A la derecha La Barquería del Castillo, antiguo paso del Nalón, a la izquierda el Puente la Portilla |
Llegados a la Ría del Nalón procedentes de Avilés, los peregrinos del Camín Real de la Costa cruzaban el estuario en La Barquería del Castillo, al pie del Castillo de San Martín, para pasar al otro lado en lancha y, desembarcando en la otra orilla en La Barquería del Forno, subir a Muros y poner rumbo al occidente. Pero dado que la singladura era insegura y había problemas con el "precio y tiranía que practicaban los barqueros", ya en 1747 se planteó sustituir las barquerías y hacer un puente de piedra un poco más al sur, en La Portilla, entre las orillas de El Sablón y El Cañón, que fracasó tras diversas vicisitudes, no retomándose hasta el año, extraordinariamente tardío de 1883
A la izquierda de Foncubierta La Cantera, en El Rivadal, más abajo del Monte la Granda, donde existe gran actividad extractiva de áridos, arenas, y arcillas. Más abajo La Florida, en la Carretera L'Arena
Allí estuvo antiguamente El Molín de La Florida, cuya molienda funcionaba con el agua del Regueru La Florida, también llamado La Canal o río de Caseras
"El Parador siempre ha sido y es una especie de centro urbano oficioso del pueblo, en torno al que se han instalado los bares (el núcleo comercial es la cercana avenida del Campo, la conocida popularmente como calle de La Yenka) y los vecinos a ver las horas pasar. El centro oficial está en El Campo, en el parque. Allí se levantan el Ayuntamiento, el Teatro Clarín –todo un símbolo y hoy convertido en activo centro cultural–, la iglesia de San Pedro, el colegio público. Pero una tarde de verano, a eso de las cinco, imposible encontrar un alma. No va mejor en invierno, cuando el bullicio se reduce al puñado de minutos que tardan en entrar o salir del colegio los niños, o a los vecinos y funcionarios que acuden al Ayuntamiento por la mañana. Y en busca de una explicación a esta peculiar organización del pueblo, otra vez sale a colación la glorieta"
"Miles de conductores se han visto atrapados por interminables caravanas, sobre todo en verano y los fines de semana, en Soto. Atravesado por la carretera nacional 632, a principios de los 90 un semáforo trató de regular el cruce de caminos de El Parador: el de Galicia, el de Pravia, el de Avilés, el de San Juan de la Arena...Tristemente, Soto se hizo famoso como punto negro de las carreteras asturianas. Se quiso mejorar la situación con una glorieta, la misma que hay ahora. No sirvió de mucho. La solución definitiva llegó con la apertura de la Autovía del Cantábrico, en 2007, que ha sacado el tráfico fuera del pueblo"
Ya mucho antes de la autovía, todo el gran Cruce de Sotu fue remodelado urbanísticamente para ensanchar las vías de comunicación que allí confluyen. Antes en El Parador había edificios como o La Ola Marina, El Royal, Casa Pacita, La Rubia de Ovidio, la tienda de Casa Josefina, o el de La Puerta del Sol, cuyo emblemático nombre ahora lleva una urbanización. El lugar, en cuya explanada antaño de celebraban las fiestas de San Pedro, sigue conociéndose como El Parador
"El inicio conocido del poblamiento en este punto se remonta a huellas de la presencia de hábitat del paleolítico, cuya existencia en las rasas costeras asturianas empieza a ser una constante. La segura causa de este hecho se deriva por una parte, de su condición de paso natural para los hombres prehistóricos en virtud a sus características de auténtico pasillo litoral. De otra, debido a que la bonanza climática durante la fase interglaciar Riss-Würm, que actuaría como un microclima frente al resto del territorio, hacía de estos un lugar muy atractivo para el establecimiento. En los últimos años se ha puesto de manifiesto gracias al estudio de algunos yacimientos de este tipo"
Cada uno de estos pasos tendría, desde tiempo inmemorial, sus barquerías, más o menos documentadas desde la Edad Media. Si bien la más importante sería la El Castillo, siguiendo el camín real, en la de Sotu, la de La Portilla, se decidiría hacer el puente, lo que transformó, como hemos dicho, toda la red viaria en torno a la ría, pasando lo que fueron caminos principales a ser una vía pecuaria más, prácticamente de un día para otro al inaugurarse el puente
Pasado el tiempo, muchas vía pecuarias y caminos vecinales fueron también allanados, ensanchados, asfaltados... lo que favoreció la mecanización del campo si bien no el éxodo rural a las ciudades, máxime teniendo en cuenta la proximidad al área metropolitana asturiana y en concreto al gran núcleo industrial de Avilés y su comarca. Los pocos campesinos que quedaron llevando adelante su oficio se especializaron en ganaderías de leche para la creciente demanda de esos grandes núcleos urbanos
"Hacia el verano de 1884, Tomás García Sampedro le invitó a visitar la localidad asturiana de Muros del Nalón. En sucesivos viajes estivales, ambos pintores en compañía de otros alumnos y amigos, se dedicaron a la pintura al natural por los alrededores del municipio, dando cuerpo a la "colonia de Muros", colectivo plenairista, entre cuyos participantes, además de García Sampedro, estaban Heliodoro Guillén Pedemonti, Campuzano, Perea, Lhardy, Francisco Alcántara, Maximino Peña Muñoz, Vicente Bas, Tomás Muñoz Lucena, Luis Romea, Luis Bertodano, Antonio Cordero, Ángel Andrade, Marcelina Poncela, Rafael de la Torre, Adolfo Marín, además de otros pintores más veteranos como Manuel Domínguez y José Robles"
" Un cruce de carreteras que comunica a Soto con el mundo, pero que incomunicó a vecinos de toda la vida cuyas casas distan apenas 20 metros. Una glorieta que dejó en herencia a los sotobarquenses el antiguo Ministerio de Obras Públicas (MOPU) y que ahora hay que saber integrar en el pueblo, una vez finiquitada su tarea en la red viaria nacional. «Habría que embellecer la entrada a Soto, hacerla más atractiva al visitante que llega», plantea Juan Carlos González Estrada, presidente del Club Deportivo. En esa línea se trabaja desde hace tiempo, para convertir la rotonda y sus ramales principales en una especie de plaza y un gran bulevar"
"... tiene gracia que lo único que les sacó a la calle para protestar, en varias ocasiones, fueron los atascos de la glorieta. Se volcó todo el pueblo en las manifestaciones que hoy nadie olvida"
Efectivamente, el final de los atascos del Semáforo del Cantábrico llegó con la Autovía del Cantábrico en "uno de los tres tramos más caros de España" según leemos en El Comercio del 25 de mayo de 2007:
"Cada kilómetro de este tramo ha costado 16 millones de euros, lo que lo convierte en el más costoso que se ha construido en Asturias y uno de los tres más caros España. Cuenta con un viaducto de 1.100 metros que salva dos vías férreas, la carretera de Soto a Pravia, el río Nalón y la vega de Los Cabos"
"El tramo Soto del Barco-Muros de Nalón de la Autovía del Cantábrico en la zona occidental de Asturias, que tiene un coste de 16 millones de euros el kilómetro, uno de los tres tramos más caros de España, ha sido puesto en funcionamiento al tráfico esta tarde.
