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jueves, 18 de agosto de 2022

LA VENTA CASTAÑEDA, CARDOSU, GÜERGU Y LA TORRE DE SAN XURDE: POR EL CAMÍN REAL AL PALACIO DEL CONDE DE LA VEGA DEL SELLA EN LA ENTRADA DE NUEVA (LLANES, ASTURIAS)

Llegando a La Venta Castañeda en el camino de Nueva 

En el camino de Nueva, capital del Valle de San Xurde, San Jurde o San Jorge, al oeste del largo y extenso concejo de Llanes, los vecinos llegan a un pequeño grupo casas dispuestas ambos lados del antiguo Camín Real de la Costa y situadas a mitad de trayecto entre Villah.ormes y dicha población de Nueva: es La Venta Castañeda, antigua parada y fonda de arrieros, artesanos ambulantes, pastores trashumantes, viajeros de toda condición e incluso de peregrinos de antaño, que aunque normalmente prefiriesen ir a los centros de acogida u hospitales habilitados especialmente para ellos, normalmente radicados en villas y poblaciones de cierta importancia, acaso a veces en monasterios, también aprovecharían cualquier otra infraestructura que ofreciese refugio y acogida, como serían las viejas ventas camineras, tal que esta que aquí había


La Venta Castañeda se emplaza en una planicie de la rasa costera que forma un pasillo natural entre las montañas y el mar, al pie de las laderas de El Llanu H.ontoria, profusamente plantadas de eucaliptos para las fábricas de celulosa, antaño, como todas las características sierras planas de Llanes, fueron solar de enteramientos megalíticos, donde han sido localizadas necrópolis tumulares de varios milenios de antigüedad


El camín real, como posteriormente harían la carretera, el ferrocarril y la autovía, serían trazados aprovechando este paso litoral, relativamente llano en este sector entre Llanes y Ribadesella/Ribeseya, un trayecto que es así explicado en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, coordinado por Mª Josefa Sanz Fuertes:
"Superado el río Bedón, los jacobitas, que se dirigían a Nueva, daban vista ya a las últimas estribaciones del Cuera; pasaban junto a las localidades de Naves y Villahormes, donde se localiza el conjunto palacial de la Espriella, del siglo XVII (si bien sensiblemente apartado del Camino). Salvaban a continuación el curso del río de San Cecilio por el puente del Huergo, en cuyas inmediaciones se encuentra aún, en el lugar de Castañeda, la casa de la venta que aguardaba a los peregrinos y pasajeros en este punto de la ruta. Y ya en las cercanías de Nueva, otro importante monumento señoreaba el paisaje rural que atravesaban los compostelanos. Se trataba de la torre bajomedieval de San Xurde o San Jorge, solar de la familia Duque de Estrada, señores de Aguilar y alcaides del castillo de Soberrón, en torno a la cual se construiría en el siglo XVII el actual palacio de los condes de la Vega del Sella"

Varias montañas llamarán nuestra atención pues son una muy buena referencia visual cara a este y futuros tramos del Camino hacia Nueva, Ribadesella/Ribeseya y más allá. El primer término destaca la Sierra de Cueva Negra, con El Picu Maor (368 m) y El Picu Mediudía (563 m), también llamado Sorrolles. Mucho más a lo lejos y en la distancia (a la derecha) se distingue en días claros El Picu Pienzu (1.161 m), el más alto del Sueve, sierra,  puertu, o monte, que viene a señalar el paso al centro de Asturias

Y en lo relativo al aún relativamente lejano Sueve habremos de tener en cuenta que será una referencia visual extraordinaria que nos acompañará durante las próximas etapas del Camino, según recorremos, el Valle de San Xurde y a continuación los concejos de Ribadesella/Ribeseya, Caravia y Colunga (pasando a sus pies, entre la montaña y el mar) y Villaviciosa. Monte de pastoreo, de caballos y pastizales, de sendas montañeras y de historia, también de mucha historia, tradición y leyendas que iremos desentrañando según nos acerquemos a él

El Picu Pienzu es el más sobresaliente y por lo tanto fácil de reconocer respecto a los demás. Con unos prismáticos o zoom reconoceríamos en su cima lo que parece una antena en la distancia pero es realmente una cruz, La Cruz de Pienzu, cruz metálica instalada en 1955 por iniciativa de los hermanos Victorero de Colunga para sustituir a otras anteriores de madera, que se habían venido abajo desde que en 1914 hubieron instalado la primera en agradecimiento al su regreso sanos y salvos en 1911 de la Revolución Mexicana, país a donde habían emigrado muy jóvenes, en 1875


En cuanto a la Sierra de Cueva Negra hemos de decir que, además de su interés montañero, constituye un macizo costero emblemático bien estudiado, en cuanto a sus leyendas y tradiciones, por Hernán del Frade de Blas en su trabajo Mediudía y Socampu, dos montañas sagradas, publicado en la revista Bedoniana en el año 2010


A lo lejos destaca El Colláu la Tabla (711 m) con El Picu Cebéu (748 m), separado del Picu, Cantu o Peñe Joyadongu o H.oyadongu (874 m, el más alto) por el Colláu Tresjuncalar, zonas de buenas subidas y de pastos de vacas, ovejas y cabras


Realmente lo que tenemos más cerca, antes incluso de la Sierra de Cueva Negra, del que la separa el estrecho valle del río Ereba, es El Llanu Nueva (243), promontorio que se alza sobre dicha población y fácil de reconocer por el cueto que rompe su también plana cima (como la de El Llanu H.ontoria) y donde se ha instalado una antena de comunicaciones que lo hace aún más reconocible


No todos los días se ve bien El Picu Pienzu, incluso los más cercanos montes de El Llanu Nueva y la Sierra de Cueva Negra pueden taparse a menudo por nieblas y nubes, con sus picos y altos de Socampu y El Portillín. En su trabajo citado Hernán del Frade de Blas dice de esta serranía, entre otras muchas cosas:
"Acerca del posible carácter sagrado de esta montaña, el Padre Risco, refiriéndose a la donación del monasterio de San Martín de Collera por parte de Piniolo y Aldonza al monasterio de Corias el siglo XI, al establecer los límites del alfoz de Melorda, al monte que cierra el territorio por el sur se le denomina como Monte de Santa Cruz. La sacralización de lugares paganos se ha producido desde antiguo colocando cruces en su cumbre, ahuyentando el antiguo culto y/o sustituyéndolo. No puede dejar de mencionarse la interpretación que al comienzo de La Fonte del Cai hacía Pepínde Pría acerca del lugar de los Robles del Concejo,  al que identificaba con un antiguo bosque sagrado en el que se reunían los druidas y que se encuentra adyacente al monte. Si bien es una apreciación cargada de romanticismo, la posible existencia de un lucus, es decir, un lugar sagrado situado en un claro de un bosque, no es descartable. En apoyo de esta observación ha de tenerse en cuenta que este lugar, cada vez más destruido por el polígono industrial de «Guadamía», se halla junto a la Madre del Río, lugar de nacimiento del río Aguamía. Además, la referencia a los robles, el árbol sagrado por excelencia de la cultura céltica. Por último, el que ese bosque sea el del «Concejo» está indicando la existencia de reuniones en él, algo habitual en los lucus"

El autor, que desde siempre había escuchado leyendas relativas a vírgenes cristianas venidas del mar que se habrían refugiado en estas montañas, estudió diversos enclaves arqueológicos en ellas localizados, los cuales pueden ser fuente de estas ancestrales tradiciones a las que se buscan sus interpretaciones
"Quizá nos hallemos ante la cristianización de un mito pagano que se repite por todo el Arco Atlántico: una diosa que procede del mar, interpretándose la travesía marítima como el viaje subterráneo o infernal que se repite en la diferentes religiones de la antigüedad más remota, en donde la diosa de la fertilidad desaparece de la tierra durante el invierno. De allí se escapa y vuelve a la tierra, haciendo que esta reverdezca. Al volver a la tierra, perseguida por las fuerzas del mar que quieren retenerla, esta revive en la forma de su hijo recién nacido y del que surge un brillo maravilloso. Este brillo es atributo del sol, del sol victorioso, que vence sobre las tinieblas y trae la vida y el calor de nuevo a la tierra"

Como contraste a las montañas, la rasa litoral, el paso natural más o menos llano que permitió el trasiego de gentes desde la misma alborada de la humanidad. Aunque también hay plantaciones de eucaliptos, predominan, entre campos y praderías, los bosquetes autóctonos de castaños, alisos, algunos robles y nogales, encinas, así como las sebes o setos silvestres de zarzas y arbustos, junto con tojos o cotoyas y demás vegetación propia de la zona más acantilada y al borde del mar


Ocultos por estos bosques están los pueblos de Cardosu y H.ontoria, este cabeza de esta parroquia de su nombre, a la que también pertenece Villah.ormes, De vez en cuando veremos alguna casa, no fácil de identificar en la distancia


Entre prados, sebes, nogales y castaños entramos en La Venta Castañeda. Si bien no tanto como en las cercanías de la costa y el mar, también se han edificado nuevas viviendas, normalmente segundas residencias o casas vacacionales, en estos pueblos situados más al interior, próximos también a las playas, pero más apartados del intenso bullicio estacional que normalmente acontece en los meses estivales


Setos cultivados, jardines, árboles ornamentales y frutales revelan que nos adentramos en zona poblada


El Camino pues se hace aquí calle con suelo de asfalto, al pasar entre las casas y sus terrenos, cerrados por setos y muretes de piedra


Palmeras, hortensias, limonares y demás plantas y árboles componen la ornamentación vegetal de parcelas y jardines


Lo que es la venta propiamente dicha, naturalmente muy transformada, parece estaba al final de la calle. Estas ventas podían ser, dependiendo del lugar y la época, desde refugios muy simples donde parar los viajeros y compartir sus viandas, a ya las posadas más quijotescas con su ventero y taberna. De pocas se sabe su origen, a veces se sostiene que sucederían a las viejas mansiocaupona y mutatio romanas, en vías como la que pudo ser esta, una ruta Brigantia (A Coruña o Betanzos) a Ossaron (Oyarzún, Gipuzcoa), antecedente del camín real


