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jueves, 7 de julio de 2016

EL CAMÍN DE LAS BALLOTAS (ASTURIAS) y 3: CADAVEDO/CADAVÉU (VALDÉS): LA PATRIA DE FERNÁN CORONAS, EL PADRE GALO


Paisaje de Cadavéu: la iglesia a la izquierda, La Regalina a la derecha a lo lejos
Llegando a Cadavéu por el Camín de los Carbayinos

Los peregrinos que, desde el cruce de Las Chabolas, escogen realizar el Camín de las Ballotas para avanzar por la costa occidental asturiana lo más cercanos posible a los pueblos y las playas, toman la ruta por Albuerne, Novellana, Castañeras, Santa Marina y Ballota, para seguidamente entrar en el concejo de Valdés por Tablizu y Ribón, llegado ya a Cadavéu o Cadavedo, una población muy significativa del Camino Norte en Asturias, a la que nos acercamos por el Camín de Los Carbayinos


Este camino baja a La Figal, en la vega del río Frieras y sus afluentes, que van a desembocar a la playa La Ribeirona, muy cerca de aquí. En lo alto vemos las primeras casas de Cadavéu, extendidas en la llanura de la rasa costera, población con un importantísimo patrimonio histórico, cultural y etnográfico, glosada por el gran escritor Fernán Coronas, el Padre Galo, y que, cual pequeña villa, cuenta con tiendas y hostelería, así como camping y diversos alojamientos, entre ellos algunos albergues de peregrinos, sucesores de un hospital en el que se alojaron peregrinos como Guillaume Manier, que cita su paso por este lugar en 1723


Cadavéu aparece citado en la diplomática altomedieval asturiana, si bien las noticias más verídicas aparecen en la baja Edad Media, dentro de las extensas posesiones del convento tinetense de Bárcena del Monasterio. El territorio al que pertenece, el actual concejo de Valdés, cuenta con una evidente identidad específica, el Val de Ese, valle del río Ese o Esva desde tiempos tempranos, enclavado en la zona de los antiguos ástures pésicos, la zona occidental asturiana, rica que fue en oro y en hierro, cuyos poblados o castros son el precedente inmediato de los actuales pueblos y parroquias


A tenor de la profundidad de la caja caminera, el camino ha de ser muy antiguo, el célebre Camín Real de la Costa, que estuvo vigente como vía principal de la cornisa cantábrica hasta la construcción de las actuales carreteras


La bajada acaba en La Figal, en la explanada delante de esta casa, y continúa de frente, ya por camino  asfaltado, atravesando esta vega


Seguimos viendo flechas amarillas orientándonos en esa dirección, esta por ejemplo en el suelo



Seguimos ahora al lado del seto de la finca, hacia las arboledas del fondo 


Contemplamos un precioso panorama de la vega, con los prados que se extienden hacia la derecha. regados por el río Frieras y su afluente El Retuerto, al que se le une un poco más allá, cerca de La Ribeirona, una de las playas más visitadas del occidente astur, accesible y muy cercana


Estamos en un camino vecinal sin apenas tráfico, el Camín de la Figal, para servicio a las casas del lugar


Ya tenemos de frente el monte por que aún habremos de subir antes de entrar en lo que es propiamente Cadavéu, la cabeza de la parroquia 


Aquí pasamos sobre el río Retuerto, afluente del Frieras


Al fondo vemos ya el cruce con el camino que va a La Ribeirona desde las casas del lugar de Frieras en la N-632. Parte del monte de enfrente ha sido plantado de eucaliptos...


Casi sin darnos cuenta pasamos sobre el río Frieras, que pasa oculto entre la hierba. Su hidrónimo tiene que ver con frigidarius, frío, en este caso aguas frías, o zona de humedad de una tierra


Si nos metemos un poco por el prado sí veremos el puente sobre el que pasamos, hecho de piedras y con una traza que denota ser muy antiguo


Llegamos así al otro lado de la veiga, el citado cruce con el camino a la playa


El camino cruza y sigue directo cuesta arriba hacia el pueblo, a la derecha podemos ir a la citada playa de La Ribeirona, muy recomendable si se está bien de tiempo y fuerzas, pues es un bello y grande arenal en una hermosa concha, muy accesible, donde hubo puerto ballenero


Fijémonos en la concha jacobea en el azulejo pegado al poste telefónico con la correspondiente flecha amarilla direccional


Estas son las señales, la concha y la flecha amarilla, que señalizan el Camino Norte


Y aquí comenzamos a subir a Cadavéu, entre las arboledas de esta ladera


El suelo es de hormigón, con más rozamiento y menos dado a deslizamiento y resbalones


En la cuesta hay varias casas, empezamos a ver las dos primeras


La primera es La Casa del Barco


Esta es su placa, junto al portón


Entre una y otra casa se extiende y alarga, al lado del camino, una buena mata de hortensias. Una planta que se ve muchísimo en estos pueblos de la costa valdesana


Poco más arriba Casa Rosi


Ahora, si miramos atrás, veremos lo que hemos bajado desde aquellos montes a lo lejos


Las Eras, por donde veníamos desde Ribón y Tablizu, donde entrábamos en el concejo de Valdés procedentes de Ballota


Y ya llegamos junto a Casa Rosi, de alto muro y portón


Hórreo-vivienda, el camino prosigue su cuesta arriba


Gran peñón. Se aprecia bien la caja caminera del antiguo camín real costero


Sigue el ascenso junto a este muro de hormigón, que asienta el terreno de otra casa



Atención siempre a la flecha amarilla, aunque no haya cruces es bueno ver alguna en señal de confirmación


Según nos acercamos a Cadavéu, vuelve el paisaje rural de huertas y prados


Prado arriba reconocemos también las casas que ya veíamos bajando por Los Carbayinos: junto a ellas pasaremos enseguida, por por allí continúa el camino


En la rasa costera, muchos hórreos y paneras tienen tradicionalmente grandes faldones de tablas que los protegen, al estar expuestos a los cuatro vientos, especialmente los fríos del norte. Abajo suelen tener un almacén, la bodega, donde se guardaban los aperos, si bien puede tener otras funciones


Algunas bodegas se habilitaron para vivienda. Como en toda la zona costera, muy turística, abundan las segundas residencias y casas de verano


Las casas se disponen a lo largo de los caminos locales, aprovechando los terrenos para pastizal o prado de siega para el ensilado de hierba


A nuestras espaldas el valle del río Frieras, cuyas fuentes están algo más al sur, en las estribaciones más occidentales de la sierras costeras, por donde pasa el otro camino, el la Sierra de Las Palancas o Camín de los Vaqueiros


Ambos caminos, este y el de Las Palancas, se unirán una vez pasado Cadavéu, en Villademoros o Vil.lmouros, no muy lejos de la torre medieval allí existente.


En medio del valle, vemos cruzándolo de este a oeste la carretera N-632, que fue durante mucho tiempo la gran vía de comunicación costera en este sector de la cornisa cantábrica, sustituyendo al Camín Real de la Costa, este que estamos siguiendo


Otro alto muro de hormigón es señal que estamos al pie de otra casa


Una placa bajo el buzón del pan dice su nombre: Casa Máximo


Veamos la concha en el buzón, un detalle xacobeo


La entrada, que dejamos a nuestra derecha, hermosa y florida, con sus macetas en suelo y fachadas


Seguidamente, y también al lado del camino, un pequeño espacio expositivo, muy bien engalanado


Más flores y otros elementos


La bandera del concejo de Valdés, una pareja vistiendo traje asturiano, tal vez alegoría de la célebre romería de La Regalina, que aquí se celebra, y otras figuras y elementos


Entre ellos un hórreo de cubierta de pizarra, propio de la zona, con varios personajes, tendal de ropa, y abajo carro del país, carro rinchón o de esquirpia, A su izquierda una ferrada, especie de caldero-recipiente con tapa, más ancho por abajo que por la boca, empleado para ir por agua ala fuente fundamentalmente


Nuestro camino avanza un repecho más cuesta arriba


La profunda caja caminera revela la antigüedad del camín real, que se supone tendría en origen la suficiente anchura como para pasar un carro


El trayecto pasa encajado entre estas altas paredes de tierra y roca


Helechos, musgos y vegetación en la caja caminera


Camino labrado aquí en la misma roca madre


Aquí, un poco de curva a la izquierda...


Luego viene un alto muro de piedra que cierra una quinta arbolada


Al fondo unas casas, a las que vamos a salir ahora...


Enlazamos frente a ellas con la carretera local VA-3, La Carretera la Playa, que comunica Cadavéu con La Ribeirona: nosotros seguimos a la izquierda


A partir de aquí el camino estará asfaltado a su paso por el pueblo, donde tendremos muchas cosas que conocer y visitar y es además un lugar perfecto para hacer parada y fonda, con albergues, público y privado, camping y otros alojamientos


Aún subimos un poco más hacia las casas que ya reconocíamos hace un instante desde la distancia


Vistosas hortensias a nuestras derecha. Más allá es el barrio de Miares, que demuestra en su nombre que antaño hubo plantaciones de mijo, cereal panificable que antaño se plantaba en el lugar


Por allí se va además a La Garita y Campu la Regalina, donde está la ermita de este nombre, dedicada ala Virgen de La Riégala o dela regla, de sonada romería en agosto, fiesta recuperada y promocionada desde 1931 por un gran hijo de esta tierra, el políglota escritor Fernán Coronas, el Padre Galo, cuya memoria se mantiene especialmente viva 



Vamos finalizando ya con la cuesta, ahora más suave, que empezábamos en el río Frieras


Cadavéu es uno de esos pueblos, cabeza de parroquia, que por su extensión e historia casi pasar por villa. Tuvo y sigue teniendo una intensa actividad cultural y asociativa y hasta hace unas décadas la actividad básica de sus habitantes era el sector primario, agricultura, ganadería y también pesca. En la actualidad es un enclave turístico de primer orden, si bien mantiene a muy bien su arquitectura y esencia rural, a veces con ciertas improntas urbanas e indianas. Se ha restaurado muchas casas y hórreos, de los que hay catalogados cerca de un centenar


En la distancia (derecha de la foto), vemos las casas del Campu Miares, en el camino a la ermita de La Regalina


Ni la ermita ni su campo los podemos ve bien desde aquí, más allá de aquellos prados. Se sitúa en un gran promontorio, la Punta de Cuernu, que cierra La Ribeirona por el norte. Sí lo veíamos bien viniendo por Tablizu y Ribón. El lugar, por sus paisajes de mar, costa, playas y montaña, desde donde se divisan prácticamente completos los itinerarios de los dos caminos xacobeos señalizados en esta zona, el de Las Palancas y este de Las Ballotas, es un enclave bellísimo que merece sin duda que nos acerquemos a él


Hasta que no estás arriba del todo no empiezas a hacerte una idea de la extensión y forma del pueblo, que se extiende por la gran llanura de la rasa costera


Pero según vamos subiendo, poco a poco vamos viendo mejor todo este entorno


Un ejemplo de casa rural tradicional muy bien restaurada. Su estura de cuerpo cuadrado con tejado a cuatro aguas, mas cuerpo rectangular con cocina, vivienda y cuadra, recuerda básicamente al llamado estilo Vidíu que tanto veíamos en Albuerne, Novellana, Santa Marina o Ballota, si bien de mayores proporciones, palaciales podíamos decir. Las galerías sustituyeron a los corredores en muchas casas con la expansión de la industria del vidrio desde las décadas finales del siglo XIX, ganando un espacio térmico, cerrado pero a la vez luminoso, integrándolo en el interior de la vivienda


Este es un balcón-galería, en esta casa parcialmente oculta por los castaños, que parece languidecer. Es un ejemplo de arquitectura entre lo rural e indiano tal vez inspirada por los indianos, de los que aquí hubo muchos


Y esta es una casa-bloque, campesina, sin duda bastante reformada, también con su galería acristalada. Es de dos alturas y cubierta a cuatro aguas. Alternan en Cadavéu los tejados de teja y la cada vez más frecuente l.lousa, que aprovecha la vetas de pizarra que abundan en el subsuelo, característica que predominará hasta bien entrados en Galicia, hasta el concello de Friol, a u paso ya de Sobrado. Fijémonos en que, aún siendo de pizarra, las cumbreras están rematadas por una línea de tejas, una solución muy común


Como hemos dicho hórreos y paneras son casi todos de bodega, utilizada a manera de caseta de aperos, cuadra, gallinero, y a veces como cochera o vivienda


Pozo de agua, es también este un elemento muy común, si bien ya decorativo desde que se dispone de agua corriente en las casas


La cuesta va suavizándose, pero aún tenemos un poco de rampa. Lo llano no empezará hasta pasar las últimas casas del fondo


Aquí vemos la estructura de hórreo, bien cerrado con faldones contra los vientos de mar y montaña que en esta rasa soplan en todas direcciones. A la bodega se le han ido añadiendo diversas dependencias


La disposición de algunas quintanas hace que hórreos, cuadras, cobertizos y viviendas hagan de parapeto contra los fuertes y fríos aires que frecuentemente soplan


Aquí tenemos una bodega más clásica, de piedra. La subidoria o escalera es también de piedra. La cuadra está detrás y al lado del camino este grueso muro protege contra el viento del  norte


Otra solución a los vientos, más reciente, es un alto seto plantado, de carácter práctico y a la vez ornamental, como el que vemos a continuación del muro


Casa bloque cuadrada y de tejado a cuatro aguas, de piedra y construida sobre roca


Desde la portilla vemos la casa guardada por el seto cultivado


Panerona, esta tiene el clásico corredor de pasamanos de madera mirando al este. Sin embargo en los laterales presenta faldones


Casa de construcción más reciente. Alguien ha atado una cabritilla al lado del camino. Suele hacerse para que pasten las veredas y se mantengan limpias



Cierre de una quinta, con piedra, columnas de ladrillo y verja. Aquí empezamos a llanear y prácticamente así será la mayor parte de nuestro recorrido por la zona costera oriental del concejo de Valdés, al menos hasta la bajada al valle del Esva y posterior subida


Al fondo Los Campos. Aunque es complicado hablar en estas poblaciones de un centro geográfico, de ahí a la carretera puede decirse es la zona más poblada y como más tránsito y servicios


A la altura del portón de esta quinta hay una bifurcación, en la que tomamos el camino de la derecha, que sigue siendo la carretera local VA-3


Realmente, ya en la llanada de la rasa costanera, tampoco nos hacemos una idea de la extensión de Cadavéu, pues la primera fila de casas tapan a las demás. Es de bastante extensión de norte a sur y de este a oeste, si bien con grandes espacios entre las casas, muchos prados. Cada cierto tiempo se han de sortear proyectos de urbanización intensiva que pueden dar al traste con la singular belleza del pueblo y su entorno


Al sur una referencia importantísima, La Sierra de Las Palancas, por donde va el otro camino. El topónimo Palancas, como Palo, este más frecuente, es propio de las alturas pues procede de una raíz indoeuropea pal, con el significado de montaña o roca

De paso que miramos a la sierra veamos también este hórreo, sus cumbreras y parte de la cubierta son de teja y otra de pizarra. No es debido, como a veces se dice a que "no había material bastante y lo hicieron con lo que pudieron", es una solución constructiva muy empleada 

Pero volvamos a mirar a la sierra, donde destaca la silueta de su cumbre más alta, el Picu Paradiel.la (716), que lleva en su nombre el haber sido un lugar de parada secular en los caminos de la trashumancia, aunque en documentación antigua parece un equivalente a braña, parada de ganado caballar, o incluso pared o pradería. El toponomista Xosé Lluis García Arias dice en Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Aunque es posible que en algún caso se trate de lugares donde se hacía una parada o alto en el camino o donde había alguna venta o posada, lo cierto es que caben fundadas sospechas para admitir que en ocasiones se trata de auténticas paradas de sementales equinos. No ha de desdeñarse, por otra parte, que otras veces pueda tratarse de auténticas majadas pues con este sentido aparece la palabra en las Actas de la Junta del Principado 

En algún otro caso podemos estar ante verdaderos continua dores de PETRAM ‘piedra’ (EM), con incrementación sufijal, o de paraya o incluso de PRATA (plural de pratum) —> *PRATELLA > *Pradiella —> *Paradiella, o de PARIETEM ‘pared’"

El Camín de Las Palancas llega por  a derecha, donde hay unos árboles, y allí empieza a bajar hacia Samplayu o San Pelayo Tehona en un formidable descenso, pasando por la braña de Busmarzu. Se trata de una bajada muy importante

Más al oeste asoman a lo lejos otras montañas, El Monte o Sierra L.lamas, entre las parroquias de Cadavéu, Caneiru y Trevías, situadas sobre el valle del Esva o Ese, que configuró en torno a él, ya en la Edad Media, el territorio de Valdés, Val de Ese

Gran parte de la montaña es un gran pinar y ocalital. A sus pies, no lo vemos desde aquí, está el citado pueblo de San Pelayo de Tehona, donde acaba la gran bajada del Camín de Las Palancas desde la base del Picu Paradiel.la, un descenso impresionante

Este es uno de esos grandes prados verdes de siega y pasto que caracterizan en paisaje rural de los pueblos de la marina valdesana. Otra parte se dedica al cultivo del maíz, no ya para consumo humano en forma de pan (borona) pero sí para forraje ganadero. La mejora de las comunicaciones, incluyendo las vías pecuarias locales, favoreció la mecanización del campo al poder acceder la maquinaria al mismo

El poder acceder a diario a pan del día traído por las tahonas hizo innecesario plantar cereales con ese fin, especializándose al máximo el terreno para pastos, o siega de hierba para ensilar, destinado a grandes rebaños de vacuno de leche y carne para suministras a los crecientes centros urbanos e industriales

También se plantan hortalizas, dedicadas al consumo familiar en pequeños huertos, pero también hay huertas más grandes e invernaderos, para mayor producción y comercialización

Los hórreos y las paneras, básicamente nacidos y empleados como graneros, perdieron su cometido original, muchos desaparecieron y otros se adaptaron a nuevos usos, existiendo diversas, y siempre un tanto discutidas, figuras de protección. Reparemos, en otro orden de casas, como van aumentando las cubiertas de pizarra frente a las de tejas

A nuestra derecha otra gran quinta, El Gordián, prado con frutales, hortensias y árboles ornamentales

Al otro lado de la finca existe un cruce muy importante, por allí se va a La Regalina (derecha) y a La Torre Vieya (izquierda), la torre medieval existente en el vecino pueblo de Vil.lamouros o Villademoros

El Camino sigue de frente por Los Campos, pero si quisiésemos visitar primero La Regalina, podríamos tomar este ramal a la derecha. Para no confundir con idas y vueltas en esta entrada de blog vamos a presentar todo el camino tal y como está señalizado hasta la unión del mismo con el de Las Palancas, saliendo ya de Villademoros/Vil.lamouros a Quintana. 

NOTA IMPORTANTE: en otra entradas realizaremos el camino a la Regalina y DE ALLÍ, en otro artículo, continuar hacia la citada Torre Vieya, que puede plantearse como una ruta aparte, bien para regresar aquí, o bien para continuar camino tras visitar dicha torre, enlazando con el camino señalizado en la capilla de la Asunción en Villademoros/Vil.lamouros

Seguimos pues camino por la VA-3 en Los Campos, un topónimo que hacer referencia a esta llana campiña de la rasa litoral

No está tan claro el origen del topónimo Cadavedo o Cadavéu, por una parte unos lo atribuyen a cádavo o toxo. Vinculado a ello García Arias sostiene una evolución fonética de carba, monte bajo, basándose en topónimos similares

A partir de aquí casi podría decirse que estaríamos en una especie de larga calle mayor, donde hay casonas, tiendas y estanco, estuvo el cuartel de la Guardia Civil. Esta calle principal se prolongaría hacia la N-632 con el antiguo casino, las escuelas y El Salón, la ruta que nos lleva precisamente al albergue público de peregrinos

Los alojamientos rurales, apartamentos y segundas residencia abundan, tanto en nuevas construcciones como en rehabilitaciones de las antiguas casas campesinas

Cuando florecen las hortensias estas veredas se convierten en una alegoría naturalista del color. En La Reserva de Los Campos leemos de ellas: 

"Es la flor de Cadavedo por excelencia, las hay por todas partes, de todos los colores, aunque predominan las blancas. Su nombre técnico es Hydrangea y dicen que procede de Asia, aunque se desconoce quien trajo las primeras hortensias a Cadavedo. Es una planta que necesita mucha agua, pero no charco, buen drenaje y clima moderado, ni mucho frio ni mucho calor, es decir, que Asturias es su habitat perfecto. Todo el mundo las cuida con mimo y a cada persona que le preguntes cómo las tiene tan bonitas, te contará un método distinto: unos las podan en octubre, otros en enero, unos dicen que se dan mejor en semi sombra, otros que no tanto. Pero todo el mundo intenta que estén grandes y bonitas para el verano, que es cuando más gente viene a vernos. En todo caso, las flores salen entre mayo y octubre y, según dicen los expertos, esto depende de si las podas más hacia octubre o más hacia enero.