Esta apertura de la circulación para todo tipo de turismos contó con la asistencia del presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, y del delegado del Gobierno en la región, Antonio Trevín, que desde un montículo cercano vieron pasar los primeros vehículos por la autovía
Este tramo, de 6,4 kilómetros, acabará con uno de los puntos negros de la circulación en el norte de España debido a los atascos que se originaban en la glorieta de Soto del Barco, conocida popularmente como el "Semáforo del Cantábrico", pues antes de su construcción el semáforo allí instalado ocasionaba retenciones kilométricos en esta zona del occidente asturiano.
El tramo, que es el más caro que se ha construido en Asturias, cuenta con un viaducto de 1.100 metros que salva dos vías férreas, la carretera de Soto a Pravia, el río Nalón y la vega de Los Cabos"
Pero aún inaugurada la autovía, el núcleo de carreteras, que sigue teniendo intenso tráfico, aunque ya sin atascos divide la población en partes, y a ello se suma la vía del tren Pravia-Gijón, que atraviesa la capital de lado a lado: aquí está el apeadero de El Parador, justo bajo los edificios de pisos, parte de aquella línea ferroviaria Ferrol-Gijón que se aprobó en 1886 pero no se inauguró en todos sus tramos hasta 1972, siendo este el primero, entre Avilés y Pravia, abierto al tráfico el 11 de septiembre de 1956
Allí estaba La Puerta del Sol, histórico establecimiento y baile que, cambiando de dueños y pasandopor varias reformas, existió hasta el año 2007. También Mariola Riera escribió de él en La Nueva España el 21-3-2007, titulando su artículo Adiós a la Puerta del Sol:
"La popular cafetería Puerta del Sol, también conocida entre los más jóvenes como La Larga -en alusión a su peculiar estructura alargada-, ha pasado a la historia. En cuestión de unos días, uno de los establecimientos de referencia del concejo, por su privilegiada ubicación al pie de la carretera de Galicia, ha quedado reducido a escombros: en su solar está previsto construir viviendas.
Difícil será olvidar La Larga para las numerosas personas que han pasado a lo largo de los años por sus instalaciones. Varias generaciones de sotobarquenses disfrutaron de su primera copa o su primer baile en la cafetería, que también ha servido de rincón para cortejar a numerosas parejas, como sede de concentraciones moteras o de sonados conciertos años atrás. La Puerta del Sol de Soto del Barco era, al igual que su homónima madrileña, el punto de encuentro de pandillas de jóvenes de la redonda.
Fue hacia 1975 cuando Germán González, dueño entonces de la sala de fiestas Ideal, decidió adquirir la finca en la que, posteriormente, construyó el establecimiento. El Parador de Soto del Barco tenía entonces una imagen difícil hoy de recuperar. La Puerta del Sol ha sido testigo privilegiado de los numerosos cambios experimentados en el Parador, todos tendentes a mejorar las comunicaciones con la carretera de Galicia: los primeros derribos de edificios, la reforma del cruce con la instalación del denostado «semáforo del Cantábrico» y, finalmente, la construcción de la glorieta actual. Hoy en día, queda en pie un par de edificios de antaño.
La cafetería abrió sus puertas con el complemento de una pista de baile de verano. Tomó el nombre del anterior edificio que había en el lugar, recuerdan los hijos de Germán González -Julia, Alicia, Bernardo, Tiano y José-, quienes cuando su padre falleció recogieron el testigo y siguieron adelante con el negocio hostelero junto a su madre, Julia Menéndez. Y es que La Larga siempre fue un negocio familiar hasta el último de sus días.Son muchas las anécdotas que vienen a la cabeza de la familia cuando hacen balance de los más de 30 años de la cafetería. Por delante de sus ventanas desfilaron los monumentales atascos del «semáforo del Cantábrico» y se produjo la mayor manifestación de la historia del concejo en contra del polémico cruce. «Esto se llenaba de gente cuando la sala de fiestas Ideal, al otro lado de la carretera, tenía descanso del baile», recuerda Alicia González. Ya en los ochenta, el grupo punk «Kortatu» actuó en el local, en uno de los conciertos más multitudinarios que se recuerdan en Soto. En sus inicios, el Festival de la angula trasladó sus presentaciones a esta cafetería. Y no se puede olvidar la celebración de los 25 años del establecimiento, de lo que guarda un amplio testimonio fotográfico Julia González.Una de las señas de identidad de la Puerta del Sol era su decoración interior, que se mantuvo intacta y fiel al diseño original, típico de los ochenta. De hecho, el pasado verano fue sede para las fotografías de un reportaje de moda en la revista «Glamour», cuyos responsables eligieron la cafetería para el posado.Los herederos de Germán González no ocultan cierta tristeza al ver el edificio reducido a escombros. Ahora, la tradición hostelera familiar continúa en el concejo, a poca distancia del negocio que montó su padre, con el restaurante El Rancho"
En torno a la glorieta y cruce se han construido nuevos edificios, es lo que se ha dado en llamar el Nuevo Soto. En Encrucijada de futuro Mariola Riera, hablando con vecinos del lugar, nos informa también de su idiosincrasia:
"Resulta difícil encontrar una explicación a esa visión extendida de que falta participación ciudadana. Quizás un motivo esté en el alto número de residentes nuevos que trabajan y tienen sus familias fuera, pero que se han instalado en las decenas de viviendas que se han construido en los últimos años en torno –cómo no– a la glorieta y al barrio de Rubines. Es el llamado Nuevo Soto. Porque vivir en Soto es estar a media hora de Oviedo, de Gijón, a 15 minutos de Avilés y a 5 del aeropuerto, con todo lo que eso supone en cuanto a compras, servicios, gestiones administrativas... Pero la atracción de población de este tipo tiene un coste, como apunta Javier González: «Somos una especie de pueblo dormitorio, gente que vive aquí pero que trabaja fuera y hace su vida fuera». Marco Antonio López Valdés constata el crecimiento de gente foránea. A sus clientes de toda la vida se han sumado un gran número de nuevos. «Se nota que se han instalado muchas personas a vivir aquí. Cuando llegan las vacaciones dejan de comprar, porque se van fuera, a sus lugares de origen». De fuera ha llegado hace cuatro meses y medio el director del hotel Palacio de La Magdalena. Borja Pinna, extremeño de Badajoz, se ha asentado con su mujer y su hijo en Soto. Asegura estar encantado: «Es un lugar muy bueno para vivir: bien comunicado, playa, con todo muy cerca... Quizá falta alguna infraestructura en las calles, pero en general se está muy bien»
