El Ancho, paso del Camino |
El Ancho (llamado así por su anchura), se tiene por la obra más significativa hecha en Villaviciosa en el siglo XIX, financiado por suscripción popular pero con una aportación fundamental del indiano Manuel Fernández del Valle. Anteriormente eran estos los llamados "espacios de respeto", terrenos privados vinculados a las casonas contiguas que, tras la calamitosa situación de las calles tras la Guerra de la Independencia y aprovechando las reformas liberales, fueron pasando al común
Ya en la citada calle Sol, antiguamente de La Ferrería, las familias más pudientes fueron construyendo sus palacios y ostentando sus blasones para hacerse especialmente presentes en la Pola de Maliayo, población aforada fundada por Alfonso X El Sabio y llamada posteriormente Villaviciosa (villa fértil) con la idea de influir, cuando no ocupar directamente, los cargos regidores de su política y gobierno
Muchas de estas linajudas estirpes tenían su origen en la pequeña nobleza feudal terrateniente con sus torres y castillos desperdigados por el agro circundante y los caminos, ordenando sus haciendas, tierras y rentas, en no pocos casos enfrentados entre sí en reyertas y escaramuzas que trasladaron a la naciente pola. Por ello, los primeros, buscaron asentarse en torres similares a las de sus castillos y fortalezas rurales, luego, las transformaron o cambiaron por casonas
"Su construcción supuso la apertura de la plazuela de Peón, lonja pensada para realzar el nuevo edificio, y que por sus características fue el espacio más monumental y emblemático de la Villaviciosa del Antiguo Régimen. Implicó además, la integración den la ciudad de una nueva estructura urbana resuelta mediante un proyecto arquitectónico: no es la ciudad la que envuelve al monumento sino el monumento quien moldea a la ciudad, situación pocas veces repetida en la historia urbana villaviciosina"
"El edificio de organiza alrededor de dos patios, uno representativo y otro de servicio. De dimensiones considerables, ocupa una superficie en planta de 850 metros cuadrados. Este gran tamaño, y el uso de los patios interiores, no se vuelven a repetir en ningún palacio villaviciosino, demostrando nuevamente la importancia de esta familia y su predominio sobre las demás casas.La sobria fachada principal tiene dos plantas y se ordena mediante una torre siguiendo los modelos propios de los palacios rurales. Esta torre sin embargo desarrolla el carácter simbólico de los antiguos palacios, construidos alrededor de una torre medieval, o el de los palacios que incorporan este elemento como si se tratase de una falsa ruina; aquí se remata con una pequeña linterna, observatorio ilustrado que supone la aparición de las luces dieciochescas en la escena urbana"
"De todas formas, la municipalización del espacio de mayor calidad arquitectónica de la villa hidalga no implicó su paso a ágora pública. Pesaba demasiado la génesis. Todavía hoy a esta plaza le falta vitalidad urbana, quedando como cierto resto arqueológico de un momento de la evolución de nuestra villa"
"Los antiguos alumnos del colegio San Francisco de Villaviciosa tienen hoy una cita con su pasado escolar. El colectivo que los reúne alcanza los dieciocho años de antigüedad y lo celebra con un acto en el que se reunirán más de un centenar de personas en torno a una comida de confraternización en Amandi. Previamente, a las doce y media del mediodía, se celebrará una misa en la antigua capilla del colegio y se hará la tradicional foto de familia. Asimismo, y aprovechando la asistencia de socios residentes en otras partes de España y del mundo se reunirá la junta directiva, que desde hace nueve años encabeza Fernando Álvarez.
El colegio cerró sus puertas a finales del siglo pasado por falta de alumnos, pero el recuerdo de sus pupitres, sus aulas, sus maestros y las pequeñas aventuras infantiles aún permanecen en la memoria de los que corrieron por sus pasillos. La Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio San Francisco surgió en 1992, impulsada por Manuel Vigil González-Cutre, para fomentar la unión de ex alumnos y promover la labor educativa del centro. Así lo recogen los estatutos del colectivo. Por ello, en 2001, tras el cese de la actividad docente, el por entonces presidente, Juan Jurado Alonso, sugirió la disolución. Sin embargo, el espíritu del compañerismo ya había calado hondo y en aquella asamblea nadie secundó la citada propuesta.
Fernando Álvarez asumió la presidencia del colectivo y con él comenzó el registro de socios. Hasta la fecha se han inscrito 279 personas, con una media de edad en torno a los sesenta años. «Para que esto perdurase, era bueno que la gente más joven se animara a participar», comentó.
Además de las reuniones anuales, el colectivo se encargó de recuperar varias 'joyas' del colegio. Varias fichas de alumnos, certificados de escolaridad, la balanza de la clase de química y un misal de 1953 son algunos de los pequeños tesoros que se conservan. El resto está guardado en el archivo central del Arzobispado de Oviedo.
80 años de labor docente
La Fundación San Francisco se constituyó en 1919 por deseo expreso del presbítero, Francisco García de la Cueva, que quería crear una institución benéfico-docente para la primera y segunda enseñanza. Sin embargo, falleció sin haber visto realizado su deseo y tras recabar varias aportaciones, los albaceas testamentarios lograron adquirir en marzo de 1923 el palacio de los Cavanillas-Peón, construido a mediados del siglo XVII, de planta rectangular y torre cuadrada.
En el centro estudiaron decenas de generaciones de Villaviciosa y de otras partes de la región. Tras el cierre, el edificio fue rehabilitado como residencia de la Asociación Edad de Oro Mensajeros de la Paz que dirige el padre Ángel, que cedió un local al colectivo de antiguos alumnos que sirve de lugar de reunión."
