Paisaje de Picullanza: el Aramo (nevado), el Monsacro y otros montes desde el Camino |
Subiendo desde Olloniego por El Portalgo, donde cruzamos el río Nalón, el Camino deja momentáneamente el que fue el antiguo concejo de Tudela, incorporado al ovetense en 1857, y entra en otro concejo que sí conservó su independencia con su propio ayuntamiento, si bien muy vinculado a la capital asturiana por su inmediatez: La Ribera o Ribera de Arriba, que se alarga, estrecho, unos kilómetros al sur. En concreto nosotros entramos a él por la parroquia de Perera, que se extiende linealmente como una cuña, a manera de largo brazo, dentro del territorio de Oviedo/Uviéu hasta las cercanías de la ciudad
El Picu' Gatu y El Picu Castiellu (al la derecha de la foto), y el Monsacro más atrás a su izquierda |
Y en la riberana parroquia de Perera está el pueblo de Picullanza, desde donde tenemos una vista impresionante de dos montes totémicos, el Aramo y el Monsacro, junto con otros, más cercanos, que separan los valles del Nalón y del Caudal justo donde ambos ríos se unen, dando el segundo sus aguas al primero, en Soto Ribera, capital del concejo, muy cerca de aquí
Picullanza, parroquia de La Perera, se encuentra en un collado o paso natural que fue empleado desde la Prehistoria para el paso del valle del Nalón al del Nora como vía de comunicación ancestral, tal y como revelan la cercanía de yacimientos paleolíticos, castros astures y hallazgos de tesorillos escondidos en la decadencia imperial romana. La vieja senda fue empedrada y llegó a ser la principal vía de comunicación de la capital asturiana con la meseta hasta la construcción de la Carretera de Castilla entre los siglos XVIII y XIX
Subiendo a Picullanza por la carretera que lo comunica con Manzanea: el camino sigue a la derecha |
El viejo Camino, también profusamente empleado por los peregrinos hacia la Sancta Ovetensis o catedral de San Salvador, ha visto recuperado su trazado con la señalización jacobea pertinente desde la década de 1990, siendo en este lugar, La Canterona, al oeste del ovetense pueblo de Manzanea, donde retomamos una parte de su trazado antiguo y original conservado, dejando la carretera local de Manzanea a Picullanza, que se superpuso a él durante un buen tramo
En este lugar de La Canterona o La Campa Cantera veremos, un poco más adelante y en la carretera local, la señal que anuncia la divisoria de concejos
Entrada en La Ribera o Ribera de Arriba, cuyo escudo, que vemos en dicha señal, presenta una gran 'Y' referida a la unión de los ríos Nalón y Caudal dentro de este concejo, en torno en su capital, Soto Ribera. Dentro de la 'Y' aparece reflejado un salmón. Esta es su descripción en la web del Ayuntamiento:
"Escudo adoptado el 22 de octubre de 1998 y aprobado por resolución de la consejería de la Presidencia de Asturias el 5 de noviembre de 1999. Fue el primer escudo municipal asturiano que fue aprobado por el Principado de Asturias desde que las competencias sobre materias de símbolos fueran transferidas al Principado.
El escudo:
En campo de sinople, tenemos la perla heráldica en campo de azur, bordado en plata y con un salmón puesto en palo.
Al timbre corona real cerrada
Este escudo está basado en la bandera del Ayuntamiento que fue adoptada en 1984, y que representa la unión de los ríos Nalón y Caudal dentro del concejo. Al igual que ésta, el escudo también está diseñado por E. Panizo, con la diferencia de llevar añadido un salmón.
Su escudo anterior hasta 1998, era partido en dos cuarteles. El primer cuartel representaba sobre un campo de azur, la Cruz de los Ángeles, en referencia a la obispalía de Oviedo. El segundo cuartel nos mostraba un castillo de piedra sobre ondas fluviales de las que salía a flote la cabeza de un moro. En lo alto del castillo afloraba un león con dos banderas. Este cuartel pertenece al linaje de la familia Ribera."
Junto con la señal del Camino de Santiago (y del Salvador habría de añadirse), tenemos bien a la vista, pintadas en este poste, las líneas roja y blanca del GR-100 Vía de la Plata, "sendero de Gran Recorrido que transcurre entre Gijón (Asturias) y Sevilla (Andalucía), en España, y que es una ampliación de la tradicional Vía de la Plata que unía Augusta Emerita y Asturica Augusta", como leemos en Wikipedia
El antiguo Camín Real es actualmente un sendero sin apenas uso salvo el los dueños de las fincas y el de los peregrinos, que sale a la derecha como hemos dicho, donde estuvo La Fuente Cantera, lugar de secular aprovechamiento de piedra para construcciones, como revela la toponimia
El Camino es una senda de hierba verde, muy hermosa y agradable de caminar en la que podemos ver aflorar restos de un antiguo empedrado...
Es el de la antigua vía romana que unía las civitas de Astorga, antigua Asturica Augusta, y León, antigua Legio, campamento de la Legio VII Gemina, con Llugo de Llanera, antigua Lucus Asturum, al norte de Oviedo/Uviéu, importantes poblaciones en territorio de los astures, la primera ya citada por Ptolomeo como capital de los astures, en concreto de los amacos, existente antes de la conquista romana, y la segunda un enclave importante dentro del territorio de los astures luggoni
La cercanía, justo a la izquierda, de un castro astur, el de La Corona, lleva a la certeza que esta vía ya era muy empleada antes de la romanización, pues se trata de un paso natural entre el valle del Nalón y el del Nora, hacia donde nos dirigimos nosotros rumbo a la capital asturiana y su catedral de San Salvador, la Sancta Ovetensis
Realmente es parte de una de aquellas sendas ancestrales que emplean estos "pasillos" entre valles y montañas existentes desde hace muchos milenios. La romanización los empedró a manera de calzadas y durante la Edad Media fueron caminos reales (del reino) por los que pasaban arrieros, pastores, rebaños trashumantes, artesanos ambulantes, emigrantes estacionales (siega a Castilla) y peregrinos, siendo la comunicación directa del centro de Asturias y su costa con la meseta a través de la Cordillera Cantábrica
A partir de la baja Edad Media, las principales rutas a Santiago, que primeramente iban por los caminos del norte, amparados precisamente por la cordillera, fueron desplazándose al sur al ir avanzando en esa dirección la expansión de los reinos cristianos, pero muchos peregrinos, al llegar a León y enterados de la importancia de la capital asturiana, donde se guardaban las Reliquias de San Salvador (guardadas antes en el citado monte Monsacro, dice la tradición), que se tienen por ser de las más importantes de la cristiandad, entre ellas las del propio Cristo, el Salvador o San Salvador, advocación de su basílica y luego catedral, se dirigían a ella por estos viejos camino que, recuperados, constituyen hoy día los tramos del Camino del Salvador
Camino de peregrinación basado, recalcamos una vez más, en sendas muchísimo más antiguas, transitadas desde la Prehistoria. Ahí tenemos de nuevo las rayas blanca y roja de la Vía de la Plata
Caminos que se dirigían a las reliquias salvadoranas custodiadas en la Cámara Santa catedralicia y que hacían de Oviedo/Uviéu en sí mismo un importante lugar de devoción y romería, desde su mismo origen como ciudad y capital de Asturias, en la alta Edad Media, reinando Alfonso II El Casto, al que se le considera el primer peregrino, pues fue además bajo su reinado cuando se descubrió el que se tiene por sepulcro de Santiago en Compostela, al menos si hacemos caso a la documentación existente, si bien bastante posterior a estos sucesos
Tras verificarse el hallazgo, se dice, al menos en dichos documentos, que el propio Alfonso II fue allí con ese objeto, establecer y favorecer un primer templo jacobita y alentar a las primeras peregrinaciones hacia Compostela para venerar a uno de los primeros discípulos de Jesús y, según la tradición cristiana, primer evangelizador de Hispania.
Aquellas primeras rutas jacobitas habrían discurrido muy pegadas a la costa, siguiendo a groso modo los actualmente llamados Camino Primitivo al que se le tiene por el primero, desde la catedral de San Salvador, donde hay también reliquias de María, santos y profetas (supuestamente el que seguiría Alfonso II por la vía Lucus Asturum-Lucus Augusti), y el Camino del Norte, también desde la basílica y catedral o tomándolo más atrás, empleado sin duda por los peregrinos de los territorios más orientales del reino astur o por los navarros, francos, y centroeuropeos en general
El desplazamiento pues de las rutas principales a Santiago más al sur según avanzaba la frontera con los musulmanes, no fue óbice, como decimos, para que muchos romeros dejasen el relativamente llano y seguro camino mesetario para, tomando aquella ancestral ruta del Bernesga (y otras por otros valles y puertos pero esta la principal) para cruzar los temibles pasos de la cordillera, a más de 1.500 metros de altitud, gran parte del año cubiertos de nieves y nieblas, y venir aquí por el Valle del Río Grande (el Caudal), subir El Padrún, la muralla natural que lo separa del Valle del Nalón, y por Olloniego llegar hasta aquí, ya a las puertas de la Ciudad del Salvador, pues, tal y como decían los peregrinos francos...
Toda esta tierra era parte precisamente de los extensos dominios de la mitra ovetense, pagando vecinos y arrieros su tributo o portazgo, como al pasar el Nalón. Los peregrinos podían estar exentos o no, dependiendo de la época y la situación, dándose el caso que los obispos cedían la administración a sus valedores y partidarios, nobles guerreros y feudales que cobraban esos portazgos y otras rentas controlando desde sus torres y castillos el territorio. En ocasiones, enfrentados a las nacientes polas o poblaciones aforadas por los monarcas, como fue el caso de Oviedo/Uviéu, sus huestes asaltaban a quien pasase por aquí en esa dirección, por lo que llegó a tener que crearse, allá por el siglo XIV, un verdadero servicio de policía, encargado por la ciudad, o el mismo rey, también enfrentado a aquella situación
A partir del siglo XVIII se veía que estos viejos caminos ya eran insuficientes para el trasiego fluido, seguro y continuado de gentes y enseres, por lo que se precisó empezar a hacer las primeras vías anchas, bien allanadas y anchas, para carruajes y carros, de ahí 'carreteras', empezando a construirse en 1771 la Carretera de Castilla que, en no pocos casos, aprovecharía también el trazado del camino antiguo existente, pero en otros no, como pasó aquí
La Carretera de Castilla, actual AS-242, fue en este tramo efectivamente trazada un poco más al este, por el mencionado pueblo de Manzanea, y esa es la razón la que este tramo caminero cayó en desuso, aunque como vemos, conservó buena parte de su empedrado, algo no demasiado común, pues este solía aprovecharse para hacer muros, casas, cuadras, etc., desde el momento en el que el Camino dejó de usarse
Estaríamos además en uno de los tramos de la Vía de la Plata, que nada tiene que ver con el metal sino con el término árabe balata, el cual se extendió ampliamente por toda la península para denominar a los caminos empedrados
Existirían además diferentes ramales, pues como dice el filólogo Xulio Concepción Suárez en La ruta de la plata, los caminos de la vía balata de su magnífico blog caminero:
Hay en algún trecho un pequeño surco a manera de canalillo por el que baja agua de un minúsculo regato. Parece una marca de las rodadas de los carros, como nos dicen en el blog El Camino de Santiago desde Asturias:
La cuesta prosigue siempre recta y empedrada en dirección al pueblo, sumamente bella. El camino es popularmente llamado La Calzada Romana, y el mismo Xulio Concepción, junto con Natividad Torres Rodríguez y los miembros del equipo Vestigia publican de él en El legado. Ecos y pasos. Toponimia de La Ribera lo siguiente:
El Camino se estrecha ligeramente en este tramo pero se pasa bien en todo el trayecto de La Calzada Romana, con la que limitan los parajes La Llampaza, Los Carabeos y La Llaguna, topónimos de los que nos da cuenta otro de los autores de dicho libro, José Ignacio Fernández Fernández:
Y ya empezamos a ver algunas casas de Picullanza, en esta parroquia riberana de Perera, de abundancia en peras antaño, revela el topónimo. Mientras que Picullanza puede ser "una metáfora aplicada a la piedra tomada de la semejanza que tenía con la llanza ‘lanza’, palabra de uso en épocas pasadas y origen en el lat. LANCEAM ‘lanza’ ", según dice el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos
El topónimo, y la existencia de un castro y de esta antigua vía empedrada, hizo pensar en sus tiempos que podía tratarse de la ciudad astur de Lancia arrasada por los romanos conquistadores, según los historiadores clásicos, sin embargo, la correcta lectura de las fuentes la ha localizado en el leonés pueblo de Villasabariego, entre los ríos Porma y Esla (antiguo Astura)
No obstante dicho castro, La Corona, sito en lo alto del Monte Arnea que veíamos saliendo de Olloniego y sobre El Portalgo, sí estaría vinculado a la vigilancia de este antiquísimo camino que fue luego paso de los peregrinos del Salvador. Así lo explican en Montaña Central. Camino de Santiago. Camino del Salvador León-Oviedo:
El Camino se encharca un poco al pasar junto a un depósito de agua que aprovecha un manantial de la que procede. La existencia de acuíferos fue fundamental para el nacimiento de poblaciones, cuyo antecedente serían castros, como aquí, o villae astur romanas

Subimos un poco más, y así, "sin pausa, el rizado trayecto se encarama con esfuerzo al Concejo de La Ribera/Ribera de Arriba, donde recibe Picullanza, para subir luego a La Manxoya y presenciar al fin la figura de la Sancta Ovetensis.", la catedral de San Salvador, como bien leemos en Camino de San Salvador de Caminos del Norte del periódico La Nueva España
El empedrado parece que ha desaparecido bajo la hierba en este último recuesto entre los prados y huertas al pie de las casas de Picullanza, en El Prau Carbayu, donde el Camino hace un poco de curva a la izquierda y sigue ganando altura
Es sin duda un buen lugar para hacer un alto, recuperar aliento y contemplar el paisaje
Paisaje a nuestra izquierda, al oeste, La Peña Arnea o La Corona (445), el solar del castro astur que vigilaba el Camino y los pasos del río y del valle, del que se conservan cimientos de sus murallas. De él nos habla el arqueólogo Fon S.P. en su web Ástures:
Efectivamente, mirando al sur y desde el mismo camino contemplamos a lo lejos la Sierra de Fayéu, por donde hemos venido procedentes de Mieres siguiendo la antigua Carretera de Castilla, la cual discurre al otro lado de su línea de cubres por La Rebollá y Aguilar, hasta llegar a El Padrún, donde se inicia la bajada a Olloniego
En estas laderas septentrionales nacen algunos regatos que darán nacimiento al río San Frechoso o río Fayéu, afluente del Nalón y donde estuvieron los pozos mineros de Olloniego, de los que tanto hablamos recorriendo dicha parroquia ovetense
Más a la izquierda del Picu Castiellu hay otro monte llamado La Corona (465 m), encima de La Mortera, parroquia de Olloniego y, a continuación, El Picu Berrubia (545 m), donde se encuentra el yacimiento prehistórico de Les Cobadielles, con numerosos grabados y elementos que se han datado en un amplio periodo de poblamiento entre las edades del Bronce y del Hierro
Y en la Sierra Fayéu tenemos El Picaxu (713 m), también llamado L'Escobín o El Picu l'Escobín, del que se dice es el techo del concejo ovetense, si bien compartido con la vecina parroquia langreana de La Venta
Más a su izquierda Peñes Albes (696 m), que ya aparece en la Carta Puebla de Langreo, del año 1338 como uno de los limites del concejo. Por allí pasa la Ruta de las Peregrinaciones GR 105.1 de Mieres a Covadonga
Un poco más arriba completaremos el campo de visión de Picullanza con el Monsacro y el Aramo, al oeste, y la capital, Oviedo/Uviéu, bajo las cumbres del Naranco, al norte. De momento seguimos subiendo por esta senda en la que la hierba crece sobre el antiquísimo empedrado
Sea como sea, se trata de una de las referencias visuales, históricas y geográficas, del Camino del Salvador en el paso del valle del Nalón al valle del Nora, sobre el que nació la capital asturiana en la antigua colina de Ouetus o Ouetao
Por aquí abajo discurre la carretera que comunica Picullanza con Manzanea y la AS-375 o antigua Carretera de Castilla, la cual dejábamos al comienzo de esta entrada de blog para tomar este antiguo trayecto por el camín real
La ladera más empedrada y donde se encuentran los fosos y parapetos del antiguo castro siempre fue más difícil de trabajar y "quedó pa monte" como se suele decir, creciendo monte bajo de tojos y espineras
Este último repecho acaso sea el más cuesto y empinado, pero el ver cerca ya las casas del pueblo, donde sabemos irá acabando la subida, parece 'darnos alas' y energías suficientes para avanzar a buen paso

Efectivamente, el camino era también Camín Francés, como lo eran todos los que venían francos, que era como se definía no solamente a los actuales franceses sino a los centroeuropeos en general a partir de los Pirineos. Únicamente la moderna nomenclatura técnica a dado el nombre de francés a un Camino oficialmente, contra todo criterio histórico, ahí están cientos de documentos y topónimos para demostrarlo por toda la mitad norte de la península al menos, incluyendo este
Justo antes de llegar a las primeras casas de Picullanza volvemos a ver el empedrado caminero, relativamente bien conservado en este uno de sus más bellos tramos
Las piedras conservan incluso aquí parte de su alineación. No es fácil que se conserven, sobre todo cerca de núcleos poblados, pues cuando el camino quedaba en desuso solían aprovecharse para todo tipo de construcciones
Magnífica sensación, sin duda, al menos para los peregrinos amantes de la idiosincrasia de los parajes por los que pasan, pisar las mismas piedras que pisaron miles y miles de peregrinos y viajeros a lo largo de los siglos...
El paisaje ha cambiado, el pueblo también, pero los enclaves geográficos permanecen, como El Castiellu, la cumbre de La Corona, solar del castro astur que es testigo mudo de la historia del Camino
Nos despedimos también del valle del Nalón... al menos de momento, cuya cuenca en esta zona delimita la Sierra Fayéu, 'hayedo', con El Picu Gúa siempre en lontananza, al sur
Decimos 'de momento' porque los peregrinos que continúen del Salvador a Santiago volverán a encontrarse con el Nalón ya aguas abajo; los del Camino Primitivo en Peñaflor, paso a Grado/Grau y los del Camino Norte en Soto del Barco/Sotu'l Barcu, donde cruzarán el Puente la Portilla a Muros de Nalón
Si nos fijamos, llegamos a reconocer, pese a la lejanía, el pueblo de Casares, con sus casas alineadas en la bajada de El Padrún, bajando a Olloniego por otro tramo del camín real que conservaba partes del empedrado. Está en los últimos prados bajo El Picu Gúa. Justo encima y a la derecha de la foto, en Aguilar, estaba el castillo de este nombre, del que prácticamente nada se conserva, otro de los que controlaban los pasos y caminos de uno a otro valle
El mismo pueblo de Picullanza se encuentra en un alto, a 350 metros de altitud. Estas casas dan vista al valle del Nalón y, las situadas más allá, unas al del Caudal y otra al del Nora, no en vano estamos en una verdadera atalaya natural en la que el castro de La Corona dominaba todo esta gran confluencia geográfica

Hay buenos ejemplos de arquitectura tradicional, las casas han sido rehabilitadas y reformadas pero buena parte de ellas conservan sus corredores y cortafuegos

El Camino sube así, en rampa, todo recto carretera arriba, cuando estamos en este momento a unos 6 km de la catedral de San Salvador, es decir, a una hora y media de camino aproximadamente

Aunque muchos hórreos y paneras han desaparecido con la extinción de la cultura cerealística, no pocos siguen en pie, como esta preciosa panerona cuyo corredor se llenaría antaño de riestres de panoyes 'ristras de mazorcas', que curarían antes de extraer su grano o esgranar y llevarlo a los molinos del río a molera para hacer la fariña 'harina' y después amasar y elaborar la boroña o pan de maíz en casa


Otra casa restaurada y de corredor a nuestra izquierda, casi ya al final de la cuesta. Aunque pasan pocos coches estemos atentos al tráfico, insistimos, especialmente en esta curva sin visibilidad
Otro hermoso ejemplo de corredor entre cortafuegos, este especialmente largo y que en la actualidad es también un muy florido y vistoso jardín de coloristas flores
Una columna ayuda a sostenerlo bien sobre el suelo de la corrada o espacio delantero de la casa, también con numerosas macetas que dan alegría a la fachada y al Camino
Al mirarnos, con el sol a nuestras espaldas, cierran los ojos pues este los deslumbra. Aún así dejan una pequeña abertura con la que observan nuestros movimientos, atentos a que nada perturbe la paz de la aldea
Acaba la cuesta y, en medio de la curva, hay un cruce: atención pues dejaremos la carretera para tomar el ramal que vemos al fondo, de frente, subiendo un poco más aún
Primeramente dejamos a nuestra izquierda el ramal a Soto Rei por Fresneo: será luego cuando tomemos el camino mencionado, el que sube a la derecha
Es Nuestra Señora de Covadonga, la Santina; fijémonos en la cera derretida de las velas que se prenden, también en ofrenda. Los peregrinos suelen dejar alguna estampa u objeto y, aunque comprobamos se limpia periódicamente, seamos cuidadosos y no dejemos cosas que puedan convertirse rápidamente en basura
Y, como hemos dicho y como nos indica el mojón que tenemos a continuación, dejamos la carretera y subimos por el ramal de la derecha
Aquí tampoco suele haber más tráfico que el de los residentes y es un de tantos trayectos jacobitas que, pese a caminar por asfalto, son sumamente bellos
La poca cuesta que hay es aún más liviana que la anterior y acaba un poco más arriba; pronto caminaremos en llano
A nuestra derecha se extienden espléndidas huertas que llegan por abajo a la carretera de El Condao por La Perera, que es la que acabamos de dejar atrás
Más abajo, más cerca y también en Morcín, es El Picu Roces (529 m), que "En los mapas del IGN se cita como pico Llera", nos dicen en la Enciclopedia del paisaje de Asturias, solar de otro castro astur de los numerosísimos que dominaban estos valles y sus caminos, el cual es también El Picu Llera en la relación de castros de la web Arqueoastur del arqueólogo Eduardo Pérez-Fernández. Aún más abajo reconocemos Teyego, pueblo del concejo de La Ribera fronterizo con Morcín. Leemos en la Toponimia de Llanera:

