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martes, 2 de septiembre de 2025

LA SUBIDA A EL FREISNU (GRADO/GRAU, ASTURIAS) EL CRUCE DEL CAMÍN REAL DE GALICIA CON EL CAMÍN REAL DE LA MESA

Subida a El Freisnu (arriba) por Ca'l Tico y La Pelona. Abajo, Acevéu

En sus últimos metros por el concejo de Grado/Grau, el Camino de Santiago acomete por Acebéu, en la parroquia de San Xuan de Villapañada, la dura cuesta al veneradísimo santuario de Nuestra Señora de El Freisnu, de gran tradición romera, hito caminero de gran importancia en lo que fue el paso de las antiguas Asturias de Oviedo a las Asturias de Tineo, el occidente astur, el de los antiguos pobladores pésicos, en la divisoria natural entre las cuencas fluviales de los ríos Nalón y Narcea y en la misma frontera con el concejo de Salas, por donde bajaremos al valle del Narcea por Doriga, en el camino a Cornellana

El santuario es bien visible en la distancia por so robusta torre-campanario, destacando también sus capillas laterales, que tienen espadaña. Su estructura actual corresponde a una reedificación efectuada en 1870, mucho después de las destrucciones de la francesada o invasión napoleónica (en la que fue transformado en improvisado fuerte) sobre un templo construido en el siglo XVI que fue ampliamente reformado en el XVIII. Antes se sabe de la existencia de un santuario más antiguo, del siglo IX, que estaría donde ahora es el cementerio, sito justo en el prado de enfrente y que también vemos desde aquí


Estamos ante un hito caminero de notable importancia pues justo a su izquierda, en el collado de Los Morriondos, por donde se baja a Doriga, el antiguo Camín Real de Galicia o Camino Francés (nuestro actual Camino Primitivo de Santiago), se unía al Camín Real de la Mesa en su ramal más antiguo que, entrando en Asturias por el puerto de La Mesa, se dirigía a la costa vía Pravia, la antigua Flavionavia romana en territorio de los citados astures pésicos, y que fue capital del Asturorum Regnum en tiempos de los reyes SiloAdosinda, y acaso también con Mauregato y Bermudo

Más tarde, cuando Alfonso II El Casto hace de la antigua Ouetus su capital y erige el templo del Salvador, germen de la Sancta Ovetensis (donde comienza el actualmente denominado Camino Primitivo), un ramal, o varios, se dirigirán hacia ella aprovechando en buena parte este viejo camino hacia Galicia, sucesor de la vía romana que unía la mítica Lucus Asturum (Llugo de Llanera), en territorio astur lugón, con Lucus Augusti (la actual Lugo), otras dos fundaciones romanas realizadas tras la conquista y la reducción de la población castreña, la cual se basaba a su vez en pasillos naturales ancestrales, prehistóricos

Estamos pues ante la importantísima encrucijada de los que fueron los principales caminos de comunicación de Asturias con la meseta y con Galicia durante siglos, puede decirse que hasta que, avanzado el siglo XIX, se inauguran  la Carretera de Castilla, germen de la actual N-630, que pasa por Payares; y la Carretera Oviedo-Villalba (desde 1939 N-634), que relegarán a estos históricos caminos a vías pecuarias y de comunicación local

Es muy posible que un santuario tan venerado y centro de peregrinaciones y romerías pueda estar vinculando, en esta zona de tránsito de antiquísimas vías con muy pretéritos cultos naturalistas relacionados con los caminos. No habría de descartarse pues que la veneración mariana del lugar hundiese sus raíces en cultos precristianos en esta tierra de castros, túmulos dólmenes y yacimientos paleolíticos, marcada por la mitología de seres femeninos como las xanas o ninfas asturianas. Así, el cronista Álvaro Fernández de Miranda recoge en su indispensable libro Grado y su concejo, publicado en 1907, esta leyenda:

"En los anales del Fresno se registra la historia de una nereida, ondina, xana ó cosa así, encanto del lugar, que dió en el estrambótico capricho de probar la valentía de su amante, soltándole inopinadamente un culebrón y además un toro de fuego, ante cuyas bestias huyó, naturalmente, despavorido el galán, por lo que la dama, indignada, le despreció, marchándose para no volver, y causando la desesperación del amante, que murió de pena, maldiciendo su cobardía"

La gran fiesta de la patrona, Nuestra Señora de El Freisnu, es el 8 de septiembre, Natividad de la Virgen María, con renombrada romería. También se celebra el 13 de junio a San Antonio, con oficio religioso, y es especialmente concurrida del 21 al 29 de septiembre la novena de San Miguel, en la que muchos romeros suben a pie desde Grado/Grau, algunos de rodillas en el último tramo de cuesta. Sigamos leyendo a Álvaro Fernández de Miranda:

"La novena de San Miguel es famosísima, acude gente de todos los concejos cercanos y de Oviedo, Avilés, Carreño y de otros más distantes. Los peregrinos cuéntanse por millares, y llegan poseídos de gran fervor religioso; muchos suben de rodillas la empinada cuesta, siendo frecuentes las caídas y desmayos, particularmente en las mujeres, que suelen llevar niños en brazos. Ofrecen á la Santa dinero, misas, cera, los hábitos que visten (muy extraños algunos) y hasta ganados; por las misas que llaman sobresalientes, llegan a entregar 16, 20 y 25 duros, y aún 50 a veces. Así, esos días las sumas que ingresan en la caja parroquial son muy crecidas"
Acebéu y El Freisnu desde el Camino en La Quintana. A la derecha El Picu Tablas

El Camino de Santiago oficialmente señalizado se dirige al santuario de El Freisnu saliendo del casco urbano por La Podada y entrando en la parroquia de San Xuan de Villapañada por La Quintana y Acebéu, tras lo que llega el principal y más duro repecho a partir de La Venta'l Cuernu, por la ladera del Picu Tablas (476 m)

El Picu la Forca y El Picu Tablas (en medio de la foto)

Pero antaño el camino principal sería el que saldría de Grado/Grau por La Cruz y recorrería el valle del río Martín, también llamado Ferreira y Ferreiru (a la derecha de la foto) hasta La Barraca, donde se celebraba la concurrida feria de Santiago y romería de Santa Ana, para subir por La Llamiella a San Xuan, cabeza de la parroquia de San Xuan de Villapañada, donde está la parroquial y donde hubo durante siglos un hospital de peregrinos de la Orden del Malta y, desde allí y bajo El Picu la Forca que, con el Picu Tablas es de los que forma la Sierra de Santa Mariña, enlaza con el camino de Acebéu en la citada Venta'l Cuernu, más conocida en la actualidad simplemente como La Venta

La Llamiella (en medio de la foto). Arriba a la derecha la iglesia parroquial

Dicho camino, que conserva señalización como Camino de Santiago oficial, es actualmente muy poco empleado, pues una parte de él se ha perdido, lo que obligaba a caminar un gran tramo por la peligrosa carretera N-634 (sin arcenes), por lo que en nuestros días puede decirse que la práctica totalidad de los peregrinos toman el camino de La Podada y Acebéu

La iglesia y, detrás, la escuela, actual albergue de peregrinos

Aún así no pocos se desvían desde La Venta'l Cuernu a San Xuan y la antigua iglesia parroquial, que fue iglesia monacal de dicha Orden de Malta, antes de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, pues detrás de ella, donde estuvo el hospital de peregrinos, está la antigua escuela, construida en su solar y habilitada como albergue público, siendo uno de los primero refugios para caminantes puestos en marcha a raíz del famoso Xacobeo'93 que supuso la recuperación de estas históricas sendas jacobitas

El Picu Tablas y el Camino

Si bien puede decirse que la subida a El Freisnu empieza, aunque escalonadamente, nada más salir del casco urbano moscón (gentilicio que desplazó a gradense) en La Podada, el repecho más fuerte y duro comienza al pie del Picu Tablas y al llegar a La Venta, que veremos al llegar al final de esta recta, bastante llana, a la que llegamos tras subir una buena cuesta, corta pero bien empinada, desde Acebéu


Desde aquí vemos, en un altozano sobre La Llamiella, El Reguerón y El Cantarillón, El Campu, solar de la iglesia parroquial de San Xuan de Villapañada, que fue solar de la Orden de Malta, que aquí tuvieron coto y encomienda desde el siglo XIII y hasta 1827, en el que este territorio, bajo su gobierno, fue integrado en el concejo de Grado/Grau


Según los preceptos de la Orden, tuvieron además hospital de peregrinos, sito como hemos dicho en su parte posterior, el cual fue demolido en su momento y en su lugar se hizo la escuela, cuyo tejado vemos desde aquí, la cual es ahora albergue público de peregrinos, reiteramos


La iglesia obedece a la última gran reforma acontecida en el viejo cenobio de la encomienda, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, al igual que el edificio monacal anexo, que tuvo, además de las celdas de los freires, la casa y despacho del abad, cocinas, cuadras, almacenes y archivo-biblioteca, sede de ayuntamiento propio, regido por cargos designados por la Orden, y cárcel, instituciones tales que sirvieron para solicitar a los de Villapañada la creación de un concejo propio en 1821 al suprimirse la encomienda y desaparecer el coto. Pero resultó infructuoso y el territorio se anexionó confirmadamente al concejo moscón seis años después


Y ahí está el barrio de La Reguera, con el cementerio a la izquierda, por donde pasa el camino entre la iglesia y La Venta. Arriba es El Picu la Forca, donde se dice que el comendador Fray Nicolás de Ortúzar instaló en 1770 una horca a la vista de los pobladores del coto para castigo de vasallos levantiscos (hubo un pleito con las tierras a ellos arrendadas o aforada) y escarnio público. Es posible que el topónimo tenga más que ver con la orografía de la sierra, en forma de 'U' de forca, 'horquilla', pero ha servido para transmitir la crueldad de algunos comendadores, máxima autoridad de la Orden de Malta en este su coto o encomienda. Lo absolutamente cierto es que en la corona del monte hay localizado un enigmático castro astur 'inacabado' que parece nunca llegó a habitarse pero que representa un precedente poblacional de la actual parroquia


Aquí, bajo El Picu Tablas como decimos, llegamos ya a la bifurcación de caminos: la subida a El Freisnu sigue a la izquierda, en dirección a La Venta o La Venta'l Cuernu, cuya casa, ahora vivienda particular, vemos desde aquí. A la derecha podríamos desviarnos para pernoctar en el albergue de San Xuan de Villapañada, ramal al que le dedicamos la pertinente entrada de blog


Nosotros, en esta entrada, tomamos el camino que sube a El Freisnu, yendo entonces a la izquierda, donde, al empezar la cuesta, un mojón, junto con otras señales, señaliza esta bifurcación