Nuevos vecinos, El Parador tiene sin duda más habitantes que nunca, otra cosa es que se vean, sigue relatando Riera:
"Por esas calles se ve muy poca gente. «Siempre digo que nunca hubo tanta gente viviendo aquí, pero nunca se vio tan poca paseando por fuera». Así lo sentencia la cántabra Julia, casada con Alfredo, gallego. El matrimonio está a medio camino entre los de Soto de toda la vida y los nuevos vecinos. Son de fuera, pero ambos llevan más de medio siglo instalados en Soto, del que se sienten ya parte y al que han atraído a sus familiares. «Tranquilo, esto es muy tranquilo, antes había más barullo...», apostilla Alfredo, guardia civil jubilado. Si es o no tranquilo, que se lo pregunten a Manuel Luis Ruiz Pulido, el cuponero de Soto, a punto de cumplir un cuarto de siglo como vendedor en el pueblo. Constata que se ve mucha menos gente por la calle y, además, que se compra menos. Porque aunque a los de Soto les gusta jugar y tentar a la suerte, dice, no corren buenos tiempos. «No es cierto que con la crisis la gente juegue más. Todo lo contrario, hay que ahorrar». Ruiz Pulido recorre a diario cada casa, cada comercio, cada bar y tiene clara la radiografía del pueblo en su cabeza: «Soto está mayor. Y la gente se va muriendo…». Quizá porque el pueblo tiene su edad, Juan Antonio Menéndez García es el único que responde rápido y sin miramientos a la pregunta de qué vive la gente en Soto: «Pues de las pensiones de Ensidesa, de Cristalería...».
El lío de cruces empieza ahora, también para nosotros los caminantes, así como la ardua tarea de esquivar el tráfico, con apenas arcenes ni sendas o veredas peatonales: primeramente salimos a la Carretera L'Arena (SB-3)
Iremos bien arrimados por esta estrecha franja-cuneta que se nos ofrece a la derecha, empezando a subir un poco a partir de la señal de stop
El tráfico en esta vía puede ser especialmente intenso, L'Arena es una población importante que atrae mucha gente, puerto pesquero, playas, hostelería, y con notable actividad
Y en la carretera hay una bifurcación. Aquí hay un poco de "lío" con la señalización. Realmente para los peregrinos ninguna es en este momento satisfactoria dado que apenas hay arcenes, ni mucho menos veredas peatonales, pasos de cebra, etc. Un desafío en el Camino pues fue llamado en su momento "El Semáforo de Europa" para los coches y ahora lo es para los peregrinos
Aquí por ejemplo dejaríamos la Carretera L'Arena para ir a la derecha por este ramal
Dos elementos señalizadores pueden darnos ideas contradictorias por dónde ir: prestemos atención.
El mojón da pie a error, aunque la concha no es, en contra de lo que se cree comúnmente, un símbolo direccional, mucha gente puede interpretar como que se ha de ir a la izquierda
Y aquí otra señal confirma que hemos de ir a la derecha, hacia la N-632, a la que vamos a salir ahora
Aquí da la sensación que habríamos de seguir la N-632 a la derecha... pero NO, NO HAY ARCENES Y ES PELIGROSÍSIMO: HAY QUE IR A LA IZQUIERDA
Sobre nosotros, algunas dependencias del Hotel Palacio de la Magdalena. Insistimos: al llegar a la N-632 HAY QUE IR A LA IZQUIERDA, fijémonos en las señales
Flechas amarillas y placas como esta advierten de la dirección a seguir
Y así, por este arcén, subiríamos todo recto hacia la glorieta de El Parador
No es un opción para entusiasmar a ningún peatón, pero al menos ofrece cierta seguridad en este trecho de arcén
Pasamos así al lado de la nave de Talleres Bango. Hemos de estar muy atentos al caminar por estas carreteras: aunque el flujo de vehículos ha disminuido bastante desde que se inauguró el viaducto de la Autovía del Cantábrico, y ya no se forman los atascos que hicieron de este el llamado Semáforo de Europa al que nos estamos refiriendo
Una señal a la derecha nos indica que, justo al llegar arriba a la glorieta, hemos de ir a la derecha. Iremos pues cruzando con muchísima precaución, apenas hay señales, ni siquiera pasos de cebra, que indiquen a los automovilistas el tránsito frecuente de peregrinos, algo necesario para hacer realidad aquello que decía un vecino: "hay que vender el pueblo, que la gente sepa que no somos sólo una glorieta"
Antes aún de la rotonda había notables edificios, de alguno de ellos ya hemos hablado, como los de La Puerta del Sol y La Ola Marina, frente a los que tocaba la orquesta y había baile en días de fiesta
Durante la Revolución de Octubre de 1934 hubo en El Parador intensos combates entre las columnas del general López Ochoa y las fuerzas revolucionarias de las Juventudes Socialistas, quienes habían protagonizado la conocida aquí como pequeña revolución, tras la toma del cuartel de la Guardia Civil y la ocupación de la villa
De una calzada pasamos a la otra, siempre hacia la derecha, dejando la glorieta a la izquierda y viendo al fondo los edificios del arranque de la carretera de Pravia
Allí es la Casa la Nenita, María Ángeles Suárez, que tuvo carnicería hasta 1997, casona encarnada de tres plantas construida en 1924 por sus padres, Joaquín y Ángeles que, como dice Mariola Riera, " se ha visto obligada a compartir espacio con modernos edificios fruto del reciente desarrollo urbanístico que ha experimentado la capital del concejo"
Otra es la Casa de los Hermanos Fierro, Higinio y Toribio, casados a su vez con dos hermanas, origen de una de las familias que más contribuyeron al desarrollo del concejo en el siglo XX
Cruzando la calzada llegaremos a la explanada de la calle La Magdalena, que sube hacia el palacio-hotel de este nombre
"El turista que viaja a Soto, dice el director del hotel, Borja Pinna, busca un sitio especial: bien comunicado, con las ventajas de la ciudad pero sin lo negativo de la misma, playa cercana... Todo eso lo tiene la capital sotobarquense. «Hay ganas de crecer y se trabaja a nivel comarcal. Y eso es muy importante». No cabe dudas de que el Palacio es el buque insignia del sector en el pueblo. A partir de ahí la infraestructura turística es la de toda la vida. «Falta promoción y saber vender lo que tenemos», opina Javier González Huerta, activo catequista de la parroquia. «Pasan muchos peregrinos estos días y no saben, por ejemplo, dónde ir a comer. Y sitios los hay», lamenta. «Hay que vender el pueblo, que la gente sepa que no somos sólo una glorieta».
