Bajando al valle de Tamón por La Binada |
Tras bajar del Monte Areo y dejar atrás los campos llanos y abiertos de El Valle, en Carreño, el Camino Norte entra en la también carreñina o carreñense parroquia de Tamón al oeste del concejo, aproximándonos a Avilés, bajando la cuesta de La Binada. El paisaje es de praderías y matorrales, con numerosos arbustos y monte bajo, muy natural e incluso agreste, sin núcleos poblados, pero pronto cambiará al pasar a una de las zonas más industrializadas de Asturias
Según avanzamos en suave descenso hacia el valle de Tamón divisamos la Sierra Bufarán, de la que existe una importante confusión con el nombre de aquellos picos, un error cartográfico de hace unas décadas fue repetido a partir de entonces llamando Gorfolí al pico alto de la derecha, donde están las antenas, cuando en realidad es el de su izquierda, también llamado Forfolíz (en medio de la foto)
Y el que ahora conocemos como Gorfolí era en realidad El Pedregalón, de 623 metros de altitud, el más alto de la sierra, también conocido como La Cruz de Taborneda, al emplazarse en su ladera oeste el pueblo de Taborneda, concejo de Illas, famoso por los quesos de este pueblo y por los de La Peral, al otro lado de este cordal
Más a la izquierda, aún más lejos pero en la misma sierra, es el Picu del Cuervu (525 m), donde confluyen los concejos de Illas, Llanera y Candamo
Los cordales costeros son otra característica de la franja litoral asturiana, que se alargan de oriente a occidente en paralelo a la línea de costa, separando la marina de los valles interiores
Un paisaje de picos, puertos de montaña y lomas que se prolongará por todo el occidente astur. Por allí hay pasos, no señalizados oficialmente, que comunican históricamente los caminos costaneros e interiores entre Asturias y Galicia, los que ahora llamamos Camino Norte y Camino Primitivo
En ocasiones, quienes caminaban por la costa se dirigían al interior por diversos motivos, siendo los principales el paso de las rías, numerosas y sin puentes, para lo que era necesario pagar el preceptivo peaje a los barqueros, uno de los oficios más temidos de aquellos largos siglos, pues en sus endebles y atestadas barcas, a veces simples balsas, cargaban gente y ganado con gran inseguridad
La situación se agravaba con temporales y riadas, cuando no ya las rías, sino incluso los más pequeños regatos se desbordaban inundando los caminos, que anegaban o convertían en ríos y torrentes, o provocando desprendimientos que los cortaban. Y es que en lugares como las agrestes Ballotas las montañas se precipitan literalmente sobre el mar, habiendo de sortearse por el interior
Pero también ocurría lo contrario, era frecuente que los puertos de montaña del interior se volviesen intransitables por las nevadas durante muchos días del año. No olvidemos que los inviernos eran especialmente largos y fríos. Ahora sabemos la causa, entre los siglos XIV y XIX Europa vivió la que se llamó la Pequeña Edad de Hielo, con fríos especialmente intensos
Esta llanada y la loma de nuestra derecha es el extremo de La Iría San Grabiel, llamada así por una pequeña capilla de esta advocación, actualmente desaparecida. Se trata de una llanura verde que conforma el llamado Valle de Carreño por antonomasia
A nuestra derecha, al otro lado de este prado y paralela al Camino, discurre la Vía Verde del Estratégico, una línea ferroviaria que no llegó a inaugurarse dentro del Ferrocarril Ferrol-Gijón, de la que hablamos en nuestro itinerario por El Valle, la cual fue aprovechada como ruta senderista tras habilitarse por una escuela-taller entre los años 2011 y 2012
Esta habría sido el tramo de Avilés a Aboño del ferrocarril, la cual fue en parte habilitada con fines estratégicos durante la Guerra Civil, pues no olvidemos tampoco que la República tenía un aeródromo en El Valle. Al entrar los nacionales se optó por desmantelarla y empelar sus materiales en construir o reconstruir otras líneas estimadas más perentorias
El Ferrol-Gijón aprovecho luego otro trazado preexistente, el del Ferrocarril de Carreño, que empezó como tren minero para las minas de hierro de El Regueral, arrabal de Candás (capital de Carreño), y pasó luego a pasajeros, el cual discurre unos kilómetros más al norte, enlazando Gijón/Xixón, Candás y Avilés
En nuestros días pastan en estos campos las celebres vacas de la raza asturiana de los valles de Carreño o vaca carreñana, tan bellamente glosadas por el cronista oficial don Marino Busto y cuya ficha en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación dice lo siguiente:
"Pertenece al tronco castaño y su origen es europeo, posiblemente fue introducida con las invasiones celtas. Siempre tuvo una notable presencia en todo el territorio astur-leonés hasta mediados del siglo XX en donde, con la introducción masiva de razas extranjeras, se redujeron los censos hasta prácticamente su desaparición. A principios de los años 80 del siglo XX se comienza la recuperación y mejora de la raza y se crea la Asociación de criadores. En los años 90 del siglo XX se produce una gran recuperación de los censos y comienza la expansión hacia otras regiones españolas"
En el siglo XVIII, en la obra España Sagrada, el Padre Manuel Risco relata el tránsito por el Camín Real de la Costa entre Ribadeo y Cantabria, hablando de este lugar así:
"de Gijón a Avilés, se cuentan cinco leguas caminando por las peñas que se dicen de Husón que están a dos leguas de Avilés"
Siguiendo sus pasos, el erudito historiador Carlos González Posada cree entender que Husón se refiere a Tamón, manifestando que pudiese ser un error de transcripción. Luego, quien fuera el cronista de Carreño por excelencia, Marino Busto, plasmaría esto en su Historia del concejo de Carreño en la general de Asturias:
"A nuestro juicio, haya o no confusión en los topónimos, la situación geográfica expuesta por Risco, es muy aproximada a la realidad. Las cinco leguas de Avilés a Gijón, más o menos, vienen a ser los 29n kilómetros, que por el antiguo camino real había entre ambas villas y las peñas a que se refiere a dos leguas de Avilés, no pueden ser otras distintas a los peñascos que una vez pasado el río del pueblo, en dirección al Valle de Carreño, por el camino del que se habla, se hallan en Tamón y dan nombre al lugar de La Peña"
Por su parte el filólogo y toponomista Xosé Lluis García Arias expone que Tamón se trataría, como en tantos otros casos, del nombre de un antiguo posesor, Tammon(ius) de raíz lingüística romana o altomedieval
Setos silvestres, matorrales, árboles y arbustos forman aquí en ciertos tramos un precioso túnel vegetal
No hay núcleos poblados ni casas, siendo un trecho relativamente solitario pero por el que suelen transitar peregrinos continuamente, así como paseantes y senderistas, así como excursionistas rumbo al cercano Monte Areo
"La asturiana de los valles, también llamada carreña o vaca roxa, es una raza vacuna española autóctona de Asturias. Actualmente existen rebaños en prácticamente todas las Comunidades Autónomas españolas siendo su principal zona de cría la Cornisa Cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco)
Con un peso de entre 600 y 700 kilos en hembras y hasta 1200 en machos, los ejemplares de esta raza poseen un pelaje con colores que van del caoba al castaño claro. Es típica de esta raza la degradación del color en la cara interna de los miembros. Utilizadas como excelentes productoras de carne. Poseen mayor longitud en sus patas traseras para adaptarse al terreno montañoso de Asturias (60 cm más largas).
Pertenece al Tronco Cantábrico (perfil cóncavo y capa castaña) de los bovinos autóctonos españoles. Tradicionalmente aprovechada por su triple aptitud leche-carne-trabajo, sufrió un grave retroceso con la llegada de razas lecheras especializadas, principalmente la frisona y la parda alpina. Sin embargo a finales de los 70 distintas circunstancias económicas, sociales y laborales, produjeron un cambio a favor de la raza. Hoy en día presenta el mayor censo de todas las razas autóctonas. Los esfuerzos que lleva realizando desde 1981 la 'Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Asturiana de los Valles' (ASEAVA), en cooperación con distintas administraciones, ha posicionado a esta raza en la vanguardia de la ganadería española.
Es autóctona del Principado de Asturias, concretamente de sus zonas costeras y valles de los principales ríos. En la actualidad la mayoría de los ganaderos se encuentran en el área de la Cornisa Cantábrica y empieza a extenderse a puntos de Extremadura donde se encuentra la mayor explotación de esta raza , Madrid, Toledo, Guadalajara, Córdoba, Huelva, Cádiz, casi toda Castilla y León, Galicia, País Vasco, Cantabria y Teruel En el año 2015 se abrió la primera explotación de ganado vacuno en las Islas Baleares En total hay unos 97.000 animales de esta raza"
"En "Lodos" del lugar de Villar, hubo conocida en el siglo XIII una "Malatería" hospital de leprosos. Canella relacionado con Tamón manifiesta: "En su territorio los señores de Solís eran patronos de la desaparecida Malatería de S. Bartolomé de Lodos". Sobre ella, el doctor José Tolivar de Faes, aduce que, "la misma ya aparecía en testamentos del 27 de julio de 1266 y 19 de septiembre de 1348". Sobre este último extremo, en anotaciones de Jovellanos, sin fecha, recogidas en el Archivo del Convento de S. Vicente de Oviedo, se afirma que pertenecía a don Fernando Álvarez Valdés, quien anteriormente había otorgado otro a 12 de marzo de 1343, por el que disponía se vendiesen sus vacas y lo que valiesen lo dieran a los "lazerados" de S. Lázaro, que moran en tierras de Asturias, añadiendo: "a la Malatería de Lodos mando sendas fanegas de pan". Hemos visto en una importante publicación del año 1970 que a "Pedro Solís protonotario del Papa Alejandor VI (1492-1503) se le atribuye la fundación de la Malatería de S. Bartolomé en el lugar de Villar (Tamón). No pudo haber sido posible, puesto que, como queda dicho, es tres siglos anterior a la existencia del expresado Solís, quien posiblemente la tuviese bajo su patronazgo, que pertenecía a tenor de todas las noticias a la ilustre noticia de su apellido"
"Situábanse las malaterías corrientemente en los límites de los concejo y pasos obligados, entrecaminos, siendo en su mayoría pequeños edificios capaces para cuatro y seis enfermos, llamados "malatos" que padecían "la asquerosa y repugnante enfermedad denominada fuego de S. Andrés que era una degeneración de la antigua lepra que en el día se la conoce como Pelagra o "mal de la rosa"
"Desde el siglo XVI, por lo general, el ingreso de los enfermos se realizaba mediante certificado médica, habiendo de pagarse una cuota de entrada que variaba entre diez ducados, una vaca, la fundación de una renta perpetua de un celemín, media hemina o tres copines anuales según sitios y épocas. Parece que no recibían asistencia médica. Tolivar de Faes, arguye: "Quizá pueda hablarse de una empírica terapéutica ocupacional, de una sugestiva cura de aires y, de otra, más sugestiva aún por medio de consejas y fórmulas supersticiosas". Y cierto sería que, los enfermos de la Malatería de "Lodos", al igual que las de otros lugares, pese a amenazas de castigos, mendigaban por las aldeas y hasta a veces dormían fuera del hospital, contraían matrimonio, vendían y compraban, conservaban otros varios derechos. De todas maneras estaban sujetos a normas y aislamiento"
"En el siglo XVIII, cuando ya la enfermedad había decrecido por el aumento de Médicos, se creó el Real Hospicio de Oviedo, que absorbió los bienes y rentas de todas las Malaterías de Asturias por la Audiencia de acuerdo con la Real Cédula de 1769. Carreño, le pagaría como cuota anual 300 reales"
"Setenta y siete viviendas expropiadas, cuatro molinos de agua destruidos y hasta cuatro edificios escolares derribados. Ése es el balance que han dejado la industria y la autopista «Y» en su paso por la parroquia carreñense de Tamón. Desde los años cincuenta, con la instalación de la empresa siderúrgica Ensidesa, ahora Arcelor-Mittal, esta localidad ha sufrido hasta la fecha un sinfín de expropiaciones. «Tamón ha sido una de las parroquias más vilipendiadas de Asturias y, sin embargo, no ha sido aún compensada», denuncia Manuel María Noceda, presidente de la Asociación de Vecinos de San Juan de Tamón
A lo largo de todos estos años, los vecinos han tenido que ver cómo el patrimonio histórico de su pueblo ha sido cubierto por el polvo de la industria. Un ejemplo son las escuelas rurales, erigidas en 1920, una de las construcciones emblemáticas de Tamón. Compuesta por una vivienda para los maestros y dos módulos de enseñanza, esta edificación fue derribada en los años sesenta por la antigua Ensidesa. «La multinacional expropió varios terrenos y entre ellos en el que estaba ubicado el centro escolar», explica Noceda. Hoy no queda rastro de ella, pero sí del germen de su destrucción, una cantera que, aunque fue rellenada con el cese de su actividad, aún conserva su huella.