Con el Aramo siempre a la vista reconocemos también a su izquierda el Monsacro, en Morcín, cuya cota cimera serían los 1.055 m del Cuitu Rumiru, un topónimo que parece hacer referencia a los romeros que desde tiempo inmemorial suben a sus cumbres

A la izquierda y un poco más arriba es la capilla de Santiago, también románica y con ábside semicircular pero de planta octogonal. En su interior está el mencionado Pozu de Santo Toribio, donde se dice fue guardada el Arca Santa de las Reliquias en tiempos de peligro, pozo a cuya tierra se le atribuyen propiedades milagrosas, al igual que a los cardos que crecen en esa majada, símbolo solar mágico desde la prehistoria por su similitud con los rayos del sol. Es el Cardu Benditu de La Madalena, del que existe este cantar

Volvemos ahora la vista hacia las nieves del Aramo viendo primeramente sus cuestas de septentrión, por donde la sierra va aumentando de altura desde el Alto la Cobertoria por El Mesqueiru (1.328 m) hacia La Bizarrera (1.555 m) y El Picu Foreal (1.579 m), más arriba de Pradiella (1.451 m), El Pontón (1.444 m) Trasmonte (1.443 m), Bescones (1.474 m) y Carrilones (1.504 m)

Si nos fijamos veremos el zigzag de la carretera que sube a L'Angliru, verdadera epopeya del deporte del ciclismo con rampas del 26,3% en La Cueña les Cabres, así como también del atletismo. En Sobrevivir al infierno para alcanzar el cielo en el Angliru, Gabriel Cuesta publica para el periódico El Comercio del 10-10-2019 la noticia de una prueba deportiva atlética, una carrera, en la que describe la titánica dificultad que ha de acometerse
Ahí tenemos otro tramo de carretera subiendo un largo tramo recto y sin tregua bajo El Gamonal. No hay ganado aún hasta que las últimas nieves de la primavera dejen paso al verde de los pastos. Además de los pastores, el Aramo constituye un paraíso para montañeros y senderistas. Ahora también para otros deportistas. Gabriel Cuesta continúa su explicación:
Desde El Picu Gamonal las cumbres del Aramo descienden notablemente a partir del Picu Calzá y El Tambarón de Fontazán (1.417 m) y su vega hacia El Mosquil (1.288 m) y El Cantu Bildeo

Y esta es la corrada o corralada, espacio enfrente de la vivienda, verdadero balcón sobre valles y montañas

Seguimos subiendo por El Camín de Pando, encima de La Calandra o El Prau la Calandra y La Güerta Güés, bueyes, basado en la medida del 'día de bueyes', aún imperante, leemos en la Toponimia de La Ribera:
Aquí abajo nace El Regueru Carraspiedreso Corrapiedra, sobre el que pasa la carretera a Soto Rei, cerca de las casas de L'Emprún, topónimo que tiene que ver con empruno 'pendiente, en cuesta', y que pertenecen al concejo de Oviedo/Uviéu
De la iglesia parroquial, bajo la advocación de San Martín, vemos bien la espadaña del campanario y parte de su nave y cabecera entre los árboles. Se data en el siglo XII aunque dicha espadaña forma parte de los añadidos posteriores. Su portada es de dicha centuria y estilo románico aunque no la vemos desde aquí
Hemos dicho que el topónimo Perera tiene que ver con abundancia de perales peras, al menos antaño, acaso peruyes o peras silvestres, "aunque no se puede descartar su vinculación con el "petram" latino, piedra y, en este caso, pedrero", nos apunta Adolfo Casaprima Collera en su Diccionario geográfico del concejo de Oviedo
Si bien las referencias documentales más antiguas de esta iglesia serían aún anteriores a la obra románica, años 857 y 921 en sendas disposiciones de Ordoño I y Ordoño II, estas son en realidad de las interpoladas en 1118 por el citado obispo Pelayo en su Liber Testamentorum. En Románico digital cuentan que formaría parte de una serie de templos construidos en el entorno ovetense en el siglo XII, empezando por la propia Cámara Santa de la catedral de San Salvador:
Cuesta abajo seguimos viendo las altas chimeneas de la Central Térmica de Soto Ribera, en la vega donde se unen los ríos Caudal y Nalón, entre Bueño/Güeñu, Ferreros y Les Segaes, donde se creó en los años 1960 un polo de desarrollo donde se asentó la Térmica Asturiana, construida en tres fases: 1962, 1967 y 1984, así como viviendas para obreros y técnicos de la empresa
La cuesta se suaviza por las inmediaciones de La Casa Nueva y La Casuca del Tarreñu. Aunque pisamos asfalto el entorno y el paisaje son una maravilla de la que gusta el peregrino. Tengamos en cuenta sin embargo que el Camino de Santiago no ha de pasar necesariamente siempre por lugares 'bonitos' sino que sigue, en la medida de lo posible, el trazado histórico de los caminos antiguos, camín real, camín francés, etc.
El Camino serpentea ligeramente y va ganando altura paso a paso entre prados y fincas, La parte derecha, más llana, es donde se han construido casas y chalets

Poderosos muros de rocas cierran una finca y evitan corrimientos de la arcillosa tierra de esta pendiente. Es evidente forma parte las labores de ensanche de este camino que se hicieron en su momento

Se acaba la cuesta en esta importante bifurcación, La Fuentona; a la derecha es el ramal que comunica con Los Ferrerinos, "Núcleo habitado de creación moderna por Miguel Rodríguez, quien compró varias fincas en la que se fue construyendo y formando este núcleo. Desde Picullanza, ramal del Camino de Santiago". Nosotros vamos a seguir de frente, por el camino de la izquierda

Hemos llegado a La Venta l'Aire. Ahora hay parcelas y algún chalet, pero el topónimo delata que en tiempos hubo una venta caminera que, como pasa en otros lugares, al estar en un sitio alto y expuesta a los cuatro vientos, era así llamada, existiendo otras de nombre similar en muchos antiguos caminos, tal que este. En El legado. Ecos y pasos. Toponimia de La Ribera, dicen de este lugar lo siguiente:
Mojón, concha y flecha amarilla, nunca insistiremos lo suficiente en decir que, según la normativa señalética, la posición de la concha no implica necesariamente la dirección a seguir, en contra de una creencia ampliamente generalizada popularmente, e incluso en muchos casos institucionalmente. El único elemento netamente direccional es la flecha amarilla, según leemos en las Directrices para la señalización del Camino de Santiago del Consejo Jacobeo:
A la derecha del Camino se ha acondicionado una hermosa vereda, al pie de otro muro de piedras, la que crecen flores ornamentales. Una estupenda idea para embellecer algunos tramos de Camino, sobre todo los que discurren por las poblaciones y a su entrada
Según avanzamos, dicha franja urbana se hace más visible, grande y clara. Es la primera vista que tenemos de la ciudad de Oviedo/Uviéu viniendo por el Camino de San Salvador, por lo que vivimos un momento muy emotivo.
Allí está el valle del Nora, el gran valle central asturiano, en el que se asienta, sobre unas colinas, la capital de Asturias, pues el río pasa realmente más al norte, al otro lado del Monte Naranco

Más a lo lejos es el citado Monte Naranco, con los 637 metros del Picu Paisanu, a la derecha de la foto, donde se alza, visible desde muchos kilómetros de distancia, el monumento al Sagrado Corazón, inaugurado en 1981

Numerosas urbanizaciones, como la de Monte Cerrao, han transformado lo que eran caserías en la colina de Buenavista. Se dice que antiguamente la torre de la catedral llegaba a verse desde muy al occidente, lo que era muy celebrado por los peregrinos que emprendían el camino de vuelta de Santiago acudiendo a visitar al Salvador, algo que en la actualidad ya no puede hacerse pues los bloques de pisos han tapado esa visión que se tenía desde lugares como el santuario de El Freisnu, al sur de La Cabruñana
Al lado de San Lázaro está el barrio de Los Catalanes, otro de los situados al sur de la ciudad, donde estaba la parte posterior del antiguo convento de la Carmelitas, que se encontraba en la actual calle González Besada. En el siglo XIX un empresario catalán construyó allí un cortijo, el cual pasaría a los también catalanes hermanos Coll y Malat, quienes lo ampliarían con cuadras para el ganado y pasaría a llamarse popularmente La Quinta los Catalanes
En las entradas de blog correspondientes a los tramos urbanos de los caminos del Salvador, Norte y Primitivo hallaréis numerosas referencias e historias de estos y otros numerosos barrios y lugares de la capital asturiana, a la que estimamos oportuno dedicarle al menos un día para conocerla dada su trascendencia histórica y social, especialmente con las peregrinaciones y otros muchos episodios de la historia, empezando por la misma catedral y casco antiguo, el Antiguo; el ensanche burgués decimonónico y, si se tercia, acercarnos a algunos de los renombrados monumentos del Arte Asturiano (prerrománico) como la fuente Foncalada (paso del Camino Norte), Santuyano (San Julián de los Prados), Santa María del Naranco y San Miguel de Lliño o Lillo. Aparte cómo no de dar cuenta de los majares de la gastronomía asturiana en alguna buena sidrería
A nuestros pies tenemos una magnífica vista del valle que forma el río que en los mapas suele aparecer como La Ceprosa mientras que Xulio Concepción y Natividad Torres con el Equipo Vestigia recogen La Ceprosa, del que en la Enciclopedia del paisaje de Asturias se nos dice que "nace en las estribaciones norteñas del Picu Llanza y forma un valle bastante encajado que hace de divisoria a lo largo de unos 2 km entre los concejos de Oviedo. Desemboca en el arroyo de Morente".
El río, arroyo o regueru Morente discurre transversalmente al anterior, de este a oeste, y forma el valle al que bajaremos por Samiguel y La Candama, cuyas casas asoman aquí, prados abajo, al pie de una torre de alta tensión

