Paisaje de Picullanza y La Ribera |
Entrando en el concejo de La Ribera camino de Picullanza: tomamos el sendero de la derecha |
El Camino es, aparentemente una senda de verde hierba muy hermosa y agradable de caminar, al oeste de El Codexal
Pero vemos restos de un antiguo empedrado, el de la antigua vía romana que unía Astorga, antigua Asturica Augusta y León, antigua Legio, campamento de la Legio VII Gemina, con Llugo de Llanera, antigua Lucus Asturum, al norte de Oviedo/Uviéu, importantes poblaciones en territorio de los ástures, la primera ya citada por Ptolomeo como capital de los ástures, en concreto de los amacos, existente antes de la conquista romana, y la segunda un enclave importante dentro del territorio de los ástures luggoni
La cercanía, justo a la izquierda, de un castro astur, el de La Corona, lleva a la certeza que esta vía ya era empleada antes de la romanización, pues se trata de un paso natural entre el valle del Nalón y el del Nora, hacia donde nos dirigimos nosotros
Realmente es parte de una de aquellas sendas ancestrales que emplean estos "pasillos" entre valles y montañas existentes desde hace muchos milenios. La romanización los empedró a manera de calzadas y durante la Edad Media fueron caminos reales por los que pasaban arrieros, pastores, rebaños trashumantes, artesanos ambulantes y peregrinos, siendo la comunicación directa del centro de Asturias y su costa con la meseta a través de la Cordillera Cantábrica, puertos como el de Payares o Pajares, que, por la parte leonesa, siguiendo principalmente el valle del Bernesga, que se extiende recto desde León allí, sería la comunicación con el interior de la meseta
A partir de la baja Edad Media, las principales rutas a Santiago, que primeramente iban por los caminos del norte, amparados precisamente por la cordillera, fue desplazándose al sur al ir avanzando en esa dirección la expansión de los reinos cristianos, pero muchos peregrinos, al llegar a León y enterados de la importancia de la capital asturiana, donde se guardaban las Reliquias de San Salvador, que se tienen por ser de las más importantes de la cristiandad, ellas las del propio Cristo, el Salvador o San Salvador, advocación de su iglesia, hacían de Oviedo/Uviéu en sí mismo un importante lugar de devoción y romería, desde su mismo origen como ciudad y capital de Asturias, en la alta Edad Media, reinando Alfonso II El Magno, al que se le considera el primer peregrino, pues fue además bajo su reinado cuando se descubrió el que se tiene por sepulcro de Santiago en Compostela
Tras verificarse el hallazgo, se dice que el propio monarca fue allí con ese objeto, las primeras peregrinaciones hacia Compostela, a venerar a uno de los primeros discípulos de Jesús y, según la tradición cristiana, primer evangelizador de Hispania, fueron muy pegadas a la costa, siguiendo a groso modo los actualmente llamados Camino Primitivo (el primero, desde la catedral de San Salvador, donde hay también reliquias de María, santos y profetas), o el Camino del Norte (también desde la catedral o tomándolo más atrás, por los peregrinos de los territorios más orientales del reino ástur o de los navarros, francos, y centroeuropeos en general
El desplazamiento pues de las rutas principales a Santiago más al sur no fueron óbice, como decimos, para que muchos romeros dejasen el relativamente llano y seguro camino mesetario para, tomando aquella ancestral ruta del Bernesga (y otras, pero esta la principal) para cruzar los temibles pasos de la cordillera, a más de 1.500 metros de altitud, gran parte del año cubiertos de nieves y nieblas y venir aquí por el Valle del Río Grande (el Caudal), subir El Padrún, la muralla natural que lo separa del Valle del Nalón, y por Olloniego llegar hasta aquí, ya a las puertas de la Ciudad del Salvador, pues, tal y como decían los peregrinos francos...