Si bien las conchas no son necesariamente elementos direccionales como sí lo es la flecha amarilla, se entiende que una señaliza la dirección al ALBERGUE y como tal unas letras lo dicen debajo de ella; y otra la dirección al CAMINO. Por si fuera poco una flecha amarilla reitera la dirección al CAMINO, clavada en el tronco de un árbol talado al lado de esta finca


Como curiosidad, señalar que siempre suele haber una colonia de caracoles afincada en las conchas y en la hendidura de las letras de CAMINO y ALBEERGUE


El burrín, siempre tan atento a la llegada de peregrinos, nos observa cómo nos detenemos a hacer estas fotos de los caracoles


También ha sido pintada una flecha amarilla en el mojón, al lado de la concha de arriba, la que indica el CAMINO


Seguidamente hay una bifurcación más, en la que iremos a la derecha. También allí otro mojón nos lo indica y confirma


Mojón con hasta tres flechas amarillas en él, lo que es señal de que estas bifurcaciones pueden llevar a equívocos. Aquí puede decirse comienza la subida final al Freisnu con sus buenos repechos pero también con sus excelsos paisajes


Cuando la nueva Carretera Oviedo-Villalba, así se la llamaba, o Carretera de Occidente, fue completada, al menos en los tramos del concejo de Grado/Grau, hacia 1859, la inmensa mayoría de los viajeros y mercancías pasaron inmediatamente por ella, por lo que el Camín Real, aunque siguió viendo el paso de gentes, quedó postergado a esa vía pecuaria de la que hablábamos antes, lo que llevaría al cierre de la antigua venta y posada caminera, transformándose en casería particular


La Venta, sin duda, tuvo reformas desde entonces acá. En ella, más que peregrinos, que tendrían sus centros de acogida en el hospital de San Xuan de Villapañada, en el monasterio de Cornellana y también arriba en la antigua casa de novenas de El Freisnu, pararían otros viajeros tales como pastores trashumantes, arrieros, emigrantes estacionales (a la siega a Castilla, como solía decirse), funcionarios en sus pesquisas y otros, como los bastante numerosos artesanos ambulantes, zapateros, tejeros, etc.


Entre ellos habríamos de destacar a los artesanos caldereros del bronce, fabricantes de objetos metálicos que venían desde Miranda, en Avilés, pues por aquí pasaban sus rutas hacia Castilla y Galicia, sabiéndose que algunos se asentaron en estos pueblos, casándose con mujeres de estas parroquias y formando familias que siguieron el oficio durante bastante tiempo


Avanzando el siglo XIX, la llegada de la fabricación industrial hizo decaer su oficio hasta desaparecer en las primeras décadas del siglo XX. No pocos se reconvirtieron y se dedicaron a ser excelentes tratantes de ganado, conservando para ello la antigua jerga gremial calderera para estos nuevos menesteres: el bron, con la que podían mantener conversaciones sin que se enterasen terceras personas ajenas a la profesión


Grandes y hermosos castaños, algún roble y otros árboles nos ofrecerán buena sombra en esta ascensión a El Freisno, como la que disfrutaban los peregrinos de antaño


Prados y fardos de hierba empacados en tiempo de la siega. Cuando se abandonó el Camín Real este quedó relegado, insistimos, a vía pecuaria y, cuando Álvaro Fernández de Miranda escribió su libro, medio siglo apenas de abrirse la carretera de Occidente, este lamentaba que solamente dicha carretera fuese una vía en condiciones mínimas y que el resto lo constituyesen "sólo antiguos caminos vecinales, de herradura los más, é infinitas callejas", es decir, caminos únicamente para caballerías y viandantes, ni siquiera para carros, "ponen en comunicación los lugares habitados y parroquias entre sí; y lo que es peor, apenas se preocupan de mejorarlas y conservarlos vecindario y Municipio, tan esenciales como son en un Concejo extenso y quebrado como este"


Pero un acontecimiento iba a cambiar las cosas, la mecanización del campo, la cual, aunque ya comenzada antes, se aceleró pasada la posguerra civil. En aquel momento, coincidiendo además curiosamente con el éxodo rural masivo acontecido en España, se impuso adecuar los viejos caminos rurales para el paso de maquinaria, tractores, remolques, camiones, etc., a las fincas


Ello conllevó ensancharlos y apisonarlos para allanarlos bien y, no demasiado tiempo después, cuando se generalizó el uso del automóvil, asfaltarlos, haciendo de ellos carreteras locales, tal que esta


Por ella apenas suelen pasar más que muy ocasionalmente vehículos de los residentes, pero siempre hemos de ir atentos, sobre todo en las curvas cerradas. Es muy posible que, si pasa algún coche, lo oigamos antes que lo veamos


El Camino sigue la sinuosa orografía de la falda del Picu Tablas, siendo evidentes a la derecha los periódicos trabajos de ensanche de la vía efectuados en su momento, así como la acequia canalización de aguas sobrantes de las lluvias para que estas no invadan la calzada


Abajo ha quedado La Venta o Venta'l Cuernu, con la colina de Las Pividas, por donde hemos subido desde Acebéu. A lo lejos, al este, El Cantu Guileiro, con los 369 metros del alto de su nombre, cierra por el este el gran valle formado por el río Cubia cuando este entrega sus aguas al Nalón


Más lejos aún, reconocemos la inconfundible silueta del Monte o Cuesta Naranco, a cuyos pies se extiende la ciudad de Oviedo/Uviéu, comienzo del Camino Primitivo en su Sancta Ovetensis o catedral de San Salvador. Aún no vemos la ciudad pero sí la divisaremos desde lo alto de El Freisnu


Su cota más alta es El Picu'l Paisanu (637 m), pero lo que mejor divisamos desde aquí es el Alto la Rasa (628 m) con la icónica Peña Llampaya (561 m) a su derecha mostrando su característico 'cuerno'. Más a la izquierda, su vertiente más occidental, sobre el valle del Nora (otro afluente del Nalón) y extendiéndose hacia el norte, es conocida como La Sierra Llubrió, siendo su cumbre cimera El Cantu l'Árbol (497 m)


También la villa de Grado/Grau la veremos desde más arriba. En cuanto al Guileiro decir que conforma una serie de colinas que, cerrando como hemos dicho el valle del Cubia en su confluencia con el Nalón, "parten términos las parroquias gradenses de Gurullés, La Mata y Peñaflor", según destaca la Enciclopedia del paisaje de Asturias


Aquí tenemos ahora, delante de nosotros, la cuesta de Acebéu, cuyas casas vemos más abajo, teniendo al otro lado el valle del río Moutas, por donde baja hacia Grado/Grau el ramal del Camín Real de la Mesa que, desde la Sierra'l Pedroriu, al sur de El Freisnu, comunica, vía Grado/Grau, con la capital asturiana


Este ramal, señalizado actualmente como GR 101, viene de dicha sierra cresteando por el canto del monte El Xorru, cuya Fuente los Vaqueros nos revela que estamos también en rutas de la trashumancia, además de peregrinación y arriería


Más allá de El Casoriu y La Granda, en Acevéu, vemos El Llanón y las casas de Ribiellas, en la vecina parroquia de La Mata. El concejo de Grado/Grau se extiende bastante al sur, llegando a reconocer La Sierra Arellanes con La Cogolla (594 m) y El Picu Cabornu (501 m) y, aún más lejos, que separan la cuenca del Cubia de la del Regueiru las Varas. Más lejos aún reconocemos la Sierra de Buanga con El Plantón (751 m), cayendo ya al otro lado hacia el valle del Trubia, concejos de Proaza y Santo Adriano


En días muy claros puede reconocerse bien la esbelta silueta caliza de la Sierra del Aramo o El Puertu l'Aramu, la gran montaña central asturiana, que se yergue entre dicho valle del Trubia y el gran valle del Caudal, otro gran afluente del Nalón


Este es su sector más septentrional, donde destaca sobre todo la cumbre del Gamonal (1.710 m), aunque el pico más alto es El Gamoniteiru (1.791 m), situado bastante más al sur. Esta su ladera occidental se yergue sobre dicho valle del Trubia, sobre los citados concejos de Proaza y Santo Adriano, y también sobre Quirós


A su derecha asoma el monte de L'Airúa Naval (1.413 m) en la Sierra de Tene, entre Proaza y Quirós, separada del Aramo por El Pando la Mortera


A su izquierda, El Picu la Mostayal (1.312 m), se considera parte del Aramo pero está separado del 'grueso' de la misma por el gran collado de Pan de la Forca, por donde pasan otras milenarias rutas desde el puerto de Ventana, otro de los históricos accesos entre Asturias y la Meseta


Más a la izquierda, y separado del Aramo por la collada de Viapará tenemos el monte Monsacro o La Madalena, donde la historia y la tradición afirman que en él se guardaron las Reliquias de Jerusalén (en el Pozo de Santo Toribio), escapando desde Toledo (y antes desde la propia Palestina y del norte de África), como consecuencia de la expansión persa y árabe. Se sabe de la antigua existencia de una comunidad de monjes que se ha querido ver, legendariamente, vinculada a los templarios, como se quiso ver a la de San Xuan de Villapañada, si bien no hay documentos fidedignos que lo avalen demostradamente



Su cota máxima es El Llenu Velar (1.060 m), pero acaso sea la del Cuitu Rumiru (1.055 m), pues su nombre ha querido verse también relacionado con las romerías y romeros a Les Capilles, las ermitas de La Madalena y Santiago (en cuyo milagroso pozo de Santo Toribio se dice estuvieron las reliquias) situadas en la vega al pie de sus cumbres


Sea como fuese, las reliquias de Jesús y María, así como de varios santos, fueron trasladadas posteriormente al primer santuario del Salvador, antecesor de la actual catedral de Oviedo/Uviéu, y depositadas en su Cámara Santa, convirtiendo a la ciudad en un gran centro de peregrinación. Fue allá por los años 812-842, justo cuando se descubría el que se tiene por sepulcro de Santiago en Compostela, reinando Alfonso II El Casto, el primer peregrino de nombre conocido, según todo ello la tradición u crónicas escritas a posteriori, pero que son la importantísima razón por la que se dice que "Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al Señor"


Una larga colina se extiende hacia tierras ovetenses de la parroquia de Trubia, que hasta 1884 pertenecieron a Grado/Grau, son los Montes de Las Cuestas, divisoria de concejos y que separan el valle del Trubia del moscón valle del río Sama


Pasamos al pie de una torre de alta tensión, Según sigamos subiendo iremos viendo nuevas perspectivas del paisaje que se divisa desde esta atalaya natural que es la ascensión a El Freisnu


Y en plena ascensión vemos, prado arriba a nuestra derecha, la casería de La Sierra, al pie de los eucaliptos plantados en la cima del Picu Tablas


