Cudillero/Cuideiru |
Cruce de El Pitu: a la izquierda va el Camino; de frente la ruta a la villa de Cudillero/Cuideiru |
"A un lugar un tanto elevado y quizá un tanto romo debió de denominársele pitu que todavía hoy significa ‘cría de la gallina’ y ‘tipo de piedra’. Toponími ca mente puede haberse manifestado, real o metafóricamente, en El Pitu y quizá en La Pita, Los Pitos aunque en algún caso, como en El Piteru, no es imposible que la referencia sea zoonímica o simplemente entendible desde la voz asturiana piteru ‘gallinero’
A la derecha, el portón de la quinta de grandes balcones y pasillos que veíamos hace un momento de frente. Debe hacer bastante tiempo que nadie franquea esta entrada, pues está casi tomada por plantas y arbustos
En lo alto del portón las letras BBB, sin duda iniciales del dueño-fundador y/o nombre de la casa
"Esta fiesta es misteriosa, dado los milagros que en ella se suceden a los numerosos romeros de las distintas villas colindantes o no colindantes a la de Cudillero, como son: Muros de Nalón, Luarca (Valdés), Pravia, Soto del Barco, Salas, Comarcas Vaqueiras, Comarcas de Avilés, Grado, etcétera, que cada año acuden a la romería puntuales a la cita. La ermita de Santa Ana es como ya dijimos un lugar venerado por la abundancia de portentos, ya que en su morada en las paredes de la misma se encuentran muchas muletas antiguas de gente que gracias a la Santa no necesitaron volverlas a usar. También hay lepantos de marineros que en su día salieron bien parados de las contiendas navales y se ofrecieron a ir a la ermita a depositar sus gorros. Dentro de la capilla se encuentran multitud de reliquias e imágenes de distintas cosas y sobre todo de santos, pero lo más característico y peculiar son dos cadenas que los fieles se frotan por todo el cuerpo y al mismo tiempo se pide un deseo a la Santa mediante rezos de Fe.
Antaño la gente ofrecida, después de que se cumpliese la profecía, subían a la ermita de rodillas rezando desde distintos puntos de la montaña, para saldar así su deuda"
"Ocupando la cima del accesible y panorámico monte de Santa Ana, teas una cruz de piedra, la extraña ermita de Santa Ana de Montarés compartía funciones piadosas con las de hospedería jacobea y cuadra de caballerías. En el interior, la madera de la cubierta y del trilateral coro, crea formas de casa campesina. Las paredes se cubren de devociones inmemoriales: fotos agradeciendo curaciones, viejas muletas de madera, menos viejas muletas de metal, gorras de soldados... las imágenes -Cristo de la Misericordia, Santa Bárbara, San Miguel...- tienen antigüedad, calidad y poderes. Ante la patrona -la tradición cuenta la aparición aquí de la intrasladable imagen de la madre de la Virgen- hay una larga cadena que cura de las males del cuerpo por donde se pase"
Esa cadena curadora recuerda a la de San Adriano en Naveces (Castrillón), de la que hablábamos en las entradas correspondientes a la Sierra del Cordel, comentando lo de las propiedades salutíferas naturales de ciertos metales
"El paisaje más bonito y mágico de mi niñez, correteando por los prados pendientes, cogiendo alguna mazorca para jugar, sorprendida de ver babosas de un negro reluciente, desconocido todo ello para una madrileñita de cuatro años que era llevada a los orígenes familiares en verano. Allí, mirando hacia lo alto del monte Santana cercano, descubrí la Vía Lacta en todo su esplendor, con resonar de fondo de canciones en bable, de dulce cadencia, que no entendía. La Cuesta 'el Cesto era la intriga de las historias antiguas que narraban algunas tías mayores. Ese paisaje sirvió durante muchos años en mi mente, como escenario de referencia de narraciones por lugares lejanos en los libros de aventuras, de una adolescencia todavía sin TV"
"por la original distribución de su casco urbano, en el que los edificios escalonados por la superficie de una fuerte pendiente, se agolpan unos sobre otros atropelladamente, para remansar en la parte baja donde se reúnen, alrededor de la plaza, el Ayuntamiento, la iglesia y el puerto"
Este era el acceso principal, junto con el de Las Dueñas, para entrar en la villa, tal vez incluso este más para quienes venían desde el centro de Asturias. Hasta aquí los vehículos pasan bien, pero luego se adentran en La Cai, sus estrechuras y su tupida red de cruces con otras callejuelas, que enseguida vamos a conocer
De estas carreteras y accesos escribía el también erudito Agustín Bravo a finales del siglo XIX muy desconsoladamente
"...una y otra, con pendientes de 12 y 14 por ciento, son el coco de cocheros y carreteros. Una por el E. y otra por el O. empalman con la general de la Costa, que no sé porqué misterioso arcano, se interna en los montes de Piñera, dejando a la capital del concejo a tres kilómetros de distancia en el más completo aislamiento"
Precisamente a Agustín Bravo está dedicado otro de los accesos, mucho menos frecuentado, dando nombre a la calle que pasa debajo de nosotros, comunicación con la lejana estación ferroviaria. Ciertamente la población, ante su puerto, parecía tener más comunicación con el exterior en base a los caminos del mar que a los de tierra. Dada la abrupta orografía, era esta una constante en muchos puertos cantábricos. José Antonio Suárez Marqués escribe algo de ello en el artículo Cudillero en la memoria... del futuro pasado, publicado en su blog 3cortasy1arga:
"... la primera mitad del siglo XX, Cudillero, especialmente 'la marina', vivía abierto a la mar, pero cerrado a tierra. Vivía en su mundo: la pesca, y todo lo demás que giraba a su alrededor. La actividad, la cultura y hasta el ocio eran marinos. Seguramente el cine Mary y la radio eran los únicos canales de comunicación que llegó a tener con el mundo de más allá de El Pito.
Cerrado en su cascarón entre La Garita, el Tolombreo y la Casa'l fuego, esa andadura por el tiempo, fue decantando una mentalidad y unas tradiciones peculiares. De manera que los viajeros de esos tiempos modernos, desde Ortega y Gasset o Evaristo Valle, hasta los pénjamos de Jesús López Pacheco, cuando bajaban de La Formiga, venían a dar en un mundo verdaderamente extraño para ellos. Nos veían como cormoranes prestos, ávidos, de arrojarse al mar, y como depósito de la raza marinera del Cantábrico. Nunca lo habríamos imaginado, bueno sí, pero abordo, en la mar. En tierra y, sobre todo, pasando Muros, éramos bastante retraídos, por decirlo así. Pero nuestro mundo, tal como era, estaba a punto de ser alcanzado por… la barahúnda del Desarrollo"
Alguna casa tiene portón para su cochera. Varias se nos antojan de cierto gusto indiano. Por aquí subían y bajaban antaño los carros del pescado y otras mercancías, y las carrilanas o diligencias de la línea regular. En la actualidad los camiones emplean la otra entrada, la de la carretera local CU-3 hacia el puerto. Aún así La Formiga sigue teniendo, como la Avenida Selgas, tráfico abundante, especialmente veranos, festivos y fines de semana, pues Cudillero/Cuideiru es en sí mismo un gran polo de atracción turística
"En los medios de comunicación hablan del concejo "pixueto", cuando en realidad tal concejo no existe. Lo que existe es el concejo cudillerense, y dentro de los cudillerenses hay vaqueiros, hay "farriegos", hay "caízos", hay "pixuetos..."
De todas maneras no pocas cosas tenían en común los habitantes del actual concejo, no siempre todas buenas, como el despótico dominio que ejerció sobre ellos y su vida la casa de Omaña, quienes hicieron de la población su sede durante largos siglos
Aquí a la derecha estuvo la Farmacia Nueva, fundada por Agustín Bravo, que además de farmacéutico fue cronista, alcalde y escritor. Popularmente era conocida como La Farmacia de Roque, por su seudónimo
Tras un periodo de cierto despegue económico y social en los albores de la baja Edad Media, cuando se funda la puebla de Pravia y se establece su extenso alfoz, librándolo en la medida de lo posible de la jurisdicción señorial y del control monacal; las guerras trastamaristas, luchas civiles al trono castellano, hacen que extensos territorios vuelvan a la órbita nobiliaria en pago a las cambiantes fidelidades de los grandes señores feudales, que recuperaron su poder e influencia dada su disposición a participar en el combate y reclutar soldados entre sus súbditos
Los Omaña, con solar en la comarca leonesa de ese nombre, entraron en Asturias de la mano de los Quiñones, también leoneses, a partir de 1369 Harían la guerra en los puertos lacianiegos y babianos a Alfonso Enríquez, contrincante de Juan II y se asentarían en Cangas. Graves conflictos en León con una parte de sus aliados Quiñones hizo que fuesen centrándose en sus dominios, donde, por compra y donación, por lo general fraudulenta, fueron haciéndose con el control de buena parte de la Asturias occidental, de la cordillera al mar
"Pintoresco, sorprendente, encantador, original... Cudillero ha estado acompañado por adjetivos de este tipo en un intento de transmitir las sensaciones del visitante ante un casco urbano, crecido en el fondo de una hondonada abierta al mar (hay quien deriva su nombre de la palabra "escudilla") que, tras desparramarse ante el puerto, trepa pendiente arriba colgando unas casas sobre otras..."
