Jardines del Palacio Selgas. El Versalles asturiano |
El río Santolaya: paso de Muros de Nalón a Cudillero/Cuideiru |
"El trayecto desde Muros a Luiña es hermoso pero el camino es infernal, se halla primero la cuesta de La Habana (La Vana) donde por prestación personal se trabajó algo; pero es preciso confesar que está muy mal"
Ser en la vida romero,
romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero,
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida romero... sólo romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo
digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,
decía el príncipe Hamlet, viendo
cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero.
No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos
cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero.
Un día todos sabemos
hacer justicia. Tan bien como el Rey hebreo
la hizo Sancho el escudero
y el villano Pedro Crespo.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Sensibles a todo viento
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo
ni la flor de un solo huerto.
Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros
“de todas las partes del mundo corrieron miles de peregrinos á visitar la apostólica casa y orar al pie del sepulcro que en ella se guarda. Desde el mismo momento en que se descubrieron los sagrados restos hasta el presente, jamás ha faltado quien viniese á postrarse ante estos altares y buscar en ellos la remisión de sus culpas. Emperadores, reyes, príncipes, duques, papas, obispos, santos, guerreros, trovadores, artistas, mujeres y hasta niños tomaron el Camino de Compostela, visitaron su iglesia y oraron bajo sus bóvedas, viniendo los unos de los más remotos confines de Europa, los otros desde sus islas y apartados retiros, todos llenos de la fe que les guiaba y alentados por la esperanza y seguridad de los grandes perdones que de la peregrinación esperaban. Á ellos debe Santiago su fama, su riqueza, las grandes prosperidades de que ha gozado. Al paso de la innúmera muchedumbre y tanta diversa gente, todo se anima en la nueva ciudad y toma incremento y prospera felicísimamente”
A nuestra derecha, el barranco del río Campofríu, afluente también del de Aguilar. Cuando se talan los eucaliptos, cada no muchos años, también el paisaje cambia, y lo que hoy es un monte umbrío mañana puede ser una rasa pelada. Los siguientes no tardan mucho en crecer y así continúa el ciclo
Vemos ya desde aquí algunas de las casas de El Pitu, las que fueron construidas de un tiempo a esta parte en zona residencial, turística y de chalets a lo largo de la carretera que comunica con La Vana
Una buena cuesta ante nosotros. Según subimos y descansamos para recuperar aliento, podremos mirar atrás
Entonces, siempre dependiendo de lo que hayan crecido los árboles, llegaremos a ver de nuevo el mar...
Una pequeña parte enfrente de la Playa d'Aguilar, unas rocas de Campufríu, la parte cudillerense de esa ensenada
Este puente fue siempre un buen cobijo en caso de lluvias y sobre todo cuando caen solemnes chaparrones. A esto parece aludir este grafitti jacobeo donde aparecen cuatro peregrinos con capas o chubasqueros...
Sin duda alguien esperó que amainase entreteniéndose con este artístico dibujo al carboncillo. Arriba a la derecha la imprescindible flecha amarilla
"Del latín transgredī ('el que transgrede, el que rompe con la ley') se le denomina trasgo, trasno o tardo en Galicia; trasgu, Cornín o Xuan dos Caminos, Pisadiel el de la Mano Furada, Gorretín Coloráu, El de la Gorra Encarnada o sumiciu en Asturias, León, Cantabria y Este de Galicia; trasgo o martinico en Castilla y León; strago o demonio da mano furada en Portugal.
Se lo representa como un humanoide; un duende familiar, pequeño o totalmente invisible, que habita en el hogar; generalmente representado con tez morena, que viste blusa y gorro picudo colorado y que suele ser cojo (de la pierna derecha), con rabo (y a veces cuernos) y siempre con la mano izquierda agujereada; de carácter inquieto, travieso y juguetón.
Se le asocia con los despistes y también a las desapariciones de objetos necesarios. Como todo duende (como el similar leprechaun irlandés) disfruta realizando travesuras. Son invariablemente burlones y a veces malévolos, destrozando los enseres domésticos o engañando a los humanos. Se le adjudican aquellos ruidos nocturnos que nos despiertan y pequeñas diabluras como cambiar objetos de sitio. Se dice que penetra por las noches en las casas cuando duermen sus moradores, y si está de mal humor rompe cacharros, espanta reses, revuelve la ropa de las arcas, trasiega con agua, enreda los cabellos de los que duermen juntos, etc. Presuntamente, desaparece momentáneamente si se hacen invocaciones religiosas, a veces basta con un: ¡Jesús!, ¡Virgen Santa! o ¡Dios Mío!, pero es muy difícil deshacerse definitivamente de él, acompañando casi siempre a la familia en la mudanza; suelen anunciarse diciendo: yo también ando de casa mudada.