A raíz de la demolición de este edificio, las escuelas de Tamón, hasta la construcción de unas nuevas, estuvieron rondando por varios locales de la parroquia, entre ellos el cabildo de la iglesia. No obstante, las escuelas volverían a ser protagonistas de una nueva agresión en los años setenta. Esta vez no por la industria, sino por el proyecto de construcción de la autopista «Y», que une Oviedo, Gijón y Avilés. Es entonces cuando «se tiran las escuelas y se construyen otras prefabricadas, que serán eliminadas posteriormente cuando se haga el acceso a la autopista desde Tabaza», dice el presidente de la entidad vecinal. Pero lejos de que este capítulo llegue a su fin, en los años noventa, con la instalación de la multinacional Du Pont, se vuelven a tirar. A partir de ese momento las escuelas pasan por varios edificios de la parroquia hasta que se construyen las actuales, hoy en día convertidas en centro social. Las escuelas cerraron sus puertas hace dos cursos por falta de alumnos"
"Con la empresa Praxair Ibérica y parte de Cogersa y de las multinacionales Arcelor-Mittal y Du Pont asentadas en su territorio, Tamón está situado en el centro del motor económico e industrial de Asturias. Todo ello generó, como es lógico, otro problema: la contaminación: ambiental, por las fábricas, y acústica, por la carretera. «El ochenta por ciento de la contaminación que hay en Tamón la produce la autopista. Hay muchas casas ubicadas cerca de la carretera, donde no se puede mantener una conversación normal», asegura Manuel María Noceda. Como solución, la asociación de vecinos lleva solicitando, sin éxito, desde hace más de diez años, la instalación de pantallas acústicas que aminoren el ruido, ya que, según publicó Ingenieros Asesores en su estudio, en Tamón se superan con mucho los decibelios permitidos. De hecho, la propia empresa aconsejaba la reubicación de la población dentro de la localidad. «Este estudio llegó al Ministerio de Fomento, pero ni se pronunciaron al respecto ni actuaron para solucionar el problema», se queja Noceda.
Todo ello ha ido motivando el progresivo despoblamiento de la parroquia. Ya sólo con las expropiaciones, en su día «marcharon de Tamón alrededor de 250 personas», aclara Manuel María Noceda. Actualmente, esta localidad cuenta con una población de 350 habitantes, siendo, pues, una de las menos pobladas de Carreño. Además, «la media de edad es muy alta, porque los jóvenes se marchan», indica Arsenio Sánchez, vicepresidente de la entidad vecinal"
"Atraviesa esta parroquia el camino real de Gijón a Avilés y a este lo cruza el de Gozón y Luanco a Oviedo. El distrito de ella es muy capaz y tiene un fresco río, abundante de truchas y anguilas y bien arboladas sus orillas de nogales, olmos, álamos, chopos, alijos(o humeros) y otros que crecen fácilmente a beneficio del riego perpetuo en sitio templado, y buena miga de tierra, impregnada en materias volcánicas, de que en 1790 se han presentado muchas muestras"
"La parroquia de San Juan de Tamón, inmediata a la de Ambás y última de Carreño por el Mediodía; está con el mismo titular en una donación de la reina doña Urraca en la era de 1150 (año 1112)"
"El edificio actual, al que se asciende desde la carretera por una escalera de piedra con doce peldaños, presenta una original torre cuadrangular, estrecha y rematada en pirámide desproporcionada a la obra con una cruz en la cúspide. En su conjunto el aspecto del templo tienen absoluta disconformidad con la arquitectura tradicional de los demás del Concejo debido precisamente a la torres construida en 1905. Es de advertir que la cúpula no es la original hecha de cinc y destruida (...) por un rayo en día de tormenta. La de ahora es de ladrillo, de menos altura y esbeltez que la anterior"
En el citado artículo Tamón, despojada por el progreso, se nos da alguna noticia más de esta iglesia tras su restauración:
"Así, el desarrollo económico e industrial de Asturias ha pasado factura a Tamón. Según sus vecinos, la industria les ha dejado huérfanos de construcciones relevantes. «Tan sólo nos queda la iglesia de San Juan de Tamón», apunta Arsenio Sánchez. Este templo data de 1906 y está provisto de una original torre cuadrangular y estrecha, rematada en pirámide. La iglesia se encuentra en un buen estado de conservación y ha sido reparada recientemente con una subvención de 52.000 euros. Como curiosidad, y fruto de esta última obra, la iglesia de San Juan de Tamón es uno de los pocos templos que poseen servicios en su interior, algo no muy frecuente en los templos asturianos"
Muy interesante es además el aporte de la obra El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, cuando dice:
"... San Juan de Tamón, igualmente de lejano origen medieval; en sus proximidades otro establecimiento ventero amparaba a los romeros y viajeros en tránsito"
La memoria de esta antigua posada caminera se ha mantenido en el topónimo del cercano lugar de La Venta. En el año 2007 se descubrió una pared procedente de un antiguo santuario prerrománico precedente
Estas arboledas delatan además el curso del río Tamón, donde hace años molía el Molín de Santiao, que tenía casa, Ca Santiao'l Molín, que desapareció con estas antiguas canteras de Ensidesa, al igual que el llamado Molín del Indianu, de Costante l'Indianu o de Francisco l'Indianu
De la iglesia parroquial de San Juan de Tamón hallamos estos datos en Asturias Verde:
"En el año 2007 se descubrió una pared con una la larga setera de 110 cm por sólo 12 cm de luz posiblemente de origen románico; aunque algunos elementos de la construcción como la utilización de un muro de mampostería irregular, con las esquinas marcadas con sillar escuadrado de menor tamaño que el románico, conocido como “sillarejo”, es más característico de la construcción prerrománica. Los piedras sillares que rematan las esquinas se abren como ménsulas para recibir el tejado y formar un saliente o cornisa que proteja el muro de la caída de las aguas, tal como es común en las iglesias del prerrománico, muy patente ya en la obra del arquitecto de Alfonso II en Santullano, el maestro Tioda. En el testamento de Alfonso III y Jimena de 20 de enero del año 905 se incluye, entre otras anotaciones, la siguiente: “in Tavaza ecclesiam Sancti Johannis cum sua villa”. Coinciden con el actual descubrimiento el titular de la iglesia y el lugar ( Ver Francisco Monge Calleja. “A la búsqueda del Prerrománico olvidado”. Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo. Oviedo, 1999. Tomo I, ficha nº 119, pág. 269). Por lo que la pared podría pertenecer a la iglesia prerrománica citada en el 905 y la saetera a una reforma posterior; puede que de la época, en que se vuelve a citar la iglesia, de la donación realizada por la reina Doña Urraca a la catedral de Oviedo, en el año 1112.
El resto de la iglesia corresponde a una obra de finales del XIX principios del XX, ya que la torre se terminó en 1905, el conjunto es de estilo neogótico.
Iglesia de planta rectangular, de tres naves, con cabecera de planta rectangular, de tres naves, con cabecera de planta rectangular, y pórtico en el lado Sur. En el lado Este presenta pequeño volumen adosado de planta rectangular. A los pies torre de planta cuadrada de cuatro plantas, rematada en forma de pirámide. La planta baja presenta cuatro arcos apuntados con pequeños contrafuertes, con impostas salientes y molduradas. En la planta primera huecos estrechos de forma rectangular. Sobre ellos, en la planta segunda óculos con recercos moldurados. En la planta superior campanario con huecos con arcos muy apuntados. Las esquinas y líneas de impostas se dejan en piedra vista.
El pórtico está cerrado por pequeño murete de mampostería sobre el que se colocan columnas de imitación dórica. Entre ellas rejería de hierro forjado. El pórtico se cubre a un agua con tejado de teja curva y a dos la nave central y laterales. A ambos lados del altar se colocan dos pequeñas capillas, la del lado Norte con una pequeña pila bautismal. Hacia el Sur, adosada a la cabecera, sacristía que también tiene acceso desde el pórtico. Exteriormente la iglesia está enfoscada y pintada en blanco.
Como dato histórico curioso la cúpula de la torre es de mitad del siglo XX, ya que fue destruida por un rayo.