Y en plena cuesta reconocemos Ca'l Tico, por donde se pasa de la parroquia de San Xuan de Villapañada a la de El Freisnu, que hacia 1835 se independizó de la de Doriga, sita al otro lado de la montaña, que era de Grado/Grau y pasó a Salas, formando parroquia propia, una entidad administrativa que en Asturias, como en Galicia, no solamente tiene connotaciones religiosas sino también de agrupamiento vecinal de pueblos, parroquias y su gobierno y administración


Allí hay una hermosa panerona elevada sobre bodega, una construcción muy característica que servía como cuadra, almacén o lo que fuese menester. Allí hay un rellano a su sombra, perfecto para descansar unos instantes, recuperar aliento y retomar la cuesta, como hace aquel peregrino que vemos con su mochila subiendo otra buena pendiente


Al sur vemos El Picu L' Esqueiriz (531 m) y, después, El Picu las Pruyales (669 m), en la frontera con el concejo de Miranda (Belmonte), razón por la que se considera el más septentrional de la llamada Sierra de Miranda o Sierra'l Pedroriu


Por las laderas más cercanas a la cumbre viene a El Freisnu el Camín Real de la Mesa, aquí llamado La Carril Vieya y La Caleona


Más allá y más abajo a la izquierda, por El Picu'l Xorru (337 m), que da nombre a dicha sierra, viene también pero en dirección a Grado/Grau, el otro ramal del Camín Real de la Mesa, bajo El Altu las Paxarinas (557 m). Ambos caminos se separan en La Venta Moutas, más al sur del Picu las Pruyales


En primer término (a la derecha de la foto), una de las caserías de Los Fornos, lugar que pertenece a la parroquia de El Freisnu, como también pertenece, más allá, Pobladura, en la falda del Monte L' Esqueiriz 


Más al sur de Las Novales y en la misma parroquia están las aldeas de La Caridá (arriba) y El Bondéu (abajo), estas en las laderas del Picu las Pruyales


Por La Caridá pasa La Carril Vieya o Camín Real de la Mesa y "debe su nombre á la caridad que allí ejercía un hidalgo, hospedando en su casa, sobre el camino real, á los viandantes pobres que iban á Galicia ó Castilla, y cuéntase que el hidalgo veía crecer su fortuna á medida que su caridad aumentaba", nos cuenta Álvaro Fernández de Miranda en Grado y su concejo


El Bondéu por su parte, dice el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos, está "situado en un espolón orientado al noreste, en la vertiente occidental del río Moutas", distribuido con cierta dispersión en torno a los 370-430 metros de altura, mientras que La Caridá está entre los 470-490 


Cierra por el sur la cuenca del río Moutas el monte El Xorru, por cuya línea cimera, el canto de su alomada colina, va el GR 101 como hemos dicho: campos y lugares de Santa Cristina y la casería de El Xorru, La Campa Cimera, El Monte'l Pintu, la casería El Xorru (parroquia de La Mata) y otros


Para esta parte del valle las cuestas se suavizan y dan paso a las praderías de Los Macetes, La Fragua y La Grana, más abajo de Pobladura y en esta parroquia de El Freisnu


Las casas se desparraman linealmente a lo largo del camino que va paralelo al río, donde se encuentra el salto o cascada de El Güeñu


Bajo nosotros, la Autovía Oviedo-La Espina (A-63), ha ocasionado un fuerte impacto al Camino Primitivo y a 'troceado' estos pueblos y parroquias sin que más de un cuarto de siglo después de comenzadas las obras se haya culminado, haciendo honor a su nombre y comunicado ambas poblaciones


Aquí abajo, por ejemplo, la aldea de La Llinar, que pertenece a San Xuan de Villapañada, se quedó al otro lado de la autovía, aunque un puente la comunica con el resto de la parroquia por La Venta, camino cuya bifurcación fue la segunda que dejábamos atrás. Al fondo vemos toda la colina de El Xorru por la que discurre el GR 101



Un poco más al este, otro puente cruza hacia Acebéu por El Casoriu. Un poco más allá el GR 101, o ramal del Camín Real de la Mesa que va a Grado/Grau, baja del monte El Xorru por Picalgallu a pasar bajo un viaducto de la autovía siguiendo el histórico trazado caminero y cruzando el río Moutas para entrar en el casco urbano moscón por El Casal y La Podada, donde enlaza con el Camín Real de Galicia, actual Camino Primitivo, este saliendo de la población 


La Llinar conserva en su nombre el recuerdo a las antiguas plantaciones de lino que existieron en el lugar en tiempos pretéritos, cuando la ropa, como el pan se hacían en casa. Muy posiblemente se trata de terrenos que explotaron los colonos que aforó la Orden del Malta en su encomienda desde la baja Edad Media sobre todo, pues hasta entonces los documentos dicen que estas tierras estaban vacías y despobladas. Un primer establecimiento monástico-hospitalario a cargo de unas monjas con prior y freire, del que hay noticias en 1229, parece fracasar por ser "el sitio solitario y más licencioso de lo que se requería"


En 1558, cuando la Orden de Malta ya se había asentado plenamente y su coto estaba colonizado y en explotación, es cuando recoge el cronista Álvaro Fernández de Miranda recoge la presencia de los primeros caldereros artesanos del cobre y, acaso descendientes de estos, otro investigador, Álvaro Valdés Díaz, localiza a los hermanos Domingo y Sancho Fernández Alú, "caldereros de profesión y naturales de Miranda (Avilés)", plasma en su libro El Bron de San Juan de Villapañada. Ambos se casan en este pueblo de La Llinar a su vez con dos hermanas, Isabel y Antonia Morán, si bien en fechas distintas


Este grupo de casas, situadas al norte, se emplaza "un pequeño núcleo de casas alrededor de una plazoleta, llamada El Medio El Pueblo, en ella podemos destacar, la Casa del Madreñeiru, Casa Fina, Ca la Luisa, Ca Pilara, Cal Panaderu, Cal Currupetu (derruida) y Ca Esperanza", leemos en el blog San Juan de Villapañada, que añade que mas al sur bajando una pendiente encontramos una fila de casas, La de Juan el Caleo (de construccion reciente), Ca Rosa(ya no existe), Cal Caleo, Cal Pequeñu, Cal Parragues (reformada), Ca Avelinu el Roxu, Ca Pascual, La Cuesta y La Fallada, estas ultimas perteneciendo al Fresno"


La Llinar fue célebre cuando, pasada la Guerra Civil, varios vecinos que volvieron de la contienda empezaron a hacer una fiesta en un campo llamado El Cudión, a primeros de octubre y en torno a una bolera de batiente en la que se jugaba, acudiendo al festejo gente de todos los alrededores en un tiempo en el que los pueblos estaban más habitados y no había coches, por lo que las celebraciones se organizaban en el pueblo o se iba a los situados a una distancia prudencial para ir y volver en el día normalmente


"La gente del pueblo se dedicaba a la agricultura y ganadería, había algún panadero, madreñeru, barbero, tratantes y varios carpinteros", nos dicen en el blog, por lo que casi parecería una pequeña villa. Antes que hubiese agua corriente en las casas se iba a por agua a La Fuente la Llinar, a la entrada del pueblo, a la que se le añadió en 1916 bebederu (abrevadero) y lavadero


Al fondo y al otro lado del valle, las caserías de El Xorru, en la parroquia de La Mata, como hemos dicho, y al otro lado del valle del río Moutas



A la izquierda, y un poco al este, La Granda, en Acebéu, donde estaba la escuela, a la que se iba por La Calea'l Regueiral, una de las callejas rurales que comunicaban el pueblo con los de los alrededores



El Casoriu y, a la izquierda, una franja azul son las barandillas de otro puente que, sobre la A-63, comunica con La Barrera, también en Acebéu, a donde también de iba por La Calea los Llanos


La Calea la Ciega, por su parte, comunicaba La Llinar con Los Fornos en la parroquia de El Freisnu, mientras que La Calea las Campas, otra de las que quedó cortada y desaparecida con la autovía, subía a Ca'l Tico



Y es que a Ca'l Tico, a la que nos acercamos ahora, subían las mujeres a lavar, pues tenía lavadero, antes que de hiciese el de La Fuente la Llinar en 1916


Aquí recogió Álvaro Valdés Díaz el testimonio de los que fueron algunos de los últimos caldereros artesanos de la parroquia, cuando ya triunfaban los productos industriales, Romualdo y su hijos Pachu y Manuel Pérez Fernández Alú, descendientes directos de aquellos hermanos Domingo y Sancho Fernández Alú aquí establecidos en 1690


Manuel Pérez Alú se casó en El Cascayal, uno de los barrios de Acebéu, donde Valdés Díaz encontró su fotografía y libro de cuentas, que reseñamos en la entrada de blog dedicada al paso del Camino de Santiago por el lugar: http://xurdemoran.blogspot.com/2015/02/villapanada-el-bron-los-xagos-y-los.html


Llegados pues a la sombra de esta panera, en este precioso rellano de Ca'l Tico, con Los Macetes y El Xorru al sur, vamos a detenernos también un instante a descansar y a escudriñar el paisaje


Lo que más destaca es la gran trinchera de la A-63 atravesando el valle de este a oeste a nuestros pies, por la zona de Las Pividas y El Llanu


Más a la izquierda, la cuesta de La Venta, con la torre de alta tensión balo la que acabamos de pasar. A lo lejos vemos El Campu con El Praón, solar de la iglesia parroquial de San Xuan de Villapañada y, detrás, con su cima también cubierta de ocalitos, El Monte Llavayos (326 m)



Un poco más atrás es El Picu la Espinuca (312 m), con las casas de este nombre, al sur de Picarosu, en la parroquia  Moscona de Castañéu


Al otro lado de estos montes el río Cubia se une al Nalón. En la lejanía es El Picu Pedrozu (616 m) en Candamo, que "En la cartografía del IGN se le nombra pico y sierra Pedroso", advierten en la Enciclopedia del paisaje de Asturias


En el Monte Llavayos existió una Dehesa Real mencionada documentalmente en 1730, reserva forestal de caza que solía emplearse en suministrar madera para buques de la armada. El terreno habría sido posteriormente aprovechado para pastos y, avanzado el siglo XX, plantado profusamente de ocalitos para la industria papelera



Sobre la trinchera de la A-63 vemos el Camino tras la subida desde Acebéu, cuyas casas reconocemos a la derecha de la foto, 'lugar de acebos', recuerda su topónimo, posiblemente uno de los bosques que ocupaban losa terrenos de la actual parroquia antes de que fuese colonizada por los campesinos a los que la encomienda de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, a partir de 1310 también de Rodas y, desde 1530, también de Malta, atraía a colonizar estas tierras aún sin labrar


