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miércoles, 22 de septiembre de 2021

VISITA A CUDILLERO/CUIDEIRU (2): L' AMURAVELA, EL FARO, EL PUERTO, EL CURADILLO Y LA MERLUZA DEL PINCHU (ASTURIAS)

La Ribera y El Puerto Nuevo. Cudillero/Cuideiru

A solamente dos metros del Camino Norte oficialmente señalizado en Asturias, la villa de Cudillero/Cuideiru, capital del concejo del mismo nombre, independizado de Pravia el 29 de diciembre de 1836, es realmente una población muy vinculada históricamente al Camino, pues su antiguo hospital de peregrinos hacía que muchos romeros se desplazasen hacia él buscando su caritativa acogida

Hoy en día, muchos peregrinos siguen desviándose del Camino en El Pitu para acercarse a esta población, ya no van al desaparecido hospital, aunque pueden ver su capilla anexa de El Humilladero, pero se sienten atraídos por esta villa llena de tipismo y colores en sus casas de pescadores, tradicionalmente pintadas con la pintura sobrante de las lanchas de pesca

Lanchas que antaño se arribaban a tierra en este lugar, El Sable (arena), La Ribera, la Plaza de la Marina, en medio de este anfiteatro de casas colgando literalmente del acantilado que ha cautivado tantos corazones sensibles, así como su tipismo, su paisanaje, tradiciones y folklore, el de los pixuetos (de peixe, pez) los pescadores, con su tradicional rivalidad también con los caízos, los vecinos de La Cai, la calle por donde hemos venido desde El Pitu, dedicados a menesteres como la artesanía, el comercio y tal vez algo del campo en huertos próximos

A La Ribera o Plaza de la Marina, recogida en el epicentro de este magno anfiteatro poblado en el mismo acantilado, llegamos tras recorrer La Cai, viniendo de El Pitu por La Formiga, El Humilladero, La Cuesta Güaítos, La Plazoleta, La Plaza de San Pedro, El Baluarte (tal y como vemos y explicamos en la correspondiente entrada de blog)... proponiendo una posible ruta a los peregrinos que, normalmente disponiendo (con suerte) de una tarde, o al menos media, se desplacen hasta aquí para conocer uno de los más pintorescos y embrujadores puertos del Mar Cantábrico

Esta ruta que proponemos, "errática y parcial", la hacemos con el ánimo de que cada peregrino pueda escoger libremente y a cada instante, saltársela, cambiarla, abandonarla, tomarla o retomarla a discreción según sus gustos, tiempo, fuerzas y preferencias. Así, tras un primer capítulo dedicado al camino desde El Pitu a La Ribera, vamos a plantear dirigirnos al puerto, fundamento y origen de Cudillero/Cuideiru, desde donde veremos alguna de las más bellas estampas de la villa en su escondido y coqueto circo acantilado

Cada 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo, se pronuncia aquí en La Ribera el histórico sermón marinero de L'Amuravela, siempre en pixueto, modalidad asturiana local a la que siempre se le atribuyen también míticos orígenes, al igual que a sus hablantes, y que se intenta revitalizar con diversas iniciativas. Su historia y trascendencia ha pasado por numerosas por numerosas vicisitudes, prohibiciones y anécdotas, hasta prácticamente nuestros días... 


Nacido, según algunos historiadores, en los tiempos del regreso de los marineros que fueron con Pedro Menéndez de Avilés a la conquista de Florida, el sermón de L'Amuravela hace un repaso a los principales acontecimientos del año tanto a nivel local como de Asturias, España y el mundo entero pero no perdiendo nunca su vinculación con los asuntos del mar. Es un sermón laico pero a la vez está dedicado al patrón San Pedro y tanto su ritual como el humor, la retranca y la metáfora con la que está dicho provocaron serios disgustos no pocas veces con determinadas instituciones, empezando, mismamente, por las eclesiásticas, que quisieron proscribirlo, por eso se proclamaba:
"queremos L'Amuravela, que ya cosa d'antigüedá, ya si'l cura nun la quier, que se vaya al so llugar..."

Hace tiempo la imagen de San Pedro era traída en procesión desde la iglesia a La Ribera y tras el sermón era arrojado al agua desde una barca para que esta quedase bendecida. Esto disgustaba tanto al clero que llegó al prohibirse varios años. En 1946 la iglesia consintió que San Pedro fuese a La Ribera, como dice la canción pero no que se le diese el "chapuzón".


Antaño, grandes pregoneros de L'Amuravela fueron Xuacu Gaitano (el último que parece ser bailaba delante del santo, tradición perdida), Unvela, Xustín, Felipe o Felipón, Xuan de la Cuca, Antón de la Colona, Diego, Totó... en 1947 escribe el texto Elvira Bravo y que pronunciará pasado el tiempo y hasta nuestros días su hijo Cesáreo Marqués tomando el relevo a Totó. Cesáreo se hará luego responsable también de escribirlo al fallecimiento de su madre


Esta es la historia contada en la propia página de L'Amuravela:
"L'Amuravela es una de las costumbres más antiguas de Cudillero (Principado de Asturias), heredada de generación en generación, como una demostración de la especial devoción que el pueblo pixueto siente por su Patrón  San Pedro, celebrándose todos los años el día 29 de Junio. L'Amuravela se inicia así :

En el nombri de Jesús
y la Virgen Soberana
vou ichar L'Amuravela
comu San Pedro asperaba
.

  
No se sabe exactamente cuándo fue el comienzo de esta tradición. Según diversos comentarios y  estudios, podría datar de hace más de 400 años (hacia 1569), época en que tuvo lugar la construcción de la Iglesia. Durante esa época habían vuelto los marineros que acompañaron a D. Alvaro Menéndez en la Conquista de la Florida, embarcados en una nave construida en Cudillero, "El Espíritu Santo".

 Durante ese viaje aprendieron el saludo que se hacía al Almirante y quisieron hacer lo mismo con su Santo Patrono. 

Podemos decir que L'Amuravela, cuyos orígenes como hemos visto se pierden en la historia de Cudillero, es una crónica en verso de los acontecimientos de la villa pixueta y del mundo, llena de gracia e ironía"

Continúa esta explicación de la página, realmente amena y completa, con documentos que comentan cómo era L'Amuravela en tiempos pasados:

 "Una de las descripciones realizadas, en 1864, señala que :

"El día de San Pedro, los marineros sacan una barca del muelle, colocándola casi fuera de él. Después la empavesan, la adornan con banderas y cintas de todos los colores. Por la mañana el pueblo se reúne en torno del bajel, cuyas velas yacen amainadas. Una banda de música, seguida del clásico tambor y gaita, anuncian que la procesión avanza hacia La Ribera. En efecto, aparecen en fila las imágenes de San Pedro, San Francisco y la Virgen del Rosario, conducidas a hombros de los respetables jefes de la marinería del pueblo. Delante de San Pedro, llama la atención un tipo extraño que bailotea de una manera desacompasada. Su traje es por lo común un conjunto de  prendas militares, que arrancarían la risa al más misántropo. Lleva por lo regular un alto morrión, que recuerda a los antiguos realistas; casaca de largas faldetas y color de verde botella, con vueltas encarnadas; charreteras de estambre amarillo; pantalón de hilo blanco y una gran banda de seda de colores, rayada, y pendiente de un tahalí de cuero, un tremendo sable. Este personaje es el protagonista de la función y el que hace por la mañana todo el gasto de ella. Cuando la procesión llega al punto en donde está la barca, coloca a San Pedro en la popa, único que goza este fuero, pues los demás se mantienen a una distancia respetable de la lancha.

Entonces el capitán penetra en la barca. Una vez en ella, desenvaina su espada, perora lo más graciosamente con la imagen del apóstol y apenas termina vuélvese dando una pronta voltereta sobre la tripulación, a quien ordena con voz cómica la maniobra. Los cohetes atruenan los aires; mil petardos colocados sobre los bordes de la lancha estallan con estrépito; los xigantes que se levantan a los lados empiezan a girar y a deshacerse lanzando en torno suyo carretillas; y en medio del humo que se levanta, vése a los marineros trepar sobre los palos de la lancha, virar y extender las velas...., finalmente los patrones conducen a San Pedro hacia la Iglesia y empiezan a bailar la imagen". 

Y estos serían algunos de los más antiguos vates de L'Amuravela de los que se tiene noticia...

"Entre sus primeros recitadores podemos destacar a : Xuaco Gaitano, Unvela, Xustín y Felipón. 

L'Amuravela se suspendió varias veces por oposición de los párrocos, lo que daba lugar a diferentes cánticos y danzas en defensa de la misma. 

Uno de los primeros problemas surgidos ocurrió a mediados del siglo XIX, cuando al regreso de la procesión, los marineros pretendían que el Santo siguiera su trayectoria hacia la Ribera y el cura, con algunos feligreses, pretendía que regresara a la Iglesia. Al final se mantuvo la tradición y una vez terminado el acto, los marineros cantaban

Si el señor cura no quiere,
que Felipe eche el sermón,
que renuncie de este pueblo,
y que nos deje el Patrón
.

 Posteriormente tuvo lugar el segundo incidente cuando "Xuan de la Cuca", recitó unos versos duros, a juicio de la Iglesia, dirigiéndose a San Pedro :

Si falta pescao o pan,
d'un sablazo vas al suelo,
cojo las llaves del cielo,
y se las doy a San Xuan

 
Fue entonces cuando surgió la copla más conocida de L'Amuravela y que ha pervivido a lo largo de todos estos últimos años: 

Mientras Cudillero viva,
ya duri la fuenti'l Cantu,
va San Pedro a la Ribera,
con todos los demás Santus"

Desde entonces, aunque se seguía celebrando la procesión llevando el Santo a la Ribera no había Amuravela. Durante el año 1913 se intentó reponer pero no fue así. Tardaría más de 30 años en reponerse:

"En 1946 se recuperó esta gran tradición : el Alcalde de Cudillero D. Luis Antolín y D. Luis Tejerina llegaron a un acuerdo con el cura de entonces, D. Juan Méndez, para que se recitara L'Amuravela sin la presencia de San Pedro. 

Una de las personas que más ha hecho para que esta tradición se mantuviera ha sido Elvira Bravo, autora del Sermón desde 1947 hasta su muerte en 1986. 

Otra de las personas destacadas en la labor de recuperación y mantenimiento de L'Amuravela ha sido Juan Luis Álvarez Bravo "Totó" (hijo de Elvira Bravo), recitador durante 32 años. En el año 1983, "Totó" tomó la decisión de dejar L'Amuravela. Diversos acontecimientos le obligaron a continuar hasta 1984, pero ya buscando un sustituto"

Y esta sería pues, su historia más reciente: 

"Al año siguiente, 1985, Cesáreo Marqués Valle toma el relevo y desde entonces es el actual recitador de L'Amuravela. Desde el año 1995, también es su autor. Gracias a su amor a Cudillero, esta ancestral tradición no se ha perdido y en su ánimo está mantenerla y promocionarla todo lo que se merece. 
El día 29 de Junio de 2005, se convierte en una fecha histórica : se recupera una tradición durante más de un siglo anhelada por todos los pixuetos y muy especialmente, en los últimos años, por su actual autor y recitador, Cesáreo Marqués : la presencia de San Pedro.   
Recordando un poco la historia, nos encontramos con un artículo del diario El Comercio (Gijón), con fecha 3 de Julio de 1884, el cual explica, que el 29 de Junio de 1884, el recitador de L’Amuravela, “Xuan de la Cuca”, a través de algunos versos del Sermón, desencadena un enfrentamiento con el Clero de aquella época, que ve en todo ello una conducta irreverente hacia la imagen de San Pedro, presente en el acto, en la Ribera, como tradicionalmente venía sucediendo todos los años. 
Aquella fecha, marcó un tiempo excesivamente largo sin San Pedro, pues al año siguiente (1885), la imagen, y hasta este año 2005, no ha estado presente en el Sermón.

Las reuniones previas, en las que participaron la Comisión de Festejos, Cesáreo Marqués, Comunidad Parroquial y el párroco D. José Pérez Barcia, fructificaron con un acuerdo histórico para Cudillero, pues si es historia la ausencia, ahora lo es la presencia de San Pedro, con todos los demás Santos en la Ribera, para escuchar el Sermón.

En el año 1976, esta fiesta fue declarada de INTERES TURISTICO NACIONAL"

Nuestra propuesta para los peregrinos que dispongan de una tarde, o al menos media tarde, para conocer la población, incluye recorrer el puerto. Habiendo dedicado una entrada completa de blog al trayecto desde El Pitu (desvío del camino señalizado) hasta aquí, ahora vamos hacia los muelles del Puerto Nuevo, desde donde vamos a contemplar bellas estampas de la villa y su entorno marítimo

Insistimos que este itinerario es una posibilidad entre otros muchos, pues dependiendo de sus preferencias, tiempo y fuerzas, cada peregrino puede preferir otros trayectos, recorriendo otros rincones y lugares de esta villa que se extiende en torno a un anfiteatro natural 

Para ello vamos desde La Ribera a tomar el Paseo Marítimo a nuestra izquierda, por donde va, siguiendo la sinuosa ladera acantilada, la carretera local CU-3, que viene a ser en nuestros días el acceso rodado principal al puerto y la villa, evitando a los vehículos tener que atravesar el casco urbano, disponiendo además de espacio de aparcamientos


Sobre el paseo, las casas colgantes de El Contorno, donde también hay un buen mirador, cerca de El Baluarte, donde estaba El Castiallu o El Palación, la fortaleza de los Omaña, linaje que dominó Cudillero/Cuideiru durante largos siglos. Ahora en su lugar está el Ayuntamiento


Este paseo fue abierto e inaugurado oficialmente en 1985, un año después de la inauguración del Puerto Nuevo


Aquí estaba pues el antiguo puerto, muy bien descrito por Covadonga Loy Madera en su libro Cudillero, caprichos del mar:
"El Puerto Viejo de Cudillero se hallaba resguardado por las montañas. Estaba formado por un pequeño espacio protegido por 2 malecones que arrancaban de sus lados Este y Oeste, que quedaba seco en bajamar, propio solamente para embarcaciones menores y vapores de pesca. Durante siglos los pescadores han tenido que poner en tierra sus pequeñas embarcaciones "a fuerza de hombros", pues era imposible dejarlas en el mar"

Las embarcaciones más grandes no podían estar aquí, debiendo irse a San Esteban (ría del Nalón) o a Avilés (donde acabó buena parte de la flota


En 1969 comenzaron las obras del Puerto Nuevo, que incluyeron la reforma y ampliación de este dique, el Muelle del Este. Sin embargo las embarcaciones ahora ya no están aquí, sino más allá del peñasco de La Cruz, donde está el Dique de Abrigo


A nuestra izquierda el edificio del Centro Social de Personas Mayores


El peñón de La Cruz ha servido de base para que llegase hasta él Dique de Abrigo que cierra el Puerto Nuevo. A su vez arranca de él el Dique del Oeste


Según nos alejamos iremos viendo la pintoresca estampa de La Ribera con las casas colgando literalmente del acantilado en La Cuesta, bajo La Garita, donde antaño se hacían hogueras para orientar a los barcos. Ahora hay un mirador, alto, cilíndrico y con escalera de caracol


Para sustituir a aquel secular sistema de hogueras, prendidas por las mujeres de los pescadores (Gremio de Mareantes), se inauguró el 1 de agosto de 1858 el Faro de Cudillero, instalado en un lugar sensiblemente más bajo. La Punta Roballera, a solamente unos 30 metros sobre el mar, circunstancia esta, la de la escasa altura del faro, glosada en las canciones pues se decía de ponerlo más alto para que alumbrase también la boca del cercano puerto de San Esteban:
"El faro de Cudillero lo van a poner más alto, pa que alumbre a San Esteban y no se pierdan los barcos"

Fue uno de los primeros edificios de faros construidos en Asturias. A la propia importancia de las pesquerías pixuetas se añade que esa costa es considerada además especialmente peligrosa. En 1921 tuvo su primera ampliación, siendo electrificado en 1930. En 1945 se le instaló una sirena que emite la letra D en morse, dado que la C que le correspondería ya era utilizada por el Faro de Candás


Dispone de un pequeño jardín y está rodeado de vegetación marítima. Se accede a él fácilmente por el Muelle del Este y una senda de unos 300 metros diseñada por el arquitecto José Pis Fernández, siendo por lo tanto otro de los muchos posibles lugares a visitar en nuestro recorrido pixueto


El Muelle del Este sustituye al anterior, del siglo XVIII. La primera mención documentada a Cudillero/Cuideiru es del año 1285, una donación al monasterio tinetense de Santa María la Real de Obona, en la que se refieren a un solar en este puerto en el "que pudiesen vender su pan, y una cabaña, con su salida al mar"


El puerto, aparte de pesquero, tenía actividad comercial, por lo que solicitó el alfolí, almacén y trasiego de sal, que no le fue concedido, lo que obligó a los marineros y vecinos en general a proveerse clandestinamente con un comercio prácticamente de contrabando. Ello fue vital para la población y su prosperidad pero llegó a acarrear serias protestas del puerto de Avilés, que sí tenía esa concesión, en los años 1488 y 1569. El comercio de sal era fundamental en aquella época dado que la industria del salazón se consideraba altamente prioritaria y estratégica por ser prácticamente la única manera de conservar alimentos durante largo tiempo entonces existente, y entre ellos especialmente el pescado. Démonos cuenta que no pocas veces se pagaba en sal, de ahí la palabra salario.


