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jueves, 17 de julio de 2014

LA PLAYA D'AGUILAR: LA XANA ENCANTADA Y EL CABALLERO PETRIFICADO (MUROS DE NALÓN, ASTURIAS)


La Playa d'Aguilar, bajo milenarios castros...

A un par de kilómetros escasos al norte de Muros de Nalón, capital del concejo asturiano del mismo nombre, la Playa d'Aguilar es un precioso y turístico arenal en forma de concha, guardada por varias veces milenarios castros costeros que señalan hubo de ser, en tiempos, puerto natural radicado en esta buena ensenada que, aunque no en el mismo Camino, puede ser visitada por los peregrinos que pernocten en Muros o sus inmediaciones, pues una acera la comunica con la población


Además, la parte más occidental, Campufríu, ya pertenece al concejo de Cudillero/Cuideiru, siguiente concejo del Camino Norte, pudiendo proseguirse a  a él desde aquí, si bien por carretera asfaltada y ya sin arcén, enlazando con el camino oficial en El Pitu. Esta alternativa suele ser recomendada en algunas guías para bicicletas, evitando para ellas el paso por el sinuoso trazado del Camino desde la salida de Muros hasta allí, con sendas de tierra y piedra y laderas plantadas de eucaliptos que, si bien son óptimas para los caminantes, dan más problema a los bicigrinos


Para ir a Aguilar salimos de La Plaza de Muros, paso del Camino, y continuamos por él atravesando el centro de la población


Saliendo seguidamente del centro urbano llegamos al Campo Palacio, solar de antiguas ferias ganaderas, ante el arruinado palacio de los Valdecarzana, antiguos señores de estos lugares. El Camino sigue de frente hacia el actual Parque del Palacio, pero nosotros, para ir a la playa, tomaremos la calle de la derecha que sigue recta, la Avenida de Galicia


A la vez, nada más empezar la Avenida de Galicia, sale a su derecha la carretera de la playa, la AS-317


Pasamos al campo de la capilla del Espíritu Santo, también llamada de Santa Regina, pues antaño se oficiaba una misa a ella dedicada el 7 de septiembre, sufragada por la casa de Valdecarzana, propietarios de capilla y palacio


Es capilla de planta rectangular, con dos columnas toscanas, tejado a tres aguas y atrio cerrado con verja


La advocación del Espíritu Santo vino con el retablo que estaba en la capilla de esta veneración en el promontorio del mismo nombre sobre la desembocadura del Nalón, que fue traído aquí en su tiempo


Bloques de pisos y apartamentos en la zona de expansión urbanística de Muros. Al fondo el barrio de El Couz


A partir de aquí solamente habrá acera por la derecha, no la dejaremos ya hasta llegar a la playa


De frente el barrio de Rabeiro es otra buena referencia



De todas maneras no hay pérdida posible, todo por esta acera cuesta abajo y junto a la carretera hasta llegar al mar...


Cruce con la calle Félix González Fierro, pasamos ahora junto a esta finca densamente arbolada y cerrada por alto muro de piedra


Caminamos así al pie del muro, que paso a paso va cubriéndose de hiedra...


Cruce de Rabeiro. La carretera hace aquí un poco de curva a la izquierda...


En días de verano el tráfico a y desde la playa es abundante. Mucha gente baja andando y regresa también andando dando un paseo y de paso evitando problemas de aparcamiento


Luego viene una buena recta. Insistimos en que la acera es estrecha pero al menos no slibra del tráfico: mejor ir en fila india evitando imprudencias


La carretera ha sido ensanchada en su momento, veamos la pared de la ladera, que forma un talud



Si deseamos hacer un alto pronto llegamos al primer área de descanso de este trayecto


Es una pequeña franja verde en un recodo de la carretera, talvez una antgiua curva eliminada de su trazado antiguo



Además de para hacer un alto, muchos automovilistas aparcan si ven sitio y bajan andando hasta la playa



Hay una pesa solitaria con bancos de madera, quien primero la pille será para él



Y a continuación proseguimos la marcha, siempre en descenso hasta la misma orilla del mar


Fuertes muros de contención hechos de grandes rocas. Cuando llueve mucho hay problemas de argayos, corrimientos y desprendimientos de tierras


Muy cerca, otro espacio de parada y descanso


Es muy similar al anterior, una explanada con mancha verde en medio entre la carretera y una curva antigua



Papelera, mesa y bancos...


Otro lugar perfecto para hacer una parada, si está libre y nos apetece...


Otro gran muro de contención en la ladera...



Curva a la derecha...



Luego recta y curva a la izquierda, siempre perdiendo altura paulatinamente...



Y al empezar la siguiente curva un detalle muy importante...


A nuestra derecha la Fuente del Oso, que se ha mantenido y recuperado, rehabilitándose a lo largo del tiempo


Como las de su estilo está en un pozo al que se baja por unas escaleras


Abajo está el caño, nuevo pero seco, y sobre él una tapa de registro...


Una placa de mármol nos informa de una restauración del año 1965. A esa fecha puede obedecer la estructura que vemos hoy en día


Sobre ella otra placa, metálica y más reciente, nos informa de otra restauración


Esta nos informa de una restauración del año 1995 a cargo de una escuela-taller



Vista la fuente, con un pequeño suelo empedrado a su izquierda, seguimos ruta carretera abajo


Otro imponente muro de rocas soporta la presión y peso de la falda del monte que cae hacia la playa


Ya en el kilómetro 1 de la AS-317 y a un kilómetro de la playa


Cruce de La Carcabina, otro de los barrios de Muros



Aquí la propia roca lisa hace de muro de contención


La carretera serpentea siguiendo la sinuosidad de la ladera



Ladera plantada intensamente de eucaliptos, especie de crecimiento rápido para la industria papelera que domina en el paisaje de la rasa costera y no pocas tierras del interior


Una pista o sendero parece adentrarse en la ocalital: nosotros siempre hacia abajo, directamente a la playa por esta carretera


El precioso camino del mar... de todas maneras cierto es que ya deseamos verlo



Nos fijamos a ver si aparece al fondo, al final de aquellas curvas: aún no pero falta poco



La carretera aprovecha el estrecho paso natural, más que valle surco o barranco, de un regato que va a desembocar a la playa, cuya hondonada vemos ahora a la izquierda...


Más allá, los montes del Alto de Aguilar, que cierran la playa y su concha por el sur...


Atención ahora: miremos a lo lejos bien...


Ya vemos los aparcamientos, bajo el Alto d'Aguilar, y un poco de la playa


Al fondo, el extremo occidental de la playa, pertenece al concejo de Cudillero/Cuideiru. El río d'Aguilar conforma esta divisoria


Un pedreru o roquedo, Las Cuchiellas, divide a la vez este arenal en dos. Al oeste, la parte cudillerense es llamada Campofrío o Campufríu



Un espacio relativamente llano a la izquierda ha sido habilitado como explanada de aparcamientos


Frente a la playa un paseo marítimo recorre el trazado de la carretera


A nuestra derecha pasa la ruta costera que recorre la costa de Muros, la Ruta de los Miradores


Ya nuestra izquierda y antes de los aparcamientos un área recreativa


Más allá del parking la caseta de los servicios y, al otro lado de la carretera, ya en la playa, el bar


Ya vemos el trasiego de gentes en el paseo y por la arena. También bañándose en la mar, una estampa usual en verano. En otras estaciones está naturalmente más tranquila, pero siempre más o menos concurrida


A la derecha hay una entrada desde la acera a una pequeña cala, la Playa Veneiru o Playa de Xilo, separada de la Playa d'Aguilar por el promontorio de la Punta Castiellu, topónimo que revela la existencia de un castro astur, pendiente como tantísimos otros de estudios pormenorizados y excavaciones arqueológicas


El acceso a Veneiru está enlosado, podemos acercarnos un instante a conocer también este pequeño pero hermoso arenal de unos 100 metros de longitud


El topónimo Veneiru hace pensar en venera, esto es, vieira, como la de la concha del peregrino, y más en una zona marítima como esta, pero etimológicamente veneiro, venero y otros nombres similares hacen referencia a venas o vetas de yacimientos de minerales metálicos, lo que también podría guardar relación directa con el castro, dado que en muchos de los localizados se halla una importante actividad metalúrgica. La raíz latina es venam (vena, veta, corte o filón)


A la derecha, La Punta'l Campón cierra por el este la ensenada. hay localizado en lo alto otro yacimiento castreño, lo que señala que estas costas y estos mares tuvieron que ser muy importantes en la navegación de cabotaje desde milenios atrás, tal como estamos comprobando según recorremos la costa cantábrica


Y a la izquierda la Punta Castiellu, el promontorio castreño y asentamiento medieval que guarda la cala por el oeste. De todas maneras esta playa empezó a llamarse de Xilo a causa de un muy dramático suceso acaecido en 1913, el asesinato de Hermenegildo Álvarez Barredo, Xilo, que horrorizó a todo el concejo. tanto fue así que el lugar fue incluso rebautizado con el apodo o sobrenombre de la víctima