"Es quizás el acontecimiento de sociedad y camaradería estudiantil más notable de la Villa. Como cada año, cuando llega el final de agosto, cerca de 150 ex alumnos del desaparecido colegio de San Francisco volvieron a reunirse una vez más para compartir viejas anécdotas y recuerdos de su época escolar. Y es que, a lo largo de sus 75 años de historia, fueron decenas de generaciones las que realizaron sus estudios, desde Primaria hasta Bachillerato, entre los muros de este histórico centro educativo del concejo. El viejo colegio San Francisco contaba con alumnos internos, externos y de media pensión, llegados no sólo de Villaviciosa sino también de muchas otras localidades asturianas.
En 1994, época en la que las escuelas continuaban aún con su actividad educativa, los antiguos alumnos optaron por constituirse en una asociación que llega ya a su decimocuarto aniversario. Ahora son ya ellos la única memoria palpable de un centro que se vio obligado a cerrar sus puertas al arrancar este nuevo siglo, principalmente por motivos económicos. Pese a que entonces se habló de la posible disolución de la asociación, esta se mantuvo con el ánimo de poder renovar al menos una vez al año los contactos y amistades que nacieron entre los pupitres del San Francisco.
Ayer el encuentro comenzó con una misa en la iglesia de La Oliva, cantada por el coro parroquial. A la salida de los oficios, entre saludos y abrazos, comenzó una nueva visita al viejo colegio, propiedad del Arzobispado y actualmente en proceso de rehabilitación para acoger la residencia Edad Dorada de Mensajeros de la Paz. Tras la oportuna foto de familia en las escaleras de la Casa Consistorial y un paseo por la Villa -muchos se sorprendieron de su expansión urbana- , la cita se cerró entre rudio de platos en el restaurante El Escorial, de Amandi, con una larga sobremesa regada de bromas y anécdotas. Tocaba citarse para el próximo agosto."
"La devoción a Ntra. Sra. del Portal viene íntimamente ligada a la fundación del colegio – seminario de San Juan de Capistrano, por lo que tenemos que remontarnos al año de 1692 cuando el 18 de Julio, por cédula del rey Carlos II se autoriza la fundación del Colegio de Misioneros Franciscanos. Dicho Colegio- Seminario fue fundado por el padre Fray Francisco Salmerón a raíz de unas misiones celebradas en Villaviciosa, junto con fray Francisco de San José y Fray Domingo de Castro.El lugar de la fundación fue el prado de La Cruz , extramuros de Villaviciosa en la desaparecida parroquia de san Vicente de La Palma y en el año 1694 el Arcipreste de Villaviciosa y cura de Amandi bendijo los primeros cimientos. La devoción a la Virgen del Portal se convirtió en signo y bandera de las vivencias devocionales de los villaviciosinos. En la construcción de la iglesia conventual se abre un gran arco para dar cabida a la capilla de Ntra. Sra. del Portal , cuya devoción fue promovida por el padre guardián Fray Francisco Álvarez de Lavarejos a partir del año 1724 y nombrándola patrona de las misiones franciscanas.Se instaura la capilla y se promueve la devoción entre el pueblo al editar en 1727, en su primer mandato como padre guardián, la Novena en honor a la Virgen del Portal. Entre 1727 y 1750, aparecen ya las primeras representaciones gráficas de la imagen de la Virgen. Del mismo modo, en 1791, aparece publicada una Salve a la virgen, concediendo a los devotos ochenta días de indulgencia al cantar los versos de dicha Salve.En Roma, durante el pontificado de Pío VI, el 6 de Enero de 1787, se concede indulgencia plenaria “ad perpetuam” a aquellos fieles que visitasen y orasen en esta iglesia en las fiestas de Ntra. Sra del Portal, así como en las de la Visitación, Purificación, Anunciación, Asunción y Natividad de la Virgen.El recorrido histórico hasta nuestros días es ya de todos conocido por medio de publicaciones en las que se han narrado los avatares que la imagen de La Portalina ha sufrido sobre todo en la pasada guerra civil, donde mucho del patrimonio antiguo de la Hermandad desapareció, salvándose la preciada imagen y su rico manto que siempre lleva el día de su fiesta."
"escaramuzando un día en Villaviciosa con algunos de Valdés, que estaban en una casa-fuerte, fue herido de una saeta y tan fuertemente le dio por los pechos que le salio a la otra parte, porque habíase desnudado las corazas que siempre traía vestidas, ca era ya llegada su hora y murió de aquel golpe a cabo de seis días."
"Los hechos violentos continuaron a lo largo del siglo XVI. En 1502 Pedro Díaz de Peón protestaba porque alguno de los jueces y regidores eran homicidas, circunstancia prohibida por ley. En 1524 vuelve a aludirse a una bandería que parece una venganza de la anterior. Es ahora un Valdés el que muere a manos de los Nava, Juan y Alvaro y otros sus consortes. En esta época también se recrudece la tensión entre la capital concejil y el puerto de Tazones. En 1503 la localidad villaviciosina pretendía que de cada barco que entrase en la localidad pesquera se llevase a vender a la villa una pescada, con el consiguiente perjuicio para los habitantes de Tazones, que además alegaban que en la capital maltrataban sus mujeres (las pescaderas)."