Está catalogado como Bien del Patrimonio Cultural del Principado de Asturias en la ficha nº 28 correspondiente al Concejo de Carreño"
Un excelente trabajo sobre esta parroquia, basado en los nombres de lugar es el de Fernando Álvarez-Balbuena García, Parroquia de Tamón, nº 20 de la colección Toponimia de la Academia de la Llingua Asturiana, importante fuente de información para todo el que quiera ahondar más en el conocimiento de esta parroquia
Según bajamos vemos al oeste y más allá de la iglesia El Monte'l Pando (123 m), frontera con Corvera y en cuya ladera vemos otros barrios y lugares de Tamón: El Redal y el ya citado de Samartín, solar del viejo monasterio. Este monte se extiende hasta Nubleo, capital de Corvera, ahora está planta de ocalitos, pero antes lo fue de pinares y castañeos
Antaño algunos de estos barrios, como Tabaza, abajo en el valle, pertenecieron a la vecina parroquia de Logrezana o Llorgozana, tanto en lo civil como eclesiásticamente. En La Iría Samartín cuenta Balbuena que estaba La Saltadera la Cruz, un paso en una vieja encrucijada en la que las comitivas fúnebres se detenían a rezar cuando portaban el ataúd llevando alguien a la iglesia a enterrar. Se dice vinculado a ello que se veía pasar a la güestia o procesión de ánimas, las almas en pena
Más abajo, en medio de la foto, están La Calle la Vega, El Cascayu, Tabaza y, aquí más abajo y más cerca, La Venta. En la Calle la Vega está Ca Fragua o Ca'l Xastre, donde estuvo el ayuntamiento cuando esta parroquia, junto con las de Llorgozana/Logrezana y Ambás se constituyeron concejo independiente entre 1821 y 1823 durante el llamado Trienio Liberal. Otro lugar importante fue Ca'l Chamico, antiguo bar y comercio, el chigre-tienda
La autopista dividió en dos esta parroquia, el paso entre cada una de las partes ha de realizarse por un túnel debajo de ella. Sin embargo nosotros no lo haremos, seguiremos de frente por Tabaza a lo largo de la carretera AS-19, antigua N-632, pues el viejo camín real puede decirse ha desaparecido y la carretera se supone seguiría aproximadamente lo que fue su trazado
Aquí es donde empezamos a comprobar de manera perceptible esta transición entre lo rural y lo industrial que se da en la parroquia de Tamón, si bien los poblados obreros y núcleos netamente urbanos no aparecerán hasta que lleguemos a Trasona, en Corvera
Un ejemplo de las radicales transformaciones acontecidas en Tamón lo tenemos en las escuelas, las cuales como dijimos estuvieron primeramente en el cabildo de la iglesia, como era lo común en siglos pasados, hasta que se construyó un edificio exclusivo para ellas en este barrio de Alredor de la Iglesia, hasta que tuvieron que desalojarse cuando ENSIDESA se hizo cargo de estos terrenos para hacer la cantera
Seguidamente y como primera solución volvieron al cabildo de la parroquial, que mientras era acondicionado se dio clase en la planta baja de la Casa Rectoral. Luego se construyó la Escuela Nacional Unitaria en La Vega, que abrió sus puertas en 1970, pero al poco tiempo fue clausurada al quedar afectada por la autopista y en 1972 se hace otra en la antigua línea abandonada del Ferrocarril Estratégico, por lo que se la llamó La Escuela de la Vía
La Escuela de la Vía duró también muy poco, en 1974 hubo de desalojarse también por obras, esta escuela itinerante llegó a ser objeto de resignación y bromas publicadas en la prensa local, afirmándose que la próxima habría que hacerla sobre ruedas para poder trasladarla de un lugar a otro. Aquel periplo no cesó hasta 1976 con la concentración escolar, por la que los escolinos de estas parroquias del oeste de Carreño pasaron a ir al colegio corverano de Cancienes.La profesora Gene Gernández García vivió en primera persona aquellos años de continuas mudanzas
Precisamente por aquí pasaba aquella antigua vía del que enlazó en su momento con las canteras. Estemos muy atentos al mojón pues nosotros pasaremos por debajo
Y así, en esta bifurcación, bajaremos a la derecha
El Camino realiza, ya al final de la bajada, una curva a la izquierda...
Y se introduce en este túnel del puente bajo la vía
La correspondiente flecha amarilla asegura que vamos por la ruta correcta en este lugar
A la izquierda hay una pequeña cascada o salto, tal vez allí estuviese la ñora o acequia donde se remansaba el agua para alguno de los desaparecidos molinos
"Ubicado en un entorno rural muy bien comunicado, a 5 de Avilés y a 10 minutos de Gijón y en el concejo de Carreño con bellas playas cercanas se encuentra La Cantina Cir Tamón, un establecimiento con encanto rural donde organizar celebraciones y eventos mientras degusta una rica y sabrosa cocina asturiana para paladares exigentes.
Cir Tamón es una cantina-tienda que cuenta con un ambiente agradable y acogedor con murales de fotos antiguas del ferrocarril. Dispone de un amplio salón-comedor con capacidad para 70 comensales, aula didáctica del ferrocarril donde podrá conocer la historia de este medio de transporte, cancha de fútbol, parque infantil y terraza exterior. Un lugar ideal donde realizar celebraciones familiares (bodas civiles, banquetes, bautizos, comuniones y cumpleaños), para eventos especiales (Navidades o San Valentín), comidas de empresa o para acoger a grupos de excursiones. El local está habilitado con conexión wifi, equipamiento audiovisual, accesos para minusválidos, admiten animales y zona de aparcamiento.
La Cantina Cir Tamón le ofrece una cocina asturiana en la que se cuida la elaboración de calidad de los platos. Comience bien el día con un nutritivo desayuno. Las especialidades de la casa son entrantes como el pastel de marisco, de cabracho o el queso con cebolla caramelizada, la fabada, el pote asturiano, la sopa de pescado, el arroz marinero, el lenguado relleno de marisco, la merluza a la sidra o las tiernas carnes como el cachopos, el entrecot dos salsas, los escalopines al cabrales y los postres caseros. Maride los platos con la carta de vinos con la rica sidra. Tienen menús desde 14 a 20 euros por comensal (consulte las opciones) y menús aptos para vegetarianos, celiacos y diabéticos"
En la muria o murete del campo de la iglesia la flecha amarilla nos muestra inequívocamente seguir a la derecha
A la derecha una quintana deshabitada refleja el éxodo rural y el abandono del campo, así como el paulatino despoblamiento de la parroquia
Al lado, otro hórreo de corredor, con bodega abierta debajo, espacio normalmente dedicado a almacén de aperos, donde antaño se guardaba el carro y actualmente el coche
A lo lejos, el contraste, la la factoría LD-III de la antigua ENSIDESA, actual ArcelorMittal, el paso del campo a la industria
A nuestra izquierda, oculta por esta trinchera de tierra y árboles, está la autopista, actual Autovía del Cantábrico A-8. Esta es la zona donde desaparecieron alguna de aquellas casas de Tamón, como Ca Baltesar, Ca Alfredo Mersinda, Ca Xuan de Martine y Ca Melitón. Especial mención merece Ca'l Zapatiru, donde vivía un zapatero natural del pueblo de Pimiango, núcleo artesano del calzado, del que hablamos cuando entrábamos en Asturias por Bustio y Colombres. Eran zapateros itinerantes y era natural que se asentasen en alguna de las poblaciones de sus largas rutas
Esto es El Cascayu, entre los barrios de Tabaza y Alredor de la Ilesia, formado por unas pocas casas como Ca Lloral, un polígono industrial y las instalaciones de ArcelorMittal
Allí, La factoría LD-III, una de las últimas de ENSIDESA, fue inaugurada por los reyes de España en 1989 y supuso la salvación y continuidad de la histórica factoría siderúrgica. Ahí estaba La Iría de Tabaza, donde también desaparecieron algunas casas y lugares, como el barrio de La Carbayeda
A la izquierda ArcelorMittal de Tabaza, en lo que se conoce como Barrio de Ensidesa, acceso a la empresa. Fijémonos en el mojón xacobeo en primer plano
En esta explanada hay un gran aparcamiento para camiones. Monte arriba La Iría San Xuan y la de San Grabiel. Hay un lugar con el significativo nombre de Los Castillos
Y este es el Polígono Industrial El Cascayu, con algunas naves y empresas
En primer término también el Café Bar-Principado, en una casa de planta baja
En caso de cruzar seamos muy prudentes pues la calzada es muy ancha y el tráfico pasa velozmente, mucho de ello pesado
De todas formas, siguiendo la acera también ha de tocarnos cruzar para seguir de frente
Es la carretera AS-327, comunicación con Cancienes, la antigua capital de Corvera, que pasa por un túnel bajo la autopista. Máxima precaución al cruzar, aunque tenemos un paso de peatones a la entrada del mismo
En la pared del túnel conchas y flechas
Al otro lado, seguimos por la misma acera, que sube levemente
Seguimos pues por esta carretera AS-326 con las naves de El Cascayu a nuestra derecha
La acera nos ofrece un paso franco y seguro en este tramo ya plenamente industrial
Como hemos advertido contrasta el asentamiento de polígonos e industrias con el progresivo despoblamiento de la parroquia
Hay no obstante algunas viviendas, como en este trecho a lo largo de la carretera
En lo relativo al topónimo El Cascayu está vinculado con cierto tipo de piedra. El filólogo especialista Xosé Lluis García Arias escribe en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"El cascayu o cazcachu designa un tipo de piedra pizarrosa fácilmente troceable. De ahí el nombre de un juego infantil, el cascayu, llamado así por la piedra que se lanza y arrastra, probablemente de cascayu en su origen. Se ha de considerar el asturiano cascayu, del mismo modo que la correspondiente castellana cascajo, partiendo del latín vulgar *QUASSICARE (DCELC s.v. cáscara).(...)
Sin duda cascayu guarda parentesco con otras palabras de expresión próxima y que también hacen referencia a la piedra como las asturianas cáscaru ‘peñasco, piedra grande’, cascarón ‘piedra de gran tamaño’, incluso cascarulada o cascarulazu ‘coscorrón’ que parece entrañan una metáfora entre la piedra y el cráneo debido a su respectiva dureza.
Continuamos acera adelante. El Cascayu fue antaño célebre por su fuente, La Fuente'l Cascayu, ahora en una zona de naves industriales pero que, aunque se ha tapado alguna vez, vuelve a aflorar a la superficie
Antaño acudían a la fuente los vecinos del barrio y algunos del vecino de Tabaza, a por agua para casa o a dar de beber al ganado y hacer la colada, como Manolo Pepe Félix, los de Lloral, o Álvaro la Espartera
Siguiendo acera y carretera iremos de El Cascayu a Tabaza, otro barrio de Tamón que antes fue de Logrezana o Llorgozana. Posiblemente se trate de un antropónimo basado en un antiguo posesor llamado Tebassu o similar
Un poco más allá, a la derecha de la siguiente bifurcación, está el lugar de Les Capilles, donde ahora está la rotonda, señalizada en el cartel viario, en el que la AS-326 enlaza con la AS-19 (antigua N-632) de Gión/Xixón a Avilés, con la AS-110 que va a Candás, con la AS-327 que va a Cancienes y antes a la entrada de Dupont y enlace con la autopista o Autovía del Cantábrico (A-8), constituyendo un importantísimo nudo de comunicaciones
Se supone que en la actual rotonda, a orillas del río Tamón, hubo otra iglesia, la de San Juan de Tabaza, al lado del antiguo camino de Lluanco a Oviedo/Uviéu, que se cruzaba en este lugar, como ahora lo hacen las carreteras, con el que va de Gijón/Xixón a Avilés. Fue citada en algunos documentos medievales y se sabe era capilla en el siglo XVIII, conservándose sus restos hasta el año 1910, en el lugar donde luego estuvo la carnicería de Casa Manolo Tabaza
La iglesia sería la mencionada "in Tabaza ecclesiam Sancti Joannis" en el celebre testamento de Alfonso III El Magno que, aún siendo una de esas interpolaciones del siglo XII hechas por el obispo Pelayo en el Liber Testamentorum, al menos demuestra la existencia de un antiguo templo en el lugar
Por allí se extendía La Iría Tabaza, ahora ocupada por la rotonda y la LD-III, terrenos muy llanos en la vega del río Tamón o Tabaza. En esa zona habría estado también la capilla de la Santísima Trinidad, del siglo XVII y de la que dice Marino Busto:
"... estuvo al lado del camino Gijón-Avilés. Fue su creador el párroco de S. Juan de Tamón, don Juan Prendes Pola, natural de Candás, el cual ordenó poner en una esquina de la fachada principal las armas del escudo de los Pola"
Es por esa la razón que a esa parte se la conozca como Les Capilles. No obstante nosotros no vamos a la rotonda, sino que en la bifurcación nos dirigimos a la izquierda, por la zona de La Carcabada o Les Carcabaes, donde estuvo la desaparecida finca de La Tranca
El mojón del cruce puede llevar a equívocos. Hay flechas pintadas señalando a la izquierda, que son las que vamos a seguir, y otras a la derecha, que serían el tránsito recomendado a las bicicletas
Salimos pues a este prado y caminamos hacia las siguientes casas...