 Recopilando noticias de la época, la historiadora Arantza Margolles plasmó el resultado de sus investigaciones acerca de este asesinato en su libro El crimen de ayer, del que Ignacio Pulido publica este artículo, titulado El crimen de Xilo, en La Nueva España el 17-11-2012:
"Corría el año 1913. Era víspera de la festividad de Nuestra Señora. Los vecinos de San Esteban de Pravia centraban todas sus atenciones en la visita de Alfonso XIII, que había acudido de «incógnito» al puerto acompañado por su esposa, Victoria Eugenia, y por todo un séquito. Horas antes, en una quintana del barrio de Reborio de Muros de Nalón, se había fraguado un crimen marcado por el misterio. Hermenegildo Álvarez Barredo, «Xilo», un anciano de 74 años de edad, había sido brutalmente asesinado. Su cadáver, mutilado, apareció días después en la playa que actualmente lleva su nombre. Entre los sospechosos de su muerte se encontraban su yerno, Joaquín Pevida, un periodista llamado Ramón Santos, y tres gitanos conocidos como «El Perro», «El Oso» y «La Mandilona»  
Arantza Margolles Beran, licenciada en Historia por la Universidad de Oviedo y máster en Arqueología y Patrimonio por la Universidad Autónoma de Madrid, aborda este y 43 crímenes más acaecidos en Asturias entre 1900 y 1936 en su libro «El crimen de ayer». El volumen, editado por «La Cruz de Grado», será publicado a mediados del próximo mes.«Xilo», un beato convencido, vivía en su casería acompañado tan sólo por sus vacas. Sus hijos habían emigrado a Cuba, donde vivían holgadamente. Por su parte, su hija, María, se había quedado en el pueblo, donde residía con su marido, Joaquín Pevida, supuestamente entregado a la holgazanería  
La visita real había generado bastante revuelo en el concejo. Tanto, que pocos prestaron atención a los quehaceres de «Xilo». Como todas las tardes, el día 13 acudió a rezar el rosario a la casa de su vecina. Lo que sucedió tras regresar a su hogar sigue siendo un misterio. A la mañana siguiente, su hija encontró una nota en la que el desaparecido se despedía e indicaba qué se debía hacer con sus ahorros y sus vacas. «María interpretó que se había suicidado», subraya Arantza Margolles. Sin embargo, un chocolate sin terminar de preparar y la leche de una jarra derramada en la cocina indicaban que el destino del viejo había sido bien diferente. 
Apenas una semana después se produjo un macabro hallazgo en la playa de Veneiro, sita al este de Aguilar. A la entrada de una pequeña cueva fue hallado un torso descabezado y despernado metido dentro de un saco. Del mismo modo, a escasa distancia, aparecieron las piernas que le correspondían. El doctor José Argüelles y el médico murense, Filiberto Díaz del Riego, fueron los encargados de practicar la autopsia al cadáver. «Filiberto señaló que los restos pertenecían a Xilo. Los identificó tras reconocer sus manos gracias a la artrosis que sufría el finado», comenta la historiadora. La cabeza nunca fue encontrada..." 

Luego, tras localizarse el cadáver, comienzan las sospechas, indagaciones, pesquisas...

 "La primeras sospechas recayeron sobre su yerno. «Se le acusaba de asesinar a Xilo para heredar sus propiedades», afirma Margolles. Sin embargo, Pevida contaba con una coartada. Había estado de jarana toda la noche en varias tabernas. Eso no lo eximió de ir a parar a la cárcel. Meses después, en noviembre, su esposa y la huevera, Emilia Fernández, acabaron también en prisión tras esconder ocho mil pesetas y dos monedas de oro pertenecientes al difunto. «No fueron halladas pruebas que inculpasen a ninguno de los tres», precisa. 
La desconfianza comenzó a campar a sus anchas por Muros. Pronto se apuntó a otra persona como posible autor de los hechos. En concreto, se acusó a Ramón Santos, de 37 años y corresponsal del diario gijonés «El Noroeste». «El Carbayón», de Oviedo -de corte conservador- llegó a postular que el periodista, de ideas progresistas, se encargaba de administrar las cuentas del difunto. Santos negó la mayor; sin embargo, se le acusó de urdir un plan para apropiarse del dinero de Xilo y fue detenido. «Estuvo preso durante un año», señala la investigadora. No obstante, su culpabilidad nunca llegó a ser probada. Incluso, las conclusiones de la autopsia no se correspondían con esta versión, puesto que sostenían que el crimen había sido perpetrado, al menos, por dos personas..."

Y al final surge un inesperado desenlace...  

"En enero de 1915, la investigación dio un giro insospechado. Un gitano, apodado «El Perro», se presentó ante las autoridades para señalar que él, junto a su antiguo compañero de correrías, «El Oso», habían matado a Xilo. Ambos sobrevivían a base de pequeños hurtos cometidos en el bajo Nalón y se habían distanciado tras una discusión. «El Perro» indicó que el anciano murense estaba enredado por los engaños de una gitana de 30 años de edad, conocida como «La Mandilona», la cual era pareja sentimental de «El Oso». 
Durante la noche de los hechos, la embaucadora acudió al domicilio del anciano. Desde un escondite, su compañero y «El Perro» seguían sus movimientos. «En su declaración, señalaron que la habían visto acceder a la cuadra con Xilo», subraya Margolles. En un ataque de celos, «El Oso» se abalanzó sobre el pobre hombre con el objeto de propinarle una paliza. «Supuestamente, se le fue de las manos y lo mató de un golpe en la cabeza», matiza la autora del libro. Con el objeto de ocultar tan horrendo suceso, descuartizaron el cadáver y lo lanzaron a la mar en la playa de Veneiro. 
La prensa difundió la nueva versión. Apenas dos semanas después, los hijos de Xilo hicieron todo lo posible para detener la investigación. Temían que la imagen de su progenitor se viese dañada ante la opinión pública. Los gitanos fueron puestos en libertad. Por su parte, en 1917, Santos fue declarado inocente de los cargos que se le imputaban. Finalmente, el crimen fue olvidado por la justicia pero no por lo vecinos, que rebautizaron al arenal de Veneiro como playa de Xilo"

Volviendo a lo que es la playa propiamente dicha plasmamos lo que dice de ella Luis Frechilla García en su Guía de la costa asturiana:

"Cala de cantos y arena con aguas verdes y transparentes, enclavada en un entrante de mar sumamente hermoso, protegida por acantilados de roca y vegetación. Menos frecuentada que Aguilar, a pesar de estar en las inmediaciones de esta playa. Acceso peatonas desde el aparcamiento de la playa principal, por una escalera de piedra as con barandillas de madera"

Desde Veneiru volvemos a la acera de la carretera de la playa para caminar ya los últimos metros antes de llegar al paseo marítimo y el arenal, el más frecuentado del concejo de Muros, por su accesibilidad y belleza, y es que aparte de la carretera y parking su entorno es netamente natural, bajo las boscosas colinas

A la izquierda la caseta la caseta de los servicios y paneles de información de la playa

A la derecha accesos a El Castiellu y La Punta Castiellu. Salvo que queramos acercarnos un poco a explorar la zona y asomarnos a sus acantilados, continuaremos hacia Aguilar

En su Guía completa de las playas de Asturias, Belén Menéndez Solar dice esto de ella:

"Es la playa más importante del concejo de Muros de Nalón: arenal, con todo tipo de servicios turísticos: bares, restaurantes, aparcamiento, camping..."

Antes de la puesta en marcha de la Autovía del Cantábrico, era hasta aquí donde se percibía la mayor presencia de visitantes y bañistas de los grandes núcleos urbanos del centro de Asturias. Ahora la mejora de las comunicaciones ha acercado las playas de todo el occidente

Aquí se acaba la prolongada bajada desde Muros, toda por acera. Pasamos así pues al lado del Bar Náutico y sus terrazas

Aquí podemos seguir por el paseo o bajar la rampa y caminar por la arena...

Junto al bar, los acantilados de El Castiellu. Castros y castillos costeros se valían de las defensas naturales de estos cabos y salientes para hacerlos lo más inexpugnables posible

550 metros de concha con buen arenal de arena fina y dorada, bastante clara, cerrada al oeste por La Punta'l Gavieiru, ya en términos cudillerenses, que se adentra como un espolón en el mar. Su nombre parece estar vinculado a las gaviotas y se repite en otros lugares de este litoral

La belleza del lugar no pasa desapercibida. Así la página Sol y Coco define literalmente a Aguilar como Una playa mágica que roza la perfección:

"La Playa de Aguilar en Asturias es una de las playas más importantes de la región y de las más concurridas. Y no es de extrañar, ya que es una playa de una belleza impresionante.

Reúne varias condiciones que la hacen especial, como su gran extensión de arena dorada, su acceso facilísimo, los servicios de hostelería y parking, duchas y aseos, pero sobretodo lo magnífico que es su paisaje y su entorno natural.

Está bordeada por dos acantilados a los lados y por montañas en la parte trasera, lo que hace que este algo resguardada de las fuertes corrientes de viento. Aún así, si que tiene un oleaje alto, siendo prácticamente perfecto por si quieres practicar surf o bucear en la zona y descubrir su naturaleza marina.

Todas estas buenas condiciones han llevado a que le otorgaran la prestigiosa bandera azul en la década de los 80, y que a su vez, la mantuviese hasta más 20 años más tarde. Hoy en día aún la conserva, como no podía ser de otra manera.