Para deshacerse de él, se le suele pedir que haga una de estas tres cosas: traer un cesto lleno de agua, mudar en blanco el pellejo de un cabrito o carnero negro, o recoger a puñados medio copín de maíz u otro cereal (lo cual no puede hacer porque se le escapa por el agujero de la mano); al no poder hacerlo se enfada y se va avergonzado"
A la derecha Santa Angelita
Más a la derecha, un kilómetro más al norte y a la vista del mar, Aroncés o Arancés, por donde va la carretera a la Playa d'Aguilar. Otra población eminentemente turística de esta parroquia de Piñera, con camping y numerosos alojamientos
Vemos también aquí una concha, colocada en la columna de la portilla
A la izquierda, El Rosal, espléndida quinta con magníficos jardines. elemento tardío del final ya de la época dorada de los indianos, justo antes de la Guerra Civil. con un ordenamiento muy racionalizado para aprovechar al máximo el espacio. Realmente la casa no terminó de construirse hasta años después de la contienda y con ella el jardín
No era extraña la aparición de figuras religiosas durante un tiempo en el mar y en las costas: se correspondía con la época de la ruptura anglicana, que adoptó el rechazo a las imágenes, siendo estas sacadas de los templos y arrojadas al océano o quemadas. Precisamente es este litoral se rodó la película El Cristo del Océano (1971)
Dentro de las historias y leyendas del Mar Cantábrico cobra especial importancia La Deva o Isla la Deva, la más grande de la costa asturiana, que ya veíamos desde Era, subiendo a Muros de Nalón
Vemos perfectamente bien La Rasa Peñes, en el concejo de Gozón, y su línea de altos acantilados. Y a la derecha, más cerca, La Punta o El Socallo, en Castrillón
Trisquel en la placa de madera de Casa Favila
Las Escuelas Selgas, en concreto uno de sus grandes cuerpos laterales, se reconocen perfectamente desde aquí: una muy importante referencia del Camino Norte en Asturias
Pero de momento lo que llamará nuestra atención es este gran caserón tan bellamente restaurado, con largo corredor y bajocubierta abuhardillada. A la derecha, una buena panera, también de corredor
"Esta fiesta es misteriosa, dado los milagros que en ella se suceden a los numerosos romeros de las distintas villas colindantes o no colindantes a la de Cudillero, como son: Muros de Nalón, Luarca (Valdés), Pravia, Soto del Barco, Salas, Comarcas Vaqueiras, Comarcas de Avilés, Grado, etcétera, que cada año acuden a la romería puntuales a la cita. La ermita de Santa Ana es como ya dijimos un lugar venerado por la abundancia de portentos, ya que en su morada en las paredes de la misma se encuentran muchas muletas antiguas de gente que gracias a la Santa no necesitaron volverlas a usar. También hay lepantos de marineros que en su día salieron bien parados de las contiendas navales y se ofrecieron a ir a la ermita a depositar sus gorros. Dentro de la capilla se encuentran multitud de reliquias e imágenes de distintas cosas y sobre todo de santos, pero lo más característico y peculiar son dos cadenas que los fieles se frotan por todo el cuerpo y al mismo tiempo se pide un deseo a la Santa mediante rezos de Fe.
Antaño la gente ofrecida, después de que se cumpliese la profecía, subían a la ermita de rodillas rezando desde distintos puntos de la montaña, para saldar así su deuda"
En días muy claros, y si no han crecido aún mucho la correspondiente plantación de ocalitos, tal vez se pueda reconocer la capilla de Santa Ana, de la que dice Luis Antonio Alías en El Camino de Santiago por Asturias. Itinerarios:
"Ocupando la cima del accesible y panorámico monte de Santa Ana, teas una cruz de piedra, la extraña ermita de Santa Ana de Montarés compartía funciones piadosas con las de hospedería jacobea y cuadra de caballerías. En el interior, la madera de la cubierta y del trilateral coro, crea formas de casa campesina. Las paredes se cubren de devociones inmemoriales: fotos agradeciendo curaciones, viejas muletas de madera, menos viejas muletas de metal, gorras de soldados... las imágenes -Cristo de la Misericordia, Santa Bárbara, San Miguel...- tienen antigüedad, calidad y poderes. Ante la patrona -la tradición cuenta la aparición aquí de la intrasladable imagen de la madre de la Virgen- hay una larga cadena que cura de las males del cuerpo por donde se pase"
Esa cadena curadora recuerda a la de San Adriano en Naveces (Castrillón), de la que hablábamos en las entradas correspondientes a la Sierra del Cordel, comentando lo de las propiedades salutíferas naturales de ciertos metales
"Cumpliendo los deseos de mis hermanos don Ezequiel y doña Francisca de Albuerne y los míos propios, fundé y organicé estas Escuelas Selgas para instrucción y educación de los niños y niñas de la parroquia de Santa María de Piñera, dotando sus aulas de los docentes y con el capital y rentas necesarios para su sostenimiento a fin de que los que aquí reciban enseñanza adquieran los medios necesarios a su mejor porvenir y tengan siempre un testimonio del afecto de mi familia por estos pueblos"
En el artículo Selgas, un siglo de aprendizaje, publicado por A.M. Serrano en La Nueva España el 22-2-2015. leemos algo más de esta historia:
"Cudillero, 1914. El concejo tiene poco más de 10.000 habitantes. Según los datos de la época, la tasa de analfabetismo en Asturias era del 45 por ciento. En Piñera, una familia estaba especialmente preocupada por este índice. Por eso, Fortunato de Selgas y Albuerne (1838-1921), penúltimo hijo de un matrimonio acomodado de El Pito, se lanzó a luchar contra esta lacra. Erudito y hombre apasionado por el arte, pensó qué podía hacer para que la cultura, en el amplio sentido de la palabra, llegara al pueblo. Se decantó por construir un centro escolar en su aldea asturiana de origen. Un centro que, a día de hoy, alberga el instituto de educación Secundaria del municipio. En 1914, El Pito tenía pocos vecinos. No hay datos exactos sobre los habitantes que residían en este núcleo rural tal cercano (dos kilómetros) a la villa pixueta. Fortunato de Selgas quiso que los niños de este pueblo y de la parroquia de Piñera, a la que pertenece, no tuvieran problemas en el futuro por falta de instrucción. Buscaba años más prósperos para su tierra"
Los primeros auspicios para su construcción comenzaron a primeros del siglo XX, no sabiéndose exactamente la ingente cantidad de dinero que invirtió para su construcción y su mantenimiento, siendo un centro de enseñanza de los que únicamente llegaban por entonces a disponer algunas ciudades populosas o villas principales. Arquitectónicamente era ya un ejemplo de su grandeza, pues en cuanto al ingreso, se permitía el acceso a todos los alumnos que quisieran acudir, independientemente de sus recursos
Según avanzamos admirando las Escuelas Selgas vemos también el Camino que es aquí la carretera, que se hace calle iluminada de noche por farolas isabelinas, reconociendo al fondo ya la grandiosa portada de acceso a la Quinta Selgas, residencia y mansión de esta familia de benefactores
En ambas márgenes hay buenas aceras, aunque si deseásemos cruzar mejor hacerlo por el paso de peatones situado un poco más adelante. Suele haber bastante tráfico, al ser una de las entrada principales a la capital concejil
El primero que vemos, a la derecha, es el busto de Ezequiel Selgas Albuerne, nacido en 1828 y el más dado a los negocios, que aumentaron considerablemente la fortuna familiar. Su padre realizaba comercio de ultramar en la villa pixueta, y en 1852, con veinticuatro años de edad, se traslada a Madrid a estudiar Ingeniería en la Escuela Nacional
Ezequiel empezó a trabajar como cajero en la compañía Iris, encargada de construir carreteras, haciendo una pequeña en fortuna en bolsa que le permitió establecerse con casa de banca en Madrid, a donde marchó después Fortunato, que gracias al apoyo económico de Ezequiel se formó en Arte, Pintura, Escultura e Historia, inquietudes que darían fruto muy pronto.
