La Ría de Avilés desde la pasarela que comunica La Marzaniella con el Paseo de la Ría |
En el año 2012 y dentro del plan del recuperación de las márgenes del estuario, el Paseo de la Ría de Avilés se prolongaba hasta La Marzaniella, concejo de Corvera. Por ello, y dado que el trayecto por la actual carretera AS-19, el más aproximado al del desaparecido camín real anterior, pasa por áreas urbanas e industriales que aún con mucha historia, echan atrás a bastantes peregrinos, nos atrevemos a sugerir, y así lo señalan las flechas amarillas, dejar la carretera en el poblado obrero de La Marzaniella y tomar la pasarela que se dirige a este paseo, que recorre la margen derecha
Desde el puente, vemos al otro lado lo que fueron los Talleres de Laminación en Caliente de Ensidesa, la gran factoría siderúrgica que marcó a estos concejo y a Asturias entera, gran empresa estatal que, tras unos largos y muy traumáticos episodios de reconversión industrial, de los que dimos oportuna cuenta en los artículos dedicados a los anteriores tramos del Camino, pasaron a formar parte del gran gigante siderúrgico ArcelorMittal, siendo ahora almacenes de bobinas y otros elementos y productos
Al otro lado de la naciente ría, un paseo arbolado nos llevará hasta el casco urbano de Avilés, en concreto hasta el llamado Puente Azud nos separan unos dos kilómetros y medio, desde donde nosotros proponemos enlazar con el camino histórico que atraviesa el casco urbano por la calle Rivero, a la que da vista el actual albergue de peregrinos Pedro Solís, llamado así en honro al fundador en 1513 del hospital de romeros que estaba en dicha calle
Esta es una imagen de la bajada desde la pasarela al Paseo de la Ría en verano, con los árboles repletos de hojas
Y esta es una foto de primavera temprana, con los árboles aún desnudos, pero que nos dejan ver, en la ribera derecha el poblado de La Marzaniella, uno de los construidos en la década de 1950 para albergar a trabajadores de Ensidesa y sus familias, del que tanto hablábamos también en su correspondiente entrada de blog
La salida desde el gijonés barrio de La Calzada por Veriña y Puao y la llegada a Avilés es sin duda uno de los trayectos del Camino Norte, junto con el de la Ría del Nervión, menos apetecidos por los peregrinos dada su degradación paisajística o ambiental, sobre todo en ese primer tramo, hasta el Monte Areo, donde al menos las pistas entre eucaliptos y praderías nos devuelven una sensación de cierta placidez, y cómo no el muy rural y verde valle de Carreño, pero a partir de Tamón la industria y el ruido de la autopista, unido al trayecto por el arcén de la AS-19 hasta Trasona, donde al menos hay acera, es realmente abominable, solo paliado por algunas pinceladas de su rica historia y elementos de su patrimonio
Ahora, a partir de aquí, creemos que esta preciosa senda fluvial va a atenuar también bastante la mala fama de este itinerario a nivel ambiental y paisajístico, pues aún a pesar de estar entre la ría y la industria, su inmediato entorno de bosquete lineal ribereño hace de este un recorrido tremendamente hermoso y agradable
La arboleda proporciona buena sombra y frescor al calor del verano, pero desnuda en invierno deja pasar el sol cuando este sale, un verdadero regalo de la naturaleza
Además, el trayecto es llanísimo, peatonal y está apartado del tráfico, solamente una calle de comunicación interior de la factoría, con escaso tráfico, discurre a nuestra derecha, junto con una línea ferroviaria interna a continuación de la calle. Una valla de seguridad nos separa de la instalación fabril
Una pena es, todo hay que decirlo, ver a la antigua Ensidesa tan silenciosa y quieta, con todo lo que significó en su día para los empleos y la economía, no ya la de las grandes empresas sino la de las miles de familias que acudieron ante la ingente demanda de empleo. Aunque las cifras varían se dice que hasta más de 20.000 trabajadores en plantilla en sus mejores tiempos, multiplicándose varias veces si atendemos a las empresas filiales y auxiliares y no digamos los empleos indirectos, cuando hasta poblados como La Marzaniella, no de los más grandes, se rodearon de tiendas, bares, servicios y comercios, incrementándose exponencialmente la población en todos los concejos próximos
No vamos a repetir todo lo dicho ya lo dicho al venir por Tamón y Trasona sobre la historia de Ensidesa y su evolución hasta la actual ArcelorMittal, pero a lo largo de este recorrido, como pasaremos al lado de tantas de sus instalaciones, daremos oportuna cuenta de todo lo que veamos cuando caminemos junto a ellas
Además, al ir llegando al Avilés urbano, este Paseo de la Ría lo veremos jalonado de piezas y elementos de la antigua empresa estatal, muestra de su rico patrimonio industrial, no siempre bien conservado en esta fase de desmantelamiento, pues las nuevas técnicas productivas y mercados no hacen necesarias unas factorías tan sumamente grande como lo fue Ensidesa
Las gigantescas naves de laminación en caliente, situadas a nuestra derecha, solamente vemos la más cercana a la senda. Empezaron a construirse en 1953 con los primeros trabajos de prospección del terreno. Existe un buen texto explicativo de las mismas, obra de Rubén Domínguez Rodríguez en la página de patrimonio industrial.com:
"Carlos Fernández Casado, el ingeniero encargado de llevar a buen puerto los trabajos, diseñó una de las estructuras más imponentes de todo el conjunto fabril, compuesto por siete naves adosadas, que llegaron a alcanzar los novecientos metros de longitud y que cubrían una superficie de trabajo total de 138.800 metros cuadrados. La colosal estructura fue levantada empleando, salvo en los pilares, elementos prefabricados de hormigón que favorecieron el cumplimiento del plazo previsto para la conclusión de las obras: tres años. En su cimentación se utilizaron una cantidad de campanas y pilotes «que supera […] a la suma de los empleados en todo el resto de la obra». Cada una de las naves cuenta con una luz de entre veinte y treinta metros, y una altura que llegaba a alcanzar los catorce. Una de las principales innovaciones desarrolladas en este edificio séptuple fue la aplicación de las vigas K, de hormigón pretensado, que permitieron salvar las dificultades constructivas propiciadas por las dimensiones del inmueble y la escasez de elementos metálicos.
A estas instalaciones, levantadas por Huarte y Compañía S.A., llegaban los lingotes recalentados desde la contigua nave de Hornos de Fosa. Una vez alcanzada la temperatura óptima, éstos eran introducidos en los trenes de laminación. El Tren Desbastador, el Tren Estructural, el Tren de chapa gruesa y el Tren Steckel permitían elaborar diferentes perfiles, carriles, bobinas y chapa naval.
La nave sur, dispuesta de forma paralela al río, cuenta a sus pies con un mural musivario de similar factura a los que encontramos en la nave de Hornos de Fosa. En esta ocasión, su carácter figurativo nos remite a los distintos modelos de perfiles.
En la actualidad, tras el cese de su uso original, sus diáfanos y versátiles espacios sirven de almacén de productos terminados y preparación de chapa gruesa para la multinacional ArcelorMittal".
Contrasta la visión de las grandes infraestructuras con la bucólica estampa natural de la verde y frondosa ribera por la que discurre este Paseo de la Ría
Solamente un fino vallado "separa dos mundos", que son verdaderamente uno solo
A la izquierda, la frondosa vegetación ha crecido y apenas nos dejar ver las orillas, tal que aquí...
"ArcelorMittal es la primera empresa siderúrgica a nivel mundial. Con una producción de 97,03 millones de toneladas producidas en 2017 —último año del que tiene datos la Asociación Mundial del Acero—, es también la única con sede en la Unión Europea (en Luxemburgo) de entre las diez primeras productoras.Según señala la compañía, alrededor del 38% de su producción se fabrica en América, el 48% en Europa y el 14% restante en Kazajistán, Ucrania y Sudáfrica. Nacida de la fusión de la europea Arcelor y de Mittal Steel —fundada en Calcuta (India)—, ArcelorMittal tiene presencia en más de 60 países de cinco continentes, entre ellos España, donde a día de hoy mantiene 11 plantas"
"Las rutas del colesterol son vías oficiales o no, porque en cada municipio se encuentran uno o varios recorridos en los que los habitantes han establecido un “consenso” de forma espontánea. Precisamente a esos recorridos habituales en la práctica del paseo deportivo son los que se han denominado “rutas del colesterol”.Como es sabido, el caminar es de gran ayuda porque reduce el riesgo de tener colesterol, diabetes o hipertensión. Además, el caminar a paso ligero es similar a correr. Esto junto a una dieta equilibrada es garantía para gozar de una salud de hierro"
"La Compañía del Ferrocarril de Carreño explotó una línea de ancho métrico entre Gijón y Avilés, resultante de la superposición de varias concesiones y destinada, en un principio, al transporte de mninerales. A inicios del presente siglo, el Crédito Industrial Gijonés comenzó a explotar minas de hierro en Regueral y Piedeloro, creando para éllo la Sociedad Minas de Hierro y Ferrocarril de Carreño. Obtuvo en 1902 la concesión de un ferrocarril de Aboño a Candás, con ramales a las minas de Coyanca, Piedeloro y Regueral, línea que fue inaugurada el 8 de enero de 1909. Entre Aboño y el puerto del Musel se utilizaba la línea propiedad del Sindicato Asturiano del Puerto del Musel, filial también del Crédito Industrial Gijonés. El Sindicato poseía, también, la titularidad de una línea de ancho ibérico entre Veriña, Aboño y El Musel. Las líneas de ancho de 1 metro fueron electrificadas hacia 1917. En 1917 la Sociedad Minas de Hierro y Ferrocarril de Carreño traspasó sus concesiones a Urquijo y Cia., creando esta última la Sociedad Ferrocarril de Carreño S.A., y haciéndola titular de las citadas concesiones. En 1921 adquirió las líneas de vía ancha y estrecha que llegaban al Musel, y en 1922 inauguró la línea entre Regueral y Avilés. En 1950 llegó a un acuerdo con el Estado para utilizar la explanación existente entre Aboño y Gijón, del por entonces en construcción, ferrocarril Ferrol-Gijón y así hacer su entrada en esta última ciudad. El 10 de enero de 1974, dada su precaria situación económica, el Estado tuvo que hacerse cargo de su explotación, pasando a integrarse en FEVE. Si bien, como ya dijimos, este ferrocarril nació exclusivamente destinado al transporte de mineral, el paso del tiempo le convirtió en una línea primordialmente de viajeros entre Gijón, Candás y Avilés"
"Destaca su fachada principal, orientada al sur, que está configurada por grandes ventanales dispuestos en tres de sus cuatro alturas, potenciando su horizontalidad. En la parte izquierda de la misma sobresale visualmente un gran módulo con cerramiento frontal vítreo, adelantado con respecto a la fachada y de mayor altura que el resto del edificio"
"El Colectivo Ecologista de Avilés ha alertado de un vertido de origen desconocido en la ría de Avilés, en la zona del muelle de Raíces, y ha denunciado la situación ante la Autoridad Portuaria de Avilés, el Servicio de Vigilancia de la Viceconsejería de Medio Ambiente y ante los ayuntamientos de Avilés y Castrillón.