Pero esa idea es la que se llevan Rafael Vidal, Josep María Ortiz y Ferrán Gonel, peregrinos de Castellón y que precisamente han hecho un alto en la glorieta, en uno de sus bares, para reponer fuerzas. No han visto el pueblo y ni lo verán, pues la ruta a Santiago no cruza por el centro, sino a través de la rotonda hasta sacar al peregrino por la carretera nacional 632 rumbo al vecino concejo de Muros de Nalón. No lo saben, pero los tres caminantes están en el escenario de la polémica que marcó los últimos 20 años de la historia de Soto. «¿El semáforo del Cantábrico? Pues ya nos podemos imaginar, sí... Porque en Valencia teníamos el semáforo de Europa», añaden con humor"
"Cuando el 29 de junio de 1942 Ildefonso Fierro (antes González y González Fierro) Ordóñez regresó a Soto del Barco para reinaugurar la iglesia parroquial que había costeado personalmente, o que fue construida a sus expensas como se decía entonces, a punto estuvo de dar la vuelta y no asistir al solemne acto presidido por el arzobispo Manuel Arce Ochotorena. Todavía quedan testigos presenciales de su indignación. Quería un templo al estilo esbelto e impactante de la nueva iglesia de Sabugo de Avilés, sede de la parroquia de Santo Tomás de Cantorbery, obra del arquitecto Luis Bellido, inaugurada en 1903. Ciertamente la iglesia parroquial de Soto no guarda demasiada relación con su pretendido modelo, casi una catedral"
"La iglesia parroquial de Soto del Barco fue inaugurada el día de San Pedro de 1942. El actual edificio fue construido sobre el solar del antiguo templo, reedificado en 1880. Tal y como recoge «La Ilustración Gallega y Asturiana» del 8 de enero de 1880, sus obras fueron subastadas en la Junta Diocesana por un valor de 22.406 pesetas. El 28 de julio de 1936, en plena guerra civil, la iglesia fue incendiada quedando tan sólo en pie los muros laterales. Según se recoge en los documentos conservados en el Archivo Histórico Nacional, durante el incendio se quemaron varios retablos y desapareció la práctica totalidad de los objetos de culto.
El párroco local señala que, a pesar de todo, el culto se siguió celebrando, una vez caído el frente Norte, en la sala del cine Clarín, actual casa de cultura. «A finales de diciembre de 1938, el párroco Maximino Monjardín López constituyó una comisión con el objeto de recaudar fondos para construir una nueva iglesia», precisa. El propio sacerdote presidió el comité, que también contaba con la presencia del entonces Alcalde, Federico Vallés Fuentes, y de once personas más. «Eran tiempos difíciles y recaudaron poco dinero. Los donativos llegaron, en su mayoría, de Hispanoamérica y de Madrid», relata el actual cura
El empresario leonés Ildefonso Fierro, casado con la sotobarquense Florentina Viña Campa, se puso al corriente de la situación y propuso a Maximino Monjardín costear las obras del nuevo templo. Los trabajos dieron comienzo en agosto de 1940 y concluyeron en mayo de 1942. Cuqui Fierro, la única hija del empresario que aún vive, señaló el pasado verano en una entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA que su padre quedó decepcionado con el proyecto. «Los arquitectos hicieron un proyecto muy pobre. Él había pagado para hacer una cosa más representativa. En su mente estaba que la iglesia fuera mejor que la de El Pito, erigida por los hermanos Selgas», afirmó Fierro.
El 29 de junio de 1942, la iglesia fue inaugurada y bendecida. La ceremonia fue presidida por monseñor Manuel Arce Ochotorena, obispo de Oviedo en aquellas fechas. Asimismo, estuvieron presentes el párroco Maximino Monjardín; su coadjutor, Manuel Viña Arias; el Alcalde, Federico Vallés; el juez de paz, Enrique Arias González; los concejales, la junta parroquial y el sargento del cuartel de la Guardia Civil. Ildefonso Fierro, benefactor de la obras, también asistió. «Se congregó numeroso público. Se cuenta que la iglesia se quedó pequeña y que el inicio de la misa se retrasó dada la ingente cantidad de personas que se acercaba a Ildefonso Fierro para agradecerle su labor», subraya el cura.
"El 14 de mayo de 1809 las tropas invasoras francesas entran en Asturias por la zona de Leitariegos. En apenas cinco días el ejército napoleónico llega a Oviedo. Al mando, un mariscal de apenas 40 años, Michel Ney, militar de carrera meteórica. Había nacido en 1769, el mismo año que Napoleón. Ney, duque de Elchingen, llevaba en España y Portugal desde agosto de 1808. Permanecería hasta 1810, año en que es enviado a París y de ahí al frente ruso.
