con alguna porción de pared de cantería, sin carga, y en ella un blasón
Otra bifurcación al pie del siguiente hórreo: en ella vamos a la derecha
Fijémonos en esta casa, con alguna porción de pared de cantería, sin carga, y en ella un blasón
El escudo de cerca, debajo se lee Ferreira
Con su escudo en la pared
Pasado el hórreo, vemos al fondo otro cruce más
En el que iremos a la derecha, pasando frente a Casa Canelo. Fijémonos en el hórreo de pardes de ladrillo a la derecha
Placa de la casa y señalización de flecha y concha
Hórreo con paredes de ladrillo, siempre con orificios para la entrada del aire, adorno en forma de cruz y ventanuco en forma de ojo de buey en la estrecha pared del extremo. En el tejado adornos en pico y en cruz. El tornarratos es de los de mesa, enterizo, y su base un solo gran pilar de la misma planta rectangular, a manera de muro de piedra
Seguidamente el camino hace una calle recta entre las casas de la zona más occidental de Ferreira
Fijémonos en este buen caserón con gran tendejón y soleada explanada a la entrada
Caminando al pie del hórreo. Este de paredes laterales de tablillas de madera, puerta también de madera y de arco de medio punto
Salimos nuevamente a las vegas del Parga, terreno muy fértil aprovechado para huertas de las casas
Plantaciones ds berzas, grelos, frutales, todo ello rodeados de fragas
Huerto de berzas y patatas que se extienden desde el camino a la misma orilla del río
Otra de esas grandes casas de Ferreira, con su característico tejado a cuatro aguas tan propio de la Terra Chá
Muy buena parra. En Diferencias entre vid y parra, de la página de las bodegas Carlos Serres, se escribe así de esta planta, una información muy útil para los amantes del vino y... la jardinerçia
"Es una de las dudas habituales de los amantes del vino pero, también, de los amantes de la jardinería. Para muchos, la pregunta es evidente: ¿son la parra y la vid especies vegetales diferentes? Algo que surge, fundamentalmente, por la imagen mental que tenemos de lo que es una vid y lo que sabemos que es una parra.
Resulta curioso saber que la parra no deja de ser una vid podada de una manera diferente. Mientras a la primera se le suele dar una forma arbustiva y, habitualmente, no se le permite alcanzar un gran tamaño; la parra es una vid que se ha dejado crecer en altura. Como planta trepadora que es, la vid sin pautas de crecimiento puede llegar a alcanzar una envergadura importante. Tanto que puede llegar a alcanzar los seis metros de altura.
Y, ahora que sabemos que son la misma planta, ¿cuál es la más adecuada para la vinificación? Una pregunta que no tiene una respuesta universal sino que, más bien, se administra de distintas maneras a lo largo y ancho de nuestra geografía. En la cornisa norte de España es habitual ver parras y, en vinos gallegos, sus uvas son muy apreciadas para redondear algunos caldos blancos. Una imagen que desaparece por completo cuando nos adentramos en regiones eminentemente vitivinícolas. El motivo: la capacidad de producción de una y otra..."
"... DIFERENCIAS DE PODA
Dado que la vid es en esencia una planta trepadora, la principal diferencia con la parra es la forma que se le da mediante la poda. Cuando lo que buscamos es una buena producción de vino en lo que respecta a cantidad, la poda de la vid se hace imprescindible. Gracias a ella, la planta concentra sus energías en generar buenos frutos. Algo que se logra, fundamentalmente, limpiando un buen número de hojas que no dejan de ser un elemento más de la planta a nutrir. Gracias a esta poda, estaremos guiando la vid por sarmientos.
Cuando a la vid se le da forma de parra, la cantidad de uva que produce es menor. Esto se debe, fundamentalmente, a que la planta concentra gran parte de sus energías en crecer en frondosidad para poder continuar trepando. Algo para lo que necesita, inevitablemente, una buena cantidad de hoja. Por esta razón, y además de las podas del viñedo, a la parra se le aplica también la denominada poda en verde: una eliminación de hojas y ramas superficiales con la que se busca, fundamentalmente, permitir a la planta seguir creciendo en altura... "
"... DIFERENCIAS EN MODO DE CULTIVO
No existen diferencias sustanciales entre la vid y la parra en lo que respecta a cultivo. Los cuidados que demandan estas dos formas que se le dan a la vid son los mismos. Sin embargo, hay un aspecto diferencial entre ambas: la parra demanda más espacio para poder crecer. Esto se debe a que, a medida que va cobrando altura, sus raíces crecen para sostener a la planta y necesitan una mayor superficie para ello. Un hecho que procura que la distancia a salvar entre planta y planta sea superior a la que se aplica en una viña en sarmiento.
