El Valle, Carreño, desde La Cuesta Ramos, bajando del Monte Areo |
"Ninfas de las fuentes, tan hermosas, alegres y graciosas como rayos de luna a la media noche. Entre principal de la mitología de Carreño"
To padre te esperato madre te llamatos neños tan solosy tú cola xana
"no sé que haya en Asturias una porción de tierra tan feraz, tan poblada y capaz de hacer acomodos a sus moradores, como el Valle de Carreño"
El edificio que vemos en nuestros días, de dos pisos, tiene forma de U pero su disposición inicial era en forma de L. La capilla está dedicada a Nuestra Señora del Carmen y en ese patio del palacio fue quemada su imagen en la guerra
"En la actualidad es conocido como "Casa Bárcena", y es propiedad de Ramón Suárez Cuervo. Se dice que dicho Palacio, fue propiedad de la Condesa de Revillagigedo, la cual según la historia, efectuaba el viaje para desplazarse desde sus posesiones en Pravia hasta Gijón, siempre y en todo momento por terrenos de su propiedad. El Palacio, fue una "Casa de Pendón y Caldera", ya que daba alojamiento y comida a los/as viajeros/as, tenía pensión y caballerizas.
Durante la Guerra Civil, llegó a ser Cuartel General de la República, dado que próximo, estaba el Campo de Aviación de Carreño. Con posterioridad y según avanzó la contienda pasó a instalarse el Bando Nacional.
El Palacio, después de la Guerra Civil, pasó a ser propiedad de los Díaz-Caneja, viviendo en lo que hoy son las cuadras, los caseros, familia Suárez, actuales propietarios desde 1947. La entrada principal está orientada al Sur, por donde pasa el Camino de Santiago o Real.
La edificación data del siglo XVIII, o incluso antes, ya que sus propietarios/as afirman haber encontrado una pieza de madera en la que figuraba la fecha 1718.
Tiene dos pisos y, en la actualidad, forma de U, ya que la edificación inicial tenía forma de L, el pórtico se sostiene por columnas. Dispone de Capilla, cubierta con bóveda de medio cañón. Esta ermita, que está dedicada a Ntra. Sra. del Carmen, (cuya primera imagen fue quemada en el patio del Palacio durante la confrontación bélica), conserva en estos momentos dos figuras religiosas, una de San Antonio y otra de talla de la Virgen, ambas fueron aportadas por el que fuera párroco de El Valle durante unos 15 años, Don Teodoro, que estuvo de posada en el Palacio durante dos años. La capilla llegó a acoger algunos oficios religiosos en los años cuarenta del pasado siglo y en ella se llegó a oficiar misa en ceremonias de índole familiar hasta fechas muy recientes"
"Cuidadosamente atendida, con imágenes y altar en perfecto estado. D. José Cuervo Rivero es su propietario"
Las dos capillas atenderían en ocasiones los oficios religiosos parroquiales cuando no se podían celebrar en la iglesia, una situación muy común en la posguerra
Como en el caso del de los Díaz Caneja, la parte de vivienda principal de esta casona presenta una buena galería orientada al sur, aprovechando al máximo la iluminación solar
Algunos de estos palacios rurales de las estirpes carreñinas están relacionados por tradición, ellos y sus capillas, con las leyendas del Monte Areo, transmitidas de generación en generación por las gentes de estos pueblos, tal que esta...
"En tiempos de mucha antigüedad, al anochecer de un día de invierno apareció en la pobre casa del Fondo de Guimarán una pordiosera que imploraba que le diesen algo de cenar y cobijo para pasar la noche.
El ama de la vivienda replicó a la andrajosa pedigüeña que nada podía darle, pues estaba casi tan pobre como ella. Entonces la mendiga, mirando hacia la cumbre del Areo, ensimismada y enigmática repitió por tres veces: Monte Areo Monte Areola tierra rica xente boba.
La intrigada dueña de la casa le preguntó el significado de sus palabras a lo que la pordiosera respondió que en lo alto, si se cavaba un poco, aparecería un tesoro que enriquecería a quien lo encontrase.
Dicho esto desapareció perdiéndose en el Areo. La campesina se lo comunicó a su marido y esa misma noche fue a cavar al lugar indicado, hallando, al poco de comenzar la faena, una gallina de oro con doce polluelos del mismo metal más otro fabuloso tesoro del que nunca se supo su valor.
Cuenta la leyenda que en memoria del hallazgo se fundó, en la iglesia de Guimarán, la capilla del “Buen Suceso” por la noble familia Muñiz Carreño y en Candás la Ermita de los Doce anexa al Palacio de los Muñiz de cuyo altar se dice que figuraban los doce polluelos de oro hasta que fue destruida en el año 1936"
"Paralela al Monte Areo,se forma en la playa del Tranqueru, parroquia de Albandi, y porlos montes de Morís y Calera, se extiende sobre los pueblos de Prendes, Guimarán y Logrezana, en cuyo lugar de La Barrera finaliza.Sus mayores elevaciones se encuentran en la expresada Barrerra con 166 metros de altura, en La Garita, lugar de la Calabrina, feligresía de Perlora, 125 mts. y 123 en las cotas de Calera y Morís, de Santiago de Albandi"
Pese a la distancia, no es difícil reconocer en La Rebollada en Guimarán la Quinta Clarín, donde residió durante sus estancias veraniegas el escritor Leopoldo Alas Clarín, autor de La Regenta, entre otras muchas obras, algunas de ellas, como Adiós Cordera, inspiradas en sus vivencias en Carreño. Construida sobre una antigua quintana, solar de los García-Alas, la casa fue ampliamente reformada por sus sucesores y otros propietarios
La quinta fue reedificada por su hijo Adolfo en 1911 sobre los cimientos del antiguo Palacio de los Alas, conserva su mansión de tres pisos, su casa central de dos plantas, la capilla de 1871 dedicada a la Purísima Concepción, conservada como en tiempos de Clarín, y el cenador-mirador, con su caseta encima a manera de belvedere de ladrillo, especie de invernadero con puerta y ventanas, donde Clarín se refugiaba pare escribir, leer y reflexionar
Al morir Adolfo su viuda lo vende por motivos económicos siendo adquirida por José Sanchez Cima. El actual hórreo es de 1975 sucede a una vieja panera que se derrumbó, la cual se sabe, por la puerta que se conserva, que fue reformada en 1868, cuando Clarín tenía 16 años
De esta familia de los Carreño, que tuvo aquí la cuna de su linaje, nacieron personalidades como Don Álvaro de Carreño, guerrero que en tiempos de Alfonso II El Casto tomó Carrión de los Condes siguiendo un plan similar al del Caballo de Troya, también Don Fernando Carreño, constructor del castillo de La Mota en Medina del Campo, Don Juan Carreño Miranda, pintor en la corte de Carlos II, o Don Rodrigo de Carreño Tesorero General del Principado de Asturias
Decidieron los Carreño los destinos del concejo durante siglos, interviniendo activamente en la política española. Algunas de sus ramas son los Valdesoto en Siero o los Carriedo en Cantabria
"El palacio es una auténtica fortaleza, con anchas paredes totalmente de piedra tanto exteriores como interiores; de hecho, llegó a contar hasta el siglo XIX con una torre, que fue destruida «por un rayo», tal como rememoraron las crónicas. De la primitiva fábrica aún se conservan varios elementos arquitectónicos.
Los últimos herederos del clan familiar vendieron a unos vecinos de Tamón el palacio y éstos, recientemente, a su vez, lo hicieron a sus actuales dueños. Durante el tiempo que el complejo permaneció sin vigilancia los hurtos fueron frecuentes y acabaron desapareciendo fruto de la rapiña diversos elementos de valor como, por ejemplo, la campana de la capilla de la Virgen de la O, colindante al complejo palaciego.
Por fortuna, los de más peso sobrevivieron y, gracias a ellos, hoy se pueden contemplar ricas filigranas en madera en ventanas y puertas, así como una panera en madera de roble, un molino de piedra de mano, similar a los africanos, y un «llagar» con «duernu» de arenisca.
Tampoco falta un recipiente subterráneo que, se supone, se utilizó para la conservación y tratamiento de salazones. Destacan, igualmente, dos hornos de distinta época, uno de ellos, el más antiguo, muy deteriorado, pero toda una obra de arte que a modo de cúpula y rodeado de barro
Quienes recorran este trayecto literario se podrán adentrar, gracias a los indicadores que salpican el camino, en el conocimiento de este vetusto palacio con antojanas empedradas, capilla en honor a la Virgen de la O y su panera separada por un camino carretero empedrado, formando todo ello un recinto edificado de 750 metros cuadrados.
De la primitiva fábrica, además de la estructura, se conservan dos puertas; la de la entrada, de medio punto, del siglo XII, y, sobre ella, el escudo heráldico con las armas de los Carreño, Alas, Quirós y Casamayor.
De la hidalga nobleza nacida en el palacio de Sebades brotaron vigorosas ramas como las de Avilés, Carriedo en Cantabria y Valdesoto en Siero. El casamiento de Álvaro Carreño con María Miranda de Quirós unió las dos casas más antiguas, nobles y poderosas del Principado de Asturias. De esta rama de los Carreño Miranda habría de nacer allá por 1614 el glorioso pintor Juan Carreño Miranda, sobrino de Andrés, el viejo discípulo de Velázquez y pintor de cámara del rey Carlos II “el Hechizado”. Aún cuando Avilés se complace en tenerle como avilesino, queda probado que es oriundo del Concejo de Carreño, de donde era su padre, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo y todos sus antecesores remotos, pertenecientes al Estado de la Nobleza. Su nacimiento parece haber sido en la Casa Solariega familiar conocida como Palacio de los Carreño, aunque vivió en Madrid desde la edad de once años.
En la pared este destaca una puerta ojival del siglo XIII. Los caballeros de este palacio rigieron durante siglos los destinos del concejo de Carreño, al tiempo que fueron los más importantes de España en determinadas épocas del Medievo.
Los Carreño fueron amigos de reyes como Enrique II de Trastámara y leales servidores en puestos de responsabilidad de la hidalga nobleza nacida en este palacio del que «brotaron vigorosas ramas» como las de Avilés, Carriedo, en Cantabria, y Valdesoto, en Siero"
"Entre el Monte Areo y el de La Cortina, se alarga una loma, toda ella de pradería que nace en Pervera y muere en Tamón"
"Cinco valles principales se han de considerar situados entre los montes y lomas referidos. El más extenso e importante, llamado por antonomasia "El Valle de Carreño" abarca las parroquias de Santa Eulalia del Valle, San Esteban de Guimarán y parte de la de Santa María de LogrezanaLos restantes, paralelos al mencionado, adoptan el nombre de los lugares en que se forman. Así el de La Rebollada o Logrezana; de Coyanca, de Piedeloro o del RegueralMención aparte ha de tener el extenso y hondo de Tabaza y Tamón, por la variante de no estar situado paralelamente a los demás, sino perpendicularmente, en dirección de Sur a Norte"
"Prototipo de explotación agraria en el concejo, sigue siendo la milenaria "casería", unidad familiar de trabajo y convivencia, adaptada en el tiempo sin mayores quebrantos, a las necesidades, formas e imposiciones del progreso, sin haber renunciado a los valores esenciales de perpetuar la un8idad de sus miembros y el vínculo de las generaciones.La organización tradicional se asienta en el núcleo central compuesto por la casa, hórreo o panera; corral (establo, cuadra), la quintana (antojana) y, en bastantes casos, el pequeño lagar de sidra. Alrededor de estos edificios, la "llosa" con sus huertos de verduras y hortalizas, otros productos, árboles frutales, fincas a prado, tierras de labor y monte, algunas de ellas diseminadas, más o menos distantes"
"El campo está mecanizado y acusa la desproporción entre el valor del producto y su costo, la escasa rentabilidad, singularmente en pequeñas áreas, la carestía delos vehículos y maquinarias agrícolas, de las reparaciones y recambios; el cada dí más elevado precio del combustible, unido a la presión fiscal, hace prácticamente insostenible (de no tener ingresos ajenos al medio) la continuidad de las caserías humildes. Algunas ya se han desintegrado y otras, de seguir iguales circunstancias, no tardarán en hacerlo"
"en 1789, con motivo de la feria de León, dieron cuatro mil reales por una yegua, cuya mejor recomendación era ser de Carreño; tal es la opinión que tiene esta ganado entre los albéitares y caballeros conocedores"
"El labrador de Carreño, de siempre ha tenido intensa vocación ganadera. En centurias pasadas, la cría de ganado caballar alcanzó singular importancia, hasta el punto que las yeguas y caballos del Valle por antonomasia del concejo, se consideraron los mejores de Asturias, rebasando su fama los límites provinciales"
"Ruta que recorre el camino tantas veces efectuado por les sardineres candasines, que día tras día recorrían el concejo de Carreño y los pueblos limítrofes llevando sobre sus cabezas las "paxas" (especie de cestas planas) repletas de pescado que vendían al amanecer en la Plaza del Fontán de Oviedo.El trayecto parte desde la villa candasina, siguiendo el Camino Real Candás-Oviedo, por las alturas del Monte Areo, hasta la Ermita de Los Remedios que alberga la imagen de la Patrona Celestial de Carreño, y única Virgen asturiana coronada canónicamente, junto con la de Covadonga. En Los Remedios las sardineras candasinas hacían un alto en su camino para descansar y orar"
"Sidra Guimarán es un proyecto que se fue ideando y madurando lentamente, en las comidas familiares de los domingos, con la idea de innovar y dar sentido y un giro radical a la finca sobre la que se asienta y que durante 40 años se dedicó a explotación ganadera...