Sí sabríamos mejor cuando desaparecieron, cuando los caminos reales y otras vías seculares dejaron de ser las principales rutas de comunicación frente a las carreteras. Como en el caso de los caminos donde se ubicaban muchas desaparecieron físicamente, otras se transformaron y reformaron a casas, viviendas, cuadras, cobertizos, etc., otras yacen en ruinas. Solamente unas pocas muy muy pocas se convirtieron en nuevas fondas, pensiones, mesones, hoteles, e incluso albergues y paradores. Un caso paradigmático sería el Hostal dos Reis Católicos en Santiago de Compostela, si bien este no era venta sino realmente un hospital de peregrinos, pobres y enfermos


Y es que los hospitales de peregrinos tuvieron una evolución similar, empiezan a datarse en la Edad Media con el paso de romeros pero en algunos casos se vislumbra estuvieron sobre alberguerías anteriores (El de La Pola Siero, sin salirnos de Asturias ni del Camino Norte, por ejemplo) y desaparecen con las reformas sociales, viarias, institucionales, administrativas, etc. del siglo XIX, muchas veces tras una decadencia que arrastrarían desde el siglo XVIII al menos. Los que sobrevivieron se transformaron en casas, cuadras, etc., y los que siguieron guardando algún cometido, muy escasos también, serían alojamientos, pero también centros sanitarios, hospitales de caridad, albergues de transeúntes... tal era la variedad posible y aún más


Un cierto aspecto de vergel tiene el Camino con tanta flora y arboledas bastante bien cuidadas que presentan las casas y fincas situadas a ambos lados, engalanando sabia y preciosamente nuestro entorno más inmediato


Además de la vista, los peregrinos con más olfato podrán disfrutar de las fragancias naturales de la floresta y la foresta del lugar, cual si estuviésemos atravesando un pequeño jardín botánico en el Camino


Palmera y cipreses, artístico muro con motivos triangulares nuestra derecha


Espléndido terreno con más arbustos, setos de boj, mesas de piedra...


Y de esta manera vamos llegándonos al que sería propiamente el lugar donde estuvo la antigua venta que dio nombre al barrio. De posadas y demás establecimientos camineros leemos así en la Xacopedia:

"Históricamente, el paso de peregrinos que se dirigían a Compostela desde todos los países europeos precisaba de instalaciones específicas tales como hospitales, hospicios, albergues y posadas, que pudieran atenderlos en su camino. Además de los hospitales propiamente dichos, también recibieron, de forma más o menos continuada, ayuda asistencial en monasterios, conventos, iglesias, castillos y catedrales. Esta red generó un cuantioso y valiosísimo patrimonio histórico y artístico que, por desgracia, sólo en parte ha llegado hasta nosotros"

Pero recordemos no obstante una vez más que una venta no era un hospital de peregrinos sino que estos serían en principio un usuario más de sus servicios de refugio y posada. De todas maneras al no existir demasiada información de la mayor parte de estos establecimientos es difícil concretar lo que habría en cada caso y cómo se trataría o dejaría de tratar a cada persona en concreto según cada local, momento y lugar


Podríamos pensar en que muchos peregres disponían de algo parecido a lo que hoy llamaríamos credenciales que atestiguaban su identidad y sin duda esto les daría a veces cierta consideración o atención en ciertas posadas, pero por lo general lo seguro era acudir a los hospitales de peregrinos a ellos dedicados y en ellos especializados. En este caso el más cercano está muy próximo, era el de Nuestra Señora de la Blanca en Nueva, del que se conserva, reformada, su casa y capilla, siendo centro la gran romería, con bando propio, que se celebra en septiembre


Esta es la antigua cuadra y henar, que reformada, tal vez fuese un elemento de la antigua venta, así como una pequeño oratorio, que si bien datada en 1983, es posible guarde la memoria de alguna capilla anterior de los antiguos venteros


Se trata de un pequeño nicho u hornacina, con tejado a una vertiente, adosado por la izquierda a la esquina derecha del viejo establo. Su tejado es de tejas a una vertiente y arriba presenta una cruz con dos bolas estilo herreriano


Nos recuerda a una capilla de ánimas, sin embargo estas no suelen estar pegadas a una casa y además arriba unas letras en forja revelan su advocación, pues leemos: "San José y la Santina orgullo de la Tierrina"


En esta foto vemos un belén, pues La Venta Castañeda forma parte de la llamada Ruta de los Belenes del Valle de San Jorge, los cuales se colocan en Navidad en diversos emplazamientos emblemáticos y pueden recorrerse como una travesía senderista, o en bicicleta y en coche, pues en realidad son cinco rutas y no una. Esta es la noticia de su inauguración en Cope Ribadesella el 13-12-2018:
"Como es tradición durante los últimos años, ya puede realizarse la Ruta de los Belenes del Valle de San Jorge, organizada por los vecinos y asociaciones de Nueva y la Casa de Cultura Valle de San Jorge. A través de esta iniciativa se pretende recuperar la tradición belenística del Valle, mostrando a la vez el arte y arquitectura religiosa popular de la zona. 
La navideña propuesta cuenta con un total de 5 rutas diferentes. La primera debe hacerse en bicicleta y discurre por Piñeres, Silviella, Belmonte, Llames, Bufones de Pría, Garaña, La Pesa, Pría, Villanueva, El Acebu y Oviu. La segunda, recomendada también en bicicleta pasa por La Venta, Villahormes, San Antolín de Bedón, Bedón, Hontoria, Cardosu, Queduru, El Palacio y Cementerio de Nueva. 
La tercera, en coche, incluye a Llamigu y Riensena. La cuarta, en bicicleta o coche, Los Carriles y El Doradiellu. Y la quinta y última, puede realizarse a pie ya que en ella se incluyen todos los Belenes de Nueva. En este último recorrido, en la Casa de Cultura de Nueva puede visitarse un nacimiento muy especial y divertido llevado a cabo por Ecomuseo Tarañu, con la colaboración de alumnos de las Escuelas de Pría y Nueva. En este belén, ambientado en Nueva, están representados todos los negocios de la localidad y sus propietarios"

El Belén puede permanecer instalado bastante tiempo, esta es una foto del mes de julio, con San José, la Virgen María, el Niño Jesús, los Reyes Magos y detrás la mula y el buey


Esta es otra foto en otro momento y con otras figuras: vemos dos de San José con el Niño y otra de la Virgen María también con el Niño


Suele haber siempre flores y estar el oratorio en buenas condiciones y bien conservado


Desde la capilla de San José y la Santina salimos de La Venta Castañeda y continuamos ruta, haciendo el Camino, que sigue asfaltado, una larga recta

Desde el muriu o murete de piedras tenemos una excelente vista de la campiña con el pueblo de Cardosu en la lejanía. Su etimología toponímica no parece dar lugar a dudas, pues sería del latín carduum, cardo, lugar de cardos por tanto. Los prados se extienden, entre bosquetes y ocalitales, hasta los no muy lejanos acantilados. En el estudio Paisajes agrarios y su evolución reciente en el Valle de San Jorge, de M.ª Adoración Abella García y publicado en la revista Bedoniana del año 2001, leemos así:

"El Valle de San Jorge constituye una unidad desde el punto de vista ecológico tanto por los usos agroganaderos actuales y pasados, como por las estructuras paisajísticas que éstos llegan a formar. Las condiciones ambientales, así como el uso y gestión de las áreas naturales, inciden en su distribución actual y en la dinámica agraria que se establece a lo largo del tiempo. Su ubicación en una zona de rasas costeras y de montaña, con un clima templado, suavizado por su proximidad al mar, le otorga a este territorio una humedad permanente. Comprende el mencionado Valle, cuatro parroquias: la de de San Antolín (Naves); la de Hontoria, con las localidades de Villahormes y Cardoso; la de Nueva, y más al oeste (y fuera del ámbito estricto de este estudio) la de Pría, que comprende los pueblos de La Pesa, Garaña, Villanueva, Llames, Silviella y Belmonte. Delimitan el Valle de San Jorge el río Bedón por el este y el Aguamía por el oeste, que separa a su vez los concejos de Llanes y Ribadesella. Atraviesan además el Valle otros dos cursos de agua principales: el Santecilio y el Ereba.

 Su situación en la región oriental asturiana permite diferenciar este territorio de otros próximos, debido a la existencia de unas estructuras geológicas, climáticas y meteorológicas particulares, así como unos procesos específicos de formación de los suelos. Este punto de partida lleva a la formación de ecosistemas funcionales que evolucionaron hasta la actualidad..."

Allí está la Casa de Iyana, de origen medieval y que dice la tradición fue fundada por un "noble que vino de Francia, huyendo de las desavenencias de su padre" en los tiempos que esta sería la Tierra de Aguilar dentro del Territorio de Primorias, al llegar a este lugar, siguiendo el camín real, soltó un halcón dispuesto "facer su su posada donde el falcón posare" y efectivamente se posó allí, donde levantaría su casa y sería llamado Posada, lo que sería el origen, insistimos heráldico-legendario de este apellido muy extendido por el Oriente de Asturias. De la casa no obstante, tras reformas e incendios, solamente quedarían un par de ventanas geminadas

En Cardosu se fundó en 1888 una de las iniciativas pioneras de la enseñanza en los pueblos de Llanes, el Colegio de San Pedro y Santa María, aprovechando para ello la casa solariega de Francisco del Hoyo Junco, indiano que tras hacer fortuna en La Habana se encomendó a hacer realidad esta institución, leemos en Casas Rurales de Llanes:

"Los restos actuales aun permiten observar una construcción sólida, recia, sin adornos y al lado, independiente, la amplia capilla que, a diferencia del colegio, está en aceptable estado de conservación. Dedicado a la enseñanza primaria y a la formación en comercio, sus destinatarios fueron los niños y niñas pobres del Valle de San Jorge. El recinto colegial comprendía las edificaciones y asimismo un espacio (“ochenta metros de radio en todas direcciones”) para huertas, jardines y paseos. De todo ello quedan el prado que sirve de acceso, la capilla y las ruinas tomadas por el bosquecillo que desde la parte de atrás ha ido apoderándose del terreno" 

Y este es el paisaje de prados y bosquetes al que se refiere en su estudio del valle Abella García:

"La importancia de la definición del sustrato sobre el que se asientan los diversos paisajes desde Naves a Nueva, radica en el hecho de la vocación del suelo, es decir, de las potencialidades que presentan los suelos en las distintas partes de las laderas. La morfología del paisaje corresponde con una amplia llanura o rasa costera cantábrica, donde los suelos resultan más profundos y con una mayor potencia, y donde existe una intensificación de uso o humanización elevada, frente a la sucesión de laderas, con distintas orientaciones, donde la potencia o profundidad del suelo varía en función de los depósitos que se originan en los fondos de los pequeños valles, para dar paso hacia las cimas o rasas de montaña, a suelos de menor espesor o profundidad"

El Camino se alarga, como el muriu, en dirección a las casas de Güergu. A la izquierda comienza la ladera, plantada de ocalitos, de El Llanu H.ontoria... 