El colectivo ha pedido una investigación y que se tomen "medidas para evitar estas situaciones". El vertido se ha detectado esta tarde en el entorno del muelle de Raíces. Según las imágenes que han recibido los ecologistas, una gran "mancha de origen y composición desconocida" rodea dos barcos que están descargando en ese muelle, el "Meike B" y el "Arklow Marsh".
Desde la Autoridad Portuaria descartan que se trate de un vertido contaminante y sostienen que esa mancha no es más que arena procedente de unas obras que se están acometiendo en la dársena de San Juan, precisamente para mejorar la recogida de aguas y evitar que lleguen al estuario hasta haber sido tratadas previamente. "Es agua con restos de arena de esas obras", han aclarado fuentes del Puerto"
Este imponente inmueble de hormigón cubre una superficie total de 5.500 metros cuadrados, y tiene unas dimensiones de ciento setenta metros de longitud, treinta de altura y treinta de luz, resueltos con cerchas de acero en la cubierta. La gran nave de hormigón cuenta con vanos en todo su perímetro, lo que favorece la entrada de luz natural al espacio de trabajo. Además, en su costado oeste se erigieron diez chimeneas de ladrillo y, en cada testero del espacio, se dispusieron sendos murales musivarios compuestos por formas geométricas cuadrangulares de diferentes colores de inspiración neoplasticista.
Al edificio llegaba por ferrocarril un tren procedente de Hornos de Acero. Tras su acceso al interior desde el norte, dos grúas se encargaban de retirar la lingotera para extraer el lingote con dos puentes-grúa y proceder a su deposición en el interior de uno de los veinte hornos Pitt distribuidos en la nave. Este paso permitía recalentar el acero para que alcanzase una temperatura óptima antes de pasar al tren laminador de las naves de Laminación. Para ello se empleaba como combustible el gas procedente de las Baterías de Hornos de Cok y de los Hornos Altos.
Tras su cese productivo en la década de los años ochenta, la robusta construcción inició un proceso de abandono y deterioro que concluyó en el año 2017, momento en el que sus instalaciones fueron reconvertidas en taller de calderería para el grupo Daniel Alonso. Su rehabilitación ha requerido la adaptación de las antiguas vías de acceso a las nuevas necesidades, aunque en todo momento se ha respetado la morfología original del edificio y sus valores"
"Los terrenos que durante medio siglo ocupó la factoría de la compañía siderúrgica estatal Ensidesa en Avilés, achatarrada tras el proceso de reconversión vivido por el sector en los años ochenta y noventa, volverán a la actividad industrial, reconvertidos en un parque empresarial de 2,1 millones de metros cuadrados y cuya primera fase (1,1 millones de metros) se inauguró el pasado lunes, tras tres años de trabajos a merced de un acuerdo entre la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria de los terrenos, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Avilés.
El Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA), concebido como un área para usos industriales, logísticos y terciarios, será, según la SEPI -promotora de la iniciativa y heredera del desaparecido INI, fundador de Ensidesa-, el mayor polígono industrial del norte de España cuando se completen las tres fases previstas. Para entonces, SEPI habrá invertido 99,9 millones de euros y su presidente, Ignacio Ruiz-Jarabo, estima que la ocupación de estos terrenos por futuros promotores empresariales generará una inversión privada de otros 500 millones de euros.
En la fase ahora inaugurada, que supone algo más de la mitad de la superficie prevista, se han invertido 57,8 millones de euros. Ya han comprometido su instalación en este nuevo área industrial 44 pequeñas y medianas empresas, en su mayor parte de Avilés, que trasladarán sus actividades fabriles desde la zona urbana al PEPA, situado en el margen contrario de la ría.
Los terrenos que ocupa el nuevo polígono eran unas antiguas marismas en las que en 1950 el entonces todopoderoso presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), Juan Antonio Suanzes, decidió la creación de la Empresa Nacional Siderúrgica de España (Ensidesa), que de inmediato se convirtió, junto a Seat y otras realizaciones del holding público, en uno de los grandes estandartes de la política autárquica y del nacionalismo industrial del régimen franquista. Su construcción en terrenos poco consistentes dejó un elevado tributo de vidas humanas. La crisis industrial de los setenta y las sucesivas reconversiones que hubo de afrontar el sector a resultas de las pérdidas acumuladas acabó desplazando el centro de gravedad de la siderurgia integral española (la actual Aceralia) hacia la factoría de Gijón.
El apagado sucesivo de los cuatro hornos altos de Avilés y el cierre de unas 200 instalaciones anexas (acerías, gasómetros, plantas de sinterizado, etcétera) convirtieron la vieja siderúrgica en lo que Ruiz-Jarabo y el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, definieron como un "cementerio industrial". Sobre ese erial de un viejo sueño industrializador hubo de acometerse lo que la SEPI juzga como "una de las labores de demolición de estructuras y de recuperación de suelo degradado más ambiciosas de Europa" -se obtuvieron 150.000 toneladas de hormigón y escombros de ladrillo y 40.000 toneladas de materiales férricos-, cuyo coste ascendió a 21,5 millones de euros. Estos trabajos, según precisó el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, se completarán en 2004, con el cese de actividad de la central térmica de la antigua Ensidesa, y finalmente en 2008 con la demolición de las viejas baterías de cock, aún en producción"
"El Ayuntamiento de Avilés y el Gobierno del Principado de Asturias han inaugurado ayer lunes a mediodía el acceso desde la autovía A-66 al polígono empresarial PEPA que permite además el acceso a la ría de Avilés, un proyecto que comenzó a ejecutarse en 2010 y que ha terminado con la inauguración de los accesos al PEPA en el día de ayer.La inauguración ha servido para rendir homenaje a Daniel Alonso, que dará nombre a uno de los nuevos viaductos de 269 metros de longitud.Tras el acto de presentación en el Ayuntamiento de Avilés donde el presidente honorífico del Grupo Daniel Alonso dirigió unas palabras a los asistentes, en presencia de la alcaldesa de Avilés Mariví Monteserín y los Consejeros del Principado de Asturias Benigno Fernández Fano (infraestructuras), Isaac Pola (industria) y Pilar Varela (Servicios Sociales), la comitiva se desplazó hasta el viaducto, donde Daniel Alonso descubrió una placa conmemorativa.El viaducto que lleva su nombre reconoce la trayectoria empresarial del empresario en Asturias y el apoyo a la industria asturiana y especialmente a la avilesina, donde se encuentran gran parte de sus talleres"
"A una ciudad la define mucho su paseo. El donde poder andar, charlar, lucir el palmito y contemplar paisaje y paisanaje. Avilés siempre ha tenido paseos cuidados en las formas y coincidentes en el fondo: ligados a su Ría. Ni ‘folgando’ la perdió de vista"
"Daniel Alonso, nacido en Arija, es el líder de un potente grupo empresarial. Todos los años patrocina la carrera ciclista que organiza Jaime Ruiz coincidiendo con las fiestas de Arija.El 3 de diciembre de 2010 el Consejo de Ministros le ha concedido la medalla de oro al mérito en el trabajo.Daniel Alonso, como relata en una entrevista que le hicieron en agosto de 2010 con motivo de la entrega del premio Asturiano del mes, montó su primer negocio con sólo 10 años, en sociedad con tres amigos, Marcelino, Berto y Tomás. Fue en su pueblo, en Arija (Burgos), aprovechando el paso del tren hacia Bilbao. «El objetivo era ayudar a las familias y llevar un salario a casa». Aquel negocio duró tres años. Después vino el traslado a Avilés, cuando Cristalería Española, donde trabajaba su padre, construyó la fábrica en La Maruca. Daniel Alonso no entró a trabajar en ella, sino en un pequeño taller familiar, hasta que se fue al servicio militar. Cuando regresó, entró en Cristalería, donde se le auguraba un excelente futuro. Pero en 1957, con 23 años, fundó la compañía Danima, el principio de la andadura empresarial y los cimientos del actual grupo Daniel Alonso, que da ocupación a más de 2.200 trabajadores"
"El descubrimiento y restitución del lecho original de la ría de Avilés a la altura de la antigua nave de laminación en caliente de Ensidesa es una de las sorpresas agradables que ha deparado en los últimos días la obra de recuperación ambiental del tramo de estuario que discurre entre el barrio avilesino de Garajes (parroquia de Llaranes) y el corverano de La Marzaniella (parroquia de Trasona). La restauración del estado primigenio de la ría en su tramo más alto va paralela a la prolongación en 1,2 kilómetros de la senda peatonal que arranca en el puente de San Sebastián y finaliza en el puente del Hospitalillo. Dentro de pocos meses ese paseo tendrá en total 3,2 kilómetros, 4,2 si se suma al tramo de carácter fluvial el kilómetro de paseo marítimo de la avenida del Conde de Guadalhorce"
"Peces. Su número ha crecido de forma muy importante en los últimos años, a la vez que han aparecido algunas especies infrecuentes, como el caso de la lamprea marina, muy rara en Asturias.
Cangrejos. Los ejemplares autóctonos son también más abundantes que antaño, aunque también han aparecido los americanos, unos temibles depredadores.
Invertebrados. De las cuatro o cinco especies que habitaban la ría hace un par de décadas se ha pasado a unas cuarenta en la actualidad.