La vida militar de Napoleón está unida a la de Ney. Ambos se profesaban admiración. Para Ney, Asturias era periferia desconocida. A principios del mes de mayo de 1809 Ney se reúne en Lugo con el general Francois Kellermann para diseñar la campaña del norte, en la que se incluía Asturias. Ney entra por el suroccidente y Kellerman lo hará por Pajares pocos días después. Ney y Kellerman volverían a encontrarse por última vez en la batalla de Waterloo, en el corazón de Europa. Fue en 1815, hace ahora doscientos años. Michel Ney entró y salió de Asturias a lo largo de varios meses, según las obligaciones y estrategias bélicas. La tradición lo sitúa en 1810 pernoctando en el palacio de Llano-Ponte, en Soto del Barco, conocido popularmente como el palacio de La Magdalena, sobre el río Nalón. Es el mariscal Ney el que se enfrenta por vez primera a tropas asturianas en la refriega del puente de Peñaflor, en Grado. Fue el 19 de mayo de 1809 cuando un contingente de apenas 500 soldados mal instruidos se enfrentan parapetados en la montaña a unos 3.300 soldados franceses de infantería y caballería. Entre los defensores, un personaje fascinante con protagonismo en las labores de resistencia, el capitán inglés William Parker Carroll, uno de los pocos defensores que lograron salir vivos de aquella encrucijada.
Personajes y sucesos fueron estudiados por la profesora de la Universidad de Oviedo Alicia Laspra, una de las grandes expertas nacionales en la Guerra de la Independencia y autora, entre otros libros, de la edición de "La Gazeta de Oviedo. El primer periódico de Asturias", la voz en papel de los asturianos frente a la invasión francesa. El periplo de Michel Ney al mando de sus tropas en Asturias fue todo menos cómodo. Aquella máquina bélica con vocación de dominar el mundo no estaba acostumbrada a las escaramuzas de guerrillas, sin contar las peculiares características orográficas asturianas"
"En Soto del Barco no sólo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena, como dice el refrán. Desde hace dieciséis años, el día 4 de diciembre -festividad de la patrona de los mineros- se vive con una especial devoción. Como si de una peregrinación se tratase, decenas de ex alumnas del Colegio de Formación Profesional Santa Bárbara, situado durante décadas en el palacio de la Magdalena, acuden a esta localidad para festejar por todo lo alto tan señalada fecha. La velada se convierte en un recital de buenos recuerdos, agradecimiento y, cómo no, una muestra de la gran familia que constituyen todas estas mujeres.
Para conocer los orígenes de este centro de enseñanza hay que remontarse en el tiempo hasta finales de la década de los años cuarenta del siglo XX. En aquella época, la vida en las cuencas mineras era especialmente dura. Las condiciones laborales en los pozos eran de total precariedad y los accidentes mortales estaban a la orden del día. En medio de ese clima, el colegio abrió sus puertas para dar formación y cobijo a las huérfanas de estos trabajadores de las profundidades (...)
En los años cincuenta, el subsidio de la minería asturiana se encargó del colegio, y con él llegaron las javerianas, unas monjas seglares. Su llegada supuso un antes y un después para todas las alumnas. Mercedes Gou e Isabel González son dos javerianas que afirman haber pasado los mejores años de su vida en este privilegiado rincón del bajo Nalón. Gou, natural de Cataluña, fue directora del colegio y guarda muy gratos recuerdos de Soto. Actualmente trabaja en una residencia de estudiantes en San Cugat del Vallés. «Siempre nos trataron muy bien. En el pueblo éramos conocidas como "las mineras". Fue tal la felicidad de aquellos días, que nos resulta difícil quedarnos con momentos específicos. Queremos mucho a Soto y a sus gentes. Estamos muy orgullosas de volver todos los años por aquí», comentan Gou y González"
"Con los setenta, el colegio comenzó a acoger en sus aulas también a muchachas naturales de Soto y aledaños. «Los domingos teníamos cine, al que acudía la gente del pueblo. En los cincuenta, había censura, y los chicos del pueblo no podían ni asomarse al cierre del palacio. El tiempo fue pasando y con las javerianas se llegó a permitir que nuestros novios nos visitaran, e incluso celebramos guateques en el interior del edificio», recuerdan con alegría. Sin ir más lejos, varias alumnas se casaron en los alrededores y siguen viviendo en la zona, como es el caso de Rosa Álvarez, vecina de Muros de Nalón.
Además de las proyecciones fílmicas, la Magdalena acogió muchas otras actividades lúdicas, deportivas y culturales. De su cancha deportiva salió un equipo de baloncesto que llegó a confirmarse como campeón del Principado. «Con nuestro equipo, cuyo entrenador era Tito Fernández, el de la cantina de Avilés, vencimos la Liga provincial». Pero su palmarés no sólo se restringe al ejercicio físico: la música estuvo representada por el grupo coral del colegio, que llegó a quedar segundo en el Festival de Turón. El teatro era otra de las actividades promovidas por las javerianas. Durante las actuaciones, en el salón de actos, se invitaba a los vecinos para que también fuesen partícipes.
La experiencia fue muy edificante para todas. «Nos formamos sobre todo en administración, y la mayoría ocupamos después cargos como funcionarias», comenta Estrella Pérez (...)