Parece ser que, en función de la acidez del suelo, la Hydrangea adopta un color u otro. Los más habituales son blanco, azul y rosa, aunque se pueden forzar colores intermedios de hortensia añadiendo algunos elementos al terreno o incluso flores variadas o mezcladas.

El azul se consigue en terrenos más ácidos, por lo que se añade sulfato potásico, sulfato amónico o nitrato amónico. En suelos más alcalinos, que son los más habituales en nuestra zona, las flores salen blancas; y en suelos con un pH intermedio (alrededor de 6) es cuando salen colores más rosados.

Si quieres llevar una hortensia como recuerdo de tu viaje a Asturias, se reproducen muy fácil, una sola caña basta para plantarla en una maceta que tienes que regar muy bien, recuerda, sin encharcar... y tendrás un trocito vivo de Cadavedo en tu balcón"

Hórreo con faldones y cubierta de teja y casa con cubiertas de pizarra a dos aguas. Esta sería su parte posterior, la que mira al norte

A la derecha un alto seto ornamental cierra un terreno

Y esta es la fachada principal de la casa, orientada al sur, provechando lo más posible el sol y a resguardo del viento de norte

Otro hórreo de grandes y altos faldones, cuya bodega en este caso está anexa a la casa

Efectivamente se forma una buena calle a lo largo de la que se extienden las viviendas y hórreos de Los Campos. Su disposición guarda los espacios delanteros y entre ellas, formando corradas o pequeños patios de acceso, cerrados por las correspondientes portillas y portones


Escalera colorista, una antigua subidoria de algún hórreo o panera que hubo en el lugar, llena de flores


Panera y bodega. La panera es la evolución el tamaño del hórreo, aparecen en el siglo XVII con el fin de albergar las grandes cosechas de maíz traído de América que con tantísimo éxito se plantó en Asturias. De los hórreos se sabe de manera inequívoca en documentos del siglo IX, si bien las descripciones más completas son del siglo XIV, si bien es seguro que es a la vez una evolución de graneros elevados, apartados del ataque de los roedores, que ya existirían desde la Prehistoria


Pasamos ahora junto a este caserón, Las Tuyas, llamativamente cubierto de yedras en sus fachadas oeste y sur


Estas plantas trepadoras, además de ser muy buenas purificadoras del aire, en verano reduce el calentamiento de la pared crea una ventilación natural, protegiendo los umbrales de las ventanas del sol y de los rayos ultravioletas. Además eliminan las humedades y reducen la pérdida de temperatura, haciendo de pantalla contra el viento


Intenso verdor en la fachada principal. Por supuesto es también un componente estético, cambiando de color según la estación, haciendo frente a plagas


Bifurcación y de frente, siempre por la carretera local VA-3


Otro buen caserón en este barrio de Los Campos. Enfrente delas casas hay a veces algunos tramos de acera


Al fondo el hórreo, este de tejado de tejas


A la derecha, Casa Ina, de apartamentos rurales, que proliferan en el pueblo


Gran parte del año Cadavéu es tranquilo, si bien en verano con playas y turismo tiene algo más de bullicio y actividad. Es entonces cuando hay que estar especialmente atento al tráfico, máxime en trechos como este, sin acera ni arcén


El hórreo de Casa Ina, alto como una torre. Si bien no son albergues muchos de estos establecimientos tienen un trato atento y especial con los peregrinos, que no pocas veces comparten habitaciones, sobre todo cuando se llenan los albergues



De frente ya vemos la casa y tienda del camping, el Complejo La Regalina, que dispone también de apartamentos y bungalows. Se trata de uno de los negocios pioneros del turismo en este pueblo, que como hemos dicho tienen su mayor ocupación en época estival


En invierno la vecindad mengua. Marcos Palacio realiza este retrato de Cadavéu y su parroquia el 9-1 de 2011 en La Nueva España con el título Avive el seso y despierte:
"Para describir el verano se quedan muy cortos los menos de cuatrocientos habitantes permanentes que la estadística oficial asigna a la localidad valdesana -537 y bajando en el conjunto de la parroquia, con Villademoros y Ribón-, pero en enero no hay forasteros. Dos aserraderos de madera con más de treinta empleos, sí; un taller de cerrajería con seis, también. Y farmacia y bares, y banco y colegio de Primaria, y tres hoteles, un camping y en total más plazas de alojamiento turístico que habitantes. Y las tres grandes ganaderías que quedan de aquel pasado casi exclusivamente agrario, tres supermercados y un aspecto muy particular de pueblo disperso, a medio camino entre la aldea y la villa, desparramado en la llanura de la rasa costera valdesana con su arquitectura rural de vivienda unifamiliar con parcela"

En 2017 se instaló allí el primer cargador para coches eléctricos de Asturias. Así daba la noticia B.G. Hidalgo en El Comercio el 29 de mayo: 
"La instalación del cargador forma parte de la iniciativa que Tesla, el fabricante americano de coches eléctricos, ha diseñado para aquellos hoteles y establecimientos que quieran incorporarlo como parte de sus servicios. Se encarga de la instalación y paga la infraestructura y su mantenimiento a cambio de que el propietario se haga cargo del suministro eléctrico, de los equipos y no cobre a los clientes por ello. La red de cargadores de la firma está bastante extendida por Europa, pero en el noroeste del país aún cuenta con muy pocos puntos. «Nos dimos cuenta de que el Norte estaba desatendido. Entre Bilbao y Santiago de Compostela solo existe un cargador en la provincia de Lugo», cuenta Sergio Gutiérrez, propietario del camping de La Regalina, donde se ubicará el cargador.

Cadavedo ha sido el lugar elegido. Los usuarios encontrarán el cargador en el camping de La Regalina, en la carretera de la playa. Dispone de dos tomas o conectores de 32 amperios para coches. Es absolutamente gratuito para los huéspedes del camping. A pesar de estar abierto todo el día, es obligatorio contactar antes para su uso. Además del cargador Tesla, también hay otro de carácter universal para vehículos de cualquier fabricante. «Tenemos muy claro que si estos cargadores no se instalan estamos echando a quienes viajan en estos vehículos. Pretendemos adelantarnos y ofrecer este servicio», argumenta. Para el propietario del camping resulta prioritario abogar por la conservación del medio ambiente. «Cuidamos mucho este proyecto porque vincula el respeto al medio natural y la movilidad sostenible», explica. No será la única inversión que realice en este sentido. En su mente se fraguan más iniciativas con la energía renovable como protagonista"

La Regalina lleva en su nombre la renombrada romería de Cadavéu, aquella alentada por Fernán Coronas, cuya casa estaba muy cerca de aquí, y sigue estando, pues puede también ser visitada en un muy corto desvío. Ya El Padre Galo pensaba en los viajeros hechizados por este pueblo cuando glosaba este pueblo en su poesía escrita en faliel.la, el asturiano occidental de Cadavéu, del que mantenemos sus grafías originales en el libro recopilatorio Rimas y Refranero:

El mieu Cadaveu atraitivu

parez una villa encantada,

ya nel enchizaus lus viaxeirus

quixeran poné la sua morada


Y muchos pusieron, y ponen su morada, como los peregrinos, aunque solo sea un día, o una noche, en Cadavéu, haciendo realidad su poesía. Para alimentarlos aquí hay pan, bollos preñaos, pan relleno de chorizo, empanadas... y alfiladas, el buen bollo dulce de Cadavéu


Una terraza, una parada y una posibilidad para probar de todo esto y más, descansando merecidamente en el glosado Cadavéu de Fernán Coronas, El Padre Galo:
Ya Cadaveu l'aldeya de más profundu encantu
nun hay pueblu más risueñu nin más atopadizu.
Ya Cadavéu l'aldeya de más xentiles flores
na sua ilesiona quieren niar lus mieu amores

En este cruce el camino sigue de frente por la carretera local, a la derecha hay un corto desvío a la casa del Padre Galo. Recomendamos hacerlo a los peregrinos deseosos de conocer la identidad, esencia e historia de los lugares por donde pasan, 


Las señales son claras, luego volveremos a este cruce, pero vamos a acercarnos en un momento a ver tan preciosa casa


El camino a la Casa Natal del Padre Galo está dedicado a Paco Dª María


Estos caminos de Cadavéu son como las calles de una pequeña villa, a lo largo de los que se disponen casas con sus terrenos. Escribe Fernán Coronas:
Entre lus pardus montes ya las azules auguas,
del mar na verde vera clarea Cadavéu:
clarea el pueblu hérmosu cum' un rosal perene
que blancu ya bermeyu, xamás esflorecen

Muy cerca, en las casas del fondo, está la del Padre Galo, a solo un paso. En su poesía abundan las referencias a este su pueblo:

El mieu llugar ya llindu miradoiru

que sulliertu pal verde mare mira,

pa la salsa qu'esllinde ya palpira

ya ruxe cun nainante ruxidoiru.

Elmieu llugar ya nietu floridoiry

quel pelegrín sin aci8güase amira,

de llonxe más par él lus ueyus vira

ya esmorez pul nairadu rousadoiru

el mieu llugar ya niu afayadizu

chenu de sele musical enchizu

pal duendu corazón que pide calma.

Elmieu llugar ya sólida capiella

nunde enruchila la mía roxa strella

ya sin pigarzu quier soñare l'alma

La casa que vemos al fondo pega a su izquierda con la del Padre Galo, que pronto vamos a ver


Además de con grandes faldones, muchos hórreos están pintados con llamativos colores, solía emplearse pintura de lanchas, y era  y es una eficaz medida de protección de la madera


Seguimos así de frente hasta aquel portón...


Y en esta bifurcación iremos a la izquierda


Pasado el hórreo llegamos así a la casa natal del Padre Galo


La casa se conservaba muy bien y hace ya unos años fue restaurada, tiene un largo corredor que se comunica con una panera de alta bodega y cubierta de pizarra, mientras el la casa es de tejas. En la antoxana pozo de agua y detrás de la casa un terreno


En la actualidad es centro cultural y social, donde se llevan a cabo todo tipo de actividades, si bien con especial incidencia las relacionadas con la biografía del poeta. En ciertas ocasiones se realizan visitas guiadas. Por supuesto, el poeta también le dedicó unos muy sentidos versos:
LA CASINA VIEYA 
Qué de outramiente me miran
Ya queixosinas me falan,
Las partes de la vivienda
Ya todu lu que hay en casa:
Lus bullicantes tabiques,
Ya las parés afumadas
Lus pelluvius cun lus pingus,
Las berrixas con berriana,
Elsoyu,che de furacus.
Y'al desván que s'abichara:
Todu cun melancolía
Ya cun señaldá me fala:
Ya mirandu güey las cousas
Tan outras de cumu yaran,
Sintu anguelus de chorare
pa la enveyecida casa

Si nos fijamos, en el piso alto tenemos un detalle muy importante, que se ha dejado a la vista en la pared, entre la puerta del corredor y la ventana de la izquierda 

Es un poema escrito por el propio Padre Galo, según su costumbre de hacerlo en las paredes. En el interior hay más. Siguen apareciendo obras suyas. El 28 de diciembre de 2011 por ejemplo, en Mundicamino se publica la noticia-artículo del hallazgo de una homilía inédita, presentada a ese medio por Mari Rico, de la Asociación de Amigos del Camino de Valdés:

"Una homilía inédita del párroco valdesano pone de manifiesto la necesidad de recuperar su legado, muy desperdigado. 
La cadavedana Mari Rico sacó a la luz hace unos días una homilía inédita del poeta y religioso valdesano Padre Galo, también conocido por el seudónimo de Fernán Coronas. Se trata de un sermón que el párroco, según la hipótesis inicial, ofreció en la fiesta de La Regalina del año 1932. 
Es un original escrito a máquina por el propio padre Galo y lleno de apuntes y anotaciones marginales. «Tiene incluso tachaduras, por lo que entendemos que no es la copia definitiva», precisa Rico, muy emocionada por el hallazgo. Esta reliquia fue localizada entre los documentos que atesora el profesor Germán Lorenzo Fernández, que dispone de algunos escritos del padre Galo y también de su gran amigo Casimiro Cienfuegos. «Germán Lorenzo me cedió amablemente una copia del texto para darlo a conocer en el Encuentro de Escritores en asturiano de Valdés», explica Rico. 
La pista sobre el año de lectura de esta homilía se encuentra en el propio programa de las fiestas de ese año, impreso por la imprenta Pérez del Río de Luarca. En esta especie de pregón, el padre Galo adelanta que la plática del día grande de las fiestas será pronunciada en asturiano. 
En el sermón, que ocupa nueve hojas tamaño cuartilla, el párroco da la bienvenida a todos los que acuden a visitar a la virgen de La Regalina y relata además alguno de sus milagros. «Habla de una ocasión en la que había una terrible sequía que tenía todos los campos de la zona secos, lo que ponía en riesgo la cosecha. Los cadavedanos decidieron sacar a la Virgen en procesión hasta el mar para pedirle ayuda y cuando emprendían el camino de regreso comenzó a llover. Tuvieron incluso que proteger la imagen para que no la dañase el agua», explica Rico. 
El padre Galo, que nació en Cadavedo en 1884 y murió en Luarca cincuenta y cinco años después, fue uno de los grandes promotores y defensores del asturiano en el concejo de Valdés. De ahí que el encuentro de escritores que organiza desde hace tres años en el concejo valdesano se celebre en la casa natal del religioso. En el marco de dicho encuentro Mari Rico presentó el texto de la homilía. 
Según la presidenta de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Valdés, este documento demuestra que aún queda mucho por descubrir sobre uno de los cadavedanos más ilustres: «Hay muchos documentos inéditos y desconocidos que sería interesante sacar a la luz para su estudio». 
Asegura Rico que lo ideal sería trabajar para lograr un fondo documental del padre Galo que reuniera algunos de sus archivos desperdigados en diferentes manos. Además, hace un llamamiento al Ayuntamiento de Valdés y al pueblo de Cadavedo para trabajar de cara a dar vida a la casa natal del padre Galo y convertirla en un museo que recuerde y realce su figura como cadavedano universal"

Fernán Coronas es el seudónimo del sacerdote Galo Antonio Fernández, quien nació en Cadavéu el 7 de agosto de 1884 y está considerado uno delos mayores poetas en asturiano, si bien escribía también en castellano y otros idiomas, pues era un gran políglota que, gracias a sus muchos viajes y su formación religiosa, dominaba muy bien asturiano, castellano francés, el italiano, el latín, el inglés, el alemán, el occitano, gallego y portugués. Tenía además conocimientos de euskera, árabe y japonés. Era también excelente músico que tocaba el arpa, el órgano y el salterio, llegando a crear un sistema de notación musical simplificado en el que transcribió algunos cantares asturianos

Además de escritor y poeta fue un gran estudioso de la lengua asturiana, recogiendo un vocabulario y realizando una gramática. Su gran proyecto era la creación de un gran museo valdesano que abarcase todas las manifestaciones de la cultura tradicional, así como la necesidad de llevar  a cabo una señalización toponímica de Asturias en lengua asturiana

Su formación religiosa empezó en 1897 cuando entró en el Convento-Noviciado delos Misioneros Oblatos de María Inmaculada en Urnieta (Guipúzcoa), y su carrera eclesiástica le llevó a ciajares por numerosos conventos de la orden en Europa: Países Bajos, Bélgica, Italia y Francia, ordenándose sacerdote en Aix-en-Provence en 1909 y oficiando su primera misa

En 1915 fija su residencia entre Urnieta y Madrid, viajando a menudo a Asturias. Regresó a su tierra natal por problemas de salud los últimos años de su vida, siendo párroco aquí en Cadavéu y en Trevías. En Cadavéu recuperó la fiesta de la antigua patrona, la Virgen de la Riégala o Regalina, que volvió a celebrarse desde 1931. Falleció el 26 de enero de 1939 en el hospital-asilo de Vil.lar, junto al que pasaremos haciendo el Camino, pues está a la entrada de Luarca/L.luarca, la capital del concejo


Si bien con algún intento malogrado anterior, no sería hasta la época del Surdimientu, el resurgimiento de la cultura asturiana con la democracia, cuando se recuperase su obra y figura. Un hito importante fue la publicación de Rimas y Refranero en 1984 por la Consejería de Educación. Cultura y Deportes del Principado de Asturias, con selección del Dr. Carlos Rico Avello, Presidente de la Sociedad Española de Médicos Escritores. En 1993 se le dedicó la Selmana de Les Lletres Asturianes en 1993, un colegio y un premio literario lleva sun nombre y se promueven jornadas culturales y diversas iniciativas


En lo concerniente a su obra encontramos una muy buena reseña en la Wikipedia
En castellano: 
Los poemas más antiguos del padre Galo se remontan a los primeros año del siglo XX y están escritos en castellano. Buena parte de ellos se publicaron en Madrid con el título de Cantares floridos en 1915.

Hacia 1918 empezó a redactar su Poema a Covadonga, del que hubo varias versiones. La última, de 1925, presenta un poema organizado en siete libros, de dos partes cada uno, que corresponden a los siete siglos de la Reconquista. Según algún testimonio recogido por Antón García, el padre Galo tenía la intención de escribir una versión de este poema en asturiano. De este posible proyecto sólo se conocen tres poemas: El monxu ferreiru, Lus escudus van veláus y Las siete doncellas encoronadas.

En 1924 publicó en Madrid otro libro en castellano, en este caso en prosa. Lleva por título Un lirio del valle, y narra la vida de una religiosa, María Teresa Eguilegor, muerta a los 19 años.
En asturiano: 
Las primeras composiciones del padre Galo en asturiano datan de los años 1909-1910 y están motivados en algunos casos por la nostalgia que siente lejos de su Cadavedo (Señaldá, Carta).

En los años 1920, ya realiza la mayor parte de su obra en asturiano y se ve más patente su voluntad de revitalizar la llingua por medio del cultivo literario y los estudios filológicos.

Muchos de estos poemas tienen una temática religiosa, especialmente los incluidos en el Viacrucis valdesanu o los dedicados a la Virgen de la Regalina (A la nuesa virxinina, A la Regalina, Vírxene de mayu...)

En otros poemas aparece la temática patriótica, con la reivindicación identitaria de una Asturias adormecida que ha de despertar de su sueño y darle la dignidad que merece a su lengua. La obra del padre Galo se enmarca así en el fenómeno de los renacimientos culturales de otras lenguas, como la occitana, la catalana, la vasca o la gallega. En este sentido, son muy significativos poemas como Queixúmene del Esba, Las duas falas astures, La fala astur, A la espada xaciente de don Playu o Bandeirina, bandeirina.

El profundo lirismo que destaca en muchos de sus versos (Incla interior, Cuandu paséi la ponte de santa Catalina, Na vera'l mar) hace que Fernán Coronas esté considerado por muchos como el primer verdadero poeta en lengua asturiana, y que fuera uno de los pocos autores asturianos reivindicados por los autores del Surdimientu.

La inquietud del padre Galo por recuperar la lengua lo llevó a reflexionar sobre la ortografía del asturiano, proponiendo soluciones originales como las grafías lh, ge, gi, qe, qi; en lugar de ll, gue, gui, que, qui. También redactó una gramática hoy en día perdida, aunque parece ser que estuvo a punto de ser impresa. En los últimos años de su vida trabajó en un diccionario, para el que llegó a recoger hacia 14.000 términos.

Otra d las grandes aportaciones de este poeta en el ámbito del asturiano y el leonés es que concibió a las hablas de Asturias y León en conjunto, y siempre apoyó la postura de encontrar una solución a la situación que fuera válida para las modalidades de un lado y otro de la Cordillera.
En oras lenguas y traducciones: 
Como consecuencia de sus viajes y su formación eclesiástica, el padre Galo conocía bien muchos idiomas, entre ellos todos los de la península ibérica, el francés, el occitano, el hebreo, el latín, el griego, el alemán y el inglés. Estos conocimientos le sirvieron para escribir poemas en varias de las lenguas mencionadas (latín, italiano, francés, gallego y occitano). También tradujo al castellano o al asturiano poemas, entre otros, de GoetheNovalis y Heine, o de autores japoneses, aunque en este último caso pudo haberse basado en versiones francesas"

De su vida y obra encontramos también esta biografía, Padre Galo, en la página del Ayuntamiento de Valdés:
"Galo Antonio Fernández Fernández nace en Cadavedo el 7 de agosto de 1884. Alentado por sus padres, a los 13 años entra en el Convento-Noviciado de la Congregación de Oblatos de María Inmaculada, en Urnieta (Guipúzcoa).

La vida sacerdotal del joven Galo transcurre modesta y silenciosa en Conventos españoles y extranjeros de la Orden, al tiempo que adquiere una amplia cultura, especialmente en Historia, Arqueología y Lingüística.

Hombre políglota, hablaba francés, italiano, portugués, latín y traducía correctamente inglés, alemán, finlandés, griego y hebreo y conocía casi todas las lenguas y dialectos españoles. A pesar de su universalismo, cuando feliz e ilusionado llega a su aldea natal, vuelve a hablar en faliella como sus vecinos. Es en Cadavedo, en su Luisedo natal, donde, gracias a él, adquiere el bable valdesano calidad evocadora singular. El mieu llugar ya llindu miradoiru que sulliertu pal verde mare mira,pa la salsa qu'eslliende ya palpiraya ruxe cun nainante ruxidoiru.

