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domingo, 29 de marzo de 2015

LA MESA DE LOS MAREANTES EN EL CAMBARAL Y EL CAMINO DE UN PREMIO NOBEL (LUARCA/L.LUARCA, ASTURIAS): LA PLAZA NUEVA, EL PUENTE DEL BESO, LA PESCADERÍA, LA LLERA Y LA DÁRSENA

Mesa de los Mareantes en el luarqués barrio El Cambaral

Uno de los lugares más significativos de la villa de Luarca/L.luarca es la Mesa de los Mareantes, en lo alto del barrio de pescadores de El Cambaral y con unas maravillosas vistas del puerto. Allí, donde estaban las antiguas fortificaciones de L'Atalaya o La Telaya, hay un bello espacio dedicado a la historia de la población, donde destaca la Mesa de los Mareantes y una representación de la misma, lugar de reunión y toma de decisiones de los antiguos capitanes de las naos comerciales que desde aquí llegaron a surcar todos los mares del mundo

Puerto de Luarca/L.luarca y barrio de El Cambaral

La Mesa de los Mareantes, paso también al histórico santuario de la Virgen de la Blanca, está en lo alto de el barrio de El Cambaral, no en el mismo trazado del Camino Norte que atraviesa la población pero sí cerca de él, por lo que estimamos sumamente recomendable, sino fundamental, su visita

El Cambaral desde el Camino en La Carril

Realmente El Cambaral (derecha de la foto), junto con el puerto, las playas y el barrio de La Pescadería (izquierda de la foto), ya se ve desde el camino que entra en el casco urbano luarqués bajando de Vil.lar por Torrealtina y La Carril. Incluso podríamos ir, haciendo un rodeo, hacia su parte alta, viendo la mesa, la capiilla y bajando calle abajo hacia el puerto. Pero preferimos recomendar seguir el trazado histórico del Camino y ver seguidamente todo el conjunto del centro de la población, haciendo aposta una etapa corta y pernoctando aquí para disponer de una tarde, o al menos media tarde libre, para recorrerlo sin prisa y con toda comodidad, pues bien va a merecer la pena


 Así, por el antiguo barrio artesano de La Zapatería, actual calle Olavarrieta, seguimos las conchas con azulejos y flechas amarillas del Camino Norte para pasar bajo el Arco Bayón, en el Palacio del Marqués de Ferrera, siguiendo el trazado del primitivo Camín Real de la Costa (a ello le dedicamos la correspondiente entrada de blog)


Luego, desde la Plaza de los Huevos cruzamos el río Negro o Ríu Negru en El Puente de los Peregrinos, por donde estos pasaban, siguiendo siempre el camín real, en las épocas de las peregrinaciones históricas, y por donde vuelven a pasar ahora, al recuperarse el itinerario jacobeo por este camino costero


Símbolo también peregrino por excelencia es, al otro lado, El Crucero, de primeros del siglo XVIII pero que aprovecha al parecer otro mucho más antiguo


Desde El Crucero, el camino sigue de frente por la calle de este nombre para, por la Plaza de los Pachorros, subir a El Chano por la calle La Peña (a lo que también dedicamos su oportuno capítulo), Pero aquí, con esta magnífica referencia, es donde vamos a proponer realizar nuestro paseo hacia El Cambaral, pero pasando primeramente por la Plaza de Alfonso X El Sabio, la Plaza de la Constitución, El Puente del Beso, La Pescadería y el puerto...


Para ello, desde El Crucero iremos a la derecha por el Paseo Gómez, viendo al fondo algunos de los edificios de la Plaza de Alfonso X El Sabio, bajo los altos de El Chano


Tanto este paseo como el de la otra orilla, el Paseo Pilarín, que va a la Plaza de los Huevos, fueron abiertos al canalizarse el río Negro o Ríu Negru, que nace entre las sierras de Cándanas, Busmente y Bul.lacente, cerca del pueblo del Sel.lón, recorriendo unos 21 kilómetros hasta llegar hasta aquí a su desembocadura


Esta desembocadura se prolongaba hasta el abrigo natural de La Llera, donde el río formaba meandros y un pequeño estuario, dándose casos en tiempos, de tremendas inundaciones con sus crecidas, por lo que fue canalizado a su paso por la villa


En este Paseo de Gómez, el famoso grupo filatélico luarqués lleva el nombre del río, siendo muy ponderados sus sellos, sobres, matasellos y demás emblemas dedicados a eventos, lugares, o personales locales, así como sus efemérides. Esta. a modo de ejemplo es la noticia de los encargados para conmemorar el centenario del Luarca Club de Fútbol en el año 2012, publicada como Centenario de postal en Luarca el 7 de agosto de ese año por A.M. Serrano en La Nueva España:
"El fútbol de Luarca ya tiene su recuerdo en forma de sello, matasellos y sobres con fotos. Es la forma que el grupo filatélico y numismático «Río Negro» ha elegido para celebrar el centenario del club deportivo, de la que podrán ser participes todos los interesados. El colectivo instalará hoy una estafeta de correos a partir de las 11 horas en la céntrica plaza de Alfonso X El Sabio, en Luarca.

Además de matasellar correspondencia, también será posible adquirir el sello personalizado que se ha solicitado a Correos y los sobres oficiales, uno con la alineación del año 1956-57 (cuando se consiguió el ascenso a tercera división); y otro con el logotipo del centenario del club.
El grupo filatélico luarqués hace matasellos desde su constitución, hace 13 años. El dedicado al club de fútbol de la villa será el último, en caso de no lograr más apoyo económico. Durante los últimos 13 años, con esta iniciativa se han recordado fechas y lugares especiales del concejo. «Es una forma más de hacer publicidad de Valdés», explica el portavoz, Orlando Torres. Enclaves rurales como Trevías, Cadavedo, Belén o Aristébano han tenido su protagonismo. 
En Luarca destaca la pasión por los sellos y casi todos años el grupo «Río Negro» abre las puertas de su sede para mostrar alguna colección. Los sellos dedicados al fútbol suelen tener «mucha aceptación entre coleccionistas y aficionados», explica Torres..."

El pedregal de cantos o xorragal recuerda el porqué del nombre de La Llera, así lo leemos de Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, de Xosé Lluis García Arias:
"La voz popular asturiana subsiguiente a la latina GL¯AREAM (EM) es llera o llera, expresión con que se designa a la piedra suelta que puede llegar a formar auténticos montones de nombre llerón o lleirón; en algunas partes también designa las piedras del río conocidas asimismo como rego dones, rebodones o piedras realengas. Aparece en nuestra toponimia menor ampliamente"

Al canalizarse, además de los paseos, se construyeron edificios en las dos orillas, como en 1911 el de la  Banca Trelles, fundada por Vicente Trelles González, banquero, industrial y político nacido en el naviego pueblo de pescadores de Puerto de Vega/Veiga en 1869, se dice que en la misma cama en la que murió el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos en 1811, según la biografía que publica Luis María Rodríguez de Anciola en la página de la Real Academia de la Historia y que continúa de esta manera:
"Estudió y se licenció en derecho en la Universidad de Oviedo y, muy joven, contrajo matrimonio con María Dolores de Anciola Macías, hija del notable ingeniero de Minas y diputado a Cortes Antonio Luis de Anciola. Se instaló en Luarca en la década final del siglo xix y fundó la Banca Trelles, S. L. En política, fue bien pronto seguidor de Sagasta, siendo alcalde de Luarca en varias ocasiones y diputado provincial muchos años. Como banquero, prestó ayuda y estimuló la creación de empresas de todo tipo, tanto en el concejo de Valdés y en el de Navia, como en el resto de Asturias, especialmente, las de buques de vapor, pesqueras, de transportes de viajeros y mercancías por carretera, eléctricas y agrarias. Como industrial, participó en varias de estas empresas. Fue un hombre inteligente, trabajador y muy enérgico, pero comprensivo y campechano.

Pese a los repetidos intentos de absorción hechos por las más importantes empresas bancarias a lo largo de casi toda su existencia, la Banca Trelles permaneció independiente y en manos de su fundador y de sus hijos hasta la última década del siglo xx, en la que, treinta años después del fallecimiento de don Vicente, fue adquirida por el Banco Español de Crédito.

Murió en su casa de Luarca, rodeado de sus hijos y nietos, siendo enterrado en Puerto de Vega, tal como había dispuesto"

Fue proyectado en 1909 por el genial arquitecto municipal Manuel del Busto, del que, dada su transcendencia y los varios edificios que construyó en esta villa, también queremos compartir su biografía, aquí de la Wikipedia:
"Manuel del Busto y Delgado (23 de mayo de 1874San RosendoCuba - 20 de noviembre de 1948, GijónAsturiasEspaña) fue un arquitecto asturiano.
"Nacido en Cuba descendiente de avilesinos, a su vuelta a la península estudió arquitectura llegando a ser una de las máximas figuras del Arte 1900 en Asturias. Se graduó el día ocho de junio de 1898, por la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, con veinticuatro años. Su obra se inició en las corrientes eclécticas, el modernismo y el regionalismo pero su obra madura muestra un predominio del racionalismo y el decó. Fue arquitecto municipal de Langreo hasta 1908 y a partir de esa fecha de Luarca. Fue arquitecto diocesano de Oviedo y del Ministerio de Instrucción Pública. 
En 1924 viajó de Gijón a La Habana para dirigir las obras del palacio del Centro Asturiano de la Habana. Su hijo Juan Manuel del Busto González fue también un conocido arquitecto. A partir de 1930, casi todas las obras son producto de la colaboración de padre e hijo"

Destaca en el edificio la torreta terminada en cúpula cubierta con losetas de pizarra en forma de escamas, así como sus elementos modernistas. Ha sido reformado y rehabilitado hace unos años. En el excelente blog Casonas de Indianos encontramos otra muy buena reseña:
"El edificio fue un proyecto de Manuel del Busto para Vicente Trelles González (1.869-1.959) en 1.909. Es de estilo modernista estando construido entre medianeras. En la fachada principal que da al río destacan el frontón curvo en la buhardilla y en un lateral la torre poligonal rematada con una cúpula de dos cuerpos. La fachada posterior es más sencilla dando a la plaza de la Constitución. Tal vez la construcción de esta casa motivó que años más tarde, al morir J. M. de la Guardia en 1.910 y siendo concejal el señor Trelles, se nombrara a Del Busto como arquitecto municipal. 
Vicente Trelles González, casado con María Dolores Anciola, fue concejal, alcalde y diputado provincial, fundando en 1.895 la Banca Trelles, y en 1.896, junto con otros empresarios, la firma Alsa. 
El Círculo Liceo de Luarca empezó a funcionar en los actuales locales el día uno de noviembre de 1.911, siendo presidente del mismo Vicente Trelles González. Surge como producto de las intrigas y enfrentamientos entre dos figuras del colectivo de indianos que impulsaron su construcción, por un lado José Vidal, que reservó la primera planta de su casa como local para el casino, y del otro Trelles, con el apoyo de los hermanos García Fernández (Los Pachorros) y Méndez de Andés, que compró el solar y encargó la construcción del edificio actual a Manuel del Busto, que inició las obras en 1.910"

Al fondo, en la Plaza de Alfonso X El Sabio, la casa consistorial del Ayuntamiento de Valdés es también una obra encargada al arquitecto municipal Manuel del Busto tras acordarse su construcción en el año 1912, siendo precisamente alcalde Vicente Trelles


La idea era hacer un consistorio más grande y funcional que el viejo caserón que hasta entonces ocupaba entre las actuales calle Olavarrieta y Paseo de Pilarín, aprovechando estos terrenos ganados al estuario y haciendo esta plaza, llamada primeramente la Plaza Nueva, y posteriormente dedicada a Alfonso X El Sabio, el monarca que otorgó en 1270 la carta puebla al antiguo Puerto de Vallenación aquí existente


A causa de esas obras, acabadas en 1916, hubo de desmontarse la capilla aquí existente, bajo la advocación de San Roque y San Martín, y desplazarla a una nueva ubicación justo arriba, en lo alto de El Chano


La capilla es del siglo XVII y la visitaremos cuando subamos a El Chano, pues el Camino pasa a muy escasos metros de ella


Es un gran mirador sobre la villa, el puerto, los diques exteriores y las playas, merece la pena recomendar su visitar cuando salgamos de esta preciosa y pintoresca villa marinera


La plaza merece una visita pormenorizada, pues aparte de las consistoriales hay otros edificios y elementos notables, todos muy relacionados con la historia luarquesa


Al otro lado de la plaza vemos por ejemplo el Quiosco de la Música. Hay algunos edificios más de la época de construcción de la plaza y su urbanización, que como esta, han sido rehabilitados y restaurados en varias ocasiones, alguna recientemente. También hay un gran bloque de pisos, y a la izquierda de la foto vemos el Hotel Rico (izquierda de la foto), fundado en 1962 y reconstruido en 1985


Primeramente llegamos a la escultura en homenaje a la bioquímica valdesana Margarita Salas Falgueras, discípula del Premio Nobel luarqués Severo Ochoa (con quien trabajó en Estados Unidos), de quien hablaremos a continuación. Nació en Canero o Caneiru el 30 de noviembre de 1938 y esta estatua, obra de la escultora Sara Iglesias, se inauguró el 27 de noviembre de 2020, transcurrido el primer aniversario de su fallecimiento en Madrid el 7 de noviembre del año anterior. Un resumen de su ingente y trascendental labor lo hallamos en Wikipedia
"Inició el desarrollo de la biología molecular en España, y desarrolló su trabajo como profesora vinculada ad honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid (CSIC-UAM). También fue académica de la RAE desde 2003, y censora de la Junta de Gobierno desde 2008.6​ En 2016 se convirtió en la primera mujer en recibir la Medalla Echegaray, otorgada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales"

Era hija del médico José Salas Martínez, quien influyó en su interés por las ciencias, así como su madre la maestra Margarita Falgueras Gateli. Otros dos hermanos fueron también científicos, José Salas Falgueras y María Luisa Salas Falgueras, Marisa. Con 16 años se fue a Madrid a las pruebas de acceso a Química y Medicina, ingresando en le Facultad de Químicas, conociendo en 1958 a Severo Ochoa, quien además de ayudarla la animó hacia la bioquímica, obteniendo su doctorado con Alberto Sols:
"Después de su graduación en Ciencias Químicas, Margarita Salas ingresó en el laboratorio de Alberto Sols, pionero de la bioquímica en España. Bajo la dirección de Sols, realizó su tesis doctoral sobre la especificidad anomérica de la glucosa-6-fosfato isomerasa"

En 1963 se casó con el químico y biólogo molecular Eladio Viñuela, estableciéndose ambos en Estados Unidos al año siguiente, trabajando en el Departamento Científico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, trabajando con Severo Ochoa, donde estuvieron unos cuatro años antes de volver a España con financiación americana para desarrollar la biología molecular
"Entre sus mayores contribuciones científicas destaca la determinación de la direccionalidad de la lectura de la información genética, durante su etapa en el laboratorio de Severo Ochoa, y el descubrimiento y caracterización de la ADN polimerasa del fago Φ29, que tiene múltiples aplicaciones biotecnológicas debido a su altísima capacidad de amplificación del ADN.​

Fue profesora ad honorem en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, centro de investigación mixto del CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid, donde siguió trabajando con el fago (virus bacteriófago) Φ29, de gran utilidad en la investigación en biotecnología y el cual infecta una bacteria no patógenaBacillus subtilis. Durante la pandemia de 2020 se puso en marcha en España un proyecto de investigación para aplicar la ADN polimerasa del fago Φ29 para lograr un método de detección de la COVID-19.

El curriculum vitae de Margarita Salas cuenta con más de trescientas cincuenta publicaciones en revistas o libros internacionales y unas diez en medios nacionales. Era, además, poseedora de ocho patentes, y realizó unas cuatrocientas conferencias.​

Entre sus aportaciones científicas más importantes, destacan la determinación de que la lectura del mensaje genético transcurre en la dirección 5' a 3'; la demostración de que la p6, proteína de tipo histona, coopera con la proteína p4 en la represión del promotor temprano A2c y en la activación del promotor tardío A3; la demostración de que el triplete sin sentido UAA da lugar a la terminación de la cadena polipeptídica en un sistema de Escherichia coli; el descubrimiento de una glucoquinasa específica para la fosforilación de glucosa en hígado de rata cuya síntesis depende de insulina; y su investigación acerca de la ADN polimerasa del virus bacteriófago Φ29"

Margarita Salas perteneció a numerosos institutos y sociedades científicas españolas e internacionales y miembro además del consejo editorial de prestigiosas publicaciones científicas:
"Perteneció a varias de las más prestigiosas sociedades e institutos científicos nacionales e internacionales, colaborando y siendo miembro del consejo editorial de importantes publicaciones científicas. Obtuvo diferentes galardones, siendo nombrada Investigadora europea 1999 por la Unesco y recibió el Premio Rey Jaime I de Investigación en 1994. Fue nombrada directora del Instituto de España (1995-2003), organismo que agrupa a la totalidad de las Reales Academias Españolas.

Presidió la Fundación Severo Ochoa​ y dirigió anualmente el curso de la Escuela de Biología Molecular “Eladio Viñuela”, dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander.


Fue además pionera en España del reconocimiento del papel de la mujer en la ciencia, ardua tarea aún por aquel entonces:
"Cuando Margarita regresó a España en 1967, no era conocida por sus contribuciones a la ciencia, sino por ser la esposa de Eladio Viñuelas. Además, su trabajo científico no era reconocido como mujer, ya que en ese momento las científicas no eran reconocidas por su trabajo. En la mayoría de los casos, los hallazgos fueron atribuidos a hombres.

Ella fue pionera en muchas tareas que hasta entonces sólo habían sido llevadas a cabo por hombres. Margarita no consideraba esto un mérito, sino más bien una cosa fácil: como ninguna mujer había hecho antes, era fácil ser la primera.

Cuando ganó el Premio Severo Ochoa de Investigación, Alberto Sols, quien había dirigido su tesis, admitió que cuando llegó a su laboratorio para hacer el doctorado, decidió darle un tema de investigación menor para que no importara si no lo conseguía sacar.

Margarita no dio importancia al problema, diciendo que no era un problema de Alberto, sino del tiempo en que vivían. Margarita ayudó a hacer la ciencia accesible a las mujeres.

Siempre quiso mantenerse en contacto con la juventud e inspirar a otras mujeres a interesarse en la ciencia. Margarita Salas también fue conocida por su trabajo como mentora de muchos científicos como María BlascoMarisol Soengas y Jesús Ávila"

Un poco a la izquierda de la estatua de Margarita Salas, está sobre un parterre o jardinera el Monolito de los Fueros de Luarca, obra de José García Pérez, Galana, según iniciativa promovida en 1955 por Fernando Landeira siendo alcalde Ramón Muñoz

Este monolito, coronado y nunca mejor dicho, por la corona real, rememora la concesión de la Carta Puebla de Valdés en el año 1270 por el monarca al que está concedida esta plaza, el día 29 de mayo y desde la ciudad de Burgos, lo que supuso otorgar fueros a sus habitantes, librándolos de apetencias señoriales y dependiendo directamente de la Corona, haciendo de la población centro urbano de un extenso alfoz cuya identidad ya estaba definida, según se sabe de documentos mucho más antiguos, al menos desde el año mil: Valdés. el Valle del Ese

En el monolito están cinceladas las partes esenciales de esta Carta Puebla, que eran casi ilegibles hasta su restauración en 2015, siendo también Noticia de Ana M. Serrano para La Nueva España el 7 de febrero de ese año, Luarca recupera su fuero:

"Para el cronista oficial de Valdés, Juan Antonio Martínez Losada, recuperar el monolito donde está inscrito el fuero de Luarca "es una idea brillante". La propuesta del Ayuntamiento de Valdés tiene que ver con mostrar la historia de la villa y del concejo. El escrito data de 1270. El 29 de mayo de aquel año Alfonso X el Sabio firmó el documento que fue decisivo, en cierta medida, para la prosperidad de Luarca y Valdés. 
Martínez Losada aclara que el fuero fue pedido por el pueblo. Los habitantes estaban "cansados" de los robos y de los abusos, y pensaron que si la villa y el actual concejo pasaban a tener la protección de la realeza tal vez estas miserias "podían cambiar". Aquel documento, que en unas semanas podrá leerse en la plaza del Ayuntamiento (ahora es ilegible), fue decisivo para el florecimiento de Luarca y su entorno: "Con él lo que ahora conocemos como Valdés despegó, creció la población, los astilleros y la industria", repasa el cronista oficial del concejo.

Los fueros, añade Martínez Losada, tenían un doble objetivo. Por un lado, el pueblo ganaba la protección de la realeza, y, a cambio, el monarca obtenía más poder. "Digamos que sumaba territorios y hacía menos poderosos a la nobleza local y a la Iglesia", añade el cronista. En los siglos siguientes, y especialmente en el XIV y XV, la historia de Luarca tiene documentado su despegue desde el punto de vista comercial

La villa empezó a florecer y, gracias a ello, unas industrias llevaron a otras. Recuerda el cronista oficial que en la Luarca de entonces no faltaba la pesca, el comercio y los negocios vinculados a la madera. También había ferrerías (una en la actual plaza de abastos y otra en Setienes), fábricas de producción de toneles y prósperas ferias vinculadas al ganado y a Santa Catalina. Por eso el fuero "tiene tanto interés, pese a ser un poco desconocido", destaca el edil de Cultura, Gumersindo Cuervo. 

El monolito donde se inscribió la "Carta fundacional de la Puebla de Valdés por fuero de Alfonso X el Sabio" está en la plaza del Ayuntamiento y se descubrió en 1970. En unas semanas, el Ayuntamiento protegerá esta piedra de granito con un metacrilato donde podrá leerse, a su vez, el texto, en castellano antiguo. "Luarca, se configura desde ese momento, desde 1270, en el núcleo poblacional llamado a centralizar la vida económica, política y administrativa del municipio valdesano", detalla. 

Como anécdota, los límites del concejo en el siglo XIII eran los que son actualmente salvo en la parte alta del concejo. Antaño, la parroquia de La Montaña pertenecía a Navia, detalla Martínez Losada. Fue así hasta el siglo XIX, cuando pasó a Valdés. Anécdotas de la historia que con este fuero podrán darse a conocer e investigarse"

Al lado se instaló posteriormente un panel con el texto más claro. Esta Puebla se creó sobre una población preexistente, de la que existirían los actuales barrios de El Cambaral y La Pescadería, denominada Cellero de Santiago de Arriba, puerto pesquero y ballenero que con la puebla vería su plena independencia de tributos señoriales y tendría derecho a la celebración de un mercado para mantenerse, abonando impuestos únicamente al reino, lo que le dio gran prosperidad durante siglos, si bien los cotos y posesiones terrenales de la nobleza y los monasterios seguirían siendo objeto de litigio durante largos siglos

El Fuero de Benavente, otorgado más de un siglo atrás, en 1164, por Fernando II, fue el modelo para estas pueblas, que en ese año de 1270, fueron numerosas en Asturias, en un momento en el que los monarcas hacían prevalecer su poder sobre los señores locales, teniendo estas poblaciones y sus términos a su dependencia directa y amparo, en el caso de Valdés delimitando las fronteras de este gran concejo, que permanecerían más o menos inalterables hasta la incorporación de varias parroquias naviegas en 1851...

"... el puerto de Vallenación e portazgo de Luzdes y de los otros nauios que uinieren de fuera parte, pero los Pobladores de esta Puebla y de su alfoz que puedan pescar libremente por el mar, que no den portazgos, ni derechos ningunos de lo que pescaren con los sus Navuios e sus derechos..."