En la centuria siguiente (s. XVI) se registra la construcción de un muelle, pero no será hasta, muy avanzado ya el siglo XVIII, cuando se acometa la construcción de un verdadero puerto. Las obras del mualle antiguo fueron aprobadas en 1765 e iniciadas en 1787. En 1792, durante su visita, Jovellanos lamentaba que a pesar de lo gastado en ellas los pescadores tuviesen que seguir arrastrando sus lanchas en El Sable, por La Ribera arriba:
"en la obras de Cudillero van gastados cerca de cuatrocientos mil reales y que los inconvenientes están en pie. Ello es que sus marineros tienen aún que sobordar diariamente los barcos en el invierno"

Las obras de aquel primer Muelle del Este acabaron a mediados del siglo XIX, más o menos cuando Pascual Madoz en su Diccionario presenta este completo informe:
"Al extremo N. de esta se encuentra el puerto con el pequeño muelle de que hicimos mérito: es de arribada y sin fondeadero, siendo preciso sacar las lanchas del agua para que estén con seguridad: convendría mucho la construcción de un segundo muelle proyectado hace mucho tiempo, y aprobado por el Gobierno en los años 1822, 1826 y 1834, cuyo presupuesto no excedería de 30 á 40.000 duros. En 14 de octubre de 1844 elevó el ayunt. una esposición á S.M. para que se llevase á efecto lo mandado tantas veces; encontrándose reunidos los antecedentes y paralizado el espediente en el ministerio de la Gobernación .La urgente necesidad de dicha obra está justificada por lo prevenido en real órden de 15 de setiembre de 1826, lo mismo que las ventajas que resultarían de ser este puerto un refugio y amparo para la navegación de cabotage; con ello se evitarían los naufragios y desgracias que ocurren cuando los buques acosados del fuerte temporal no pueden montar el cabo de Peñas, y siendo inaccesibles en tales circunstancias las barras de San Esteban y Avilés, que se hallan intermedias, por precisión tienen que zozobrar: el fomento de la ind. pesquera, sería muy considerable y se establecería un tráfico costanero muy animado y lucrativo: todo esto con grande utilidad para el Tesoro, además de las ventajas que reportaría la vecindario"

Del puerto y su prolongado parto, también se ocupó, como no podía ser de otra manera, el cronista y alcalde Agustín Bravo:

"al abrigo de la colina de la Cruz y del Faro, ofrece fácil entrada y tiene bastante calado, pero existen algunos bajos peligrosos, como la piedra de la Concha, sobre la que se asentará, cuando Dios quiera, el espigón del O. El antiguo muelle, según anota el señor Selgas, por disposición de Esquilache fue estudiado en 1765 por el piloto Huergo y el arquitecto Menéndez. Desde 1768 prosiguió los estudios Lizardi; pero por discrepancias con el insigne marino don Jorge Juan, encomendó la audiencia de Oviedo el tan estudiado proyecto a Ibargoyen, y las obras se comenzaron en 1787, siendo ingeniero de las mismas el señor Vigil de Quiñones. Tanto estudio no fue obstáculo para que el muelle resultara insuficiente para el servicio que habrá de prestar, y á mediados de este siglo (XIX) se solicitó la construcción de otro nuevo, que hace pocos años se terminó con arreglo á los planos del señor Casariego. Es de sólida construcción, le falta altura, y dentro de muy poco tiempo se quedará en seco, por no haberse hecho la limpia de la bahía y por los continuos desprendimientos de roca (de las colinas colindantes) que acabarán por cegar la entrada. Este muelle construido por la parte E. debía completarse con otro espigón por la del O., proyecto también del mismo ingeniero; pero aunque la obra no es de mucha importancia, pues está presupuestada en 200.000 pesetas, es difícil prever cuándo se terminará"

En 1969, 30 de setiembre, se celebró por fin en el Ministerio de Obras Públicas la subasta para su construcción, presentándose once compañías de la que resultó la de Caso y Cía la adjudicada, con un presupuesto de 145.763.348 pesetas, que suponían un 45% menos del presupuesto oficial. Su primera fase fue la construcción del dique de abrigo 


Los trabajos, en sucesivas fases, se alargaron hasta la década de 1980 e incluyeron la nueva carretera de acceso al puerto y villa, la CU-3, que descongestionaría la CU-2 por la que hemos venido (Avenida Selgas, La Formiga, García de la Concha, Suárez Inclán...)


Un puente peatonal colgante nos proporciona un buen atajo en este recodo del paseo donde se hallaba la Playa de los Calderones


Enfrente, empiezan los grandes espacios destinados a aparcamientos, que en verano llegan a ser incluso insuficientes


Para hacer el nuevo y necesario puerto, efectivamente, se tuvieron que volar peñas y rocas, y hubo de sacrificarse esa querida playa de Los Calderones (delfines), donde estaba La Pidriquina, lugar en el que muchos pixuetos aprendieron a nadar, haciendo un recorrido jalonado por las antiguas peñas que afloraban a la superficie, las cuales les sevían para hacer pie antes de continuar hasta la siguiente o regresar a nado


Al pie del acantilado hay una larga fila de paneles con fotos representativas del concejo. Al fondo está la Oficina de Turismo. Recordemos una vez más que en la actualidad esta es la entrada principal a la población, por lo que muchos visitantes empiezan su recorrido aquí o en algún lugar de las inmediaciones del puerto, donde pueden aparcar más fácilmente


Muchos de estos lugares, la mayor parte, sino en el mismo Camino, están muy cerca de él, dedicándoles a algunos nuestra oportuna entrada de blog


Esta por ejemplo es la Playa de Gueirúa, a la que podemos acceder desde Santa Marina si hacemos el Camín de las Ballotas. Al fondo es la del Silencio o Gavieiru


Foto del sermón de L'Amuravela, del que acabamos de hablar


Playa de Oleiros, en la costa de Las Luiñas


El Puerto Nuevo, a donde nos dirigimos


San Martín, también en Las Luiñas, testimonio de los antiguos estamentos sociales que prevalecían en la composición social cudillerense, los vaqueiros o pastores trashumantes de vacuno, los marnuetos o pobladores de la franja costera y los xaldos o campesinos no vaqueiros del interior


Faro Vidío, el último que se construyó en esta costa. El Camino pasa un tanto alejado, pero lo veremos bien, tanto si hacemos el Camín de las Ballotas como el de la Sierra las Palancas


Playa de la Vallina, también un tanto alejada del Camino, pero cuya costa acantilada, la del Cabo Vidío, divisaremos en lontananza


San Pedro la Rivera, factible de visitarse por su proximidad al Camino, sobre todo si nos hospedamos en Soto de Luiña/Soutu Lluiña


Camino de Santiago. Parece algún tramo de la Sierra de las Palancas pero no estamos seguros


La Ribera, de donde venimos


Paisanaje, pescadores veteranos en el puerto nuevo


Una de las caprichosas formas que la erosión forma en la roca, el Peine del Mar en La Caladoria, al norte de Novellana .Puede visitarse también desde Santa Marina a la vez que al Gavieiru o Playa del Silencio


Pasado el puente y mirando atrás. tenemos una de las más clásicas estampas de Cudillero/Cuideiru en su anfiteatro en forma de cuenco abierto hacia el mar


Juan Manuel Wes, quien fue director de La Voz de Avilés, dice en entrevista publicada en el libro Cudillero en el recuerdo. Evocación gráfica, de Juan Luis Álvarez del Busto y Tico Medina:
"Cudillero es una villa única, un pueblo marinero y pescador que surgió de la mar, que trepó monte arriba y que en sus ladras dibujó, con sus casas de tres paredes, un paisaje que es una impresión"

Desde aquí apreciamos también los altos de La Garita y la senda hacia el faro


El Muelle del Este y La Punta Roballera, de roballo, lubina, que antaño abundaría en el lugar



Y allí vemos de nuevo El Faro, gestionado por la Autoridad Portuaria de Avilés. Su interior no puede ser visitado pero sí todos sus bellos alrededores. Sin embargo en febrero de 2018 La Nueva España publica que las antiguas casas de los fareros iban a ser restauradas para construir un hotel: 
"El Faro de Cudillero va a convertirse en hotel. El Consejo de Ministros aprobó esta mañana los trámites necesarios para rehabilitar las antiguas viviendas de los fareros y convertirlas en alojamiento turístico. Un trámite necesario al ubicarse estas instalacoines "a una distancia inferior a 100 metros del borde del mar". A partir de este momento, la Autoridad Portuaria de Avilés, que gestiona dichas instalaciones, podrá continuar la tramitación administrativa para uso hotelero.
Inaugurado el 1 de agosto de 1858, el edificio es de planta rectangular de 18x7 metros y 5 metros de altura, con torre adosada de planta octogonal. El proyecto propone la rehabilitación del edificio de las antiguas viviendas de los fareros, adaptándolo para su uso como alojamiento turístico (casa/alojamiento rural) realizándose las intervenciones en el interior del mencionado edificio, sin alterar su aspecto exterior, y adecuándose la parcela y las terrazas para poder desarrollar eventos de pequeño formato, posibilitando, en coordinación con el Ayuntamiento de Cudillero, el desarrollo de visitas guiadas. 
La superficie del terreno a concesionar será de 800 m2, siendo 142 m2 la superficie ocupada por la edificación, con una inversión inicial estimada en más de 300.000 €, con un plazo concesional de 35 años..."


La última gran reforma del edificio se acometió a la vez que las obras del Puerto Nuevo, acabándose en 1984


El Muelle del Este, El Mualle, guarda esta ensenada que, aquí casi libre de embarcaciones, forma una verdadera piscina natural. La Playa de los Calderones ha desaparecido pero el lugar sigue siendo óptimo para el baño


Desde aquí contemplamos muy bien la boca del puerto, entre el Mualle o Muelle del Este y el Dique del Oeste, que asoma a la izquierda


Otro de los muchos lugares donde la gente se asoma a hacer fotos desde estas barandillas


La placidez del lugar para nada hace pensar en la tremenda epopeya que fue construir aquí el primer puerto


Cudillero/Cuideiru se asienta definitivamente en el siglo XVI como puerto de gran importancia, siendo entonces cuando se sufraga por parte vecinal la construcción de una iglesia dedicada a San Pedro, que,  unía a esta población hasta entonces dividida en dos feligresías cuya cabeza se encontraba tierra adentro, Piñera y San Xuan o San Juan de Piñera. Junto con ello se construye un primer muelle y un pequeño fortín para defensa contra los corsarios ingleses que asolaban estas costas


A la vez que contra enemigos exteriores las gentes del lugar empiezan a tener la fuerza suficiente contra los férreos señores feudales del linaje Omaña que los avasallaban de continuo, iniciándose una larga cadena de pleitos en los que lograrán sustanciales triunfos como el también citado del juez Valle. Aún así hubieron de esperar al dieciochesco siglo de la Ilustración para acabar definitivamente con aquella situación tan enojosa



En aquellos siglos se inicia también el proceso para constituirse como concejo independiente de Pravia, llegando a ofrecer 1.000 doblones para lograrlo. En 1743 pleitean enérgicamente pero el objetivo no se hará realidad hasta 1836


Era también mediado el siglo XVIII cuando se efectúan obras en el muelle y cuando arranca otro largo proceso para realizar peticiones formales de hacer uno en buenas y óptimas condiciones. Cincuenta años más tarde, en 1792, el propio Jovellanos lamenta en sus escritos que, pese a llevarse gastados 400.000 reales en el propósito, continúan los problemas para los pescadores.


En 1822 se aprueba la construcción de un segundo muelle, aprobación que se repite en 1826 y 1834. En 1844 el Ayuntamiento se decide a presentar directamente ante la Casa Real una petición para que se haga de una vez este proyecto tantísimas veces aprobado sobre el papel. Curiosamente también se perfila el proyecto de construir el gran puerto del Cantábrico en la Concha de Artedo, perteneciente a este concejo, pero también se queda en el papel


No será hasta 1969 cuando el Ministerio de Obras Públicas saque a subasta la obra del nuevo puerto, el cual no se inauguraría oficialmente hasta el año 1984. Una espera de siglos.