Existen muchas opciones diferentes en cuanto a lo que se puede hacer para disfrutar de esta playa, además de un baño refrescante. Desde visitar un yacimiento de arqueología de la época medieval, llamado el Castiello, hasta recorrer a pie las sendas y rutas con miradores estupendos para disfrutar de unas vistas de infarto, o practicar deportes como la vela, el surf, la pesca o el windsurf, entre los más destacados"

 La misma Wikipedia le dedica un artículo nada desdeñable titulado Playas de Campofrío y Aguilar:

"La playa de Campofrío tiene forma lineal, una longitud de unos 250 m y una anchura media de 25 m de largo y arena fina y dorada con algunos afloramientos de rocas y la de Aguilar, que está al este de la de Campofrío, tiene la misma forma, y lecho con 500 m de longitud y unos 70 m de ancho. El grado de urbanización es medio y el de ocupación es alto. 
Son unas de las pocas playas de la Costa Central asturiana que presentan protección desde el punto de vista medioambiental, estando catalogadas como ZEPALIC.​ 
Para acceder a estas playas hay que localizar previamente los núcleos urbanos más próximos, que son Aguilar y Cudillero. Desde ambos lugares se llega de forma cómoda. Desde Cudillero, bajando por la carretera que va al «mirador» y desde Aguilar, tomando la carretera que viene desde Muros de Nalón y que llega hasta la propia playa. Estas playas tienen una desembocadura fluvial y hay que tener precaución con la ropa y demás enseres ya que durante la pleamar las playas quedan inundadas. 
Tiene cerca un aparcamiento para caravanas y en la playa hay una desembocadura fluvial. En cuanto a servicios, dispone de duchas, camping, restaurantes, vigilancia, servicio de limpieza y aparcamiento. Pero el más importante por ser el que menos abunda y resulta más gratificante es la disposición de anfibuggy para personas con movilidad reducida y mediante cita previa, en la época estival. Para realizar surf está categorizada como «Categoría 1». En la playa de Campofrío se practica el naturismo. Si se está haciendo surf durante la pleamar hay que tener precaución con las rocas que afloran y ahora quedan bajo el agua"

La anchura del arenal puede variar muchísimo, como en todas las del Cantábrico, dependiendo de pleamares y bajamares, que pueden consultarse en la oportuna tabla de mareas. Es ideal para deportes náuticos, como buceo y surf

La playa, y en concreto las puntas que la delimitan y otros peñones y rocas esparcidas por sus aguas y arenas tienen también sus leyendas, posiblemente guardando la memoria de alguna manera de aquellos poblados castreños, altomedievales y puertos de la antigüedad que custodiaban. Todas con sus variantes y emparentadas con otras recopiladas en otros lugares de Asturias y de Europa

Allí hay una gruta legendaria, El Palaciu Cueva, que da entrada a la Playa Cueva, donde se filmaron escenas de la película El Cristo del Océano, estrenada en 1971. La leyenda es la de una poderosa señora, la Naturaleza, que contada por J.R. Tamargo en Leyendas y Cuentos, es recogida por Covadonga Loy Madera en Cudillero, caprichos del mar, y dice así...
"Hace muchos años, una señora tan grande como el mundo vivía en todas partes, en unos sitios más y en otros menos. Donde más intensa vida hacía era por estas costas, por lo que construyó aquí un palacio.

En su trabajo cotidiano creaba pájaros, peces... y así fue poblando toda la costa de miles de animales a los que daba diariamente sustento. Ella era muy feliz y no lo sabía.

Se creyó muy sabia porque hacía muchas cosas bonitas aplicando su sabiduría a conseguir abundantes felicidades, y confundió la felicidad con el antojo. Así hizo que de la fuente de la playa manase un chorrito del mejor oro. Desde entonces, dejó de beber agua de la fuente de Dios y bebía de la rica fuente a la playa.

Por las mañanas, en Aguilar hacía huevos con las piedras pequeñas, que luego batía sacando abundante espumas, y por las tardes quesos con las piedras grandes, que al anochecer colocaba en Campofrío para que les diera el sereno. Así fue llenando la costa con los caprichos que le vinieron en gana.

Su felicidad caprichosa, se fue troncando en orgullo, y para contemplar todas las bellezas que había en la playa y sus alrededores, construyó una altísima torre en la que puso un reloj dorado. Cuando el reloj daba las ocho, ella se retiraba a la alcoba que tenía en palacio.

Un día, la señora fue de merienda, el reloj dio las ocho y la señora no regresó. Pero hacia las 10 hubo alguien que la vio entrar acompañada y algo poco digno ocurrió dentro de la alcoba, que ofendió al Creador, pues la torre del Gavieiro se derrumbó y se quebraron sus cimientos. El mar, alzándose en infernal tromba, se lanzó sobre toda la costa, inundándola. Los peñasqueros se desmoronaron hasta convertirse en sumisa arena. Y aquella osada señora, vive ahora sepultada bajo la arena y el mar

La Naturaleza, arrepentida de su acción, trata de borrar desde entonces de su alcoba tal pecado, para lo cual la lava dos veces al día con agua salada"

La forma de la Punta Gavieiru, sus lomas, covachas y picachos son el escenario de esta leyenda y los parajes y rincones donde se desarrolla. Covadonga Lou Madera añade:

"De esta historia sólo queda la fuente de la playa, casi seca; el hueco del reloj de la torre del Gavieiru, algunas singulares piedras y sobre todo, pequeñísimos granos de arena, símbolo de humildad y pequeñez de aquella osada señora que es hoy la Naturaleza"

Según avanzamos por el paseo de la playa un peñón vertical llamará poderosamente nuestra atención, situado en medio de la concha pero al que puede llegarse andando en bajamares

Es La Peña'l Caballar, de la que se dice que fue un caballero petrificado por no poder desencantar y llevarse a la xana o ninfa asturiana


Esta xana habría sido encerrada y encantada por sus padres en una cueva de La Punta'l Castiellu, donde está localizado el castro astur de este nombre, El Castiellu o Castiellu d'Aguilar, Junto al que acabamos de pasar para venir a la playa desde Muros


El desencantamiento era una prueba, que básicamente consistía en sacar a la xana de la cueva donde moraba y llevarla en brazos, sin que tocase el suelo, hasta las blancas arenas. Ya se acercaban al arenal cuando estalló una tempestad que hizo que del susto el caballero dejase caer a la xana, la cual por si fuera poco iba creciendo y haciéndose cada vez más pesada


Fracasado el intento del desencanto la xana se volvió llorando a la cueva sin esperanzas de ser desencantada y el caballero quedó transformado en piedra a manera de castigo. Otra versión nos dice lo mismo solo que en vez de llevarla en brazos había de hacerlo en su corcel, el cual se asustó con el rayo y la xana cayó al suelo, quedando ambos, caballo y caballero, petrificados en esta Peña del Caballar


La imaginación popular siempre quiso ver en esta piedra la forma del caballero, o del caballo y caballero, petrificados en su estampida. Pero extrañamente el peñón no se llama ni del caballo ni del caballero, sino de La Caballar, literalmente lugar de caballos, lo que da pie a otras conjeturas, siempre vinculadas a los antiguos pobladores de la costa y a este puerto natural ¿un antiguo criadero o parada de caballos?


Trajes de neopreno en la barandilla. Acaba de celebrarse una clase de surf. Leemos en yosoyrural:
"La cultura del surf se impone en Asturias, donde sus playas se han convertido en un referente nacional para los que practican este arte de deslizarse sobre las olas. Una de ellas está regentada por Roberto y Héctor, dos jóvenes que han convertido en oficio su gran pasión por subirse en una tabla y volar por encima de las olas. Ambos regentan la Escuela Carving Surf School, situada a pocos metros de la Playa de Aguilar, en Muros del Nalón"

Y en El Mundo viajes, dentro del artículo 12 playas asturianas (con bandera azul) para perder el norte, comentan esto:
"Cuentan los entendidos que la ola de la playa de Aguilar es de picos variables, maniobrables y rápidos. Hay que tener pericia para no acercarse a los fondos rocosos que rodean su peña más emblemática, la del Caballar, plantada en el centro del arenal. La de Aguilar es una de las primeras playas del Principado que obtuvo la bandera azul, allá por los 80. Muy cerca de la playa están las instalaciones de Carving Surf School: te alquilan el equipo que necesites para practicar surf y paddle surf y también te facilitan bicicletas si quieres recorrer la Senda de los Miradores, un recorrido de cinco kilómetros entre la playa de Aguilar y la ermita del Espíritu Santo en San Esteban de Pravia catalogado como sendero azul. En esta localidad puedes practicar buceo (Pipo Diving), vela (Club Náutico San Esteban) y kayak de mar"

Pasamos así pues frente a las instalaciones de esta afamada escuela de surf de Muros. El acantilado llega hasta el mismo arenal. La carretera fue trazada sobre su base aprovechando el roquedo

La playa tiene otra historia, aquí se esperaba el desembarco de armas y municiones del vapor Turquesa para empezar la Revolución de Asturias en octubre de 1934, que finalmente arribó en la Ría del Nalón, siendo muchas decomisadas. El 28 de septiembre de 2009 E. C. publica en el periódico El Comercio un artículo con varias reseñas de la época sobre el suceso, titulado Las Armas del Turquesa. del que extraemos este párrafo:

"El vapor fondeó a unas millas de la costa asturiana, entre San Esteban de Pravia y Muros de Nalón. En alta mar, varias embarcaciones se acercaron al vapor, de donde recogieron «miles de municiones y gran cantidad de armas». El suceso tuvo lugar el 11 de septiembre. Según la prensa, las fuerzas de orden público detuvieron algunas camionetas en las que se habían cargado las armas, concretamente «116.000 cartuchos de mausser».