"Como casi siempre los etimologistas, no andan muy conformes acerca del origen y significado de la palabra Cudillero. Martínez Marina cree que pueda derivarse de la provenzal codals (guijarro) por los muchos que se encuentran en su playa, No me parece muy fundada la opinión del ilustre ovetense, porque también en muchísimas playas asturianas abundan los guijarros. Otros, guiados únicamente por la fonética, suponen que Cudillero proviene de Escudillero, dando por probable que los primeros pobladores de este pueblo fueran fabricantes de escudillas; pero es muy problemático que tales fabricantes de escudillas tuvieran el humor de establecerse en un paraje deshabitado. Además, la analogía fonética resulta anacrónica a todas luces. No puede ser que del latín scutela (escudilla), se derive inmediatamente Codillero, como ya se nombraba en el siglo XIII (...) más aceptable que todo esto, me parece derivar la palabra Codillero, de codo, codillo (cubitus) expresando así la especial atención topográfica del pueblo; pero no quito ni pongo etimologías y cada cual puede decidirse por la que le parezca mejor"
"El nome del conceyu y de la villa de Cuideiru tien dao que cavilgar a los etimoloxistes -cuándu aficionaos, cuándu llingüistes- desde hai munchu tiempu. Quizabes la molición etimolóxica foi primero un simple apéndiz de la molición xeneral pola villa pixuata, esi requexu d'Asturies del que cuásique tol mundu tuvo o tien dalgo que dicir. Y asina nun ye raro que delantre d'un pueblu de cases qu'agaten monte arriba, de cais emprunes, estrenches y retorcíes que güelen a humedanza y a gates curando nos balcones, d'un pueblu tan vueltu contra la mar que marcaba una raya poco menos qu'intrespasable pa los terrestres, nun ye raro, digo, que delantre d'esi pueblu l'estudiosu más o menos decimonónicu buscare nel aniciu del nome l'étymos lógos, esa pallabra verdadera que pudiere dicir daqué del orixen del pueblu mesmu"
"Algunos de los privilegios que disfrutaban los señores de Omaña eran muy especiales. Nadie podía encender el fuego en sus casas antes que ellos, no se edificaba sin su licencia, elegían el objeto más valioso de la herencia de cada vecino y cobraban un pez por cada lancha que entraba en el puerto"
"Una próxima orden ministerial declarará a Cudillero, la villa asturiana con perfil más marinero, área de rehabilitación integrada, dentro de la campaña para el renacimiento de la ciudad promovida por el Consejo de Europa. El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) ha puesto en marcha un plan sobre varias localidades españolas dentro de una operación piloto dirigida a mejorar la calidad de la vida local con aspectos rehabilitadores de su patrimonio arquitectónico.
El estudio relativo a Cudillero recoge la evolución histórica de la villa desde su nacimiento, junto con aspectos sociales y económicos de Cudillero y, de manera fundamental, un análisis detallado, urbanístico y arquitectónico de cada uno de los edificios de la capital del concejo pixueto. Un equipo multidisciplinar coordinado por el arquitecto asturiano Efrén García Fernández ha realizado este trabajo. La operación rehabilitadora, a la que sirve de base el estudio, busca la conservación de los elementos ambientales propios de esta población marinera, la mejora de las condiciones de vida de sus habitantes y la creación de unas nuevas bases de productividad y desarrollo económico. La declaración de área de rehabilitación integral lleva aparejada la concesión de créditos, en condiciones muy favorables, a los propietarios de los edificios para realizar las obras recomendadas
Las casas de Cudillero, villa que tiene cerca de 2.500 habitantes, son pequeñas. Magín Berenguer destaca el particular encanto de este pueblo, capital del municipio, "por la original distribución de su casco urbano, en el que los edificios, escalonados por la superficie de una fuerte pendiente, se agolpan unos sobre otros, atropelladamente, para remansar en la parte baja, donde se reúnen alrededor de la plaza del Ayuntamiento, la iglesia y el puerto".
Los autores del proyecto de rehabilitación integrada de Cudillero afirman que "el efecto logrado por los constructores de estas obras, guiados por un aguzado sentido de adaptación a las peculiaridades del lugar, para aprovechar todas las ventajas del emplazamiento, forma una agrupación muy estimada por los espíritus sensibles de nuestro tiempo, al que se atribuye un elevado valor cultural. Posiblemente", agregan, "en ningún lugar de Asturias sea más acusado el contraste entre las necesidades de conservar una muestra urbanística sobresaliente y las aspiraciones a mejorar las condiciones de vida íntima y social de sus habitantes y, por tanto, donde está más justificada la conveniencia de establecer un equilibrio entre ambas exigencias a través de un marco institucional adecuado".
El proyecto de rehabilitación del casco antiguo de Cudillero, cuya importancia cultural reside en la calidad de la agrupación de edificios modestos, se realizó en cuatro fases y contiene las propuestas de actuación, que se formulan en los cuatro niveles de estudio y para distintos plazos temporales, diferenciando las que corresponden al ámbito político, administrativo y al de la iniciativa privada. El grado de transformación apreciado en el conjunto y en cada unidad aconsejó a los autores a proponer una estrategia tradicional basada en la financiación de las infraestructuras y servicios por parte de la comunidad y en el establecimiento de estímulos a la iniciativa privada para subsanar las deficiencias tecnológicas proporcionadas al grado de interés estético y ambiental de cada unidad.
"El pueblo tiene ritmo de lo que es. De un pueblo que durante el año no tiene más de 2.000 habitantes que se verán multiplicados en periodo de vacaciones, cuando los urbanitas de muchos lugares vengan a buscar reposo a este hermoso rincón marinero que descansa sobre las laderas de la montaña con un puerto pesquero relevante aunque ya no sea lo que fue".
"En esta primera inmersión, no hay mucho que destacar en el camino. Edificios de viviendas. Comercios. Bares. Gente que va y viene. Al fondo de la calle por la que bajamos distinguimos el albergue-hostal donde haremos noche: Alver. Está pintado de azul y en la puerta se aparca una bicicleta que decora la fachada y da la bienvenida. Una pareja con un niño nos saluda. Son los dueños. La madre y el pequeño se van. Nos quedamos con él. Un inglés con toda la pinta y un acento que lo delata nos da todas las explicaciones. Dónde pasear. Qué ver. Dónde comer. Cómo recorrer el pueblo que se ordena en pisos de escaleras que distribuyen las casas que se han construido en la ladera de la montaña. El inglés lleva ya unos cuantos años por aquí. Vino. Se fue. Y volvió. Para quedarse. Y nos habla como un local que sugiere al visitante el paseo que debe hacer para atrapar el encanto de su pueblo".
"En el interior, su extraordinario conjunto de escaleras muy bien conservadas de madera autóctona de castaño y la barandilla que las acompañan con los balaustres en diferentes motivos todos ellos tallados a mano. En los descansillos se puede contemplar el piso de madera original y los magníficos tablones que los forman"
"El mencionado establecimiento, denominado de Santiago, aún acogía peregrinos en los primeros años del siglo XIX, según reflejan los Papeles de Martínez Marina (sacerdote, historiador y filólogo). Estaba pegado a la derecha del río junto a la capilla del Humilladero y cercano a la fuente del campillo"
"Cudillero se ha sumado este miércoles al Día mundial contra la violencia de género con un homenaje a Amets y Sara, las niñas asesinadas por su padre el 27 de noviembre de 2014, una tragedia de la que se cumplen seis años. Su madre, Bárbara García, es natural del concejo y en el mismo han querido tener un gesto con ella que contribuya a mantener viva la memoria de sus dos hijas (que ahora tendrían 15 y 13 años). Es este uno de los principales anhelos de García
"En recuerdo a Amets y Sara del pueblo de Cudillero", reza en el monolito, colocado junto a la capilla del Humilladero, en plena travesía de la villa pixueta. "Poco más se puede hacer. Es un gesto. Faltaría más", ha dicho el alcalde, Carlos Valle.