De Ezequiel Selgas leemos también en la página de la Real Academia de la Historia:
"Relacionado con el marqués de Salamanca y el de Urquijo, pronto logra introducirse en el mundo de las finanzas madrileñas, alcanzando una gran fortuna y encumbrada posición social en la capital. Contrajo matrimonio con Faustina Rodríguez Ayllón.Entre 1870 y 1890 fue el verdadero artífice de la colección de arte que se alberga actualmente en su palacio de Cudillero, hoy convertido en Fundación Selgas- Fagalde, mediante la compra sistemática de pintura, tapices, muebles, cerámica y todo tipo de obras de arte y antigüedades destinadas precisamente a la decoración de La Quinta. Hombre de gran ojo clínico y muy aficionado al arte, viajó a París en numerosas ocasiones para realizar compras, si bien la pintura y tapices proceden sobre todo de anticuarios españoles del entorno de Madrid y Toledo. Esta magnífica casa y la colección llevan el sello de las preferencias y el gusto afrancesado de Ezequiel de Selgas, que contrató asimismo para su magnífico jardín a los jardinistas franceses Grandpont y Rigoreau"
Y esto es un retazo de biografía sacado de la Wikipedia:
" Ezequiel de Selgas Albuerne aumentó la fortuna familiar al establecerse en Madrid: emprendió diversos negocios con gran sagacidad, jugó en bolsa y fue uno de los inversores del nuevo barrio de Salamanca, una de las mayores operaciones inmobiliarias de la capital. Ezequiel trabó amistad con otros importantes empresarios de la época como José de Salamanca, el controvertido marqués de Salamanca, y el marqués de Urquijo, Estanislao de Urquijo y Landaluce.
Gracias al apoyo económico de Ezequiel, Fortunato estudió bachillerato en Oviedo licenciándose en 1856 e ingresando en la Universidad de Oviedo para estudiar Derecho Civil y Canónico licenciándose en 1864.
Como hemos dicho, entre los bustos de los dos hermanos y mirando al camino está la placa en bornce con relieve de Francisca de Selgas y Albuerne, la hermana, de quien en el momento de escribir estas líneas no hemos encontrado ni biografía ni pistas mínimamente explicativas de su vida
Y a la izquierda el busto de Fortunato de Selgas y Albuerne, historiador y arqueólogo, sin duda el de más prolija biografía de los tres, dada su trascendencia en la investigación histórica y el art
Nacido en 1838 también en Cudillero/Cuideiru, Fortunato estudió en la Facultad de Filosofía de la Universidad Central, en el Instituto de Oviedo y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo., licenciado en Derecho Civil y Canónico en 1864, colaborando ya en publicaciones con artículos de investigación histórica, Escribió además poesía en asturiano y en castellano, fue Director del Museo de Reproducciones Artísticas, Rector de la Universidad de Oviedo y cronista de esa ciudad. Perteneció a la Academia de la Historia, a la de Bellas Artes de San Fernando y a la de Ciencias Históricas de Toledo
Fortunato Selgas descubrió las pinturas murales de la iglesia de Santuyano en la capital asturiana y se hizo cargo de su reconstrucción. Publicó numerosos estudios sobre Historia y Patrimonio de Asturias pero rechazó otros títulos más vanidosos como la iniciativa de proponer su nombramiento como "Conde de Selgas" que patrocinaron los ayuntamientos de Cudillero/Cuideiru y Muros y la Diputación Provincial de Asturias
Esta es parte de su biografía a partir de entonces, extraída de Wikipedia:
"Estableció su residencia entre Madrid y Cudillero, y gracias a la fortuna familiar se dedicó a la historia, la arqueología y las Bellas Artes. Contrajo matrimonio con María Marín Gisbert con la que tuvo tres hijos: Ezequiel, José y Juan Selgas Marín, falleciendo el segundo a temprana edad.
En 1883 Fortunato de Selgas inició la construcción de la residencia de la familia denominada La Quinta de Selgas en unos terrenos heredados de sus progenitores, propiedad a la que le fueron añadiendo otros terrenos donde la familia impulsó construcciones tales como la iglesia de Jesús Nazareno, las Escuelas Selgas, la Casa Rectoral y la casa cuartel de la Guardia Civil; todas ellas en El Pito, en el concejo de Cudillero.
Fortunato dirigió junto con su hermano tanto la construcción como la decoración del palacio, dentro de un estilo ecléctico de influencia mayormente francesa. Así mismo emprendió la adquisición de numerosas obras de arte iniciando de esta forma la impresionante colección de arte de la familia, que contiene obras de Goya, El Greco, Luca Giordano, Vicente Carducho y Corrado Giaquinto hasta un total de casi 200 cuadros de las escuelas italiana, francesa, flamenca y española de los siglos XV al XVIII. Actualmente la Quinta de Selgas está abierta como museo y ha llegado a recibir 24.000 visitas anuales, si bien suele cerrar en determinados meses. Cabría señalar también que Fortunato se hizo construir otra segunda residencia en la ciudad de Játiva con gran jardín, todo ello a imitación de su palacio de Cudillero. Las razones de este traslado son debidas a que en uno de sus diversos viajes por España en busca de monumentos medievales quedó impresionado por la antigua Catedral visigoda de Sant Feliu, y por el abundante patrimonio histórico-artístico de la ciudad. Por todo ello, influyó en la creación de un Museo Municipal, inexistente hasta su iniciativa. A partir de entonces repartía sus estancias regulares entre Madrid, Asturias Y Játiva. Tras su fallecimiento, su viuda con sus hijos Ezequiel y Juan fijaron su residencia en Játiva, donde con sus inversiones realizaron importantes negocios, como un gran hotel, un concesionario de automóviles, con taller, gasolinera y garaje. También propiciaron la instalación del Banco de España en la ciudad sin ser Capital de provincia, como era el requisito habitual. Por todo ello la ciudad erigió en 1962 un gran jardín con monumento en memoria de la familia Selgas-Marín, junto a la denominación de una de las principales avenidas de Játiva con su nombre, Avenida de Selgas.