"quien va a Santiago y no al Salvador
visita al criado y olvida al Señor"
Toda esta tierra era parte precisamente de los extensos dominios de la mitra ovetense, pagando vecinos y arrieros su tributo o portazgo, como al pasar el Nalón. Los peregrinos podían estar exentos o no, dependiendo de la época y la situación, dándose el caso que los obispos cedían la administración a sus valedores y partidarios, nobles guerreros y feudales que cobraban esos portazgos y otras rentas controlando desde sus torres y castillos el territorio. En ocasiones, enfrentados a las nacientes polas o poblaciones aforadas por los monarcas, como fue el caso de Oviedo/Uviéu, sus huestes asaltaban a quien pasase por aquí en esa dirección, por lo que llegó a tener que haber, allá por el siglo XIV, un verdadero servicio de policía, encargando la ciudad, o el mismo rey, también enfrentado a aquella situación
A partir del siglo XVIII se veía que estos viejos caminos ya eran insuficientes para el trasiego fluido, seguro y continuado de gentes y enseres, por lo que se precisó empezar a realizar caminos para carruajes y carros, de ahí carreteras, empezando a construirse en 1771 la Carretera de Castilla que, en no pocos casos, aprovecharía también el trazado del camino antiguo existente, pero en otros no, este es el caso
La Carretera de Castilla, actual AS-242, fue en este tramo trazada un poco más al oeste, esa es la razón por la que se conserve tan bien esta calzada empedrada, memoria viva del Camino y de la Historia
Ya en las crónicas altomedievales de Alfonso III El Magno, las primeras del Reino de Asturias, hablaban de las maravillas que había promovido quien la hizo su capital, Alfonso II El Casto. Esta es la Crónica ad Sebastián:
Y esta es la versión de la Crónica Rotense:
Todas las crónicas coinciden en lo fundamental, la construcción del templo de San Salvador:
Todas aquellas noticias, transmitidas por los monasterios, las alberguerías y hospitales, otros peregrinos y los viajeros y cronistas, llamarían la atención de miles de romeros que, gran parte de ellos, acudirían personalmente por estos mismos caminos a conocer esos prodigios, unos acabando aquí y regresando, otros continuando hasta Santiago, y otros incluso asentándose en la ciudad y dando hasta nombre a alguno de sus barrios y calles, Gascona, la de la de los gascones
Emocionados con la proximidad a la Catedral de San Salvador, irían contando estas y otras historias haciendo aún más intensos estos momentos
La calzada sería reparada muchas veces, pero con la carretera quedó apenas como de uso interior entre estos pueblos, pues incluso más recientemente se hizo otra, de la que nos acabamos de separar, que enlaza con La Mazaneda y baja a Agüeria y Olloniego. Más recientemente se procedió a su adecuación tal y como la vemos ahora
El sendero, aquí, vuelve a estrecharse
Y empezamos a ver algunas casas
Picullanza, parroquia de Perera
El Camino se encharca un poco
Hay un depósito de agua
Dejamos el boscaje y salimos a la campiña
Vuelve a aparecer un buen empedrado
Subimos un poco más
Seguimos junto a este seto silvestre mientras realizamos esta curva a la izquierda
A la derecha los prados del pueblo, a la izquierda las huertas
Más allá de las huertas, al oeste, La Corona (444), el solar del castro astur que vigilaba el Camino y los pasos del río y del valle y del que se conservan cimientos de sus murallas
Más al sur la muralla montañosa que separa los valles del Nalón y del Caudal a la que nos hemos referido, por donde entramos bajando desde el Alto del Padrún
Rodadas de tractores
Un caballo pasta en el prado, al lado del establo
Nos acercamos a las primeras casas
Allí volvemos a la carretera local
Y nos dirigimos a la derecha
Donde aún subiremos un poco más, en recto, por el asfalto
Placa con el nombre del pueblo
Casa campesina restaurada
Panera
Otra casa restaurada, de corredor
Flores en el jardín...