"La banda siguiente hacia el monte presenta ya una cierta pendiente que hace la mecanización más difícil; se trata de terrenos improductivos de monte bajo con genistas, piornos y brezos. En la actualidad la superficie de estos matorrales ha disminuido ya que han sido roturados y en su lugar se han plantado eucaliptos y pinos, plantaciones dominantes hoy en día"

Una fila de palmeras a la derecha del Camino señala la entrada en el lugar de Güergu. El Camino se extiende por lo que sería la última franja llana antes de la falda de la montaña

Si bien es un topónimo relativamente abundante no está clara su etimología, para unos tendría que ver con güelga o buelga, camino entre nieve, vegetación o maleza, siendo la raíz el celta olcam, campo fecundo o terreno laborable. Para otros tendría que ver con el latín corrugum, barranco. Dado que Güergu se halla en un camino y al pie de una abrupta ladera las dos opciones serían posibles

Primeramente pasamos junto a dos casas con terreno construidas en esta parcela cerrada por vallado

Fijémonos después en estos somieres, empleados con profusión como improvisados cierres de las fincas

Las quintanas de Güergu con el caserío de Queduru, por donde va la tubería del agua hacia H.ontoria. Más allá está la capilla de San Roque de Queduru, que no llegaremos a ver desde el Camino, pero cuya advocación parece especialmente vinculada a las peregrinaciones

El Cebu, al norte de Cardosu, y más allá los prados de La Ería de H.ontoria. Abella García también se refiere a ellos cuando dice:

"Los cambios de altitud, pendiente, orientación y el manejo ganadero modelan el paisaje en bandas paralelas al mar y muestran estructuras vegetales diferentes. Se encuentran en primer lugar los prados de siega, ubicados en terrenos llanos y fértiles cuyo uso permitía obtener el heno para alimentar el ganado en invierno. La siega anual permitió la existencia de unas especies pratenses características con un buen equilibrio entre familias botánicas. Así la proporción gramíneas/leguminosas en las áreas costeras es favorable a las gramíneas, que forman la fracción de volumen del pasto, pero las leguminosas (o fracción más proteínica) también están presentes. En la actualidad la fuerte mecanización que se produjo permite obtener ensilados de la pradera de buena calidad para cubrir la alimentación del invierno. De los paisajes costeros se echan en falta, en la última década, las varas de yerba o balagares, elaboradas con heno bien seco y que se utilizaban en las épocas de escasez de alimentos para el ganado. 

Con los prados se reticulan y mezclan áreas de cultivos diversos; el maíz forrajero constituye en la actualidad el cultivo más extendido. Con el maíz de grano aparecen algunas áreas de faba (Vicia faba) asociada, que constituye un típico cultivo en los terrenos cálidos, próximos al mar. Los principales ensilados en verde corresponden a la pradera natural. Pero también se ensila el maíz forrajero y el raygrass"

Foto de Francisco Rozas en Bedoniana 2010

Queremos recordar que en  Cardosu estuvo el célebre Llagar Riesua, de Enrique Riestra y Rufino Suárez, ahora Parrilla La Chopera. Del llagar tiene imborrables recuerdos, transmitidos en la revista Bedoniana del año 2010, el veterano vecino Bernardo García Suárez:

"Fue en el verano del año 1947 cuando un familiar emprendió la fabricación o elaboración de sidra en un llagar instalado en una nave en Cardoso. 

Al comienzo todo parecía que podía resultar bien el experimento. Llegó el mes de noviembre y con él la puesta en marcha del lagar con la compra de manzana, la limpieza y puesta a punto de la prensa y las pipas. Estas pipas o toneles eran muy grandes y tenían una pequeña compuerta por donde se colaba un hombre que no fuera muy corpulento para limpiarlas por dentro antes de llenarlas con el preciado líquido. El paisano, de Ovio, que se encargaba de todas esas labores no asumía la broma que mi pequeño hijo le gastaba cuando le veía barrer el local y, peyorativamente, le llamaba «Muyerina». Corría detrás del crío enarbolando una escoba pero el infante se le escurría como un ratón. La criatura no veía en su entorno una escoba que no estuviera en manos de una mujer. Los hombres bastante hacían con atender al ganado (ayudado por la propia mujer e hijos) y luego ir al chigre que para eso era el macho, el Rey del caserío. 

Se mayó o machacó la manzana y convertida en «sidra del duernu» (mosto) se vertió en las pipas y allí quedó en espera de su fermentación. 

Pero la sidra salió mala. Como decían por aquí, con la proverbial retranca de los paisanos, «sabía a cocimiento de ballicu» y costaba Dios y ayuda poderla vender. Cargábamos el camión con dos o tres mil botellas y allá íbamos cada vez más lejos a tratar de venderlas. Llegábamos hasta Unquera, Panes y Potes. Pero el negocio era ruinoso porque después de vender todas las botellas y deducir gastos de camión y comidas, había que volver un par de meses después a recoger las botellas vacías. Unos clientes las habían vendido y otros no. Unos pagaban y otros no. Al final de temporada quedó por vender mucha sidra, sin recuperar muchas botellas y sin cobrar muchas pesetas. Así terminó el episodio del llagar..."

Primavera temprana en Güergu, como también dice esta autora, el paisaje con sus valores estéticos constituye un valor importante en el uso y disfrute de la naturaleza...

" pero no sólo por eso, sino por la posibilidad de establecer programas de protección y mejora del entorno, para lo que debería implicarse la educación ambiental. La interpretación del entorno es la base de la pedagogía de la naturaleza y esa interpretación no queda limitada a la población local o al turismo cultural, sino que constituye el fundamento de la Ciencia del Paisaje"

A nuestra izquierda, empezando la falda del monte, un gran caserón se extiende sobre el Camino. Más arriba las plantaciones de ocalitos llegan a la cima de El Llanu H.ontoria:

"Los paisajes de bosques mixtos de castaño y roble que existían hace unas décadas se han ido sustituyendo por otros más productivos y de crecimiento más rápido, como el pino silvestre y el ya citado eucalipto"

El Camino se encaja entre muros y sebes, hay varios nogales y castaños, cuyos frutos ya figuraban en el Diccionario de Madoz dentro de la producción de la parroquia a mediados del siglo XIX:

"... se cosechan regularmente en cada año unas 3.000 fanegas de maíz, 100 de escanda, bastante cantidad de patatas, habas, unas 1.200 cántaras de sidra, castañas, nueces y otras frutas, sin excluir la de limones y naranjas"

Crece también entre la vegetación una hermosa mata de hortensias, a la sombra de un nogal. Como diría otro estudioso del paisaje del valle, Luis Carrera Buergo:

"Es un típico paisaje de campiña cantábrica abierta, dominado por praderías (cobertura variable entre 50-75 %), a su vez intercaladas con tierras de labor, setos, matorrales y pequeñas arboledas. Hay varios pequeños núcleos rurales en la periferia del área y una discreta red de caminos rurales de escaso tránsito"

El mismo estudioso incide en esta descripción en otro de sus artículos paisajísticos y dedicados a la avifauna en Bedoniana 2001:

"El paisaje más extendido en el área es la campiña, hábitat abierto en el que se entremezclan praderías, tierras de cultivo (maíz y otros forrajes sobre todo), áreas de matorral y pequeñas arboledas. Las praderías y tierras de labor, que recubren aproximadamente un 60-70 % del territorio, son el elemento dominante, seguidas de las áreas de matorral (laurel, aladierno, espino, acebuche, tojo, zarzal, etc.), con una cobertura aproximada del 20-30 % y pequeñas arboledas (eucalipto, castaño, aliso, encina, manzano)"

Pasamos una higuera (jigar h.igar -con hache aspirada-) y la entrada al caserón, que ya hemos dejado atrás. Seguidamente viene una ligera cuesta hasta las siguientes casas

En esta bifurcación continuamos por el camino principal, el de la izquierda, que sigue recto hasta el final de la cuesta

Un poste telefónico cubierto por la hiedra trepadora parece un árbol, pero los cables lo delatan

Una flecha amarilla pintada en la caja de contactos confirma la dirección a seguir


Los prados en verano, agostados, tostados por el sol tras la siega y de color pardo. Volvemos a leer a Mª Concepción Abella García:
" por su proximidad al mar, las capas superficiales del suelo se mantienen siempre con elevados contenidos en sales que depositan las abundantes nieblas costeras. Sobre sustratos cuarcíticos aparecen suelos denominados ranker que, cuando presentan una desintegración química, dan óxidos de hierro con su color característico (...)

La caliza sufre procesos de formación denominados rendsinas que son de poco espesor y sólo presentan dos horizontes, de los que el más exterior ofrece una acumulación de materia orgánica en descomposición y constituye una capa de lavado. 

