Las Veigas y Grado/Grau al fondo |
Tras salir del desfiladero de Peñaflor, pueblo y puente sobre el río Nalón, el paisaje se une a un gran valle, La Veiga o Las Veigas, formada por las vegas de Peñaflor, Grado/Grau, La Mata y Pereda, allí donde el Nalón y su afluente el Cubia se unen, justo al norte de Grado/Grau, la villa capital del concejo homónimo, cuyos edificios asoman sobre las pumaradas de La Veiga y sus praderías, así como las casas de otros pueblos vecinos, como las aldeas de la parroquia de Castañéu, al norte de la población (y a la derecha de la foto), que también vemos desde aquí
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Saliendo a La Veiga Peñaflor |
"Vanamente los moscones se habían agitado en ocasiones distintas para lograr que su pueblo tuviera ferrocarril: cuando se proyectó el llamado de Castilla, pretendieron que la línea pasara por Grado cruzando el Ventana, en vez del Pajares, y los representantes de los Concejos de Occidente, convocados al efecto en la expresada villa por D. Pablo Fernández de Miranda, aprontaron recursos para los estudios de un proyecto que apoyaron eminencias científicas y fué muy discutido; después se hicieron tanteos ó estudios de vía ancha y estrecha, que hubieran unido a Grado con Oviedo ó Trubia; pero nada práctico resultó de ellos; y cuando, alejada la esperanza, nadie pensaba en el ferrocarril, proyectóse y construyóse, relativamente en poco tiempo (en cuatro años), el Vasco-asturiano, que vino a colmar los deseos de estos habitantes y á sacar del letargo extensas y ricas comarcas"
"Lo cierto es que hace más de un siglo, cuando en 1907 Álvaro Fernández de Miranda publicó su libro Grado y su Concejo, ya no se conocía el origen de este gentilicio y el autor escribía: «¿Por qué llaman moscones a los de Grado? Lo ignoramos; pero el mote no les importa: ¿no llaman gatos a los de Oviedo y Madrid?».
Más allá de leyendas vayamos con los hechos históricos que aporta la documentación medieval recopilada por el filólogo Xosé Lluis García Arias. Pues bien, en esta documentación del siglo XII aparece repetidamente un personaje importante en esta zona (que por aquel entonces se llamaba Prámaro y no Grado) llamado Suero y cuyo cognomen era Mosca, apelativo que luego se generalizó a toda su familia.
Antonio Villabella Patallo va más allá en su libro El Linaje de los Miranda y especula con que el rey Alfonso VII pudo entregar a este Suero Mosca unas tierras, la villa de Grado, como pago por los servicios prestados en el contexto de la guerra contra Gonzalo Peláez, el conde de Coalla. Los campesinos y gentes de estas tierras, vasallos por tanto de Suero, serían llamados desde entonces moscones"
En Asturias se plantaba desde antes de la llegada de los romanos y fue hasta primeros del siglo XX uno de los cereales panificables más importantes junto con el trigo, el centeno y, por supuesto, el maíz a partir de los siglos XVII y XVIII, traído de América. Este último se extendió rápidamente para alimento de personas y ganado y por permitir alternar su plantación con los otros cereales, haciendo desaparecer el mijo y el panizo
En las excavaciones arqueológicas hechas en algunos castros se han hallado muestras de escanda desde unos ocho siglos a. de C. y en la documentación medieval aparece citada como iscanla, iscandula, scandula o scanla. En este concejo aún se daba en pago de foros y rentas de las fincas en 1920, si bien ya entonces su cultivo estaba decayendo con la industrialización y con la trasformación de muchas tierras en prados para ganado de carne y leche, llegando a desaparecer en buena parte de Asturias aunque repuntó un poco tras la guerra civil a causa de la necesidad de alimentos
Con el cambio de milenio la escanda solo sobrevivía en muy concretos lugares, si bien fue recuperándose un poco gracias al fomento de su producción y a la creación de ferias específicas, creándose además una asociación de productores
"¿Quién se ocupa de la villa de Grado sin hablar de su vega, ese valle ameno de variadísimos plantíos y exuberante vegetación, llanura pródiga, afamada, cuyo esmerado cultivo patentiza la inteligencia y afán con que la atienden los hijos de aquel pueblo, de los que es vanagloria, delicia y fortuna?Cuando el viajero que sale de Oviedo, camino de Grado, llega á Peñaflor, dos enormes peñas, formando estrecha garganta, parece que van á obstruirle el paso; pero no bien cruza este paraje, serio y agreste, de repente abarca una extensa planicie y queda embelesado ante el cuadro que surge á sus ojos. ¡Es la vega de Grado!Tierra fecunda, cuyos donde superan á su encomio con ser tan ensalzada"
"Ella ofrece temprana y pródigamente cuando produce Asturias, en dos y tres cosechas al año, y las frutasa y hortalizas, especialmente, son sabrosísimas, dándole también plantas exóticas de excelente calidad, como azafrán, té, caña de azúcar, tabaco y otras."