La falda del Naranco y la colina de La Manxoya fueron primera línea del frente de guerra durante más de un año durante la contienda civil, en ambos teatros de operaciones se conservan búnkeres, trincheras, nidos de ametralladoras, emplazamientos artilleros y otros dispositivos defensivos, así como por todos los alrededores de la ciudad
Por entonces ya jugaba sus partidos en Buenavista el Real Oviedo, pues el campo de fútbol fue inaugurado el 24 de abril de 2024 con un partido entre las selecciones de España y Yugoslavia, ganado por España por dos goles a uno, el primero marcado por el delantero del Real Oviedo Isidoro Lángara. En 1954 el estadio, cuya "tribuna principal estaba cubierta con una visera de más de 100 metros de longitud sin ninguna columna de apoyo delante, la primera que se construyó en España de esas características, obra del ingeniero Ildefonso Sánchez del Río", tal y como dice Wikipedia, fue vendido al Ayuntamiento. Cuatro años más tarde se le ponía el nombre del primer presidente del club, Carlos Tartiere, y así sigue su historia hasta su traslado de ubicación al otro lado de la colina de Buenavista, cerca de L'Argañosa y del paso del Camino Primitivo:
Volvemos nuestra vista de nuevo hacia el valle de La Ceposa, regato que, recordamos, hace de frontera de concejos. A la derecha, en términos ovetenses, Friera, que, como Los Arenales, en lo alto de La Colina y a la derecha de La Manxoya, pertenece a la parroquia de San Esteban
Friera se ubica en el monte de su mismo nombre, sobre el arroyo, también llamado El Monte l'Acebal, que antaño debió ser un monte de acebos. Tanto García Arias como Casaprima Collera ven un topónimo relativo a 'lugar frío' (o húmedo) por el latín frigere, aunque Arias no descarta otras acepciones:
Un poco más atrás se ve alguna casa de Morente, cerca del nacimiento del mismo nombre, acaso una antigua posesión de un tal Maurus o similar, de época romana o altomedieval
Los Barreros y Los Arenales son por su parte topónimos sin demasiada complicación etimológica. Sin embargo sobre La Manxoya, aunque ya hemos comentado la posible expresión Mon Joie, escribe Arias que podemos estar ante un antiguo 'monte de Júpiter', como otros existentes no demasiado lejos...
Esa zona al este de Los Arenales es el Altu'l Ferrador (395 m) topónimo relacionado con los antiguos herradores del ganado que había en Les Cruces
Más a la derecha, y siguiendo la colima, está La Covadonga, lugar así llamado por la existencia de una capilla dedicada a Nuestra Señora de Covadonga y a San Lorenzo, construida en el siglo XVII. En las cercanías se encuentra la Fuente la Madre "cuyo nombre recuerda a la Virgen de Covadonga", dice Casaprima Collera. Ahí empieza el GR-105 que comunica La Covadonga ovetense con la canguesa, el santuario de la Santina, la Ruta de las Peregrinaciones
Más a la derecha El Calderu, también en la AS-375, topónimo que alude a la depresión que se forma en el lugar, la cual es bien visible en la distancia, como podemos ver, y hay una fuente con ese nombre. Existieron antaño renombrados llagares de buena sidra
Más abajo, en El Lloxu, donde hay una granja colombófila y un campo de fútbol, este nombre alterna con El Llosu y Lúgido. En el último caso se ha querido ver etimológicamente un lucus o nemeton, espacio sagrado dedicado al dios celta Lug; en el segundo sería una llosa o porción de terreno (con bastantes acepciones concretas), que en masculino llosu sería equivalente a 'finca pequeña' o similar y, por último, para García Arias Lloxu es un antropónimo Lausius o Lusius, un antiguo dueño del lugar en época tardorromana o altomedieval
El Picu, otra quintana en el mismo camino, por la zona de La Llosica. La mayor concentración de casas; al fondo, la mayor concentración de casas está en La Barraca, alrededor de la iglesia parroquial de San Esteban, que no llegamos a reconocer en la lejanía
Entre ellos se reconoce bien el de El Torneru, saliendo de La Barraca hacia El Pando, llagar de sidra situado en un cueto sobre el río Aramín, afluente del Morente, en el lugar de El Mesón, donde como su topónimo revela hubo de existir un mesón caminero
Un poco más allá es El Picu'l Cuervu (391 m), con El Cantu Rozavillar, acceso a La Grandota, serranía por la que discurre otro antiquísimo camino salvadorano, el cual comunica el valle del Nalón la Sancta Ovetensis por La Paranza. Ese camino entraría en Asturias por el puerto de Tarna, donde nace dicho río, recorriendo todo su valle. En ese su tramo ovetense discurre la Ruta de las Peregrinaciones, el GR-105 de La Covadonga a Covadonga
Estas parroquias fueron eminentemente rurales hasta no hace aún demasiado tiempo, es más, aún existen algunas caserías, grandes pastizales y algunas huertas y cultivos, aunque cada vez más predomina el hábitat residencial de baja densidad, basado en casas unifamiliares, buena parte de ellas estilo chalet, con su terreno. Hay también viviendas de 'fin de semana', segundas residencias y casas de turismo rural
Y, también un poco, hacia el oeste, donde la Sierra de la Degollada, cuya línea de cumbres, hollada por un parque eólico, separa los concejos de Les Regueres y Candamo, al oeste, siendo una referencia visual para los peregrinos del Camino Primitivo en su primera etapa hacia el occidente astur
Su máxima altitud son los 624 m del Alto la Degollada; toda esa serranía fue también teatro de operaciones durante la Guerra Civil y se han recuperado también trincheras, búnkeres y casamatas dentro del Espacio Histórico Frente del Nalón
Nuevas urbanizaciones en El Campón, al sur de El Cristo, en lo que fue una pradería comunal. Por ahí entraba otro de los antiguos caminos que comunicaban la ciudad con los puertos de la Cordillera, actualmente recuperado como GR-106 Ruta de San Melchor, basada en la ruta que seguía Melchor García San Pedro, canonizado en 1988 por Juan Pablo II como San Melchor de Quirós, para ir a la capital desde su pueblo quirosano de Cortes
Sebes o setos naturales separan el Camino de las fincas colindantes, algunos tan altos como una persona, formados por plantas y arbustos que crecen sobre antiguos muretes de piedra y enroscándose en alambradas y vallados
El Naranco y Buenavista, Los Monumentos, el Centro Asturiano y el Calatrava siempre ante nosotros, con las casas de la colina de La Manxoya en primer plano
La caja del Camino se hace profunda; es evidente que hubo de ser una caleya que en algún momento se ensanchó, allanó y hormigonó para permitir el paso de vehículos y maquinaria a estas fincas
En cada recodo donde no hay árboles, como aquí, desde la entrada de esta finca, cerrada por una cancela, se divisa algún paisaje
Y esta es la quintana de La Venta del Aire, la casa más antigua del lugar y acaso solar de aquella antigua venta caminera que dio nombre al lugar, donde pernoctarían tantos arrieros y viajeros a lo largo de la historia
Dejamos la entrada y seguimos adelante bordeando el muro que cierra la quintana; el Camino sigue a su izquierda y pasa por detrás
La senda se hace más estrecha y algo más hermosamente agreste, dado que el siguiente núcleo habitado, Samiguel, tiene carretera local propia que lo comunica con el valle, con la ciudad a través de La Manxoya y con la misma autovía A-63 por Llamaoscura y El Caleyu, por lo que este tramo apenas es utilizado por vehículo alguno
El caminante pasa muy bien, la hierba crece en medio de la senda y llega un trecho bastante llano en esta ladera
Sigue el camino haciendo de frontera de concejos cerca de La Carba, "Varios praos divididos por un arroyo, por encima de La Roza Pepe. Abunda la pizarra. Voz de uso común, carba: zona de pastizal abierto, compuesta por matorrales y monte bajo (érgumas, gorbizos, felechos…); pastos menos productivos que las praderas, y con yerbas más duras para el ganado. Raíz de origen prerromano *karb–: primero, ‘roca, piedra’; luego, ‘ramaje, matorral’ propio de lugares escarpados, de poca tierra productible", leemos en el libro del Grupo Vestigia...
A la izquierda, paisaje hacia El Pandu, otro de los barrios de San Esteban atravesados por la Carretera de Castilla, fácil de reconocer por el depósito de agua, en forma de copa, que se yergue sobre El Cutayón (395 m), el punto más alto de la parroquia
Más atrás estaría Paderni, "entre el reguero La Cabiona (este), el reguero de La Fuente del Ferreru (oeste) y el aroyo Aramín norte), al que vierten los anteriores", constata Collera, añadiendo que en el siglo XVI fue ayuntamiento independiente representado en la Junta General de Principado y al que pertenecía el coto de Morente. Coto de propiedad eclesial, sería enajenado por Felipe II con la desamortización acaecida en su reinado y adquirido por el Ayuntamiento de Oviedo en 1584. De Paderni era Alonso de Quintanilla, personaje de gran influencia en la corte castellana, "comenzando con Juan II de Castilla para seguir con Enrique IV de Castilla y muy especialmente con los Reyes Católicos, al servicio de los cuales puso de manifiesto su talento de gobernante", leemos en Wikipedia
En el siglo XIX los vecinos consiguieron que fuese declarado concejo realengo e intentaron infructuosamente agregarle los cotos de El Caxigal al oeste y de Bendones al este. La Audiencia de Oviedo decretó su supresión como concejo independiente en 1827, quedando agregado a la parroquia de San Esteban, por lo que estamos ante otro de los concejos que a lo largo de la centuria del 1800 fueron anexionados por el de la capital. La Enciclopedia de Oviedo nos ofrece por su parte esta otra explicación:
El Camino sigue pues llaneando entre los prados, avanzando en dirección norte siempre hacia la capital, que por aquí vuelve a ocultarse a nuestra vista...
Constatamos bien la cuña fronteriza que representa este límite entre concejos, fruto de los avatares históricos de esta parte de Asturias entre los valles del Nora, el Caudal, el Nalón y estos sus afluentes...
Y con estos hermosos paisajes del antiguo coto y concejo de Paderni, y demás pueblos y lugares de la parroquia de San Esteban, continuamos nuestra ruta por los ya últimísimos kilómetros del Camino del Salvador caminando por la frontera de los concejos de Oviedo/Uviéu y La Ribera...
El desplazamiento pues de las rutas principales a Santiago más al sur según avanzaba la frontera con los musulmanes, no fue óbice, como decimos, para que muchos romeros dejasen el relativamente llano y seguro camino mesetario para, tomando aquella ancestral ruta del Bernesga (y otras por otros valles y puertos pero esta la principal) para cruzar los temibles pasos de la cordillera, a más de 1.500 metros de altitud, gran parte del año cubiertos de nieves y nieblas, y venir aquí por el Valle del Río Grande (el Caudal), subir El Padrún, la muralla natural que lo separa del Valle del Nalón, y por Olloniego llegar hasta aquí, ya a las puertas de la Ciudad del Salvador, pues, tal y como decían los peregrinos francos...
"quien va a Santiago y no al Salvador
visita al criado y olvida al Señor"
Toda esta tierra era parte precisamente de los extensos dominios de la mitra ovetense, pagando vecinos y arrieros su tributo o portazgo, como al pasar el Nalón. Los peregrinos podían estar exentos o no, dependiendo de la época y la situación, dándose el caso que los obispos cedían la administración a sus valedores y partidarios, nobles guerreros y feudales que cobraban esos portazgos y otras rentas controlando desde sus torres y castillos el territorio. En ocasiones, enfrentados a las nacientes polas o poblaciones aforadas por los monarcas, como fue el caso de Oviedo/Uviéu, sus huestes asaltaban a quien pasase por aquí en esa dirección, por lo que llegó a tener que crearse, allá por el siglo XIV, un verdadero servicio de policía, encargado por la ciudad, o el mismo rey, también enfrentado a aquella situación
A partir del siglo XVIII se veía que estos viejos caminos ya eran insuficientes para el trasiego fluido, seguro y continuado de gentes y enseres, por lo que se precisó empezar a hacer las primeras vías anchas, bien allanadas y anchas, para carruajes y carros, de ahí 'carreteras', empezando a construirse en 1771 la Carretera de Castilla que, en no pocos casos, aprovecharía también el trazado del camino antiguo existente, pero en otros no, como pasó aquí
La Carretera de Castilla, actual AS-242, fue en este tramo efectivamente trazada un poco más al este, por el mencionado pueblo de Manzanea, y esa es la razón la que este tramo caminero cayó en desuso, aunque como vemos, conservó buena parte de su empedrado, algo no demasiado común, pues este solía aprovecharse para hacer muros, casas, cuadras, etc., desde el momento en el que el Camino dejó de usarse
Esta vieja calzada empedrada habría sido reparada sin duda infinidad de veces, pero con la carretera quedó apenas como de uso interior entre estos pueblos, pues incluso más recientemente se hizo otra, de la que nos acabamos de separar, que enlaza con Mazanea y baja a Agüeria y Olloniego, comunicando con el valle del Nalón en su tramo ovetense
Empedrado que, recalcamos, aún se mantiene en buena parte, aunque ya suelto e irregular. Por eso el Camino del Salvador coincide pues aquí con el GR 100 Ruta Vía de la Plata, del que nos dice Wikipedia:
"sendero de Gran Recorrido que transcurre entre Gijón (Asturias) y Sevilla (Andalucía), en España, y que es una ampliación de la tradicional Vía de la Plata que unía Augusta Emerita y Asturica Augusta."[
"Y sigue la vía ya más diversificada y difusa que atestiguan topónimos más abajo hasta las mismas costas del mar: Fuente la Plata en Uviéu; La Cantera la Plata, en Llanera; Fuente la Plata en Castrillón (hoy Viaducto de La Plata para la autovía del Cantábrico)."
Hay en algún trecho un pequeño surco a manera de canalillo por el que baja agua de un minúsculo regato. Parece una marca de las rodadas de los carros, como nos dicen en el blog El Camino de Santiago desde Asturias:
"La pequeña aldea de Picullanza o como también se le denomina en algunos mapas y documentos Pico de Lanza, se alcanza después de superar un repecho sobre los restos de la antigua calzada romana de la Vía de la Plata, en los que todavía pueden verse las huellas que el, en otros tiempos incesante, paso de carruajes dejaron en las piedras."
La cuesta prosigue siempre recta y empedrada en dirección al pueblo, sumamente bella. El camino es popularmente llamado La Calzada Romana, y el mismo Xulio Concepción, junto con Natividad Torres Rodríguez y los miembros del equipo Vestigia publican de él en El legado. Ecos y pasos. Toponimia de La Ribera lo siguiente:
"Calzada medieval, puede que romana, que se conserva de la antigua vía entre la meseta y Oviedo. Camino de peregrinos y de comerciantes. Hoy solo se conservan unos metros en el pueblo de Picullanza. Limita con varias fincas por debajo del Pico la Corona en dirección a La Manzaneda. Reconocida como el camino medieval de los peregrinos a San Salvador (Camino Real de Castilla), era la principal vía de comunicación con la meseta castellana. El camino ascendía de Manzaneda para seguir por Picullanza y San Miguel hasta Oviedo: Una calzá es en asturiano un paso más o menos amplio, con derecho a paso de carreñas, forcaos... Del lat. calcem (‘cal, talón’), lat. vg., calciatam ('empedrada con caliza, con cal'; o 'pisada con los talones, muy pateada')."
El Camino se estrecha ligeramente en este tramo pero se pasa bien en todo el trayecto de La Calzada Romana, con la que limitan los parajes La Llampaza, Los Carabeos y La Llaguna, topónimos de los que nos da cuenta otro de los autores de dicho libro, José Ignacio Fernández Fernández:
"La LlampazaHuerta en el límite con el concejo de Oviedo y la carretera a Manzaneda; al lado de la calzada romana. La llampaza, llampazu, es la bardana o repegón: una planta (Arctium minus Bernh, Heracleum pyrenaicum) que se pega a la ropa y se cría abundante en ciertas zonas más húmedas; se empleaba como remedio medicinal en enfermedades de la piel y de la sangre. Pero entre los pastores de Onís una llampaza es una ladera rasa, limpia de vegetación, y pendiente, en ocasiones peligrosa para el ganado si está el tiempo lluvioso. Posible derivado del latín lappam (‘lampazo, bardana, repegón’), a través de lappacěus. En algunos casos resultaría adecuada la acepción de los pastores: pradera lisa y pendiente, en relación con llampa (‘limpia, lisa, brillante’). Incluso en ocasiones se dan las dos circunstancias: suelos pendientes con losas y praderas por el medio o por encima.Los CarabeosVarios praos. Roza en el monte de La Corona con un reguero por la parte de abajo. Recoge Ramón de Andrés138 que se trata del sustantivo asturiano carabeo, variante de carabéu, o también en referencia similar a cadabéu ‘sitio poblado de cádabes o cádabos’. Cádaba o cádabu significa ‘Ulex europaeus, planta de flores pequeñas de color amarillo, con muchas espinas’, ‘tallo seco o chamuscado de la Ulex europaeus’ (en castellano «tojo» o «aulaga»); en realidad, la forma originaria debió ser *cáraba o *cárabu. La terminación -eo o -éu tiene un contenido colectivo, para referirse a un lugar donde abunda algo, en este caso cádabes o cádabos. Su etimología: cáraba y cárabu, y sus formas modificadas cádaba y cádabu, tendrían su origen en una desconocida palabra prerromana de la que deriva también la palabra asturiana carba ‘monte, maleza’, ‘terreno silvestre y con maleza’ o carbayu ‘Quercus robur, árbol’ (en castellano «roble»). Aparece documentado en la documentación medievalLa LlagunaUn prao muy húmedo, entre La Llampaza y Los Carabeos. Limita con la calzada romana, es un prau pegado a la carretera que va a Manzaneda y por el que pasa un reguero. Del campo toponímico Llagar. En su primera acepción, llagar, antes que ‘lugar para la sidra’, tuvo el sentido de ‘depósito de líquidos en general’; es decir, está en relación con llagu: un llagar hubo de ser, pues, una zona que almacena agua. Unida la voz toponímica a jos (‘jous, hoyos’), la expresión es adecuada a unas zonas empozadas con aguas que se almacenan en época de deshielos. Voz derivada de lacus (‘estanque, lago’), a través de lacare..."
Y ya empezamos a ver algunas casas de Picullanza, en esta parroquia riberana de Perera, de abundancia en peras antaño, revela el topónimo. Mientras que Picullanza puede ser "una metáfora aplicada a la piedra tomada de la semejanza que tenía con la llanza ‘lanza’, palabra de uso en épocas pasadas y origen en el lat. LANCEAM ‘lanza’ ", según dice el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos
El topónimo, y la existencia de un castro y de esta antigua vía empedrada, hizo pensar en sus tiempos que podía tratarse de la ciudad astur de Lancia arrasada por los romanos conquistadores, según los historiadores clásicos, sin embargo, la correcta lectura de las fuentes la ha localizado en el leonés pueblo de Villasabariego, entre los ríos Porma y Esla (antiguo Astura)
No obstante dicho castro, La Corona, sito en lo alto del Monte Arnea que veíamos saliendo de Olloniego y sobre El Portalgo, sí estaría vinculado a la vigilancia de este antiquísimo camino que fue luego paso de los peregrinos del Salvador. Así lo explican en Montaña Central. Camino de Santiago. Camino del Salvador León-Oviedo:
"El Camino coincide en este tramo con una vía romana de la cual se conservan tramos de su empedrado. Una de las grandes obras públicas que dejó la romanización en Asturias fue su red de calzadas, seña de identidad de la ocupación allá donde se produjera. Su extraordinaria resistencia permitió su permanencia y su utilización hasta nuestros días. Camino sobre camino, la Ruta Jacobea se solapa en muchos tramos sobre estas vías, que a su vez reaprovechará en parte la Carretera de Castilla."
El Camino se encharca un poco al pasar junto a un depósito de agua que aprovecha un manantial de la que procede. La existencia de acuíferos fue fundamental para el nacimiento de poblaciones, cuyo antecedente serían castros, como aquí, o villae astur romanas
Estamos en La Campa Andrés, donde salimos del arbolado y caminamos junto a los prados de las fincas del pueblo, situado más allá de aquella sebe o seto natural que vemos en lo alto de esta campera
El Camino hace un poco de curva a la izquierda y sigue subiendo en un fuerte recuesto, ganando altura rápidamente
Vuelve a aparecer un buen empedrado. Las peregrinaciones salvadoranas tuvieron, como otras, periodos de esplendor y de decadencia, siendo incentivadas notablemente con el Jubileo de la Santa Cruz y su Perdonanza, otorgado por el papa Eugenio IV en 1438 y que, finalizando el 21 de septiembre, día de San Mateo, fueron el origen de las fiestas grandes de la ciudad de Oviedo/Uviéu, tal y como leemos en la web de la Sancta Ovetensis:
Vuelve a aparecer un buen empedrado. Las peregrinaciones salvadoranas tuvieron, como otras, periodos de esplendor y de decadencia, siendo incentivadas notablemente con el Jubileo de la Santa Cruz y su Perdonanza, otorgado por el papa Eugenio IV en 1438 y que, finalizando el 21 de septiembre, día de San Mateo, fueron el origen de las fiestas grandes de la ciudad de Oviedo/Uviéu, tal y como leemos en la web de la Sancta Ovetensis:
"En el siglo XV, debido a la gran afluencia de peregrinos, el Cabildo solicitó formalmente al papado poder celebrar un jubileo y en 1438 Eugenio IV otorgó la bula que concedía indulgencia plenaria a los que acudiesen a la Catedral el día en que la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre) tuviese lugar de viernes, así como los ocho días anteriores o posteriores a dicha festividad.Durante el periodo que duraba el Jubileo de la Santa Cruz había grandes festejos en la ciudad, la mayoría de carácter profano, aunque también había procesiones. Estas fiestas se anunciaban con la colocación de banderolas en la torre de la Catedral y terminaban con gran solemnidad el día 21, fiesta de San Mateo, de ahí que en la actualidad las fiestas de la ciudad de Oviedo se conozcan como fiestas de San Mateo.Cuando la Cruz de la Victoria fue devuelta a la Cámara Santa en 1982, después de la restauración tras el robo de 1977, el Papa Juan Pablo II concedió al cabildo la autorización para otorgar a los fieles la indulgencia plenaria del 14 al 21 de septiembre. A partir del año 1985 la Sagrada Penitenciaría permitió la celebración anual, siendo el de Oviedo un caso excepcional, ya que la mayoría de los jubileos – como el año Xacobeo compostelano – tienen lugar cuando la principal festividad cae en un día concreto de la semana."
Subimos un poco más, y así, "sin pausa, el rizado trayecto se encarama con esfuerzo al Concejo de La Ribera/Ribera de Arriba, donde recibe Picullanza, para subir luego a La Manxoya y presenciar al fin la figura de la Sancta Ovetensis.", la catedral de San Salvador, como bien leemos en Camino de San Salvador de Caminos del Norte del periódico La Nueva España
El empedrado parece que ha desaparecido bajo la hierba en este último recuesto entre los prados y huertas al pie de las casas de Picullanza, en El Prau Carbayu, donde el Camino hace un poco de curva a la izquierda y sigue ganando altura
Es sin duda un buen lugar para hacer un alto, recuperar aliento y contemplar el paisaje
Paisaje a nuestra izquierda, al oeste, La Peña Arnea o La Corona (445), el solar del castro astur que vigilaba el Camino y los pasos del río y del valle, del que se conservan cimientos de sus murallas. De él nos habla el arqueólogo Fon S.P. en su web Ástures:
"También conocido como Picu Arnea, o La corona de hierro, está ubicado en uno de los pasos clave del Nalón en el centro de Asturias. Un castro con una importancia estratégica enorme y apenas investigado.
(...) el picu Arnea, o la Corona de hierro, que así se le conoce también, es uno de los castros del concejo de Oviedo / Uviéu a los que más ganas tenía de ir. Es un fuera de pista, en el sentido de que no es visitable, y ni siquiera tiene un acceso fácil, pero las vistas que hay desde la muralla y sobre todo, fotografiar desde él el castro de la Peñona, para completar la documentación de nuestro descubrimiento, es uno de los motivos que me animó a subir. Os cuento lo que sé de este sitio.
Un poco de historia
Veréis, estamos ante un castro que, durante mucho tiempo, fue considerado el lugar donde estaba la ciudad de Lancia. El nombre del lugar, Picu Lanza era muy tentador para ubicar aquí el último bastión de la resistencia astur. No es para menos, porque el acceso al castro y sus defensas son imponentes, pero al final, una adecuada lectura de las fuentes terminó con el error.
Aún así es interesante que tengamos en cuenta que hay varios asentamientos Lancia entre los astures y otros pueblos prerromanos, como los lusitanos por ejemplo, lo que nos puede dar una pista sobre el nombre antiguo del lugar. Dejémoslo en un «es posible»
Así que es, como digo, un viejo conocido de la historiografía sobre los astures. De él tenemos noticias antiguas, como por ejemplo el hallazgo de dos hachas de piedra pulimentada que fueron parte de la colección Soto Cortés en 1890.
Cómo no, José Manuel González lo catalogó en 1951. Actualmente está incluido en el Inventario de Patrimonio Arqueológico de Asturias desde 2013.
A pesar de todo ello, lo único que se han hecho en él han sido prospecciones sobre el terreno, así que sospecho que tienen más información los saqueadores sobre los materiales del castro que los propios arqueólogos, ya que es un asentamiento muy conocido y visible en el que hay documentados pozos de saqueo en la bibliografía. No está señalizado ni tiene un acceso sencillo.
Morfología del castro
Tiene forma prácticamente circular, haciendo honor a su nombre. Una muralla rodea la cumbre caliza del Picu Arnea, formada por bloques de calizas poco trabajadas, y dispuestas en seco, sin argamasa. Ver algunos lienzos de muros sin derrumbar puede ser un indicador de uso reciente del perímetro, quizá como encerradero de ganado, pero seguramente se hizo sobre el trazado anterior. La supervivencia de este lugar se debe sóloa lo alejado y poco útil para la agricultura de la cumbre. Aún así, me imagino que muchos de los muros de las pequeñas fincas que rodean al castro se han vallado gracias a este derrumbe.
Debido al actual estado de abandono, la maleza rellena el interior de la muralla, hasta incluso el vértice geodésico que hay en su interior, por lo que sólo pude ver y fotografiar la cara externa de la misma. Esta muralla, de color blanquecino debido a la caliza, tuvo que verse a kilómetros de distancia en su momento en días despejados, ya que sigue siendo muy visible desde puntos bastante lejanos a él. Está claro que era un castro construido para ser visto, sobre todo desde la antigua ruta que desde Lucus Asturum comunicaba con Legio a través de Pajares y que conocemos gracias al itinerario de Antonino.
(...) se aprecia el perímetro casi circular del asentamiento y el espesor del derrumbe de la muralla hacia adentro y afuera. Casi en la parte occidental parece verse un acceso, pero tengo dudas de si es reciente, o si siéndolo, aprovechaba un acceso antiguo que proviene de la parte norte, la más fácil de defender. En el centro se observa el pequeño afloramiento de caliza donde se ubica el vértice geológico. Los dos espacios planos que rodean la colina son prados de ganado (...)
Desde la muralla, la visibilidad es espectacular. Se ve perfectamente el picu Castiellu (Castillo de Tudela), El de la Peñona, o el de Sardín, además de el de Manzaneda, y para el ojo observador, en dirección al norte, se verían los castros del Naranco, como el de Monte Alto. Sin ir tan lejos, es muy posible que se vieran otros asentamientos del Nalón. El Aramo parece que se puede tocar desde aquí. Hay que ser prudentes, ya que no sabemos la cronología del castro, sólo apunto posibles relaciones de intervisibilidad entre yacimientos, que no tienen por qué ser coetáneos.
La muralla es lineal, sin módulos. En muchos aspectos me recuerda al del Picu’l Castru de Caravia. Debió tener una altura considerable, de 4 o 5 metros como poco si tenemos en cuenta el volumen de material desperdigado y el ancho de la misma, con 2 metros de ancho aproximadamente.
En este tipo de castros las viviendas suelen disponerse tras la muralla, que actúa como muro de contención, ampliando la superficie habitable, y en el centro, como parece ser este caso, la piedra caliza aparece al ras del suelo, por lo que no hay información estratigráfica que valga. No hay restos de viviendas ni nada documentado en momentos en los que se mantenía despejado el castro.
Potencial arqueológico (y turístico) de Picullanza
No existe investigación arqueológica y es una pena porque este sitio merece la pena ser investigado y «puesto en valor». Ya os digo que sólo se ha descrito, y prospectado superficialmente. Algunos materiales recuperados incluían monedas, lo que da una posible cronología en ese periodo para el lugar. El hallazgo de las hachas pulimentadas no es extraño en los castros astures, y se debe más a su valor como piedras del rayo o de la serpiente que a un uso práctico. Se documentaron molinos barquiformes, y en las piedras hay huellas de uso, en algunas parece haber cortes de desgaste, e incluso lo que parecen coviñas (...)
Hay varias publicaciones en las que se analiza este yacimiento, como las de Fanjul Peraza o en las que se habla de él, como la monografía de Llagú.
Estado de conservación
Malo, o muy malo, más que por la maleza, que hasta cierto punto puede disuadir a los expoliadores de entrar en el recinto castreño, por el peligro de incendio de la zona. Los recientes fuegos arrasaron parte de la ladera nororiental hasta la muralla. Creo que no prendió la cumbre de casualidad. Todavía está reciente y sales de allí negro.
Para mi es uno de los castros con mayor potencial turístico del concejo. Se puede hacer un acceso sencillo por la ladera entre la caliza que en parte ya está hecho por el uso ganadero. Las vistas desde arriba son espectaculares y ayuda a comprender, como pocos, el paisaje de la Edad del Hierro del centro de Asturias."
Efectivamente, mirando al sur y desde el mismo camino contemplamos a lo lejos la Sierra de Fayéu, por donde hemos venido procedentes de Mieres siguiendo la antigua Carretera de Castilla, la cual discurre al otro lado de su línea de cubres por La Rebollá y Aguilar, hasta llegar a El Padrún, donde se inicia la bajada a Olloniego
Entre dichas cumbres destaca El Picu Gúa (658 m), situado en la raya fronteriza entre los términos ovetenses y mierenses al sur de Olloniego. La sierra hace además de separación geográfica entre el valle del Nalón, que pasa a nuestros pies, y el del Caudal, al otro lado de la montaña
El Picu Gúa es fácil de reconocer, además de por su altura, por su forma cónica, existiendo en esta su vertiente norte una necrópolis megalítica. En su ladera sureste, sobre el valle mierense de San Tirso, hubo una conducción de gas desde la mina de mercurio de El Tarronal, en la parroquia también mierense de La Peña
En estas laderas septentrionales nacen algunos regatos que darán nacimiento al río San Frechoso o río Fayéu, afluente del Nalón y donde estuvieron los pozos mineros de Olloniego, de los que tanto hablamos recorriendo dicha parroquia ovetense
Recorriendo Olloniego también contábamos las historias y leyendas ce El Picu Castiellu (391 m), solar del castillo de Tudela, otra antiquísima fortificación que vigilaba el Camino, o caminos, que discurren por estos valles y montes, comunicación de los puertos de la cordillera, o puertos secos, con el centro de Asturias, con su capital, y con las poblaciones de la costa, los puertos húmedos
Se trataba de otro castro astur que en la Edad Media fue reutilizado como castillo desde los tiempos de los reyes asturianos. Luego, en el bajo medievo, fue escenario de rebeliones y asedios hasta que el rey Juan I mandó derribarlo escarmentado por tantos quebrantos. Aún puede reconocerse en la distancia su aparato defensivo de foso y restos de la torre, todo ello cubierto de vegetación
Más a la izquierda del Picu Castiellu hay otro monte llamado La Corona (465 m), encima de La Mortera, parroquia de Olloniego y, a continuación, El Picu Berrubia (545 m), donde se encuentra el yacimiento prehistórico de Les Cobadielles, con numerosos grabados y elementos que se han datado en un amplio periodo de poblamiento entre las edades del Bronce y del Hierro
Y en la Sierra Fayéu tenemos El Picaxu (713 m), también llamado L'Escobín o El Picu l'Escobín, del que se dice es el techo del concejo ovetense, si bien compartido con la vecina parroquia langreana de La Venta
Más a su izquierda Peñes Albes (696 m), que ya aparece en la Carta Puebla de Langreo, del año 1338 como uno de los limites del concejo. Por allí pasa la Ruta de las Peregrinaciones GR 105.1 de Mieres a Covadonga
Un poco más arriba completaremos el campo de visión de Picullanza con el Monsacro y el Aramo, al oeste, y la capital, Oviedo/Uviéu, bajo las cumbres del Naranco, al norte. De momento seguimos subiendo por esta senda en la que la hierba crece sobre el antiquísimo empedrado
Huertas de Picullanza, que se extienden cuesta abajo al pie del Camino y bajo las laderas de La Corona, que es como se conoce en La Ribera a La Peña Arnea, nombre que nos dicen es como se lo conoce en Olloniego y su valle y parroquia
Sea como sea, se trata de una de las referencias visuales, históricas y geográficas, del Camino del Salvador en el paso del valle del Nalón al valle del Nora, sobre el que nació la capital asturiana en la antigua colina de Ouetus o Ouetao
Por aquí abajo discurre la carretera que comunica Picullanza con Manzanea y la AS-375 o antigua Carretera de Castilla, la cual dejábamos al comienzo de esta entrada de blog para tomar este antiguo trayecto por el camín real
La ladera más empedrada y donde se encuentran los fosos y parapetos del antiguo castro siempre fue más difícil de trabajar y "quedó pa monte" como se suele decir, creciendo monte bajo de tojos y espineras
Este último repecho acaso sea el más cuesto y empinado, pero el ver cerca ya las casas del pueblo, donde sabemos irá acabando la subida, parece 'darnos alas' y energías suficientes para avanzar a buen paso
Un 'pollín', un burrito pastando en el prado, al lado del establo arriba a nuestra derecha, parece darnos la bienvenida al llegar a esta aldea de Picullanza, de la que Xulio Concepción y los autores del libro sobre la toponimia de La Ribera apuntan otro posible origen etimológico, relacionado con el lugar:
«Es una localidad del concejo de Ribera de Arriba y perteneciente a la parroquia de Pereda. Está situada a una altitud de 250 m. En la actualidad cuenta con una población aproximada de 18 personas y 8 viviendas». Paso obligado de peregrinos en la edad media, conservando hoy unos metros de la antigua calzada empedrada. Aparece este núcleo ya mencionado en un documento del siglo X, como se recoge en el apartado correspondiente a la documentación y toponimia medieval. En asturiano hay llaz (‘agua helada’), transformada luego en llanza por la interpretación popular a partir de lanza, llanza; y llaces (xelos, capas de xelu). El Picu Llancia es el saliente apuntado sobre Olloniego y Manzaneda, bajo el Picu la Corona, con zonas muy sombrías al norte y al noreste; en algunos inviernos más duros enlaza xelá tras xelá al paso del camín romano (camín francés, generalizado en algunas guías). Se forma con frecuencia un llaz en las zonas avisiegas. Voz latina glăcĭem (‘hielo, agua helada’), en la documentación medieval lazo, yaz... También existió el antropónimo Lacii; Flaccii, posible en lo fónico."
Efectivamente, el camino era también Camín Francés, como lo eran todos los que venían francos, que era como se definía no solamente a los actuales franceses sino a los centroeuropeos en general a partir de los Pirineos. Únicamente la moderna nomenclatura técnica a dado el nombre de francés a un Camino oficialmente, contra todo criterio histórico, ahí están cientos de documentos y topónimos para demostrarlo por toda la mitad norte de la península al menos, incluyendo este
Las casas se extienden por este collado, al pie de Los Ferrerinos (421 m), por donde también va la frontera riberana-ovetense
Justo antes de llegar a las primeras casas de Picullanza volvemos a ver el empedrado caminero, relativamente bien conservado en este uno de sus más bellos tramos
Magnífica sensación, sin duda, al menos para los peregrinos amantes de la idiosincrasia de los parajes por los que pasan, pisar las mismas piedras que pisaron miles y miles de peregrinos y viajeros a lo largo de los siglos...
El paisaje ha cambiado, el pueblo también, pero los enclaves geográficos permanecen, como El Castiellu, la cumbre de La Corona, solar del castro astur que es testigo mudo de la historia del Camino
Al sur, ya detrás nuestro, dejamos la subida desde El Portalgo con este último tramo de boscaje por el que hemos seguido la empedrada senda hasta Picullanza a partir de La Canterona, al pie de las alturas de Los Ferrerinos y El Picón
Nos despedimos también del valle del Nalón... al menos de momento, cuya cuenca en esta zona delimita la Sierra Fayéu, 'hayedo', con El Picu Gúa siempre en lontananza, al sur
El mismo pueblo de Picullanza se encuentra en un alto, a 350 metros de altitud. Estas casas dan vista al valle del Nalón y, las situadas más allá, unas al del Caudal y otra al del Nora, no en vano estamos en una verdadera atalaya natural en la que el castro de La Corona dominaba todo esta gran confluencia geográfica
Hay buenos ejemplos de arquitectura tradicional, las casas han sido rehabilitadas y reformadas pero buena parte de ellas conservan sus corredores y cortafuegos
Y aquí se acaba el tramo empedrado del camín real y salimos al asfalto de la carretera local
Seguimos a la derecha y la cuesta continúa, si bien tiende a suavizarse. No suele haber demasiado tráfico pero ya tenemos que estar pendientes del paso, aunque sea ocasional, de vehículos, normalmente de residentes pero también de tractores y maquinaria agrícola
El Camino sube así, en rampa, todo recto carretera arriba, cuando estamos en este momento a unos 6 km de la catedral de San Salvador, es decir, a una hora y media de camino aproximadamente
En esta cuesta las casas se disponen a la izquierda, tendejones y cobertizos a la derecha. Cuando el sol golpea lo hace con fuerza, pero pronto se terminarán las cuestas que, insistimos, van suavizándose
Artística placa con el nombre del pueblo en una fachada. Estos letreros ayudan a muchos peregrinos más de lo que pensamos para saber puntual y exactamente el lugar por el que caminan