Por ironías de la historia cuando llegó el puerto nuevo la actividad pesquera iba a menos. De 186 embarcaciones y más de 700 pescadores, además de astilleros, que había en los años 80 del siglo XX, se pasó a unas 80 lanchas en un par de décadas y... ahora, cada vez menos aún


Una nueva industria, la del turismo, alcanza en nuestros días cierta pujanza, pero como todas, también aporta su problemática, la gran estacionalidad, su alta dependencia de la climatología y la masificación, con todo lo que ella conlleva 


Y así, el escritor y periodista Tino Pertierra escribe en su libro Las orillas de un paraíso. Cudillero, este nuevo rumbo que marcan los tiempos, de no fácil equilibrio:
"Cudillero asume el reto de crecer y no morir en el intento, el de abrir sus puertas al visitante sin que ello suponga la pérdida de su idiosincrasia. Y asume el reto, porque es esta tierra de mujeres y hombres valerosos, como lo fueron sus antepasados, aquellos primeros pobladores que ya entonces vivían mirando al mar, aquéllos que compartían lazos y aptitudes con los marinos de tierras norteñas, con irlandeses, vikingos o bretones. Cudillero se reinventa a cada paso y se torna en funámbulo de altos vuelos, en acróbata, caminando por la fina línea que conduce a ese término acuñado como desarrollo sostenible y, al hacerlo, afronta el envite de no caerse hacia los lados, hacia los extremos, en donde se asienta el crecimiento abusivo, desmedido, o la preservación irracional, que aboca a quien se regocija en ella al más rancio de los ostracismos"

Ante nosotros, el Puerto Nuevo, cerrado al oeste y norte-noroeste por los diques del Moro, que vemos al fondo, y de Abrigo, detrás de La Cruz


Esto era la zona de La Caldera, donde tantos niños pixuetos aprendieron a nadar, pues iban avanzando de peña en peña.de La Caldera iban a El Caballo y La Redonda, llegando los más intrépidos a La Peñona. Con las obras del puerto La Caldera y El Caballo han quedado casi ocultas


Covadonga Loy Madera nos dice también en su recitado libro Cudillero, caprichos del mar, que enfrente del faro están las peñas de El Saltu'l Llobu, a las cuales, para llegar, hay que saltar como un lobo, de ahí su nombre, un carreiru o pasillo de agua, bastante ancho


Según caminamos contemplamos nuevas perspectivas del muelle, El Mualle, el camino del faro, y los acantilados de La Garita


Y la población, como escondida en su cofre redondo... dice asimismo Juan Wess en el también mencionado libro de Cudillero en el recuerdo. Evocación gráfica...
"Dura por naturaleza física, Cudillero siempre luchó contra la mar; sin puerto, supo buscar acomodo a sus lanchas entre sus calles. Ni las galernas ni las malas mares, que también las hay, frenaron su espíritu pescador. Sus pobladores han escrito con su propia vida esa inacabada historia del hombre y la mar"

Ciertamente la población, ante su puerto, parecía tener más comunicación con el exterior en base a los caminos del mar que a los de tierra. Dada la abrupta orografía, era esta una constante en muchos puertos cantábricos. José Antonio Suárez Marqués escribe algo de ello en el artículo Cudillero en la memoria... del futuro pasado, publicado en su blog 3cortasy1arga:

"... la primera mitad del siglo XX, Cudillero, especialmente 'la marina', vivía abierto a la mar, pero cerrado a tierra. Vivía en su mundo: la pesca, y todo lo demás que giraba a su alrededor. La actividad, la cultura y hasta el ocio eran marinos. Seguramente el cine Mary y la radio eran los únicos canales de comunicación que llegó a tener con el mundo de más allá de El Pito. 
Cerrado en su cascarón entre La Garita, el Tolombreo y la Casa'l fuego, esa andadura por el tiempo, fue decantando una mentalidad y unas tradiciones peculiares. De manera que los viajeros de esos tiempos modernos, desde Ortega y Gasset o Evaristo Valle, hasta los pénjamos de Jesús López Pacheco, cuando bajaban de La Formiga, venían a dar en un mundo verdaderamente extraño para ellos. Nos veían como cormoranes prestos, ávidos, de arrojarse al mar, y como depósito de la raza marinera del Cantábrico. Nunca lo habríamos imaginado, bueno sí, pero abordo, en la mar. En tierra y, sobre todo, pasando Muros, éramos bastante retraídos, por decirlo así. Pero nuestro mundo, tal como era, estaba a punto de ser alcanzado por… la barahúnda del Desarrollo"

"Pintoresco, sorprendente, encantador, original... Cudillero ha estado acompañado por adjetivos de este tipo en un intento de transmitir las sensaciones del visitante ante un casco urbano, crecido en el fondo de una hondonada abierta al mar (hay quien deriva su nombre de la palabra "escudilla") que, tras desparramarse ante el puerto, trepa pendiente arriba colgando unas casas sobre otras..."

Por su parte, Efrén García Fernández, dibujante y arquitecto, dice así para Tico Medina y Juan Luis Álvarez del Busto (Cudillero en el recuerdo...)
"Un milagroso escenario donde, desde siempre, se viene desarrollando una fascinante actividad marinera, ante el anfiteatro de casas estribadas en los tendidos inferiores"

La actividad marinera dio paso a la hostelera, pues la primera se trasladó al nuevo puerto, cuyas instalaciones tenemos enfrente de nosotros


Aquí está La Caldera, que ha quedado casi oculta, donde se aprendía a nadar antaño. En la playa de Los Calderones estaba también La Pidriquina


Vamos reconociendo bien desde aquí las lanchas pesqueras, de todos los tamaños, bien resguardadas en este puerto nuevo


Covadonga Loy Madera, en Cudillero. Caprichos del mar, explica el proceso de construcción es estos muelles:

"Por fin, en el año 1969 se puso en marcha el gran sueño de aquellos vecinos. Las obras comenzaron en el año 1970, finalizando en 1983.Para llevar a cabo la construcción de este sueño, se tuvieron que realizar diversas reformas en la costa natural del pueblo, entre la que destacan la demolición de la Casa de Puertos y el túnel que daba acceso a las playas de Cudillero (Barrera, Oleo y los Calderones). El puerto nuevo está apoyado en las peñas de La Llonga, El Moro y La Castañal, donde se levanta en la actualidad el Dique del Moro (al fondo de la foto).Quedan dentro del puerto La Peñona y La Procesión, que de momento ni se han quitado, ni se ha llevado terreno hasta ellas. El 2º dique, llamado Dique de Abrigo (a la derecha del del Moro, detrás de La Cruz), se extiende desde la Peña La Castañal hasta la Peña de La Cruz, finalizándose así la construcción del Puerto Nuevo de Cudillero"

El puerto y su acceso se hizo tras realizar importantísimas intervenciones que transformaron la fisonomía del lugar. Las más importante fueron las demoliciones de la Casa de Puertos y Rabu Castru, desapareciendo las playas y el túnel que las comunicaba: Los Calderones, L'Óleo y La Barrera


El puerto se apoyó en las peñas de La Llonga, El Moro, La Castañal y La Cruz. por eso el del fondo es llamado el Dique del Moro


El Dique del Moro forma un ángulo recto con el Dique de Abrigo, enfrente de otros peñones, los de Las Culinas, que veremos cuando caminemos por allí


La Cruz es otra de las piedras angulares del puerto, a ella llega el Dique de Abrigo y de ella arranca el Dique del Oeste, donde culminaremos este itinerario portuario


En el Dique del Oeste vemos esta placa de comunicación interior del puerto, el canal 9


A pesar que durante su misma construcción el mar entro en el puerto destruyendo embarcaciones, tras el remate de las obras y su inauguración los pescadores pudieron dejar sus lanchas en el agua sin sobordar las por las calles de la población por primera vez en su historia


Y seguimos por la zona de La Caldera adelante, andando por la gran explanada del Paseo Marítimo


Bate la mar contra la escollera mientras vemos enfrente La Peñona, una de las peñas supervivientes de las obras del puerto, que ni fue demolida ni se hicieron diques ni explanadas hacia ella


Terrazas en verano. No olvidemos que esta es ahora la entrada principal a la villa, pasando antes por el puerto


Gran explanada de entarimado, con bancos y duchas


Desde aquí damos vista a La Peñona, un topónimo que se repite constantemente en este litoral. Un poco más allá del puerto existe otra roca del mismo nombre, frente a la Punta Treizal


En lo alto hay una torre, que parece de altavoces, señales acústicas o comunicaciones


Las playas han desaparecido pero bajo nosotros una pequeña explanada es aprovechada para los baños de sol


La Cruz, con el Dique de Abrigo a su izquierda y el Muelle del Oeste a la derecha


Sigue el hermoso paseo al pie del acantilado, por la zona de La Redonda, otra de las antiguas peñas del mar. Aunque los arenales desaparecieron, popularmente la zona es llamada La Playina,. zona de tomar el sol, y a veces de baños, si la calidad de las aguas lo permite


Ya en el año 2015 se prohibieron aquí los baños, pensándose en habilitar para playa un tramo de costa situado al oeste del muerto, entre La Corvera y Las Rubias. A.M. Serrano lo describe así para La Nueva España el 3-9-2015:
"Cudillero busca una alternativa a la playina, cerrada al baño desde el mes de julio. El portavoz suplente del PSOE, Carlos Valle, asegura que el gobierno "se ha cargado" un recurso turístico de la villa pixueta sin buscar antes soluciones. "Por lo menos deberían estudiar otras posibilidades, no cerrar nada sin hacer algo para evitar que la gente se moleste y se quede sin un servicio", indica.
El pasado mes de julio, el gobierno municipal, del PP, prohibió el baño en la conocida como playina de Cudillero. Días más tarde sólo lo desaconsejó. El motivo del cierre fue el último informe del Principado, que advertía de la escasa calidad de las aguas para el baño. "Cudillero se queda sin zona de baños y en todo el verano no se hace nada. Es insólito", critica Valle. 
La playina no es una playa al uso, pero muchos la utilizan como zona de baño en época estival. Se encuentra cerca del paseo que lleva a la villa desde el aparcamiento, en una zona resguardada de la costa cudillerense. Empezó a utilizarse después de las obras que se llevaron a cabo en la zona y durante uno de los gobiernos del exalcalde socialista Francisco González. Hasta la fecha, nunca se prohibió el baño. 
Según la portavoz de Cudillero Empresas Turísticas Asociadas, Montserrat Abad, "no estaría mal buscar alternativas al servicio que ofrecía la playina, pero Cudillero es como es. Sería maravilloso tener playa, el problema es que la villa no la tiene", añade. En todo caso, resta importancia turística a este recurso, que el PSOE considera de vital importancia para la villa. A su juicio, "es algo más utilizado por los vecinos de la villa que por los turistas". De hecho, la presencia en el concejo de playas como la Concha de Artedo, San Pedro de Bocamar y El Silencio, resta interés por bañarse en aguas de la capital pixueta. 
En el gobierno, la teniente de alcalde asegura que el cierre de la playina, con coste turístico o sin él, es una cuestión de salubridad. Verónica Pardo, que también es responsable de las playas, indica que este lugar "nunca fue una playa", y en ese sentido "estamos obligados a desaconsejar el baño". El último informe del Principado advierte de la cercanía de embarcaciones y, por tanto, de aceites y otros materiales contaminantes, y de la presencia de residuos fecales. "No podemos abrir al público algo así. Es normal que la gente del pueblo sienta algo de nostalgia, pero nuestra obligación es cerrar algo que no es sano", señala. Además, asegura que la playina se encuentra "en una zona de puerto y "es el Principado el que prohíbe el baño". A este respecto, descarta abrir de nuevo esa zona al baño. 
El gobierno defiende que en las últimas semanas sí ha buscado alternativas a la playina. El pasado fin de semana se hizo la primera prueba de deportes acuáticos en la zona del muelle viejo y el ejecutivo local, siempre según Pardo, ya ha cursado una petición a la Demarcación de Costas para poder utilizar como playa el tramo de costa entre La Corvera y Las Rubias que más se acerca a la carretera que une Villademar con Cudillero"

Podemos dejar unos instantes el paseo marítimo propiamente dicho para acercarnos a la desembocadura del río Piñera, el cual fue canalizado 1892 y desviado de su curso


El río, llamado también La Mimosa al entrar en la villa pixueta, dividía antaño en dos la población y marcaba las áreas de influencia de las parroquias que antaño se disputaban su preeminencia sobre la misma, las ya citadas de Piñera y San Juan de Piñera y San Xuan, cada una además con una histórica veneración cristológica vinculada con el mar y los pescadores


Esta obra permitió evitar las seculares inundaciones cuando el río se desbordaba con lluvias y temporales, causando serios estragos, permitiendo además liberar cierto espacio en la angostura de su estrecho valle


Una llamativa sucesión de pequeños saltos de agua le añade belleza a esta nueva desembocadura fluvial


El río viene además subterráneo por la montaña. Yendo por esta senda podremos acercarnos al túnel


El entorno es bastante boscoso, los árboles crecen en la pared acantilada, y en la ribera lo hacen algunos arbustos



Hay también, antes de los saltos, unas pequeñas presas



Esta es una buena vista de la desembocadura, que como podemos comprobar, salva el paseo por un puente sobre el río


Y este es El Túnel, gran galería de unos 310 metros de longitud que puede recorrerse, comunicando al otro lado con los edificios de la calle Doctor Fleming, donde antaño había fábricas conserveras (La Industrial), por eso se dice que este pasadizo sirvió para transportar directamente en carro el pescado hacia arriba, sin necesidad de cruzar La Ribera o Plaza de la Marina, atestada tantas veces de lanchas y enseres, ni subir por las estrecheces de La Cai


En el blog Las Cavernas, firmado por Tombatosals, hay un excelente artículo dedicado aeste túnel, del que extraemos esta parte:
"El acceso al túnel está acondicionado, y el mismo túnel tiene iluminación (no muy generosa, pero suficiente). 
La sección de la galería es una especie de trapecio, con la base estrecha y el techo en forma de arco. Por el centro de la misma circula un curso de agua, y a ambos lados unos bancos de piedra y cemento forman como dos aceras que permiten un tránsito cómodo. El banco de la derecha (sentido ascendente) es más alto que el de la izquierda, tal vez para permitir que incluso con caudales en aumento siga habiendo un paso para las personas 
El túnel tiene una pendiente de un 6%, bastante notable para tratarse de un canal. Su estructura es siempre la misma: hasta unos dos metros y medio de altura (lo que corresponde a los lados del trapecio antes mencionado), es de grandes bloques de roca, formando una especie de mampostería. A partir de ahí, y formando el arco del techo, es de ladrillo. En ningún momento hemos visto la roca natural en paredes ni techo, estando todo el túnel recubierto de la forma dicha. Tal vez el material de la montaña no sea lo suficientemente consistente, máxime considerando que ha de resistir el paso del agua (...) 
Respecto a la utilidad, la cuestión es más divertida. Por ahí he leído, sin buscar demasiado, que servía para transportar el pescado desde el puesto hasta la parte alta del pueblo sin atravesar la población o para bajar carbón para los barcos del puesto sin las molestias que eso supone si se atraviesa la población. No digo que no se haya usado para esos fines, pero pienso que sería un uso secundario. Su función principal es sin duda la conducción del agua del río Piñera, desviando su cauce natural que atraviesa exactamente el centro de la población (...) El río está en el túnel, desviado aguas arriba de la población para evitar las molestias (y los riesgos) que supondría tener un río pasando por el centro del pueblo. No es un caso único: en Daroca (Teruel) existe un ejemplo similar, y data nada menos que del siglo XVI. La Mina de Daroca (así se llama) tiene más de 600 metros de longitud y una sección del doble de este túnel.  
Cuando el pueblo creció valle arriba, se hizo necesario canalizar su cauce, cubriéndolo para ganar terreno útil y permitiendo que el túnel siguiera en funcionamiento. Unos 250 metro aguas arriba del lugar donde el túnel termina y comienza la canalización, el valle recupera su forma "normal" con el río al aire libre"

Visto y conocido El Túnel regresamos al Paseo Marítimo y continuamos nuestro recorrido hacia el puerto


La Peñona y La Cruz son, de frente, nuestras referencias


Nuestra idea sería recorrer el puerto entero hasta La Cruz y el Dique del Oeste, pues vamos a tener muy buenas imágenes de la villa y su anfiteatro, así como de la costa


La Peñona, hasta donde llegaban antaño los niños más experimentados cuando aprendían a nadar. Ella sigue allí, pero su entorno ha cambiado notablemente


A la desaparecida Playa del Óleo o L'Olio se llegaba a ella por un túnel desde el antiguo Muelle del Oeste. En febrero de 1977 se voló el gran peñón de El Rabu Castru para dar entrada al nuevo muelle pesquero, cuando aún los temporales echaban a pique embarcaciones allí refugiadas