"Debe, en verdad, la huerta parte de su fama á la indicada pericia del hortelano, que raya á una altura poco común en la Península: tiene aquél conocimientos prácticos y algunos teóricos, y comprueba, estudia, experimenta y no deja nunca a la tierra ociosa, como lo demuestran sus envidiados celleros.Cuenta el risueño valle en su parte máxima siete kilómetros de largo por dos y medio de anchura, y lo componen las vegas de Peñaflor, La Mata y Pereda; pero se llama al valle todo, aun dentro del mismo concejo, La Vega de Grado.Todo es hermoso en ella, todo sorprende: un verde sin interrupción con diversos matices, la variedad de árboles y plantíos, los accidentes varios que físicamente presenta la planicie, circundada por montes y cerros que rompen la monotonía del esplendor de aquellos Campos Elíseos de las antiguas edades."
"...conforme á esta opinión, afírmase generalmente que es la única población de Asturias de origen vándalo, debiendo su nombre a Gunderico, primer rey de aquella raza. Pero faltan los fundamentos en asertos semejantes. Itacio y los Rvdos. Flórez y Risco, con otros autores serios, dicen que ni siquiera estuvieron en Asturias los vándalos, si bien el Obispo D. Pelayo expresa lo contrario, é igualmente un instrumento atribuido a Wamba, las Crónicas de Sampiro y una Bula Pontificia de Calixto II"
No llegamos a ver el centro histórico pero sí la expansión urbana moscona hacia el norte por San Playu, con las urbanizaciones de este lado del río Cubia que llegan a Las Veigas por La Estación, la cual apenas vemos asomar (un poco hacia el medio-izquierda de la foto) sobre las pumaradas. Sí vemos magníficamente bien el altísimo arbolado del Parque Manuel Pedregal o Parque de Riba (en medio de la foto) y algo de la zona de Las Dos Vías (abajo a la derecha), por donde pasaremos hacia las inmediaciones de dicho parque, continuando hacia la izquierda para entrar en la vieja población intramuros por el Parque San Antonio o Parque de Baxo
Ahí están los campos de La Cuba, La Pumarada y la Saladina y El Regueiru'l Carcabón da sus aguas al Cubia en Las Dos Vías, topónimo relativo al cruce de la antigua carretera Oviedo-Villalba (desde 1939 N-634) con la de Avilés (AS-237), que es allí la Avenida Vistalegre, donde los edificios de pisos, netamente urbanos, se prolongan por términos de la parroquia de Castañéu
En cuanto al tren, Fernández de Miranda escribe que la línea fue inaugurada el 2 de agosto de 1904, pero que "con desearlo tanto, no se festejó ese verdadero acontecimiento, acudiendo sólo á la estación un tropel de gente no muy numeroso, atraído por la natural curiosidad y afán de novedades". Sin embargo el ferrocarril se transformó en todo un fenómeno social y económico que, a la vez que traía carbón, llevaba productos de las caserías de Grado/Grau y otros concejos a la cuenca minera
El reverendo Jospeh Townsed, célebre geólogo, médico, vicario y viajero ingles dieciochesco, diría de esta vega en su Viaje por España en la época de Carlos III (1786-1787) que es un "valle espléndido, feracísimo, que compite con los más fértiles de la Gran Bretaña". A su vez, el geólogo alemán Guillermo Schulz afirmaría que es "distinguidamente fértil" y que "esa fertilidad es debida en parte á estar formada por depósitos aluviales", como recalca Álvaro Fernández de Miranda en su obra, donde sigue ensalzando villa y concejo:
"En el más fértil valle de Asturias, bañado por el Cubia y el Nalón, que allí confluyen; asentada sobre elevado plano, plácida, alegre, risueña, hállase la villa de Grado rodeada de feracísimas huertas que le dan riqueza y fama; su blanco caserío, vecino del Cubia, se desarrolla á un lado de la hermosa vega, destacándose sobre el fondo, siempre verde, de las cercanas colinas y montañas, humilladas por las altas cumbres de Proaza y de Quirós, que allá lejos, dominándolo todo, se dibujan distintamente en el horizonte"
En la cima del Picu Pedroriu, que con sus 787 metros de altitud es "la segunda altura más importante de la sierra Miranda o sierra'l Pedroriu", como nos señala la Enciclopedia del paisaje de Asturias, instalan los montañeros su belén de cumbres cuando se acerca la Navidad, cerca del vértice geodésico allí existente:
"Las vistas que desde él se contemplan, abarcan las tierras de muchos concejos. Por su vertiente este discurre el camín rial (hoy carretera), en donde se localiza la fonte Las Fileras, cuyas aguas tienen fama en todo el contorno. En la llanada de la cima del Pedroriu se encuentran dos túmulos megalíticos; la tradición ve en ellos restos de tesoros: "De frente al güeyu la Fonte las fileras, hay un tesouru, cun duce bolas d'ouru ya una pelleya de buei pintu". El picu Pedroriu pertenece al concejo de Miranda y se localiza entre los pueblos de Cutiellos de El Llobio, éste ya en el vecino municipio de Grau. "Ente Cutiellos ya'l Llobio son las alforxasa de Pedroriu."