Las pequeñas vivían con su madre en Soto del Barco, donde aún esta reside. Su padre las mató a golpes en su domicilio de San Juan de la Arena durante una de las tardes en las que el juzgado había fijado el encuentro con las niñas, pues la pareja llevaba años separada. En la capital del concejo, Soto, en el parque que solían jugar Amets y Sara, cerca de la escuela a la que iban y a escasos metros de su casa se colocó también un monolito en recuerdo de ambas"
"Pedrito, un niño huérfano, ha vivido toda su infancia junto a un pescador que le recogió y le trató como si fuera su propio hijo. Pero un día, el pescador pierde la vida en el mar. Pedrito no pierde la esperanza de que regrese, y continúa esperando. Al pueblo llega esos días un desconocido que se llama Manuel y también aparece una imagen de Cristo, flotando sobre las olas. Cinta que promueve a través de una tierna historia valores católicos de amor, fe y esperanza. Indicada para toda la familia, ''El Cristo del Océano'' es una producción italiana, mexicana y española, aunque fue rodada en el norte de este último, concretamente en Cudillero y Luarca, Asturias. Además, es una adaptación de un cuento con el mismo título del escritor francés Anatole France. La adaptación a la gran pantalla estuvo a cargo, entre otros, de Miguel Oliveros (''Los amores de Don Juan''), que bajo el pseudónimo de Keith Luger realizó guiones para varias películas en los años 70 y entró en la mayoría de los hogares españoles con sus más de 500 novelas del oeste"
En esta parte interior sería donde se conservaría mejor la original fábrica gótica del santuario en el que, en ciertas guías, se dice que era donde además pasaban los reos la noche en capilla, antes de ser ejecutados
Estos arcos salieron al descubierto en la gran restauración del año 2000, pues habían sido cubiertos a consecuencia de antiguas reparaciones
En los arcos y sus detalles se conservan restos aún de la vieja policromía
También arriba, en la bóveda enervada, se han localizado señales de antiguas pinturas
"En el segundo cuarto del siglo xix Asturias se erige pionera nacional en la fabricación de conservas alimenticias utilizando el método de esterilización mediante calor inventado por el confitero francés Nicolás Appert. Los productos elaborados (carnes, vegetales y sobre todo pescados), eran envasados herméticamente en botellas de vidrio y en recipientes de hojalata, y comercializados principalmente en los territorios de ultramar. Sin embargo, aún habría que esperar hasta las décadas finales del siglo para garantizar su definitiva consolidación, tras la entrada en vigor de una serie de medidas liberalizadoras que abrieron el camino a la industrialización. A partir de entonces, en la mayoría de los pueblos pesqueros asturianos comienzan a instalarse modernas fábricas de conservas enlatadas que sustituyen a las antiguas bodegas de escabeches y salazones, establecimientos que se nutrirían, para realizar sus principales tareas, de personal formado fundamentalmente por mujeres"
"En Asturias, durante buena parte del siglo XX, las dos principales costeras de pesca que sustentaron a la industria conservera fueron la del bocarte en los meses de primavera y la del bonito, que duraba desde junio hasta septiembre. Así, los fabricantes se sirvieron de un trabajo femenino ocupado en puestos no cualificados de labores auxiliares de la pesca, pero sin mejores alternativas de empleo asalariado que las de entrar en las conserveras durante las costeras, consiguiendo mano de obra barata y adaptable tanto a la estacionalidad de la pesca como a la premura de su procesado"
En la mayor parte de las fábricas las trabajadoras superaban el 80% del total y contaba con su propio organigrama:
"Había una encargada general que supervisaba las distintas labores y fases del proceso productivo; otras mujeres se ocupaban de descabezar, eviscerar y manipular la pesca que entraba en la factoría; también estaban las empacadoras, que realizaban con gran destreza y habilidad la principal labor para la buena presentación y venta del producto, el empacado del pescado en las latas; las cebadoras rellenaban las latas con aceite, escabeche o salsas elaboradas por las cocineras; el proceso finalizaba con las encargadas del almacenamiento y preparación de las conservas para su expedición y venta. La diferencia salarial y la escasa valoración social del trabajo femenino en la industria conservera se mantuvo durante gran parte del siglo xx. Desde la década de 1920 en la que se implanta la jornada laboral de ocho horas y cuarenta y ocho semanales, el salario diario femenino, que se cobraba los sábados de cada semana, iría experimentando una lenta mejoría con el paso de los años
En el oficio de la mujer conservera también conviene destacar el papel fundamental desarrollado con su aportación a mejorar los precarios niveles de vida de sus familias en los puertos pesqueros"
"Arrimado a dos colinas, una frente a otra, formando una herraduram empiezan a nacer sus casas en la hondonada por donde sale el río, siendo tan estrecho el valle en algunos puntos que ha sido preciso fundar los edificios sobre los puentes"
"Danza típica marinera de la villa pixueta Cudillero. El perlindango es, una especie, de giraldilla lenta , la bailaban ,casi siempre, las mujeres viejas y sus coplas suelen ser, un tanto, atrevidas. Bailan agarrados mientras dura la estrofa, formando una rueda que gira hacia la derecha, soltándose al cantar el estribillo para coger el delantal y moverlo hacia los lados alternativamente.
Perlindango, andangoperlindango,andango,¡digo!esti perlindango, andango, andangoandango,andangotroúxulu el mióu Mingoesti perlindango,andango, andangoandango,andangotroúxulu el mióu Mingo"
"Estimad@s amig@s tras diez años dia a dia, con todos vosotros nos ha llegado el momento de la ansiada Jubilación del mejor patron del mundo. Este fin de semana será el último de La Lola Cudillero y nos encantaría pasarlo contigo.
Muchísimas gracias a todos los que habéis compartido tantos momentos con nosotros y nos habéis ayudado a llegar a aquí.Siempre estaréis en nuestro corazones pero ahora nos toca disfrutar a nosotros.
Muchísimas gracias y seguimos viéndonos por Cudillero.
Verónica Pardo y Vicente Pardo"
"Julia Marqués es una persona muy conocida en la villa pixueta, vinculada a un negocio familiar de hostelería situado en la Plaza de la Marina. En 1981 decide iniciar su actividad en el comercio, en una pequeña tienda de venta de artículos de deporte bautizada como La Marina.
Poco a poco, la actividad pesquera, principal fuente de recursos de los habitantes del pueblo, fue decayendo de manera inexorable, llevando al pueblo de Cudillero a buscar nuevas formas para revitalizar la zona, siendo el turismo su más firme apuesta.
En el año 1988 deciden reconvertir la actividad de la tienda hacia artículos típicos de calidad, recuerdos y regalos, artesanía asturiana, prendas y decoración de inspiración náutica, etc.
En 2001 adquieren una emblemática construcción de 1917 situada en la Plaza San Pedro y catalogada de Protección Monumental. Nace así Arte y Mar, heredando toda la tradición y experiencia atesoradas, y especializándose en tres variedades de productos: náuticos, artesanía y gourmet.
Y fruto de este reto asumido, en 2004 se inaugura una nueva tienda, Casa Julia, de inspiración más clásica y dedicada igualmente a productos náuticos, artesanía y gourmet.
En el año 2006 asume, junto con su hijo Carlos Arias, un nuevo reto. En un esfuerzo por posicionar a Cudillero en un escenario de calidad, acometen una personal e imaginativa rehabilitación del insigne edificio de la Plaza de San Pedro.
Para ello cuentan con un profesional de prestigio en el interiorismo y la decoración, José Díaz, y con un colaborador de lujo, el maestro artesano de la madera Bernardo Galdo. Juntos recrean sugerentes atmósferas, combinando actualidad y tradición y utilizando materiales nobles como la madera de castaño maciza, con bellas policromías incrustadas en la madera y realizadas de una forma totalmente tradicional.
Fue, sin duda, un gran paso, que a día de hoy es motivo de gran orgullo y reafirma la confianza en el pueblo y las gentes de Cudillero, así como en sus posibilidades en el sector turístico, no sólo de ámbito nacional, sino internacional, pues cada día son más los visitantes que desde todos los rincones visitan esta hermosa villa"
La iglesia por su parte se hizo siguiendo un gusto gótico muy arcaizante para un momento en el que triunfaban desde hacía mucho en otros lugares las líneas renacentistas. La obra estuvo a cargo del maestro Pedro de Orna siguiendo las directrices de Juan de Cerecedo, exponente de una prestigiosa saga de arquitectos de la época. Tuvo diferentes reformas posteriormente que no afectaron demasiado a su estructura gótica original. De ella escribe Luis Antonio Alías en El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios:
"Al exterior se muestra robusta, apoyada en gruesos contrafuertes, con una cuadrada torre a los pies, ventanas de medio punto en la parte superior de los muros y un ábside semicircular alto y recto. Sólo un triple arco apuntado, ventana de la capilla lateral que mira a la plaza y, sobre la puerta, la cruz de San Juan de Jerusalén, probablemente relacionada con el hospital de peregrinos, ponen una nota ornamental..."
"Si pensaban lus d'Omañaque nus ganaban el pleitubon desengañu llevanonque'l Xuez falló en favor nuestru..."