Aves. La ría avilesina siempre ha sido lugar de parada de las aves migratorias, cada vez más variadas y numerosas"
Según pasamos la pasarela veremos otra de las instalaciones del Grupo Daniel Alonso, el de Danima Marrell, de ingeniería ambiental, en terrenos y edificios que fueron antaño de Ensidesa y ahora del Pepa, estos situados entre la ría y el ferrocarril, que pasa al otro lado
Es la zona de Llaranes conocida antaño como Monte Ormón así figura en la expropiación de 1952:
"Prado y huelga, de doña María del Busto Rodríguez, denominada «Monte Ormón»
"La ría avilesina dista aún mucho de ser lo que era antes de la llegada de las grandes industrias a la comarca, y nunca volverá a ser como aquella, pero al menos ha recuperado parte de sus características primigenias. «Los que conocimos la ría en los años 80 aún recordamos la elevada presencia de grasas y aceites en el agua», dice Álvarez Lao. Ahora, al margen de determinados vertidos, la calidad de las aguas es notablemente más elevada, y para atestiguarlo están todas las especies animales, y también vegetales, que han vuelto a hacerla su casa"
"Contemporáneos al poblado de Llaranes, aunque mucho más pequeños y mucho peor dotados, Ensidesa construye también los de Garajes y El Cruce y, entre ambos, el llamado Hospitalillo, instalación sanitaria destinada a la atención de los trabajadores de la fábrica y sus familias"
"Aspectos positivos:
-Pone al descubierto una zona que no podíamos visitar, habilitando un gran paseo con alicientes naturales y paisajísticos para toda la población.
-Es una zona en la que abundan los patos, lo que incrementa el censo de la ría en varias decenas. Además, se pueden ver algunas especies que no se solían ver mucho más abajo. En un paseo en estos días hemos contabilizado más de una treintena de cercetas y 1 hembra de ánade rabudo (rareza en esta ría), además de azulones y gallinetas.
-Por otra parte, se ven zonas con algo de vegetación de interés, como una aliseda y un carrizal. Se hizo algo de ingeniería ambiental para tratar de mejorar las escolleras de hormigón.
Aspectos negativos:
-Desde el punto de vista ambiental, se repite el conflicto en la manera de entender la restauración y saneamiento de humedales. Así es que se destruyeron muchos árboles, muchas isletas con vegetación palustre y toda la vegetación de ribera donde habíamos localizado repetidas veces huellas de nutria; nos dijeron que esa vegetación se iba a respetar, pero. una vez más, del dicho al hecho, un gran trecho.
-Las obras se acabaron con bastantes meses de retraso.
-No hay servicios públicos por el camino.
-Echamos en falta la cartelería educativa que prometieron que se colocaría, contando con nuestra colaboración.
Hay otra cuestión importante, que se puede ver como positivo o negativo, según se enfoque: al estar al lado de la industria, se puede comprobar los frecuentes vertidos que se producen (el martes olía fatal), así como las tuberías que todavía vierten porquería directamente. Y es que la verdadera restauración y el verdadero saneamiento sería eliminar los vertidos, mucho más importante para el mantenimiento de los hábitats fluviales y su biodiversidad que el hecho de que las orillas sean o no paseables"
"Grupo Daniel Alonso, nació en los años 50 en Avilés, en el Principado de Asturias. Es una empresa familiar fundada por Daniel Alonso, dedicada al diseño y fabricación de equipos a presión y de estructuras tubulares de acero, entre otras actividades. En reiteradas ocasiones, Daniel Alonso, fundador de la compañía ha asegurado que la innovación no es algo de hacer cosas puntuales, sino de hacerlas todos los días.
La compañía está especializada en la fabricación de estructuras tubulares de acero para torres eólicas, molinos de viento ‘on shore’ y ‘off shore’ y estructuras metálicas para el sector petroquímico, energético y naval.
Asimismo, la compañía se dedica al diseño, desarrollo y comercialización de bienes de equipo para el transporte, tratamiento de residuos y equipos militares.Además, está suministrando piezas para parques eólicos europeos y centros tecnológicos.
También participan en proyectos de I+D en energías renovables marinas y dan formación a través de cursos especializados. Estas capacidades industriales permiten apoyar el desarrollo a nivel regional y potenciar la internacionalización de las empresas en el sector.
Grupo Daniel Alonso, cuenta con una plantilla que oscila entre los 1.200 y los 1.700 empleados en función de la temporada. Además, la facturación ronda los 300 millones de euros"
"Fueron inauguradas el 1 de septiembre de 1956 y en las diferentes construcciones que la componen participaron los ingenieros Amalio Hidalgo, Alberto Mallol y J. Ortuño, en base a las trazas originales del alemán Oscar Weber (de la empresa Didier).
En sus instalaciones se producía cok para suministrar el combustible necesario a los cuatro hornos altos, además de la obtención de productos derivados de la coquización. Las baterías se edificaron en dos fases, sumando finalmente un total de diez con trescientos hornos. El carbón, procedente del parque de carbones, era distribuido por las cintas transportadoras y almacenado en las torres de carbón. De estos silos pasaba al carro de carga, que lo distribuía en cada una de las cámaras desde la parte superior. Una vez pasadas dieciséis horas a temperaturas superiores a los mil grados, la deshornadora empujaba el cok hacia el otro lado del horno, donde era recibido por el vagón de apagado que lo conduciría hasta las torres de apagado. Allí era enfriado con agua, provocando las enormes columnas de vapor características del cielo avilesino. Finalmente, el combustible era conducido por cintas transportadoras hasta el edificio de cribaderos, donde se clasificaba por tamaños. El conjunto de los hornos está completado por cinco chimeneas de hormigón armado.
Además, el recinto cuenta con dependencias auxiliares como los almacenes generales, el taller mecánico o las oficinas, de indudable valor. A consecuencia del proceso anteriormente señalado se producían los llamados subproductos, como el benzol, el amoniaco, el alquitrán y la naftalina.
El último horno se extrajo el 30 de septiembre de 2019, cesando así la producción del último resquicio de la extinta Ensidesa en el concejo de Avilés. A pesar de no contar con protección patrimonial, la totalidad de la planta forma parte del Plan Nacional de Patrimonio Industrial y se ha desarrollado un movimiento de defensa que pide la conservación, protección y reutilización de las baterías
La Central de Comunicaciones de la Empresa Nacional Siderúrgica S.A. se yergue al pie de los gasómetros de la Planta de Baterías de Hornos de Cok. Sin embargo, la imponente altura de estas dos estructuras no menoscaba el protagonismo visual de la popularmente conocida como «Telefónica»
El inmueble es obra del arquitecto madrileño Francisco Goicoechea Agustí, que trabajó junto a Juan Manuel Cárdenas Rodríguez en el diseño de buena parte de los edificios de la Empresa.
Con su puesta en funcionamiento, a finales de la década de los años cincuenta, dio comienzo el servicio de comunicaciones telegráficas y telefónicas, con más de mil líneas y con capacidad de ampliarse, en 1959, a un total de tres mil.
Su ubicación en un lugar destacado, junto al principal acceso a la factoría desde el poblado de Llaranes, requería de un especial empeño en el diseño de la construcción. Como algunos autores coinciden, Goicoechea bebió de la arquitectura de vanguardia soviética, especialmente de los proyectos de los hermanos Vesnin, Barjin y Sóbdev. Planteó un edificio de planta rectangular y dos cuerpos, construido en hormigón armado y ladrillo, reservado para las esquinas. El cuerpo bajo consta de tres alturas que albergaron oficinas, espacios de trabajo y salas de reuniones. El segundo cuerpo está constituido por una torre de seis alturas y planta cuadrada, ubicada en la fachada principal del edificio y adelantada con respecto al resto. Este protagonismo se ve realzado por el tratamiento de los vanos, que potencia la verticalidad.
En su imafronte, a ambos lados de la torre, se situaron sendas esculturas realizadas por el artista plástico José Luis Sánchez en aluminio. Ambas piezas, de seis metros de altura, representaban una embarcación de vela y una hilandera. Con el deterioro de la Central, una vez abandonada su función original y tras haber albergado otros usos, las dos obras fueron retiradas sin conocerse su paradero.
A pesar de que no cuenta con protección local ni autonómica, su incuestionable valor ha quedado acreditado gracias a su inclusión en el inventario de la Fundación Docomomo tras la paralización de su derribo en el año 2015, con una protesta encabezada por el Club Popular de Cultura «Llaranes».
"El documento que mejor refleja el cambio de enfoque sobre el futuro de Avilés es el Plan General de Ordenación Urbana, concebido para aprovechar los recursos singulares con que cuenta la ciudad en un marco de competencia urbana. La ría de Avilés y su entorno se convierten en el espacio focal de la propuesta municipal. En tal sentido cabe destacar el papel que se otorga a los terrenos liberados por ENSIDESA, que ocupan la mayor parte del entorno inmediato de la ría. Este elemento se interpreta como un recurso clave para la ciudad y su mayor oportunidad. Según el Plan sería el soporte para crear una nueva centralidad urbana y en él sitúa su principal apuesta: desarrollar un espacio de alta calidad y carácter multifuncional, con usos industriales, usos de terciario empresarial y equipamientos culturales singulares, entre otros"
"En el orden industrial, el proyecto más ambicioso y que primero se materializó en esos terrenos de la ría es el Parque Empresarial Principado de Asturias, de promoción pública y propiedad de SEPI-Infoinvest, con una superficie de 66 hectáreas divididas en parcelas para industria grande y para pymes y una orientación sectorial que busca aunar la tradición siderometalúrgica con las actividades neotecnológicas y los servicios avanzados. Este espacio empresarial aspira a concentrar a la renovada industria avilesina"
"Cuando a partir de 2004-05 la cola de la ría avilesina fue accesible para el público general, la gente se sorprendió al ver patos viviendo allí, cuyo número fue en aumento en los años siguientes. Este hecho lo aprovecharon los políticos para explicar que su actuación fue determinante para que la vida regresase a las aguas de la ría. Pero la realidad dista de ser así.
En la cola de la ría siempre hubo patos, no sólo los que se veían desde el Puente Azud, sino los que transitaban río arriba, y que eran bien conocidos por los trabajadores de Ensidesa/Arcelor. Es lógico si pensamos que el río Alvarés (que es el principal tributario en la cola de la ría) pasa junto a dos embalses (Trasona y La Granda) donde los patos son habituales. Junto al citado Puente Azud había una colonia invernal de garzas que se agrupaban para dormir, pero que se fueron al hacer las obras (y no volvieron) ya que necesitan tranquilidad; también se encontraban gallinetas y otras especies (principalmente de paso). Por lo tanto, ya había vida antes de las obras, pero estaba oculta a los ojos de la mayoría de los avilesinos.