Covadonga Loy Madera, en Cudillero. Caprichos del mar, explica el proceso de construcción es estos muelles:

"Por fin, en el año 1969 se puso en marcha el gran sueño de aquellos vecinos.Las obras comenzaron en el año 1970, finalizando en 1983.Para llevar a cabo la construcción de este sueño, se tuvieron que realizar diversas reformas en la costa natural delpueblo, entre la que destacan la demolición de la Casa de Puertos y el túnel que daba acceso a las playas de Cudillero (Barera, Oleo y los Calderones). El puerto nuevo está apoyado en las peñas de La Llonga, El Moro y La Castañal, donde se levanta en la actualidad el Dique del Moro (al fondo de la foto).Quedan dentro del puerto La Peñona y La Procesión, que de momento ni se han quitado, ni se ha llevado terreno hasta ellas. El 2º dique, llamado Dique de Abrigo (a la derecha del del Moro, detrás de La Cruz), se extiende desde la Peña La Castañal hasta la Peña de La Cruz, finalizándose así la construcción del Puerto Nuevo de Cudillero"

Si nos fijamos, más allá del Dique de Abrigo asoma otro peñón calizo

Es el más alto de Las Culinas, fuera ya del Puerto Nuevo, que veremos al completo desde ese dique

Ahí vemos las olas saltar el gran murallón. La fuerza del mar en esta costa es impresionante, incluso en las aparentemente más benignas temporadas veraniegas. Muchos pescadores lo recorren pues dispone de muy buenas puestas de pesca, pero es cerrado con los temporales

Covadonga Loy Madera nos informa también que antaño, antes del radar, los accidentes eran muy frecuentes, embarrancando bastantes barcos, bien a causa de las galernas, bien por culpa de la niebla:

"Hace bastantes años, un petache que navegaba rumbo a Galicia fue sorprendido por un temporal del Norte que provocó su hundimiento a la altura de Cudillero. Afortunadamente toda la tripulación logró salvarse gracias al bote salvavidas que recaló en una de las playas del pueblo hacia las dos de la madrugada"

Otro accidente recordado en su libro Cudillero, caprichos del mar, fue el de los dos arrastreros de Murcia, como se conocía su armador, que habían salido del puerto de Avilés, embarrancando uno de ellos en la playa de Barera, donde está ahora el puerto, logrando también salvarse su tripulación...

"Este barco fue reflotado y traído al puerto. donde por haber sufrido muchos desperfectos en su casco, se decidió desguazarlo en La Ribera. Aquel fue un buen invierno para los niños del pueblo, pues sacando toda clase de hierros con gran esfuerzo (tornillos de la quilla, chapas de las máquinas...), lograron sacar unas pesetas vendiendo la chatarra que habían conseguido"

En la actualidad, rampas y explanadas sustituyen a las desaparecidas playas pixuetas que se extendían por esta rocosa ribera frente a los bajos de El Pociquín

Frente a nosotros precisamente tenemos la Rampa de Varada, paso al Puerto Nuevo propiamente dicho. Por aquí estaba la zona de peñas conocida como La Procesión, hacia la playa de La Barrera

Ante la rampa ya empieza, a verse embarcaciones en puerto, amarradas, como estas pequeñas lanchas de pescadores

Van quedando atrás La Peñona, La Cruz y La Punta Roballera con La Garita

Hasta La Cruz y el Muelle del Oeste pensamos llegar en este periplo pixueto que proponemos a los peregrinos que puedan disponer de una tarde o media para conocer villa y puerto, abierto a todo tipo de posibilidades alternativas, ya que, si por ejemplo los diques están cerrados por peligro de oleaje, puede centrarse la visita más en el casco urbano y sus miradores, por ejemplo, o a la buena gastronomía marinera

Un plano nos puede servir de orientación en esta idea de itinerarios por villa y puerto

El puerto en sí mismo aparece muy bien reflejado en esta foto aérea

Llegados aquí, por ejemplo, proponemos dejar la carretera para dirigirnos a la derecha, donde cruzaremos estos aparcamientos

Vamos a ir hacia la orilla siguiendo la calle que forman los almacenes de los pescadores, escenario de la actividad marinera que antaño estaba en La Ribera

Estos almacenes fueron inaugurados en el año 2011, así recogía el 14 de marzo Europa Press la noticia:

"El Consejero de Medio Rural y Pesca, Aurelio Martín, ha participado este lunes en la inauguración de los nuevos almacenes para pescadores del puerto de Cudillero. El Consejero ha estado acompañado durante la visita por el Alcalde del concejo, Francisco González, el Director General de Pesca, Marcelino Menéndez Cuervo, y el presidente de la Cofradía de Pescadores de Cudillero, Salvador Fernández. 
Con esta actuación, se dota a los pescadores de la Cofradía de Cudillero con seis nuevos almacenes para la guarda de pertrechos y realización de labores de mantenimiento. La construcción de estos locales ha supuesto una inversión de 145.346 euros 
Las nuevas instalaciones están ubicadas en el puerto de pescadores de Cudillero, anexas a unos almacenes ya existentes. La obra ha respetado la fisonomía de las construcciones de la zona, con lo que constructivamente quedan perfectamente integrados en el entorno. 

Cuando pasemos seamos especialmente cuidadosos en no interferir los trabajos y labores que aquí se realizan. Este recorrido por ejemplo, está hecho un domingo, cuando apenas hay actividad. Si vemos trasiego, movimiento y trajín no nos metamos por el medio...

Aquí tenemos una lancha sobordada, al lado de la rampa. Imaginémonos la Plaza de la Marina (La Ribera), llena de ellas

Carros, cajas, sacos, cubos, redes y aparejos

Y aquí tenemos los curadillos, una de las imágenes clásicas de Cudillero/Cuideiru, pescado curado al aire y el sol


Se trata de un escualo, un tiburón pequeño e inofensivo llamado gata popularmente ( y otras especies). La Enciclopedia de Gastronomía, de Pepe Iglesias, dice así de él:

"Lo primero que hay que puntualizar es que el Curadillo no es una salazón. Es más, no lleva ni gota de sal, y hasta para su limpieza se usa agua dulce por la marina lo enmohece. Su curación se realiza exclusivamente por oreo, y exposición al sol. 
¿Pero que es al Curadillo? 
En realidad no se trata de un pescado en concreto, aunque se suele hacer con gata, pero también se usan toucas, glayos y lijas. 
Todos ellos son pequeños escualos, tiburoncitos, marrajillos, cuyo fin principal era la extracción de aceite de sus hígados, tesoro que antaño servía tanto para freir y cocinar, como para alumbrar en las casas e iglesias. 
Y para curar las anemias e inapetencias, que los que ya hemos pasado los cuarenta, aún recordamos con terror el aceite de hígado de bacalao y la emulsión Scott. 
Se pescan a 400 brazas de profundidad desde el Cabo Vidio hasta el Blanco, prácticamente hasta Galicia, y hasta hace medio siglo era un comercio boyante, del que se obtenían dos subproductos muy interesantes, uno era el propio pez para secar y ser consumido en tiempos de mala mar, y el otro la piel, que se usaba para lijar, los cascos de los botes, de ahí el nombre de lija. 
Dicen los más ancianos, que antaño las mozas, antes de echar novio, miraban hacia las ventanas para ver cuantos curadillos tenía cada pescador secando, como signo de bienestar y de riquezas, que le asegurasen un buen matrimonio. 
Luego llegaron la electricidad, los complejos vitaminicos, las pulidoras, y el surimi congelado, y el saín, que es como se llama ese aceite, dejó de valer ni un peso, y con el se fueron al garete las lijas de marrajo y la carne de curadillo, porque ahí donde lo ven, el pescadito tiene que ser cuidado minuciosamente todos los días durante conco o seis meses, para que no toque la mosca, para que no se ablande, para que no le llegue una niebla, y tantas y tantas cosas de las que hoy no tenemos ni idea. 
Santiago lo está poniendo de moda, y ya hasta en Oviedo se celebran jornadas del Curadillo, por eso un pez que cuesta sobre treinta duros kilo, una vez curado se vende en Cudillero por encima de las dos mil pesetas pieza. 
Las modas se pagan, y yo les recomiendo que no se rompan el coco cocinando este pescado. En realidad es una comida de supervivencia, basta y bravía, y si te la dan ya guisada, pues mejor, porque la preparación tiene tela"

La misma obra y autor le dedica no uno sino dos artículos, he aquí el segundo:

"La historia de los pixuetos, así se llaman los habitantes de Cudillero, está aún viva, como hace cien años, o quizás quinientos. 
Ya no fríen las julias con aceite de gata, si no con el Carbonell de 0,4º que está de oferta en El Arbol, ni los curadillos sirven para ligar novia, porque se lleva mas el Turbo con bakalao a tope, pero a las cinco de la mañana se sueltan amarras, y cuando la mar está torpe y el viento duro, hay que aguantar como sea las gotas de agua que se clavan en la piel como agujas, o el desgarrón que te hace en la mano un anzuelo francés liado en una volanta. 
Hoy los curadillos son solo un símbolo, un emblema, el estandarte de un pueblo orgulloso que si bien ya no come este tasajo porque le es mas cómodo descongelar una pizza en el microondas, sí mira a cada minuto hacia la mar, porque sigue día a día viviendo de ella. O muriendo por ella. 
¿Pero qué coño es el dichoso curadillo ese? 
Pues verán, se trata de un pequeño tiburón, vulgarmente conocido con el nombre de gata, y del que durante muchos años vivieron básicamente los pescadores de este pueblo. 
Cumplía tres funciones fundamentales. 
La primera era la extracción del aceite de su hígado. Con él se freía, pero sobre todo se iluminaba, hasta tal punto que el alumbrado público de Oviedo se abastecía de este producto, con lo que mantenía una industria y una flota florecientes. 
La segunda era el uso de su piel para limpiar y pulir maderas y metales, el llamado papel de lija, hoy fabricado con polvillo de vidrio pegado a papel sintético, pero que antaño solo se conocía como derivado de la piel de estos u otros escualos. 
Y la tercera función de este tiburoncito era como pescado cecial, como alimento de recurso para aquellas largas vigilias impuestas, ora por la Iglesia, ora por un temporal del Diablo que mantenía la flota amarrada durante interminables días. ¡O semanas! 
A diferencia del bacalao y similares, este no es una salazón, si no todo lo contrario. 
Una vez eventrado, el animal es cuidadosamente lavado con agua dulce, endulzado en términos de la mar, operación que se repite hasta quedar sin el menor rastro de sangre. 
A partir de ahí, y desprotegido de cualquier agente protector, sal, pimentón, aceite, etc., la gata se crucifica sobre una tablilla engarzada de dos travesaños, adoptando la figura de un curtido de piel de cabra, y se cuelga de los aleros de las casas para que se vaya secando al oreo. 
Pero solo de día y cuando el viento es seco, ya que de otro modo, tanto si lo toca la niebla, como si lo hace la lluvia o el rocío, el tasajo se echa a perder. De este modo, cuando las mozas salían a pasear, soñando como sería el hombre de su vida, al ver una ventana llena de curadillos al oreo, pensaban: «N’esta casa nun hai fame. No. Nin con la mar bella nin con temporal» y así el joven pescador que en ella habitase sabía que sería el soltero mas codiciado del puerto. 
Dice un antiguo cantar:

«Muciquinas aldianas
Si querais mozu pixuatu,
teneis que saber guisar
curadillu pa’l inviarnu.»

 Luego llegaron el gas, las pulidoras Bosch y las conservas de atún claro, Calvo, Oviedo dejó de consumir aceite de gata, la lija pasó a mejor vida y los curadillos dejaron de secarse. Afortunadamente hay una cofradía gastronómica, la del Curadillo, en La Concha de Artedo, que ha recuperado la tradición, y hoy este humilde y miserable pellejo se ha convertido en plato de lujo en todos los restaurantes y comederos de la zona. 
Una vez guisado su sabor es bravo, con aspecto de cecina de cabra y sabor a caza. 
Basto y ordinario para algunos, brutal y sugerente para otros, pero el curadillo es sobre todo nostálgico y romántico, porque sabe a momia social, a recuerdo de días de hambre y pasiones secretas, a tiempos en que se nacía y moría en un mismo pueblo, matando el tiempo secando gatas, o cortejando entre las redes. 
En los días del curadillo, no había pastillas de Éxtasis, ni Megane Sport con CD Pionner con los que huir de la realidad cotidiana, por eso este pescado sabe diferente, porque para secarlo hay que vivir en Cudillero, con días cargados de horas, años llenos de días, y vidas con pocos años, que una vida llevada en calma da mucho de sí, aunque sea comiendo curadillos"

 El también llamado jamón del mar es un tiburón de profundidad, que se vendía muy poco dado lo latoso de su preparación, por lo que se ideó este sistema para comerlo seco y curado, de ahí su comparación con el jamón

Se seca en torno a unos cuatro meses extendido en palos para que se airee mejor, encoja y seque sin problemas, sin frío ni calor, para que no vayan a él las moscas. Antes colgaban de las ventanas y corredores de todas las casas

En el Blog de pesca de José María hallamos también explicación y receta:

"El curadillo en Cudillero, plato típico de invierno y de Cuaresma es un pescado que se pesca en mucho fondo y alguno cercano a la costa, como la " alpuerca" y el resto, el glayo, la touca, la gata etc. pescados en aguas profundas se limpian se les corta la cabeza y se ponen a curar al aire como un año, procurando que no lo toque el agua de lluvia, ni la niebla, así como recogerlas a la noche, que no la entren las moscas, en una palabra hay que tener bastante cuidado que el primer mes sobre todo tengan todos estos cuidados.

Una vez que ya están curadas cuando se quieran comer, dependiendo de como estén de curadas se echan en agua como veinticuatro horas, se cuecen ligeramente, se les quita la piel, se vuelven a cocer ya un tiempo como de una hora, siempre dependiendo de la como estén curadas, y una vez listas, se pica la cebolla muy fina, se fríe con pimiento un poco de laurel, un poco de ajo, y una vez listo esto se le echa el curadillo ya salado un poco de licor, picante y cuando todo este listo, se le añaden pimientos huevos cocidos cortados y ya se puede comer bien sea con patatas fritas o también con "fabas."

Esta receta es típica de Cudillero aunque cada uno la hará a su manera"

Lo cierto es que cada vez se ve menos en las casas, tal parece que también estas labores del secado casero han pasado asimismo a este nuevo puerto

Los curadillos se extienden a lo largo de las fachadas, encima de las puertas, todo un espectáculo y un detalle digno de ver y visitar

Zonas de carga y descarga, fijémonos al fondo a la derecha en el camión del combustible para las lanchas

Llegamos a la orilla del mar, aquí remansado como una gran piscina, con el Dique de Abrigo enfrente

Es la zona de La Grúa, donde están las embarcaciones más grandes. A la izquierda el surtidor de combustible

A la derecha, la boca del puerto, con la Punta Roballera, La Garita, y la población, ya a lo lejos


El Cantu y Cimavilla, barrios altos y camino a La Atalaya o La Telaya, protagonizarán la tercera de las entadas de blog dedicadas a la villa de Cudillero/Cuideiru


La Fábrica de Hielo y seguidamente La Rula, la lonja de la Cofradía de Pescadores Virgen del Carmen


Los pescadores pixuetos siguen dedicándose a la merluza del pinchu y el palangre, el calamar y otras especies. Las ventas de la rula o lonja bajaron en beneficio de la de Avilés, donde también están los palangreros de altura de los armadores que salen a faenar a aguas comunitarias.