Entre 1912 y 1915 Fortunato sufragó con su patrimonio la restauración de la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados, en Oviedo.
Fue director del Museo Nacional de Reproducciones Artísticas, miembro de la Real Academia de la Historia (desde 1885), de la de Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (desde 1906) y la de Ciencias Históricas de Toledo. Renunció al título de conde de Selgas, propuesto por la Diputación de Asturias, Ayuntamiento de Cudillero, de Oviedo y Muros del Nalón.
Falleció en Madrid en 1921 siendo su cuerpo trasladado al panteón familiar situado en la cripta de la Iglesia de Jesús Nazareno"
Y tal y como hicimos con su hermano y gran mecenas Ezequiel, aportamos su biografía de la Real Academia de la Historia:
"Estudió Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Oviedo. Desde 1871 colabora con su hermano Ezequiel en la construcción y decoración de La Quinta, de El Pito, proyectada por él mismo, dadas su formación arquitectónica y facilidad para el dibujo.
Vivió entre Madrid y Asturias, y ya en 1878 formaba parte del Ateneo madrileño. En 1892 contrajo matrimonio con María Marín Gisbert, con la que tuvo tres hijos: Ezequiel, José y Juan. Dejó un gran legado cultural y realizó numerosos viajes arqueológicos, siendo su mayor descubrimiento la identificación de las pinturas prerrománicas de San Julián de los Prados o Santullano (siglo IX). Recuperó, asimismo, el cancel visigodo de la iglesia de Santianes de Pravia y destacan sus excavaciones en la iglesia de San Miguel de Lillo. Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de la Historia, llevó a cabo numerosas obras filantrópicas, caso de la Fundación Benéfico-Docente de las Escuelas Selgas en El Pito, el 15 de octubre de 1899, cuyo edificio se terminó en 1915 con una donación de 920.000 pesetas. Edificó además la iglesia de Jesús Nazareno, inaugurada por Isabel de Borbón en 1914 y destinada a panteón familiar.
Obras: La Primitiva Basílica de Santianes de Pravia (Oviedo) y su panteón regio, s. l., 1902; “San Félix de Játiva y las iglesias valencianas del siglo xiii”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones (marzo de 1903); Origen, Fuero y Monumentos de Avilés, Oviedo, 1907; Monumentos Ovetenses del siglo IX, Oviedo, Nueva Imprenta de San Francisco de Sales, 1908; La Basílica de San Julián de los Prados (Santullano) en Oviedo. Estudio de las restauraciones efectuadas en 1912-1915, Madrid, [San Francisco de Sales], 1916; De Avilés a Cudillero, apuntes de un viaje histórico y arqueológico [1880], ed. de A. M.ª Fernández García, Avilés, Fundación Selgas-Fagalde, 1998; Jovellanos como crítico de las Bellas Artes: con un apéndice que incluye “La arquitectura greco-romana en Asturias” y “Breves notas sobre la arquitectura asturiana”, ed. de M.ª C. Morales Saro, [Madrid], Fundación Selgas-Fagalde, 2001
Fortunato Selgas falleció en Madrid en 1921 y ocho años más tarde se inauguro este monumento a iniciativa de Ángel Álvarez Menéndez, marido de Elvira Bravo, Hija Predilecta de Cudillero por su trabajo en pos de su folklore y tradiciones, así como del tradicional sermón de L'Amuravela con el que arrancan las fiestas de San Pedro en la villa pixueta
Como también hemos comentado, en las escuelas siempre hubo alumnos, pasando a ser colegio público y posteriormente instituto. De esta historia más reciente, y contando con testimonios de algunos profesores de por entonces, el mismo A. M. Serrano publica también en La Nueva España el reportaje El inconfundible espíritu de El Pito:
"Benjamín Ruisánchez tiene una fecha grabada en el corazón: el día que empezó a dar clase en las escuelas Selgas. Corría el año 1978 y él era joven y entusiasta. Trabajar en El Pito "suponía un orgullo" porque el centro tenía una sólida trayectoria. Las escuelas fundadas por la familia Selgas habían sido una referencia a nivel regional y nacional. Y estaban llenas de lo que este vecino de Cudillero llama ahora "espíritu Selgas". Es decir, "el entusiasmo de pertenecer a una comunidad que luchaba desde principios de siglo por extender la educación y contra el analfabetismo
Cuando Ruisánchez empezó a trabajar, el centro tenía dos aulas de 30 y 42 alumnos. "Un gran número para la época", destaca. Él guarda los recuerdos en forma de papel. Ha logrado hacerse con los estatutos del centro (firmados por el fundador), tiene múltiples fotos antiguas y todos los trabajos que hicieron parte de los alumnos. También la mítica revista con la que la comunidad educativa daba cuenta de su trabajo: "Una época intensa en lo profesional y muy importante en lo personal". Hace años, los antiguos alumnos de la escuela de Selgas se reunían para recordar aquellos tiempos en los aprendieron y jugaron juntos. "Pero desgraciadamente ese espíritu ha ido poco a poco a menos", destaca el maestro"
Además de Benjamín Ruisánchez, en el artículo se incluyen las memorias y vivencias de la maestra María Noriega:
"Esta mujer, vecina de El Pito, puso su primer pie en las escuelas en 1962. Lo primero que se le viene a la mente es el sorteo que se celebraba, todos los meses, entre los alumnos de cada aula. Podían ganar un juguete y 25 pesetas. "Se hacían cosas muy especiales como ésta", relata. "Cosas que entusiasmaban a los niños", añade. En aquellos años, había cinco aulas y unos 40 alumnos por clase. "Es decir, cinco profesores atendíamos a tantos alumnos como ahora lo hacen 40", destaca Noriega.