La lluvia atraviesa esta primera capa u horizonte por lo que constituye una zona de lavado. Debajo de ésta aparece una capa de roca meteorizada, es decir, con diversos grados de fisuras, algo disuelta y con procesos de oxidación intensa. A un nivel más profundo se encuentra la roca madre o sustrato geológico compacto y sin descomponer; es el material de partida para la formación de suelos. Si se trata de cuarcitas se producen arenas, mientras que en el caso de las calizas generan arcillas muy compactas, lo cual condiciona la permeabilidad de unos suelos y otros.

Si se trata de suelos situados en la rasa costera, más evolucionados, con más espesor, no ácidos, presentan tamaños de grano variados, como arcillas y limos que se mezclan con los abonos en los prados de siega debido al pisoteo del ganado y que, en el caso de los cultivos, se mezclan mediante un laboreo superficial. Se denomina a estos suelos de la zona costera tierras pardas, por su color pardo brillante; también encontramos en el Valle de San Jorge algunas áreas de terra fusca que son suelos compactos, de color pardo rojizo hasta el ocre, bastante descalcificados"

El mismo lugar en primavera, mucho más verde. El sistema de prados, pastos y siega para el ganado se ha visto sometido a ciertos cambios también estudiados por esta especialista del paisaje:

"Los dos picos de producción de pastos tienen lugar en la primavera hasta inicios del verano y en el otoño, en esta última época se aprovecha la biomasa herbácea y estacional por siega, mientras que hace unas décadas era por pasteo directo. 

Desde el punto de vista de las razas ganaderas presentes en la zona se pueden apreciar algunos cambios. Mientras que tradicionalmente se utilizaban varias especies de vacuno (y caballar con ganado menor ovino y caprino) y de razas rústicas bien adaptadas a las condiciones ambientales, como la asturiana4, más tarde se introdujeron razas foráneas, especialmente de vacuno, como la pardo alpina y, más tarde, la frisona. Así se pasaba de un aprovechamiento extensivo, a diente, a unos modelos más intensivos con una estabulación muy prolongada a lo largo del año. Se siegan las paciones de primavera y de otoño para dar al ganado en las cuadras, con un consumo energético mayor que con el extensivo"

Pasamos frente a Casa la Maja, preciosa quintana asturiana, con casa, cuadra, hórreo y llagar. Es un conjunto muy interesante pues no ha sido tan profundamente reformado como otros, lo que nos permite hacernos una idea de cómo serían antaño buena parte de las casas campesinas

Casa la Maja en verano, con la buganvilla creciendo en la fachada de la cuadra

El hórreo, de seis pegollos, pues no es su número lo que delata si es una panera o no, sino el tejado piramidal a cuatro aguas con una sola pica o moñu, obispu, cantapaxarinos...

Un hermoso jardín bien cuidado se extiende por su corralada o espacio delantero, cerrado con un vallado. Muchas antiguas caserías se dedican hoy día al turismo rural

Pasamos enfrente de la entrada y del llagar y empezamos a bajar hacia las vegas del Ríu Sanciciliu o San Cecilio

El paisaje cambia. La cuenca de este río, que cruzaremos un poco más allá, en Puente Güergu, es muy boscosa. Nace en la vertiente oriental del collado Tresjuncalar a una altitud de 765 metros pasando luego al pie de los montes de Llamigu y La Cabeza Benzúa, siendo llamado en su curso alto, hasta el pueblo de Los Carriles, río del Colláu la Tabla

Un peregrino en el Camino. A partir de aquí el bosque imperará hasta nuestra llegada al Palacio del Conde de la Vega del Sella, solar de la antigua Torre de San Xurde, desde la que se gobernaba el valle de este nombre en la alta Edad Media, y junto con las del Castillo de Soberrón y Santiuste, la Tierra de Aguilar, que luego sería el concejo de Llanes al crearse la puebla de este nombre hacia 1228 con Alfonso IX, pasando esta a regir el territorio, hasta entonces administrado por un potestas o representante real

De estos hermosos bosques autóctonos, resto de los que tanto abundarían en tiempos pasados, dice asimismo Abella García:

"... aún se encuentran en el Valle de San Jorge ecosistemas singulares que van ligados a los cursos de los ríos. Se trata por tanto de superficies que van perpendiculares a las anteriores, es decir, de la montaña al mar. El bosque fresco, muy diverso y con gran variedad de estructuras, resulta muy interesante desde el punto de vista ecológico al constituir superficies naturales, ya que las especies arbustivas y arbóreas que allí se instalan rebrotan de manera natural gracias al banco de semillas del suelo y a la dispersión de las mismas por el viento y por la fauna que habita el bosque"

En las riberas del río podemos encontrar, según esta investigadora de la botánica del valle, especies como laureles (Laurus nobilis), castaño (Castanea sativa), fresno (Fraxinus excelsior), cerezo (Prunus avium), aliso (Alnus glutinosa), roble (Quercus robur), avellano (Corylus avellanae), saúco (Sambucus nigra), sauces (Salix atrocinera, Salix caprea, Salix sp.) y abedules (Betula pubescens), entre los más abundantes:

"Algo de pino (Pinus sylvestris) y bastante eucalipto (Eucaliptus globulus) acompañan esta vegetación ribereña hasta las mismas márgenes del río. Los ejemplares aislados de nogales (Juglans regia) revelan una abundancia de estos árboles en épocas pasadas. La vuelta al nogal, como especie maderable y por sus frutos, sería del todo aconsejable"

Y, además de bosque, otro elemento muy importante, el matorral:

"Los matorrales tienen un cierto interés al servir de abrigo para especies de interés cinegético, como corzos, rebecos y faisanes, perdices y codornices, abundantes en décadas pasadas. Asimismo los matorrales se pueden considerar ecosistemas protectores, ya que suponen un refugio para muchas especies de aves e insectos que se desplazan desde los sistemas ecológicos vecinos"

En lo alto volvemos a ver la Sierra de Cueva Negra, en el citado estudio de Hernán del Frade de Blas, Mediudía y Socampu, dos montañas sagradas, cuenta este erudito cómo empezó a fascinarse desde niño por las muchas leyendas de estas montañas:

"... estando en invierno en Llames, mi hermano subió al monte a cazar con mi tío Toño, mi primo Toñín, Ramón –un paisano del pueblo– y su hijo, Ramonín. Yo era un crío y no se me dejó subir por mi condición. Todo el día estuve mirando al monte con los prismáticos de mi padre, sin lograr ver la partida de cazadores por el Pico Mediodía. 

Ya entrada la tarde, volvieron con alguna arcea, pero lo que más recuerdo, aparte de mi frustración infantil por no haber ido a la aventura, fue el relato que me hizo mi hermano de cómo era aquella montaña que dominaba el paisaje. Abundó en detalles de cómo era de empinada, de la cumbre, en la que había nieve; de las praderas de la cresta, que yo imaginaba cortada a pico. Sin embargo, lo que más me interesó fue el que había visto la herradura del caballo de Pelayo. Ramón le había contado cómo Pelayo, batallando con los moros, había pasado por un pequeño y estrecho puerto entre rocas junto al Picu Mediodía y su caballo, al que imaginé fuerte y descomunal, había pegado una patada a la roca, dejando su herradura tallada en ella. Cuando ya tuve edad de subir al monte, busque varias veces la herradura, pero no la pude localizar.

Pasó mucho tiempo hasta que, después de pasar unos años fuera, comencé a ir al monte de nuevo. Al pasar por el lugar de la leyenda, El Portillín, volví a intentar localizar la marca en la roca, otra vez sin éxito. Pregunté a gente por la zona pero las indicaciones eran ambiguas, y a veces contradictorias. Un día localicé un artículo de Cristobo de Milio Carrín, que decía que la Virgen y el Niño, habían cruzando el monte junto al Picu Mediodía. En este lugar la mula que montaban había pegado una patada abriéndose la montaña y dejando la herradura marcada en la roca. Las similitudes entre las historias eran casi totales, solo cambiaban los jinetes..."

Tras ese primer artículo, el investigador localiza otro, este de Elviro Martínez, que recogiendo la leyenda con mayor detalle titulaba La Corona de Estrellas y que del Frade de Blas resume así en su estudio:

"... la Virgen, huyendo de los moros que vienen por mar tras ella, llega con el niño a Cuevas del Mar (playa al norte de Nueva) de noche. Un sirviente la lleva hacia Nueva sobre una mula con el niño bajo su manto. Al descubrir al niño, este emite un extraño fulgor que ilumina la noche. La comitiva va siguiendo a la «estrella más hermosa», que inicialmente está sobre el Socampu y va girando hacia el oeste. La comitiva sube por Robazón hacia el monte, pasando por lugares determinados. Unos pastores ven el fulgor el niño. Una vieja que está con ellos no lo ve por impía, se va a dormir y su lecho se convierte en un bloque de piedra llamado «Cama de San Pedro». La comitiva llega al Portillín. No puede pasar por las rocas. La Virgen ordena a la roca que se abra. Allí deja su marca la mula. Siguen por el Valle la Piedra hacia Covadonga. 

Tras leer la leyenda, se aprecia que el romance que esta narra se prodiga en descripciones exactas del camino seguido por la Virgen, todo parece indicar que estamos ante un mito local muy antiguo posteriormente cristianizado. Varios elementos tienen un significado especial, como es la «estrella más hermosa» que cabe identificar con Sirius, la estrella más brillante del cielo y a la que se denomina en la Edad Media Stella Maris, y representación en la cultura mediterránea de la diosa Isis, relacionable con Démeter, Astarté, Potnia Theron, Cibeles, Sirona, Belisana, Danu/Ana –y la lista seguiría–, es decir, la diosa madre por excelencia. Es significativo que Sirius culmina, pasa por el sur, a medianoche el 30-31 de diciembre y visto desde Cuevas del Mar, el Socampu marca el sur

 Otro elemento principal de la leyenda es la luz milagrosa que sale del niño cuando la Virgen abre su manto. El niño/dios brillante puede relacionarse en distintas culturas antiguas con los dioses Horus, Mithra, Helios, Hermes, Apolo, Dagda/Sucello o Belenos..."