Comenzamos plantando unos manzanos de D.O.P., luego algunos más y poco a poco íbamos barajando ideas, hasta que al final nace La Hacienda de la Abuela. Primero el nombre. Ya que la Abuela con mayúsculas es la gran impulsora de este proyecto y después el nombre de la sidras, que aunque tenga algunos detractores, creemos que a la larga puede servir para dar a conocer más esta hermosa zona del concejo de Carreño que aunque el lagar está en el Valle, la sidra se llama Guimarán porque nos gustó sin más, fuera de las rivalidades entre zonas limítrofes, ya que la sidra es un producto para unir, beber y comer en compañía y eso es lo que pretendemos, que la gente disfrute igual que nosotros, comiendo y bebiendo bien.
Sidra Guimarán comienza su andadura en Octubre del 2010, tras cuatro años de peripecias con las distintas administraciones locales y regionales. Un pequeño proyecto con una gran cantidad de inconvenientes, pero al final podemos presentar este lagarín construido con muchas ilusiones y que ahora ponemos a disposición de todo aquel que quiera disfrutar de nuestra sidra.
Al ser un lagar de pequeñas dimensiones, apostamos por la calidad antes que la cantidad.
Nos rodea una plantación de manzanos de plantón franco, que esperemos que en pocos años estén dando sus frutos y que proporciona al entorno un variado color en cada estación. Por eso el paisaje que acompaña al visitante será siempre diferente, al igual que la comida que pueden degustar en nuestras espichas, con menús improvisados que admiten sugerencias, para que las veladas sean del agrado de todos.
En El Fondo están Casa Valor, Casa Ventura, Casa Concha Clemente y Casa Pericón, pero lo que más destaca es el edificio de las antiguas escuelas, a la derecha de la foto, construida en 1881, con casa para los maestros, a expensas del indiano Fructuoso Busto, que había hecho fortuna en Cuba. Antes solamente tenía edificio propio la de Candás, desde 1790 y en el antiguo hospital de peregrinos, y la de Coyanca, parroquia de Perlora, fundada por la vecindad en 1792 (Escuela de Primeras Letras) en base a la ermita de San Andrés Apóstol .Antes se daban algunas clases en los cabildos de las iglesias o en casas particulares. Allí La Caleya'l Sobarréu hace de frontera entre parroquias
Muy a lo lejos tal vez podamos llegar a reconocer El Torruxón de Prendes (en medio de la foto), torre medieval que domina estos lugares. Si bien su traza actual puede corresponder al siglo XIV al XV, se supone está hecha sobre un baluarte costero para defensa contra los vikingos situado en el mismo lugar o en las inmediaciones (La Reboria). Con el paso del tiempo se transformó en un baluarte feudal de dominio territorial, de ahí viene que en el siglo XV fuese propiedad del Deán de la Catedral de Oviedo Ruy García de Prendes, que en 176 lo cedería a su hija María González de Solís. Formaría parte de una nutrida red de torres costeras y camineras, como la de Yabio en Perlora, de la que se conservan restos, la de Morís también en Perlora, la de San Pablo, en el Monte Areo, la de Viado, sobre la playa de Carranques, la de la de Güerno, en Ambás, justo al sur de El Valle, o la de Castiello en Logrezana/Llorgozana
"... de fuerte consumo y ciclo cerrado, en las que los alimentos, semillas y estiércoles para la fertilización de las tierras se producían dentro de las propias explotaciones en las que también se consumían, con arreglo a unas normas inalterables no faltas de racionalidad que se han ido transmitiendo de generación en generación"
"... las haciendas mayores, en buena parte descapitalizadas o con cargas de préstamos, siguen adelante no sin dificultades, con la apoyatura básica de las buenas producciones de la ganadería, en leche y carne"
Y aquí seguimos de frente, hacia la casa del fondo: Casa Rufa
Sigue la bajada: arriba quedó Casa Ramón de Rafaela, en Sopeñes, donde estuvo el molino de este nombre, el cual funcionaba con el agua de un regato también llamado de esta manera, agua que fue empleada para hacer una fuente pública abajo, en Santolaya, que veremos enseguida
Al lado del Camino, el hórreo de Casa Rufa llama la atención por los vistosos colores de su corredor, elementos añadido en sus tiempos al hórreo antiguo, tal vez de unos 200 años o más. No es inusual este cromatismo dentro de los hórreos y paneras del técnicamente llamado estilo Carreño. La pintura ofrecía un buen aislante impermeable a la madera, máxime si tenemos en cuenta que tradicionalmente solía emplearse de lancha, de la empleada en los cercanos puertos, como el de Candás, la capital del concejo
Riestres de panoyes, ristras de mazorcas. El maíz traído de América a partir del siglo XVIII fue un alimento básico durante siglos. En les colondres o tablas que forman la pared, fabes. Antaño era habitual ver los hórreos cubiertos de maíz. Ahora al ser empleado solamente como planta forrajera ya no necesita este proceso, hecho para que curase y secase bien y luego molerlo para hacer el pan de casa, la boroña, el pan de maíz
"«¡Comer boroña otra vez! ¡Comer boroña en Prendes, junto al llar, en la cocina de casa!». ¡Qué dicha representaba aquellos bocados ideales que se prometía! Significaba el poder comer boroña, la salud recuperada, las fuerzas devueltas al miserable cuerpo, el estómago restaurado, el hígado en su sitio, la alegría de vivir, de respirar las brisas de su colina amada y de su bosque de la Voz (...)
Pero el aire natal no le fue propicio. Después de una noche de fiebre, llena de recuerdos y del extraño malestar que produce el desencanto de encontrar frío, mudo, el hogar con que se soñó de lejos, Pepe Francisca se sintió atado al lecho, sujeto por el dolor y la fatiga. En vez de comer boroña, —67→ como anhelaba, tuvo que ponerse a dieta. Sin embargo, ya que no podía comer aquel manjar soñado, quiso verlo, y pidió un pedazo del pobre pan amarillo para tenerlo sobre el embozo de la cama, y contemplarlo y palparlo (...)
La fiebre última le cogió en pie, y con ella, vino el delirio suave, melancólico, con la idea y el ansia fijas de aquel capricho de su corazón... comer un poco de boroña. La pedía entre dientes, quería probarla; llevábala hasta los labios y el gusto del enfermo la repelía, pesara a sus entrañas. Hasta náuseas le producía aquella pasta grosera, aquella masa viscosa, amarillenta y pesada, que simbolizaba para él la salud aldeana, la vida alegre en su tierra, en su hogar querido. Llantero, que ya tocaba el fondo de los baúles y se preparaba, a recoger la pingüe herencia, agasajaba al moribundo, seguíale el humor a la manía; y, todas las mañanas, le ponía delante de los ojos mejor torta de maíz, humeante, bien tostada, como él la quería...
Y un día, el último, al amanecer, Pepe-Francisca, delirando, creía saborear el pan amarillo, la borona de los aldeanos que viven años y años respirando el aire natal al amor de los suyos: sus dedos, al recoger ansiosos la tela del embozo, señal de muerte, tropezaban con pedazos de borona y los deshacían, los desmigajaban... y...
-¡Madre, torta! ¡Leche y boroña, madre; dame boroña! -suspiraba el agonizante, sin que nadie le entendiera..."
Una llosa, pequeño huerto de hortalizas al lado de casa. En Asturias foto a foto encontramos este texto de Manuel Ramón Rodríguez Rodríguez y David Pérez Sierra González:
"Durante los últimos años se multiplican por todo el concejo las instalaciones dedicadas al cultivo de hortalizas bajo techo, que a través de una comercializadora municipal, Procasa, gozan de gran prestigio, por su calidad, en los mercados regionales. En cuanto a la ganadería, hay una especialización en el vacuno, del que en la actualidad hay unas 5.000 cabezas. Todavía hoy unas 700 pertenecen a la raza asturiana de los valles, esbelta y vigorosa, que en nuestro concejo alcanzó su máxima preponderancia, de ahí que también se la conozca como carreñana (...)
Carreño, al sentir de su cronista oficial, fue solar donde por primera vez se establecieron estancos y también donde por primera vez la patata tuvo destinos de alimentación humana, allá en los finales del siglo XVIII. Y también, según el mismo informante, ya se cultivaban alubias y maíz hacia 1599. Quizá por eso tengan tanta fama las alubias de la zona:
Bones fabes de la granja
y en Asturias cultivaes;
si pueden ser, de Carreño,
que son lo mesmu que almuhaes.
La culinaria de Carreño se mueve entre estas dos coordenadas: huerta y mar. En Prendes se pregona la mejor fabada de Asturias; en Candás, las mejores calderetas y las más exquisitas preparaciones de bonito (a la plancha, en rollo, al horno); Candás, asimismo, exalta a las sardinas (fritas o a la plancha) con un Festival. Las carnes tienen en la raza roxa de Carreño, también llamada asturiana de los valles, una exquisita despensa nutricia"
"La elaboración de la sidra en rudimentarios lagares (vulgarmente denominados "llagares") fue general y rutinaria, en casi todas las caserías, grandes, medianas y pequeñas, desde setiembre a finales de enero, poco más o menos, cada dos años, motivado por la vecería o alternativa de las cosechas que en consecuencia "cargaban" un año sí y otro no, si bien en todos se recogían algunas manzanas, que permitía siempre fabricar sidra"
"Ha sido siempre la bebida familiar y común de todo el vecindario del Municipio y, llegado el momento, importante ayuda económica para los labradores con pomaradas dados beneficios económicos producidos por la gran demanda para el consumo público, atraídos los taberneros y demás expendedores de la misma"
"Cuando se habla de la ganadería de Carreño, se sobreentiende la del vacuno, que desde la más remota antigüedad ha coexistido y complementado a la agricultura"
"Las viviendas más caras a la venta en el concejo, en la zona rural sin vistas al marEl palacio de los Díaz-Caneja, del siglo XVIII y ubicado en El Valle, con un precio de salida de 840.000 euros, la propiedad más lujosa del mercado"
El Valle formó parte de un concejo independiente que existió durante unos tres años, en el llamado Trienio Liberal, formado por las parroquias del gran valle que le da nombre, Guimarán o Quimarán, , Albandi, Carrió, de efímera existencia pero que, con el nombre de concejo o municipio de Guimarán existió entre 1820 y 1823 aglutinando una comarca que conforma una unidad geográfica entre las montañas paralelas de Monte Areo y La Cortina. Es especialmente llamativo que la de Prevera prefirió unirse al concejo gijonés alegando su proximidad a Puao. Por su parte las vecinas de Ambás y Logrezana o Llorgozana se unieron en ese mismo periodo con la de Tamón para formar el ayuntamiento conocido por el nombre de esta última
Arriba, en La Vereda, Casa'l Tipo y Casa Celesto, en la falda del Monte Areo, que en su larga planicie conforma un gran paso natural entre los valles de Carreño y de Aboño. Desde la más remotas comunidades humanas, en la prehistoria, sus caminos fueron recorridos para dirigirse a otros lugares de la costa y del interior. Sus grandes necrópolis tumulares megalíticas así lo demuestran. Sobre esas sendas ancestrales se trazaron las vías romanas y los caminos reales, rutas de comercio, peregrinación y arriería, como esta que estamos siguiendo
"Hasta principios del siglo XVII, hubo en el Concejo muchas plantaciones de naranjos y limoneros, cuyas óptimas cosechas se exportaban para Francia y Gran Bretaña, hasta mediados del siglo XVI".
