Los Picos de Europa desde La Cuesta Niembru antes de bajar a San Antolín |
Esta es una fantástica vista de Los Picos de Europa a principios de primavera, tal y como se divisan desde lo alto de La Cuesta Niembru, cuestudo tramo del Camino Norte entre Niembru y su ría y San Antolín y su estuario y playa: son en concreto las estribaciones del Cornión, lo que técnicamente en términos geológicos y montañeros suele denominarse el Macizo Occidental, que podríamos decir es el que está encima justamente del santuario de Covadonga/Cuadonga, otro gran centro de peregrinaciones. La máxima altitud es Peñasanta o La Peñesanta (2.596 m) que con respecto al Macizo Central o Los Urrieles, suele compararse en el dicho popular...
Altos son los picos Urrielesaltos son, qué maravillamás alta é La Peñe Santaque se ve toda Castilla
De todas maneras las cotas más altas están realmente en Los Urrieles, que no llegamos a ver desde aquí, con varios picos que pasan de los 2.600m. Los vimos en cambio desde varios lugares del Camino Norte en Cantabria, como pueden ser los accesos a San Vicente de la Barquera bajando al Puente la Maza por La Revilla o por Oyambre
Los textos más antiguos conocidos referidos a estas montañas, si bien no llamándolas de Europa, están en el Periplo Massaliota de la famosa Ora Marítima de Rufo Festo Avieno, escrita en el siglo IV pero basándose en un texto muy anterior del VI a. C. Las alusiones al Mons Vindius, (Monte Vindio), de los textos clásicos alusivos a las guerras contra cántabros y astures, pueden o referirse a este o a otros parajes de la Cordillera Cantábrica, que llegó a conocerse como Pirineos o Pirineos Cantábricos en épocas pasadas
En las crónicas asturianas aparecen topónimos de lugares concretos, Liébana, Auseva, Amosa (Amuesa) pero no uno concreto para todo el macizo. Empezando el siglo XII el Obispo Pelayo se refiere a Permensa Pelaggi para el entorno de Covadonga, los Picos de Cornión o macizo occidental, lo que coincide con las crónicas musulmanas de la Peña de Pelayo, y Alfonso X El Sabio en su Libro de la Montería escribiría del "... pie de la Peña, desde Fuente de Eva..." (Fuente Dé)
No sería hasta 1530 cuando el historiador y humanista siciliano Lucio Marineo Sículo las llame Rupes Europae en su obra De rebus Hispaniae memorabilibus escrita en Alcalá de Henares, al que seguirían en 1572 el cronista de Felipe II Ambrosio de Morales con su Viaje Santo, donde las nombra como Montañas de Europa, seguido luego por Las Fundaciones del historiador Fray Prudencio de Sandoval en 1601, con las Peñas o Sierras de Europa y así hasta nuestros días, si bien la primera vez que se escribe exactamente tal y como lo conocemos hoy día, Picos de Europa, no sería hasta el Diccionario Geográfico e Histórico de Asturias de Martínez Marina. por el año 1800
La Venta y El Valle, saliendo de Niembru |
Para subir El Llanu la Cuesta o La Cuesta Niembru salimos del pueblo de este nombre en dirección oeste bordeando la finca La Venta y dirigiéndonos al barrio de El Valle, un grupo de casas al lado del viejo Camín Real que aquí fue ensanchado y asfaltado posteriormente como vía de comunicación local
Al sur y en paralelo, la carretera LLN-11, que comunica con Barru por un lado y Posada por otro, sustituyó hace tiempo al milenario camino de peregrinación, trashumancia y arriería
El Valle está, lógicamente, en un valle, pequeño pero que forma un corredor natural que se extiende de este a oeste, desde el estuario portuario de El Vau, la ría de Niembru o de Barru, hacia Posada, acceso a otra ría, la de San Antolín, paso del Ríu Beón en su desembocadura a la altura del viejo monasterio de esta advocación y en la playa de este nombre
Una buena referencia geográfica y visual es, al oeste, La Cabeza Benzúa (724 m), cuya peculiar forma se reconoce en la distancia. A su derecha el Colláu del Tornu la separa de la Sierra de Santianes y a su izquierda asoman los picachos de La Peñe Cuanda (468 m) y del Picu Cantobraos (409 m)
Al otro lado de la carretera los bosques de La Llera ocultan un gran complejo de cavernas de origen kárstico, unas 40, algunas yacimientos arqueológicos rupestres de suma importancia que delatan un importante presencia humana desde la remota prehistoria, aprovechando esta franja litoral que forma un gran paso terrestre entre las sierras costeras y la orilla del mar, entonces algo más al norte
Esas grutas se extienden desde Niembru hasta Bricia y Posada y forman parte de los grandes fenómenos geológicos que caracterizan al territorio de Llanes. Las más importantes dentro del punto de vista arqueológico serían El Cuetu la Mina (cultura Aziliense -11.800 a 8.700 a.C.-), La Riera (Solutrense, Magdaleniense, Aziliense y Asturiense, o sea, varios periodos históricos y culturales muy prolongados en el tiempo), El Tebellín, con sus pinturas claviformes de color rojo y La Cuevona (Aziliense, Magdaleniense Superior y Medio, Solutrense Superior y Auriñacense)
Las profundas cavidades kársticas caracterizan también en interior de La Peñe Llabres, cuya máxima cota está en La Becerrera o Cabeza Brañueta (694 m). Ahí se han explorado hasta 14 kilómetros de galerías subterráneas con sus ríos, simas, estalagmitas y estalactitas, y aún se dice queda muchísimo por descubrir
Algo más cerca está la Cueva de Jonfría o H.onfría, también pronunciada con hache aspirada pero que el Conde de la Vega del Sella, Ricardo Duque de Estrada y Martínez de Morentín, primer gran estudioso de su yacimiento, plasmó como Fonfría y de esta forma se catalogó arqueológicamente desde entonces
Se trata de una cueva con dos entradas donde apareció un conchero del Asturiense y Magdaleniense inferior, culturas de recolectores que perfeccionaron sus técnicas marisqueras hasta tal punto que los concheros son los grandes montones de las conchas de moluscos (lapas, ostras, bígaros, etc.) por los que destacan y se descubren sus asentamientos, en los que suele hallarse su herramienta, el pico asturiense
A lo lejos, a la izquierda de La Peñe Llabres, vemos El Picu los Resquilones (669 m), parte occidental de La Peñe Villa que enlaza con la Sierra del Cuera por el Altu la Tornería
El Cuera y su sistema de sierras paralelas, en primer término Mañanga y El Texéu y arriba la línea de cumbres cuya máxima altitud es La Cabeza Turbina (1.315 m), el más alto de la sierra. Entre ellos está, encerrado, en profundo Valle Viangu, llamado por los pastores del Cuera La Vega Viangu
Continuamos entre los muros de estas fincas por El Valle, bajo Sobrepeña y dejando atrás La Venta, hacia aquel grupo de casas extendidas entre el Camino y la carretera
Monte arriba es el monte llamado El Llanu, El Llanu Niembru, La Cuesta, Los Llanos, o La Cuesta Niembru. Nosotros vamos a subir a él pero no aquí, sino más adelante, bordeando su ladera sin llegar a la cima para bajar seguidamente a San Antolín, siguiendo el trazado original del Camín Real de la Costa más o menos conservado
El Camino es llano, está asfaltado pero es agradable de caminar, no suele tener tráfico y aunque prosigue más adelante pronto se tornará de tierra y piedra, más o menos domesticado, como se suele decir, pues se le ha apisonado el firme y se ha echado una capa de grijo o zahorra
El Camino de Santiago, como en otras sendas históricas, sigue lo que vendría siendo el trazado del Camino original o su más aproximado y transitable, independientemente que esté asfaltado o no, máxime desde que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Su encanto reside en conocer por donde iban los peregrinos (y los no peregrinos, pues eran las vías que había, que hubo durante milenios) más que si se parece más o menos a un sendero montañero o a una pista finlandesa, que también los hay, pues el Camino es variado
No es pues, aunque en ocasiones lo parezca o coincida, una ruta senderista al uso, no necesariamente pasa por los sitios más pintorescos, aunque muchas veces sí, sino que busca las veredas jacobitas de los viejos caminos reales (del reino, públicos), que solían basarse en los trayectos más cortos, transitables e inmediatos. El concepto de belleza paisajística en siglos pasados se basaba más en la dureza, rapidez o facilidad del tránsito entre un lugar a otro que en otros parámetros estéticos, aunque en ocasiones se manifestaban el los escritos de viajeros y peregrinos
Es más las costas no eran siempre tenidas por lugares eminentemente bellos por muchos viajeros. Aún empezando el siglo XIX algún viajero que recorrió estos lares hablaba de la monotonía del mar azul. Se valoraba más por ejemplo el paisaje del interior, es el caso del francés Alexandre de Laborde, quien recorrería este Camino a principios de dicha centuria, escribiendo:
"No es fácil dar una idea de los peligros de semejante camino, que no se puede andar más que a pie o a caballo. Pero a pesar de sus alturas peligrosas y profundos barrancos, se halla a cada paso la riqueza de la vegetación más fresca y vigorosa. Las cimas de las montañas están cubiertas de nieve, mientras que sus bases llenas de bosques de rosas, y de todas las flores de la primavera, adornan aún durante el invierno aquellos deliciosos valles. Encuéntranse a cada paso aguas limpias y sanas, manantiales, cascadas y fuentes; y la reunión de tantos objetos agradables, encanta al viajero fatigado de la estéril vista de las rocas, y de la uniformidad del color que presenta el océano"
No sería hasta pocas décadas después, en ese mismo siglo XIX, cuando se extendiese el aprecio por el mar como fuente de salubridad y de paso como encanto del paisaje gracias a los avances médicos tras las guerras napoleónicas y epidemias subsiguientes. Aunque hay relatos anteriores que ensalzan el mar, a veces lo hacen más como vía rápida de comunicación que como entorno idílico, las costas, playas en concreto, eran vistas como lugares insalubres a los que iban a parar, río abajo, las basuras de las poblaciones. Espacios solamente frecuentados por pescadores, muchas veces tenidos por inseguros, flancos propicios a desembarcos corsarios en las endémicas guerras que asolaron Europa, al contrabando y a veces habitados por seres mitológicos malignos con los que no era agradable tropezarse
Como hemos dicho, no sería hasta el siglo XIX, cuando están hechas algunas de estas casas de aire entre labriego, indiano y residencial, cuando la medicina descubrió las virtudes salutíferas y curativas del agua del mar, poniéndose de moda, al principio entre reyes y magnates con sus séquitos, los baños en el Cantábrico, comenzando el turismo de playa y la pasión por los arenales tal y como ahora lo entendemos, pero esto fue paulatino. Aún en 1882 el geógrafo e historiador Manuel de Foronda, que también recorrió esta ruta pero en sentido inverso, camino de Celoriu, parece extasiarse más con la belleza de la campiña con la de la marina, pese a compartir espacio
"Ya damos vista a Celorio, rodeado de su frondosa arboleda, que hace de las inmediaciones del famoso monasterio un pequeño paraíso; tan hermosos, apacibles y melancólicos lugares son los agrestes lugares y casi impenetrables bosques de frutales y arbustos que le circundan"
En nuestros días se ha habilitado una senda costera por el litoral asturiano que, aunque más larga, pasa más cerca del mar. Es considerablemente más larga y sinuosa pues en su caso persigue más emplear los senderos más cercanos al mar, siguiendo su sinuosa geografía, que seguir ningún trazado histórico, aunque también a veces coincidan, incluyendo el Camino Norte, por eso no pocos peregrinos la emplean, sobre todo en el caso del concejo Llanes a partir de Santisute y hasta Buelna o incluso la misma villa de Llanes, para evitar ciertos penosos tránsitos por el arcén dela carretera N-634. Entre Barru y Niembru hemos coincidido con ella por la acera LL-11, pero aquí sigue por arriba, por El Llanu, más arriba de estas casas tradicionales que se revela fueron transformadas por algún indiano, como era costumbre
Ruinas en El Valle. Este trayecto de Celoriu a San Antolín se halla enmarcado dentro de un itinerario entre dos monasterios sumamente importantes que marcaron su impronta dentro de la historia llanisca y del oriente de Asturias, el benedictino de San Salvador de Celoriu, que ya hemos dejado atrás, y el también benito pero de los reformadores cistercienses de San Antolín de Beón o Bedón, hacia el que nos dirigimos
El profesor y cronista Miguel Ángel Fuente Calleja relata sus impresiones de parte de este tramo, en concreto entre Celoriu y Niembru hasta el lugar de La Fábrica, donde empezaremos a subir La Cuesta. Se trata de una muy amena lectura publicada en El Comercio el 30-7-2011, que describe lugares y personajes y es un compendio del recorrido que como hemos dicho hemos dejado atrás:
"El peregrino había pernoctado en Celorio en lo que había sido hogar benedictino con alberguería, y en otro tiempo, importante centro de estudios, hoy perteneciente a la Compañía de Jesús. Al salir del convento y en la misma plaza observa la inmensa 'hoguera'-eucalipto gigante- plantada por los mozos del pueblo siguiendo las instrucciones y normas del vecino ya difunto Esteban Llaca quien manejaba las cuerdas y los bueyes de arrastre como nadie. Dejamos a nuestra derecha la playa de La Palombina, poco concurrida en ese día que más que veraniego parecía otoñal. Saludamos al escritor José Manuel Vilabella que cargado de periódicos se va a tomar un café a La Rotonda donde le espera Rosita, la propietaria, con ganas de comentar EL COMERCIO.
Tras dejar atrás la ería de Alsedú, antiguamente con laguna incluida, llegamos al Borizu y pasamos delante del restaurante del mismo nombre propiedad de la familia Oves Cué, hijos de Antonio, personaje celoriano ya desaparecido que ejerció de albañil, de enterrador, de recolector de ocle y de varios oficios más. Me aseguran que en El Borizu, preparan los mejores cachopos -por sabor y por tamaño- de toda la comarca oriental, pero habrá que probarlos en mejor ocasión. Continuamos camino y saludamos a Juanita Rodríguez, cultivadora de hortalizas en los invernaderos cercanos a la playa de Troenzo y nos suministra un par de manzanas de reineta que guardamos en la mochila. A pocos metros ya divisamos Barro y las múltiples edificaciones que crecieron en los últimos años. Uno recuerda con cierta nostalgia de juventud, la discoteca El Balandro encima mismo de la playa, edificio que aún se mantiene sin actividad alguna. En el trayecto, hay tiempo para pensar muchas cosas y en muchos recuerdos. Casas con palmeras con aires indianos y donde se mezcla el turismo con el mundo rural. Llegamos al cruce que indica hacia Balmori, hacia Celoriu o hacia Niembro. Continuamos hacia la derecha y divisamos la ensenada, el lugar más fotografiado de toda la costa asturiana con la iglesia Nª Sª de los Dolores bañándose en aguas cantábricas, lugar asimismo, conjuntamente con el cementerio, reflejado en varias películas de José Luis Garci o Gonzalo Suárez y hasta en anuncios publicitarios.
Bordeando la ensenada, tenemos a nuestra izquierda una fuente con placa dedicada a algún alcalde en 1957 y que el peregrino lamenta verla inutilizada a pesar de las mejoras realizadas en la zona, obras que aún no están finalizadas, así que quizás -algún día- la fuente vuelva a manar. Pasamos por encima del río Calabrés y tras dejar atrás un molino restaurado sus aguas están a punto de mezclarse con otras saladas, río que trae sus aguas desde el mítico y bélico Mazucu en plena sierra del Cuera, y tras pasar cerca de algún arenero, va depositando sus partículas por Lledías y Quintana. Tras pasar el puente encontramos la capillina de Ánimas o del "Santín" con imágenes en su interior de la Virgen del Carmen y de San Roque, así como una placa con texto anónimo que hace reflexionar al peregrino:
'Yo tuve lo que gasté,
pero tengo lo que di.
Sufro por lo que negué
y lo que gané perdí'.
Junto a la fachada izquierda de la ermita las veneras y flechas amarillas señalizadoras del Camino de Santiago, indican hacia un camino empedrado, pero en este caso continuamos por la carretera. Dejamos en plena curva y a nuestra derecha, la iglesia que ya citamos y a lo lejos vemos chalezón de emigrante exitoso y de posibles mexicanos, finca que contiene varias esculturas. Una de ellas nos recuerda a otra de Salvador Dalí que está ubicada en la losa de Renfe en Oviedo.
Vemos cercanas las casas de Niembro colgando de la montaña y que tal parecen formar parte de un belén navideño cuando aparecen las primeras luces al atardecer tras la puesta de sol en Torimbia. En la misma recta, hay una pequeña casita habitada por dos hermanos muy peculiares: Manolo y Venancio Cobielles, conocidos como los Pichirichi, otrora auténticos lobos de mar y ahora, quizás, los únicos especialistas en buscar xorra aprovechando la marea baja en la ría del Bao. Dos veleros con bandera francesa están anclados en medio de la dársena.
Niembro fue durante los siglos XVI y XVII importante puerto desde donde partían con destino a Inglaterra barcos cargados con toneladas de avellanas, claro que eran otros tiempos antes de que abandonásemos las plantaciones de este fruto oleaginoso. Hacemos parada breve en La Parrera ya que traemos recuerdos personales del radiofonista Carlos Herrera para la familia Obeso pues hace dos o tres años haciendo su Camino, probó las alubias verdinas con marisco en esta casa y aún suspira por ellas ante los miles de oyentes de Onda Cero. Carlos - al contrario que el general Mc. Arthur que prometió volver y no volvió, Carlos si que lo hará y pronto porque es hombre de palabra.