En esta foto de primavera temprana vemos la casa de Puente Güergu, justo antes del paso del río. Los eucaliptos cubren la falda de El Llanu Nueva, más a lo lejos

Sin embargo, en las márgenes del Camino predominan las especies autóctonas. Buen momento sin duda para destacar estas conclusiones de M.ª Adoración Abella García:

"Sería necesario mantener la protección de los paisajes naturales del Valle a fin de mejorar su calidad, cada vez más demandada. Asturias, no obstante, constituye por sus condiciones naturales una región con vocación forestal, aunque la mayor parte del Valle se encuentra deforestada; sería pues deseable emprender unos planes de plantación de caducifolios y de formación de viveros a fin de realizar un uso eficiente de los recursos naturales maderables. Algunos ayuntamientos del norte de España han lanzado normativas voluntarias en las que se recomiendan las plantaciones de caducifolios en vez de perennifolios; se podrían proponer incluso subvenciones para aquellos campesinos que plantean un desarrollo conservativo en lugar de la explotación salvaje.

La conservación de los montes existentes y los posibles planes de reforestación o protección de zonas con rebrotes de especies arbóreas permitiría mejorar la calidad de estos paisajes, así como también mejorar sus condiciones productivas. En algunos países centroeuropeos, como Suiza, se subvenciona la siega de los prados a fin de proporcionar al paisaje más gamas de verde, que el turismo paga con creces"


En parecidos términos se expresa Miguel A. Menéndez Cárcaba, autor de El Valle de San Xurde - El paisaje: la memoria recuperada:
"La pequeña comarca del concejo de Llanes (Asturias) conocida como Valle de San Xurde, ha heredado un paisaje de alta calidad en la que se conjuga una diferenciación física diversa con una vinculación coherente entre los ecosistemas formados y los procesos sociales acaecidos desde su historia más remota. Un conjunto armónico modelado y organizado por la constante labor humana. Esta organización, soportada en un espacio de múltiples y fascinantes posibilidades visuales, refleja el sentido de identificación con el territorio que su comunidad de gentes conserva, pese al progresivo languidecer demográfico, manteniendo un elevado nivel de integridad que requiere una apuesta decidida por su conservación"

Prosigue el autor dando explicación a las características del valle, empezando mismamente por su nombre y emplazamiento :
"El espacio se encuentra administrativa y emocionalmente inscrito en el territorio del concejo de Llanes (Asturias) con el que comparte características físicas y sociales aún cuando se sustrae de su influjo geográfica e incluso antropológicamente. La singularidad del lugar queda patente desde el momento mismo en que se repara en la adopción de su advocación principal y que le da nombre: San Iurde, San Xurde, San Jorge, que corresponde a la Parroquia de Nueva y a su capital, Puebla Nueva de Aguilar, centro vital del valle. 

Probablemente ligada a la corriente benedictina primitiva llegada por la influencia Franco-merovingia -pueblo que le profesaba gran veneración- y el efecto de aquellos primeros contactos entre el reino Franco y el incipiente reino Astur; estableciéndose los monjes en el Monasterio de San Jorge, al lado del río de Guana. Puede aventurarse como hipótesis su emplazamiento en el lugar de Cardoso, parroquia de Hontoria, donde se documenta el solar de la Casa de Guiana y de la que se conservan algunos restos. 

A modo de introducción, es necesario indicar la potencial confusión a la que puede inducir la denominación del lugar pues no se trata de un valle en el sentido en que lo imaginamos al considerar su definición geográfica, al menos no un único valle. El espacio físico al que se refiere este trabajo posee identidad, geográfica y socialmente, posee su propio carácter derivado del vínculo que su población ha dejado en él, tras el largo camino recorrido entre los primeros asentamientos prehistóricos y la actualidad, sobre el que han dejado su impronta el feudalismo medieval, el renacer romántico de la conciencia identitaria o los intentos racionalistas, en los albores del siglo XX, por mejorar la gestión del territorio y su productividad, impulsada desde Ultramar por los vecinos emigrados. Y, cómo no, el desarrollismo franquista (repoblaciones de pinos, eucaliptos, etc.) y recientemente la fiebre inmobiliaria ligada indefectiblemente al turismo de masas"

Pasamos ya al lado de la casa, solitaria, de Puente Güergu, la vega de este río que pudo ser el Guana antes citado. Así sería como lo nombraría el Padre Yepes (D. Antonio de Yepes Torres) en su Crónica General de la Orden de S. Benito, citando a un monasterio de San Jorge, “cabe río Guana”, pero realmente sin localización definida. No así el Valle, uno de los que conforman históricamente el concejo de Llanes y que en palabras de Menéndez Cárcaba tiene estos límites y comprende estas parroquias:
"Nos encontramos con El Valle de San Xurde en el límite noroccidental del concejo de Llanes, comprendiendo históricamente las parroquias de Nueva, Pría, Hontoria, Naves, Los Carriles y Rales, constituyendo un conjunto físicamente bien diferenciado que abarca unos 55.5 km2 . Su límite norte lo conforma el mar Cantábrico, al occidente limita con el concejo de Ribadesella por el río Aguamía (o Guadamía), cerrándose por el suroccidente con la Sierra de Cueva Negra y La Escapa, al oriente el río Bedón determina el final del valle en la parte costera mientras que, hacia el interior, la sierra de Benzúa marca el borde suroriental y su frontera sur se corresponde con las alturas de las sierras de Benzúa y de La Cubeta"

 Detrás de la casa el valle del Ríu Sanciciliu separa los llanos de H.ontoria y Nueva. Los llanos son sierras planas, de cima en forma de meseta, que caracterizan el paisaje de tal manera que llegaron a dar nombre a la villa y concejo de Llanes, sustituyendo al viejo topónimo Aguilar, que ya aparece en el año 1032, cuando se cita a la Torre de San Xurde como castro de Aquilare, solar de los Aguilar


Aquellos antiguos potestas, dominante o tenente que en el siglo XI ostentaban la autoridad en nombre del rey son alguno de ellos conocidos gracias a la documentación del monasterio de San Salvador de Celoriu del año 1078, como Rodrigo Moniz y Diego Umuaiz, a ellos competía la administración de justicia, la recaudación de impuestos y el reclutamiento del ejército. Su función cesaría tras la proclamación de la Puebla de Aguilar (Llanes) como población aforada medio siglo después, siendo entonces la nueva población (parece que sobre un pequeño enclave portuario preexistente) el nuevo centro administrativo, político, social y económico de este territorio 


Aquella Tierra de Aguilar estaba a su vez dentro de a la vez dentro de la antigua Primorias o Provincia Premoriense, territorio asturiano al este del río Sella, un nombre que algunos cronistas quisieron relacionar con primero o primerizo, referido a que sería el primero que constituiría el Asturorum Regnum, pero que no tiene realmente filiación etimológica con el latín primus sino con el britónico pri (cerca, junto a) y el celta miro (mar), por lo que sería tierra junto al mar. Es posible que su límite oriental fuese el río Miera y por el sur la Liébana, por lo que sería el germen de las Asturias de Santillana


Salimos a lo que parece haber sido una curva de la antigua carretera local y subimos un poco de cuesta hasta el cruce con la actual LLN-16, vía que comunica Cardosu y Los Carriles


Subiendo un poco ya vemos cómo el camín real sigue de frente hacia Palacio del Conde de la Vega del Sella, a solo medio kilómetro de aquí; y a Nueva, a cosa de un kilómetro escaso


No suele haber mucho tráfico, ano ser en verano, pero la visibilidad del cruce no es buena, por lo que habremos de extremar las precauciones al pasar al otro lado


Estamos efectivamente cruzando en una curva en la que tendremos que prestar mucha atención al paso de vehículos, a veces además a bastante velocidad


Un par de zancadas y ya hemos pasado. Aquí estamos propiamente en el puente, o mejor dicho los puentes: el de la izquierda, al que nos dirigimos (fijémonos en la flecha amarilla) el del camín real, el de la derecha del de la carretera


Dos pequeños muros delimitan nuestro puente por ambos bordes. De frente el bosque seguirá constituyendo nuestro entorno más inmediato hasta llegar a Nueva


Alloros (laureles) y jelechos o h.elechos cubren este río, que al desembocar en La Güelga forma una preciosa ribera arenosa con marismas aguas arriba de la misma playa. El río, al que Pablo Ardisana llama San Teciliu y dice que es de "gran llena" en estaciones de lluvia y "llarga seca" en verano, forma una cuenca o unidad geográfica fluvial así descrita por Menéndez Cárcaba:
"Esta unidad abarca las parroquias de Los Carriles, Nueva y Hontoria y limita por el oeste con la unidad del río Nueva y por el este con el río de las Cabras. Tiene una extensión de 23,68 km2. En su nacimiento el río San Cecilio se denomina arroyo Collado de la Tabla ya que proviene de la zona llamada La Tabla, cerca del collado Tresjuncalar al norte de Riensena. Circula por el Alto de Llamigo, al pie de la sierra de Benzúa, hasta el núcleo urbano de Los Carriles, a partir del cual modifica su trayectoria hacia el norte y pasa a recibir el nombre de Riega de San Cecilio durante un corto recorrido al oeste del llano de Los Carriles. Una vez superado el terreno más montañoso pasa a circular por la zona costera más llana. Desemboca en la playa de La Huelga, pero antes de verter sus aguas al mar todavía recibe el aporte del arroyo Llagañas que proviene de una incisión en las cuarcitas que separa el llano de Hontoria y el llano de Villahormes"

Antaño el agua de estos ríos era canalizada para llevarla a los molinos harineros, pues era la fuerza motriz de su maquinaria hidráulica. La mayor parte dejaron de moler pasada la posguerra, primero con los molinos eléctricos que se adquirieron en muchas casas, luego con la mejora de las comunicaciones que permitió el reparto rápido de pan desde las tahonas, por lo que se acabó con la ardua tarea del transporte del grano al molino, la vez y duración de la molienda, la vuelta a casa con la harina y luego proceder con la elaboración del pan propiamente dicha, el amasado, el cocido, etc.