Habrá quien diga que los patos aumentaron claramente en el paseo de la cola de la ría a lo largo de este último lustro y tendrá razón. Pero esto no sólo ha ocurrido aquí, sino en toda Europa. La especie más numerosa entre los patos es el Ánade Real o Azulón (Anas Platyrrhynchos), Curío para los vecinos de toda la vida. Es una especie de fácil reproducción que ocupa cualquier tipo de humedal, desde grandes embalses a charcas. En la ría avilesina los más viejos del lugar recuerdan cómo era abundante en las antiguas marismas. Sin embargo, a mediados del siglo pasado la destrucción del entorno y la contaminación hicieron desaparecer a esta especie.
Aquí tenemos una pareja de macho y hembra de coríos, patos, ánade real, ánade azulón o pato de collar (Anas platyrhnchos). Se distinguen bien pues el macho tiene cabeza y cuello de color verde oscuro brillante enmarcado en una especie de collar blanco, el pecho es castaño en tonos púrpura, siendo el resto de su plumaje grisáceo, más oscuro en las parte superiores salvo el obispillo y plumas centrales de la cola, que son blancas
Mientras, la hembra es un plumaje digamos menos llamativo y más apagado, veteado en pardo contrastado en tonos claros y oscuros incluso en cada pluma, característica compartida con la mayoría de hembras de patos de superficie. En la cabeza rige el color crema. Pero no nos apartemos de lo que sigue diciendo el artículo de Mavea:
"En los años ochenta ver un azulón en esta ría era un acontecimiento, pero a partir de mediados de los noventa unas pocas parejas empezaron a criar en la charca de Zeluán. La explosión poblacional comenzó en la década pasada, aumentando paulatinamente el número de nidadas, hasta que en los últimos tres años empezaron a reproducirse en la cola de la ría. En cinco años pasamos en todo el estuario de cinco a treinta parejas. Impresionante.
Y es que el azulón es una especie que se adapta muy bien a todo tipo de hábitats acuáticos. En cualquier zona natural huye de la gente, pero esos mismos ejemplares en un enclave urbano, reducen mucho su distancia de huida para aprovecharse del pan que les tiran los vecinos; es oportunista"
Este pato tiene una vida curiosa, que cualquiera puede seguir en vivo y en directo en el paseo de la cola de la ría. Si os fijáis, veréis siempre más machos que hembras, y es porque la mortalidad de éstas es más elevada. Esto se debe a que es ella quien se encarga de todo lo relacionado con la cría. Los machos de esta especie son unos grandes seductores, todo el día detrás de la hembra (desde septiembre hasta marzo), cortejándola, pero en cuanto logran fecundarla, adiós muy buenas, y se van en busca de otra hembra.
Entonces ella tiene que buscar un sitio entre la vegetación de la orilla, poner los huevos, incubarlos, si se acerca un depredador (como los gatos) alejarlo con maniobras de distracción, y, en cuanto nacen los pollos, llevarlos de paseo de un sitio a otro para enseñarles qué comer y cómo escapar de los múltiples peligros que les acechan. Muchos pollos mueren a lo largo de su crecimiento y también muchas madres mueren por los depredadores o por no poder aguantar su dura vida.
En verano, los machos pierden todo su guapo plumaje y se parecen a las hembras. Esto ocurre porque los patos mudan todas las plumas a la vez, es decir, que durante algo más de un mes no pueden volar, por lo que les conviene tener colores miméticos para esconderse mejor entre la vegetación. Las hembras mudan un mes más tarde que los machos, en cuanto se independizan las crías. Una vez acabado el periodo de la muda en septiembre, el ciclo vuelve a comenzar"
"... la sierra de Faidiello, que se extiende por los concejos de Illas al norte y Llanera y Las Regueras al sur, con una dirección noroeste-suroeste. Enlaza al sur con la sierra de Bufarán, entre los concejos dd Las Regueras y Candamo. Ambas sierras constituyen el relieve más destacado del sector central-costero de Asturias. La mayor altura de la sierra de Faidiello corresponde al Pedregalón o Friera, de 623 m, siendo por tanto la mayor elevación de Llanera y de Illas, y sirve de divisoria entre ambos concejos. Desde hace unos años este accidente geográfico es denominado, por error, Gorfolí, nombre que corresponde en realizad a un pico de 686 m, situado íntegramente en Llanera, al que algunos mapas recientes adjudican el nombre de monte Campana, situado cerca del Campu de la Liebre, este de 536 m."
"Existe bastante confusión en la denominación de las cumbres, ya que el topónimo Gorfolí aparece con bastante frecuencia relacionado con la cúspide que se alza en el término del vecino concejo de Illas (Alto del Predregalón, 623 m, antenas). Lo cierto es que la situación no es nueva, ya que la cartografía antigua (IGN50-0028-Grado, 1936) marca el vértice de nombre Gorfoli ( 617 m) encima de los pequeños núcleos de La Barrera, Friera y Taborneda. La situación se ha mantenido hasta nuestros días con ciertos matices. En ella se ubica el vértice geodésico núm. 2879 de nombre Gorfoli (sin acentuar la última vocal ). La reseña del mismo dice: "Situado en lo más alto del monte llamado Pico Frieda por los lugareños de Villayo y monte Goreoli (error en la transcripción de una vocal), por los de la zona de Avilés". El mapa actual del IGN llama, además, Pico Gorfolí (582 m) a la cota que aquí reseñamos y que se apunta como ser la verdadera generadora del topónimo"
"La sierra de Faidiello, también llamada sierra de Tabornada y sierra de Bufarán, se eleva en el litoral central asturiano, al S de Avilés (139 m). Levanta varias cumbres bien diferenciadas, superándose los 600 m en su punto culminante, el Alto del Pedregalón (623 m), que recibe también las denominaciones de Pico Friera (pequeño núcleo de población en la vertiente N), Bufarán (nombre de la alargada sierra que se extiende hasta las riberas del Nalón ) o incluso Gorfolí, aunque este nombre designa, en realidad, la segunda cumbre más elevada de la sierra, situada al S (582 m) de la que aquí se trata. Mientras el Alto el Pedregalón (623 m) es la cima más elevada del concejo de Illas, Gorfolí, lo es del concejo de Llanera"
"Las primeras quejas llegaron con el estado del apeadero de Feve de Llaranes, para el que llevan años esperando mejoras, pero ahora los vecinos del poblado de Garajes denuncian que la sensación de abandono que tienen es total
«Hemos explicado nuestra situación muchas veces y nos hemos dirigido a Participación Ciudadana a través de internet, para denunciar con fotografías cómo está la zona, pero nunca dice nada más que 'en trámite'», indica Bárbara Valella, una de las vecinas afectadas. Llegó al poblado hace dos años, y el resto de propietarios de los bloque comentan que «es una de las que más se mueve para que se conozca el abandono de Garajes», insisten.
Ángeles Jara, que vive en la zona desde hace más de 40 años, llegó «con seis, cuando esto era de Ensidesa y teníamos hasta un guardia, estaba todo pintado y cuidado». Para Covadonga Palacios, residente de Garajes desde hace siete años, «nada es igual que cuando vivía antes aquí, antes de irme».
José María Vega y su esposa, María Alfonsa Antón, explican que cuando Ensidesa se encargaba del poblado «estaba todo vallado, cerrado con una protección que ahora no existe a pesar del peligro que supone tener el tren tan cerca». Estos vecinos explican que «los niños juegan sin preocupaciones, pero si se les cae un balón...». Unos metros más allá, en otro bloque de viviendas han decidido tomar medidas por su mano, y hace menos de dos semanas colocaron una valla de protección. Una de las torres de alta tensión «tiene ahora una protección específica, que es insuficiente porque todavía se pueden colar los niños por debajo, y está así precisamente para que no intente escalar nadie», lamenta Vega.
Algunas soluciones
«Últimamente han venido a limpiar de porquería los arcenes del tren, porque lo hemos pedido a Feve», indican, y también han hecho lo propio con el terreno que es de ArcelorMittal, gracias a la unión y a las peticiones de los residentes de los bloques, porque necesitaba una siega desde el verano. El problema es que ahora «está lleno de charcos, y como hay menos luces, hay gente que se aprovecha, la basura y las jeringuillas se acumulan, y nadie hace nada».
Ángeles Jara insiste en que «la asociación de vecinos Santa Bárbara está al tanto de la situación, pero no hacen nada por nosotros, ni se implican». Y Sebastián Izquierdo recuerda que «las pocas farolas que hay no tienen luz, y tenemos hasta que controlar que no nos roben la ropa, porque ya intentan quitar las de los primeros pisos con palos largos». Covadonga Palacios indica que «a las ocho de la mañana es imposible ver nada para ir a coger el tren, más ahora cuando empiece a llover».
Recalcan que «pagamos los mismos impuestos que el resto de vecinos de Avilés, pero aquí los barrenderos pasan de largo, y tenemos que encargarnos de todo». Por ejemplo, evitar que las ratas paseen a sus anchas por el poblado con remedios propios, «porque ni nos echan el raticida», lamenta Ángeles Jara. «Queremos aparatos de gimnasia para mayores, como dijeron que nos pondrían, porque hay vecinos que los necesitan, pero seguimos esperando», insiste María Alfonsa Antón"
"Consta de cinco vanos, el primero de 15 m para salvar el ferrocarril, el siguiente de 20 para el paso de una carretera y tres de 16 m sobre la ría; tiene 20,50 m de ancho y una oblicuidad de 68,8º. La estructura es un dintel continuo, con apoyos solidarios que forman pórtico en el vano del ferrocarril, y con apoyos independientes sobre columnas asiladas en los demas. La cimentación se llevó a cabo mediante cajones indios de hormigón armado. En uno de los extremos del puente y con oblicuidad de 30º, se construyó un paso sobre la variante del ferrocarril del Carreño con un modelo de 12 m de la serie I y una anchura de 20,50 m."
"Para la construcción del poblado de Llaranes, se expropiaron 35 parcelas con una superficie de 166.312 metro cuadrados. El 18 de febrero de 1953, el INI inicia concurso subasta para la construcción de 512 viviendas, para productores de ENSIDESA (segunda expropiación para el proyecto, reformado y ampliado) por un importe de 35.088.483, 40 pesetas (68.532 Pts. Por vivienda).