El 10 de febrero de 2015 José Cabañas ahonda en este relato en Astorga Redacción:

"Se producía el 12 de septiembre de 1934 el frustrado desembarco de armas del vapor Turquesa en San Esteban de Pravia (Asturias), en el que se incautaron más de mil largas y cortas, 500 fusiles y 50 ametralladoras, y 200.000 cartuchos, un episodio del que informará profusamente El Diario de León aquellas fechas, señalando que “parece que Indalecio Prieto y otros diputados socialistas (se detuvo a dos con armas sin licencia) estuvieron cerca del lugar donde se descubrió el alijo, armamento y municiones que estaban preparados para impedir la asamblea de la Juventud de Acción Popular (JAP) y para el movimiento revolucionario y la huelga general previstos para el sábado y domingo pasados (en el que iba a radicar en Asturias principalmente la fuerza de la resistencia, por ser donde el partido socialista está mejor organizado), no llegando a tiempo. El barco había salido de Cádiz y fue adquirido hacía un mes al diputado a Cortes y jefe de Renovación Española Ramón de Carranza. Las armas venían consignadas para los socialistas, y eran custodiadas por socialistas”


Que en 1934 se planease desembarcar de manera clandestina un alijo tan importante de armas en esta playa muestra a las claras el óptimo fondeadero que fue en tiempos pasados, puerto natural custodiado por castros y castillos. He aquí la procedencia de aquel cargamento y su destino y el del barco:

"Procedían, al parecer, de un depósito que revolucionarios portugueses venían trasladando de un lugar a otro sin encontrar oportunidad de utilizarlo, dicen algunas fuentes, mientras afirman otras que se trataba de un cargamento que el Gobierno de Azaña se había procurado dos años antes como parte de su política intervencionista a favor de los rebeldes izquierdistas contrarios al régimen en el vecino Portugal. Las armas nunca se les entregaron y, finalmente, el comité revolucionario socialista consiguió comprarlas al Consorcio de Industrias Militares a través de intermediarios y fueron transportadas desde un almacén en el sur al Turquesa, que comenzó a descargarlas por la noche en la costa asturiana, hasta que fueron descubiertos por los carabineros, haciéndose de nuevo entonces el navío a la mar con la mayor parte de las armas todavía a bordo y continuando hasta Burdeos, donde el barco y su cargamento fueron confiscados por el cónsul español"

La carretera y con ella el paseo serpentean siguiendo la sinuosidad dela forma de la pared del acantilado mientras recorremos esta costa tan plagada de historia y de historias...


La misma Peña del Caballar o Peña'l Caballar es inspiración de novelas y relatos basados en su leyenda, tal que este por ejemplo, de Félix G. Fierros en Muros de Nalón:
"En la Peña del Castiello hay una cueva en que, según la leyenda, vive una xana encantada. La encantaron sus padres porque cometió una falta muy grave. Y no podía salir de su encantamiento mientras no se presentara un caballero valiente que la bajara en sus brazos desde la cueva a la playa sin detenerse con ella en el camino y sin dejarla caer al suelo. El caballero que hubiese hecho esto se haría dueño de muchas riquezas: la Xana le regalaría un tesoro que guarda en la cueva envuelto en una piel de buey pinto, según dice una copla popular en la comarca: "En Castiello de Aguilar donde trigo se mayaba, hay una piel de buey pinto Llena de plata labrada" 

Y así continúa la narración... 

La Xana jugaba en la playa a los bolos, que eran de oro. Devanaba ovillos con el hilo que salía por el ojo de la fuente que está cerca de la cueva, y tendía su pequeña colada en la cueva del monte. Una mañana fue una mujer de Muros a segar al prado del Castiello y sorprendió a la Xana cosiendo. Esta, en cuanto vio a la mujer, se metió corriendo en la cueva y dejó las tijeras fuera. Luego salió a recogerlas y como no estaban allí, comenzó a cantar: "Quien mis tijerinas de oro llevó cocida y asada la vea yo". Se las había llevado la mujer, y por esta mala acción se le murió algún ganado y cayeron calamidades sobre la familia

 Y este es el conocido desenlace...

"La Xana esperaba año tras año y no llegaba nadie a desencantarla. Un día que estaba guarneciendo el dengue a la puerta de la cueva, pasó por allí un caballero, el cual le preguntó quién era y por qué estaba allí. La Xana le contó la historia y le dijo que había que hacer para desencantarla. Entonces la cogió en sus brazos y echó a andar con ella en dirección a la playa, y según iba alejándose de la cueva la Xana se iba desencantando, y a medida que se desencantaba crecía y aumentaba de peso. El caballero corría viendo el milagro del desencantamiento; pero cuando iban llegando al punto deseado, estalló una tempestad muy grande. Los relámpagos y truenos asustaron al caballero y dejó caer a la Xana al suelo. Y como ella le había dicho que si la dejaba caer quedaría encantada para siempre, se volvió llorando para la cueva. Y desde entonces acá nadie ha vuelto a ver a la xana jugando a los bolos en la Playa de Aguilar. La Xana se metió en la Cueva del Castiello, pero ¿dónde está el caballero?. Seguramente no lo dice el cuento para que el lector se entretenga en buscarlo por su cuenta, y en verdad que no hace falta dejar escrito lo que están viendo nuestros ojos y que no puede ser otro que esta peña. De caballero se cambió el nombre a Caballar, quizás porque el nombre de caballero no asiente bien a quien por miedo y cobardía quedó tan tieso y duro como vemos ahora a esta piedra."

Según avanzamos contemplamos la parte de la playa que hemos dejado atrás, con el mítico promontorio de El Castiellu, si bien la leyenda dice que la xana encantada no fue vista más tras aquel fracasado intento de desencantarla. Así lo describe Antonio Ceniza en Misterios y leyendas de Galicia y Asturias:

"Un día al atardecer pasó por allí un mozo que le preguntó quién era y qué hacía allí; el  valeroso hombre quiso desencantarla la subió en sus brazos y se la llevó a la playa.  Según se alejaban de la cueva, la Xana iba perdiendo el encantamiento poco a poco, por lo que iba aumentando de peso y tamaño. Poco antes de su llegada a la playa, comenzó una gran tormenta, y el caballero, entre los truenos, relámpagos, las fuertes olas y el peso de la Xana que cada vez aumentaba más, se asustó y la dejó caer al suelo" 

 La Xana entonces se alejó llorando ya que el hechizo no se rompería y tendría que quedarse en la cueva para siempre. Desde entonces no se ha vuelto a ver a la Xana jugando a los bolos en la playa del Castiellu de Aguilar"

Desde la barandilla del paseo reconocemos muy bien la carretera de la playa, por donde hemos bajado, y el bar

También La Peña'l Caballar y otras que, aún siendo más pequeñas. debieron ser obstáculo para las antiguas singladuras costeras en estas que fueron playas de embarque y desembarco...

La peña, ya lo hemos dicho, está comunicada con tierra en las bajamares, pero en las pleamares parece surgir del Cantábrico con su porte vertical y algo picudo en un extremo, como si quisiese seguir estirándose, dando una cierta sensación de movimiento que sin duda dio pábulo lo legendario

Otro buen relato basado en la leyenda es el de Luisa Testón Celorio, en Poemas para el alma: 

"En una tarde de verano un joven galán se paseaba a lomos de un hermoso corcel por el  Monte Castiello cuando escuchó un triste canto que salía de entre unas verdes zarzas. Inquieto por letras tan clamorosas se apeó de su montura y buscó insistentemente hasta que encontró entre los matorrales la entrada de una cueva. En ese momento recordó como desde niño había escuchado a sus mayores decir que en aquel acantilado había una cueva muy profunda donde moraban las xanas. Mientras meditaba sobre sus pensamientos seguía buscando y rebuscando a ver si salía de aquel lugar aquellas letrillas entre sollozos que había escuchado. Nada ni a nadie vio, así que de nuevo se encaminó hacia su blanco caballo que pastaba a la orilla de la empinada senda que conducía hasta la playa del Aguilar. Apenas se había subido a la grupa cuando a sus oídos llegaron de nuevo unos profundos suspiros que le encogieron el corazón, entonces decidió que no se iría de allí sin descubrir quién era la persona que tanta tristeza desplegaba.  
Una y otra vez insistió en buscar y rebuscar por entre los floridos arbustos y rocas que adornaban el hermoso Monte del Castillo, al no encontrar a la apenada criatura que canturreaba mientras sollozaba con tanto desconsuelo volvió sobre sus pasos y se encamino de nuevo hacia la cueva. Se adentraba lentamente cuando a lo lejos descubrió como el centelleante Sol penetraban por un pequeño agujero iluminando aquel lugar que aparentemente parecía tan siniestro. Aparentemente, ya que lo que estaba descubriendo era algo irreal. ¡No podía ser que aquella beldad, de blanca y suave piel, de cabellos dorados que se asemejaban a los fulgurosos rayos del astro rey, fuese real.  
La joven criatura limpiaba su rostro con un bonito pañuelo blanco como la espuma de las olas marinas. En su dedo lucía un dedalito de oro y sobre su regazo unas tijeritas de palta. Un bastidor de fina nácar sujetaba un paño de primorosa seda que dejaba entrever diminutas estrellas bordadas con finos hilos dorados y plateados"

De esta manera, surgiría la conversación, recreada por la autora: 

"El joven con delicadeza se acercó a la jovencita mientras le preguntaba: 
-Preciosa criatura ¿por qué esos desconsolados lamentos? ¿Por qué esos ojitos tan hermosos como luceros derraman lagrimas tan amargas? Si bien, sobre tu delicado rostros parecen perfecto brillantes, me apena verte tan dolida. 
-¡Oh caballero, qué desdichada me siento! 
-Y, ¿cómo puede ser eso siendo joven y hermosa?  
-De poco me sirve mi hermosura si tengo que vivir para siempre oculta en esta cueva sin poder disfrutar de este paisaje tan hermoso que me rodea, ni compartir mi vida con otras personas.  
-¿Que razones te lo impide? Pregunta muy extrañado el joven. 
-Mis padres me castigaron de por vida a estar aquí enclaustrada por no haber sido cuidadosa. 
-¿Tan grave fue tu error?
 La joven se encogió de hombros mientras murmuraba entre dientes:  
-Me han pedido que tuviese cuidado con el ovillo de hilo que me entregaron para hacer mis labores, pues les había sido muy costoso hilar los finos rayos del Sol, pues él no se dejaba fácilmente arrebatar sus preciados tesoros, y por un descuido lo perdí. 
-¿No hay manera de que te perdonen, bella muchacha? 
-Sí que la hay, pero es muy arriesgada. 
El joven se quedó sorprendido ante comentarios tan extraños, entonces cayó en la cuenta de que debía estar en presencia de una preciosa xana, y sin más preámbulos se ofreció a ayudarla a salir de aquel lugar.  
-Dime, ¿qué he de hacer para darte la libertad y dejes de sufrir para siempre este castigo tan penoso? 
-Tendrás que bajarme a dar un paseo por la playa a lomos de tu caballo, pero no puedo poner ni un pie en el suelo, ni una mota de arena puede tocar mi piel.