En 1993, el colegio cerró definitivamente. La imagen de Santa Bárbara fue acogida en la iglesia parroquial siendo cura Jesús García, y en 2007 el palacio abrió sus puertas como complejo hostelero. Ni siquiera el Nalón baja ya teñido por el carbón procedente de las Cuencas. No obstante, las ex alumnas están seguras de algo: de que su «familia minera» siempre permanecerá en sus corazones"
"JAVIERANAS"
Merecéis tener aquí este recuerdo, porqueaquí dejasteis nuestro corazón.Las miles de alumnas a las que lo entregasteisno lo olvidarán nunca
"A lo largo de más de 40 años la casa-palacio estuvo destinada a una escuela de formación femenina dirigida por religiosas javerianas, que acogían a huérfanas de la cuenca minera asturiana. El 17 de septiembre de 1998 la Tesorería General procede a la subasta de la casa-palacio por un importe de 361.954.100 pesetas, quedando dicha subasta desierta. El 29 de junio se procedió por segunda vez a una nueva subasta por un importe de 307.660.985 pesetas, quedando desierta. En agosto de 2007 se anuncia que la casa-palacio tiene nuevos propietarios y que llevan a cabo la reconstrucción de la misma a fin de que se adapte como un hotel, dándosele el nombre La Magdalena"
Conociendo un poco más el palacio vamos a acercarnos al mirador almenado del palacio, pues contemplaremos de un soberbio paisaje del gran meandro que forma aquí el estuario del Nalón antes de su desembocadura en el Mar Cantábrico, así como algunos lugares muy importantes: El Castillo, San Esteban, el Puente de la Portilla, por donde cruzaremos la ría, y Muros, por donde sigue el camino
El Medio, las marismas de El Cañón y la Xunquera, espacio natural protegido, donde el Nalón hace esta gran curva. Antaño estaba allí la barquería de El Forno, a donde llegaban las lanchas desde El Castillo
San Esteban, comúnmente llamada de Pravia, recuerdo de su antigua pertenencia al antaño extenso alfoz praviano, y tradicionalmente de bocamar, por estar en la boca o desembocadura de la ría, nombre que se le ha querido restituir alguna vez, Hasta aún no hace mucho era un importante puerto comercial y carbonero, cuyas antiguas instalaciones portuarias han sido convenientemente rehabilitadas, así como buena parte de sus edificios, componiendo un precioso paseo marítimo-fluvial y ribereño
Ahora, con las instalaciones del histórico puerto restauradas, el turismo y la hostelería son nuevas fuentes de ingresos alternativas. Hay alojamientos y albergue privado, el Carving Surf School (antes Bocamar), orientado a los deportes náuticos pero abierto también a los peregrinos. A la derecha, el llamativo edificio de dos torres de la Junta de Obras del Puerto, de la década de 1920. . Las grúas y antiguo drops del puerto, construidas en 1929 y también restauradas, son testigos de aquel antiguo esplendor. La vía del antiguo tren carbonero es ahora la Senda del Carbón, vía verde peatonal, la Casa de la Administración pasó a ser hotel
Vamos a mirar ahora a la izquierda, hacia Muros, capital del concejo del mismo nombre, al que se le añadió de Nalón como manera de desligarse definitivamente de Pravia, concejo del que se había independizado en 1847, ante una ordenanza de 1868 que implicaba su reintegración en él, cosa que no llegó a suceder
Y aquí abajo está el Puente de la Portilla, reconstruido en 1938 tras su voladura para cortar el avance de las columnas gallegas en la guerra civil. Había sido hecho en 1883 ante la inseguridad del paso en barca y los abusos de los barqueros, lo que hizo desaparecer las barquerías existentes tanto ahí como en El Castillo y Riberas,
En Muros, donde confluyen esta y otra ruta de peregrinación procedente del interior, tuvo su propio hospital de peregrinos en La Plaza, el centro de la villa, donde se encontraron en su momento cimientos de edificios muy antiguos, atribuidos a la época romana, sobre los que se alza la misma iglesia
"La relación de este concejo con la ruta jacobea está verificada por la existencia en Muros de un hospital de acogida y asistencia de peregrinos y pobres transeúntes. Este establecimiento figura ya en 1631 en un apeo de las prerrogativas, bienes y derechos que le correspondían a Don Diego Fernández de Muros por ser propietario del citado coto. Se volverá a mencionar en las Respuestas Generales al Catastro del marqués de La Ensenada de 1751 en donde se dice que estaba en las inmediaciones de la playa, fuera pues de nuestro Camino. Para su instalación el marqués de Valdecarzana cedió una casa de su propiedad y unas tierras de medio día de bueyes cada una, siendo por entonces hospitalero Fernando Bermejo. A Pesar de su modestia este hospital, que se mantenía dela caridad y de las dádivas del señor marqués, aparece reflejado en el Mapa de Asturias que el erudito cartógrafo Tomás López publicó en 1772"
A la izquierda de Muros una larga línea de casas es el pueblo de Somao, dentro de la parroquia murense pero enclavado ya en el vecino concejo praviano. El Camino no pasa por él. pero sí a sus mismos pies, siendo otro posible lugar a visitar si pernoctamos en Muros y, teniendo un tarde o media libre, nos apetece, dado que se trata de uno de esos pueblos indianos por antonomasia, con muchas casas de los antiguos emigrantes que retornaron con más o menos fortuna
Debajo de Somao pasa la Autovía del Cantábrico, con su túnel y viaducto, que efectivamente salva por fin de manera bastante satisfactoria la comunicación del centro con el occidente asturiano y con Galicia, si bien puede decirse tiene aún un gran fallo, ya adentrada en Galicia, las espesas nieblas del Alto da Xesta que hacen que el tráfico halla de volver a la N-634, pero de ello ya hablaremos cuando lleguemos a Mondoñedo
Americanu del Pote¿cuando vinisticuando llegasti?,¿la cadena y el relóqué lo fixistiyá lo empeñasti?
De los indianos de Somao destaca sobre todo el edificio de La Torre, construida en 1912 por Manuel del Busto para el indiano Fermín Martínez, quien quería imitar la del Marqués de Muros. A la izquierda está La Casona, en estilo Sezesión para Gabino Álvarez por el arquitecto García Nava y que cuenta con capilla panteón. También asoma más a la izquierda la iglesia que, como la escuela, fue iniciativa de los indianos, cuyo conjunto constructivo en Somao abarca muchas más casas, quintas y mansiones: la Casa Tomás de Pachín, la Casa de las Columnas (antigua parada de arrieros del viejo camín real procedente de Pravia), Casa Marcelo Cantera, Villa Radis, Casa Don Amando, La Marroquina, El Noceo, La Cochera, Casa de Doña Basilisa, El Marcel o Chalet de Solís, la Casa de la Capilla... de todas ellas encontraremos buena información en el blog Casonas de Indianos, que queremos recomendar:
Colonia de indianos que también tenemos, insistimos, en este barrio de La Magdalena o La Madalena, al que regresaremos ahora tras visitar el palacio
La mayor parte se concentran a lo largo de la antigua carretera, que es aquí el Camino, bajando ya al Puente de la Portilla
Este grupo de casas viene a ser considerado el centro del barrio, desde donde seguimos teniendo muy buenas vistas de Muros y la Ría del Nalón
Por aquel entonces, cuando se hicieron estas quintas, el tráfico era ocasional, solamente de algunos carruajes particulares, carros madereros, carros de labranza, mulas y caballerías, además de la célebre carrilana de línea, con cinco caballos. Luego ya llegaron los ruidosos vehículos a motor, incluyendo sus humos. Luego, con la carretera nueva volvió a serlo, solamente pasan los coches de algún vecino y de servicio de la depuradora, situada en la ribera, así como de la barquería existente al lado del puente, donde esta vía está cerrada por guardarraíles, como enseguida vamos a ver
En el barrio, encontramos primeramente este gran caserón, con numerosos balcones. Atrás, mirando a la ría, dispone de un alargado balcón-corredor, a manera de mirador
Esplendorosa quinta: ha sido dejada la mansión con la piedra vista, de mampostería, siendo de cantería en los vanos
En esta impresionante fachada que mira al Camino se distribuyen la mayor parte de los balcones. En el del medio, arriba, un detalle...