Amplia vista del Dique de Abrigo. Aún en el año 2014 las galernas o temporales del Mar Cantábrico provocaban aquí gravísimos destrozos. Así recogía la noticia a Agencia Efe el 3 de marzo:
" El mar, que ya provocó en los temporales del mes pasado un boquete de unos cincuenta metros, ha roto pasadas las 16:30 horas otra treintena de metros del dique, lo que ha provocado una mayor entrada de agua a la zona de refugio en la que se encuentran amarradas las embarcaciones, según ha podido constatar EFE. 
Las olas, según la primera estimación de la regidora pixueta, Olga Fernández, han abierto un boquete mayor de entrada de mar y dejado sin protección, en total, a unos 80 metros del dique. 
"Las olas están saltando por encima del espigón y por el boquete abierto está entrando una cantidad enorme de mar", ha explicado a EFE Olga Fernández, que ha acudido al lugar para comprobar sobre el terreno el estado de las instalaciones portuarias. 
Las autoridades han acordonado toda la zona para evitar que los curiosos se acerquen peligrosamente al lugar atraídos por la espectacularidad del oleaje que azota este puerto pesquero, situado a unos 40 kilómetros al oeste de Oviedo. 
"Está entrando mar de manera exagerada, bastante más que en la anterior ocasión", ha explicado Olga Fernández, en alusión al temporal ocurrido a principios del mes pasado, que causó cuantiosos destrozos que no han podido ser reparados porque el mar no ha dado tregua desde entonces. 
El litoral asturiano se encuentra en alerta roja -riesgo extremo- por fenómenos costeros, por olas de hasta diez metros y viento del oeste de fuerza ocho o nueve, y se espera que el mayor impacto del oleaje se produzca a partir de las 18.00 horas, coincidiendo con la pleamar. 
Los temporales del mes pasado provocaron daños en los dieciséis puertos de titularidad autonómica del Principado, así como en decenas de negocios y establecimientos hosteleros y en cuatro cofradías de pescadores, y la nueva borrasca llega cuando aún no se han podido reparar los numerosos desperfectos. 
El Gobierno regional activó ayer por la tarde el Plan Territorial de Protección Civil del Principado de Asturias (PLATERPA) en su nivel cero, lo que supone poner en alerta todos los medios y dispositivos de intervención tanto de la administración local, como regional, y la flota pesquera asturiana se encuentra amarrada"

Y el Dique del Moro, que cierra el Puerto Nuevo por el oeste. De él y del puerto informan de esta manera en la página de la Dirección General de Pesca del Gobierno del Principado de Asturias: 
"A principios de los años 80 se finalizaron las obras del nuevo puerto. Amplio y totalmente seguro, es un puerto artificial, formado por dos diques, uno el del Moro, que sale de Punta de la Fuente del Asma en dirección NE y otro, que desde éste corre al SE hasta la Isla de la Cruz, cerrando totalmente la dársena. La entrada es un canal abierto a través del antiguo dique Oeste. 
La Villa de Cudillero es eminentemente marítima, estando su economía directamente ligada a la pesca. 
De los años 60 a los 80, Cudillero dependió, fundamentalmente, de las capturas de merluza, adquiriendo fama de ser las de mayor calidad por haber sido capturadas con anzuelo a "dedo" adquiriendo la denominación de "merluza de pincho".


La merluza del pinchu es llamada asó al ser pescada con anzuelo y su característica principal es tener una carne más firme y sabrosa. De ella cuenta Juan Manuel Wess López para Cudillero en el recuerdo...
"Desde el cantil de O Profundo, al sureste de Finisterre, hasta el cantil de la Bretaña francesa, se pescan las mejores merluzas del mundo. Pero la mejor de la mejor, está en las piedras de Cudillero. Sobre todo si se pesca a mano. Como esa no hay ninguna"

Pero de igual manera habla de manera tajante de lo esquilmados que han quedado los mares y la falta del antaño abundante pescado...
"Nos lo hemos comido con gula y sin sentido de guardar para el mañana. La mar está tocada. Sus recursos están en los límites del peligro de agotamiento. Las piedras y los cantiles están "pelados". No se pesca porque el hombre no tuvo mesura y sí descontrol hacia lo que fue  su fuente de riqueza y medio de vida"

Ya en el año 1979 la flota local se negaba a salir de puerto hasta que se garantizase la prohibición total  de pesca con volantas que acababa con los seculares caladeros. Esta es la noticia para El País, publicada el 9 de junio de ese año, firmada por José Manuel Vaquero y titulada Paralizada la flota pesquera de Cudillero:
"Las 140 embarcaciones de la flota pesquera de Cudillero permanecen amarradas en el puerto y sus tripulantes aseguran que no volverán a salir a la mar mientras las autoridades no garanticen la prohibición efectiva de la pesca con volantas, aparejo de malla ancha que esquilma los caladeros de merluza y besugo, en la zona costera comprendida entre el cabo Negro y el cabo Vidío. La Corporación municipal, reunida en sesión extraordinaria, acordó solidarizarse con los pescadores y promover con toda urgencia las gestiones precisas a todos los niveles para que se prohíba terminantemente el uso de volantas en la zona. Pese a una orden ministerial de 2 de septiembre de 1969, que prohíbe el uso de las volantas entre los cabos Negro y Vidio, el viernes pasado embarcaciones de Cudillero sorprendieron a tres lanchas de Cedeira (La Coruña) pescando a la altura de La Maruca, caladero situado a nueve millas de Cudillero, con volantas entrayadas con nylón de una longitud de más de 2.000 metros. Los incidentes producidos entre los pescadores gallegos y los asturianos al tratar éstos de impedirles de forma contundente el uso del aparejo prohibido. motivaron la intervención del patrullero de la Armada española Vonitaz, el cual disparó varias ráfagas de ametralladora al aire, al parecer, para disuadir de su actitud a los pescadores de Cudillero"

Desde entonces acá, ya lo hemos dicho, el número de embarcaciones ha bajado notablemente


Seguimos avanzando por la gran explanada del Puerto Nuevo y sus instalaciones


Aquí está el célebre establecimiento hostelero que fue de Manolo el de La Rula, Manuel Antonio Pravia Gómez, repentina y tristemente fallecido en 2016, tal y como relata esta crónica del corresponsal David Suárez Puente para El Comercio el 26 de noviembre:
"El hostelero Manuel Antonio Pravia Gómez, que regentaba el restaurante 'La Rula', de Cudillero, fue hallado muerto ayer, a las 10.15 horas, en el río Piñera que desemboca en la playina de la villa pixueta. Natural de Ranón (Castrillón, tenía 62 años y todo apunta a que sufrió un paro cardiaco cuando atravesaba el túnel que comunica la zona alta de la villa con el entorno portuario para hacer una gestión bancaria. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación. 
El hostelero era muy querido en la villa, especialmente por los marineros que cada día paraban en su local que se encuentra en los bajos de la Cofradía de Pescadores. «Era un paisano muy simpático», recordaba ayer José Manuel López, marinero jubilado, quien no se quitaba de la cabeza que unos días antes le había gastado una broma cuando «le quité la gorra», explicaba. 
Manolo 'el de la rula', como era conocido en la villa, tenía dos hijas y un hijo, y había trabajado en San Juan de Nieva, aunque llevaba muchos años regentando este restaurante en Cudillero"

Aquí están las terrazas, otro buen lugar para deleitarnos con las exquisiteces marineras pixuetas


Joyas gastronómicas del mar que son aquí mismo desembarcadas. En tiempos Cudillero/Cuideiru era el puerto con más embarcaciones de pesca censadas en su puerto, si bien es verdad que algunas de sus unidades más grandes tenían su base en Avilés. En las décadas de 1970-1980 llegó además a ser el segundo más importante del Cantábrico, sólo detrás del de Bermeo


En el concejo existe otro puerto pesquero de interés, el de Oviñana, de menor entidad. En este gráfico publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se relacionan las especies de sus capturas:



Parte del pescado se subasta aquí, otro va a otras rulas, en días por semana asistimos a un importante trasiego de furgonetas de pescaderos y pescaderías, también de restaurantes, hoteles, etc.


Las lanchas con sus característicamente vistosos colores. Antiguamente los pescadores aprovechaban la pintura sobrante de pintar las lanchas para pintar las fachadas de las casas, de ahí los vistosos colores que lucían muchas de ellas, tradición que en parte sigue manteniéndose, sino con la misma pintura marinera, sí con la variedad cromática de las viviendas populares de la población


En un excelente artículo de Laura Fernández publicado el 31-3-2018 para La Voz de Asturias, titulado La pesca artesanal contra los gigantes, en el que recaba la opinión del Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores, Salvador Fernández Marqués, podemos adentrarnos en el problema de la pesca en el Cantábrico:
"La actividad pesquera constituye una parte fundamental del pueblo de Cudillero desde sus orígenes. Además de ser la principal actividad económica de la zona, la pesca ha pasado a formar parte tanto de la historia como de las tradiciones de Cudillero: muchas familias pixuetas se han dedicado al arte de la pesca artesanal durante varias generaciones. Los padres han traspasado sus conocimientos sobre el mundo marino y los barcos a sus hijos, quienes se han encargado de mantener sus consejos y los han mejorado con el paso de los años.
La revolución de la tecnología ha supuesto un antes y un después en muchas industrias. En este caso, su llegada al mundo de la pesca ha servido para facilitar el trabajo de aquellos que se aventuran a salir al mar. Sin embargo, todo tiene sus pros y sus contras. Durante mucho tiempo, se ha invertido en una actividad pesquera centrada en la pesca masiva y sin control. El rápido desarrollo de los barcos y de nuevos sistemas de pesca han provocado la pérdida de muchos ecosistemas marinos y, con ello, de muchas especies. Además del impacto medioambiental, se ha dejado de lado a la pesca artesanal, mucho menos agresiva que la industrial, que emplea a más trabajadores y que obtiene menos cantidad de pescado. 
Desde hace años, la Unión Europea ha intentado solventar este problema mediante el reparto de las cuotas pesqueras, por lo que se realiza un recuento de los límites de capturas, o Totales Admisibles de Capturas (TAC), de peces con interés comercial para cada país. Sin embargo, las negociaciones no son fáciles, ya que tanto políticos como científicos y pescadores deben ponerse de acuerdo. «Pescar peces no es lo mismo que coger manzanas. Las manzanas las ves en el suelo; en cambio, los peces no los ves en el agua», explica Salvador Fernández, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Cudillero. El objetivo de este acuerdo es conseguir el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). Con ello se pretende capturar el número óptimo de peces al año sin perjudicar a la reproducción de la especie. «Antes se controlaba la capacidad de pesca por el tamaño y la potencia de los barcos», aclara Salvador. «Ahora se hace más caso a los científicos que a las comisiones».

Y así está el asunto de las reparticiones y los criterios que se siguen a la hora de repartirse la cuotas:
"Cada país reparte entre su flota esa cuota impuesta por la Unión Europea, pero la pesca artesanal siempre sale perdiendo. «En España, las reparticiones no son justas; lo dividen por derechos históricos y se beneficia a la pesca industrial». La Cofradía de Pescadores de Cudillero tiene claro que prefiere que la repartición se realice por el número de hombres que pescan, en vez de por derechos históricos, es decir, por el historial de pesca de una empresa. «Nosotros pescamos menos peces, pero empleamos a más personas».
Por otro lado, este acuerdo no se realiza solo entre los países de la Unión Europea. Por ejemplo, como el atún no se pesca solo en España, los países interesados se reúnen y discuten los límites de capturas en toneladas o cantidades y se las reparten equitativamente; aunque las negociaciones tampoco son nada fáciles"

Por lo tanto, se trata de una lucha absolutamente desigual... 
"A nivel normativo, los pescadores artesanales se encuentran al mismo nivel que aquellos que trabajan en la pesca industrial o semi-industrial. En la realidad, son David contra Goliat: causan un mayor impacto medioambiental, contaminan más y emplean a menos hombres; los pescadores artesanales deben trabajar en las mismas condiciones que ellos con menos recursos y adaptarse a normas que muchas veces les perjudican. «Somos como los esquimales cazando ballenas: mientras que nosotros cazamos una para alimentar a todo un pueblo y empleamos a muchos pescadores, ellos la cazan entre dos para servirla en los restaurantes de alto standing». La posición en la que se encuentran los pescadores artesanales es de desventaja absoluta"

Otro frente importante afecta a la normativa en relación a los descansos de los pescadores, relacionado con la conservación de las especies marinas
"En cuanto a los descansos, los pescadores tienen establecido un periodo de 48 horas y tienen acordado que esos dos días sean sábado y domingo. Ellos reclaman periodos de descanso subvencionables para mantenerse económicamente, ya que a pesar de que la Unión Europea defiende que se debe invertir en la artesanía, las ayudas son escasas. «No se pesca siempre, a veces hay corrientes que son demasiado frías, demasiado calientes... Las especies se pescan cuando se concentran». La solución, según los pescadores artesanales, sería subvencionar periodos de descanso que coincidan con el desove de las especies que se pesquen. Así, la población de peces se repondría, por lo que podría pescarse más cantidad. Esto beneficiaría también al medio ambiente, ya que evitaría la extinción de muchas especies y favorecería a su conservación; además de mantener la economía de la pesca artesanal. «Ningún turista quiere ver un puerto vacío. Si nosotros no trabajásemos, el puerto estaría desierto y en Cudillero no habría turismo».

Salvador Fernández Marqués también sale a colación en otro apasionante artículo que describe los problemas del sector, este muy vinculado además a los consumidores:¿Por qué fracasó la certificación de la merluza de Cudillero? Sobre la complejidad de certificar el origen del pescado. Está publicado el 7-9-2016 en Mensa Cívica, página dedicada a la alimentación y restauración, y es su autora Blanca González García-Mon:
"En la actualidad, todos los pescadores de Cudillero pertenecen a una única cofradía de pescadores que agrupa a unos 50 barcos. La cofradía gestiona la lonja del puerto, en la que principalmente se comercializa una merluza “del pincho” (Merluccius merluccius) que ha sido tradicionalmente muy valorada por su calidad. Con el fin de garantizar al consumidor la procedencia de la merluza se creó la certificación de la merluza de Cudillero hace más de cinco años. Sin embargo, hoy Salvador Fernández, pescador y patrón mayor de la cofradía de pescadores de Cudillero durante más de 20 años, y líder en la creación de esta certificación, nos dice que ha sido un fracaso. Por eso me pregunto el motivo por el cual un instrumento destinado a facilitar la libre e informada elección del consumidor, no ha funcionado..."