Desde El Bravucu vemos otro de los barrios o aldeas de Castañéu, Bustiellu, en la ladera del monte La Cantera y sobre la confluencia de los ríos Cubia y Nalón. Más allá es el Altu'l Picarosu o Picu Llavayos (322 m)
A su izquierda baja al Cubia el arroyo de La Reguerina y, entre las casas de abajo reconocemos, de espaldas y con su cabecera orientada al este, la iglesia parroquial de San Vicente, que desde aquí tenemos de espaldas, citada en el Testamentum Ordonii Regis, falsamente fechado en 921, pues es realmente una interpolación del Liber Testamentorum catedralicio elaborada por su autor el obispo Pelayo dos siglos más tarde
"De este edificio solamente poseemos referencias documentales. En concreto un documento de 1480 procedente del Archivo de Simancas. En él, los Reyes Católicos se dirigen a una serie de vecinos del concejo de Grado -el cual comprendía por aquellos tiempos el actual municipio de Candamo- a fin de comunicarles las resoluciones tomadas con motivo de la relación expuesta hacía unos quince años por el bachiller López Rodríguez de Laguna "alcalde e justicia mayor del nuestro Principado de Asturias (...). Mando al concejo e omes buenos de la dicha puebla e concejo de Grado para que todos se juntasen con el e fuesen a la feliglysia de Cuero e derribasen la casa e torre de Cuero e ellos conpulsos e apremiados por el dicho alcalde e justicia mayor e por fuerça e contra su voluntad diz que lo ouyeron de yr acompañar a derribar la dicha casa e torre que a la sazón hera de esteban de Argüelles e que podía aver vn año e medio poco más o menos que sobre ello estaua pleito pendiente ante los nuestros oydores entre los vecinos y moradores de la dicha puebla et concejo de Grado..."
Los cables pendientes de pequeñas barritas metálicas son pastores eléctricos. Nunca nos acerquemos a ellos sino queremos sufrir una dolorosa descarga. Están puestos para que el ganado no pase al Camino y delatan, por tanto, los usos ganaderos predominantes actualmente en Las Veigas
"Impulsada y protegida por Alfonso X, Grado nació en el año 1256 como una amurallada puebla itineraria en plena vía de comercio y peregrinación entre Asturias y Galicia.Lugar de descanso y aprovisionamiento, contó con un buen hospital, el de Nuestra Señora de las Candelas de Grado, ignorándose la fecha de una sin duda temprana fundación. La planificación de este centro urbano con murallas, fortaleza, iglesia y mercado, en pleno Camino Francés -la vía peregrina, entre las dos puertas principales del este y el oeste, constituyó y constituye la calle principal- no podía olvidar el imprescindible centro de acogida. La decadencia era total el 14 de febrero de 1770 cuando, según documento procedente del archivo del Hospicio Provincial de Oviedo, recibió la visita de don Emeterio Cacho refiriendo, tal como escribe Uría Ríu, "que había un matrimonio de hospitaleros cuyos nombres expresa, que el edificio ocupado entonces por una tienda que pagaba renta, tenía un poco de establo y tres cuartos pequeños. En la planta alta había cocina y dos aposentos deteriorados, un "pedazo de sala" con otros dos aposentos en ella, otro más que servía de dormitorio a los hospitaleros, y pegado a él y al lado del Nordeste había una capilla con su tribuna con título de Nuestra Señora de las Candelas. Solo encontró en el hospital una mujer tullida. Para albergar pobres no había más que ocho mantas del país, viejas y rotas, y algunas otras que se hallaban a medio uso. Este hospital poseía bienes en Castañedo, Peñaflor, Prahúa, Haces, los Panes, Grullos, Llamero, La Caborna, Vío, Panizal y Villandás, según constaba en un cuaderno examinado por el visitador. Del libro de cuentas se deduce que acogía peregrinos, pues en las del año 1868 se gastaron cuatro fanegas de pan "por la asistencia y limpieza de dicho hospital y la ropa de él: dar luz y leña a los peregrinos."