"Con la aparición de las torres señoriales en los aledaños y en el interior de la villa se produjo la quiebra del sistema comunitario que poseía la ciudad medieval. Las murallas de las ciudades del Norte peninsular y por supuesto, de Villaviciosa, pasaron de ser símbolo de la autonomía municipal a constituir defensas exteriores de un castillo que en su interior contenía varias torres del homenaje hostiles entre sí"
"Aunque no sabemos hasta qué punto la suscripción fue popular todo indica que en ella intervinieron la mayoría de las capas sociales. El peso mayor lo llevaron algunos antiguos linajes (Concha; Balbín; Rafael Valdés, hermano del Marqués del Real Transporte, carlista y presidente de la Sociedad de Socorros Mutuos de artesanos de Villaviciosa), junto a elementos progresistas descendiente de las antiguas familias (Senén, Caveda, Joaquín García Caveda) y comerciantes que años antes se habían instalado en el barrio de La Oliva (Lucas Merediz, co-fundador en 1893 del periódico liberal "La Voz de Villaviciosa", Francisco del Valle, Hilario González). Sin embargo el donativo más importante fue el de Manuel Fernández del Valle, indiano oriundo de la parroquia de Grases (Villaviciosa). Su contribución de 1.000 pesetas fue una de las primeras muestras que dejó el capital indiano en la estructura urbana de Villaviciosa"
El Ayuntamiento de Villaviciosa inició pues las gestiones para la incautación de Casa Miyar, con expediente a información pública y peritos nombrados para tasar el inmueble, que a pesar de sus protestas vieron como el expediente entraba en vigor el septiembre de 1885, con él se pretendía crear un paseo en el centro de La Villa según la nueva población, al crecer, iba adquiriendo trazas totalmente urbanas, " el elemento dinámico del pasear se introdujo en esa época en los propios núcleos urbanos: la cultura del paseo entraba en la ciudad"
"Derribada la Casa de Miyar, nuestro amigo el Oficial de Estado Mayor D. Víctor García Caveda, trazó un bonito plano con arreglo al cual los vecinos de aquella parte de la calle del Sol costearon espaciosas aceras de más de tres metros de anchura. El Ayuntamiento -algo había de hacer- construyó las obras de afirmado y plantó hileras dobles de árboles, conforme indicaba dicho plano. Por suscripción entre varios amigos, se reunió la cantidad necesaria para construir elegantes bancos"
"Viendo, pues que aquellos grandes barcos se aproximaban cada vez más, los hombres del país se reunieron, en el mayor número que ellos pudieron, según la costumbre del país, llevando sus dardos, jabalinas, espadas y puñales, sin más apercibimiento, y muy a propósito, enviaron sus espías y exploradores cerca de la bahía y puerto, para mirar qué gentes eran aquéllas, qué aspecto tendrían y si buscarían tierra"
Don Carlos por la gracia de Dios Rey de Romanos Emperador Semper Augusto.
Doña Joana su madre y el mesmo Don Carlos por la mesma gracia Reyes de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Ierusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Corcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algezira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias islas y tierra firme del Mar Oceano, Condes de Barcelona, Señores de Vizcaya e de Molina, Duques de Atenas e de Neopatria, Condes de Ruysellon e de Cerdenia, Marqués de Oristan e de Gorciano, Archiduques de Austria, Duques de Borgoña de Bravante.
Por esta razón, el águila bicéfala imperial de los Austrias, justo con los escudos y emblemas de sus extensos dominios, es desde 1864 es escudo oficial del concejo de Villaviciosa y, desde tiempo atrás, figura en los blasones que, por gracia de Carlos i de España y V de Alemania, se concede en honor a los linajes que demostraron su ayuda y fidelidad
En Villaviciosa cursó sus primeras letras, francés, inglés y latín, marchando luego a Gijón/Xixón con su familia y estudiando en el Instituto Asturiano fundado por Jovellanos, gran amigo de su padre, aprendiendo Matemáticas, Astronomñia, Geografía e Historia, pasando luego a impartir alguna clase antes de irse a Madrid a seguir sus estudios, que no pudo culminar al producirse la invasión napoleónica, lo que coincidiría con la muerte de su padre, completando de forma autodidacta su formación en su Villaviciosa natal, donde se retiró tras reinstaurarse el absolutismo, dado que había sido miembro de la constitucionalista Milicia Nacional durante el Trienio Liberal
Muerto el monarca absolutista Fernando VII, participó en la política activa, siendo concejal en Villaviciosa, miembro de la Junta General del Principado de Asturias, Diputado Provincial, Diputado a Cortes, Gobernador Político de Oviedo y ocupando otros muchos cargos. Además, en la vida cultural fue Académico numerario de las Reales Academias de la Historia, de la Lengua y de Bellas Artes, Secretario de la Reina Isabel II, comendador de la Orden de Carlos III, Gentilhombre de Cámara y caballero de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica
Se jubila en 1867 como Jefe de Administración Civil y en 1872 se traslada de Madrid a Gijón/Xixón con su gran biblioteca, siguiendo con su trabajo investigador y colaborando en la prensa asturiana, ya que a lo largo de su vida escribió y publicó incesantemente, tanto en castellano como en asturiano, prosa poesía, investigaciones y recopilaciones. Falleció en la villa gijonesa en 1882. Una fundación llevó su nombre hasta fechas recientes