Seguimos de frente hacia ellas todo recto campo a través, viendo algunas referencias importantes para la historia de Tabaza
A la derecha por ejemplo está la parte posterior de Casa Chamico, una antigua institución, pues fue chigre-tienda, baile y bolera, reabierto como Parrilla Nuevo Chamico, que ofrece también menús y tiene parque infantil. Participa en jornadas gastronómicas como las de la Carne Roja
Al lado vivieron Hilario Suárez, El Lecheru, y su mujer Adela García, nacidos hacia 1890, renteros de una propiedad del tratante y carnicero Manolo Tabaza. Trabajaban de lecheros, de ahí el apodo de él, recogiendo leche de las caserías de la zona llevándolo en xarré o coche de caballo a los mercados y tiendas gijonesas y avilesinas. En su terreno de casa plantaban patatas y hortalizas. Tuvieron seis hijos y cinco hijas, pero tres varones murieron en la Guerra Civil y un cuarto, huído a Francia, fue capturado por los alemanes cuando invadieron y enviado al campo de concentración y exterminio nazi de Gusen, en la Alta Austria, subcampo del terrible Mathausen, donde falleció en 1941. La trágica historia de esta familia ha sido publicada en Infocarreño
Atrás asoma la ya mencionada factoría LD-III de la que, con motivo de su 25 aniversario, publica La Nueva España el 26-2-2014 el artículo, firmado por Marián Martínez, La acería LD-III, el cambio que salvó la siderurgia asturiana:
"La acería LD-III fue la salvación de la siderurgia. Sobre eso no cabe discusión. Si no se hubiera decidido su construcción, los terrenos que ahora ocupa la compañía en Avilés y en Gijón serían la PEPA y el PEPO, dos grandes parques empresariales con vete a saber qué en ellos". Así de rotundos se expresan, entre risas, Alfonso Rodríguez y José Bembibre, dos hombres clave en el equipo que dirigió la construcción y el arranque de la acería LD-III, que el Rey don Juan Carlos inauguró hace ahora 25 años como la más moderna de Europa y una de las más avanzadas del mundo. Junto a ellos Óscar Fleites, miembro del gabinete de comunicación de Ensidesa en aquellos momentos. Los tres son historia viva de uno de los momentos clave de la siderurgia asturiana y los tres coinciden en su sentencia: "La siderurgia siempre está en reconversión, y siempre necesita inversiones para conseguir los mejores resultados y calidad con los menores costes, y si no se consiguen... llega el cierre. Es la globalización".
La siderurgia asturiana volvió a latir con la construcción y arranque de la LD-III -que también se llamó LD-A-. Era fruto del primer paso de la dura reconversión que sufrió la siderurgia nacional en las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado. Corría el año 1984 cuando se discutía acaloradamente en Madrid qué se hacía con el sector, dónde se invertía y qué se cerraba, aunque la necesidad de buscar soluciones ya se había planteado muchos años antes sin que se hubieran tomado medidas, centrado como estaba el país en la transición hacia la democracia..."
Por entonces se llevaban a cabo numerosas movilizaciones para salvaguardar el futuro de esta gran industria implantada a partir de 1950, la mayor la manifestación de 100.000 personas convocada en Avilés con el lema Salvar Ensidesa salvar Asturias:
"... para exigir al Instituto Nacional de Industria (INI) que cumpliera íntegramente el plan de inversiones aprobado en enero de ese mismo año. En él se incluía la construcción de una moderna acería capaz de producir 2,5 millones de toneladas de acero al año, la remodelación del tren de bandas en caliente (TBC) y la modernización de la colada continua, entre otras mejoras. Eran la compensación al cierre de otras instalaciones y la pérdida de miles de empleos.
Fue en 1984 cuando el ingeniero Fernando Lozano Cuervo llegó a la presidencia de Ensidesa -que ocuparía hasta 1991- y se encontró con el debate de si se debía construir o no la nueva acería en Avilés. "El plan de reconversión tenía tres patas: la industrial, la laboral y la financiera. Había que concentrar la producción y sobraba plantilla. Eso estaba claro, pero los números decían que era más caro cerrarlo todo y mandar a todos para casa que apostar por la reestructuración", relata Alfonso Rodríguez. La plantilla de Ensidesa ascendía a 25.000 trabajadores en aquellas fechas..."
La batalla en los despachos tuvo sus frutos, construyéndose esta nueva acería contando con un muy importante presupuesto para su puesta en marcha:
"Una inversión de 80.000 millones de pesetas de la época, que superaron los 120.000 con el resto de mejoras que se realizaron. Gobernaba entonces el PSOE en España, con Felipe González a la cabeza, y también en Asturias, con Pedro de Silva en la Presidencia del Principado. "En el País Vasco optaron por la huida hacia adelante y reformaron su acería poniendo una colada continua. Al final, el precio de su bobina caliente estaba por encima de la media europea. Si hubiéramos hecho lo mismo aquí, habríamos cerrado. Asturias, además de ser integral, tenía los dos puertos, sobre todo El Musel. Hubiera sido una barbaridad no aprovechar lo que había aquí", explican Alfonso Rodríguez, quien fue el máximo responsable de toda la acería LD-III, y José Bembibre, el jefe de mantenimiento.
A su equipo pertenecían también Luis Suárez, jefe de producción, y Ramón Morais, jefe del equipo técnico y metalurgia. "Había un gran equipo de profesionales y de personas que trabajaban con una enorme ilusión. Sentíamos que aquello era nuestro, que era la salvación de la siderurgia y que no podíamos fallar". Entre ellos estaba José Manuel Arias, actual director general de Arcelor-Mittal en Asturias. "Yo ya lo había tenido conmigo de prácticas en la acería LD-I en 1983", rememora Alfonso Rodríguez.
El material para construir la siderúrgica más moderna de Europa procedía de Alemania, pero la tecnología era japonesa. "Estuve en alguna reunión en la que había un japonés, un francés, un alemán, un inglés, los españoles, un belga que hablaba flamenco y un sueco". Una torre de Babel en la que consiguieron que todos encajaran y se sintieran parte de un proyecto común.
Uno de los aspectos más novedosos fue la integración de los grupos propios de producción en el proceso de construcción y montaje. "El presidente, Fernando Lozano, nos dejó a los técnicos elegir lo que se debía hacer y con quién, con independencia de las presiones que él recibía, que fueron muchas. Y los ingenieros que vinieron estaban con nosotros, no nosotros con ellos. El personal de producción, por sus conocimientos y experiencia, sabía perfectamente qué fallos y qué beneficios se podían tener si se hacían las cosas de una manera o de otra, y se respetaba nuestra opinión. Por eso se consiguió un equipo tan integrado"
Y también luego, el proceso de selección fue especialmente riguroso:
"Fueron escrupulosamente escogidos, porque los que pasaran a la LD-III debían someterse a un durísimo período de formación. "Aquella instalación suponía un cambio tecnológico, de cultura... No valía todo ni cualquiera. Hay que destacar que contamos con el apoyo de los sindicatos, que dejaron hacer. Entendieron perfectamente la trascendencia de todo aquello y estuvieron a la altura", asegura José Bembibre.
Los escogidos, cerca de 600, estuvieron durante meses recibiendo cursos muy intensivos en unos barracones a los que se los bautizó como "la Universidad", donde estudiaban "aquellos terribles manuales que explicaban las entrañas de la acería y de todo el proceso que se iba a desarrollar allí. Un día, un directivo me dijo: "Los tuyos ya tendrían que estar haciendo pruebas, no sentados en la Universidad". Y yo le contesté: "No te preocupes, que cuando llegue el momento ya verás, ya". Así fue. Lo sabían todo, hasta el último detalle de cada pieza", relata Alfonso Rodríguez. Y añade que "el equipo que se instaló de control de procesos fue el mismo que utilizaron los americanos para ir a la Luna en el "Apolo"".
José Bembibre remata: "Es que la acería era el símbolo del cambio, de la modernidad. Estar allí significaba incluso otro estatus, era la élite de la siderurgia. Se cambió hasta la indumentaria, abandonando el mono azul por un traje gris. Y a partir de ahí, esa nueva manera de hacer las cosas, la aplicación de la tecnología y la búsqueda de la calidad y de la productividad se fueron extendiendo al resto de la fábrica".
Los antiguos compañeros y amigos recuerdan aquella época con un enorme cariño. "Trabajábamos mucho, muchísimo, pero el ánimo de todos era de enorme expectación, de ilusión y de optimismo de cara al futuro. Los que estábamos en las oficinas, cada poco hacíamos visitas para ver cómo avanzaban las obras, cómo iba creciendo y cómo iban adaptándose las cosas según las circunstancias", relata Óscar Fleites. "Aquella enorme acería estaba concebida y preparada para asumir todos los retos tecnológicos que se presentasen y para adaptarse a los retos del futuro. Y ahí están los datos de plantilla y producción, con muchas menos personas, 25 años después se produce más y con la máxima calidad", añade..."
La acería, como quince años atrás la autopista, transformaron el valle: entre ambas hay una franja llana y verde, por donde discurre el Camín Real...
Al llegar a las casas de Tabaza el camino se hace calle asfaltada, siguiendo todo recto
Sin inquietarse mínimamente, el perro, feliz en su caseta, es el primero que nos ve llegar. El gran escritor y peregrino, pionero en la recuperación de los antiguos caminos, José de la Riera, expone en su libro Camino de Vuelta todo un apartado relativo a los canes y su trato con los peregrinos, con una serie de consejos que gustamos de exponer:
I) El perro es un animal salvaje domesticado, es un lobo doméstico. Y tiene una misión que cumplir: básicamente, defender su parcela de territorio, que suele ser la de su amo. El peregrino es un individuo que transita (a lo largo del itinerario) a través de un terreno defendido por unos cuantos miles de cánidos. La misión del perro es ladrar y, a ser posible, morderle las pantorrillas a ese personaje con bordón y vieira que tiene la impertinencia de inmiscuirse en sus dominios. La del peregrino es no permitírselo. El perro entiende perfectamente, no es tonto, que el peregrino se defienda. Raramente el peregrino entiende que el perro le ladre o intente, al menos, morderle las botas.