Como ya hemos dicho, en la baja Edad Media, la fundación de esta villa de Grado/Grau, documentada desde 1256, si buen no sabemos la fecha exacta de la concesión de su Carta Puebla, con sus fueros, ferias, mercados, e instituciones hospitalarias, hizo que el gran cruce de caminos de la Mesa y de Galicia de desplazase desde El Freisnu hasta aquí, a mitad del valle de La Veiga y a orillas del Cubia, acudiendo viajeros, arrieros y peregrinos e incrementándose la población, lo que llegaría a provocar, pasado un tiempo, las apetencias de vasallaje feudal de la nobleza guerrera y terrateniente, como fue el caso de Gonzalo Peláez de Coalla que, aliado con el obispo ovetense, quiso añadir la puebla a sus dominios, llegando a asaltarla, incendiarla y saquearla, hasta que Alfonso XI y Rodrigo Álvarez de las Asturias le metieron en vereda
Justo a la izquierda de La Estación se encuentra La Cardosa, mirando al sur a las colinas de El Xorru (377 m), por cuyo pueblo de igual nombre baja a la población el ramal del Camín Real que comunicaría con el valle, Peñaflor y, de allí, con la capital asturiana, señalizado actualmente como GR-101. En La Cardosa, antigua 'tierra de cardos', se estableció un polígono industrial aprovechando su ubicación a un paso de la carretera y del ferrocarril. Su precedente fue la antigua" nave de ENECSA (Empresa de Curtidos del Norte de España) adquirida en 1994 por el Ayuntamiento y rehabilitada en dos fases: la planta baja durante los años 2002 a 2004 y las plantas 1º y 2º en 2015 (inauguradas en 2016), leemos en Línea, Localizador de Espacios Industriales de Asturias
Allí, en una nave pintada actualmente de vivos colores y por tanto fácil de reconocer, se encuentra hoy día una de las sedes del Museo Etnográfico y de Historia de Grado/Grau, en concreto la dedicada a la Colección de la Cultura Tradicional y a la Colección de la Guerra Civil, esta en colaboración con las asociaciones Arama y Frente del Nalón. Las otras sedes se hallan en el centro urbano, en el Palacio de Miranda-Valdecarzana (Llagar de Sidra) y en el Palacio de Fontela (Colección Grau, Villa ya Mercáu; Historia de la Fotografía (de Corsino Fernández) y la Colección de Acordeones de Pepe Rubial
Cuando en 1256 se menciona por primera vez, en un documento de venta, a la Pobla de Grado, se cita también al "teniente Pentenno", que sería un representante del rey, en este caso Alfonso X El Sabio, en un territorio que acaso se gobernase desde algún castillo-fortaleza pero, en otro documento solamente tres años posterior ya figuran los jueces y alcaldes de la puebla como su autoridad competente, como era lo habitual en estas villas aforadas
"A pesar de no contar, al parecer, con un núcleo poblado preexistente, la pola se instaló en una vega particularmente rica y habitada, engarzándose, además, en el más frecuentado trayecto asturiano de la ruta asturiana de peregrinación a Santiago: la calle principal de la villa correspondía a un tramo del camino francés que se prolongaba, tanto al este como al oeste de la población, bajo sendas puertas abiertas en la cerca del recinto urbano Se trataba, por tanto, de un plano típico de "villa de camino", condicionado por el cauce del arroyo de la Cruz, afluente del Cubia, que inclina a Ruiz de la Peña a otorgarle, también, características de las "villas de meandro"
En 1310 ya sabemos que la puebla había sido rodeada de cerca o muralla, contando además con foso. Este aparato defensivo tenía como doble objetivo disuadir a la siempre belicosa nobleza feudal, guerrera y terrateniente, de someterla a su vasallaje de grado o por la fuerza y, por otro, señalar la parte más plenamente aforada de la misma, básicamente su mercado, en torno al que crecía la población
Como solía ocurrir, la fundación de un nuevo ente administrativo con tan importantes fueros y prerrogativas auspiciadas por la Corona como manera de reorganizar el territorio creando nuevas poblaciones de su dependencia directa y autosuficientes económica, social y políticamente, encajaban mal en las no menos poderosas estructuras preexistentes, las posesiones eclesiásticas y nobiliarias. La primera, con la Iglesia, se solventó en aquel año de 1279 cuando la Mitra ovetense consideró suyas las rentas de las iglesias de la nueva puebla al considerar estaban en la antigua parroquia de Santa Olaya, de su propiedad y obediencia directa
Pero la del otro ente, el feudalismo aristocrático, tuvo peor remedio, pues desde su castillo de Cuaya, al sur del concejo, el conde Gonzalo Peláez de Coalla reclamó su dominio sobre el territorio cuando, muerto Alfonso X, la Corona castellana cayó en otro periodo de guerras y decadencia, disminuyendo su poder, lo que permitió la impunidad de sus algaradas hasta quemar Grado/Grau, "robando y matando a muchos de sus vecinos", leemos en el Gran Atlas del Principado de Asturias, contando además con el apoyo del obispo ovetense Fernando Álvarez, que no veía sin duda con malos ojos volver al status quo anterior a la fundación de la puebla
De izquierda a derecha: La Cardosa, La Estación y La Moratina son los barrios que vemos mejor según nos acercamos a la villa capital del concejo, con El Xorru enmarcando la estampa de la llanura y poniéndole límite por el sur y, más lejos aún, El Pedroriu y sus picachos
"hubo grande diluvio en buena parte de Asturias (...) é se hicieron muchos estragos en todo Salcedo, é camino de Grado, é llevó todas las vegas e viñas desde el puente de Infiesta hasta San Pelayo é molinos de Salcedo, é hizo mucho daño en las casas; que llevó orrios, árboles, é molinos, entró en la torre de Villanueva, é las cubas del palacio nadando..."