Casas de florido corredor a nuestra izquierda. Como en tantos pueblos, los usos residenciales prevalecen ya sobre los agropecuarios. Cuadras, tenadas o henares y otras dependencias se han integrado en las viviendas
Casas de florido corredor a nuestra izquierda. Como en tantos pueblos, los usos residenciales prevalecen ya sobre los agropecuarios. Cuadras, tenadas o henares y otras dependencias se han integrado en las viviendas
Aunque muchos hórreos y paneras han desaparecido con la extinción de la cultura cerealística, no pocos siguen en pie, como esta preciosa panerona cuyo corredor se llenaría antaño de riestres de panoyes 'ristras de mazorcas', que curarían antes de extraer su grano o esgranar y llevarlo a los molinos del río a molera para hacer la fariña 'harina' y después amasar y elaborar la boroña o pan de maíz en casa
Los pegollos son de madera. Observemos asimismo las filigranas artísticas del corredor
Otra casa restaurada y de corredor a nuestra izquierda, casi ya al final de la cuesta. Aunque pasan pocos coches estemos atentos al tráfico, insistimos, especialmente en esta curva sin visibilidad
Otro hermoso ejemplo de corredor entre cortafuegos, este especialmente largo y que en la actualidad es también un muy florido y vistoso jardín de coloristas flores
Una columna ayuda a sostenerlo bien sobre el suelo de la corrada o espacio delantero de la casa, también con numerosas macetas que dan alegría a la fachada y al Camino
A la puerta de la cuadra, dos 'guardianes de la quintana' contemplan el paso de los peregrinos...
A la izquierda, un banco de madera puede proporcionarnos un asiento para descansar unos instantes ahora que se acerca el final de la larga ascensión por el camín real desde El Portalgo
Seguidamente dejamos a la derecha la entrada a una casa
Acaba la cuesta y, en medio de la curva, hay un cruce: atención pues dejaremos la carretera para tomar el ramal que vemos al fondo, de frente, subiendo un poco más aún
Primeramente dejamos a nuestra izquierda el ramal a Soto Rei por Fresneo: será luego cuando tomemos el camino mencionado, el que sube a la derecha
En esta bifurcación se ha hecho un altar aprovechando el hueco del tronco de un árbol que crece pegado a una muria
Está protegido de la lluvia y el sol por un tendejón sostenido por dos pares de palos cruzados
La colocación de estos oratorios populares por parte de particulares y de manera espontánea es bastante frecuente en los caminos de tránsito, que suelen corresponder con los de antiguas rutas de peregrinación, como es este el caso
Y, como hemos dicho y como nos indica el mojón que tenemos a continuación, dejamos la carretera y subimos por el ramal de la derecha
Es El Camín de Pando, que comunica con Los Ferrerinos y, como podemos percatarnos, sigue subiendo aún un poco más, hasta lo más alto de Picullanza
Detrás del mojón hay otro poste de los que jalonan el trayecto con las señales del GR-100 y otras rutas senderistas que recorren estos itinerarios por la zona
Aquí tampoco suele haber más tráfico que el de los residentes y es un de tantos trayectos jacobitas que, pese a caminar por asfalto, son sumamente bellos
A nuestra derecha se extienden espléndidas huertas que llegan por abajo a la carretera de El Condao por La Perera, que es la que acabamos de dejar atrás
Aquí hay otra buena panera de corredor, bajo la que se guardan el tractor y su remolque como antaño se guardaba el carro del país
Desde este lugar contemplamos una hermosa vista hacia las montañas de la confluencia entre los valles del Nalón, del Caudal y del Trubia, separados por importantes cadenas montañosas y serranías
Paisajes de los concejos situados al sur de la capital, tal que son este de La Ribera, el de Morcín y el de Riosa, pequeños pero extraordinariamente montañosos, sobre todo estos dos últimos
Por aquí abajo va la carretera a El Condao y, poco más allá, la de Fresneo y Soto Rei, que hace una gran bajada hacia el valle del Nalón
Un poco más allá es la Sierra Llagos, otra divisoria de las cuencas del Nalón y del Caudal, muy próximas a unirse ya
Justo detrás es el Monsacro o La Madalena, aquella montaña sagrada donde la tradición y crónica afirma estuvieron las reliquias de Jerusalén que luego pasarían a la basílica de San Salvador, luego catedral, custodiándose en su Cámara Santa desde tiempos de Alfonso II.
Mas allá aún y en la lejanía se extiende la larga cresta del Aramo, que aquí vemos nevada en sus cimas, salvo en su extremo más septentrional, La Mostayal o Picu la Mostayal (1.305 m), a la derecha del todo. Esta es una fotografía de principios de primavera, cuando no se han ido aún las últimas nieves
El Picu la Mostayal está separado del resto del Aramo por el collado de Pan de la Forca, que es como decir 'el llano de la bifurcación', paso de seculares caminos por esa puerta natural en medio de las montañas que separan el valle del Caudal del valle del Trubia, en el vecino concejo de Morcín
Si vemos algo de nieve en su cumbre por su ladera norte, siempre la más umbría; su nombre tiene que ver con el mostayu o mostajo (Sorbus aria), árbol y fruto, "Las mostayas y las mayuncas: aquellos frutos casi olvidados del otoño en caserías, cabanas y mayadas", como bien dice también Xulio Concepción, buen conocedor de estas montañas
"El nombre no tiene un núcleo concreto: se refiere al conjunto del poblado, cada uno con su topónimo respectivo por barrios. Centro parroquial con varios núcleos: Vegalencia, Sardín, Entrepuentes, La Mortera, Valmecía, Les Ñiñaes, La Pruvía, Les Cases de Baxo, La Retoría, El Castro, Les Mianes. Su iglesia tiene la advocación de San Nicolás de Bari y hereda algunos elementos de su antiguo monasterio. Sus accesos principales confluyen en La Cruz del Valle, para seguir hacia el interior del pueblo, con sus barrios: El Pueblu Riba y El Pueblu Baxo, ambos comunicados por La Nozalea. «Es una localidad del concejo de Ribera de Arriba y perteneciente a la parroquia de Tellego. Está situada a una altitud de 260 m. En la actualidad cuenta con una población aproximada de 78 personas y 39 viviendas»228. Para su etimología, se suele recurrir a un antropónimo tipo Tillegus, citado por Abascal Palazón; o de Tillius, que citan varios autores. No obstante, tampoco cabría descartar un caso más del latín tĭlĭam (‘tilo’), con sufijo abundancial, -aecu; lugar propicio a los tilos, las tilares, los teyones...; yeísmo frecuente, como en otros asturianos (Teyeo, El Picu Teyéu...). Según el profesor José Manuel González229, se dieron localizaciones de una estación del paleolítico inferior en el término parroquial de Tellego. Varios son los hallazgos sobre este periodo: hachas, un espeso pico triedro, numerosos útiles en forma de mazo..."
A la derecha es el barrio de Llugar de Baxo, donde se encuentra Casa Cristina, paraíso de la gastronomía asturiana, casi oculta a la derecha de la foto. En Toponimia de La Ribera Natividad Torres Rodríguez nos ofrece una detalla historia de Teyego, pueblo y parroquia riberana:
"Tellego es un pueblo y también parroquia; como tal: «está emplazada en el sector suroriental del concejo, limitada por las parroquias de Soto de Ribera al noroeste, Perera al norte, la ovetense de Olloniego al este, la mierense de Baiña al sur y las de Argame y Santolaya pertenecientes al concejo de Morcín al oeste. Tiene una superficie de 5,6 km2 . Engloba los núcleos de Entrepuentes, La Mortera, Sardín, Tellego y Vegalencia más la casería de Les Mianes».Antes de su formación como parroquia, conocemos la existencia de un monasterio, en un espacio denominado Gurbelles. Así consta en un documento medieval del año 1111, con la advocación a San Nicolás. Este santo, es conocido como San Nicolás de Bari, nació en Patras (270 d. C.) en el seno de una familia virtuosa y rica. Nada más nacer, ocurrió un hecho sorprendente: se sostuvo por sí mismo, de pie, dentro del lebrillo en que lo lavaban. Se le nombra obispo de Myra por un hecho providencial y como obispo se mostró humilde, serio y de conducta santa. Se le atribuyen numerosos milagros y en todos el número 3 adquiere especial relevancia. Muere en el año 343 y en 1087 un grupo de peregrinos traslada sus restos a la ciudad de Bari.En las representaciones occidentales193 se muestra como el típico obispo de la Iglesia de Roma, con la cabeza cubierta por mitra y sosteniendo el báculo episcopal con una de las manos. Otros atributos serían, un ancla, destacando su papel de patrón de marineros; o tres esferas doradas sobre el libro de los Evangelios en alusión a la dote otorgada a «las tres doncellas», o acompañado de una pequeña cuba de madera de la que emergen los cuerpos de los tres niños a los que resucitó y rescató de la tina de sal.Será en el año de 1214, con motivo de la concesión del Fuero a la población, cuando encontremos el topónimo «Telliego» en la consideración de villa y el topónimo Goela como valle «extra villa». En dicho fuero:«…fija el prelado unilateralmente la condición personal de hombres de behetría y de vasallaje respecto de la mitra, de todos los moradores de la villa de Tellego y la renta foral, que deben satisfacer anualmente por la ocupación y disfrute de la tierra»En El libro de la Regla Colorada de la Catedral de Oviedo, se documenta en el siglo XIV la expresión: «iglesia de Tilliego»195. Según las referencias más antiguas, Tellego se escribía con dos eles; hoy se considera con y griega, una vez asturianizado el nombre, pero cuando se trata de conocer su origen, esta circunstancia adquiere gran relevancia. Cuando este equipo realizó el estudio sobre el Montsacro de Morcín, fue un gran hallazgo encontrar el topónimo El Teleno, en las versiones morciniega y quirosana, en referencia al dios prerromano que fue desplazado de la cumbre por la imposición de una nueva ideología religiosa, según la placa romana Tilenus-Marte. La ubicación de Tellego respecto al Montsacro, es sin duda privilegiada, en sincronía y sintonía con la posibilidad de que el nombre Tellego tuviera su origen en el dios prerromano Teleno-Tilenus, así es como María Lourdes Albertos lo interpreta; esta autora ve una posible relación de Tellego y Tilleno, variedad del topónimo Teleno, como así aparece en un ara de granito descubierta en Ourense. Como se ha dicho, en el documento del fuero también se recoge el topónimo Goela. Sobre esta enigmática denominación, nos preguntamos si estaría relacionado con el topónimo Guela o Güela. De ambas maneras (Goela-Guela) lo encontramos relacionado con un castillo.En un documento de 1147:«La sede de Ourense pagaría a Alfonso VII 160 marcas de plata y el rey entregaría a la sede de Oviedo el castillo de Goela con Laviana, en Asturias»198. En un documento de 1380 se puede leer: «Lope González de Quirós, hijo de Gonzalo Bernaldo de Quirós, otorga carta de pleito homenaje al Obispo don Gutierre, por la tenencia del castillo de Guela que habría de serle entregado por Juan Fernández de Telliego»Y en el inventario de castillos y fortificaciones: Anexo I de Excavaciones Arqueológicas de Asturias 2003-2006, se recoge la mención de este castillo en el concejo de Ribera de Arriba: «castillo de Güela, sin localizar». Por último cabe decir que sobre la existencia de un castillo en Tellego, podemos leer en el Diccionario Geográfico-Estadístico: «En Tellego hay un torreón o castillo antiguo». Sobre esta mención, lo más cercano que encontramos en Tellego es el topónimo como nombre de una edificación: La Torre. Hoy, con la investigación sobre la toponimia del concejo, aparece en Tellego, en la zona del Collao y La Campa, el topónimo El Huerto la Abuela. Ya quedó recogida también la versión La Güelga, así pues, podría indicar que se trataría de las diferentes evoluciones y modificaciones del antiguo Goela. Sería interesante un reconocimiento especializado sobre la zona, por si pudiera arrojar más luz sobre el tema tratado.La iglesia de Tellego tuvo su primer asentamiento, como ya se dijo, en la zona conocida como Gorvielles (iglesia ubicada en La Rectoría), a orillas del río Lena, hoy Caudal. Actualmente, restos de lo que pudo ser la antigua rectoral y topónimos relacionados con la iglesia, recuerdan esta antigua ubicación. Se trataría de un monasterio con una pequeña comunidad monástica con las infraestructuras necesarias para su autogestión; fincas para ganado, viñas, molinos, huertas… Hay constancia, al menos en el siglo XVI, de que se llevaron a cabo enterramientos:«... a veynte y cinco dias del mes de jullio año de mil e quinientos y sesenta y ocho años ante mi scribano y testigos pares^io presente la señora doña Beatriz de Prada= e dixo que por dos sepulturas la una que esta en el coro de la iglesia del señor san Niculas donde está sepultado el señor// ( AH DO . Ibidem. Sign. 32.10.69. A-J, fol. s. n. r) Gutierre de Hevia su marido y la otra donde se asienta a missa solia pagar por las dichas sepulturas veynte y dos maravedís», «... doña Beatriz de Prada fundó además tres aniversarias en la misma iglesia de San Nicolás de Gorbielles o de Tellego, que aún reconocían sus bisnietos a comienzos del siglo XVII: «… Aniversarios de Doña Beatriz de Prada… tres misas. La una por el día de Nuestra Señora de septiembre y la otra por el dia de los difuntos y la otra por dia de Nuestra Señora de la O por manera que sobre hel se han de decir por la intención de la dicha Doña Beatriz en la iglesia del Sant Niculas…»A mediados del siglo XVIII, por las continuas inundaciones que lleva sufriendo el monasterio, se comienza la construcción de una nueva iglesia en un lugar más elevado y, mientras, todos los enseres e imágenes se trasladan a la capilla de Entrambasaguas o Capilla de Nuestra Señora, una capilla que se encontraba por detrás de la actual iglesia y por encima de Les Fraes, y de la que parece, según fuentes orales, debe quedar algún resto de pared.No sería difícil considerar que el río, en un momento dado de la historia, modificara el curso de sus aguas dando paso a estas inundaciones, pues, no parece lógico que los monjes fuesen a construir en un espacio que sufriera las continuas avenidas del cauce del río. A partir de este momento, desaparece la mención del topónimo Gorvielles.En la relación de topónimos se recogen algunas curiosidades sobre esta capilla de Nuestra Señora. Hoy, en la iglesia se conserva, del antiguo monasterio, un capitel a modo de pila de agua bendita. Existen otras capillas en el lugar de Tellego, la Capilla de San Pedro y en La Mortera La Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, de las que también se trata en relación con sus topónimos. Sobre la parroquia de Tellego, leemos en Madoz:«(san nicolás): felig. en la prov., part. jud. y dióc. de Oviedo (1 leg.), ayunt, de Ribera de Arriba (1/4). sit. en la confluencia de los r. Nalon y Lena, con libre ventilación y clima sano. Tiene 150 casas en los 1. de Argame, Begalencia, Mortera, Sardin, Tellego y algunos cas., y escuela de primeras letras frecuentada por 50 niños y dotada con 500 rs. La igl. parr. (San Nicolás de Bari) de la que es aneja la de San Miguel de Argame, está servida por un cura de segundo ascenso y patronato real. También hay 3 ermitas que ninguna particularidad ofrecen, advirtiendo que dicho anejo corresponde al ayunt. de Morcin. Confina con las felig. de Soto y Ferreros. el terreno es de buena calidad, y comprende los montes denominados Bustiello y Pico del Gato despoblados. Los caminos conducen á Oviedo y se hallan en mal estado á consecuencia de las avenidas de los mencionados r. Lena y Nalon. prod.: escanda, maiz, patatas, avellanas, castañas, nueces, manzanas y otras frutas; se cria ganado, vacuno, caballar, de cerda y lanar; caza de corzos y perdices y pesca de salmones, anguilas y truchas. ind.: la agrícola y 3 molinos harineros, pobl.-. 440 vec, 700 alm. contr: con su avunt. (V.)La importancia de la primigenia ubicación de la iglesia de San Nicolás en La Retoría (Morcín), nos hizo tener la consideración de recoger algunos topónimos de la zona, aunque pertenezcan al vecino concejo. La contextualización histórica, espacio-temporal, hace necesario recuperar la memoria del antiguo centro monástico. Si el topónimo Tellego fuese una evolución del dios Teleno, se habría realizado, como en las demás parroquias del concejo, la cristianización del espacio con la creación del monasterio de San Nicolás. Faltan estudios en la zona que profundicen sobre los topónimos de: Goela, castro, castros, torre, castillo..."
Más a la derecha sí está oculta la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, construida en el siglo XVIII al trasladarse desde su emplazamiento original desde el valle del Caudal, al otro lado del collado en el que se asienta el pueblo, a causa de las crecidas del río. En ella se localizó un relicario con posibles piezas procedentes de las reliquias del Monsacro
A la derecha de la foto y un poco más arriba de la iglesia se encuentra El Picón (253 m), solar de un castro astur que sería el antecedente poblacional de Teyego, identificado por el ya citado arqueólogo Eduardo Pérez-Fernández, junto con Beatriz González Montes. Compartimos parte de su ficha en la web ArqueoAstur:
"Se localiza en un espolón de 255 metros de altitud, el escalón más bajo de la terminación septentrional de la Sierra de Llagos, sobre la confluencia de los ríos Nalón y Caudal.
Recinto adaptado a la misma corona del promontorio que presenta una planta de tendencia oblonga y unas dimensiones de unos 150 metros en su eje mayor, el E-W, frente a unos 60 metros el menor, N-S. Desde un punto de vista morfológico todas las vertientes del Picón se presentan bastante pronunciadas, aunque la meridional, que está unida a la sierra por una collada que permite el acceso al promontorio, es la más accesible. Es precisamente en este frente donde se concentraron los esfuerzos defensivos, reconociéndose los restos de un talud, los derrumbes de una muralla y un posible foso.
El talud se dispone concéntrico a la cima desde el extremo NW al NE a lo largo de todo el flanco meridional del promontorio. Debió estar coronado por una muralla según se deduce por una ancha banda pétrea de unos tres a cinco metros de ancho compuesta por materiales calcáreos, areniscas y pizarras. Sobre ésta y a lo largo de todo su recorrido se dispone una plataforma paralela de unos 5 a 6 metros de ancho según los sectores.
En el extremo oriental, justo donde se levantó una torreta de electricidad, solamente se reconoce el talud, que discurre a lo largo de unos 65 metros de longitud y presenta una altura de 2 metros, cerrando el conjunto hasta el frente NW.
Bajo esta primera línea defensiva compuesta por la muralla y el talud se reconoce una berma o terraza que discurre paralela y a una cota inferior, posiblemente los restos de un foso colmatado. Tiene un ancho de 4 metros y se dispone por todo el frente meridional, diluyéndose hacia los extremos oriental y occidental (Pérez-Fernández y González Montes, 2022)"
Y este es El Llugar de Riba, donde se encuentra la capilla de San Pedro, también dieciochesca
Teyego se encuentra en una loma que da vista a los dos señalados valles del Nalón y del Caudal. En la llanísima vega del primero, al pie del pueblo, reconocemos el Polígono de Vegalencia, en el lugar de este nombre, del que los autores de Toponimia de La Ribera nos dicen así:
"Vega buena, llana, sosegada, sobre las fértiles riberas del río Nalón. «Es una localidad del concejo de Ribera de Arriba y perteneciente a la parroquia de Tellego. Está situada a una altitud de 130 m. En la actualidad cuenta con una población aproximada de 79 personas y 50 viviendas»206. Por estar justo sobre el río, lo más natural sería pensar en la misma raíz que dio lugar al barrio de Tsencia y al mismo río Lena (Tsena), o a La Tsencia de Tinéu: tal vez, indoeuropeo *len–, con derivados en varias lenguas, siempre con el sentido de ‘suavidad, lentitud, lenidad’. Sería la ribera sosegada sobre las aguas del río en todos los casos. No obstante, caben otras interpretaciones, pues Lentia fue ciudad romana en varias provincias europeas, que pudo llegar a estas tierras a través de algún antropónimo o poblador. El origen remoto podría ser el mismo en la mayoría de los dos casos: riberas, vegas apacibles sobre el río."
A la izquierda dos picos casi gemelos, El Castiellu (527 m) y El Picu'l Gato (543 m), que miran de frente al Aramo. El primero hace también frontera entre Morcín y La Ribera mientras que el segundo se halla en términos riberanos
El Castiellu, el de la derecha, podría hacer referencia efectivamente a un castro u otra fortificación, pero también se denomina así a lugares de difícil acceso. El Picu'l Gato por su parte podría hacer referencia al gato montés o gatu algaire, y en su ladera oriental reconocemos los prados y casas de La Pruvía (de per viam 'por el camino'), uno de sus accesos desde Teyego. Esta es su descripción en la Toponimia de La Ribera:
"Un picacho muy vigilado por los lugareños, pues anunciaba un cambio del tiempo cuando se cubría de niebla, como recuerda el dicho: “El picu gato tapao suelo moyao”. El componente gato puede hacer referencia a una de tantas peñas que servían de guaridas y crías a los gatos monteses (el gatu algaire); en una época, muy vigilados pues se cazaban para comer, lo mismo que las liebres."
Ahí en la cima se localiza El Pozu Rodrigo, donde se dice que hay escondida una ayalga o tesoro, algo habitual en lugares de interés arqueológico:
"Rodrigo como antropónimo, o en relación con el color rojizo, propia del mineral de hierro. Tal vez adjetivo latino rŭbram, ‘rubia, colorada’, a través del derivado *rŭboricam, para designar la coloración natural de una tierra rojiza."
Otras de sus cimas importantes son Cantu la Sierra (914 m), a la izquierda, así como La Granda (869 m), Les Capilles (937 m) o El Picu Mariellu (985 m). Tiene varios accesos pero acaso el más importante históricamente sea el que sube por el norte, desde Santolaya, capital de Morcín, aunque también desde el sur, desde Mieres y Riosa. Se encuentra unido al Aramo por otro collado, el de Viapará, que no vemos desde aquí, pues nos lo oculta la misma montaña