Con el seudónimo de Fernán Coronas escribió centenares de rimas en el valdesano peculiar de Cadavedo. De este léxico había conseguido reunir no menos de 15.000 palabras, ordenadas y definidas para el Diccionario del bable occidental, que esperemos pronto vean la luz.

Su obra principal, Rimas Valdesanas, puede hoy admirarse en la Antología publicada por Antón García, con motivo de la XIV Semana de les Lletres Asturianes, permaneciendo aún inéditos el Poema de Covadonga, el Viacrucis valdesano y el Refranero cadavedano. Con no muy buena salud, Fernán Coronas abandona la orden religiosa y vuelve a Cadavedo.

Su devoción mariana le movió a crear una de las fiestas de más raigambre asturianista, La Regalina, declarada de interés turístico, en honor de la virgen de la Riégala, patrona de Cadavedo, y que desde 1931 se viene celebrando todos los últimos domingos del mes de agosto. Murió el Padre Galo el 28 de enero de 1939 en el Hospital Asilo de Villar (Luarca)"

En el verano del 2016, misioneros de la Orden de los Oblatos, a laque pertenecía el Padre Galo, visitaron esta casa y rindieron homenaje al sacerdote intelectual, políglota y poeta. Esta es la noticia, publicada por D.S. Fuente el 12 de julio de ese año en El Comercio, titulada El Padre Galo, en la memoria de Cadavedo:
"Los padres Luis Ignacio Rois y Shanil Jayaloardena, de la Congregación de Misioneros Oblatos, homenajearon este fin de semana en Cadavedo al padre Galo (Cadavedo, 1884 -Luarca, 1939), perteneciente a dicha congregación y figura relevante del concejo que luchó por la recuperación de la lengua asturiana local y recuperó la fiestas de la Regalina, que se celebra cada último domingo de agosto.
Y es Fernán Coronas, el pseudónimo del padre Galo, llevó a su tierra natal muchos de los ideales de la congregación, como recuerda el padre Ignacio Rois: «Los misioneros oblatos intentamos recuperar las lenguas minoritarias de los pobres». 
De hecho, el fundador de la congregación ayudó a difundir en su día el provenzal, lengua minoritaria, para ayudar a evangelizar las zonas más rurales de Francia, «algo que el padre Galo comprendió muy bien y lo trasladó a su pueblo natal», donde recupero la faliecha valdesana. 
En su visita, los padres oblatos depositaron una ofrenda floral ante la tumba del padre Galo y visitaron su casa natal. Allí pudieron admirar la sotana y la cruz oblata donadas por la congregación, junto con una gran cantidad de archivos y correspondencia de Fernán Coronas. 
José Manuel Fernández, miembro de la Junta por la Recuperación de la Casa del Padre Galo, pretende «recuperar todas las obras y documentación del padre Galo», dado que este último acostumbraba a escribir en cualquier objeto, como, por ejemplo, un abanico con poemas que se puede ver en el museo"

Un poco antes, esta Junta por la recuperación de la Casa del Padre Galo había añadido algunos de esos preciados objetos en el sentido sentimental, histórico y patrimonial del término. Esta era la noticia también en El Comercio, un mes antes de la visita de los religiosos:
"La Junta por la recuperación de la Casa del Padre Galo dio a conocer los nuevos objetos que pasarán a formar parte de la colección de Cadavedo. El equipamiento ya cuenta con una sotana de 1900, una cruz de los Oblatos, similar a la que llevaba el párroco, así como los libros originales de 'Un lirio del Valle' de 1924 y 'Cantares floridos' de 1915. Además, los compañeros de la congregación cedieron misivas enviadas por el párroco a sus amigos, y recibieron una estampita manuscrita por el propio Padre Galo, donación de una vecina de Cadavedo. Este equipamiento puede visitarse previa reserva, aunque la intención de esta Junta es abrirla de manera continuada durante el verano, para dar a conocer el legado que el Padre Galo dejó en el pueblo"

Accediendo al terreno tras de la casa, estas son otras dependencias de la vivienda. Aquí se celebró en el año 2009 la Primera Xunta d'Escritores Asturianos, que tuvo sucesivas ediciones. Esta es por ejemplo una reseña de la del año 2013 en El Comercio del 16 de febrero:
"La presencia del asturiano en el cine y el teatro será uno de los principales temas que abordarán hoy los participantes en la IV Xunta d'Escritores ya outros profesionales, que se celebra en la Casa Natal del Padre Galo, en Cadavedo. La jornada comienza a las 10 horas con una actuación poético-musical a cargo de Dani García de la Cuesta, Fred Bougouin y Rafa Lorenzo y analizará también el significado de fiestas populares como La Regalina o el Festival Vaqueiro"

En el terreno tras de la casa se ha plantado un olivo. Por aquí habría huerto y jardín...
Cuando pul güertu pasu
todas las flores xuntas, 
sobre la rosa reina
puénense fer preguntas.

Cuando de tarde solu
cruciu pul carme quietu,
pa que las flores callen
digu is el mieu secretu.

Cuandu las flores me uyen
todas a dieus bendicen,
todas cumigu, acordes
¡Ave María! dicen

Uno de los últimos proyectos en marcha es el de La Casina de la Traducción. Así lo leemos en ORT SER Occidente el 21 de abril de 2021:

"La consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo- a través de la Dirección General de Política Llingüística- en colaboración con el Ayuntamiento de Valdés, pondrá en marcha en los próximos meses La casina de la traducción, un proyecto de traducción al asturiano que tendrá como centro la casa natal del escritor Fernán-Coronas, en Cadavéu.  
Con esta iniciativa se desarrollarán  acciones que fomenten la traducción asturiana en una doble dirección: desde el asturiano a otras lenguas, y desde otras lenguas al asturiano. La casina de la traducción se concretará en un convenio de colaboración entre la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Valdés, y promoverá encuentros periódicos, talleres y seminarios en los que se estudie y analice el proceso histórico de la traducción al asturiano y su proyección de futuro, tanto en el ámbito cultural como en el social. 
 Inicialmente, estas actividades abarcarían desde el sector literario al industrial, el empresarial, el doblaje de cine y televisión o el ámbito de los videojuegos. También se plantea la organización de encuentros culturales periódicos de carácter internacional en torno a contenidos literarios, de artes plásticas, musicales, de gastronomía o de turismo. La creación poética, de tradición en Valdés y de tanta importancia para Fernán-Coronas, tendrá una atención destacada. 
 Estos eventos atenderán, siempre que sea posible, a la diversidad lingüística y al intercambio cultural con otros ámbitos y territorios, con el fin de fomentar la traducción y el conocimiento de otras lenguas y tradiciones. Otro de los objetivos del proyecto es el de promover la traducción de obras asturianas a otros idiomas, en especial al inglés, como lengua franca que puede dar a conocer la realidad cultural de Asturias a otros países. 
Asimismo, se promoverán acciones destinadas a destacar la imagen y la oferta de Valdés, fundamentalmente la actividad turística, uno de los potenciales más importantes del concejo. Recogiendo el espíritu de Fernán-Coronas, y debido a la situación geográfica del municipio, la idea del proyecto es asentar La casina de la traducción como un punto de encuentro cultural del Arco Atlántico, desde la Bretaña francesa a Portugal, con una especial atención a Galicia. 
 La consejera de Cultura, Berta Piñán, y el alcalde de Valdés, Óscar Pérez, han acordado la puesta en marcha de La casina de la traducción con la organización en los próximos meses de las primeras Jornadas de la traducción al asturiano. 
También en el marco del proyecto, y con motivo de la feria Frankfurt 2022, en la que habrá representación de las letras asturianas, se estudia la elaboración de un dosier con obra traducida al inglés de distintos autores y autoras asturianas. 
La Casina de la traducción surge como homenaje al escritor e intelectual valdesano Galo Antonio Fernández (Cadavéu, 1884-Luarca, 1939), más conocido en el ámbito literario como Fernán-Coronas o el padre Galo. La obra de Fernán-Coronas destaca por su contribución a la filología, a la creación poética y a la recogida de la cultura popular y su recreación etnográfica. Su obra se enmarca de este modo en el fenómeno de los renacimientos culturales de otras lenguas, como la occitana, la catalana, la vasca o la gallega. 
 Fernán Coronas, gracias a sus muchos viajes y a su formación eclesiástica, conocía todos los idiomas de la península ibérica, además del francés, el occitano, el hebreo, el latín, el griego, el italiano, el alemán y el inglés. Su condición de políglota le llevó a traducir al castellano y al asturiano poemas de Goethe, Novalis, Heine, Leopardi, Carducci o Verdaguer, entre otros autores"

La casa, como ya hemos visto, inspiróparte de sus versos...
CASINA D'ESTILU NUESU
Ye una casina asturianina
cul bon portal bellugadoiru,
sul sou alare, la viñare
fay solumbrante colgadoiru

Dieus en tí apare, ya de esclare
casina sele, pergraciosa!,
sin fin beneyas, ya inda seyas
mais atraitiva, mais dechosa

Y aquí tenemos la parte posterior de la panera, que también inspiró al párroco y poeta...
Este airón que estremez la panera
este airón que desteya la casa,
ta diciendo-y al alma que enfuera
fai un fríu que lus güesus traspasa

Y así todos los rincones...

NU MIEU INVERNADEIRU

Xuntu la vieya banda del lloureiru

ta la casina nuesta albrigueiru,

ente el verdor que nin cul xelu pasa,

ta abrigadina,la tranquila casa.

Na su paz, nel afán del mieu trabayu

recuerdo días de un benditu mayu.

Na su paz suspirosa de llambores,

piensu cantandu na flor de mieus amores

Y al salir, como al entrar:

LA NUESA CASINA

Venu la vida, cumu vien la muerte,

ya de la casa, pouquinín a poucu

pena dexandu, ya llevandu pena:

fúmunus todus,

Ay!, Dieus lu quiera qu'al pasar lus anus,

a la casina, ya ak niyín armosu,

volvan fiyunus que mayina llama:

unu tras outru


Salimos así de la casa del Padre Galo y volvemos sobre nuestros pasos, regresando a la ruta...


Volvemos a ver los hórreos azules, a cada lado de la calle...


Enlazamos de nuevo con el Camino donde lo habíamos dejado, en la carretera VA-3, a la entrada del Complejo La Regalina, con su camping y alojamientos



Y seguimos de frente junto a esta fila de casas hacia aquella arboleda, un pequeño parque junto al estanco


Haciendo camino, recordamos lo que dice la Xacopedia de Cadavedo o Cadavéu:
"Parroquia de 550 habitantes (94 m) en el Camino del Norte o de la Costa en el Principado de Asturias. A 263 km de Santiago.

Feligresía inmersa en el concejo de Valdés. Destaca su ermita consagrada a la Virgen de Riégala, también conocida como la Regalina, venerada tanto por peregrinos como por marineros. Fue erigida por el padre Galo, poeta, historiador, arqueólogo, lingüista y folclorista local de principios del siglo XX que firmaba su obra como Fernán Coronas. El párroco consiguió recuperar en el año 1931 las fiestas de la patrona, la Regalina, celebradas el último domingo de agosto. A día de hoy reciben la mención de Fiesta de Interés Turístico Regional.

A la salida de este paraje hay un albergue de peregrinos, administrado por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Valdés. También es posible encontrar alojamiento a un módico precio en el camping La Regalina"

Es todo ello cierto si bien podemos decir que los establecimientos para peregrinos o con precios, ofertas, o atenciones, etc. pensados para ellos se han multiplicado. Hay algún albergue privado y hoteles, casas, apartamentos y otros alojamientos tienen apartados especiales dedicados a ellos 


Retomando pues el camino señalizado pasamos frente a Casa Inesita. En el apartado de la página del Ayuntamiento de Valdés dedicada al Camino de Santiago, se dice:
"Cadavedo es un pueblo muy extendido. Prácticamente todos sus habitantes dependen de la labranza y de la industria maderera. Las casas son vivienda unifamiliares de una o dos plantas y se alternan las casas de labor con casonas, casas indianas o modernos chalets.

En el pueblo nos encontramos con la casa natal de Casimiro Cienfuegos Rico. Esta casa es, posiblemente una antigua venta, ya que su estructura, tanto interior como exterior, es característica de ese tipo de construcciones. A unos cien metros de la misma hay una finca llamada “ prao del hospital”, por haber estado situado allí un hospital de peregrinos, del que no quedan vestigios, aunque sí documentación.

Todo el tramo del Camino de Santiago a su paso por Cadavedo, está en perfectas condiciones, ya que su trazado coincide con los lugares en que se asentó el pueblo, atravesándolo de un extremo a otro"

Existe, ya la hemos mencionado, una Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Valdés, que participa de la intensa vida asociativa del lugar.

Otro gran escritor nacido en Cadavéu es Casimiro Cienfuegos Rico, del que publica esta semblanza José Luis Campal en El Comercio el 14 de febrero de 2009, lamentando su olvido y recuperando su obra: 
"La semana pasada se cumplió el cincuentenario del fallecimiento del prolífico escritor valdesano Gabriel Eduardo Casimiro Cienfuegos Rico y, como nos presumíamos, no se ha reparado en la efeméride, lo cual representa un desaconsejable acto de desidia. La muerte le sobrevino por derrame cerebral en la fonda luarquesa donde, huérfano y viudo, residía. Era la media tarde del viernes 6 de febrero de 1959 y contaba el autor 66 años, a lo largo de los cuales si bien su estrella había decaído porque sus mejores aptitudes las había explotado en Madrid durante el directorio primorriverista y la II República (trabajó para 'El Debate'), no así su capacidad de entusiasmarse con el bregar literario, donde recibió el respaldo de prohombres de la cultura como Jacinto Benavente o Menéndez Pidal. En su hora postrera, que le asaltó de improviso, ultimaba dos ensayos sobre Menéndez Pelayo y el cervantista Rodríguez Marín -que vendrían a unirse a su libro 'Benavente y la crítica'-, juntamente con una colección poética dedicada a la recitadora Berta Singerman, que habría de sumarse a sus otras compilaciones en verso ('Nueva primavera', 'Elegía de Asturias', 'Cancionero de la guerra', 'El patriarca', 'Poemas de Asturias', 'Los ensueños errantes'), donde desplegó una versatilidad formal que hizo exclamar a uno de sus comentaristas que «fue un arquitecto del metro y del consonante, restando ligereza y espontaneidad a su obra»...

 

Así es la descripción de su figura que nos deja Campal:

"Ataviado con sombrero, bastón y un montón de papeles y periódicos -su porte habitual-, Casimiro Cienfuegos exhibió una altruista educación católica, así como un talante solitario, ensimismado e independiente que no se arredraba ante una polémica. Vivía entregado a su progresivo enriquecimiento erudito y melómano, con el que guarecerse de las decepciones que la vida le trajo. Parecía que «no tuviera más destino que leer y escribir», dijo en su noticia necrológica un redactor del 'Eco de Luarca', semanario en el que Cienfuegos dejó testimonio de su prodigalidad, y otro recuerda que «convirtió su casa más que en una vivienda familiar, en una extensa biblioteca cuyos libros se encontraban por falta de sitio en los lugares más inadecuados». 
Preparó la edición de las 'Rimas valdesanas' de Fernán-Coronas y cantó amplia y generosamente a sus gentes y paisajes. Del Cadavedo natal confesó que «muy hondo estás en mi vida», con «el soplo de tus trigales, / la brisa de tu ribera, / la caricia de tus aires»; y de no menor empaque resultó su brindis a la capital del municipio: «Lindo pueblo de hermosura esquiva / que nunca entera muéstrase a los ojos». Sin embargo, aunque ejerció de cronista oficial de Luarca y se le nombró hijo predilecto de ésta y adoptivo de Tapia de Casariego, las instituciones le regatearon honores póstumos, porque, más allá de aislados y espontáneos tributos personales, su Ayuntamiento no recuperó su legado y el descuido en que se hallaba su sepultura a los siete años de bajar a ella movió al Club Luarqués de Puerto Rico a abrir una suscripción popular que recolectó 3.000 pesetas de 1966 para reparar la tumba y levantar dos lápidas con estrofas alusivas al concejo de entre las muchas que salieron de su cabeza"

Otro ilustre hijo de esta tierra es el actor Archy Lafranco, aquí nacido en 1965, y cuyo nombre real es José María Suárez Suárez. Tampoco hemos de olvidar al pianista y compositor Francisco García, Frangar


En esta encrucijada seguimos avanzando de frente mientras vemos a la derecha el pequeño parque arbolado enfrente del estanco, en el camino que va a la iglesia


Es el Estanco de Mari Tere, uno de los comercios que encontraremos en esta calle mayor, que participa también de las actividades de promoción del pueblo, que presentaba así su candidatura al Pueblo Ejemplar de Asturias, en información recogida por ORT SER Occidente de esta manera, que plasma su fiesta de La Regalina, su situación actual, tiendas y comercios, industria maderera, etc.: 
"La Sociedad Popular «La Regalina» ha decidido presentar Cadavedo/Cadaveu (Valdés) al Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 2021, en el año en el que se alcanza la 90º edición de la «inigualable romería de La Regalina». A partir de este momento, «la actividad de todo el pueblo se volcará en ser distinguido con el mencionado galardón». 
Y es que «ante la actividad que esta Comunidad viene desarrollando a lo largo de la historia, organizando infinidad de eventos, y la altruista aportación y apoyo de todo el conjunto de vecinos de Cadaveu, Vil.lmourus, Ribón y allegados, culminado en el obispo que marca la cúspide del hórreo que engloba a todo slos vecinos, como es la inigualable Romería de la Regalina», que «afianzó la unión de sus gentes y que hoy reúne a miles de personas en torno al extraordinario balcón del Cantábrico, y que tiene un futuro asegurado depositado en el ejemplo y transmisión que este espíritu de La Regalina es sembrado y abonado en las generaciones que llegan, reflejado en las aulas llenas de niños de la escuela del pueblo». 
Ante la situación «boyante de la economía de un pueblo, como la que en este momento presenta Cadaveu, con dos industrias madereras, empresas de construcción, la implantación de dos sucursales bancarias, una con oficina física y otra mediante cajero, una actividad turística desbordante con la creación, durante este año, de dos grandes complejos turísticos, además de la oferta existente de hoteles, casas rurales, una red gastronómica de alto nivel, reflejada en los platos de sus restaurantes, calas y playa con Bandera Azul, la existencia de consultorio médico y farmacia, servicios de fisioterapia, estanco, dos tiendas de alimentación, con carnicería». 
Ante esta situación, «poco igualable, respecto a las comunicaciones que Cadaveu goza, acceso directo a la Autovía del Cantábrico con estación de ferrocarril, Feve, carretera N-632, De la Costa, instalación de fibra óptica, lo hacen un lugar óptimo de asentamiento de la población, calidad de vida y zona por excelencia de todo tipo de turismo». 
La historia de Cadaveu, «desde aquel puerto ballenero, al señorío de la Casa de la Torre de Villademoros, sus yacimientos, la arquitectura de sus casas, que conforman una ruta de descubrimiento que refleja el paso de los años y las generaciones, llegando a las construcciones de los más modernos diseños, hacen que el paseo por su interior devengue interés en sus visitantes, llegando a convertirlo en su residencia, o su segunda residencia». 
Por todo ello, «y lo que aún nos queda por contar, la Sociedad Popular La Regalina propone que Cadaveu sea el próximo Pueblo Ejemplar de Asturias». 
La Sociedad Popular «La Regalina» cuenta, en esta iniciativa, con el respaldo del ayuntamiento de Valdés"

Concha  y flecha amarilla: pese a que a nivel de la administración autonómica solo se considera oficial en camino de la montaña, el Camín de las Palancas, en Cadavéu hay puestas cierta cantidad de azulejos conchas atravesando la localidad, algo que, a no ser puesto por particulares o ayuntamientos, sólo suele verse en los caminos oficiales

Del tema de estos dos caminos, el de Las Palancas y el de Las Ballotas, hemos hablado largo y tendido en las entradas de blog correspondientes a los tramos anteriores por Tablizu y Ribón, y por Albuerne, Novellana, Castañeras, Santa Marina y Ballota, ya que fue siempre este paso sumamente dificultroso para las comunicaciones. De él nos habla Ramón Avello en ¡Ay de mí, perdí el camino!, publicado en El Comercio el 14-8-2011:

"La tonada se recoge en el número 184 del 'Cancionero' de Torner. Nos habla de unas circunstancias tremendamente adversas por las que el pastor se pierde en una triste montaña, con una espesa neblina y durante una noche oscura. Y, ¿quién no se pierde así? Sin embargo, peor que se pierda el pastor es que se pierda el mismo camino, abandonado entre zarzas y toxos.