Cuando este mujer de El Pito trabajaba en el colegio, todos los profesores (o maestros, como a ella le gusta decir) tenían una paga extra, una especie de bonificación de la que se encargaba el patronato, que tenía su máximo representante en la familia. También había otras muchas motivaciones para el alumnado y los profesores. El jueves, no faltaba el cine, una forma de transmitir cultura más allá de las lecciones de los libros. "Recuerdo ver las películas 'del gordo y el flaco' (por los actores Oliver Hardy y Stan Laurel)", dice Noriega"
Los alumnos de las Escuelas Selgas "tenían gratis hasta el lapicero", estando todo el material timbrado con el nombre del centro. En la década de 1960 se incluyó el transporte escolar. Había también fiestas:
"En el centro, no faltaban las celebraciones. Había excursiones cada año, meriendas y juguetes en Navidad, con la "llegada los Reyes Magos". El 25 de julio, el día de Santiago, se reunía a los alumnos y se rifaba una xata. También había merienda. "Hasta las chocolatinas tenían el logotipo de la familia. Todo un lujo al alcance de muy pocos centros en España", destaca esta profesora jubilada. A los doce años, los escolares tenían la oportunidad de matricularse en la contigua escuela de Comercio"
Otro testimonio es el de Antonio Castellano, que antes de profesor, fue aquí también alumno:
"Recuerdo que la gente iba contenta a la escuela", asegura. "Entonces, todo era muy diferente. Había gran complicidad entre todos, el colegio nos unía", añade. Este especialista da clase ahora a nietos de antiguos escolares del colegio Selgas. La mayor parte sabe de dónde viene todo aquello. El centro explica a los alumnos el origen de estas escuelas, que nacieron para ofrecer más cultura en un momento difícil. "Ahora estamos dentro de la red de institutos, somos uno más, pero con una gran historia"
Existe además, no aquí sino en el vecino palacio de La Quinta Selgas, un museo escolar, con material didáctico, en el que destacan elementos de astronomía y geografía, una reproducción de una central termoeléctrica o una máquina de vapor, que servía para explicar Física, mobiliario y otros objetos y recursos
No nos resistimos a compartir, de la página de estas Escuelas Selgas, el testimonio de un antiguo alumno, que firma como Pixueto, el 21-3-2013
"Desde la distancia de mis 54 años, no recuerdo el día en el cual dejé de ser niño y las escuelas Selgas, para enfrentarme a otra etapa de mi vida que me acercaría a mi actual situación.
Aún me es difícil, y soy incapaz de recuperar en mi mente, la primera vez que salí de casa para empezar mi formación, aunque sí recuerdo con nitidez algunos de los momentos mas felices de aquella época.
Los primeros días el encargado de acompañarme fue mi primo José Manuel, algo mayor que yo y alumno también de las Escuelas.
Paso por alto ahora el tiempo de parvulito, para situarme en la clase de D. Marcelino, al cual mi memoria me lo retrata con su sombrero de fieltro o lana, un aire de Pemán, traje oscuro, serio pero siempre dispuesto a poner todo su saber a nuestro alcance.
Sentía gran admiración y respeto por este hombre, lo mismo que por el Cristo que presidia la clase.
Horas,días, semanas, meses y años pasados en las Escuelas que ya son parte de ésta vida mía...
Una explosión de sentimientos invaden mi alma al rememorar el cine de los jueves (Fumanchú, La Leona de Castilla, el Gordo y el Flaco), la excursión anual, la rifa de la xata y la merienda, los juguetes por Reyes...
¡ Qué ilusión, cuando un año me tocó un juego de lotería ; un coche - pulga al siguiente, un balón, después ¡
Días de invierno, en los cuales si éramos pocos, los pasábamos haciendo gimnasia en la clase para combatir el frío.
Recreos en los vestíbulos. De las vitrinas me atraían los animales disecados: una gineta, un mono pequeño,una gaviota...
Me encantaba ir al colegio. Disfrutaba aprendiendo. Las lecciones de Historia de España e Historia Sagrada, explicadas por D. Félix, mas que una asignatura parecían relatos en los cuales nos integrábamos éramos partícipes de lo que estaba ocurriendo.
Mi relación con el profesor, mas que de maestro a alumno, era de agradable amistad.
Si cierro los ojos, puedo sentir la sensación de felicidad que tuve al recibir una pintura bicolor como regalo.
Aquellos colores rojo y azul tan vivos que no se conseguían con otros lápices de colores, me producen aún hoy una ensoñación propia de aquellos años.
El dibujo me apasionaba y no lo hacía del todo mal; no es tan extraño que ese detalle del lápiz bicolor me quedase grabado.
En los cuadernos de gramática, poníamos algunos dibujos al principio de la hoja de acuerdo con el tema.
Recuerdo un almanaque de hojas, desprendiéndose día a día y un verso: Como un ramillete de color vario
Es para sus lectores el calendario.
Ese día tocaba literatura. Versos de S. Juan de la Cruz, Espronceda, Quevedo, Ramón de Campoamor.
Sonetos, redondillas, versos de píe quebrado; rimas asonantes y consonantes...
Mi afición a la literatura que tantos ratos agradables me ha deparado, nació sin duda, en aquellas clases.
Por el verano Dña. Josefina o (Dña Pepita) como nosotros la denominábamos, daba clase particular, en el comedor.
Aún hoy tengo grabados en la memoria penínsulas, cabos, golfos y ríos con sus afluentes.
La repetición a viva voz y por quintuplicado hacía que nos quedasen grabados todos aquellos accidentes geográficos.
Kanin y Kola al norte de Rusia. Obi, yenisey, Lena al océano Glaciar Artico. Toda Europa Física y Política, salía de nuestra gargantas. Asia, Africa y América , vendrían una vez conquistada mentalmente Europa.
A Dña. Josefina, los niños le teníamos un poco de miedo. Tenía entre nosotros fama de recta y severa. Lo peor que nos podía pasar era que D. Félix nos castigase, mandándonos a su clase. Además del castigo que nos impusiese, la vergüenza qye se pasaba, irrumpiendo en la clase de la 2 sección de Niñas, eera tal que si ocurria una vez, no se volvía a repetir.
Y van apareciendo los recuerdos: Dña. Ramona, la maestra de Párvulos, Dña. Elvira que nos enseñaba a hacer escapularios que luego vendía...
También ayudaba en la cocina con Adelita.
De ésta zona despertaba mi curiosidad la escalera de caracol que llevaba al cine y por la cual más de una vez subí y bajé, cuando interpretábamos alguna obra de teatro, ¡ que también las artes escénicas formaban parte de nuestra educación ¡
En el patio cubierto de las niñas había un lugar que nos infundía terror. Era el cuarto donde se guardaba la madera y no tenía luz. Un sitio ideal para esconderse los más valientes, en cualquier clase de juego.