II) Ya sabes que vas armado con el mítico bordón de los peregrinos. Ante un perro que te ladra, que está en tensión, y que se acerca a tí a olisquearte o a darte un somero bocado (vaya usted a saber) puedes actuar de dos formas: A) Como un redivivo "pobrecito de Asís", Sí, ya sabes, "hermano perro" y todo eso. Tengo un colega en mi directiva que era de esos. Ya le han mordido cuatro perros en el Camino, la última vez, en el Alto d Poio, se llevó un pastor alemán colgado ferozmente de las nalgas durante cien metros. Después de la pertinente visita al hospital de Lugo no puede ver delante a un franciscano. B) Con el bordón debes marcar a tu alrededor un círculo de intimidad en el que no debe entrar can alguno. Los perros lo entienden y lo comprenden, hay un acuerdo tácito entre perros y peregrinos: ""yo cumplo con mi deber (de perro) de ladrarte y amenazarte y tú (peregrino) con el tuyo de protegerte. Quedo (yo, perro) estupendamente con mi amo y todos tan amigos. Si haces el memo en grado extremo, entonces te morderé, más que nada por higiene y por obligarme a currar más de la cuenta"
III) Nunca, jamás, salvo fuerza mayor, le atices a un perro. Basta con lo siguiente: si se te acerca un animal con malas pulgas más de lo prudente -ya sabes cuál es tu círculo de "intimidad"- toma tu bordón y utilízalo a modo de lanza, apuntando al chucho directamente al hocico. El perro entenderá enseguida el mensaje. Si es lo suficientemente estúpido se encelará absurdamente con la punta de tu arma, pero eso es todo, jamás se podrá acercar a ti. Si se pone demasiado tonto ( que también puede pasar) será su problema, se pegará él solo un "lanzazo". Pero ni se te ocurra alzar el bordón para golpearle, quedarás sin protección y te entrará, seguro. Además te morderá y hará muy bien.
IV) Eso no es todo. La mayoría de las mordeduras surgen cuando ya se ha superado al can (incluidos sus ladridos y/o ataques) y uno le da la espalda. A un perrro, y más a un perro del rural, no le pierdas de vista nunca hasta que lo tengas a prudente distancia. Ah, y otra cosa, nada de caricias, a un perro ajeno lo acaricia, como mucho, su amo.
V) Últimamente, aparecen con frecuencia "perros de chalet adosado" de razas insospechadas y, a veces, agresivas, que o bien se han escapado o el irresponsable de su dueño no tiene la bondad de mantener lejos de las personas civilizadas. Ojo con esos, si tienes un problema con uno de esos perros, pon una denuncia inmediata. El peregrino tiene un pacto, centenario y no escrito, con los honrados, proletarios y sufridos perros "del país", canes de "palleiro" y mastines incluidos, todos nos atenemos al pacto (perros y peregrinos): cada uno a lo suyo. Pero la aparición de perri-bobos en manos de dueñi-tontos de chalecito puede hacer cambiar las cosas, lo que no sería deseable. ¿Cómo los distingues? Es fácil, aparentemente el perro de toda la vida, el de mil razas, el perro "del Camino" está a lo suyo, ladra por compromiso, te puede atacar solo si haces excesivamente el tonto. El otro, generalmente con rimbombante pedigrí, no suele ladrar (a veces ni sabe), pero puede atacar, ya que muchas veces sus descerebrados dueños les han enseñado precisamente a eso. Independientemente de la correspondiente denuncia a sus dueños (no te cortes y hazlo), el método de defensa no varía, es el mismo. Puedes añadirle, eso sí, una satisfacción: patada solemne en las partes pudendas del estúpido dueño del can
Todo esto, por supuesto, no tiene nada que ver con eol amor o desamor a lo animales, un perro en el campo es un perro de trabajo y su trabajo yta se sabe cuál es. El tuyo es no pasar "trabajos"
¿Miedo a los perros? El respeto justo. Pero nada más."
Siguiendo ruta en Tabaza se sabe estuvo por aquí La Estafeta, casa que fue de los carteros o Ca Xuan de Varisto. También está Ca Luis de Piculinos
Volvemos ahora al cronista Marino Busto y su Historia del concejo de Carreño en la general de Asturias cuando dice:
..."sabemos de 1357 a 3 de enero, que "Diego Álvarez de Tabaza y su mujer Aldonza Fernándiz, arriendan de Constanza Suárez, abadesa y del Convento del Monasterio de S. Pelayo, los heredamientos y lantados que habían pertenecido a la monja del mismo, Teresa Alvariz, en Logrezana, Tabaza y sus términos. El arrendamiento se hace por la vida de cada uno de ellos y la de su hijo Ruy Díaz, estipulándose la renta anual de ocho maravedís y medio"
Es una muestra de cómo se poblaban, en el medievo, estos antaño fértiles parajes cuyo principal inconveniente es, en nuestros días, la recalcada contaminación ambiental, tanto acústica como del aire. Si entramos por ejemplo en la página de la Asociación de Vecinos de San Juan de Tamón veremos que la mayoría de los asuntos se refieren a este peliagudo asunto
Quedan al menos y se conservan, en este pasillo verde de la antigua vega de Tabaza, algunas muestras de arquitectura rural muy destacables, símbolo del pasado campesino de la parroquia
A nuestra izquierda la gran panerona de Ca Javiela, en una preciosa quintana, en la que vemos ocho pegollos o pilares
Más allá también ocho son los pegollos de la panera de Ca Pablo
Más atrás El Monte'l Pando con El Redal y Les Tranques, donde estuvo la capilla del Cristo, fundada en algún momento anterior a marzo de1651 (cuando es citada por primera vez) por el sacerdote don Pablo García Heres. Se reedificó en 1762 por du entonces capellán don Juan González Posada. Al arruinarse la ermita la imagen del Cristo de les Tranques fue llevada a la iglesia parroquial
Otra desaparecida capilla de esos barrios al otro lado de la autopista fue la de Nuestra Señora del Abla, del siglo XVII, de la que informa también d. Marino Busto:
"...levantada en términos de su nombre, hoy de La Tabla", en inmediata al río, también llamado Abla. El año 1762 tenía de capellán al Presbítero don Pedro de la Vega, natural y vecino de la parroquia"
Si quisiésemos ir a Casa Chamico podríamos tomar este ramal a la derecha, así como al también cercano bar de Casa Tano
Aquí una concha con un cartel nos indica que estamos a 7 kilómetros de Avilés
El Camino como tal sigue de frente: un poco más adelante, una pasarela comunica vía peatonal las dos mitades en las que se dividió la parroquia con La Pista, desapareciendo también aquí casas como la de Ca Manuel de la Venta o de Pepe Florenta y Ca Lluisa
A nuestra derecha, en este solar, estuvo la nave de Grúas Carrete Avilés. Al otro lado, en la carretera AS-19. asoma entre los árboles el bar de Casa Tano, que ofrece menús, antigua Casa Ángel de Lena, que también tuvo tienda antaño, además de un pequeño teatrillo para grupos locales, algo bastante habitual en los pueblos antes de la llegada de la televisión
"La capacidad de producción de la nueva y moderna acería avilesina era entonces de 2,5 millones de toneladas al año. Contaba con dos convertidores, aunque está preparada para instalar un tercero, y dos máquinas de colada continua. El año pasado, tras varias inversiones y mejoras, la instalación crucial del entramado siderúrgico coló más acero que nunca, con 3.570.083 toneladas, batiendo todos sus récords, a pesar de la crisis.
Después de 30 meses de trabajo, el equipo técnico que dirigía las obras y el montaje de la LD-III no acababa de encontrar la fecha idónea para arrancar y empezar a producir. "Llevábamos varios días dándole vueltas, hasta que un día Carlos Avello -que entonces era el director industrial de Ensidesa- nos dio el último empujón y dijo: "Pues, mañana se arrancará". Y así fue".
Eran las seis de la mañana del 23 de junio de 1988 cuando se puso en marcha la moderna instalación, que se revelaría como el corazón de la siderurgia española y que ha mantenido su peso en Europa y en el mundo cinco quinquenios después. A las doce de la noche, medianoche de San Juan, salió la primera colada. "Todo fue perfecto, perfecto", recuerdan con entusiasmo los tres veteranos. "Hubo hasta voladores, y se repartieron más de 1.500 bocadillos. Fue espectacular. Una noche realmente mágica y de enorme felicidad", asegura Fleites..."
"... hay distintas versiones sobre la ausencia de la Reina, desde que sufrió una gripe hasta que había tenido que viajar a ver a un familiar enfermo-. "Las dimensiones de la acería eran increíbles para aquella época. Cuando vino el jefe de seguridad de la Casa Real, fuimos a pasear por las instalaciones para que pudieran hacer su trabajo. Cuando acabó el recorrido, me dijo que tenía claro lo que tenía que hacer: lo previsto y rezar", relata Alfonso Rodríguez.
El Rey llegó a las doce en punto de aquel 20 de febrero a la explanada de acceso a la acería, donde le esperaban las autoridades regionales, el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, la cúpula del INI y el presidente de Ensidesa, Fernando Lozano, con su equipo directivo. En la nave de convertidores y colada continua aguardaban 250 invitados, representantes de la vida empresarial, política y cultural de la región.
La revista "Ensidesa" que editaba la compañía relata con detalle cómo el Rey, ya en la sala de convertidores, se situó ante la consola de mandos y siguió "atentamente la precisa maniobra de vertido de la chatarra y fundentes y de las 250 toneladas de arrabio de la cuchara al convertidor. Una vez cerradas las compuertas de seguridad y levantadas las trampillas de observación", don Juan Carlos, con el lápiz electrónico, realizó la señal establecida para que continuase el proceso que convierte el hierro líquido en acero. Los discursos fueron de felicitación pero también reivindicativos, para exigir más inversiones que asegurasen que no se perdía el tren de la competitividad y también un rebaja del precio de la luz, que ya entonces repercutía enormemente en los costes. Los sindicatos también tuvieron su espacio, en un encuentro con Su Majestad en el que le mostraron su preocupación por el futuro.
"Cuando el Rey se fue, se celebró una espicha que duró hasta la madrugada. Ya estaba oficialmente inaugurada una instalación que por fin nos situaba en el mundo", resume Óscar Fleites.
La LD-III, que sustituyó a la LD-I y a la LD-II, se convirtió en el corazón de la siderurgia asturiana y española. De ella sale el acero de máxima calidad que encuentra cabida en un mundo globalizado. Los que conocen bien la instalación por dentro, porque han pasado en ella una parte importante de su vida, aseguran que "si ahora se acometiesen las mejoras necesarias y se hiciera alguna inversión, como el tercer convertidor que estaba previsto y nunca se instaló, tendríamos siderurgia para otros 25 años y no habría en el mundo quien nos metiera mano".
A día de hoy trabaja en la acería avilesina una tercera parte de la plantilla que había cuando arrancó, y produce un 50% más. "Esto es fruto de las inversiones que se han hecho, pero, sobre todo, del buen hacer de su plantilla, porque necesita una buena remodelación", aseguran los trabajadores. Y tienen localizadas las necesidades más urgentes: los sistemas de recepción de materiales y de transporte al interior, la nave de escorias, la modernización de la metalurgia secundaria y la reposición de maquinas y sistemas tan antiguos que ya no tienen ni piezas de recambio"
A lo largo de la carretera hay varias naves de empresas extendidas linealmente entre ella y la LD-III, antesala de los cercanos polígonos industriales de Tabaza en La Granda, que veremos enseguida. A la derecha es la empresa Cándido Miranda S.A., concesionario de tractores y, a la izquierda el Taller Mecánico Comefa
"Hubo en Tabaza, con su nombre, gente muy principal entronada con la de Menéndez Valdés, igualmente de notoria nobleza, que constituyeron el linaje Valdés de Tabaza, también llamado Valdés Tamón. (En el siglo XVII todos los miembros de esta familia residentes en la casa solariega de Tabaza, murieron abrasados por el fuego de un incendio ocurrido en ella. (...) hemos visto restos de la vivienda y torre y muchas piedras labradas que indicaban lo notable del edificio)
De dicha casa ha sido don Gonzalo Rodríguez de Tabaza, personaje notable (...), con nombre surgido a la historia, cuando unas de las rebeliones del belicoso Conde de Gijón, Alfonso Enríquez"
"El ingeniero langreano Fernando Lozano Cuervo (La Felguera, 1926), que presidió la entonces compañía estatal siderúrgica asturiana Ensidesa entre abril de 1984 y abril de 1991 y que sentó las bases para la modernización y supervivencia en Asturias de una industria capital en la estructura económica regional, falleció ayer en Madrid, a los 86 años de edad.