 "... porque los homes de la tierra de Valdés se nos embiaron a querellar muchas veces que rescebían muchos males y muchos tuertos de caballeros y escuderos y de otros homes malfechores que les robaban e les tomaban lo suyo sin su placer y pidieronnos merced que les diésemos un logar que toviésemos por bien en que poblasen y les otorgasemos nuestros realengos... "


Al maestro de Margarita Salas, Severo Ochoa, lo veremos enseguida al otro lado de la plaza, hacia donde nos dirigimos, mientras reconocemos, arriba en lo alto, las casas de La Peña, calle por la que sube, desde la Plaza de los Pachorros, el Camino Norte, pues es el trazado del antiguo Camín Real de la Costa. De frente tenemos ante nosotros el dieciochesco Palacio de los Marqueses de Gamoneda, que ya existía por lo tanto antes de la construcción de la Plaza Nueva


A nuestra izquierda y mirando también para la plaza, el Hotel Gayoso, que fue emblemático, "cómodo y de lujo sobrio" lo han descrito alguna vez, tristemente cerrado. Parece ser fue construido siguiendo la estética de los años de la década de 1940 por el arquitecto Juan Manuel del Busto, hijo de Manuel del Busto, para la familia Gayoso, sus propietarios, de ahí el nombre


Tuvo abajo restaurante y cafetería. Destacan sus balcones, sus galerías, sobre todo la de arriba, toda a lo largo del tercer piso, así como la gran terraza en el cuarto. Al lado otra preciosa casa del tiempo en el que se abrieron plaza y paseo, con balcones-galería en su esquinal


Las galerías triunfaron a partir de la gran expansión de la industria del vidrio desde finales del siglo XIX, integrando espacios abiertos luminosos en la vivienda interior, pero no por ello dejaron de hacerse buenos y grandes balcones, sobre todo en lugares como este, abiertos a la plaza. Abajo está la Cafetería Don Ángel y a la derecha la Relojería Eladio, que cerró en 2019 tras 139 años de existencia, en la esquina con la calle Uría, mencionada como el hotel en su artículo Cuarenta años después por Juan Miguel Fernández, publicado en La Nueva España el 11-12-2010 y en el que repasa los antiguos establecimientos luarqueses hoy desaparecidos:
"En Navelgas le nacieron hace 62 años; como otros jóvenes tuvo que buscarse la vida fuera de Asturias; le recomendaron la Ciudad Condal, y allá se fue; con el júbilo que supone ser pensionista regresó a su pueblo natal a pasar una temporada; sus anteriores viajes era raudos y motivados por alguna boda o algún entierro; ahora tenía tiempo para volver a pisar los recovecos frecuentados en su juventud.
Al cabo de 12 días quiso bajar a Luarca para rememorar viejos tiempos. Empezó el itinerario a la altura de Barrio Nuevo. El renombrado restaurante de la Repicona no existía, ni una mueblería que había enfrente; la otrora pujante imprenta Pérez del Río está en absoluta ruina, después le dirían que se trasladó a Barcia. 
A la izquierda estaba majestuosa la Casa de Guatemala, ahora de propiedad pública; también luce solemne el edificio de Las Graduadas; hasta es posible que ambos edificios se deban a la mano del mismo arquitecto; también le dijeron que el colegio puede tener los días contados, al igual que La Feria 
Cruzó el puente sobre el río, observó que en el edifico del Lavadero ya no está Telefónica ni Hacienda, solo queda el INEM. Embocó la calle Malabrigo y la encontró cambiada pero parecida. Las viejas tiendas se sustituyeron por otras «cosas»; permanecen impertérritas las boticas de Mittelbrum y Blanco y hay un banco en la Casa Camilo. 
Llevaba poco trecho recorrido y se halló perturbado. Quizá sus ojos solo querían ver depresión y desolación o quizá es verdad que la crisis existe, quizá se ha llevado con ella gran parte de la sangre que alimentaba a Luarca, quizá solo sobreviven los poderosos y aquí no se quedaron. 
Debía comprar algo para llevar a casa; ya no estaban las carnicerías de la calle Uría ni del Crucero; en la Plaza de Abastos tan solo un puesto de pescado; sin embargo encontró unas llamativas confiterías, así que se decidió por unos pasteles. 
La ilusión con que llegó a Luarca se desvaneció, desistió de callejear y fue en busca de un menú del día. En Leonés II hay ahora una pequeña gran superficie. El hotel y restaurante Gayoso está cerrado; la famosa Fonda el Cocinero está dedicada a otros fines"

Y con la calle Uría a nuestra izquierda y de frente el Palacio de Gamoneda, admiramos esta casona, actual Oficina de Turismo, una vivienda señorial de estilo urbano dentro de los cánones del siglo XVIII, pues fue de Don Juan Antonio Pérez Gamoneda y Cascos Villademoros, secretario de Carlos III, monarca que le concedió el título de primer marqués de Gamoneda en 1765


Edificio de planta rectangular y originalmente construido en mampostería pizarrosa revocada, con sillería de arenisca en las esquinas y los vanos. Sin embargo fue demolido en su casi totalidad y vuelto a construir según su disposición original, de planta baja, piso y desván. La cubierta primitiva era de l.lousas, lajas de pizarra con faldón sobre la fachada principal. El interior ha sido reformado para sus nuevos usos. En 1995 fue declarado Bien de Interés Cultural


Sus vanos se disponen simétricamente en la fachada, donde destaca el balcón central, en el primer piso, con repisa moldeada en voladizo y molduras de orejas


Sobre él se conserva, restaurado, un elemento original, el blasón familiar, en el tímpano un frontón mixilíneo con pináculos y flanqueado por pilastras. Es uno de los más grandes y ostentosos de Asturias


Sin embargo el título como tal "no se transmitió y se encuentra vacante, no habiendo apenas documentación del mismo, solamente un legajo en el archivo de Simancas, no figurando ni en el del Ministerio de Justicia ni en en el del Archivo Histórico Nacional", tal y como informa Luis Javier del Valle Vega en su completo blog Dendecagüelu


Declarado Bien de Interés Cultural en 1995, en el año 2009 fue comprado por el Ayuntamiento de Valdés a los propietarios, la familia Lombardía, que tenía aquí una fonda (El Cocinero), por un millón de euros, siendo la primera idea la de hacer un Museo-Exposición dedicado al Premio Nobel luarqués  Severo Ochoa. Esta es parte de la noticia de Ana M. Serrano para La Nueva España el 1 de octubre de aquel año:
"El Ayuntamiento de Valdés selló ayer el compromiso de compraventa del Palacio de los Marqueses de Gamoneda, que albergará el primer museo dedicado al Nobel luarqués Severo Ochoa. El Pleno de la corporación municipal dio luz verde a la opción del compra del edificio, ubicado en la plaza Alfonso X el Sabio de Luarca, y la previsión es que a finales de mes «se haga efectiva la compra», indicó el portavoz socialista, Simón Guardado.

La adquisición de las instalaciones supondrá un millón de euros a las arcas municipales y servirá para recuperar un edificio histórico. Además, se pretende convertirlo en sede de una exposición dedicada al bioquímico, única en Asturias, y con la que su villa natal le rendirá un homenaje a su reconocida labor. El edificio ha sido tasado por debajo de precio del mercado, según indicó Guardado. Su adquisición supone el fin de unas duras negociaciones entre el Ayuntamiento y los propietarios del edificio, que data del siglo XVIII.

Las instalaciones tienen 480 metros cuadrados, donde se distribuirá la muestra que conmemoró en 2005 el centenario del nacimiento de Severo Ochoa -y que ahora está guardada en dependencias municipales- y la oficina de turismo, que se trasladará a este edificio, más céntrico, desde la calle Caleros..."

Y esta es la estatua del citado Premio Nobel de Medicina. Severo Ochoa de Albornoz, colocada el 15 de noviembre de 2018, obra de la escultura Sara Iglesias, Poli 

Severo Ochoa, médico y científico, nació en esta villa el 24 de septiembre de 1906, hijo del abogado Severo Manuel Ochoa y de Carmen de Albornoz (hermana del que sería Presidente del Gobierno de España en el Exilio Álvaro de Albornoz).Muerto su padre cuando él era muy niño, en 1912, se traslada con su madre a vivir a Málaga, donde terminaría la primaria y estudiaría bachillerato. Demostró gran interés por la biología y se especializó en el metabolismo energético y en las moléculas fosforiladas


Su maestro, el médico Juan Negrín (que sería Presidente del Gobierno de la II República Española) le propuso a él y a otro estudiante. José María García Valdecasas, trabajar en un método para aislar la creatinina, compuesto orgánico presente en la orina, cosa que consiguieron con éxito, por lo que en el verano de 1927 se trasladarían a Glasgow, colaborando con este proyecto con el doctor Noel Paton, mejorando su método y publicando ambos sus resultados en el Journal of Biological Chemistry, comenzando así su carrera de investigación bioquímica


Terminó su licenciatura en Medicina en 1928 y continuó investigando, siendo invitado en 1929 a trabajar para el doctor Otto Meyerhof en el Instituto de Biología Kaiser Wilhelm (actual Instituto Max Planck de Berlín, que era por entonces, según leemos en la Wikipedia:
"... una importante cuna de la bioquímica, por lo que tuvo la oportunidad de conocer y trabajar con científicos como Otto Heinrich WarburgCarl Neuberg, Einar Lundsgaard, y Fritz Lipmann, además del propio Meyerhof, que había recibido el premio Nobel de Medicina en 1922"
En 1930 terminó su tesis doctoral en Madrid y un año más tarde se casó con la gijonesa Carmen García Cobián, su gran y mayor apoyo vital el resto de su vida, además de en su mismo trabajo, pues aunque no tenía formación en ciencias era muy habilidosa en el laboratorio. De uno de sus trabajos conjuntos (firmados por los dos) llegaría a escribir Severo Ochoa
“Me ayudó de maravilla pues, aunque no tenía una preparación propia en Biología experimental, aprendía con gran facilidad y rapidez. Se trataba de unos estudios de transfosforilación en extractos de músculos de invertebrados. Entre otros utilizábamos langostas (bogavantes) que nos proporcionaban sustento a la par de material de trabajo, pues usábamos para nuestros experimentos el músculo de la cola y nos comíamos, cocida con mayonesa, la exquisita carne de sus grandes pinzas. Al cabo de pocos meses llegamos a odiar de tal modo el crustáceo que no volvimos a probar langosta sino muchos años después”.
Además fue nombrado profesor ayudante de su maestro Juan Negrín, quien le ayudó ante la Junta de Ampliación de Estudios para completar su formación posdoctoral. Seguidamente viajó al London National Institute for Medical Rescarch, trabajando con el fisiólogo Henry Hallet (Premio Nobel de Medicina en 1936) en el estudio de la vitamina B1, de la enzima glioxalasa. Aquí empieza su enorme interés en el estudio de las enzimas, que le acompañó toda su vida, y que constituirían una revolución en el estudio del metabolismo intermediario


En 1936 El matrimonio Ochoa sale de una España en Guerra y Severo empieza a trabajar con el citado Otto Fritz Meyerhof:
"En 1936, el laboratorio de Meyerhof se había convertido en una de las instalaciones bioquímicas más importantes del mundo, centrada en procesos como la glucólisis y la fermentación. En lugar de estudiar la "contracción" de los músculos, el laboratorio ahora estaba purificando y caracterizando las enzimas involucradas en la acción muscular y las involucradas en la fermentación de la levadura. Severo Ochoa ocupó muchos puestos y trabajó con muchas personas hasta 1938. Por ejemplo, Otto Meyerhof lo nombró asistente de investigación invitado en el Instituto Kaiser Wilhelm de Investigación Médica en Heidelberg durante un año"
Pero Otto Meyerhof, al ser judío, y viéndose el recrudecimiento de las leyes y persecuciones raciales alemanas, emigró en 1938 a Estados Unidos, cosa que también harán los Ochoa, afincándose definitivamente en 1940: 
"En 1941 Ochoa consiguió trabajo en la Universidad de Washington en San Luis y en 1945 en la Universidad de Nueva York. Se dedicó a realizar investigaciones sobre farmacología y bioquímica que le valieron la medalla Bewberg en 1951 
En 1954, prosiguiendo con sus trabajos sobre la fosforilación oxidativa, descubrió una enzima, la polinucleótido fosforilasa, capaz de sintetizar ARN in vitro a partir de ribonucleosidodifosfatos. 
En 1955 publicó en el Journal of the American Chemical Society, junto con la bioquímica francorrusa Marianne Grunberg-Manago, el aislamiento de una enzima del colibacilo que cataliza la síntesis de ARN, el intermediario entre el ADN y las proteínas. Los descubridores llamaron «polinucleótido-fosforilasa» a la enzima, conocida luego como PNPasa, tratándose de una polirribonucleótido nucleotidil-transferasa. El descubrimiento de la polinucleótido fosforilasa dio lugar a la preparación de polinucleótidos sintéticos de distinta composición de bases con los que el grupo de Severo Ochoa, en paralelo con el grupo de Marshall Nirenberg, llegaron al desciframiento de la clave genética. 
El matrimonio Ochoa se nacionalizó estadounidense en 1956​ renunciando a la nacionalidad española, que no quiso recuperar ni siquiera tras el final de la dictadura. Ese mismo año, el estadounidense Arthur Kornberg, discípulo de Ochoa, demostró que el ADN se sintetiza igualmente mediante su polimerasa. Ambos compartieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1959 por sus respectivos hallazgos. 
Desempeñó un papel importante en la creación de la Sociedad Española de Bioquímica —hoy denominada Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular— en 1963, junto con el impulsor de dicha Sociedad, el bioquímico Alberto Sols, fundador y primer presidente. A partir de 1964 se adentró, por una parte, en los mecanismos de replicación de los virus que tienen ARN como material genético, describiendo las etapas fundamentales del proceso, y, por otra parte, en los mecanismos de síntesis de proteínas, con especial atención al proceso de iniciación, tanto en organismos procarióticos como en eucarióticos, siendo pionero en el descubrimiento de los factores de iniciación de la traducción. España quiso recuperar su magisterio, y al efecto en 1971 se creó para él en Madrid el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. En 1974 se trasladó como investigador distinguido al Instituto Roche de Biología Molecular en Nueva Jersey. Se jubiló en la Universidad de Nueva York en 1975. 
En 1967 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo, y en 1969 recibió el I Premio Lección Conmemorativa Jiménez Díaz, que desde entonces entrega anualmente la Fundación Conchita Rábago de Jiménez Díaz"

Desde 1977 acudía a Madrid a trabajar con el Centro de Biología Molecular que lleva su nombre, pues fue promovido por él compartiendo esta labor con la que realizaba en el Instituto Roche de Biología Molecular de Nueva Jersey. En 1985 regresó definitivamente a España, trabajando en el citado Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, del que era director honorario. Dos años más tarde ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina y fue nombrado presidente de la Fundación Jiménez Díaz, publicando en 1986, con 81 años de edad, su último trabajo científico. Ese año falleció su mujer Carmen y parece ser decidió, sumido en profunda depresión, no publicar más


Falleció el 1 de noviembre de 1993 en Madrid y fue enterrado en el cementerio de esta su villa natal, junto a su esposa Carmen...
"En su testamento creó la Fundación Carmen y Severo Ochoa, de cuyo patronato forman parte algunos de sus discípulos españoles, al objeto de que se perpetuara la memoria de su nombre unido siempre al de su mujer, en reconocimiento al soporte familiar que le habría de acompañar en toda su trayectoria, resultando decisivo —según su propia confesión— para el desarrollo de su vocación científica.​ 
Su vida fue llevada a la pequeña pantalla en el año 2001 a través de la miniserie española Severo Ochoa. La conquista de un Nobel, dirigida por Sergio Cabrera, donde los actores Daniel Guzmán e Imanol Arias interpretaban al célebre científico en las diferentes etapas de su trayectoria"

Desde la terraza del Hotel Rico cruzamos de nuevo la plaza, ahora en dirección al Ayuntamiento


Pero antes pasaremos por el Quiosco de la Música, otro símbolo de la historia y presente de esta plaza


Estamos ante otro de los elementos construidos con la plaza y el consistorio, hecho de hierro forjado, con base de piedra octogonal y tejado también a ocho aguas, sostenido por columnas. Se hizo para los conciertos de la banda de música pero es también centro de múltiples actividades


Y ya vamos de frente al edificio del Ayuntamiento, recordando lo dicho: su edificación se aprobó en 1912, con la alcaldía de Vicente Trelles, para sustituir al anterior, que estaba casi en ruinas. El proyecto se encargó al arquitecto municipal Manuel del Busto, concluyendo las obra en 1916


Las descripciones artísticas y arquitectónicas del mismo son de lo más variadas, puede decirse que se trata de una combinación de estilos y del modernismo secesionista vienés


En su fachada principal la parte central tiene detalles donde predomina la curva. En su decoración hay elementos clásicos, columnas y pilastras


La ventana central del ático recuerda la trífora del Arte Asturiano prerrománico


Las demás ventanas de este bajocubierta se inspiran en el citado estilo Secesión vienés


Armoniosamente, dos altas palmeras parecen centrar en su perspectiva este espacio central curvado de la fachada principal de la Casa del Concejo o Casa Conceyu valdesana


Se dice que este edificio consistorial busca la composición ideada por el arquitecto estadounidense Louis Sullivan de seguir el orden clásico de la base el fuste y el capitel, como en los edificios grecolatinos y las iglesias medievales


A la derecha de la puerta del Ayuntamiento se conserva el escudo de piedra que lucieron todas las fachadas de los edificios destinados a ser el consistorio desde el año 1777, ostentando los símbolos de la Corona Real Española en aquel tiempo


Está colocado sobre una gran peana de piedra en la que una placa muestra esta inscripción:
"Piedra armera que estuvo en la fachada de las Reales Casas Consistoriales de Luarca desde 1977. Se trasladó a este lugar en MCMLXXIV (1974). Laus Deo (Alabado sea Dios)"

A la izquierda de la puerta consistorial, sobre las terrazas de La Sucursal, el busto de Ramón Fernández Asenjo, alcalde que fue de Valdés, durante algún tiempo llamado Concejo de Luarca, obra del escultor Aniceto Marinas inaugurada en 1927


Fernández Asenjo nació en 1854 en Caroyas, localidad valdesana que veíamos en nuestro camino de Caneiru a Barcia, emigrando de muy joven a Rosario a Argentina, llegando a ser un importante empresario tabaquero, Cigarrillos Colón, regresando a Asturias a finales de esa centuria, donde siguió la carreta política, de concejal a diputado provincial. Siendo alcalde, canalizó el río Negro, acometió las obras de la traída de aguas, saneamiento y alcantarillado, apostando también por otras iniciativas como la educación, fundando numerosas escuelas por todas las parroquias valdesanas, entre ellas las Escuelas Graduadas de Luarca


Asimismo, impulsó la creación del Hospital Asilo, del que mucho hablamos en Vil.lar, antesala de la población. Tras su fallecimiento en 1919, se hizo una cuestación popular para erigir este busto en su memoria. En diciembre de 2019 se conmemoró aquí el centenario de su fallecimiento, cuya crónica escribió Ana. M Serrando para La Nueva España del día 29, titulada Luarca alaba al exalcalde Ramón Asenjo, "un hombre brillante y poco recordado":
"Luarca recordó ayer a uno de sus exalcaldes, Ramón Fernández Asenjo (1854-1919), en el centenario de su muerte. Este hombre "bueno, brillante y trabajador" dejó su impronta en una villa poco avanzada en aquellos años de finales del siglo XIX: fue quien encauzó el río Negro y quien inauguró la traída de agua potable y la red de alcantarillado. Gracias a su hacer, fue posible la construcción del hospital asilo, de las Escuelas Graduadas, de otros centros educativos de la zona rural del municipios y del pabellón para enfermedades infecciosas, entre otros. Son solo algunos ejemplos.
Ayer se recordó "por justicia social" a este exalcalde luarqués que "trajo grandes avances, pero es poco conocido", dijo el Alcalde, Óscar Pérez, quien invitó a los presentes a "ponerse en la piel" de un de hombre de ese año y siglo para entender su mentalidad conservadora y, también, su hacer. "Fue solidario y supo vertebrar el territorio; consiguió meter a concejo en la modernidad" señaló Pérez, para quien "la memoria histórica también es esto". 
El homenaje fue seguido por numeroso público. Se celebró en la plaza de Alfonso X El Sabio en una mañana fría y de sol. Contó con la música de la banda "La Lira" y también con la intervención del actual presidente de la asociación benéfica hospital asilo de Luarca, Pablo Gutiérrez. Y es que si algo fue Ramón Fernández Asenjo es generoso con los necesitados. "Su legado continúa vivo", dijo Gutiérrez, quien glosó parte de la obra social y humana del exalcalde. "Lo dio todo por los demás", opinó  
El acto fue posible gracias a una moción presentada por Ciudadanos. Su portavoz, Teresa Suárez, quiso destacar la vida y obra "de un verdadero prócer que trajo la modernidad a Luarca". No se recuerda en la villa un reconocimiento público a Ramón Fernández Asenjo y, de hecho, ayer se echó de menos más información sobre su biografía. En el homenaje se encontraba sus bisnietos. Su bisnieta Leticia Blanco mostró su agradecimiento al Ayuntamiento y recordó la "humildad" de su bisabuelo. "Era una persona cercana que presumía poco de lo hecho", dijo. La también bisnieta Covadonga Blanco arrojó luz sobre la vida del considerado por muchas personas benefactor de Luarca: en su funeral, en una época de conflictos sociales, los sindicatos ordenaron mesura para que el sepelio se pudiera celebrar con serenidad. Contó con "el cariño" de todos hasta el final. Él quiso ver concluida la carretera del faro. No pudo ser. Los obreros, conocedores de este deseo, le abrieron camino hacia el cementerio en el paseo de su eterno adiós"

Y ahora, a la derecha del Ayuntamiento, saldremos de esta Plaza de Alfonso X El Sabio...


Y nos dirigimos al puente que, cruzando de nuevo a la otra orilla del río Negro, nos encamina hacia la calle Olavarrieta en su unión con la de Párroco Camino, Paseo de Pilarín y calle Rivero


Al cruzar vemos de nuevo ante nosotros el edificio de la Banca Trelles, del que hablábamos hace sólo un momento


Este puente es la comunicación directa también de la plaza con el puerto, acceso seguidamente al barrio de El Cambaral


Existieron de antiguo varias pasarelas sobre el río y dos puentes de cantería, que como decíamos en la entrada de blog correspondiente a la entrada en Luarca/L.luarca por La Carril, fuese llamada en 1797 la Pequeña Venecia por el viajero italiano Lugi Salandra


Seguimos viendo el gran acantilado bajo El Chano a nuestra izquierda. En 1726 el peregrino Guillaume Manier, sastre picardo, plasmó que Luarca/L.luarca estaba al pie de una gran montaña y que algunas de sus calles "están abiertas en la roca"


Vemos al pasar la fachada del Ayuntamiento que mira al canalizado río Negro. Detrás, la calle de los Caleros comunica con el barrio de La Pescadería


Los caleros eran antiguos hornos de cal, donde se cocía la piedra caliza para conseguirla. Era muy empleada en la construcción, para encalar, y como abono. Allí, justo a la derecha de la casa consistorial y mirando a su parte trasera, está la Casa de Amador Fernández, nacido en el seno de una familia humilde de la luarquesa calle de La Carril (el camín real por donde hemos entrado en el casco urbano). De joven emigró a Argentina, trabajando mismamente en el barco que le llevaba para pagarse el viaje. Cuando llegó se empleó en la Tienda del Sol en Dolores, al sur de Buenos Aires, llegando con el tiempo a asociarse con el dueño

Hizo dinero, volvía feliz a su solar de nacimiento como persona de éxito, pero quiso el infortunio que su barco naufragase, y aunque él se salvó lo perdió todo. No quiso pasar por aquí por miedo a las burlas, comunes a los que retornaban fracasados, por lo que sin regresar a Luarca/L.luarca se presentó de nuevo en Dolores empezando de cero de nuevo y volviendo a triunfar, por lo que volvió definitivamente a España hacia 1885


La casa tiene también su historia y vicisitudes, según el muy recomendable blog Casonas de Indianos, citando al nieto de su fundador, Enrique Alba, Amador se la encargó, recién llegado, al prestigioso Juan Miguel de Laguardia, de aquella Arquitecto Municipal de Oviedo/Uviéu, en 1887, construyéndose en dos fases, la principal en 1888 y la anexa un año más tarde, con tejado común. Era la primera casa que haría aquí dicho arquitecto
"Los adornos de cantería de granito, traída de San Ciprián, fueron trabajados a pie de obra por canteros gallegos y los suelos y escaleras son de pino del Báltico. Los techos tienen pinturas decorativas con motivos florales. El haber encargado una casa urbana, susceptible de ser dividida en varias viviendas, ha hecho posible que la casa haya permanecido dentro de la familia. Actualmente son cuatro los propietarios, lo que permite un mantenimiento que sería prácticamente imposible en el caso de una casona residencial del tipo de las de Villar"
Empezó siendo la casa familiar de Amador Fernández, que se había casado con Josefa Méndez Piedra, hija del médico ginecólogo Ricardo Méndez-Piedra y Fernández Casariego...
"...con la que tuvo tres hijos: María Josefa, casada con Víctor Reguera, María del Carmen, casada con Enrique Alba Fernández-Pumariega (Perito Agrícola, Abogado y Fiscal) y Leopoldo, casado con Ana Villaoz.. Solo tuvo descendencia Mª del Carmen, siendo sus hijos Carlos y Mª Josefa Alba Menéndez"
Allá por el 1900 se acometieron las primeras reformas importantes, abriéndose ocho mansardas para iluminar habitaciones del bajocubierta. Al principio la familia habitaba la casa grande mientras la pequeña se dedicaba al alquiler:
"Posteriormente Leopoldo habitó el primer piso de la grande y Mª Josefa el 2º. Al fallecer D. Enrique Alba en 1947, su esposa María del Carmen se trasladó al 2º de la grande, Mª Josefa al 1º y Leopoldo al 2º de la pequeña"

Se dice que un conflicto de Amador con el alcalde Vicente Trelles hizo que se dispusiese aposta la construcción del nuevo Ayuntamiento enfrente, quitándole visión, pues ni siquiera estaba previsto se hiciese aquí. Sea como sea Amador Fernández falleció cuando se aprobaron sus obras en 1912. 
"Hacia 1980 se le puso nuevo tejado y en torno a 1995 se sustituyeron los primitivos miradores por otros nuevos, debido a su mal estado de conservación, manteniendo los nuevos las características de los antiguos. En su interior se han hecho diversas obras de acondicionamiento y modernización (cocinas, baños, etc.)"