Para abordar el asunto, a primera cuestión que se plantea esta autora es "¿porqué certificar el origen del pescado?"
"En primer lugar, reflexionemos por qué puede ser necesario certificar el origen de la citada merluza. Para el consumidor medio, es muy difícil identificar de qué país viene la merluza que consume, y cuantos días ha estado refrigerada (o congelada) antes de pasar por la cocina. Porque la merluza que vemos en un plato en España puede llamarse Merluccius merluccius (merluza europea) o Merluccius senegalensis (merluza negra), por poner un ejemplo. Además, puede haber sido pescada por barcos muy distintos que utilizan diversas artes de pesca. Estas diferencias son esenciales para determinar la calidad y la sostenibilidad ecológica y social del pescado que ponemos sobre nuestra mesa. 
Dentro de la flota pesquera española, debemos destacar al menos tres sectores que capturan merluza: la flota de gran altura, la flota de altura, y las artes menores. En la flota de gran altura, los grandes buques, que pueden ser congeladores y procesadores al mismo tiempo, pescan en aguas lejanas como las del Atlántico Sur. La flota de altura, como la del Gran Sol, pesca en aguas internacionales o europeas pasando como mínimo 15 días en el mar, por lo que el pescado es almacenado en hielo hasta su desembarque. Cuando llegan a la costa cantábrica, las cajas de este pescado llevan almacenadas por lo menos una semana. Con respecto a las artes menores, aunque es una flota muy diversa y de compleja definición, se compone de barcos de menor tamaño, con menor capacidad de pesca, que en general pertenecen a empresas familiares o de pequeña escala. Es la flota que podemos considerar como artesanal*. Estos barcos se caracterizan por pescar en aguas del caladero nacional y no realizar viajes de más de un día, por lo que el pescado puede venderse en lonja en menos de 24 horas después de ser capturado. En este contexto, Cudillero se caracteriza por comercializar merluza procedente de pesca artesanal. 
He mencionado con anterioridad que la merluza de Cudillero es una merluza “de pincho”. Esto significa que se ha pescado mediante artes de pesca que capturan el pescado con anzuelos. En este caso, la cofradía de Cudillero agrupa barcos que utilizan el arte denominado palangre de fondo, y barcos de menor capacidad de pesca que utilizan líneas de mano. Se dice que la calidad de la merluza de pincho es superior la merluza capturada mediante otros artes de pesca que utilizan redes, como el arrastre o la volanta, dado que no es dañada por el arte cuando es capturada por el mismo. Esto se refleja en su alto precio en los mercados y la fama que ha adquirido en la alta restauración. Además de estos aspectos gastronómicos, las distintas artes de pesca tienen un impacto diferente sobre el ecosistema marino. En general, estas artes de anzuelo son más selectivas y permiten pescar menor cantidad de individuos, por lo que su impacto sobre el ecosistema es menor"

El siguiente apartado es "El fracaso de la certificación de la merluza":
"La certificación puesta en marcha para la merluza de Cudillero busca la máxima transparencia sobre el viaje de la merluza desde el mar al plato. Se desarrollaron sistemas de localización geográfica en los barcos de la cofradía, que permiten determinar dónde y cuándo se pescó la merluza. Esto garantiza que sólo se certifican merluzas pescadas dentro de las zonas de pesca tradicionales de la cofradía de Cudillero. Al desembarcar, se marca el pescado con un código que permite al consumidor conocer los datos de pesca, incluido el día y el barco que capturó al individuo. Este innovador sistema, creado para evitar trampas en la comercialización de la merluza, podría ser la causa misma de su fracaso. 
Es posible que los mecanismos de comercialización del pescado no estén preparados para tanta transparencia. Salvador nos cuenta que bajo el rótulo “Merluza de Cudillero” en la pescadería de un Merca, podemos encontrar sólo alguna caja de la citada merluza entre merluzas del Gran Sol. Y es que es suficiente acercarse a una pescadería cualquiera para comprobar que la etiqueta del pescado no suele reflejar su origen con claridad. Comercializar la merluza bajo el nombre de Cudillero, o bajo la etiqueta “de pincho”, permite venderla a un precio mayor, por lo que resulta más rentable para el comerciante mantener el origen del pescado oculto y hacer uso de la confianza del comprador. La merluza de Cudillero queda así perdida en un mar de merluzas de diverso origen, permitiendo alzar los precios en la cadena de distribución. Por este motivo los pescadores de Cudillero decidieron apostar por la certificación, para que los consumidores puedan diferenciar la merluza según su procedencia real. Sin embargo, la certificación de la merluza de Cudillero no beneficia al comerciante, que puede preferir no utilizarla y seguir vendiendo al uso"

Y esta es la parte que afecta directamente a los consumidores:
"Por otro lado, los propios consumidores podemos estar contribuyendo a este fracaso. Muchas veces se demanda pescado “fresco”, que haya sido pescado el día anterior, y la certificación de esta merluza permite comprobar la fecha de pesca. No siempre comprendemos el ciclo del pescado y la dificultad logística de tener cada día merluza tan fresca en la pescadería, que hace que el pescado pueda permanecer en la pescadería más de 24 horas. Por ejemplo, los barcos de pesca artesanal no pescan merluza todos los días del año, ni según la demanda diaria. Salvador nos dice que la merluza de Cudillero puede aguantar 4 o 5 días sin que sus propiedades organolépticas se vean muy alteradas, dato que no es tenido en cuenta por los compradores, que siguen demandando pescado del día anterior. Esto puede obligar a eliminar la fecha de captura del sistema de certificación. 
Tras conversar con Salvador, me di cuenta de que faltan actores clave sobre la mesa para impulsar la certificación de la merluza de Cudillero. Los pescadores de la cofradía se han mostrado comprometidos con la certificación, y han recibido una importante ayuda de la administración para la creación del sistema certificador. Los consumidores, permanecemos sin embargo ajenos al proceso, y no siempre entendemos las implicaciones que conlleva la procedencia del pescado que ponemos en nuestro plato. Los distintos actores de la cadena de comercialización tampoco están implicados en la certificación, y a menudo no tienen incentivos para promover estos sistemas en favor de una cadena transparente. A todo esto hay que sumarle que los mecanismos de inspección en los puntos de venta, incluyendo el sector HORECA, no parecen jugar un papel esencial en el mundo de la comercialización del pescado"

Y esta es la conclusión final de Blanca González García-Mon, no considerándolo realmente un fracaso:
"Lejos de ser un fracaso, en mi opinión la certificación de la merluza de Cudillero es un modelo ejemplar, pero el modelo de certificación está aún inacabado. No debemos olvidar que tras el productor existe una sociedad civil con intereses diversos, que es necesario comprender para garantizar que el sistema de certificación funcione. Necesitamos impulsar debates y discusiones sobre mesas que reúnan a todas las partes interesadas. Discusiones que hablen del origen del pescado, y de sistemas sostenibles tanto en su dimensión ecológica como social y económica. Actualmente muchos mecanismos de certificación se centran en el sistema de producción, pero para funcionar, una certificación debe contar con el compromiso de todas las partes: producción, comercialización y consumo"

Una muestra de esta complejidad de las capturas de merluza es esta, de la Radiotelevisión del Principado de Asturias (RTPA) del 24 de julio de 2019

"La merluza del pincho de Cudillero alcanza un valor medio en rula de siete euros

La cuota de esta campaña aún no se ha agotado, pero los pescadores se centran en otras especies más rentables

Mucha y a buen precio. Así se puede resumir la campaña de la merluza, cuyo valor medio en la rula ha alcanzado los siete euros, un euro más que en 2018. Y aunque no se ha agotado la cuota, los pescadores ya han comenzado a dedicarse a otras especies más rentables y demandadas por el consumidor, como el calamar o el bonito.

La merluza del pincho de Cudillero cuenta con su propia marca de calidad, lo que asegura que es del día. Además, se captura a anzuelo una a una. Se trata de uno de los artes de pesca más antiguos y respetuosos con la especie.

Existen unas 40 licencias, en el Cantábrico, para la pesca de merluza del pincho. De ellas, 25 son de marineros de Cudillero"


Ya estamos ante el Dique del Moro, que es el nombre, recordemos, de una de las peñas sobre las que se asienta, junto con las de La Llonga y La Castañal


Llegamos a El Focicu la Barra, malecón y rampa para pequeñas lanchas


Aquí se acaba una primera parte de nuestra travesía portuaria. Hemos de volver a la carretera CU-3, tal vez regresando a La Rula pues este recinto, donde se encuentra la nave de Talleres Cándano, está vallado


La carretera va en recto y dispone de una buena acera


Justo al final de la recta dejaremos la CU-3 e iremos a la derecha


Nos dirigimos a aquel aparcamiento, junto al dique


El Dique del Moro, al que vamos a subir ahora


Esta es la zona que, en temporales, suele cerrarse por seguridad. Si tenemos oportunidad creemos es un recorrido precioso, si bien ciertamente largo, hemos de reconocerlo, pues nos vamos a alejar sensiblemente de la población, al menos para una persona que va andando


Antes de subir al dique podemos observar este soberbio paisaje marítimo: La Concha del Trenzal o Treizal con la Playa del Óleo


También llamada La Concha de María Candiales, sería donde, hace tiempo, se estudia habilitar como playa abierta y accesible ya que la villa de Cudillero/Cuideiru carece de ella


Más allá está la Playa la Corbera, de grava y arena gruesa, al pie de los acantilados, de muy difícil acceso


Más lejos la Punta de las Rubias, que separa la playa de este nombre de La Corbera


Al oeste cierra la ensenada de la Concha de Artedo la Punta Austera, formidable promontorio que, como una cuña, se adentra en el Cantábrico. Un castro astur, de formidable foso y defensas, aún pendiente de excavaciones y estudios pormenorizados, guarda la historia de estos parajes, el de La Cavona


Y ante La Cavona, El Rebeón, la mítica peñona "de donde vienen las niñas, que traen en las cajas de las barcas de los pescadores", según de decía en casa a los más pequeños, como cuando se contaba que venían de París. Los niños proceden según el cuento de otra peña, La Deva, que veremos enseguida, pero al oeste, isla frente a la costa de Castrillón


Subimos pues las escaleras con la idea de recorrer el Dique del Moro. Un cartel informa del peligro en caso de temporales


Una vez arriba, tendremos una fantástica vista hacia mar abierto...


La gran escollera del dique, formada por enormes cubos de hormigón


Y en su extremo, Las Culinas, dos picudos islotes rocosos que quedaron fuera del Puerto Nuevo


La grande es La Culina Gorda, a su derecha La Culina Pequeña


 A la izquierda y más atrás de La Culina Gorda, El Llavadoriu


Las peñas aguantan los formidables embates de la mar


Enfrente estaba la de La Castañal, de las que sirvieron para hacer este dique


Más al oeste Las Corberas, que son La Corbera de Fuera y La Corbera de Tierra


Entre las dos hay un paso o carreiru, llamado El Carreiru las Mozas, pues según dicen las leyendas se ahogaron allí unas mozas que iban en un bote a una romería cercana


Preciosa vista de los acantilados. Pese a galernas y temporales durante siglos los caminos del mar fueron en esta fragosa y abrupta costa más rápidos, y a veces seguros, que los de tierra. Numerosas ensenadas fueron puertos naturales guardados por castros costeros, como el recién mencionado de La Cavona


Precisamente en Artedo, donde hubo antaño pesquerías, se proyectó hacer el gran puerto de Asturias en el siglo XVIII, pero se desistió de ello definitivamente en el siglo XIX. No obstante se sacó mineral de barita de las antiguas minas de Las Luiñas y hubo un pequeño astillero de ribera. Será otro lugar a recorrer en nuestro Camino Norte


Este litoral fue propicio de siempre para el contrabando, con cuevas costeras que podían servir de refugio para las embarcaciones y su mercancía, como la de La Bogariza, al este de la Punta Astuera, refugio también para los pescadores durante el temporal


A la derecha de El Rebeón, una serie de pequeñas peñas son llamadas Las Rondas del Rebeón


Más cerca, El Furáu, frente la Punta la Castañal. Dice Covadonga Loy Madera en Cudillero, caprichos del mar:
"En las inmediaciones de esta peña, mientras se ganaban su sustento, dos pescadores de Cudillero naufragaron. Por suerte no hubo que lamentar desgracias, ya que ambos lograron salir a nado hasta la playa"

Siguiendo el ancho pasillo del dique, subimos estas escaleras y caminamos ahora en dirección este, como si volviésemos a la población


La explanada del aparcamiento del dique y la carretera CU-3


Fijémonos en la curva cerradísima que realiza en este lugar salvando el desnivel del acantilado


Volvemos a tener de frente el Puerto Nuevo, pero ahora viéndolo desde el oeste


Siguiendo la forma del dique continuamos ahora a la izquierda, en dirección norte


La larga recta del Dique del Moro, que forma ángulo recto con la del Dique de Abrigo, aún más larga


Es, verdaderamente como si nos metiésemos hacia alta mar, una emocionante sensación poder recorrer este muelle. Con mar brava incluso estremecedora pues muestra todo el poder de la naturaleza


A nuestra izquierda un grueso muro de hormigón nos separa de los bloques. A la derecha cierra este pasillo una barandilla metálica


Al oeste y ante la Concha de Artedo se hundió en la posguerra un ex-submarino republicano que navegaba hacia su desguace. Esto, y el embarrancamiento de un submarino italiano en 1942 en Cabu Peñes, dio lugar a toda una extraordinaria saga de historias de submarinos alemanes que, a día de hoy, no ha podido demostrarse fuesen reales. Desde el hundimiento de uno por su tripulación, perseguido por un buque inglés, a toda una base de suministros. Incluso se ha llegado a confundir la cercana cetárea de Oviñana con una base de U-Boots


Muy posiblemente, como en el caso de los supuestos asentamientos vikingos, sobre un trasfondo de realidad se haya tejido toda una apasionante leyenda. A este respecto es muy interesante el artículo de Marco Menéndez publicado en El Comercio el 24 de agosto de 2016 titulado El fantasma del submarino nazi:
"Calamares y pulpos gigantes, ballenas enormes y grandes remolinos que engullían cualquier buque son algunas de las leyendas habituales relacionadas con la mar. Pero en la costa occidental asturiana existe la historia del submarino alemán U-Boat que fue hundido frente a la Concha de Artedo, durante la Segunda Guerra Mundial. No se ha detectado nada ni en las distintas inmersiones realizadas por buzos de la zona ni con los sónar de los muchos pesqueros que suelen navegar por esas aguas, pero lo cierto es que son muchos los mayores que recuerdan no solo cómo fue hundido el submarino, sino que sus tripulantes, malheridos, fueron evacuados por avión desde el aeródromo de Navia.
Lo cierto es que los investigadores no pudieron localizar dato alguno sobre este suceso. La única referencia encontrada en aguas asturianas relacionada con el conflicto mundial fue el embarrancamiento en Cabo Peñas del submarino italiano 'Luigi Torelli', en 1942, tras ser atacado por un avión aliado, si bien fue remolcado al puerto de Avilés y, luego, pudo continuar su navegación. Pero un hecho constatable es que la zona de la Concha de Artedo sí pareció ser un lugar habitual de refugio por diferentes sumergibles durante las dos guerras mundiales. 
Se trata de los sumergibles B-6, C-5 y C-6. Los tres habían sido enviados a defender el frente norte en aguas del Cantábrico y una de sus misiones eran tratar de hundir el temido 'Cervera'. Ninguno de los tres submarinos tuvo suerte. El B-6 fue hundido por su propia tripulación, en agosto de 1936, frente al Cabo Peñas, al verse acorralado por varios barcos enemigos y para que el navío no cayera en sus manos. En cuanto al C-5, navegaba desde Bilbao hacia Asturias cuando, en diciembre de ese mismo año, se perdió todo contacto con el buque. Pocos días después, unos pesqueros encontraron una gran mancha de aceite a más de diez millas al norte de Ribadesella. Era la prueba de su hundimiento"