Lozano fue el dirigente empresarial que, designado para el cargo por el primer Gobierno del socialista Felipe González, logró reconducir la situación económica y financiera de la compañía devolviéndola a beneficios, y el que lideró la primera reconversión industrial del mayor grupo fabril asturiano y persuadió al Ejecutivo y al INI para acometer inversiones de modernización y nuevas instalaciones -sobre todo, la construcción de la acería LD-III, en la factoría de Avilés- sin las cuales hoy se da por seguro que la siderurgia, que arrancó en Asturias a mediados del siglo XIX, habría dejado de existir en la región
El primer plan de reestructuración, que se acometió entre 1984 y 1990, supuso la inversión por el Estado del equivalente a 4.508 millones de euros (excluido el coste del ajuste laboral) en el conjunto del sector siderúrgico español, de los que más de la mitad (2.410 millones) se destinaron a Ensidesa y su filial levantina Sidmed, 589 millones a Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) y 1.485 millones, a Altos Hornos de Vizcaya (AHV).
Pero la pieza clave fue la moderna acería LD-III, con tecnología japonesa de Nippon Steel -la más avanzada del mundo en ese momento-, y que supuso una inversión de 601 millones. Su construcción, tras un gran debate sobre su necesidad o no, arrancó en octubre de 1985, con Carlos Solchaga en el Ministerio de Industria y Julián García Valverde en la presidencia del Instituto Nacional de Industria (INI), accionista universal de Ensidesa, y concluyó con su inauguración y puesta en servicio el 23 de junio de 1988, con José Claudio Aranzadi en la cartera de Industria y Solchaga en la de Economía.
Aquella actuación, trascendental para la pervivencia de la producción de acero en Asturias, fue un logro de Lozano y de su capacidad de persuasión sobre el INI y el Gobierno, que habían recibido, tras la victoria socialista de 1982, una sector público gigantesco y sobredimensionado, heredado del franquismo y de la UCD, en situación de pérdidas multimillonarias, sin viabilidad y competitividad y precisado de ajustes multisectoriales. Movilizar ingentes recursos para Ensidesa en plena reconversión simultánea de las industrias del textil, el acero, la minería, los astilleros y otros sectores básicos nacionales, todos los cuales precisaban inyecciones ingentes de capital, fue un logro del entonces presidente de Ensidesa y de sus colaboradores. En los diez años anteriores el INI sólo había hecho una inversión en Ensidesa: el tren de alambrón de Veriña.
Aquella reconversión pionera (luego hubo más) supuso el primer cierre de instalaciones (el tren de palanquilla de Ensidesa y la factoría valenciana de AHM, filial de AHV) y el primer recorte contundente del empleo en el grupo siderúrgico estatal asturiano desde su fundación por el franquismo en 1950 (entró en producción en 1957) y la posterior absorción en 1973 de la gijonesa Uninsa, que había sido nacionalizada en 1970. En el conjunto de la siderurgia española (que había ampliado capacidad en los años setenta con una nueva factoría en Sagunto, coincidiendo con la primera crisis del petróleo) el ajuste fue del 40%. Ensidesa redujo su plantilla de 23.000 a 14.000 trabajadores, aunque se hizo con medidas no traumáticas: sin despidos y mediante prejubilaciones, jubilaciones anticipadas y bajas incentivadas.
La modernización fabril facultó a Ensidesa para elaborar un acero de alta calidad. Y esto permitió a Lozano otro logro: que el primer AVE de España (1992), con elevadas exigencias cualitativas, rodara sobre raíles hechos con acero de Ensidesa.
Durante aquellos siete años, Lozano vivió en Oviedo de lunes a viernes y viajaba a Madrid los fines de semana para ver a la familia. El 14 de abril de 1991 se le diagnosticó un aneurisma de aorta abdominal. Lozano presentó su dimisión al INI y puso fin a cuarenta años de vida profesional (1951-1991)"
"La Empresa Nacional Siderúrgica, nacida en 1950 a impulsos del Ini, desarrolló su actividad al borde de la rentabilidad hasta mediados de la década de 1970, para a partir de 1975 entrar en un largo periodo de pérdidas que se prolongó, con la excepción del año 1989, en que consiguió la viabilidad, hasta el año 1995, en que se inicia una etapa de bonanza económica con la constitución de la csi. Durante estos dos decenios de crisis se sucedieron en el sector dos profundas reconversiones, con el cierre de las instalaciones de la cabecera y grandes ajustes de plantilla en la factoría de Avilés, en un intento de hacer la siderúrgica competitiva y alinearla con las del resto de los países de la Cee. La factoría avilesina, con una plantilla en torno a los siete mil hombres, quedó prácticamente reducida a la nueva acería LD-III y al tbc, además de las baterías de coque. En 1997 fue privatizada por Aceralia"
"José María Lucía, nombrado recientemente presidente de Ensidesa y de Altos Hornos del Mediterráneo, anunció ayer la próxima construcción de una nueva acería con coladas continuas en la factoría de Avilés en el curso de una conferencia de prensa celebrada en Oviedo.Esta instalación, considerada clave de la economía regional, había sido reiteradamente reclamada por las fuerzas sindicales, políticas y económicas asturianas.
El nuevo presidente eludió cualquier referencia concreta a plazos de ejecución y costes de esta acería, que sustituirá a los actuales hornos Siemens de Avilés y a las instalaciones LD-I y LD-II.
A este respecto se limitó a decir que las obras físicas deben comenzar este mismo año, lo que podría significar su terminación a finales de 1985 o a comienzos de 1986.
Lucía calificó de relativa la competencia que se hacen entre sí en el mercado las dos empresas que pasa a dirigir (Ensidesa y Altos Hornos del Mediterráneo) y subrayó la necesidad de generar una sinergia entre ambas capaz de aportar ventajas a las dos sociedades.
El actual presidente de Ensidesa, que fue hasta fecha reciente consejero delegado de esta misma sociedad, de la que fue cesado después de criticar la política siderúrgica del anterior equipo del Ministerio de Industria por considerarla discriminatoria para la empresa asturiana, afirmó que, por lo que ha visto hasta ahora, la actual Administración tiene la volutad de acabar con las indecisiones que tanto daño vienen causando a la siderurgia nacional.
A este respecto dijo que Ensidesa no será nunca rentable en las actuales condiciones mientras que con una nueva acería y otras mejoras puede alcanzar cotas de competitividad europeas.
Preguntado sobre los planes para las dos siderurgias integrales, respondió que Ensidesa debe completar su ciclo productivo y producir acero de la máxima calidad a unos costes competitivos. También dijo que esta empresa debe transformar todo el acero que produce"
"Con un nivel de degradación ambiental semejante al que conocimos en el valle del Nervión, la entrada en Avilés por la AS 19 constituye uno de los tramos más horrorosos del Camino Norte y nadie parece haberse molestado en aplicar medidas correctoras"
En honor a la verdad hemos de decir que algunas medidas correctoras ya se han aplicado pero lamentablemente aún NO han llegado hasta aquí, una preciosa sendas fluvial arbolada, el Paseo de la Ría, arbolado y bien cuidado, que por la orilla del río Alvares sigue la ribera del estuario desde que este empieza a formarse, en La Marzaniella, hasta el casco urbano avilesino. De todas formas aún nos queda un buen trecho antes de llegar a él
Por ello, y como manera de intentar paliar este anodino recorrido industrial, con un paisaje y entorno ambiental sumamente degradados, vamos a centrarnos en uno de sus alicientes: su historia
"La provincia entera se hallaba sobre las armas, con acciones intensas de hostigamiento, a cargo de las Partidas de guerrilleros, en los momentos y lugares más insospechados. Algunas maniobraban por el inmediato concejo de Llanera y también en el de Carreño.El propio general Bonet, preocupado y temeroso de los inopinados golpes de la guerrilla, dirigió en ocasiones contra ellas operaciones ofensivas para su exterminio.Hubo creencia general entre los patriotas asturianos que el relacionado Bonet, a mediados de diciembre de 1811, se hallaba enfermo en la ciudad de Oviedo de resultas de una corrida que le había dado el renombrado partidario Fonvella, natural de Siero, quien le salió al encuentro en el lugar denominado La Barrera, en la parroquia de Santa María de Logrezana de nuestro Concejo. Y se asegura que, se había librado de ser prisionero por la ligereza de su caballo"
"A últimos de 1811 partidas de guerrilleros muy activas, actuaban en Carreño y, fue creencia general entre los patriotas que, el Jefe francés Bonnet, se hallaba enfermo en Oviedo a causa de una corrida que le diera el famoso partidario Fombella, que con su gavilla le saliera al encuentro en el lugar llamado de la Barrera, sobre el río de Tabaza, a las faldas de un antiguo Castro celta, linde con la feligresía de S. Juan de TamónAlgunos distinguidos autores afirman que se había librado de caer prisionero gracias a la ligereza de su caballo, en tanto que el edecán resultó gravemente herido en en lance y fueron hechos prisioneros doce soldados gabachos (...)Este llamado ""famoso" guerrillero Fombella, natural de la parroquia de Valdesoto (Siero) y vecino de Noreña, del que se cuenta desertó de un Escuadrón de Caballerías, Húsares de Asturias, se constituyó en capitán de una partida, formada, entre otros individuos, por desertores de la mencionada unidad de caballería, a los que él había arrastrado tras de sí. (No parece haber sido demasiado limpia y honrosa la ejecutoria militar del guerrillero, ni haber tenido buen fin).Todo ello puede saberlo quien leyere la obra (...) de Francisco Carantoña Álvarez, el cual alude al General Jefe del Ejército Asturiano, Losada, por haber comunicado a la Junta, que Fombella no estaba a sus órdenes y había cometido "como es demasiado notorio excesos y desórdenes escandalosos por los cuales está en el día procesado"
"Se encuentran ubicados en el Barrio Alto del Monte, en la parroquia de Logrezana, y próximo al depósito del agua existente en la zona, se toma el camino de tierra durante unos 300 metros. Para acceder al lugar desde la carretera AS-110, Candás-Tabaza, en el P.K: 8,900, se coge la dirección señalizada como La Barrera-Perán, CE-2 y tras recorrer 1.400 m. se toma el camino de la derecha, en pendiente, durante 350 m., continuando por el ramal de la derecha se llega al Barrio Alto El Monte donde se aprecia el citado depósito. Los viales son de asfalto en buen estado de conservación.
Dicho Castro data de 1000 ó 650 años A.C. y se sitúa dentro de la cultura del bronce atlántico. Antiguamente quedaban vestigios de los fosos y de algunas edificaciones dentro de lo que sería el recinto fortificado. Hace años, en el solar del Castro se encontraba abandonado un recipiente monolítico de piedra caliza, rectangular, parecido a una gran bañera, empleado para ritos funerarios. En mayo de 1978, se halló entre la maleza un hacha de bronce en buen estado, tenía talón y dos asas para sujetar el mango, de tal hallazgo sólo quedan fotos, ya que pudiera haber sido sustraído de la Casa Rectoral.