De frente, pegado a la izquierda de la antigua Banca Trelles, hay un edificio muy interesante, pues es también proyecto del hijo de Manuel del Busto, Juan Manuel del Busto González, dentro de la corriente racionalista imperante en Asturias durante la posguerra, que buscaba el funcionalismo y el geometrismo. Presenta una esquina en chaflán de cara al espacio en el que convergen varias calles



Vemos a nuestra derecha El Puente de los Peregrinos, cuya actual estructura sustituye a otra, u otras, más antiguas, por la que pasaron los peregrinos, viajeros, arrieros y demás trashumantes, del viejo camín real


Y ahora desde aquí, mirando al edificio del Hotel Gayoso, otra obra de Juan Manuel del Busto González, descubrimos un elemento muy común en muchas casas de entresiglos


La linterna o lucernario, también llamado cimborrio-linterna, acristalado en todas direcciones por el que entra luz al interior, parece imitar un elemento presente en muchas iglesias importantes, basílicas y monasterios, que suele iluminar el crucero desde lo alto


Pasado el puente, donde arranca el Paseo de Pilarín, en el bajo del citado edificio proyectado por Juan Manuel del Busto, está Almacenes Gago, comercio de tela y ropa fundado el 25 de noviembre de 1938 por Artemio Gago, a quien siguió al frente del negocio su hijo Pedro Gago, y en la actualidad sus nietos


Enfrente en la unión con la calle Rivero (junto al río) con la de Párroco Camino, tenemos la Casa de las hijas de Ramón Menéndez Asenjo, el tan recordado alcalde cuyo busto acabamos de ver en el Ayuntamiento

 
Fue encargada hacia 1920 al arquitecto Manuel del Busto y en ella vivieron las dos hijas menores de Asenjo, ya que a la mayor, María Consolación, le había regalado otra al casarse con el doctor Manuel Anciola, la ahora conocida como Casa Anciola, en la calle Álvaro de Albornoz


Ya en la explanada entre las casas, donde hay una rosa de los vientos, seguiremos de frente hacia la peatonal calle Párroco Camino dejando a nuestra derecha el citado comercio de Almacenes Gago. Aquí se instalan de forma permanente puestos de venta de productos locales. Los miércoles además hay mercado, salvo que coincida con fiestas determinadas. Por aquí debiera haber sido la Plaza de la Fruta, pues como dice el Diccionario de Madoz a mediados del siglo XIX, de ella sale hacia el este la "calle de la Zapatería", actual Olavarrieta, de la que dice es pendiente pero muy bien pavimentada con el nuevo empedrado que le habían puesto por entonces, la cual señala que "concluye en el sitio denominado Torrealtina" (el camín real por el que entra señalizado en el casco urbano el Camino Norte hacia el Puente de los Peregrinos) 


Al lado de la casa de sus hijas, que vivían una en cada planta, está la del propio Ramón Menéndez Asenjo, proyectada en 1903 también por Manuel del Busto como vivienda unifamiliar


Sita en el número 3 de la calle Párroco Camino, destaca en su fachada el mirador o balcón-galería, de madera y cristal, en el primer piso


Y arriba en la cornisa el frontón semicircular con las iniciales RA de Ramón Asenjo


El día de la conmemoración de su centésimo cabo de año La Nueva España publicaba esta su biografía: 
"El Ayuntamiento de Valdés homenajeará hoy a las 13 horas a Ramón Fernández Asenjo (1854-1919), exalcalde del concejo. Es la primera vez que un gobierno municipal de la historia reciente reconoce a esta figura, algo que ocurre a instancias de una moción de Ciudadanos y en el centenario de su muerte. La formación dirigida en Valdés por Teresa Suárez asegura que Asenjo merecía el reconocimiento porque fue el artífice, "a finales del siglo XIX, de que la modernidad llegara al concejo". La propuesta de Ciudadanos fue respaldada en pleno por todos los partidos de la corporación municipal: PSOE, Ciudadanos, PP, Foro y Avanza Valdés. Ramón Fernández Asenjo nació en Caroyas, emigró a Argentina y a su vuelta ocupó distintos cargos políticos. Ciudadanos detalla en su moción que "a él se debe el actual encauzamiento y canalización del río Negro en Luarca, las rampas de acceso para el oficio de las lavanderas, la traída de agua potable y la red de alcantarillado de la villa, la vieja plaza de Alfonso X El Sabio, la construcción del Hospital-Asilo y de las Escuelas Graduadas, así como la apertura de más de una docena de escuelas rurales". Asenjo fue además cofundador y primer presidente de Electra del Esva. En la propuesta municipal se destaca asimismo su profundo "carácter humanista, y generosidad, sufragando obras como el alcantarillado, el Casino de Luarca, el pabellón para enfermedades infecciosas o ayudas a las familias pobres", informa A. M. SERRANO"


Si bien puede decirse que ya en el siglo XVIII la población experimentaba un importante crecimiento más allá de los barrios originarios de El Cambaral y La Pescadería, es entre los siglos XIX y XX cuando este se hace más acusado, siendo fundamental para ello los capitales y la iniciativa de los indianos o americanos. El nuevo puerto y la canalización del río favorecieron, no solo un incremento de la expansión urbana al exterior, sino también una total reurbanización interior


Tomamos pues la calle Párroco Camino a la izquierda de esta llamativa casa de viviendas de tantísimas ventanas, gran terraza en el ático y bajo comercial. Se trata de un añadido, realizado en la década de 1940, en la parte posterior de una casona con dos torres cuya fachada principal veremos un poco más adelante en la Plaza de la Constitución, la Casa de La Mesa


En esta calle, muy comercial, suele celebrarse el Mercadillo de Primavera, los fines de semana entre el 1 de mayo y el 27 de junio, de 12:00 a 20:00.Era la antigua calle de la Iglesia, pues se dirige directamente a la parroquial luarquesa


Esta calle se alarga hasta la iglesia y más allá, enlazando las plazas de la Constitución y, seguidamente la de Carmen y Severo Ochoa


Esta sería una de las dos torres de la parte original de la citada Casa de la Mesa, cuyo cuerpo añadido para viviendas acabamos de dejar atrás



Salimos a la Plaza de la Constitución, antiguamente del Maíz, pues fue del comercio del cereal. En torno a este espacio estuvo el corazón de la Puebla de Valdés, ya que aquellas históricas polas eran en realidad unas villas-mercado en la que, además de los puestos semanales, se asentaban tiendas permanentes y artesanos, germen del arraigo y atracción de población al lugar, fundamento de unión con el posterior crecimiento urbano


Llaman la atención las grandes galerías del edificio de la derecha, así como la estructura del bajocubierta


Este es el edificio del Juzgado Comarcal, en cuyos bajos estuvo la tienda de la Viuda de Macrino, antes de Macrino Suárez. En el edificio de la derecha están, en el bajo, el bar y la tienda de Gema. Mientras que en los bajos de aquel edificio de pisos se encuentra la Plaza de Abastos, inaugurada en 1959


Estuvo tres años cerrada, con obras de rehabilitación y reforma, su reapertura constituyó todo un acontecimiento. El puesto más veterano tal vez se el de la Pescadería de Maruja, que abrió en 1960 y en el que trabajó hasta su fallecimiento en 1987, tomando ahora el relavo su nieta Nazareth


Buena parte de la plaza lo ocupa ahora un parque infantil, muchas niñas y niños juegan mientras padres y madres hacen las compras, en la plaza o en los muchos comercios de estas calles. En ese ángulo otros dos edificios emblemáticos a derecha y a izquierda


La dieciochesca Casa de La Mesa, con sus dos torres y cuerpo central, un esquema común a muchos palacios rurales y urbanos asturianos. Estaba en un lugar más que estratégico, en pleno mercado nada menos


Ya en el siglo XVI, con los cambios sociopolíticos que habían puesto fin a la Edad Media, la antigua nobleza feudal fue dejando sus lúgubres torres y fríos castillos para ejercer su dominio desde nuevos palacios y casonas, aprovechando para ello sus antiguas fortalezas


Andado el tiempo comprobaron que sería más conveniente a sus intereses asentarse en las pujantes villas, cabezas de concejo, sucesoras de las pueblas medievales. Allí se cocían y dirimían los asuntos del común y no era conveniente estar lejos. Más adelante, algunos linajes, o sus ramas más favorecidas, irían asentándose en las capitales, e incluso en la misma corte


Este por ejemplo es el escudo de los Villademoros, cuyo escudo vimos en la casona al lado de La Torre Vieya de Vil.lamouros, que pudimos visitar durante nuestra estancia y paso por Cadavéu


Y esta es la casa natal de Severo Ochoa: aquí vio la luz el 24 de septiembre de 1905. Se trata de una edificación en ladrillo que mira a esta plaza y hace esquina con una callejuela que comunica con la calle Rivero. No obstante pronto se asentarían en la casa familiar, sita en el barrio de Vil.lar, Villa Carmen, adquirida por su padre en 1905, llamada así en honor de su madre, que se llamaba como su mujer, de la que un muy buen artículo escribe de ella el Doctor José Manuel López Nicolás en el estupendo blog Scientia, titulado Carmen... el bastón de Severo
"En mayo de 1986 murió Carmen García Cobián, lo que supuso, para uno de los pocos españoles galardonados con el Premio Nobel, un golpe muy duro que le sumergió en una profunda depresión.

A partir de entonces, Severo Ochoa decidió no volver a publicar ningún trabajo científico más, con lo que puso fin a su brillante carrera.

Severo Ochoa, el “bioquímico de los bioquímicos” según su discípulo y amigo Santiago Grisolía, recibió en 1959 el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus descubrimientos sobre la biosíntesis de los ácidos nucleicos, aportación a la ciencia que se considera uno de los hitos fundamentales que ha dado paso a la Genética Molecular de nuestros días.
A pesar de todo lo que sabemos de la trayectoria investigadora del gran científico, poco se conoce de la gran influencia de Carmen en la carrera de Severo Ochoa. 
Hoy traemos a Scientia una anécdota que refleja fielmente el papel de Carmen en la trayectoria de nuestro Premio Nobel. 
En 1937 Carmen y Severo Ochoa llegan a Plymouth, Inglaterra. Severo va a trabajar en el laboratorio de Biología Marina de esta localidad, pues ha conseguido una beca de 6 meses. 
Sin embargo Carmen está un poco deprimida debido a la preocupación por la suerte de su familia en España, en plena Guerra Civil. Se encuentra además un poco aislada y sola en la pensión en la que viven, ya que no conoce ni el idioma. 
Dándose cuenta de esto, Severo intenta convencerla para que le ayude en su trabajo experimental, aunque ella carece de formación en ciencias de ningún tipo. A pesar de ello, Carmen resultaría muy habilidosa en el laboratorio y fue de gran ayuda a su marido. 
Dejemos que sea el propio Ochoa quien nos lo cuente:  
“Me ayudó de maravilla pues, aunque no tenía una preparación propia en Biología experimental, aprendía con gran facilidad y rapidez. Se trataba de unos estudios de transfosforilación en extractos de músculos de invertebrados. Entre otros utilizábamos langostas (bogavantes) que nos proporcionaban sustento a la par de material de trabajo, pues usábamos para nuestros experimentos el músculo de la cola y nos comíamos, cocida con mayonesa, la exquisita carne de sus grandes pinzas. Al cabo de pocos meses llegamos a odiar de tal modo el crustáceo que no volvimos a probar langosta sino muchos años después”.

 Este trabajo, firmado por Severo Ochoa y Carmen García Cobián, fue publicado en la prestigiosa revista científica Nature, en 1937 con el título Cozymase in invertebrate muscle 
Carmen acompañó a Severo en su largo peregrinaje por todo el mundo. La emoción de descubrir* les llevó a Alemania, Inglaterra y EEUU…siempre juntos. 

Dicen que “detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer”Carmen y Severo formaron un gran equipo…el mejor de la ciencia española"

Una placa, colocada en 2005, centenario del nacimiento del científico, recuerda en la fachada el origen del genial investigador, del que con tanto sentimiento habla Andrés Cordeiro cuando publica Premio Nobel en el Exilio, en Ciencia de Acogida:

«En mi vida hay algo que ha merecido la pena y no es la investigación científica, sino el haber tenido su amor. ¿Cómo puede sorprenderse alguien de que diga que mi vida sin Carmen no es vida?» Frase que Severo Ochoa le dedicó a su mujer, Carmen García Cobián, tras su fallecimiento.  

Hablar de Severo Ochoa es hablar sobre una etapa de profunda crisis económica y moral. Los estados se estaban recuperando del brutal fratricidio continental, apoyado en las esencias individuales de las políticas nacionales, bajo el proteccionismo del poder industrial y tecnológico de la guerra alemana, que suscitó mucha admiración y tanto miedo generó durante la Primera Guerra Mundial.

Severo Ochoa nació en Asturias en 1905 y realizó sus primeros estudios de licenciatura en Málaga donde descubrió su vocación, la biología. En 1922 comenzó la carrera de Medicina en la Universidad de Madrid, atraído por la gran personalidad científica y humana de Santiago Ramón y Cajal, a quien admiraba.

Ochoa dirigió sus estudios para prepararse adecuadamente para conducir una buena producción de investigación y nunca pensó en dedicarse a la práctica médica. En 1928 finalizó su doctorado e inició una ruta para grupos internacionales de referencia, garantizando una sólida formación bioquímica. Comienza su primera gira por Alemania en Berlín y más tarde en Heidelberg, donde trabajó a las órdenes de Otto Meyerhoff —Premio Nobel de Medicina en 1922—, guiado por su interés por la contracción del músculo y por el posible papel de la creatina en la misma.

Luego se trasladó a Londres para comenzar el estudio y la caracterización de enzimas de la mano de Henry Dale —Premio Nobel de Medicina en 1936—. Desde ese momento, su amor científico fue la enzimología.

En 1935 se unió al presidente Juan Negrín para dirigir el Departamento de Fisiología en el Instituto de Investigación Médica. Su mujer Carmen le será de gran apoyo en el éxodo, y lo acompañará en su exilio, tras el estallido de la guerra civil española en 1936.

Durante los primeros años, regresa a Inglaterra, inicialmente a Plymouth y luego a Oxford, donde trabajó bajo la dirección de Rudolph Peters. Años más tarde, el estallido de la Segunda Guerra Mundial lo obligó a su viaje a los Estados Unidos, con una multitud de científicos exiliados que buscaron refugio allí.

Al inicio de su etapa americana trabajó en la Universidad Washington de St. Louis con  Carl y Gerty Cori —Premio Nobel de Medicina en 1947—, para trasladarse posteriormente a la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. En 1954 descubrió la enzima responsable de la síntesis de cadenas de ARN. El descubrimiento de la polinucleótido-fosforilasa (a la que posteriormente se le ha denominado ADN polimerasa) permitió por primera vez la síntesis de un ARN en un tubo de ensayo.

Su trabajo sobre la polimerasa de ARN alcanza la importancia universal para merecer la concesión del Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1959, junto con su discípulo Arthur Kornberg por su caracterización de la enzima ADN polimerasa. 

Otro de los grandes retos a los que se enfrentó Severo Ochoa, compitiendo con otros grupos de investigación, fue la caracterización del código genético. El ARN (ácido ribonucleico) es un ácido nucleico que dirige las etapas intermedias de la síntesis de proteínas. El ADN (ácido desoxirribonucleico) es un ácido nucleico que forma parte de la mayoría de las células y contiene toda la información genética. Este descubrimiento ha llevado a una dura carrera por descifrar el código genético con grupos de investigación de Marshall Nirenberg y Gobind Khorana —Premio Nobel de Medicina en 1968.

Su biografía continúa con una etapa americana previa a su regreso a España. En 1974 es nombrado miembro distinguido del Instituto Roche de Biología Molecular en Nutley (Nueva Jersey), donde trabajó hasta diciembre de 1985, momento en el que se une al Centro de Biología Molecular para dirigir un grupo de jóvenes investigadores.

De Severo Ochoa ha trascendido tanto su lado científico como su lado humano. Una de las frases más bellas, con la que iniciábamos este artículo, se la dedicó a su mujer tras su fallecimiento: «En mi vida hay algo que ha merecido la pena y no es la investigación científica, sino el haber tenido su amor. ¿Cómo puede sorprenderse alguien de que diga que mi vida sin Carmen no es vida?». Y es así que en numerosos escritos tras su muerte, en 1991, se recoge la obra científica de Severo Ochoa, pero quizás son más los que recogen su lado humano"

Si nos fijamos, al lado de la puerta, unos cuidados textos nos hacen otra notable semblanza...

Dice así:

"Detrás de las puertas de esta casa vio la luz en el seno familiar el ilustre científico Severo Ochoa, hijo de D, Severo Manuel Ochoa y Dña. Carmen de Albornos. Desde este hermoso rincón de la villa de Luarca, que siempre tuvo en su alma, y hoy lleva su nombre y el de su amada esposa Carmen, inició un camino para descubrir los secretos de la vida que le llevaría a volcarse en su vocación y convertirse en una de los más prestigiosos científicos del siglo XX..."

Y prosigue: 

"Por sus hallazgos, en 1959 le fue concedido el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, en reconocimiento a sus investigaciones sobre el mecanismo de la síntesis biológica del material genético, claves en el posterior desarrollo de la ciencia y en el progreso de la humanidad

Un gran científico y un hombre sencillo, como siempre quiso ser recordado"

Y nos muestra toda una ruta a lo largo de esta preciosa villa, con lugares y rincones que visitamos a lo largo de las diferentes entradas de blog dedicadas a esta histórica Puebla de Valdés:

"Nací en Asturias y para mí la realidad comienza, naturalmente, con Asturias.

Yo nací en una calle del pueblo de Luarca, cercana a la iglesia"  

 Con motivo también del centenario de Severo Ochoa el Magazine de El Mundo publica esta biografía

"Fue el segundo científico, tras Ramón y Cajal, en ser reconocido con un premio Nobel. Sus investigaciones y descubrimientos sobre la síntesis del ácido ribonucleico facilitaron notablemente el camino para el desciframiento de nuestro código genético. Trabajador incansable, mantuvo su actividad febril hasta el final de sus días, a pesar de la tristeza sufrida por la desaparición de su querida esposa 
Nacido en Luarca (Asturias) el 24 de septiembre de ?905, era el pequeño de siete hermanos. Sus padres, Severo y Carmen, formaban una acomodada familia de la burguesía asturiana. No obstante, cuando Severo tenía 7 años de edad, su tranquila vida quedó sumamente alterada con el fallecimiento del progenitor y una bronquitis crónica de su frágil madre, motivo por el cual los Ochoa se trasladaron a Málaga buscando climas más benignos. 
Es en la ciudad malacitana donde Severo cursará sus estudios de bachillerato entre 1915 y 1921. En ese tiempo, Eduardo García Rodeja, un magnífico profesor de química, inculcará al joven una auténtica pasión por las ciencias naturales y, con esa vocación despierta, viajará a Madrid dispuesto a ingresar en la universidad San Carlos con la intención de ser investigador médico. Son años en los que se impregna de las mejores esencias culturales de aquella época gracias a su estancia en la famosa Residencia de Estudiantes, donde conoce a Federico García Lorca, Salvador Dalí o Luis Buñuel, mientras reciben las visitas magistrales de científicos como Albert Einstein, Madame Curie o Santiago Ramón y Cajal. 
En esta etapa recibió la tutela del eminente catedrático de fisiología Juan Negrín, hombre clave en la vida de Ochoa y futuro presidente de la II República. En 1928 viajó a Berlín, donde colaboró con el premio Nobel Otto Meyerhoff, quien se convirtió en un maestro fundamental. Un año más tarde se doctoró en España regresando al país germano para trabajar con su mentor en estudios sobre los músculos humanos y su capacidad para obtener energía..."

Y llega 1931, el matrimonio con Carmen...

"En 1931 se casó con Carmen García Cobián, el único y gran amor de su existencia, con la que compartió sueños, emociones, desilusiones… En ese mismo año fue elegido ayudante principal del doctor Negrín, quien le promocionó gracias a una beca en Reino Unido, donde destacará gracias a sus investigaciones sobre enzimología junto al doctor Harold H. Dudley. 
" En 1935 aceptó la dirección del departamento de Fisiología en el Instituto de Investigaciones Médicas fundado por el profesor Jiménez Díaz. Empero, el estallido de la Guerra Civil Española provocó que el matrimonio Ochoa se viera forzado a iniciar un peregrinaje geográfico por Alemania, Reino Unido y, finalmente, Estados Unidos , donde se refugiaban decenas de investigadores europeos debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Es en Norteamérica donde el asturiano alcanzará su verdadera dimensión universal, debido a su incesante trabajo en las universidades de San Luis y Nueva York, centros académicos en los que ostentará diferentes cargos en departamentos consagrados a las investigaciones bioquímicas. 
En 1945 los Ochoa obtienen la nacionalidad norteamericana y se entregan con entusiasmo a las nuevas tesis sobre biología molecular. Años más tarde, el científico español en colaboración con la franco-rusa Marianne Grunberg-Manago anunciará el aislamiento de una enzima del colibacilo llamada polinucleótido-fosforisala, demostrando que catalizaba la síntesis de ARN (ácido ribonucleico). Con este hallazgo se certificaba la íntima relación entre nuestro ADN y las proteínas. Era un paso indispensable para desencriptar los mensajes ocultos del código genético humano. Las averiguaciones de lo que luego se llamó ARN-polimerasa abrieron el camino para que Severo Ochoa obtuviera, en ?959, el premio Nobel de Fisiología y Medicina, galardón que compartió con su discípulo Arthur Kornberg, quien demostró que el ADN se sintetizaba igualmente con polimerasa. El prestigio de Severo Ochoa se disparó internacionalmente: recibió el doctorado honoris causa en varias universidades del planeta. En 1985 regresó definitivamente a España para presidir la fundación Jiménez Díaz e ingresar en la Real Academia de Medicina. 
Tres años más tarde fallecía Carmen, la mujer que había dado sentido a su intimidad personal constituyendo el sostén moral ante su agotadora vida laboral. Este hecho le dejó sumido en una profunda depresión que ya no pudo superar. Severo Ochoa murió en Madrid el ? de noviembre de ?993. Hoy, ?00 años después de su nacimiento, su legado científico es incuestionable y una miriada de discípulos mantiene muy vivas las enseñanzas de este inmenso representante de la ciencia española más genuina"

Y no quisiéramos seguir adelante sin compartir también la biografía de la Real Academia de la historia, pues habla también de sus padres y hermanos...

"Octavo de los ocho hijos de Severo y Carmen, tenía siete años cuando murió su progenitor, abogado y hombre de negocios, que se trasladó muy joven a Puerto Rico, donde fundó el Auxilio Mutuo Español, un gran centro médico. Todos los hijos del matrimonio Ochoa-Albornoz, salvo la mayor (Dolores) y el benjamín (Severín), nacieron en Puerto Rico, pues el padre se retiró joven de los negocios de América para instalarse de nuevo en su Asturias natal. La economía familiar no sufrió, sin embargo, grave quebranto con la muerte del padre, y su viuda, que continuó percibiendo ingresos de Puerto Rico, pudo atender con comodidad y decoro la educación de sus hijos. Por consejo médico y para paliar la bronquitis crónica que padecía, Carmen, asturiana de origen levantino, decidió trasladarse a Málaga en 1912 con el propósito de residir en la capital mediterránea de septiembre a junio y de pasar los veranos en Asturias, en la quinta de Villar. Mujer muy religiosa, cuidó con atención que Severo, que había iniciado su educación en el Colegio de los Hermanos Maristas de Gijón, asistiese hasta los diez años al de los Jesuitas de Málaga. Tras continuar su instrucción en un colegio privado —en el que también estudió el poeta sevillano Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura en 1977—, Severo se incorporó finalmente al Instituto de Segunda Enseñanza malagueño, donde obtuvo el grado de bachiller en 1921. En los colegios e institutos de Andalucía recibió Severo Ochoa una educación y formación ejemplares y comenzaron a forjarse su carácter metódico y disciplinado, y su personalidad sencilla, afable y refinada. Severo, que se había matriculado como alumno libre de cuarto curso en el Instituto de Oviedo, se examinó en 1920 en el Instituto San Isidoro de Sevilla de las asignaturas de quinto curso; curiosamente no se presentó a la asignatura de Fisiología, materia en la que sería después galardonado con el Premio Nobel, pero obtuvo sobresaliente en Historia Literaria, así como algunos de los pocos aprobados de su bachillerato. Como demostró después en sus escritos científicos y no científicos, en inglés y en español, Ochoa fue no sólo un gran hombre de ciencia, sino un excelente escritor, sobrio, elegante y preciso, al que la Sociedad Española de Médicos Escritores acogió como miembro de honor. 
La vocación biológica de Severo Ochoa fue clara y rotunda desde su adolescencia y nació precisamente gracias al estímulo e influencia de sus primeros maestros. En su autobiografía, The pursuit of a hobby, escribió el gran bioquímico: “Fue en los años últimos de Instituto cuando comencé a sentirme enormemente atraído por las ciencias naturales. En gran parte, fue debido, estoy seguro, a la estimulante enseñanza de un joven y brillante profesor de química, Eduardo García Rodeja. Durante un tiempo pensé estudiar ingeniería, pero por una parte yo tenía poco talento para las matemáticas y, por otra, me di cuenta de que lo que realmente me interesaba era la biología. Por esta razón me matriculé en la Facultad de Medicina de Madrid en 1923. Nunca me pasó por la imaginación dedicarme a la práctica médica, pero en aquel momento, al menos en España, esta carrera proporcionaba el mejor acceso al estudio de la biología. Los descubrimientos del gran sabio español Santiago Ramón y Cajal me habían impresionado, y soñaba con tenerle como profesor de histología cuando entré en la Facultad después de un año preparatorio de estudios de física, química, biología y geología [...]. Cuando comenzaba mi tercer año de carrera en la Facultad de Medicina, la decisión de dedicar mi vida a la investigación biológica era irrevocable [...]. Pienso que si pudiera volver a empezar de nuevo sería otra vez bioquímico, pero comenzaría con química en vez de con medicina. Siempre me ha perjudicado la carencia de una preparación"


Continuamos por la calle Párroco Camino, dejando la Plaza de la Constitución y yendo ya ahora a la de Carmen y Severo Ochoa, unos metros más adelante, no demasiado lejos de donde estaría el hospital de peregrinos luarqués, fundado por Alfonso González Rico en 1440 bajo la advocación de Santiago, si bien diversos autores afirman que ya existirían aquí fundaciones hospitalarias desde los primeros años de la consecución de la Carta Puebla


La noticia de la fundación del hospital de peregrinos la da el historiador Trelles Villademoros, que cita la escritura de su creación. Existen además datos sobre peregrinos españoles y extranjeros alojados en aquel hospital. Por entonces parece no se llevaba mucho registro salvo en el caso de fallecimiento, apareciendo sus nombres y procedencia registrados


Uno de los peregrinos que escribieron sus crónicas del Camino Norte es Antoine de Lalaing, que pasó con sus dos acompañantes, caballeros flamencos como él, pero cita que solamente paró en la población para comer. Mucho más explícito, pero no ya como peregrino, sino como viajero, es el citado ingeniero italiano Luigi Salandra, al que parece que, durante su estancia en 1797, esta su pequeña Venecia le agradó notablemente, ponderando la cena y alojamiento en la pensión Las Cuerdas, también por entonces en la calle de la Iglesia (luego iría a la del Crucero), así como las calles, a las que encontró amplias, regulares y muy bien empedradas. Compró papel tintero y plumas, así como un mapa dela costa cantábrica, en una librería cercana. Luego se desplazó al barrio de La Zapatería (actual calle Olavarrieta), donde adquirió un reloj de faltriquera y una brújula, sustituyendo a los que había perdido en el siempre azaroso paso de la Ría del Eo


Nada queda de los edificios medievales de la antigua Luarca/L.luarca, si bien es más que posible que la disposición de la plaza, casas y calles siga básicamente la distribución de las antiguas cuadriellas sobre las que estarían, por lo que las actuales casas se asentarían sobre el espacio ocupado por otras anteriores, ante las plazas del mercado, elemento clave para su mantenimiento


Y aquí está la Plaza de Carmen y Severo Ochoa, en torno a la que, como en la calle, se disponen tiendas y comercios. En nuestra entrada de blog correspondiente al camino por el casco urbano hasta el Puente de los Peregrinos decíamos:
"Viniese o no reflejado directamente en los fueros, la celebración de un mercado semanal venía intrínseco en su fundación, como forma de mantenimiento propio y de pagar los impuestos, tributos o alcabalas correspondientes al reino. En buena medida estas nacientes pueblas eran en sí mercados en torno a los que se aglutinaba el caserío, en el que se instalarían artesanos y comerciantes, ofreciendo sus productos, tanto en los dichos mercados, como diariamente, haciendo de estas plazas lugares siempre más o menos concurridos, y por lo tanto centros económicos y administrativos de todo su alfoz"

Este llamativo edificio de viviendas es, en su estructura actual, de finales del siglo XIX, si bien su origen parece anterior, del XVIII, según el Inventario del Patrimonio del Principado de Asturias (IPAA). Sigue modelos arquitectónicos tradicionales con influencias ornamentales en su reforma del Art Nouveau. Es de planta baja, dos alturas y ático abuhardillado. Tiene arriba un gran balcón corredor y la cubierta es a cuatro aguas


Alrededor de esta plaza hay sin duda edificios tan antiguos o más, también reformados a lo largo del tiempo


Ciertamente parece existir cierta confusión en algunas fuentes, direcciones y artículos entre esta plaza y la anterior o de la Constitución, donde está propiamente la casa natal de Severo Ochoa. Parece que ambas serían la del Maíz de antaño. A la derecha del edificio está la calle del Lobo, de la que dice el famoso Diccionario de Madoz, a mitad del siglo XIX, que arranca en esta Plaza del Maíz y acaba en la tapia de una huerta propiedad de Bartolomé Menéndez "rico hombre del país"


Con el crecimiento poblacional y urbano, en esta como en otras polas, el mercado semanal se fue extendiendo por otras calles y plazas y especializándose en según qué cosas: de la misma manera que en un espacio se concentraban el del maíz y otros panificables, había otros para la fruta, los aperos, la ropa o el ganado, separándose estos a su vez en los dedicados al porcino, al ovino y caprino, al caballar o al avícola y sus productos


En 1988, tres años después de su regreso a España, la plaza pasó a denominarse con el nombre de este matrimonio científico


Este es el edificio que por el otro lado da a la Plaza de la Constitución. A sus pies y en medio casi de la plaza hay otro monumento muy importante dedicado a Carmen y a Severo


Un monolito de granito con una placa en bronce, obra de 1986 del artista ovetense Ruperto Caravia


En ella se plasma el momento, reflejado en las fotografías de aquel instante, en el que Severo Ochoa recibe el Premio Nobel de Medicina en 1959


A su izquierda hay una fuente de cinco caños...