Quien se atrevía a entrar era considerado un héroe, pues no se que historias de fantasmas se decía que allí había sucedido.
Otra escalera que llamaba mi atención, era la que ascendía al piso superior, donde estaba el despacho del Director, el Aula de Comercio y la biblioteca, y que solo era usada por los que asistían a la clase de D. Arsenio y los domingos por los alumnos que querían llevar algún libro prestado para leer en casa.
Pertenecer a la clase de Comercio, significaba, además de subir los peldaños de la escalera, dar un paso de la pubertad a la juventud, o lo que es lo mismo, comenzar la madurez.
Los pupitres tan altos y diferentes - los asientos eran grandes taburetes _ la máquina de escribir, el gira -discos, donde empecé a escuchar y aprender Francés, la menor cantidad de alumnos y lo apartado de la clase de los demás, marcaban la diferencia con el resto de los escolares, que formaban parte de las escuelas Selgas.
Dos grandes cuadros jalonaban la entrada al aula. Con las definiciones en francés, uno representaba la vida en el campo "La Ferme" y otro, una gran estación de tren, ofrecía la visión de la ciudad.
Allá por los años cincuenta y comienzo de los sesenta par un niño de pueblo, que conocía del mundo poco mas de los lugares donde íbamos de excursión, el ascender desde la 2ª sección de niños, a aquel lugar donde Contabilidad, Teneduría, Debe, Haber, Caja, Proveedores, lengua extranjera, taquigrafía, mecanografía, etc., eran las asignaturas a aprender, fue de verdad motivo de orgullo y satisfacción.
Tengo a gran honor haber sido discípulo de D. Arsenio, con el cual seguí manteniendo una relación de amistad, después de haber consumido la edad escolar.
¡ La Biblioteca ¡ Cuando empecé a interesarme por la lectura, todos los domingos iba a por uno o dos libros.
Vidas de Santos, reyes, capitanes, biografías, dieron paso a libros de aventuras: Julio Verne, Emilio Salgari, R. L. Stevenson.
De tema costumbrista : José ,La aldea perdida, Sotileza. Clásicos . Calderón , Lope, Tirso de Molina...El gran teatro del mundo, El Decamerón, Las mil y una noches, etc.
Tantos y tantos libros cada domingo aconsejado por D. Félix, hacían que éste chico de clase humilde soñase con un futuro mas halagüeño que el que se presentaba en el pueblo donde vivía.
Tengo la certeza que en aquella época fui realmente feliz ¡Buen porte y buenos modales, Abren puertas principales.
Esta máxima y otras mas han estado presentes a lo largo de mi caminar en la búsqueda de mi destino, ese mismo destino que me ha traído al cabo de muchos años a formar parte de la Asociación de Antiguos Alumnos que somos portadores y emisarios de aquellos Sres., que fueron la familia Selgas.
Lecciones de religión a cargo de D. Luis "cura" de El Pito, impartidas en el vestíbulo de la 1ª sección de niños. Asistíamos sentados sobre los grandes arcones que servían para guardar el material escolar. Según supiésemos las preguntas íbamos intercalando puestos.
Podría seguir hurgando en la memoria y muchos recuerdos tomarían forma; otras cosas se quedan en el tintero, pero lo escrito es una muestra casi fotográfica de lo que las Escuela Selgas, gracias a sus fundadores y a sus maestros han hecho por muchas generaciones.
Sirva éste escrito como homenaje a todas aquellas personas que dedicaron sus vidas a encauzar la de tantos otros, que como yo, llevamos en nuestro corazón todo el amor, el calor y la satisfacción de haber sido Alumnos de las Escuelas Selgas"
En memoria de estos hermanos este tramo de carretera lleva su nombre: la Avenida Selgas
A lo lejos, asomando sobre los árboles del parque a la derecha de la foto, asoman las torres de la iglesia de Jesús Nazareno, otra fundación más de los Selgas, inaugurada en 1914, junto a la que pasa también el Camino. En su cripta reposan los miembros de la familia
A nuestra izquierda, justo enfrente del paso de cebra está el bar-cafetería El Centro, que puede ser una buena parada antes de continuar camino, descansando tras el largo y boscoso periplo desde Muros hasta aquí
Desde su terraza tenemos una muy buena vista de este conjunto de los Selgas, desde las escuelas a la entrada de La Quinta
Un acceso principal monumental desde cuyo portón tendremos una muy buena vista de los grandes jardines de la entrada
Mientras descansamos, comemos o tomamos algo en El Centro, tal vez podamos jugar una partida al entretenido y apasionante Juego de la Rana
Se trata de una evolución de juegos de precisión y puntería existentes desde tiempo inmemorial en diversas partes del mundo, se le atribuyen diversos y variopintos orígenes, forma parte, pese a su sencillez y aparente simplicidad, fichas que hay que meter en diferentes huecos, el principal la boca de la rana, del acervo cultural más ancestral de los pueblos del mundo, la memoria inmaterial, vinculado expresamente, en el caso de Asturias, con los bares o chigres
Las Escuelas Selgas, que tan maravillosamente contemplamos desde aquí, son así apenas el principio de una apasionante historia de historia, sociedad y filantropía que vamos a conocer, siempre dentro de los difíciles parámetros socioeconómicos del siglo XIX y de sus novedosas y rupturistas concepciones sociales que, enmarcadas siempre en su contexto, preveían un cambio social más allá de la rígida cosmovisión secular que veía el mundo como un universo de clases estancas, casi por nacimiento, hacia el acceso al bienestar y la cultura. En el blog de Rocío Díaz Gómez, leemos esta semblanza de Fortunato Selgas y esta su fundación que fue en sus orígenes de beneficencia escolar:
"... el afortunado Fortunato era el penúltimo hijo de un matrimonio acomodado de El Pito, que tuvo a bien, a muy bien diría yo, destinar parte de su fortuna en luchar contra la lacra de analfabetismo que casi era del 50% en aquellos años de principios del siglo XIX. Erudito y hombre apasionado por el arte, pensó qué podía hacer para que la cultura, en el amplio sentido de la palabra, llegara al pueblo. Y se decidió por construir un centro escolar en su aldea asturiana de origen.