Al sur del concejo, más allá de los montes de El Xorru y al pie de La Sierra Arellanes, en la misma parroquia de Cuaya del conde avasallador e incendiario se dice nada menos que tienen al diablo preso, atrapado en una especie de exorcismo, tal y como relata siempre el cronista Fernández de Miranda en un suceso acaecido en 1820:
"Los diablos todos del infierno andaban por estos lugares metidos en el cuerpo de Josefa Tamargo, del barrio de Villar (hoy de Rañeces), muy conocida en Grado; y la infeliz, siempre agitada, rugía, chillaba, gesticulaba por los montes, encaramándose á los árboles, tejados y sitios en que fuera imposible llegar á ellos, no siendo por artes mágicas. Cundió el pavor entre los habitantes de la comarca que pudieron cerciorarse de la horrible verdad, aunque hubo incrédulos que lo tomaron á broma.Habían sido inútiles los medios empleados para desendiablar a la Tamargo; pero al fin súpose, por boca de ella misma, que el día de San Pedro saldría de su cuerpo el espíritu del mal: ¡el 29 de junio de 1820! Cientos de almas dirigiéronse á presenciar la expulsión diabólica, y llegado el momento, ¡critico instante!, comienzan los exorcismos, y la joven á gritar, á rugir y á blasfemar, prese de convulsiones terribles, arrojando al cabo, tras violentísimo acceso de tos, el mismísimo demonio por la boca, en forma de... ochavo segoviano (caprichos del Averno), yendo á caer en una jofaina de agua bendita, dejando á los circunstantes confusos, atónitos, medrosos, sin saber qué pensar ni qué decir.Y desde ese día, clavado está en la puerta de la humilde iglesia el ochavo vil ó el diablo en tal guisa... ¡para ignominia y tortura del condenado Satán!¡Justo y condigno castigo por su proceder nefando!"
"Otro día inolvidable para Grado; entraron como fieras, hiriendo y matando. Queman muebles, ropas, papeles, profanan imágenes, hacen daño por placer; arde el Ayuntamiento con su preciado archivo... y llega el pillaje hasta las mismas viviendas, coadyuvando a él, para lucrarse, unos cuantos indignos gradenses"
Los franceses entraron y salieron de Grado/Grau hasta cuatro veces en dicha contienda, por ello al año siguiente hubo una segunda batalla en Peñaflor, que volvió a ser victoriosa para ellos, esta vez ganada por François Bonet
Como resultado de las incursiones napoleónicas la muralla medieval moscona fue derribada en 1810 dado que tras ella gustaba parapetarse la guarnición francesa ocupante, lo que dificultaba su hostigamiento y desalojo. Únicamente veremos alguna de sus piedras, cantos rodados extraídos del río, incrustadas en el muro del Palacio de Miranda-Valdecarzana
Compartimos la amena y pormenorizada descripción que de ella nos ofrece la web del Ayuntamiento, donde también nos recomiendan visitar la de Alejandro Braña:
"Este monumental edificio historicista con toques medievales es la Villa Santa Julita, situada en la parroquia de Castañéu, a solamente 5 minutos a pie del parque de Grau.
La mandó construir a finales del siglo XIX D. Martín González del Valle, primer Marqués de la Vega de Anzo. Pretendía utilizarse como asilo, motivo por el cual tiene esa peculiar planta en forma de H con una capilla justo en medio, que separaría la zona de hombres de la de mujeres. Sin embargo, finalmente se utilizó como residencia particular.
El marqués dedicó esta casa a su mujer, Julita Fernández de Miranda, que falleció a los 29 años después de haber dado a luz a 8 hijos. Además de bautizarla en su honor, la capilla y estancias están repletas de referencias a ella. Según cuentan sus descendientes, decoran la casa múltiples pinturas y bustos que recuerdan su figura.
El hijo de ambos, segundo Marqués de la Vega de Anzo, fue un gran benefactor de la zona y creó junto a otras personalidades una fundación para construir el antiguo Colegio Sagrado Corazón, hoy escuela de música. Hoy en día, puede observarse un monumento en su honor en el Parque de Abajo.
El arquitecto encargado fue Nicolás García Rivero, ovetense de renombre cuya obra más reconocida es el Palacio de la Diputación Provincial.
Aunque el interior de la casa no está abierto al público, es interesante destacar que posee una notable biblioteca y una interesante capilla, con un altar neogótico construido en mármol y dos cuadros de 1891: “La Caridad” de José Robles y una “Crucifixión” de José Uría y Uría. Si queréis ver el interior, podéis consultar el blog de Alejandro Braña."
Muy cerca, unos metros a su izquierda, volvemos a ver la palmera y las buhardillas de Villa Ramoncita. Más arriba las nuevas viviendas unifamiliares resaltan los usos residenciales de las aldeas próximas a la villa
Crecen por La Cardosa los polígonos, esta es la nave de Carpintería Sarasola, junto a la que pasaremos dentro de muy poco justo antes de llegar a La Estación, barrio de San Playu cuyas casas tenemos justo detrás. Aún más allá seguimos viendo en todo momento los árboles del Parque Manuel Pedregal o Parque de Arriba y, a la izquierda y muy alto, el Edificio Solcampo
Huertas a nuestra izquierda, como hemos dicho, al ir acercándonos a la población veremos más tierras de labor
"ASENTADO EN EL ANTIGUO territorio de Pramaro, nombre dado a una de las tres demarcaciones en las que durante el medievo se dividía el actual concejo de Grado, el templo de San Vicente, conocido durante un breve periodo de tiempo como de San Bartolomé, aparece citado por primera vez en el año 921 en el falso testamento de de Ordoño II por el que otorga varios bienes a la Iglesia de San Salvador de Oviedo, entre los que incluye In territorio Pramaro (...) secus flumen Cuuia ecclesiam Sancti Vicenti cum adyacentis et aprestatjonibus suis; templo que tradicionalmente se viene identificando con el de la parroquia de Castañedo, ya que en las tierras de la ribera del Cubia, en territorio de Pramaro, no se conoce otra advocación al santo mártir valenciano. El oscurantismo de las fuentes documentales, propio del alto medievo asturiano, se pone una vez más de manifiesto en este caso, ya que debemos esperar casi doscientos años para encontrar una nueva referencia a la iglesia de San Vicente. En 1104 Doña Iohannes y su hijo hacen entrega a la catedral de Oviedo de su parte en la ecclesia Sancti Vicenti territorio Pramarensi iusta aluem Cubie quod monasterium Santi Vicenti, de lo que se desprende que la institución pudo haberse constituido como “monasterio familiar” habitado por los propios donantes ya que en el citado documento, al donar una serie de villas, aclaran nos morantes in illo monasterio hebemus illas villas pergratum de episcopo Ovetense."