Detrás, la calle del Lobo hace referencia al Lobo del Arca, la mítica tradición fundacional de todas las poblaciones. Según esta un Lobo bajaría a la ensenada luarquesa y en su antigua playa adoraría en Arca Santa con las Reliquias de Jerusalén que luego se custodiarían en el Monte Monsacro y más tarde en la catedral ovetense de San Salvador, fundamento y origen de la primera ruta jacobea, pues no en vano se dice: "quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al Señor"


Y aquí vemos en reverso del monolito, con la inscripción:
"Severo Ochoa de Albornoz, Premio Nobel de Medicina 1959. Nació el 24/09/1905. Luarca fue su cuna. Carmen García Cobián su musa"

Justo enfrente, al otro lado de este tránsito de la citada calle del Lobo, hay otro gran bronce


Representa a un pescador con su lancha, homenaje a la gente de la mar de esta villa marinera, definida así por las coplas populares:
Entre las rocas y el río
asomándose a la mar
está la villa de Luarca
cual si fuera a navegar
entre las olas y el viento
para su vida buscar

- NOTA IMPORTANTE: 
Esta ruta luarquesa que proponemos, la pensamos especialmente para que los peregrinos puedan conocer parte de los barrios históricos luarqueses y otros lugares emblemáticos que, situados fuera del Camino pero tampoco demasiado lejos, puedan visitar sin apartarse demasiado de su trazado, pudiendo visitarlos si hacen una etapa corta por ejemplo, y disponen de una tarde, o media tarde incluso. Naturalmente hay muchos más lugares y periplos posibles: además de las buenas guías existentes, en la Oficina de Turismo pueden asesorarles mucho mejor y más adecuadamente, así como desplazarse hacia otros rincones de no deberían perderse, como la Fuente del Bruxo, o realizar este mismo recorrido pero de otra manera-


Ahora por ejemplo, podríamos escoger ir por dicha calle del Lobo hacia la iglesia y el puerto, por ejemplo, o continuar hacia allí por la calle Párroco Camino. Nosotros vamos a proponer salir por una callejuela existente a la derecha de El Cuadrante, el edificio que tenemos enfrente del monolito, y salir directos al renombrado Puente del Beso para dirigirnos al barrio de La Pescadería, la desembocadura del río Negro, asomarnos a las playas y por el puerto volver hacia la iglesia, recorriendo luego el Paseo del Muelle hacia El Cambaral. Insistimos que es una posibilidad entre muchas a escoger


Estos estrechos espacios entre casas, que vimos también en Villaviciosa, por ejemplo, pola o puebla fundada también en el lote de 1270, forman parte de aquella distribución poblacional por cuadriellas, perfectamente alineadas y organizadas, entes caso entre la plaza y la ensenada, formado calle o rúa


Antes de meternos en el estrecho paso de la callejuela, prestemos atención a esta placa en la fachada de la derecha, que nos informa que en esta calle nació, el 13 de junio de 1879, Álvaro de Albornoz Liminiana, abogado, Ministro de Fomento y de Justicia con los primeros gobiernos de la II República, siendo además el primer Presidente del Tribunal Constitucional y Jefe del Gobierno Republicano en el exilio. Era además tío de Severo Ochoa. La Real Academia de la Historia plasma su biografía:
"Estudia en su villa natal la enseñanza primaria y secundaria, destacando por su aplicación, inteligencia y fluido verbo. Mientras cursa en la Universidad de Oviedo los estudios de Derecho y gracias a la influencia de eminentes catedráticos como Leopoldo Alas Clarín, Adolfo Álvarez Buylla, Aniceto Sela y otros, todos ellos republicanos, el joven Albornoz abraza el ideario de sus maestros y pronto destaca entre sus compañeros por su elocuencia y facilidad de palabra.

Licenciado en Derecho, a los veinte años, se traslada a Madrid con el propósito de realizar el doctorado. En la capital del reino vive intensamente el ambiente político, justo en la crisis finisecular, entra en contacto con Francisco Giner de los Ríos y los hombres de la Institución Libre de Enseñanza, frecuenta los círculos intelectuales y, sin embargo, no llega a culminar la tesis..."

"... En 1901 regresa a Oviedo, abriendo un bufete de abogado con el que alcanza gran prestigio como excelente jurista. Previamente, en noviembre de 1899 se había casado, en Luarca, con Amelia de Salas y Abella- Fuertes. En la capital del Principado comparte la actividad del foro con las de la política durante una década. Pronto alcanza gran renombre en los círculos antimonárquicos, gracias a sus excepcionales condiciones tribunicias de orador documentado, brillante y fogoso. Dotes que demuestra en la velada necrológica con motivo del primer aniversario del fallecimiento de Francisco Pi y Margall, en el teatro Jovellanos de Gijón (1901).

En una primera etapa se siente atraído por los problemas del proletariado e ingresa en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El 1.º de mayo de 1898 participa, en Gijón, en el mitin socialista y habla a favor de los huelguistas de la fábrica de Moreda..."
"... Durante varios años interviene en numerosos mítines societarios por las cuencas mineras asturianas. Un artículo suyo aparece publicado en el número 2 del semanario socialista La Aurora Social. En esta época publica, además de artículos de combate político, estudios doctrinales de enjundia en revistas como Nuestro Tiempo, Helios La España Moderna de Madrid (La expansión de la doctrina socialista [...], 1902; Evolución del socialismo, El contrato colectivo de trabajo, Armonías económicas y lucha de clases, 1903; Individualismo y socialismo, La cooperación y el problema obrero, 1904). Sin embargo, al cabo de un tiempo se siente desencantado por la línea intransigente y sectaria del PSOE —eran los años del dogmatismo de Pablo Iglesias que llegan hasta 1909—, y abandona anterior, choca el radicalismo de Albornoz. También emplea su pluma al servicio de sus ideales republicanos, publicando artículos en el diario El Noroeste de Gijón (1902-1909), El Progreso de Asturias de Oviedo (1903-1906) y La Voz de Luarca (1905-1907). Y continúa trabajando en aspectos teóricos, apareciendo sus estudios en revistas ya citadas y en la Revista General de Legislación y Jurisprudencia (El colectivismo y la evolución industrial, La reforma agraria: la pequeña propiedad, 1904; La Iglesia y el Estado, 1907; Sociología, 1908). Su compromiso con los valores democráticos le hacen vincularse a la Extensión Universitaria organizada por el alma máter ovetense, participando como profesor en todos los cursos, entre 1903 y 1910..."

 "... En 1908, Alejandro Lerroux funda el Partido Republicano Radical, con la intención de modernizar el ideario republicano y adaptarlo a los nuevos tiempos. 

Al año siguiente, Albornoz abandona las filas unionistas e ingresa en la nueva formación política en la que permanecerá cinco años. A finales de 1909 se traslada a vivir a Madrid, abre su bufete de abogado, y frecuenta los círculos intelectuales antimonárquicos. Al inicio de 1910, Joaquín Costa le propone irse a Zaragoza con la finalidad de optar a un escaño en el Parlamento. 
Instalado en la capital aragonesa, recorre la circunscripción participando en mítines, funda y dirige La Correspondencia de Aragón que le sirve como plataforma electoral, y gracias al apoyo del líder regeneracionista y de su partido, logra un acta de diputado en las elecciones generales de mayo de dicho año, obteniendo 8.349 votos (22,4 por ciento de los electores). 
En el Congreso tuvo oportunidad de dar a conocer sus amplios conocimientos sobre los problemas (“pan, cultura y justicia”) que aquejaban al país. Su participación en mítines y conferencias por toda la geografía nacional le permite realzar su personalidad política..."
Biblioteca Nacional de España (CC BY 4.0)

"... Desde 1914 se aparta de la militancia activa en el Partido Radical, continuando, no obstante, con sus campañas de propaganda republicana como orador y periodista, y dedicando más tiempo a su bufete de Madrid, como medio de sustento de su familia. En ésta época colabora asiduamente en la prensa madrileña, El Liberal (desde 1909), El Radical (desde 1911 y director durante algún tiempo), España (1915-1917), El Mundo (1916-1918), El Parlamentario (1917- 1918), La Libertad (1920-1931), Vida Nueva (1921- 1922), La Opinión (1923), y El Pueblo, de Valencia (1923-1930). Su popularidad aumenta durante la Gran Guerra gracias a sus valientes e incisivos artículos periodísticos a favor de Francia y en contra de los imperios centrales. Años después, en 1921, cuando el desastre de Annual (Marruecos), donde perdieron la vida diez mil soldados españoles, es Albornoz quien inicia la campaña de exigencia de responsabilidades desde la tribuna del Ateneo de Madrid 
Entregado a la causa republicana, sus constantes campañas de propaganda, como orador y periodista, fueron decisivas en el cambio de régimen en España

Mantuvo su fe inquebrantable en los valores de la libertad, la democracia y los derechos ciudadanos, y su faro fue siempre la gloriosa revolución francesa de 1789. Durante la dictadura de Primo de Rivera, participa en todas las conspiraciones tramadas contra ella, siendo procesado y sufriendo varios meses de cárcel en 1929. En julio de ese mismo año funda, junto con Marcelino Domingo y Ángel Galarza, el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS), situado en el arco político a la izquierda del Partido Radical y a la derecha del PSOE, que colabora eficazmente en el triunfo de la República por el prestigio de sus dirigentes y la influencia de sus afiliados entre las profesiones liberales del país. En marzo de 1927 ingresa en la logia Dantón, del Gran Oriente Español, con el nombre simbólico de Juan Prouvaires..."
SanchoPanzaXXI - Trabajo propio

"... Participa en el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930) y en el Comité Revolucionario allí creado para preparar el advenimiento de la República. En el I Congreso del PRRS (septiembre de 1930) redacta la ponencia sobre el ideario del partido que es aprobada por aclamación y es elegido miembro del Comité Ejecutivo del PRRS. Fracasado el movimiento republicano del 15 de diciembre, es detenido, procesado y encarcelado hasta el 23 de marzo del año siguiente. El triunfo de la Conjunción republicano-socialista en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 significa la proclamación de la II República dos días después. 
Albornoz forma parte del Gobierno Provisional de la República, ocupando la cartera de Fomento. 

Durante los ocho meses que permanece al frente del ministerio, revisa las disposiciones dictadas por Primo de Rivera, crea la Dirección General de Ganadería e Industrias Pecuarias y prepara planes de nacionalización de los ferrocarriles y de repoblación forestal. 
En el II Congreso del PRRS (mayo de 1931) obtiene la mayor votación de los siete miembros que integran el Comité Ejecutivo Nacional. En las elecciones generales del 28 de junio de 1931, se presenta en la lista de la Conjunción Republicano-Socialista por Asturias logrando el acta de diputado con 81.549 votos, el 65 por ciento de los votantes y el tercer puesto las filas socialistas. 
Entonces se centra en divulgar el pensamiento laico y republicano, mediante mítines y conferencias por toda la región. Adscrito a la Unión Republicana, presto se distancia del líder de ésta en Asturias, Melquíades Álvarez, tanto por talante como por motivos estratégicos, pues frente a la flexibilidad del de la candidatura de doce miembros. También consigue acta por la provincia de Zaragoza, si bien renuncia a ella. En el Congreso tuvo ocasión de demostrar sus dotes de gran orador y su profunda erudición en materia jurídica e histórica, siendo reconocido como uno de los mejores parlamentarios de esa época..."

"El 16 de diciembre de 1931, al formarse el gobierno presidido por Manuel Azaña, Albornoz ocupa el Ministerio de Justicia. Más en consonancia con sus conocimientos, desarrolla un intenso trabajo: Decreto de disolución de la Compañía de Jesús, Ley del Divorcio, creación del Instituto de Estudios Penales, supresión del presupuesto de Culto y Clero, reorganización del Tribunal Tutelar de Menores, Ley de Inspección de Tribunales, Reforma del Código Penal con la supresión de la pena de muerte, Ley de responsabilidad criminal del Presidente de la República, Reglamentación de Confesiones y Congregaciones religiosas, organización del Tribunal de Garantías Constitucionales, y otras. Toda la regulación civil laica de la II República es obra de su pluma. 

El 13 de julio de 1933 abandona el Ministerio de Justicia por haber sido elegido por el Congreso, primer Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales (TGC). Su candidatura logra 204 votos frente a 80 de José Ortega y Gasset. Su labor al frente de la alta magistratura es encomiable, como garante del recto cumplimiento de la Constitución de 1931. 
Sin embargo, el 5 de octubre de 1934, dimite de su cargo, debido a la entrada de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) en el gobierno presidido por Lerroux, haciendo patente su incompatibilidad con un partido de dudosa lealtad republicana, según su criterio. 
En el III Congreso del PRRS celebrado en septiembre de 1933, Albornoz no interviene directamente, en razón a su alto cargo institucional. Empero, cuando del partido se desgaja el grupo fundacional para formar el PRRS Independiente, muestra su solidaridad con éste. Por el mismo motivo tampoco participa en la fundación de Izquierda Republicana cuando, en abril de 1934, Acción Republicana (AR), el PRRSI y la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA) deciden fusionarse. Sin embargo, tras su dimisión de la presidencia del TGC, es el primer dirigente republicano que inicia las gestiones (reunión celebrada el 31 de diciembre de 1934) conducentes a la alianza de los partidos republicanos, antesala de lo que será, un año después, el Frente Popular, e ingresa en Izquierda Republicana. 
Cuando tienen lugar las elecciones del 16 de febrero de 1936, figura como candidato de Izquierda Republicana en la lista del Frente Popular por Asturias, obteniendo 171.241 votos, el 52,96 por ciento de los votantes, y resulta el más votado de los trece miembros de la candidatura. Tras la destitución, en abril, del Presidente Niceto Alcalá-Zamora, Albornoz es uno de los dos máximos aspirantes a la sucesión, aunque finalmente resulta elegido presidente de la República, Manuel Azaña..."
"... Pocos días después de iniciarse la sublevación militar, el presidente de Gobierno José Giral le nombra embajador de España en París (27 de julio de 1936). Pocos meses después, fue sustituido por Luis Araquistáin. 
En Francia, trabajó intensamente en atraerse al gobierno francés hacia la legitimidad republicana. 
Finalizada la contienda bélica, dimite de su puesto y se exilia en México. A partir de ahora y durante 15 años dedicará todos sus esfuerzos y energías a luchar, con la palabra y la pluma, contra el franquismo y para devolver al pueblo español las libertades y la democracia perdidas. 
Poco después de instalarse en México, inicia una campaña de apoyo a la causa republicana pronunciando una conferencia en La Habana y dos en Nueva York, seguidas de otras en varios países hispanoamericanos..."
Agence de presse Meurisse Bibliothèque nationale de France

"... En octubre de 1940, varias personalidades republicanas fundan Acción Republicana Española, nombre propuesto por don Álvaro, para tratar de coordinar a los tres partidos republicanos existentes, y entra a formar parte de su Comité Nacional. Cuando, en noviembre de 1943, se crea la Junta Española de Liberación (JEL), con el objetivo de conservar la legalidad institucional republicana, Albornoz forma parte de su Comisión Ejecutiva, como representante de Izquierda Republicana. Tras la dimisión de Martínez Barrio, resulta elegido presidente de la JEL, siendo autor de un extenso informe que la JEL presenta en la Conferencia de San Francisco el 25 de abril de 1945. 
Durante dos meses permanece en dicha ciudad entrevistándose con numerosas delegaciones de los cuarenta y nueve países asistentes y pronuncia conferencias en Nueva York y Los Ángeles. 
Tras el éxito logrado por la causa republicana en la Conferencia, se reconstruyen las instituciones republicanas en el exilio. El nuevo presidente Martínez Barrio encarga a José Giral la formación del gobierno, que presenta en agosto de 1945 y en el que figura Albornoz como ministro de Justicia, en representación de Izquierda Republicana. El objetivo fundamental del gobierno Giral es buscar el apoyo internacional y, en principio, lo consigue en la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas de diciembre de 1946, a la que asiste don Álvaro, condenando el régimen del general Franco y recomendando la ruptura de relaciones diplomáticas. 
El 15 de agosto de 1947, Álvaro de Albornoz es designado presidente de Gobierno y ministro de Asuntos Exteriores. La coyuntura internacional dominada por la guerra fría aconsejaba un gobierno exclusivamente republicano. El nuevo presidente elabora un memorándum que presenta en la Asamblea General de Naciones Unidas cuando en noviembre, en Nueva York, vuelve a debatirse el caso de España. En febrero de 1948 es invitado por el gobierno de Venezuela para asistir en Caracas a la toma de posesión del nuevo presidente Rómulo Gallegos. Recorre diversos países hispanoamericanos dando conferencias y recabando el apoyo de intelectuales y gobiernos. Mientras tanto, se enfrenta a la posición defendida por Indalecio Prieto de colaboración con los monárquicos de don Juan. 
Viaja a París para estar presente en la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en la capital francesa en el otoño de 1948. En octubre pronuncia en la ciudad del Sena una importante conferencia titulada “La República española ante las Naciones Unidas”. 
Decepcionado por el resultado de aquélla, presenta su dimisión ante el presidente Martínez Barrio, quien, no obstante, le reitera la confianza, por lo que forma su segundo gobierno, febrero de 1949, en el que se reserva la cartera de Estado. Siempre necesitado del apoyo internacional publica el 22 de febrero de 1950 un llamamiento a la opinión pública de los países democráticos y en especial a la norteamericana. 
Sin embargo, en noviembre de 1950, las Naciones Unidas levantan el veto al general Franco. Es el fin de las esperanzas republicanas. En ese contexto, Albornoz presenta la dimisión de su gobierno el 8 de julio de 1951. Cuando falleció, tres años después, “había en su casa una “fortuna” de 14 pesos y para enterrarlo hubo de recurrirse a la generosidad de un amigo”, según afirma Javier Tusell"

Nos adentramos pues ya en la calleja. El sistema de distribución de cuadriellas, o como se escribía antaño, quadriellas, se realizaba al distribuirse los solares de edificación en la puebla, una vez definido su espacio y el terreno que iba a abarcar. Parece ser estuvo vigente hasta el siglo XVIII

Y aquí estamos ante dos de los grandes emblemas de Luarca/L.luarca, el Puente del Beso y el barrio de La Pescadería, que con el de El Cambaral configuraron la primera población, anterior incluso a la Carta Puebla de Valdés. Sus casas se distribuyen abigarrada y escalonadamente por la ladera que baja desde  El Mirador del Chano y forman un pequeño laberinto de estrechas callejuelas. Por su parte El Puente del Beso estaría en el lugar de otro más antiguo, de esos que le encantaron a Luigi Salandra, un puente que sería el escenario de una muy trágica historia de amores imposibles, al morir en él dos amantes fugados, el pirata Cambaral, que sería berberisco y la hija del señor de L'Atalaya o La Telaya, que dominaba la población

La pareja sería sorprendida en su huida en este lugar por el padre de ella, captor además del temido pirata, que preso de ira les cortó la cabeza de un tajo cuando los dos se abrazaron al verse descubiertos, cayendo ambas cabezas a la vez al gua del río Negro aún besándose, mientras sus cuerpos permanecían abrazados en el puente.

Aquella tragedia hizo que el puente fuese conocido para siempre como El Puente del Beso, y La Telaya como el barrio de Cambaral, que vemos ya desde aquí magnífico cerrando la concha luarquina por el este, dado que ahí se alzaba la fortaleza donde estaba preso, saliendo ayudado por el amor de la hija de su captor y verdugo. Sin embargo apenas escaparon fueron aquí muertos en cruel castigo. Naturalmente es todo una leyenda. El Cambaral es un topónimo plenamente marinero relacionado con los cámbaros o cangrejos, que abundarían en su tiempo

No obstante esta legendaria tradición guarda la memoria de los ataques que se sabe documentalmente soportaron desde muy antiguo estas costas de flotas enemigas. Hay quien afirma incluso que hay, como en toda leyenda, un trasfondo real, basado en un suceso acaecido en el siglo XVI, el cual fue muy distorsionado para darle mayor emoción al relato. Existen del mismo varias versiones más o menos parecidas. Vamos a transcribirlo tal y como aparece en la página de Turismo Luarca:

"Había subido desde las costas de Argel y Tingitania hasta nuestros mares cantábricos una pequeña flota de piratas berberiscos que, con sus continuas incursiones, tenían atemorizados a todos los pueblos de la costa desde Avilés hasta Navia. Los barcos berberiscos, más pequeños, ágiles y ligeros que los grandes barcos de la flota del rey, escapaban de continuo de todas las persecuciones y parecía que fuera imposible detenerlos nunca. Mandaba la flota pirata un moro llamado Cambaral, famoso por la extrema crueldad que mostraba en sus asaltos y por lo ingenioso de sus ataques. Entre su pericia como capitán y las características de sus embarcaciones, ciertamente, era difícil capturar siquiera alguno de los barcos que componían la flotilla
Cansado de las tropelías que cometían los berberiscos, el señor de la fortaleza de Luarca, también conocida como La Atalaya, decidió que ya era hora de acabar con ellas y que, dado el fracaso de la flota real, se hacía necesaria una nueva estrategia que facilitara su captura. Embarcando a sus más fuertes y aguerridos guerreros en sencillas embarcaciones de pesca, bien disimulados entre sus aparejos y artes, salieron a la mar a esperar que apareciese la flota berberisca. A pocas millas de Luarca, se pusieron a pescar con la intención de que los moros les viesen como un botín fácil y de que, confiadamente, les asaltaran. 
Efectivamente, en cuanto aparecieron los barcos berberiscos y vieron las barcas de pesca, se lanzaron a su ataque. Pero cuál no sería su sorpresa, en cuanto se acercaron a ellas, que vieron que de ellas salían decenas de guerreros perfectamente armados y preparados para el abordaje, y que eran las inocentes barcas las que les atacaban a ellos y no al contrario, como tenían previsto. El combate fue largo y cruento, pero la sorpresa y maniobrabilidad de las barquillas dieron toda la ventaja a los luarqueses..."

Y este es el impactante drama de la captura, encierro y pronto enamoramiento del protagonista y la hija de su carcelero:

"Cambaral fue hecho prisionero, cargado de cadenas y conducido a la fortaleza de La Atalaya, en cuyas mazmorras lo encerraron sin curarle siquiera las heridas. Mientras el señor de Luarca y sus aliados festejaban el triunfo y preparaban los despachos para anunciarle al rey la buena nueva, la hija del señor, una bella doncella de espíritu generoso y gran corazón, pidió permiso para curar sus heridas y se dirigió a las mazmorras 
Había poca luz allí, pero, parece, no les hizo ninguna falta, pues fue verse, siquiera entre las sombras, para que sugiera entre ellos el más puro amor. A pesar de las heridas, o quizá por ellas mismas, Cambaral comenzó a sentir lo que todas sus correrías le habían ocultado: que era huérfano de corazón, que sus fechorías no lo había evitado nunca y que nunca lo evitaría, que podía hallar descanso y sosiego, al fin, en este amor que se le ofrecía. La hija del señor, que nunca había sentido las punzadas del amor noble, curó las heridas casi con veneración, pero también con una congoja que la atenazaba, pues conociendo bien a su padre, sabía cuál iba a ser el destino de Cambaral y, por ende, más que probablemente, el suyo. 
En aquella semioscuridad se declararon su amor mutuo y se hicieron promesas grandilocuentes con que los amantes noveles adornan la adversidad. Pero cuando Cambaral se recuperó de sus heridas, volvió a emerger en él su audacia y su ingenio, que tan bien le habían servido en sus correrías por todas las costas, desde Argel hasta el Cantábrico, y planificó la fuga de ambos..." 

 Así sucede ahora la corta y desesperada escapada, su detención y la terrible ejecución...