Otra diferencia entre vid y parra a nivel de cultivo se fundamenta en el uso que se le quiera dar a la cosecha. Mientras en un viñedo, por su capacidad de producción de uva, conviven diferentes tipos de la misma; en el caso de la parra es importante contar con plantas de la misma especie si queremos realizar algún tipo de vinificación. Este aspecto se debe, nuevamente, a su menor capacidad de producción.
A pesar de que ambas plantas pueden darnos una buena cosecha de uvas, lo cierto es que la vid en forma de parra es minoritaria en las principales regiones vitivinícolas de España. La extensión de viñedo plantado en sarmiento supera con creces a la que podemos encontrar en forma de parra. Un hecho que se fundamenta en esa capacidad de producción de una y otra.
USOS DE LA PARRA Y LA VID
A pesar de ello, es habitual ver viñas en forma de parra en las proximidades de los viñedos o, incluso, con un protagonismo de excepción en zonas productoras de vino de Galicia conviviendo con viñas en sarmiento.
Sin embargo, el uso de la parra tiene un carácter más decorativo que productivo. Se ha convertido en una planta habitual en los jardines, guiada a través de espalderas o como cierre vegetal sobre muros. Además, cuenta con una gran popularidad no solo por sus frutos sino, también, por uno de los principales atractivos de la viña: su llamativa coloración cuando llega el otoño.
Dos formas diferentes de interpretar una misma planta. Dos maneras diferentes de disfrutar de la vid"
Y hablando de parras y vides vamos enseguida saliendo de Ferreira, al pasar al lado ya de su última casa en el camino...
Nos dirigimos directamente al paso del Parga, donde había un molino. O Muíño de Ferreira, excelentemente fotografiado y descrito, tanto él como el río y su entorno en la página de Xoan Arco da Vella,
Allí vemos el puente, con sus barandillas, por donde pasa el camino
Y esta es A Ponte de Ferreira, paso del Camino Norte y de la Ruta da Auga
Pasamos el puente en este paraje lleno de belleza y frescor
El río Parga nace en la Serra da Cova da Serpe, hacia donde nos dirigimos. Tiene varias fuentes en el sector nororiental de esa serranía y en el Cordal de Montouto, surgiendo de la confluencia de los regos de A Fábrica, O Carral y A Fraga, formando un curso estable que comienza su recorrido de 32 kilómetros por tierras de Parga y Guitiriz. Recibe numerosos afluentes y es afluente del Ladra, afuente a su vez del Miño
Al pasar, nos encanta también plasmar las frases de Xoan Arco da Vella en la presentación de su citada página:
"Veño do País da choiva eterna. Veño do fin do mundo. Son de onde a auga muda a eternidade en melancolía e a melancolía tórnase en nostalxia perenne. Veño da máis fermosa terra que a natureza, na súa eternidade, puido parir. Veño da pedra e o vento do norte, xélido e eterno. Son do país que os homes chamaron Galicia. Son da terra que os deuses quixeron chamar ETERNIA"
Seguimos así la ruta por estas maravillosas arboledas ribereñas
Una oportunidad estupenda para recordar algo de lo mucho que nos cuenta la Xacopedia sobre Peregrinación:
"La idea del viaje como sistema de aprendizaje estaba ya en la cultura grecolatina; Hermes, el dios de los viajeros, era también protector del saber, del ingenio, las artes y la astucia. Por otra parte, el propio Cristo dijo que él era “el camino, la verdad y la vida” (Juan, 14, 6). La idea de camino como ruta que se ha de seguir para alcanzar la salvación está presente en muchas religiones, que vieron la peregrinación como una metáfora de la existencia humana, que hace que nos preguntemos de dónde venimos y hacia dónde vamos, qué camino seguimos para llegar a la meta que deseamos.
Según el arzobispo compostelano actual, Julián Barrio Barrio, “la muerte es viaje igual que la vida, y viaje es también lo que conduce a cualquier meta de índole espiritual, y sobre este presupuesto antropológico y religioso-teológico se asienta la peregrinación a Santiago de Compostela, es decir, la condición de viajero, propia del hombre, su status viatoris, es algo que desde el principio forma parte de la historia humana, tanto religiosa como profana. En suma, puede afirmarse que los caminos antiguos fueron un elemento importante en la transmisión y también en la creación de manifestaciones culturales y religiosas, pero algunos de ellos, como el de Jerusalén, el de Roma y, sobre todo, el de Santiago, de manera especial”
La historia de la peregrinación a Santiago de Compostela se remonta a hace más de 1000 años, con el descubrimiento de la Tumba de Santiago el Mayor durante el reinado de Alfonso II (792-842). Santiago ya era considerado el gran evangelista de España y durante cientos de años había habido tradiciones de estudio y literarias que ofrecían fundamento a dicha creencia. El descubrimiento de la Tumba de Santiago provoca que la ciudad se convierta en destino de peregrinación. Los siglos X y XI muestran un creciente número de peregrinos, pero es en el siglo XII, bajo la enérgica promoción del Arzobispo Diego Gelmírez (1100-1140), cuando Santiago se convierte en meta de peregrinación cristiana al mismo nivel que Roma y Jerusalén. La primera Catedral se construye sobre la Tumba de Santiago el Mayor y gradualmente nace una ciudad a su alrededor, al igual que ocurre en la ruta de peregrinación, en donde se establecen casas de acogida, como por ejemplo los monjes de Cluny en Burgundy y de Aurillac en Cantal, Francia.