Efectivamente, en el alto medievo y parte del bajo, cuando en un documento aparece la palabra 'monasterio', esta no quiere decir necesariamente que sea una gran abadía sino que podía ser un muy modesto templo con dos o tres religiosos; es más, a veces una familia acogida a algún tipo de regla o voto monacal:
"Escasos son los restos medievales que hoy conserva la construcción, después de haber pasado a lo largo de los siglos por numerosas reformas, siendo una de las más desmerecidas la llevada a cabo entre las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado. La estructura general, rehecha en su mayor parte en el siglo XVIII manteniendo las proporciones y algunos elemento románicos, está formada de nave rectangular, cubierta de madera con plafón plano, y capilla cuadrada, con bóveda de medio cañón, separadas por un arco de triunfo de trazas neorrománicas, fruto de una de las ultimas intervenciones. El imafronte, donde se abre la portada principal, se remata con la clásica espadaña de dos pisos, en la que encontramos una campana fechada en 1780; momento que puede coincidir con la reconstrucción del templo. Completan el conjunto la sacristía y un pequeño pórtico, donde se abre la portada meridional, que al igual que el resto de la construcción han sufrido numerosas intervenciones complicando la posible datación de las piezas. (...)La escasez de lo conservado y la falta de fuentes documentales impiden establecer una datación correcta del románico de San Vicente de Pramaro, que a la luz de los datos mencionados nacería como uno más de los templos prerrománicos del reino asturiano, para ser sustituido en un momento impreciso por una nueva construcción de estética románica, lo que a juzgar por ejemplos cercanos de características similares no podría situarse antes del siglo XIII, siguiendo así el románico arcaizante que parece haberse asentado en las tierras mosconas a la estela de la desaparecida iglesia de San Pedro de Grado que describe Miguel Vigil en 1879. Este templo, cabeza de la nueva villa, tuvo que haber sido construido no antes de 1256, si tenemos en cuenta, como sostiene Ruiz de la Peña, en su estudio sobre Las “Polas” Asturianas en la Edad Media, que la villa de la Puebla de Grado se fundó ex novo tras la concesión de la carta puebla, de lo que podemos deducir la llegada a la zona de un gran numero de artesanos para participar en su construcción."
Pronto el paisaje rural dejará paso al urbano, el cual también es Camino, tanto en sus barrios 'nuevos' como en el casco histórico
"La primera vez que me acerqué a verla, pasé de largo varias veces, convencido de estar en el lugar equivocado: “esto no puede ser una casa de indianos”.
La explicación la tuve tiempo después. Emilio Martín González del Valle la mandó construir a finales del siglo XIX para albergar un asilo que honrase la memoria de su primera esposa, Julita, fallecida al dar a luz a su octavo hijo. Posteriormente, tras volver a casarse, decidió convertirla en su residencia de verano.
En el interior destacan dos estancias. Por un lado, la capilla, muy grande, con un altar neogótico realizado en mármol y dos cuadros de gran formato titulados “La Caridad” y “Crucifixión”.
Por otro lado, la biblioteca. Martín González del Valle, nombrado primer marqués de la Vega de Anzo, era un hombre culto, muy religioso y gran emprendedor. Por lo que yo he podido ver, las referencias abarcan una gran variedad de temas, de lo político a lo técnico y lo religioso. No recuerdo una biblioteca como esta en otra casa de indianos."
"Emilio Martín González del Valle y Carvajal, primer Marqués de la Vega de Anzo, edificó en Grado a finales del siglo XIX el palacete Santa Julita, que toma su nombre de su primera esposa, Julita Fernández de Miranda y Vives, que falleció muy joven. Ella tiene un gran protagonismo en la impresionante capilla del inmueble, que muchos moscones tuvieron oportunidad de ver este verano, cuando la familia abrió su casa para que los jardines acogieran un concierto organizado por el Ayuntamiento. Julita aparece, de hecho, destacada en una de las grandes obras pictóricas murales del pequeño templo, vestida de negro y orando. El trabajo es obra de José Robles y frente a él se sitúa una crucifixión de José Uría con una peculiar historia sobre las personas que sirvieron de inspiración para el rostro de los personajes.