"... Fue una huida alocada, sin posibilidades de éxito, prácticamente, pero los ojos de los amantes no venían sino el momento en el que su amor podría al fin desplegarse, herirse con sus besos, consumarse en su pasión. No veían otra cosa que esa determinación cuando bajaban hacia el puerto desde la fortaleza, escondiéndose en las esquinas, corriendo atropelladamente y buscando, ya en los muelles, el barco de Cambaral, que, rápido y ágil como era, hacia ella misma les dirigiría.
Sin embargo, el señor de la fortaleza ya había sido avisado de la fuga y, con un destacamento de tropas, esperaba a los amantes en el puerto. Allí acabaron sus sueños y pusieron a prueba todas aquellas promesas que se habían hecho; viendo imposible la huida, Cambaral abrazó a la hija del señor de Luarca; ambos se miraron como si estuvieran diciendo algo que no se puede decir (amor que nace a oscuras, oscuro muere); ambos se besaron como si ya nunca más se pudieran besar (ya nunca los labios volverán a soñar)... Y así fuera que el señor de Luarca, loco de ira, incapaz de soportar aquel beso que para él era blasfemia, de un solo tajo, cortó ambas cabezas, las cuales fueron a escabullirse, en su beso final, a las frías aguas del puerto, justo donde años después se levantaría el llamado Puente del Beso. 
La leyenda de Cambaral ha dejado una gran huella en la villa de Luarca. El barrio de pescadores lleva su nombre y se suele distinguir dentro de él el Cambaral Alto, que es donde habría estado la fortaleza (hoy, en su lugar, hay un monumento, llamado, precisamente, la Mesa de Cambaral), y Cambaral Bajo, que es donde está el muelle"

Impresionados por la truculenta leyenda de la doble decapitación en pleno beso y abrazo de los enamorados fugados, seguimos contemplando La Pescadería, barrio aún más empinado que el de El Cambaral, tanto es así que sus calles son escaleras y las viviendas se superponen también escalonadamente, como los peldaños, como asentándose una sobre otra...


Un camino sube por La Pescadería al Mirador de El Chano, en cuya cima volvemos a ver la capilla de San Martín y San Roque. Dado que visitaremos el santuario y el balcón natural en el que se asienta cuando salgamos de la villa, pues el Camino, ascendiendo por La Peña, pasa muy cerca, optaremos por hblar de sus vistas en la correspondiente entrada de blog


Abajo, tenemos ante nosotros de nuevo  la calle de Los Caleros que comunica esta ribera de La Pescadería con la Plaza de Alfonso X El Sabio, volviendo a ver también los edificios detrás de la casa consistorial


A nuestras espaldas ya, la calle Rivero hace referencia a la canalizada ribera del Ríu Negru, en cuyas orillas afloran los cantos en las bajamares, el xorragal


De frente, llaman muy poderosamente la atención estas preciosas y luminosas galerías de las casas del barrio de La Pescadería, así como el gran arco de medio punto y muy grande del de la derecha, que parece especialmente antiguo, como para que entrasen adentro carros o carruajes directamente desde el puente


Sobre la gran arcada de esta portada hay además un gran reloj de sol, que señalaría la hora a quienes se dirigiesen al barrio, pasando enfrente de esta casa, tan estratégicamente dispuesta por la que secularmente fue su comunicación principal a pie con su barrio hermano de El Cambaral


Al otro lado del puente proseguiremos a la derecha, donde hay una senda peatonal a lo largo de la barandilla que recorre el muro de canalización del río


Y contemplamos ya unas maravillosas vistas del río, el puerto, el Paseo del Muelle y El Cambaral. El río Negro, pese a sus frecuentes inundaciones, formaba una ría que haría de magnífico puerto natural, a resguardo de los oleajes, desde tiempos ancestrales. Es muy posible que el asentamiento poblacional luarqués hunda sus raíces en la misma Prehistoria a juzgar por los hallazgos localizados en las inmediaciones


El río también se canalizó al llegar a este su viejo estuario, para construir en medio de esta cala el nuevo puerto, con la explanada de La Llera, gran muelle donde se asienta el edificio de la rula o lonja, la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Rosario, sucesora del antiguo e influyente Gremio de Mareantes, pues este, como otros puertos cantábricos, además de ballenero y pesquero fue puerto comercial hasta bien entrado el siglo XIX o incluso principio del XX, cuando la los grandísimos barcos de transporte precisaban de mucho más calado


Basándose en antiguos cronicones, diversos investigadores y eruditos locales quisieron ver aquí alguno de aquellos míticos puertos descritos por los geógrafos clásicos en estos mares que parece ser, tuvieron un trasiego de singladuras marítimas especialmente intenso, ya que los caminos del mar, pese a las galernas del proceloso Cantábrico, eran más rápidos y rentables que los terrestres, como vimos por ejemplo al venir aquí por Las Ballotas o por su alternativa de Las Palancas


También se dice que el asentamiento humano de La Pescadería podría ser el primero, o el directamente más vinculado al puerto más antiguo, que no sería otra cosa que la propia ría del río Negro en su zona más protegida


Pero sin duda ambos barrios se complementaron e interrelacionaron desde su mismo nacimiento. El Cambaral además de por sus cámbaros o cangrejos sería célebre por su castillo, torre o fortaleza en L'Atalaya, desde donde los antiguos atalayeros otearían el Mar Cantábrico atentos al paso de ballenas o a la llegada de barcos hostiles. También por supuesto fijándose en la entrada y salida de las embarcaciones de pesca y de las antiguas naos comerciales, así como de cualquier presagio de tormenta, galerna o tempestad


Este camino bordea toda la ribera de La Pescadería, que cuanto más cercana a la boca de la ría más expuesta estaría a las inclemencias marinas y a los fríos vientos y temporales del norte, los más temidos


A nuestra derecha sigue el río negro canalizado, aprovechada esa explanada para el magnífico Paseo del Muelle: allí vemos la iglesia parroquial de Santa Eulalia, que veíamos desde lo alto entrando en el centro urbano por la bajada de La Carril, cuyas casas vemos en lo alto cuesta arriba. Este santuario se construyó en 1879 con aportaciones vecinales, del Estado y de los Menéndez de Luarca, sobre otro del siglo XVIII, el cual sustituiría a un templo medieval más pequeño


El templo es de estilo clasicista, al que se le añadió su gran pórtico en el año 1913. Más allá, entre la calle de la Iglesia y del Lobo, se situaría el antiguo hospital de peregrinos de Santiago, cuyo fundador, González Rico, donó también para su mantenimiento unas casas anexas al templo antiguo, que estaban arrendadas y daban buenas rentas


Del campanario de aquel templo medieval que aquí existiría existe también una leyenda, la del Gaviluetu, un bebé, hijo de una sirena y del capitán de una nave vikinga, llevado allí por unas gaviotas o gaviluetas cuando fue abandonado por su madre, enloquecida por la marcha de su amado que regresaba a los fiordos. Las gaviotas, con sus graznidos, alertaron a párroco y vecinos, que se hicieron cargo del pequeño, al que criaron hasta que marchó a la "guerra contra el moro", llegando a casar con una infanta portuguesa. Un verso popular recoge esta otra gran leyenda luarquesa...
Fuerte Gaviluetu
venido del mar
con una infantina
 casó en Portugal.
La niña era blanca
y era verde el mar;
la niña tenía
color de coral
y los ojos verdes
como el verde mar

Arriba, La Carril por donde baja el Camino, es uno de los barrios nacidos con el importante crecimiento y aumento de población de esta villa en el siglo XVIII, así como más a la izquierda Torrealtina, con sus bloques de pisos, lo es del desarrollo urbano tras la posguerra civil

El topónimo Torrealtina delata que también allí pudo haber una torre de vigilancia del puerto o por situación tal vez más bien de control de entrada en la población por el este

Aquí frente a nosotros está el edificio de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Rosario, donde se subasta el pascado recién llegado a puerto, el cual va en buena parte a las sidrerías y casas de comidas del Paseo del Muelle, que aguardan nuestra visita: pronto llegaremos

Suele haber bastante trasiego de gentes y automóviles: pescadores, mayoristas, hosteleros, furgonetas, siendo también lugar de paseos. Antaño, cuando el río, aún no canalizado, pasaba al pie de El Cambaral, esta zona de La Llera era solar de astilleros de ribera



Más allá del dique, por las casas del medio de la foto subiremos, por la calle de La Atalaya, barrio El Cambaral arriba, a la Mesa de los Mareantes, testimonio de la historia del lugar y muy especialmente de sus marineros y navegantes


Según caminamos vamos descubriendo otros edificios vinculados al puerto y la pesca en esa explanada de La Llera, al otro lado del río 


Este es, por ejemplo, el Club Marítimo Luarca, fundado en 2007. Esta es una noticia de sus primeras actividades y reivindicaciones, publicada en El Comercio el 16-11-2008:
"Los 152 socios del Club Náutico de Luarca, constituido hace 18 meses, han elegido a Celestino Sánchez como presidente para los próximos cuatro años y entre las tareas que acometerá la nueva directiva está la reclamación de un reglamento de ordenación de puertos: «El Principado tiene la competencia desde hace tiempo y somos la única comunidad que no lo tiene», señaló Celestino Sánchez durante la celebración de su nombramiento, que tuvo lugar ayer en la villa.

Con este documento, según explicó el presidente se delimitará una zona portuaria para los profesionales de la mar y otra para el disfrute deportivo, que ahora está compuesta por 93 amarres: «Así no habrá roces, que es lo último que queremos», subrayó el presidente del club.

Asimismo, entre los objetivos marcados para esta etapa, que se presentarán a la asamblea el próximo enero, se encuentra la exigencia de «14 plazas» en los pantalanes del puerto deportivo de Luarca para otros tantos socios que «se quedaron sin ella por tener lanchas pequeñas, cuando son del pueblo y, algunos, profesionales de la mar ya jubilados», comentó Sánchez.

En el apartado de mejoras portuarias, la directiva del Club Náutico tramitará también la construcción de un dique seco y la instalación de una grúa para la reparación de las naves deportivas, a fin de evitar los altos costes que en la actualidad supone sacar las embarcaciones del agua para su acondicionamiento. De esta forma, «vamos a luchar para que el puerto de Luarca sea un referente en el Occidente», sentenció Sánchez.

Durante el acto de presentación de la directiva también se hizo entrega de los galardones de Socio de Honor que han recaído en Luis María García Pérez del Río y José Ramón Menéndez Castro"

Almacenes de la cofradía, precioso edificio con llamativa cúpula, que al otro lado mira al puerto, donde atracan las barcas de pesca 

Esta calle y paseo que bordean La Pescadería se dirigen también a las playas, por lo que puede ser que en días de verano y sol haya buen trasiego de gentes y vehículos. Las farolas jalonan además el recorrido, haciendo de este también un buen paseo nocturno

Desde esta rampa sube la calle que enlaza, barrio arriba, con el camino al Mirador del Chano, pero dado que lo visitaremos cuando salgamos de la población por la cuesta de La Peña, de momento seguiremos camino por la desembocadura del río Negro

Sí podremos fijarnos en el escudo de esta primera casa, la única que vemos blasonada en este lugar

No sabemos sus armas dado lo gastado que está por la erosión, si serán de los Gamoneda, Ferrera,  Villademoros o cualquier otro linaje local

Sí recomendamos leer un poco de información de la historia y características del barrio en el panel colocado al pie de la casona: Barrio de La Pescadería, Origen y sabor marinero de la villa...

"Las pintorescas casas del Barrio de La Pescadería, uno de los primeros de la villa junto al barrio del Cambaral, se encaraman unas sobre otras por el cantil hasta alcanzar el monte de El Chano.

En este lugar, donde el río Negro rinde sus aguas al Mar Cantábrico, fue donde probablemente nació Luarca como refugio de pescadores

Pasear entre las serpenteantes y escalonadas callejuelas del barrio, que conservan su trazado urbano medieval y sabor marinero, será sin duda una experiencia inolvidable para el viajero, que verá recompensado su breve esfuerzo al llegar al Mirador del Chano, desde donde podrá admirar y fotografiar algunas de las vistas más espectaculares de las playas y todo el conjunto de la villa Blanca, con el contraste azul y verde de mar y montaña..."

Subamos o no desde aquí al mirador proponemos continuar por este paseo, fluvial y marítimo, saliendo ya del barrio de La Pescadería

A nuestra izquierda la pared vertical del acantilado. A la derecha, al otro lado del río, tenemos otro edificio emblemático, el Club Náutico, del año 1890, construido sobre un peñón a la entrada del puerto y ahora comunicado con este por la explanada de La Llera

También está comunicado con este paseo por una pasarela sobre la desembocadura del río en el lugar llamado Marchica, la cual antes era de madera, se ponía solo en verano, y era conocida como El Puente Colgante. Ahora está fija.

Dice Luis Javier del Valle Vega en su excelente blog Dendecagüelu que en el antiguo Espigón de Marchica, en la desembocadura del río en la playa de este mismo nombre o Playa Primera, había estado la batería defensiva de El Paso, un torreón atalaya también conocido como La Cruz de San Vicente por una antigua capilla de esta advocación, al otro lado de La Llera

Perdida aquella función bélica el lugar le fue concedido al marino y diputado regional Ventura Olavarrieta y García Trío como casa de recreo. Había hecho fortuna en Cuba y al volver mandó edificar Villa Carmen en Vil.lar, que como hemos visto al pasar por allí era un arrabal rural luarqués donde muchos indianos gustaron de hacer sus mansiones. Recordemos que Villa Carmen sería adquirida en 1905 por José Ochoa Pérez, el padre de Severo Ochoa

Este edificio, cuyas trazas recuerdan a las de faros y capillas, aparece señalado como El Kiosko de Ventura en el plano de la villa del cartógrafo Francisco CoelloEn 1953 pasó a ser la sede del Club Náutico de Luarca, que por entonces presidía Eladio Rico Rivas. En la primera década del siglo XXI pasó a ser de titularidad privada. Del antiguo Club Náutico es de titularidad privada. De su historia y características leemos en Asturias Verde Antiguo:

"Data del año 1890 para Ventura Olavarrieta. Este era un personaje de probado talante hedonista, amigo de juergas, juegos y cacerías miembro de la buena sociedad local (C.A.Q.). Se consiguió una concesión temporal del terreno y permiso para construir en un pequeño islote unido a tierra donde hoy esta el puente colgante. La construcción contaba con dos zonas diferenciadas: una habitación cerrada en la que no sólo se hacía tertulia sino que también se jugaba a las cartas y una especie de porche orientado al mar que hoy esta cerrado. En la actualidad es utilizado por una sociedad recreativa. 
El edificio se levantó sobre una roca, que originalmente formaba un pequeño islote a la entrada del puerto. Su estilo es de difícil catalogación, es una mezcla de arquitectura utilizada en los faros de la época con elementos que recuerdan una ermita. En cualquier caso se trata de un elemento que da personalidad al puerto y sin duda uno de los edificios portuarios más elegantes y singulares del Cantábrico"

Desde la pasarela vamos a tener una magnífica vista de la gran ensenada que contribuyó a hacer de este un gran y protegido puerto, además de sus playas: es el largo promontorio de La Punta o La Pena Muyeres, que cierra la bahía por el oeste y donde se ha localizado un asentamiento castreño que parece el precedente de la actual población: El Castiel

Vayamos o no a las playas nosotros propondríamos pasar por aquí la pasarela de Marchica para ir hacia el puerto por el dique de La Llera. El puerto, tras ser un abrigo natural, no se fraguó como tal tras muchos quebrantos: desde que se llevan o conservan registros gran disgusto fue en 1749 que el oleaje llegase a las casas, la iglesia y los preciados alfolís o almacenes de sal. En el siglo XIX ocurrieron los desgraciados naufragios de 1819 y 1828, pero no fue hasta el último tercio del siglo XIX cuando se hizo el primer dique, nacientes instalaciones portuarias arrasadas en la galerna de 1883. Toda una epopeya bien narrada por Francisco - Ciriaco Mateo Hernández en El puerto de Luarca a través de los tiempos

Ya en 1833 el Gremio de Mareantes alertaba que de no acometerse obras el puerto quedaría inutilizado. Poco después el mar entraría de nuevo hasta las casas. Los proyectos, el más importante el de Salustiano González Regueral de 1864, chocarían con los vaivenes burocráticos y políticos pertinentes retrasando las intervenciones extraordinariamente

El río formaba en su estuario un gran meandro, pasando al pie de las casas de El Cambaral, que seguimos viendo a nuestra derecha. En medio se extendían los terrenos de La Llera, donde se amontonaba el cascajal de cantos y donde arribaban las lanchas y pequeños buques. Luego se canaliza el río por esta ribera y se hace este dique de El Paso. La dársena portuaria se habilitará en la antigua desembocadura propiamente dicha, pero hacerlo realidad costó tiempo, tinta y esfuerzos

Pese a ello, la necesidad de puertos de cada vez más calado hizo que este perdiese su carácter comercial para ser eminentemente pesquero. Aún en el siglo XIX se comerciaba con Vizcaya, Galicia, Cataluña, Polonia, Rusia y las colonias de ultramar. La ballena había casi desaparecido pero algunos balleneros locales operaban en Terranova. La pesca era en gran parte era salada y escabechada para su comercialización, por lo que se crearon conserveras y salazones. Había además astilleros e imprentas. La secular tradición comercial de los arrieros se transformó en las de carruajes y transportes, al acondicionarse los caminos y abrirse las primeras carreteras. En 1916 se crea la famosa empresa Automóviles Luarca S. A. (ALSA)

Desde la pasarela contemplamos las playas, bajo la costa acantilada. Marchica se considera este lugar arenoso en la misma desembocadura. Después vienen las Primera y Segunda, que en la práctica constituyen un solo arenal de 500 metros de longitud en las bajamares. Se las considera urbanas, pues están frente a la población, una carretera, construida a mediados del siglo XX, las recorre y disponen de aparcamientos, pero su entorno es bastante natural, al pie de acantilados cuarcíticos. Esta es una foto en pleamar, cuando el arenal casi desaparece

Cuando baja la marea el arenal emerge. En verano hay salvamentos, servicios, casetas y chiringuitos. Es bastante segura y la calidad del agua es aceptable. Observemos cómo se ve el fondo marino. Belén Menéndez Solar en Guía completa de las playas de Asturias escribe:

"Una amplia ensenada abrigada de los ataques del mar por sendos espigones alberga las denominadas playas primera y segunda de Luarca, que constituyen un único arenal muy concurrido en época veraniega. Son playas netamente urbanas, si bien conservan hasta la actualidad su encanto natural. Desde ellas se contempla la salida al mar del puerto deportivo y pesquero de la villa, el cual en otros tiempos mantuvo un importante comercio con Castilla"

Y en la Guía de las playas de Asturias de la Gran Enciclopedia Asturiana abundan en ello:

"Conocidas como Primera y Segunda son las playas urbanas de Luarca, por lo tanto son las más frecuentadas del concejo. En realidad se trata de un arenal continuo dividido por unos afloramientos rocosos. Cuentan con todos los servicios para el turista y gracias a la protección de los diques del puerto son también las playas más seguras de Valdés"

Estos espigones son, al fondo, La Encoronada, a la izquierda, de 1955, cuya parte inicial, al final de la Playa Segunda, es llamada La Piscina por la tranquilidad de sus aguas. Y a la derecha y frente a nosotros El Canouco, construido en 1942 (las obras empezaron en realidad bastante antes). Cruzando a la explanada del Club Náutico tendremos una gran vista de toda esta grande y hermosa concha

Este habría sido el gran fondeadero y antepuerto natural luarqués ya desde los tiempos protohistóricos. Algunos investigadores sostienen que si la antigua población estuvo en El Castiel, al pie del castro la Playa de Salinas o Playa tercera, que no vemos por La Encoronada, sería su puerto. Lo cierto es que esa playa ofrece buenas razones para serlo, se registra documentalmente un desembarco corsario en 1601, el de Joan Arry, el "corsario hereje"

El castro de El Castiel o La Pena Castiel, fue reconocido como tal el 7 de julio de 1964 por José Manuel González y Fernández Vallés, siendo incluido en el catálogo de castros marítimos de Jorge Camino Mayor en 1989 (publicado en 1955). Asimismo fue incluido en la Carta Arqueológica de Valdés de 1990 por Ángel Villa 

Este castro, según datos que extraemos de Arqueoastur, se emplaza en esta punta, a 35 metros de altitud, siendo los acantilados su defensa natural por los laterales, Mientras en el estrecho cuello que lo une a la rasa costera tiene una defensa construida compuesta por cuatro fosos tallados en la roca madre pizarrosa y tres parapetos:

"El primer foso o externo tiene una longitud de 30 metros y muestra una profundidad de 6 metros en su cara externa y 4 metros la interna. Le sigue un parapeto de 2 metros de ancho en la base y otro foso, el más deformado de los tres, con una profundidad máxima de 2 metros. A continuación otro parapeto, también con un ancho en torno a los 2 metros, y el tercer foso, con una profundidad de 4 metros en su escarpe externo y 4,5 en el interno. La última línea defensiva es la de mayor entidad y está compuesta por un parapeto de 6 metros de ancho seguido por un foso de 4 metros de profundidad en su lado exterior y 3,5 el escarpe que culmina en el recinto"

El acceso se hacía a través de una escalinata tallada en la roca, de dos metros de anchura, que baja a los fosos, los cuales se sortearían por la línea del acantilado occidental. Como en todas o casi todas las localizaciones castreñas, tumulares, etc. existen referencias a riquezas. Se cuenta de un rico propietario del lugar del que se decía "hasta las peñas de Castiel son de él"

Más a la izquierda y más cerca, sobre la Playa Segunda, que es su acceso, están los Jardines de La Fonte Baixa, el segundo jardín botánico privado, pero abierto al público, existente en España, cuyo creador y dueño es José Rivera Larraya, dueño también de la empresa de alimentación Panrico, por lo que se les conoce también como Jardines de Panrico, El 9-8-2012 Juan Carlos Rodríguez publica un artículo y entrevista al creador en Expansión, titulado El edén terrenal de Panrico, del que extraemos las partes que relatan cómo fue haciéndose esta maravilla:

" más de 500 especies botánicas que podría haber servido de inspiración a El Bosco para su Jardín de las delicias. Castaños, abedules, secuoyas, rododendros y azaleas conviven en este singular espacio con camelias de 200 años, hortensias de 3 m y especies exóticas como el milenario ginkgo biloba, el único ser vivo que resistió a la bomba de Hiroshima (...)  
Por extraño que parezca, hace 20 años era un prado donde pastaban las vacas… "Encontré este sitio de casualidad", explica José Rivera, quinto marqués de San Nicolás de Nora y uno de los fundadores de Panrico junto a Albert Costafreda, quienes, en los 60, importaron el donut desde Estados Unidos. "Mi cuñado Rafael Menéndez me habló de una parcela para construir una casa. Cuando vine a verla, el paisaje me cautivó", recuerda el empresario, que compró el terreno en 1983. Por entonces no podía imaginar que acabaría metiéndose en un jardín: poco a poco fue adquiriendo las parcelas colindantes y consiguió hacerse con las 12 hectáreas actuales, de las cuales 10 están ajardinadas.(...)  
Una vez construida su casa de 600 m2, buscó el asesoramiento de un reconocido viverista y paisajista, Rafael, Falo, Ovalle, principal "culpable" de la tardía vocación del empresario por la jardinería. Junto con su mujer, Falo es el propietario de Viveros Ovalle, que albergan más de un millón de camelias, la mayor colección de Europa. "Al principio, José sólo quería ajardinar la zona de la vivienda, apenas 200 m, pero le planteé modelos de actuación y se fue emocionando", explica este experto, que se inspiró en la jardinería atlántica de los pazos gallegos.  
Como paisajista, Ovalle reconoce que "el reto fue muy grande: por el emplazamiento, las dimensiones y la importancia del propietario". Y afirma que en los últimos 25 años no se ha diseñado, "ni en España ni en Europa", un jardín naturalista privado tan excepcional como éste. "Ni siquiera los de Versalles, de unas 800 hectáreas, pueden presumir de esta diversidad. Aquí tenemos tanto plantas mediterráneas como eurosiberianas", dice orgulloso. Sin duda, el suelo ácido, la temperatura subtropical y el alto índice de lluvias contribuyen a esta explosión de la naturaleza.  
Desde el principio, el marqués apostó por un espacio extensivo y naturalista: "La ratio es de tres hectáreas por trabajador". Muchos árboles, como algunos castaños centenarios, fueron comprados y salvados de una tala segura. Con esa acción introdujeron una masa forestal que hoy parece centenaria, como la de cualquier bosque asturiano. Con la diferencia de que la distribución, la variedad y la ornamentación convierten a este espacio en una "caja de sorpresas"

Se aprecian muy bien desde lontananza sus masas arbóreas, así como la escalinata de acceso desde la carretera de las playas. Son nada menos que 20 hectáreas en este momento. Así nos describe Juan Carlos Rodríguez una visita al gran vergel paradisiaco...