La necesidad de dar cobijo a los trabajadores y sus familias que van llegando de diferentes puntos, hace que las viviendas se vallan ocupando casi a término de bloque en un goteo incesante,97 en 1954,365 en 1955,464 en 1956,96 en1957 y así has ya un total superior a 1.200 en 1959.No obstante para lo “OFICIAL”, el poblado tiene como fecha de inauguración el 18 de julio de 1956,cuando Llaranes alcanza la cifra de 5.132 habitantes, (476 en la Marzaniella).El total de viviendas gestionadas al final por ENSIDESA superan las 4.100,distribuidas entre La Luz, Llaranes, Francisco Franco, González Abarca y otras localizaciones de las cuales 1.500 son de Llaranes.
El conjunto arquitectónico del nuevo Llaranes es encargado a los arquitectos Juan Manuel de Cárdenas y Francisco Goicoechea que con firma en común se distribuyen partes del mismo cada año. Las viviendas "tipo Llaranes" serán construidas también, fuera del "poblado" en El Cruce, en la entrada a la factoría por la carretera a Gijón junto al Hospitalillo, en lazona denominada de "Garajes" (por estar en las cercanías del departamento de Transportes (Garajes), y en La Marzaniella (Corvera"
"... creemos que la costumbre de ganar nuevos terrenos al monte o barbecho habría dado lugar a que los terrenos quemados y los nuevos pastos así obtenidos (incluso los rebaños que pastaban en tales pastos) se denominaran con el genérico de bustos, término que ya se documenta en nuestros textos al menos desde el año 803"
En Bustiello había además diversas canteras de las que se extraía piedra para obras públicas de Avilés, desde fuentes como la de los Caños de San Francisco hasta el mismo Ayuntamiento
"Al concluir el «año 1955 se hallaba prácticamente terminada, y a punto de entrar en servicio, la Clínica construida dentro del recinto de la factoría, dotada de las más modernas instalaciones quirúrgicas y servicio de rayos X, análisis y reconocimientos médicos, en el que serán atendidos todos los productores de la factoría que lo requieran». Así narraba el Instituto Nacional de Industria (Ini), en su memoria de 1955, los avances en la construcción del edificio. Con las más avanzadas tecnologías del momento, con personal proveniente de toda España y con las Hermanas de la Caridad como personal auxiliar, entró en funcionamiento el centro de servicios sanitarios a comienzos de 1956. Se ubicó en la carretera Avilés-Gijón, en su intersección con los accesos a Llaranes y a la factoría.El proyecto original, llegado a nuestros días con tres fases constructivas diferentes, presentó un inmueble con planta en forma de L y tres niveles (un sótano, planta baja y primer piso). Los materiales empleados son, principalmente, ladrillo y hormigón. Hacia la carretera cobra especial protagonismo una estructura absidiada semicircular con cerramiento de bloques de vidrio pavés, que cobija en su interior una escalera helicoidal a la vez que facilita la entrada de luz natural al vestíbulo.En el sótano se distribuyeron las estancias de servicios, como la lavandería, el laboratorio o la sala de necropsias. El Centro cuenta con salas de consulta, de rayos, quirófanos y habitaciones para hospitalización. Además, también tiene una biblioteca especializada y una capilla consagrada en 1970, clausurada en 2017.En las restantes décadas del siglo XX el edificio de Servicios Sanitarios sufrió dos ampliaciones que le han otorgado su configuración actual. La primera convirtió la planta en L en una planta en U, creando una pasarela acristalada que comunica las dos alas. A finales de siglo se acometió una tercera ampliación para alojar una piscina cubierta y espacios de rehabilitación necesarios para los servicios médicos de ArcelorMittal en Avilés"
Al otro lado de la carretera: Llaranes. Lo que fue una aldea del extrarradio de Avilés, con salida al mar por la ría que aquí empieza a formarse se transformó en un populoso barrio urbano al construirse numerosos bloques de viviendas obreras, El Poblao Llaranes, que nació con ENSIDESA como una ciudad-jardín de 1.103 viviendas con parques, economato, iglesia, hospital, comercios...
Era este un proyecto de los arquitectos Juan Manuel Cárdenas Rodríguez y Francisco Goicoechea Agustí con viviendas de dos y tres plantas y que empezó a construirse en 1957. El lugar era un improvisado campo de aviación acrobática cuando en el año 1914 se dice que aterrizó el primer avión, en estos terrenos que fueron de cultivos del Llaranes Viejo, la aldea originaria. Se dice que los primeros partidos de fútbol avilesinos se disputaron aquí en 1903 y 1904. El lugar no puede haber cambiado más desde entonces
"Asturias y Avilés (con Llaranes), de aquel tiempo y en la posguerra de los años cincuenta, tiene en lo social aún muy tiernas las heridas producidas por la contienda cruenta del treinta y seis. Socialmente en mínimos tanto humano como en lo económico, con una sociedad de subsistencia, necesidades y carencias en todos los ámbitos.
Hasta el año 1952 no se suprime la cartilla de racionamiento, ni se decreta libertad de precios y circulación de productos alimenticios, poniendo así fin a la carencia de “casi todo” y la figura permanente del “estraperlo” aunque como es obvio, las necesidades continúan en vigor. Tiempos de carencia de vivienda (más que de trabajo) en general, pero que aquí en Avilés el aluvión de personas venidas a la búsqueda de otra forma de vida, hace que la figura clásica en España del “realquilado”, se eleve a la enésima potencia. Con datos de 1960, en Avilés aún, de una población de 48.503 habitantes, figuran 19.000 personas “realquiladas”, lo que da pie a imaginarse la situación en el primer tramo de los cincuenta. De hecho, los primeros ingresos “fijos” de trabajadores en ENSIDESA, va más orientada a la obtención del “derecho” a vivienda que a remuneración salarial (muy por debajo de la media imperante en el mercado laboral).
España, aislada políticamente en el inicio de la denominada “guerra fría “ (muere Stalin y se pone fin a la guerra de Corea),tiene que sobrevivir en una Europa en reconstrucción con ayudas en dólares tanto a vencedores como a vencidos, en una situación completamente autárquica ,que será al fin la situación que dará origen a la creación de la propia ENSIDESA y a la División de Empresas englobadas en el denominado I.N.I. ,que agrupa a sectores industriales que abarcan a todo el ámbito industrial y económico básico nacional, por la obligación de tener que ser auto suficientes Asturias y Avilés en el inicio de este periodo, por tanto languidecen en un mar de necesidades, al socaire de la necesidad de salir del sub-desarrollo y las secuelas vigentes del recién conflicto bélico. Las industrias clásicas del hierro y el carbón (principalmente) y la agricultura anquilosada con métodos del siglo anterior, están en situación de hibernación social, resignadas por obligación a su destino, que algunos intentan suplir con la clásica emigración a America al amparo de las llamadas “naciones hermanas”.
Fuera de Oviedo y Gijón, las villas y ciudades sobreviven con la economía mixta (en el mejor de los casos) “fábrica-agricultura-pesca” (un poco de todo). No es época de dispendios en lo solaz (no está el patio para aguaceros) y los pocos veraneantes que llegan, no pasan de la denominación de “foriatos”, aún muy lejos la figura del turista, y los pocos movimientos hacia fuera, es principalmente hacia León o “la aldea” como mucho, a curar (secar) las vías respiratorias, más que de placer.
Tiempos de romerías (una al año, como la ingesta de pollos, huevos y otras lindezas, ese día, cárnicas), con tortillas de patata, vino o sidra, alpargatas, ropa heredada, con descosido y vuelta, enciclopedia Álvarez, radios (pocas) de válvulas y bicicleta “Orbea” en el mejor de los casos. Viajes en tren de madera en 3ª y los siete baños seguidos en septiembre femeninos como terapia, complementada con el aceite de “ricino” como purga sanatorial , aceite de “hígado de bacalao” como reconstituyente y café riquísimo sin café, hecho con achicoria .