"El temple de muchos valles favorece a toda suerte de plantaciones y, un ramo muy fácil y nada costoso tenía Carreño en la extracción que hacían los ingleses de sus limones y naranjas dulces"Mas porque alguna vez el hielo y la escarcha quemaron estos propincuos árboles ya no hubo resorte que sacudiese la pereza de replantarlos. Si porque un año las heladas quemarían moreras y el granizo destrozara las viñas, no habría seda en Valencia"
"Acabo de ver un limonero en un prado a toda exposición, entre unos manzanos, de tres años, que pasaba de 300 limones, casi maduros, doblando el número de sus hojas. Un naranjo dulce allí mismo, del bulto y tamaño de una mujer chica, que que no se podían contar ni distinguir de las naranjas de las hojas, de tantas como tenía y estamos a 10 de marzo"
Es curioso que, con la decadencia de la comercialización de las naranjas aparece la de las manzanas de sidra y la de la propia bebida. Choca comprobar que en el Catastro de Ensenada no hay ninguna mención a sidra y llagares, lo que no quiere decir que no hubiese, sino que fuese producción para autoconsumo. Repasamos una vez más a Marino Busto:
"Hasta hace pocos años, no faltaban cerca de las casas naranjales ni limoneros ni limones, de los que actualmente aún quedan algunosHubo de influir y no en pequeña medida, a la extinción de los predichos árboles frutales, el desmesurado interés surgido por los siglos mencionados del XVI al XVII, para la plantación de pomaradas en considerables extensiones de terreno.Los sitios que dejaban las cortas de naranjos y limoneros se ocupaban en su totalidad por huertas de manzanos, que se extendían a prados y heredades, pronto esplendorosas, estimulados los labradores por el aumento del consumo de sidra, libre por entonces de gravámenes, en tanto el vino, caro de por sí, los tenía"
Y esta sería la historia de la sidra y la manzana en Carreño desde entonces a nuestros días según el mismo autor y cronista:
"Comercialización fomentada más acá del Censo del Marqués de la Ensenada (1752) pues en él no aparece ningún lagar ni beneficios de sidra, lo que hace pensar que se producía poca y únicamente de consumo particular"
"Entrada la Centuria presente (se refiere al siglo XX, cuando escribía), hasta los años cuarenta, el "palo" (calidad y sabor en lenguajes de los sidreros) de la sidra carreñensa tenía mucha celebridad (aún la conserva la de los lagares que quedan), fruto de una buena elaboración a cargo de los labradores convertidos en expertos lagareros, y de las características especiales para el aroma, color, sabor y "espalme", de algunas clases de manzanas especialmente cultivadas en el Concejo que, si no fuesen oriundas autóctonas, sí lo parece por su aclimatación y adaptación de siglos"
"El objetivo de este tradicional certamen mixto es incentivar el proceso productivo y favorecer la calidad, la comercialización y el consumo de productos agroalimentarios del concejo de Carreño.
Este año batió récord de participantes con 28 expositores de Carreño, procedentes de las parroquias de LLorgozana, Guimarán, Tamón, El Regueral ( Candás), Piedeloro, Perlora y El Valle de Carreño (...)
1 º Mejor Lote de productos: para el Lote número 24 de la expositora Montserrat Vega González, de Casa Varela, en el barrio de Fancornio en El Valle. 2 º Mejor Lote de productos para el Lote número 19 de una de las expositoras más veteranas del certamen Olga Fernández Fernández, de casa Rodiles en el barrio de Santa Eulalia en El Valle. 3 º Mejor Lote de productos para el Lote número 15 de la expositora de El Valle, Beatriz García Álvarez. 4 º Premio Lote de productos para el Lote número 21 presentado por Susana García de La Parte del barrio de El Regueral ( Candás). 5 º Premio Lote de productos para el Lote número 11 presentado por Adrián Fernández Cabo, expositor del barrio de Xanes en El Valle, que participa por segundo año consecutivo en el Certamen.
Premio al Mejor Lote de conservas y licores, al lote número 12 presentado por Alberto García Álvarez vecino de El Valle. Su lote obtuvo la máxima puntuación de todos los integrante del jurado.
Premio al mejor lote de flores cortadas recayó en el lote número 4, presentado por otra asidua del certamen, Rosa Aurora López Vega, de casa Ramón de Mal de Xuan en el barrio Xanes en El Valle. Esta expositora además de presentar el mejor lote de flores cortadas del certamen presentó en su amplio lote hortalizas, verduras, y maíz, etc sobre una paxa hecha por Pepín de Miguel en Serín y cestas de Samuel Fernández.
Premio al mejor lote de flores vivas y plantas lo obtuvo, otro año más en José Antonio Rodríguez Peón, de la Mata en El Valle. Este expositor cultiva, entre otras plantas unos cactus. FRUTAS: Premio al mejor lote de Frutas lo obtuvo Sofía Ardura Gancedo de laAraucaria en El Valle de Carreño. La expositora premiada presentó un variado lote de frutas con cuidada presentación.
El Premio al mejor lote de cultivos bajo abrigo lo obtuvo Casa Agustín de laparroquia de Piedeloro. El expositor Silverio Ramón Prendes Fernández de Los Caleros llevó al certamen lechugas, tomates, repollos, fréjoles, fresas, etc cultivadas en sus invernaderos.
Premio al mejor lote de “ fabes” recayó en el presentado con el número 14 por Mª Paz Ordieres Rubiera de Casa´l Ferreru en El Valle.
Premio al mejor lote de pequeños frutos lo alcanzó el lote número 18 presentado por otro asiduo al certamen, Marino Muñiz García de casa Pepe Mingo en El Valle.
Premio especial al lote de productos mejor presentado estuvo muy disputado, finalmente recayó en el Lote número 10 presentado por Inés Fernández Suárez de Casa Rufa. La presentación que mereció el galardón incorporó en la presentación hortícola un arado de vertedera o llabiegu, centenario arado de madera, sencillo y muy primitivo. Además de los premios tradicionales el Jurado estableció tres menciones especiales.
Mención especial a los mejores pomelos del certamen, para el Lote número 17 presentado por Víctor Valdés Álvarez, de Casa Santos en el barrio de La Mata perteneciente a la parroquia de El Valle.
Mención especial a la innovación, al Lote número 9 que presentó una variedad de fabes de Carreño sobre un tablero de parchís, en el que los lotes de fabas componían las fichas del parchís. Esta original presentación de un producto tradicional mereció el reconocimiento del jurado. La expositora que mereció el galardón fue Elena Vega González de Fancornio en El Valle.
Mención especial a la decoración más minimalista del certamen se concedió al lote número 28 presentado por Ana Pérez de Amezaga Esteban, vecinal del barrio de La Sierra en El Valle que expuso patatas, cebollas, limones y calabacines, etc con una exquisita iluminación"
"A pesar del origen americano del propietario primitivo, la vivienda sigue el modelo de la arquitectura más tradicionalEs una gran casona, que bajo el alero resguarda una galería corridas con cristales coloreados (el único elemento americanista) que a su vez sirve de porche para el piso inferior que presenta ventanas y dos puertas con los recercos en granito. Puede que muchos de los elementos arquitectónicos más propios de los tiempos se hayan perdido bajo sucesivas reformas, habida cuenta de que parece ser que tuvo hasta unas torres laterales. Hay que destacar los grandes cobertizos de instalaciones agropecuarios ajenas, así como dos paneras del siglo XIXAunque regresaban con notables caudales y en muchos casos seguían al frente de negocios, muchos indianos añoraban tanto su infancia que seguían manteniendo y creando caserías, queriendo estar cerca del ambiente campesino hasta ser parte de él, como lo fueron antes de emigrar, fundado nuevas quintanas o agrandando las de sus mayores, siguiendo con la huerta y el ganado"
"A la entrada del siglo XX, el Concejo estaba bien abastecido de árboles, aún cuando sensiblemente en menor extensión que en siglos pasados, merced al avance de las tierras, pastos y prados por la creciente atención a la agricultura y ganadería.La totalidad de los labradores, conscientes de lo provechoso a sus intereses, fueron decididamente favorables a las especies de crecimiento rápido y consecuentemente los sitios vacíos por talas, incendios o limpieza de matorrales fueropn sembrados de semillas de pino, ya del llamado "gallego", o insignis o pinaster y algo más tarde de pepitas de eucalipto, aunque el procedimiento corriente fuese el empleo de plantones agenciados en viveros.Árboles, cuya pronta exhuberancia hizo cambiar el colorido y fisonomía del paisaje siglo tras siglo representado pro la frondosidad y tono de los robles y castaños. Que, como mayor aliciente para los propietarios contaron con la extraordinaria demanda de las minas de carbón en pleno auge, capaz de proporcionarles de inmediato buena rentabilidad, en definitiva lo más importante y necesario"
""Iniciada tímidamente la explotación del eucalipto (vulgarmente en el Concejo denominado "ocalito") (...).su rápida y espectacular expansión lo convirtió en la especie forestal de mayor importancia maderera (...). Sus cualidades posibilitan un primer corte a los 9 ó 10 años y el retoño de sus cepas se forman 3 ó 4 nuevas plantas en disposición de segundo corte en el espacio de tiempo mencionado
Por todo ello, habiéndose empezado las plantaciones en terrenos pobres para labrantío, pronto se extendió a los de mejor calidad, surgiendo alrededor de 1945 con varios años de duración, el conocido con el nombre de "mal del eucalipto", que acarreó funestas consecuencias. Se talaron muchos castañedos para plantar dicha especie e igual se hizo en los prados, tierras, llosas; es estrecharon antojanas, cercaron iglesias como la de Albandi (...). Hubo grandes protestas y pleitos de los vecinos contra quienes no respetaban las condiciones pratenses del terreno, ni distancias a fincas ajenas que perjudicaban y hasta esterilizaban la tierra con la sombra y capas de hojas caídas"
En la actualidad estas masivas plantaciones se emplean ya no para construcción o entiba de galerías mientras para la industria papelera. Su rápida expansión también tiene que ver con el éxodo rural y el abandono del campo
Siempre hay alguien mirando en la ventana...
De frente un cruce muy importante, en el que iremos a la derecha...
"El culto al emperador debía de ser una realidad en algunos puntos como nos recuerdan las llamadas ARAS SESTIANAS levantadas en su honor por Sestius en algún punto de nuestra costa y a las que hemos aludido anteriormente (p. 37). Pero el hecho de que se hable en plural pudiera estar indicándonos que en otros puntos habría podido levantar SESTIUS otra ara aislada que podría haber cumplido no sólo necesidades impuestas por el culto oficial sino servido de punto de referencia, de orientación o, incluso, de divisoria territorial. De ese modo desde (ARAM) SESTIANAM podría justificarse el citado La Xinxane o La Xinxania en el límite de Valdés y Cuideiru. Un ara, no necesariamente sestiana, pudo haber sido erigida en Aramil (Siero), aunque este topónimo admite más de una explicación simplemente antroponímica
El mismo Jovellanos interpreta el topónimo Ares (del que desconozco la ubicación) y probablemente Areo (el texto impreso escribe “Arco”) como un plural, mejor diríamos colectivo, de ¯ARAM ‘altar). Probablemente, en este caso, se refiere al monte de Carreño conocido como Monteareo (Carreño) que, efectivamente, al ser un excelente lugar alto y de cara abierta al mar, resultaría muy adecuado para cuantos monumentos votivos se precisaran. Pero, al tratarse de un monte caracterizado por la abundancia de aguas podría entenderse desde una raíz hidronímica *ARA- (p. 189). Sin embargo, la temprana documentación como “Areo” parece que no aconseja interpretar el topónimo como un colectivo en -ETUM por lo que, quizá, Areo puede entenderse como continuador del antropónimo AREIUS o ARELIUS"
"La manzana repinaldo, alargada y verde o verdirroja, posee fragante aroma y un delicioso sabor. De mesa apreciada, forma igualmente parte de las sidreras por aportar dulzores que matizan acideces.
Permítanos el lector esta primera nota pomológica para descubrir que, tras el nombre del restaurante y el sobrenombre de su propietario y de algunos otros miembros familiares, se encuentra la casona que construyera en el valle de Carreño un antepasado indiano; rodeada con manzanos de la antedicha variedad los vecinos pronto pasaron a llamarla Casa Repinaldo
Y de Repinaldo pasó a Repinaldín y a la abuela, que tuvo su cocina y su público, mucho por cierto, en la Fontanina, camino de Cancienes, cuando Uninsa construía futuro.