Muy atentos a este cruce
Aquí nos separamos de la carretera a la derecha
Yendo hacia aquella quintana
Seguimos por la carretera
Admirando este espléndido caserón
Deasde aquí tenemos al oeste una vista muy a destacar
De frente El Picu'l Gatu (543 m) en Teyego, sobre la unión de los ríos Caudal y Nalón. A su derecha El Castiellu (528 m) y más a la derecha más lejos El Picu Llera (526 m) y El Picu Roces (502 m). A la izquierda vemos el mítico Monsacro, La Madalena y a lo lejos las cumbres del Aramo. A la izquierda Los Reconcos (812 m)
Monsacro, literalmente Monte Sagrado, con los picos de El Cantu la Sierra (914 m), La Granda (869 m), Les Capilles (937 m), El Picu Mariellu (985 m) o el más alto, el Cuitu Rumiru (1.055 m). En las camperas de la cima existen dos capillas, una dedicada a Santiago y otra a La Magdalena, razón por la cual también se le conoce como La Madalena. La historia y la tradición afirman que en ellas se guardaron las Reliquias de Jerusalén (en el Pozo de Santo Toribio), escapando desde Toledo (y antes desde la propia Palestina y del norte de África), como consecuencia de la expansión persa y árabe. Se sabe de la antigua existencia de una comunidad de monjes que se ha querido ver, más o menos legendariamente, vinculada a los templarios. Sea como fuese, las Reliquias de Jesús y María, así como de varios santos, fueron trasladadas posteriormente al primer santuario del Salvador, antecesor de la actual catedral de Oviedo/Uviéu, convirtiendo a la ciudad en ese gran centro de peregrinación meta del Camino de San Salvador... y comienzo de otros
Gracias a los estudios y pesquisas del investigador y sacerdote Francisco Javier Fernández Conde, conocemos buena parte de la historia del Monsacro, así en el siglo XII un documento describe la traslación del Arca Santa:
Si nos fijamos podremos incluso verlas, al abrigo de la cresta caliza, en el llamado Mayéu de les Capilles, majada de pastos. A la derecha vemos la capilla de La Madalena, construida sobre un túmulo megalítico, de la que se ve su planta rectangular y ábside semicircular, románico, justo donde llega el camino que sube desde Santolaya, capital del vecino concejo de Morcín, al que pertenecen. Por ahí subían los mozos y las mozas a la romería, donde se quemaba el Tararu, un monigote cuyo nombre hace pensar en el del dios celta Taranis, divinidad de la tormenta y de la guerra para los antiguos ástures, especie de marte romano. Detrás de ella está La Cueva l'Ermitañu o Capía del Peregrín (capía-capilla)
A la izquierda es la capilla de Santiago, sobre el camino que sube por atrás, desde Los Llanos, también románica y con ábside semicircular pero de planta octogonal. En su interior está el Pozo de Santo Toribio donde se dice fue guardada el Arca Santa de las Reliquias en tiempos de peligro, pozo a cuya tierra se le atribuyen propiedades milagrosas, al igual que a los cardos que crecen en esa majada, símbolo solar mágico desde la prehistoria por su similitud con los rayos del sol. Es el Cardu Benditu de La Madalena, del que existe este cantar
Sobre ellas El Picu Monsacro y atrás, el Aramo. Otros topónimos relacionados en esas brañas y quebradas con la presencia antaño de una comunidad de monjes son La Pena los Altares, El Preu l'Ermitañu, Picu Cuitu Rumiru (romero), Picu la Pruvía (vía que llega a un alto), Sillón del Obispo, Vallina Monxa, Talla la Capiona (capillona), Aviru de les Sábanes (aviru-abrigo, lugar recogido), La Calzá, La Campa les Flores, Covarriella, Cueva les Bonetes (Los Escalones, El Güertu, El Güertu Mingu...