 Sin más pensarlo el galante joven la cogió en brazos y la subió sobre la grupa de su corcel y con mucho cuidado comenzó a bajar hacia la playa. Lentamente iban alcanzando el arenal cuando de momento se ocultó el Sol y una ráfaga de viento comenzó a hacer remolinos sobre este. Fue pronto el joven en cubrir con una cobija a la jovencita para librarla de que ni una mota de polvo la tocase. Así lo había conseguido, pero cuando llegaban al centro de la playa un tremendo rayo cayó sobre en arenal y de seguido un descomunal trueno retumbó entre las altas rocas. Como resultado el joven se quedó muy aturdido y soltó el ramal del caballo, a la vez el animal se alzó de patas y la joven xana se cayó de bruces. 

 Ante el asombro de la joven xana el corcel junto a su apuesto jinete se quedaron petrificados formando una hermosa roca a las que las gentes del lugar bautizaron con el nombre de La Peña del Caballar. 
La xana salió atemorizada hacia la profunda gruta donde según cuenta la historia permanecerá bordando día tras día hasta que sus padres tengan a bien el desencantar al caballo y su jinete y que este de nuevo intente rescatarla. 

Autora: ESCAPITINA_- LUISA LESTÓN CELORIO -
REGISTRADO- TOMO- MIS RELATOS (2011)"

Reviviendo la leyenda nos acercamos a un pedreru frente a La Peña'l Caballar: Las Cuchiellas, que como una cuña se adentra en la mar... 

Luisa Testón Celorio añade un apartado muy conveniente y necesario para explicar el contexto de la leyenda...

"El relato está basado en la mitología asturiana. 

Las xanas son una especie de hadas que les gusta enamorar a los hombres de manera engañosa. 
No son brujas, pero tampoco hadas bondadosas.  
Bien en los ríos, fuentes o acantilados. Salen en la noche de san Juan a danzar en las arenas de las playas.  
Son de una belleza extraordinaria, también les gusta ocultarse entre la niebla para juguetear con los mozos más hermosos del lugar y atraerlo hasta sus moradas.

En este caso salvo yo añadí a la historia de la Peña Del Caballar una narración sacada de mi imaginación jugando con una de las muchas narrativas que hay sobre las Xanas.


LA XANA  

Son seres de gran belleza pequeñinas de piel blanca, tienen grandes cabelleras de color dorado, y suelen estar desnudas o cubiertas con un fino velo de seda. Viven en cuevas donde nacen los manantiales o en las orillas de los ríos, y en cuevas cerca del mar.
Durante el día se dedican a tejer con hilos de oro y con peines del mismo metal arreglan su pelo. Dicen que su belleza hechiza y si un hombre la ve, nunca más la puede olvidar.

Utiliza dulces canticos para conseguir atraer algún humano. Le hechiza y le hace traer comida y cosas que ella no puede conseguir, ya que apenas puede alejarse del agua. A cambio ella le ofrece numerosas riquezas. Estos hombres se harán ricos pero nunca lograran ser felices ya que hechizados por la Xana deberán acudir cada vez ella lo quiera"

En la distancia más peñas, islas y acantilados jalonan toda esta línea de costa 

A la derechas las puntas y acantilados de El Castiellu, El Campón, Las Llanas y el Espíritu Santo. A lo lejos La Punta Vidrias, ya en Castrillón

Más allá. una pléyade de peñas forman un verdadero archipiélago frente a Las Llanas: La Riberina, La Mexá la Yegua, Los Glayos, Cagarateiros...

El conjunto es conocido por las peñas o islotes de La Iñera o La Ñera, como se conoce al más alejado, pues esa línea de peñascos se adentran unos 250 metros en el mar...

Y más a lo lejos la mítica Isla la Deva, la mayor isla de Asturias (35.000 km2), cuyo nombre es un topónimo teónimo que da nombre a la divinidad céltica de la Naturaleza, simbolizada sobre todo en las aguas, origen de vida

Situada a unos 350 metros de la costa, tiene unos 90 metros de altura sobre el mar, y el tamaño de su planta es aproximadamente de 800 por cuatrocientos metros. Esto leemos en la Wikipedia:
"La Isla La Deva es un promontorio cuarcítico situado en el extremo oriental del Playón de Bayas, casi enfrentado al Cabo Vidrias y a unos 350 m de la costa. Con una planta de aproximadamente 800 por 400 metros y una cota de casi 90 metros en su coronación, se trata sin duda del mayor de los islotes del litoral asturiano
En su cubierta vegetal, pueden diferenciarse las tres cinturas reconocibles en los acantilados del litoral cantábrico. Una primera banda, de muy escasa cobertura, formada por especies herbáceas que enraízan en las fisuras del acantilado; una segunda banda de praderas de Festuca rubra ssp. pruinosa; y una tercera banda, de matorrales, principalmente tojos y brezos. 
La isla, es usada por multitud de aves marinas como lugar de nidificación o refugio. Cabe destacar las casi quinientas parejas de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) que anidan en la isla, siendo la única colonia que se reproduce con frecuencia en el litoral asturiano. También es utilizada como refugio por otras especies de gaviota, cormorán grande (Phalacrocorax carbo), e incluso garzas (Ardea cinerea) 
Sin embargo, el aspecto más destacable es la nidificación de algunas especies legalmente protegidas y catalogadas como de interés especial: el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), el paíño europeo (Hydrobates pelagicus), y el halcón peregrino (Falco peregrinus). Además es destacable la presencia de una subespecie de la lagartija roquera (Podarcis muralis rasquinetti). 
El nombre de Deva es común en muchas localidades asturianas y se cree proviene de una divinidad prerromana asociada con el culto al agua"

Es el lugar "de donde vienen los niños", conforme las niñas lo eran de El Rebeón, un gran peñón situado más al occidente, según el cuento pixueto (de los pescadores de Cudillero/Cuideiru) que, al estilo de "la cigüeña de París", se contaba a los críos cuando hacían la comprometedora pregunta del origen de la vida... de ahí la canción de Llan de Cubel

Entemecióse so la mar
Deva nes agües d'Oriente.
Entemecióse so la mar
Deva nes agües d'Oriente.
Piedra dura, sable llandio,
prieta murnia alredeor
Los pixuetos de la Deva
las neñas del Rebeón.

Estas atalayas y acantilados situados en torno a la boca de la Ría del Nalón fueron en la antigüedad referencia para los navegantes que embocaban el estuario, el cual era navegable hasta muy al interior, al menos por las tan citadas lanchas y embarcaciones de cabotaje. No es extraño que el monasterio de Cornellana, por ejemplo, emplazado en el Narcea poco antes de su unión con el Nalón, hubiese tenido grandes intereses comerciales y pesqueros en este litoral, patrimonio que en gran parte fue pasando a la poderosa estirpe de los Valdecarzana...


Estas playas y otras riberas de buen acceso serían todas embarcaderos naturales, a buen recaudo de su castillo o castro, del que en casos como este sola mente quedan ruinas y tradiciones de transmisión oral, cuyo significado a veces se nos escapa. En el interior de la ría Pravia o su cercan a vecina Santianes sería el puerto más resguardado, con poblaciones castreñas refundadas como Flavionavia durante la romanización, capital de los astures pésicos y en la alta Edad Media capital de Asturias con Silo y Adosinda


En la baja Edad Media los reyes castellanos le otorgarán la carta puebla y Pravia será centro de un gran alfoz o territorio, germen del gran concejo praviano del que, extendido ampliamente por  este litoral y tierras del interior, se irán separando los actuales concejos a lo largo del siglo XIX


Las antiguas calas que eran puertos naturales se fueron abandonando a la navegación, que se centró en los puertos pesqueros y comerciales y solamente pescadores locales, y algún contrabandista, se dejaban ver por estos arenales, antaño a lo que se ve de gran trasiego. Luego, con la puesta en valor de los baños de sol y ola a partir del siglo XIX fueron paulatinamente revalorizándose a la incipiente industria del ocio, naciendo el turismo tal y como hoy lo entendemos, y en concreto el turismo de playa, en el que Aguilar es todo un referente


Frente a Las Cuchiellas, en un recodo del paseo, un cartel nos recuerda que este litoral fue escenario de  películas de cine...


Esta es la información correspondiente a El Cristo del Océano, del año 1971


Cartel de la película y reparto...


El argumento...


Y aquí la de Mar Brava, del año 1981, las dos relacionadas con los pescadores y el mundo de la mar


El cartel correspondiente...


Y también el argumento...


Las Cuchiellas son estas rocas que deben su nombre a su forma de cuchillas, junto con la cercana desembocadura del río Aguilar dividen la la playa en dos sectores


Al oeste Campufríu, el sector cudillerense de la ensenada, guardado por la Punta'l Gavieiru


Por allí se extiende la Playa de Cueva, oculta bajo las aguas de la pleamar, donde está la también la legendaria gruta de Palacio Cueva




A partir de Las Cuchiellas la playa arenosa se torna más rocosa y pedregosa, con pequeñas cuevas


El paseo marítimo que recorre la playa llega aquí a su tramo final...