Y este sería el caso concreto en el que Menéndez halla el precedente y origen de la leyenda:
"El caso del C-6 es especialmente llamativo, pues se encontraba atracado en El Musel cuando Asturias estaba a punto de ser conquistada por el bando nacional. El 20 de octubre de 1937, tras un intenso bombardeo, la tripulación decidió hundir el submarino frente a las costas gijonesas, a unos cien metros de profundidad. Pero ya a finales de la década de 1940, el C-6 fue reflotado para desguazarlo en los astilleros de Ferrol. El mal estado del buque hizo que acabara hundiéndose a gran profundidad frente a unas 15 millas de la Concha de Artedo. Son las únicas constancias reales de las peripecias de submarinos frente a las costas asturianas, pero eso no quita para que todavía haya quien sueñe con encontrar el pecio del fantasma del U-Boat nazi"

Recorremos el dique, el tamaño de los bloques de hormigón y la altura de la escollera llegan a taparnos en algún trecho la vista hacia el mar. Son 600 bloques de 14 y 7 metros cúbicos colocados en el año 2014 tras la reparación de este dique a causa de un temporal que dejó las embarcaciones totalmente expuestas


Los bloques pesan muchas toneladas, algunos hasta 60, por lo que se hicieron en el mismo puerto, evitando los problemas que acarrearía su transporte. Tras hacerse uno a uno se esperó un mes para que el hormigón fragüe


El resultado es que el Puerto Nuevo se asemeja a una gigantesca piscina rectangular de aguas muy mansas


Alo lejos, comprobamos lo que nos hemos alejado del casco urbano. En compensación a este largo paseo disfrutamos de una d elas imágenes más características de la villa pixueta


La boca del Puerto Nuevo y las aguas del Puerto Viejo, con las casas dispuestas de manera escalonada por la ladera del abrupto acantilado


Por allí empezamos a caminar en esta entrada de blog: el Paseo Marítimo que sdale dela Plaza dela Marina, La Ribera o El Sable. A la izquierda La Cuesta y La Garita, arriba El Cantu y Cimavilla, Abajo, en medio, El Baluarte, donde está el Ayuntamiento, ocupando el lugar de El Palación o El Castiallu, la desparecida fortaleza delos Omaña. A su derecha El Contorno y más arriba La Reguera (calle San José), en la subida a Tolombréu y La Telaya o La Atalaya


Es inevitable volver a Juan Wess cuando allá por 1998 habla de los pescadores y sus mujeres en Cudillero en el recuerdo. Evocación gráfica:
"El pescador, el marino, está doblemente casado. Con la mujer y con la mar. Una y otra son inseparables en su vida y las dos igualmente celosas. La de tierra es también madre y padre. Un duro oficio el de administrar la casa, velar por los hijos y definir el día a día, la soledad de la espera, la incertidumbre del regreso y la duda de cómo será la cosecha que ese viaje ofrezca la mar. La espera es dura y de ahí la fortaleza de la mujer pixueta"

Otra hermosa y emotiva frase de Juan en ese libro es:
"El Cantábrico es vida y sentido en la historia de Cudillero. Hoy también hay que mirar hacia otros mares, porque el propio no es lo que fue"

En lo concerniente al tema que nos ocupa, los peregrinos, ya hemos comentado en la entrada correspondiente al tramo anterior, el desvío en El Pitu del Camino Norte Señalizado oficialmente, que desde tiempos pretéritos, tal vez desde la consolidación de la población como puerto pesquero (y comercial) de interés en el siglo XIII, numerosos peregrinos se acercasen a su hospital de acogida, sito al lado de la capilla del Humilladero (que visitábamos), en La Cai, y por entonces en las afueras, po rlo que estamos en una localidad plenamente caminera


Ya en 1502 sabemos que Antoine de Lalaing, noble flamenco, comió aquí con sus acompañantes en su peregrinación a Santiago, Más de dos siglos después, el 14 de noviembre de 1726, otro peregrino, Guillaume Manier, llama al lugar "Condidierre" y escribe "ciudad situada sobre la pendiente de una montaña, donde dormimos en el hospital, en buenas camas"


Buen momento este también para recordar lo que escribe Tino Pertierra en Las orillas de un paraíso. Cudillero:
"El mar abre sus brazos a quienes buscan ocio o negocio, alimento para el cuerpo o el espíritu, recreo o rastreo. Proa a las estepas marinas donde aguarda el peligro y el placer, o el placer del peligro: redes tatuadas a agua para llenar de plata saltarina las cubiertas de los pesqueros, quillas deportivas que abren en canal un vientre de olas"

Estamos en la esquina, el ángulo con el Dique de Abrigo. Parece la zona más expuesta. Comprobamos que algunas olas han saltado ampliamente por encima de la barra. No parecen haber sido muchas porque sino sin duda hubiesen cerrado. En todo caso máxima precaución 


Enfrente volvemos a ver Las Culinas, La Gorda y La Pequeña, también aguantando continuos cachones, golpes de ola


Y aquí, ya tomamos a la derecha el Dique de Abrigo...


También por este dique se extiende la gruesa escollera de enormes bloques...


Apenas asoma a la izquierda de Las Culinas, El Llavadoriu. Otra peña, La Llagostera de Tierra, está oculta bajo las aguas bravas


Y aquí tenemos el extenso pasillo del Dique de Abrigo, que queremos recorrer entero. De frente, ahora caminando hacia el este, La Punta Roballera


Ante nosotros se nos ofrecer una buen vista de este sector de costa, hasta La Deva


En primer término, un poco a la izquierda de La Roballera, son los cantiles y pedreros de La Cuchiella, La Veiga, El Carayón, Carasllana y La Punta'l Castru. Allí está La Conchiquina, donde cuenta la tradición que los marineros pixuetos hallaron la figura de un Cristo, cuya mano derecha, apoyada en el suelo, hacía brotar una fuente, llamada desde entonces La Fuanti'l Cristu. La imagen está en la actual iglesia de Santa María de Piñera


Nacía así la advocación del Cristo de Piñera, cuya procesión celebran los marineros sacándolo tumbado, tal y como lo encontraron. Es curioso que su vecina gemela, San Xuan o San Juan de Piñera, tiene otra advocación cristológica, el Cristo de la Bonanza, hallado este en el mar, durante una tempestad que cesó en ese instante


Ambos cristos eran venerados por su propia cofradía, y las dos cofradías tenían importante rivalidad, la misma existente entre las dos parroquias, que se disputaron la capitalidad de la población pesquera hasta que la población de Cudillero/Cuideiru tuvo su propia iglesia a mediados del siglo XVI, dedicada a San Pedro, patrón de los pescadores. La divisoria entre las dos parroquias la constituía el río Piñera, que antaño desembocaba en el puerto viejo, dividiendo en dos la villa


Más allá La Punta Gavieiru cierra por el este la Playa de Campufríu, parte cudillerense de la Playa d'Aguilar, donde el río que en ella desemboca hace de frontera con el vecino concejo de Muros de Nalón. Allí hay una gruta legendaria que da entrada a la Playa de Cueva, donde se filmaron escenas de la película El Cristo del Océano, estrenada en 1971. La leyenda es la de una poderosa señora, la Naturaleza, contada por J. R.Tamargo en Leyendas y Cuentos y recopilada por Covadonga Loy Madera en Cudillero, caprichos del mar, dice así...
"Hace muchos años, una señora tan grande como el mundo vivía en todas partes, en unos sitios más y en otros menos. Donde más intensa vida hacía era por estas costas, por lo que construyó aquí un palacio.

En su trabajo cotidiano creaba pájaros, peces... y así fue poblando toda la costa de miles de animales a los que daba diariamente sustento. Ella era muy feliz y no lo sabía.

Se creyó muy sabia porque hacía muchas cosas bonitas aplicando su sabiduría a conseguir abundantes felicidades, y confundió la felicidad con el antojo. Así hizo que de la fuente de la playa manase un chorrito del mejor oro. Desde entonces, dejó de beber agua de la fuente de Dios y bebía de la rica fuente a la playa.

Por las mañanas, en Aguilar hacía huevos con las piedras pequeñas, que luego batía sacando abundante espumas, y por las tardes quesos con las piedras grandes, que al anochecer colocaba en Campofrío para que les diera el sereno. Así fue llenando la costa con los caprichos que le vinieron en gana.

Su felicidad caprichosa, se fue troncando en orgullo, y para contemplar todas las bellezas que había en la playa y sus alrededores, construyó una altísima torre en la que puso un reloj dorado. Cuando el reloj daba las ocho, ella se retiraba a la alcoba que tenía en palacio.

Un día, la señora fue de merienda, el reloj dio las ocho y la señora no regresó. Pero hacia las 10 hubo alguien que la vio entrar acompañada y algo poco digno ocurrió dentro de la alcoba, que ofendió al Creador, pues la torre del Gavieiro se derrumbó y se quebraron sus cimientos. El mar, alzándose en infernal tromba, se lanzó sobre toda la costa, inundándola. Los peñasqueros se desmoronaron hasta convertirse en sumisa arena. Y aquella osada señora, vive ahora sepultada bajo la arena y el mar

La Naturaleza, arrepentida de su acción, trata de borrar desde entonces de su alcoba tal pecado, para lo cual la lava dos veces al día con agua salada"

Loy Madera añade: 

"De esta historia sólo queda la fuente de la playa, casi seca; el hueco del reloj de la torre del Gavieiru, algunas singulares piedras y sobre todo, pequeñísimos granos de arena, símbolo de humildad y pequeñez de aquella osada señora que es hoy la Naturaleza"

En la Playa d'Aguilar existe otra leyenda, la de La Peña'l Caballar, de la que se dice que fue un caballero petrificado por no poder desencantar y llevarse a la xana o ninfa asturiana que vivía en una cueva por La Punta'l Castiello, donde está localizado el castro astur de este nombre, El Castiellu o Castiellu d'Aguilar

El desencantamiento consistía en sacar a la xana de la cueva donde moraba y llevarla en brazos sin que tocase el suelo, hasta las blancas arenas. Ya se acercaban al arenal cuando estalló una tempestad que hizo que del susto el caballero dejase caer a la xana, la cual por si fuera poco iba creciendo y haciéndose cada vez más pesada. Fracasado el intento del desencanto la xana se volvió llorando a la cueva sin esperanzas de ser desencantada y el caballero quedó transformado en piedra a manera de castigo. Otra versión nos dice lo mismo solo que en vez de llevarla en brazos había de hacerlo en su corcel, el cual se asustó con el rayo y la xana cayó al suelo, quedando ambos, caballo y caballero, petrificados en esta Peña del Caballar


Aguilar sería también en tiempos, junto con la cercana cala arenosa de Xilo o Veneiru, un puerto natural, protegido por el castro astur, también denominado El Campón


Seguidamente la costa es muy acantilada, con las playas de Sanxún, Las Llanas, La Cazonera y La Telaya al pie de las altas paredes verticales de los cantiles


Más al este, el gran promontorio del Espíritu Santo se alza sobre la desembocadura del Nalón, magno estuario a cuyo puerto interior de San Esteban acudían a guardarse las barcas pixuetas de mayor envergadura cuando el temporal azotaba el puerto viejo y éstas por su tamaño no podían ser sobordadas en La Ribera


Al otro lado, franja costera del concejo de Soto del Basrco/Sotu'l Barcu, donde se extiende la Playa de los Quebrantos, frente a otro importante e histórico puerto pesquero, el de L'Arena o San Juan de la Arena


Los Quebrantos sería en realidad la parte arenera del gran Playón de Bayas. El Sablón, extenso arenal que se extiende al pie de Bayas, concejo de Castrillón, en cuya rasa costera está el Aeropuerto de Asturias


El largo cabo de La Punta, El Cabo Vidrias, también de altos acantilados, cierra El Sablón por el oeste


Sus claras paredes verticales cuarcíticas relumbran a la luz del sol en la lejanía, formando una especie de faro natural. El topónimo Vidrias parece hacer referencia a esta claridad vidriosa. Más allá está la Rasa Peñes, concejo de Gozón, el Cabu Peñes, al otro lado de la Ría de Avilés, otro hito caminero en el Camino de Santiago del Norte


Enfrente de La Punta o Punta Vidrias, La Deva o Isla la Deva, la mayor isla de Asturias (35.000 km2), cuyo nombre es un topónimo teónimo que da nombre a la divinidad céltica de la Naturaleza, simbolizada sobre todo en las aguas, origen de vida


Situada a unos 350 metros de la costa, tiene unos 90 metros de altura sobre el mar, y el tamaño de su planta es aproximadamente de 800 por cuatrocientos metros. Esto leemos en la Wikipedia:
"La Isla La Deva es un promontorio cuarcítico situado en el extremo oriental del Playón de Bayas, casi enfrentado al Cabo Vidrias y a unos 350 m de la costa. Con una planta de aproximadamente 800 por 400 metros y una cota de casi 90 metros en su coronación, se trata sin duda del mayor de los islotes del litoral asturiano
En su cubierta vegetal, pueden diferenciarse las tres cinturas reconocibles en los acantilados del litoral cantábrico. Una primera banda, de muy escasa cobertura, formada por especies herbáceas que enraízan en las fisuras del acantilado; una segunda banda de praderas de Festuca rubra ssp. pruinosa; y una tercera banda, de matorrales, principalmente tojos y brezos. 
La isla, es usada por multitud de aves marinas como lugar de nidificación o refugio. Cabe destacar las casi quinientas parejas de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) que anidan en la isla, siendo la única colonia que se reproduce con frecuencia en el litoral asturiano. También es utilizada como refugio por otras especies de gaviota, cormorán grande (Phalacrocorax carbo), e incluso garzas (Ardea cinerea) 
Sin embargo, el aspecto más destacable es la nidificación de algunas especies legalmente protegidas y catalogadas como de interés especial: el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), el paíño europeo (Hydrobates pelagicus), y el halcón peregrino (Falco peregrinus). Además es destacable la presencia de una subespecie de la lagartija roquera (Podarcis muralis rasquinetti). 
El nombre de Deva es común en muchas localidades asturianas y se cree proviene de una divinidad prerromana asociada con el culto al agua"

Es el lugar "de donde vienen los niños", conforme las niñas lo eran de El Rebeón, según el cuento pixueto que, al estilo de "la cigüeña de París", se contaba a los críos cuando hacían la comprometedora pregunta del origen de la vida... de ahí la canción de Llan de Cubel
Entemecióse so la mar
Deva nes agües d'Oriente.
Entemecióse so la mar
Deva nes agües d'Oriente.
Piedra dura, sable llandio,
prieta murnia alredeor
Los pixuetos de la Deva
las neñas del Rebeón.