La sacristía de la iglesia es el testimonio de uno de los últimos pleitos con los Omaña a raíz de su construcción, en el siglo XVIII. La estirpe se opuso a que los marineros la hiciesen, alegando que estaba en terreno de su propiedad, pero los pixuetos volvieron a ganar y el suceso pasó también al folklore local:
Omaña quixu ponerpasillu a la sacristía,peru bian si fastidióuque pudo más la Marina
A finales de esa centuria, fue visitada por el insigne ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos, que así se la encontró y así le pareció, según dice en sus Diarios (1792):
"La iglesia parroquial, con la advocación de San Pedro, está en el costado izquierdo de la villa: es de una nave, de gusto gótico moderno; harto grande y buena pero asquerosa y sucia en extremo, porque no está enlosada y el polvo vuela por todas partes y todo lo afea. No hay en ella cosa notable sino un retablo de caoba en el altar de Nuestra Señora, regalado por el capitán de paquebotes Albuerne, natural del pueblo. Está trabajado en La Coruña, y parece la invención de Caveiro (Lucas Ferro Caaveiro), de quien vi muchas cosas en Galicia. Parece que le falta un segundo cuerpo y que se trabaja en Avilés. En un costado de la iglesia y sobre el arco de la puerta que está a los pies, se ve la cruz de San Juan de Jerusalén y me dicen que la fundación de esta iglesia, de doscientos sesenta años de antigüedad, existe en poder de D. Alonso Arango, a quien la pediré"
Y en 1880, en De Avilés a Cudillero, el historiador Fortunato Selgas plasma lo siguiente:
"Este curioso templo atrae con justicia las miradas de los inteligentes, por la belleza de sus proporciones arquitectónicas. Construida a mediados del siglo XVI, en una época en la que no había penetrado en este país el clasicismo, tenía que pertenecer necesariamente al arte ojival con algunos elementos del plateresco; y este consorcio, que tan admirablemente supieron hacer los arquitectos de aquel fecundo período artístico, se realiza, aunque modestamente, en la iglesia de Cudillero, que reúne en su interior la esbeltez de las construcciones ojivales y la gracia que distingue los primeros monumentos del Renacimiento"
Se sabe además de antiguas laudas sepulcrales de los siglos XVII y XVIII, apuntadas por el erudito Ciricaco M.Vigil en su Asturias monumental, epigráfica y diplomática
"Los Omaña pleitearon largamente con los pixuetos para conseguir la preponderancia en la villa, unas veces por las armas otras, las más, con pleitos Finalmente acordaron someterse al dictamen imparcial del juez licenciado del Valle, quién, pese a ser cliente de los Omaña, dio la razón al concejo, estamos a finales del s.XV. Ni que decir tiene que el licenciado huyó de Asturias tras dar a conocer su veredicto"
"en la obras de Cudillero van gastados cerca de cuatrocientos mil reales y que los inconvenientes están en pie. Ello es que sus marineros tienen aún que sobordar diariamente los barcos en el invierno"
"Al extremo N. de esta se encuentra el puerto con el pequeño muelle de que hicimos mérito: es de arribada y sin fondeadero, siendo preciso sacar las lanchas del agua para que estén con seguridad: convendría mucho la construcción de un segundo muelle proyectado hace mucho tiempo, y aprobado por el Gobierno en los años 1822, 1826 y 1834, cuyo presupuesto no excedería de 30 á 40.000 duros. En 14 de octubre de 1844 elevó el ayunt. una esposición á S.M. para que se llevase á efecto lo mandado tantas veces; encontrándose reunidos los antecedentes y paralizado el espediente en el ministerio de la Gobernación .La urgente necesidad de dicha obra está justificada por lo prevenido en real órden de 15 de setiembre de 1826, lo mismo que las ventajas que resultarían de ser este puerto un refugio y amparo para la navegación de cabotage; con ello se evitarían los naufragios y desgracias que ocurren cuando los buques acosados del fuerte temporal no pueden montar el cabo de Peñas, y siendo inaccesibles en tales circunstancias las barras de San Esteban y Avilés, que se hallan intermedias, por precisión tienen que zozobrar: el fomento de la ind. pesquera, sería muy considerable y se establecería un tráficoi costanero muy animado y lucrativo: todo esto con grande utilidad para el Tesoro, además de las ventajas que reportaría la vecindario"
Del puerto y su prolongado parto, también se ocupó, como no podía ser de otra manera, el cronista y alcalde Agustín Bravo:
"al abrigo de la colina de la Cruz y del Faro, ofrece fácil entrada y tiene bastante calado, pero existen algunos bajos peligrosos, como la piedra de la Concha, sobre la que se asentará, cuando Dios quiera, el espigón del O. El antiguo muelle, según anota el señor Selgas, por disposición de Esquilache fue estudiado en 1765 por el piloto Huergo y el arquitecto Menéndez. Desde 1768 prosiguió los estudios Lizardi; pero por discrepancias con el insigne marino don Jorge Juan, encomendó la audiencia de Oviedo el tan estudiado proyecto a Ibargoyen, y las obras se comenzaron en 1787, siendo ingeniero de las mismas el señor Vigil de Quiñones. Tanto estudio no fue obstáculo para que el muelle resultara insuficiente para el servicio que habrá de prestar, y á mediados de este siglo (XIX) se solicitó la construcción de otro nuevo, que hace pocos años se terminó con arreglo á los planos del señor Casariego. Es de sólida construcción, le falta altura, y dentro de muy poco tiempo se quedará en seco, por no haberse hecho la limpia de la bahía y por los continuos desprendimientos de roca (de las colinas colindantes) que acabarán por cegar la entrada. Este muelle construido por la parte E. debía completarse con otro espigón por la del O., proyecto también del mismo ingeniero; pero aunque la obra no es de mucha importancia, pues está presupuestada en 200.000 pesetas, es difícil prever cuándo se terminará"
En 1969, 30 de setiembre, se celebró por fin en el Ministerio de Obras Públicas la subasta para su construcción, presentándose once compañías de la que resultó la de Caso y Cía la adjudicada, con un presupuesto de 145.763.348 pesetas, que suponían un 45% menos del presupuesto oficial.Su primera fase fue la construcción del dique de abrigo. Los trabajos, en sucesivas fases, se alargaron hasta la década de 1980 e incluyeron la nueva carretera de acceso al puerto y villa, la CU-3, que descongestionaría la CU-2 por la que hemos venido (Avenida Selgas, La Formiga, García de la Concha, Suárez Inclán...)
Para hacer el nuevo y necesario puerto, efectivamente, se tuvieron que volar peñas y rocas, y hubo de sacrificarse una querida playa, la de Los Calderones (delfines), donde estaba La Piedriquina, lugar en el que muchos pixuetos aprendieron a nadar, haciendo un recorrido por las antiguas peñas que afloraban a la superficie, algunas desaparecidas, como desaparecida está también la playa del Olio, situada donde el nuevo puerto. Se llegaba a ella por un túnel desde el antiguo Muelle del Oeste. En febrero de 1977 se voló el gran peñón de El Rabo Castro para dar entrada al nuevo muelle pesquero, cuando aún los temporales echaban a pique embarcaciones allí refugiadas
La gran peña que vemos en medio es La Cruz, por donde se extiende, delante de ella, el Dique del Oeste, y detrás el Dique de Abrigo, enlazando ambos. Más a la derecha y separado de ella, el Muelle del Este. Covadonga Loy Madera, en Cudillero. Caprichos del mar, explica el proceso de construcción es estos muelles:
"Por fin, en el año 1969 se puso en marcha el gran sueño de aquellos vecinos. Las obras comenzaron en el año 1970, finalizando en 1983.Para llevar a cabo la construcción de este sueño, se tuvieron que realizar diversas reformas en la costa natural del pueblo, entre la que destacan la demolición de la Casa de Puertos y el túnel que daba acceso a las playas de Cudillero (Barera, Oleo y los Calderones). El puerto nuevo está apoyado en las peñas de La Llonga, El Moro y La Castañal, donde se levanta en la actualidad el Dique del Moro (al fondo de la foto).Quedan dentro del puerto La Peñona y La Procesión, que de momento ni se han quitado, ni se ha llevado terreno hasta ellas. El 2º dique, llamado Dique de Abrigo (a la derecha del del Moro, detrás de La Cruz), se extiende desde la Peña La Castañal hasta la Peña de La Cruz, finalizándose así la construcción del Puerto Nuevo de Cudillero"
Y así era, de la mano de la misma autora y libro, el puerto precedente:
"El Puerto Viejo de Cudillero se hallaba resguardado por las montañas. Estaba formado por un pequeño espacio protegido por 2 malecones que arrancaban de sus lados Este y Oeste, que quedaba seco en bajamar, propio solamente para embarcaciones menores y vapores de pesca. Durante siglos, los pescadores han tenido que poner en tierra sus pequeñas embarcaciones "a fuerza de hombros", pues era imposible dejarlas en el mar. El resto de las embarcaciones debía abandonar el fondeadero y buscar refugio en Avilés o San Esteban. Por esto siempre lucharon aquellos pescadores, por conseguir un puerto mejor"
El ambiente propiamente marinero de lanchas, pescadores, pescaderas, faenas con el pescado, las redes, etc. desapareció prácticamente de La Ribera y se trasladó al tan mencionado Puerto Nuevo, pero se ganó una especie de gran plaza mayor muy transitada, concurrida y turística desde la que se contempla todo este gran anfiteatro natural y las casas de comidas y bares sacan sus terrazas a la calle, especializados en gastronomía marinera. Aquí, por ejemplo, están La Taberna del Puerto y La Parra. Encima está La Cuesta, callejuelas por donde si nos apetece podemos perdernos subiendo a La Garita
"Pintoresco, sorprendente, encantador, original... Cudillero siempre ha estado acompañado por adjetivos de este tipo en un intento de transmitir las sensaciones del visitante ante un casco urbano, crecido en el fondo de una hondonada abierta al mar (hay quien deriva su nombre de la palabra "escudilla") que, tras desparramarse ante el puerto, trepa pendiente arriba colgando unas casas sobre otras"
"... se trata de un pequeño tiburón, vulgarmente conocido con el nombre de gata, y del que durante muchos años vivieron básicamente los pescadores de este pueblo.
Cumplía tres funciones fundamentales.