En la misma calle del Agua y muy cerca de la Plazuela de Peón está el Palacio de los Hevia, de origen bajomedieval y en la actualidad casa de cultura. Era ya en el siglo XV un espacio independiente, con dos hórreos, dentro del casco urbano, así como con huerta de naranjos y frutales cercado ante la calle pública. Fue aquí donde pasó su estancia en Villaviciosa, siempre entre honores y fiestas, el joven emperador Carlos de Flandes o de Gante en 1517, circunstancia que hizo que se conservase, si bien con numerosas reformas y transformaciones hasta nuestros días, la última bastante reciente aún y con cierto aire "postmoderno"
"La casa de los Hevia es uno de los principales alicientes turísticos de Villaviciosa por haber servido de alojamiento al futuro Carlos V tras el inesperado desembarco en Tazones del 19 de septiembre de 1517 a causa de las adversas condiciones de la mar. El joven Príncipe llegaba de Flandes para tomar posesión de los reinos de sus abuelos, Isabel y Fernando. Tras ser recibido en el pequeño puerto pesquero maliayés, tanto él como su séquito se habrían dirigido a la antigua Puebla de Maliayo para pasar la noche. El futuro emperador se quedó cuatro días en la Villa, donde fue agasajado hasta con una corrida de toros. Se alojó en la casa de los Hevia, un conjunto residencial perteneciente a uno de los linajes más importantes del territorio. Incorporado en 2019 como centro de interpretación adscrito a la Red de Museos y Centros de Interpretación de la Red de Rutas del Emperador, el inmueble que acogió a Carlos, muy modificado, cuenta hoy en día con una planta dedicada a aquel histórico hecho. Precisamente, donde estuvieron sus aposentos, de los que apenas se conserva hoy parte del tabicado de madera. Además de varios paneles explicativos sobre las circunstancias que rodearon el desembarco y sus relaciones históricas a nivel local y regional, así como réplicas de trajes de época, el reducido espacio museístico incluye una reproducción de la cámara en la que se alojó Carlos, incluyendo la cama y el escritorio. Recuperar los originales de estos muebles, que fueron cedidos en 1854 por la familia al Museo del Ejército, es una aspiración municipal para consolidarse definitivamente como destino turístico vinculado a la historia de España y de Europa.El escritorio que realmente utilizó el futuro emperador durante los cuatro días de septiembre de 1517 en los que permaneció en la casa, y que a mediados del siglo XIX aún permanecía en la Villa, fue depositado en el Museo del Ejército, con sede actual en el Alcázar de Toledo, por Vicente Fernández de Castro. Su mujer envió desde Gijón la cama en la que durmió. El hecho de que en su momento se eligiese la fórmula del depósito entre particulares ha posibilitado que ambas piezas nunca hayan pasado a ser propiedad directa del Estado, por lo que no cabe una compra, sino un acuerdo de traslado para que vuelvan a Villaviciosa.Además del regreso de estas dos piezas, lo que conllevaría un indudable reforzamiento del atractivo de Villaviciosa y de la casa de los Hevia dentro del turismo histórico y cultural, el Plan de Sostenibilidad Turística de la Comarca de la Sidra reserva una partida para dotar al inmueble de elementos tecnológicos y expositivos de última generación. En concreto, se trataría de la renovación y reestructuración de los espacios, con soportes tecnológicos y digitales tales como realidad aumentada, sensorización, audiovisuales o experiencias inmersivas. El objetivo de esta iniciativa de la mancomunidad es “reafirmar la imagen histórica de Villaviciosa, antigua Puebla Maliayo, en el panorama turístico asturiano, potenciado igualmente por la figura del Emperador Carlos V, especialmente ligado con esta tierra y referente turístico de la misma"
Aquí llegaría pues aquel mozo flamenco con sus damas, consejeros, servicio, acompañantes y escoltas, si bien siempre hubo discusión sobre el lugar exacto donde Carlos puso pie en tierra, pues depende de los diversos testimonios, tanto de Laurent Vital como de otros acompañantes, esta es la versión de la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 14, voz Villaviciosa):
"El azar quiso que las naves que conducían al monarca a España se desviasen de la ruta prevista, a causa de una tormenta, y se hallasen, al amanecer del 19 de septiembre de aquel año, a la altura de Tazones, puerto que fue desechado para desembarcar debido a la falta de buenos hospedajes donde poder alojar al rey y su séquito. Por ello, fue botada una falúa engalanada en la que Carlos I y su hermana, doña Leonor, acompañados de lo más selecto de su séquito y escoltados por otros botes, se dirigieron ría arriba hacia Villaviciosa, donde desembarcaron hacia el anochecer, desconociéndose el sitio exactamente donde el monarca pisó por primera vez suelo español. Una vez en la villa, el Rey y su hermana se alojaron en casa de Rodrigo de Hevia, chantre de Oviedo. Debido a lo inesperado de la visita, surgieron numerosos problemas de alojamiento y comida, que se solucionaron como buenamente se pudo a base de buena voluntad por parte de agasajados y agasajadores. Las naves con los señores y nobles que en ellas habían quedado, partieron al día siguiente, domingo, hacia Santander, por indicación del rey, mientras éste recibía a los regidores de la villa, quienes le presentaron sus respetos, se excusaron por las sin comodidades que hubo de padecer el real séquito y le ofrecieron presentes. El lunes 212 se organizó una corrida de toros, en in plaza convenientemente preparada para ello, en honor del monarca y sus acompañantes, quienes, dada la novedad del festejo,, lo celebraron . El martes 22 fue desinado a efectuar los preparativos para emprender el viaje al día siguiente. Y, en efecto, el miércoles 23, a media mañana, partió la regia comitiva camino de Colunga. Así pues Carlos I permaneció en Villaviciosa tres días completos, durmiendo durante cuatro noches en la villa. Esta efemérides histórica determinó el escudo del concejo.