Desde hace años, observamos que en la Asturias rural y real cada vez quedan menos caminos y sendas. De diez sendas, una, la que sobrevive, se asfalta y ensancha para convertirse en carretera comarcal; las otras nueve desaparecen bajo la maleza. La causa de todo ello es obvia. Una senda por la que «non pasa naide», ni bípedo ni cuadrúpedo, a los pocos años acaba cerrada. La muerte de los caminos es, en el fondo, el símbolo de la muerte de las actividades ganaderas tradicionales. Excepcionalmente, si el camino o la senda se califica como «verde» -en Asturias esto es una reduplicación-, puede alargar artificialmente su agonía. Esta desaparición no sólo afecta a las sendas olvidadas y caminos recónditos, sino también a los viejos caminos reales y las históricas rutas jacobeas. 
En 1890, el periodista Protasio González Solís y Cabal publicó el voluminoso volumen 'Memorias asturianas', recopilación de cientos y cientos de artículos de diferentes periódicos del siglo XIX, como 'El Industrial', 'El Independiente' y 'El Faro de Asturias', realizada por Protasio. Entre estos artículos están algunos de los que escribió, firmados con el seudónimo de 'Juan de las Carreteras', el abogado y aristócrata avilesino Juan Llano Ponte. Pensaba Llano Ponte que Asturias no podía avanzar sin las mejoras de las comunicaciones y, en especial, de las carreteras y caminos. Para él, la inauguración de una nueva carretera era, además de una muestra de progreso, una alegre fiesta. Por eso, el 5 de septiembre de 1864 asistió como invitado -junto a otras 117 personas, entre las que se encontraban los ancestros del mandamás actual de Asturias- a las fiestas de la inauguración de la carretera de Oviedo a Luarca, celebradas en esta última villa. En los artículos 'Impresiones de un viaje por el Occidente', describe 'Juan de las Carreteras', con gracia y llaneza, el viaje a caballo desde Soto del Barco hasta Figueras, de Figueras a Grandas de Salime y el regreso por Tineo, Salas, Pravia y a Avilés.

Llano Ponte hizo el viaje por la costa, hasta Soto de Luiña, en donde un posadero le recomendó «dejar el camino de Las Ballotas y seguir el de las Palancas», camino que va por la cresta de la sierra y que coincide con uno de los itinerarios jacobeos entre Soto de Luiña y Sampelayo de Tehona. (Santiago, escribe erróneamente Llano Ponte, mientras observa que es el primer pueblo del Occidente en el que la pizarra predomina sobre la teja)..."

En las fecha que Avello escribía esas líneas el Camín de Las Palancas yacía entre toxos, siendo luego recuperado. Fue, es cierto, el primero en ser señalizado, allá por los años 90, pues no se conocían bien los tramos de Las Ballotas y se temía la gente fuese por la carretera N-632, una peligrosa aventura de tráfico intensísimo, con muchas curvas, cambios de rasante y tráfico intensísimo

Con la puesta en marcha de la Autovía del Cantábrico (A-8) la carretera se quedó casi sin tráfico, yendo por ella los peregrinos. Es entonces cuando Pepe, hospitalero de Soto de Luiña, pintó el Camín Real de la Costa a su paso por Las Ballotas, aceptado pero no como oficial, en una decisión polémica. Y eso que Cadavéu es un hito fundamental en la historia de las peregrinaciones por Asturias y la costa cantábrica, ya que tuvo un muy bien documentado hospital de peregrinos, cuya primer noticia es del año 1646, cuando se registra el fallecimiento de su hospitalero, llamado Alonso pero es fácil suponer que ya existiría desde tiempo inmemorial

En las Respuestas Generales del Catastro del marqués de la Ensenada (1752) conocemos que estaba destinado al "recogimiento de pobres pasajeros y curar otros enfermos", por lo que estaba al cargo de amparar no solo a peregrinos sino a necesitados en general. No olvidemos que en muchos casos los hospitales de peregrinos fueron el antecedente de los hospitales de caridad, principalmente avanzado el siglo XIX

Los registros nos hacen saber que a mediados del siglo XVIII disponía de una renta de 400 reales de vellón al año y que con ellos se pagaba a la hospitalera, al mayordomo, leña, luz, sal, misas, mantas, reparaciones. Aquí durmió en 1726 el famoso peregrino francés Guillaume Manier, quien plasmó las impresiones de su viaje en una importante obra, el Voyage d'Espagne. Otro ilustre peregrino fue el veneciano Bartolomé Fontana, quien recorrió la zona antes aún que Manier.

Llegamos ahora a otro edificio notable: La Casona, muy bien restaurado, con sus esquinas y vanos adintelados con piedra de cantería

A la derecha de La Casona, al otro lado del camino, dos soberbios hórreos de llamativos corredores

Junto con el hospital de peregrinos había también un mesón caminero cuya dueña era Lucía García y que, allá mediado el siglo XVIII, tenía unas ganancias de 100 reales de vellón al año. Podía ser sin duda un antecedente todo ello de los albergues públicos y privados así como de las pensiones, especializados en peregrinos y viajeros, sobre todo arrieros...

Pasados los hórreos el portón de La Casona, que cierra su arbolado y exuberante jardín, así como el acceso a su fachada principal, mirando al sur

En las columnas del portón vemos su nombre y la fecha de construcción

Año 1836

Pasada La Casona y siguiendo camino, no dejemos de mirar a la derecha

Y es que veremos la iglesia parroquial de Santa María de la Riegla, La Regalina, patrona cuya romería recuperó Fernán Coronas. Esta iglesia parece sustituye a otra más antigua situada algo más al norte-noroeste, contigua al cementerio. En la ruta que proponemos en la oportuna entrada de blog de La Regalina a la Torre Vieya de Villademoros/Vil.lamouros, se pasa por ahí, en el lugar de La Cruz

Fernán Coronas compuso la poesía Camín de la ilesia:

Nu cielu que ta de color violeta remustia,

elsol que se puen toma güey el blancor d'una hostia.

You miró p'alló, pero miru namás un momentu,

que cerca d'eiquí vive Dieus nu mayor Sacramentu.

Para El se me van la mirada, el amor ya el espíritu,

ya yá nel corazón mirasole del sol infinitu


Seguimos camino contemplando la disposición del pueblo, que tan bien plasmaban Fermín Rodríguez y Rafael Menéndez, del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial, cuando escribían para la serie Nuevas y viejas polas de La Nueva España, el artículo La isla media en un archipiélago aislado:
"El aislado mundo de entre los cabos tiene su tierra media, la de Cadavedo, encerrada en una pequeña burbuja. Es una isla de tranquilidad. Una plataforma elevada casi cien metros sobre el mar, cerrada al Sur por los setecientos metros de la sierra de Palancas, a algo menos de tres kilómetros de la afilada punta del Cuernu, espolón que taja la mar y sobre el que se ha tallado, en contraste con la colosal obra geológica, un humilde mascarón de proa en forma de pequeña ermita dedicada a la virgen de La Regalina. La campa de La Garita es un lugar telúrico, con maná, encantado y respetado, que divide las aguas entre las playas de La Ribeirona y El Churín, alicientes discretos para un veraneo plácido y tradicional que huye de los agobios y la modernidad.

Cadavedo es pola laxa, pero que no desparrama su caserío incontinentemente, sino que lo hace apoyándose en los viales tradicionales, con un cierto orden, que rehúye la aglomeración y que busca la proximidad a lo de cada uno, sin molestar y sin demasiado interés por cambiar las cosas, es así como aparecen los barrios de Miares, Los Campos, Llumbiellu, Friera, La Amargura, Las Corradas, Rapa, La Granda y Villamoros"


Una muy embellecida quintana, de gran caserón de cubierta a dos aguas, hecha de pizarra de pizarra. A su izquierda la panera y otros edificios anexos son de tejado de teja árabe


Preciosa parra que crece en la fachada de esta casa al lado del camino


A la izquierda un portón de hierro forjado y verja del mismo estilo, así como jardín con palmera, advierten que pasamos junto a una quinta de indianos


Una casa de indianos especialmente interesante: Casa Rico, que se hizo en 1.899 para Juan Rodríguez Pérez, que hizo fortuna en Uruguay, heredada por su hija Perpetua Rodríguez Suárez-Coronas, que por estar casada con Pedro Rico González, pasó a conocerse la mansión por el apellido del esposo, según datos del muy recomendable blog Casonas de Indianos. La casa era en origen gemela de otra que encontraremos un poco más adelante...


El contraste, de tantísimos pueblos, que son un creciente enclave turístico, pero a la vez bajan en población, es una característica de esta localidad, que no pasa desapercibido a los autores  de La isla media en un archipiélago aislado:

"Hoy pasa sumida en una extrema discreción, de la que parece no querer salir. Como en la capital concejil no hay aquí crecimiento demográfico, antes bien pierde población empadronada, para dar algo más de quinientos residentes, si le sumamos los vecinos de Villademoros. Sin embargo, convendrá precisar las cosas, pues hay una importante población vinculada, hijos de la localidad o allegados que sin estar empadronados comparten su tiempo e invierten en ella"


Fermín Rodríguez y Rafael Menéndez plasman en su artículo estas conclusiones sobre el presente y previsible futuro:
"Entre que nada se mueva, y seguir perdiendo residentes, y que todo cambie, y perder su tradición y su paisaje, Cadavedo busca encontrar su vía de futuro, para poder seguir como localidad viva, activa y atractiva. Un reto común a la mayor parte de las villas de la marina, que deben acertar con la ordenación de su crecimiento, pero sin parar los tiempos, porque ello deriva en paisaje nostálgico y envejecido, poco proclive a la creación de actividad y empleo, y a la continuidad de la población, particularmente la más joven. Hay que seguir adelante y aprovechar la mejora de las comunicaciones para atraer población en primera residencia y actividad, que permitan a la pequeña localidad dar el paso a la constitución de una pequeña villa intermedia en la marina de Cudillero y Valdés. Que le permitan mantener su vitalidad a lo largo de todo el año, sin perder su personalidad y su manera lenta y tranquila de concebir la vida, un recurso más para añadir valor. La marina occidental asturiana debe recobrar su impulso a través de sus hermosas localidades, de las que Cadavedo es magnífica representante"

Arquitectura popular, horno y panera, esta con cubierta de tejas y l.lousas de pizarra


A la derecha otra de las tiendas de Cadavéu. Esta Carretera de la Playa, que luego sale a la N-632, viene a ser, lo recalcamos, la arteria principal de la población


Casas de época, con cierta inspiración indiana, entre lo urbano, lo rural y lo residencial. Las hay en todos los barrios del pueblo, si bien puede decirse que hallaremos la mayor concentración a lo largo del Camino


Y por supuesto abunda la arquitectura tradicional, con varios ejemplos y estilos. Vemos ahora una casa que nos recuerda el estilo Vidíu precisamente, del que tanto hablábamos por Ballota, Novellana, Santa Marina, etc., esto es, un cuerpo de planta cuadrada y tejado a cuatro aguas y anexo a él otro de planta rectangular y cubierta a dos aguas


Ahí vemos la alternancia de l.lousa para las dos vertientes de la cubierta y teja árabe para la cumbrera


Pasamos ahora delante del acceso a la casa


De frente un par de hórreos con grandes faldones


Jardín de hortensias y fachada principal. No nos resistimos a compartir de Bajo el cielo de Cadavedo, de Ignacio Romero, su entrada Flores de Cadavedo:
"En Cadavedo gustan mucho las flores, y si el título de Villa de las flores de Asturias estuviera acuñado, a este pueblo le correspondería por mérito propio, por la esplendidez con la que se derrochan aquí en sus jardines y veredas toda clase de matas. 
Resulta inconcebible una casa sin su macizo de flores a la entrada. La afición por las flores es como la evolución refinada de la cultura del campo, ahora que la agricultura ha decaído y abundan los terrenos sin labrar convertidos en verdes praderas. 
Se cultiva menos maíz o judías, pero la mano del agricultor no ha parado quieta y continua plantando semillas de  flores y bulbos, impulsado por su inercia germinadora. 
Caléndulas, tagetes, lirios, alhelíes vallotas, agapantos, ipomeas, aloes, margaritas, azaleas. Algunas de estas especies han desbordado los limites de los jardines domésticos y se han asilvestrado a su manera, saltando a los caminos para saludar más de cerca a los paseantes. 
Este es un clima benévolo y siempre que se pongan a resguardo de un muro o un seto alto las palmeras, los limoneros o las buganvillas se dan espléndidamente alcanzando soberbios tamaños. 
Camelias, calas y hortensias también está omnipresente en jardines y parterres, incluso en terrenos abiertos, tiñendo con sus rojos botones los inviernos. 
Salir de paseo por Cadavedo tiene el aliciente de transitar por un mundo de flores. Una evocación reservada solo para las páginas de los cuentos."

Seguidamente un gran caserón, con varias chimeneas, buhardillas, y enorme tejado a cuatro aguas, parte de l.lousa de pizarra y parte de teja árabe, fue antiguo cuartel de la Guardia Civil


A la izquierda la Casa Roja, llamada así por el color de su fachada. Se construyó en 1899 para Leandro Pérez, primo de Juan Rodríguez Pérez el fundador de Casa Rico y como él emigrante que hizo fortuna en Uruguay. es por lo tanto la casa gemela de la que acabamos de dejar atrás


Del paso de casa indiana a hotel rural, el hotel llamado igualmente Casa Roja, escribe también. Ignacio Romero en su excelente blog Bajo el cielo de Cadavedo:
La llamada" Casa Roja", que hoy es el hotel que lleva ese nombre, fué construida en 1.899 para D. Leandro Pérez a su vuelta de Uruguay (en la foto con su esposa Carmen y dos de sus hijos), país donde hizo fortuna en negocios de ganado. La casa debe su nombre al color de su fachada, donde destacan sus galerías de madera pintada de blanco que proporcionan unas vistas muy bellas. Esta casona es también gemela de otra de semejantes características, construida en la misma fecha por su primo, también emigrante a Uruguay, Juan Rodríguez. 
La Casa Roja, fue adquirida por el matrimonio de Oviedo, con ancestros en Cadavedo, Ángeles Méndez y Alberto Fernández, quienes se la compraron a las últimas moradoras de la vivienda en 1999. 
La Casa de 330 metros con jardín de 1.800 mts, se alquilaba al principio para veraneantes como alojamiento rural. Pero sus dueños dieron el paso de convertirla en Hotel como forma de acceder a las ayudas del Plan Leader de la Unión Europea, que ponían como condición que fuera establecimiento hotelero con un baño en cada habitación. 
Emprendedores amantes de las construcciones antiguas y de los paisajes asturianos, ya habían realizado otra intentona de crear un alojamiento rural proponiendo al Ayuntamiento de Valdés la adquisición de unas viejas y deterioradas escuelas de la República, situadas en el incomparable paraje de Silvamayor, en zona de Brañas. Pero la lenta respuesta del Ayuntamiento en ese momento, les obligó a abandonar el proyecto, centrándose finalmente en la adquisición de la Casa Roja. 
Las casonas antiguas suelen venderse con sus utensilios y recuerdos, y hasta con sus fantasmas si estos las poblaran. Pero del mobiliario original de  la casa Roja, poco quedó "pues los muchos herederos", se lo llevaron casi todo. Algún cabecero o alhacena de madera pudo ser recuperado y ha podido adaptarse con éxito en el comedor o algunas habitaciones. 
La decoración de la casa Roja, no peca por eso de pesada o ampulosa, ni sus muebles intimidan como pasa con las antigüedades barrocas. Las siete estancias, dos de ellas dobles están decoradas con gusto, sobriamente, buscando la convivencia de algún mueble de anticuario con soluciones funcionales. 
Una veranda o pabellón acristalado hace las veces de espacio para desayunos y comedor, con el fragante abrazo de las especies del jardín, que se divisan por sus ventanales. 
La clientela de la Casa Roja es fundamentalmente extranjera, ingleses, alemanes, franceses, que tienen una cultura desarrollada de turismo de naturaleza y valoran estos lugares especiales, junto con visitantes urbanitas de las grandes ciudades españolas, sobre todo de Madrid, que en algunos casos se han convertido en amigos de la casa. Se trata de  familias al completo que repiten sus estancias año tras año en verano, Navidad o Semana Santa"

De frente a ella, la entrada al caserón luce también un colorista jardín, una oportunidad para recordar los versos del Padre Galo, Lluz de las flores:
Mientres nu monte todu son faloupus,
na mi aldeína todo son violetas
que pulus sucus a puñaus apaño
pa la mi reina

Flores, floriquinas d'humildá atraitiva,
pa mí tenedes claridá de estrellas,
por esu quieru que pòr mí llumedes
xunta la Reina

Un episodio menos romántico ocurrió justo en esta esquina hace unos años: La Guerra de Pacita, protesta vecinal para la retirada de unos contenedores durante una visita presidencial. Así reflejaba, con ese título bélico, La Nueva España el 1-8-2010 con la firma de Sara Arias:
"Una vecina de Cadavedo de 88 años pugna con el Ayuntamiento a base de pancartas por la retirada de unos cubos de basura 
"Unos contenedores de basura a la puerta de una vivienda que fue cuartel de la Guardia Civil, unas pancartas en señal de protesta que acaban siendo retiradas por la autoridad competente y la constancia en la lucha por algo que cree justo de una mujer de 88 años. Éstos son los ingredientes principales de la «guerra de Pacita», una historia que echó a rodar hace cuatro años en Cadavedo (Valdés) con la colocación de un punto limpio de recogida de basuras junto a la casa de Paz Isidro y de su marido, Ovidio Méndez, y que vivió su último episodio semanas atrás con la visita a la localidad de Vicente Álvarez Areces, presidente del Principado. 
Y es que Paz Isidro, Pacita como la conocen en el pueblo, quiso aprovechar una reciente visita del Presidente del Principado a Cadavedo para protestar por los malos olores que tiene que soportar por culpa de un punto limpio instalado en 2006 por Cogersa a la puerta de su casa. «Los cubos están en propiedad privada y por lo menos tienen que estar a tres metros... y mírelos... en la pared de casa los tengo», sostiene. Cansada de elevar quejas al Ayuntamiento -«ya no sé ni cuantos escritos y quejas llevo echados, pero no los quitan, es un asco, sólo conseguí que los soterrasen», dice-, Paz Isidro decidió hacerse oír a golpe de pancarta. 
Al enterarse de la visita presidencial, que incluía un recorrido de las autoridades presentes por el pueblo, decidió hacer lo que había hecho en dos ocasiones anteriores: reflejar su situación en una pancarta. «Me ayudaron a escribirla, porque yo no tengo muchos estudios, pero ponía: "Señores Alcaldes y concejales de Medio Ambiente, no respetan los derechos de la casa ni la estética del pueblo. Tanta caciquería ¡no!"». Pero el mensaje no llegó a sus destinatarios. Porque la Policía, alertada, según la versión de Paz Isidro, por «algún vecino», apareció «para hacer fotos de la casa, y al minuto volvieron con la escalera». Pero esta mujer de 88 años, que lleva 60 ocupando la vivienda que en sus tiempos fue cuartel de la Guardia Civil, no se quedó parada. Con tono orgulloso rememora cómo se defendió de los policías que intentaban retirar su pancarta. «Cuando uno subió para retirarla, le di cuatro palos en la cabeza con el listón de la pancarta». 
Ante los golpes, el policía bajó de la escalera y le pidió que quitase la pancarta. Pacita Isidro le preguntó: «¿Qué es que no queréis que la vea Areces?». «Entonces me cortaron el cordel que la sujetaba, pero yo quedé con ella cogida y la mantuve en su sitio», relata. 
Al menos en esta ocasión Paz Isidro pudo ver quién retiraba su pancarta. En otras dos ocasiones anteriores, no. Fue tiempo después de enterarse por sus vecinos de que iba a tener que aguantar los olores de la basura de todos los visitantes de los alrededores. «Me había operado y me avisaron los vecinos. "Pacita, pusiéronte un basurero en la puerta casa", me dijeron. Fui a hablar con el alcalde de barrio, pero no nos hicieron caso». Entonces comenzó una pelea burocrática convencida de que la razón está de su lado porque el lugar donde se levantan los cubos «es parte de mi casa, lo dice el catastro», proclama.