Este paisaje de mar abierto, con una buen porción de la costa asturiana, es otro de los alicientes para esta propuesta de ruta-paseo que realizamos en este trilogía de entradas dedicadas a la villa de Cudillero/Cuideiru y su entorno


De frente, la Punta Roballera, La Garita y La Telaya. El Dique de Abrigo dibuja en su longitud una perfecta línea de fuga


Cudillero/Cuideiru, su anfiteatro y el Puerto Viejo. Figura como antiguo enclave ballenero con su Gremio de Mareantes, sin embargo no se conservan tanta documentación y elementos al respecto  como en otros lugares. Sea como fuere los grandes cetáceos desaparecieron prácticamente de estas costas hacia el siglo XVII a causa de su caza intensiva. En nuestros días solamente aparece alguno de manera ocasional


Los gremios de mareantes desaparecieron con las reformas liberales del siglo XIX, cumpliendo su función de entonces acá las cofradías de pescadores


Cofradía junto a la que hemos pasado y que volvemos a ver desde aquí. al otro lado del puerto, donde estuvieron las antiguas playas, además de los almacenes de pescadores, la fábrica de hielo y algunas naves industriales que vienen a conformar un pequeño polígono en esa explanada


Vamos de frente a la boca del puerto, frente a la Punta Roballera


Y en la Punta Roballera, la de los rodaballos, vemos de nuevo El Faro, que empezó funcionando con aceite de oliva, luego con gas, hasta su electrificación en 1930.Su alcance es de 16 millas náuticas (30 km)


Y ese es el Puerto Deportivo, de cuyas características informa en este artículo para El Comercio el corresponsal I. Gómez, fecha 10-1-2013:
"A paso lento, pero seguro. El puerto deportivo de Cudillero se ha consolidado como uno de los más atractivos para los amantes de la náutica deportiva. Desde el Club Náutico de la villa pixueta, que cuenta con unos 120 socios, admiten que sería necesaria una gran inversión para conseguir todos los servicios que demandan los usuarios. Sin embargo, son muy conscientes de la situación económica actual. Por eso, lejos de plantear reclamaciones y exigencias, agradecen todas las pequeñas actuaciones que ayudan a mejorar las instalaciones.
Ésa es la respuesta que ha tenido la instalación eléctrica de los pantalanes, comprometida por el Principado a través de los presupuestos de este año. Supondrá una inversión de 169.000 euros y mejorará las plataformas de atraque, instaladas el año pasado. 
También ha sido acogida con satisfacción la disposición del Gobierno regional de ceder al Club Náutico unos terrenos en el dominio público marítimo-terrestre para construir un local destinado a marina seca y dependencias para el funcionamiento de la agrupación: «En estos tiempos, no se puede pedir más. No es tiempo de peticiones. Se agradece cualquier cosa que venga», comentan desde el Club Náutico. 
No obstante, admiten que las necesidades esenciales del puerto deportivo están cubiertas. Actualmente, disponen de unos 80 atraques y las líneas de fondeo permiten habilitar incluso otras 50, muy útiles, en la época estival, cuando se registra el mayor número de barcos de tránsito en el puerto de Cudillero. En los dos últimos años, se han contado unos 300, una cifra menor que en épocas anteriores, debido a la crisis, que también ha fomentado la rotación entre los titulares de atraques: «Esto es una afición y, ante la situación económica, ha habido personas que han decidido vender la lancha», explican desde la agrupación. 
Esto disminuye la presión sobre un puerto atractivo desde el punto de vista económico: «Las tarifas son más bajas que en puertos como el de Gijón y Avilés y está muy protegido. Eso lo convierte en un puerto muy goloso», señalan desde el Club Náutico"

El Puerto Deportivo es gestionado por el Club Náutico, fundado en 2012, cuyas funciones leemos en su propia página web:
"El Club Náutico Cudillero es una asociación privada, sin ánimo de lucro, con personalidad jurídica propia, creado con el exclusivo objeto de la promoción, práctica y participación de sus asociados en actividades y competiciones deportivas. Fundado el 12 de junio de 2003, con sede social en el mismo Puerto de Cudillero, de donde es el concesionario de la gasolinera existente para embarcaciones de recreo. Como actividades destacadas figura el "Concurso anual de pesca desde embarcación fondeada" a celebrar el último fin de semana de julio, el previo "Concurso infantil de pesca" en el mismo puerto, así como cursos relacionados con la pesca y las Jornadas de Seguridad con multitud de prácticas realizadas con el helicóptero Helimer Cantábrico y Salvamento Marítimo. Es uno de los puertos de Asturias que cuenta con mayor número de tránsitos a lo largo del año"

Vista hacia el oeste del Puerto Nuevo, con la costa hasta La Cavona y El Rebeón


Vista hacia el oeste, caminando junto al Puerto Deportivo. Esta es parte de su ficha técnica, sacada de Guía masmar:
"Puerto pesquero y deportivo. Está situado inmediatamente al W de punta Rebollera y resguardado por unas restingas de piedra llamadas Las Colinas, y formado por un pequeño espacio protegido por dos malecones que arrancan de sus extremos E y W. 
Queda en seco en bajamar, propio solamente para embarcaciones menores y de pesca. 
A levante de la dársena antigua se han construido dos diques en ángulo recto: el primero, o dique del Moro, en dirección NE, y el segundo, o dique de Abrigo, en dirección SE. Estos diques, junto con la isla de la Cruz, forman la nueva dársena, a la que se accede por un canal de entrada que se ha construido al abrigo del antiguo dique Oeste. 
Cuenta con 3 pantalanes flotantes situados detrás de un promontorio de roca. Habitualmente está lleno; toma de agua potable y combustible, así como varadero y astillero. 
Número de amarres: 83 habitualmente ocupados 
Amarres tránsito: 2 
Eslora máxima: 8 mts. 
Calado mínimo: 3 mts.

El peñón o islote de La Cruz nos tapa ahora gran parte del casco urbano. Solamente se ven las partes altas de Tolombréu y La Reguera (calle San José). A la izquierda un poco de El Cantu, donde está la famosa fuente glosada en L'Amuravela...
"Miantras Cuideiru viva ya duri La Fuanti'l Cantu va San Pedro a La Ribera con tolos demás santos"

La Cruz y los acantilados guardan la ensenada pixueta, muy resguardada y oculta, tanto desde tierra como desde el mar, lo que ha contribuido a los mitos, muy arraigados, sobre el origen de sus pobladores, llegando a leerse cosas tan descabelladas como que por ejemplo hablan "una mezcla de bable y vikingo" (sic). Efectivamente no se descartan asentamientos de gentes marineras de otros puertos cantábricos o atlánticos, cosa totalmente natural en todos los enclaves marineros. En otros lugares de la costa asturiana se sabe de vascos, gascones y bretones por ejemplo. Lo otro, como lo del submarino alemán de la Concha de Artedo. parece tener más que ver con la literatura y las películas o series de televisión


Los mitos de los orígenes y sus leyendas son realmente apasionantes y en este concejo no exclusivas de los pixuetos. Sus vecinos caízos, los de La Cai o calle, la parte de la población no pescadora, también las tienen, así como otros grupos sociales, sobre todo los vaqueiros de alzada. Los diferentes modos de vida forjaron diferentes actitudes, mentalidades e intereses, a veces contrapuestos, que causaron una importante división social e incluso endogamia, pues llegaban a estar muy mal vistas la uniones de gentes de diferente estirpe. Esto favoreció que unos y otros llegasen a verse como extraños y ajenos,  naciendo estas leyendas. En la actualidad esta división ha desaparecido aunque en ocasiones aún puede generar discusiones, como los mismos orígenes de las poblaciones, a veces incluso un tanto acaloradas


Aquí, al abrigo de la peña de La Cruz, hay un lugar abrigado y un pequeño embarcadero


La explanada, rampa, las escaleras, una escollera de rocas y el cercano pedreru son aprovechados como playa, de aguas mansas y bien recogidas


El Dique de Abrigo hace aquí un ángulo hacia la peña


Más allá el Dique del Oeste, guardando la boca de la ría, con el Muelle del Este enfrente y La Punta Roballera


Nos acercamos de nuevo ala villa, que volvemos a ver en gran parte. De ella cuentan Hernán del Frade y Rubén Figaredo en Marinos, puertos y barcos en la antigua Asturias, que su origen pudo estar en un castro localizado en las inmediaciones, denominando La Osa a este peñón de La Cruz :
"Tiene un castro un poco hacia el interior del puerto, dominando el valle que marca la fisonomía de la población.

La ensenada de Cudillero presenta el esquema de playa en desembocadura de río protegido de la mar por un islote, de tamaño considerable, La Osa. Dicho islotes guarda la margen occidental del puerto, la más batida por el viento y mar, lo que hizo que este puerto, pese a sus reducidas dimensiones, fuese objeto de atención por los navegantes, quienes pudieron ver en él una opción más segura que las siempre peligrosas barras de las rías.

En esta zona solamente hay un hallazgo adscribible a la época a la que nos referimos: se trata de una moneda del emperador Juliano en el monte del Tolombreo, sobre Cudillero, lo que nos da una datación bajoimperial"

Hermosa vista también del faro desde el oeste, sobre la Roballera y El Saltu'l Llobu. Aquí apreciamos muy bien su escasa altura, respecto al mar y a otros faros de este literal, lo que fue inspiración para la canción a la que antes aludimos...



Vemos su estructura de torre circular y edificio anexo de planta rectangular a cuatro aguas. A su alrededor crece abundantemente la vegetación marina, siendo muy característico de su estampa su pequeño jardín con palmeras


Para construirlo se hizo primeramente una base elevada, con explanada para asentarlo. Llama también la atención un edificio exterior con dos ventanas, que parece especialmente expuestoa las grandes olas de los mareajes


Reiteramos que la visita al faro es otra de las que podríamos recomendar para los peregrinos que disponen de unas horas para conocer villa y puerto, pues una bella senda lo comunica con el Muelle del Este, constituyendo un buen acceso directo desde La Ribera o Plaza de la Marina


El Camino Norte es especialmente dado a disponer de unas horas para conocer playas y poblaciones que, si bien no están en el trazado oficial, están vinculadas al Camino y merecen disfrutarse. A algunas, como es este el caso, les dedicamos las correspondientes entradas de blog


Llegando a La Cruz la población vuelva a ocultársenos a la vista casi por completo


En la cima de La Cruz se posa una gaviota: fijémonos en las casas escalonadas al fondo: es la parte alta dela calle San José, antigua entrada a la villa por el correspondiente camín real (público, del reino) por La Reguera. Por allí puede subirse al cementerio y La Telaya


Parece ser que, a partir de ahí, el camino antiguo se ha perdido entre la vegetación, pero puede ser, la de L'Atalaya o La Telaya, una muy buena opción para regresar a El Pitu por un trayecto diferente al de la venida y, una vez allí retomar el Camino Norte justo donde lo dejamos, sin perdernos un metro del trazado oficial señalizado


En nuestro caso vamos a proponer un precioso atajo, subiendo un poco más a la izquierda, por el Mirador de Cimavilla, tras ascender de La Ribera por las intrincadas callejuelas pixuetas, tomando parte de la calle de San José para acercarnos previamente a La Fuanti'l Cantu y La Garita


Pero eso ya quedará para la siguiente entrada de blog correspondiente a ese tramo. De momento estamos en el Dique de Abrigo, llegando a su final


Bajamos pues por las escaleras, dando vista al Puerto Deportivo y, al fondo, al Dique del Moro


Y seguimos por la explanada, viendo las escaleras y zona de baños a manera de improvisada playa a la que antes nos referíamos


Tomamos esta senda, que bordea por este lado la peña de La Cruz


El pedrero, la rampa y el Puerto Nuevo, visto ahora desde el este


La gente toma el solen la rampa y las escaleras. El Puerto Deportivo destaca por la blancura de sus barcas, que se distinguen bien de las multicolores de los pescadores


De frente, el Paseo Marítimo por donde hemos venido, con La Peñona justo enfrente, viendo ahora su cara norte. Más a la derecha los almacenes de pescadores


Este muro señala que pasamos a recorrer ahora del Dique del Oeste...


Y volvemos a la zona donde estaba el Puerto Viejo, donde estuvieron también La Caldera y La Pidriquina


En esta explanada tenemos también otra encantadora vista de la población en su anfiteatro acantilado


El antiguo puerto nos trae también a la memoria aquellas frases de Tino Pertierra en Las Orillas de un paraíso. Cudillero:
"De hombres y mujeres curtidos en todas las batallas proceden hoy los que plantan cara a las artes abrasivas que buscan un enriquecimiento rápido a costa de esquilmar los fondos marinos. Artes, como la pes ca de arrastre o el tren de bolos; prácticas contra las que los pescadores pixuetos y sus familias han luchado en alta mar, a pie de puerto, en las carreteras y hasta en los despachos de altas instancias. El objetivo: evitar que la usura de unos pocos acabe con el futuro de muchos"

Y en la bocana, el espigón del Muelle del Este, si bien ampliado y reformado, guarda el testimonio del Puerto Viejo, al pie de La Garita, donde las mujeres pixuetas encendían las hogueras para que sus maridos pescadores viesen la luz que les guiase de vuelta al hogar. Labor en las que las sustituyó el recitado faro, que volvemos a ver, a la izquierda


Más allá del dique, a su derecha, la rampa y La Ribera, El Sable, donde actualmente se sitúa la Plaza de Santa Marina, recoge también la memoria de los marineros que allí sobordaban sus lanchas, el gran corazón de Cudillero/Cuideiru, ahora plaza de paseos, encuentros, animación y buena gastronomía


Otra muy característica imagen de la villa desde el mar: La Ribera, El Baluarte, El Contorno, Salsipuedes, La Reguera, Tolombréu, La Cuesta, El Cantu, Cimavilla...


Desde esta estratégica posición pueden verse las lanchas entrando y saliendo del puerto. En la otra orilla las banderas del Paseo Marítimo añaden una colorista nota ondeando al viento


Sigue diciendo en su libro, plagado de impresionantes fotos de Arnaud Späni, Tino Pertierra:
"Y al igual que los curadillos aparecen colgados en las casas de los pescadores, estas penden de la roca en el anfiteatro de Cudillero. El conjunto monumental, declarado Bien de Interés Cultural, es, sin duda, una de las estampas más características del municipio. Uno delos roncones más retratados, pintados, narrados o evocados del Principado de Asturias"

Y este es el final del Dique del Oeste, la entrada y bocana del puerto, con la Punta Roballera al otro lado


Y sobre ella, el faro, El Faro de los Cantares... otro de los grandes emblemas del puerto pixueto, que orienta a los pescadores, glosados asimismo por Tino Pertierra:
"Viajeros del universo marino, exploradores de un desierto imprevisible de agua, luchadores del alba que salen a la mar con la piel cubierta de espuma y el corazón bien aprovisionado de coraje. Pescadores: el valor sube a bordo"

Por su parte, en Mi jardín literario, Estefanía Yago le dedica estas frases al Faro de Cudillero:
"Me gustan los faros.

Amigos de marineros, reyes de los acantilados. Guiños luminosos en la noche más cerrada. Vigías siempre despiertos, otean el horizonte desde su atalaya.

Me gusta sentarme y mirarlos y no decir nada.

En Cudillero el faro custodia la entrada a un pueblecito formado por casas que suben y suben hacia la montaña.

Hoy la mar está tranquila. El faro puede hoy bajar un poco la guardia.

Me gusta sentarme y mirarlo y no decir nada"


Y así llegamos a la punta del dique, donde está la baliza, dando vista al este a la Isla la Deva y la Punta Vidrias, además de a los acantilados de Peñes, muy en le distancia, la punta más meridional de Asturias


Aquí, pues, daríamos por finalizada nuestra visita al Puerto de Cudillero/Cuideiru, una de las posibles que podremos realizar en esta villa pesquera, comercial y turística


El Faro contempla nuestros pasos... si pudiésemos saltar a él por El Saltu'l Llobu estaríamos a un paso de La Ribera


Para regresar habremos de volver pues por donde vinimos... recorriendo de nuevo el Puerto Nuevo en un hermoso Camino de vuelta


Tal y como hemos dicho, nuestro plan es recorrer parte del barrio de pescadores callejas arriba, hasta El Cantu, Cimavilla y La Garita, subiendo luego hacia el cementerio y La Telaya, regresando de allí a El Pitu y retomando el trazado oficial del Camino Norte. De ello hablamos en la oportuna entrada de blog



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