"Carlos I pondrá pie en tierra española, por vez primera, en la noche del 19. El lugar exacto del desembarco es aún hoy objeto de debate: para unos fue el puerto de Tazones, para otros la villa de Villaviciosa. Las crónicas apuntan a que los barcos anclaron frente a Tazones, a media legua según Laurent Vital, autor de una crónica sobre el viaje del monarca. Carlos I comió a bordo y, al anochecer, se embarcó en un bote para pernoctar en tierra. El mayordomo de Cámara del rey, Pierre Boissot, señala Tazones como el lugar del desembarco, para después de la cena desplazarse a Villaviciosa, donde hizo noche. Vital, en cambio, relata que, al ver la humildad del puerto ballenero, decidieron remar hacia Villaviciosa, a dos leguas de distancia. Sea como fuere, Carlos I acabó arribando, siendo ya noche cerrada, a la villa de Maliayo, cuyos habitantes le esperaban emboscado, según el relato de Vital, asombrados por las dimensiones de la flota flamenca y temiendo que fuesen turcos o franceses: "Viendo, pues, que estos grandes poderosos barcos se acercaban cada vez más, se reunieron los hombres del país en el mayor número que pudieron, todos armados con palos, según la usanza del país, llevando sus dardos, jabalinas, espadas y puñales, sin mostrarse, y habiendo enviado muy a propósito sus espías y exploradores cerca del abra y puerto para mirar cuáles gentes eran, qué continente tenían y si arribaban allí". Los temores desaparecieron al ver que los extraños visitantes portaban banderas con las armas de Castilla, y los parroquianos comprendieron que estaban en presencia de su señor. (...)
En las jornadas que pasa en Villaviciosa, el rey es agasajado por la nobleza local y recibe todas las atenciones de un pueblo fascinado. Son primero los señores los que acuden a rendir pleitesía al flamenco, al que entregan como presente unas cubas de vino, doce cestos de pan blanco, seis bueyes y veintitrés carneros. Después será el populacho el que improvisará una corrida de toros ante la Casa de los Hevia, para entretener al monarca. Tras cuatro noches en la villa, don Carlos abandonó el lugar y avanzó hacia Colunga. Por el camino, relata Laurent Vital, fueron muchos los que se acercaron a los caminos, "todos bien armados", para ver pasar al rey. Pero fue otra cosa lo que sorprendió a los flamencos en el camino de Colunga: un súbito chaparrón que pilló a la comitiva a menos de una legua de su destino, y que "caló hasta los huesos a la compañía, principalmente a las damas y doncellas que iban a caballo y una parte en carretas descubiertas"
"La exposición consta de mobiliario de sala y aposento, paneles informativos y la reproducción facsímil de documentos relevantes de su estancia en Villaviciosa. También se exponen los trajes y el calzado artesano, creados especialmente para las recreaciones teatralizadas del Desembarco que se celebran cada año en Tazones y en Villaviciosa.Las ‘Rutas Europeas del Emperador Carlos V', de cuyo Primer Viaje en 1517 constituye Villaviciosa la primera escala española, cuentan con la declaración de ‘Itinerario Cultural Europeo' por el Consejo de Europa."
" Tal y como recoge Álvaro Solano en un estudio publicado en la revista Cubera, cuando acogió al futuro Carlos V se trataba de un “conjunto residencial cerrado por un muro con una huerta en su parte trasera, donde se ubicaría una casa de servicio, así como al menos dos hórreos y una serie de árboles frutales, entre los que por su singularidad destacarían los naranjos". La casona en sí era un edificio de planta cuadrada y tres alturas. En el segundo piso, destaca un corredor con balaustrada de madera con tres vanos adintelados, culminando la composición con un gran alero de madera. En la actualidad, y por lo que concierne al interior, únicamente se conserva de la distribución original, poco más que la escalera de piedra y parte del tabicado en madera de nogal de la última planta, donde se ubica la estancia en la que se habría alojado el joven Carlos. “Es apenas un recinto de poco espacio y techado en madera, con una sobria decoración en molduras que, según un informe del siglo XVII, es un aposento cerrado de tablas de madera y con muchas molduras y otras diferentes y el cielo de dicho aposento a modo de bóveda con diferentes pinturas y dibujos, todo ello a la moda antigua", escribe Solano.La casa de los Hevia fue reformada por completo en el siglo XIX, debido a la apertura de la carretera. En el último cuarto del siglo XX se la sometió a otra restauración.
En este lugar Laurent Vital tendría también su primer contacto con Asturias y los asturianos, reflejando, a veces con mordacidad, gentes y costumbres, pero es un testimonio de primera mano para saber cómo era la vida cotidiana en la Asturias de la época, algo que seguirá haciendo a lo largo del viaje:
"Laurent Vital, al escribir sus impresiones, dice que en estas tierras no se cultiva más de lo necesario para subsistir porque son hidalgos, (y como tales no podían ni debían trabajar el campo) pero a pesar de esta nobleza, son muy pobres y la mayoría van descalzos.
Los hombres dice que eran “con los extranjeros bastante rudos y poco corteses”. Las mujeres: “más corteses y tratables aunque fuesen en general poco o nada agradables”.