Y, en medio, la villa de Grado/Grau, fundada algo antes de 1256, que es cuando aparece por primera vez en un documento, dentro de la iniciativa repobladora de Alfonso X El Sabio de creación de pueblas independientes de las cambiantes fidelidades señoriales feudales y eclesiásticas y dependiente directamente de la Corona


La villa se fundaría sobre una encrucijada importante entre el camino de Galicia y el tan recitado ramal del Camín Real de la Mesa que comunica con Oviedo/Uviéu. Fernández de Miranda afirmaba que había señales de una población anterior en La Podada, de la que habían aparecido restos, cosa que nunca más pudo confirmarse


Acebéu con algunos de sus barrios, El Cascayal, La Barrera y El Casoriu. Fijémonos en los puentes que comunican las aldeas separadas por la autovía. Un poco más allá, los núcleos principales de la vecina parroquia de La Mata, Entelaiglesia, Entelafonte, La Zurraquera, El Campulvalle, etc., quedaron también separados por la A-63, que pasa sobre el Cubia por un puente


Entelaiglesia, a la izquierda de la autovía, es el solar de la iglesia parroquial de Satolaya de La Mata, donde se conserva el sarcófago de Santu Dolfu, nombre popular del obispo Adulfo II de Iria Flavia, quien propuso en cambio de su sede episcopal a Santiago de Compostela por causa de los ataques vikingos. La tradición dice que murió allí de regreso a su tierra (aunque la leyenda tiene variantes), tras someterse exitosamente en la corte ovetense a un juicio de Dios tras haber sido acusado de traición y sodomía


En dicho juicio se le soltó un toro bravo, al que el obispo amansó y cogió por los cuernos, demostrando de esta manera su inocencia. Al llegar su muerte sería inhumado en ese lugar de La Mata (aún faltaban siglos para que se fundase la Puebla de Grado) por deseo propio o divino, donde se le consideró un santo milagroso y se le rindió culto hasta que en el siglo XVIII el obispo Pisador lo prohibió. Los que se tienen por sus restos siguen en La Mata dentro del sarcófago de su iglesia parroquial


El Casoriu en primer término y más allá, las caserías de Las Casas de Fanculo y Ribiellas, también de La Mata, en El Llanón. Abajo vemos el viaducto de la A-63 sobre el río Moutas en el lugar en el que el GR 101 lo cruza para entrar en la villa moscona


Del monte Guileiro nos dice la Enciclopedia del paisaje de Asturias que "El relevante interés estratégico de la elevación, desde la que se domina un amplio sector de la región, determinó que ésta fuese escenario de uno de los episodios bélicos más cruentos que tuvieron lugar en el concejo moscón, durante la pasada Guerra Civil. Éste se solventó con tomas y desalojos alternativos de la loma, tras encarnizados combates, que causaron un gran número de bajas a ambos contendientes."


Más a su derecha del Guileiro siguen los montes de Samartín, El Pandu y otros y, en la lejanía, los de Las Cuestas antes referidos, con El Picu Lloi (480 m) como altura cimera


La sucesión de montes y colinas, hasta la misma montaña del Aramo, delatan el curso de numerosos ríos que, de sur a norte, forman otros tantos valles desde su nacimiento en la Cordillera hasta su desembocadura del Nalón o en alguno de sus principales alfuentes


Muchos antiguos caminos vemos no iban por el valle, pues solían estos estar llenos de vegetación en épocas remotas y estaban a expensas de riadas e inundaciones, por eso seguían las la cresta de montes y colinas, como el Camín Real de la Mesa en El Xorru (y a lo largo de casi todo su trayecto, que el pasillo natural de los valles


Por aquí pues, subían las mujeres de La Llinar por La Calea'l Regueiral a lavar en el lavadero de Ca'l Tico, un camino que continuaba monte arriba hacia La Sierra. En esta foto vemos mucho mejor la silueta de la línea de cumbres formada por el Monsacro, La Mostayal, Gamonal y L'Airúa Naval, el Aramo y su entorno


También la Sierra de Buanga y montes de Proaza y Santo Adriano al oeste del valle del Trubia, así como la cuesta descendente de la Sierra Arellanes por El Picu Caborno y Rañeces. Más cerca la casería de El Xorru, en el monte de su nombre, en la ladera que baja al río Moutas, tantas veces renombrado


El Monsacro y la peculiar forma de sus picos. Un poco a la izquierda es La Cuesta la Llorera, la de las ancestrales romerías que subían desde Santolaya, capital del concejo de Morcín, a sus capillas


Dejamos ya la Casa'l Tico, sus paisajes y sus memoria calderera y retomamos el Camino de Santiago en este buen repecho que se nos presenta ahora


Una hermosa rampa para subir a pleno sol castigador...


La hermosura del paisaje, del que disfrutamos en sus detalles, compensa el esfuerzo


A la derecha del Picu las Peruyales y L'Esqueiriz empiezan a asomar El Picu Guilera (551 m) y La Peña l'Águila (526 m), a un paso ya de El Freisnu


Y aquí tenemos La Casa Nueva, La Troncá y El Casacayu, caserías y aldeas de la parroquia de El Freisnu, bajo El Picu (407 m), también llamado El Picarucu, "en el tercio superior de la ladera de la vertiente septentrional del barranco de Esquiriz", concreta el Diccionario geográfico de Asturias


Y ahí está el barranco Esqueiriz, gran hondonada por donde va el río de este nombre, que nace en la falda del picu homónimo


Volvemos a ver Los Fornos, casería comunicada con La Llinar por La Calea la Ciega. Por aquí abajo va 
El Regueiru Entralgo o la Cavada, afectado por la A-63, que tiene su túnel justo a nuestros pies, aunque no lo veamos


Inolvidable paisaje hacia el valle del río Moutas, con El Xorru en lontananza y las praderas de La Grana y Los Macetes a sus pies, a este lado de la ribera


Mirando atrás, ahí tenemos la parte posterior de la Casa'l Tico con la gran curva de la A-63 a sus pies em Acebéu y la villa de Grado/Grau, el valle del Cubia, El Monte Guilero y el Naranco en la lejanía


A la derecha empezamos a ver ahora, algo tapado aún por la ladera de La Borbolla, en el Monte Llavayos, el Alto de Anzu (261 m), que cierra por el sur el desfiladero de Peñaflor, el cual no llegamos a ver, por donde hemos pasado el Nalón por su puente medieval reformado en el siglo XVI y reparado tantas veces a causa de las crecidas


Justo allí están los túneles de Peñaflor de la A-63, a la izquierda del pueblo de Sestiellu, por donde se sabe iba el camino anterior al puente actual, pues antes del siglo XII existió otro aguas arriba en Carril, concejo de Les Regueres, que cruzaba al gradense pueblo de Anzu y subía ese collado para bajar al antiguo valle medieval de Prámaro por allí, antes de la fundación de la Puebla de Grado, pues la primera mención a La Ponte Peñaflor es mencionado por primera vez en 1141 y la Puebla de Grado en 1156, un siglo y quince años después


Subiendo solamente un poco más, al llegar a la sombra de los árboles de la cuesta de La Pelona, sí vamos a ver los túneles de la A-63 bajo El Freisnu


Y así, de la misma manera que la carretera relegó a los caminos reales, la A-63 hizo prácticamente lo mismo con la N-634. Ahora la inmensa mayoría del tráfico pasa por aquí, exceptuando el local entre los pueblos o de estos a las villas próximas


Y, sobre ella, una hermosa vista de esta línea de cumbres que fue del Partido de los Montes, así llamado por estas serranías, Las Pruyales, L'Esqueiriz, Guileira, La Peña l'Águila...


Y más arriba y más cerca de nosotros ahí tenemos al Picu Curueza o Curuoza (526 m), encima de las caserías de La Tiera y El Camín y a la entrada de Alvaré, otra más de las aldeas de El Freisnu


Por ahí va, no muy lejos de la cumbre el Camín Real de la Mesa en su trazado secular hacia Pravia, próximo ya a cruzarse con este, el Camín Real de Galicia o Camín Francés. Consultamos de nuevo al Diccionario geográfico de Asturias:
"Uno de los ramales del antiguo camín real de la mesa atraviesa el núcleo, articulándose en torno a él las edificaciones que lo conforman. Este tramo del citado camino real o carril vieya -como se la conoce en la zona-, conserva su traza original entre Moutas y Cancuervo: ésta discurre por la ladera oriental del pico Las Puriales (Las Peruyales), sobre La Caridad, para descender serpenteando la línea de cumbres , y bordear por el oeste el pico Aguilera y la Peña del Águila".

Se reconocen, en las inmediaciones de la actual carretera local, algunas casas tradicionales, como aquella del corredor entre cortafuegos, con hórreo, y naves ganaderas


Más allá, el topónimo La Caleona hace referencia también al antiguo camino del puerto La Mesa, el principal también, insistimos, para pasar de Asturias a la meseta y viceversa hasta la construcción de la Carretera de Castilla por Payares


Sigue la cuesta, ahora por un tamo arbolado, donde parece moderar su desnivel al llegar a unas casas



Dejamos a la derecha el camino a La Sierra, parroquia de San Xuan de Villapañada


Y llegamos a La Pelona, entrada a la parroquia de El Freisnu, que como hemos dicho se independizó de Doriga, la cual pasó al concejo de Salas, hacia 1835. Lo explica así Fernández de Miranda:
"Este montuoso territorio llamóse con motivo "Partido de los Montes", y hasta hace unos setenta años era hijuela de las Dorigas, á cuya separación se opusieron tenazmente el párroco y los feligreses de la antigua matriz, que no pararon hasta resolver el asunto en Madrid, en contra suya, pues los del Fresno alegaron, justamente, que su Vicaría, por sus rendimientos, mayores que los de Dorigas, y por el número de almas, podía y debía ser curato, como los hechos han venido á confirmar."