Si bien el paisaje es básicamente el mismo apreciamos desde diferentes ángulos todos los cabos, peñas  y calas de este litoral, sobre todo los formidables acantilados de La Punta Vidrias, que llegan a los 100 metros de altitud, así como Las Iñeras y La Deva


Y naturalmente La Peña'l Caballar, ahora desde su sector oeste


El gran paredón de la Punta Vidrias y la picuda peña de la Isla la Deva destacan al este...


La Punta'l Castiellu y la Punta'l Campón, atalayas del mar y yacimientos arqueológicos que esperan también los desencantes, eso es, que los desentrañe de sus secretos que yacen bajo tierra y maleza


Las Cuchiellas desde el Oeste, con su línea de rocas picudas y formando una forma de sierra


Más allá de Las Cuchiellas, otros peñascos: Peñaseis


Es un conjunto de seis peñas que emergen del mar, de ahí su nombre...


En Campufríu, que es la zona de la concha de mayor umbría al ir avanzando la tarde, la zona arenosa desaparece bajo el agua según sube la marea, pero es también muy concurrida



Es la desembocadura del río Aguilar, la tan mencionada frontera de conceyos...


La Punta la Garita es llamada también popularmente El Cuélebre o El Dragón por su forma


En la cabeza del cuélebre los tres picos del final se dice era el hueco del reloj dorado que la Naturaleza había puesto en lo alto de su torre-palacio. Tal vez esas agujas fuesen en su tiempo empleadas como reloj de sol, sabiéndose el transcurrir de las horas según las sombra que proyectaban: esto es pasado el mediodía


Y aquí al atardecer. Al otro lado están la ensenada de L'Arquina y La Conchiquina, esta también con leyendas de cristos aparecido en el océano. De ellas hablamos en el tramo del Camino Norte correspondiente a la parroquia cudillerense de Piñera, pues el Cristo allí encontrado (tal vez arrojado al mar durante las luchas religiosas entre católicos y anglicanos en Inglaterra) está en su iglesia parroquial


Llegamos al final de la playa, donde también termina este paseo marítimo, de estrechas aceras pero lo suficiente para separarnos algo del tráfico. Allí hay más aparcamientos, bajo los montes de El Llano, cubiertos de ocalitos


Arena y cantos en la ribera... esta es la composición de la mayor parte de los arenales que vamos  a visitar en la costa occidental asturiana desde aquí a Valdés. El Camino pasa cerca de muchas de ellas y, como en el caso de esta de Aguilar es factible a acercarse desde él a muchas de ellas: San Pedro la RiberaEl Gavieiru (Playa del Silencio), La Ribera del MolínGueirúaLa ConchonaRicabu o, ya en Valdés, La Playa Cueva y La Ribeirona. De ello también dependerá si escogemos el Camín de Las Ballotas o el de la Sierra de Las Palancas


Una escalera comunica el paseo con la playa junto a la desembocadura del río Aguilar. Campufríu se queda sin gente cuando caen la tarde y la sombra, pero de mañana es la parte de la concha que primero recibe los rayos del sol


En medio delas aguas, El Peñón de Campufríu, también con sus puntiagudas rocas


Detrás de él la Punta Cueva, que guarda la Playa Cueva y el Palacio Cueva, la de las leyendas de la Naturaleza


Ahora, desde el final de la playa podemos hacer dos cosas, una regresar a Muros, máxime si pernoctamos allí, retomando el camino oficial


Y la otra sería no volver atrás sino continuar ruta por la carretera hasta El Pitu, enlazando allí con dicho camino oficial


Sería esta pues una ruta alternativa. Pero tiene un serio inconveniente para los peatones: a partir de aquí carece de aceras, arcenes y sendas peatonales, por lo que habría de extremarse al máximo la precaución, sobre todo en los días de buen tiempo y en los concurridísimos veranos, de muchísimo y denso tráfico tantas veces. Quizás por ello sea más recomendable a los bicigrinos, que además evitan el abrupto camino oficial por el monte, ideal para los caminantes pero que a ellos les obligaría a posar la bicicleta en tierra no pocas veces...


Dado que del trayecto por el camino oficial nos ocupamos en las entradas correspondientes a Muros de Nalón y El Pitu, planteamos en este caso continuar adelante. Pasamos así el puente sobre el río Aguilar, que apenas vemos sumido en la espesa vegetación de sus orillas, y entramos en el concejo de Cudillero o Cuideiru


A mano izquierda, el Hotel-Restaurante Azpiazu, bien situado en la vega y a escasos metros de la playa, justo en la frontera concejil


 De sus guisos e historia publica Ana Paz Paredes el 5-5-2017 el artículo Arroz con sabor a Mar, para La Nueva España:
"Dice Alfonso Azpiazu del Río que no hay mejor sitio en el mundo para ir de vacaciones que "la playa de Aguilar. Yo tengo pocas vacaciones, pero cuando me tocan veraneo en este arenal", afirma sonriendo. Y es comprensible. Su establecimiento, el hotel restaurante Azpiazu, se encuentra apenas a 300 metros de esta preciosa playa llena de encanto en sí misma, pero también de leyendas, como la de la xana del Picu Castiellu. Su establecimiento se levanta casi en el límite entre los concejos de Cudillero, donde se encuentra, y Muros de Nalón, al que pertenece esta playa. Y es que se puede contemplar la playa de Muros tranquilamente y desde su terraza, sentados en Cudillero..."

Y así contaba Alfonso Azpiazu a Ana Paz Paredes sus orígenes:
"Nosotros empezamos en la playa hace 50 años. Primero con el local que está frente a ella, donde estuvimos ocho años, y luego mi padre compró este terreno y levantó primero la sidrería. Con los años ampliamos y ahora tenemos arriba las habitaciones y abajo la zona del bar y el restaurante", señala este hombre, que es un auténtico enamorado de su profesión al igual que su mujer, Amor Fernández Castro, la responsable de la cocina y artífice de algunos de los platos que le dan fama, como es el caso de los arroces y las paellas, entre las que destacan la de marisco, la mixta y la de verduras. "Aquí es un plato muy demandado, en cuanto llega el buen tiempo la gente se anima a venir a comerlas. Eso sí, se hacen por encargo", recuerda él..."

Y así empezó su renombrada cocina, escribe Paz Paredes:
"Sobre la pasión que Amor tiene por la cocina también tiene palabras de elogio de su marido: "Al principio en la cocina estaba mi madre, que cocinaba muy bien. Amor aprendió mucho con ella y puedo decir que, a día de hoy, la ha superado con creces"

Y siguiendo el mismo artículo, se informa de alguna de sus especialidades, recordemos en los datos que da de precios que fue publicado en 2017:
"En el restaurante de este hotel hay una gran variedad de platos, tapas y menús. Por ejemplo, de lunes a viernes hay uno a catorce euros con dos primeros, dos segundos y postres a elegir. Llegado el fin de semana, también tiene un menú especial a 22 euros, sin incluir bebida, donde el comensal puede elegir entre seis primeros y seis segundos. Entre ellos están, por ejemplo, cebollas rellenas de bonito, ensalada de bacalao confitado, pisto y pimientos asados, salpicón de pixín y marisco, entrecot de ternera asturiana, lechazo al horno y picaña de angus.
Cuenta también con una amplia carta de picoteo en la que no faltan los chipirones a la plancha, calamares fritos, pollo al ajillo, chorizos a la sidra, longaniza con patatas y tablas de embutidos y quesos, por citar algunas opciones. Hay también platos combinados, donde triunfa el de la abuela, además de ofrecer también bocadillos como el de carne asada, de calamares y de lomo a la plancha con queso, así como hamburguesas y pizzas, como la de quesos asturianos y la marinera"


Y este es el apartado dedicado a la terraza...
"El hotel restaurante Azpiazu cuenta con una terraza estupenda desde la que se ve algo de la preciosa playa de Aguilar, que conoce palmo a palmo y piedra a piedra Alfonso Azpiazu, a quien se le puede también preguntar sobre la leyenda de la xana y el modo de desencantarla"


Y seguidamente, el merendero. De él habla, glosando una comida en este restaurante, el crítico gastronómico Fuego de Mortero en su artículo Azpiazu, publicado el 1 de abril de 2019:

"Algo que me gusta del Azpiazu, desde que lo descubrí por primera vez, es su pequeña zona de merendero, con esas mesas de hormigón de toda la vida donde poder disfrutar de unas botellas de sidra antes de ir a comer (...)

Paella, parrillada y caldereta de pescados y mariscos son sus especialidades y cuando miramos al resto del comedor casi todos lo tenemos igual de claro. Con tanta materia prima, el fumet que tienen en cocina hace inviable obtener un mal resultado, el arroz chupa más sabor que sangre una colonia de vampiros y si encima esta aderezado con tanto bicho, solo nos queda remangarnos con el tenedor a un lado y las pinzas al otro.

Parece que mi pretendida baja forma no es para tanto, el camarero se sorprendió de ver la paella vacía y al llevársela me dijo que en cocina se iban a alegrar. Cierto, porque casi todos los de alrededor se tuvieron que llevar un tupper, un servicio que ofrecen sin pedirlo y que va en consonancia con el consumo responsable que todos deberíamos ejercer"


A partir del Azpiazu toca subir cuesta arriba todo lo que antes habíamos bajado desde Muros a la playa y hasta más apuradamente, antes de volver a los campos llanos de la senda costera


Hay algunas casas vacacionales entre esta ladera y el valle, pero más arriba imperan las plantaciones de ocalitos


Es la zona de Los Vallinos, donde el regato de Santolaya se une al de Aguilar antes de su desembocadura en la playa


Bifurcación: nosotros siempre por la carretera y cuesta arriba


Caminamos en dirección sur, con el sol de frente...


Al sur, por los montes que enlazan Villar en Muros con Arancés y El Pitu en Cudillero/Cuideiru, discurre el camino oficial, en dirección a La Cuesta la Bana, mencionada por los viajeros de antaño por el antiguo camín real


Atención: llegamos a una curva cerrada de escasa visibilidad


La carretera ha sido labrada en la misma roca...