Pero lo que le llama poderosamente la atención es la manera de vestir de las mujeres y nos lo cuenta así: “Los hombres, las mujeres casadas y las muchachas jóvenes van ordinariamente sin calzas, no se si es la costumbre o porque el paño les resulta demasiado caro…
…Las mujeres de esas comarcas van sobriamente vestidas de paño delgado, y las más de las veces sus trajes no son más que de tela y su atavío y adorno de cabeza son extraños, y tan altos y largos que en el tiempo pasado solían ir las damas y damiselas con sus altos tamboriles, y no son tales; pero sus adornos están hechos como respaldos y cubiertos por debajo de tela, bastante a la moda pagana. Sus adornos son penosos y muy pesados de llevar por la gran cantidad de tela que emplean, que les cuesta tanto como el exceso de sus vestidos. En mi opinión, no sabría comparar mejor esos adornos que como a esas aldeanas que se han cargado sobre sus cabezas ocho o diez pértigas con bandas de tela cubiertas con un trapo, o como si una mujer se hubiese plantado sobre su cabeza, una gran cesta de cerezas: tan altos y anchos por encima son esos adornos. Van allí las mujeres, como los hombres, la mayor parte del tiempo sin calzas: y si las llevan, son anchas y rojas, llenas de pliegues, a causa de que no llevan ligas. He visto algunas que llevaban altas botas, como hasta media pierna, y creo que a la mayor parte de esas mujeres no les hace falta peine ni cordeles para atar sus cabellos, porquedebajo de esos adornos está todo lleno de negras y grises horquillas; también las mujeres y las jóvenes son poco o nada hermosas; parecidamente las muchachas casaderas van allí pobremente vestidas, la mayor parte con telas o un delgado jubón sin mangas y con el pelo corto, y la mayor parte de ellas tienen las orejas agujereadas; pero en los días de fiesta, cuando van a divertirse, llevan a un tiempo cruces pequeñas de plata pendientes y otras chucherías a gusto suyo; llevan alrededor del cuello, a manera de argolla, paternostes de azabache, a veces de ámbar o coral; también llevan cordones llenos de nudos para dar lustre a sus pechos morenos, de cuyos collares cuelgan y sujetan gran cantidad de chucherías y otras menudencias; los días de trabajo van con los pies descalzos y arregladas más sobriamente, por lo cual no se muestran tan guapas como si se arreglasen mejor”.
Placa en el cortafuegos que recuerda la estancia de Carlos de Gante en este lugar. He aquí una versión más de su llegada, de Revista de Folklore, Fundación Joaquín Díaz, que nosotros hallamos en el blog Mitología Asturiana:
"El 18 de septiembre uno de los vigías de la nave real divisa tierra y creyendo que estaban en Vizcaya se lo comunica al rey pues éste les había prometido un premio al primero que divisara tierra española, pero el piloto de la nave deshace el error confirmando al emperador que son las costas de Asturias y no las de Vizcaya, y dice el cronista que "se sentían desilusionados comprendiendo el desacierto en que habían incurrido llevando a tan noble y poderoso príncipe a un país como abandonado en inhabitable y adonde jamás llegó príncipe alguno"
"El solar se apoyaba por el Este en la calle del Agua, calleja que llevaba a la puerta de las carnicerías (llamada después calleja de Peón) y por su parte posterior a la ronda del Espadañal, su linde Sur se adosaba a otras parcelas. Esta situación implica una evolución de la trama urbana fundacional y un primer desarrollo intramuros de un programa palacial amplio que no se propagaría en otros ejemplos hasta los siglos XVII y XVIII. El carácter de palacio urbano lo destaca el hecho de ser elegido como residencia temporal de Carlos I, motivo que indica su uso residencia frente al de otras torres coetáneas"
"que arroja el agua por cuatro caños desde una taza y remata en una pirámide. Esta se labró en el año 1773 y hubieran obrado con mucho más acierto si hubiesen dejado la antigua, que era toda de mármol y mucho más sencilla, de la que nada se ha conservado en la actual sino la taza."
"En total, cuenta con 552 metros cuadrados de superficie. Su distribución actual es de cuatro pisos repartidos en tres plantas.Los tres niveles de la fachada principal se separan mediante cornisas, abriéndose en cada nivel tres vanos. Los dos pisos superiores están decorados con molduras de orejas. En el primero de ellos hay un balcón volado, con rejería de hierro y forma convexa, mientras que en el piso superior se abre un balcón que recorre toda la fachada, curvándose en la parte central.A ambos lados del hueco central del piso superior se aprecian los huecos dejados por escudos antiguos y que han desaparecido. La fachada principal se remata con un gran alero de madera."
"Palacio urbano del siglo XVIII, entre medianeras. Cuenta con tres pisos y una planta estrecha y alargada, estando adosado al palacio de Posada.La fachada principal, construida con sillar de arenisca, cuenta con tres vanos adintelados en cada nivel. En el primer piso cuenta con balcón volado ante el hueco central, precedido por rejería de hierro, mientras que en el piso superior un balcón corrido recorre toda la fachada, ensanchándose frente al hueco central. Los vanos de la planta baja y primera cuenta con recercos moldurados. Un alero de piedra con molduras y pontones de madera con talla de ovas remata la fachada, sosteniendo la cubierta a dos aguas."
EN ESTA CASA NACIÓDon JOSÉ PANDO Y VALLEMÉDICO Y SOCIÓLOGO QUE CONSAGRÓ SU VIDAEN BENEFICIO DE SU PROFESIÓN Y DE LOSDESVALIDOS Y DESHEREDADOSVILLAVICIOSA COMO RECUERDO PERDURABLEA LA MEMORIA DE UN HIJO EMINENTEQUE LA ENALTECE21-1-1860 3-8-1926
"Emplazados en la antigua calle de la Ferrería, muestran su relación con la parcelación fundacional pues sus fachadas giran adaptándose a la primitiva alineación. Estos dos palacios dan frente a un posible espacio de respeto palacial situado entre las plazuelas de Solares y Balbín"
"Palacio urbano sito junto al palacio de los Reguero, en el ámbito urbano conocido como El Ancho, con una planta curva adaptada a la primitiva alineación de la calle, a su vez derivada del recorrido de la muralla medieval.