En 1963, el padre del actual Repinaldo abrió una tienda en La Calzada (la de Repinaldo naturalmente), y de ahí surgió la sidrería Tírate al matu"
"Edelmira Martínez nació el 3 de octubre de 1915 en Ambás (Carreño). La llamaron "Xavina" por una casa que tenía su marido en Trasona (Corvera) y bajo ese apodo bautizó la empresa de autobuses que recorría Ambás-Gijón y que ahora gestionan sus descendientes. Se convirtió en una pionera de la conducción de autobuses en Asturias y en España a finales de los años cuarenta. Fue la suya una vida de trabajo y dedicación a su familia, sin darse coba, a pesar de que su valentía abrió la puerta a muchas otras que se negaron a ser sólo esposas. En 1949 -mientras en Washington se creaba la OTAN y Harry S. Truman juraba en su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, en Barcelona fusilaban a cuatro miembros del PSUC y Raniero se convertía en príncipe de Mónaco- Xavina se sacó el carné para conducir autobuses. Era el número 14.287. Se convirtió así en la primera mujer que obtuvo la licencia especial de transportes en Asturias y España. Siempre le dio naturalidad a semejante logro pero no por ello se libró de las ofensas, mayoritariamente provenientes de la autoridad que no soportaba que, además de tener carné para conducir, lo hiciera con los tacones puestos. Y falda. Muy femenina ella. Sin ningún ademán de hombre ni un solo gesto que pudiera antojarse como masculino (...)
Al principio alternaban el jaco y la furgoneta por la carestía del combustible en los tiempos de posguerra. Era una furgoneta "Dodge" con matrícula 0-4502. Después reorientaron el negocio y adquirieron su primer autocar, un Ford 4 con matrícula 0-8041 que funcionaba con gasógeno, con el que empezó a llevar viajeros en la línea Gijón-Ambás que todavía hoy mantienen activa sus descendientes por "razones sentimentales", a pesar de ser deficitaria. Entonces el billete era a una peseta y cincuenta. Esa ruta la recorrió durante años, a veces incluso se tenía que apear del vehículo y tapar ella misma los baches de la carretera. Jamás sufrió un accidente, ni en esa ruta ni en otras tantas que realizaba para excursiones
A Xavina le gustaba tejer y confeccionaba ropa para sus hijos y nietos en los ratos muertos en cada estación. Después, al apearse del transporte, se ponía a hacer las cosas de casa y atender a los hijos. Su mérito también fue el ponerse a lavar los autocares a las doce de la noche, y tener gracia luego para hacer una empanada, tortilla, empanar carne -dominaba también los postres- y prepararles la cesta de comida que solía llevar al resto de los chóferes de su flota. Incluso ayudaba a su padre con las vacas.
Se bajó del autobús después de jubilada y murió en su Ambás natal el 14 de marzo de 1996, a los 80 años. También con los tacones puestos"
"Juan de la Vega, vecino del concejo de Carreño, nos fisso rrelación que de treynta años a esta parte poco más o menos esstá fecha una torre en un valle de dicho concejo sobre una aldea que se dize Prendes la qual diz que es de Pedro de Carreño e de doña Elvira su muger e diz que la dicha torre es hedificio fuerte de cal e canto con sus saeteras e que en ella se fizo e hedificó sin nuestra licencia por sojuzgar al dicho concejo e vesinos e se acojen a la dicha torre muchos delinquentes e dende la dicha torre salieron muchos hombres armados e fueron a un molino que tenía Juan de Carreño e lo derrocaron en llevaron a la dicha torre los hierros e aparejos"
También se han construido nuevas viviendas y parcelado fincas para hacer chalets, si bien no se han configurado grandes áreas residenciales como en la costa o en las cercanías de las villas
Hubo, eso sí, un proyecto para construir un gran complejo industrial con refinería petrolífera e industria química que abarcaría todo el valle desde casi la costa a Corvera, enlazando con la antigua Ensidesa, por lo que estas praderías y pueblos desaparecerían
Aunque se paralizó se retomó en 1973 al ser encargado un nuevo plan a la Sociedad Asturiana de Estudios Industriales, la crisis del petróleo volvió a hacerla inviable. El asunto aún coleó en el celebérrimo timo del Petromocho, que hizo dimitir al presidente autonómico asturiano de Rodríguez Vigil en 1991, así como al Consejero de Industria Víctor Zapico, al ser engañados con una burda falsificación contractual
Ya jubilado, José Luis, que trabajó en Hidroeléctrica del Cantábrico, era el campanero de la iglesia parroquial cuidando además sus bellos jardines, a los que ahora, antes de proseguir por la Carretera de Ron, vamos a acceder para visitar el santuario
De frente vemos el pórtico en el que se fundó se fundó en el siglo XVIII una escuela de primeras letras. Era usual que los pórticos o cabildos se empleasen como lugares de reunión vecinal y en muchos casos fueron los primeros "colegios" de los pueblos y villas. Las iglesias eran, además de centros espirituales, verdaderos centros sociales donde, a la salida de misa, se trataban asuntos del común de la parroquia, al acudir gentes de todos los barrios de la parroquial, la unidad social asturiana
+OB HONOREM SANCTIPERTRO ET PAULO APOSTOLO-RUM SANCTI IN ALTARE RELI-QUIE RECONDITE S.TIRSISANCTI FASCILISANCTA PELAGIE ET MARINEVIR HEC TEMPLO QUOD EDIFI-CAVID ADEFONSUS FROLIS FROILA-NI PRINCIPIS SUB ERA DCCCCLCXXXVIIII
POR EL HONOR DE SAN PEDROY SAN PABLO APÓSTOLES HAY GUARDADAS ENEL ALTAR LAS RELIQUIAS DE SAN TIRSO,DE SANTA AGUEDA,DE SANTA PELAYA Y MARINAVIRGEN EN ESTE TEMPLO QUE EDIFICO ALFONSO HIJODEL PRINCIPE FROILAN BAJO LA ERADCCCCC LXXXXIIII A DIA TERCERO (de...)
González Posada pensaba que la denominación de Santa Eulalia del Arco que aparece en algunos documentos se deba a un antiguo y magnífico arco toral o triunfal en el altar. El actual es fruto de las numerosas reformas acaecidas, sobre todo tras las destrucciones de la Guerra Civil. Se piensa que Arco puede ser una deformación de Areo (también se la llamaba Santa Eulalia de Areo), si bien Marino Busto señala que en el monte hay una zona llamada Arco
Hay además una fuente pública: si bien no somos en principio partidarios de tomar agua de fuentes por sabidas razones, aunque estas estén conectadas a la traída general, puede haber casos que no quede más remedio, si se nos acaba el agua o bebida que traemos con nosotros. En este caso y salvo que se abra algo nuevo no encontraremos tiendas o bares hasta llegar a Tamón-Tabaza o incluso Trasona, a no ser, eso sí, que retrocedamos, no demasiado, hacia El Fondo, donde están los establecimientos antes reseñados. Eso sí, asegurémonos antes de ir que están abiertos ese día
"Las favorables condiciones ambientales, calidad de prados y pastos, pero sobre todo la vocación ganadera, e innatas cualidades de los labradores, hicieron posible el milagro de criar dentro de la especie del "país", su propio ganado, autóctono, al que los técnicos, en un principio con timidez, consideraron como sub-raza, para más tarde sin dudas ante la fuerza de la evidencia, declararla y catalogarla como raza, la de los "Valles de Carreño", de propias y bien acusadas característicasVacas nacidas en el Concejo, mejoradas por sus propietarios, casi diríamos moldeadas a su antojo, "criadas a mano", como gráficamente decían satisfechos y orgullosos, con todo merecimientoLas soberbias vacas de "los Valles de Carreño" tuvieron extraordinaria expansión en toda la Provincia (aún en la parte occidental constituyen importante riqueza), por su triple aptitud de leche, carne y trabajo.La realidad actual es que, al unísono con las exigencias de los tiempos, vacas de mayores cualidades lecheras, junto a la maquinaria agrícola, han desplazado a la propia de nuestras praderías, aún cuando el concejo sigue estando entre los de mayor densidad y pureza de la raza, cuidadosos, además, del aprovechamiento de sus excepcionales condiciones cárnicas"
"Ya es tiempo Señor, ya es tiempo, de derogar las bárbaras costumbres que tanto menguan la propiedad particular"
Aquí están las dos "piscinas" o piletas, una era para lavar y otra para aclarar. Leemos en Territorio Museo:
"El agua, elemento vital, era -y sigue siendo, aunque no nos demos cuenta- fundamental en la vida doméstica, ámbito femenino por excelencia. Nos cuenta Adolfo García en El agua en la Asturias tradicional (REDMEDA, 2007) que hasta la generalización del agua corriente a mediados del siglo XX, el agua que se bebía y con el que se preparaba la comida, se amasaba el pan, se fregaban los cacharros o se hacía la colada tenía que ser proveído por el ama de casa, que diariamente acudía a la fuente portando la ferrada primero y el calderu posteriormente.
Además de a la fuente, la mujer acudía al río o al lavaderu a lavar la ropa una vez a la semana. Tanto las fuentes como los lavaderos constituían los espacios de socialización por excelencia para ésta, pues en estos lugares públicos tenía la ocasión de conversar con vecinas y parientes e informarse de las novedades. Pero además de lavar la ropa, de vez en cuando había que hacer la colada, operación que consistía en someter la ropa a un tratamiento de agua caliente y ceniza -de abedul preferiblemente-, previamente a su aclarado en el río o lavaderu"
"Algunas palabras, aunque parezcan iguales, no son las mismas hoy que hace unos años, cuando las pronunciaban nuestros padres; ni cuando las decimos nosotros que cuando las dicen nuestros hijos. La palabra agua, por ejemplo, que para los más jóvenes significa casi únicamente ducha, vacaciones, botellín, lavadora y que ellos conjugan con los verbos comprar o pagar, conserva aún, en boca de nuestros mayores, ecos de lo que al decir agua nombra cualquier persona nacida en una comunidad rural y campesina: el principio fundamental y la savia misma de la vida..."
Había muy buenas balsas como estas, donde al menos podías lavar de pie, no de rodillas como en las fuentes del monte o en los arroyos, además de poder tener cerca el hogar por si había que estar al tanto de los niños, de la comida, de los mayores o de cualquier cosa. Pero por eso mismo, pobre si alguna quería colarse aún llegando la última. El que llegasen a lavar estando tú esclarando podía estropear toda la colada, dado que el agua toda salía de un solo caño e iba de una a otra pileta, por lo que quien aclaraba se comía la porquería y el jabón de la que estaba lavando. Otra ventaja fueron los tejados, que tenían casi todos estos lavaderos, lo que permitía hacer esta faena a cubierto, aunque lloviera
Los lavaderos eran "el periódico" del pueblo, aquí circulaban noticias y aconteceres, también algunos los llamaban "El Parte" (antiguo noticiero), "El Mentirosu" o "Radio Llavaderu", entre otros motes. Se cuenta que , esfuerzos y penurias aparte, se cantaba y de vez en cuando se echaba un baile. Se tienen noticias que, cuando se abrieron los primeros bailes en los pueblos, las más mayores se extrañaban que la gente pagase por entrar, pudiendo bailarse lo que se quisiera en los lavaderos, o debajo de los hórreos y paneras, donde se improvisaban las danzas, estas ya de mozas y mozos. Había además muchas lavanderas que lavaban para fuera, para los indianos, para los palacios, para posadas y tenderos, para guardias, cargos de empresas. Se conoce asimismo de, aparte de problemas entre las usuarias las había con los molineros, por el uso del agua, sobre todo en el seco verano
Al lado están las fértiles vegas y sus cultivos, les fabes del valle de Carreño, tan apreciadas. Antes de ellas y de las patatas, llegadas de América, el pote se hacía de castañas, de ahí la importancia de los castañeos
"Hasta llegar al régimen presente de propiedad de la tierra hubo de recorrerse un largo camino, con diversas fórmulas de adscripción a la misma: desde el "busto" o incendio de bosques y maleza que hiciesen un hueco de "tierra quemada para pastizal y labor", o al de "coger, tomar y cerrar" en baldíos y comunales, a su tiempo escriturados; redención de foros o de herencia y compra, hasta el sistema no escrito de derecho consetudinario del "canto del gallo".Consistía el procedimiento llamado del "canto del gallo", al derecho que asistía a una familia recién formada, que por penuria hubiese de abandonar la casa de sus mayores, a hacerse con la suya propia, tierra suficiente para huerto y algo de tierra de labrantío.Para ello, una vez escogido secretamente el terreno abandonado del comunal el sitio de asentamiento, llegaban por la noche con los hijos si hubiere y un gallo. Sigilosamente, señalaban con palos el trozo conveniente a ocupar y apresuradamente construían con "tapinos", una pequeña choza. Si al amanecer se hallase el matrimonio dentro de ella y "cantase el gallo", recinto y vivienda era suyo, legalizándose la propiedad ante el cura y escribano"
"En la actualidad es conocido como "Casa Bárcena", y es propiedad de Ramón Suárez Cuervo. Se dice que dicho Palacio, fue propiedad de la Condesa de Revillagigedo, la cual según la historia, efectuaba el viaje para desplazarse desde sus posesiones en Pravia hasta Gijón, siempre y en todo momento por terrenos de su propiedad. El Palacio, fue una "Casa de Pendón y Caldera", ya que daba alojamiento y comida a los/as viajeros/as, tenía pensión y caballerizas.