A poco más de seiscientos metros encontramos el bar-tienda de nombre mexicano Tlaxcala, establecimiento donde recala cada mes de agosto el ex-ministro Rubalcaba. Nos aprovisionamos de agua y enfilamos cuesta arriba la recta que nos saca de este precioso pueblo, con cuidadas huertas a ambas márgenes, limoneros repletos de frutos, higueras miguelinas y berzas en abundancia. Saludamos a Don Gustavo Bueno que pasea junto a su esposa enfundado en su gabardina por aquello de vaya yo caliente y ríase la gente y en lo alto, damos un respiro a las piernas y contemplamos durante unos minutos el paisaje con la sierra despejada. Un poco más adelante, una cerámica en completo abandono y aún con los ladrillos de la última hornada perfectamente apilados, nos da muestras de la importancia de los tejeros en la zona y lo abandonado que está el patrimonio industrial. Nos acordamos de la xíriga y del amigo Miguel Concha Sampedro de El Sablón, fallecido en el pasado abril y que con doce años comenzó su andadura como tejero. Efectivamente, en el Camino hay tiempo para pensar en muchas cosas y para acordarse de los amigos y como diría Wenceslao Fernández Flórez, curando al viento y al sol las impurezas del espíritu"
A la sombra de una higuera, el camino parece se estrecha un poco entre una casa y lo que debió ser su cuadra. Antiguamente, cuando no había coches, estos era muy habitual. No obstante aquí acaba ya enseguida la vía asfaltada
La casa, a la izquierda, cierra un pequeño espacio en su delantera, corrada, corralada o antoxana, con un portón para que no se meta ningún coche.
Tiene forma de torre y ha sido dejada con su piedra de mampostería a la vista en sus fachadas
Es de planta cuadrada y tejado a cuatro aguas, denota ser muy antigua, siendo altamente probable que sus tejas y ladrillos (en el ventanuco de la izquierda) procediesen de la cercana teyera de Francisco Pontón, que estuvo trabajando hasta la década de 1960 entre Niembru y Bricia. Anteriormente y según el célebre Catastro de Ensenada hubo en Niembru dos tejeras (que era como se denominaba hasta hace poco a las cerámicas), una vecinal y otra particular
En la esquina de la casa, una concha-azulejo no sindica seguir de frente en la siguiente bifurcación
En la ladera del monte y para asentar el terreno, se han hecho robustos paredones de rocas superpuestas
Aquí es donde salimos a la carretera, al Norte de las Matas y muy cerca de La Fábrica
El mojón xacobeo está al otro lado, fijémonos en él
Y aquí está La Cuesta Niembru en todo su esplendor, prados y bosquetes que se extienden por la falda de la montaña hasta casi la cima, que es llana y forman una gran planicie o meseta donde hay una laguna, El Llau. Dejemos que nos lo cuente la Enciclopedia del Paisaje de Asturias:
"Cuesta localizada al norte de los pueblos de Bricia y Quintana y al oeste del de Niembru. Su parte alta, por la que se puede caminar muy bien, se llama El Llanu la Cuesta (así le llaman en Bricia), El Llanu o El Llanu Niembru. La cima alcanza unos 135 metros de altura. En El Llanu la Cuesta se encuentra El Llau, una charquina que acoge eventualmente, sobre todo en invierno, diversas aves acuáticas. Es un lugar desde donde se divisa un hermoso paisaje sobre los valles llaniscos; también se pueden contemplar diversas antenas de telecomunicaciones instaladas en el extremo oriental de El Llanu"
"pero por el contrario la ladera norte se está erosionando a causa de las frecuentes quemas relacionadas con el pastoreo de cabras"
"... La Fábrica, un lugar con dos curvas muy «cerradas y peligrosas» a la entrada de Niembro desde la localidad de Bricia.En ese lugar se produjeron en los últimos quince días dos accidentes por alcance. En los dos siniestros se vieron involucrados cuatro coches y «tres de ellos fueron declarados siniestro total», según comenta Manuel Gutiérrez Rondo, propietario de uno de los coches, un Peugeot 309, que «terminó en el desguace». Opina Manuel Gutiérrez que en esa zona «habría que ensanchar la carretera» y sostiene que se trata de un tramo «muy peligroso, con una especie de atracción fatal, porque los conductores que circulan en ambos sentidos tienden a cerrarse a su izquierda». Otros vecinos manifiestan que esa curva tiene «el peralte cambiado» y la solución pasaría por darle «cinco centímetros más de altura con el aglomerado». Para otros, el problema quedaría resuelto «respetando la obligación de circular a 50».
El topónimo La Fábrica tiene que ver con la relevancia industrial que llegó a tener esta parte de Llanes tan cercana a Posada, que prácticamente se convirtió en una villa capaz de competir con la capital del concejo, de la que sigue siendo su segundo núcleo de población pese a no estar en la misma costa. Una prosperidad que tuvo su origen en La Vega Santiagu, un prado llano donde se crea un mercado popular en el siglo XIX en términos al sur de Bricia, antigua parroquia de Valdellera, lo cual, añadido a la llegada del ferrocarril en 1906, hace que nazca una población de relevancia en torno al mercado, primeramente llamado La Vega y luego Posada por el apellido de los antiguos señores del lugar, con casona del siglo XV en la llamada Posada la Vieja
En nuestros días hay un bello espacio ajardinado en el que abre sus puertas, al fondo y a la entrada de la quinta, la Pensión Toranda. A lo lejos seguimos contemplando las estribaciones de La Peñe Llabres
Aunque por el Camino no llegaremos a ella, estimamos muy oportuno comentar algo de la cercana teyera de Francisco Pontón, de la que muy posiblemente habrán salido las tejas y los ladrillos de La Fábrica, la cual se encuentra situada justo al otro lado de la próxima curva y cuyos edificios están desmoronándose. Realmente mejor que transcribirlo nosotros mejor compartirlo del blog de la artista Margarita Alonso Saiz, donde publica Arqueología industrial en Llanes: el caso de las tejeras:
"En la carretera de Bricia a Niembro pueden verse los restos de lo que fue la tejera de Francisco Pontón, de la familia que era propietaria en Posada del cine “Pontbal”. Esta tejera, que creo que dejó de funcionar a principios de los años 60, es un buen ejemplo de la arqueología industrial que todavía queda en pie en Llanes, al igual que la tejera de San Miguel, en Ardisana. ¿Os la imagináis reconstruida y llena de vida como factoría de arte: un espacio en el que artistas plásticos pudieran producir y exhibir sus obras? Se recuperaría así, al mismo tiempo, un bien patrimonial que está íntimamente unido a la historia del concejo llanisco. Creo que soñar no cuesta nada…
He buscado algún precedente en relación con esto, y encontré la rehabilitación de la tejera de Palencia para reutilización como centro cultural de ferias, exposiciones y congresos, según proyecto de Francisco Mangado Beloqui. Nacido en Estella (Navarra), este arquitecto es el autor del proyecto de ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo, terminado de ejecutar en 2015.
Del Catastro del Marqués de la Ensenada, por cierto, se desprende que en el siglo XVIII había en Niembro dos tejeras, al menos: una, explotada en común por los vecinos; y otra de propiedad particular"
Y aquí en La Fábrica, en plena curva y dando vista ya a la entrada a la Pensión Toranda, dejamos la LLN-11 y su senda peatonal para empezar a subir La Cuesta Niembru por El Camín del Mar, pues siguiendo el trazado, más o menos conservado, al menos en su trayecto original, del antiguo Camín Real de la Costa, nos llevará a la misma Playa de San Antolín luego de pasar junto al monasterio de esta advocación y cruzar la desembocadura del Ríu Beón
Prestemos atención al mojón con la concha y en este caso con su pertinente flecha amarilla direccional que nos indica tomar esta senda. A veces puede estar semioculto por la vegetación y pasársenos desapercibido
A nuestra derecha se extienden camperas hasta lo alto de El Llanu, con 135 metros de altura en su cota máxima, donde una densa mata de arbolado nos oculta el borde de la aplanada cima, a modo de meseta, que le da nombre. Unos invernaderos, casi en lo alto, son los de El Foro, plantación de arándanos ecológicos bajo cuya casa e instalaciones vamos a pasar llegando aproximadamente alamitad dela cuesta
Otra franja de árboles divide en dos esta herbosa y hermosa falda sur a lo largo de un socavón rocoso natural a media ladera. Ahí están gran parte de los citados abedules auto-repoblados. Más arriba, en lo alto de esta sierra plana, está la laguna de El Llau
El Foro parece que sin duda hace referencia a un antiguo sistema de arrendamiento de terrenos imperante antes de la Desamortización. Serían tierras monacales que en un principio se explotaban directamente desde los monasterios pero pronto estos se dieron cuenta que les rentaba más establecer estos contratos normalmente en condiciones muy ventajosas para ellos. Desaparecieron definitivamente con las reformas liberales del siglo XIX y las tierras pasaron a particulares, aunque, como suele suceder, se conserva su topónimo
Aquí abajo está la llanura de La Vega, al norte de Bricia, ocupado en nuestros días casi en su totalidad por la gran estación de servicio que lleva su nombre pues pasa la Autovía del Cantábrico y ahí están sus enlaces con la LLN-11, acceso directo a Posada por un lado y a las playas de Niembru y Barru por otro. Al fondo vemos de nuevo la formidable silueta caliza de La Peñe Llabres, sobre Lledías
"Amanece soleado en Barro, Llanes. Estamos en una de las playas más concurridas del oriente de Asturias durante la época estival, pero que con la llegada del otoño cambia a los bañistas por cuadrillas de vecinos con tractores. Los lugareños esperan desde la arena que el mar vaya acercando a la costa las balsas de algas. Es un fenómeno habitual que ocurre estacionalmente entre el otoño y el invierno a partir de las mareas vivas de San Agustín. Desde hace siglos, el mar Cantábrico arroja las toneladas de plantas marinas que tiñen de rojo gran parte del litoral cantábrico.