Esta situación, resumida en grado sumo, más o menos era la vivida por los asturianos y españoles en el momento en el que el famoso “dedo” señaló este territorio para hacer historia de uno de los mayores movimientos migratorios españoles, fuera de los grandes núcleos clásicos de Cataluña y País Vasco, y que dieron lugar a la mayor concentración de habitantes de Europa (más de 3.500 habitantes por metro cuadrado)"
«Fue una operación arriesgadísima, nadie conocía aquel 'mierdero', sólo los que, de alguna forma, estábamos vinculados con las industrias de la zona». Antonio Suárez Marcos, uno de los máximos responsables de la extracción de los lodos siderúrgicos del cauce alto de la ría de Avilés en su calidad de director general de Obras Hidráulicas y Calidad Ambiental, define gráficamente lo que, hace no tanto tiempo, era este lugar. Víctima del progreso, se había convertido en el vertedero oficial de las empresas emplazadas en la margen derecha de la ría. El agua comenzó a oscurecerse a finales de los cincuenta hasta llegar a ser prácticamente opaca. Era una ría sin vida.Sólo se salvaba, y con muchos 'peros', el trayecto pedestre desde el paso de Larrañaga hasta la rula. Una vía estrecha de gravilla, salpicada con grandes árboles, sin barandilla, ni iluminación. Un paseo que a pesar del hedor emanado desde el agua, era transitado por muchos avilesinos.Con la instauración de los ayuntamientos democráticos en 1979 y la progresiva concienciación por el medio ambiente, Avilés fue limpiando su nombre y revirtiendo una situación que ha supuesto una de las mayores transformaciones en la historia reciente de la ciudad. Hoy cuesta recordar aquel lodazal ahora convertido en un extenso, amplio y bonito paseo a la vera de la ría, no exenta de algún vertido puntual, que se ha integrado en la vida cotidiana de la ciudad.El saneamiento de su cauce fue la piedra angular de un ambicioso proyecto medio ambiental y urbanístico que cambió la fisonomía de Avilés, recuperando para el uso y disfrute de sus habitantes una zona degradada e, incluso, olvidada.El pasado jueves, día 21, se cumplieron diez años exactos desde que la primera máquina excavadora comenzó a extraer los lodos siderúrgicos del cauce alto de la ría. El primer paso de una transformación global de la zona, cuyo proyecto había comenzado a germinarse algunos años atrás...Tras llevar a buen fin el cinturón verde de Valliniello, una «operación novedosísima» en tanto que, según explica Suárez Marcos que entonces era técnico del Ayuntamiento, concebía el concepto de expropiación por motivos medioambientales, se empezó a trabajar en el saneamiento de la ría enmarcado dentro de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana. «En ese momento ya había echado a andar el proyecto de la Isla de la Innovación», recuerda Santiago Rodríguez Vega, alcalde de Avilés entonces y actual presidente de la Autoridad Portuaria.Los trabajos fueron intensos con estudios, comparativas y rastreo de actuaciones similares. La vista se enfocó al Támesis londinense. «Nos pusimos en contacto con el cerebro de la Confederación Hidrográfica del Reino Unido, Mister Fish, quien peritó la operación en 50.000 millones de pesetas», recuerda Manuel Ponga, exalcalde de Avilés y, en aquel momento, director de la Autoridad Portuaria, una de las cuatro patas implicadas en el ambicioso proyecto junto con el Ayuntamiento de Avilés, la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias y el Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno de España. 50.000 millones de pesetas eran una cifra tan astronómica que no parecía asumible. «La obra parecía una locura irrealizable, pero con voluntad todo sale adelante», manifiesta un optimista Ponga.No se tiró la toalla y se siguieron estudiando alternativas. Poco a poco el proyecto fue tomando forma.Junto con la financiación e íntimamente relacionado con ella, lo más arduo fue el debate sobre qué hacer con los lodos siderúrgicos extraídos. El asunto no era baladí. Como se supo al final de la obra, se trasladaron 200.000 metros cúbicos al vertedero de El Estrellín, habilitado especialmente para este fin. En un principio se pensó en enterrarlos impermeabilizados dentro de la ría. Era la opción más económica sobre la que, al final, se impuso el pensamiento a largo plazo, por más que eso incrementara notablemente el precio. «De los 400 millones de pesetas que nos pusieron sobre la mesa para extraer los lodos, terminamos gastando cerca de 20 millones de euros. ¡Nos querían asesinar!», recuerda el director general de Obras Hidráulicas del Principado, gran conocedor del entorno de Avilés por su trabajo como primer jefe del servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Avilés entre 1976 y 1985.«Fue una operación espectacular y, además, trabajamos con total libertad, sin interferencias», rememora Suárez Marcos. Pero lo más satisfactorio fue que al haberse completado con la recuperación urbanística del entorno, el habitualmente invisible trabajo de saneamiento fue reconocido y celebrado por unos avilesinos que se reconciliaban con su ría. «La actuación ambiental está llamada al olvido de forma inmediata porque tú restituyes algo a lo que debería ser su estado original», explica.Para Suárez Marcos, el de Avilés es uno de los proyectos más queridos de toda su trayectoria profesional. Por varios motivos: por el riesgo de la operación, la complejidad de la obra y la excelente organización. Lo corroboran Santiago Rodríguez Vega y Manuel Ponga que, aparte de tirar de hemeroteca para verificar que, efectivamente, han pasado diez años, no dudan en señalar que sin paseo de la ría no existiría hoy un equipamiento como en Centro Niemeyer.Con la distancia que otorga el tiempo, se muestran satisfechos de lo conseguido pero no esconden planes que se han quedado por el camino, como la eliminación de las vías -un proyecto que se mantiene en la recámara a la espera de tiempos mejores- o los problemas para conseguir la colaboración económica de la administración central, según recuerda Rodríguez Vega. «Sigue sin resolverse la conexión de la depuradora con el emisario submarino» y sigue habiendo vertidos de las empresas, añade Vega. «No debemos bajar la guardia, la presión es necesaria» y, en ese sentido, ensalza la actitud de los usuarios de la zona, «que son los primeros que dan la voz de alerta»
"Un paseo salpicado de piezas artísticas monumentales en las que late un corazón siderúrgico. Así es la Ruta del Acero, en el paseo de la ría, y que está jalonada por las piezas que firman siete artistas ligados en mayor o menor medida a Ensidesa: Fidel Pena, Taboada, Marbán, Anabel Barrio, Truyés, Mogo y Ramón Rodríguez. Cada uno diseñó una pieza utilizando como materia prima restos de la producción de Arcelor que, en lugar de volver a la fundición, adquiere un nuevo uso. El espíritu artístico comparte protagonismo con un homenaje a la historia que fue la de miles de avilesinos, ligada a Ensidesa y a la Escuela de Aprendices"
Y así llegamos a la primera escultura, Alegoría de la Siderurgia, de Fidel Pena, composición de tres toneladas de peso hecha con seis chapas del tren de chapa de la acería gijonesa de la antigua Ensidesa. Los colores representan las diferente fases de elaboración del acero, del amarillo de este fundido hasta el naranja y el rojo cereza. Sus diferentes posiciones también simbolizan estos cambios de su naturaleza
Más atrás, a muy pocos metros, el ferrocarril y, a continuación, la carretera AS-10, que es aquí la Avenida de Gijón, donde vemos la nave de Transglass y los edificios del Bar Aramo en la zona conocida como El Ensanche, perteneciente también a Llaranes
Un poco más allá, en aquel cuadrado en el césped, hecho también en chapa, nos ofrece un texto explicativo de este conjunto escultórico, merece la pena acercarse a verlo
Esta escrito aquí en esta placa de acero inoxidable, para que no le afecten tanto los elementos a la hora de leer lo que pone escrito...
Efectivamente, una visión contemporánea del acero como material que ha dejado una impronta imborrable en Avilés. El arte también lo emplea, trascendiendo a lo exclusivamente fabril...
Más allá, un cubo con la placa en homenaje a los aprendices y al fondo más esculturas. María Soledad Álvarez Martínez, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo y directora de le revista Liño, de la Universidad de Oviedo, le ha dedicado a esta a esta senda el trabajo Patrimonios destruidos / Patrimonios creados La Ruta del Acero: un locus identitario entre la destrucción y la creación, en el que, entre otras muchas cosas, dice...
"Tras el intento de reindustrialización con la creación de un Parque Empresarial moderno y diversificado, las políticas puestas en marcha en Avilés asumen la cultura como punto de partida para proyectar un nuevo modelo de ciudad15 y apuestan por el turismo como factor dinamizador de la economía. Tal intención preside el equipamiento del espacio urbano avilesino con nuevos patrimonios arquitectónicos y artísticos, que forman parte del conjunto de iniciativas orientadas a superar los problemas económicos, sociales y culturales padecidos desde mediados de los ochenta.
Pero a la hora de definir y aplicar los proyectos de regeneración se ha echado en falta en Avilés un posicionamiento claro y decidido respecto a la conservación y patrimonialización de los importantes equipamientos industriales residuales16 perdiéndose la gran ocasión de crear un gran museo de la siderurgia. El afán de renovación primó a la hora de elegir entre la conservación de instalaciones preexistentes, incluso de aquellas abordables y de interés incuestionable, como el edificio racionalista de la Térmica de Ensidesa,17 cuyo derribo en enero de 2007 generó una fuerte contestación en toda Asturias,18 y la construcción de una nueva arquitectura singular, el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, que fue el destinatario de la práctica totalidad de los recursos..."
No obstante, Álvarez Martínez revela que aquel próspero pasado industrial sigue estando patente en la memoria colectiva, tomando visible protagonismo en una parte de los terrenos de las instalaciones desmanteladas de la vieja Ensidesa:
" a través de testigos de diversa índole con los que se establece una solución de continuidad entre la industria, que aún pervive reconvertida y menguada en la margen derecha en ArcelorMitall Asturias, y los nuevos patrimonios que han venido a sustituirla ocupando su espacio"
Si vamos por abajo no tenemos esas esculturas pero sí una buena referencia geográfica que no queremos dejar pasar por alto
"La Ruta del Acero se localiza (...) entre el Puente Azud y el Puente del Hospitalillo, en los terrenos ocupados anteriormente por la Escuela de Aprendices de Ensidesa, ahora convertidos en paseo fluvial y parque escultórico con el objetivo de estrechar los lazos entre arte e industria. Así pues, los restos de máquinas y las esculturas de acero que le dan nombre se sitúan en un terreno recientemente incorporado al espacio urbano, que se destina a ampliar los lugares de esparcimiento de la ciudadanía con fines sociales y culturales"
"En torno al tema arte e industria giraron las actividades expositivas organizadas durante 2004, al tiempo que se convocaba un concurso interno de escultura entre los antiguos alumnos de la Escuela de Aprendices, en el que resultó seleccionado Ricardo Mojardín, artista asturiano reconocido, profesor de la Escuela de Arte de Oviedo, y antiguo aprendiz de la Escuela de Aprendices de Ensidesa. Su obra Hemisferios en equilibrio supuso el inicio del parque escultórico de la Ruta del Acero, que comenzó también a nutrirse de las piezas industriales descontextualizadas procedentes del desmantelamiento de Ensidesa"
"En efecto, la Ruta del Acero fue ideada a mediados de 2004 por un grupo de profesionales del metal formados en la antigua Escuela de Aprendices para mantener la unión entre la siderurgia y la ciudad. Del interés despertado en la ciudadanía por este nuevo elemento patrimonial dan cuenta los comentarios, páginas web y blogs abiertos en internet a partir de la información de la prensa local y regional sobre el proyecto, el desarrollo, la inauguración y el uso de la ruta. Su ejecución contó con el apoyo de la administración municipal y de la empresa privada, la siderúrgica ArcelorMittal Asturias, y con la colaboración desinteresada de trabajadores de la factoría y de los artistas"
"... en el contexto de precariedad económica y autarquía en que se encontraba el país, las necesidades de ENSIDESA de personal cualificado no podían ser satisfechas, con lo que la dirección de la empresa acordó en 1954 crear una Escuela de Formación Profesional para satisfacerlas. La Escuela de Formación Profesional de ENSIDESA (conocida popularmente como Escuela de Aprendices), ante la falta de recursos, tuvo su primera ubicación en la antigua Escuela de Artes y Oficios de Avilés (actual Casa Municipal de Cultura), gracias a un acuerdo con la dirección de la misma. La primera promoción ingresó a finales de 1954 y estuvo compuesta por 52 alumnos divididos en dos cursos; el Normal para alumnos de 14 a 16 años y el Intensivo (de 16 a 18)"
" Al terminar el periodo de alquiler de la Escuela de Artes y Oficios (1958) la Escuela de Aprendices abandonó su ubicación para trasladarse al edificio de Casas Nuevas de Llaranes Viejo (de 1958 a 1969), momento en que fraguó la idea de dar más peso al profesorado de tiempo completo frente al de la plantilla de la empresa, algo que llegaría a ocurrir con el tiempo".