"En su espacio, arte y naturaleza van de la mano. Así, en el paseo de magnolios nos topamos con cuatro columnas del siglo XVIII, y al final de esa vereda, una capilla con una virgen irlandesa invita a la oración. "Nosotros venimos mucho al Mirador de la Virgen, desde donde contemplamos el pueblo... ¿Ves aquel cementerio? Allí está enterrado Severo Ochoa", indica Queco. Descendiendo por el paseo de los abedules, la marquesa nos anima a introducir la mano en el "hueco de los deseos". En un recodo del camino dormita un león gótico, y cerca de un estanque con nenúfares destaca una fuente portuguesa de mármol rojo. "Quiero cambiarla por otra del marqués de Pombal", dice el dueño mientras su mujer suspira resignada. 
Por el camino, Ovalle va señalando las plantas más llamativas, como los helechos de los bosques de Tasmania o la Gunnera manicata de Brasil, con hojas de 2 m de diámetro. Se detiene en el paseo de las camelias, de 400 m, donde florecen desde la Alba plena a la Margherita coleoni. Este paseo es uno de los preferidos de José y Rosa, "pero como todos están hechos por nosotros, sería una injusticia no dedicarle un rato a cada uno", precisan. Casados en segundas nupcias, entre los dos suman 10 hijos y 25 nietos, algunos de los cuales se apellidan Entrecanales, Satrústegui y Domecq. 
El recorrido acaba en la pirámide. Sentado en uno de los bancos, el propietario reflexiona sobre el futuro de su obra: "Estamos estudiando la forma de que el jardín se conserve, en nuestras manos o en las de otros". De momento, su paraíso no tiene precio"

Ni que decir tiene que los Jardines de La Fonte Baixa son otro de los lugares muy a recomendar para visitar en Luarca/L.luarca. La visita es guiada, hay que reservar y dura unas tres horas. La paisajista Isabel Alguacil publica así sus impresiones en su blog Paisaje Libre (además de un excelente reportaje fotográfico que aconsejamos ver con deleite):

"En la bonita localidad de Luarca, en Asturias, una persona apasionada de las plantas y los jardines se dedicó a cultivar miles de plantas en un paraje precioso, que en la actualidad se conoce como los el  Jardín de la Fonte Baixa. Esta persona es José Rivera, propietario y creador de este jardín, dueño también de la empresa de alimentos Panrico, por lo que este lugar también se conoce como los jardines de Panrico (...) 
Había oído hablar de ellos a mucha gente y lo había visto en muchos blogs y artículos pero, como en la mayoría de los jardines, hasta que no los ves en persona no te puedes hacer una idea de la magia que te envuelve cuando estás allí. 
Se encuentra en una zona alta al oeste del pueblo, y las vistas desde allí son magníficas (...). La visita dura 3 horas y os aseguro que pasan volando con las explicaciones de José Manuel a lo largo de todo el recorrido.  
El mismo Jose Manuel ha sido tan amable de proporcionar la siguiente  información: «Los jardines de la Fonte Baixa  es el botánico privado más grande de Europa de unas 20 hectáreas, realizado en 20 años. Se fue creando poco a poco juntando hasta 58 fincas de 38 dueños distintos. Tiene 17 kilómetros de paseos, 9 miradores, 19 fuentes, 5 estanques, así como multitud de adornos y esculturas de todas las épocas y estilos. En cuanto a especies vegetales, podemos encontrar 569 variedades de plantas de todos los climas, desde Siberia a Kenia. Destacan las 25.000 azaleas, los 25.000 rododendros, 1.0000 camelias de más de 250 variedades diferentes, 4.000 acebos, 3.000 magnolias, 2.000 palmeras así como plantas rarísimas como los helechos arbóreos, guneras, el cornejo o la pata de elefante. Cada estación es un mundo diferente de colores tonos y floración siempre se ve distinto».

Y esta es la referencia y explicación de los mismos que encontramos en Luarca Turismo:

"Los Jardines de la Fonte Baixa es el segundo jardín botánico con carácter privado de España. También son conocidos como los Jardines de Panrico o los Jardines del Chano. Se localizan en la población de “El Chano” y se puede llegar hasta este lugar desde la Playa Segunda de Luarca.

Estos impresionantes jardines se visualizan a la perfección tanto desde el Muelle Nuevo como desde la Capilla de la Atalaya (Faro, Cementerio). Llama poderosamente la atención tal concentración de verde dispuesto de una manera tan ordenada flanqueando las playas de Luarca.

Su extensión alcanza las 20 hectáreas, lo cual es una exageración de terreno si tenemos en cuenta que el Jardín Botánico de Madrid tiene unas 8 aproximadamente. Tal concentración de terrenos es fruto de la tenacidad y del tiempo que ha invertido su propietario José Rivera Larraya.

La primera impresión podrá abrumar al visitante ya que lo que se abre ante sus ojos es un pequeño jardín del Edén construido desde cero. Se ha invertido mucho tiempo en adecentar los vastos terrenos y en dar uniformidad a los jardines.

Las visitas son guiadas, por eso lo mejor es llamar previamente y reservar para conseguir un hueco en algún grupo. Durante el tour se podrán observar diversas especies: azaleas, rododendros, hayas, camelias, cedros, sauces llorones, araucarias, bambú, etc. Además, los distintos caminos y sendas establecidos te descubrirán algo más que la interesante vegetación y flora: fuentes, esculturas y arcos completarán el recorrido.

Finalmente, es muy interesante resaltar las inmejorables vistas que se obtienen desde los distintos miradores que posee el Jardín de la Fonte Baixa, resaltando sobre todo la espectacular pirámide camuflada entre el verde"

Abajo, en las playas, hay diversos afloramientos rocosos que, por su forma, tienen nombre peculiares: La Peña'l Cura, La Sierra, El Picudo o El Payaso. Percatémonos cómo se evitan los importantes problemas de los desprendimientos en la pared vertical de ese cantil, cubriéndola con red y colocando  otra abajo en horizontal para los cascotes

Volviendo a los diques de abrigo, hemos de decir que el de El Canouco es más largo, mientras que el de La Encoronada, más corto y más bajo, suele ser rebasado por las olas de la mar brava


Este por el que andamos, El Paso, es también llamado El Martillo y fue ampliado y reformado en 1941. Dada la fuerza del mar ha de ser reparado puntualmente, pues el mar horada el muro. 


Al otro lado de la bocana. es el Muelle Nuevo, con el gran edificio de los almacenes de los pescadores, llamativo su peculiar diseño semicircular y forma acristalada, obra del arquitecto Antonio Alonso  en base a la antigua conservera allí existente antaño, manteniendo su estructura de pórticos transversales de hormigón de los años de la década de 1960

Ahí estuvo el Museo del Calamar Gigante, el célebre kraken cantábrico, destruido por una galerna en febrero de 2014. Justo encima sube la carretera al faro, que asoma un poco su parte superior a la izquierda de la foto, pero lo que más se ve es la ermita de Nuestra Señora de la Blanca o capilla de L'Atalaya o La Telaya, cuyo intenso color blanco se utiliza como referencia visual en alta mar. Es una obra barroca del siglo XVII pero posiblemente sobre otro santuario anterior, tal vez del siglo XIII. Fue restaurada en 1961


Existe la sospecha que La Telaya, lugar siempre fortificado, la última vez en el siglo XVIII, fuese la correspondencia defensiva al otro lado de la bahía (Punta de La Blanca o del Focicón), con el castro de El Castiel. Existe una cueva labrada por el mar, Cueva de la Blanca, donde se dice fue hallada esta imagen. Otros dicen que pudo ser una imagen procedente de un naufragio o de las arrojadas al mar con las reformas anglicanas 


Caminamos bajo el Real Club Náutico o Kiosko de Olavarrieta, con sus grandes ventanales hacia el dique de La Llera, en dirección a la cofradía de pescadores, la iglesia y el Paseo del Muelle. En un principio el malecón su dispuso en curva, y así estuvo casi dos décadas, siendo considerado un puerto fluvial. Fue en 1909, cuando se desvió el río para que desembocase en las playas, cuando se hizo plenamente marítimo. Sin embargo, como hemos dicho, dejó de ser comercial para hacerse eminentemente pesquero


Esta era, efectivamente, la ría donde desembocaba el río Negro y ahora es el acceso por mar de La Dársena, que fue dragada para acondicionar la zona de atraque, puerto pesquero y muelle deportivo, que está al interior, bien protegida


Esta es la escollera de La Llera, Entre los años 80 y 90 del siglo XX se realizó la última gran remodelación de estos muelles, cuando se acondicionó toda la explanada y se construyó la actual cofradía. Los primeros proyectos para aprovechar La Llera del Mar databan de un siglo antes


De frente, en la escollera, La Rampa de Varada. A la izquierda el edificio de la Capitanía Marítima de Luarca, antigua Ayudantía de Marina, en cuyos bajos estaba El Mesón de la Mar. Por esa zona estaría la que en los mapas antiguos aparece señalada como Punta de Barra 


Abajo, el Paseo del Muelle, la antigua ribera del río Negro. Según avanzaban las obras del puerto, los barcos atracaban por esa orilla, Más arriba a la derecha Torrealtina, y a la izquierda el barrio Carrasqueo


A la izquierda de Torrealtina asoma parcialmente el Colegio José García Fernández, del que hablábamos al entrar en el casco urbano, antes de bajar por La Carril


Salimos a una zona de aparcamientos configurada como tal en el año 2008. Es la mayor en el centro de la población, pero suele llenarse en fiestas, bastantes fines de semana y verano, pero por lo común es en días normales la mejor opción para dejar el coche, ya en el mismo puerto 


La canalización del río Negro La Llera realiza una gran media luna ante el barrio de La Pescadería, por donde acabamos de pasar


Desde aquí apreciamos muy bien el acusado escalonamiento del barrio, encaramándose en la misma roca, incluso algún edificio de pisos o apartamentos


Como en el caso de la antigua Plaza del Maíz o de su barrio gemelo de El Cambaral, puede decirse que no hay edificios realmente medievales, otra cosa es que alguno de ellos tenga cimientos que sí lo sean o que la disposición de las casas guarde en esencia la forma del antiguo asentamiento


Como en el resto de la villa, las grandes reformas urbanas empezaron con el aumento de población experimentado en el siglo XVIII, continuaron a caballos entre los siglos XIX y XX con los aportes indianos, la canalización del río, la construcción del puerto, y la llegada de las carreteras, continuaron en el XX, sobre todo pasada la posguerra, cuando triunfó una nueva industria: el turismo


Avanzando por la Llera vemos la gran media luna de la que antes hablábamos, canalización del río Negro que abraza por ese lado el borde de La Pescadería. Arriba a lo lejos la capilla de San Martín y San Roque vuelve a estar a la vista, sirviéndonos de referencia 


Pasamos los aparcamientos de La Llera y llegamos a los edificios de la cofradía


La cúpula, cimborrio que arroja luz al interior, es el elemento quizás más destacado arquitectónicamente. Arriba vemos la bajada de La Carril a La Zapatería (Olavarrieta), por donde el Camino Norte se adentra en el casco urbano


Una preciosa estructura de cristal


En momentos de actividad en las pesquerías estemos pendientes de la entrada, salida y circulación de vehículos


Y ya estamos ante el Club Marítimo, por donde iremos en dirección a la iglesia de Santa Eulalia, otra referencia de este paseo que proponemos como idea, dentro de los muchos posibles, para conocer un poco en casco antiguo luarqués y el entorno de su dársena


El puerto es de lo que más ha cambiado dentro la fisonomía urbana de los barrios históricos, así como su fachada marítima, antes fluvial. Desde la canalización del río principalmente y también con la construcción de esta explanada portuaria de La Llera, donde antes varaban las embarcaciones en su arribada


De la misma manera que volvemos a ver la ermita de San Roque y San Martín también volvemos a ver abajo El Puente del Beso, el de la leyenda de Cambaral, que junto con las de La Blanca, el Lobo del Arca y la de El Gaviluetu, de las que hemos hablado en esta entrada y en la del anterior tramo de camino, forman sin duda la gran cuatrilogía legendaria luarquesa


Podemos comprobar cómo, a pesar de obras y canalizaciones, los cantos, arrastrados por el río, tienden a cerrar también la nueva desembocadura. La Llera sigue siendo una llera, una cantera natural. Antaño estos cantos afectaban al puerto, hasta que se canalizó, pero el problema del dragado continúa


Reconocemos ahora muy bien la distribución en escalera del barrio de La Pescadería, a lo largo del camino que sube al mirador


La ladera es también una gran pared acantilada fluvial, donde crece profusamente la vegetación, si bien asoman buenos peñones rocosos. Esos paredones, que existen a ambois lados del valle del río Negro, se extienden unos 3 kilómetros hacia el sur, recordando un poco a las subidas y bajadas de Las Ballotas


Más allá del puente, las calles del Rivero y Los Caleros, en ambas márgenes del canal del río


Vamos ahora a ir de frente para tomar el Paseo del Muelle a la altura de la iglesia parroquial de Santa Eulalia, patrona de la diócesis, de ahí su advocación y su abundante toponimia, (Santolaya, Santolacha, Santalla) y nombres de mujer (Olaya), e incluso refranes... "¿cómo tas Olaya?, como toi estaba"


En sus tiempos también aquí varaban las embarcaciones, al lado mismo de la iglesia, a donde varias veces entró el agua, como las casas. En bajamares por contra barcos y barcas quedaban en seco. Este problema tiende a reproducirse en nuestros días. de ahí la necesidad del dragado dada la rapidez con la que se forman sedimentos en el fondo de la dársena


Esta iglesia, como hemos dicho, se construyó entre 1873 y 1879 sobre otra anterior barroca, que fue derribada, y esa a su vez sobre otra medieval. Además de por su poderosa torre-campanario destaca por su alta y grande nave de planta rectangular, así como su cúpula sobre el crucero. Su estructura interna es de tres naves, la central más ancha, que se cubren con bóveda de arista. El gran pórtico recordemos que es un añadido del año 1913. Del templo barroco se conservan, eso sí, sus imágenes y retablos


Desde la iglesia seguiremos de Rivero hacia el muelle a lo largo de este gran paseo que fue, recordémoslo, ganado al antiguo estuario del río Negro, el cual hacía de puerto natural fluvial


El edificio de la cofradía se construyó cuando se acondicionó este dique y explanada de La Llera


Aquí es donde llegamos a La Dársena propiamente dicha, el gran anfiteatro del Paseo del Muelle con las casas extendidas a lo largo de la calle y otras en la ladera bajo Carrasqueo, Torrealtina y La Carril


A nuestra derecha la Casa del Mar, del Instituto Social de la Marina. Sus funciones son estas, según leemos en Papeles de España:
"Las casas de mar son centros dependientes del Instituto Social de la Marina (transferidas sus funciones a los gobiernos autonómicos) ubicados en algunos puertos.

Su objetivo es:

1.-informar sobre los recursos disponibles del ISM
2.-actuar como centro directivo de los servicios del ISM tales como información, asistencia social, facilitar espacios recreativos y culturales , etc.

Se trata de instalaciones que pretenden mejorar la vida de los marinos en puerto. Cumplen la función de un club social de los profesionales del gremio.

Algunas están dotadas de habitaciones para marinos en tierra en períodos de corta duración y a esta instalaciones se les denomina  “hospedería” .Su precio, por lo reducido, está fuera del mercado de hostelería. De estas hospederías tienen Vds. documento separado

Pero, además, las Casas de Mar están dotadas de aulas en las que precisamente se imparten las clases de los programas de formación profesional ocupacional para los desempleados

Los servicios se ofrecen a todos los trabajadores del mar, independientemente de su nacionalidad.

También se asiste a los trabajadores del mar, sin distinción de nacionalidad, en caso de naufragio y situaciones análogas, bien hasta su regreso al hogar, cuando los implicados son marinos españoles o nacionales de cualquier país del Espacio Económico Europeo, o hasta que el Consulado de sus respectivos países o consignatarios se hagan cargo de los marinos en el otro caso.

Y esta es La Dársena, puerto pesquero y muelle deportivo, el gran espacio que configuraba la ría del río Negro, con La Llera al otro lado, ahora gran muelle con salida directa al mar y sin contacto con el canalizado curso fluvial, que  acabamos de recorrer en su desembocadura actual

Esta es la bellísima estampa, muy colorista, de las barcas y lanchas de pesca

Y el barrio El Cambaral, el que junto con La Pescadería constituiría el núcleo originario de Luarca/L.luarca, Por las casas de la izquierda iremos a La Mesa delos Mareantes, situada justo arriba, donde vemos un muro de piedra que fue parte de las antiguas defensas costeras luarquesas, reformadas en 1765 con proyecto del ingeniero militar Francisco Llobet

A finales de aquella misma centuria, en 1798, un año después de la visita deLuigi Salandra, que ya plasmaba el ambiente bélico existente, entraba en el puerto la fragata francesa L'Hirondelle con su presa, el bergantín inglés Lautipery, que había capturado

Vamos a acercarnos un momento a la entrada de la rula o cofradía, pues hay algunos detalles muy interesantes de ver

Son dos murales de cerámica, a ambos lados del portón, que reproducen dos de las escenas, hechas en azulejo, que veremos arriba en la Mesa de los Mareantes, donde se reunían los marineros para tratar de asuntos del común

Esta primera es la reproducción del más grande, la de los capitanes de las naos del Novillisimo Gremio de Navegantes y Mareantes de Luarca, como aparecen citados en un documento de 1581, en el que exponen, junto con el concejo de Valdés, sus méritos ante la Corona: la caza de la ballena, construir y armar buques de guerra en los antiguos astilleros, así como mandar algunos a la conquista de Sevilla, o a participar en las guerras dinásticas trastamaristas, también contra los corsarios ingleses y a los enfrentamientos con la flota turca

Pero ante todo eran comerciantes y tenían un fuerte sentimiento grupal, no en vano eran un gremio, uno de los más poderosos del Cantábrico. Aquí aparecen dirimiendo una de las cuestiones primordiales, y es, en caso de duda, si salir o no a la mar. Entonces, sobre la Mesa de los Mareantes, se representaba a un lado una nao, al lado de la que se ponían los partidarios de salir; y al otro una casa, donde se agrupaban quienes preferían quedar en puerto. Si ganaban los favorables a la salida se daba libertad a cada capitán para hacer con su barco lo que quisiera, pero si triunfaban los del lado de la casa se prohibía terminantemente salir a nadie

Aquí se explica sobrebiamente bien este procedimiento de votación

Una placa recuerda el hermanamiento con el también asturiano y pesquero puerto de Candás en 2017

Vamos ahora hacia el otro lado del portón, donde hay otro gran mural...

Este reproduce una de las muchas escenas que narran episodios de la historia de la villa, en concreto el de la caza de la ballena. Ya en el documento de creación de la Puebla de Valdés se sabe aquí existía un Puerto de Vallenación, y documentos más antiguos informan de una pesquería

Se sospecha que en algún momento de la baja Edad Media marineros cantábricos, posiblemente vizcaínos, idearon un sistema para cazar grandes cetáceos, el cual extendieron rápidamente. Hasta entonces se sabe que esporádicamente se aprovechaban algunas ballenas que quedaban varadas en las playas, o incluso se cazaba alguna pequeña que se aproximaba a puerto

El sistema de caza con lanchas, remeros, timonel y arponeros era tan terriblemente eficaz que ballenas y cachalotes, casi sin enemigos naturales en estas costas, enseguida empezaron a escasear. La extinción, o casi extinción, en el Cantábrico fue en el siglo XVII, pero desde tiempo atrás los balleneros del Cantábrico ya iban a Terranova, existiendo la sospecha que ya podrían haber navegado por costas americanas antes que Colón

A fines del siglo XVIII, en el Diccionario Histórico de las Artes de la Mar, de Sánchez Reguart, se dice que las pesquisas del investigador José de Colosía le llevaron a hallar, en los papeles del Archivo de Luarca y su comisaría de Marina, allá por 1763, relatos sobre el origen ballenero de la población, y en 1767 en el documento Relazion histórica así se dice:
"... Asin es memoria de que este paraxe que fue en tiempos delicioso, poblaronlo pescadores que hacian la pesquería o caça de ballenas, los cuales monstruos orrendos corrian la costa con arta frecuencia mas que agora. Y asi por vivir de la mar y de sus oficios marineros, fueron todos mareantes y plantaron sus abitaciones en las fragosiidades de las bertientes del rio, donde la mar llega, y as poblaron el barrio que dicen todavia de la Pescaderia, y los otros del frente, que dicen los canvarales, que son el de arriba, que es mas antiguo, y el de abaxo, que agora dicen muelle o barbacana"

En el año 1388 Luarca/L.luarca fue uno de los pocos puertos asturianos con derecho a la importación y distribución de sal, algo tan fundamental para la época, único modo conocido prácticamente para conservar alimentos, que la palabra salario viene de ahí. Eran los llamados alfolís, únicamente presentes también en Avilés (desde hacía tiempo), Maliayo (Villaviciosa) y Llanes, Esta licencia se la concedió Alfonso XI desde Burgos

No habían sido fáciles los comienzos de aquella pola fundada en 1270 sobre una población preexistente a ambos lados del viejo estuario del río Negro. En 1300 el obispo ovetense don Fernando amenazó con excomulgar a la vecindad por haber aceptado que se asentasen aquí súbditos suyos del conto de Lavio, por lo el rey Fernando IV obligaría a Valdés a respetar la autoridad episcopal en las tierras de su jurisdicción

En la página de la Dirección General de Pesca del Gobierno del Principado de Asturias llemos así;

"... en el margen derecho de la desembocadura del río Negro, en una ensenada natural formada al abrigo de una lengua de tierra conocida como La Llera, se encuentra el puerto de la Villa Blanca de la Costa Verde. Espigones exteriores y muelles hacen que sea el puerto más seguro y tranquilo de la zona occidental. 
Desde antiguamente la economía de esta Villa se fundamentó en la actividad marítima, siendo su flota pesquera una de las más importantes en la pesca de la ballena. 
Para la defensa de sus fueros y privilegios, los hombres de mar se agruparon en Gremios, Hermandades o Cofradías, siendo el Gremio de Mercantes y Navegantes de Luarca uno de los más importantes del Cantábrico. Los componentes de este Gremio se reunían para tomar decisiones en una mesa que se conserva en la península de la Blanca, detrás del cementerio. 
Este Gremio formó parte de la Hermandad de las Ocho Villas, la cual, con la gran flota que la constituía, no sólo defendió la costa de corsarios y piratas, sino que hostigó a los barcos ingleses, llegando incluso a atacar a la misma Inglaterra realizando incursiones en la isla Wight, Shouthampton y otros lugares en tiempos de Eduardo III. 
Ya en el siglo XIX, en la época de la "Marina romántica", Luarca contaba con una importante flota de veleros que hacían la carrera de América con mercancías y pasajeros. Destaca el bergantín "Favorita", que batió el record de velocidad haciendo la travesía de Filadelfia a Luarca en 28 días. 
Los pescadores de Luarca cuentan con Casa del Mar en la que se establece la Dirección Local del Instituto Social de la Marina y con Capitanía Marítima. 
Actualmente los pescadores se afilian a la Cofradía "Nuestra Señora del Rosario"

El Paseo del Muelle y Torrealtina. En nuestros días, con el auge turístico, abren sus puertas a lo largo del Paseo del Muelle numerosos establecimientos de buena gastronomía marinera 


También las gaviotas viene a dar cuenta de su ración de pescado...


Y es que en lo vinculado a la gastronomía, la marinera y la del resto del concejo, nos agrada extraer lo que de ella dice el Gran Atlas del Principado de Asturias:
"Como en todos los concejos costeros del Cantábrico, pescados y mariscos son los elementos más destacados de su gastronomía. Los pescados de roca, que cuentan con un festival que promueve su degustación, son la base de una acreditada especialidad del concejo, la calderada o guiso marinero, compuesto por salmonetes,, sargos y botonas con patatas. Además hay que probar los salmones del Esva, la chopa o xargo, la  lubina, el rape, el congrio, el bonito, el abadejo, el besugo, la merluza a la cazuela o a la sidra, los calamares fritos o en su tinta y los salmonetes, xargos y chabotes a la plancha, e incluso el más modesto pero sabroso pescado azul, representado pro sardinas, parrochas y bocartes..."

De todo ello tendremos oportunidad de dar buena cuenta en las casas de comidas del puerto y en otros lugares de toda la población. Llega el turno de los mariscos:

"... la langosta, el percebe, el centollo, los oricios y la andarica del concejo de Valdés..."


Y por supuesto las carnes y los postres...
"No faltan tampoco las carnes de las montañas valdesanas, de vaca o cerdo, los pitos de aldea, los embutidos de Canero, Muñás y Turuelles, las verduras de su huerta, las setas y dos quesos propios, el Valdesano, elaborado en Canero, y el de El Guaje, producido en Trevías. Son postres típicos las tartas, el requesón vaqueiro y el arroz con leche"
En muchas localidades, si bien ahora reservado a las fiestas o algún evento, se hace la rapa, con harina de maíz, tocino y chorizo envuelto en una berza...
"En Carnaval,el típico menú de Antroxu está compuesto por picadillo, embutidos, pote, carne de cerdo, frisuelos y arroz con leche"

No obstante, como es bien sabido, además de la problemática con los fondos de La Dársena, bien es sabido que la situación y futuro de la pesca y de los caladeros es fuente de gran preocupación, no solo en este puerto sino en todo el Cantábrico y en todo el sector. En Estudios sobre el sector pesquero de la Coordinadora pola Conservación do Medio Marino, hablan de las características generales de este caladero:
"El caladero del Cantábrico-Noroeste comprende las aguas de soberanía y jurisdicción españolas (franja de 200 millas desde la costa), y se extiende desde la frontera con Francia (desembocadura del Río Bidasoa), hasta la frontera con Portugal (desembocadura del Río Miño). Este caladero tiene una plataforma que, por término general, no sobrepasa las 20 millas de distancia desde la costa, siendo mucho más estrecha en la zona correspondiente al Cantábrico, y más amplia frente a las costas de Galicia. Es una zona de afloramiento de aguas profundas, lo que favorece la producción pesquera. Esta plataforma presenta una gran riqueza biológica, debido a la diversidad de fondos, afloramientos y corrientes, y en ella faena una importante flota pesquera, compuesta por más de 5.000 embarcaciones"

Y aunque son datos de hace ya unos años, pueden darnos una idea de la composición de la flota en ese momento, en este caso la asturiana:
"Según información correspondiente al año 2007, la flota pesquera asturiana está compuesta por 403 embarcaciones, que representan el 7,2% del total de la flota que faena en las aguas del caladero Cantábrico-Noroeste. En la Tabla 6 se presenta el número de embarcaciones correspondientes a cada uno de los 18 puertos pesqueros de la costa asturiana.