Estas algas de arribazón, denominadas así porque son arrancadas por el mar durante los temporales, y que luego las corrientes y vientos se encargan de depositar en las costas, son conocidas en Asturias como ocle. Tradicionalmente, se habían usado como abono para campos y huertas... hasta que su uso en diversas industrias como la de la alimentación, la medicina o la cosmética ha impulsado una carrera por su recogida al por mayor, convirtiéndola en una importante fuente de empleo y riqueza en la comarca.
Sinónimo de una forma de vida, sostenible y con un impacto ambiental reducido, el oro rojoha pasado así de ser una actividad puntual a tener una importancia fundamental en la economía local que se lleva a cabo de manera regulada y profesional. Supone uno de los principales sustentos económicos de decenas de familias en un concejo muy afectado por el desempleo y por los trabajos vinculados a la temporada turística"
"El camino de la costa por esta parte... está circundado ora de espesos bosques, ya de praderías y pumaradas y por término de este conjunto las restantes sábanas del valle se hallan tapizadas con el tallo del maíz"
«que dentro de los términos de dicho lugar hay parte de la cuesta de Niembro, como corta de la riega de el Cor a la fuente de Salgaredo, que es donde se dividen los términos de los dos lugares de Niembro y Bricia»
Destaca al fondo el disco rojo que prohibe la circulación por El Camín del Mar de todo tipo de vehículos salvo los agrícolas autorizados, pues arriba hay algunas fincas, además de las reseñadas plantaciones de ocalitos
Por supuesto en el suelo y en primer término está el tan necesario hito xacobeo con concha y flecha que siempre es una alegría encontrarse, pero además al pie mismo del tronco del recio castaño hay un bonito hórreo en miniatura
Es de los de corredor, planta cuadrada y tejado a cuatro aguas. Los peregrinos depositan piedras y ofrendas, colocan alguna estampa o escriben frases, como si fuese un oratorio. También se dejan avisos y en el tronco se ofertan alojamientos en lugares más o menos cercanos, por lo que el lugar también funciona como oficina de información o tablón de anuncios
Velemos por su integridad, no se nos ocurra dejar basuras, detritus, latas, botellas, ropas usadas y botas viejas, tal y como por desgracia abunda en no pocos lugares, haciéndose de ellos un cuchitril
Y este es el panel que anuncia que estamos a las puertas de la plantación ecológica de El Foro, con su especialidad en arándanos
Ahí tenemos la casa, como hemos dicho puede visitarse e incluso recoger nosotros mismos la fruta de la plantación. Suele estar abierto en temporada veraniega y esta es su información de horarios y características, sacada de su propia página, que estimamos puede ser muy útil a las personas interesadas:
"Antes de ir a la Playa o si lo prefieres por la tarde después de un maravilloso día en las hermosas calas de Llanes, puedes pasar a visitar nuestra Plantación Ecológica y reponer fuerzas recogiendo tus propios arándanos.
Una breve explicación y esta superfruta hará las delicias de niños y mayores, paseando entre los arboles y disfrutando del paisaje.
Y si te animas, podrás llevar también todos los productos que tenemos a la venta, mermeladas con o sin azúcar, zumo concentrado de arándanos, las famosas Fresas de Niembro, todo ello certificado como producto ecológico con el sello del COPAE.
Estamos abiertos del 18 de Junio al 30 de Septiembre. Horarios de 11,00 a 13,00 y de 16,00 a 19,00. Es necesario reservar al 659904053"
Y ahora y volviendo la vista al sur vemos la entrada la planta de Agar-Llanes desde la LLN-11, con otra maravillosa vista de La Peñe Llabres con sus alturas de Brañueta o Becerrera (693 m) y Llabres (682 m). Casi nos parece reconocer alguna de las sendas montañeras y pastoriles que suben desde Lledías
Por El Colláu la Prida La Peñe Llabres enlaza con Los Resquilones conformando la parte más occidental de La Peña Villa. En Los Resquilones destacan los picos de La Cotariella (579 m) La Corona Cantiellu (667 m) y Los Cabriteros (543 m), si bien nombres y altitudes pueden varias según las fuentes
Y aquí La Vega y El Pedroju, donde Bricia se extiende hacia La Cuesta haciendo de límite con Niembru. Bricia es parte de la parroquia de Posada pero se considera una entidad poblacional aparte y no un arrabal o barrio de su núcleo urbano."Bricia es un pueblo como tal, no un mero barrio de Posada", se llegó a manifestar públicamente por parte de los vecinos cuando en 2015 se planteó uno de aquellos malogrados planes de ordenación urbana de Llanes, al que se plantearon alegaciones que temían acabasen por diluir su entidad e identidad, entre ellos las edificaciones en bloque, que llegaron a denominar la Muralla China de Bricia
Más cerca y más abajo, al pie de esta misma ladera, las casas de L'Arrubu, al lado de las que estuvo la tan citada tejera de Francisco Puente. Y es que como dice también Gracia Noriega, estamos en la tierra de los tejeros o tamargos, de antigua tradición ambulante y jerga propia, la xíriga, que como el mansolea de los zapateros de Pimiango, de los que hemos hablado, o el bron de los caldereros de Avilés, de los que hablaremos, se empleaba para hablar entre ellos sin que los demás se enterasen de lo que estaban diciendo. De la xíriga habla y explica el cronista y escritor José Ignacio Gracia Noriega, apuntando que puedo llegar a ser, mismamente, idioma carcelario en México entre los emigrantes menos afortunados:
"La palabra está en relación evidente con jerga, vocablo castellano que significa lenguaje raro y oscuro. La xíriga es lengua especial, en cuanto lengua de un oficio. Frente a los dialectos, que tienen cada uno su fonética, su gramática, su léxico, las [140] lenguas especiales se caracterizan por tener tan sólo un vocabulario distinto del de la lengua general (su gramática y pronunciación son las de ésta). En nuestro caso, la lengua general, o lengua básica, de los hablantes de la xíriga es el dialecto asturiano oriental (o bable oriental)».
La xíriga se compone de voces bables y probablemente vascas, de derivaciones del castellano (papelosu, periódico; ferrosa, herramienta de hierro, &c.), de metátesis («drape», padre; «drucu», crudo; «drope», pobre, &c.), e incluso de curiosas asociaciones como «valencia», que vale por «luna», seguramente por lo de «la luna de Valencia».
Los tejeros llevaban una dura vida durante su emigración estacional (de finales de la primavera a comienzos del otoño), que, en ocasiones, era el prólogo a la emigración más larga, a América, y preferentemente a Méjico, como refiere en su novela «Allorales» Andrés Peláez Cueto, que fue tejero e indiano, y como hicieron muchos de los naturales de Los Callejos, que empezaron como «tamargos» y que acabaron haciendo grandes fortunas en Méjico. Lo mismo que los zapateros errantes de Pimiango, que empleaban el «mansolea» durante sus desplazamientos, los «tamargos» utilizaban la «xíriga» para que no los entendiera el «man» (el dueño de la tejera, o los «ñurrios» –curas–, o los «pelaguxos» –guardias civiles–, que se suponía que eran «petes»; pero por la cuenta que les traía, algunos hablaban la «xíriga» mejor que los propios «tamargos»). Los propietarios de comercios en México exigían a sus dependientes que «verbearan» la «xíriga», para así poder expresarse libremente delante de las «velardas» de sus clientes; y es, según tengo entendido, la lengua oficial de la cárcel de México, D.F"
Sin duda, este camín real, como otros muchos caminos principales, fue empelado por ellos cuando, agrupados en cuadrillas, se juntaban en cuadrillas que recorrían Asturias, León, Castilla, Cantabria y País Vasco, donde se dedicaban a su oficio de fabricación de ladrillos y tejas, hasta que a la llegada del otoño regresaban a sus casas. José Manuel Feito, uno de sus grandes estudiosos, escribe en su libro La artesanía popular asturiana:
"La vida de los tamargos era durísima. Era un gremio trashumante como el de los caldereros o zapateros. Unidos en cuadrillas y a las órdenes de un amo, se desplazaban por toda la provincia y aun fuera de ella, desde mayor hasta San Miguel, es decir prácticamente los meses del estío
Los instrumentos eran muy elementales también, debiendo suplir las deficiencias con el esfuerzo de trabajo agotador. La gente de compadecía de ellos (...)