La primera era la extracción del aceite de su hígado. Con él se freía, pero sobre todo se iluminaba, hasta tal punto que el alumbrado público de Oviedo se abastecía de este producto, con lo que mantenía una industria y una flota florecientes.
La segunda era el uso de su piel para limpiar y pulir maderas y metales, el llamado papel de lija, hoy fabricado con polvillo de vidrio pegado a papel sintético, pero que antaño solo se conocía como derivado de la piel de estos u otros escualos.
Y la tercera función de este tiburoncito era como pescado cecial, como alimento de recurso para aquellas largas vigilias impuestas, ora por la Iglesia, ora por un temporal del Diablo que mantenía la flota amarrada durante interminables días. ¡O semanas!
A diferencia del bacalao y similares, este no es una salazón, si no todo lo contrario.
Una vez eventrado, el animal es cuidadosamente lavado con agua dulce, endulzado en términos de la mar, operación que se repite hasta quedar sin el menor rastro de sangre.
A partir de ahí, y desprotegido de cualquier agente protector, sal, pimentón, aceite, etc., la gata se crucifica sobre una tablilla engarzada de dos travesaños, adoptando la figura de un curtido de piel de cabra, y se cuelga de los aleros de las casas para que se vaya secando al oreo.
Pero solo de día y cuando el viento es seco, ya que de otro modo, tanto si lo toca la niebla, como si lo hace la lluvia o el rocío, el tasajo se echa a perder.
De este modo, cuando las mozas salían a pasear, soñando como sería el hombre de su vida, al ver una ventana llena de curadillos al oreo, pensaban: «N’esta casa nun hai fame. No. Nin con la mar bella nin con temporal» y así el joven pescador que en ella habitase sabía que sería el soltero mas codiciado del puerto.
Dice un antiguo cantar:
«Muciquinas aldianasSi querais mozu pixuatu,tenéis que saber guisarcuradillu pa’l inviarnu.»
"El núcleo antiguo de Cudillero es una de las características más vistosas de esta localidad gracias a la disposición que tienen sus casas y la ubicación en la que se encuentran, escalonando una ladera y conformando un precioso anfiteatro presidido por la Plaza de San Pedro.El emplazamiento en el que se encuentra, que ha sido declarado como conjunto histórico-artístico, es un lugar ideal no solo para admirarlo sino para disfrutar de la gastronomía local en los muchos establecimientos de hostelería que hay en este lugar.Asimismo, este lugar se encuentra en la conocida como ruta de los Miradores, que trata de ir ascendiendo por las callejuelas siguiendo la barandilla azul y poder disfrutar de algunas de las mejores vistas tanto de la localidad como de la costa"
"Aquello era la gloria. Pescadores llevando la abundante pesca a la vieja lonja, tiempos en que la mar era generosa y veníamos con las lanchas...Y ya se sabe: cuando hay pesca hay alegría"
(De Cudillero en el recuerdo. Expresión gráfica, de Juan Luis Álvarez del Busto y Tico Medina)
"Cudillero los bautiza en el nombre de la fiesta. El espíritu de los festejos de San Pedro, San Pablo y San Pablín atrajo ayer a una procesión pagana y lúdica de más de setenta personas que, anfiteatro arriba, terminaron inscribiéndose como «pixuetos festeros» bajo el agua de la Fuanti'l Cantu.
En la atalaya que domina la villa pixueta, y bajo el sol que picaba entre nubes, los nuevos «devotos» del festejo cudillerense fueron bautizados ayer como cada año desde 1963. Recibieron las aguas de Sergio González Ondina, presidente de la Asociación Cultural Avante Cuideiru, que ha cuidado en los últimos años de que esta tradición no se pierda. Las frías aguas que salen de la peña, según advertía antes un vecino y pudieron comprobar después los bautizados, «nacionalizaron» pixuetos a esos más de setenta que oficializaron así su incorporación al festejo patronal de la villa. Varios niños, una inmigrante rumana con permiso para escaparse del trabajo e incluso algunos de los integrantes de la fanfarria «El Felechu» de Corvera, que fue la encargada de poner música a este nada solemne bautismo.
«¿Quias ser pixuatu?», inició la ceremonia en el dialecto local González Ondina. «Sí, quiaru», respondieron los bautizados. «¿Tas dispuastu a comportati co'la dinidá que-i correspondi a tal catiguría?». «Sí, toilo», replicó el coro. «Puas recibi estas aguas pixuetas de la Fuanti'l Cantu ya fai todu lo que puadas por Cuideiru ya por todos los pixuatus. San Pedrín te lu pagará nel cialu. Ya repití conmigo: viva San Pedro, San Pablo ya San Pablín».
Con el juramento, que escucharon y acompañaron los nuevos fieles pixuetos agarrados a un remo, como manda la tradición, fueron pasando bajo las aguas de la fuente. Todos al mismo grito en verso que se puede leer en una placa junto a la fuente y que proclama que «ya miantras Cuideiru viva y duri la Fuanti'l Cantu, bautizámusti con agua anque sea sin el Santu».
María Serban, rumana residente en Cudillero desde hace dos años y medio, lo había intentado el año pasado y lo hizo éste. Esta vez sí se convirtió en la «pixueta festera» que acreditaba el diploma que exhibía tras el «baño». Andrea Ferré Quintana, de 5 años, corverana, fue una de las más jóvenes en cumplir «encantada» con este rito tradicional de todas las fiestas de San Pedro, San Pablo y San Pablín. Durante el bautizo, desde hace cuatro años se homenajea además a la persona de mayor edad de Cudillero. Este año el premio lo recogió la hija de Piedad Fernández Bravo, de 95 años"
"Cudillero es un milagro. Que un grupo humano se haya asentado en este rincón en el que no hay espacio para un mal huerto, supeditando, supeditando todo su futuro a lo que pueda dar el mar, es un portento de la confianza humana que lo tendríamos que llamar milagro. En Asturias hay otros pueblos pesqueros, pero un pueblo que lo haya fiado todo a la mar, que además tiene fama de ser tan bella como traidora, no tiene fácil explicación racional"
"Valeriano López Rodríguez, natural de Cudillero, con catorce años tras ser el único superviviente de un naufragio y para evitar un futuro dedicado a la pesca decidió emigrar a Cuba. Embarcó hacia La Habana recabando en la casa de Calixto López, reconocido tabaquero también oriundo de Cudillero, con quien trabajaría durante treinta años como encargado del almacén. Llegó a ahorrar una considerable fortuna de forma que le compró a D. Calixto su cigarrería, llamándola “El cuño”. Fueron años de bonanza en los que D. Valeriano fue incrementando su fortuna hasta que en 1.923 decidió retirarse por recomendación médica y regresó Asturias con su esposa, la catalana Rosa Banús Compagne, y su hijo Valeriano. Se instalaron alquilados en Cudillero mientras rehabilitaban la que fue la casa de su abuela paterna “Lola La Pataguera”, casa con excelentes vistas al puerto pesquero. Su hijo Valeriano López Banús estudió medicina aquí en España pero regresó primero a Filadelfia y después a Cuba, país que le vio nacer, donde llegó a casarse cuatro veces y ejerció de médico además de dedicarse a otros negocios, llegando a ser presidente de la cadena de tiendas “La Quincallera” impulsada por él, su cuñado José M. Mayorga, las esposas de ambos las hermanas Mª Teresa y Enriqueta Gómez-Waddington pertenecientes a una de las familias más adineradas de la burguesía isleña, y por último otro socio llamado José Simó. Tras el triunfo de la revolución castrista, en 1.960 trasladaron la fórmula del negocio a España para crear Simago (acrónimo de Simó, Mayorga y Gómez). La empresa, bajo la presidencia de Mayorga, modificó la fórmula original para hacerla más europea adoptando el modelo de la cadena francesa de almacenes populares Prisunic.
En la actualidad la casa, también conocida por El Reguerío, no pertenece a la familia"
Si bien todo el recorrido desde El Pitu hasta aquí es sumamente precioso e interesante, sin duda es al llegar a La Ribera cuando los peregrinos se dan cuenta que ha merecido la pena bajar desde el Camino a la población y, si pernoctan en ella o cerca dedicarle esa tarde o al menos media tarde de la que tanto hablamos y que, con suerte, es el tiempo del que suelen disponer si realizan etapas más o menos cortas, con el preceptivo tiempo dedicado al descanso para recuperar fuerzas, ya que nos acercamos a los abruptos pasos de Las Ballotas, o su alternativa montañera de Las Palancas
"José". Está basada en la novela del mismo nombre, de Armando Palacio Valdés, que fue quien eligió Cudillero para plasmarlo cinematográficamente, ratificando que su Rodillero donde se desarrolla la trama literaria era Cudillero. Por supuesto, el rodaje no se realizó íntegramente en la villa pixueta, también se tomaron exteriores en Candás, Cangas de Onís, Covadonga, Gijón, Luanco, Llanes, Ribadesella, Riberas de Pravia, San Esteban de Pravia, Teverga y la Quinta de Selgas, en El Pito.