Sobre el tejado de la casería de La Pelona, unos pocos metros más allá, se vislumbra el final de la cuesta, aunque no todavía el santuario


La casa de La Pelona, en plena cuesta y rodeada de frutales, da vista a este impresionante paisaje que vamos relatando mientras subimos, paso a paso


La autovía no obstante, aunque ha acercado pueblos y villas (no todos los que pretendía, sin embargo), se ha cobrado su tributo en dicho paisaje


Magnífica vista, no obstante, hacia Los Fornos, Los Macetes y El Xorru. Un poco más a la izquierda reconocemos la casería de La Fayada ('lugar de hayas') que, con la de La Cuesta, se dice en el blog San Juan de Villapañada que, aunque pertenecen a El Freisnu, se vinculan al pueblo de La Llinar


Luego, más allá de El Xorru, la Sierra Arellanes, "cordal que se extiende en términos de la parroquia de Rodiles, Rañeces y Coalla, en el concejo de Grao" nos explica la Enciclopedia del paisaje de Asturias, la cual de extiende de este a oeste unos cuatro kilómetros, "con una orientación NE-SO, y es divisorio entre las cuencas de los ríos Cubia y Las Varas"


Existieron prospecciones mineras de hierro y en su promontorio de Peña Cabrera se encuentra El Picu Castiellu, lugar en el que Álvaro Fernández de Miranda identifica como enclave de uno de los tres castillos del conde Gonzalo Peláez de Coalla, que asaltó y quemó la Puebla de Grado en 1309 por no querer someterse a su vasallaje feudal. "Su situación era muy estratégica por radicar en picos escarpadísimos, elevados de 150 á 200 metros sobre el nivel del valle, lo que hacía fuesen inexpugnables"


Como nota curiosa a tener en cuenta es que, tras esos montes, tienen nada más y a nada menos que prisionero al mismo Satanás desde el año 1820,  pues "en Coalla ¡tienen al diablo preso!" exclama Fernández de Miranda:
"Y vamos al caso, que se remonta sólo al año 20 del pasado siglo.

Los diablos todos del infierno andaban por estos lugares metidos en el cuerpo de Josefa Tamargo, del barrio de Villar (hoy de Rañeces), muy conocida en Grado; y la infeliz, siempre agitada, rugía, chillaba, gesticulaba por los montes, encaramándose a los árboles, tejados y sitios en que fuera imposible llegar á ellos, no siendo por artes mágicas. Cundió el pavor entre los habitantes de la comarca que pudieron cerciorarse de la horrible verdad, aunque hubo incrédulos que lo tomaron á broma.

Habían sido inútiles los medios empleados para desendiabla á la Tamargo; pero al fin súpose, por boca de ella misma, que el día de San Pedro saldría de su cuerpo el espíritu del mal: ¡el 29 de junio de 1820! Cientos de almas dirigiéronse á presenciar la expulsión diabólica, y llegado el momento, ¡crítico instante!, comienzan los exorcismos, y la joven á gritar, á rugir y á blasfemar, presa de convulsiones terribles, arrojando al cabo, tras violentísimo acceso de tos, el mismísimo demonio por la boca, en forma de... ochavo segoviano (caprichos del Averno), yendo á caer en una jofaina de agua bendita, dejando á los circunstantes confusos, atónitos, medrosos, sin saber qué pensar ni qué decir.

Y desde ese día, clavado está en la puerta de la humilde iglesia el ochavo vil ó el diablo en tal guisa... ¡para ignominia y tortura del condenado Satán!

¡Justo y condigno castigo por su proceder nefando!"

Caminamos unos metros más, junto al tejado de la vivienda, y llegamos a la panera, frente a la que crece el limonar


La casa de La Pelona tiene su tejado al nivel de la carretera, mientras que su entrada está, con su corrada o espacio delantero, un tramo más abajo


Desde aquí y oteando el panorama más allá del Xorru reconocemos una línea de montañas que constituyen los límites meridionales del extenso concejo de Grado/Grau y en la frontera con Yernes y Tameza


Son El Picu Buoi Muortu (1.021 m), La Braña'l Gatu (1.014 m), Miradoriu (977 m), La Corona (994 m) y Braniella (1.135 m). Y es que estamos en un concejo "célebre por su grande extensión, temperatura, salubridad, riqueza y feracidad", destacaba el historiador y geógrafo Sebastián de Miñano y Bedoya en su Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal, publicado entre1826 y 1828


Otras prominentes alturas más al sur serían El Picu l'Oral (1.247 m), La Mostachal (1.333 m) y el Caldoveiru (1.357 m)


Al sureste el Aramo sigue contemplando nuestros pasos, no en vano su nombre ha querido buscarse etimológicamente vinculado al dios homónimo, Aramo, protector de los caminos y las encrucijadas. Son "las altas cumbres de Proaza y Quirós", dice Fernández de Miranda en Grado y su concejo, "que allá, lejos, dominándolo todo, se dibujan distintamente en el horizonte."


Crecen los rosales en la corrada de La Pelona, enfrente de la panera que, cual atalaya sobre el prado pindio que cae hacia la autovía, es un perfecto balcón sobre valles y cordales


Dejamos a la izquierda la entrada a la casería de La Pelona y continuamos la subida, que no ofrece tregua


Caminamos a la sombra de unos fresnos como el de la advocación mariana a cuyo santuario nos acercamos. Se trata de uno de los árboles mágico-sagrados de numerosas culturas, "el árbol del mundo" lo llama el naturalista y escritor Ignacio Abella en su libro La Magia de los Árboles:
"El fresno se dirige hacia el cielo recto como una flecha y, cuando lo toca, si tiene agua suficiente, florecen las cimas de sus ramas a través de sus hojas, que se expanden como estrellas en todas direcciones. En su juventud, o creciendo en el bosque, el fresno es una vara erecta, una línea recta hacia lo alto, pero en su madurez, el ideal del fresno es la esfera, la perfección.

No se me ocurre ninguna otra representación tan bella y acertada del universo en su inmensidad, sus ritmos y organización. Sobre todo si tenemos en cuenta que este árbol guarda una especial simetría vertical entre su parte aérea y subterránea.

Cuando en el subsuelo no encuentra el agua suficiente para continuar su ascensión, la copa pierde el rumbo, se achaparra y lentamente languidece. Sus ramas más altas, logradas en los buenos años, se agostan y mueren con las sequías, Vemos así cómo mantiene su equilibrio entre el agua y la luz, y el equilibrio y la organización rítmica de su cuerpo conforman su espíritu luminoso y armónico, solar.

En esta imagen del mundo, el fresno tiene la función de canal de energía y de la energía misma, de la esencia vital del universo capaz de manifestarse en innumerables formas. Contiene en sí todas las polaridades, pero, por otro lado, este árbol nos habla continuamente de su ideal, la luz.

Los ramos del fresno se abren hacia la luz, la abrazan y se multiplican en infinitos brazos que buscan abarcarla, pero no la atrapa ni la absorbe con avidez: la tamiza, la deja caer y resbalar a través de sus hojas. Su sombra es ligera

A través de sus formas y de su carácter, el fresno nos habla de la pureza, que pertenece a quien fluye y se entrega y es capaz de permanecer arraigado sin renunciar al vuelo.

Este carácter solar es quizá más firme y patente que en ningún otro árbol."

Una grande y bella pradería en un rellano de la montaña rompe la sensación continua de estar caminando por el borde de una empinada ladera y nos ofrece un bello paisaje hacia El Picu o Monte la Tabierna, que señala de alguna manera el final de la cuesta


Por su falda discurre el camino que comunica con La Casa Nueva, al que saldremos antes del cruce con La Carril Vieya, La Caleona o Camín Real de la Mesa. La Tabierna está sin duda relacionado con alguna taberna y posada caminera de antaño


La franja arbolada revela el curso del Regueiru Entralgo o La Vara, que nace en estos parajes


Abajo va quedando la ladera que cae hacia la autovía, con los Picos L'Esqueiriz y Las Pruyales dominado el paisaje, así ensalzado por Álvaro Fernández de Miranda:
"Desde la cumbre del Esqueiriz, mudo testigo de gloriosa lucha, se desarrolla un panorama amplísimo, de bellas perspectivas, divisándose hacia el Norte, muy lejos, el mar Cantábrico, que se confunde con las nubes. Descuella el alto picacho sobre las cimas del Fresno, donde parten términos los Concejos de Grado y Salas, según las aguas caigan hacia el Cubia ó el Narcea, pasando por aquí el antiguo camino real ó carretero que conduce á Galicia, tan frecuentado por los ejércitos beligerantes durante la guerra de la Independencia, y seguido más tarde por las facciones Gómez y Sanz y las tropas liberales, sus perseguidores."

Los cordales de la divisoria con Yernes y Tameza, concejo pequeño y poco poblado que nunca tuvo pertenencia a Grado/Grau a pesar de que este abraza por el oeste todo su límite hasta más allá de su extensión. El haber conseguido emanciparse en 1586 de su señor el prelado ovetense con la desamortización de Felipe II auspiciada por el papa Gregorio XIII, salvaguardaron su independencia, eso sí, previo pago de 16.691.922 maravedís


A apenas medio kilómetro del final de la cuesta esta sigue sus rampas y repechos bajo la enramada de fresnos, castaños y carbayos, pero aún hemos de subir un trecho más para ver el santuario, prados arriba


La cuneta a manera de acequia fue una de las últimas intervenciones en este Camino, el cual fue ensanchado y reasfaltado para mejorar el tránsito de vehículos que, aunque poco, bueno sería tuviesen una advertencia señalética del paso continuo de confiados peregrinos


Una imagen del bosque en primavera temprana, con las flores aún saliendo de los árboles


Una imagen en primavera avanzada llegando casi al verano, con las hojas en todo su esplendor y sumamente verdes...


El mismo lugar empezando el otoño, con las veredas llenas de hojas caídas, formando franjas pardas-anaranjadas de hojarasca al secarse


Y más fotos primaverales en plena subida. Los árboles sobre la ensanchada cuneta derecha tienden a doblarse sobre la carretera


Lo cierto es que, pese a ser una larga recuesta y pisando asfalto el trayecto es sumamente agradable si disfrutamos del momento y dosificamos fuerzas, plenos de paisaje y naturaleza


Ahora en esta curva, la subida sí parece querer darnos un poco de tregua


Aprovechamos para ir mirando atrás y despidiéndonos del concejo moscón con esta soberbia imagen de su gran valle septentrional, unión de ríos y caminos, glosado por Álvaro Fernández de Miranda al comenzar su libro:
"En el más fértil valle de Asturias, bañado por el Cubia y el Nalón, que allí confluyen; asentada sobre elevado plano, plácida, alegre, risueña, hállase la villa de Grado rodeada de feracísimas huertas que le dan riqueza y fama; su blanco caserío, vecino del Cubia, se desarrolla á un lado de la hermosa vega, destacándose sobre el fondo, siempre verde, de cercanas colinas y montañas..."

La Peluca a la izquierda, a continuación la villa, a la derecha Acebéu, El Casoriu y, abajo, La Llinar, un poco más allá La Mata con la 'S' de la autovía en el valle y en lo alto el Monte Guileiro en toda su extensión:
"Caprichoso, abrupto; cadenas de montañas lo cruzan en todas direcciones; dilatadas praderías, bosques umbrosos, caseríos diseminados por montes y llanuras... es hermoso el conjunto del concejo de Grado."