Un centro que no solo era espectacular en cuando a arquitectura sino que además daba educación a todos los niños que quisieran, independientemente de su renta familiar. Que daba los libros gratis y tenía cinemateca y comedor. Ahí es nada. Un año después, en 1916, el Rey Alfonso XIII le agradecería a Fortunato su labor en pro de la cultura. Con el tiempo las Escuelas Selgas pasaron a ser colegio público, y ahora alberga el Instituto de educación Secundaria del municipio"
Y en Asturias Verde cuentan así de esta gran institución:
"Las Escuelas son obra de la familia Selgas y daban formación a más de 200 niños de la zona (...)
Los niños recibían una enseñanza armónica y muy avanzada para su época, que incluía materias como el conocimiento de la naturaleza, las profesiones, las labores agrícolas y el mundo industrial. Además de lo anterior los alimentaban y vestían algo básico en una época donde la miseria y el hambre azotaba las zonas rurales de Asturias"
"Puerta de Cudillero donde la poderosa familia de los Selgas, mecenas y promotores de importantes obras sociales, levantaron (...) un palacio que ha recibido el sobrenombre de "Versalles asturiano" y que guarda una rica colección de obras de arte en los salones y el pabellón de Tapices..."
"La Quinta está cerrada con un muro en todo su perímetro y cuenta con dos puertas monumentales. La principal se orienta al sur y adopta la forma de un arco triunfal de notable altura rematado en semicírculo. Tiene tres vanos adintelados: uno central más alto, que es la puerta practicable, y dos vanos a los lados que parecen ventanas, al cerrarse con reja sobre zócalo"
"A grandes rasgos, los jardines alternan el estilo geométrico francés del siglo XVIII, cuyo paradigma es Versalles, y el estilo romántico o pintoresco que se puso de moda en el Reino Unido durante el XIX. Ocupan una extensión de 90.000 metros cuadrados y los tachonan diversas especies arbóreas de origen exótico, como sequoias, palmeras, araucarias, cedros del Atlas... En 2006, el conjunto de jardines de La Quinta de Selgas fue elegido como «El mejor jardín español» por la Fundación Amigos del Real Jardín Botánico de Madrid.
El palacio está en el punto central y dominante del jardín francés, y un poco más alejado se halla el jardín pintoresco, en el que parece que se impone la naturaleza. En él hay caminos irregulares, grutas artificiales, estanques, ríos y puentecillos. Los diseños de jardinería corrieron a cargo de un experto muy solicitado en Madrid, el francés Henri Rigoreau Jouvert, pero los planos de la casa fueron ideados por el propio Fortunato Selgas. También él fue el autor de los planos de las escuelas del Pito y de la iglesia de Jesús Nazareno, en cuyo altar se encuentra una importante pieza pétrea de época prerrománica, del siglo VIII, proveniente de la iglesia de Santianes de Pravia.
El jardín se estructura en tres zonas, cada una de ellas desarrollada con los preceptos de los tres principales estilos jardinísticos de época moderna, italiano, francés e inglés, por lo que la finca es un verdadero compendio de la historia de la jardinería en Europa.
El jardín italiano se encuentra en la parte posterior del palacio, delimitado por cuatro pabellones en los ángulos, con un estanque cuadrilobulado en el centro, y un conjunto de terrazas, escalinatas y balaustradas.
Por último, el jardín inglés se halla en la zona oriental del recinto, con un trazado más irregular y plantaciones de árboles exóticos, junto a amplias praderas; recorre este espacio un río que va formando lagos, y acoge también un templete clásico sobre una gruta de rocalla con acuarios en su interior"
El gran palacio tiene tres pisos y semisótano. Las dos plantas principales albergan los salones, comedor y los dormitorios principales y el gabinete. El piso alto estaba destinado al servicio. Continúa diciendo la Wikipedia:
"Exteriormente, la vivienda imita las mansiones francesas del primer Neoclasicismo, de acuerdo al revivalismo de estilos pasados que fue habitual en la Europa del siglo XIX. Es de planta rectangular y consta de planta baja, dos pisos y ático. La fachada principal se ordena verticalmente en tres planos, de los cuales el central avanza ligeramente hacia una escalinata de piedra que desciende al jardín. En cada piso se abren tres puertas: las de la planta baja se rematan en arco de medio punto y las superiores adinteladas (con balcones de forja) se realzan con frontones curvos"
"Este que os sermonea cada semana por este medio y que deja llevar la imaginación por la libérrima senda de la expresión sin autocensuras, anda un poco descolocado por la situación creada en la Fundación Selgas-Fagalde, con la venta de un cuadro de Goya perteneciente a una colección de la susodicha fundación y el intento de deshacerse de otro que había sido pintado por El Greco.
Yo siempre había creído que las fundaciones tenían como objeto preservar el patrimonio de quienes eran los promotores de la misma y estaba convencido de que las propietarias del palacio que hay a la entrada de Cudillero tenían la pretensión de que se dieran a conocer a todos los ciudadanos, un poco por filantropía y otro poco por orgullo y soberbia intelectual.
Siempre se dijo que las dos hermanas Selgas Fagalde, que habían sido las impulsoras de la fundación no querían deshacerse de ninguno de sus cuados y su finalidad era que las propiedades artísticas que tenía esta familia deberían ser admiradas por todos los asturianos y sus visitantes. No obstante acudir a la quinta de los Segas era bastante difícil porque apenas estaba abierta para el público.
Ahora nos enteramos que el Patronato de la Fundación decidió vender los cuadros porque, según parece, la situación económica de la misma no es la deseada y tenían el objetivo de ingresar dinero para mejorar su cuenta de resultados.
Hasta donde llego, una fundación no es un negocio ni tiene como propósito fundamental hacer caja. Para eso están los estímulos fiscales que les permiten desgravar y para eso están los estatutos de las sociedades que, como todo el mundo sabe, son entidades sin ánimo de lucro. Aunque aún carecemos de una ley de Mecenazgo homologable a las existentes en Europa, el criterio fiscal y patrimonial de las fundaciones es bastante parecido.