Según pasamos, parce que los cubos del conflictivo punto limpio ya no están, solo hay unos contenedores normales al otro lado de la calle, pero la historia de aquel molesto percance sigue siendo así narrada en el artículo:

"Entre medias, aún no ha olvidado el día que fueron a cavar el foso para enterrar los cubos: «Creía que me daba un ataque, pensé que me tiraban la casa abajo, pero a Ovidio no lo dejé salir porque se calienta». Su marido, en un segundo plano siempre, asiente con la cabeza. «Es que nadie puede imaginarse lo que molesta el camión que viene a abrir la tapa, ¡qué olores!», coinciden. 
Ya que las quejas formales ante el Ayuntamiento de Valdés no surtieron efecto, pasaron a la acción. El balcón del salón y el de la habitación sirvieron de plataforma para sus pancartas reivindicativas. Pacita Isidro se arrebuja con un rebeca lila y explica cómo comenzó la primera batalla de las pancartas. «El año pasado, cuando la fiesta de La Regalina, puse un cartel para cuando pasase el alcalde de Luarca, pero lo que pasó es que misteriosamente me la quitaron por la noche», rememora. El lienzo con la frase «Punto limpio sí, pero no aquí», desapareció. «Así que al día siguiente planté otra que decía: "Quita el punto limpio, no la pancarta"», añade. 
La tercera de sus pancartas fue la que tenía como destinatario a Areces. Y puede que sea la última. «Ahora hay una ordenanza municipal, de hace poco, que prohíbe poner carteles en las fachadas», explica. En el fondo, Paz Isidro teme estar siendo víctima de una «vendetta» política. «Todo viene de cuando el alcalde de Luarca quería hacer 600 adosados y tonterías de ésas, y el alcalde de Cadavedo firmó sin preguntar al pueblo, entonces nos movilizamos y no salió adelante. Es una venganza». Pero sobre todo lo que más le duele es que «se burlen» de ella. Así que anuncia que si el tema no avanza «por las buenas» acudirá al Juzgado para tratar de poner fin a su particular guerra con la administración a cambio de lo que entiende justo. Pacita no se rinde"


LO que sñí hay, en este cruce, son coches aparcados, y es que enfrente tenemos otra de las tiendas de esta calle, la Carnicería Coronas


Y aquí está el elegante portón de la Casa Roja, justo mirando a esta intersección de caminos


Esa la fachada principal, orientada al sur. De esta quinta indiana escribe Gloria Granda su artículo Una casa bermellón con gran elegancia indiana, que podemos encontrar en La Voz de Asturias del 3-12-2017:
"Entre el azul y verde del paisaje costero asturiano destaca la Casa Roja, llamada así por el color de su fachada. Situada en Cadavedo, se construyó el 1899 para el indiano Leandro Pérez a su vuelta de Uruguay. Ahora la disfrutan huéspedes de todas partes del mundo, atraídos por sus balconadas y grandes galerías acristaladas por las que el sol baña los distintos rincones de la casa.
Pero el estilo indiano no solo se mantiene en el exterior. Dentro del hotel aguardan sus regios techos de tres metros, sus enormes ventanales y algún que otro primitivo mueble de castaño. La Casa Roja mantiene su esencia inicial o, al menos, eso ha intentado Alberto Fernández que junto con su mujer la adquirió en 1999. «Estas casas tienen el encanto de ser lo que son: casas indianas. Por eso procuramos reformarlo lo mínimo posible, no 'estropearla'», explica Fernández.  
Sus siete habitaciones esconden las vivencias de decenas de familias que han pasado por ellas y que no dudan en volver año tras año. «Me gusta pensar que eligen nuestro hotel porque les encanta. Tenemos clientes, en concreto dos familias, que desde 2006 vienen a pasar varios días en Navidades y en Nochevieja. También las hay que repiten en verano», cuenta Fernández. Y no es de extrañar. El Mirador de la Atalaya, la Ermita de la Regalina y los acantilados y playas de Cadavedo no dejan indiferente a nadie. 

 Como  prácticamente todos los establecimientos hoteleros de esta costa, abren sus puertas también a los peregrinos de este Camino Norte, prosigue el artículo... 

No solo las familias se hospedan en la Casa Roja, su cercanía con el Camino de Santiago ha convertido al hotel en hogar de refugio para los caminantes. «Actualmente está creciendo la afluencia entre peregrinos. Vienen desde China, ArgentinaAustralia y, sobre todo Europa», explica su gerente. Y, como no, repiten. «Lo mejor de todo es que acaban volviendo, pero esta vez con sus familias» añade. 
Supone Fernández que la cercanía es también un factor muy importante. «En hoteles pequeños como el nuestro la cercanía es inevitable. Es muy familiar. Y en ocasiones se necesita ese contacto entre cliente y gerente». Se vuelcan, sobre todo, en que el huésped pueda exprimir su visita a Asturias. «Es importante informarles sobre a dónde ir, qué comer e incluso dónde pescar si se diese el caso. El cliente también busca esa cercanía», explica. 
Después de doce años como hotel, la Casa Roja ha hecho que  Fernández y su mujer se sienten totalmente satisfechos con su labor. «Lo más agradable es el momento en el que el cliente te dice que se han sentido como en casa. A gusto en el hotel y con nosotros», cuenta. «Son las cosas que te resultan gratificantes, al fin y al cabo la Casa Roja es lo que su nombre indica: una casa -roja-» bromea"

Seguimos camino y de la Carnicería Coronas pasamos a otra antigua casa-cuartel de la Guardia Civil


Muchos de estos edificios se pensaba reformarlos para viviendas pero yacen en el abandono. Verdaderamente durante un tiempo en este de Cadavéu vivieron nada menos que ocho familias. Un proyecto de rehabilitación para hacer apartamentos duerme de momento el sueño de los justos 



A la izquierda volvemos a ver el valle del Frieras, los montes de Los Carbayinos, por donde pasábamos de Ribón a Cadavéu, y arriba la Sierra las Palancas, cuyas cimas marcan el paso del otro camino


Ante nosotros la carretera N-362, y al otro lado El Curión, cueto arbolado donde se encuentra otra institución cadavedana: El Casino, que podremos visitar


Aunque la Carretera de la Costa llegó a Pravia ya en 1856, no se prolongaría aquí hasta la década de 1880, enlazando en Canero o Caneiru con la procedente de Oviedo/Uviéu por La Espina, actual N-634. 
 

Esta carretera, la Ribadesella-Canero, era así definida por A. Bravo en Asturias de Bellmunt y Canella (1894-1900):
"... Es notable esta carretera por las innumerables curvas y pendientes que garantizan un vuelco seguro al transeúnte que se atreve a circular por ella en carruaje"

El viaje en carruaje desde el puente del Nalón hasta el río Eo se estimaba en siete horas y media. El ferrocarril tardó mucho más en llegar. El Ferrol-Gijón llegó en 1962 pero la obra no se culminó hasta 1972, exactamente diez años después. El proyecto había echado a andar en 1886


Las indicaciones de las flechas amarillas nos dicen de seguir por esta carretera hasta el barrio de Las Corradas, que tenemos enfrente


Cruzamos, para seguir por la izquierda, dando vista a Casa Avello, con su gran panerona. Apenas hay arcén, por lo que optamos por dejar la carretera y subir campo arriba por El Curión


Subimos este par de peldaños y seguimos el sendero que de mete en ese bosquete


Es un paso estrecho entre los arbustos y el seto de laurel o l.loureiru, pero más que suficiente para quien va andando


Las raíces de los árboles afloran a la superficie. El camino suele estar limpio y bien segado y podado


Aquí incluso hay un banco, y es un lugar precioso para descansar a la fresca en días de mucho calor


Este trayecto, de la carretera al casino, es corto y prácticamente un paseo por un pequeño parque


Y aquí salimos ya de la espesura para llegar al Casino de Cadavéu, famoso por su animación y gastronomía, junto con sus premios literarios, fiestas, centro de reunión, encuentro, presentaciones y conferencias, así como otras iniciativas


Al llegar ante el edificio de El Casino, actualmente un muy bien ponderado restaurante, hay un camino asfaltado en el que iremos a la derecha


Esta es la fachada norte, que como suele suceder, es la que menos vanos y detalles tiene, la más umbría y expuesta a los aires fríos. A su derecha está la corrada o gran espacio delantero, cerrado por una verja


Todo este entorno está muy bellamente ajardinado con plantas, árboles y arbustos ornamentales. al fondo volvemos a ver la carretera


Y entre el casino y la carretera este parque ajardinado tiene un monolito dedicado a un vecino ejemplar, Rufino García Avello, ante su casa, al otro lado, la ya mencionada Casa Avello

"A Rufino García Avello 1921-1980"

En la corrada del casino está la terraza, con las mesas y sillas bien dispuestas frente a una de las puertas


Un poco más adelante el portón de acceso, la entrada principal


Y esta es su bella corrada y hórreo. El nombre de "casino" para estos centros sociales que tanto abundaron en la Asturias de antaño, parece ser que viene inspirado en el nombre de una antigua finca de descanso de la antigua regente María Cristina de Borbón, viuda de Fernando VII, en la que la alta sociedad cortesana celebraba fiestas, actuaciones y tertulias


Esto coincidió con el comienzo de la época de los indianos propiamente dicha, que arrancaría a mediados del siglo XIX, cuando las antiguas colonias americanas, en plena expansión, necesitaban abundante mano de obra y emprendedores para poner en marcha su desarrollo industrial y comercial, lo que unido a las reformas liberales españolas que permitían salir del país con más libertad, así como otros factores, propició la marcha de mucha gente, mayoritariamente muy joven, a hacer las Américas


Por ello, en muchas poblaciones de cierta entidad los indianos retornados, a veces por temporadas o definitivamente, patrocinaban su construcción como lugar de tertulias, donde quedaban para verse, leer la prensa y hablar de sus cosas, abriéndose al resto del pueblo. Era muy común echar la comedia, es decir, celebrar actuaciones teatrales, celebrar bailes, fiestas, tomar el café. El nombre de casino, puesto de moda por la citada quinta de recreo de la realeza, sirvió para nombrarlos, si bien su similitud era solo el nombre, pues más bien imitaban a los clubs ingleses


En la actualidad, a causa del cine y la literatura, la palabra casino nos recuerda a los negocios de apuestas, no siendo este el caso ni mucho menos. Ello se debe tal vez a que, en base a que también se programaban campeonatos de cartas, billar, ajedrez, dominó, etc. el nombre era atractivo para estos nuevos establecimientos. Interesante para ello leer la Wikipedia:
 "Un casino cultural o casino recreativo es un tipo de sociedad de recreo, surgida en España durante el siglo XIX. Son clubes privados, abiertos sólo a sus socios, inicialmente la burguesía y las clases altas. No deben confundirse con los casinos de juego, que no fueron legalizados en España hasta 1977.​ También suele usarse como sinónimo el término círculo cultural o recreativo.

Los casinos recreativos llegaron a España por influencia europea de sociedades como los clubes de caballeros británicos. El término «club», sin embargo, tardó más en introducirse en el lenguaje español que el italiano «casino», o «círculo», de influencia francesa.​

El nacimiento de los casinos culturales y recreativos en España tuvo lugar durante la transición política entre el antiguo régimen, tras la muerte de Fernando VII, y el surgimiento del liberalismo constitucional del período isabelino. Emergía la necesidad de espacio de sociabilidad y de comunicación entre los elementos de las nuevas clases poderosas, burguesía y los nobles.​ Muchos de los casinos nacieron inicialmente de los cafés de tertulia, siendo paradigmático el caso del Casino de Madrid, originado en el Café Solito.

Estas sociedades alcanzaron una enorme popularidad y se extendieron por toda España, excediendo el ámbito urbano. En el registro de sociedades del Ministerio de la Gobernación de 1882 figuraban 1.568 casinos y sociedades de recreo, más de la mitad del total del censo. A finales del siglo XIX la cifra se situó alrededor de 2.000 sociedades de recreo.

Los casinos eran lugar de sociabilización y recreo. Las actividades más frecuentes entre sus socios eran la lectura —periódicos y libros—, conciertos, bailes y los juegos permitidos, como el billar, el ajedrez, el dominó y los naipes. Debe tenerse en cuenta que los juegos de apuestas estaban prohibidos, aunque a menudo algunos casinos culturales vulnerasen la normativa. Hasta la Ley de asociaciones de 1887, la discusión política estaba también expresamente prohibida"

Nacieron pues en principio como lugares de recreo y reunión para gente pudiente pero enseguida iban a fundarse otros casinos más "populares". En Asturias los hubo en casi todas las localidades importantes: Oviedo/Uviéu, Candás, Avilés, Cadavedo/Cadavéu, Gijón/Xixón, Grado/Grau, Figueras/As Figueiras, Mieres, Muros de Nalón, Navia, La Pola Llaviana, Pravia, Puerto de Vega/Veiga), Ribadesella/Ribeseya, Sama Langreo/Llangréu), Vegadeo/A Veiga, Villalegre y Villamayor

Desde la entrada del casino volvemos a salir a la carretera, donde nuevas sorpresas nos aguardan, y relacionadas con los indianos


Enfrente está está Villa Hilda, quinta de indianos construida en 1927 para Félix Fernández, emigrante a Cuba quien se hizo empresario tabaquero. Se dice que se hizo a imitación de otra quinta que poseía en La Habana llamada El Vedado. Como es normal, la casa lleva el nombre de la esposa del fundador. Es actualmente casa vacacional


La arquitectura indiana viene a ser un compendio de gustos y estilos que triunfaban internacional y localmente, basándose en los propios gustos de sus dueños, patrocinadores, constructores etc. En este caso una de los detalles más llamativos sea posiblemente la torre-mirador, desde la que se contempla el pueblo, el mar y las montañas


Por Las Corradas seguiremos viendo buenas muestras de arquitectura indiana y tradicional. En ocasiones los indianos hacían casas de nuevo cuño, en otras reformaban la vivienda familiar


Muy interesante leer lo que de este pueblo dice la Gran Enciclopedia Asturiana en la voz Cadavedo (tomo 3), allá por 1970:
"Es uno de los pueblos más antiguos del concejo de Luarca (Valdés). Alcaldía de barrio y parroquia de Santa María de Riégala. Fue importante estación ballenera en la alta Edad Media. En el siglo XVIII debió de ser costa pesquera importante. Se tiene noticia de que en una sola casa tenían 24 lanchas dedicadas a la pesca. Como todos los pueblos del antiguo concejo de Valdés, es eminentemente agrícola y ganadero. En 1954 fue declarado el pueblo más bonito de Asturias..." 

La GEA le dedica ya un muy buen apartado a la fiesta:
"La fiesta mayor de Cadavedo es La Riégala o Regalina, que constituye uno de los festejos más típicos y de más sabor de Asturias, con profusión de trajes regionales, danzas y cánticos notables -como la "Danza de la Regalina", a la memoria del padre Galo, la "Danza del Ramo", la "Danza Prima de Cadavedo", la de las "Cadavedinas" y la de "Las Neninas"- al son de la gaita, panderos y castañuelas, sobre el verde promontorio de La Atalaya, que allí llaman Campo de La Garita, donde está la ermita de la Virgen. Se celebra fiesta el último domingo del mes de agosto, y en ella toman parte los celebrados Coros y Danzas de La Regalina, que han popularizado la Jota de Cadavedo, adaptación de un baile de los vaqueiros de Silvamayor. Destacan en La Regalina también los ramos de anfiladas y el pregón, escrito y dicho en lo que el P. Galo llamó falietsa valdesana. El P. Galo "Fernán Coronas", fue el creador de La Regalina en el año 1931 pero la devoción de Cadavedo por esta virgen es de tiempo inmemorial"

También se da oportuna nota del paso histórico de romeros a Santiago:
"Cadavedo tuvo hospital de peregrinos para los peregrinos que iban a Santiago. El edificio, a finaes de la pasada centuria era escuela y posteriormente fue derribado. Donde se levantaba su ermita de Santiago se alza hoy una casa particular. Esta desaparecida ermita siguió la "suerte" de la de San Pedro -en el camino de San Pelayo-, de la de Santa Eufemia -en un promontorio que defendía La Ribeirona- y la de San Silvestre, que era del castillo de Villademoros"

Hacia Villademoros o Vil.lamouros, pueblo perteneciente a esta parroquia, a un par de kilómetros de aquí, nos dirigimos nosotros: en él enlazaremos con el Camín de Las Palancas, antes de seguir hacia Quintana


Vemos la gran fachada principal de este gran palacio rural al lado de la carretera. de la que habla también el Diccionario Geográfico de Asturias de La Nueva España en la voz Cadavedo/Cadavéu:
"Se encuentra situado en la rasa costera, enfrente de la Sierra de Palancas (720 m), a una altitud de 90 m. Su hábitat es disperso y tiene una población de 503 habitantes. Dista de Luarca 18,2 km y lo recorre la antigua N-632 (Ribadesella Canero"

Volviendo a la GEA, pero esta vez en el tomo 15, voz Cadavéu, se habla del topónimo, citando a García Arias:
"Con un origen latino calamun, podemos mentar en asturiano al tronco seco del árgoma o tojo, aunque justo es decir que caben otras posibles variaciones semánticas. Nos referimos a la palabra cádaba, por más que algunos la consideren prerromana..."

Mucho hemos hablado también de esta carretera, que como los antaño difíciles pasos de Las Ballotas (Camín Real de la Costa) y Las Palancas, fue un verdadero tormento hasta la construcción de la Autovía del Cantábrico, incluso era llamada La Torturadora. Así habla de ella la revista Soy Motero en Asturias ruta Querida:
"La antigua carretera (...), privada de tráfico gracias a la construcción de la Autovía del Cantábrico, nos ofrece gratas curvas desde el principio del recorrido. Atravesamos pequeños pueblos formados en muchos casos por no más una docena de casas de aldea mientras disfrutamos del buen asfalto y de los constantes toboganes del trayecto. La N-632 sería peligrosa con mal tiempo y mucho tráfico pero la construcción de la autovía la ha convertido en el escenario ideal para los que les gusten las carreras de montaña reviradas"

A la izquierda, una fila de casas indianas, de las que escribe Ignacio Romero en Bajo el cielo de Cadavedo:
"Los indianos, modestos emigrantes, hicieron algunos de ellos inmensas fortunas. En Cuba, Méjico,   Argentina, ó Uruguay, estos hombres de extracción muy pobre, en la mayoria de los casos, demostraron una audacia y un olfato especial para los negocios. 
Montaron cafetales, secadores de tabaco, ferreterias, telares  y colmados, y a costa de entregar su vida por entero al negocio, incluso instalando su colchón bajo el mostrador de la tienda de ultramarinos, coleccionaron peso a peso un capital que de regreso a sus pueblos, emplearon en construir fabulosos palacetes  y obras sociales como asilos, escuelas o lavaderos públicos , que levantaron como símbolo de su nuevo estatus.  
Cadavedo posee algunos ejemplos de esta arquitectura caprichosa, algunas de ellas como Casa Hilda, toda blanca como un merengue,  está a la venta.  
Otras son, como la Casa Roja, un hotel con encanto. En otros casos como el conocido Chalet de Juan Cantón, son habitadas por sus privilegiados propietarios, que las conservan impecablemente"

 Esta primer de la izquierda, por ejemplo, es llamada la Casa Azul. Las dos siguientes tienen cierto parecido paro a la vez muy sensibles diferencias, no solo las cromáticas. En el blog Casonas de Indianos, resumen su definición en estas concretas frases:

"Son edificios elegantes que suelen tener palmeras y llevan nombres de mujeres o de países lejanos. Los construyeron quienes triunfaron en América a finales del XIX y principios del XX. Los que volvieron ricos levantaron colegios, hospitales y palacetes en sus lugares natales, lo llamaron "hacer las Américas"

En el reportaje de La Nueva EspañaAvive el seso y despierte, nos encontramos con esta semblanza:
"Como la Vetusta de Clarín, este Luisedo que bendijo en faliecha valdesana Galo Antonio Fernández y Fernández-Cantera, sacerdote y poeta, duerme siestas largas. Pero «no es un pueblo muerto», aclara de vuelta al presente Alberto Fernández, empresario turístico con hotel en Cadavedo. No aunque tenga un barrio de La Amargura. «Otra cosa es la ley del envejecimiento que te va despoblando», sigue, y la inexistencia de una comarca extensa sobre la que ejercer tirón demográfico que acerque población a los servicios. Mari Rico, cadavedana y presidenta de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Valdés-Luarca, sabe que «esto siempre conjugó distintos recursos». Los habitantes a tiempo parcial de los veranos son un clásico en el paisaje humano de Cadavedo, pero no menos que «la labranza o las sierras» o la certeza de que «ésta fue toda la vida una zona de veraneo, es cierto, pero también tuvo siempre servicios». Y ahora que el campo se retrae, que el turismo no puede todo el año y la segunda residencia se expande y adormece los inviernos, en el pueblo se oye la demanda de un piloto comarcal para las iniciativas desestacionalizadoras de la actividad turística, pero sobre todo de algo que sepa desarrollar la conjugación del verbo diversificar. «Avive el seso y despierte», aplicando a Jorge Manrique en las «Coplas por la muerte de su padre»

Y sobre la autovía leemos en el mismo artículo esta reflexión, de la voz de algunos vecinos:
"Como en todo el Occidente, «las comunicaciones han sido un lastre toda la vida», confirma el empresario turístico Alberto Fernández. Así siguen ahora, con la demanda concentrada en los tramos inconclusos de la Autovía del Cantábrico. Aunque la mejora es evidente desde hace unos años y la accesibilidad deseable, aquí tampoco se escapa la doble dirección de las autovías. «No está claro que fijen población, a lo mejor es al revés», asegura Manolo Santullano"

Una frase resume los avatares de los nuevos tiempos:
"Cadavedo, de tradición y orientación turística a tiempo parcial, se devana la cabeza en la búsqueda de actividades para reanimar los inviernos dormidos sin enterrar el campo ni su pequeña iniciativa empresarial"

Los vecinos aportan al debate sobre el futuro sostenible todos los potenciales cadavedanos, desde la arquitectura indiana al Camino de Santiago a la gastronomía, pasando por el mismo Camino de Santiago:

"Es otra vez el vistazo a lo que se advierte sin necesidad de fijarse. Gutiérrez plantea la explotación de las huellas de cultura indiana que destacan en el poblamiento disperso de Cadavedo; Mari Rico, el Camino de Santiago. «Tener el albergue aquí resulta muy positivo, porque fija peregrinaciones. Este año santo hubo días de hasta cincuenta peregrinos, que a veces también llenan los hoteles y los restaurantes», advierte. La pregunta que añade el alcalde de Valdés, el socialista Juan Fernández Pereiro, inquiere comparando: «Si Oviñana, por ejemplo, tiene tres o cuatro restaurantes, ¿por qué no Cadavedo?». 
Habría que exprimir los recursos propios y, sobre todo, empujar «entre todos», enlaza Rico. «Tenemos que ser los propios cadavedanos, que estamos en una etapa de apatía, un poco dormidos». Hace falta cierto arrojo colectivo que dé respuesta a la pregunta, otra vez, del fraile que escribía poesías hasta en las paredes de esa casa asturiana con corredor y hórreo adosado: «¿Aú tan los mieus asturianus? ¿Aú tan las Esturias mías?».