En el año 1158 el rey Fernando II concede a Rodrigo Sebastianiz el coto de este monte, describiendo sus lugares
Más allá están los picos nevados de la sierra del Aramo, o como más propiamente se dice por parte de pastores y vecinos, El Puertu l'Aramo, cordillera situada en el mismo centro y corazón de Asturias, sobre los concejos de Lena/L.lena, Riosa y Morcín al este y sobre los de Santo Adriano, Proaza y Quirós al oeste. Sus cumbres llegan a pasar de los 1.700 metros de altura, destacando El Gamoniteiru con 1.786, El Barriscal de 1.734, El Gamonal 1.712, El Picu Xistras con 1.775 y Penapodre de 1.631, así como Las Bizarreras de 1.626 y Pelitrón de 1.562. Entre sus alturas destaca también L'Angliru, a 1625 metros de altura, una collada entre los picachos que ocultan buena parte del año sus cimas entre nieves o a veces entre nieblas, no siendo extraño que no pocas veces se eleven más altos que las propias nubes. Es una braña o majada, territorio de pastos, desde hace milenios, ahora famosa a nivel internacional por ser culmen una de las míticas etapas de montaña de competiciones ciclistas como la Vuelta a España
Realmente, a pesar de la altitud y de lo abrupto, toda la serranía es terreno en el que la peña caliza gris comparte espacio con hermosas camperas verdes de grandes pastizales en sus majadas, mayadas o mayeos. Milenarias civilizaciones pastoriles dejaron patente su presencia desde la más remota noche de los tiempos con sus necrópolis funerarias y monumentos mágico-religiosos, ofrendas y quizás algunas tradiciones y reminiscencias legendarias que han llegado a nuestros días, empezando por buena parte de la misma toponimia
Hoy como ayer El Puertu l'Aramo es zona de ganados en verano, cuando la hierba surge tras irse el manto blanco de las nieves. Pastos y agua para abrevar dieron, incluso en nuestros días, ocasión a rencillas ganaderas en las que se involucran concejos enteros. No en vano parece ser que, por esta razón fue también desde épocas muy remotas una suerte de divisoria natural plasmada posteriormente en las divisiones administrativas o en las mismas isoglosas lingüísticas. Constituye a la vez una suerte de paso entre los valles centrales asturianos del Nalón y Caudal (antaño valle del Río Grande), con los valles del Trubia, al otro lado de estas montañas, así como, cuando el clima lo permite, entre la meseta y el centro de Asturias. Ancestrales rutas de pastoreo, pero también de arriería, trashumancia y peregrinación atraviesan el Aramo y no pocos santuarios parecen cristianizar cultos prerromanos muy anteriores, como es el caso de la Virgen del Alba en Quirós
Dentro de este bagaje entre natural y sagrado se atribuye al Aramo ser lingüísticamente un teónimo dedicado a la divinidad céltica gala Aramo-onis, así lo presenta el profesor Martín Sevilla Rodríguez en su obra Toponimia de Origen Indoeuropeo Prelatino en Asturias (Real Instituto de Estudios Asturianos, 1980). La Toponimia, no siempre ciencia exacta no obstante, le plantea otros posibles orígenes etimológicos, así el doctor Julio Concepción en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana (KRK ediciones 2001), sin desdeñar la opción anterior, propone su vinculación a la raíz del céltico ar-, ar-n con su variante ar-m, relacionado con valle y/o agua. En este caso conviene no olvidar que, aparte del agua para pueblos, villas y brañas circundantes, de aquí mana el agua que abastece a la ciudad de Oviedo/Uviéu a través del embalse de los Alfilorios