Y a lo lejos el Monte Naranco. Nos parece reconocer algunos edificios del casco urbano ovetense a la derecha de su falda meridional. Más cerca es la zona de L'Escampleru, paso del Camino, en Les Regueres


Efectivamente, durante un trecho parece que el Camino tiende a llanear... o casi


Una buena transición entre las duras pendientes que hemos dejado atrás y la que va a ser la cuesta final para llegar al pie del santuario de Nuestra Señora de El Freisnu


Otra evocadora estampa otoñal, cuando el suelo se cubre de los oricios que encapsulan las castañas. Mitigaron muchas hambrunas y fueron uno de los alimentos básicos de los campesinos de antaño, hasta el pote se hacía de castañas


Por eso se plantaban tantos castañales en los caminos, pues según el Derecho Consetudinario las que caen en ellos son, como suelo público, de los viandantes. Ahora casi nadie las recoge


Paisaje de primavera: van creciendo las hojas en todos los árboles de los espesos bosques de esta parte de la montaña, bajo La Tabierna. Más lejos, El Picu l'Esqueiriz y El Picu las Pruyales se nos ocultan a nuestra vista, entre la fronda del castañar


El Camino, que parece estrecharse un poco entre la pared de la ladera de la derecha y el precipicio de la izquierda, continúa llaneando unos metros más


El Picu y monte de La Tabierna ya también ante nosotros, con la cabaña de ladrillo que tiene tan a la vista en esta su falda occidental, sobre el nacimiento del Regueiru Entralgo


Camino de peregrinación y arriería, de emigraciones y trashumancia, de artesanos ambulantes, el antecedente del Camín Real de Galicia, la vía o calzada Lucus Asturum-Lucus Augusti se hizo con el vital propósito de asegurar la comercialización, defensa y vigilancia de las minas de oro del occidente astur, una gran veta aurífera que se extiende por una parte muy importante del noroeste de la Península Ibérica


Camín Real es por su parte camino 'del reino', es decir, público y principal, basado en aquellas antiquísimas vías, no pocas anteriores incluso a la romanización. Y Camín Francés lo es porque venía de Francia, únicamente la moderna tecnocracia caminera dio en llamar Camino Francés a uno de los caminos de Santiago de manera antihistórica y acientífica, cuando TODOS los procedentes de Francia eran así llamados


También se les conocía como camino franco, francisco, etc., por ser por donde venían viajeros y peregrinos francos, nombre que aglutinaba prácticamente a todos los centroeuropeos en general, desde los Pirineos hacia el norte de Italia y toda la actual Alemania y acaso más allá, más o menos coincidiendo con lo que había sido el Reino Franco de Carlomagno


Dando vista a El Picu y altos de La Tabierna empezamos a subir suavemente hacia el lugar de La Venta, también llamado así, como el de La Venta'l Cuernu, a causa de la existencia de otra venta caminera, que estaría relacionada con la taberna que dio nombre al lugar


Asoman un par de casas y, entre ellas y poco más arriba, el collado donde terminará esta cuesta, al pie mismo del santuario de Nuestra Señora de El Freisnu, que es además iglesia parroquial


A la derecha de aquella casa vemos el último fuerte repecho de la subida, antes del cruce con el Camín Real de la Mesa, al que llegaremos tras unirnos al citado camino de La Casa Nueva, que viene a la derecha


En su libro La Calzada Romana de la Mesa el cronista oficial de Teberga Celso Peyroux explica en su prólogo sus características, empezando así:
"La Calzada Romana de La Mesa, más comúnmente conocida por El Camín Real, es una vía de comunicación que, desde los tiempos del emperador Augusto hasta principios del siglo XIX, unía la meseta castellana desde la villa de San Emiliano, capital de la Babia baja, hasta La Cabruñana y Grado, con un ramal que se desviaba a Teverga y otro a Tameza, desde cuya encrucijada tomaba la dirección de la costa bifurcándose más tarde en dos: uno hacia San Esteban de Pravia y otro hacia Noega, la actual Gijón. La calzada, bien delimitada durante todo su recorrido, notablemente desde los trabajos de desbroce llevados a cabo hace unos cinco años, a lo largo de todo el itinerario, deja de serlo a partir del pueblo de Dolia, en el concejo de Miranda, donde se ha aprovechado para trazar sobre ella una carretera asfaltada".

Ese tramo asfaltado es el que nos vamos a encontrar al llegar arriba, si bien al bajar, y dejarlo casi inmediatamente nada más cruzarlo, en Los Morriondos, empezaremos la bajada al valle del Narcea por pista de zahorra


Al llegar a la vista de esta casa también descubrimos arriba la poderosa torre-campanario de la iglesia-santuario de Nuestra Señora de El Freisnu. Una senda parte, campera arriba, desde el cruce de Los Morriondos, por la que algunos fieles suben andando y, por abajo, sigue en dirección al norte, a Cabruñana, el Camín Real de la Mesa o Calzada Romana al ser "Trazada por los romanos -según los historiadores, aunque otras hipótesis consideran que podría remontarse a épocas prehistóricas, realizando sólo los romanos obras de mejoramiento para poder utilizarla como una vía de invasión militar-", escribe Celso Peyroux


"En estas alturas hubo tiempo atrás un célebre santuario, hoy iglesia renombrada, en su conjunto bella, sin que descuelle como obra arquitectónica; su torre, de tres pisos, quemada cuando la invasión napoleónica, se reedificó hacia 1870. Dista de Grado la iglesia cuatro kilómetros escasos", escribe por su parte del templo Álvaro Fernández de Miranda. Según avancemos iremos viendo mejor su estructura


Hermosos campos de frutales flanquean el Camino que aquí se estrecha un poco al llegar a la primera casa de este lugar de La Venta al pie de tan estratégica encrucijada: la Casa'l Carteru


El tendal de la ropa, bien dispuesto al sol, a nuestra izquierda en plena cuesta. Un poco más arriba encontraremos un lavadero al que antaño acudía a hacer la colada la gente de estas caserías


El formidable torreón cuadrado de la iglesia delata su proximidad, pero también que nos aguarda aún una corta pero importante cuesta para llegar a ella


Realmente el Camino no llega exactamente a sus muros sino que lo hace más abajo y, luego, empieza la bajada al valle del Narcea nada más cruzar el Camín Real de la Mesa, iniciando el largo descenso a Cornellana vía Doriga


No obstante el peregrino curioso y amante de conocer los lugares por los que pasa podrá subir en un momento y, aunque el templo esté cerrado, una mirilla en la puerta de la capilla lateral derecha (lado de la epístola), le permitirán ver el altar, el retablo y la imagen de Virgen del Freisnu, hecha en 1975 para sustituir a la original, desaparecida en la Guerra Civil y que durante todo ese periodo no tuvo sustituta 


Como hemos dicho, en lo que ahora es el cementerio, que vemos frente a la torre, estuvo el templo primigenio, datado en el siglo IX. El siguiente edificio del que se tienen noticias estaría datado en el siglo XVI, si bien otras fuentes lo atribuyen entre los siglos XVII y XVIII (puede tratarse de alguna amplia reforma), siendo su estilo el barroco popular. Muy afectado por las guerras napoleónicas al ser utilizado como fortificación improvisada, no fue rehabilitado totalmente hasta 1870. en el nártex o pórtico bajo la torre una inscripción dice SE REEDIFICO AÑO DE 1863


Y es que por este Camino bajaría el mismo mariscal Ney, el favorito de Napoleón, mandando sus tropas hacia Grado/Grau con la idea de tomar la capital asturiana en un golpe de mano tras entrar a marchas forzadas raudamente desde Galicia y, sin pegar un solo tiro, llegar hasta aquí, donde comenzaron los combates previos a la famosa batalla de Peñaflor, de la que hablamos al pasar por dicho pueblo. El historiador José Luis Calvo Pérez, en su apartado Antecedentes de su estudio Acciones de guerra en el puente de Peñaflor (1809-1810) nos informa de los acontecimientos aquí sucedidos:
El 17 de enero de 1809 el propio Napoleón redacta un plan para la ocupación y pacificación de la, por entonces, convulsa Galicia y encomienda al 6º Cuerpo de Ejército francés, bajo el mando del mariscal Ney, duque de Elchingen, la misión de invadir el antiguo reino. Con tal objeto, el 18 de febrero del mismo año Ney recibe instrucciones del Mayor General de elegir Lugo como eje principal de las futuras operaciones sobre el territorio gallego, en cuyas órdenes se incluía, claro está, el sometimiento del Principado de Asturias.  
El marqués de la Romana, investido de amplios poderes por la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino para organizar la defensa militar de Asturias contra el invasor, el 4 de abril de 1809 se presenta en Oviedo flanqueado por uno de sus regimientos predilectos, ya desde los tiempos de la expedición al Báltico: el formidable Regimiento de la Princesa al mando del coronel D. José O’Donnell. 
Ante la obstinada actitud de resistencia que ofrecían algunos miembros de la Junta Suprema de Asturias para acatar las órdenes de la Romana –que no eran otras que las emanadas del poder Central––, especialmente aquellas relativas a la entrega de los recursos recibidos de Gran Bretaña para la subsistencia de las tropas del Ejército de la Izquierda en cuyo ejército, precisamente, recaía la responsabilidad de sostener la campaña contra el invasor; éste, actuando dentro del estricto marco de las facultades que le había conferido la Junta Central, y en vista que por espacio de un mes había intentado por todos los medios que los gobernantes asturianos accedieran de buen grado a las legítimas reclamaciones, es cuando, agotadas ya todas las vías de entendimiento, decide el 1º de mayo deponer por la fuerza de las armas la Junta del Principado. 
Mientras se distraían en estos asuntos, tanto el marqués de la Romana como sus acérrimos oponentes en la Junta dejaron desatendida una de las premisas principales de toda guerra: asegurar la defensa e integridad del territorio patrio ante una, por otra parte esperada, invasión del enemigo, lo que, en efecto, se produjo a mediados del mes de mayo de 1809.

Así, el 13 de mayo una columna al mando del mariscal Ney formada por 2.500/3.000 hombres de infantería, en su mayor parte pertenecientes a los regimientos 27º, 39º y 59º de Línea y el 25º ligero; unos 300 jinetes de los cuerpos de caballería 3º de Húsares y 25º de Dragones y ocho piezas de artillería de montaña transportadas a lomo, sale desde Lugo con dirección al Principado de Asturias. 

Remontado el valle de Ibias, la columna atraviesa, sin resistencia, el puerto de Leitariegos para luego caer por sorpresa sobre Cangas de Tineo, cuya villa es ocupada en la madrugada del día 16 sin pegar un sólo tiro. El día 17  la columna llega a Salas y su vanguardia, con el objeto de asegurar los vados y paso de barcas sobre el río Narcea, es adelantada hasta Cornellana. 