En 2004 la unión vecinal echó abajo un proyecto urbanizador que hubiese cambiado la fisonomía del pueblo, sigue diciendo el artículo en el apartado Una bandera verde:

"Ese aprovechamiento del paisaje para el turismo estaba en parte en el fondo, dicen ahora aquí, de la reclamación colectiva que en 2004 llenó de trapos verdes las ventanas de las casas unifamiliares con parcela que hoy siguen siendo Cadavedo. Los vecinos ganaron aquella batalla guiada por la bandera verde de la tipología rural contra los planes urbanizadores del Ayuntamiento. «Lo que puso nervioso a un grupo numeroso de personas», recuerda Alberto Fernández, «fue que un núcleo de 290 viviendas pudiese pasar a tener la calificación de suelo urbanizable con cinco unidades de actuación que implicaban la construcción de otras mil viviendas». Los promotores de la plataforma opositora renegaban de la amenaza de los adosados y las urbanizaciones sobre «el pueblo que tiene más caída turística del concejo de Valdés después de Luarca». Se veían perjudicados económicamente, rememoran, pero cuestionaban sobre todo por «el modelo de pueblo». «Yo prefiero Cadavedo a La Fresneda», resume Nicasio Suárez. En su misma barricada había muchos, pero no estaban todos. Mari Rico -«llegaron a hacerme una pintada en casa»- le veía ventajas a una expansión moderadamente urbana que tiene «mil maneras posibles» y no todas son La Fresneda. Además de edificios traía lo que sigue sin haber, viales, aceras, un crecimiento ordenado e infraestructuras necesarias «para unos asentamientos lógicos» también en este lugar que después de tantas vueltas consiguió seguir siendo campo puro verde para vender al turista"


También repasamos en Avive el seso e despierte, el potencial turístico de Cadavéu:
"El turismo, aquí, son tres hoteles, un camping con apartamentos rurales para 250 personas y en conjunto más plazas que habitantes si se añaden unas doscientas más, en recuento grueso, entre el resto de los alojamientos. Manolo Santullano, propietario de un hotel en Villademoros, parroquia de Cadavedo, confirma que se resigna, que «doy el invierno por perdido» y que el turismo alimenta a este pueblo a tiempo parcial, poco más que «de marzo a octubre». A lo mejor, concluye, no queda otra que asumir con resignación la necesidad de llenar el granero en verano todo lo que sea posible y aguantar. Resistir, hacerse visibles con proyectos comarcales para hacer fuerza entre todos y diferenciarse: el hotel de Alberto Fernández es por fuera una casa de indianos; el de Santullano una casona aneja a un torreón medieval reconvertido en habitación de lujo con vistas a todo el alrededor desde la azotea."

Los peregrinos pasan, los vecinos debaten sobre "¿cómo aprovechar los recursos fuera del verano?"
"Hay posibilidades, puertas entreabiertas. Está por ver, eso sí, si la reclusión de la rentabilidad en unos pocos meses encuentra una puerta para salir y una respuesta para la pregunta de Mari Rico: «¿No se podría hacer algo para captar visitantes en estas épocas? Yo soy de las que salgo en otoño e invierno a conocer sitios nuevos». Alberto Fernández vuelve a pedir proyectos de alcance comarcal, tutelados, promocionados y creativos, porque hasta ahora la oferta «Entre brañas y cabos»,  que aunaba recursos de restaurantes y hoteles de la zona, ha tenido una respuesta «paupérrima». Sergio Gutiérrez, propietario del camping de Cadavedo, apunta que su promedio de 120 días de lleno al año, sobre todo de verano, Semana Santa, Navidad y «algún fin de semana suelto», da para ir tirando sólo si el negocio no tiene el lastre de los grandes endeudamientos. Plazas hay en la parroquia «más que suficientes», afirma. «Lo que nos hace falta es "crear destino", conseguir que aparte de los valores estéticos y de esta playa estupenda haya cosas a las que ir a Cadavedo, sobre todo en invierno». Para él es el turístico el recurso «esencial, el único» de la localidad, y por eso conviene que se extienda, lo mismo hacia los meses dormidos que hacia un nuevo concepto de producto. «En febrero», asegura, «yo puedo ofrecer una chimenea y una casa acogedora, pero hay gente muy activa que pide otras cosas. Tenemos que dar un artículo distinto, menos empaquetado, y dirigirlo hacia una atención más personalizada, comercializar la tradicional hospitalidad asturiana», propone. «Si me da por cobrar a los turistas por entrar en la ganadería», bromea Inmaculada Alba, «hago negocio en verano»

Y ahora ante nosotros, en Las Corradas, un cruce muy importante. nosotros seguiremos de frente por la carretera

En medio tenemos otra de las quintas notables de esta localidad, el chalet de Juan García Avello, Juan de Cantón- A la derecha es uno de los dos ramales en que se divide la carretera AS-268, que comunica con Trevías, a los lados de su quinta, Y de frente tenemos la Recta de Cadavéu, que nos lleva directamente al albergue público de peregrinos

A la derecha se va a otro albergue el de Casa de Peregrinos Covi y Peter. Tal vez veamos flechas o indicaciones para ir por ahí. ese ramal vuelve a salir a la carretera al final de la recta, pasando el albergue público


Siguiendo por la carretera un muy estrecho arcén pasa frente al portón de Casa Juan de Cantón


Juan García Avello hizo fortuna en Cuba, donde se dedicó al comercio, siendo propietario de varias fincas en Camagüey. Además tenía varios negocios con su tío y socio, Sabino, casado con su sobrina (y hermana de Juan) Hortensia, en concreto producción de tabaco y comercio de telas, en Cienfuegos y La Habana. Tras la revolución cubana sus propiedades fueron confiscadas, salvo una gran finca, que pudieron vender antes


Según leemos en Casonas de Indianos, tras la muerte de Juan este chalet pasó a sus hermanas casa pasó a sus hermanas, si bien durante poco tiempo, pues se producen varios pleitos que acaban con la venta de la casa a Baudilio García, a cuya familia perteneció hasta hace unos años


El chalet ha sido restaurado y entre sus elementos destaca la cúpula de pizarra negra


Pasada la quinta, cruzamos el otro de los ramales de la carretera AS-258 que llegan, o salen, aquí. De frente  reconocemos el edificio de las escuelas, que en la actualidad forman parte del Colegio Rural Agrupado Pintor Álvaro Delgado, siendo por lo tanto una de las pocas escuelas rurales que siguen teniendo el cometido para el que fueron creadas, la enseñanza


Sobre esta escuela, creada en los años 30, y sobre otras del concejo de Valdes, existe un muy interesante trabajo: Analfabetismo en el primer tercio del siglo XX: la creaciónde escuelas en Valdés (Asturias), del que son autoras Patricia y Trinidad Suarez, de la Universidad de Oviedo, donde entre otras muchas cosas dicen:
"En este artículo se analiza la creación de escuelas en el municipio de Valdés (Asturias) durante el primer tercio del siglo XX. Cabe señalar el papel protagonista que tuvieron los vecinos en la materialización del acceso a la enseñanza de sus hijos. Fueron los propios vecinos quienes sufragaron parte de los gastos de construcción de los edificios, e incluso donaron los solares donde se habrían de levantar los mismos, así como los materiales utilizados. El periodo que abarca la Segunda República fue el más fructífero en cuanto a levantamiento de edificios escolares, de la mano de su alcalde Luis Ochoa de Albornoz, que puso gran empeño en atender las demandas de los vecinos canalizadas a través de los Celadores y Alcaldes de Barrio"

Y continúan con la historia de estas y otras escuelas creadas en Valdés por entonces:

"El objetivo fundamental del trabajo es vincular el proceso de institucionalización de la educación con el advenimiento de la Segunda República en España. El devenir histórico es imprescindible para su comprensión puesto que en este contexto el tema educativo pasó a ocupar un lugar preponderante que se materializó en la creación de escuelas en entornos geográficos remotos e inaccesibles. Si algo se puede afirmar con rotundidad es que la población rural española fue la gran olvidada, pese a ser la más numerosa hasta bien entrado el siglo XX. Y quizás el vacío educativo fue el más gravoso de todos cuantos tuvo que soportar, y causa de la mayoría de sus males puesto que las generaciones se sucedían sin vislumbrar apenas atisbos de cultura. Según Bartolomé Cossío, quizás el pedagogo español más eminente a fines del siglo XIX y principios del XX, lo fundamental es “enseñar al niño a ver desde el primer día” (Bartolomé Cossío, 1985, p .49), de ahí la importancia de los maestros y las escuelas. Cuanto más débil es la formación de los progenitores, mayor es el sentido que tiene el desarrollo de una red de escuelas que llene ese vacío y estimule el desarrollo de esos niños y de las generaciones venideras"

 Así fueron sus primeros pasos y su creación, dentro de aquel contexto histórico:

"Las escuelas como tales apenas existían, ocupando físicamente los peores lugares. Utilizando palabras casi literales de Fernández Soria y Agulló Díaz (2004), las escuelas se ubicaban en ruinosas viviendas, en sótanos o en antiguos establos. Por si fuese poco, la escuela rural era unitaria la mayor parte de las veces, pues la matrícula y los medios eran insuficientes para conformar una escuela graduada, reservada al ámbito urbano. Este hecho suponía un hándicap para el docente, que se ocupaba de un número elevado de alumnos de diversas edades en un mismo espacio, con todo lo que ello comportaba. Como cabría esperar, el mobiliario y el material didáctico iba parejo al panorama de miseria imperante..."

 Y abarcan también otro problema, la alta movilidad del profesorado en el ámbito rural por entonces:

"De todo lo anterior se desprende la alta movilidad de los maestros destinados al ámbito rural, pues en cuanto podían ponían rumbo a las ciudades o por lo menos a poblaciones de más tamaño, en donde por lo menos existiese una escuela graduada que cumpliese con sus expectativas y les ofreciese mayores comodidades"

 Y este sería el origen de las escuelas tal y como hoy las conocemos

Cabe preguntarse en qué momento la familia es desplazada de forma definitiva por la escuela a la hora de dotar a los niños de una formación generalista que garantizase su alfabetización, es decir, el control de las técnicas elementales de la lectura, la escritura y el conteo. Los economistas consideran que la educación es una inversión que permite al individuo mejorar su capacidad futura para producir y generar una mayor ganancia y, por lo tanto, afectará positivamente a su bienestar. En este sentido, los padres manifiestan anhelar la prosperidad y grandeza del país a través de una mayor cultura de sus hijos/as en las múltiples solicitudes que cursaron para pedir la puesta en marcha de escuelas a principios del siglo XX (...)

 Sería la Ley Moyano de 1857 la que concretó el control de la enseñanza por parte del Estado, estableciendo la dotación de una escuela de niños y otra de niñas cada quinientos habitantes, asimismo designaba a los ayuntamientos como los responsables del mantenimiento de las escuelas. Pero en Asturias una aplicación rigurosa de la ley obligaría a la implantación del doble de las escuelas que ya existían, por lo que a través del Arreglo especial de 21 de febrero de 1860 se dispensó a los municipios de tal responsabilidad, perpetuándose así la situación heredada, que significaba la práctica desescolarización de un amplio sector de la población infantil" (...)

En la Asturias rural, y no olvidemos que en esa época la mayoría de la población se asentaba en este ámbito de una forma muy dispersa, lo normal era que las escuelas estuvieran sostenidas por las Juntas vecinales y atendidas por maestros carentes de titulación, y en el caso de aldeas pequeñas y aisladas la instrucción se centraba en un período pequeño del año, que coincidía con el tiempo en que no se realizaban labores importantes en el campo, dando lugar a las escuelas temporeras, que representaban una cuarta parte del total según Mato Díaz (1992) (...)

La mayor parte de los niños y niñas acudían a la escuela andando varios kilómetros, de manera que la ausencia de ésta en un radio de más de seis kilómetros impedía de forma tajante la escolarización de la población. Las familias vivían al pie de las tierras que cultivaban y que les daban de comer, en el mejor de los casos en caserío propio o bien en las casas en las que servían como criados o bajo el régimen de aparcería. Los niños constituían mano de obra muy necesaria, sobre todo en determinadas épocas del año, período de siembra y de cosecha (...)"

Nunca olvidemos en este y otros ámbitos, el papel de los emigrantes, los famosos y omnipresentes indianos:

"En términos generales, cabe destacar la aportación de los emigrantes para construir escuelas (Lombardero Rico, 2013). Participaban tanto los más favorecidos por la fortuna como aquellos más modestos, que a través de colectas enviaban lo que buenamente podían. Así, un elevado número de escuelas se levantaron con el dinero de estos emigrantes, especialmente antes del advenimiento de la Segunda República, momento en el que el Estado tomó conciencia de la importancia de la educación y estableció un plan de construcción de escuelas sin precedentes. A modo de ejemplo, es necesario dejar constancia de la labor de Ramón Asenjo, emigrado a Argentina y a su regreso alcalde de Luarca durante varios años. Ramón Asenjo donó a título personal dinero y, además promovió desde la Alcaldía la construcción de varias escuelas (Arcallana, Ayones, Barcia, Cadavedo, Luarca, Muñás, Canero, Paredes, Santiago, Trevías, La Carboniella, Carcedo y Otur, entre otras). Según el Informe de Primera Enseñanza de D. Benito Castrillo Sagredo (1926)

En el ámbito rural, es necesario incidir en el hecho poco estudiado del papel protagonista que tuvieron los vecinos en la materialización del acceso a la enseñanza de los niños y niñas, que hasta el momento era muy deficiente en todos los aspectos. Fueron los propios vecinos quienes sufragaron parte de los gastos de construcción de los edificios, e incluso donaron los solares donde se habrían de levantar los mismos, y solicitaban a los ayuntamientos la contratación de un maestro/maestra, cuyo alojamiento también solía correr a cargo del vecindario

En el municipio de Valdés se construyeron unas 32 escuelas entre el 28 de abril de 1931 y el 5 de octubre de 1934, periodo en el que fue alcalde Luis Ochoa de Albornoz (véase en el anexo la transcripción fechada el 8 de junio de 1932), lo que equivale a decir que más de un tercio de las escuelas del concejo fueron levantadas en este breve intervalo de tiempo. 2.4. Las escuelas de párvulos en valdés El afán benéfico propició el nacimiento de escuelas destinadas a recoger a niños de corta edad, procedentes de capas sociales desfavorecidas, e impulsado por la iniciativa privada (Molero Pintado, 1999). La revolución industrial supuso el primer gran trasvase de población desde las zonas rurales a las urbanas y la incorporación de la mujer al mercado de trabajo. Es en este contexto en el que surgen las primeras escuelas de párvulos, aunque todavía con un marcado carácter asistencial (Colmenar Orzaes, 1991). Tal y como se recoge en el apartado anterior Valdés contaba con seis escuelas de párvulos: Luarca, Barcia, Otur, Canero, Cadavedo y Trevías"

Y no hemos de olvidar un apartado también muy a tener en cuenta, la tipología:

"La tipología arquitectónica es diversa en la medida en que responde a diferentes realidades, épocas y medios económicos. Así, vemos que los mejores edificios se concentran en Luarca y en pueblos pudientes como Arcallana, que cuenta con una construcción señorial en dos plantas. Respecto a la edificación de una gran parte de las escuelas unitarias construidas en el primer tercio del siglo XX, cabe señalar que presentan un diseño prácticamente idéntico, compuesto por un cuerpo central, que normalmente acogía la biblioteca, y dos alas, una destinada a niños y otra a niñas, dotadas de amplios ventanales a ambos lados (tres o cuatro dependiendo del tamaño de la misma) dando un conjunto alargado que proporcionaba mucha luminosidad. Es el caso de las escuelas de Muñás, Carcedo, Ferrera, Brieves, Villanueva, Silvamayor, Barcia, Cadavedo, Otur o Paredes

Y reproducimos íntegro el apartado de Conclusiones: 

"Hubo que esperar a los años veinte del pasado siglo para que se pusiese en funcionamiento una red escolar en el concejo atendida por maestros y maestras debidamente titulados y con unas instalaciones decorosas e higiénicas, pues hasta entonces se ponía escuela donde buenamente se podía, en hórreos, casas particulares o pajares, y se ocupaban de las mismas maestros carentes de la debida preparación. 

Así pues, se deduce que las autoridades hasta ese momento no tenían como prioridad el establecimiento y consolidación de la educación primaria, y que tuvieron que ser espoleadas en cierta manera por los propios interesados para salir de su desidia. 

La principal conclusión es que no es el Estado sino los vecinos de los pueblos los que demandan ayuda para abrir escuelas; contribuyen donando  el solar, a través de aportaciones económicas considerables para sus precarias economías y con su propio trabajo para la construcción y el acarreo de materiales donados por ellos mismos, principalmente piedra y madera. 

Lo que se observa tras el análisis de la información recogida es que los padres, deseosos de que sus hijos tuviesen una vida mejor que la suya y de que se erradicase el analfabetismo en los pueblos, demandaron al Ayuntamiento de Luarca la creación de escuelas a lo largo y ancho del concejo, siendo el periodo que abarca la Segunda República el más fructífero en cuanto a levantamiento de edificios escolares, de la mano de su alcalde Luis Ochoa de Albornoz, que puso gran empeño en atender las demandas de los vecinos.

 Otro aspecto a subrayar es la ingente labor que llevaron a cabo los emigrantes, siendo promotores exclusivos de varias escuelas y a través de aportaciones económicas que llegaban desde Cuba, Argentina, Méjico, Puerto Rico o Guatemala, contribuyendo a la construcción y al sostenimiento de numerosas escuelas. Cabe preguntarse qué hubiese ocurrido de no haber salido de sus hogares camino de las Américas tantos y tan generosos prohombres, que a fin de cuentas, con su labor de mecenazgo erradicaron el analfabetismo en sus añorados pueblos gracias al dinero que cruzó todo un océano. 

Ciertamente, la creación de una escuela en un pueblo supuso fijar su población, mejorar el nivel cultural de sus habitantes y dotarlos de los instrumentos mínimos para encarar el tremendo cambio socioeconómico que experimentó España en los años sesenta. A día de hoy, las escuelas rurales de Valdés ya son pasado. Las últimas, Muñás y Concernoso, cerraron sus puertas en 2016 y 2017, respectivamente. Todas ellas han pasado a formar parte de ese nostálgico lugar en el que habita el olvido"


Pasada la escuela, actual colegio rural agrupado, están la Farmacia Costales Suárez, una entidad bancaria y el Café El Salón


El Salón, muy cerca ya del albergue público, es un lugar de parada muy frecuentado al estar situado en la misma carretera, próximo también al enlace con la autovía


A la izquierda gran explanada de aparcamientos, donde suele estar el camión de Madastur Grupo Musical, gran orquesta cadavedana, que ameniza con notable éxito romerías y verbenas, jornadas, evento y festivales... así como todo tipo de encuentros


En la recta, hay ahora un tramo de buen arcén a la izquierda, frente al portón de la maderera de García Hermanos, una industria de la que también se habla en el recitado artículo Avive el seso y despierte:
"En el recorrido por Cadavedo aparecen en seguida dos aserraderos de madera, dos compañías familiares con décadas de presencia en la estampa de este pueblo esparcido por la rasa costera. Las dos industrias más visibles en Cadavedo son esas dos sierras que alimentan hoy a más de treinta familias y piensan en el futuro con un discurso en algún sentido similar al de los ganaderos. Feo. «La tendencia del sector, en lo que se refiere a la primera transformación de la madera, se inclina al cierre de cada vez más fábricas y a que queden en pie casi exclusivamente las más grandes», retrata José Méndez. Así se configura una competencia «muy feroz» que lleva al pez pequeño a perder puestos en el escalafón, con el problema de que el grande puede pagar la materia prima «hasta un quince o un veinte por ciento más cara que nosotros» y, sobre todo, que los grandes son muy grandes: «Hay aserraderos en Santander que pueden consumir del orden de 3.000 toneladas de madera al día» y entre las dos sierras de Cadavedo no llegan a doscientas, calcula. En el horizonte asoma además un posible traslado al Parque de la Madera que se proyecta en Barcia y la reutilización de los terrenos de las sierras, los únicos calificados como urbanos en el suelo de Cadavedo.