"El régimen de comportamiento era severo y metódico, concebido y orientado a la finalidad que se perseguía. Al segundo curso se incorporaron 60 alumnos en similares condiciones al curso Normal anterior; 4 años académicos, estando repartido el último en media jornada de teoría en la Escuela y la otra media de práctica en los Talleres Generales de la empresa en Trasona. En el primer curso se llevaba a cabo lo que se denominaba “la selección”, en el que se analizaban las aptitudes y vocación del alumno rotando por todas las secciones del Taller hasta que se encontraba la más adecuada a sus características y preferencias. Las ocupaciones o “especialidades” en que se formaban eran Ajustador, Electricista, Modelista, Analista, Tornero, Calderero, Forjador, Fundidor, Soldador y Fresador"
"inspirándose en los criterios que orientan la Doctrina y la Legislación Social del Estado, la Empresa pondrá el máximo interés en la formación de aprendices, admitiéndolos en no menor proporción de la que fija la Orden del 23-9-1939 (5%), facilitándoles las enseñanzas oportunas para su mejor y más rápida formación de acuerdo con lo que indica la Legislación de Enseñanza Profesional"
«El acero, el arte y la ciudad forman una perfecta unión como lo demuestra esta iniciativa». Las palabras que pronunció ayer Justo Manso, aprendiz de Ensidesa, constituyen el alma del proyecto que él mismo impulsó y que con la entrada del verano inauguraron de forma oficial las autoridades y los artistas que forjaron las siete esculturas que lucen desde el pasado abril en el paseo de la ría: la Ruta del Acero. «Dentro de esta exposición late un corazón siderúrgico», añadió el director de Arcelor-Mittal en Asturias, José Manuel Arias, que rehusó realizar declaraciones sobre el futuro de las instalaciones que dirige
Manso no ocultó su emoción y mostró su agradecimiento a todos los que han colaborado «en que lo que era una ilusión en 2009 se haya convertido en una realidad en 2010». «La siderúrgica y la ciudad forman una perfecta unión como lo demuestra esta ruta», añadió el que fue aprendiz de Ensidesa, y que parafraseó a Richard Serra, premio Príncipe de Asturias de las Artes 2010: «El acero no es sólo un frío metal». Arias añadió que los artistas avilesinos han sido «capaces de descubrir el alma del acero». «Desde 1950 la siderurgia ha estado ligada a la ciudad, gracias a ella tenemos un presente y las siguientes generaciones, un futuro», concluyó el director de Arcelor-Mittal en Asturias"
"Ocho obras artísticas en una senda peatonal y ciclista entre Avilés y Llaranes, de dos kilómetros, que trascurre entre, prados, chimeneas y árboles a la vera de la Ría. Cuando se inauguró no me constaba ninguna senda tan original, tanto en Asturias como en España."
"Se trata de creaciones que responden a una actitud romántica, evocadora de la siderurgia como motor de desarrollo e impulsora de un posicionamiento creativo que recurre al acero como elemento identitario de la ciudad. En este sentido, el acero es en ellas bastante más que un soporte matérico y constituye un verdadero referente geocultural y social. Por ello, aunque su manipulación difiera y dé origen a resultados plásticos muy diversos, en todos los casos prevalece el protagonismo connotativo de la materia, su pervivencia más allá del desecho que sucedió a la función industrial primigenia, su capacidad para dar forma a soluciones plásticas de valor estrictamente estético y su fuerza para redefinir el nuevo espacio de esparcimiento de los avilesinos"
"...una senda fluvial jalonada de viejas máquinas, que con la única intervención de una capa de pintura en algunos casos, pero dotadas de una nueva función simbólica, contribuyen a renovar la imagen visual de su entorno. Se trata de los escasos exponentes del patrimonio industrial desmantelado, abandonado y perdido, pertenecientes a un pasado de la ciudad aún muy vivo en el recuerdo de sus habitantes, que se mantienen como testigos de la factoría que fue identificada por su imponente silueta como catedral de acero.19 Estas potentes piezas descontextualizadas y desfuncionalizadas persiguen mantener en la memoria colectiva de Avilés la actividad desarrollada en los cuatro altos hornos que dinamizaron la economía e impulsaron el crecimiento de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX"
Dice en este estudio de la ruta Mª Soledad, que realmente en estas piezas no hay una voluntad creativa que permitiese interpretarlas como elementos artísticas, pero sí que su colocación en este parque tiene un claro planteamiento social y cultural:
"... viejas válvulas de conducciones de vapor, bombas de impulsión y de aspiración, motores de molinos de carbón, cucharas de arrabio, conos de escoria, cubetas, lingoteras, ruedas, engranajes, etc. (...) y al contemplarlas y observar la actitud de los ciudadanos ante ellas, se comprueba que están dotadas en el imaginario avilesino de capacidad simbólica y visual suficientes para trascender su función primigenia"
Más atrás las casas de la Avenida de Gijón, y en la distancia las de Pico Bustiello. Efectivamente no es ni mucho menos la primera ruta con elementos del patrimonio industrial local realizada en Asturias, pero la investigadora apunta apunta las características especiales que definen a la de Avilés:
"la Ruta del Acero de Avilés se singulariza por la intención identitaria con el pasado industrial. Esa intención pone de relieve la situación paradójica experimentada en la ciudad en el plano patrimonial, puesto que la destrucción de los vestigios industriales ha sido prácticamente simultánea a la creación de nuevos patrimonios que pretenden mantener la memoria de lo desaparecido. Baste recordar, por citar dos de los ejemplos más recientes, que cuando en 2007 se derribaba la Térmica de Ensidesa, hacía ya tres años que existía el proyecto y se había inaugurado la primera escultura de la identitaria Ruta del Acero, y que cuando en 2010 se elegía el acero corten con intención connotativa para la pasarela del Niemeyer, no se reparaba en los graves daños que su diseño y emplazamiento causarían al edificio de la antigua Pescadería"
"Esa intención pone de relieve la situación paradójica experimentada en la ciudad en el plano patrimonial, puesto que la destrucción de los vestigios industriales ha sido prácticamente simultánea a la creación de nuevos patrimonios que pretenden mantener la memoria de lo desaparecido. Baste recordar, por citar dos de los ejemplos más recientes, que cuando en 2007 se derribaba la Térmica de Ensidesa, hacía ya tres años que existía el proyecto y se había inaugurado la primera escultura de la identitaria Ruta del Acero, y que cuando en 2010 se elegía el acero corten con intención connotativa para la pasarela del Niemeyer, no se reparaba en los graves daños que su diseño y emplazamiento causarían al edificio de la antigua Pescadería"
"Sin duda podrían haber existido en Avilés otros modelos de regeneración menos destructivos, orientados a la conservación y patrimonialización del imponente complejo siderúrgico de altos hornos de Ensidesa. No se ha podido, sabido o querido hacer, se ha optado por otras vías, que ahora se comentan. Aun así, sin exculpar de errores o de dejaciones, es justo reconocer que la cultura y el arte han estado presentes en gran parte de los proyectos arbitrados en la ciudad para encontrar un futuro mejor, y la Ruta del Acero se muestra dentro de esos proyectos como un buen ejemplo del Avilés actual, con su guiño a la tradición a través de los materiales industriales, y dando muestras de creatividad y modernidad a través de las soluciones plásticas de sus esculturas"
"Hay una fecha que marca un antes y un después en la milenaria historia de Avilés, el 24 de septiembre de 1957. Tal día como hoy hace sesenta años se encendía el primer horno alto de Ensidesa, el inicio de una nueva era que transformó lo que hasta entonces era una pequeña y apacible villa marinera en una ciudad industrial de primer orden. Aunque entonces ya estaban asentadas en la comarca empresas de la talla de Cristalería Española o la Real Compañía Asturiana de Minas, fue el origen un profundo cambio físico, social y económico que en realidad había empezado unos años antes, en 1951, cuando la draga belga 'Pax', de succión, comenzó a abrir el canal Pedro Menéndez y a acondicionar los esteros y marismas de la margen derecha de la ría conocidos como Las Huelgas, el lugar elegido para levantar la Empresa Nacional Siderúrgica S. A., Ensidesa.
De la noche a la mañana comenzaron a llegar legiones de técnicos y obreros atraídos por una especie de versión española de la fiebre del oro americana, y en tan solo ocho años la población se duplicó, de 21.655 habitantes en 1950 a 42.134 en 1958. Los avilesinos los bautizaron con el nombre de 'coreanos', gentes procedentes de distintos puntos de España, principalmente del sur, que tuvieron que instalarse en improvisadas chabolas o, los menos afortunados, en el interior de las grandes tuberías que comenzaban a serpentear por la margen derecha de la ría y enfrentarse a duras condiciones de trabajo"
"Las instalaciones no dejaban de crecer. De los diecinueve trabajadores que en 1951 iniciaron la construcción de la factoría se pasó a 7.502 en 1960, lejos aún de los 27.244 que llegaría a tener en 1975, tras la fusión con Uninsa, sin tener en cuenta a los que empleaban las numerosas industriales auxiliares que nacieron al abrigo de Ensidesa. Los dos hornos altos producían cerca de 3.000 toneladas diarias de arrabio que los hornos Siemens transformaban en lingotes de acero, convertidos a su vez en desbastes para el tren de chapa gruesa o el estructural.
El récord de producción se alcanzó en 1974, 4,8 millones de tonelada de arrabio y 5,7 de acero. Avilés se había convertido en una pujante ciudad en la que gracias a los generosos sueldos que abonaba la empresa prosperaban comercios que para sí quisieran capitales de provincia. No todo eran flores. La contaminación ambiental y de la ría se convirtió en un serio problema que pese a los grandes avances registrados en los últimos años aún pervive.
1974 fue el año récord de la siderurgia española y el del inicio del declive, propiciado por la crisis del petróleo. A partir de entonces se pusieron en marcha planes de reconversión que dieron pie en a profunda agitación social, con manifestaciones como la del 30 de mayo de 1984, en la que unas 100.000 personas clamaron por salvar Ensidesa.
La construcción de la nueva acería, la LD-III, alivió la situación. Realizó la primera colada el 23 de junio de 1988, la segunda llegaría tan solo quince días después, el 9 de julio, y el Rey Don Juan Carlos la inauguró oficialmente el 20 de febrero de 1989. Nueve años después, en 1998 se apagaron los hornos altos.