Aquí ganamos altura rápidamente...


Y seguimos apreciando el ensanche de la carretera hecho en la roca


Según ascendemos podemos apreciar el desnivel que hemos subido rápidamente


Los Vallinos, el estrecho valle, barranco prácticamente, del río Aguilar


La carretera, con guardarraíl pero sin quitamiedos


Otra vista abajo de Los Vallinos y la unión de ríos. El camino oficial discurre por los montes en la distancia


Curva a la izquierda-Fijémonos que un peatón carece de espacio para caminar mínimamente seguro


En el monte helechos y eucaliptos


Después llega un tramo recto, todo en rampa


Las raíces de los árboles, al descubierto...


Curva a la izquierda, justo donde hay un célebre mirador


Vamos por lo tanto a acercarnos un momento a mirar... dado que hay además una buena explanada


Pero, mundo de contrastes, este precioso mirador se torna inservible cuando crecen los ocalitos, especie fundamental de la industria papelera


Vamos a buscar desde la baranda de madera algún ángulo desde el que tengamos algo de paisaje...


Aquí a la izquierda parece haber algo de visión sobre la concha...


De frente, la rasa costera de Muros...


De abajo arriba Las Cuchiellas, La Peña'l Caballar, La Punta Castiellu, La Punta'l Campón, Las Llanas, Los Glayos, las peñas de Las Iñeras, La Punta Percebera y el Espíritu Santo, La Barra de San Esteban (el dique en la desembocadura del Nalón). Más allá la Punta Vidrias y La Isla la Deva


En el horizonte otra isla, La Erbosa, frente al Cabu Peñes y rodeada de islotes. Recibe el nombre de erbosa porque en su parte superior crece bastante hierba. Hubo en ella una colonia de conejos, desaparecida tristemente durante el periodo que fue campo de tiro para maniobras de artillería


Vamos a asomarnos también por esta parte vamos a ver qué tenemos bajo nuestros pies...


La Playa Cueva y La Punta Cueva, que se extiende a lo largo del cantil de La Punta Gavieiru


Dejamos el mirador y seguimos camino carretera arriba


Otra pronunciada curva ante nosotros, por donde seguimos toda la cuesta...


Mucho cuidado en estos lugares con los coches que sube y bajan, no hay mucha visibilidad para verlos venir


Ahora un poco de recta y seguidamente curva a la derecha...


Y este es el último tramo de cuesta. Fijémonos también aquí en las obras de ensanche de la carretera


A la izquierda, el portón de una casa: de frente ya la llanura de la rasa costera...


Por eso a este lugar se le conoce como El Llano...


A nuestra izquierda La Peñona (496 m), frontera con Pravia y uno de los grandes miradores sobre el Bajo Nalón


Más cerca y oculta por los ocalitos está La Cuesta La Bana, por donde va el camino oficial


Estamos cerca de El Pitu, donde nos uniremos a él, pero de momento aún no lo vemos


Sí vemos en la distancia, más allá de esta finca, algunas casas de Reborio, barrio al sur de la villa de Muros de Nalón, asomando entre los árboles


Según avanzamos vamos descubriendo nuevas referencias visuales


Allí, también a la izquierda, el alto de La Cartina, laderas meridionales de La Peñona


Allí están las casas de La Bana o La Vana. El Camino Norte discurre bajo ellas, muy cerca


Más al este y en la lejanía Monte Agudo (337 m), al norte del concejo de Pravia y otro buen mirador, este sobre la Ría del Nalón y su territorio circundante, también con área recreativa en su cima, como en La Peñona

 
Más a la derecha, Somao, al sur de Muros, que extiende por la cresta de la ladera


Más allá de Somao El Curión (346 m), en la línea de cumbres, plantadas de pino y eucaliptos, al oeste de La Peñona


Las construcciones indianas constituyen el importante conjunto constructivo en Somao, que además de la iglesia y la escuela abarca muchas más casas, quintas y mansiones construidas por estas estirpes de emigrantes que aquí construyeron su colonia, haciendo residencias nuevas o aprovechando la vivienda familiar, reformándola: la Casa Tomás de Pachín, la Casa de las Columnas (antigua parada de arrieros del viejo camín real procedente de Pravia), Casa Marcelo Cantera, Villa Radis, Casa Don Amando, La Marroquina, El Noceo, La Cochera, Casa de Doña Basilisa, El Marcel o Chalet de Solís, la Casa de la Capilla... de todas ellas encontraremos buena información en el blog Casonas de Indianos, que queremos recomendar:


De los indianos de Somao destaca sobre todo el edificio de La Torre, construida en 1912 por Manuel del Busto para el indiano Fermín Martínez, quien quería imitar la del Marqués de Muros. A la izquierda está La Casona, en estilo Sezesión para Gabino Álvarez por el arquitecto García Nava y que cuenta con capilla panteón


La gran planicie verde de Arancés o Aroncés. cerca de la playa de La Conchiquina, que no vemos desde aquí pero está muy cerca, a nuestra derecha, sobre la que también hay localizado un castro, El Curión


Estamos en la parroquia de Piñera, en cuya iglesia parroquial, a cierta distancia de aquí, se venera al Cristo encontrado en La Conchiquina, del que la leyenda dice  que del lugar donde apoyaba su mano derecha en el suelo empezó a brotar agua, naciendo así allí La Fuanti'l Cristu


Llegamos enseguida alas primeras casas, en concreto las del Camping Cudillero, a nuestra izquierda 


Otra referencia, estamos en el kilómetro cuatro de la AS-317, esto es, a cuatro kilómetros de Muro, donde empieza


Dejamos a la izquierda la entrada al camping y seguimos de frente, siempre por esta carretera


A partir de aquí tenemos acera, a la izquierda, lo cuales una suerte para los viandantes


Estamos en el lugar de La Redondina,  donde hay una vieja quinta cerrada por un muro


Este tramo es un paseo que comunica el camping con la carretera de El Pitu, a donde nos dirigimos


La acera está además iluminada de noche con farolas toda entera hasta la Avenida Selgas, donde saldremos al camino oficial


Todo el trayecto es llano y se avanza bastante rápido


Buena parte de estos campos de la rasa han sido parcelados y se han edificado algunas casas, antes eran pastos hasta los acantilados


Curva a la izquierda, la acera parece ensancharse un poco


La Peñona siempre en lontananza, con sus densos y frondosos pinares


Las casas de Aroncés se diseminan por la campiña, formando pequeños barrios y lugares a lo largo de los caminos. Muchas son de nueva construcción y otras antiguas quintanas campesinas rehabilitadas


En gran parte son segundas residencias, viviendas vacacionales, apartamentos, alojamientos rurales, etc. Y es que toda la costa se ha especializado mayoritariamente en la industria turística, más aún tras la construcción de la Autovía del Cantábrico


Muy cerca vemos ya los edificios de la Avenida Selgas, en El Pitu, algunos de marcado aire urbano


Destaca entre ellos por su volumen y altura el bloque de pisos de la Urbanización San José


Puede decirse que la configuración de estos pueblos como zonas residenciales en el extrarradio urbano de la capital del concejo comenzó ya en las últimas décadas del siglo XIX con los indianos. Mas tardes las fundaciones de los Hermanos Selgas, con su gran quinta, las escuelas, la iglesia, rectoral, etc. le darían el impulso definitivo


La eclosión del turismo de playa en el occidente asturiano a partir sobre todo de la larga posguerra harían que esta zona residencial, reservada únicamente hasta entonces a mansiones de grandes propietarios y fortunas, se fuese transformando progresivamente en fincas o terrenos urbanizables para edificaciones de baja densidad, las citadas segundas residencias y apartamentos turísticos. 


Los hórreos, muchos con mandil de tablones a los lados al estar expuestos a los cuatro vientos, guardan la memoria del pasado rural de estos lugares


Las casas campesinas también han sido reformadas, algunas son actualmente los también mencionados hoteles y casas de turismo rural


Se ha protegido no obstante buena parte del territorio para evitar la masificación urbanística, y hay extensas y llanas praderías que ocupan la franja litoral entre el Cantábrico y los cordales costeros, como Santana o Santa Ana de Montarés (404 m), monte totémico por excelencia y muy vinculado a las peregrinaciones que vemos al sur, a lo lejos, bajo el que discurre el Camino Norte rumbo a Artedo y Las Luiñas


Buenas partes de las casas de Aroncés o Arancés se concentran a lo largo de la carretera y a partir de aquí, conformando un área urbana. Algunas conservan el hórreo donde antaño se guardaba la cosecha de maíz


Muchos campos y praderías siguen abiertos, otros se han tapiado o cerrado con muros, vallas y setos


El topónimo del pueblo parece proceder de un antiguo posesor,  Arontius, muy posiblemente en época tardorromana o altomedieval


A la izquierda Casa Leo, dedicada al turismo rural


Conserva restaurado su precioso hórreo de corredor


El camino que dejamos ahora a nuestra izquierda lleva el nombre de Doña Maruja, la antigua y querida maestra. Así hablan de ella en la página de la RTPA (Radio Televisión del Principado de Asturias), Maruja Noriega, una profesora jubilada que da nombre a la calle en la que reside:
"En Aroncés, en el concejo de Cudillero, vive Maruja Noriega, un profesora jubilada que puede presumir de un reconocimiento poco habitual. 
Maruja da nombre a la calle en la que reside. Sola, o acompañada de su familia o amigos, recorre sin descanso pero con tranquilidad un camino largo, de casi un kilómetro, en plena naturaleza que dice, no cambia por nada. 
El día a día de Maruja no se acaba en su rincón particular, una placa que desde 2015 reconoce su labor como profesora durante más de 30 años. Poseedora de una energía desbordante, todavía es capaz de coger el coche y disfrutar de una más que activa vida social. 
Todo un ejemplo de vitalidad que le permite a sus 88 años seguir disfrutando de la vida y de su propio camino"

Una artística verja de hierro forjado delata que antiguamente debió haber una quinta indiana en este lugar

A la derecha jardines con palmeras. Pasamos entre más fincas y chalets con terreno 

Curva a la derecha en lo que viene a ser la mayor concentración de casas del pueblo...