La capilla de la casa familiar de los Marqueses de la Vega de Anzo es un espectáculo que maravilla nada más cruzar su umbral. Al frente el altar y, tras de sí, una puerta flanqueada por las esculturas de dos grandes ángeles que parecen custodiarla. Iba a ser el lugar desde el que se accediera a una cripta que sirviese para panteón funerario, aunque la familia decidió luego que fuese la iglesia parroquial de Grado el lugar en el que se les diese sepultura. A ambos lados de la entrada hay dos murales datados en 1891, que hacen elevar la vista y después buscar los detalles.
En uno, titulado "La Caridad", es figura destacada Julita Fernández de Miranda, mujer de especial belleza que queda retratada en esta obra de arte en la que aparece rezando y en la que además se ve a un niño, heredero del título de Marqués de a Vega de Anzo. El trabajo es obra de José Robles, pintor y acuarelista que desarrolló una gran parte de su obra en Asturias y perteneció a la llamada Colonia Artística de Muros.
El otro mural es obra del afamado pintor José Uría y lleva por título "Crucifixión". A su lado, un breve texto enmarcado explica parte de la historia de esta obra, al detallar los nombres de los que sirvieron de modelo para los rostros de las figuras. San Juan se inspiró en el de Enrique Riu Argüelles Meres, Magdalena en el de María Riu Argüelles Meres y la Virgen María en el de Concha Busto Argüelles Meres. El de Marta se basa el de Rosario Riu Argüelles Meres y "para el personaje del fondo posó un paisano de Tiñana que se llamaba Angelón", se lee en la información que facilitó en su día, en 1971, uno de los descendientes del artista, Rodrigo Uría. "Los tres Riu Argüelles Meres eran hermanos de la esposa del pintor. María Riu se metió a Salesa y Concha Busto, de la Casa de Miraflores, fue religiosa Reparadora", añade lo descrito junto a la obra.
La casa familiar de los Marqueses de la Vega de Anzo, que mantienen un gran arraigo y relación con el concejo y han conservado esta edificación con su aspecto y características originales, como parte de legado histórico y patrimonio de Grado, iba a ser inicialmente un asilo. De de ahí su peculiar arquitectura con forma de H, con esta capilla a modo de elemento central que separaría la zona de hombres de la de mujeres. Sin embargo, terminó por ser residencia privada, función que aún mantiene hoy. La edificación es un diseño de Nicolás García Rivero, autor, entre otros, del edificio que alberga el Parlamento asturiano en la calle Fruela de Oviedo."
Una imagen de Villa Santa Julita y de la aldea de Cadenáu con otra luz y a otra hora, en otoño, por la mañana muy temprano y un día soleado
Con la caída de la hoja pueden apreciarse detalles que en otras estaciones permanezcan ocultos, como es la totalidad de la portada, el seto del jardín y el guardarraíl de la carretera, además de la bajada hacia el río. Una muy buena obra dedicada al fundador es Una aproximación a la figura del marqués de la Vega de Anzo escrita por Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente, en la que, entre otras muchas cosas, resalta lo siguiente:
"Martín González del Valle fue un aristócrata muy influyente de la primera mitad del s. XX. Efectivamente, desde los puntos de vista social, económico y político, fue una personalidad importante desde muy temprana edad. Partía de una posición muy privilegiada, era miembro de una familia con intereses financieros, políticos y culturales, de hondas raigambres asturiana y catalana, y contaba con el intelecto y la modestia necesarios para continuar situado donde le correspondía..."
Y ya estamos de frente, en La Cardosa, a la antigua fábrica curtidora, en cuya nave se fundó en 1982 por el Ayuntamiento el Museo Etnográfico de Grado/Grau, creado con el deseo de recoger y transmitir el acervo popular de la comarca, cuando la vida rural tradicional estaba ya extinguiéndose y se corría el riesgo que no quedase de ella ni la memoria.
La idea fundacional del museo se centró en la cultura del pan, sobre todo la escanda, que se plantó desde tiempos remotísimos en gran parte de Asturias, pero llegó a hacerse más presente en los conceyos del interior y de la montaña
El Camino hace un poco de curva a la derecha y ya tenemos, también delante, la nave de la Carpintería Sarasola, a la que antes nos hemos referido
Y atrás vamos dejando también Bustiellu, con el solar de la iglesia parroquial de San Vicente
"Son las dos portadas del templo, de sencilla factura, donde las huellas del románico de Castañedo resultan más visibles. En los dos casos, siguiendo un modelo muy difundido en la zona, se componen de un sencillo arco de medio punto, sobre impostas desornamentadas, envuelto en guardapolvo, decorado con billetes en la portada oeste y con bocel moldurado en la sur; estos guardapolvos son los únicos elementos originales, ya que el resto de las piezas son de nueva construcción. También podrían pertenecer a la fábrica románica parte de los muros perimetrales de la nave, donde se abren cuatro saeteras, una en el muro norte y tres en el muro sur, hoy cegadas."