Un pequeño frontón triangular con elementos geométrico y vegetales y el año de 1871, que sería el de su construcción
Al lado, adosado a él, un edificio de varias plantas, también de muros de mampostería a la vista
Más abajo otra quinta indiana. Esta con una gran galería mirando al norte, a la calle y al cruce, aunque sus mejores vistas han de ser al sur, a la población y su gran vega. Fijémonos también en su preciosa verja pintada de blanco que cierra el jardín
El elemento que más destaca es sin duda su gran balcón galería acristalado, mirando al norte, a la desembocadura del Nalón. A su derecha hay una casa tradicional, de corredor
Las galerías acristaladas se extendieron a partir del auge de la industria del vidrio desde la década de 1880. En unos casos permitió cerrar los antiguos corredores e integrarlos dentro del espacio térmico del interior de la casa, en otros se construyeron nuevos, bien sobre edificio preexistentes, bien sobre nuevas viviendas. Aunque no exactamente exclusivo de ellos es un motivo muy vinculado a los indianos
Y es ahora cuando pasamos junto a Casa Carmen. El abandono del campo, y con él de prados, pastos y montes comunales, ha traído las grandes plantaciones con monocultivo de ocalitos o eucaliptos, que entre otros resultados, tapan considerablemente las vistas del estuario que tanto encandiló a los artistas de antaño, los de la colonia de La Pumariega, pero también, tras ellos, al poeta nicaragüense Rubén Darío, que aconsejado por el escritor asturiano Ramón Pérez de Ayala veraneó en 1905 en la fonda El Brillante de San Esteban y en una casa arenesca cercana a la playa de Los Quebrantos. En 1908 y 1909 lo hizo algo más al sur, en Riberas, concejo de Pravia
Lo van a poner más altoel Faro de Cudillerolo van a poner más altopa que alumbre a San Estebany no se pierdan los barcos
Aún hasta los años de la década de 1950 hubo una lancha que comunicaba directamente las dos poblaciones de la desembocadura, que por tierra han de dar un gran rodeo para llegar de una a otra. Desde hace años se reclama la instalación de una pasarela peatonal
Y abajo el Puente de la Portilla, cuya apertura en 1883 transformó las comunicaciones de la comarca y de todo el occidente asturiano. A partir de entonces las rutas costeras prevalecerían sobre las interiores en las comunicaciones con Galicia, si bien ya desde un siglo atrás, al adecuarse el Camín Real de la Costa para línea regular de diligencia, se estaba consiguiendo. Por ello ya en 1747, se solicitaba su construcción ante el "precio y tiranía que practicaban los barqueros" así como los continuos riesgos en "crecidas y avenidas"
"... van ya consumidos nueve millones de reales porque no se podría decir mal gastados si el resultado fuese cual se propuso, pero éste dista mucho de lo ofrecido"
"La sirga, a la vuelta y de vacío, no se puede hacer sin el empleo de seis hombres en los sitios acanalados y, sobre todo en los rabiones requieren el de ocho, diez, veinte que desnudos y metidos en el río hasta la cintura las empujan y sacan a lomo, de forma que, aunque tardan o menos o más, según el estado del río, su tardanza ordinaria en ida y vuelta se puede regular en doce días; calculando pues, el empleo de seis hombres a razón de ocho reales de vellón, el día en cada chalana, es claro el costo, cuya carga nunca pasa, ni puede, de ciento noventa quintales
Todo ello, además de protestas de particulares por la destrucción de "apostales" o puestos de pesca, hicieron fracasar la llamada "Empresa del Nalón", cuyo remate lo dio una gran riada en el año 1800
"Los chalgueiros se valían de las llamadas gacetas o gacepas, según Juan Menéndez Pidal (Colección de viejos romances que se cantan por los asturianos en la danza prima, esfoyazas y filandones recogidos directamente de boca del pueblo, Madrid, 1885)«Gacetas» o «Gacepas» llama el pueblo en Asturias a estas escrituras fingidas que contienen las noticias de tesoros ocultos. Ignoramos quién pueda ocuparse en hacer tales documentos apreciadísimos por la gente crédula; que dice proceden del Archivo de Simancas, y suelen traerlas consigo los segadores cuando vuelven de su penosa excursión(…) una de esas «Gacetas» (que, no sin grandes dificultades, hemos podido arrancar a su poseedor), porque en ella se revelan el gusto oriental que tan hondas raíces ha echado entre el vulgo, y una de las leyendas por él más admitidas, cual es la de los moros encantados.Seguramente muchos recordarán a Emilio Fernández Cuervo, nacido en El Castro en 1921, el ayalgueiro de Peñaullán. Su historia y mucho más sobre este tema está recogido en el libro Tesoros, ayalgas y chalgueiros: la fiebre del oro en Asturias, de Jesús Suárez López (2001) disponible en la Biblioteca para quien quiera saber más. Emilio era el afortunado poseedor de una de esas gacetas, que describe como "un libro así de gordo [unos veinte centímetros], con unos cartones de cuero. La mitá de las letras ya nun se conocían, de la antigüedá…, tenían muchos años. Y los cartones parecía que estaban apolillaos de la cantidá de cientos de años que tenían. (…) Yo cogí [apuntes] de lo que yo conocía, de lo que me parecía a mí que tal. Si cojo todos aquellos apuntes taba escribiendo hoy tovía"
En una entrevista, cuya lectura os recomendamos, que recoge el citado libro, realizada en 1988, Emilio, recuerda sus comienzos como buscador de tesoros, atribuyéndolos al descubrimiento casual, durante una salida al monte para cazar con un vecino, Arturo González, de "una cuevina de ná en la que había una poza". El hallazgo hizo que Arturo recordara que su suegra Serafina decía que "en la antigüedá decían los antiguos que aquí que había un tesoro, que se corría que había aquí un tesoro", así que se decidieron a pedir permiso al dueño del terreno y buscar por la zona. Cuenta Emilio que encontró una lanza, "encontré ciertas cosas, utensilios de fierro de diferentes maneras, hebillones de mulos, ostras de mar (…) un muro , y no era un muro de veinte centímetros, había sitios que tien cuatro metros de grueso, (…) una pipa, (…) cinco mallas como si fuera la cadena de un reló (…)"
Existen varios topónimos isleños en base a esta isla fluvial y otras más pequeñas que conforman una al lado de otra, El Pedregalón, El Dosal, El Dosalín...