El cultivo del cereal también llevaba su tiempo y el terreno a él dedicado fue aprovechado por ejemplo para siega y pasto, pues el campo se especializó en la industria cárnica, luego ya sobre todo láctea, para el suministro a las crecientes ciudades y áreas industriales a las que también emigraron masivamente los campesinos, un proceso que se aceleró drásticamente por entonces, pero que ya había comenzando cien años antes, según Menéndez Cárcaba:
"Hacia la segunda mitad del siglo XIX se inicia una lenta transformación de la economía local, de la subsistencia y el policultivo se pasa a la economía de mercado merced a la influencia y las inversiones de los emigrantes locales hacia América que introducen nuevos métodos de producción como las granjas modelo (explotaciones ganaderas con una perspectiva intensiva de la producción) y la utilización de la incipiente tecnología que los avances del momento proporcionaban. Esto provocó la transformación de las parcelas productivas hacia praderías y pastizales orientados a la producción láctea" 

Pasado el puente una antigua caseta de la traída de aguas no habría de pasarnos desapercibida...


Ahora para nuestra sorpresa vemos que hace las veces de biblioteca, nos asomamos a la puerta a reconocerla, pues puede servir también de improvisado refugio en caso de lluvia


Efectivamente, aquí están los libros, colocados en un estantería de la pared. Fijémonos también en la tubería y llave de paso. Una caja de frutas boca abajo hace las veces de asiento. Está algo vencida por lo que es evidente que se usa


En la entrada un cartel que pone Libros DE sobra; a la izquierda y más pequeño trae y lleva, y abajo Gema juegos y palabras (la de Gema es un libro abierto en posición invertida)


Otra caja de frutas sirve también para poner libros, puesta sobre otra para tenerlos separados de la suciedad y polvo del suelo


Una loable iniciativa, esperemos que dure y cunda el ejemplo lector


Tras nuestra visita a esta verdadera biblioteca caminera seguimos por el camín real, que entra ya en la parroquia de Nueva, cuya Torre de San Xurde, San Jurde o San Jorge fue el castro de Aguilar o Aquilare que dio nombre a lo que luego sería este concejo de Llanes, como hemos dicho, formando sus restos parte del recitado Palacio del Conde de la Vega del Sella, que prontamente encontraremos en medio del boscaje


Esta es otra curva de acceso a la carretera que hemos dejado atrás, por lo que en esta bifurcación continuaremos de frente y recto


Hay una pequeña cuesta pero el trayecto es, como ya decíamos también, va a ser mayoritariamente llano hasta más allá de Nueva, en concreto hasta la subida a la iglesia de San Pedro de Pría, ya al final del valle


Dice también Menéndez Cárcaba que este Camín Real, que realmente deberíamos aquí y en muchos sitios escribir con mayúscula, pues es topónimo y nombre propio, es "por donde discurre el Camino de Santiago, atravesando el territorio de este a oeste, sobre la rasa costera y al pie de las laderas de los llanos. Salvando ríos por puentes que hincan sus cimientos y la técnica de construcción empleada en el conocimiento experto de los zapadores romanos" 


Con la construcción de las actuales carreteras, la antigua N-634 ahora AS-379, el eje de las comunicaciones se desplazó más al norte y el Camín Real se convirtió en una vía pecuaria más. Sin embarco, dado que comunica diversos núcleos de población intermedios y por supuesto las fincas, se ha conservado bastante bien en lo que es su trazado, muy recto incluso en las cuestas, como gustaban los romanos en sus vía y calzadas

No se conserva el viejo empedrado y se ha transformado, ensanchándolo y aplanándolo para el paso de vehículos de servicio a las fincas y maquinaria, pero ha podido ser recuperado como uno de los tramos  históricos del Camino de Santiago, el ahora denominado Camino Norte

Este trazado sería efectivamente el principal de todos los viajeros de antaño que recorrían la costa cantábrica, desde los pobres y mendigos, peregrinos, arrieros y pastores a los altos funcionarios y mismamente los emperadores (el concepto de viajar en el sentido placentero actual puede decirse no existió plenamente hasta épocas históricamente recientes)

Por aquí pasaría el joven Carlos I en aquel azaroso viaje de 1517 desde Tazones y Villaviciosa, donde desembarcó inesperadamente viniendo de Flandes, a Santander y Castilla para confirmar el gobierno de su herencia española. Hospedándose como mejor podía en las mejores casas de las personalidades principales, que estaban en las villas, pues además había de buscarse alojamiento cercano para los miembros de su séquito, realizó un por entonces complicado viaje de cinco leguas de Ribadesella/Ribeseya a Llanes, viniendo en dirección contraria a la nuestra

Lo de continuar por mar a Santander se había descartado "por la mutabilidad del viento, que lo mismo se puede cambiar en malo que en bueno" y ganar Castilla por tierra, aprovechando los puertos de mejor paso desde Asturias (Payares), visitando de paso la ovetense Catedral del Salvador con la Cámara Santa, también, por el miedo a la peste en esta ciudad, por lo que se decidió emplear el camín real costero, que a pesar de sus inconvenientes era el mejor que había. 

Lo más complicado eran los "peligrosos ríos", pues no todos tenían su puente y dada su cercanía a la costa había de esperarse a las bajamares de pasarlos "y aún entonces llegaba hasta la silla de los caballos..., por lo cual el camino era allí tanto más peligroso, de tal modo que era necesario, por medio de su jabalina y otro bastón, sostenerse contra la rapidez de dichas aguas o estar en peligro de ahogarse", como relataría el cronista Laurent Vital,  que acompañó al emperador. Así sería su accidentada arribada, narrada en La Nueva España por el Doctor en Historia Christina Franco Torre a fecha 27-8-2017 y que nosotros recogemos desde el excelente Blog de Acebedo:

"Fue lo más parecido a la llegada de un extraterrestre. Probablemente, el avistar un platillo volante hubiera impresionado más a los asturianos que, en 1517, vieron arribar a sus costas la imponente flota con cuarenta naos que escoltaba al flamante rey de Castilla y Aragón, Carlos I, en su viaje a la Península Ibérica. Pero también es probable que un OVNI les hubiera atemorizado menos, ya que la formidable armada hizo pensar a muchos que era una invasión del "turco" lo que presenciaban. No eran los otomanos, sino los flamencos, quienes llegaban a tierras españolas. Y con ellos, una nueva era para los reinos que conformaban España. No era Asturias el destino original de don Carlos, sino el puerto de Laredo. Pero los vientos adversos confundieron a los marinos y, cuando se quisieron dar cuenta, estaban frente a la costa asturiana, y no en el Golfo de Vizcaya, como era su previsión primera. Era el 8 de septiembre de 1517, y la vergüenza en la flota era general.

Carlos I pernoctó, en su primera jornada en tierras españolas, en un palacete maliayés: la Casa de Rodrigo de Hevia. Allí pasó cuatro noches el hijo de Juana "La Loca" y Felipe "El Hermoso", mientras el grueso de su flota ponía rumbo a Santander. El rey pasaría diez días y otras tantas noches en tierras asturianas, un periplo que le serviría para tomar contacto con la realidad de sus nuevas posesiones y con la naturaleza de sus súbditos"

Si había barquerías no eran siempre de fiar y menos en las rías más anchas, por lo que se remontaban río arriba en gran rodeo, como se hizo en la del Sella por Lloviu antes de dirigirse a la capital riosellana. A lo largo de estas entradas de blog repasaremos las crónicas de estos y otros viajeros históricos que plasmaron sus impresiones del viaje por estas tierras siguiendo este mismo camino

Bifurcación y de frente. Tanto cambió la percepción de los viajes en estos siglos que la belleza del paisaje, por ejemplo, se basaba más en la dureza o facilidad del Camino y el trato afable u hostil de las gentes que en otros conceptos más plásticos. Incluso cuando este aprecio por el paisaje como hoy lo entendemos se implanta avanzando el siglo XIX, aún parecen apreciarse más los entornos de las tierras hacia el interior con sus paisajes humanizados de casas, caseríos, fincas y cultivos, que por ejemplo los de primera línea de costa con sus acantilados y playas


Tampoco los bosques y las montañas se describían demasiado positivamente, perviviendo conceptos de lugares muy selváticos o fragosos, incluso inseguros o peligrosos. Otros se fijaban obsesivamente en las aún muy maltrechas comunicaciones, pues aunque se habían efectuado algunas mejoras en el siglo XVIII para el paso de carruajes de personalidades, cargos públicos y encuestadores del censo, algunos carros de arrieros (aunque seguían predominando las recuas de mulas), así como las primeras líneas regulares de diligencias, la cosa dejaba mucho que desear, pues tocaba apearse en no pocos tramos de cuestas por ejemplo, cuando hacia arriba cuando hacia abajo, como aún le pasaría a Jovellanos en Santiuste cuando escribía en 1791 que era una "enorme bajada y sólo transitable a pie"


Pensemos que aún en 1858, cuando Isabel II visitó oficialmente Asturias y se dirigía a Covadonga por otro viejo camín real, el del los valles Piloña y Güeña, paralelo a este y al otro lado de las sierras que los separan, parte de su séquito eran leñadores que abrían paso a los carruajes talando árboles y apartando arbustos y zarzales. La magnitud de la obra, pues se repuso empedrado, fue de tal magnitud que pasaría a ser llamado El Camín de la Reina


Un muro y unos árboles ornamentales señalan que ya debemos estar cerca del Palacio del Duque de la Vega del Sella, puerta de la antigua Puebla Nueva de Aguilar, la actual Nueva, a la que a veces de añade de Llanes para diferenciarla de otras poblaciones de idéntico nombre


De frente, volvemos a ver en la distancia, la muy destacada mole del Picu Mediudía en la Sierra Cueva Negra, llamada así por una no menos legendaria cueva existente en esas montañas de tan honda tradición mariana, la Virgen que huye de sus perseguidores desde el mar. Continúa diciéndonos Hernán del Frade de Blas en Mediudía y Socampu, dos montañas sagradas...
"La llegada a la playa de la Virgen huyendo de los moros, se puede relacionar con leyendas como la de la llegada a Saintes Maries de la Mer, en la costa mediterránea francesa, de las tres Marías, huyendo por mar de los romanos. Tras llegar a tierra, la Magdalena fue a retirarse a una cueva de la montaña de Sainte Baume, junto Aix en Provence. En relación con todo ello, el bretón Jean Markale interpreta un grabado en el dolmen de Petit Mont (Morbihan, Francia) con la Diosa Madre en su navegación nocturna durante el otoño, cuando el sol baja en el horizonte y no comienza a elevarse otra vez hasta el final de diciembre"