Producida por Cartago Film, esta película (muda con rótulos) fue dirigida por Manuel Noriega, siendo los principales intérpretes, arropados como figurantes por el pueblo pixueto, Javier de Rivera (José), Enriqueta Soler (Elisa), Ramón Meca (don Cipriano, el juez), Carmen Rico (Marta), Dolores Valero (Isabel, madre de Elisa), Vicente García (don Fernando de Meira), Carmen Ortega (madre de José), Manuel Miranda (Rufo, el tonto), Antonio Zaballos (don Claudio, el maestro) y José Ballester. Rodada en 1925, se estrenó en Madrid el 22 de febrero de 1926, tres días después en Oviedo y Gijón y el 14 de marzo en Cudillero. Previamente, en noviembre de 1925, se realizó un pase de la película en prueba privada.
El 20 de marzo de 1926, Agustín Bravo, Roque, se ocupa de la película en el periódico "Pravia", en un artículo titulado "José en su tierra". En él destaca el realismo y la verdad de los cuadros, que "parecen retazos de la vida de un pueblo pescador sin efervescencia alguna de artificios artísticos o teatrales". "El admirable trabajo del fotógrafo -continúa- contribuye a este efecto de naturalidad que nos subyuga durante todo el desarrollo de la película. Los diferentes lugares de la villa, donde ocurren las diferentes escenas de la acción, son otras tantas vistas panorámicas, que destacan con relieves insospechados, sus grandes bellezas". Hace constar el notabilísimo trabajo de los actores y del pueblo que, como antes dije, tomó parte en la representación.
Pero José, al decir de Juan Bonifacio Lorenzo Benavente (Asturias y el cine. Mases Ediciones. 1984), a pesar de haberse presentado en el madrileño Real Cinema en olor de multitudes, "obtiene como balance definitivo de su explotación comercial tan solo un rendimiento mediano".La polémica. Cuando en 1924 se va a rodar la película "José" basada en la novela y sugieren a Palacio Valdés que lo haga en otro puerto, el autor de "José" y creador del topónimo "Rodillero" impuso, contra no pocas presiones, que se rodase en Cudillero. En la película interviene el propio Palacio Valdés de la mano de una nieta y él mismo dice que en Cudillero es donde se desarrolla "José". Lo que ratifica la propia nieta en octubre de 1953 cuando se desplaza a Cudillero con motivo de la inauguración de la biblioteca municipal, bautizada con el nombre de su abuelo.
Tras exhibirse la película "José" que, como quedó dicho, no obtuvo el rendimiento comercial esperado, el escritor de Entralgo demuestra no perder su fe en el séptimo arte y escribe en un artículo publicado en "La Gaceta Literaria" que "La cinematografía es un poderoso auxiliar de la literatura, muy particularmente de la novela. Porque si es cierto que los lectores dotados de imaginación se representan escenas y pasajes con toda verdad y relieve, los que de ella carecen encuentran en el cinematógrafo un adecuado estímulo para saborear las páginas trazadas por el novelista. Es un arte mudo, y algunos por ello le motejan. Para mí no es grave defecto. Las palabras son plata -dice un proverbio árabe- y el silencio oro. La naturaleza no las necesita para expresarnos su belleza"
Más allá siguen bares, terrazas y gastronomía marinera. Citaremos alguno con el nombre que conocimos, aunque siempre nos quedarán varios olvidados: Galerna, Don Vito Corleone, El Remo, Casa Mari, Casa Julio etc.etc.etc. Hay también por supuesto tiendas de souvenirs y otros comercios
"El nombre "Pentze/a-kola" ("Mango/Rabo de Prados") de la ciudad es, posiblemente, de origen amerindio, significando "Adatsherria" ("pueblo de melena"). Sin embargo, probablemente deriva del nombre de un puerto español, el de Peñíscola (Rabo de la Peña y/o Habitante de las Cavernas); o tal vez, de una mezcla de la palabra península con la de cola. Por otro lado, en los más antiguos documentos cartográficos del Archivo General de Indias, la ciudad se denomina "Panzacola", compuesta por las palabras "panza" y "cola", posiblemente debido a la orografía del lugar, donde el arco costero de tierra firme (panza) colinda con la punta de la alargada isla de Santa Rosa (cola), dando origen al estrecho de la bahía de Pensacola. La palabra "Panzacola" pronunciada en voz inglesa habría derivado en la forma "Pensacola"
"Con eso del orgullo de pertenencia, a mí se me suele hacer la boca grande cada vez que tengo que explicar a los foráneos que Cudillero es un pueblo de pescadores, hacinado en la colina de una montaña y mirando al mar. Con casas de colores y verde en sus laderas, y que nada tiene que envidiar a los míticos pueblos italianos de Cinque Terre (ya digo que se me hace la boca demasiado grande), con los que coincide en su encanto pero también en su masificación turística. Por supuesto, en menor nivel ambas características. Pero, lo cierto es que Cudillero hace unos 15 años era un gran desconocido y hoy, afortunadamente, es un gran conocido y reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España. El exceso de turismo también hace de las suyas y algunos aspectos, como el caso de la gastronomía, se ven más perjudicados que otros (dejo el tema gastronómico para más adelante). El turismo hay que saber aplicarlo y dosificarlo. De hecho, en Cinque Terre han dejado de promover el turismo y es uno de los destinos que las guías recomiendan no visitar durante 2016. A veces es mejor decelerar.
Dicho esto, y por aquello de la masificación y de preservar el encanto, mi recomendación es evitar los fines de semana para visitar Cudillero si lo hacemos en verano. Y si organizamos una visita, qué mejor que contar con un guía que por 4€/persona, nos enseñe los recovecos del pueblo, la capilla del humilladero o el mirador desde donde mejor se observan las vistas. Otra cosa que no suelen hacer los foráneos es subir a las alturas, supongo que por desconocimiento más que por pereza. Pero la vista del pueblo desde arriba bien merece la pena subir un par de cuestas y escaleras entre sus casas"
Pasamos la esquina de La Gijonesa y caminamos ya por la Plaza de la Marina, con más tiendas y casas restauradas, habilitadas para apartamentos
"-¿Cómo ve Cudillero?
-Con demasiada gente.
-¿Está masificado?
-Absolutamente. No todo el concejo, porque todavía quedan playas practicables que no voy a decir, pero el pueblo está colapsado. He llegado a bajar a las once y media de la mañana y no he podido aparcar ni en el muelle. En agosto creo que deberían tomar alguna medida, hacer un parking, un servicio de autobús y poner la calle que baja de El Pito de un sentido. He bajado a los recados, pero estar en la plaza, sólo dos veces"
Pero lo cierto es que Cudillero/Cuideiru atrae. En el año 2021 entra en la Asociación de Los Pueblos más Bonitos de España.Y así lo publica el 19 de diciembre de ese años Cope Ribadesella:
"La Asociación Los Pueblos más Bonitos de España acaba de anunciar en la Asamblea Nacional de Presidentes, en el municipio burgalés de Frías, sus nuevas incorporaciones para el año 2021.
En total son once las localidades que han cumplido con los requisitos que establece la organización para formar parte de la red, que se inicia con la petición del pleno municipal o junta de gobierno, y que este año han solicitado numerosos municipios. A partir del 1 de enero de 2021, la red pasará a tener 104 localidades.
Entre ellos, se encuentra los pueblos asturianos de Bulnes (Cabrales) y Cudillero, que se suman a los tres pueblos que tiene la Asociación en el Principado de Asturias: Torazu, Tazones y Llastres.
De frente, Casa Julia, inaugurada en 2004 por Julia Marqués,de quien ya hemos hablado al pasar por su otra tienda, la de Arte y Mar
A la derecha La Conservera de Cudillero, abierto por los dueños de La Gijonesa en 2019 y dedicado especialmente a conservas y patés del Cantábrico
A la izquierda El Quiosco, otro buen lugar de encuentro en esta plaza...
Seguidamente, escaleras que comunican con El Baluarte y al fondo Casa Julio
"En un entorno tan privilegiado como es Cuideiru, se sitúa el restaurante Ópera. Un coqueto enclave que aboga por una cocina de proximidad, en la que el producto local es la materia prima de sus creaciones. Los pescados y mariscos son los protagonistas de la oferta gastronómica. En la carta, siempre hay una sugerencia diaria en función de la materia disponible en el mercado.Platos como el carpaccio de gamba roja al ajo negro con aceite de oliva virgen, las croquetas de bacalao a la plancha con salsa vizcaína o los lomos de merluza en salsa de andaricas y gambas con almejas, son una muestra perfecta del buen hacer de la cocina del Restaurante Ópera. Una cocina de las que salen unos platos con una presentación más que cuidada"
Por su parte, de Casa Julio leemos así en Cudillero Turismo:
"Casa Julio es un restaurante situado en el centro del pueblo de Cudillero. Sus especialidades en la cocina se centran en las tapas, pescados y mariscos frescos, y embutidos, así como rabas de potera, cachopo de ternera, chipirones rellenos en su tinta y croquetas de jamón y cecina.