 PUERTO Nº BARCOS

 Avilés 44, Bustio 6, Candás 16, Figueras 7, Gijón 32, Lastres 23, Llanes 15, Luanco 35, Luarca 44, Cudillero 71, Ortiguera 5, Oviñana 9, Puerto Vega 23, Ribadesella 11, S. J. de la Arena, 21 Tapia de Casariego, 13 Tazones, 15 Viavélez, 13. TOTAL 403

La flota asturiana está agrupada en 17 cofradías de pescadores. Sus barcos tienen una eslora media de 10,8 metros y una antigüedad media de 18 años. A bordo de estos barcos trabajan un total de 1.432 marineros, y el número medio de tripulantes por embarcación es de 3,5. El 69% de la flota faena con artes menores. El 22 % se dedica al arrastre, cerco y palangre

El sector de las artes menores es el más importante dentro de la flota (69,6%), pero cabe destacar también a la flota de palangre, que representa el 16,1% del total. Durante el período 2007-2010, la flota asturiana se vio reducida en un 11,1%. Esta reducción alcanza el 44,8% si nos remontamos hasta el año 1985, cuando la flota estaba compuesta por un total de 730 embarcaciones"
En el año 2008 Asturias tenía 396 embarcaciones, en 2021 bajaba a las 258, el 3% del total español


Por el Paseo del Muelle recorremos todo este sector de La Dársena, pasando ahora frente al Hotel Báltico, fundado en el año 2017 por Lenin Campaña y Silvana Constante, uno de los más recientes de la villa


Todos los edificios presentan grandes ventanas y balcones mirando al espectáculo marino de La Dársena. A ambos lados de la calle hay buenas y amplias aceras


Otra buena vista de la cofradía o rula y La Llera hasta La Grúa


Aquí comprobamos porqué Luarca/L.luarca es llamada "la villa blanca de la Costa Verde". El blanco predomina en los edificios y casas que miran al mar. En el Gran Atlas del Principado de Asturias dicen así:
"La villa blanca de la Costa Verde, como se la conoce en términos turísticos, goza de un bello emplazamiento costero que desde tiempos remotos le reportó una próspera actividad pesquera, al borde de una ensenada y a orillas de El Ríu Negru. Hay una teoría que dice que su nombre deriva de lupus arca o lobo del arca, en referencia al mito según el cual un barco arribó un lejano día a estas costas portando un arca llena de tesoros; este objeto llamó la atención de un lobo, que se puso a merodear alrededor del arca hasta que hubo de ser sacrificado para protegerla"

Y sobre las casas de la rada cuenta esto:

"Su caserío está compuesto de casas blancas con tejados de pizarra, entre las que se conservan buenos prototipos de arquitectura tradicional, de dos o tres pisos abiertos al exterior por medio de miradores, balcones y galerías abuhardilladas"

Hermosa es también la semblanza que de este paseo leemos en Asturias.com:

"El Paseo del Muelle es uno de los puntos clave del recorrido por la Villa de Luarca. Comienza desde la lonja de los pescadores (también conocida como “la rula”) y termina en la explanada del Muelle Nuevo.

Es un paseo acogedor y reconfortante que invita a los transeúntes a disfrutar de las vistas del puerto, de los grandes barcos y de las lanchas más pequeñas salpicadas de diferentes colores, del Barrio del Cambaral y del mar Cantábrico.

Además, a lo largo de este recorrido es donde se concentran gran parte de los restaurantes y bares de la zona donde poder sentarse a descansar un rato.

Al final de este paseo se encontraba el Museo del calamar gigante, pero tras un duro invierno de grandes marejadas, el edificio se vio destrozado por el temporal marino. Actualmente aún no se ha rehabilitado el espacio y se están buscando emplazamientos que sustituyan el original con carácter preventivo.

Nuestro consejo es que os dejéis llevar y disfrutéis del paseo y del puerto en todo su esplendor, tanto como si tu acompañante es la lluvia como el sol"

La villa de los veleros veloces es el título de un artículo dentro de la serie Viejas y nuevas polas, publicado por La Nueva España y firmado por Fermín Rodríguez y Rafael Menéndez, del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial, en el que plasman sus impresiones sobre el pasado, el presente y el futuro de la villa:

"Villa ballenera, después puerto transatlántico donde amarraban «los veloces veleros de Luarca» a los que cantó el señor de Casariego. «Puñales de agua que rasga y abre en vía» la ruta del Atlántico construidos en los astilleros del pedral de Llera para la docena de compañías navieras que a fines del XIX se asentaron y dieron su aspecto burgués, por comercial, a la villa, que también contenía fábricas y talleres relacionados con la mar. 

Vida y casas burguesas que dan su fisonomía a la Luarca de armadores y comerciantes que negociaban, desde sus despachos, con escritorio de maderas nobles y cuadros de sus barcos y capitanes, cargas de ultramarinos en La Habana, Filadelfia o Buenos Aires y después acudían a uno de los teatros donde representaban lo último de las grandes capitales. A la salida, el nuevo alumbrado público les guiaba hasta el café en el que hablarían de sus nuevos piróscafos, también conocidos por los residentes en los barrios del Cambaral o La Pescadería como barcos de fumo y en las habaneras como goletas del vapor"

El vapor supuso un cambio total en las artes de navegación que transformó el mundo de la marinería y con él el diseño y necesidades de los nuevos puertos. Los primeros fueron pequeño buques de cabotaje pero pronto triunfaron sobre la vela. Si bien los veleros aguantaron un tiempo en singladuras comerciales y en pescas estivales, no tardaron en desaparecer, luego llegaría el gasoil

Sobre la situación de la pesca y su relación con la villa marinera otro artículo de la serie Viejas y nuevas polas, este titulado Prósperos años nuevos y que firma Marcos Palicio, cuenta de esta manera: 

"-¿Haylos?

-Pocos.

El diálogo escueto, el transeúnte acodado en la barandilla del muelle y el pescador de pie en los pantalanes del puerto de Luarca, habla de calamares, pero bien podría referirse también a las personas y a las escaseces que a veces aquí también duelen tierra adentro. Sobre todo, va a decir algún vecino, cuando se apaga el verano. Han pasado las dos de la tarde y empieza una tarde luminosa, de un invierno inusual en esta villa peculiar de población detenida, recién cerrada la década levemente por debajo de aquellos 5.500 habitantes que la parroquia contaba ya en 2000. El trajín de idas y venidas, sin embargo, revuelve a esta hora el puerto, donde han empezado a amarrar embarcaciones cargadas de pescado y las apariencias fingen que tampoco acierta aquel primer diagnóstico sucinto sobre la cicatería de la mar en Luarca. Calamares no, pero en el suelo de la lonja sí se ordenarán pronto cajas de pulpos, centollos, rayas, congrios, lubinas... «No hay un pexe», dirá el patrón mayor de la cofradía, Manuel Joaquín Gayol, para llamar la atención sobre la realidad habitual de un oficio que refleja la de la localidad que lo acoge. Aquí también faltan peces y brazos: hoy la pesca da de comer a 120 familias; «hace doce años éramos el doble, 240».

Ciertamente, cualquier persona que visite habitualmente Luarca/L.luarca, comprobará, solo caminando por el Paseo del Muelle y sin que nadie le diga, cómo va disminuyendo esta flota:

"Vista desde La Carril, en plano picado y sin entrar en detalles, Luarca está quieta. Tranquila. Acomodada a la línea curva que marca el río Negro antes de hacerse a la mar en el barrio de la Pescadería, la Villa Blanca huye como Cudillero del modelo de capital emergente que destaca en otras partes de Asturias. No encaja en el papel de islote capaz de atraer habitantes desde un entorno rural decaído hacia su propuesta de poblamiento semiurbano, pero la situación admite matices. La limitación geográfica ha desplazado la expansión de la villa hacia su alfoz y, aunque el casco urbano y el conjunto de la parroquia decrezcan, Almuña, arriba, encaramada en la rasa justo antes del descenso de Luarca hacia la mar, cuenta con más del doble de habitantes que hace una década, 826.

De ese retroceso general, la cofradía de pescadores es un reflejo, y «el encarecimiento de la vivienda, un problema», afirma Miguel Nogueira, propietario de un hotel de tres estrellas en el centro de la villa. «En Tineo y Cangas del Narcea, por ejemplo, la gente mayor del concejo se concentra en la capital. Aquí, como las casas son más caras, se nos van a otros sitios». Y «no hay industria» y en el vecindario se escucha decir que de un tiempo a esta parte se han perdido alternativas de empleo y que el turismo vive cada vez más confinado en el destello fugaz de la Semana Santa y el mes y medio escaso de verano que va de mediados de julio a finales de agosto. (...)

En la pesca «hace tiempo que no sale el hijo de un pescador a la mar», le atajará el presidente de la cofradía luarquesa, Manuel Joaquín Gayol..."

La Grúa a la izquierda y el llamativo edificio de gran fachada-galería acristalada de la Capitanía Marítima destacan a ambos lados de la entrada a La Dársena. Justo detrás del segundo va la carretera del faro

El puerto busca también alternativas en la navegación deportiva, cada vez más presente

Estamos ante uno de los muelles donde suelen arribar los yates a vela que surcan las travesías cantábricas. De una de ellas, por poner un ejemplo, la que sale de Santander hacia A Coruña, informan así en Sailwiz:

"En el Cantábrico los vientos predominantes son del Noroeste. Nosotros iremos hacia el Oeste, es decir contra el viento.

Son 250 millas que, si las hiciéramos en una única singladura, las podríamos recorrer en tres días. Nosotros hemos programado 7 días, lo que nos permite navegar sin prisas e ir parando a lo largo del recorrido.

Pasaremos frente a pueblos como Llanes, Lastres, Cudillero, Luarca, Ribadeo, Vivero, Cariño, Ortigueira, etc. Tendremos que decidirnos en cual recalar, porque hay muchos que merece la pena dedicarles un tiempecito para conocerlos"

A la derecha otro establecimiento veterano, El Barómetro. En su artículo, Marcos Palicio, conversa con vecinos, que proponen diversas posibilidades para Luarca/L.luarca, señalando especialmente el turismo:

"... esa fachada unitaria de casas blancas que se desliza hacia el Cantábrico para que se sepa por qué hizo fortuna desde los sesenta el sobrenombre de la «Villa Blanca de la Costa Verde» que acuñó el ex alcalde Ramón Muñoz. «Luarca es una villa preciosa donde puede que falten cosas por modernizar, pero sigue siendo una referencia para el turismo; hay que apostar por él descaradamente», propone Alberto Asenjo. «No hace falta ser un gran técnico para verlo». Turismo renovado por dentro, turismo diferente y nuevo para responder a la certeza de que habrá que diversificarse, pero nunca «vamos a poder prescindir de él». Quedan seis hoteles, aproximadamente doscientas plazas en la suma del casco urbano y su entorno, y el Alcalde invoca la impresión de que «hacen falta más». El que fue el mayor hotel de la villa, sesenta habitaciones frente a la plaza Alfonso X el Sabio y el Ayuntamiento, duerme cerrado aguardando desde hace años, y lo que no puede esperar es la enumeración de iniciativas para evitar que esto siga pareciendo «un cementerio» en los inviernos. No sólo segundas residencias con las persianas bajadas y algo más que veraneantes que cada vez se quedan menos tiempo..."

María de las Cruces Morales Saro, de Universidad de Oviedo, realiza un compendio de la historia común de los puertos asturianos y su soberbio trabajo La remodelaciónintensiva de los puertoshistóricos de Asturias:consecuencias urbanísticas y patrimoniales, de que aportamos algunos extractos:

"Los puertos comprendidos entre las desembocaduras de los ríos Eo y Deva, participan de unas características comunes en cuanto a origen, supervivencia en mayor o menor grado de un patrimonio histórico urbano, una fuerte relación con los barrios de pescadores de las poblaciones y sobre todo en cuanto que integran y caracterizan un paisaje costero. 

En nuestra costa se alojaron los primeros puertos aprovechando pequeñas calas, desembocaduras de rías, ensenadas y abrigos naturales. Las noticias documentales comienzan en la Edad Media en torno al siglo XIII, cuando se otorgaron las cartas pueblas de las villas y abundan a partir de los siglos XV y XVI. En ese momento aparecen en los archivos algunos croquis de nuevos cays y ramblas, al mismo tiempo que en los Libros de las Cofradías de Mareantes se va señalando el fuerte desarrollo de la actividad pesquera incluyendo la pesca de ballena, así como fuerte actividad comercial con Francia, Inglaterra y países del Báltico, industrias de carpintería de ribera, astilleros y actividad conservera o de salazones,,,"

Siendo todo el libro de gran interés, recorriendo este paseo nos parece muy adecuado aquí el apartado titulado Arquitecturas ribereñas, el borde construido

"En la cartografía histórica, que es bastante tardía (la mas antigua para estas villas de pequeño tamaño es del siglo XVII, siendo la más fiable la realizada por Andrés Coello en sus anexos al diccionario de Madoz ya a finales del XVIII), se evidencia la conexión por proximidad, comunicación y funciones, entre los recintos urbanizados y las incipientes dársenas y muelles. Se comprueba también como el caserío se fue adaptando al perfil de la costa, ocupando los bordes de las ensenadas y rías (Figueras, Llanes, Ribadesella) o bien siguiendo la topografía accidentada del acantilado (Castropol, Luarca, Gijón, Cudillero, Lastres). En los muelles han perdurado hasta mediados del siglo XX, rampas de bajada a la zona inundable para cargar materiales arena o grijo destinados a la construcción. Era constante hasta mediados del siglo XX el ir y venir de carros de bueyes, después camiones y tractores para cargar estos materiales, lo que se hacía aprovechando las bajamares" 

Y muy interesante este dato de las difícil circunstancias en la que se desenvolvían los barcos en esta rada:

"El primitivo puerto de Luarca se situaba en la desembocadura del río Negro, donde existía un muelle al que llegaban bergantines, quedó cegado por los arrastres de grijo que se producían en las riadas, llegando a cegar casi todo el puerto, hasta el punto que a finales del siglo XIX había que quitar a los barcos la mitad de la carga para que pudiesen atracar" 

Volviendo a la arquitectura del borde costero Morales Saro escribe:

 "La colonización de los puertos por parte de la arquitectura residencial va acorde con el incremento de la población y se va extendiendo como barrios extramuros. A partir de la segunda mitad del s. XIX y en el XX se construyen nuevos barrios de pescadores en zonas de expansión fuera de los primitivos centros históricos.

 El perfil de los puertos que podemos evaluar a partir de la pintura y el grabado, presenta en las villas amuralladas casas arrimadas a la cerca o construidas sobre ella y un posterior desarrollo del caserío sobre los muelles. Cuando se ha conservado caserío de los siglos XVII y XVIII se advierte un fuerte contraste en estas tipologías respecto a la arquitectura portuaria posterior 

Numerosos edificios que estaban documentados en fotografías han ido desapareciendo por motivos diversos. Al ganarse terreno al agua y desplazarse varios metros el borde litoral, fue preciso desalojar pequeñas construcciones que estaban ancladas sobre el suelo rocoso o arenoso. Casetas para diferentes usos, los llamados «cajones» o construcciones de madera de planta baja, que eran concesiones temporales a ciertos artesanos para ejercer oficios, Balnearios de madera, almacenes portuarios de los que ningún vestigio ha llegado a la actualidad, como los depósitos de sal, vino, cereales, o las antiguas lonjas y puentes y embarcaderos en madera

El panorama de las arquitecturas ribereñas que se conservan en la actualidad constituyen una gama amplia de tipologías y estilos que van desde los siglos XVI al XXI. Por lo que se refiere a la vivienda, abunda la arquitectura popular. Hay además un conjunto de viviendas de piedra a menudo con heráldica y ligados a los armadores y cargos de las cofradías de pescadores. Desde el último tercio del XIX se percibe una evolución hacia la mayor apertura de las fachadas, inaugurándose la tipología de casa de galerías"

La configuración y estructura actual de estos puertos se hizo realidad, con muchos problemas, entre las últimas décadas del siglo XIX, todo el XX y parte del XXI, como así ha sido en Luarca/L.luarca:

"En los últimos 100 años asistimos a dos procesos complementarios, uno de ampliación, refuerzo de muelles y construcción de nuevos diques y espigones y al mismo tiempo la constatación de la industrialización que había requerido sus propios equipamientos para servir a instalaciones fabriles y de almacenamiento, elementos de carga y descarga y conexiones ferroviarias. 

Respecto a las ampliaciones en los siglos XIX y XX hubo muchas dificultades técnicas y económicas. En la documentación y la prensa se va rastreando un panorama que en los puertos pequeños es bastante desolador por el destrozo que sufrían periódicamente las obras debido a la fuerza del mar, sobre todo las de «muelles de afuera» que se internaban a mar abierto. Las noticias remiten a temporales del invierno, que eran cíclicos y daban al traste con las obras realizadas en verano. Desde la época de Carlos III había peticiones por parte de los gremios del mar para arreglos y defensas. Luego serán los municipios los firmantes de estas solicitudes de ayuda" 

Y por supuesto, el gran problema de las galernas, que afectaban muy seriamente a la construcción de estos nuevos puertos 

"Hay numerosos datos sobre las temibles galernas, que con escolleras y protecciones más débiles que las actuales permitían entrada del oleaje, a veces hasta las mismas casas. Un caso notorio sucedió en Candás en el invierno de 1838, cuando el agua llegó a los molinos de mar (molinos que funcionabas con las mareas), situados en el centro de la villa, inundando cuadras y casas14. 

En dicho año, entre los puertos de Candás, Luarca y Luanco contaban con 500 marineros que pedían arbitrios a la corona por haber quedado destrozadas las instalaciones de los puertos. En Gijón entre 1846 y 1855 se construyó un nuevo muelle llamado de «Lequerica», después de que perecieran 96 pescadores el 24 de Enero de 1840, procedentes de Cudillero y Gijón. Los naufragios eran habituales y evidenciaban la necesidad de buscar la supervivencia de los puertos y de la economía de las villas, a base de la protección y refuerzo que aminorase los peligros de entrada y salida de los barcos"

Dedica la autora un artículo en el que engloba a los puertos deportivo y los superpuertos dentro de las últimas intervenciones realizadas en ellos:

"Tradicionalmente el litoral asturiano no se había considerado el más apto para instalaciones náuticas. La dificultad de acceso y comunicaciones a la misma costa, la presencia de numerosos acantilados, junto a un mar agitado parecía poco propicio para deportes náuticos. Hubo una legislación proteccionista como el Plan de Ordenación del Litoral Asturiano (POLA) que tuvo algo que ver en la relativa preservación de la costa. Pero con la aceleración desarrollista de los años 1990 y 2000, nada de esto siguió siendo válido. 

De los 18 puertos pesqueros con lonjas, al menos 13 han sido objeto de grandes ampliaciones que han multiplicado la inicial superficie de los antiguos puertos locales (...) Es un proceso muy concentrado en la última década del siglo XX y la primera del XXI, con importantes consecuencias urbanísticas, patrimoniales y sociológicas. 

Las grandes inversiones realizadas generaron además unas expectativas que no se han confirmado y que basaban su promoción en una bonanza económica y el partido que pudiesen sacar los ayuntamientos y empresas públicas de gestión, de los nuevos entornos y suelo urbano atractivo. Por parte de las autoridades portuarias se exageraron al alza las previsiones de la propia dinámica comercial de los puertos, y a partir de la crisis se ha tenido que rebajar mucho dichas expectativas iniciales. En Asturias se asiste a un agravamiento del problema, porque los diferentes gobiernos autonómicos hicieron una fuerte apuesta por la inversión en infraestructuras turísticas que iban a instalarse en los espacios liberados de los puertos iniciales"

Aquí está el edificio que fue de la Academia Paz, donde estudió Severo Ochoa en su infancia. Es una construcción del siglo XVIII reformada en 1871.La Academia Paz fue fundada por Ubaldo Rico 

Joaquín Morilla García-Cernuda, sobrino-nieto de Severo Ochoa, escribe en Recuerdos familiares sobre Severo Ochoa de Albornoz:

"Mi bisabuela, por razones de salud, pasaba los inviernos en Málaga, por lo que la infancia de tío Severo transcurre entre Málaga y Villar-Luarca. El bachillerato lo cursó en Málaga pero también asistía a clases particulares durante sus vacaciones en Luarca, más concretamente en la Academia Paz, para reforzar las matemáticas, que, según él mismo confesaba, no eran su fuerte"

 La planta baja presenta estas filigranas de gusto barroco

Hermosa línea de edificios a lo largo del paseo, con sidrerías y restaurantes especializados los más en gastronomía local y marinera, uno de ellos La Dársena, de 1969

Son muy amenas las anécdotas de García-Cernuda sobre su tío-abuelo, escogemos esta de sus estancias en la villa:

"En Luarca salía a diario con su citado amigo Jesús y también con quien era su profesor de conducción de coches, Simón Arroyo, que nunca lo dejaron solo y lo acompañaban a todas partes. Al atardecer acudían diariamente a mi casa para tomarse, como decía el tío Severo, «un extra dry», que él mismo se preparaba con una buena copa de ginebra, unas gotas de vermú blanco extra dry y mucho hielo. Lo revolvía con el dedo, rechazando la cucharilla que mi esposa, Marta, le ofrecía, y mi hija pequeña, Cristina, que tenía por entonces unos dos años y medio, colaboraba con su dedito a revolver el combinado del «tío Fabero», como ella lo llamaba. Cuando lo veía triste y con los ojos llorosos, le decía: «Tío Fabero, ¿estás malito?». En esos momentos la niña lo consolaba mucho y le hacía mucha compañía. Incluso se sentaba con ella a dibujar o pintar. Un día le dijo a la niña: «Mira que es torpe tu tío Fabero, que solo sabe dibujar cabezas de caballos y barquitos…», por lo que mi hija le pidió que le pintara un caballito. Tío Severo le dibujó una cabeza de caballo, por cierto muy bonita, y mi hija aún la guarda como un recuerdo entrañable de su «tío Fabero»; firmado, además, porque, como le dijo a la niña, los artistas tenían que firmar siempre sus obras"

Una preciosa vista hacia La Llera, Más allá de la cofradía asoman las casas de La Pescadería. Dentro del desarrollo portuario hubo sucesos como el que relata María de las Cruces Morales Saro en su obra sobre los puertos asturianos

"En 2007 todavía asistimos a una fuerte pugna mediática entre los alcaldes de Navia y Luarca por conseguir un gran puerto industrial, pero no hubo inversión después del fiasco que había tenido lugar en Navia en 1998, cuando se iba a hacer un nuevo dique que fracasó y 200 bloques de hormigón se tiraron a la ría de Navia sin haberse encontrado tierra firme para asentarlos. Los equipamientos recientes de los puertos, son variados y se centran en nuevas lonjas, almacenes, museos, arte público, instalaciones y elementos informativos, diseño y amueblamiento" 

Por su parte, Marcos Palicio, en su artículo referido de Dorados Años nuevos, habla así de asociacionismo y proyectos, allá por el año 2010...

«Luarca, capital del mundo». El titular de un periódico antiguo exagera en la pared de un restaurante de la villa la pujanza de una villa con un aire señorial forjado durante décadas en un carácter colectivo al que muy poco de lo humano le es ajeno. O eso dice el cronista oficial de Valdés, Juan Antonio Martínez Losada, «Estremera», cuando cuenta hasta veinte asociaciones culturales, «que no las tiene ningún concejo del Occidente». Hay banda de música, Conservatorio, coro, grupo de teatro, agrupación filatélica numismática, Asociación de Amigos del Camino de Santiago, Semana de la Ciencia, concursos de relatos en español y asturiano, cursos de cultura popular... «Una dinamización cultural que no se da en otros concejos». Se atisban fondos europeos para instalar aquí el observatorio de mareas y el embrión de una «oferta interesantísima» en proceso para empaquetar todo eso en el auditorio que tendrá el viejo cine Goya, con su muestra sobre la obra que le dio dos premios «Oscar» al director artístico luarqués Gil Parrondo, o la Casa de las Ciencias y el museo permanente para el legado del gran hijo ilustre de la villa, el premio Nobel de Medicina Severo Ochoa"

Aún por entonces no se perfilaba el Camino Norte de Santiago como un importante polo de atracción de gentes, pues nos percatamos que no se le menciona entre los potenciales de promoción del villa y concejo. Justo es decir que, pese a estar señalizado desde 1993-94 al menos, el Camino Norte no era aún tan recorrido como lo iba a ser muy pocos años después. El mismo albergue público está alejadísimo del casco urbano para quien va andando, en Almuña, pero más allá de la autovía. Luego abrirían albergues turísticos en el centro y hoteles y pensiones ofrecerían sus servicios también a los peregrinos enfocándolo de una forma directa y especial hacia ellos

Bellísima estampa de todo un frontal de casas de pisos, todas de época y más o menos rehabilitadas, que miran al puerto. La apertura de la Autovía del Cantábrico acercó mucho más a la costa occidental y a Asturias con Galicia. La circulación por la N-632 y la N-634 fueron plasmadas especialmente por los automovilistas y viajeros que las padecieron, como antes lo habían sido los caminos de peregrinación, trashumancia, viaje y arriería por Las Ballotas o Las Palancas

No es extraño por ejemplo, que aún en los años 60 y 70 del siglo XX se organizasen viajes al centro de Asturias no en autobús sino en barco, mucho más rápido, rentable, cómodo y llevadero que sufrir la carretera, de la que hablan los autores de La villa de los veleros veloces:

"La bellísima e infernal carretera de la costa «aisló» durante todo el siglo XX a la marina occidental asturiana. La superación del tramo entre la Concha de Artedo y Cadavedo exigía especiales dotes de conducción y paciencia. La frontera no era una línea, sino un sector, una tierra para probar el interés por pasar al occidente costero, que protegían las vallotas, especie de fosas anticarro en las cuales se sumergía, retorciéndose, la estrecha cinta de la carretera, que una y otra vez se hundía en las oscuridades fragosas de cada barranco para emerger después a la claridad de la rasa despejada, en un enloquecido vaivén de unos cuantos kilómetros y muchos minutos. Hoy se puede cobrar por hacer este recorrido espectacular. Muchos pagarían.