Prosigue así el relato con más opiniones vecinales:
«Todo lo que suponga que yo viva de ti y tú de mí no sirve», apunta José Méndez, propietario de uno de los dos aserraderos cadavedanos; de alguna manera debemos lograr que el pueblo viva de lo que pueda ofrecer a la gente de fuera». «Lo ideal sería que hubiese más iniciativas como las sierras o la cerrajería y alguna otra industria transformadora», propone Alberto Fernández, que tiene en Cadavedo un hotel de siete habitaciones en una casa de indianos, pero que no vive del turismo y sabe así por qué este sector sirve aquí, sí, pero «como un complemento». ¿De qué? Como nunca va a poder prescindir del campo ni tolerará traiciones a todas esas tradiciones que esta población defiende hasta en su fiesta asturianísima -la Regalina-, el sector agrario debe caber todavía en la relación de las actividades imprescindibles. ¿Cómo? Inmaculada Alba, ganadera resistente, identifica en el minifundismo, adosado a la ausencia de una concentración parcelaria en la zona, los frenos que «pueden afectar al desarrollo del campo» en esta llanura acantilada de grandes extensiones de verdor. Y perder lo que da el terreno equivale aquí a extraviar una parte del pasado que convendría conservar. Puede que el agro no vaya a tener ni mucho menos todas las respuestas en Cadavedo, pero «en cuanto lo dejemos, el pueblo se va a pique». Lo sabe Inmaculada, que para comprender la realidad del sector en la localidad no necesita salir de casa: ninguna de sus tres hijas, cuenta, «quiere seguir con las vacas». Hacerlas rentables va a costar, tercia Nicasio Suárez, presidente de la asociación de vecinos y propietario de un taller de cerrajería en Cadavedo. «La ganadería ha ido a menos», aquí también, pero es que además esto fue siempre un pueblo de labradores pequeños y desde dentro se echa en falta cierta «cultura agrícola». En un lugar donde «los cultivos estuvieron siempre orientados al forraje», «al no tener esa cultura, también nos falta gente que se decida a empujar el campo hacia delante».

Siguiendo el arcén, junto al muro de los aserraderos, avanzamos por la recta de la antigua carretera general, ya a la salida de Cadavéu


A lo lejos, al final, está el enlace con la A-8. En el año 2007, cuando se estaban inaugurando los tramos correspondientes de esta zona La Nueva España publica el artículo El Laberinto de la Autovía, que firma E, Peláez el 3 de mayo de ese año y que nos permite ver cómo iban esas ansiadas obras:
"Hace poco más de un mes se abrieron al tráfico dos tramos de la Autovía del Cantábrico en el concejo de Valdés. Restan en la comarca otros cinco tramos; dos de ellos unen los dos municipios costeros del Valle del Ese-Entrecabos, Valdés y Cudillero, con Navia y con Muros de Nalón.
Actualmente, la conexión de Valdés y Cudillero por autovía está en obras. A la espera de los dos carriles por sentido de circulación, que reducirán los tiempos de desplazamiento, los conductores tienen que enfrentarse en su recorrido por la carretera N-632 a bandas de limitación de velocidad en la calzada y a desvíos. La autovía sigue en los tramos Las Dueñas-Novellana, Novellana-Ballota y Ballota-Cadavedo el trazado de la actual carretera, lo que obliga a establecer desvíos para los conductores en puntos como Ballota, Novellana y en el acceso a Ribón. A esto se unen las limitaciones de velocidad en diferentes tramos en los que trabajan los operarios en la construcción de la Autovía del Cantábrico. El resultado es el aumento del tiempo de desplazamiento para los conductores, que aguardan la apertura de la nueva vía. 
En las últimas semanas se han variado los accesos a núcleos como Ballota y Novellana, en Cudillero. Las líneas amarillas, de obras, se extienden desde Cadavedo, donde concluyen los dos tramos de la autovía recién inaugurados, hasta el viaducto de Artedo, donde finaliza Novellana-Las Dueñas. El último tramo de Cudillero en su zona oriental une ese punto con Muros de Nalón. También en Querúas-Otur, el recorrido sigue el trazado a la carretera nacional de la llamada variante de Luarca, que incluyó el desdoblamiento de los viaductos de San Timoteo y de Canero. Sin embargo, el tramo Cadavedo-Querúas discurre por otro trazado distinto al de la carretera N-632. 
El recorrido occidental de la Autovía del Cantábrico tiene un total de 107,8 kilómetros. El recorrido de la Autovía del Cantábrico en Asturias es de 228 kilómetros, de los que 120,2 pertenecen a la comarca oriental, donde están en servicio todos los tramos salvo Unquera-Llanes. En el Occidente, Soto-Muros será el próximo en abrirse al tráfico"

A nuestra derecha un gran prado de siega, característico de esta rasa costanera


Por allí va el camino que sigue desde la Casa de Peregrinos


Ese es el albergue Casa de Peregrinos Covi y Peter al que ya nos hemos referido, en medio de una hermosa campiña. Las palmera y jardines de su quinta revelan inspiración indiana


La casa es de planta alta y bajocubierta también parte de la vivienda. Al lado tiene varias dependencias anexas


Pasamos el portón de otra serrería y continuamos carretera adelante


Pasamos junto al edificio en cuyos bajos está la otra sucursal bancaria


Buena mata de hortensias


Gran panerona a nuestra derecha, con bodega habilitada como vivienda


Delante de nosotros La Granda, que pertenece ya a la vecina localidad de Villademoros o Vil.lamouros, que pertenece a esta parroquia de Cadavéu. Su nombre es un topónimo realmente abundante, como leemos en Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, de Xosé Lluis García Arias:
"Todavía en la actualidad emplean nuestros paisanos la palabra granda ‘elevación estéril o de monte bajo, de suelo de piedra o arenoso, que ha tenido gran éxito en la toponimia y como apellido. También es de uso la expresión grandizu con que se alude a cualquier suelo de ínfima calidad, semejante al de la granda. Nuestra palabra está próxima etimológicamente al portugués gândara, gallego gándara así como a otros términos del norte de Italia donde ganda equivale a ‘ladera pedregosa’ lo mismo que en el rético ganda y en el alemán de Suiza gand. Es probable que se trate de una palabra precéltica que también subsiste en el irlandés ganen ‘arena’ . Dada su extensión resulta mejor esta propuesta que admitir que se trate de un suevismo. Lo que incide en su origen prerromano es el hecho de que entre las palabras no latinas de uso en las explotaciones mineras de nuestra tierra, según cita Plinio, figure GANDADIA, responsable del actual gandaya ‘cosa de desecho’ (y de ahí ‘gentuza’) que presenta la misma raíz *GANDA combinada con el sufijo átono -ARA  (,,,). En Asturias granda está abundantemente presente no sólo en la antroponimia como apellido, sino en la toponimia 

El paso de Cadavéu a Vil.amouros viene a señalarlo el Regueiru La Cogol.la, que va a desembocar a la Playa Campiechos


Salvo que nos fijemos, el riachuelo posiblemente nos pase desapercibido, oculto por las hierbas del prado


Un puente, con sus respectivas barandillas, sí delata un poco más el que pasamos sobre un curso fluvial


En La Granda vemos varias casas tipo chalet, rodeadas de prados, pumaradas y otros frutales


Y allí está el Mesón La Granda, otro buen sitio para tomar algo o parar a comer


Y ahora, justo cuando las señales indicadoras de la carretera anuncian el paso de un pueblo a otro, vemos el albergue público de peregrinos a nuestra izquierda


Es la casa del fondo, a la derecha dela foto, en un lugar relativamente apartado pero a la vez cercano a los lugares donde comer, comprar o realizar alguna visita en estos encantadores pueblos de la costa valdesana


Unas de estas visitas, que pueden realizarse si vamos bien de tiempo y fuerzas, ya las hemos comentado. Si por ejemplo hacemos una etapa corta y tenemos una tarde libre, acercarnos a La Garitoa y el campo de La Regalina, pudiendo continuar desde allí hacia La Torre Vieya, el torreón medieval de Vil.lamouros, regresando de ella al albergue en una ruta circular. También podemos incluir la playa de La Ribeirona. Otra posibilidad es dejar esa ruta para la salida a la mañana siguiente, haciendo otra etapa no demasiado larga hacia Luarca/L.luarca, la capital del concejo, que también tiene mucho que ver



Al albergue de peregrinos se accede por este camino de tierra o zahorra. La ruta sigue carretera adelante


Ignacio Romero le dedica todo un artículo de su genial blog Bajo el cielo de Cadavedo: La Peregrina
"Cadavedo cuenta con un centro de acogida para los peregrinos del Camino de Santiago, ubicado en una casita que fue costeada por el pueblo como alojamiento  provisional para vecinos de esta localidad, que por causas accidentales pudieran sufrir la perdida de su casa por un accidente fortuito. 
Por este edificio de una planta pasan cientos de caminantes a lo largo del año, con más intensa frecuencia en los meses de verano, camino de Luarca. Aquí con el sólo requisito de cuidar la instalación y hacer un donativo voluntario pueden asearse, comer tranquilamente sus viandas y dormir en sus sacos térmicos reparando las fuerzas tan preciadas..."

Como el título indica, Romero plasma la conversación con una peregrina cuya situación y vivencias pueden ser un ejemplo entre tantas más o menos similares, historia viva del Camino;

Encontramos a Gioia Risatti, una chica italiana de 33 años, sentada en las duras escaleras de cemento del edificio mientras lee su guía del Camino y se va recuperando de una tendinitis que cura con los remedios que le ha dado la farmacéutica del pueblo junto con la ayuda de baños de mar en la Playa de la Ribeirona. 
Nuestra protagonista trabaja y vive en Florencia donde se dedica a organizar conciertos de música clásica. Ha tenido un año muy agitado y estresante por lo que pensó que le vendría bien un acercamiento a la Naturaleza, espartano y relajado, por lo cual se lanzó a su particular aventura del Camino de Santiago desde el País Vasco el 2 de Agosto.Su ruta que pretende acabar no en Santiago, si no en Finisterre, en la costa de la muerte gallega, por aquello de que como los antiguos decían, es donde se termina el mundo, le ha llevado ya a recorrer más de quinientos kilómetros en veinte días. 
No lo hace para ponerse a prueba, como algunos pudieran pensar, pues de eso ya se encarga su exigente trabajo en Italia. Es una experiencia que tiene que ver más con su concepto de la libertad personal y el control soberano de sus actos. 
"No es cierto eso de que según vas haciendo kilómetros, estos cada vez te pesan menos. El esfuerzo siempre es el mismo, pero es llevadero, pues tú y nadie más marca las etapas. "Mañana - añade- trataré de llegar hasta Luarca " con tendinitiis y todo"; comenta animosa. "Me levantaré a las siete de la mañana y me pondré de nuevo en marcha". 
La comida la va resolviendo de manera un tanto improvisada, comprando sus alimentos en mercadillos, tiendas o supermercados de los pueblos por donde pasa. A lo que no renuncia es al desayuno, al que se entrega con delectación de gran dama. 
Siempre, a ser posible, en la terraza de un bar, para ver pasar a la gente y estimularse con la brisa mañanera. 
Ha tenido ocasión de conocer la red de albergues del País Vasco y Cantabria en su camino y piensa que la de Asturias es manifiestamente mejorable. "Encuentro que no hay demasiadas plazas para los caminantes en Asturias, cada vez son más los caminantes pero no parece que se inauguren más centros de acogida por ello". 
Una pena, pues los peregrinos acumulan una valiosa experiencia sobre el terreno, que contarán en sus países a su regreso y su opinión podría servir para encumbrar nuestro prestigio como destino turístico de forma impagable. 
Gioia parece una mujer positiva y cordial como lo demuestra el hecho de que acceda de buen grado a dejarse fotografiar casi ya sin luz solar a pesar del riesgo de que el resultado de la foto pueda resultar un poco fantasmal . Ante la duda de defender su buena imagen de una foto no muy bien conseguida o colaborar con el bloguero, opta generosamente  por dejarse retratar para así hacer `posible la publicación de esta crónica. 
Buena suerte en tu periplo peregrina, Que el camino te sonría y te ofrezca grandes gozos"

Avanzando hacia La Granda, la carretera vuelve a perder su arcén. Vamos a hacer una cosa para evitarla, solo se el tramo de la siguiente curva


Justo aquí, donde le cartel indica que entramos en Villademoros, vamos a ir dejando el asfalto para seguir de frente hacia aquella casa


Siguiendo recto tomamos ese ramal a la izquierda de la N-632


Y continuamos por el camino que sigue recto, donde está aparcado el camión


Así durante unos metros, precisamente en esta cuesta con curva cerrada antes del enlace con la autovía y puente del ferrocarril, dejaremos un trecho de asfalto un tanto peligroso para continuar por un paraje más tranquilo


Durante los primeros metros este ramal presenta algo de asfalto antiguo, con sus baches, tal como si fuese parte de carretera antigua


Luego va desapareciendo en el verde...


Pero se ve bien pisado y marcado, entre el seto de la casa y los postes telefónicos


Aquí encontramos la vía del tren, que tenemos que cruzar


Este sí es un paso en el que prestar mucha atención, mirando a ambos lados. Ahora pasan pocos trenes pero no son infrecuentes, además de las menguantes líneas de pasajeros hay no pocos de mercancías


El tramo viario es muy recto y de gran visibilidad, al menos un kilómetro a cada parte, pero nunca hay que despistarse


El camino sigue al otro lado. Sobre el puente ferroviario va la carretera


Seguimos recto con la nave del fondo como referencia


La senda sube un poco, a su derecha


Y llega al acceso a la nave desde la carretera


Hay una explanada, nosotros continuamos a la derecha


Allí está de nuevo la N-632


Desde el guardarraíl tenemos una preciosa vista de Cadavéu, que ya hemos dejado atrás


Merece la pena detenerse a echar un vistazo, antes de proseguir camino


Las Corradas, con la carretera. Arriba la Sierra de Las Palancas


La Granda, y a lo lejos Los Campos


Al sur, La Estación, inaugurada con este tramo de vía el 30 de julio de 1962.Más atrás es el barrio de La Rapa, bajo las alturas del Picu la Bobia (479 m) y El Picu Las L.liebres (672 m). Apreciemos la gran bajada del Camín de Las Palancas


Y llegando a la carretera seguiremos a la izquierda


Y juto aquí la cruzamos al otro lado, por donde sigue el camino


Tengamos presente que, al estar allí la glorieta de enlace, este lugar suele tener algo más de tráfico siempre


La senda pasa al lado del gran cartel indicador de la rotonda y sigue entre los prados


El guardarraíl delata que estamos al lado de la trinchera de la caja del ferrocarril y su profundo surco


En él hay una flecha amarilla pintada. Más al norte vemos el barrio de La Vil.la Baxu, perteneciente a Villademoros/Vil.lamouros


En la distancia vemos el lugar de La Torre, llamado así por La Torre Vieya, cuya mole se divisa en la distancia, recortando su silueta sobre el azul del mar


 La Torre Vieya es, en la estructura que ha llegado hasta nosotros, una antigua fortaleza del siglo XV que perteneció a los Peláez de Villademoros, que se dicen sucesores de Don Pelayo, símbolo de su dominio en esta comarca. Se cuenta tuvo puente levadizo y fosos


Sin embargo diversas opiniones afirman que La Torre Vieya sería sucesora de otra más vieya aún, del siglo X u XI, destruida por los vikingos, según cuenta la tradición recogida por José Luis Pérez de Castro en Antigüedad y nobleza de las casas y apellidos de Rico, Peláez de Villademoros, Paredes y Castrillón:
"Los normandos destruyeron lugares marítimos desde Gijón a La Coruña, según la tradición de aquella tierra, padeció ruina la casa y torre de los caballeros >Peláez, y una iglesia de la advocación de Santa Eufemia, junto al puerto de Cadavedo, donde se conservan vestigios de torre e iglesia y unas hierbas que se llaman jiniestas, que no hay en otra parte del distrito sino allí"

Siguiendo camino hacia La Vil.la Riba continuamos, mirando hacia el norte, admirando la torre y su entorno


Aunque si nos detenemos es fácil distinguirla, es fácil que el viajero o peregrino con prisas no la vea, en las llanuras y bosquetes de la rasa litoral


Por allí va el camino antiguo, que desde La Regalina pasa por La Cruz, el solar de la antigua iglesia parroquial, el cementerio, y cruza el arroyo de La Cogol.la para llegar a La Torre


Destaca su buena altura de 12 metros, su anchura de planta cuadrada de ocho metros de lado, así como su color de piedra clara. Sin embargo ha perdido su cubierta


La Torre, "a dos tiros de arcabúz del mar" fue reemplazada por la casona de la estirpe, cuando su función militar y feudal dieron en acabar con los avances bélicos en elempleo de la pólvora para reducir fortalezas, así como los cambios sociopolíticos que pusieron fin a la Edad Media, cuando los reyes no permitían ya la erección o mantenimiento de torres que un día puedan desafiar asu autoridad según los vaivenes y preferencias de la nobleza local


En este su muro sur vemos ventanucos dobles, una pequeña ventana y alguna saetera o aspillera. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1961 y restaurada parcialmente en 1987. Como no podía ser de otra manera, fue versificada también por Fernán Coronas, El Padre Galo:
"Subre'l cielu clariosu
 firme negreya
cargada de memorias
La Torre Vieya. 

Dica'l sou picu subu
sin escalada
ya vei esqueicidas cousas/
la mía mirada. 

Ve lus reis que d'Asturias
 fuertes salienun/
ya nueva España Llibre
 facer soupienun. 

Ve las naus que beliaban
 pul mar de ocasu
 p'afayar d'Outrus mundus
 gloriosu pasu. 

Ve que inda güei clareyan
 estus caminus
 que han llevar ande llaman
 grandes destinus... 