Cuenta con una pequeña terraza desde la que podrás admirar todo el anfiteatro de Cudillero mientras desayunas, comes o cenas"
Y este es El Anfiteatro del que tantísimo hablamos desde ya mucho antes de verlo, primeramente desde El Baluarte, ahora desde estas plazas donde antaño se reunía El Senado, reunión de pixuatas, como las retratadas por el fotógrafo Mendoza Ussía en la década de 1920. Hasta aquí llegarían antaño las lanchas sobordadas cuando el puerto era aún terriblemente inseguro
Llegamos de frente a la antigua Lonja del Pescado, llamada así desde los años de la década de 1920, pues más anteriormente era la Casa de Ventas. Actualmente es el Restaurante La Lonja y Aula Didáctica Los Pixuetos y la Mar:
"El aula didáctica Los Pixuetos y la Mar refleja la cultura marinera a través de su historia y de las costumbres de las gentes de Cudillero. Pobladores de esta villa vinculada desde sus inicios a la mar y a la pesca dándole mayor protagonismo al s. XX. El edificio que alberga al aula es la antigua y emblemática lonja de pescados, situada en el corazón del anfiteatro, siendo considerado el lugar más idóneo para ubicar la muestra más representativa de nuestra cultura y marinera y pescadora.
Exposiciones permanentes:
En la planta baja se hace referencia a la mar: Situación y orientación de los barcos en la mar. Maquetas de barco con las diferentes artes de pesca, proyección de imágenes de fondos marinos, peces...En la primera planta hay cinco representaciones con paneles gigantes y objetos relacionados con temáticas propias de la vida de Cudillero durante el siglo XX.El pescado en tierraLa llegada de los barcos con el pescado, como se secaba, curadillos, conservas de pescado...Las pixuetasEl trabajo de las mujeres en Cudillero, como colocaban y vendían el pescado. También se homenajea a los muertos en la mar.Las compañasComo se formaban las tripulaciones de los barcos, como partían el dinero, como se divertían...La casaCasa tradicional y objetos de la época.L´amuravelaLa fiesta del pueblo, historia y tradición.
También existe una pantalla táctil que nos indica como se hacen los nudos marineros y un vídeo sobre una jornada de pesca para obtener la merluza del pincho".
Aquí comienzan las grandes terrazas de La Ribera que vimos antes desde arriba, desde el Mirador del Baluarte, si hay hambre tengamos presente siempre la gastronomía del producto local, la del Kilómetro Cero, que dicen los que saben. o está de más recordar lo que dice una gran conocedora de loque hablamos, Covadonga Loy Madera, en Cudillero, caprichos del mar:
"Gastronomía
En Cudillero es muy rica y variada, destacan los productos del mar y la agricultura.
Como plato característico de la villa pixueta destacamos el "curadillo", pescado de la familia de los escualos, que se cuar al aire y tras remojarlo y pelarlo, se guisa siguiendolas recetas de los antepasados; se puede tomar guisado con una salsa de tomate o hay quien lo hace con "fabes", de cualquier manera es manjar dignode ser probado. La tradición del Curadillo viene de épocas ancestrales, cuando había que conservar los alimentos y por supuesto no había neveras. El pescado se ponía a secar al aire y posteriormente se salaba, así podía conservarse más tiempo
Otro plato típico es la merluza del pincho, llamada así porque se pesca de forma tradicional, es decir, con azuelo, se saca del mar viva, por lo que su carne no se machaca como pasa cuando se pesca red, así conserva mejor su sabor.
Los mariscos como el centollo, langosta, percebe... son muy abundantes por esta zona y muy apreciados
En cuanto a la repostería destacamos las bollinas, el arroz con leche, frixuelos y natas de aldea (crema de la leche cuando hierve)"
Por su parte, en Turismo Cudillero, centrándose en la gastronomía del mar y erto, además de ofrecernos una relación de los pescados y mariscos de estas costas, nos informan de las grandes especialidades marineras:
"CURADILLO guisado con patatas fritas.
Para los que buscan una gastronomía propia, singular, comida típica pixueta no se pierdan por ejemplo el Jamón del Mar. “El Curadillo“. Alimento tradicional, muy apreciado por su sabor característico. Es producto que se elabora con especies como la touca, el glayo o la gata, que provienen de la familia de los escualos (a la que pertenecen, por ejemplo, el tiburón y el cazón). Es típico para comerlo en Semana Santa -tiempo de Cuaresma- sólo, con patatas o con fabas.
BUCHOS (callos de merluza). Guiso de callos de merluza a fuego lento que se prepara con una salsa tipo pisto con la cebolla, el ajo y el pimiento picados y salsa de tomate. La característica de los buchos es que necesitan un reposo prolongado antes de ser servidos. Aunque el uso del picante es opcional, siempre deben picar un poquito por lo tanto téngase esto presente.
En Cudillero es famosa la MERLUZA DEL PINCHO. Se pesca con caña y se recoge una a una. De esta forma la merluza es tratada con esmero y llega a puerto muy fresca. Se sale a pescar de madrugada y se llega a puerto a primera hora de la tarde. Se limpian y se extraen los buchos para ser guisados con una receta tradicional similar a la de los callos. Es un plato muy sabroso.
LAS CALDERADAS DE PESCADO Y MARISCO son un plato especial que es habitual en nuestro municipio. Es un guisado de patatas, pescado y marisco . Es realmente exquisito.
LA CALDERETA DE MARISCO. Es similar a la calderada pero solamente lleva marisco y patata. Todo ello guisado a fuego lento"
"La fabada, el pitu de caleya, la merluza del pinchu y el curadillo son platos muy representativos de la gastronomía pixueta, en particular dos dos últimos, pues de todas las especialidades culinarias, son las procedentes del mar las que poseen mayor protagonismo, como es lógico en un concejo de carácter marinero. El curadillo es un pescado que se suele servir en Semana Santa, aunque puede verse colgado secándose en algunos corredores de las casas a lo largo de todo el año. No faltan tampoco el pixín o rape ni otros pescados como el congrio, el besugo y los calamares; ni mariscos como las andaricas, centollos, percebes y oricios, En los postres es típico el arroz con leche, los fixuelos (que se acostumbran a tomar en Carnaval) y las bollinas, que son empanadillas con un relleno dulce. Diversos certámenes promueven el consumo de estos sabrosos platos, como el Festival del Curadillo, el Festival Gastronómico de las Fabas, el Pescado y el Marisco, y las Jornadas Gastronómicas de la Merluza del Pinchu"
El mismo Gran Atlas... nos presenta así esta población:
"La capital del concejo de Cudillero es una de las villas de pescadores más significativas del Principado de Asturias. Su población, que supera los 2.000 habitantes, se concentra en torno a un escarpado acantilado por el que ha excavado su cauce el río Piñera, que discurre bajo la calle principal de la localidad. Debe sus orígenes a su actividad pesquera, que ha marcado su impronta en el inconfundible caserío, declarado conjunto histórico artístico. Este está formado por pequeñas casitas que se apiñan en su bajada hacia el mar para abrirse a la manera de un anfiteatro y distribuirse en anillos concéntricos en torno a la plaza de La Marina, que conduce al puerto"
"Cudillero, capital del concejo, invita a pasear y disfrutar de sus vistas, tanto desde el puerto como desde sus numerosos miradores"
"La creciente presión turística puede precipitar la degradación de la zona en lo que se refiuere a los aspectos urbanísticos y de accesos"
"Las casas bajas del pueblo se apiñan alrededor del acantilado, hasta dibujar una especie de anfiteatro, dando lugar a una localización de una belleza singular.
Se trata de un destino ideal para visitar tanto en invierno, donde se puede disfrutar de la calma de la temporada baja y, a la vez, de la ferocidad del Cantábrico; como en verano, donde suele llenarse de vida con el bullicio de la gente.
Uno no puede marcharse de Cudillero sin visitar la Plaza de la Marina, desde donde se consigue la mejor vista de las famosas casas colgantes; y el Faro del Cudillero, a las puertas del mar.
Este pueblo de pescadores (...) cuenta, además, con una gran riqueza cromática que combina el verde característico del norte español; las diferentes tonalidades de azul del mar y la coloridas viviendas, cuya belleza se aprecia especialmente bien desde el cielo"
"El precioso pueblo de Cudillero en Asturias, es una villa totalmente ligada al mar, que vive de él y del turismo, y eso se nota en cada rincón del pueblo. Si nos adentramos por las estrechas calles de este singular anfiteatro, siguiendo la famosa barandilla azul, iremos encontrando la ruta de los miradores desde la que tendremos unas impresionantes vistas tanto de la ciudad como del mar.
Cudillero es una bonita villa que nos mostrará algunos rincones inolvidables. El símbolo de esta ciudad tan especial es, sin duda, su puerto pesquero y sus preciosas casas de colores situadas de tal forma que parece que estuviéramos en un auténtico anfiteatro romano, ya que las casas simulan los palcos y la plaza la arena del teatro.
En la villa se distinguen dos culturas claramente diferenciadas. Por un lado los pixuetos que son los pescadores y habitantes de la parte baja del pueblo, donde las casas cuelgan de la ladera de la montaña; y por otro lado están los caízos, que son los que viven en la calle principal de acceso al pueblo, es la zona de los oficios y donde tradicionalmente se ubican los comerciantes.