Es de plástico y está concienzudamente grapada en la madera. A la derecha contemplamos estas fértiles huertas, aquí siendo roturadas
Huertas de patatas y berzas, pomaradas y pequeños invernaderos; foto otoñal con Cadanáu y Bustiellu en la distancia. "Siempre se nos distinguió por los productos agrícolas", decía Pepe Areces, escritor e investigador miembro de una veterana saga de comerciantes moscones, el 23 de marzo de 2024 al presentar su libro Grao, cien años de comercio, industria, ferias y mercados, glosado así al día siguiente en La Nueva España por Ángela Rodríguez:
"Grado es sinónimo de tradición comercial. La actividad define a los moscones, al pueblo y al clan. Como el de ‘Los Pesaos’. De este último desciende José Luis Areces, ‘Pepe’, “experto por familia y estudio” en la historia del comercio y mercadeo de Grado. Autor del ilustrativo volumen ‘Grao, cien años de comercio, industria, ferias y mercados’ -con más de 600 páginas y 2.000 fotografías-, ofreció ayer una conferencia sobre el gremio en la Casa de la Cultura, en el marco del ciclo de actividades para conmemorar el primer aniversario de la sede del Museo Etnográfico en el Palacio Fontela.
“Los comerciantes en Grado lo sentían dentro, vivían vinculados a la tienda y no tenían vacaciones. Abrían todos los días, sin horario de apertura ni cierre y en contra de lo que decían los antiguos sobre que era una profesión innoble era una profesión de mucho sacrificio”, relata Pepe, ‘el pesao’. Un apodo del que presume. “Mi abuela empezó vendiendo telas en los mercados, por ejemplo, en el de Pola de Somiedo. No sé como se apañaba, la verdad, con cuatro hijos, viuda, y otros cuatro hijos más que trajo para casa tras morir una vecina”.
En el Grado al que se viaja escuchando a Areces, y sumergiéndose en las fotografías antiguas, “se exportaban al año 1.700 vagones con vacuno”, “casi 25.000 animales, que son mucho para salir de Grado en un año”. Había peinadoras, reloj público, cada dos pueblos al menos un comercio, tabernas y más de un centenar de molinos harineros. Pero sobre todo “unos productos agrícolas por los que siempre se nos distinguió”, destaca Areces.
En 1845, ya se escribía sobre lo fértil de las tierras de Grado. La riqueza de sus suelos que daba “hortalizas para toda la región”. Y que Areces lamenta, haya quedado relegado por otros productos no naturales. “La esencia del comercio y el mercado en Grado cambió mucho. Antiguamente lo que se vendía en los mercados eran productos de la huerta y la ganadería. Hoy ya te venden ropa y artículos de toda clase, de gente que viene de afuera. Antes vendía la gente de Grado y las plazas se quedaban pequeñas para el mercado. En la Plaza de la Blanca había una panera y seis hórreos que se tiraron para ampliarla, porque no había lugar para vender”, relata.
Sobre la huerta moscona “hoy bajo mínimos”, Areces no pierde la esperanza. En un concejo que alcanzó los 20.000 habitantes y que no llega ya a los 10.000. “Habría que relanzarla, la huerta. Aprovechando los productos ecológicos bien podríamos tener un producto de la huerta de Grado. Que haya alguien, que puede ser el Ayuntamiento, que certifique que ese producto viene de la huerta de Grado, sea ecológico o no”, insta. Convertir en sello oficial de calidad y origen lo que ya se sabe (“que lo de Grao ye bueno”), es una posibilidad real para Areces, que actualmente recorre los 192 pueblos de Grado para documentarse y firmar su siguiente libro."
"El Ayuntamiento de Grado abordará en las próximas semanas una iniciativa urbanística que puede favorecer su tejido económico tradicional: la huerta de sus vegas, muchas de ellas hoy abandonadas a pesar del esplendor que tuvieron en tiempos pasados. El pleno aprobó ayer, con la única abstención de la concejala de Foro, la revisión parcial del Plan General de la vega del Nalón y del bajo Cubia con la finalidad de aprovechar la potencialidad agroganadera dotando a la zona de un mecanismo para poner en uso la explotación, la elaboración y la comercialización de productos ligados al concejo «con la perspectiva de futuro que puede dar lugar la creación de un área metropolitana y la creciente demanda de productos donde la calidad y la trazabilidad de los mismos dan un valor añadido, algo que podemos conseguir con nuestras vegas» afirmó la concejala de urbanismo María José Miranda, de IU.
Se pretende además dar una solución a los suelos que están suspendidos por la Confederación Hidrográfica, entidad que además es cada vez más restrictiva por motivos medioambientales. La superficie total del ámbito afectado es de casi 4 millones de metros cuadrados, donde existen unidades de actuación en donde se mantendría el uso residencial pero con una adaptación de la tipología. (...)
Además, las zonas con menor valor agrícola, se modificarían para servir en la transformación de las producciones agropecuarias, ya en el área industrial. Se pretende también aprovechar las masas forestales existentes para minimizar el impacto visual de las nuevas edificaciones y crear una barrera ambiental. (...) Por otro lado, en las zonas rurales se dará suelo urbanizable vinculado a la elaboración de productos agrícolas."
Aquí pasamos ahora sobre un canal que da agua a estas huertas y, acaso antiguamente, a los antiguos molinos del Cubia que aquí existieron. El Camino hace un ángulo recto y continúa al lado de la canal
Esta pasarela sobre las canalizadas aguas es otro buen lugar para admirar las huertas veigueñas, aquí en primavera
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