La inquina entre amos y obreros era bien patente. La explotación, con raras excepciones por parte de aquellos que no perdían ocasión para humillar y explotar a los tamargos, y el odio de éstos tantas veces reprimido y sólo expresado en este lenguaje cabalístico, era en este gremio el pan nuestro de cada día"
Desde El Foro reemprendemos la marcha y acometemos la segunda parte de La Cuesta Niembru por El Camín del Mar, viendo cada vez más cerca los ocalitos que constituyen la cota más alta a la que vamos a llegar, para luego prácticamente precipitarnos pista abajo al otro lado de la montaña
"La castañal y el robledal se han visto sometidos a talas sucesivas al ocupar aquellos suelos más aptos para las actividades agropecuarias, En detrimento de estos bosques se ha desarrollado la pradera"
"... existe la sospecha de un antecedente en época romana para ese camino. Nos referimos a la vía que desde Brigantia (La Coruña) a Osasaron (Oyarzum o Irun) cruzaba previsiblemente el margen costero asturiano, resultando admisible, de ser así, su coincidencia, al menos en parte, con el camino que aquí nos ocupa"
"Etimológicamente *HUMILIATORIUM está en relación con el latín de la baja época HUMILIARE (EM) > amiyar ‘bajar, descender’ que en la terminología cultural cristiana se generalizó, sin duda, con un contenido próximo al del cultismo humillar.Si el lugar donde se rezaba podía ser un amiya(d)oriu más o menos recogido, en ocasiones podía ocurrir que lugares al aire libre, quizá por tradición, quizá simplemente motivado por ser sitios desde donde se divisaba una iglesia o santuario, pudieron ser también parajes de oración en los caminos"
"Nombre del montículo de pequeñas piedras de diversa dimensión situado en determinados puntos de los Caminos de Santiago. Los humilladeros tienen un origen variable, relacionado casi siempre con motivos espirituales y antiguas señalizaciones de itinerarios. Se encontraban desde tiempos remotos, anteriores a la propia Ruta Jacobea, en las más diversas vías, siempre en lugares de especial significación.En el Camino de Santiago tienen una presencia todavía viva por estar vinculados a un trayecto de peregrinación, lo que refuerza su simbología y facilita su pervivencia en el mundo actual. Los dos humilladeros más conocidos del Camino a lo largo de la historia han sido la Cruz de Ferro, en el monte leonés de Irago -es el más grande y famoso de Europa-, y el situado en el Monte do Gozo, primer punto desde el que los peregrinos del Camino Francés divisan Santiago. Por desgracia, sólo se conserva el primero.Hubo, no obstante, otros muchos humilladeros significativos a lo largo de todas las rutas, especialmente en la entrada del Camino del Sudeste en Galicia, en el Camino Primitivo y en los accesos por los Pirineos. En algún caso se repite la denominación de cruz de hierro. En cada una de las entradas históricas a Santiago, todas coincidentes con el paso de alguna ruta de peregrinación, había un milladoiro o amilladoiro -así se conoce en gallego-. Sucedía los mismo en los accesos a otras poblaciones del Camino.La práctica de la peregrinación dio lugar a otros humilladeros famosos en otras rutas sacras. Los más significativos y emocionales estaban situados habitualmente en los puntos en los que por primera vez se divisaba la ciudad o santuario de destino. Coincidían en gran medida con los “montes del gozo” que, como el compostelano o el existente en Oviedo, facilitaban esta contemplación tan anhelada"
"El Diccionario de la lengua española (2001) define el término como un “lugar devoto que suele haber a las entradas o salidas de los pueblos y junto a los caminos, con una cruz o imagen”. Sin embargo, esta definición resulta insuficiente, tanto si nos fijamos en lo que significa para los peregrinos jacobeos, como si profundizamos en sus orígenes remotos, que los tiene.
Detengámonos primero en este segundo punto. Es indudable que el nacimiento de estos lugares se pierde en el tiempo. Son propios de diversas civilizaciones antiguas y obedecen a fines difusos, pero más o menos coincidentes. Ejemplos los encontramos en casi todo el mundo. En el Tibet son frecuentes y su lejano origen es fundamentalmente espiritual. Las pequeñas piedras o guijarros podrían representar el mundo, surgido de un huevo, según algunas culturales ancestrales.
"Se vinculan también con una idea protectora ante el hecho de lograr sobrevivir a los puertos de montaña más difíciles. Es lo que los tibetanos llaman el “castillo de los guerreros”, una representación de los genios guerreros de las montañas, cuya ayuda se implora o agradece. La pequeña piedra simbolizaría esa protección y, al mismo tiempo, la perdurabilidad del espíritu del viajero en aquel inhóspito y supremo entorno, como una forma de manifestar su victoria ante las dificultades, un modo de aprehender y humanizar el lugar. Por supuesto, en su versión material eran una manera de señalización de los lugares de paso más complejos o significativos"
"Más próximos en el tiempo y el entorno cultural están los humilladeros europeos. Se les ha vinculado con el culto a Hermes, dios griego de los caminos y los viajeros, a quienes protegía. Era también el dios guiador de las almas al más allá, en pura y doble conexión, por tanto, con cualquier itinerario sagrado. No hay que olvidar la tradición occidental de los espíritus de los muertos que pueblan los caminos. Con la expansión romana, Hermes se convierte en el dios Mercurio. Desde ese momento los humilladeros existentes, lugares rituales de encrucijada, se citarán como “montes de Mercurio” o “mercuriales”. La Cruz de Ferro, encrucijada de montaña entre el noroeste peninsular y la meseta castellano-leonesa, se ha vinculado con esta procedencia precristiana.
El idioma español todavía conserva el término ‘morcuero’ [del latín mercurius ‘dios Mercurio’]. Los diccionarios lo traducen como “montón de piedras que se pone como señal en un límite” o incluso “como un montón de piedras en honor al dios Mercurio”, y es que esta costumbre pagana existió en España. Todavía en el siglo VI San Martín Dumiense, obispo de Braga y considerado evangelizador del noroeste peninsular, criticaba la costumbre galaica de levantar montones de piedra en los caminos como ofrenda al dios Mercurio. Se cita también el humilladero con el término ‘majano’, que significa “montón de piedras habitualmente para señalar un camino”.
Entonces, como tantísimos símbolos precristianos, si bien en un primer momento pudieron ser criticados, dado que su carga simbólica, emocional, religiosa, etc. era tan fuerte, así como su trascendencia social, se optaría por la medida más práctica de asimilarlos:
"Como en tantos otros casos, el cristianismo, en una acción más de sincretismo religioso, conservó la significación trascendente de estos lugares, pero los reconvirtió a las nuevas creencias. El signo más visible de esta mutación fue la colocación de cruces en estos lugares. Los principales incorporaron una cruz en su cima o inmediaciones; el caso más evidente vuelve a ser la Cruz de Ferro.
Como han apuntado algunos autores, el cristianismo pudo adaptar la praxis de los humilladeros paganos a su propia línea argumental: el día del Juicio Final hablarán las piedras -señala la Biblia- y en este sentido, ellas testificarán el viaje del peregrino y las salutíferas penalidades que pasó en su camino. Cada uno de los guijarros y pequeñas piedras simboliza el alma de un peregrino en marcha. En otros puntos, menos inhóspitos y de menor intensidad emocional, el humilladero acabó desapareciendo sustituido por un crucero"
Según pasamos, los animales, únicos al parecer habitantes permanentes de L'Amilladeru suelen asomarse a vernos, curiosos. Es posible, en el caso de los gatos que no sólo estén acostumbrados al paso de peregrinos sino a que estos les den comida o hagan caricias
A diferencia de los perros los gatos no gustan de seguir a los peregrinos y por eso no existe el riesgo, que tantísimos disgustos ha ocasionado y ocasiona, de los canes que abandonan la casa y luego, a veces transcurridos muchos kilómetros, no han encontrado el camino de vuelta, con todas sus funestas consecuencias, abandono, atropellos, etc.etc.etc.
De todas maneras y por norma NO deberíamos dar nunca comida a ningún animal por muchas razones entre las que tal vez podríamos destacar dos: muchas cosas que nosotros comemos con naturalidad ellos no las asimilan bien y puede ocasionarles graves trastornos e incluso la muerte, máxime si tenemos encuentra que nuestra alimentación cada vez se basa más en lo procesado. Otra es que en muchas ocasiones ni ellos mismos lo comen y lo ahí arrojado entre en putrefacción y se convierte en foco de infecciones
Los numerosos gatos que pueblan el lugar nos traen a la memoria aquel dicho jacobita... "en el Camino Francés dan gato por res"
Y otro es el de "ave de paso garrotazo", aunque este más referido a los propios peregrinos de las peregrinaciones históricas víctimas de la picaresca
Salimos de otro de tantos lugares que tiene mil historias que contar, y tan directamente vinculadas al Camino que daría hasta pena de marcharse, pero volvemos al tomar palo y mochila y seguimos ascendiendo por La Cuesta Niembru, una de tantas nemetobrigas europeas, la fortaleza sagrada o del bosque sagrado, como este que impera en nuestro caminar por El Camín del Mar
"...llano, fértil y ameno, y por consiguiente la situación de esta parroquia es de las más deliciosas de la provincia. Sus principales productos son maíz, manzanas, liabas, castañas y patatas; también se cosecha buen trigo y toda clase de frutas; hay ganado vacuno, de cerda y lanar, y pesca de truchas y angulas en el río Bedón"
"Un alto en el camino es una pousa o posa, del latín PAUSAM ‘pausa’, lo mismo que una posada se genera en PAUSATAM, participio del verbo PAUSARE ‘cesar’, ‘reposar’ responsable del asturiano posar.La formación de este núcleo urbano, en terrenos de Bricia, se produjo a partir de la segunda mitad del S. XIX a consecuencia de que los terrenos rurales de la Vega de Santiago Valdellera, fueran elegidos para sede del mercado semanal que comenzó a celebrarse los viernes. Más tarde se convirtieron en la de Plaza de Parres Piñera, configurando un espacio pronto densificado, la «Nueva Posada».La presión de las entidades de población que formaban la antigua parroquia de Posada, la tenacidad de los vecinos y el apoyo de los indianos de sucesivas generaciones estuvieron complementadas con las constantes gestiones de apoyo realizas por D. José de Parres Piñera y también de Posada Herrera"
"Por acuerdo del Ayto. de Llanes se había aprobado en 1862 la creación del mercado semanal en Posada celebrándose el primero de ellos el viernes 19 de diciembre de ese mismo año.