Durante la Guerra Civil, llegó a ser Cuartel General de la República, dado que próximo, estaba el Campo de Aviación de Carreño. Con posterioridad y según avanzó la contienda pasó a instalarse el Bando Nacional.
El Palacio, después de la Guerra Civil, pasó a ser propiedad de los Díaz-Caneja, viviendo en lo que hoy son las cuadras, los caseros, familia Suárez, actuales propietarios desde 1947. La entrada principal está orientada al Sur, por donde pasa el Camino de Santiago o Real.
La edificación data del siglo XVIII, o incluso antes, ya que sus propietarios/as afirman haber encontrado una pieza de madera en la que figuraba la fecha 1718"
"El Palacio, notable construcción donde hubo en sus días, al decir de las gentes, una venta caminera"
A lo lejos otro lugar llamado El Monte, este en la parroquia de Logrezana o Llorgozana, muy cerca de las antiguas escuelas, solar de túmulos megalíticos y cercano también al importante castro astur de La Barrera, en el vecino barrio de Castiello, cerca del lugar donde, a finales de 1811 el general francés Jean Pierre François Bonet estuvo a punto de ser muerto o apresado en una emboscada de la partida del guerrillero Fombella, vecino de Noreña y natural de Valdesoto, en Siero
Por eso, esto milenarios caminos que vieron el paso de peregrinos, arrieros y demás caminantes, vieron también el de invasores y asaltantes, pasos naturales por valles y montañas a lo largo de la franja costera asturiana. No hemos olvidar que en esa contienda se creó además el famoso Regimiento de Candás y Luanco, que luchó en varios frentes. Las penurias de la población civil inspiraron esta copla popular:
España nun pierdaFrancia nun gana¡el probe paisanopaga la farda!
"Hai asimismo en medio de sus llanuras todavía muchas Mammulas o Tetones qe desechos manifestarían otros sepulcros"
Dada la extrema urgencia, pues Asturias tuvo frente bélico activo desde el primer día de la guerra y durante un año más y tres meses, su construcción fue rapidísima; puede decirse que en solamente un mes ya estaba hecho, acarreándose para ello carros de piedra traídos por bueyes desde las canteras gijonesas, siendo su primer jefe de campo Hernández Franch, reputado militar de aviación que posteriormente instruiría a aviadores mexicanos cuando, este país, en el que se exilió, declaró la guerra al Eje
El campo estuvo operativo desde el final de agosto de 1937 hasta el 20 de octubre de 1937, víspera de la caída definitiva del Frente Norte. En la página del Ayuntamiento de Carreño nos precisan algo más de su historia y presente, pues si nos acercamos, podríamos verlo, pues existe además una placa conmemorativa:
"En el Campo de Aviación de Carreño, del que quedan como señal un tramo de la pista, insertada en el recinto exterior de una nave industrial de la empresa LUALVA, tenía unas dimensiones de algo más de un kilómetro y medio. Era de hierba y disponía además, de la pista mencionada, hecha de conglomerado (piedra machacada) de 42 por 600 m. Contaba con un par de refugios de hormigón y con un barracón de madera de 12 m., que servía de taller de reparaciones, almacén de piezas y montaje de aviones.
En este Campo hubo aviones como “las Moscas”, "los Chatos", "Folker", "Dragón Rapide" o "Breguet 19". Su número al igual que el de los pilotos variaba y oscilaba entre los nueve y la veintena de aparatos"
"Según el Diccionario de la lengua española, este término viene del celtolatino camminus, derivado del celtíbero camanon, que tiene las siguientes acepciones: “Tierra hollada por donde se transita habitualmente. Vía que se construye para transitar. Jornada de un lugar a otro. Dirección que ha de seguirse para llegar a algún lugar. Modo de comportamiento moral. Adecuación al fin que se persigue. Medio o arbitrio para hacer o conseguir algo. Cada uno de los viajes que hacía el aguador o el conductor de otras cosas”.
La utilización de la palabra ‘camino’ como metáfora de la vida es muy antigua y también fue empleada como vía para obtener la salvación del alma, desde el punto de vista religioso. En el éxodo del pueblo de Israel, Moisés conduce a su pueblo hacia la Tierra Prometida; el camino es duro, pero cuentan con la ayuda de Dios si cumplen los mandamientos escritos en las Tablas de la Ley y la meta merece la pena. También fue utilizada la metáfora por el propio Jesucristo cuando dijo que Él era “el camino, la verdad y la vida” [Juan 14, 6] para alcanzar la salvación..."
"Año 1836.-Sobre las cinco y media de la tarde del 25 de marzo, el alcalde de Gijón, comunicó apresuradamente al de Carreño "que en aquel momento acababa de saber positivamente que dieciocho hombres bien vestidos, cinco armados de fusiles y dos de morriones pasaran en la noche del día anterior desde aquella jurisdicción a esta del Monte de San Pablo (en el Areo) donde se unieron con otros cuatro, camino ad la costa del concejoDe inmediato, el Comandante de la precaria e inoperante Milicia Urbana, don Nicolás Álvarez Rojo y el Alcalde Arias de Cartavio se dispusieron a repeler la posible agresión y expulsar a la "gavilla" o "partida", del Concejo, con los medios disponibles aun cuando exiguos. El Alcalde dio el aviso al de Gozón, quien a su vez al de Avilés, pidiéndoles la movilización de las fuerzas armadas que tuviesen disponibles para auxiliarle a rechazar los sospechosos invasoresEntre tanto el Comandante Rojo, recontó sus fuerzas, con resultado de que con él y al Alcalde, eran tres personas, dependientes de la Real Hacienda, otros tres de la Milicia Urbana, el alguacil portero del Ayuntamiento y un tal Joaquín Sánchez, sobrino del repetido Alcalde.Con tan exigua tropa, "armados de fusiles y bien dispuestos, con la mayor actividad y circunspección para la conservación del orden, recorrieron con todo cuidado varios puntos y avenidas del pueblo patrullando incesantemente hasta las tres de las noche"
"La supuesta invasión, o simplemente una medrosa visión del Alcalde gijonés o la partida se esfumara por arte de birlibirloque. Ante ello, el comandante don Nicolás A. Rojo y los demás Jefes acordaron retirarse con sus columnas a sus lugares de origenEstaban en las alturas del Monte, teniendo a sus lados las ruinas de la Iglesia de S. Pablo y de la Torre del mismo nombre. Al ponerse en movimiento las tropas, tenían de frente, a todo lo largo y ancho del concejo de Carreño, vislumbrándose al Norte, entre las brumas del anochecer el mar y la recia silueta del Castillo de Illavio"
"Pedro Sanz, general carlista que entrara en la provincia al frente de 1.500 hombres, por Unquera, recorrido mucha parte de la misma para pasar a León por Leitariegos; vuelto a Asturias por el puerto de S. Isidro, había llegado a Gijón y se hiciera dueño de la villa el 22 de octubre sin hallar ninguna resistenciaAlgunas Secciones de la "facción" a lo largo del Camino Real Gijón-Avilés por las alturas del Monte Areo llegaron a la loma de San Pablo, lugar donde siete meses antes don Nicanor A. Rojo, al frente de sus fuerzas se dispusiera a luchar contra aquella "gavilla" de "facciosos" únicamente existente en la fantasía de un alcalde atemorizado.(...) Desde dicho S. Pablo, descendieron los soldados a la Ermita de los Remedios y El Fondo de Guimarán para detenerse a vivaquear en Santa Eulalia del Valle, término de la Torre, en cuyas praderías tuvieron abundante pasto los numerosos animales del largo convoy"
No hubo saqueo pero en el lugar de La Torre, donde estaba el campamento requisaron el caballo de don Victoria María de Granda, señor de la Casa Torre, dela misma manera que hicieron con el del párroco don Pedro del Pozal y una yegua de un tal Juan Muñiz Hevia. A medianoche del día 23 los carlistas levantaron el campamento y se encaminaron a Avilés
Aquella sería la última presencia de unidades carlistas regulares en Carreño. Estas incursiones venían desde el País Vasco con la idea de, ayudados por las partidas guerrilleras locales, abrir un frente estable en Asturias y Galicia, cosa que no consiguieron. Las columnas carlistas entraban en las poblaciones, las ocupaban unos días y prontamente las abandonaban al perseguirlos los perseguían los gubernamentales. Sus movimientos señalan el trasiego por aquellos viejos caminos, a punto ya de ser sustituidas por las carreteras. A la columna de Gómez volveremos a encontrarla camino de Santiago, en Sobrado dos Monxes y por la ruta de Boimorto a Lavacolla
"Camino nuevo para mí por Jove y Poago, y su puente sobre el río Aboño; vega ancha que puede ser el "Estuarium Magnumde Pomponio Mela, porque por una garganta comunica con el estero de Aboño, y antes que éste se llenase de arena y la vega de tierra derribada de las alturas, pudo ser un grande estero. Las peñas de las altas laderas acaso confirman esta conjetura. El río divide los concejos de Gijón y de Carreño. Súbese el monte San Pablo (o Areo) y corriendo por él se baja al valle de Carreño, atravesando el camino por la parroquia de Guimarán. Terreno hermoso, fértil, bien cuidado y plantado"
"Además del campo de dólmenes (a medio descubrir), el monte Areo siempre fue afamado, pues por su ladera cruzaba una calzada romana y un ramal del Camino de Santiago 8por la campa de San Pablo, citada por Jovellanos, y donde había una famosa capilla). Sus mejores accesos son por Güimarán, el Valle y Ambás, en el municipio de Carreño; y Serín, Montiana o Poago, en tierras del concejo gijonés. Se puede recorrer el monte por varias pistas o caminos que lo surcan en todas las direcciones.
Parece ser quepor el monte Areo iba un ramal de la famosa calzada romana o Camín Real de la Mesa, que unía tierras leonesas con la costa asturiana, concretamente Astorga con las Aras Sextianas de la Campa Torres, pasando por Lucus Asturun (Llanera). En una zona del Monte Areo, conocida por Peña'l Carru, aún queda algo de esa calzada, pero la reciente concentración parcelaria y las numerosas pistas que por allí hay ahora, hicieron desaparecer muchos vestigios del pasado. Entre otros destrozos se construyó un antiestético mirador sobre esa famosa peña que hizo desaparecer los restos de la posible vía romana.
Marino Busto se encargó de divulgar la existencia de estos restos, para este gran estudioso el nombre de Monte Areo podría corresponder al de "Iroba", que según una antigua leyenda querría decir "tierra rica y gente boba"en referencia a ciertos tesoros supuestamente allí escondidos, o monte "de las Aras". Lo cierto que es que siempre fue un lugar mágico o sagrado, tanto por los sepulcros prehistóricos (dólmenes), como por su calzada romana, o su posterior Camino de Santiago, o sus ermitas del Viso, Los Remedios, San Pedro y San Pablo, protegidas por una fortaleza del siglo X.
El Monte Areo es tan plano (una zona se conoce por La Llana) que se barajó la posibilidad de instalar allí el primer aeropuerto de Asturias, pues además se trata del lugar en el que no suele haber nieblas. Guillermo Schulz, autor del mapa de Asturias en 1.868, decía de esa montaña que algunos espacios pudieran haber sido nivelados artificialmente por la mano del hombre"
"La raza frisona deriva su nombre de la región de Frisia, de donde se origina, también, es conocida como vaca Holstein o vaca Holandesa, ya que este país es el principal exportador y el que más impulsó su comercio, aunque otros afirman que Estados Unidos y Canadá fueron los primeros en exportar la raza
Cuentan la historia que un capitán de barco compró una vaca frisona para su tripulación y quedó tan encantado con ella por el rendimiento lechero que tenía, que decidió comprar más cuando llegara a Estados Unidos, comenzando así las importaciones masivas de Holanda a Estados Unidos.