Hoy en día, ya de la mano de ArcelorMittal, la siderurgia sigue siendo la clave de la economía local y regional, y las inversiones anunciadas por la multinacional, algunas de ellas ya en marcha, invitan al optimismo al menos a corto y medio plazo. En 2016, la media de trabajadores en la planta de Asturias fue de 5.478 en plantilla propia y 1.724 pertenecientes a empresas auxiliares"
"Uno de sus argumentos para pertenecer a Avilés era la proximidad a los servicios sanitarios y a los sistemas de justicia, ya que para llegar a Luanco tenían que recorrer nueve kilómetros y disponer de un vehículo para ello, según detalla el acta de escisión.
De aquella, hubo una dura negociación económica entre los alcaldes de Avilés y Gozón. La documentación recoge algunas de las contraprestaciones que exigía el segundo a cambio de ceder instalaciones como la escuela de Navarro
"La simbología de los palos en la baraja española es semejante a la de otras barajas, pero se distingue de las demás por su iconografía característica, y el hecho de que las figuras aparecen de cuerpo entero. También es peculiar la figura del caballero (generalmente llamado "caballo") que sustituye a la figura de la reina que aparece en la mayoría de las restantes barajas. Es característico igualmente de la baraja española la numeración de las figuras, que empieza siempre en el 10, aunque las cartas numéricas lleguen solo hasta el 7, que es lo más frecuente.
El primer naipe de la baraja, numerado con el 1, se denomina “as”. Esta denominación es extensión del nombre de la cara del dado que tiene un solo círculo, y que recibe su nombre del latín "as" = "unidad".
El valor de las cartas depende del juego, aunque en general las figuras valen más que las cartas numéricas. Cuando Luis Vives describió la baraja en 1539, el valor de las cartas numéricas dependía también del palo: en oros y copas las cartas bajas valían más que las altas, y en bastos y espadas al revés"
"Un circo que da color a la ría. La publicidad del espectáculo confunde el puente Azud con el puente AzulLos responsables de la publicidad del Circo Coliseo son mucho de dar color a sus espectáculos. Hasta el domingo próximo estarán en "puente azul", se puede leer en los carteles colgados por las farolas. Y es normal: es más fácil pronunciar la palabra "azul" que "azud".Lo que sucede es que "azud" es el nombre de verdad de la infraestructura junto a la que han levantado su carpa.Un "azud" es la barrera hecha en los ríos con el fin de facilitar el desvío de parte del caudal para riego y otros usos. Lo dice la Real Academia. El puente azul, guapamente, podría ser un obstáculo que debe salvar un príncipe de fantasía.En todo caso, el circo -cuya elefanta ha estado estos días también en el ojo del huracán- continúa este fin de semana en la entrada de Avilés hasta el domingo a las 17.00 horas"
"La construcción de Ensidesa fue lo más impactante, lo que transformó a Avilés, que pasó de villa a ciudad, y marcó su despegue industrial», cuenta. A partir de ahí se dispararon las iniciativas empresariales, pero no sólo las de las grandes firmas como Cristalería Española o Asturiana de Zinc, sino también otras de menor tamaño"
"La Cofradía del Colesterol fue fundada el 24 de noviembre de 1996 por un grupo de avilesinos preocupados por el fomento de los buenos hábitos alimenticios y por su promoción mediante la divulgación de dietas alimenticias para la prevención del colesterol y enfermedades cardiovasculares, a través de charlas, conferencias, coloquios y toda clase de actos culturales y recreativos.
Para el cumplimiento de estos fines la Cofradía realiza, a lo largo de todo el año, conferencias y degustaciones, principalmente en colegios de enseñanza, tanto públicos como privados, mediante los denominados «desayunos cardiosaludables».
Hasta la fecha han pasado por los mismos cerca de 20.000 alumnos de los colegios de Avilés y comarca, así como de otras poblaciones de Asturias, Galicia y Cantabria.
Se realizan charlas y coloquios sobre la prevención de problemas cardiovasculares en centros de mayores, empresas, asociaciones y colectivos sociales de Asturias y Galicia. Se promueve la divulgación de alimentos cardiosaludables mediante la realización de las correspondientes catas y certámenes, así como su divulgación a través de los medios audiovisuales, prensa, folletos, revistas, etc
Anualmente realizamos la convocatoria y entrega de los premios «HDL Colesterol Bueno», con los que se distinguen a personas o entidades que hayan colaborado y destacado en el estudio y divulgación de la buena alimentación, y como reconocimiento a su trayectoria científica y humana. También se conceden anualmente los premios «Mandiles», en reconocimiento a la labor de entidades, empresas, asociaciones y personas que trabajan por la divulgación y conocimiento de la gastronomía de la comarca de Avilés"
En el año 2006 empezaron a convocar los premio A toda una vida para galardonar el trabajo en favor de la saludo de profesionales de la medicina. En 2007, colaborando con la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Avilés, crean el premio Abuelo/a del Colesterol para aquellas personas de los concejos de la comarca de Avilés que hayan destacado por su trayectoria vital
"... así como la presentación de las actividades a desarrollar a lo largo de todo el año. Recientemente hemos puesto en marcha una nueva actividad denominada «camina por tu salud y muévete contra el sedentarismo», con la formación de un grupo de montaña y senderismo, abierto a todos aquellos que quieran practicar la caminata como ejercicio básico, que se puede realizar al aire libre y por todo tipo de personas"
" En Avilés, como en Pernambuco, está perdido en la noche de los tiempos esto de procurar no mojarse, cuando en el camino te encuentras con un buen cauce de agua.
Imagino que serían tantas las artimañas, como variados los artilugios, utilizados para cruzar la Ría (que entonces ya era mayúscula) y terminar seco en el intento.
Pero sabemos, a ciencia cierta, que tanto aquí como en Lima, el camino más corto siempre ha sido la línea recta, que en cuanto puede se apoya, con el nervio debido, en las curvas. Que la ingeniería siempre tuvo su cosa erótica, pese a lo que diga John Dos Passos.
Y así, recta sobre curvas, fue concebido –sabe Dios donde y cuando– el puente. Un invento sencillamente maravilloso.
Aquí, en Avilés, siempre hubo pasarelas, más o menos estables, pero no fue hasta los tiempos de Felipe II (aquel rey que envió a Pedro Menéndez de Avilés a fundar San Agustín de La Florida, la –hoy– ciudad más antigua de los USA ) cuando se levantó el gran puente de piedra de San Sebastián, cerca del barrio, venta y ermita, que de ese nombre, había en la margen derecha de la Ría.
Los viaductos de San Sebastián fueron tres: uno de piedra y posteriormente dos metálicos. Los escritos citan, ya en 1348, el antecedente al primero de estos puentes: un rudimentario paso conocido como de Corujedo (o Coruxedo). Según el historiador Jorge Argüello se trataría de una estructura de madera sobre pilares de piedra, de ahí el nombre ‘de los Pilares’ que recibió cuando fue construido el primer puente de piedra –a partir de 1573– y que, formando parte del Camino Real de Grado a Gozón, funcionó durante siglos salvando la Ría. Daba nombre a la puerta de la muralla conocida como la de Los Pilares o Del Puente, ubicada en la, hoy, calle de Los Alfolíes (contigua a la iglesia de los Padres).
La denominación de puente de Los Pilares, fue vencida con el tiempo, por la de San Sebastián, dada la popularidad de la ermita de este santo ubicada en la margen derecha de la Ría. Baste decir que era la que mayor número de cofrades aportaba a la Semana Santa avilesina.
Siglos más tarde, en 1893, se abandonó este histórico puente (luego demolido) construyéndose un segundo de hierro –diseñado por el ingeniero Francisco Writz– de cuarenta y tres metros de largo por nueve de ancho, ubicado a unos30 metrosdel anterior, Ría arriba. La sustitución se hizo por lo estrecho que se había quedado, el viejo puente, para el paso de los nuevos medios de transporte, cada vez más sofisticados.
El personal se tomó muy a mal la modernidad del nuevo puente y abundaron comentarios despectivos del calibre de «parece una torre de Eiffel echando la siesta», cuando no coplas, como la firmada por Juan Francés, en ‘El Diario de Avilés’:
«Puente Metálico…
Mucho hierro por arriba,
mucho hierro por abajo,
y si todo en el hierro estriba…
¡Que lastima de trabajo!»
Pero este primer puente metálico, fue crucial –aparte de para la tradicional comunicación con Gozón– en los inicios de la obra civil de ENSIDESA. Pero a partir de 1953, una vez construido el puente Azud (no Azul) y luego el de Llaranes, solo mantuvo el servicio peatonal para terminar cerrándose en 1992, por decrepitud con alevosía.
Después de años de abandono, en 2006, la ruina fue sustituida por una réplica, operación que financió el Principado, quien tuvo –como ya tengo escrito– el acierto de encargarle el proyecto cromático al artista Ramón Rodríguez.
Hoy, este tercer puente de San Sebastián, es uno de los iconos de Avilés actual, aparte de ser el principal acceso peatonal al Centro Niemeyer, actualmente en pausa por decirlo de alguna forma.
Así que una cosa son los puentes de Madison, de Clint Eastwood, y otra los puentes de San Sebastián, de Avilés, el último de los cuales también lo cruzó –el 25 de marzo de 2011 día de la inauguración del Niemeyer, y como lo vienen haciendo desde entonces miles y miles de personas– el peatón Woody Allen, un clarinetista de Manhattan que hace cine"
"Este tren de vía métrica -hasta hace poco Feve y ahora integrado en Adif-, «se llama así porque lo puso en marcha la Compañía de Minas de Hierro y del Ferrocarril de Carreño. Iba de las minas a El Musel y los nuevos propietarios, el Banco Urquijo, la prolongaron hasta Avilés para dar servicio a pasajeros. Hasta que llegó a Gijón, ya en los cincuenta, el viaje desde El Musel se hacía en tranvía, por lo que trayecto duraba hora y media». En esos mismos años «se inauguró el tramo Avilés-Pravia aunque la línea Gijón-Ferrol, no se completó hasta 1972, cuando se inauguró el tramo Luarca-Vegadeo». Al igual que la ancha, la vía estrecha se diseñó «bajo las coordenadas de mercancías»
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!