Los vecinos de los pueblos que integraban el valle (Quintana, Bricia, Turanzas, Piedra y Lledías) habían luchado por este beneficio exponiendo además sus dificultades de abastecimiento por la distancia que les separaba de Llanes. Aportaron para empezar la construcción de seis barracones a sus expensas para albergar a los vendedores.
Se eligió como lugar del mercado un sitio que careciera de tradición, un sitio nuevo, equidistante de los cinco pueblos anteriores y donde fuera fácil a los vecinos acudir con ganados y manufacturas, siendo obligatoria al principio la concurrencia y el compromiso de todos, para lograr un despegue y fama del mercado que era la base del éxito y la continuidad. A este mismo sitio se trasladaron las ferias de Santiago y Sta. Lucía desde 1863"
"El mercado actuó como factor dinamizador que obligó primero a trazar caminos alrededor del solar que se configuró con forma de triángulo. Los caminos serán luego calles, que a su vez fueron ocupando casas y tiendas. Luego la calle se convertirá en la carretera a Robellada y Meré y a sus márgenes las casas comenzarán a bajar hasta la otra carretera, la nueva de Llanes a Ribadesella.
Ya en 1867 se habían realizado algunas obras para que pudieran pasar carros y algún coche por la carretera que une Posada con la Robellada de Onís. El contrato se firmará en 1877 para arreglarla como carretera de tercer orden. El estudio previo se le encargó al ayudante de obras públicas, Mariano Colubi; Ramón y José Pellico Labra, Ramón Rojo, Antonio Vega y José Parres Piñera depositaron un fondo de 6.000 reales y se hizo el contrato en julio de 1877
La expansión reciente de Posada, también ha ido por estos dos ejes que prácticamente se siguen extendiendo en la actualidad. A lo largo del último tercio del XIX se va configurando una entidad urbana plena con la instalación de una botica, estafeta de correos y varios comercios que se fueron asentando a lo largo de los años siguientes.
Se configura primero una zona comercial que se hace cada vez más estable, y aunque el mercado se limitaba a un día a la semana, el resto de los servicios y transacciones eran permanentes"
La notaría (R.D. 31 de diciembre 1866), estanco, tiendas de comestibles, de bebidas, fondas, hornos de pan, zapatería, sastrerías y cerrajerías fueron rodeando la futura plaza y las calles inmediatas que se formaron entre 1870 y 1895
"El río más importante de la parroquia es el Calabres, que desemboca en Niembro, después de ir algunos tramos por debajo de tierra, como otro Guadiana, y que da considerables disgustos a los vecinos de Posada a causa de las inundaciones que provoca, a poca lluvia que caiga.
Pero Posada, dominada por su iglesia, es población grande e industriosa, de aspecto urbano, con su plaza principal, en la cual la estatua del patricio Parres Piñera parece vigilar los precios del mercado que se celebra allí a sus pies, todos los viernes; y hacia Posada la Vieja hay buenos palacios y huertas amenas. La feria de Santa Lucía gozó de fama en toda la provincia, y la describe con detalles coloristas Antonio Fernández Martínez, en 1892: «La iglesia de Posada, en lo alto del pequeño cerro cuya falda roza el camino, parece presidir el ferial. Más abajo del templo y a la izquierda, la casa-escuela está rodeada de ganado; a la derecha, otro respetable ganado sembrado de cabezas humanas y, entre los dos, la carretera seguía recta para elevarse un poco más allá, como si quisiera preparar el salto del río San Antolín a favor de la pendiente rápida. La luz del sol, velada por una cortina de nubes, caía pálidamente sobre la escena, a la cual prestaban animación los rumores de mil conversaciones en alta voz, los mugidos de las vacas, el cascabeleo producido por el ir y venir de los coches, el relincho de los caballos, las voces de algún aldeano para tranquilizar a su res, que, aburrida de tantas horas de quietud, corneaba a la vecina por entretenerse en algo... Ruidos y notas que se mezclaban formando un murmullo confuso y propagándose con intensidad, gracias a la calma de la tarde y al inmenso tornavoz de las nubes que ocultaban el azulado espacio».
Posada abarca la Vega y Posada la Vieja, y aunque hay cierta actividad industrial (serrerías y alguna tejera: aquí empieza propiamente la zona de los tejeros o «tamargos»), es sobre todo una localidad dedicada al comercio. «La importancia de esta demarcación radica en los mercados que se celebran los viernes –escribe Emilio Pola–. En él se dan cita los vecinos de numerosos poblados que acuden para hacer sus transacciones comerciales en la próspera Posada, donde, por otra parte, hay múltiples comercios de diversos ramos y excelentemente surtidos». Asimismo, Posada está bien comunicada por carretera y por ferrocarril, aunque el lamentable estado de la carretera no sea el adecuado para lugar de esta importancia"
El Camino ya acaba la cuesta y prácticamente tiende ya a llanear. El brezo que da nombre a Bricia, a santos y diablos, crece, como el toxu o cotoya por la vereda derecha, mientras a la izquierda un vallado desplegado en estacas separa esta majada o finca ganadera del Camino
Bifurcación y de frente: al final de la finca y tras los árboles que vemos enfrente, comienza la gran bajada al profundo valle del Ríu Beón en su desembocadura: hacia allí nos encaminamos
A lo lejos, volvemos a reconocer La Cabeza Benzúa, célebre por ser escenario de una de las carreras de montaña más antiguas de España, la subida a Benzúa, celebrada desde 1997 coincidiendo con las fiestas de San Julián en Los Carriles a principios de agosto, por eso se canta en El Pericote aquello de...
San Xulián de los Carriles que tas cerca de d'Ardisana
Axúntate al de Porrúa qu'él que cueye las castañas
Y es que las fiestas de San Julián y Santa Basilisa de Porrúa son también de las primerísimas de Llanes, en enero, aún época de castañas
A su izquierda El Picu Cuanda, del que también hemos hablado saliendo de Niembru, domina la entrada al Valle de Ardisana, acceso natural desde la costa al Valle del Güeña por los puertos de La Peñe Ibéu
El topónimo Cuenda, como las palabras cuendia, cuenya, cueña, etc. es un paso de camino entre peñas, del latín condita (oculta, escondida), como nos dice el filólogo Xulio Concepción en su libro Diccionario toponímico de la montaña asturiana
Mucho más cerca otro monte llamado La Cuesta (201 m), que para diferenciarlo de este y otros se le dice a veces La Cuesta Sabina. Guarda por el este el cauce del Ríu Beón cuando empieza a formar su ría
A sus pies, en Turancias o Turanzas, pueblo dela parroquia de Posada del que asoma alguna casa a la izquierda, nació Bernabé Ruenes Santoveña, Bernabé, quien llegó a ser considerado el último bandolero, prófugo de la justicia en la posguerra tras una muy violenta discusión con un superior en el servicio militar, se echó al monte y se ganó la vida perpetrando robos atracos y secuestros hasta que según unos en 1957 falleció agónicamente tras ser herido en un tiroteo con la Guardia Civil y según otros emigró a Venezuela. Gracia Noriega le dedicó varias semblanzas, si bien le hace natural del cercano Lledías, y da noticia de otro asalto, el de la tejera de Serronda, en la carretera de Posada:
"... donde el famoso bandolero Bernabé atracó a un indiano que acababa de llegar de Méjico con «haiga» y pesos (aquellos pesos que equivalían a 6 ptas. cada uno, ¡tiempos aquellos!). Bernabé era un mozo de Lledias, que hacía la «mili» en el cuartel de Simancas, de Gijón, y que un día, por lo que fuera, le rompió un «mauser» a un sargento en la cabeza. Como en aquellos años de postguerra las leyes militares eran duras (tanto por romperle la cabeza a un sargento como por romper un mosquetón), Bernabé se echó al monte, y así vivió muchos años atracando indianos y escapando de la guardia civil, cuando la guardia civil no escapaba de él. Luego se dijo que un compañero le había matado en Colunga, para evitarle los sufrimientos de una enfermedad ósea, con un porrillo de tallar piedra, y que estaba enterrado debajo de un hórreo, y hace dos o tres años corrió insistentemente el rumor de que se había hecho la cirugía estética y había vuelto de Venezuela para pasar las Navidades en su tierra, como si fuera un indiano de aquellos que atracaba"
No se trataba de un maquis ni parece haber tenido contactos con los últimos guerrilleros republicanos de la cordillera, sino un huido que prefirió esconderse y delinquir que rendir cuentas ante un férreo tribunal miliar. Su figura real es imposible separarla de las fantasías y leyendas creadas en torno a él pero básicamente podemos decir que se trataba efectivamente de un último bandolero, pues actuaba como los del siglo XIX, sólo que en plena posguerra española. Uno de los golpes de mano más importantes que dio en Llanes fue el secuestro de quien con los años sería el escritor Héctor Vázquez Azpiri en su finca familiar de La Boriza, suceso del que hablamos cuando pasábamos por allí y recorríamos su península para ver la célebre Cabeza de Cristo
Y atrás a lo lejos y cerrando por el sur el valle de Ardisana tenemos La Peñe Ibéu (869 m), entre los conceyos de Llanes y Onís, cota máxima de esta crestería que como hemos dicho da paso al otro lado al valle del Güeña, por donde van algunas de las rutas de peregrinación desde la costa a Covadonga y a Santo Toribio de Liébana
«Casa Alejo». Es un bar de planta baja, con ruedas de carros adosadas a las paredes, donde se conserva en su pureza y con su rudo son, la «xíriga», habla gremial de los «tamargos» o tejeros de la comarca. En este establecimiento lo mismo se puede tomar «gorrumbu du» (buen caldo), que «ubiu con sustanciusu» (pan con chorizo), que «ubiu con estañol» (pan con queso), que «ubiu con araguía» (pan con carne), que «ubiu con trabíncula de urdiu» (pan con jamón), regándolo con un «cascosu» (botella) de «yayo»(vino) o «xagardua» (sidra; aunque es poco sidrera esta gente del Oriente de Asturias, dejando el néctar de la [139] manzana para las gentes de las cuencas mineras cuando vienen en plan dominguero a pasar el fin de semana, pegando voces); o se puede contemplar una colección de tejas antiguas, una de ellas firmada, que data del siglo XIII, o una impresionante colección de papel moneda, en la que encontramos billetes que emitía Pancho Villa; o ver la televisión por antena parabólica; o leer en un cartelón titulado «Los bayuqueros de Casa Alejo», en el que se rima lo que sigue, a ver quién adivina lo que quiere decir:
Llerguen para zancañeros y cortubosxida racha, xida,xidu agún en que la maga xidaexbatió a Xodínxida racha zarra¡xiclu ñan chupidín!