De pronto, en Europa se presentó una seria enfermedad que mermó sus ganados y frenó las exportaciones. Esta difícil circunstancia impulsó la organización de los ganaderos norteamericanos para fomentar la formación de ganados propios, para finalmente crear en 1885 la Asociación Holstein"
Y ahí está La Torre, una quintana en lo que fue una torre medieval, guardián de los caminos y dominio del territorio. Ahí están la Casa Miguel y la Casa Santiago
"Con más de cien campeonatos ganados a sus espaldas, tanto en ámbito nacional como internacional, y tras 27 años vinculados a la raza de los setter, el criadero Los Vitorones sumó este fin de semana un nuevo título a su palmarés. Lo logró gracias a una hembra de setter escocés, la Goango Black Hip Hip Hooray, llamada 'Mari Pili'. De dos años y medio, la perra logró imponerse en la mundial canina de perros de pura raza celebrada en Milán la semana pasada, de jueves a domingo. «Estamos encantados de la vida. No íbamos con muchas expectativas, más bien a ver cómo estaba la actualidad de la raza», explica Julia Bango, hija del añorado hostelero gijonés Víctor Bango, 'Vitorón', fallecido en 2013 a los 77 años.
El campeonato de Italia es uno de los más complicados, pues «es el país de los setter». «Nacen unos 25.000 perros al año», explica Bango. En esta edición participaron 29.000 canes de todas las razas. Por eso esta victoria es tan importante para ellos. La criadora considera que la razón por la que su ejemplar fue ganadora se debe al estándar racial de 'Mari Pili', el cual «se acerca mucho al que está marcado». Esta perra puede presumir de un gran curriculum a pesar de su corta edad. Ha ganado el Campeonato de España y la exposición de Madrid, una de las más importantes del país. «Está en un momento muy óptimo», afirma Bango, quien espera seguir logrando campeonatos, pues «hay que aprovechar entre los dos y cinco años».
El criadero de Los Vitorones, situado en Carreño, cuenta en la actualidad con unos 35 setter ingleses y escoceses, sin incluir a los cachorros. El nombre del mismo es un homenaje que Julia Bango quiso hacerle a su padre, quien le inculcó el amor por estos animales. «Los crió toda su vida como un hobby. Todo lo que sé es gracias a él», recuerda.
Desde entonces Bango no solo ha logrado hacerse un nombre en este mundo gracias a sus ejemplares, sino que es jueza internacional de la Real Sociedad canina de España de varias razas. «El estándar racial viene marcado por la función que tiene que desarrollar el perro a posteriori. Es algo complicado», explica. Por ejemplo, una raza que sea cazadora tiene que tener «buenos aplomos y una gran estructura física». Los setter se caracterizan por ser «muy activos y con una buena capacidad para relacionarse con la gente». La labor del juez es «buscar a los ejemplares que más se asemejen a esos estándares». Estos concursos suponen para los criaderos una forma de comprobar que el trabajo que están realizando es el idóneo..."
"Desde tiempos remotos los castaños que por su profusión y corpulencia formaron frondosos bosques se plantaban en gran parte por el derecho de "pozonera" o "poznera", consistente en que cualquier vecino podía plantar en terreno comunal de la parroquia cuantos castaños quisiese, quedándole en propiedad árboles y frutos, no así el terrenos que quedaría siendo de aprovechamiento común de los labradores del lugar. Si el terreno pasase a ser propiedad de algún particular, este quedaba obligado a respetar la pertenencia legítima de los árboles, sin gravamen en alguno, aunque sí podía cultivar la tierra siempre que no causase perjuicio a la plantación"
"En todas las feligresías del Concejo, existieron hasta nuestros días muchos castañedos de pozonera, cuidando cada vecino sus plantaciones, que además, para no confundir sus castaños con los de los otros, marcaban con distintas señales, tales como cruces, aspas, rayas o círculos grabados a hacha sobre los troncos. Para el magistrado Tuero Bertrand, la "pozonera" tiene sus antecedentes en "los arbora signata" de la época romana, recogida en el Fuero Juzgo"
"dicho castañedo es de los que llaman celleros. por tener como tienen la acción los vecinos de plantar en él y sólo contribuyen al arrendatarío de dicha "yuguería" con la mitad del fruto que producen, quedando dueños de los árboles para su aprovechamiento"
"Lo que había sido un conjunto homogéneo de bienes inmobiliarios -edificios. tierra, pradería- suficiente, por sí mismo, para el sustento de un grupo familiar, con el paso del tiempo y al transformarse la familia a la que estaba vinculado, iría perdiendo parcelas y fraccionándose en beneficio de potentados laicos y eclesiásticos, de aldeanos mejor situados económicamente o de algún vecino de la villa o núcleo urbano más cercano"
"Apenas quedan, con algunos nogales, el recuerdo de los topónimos "Nozalera", "Nozaleda", "Nozal" y "Nozalín", extendidos como denominación de lugares en las distintas parroquias e igualmente como apodo de determinadas familiasDe las nueces, machacados sus granos en almirez, se extraía aceite para cocinar y al decir del susodicho Carvallo, "el óleo que era maravilloso para lámparas y candiles"A su extinción (aparte de la codicia de los compradores para empleo en ebanistería), coadyuvó decididamente la fabricación en Asturias de armas de chispa a finales del XVIII, al ser indispensable, precisamente la madera de nogal, para cajas de fusil, carabinas y pistolas. En atención al próspero y lucrativo mercado se arrasaron repetidamente las "nozaleras", sin reposición para cubrir las bajas"
"los romanos victoriosos entraron en Asturias y llegando al Mar Océano en donde se juntan los concejos de Gijón y Carreño, a orillas del río Aveno (Aboño) junto al mar, pusieron en señal de triunfo y victoria un Ara o altar a Augusto César"
"¡Eran tres, siempre los tres!: Rosa, Pinín y la Cordera.El prao Somonte era un recorte triangular de terciopelo verde tendido, como una colgadura, cuesta abajo por la loma. Uno de sus ángulos, el inferior, lo despuntaba el camino de hierro de Oviedo a Gijón. Un palo del telégrafo, plantado allí como pendón de conquista, con sus jícaras blancas y sus alambres paralelos, a derecha e izquierda, representaba para Rosa y Pinín el ancho mundo desconocido, misterioso, temible, eternamente ignorado. Pinín, después de pensarlo mucho, cuando a fuerza de ver días y días el poste tranquilo, inofensivo, campechano, con ganas, sin duda, de aclimatarse en la aldea y parecerse todo lo posible a un árbol seco, fue atreviéndose con él, llevó la confianza al extremo de abrazarse al leño y trepar hasta cerca de los alambres. Pero nunca llegaba a tocar la porcelana de arriba, que le recordaba las jícaras que había visto en la rectoral de Puao. Al verse tan cerca del misterio sagrado le acometía un pánico de respeto, y se dejaba resbalar de prisa hasta tropezar con los pies en el césped.Rosa, menos audaz, pero más enamorada de lo desconocido, se contentaba con arrimar el oído al palo del telégrafo, y minutos, y hasta cuartos de hora, pasaba escuchando los formidables rumores metálicos que el viento arrancaba a las fibras del pino seco en contacto con el alambre. Aquellas vibraciones, a veces intensas como las del diapasón, que aplicado al oído parece que quema con su vertiginoso latir, eran para Rosa los papeles que pasaban, las cartas que se escribían por los hilos, el lenguaje incomprensible que lo ignorado hablaba con lo ignorado; ella no tenía curiosidad por entender lo que los de allá, tan lejos, decían a los del otro extremo del mundo. ¿Qué le importaba? Su interés estaba en el ruido por el ruido mismo, por su timbre y su misterio.La Cordera, mucho más formal que sus compañeros, verdad es que relativamente, de edad también mucho más madura, se abstenía de toda comunicación con el mundo civilizado, y miraba de lejos el palo del telégrafo como lo que era para ella efectivamente, como cosa muerta, inútil, que no le servía siquiera para rascarse. Era una vaca que había vivido mucho. Sentada horas y horas, pues, experta en pastos, sabía aprovechar el tiempo, meditaba más que comía, gozaba del placer de vivir en paz, bajo el cielo gris y tranquilo de su tierra, como quien alimenta el alma, que también tienen los brutos; y si no fuera profanación, podría decirse que los pensamientos de la vaca matrona, llena de experiencia, debían de parecerse todo lo posible a las más sosegadas y doctrinales odas de Horacio.Asistía a los juegos de los pastorcitos encargados de llindarla, como una abuela. Si pudiera, se sonreiría al pensar que Rosa y Pinín tenían por misión en el prado cuidar de que ella, la Cordera, no se extralimitase, no se metiese por la vía del ferrocarril ni saltara a la heredad vecina. ¡Qué había de saltar! ¡Qué se había de meter!Pastar de cuando en cuando, no mucho, cada día menos, pero con atención, sin perder el tiempo en levantar la cabeza por curiosidad necia, escogiendo sin vacilar los mejores bocados, y después sentarse sobre el cuarto trasero con delicia, a rumiar la vida, a gozar el deleite del no padecer, y todo lo demás aventuras peligrosas. Ya no recordaba cuándo le había picado la mosca."El xatu (el toro), los saltos locos por las praderas adelante . . , ¡todo eso estaba tan lejos!"Aquella paz sólo se había turbado en los días de prueba de la inauguración del ferrocarril. La primera vez que la Cordera vio pasar el tren se volvió loca. Saltó la sebe de lo más alto del Somonte, corrió por prados ajenos, y el terror duró muchos días, renovándose; más o menos violento, cada vez que la máquina asomaba por 'a trinchera vecina. Poco a poco se fue acostumbrando al estrépito inofensivo. Cuando llegó a convencerse de que era un peligro que pasaba, una catástrofe que amenazaba sin dar, redujo sus precauciones a ponerse en pie y a mirar de frente, con la cabeza erguida, al formidable monstruo; más adelante no hacía más que mirarle, sin levantarse, con antipatía y desconfianza; acabó por no mirar al tren siquiera. En Pinín y Rosa la novedad del ferrocarril produjo impresiones más agradables y persistentes. Si al principio era una alegría loca, algo mezclada de miedo supersticioso, una excitación nerviosa, que les hacía prorrumpir en gritos, gestos, pantomimas descabelladas, después fue un recreo pacífico, suave, renovado varias veces al día. Tardó mucho en gastarse aquella emoción de contemplar la marcha vertiginosa, acompañada del viento, de la gran culebra de hierro, que llevaba dentro de sí tanto ruido y tantas castas de gentes desconocidas, extrañas.Pero telégrafo, ferrocarril, todo eso era lo de menos: un accidente pasajero que se ahogaba en el mar de soledad que rodeaba el prao Somonte. Desde allí no se veía vivienda humana; allí no llegaban ruidos del mundo más que al pasar el tren. Mañanas sin fin, bajo los rayos del sol, a veces entre el zumbar de los insectos, la vaca y los niños esperaban la proximidad del mediodía para volver a casa. Y luego, tardes eternas, de dulce tristeza silenciosa, en el mismo prado, hasta venir la noche, con el lucero vespertino por testigo mudo en la altura. Rodaban las nubes allá arriba, caían las sombras de los árboles y de las peñas en la loma y en la cañada, se acostaban los pájaros, empezaban a brillar algunas estrellas en lo más oscuro del cielo azul, y Pinín y Rosa, los niños gemelos, los hijos de Antón de Chinta, teñida el alma de la dulce serenidad soñadora de la solemne y seria naturaleza, callaban horas y horas, después de sus juegos, nunca muy estrepitosos, sentados cerca de la Cordera, que acompañaba el augusto silencio de tarde en tarde con un blanco son de perezosa esquila.En este silencio, en esta calma inactiva, había amores. Se amaban los dos hermanos como dos mitades de un fruto verde, unidos por la misma vida, con escasa conciencia de lo que en ellos era distinto, de cuanto los separaba; amaban Pinín y Rosa a la Cordera, la vaca abuela, grande, amarillenta, cuyo testuz parecía una cuna. La Cordera recordaría a un poeta la zavala del Ramayana, la vaca santa; tenía en la amplitud de sus formas, en la solemne serenidad de sus pausados y nobles movimientos, aire y contornos de ídolo destronado, Caído, contento con su suerte, más satisfecha con ser vaca verdadera que dios falso. La Cordera, hasta donde es posible adivinar estas cosas, puede decirse que también quería a los gemelos encargados de apacentarla.Era poco expresiva; pero la paciencia con que los toleraba cuando en sus juegos ella les servía de almohada, de escondite, de montura, y para otras cosas que ideaba la fantasía de los pastores, demostraba tácitamente el afecto del animal pacífico y pensativo.En tiempos difíciles Pinín y Rosa habían hecho por la Cordera los imposibles de solicitud y cuidado. No siempre Antón