Ciertos elementos arqueológicos hallados por el investigador en esas cumbres le llevan a plantear nuevas interpretaciones relacionando estas leyendas con otras similares existentes en Europa:
"Otro elemento importante en la leyenda es la denominada Cama de San Pedru. Se trata de un gran bloque pétreo se alza en la cresta del monte entre los Cuetos Negros y el Picu Mediudía, siendo muy visible desde el norte y este. La mención a Pedro lleva a una identificación inicial con San Pedro, sin embargo, en gran número de tradiciones y leyendas, Pedro es el nombre de un ser sobrenatural, a veces de connotaciones negativas e, incluso, diabólicas. Quizá la roca lleva la mención a Pedro como algo pagano. Ha de tenerse en cuenta es que la vieja se acuesta en una cama y esta se transforma en roca. Las leyendas relacionadas con rocas denominadas «camas de santos» se repiten por Asturias y Galicia e incluso por Irlanda. Estas «camas de santos» suelen estar relacionadas con ritos de fertilidad en los que las mujeres que no pueden tener hijos realizan rituales que van desde las ofrendas, rodear la roca varias veces en determinado sentido, frotar el sexo contra la roca o incluso yacer las parejas sobre la roca misma. El valle cerrado que existe tras el Mediudía se llama Valle la Piedra, recalcando el artículo «la», referencia directa a La Cama San Pedru; advocación, por cierto, de la iglesia de Pría"

Aquí el bosque digamos silvestre se va acabando pero comienza el que rodea el palacio condal de Nueva. A la derecha una portilla guarda la entrada a una quintana...


En invierno o al comienzo de la primavera, con los árboles aún desnudos, podremos verla ya desde la portilla. En verano está oculta por la foresta

Casa y hórreo están en medio de un prado que conforma un claro del bosque. No sabemos si guarda o guardó alguna vinculación con el palacio del Conde o está fuera de sus propiedades

Así se ve el lugar en verano desde el muro un poco más allá de la portiella


En la quinta del palacio predominan árboles autóctonos y ornamentales, a la izquierda las ocalitales. Cuando los eucaliptos crecen este tramo se pone en penumbra. De momento entra bien el sol. El Camino comienza a tener algo de asfalto...


El Picu Mediudía orienta nuestros pasos, afirma del Frade de Blas en su apasionante relato de investigación que el elemento milagroso principal de su leyenda mariana, además de la luz milagrosa, es la patada de la mula que abre la montaña:
" La virgen obra el milagro por medio de la mula y su coz descomunal, y gracias a ella la Virgen puede escapar. Leyendas similares se reproducen en pasos de montaña del noroeste peninsular. Por citar solo dos lugares con similar leyenda, tenemos la Patadica de la Mula en el monte Pardomino, junto al embalse de Porma, en León, y la Patá la Mula en Teverga. Habitualmente, se relacionan los lugares en los que existen herraduras talladas en la roca con lugares de sacrificio de caballos relacionados con investiduras de jefes locales"

Este erudito reconoció varias veces el camino seguido por la Virgen de la leyenda, desde la playa de Cuevas del Mar y Nueva, fruto de esas prospecciones se realizaron nuevos hallazgos:
"Con todos los elementos citados, se impuso un reconocimiento del camino que siguió la Virgen en su huida. Tras buscar algún rastro en Cuevas del Mar y el camino hacia Nueva, sin ningún resultado, habría de acudirse al lugar del milagro, siguiendo el camino como indica la leyenda. Añádase que desde Cuevas del Mar se observa claramente El Portillín. Tras pasar por Robazón y dejar atrás las capillas de San Juan y San Lorenzo, cuya orientación hacia el oeste parece honrar más al sol poniente que al naciente, junto al Molín de Vallina se toma el camino que sube hacia el Brañizu. Tras la ascensión se llega a La Valleyona y después se baja a la Cruz del Regón, mestas de dos regatos que conforman el Regón, barranco muy marcado en el monte que baja hasta Piñeres. Continuando el camino se bordea Joncima, pasando por Pelaperi, donde se encuentra el Niñín de Pelaperi. Esta gran piedra, que parece que está colocada sobre un pedestal de roca viva y que presenta un aspecto antropomorfo mirándola desde el oeste, es considerada tradicionalmente el «guardián» de la parroquia de Pría. Desde aquí continúa una leve ascensión hasta el Portillín, el lugar de la Patá la Mula. Es este un pequeño paso al este del Picu Mediodía, a 375 metros de altura. Por él baja un estrecho sendero que desciende al Valle la Piedra. Buscada la herradura en esta zona, no hubo manera de dar con ella en cinco intentos. Sin embargo, el 10 de febrero de 2009, en compañía de Maite Mora, Quique Blanco, Fernando Suárez y Enrique Lobeto, se localizaron siete cazoletas o, hablando con mayor propiedad, rebajes de fondo plano, en una de las rocas que bordea el sendero Portillín. La roca, caliza, de forma plana y de un metro por 80 centímetros, presentaba seis de los rebajes irregulares, de diámetros entre los 15 y 8 cm dispuestos oblongamente, con una cazoleta central en la que parece que se aprecia la percusión con la que se realizó. En la parte posterior de la roca, se aprecia una especia de rebaje que parece alargarse en forma de canaleta que rodea la superficie en la que están las cazoletas. Tanto por su aspecto como por la disposición, nos encontramos ante un grabado en la roca cuya antigüedad no se puede adelantar sin hallazgos conexos. En una visita posterior, marzo de 2009, con Manolo Arduengo, de Piñeres, al mostrarle los rebajes, este indicó que ese lugar se llamaba «La culada del Diablu» y que en la leyenda, el diablo estaba allí riéndose porque la Virgen no podía pasar pero, cuando se abrió la montaña, las rocas cayeron sobre él y desapareció. En esa visita, Manolo me indicó el lugar en el que se encontraba el Zapatu de la Virgen. Se trata de una hendidura en una roca del suelo en el Valle la Piedra, al pie del Portillín. Mide unos 35 cms de largo por 15 de ancho y parece una huella de zapato, con tacón incluido. No cabe aventurar que nos hallemos ante un podomorfos, una huella de pie tallada en la roca de significado ritual entroncado con los rituales de las tomas de poder en las sociedades del Bronce/ Hierro, ya que su forma, aparentemente natural, y su falta de colocación en un lugar de predominio visual sobre el entorno, algo habitual en este tipo de insculturas, lo desaconsejan en principio. Sin embargo, su proximidad a las cazoletas, escasos veinte metros, y la leyenda que lleva asociada, hacen que no carezca de interés. 

Dominando el Portillín desde el sur, a 470 metros de altura, se encuentra la ya mencionada Cama San Pedru. Este bloque de unos seis metros de altura en su lado norte, no presenta, aparentemente, marca alguna. No obstante, dado su carácter singular en el entorno y su leyenda, no debe ignorarse en el paisaje asociado a la leyenda y sus vinculaciones"

Cada vez estamos más cerca de El Llanu Nueva, a nuestra izquierda, inconfundible con su antena que de divisa en la lejanía


La cumbre parece libre de plantaciones, pero estas la rodean por detrás y por delante, de estos profundos cambios de la explotación del suelo acaecidos en Nueva y que podrían extrapolarse a buena parte de la cornisa cantábrica, expone también lo siguiente Menéndez Cárcaba:
"Las nuevas tendencias económicas y de ordenación en el territorio se consolidan rápidamente en la década de los años sesenta del siglo XX. En los últimos tiempos, la política agraria común ha provocado una reorientación productiva hacia la ganadería de carne que ocupa ahora los predios más productivos, abandonándose el secular pastoreo, por lo que los matorrales y el monte bajo ocupan paulatinamente los antaño lugares de pasto. A la par que se pierden tierras productivas se produce la proliferación del monocultivo del eucalipto (introducido por Benito Comas a principios de siglo), en especial sobre la rasa costera y el talud entre esta y la rasa de Los Llanos, con la consiguiente pérdida de visibilidad en el paisaje, su homogeneización y en consecuencia una creciente monotonía y empobrecimiento del entorno visual que de momento se contiene en áreas limitadas y un tanto marginales pero que cada vez resultan más presentes" 

Teniendo como buenas referencias pues El Llanu Nueva y Cueva Negra vamos ahora a mirar a nuestra derecha, más allá del muro de la finca y los árboles plantados a su vera


Y es que desde aquí va a ser prácticamente el único lugar desde el que podremos ver por fin, si bien sólo parcialmente, el Palacio del Conde de la Vega del Sella, construido en medio de esta finca sobre su precedente la Torre de San Xurde, documentada como hemos dicho por primera vez en 1032 y una de las que gobernaban la Tierra de Aguilar, en concreto esta su zona más occidental, la cual formaría después parte fundacional e integrante del concejo de Llanes


Sus dueños, los Estrada, fueron precisamente alcaides del Castillo de Llanes, cuya torre circular también hemos conocido. Cuando con el final de la Edad Media la nobleza feudal fue dejando sus fríos castillos, la torre, como ocurría a menudo, fue transformándose en casona solariega mientras los Estrada emparentaban con los Duque, naciendo el apellido Duque de Estrada, algo que según los genealogistas habría ocurrido también en torno a otra de las torres que hemos visto en este Camino Norte, la Torre de Estrada, entrando en Serdio, Val de San Vicente, Cantabria. Recogemos esta información en la página del apellido Estrada:
"Hace muchos siglos, por el Siglo XV, se vincularon por matrimonio los apellidos Duque y Estrada, y desde ese entronque los descendientes del apellido compuesto formaron una familia separada de las de los apellidos individuales Duque y Estrada.