Los siglos XII y XIII se consideran tradicionalmente como la época dorada de la peregrinación a Santiago. Con el Renacimiento y la Reforma en Europa se vive un descenso de la peregrinación, pero de todas formas nunca desaparece por completo. En el año 1884, como resultado de un trabajo académico y de investigación científica, el Papa León XIII promulga la Bula “Deus Omnipotens”, con la que proclama al mundo entero que las reliquias de Santiago son auténticas. Esto constituye el comienzo del nuevo auge de la peregrinación en la época moderna
Se creyó, en un principio, que en el siglo XX los medios de transporte podrían llevar a un decaimiento de la peregrinación tradicional a pie y a caballo. Éste no fue el caso y, por el contrario, durante los últimos 30 años se desarrolla un creciente interés por el Camino de Santiago: las cifras de peregrinos llegados aumentan. El impulso definitivo para la peregrinación fueron las visitas a Compostela de los Papas; Juan Pablo II en 1982 y en 1989 con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, y Benedicto XVI en el año santo de 2010"
Seguimos recorriendo estas fértiles veigas, que son como una cuña entre los ríos Parga y Ladroil, que se unen muy cerca de aquí, unos metros a nuestra derecha, en la espesura
Más bosquetes en Socorveiro, ya de pinos y arbustos, especies diferentes a los de los bosques que hemos dejado atrás, entre Toar y A Proba de Parga
Un depósito de agua a nuestra derecha
Y otro puente, este sobre el Rego da Roxida, afluente del Ladroil. Aguas arriba tiene una famosa cascasa, A Fervenza da Roxida, muy bien fotografiada también por Xoan Arco da Vella en su blog
El paisaje cambia, un páramo bastante llano con algunos pinares en el paraje de A Xeira
De frente As Brañas. Bajamos al río Pequeno, al sur de Montemeá
Hitos del Camino en A Xeira
Más al sur Brañas da Ferreira y Monte de Parga, por ahí está la aldea deshabitada de A Tolda y en sus cercanías Pena Xiboi, yacimiento prehistórico localizado en 1991 y excavado de urgencia en 1994, que delató la presencia de un yacimiento de cazadores-recolectores del Mesolítico aziliense, inicios del Epipaleolítico, de unos 9.000 años de antigüedad. Se encontraron nada menos que 3.000 piezas, raspadores, perforadores, buriles, etc. hechas con gran cantidad de materiales, que fueron guardadas en el Museo Provincial de Lugo
Al oeste, más lejos, los eólicos de la Serra da Cova da Serpe, parte de la llamada dorsal gallega, cadena montañosa que atraviesa Galicia de norte a sur por su mitad, sierra a la que subiremos para pasar de la provincia de Lugo a la de A Coruña y del concello de Guitiriz en A Terra Chá al concello de Sobrado en la comarca de Terra de Melide
Curva a la derecha
Aquí, sin darnos cuenta pues no se ve ni puente, pasamos sobre el río Pequeno
Solo una frondosa vegetación de humedal delata el paso de un curso de agua...
Llegamos a una casa solitaria en un campo de penedos: As Brañas, justo al sur de Montemeá, zona de pastos, matorral y piñeiros
Son unos llamativos peñascos ovalados que afloran en la superficie del prado
El cierre de alambre de espino delanta el uso ganadero de la finca
Otro de los peñascos, detrás de la casa, y más atrás hay más
Continuamos en dirección a Fraguas, otra aldea abandonada como A Tolda, y al Muíño da Ruxida
El camino es muy amplio pues es comunicación con unas canteras existentes un trecho más adelante. En ocasiones pueden pasar camiones...
Pero antes de llegar a Fraguas y al molino nos desviaremos a la derecha
Dirigiéndonos por la zona de As Penas do Lombo hacia el Monte do Pelegrín, con su ancestral campo de túmulos megalíticos, en la ruta hacia Vilar y A Serra da Cova da Serpe para entrar en el concello de Sobrado
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