Pues se trata, ni más ni menos, de una felicitación de Navidad, aunque al «pete» (el que no habla la xíriga), le suene raro"
Pero dejamos para el final lo que seguramente sería el principio: al menos con un día de buena visibilidad a donde primero mirarían nuestros ojos sería sin duda al soberbio espectáculo que constituyen las formidables peñas de clarísima roca caliza, en esta foto cubiertas de nieve, de los Picos de Europa, en concreto y como dijimos al principio su macizo occidental: El Cornión, con picachos que pasan generosamente bien de los dos mil metros, tal que aquí La Peñe Santa (2.546 m), La Torre Santa María (2.496 m), Los Traviesos (2.385 m), Piedras Lluengas (2.294 m), El Picu los Cabrones (2.287 m) y tantos otros
Prado abajo, asoman algunos tejados de Posada la Vieja, apelativo que como neologismo sirvió para separarlo de Posada a secas, la nueva población construida en La Vega o La Vega Santiago. Un poco más allá está Turancias con su llanura de L'Agüera Turancias y a lo lejos Rusecu, parroquia de Vibañu, en la ladera occidental de La Peñe Llabres, que como El Colláu Ecena (318 m) un poco más arriba, conforman este sector oeste de La Peñe Villa
Una franja inferior de Los Picos no cubierta de nieve es lo que tradicionalmente se denominaba por vecinos y pastores El Puertu, ahora más conocido como Montaña de Covadonga
En ese primer nivel no nevado, picos como La Cabeza Salgaréu (1.135 m) o La Cabeza Camba (1.111 m), cierran por el sur la maravillosa Vega Comeya, al lado de los conocidos Lagos de Covadonga (Enol y Ercina). Más allá estarían La Porra d'Enol (1.279 m), El Mosquital (1.284 m), El Picu Llucía (1.338 m), Brañasotres (1.335 m) y El Cantu Ceñal (1.460 m). Más arriba y nevado El Picu Cotalba (2.026 m) con su muy reconocible forma piramidal, la primera gran cumbre del Cornión por el oeste, desde cuya cima los montañeros divisan una espectacular panorámica, especialmente a sus pies, en vertiginosa sima sobre el profundo Valle de Angón, en Amieva, valle llamado el Corazón verde de los Picos de Europa. En la página montañera Mendikat describen una ascensión al Cotalba:
"El Pico Cotalba (2026 m) es una cumbre bastante popular, por su sencillo acceso desde los preciosos Lagos de Covadonga y su cercanía al espectacular Mirador de Ordiales. La cercanía del refugio de Vega Redonda (1420 m) hace incluso que pueda realizarse junto con otras ascensiones o paseos por la zona. Los montañeros podrán incluso combinarlo, en la misma excursión, con la algo más difícil ascensión al cercano Requexón (2170 m) si bien, el recorrido directo por cresta desde su cima hasta el Cotalba (2026 m), a través de la Horcada Vaquera y los Tres Poyones (2089 m), es catalogado como PD- en descenso, por lo que podría requerir incluso un rápel para los menos habituados"
Efectivamente, el refugio de Vegarredonda es una muy buena base de operaciones para acceder a este y otros picos del Cornión. Majada pastoril a 1.400 metros de altitud, aunque ya sin la presencia permanente de pastores como había antaño, el refugio fue construido en 1987 para sustituir a otro situado más arriba, donde están las cabañas, que había sido polvorín durante la Guerra Civil
A la izquierda de Cotalba tenemos La Torre la Canal Vaquera, conformando un importante paso de montaña a las brañas, de ahí su nombre, y seguidamente el picacho de Los Tres Poyones (2.090 m), del latín podium, lugar elevado de difícil acceso, de donde viene a la vez el verbo empoar tan empleado en tiempos por los pastores, "quedar atrapado entre brañas y riscos sin salida"
Los Tres Poyones dan paso a su vez a su izquierda a El Porru Requexón (2.170 m), célebre por la cumbre redondeada que le da nombre, un gran porru o cumbre redonda, que forma un requexu, esto es, un ángulo o rincón formado por dos paredes que se encuentran. Señala la frontera entre Cangues/Cangas de Onís con Amieva y de él leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias:
"...emplazado entre dos amplias horcadas: la jorcada del Requexón, por el norte, que hace derivar hacia el oeste el desarrollo del porru y lo desvertebra del cordal de Los Tres Poyones; y la jorcada de Les Merines, al sureste, que lo separa de las cumbres de Cebolleda. La vertiente norte se presenta como una muralla vertical con 200 m de desplome sobre el jou de El Requexón, y aunque el ascenso por ella es muy difícil, hay una vía abierta que aprovecha las fracturas de la roca. Los accesos más oportunos a su cumbre parten de las horcadas que se mencionaron, desde las vertientes este y oeste respectivamente"
Justo debajo del Porru Requexón, un triángulo no nevado Es El Cuetu Llagu, que como La Porra L'Altiquera, El Porru Bolu, El Porru La Mazada, Los Argaos y todo este circo de montañas es muy visible desde la subida a Vegarredonda, situada exactamente más abajo aún, viéndose perfectamente la cuesta de Llampacimera, estrecha y muy pronunciada, en forma de canal, encajada entre El Porru Bolu y los Argaos, resto de una antigua lengua glaciar
Y a la izquierda de El Porru Requexón y siguiendo la línea de cumbres tenemos Las Torres de Cebolleda (2.429 m), en la parte más alta de Los Argaos y seguidamente aquí están las reinas del Cornión: en medio de la foto es La Torre de Santa María (2.476 m) y a su izquierda Peñasanta o La Peñesanta (2.546 m)
La Torre Santa María, la segunda más alta pues del Cornión, de "mole gigantesca" la califica la Enciclopedia del paisaje de Asturias, desarrollándose de norte a sur con la Aguja de Enol (2.362 m) como "brújula natural" y encima de Las Barrabastrosas. Al este La Torre Santa María se yergue sobre el Jou o H.ou (con hache aspirada, gran hondonada kárstica, plural h.oyos, h.oos o h.ogos, nunca "jous" y menos pronunciar "yous", error muy extendido), el Jou los Asturianos y la boca del Jou Santu. Al otro lado está el neveru (nieves perpetuas) de La Cemba Vieya, otro resto de los glaciares que cubrieron Los Picos de Europa, no sólo en la prehistoria sino incluso durante la poco conocida Pequeña Edad del Hielo. De la historia de sus ascensiones leemos en Wikipedia:
"La primera ascensión conocida fue realizada el 19 de septiembre de 1891 por los franceses Paul Labrouche y Saint Saud siguiendo la vía conocida como "La Grieta Rubia" en la pared sur de la montaña y considerada hoy la vía normal para acceder a la cumbre, junto con la conocida como "El Corredor del Marqués" de similar dificultad en la cara norte. La vía de "El Corredor del Marqués" fue escalada por primera vez el 4 de octubre de 1907 por Gregorio Pérez Demaría "El Cainejo" y Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, Marqués de Villaviciosa, primeros escaladores en subir al Pico Urriellu o Naranjo de Bulnes.
La ruta de aproximación normal a la vía de la "La Grieta Rubia" comienza en el Lago Enol a 1080 m y continua a través de Pandecarmen y el refugio de Vegarredonda hasta llegar a la Horcada de Santa María, donde se da vista al impresionante Jou Santo y punto en el que comienza la ascensión final. La vía es una trepada de 120 metros de desnivel con pasos de II grado y algún paso de III- aislado. (PD Sup).
Además de las mencionadas, existen alrededor de doce vías de dificultad variable para ascender esta emblemática cumbre.