de Chinta había tenido el prado Somonte. Este regalo era cosa relativamente nueva. Años atrás la Cordera tenía que salir a la gramática, esto es, a apacentarse como podía, a la buena ventura de los caminos y callejas de las rapadas y escasas praderías del común, que tanto tenían de vía pública como de pastos. Pinín y Rosa, en tales días de penuria, la guiaban a los mejores altozanos, a los parajes más tranquilos y menos esquilmados, y la libraban de las mil injurias a que están expuestas las pobres reses que tienen que buscar su alimento en los azares de un camino.En los días de hambre, en el establo, cuando el heno escaseaba y el narvaso para estrar el lecho caliente de la vaca faltaba también, a Rosa y a Pinín debía la Cordera mil industrias que le hacían más suave la miseria. ¡Y qué decir de los tiempos heroicos del parto y la cría, cuando se entablaba la lucha necesaria entre el alimento y regalo de la nación y el interés de los Chintos, que consistía en robar a las ubres de la pobre madre toda la leche que no fuera absolutamente indispensable para que el ternero subsistiese! Rosa y Pinín, en tal conflicto, siempre estaban de parte de la Cordera, y en cuanto había ocasión, a escondidas, soltaban el recental que, ciego y como loco, a testaradas contra todo, corría a buscar el amparo de la madre, que le albergaba bajo su vientre, volviendo la cabeza agradecida y solícita, diciendo, a su manera:-Dejad a los niños y a los recentales que vengan a mí.Estos recuerdos. estos lazos son de los que no se olvidan. Añádase a todo que la Cordera tenía la mejor pasta de vaca sufrida del mundo. Cuando se veía emparejada bajo el yugo con cualquier compañera, fiel a la gamella, sabía meter su voluntad a la ajena, y horas y horas se la veía con la cerviz inclinada, la cabeza torcida. en incómoda postura, velando en pie mientras la pareja dormía en tierra.Antón de Chinta comprendió que había nacido para pobre cuando palpó la imposibilidad de cumplir aquel sueño dorado suyo de tener un corral propio con dos yuntas por lo menos. Llegó, gracias a mil ahorros, que eran mares de sudor y purgatorios de privaciones, llegó a la primera vaca, la Cordera. y no pasó de ahí: antes de poder comprar la segunda se vio obligado, para pagar atrasos al amo, el dueño de la casería que llevaba en renta, a llevar al mercado a aquel pedazo de sus entrañas, la Cordera. el amor de sus hijos. Chinta había muerto a los dos años de tener la Cordera en casa. El establo y la cama del matrimonio estaban pared por medio, llamando pared a un tejido de ramas de castaño y de cañas de maíz. Ya Chinta, musa de la economía en aquel hogar miserable, había muerto mirando a la vaca por un boquete del destrozado tabique de rama je. señalándola como salvación de la familia."Cuidadla; es vuestro sustento". parecían decir los ojos de la pobre moribunda, que murió extenuada de hambre y de trabajo. El amor de los gemelos se había concentrado en la Cordera; el regazo, que tiene su cariño especial, que el padre no puede reemplazar, estaba al calor de la vaca, en el establo. y allá en el Somonte. Todo esto lo comprendía Antón a su manera, confusamente. De la venta necesaria no había que decir palabra a los neños. Un sábado de julio, al ser de día, de mal humor, Antón echó a andar hacia Gijón, llevando la Cordera por delante. sin más atavío que el collar de esquila. Pinín y Rosa dormían. Otros días había que despertarlos a azotes. El padre los dejó tranquilos. Al levantarse se encontraron sin la Cordera. "Sin duda, mío pá la había llevado al xatu." No cabía otra conjetura. Pinín y Rosa opinaban que la vaca iba de mala gana; creían ellos que no deseaba más hijos, pues todos acababa por perderlos pronto, sin saber cómo ni cuándo.Al oscurecer, Antón y la Cordera entraban por la corrada mohínos, cansados y cubiertos de polvo. El padre no dio explicaciones, pero los hijos adivinaron el peligro.No había vendido porque nadie había querido llegar al precio que a él se le había puesto en la cabeza. Era excesivo: un sofisma del cariño. Pedía mucho por la vaca para que nadie se atreviese a llevársela. Los que se habían acercado a intentar fortuna se habían alejado pronto echando pestes de aquel hombre que miraba con ojos de rencor y desafío al que osaba insistir en acercarse al precio fijo en que él se abroquelaba. Hasta el último momento del mercado estuvo Antón de Chìnta en el Humedal, dando plazo a la fatalidad. "No se dirá -pensaba- que yo no quiero vender: son ellos que no me pagan la Cordera en lo que vale." Y, por fin, suspirando, si no satisfecho, con cierto consuelo, volvió a emprender el camino par la carretera de Candás, adelante, entre la confusión y el ruido de cerdos y novillos, bueyes y vacas, que los aldeanos de muchas parroquias del contorno conducían con mayor o menor trabajo, según eran de antiguo las relaciones entre dueños y bestias.En el Natahoyo, en el cruce de dos caminos, todavía estuvo expuesto el de Chinta a quedarse sin la Cordera: un vecino de Carrió que le había rondado todo el día ofreciéndole pocos duros menos de los que pedía, le dio el último ataque, algo borracho.El de Carrió subía, subía, luchando entre la codicia y el capricho de llevar la vaca. Antón, como una roca. Llegaron a tener las manos enlazadas, parados en medio de la carretera, interrumpiendo el paso . . . Por fin la codicia pudo más; el pico de los cincuenta los separó como un abismo; se soltaron las manos, cada cual tiró por su lado; Antón, por una calleja que, entre madreselvas que aún no florecían y zarzamoras en flor, le condujo hasta su casa.Desde aquel día en que adivinaron el peligro, Pinín y Rosa no sosegaron, A media semana se personó el mayordomo en el corral de Antón. Era otro aldeano de la misma parroquia, de malas pulgas, cruel con los caseros atrasados. Antón, que no admitía reprimendas, se puso lívido ante las amenazas de desahucio.El amo no esperaba más. Bueno, vendería la vaca a vil precio, por una merienda. Había que pagar o quedarse en la calle.El sábado inmediato acompañó al Humedal Pinín a su padre. El niño miraba con horror a los contratistas de carne, que eran los tiranos del mercado. La Cordera fue comprada en su justo precio por un rematante de Castilla. Se la hizo una señal en la piel y volvió a su establo de Puao, ya vendida, ajena, tañendo tristemente la esquila. Detrás caminaban Antón de Chinta, taciturno, y Pinín, con ojos como puños. Rosa, al saber la venta, se abrazó al testuz de la Cordera, que inclinaba la cabeza a las caricias como al yugo."¡Se iba la vieja!", pensaba con el alma destrozada Antón el huraño."¡Ella será una bestia, pero sus hijos no tenían otra madre ni otra abuela!"Aquellos días, en el pasto, en la verdura del Somonte, el silencio era fúnebre. La Cordera, que ignoraba su suerte, descansaba y pacía como siempre, sub specie aeternitatis, como descansaría y comería un minuto antes de que el brutal porrazo 1a derribase muerta. Pero Rosa y Pinín yacían desolados, tendidos sobre la hierba, inútil en adelante. Miraban con rencor los trenes que pasaban, los alambres del telégrafo. Era aquel mundo desconocido, tan lejos de ellos por un lado y por otro, el que les llevaba su Cordera.El vìernes, al oscurecer, fue la despedida. Vino un encargado del rematante de Castilla por la res. Pagó; bebieron un trago Antón y el comisionado, y se sacó a la quintana la Cordera. Antón había apurado la botella; estaba exaltado; el peso del dinero en el bolsillo le animaba también. Quería aturdirse. Hablaba mucho, alababa las excelencias de la vaca. El otro sonreía, porque las alabanzas de Antón eran impertinentes. ¿Que daba la res tanto y tantos xarros de leche? ¿Que era noble en el yugo, fuerte con la carga? ¿Y qué, si dentro de pocos días había de estar reducida a chuletas y otros bocados suculentos? Antón no quería imaginar esto; se la figuraba viva, trabajando, sirviendo a otro labrador, olvidada de él y de sus hijos, pero viva, feliz . . . Pinín y Rosa, sentados sobre el montón de cucho, recuerdo para ellos sentimental de la Cordera y de los propios afanes, unidos por las manos, miraban al enemigo con ojos de espanto. En el supremo instante se arrojaron sobre su amiga; besos, abrazos: hubo de todo. No podían separarse de ella. Antón, agotada de pronto la excitación del vino, cayó como en un marasmo; cruzó los brazos, y entró en el corral oscuro.Los hijos siguieron un buen trecho por la calleja, de altos setos, el triste grupo del indiferente comisionado y la Cordera, que iba de mala gana con un desconocido y a tales horas. Por fin, hubo que separarse. Antón, malhumorado, clamaba desde casa:-¡Bah, bah, neños, acá vos digo; basta de pamemes! -así gritaba de lejos el padre, con voz de lágrimas.Caía la noche; por la calleja oscura, que hacían casi negra los altos setos, formando casi bóveda, se perdió el bulto de la Cordera, que parecía negra de lejos. Después no quedó de ella más que el tíntán pausado de la esquila, desvanecido con la distancia, entre los chirridos melancólicos de cigarras infinitas.-¡Adiós, Cordera! -gritaba Rosa deshecha en llanto-. ¡Adiós, Cordera de mío alma!-¡Adiós, Cordera! -repetía Pinín, no más sereno.-Adiós -contestó por último, a su modo, la esquila, perdiéndose su lamento triste, resignado, entre los demás sonidos de la noche de julio en la aldea-.Al día siguiente, muy temprano, a la hora de siempre, Pinín y Rosa fueron al prao Somonte. Aquella soledad no lo había sido nunca para ellos triste; aquel día, el Somonte sin la Cordera parecía el desierto.De repente silbó la máquina, apareció el humo, luego el tren. En un furgón cerrado, en unas estrechas ventanas altas o respiraderos, vislumbraron los hermanos gemelos cabezas de vacas que, pasmadas, miraban por aquellos tragaluces.-¡Adiós, Cordera! -gritó Rosa, adivinando allí a su amiga, a la vaca abuela.-¡Adiós, Cordera! -vociferó Pinín con la misma fe, enseñando los puños al tren, que volaba camino de Castilla.Y, llorando, repetía el rapaz, más enterado que su hermana de las picardías del mundo:-La llevan al Matadero . . . Carne de vaca. para comer los señores, los indianos. -¡Adiós, Cordera! -¡Adiós, Cordera!Y Rosa y Pinín miraban con rencor la vía., el telégrafo, los símbolos de aquel mundo enemigo que les arrebataba, que les devoraba a su compañera de tantas soledades, de tantas ternuras silenciosas, para sus apetitos, para convertirla en manjares de ricos glotones . . .-¡Adiós, Cordera! . . -¡Adiós, Cordera! . .Pasaron muchos años. Pinín se hizo mozo y se lo llevó el rey. Ardía la guerra carlista. Antón de Chinta era casero de un cacique de los vencidos; no hubo influencia para declarar inútil a Pinín que, por ser, era como un roble.Y una tarde triste de octubre, Rosa en el prao Somonte, sola, esperaba el paso del tren correo de Gijón, que le llevaba a sus únicos amores, su hermano. Silbó a lo lejos la máquina, apareció el tren en la trinchera, pasó como un relámpago. Rosa, casi metida por las ruedas, pudo ver un instante en un coche de tercera, multitud de cabezas de pobres quintos que gritaban, gesticulaban, saludando a los árboles, al suelo, a los campos, a toda la patria familiar, a la pequeña. que dejaban para ír a morir en las luchas fratricidas de la patria grande, al servicio de un rey y de unas ideas que no conocían.Pinín, con medio cuerpo afuera de una ventanilla, tendió los brazos a su hermana; casi se tocaron. Y Rosa pudo oír entre el estrépito de las ruedas y la gritería de los reclutas la voz distinta de su hermano, que sollozaba exclamando. como inspirado por un recuerdo de dolor lejano:-Adiós, Rosa! . . . ¡Adiós, Cordera! -¡Adiós, Pinín! ¡Pinín de mío alma! . . ."Allá iba, como la otra, como la vaca abuela. Se lo llevaba el mundo. Carne de vaca para los glotones, para los indianos: carne de su alma, carne de cañón para las locuras del mundo, para las ambiciones ajenas."Entre confusiones de dolor y de ideas, pensaba así la pobre hermana viendo el tren perderse a lo lejos, silbando triste, con silbidos que repercutían los castaños, las vegas y los peñascos . . .¡Qué sola se quedaba! Ahora sí, ahora sí, que era un desierto el prao Somonte.-¡Adiós, Pinín! ¡Adiós, Cordera!Con qué odio miraba Rosa la vía manchada de carbones apagados; con qué ira los alambres del telégrafo. ¡Oh!. bien hacía la Cordera en no acercarse. Aquello era el mundo, lo desconocido, que se lo llevaba todo. Y sin pensarlo, Rosa apoyó la cabeza sobre el palo clavado como un pendón en la punta del Somonte. El viento cantaba en las entrañas del pino seco su canción metálica. Ahora ya lo comprendía Rosa. Era canción de lágrimas, de abandono, de soledad, de muerte.En las vibraciones rápidas, como quejidos, creía oír, muy lejana, la voz que sollozaba por la vía adelante: -¡Adiós, Rosa! ¡Adiós, Cordera!"