El avance francés, por la rapidez de su movimiento y lo sorprendente de su ejecución, había cogido totalmente desprevenidos y sin capacidad de respuesta posible a los cándidos asturianos, por lo que apenas quedaba tiempo para organizar la defensa. Sobre las once de la noche del mismo día 17, ya con el grueso de las tropas enemigas posicionadas sobre la villa de Salas, el marqués de la Romana se entera de la invasión y de su amenazante aproximación a la capital del Principado, lo que le obliga a tomar rápidas decisiones y comisionar con plenos poderes a D. Gregorio Jove Valdés para desplazarse a Grado y organizar en este punto el dispositivo defensivo para intentar frenar la impetuosa progresión del enemigo hacía Oviedo. La fuerza disponible con que contaba Jove en esos momentos para establecer la primera línea de contención la constituía la escasa y bisoña tropa acantonada en la zona de Grado bajo el mando de D. José Gabriel Trelles, Coronel del Regimiento de Navia. El destacamento militar estaba compuesto, fundamentalmente, por un oficial y 26 soldados –los más experimentados de todo el dispositivo– del Regimiento de la Princesa; alrededor de 80 granaderos de la compañía de esta especialidad del Regimiento de Gijón; cuatro compañías del 2º Batallón del Regimiento de Luarca formadas por reclutas de reciente alistamiento y dos piezas de artillería de montaña de a seis, con sus correspondientes servidores y escasa munición. Además de las fuerzas anteriores, se contaba con el refuerzo de una partida de paisanos armados (alrededor de 40/50 hombres). En resumen, alrededor de 450/500 hombres, organizados apresuradamente, para hacer frente a unas fuerzas enemigas cuya importancia desconocían, es decir, cuatro regimientos, muy aguerridos y disciplinados, de la más formidable máquina militar de Europa: la Grande Armée.    

A la una de la madrugada del 17 de mayo de 1809 la vanguardia enemiga, al mando del General Mathieu, se posesiona del paso de barcas de Cornellana y cruza el río Narcea por este punto. Para hacer frente al enemigo se decide, entonces, establecer la defensa sobre la altura de El Fresno, punto dominante sobre el camino de Cornellana. A pesar de la ventaja estratégica que ofrece la formidable colina, el dispositivo del despliegue adoptado por las fuerzas encargadas de su defensa no es, empero, de lo más acertado. Este mismo día, tres compañías (alrededor de 80 hombres cada una) formadas por soldados bisoños, carentes de instrucción y disciplina, del Regimiento de Luarca, apoyadas por unos 40 paisanos armados, ya se encontraban desplegadas en las alturas de El Fresno, mientras que el resto del regimiento, unos 100/150 hombres de la 4ª compañía, permanecía en Grado, junto con la compañía de granaderos del Regimiento de Gijón y el piquete del Regimiento de La Princesa.   

En la tarde del 17 de mayo el enemigo, tras un breve intercambio de disparos, arrolla el inconsistente dispositivo defensivo establecido en las alturas de El Fresno. Vencida esta primera línea de contención, las tres compañías de soldados bisoños del Regimiento de Luarca y los paisanos armados que constituían su única defensa, se ven obligados a replegarse sobre Grado. Alcanzado este último punto por los despavoridos soldados de Luarca, fue motivo más que suficiente para sembrar el pánico, y como el miedo suele ser contagioso, éste se transmitió a los más experimentados, lo que provocó la dispersión entre los soldados que componían la guarnición establecida en la villa de Grado. Los restantes efectivos del Regimiento de Luarca que se encontraban en Grado se retiran a Teverga, cuya fuga se efectúa a través del camino real que discurre por La Mata, Sama de Grado y Linares de Proaza; la  compañía del Regimiento de Gijón, junto con el piquete de la Princesa, lo verifican sobre Oviedo, mientras que la 1ª, 2ª y 3ª compañías del 2º Batallón del Regimiento de Luarca, con una pieza de artillería, lo hacen al puente de Peñaflor, en cuyo punto se decide hacer frente a las tropas del Mariscal Ney en su impetuoso avance hacia la capital del Principado."


Chumbera y palmera de la Casa'l Carteru; un poco más adelante el Camino vemos que hace una buena curva cerrada a la izquierda para ir ganando altura. A la izquierda, en un rellano frente a la casa, aparcan los coches en uno de los pocos lugares que tienen para hacerlo en esta subida


Al pie de la casona hay una acera en la que se disponen tiestos con flores que engalanan el Camino a su paso. Poco más allá, a la puerta, donde hay un banco, un perro monta guardia


Un poco más allá empieza a verse el lavadero y, sobre él, las torres de alta tensión de Los Morriondos señalan por donde empieza a bajar el Camino hacia Doriga y Cornellana


El perro, guardián de la quintana, nos mira atentamente pero, avezado al paso continuo de peregrinos, ni se inmuta por nuestra presencia. Plácida estampa de paz y sosiego en el Camino, que nos invita a estar ajenos de inquietudes mayores que las inmediatas: el final de la cuesta, parar a descansar, a comer, a dormir... viendo el momento


Más setos al borde del Camino y en las ventanas de la casa; a continuación, un seto guarda un pequeño jardín en la esquina de la casa


Justo a la derecha, en un rellano al emplazar la curva, está el lavadero, antiguo punto de reunión vecinal, principalmente de mujeres, muchas acompañadas de sus hijas, sobrinas, etc., acudían a lavar la ropa antes de que dispusiera, felizmente, de agua corriente en cada casería


Al lado, estratégica pero no estéticamente emplazados, se ha puesto el contenedor de basuras (realmente mucho más espacio llano y adecuado no hay)


El lavadero tiene dos entradas y sostiene su tejado con tres columnas en la parte delantera, mientras que en la trasera hay una pared ciega. Al lado hay fuente y bebederu (abrevadero) y una escalera de piedra comunica con el prado de atrás, bajo El Picu Pando (453 m), otro de los que forman la Sierra de Santa Mariña


Nos acercamos a ver el interior, que parece haber pasado a zona de juegos para los niños. Aquí tenemos el pilón de lavar y arriba la estructura a teyavana, es decir 'teja vana', sin revestimiento inferior, del tejado, a tres aguas


El lugar, muy fresco incluso en verano, pues ser ideal para reposar unos instantes, máxime si subimos a pleno sol, antes de acometer el último pero fuerte repecho de esta cuesta


Por allí va el camino de La Casa Nueva que, desde La Venta, comunica con sus diversos ramales con las caserías que se disponen bajo estos altos de La Tabierna: La Tronca, Los Fornos, El Cascayu, El Corru Camín, Los Macetes...


Volvemos a ver el promontorio de la iglesia-santuario; "Cuéntase que el cura de Dorigas, después del fallo definitivo, propuso al del Fresno permutar las parroquias, dándole en compensación "cuanta plata cupiese en su chistera"; pero la oferta no fue aceptada", es la leyenda que plasma en Grado y su concejo Álvaro Fernández de Miranda en relación a la separación de las parroquias de El Freisnu y Doriga acontecida en la tercera década del siglo XIX


El Camino de Santiago señalizado llega al pie de la colina del santuario (a la izquierda de la foto), y baja a Cornellana. Si subimos a visitarlo, además de conocerlo (máxime si tenemos la suerte de que esté abierto), desde sus alturas tenemos amplias vistas, no solo del concejo y hasta Oviedo/Uviéu, sino incluso hasta los Picos de Europa


Desde él, los peregrinos de antaño aún podían ver la torre de la catedral de San Salvador antes de proseguir su romería a Santiago de Galicia. De igual manera, los peregrinos que empleaban esta ruta como camino de vuelta para venerar a San Salvador y sus reliquias, pues "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor", tenían esa magnífica visión, la cual les despertaba sensaciones de júbilo similares a las experimentadas en el Monte do Gozo ante la visión de las torres catedralicias de la ciudad del Apóstol


La portada principal, bajo el nártex de la torre, que tiene tres entradas de arco de medio punto pero que no vemos desde aquí, mira al este, teniendo el templo una orientación pues inversa a las iglesias medievales, en las que lo hace al oeste, que es aquí donde está la cabecera. Las ventanas de las campanas de la torre campanario miran hacia el sur, rematadas en un frontón triangular con cruz de este tejado hecho a tres aguas


Una tercera ventana de arco de medio punto arroja luz natural al interior de la subida al campanario, mientras otra con vidriera, lo hace a la nave del santuario. Un tercer campanario, con dos campanas, una más grande y otra más pequeña encima, que penden de una artística estructura metálica, fue colocado sobre la cumbrera de dicho tejado


Curva a la derecha en La Venta y empieza lo que para nosotros es lo más duro del repecho final, pese a su brevedad y cortedad


Una fuerte rampa hacia el tendejón de madera que hay tras pasar a la altura de la casa


Cuando allá por el año 2010 se acometieron las obras del túnel de El Freisnu de la A-63 y estuvo cortado el Camino de Santiago desde Los Morriondos a Doriga, se señalizó un camino alternativo que, siguiendo el Camín Real de la Mesa, pasa al pie del santuario siguiendo la carretera local a Cabruñana, donde se habilitó un albergue también en su antigua escuela, el cual sigue operativo


Por ello, no pocos peregrinos siguen empleando dicho camino si se llenan, por ejemplo, los demás albergues de la zona, el ya mencionado albergue público de San Xuan de Villapañada y, cuesta abajo, el privado de Ca Pacita en Doriga, dirigiéndose pues a Cabruñana desde aquí


Situado a algo más de kilómetro y medio de aquí, el albergue de Cabruñana, también público, nos permite continuar sin tener que regresar a El Freisnu por un bello camino que enlaza con el oficial una vez pasada Doriga. De él nos ocupamos en esta entrada de blog: http://xurdemoran.blogspot.com/2019/08/la-cabrunana-el-freisnu-la-izquierda-el.html


Y aquí tenemos una hermosa vista del Picu Pando prados arriba, con la casería de La Requeixada en esta su falda sur



La casería, bien orientada al sur, se compone en la actualidad por dos casas unidas, en medio por galería en la planta alta y balcón en la baja. La de la izquierda parece conservar la traza más antigua, con vanos mucho más pequeños, cada una tiene su hórreo. Es posible se trate de una ampliación de una casa original, haciendo otra anexa para miembros de la misma familia


A la derecha, El Picu Tablas ya va quedando atrás. Salvo que subamos a ver el santuario y desde él divisar el panorama, nos despedimos de los paisajes del valle del Nalón y sus afluentes para dar la bienvenida, prontamente, a los del Narcea y su cuenca fluvial, base de la orografía del occidente astur hasta el puerto de El Palo, en Allande, por donde el Camino pasará a la cuenca del Navia, ya inmediata a Galicia