En lo concerniente a la historia se vincula al Aramo, junto con las aún más altas estribaciones de las Ubiñas al sur con el no menos mítico Mons Vindius de la última resistencia astur contra las legiones romanas de Augusto en las campañas de conquista del 25 al 19 a.C. Mons Vindius o del monte blanco, o del dios Vindio, otro teónimo celta al que se le busca relación con el santuario mariano de Bendueños en Lena/L.lena. Si bien es cierto que la geografía y escenarios concretos de las guerras asturcántabras contra Roma están sujetos a numerosas interpretaciones y los nombres transmitidos por los cronistas clásicos abarcan en su ubicación, según el parecer de cada historiador, una amplia franja del noroeste peninsular, desde Peña Sagra y los Picos de Europa hasta las montañas del Bierzo, Ancares y los cordales astúricos
Tras admirar el paisaje continuamos por esta carretera local
A la izquierda L'Emprún, ya en el concejo ovetense
Allí a lo lejos vemos las altas chimeneas de la Central Térmica de Soto Ribera, en la vega donde se unen los ríos Caudal y Nalón, en Bueño/Güeñu y Les Segaes, donde se creó en los años 60 un polo de desarrollo donde se asentó la Térmica Asturiana, construida en tres fases: 1962, 1967 y 1984, así como viviendas para obreros y técnicos de la empresa. Se aprovechaba así un importante nudo de comunicaciones en la unión de los valles del Caudal y del Nalón, vía fluviales, camineras y ferroviarias
Soto Ribera es la capital del concejo, vemos desde aquí solo una pequeña parte, en concreto el barrio de El Carmen, con sus edificios de pisos, donde residen muchos trabajadores dela térmica. Arriba es El Cantu la Roza y La Torre
Este concejo de La Ribera fue también dependiente de la mitra ovetense durante la Edad Media, que quería dominar directamente los accesos a la capital y sus rutas de arriería, portazgos y peregrinaje. A finales del siglo XIV era esta la Ribera de Suso o de arriba, para diferenciarla de la Ribera de Yuso o de abajo, aguas abajo del Nalón, actuales parroquias de Priorio, Caces y Puerto, que pasaron al Concejo de Oviedo en 1305 al serle entregado ese territorio por el rey Fernando IV.
En 1380 el obispo nombra sus representante o encomendero en la administración de esta Ribera de Suso a Gutierre Gonzales de Quirós, también la Ribera de Suso, si bien esta era compartida con el Concejo. Luego de años con ciertos pleitos entre tan complejas jurisdicciones, en tiempos de Felipe II, con la venta de señoríos eclesiásticos que le otorgó el Papa, pasan las tierras a la corona y son los vecinos los que compran su libertad concejil en 1579. La otra Ribera, la de Yuso, no lo logrará y quedará integrada en el concejo ovetense
Al final de este muro hay un cruce
Nosotros vamos a seguir de frente, por el camino de la izquierda
Hemos llegado a La Venta l'Aire. Ahora hay parcelas y algún chalet pero el topónimo delata que en tiempos hubo una venta caminera que, como pasa en otros lugares, al estar en un sitio alto y expuesta a los cuatro vientos, era así llamada
Mojón y flecha
Avanzamos hacia la siguiente casa
Y de pronto, allí a lo lejos, una gran agrupación de edificios...
Es la primera vista que tenemos a la vista la ciudad de Oviedo/Uviéu viniendo por el Camino de San Salvador, un momento muy emotivo. Allí está el valle del Nora, el gran valle central asturiano, en el que se asienta, sobre unas colinas, la capital de Asturias. Su emplazamiento en lo alto de una loma en el viejo camino a Lucus Asturum sugiere un cierto origen defensivo y de dominio visual del territorio central asturiano entre los ríos Nora y Nalón, a diferencia de Llugo de Llanera, sita en medio de una gran planicie, unos pocos kilómetros más al norte
Ahora se reconoce bien, pero en los tiempos de las peregrinaciones históricas, al ser mucho más pequeña, muchos peregrinos no la veían sino hasta llegar a la siguiente colina