"Los Campos abiertos (Openfields, common fields en inglés) son un sistema de ordenación creado y una explotación del terrazgo agrario. En ellos, las parcelas de cada campesino no estaban separadas por ningún tipo de cerca o seto estaban separadas en "hojas", y las decisiones sobre qué, cómo y cuándo debía cultivarse en cada zona de labor se tomaban de forma colectiva entre todos los vecinos del lugar. En los campos cerrados, por el contrario, existen divisiones entre las parcelas, y se asocian a decisiones de cultivo individuales. A ello suele añadirse un importante peso de los bienes comunales (pastos, bosques, derechos) en este tipo de sistemas agrarios.
Suele decirse que el modelo de campos abiertos es el dominante en las zonas de secano (generalmente en la Europa del Norte y la Mediterránea) y el de campos cerrados en las zonas de montaña y más húmedas (Norte de la península ibérica).
Aunque persistieron en muchos países hasta incluso el siglo XX, en general entraron en franco retroceso a partir del siglo XVI con la penetración de las relaciones capitalistas en las economías agrarias. Especialmente importante en este sentido fue el movimiento de los cercamientos en Inglaterra,(Reino Unido)"
"hay tierras de secano que llaman de vinada que producen trigo o escanda un año y descansan al siguiente"
Aunque en su momento se especuló con que habría de ser vinada y señalaría antiquísimas plantaciones de vides para vino, esta binada sería un equivalente a bi-añada, es decir, cada dos años. Su raíz sería el latín binare y su evolución la palabra binada "tierra que se siembra al segundo año"
"Los campesinos, más libres de la servidumbre de la tierra desde el S. XV, en gran parte convertidos en propietarios, ya fuese de tierras suyas o como foreros, yugueros o llevadores mediante pago del cánon correspondiente o "martiniega", tuvieron épocas de pujanza agropecuaria, impulsados (...) por las tempranas medidas protectoras de los Reyes CatólicosRelativo a nombres de los productos, es de notar que la palabra trigo, apenas tenía uso, sustituida por la denominación de "erga" o "fisga", muy corrientes estas últimas en el Concejo, donde se cosechó en abundancia con reconocida calidad. Se cree a la escanda ya cultivada en la Edad del Bronce, si bien para muchos eruditos, ha sido introducida por los romanos. El ilustre gijonés (...) don Julio Somoza, aduce que puede presumirse que su cultivo fue el primero que introdujeron los romanos en Asturias, debiendo seguir a este, el del mijo y el panizo y, cuando ya cundía, el de las habas. La cebada en verde como forraje (alcacer) es de época posterior, Para Jovellanos el nombre de escanda deriva del latín, "escanna"
"El trigo que aquí llaman escanda y que siembran por todas las montañas y es especie peculiar de Asturias, más amilácea y menos mucilaginosa que el trigo común o hibernum de Lineo, en Carreño adquiere una propiedad azucarada o entredulce, y así dura más tiempo su amasadura"
"En un principio al tubérculo se le denominó "batata" y posteriormente los labradores le pusieron el nombre de "pataca" con el que todavía se conoce en algunas aldeas"
"Los labradores de Carreño deben salir del estado de indolencia en que viven y aprestarse a la unión, para realizar sostenidas campañas en defensa de sus intereses. Porque siempre llevamos la parte peor (...)""no estaban dispuestos a seguir tolerando tratamientos injustos, actuaciones abusivas de los agentes de la Empresa, el robo en las básculas y descuentos, ni el pago de multas vejatorias cuando se les antoja, ni aceptar sumisos contratos leoninos"
Estamos ahora en un muy buen lugar para volver la vista atrás y contemplar otras referencias visuales, históricas y geográficas que tenemos ya a nuestras espaldas. Toda la parte norte del Monte Areo y su prolongación por La Campa Torres, solar del famoso castro de este nombre, del que no poco hemos hablado recorriendo la bahía gijonesa
Las chimeneas de la Central Térmica de Aboño señalan el lugar donde estuvo la ría de este nombre (seguir sigue estando pero canalizada e industrializada), la posible frontera fluvial étnica entre pésicos y luggones que durante siglos se cruzó en barca, constituyendo otra importante ruta caminera. Allí estuvo el monasterio de San Juan de Aboño, donde estuvo la placa monumental de las aras sextianas y donde se conservan antiguas referencias del paso de peregrinos, en concreto del año 1053, cuando los reyes Don Fernando y Doña Sancha visitaron el lugar con motivo del traslado de los restos de San Pelayo a Asturias, siendo depositados en este monasterio, dándole por esta razón abundantes ayudas para el mantenimiento de sus monjas y frailes así como de los peregrinos que por ahí transitaban. Finalmente las reliquias del santo fueron al ovetense monasterio de esta advocación, que pudieron ver quienes realizaron el Camino Norte por el valle del Nora y un hueso de uno de sus brazos se venera en San Paio de Antealtares, junto a la catedral de Santiago de Compostela
La cercana iglesia de Albandi (no la llegamos a ver desde aquí) está precisamente dedicada a Santiago. La leyenda dice fue construida donde el caballo blanco del apóstol se detuvo tras desembarcar en la Playa Xivares
"Tiempos de dureza hoy inconcebibles para quienes tuvieran la desdicha de ser declarados soldados delos Reales Ejércitos, siempre pobres labradores, jornaleros, desheredados de la fortuna, en una palabra, "pecheros", los cuales, llegado el momento de su "enganche", temerosos de la dureza de la milicia, amedrentados por las guerras, muchos procuraban esconderse, huir... Entonces, se les buscaba y perseguía como a alimañas, con saña y, hallados se les encerraba en la cárcel hasta ser conducidos con esposas y cadenas a la ciudad de Oviedo...
Previsoramente, la Justicia y Regimiento, solía "asegurar" en la prisión, al doble de mozos delos que habría de aportar el Concejo al reemplazo correspondiente. Si fuesen dos los pedidos, otros dos quedaban en depósito, en calidad de reserva, hasta saber si los enviados a Oviedo resultaban útiles y admitidos. De ser así se les ponía en libertad. De lo contrario ocuparían el puesto de los rechazados...En el Libro de Cuentas del Ayuntamiento, correspondiente al año 1691, se lee la siguiente anotación: "15 reales que esta república pagó a Alonso García, cerrajero, de esposas que se necesitaron para remitir a los soldados a la ciudad de Oviedo"
"Se trata de un manantial a flor de tierra, hoyo circular no muy profundo, situado en un altozano de la feligresía de Santa Eulalia del Valle, al final por el Oeste de la extensa pradería, sobre el río S. Gabriel, fuente de los Malatos y del antiguo Camino Real o carretera de Gijón a Avilés"
"... terrenos enclavados en el término de los "celleros", dos palabras de inconfundible origen latino. "Frade", frater, hermano. Diríamos pues camino de los hermanos"
Los frailes eran llamados cantores a causa de sus cánticos litúrgicos, denominación que pasó luego a los curas párrocos, pues también cantaban en misas, fiestas, bautizos, entierros, funerales y otras solemnidades. Se dice que, además de cantar, cada cura podía beber agua de su misma parroquia en este lugar:
"En el agua del hoyo, echados boca abajo sobre el suelo, no queda la menor duda que cada cura y todos a la ves pueden beber desde su propia parroquia"
La vecina parroquia de Ambás tiene también en lo eclesiástico la advocación a Santiago. Ambás, topónimo existente en otros lugares como el San Pedru Ambás de Villaviciosa en este mismo Camino Norte, revela un posesor llamado Ambatius, existente como Ambactus en la epigrafía
En Ambás estuvo además la famosa escuela fundada por los hermanos José y Álvaro Bango León, indianos que volvieron con fortuna hecha en La Habana, a donde emigraron muy jóvenes, dotándola también de mobiliario y material escolar. Abrió sus puertas en enero de 1910 y por estos campos correrían hacia ella los escolinos, pues las clases no les libraban de las faenas del campo, para las que habían de hacer grandes madrugones antes de ir a instruirse
Empieza aquí una pequeña bajada hacia un arroyuelo que en algunos mapas aparece como río de Les Vegues y en otro como Rollongo, el cual pasa entre los altozanos que separan estas parroquias.
Una fila de árboles delata su curso por este valle. Nace en La Miyera Nozalín, cerca de la divisoria con Ambás y se une luego al río Prevera cerca de la iglesia de Guimarán, aguas que van a la Ría de Aboño
Al otro lado de aquella loma y oculta por ella pasa, cercana, la carretera N-632, con la que enlazaremos al salir a Tabaza, parroquia de Tamón. La que sí que vemos bien es la Vía Verde
Las cajas camineras delatan la antigüedad de los caminos, aunque aquí sin duda habrá sido ensanchado antes incluso que asfaltado, permitiendo el paso de maquinaria agrícola
En la ribera se forma pues un pequeño soto de árboles bajo los que vamos ahora a pasar
Hay altos lloreos o laureles, y una fila de álamos, árbol fluvial por excelencia
Matorrales, sebes o setos silvestres separan del Camino una finca a nuestra izquierda, un poco empinada
Y a la derecha, el prado sigue en bajada por estas mágicas y verdes erías, Entre estos altozanos continúa el Camino, cerca de La Iría'l Valle, por donde discurre un tramo nunca inaugurado del Ferrocarril Estratégico, un tren que nunca circuló por este trecho y cuya idea era recorrer la cornisa cantábrica sin ser visto desde el mar para evitar ser bombardeado por flotas enemigas.
Se trataba de un tramo nunca inaugurado de la línea Ferrol-Gijón, la cual fue aprobada en 1886, pero cuya culminación definitiva no llegaría hasta 1972, con unos parámetros totalmente diferentes a los de su idea original y cuando ya triunfaban los transportes por carretera. Este trecho fue abandonado en la Guerra Civil, aún en obras, quedando paralizado en la posguerra. En su lugar se aprovechó la línea del Carreño, ferrocarril minero inaugurado en 1902 por la Sociedad Minas de Hierro y Ferrocarril de Carreño para buscar salida comercial al hierro de las explotaciones candasinas de El Regueral hacia Aboño y El Musel, el cual en 1910 ya empezó a transportar pasajeros, incorporándose, tras los correspondientes avatares, al tramo Avilés-Gijón del tren de Ferrol, también llamado popularmente El Vasco pues enlazaba a su vez con la red ferroviaria vasca de vía estrecha, que fue todo ello el germen de Feve
Además de por su trazado lineal, la Vía Verde del Estratégico es reconocible por las barandas de madera que separan su trazado de las fincas colindantes, en las cercanías de la ya mencionada Fuente de los Cuatro Cantores
Desaparecido el monasterio de Santa María, los terrenos forman parte de las propiedades de la catedral ovetense, aún mencionándose en el siglo XVIII las ermitas de San Grabiel, Santantón o Santa Marta. así como la Fuente del Arcediano
"Las continuas quemas e incendios repetidos favorecen la repoblación, por lo que la sierra presenta un aspecto descarnado, donde domina el monte bajo y alguna manca de bosque, muy limitadas"
"La peregrinación se va convirtiendo así en una vía de escape, un viaje a Ítaca pasando por Esparta, donde cada persona puede poner entre interrogantes su propia vida confundido e igualado entre otros semejantes que viven parecidas preocupaciones acompañados de su propia sombra, a veces la única compañía de sol a sol. Todo invita a sumirse en un estado de reflexión imposible en las duras condiciones de vida y trabajo en las grandes ciudades, en un mundo dominado por las prisas y el estrés, hasta el punto de que, para muchos, la peregrinación supone una auténtica catarsis. El Camino proporciona algo muy difícil de conseguir en nuestros días, el distanciamiento, distanciamiento de la familia, de las propias responsabilidades, de la propia vida cotidiana y de la sociedad a la que se pertenece"
"En un libro injustamente olvidado, casi clandestino, El Camino de Santiago, Vías, Estaciones y Señales, del ingeniero Arturo Soria y Puig, los itinerarios del Camino quedan reflejados como el hilo y las cuentas de un viejo rosario. Las cuentas, es decir, los monumentos, las ciudades, los hitos del Camino, no tendrían sentido alguno sin el hilo que las une: ese trazado humilde, que no pide nada, que no exige casi nada, que discurre en paz entre nuestros pueblos, entre nuestros albergues y que nos ampara de sol a sol. Sin el hilo que une el rosario, ni las cuentas tendrían sentido ni la propia peregrinación tampoco"
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