"El Viaducto sobre el río Nalón es la principal estructura del tramo Soto del Barco–Muros de Nalón de la Autovía del Cantábrico (A-8). Este viaducto de más de 1100 m de longitud y con un tablero único de 27 m de ancho, tiene vanos tipo de luz 60 m y un vano principal, correspondiente al cruce del cauce del río Nalón de 124 m salvado mediante una solución tipo pórtico mixto con las pilas empotradas en el tablero y pretensadas.La sección transversal es un cajón estricto mixto en el que se ha eliminado la chapa central del fondo del cajón metálico en la cercanía de las pilas, de forma que permite la visión del hormigón de fondo. La anchura total del tablero se consigue mediante un sistema híbrido de costilla y jabalcón.La construcción se ha realizado mediante la técnica de lanzamiento del cajón metálico desde los estribos y posterior ejecución de la losa de hormigón del tablero, siendo de particular interés el lanzamiento del tramo correspondiente al vano principal de canto variable"
Alguien nos da la bienvenida al lugar; el guardián del Camino
Observando al peregrino...
Justo al pasarla la carretera comienza a hacer la gran curva antes del cruce del río, una importante vuelta que fue el motivo de su sustitución por un ramal más directo desde El Parador
Y volvemos a ver Muros, Muros de Nalón, otra buena referencia, pues luego del puente subiremos hasta allí por Era y La Pumariega
El Camino subirá en medio de aquellas casas a la iglesia. Abajo ese grupo de casas es llamado también El Parador, pues constituía otra de las paradas de la antigua carretera costera
Tal vez en algún momento, entre los árboles, podamos divisar ya el río en su estuario. Aquí abajo tenemos las marismas de El Sablón, que como su nombre indica, está en terreno arenoso (sable, arena), Al otro lado, bajo Somao, las casas de Las Benasas (izquierda), y a la derecha (bajo Muros) El Puntigu. Detrás, apenas visible, La Veiga
Camino del puente seguimos contemplando, si nos deja el arbolado, algunos tramos de estas riberas
Ahora, enfrente de El Sablón, El Cañón, ribera rocosa en la parte de Muros, con algo de acantilado fluvial y densamente plantada de eucaliptos
Esta parte del boscaje de ribera es llamada El Castañéu. Seguimos viendo Muros en lontananza
Nuevas vistas de Muros, Somao, Las Benasas, El Puntigu y La Veiga desde El Castañéu
Y en él, placa en homenaje a los fusilados en la guerra civil que fueron aquí enterrados en una fosa común: la denominada Fosa de la Cantera del Puente
Aquí es donde se corta la carretera vieja a los vehículos, pero no a los peatones. A la izquierda de baja al embarcadero, a la derecha el camino señalizado se dirige a cruzar el Puente de la Portilla, que ya tenemos ante nosotros
Aquí están las señales que nos lo confirman. Atentos, pues como vemos pueden quedar fácilmente casi ocultas por la vegetación
Es paso va estrechándose aún más, es inevitable caminar en fila india
A nuestra izquierda, otro de esos puertos de palos, donde atracan las lanchas de pesca de los pescadores lo cales, sucesores de las antiguas barquerías. Así debían ser los viejos embarcaderos de las lanchas que cruzaban la ría, endebles y peligrosas, aparte de caras, por ello su cruce era continuamente lamentado por peregrinos, viajeros y cronistas que plasmaron sus sufridas impresiones surcando las aguas
Por ello no debe de extrañarnos que en ocasiones se prefiriese remontar río arriba la orilla, a veces varios kilómetros, hasta hallar un mejor paso, a veces bastante lejos. Otras veces se optaba, si las condiciones climáticas son buenas, enlazar con los caminos del interior
Según avanzamos por el puente adelante tendremos una gran panorámica de El Sablón con Monte Agudo en lo alto, viendo también Somao a lo lejos y La Peñona en la distancia
El puente también se retrasó, recordemos, porque los derechos sobre estas barquerías estaban en manos de la nobleza y los monasterios, a los que se cedía su gestión. Este puente tendría la disposición de no cobrar peaje, por lo que no parecía muy atractivo para los beneficiados por las barquerías, de ahí que tardón casi siglo y medio en hacerse, desde un primer proyecto en 1747 a su apertura en 1883
Al ir desapareciendo los cotos y jurisdicciones señoriales y eclesiásticas a lo largo de la centuria del XIX, aquel inconveniente también fue solventándose. Las carreteras ya estaban en marcha y los grandes carros de los carreteros iban sustituyendo a las antiguas recuas de mulas y pequeños carros de los arrieros, había comenzado las líneas regulares de diligencias y ensanchado y adecuado los caminos: la construcción de puentes era tardía pero se hacía ya inevitable
El puente antiguo fue volado la noche del 8 de septiembre de 1936 para impedir el paso a las tropas nacionales, por lo que el río fue frente de guerra más de un año, hasta la caída definitiva de Asturias y de todo el Frente Norte en octubre de 1937. Se reconstruyó un año después, en 1938
Y ahí está La Barquería del Castillo, el antiguo paso en lancha por el Camín Real de la Costa, qu esigue siendo un puerto de pescadores, muelle también de palos, donde está el edificio de la antigua fábrica de salazón de Maricuerno, pionera de la angula en estas riberas nalonianas. Atrás la muralla almenada de la quinta de La Torre, solar del antiguo Castillo de San Martín de Soto
Del histórico castillo, que marcó el devenir del Bajo Nalón durante siglos, apenas queda nada, la misma muralla almenada es una recreación histórica del siglo XIX cuando se construyó la actual quinta, reuniendo fincas de los arrendatarios del terreno. El castillo, tras larga decadencia, fue empleado como cantera pública hasta casi desaparecer
Cruzamos así la Ría del Nalón, otro de los grandes hitos fluviales del camino costero de Santiago, el Camino Norte, al otro lado, en las riberas acantiladas de El Cañón, pasamos a pisar tierras del concejo de Muros de Nalón, otra importante población caminera en el tránsito hacia la costa occidental astur, acercándonos paso a paso al gran desafío geográfico que fue durante siglos el tránsito por Las Ballotas
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