La siguiente colina es la de La Manxoya o Manjoya, que la tradición dice que viene de la expresión que oían continuamente los vecinos decir a los peregrinos franceses al llegar allí y ver la ciudad de Oviedo/Uviéu con la torre de la catedral de San Salvador, exclamando "Mon joie" (mi gozo), tal y como ocurre en Santiago de Compostela con el Monte do Gozo. Otra interpretación posible plantean los toponomistas como Xosé Lluis García Arias: la de un Monte Iovia (Monte de Júpiter), un teónimo romano nada infrecuente, y menos en las vías imperiales o en montes sacralizados desde la antigüedad. Por ahí vemos subir el Camino, a lo largo del barrio de Caxigal hacia Los Prietos, luego de bajar al lugar de La Venta, hacia donde nos dirigimos, otra antigua posada y parada viajera de antaño
Más a lo lejos es el Monte Naranco, con los 637 metros del Picu Paisanu, a la derecha de la foto, donde se alza, visible desde muchos kilómetros de distancia, el monumento al Sagrado Corazón, inaugurado en 1981. Bajo él se extiende la urbe ovetense, que no podemos ver desde aquí aún y por sus faldas discurren los dos caminos que pueden seguir los peregrinos desde la catedral: uno a la izquierda en dirección oeste, el Camino Primitivo, y otro a la derecha, continuidad del Camino Norte para ir por Llanera y Corvera a salir a la costa por Avilés. En el Monte Naranco tuvieron también los ástures sus castros, los romanos sus villas y el rey Ramiro su templo y palacio. No nos olvidemos de visitar Los Monumentos
Más al oeste La Peña Llampaya, a sus pies va el Camino Primitivo hacia Llampaxuga y Lloriana, camino del paso del Nalón en Gallegos. Más cerca son los edificios de Buenavista y El Cristo. Ahí estuvo la villa romana de Paraxuga, desaparecida al hacerse el campus universitario
El origen de la ciudad se vincula a un pequeño monasterio fundado por los monjes Máximo y Fromista en el año 781, luego de asentarse en este lugar unos años antes, reinando Fruela I. Es el origen de la ciudad de Oviedo/Uviéu, independientemente de la más que posible existencia de un poblamiento anterior pues tanto bajo los actuales edificios del casco urbano como por supuesto en todo el entorno, se han localizado castros ástures y villas romanas. Ahora, justo a la izquierda de la foto, volvemos a ver el Camino, subiendo a Los Prietos, Parperos y El Caserón, bajada a La Bolgachina y de allí entrada al casco urbano por San Lázaro. Al fondo, en la ladera derecha del Naranco, vemos Fitoria y Toleo, por allí va, bordeando la falda de la montaña a la derecha, el Camino Norte, saliendo de la ciudad
Más allá, por Cuyences, dará esa vuelta por la parte más oriental del Naranco para bajar al Nora en Cayés y pasar a Llanera, al otro lado de la montaña, saliendo luego por Corvera a Avilés, ya en la costa
El Camino hace ahora aquí frontera entre los concejos de La Ribera (a la derecha) y Oviedo/Uviéu (a la izquierda)
Pasamos unos cobertizos
Seguimos a la izquierda de aquel tendejón
Hay un cruce
Vamos a ir bajando a la derecha
Junto a unas chabolas
Un tendejón para el ganado
Y llegamos a una buena quintana asturiana, con panera
Y un gran balcón, con corrada o espacio delantero enfrente de la casa
Sigue el camino haciendo de frontera de concejos
Seto a la derecha y prados a la izquierda, concejo ovetense
Este el el valle del Regueru la Ceprosa
Al otro lado del valle Friera, parroquia de San Esteban de les Cruces, también en términos ovetenses. Este es el "largo y estrecho brazo" que el concejo de La Ribera adentra en el de Oviedo/Uviéu
Pastos de vacas y ovejas
El camino faldea, en llano