La nueva carretera que metió por los pelos a la marina occidental en el siglo XX eliminó con una sarta de viaductos la antigua montaña rusa, dejándola en atracción deportiva y paisajística por explotar, pero, además, reforzó las relaciones Este-Oeste en la estrecha franja costera occidental, contribuyendo a soldar internamente una de las unidades territoriales asturianas con más personalidad geográfica: la marina occidental astur, que Luarca encabeza desde el Este. Unidad necesitada de reforzar un proyecto propio con el que dialogar con el impulso metropolitano y con sus vecinos del otro lado del Eo. Mantenerse alejada de ambos y a la vez crear complementariedades con esos dos mundos será la forma de cuidar su gran belleza, su actividad industriosa, ganadera, y su característico poblamiento, factores que, integrados en un territorio, dan diversidad y enriquecen a Asturias"

Villa cuya disposición presenta perfectamente bien este mismo artículo: 

"Luarca se dispone en torno de la desembocadura del río Negro, con ésta y con la ensenada que limitan las puntas del Focicón y de Las Muyeres forma su puerto. De nuevo villa y puerto forman una unidad inseparable, para dar la cabecera histórica no sólo del extenso concejo de Valdés sino de un amplio territorio que se extiende hacia las montañas del Sur y que se engloba dentro de la Comarca Vaqueira"

La lonja, rula o cofradía, donde estábamos hace un momento, admirando aquellos grandes cuadros cerámicos cuyos originales veremos pronto en la Mesa de los Mareantes

La Casa del Mar y la iglesia. Arriba El Mirador del Chano con la capilla de San Martín y San Roque. El Camino, saliendo de Luarca/L.luarca por La Peña, va por las casas de la izquierda. Las del medio son el lugar de La Colorada. Como vemos ese bello balcón natural sobre la villa podremos visitarlo solo haciendo un corto desvío de un instante

Y ese era el estuario del río Negro, que de ser puerto fluvial pasó a ser marítimo con la canalización del curso del antiguo estuario al otro lado de La Llera

Un circuito completo podríamos realizarlo si, luego de subir a La Mesa de los Mareantes, siguiésemos hacia el cementerio, la ermita de La Blanca y El Faro, regresando desde él a La Dársena

El regreso lo haríamos por la carretera del Faro, que rodea L'Atalaya y baja detrás de la Capitanía Marítima. De ello hablaremos en una oportuna entrada de blog dedicada a ello

Balcones, galerías, corredores, todo dando vista al puerto. A nuestra derecha otro establecimiento señero, La Montañesa del Muelle, con un buen reportaje-entrevista en Hola.com en su Guía de restaurantes para disfrutar, realizado por ¡Hola! Cocina a su compañera Estefanía Asenjo, nieta de sus fundadores y que hoy regenta su tío Eugenio. De ello extraemos estos fragmentos:

"Perteneció a mis abuelos maternos y ahora lo regenta mi tío, así que es la cocina con la que literalmente he crecido. Mi tío, Eugenio, continúa haciendo muchas cosas -como el pote asturiano o los callos caseros en temporada- exactamente como los hacía mi abuela hace 50 años (...)

Los pimientos rellenos de centollo. ¡Son de morirse! Y no es para menos con el trabajo que esconden… Todas las mañanas, si pasas por allí antes de que empiece el horario de comidas, verás a mi tío escogiendo kilos y kilos de centollos recién sacados del mar para preparar con ellos este plato. Por mucho que avance el mundo y la tecnología... ¡hay cosas que tienen que seguir haciéndose a mano!"

Un poco más adelante las terrazas señalan otro restaurante del producto local, La Gaviota. De él leemos en Restaurant Guru:

"Es una buena idea pedir unos sorprendentes calamares, un famoso calamar y un sabroso pulpo. No te quedes sin degustar sus bien trabajadas natillas o sus bien preparados helados. Muchos visitantes han reparado en el hecho de que puedes tomar una recomendable sidra en este lugar. No pierdas la oportunidad de probar su extraordinario café"

Dado que estamos recorriendo un enclave gastronómico por excelencia, tengamos presente lo que dice la página de Turismo Luarca de la gastronomía tradicional del lugar:

"La gastronomía de Luarca, como no podía ser de otra forma es indisoluble -a pesar de algunas peculiaridades- de la historia y evolución de la Cocina Asturiana Tradicional basada en el respeto por unos productos excepcionales, la sabia gestión de los productos de temporada (cada uno en su momento óptimo del año) y la amorosa dedicación de cocineras y cocineros, profesionales y particulares, durante muchos años. En este aspecto el repertorio de la cocina asturiana, y su reflejo luarqués, es amplio y excepcional. Una extensa bibliografía se encarga de documentarlo, entre la cual Luarca ha conseguido incorporar alguna receta con nombre propio: Sopa de Pixín Luarquesa (Cocina Asturiana, J. Antonio Fidalgo - Everest) o Congrio al estilo de Luarca (Guía de la Cocina Asturiana, M. Alperi - Silverio Cañada).

Fuertemente arraigados a esa tradición alcanzaron también renombrada fama las Calderetas de Pescados y Mariscos, El Potaje de Berzas, La Fabada asturiana, El Rollo de Bonito al Estilo Tradicional, los Calamares de Potera en su tinta, las inigualables Empanadas de Angulas, de caballa, de solomillo; tradición ésta tan arraigada, que en las panaderías locales aceptaban el relleno casero, identificando las distintas empanadas con iniciales hechas con la pasta"

Muy especial  apartado, como no podía ser de otra manera, es el dedicado a los frutos del mar...

"Como en toda la costa asturiana, antes del amanecer, la flota pesquera de Luarca se va haciendo a la mar. Como coordinados por un orden natural los pescadores luarqueses enfilan la bocana del puerto y se adentran en la noche armados con redes y anzuelos, con el objetivo de traernos “a tierra” los mejores frutos del Mar Cantábrico.

A primera hora de la tarde exponen sus “pescados del día” en “La Rula” para su venta. Allí podremos ver los mejores ejemplares de cada especie, aún vivos, según la temporada: merluza, lubina, lenguado, rodaballo, salmonete, sargo, rubiel, dorada, bonito del norte, cabracho, faneca, perlón, rape, breca… entre los pescados. Nécora, bogavante, langosta, percebe, oricio, santiaguín, buey de mar… entre los mariscos.

Las costas de Luarca han favorecido la selección de la mejor calidad de estos mariscos y pescados, por sus especiales características. Y no es de extrañar que, con este punto de partida, Luarca sumara a su vocación de hospitalidad y turismo, una incomparable “Cocina del Mar”. En una gran variedad de establecimientos luarqueses se pueden degustar la práctica totalidad de las recetas de pescados y mariscos que configuran El Gran Libro de la Cocina Asturiana"

Pasamos al lado de la entrada al malecón del puerto deportivo y continuamos caminando por este paseo, que por momentos su vuelve especialmente culinario...

Seguidamente La Bitácora, de los que participan en las jornadas gastronómicas luarquesas, como por ejemplo la del calamar. Esta es una reseña de la del año 2013:

"En las jornadas del calamar en Luarca, habrá diferentes charlas y coloquios sobre cefalópodos, y menús especiales en los restaurantes de la villa (...). .Puedes degustar los calamares en diferentes formatos (tinta, romana, pote...), pero siempre de la mejor manera y con los mejores calamares de Luarca..."

Sin duda alguna uno de los edificios que más destaca, orientado además al sur, de toda La Dársena, es el ya varias veces citado de la Capitanía Marítima. Su gran galería que casi cubre del todo la fachada es sin duda su detalle arquitectónico más vistoso....

Morales Saro le llega a dedicar toda una sección de su obra sobre el desarrollo urbano de los puertos asturianos: La casa de galerías, un patrimonio definitorio de las "marinas":

"Por su originalidad y adaptación al medio merece una consideración a parte la casa de galerías acristaladas, que mantiene su vigencia en la actualidad y ha llegado a constituir una imagen elocuente de la arquitectura litoral. 

Este tipo de viviendas, coexiste en los puertos actuales con edificios de aduanas, administrativos o lonjas, y fábricas conserveras todo ello valorable como conjuntos eclécticos, modernistas, racionalistas o de arquitectura industrial. 

En las últimas décadas aparecen además nuevas construcciones destinadas a equipamientos náuticos, museos y aulas de interpretación, y hostelería. La casa de galerías es fruto de una evolución en la que se renueva el elemento de apertura de fachadas que ya estaba presente en la arquitectura regionalista: el corredor o solana que aligeraba las fachadas y proporcionaba soleamiento. 

Los corredores o solanas proceden en Asturias de la influencia cántabra y se constatan en palacios y casonas a partir del siglo XVII. Pero el acristalamiento de amplias superficies exigió otra situación técnica y económica que no se produce hasta el siglo XIX y se afianza en el XX, en deuda con el abaratamiento y disponibilidad del vidrio.

 La casa de galerías responde a un concepto novedoso. Las galerías pueden llegar a ocupar todo el desarrollo horizontal y vertical hasta llegar a envolver prácticamente las fachadas. El material portante además de la tradicional madera, (preferida en los ejemplos regionalistas), fue la fundición de hierro y después de 1900 el cemento e incluso el ladrillo...."

En la actualidad siguen haciéndose edificios con galerías, aunque cambien los materiales, guardan la esencia de la arquitectura tradicional imperante en muchos puertos (y otras villas, ciudades y lugares del interior), desde la gran expansión de la industria del vidrio a partir principalmente de la década de 1880:

"Modernamente se hacen galerías en otros materiales que resisten mejor la corrosión, como aluminio lacado, PVC, maderas tratadas etc. En los edificios de la costa, sean de pisos o unifamiliares, abunda la galería en la fachada marítima, con independencia de su orientación. Aunque cumple mejor su función de soleamiento en la orientación S y W, si se trata de obtener vistas está en la fachada Norte (...)

La sustitución de los corredores abiertos por galerías acristaladas fue progresiva, se acristalaron inicialmente pequeñas superficies, por ejemplo solo el paño central o se adosan en el piso superior. Con el tiempo la galería se amplía y tiene mayor protagonismo ocupando dos plantas o las fachadas completas. En las reformas se dejó un sistema mixto que consistía en dejar sin desmontar el primitivo corredor, que queda cerrado mediante vidrio, pero sin perder el antepecho de madera de su origen"

Otra buena muestra de galerías y balcones, vistosamente restaurados, en los edificios en torno a La Catalana, con sus famosas tapas. Más atrás un altísimo edificio de pisos, posiblemente de la década de 1970

Aquí arranca una senda peatonal, al lado de la carretera del Faro. Nosotros proponemos tomarla para iniciar nuestra subida por El Cambaral a La Mesa, regresando luego por aquí. Naturalmente insistimos es una idea, puede hacerse a la inversa, o asomarnos primeramente al final del Paseo del Muelle, por ejemplo, ni que decir tiene que cada quien ha de elegir y hacer lo que más le plazca

Atentos pues esta carretera del Faro es además una de las entradas al casco urbano y puede haber en ocasiones bastante tráfico

Más a la izquierda, si siguiésemos todo el Paseo del Muelle, encontraremos más establecimientos hosteleros, el Todo bien, el Monte Blanc, etc. sus nombres a veces cambian pero suelen estar en el lugar de otros anteriores

Nada más empezar la cuesta la calle se estrecha: vamos a buscar un buen sitio para cruzar a la derecha

Aquí mismamente, con buena visibilidad tal vez podamos hacerlo, frente al edificio de apartamentos Vistademar

Aquí tomaríamos entonces la calle de La Atalaya, que sube en cuesta, adoquinada

Tal y como vemos en la señal, es una vía cortada al tráfico rodado salvo para residentes

Es esta una de las callejuelas históricas de la población, acceso a las antiguas fortificaciones, al cementerio y a la ermita de La Blanca

Vieja placa en el edificio que hace esquina

Y en la misma calle, al lado de su fachada, panel con información de este barrio: El Cambaral

Un poco más adelante hay una explanada y un cruce

Nosotros proponemos ir a la izquierda para subir directamente a La Mesa, siguiendo calle arriba

Enlazamos con la calle del Reguero, donde podemos detenernos un instante para contemplar el paisaje

La Dársena, La Llera, La Pescadería, y a la izquierda la zona de la iglesia, la subida de La Peña y El Chano

La cuesta que nos aguarda desde El Crucero y la Plaza de los Pachorros para salir de la villa...

El Muelle Nuevo, El Martillo o dique de El Paso, El Náutico, las playas y los Jardines de La Fonte Baixa, que era como se llamaba también antaño a ese arenal, al menos en los mapas antiguos

Y esta es la cuesta que tenemos ahora enfrente, con sus casas escalonadas, al pie de La Mesa

Las antiguas casas de los pescadores muestran una fisonomía diferente a las del puerto, antaño en buena parte habitadas por la burguesía local, navieros, comerciantes, indianos, etc.

Las farolas de esta preciosa y coqueta rúa marinera imitan las de las lanchas de pesca...

Aquí se nos presentarían dos posibilidades: una es subir directamente de frente por entre las casas escaleras arriba, otra sería continuar por la calle de La Atalaya, a la izquierda

Proseguir por la calle, que nos ofrecerá muy buenas vistas, es lo que vamos a hacer nosotros en este caso

Fijémonos en la estructura de muchas de estas casas, tan estrechas y aprovechando al máximo el terrenos de su planta hacia arriba, que hemos visto en muchos puertos cantábricos: abajo estaría la bodega de los apareyos de pesca y arriba cocina y vivienda. En ocasiones eran familias numerosas que vivían en un muy pequeños espacios

Ya pasada la posguerra se fueron construyendo algunos edificios de pisos, pero por lo general las nuevas urbanizaciones se fueron construyendo al sur de la villa, siguen el valle del río Negro, o saltando a la rasa costera, hacia Almuña

Calle arriba la cuesta no será muy larga pero sí empinada a lo largo de esta hermosa rampa adoquinada

Las casas parece colgasen literalmente de la pared acantilada, casi vertical en esta zona

A nuestra izquierda tenemos un maravilloso mirador sobre el puerto...

Parece por la forma hubiese sido antes una casa...

Justo encima y seguidamente, la parte alta tiene aún mejor vista, menos tapada por las casas colindantes...

Es como un gran balcón sobre puerto y villa...

No nos resistimos a asomarnos y mirar...

De frente La Llera, el Muelle Nuevo, El Martillo, El Náutico...

El Puerto Deportivo, la Capitanía Marítima, Marchica, la Playa Primera, La Pescadería...

El Puente del Beso incluso, todo ello lugares por los que hemos pasado o muy cerca...

Abajo la carretera del Faro y las casas del Paseo del Muelle hacia la bocana del puerto...

Todo el magnífico anfiteatro luarqués ante nosotros, un lugar de extraordinaria belleza...

El encantador Paseo del Muelle y arriba La Carril. En la distancia, al sur, las montañas de las brañas vaqueiras

Y aquí nos asomamos a esta misma calle de La Atalaya por la que estamos subiendo

En lo alto Torrealtina, una de nuestras referencias visuales desde que  entramos en la población

Y ahora, desde el mirado, reemprendemos la cuesta por esta cuesta de El Cambaral. Vemos arriba del todo, ya muy cerca, el solar de La Mesa de los Mareantes, en lo alto de L'Atalaya o La Telaya

Retomamos la subida entre las casas del barrio. La parada en el mirador fue muy de agradecer en este precioso paseo, no muy largo, pero sí realmente intenso, descubriendo metro a metro la historia luarquesa 

Las casas y sus explanadas se levantaron sobre la misma roca, que asoma aquí en este muro

Y ya ante nosotros el último repecho antes de llegar a lo alto de La Telaya

Las casas se asientan en pequeñas explanadas a manera de escalones. En esos terrenos hay algunos bellísimos jardines, tal que este, otro balcón sobre Luarca/L.luarca, con magníficos paisajes...

Vemos las casas blancas, pero lo normal era que se pintasen con la misma pintura que las propia barcas, por una cuestión de economía. De esto nos informan en el libro unidad didáctica (varios autores), Trabajar para comer. Producción y alimentación en la Asturies tradicional, apartado  Las villas pesqueras y sus gentes:

"Sus viviendas, muchas veces colgadas en los acantilados o laderas, como todo el pueblo de Cuideiru-Cudillero, el barrio de Cimavilla de Xixón/Gijón y los de Cambaral y la Pescadería de L.luarca, eran los más pobres de las poblaciones. Solían ser, por lo general, viviendas de fachada estrecha entre medianeras y estructuradas en dos o tres pisos y para proteger la carpintería exterior, se pintaba de tonos vivos: rojo, verde, azul y marrón, excedentes éstos de los empleados para las barcas"

Un fuerte golpe a la marinería luarquina le vino dado con las reformas liberales del siglo XVIII que suprimieron los antiguos gremios, entre ellos los de mareantes, según explican también en la obra antes mencionada

"La existencia de los hombres de la mar siempre estuvo llena de calamidades y de peligros, pero aún más en el siglo XIX con el Estado liberal que deshizo sus gremios y cofradías y con ello les privó de los amparos y defensas que éstas les daban. Las propiedades colectivas de los pescadores pasan a manos de los ricos, que solían ser comerciantes o prestamistas de la localidad que, por lo general, carecían de la suficiente sensibilidad para velar por el bienestar de los pescadores.

 “El faro gremial de L.luarca dejó de lucir cuando la Desamortización traspasó a los ricos capitalistas los bienes de la Cofradía. Y así, desde 1837 hasta 1859, se contaron allí veintidós años de auténtico “obscurantismo” que dio lugar a varios naufragios con las consiguientes víctimas humanas" (Casariego, 1976: 151)

A la izquierda pasamos ahora al lado de una gran quinta y caserón, Las Torres, que extiende sus torres, muros, vivienda y otras dependencias a lo largo de la calzada...

Por aquí subirían antaño los atalayeros a otear los mares, la llegada de la preciada ballena, que fue sometida a tal caza que desapareció del Cantábrico desde entonces, a no ser esporádicos ejemplares que aparecen esporádicamente en determinadas épocas. Esa extinción aconteció en el siglo XVII, si bien un siglo después, en 1777 (Respuestas al interrogatorio de Tomás López), se sabe aún se conservaban los hornos en los que se sacaba la grasa

Otra de las torres de la quinta, que se alza sobre la calle, nos sirve de referencia para saber que ya estamos acabando la subida

Aquel muro cierra una gran finca arbolada, donde empiezan los aparcamientos: nosotros, siguiendo la calle iremos a a la derecha

Aquí acabamos de subir: de frente se va al cementerio y la ermita de la Blanca, pero nosotros iremos primeramente a la derecha: hemos llegado a La Mesa

Vemos ya la garita de defensa en uno de los vértices de la antigua fortaleza, reformada como hemos dicho en el siglo XVIII en un enclave que debió de estar fortificado al menos desde la Edad Media, el cual ya habría sido reformado en la centuria del 1.500. La Mesa de los Mareantes propiamente dicha está justo al otro lado del muro de la derecha

Aquí ya vemos en la pared una cruz de azulejos con representaciones de naos, bergantines, carabelas... las embarcaciones del antiguo Gremio de Mareantes

Y justo al lado de la garita, en un lienzo de la antigua fortificación, un gran mural cerámico 

Se extiende a lo largo de todo este largo paredón que vamos a recorrer entero

Son catorce paneles de azulejos de Talavera que, basados en acuarelas de Gerardo Ortiz Alfau, escenifican diversos avatares de la historia local, desde los ataques vikingos a la concesión de la Carta Puebla, la pesca, la caza de la ballena, incursiones enemigas, batallas, vida cotidiana, devociones, Semana Santa luarquesa, comercio, navegantes, naufragios, emigración... así como unos versos de José María Uncal en homenaje a los marineros que dejaron su vida en la mar

Pero antes, en otro tramo de muro de la vieja fortificación, vamos a acercarnos a la Mesa de los Mareantes, situada en otra bella-explanada y mirador. Todo este lugar fue bellamente acondicionado entre los años 1955 y 1959 

Esta es una representación de la mesa en la que el Novillisimo Gremio de Navegantes y Mareantes de Luarca celebraba sus reuniones. Es de pizarra y dispone alrededor de bancos de piedra

En la pared está el gran panel semicircular del artista asturiano Goico Aguirre (escultor y pintor), cuya copia vimos hace un momento en la cofradía

Sería una reunión de los capitanes de las naos, y miembros del gremio, ante esta mesa. Por su vestimenta se supone sería de hacia el siglo XV y, como dijimos en la cofradía, están decidiendo si salir o no de puerto

Hay sobre la mesa una casa y la maqueta de la nao. Los partidarios de salir se pondrán al lado de esta última, lo de quedarse, al lado de la casa. Si ganan los de la salida se dejará no obstante al albedrío de cada capitán salir o no, pero si ganan los de quedarse se prohíbe a todos navegar

La centuria en la que se data la escena representada corresponde a la de la publicación de las Ordenanzas de Mar de L.luarca (1468), que rezan así en alguna de sus disposiciones

“… ordenamos que todas las embarcaciones que hayan de salir a la mar sean sanas y estancas de maderas, y mástiles y velas, y vayan fornecidas debidamente de hierros, apeos, y cuerdas y palamenta, y que si hubiese duda de ello que sean miradas de maestro calafate … y no sean dadas licencias de salir a la mar a nao o pinza o batel si no estuviera estanca o sana”. “… ordenamos que si algún ome rescibe feridad al hacer los oficios de la nao tanto en mar como en puerto y de ello quedara doliente días y días, que sea llevado a casa buena y que reciba su pan, su vianda y cuidados que hubiera menester hasta que cure, y si falleciera, que reciban su viuda u hijos su quiñón entero y los dineros que se hubiesen gastado en dicha dolencia, o herida, sean sacados de los dineros de limosnas de este novilísimo gremio"

“… ordenamos que todos los cofrades sean dadivosos de dar XXV maravedíes al final de las pesquerías y que juntos los dineros en el arca del gremio sean dadas de ellos dineros de limosnas a los cofrades pobres y flacos, y viudas y huérfanos que no lo puedan ganar y que ningún hombre del gremio sea codicioso de no dar dicha limosna, so pena de no serle dada licencia para salir a la mar y de no recibir su limosna si por mudanzas de fortuna la hubiera algún día menester”

Enfrente hay un ancla, tal vez de alguno de aquellos últimos veleros que aún arribaban a puerto a principios del siglo XX. Sin embargo no hay ninguna placa que informe de su procedencia, por lo que es una mera elucubración

Y aquí está además, recuperado, uno de los antiguos cañones de esta fortaleza. Está vinculado a la producción artillera inglesa de entre la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII. Su éxito fue tal que se comercializaron rápidamente y se exportaron con éxito. El gobierno inglés intentó que no fuesen a parar a manos enemigas, pero el mercado negro y la instalación en Suecia de fundidores ingleses que copiaban los diseños, hizo que llegasen igual, he aquí la muestra. Llegaron a ser tan populares que se les llamaba Finbankers, pues su fábrica estaba en la sueca Fingspan

Un panel nos cuenta la historia de La Mesa y de este enclave tan estratégico, atalaya del mar y del puerto

Y nos informan de la vista que tenemos desde aquí. Es lo que hemos visto ya antes desde el mirador de la cuesta...solo que desde un poco más arriba...

Bajo nosotros, unas huertas. Tradicionalmente los pescadores tenían un poco de tierra tras las casas para suministrarse de algunas hortalizas...

De todas maneras, también aquí, algunas casas tapan parte de la vista, pero es solo apartarse unos metros para disfrutar de un más amplio panorama...

Más huertos en los terrenos entre las casas, que dan vista al Paseo del Muelle

La Dársena, en una panorámica realmente inolvidable

El Puente del Beso, el río Negro, La Pescadería y El Chano...

La Casa del Mar, la iglesia y arriba la cuesta de La Peña...

Vamos a volver inmediatamente hacia la Mesa de los Mareantes pues aún tenemos pendientes de ver los paneles de la historia de Luarca/L.luarca

Para llevar un buen orden cronológico vamos a volver a la garita y verlos de izquierda a derecha...

Empezamos en el año 842 con un ataque de los normandos a este barrio de Los Cambarales (recordemos que durante un tiempo fue así llamado, al haber de arriba y de abajo). Se dice fueron expulsados por las gentes de Valdés al mando del por entonces señor de esta tierra Don Teodorico de Villademoros

Pasamos al año 1248 y a la conquista de Sevilla, donde el cuadro representaría a una de las naos armadas para el rey Don Fernando por el Gremio de Mareantes

La concesión de la Carta Puebla por el rey Alfonso X El Sabio en 1270, legislando especialmente sobre balleneros, pesquerías y comercio marítimo

1380, marinos y barcos luarqueses en el ataque a los arrabales de Londres Londres y a otros pùertos ingleses con la escuadra de Tovar


Aparición de la imagen de la Virgen en 1530 en la Cueva de la Blanca, muy cerca de aquí


Los balleneros... 
Arponeros astures de Luarca,
dura raza, señora del Océano
dominadora del viento y de la ola
rival del ballenato entre la espuma

Desembarco y posterior expulsión de las fuerzas del corsario hereje Joan Arry en la Playa de Salinas en 1601. Se le capturó una bandera con el emblema del Dragón de San Jorge


Fundación de la Cofradía de Nuestro Padre del Buen Jesús Nazareno en 1695 por el ermitaño Juam de la Cruz, que vivía al pie de la capilla gremial de L'Atalaya, siendo apoyado por cien vecinos marineros. Es el nacimiento de la famosa Semana Santa luarquesa


En 1745 corsarios luarqueses recuperaron el navío San Antonio, de la Real Compañía de Caracas, que había sido apresado por cruceros ingleses. En 1746 las baterías situadas en este promontorio y fortaleza cubrieron a la fragata en la que llegaba el Virrey de México, atacada frente a la concha por una escuadra británica. Se logró dispersar al enemigo, destruyéndole un navío


Aquí se conmemora al Regimiento de Luarca, creado con la francesada o invasión napoleónica, que participó en la campaña de Galicia de 1809, la reconquista de Luarca/L.luarca en 1810, así como la ofensiva que culminó con la toma de Toulouse en abril de 1814


Naufragios, recuerdo a los muchos luarqueses que dejaron su vida en el mar. Especialmente terrible fue el de 1819, cuando una flotilla de lanchas boniteras fuer arrasada por una galerna, pereciendo 138 pescadores. A ellos les dedica José María Uncal estos versos


Bergantín de Indias, singladura de Filadelfia a Luarca/L.luarca de 1896.No se lee bien el nombre del buque, pero sí que fue construido en los astilleros de La Llera y estaba tripulado por luarqueses capitaneados por Don Rafael Ochoa. Los veleros veloces de la navegación romántica, el canto del cisne de la vela antes del triunfo del vapor, todo un símbolo de la historia de la navegación


Emigración a las américas... "Naves y hombres se ven para el lejano navegar... "


El rancho de los pescadores o de la compaña a bordo de una lancha bonitera, precedido de la oración de los pescadores "para que Dios les libre de los innumerables peligros de la mar"


Desde La Mesa, como hemos dicho, podríamos completar nuestra visita a L'Atalaya o La Telaya subiendo por las escaleras hacia la carretera del Faro y ver varios lugares muy importantes que aún tenemos pendientes, primeramente el cementerio de Luarca/L.luarca, que pese a ser lugar de tristezas y recuerdos tiene tan excelsas vistas que ha sido incluido entre los diez más bonitos de España, así como la ermita de la Blanca, con sus tradiciones y leyendas, dando vista a la Playa de Las Arreas, y El Faro, también construido sobre antiguos emplazamientos de las baterías costeras









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