Según parece, dicho Castro desapareció casi con seguridad debido a los trabajos de extracción de piedra de la cantera próxima, aunque también pudo colaborar con la destrucción del mismo los trabajos realizados para pasar una canalización de agua potable de CADASA, donde se emplearon máquinas excavadoras.
En la actualidad desde el depósito de agua en adelante, el acceso es prácticamente imposible debido a los árboles y monte bajo que impiden adentrarse en el lugar"
El castro, indudablemente, dominaba este gran valle que forma el citado paso natural entre las rías de Aboño y Avilés, verdaderos puertos naturales también en sí mismos, tal vez una de ellas el Magno Estuario de los geógrafos clásicos que separaba a los astures pésicos de los luggones. Y en este gran pasillo entre puertos, además de milenarias sendas, se abrió paso la industria desde mediados del siglo XXX hasta su máxima expansión en la década de 1970, formando prácticamente un continuum entre los puertos de El Musel y Avilés, de Veriña a las dársenas de San Agustín
El precedente de lo que sería el gran emporio de Ensidesa habríamos de buscarlo en la industrialización del siglo XIX y las industrias siderometalúrgicas tan vinculadas a los yacimientos de carbón , Fábrica de Mieres, Duro-Felguera y Fábrica de Moreda, líderes desde 1850 en la producción española de acero que en 1880 ya habían perdido ese liderazgo, ya que Altos Hornos de Vizcaya les había tomado el relevo a causa que un avance técnico, el convertidor de Bessemer, minimizaba el consumo de carbón, primando la cercanía a las minas de hierro, como es el caso del Gran Bilbao, que también hemos recorrido en nuestro Camino Norte
Posteriormente hubo diversos aranceles proteccionistas que beneficiaron al acero español, cuyo mercado estaba controlado por la patronal vasco-asturiana, impulsado especialmente por la Gran Guerra, en la que España fue neutral pero comerció con los contendientes. Posteriormente continuó la demanda para los crecientes trazados ferroviarios, las obras públicas y el sector naval. En 1929, justo el año del crack de la bolsa de Nueva York que tantísima repercusión económica, social, política y hasta bélica ocasionó durante la siguiente década y media, el acero español llegaba a producir el millón de toneladas, si bien la aportación asturiano era de un 12% del total frente al 64% de la vasca (más 18% en arrabio y 34% respectivamente
Pasada la Guerra Civil, el aislamiento del régimen provocó la autarquía económica, haciendo insuficiente la producción nacional, por ello en 1950, en decreto del 15 de junio, se emplazaba al Instituto Nacional de Industria (INI) crear una nueva empresa siderúrgica, la cual se hizo realidad al firmarse al 28 de julio siguiente la constitución de la Empresa Nacional Siderúrgica S.A.(ENSIDESA), empezando ese mismo años las obras
Estas primeras obras fueron el dragado de las marismas que anegaban frecuentemente la Ría de Avilés, la construcción de un puerto específico para traer los materiales, la Dársena de San Agustín, frente al puerto pesquero avilesino, el ferrocarril interior de la empresa: Avilés-Aboño-Musel y la puesta en marcha de los embalses de Trasona y La Granda. La necesidad de mano de obra fue ingente y transformó urbanística y socialmente todos estos concejos. Como ejemplo diremos que Avilés pasó de los 21.350 habitantes en 1950 a los 50.488 en 1961. Al principio los primeros trabajadores y sus familias vivieron donde pudieron, hasta se acondicionaron hórreos y cuadras, luego llegaron los primeros barracones y más tarde los barrios obreros, a los que aún no hemos llegado
Aquellos primeros barrios de trabajadores y sus familias, así como de las numerosas empresas auxiliares, se construyeron cerca de los primeros altos hornos e instalaciones. más cercanos a las dársenas, y en el extrarradio avilesino. Casi al mismo tiempo los poblados de Cristalería Española, trasladada a Avilés en 1952, se extendieron por la margen izquierda de la ría hacia Raíces, pues un gran precedente de la industrialización de la comarca avilesina había sido la Real Compañía Asturiana de Minas, cuya concesión abarcaba desde Arnao, donde estaban sus poblados obreros, a Salinas, casas de mandos, especialistas y demás directivos y encargados, hasta su nuevo puerto en la Dársena de Raíces, en dicha margen izquierda del estuario
La expansión de Ensidesa por este valle se produjo en una época más tardía, ya pasando la década de 1960, y aunque además de las acerías se hicieron polígonos no se edificaron grandes barrios, pues ya se habían constituido y ya se habían producido nuevos cambios de producción, de la idea de vivienda, comunicaciones y desplazamientos, coincidiendo con el final de la autarquía tras el pacto con Estados Unidos
La gran explanación de las acerías LD-II primero y LD-III después, eso sí, provocó en el valle de Tamón la susodicha desaparición de casas, barrios y quintanas, pero al no edificarse mucho más en torno a ella no se vea su alrededor el paisaje urbano que va a caracterizar el entorno de la fábrica unos kilómetros más allá, entrados ya en Corvera. Sí causó, lo hemos dicho, un efecto contrario, el gran despoblamiento de las rurales contiguas a causa principalmente de ruidos, contaminación y demás molestias
Allí está el lugar de La Barca al que antes nos referíamos. Cuesta imaginar cómo sería el valle cuando aquella embarcación pasaba a las gentes y ganados de una a otra orilla. Ahora forma parte de los polígonos de naves industriales de La Granda, cerca de donde el Regatu les Llongues da sus aguas al río Tamón o Tabaza
Muy importante: un poco más allá asoma el cerro de La Corona, en El Cardusu, cerca de donde confluyen los concejos de Carreño, Gozón y Corvera. Allí se ha localizado otro de los castros astures que dominaban el valle, muy afectado por una plantación de eucaliptos. En la página de Arqueoastur hallamos buena información de él:
"Fue reconocido como posible castro por Bernardido Díaz Nosti con motivo de la realización de la Carta Arqueológica del concejo de Carreño 1992. La tala del bosque que lo cubría permitió el reconocimiento de sus elementos defensivos, por lo que fue incluido como castro en 1997 por Gerardo Sierra Piedra, ficha YAC-34-I. Durante la actualización del inventario del concejo en 2015 a cargo de Rubén Montes López, se confirmó su naturaleza arqueológica, ficha 24"
El castro ha sido incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias el 23 de diciembre de 2013 y ya un año antes en el Catálogo Urbanístico de Carreño:
" Se localiza el yacimiento sobre una pequeña loma que sigue una dirección NW-SE, donde sobresale un promontorio no muy amplio, de forma aproximadamente circular y situado a 84,8 metros de altitud con muy buena visibilidad. Según la información LIDAR, el recinto presenta una forma ovalada de medianas dimensiones, unos 60 x 45 metros y una superficie de 1600 m².
La tala de la plantación de eucaliptos que cubría el paraje permitió el reconocimiento de un talud y aterrazamiento concéntrico a la cumbre y al menos un parapeto de buenas dimensiones en el sector oriental del montículo, frente más accesible del yacimiento. El aterrezamiento está mejor conservado en el las vertiente oriental y meridional de la loma, presentando un ancho aproximado de 8 metros. No se documentado restos de estructuras de habitación dentro del recinto ni derrumbes que delaten la existencia de una muralla (Sierra Piedra 1997)"
En cuanto a Ensidesa, y siguiendo el Diccionario Histórico de Asturias, coordinado por Javier Rodríguez Muñoz, que desde su misma fundación empiezan a funcionar las instalaciones básicas, las baterías de hornos de coque, altos hornos, acería Siemens-Martín, acerías de conversión por oxígeno (LD-I y II) y trenes de laminación, al igual que actividades complementarias como talleres de calderería, central térmica, laboratorios y oficinas. De aquellos primeros tiempos cuenta así la Wikipedia:
"En 1956 entraron en funcionamiento las primeras instalaciones de Ensidesa: las baterías de hornos de cok. Un año después, el 24 de septiembre de 1957, la esposa de Francisco Franco, Carmen Polo, ejerció de maestra de ceremonias en el encendido del primer horno alto, uno de los cuatro con los que contó la fábrica y que llevaría su nombre. El enorme crecimiento demográfico de la comarca en general y de Avilés en particular fomentó un desarrollo urbanístico sin precedentes que hizo que la ciudad pasase de 20.000 a 80.000 habitantes, aproximadamente, en un corto periodo de tiempo. La comarca recibió grandes oleadas de migrantes procedentes especialmente de Andalucía, Extremadura y las dos Castillas..."
"La empresa cuenta con una ingente cantidad de fondos y de localizaciones de archivo, sin embargo carece de historia archivística como tal hasta la creación, en 1990, del Centro de Documentación que asume determinadas funciones en relación con el acervo documental de la empresa. Hasta esa fecha -y aún desde entonces- los materiales documentales generados por el gigante siderúrgico público no constituyen otra cosa que una sucesiva acumulación de archivos sectoriales dentro de cada posición orgánico-funcional de la empresa. El acuerdo a tres bandas suscrito entre la Sociedad liquidadora de ENSIDESA, la administración local de Avilés y la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias supone el principio de una intervención global sobre este importante fondo industrial y, quizá, el inicio de la autentica historia archivística del mismo. Queda por determinar el paradero y destino final de los fondos documentales generados por las siderurgias privadas absorbidas por ENSIDESA, dado que no no se han encontrado en los trabajos de censado materiales de la Sociedad Metalúrgica Duro-Felguera, de Fábrica de Mieres o de la Sociedad Industrial Santa Bárbara"
En la misma ficha archivística plasman la gran trascendencia de este legado documental muy necesario de preservar:
"Se trata de un fondo de gran importancia para la historia industrial de nuestra región, pese a lo reciente de sus fechas extremas, debido a la enorme influencia de una empresa de estas dimensiones en el hinterland donde desarrolla su actividades, el triángulo Avilés-Veriña-Gijón, en las actividades portuarias, tráficos, empleo directo e inducido y grandes indicadores económicos de la provincia. Las pérdidas documentales que haya podido sufrir debido a la carencia de políticas documentales modernas no desdibuja las enormes potencialidades informativas y culturales de un fondo extraordinariamente voluminoso y complejo. La abundancia de materiales especiales -más de 370.000 planos, miles de fotografías, microformas, filmaciones, cartografía industrial y proyectos, más de 25.000 historias clínicas, etc.- es una muestra muy significativa de las dificultades para evaluar un fondo de tales dimensiones. La multiplicidad de ubicaciones físicas y la dispersión de las mismas -Avilés, Llaranes, Veriña, Madrid, Bilbao y Gijón- dificultan enormemente la cuantificación estricta del fondo lo que, unido a la carencia de una política de selección documental y expurgo, dificulta la evaluación del material y obliga a calcular sus cifras y dimensiones siempre de una forma aproximativa"
No ha de extrañarnos que algunos dieron en llamar La Fabricona (otros detestan este nombre y no lo atribuyen a Ensidesa) haya marcado la idiosincrasia socioeconómica de Asturias y, en buena parte, de no pocas localidades de comunidades más o menos cercanas o lejanas, incluyendo zonas de Portugal, que aportaron numerosos trabajadores, tanto directamente a la gran siderúrgica como a sus filiales y a todo tipo de empresas que se asentaron con el boom de aquellos años, desde talleres a comercios, hostelería, banca, alojamientos, etc. A lo largo de los tramos siguientes continuaremos incidiendo en esta impronta que ha marcado paisaje y paisanaje
Tanto es así, que no pocos proyectos industriales, unos hechos realidad y otros no, tienen a veces el halo, más o menos explotado implícitamente, de una "vuelta de Ensidesa" con alguna empresa relativamente similar, si bien todos los condicionantes para ello, tanto a nivel local como mundial, han cambiado drásticamente en todos los aspectos
Así desde Dupont al Niemeyer, de los malogrados Corning-glass al tremendo Petromocho, siempre flota en Asturias, y más en esta zona central una idea de reindustrialización plena en base a grandes factorías y macroempresas, que ha marcado, en buena parte y para bien o para mal, el subconsciente colectivo, de tal manera incluso se ha especulado que han llegado a incrementar el célebre grandonismu asturiano, un concepto no demasiado siempre de explicar y sobre el que corren ríos de tinta..