A las parroquias rurales del concejo han venido también, no ya de vacaciones sino a vivir, gentes hastiadas de las grandes ciudades. Nel Oliveira publicaba el 7 de mayo de 2021 un artículo para La Voz de Asturias titulado El nuevo éxodo neorrural se afinca en Cudillero, en que plasma varios casos personales a los que entrevista. Así comienza el artículo

"Vivir en la ciudad ya no tiene sentido». Es la frase que une a Lidia Jaldo, Edel Rzepka, Juan Carlos García, Laura Freyro, Isabella Argentieri y Enzo Elia. Aunque todos ellos ejercen profesiones diferentes en su momento compartieron una misma vivencia, la de un éxodo urbano en busca de tranquilidad y nuevas experiencias. Modernamente llamados neorrurales, cada uno ha encontrado en Asturias un lugar donde empezar de cero y ahuyentarse del ritmo frenético de la gran ciudad. Ahora desarrollan sus respectivas profesiones, algunos otras distintas a la que ejercían, en contacto con la naturaleza y el medio rural al mismo tiempo que rehabilitan sus casas centenarias dando vida a lugares en riesgo de despoblación"

De todas maneras estos pocos casos no logran paliar ni de lejos la sangría poblacional de las zonas rurales, que pierden población empadronada de año en año, lo que contrasta con la afluencia turística o de segunda residencia en verano

Luego de la curva tomamos esta larga recta que llega a ya a nuestra confluencia con el Camino Norte en El Pitu

Preciosa mata de hortensias, planta muy colorista y abundante en las casas de estas poblaciones costeras

La recta, larguísima, dibuja una perfecta línea de fuga. Llegamos a otro núcleo de casas rurales turísticas, apartamentos, hoteles...

Esta por ejemplo conserva un soberbio hórreo cerrado con faldón en el lado que mira a la carretera

Parte de la fachada ha quedado con la piedra vista y parte pintada, con un resultado elegante y llamativo...

A la derecha llama la atención el larguísimo corredor de esta casa. Los etnógrafos e investigadores Florencia Coso Arias, Miguel Cores Ramsaud y Matilde Zarracina Valcarce han dedicado todo un estudio a este elemento común a la arquitectura popular, titulado El corredor en las casas asturianas, en el que empiezan diciendo...

"El corredor de madera es un elemento que se encuentra reiterativamente en casas repartidas por toda la región asturiana: por su ubicación. disposición y diseño son posibles múltiples alternativas en la composición de fachada de las viviendas y servicios que adoptan esta solución constructiva"

 En este caso estaríamos ante un corredor entre muros cortafuegos, del que cuentan así:

"El corredor se desarrolla a lo largo de toda la fachada principal de la casa, cerrándose sus laterales por la prolongación de los muros piñones, en los que encajan o apoyan las carreras sustentantes de aquél. Estos muros, denominados cortafuegos, protegen lateralmente del viento y de la lluvia tanto el zaguán como el corredor. Se consigue con esta composición una lectura similar a la que proporciona el corredor sobre machones; en ambos casos toda la fachada es un espacio de transición entre el exterior y el interior"

En el año 2017 el Sistema de Información Turística de Asturias (SITA) de la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos publicó un informe dedicado al turismo rural en el que los datos, sin dudas alguna muy extrapolables a otros años, decían:

"La mayoría de los turistas que pernoctan en alojamientos rurales proceden de fuera de Asturias, es decir, el turismo fue principalmente receptor, un 96,3% frente al 3,7% que representa el turismo interno. Dentro del turismo receptor, el 51,9% de los turistas ya habían visitado Asturias en anteriores ocasiones, mientras que para un 44,4% era la primera vez

Entre quienes ya han visitado Asturias en varias ocasiones, un 35,4% ya habían venido anteriormente dos veces y un 34,8% ha estado en más de cinco ocasiones, lo que da una idea del elevado grado de fidelidad por parte de estos turistas hacia nuestra región. Además, un 15,1% señala que ha venido de tres a cinco veces y un 14,7% sólo ha estado una vez

Por otra parte, tan sólo el 7,6% de los turistas alojados en establecimientos rurales visitan nuestra región varias veces a lo largo del año, fundamentalmente con el objetivo de disfrutar de vacaciones y el ocio" 

Es cierto que un peregrino no es exactamente un turista y este equívoco, muy común a nivel institucional, da pie a ciertos errores de trato con consecuencias no siempre positivas, pero muchos de estos establecimientos, habituados al paso continuo e importante de peregrinos por las inmediaciones, los reciben con gusto, algunos incluso especializándose en ellos

Tampoco los peregrinos, cuya estancia suele ser una sola noche, buscan normalmente apartamentos para una temporada ni para un fin de semana, sino que suelen dirigirse a los albergues y en todo caso a pequeñas pensiones y algunos hoteles no caros o con ofertas para ellos, pues recordemos que algunos, la mayor parte, realizan bastantes días de caminata, por lo general algunas semanas o incluso meses, por lo que económicamente no pueden o no desean afrontar cada noche un gasto importante en el alojamiento, que mayoritariamente será para descansar unas horas y salir con la alborada

Pero a veces es cierto que por diversos motivos, algunos peregrinos si pueden duermen en algún buen hotel rural u otros alojamientos similares a los que puedan acceder: a veces por llenarse los albergues, a veces por necesidad de dormir en buena cama y sin ruidos al menos alguna que otra noche de vez en cuando

Los campings, tan abundantes en la costa, pueden ser otra alternativa. Hasta la relativa abundancia de albergues en el Camino Norte eran muy empleados por los peregres y en buena parte siguen siéndolo, bien porque llevan su minitienda o porque acceden a plazas para pernoctar en bungalows y similares

Por ello siempre es necesario disponer de información de todo tipo de alojamientos ante cualquier circunstancia que pueda surgir. Pasamos precisamente aquí al lado del Hotel Aguilar

En contraste con la afluencia de gentes en temporadas vacacionales, como hemos dicho, las señales del despoblamiento rural son bien evidentes...

Buena panera a nuestra izquierda, con corredor y mandil, y abajo bodega, tradicionalmente empleada como almacén de aperos

Casi ya al final de Aroncés cuando unos edificios muy grandes nos advierten que estamos llegando a El Pitu

Es la parte posterior de los pabellones de las Escuelas Selgas, donde saldremos a la avenida que lleva también el apellido de estos benefactores en su denominación, la Avenida Selgas: nuestra unión con el Camino Norte Oficial

En las Escuelas Selgas, fundación de los tan recordados benefactores que fueron los hermanos Selgas,  los niños, además de ser atendidos y alimentados, recibían una educación muy avanzada para la época. El promotor fundamental fue en concreto el gran mecenas e investigador Fortunato de Selgas Albuerne, quien pronunciaría el discurso inaugural el 5 de enero de 1915:

"Cumpliendo los deseos de mis hermanos don Ezequiel y doña Francisca de Albuerne y los míos propios, fundé y organicé estas Escuelas Selgas para instrucción y educación de los niños y niñas de la parroquia de Santa María de Piñera, dotando sus aulas de los docentes y con el capital y rentas necesarios para su sostenimiento a fin de que los que aquí reciban enseñanza adquieran los medios necesarios a su mejor porvenir y tengan siempre un testimonio del afecto de mi familia por estos pueblos"

Los primeros auspicios para su construcción comenzaron a primeros del siglo XX, no sabiéndose exactamente la ingente cantidad de dinero que invirtió para su construcción y su mantenimiento, siendo un centro de enseñanza de los que únicamente llegaban por entonces a disponer algunas ciudades populosas o villas principales. Arquitectónicamente era ya un ejemplo de su grandeza, pues en cuanto al ingreso, se permitía el acceso a todos los alumnos que quisieran acudir, independientemente de sus recursos

Esta casa y hórreo señalan el paso a El Pitu, también en la parroquia cudillerense de Piñera

De frente, por aquel paso de cebra, cruzan los peregrinos procedentes de Muros por el Camín Real y La Cuesta La Bana, el trazado oficial del Camino Norte, por lo que aquí retomamos la ruta señalizada con conchas, mojones, flechas amarillas y demás señalética jacobita 


Mientras, ya nos asomamos a los pabellones delanteros de las escuelas. Fortunato de Selgas contó con el apoyo del entonces rector de la Universidad de Oviedo, Fermín Canella, los estatutos de estas escuelas, incluyendo el horario escolar. En las Escuelas Selgas había libros gratis y cinemateca, así como comedor, el cual se abrió dos años después de la inauguración de este centro, que nunca cerró, sino que cambió a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en 1986 pasó a colegio público, y en 1995 a instituto

Existe además, no aquí sino en el vecino palacio de La Quinta Selgas, un museo escolar, con material didáctico, en el que destacan elementos de astronomía y geografía, una reproducción de una central termoeléctrica o una máquina de vapor, que servía para explicar Física, mobiliario y otros objetos y recursos 

De las escuelas y de la Quinta Selgas, El Versalles Asturiano, continuaremos hablando en la entrada correspondiente al siguiente tramo del Camino, a cuyo trayecto oficial regresamos en este lugar, a solamente un par de kilómetros al sur de Cudillero/Cuideiru, la capital del concejo...































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