Lo verdaderamente lamentable de esta actitud de la Fundación Selgas Fagalde es que los cuadros vendidos (o que está en su ánimo vender) son verdaderas obras de arte y que pueden ser declarados bienes de interés cultural para protegerlos de contingencias como las que os cuento.
En esta pobre decisión del Patronato de la Fundación, algunos de los que votaron por la venta, parece que se han retractado y que una dejación de sus responsabilidades, como en el caso de la consejera de Cultura, tiene una posible y deseada marcha atrás, según declaró la propia Berta Piñán
Habrá que seguir con verdadero interés este culebrón de la Fundación Selgas Fagalde para ver si es posible la reversibilidad (y por cierto la entrada de público al palacio con normalidad) y también será preciso aprovechar este fallo y estas lagunas legales para apretar los tornillos sobre los responsables de esas fundaciones para que no se vuelvan a producir semejantes dislates. Y que el patrimonio asturiano, siempre que sea posible, permanezca en Asturias, que está por encima de las veleidades negociadoras de algunos"
Asomados a esta gran portada, y luego de ver estos jardines, retomamos el Camino. En este caso, tal vez lo conveniente sería cruzar, preferentemente por el paso de peatones enfrente de El Centro, y continuar por la vereda izquierda, donde hay una acera más ancha
Su campo, cerrado por verja, es asimismo un verdadero parque dentro del concepto de monumento y jardín asumido, divulgado y transmitido por los Selgas con tan notable acierto
En el jardín está la estatua, que vemos de espaldas ahora, de Jesús Nazareno, patrón del templo. Al fondo (derecha de la foto), otra obra de los Selgas, el cuartel de la Guardia Civil
Buena muestra de ello es el historicismo del templo, que en gran medida imita una iglesia románica del siglo XII, con vidrieras e imágenes de interés
Un poco más adelante está la entrada al esta campo de la iglesia, justo antes del cuartel de la Guardia Civil
Dos imágenes de ángeles en actitud de oración flanquean el portón de acceso
Si tenemos oportunidad, no dejemos pasar la ocasión de entrar y visitar la iglesia
Pero lo más importante está en el interior, en la cripta, donde está el panteón familiar. Allí estaba el altar, se dice el más antiguo de España, de la iglesia de Santianes de Pravia, erigida por el rey Silo en el siglo VIII dentro del estilo del Arte Asturiano. Fue comprado por Fortunato de Selgas por 25 pesetas en una taberna praviana donde se empleaba como mesa. Este altar, junto con dos canceles prerrománicos de la misma iglesia, fueron trasladados en 2008 a una sala del palacio
"El león alado, guardián del poder interiorEl león alado es una figura que se ha repetido varias veces a lo largo de la historia y las distintas civilizaciones. Representa el poder, el fuego del deseo que nos arrastra hacia el conocimiento. Ese fuego que permitirá alcanzar cualquier objetivo.
Para algunos pueblos de la Antigüedad el León representaba al Sol. Aparece en Egipto como la Diosa Sekhmet, la poderosa, mujer con cabeza de Leona. En la mitología clásica, tras superar Hércules su primera prueba, estrangulando al León de Nemea, Júpiter/Zeus, su padre, crea la Constelación de Leo. La Diosa Rea/Cibeles, metamorfoseó en leones a dos amantes, Hipómenes y Atalanta, que son los que tiran de su carro.
En la mitología egipcia la esfinge es una estatua masculina con cuerpo de león, el torso de un hombre y, a veces, con alas. Las cabezas humanas eran representaciones de reyes. Una de las esfinges más admiradas es la que se le atribuye al rey Khaf-Ra. En ella se representa al rey con el cuerpo de un león tumbado.
En la mitología griega la esfinge era un demonio que presagiaba mala suerte, muerte y destrucción. Su descripción sigue siendo la de un león alado con torso humano pero, en este caso, se trata de un torso femenino y con cola de serpiente. Esta esfinge se tumbaba en las rocas y lanzaba acertijos a quien pasase por allí. Si el transeúnte no acertaba el acertijo era estrangulado por la esfinge con su cola. El nombre de esfinge viene del griego ‘sphingo’ y significa “la estranguladora”.
Los etruscos y antes los asirios representaban dioses primero y figuras mitológicas después que se correspondían con un león alado. Los romanos incluso lo utilizaron como elemento decorativo y más tarde en la edad media con los famosos bestiarios del cristianismo (libros ilustrados sobre animales fantásticos, para ayudar a predicar el evangelio).En la tradición cristiana, el León crinado fue todo un emblema de realeza y justicia divina. En la escalinata que llevaba al trono del rey Salomón, el más sabio, había doce leones de oro en cada lado ya que a la dinastía davídica se la llama “el León que es de la tribu de Judá”.El león de Venecia: El León de San Marcos ha sido el símbolo tradicional de Venecia; además es utilizado por numerosos organismos e instituciones civiles y militares de Italia. Fuera de este país también puede observarse como elemento central en los escudos de algunas poblaciones. A lo largo de la historia el León de San Marcos ha aparecido representado en estatuas, monedas, banderas e insignias con mucha frecuencia. La representación de San Marcos en forma de león alado es uno de los elementos más conocidos de la iconografía cristiana. San Juan Bautista es representado portando una piel de león y la frase evangélica de la voz que clama se ha asociado con un rugido realizado en el desierto. La figura del león también se ha convertido en símbolo el poder de la palabra del evangelista, sus alas representan la elevación espiritual, mientras que la aureola es un símbolo tradicional del Cristianismo, asociado con la santidad.Para la heráldica el león alado también ha representado la majestad y el poder (sobre todo en aquellas representaciones en las que aparece con su cola alzada), el libro se asocia con la sabiduría y la paz y la aureola del león con la piedad. La espada representa la fuerza, pero también es el símbolo de la justicia. Estos elementos reflejan los valores cívicos y religiosos con los que se ha identificado la ciudad de Venecia"
Tal y como hicimos en el otro acceso, podremos asomarnos al portón, a ver, solo sea parcialmente, esta preciosa quinta, repleta de árboles y estatuas neoclásicas en este su Jardín Francés. Para hacer estos jardines Fortunato Selgas contrató a Grandport, posiblemente el más renombrado jardinista del siglo XIX, y a Rigoteau, gran jardinero de Versalle
Deidades o alegorías mitológicas de la Antigüedad clásica grecorromana
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