Un paseo por la villa es imprescindible: monumentos, casas de pescadores donde cuelgan los típicos ‘curadillos’ – peces pequeños, deshidratados al aire, que constituyen un manjar único y muy típico -, tiendas, el faro, el puerto, un aperitivo o comida marinera. Y, como complemento un paseo por el concejo que nos lleva a espacios únicos como la Playa del Silencio, la de Gueirúa, la Concha de Artedo y la de San Pedro de la Ribera, así como a las increíbles vistas panorámicas del Cabo Vidío, uno de los acantilados de la costa asturiana"
"Este mural fue realizado en 1976 por Jesús Casaus Mecho (Barcelona 1926) quien desde que viniera por primera vez a Cudillero, en 1969 no pudo ni quiso escapar del embrujo, el aroma y la magia de esta villa marinera. Nadie como él ha sabido plasmar en cada una de sus obras esos colores únicos, llenos de generosidad y perfumados con sol del mar como él mismo los definía, convirtiéndose, por derecho, en el Pintor de Cudillero"
"La peculiar silueta de la villa pixueta se recorta sobre un cielo gris, típicamente asturiano, pero lejos de conformarse con plasmar la atmósfera de Cudillero, sus calles, casas y rincones, Casaus ha conseguido atrapar el alma y la esencia de la villa definiendo la relación ancestral de sus gentes con la mar. Esa mar, que da la vida y la quita, simbólicamente representada mediante una perfecta forma circular de un azul tan intenso como el de sus entrañas y que contrasta con el rojo pasional del fuego tan vinculado a la tierra. La mujer en los brazos del marinero mira cabizbaja a las viudas, consciente de que la caprichosa muerte les acecha cada día en su lucha por la vida"
El texto incluye unas frases del propio Casaus:
"Una vida que Casaus consagró a Cudillero en cuerpo y alma aunque se le quedó corta para disfrutarlo y pintarlo tanto como hubiese deseado. En sus propias palabras:"En mi caballete tengo un Cudillero inacabado, lo tengo en mi vida, ya que el tiempo apremia y siento no poder terminar todo lo que pictóricamente quisiera sobre mi querido y amado Cudillero. Este sí es mi cuadro inacabado. Mis lágrimas llenarían miles de mares y cuando estoy fuera de él parte de mi ser llora y no tengo consuelo"Jesús Casaus falleció en Barcelona en Octubre de 2002 y sus restos descansan en el cementerio parroquial de Cudillero"
"El pintor Jesús Casaús Mecho nació en Barcelona en 1926 y falleció en la misma ciudad en el año 2002. Sus restos mortales descansan en el cementerio parroquial de Cudillero, pintoresca villa marinera y capital del concejo municipio asturiano de igual nombre.
Su biografía refleja que es uno de los pintores españoles más conocidos en Europa y EEUU.
Comenzó sus estudios de arte en la Academia Baixas de Barcelona. Más adelante continuó trabajando en el estudio del pintor Joan Serra. Estudió dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona con el maestro Luis Muntané.
Realizó su primera exposición en 1953, en la galería Otto Schimdlin de Zurich (Suiza). Tras esta exposición se trasladó a París, donde vivió el desarrollo artístico de los años cincuenta y fue seducido por las experiencias «fauves» de la época. Por entonces sus obras impresionistas ya habían sido expuestas en lugares de Europa, América del Sur, así como en Estados Unidos, donde se convirtió en el artista exclusivo de la Wally-Findlay Galleries de Nueva York. De vuelta a Barcelona, fue miembro del grupo Xifré Morros, el «manager» de la galería Argos.
A lo largo de su vida profesional expuso en todo el mundo.
Los temas de Casaús son fundamentalmente las marinas y los grandes puertos de Europa: Hamburgo, Amsterdam, Amberes, Oslo... También pintó escenas taurinas y paisajes urbanos como las Ramblas de Barcelona, de Madrid o de Cadaqués (Gerona). Destacan sus famosos desnudos, especialmente sus espaldas con mariposa, su época de Montecarlo, «Ninfas Azules» y sus íntimas «Maternidades». También sobresalen sus magníficos retratos, entre los que se encuentran María Félix, el ex ministro Sr. Arburúa, la Sra. de Entrecanales, la familia Llopart...
Fue galardonado con importantes premios, como el Internacional de Pintura «Grolla d'Oro», de Venecia (Italia) o el I Premio de Pintura y de Dibujo del Real Círculo Artístico de Barcelona.
Entre sus clientes se encontraba el rey Hussein de Jordania, la familia Getti o los Rockefeller.
En la década de los setenta (aproximadamente en el 73 o 74), se instala en Cudillero, que le cautiva especialmente y donde pasa largas estancias, convirtiéndose en un vecino más. Casaús realiza una amplia obra pictórica de la villa pixueta y sus aledaños. Desde su atalaya del «Cantu», Casaús captó magistralmente el paisaje y los quehaceres pixuetos. El color lo puso él. Suyo es el mural que puede contemplarse en la plaza de la Marina, donde supo fundir su colorismo con la realidad social de este pueblo marinero. En reconocimiento a su labor cultural en pro de lo local y por el respeto y cariño que la gente le tenía, la Asociación Amigos de Cudillero le homenajeó, en el año 1988, con la «Amuravela de oro».
Fallece Jesús Casaús
El pintor barcelonés Jesús Casaús, fallecido el viernes en su ciudad natal a los 76 años, recibió sepultura el domingo, según su deseo, en Cudillero (Asturias), donde desarrolló parte de su obra pictórica.
Nacido en el Paralelo barcelonés, hijo de unos pequeños comerciantes que habían inmigrado desde Valencia, Jesús Casaús databa el arranque de su vocación artística a la corta edad de ocho años. Se adentró en la pintura de la mano de Joan Serra, miembro del grupo Los Evolucionistas. Luego perfeccionará su trazo en la Escuela Superior de Bellas Artes. Sus primeras inquietudes le llevan a plasmar bodegones y el ambiente barcelonés más popular: prostitutas, músicos, marineros, las Ramblas y el barrio de Santa María del Mar... De los años cuarenta datan sus primeras exposiciones en Madrid y Barcelona. Por encargo de una galería, realiza una serie con estudios sobre obras que se exhiben en el Museo del Prado, y en 1953, muy integrado en la bohemia barcelonesa, emprende su proyección europea con una exposición en Zúrich.
En 1956 se afincó en París, donde se dejará influir por el movimiento fauvista, y en 1958 se traslada a Amsterdam, cuyo ambiente portuario va a ser, junto al de Bermeo, Cudillero, Spakenburg, Greetsiel, Hamburgo, Lemvig y el litoral de Cadaqués, fuentes inagotables de inspiración y que plasma con un colorido intenso y vivísimo y un estilo figurativo que no abandonó aun cuando, tras estancias en Alemania, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Noruega, incorporó una incipiente abstracción. Casaús recobró desde mediados de los setenta su interés por la figura femenina, con series como Popas, los desnudos femeninos y sus peculiares Ninfas azules. A lo largo de su trayectoria realizó exposiciones en Europa, EEUU y Latinoamérica"
Bajo las casas de El Contorno y también en el paredón del baluarte, se ha mantenido un rincón típicamente marinero con estas redes, tal y como antes se extendían e izaban a lo alto, para secarlas al sol, una de las escenas antes tan cotidianas en La Ribera
Era esta una estampa habitual en La Ribera durante siglos: las redes secando colgando de las vergas, al lado de las lanchas sobordadas que se extendían a sus pies por toda la Explanada
No hay lanchas sobordadas pero, oh sorpresa, sí una vagoneta minera y junto a ella un ancla. Es el homenaje de la Asociación Cultural Avante Cuideiru "A LA MINA Y LA MAR"
Fue instalado el 2 de junio de 2001 y en base a esta idea la asociación organiza todos los años unos encuentro culturales con este lema, la mina y la mar
No hemos de olvidarnos que fue este concejo minero, no de la envergadura de las cuencas del Nalón, Caudal, Narcea, Trubia... pero sí de sus montañas se sacó hierro y barita, que a veces era embarcada en la Concha de Artedo, que también visitaremos en nuestro recorrido por el Camino Norte
La vagoneta, que cuenta con su tramo de raíles, estaba antes en una especie de cueva bajo las redes, a manera de galería, pero se ha quitado para que el monumento luzca mejor y se vea más
Y llegamos a la rampa, ya prácticamente sin uso, salvo a manera de playa de cemento para los baños veraniegos, desde que las lanchas no son sobordadas al sable. Aquí, al pie de La Cuesta y La Garita, estuvieron algunas de las casas más antiguas de la población, cuya imagen nos llegó, inmortalizada, por lso fotógrafos de época, bien recogidas en obras como la recitada Cudillero en el recuerdo. Evocación gráfica, de Juan Luis Álvarez del Busto y Tico Medina
En este lugar y desde hace siglos se pronuncia el sermón de L' Amuravela, para las fiestas de San Pedro, San Pablo y San Pablín. Un gran sermón laico, de gran expectación y raigambre popular, que es una institución secular más que solo una tradición. De L'Amuravela, El Faro y El Puerto Nuevo hablaremos en elsiguiente tramo de nuestra propuesta de ruta para los peregrinos que, tal vez sin demasiado tiempo, decidan conocer un poco esta villa de Cudillero/ Cuideiru, al lado mismo del Camino Norte en Asturias
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!