"Trabajar en ENSIDESA era como un seguro laboral para toda la vida. Aquel maná, caído del cielo, empleaba a 21.000 personas y generaba cerca de 25.000 puestos de trabajo inducidos en Asturias y unos 30.000 en el resto de España. Funcionaba el dicho –seguramente inventando por algún fracasado en el intento– de que ‘El que vale, vale, y el que no ¡pa ENSIDESA!
Pero, ay amigo, con chorradinas andábamos cuando la crisis siderúrgica mundial se presenta, sin saludar, en Avilés. Y empezamos a sudar tinta china en japonés, al ver como las pérdidas de ENSIDESA se medían por miles de millones de pesetas y aumentaban sin cesar.
Vimos como se paralizaron, cerraron y luego se merendaron, por arte de goma dos, instalaciones gigantescas que aún no habían cumplido ni los treinta años de vida. El gigante tenía los pies de barro, no en vano se había edificado sobre marismas.
Y nos dio el tembleque al comprobar que teníamos un porvenir incierto, después de veinte años de certeza consumista. No quisimos, o no supimos, ver lo que se nos venía encima –anunciado años antes en todo el mundo, pero que si quieres arroz Catalina que aquí no pasaba nada– por lo que la costalada que llevamos fue tan descomunal que aún seguimos, a día de hoy, en rehabilitación.
La respuesta –no había otra– fue un enloquecido remolino de asambleas, paros, manifestaciones y huelgas, que consiguieron –aparte de poner a los pies de los psiquiatras a buena parte del personal– identificar a ENSIDESA con Asturias y viceversa. ‘Salvar ENSIDESA es salvar Asturias’, rezaban las pancartas. Todavía quedan por ahí pintadas, que nos devuelven a aquella feroz decadencia industrial. Un tiempo de angustia, ansiedad y miedos. Parecido, de lejos, a lo de ahora.
Para Avilés y para Asturias, aquello no fue declive que valga, sino debacle a lo bestia, que derivó en brutales regulaciones de empleo en las pequeñas y medianas empresas, que vivían a la sombra de ‘la empresa’ (como llamaban sus trabajadores a ENSIDESA) y de ‘la empresona’ (como seguramente llamarán en Gijón a Hunosa).
Sin embargo con los empleados de las dos empresas estatales hubo más consideración, o sea miedo por parte de la autoridad competente, dulcificándose el conflicto con prejubilaciones anticipadas. Hubiera sido tentar al diablo –social y sindicalmente hablando– meter a los gigantes Hunosa y ENSIDESA en el mismo saco que a las empresas que de ellos vivían.
La gran crisis siderúrgica mundial, agravada en España por el hecho de haberla abordada tarde, como casi siempre, hicieron de nosotros una historia de perdedores"
Continúa Legazpi, en su excelente artículo y mordaz crítica, no exenta de retranca, con aquel mazazo social inmenso que supuso aquella crisis y reconversión siderúrgicas, resumiendo estupendamente la historia que acabamos de contar:
"Y más cosas. Porque después de tantos años viviendo en INIlandia, la mayoría de habitantes de Avilés se habían dormido tan profundamente en los laureles de sus poderes adquisitivos, que no apreciaron que la ciudad estaba excesivamente dependiente de la gigantesca empresa estatal. No advirtieron, o no vieron, o no quisieron ver, como ENSIDESA había llegado a ‘tapar’ al Avilés histórico y a su meollo patrimonial. Parecían no existir más valores que los industriales, que cegaban cualquier tradición por antiquísima que fuera.
La empresa dominaba y protagonizaba en exceso la vida de Avilés. Y se juntó el hambre con las ganas de comer, porque al tiempo muchos estamentos de la ciudad (económicos, sociales, etc.) se dejaron dominar. Y en casos avasallar.
Un ejemplo de lo que digo y de la desorientación que se había adueñado de todo, fue la fusión futbolística del histórico Real Avilés con el ENSIDESA CF creando un nuevo club de fútbol bautizado como Real Avilés Industrial.
¿Industrial cuando la industria se estaba yendo directamente al carajo?
Pues sí Industrial. Porque lo impuso ‘la empresa’ en lo que tuvo toda la pinta de ser un gratuito acto de arrogancia de ENSIDESA, que aún perdiendo miles de millones a espuertas, todavía tenía poder para dejar sentado quien mandaba aquí. Lo había venido haciendo desde la década de los cincuenta. Y además, para rematar la faena, el nuevo equipo jugaría en Llaranes, el barrio siderúrgico, ya que el estadio del Real Avilés (propiedad municipal) era una ruina, por dejadez del Ayuntamiento en su cuidado.
Todo aquel proceso y sobre todo las formas utilizadas en el mismo supo, en algunos ambientes ciudadanos, a humillación. Y todavía hoy, a poco que revuelvas ese potaje, compruebas que este asunto de la fusión futbolística sigue constituyendo una herida abierta, quizás la más evidente para mostrar, y demostrar, las complicadas relaciones, que siempre hubo entre los representantes de la ciudad y los responsables de la siderúrgica estatal.
Total, que en Avilés, y a pesar de que el Rey de España inauguró, al final de aquella década, una nueva acería que supuso una muleta para sobrellevar la cojera siderúrgica no conseguimos salir de la depresión social, que desde entonces ya nunca aflojó hasta que llegó el Niemeyer, que esa es otra. Otra historia quiero decir.
Hoy la cosa sobre aquel caso del ocaso de hace treinta años –en la década de los ochenta– cuando la industria se desplomó, en caída libre, arrastrando con ella al empleo y este, a su vez, arrambló con dimes y diretes, como aquel de que "Dios creó a Adán y colocólo en ENSIDESA"
El nombre de Silvota está relacionado con selva y procede del latín silvam (bosque) y es una muestra de cómo debían ser estos lugares de la ribera del río Tamón en tiempos pasados. Leemos de García Arias en Toponimia Asturiana el porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Del latín SILVAM ‘bosque’ (EM) proviene el asturiano silva ‘zarzamora’, ‘especie de arveja silvestre’, y el abundativo occidental silveira ‘zarzal’. El gallego y el portugués mantienen una expresión similar a la asturiana responsable de numerosos apellidos; el castellano, en cambio, generaliza selva"
A la derecha pasa la línea Trasona-Aboño del conocido como Ferrocarril de El Valle al atravesar entre ambas localidades El Valle de Carreño, nombre de una de sus parroquias pero que por extensión se aplica a todas las parroquias del gran valle carreñense que desde Tamón se extiende al mar
De esta línea ya hablamos algo en el artículo o entrada dedicada al tramo anterior de este Camino, se trata de un ferrocarril interno propiedad actualmente de ArcelorMittal Asturias y fue creada a la vez que la empresa Ensidesa para comunicar su factoría avilesina con el gijonés puerto de El Musel. Hoy en día también sirve de conexión entre esta y la factoría de Veriña. De su historia cuenta así la Wikipedia:
"La red ferroviaria interna de ENSIDESA se estableció conjuntamente con la factoría y se puso en servicio en 1953. En 1966 se iniciaron las obras de la línea Trasona-Aboño, usando en parte la infraestructura ferroviaria de la Junta de Obras del puerto de El Musel y el trazado existente de acceso a la cantera de Tamón, propiedad de ENSIDESA. En 1972 se inician las obras de un ramal a la línea León-Gijón, para conectar con la factoría de Veriña
En 1997 entró en servicio el túnel del Monte Areo, permitiendo circulaciones entre ambas factorías sin usar la red de RENFE. En el 2005 se acordó el desdoblamiento del túnel de Tabaza. El túnel se completó en el 2008, pero se paralizaron las obras y no se llegó a instalar la vía hasta la reanudación de las obras en el 2010"
Esta vía férrea tiene unos 16 kilómetros de longitud y es de ancho ibérico sin electrificar:
"Desde la red interna correspondiente a la factoría de Avilés parte a través de los túneles de Tabaza. A continuación discurre a cielo abierto por el valle de Guimarán hasta separarse en dos ramales, uno que accede a Veriña, Aboño y al puerto de El Musel y otro que accede, a través del túnel del Monte Areo, directamente a la factoría de Veriña. Cuenta con una rampa característica máxima de unos 1.2% en ambos sentidos"
"Está equipada con Control de Tráfico Centralizado desde el puesto de mando de ArcelorMittal en Trasona. Tiene conexiones con la Red Ferroviaria de Interés General en sus extremos, estando conectada con la línea Villabona-San Juan en Trasona, con la línea Venta de Baños-Gijón en Veriña y con la línea Serín-Aboño en Aboño.
Discurre en su parte central en paralelo al trazado original del Ferrocarril Estratégico de Ferrol a Gijón, en su sección entre Avilés y Gijón que nunca se llegó a completar al optar por usar la infraestructura existente del Ferrocarril de Carreño. Este trazado actualmente está habilitado como vía verde"
Entre otros materiales, este trazado ferroviario industrial es famoso por el transporte de arrabio a 1500ºC con los famosos trenes torpedo entre Veriña y Avilés, lo cual lleva haciéndose desde el 9 de junio de 1972, originalmente con carácter temporal. El grandísimo peso de vagones y carga obligó a reforzar la vías y un viaducto
Un poco más allá, una señal en la carretera informa que dejamos Tamón y Carreño y entramos en el concejo de Corvera por Trasona. Corvera es otro de los concejos del antiguo alfoz medieval de Gauzón que pasó a ser gobernado desde avilés según esta villa iba creciendo gracias a su puerto y fueros
Este concejo de Corvera, a veces nombrado con el añadido de Asturias para distinguirlo de otras localidades del mismo nombre, aparece integrado dentro del alfoz avilesino en 1309, independizándose en el siglo XVI, si bien ya en el XV tenía dos diputados representándolo en la Junta General del Principado de Asturias
El Camino hasta Avilés seguirá siendo eminentemente industrial, pero al menos a partir de Rovés, en Trasona, tendremos aceras y pasaremos por pequeños núcleos urbanos a lo largo de la AS-19, con tiendas, bares, zonas verdes y otros servicios. Luego optaremos por tomar, en el poblado obrero de La Marzaniella la preciosa senda peatonal del Paseo de la Ría que nos llevará a Avilés...
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