Observemos a esta peregrina en su máximo esfuerzo rematando estos últimos metros de fuerte subida desde el lavadero. Si bien ya hemos tenido alguna cuesta considerable antes, como la de Gallegos a L'Escampleru, en Les Regueres, nos acercamos a las etapas más montañeras del Camino Primitivo a partir de La Espina sobre todo, al oeste del concejo de Salas al que ahora precisamente vamos a entrar


Sobre los tejados de La Venta, el Guileiro y el Naranco parecen desearnos Buen Camino en nuestro periplo hacia el occidente asturiano. Hemos dejado atrás toda una 'etapa' geográfica (independientemente de en cuantos días la recorramos), cultural e histórica en la primera parte del Camino Primitivo


Y también estamos ya en uno de los grandes subeybaja del Camino Primitivo, donde reside también su dureza, pero igualmente su belleza, naturalmente, porque tras esta larga subida desde El Freisnu que, recordamos, prácticamente empieza en La Podada, toca inmediatamente la larga bajada a Cornellana, también escalonada, pero continua, pues desde los 380-390 metros de estas alturas pasaremos a los 54 de la vega del Narcea en la confluencia con el Nonaya


No ha de extrañarnos que este estratégico enclave, parada secular en esta encrucijada de ancestrales caminos, fuese de siempre disputado. Aquí hubo combates con los franceses también en 1810 cuando el general Porlier, llamado El Marquesito, quiso desalojar a los franceses desde Pravia. Las fuerzas napoleónicas pasaron varias veces, pues ocuparon Grado/Grau en cuatro ocasiones, batallando también en estos escenarios la tropa mandada por Pedro de la Bárcena, como narra Álvaro Fernández de Miranda...
"Todavía se oye hablar con encomio de Bárcena y el Marquesito, ídolos de esta parroquia, y del día del ataque general, jornada gloriosa en que cayeron luchando muchos vecinos del Fresno, cuyo valor reconoció la patria al asignar á las viudas de los que más heroicamente perecieron una pensión vitalicia, que siguen llamando la paga del francés. Mencionaremos á Juan Suárez, que mató peleando a varios enemigos, y al caer, por fin, mal herido, le ataron á un carro, estrangulándole bárbaramente. Saciaron su odio porque en otras ocasiones les causara daños, habiéndole perseguido inútilmente.

Tanto frecuentaron el Fresno los dos referidos caudillos españoles, que los habitantes llegaron á familiarizarse con ellos, y llamaban a Bárcena Don Pedro, y á Díaz Porlier, invariablemente, el Marquesito (por el supuesto parentesco con el Marqués de la Romana), contándose de éste muy curiosas anécdotas que realzan su probada astucia y valor"

Su bien la portada del santuario, en el nártex o atrio bajo la torre, mira al este y al sol de la mañana, la que podemos decir que es la fachada principal que cuenta también con un pequeño cabildo ante su capilla meridional o del lado del evangelio, lo hace al sur, al sol de la mayor parte del día, como las casas. Su ubicación es tal que incluso la pared norte, la más umbría, recibe algún rayo de sol a la alborada, como comprobaremos en nuestra entrada de blog dedicada al templo: http://xurdemoran.blogspot.com/2014/01/el-freisnu-del-valle-del-nalon-al-valle.html


Luis Antonio Alías, historiador, en su imprescindible libro El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios, describe arquitectónicamente este edificio, incluyendo su interior y exterior, con su cruz de piedra delante del santuario, a la entrada del camposanto, solar del templo primigenio:
"El Fresno tiene, además de la gran Cruz de piedra frente al cementerio, faro jacobeo de ilegible inscripción y recuerdo del lugar ocupado por la primera iglesia levantada allá por el siglo IX, el santuario dedicado desde del XVII a Nuestra Señora, alargada cruz latina de cortos brazos laterales y espacios cubiertos por bóvedas, con cuadrada torre de poca altura a los pies -tres grandes arcos de medio punto abren el primer tramo, un campanario de tres huecos el último-, pórtico lateral sobre columnas toscanas y sacristía que debió hacer funciones de ermita al tener una leve espadaña.

Al interés de sus peculiares formas externas se une el interés de retablos e imágenes. Retablos e imágenes como Cristo Crucificado, de arraigada devoción popular, el retablo de San Antonio /siglo XVII), de clásica línea y santo bien tallado y el barroco -ángeles y Crucificado- retablo mayor. La venerada patrona es copia de la desaparecida original."

Alivia percibir ya los ultimísimos metros de cuesta "de una de las ubicaciones más privilegiadas del Principado", como asegura el Diccionario geográfico de Asturias, ya que está situado "dominando el extremo occidental del gran corredor natural asturiano", es decir, el pasillo formado por el valle del Güeña, al pie de los Picos de Europa que, comunicando con el del Sella y este a su vez con el del Piloña, enlaza con el del Nora saliendo al del Nalón hasta llegar aquí a estas serranías, una de las puertas del occidente y paso, recitamos, al valle del Narcea, que dará sus aguas al Nalón al acercarse a la Flavionavia romana que fue también la dulce capital de Silo y Adosinda, acceso del Camín Real de la Mesa al mar a través de la ría naloniana y sus caminos, terrestres y fluviales


Así pues, "la importancia del enclave como nudo de comunicaciones en épocas pretéritas queda de manifiesto por la confluencia en el mismo de dos itinerarios tan relevantes como el ramal de la vía de La Mesa y el camino de Santiago; hecho éste que sin duda contribuyó a resaltar la importancia del santuario de Nuestra Señora", continúa explicando este Diccionario...


¡Se acaba la cuesta!, el Camino enlaza con la ensanchada y peraltada nueva vía local hacia La Casa Nueva de la que tanto hemos hablado y continúa de frente hacia el histórico cruce caminero en lo que fue un gran enlace de las principales vías asturianas entre la costa y el interior


El mojón, con la correspondiente flecha, nos confirma la dirección a seguir, ya a la vista de la cima


Realmente hay aquí un poco de 'liviana cuesta' antes de llegar al cruce que casi podemos decir que 'no cuenta' después de tan ardua pero bellísima ascensión


Y ahí tenemos el cruce de La Troca, o al menos así lo vemos llamado en Google Maps, donde está el edificio de un antiguo chigre, que fue antes comercio mixto o tienda-bar, acaso sucesor de la antigua taberna que dio nombre a La Tabierna y/o a La Venta


Uno de aquellos célebres establecimientos en los que los parroquianos y los visitantes podían tomar algo antes y después de las misas (algunos durante), fiestas y demás oficios religiosos y reuniones acontecidas en el santuario, desde bodas a bautizos, defunciones y novenas


Siendo la iglesia el lugar donde se bautiza tras el nacimiento, se confirma o se presenta en sociedad adulta, se festejan las romerías y se hacen parejas y amores que luego se casan, se bautiza a los hijos, se asiste a la despedida de los vecinos o seres queridos y se va a su camposanto a recordarlos, la institución de la parroquia llegaba a trascender lo religioso, celebrándose en ella, acaso al pie del antiguo y totémico fresno que daría nombre al lugar, los conceyos abiertos o juntas vecinales, normalmente tras la misa dominical pero también en otras ocasiones, para tratar asuntos del común


De ahí que, cuando se trastocaban los límites parroquiales, lo que implicaba muchas veces los de los concejos, el asunto levantase tantas pasiones que acabase en pleitos, como los aquí acontecidos al separarse de Doriga y pasar esta a Salas hacia 1835, como ya hemos apuntado


Y aquí salimos ya al Camín Real de la Mesa, que únicamente cruzaremos, salvo que subamos a ver a Nuestra Señora de El Freisnu o continuemos a Cornellana, pues justo al otro lado a la derecha del antiguo bar, veremos las señales de la continuidad del Camino de Santiago y del inicio del Camín de los Morriondos, la bajada al valle del Narcea por Doriga


Volvemos a recoger las bellas palabras del Celso Peyroux relativas al Camín Real de la Mesa en su tramo asfaltado desde Dolia hasta aquí... y más allá...
"Continuará la calzada aún varios kilómetros, regada con asfalto por el hombre para mayor confort, pero el caminante -aunque seguirá teniendo como compañero el agradable paisaje de la media montaña- no sentirá la caricia de la senda bajo los pies. Una estrecha carretera le conducirá (...) hasta la Venta de Las Cruces y desde allí, poor Vigañas, Seaza y San Pedro -ya en tierras del concejo de Grado- o por Moutas, Alvaré y El Fresno, alcanzará la capital del municipio o el Alto de La Cabruñana donde el Camino Real se unirá a otros caminos. A otras sendas-

Tal vez escoja aquel que conduce a Noega -la actual villa de Gijón- donde se funden en un abrazo la arena y las olas -en los últimos dominios que tuvo el imperio por tierra firme- donde centuriones y patricios, tras el largo viaje, reposaban el músculo y bruñían la piel en las termas que se asoman al mar.


A otras sendas como El Camín Real de Galicia, Camín Francés o Camino de Santiago que aquí se cruza, en este magnífico cruce de la historia. No vamos hacia la mítica Noega de los cilúrnigos, que en celta quiere decir 'caldereros' (como los antiguos caldereros de San Xuan de Villapañada y estas parroquias circundantes), pero sí hacia Santiago en Galicia, por la primera senda de peregrinaciones además, por eso llamada el Camino Primitivo


Camino que continúa, recalcamos, cuesta abajo ahora, a nuestra izquierda, donde un mojón y señales varias nos anuncian la entrada en el concejo de Salas, puerta del occidente astur


También nosotros aquí, podemos decidir, continuar el Camino a la izquierda por Los Morriondos a La Meredal, San Marcelo/Samarciellu, La Reaz y Doriga o, primeramente, visitar el santuario de Nuestra Señora de El Freisnu, subiendo por el sendero de esta pradería, que los más devotos hacen de rodillas en las sonadas romerías. Asimismo también podemos escoger el ir a Cabruñana, retomando el Camino de Santiago oficial en la bajada a La Ponte o Las Casas del Puente, en la veiga del Narcea. Sea como sea, acaso nos reconforten, al final de la jornada, estas frases con las que Celso Peyroux acaba su libro caminero...
"Descansados los pies por el baño de agua caliente y las flores silvestres, cubre el caminante los últimos miliarios acariciado por los postreros destellos de la tarde con el disco solar que se va perdiendo en el horizonte. Es el mismo sol que adoraron sus antepasados; el mismo sol que cincelaron sobre la piedra los artistas rurales en los capiteles de templos y ermitas; el mismo sol que grabaron sus abuelos sobre la noble madera del roble y del castaño en los frontispicios de los hórreos."






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