En las camperas cercanas a la cima existen dos capillas, una dedicada a Santiago y otra a La Magdalena, razón por la cual también se le conoce como La Madalena. La historia y la tradición afirman que en ellas se guardaron las Reliquias de Jerusalén (en El Pozu de Santo Toribio), escapando desde Toledo (y antes desde la propia Palestina y del norte de África), como consecuencia de la expansión persa y árabe
Se sabe de la antigua existencia de una comunidad de monjes que se ha querido ver, legendariamente, vinculada a los templarios, aunque no tiene visos de verosimilitud. Sea como fuese, las reliquias de Jesús y María, así como de varios santos, fueron trasladadas posteriormente al primer santuario del Salvador, antecesor de la actual catedral de Oviedo/Uviéu, con Alfonso II El Casto, convirtiendo a la ciudad en su capital y gran centro de peregrinación, la cual se constituiría en meta del Camino de San Salvador y comienzo del primer Camino de Santiago, el que ahora llamamos Camino Primitivo
Si nos fijamos podremos incluso verlas, pese a la distancia, en días claros, al abrigo de la cresta caliza, en el llamado Mayéu de les Capilles, majada de pastos. En el medio de la foto reconocemos la capilla de La Madalena, construida sobre un túmulo megalítico, de la que se ve su planta rectangular y ábside semicircular, románico, justo donde llega el camino que sube desde Santolaya, capital del vecino concejo de Morcín, al que pertenecen
Por ahí subían los mozos y las mozas a la romería, donde se quemaba el Tararu, un monigote cuyo nombre hace pensar en el del dios celta Taranis, divinidad de la tormenta y de la guerra para los antiguos ástures, especie de marte romano. Detrás de ella está La Cueva l'Ermitañu o Capía del Peregrín (capía 'capilla')
A la izquierda y un poco más arriba es la capilla de Santiago, también románica y con ábside semicircular pero de planta octogonal. En su interior está el mencionado Pozu de Santo Toribio, donde se dice fue guardada el Arca Santa de las Reliquias en tiempos de peligro, pozo a cuya tierra se le atribuyen propiedades milagrosas, al igual que a los cardos que crecen en esa majada, símbolo solar mágico desde la prehistoria por su similitud con los rayos del sol. Es el Cardu Benditu de La Madalena, del que existe este cantar
Si vas a La Madalena
cuando vengas tráeme un cardu
a tí sírvete d'aliviu
y a mí dasme un regalu
Otros topónimos relacionados en esas brañas y quebradas con la presencia antaño de una comunidad de monjes son La Pena los Altares, El Preu l'Ermitañu, Picu la Pruvía (vía que llega a un alto), Sillón del Obispo, Vallina Monxa, Talla la Capiona (capillona), Aviru de les Sábanes (aviru-abrigo, lugar recogido), La Calzá, La Campa les Flores, Covarriella, Cueva les Bonetes (Los Escalones, El Güertu, El Güertu Mingu...
A la derecha, es El Cantu la Sierra, ya mencionado, en el Monsacro y, a la izquierda y más próximo, El Picu Bustiellu (561 m), en la Sierra los Llagos. Entre ambos el valle del Caudal se estrecha en un gran desfiladero o foz
La altitud llega a los 565 más a la izquierda, en El Cantu Bustiellu, sobre Vallina Medio. El monte tiene un gran bosque autóctono así como llamativos afloramientos calizos kársticos y hondonadas, junto con un yacimiento del Paleolítico antiguo, localizado por el erudito profesor y arqueólogo José Manuel González y Fernández Valles
Luego gran parte de la sierra tiene una altitud relativamente similar en sus cimas, algunas de las cualea pasan de los 1.700 metros de altura, destacando El Gamoniteiru con 1.791 m, El Picu Rosal (1.741 m), La Campona (1.761 m), Brañavieya (1.761 m) o El Picu Xistras (1.764 m), justo al pie del Gamoniteiru, fácil de reconocer este por su antena y edificio de comunicaciones. A su derecha tenemos El Barriscal (1.719 m) y Mocuevu (1.718 m), entre otras muchas cimas sobre los concejos de Lena/L.lena a este lado y Quirós al occidente
Entre sus alturas destaca también L'Angliru, a 1625 metros de altura, una collada entre los picachos que ocultan buena parte del año sus cimas entre nieves o a veces entre nieblas, no siendo extraño que no pocas veces se eleven más altos que las propias nubes. Es una braña o majada, territorio de pastos, desde hace milenios, ahora famosa a nivel internacional por ser culmen una de las míticas etapas de montaña de competiciones ciclistas como la Vuelta a España
El Puertu l'Aramo, como más propiamente se dice por parte de pastores y vecinos, a pesar de la altitud y de lo abrupto, es terreno en el que la peña caliza gris comparte espacio con hermosas camperas verdes de grandes pastizales en sus majadas, mayadas o mayeos. Milenarias civilizaciones pastoriles dejaron patente su presencia desde la más remota noche de los tiempos con sus necrópolis funerarias y monumentos mágico-religiosos, ofrendas y quizás algunas tradiciones y reminiscencias legendarias que han llegado a nuestros días, empezando por buena parte de la misma toponimia, bien estudiada por Xulio Concepción
Más a la derecha tenemos el sector del Gamonal o El Picu El Gamonal (1.710 m), en cuyo vértice geodésico confluyen los concejos de Riosa, Morcín y Quirós, cuyo topónimo tiene que ver con los gamones (Asphodelus albus), abundantes en la montaña y vistosa por sus flores blancas. A su derecha está, El Picu Monrasiellu (1.673 m) La Calzá (1.675 m), citando alguna de las numerosas cotas superiores
"En el infierno asturiano del Angliru no hay fuego, demonios, almas penitentes… En su lugar hay preciosos paisajes de postal, ganado pastando a sus anchas y unas nubes que parecen humo cuando las atraviesas. Y también dolor, mucho dolor, en forma de pendiente. Allí el sufrimiento se cuenta en porcentajes. Los de los desniveles positivos que llegan a alcanzar la escalofriante cifra del 23,6% en la temida Cueña Les Cabres. La prueba pedestre organizada por Ochobre Atletismo permite a casi 300 atletas vivir en sus propias carnes lo que supone enfrentarse a una de las ascensiones en asfalto más duras de Europa.
El recorrido de 13 kilómetros por la vertiente tradicional desde La Vega (Riosa) es un emblema en la Vuelta a España desde que se celebrase allí una etapa por primera vez en 1999. Ha pasado de ser una zona de pastos y abrevadero de ganado para lugareños a ser considerada una de las subidas de mayor exigencia a nivel internacional en el mundo del ciclismo. La razón está resumida en un pequeño cartel, ubicado justo donde comienza la ascensión y se coloca la línea salida. 'Afayáivos (bienvenidos, en bable) al Angliru.'El Olimpo del ciclismo'. Dos datos ya avisan de lo que viene por delante: 1.226 metros de desnivel y una pendiente media del 10,15%. Unos 13 kilómetros vagando por el inframundo antes de alcanzar el cielo."
"Pistoletazo de salida. Digamos que se trata de una carrera a pie híbrida. No es una 'trail' al disputarse todo su recorrido por carretera, pero su ascensión es digna de una exigente competición de montaña. Los seis primeros kilómetros son relativamente 'llevaderos' si se compara con lo que viene a partir del área recreativa del Viapará. El primer tramo sirve para calentar las piernas, con pendientes progresivas que ya superan el 13% de desnivel. En cualquier otra prueba se hablaría de una dificultad considerable con una inclinación media del 6,3%, pero es la cara más amable del cruel Angliru. Solo hay una pequeña tregua, la del séptimo kilómetro, donde la pendiente es muy suave e incluso hay un pequeño descenso con vistas espectaculares de toda la sierra del Aramo desde lo alto. Una bocanada de aire y ánimo para lo que resta. A partir de ahí, comienza una endiablada sucesión de empinadas rampas que dinamitan las piernas de los corredores y les arrebatan el aire de los pulmones.
Son seis kilómetros de penitencia, con una media de inclinación del 13%. Las primeras plegarias se escupen de forma entrecortada en La Cuesta Les Cabanes. Rampas del 20%, con 400 metros en la que la media es de un 18%. «Ahí está la cima ¡Qué lejos! No sé si es mejor o peor haberla visto», consigue balbucear un participante. No hay absolución. Curvas de herraduras que casi hay que escalarlas, cada vez más altura y vertiginosas pendientes, alguna que otra vaca que toca esquivar por el camino... Ahí muchos corredores ya directamente caminan. Se doblan. Imposible ni tan siquiera trotar.
El castigo sigue en Llagos, Les Picones y Cobayos. Un desgarro lento de la moral del atleta, con la cima aún lejos y el cansancio ya haciendo mella. Tras esta última aldea, a más de 1.250 metros de altitud y cuando parece que es imposible una mayor tortura, es el momento de enfrentarse a La Cueña Les Cabres. Allí directamente se evapora el alma. Es una recta colosal de 800 metros que alcanza el 23,6% de inclinación, con una media que no baja del 20. Una barbaridad puesta por el mismísimo diablo y que llega justo en el final de un esfuerzo inhumano. Allí es donde se han retorcido de dolor los grandes del ciclismo, donde se les desfigura la cara, donde la bicicleta casi ni se mueve. José María 'El Chava' Jiménez, Roberto Heras, Alberto Contador, Gilberto Simoni, Juanjo Cobo... Todos ellos han sudado la gota gorda en La Cueña para conseguir elevar los brazos al cielo en la cima del Angliru. Y solo uno de ellos, Heras, ha sido capaz de conseguir una ascensión con una velocidad media superior a 18 kilómetros por hora (con un tiempo de 41 minutos y 55 segundos) en las siete etapas disputadas allí hasta la fecha.
En la prueba pedestre del Angliru es José Luis Capitán, con un tiempo de 1 hora y 36 segundos, el que atesora el récord de ascensión desde 2014. Incluso Martín Fiz se atrevió con el coloso asturiano. Ganó con un tiempo de 1 hora, 1 minuto y 59 segundos. La última piedra en el camino es el 20% de desnivel del Aviru, una recta casi tan devastadora para las piernas como La Cueña. Entonces se termina el infierno. Los atletas se adentran entre las nubes y el color gris averno desaparece. De pronto, el cielo es azul y la fuerza de los rayos del sol golpea el rostro de los corredores que, una vez finalizada la ascensión, afrontan un último kilómetro llano que lleva a la línea de meta. Es la llegada al Olimpo..."
Hoy como ayer El Puertu l'Aramo es zona de ganados en verano, cuando la hierba surge tras irse el manto blanco de las nieves. Pastos y agua para abrevar dieron, incluso en nuestros días, ocasión a rencillas ganaderas en las que se involucran concejos enteros. No en vano parece ser que, por esta razón fue también desde épocas muy remotas una suerte de divisoria natural plasmada posteriormente en las divisiones administrativas o en las mismas isoglosas lingüísticas
Constituye a la vez una suerte de paso entre los valles centrales asturianos del Nalón y Caudal (antaño valle del Río Grande), con los valles del Trubia, al otro lado de estas montañas, así como, cuando el clima lo permite, entre la meseta y el centro de Asturias. Ancestrales rutas de pastoreo, pero también de arriería, trashumancia y peregrinación atraviesan el Aramo y no pocos santuarios parecen cristianizar cultos prerromanos muy anteriores, como es el caso de la Virgen del Alba en Quirós
Dentro de este bagaje entre natural y sagrado se atribuye al Aramo ser lingüísticamente un teónimo dedicado a la divinidad céltica gala Aramo-onis, así lo presenta el profesor Martín Sevilla Rodríguez en su obra Toponimia de Origen Indoeuropeo Prelatino en Asturias (Real Instituto de Estudios Asturianos, 1980)
La Toponimia, no siempre ciencia exacta no obstante, le plantea otros posibles orígenes etimológicos, así Xulio Concepción en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana (KRK ediciones 2001), sin desdeñar la opción anterior, propone su vinculación a la raíz del céltico ar-, ar-n con su variante ar-m, relacionado con valle y/o agua
En este caso conviene no olvidar que, aparte del agua para pueblos, villas y brañas circundantes, de aquí mana el agua que abastece a la ciudad de Oviedo/Uviéu a través del embalse de los Alfilorios, que se encuentra justo detrás del Picu Roces
Y ya de nuevo vemos Pan de la Forca (a la izquierda), paso hacia La Mostayal con La Peña la Vara (1.213 m) a su izquierda, al norte. A escasa distancia de Pan de la Forca y en esta ladera occidental la antigua mina de montaña de Treslacueva (detrás de la cueva)
Trayendo la vista más cerca, en la carretera de Fresneo, los prados de La Borná y La Mariña, bajo la ladera norte de La Corona, cerca de La Casuca
Subimos un par de zancadas más por El Camín de Pando viendo la casa de esta quintana, también con corredor, este entre dos gruesos cortafuegos que hace abajo un portalón a manera de antoxana o delantera
Ahora, con unos escasos metros de diferencia respecto a nuestra posición anterior, el paisaje se abre a nuevas perspectivas al oeste
Aquí abajo se ven algunas casas de Soto Ribera, la capital del concejo, bajo los montes de La Cordaliega con El Picu Aguda (462 m) y, a su izquierda, La Torre (533 m), donde hay otro castro más, el del Picu Castiellu (otro topónimo repetido en numerosos lugares castreños), al que en ArqueoAstur se denomina El Castiellu de Palomar por el nombre de la parroquia riberana en la que se encuentra
Más a la izquierda esta el monte Los Pereos (524 m) y El Picu Cadaval (570 m), frontera de La Ribera y Morcín, al igual que La Peña la Utra (597 m). Aquí abajo más cerca vemos la chimenea de la térmica de Soto Ribera, la cual delata el lugar donde se encuentra la capital del concejo y donde se unen los ríos Nalón y Caudal, el segundo afluente del primero
Justo encima y a lo lejos es Llavareyos, donde hay un castro más, El Picu les Pedreres (418 m), localizado en 1951 por José Manuel González y Fernández Valles. Por esos montes existen pasos naturales que vienen del valle del Trubia, Puertu Ventana y Puertu la Mesa, que fueron también rutas de peregrinación, pastoreo, trashumancia y arriería. En la lejanía El Monte Buey Muerto (1.022 m), ya bien al occidente, entre Grado/Grau y Yernes y Tameza
En Morcín, Peñerúes con sus barrios y lugares, frontera con La Ribera y paso hacia el quirosano pueblo de Pedroveya por el valle del Ríu'l Campu bajo El Picu la Berruga (722 m) y acceso al valle del Trubia por el famoso desfiladero de Las Xanas, camino al concejo de Santo Adriano.
A lo lejos Pena Sobia, entre Quirós y Teberga, con El Picu Caldoveiru (1.354 m), en su prolongación más occidental, también en Yernes y Tameza
La panera, a la izquierda y, a lo lejos, seguimos contemplando la Sierra los Llagos, el Monsacro y el Aramo o Puertu l'Aramo, hacia los que volvemos a mirar y a prestar atención
Gracias a los estudios y pesquisas del investigador y sacerdote Francisco Javier Fernández Conde, conocemos buena parte de la historia del Monsacro, así en el siglo XII un documento describe la traslación a la Sancta Ovetensis del Arca Santa de las reliquias custodiada en sus emitas, la cual habría acontecido realmente tres siglos atrás:
"Pagani igitur christianis usque ad Montem illum (Monsacro) persecuti sunt, existimantes eos auri et argenti tesauros conducere. Extat autem juxta hunc montem alius mons, juxta quem pagani fixere papiliones in obsídionem christianorum, volentes eos spoliare et occidere. Ceperunt itaque missilia toxicata diutissime mittere et jaculari christianos, sed sagitte eorum et tela retroversa illos, a quibus mittebantur, percutiebant et in eos revertebantur et interficiebant eos.. . Sequente igitur nocte, cum in papilonibus suis cubarent mons juxta quem fixerant tentoria reversus est super eos et novo et inaudito sepulture genere suffocati sunt, et ceterorum animositatem exemplo suo represserunt.. ."
Que podría traducirse más o menos así:
"Los paganos, por lo tanto, persiguieron a los cristianos hasta el monte Monsacro, creyendo que portaban tesoros de oro y plata. Pero cerca de este hay otra montaña, cerca de la cual los paganos habían establecido tiendas para sitiar a los cristianos, con el deseo de robarlos y matarlos. Así que comenzaron a disparar proyectiles envenenados durante mucho tiempo y a disparar contra los cristianos, pero sus flechas y proyectiles, al retroceder, alcanzaron a aquellos de quienes provenían, y volvieron a ellos y los mataron. La noche siguiente, por lo tanto, mientras yacían en sus tiendas, la montaña cerca de la cual habían establecido sus tiendas se volvió contra ellos y fueron asfixiados por un nuevo e inaudito tipo de entierro, y reprimieron el espíritu de los demás con su ejemplo."
Se trata de una de las interpolaciones efectuadas por el obispo Pelayo hacia 1118 en el Libro de los Testamentos de la catedral. Unos años antes, en 1075, había sido abierta con toda solemnidad y ritual, entre los ayunos y penitencias cuaresmales, ante el rey Alfonso VI, corte y séquito, incluida la presencia de seis obispos. Cuarenta años antes hubo un intento infructuoso de apertura con el obispo Ponce. Una historia que así nos relata la Wikipedia:
"El Arca Santa es uno de los tesoros y reliquias sagradas que se custodian en la Catedral de Oviedo, España. Permanece guardada en la llamada Cámara Santa. El Arca data de la segunda mitad del siglo XI, de época de Alfonso VI de León (hacia 1075), aunque otras propuestas la situarían cerca de 1120.
La leyenda sobre los orígenes del Arca Santa de Oviedo cuenta que proviene de una antigua arca o caja de madera -de cedro- que contenía, en Jerusalén, reliquias de Jesús y de María. Vista la invasión de los persas mandados por Cosroes II en el 614, los cristianos de Palestina pusieron a salvo el Arca Santa, con el Santo Sudario y otras reliquias, enviándola a Alejandría a través del presbítero Filipo. Posteriores avances de los persas por África tuvieron como consecuencia que finalmente el Arca llegara hasta España entrando por Cartagena, donde el obispo de Écija, San Fulgencio, dispuso de ella enviándola a su superior el obispo de Sevilla, San Isidoro.
San Isidoro, obispo de Sevilla, consiguió llevar el Arca consigo cuando fue nombrado obispo de Toledo donde en la primera mitad del siglo VIII; en este momento, se hizo una nueva caja (de roble) que sustituyó a la antigua. Empujada ahora por la invasión musulmana, el Arca fue ocultada durante 80 años en la cueva de Santo Toribio en el monte Monsacro. Finalmente, entre el año 812 y 842 fue trasladada hasta Oviedo por Alfonso II El Casto, lugar en el que se custodia desde entonces.
Con motivo de la visita del rey Alfonso VI a Oviedo, se procedió a la apertura del Arca y a inventariar los distintos objetos guardados en ella. Como homenaje a su precioso contenido, la reina Doña Urraca ordenó que se recubriese de plata. Este recubrimiento tiene una leyenda en la que se relaciona su contenido y la fecha de realización del mismo en el 1113.
La importancia y fama de estas reliquias llega a ser tal durante la Edad Media que a pesar de la dificultad de atravesar la cordillera Cantábrica, los peregrinos se desviaban del Camino francés a Compostela para acercarse a Oviedo a venerar el Arca Santa de las reliquias.
En el año 1035 el obispo Ponce abrió el Arca Santa para ver las grandezas que albergaba. Se dice que él y algunos de los abades y clérigos que le acompañaban quedaron ciegos del resplandor que salió de ella."
En el año 1158 el rey Fernando II concede al noble Rodrigo Sebastianiz el coto de este monte, describiendo sus lugares
"Per illo muro de lnterportas et per cima de illo cotho de Luctuoso (Llorera) et Cova Overa et per Cova de ladedra et per fondos de illa penna de Valle de Ovelias que descende el collado de luncedo et per Cova Arbadi et per cima de illa texera (en Covarriella) et per fondos de Cova Gudina et per fondos de la concha de lusan de illos Fusellos et per cima de illo orto de Martino Verres et per cima de illo cotho de las Pallerac et descende ad illo muro de Interportas"
No forma parte el Monsacro de ninguno de los tramos oficiales de los actuales caminos de Santiago, pero su ancestral romería a las capillas, cristianizando cultos antiquísimos, como al dios Taranis, tal vez en el mismo Santiago, Apóstol del Trueno, nos lleva a uno de los parajes fundamentales para comprender el génesis de las peregrinaciones xacobeas y porqué Oviedo/Uviéu fue, siendo la capital a la que se llevaron las reliquias custodiadas en estas alturas situadas al sur de la población, el origen del Camino Primitivo y, por ende, de todos los caminos de Santiago. De ahí que tenga entrada propia en este blog: https://xurdemoran.blogspot.com/2013/08/el-monsacro-la-madalena.html
El Monsacro y su cima, cuyo impresionante aspecto debió de conferirle un halo sagrado desde los albores de la Humanidad, pastos naturales y enterramientos prehistóricos, destaca siempre en la escena pese a que en ocasiones su silueta llegue a confundirse en la distancia con la el Aram. J. Fernández Conde y M. Santos del Valle escriben en su obra Toponimia y Tradiciones del Monsacro...
"Una amplia tradición, culta y popular, a la vez, suele vincular con frecuencia la sacralidad de este monte a la leyenda de la "traslación maravillosa" de las Reliquias de San Salvador de Uviéu, depositadas allí, según la creencia popular (...)
Sin embargo, los orígenes de esta tradición legendaria son, sin duda, mucho más remotos, muy anteriores a los siglos de cristianización de Asturias. La situación privilegiada del Monsacro, un sólido conjunto de caliza que emerge llamativamente de su entorno: la llanura regada principalmente por el río Caudal, se configura como un centro casi geométrico de una gran comarca asturiana circundada por varios cordales montañosos y ello pudo propiciar, sin más, la sacralización progresiva del mismo, hasta convertirse en un lugar sagrado, un omphalos, un centro del universo con virtualidades parecidas a las de otros montes sagrados, famosos en la historia de la civilización:
"El lugar en el que podía establecerse la comunicación entre el mundo de los muertos y el mundo de los dioses subterráneos; consagrado por ser punto de unión entre los distintos planos cósmicos y, como tal, no podía estar situado sino en un centro"
Hemos comentado mucho de montañas y castros lejanos pero es necesario volver a los cercanos, a La Corona del Monte Arnea, que vemos aquí por su ladera norte, El Castiellu, "Prau en la falda del Picu la Corona, se dice que antiguamente había un castillo. Tal vez, antes, un castro en la cima del monte", explican en Toponimia de La Ribera:
"Tal como recoge el Inventario arqueológico del concejo: «Se asienta sobre un cerro situado al sur del núcleo de Picu Llanza (cota 445 del plano 1:25.000). Su privilegiada ubicación sobre este altozano calizo le confiere un amplio dominio visual sobre buena parte del área central asturiana. Su morfología es ligeramente oval, un tanto achatada en dos de sus extremos. Posee un grueso anillo pétreo próximo a la cumbre, producto de la acumulación de derrubios de la primitiva muralla. El recinto amesetado alcanza unas dimensiones máximas aprox. de: eje NE-SO (50º-230º)=78 m; Eje SE-NO (140º-320º)=71 m. Sobre citado amesetamiento se aprecian hoyos, producto de antiguas exploraciones, particularmente relevantes en sus sectores norocidental y occidental, lo que confirma el conocimiento popular de este poblado (Maya, 1988:61). Producto de estas rebuscas son dos hachas pulimentadas adquiridas para la colección Soto Cortés, en 1890 (Blas y Maya, 1974). El prof. J. M. González recuperó en el sitio una pieza durmiente de molino de vaivén oblongo y un molde de fundición en arenisca"
El castro fue reconocido en 1951 por José Manuel González y Fernández Valles y catalogado por él en 1966. En 1984 fue añadido al inventario arqueológico de Beatriz Junquera Lantero y en el de La Ribera de Rogelio Estrada en 1988. He aquí buena parte de su correspondiente ficha en ArqueoAstur:
"Se encuentra en un cerro calcáreo a una altitud de 445 m.s.n.m. con un amplio dominio visual sobre buena parte del área central asturiana y el valle del río Nalón en su curso medio. El topónimo que recibe el enclave se refiere a su forma de corona o anillo, que a su vez da lugar a un amesetamiento dispuesto concéntricamente alrededor de la parte superior. Fue descrito como recinto de planta ovoide conformado por una terraza o plataforma rodeada “por un muro moderno y un anillo de piedra suelta que cae sobre las laderas” (Junquera Lanteiro, 1982). En 1998 Estrada define el enclave como un recinto de unos 78 x 71 metros de planta más o menos oval, un tanto achatada en dos de sus extremos. Concéntricamente a la cumbre se dispone un anillo pétreo definido por un talud, producto de la acumulación de derrumbes de la antigua muralla. Entre este anillo y la cumbre, existe un amesetamiento de forma anular donde se asentarían las edificaciones (Estrada García, 1998).
También ha sido descrito como castro de medianas dimensiones, de unos 60 x 60 metros definido por un recinto casi completamente circular, sin fosos, defendido por una muralla de piedra caliza, carente de argamasa, que rodea la cima. En su interior, en el sector SW, se reconocieron las huellas de “posibles taludes y las bases de unas también posibles estructuras de habitación, de época indeterminada. Los restos de la muralla debían medir “como mínimo 2 metros de altura y rondaría los 1-1,5 metros, quizás 2 metros de ancho según qué parte del recinto” conservándose en mejor estado en el sector NE. Según estos autores, la conservación de la muralla podría responder a una reutilización reciente como cerco para el ganado. Como complemento a ésta, en el frente SW del enclave, los afloramientos calizos naturales del terreno han sido interpretados como posible defensa, junto a la pronunciada pendiente (Fanjul Peraza y Menéndez Bueyes, 2004).
Cultural material
Dos hachas pulimentadas provenientes del yacimiento, adquiridas para la colección Soto Cortés en 1890, interpretadas como un arcaismo descontextualizado y una pieza de molino de vaivén oblongo localizada por el profesor González (Maya, 1988; Estrada García, 1998). Junquera Lantero, durante la elaboración del Inventario Arqueológico de Uviéu, localizó sobre el derrumbe de la muralla, en el extremo W-NW del enclave un fragmento de arenisca interpretada como piedra afiladera (Junquera Lantero, 1982). También se refiere el hallazgo de un machacador de cuarcita de forma triangular y una mano de moler caliza (Fanjul Peraza y Menéndez Bueyes, 2004)."
Seguimos subiendo por El Camín de Pando, encima de La Calandra o El Prau la Calandra y La Güerta Güés, bueyes, basado en la medida del 'día de bueyes', aún imperante, leemos en la Toponimia de La Ribera:
"Prau al norte del pueblo que cruza el reguero de Carraspiedras. La medida agraria antigua: «Día de Gües», sobre los mil metros cuadrados. Los asturianos, gües, güeis, güeys, bueis, son los ‘bueyes’; antes eran estos animales muy apreciados para el trabajo o para la cría y recría con destino a los mercados leoneses, santanderinos y gallegos, sobre todo. Queda el dicho entre los pastores ponguetos: “Si quies saber lo que valen los gües, viende los tuyos y compra después”. Se habla de ‘días de gües’, en relación a una medida utilizada en la antigüedad sobre las fincas, montes... Su base era, lo que una pareja de bueyes podían arar en un día de trabajo."
Aquí abajo nace El Regueru Carraspiedreso Corrapiedra, sobre el que pasa la carretera a Soto Rei, cerca de las casas de L'Emprún, topónimo que tiene que ver con empruno 'pendiente, en cuesta', y que pertenecen al concejo de Oviedo/Uviéu
Monte abajo, entre los prados, vemos Perera, cabeza de esta parroquia, cuyos términos se extienden por ambos concejos, estando allí la iglesia, en la parte ovetense y, al fondo El Cantu la Sienra, monte por donde también discurre la frontera, por el alto de El Picarexu (354 m) encima de El Caleyu
Hemos dicho que el topónimo Perera tiene que ver con abundancia de perales peras, al menos antaño, acaso peruyes o peras silvestres, "aunque no se puede descartar su vinculación con el "petram" latino, piedra y, en este caso, pedrero", nos apunta Adolfo Casaprima Collera en su Diccionario geográfico del concejo de Oviedo
Si bien las referencias documentales más antiguas de esta iglesia serían aún anteriores a la obra románica, años 857 y 921 en sendas disposiciones de Ordoño I y Ordoño II, estas son en realidad de las interpoladas en 1118 por el citado obispo Pelayo en su Liber Testamentorum. En Románico digital cuentan que formaría parte de una serie de templos construidos en el entorno ovetense en el siglo XII, empezando por la propia Cámara Santa de la catedral de San Salvador:
"La primera referencia conservada que hace alusión al templo de San Martín de Pereda es el testamento del rey Ordoño I, fechado el 20 de abril del año 857, por el cual donaba a San Salvador de Oviedo diversas iglesias, villas y monasterios, entre los que se encontraba in territorio Sauti de Lecer iusta fluuium Nilonem ecclesias Sancti Petri de Ferreros, Sancti Martín de Perera, Sancte Agathe, Sancti Saturnini, cum ómnibus bonis suis intus et foris. Esta donación fue confirmada por Ordoño II en el año 921, añadiendo nuevas donaciones: ecclesiam Sancti Martín de Pereta cum adiacentiis et aprestationibus suis.San Martín de Pereda es un templo que ha sido sustancialmente modificado y ampliado, pero aún conserva diversos elementos románicos, entre los que destaca su portada occidental. Se conserva también el arco triunfal, de trazas muy sencillas, pues se articula con una arquivolta de medio punto, completamente lisa, que apoya sobre las jambas con la única mediación de sendas líneas de imposta decoradas con un ajedrezado. Sabemos que en su interior podían verse a finales del siglo XIX algunas figuras de santos posteriores a la fábrica del templo, puesto que su “tosca talla en madera puede remontarse al siglo XIV.La portada occidental es el elemento más elaborado del conjunto, aunque el evidente estado de deterioro de la piedra, muy blanda y por tanto más expuesta a la erosión de los agentes climatológicos, no permite apreciar con claridad los detalles de la decoración esculpida. (...)A pesar de tratarse de elementos muy dañados, el análisis estilístico y de los repertorios permite poner en relación la iglesia de San Martín de Pereda con los trabajos que se estaban llevando a cabo en el siglo XII en Oviedo, y más concretamente, según refiere M. S. Álvarez Martínez, con la iglesia de San Martín de Argüelles, e incluso con San Vicente y la Cámara Santa, aunque, naturalmente, la talla de Pereda es más plana y esquemática."
Se industrializaba así un importante nudo de comunicaciones en la unión de los valles del Caudal y del Nalón, unión de vías fluviales, camineras y ferroviarias en una gran vega que resultó especialmente apta para la instalación de esta térmica
Reconocemos el barrio del Carmen con sus edificios de pisos en Soto Ribera, la capital del concejo, recalcamos, donde viven muchos trabajadores de la térmica. Justo encima es la aldea del Cantu la Roza. De Soto Ribera consultamos en el libro toponímico del concejo:
"Un soto es un bosque, en este caso, bosque en la ribera del río Caudal. Se conocía por Barco de Soto; a donde llegaba la barca, chalana… al paraje por debajo de La Viesca, que unía con Las Segadas. El topónimo se extendería a un amplio espacio sobre la zona, como nos lo recuerda la copla: «Puente del Barco de Soto, donde hicieron los carlistas, a la tropa de la Reina, una gran carnicería…». Un rincón muy codiciado en su momento, para la pesca del salmón: «Era tradicional entre la gente de Oviedo ir a ver a los pescadores del Barco de Soto cuando echaban sus redes de traína… La Traína era en realidad una romería celebrada con bailes y meriendas, a la que asistía muncha gente. Una de las coplas: “Prometióme mi novio llevame a Soto, a ver a los salmones el alboroto, que es cosa fina darle fiesta a la novia con la traína. Si él me trajera pendientes y sortijas, mejor aún fuera”»164. Recordaba Florinda: a José 'El Grande' (porque era muy alto), quien llevaba salmones en salazón «por riba la Rampa y los llevaba para León».De este topónimo “Barco de Soto”, existe constancia al menos desde 1589, siendo además el lugar donde se reunían las autoridades competentes para tratar los temas de relevancia, como podemos leer: «... hacer el padrón, notificándose dicha obligación a Pedro Santos de Soto regidor del concejo de la Ribera, y en virtud de su obediencia: En el pontón del Barco de Soto ques de la billa e concejo de la Ribera a doce dias del mes de henero de mil e quinientos e noventa años lugar acostunbrado a juntar la Justicia e Regimiento e mas becinos de la billa e concejo de la Ribera para tratar las cosas tocantes e concernientes al dicho concejo». Y sobre la existencia de la barca como se verá, tenemos constancia en el siglo XIV (Libro Becerro de la Catedral de Oviedo). En 1846, le será otorgado el primer sello constitucional a su Ayuntamiento: «Esta es la copia del sello que se usa en este municipio y se viene usando desde el año de 1846, sin que antes se usase sello alguno, se ha reproducido con todo el esmero posible. Ribera de Arriba y Abril primero de 1878. El Alcalde Víctor Fernández Baras»166. «Soto de Ribera: Es una localidad del concejo de Ribera de Arriba y perteneciente a la parroquia de Soto. Está situada a una altitud de 132 m. En la actualidad cuenta con una población aproximada de 399 personas y 211 viviendas»
Este concejo de La Ribera fue también dependiente de la mitra ovetense durante la Edad Media, que quería dominar directamente los accesos a la capital y sus rutas de arriería, portazgos y peregrinaje. A finales del siglo XIV era esta la Ribera de Suso o de arriba, para diferenciarla de la Ribera de Yuso o de abajo, aguas abajo del Nalón, actuales parroquias de Priorio, Caces y Puerto, que pasaron al Concejo de Oviedo en 1305 al serle entregado ese territorio por el rey Fernando IV
En 1380 el obispo nombra sus representantes o encomendero en la administración de esta Ribera de Suso a Gutierre Gonzales de Quirós, también la Ribera de Suso, si bien esta era compartida con el Concejo. Luego de años con ciertos pleitos entre tan complejas jurisdicciones, en tiempos de Felipe II, con la venta de señoríos eclesiásticos que le otorgó el Papa, pasan las tierras a la corona y son los vecinos los que compran su libertad concejil en 1579. La otra Ribera, la de Yuso, no lo logrará y quedará integrada en el concejo ovetense
Aquí si bien de espaldas, está la señal que en la carretera a Soto Rei marca la frontera concejil: de aquí abajo son términos riberanos, luego son términos ovetenses. Es el lugar de La Cruz, "Un prau con el reguero Carraspiedras que divide los concejos
de La Ribera y Oviedo. En principio sin referencia religiosa.", puede tener que ver con encrucijada de caminos, sin descartarse que en tiempos pudo existir una cruz caminera
Y más abajo, llegando al Nalón en Soto Rei, vuelven a ser términos riberanos. A continuación ponemos un mapa con las serpenteantes fronteras del concejo de La Ribera, largo y estrecho como una cuña entre Morcín y Oviedo/Uviéu y que se alarga desde el concejo de Mieres al este al de Santo Adriano al oeste, al otro lado del Aramo
Según avanzamos vemos un poco más de la Sierra Llagos y aquí abajo, en la falda de La Corona o Monte Arnea, La Cubiella, acaso pequeña cueva, como La Cueva l'Osu, existente en ese monte. Ahí se localizada asimismo el paraje de La Miranda:
"Prau con buena vista en un alto, sobre el caserío de La Casuca. Del campo toponímico ‘La Mira’. Una mira fue en el romance antiguo ‘una elevación del terreno que permitía otear, catar, con detalle todo el contorno’; y la voz mira se sigue usando en expresiones que incluyen un ‘ángulo de visión, un punto de vista’. Aplicada la voz al terreno, es frecuente para describir lugares estratégicos desde los que se contempla y se admira todo un conjunto de parajes a la redonda. Voz tomada, según parece, del italiano mira (lat. mīrārī, ‘admirar’), aplicada en principio a la mirilla de las armas; luego, a lugares vistosos, de vigilancia. El gerundio, miranda."
La cuesta se suaviza por las inmediaciones de La Casa Nueva y La Casuca del Tarreñu. Aunque pisamos asfalto el entorno y el paisaje son una maravilla de la que gusta el peregrino. Tengamos en cuenta sin embargo que el Camino de Santiago no ha de pasar necesariamente siempre por lugares 'bonitos' sino que sigue, en la medida de lo posible, el trazado histórico de los caminos antiguos, camín real, camín francés, etc.
El Camino serpentea ligeramente y va ganando altura paso a paso entre prados y fincas, La parte derecha, más llana, es donde se han construido casas y chalets
Poderosos muros de rocas cierran una finca y evitan corrimientos de la arcillosa tierra de esta pendiente. Es evidente forma parte las labores de ensanche de este camino que se hicieron en su momento
Se acaba la cuesta en esta importante bifurcación, La Fuentona; a la derecha es el ramal que comunica con Los Ferrerinos, "Núcleo habitado de creación moderna por Miguel Rodríguez, quien compró varias fincas en la que se fue construyendo y formando este núcleo. Desde Picullanza, ramal del Camino de Santiago". Nosotros vamos a seguir de frente, por el camino de la izquierda
Hemos llegado a La Venta l'Aire. Ahora hay parcelas y algún chalet, pero el topónimo delata que en tiempos hubo una venta caminera que, como pasa en otros lugares, al estar en un sitio alto y expuesta a los cuatro vientos, era así llamada, existiendo otras de nombre similar en muchos antiguos caminos, tal que este. En El legado. Ecos y pasos. Toponimia de La Ribera, dicen de este lugar lo siguiente:
"Está situada a una altitud de 340 m. Un caserío en la zona norte y alta donde el viento se hace notar bastante. Tal vez, antes, un edificio dedicado a venta, posada…, en una de las principales vías de comunicación medievales entre León y Oviedo. De forma reiterada aparece mencionado a lo largo de esta toponimia, la denominada «Calzada Romana», hoy reconocida en el concejo como «Camino de Santiago». El Diccionario de Autoridades define venta como «casa establecida en los caminos, y despoblados para hospedage de los passageros. Díxose assí, porque en ella se les vende lo que han menester». Interés especial etnolingüístico (odonímico, en realidad) tiene la referencia de la voz venta en tiempos medievales, citada por Guillermo Mañana, de un texto del “Venerada dies” y del “Speculum peccatoris” que no tiene desperdicio para entender la importancia de los caminos en tan inseguros tiempos medievales: La cita dice así (El Camín Real de La Mesa, vol. II, p’183): “Ladrones, salteadores, bandidos, piratas, posaderos, taberneros y comerciantes sin escrúpulos, timo en el cambio de la moneda, malos tratos físicos, atemorización y chantaje, fraude y engaño de pícaros, incluyendo clérigos, a ingenuos caminantes mostrándoles huesos de animales como si fueran reliquias..., engaños en pesas y medidas, mentiras y perjuicios, robos, registros de bolsas, robos del pienso que echan a sus caballerías, apropiaciones de objetos olvidados o extraviados, expolio de enfermos inválidos o viajeros que fallecían en el camino, dar mal de comer, exceso de precio, mezcla y rebaja del vino con agua..., tráfico de meretrices y rufianes para desvalijar a los viajeros, asociación con malhechores para tramar emboscadas, esto especialmente en posadas de lugares despoblados que en España se llaman ventas. Prácticas a las que tampoco son ajenos prelados y clérigos...”. Lat. vēndĭam, participio de vēndĕre, en aquel sentido rural del hospedaje al lado de caminos principales. «Es una localidad del concejo de Oviedo y perteneciente a la parroquia de Pereda. Está situada a una altitud de 340 m. En la actualidad cuenta con una población aproximada de 3 personas y 2 viviendas»
Seguimos pues todo recto por este ramal, caminando en llano. Un poco más adelante veremos ya la 'ciudad del Salvador', la capital asturiana, final de este camino y comienzo o continuidad de otros...
Mojón, concha y flecha amarilla, nunca insistiremos lo suficiente en decir que, según la normativa señalética, la posición de la concha no implica necesariamente la dirección a seguir, en contra de una creencia ampliamente generalizada popularmente, e incluso en muchos casos institucionalmente. El único elemento netamente direccional es la flecha amarilla, según leemos en las Directrices para la señalización del Camino de Santiago del Consejo Jacobeo:
"El emblema de la concha se creó con la intención de identificar un símbolo con el Camino de Santiago. En su origen, tiene un significado orientativo, de posición, no necesariamente direccional. Representa la convergencia de rutas que desde distintos lugares conducen a un punto, siempre en el oeste. No se creó, por tanto, como indicador de dirección, sino como símbolo del Camino, si bien podría ser usada con ambos fines (posición y dirección) en casos puntuales, como en el entorno de bienes declarados por su interés cultural o en conjuntos históricos, donde se podrá sustituir el cartel indicador por una concha en suelo, a fin de minimizar el impacto de la cartelería.El Consejo Jacobeo recomienda que el emblema de la concha se utilice como símbolo identificativo del Camino de Santiago y aconseja que su representación, proporciones y colores, así como su utilización, se ajusten a las indicaciones contenidas en el Manual de Uso publicado por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo en 1989.Es aconsejable que este símbolo aparezca junto con la flecha amarilla, que indica la dirección, en aquellos soportes que así lo permitan."
A partir de aquí el Camino, durante un buen trecho, con sus prados circundantes, señalan la frontera de La Ribera con Oviedo/Uviéu. De él a la izquierda es tierra ovetense
Y del Camino a la derecha, términos riberanos, a los que en principio pertenecerían estas casas, atendiendo también al mapa del Instituto Geográfico Nacional (IGN), por eso Adolfo Casaprima Collera incluye La Venta l'Aire dentro de su Diccionario Geográfico del concejo de Oviedo:
"Por este lugar pasaba el Camino de Santiago, obedeciendo el topónimo a algún hospedaje que, al estar en zona más elevada que la otra Venta, recibiría el sobrenombre para expresar su altitud"
Dicha bajada, repetimos, larga pero escalonada, pues hay varios trechos llanos, va a empezar justo aquí, pasando la entrada a una casa que tenemos a nuestra derecha, justamente donde acaba la cuneta ajardinada
Es, desde aquí, donde contemplamos, por fin, los edificios de la ciudad de Oviedo/Uviéu en la distancia. Al principio, una estrecha franja de color claro que nos llamará la atención, justo detrás de la siguiente casa y a su izquierda
Según avanzamos, dicha franja urbana se hace más visible, grande y clara. Es la primera vista que tenemos de la ciudad de Oviedo/Uviéu viniendo por el Camino de San Salvador, por lo que vivimos un momento muy emotivo.
Allí está el valle del Nora, el gran valle central asturiano, en el que se asienta, sobre unas colinas, la capital de Asturias, pues el río pasa realmente más al norte, al otro lado del Monte Naranco
Su emplazamiento en lo alto de una loma en el viejo camino a Lucus Asturum sugiere un cierto origen defensivo y de dominio visual del territorio central asturiano entre los ríos Nora y Nalón, a diferencia de la antigua Llugo de Llanera, sita en medio de una gran planicie, unos pocos kilómetros más al norte, al otro lado de la loma del Monte Naranco o, más comúnmente, La Cuesta Naranco, que la protegen de los fríos vientos del norte