Construcción de gran desarrollo longitudinal. Sus dos plantas cuentan con una distribución regular de vanos adintelados con recercos moldurados, disponiéndose en la planta superior cuatro balcones volados con rejería de hierro. Uno de esos balcones está flanqueado por sendos escudos Sobre el pronunciado alero, y surgiendo de la cubierta, se levanta un gran buhardillón con frente acristalado"
"Magníficas casas barrocas, con vanos enmarcados por molduras de orejera, balcones salientes de labrados antepechos, fachadas de sillar y blasones de buena labra testimoniando viejas hidalguías, nombres ilustres, fugaces residencias imperiales. Lento y admirativo paseo entre palacios renacentistas y barrocos..."
"Llegó con mucho día Don Pelayo a Villaviciosa, lo que fue motivo para que después de refrescar pasease por la Villa y se hiciese cargo de ella: causóle mucho gusto la abundancia de aguas, lleváronle la atención muchas buenas casas, y notó que era una población muy provista de todo comestible, hermoseándola también un poco de comercio. Retirose al anochecer a la posada; dispúsose la cena con el mayor aseo, sirviendo los manjares una hija de la mesonera, que por plato de postre presentó en la mesa una fuente grande de natas con azúcar..."
"Usted supone que este caballero salió de su casa uno de los días de mayo de 1785, y con esto no sólo destruye enteramente la visión de su poema. Los que vivimos, sabemos que no había entonces en Asturias tal D, Pelayo, tal D. Arias Infanzón de la Vega, tal D. Gaspar Bahamonde, nombrado canónigo de Oviedo, muerto en el camino, y llevado a enterrar a la catedral; y sobre todo, que unos hechos tan públicos, tan notorios, tan dignos de ocupar la curiosidad y la conversación del público, no pasaron ni pudieron pasar en 85"Parece ser que Ribero y Larrea había trabajado nada menos que 16 años en el libro, deduciéndose que había enseñado su borrador a algunas personas, recibiendo malas críticas, por lo que escribe en su prólogo:
"Ninguno como yo tiene necesidad que este Prólogo se lea, y que sea con algún cuidado, porque voy grangeando poco a poco el concepto de hombre temerario, y sacrílego en cierto modo, presumiéndome capaz de imitar la fábula del Quixote de la Mancha"En 1793, sabedor de que Ribero y Larrea tiene visto bueno para un segundo tomo, Jovellanos insiste en su disgusto, ahora en carta enviada al canónigo Carlos Posada:
"... habla tan satisfecho de su obra, que me hace lástima, aunque conozco que más la merece el público, á quien roba con ella, y sobre todo, el país, á quien llena de vergüenza"
"A esta ambigüedad contribuía la propia ubicación del palacio de los Solares, incrustado en la parcelación serial y poco individualizado. Otros factores que competían su carácter señorial era la misma funcionalidad del espacio y la pugna simbólica que la iglesia parroquial proyectaba sobre él. Aún así, los Solares tenían su panera en la plazuela y cinco casas de su propiedad lindantes con ella, Su formación se llevó a cabo con la supresión de varias parcelas fundacionales, que dieron lugar a su ámbito. Curiosamente, cuando mudó el apellido del linaje, cambió el nombre de la plaza: de Solares pasó a llamarse Flórez, y ya avanzado el siglo XIX, fue conocida como de Campomanes"
"Protagonista de la vida social y artística de Villaviciosa desde 1945, el teatro, promovido por Laureano Riera, su constructor y propietario, fue proyectado por el arquitecto Fernando Cavanilles. Obra de envergadura, el teatro-cine representó una novedad por su tamaño, arquitectura, gran aforo e intensa actividad que pervive, ya como teatro municipal, en nuestros días.El 15 de noviembre de 1945 fue inaugurado por la compañía de teatro José Alba, a la que seguiría, pocos días después, su estreno como Palacio del Cine con la proyección de La tragedia de la Bounty (Frank Lloyd, Munity on the Bounty, 1935; con Charles Laughton y Clark Gable).En los años centrales del siglo XX, el teatro alcanza gran esplendor, siendo destacada la labor de Cándido Cambiella, vinculado al Teatro Riera desde muy joven, primero como dibujante de su espectacular cartelería, luego proyectista, publicista y, en definitiva, gran artífice de su mantenimiento hasta el cierre en 2002, cuando se inicia el cambio de propiedad hasta su reapertura como teatro municipal en 2008. (...)El Riera sigue siendo sede de referencia de la vida cultural de Villaviciosa, con una media de quince mil espectadores, combinando cine, teatro, conciertos y actos institucionales, con más de un centenar de actividades al año, y un programa diverso al que contribuye el rico tejido asociativo que representan las distintas agrupaciones y asociaciones culturales locales."