Vamos hacia aquellos grandes eucaliptos
A la derecha, más allá de Friera, Paderni, Novales y El Pando. Más en la distancia El Mesón
Por arriba va la AS-242, la Carretera de Castilla, ya separada totalmente del Camino, cerca de El Lloxu (Lugido), donde han querido verse reminiscencias toponímicas del dios celta Lugh, otros casan el topónimo con un posesor llamado Lausius o Lusius
Hermosas y verdes campiñas
El camino de tierra y zahorra, comunica todas estas fincas
Más abajo Morente
Caminamos en dirección norte
Y empezamos a bajar, viendo arriba a lo lejos Los Arenales
En Los Arenales, junto a la AS-242, está el Cementerio del Salvador, consagrado en 1884 por el obispo Ramón Martínez Vigil. Los historiadores Silvia Blanco y Luis Cué publican de él en Breve historia del Cementerio El Salvador, Oviedo:
Un paisaje de la campiña rural asturiana, con sus prados delimitados por setos silvestres o sebes
Por esta parte, insistimos, el estrecho entrante del concejo de La Ribera casi llega a la ciudad
Abajo a la derecha la aldea de Samiguel, también entre los dos concejos. Al fondo una línea de casas a la izquierda es La Rodada, parroquia de La Manxoya
Más a lo lejos El Cristo, donde hay varias facultades universitarias, así como, arriba a la izquierda, los depósitos de agua. Al fondo La Peña Llampaya
Otra vista de Buenavista
Más a la derecha una construcción nos llama la atención
Es el Palacio de Congresos, llamado El Calatrava por el arquitecto que lo diseñó, Santiago Calatrava, en lugar donde estaba el antiguo Estadio de Fútbol Carlos Tartiere, del Real Oviedo, equipo fundado en 1926 de la unión del Real Stadium Club Ovetense con el Real Club Deportivo Oviedo
Pese a su soberbio coste tuvo desde el principio problemas técnicos graves y sobrecostes que provocaron demandas judiciales cruzadas y una gran polémica. Es llamado El Centollu por su forma, o La Ñocla (buey de mar). La gran visera o cubierta móvil del edificio, que iba a ser la estrella del proyecto, hubo que dejarla fija. Los 76 millones presupuestados se transformaron más de 360
Al norte de la ciudad la zona de Los Monumentos. Si nos fijamos en la línea de casas a la izquierda del¡ la torre de alta tensión veremos la carretera del Naranco (barrio de Constante). Un poco a la izquierda de las casas se distingue Santa María del Naranco, antiguo palacio de Ramiro I y, justo a la izquierda de la foto, casi oculta por los árboles, San Miguel de Lliño, iglesias del Arte Asturiano
El Camino es un agradable paseo por la campiña asturiana, fincas divididas por setos silvestres o sebes
Y así vamos nosotros, entre les sebes
Con el Naranco siempre al norte
Nos acercamos a Samiguel
A la izquierda los altos de El Caleyu
Más cerca Casielles
Preciosa entrada en Samiguel
Bajo la arboleda
Y más sebes
Aquí hay una gran explanada
Las casas a la izquierda
Y los hórreos a la derecha. La divisoria municipal pasa por aquí
Sigue marcándola el Camino, que va ahora por firme asfaltado y llano
Seguimos junto a las macetas de flores...
Desde el Camino abajo a la derecha vemos la estrecha franja del territorio de La Ribera adentrándose hacia el norte
Hermosa parcela ajardinada
Una vara yerba o facina. Antes había muchísimas, ahora es rarísimo verlas con los nuevos sistemas de empacado
Y llegamos a la última casa de Samiguel
Con buenas calabazas en el hórreo
Y coloristas flores
Vamos a la izquierda
Y el Camino se torna verde y primaveral
Bajamos junto a la torre de alta tensión
Valle del Regueru Morente. A lo lejos el Monte Naranco y la ciudad
El Camino baja hacia él
Morente enfrente, a lo lejos. A la derecha Friera
Sigue el descenso
Al norte La Manxoya...