Ahora la ciudad se reconoce bien, pues tras la Guerra Civil el casco urbano se extendió muy al oeste, subiendo por la colina de Buenavista, pero en los tiempos de las peregrinaciones históricas, que podríamos comprender entre las edades Media y Moderna, al ser mucho más pequeña, muchos peregrinos no la veían sino hasta llegar a la siguiente colina, cuyas praderías alomadas se extienden de este a oeste justo enfrente

Ahora la ciudad se reconoce bien, pues tras la Guerra Civil el casco urbano se extendió muy al oeste, subiendo por la colina de Buenavista, pero en los tiempos de las peregrinaciones históricas, que podríamos comprender entre las edades Media y Moderna, al ser mucho más pequeña, muchos peregrinos no la veían sino hasta llegar a la siguiente colina, cuyas praderías alomadas se extienden de este a oeste justo enfrente
La siguiente colina es la de La Manxoya o Manjoya, que la tradición dice que viene de la expresión que oían continuamente los vecinos decir a los peregrinos franceses al llegar allí y ver la ciudad de Oviedo/Uviéu con la torre de la catedral de San Salvador, exclamando "Mon joie" (mi gozo), tal y como ocurre en Santiago de Compostela con el Monte do Gozo
Otra interpretación posible plantean los toponomistas como Xosé Lluis García Arias: la de un Monte Iovia (Monte de Júpiter), un teónimo romano nada infrecuente, y menos en las vías imperiales o en montes sacralizados desde la antigüedad. Por ahí vemos subir el Camino (derecha de la foto), serpenteando a lo largo del barrio de Caxigal hacia Los Prietos, luego de bajar al lugar de La Venta, hacia donde nos dirigimos, otra antigua posada y parada viajera de antaño
Más a lo lejos es el citado Monte Naranco, con los 637 metros del Picu Paisanu, a la derecha de la foto, donde se alza, visible desde muchos kilómetros de distancia, el monumento al Sagrado Corazón, inaugurado en 1981
Bajo él se extiende la urbe ovetense y por sus faldas discurren los dos caminos que pueden seguir los peregrinos desde la catedral: uno a la izquierda en dirección oeste, el Camino Primitivo, y otro a la derecha, continuidad del Camino Norte para ir por Llanera y Corvera a salir a la costa por Avilés. En el Monte Naranco tuvieron también los ástures sus castros, los romanos sus villas y el rey Ramiro su templo y palacio. No nos olvidemos de visitar Los Monumentos
Más al oeste y en la misma Cuesta Naranco divisamos La Peña Llampaya (561 m), a cuyos pies sale del casco urbano el Camino Primitivo por Paniceres hacia Llampaxuga y Lloriana, dirigiéndose al paso del Nora en Gallegos
Más cerca son los edificios de Buenavista y El Cristo. El barrio de Buenavista era una aldea que a principios del siglo XX apenas contaba con medio centenar de habitantes, según datos de Adolfo Casaprima Collera, urbanizada en la posguerra y que ya como barrio no guarda relación alguna con su pasado rural. Allí estuvo la cantera de la que se sacó abundante piedra para la construcción de la catedral de San Salvador durante los siglos XIV, XV y XVI, así como la ermita del Cristo de las Cadenas, actual iglesia parroquial de una de las parroquias eclesiásticas urbanas surgidas al dividirse la de San Pedro de los Arcos, más antiguamente San Pedro de Otero, absorbida por la expansión de la ciudad
Ahí estuvo la villa romana de Paraxuga, desaparecida al hacerse el campus universitario, uno de los antecedentes poblacionales de la actual ciudad. "Allí se encontraron una tégula, monedas y cerámicas romanas, restos de la edificación y otros enseres, depositados en el Museo Arqueológico Provincial de Asturias", nos explica también Casaprima Collera. "Hoy día, perdido el lugar y urbanizado todo el campus del Cristo, se ha olvidado incluso el topónimo".
Numerosas urbanizaciones, como la de Monte Cerrao, han transformado lo que eran caserías en la colina de Buenavista. Se dice que antiguamente la torre de la catedral llegaba a verse desde muy al occidente, lo que era muy celebrado por los peregrinos que emprendían el camino de vuelta de Santiago acudiendo a visitar al Salvador, algo que en la actualidad ya no puede hacerse pues los bloques de pisos han tapado esa visión que se tenía desde lugares como el santuario de El Freisnu, al sur de La Cabruñana
Enclaves rurales eran allí La Matorra del Cristo y La Vega del Cristo, solar de la antigua ermita de Santa Ana de Mexide, en cuyo campo se celebraba la romería de la cofradía de La Balesquida, fundada en 1232 por disposición de Velasquita Giráldez, La Balesquida, poderosa dama fundadora de esta institución gremial de los alfayates o sastres ovetenses en el medievo, germen de la actual fiesta del Martes de Campo
Por ahí se extendía como hemos dicho la antigua parroquia de San Pedro de los Arcos, así llamada por el antiguo Acueducto de los Pilares, que con sus 42 arcos, llamados popularmente 'pilares', suministró agua de La Cuesta Naranco a las fuentes de la ciudad entre el siglo XVI (construido entre 1579 y 1599) y el XIX (sustituido por un sistema de tuberías en 1875). Únicamente se conservan cinco de sus arcos y sin duda de haberse conservado (se derribó por la expansión urbanística de la ciudad y la construcción de ferrocarril) sería uno de los grandes símbolos de la ciudad
En estos prados en primer término vemos San Turcao o Torcuato, uno de los barrios de la parroquia de La Manxoya y, más atrás, Cabornio, donde se encuentran las llamadas casas de La Suerte, un barrio que se dice fue así llamado por ser viviendas de protección oficial que 'tocaron' a sus dueños. Ahí está la bajada al río Gafu, cuyo nombre, equivalente al de 'enfermo' o 'infectado' parece deberse a la existencia de la antigua Malatería de San Lázaro, hospital de leprosos al lado del Camino del Salvador
El Camino del Salvador bajará a dicho río un poco más a la derecha, por El Caserón hacia La Bolgachina, pasando por el barrio de San Lázaro cuyo nombre debe al patrón de los leprosos y advocación de la malatería que también dio nombre a uno de sus lugares, la cual fue readaptada a mediados del siglo XIX para ser el Asilo Provincial y reformada en 1929, conservándose el edificio, al pie del que pasará el Camino
Al lado de San Lázaro está el barrio de Los Catalanes, otro de los situados al sur de la ciudad, donde estaba la parte posterior del antiguo convento de la Carmelitas, que se encontraba en la actual calle González Besada. En el siglo XIX un empresario catalán construyó allí un cortijo, el cual pasaría a los también catalanes hermanos Coll y Malat, quienes lo ampliarían con cuadras para el ganado y pasaría a llamarse popularmente La Quinta los Catalanes
La malograda 'visera' que iba a ser la cubierta móvil de El Centollu, uno de los apodos del Palacio de Congresos de Oviedo, destaca sobre los demás edificios de la ciudad por su altura, forma e intenso color blanco, denominado también El Calatrava por ser su arquitecto Santiago Calatrava, fue inaugurado en 2007 donde estuvo el antiguo Estadio Carlos Tartiere del Real Oviedo, en la llamada Parcela Buenavista. Más a lo lejos, en la ladera del Naranco, se distingue muy bien el edificio del Centro Asturiano
Más a la izquierda y en también en La Cuesta Naranco está Ules, cuyo caserío se extiende por su falda. Su manantial fue de los que suministraron agua a la ciudad, junto con los de Boo y Fitoria, a través del Acueducto de los Pilares
En las entradas de blog correspondientes a los tramos urbanos de los caminos del Salvador, Norte y Primitivo hallaréis numerosas referencias e historias de estos y otros numerosos barrios y lugares de la capital asturiana, a la que estimamos oportuno dedicarle al menos un día para conocerla dada su trascendencia histórica y social, especialmente con las peregrinaciones y otros muchos episodios de la historia, empezando por la misma catedral y casco antiguo, el Antiguo; el ensanche burgués decimonónico y, si se tercia, acercarnos a algunos de los renombrados monumentos del Arte Asturiano (prerrománico) como la fuente Foncalada (paso del Camino Norte), Santuyano (San Julián de los Prados), Santa María del Naranco y San Miguel de Lliño o Lillo. Aparte cómo no de dar cuenta de los majares de la gastronomía asturiana en alguna buena sidrería
Empezamos a bajar suavemente siguiendo la frontera de concejos por El Campo los Señores, "Un prau grande con buenas vistas hacia Oviedo, al norte de Picullanza", y dando vista a los campos de La Ceposa, "Prau, monte y arroyo, al norte de la Venta L’Aire. Del campo toponímico de ‘La Cepa’, en relación con las viñas. Voz latina cippum (‘pie de árbol’). La cercanía de San Martín de Perera y un posible monacato en la edad media relacionado con esta iglesia, bien pudiera relacionarse con el cultivo de esta fruta, tan necesitada, para los actos litúrgicos", nos dice José Ignacio Fernández Fernández, uno de los autores del libro de la toponimia de La Ribera
Vamos saliendo de Picullanza por El Camín de Samiguel, otro núcleo caminero que nos encontraremos más adelante, al pasar los campos de La Ceposa o La Ceprosa. Pero antes vamos a asomarnos aquí a la entrada de esta casa a la izquierda, donde hay un rellano que es una admirable atalaya visual hacia el norte...
Tras bajar a dicho valle hemos de tomar la subida a La Manxoya por Caxigal y Los Prietos, cuyo trazado reconocemos desde aquí, ascendiendo serpenteante para ganar altura prados arriba. Será la última cuesta importante antes de entrar en la ciudad
No llegamos a ver el fondo del valle, donde los regueros de La Ceposa y Morente se unen en el lugar de La Venta, donde su nombre revela que hubo en tiempos una venta caminera. Dado que en tiempos pasados existía la costumbre de cerrar el acceso a las ciudades en horas nocturnas muchos arrieros y viajeros pernoctaban en los alrededores
Los peregrinos gustarían más de dirigirse a los numerosos hospitales de acogida para ellos preparados dentro y fuera de la ciudad, de los que hablaremos según nos acerquemos a ellos. Es posible que la misma malatería de San Lázaro hubiera sido en origen un refugio de pobres y romeros que, paulatinamente, iría transformándose en acoger a enfermos o malatos, nombre que abarcaba a leprosos y afectados por otros males de la piel que se pensaba eran la misma enfermedad
Caxigal debe su nombre al caxigu o cajigo (Quercus fagina), "que proviene de una variante del celta CASSANOS o CASNUS 'roble'", dice García Arias, que alude a Los Prietos, las casas en las que acaba la cuesta de La Manxoya, como un antropónimo
En medio de la foto reconocemos el edificio de Telefónica con su torre de comunicaciones, llamada El Pirulí por su forma y también La Torre de Llamaquique, nombre del barrio ovetense en el que está ubicada. A su izquierda reconocemos parcialmente la iglesia de San Pedro de los Arcos, del año 1910 pero construida sobre santuarios anteriores. Fue la parroquial de una extensa parroquial rural que en lo civil se integró en la ciudad con el crecimiento urbano de la misma y en lo eclesiástico se dividió en varias, una de ellas la del Cristo de las Cadenas
Antaño fue San Pedro del Otero pues se encuentra en un otero por donde sube la Carretera del Naranco hacia su cima, la actual Avenida de los Monumentos, que se dirige a los monumentos del Arte Asturiano antes citados de Santa María del Naranco (que vemos desde aquí) y San Miguel de Lliño o Lillo
San Miguel de Lliño apenas lo podemos ver, oculto por el arbolado, pero sí, un poco más abajo, el Centro de Recepción e Interpretación del Prerrománico Asturiano, en las antiguas escuelas de la parroquia de Naranco. Estos monumentos forman parte del estilo ramirense, el de tiempos del corto pero tremendamente convulso, a la par que fructífero, del rey Ramiro I, sucesor de Alfonso II El Casto (tras derrocar al fugaz Nepociano), al que una tradición documental posterior considera el primer peregrino conocido a Santiago
Dentro de los lugares a visitar de la ciudad y su más inmediato entorno, Los Monumentos serían absolutamente imprescindibles. Es verdad que están un tanto alejados de los trazados camineros jacobitas para quienes van andando, e incluso en bicicleta, pues están cuesta arriba, pero 'no pasa nada' por subir en transporte público desde el centro urbano pues no conlleva 'saltarse' ninguna etapa ni tramo del Camino
Desde Los Monumentos hay además un gran paisaje de la ciudad y de la zona central asturiana desde la ciudad hacia los puertos de la Cordillera y, además, desde Los Picos de Europa (zona de Peña Santa) al oriente a las montañas del alto Narcea al occidente; campo de visión que se amplía grandemente si se sube al Picu'l Paisanu y otras cimas
A la izquierda de El Picu'l Paisanu están El Cantu Borbotón (604 m), L'Altu la Rasa (624 m) y El Cantu Caleyines (577 m). Varias rutas senderistas recorren la montaña, cuyo nombre parece tener que ver con el hidrónimo indoeuropeo nar referido a corrientes de agua, dado que es un río especialmente rico en manantiales y arroyos, que fueron como vimos el suministro de la ciudad durante siglos
"El 4 de junio de 1969 se inauguró la iluminación artificial del campo durante un encuentro amistoso entre el Real Oviedo y el Real Madrid C. F..
Fue reconstruido con motivo del Mundial de 1982, en el que fue una de las sedes oficiales, albergando junto a El Molinón de Gijón los partidos del grupo 2. De esta forma su aforo pasó de ser de 20 000 personas a 23 500. El partido de inauguración después de las obras enfrentó al Real Oviedo con la selección nacional de Chile, el día 29 de abril de 1982. Terminó con empate a cero.
En 1998, para cumplir con la normativa de la UEFA y mejorar la seguridad en los campos de fútbol, se añadieron butacas a casi todo el campo de forma que el aforo se redujo hasta las 16 485 personas (13 605 de asiento y 2880 de pie). Este hecho hizo que se planteara la necesidad de construir un nuevo campo de fútbol para la ciudad con capacidad suficiente para todos los aficionados.
El 20 de mayo de 2000 el Real Oviedo jugó su último partido en el Carlos Tartiere frente a la Real Sociedad de Fútbol. El estadio fue finalmente derribado en el año 2003. En los terrenos que ocupaba el estadio y aledaños se construyó el Palacio de Congresos de la ciudad, diseñado por Santiago Calatrava."
A la derecha del Picu'l Paisanu es El Pozu l'Agua (601 m), llamado también a partir de la Guerra Civil El Picu la Miliciana. A sus pies no llegamos aún a ver la catedral y la zona que sería el núcleo originario de la ciudad, cuyo nacimiento se vinculaba en la historiografía tradicional a un pequeño monasterio fundado por los monjes Máximo y Fromista en el año 781, luego de asentarse en este lugar dos décadas antes, reinando Fruela I. Dado que no se trata de un documento original sino transcrito siglos después, diversos hallazgos han demostrado la existencia de un poblamiento anterior, pues tanto bajo los actuales edificios del casco urbano como por supuesto en todo el entorno, se han localizado castros astures y villas romanas. Ahora, justo a la izquierda de la foto, volvemos a ver el Camino, subiendo a Los Prietos, Parperos y El Caserón, bajada a La Bolgachina y de allí entrada al casco urbano por San Lázaro
A la derecha, la colina de La Manxoya llega a la vecina parroquia de San Esteban o San Esteban de les Cruces por la zona de Los Corzos y los Arenales. A lo lejos, por la ladera oridental de La Cuesta Naranco, salen de la ciudad los peregrinos del Camino Norte en El Pontón de Vaqueros para seguir por Cuyences, bajar a Villaperi, ya al otro lado de la montaña, y cruzar el Nora en Cayés entrando en Llanera, siguiendo luego por Corvera hacia Avilés
"Del femenino del adjetivo FRIGIDARIUS, A, UM ‘de (agua) fría’ tenemos en asturiano el nombre friera ‘veta de humedad en una tierra’, ‘cantidad de leche desnatada por el frío de la noche o de la fuente’, así como el apellido “Friera” y los topónimos del tipo Friera (...). No sería imposible que, en algún caso, alguno de estos topónimos oculte el galicismo frera ‘persona de una organización religiosa’, bastante documentado en nuestra Edad Media".
Un poco más atrás se ve alguna casa de Morente, cerca del nacimiento del mismo nombre, acaso una antigua posesión de un tal Maurus o similar, de época romana o altomedieval
"El culto a Júpiter, el dios de dioses romano, está suficientemente atestiguado en Asturias en las inscripciones en piedra (cf. 268 p. 29). Los restos toponímicos detectados se refieren casi siempre a lugares elevados, sin duda por tratarse de sitios de veneración de tal divinidad; éste es el caso además del ya citado PETRA IOVIS > Piedraxueves, documentado “Petralobis”, sin duda lapsus por *Petraiobis.
También el de Monte Sueve, o Xueve, entre Colunga y Piloña que, en nuestra opinión, no guarda relación alguna con asentamientos suevos, pero sí con un posible MONTEM IOVII ‘monte de Júpiter’.
El mismo elemento lingüístico podría ser el que encontramos en Xove (Xixón), frente a la mar, sin duda un lugar adecuado para presentar los respetos ante quien presidía el panteón romano. Hay una diferencia lingüística entre Sueve (o Xueve) y Xove y es que en este último caso se produjo una inflexión en la tónica debida previsiblemente a la -i. En todo caso parece aceptable proponer un étimo del tipo (TEMPLUM, ARAM) IOVII ‘el templo de Júpiter’ (222 p. 246)27 o bien, con menos verosimilitud, (UILLA) IOVII ‘la casería de Iovius’28.
Otro posible recuerdo del culto a Júpiter puede guardárnoslo el nombre de La Pena Sobia (Teberga) pues pudo haberse formado, quizá, desde una PINNAM IOVIAM ‘la peña de Júpiter’, nombre bien apropiado para la peña más emblemática y majestuosa de Teberga.
Acaso La Manxoya (Uviéu) pueda interpretarse como ‘el monte de Júpiter’ pues su terminación podría ser un equivalente del tebergano Sobia. En este caso ha de observarse que no se da concordancia entre el masculino monte y el femenino del adjetivo por lo que habría de entenderse como *‘el monte (situado junto a) Xoya’, de modo similar a Migoya o Monte Coya, en Piloña, pues no se da concordancia entre el primer elemento montem ‘monte’ y el segundo, el femenino Coya.
Sin embargo la idea más generalmente aceptada es que La Manxoya debe el nombre al grito ¡Mon joie! ‘mi alegría’, que lanzaban los peregrinos ultrapirenaicos cuando avistaban algún célebre santuario y que, en este caso, podría ser la iglesia del Salvador o Catedral de Uviéu a donde acudían a venerar afamadas reliquias. Pero esta interpretación no está carente de crítica ya que no ha de olvidarse tampoco que hoy la palabra manxoya es de uso en asturiano, lengua en la que significa ‘montón de piedras que se forma al despedrar una finca de labor’.
Pero hay más y es que lo que parece documentación de nuestra expresión medieval se constata como mote o nombre de mujer, acaso como índice de su procedencia; así leemos: “Felicia cognomento Monnoia” pero también “Serores nostras Mohnoia et Domna Ego” (ACL I a. 940, p. 211). Es más, podría tratarse de un formación compuesta puesto que “Goia” aparece autónomamente: “Gaudiosa cognomento Goia”; también “termino de Goia”. En todo caso nuestra documentación parece que no aconseja la interpretación desde el grito de los peregrinos."
La parroquia de San Esteban o San Esteban de les Cruces une a su advocación un término empleado tanto para cruces religiosas como para cruces de caminos, o los dos a la vez, pues ambos términos pueden coincidir, como explica García Arias:
"El hecho de llamar a los cruces de caminos con el nombre de cruz (masculino o femenino) pudo deberse a varias causas; por un lado a la erección de cruces en la convergencia de vías, en un intento cristianizador de algo asociado con aspectos mágicos, o a la señalización de límites marcados precisamente por una cruz. Esto hace que muchas veces resulte muy difícil averiguar la causa exacta de algunas de estas denominaciones.
La costumbre que todavía hoy pervive en algunas partes de levantar cruces o cruceros, precisa mente en los entronques de caminos, llevaría a la fijación toponímica sin que en muchos casos sea posible saber cuál fue la motivación primera..."