Puen el sol puestu nun nimbu
de vivos ouros
la enyedrada torre
de Villamouros"

Seguimos pues caminando junto a este seto


Un trecho de camino precioso por la campiña, avanzando en dirección oeste por la marina occidental asturiana


A la izquierda, las casas de la carretera. Entre el seto y ellas huertas y frutales


Plantaciones de Faba de Cadavéu, La agricultura es otro de los alicientes, con productos como la preciada faba valdesana, que compra por ejemplo el restaurante asturiano El Ñeru, de Madrid. Así lo pregona la noticia Faba de Cadavedo con destino a Madrid, que podemos leer en La Nueva España el 9-7-2020:
"Fernando Caso, propietario del restaurante El Ñeru, en Madrid, ha retomado por todo lo alto la normalidad tras el confinamiento. Lo ha hecho comprando 2.500 kilos de fabas de Cadavedo (Valdés), que se servirán en el restaurante, que tiene la fabada como uno de sus platos estelares"

En estos encantadores recorridos nos encante recordar algunos de los "errores que comenten los peregrinos", según encuesta hecha por Vive el Camino con el título Evita estos errores al hacer el Camino de Santiago, de los que extraemos, respetando el anonimato, alguno de los que más nos acordamos en estas situaciones:
- "Mi error fue caminar tantos km diarios y no disfrutar el camino. El último día sufrí ruptura de meniscos de la rodilla derecha y me vi obligada a anticipar mi regreso a Colombia. Pero me gustaría volver a hacer el Camino del Norte ahora si más pausado y disfrutando cada paso" 
- "Una mochila muy pesada y en verdad lo que se necesita llevar es poco, además caminé dos días alrededor de 40 kilómetros por día, lo cual maltrató demasiado mis pies y el resto de camino fue muy doloroso" 
- "Seguir el camino de los compañeros y olvidarme de hacer MI camino." 
- "Me falto tiempo! El camino exige pausas para disfrutar, sin embargo ha sido mi mejor experiencia, con todo y ampollas!!" 
-Mi mayor error fue caminar (...) en un día, 12 horas que no disfruté, ampollas y mucho cansancio. Mi primera lección del camino, fue que mi soberbia, de no seguir las rutas, recorridos y tiempo, y de disfrutar km a km. El camino se disfruta, no se recorre como un maratón"

A partir de aquí el camino es prácticamente campo a través, precioso


A la derecha, hórreo y casa: seguimos todo recto



A cada paso que damos, nuevos paisajes y detalles según a donde miremos


Al norte el mar, cerca de la playa de Campiechos o Campiel.los


De frente las praderías de La Vil.la Riba. El topónimo Villademoros o Vil.lamouros es esclarecedor y puede estar en relación con la antigüedad del poblamiento del lugar y con la torre, en cuyas inmediaciones fueron halladas monedas romanas, según informa J. Luis Avello Álvarez en Las torres señoriales de la baja Edad Media asturiana


Mouros, popularmente, no designa necesariamente a personas de religión musulmana, del norte de África, etc. sino en general a los antiguos y a los no cristianos, atribuyéndoseles poderes mágicos y sobrenaturales, como leemos en Wikipedia:
"Los mouros o moros son una raza de seres mágicos que vivían en Asturias desde el principio de los tiempos, por una razón desconocida se vieron obligados a vivir debajo de la tierra, ejerciendo el oficio de la minería, la metalurgia o la orfebrería. Son los constructores de los dólmenes y de los castros, debido a su forma de vida tienen grandes tesoros que son protegidos por cuélebres o por hechizos. Rara vez salen al exterior a no ser para recoger comida, y solo salen al anochecer o por la noche o en días muy señalados como la noche de San Juan. No se suelen mezclar con los humanos, a no ser en encuentros casuales"

Más explicación la encontraremos en Wiki Mitología Ibérica:
"Los mouros son criaturas que físicamente son parecidos a los humanos, pero de mayor tamaño (en algunas fuentes incluso son gigantes), con la piel de color negra o terrosa debido a que viven en el subsuelo en guaridas y túneles bajo la tierra, donde se dedicaban a la minería (especialmente a la extracción del oro), metalurgia y orfebrería. Destacaba el hecho de que todos sus objetos estaban hechos de oro (cuchillos, arados, tijeras, etc). Esto hace que los Mouros sean un pueblo muy rico. 
Aunque son un pueblo mágico, tenían una forma de vida muy parecida a los campesinos: Tienden la ropa, trabajan los campos, crían animales de granja (caballos, gallinas, vacas,….), beben vino (algo que les encanta), van a las ferias, etc… 
Son un pueblo que hace muchos tratos con los mortales. Realizan con ellos negocios, intercambios o favores. A cambio de la ayuda del mortal, independientemente de la dificultad del trabajo, el Mouro siempre pagaba con oro, lo único que exige es que el mortal no se revele la procedencia del oro. De no cumplir su palabra, el oro se transforma en carbón o en piedras, incluso en algunos relatos, el Mouro mata al mortal por incumplir su promesa. También poseían fama de guardianes de fabulosos tesoros, que constituyen el origen de la riqueza de varias familias. 
Se les consideraba también los constructores de las mámoas (túmulos), castillos antiguos, castros, petroglifos, etc,… en general, de cualquier ruina de origen muy antiguo, que suelen ser entradas a su mundo subterráneo. Aunque no eran cristianos, también se les considera constructores de iglesias, además de bautizar a sus hijos y daban sepultura a sus muertos siguiendo ritos cristianos"


De todas formas es también probable que se trate de un antropónimo, es decir, el nombre del posesor de una villa, Villa Maurus, la Villa de Mauro, un asentamiento de la romanización o altomedieval, lo cual explicaría el hallazgo de las monedas


A nuestra y prado abajo derecha los apartamentos de Casa Carín


A lo lejos y al lado de La Torre Vieya, vemos ahora bastante bien la casona o palacio de los Peláez de Villademoros, actualmente Hotel Torre de Villademoros, en cuya página leemos su historia:
"La Torre de Villademoros, uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura señorial de carácter militar de la Baja Edad Media Asturiana, es citada por diversos autores como solar de un Caballero llamado Pelayo (o Pelagio), cabeza de linaje de los Valthos o Valdés, contemporáneo del Rey Don Pelayo, primer monarca de la dinastía asturiana. Según tradición recogida por los historiadores, este Caballero juntó cuatrocientos hombres de los campos de Luarca y fue en ayuda del Rey. En Cornellana se encontró con tres mil moros que huían hacia Galicia, a los que pasaron a cuchillo, por lo cual "le honró mucho el Rey y le trajo siempre en su servicio" 
De ser cierta la anécdota (al margen de la probable exageración en el número de acuchillados), la primera referencia a la torre de Villademoros se remonta al siglo IX. y, para algunos historiadores, aún es posible suponer que la misma haya sido "obra defensiva y vigilante romana y que los reyes asturianos la consolidaron y reutilizaron en la defensa de su reino y que a ésta de Villademoros la atacaron y destruyeron los Normandos en el reinado de D. Ramiro.... y que fue reconstruida efectivamente en el siglo X y enriquecida y engalanada a través del siglo XIII y del XIV y quizá del XV". Esta suposición podría verse avalada por la aparición, no hace muchos años, de un sello romano y monedas en las inmediaciones de la torre"

También existe otra versión, igualmente legendaria, de sus orígenes:
"Otra tradición relativa a los avatares de la Torre de Villademoros, refiere que el Caballero Diego Peláez , nieto del anterior, que poseía este solar y casa en tiempos del intruso Rey Mauregato, fue fiel a los legítimos Reyes de Asturias, pasando a Galicia al servicio del Rey Casto. Mauregato le despojó de la torre y solar. Vuelto de Galicia Diego Peláez "halló su casa enajenada y habitada por moros con algunas doncellas que recogían por aquél país y retó al capitán a cuyo cargo estaban, el que salió a pelear con él y le temió y se dio por vencido teniendo noticias de su valor y le entregó la Torre y doncellas y se dió por prisionero". Esta tradición está plasmada en el escudo que se conserva en la fachada Este de la casa anexa a la torre, cuya descripción se transcribe: 
"...Dicen estas memorias de los Caballeros de cuya Casa y apellido pintan por Armas en Campo Verde la Torre en la conformidad que se ha dicho y el caballero armado al uso antiguo con un venablo en la mano diestra y en la siniestra una Cruz Roja orlada de resplandores y está puesto de pies en la puerta de la Torre y un Moro preso al nogal y el epitafio siguiente las cuales van en el segundo cuartel del escudo que va por cabeza de esta certificación y de por sí al principio del apellido"

En El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, leemos:
"Una vez repuestas las fuerzas, el romero abandonaba Cadavedo y tras divisar la torre medieval de Villademoros, enlazaba con el camino principal al sur de este pueblo"

El dicho camino principal se refiere al Camín de Las Palancas, que va a encontrarse con este un poco más adelante, a escasos metros ya de aquí. No obstante no está claro cual fue realmente el principal, si tenemos en cuesta que este de Las Ballotas sería el Camín Real de la Costa y se sabe del paso de no pocos peregrinos, así como, ya en el siglo XVIII de carruajes 


Es posible no obstante que el Camín de Las Palancas, que viene por las casas al fondo a la izquierda de la foto, se emplease cuando los viajeros y los peregrinos viesen impracticable el paso por Las Ballotas a causa de las riadas. Unos bajarían después de nuevo a la costa y otros seguirían por el interior, rumbo a Trevías, yendo luego a Luarca/L.luarca o continuando tierra adentro enlazando en La espina con el ahora llamado Camino Primitivo


Al borde del camino, crecen las margaritas, de nuevo las flores son protagonistas de nuestra ruta por estos enclaves valdesanos


El paisaje es una maravilla, con el intenso azul del Cantábrico siempre en el horizonte


Por allí va el camino de La Torre, el cual pasa encima de la vía férrea, que como discurre por una honda trinchera, no vemos desde aquí


Nos acercamos a la unión de los importantes caminos que salvaban las fragosidades de Las Ballotas, tan reseñadas por los viajeros hasta el siglo XIX, donde las montañas se precipitan al mar, y sus ríos, cortos, no muy caudalosos, pero que muchas veces bajan en torrente, labran profundos surcos que forman estas ballotas val.loutas


Las Palancas va quedando también a nuestras espaladas. Tanto los que fuesen por una vía como por otra realizaban un considerable esfuerzo. Más tarde la carretera Ribadesella Canero simplificó el trayecto, pero los conductores heredaron los sufrimientos y angustias de aquel terrible Scalextric de curvas sin fin


Por ello, de la misma manera que los conductores de aún no hace tanto tiempo paraban en estos pueblos a descansar de la larguísima epopeya automovilística, los viajeros, arrieros y peregrinos de antaño dispusiesen de no pocas paradas aún antes de llegar a la capital del concejo 


Normalmente los viajeros y arrieros iban hacia las ventas y posadas, mientras los romeros iban a hospitalidad de asistencia para ellos y para pobres o necesitados. Posadas serían las de La Venta en Queirúas, El Ventorrillo en el Chano de Caneiru y otras, que tuvieron sus paradas de postas. Hopitales de peregrinos estaban el de Caneiru y el de Barcia, antes de llegar aún a la villa luarquesa


Una casa, de cierto porte o gusto indiano, orienta nuestros pasos por Vil.lamouros. Al fondo, más allá de los árboles está la capilla de la Asunción, hacia donde nos dirigimos


Otra hermosa mata de hortensias, las hortensias de Valdés, que fueron también glosadas por Francisco Carantoña, el antiguo director de El Comercio, al verlas florecer desde el coche en aquellos interminables viajes a su Galicia natal por la carretera costera



Y así, pasada la casa, llegamos a un cruce


Es la carretera local que comunica la carretera general con la playa de Campiechos pasando por La Torre. Como hemos dicho nosotros seguiremos de frente a la capilla de la Asunción. Por aquí enlazarían con el camino los peregrinos a quienes proponemos realizar una ruta circular para visitar La Regalina y La Torre Vieya, regresando al albergue por donde vinimos, o bien continuando desde aquí ruta


No hemos encontrado aún demasiadas referencias a esta ermita de la Asunción, salvo la noticia que nos da Ramón Avello en El Comercio el 26 de agosto de 2007, cuando rindiendo homenaje a El Pregonero de La Regalina (Jesús Pérez Avello), dice que esta advocación y la del Carmen relegaron a la de la Virgen de La Riégala hasta la recuperación de su fiesta por el Padre Galo en 1931:
"A pesar de su relativa modernidad, la Regalina es una fiesta y una romería tradicional asturiana, profundamente enraizada en el concejo de Valdés y, en particular, en Cadavedo. Aunque la Regalina se creó en 1931 bajo la inspiración del poeta cadavedano Fernán Coronas, seudónimo literario del Padre Galo, la devoción hacia la Virgen de la Regalina o Riegala, concretada en la estatua de la Virgen de la Regalina que hoy se guarda en una pequeña ermita sobre el mar, es bastante más antigua. Los libros parroquiales de Cadavedo de los siglos XVII y XVIII constatan la devoción popular y el cariño hacia esta Virgen cuyo nombre proviene de la Regla monástica de San Benito. A principios del siglo XIX, los cultos a las vírgenes del Carmen y la Asunción relegaron la veneración hacia la Regalina hasta que el padre Galo restauró y recreó el culto de la antigua patrona de Cadavedo"

Un hermoso rosal de rosas rojas marca el camino a este santuario, que estuvo descabezado un tiempo, es decir, sin la espadaña del campanario, que se le repuso hace unos años


Pasamos así frente a la capilla, cuyo pórtico nos recuerda al de La Regalina y seguimos de frente junto a Casa Cova


Un poco más allá, pasado aquel grupo del casas, emprenderemos el camino de Quintana tras unirnos al Camín de Las Palancas


Un nuevo hito, pues del Camino Norte o de la Costa, del que leemos así en Gronze.com:
"El Camino del Norte es uno de los caminos históricos que los peregrinos medievales seguían para visitar el sepulcro del apóstol, aunque los historiadores coinciden en que nunca fue muy frecuentado a causa de la intrincada orografía y al menor número de localidades que ofrecían hospitalidad.
Hoy en día el Camino del Norte, junto con la Vía de la Plata y el Camino Portugués, se ha convertido en una buena alternativa al Camino Francés para todos aquellos caminantes que quieran huir de la masificación y trivialización que en los últimos años sufre dicho camino. O que quieren una peregrinación más comprometida o más espiritual. O que buscan unos paisajes que en el imaginario popular son más espectaculares que en otras rutas, al ser éste un camino litoral"

Este es ya el último grupo de casas de Vil.lamouros y por tanto de toda la parroquia de Cadavéu. El Camino realmente no va siempre al lado mismo del mar, sino que buscando el itinerario histórico, o al menos el más aproximado, viene a seguir el que sería por lo general el paso natural más sencillo y directo para la época


Si bien en no pocos trechos de costa existen sendas litorales, estas dan más rodeos al seguir la sinuosa orografía costera, pasan por menos núcleos poblados y ya no son propiamente caminos de Santiago históricos y reconocidos como tales, si bien en algunos casos son recorridos por los peregrinos, sobre todo si por ellos evitan las sufridas carreteras generales



De frente las cuadras y cobertizos de Casa Tomás



Es llamativo además, que el gusto por las zonas marítimas no llegó hasta bien avanzado el siglo XIX, cuando los avances médicos demostraron los beneficios para la salud de los baños de mar y sus aires. Hasta entonces, por extraño que nos parezca, playas y calas eran incluso considerados lugares insalubres, aprovechados hasta como vertederos de las poblaciones 


Estas son las razones por las que los caminos principales, incluso los costeros, eludían acercarse demasiado al mar, además de ser durante siglos lugares bastante solitarios, muy dados a desembarcos de corsarios e invasores


Del Camino Norte nos dice así la Xacopedia:
"Ruta de peregrinación jacobea en España paralela al mar Cantábrico. También es conocida como Camino de la Costa, nombre que recibe para diferenciar este itinerario del Camino Primitivo, vía que parte de Oviedo y que algunos autores consideran un ramal del Camino del Norte, al que denominan Camino del Interior. 
Parte de la localidad de Bayona, en el suroeste francés, y llega a España tras cruzar el emblemático puente de Santiago, en Irún. Atraviesa en España las comunidades autónomas de Euskadi y Cantabria y el Principado de Asturias, y se une al Camino Francés a la altura de la villa de Arzúa, en la provincia gallega de A CoruñaAbarca unos 832 km, de los cuales casi 800, discurren por suelo español. 
Se trata de un itinerario con ciertas dificultades, sobre todo debido a la multitud de ríos que lo atraviesan, lo que obliga al peregrino a dar rodeos en busca de un puente o una embarcación. Los enlaces con el Camino Francés desde el trazado costero son, pues, frecuentes desde la Edad Media. A día de hoy el Camino del Norte se ha visto revitalizado y ha llegado a ser una de las rutas más utilizadas, con permiso del Camino Francés..."

Y este es el apartado que dedica a su historia:
"La antigüedad de este recorrido se remonta a los tiempos del descubrimiento del sepulcro del Apóstol. Básicamente costero, rivaliza con el Camino Francés sobre cuál de los dos itinerarios fue utilizado primero. Resultaba lógico pensar que, debido a la invasión musulmana, el Camino más seguro hasta Compostela sería este, por estar más alejado de las contiendas de la Reconquista. Sin embargo, en la actualidad casi todos los historiadores coinciden en señalar que el Camino de la Costa fue posterior, y menos frecuentado, debido principalmente a las dificultades orográficas. Por otra parte, la potenciación del Camino Francés por los monarcas navarro-aragoneses y leoneses, desde finales del siglo X, provocaría el abandono progresivo de esta ruta histórica. El avance de la Reconquista permitió la realización de este itinerario por Burgos y León, más accesible. Concretamente será durante los reinados de Sancho el Mayor de Navarra y Alfonso VI de León cuando se abra el nuevo camino por Estella y Logroño hasta León. La utilización de esta nueva vía estaba motivada por la urgencia de repoblación de los nuevos territorios anexionados a los musulmanes
A pesar de esto, a los principales puertos del Cantábrico viajaban caminantes que enlazaban en otros puntos con el Camino Francés, como es el caso de los peregrinos que, desde los muelles de la costa asturiana, llegaban hasta Oviedo para seguir el Camino Primitivo. También desde Bayona, punto de inicio del Camino, partía una ruta que llegaba hasta Burgos, pasando por Vitoria-Gasteiz. 
No será hasta el final del siglo XV, según López Alsina, cuando se vuelva a reavivar este trazado costero. Otros teóricos como Uría Riu, Lacarra y Vázquez de Parga, autores de Las peregrinaciones a Santiago de Compostela (1948), remontan su utilización a mediados del siglo XIII, al tiempo que nacen las principales ciudades cantábricas. Aducen que ya a partir del siglo XIV comienzan a ser evidentes las huellas jacobeas. Así sucede con la proliferación de hospitales de peregrinos, como los de San Vicente de la Barquera (ss. XIV-XVI), Llanes (s. XIV) o Colunga (s. XVI), la existencia de templos consagrados al Apóstol, o multitud de referencias toponímicas, como el río de los Romeros, en Caravia (Asturias), entre otras. Incluso la delincuencia, como el legendario robo perpetrado por Bartholomeus Cassanu en 1586, ayuda a documentar el paso de peregrinos por estos derroteros. 
Con todo, el primer hospicio para los romeros del que se tiene constancia en esta ruta es anterior. Se trata del hospital de peregrinos de Pola de SieroAsturias, que data del año 1141. Hechos como la muerte de peregrinos extranjeros en hospicios de los principales puertos del Camino, también ayudan a establecer la existencia de una ruta de paso por el litoral cantábrico. 
Al igual que los otros trazados, el Camino del Norte experimentará un declive a partir de los siglos XV y XVI, debido a la crisis de fe que se vive en toda Europa y a la Reforma protestante. 
Durante los últimos años del siglo XX, así como en los albores del XXI, se observa una rápida recuperación de esta vía, gracias a la señalización del antaño abandonado itinerario. También está a la disposición del caminante una red de albergues, que si bien no es tan amplia como la del Camino Francés, es suficiente para un trazado más bien carente de aglomeraciones de peregrinos. La hospitalidad ofertada hace siglos goza de continuidad en centros tan emblemáticos como el monasterio de San Salvador de Valdediós o el cenobio de Sobrado dos Monxes..."

Y estos serían algunos de sus célebres peregrinos y algunas de las reseñas descriptivas conservadas y conocidas de este camino 
"Las referencias históricas a este trazado son sucintas. Entre las obras que cabe destacar se encuentra el diario del obispo armenio Mártir de Arzendjan, relato de su peregrinaje de Roma a Santiago por la Ruta de la Costa, que efectuó en 1489 tanto a la ida como a su vuelta. Su importancia se debe más al hecho de que constituye la primera guía sobre el Camino del Norte que al detalle de sus datos. De hecho, se trata de una enumeración de lugares y villas que el prelado visitó, en la que se pueden observar omisiones y errores notables, hasta el punto de confundir Portugalete con Bilbao
Hubo que esperar hasta finales del siglo XVIII (1790) para ver otra descripción del Camino del Norte. Es el diario de Jean Pierre Racq, un peregrino de Brujas que tras adentrarse en España siguiendo el Camino Francés hasta León, se desvió por el puerto de Pajares hasta Oviedo, enlazando con la ruta costera en Navia. También parca en detalles, esta guía recoge datos como las localidades donde recibió atención hospitalaria o la distancia en días entre una población y otra. 
Otros documentos que hacen referencia a la existencia de este trazado son el Repertorio de todos los caminos de España, atlas publicado por el valenciano Juan Villuga en 1547 y que recoge el paso del Camino por las ciudades de San SebastiánBilbaoLaredoSantander y Llanes. 
También existen referencias en forma de relatos, el más antiguo de ellos el de Antoine de Lalaing, señor de Montigny. Lalaing acompañó a Felipe el Hermoso en su peregrinar (1502), visitando las urbes gallegas de RibadeoMondoñedo y Betanzos. Resulta de especial mención el peregrinaje llevado a cabo por el sastre francés Guillermo Manier en 1726. Asediado por las deudas, Manier realizó la ruta hasta Compostela acompañado por sus amistades siguiendo el Camino Francés, pero el viaje de vuelta lo hizo siguiendo el litoral, por lo que describe el itinerario como ruta de regreso. 
Otro peregrino famoso que eligió este trazado fue Jacobo Sobieski (1611), padre del rey Juan III de Polonia, que siguió el Camino Francés hasta León, y tras tomar un desvió hacia Oviedo, prosiguió su marcha por Ribadeo. También el italiano Sebastián Gatti inició su andadura en Ribadeo en 1698, tras recalar en su puerto"

Un soberbio caserón de varios pisos y picuda torre cuadrada, casi con aspecto de parador, señala nuestra salida del pueblo y parroquia


Y aquí, en esta explanda, con la N-632 a nuestra izquierda, este mojón del camino oficial advierte del lugar exacto donde se unen este Camín de Las Ballotas con el que baja de la Sierra de Las Palancas


Seguimos pues por esta pista asfaltada que parece una antigua curva eliminada de la antigua carretera general


Continuamos todo recto y de frente caminando en llano, viendo a lo lejos las serranías sobre el valle del Esva, ya muy cercano


Y aquí, junto almuro de otra finca, dejamos el asfalto para tomar a la derecha una pista de zahorra


Es el camino a Quintana, San Cristóbal y Queirúas, parroquia de Canero o Caneiru, rumbo al paso del Esva, otro cruce fluvial histórico en este hermoso Camino Norte o de la Costa, para continuar por Barcia y Vil.lar a la capital del concejo: Luarca/ L.luarca























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