Sin embargo, los apellidos Estrada y Duque de Estrada comparten un mismo lugar de origen. La historia documentada nos dice que el apellido Estrada es del lugar de su nombre, y veremos en la página "El Lugar" información sobre el lugar de Estrada.  Aproximadamente 6 siglos después del establecimiento de ese apellido, en ese lugar se vincularon por matrimonio los apellidos Duque y Estrada, decidiendo los descendientes llevar ambos apellidos en forma compuesta. En ese momento nace, en el lugar de Estrada, el apellido compuesto Duque de Estrada, convirtiéndose así ese modesto lugar en el punto de origen de dos nobles apellidos.

Desde el momento de la vinculación de los dos apellidos, el lugar de Estrada pasó a pertenecer a los descendientes de los Duque de Estrada, en cuya familia permanece hasta el día de hoy. Al momento, el lugar pertenece al XI Conde de la Vega de Sella, don Ricardo Duque de Estrada y Herrero. 

La Torre de Estrada, punto focal de los apellidos Estrada y Duque de Estrada, ha sido restaurada como bien de interés cultural, dentro de la categoría de arquitectura militar. Es un sitio de interés turístico y está cedido por el propietario al Ayuntamiento de Val de San Vicente, por el tiempo de 100 años"


El 31 de diciembre de 1647 Felipe IV otorga a los Duque de Estrada el título nobiliario de conde de La Vega del Sella, siendo esta una de sus residencias. El primer conde sería Ricardo Duque de Estrada (1628-1650), siendo el segundo su hermano Pedro Fernando Duque de Estrada y Eguino (1629-1667), el tercero Fernando Duque de Estrada y Miranda (1657-1739) y el cuarto Pedro Duque de Estrada y Valladares (1705-1765). Citamos a estos pues la estructura barroca básica del palacio que hoy vemos se hizo al parecer entre esas centurias del XVII y XVIII, con los primeros condes


Esta sería la fachada principal de este palacio de forma rectangular con dos plantas y patrio central cuya gran remodelación se realizó en época dieciochesca. Podemos llegar a ver los escudos nobiliarios de la familia en la fachada del primer piso, en el centro


Sobre el tejado se ven perfectamente asomar las antenas de la Torre de San Xurde o de los Aguilar de San Jorge, en torno a la que se construyó el palacio, la cual ya habría tenido una seria remodelación en el siglo XIV. En ella almorzaría y descansaría Carlos I en su trayecto a Llanes. tal y como relata Laurent Vital y como nos resume el escritor y cronista José Ignacio Gracia Noriega en El recorrido de Carlos de Gante por Asturias:
"El 24 llega don Carlos a «un muy agradable puerto de mar llamado Ribadesella», donde «fue el rey alegre y amigablemente recibido, y estaban allí las gentes muy animadas». Una compañía de más de trescientos jóvenes ejecutó en su honor una danza guerrera. De Ribadesella a Llanes hay un trayecto de cinco leguas largas. Hubo paradas en Nueva, para comer en la torre de San Jurde, y en San Antolín de Bedón, donde don Carlos otorgó al abad, don Pedro de Posada, la facultad de fundar un vínculo. De Llanes los viajeros van a Colombres, donde se obsequia al rey con una danza en corro, ejecutada por mujeres. Y después de cruzar el Cares-Deva, reposa trece días en San Vicente de la Barquera, como quien toma fuerzas para pasar a las tierras altas de Castilla por Aguilar de Campoo"

Pero sin duda, el residente más destacado de toda su larga historia fue Ricardo Duque de Estrada y Martínez de Morentín, octavo Conde de la Vega del Sella, sobresaliente estudioso e investigador que tenía aquí su estudio, biblioteca y colección arqueológica

 Ricardo Duque de Estrada y Martínez de Morentín Conde de la Vega del Sella

Nacido en 1871 en Estella (Navarra) pero miembro de este linaje nobiliario asturcántabro, quien sería el Conde de la Vega del Sella por antonomasia era hijo de Ricardo Duque de Estrada y Bustamante y Francisca de Paula Remigia Cirila Felipa Ana Joaquina Martínez de Morentín y Galarza, tal y como nos dice la Wikipedia:
"Nacido en el seno de una familia de corte liberal, sus primeros estudios tienen lugar en el colegio de los Chére Frêres de BayonaFrancia, donde su llegada provoca cierto revuelo. Su residencia allí se debía a la persecución que el pretendiente carlista ejercía sobre ellos (incautando incluso su casa de Tolosa (Guipúzcoa) para usarla como su residencia) obligando a su padre a exiliarse a dicha ciudad de Bayona​ donde vive con su familia, y finalmente fallece en la casa de la Rue du Port Neuf n.º 16; y hasta que las condiciones políticas no mejoran en el País Vasco, con la derrota de los Carlistas, no vuelven a Guipúzcoa. Así que toda su formación primaria era francesa y de ahí le venia su interés por las ciencias naturales, y su carácter sistemático y científico. 
El conde llegó a Asturias para estudiar derecho en la Universidad de Oviedo​y en 1897 contrajo matrimonio en 1897 con Ignacia Samaniego Errazu, quien falleció poco tiempo después..."


Es tras la muerte de su primera esposa cuando viene a residir a este palacio familiar en Nueva, controlando desde él las demás posesiones de la familia en Llanes, pues esta residía en Navarra y hasta entonces delegaba en unos administradores. Se involucró bastante con Nueva y su valle, impulsó la llegada del ferrocarril, implantó el teléfono y apoyó la construcción de las primeras carreteras que sustituirían al viejo camín real

Foto en Bedoniana 2001 para el artículo de Miguel Á. de Blas Cortina: El prehistoriador Conde de la Vega del Sella y San Antolín de Bedón 

Se casó en 1901 con María del Rosario de Vereterra y Armada marquesa de Canillejas, Grande de España, con la que tuvo seis hijos, pasando estos dos títulos al linaje con su nieto Ricardo Duque de Estrada y Tejada, quien sería el VIII Marqués de Canillejas además del IX Conde la Vega del Sella, ya que su padre, Ricardo José, primogénito de Ricardo Duque de Estrada, falleció antes que su progenitor por lo que no pudo heredar el título


Ricardo Duque de Estrada entró también política, saliendo elegido diputado en 1907 y llegando en 1909 a Vicepresidente y Presidente de la antigua Diputación. En 1914 fue escogido Senador del Reino, Maestrante de Sevilla y Hombre de Cámara del rey Alfonso XIII. A partir de entonces se dedicaría plenamente a sus verdaderas grandes pasiones, las Ciencias Naturales y a la Prehistoria, apoyado en ello por sus amigos los investigadores Eduardo Hernández Pacheco y el alemán Hugo Obermaier


El Conde de la Vega del Sella fue uno de los primeros en promover un estudio amplio y riguroso de la prehistoria asturiana. Precisamente en 1914 publicó un primer trabajo sobre el Ídolo de Peña Tú en Llanes, descubierto por él y Pacheco

A la derecha Hugo Obermaier y seguidamente el Conde de la Vega del Sella, foto de Arte Paleolítico en Asturias © Hugo Obermaier-Gesellschaft

En ese mismo año patrocinó excavaciones en La Cueva'l Penicial (Nueva de Llanes) y es entonces cuando conoce a Obermaier, quien estaba retenido en España como consecuencia de la Primera Guerra Mundial (1914-18) y del que se hizo grandísimo amigo y colaborador, invitándole mismamente a ser su huésped en el palacio del Conde en Nueva de Llanes, también frecuentado por Pacheco y otras personalidades y amigos como Henri Breuil

Ricardo Duque de Estrada y Martínez de Morentin, Conde de la Vega del Sella (Foto Daniel Álvarez Fervienza). En Bedoniana 2001

Examinando los resultados de sus excavaciones, estudios y observaciones, el Conde de la Vega del Sella percibió el paralelismo existente entre muchos de los hallazgos encontrados en los yacimientos arqueológicos que había visto y reconocido, descubriendo la existencia de una cultura prehistórica peculiar y única; el Asturiense, fechada exactamente antes del Neolítico. Siguió el Conde emprendiendo investigaciones y prospecciones arqueológicas en las cuevas de El Cuetu la Mina, Balmori y La Riera (Posada de Llanes), así como en la Cueva de Morín (Cantabria), a la vez que en otros muchos lugares: Trescalabres, Collubil, Sofoxó, Arneru, etc. pudiendo considerársele como el gran estudioso de Era Cuaternaria en Asturias, no solo arqueológicamente, sino también en la evolución climática y natural, entusiasmado como estaba por conocer el origen de las glaciaciones


Del período Neolítico y de la Edad del Bronce, el Conde de la Vega del Sella colaboró con Obermaier en el estudio de la Cueva del Buxu (Cardes-Cangues/ Cangas de Onís), publicando una gran monografía sobre el dolmen de la Santa Cruz de Contranquil. También colaboró con Obermaier en dar a conocimiento público la Piedra dolménica de Allande, en el occidente de Asturias


Perteneció a la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, fue Profesor Honorario del Museo Nacional de Ciencias Naturales y miembro de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas de Madrid. Falleció en Nueva de Llanes en 1951. En 1956 la entonces Diputación Provincial de Asturias organizó un gran homenaje a su figura y trabajos, importantísimos y fundamentales, para el conocimientos de los más remotos orígenes de la actual Asturias


Podría considerársele uno de los últimos investigadores "románticos" en el sentido más épico del término, de la historia de Asturias, y a la vez, aparentemente como contraste pero perfectamente compatible, el pionero de los estudios científicos "serios" de la historia asturiana. Este palacio guarda su memoria...

Continuamos por el Camín Real en dirección al núcleo urbano de Nueva, la antigua Puebla Nueva de Aguilar, cabeza del Valle de San Xurde, importantísimo hito del Camino que tuvo venta posadera y hospital de peregrinos que sin duda fueron un alivio para los romeros y viajeros de antaño en este largo trayecto de cinco leguas entre Llanes y Ribadesella/Ribeseya 














 

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