"... presenta unos aleros volados de madera bastante pronunciados y un recercado de ventanas igualmente destacado que, entre otros elementos, denotan una filiación artística montañesa, no exenta de ciertos elementos historicistas como las neobarrocas molduras de ojeretas de las ventanas. Es un edificio de planta rectangular de tres fachadas, cada una de las cuales consta de un cuerpo central más ancho (tres calles) y alto (cuatro pisos) que los laterales (una calle tres plantas). Es de destacar el juego plástico que generan las cubiertas al disponerse a distinta altura. Se emplea la falsa piedra como material constructivo. En la exposición Asturias, 50 años de Arquitectura, aparecía el Teatro Riera como obra significativa de la década de 1940"
"Dos son los aspectos de la vida de este hombre ejemplar que contribuyó con su acción a levantar el buen nombre de Villaviciosa y a afianzarlo con fama mundial.Fue productor y fraterno; de trato afable y humilde, jamás quiso ni permitió que su nombre y sus hechos fueran publicados. Ahora, después de fallecido, nos será permitido hacer su biografía, no necrológica, sino como hombre de acción.Fue D. Obdulio Fernández, uno de los tantos villaviciosinos que ansioso de horizontes amplios, emigró a América, cuando era aún un niño. Laborioso, optimista y perseverante, supo conquistarse a través de los años un capital sano y santa de levantar industrialmente a su país y por ende a hacer patria, engrandeciéndola y enriqueciéndola. Y a su país, a su Villaviciosa, regresó con bríos y con entusiasmos; y redoblando sus trabajos y descansando poco, supo en unión de sus familiares, caballeros semejantes a él, levantar sobre inútil lodazal de campos despreciables, esa industria gigante y que nos es tan familiar de “El Gaitero”. Esa fábrica universal que en La Espuncia, ha sabido producir en cantidad y calidad la inimitable sidra que el Mundo solicita y consume con predilección a todas las clases de bebidas que el mercado mundial ha lanzado en reñida competencia.Este hombre todo acción y labor, que todo lo dio para los demás, sin cuidarse de sí, ha dejado marcado el camino a seguir por los hombres de corazón.Fraternal excelso, jamás quiso saber las ideas que los hombres profesaban. Con entendida caridad y con una inteligencia firme y clara supo cooperar pródigamente, silenciosamente, ocultamente en la gran obra de amor hacia el pueblo subvencionando centros de enseñanza y casas de albergue. Sin que la trompeta anunciadora pregonase la llegada del óvalo bienhechor, supo allegar recursos a los hogares necesitados, medicamentos a los lechos de los enfermos, alimentos a las casas que de ellos carecían, ropas para vestir a pobres desvalidos, camas para los ancianos, amores y cariños para todos.Hombre de incasable celo y de acendrado amor al pueblo de sus querencias, en él fomentó e instituyó industrias secundarias donde centenares de familias encontraron remunerador salario que las permitió vivir y criar a sus familias cuyo porvenir, incierto y tenebroso sumía a los hombres en tristezas desconsoladoras…El Sr. Fernández Pando, sin alardear de filosofías que a tantos envanecen, supo trazar la pauta a seguir por los hombres de Corazón y Gobierno, cuando pensando en la infancia, proporcionaba largamente pan substancioso para los cuerpos y pan espiritual para las almas.Y de su caridad pura y excelsa, quedan ahí, por pueblecitos, por callejuelas y por barrios de nuestro Concejo, centenares de criaturas que faltos de D. Obdulio, tiemblan ante la escasez de pan para sus estómagos….. Bien sabemos que este hombre ejemplar ha dejado secundadores de sus obras: sus familiares comulgan con aquellos santos principios de D. Obdulio y amantes y buenos, según el camino por él trazado. Y el pueblo lo ve, lo siente, lo admira y lo agradece.También queda como obra patente del gran benefactor, esas hermosas Escuelas Graduadas, que la Sociedad “El Gaitero” ha construido y regalado a los niños de Villaviciosa: ese gran horno donde ha de fabricarse el pan espiritual que sirva de alimento a las almas de las criaturas de generaciones venideras…D. Obdulio Fernández Pando, hombre de corazón, de sentimientos ejemplarísimos, también ha dejado importantes mandas para la mayoría de las sociedades locales, especialmente para las de carácter benéfico, y será de eterno recuerdo en Villaviciosa; en este pueblo agradecido y noble que como mínima expresión de sus sinceros agradecimientos le levantará una estatua que perpetúe la imagen de este hombre ejemplar y bueno. "
La guirnalda sigue y, sostenida a la izquierda por otra aldeana se comba para dar paso a un texto, sito sobre otro caño con la cara de un querubín. Arriba más manzanas y hojas del pumar
AL EXCMO. SR.D. OBDULIO FERNÁNDEZPANDO ILUSTRE HIJO DEVILLAVICIOSA BENEFACTOR E IMPULSORDE LA CULTURA LAS ARTESY LA INDUSTRIAERIGIDO EN 1928 PORSUSCRIPCIÓN POPULARDEL PRINCIPADO YASTURIANOS RESIDENTESEN HISPANOAMÉRICA
La aldeana que sujeta la guirnalda por el otro lado, a su izquierda otro escudo, este con las cruces de Asturias, y otro carnero debajo
Detalle de sus pies, calzados con madreñes y escarpinos
Las cruces del escudo son las de la Victoria y la de los Ángeles, cuyos originales podrán ver los peregrinos que desde el cruce de Casquita, unos tres kilómetros al sur de La Villa, elijan el ramal ovetense de Camino Norte, pues se encuentran en la Cámara Santa de la Catedral del Salvador
"La creación del monumento a Obdulio Fernández en la antigua plazuela de Solares fue el penúltimo elemento que ha hecho de este espacio urbano una síntesis de la historia villaviciosina. Este entorno quedaría rematado en los años cuarenta con la construcción del teatro-cine Riera, que sirve de fondo a la escultura de Benlliure"
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