En cuanto a Los Arenales, no parece haber mayor misterio en desentrañar su etimología, lugar de arena, empleada antaño profusamente en la construcción y en el hogar. No obstante al lugar es conocido por ser donde está ubicado el cementerio municipal, el Cementerio del Salvador, consagrado en 1884 por el obispo Ramón Martínez Vigil, y que sustituyó al anterior de San Cipriano, situado en El Prau Picón, al lado del actual Seminario Metropolitano, a cuyos pies pasa el Camino y donde se encuentra el albergue de peregrinos El Salvador
Desde aquí vemos dicho cementerio, cuando se promulgó, por medidas higiénico-sanitarias, que no se hiciesen inhumaciones dentro de las iglesias ni en sus aledaños (camposantos), aparecieron los primeros cementerios municipales, como bien explican los historiadores Silvia Blanco y Luis Cué publican de él en Breve historia del Cementerio El Salvador, Oviedo:
"Pasaron unos años desde la promulgación de la Real Cédula, hasta que se empezaron a construir los nuevos recintos; había que encontrar los lugares idóneos y realizar los proyectos necesarios para su construcción y Oviedo no fue una excepción en este sentido. Hasta entonces, para el uso de la ciudad, se utilizaban los cementerios parroquiales de San Julián de los Prados y San Pedro de los Arcos.
El primer cementerio municipal fue “San Cipriano”, situado en las proximidades de lo que hoy ocupa el Seminario Metropolitano, entre las actuales calles de Leopoldo Alas y Muñoz Degraín. Se utilizó desde 1809 y permaneció en uso durante unos 60 años, muy poco tiempo para una instalación de este tipo. Debido al aumento de la población y la rápida expansión de la urbe, pronto se hizo insuficiente en tamaño, además de quedar inmerso dentro del casco urbano, por lo que fue obligado su traslado a las afueras. Así nace el actual cementerio de Oviedo, al que se le ha puesto el nombre de “El Salvador” en homenaje al patrón de la ciudad. Situado entre los barrios de Los Arenales y El Bosque, en la zona sur de la ciudad, goza de un emplazamiento privilegiado por las vistas y su entorno verde".
Es entonces cuando el arquitecto municipal Patricio Bolumburu presenta un proyecto con una planta rectangular de 60.000 m2, que incluía cementerio católico, el de mayor extensión, y cementerio civil:
"Destacan los dos pórticos de las entradas: el religioso, de Juan Miguel de la Guardia, está compuesto por 5 arcos, siendo el central apuntado, de mayores dimensiones y con columnas de capiteles adornados con motivos florales. En la zona civil, Javier Aguirre diseña un frontón de inspiración griega, apoyado en columnas de estilo dórico.
Dos amplias calles, una longitudinal y la otra transversal, dividen el espacio en 4 cuadrantes y en el centro geométrico que, a su vez coincide también con el punto de mayor altitud, se alza la capilla de estilo ecléctico.
A los lados del pórtico principal, dos edificios simétricos destinados a viviendas y dependencias administrativas: una para el conserje que se encargará de la vigilancia del recinto, la apertura y cierre de las puertas en los horarios establecidos y las órdenes de trabajo para los sepultureros. En el otro edificio, la vivienda del capellán-rector nombrado por el Arzobispado que además de ofrecer los servicios religiosos, también fue el responsable de la custodia de la documentación legal que acompañaba al difunto, en su condición de funcionario municipal.
En las proximidades de la capilla y alejado de las viviendas, se proyectó el depósito de cadáveres, tanto para uso del propio cementerio como para uso judicial. También se habilitó un recinto cerrado al acceso público donde se recogerían los huesos procedentes del vaciado de las tumbas cuyo tiempo de uso había expirado y para los casos en que los que los familiares no reclamaban dichos restos. A ese espacio se le llamó Osario General.
El proyecto en sí fue muy completo y perfectamente estudiado por el arquitecto. Los espacios estaban bien distribuidos y las asignaciones de terreno bien definidas, considerando el tipo de construcción a realizar. Naturalmente, todo lo descrito se encontraba rodeado de muros de piedra, con la altura suficiente para evitar la profanación de las tumbas.
En las cercanías de la capilla y en el pasillo central pronto se fueron asignando las parcelas destinadas a levantar los primeros panteones. Eran los emplazamientos preferentes, siguiendo la tradición ancestral de mantener los privilegios de la burguesía. Con su poderío económico, fueron encargando a diversos artistas grandes mausoleos en función de su status social. Cada familia tenía sus preferencias a la hora de elegir el estilo arquitectónico y la ornamentación exterior, con sus estatuas de temática diversa, bustos, medallones… Construidos o esculpidos en piedra caliza, arenisca, granito o mármol, son los baluartes de la arquitectura decimonónica y un legado patrimonial importante que hoy día podemos disfrutar.
El resto de las tumbas se fue distribuyendo en forma reticular, cuadrículas con pasillos interiores, igual que el trazado de los edificios en una nueva ciudad.
Algunas publicaciones fechan el proyecto inicial de Bolumburu en 1881, sin embargo la primera concesión de terreno para la construcción de un panteón, fue asignada al Cabildo de la Catedral Metropolitana de Oviedo, y tiene vigencia desde el 9 de Mayo de 1865.
A lo largo de los años el cementerio ha sufrido algunos cambios. La evolución de la sociedad así lo ha requerido: una ampliación en los años 70 y otra en los 90 han dado como resultado una superficie total de casi 9 hectáreas, con 22.000 unidades de enterramiento operativas.
Aquí descansan personajes ilustres de la ciudad en todos sus ámbitos: cultural, social, económico, político y militar. Iremos publicando breves biografías y lugares de enterramiento, con algunos datos de interés.
En definitiva, el cementerio de El Salvador es, sin ninguna duda un reflejo muy significativo de la historia viva de Oviedo."
El Doctor en Geología por la Universidad de Oviedo, Manuel Gutiérrez Claverol, nos explica su historia y actual problemática debido a su asentamiento en un lugar arcilloso y arenoso, como su nombre indica, en la web de la Sociedad Protectora de la Balesquida:
"El cementerio del Salvador presenta problemas. En los años 70 se observó la presencia de agua en algunas tumbas, así como asentamientos y socavones.
Situado en un altozano en la zona sur de la ciudad, el cementerio El Salvador fue proyectado por el arquitecto municipal Patricio Bolumburu en 1881 e inaugurado en 1885. Contó además con la colaboración de otros acreditados arquitectos, como Juan Miguel de la Guardia –autor del pórtico religioso de la entrada– y Javier Aguirre –que diseñó en la zona civil un frontón de inspiración griega apoyado en columnas de estilo dórico–.
A pesar de que Fermín Canella refiere que “la constitución del suelo es bastante favorable” la verdad es que presenta problemas. En los años 70 se observó la presencia de agua en algunas tumbas, así como asentamientos y socavones.
La mayor parte del camposanto se asienta sobre un subsuelo compuesto por arenas y arcillas, que conforman el acuífero subterráneo más importante que existe en Oviedo. En las zonas superficiales (con abundancia de arcillas) se detectan valores bajos de permeabilidad que favorecen el encharcamiento, mientras que las profundas (constituidas por arenas) son más permeables, lo que facilita la infiltración para alimentar al acuífero.
En el recinto funerario el agua presenta puntuales valores altos de contaminación (sobre todo en demanda biológica de oxígeno y en bacterias coliformes). Este inconveniente se traslada a los manantiales del entorno –utilizados por el vecindario–, con un exceso de materia orgánica."
Al pie del cementerio y en la ladera que cae al Regueru Morente vemos las casas de Los Arenales, El Bosque formando pequeñas quintanas rodeadas de prados y algún bosquete. Abajo y en primer término algunas casas de Friera, de cuya etimología también leemos en El legado. Ecos y pasos. Toponimia de La Rinbera:
"A continuación de La Carba, una zona muy soleada al norte de San Miguel; al estar situada en una zona elevada, los vientos azotan fríos según la temporada. En parte del asturiano se emplea el adjetivo friera para la leche que se dejó a ‘enfriar’ durante la noche y se desnata al amanecer: es la leche frío de otras zonas. Entre los ponguetos, una friera es una ‘zona sombría y fresca’. Lat. frīgĭdam (‘fría’), aplicada la voz a la campera, con el derivativo -ariam (‘relativa a’). Terreno destinado en el interior de una población a prados, jardines y arbolado para recreo y ornato."
Ahí está la subestación eléctrica y, poco más arriba y a la derecha del Cementerio del Salvador, el Centro Territorial de Radio Televisión Española (RTVE) en Asturias, situado en el cruce con la AS-375, la antigua AS-242 y antes aún Carretera de Castilla que, acabada en 1833 tras largos retrasos, sustituyó a este camín real como principal vía de comunicación con la meseta
Más a la derecha y también en la Carretera de Castilla está el barrio de El Cruce, donde esta se cruza con la AS-343, que comunica con Veguín o Tudela Veguín por Bendones
Más cerca algunas vemos algunas casas de las que jalonan en el camino que comunica Friera con Novales y Pando, otros barrios de San Esteban sitos en la AS-375 o Carretera de Castilla
A lo largo de la carretera se han construido varios chalets y casi forma un solo barrio junto con el de Les Cruces. Por la AS-375 hay además varios bares, restaurantes y sidrerías. Prados abajo está también La Brañiella, revelando este los seculares usos ganaderos del lugar como braña de verano en las antiguas rutas de la trashumancia, del latín veranum, que da en asturiano veranu y branu, palabra esta segunda especialmente vinculada a braña
Entre ellos se reconoce bien el de El Torneru, saliendo de La Barraca hacia El Pando, llagar de sidra situado en un cueto sobre el río Aramín, afluente del Morente, en el lugar de El Mesón, donde como su topónimo revela hubo de existir un mesón caminero
Estas parroquias fueron eminentemente rurales hasta no hace aún demasiado tiempo, es más, aún existen algunas caserías, grandes pastizales y algunas huertas y cultivos, aunque cada vez más predomina el hábitat residencial de baja densidad, basado en casas unifamiliares, buena parte de ellas estilo chalet, con su terreno. Hay también viviendas de 'fin de semana', segundas residencias y casas de turismo rural
Tras esta buena revista al paisaje, retomamos el camino y salimos de Picullanza por El Camín de Samiguel, donde iniciamos nuestro descenso al valle
A sur, el Aramo y el Naranco se ocultan momentáneamente a nuestra vista, pero ambas montañas seguirán siendo referencia visual y geográfica para los peregrinos que continúen ruta a Santiago bien por el Camino Primitivo, o bien por el Camino Norte
Caminamos pues por un cantu, pandu o cresta, elevación entre dos valles, que nos ofrece unas excelentes vistas, sobre todo al norte, hacia la capital, y al sur, hacia el Aramo
Situada a la izquierda del Camino, tiene a la entrada una gran panera, cuyos pegollos se apoyan sobre un murete de piedra, constituyendo un espacio donde antaño se guardarían el carro y diversos aperos y enseres. En la actualidad el hueco entre los pegollos ha sido cerrado a manera de bodega o almacén
Entre la panera y la casa hay una corrada o corralada con una hermosa antoxana o delantera. En el piso alto hay un buen balcón-corredor, también restaurado. De este lugar leemos en Toponimia de La Ribera lo siguiente:
"Venta l’Aire, La.Está situada a una altitud de 340 m. Un caserío en la zona norte y alta donde el viento se hace notar bastante. Tal vez, antes, un edificio dedicado a venta, posada…, en una de las principales vías de comunicación medievales entre León y Oviedo. De forma reiterada aparece mencionado a lo largo de esta toponimia, la denominada «Calzada Romana», hoy reconocida en el concejo como «Camino de Santiago». El Diccionario de Autoridades define venta como «casa establecida en los caminos, y despoblados para hospedage de los passageros. Díxose assí, porque en ella se les vende lo que han menester». Interés especial etnolingüístico (odonímico, en realidad) tiene la referencia de la voz venta en tiempos medievales, citada por Guillermo Mañana, de un texto del “Venerada dies” y del “Speculum peccatoris” que no tiene desperdicio para entender la importancia de los caminos en tan inseguros tiempos medievales: La cita dice así (El Camín Real de La Mesa, vol. II, p’183): “Ladrones, salteadores, bandidos, piratas, posaderos, taberneros y comerciantes sin escrúpulos, timo en el cambio de la moneda, malos tratos físicos, atemorización y chantaje, fraude y engaño de pícaros, incluyendo clérigos, a ingenuos caminantes mostrándoles huesos de animales como si fueran reliquias..., engaños en pesas y medidas, mentiras y perjuicios, robos, registros de bolsas, robos del pienso que echan a sus caballerías, apropiaciones de objetos olvidados o extraviados, expolio de enfermos inválidos o viajeros que fallecían en el camino, dar mal de comer, exceso de precio, mezcla y rebaja del vino con agua..., tráfico de meretrices y rufianes para desvalijar a los viajeros, asociación con malhechores para tramar emboscadas, esto especialmente en posadas de lugares despoblados que en España se llaman ventas. Prácticas a las que tampoco son ajenos prelados y clérigos...”. Lat. vēndĭam, participio de vēndĕre, en aquel sentido rural del hospedaje al lado de caminos principales".
Dejamos la entrada y seguimos adelante bordeando el muro que cierra la quintana; el Camino sigue a su izquierda y pasa por detrás
El caminante pasa muy bien, la hierba crece en medio de la senda y llega un trecho bastante llano en esta ladera
Sigue el camino haciendo de frontera de concejos cerca de La Carba, "Varios praos divididos por un arroyo, por encima de La Roza Pepe. Abunda la pizarra. Voz de uso común, carba: zona de pastizal abierto, compuesta por matorrales y monte bajo (érgumas, gorbizos, felechos…); pastos menos productivos que las praderas, y con yerbas más duras para el ganado. Raíz de origen prerromano *karb–: primero, ‘roca, piedra’; luego, ‘ramaje, matorral’ propio de lugares escarpados, de poca tierra productible", leemos en el libro del Grupo Vestigia...
Este el el valle del Regueru la Ceposa por la zona de La Roza Pepe y Fuente Puerta, manantial que "Nace en los praos de La Calandra y la Roza Cabrero, y se funde con el arroyo de La Ceposa. Al norte y este de Picullanza. No ofrecen duda los vocablos pero respecto a ‘Puerta’ se puede añadir; voz latina pŏrtas, en un principio, solo ‘lugar de paso, entrada, salida, abertura, camino, desfiladero’", continúa diciendo José Ignacio Fernández Fernández, uno de los autores
A la izquierda, paisaje hacia El Pandu, otro de los barrios de San Esteban atravesados por la Carretera de Castilla, fácil de reconocer por el depósito de agua, en forma de copa, que se yergue sobre El Cutayón (395 m), el punto más alto de la parroquia
Mirando más abajo de nuevo a Friera, reconocemos las casas de otra aldea de San Esteban: Premaña, que según Adolfo Casaprima Collera constituyó "venta medieval al servicio de los peregrinos que se acercaban primero a San Salvador para seguir luego rumbo a Compostela", lo que implicaría la existencia de un ramal jacobita separado y aparte de este por el que vamos ahora, el oficialmente señalizado en la actualidad
"El topónimo debe vincularse a una posible fundación por parte de Mannius", para Casaprima Collera, mientras que García Arias se decanta por un hidrónimo, pues "El elemento mañ- asociado a corrientes de agua podría aparecer también en Premaña, casería de la parroquia de Les Cruces situada en el estrecho valle que forma el arroyo Aramín".
En el siglo XIX los vecinos consiguieron que fuese declarado concejo realengo e intentaron infructuosamente agregarle los cotos de El Caxigal al oeste y de Bendones al este. La Audiencia de Oviedo decretó su supresión como concejo independiente en 1827, quedando agregado a la parroquia de San Esteban, por lo que estamos ante otro de los concejos que a lo largo de la centuria del 1800 fueron anexionados por el de la capital. La Enciclopedia de Oviedo nos ofrece por su parte esta otra explicación:
"Paderni era antiguamente un concejo de los conocidos como de obispalía. Dependía de él el coto de Morente. Fueron comprados por Oviedo en el año 1584, durante las desamortizaciones de Felipe II, aunque siguieron gozando de una cierta autonomía respecto al ayuntamiento ovetense".
El Camino sigue pues llaneando entre los prados, avanzando en dirección norte siempre hacia la capital, que por aquí vuelve a ocultarse a nuestra vista...
Si bien hay ganas de llegar por fin a la Sancta Ovetensis estos últimos kilómetros parecen condensar historia y paisaje a cada paso que damos, agradándonos saborearlos en toda su plenitud a cada paso que damos
Las alambradas cerrando las fincas siempre delatan los usos ganaderos de los campos. Prados arriba hasta el canto del monte son términos riberanos. A continuación es territorio ovetense
Más paisajes hacia El Picu La Llosica, Novales y El Pandu con la 'copa del agua' de El Cutayón. Más lejos es La Grandota (508 m), el más alto de la serranía de este nombre, solar castreño y emplazamiento artillero en la Guerra Civil
La Llosica El Picu, El Mesón, El Picu'l Cuervu y otros lugares a lo largo de la antigua Carretera de Castilla y sus inmediaciones
La Barraca, El Lloxu, Paderni, El Cruce... según avanzamos descubrimos nuevos rincones y panorámicas
Friera, Premaña, Padernu, Morente, enclaves de aquel concejo que fue solar de nacimiento de Alonso de Quintanilla, "Contador Mayor del Reino, 1420-1497", nos dice la Enciclopedia de Oviedo:
"Nació en el coto de Paderni (Cagigal, cercano a Oviedo, en el seno de una familia noble. Hijo de Luis Álvarez y Urraca Álvarez. En 1440 se traslada a Valladolid como doncel de la corte de Juan II, siendo más tarde el preceptor de Enrique II. Hacia 1462 recibe el nombramiento de contador de Asentamientos pero fue destituido al apoyar a Alfonso como sucesor en el trono en lugar de apoyar a Juana la Beltraneja. Una vez fue proclamado rey Alfonso, Quintanilla pasó a ser Contador mayor del reino y alcaide mayor del adelantamiento de Castilla. Al morir el rey, Quintanilla pasó al servicio de la princesa de Asturias y futura reina Isabel, la Católica, velando fielmente por el patrimonio de ésta en sus primeros años de matrimonio con Fernando, el Católico. Al morir Enrique IV, Quintanilla se ocupó personalmente de la ceremonia de coronación de Isabel en 1471. Participó con sus propios fondos en diversas incursiones militares como fue la conquista de Canarias en 1480, y organizó el reclutamiento y la partida financiera para la toma de Granada. Fue el artífice fundamental de la financiación del proyecto de Colón. Propuso la formación de un ejército permanente al servicio de la corona y llevó a cabo la realización del primer catastro de España. Falleció en Medina del Campo siendo consejero real en 1497. Es uno de los personajes más importantes para la historia de Asturias y de España del siglo XV.
El 21 de mayo de 1992, con motivo de las conmemoraciones del V centenario del Descubrimiento de América, el Ayuntamiento de Oviedo rindió homenaje a Alonso Quintanilla, en un acto que se celebró en la Iglesia de San Esteban de las Cruces. En el homenaje intervino el profesor Juan Uría Maqua."
Y con estos hermosos paisajes del antiguo coto y concejo de Paderni, y demás pueblos y lugares de la parroquia de San Esteban, continuamos nuestra ruta por los ya últimísimos kilómetros del Camino del Salvador caminando por la frontera de los concejos de Oviedo/Uviéu y La Ribera...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!