Desde la cima se tiene una perfecta panorámica de los Urrieles, destacando el Torrecerredo (2650 metros) en el centro de los mismos. También se da vista a la imponente cara norte de la Torre Santa, techo del Cornión con sus 2596 metros de altitud"
A la izquierda de la Torre Santa María y hasta La Peñesanta se reconoce otra continuidad de cumbres, alguna con varias cimas o cotas y sus correspondientes pasos o jorcadas/h.orcadas intermedias: La Torre les Tres Maríes (2.416 m) o Torres del Torcu (2.451 m), La Torre Enmediu (2.460 m) y La Torre La H.orcada (2.447 m)
Y esta es la reinona del Cornión, La Peñesanta, un conjunto de peñascos que dominan ampliamente El Cornión y que se divisan desde muchísimos kilómetros de distancia a norte, sur y occidente, desde alta mar por un lado a la meseta por el otro y la sierras del occidente astur al oeste. Al este son más altos bastantes picos de Los Urrieles pero la estampa de La Peñesanta es muy visible, totémica y emblemática, sin contestación a su rápida identificación. Nos agrada mucho compartir su apasionante historia alpinística con las primeras ascensiones, también de Mendikat:
"La primera ascensión a la montaña fue desarrollada por el Conde Saint-Saud acompañado por Vicente Marcos "Vicentón", de Los Llanos de Valdeón, y François Bernat-Salles, guía de Gavarnie (el mismo que escaló el Couloir de Gaube). Este noble, enamorados de los Picos, le dió el apodo de el "Cervino de Asturias". Sin embargo, más "Cervínico" es el Picu Urriellu..., pero entonces, siguiendo con las (poco razonables) comparaciones alpinas, la Peña Santa sería el Eiger de los Picos…
El padre de Don Pedro Pidal, el vencedor del Naranjo del Bulnes, dice que llegó a la cumbre en 1.887 acompañado por Roberto Frasnelli, tras una peligrosa ascensión que jamás ha sido confirmada.
El 4 de agosto de 1892, la expedición de Saint Saud acomete la ascensión por la Cara Norte, presuntamente por la vía de Llambriales. Labrouche escribe en la cima: "Estamos en el lugar al que el hombre no había llegado jamás y del que se dice que sobre su sagrada torre hay una fuente que mana eternamente... y que no existe. ¿No es un sacrilegio estar donde estamos?".
Posteriormente sería "El Cainejo", el primer ascensionista del Picu Urriellu (2519 m) el que llegaría a la cumbre por la Canal Estrecha. Comprueba la ascensión del conde y el 3 de agosto de 1.904 guía a Don Pedro Pidal a la Torre de Santa María (2478 m) y luego hasta la cima de la Peña Santa (2598 m). Sólo dos días después esta cordada conseguiría ascender al célebre Urriellu, al Naranjo de Bulnes.
La Peña Santa posee sus itinerarios más sencillos entorno a la Cara Norte y la arista Oeste, que dominan una gran depresión de aspecto ciertamente lunar que es el Hou Santu (2076 m). Los itinerarios más simples por este lado son de tercer grado (A.D.). La pared Sur es la más impresionante y alberga las vías de escalada más prestigiosas y largas. Destaca en esta vertiente la ruta Sur Directa (D.sup).
El primer accidente mortal en la peña fue en 1974, cuando tres escaladores culminaron la ascensión por la Canal del Pájaro Negro. Uno de ellos (Hernán Llasos - Nani) resultó fulminado por un rayo. En su memoria queda la vía, originalmente denominada Marisi, en la cara SE del Picu Urriellu, bautizada desde el fatal desenlace como "Nani"
La Torre de Santa María es también llamada en las guías de montaña Peña Santa de Enol o Torre Santa de Enol, lo que ha motivado que a la otra se le añada de Castilla para diferenciarla (estando en realidad en León, lo que causa también polémica). Para complicar aún más la cosa a La Peñesanta o Peñasanta se la da en llamar también Torre Santa. En realidad se trata de topónimos reinventados en base a los primeros montañeros que exploraron Los Picos, cuyos errores o reinterpretaciones de los nombres populares de los pastores se han venido transmitiendo durante más de un siglo, como bien dicen numerosos estudiosos como Francisco Ballesteros Villar en su libro Pastores y majadas del Cornión o el espeleólogo y gran amante de estas montañas Xosé Lluis del Río, que en Aproximación a la Toponimia de los Picos d'Europa dice:
"Por lo general, la toponimia de los Picos d'Europa ha sido maltratada (como no podía ser menos) por la práctica totalidad de los autores que de un modo u otro se han acercado al conocimiento de algún aspecto de estas montañas. Y por ello el conocimiento de los nombres de lugar de los Picos es, hoy en día parcial y, en muchos casos, incorrecto: los errores se han ido acumulando de unos autores a otros hasta el punto de ser aceptados por una gran mayoría y se van reproduciendo de una obra a otra sin ningún sentido crítico"
Y más abajo de La Peñesanta o Peña Santa, La Torre la Canal Parda (2.353 m). Los topónimos Peñesanta, Torre Santa María en estas dos cumbres cimeras, que además están sobre el Jou Santu aluden a una cristianización de ancestrales cultos a las montañas como lugares donde moran las divinidades
Es muy interesante saber que, según apunta en su trabajo toponímico Xosé Lluis del Río en realidad los lugareños de los conceyos más inmediatos conocen a todo El Cornión como La Peñe Santa y sería más lejos cuando se emplea El Cornión:
"El Macizo Occidental es conocido como Los Picos del Cornión en Piloña y Caravia, tierras natales, respectivamente, de José Ramón Lueje y Aurelio de Llano. Es por ello por lo que pasó a la bibliografía como El Cornión y de esa forma se ha popularizado.8 No obstante, en Cabrales, Onís y Sayambre se conoce a este macizo con el nombre de La Peña (o Peñe) Santa.
El Macizo Central es conocido como Los Urrieles o también como Los Picos d'Urrieles. Los pescadores de Llanes lo conocen con el nombre de Urriel.
Existe un cantar popular que dice:
"¡Altos son los Picos d'Urrieles
altos son, qué maravilla!
Más alta é La Peña Santa,
que se ve toda Castilla".
En Onís y Cangues d'Onís se dice "Picos d'Urriellu"; antaño se decía "Picos d'Orriellu" y en Caín "Picos Urriellos". Esta alternancia entre Urrieles y Orriellos está documentada, sobre todo en obras antiguas y también en algunos testimonios de carácter oral"
Volviendo a tomar como referencia El Picu Cotalba, miraremos ahora a su derecha la zona de Ordiales, célebre por su mirador, también con impresionantes vistas pues se alza vertiginosamente sobre una altísima pared vertical que cae al otro lado también sobre el citado Valle de Angón, en Amieva, formado por El Ríu Dobra, así como Los Beyos y gran parte de las cumbres de la zona centro-occidental asturiana en días muy despejados. Se accede a Ordiales también por Vegarredonda, y a esta a su vez desde Covadonga y Los Lagos. Ahí puede decirse que acaba el camino a este tan visitado mirador donde fue enterrado el alpinista pionero y promotor en 1918 de la declaración del Parque Nacional de los picos de Europa, el primero de España, Pedro Pidal, el Marqués de Villaviciosa y donde hay otro refugio de montaña, el Refugio de Ordiales
Más a la derecha y sobre Ordiales está la Sierra les Tucaes (1.667 m), entre El Picu L'Armada (1,675 m), y la majada de Los Redondos (1.500 m). Redondos o redondas es como se llama a las peñas suaves y romas que permiten el asentamiento de brañas y el pastoreo, mientras que tuca alude a formas cónicas, como las de estos picos. Armada por su parte alude a trampas para animales silvestres, lobos normalmente, que tanto abundaron antaño, algún tipo de cerco o empalizada como el chorco conservado en Valdeón. No es descartable que tenga que ver también con armadura y similares, estructuras de madera para cruzar un río o despeñadero o facilitar el paso, separando una senda del precipicio por ejemplo, como una barandilla
Más cerca vemos como entre las montañas labra su profundo curso del desfiladero del Ríu las Cabras, que es como se llama al Bedón en su curso alto. Aún más arriba y desde su nacimiento en la Vega de Tebrandies, recibe los nombres de Muñombreru y El Cerezu. Escribe también de él, cómo no, y muy bien, Gracia Noriega:
"Es el más caudaloso del concejo, «sin serlo mucho», como acota Fernando Carrera, y su curso es de 12 kilómetros. Nace en la sierra de Escapa, en Cabrales, y sirve de límite a los Valles de Posada y San Jorge; en Rales toma el nombre de río Bedón, y entra en la mar por la playa de San Antolín de Bedón, como si fuera un veraneante, junto a los muros benedictinos del monasterio"
Y así, con La Cuesta Sabina al oeste y más allá La Cabeza Benzúa, nos encaminamos a los "benedictinos muros" de San Antolín de Bedón, dejando atrás esta braña junto a la caminamos muy placenteramente en llano tras dejar atrás La Cuesta
Estamos en el extremo occidental del monte El Llanu, a cuya cota más altano hemos llegado a subir, pues el Camino bordea su meseteña planicie por la ladera sur y, ya a partir de aquí, por la oeste
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