Abajo El Caxigal, por donde sube el Camino, detrás de la casa
Camino de Caxigal a Los Prietos
Bajamos hacia el bosque
Arboleda autóctona
Otra vista de la subida del Camino en Caxigal, parroquia de La Manxoya
Al fondo un mojón
Curva en descenso a la izquierda
El Camino se va estrechando
Pero volvemos a encontrarnos con un bello tramo empedrado
Bajamos entre la espesura
Pisando la hojarasca
Es una suerte contar con estos espacios selváticos, casi vírgenes, en los mismos arrabales de una gran ciudad
Flecha amarilla y rayas del GR-100
A la derecha baja El Regueru la Ceprosa, con el que nos vamos a encontrar
Ya estamos casi abajo
Caminamos junto a la red de cierre de una finca junto al arroyo, que pasa detrás de la caseta
Casetas de aperos
Zona de barro
Esta losa de piedra hace de puente sobre La Ceprosa
Pasado el arroyo seguimos por la carretera local
Ya dejamos la raya fronteriza caminando entre los dos concejos y entramos definitivamente en el concejo de Oviedo/Uviéu
Caminamos en llano
Atención al cruce
Vamos a la derecha
Veamos el mojón
Al fondo un hórreo
Y enfrente una casa
Es La Venta, donde hubo otra venta caminera en la que sin duda muchos viajeros hacían parada antes de entrar en la ciudad
En nuestros días es una quintana asturiana en el extremo de la parroquia ovetense de Perera. Allí cruzaremos el Regueru Morente y subiremos a El Caxigal para seguidamente entrar en la parroquia de La Manxoya o Manjoya subiendo colina arriba a Los Prietos, siguiendo por El Caserón y La Bolgachina, donde los peregrinos francos exclamaban su famoso "Mon Joie" (Mi Gozo), llegando luego al casco urbano ovetense por San Lázaro, donde estuvo la antigua Malatería de Cervielles o Entrecaminos
"También construyó con obra admirable una basílica con la advocación de Nuestro Redentor Jesucristo, por lo que también se llama especialmente Iglesia de San Salvador, añadiendo al altar principal, de uno y otro lado, doce altares con reliquias guardadas de todos los apóstoles; edificó también una iglesia en honor de Santa María siempre Virgen, hacia la parte del norte, pegada a la iglesia ya dicha, en la cual, aparte del altar principal, erigió al lado derecho un altar en memoria de San Esteban, y a la izquierda un altar en honor de San Julián; además, en la parte occidental de este venerable edificio, construyó un recinto para sepultar los cuerpos de los reyes, y también una tercera basílica en memoria de San Tirso, obra cuya belleza más puede admirar quien esté presente que alabarla un cronista erudito. Edificó también al norte, distante del Palacio casi un estadio, una iglesia en memoria de San Julián mártir, poniendo alrededor, aquí y allá, dos altares decorados con admirable ornato. Mas también los palacios reales, los baños, comedores y estancias y cuarteles, los construyó hermosos, y todos los servicios del reino los hizo de lo más bello"
"Este construyó en Oviedo el admirable templo de San Salvador y los Doce Apóstoles, de piedra y cal, y la iglesia de Santa María con sus tres altares. También erigió la basílica de San Tirso, admirable edificación, con numerosos ángulos, y todas estas casas del Señor las adornó con arcos y con columnas de mármol, y con oro y plata, con la mayor diligencia y, junto con los regios palacios, las decoró con diversas pinturas"
"También edificó una basílica en honor a Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, añadiendo altares para los Doce Apóstoles, y asimismo construyó una basílica en honor de Santa María siempre Virgen, con sendos altares a uno y otro lado, con arte admirable y sólida construcción; todavía edificó otra iglesia, la del bienaventurado mártir Tirso, cerca de la iglesia de San Salvador, y además levantó bastante lejos del palacio una iglesia en honor de los santos Julián y Basilisa, con dos altares de mucho arte y admirable disposición; por lo demás, también construyó y mandó equipar los regios palacios, los baños, almacenes y toda clase de servicios"
Todas aquellas noticias, transmitidas por los monasterios, las alberguerías y hospitales, otros peregrinos y los viajeros y cronistas, llamarían la atención de miles de romeros que, gran parte de ellos, acudirían personalmente por estos mismos caminos a conocer esos prodigios, unos acabando aquí y regresando, otros continuando hasta Santiago, y otros incluso asentándose en la ciudad y dando hasta nombre a alguno de sus barrios y calles, Gascona, la de la de los gascones
Emocionados con la proximidad a la Catedral de San Salvador, irían contando estas y otras historias haciendo aún más intensos estos momentos
La calzada sería reparada muchas veces, pero con la carretera quedó apenas como de uso interior entre estos pueblos, pues incluso más recientemente se hizo otra, de la que nos acabamos de separar, que enlaza con La Mazaneda y baja a Agüeria y Olloniego. Más recientemente se procedió a su adecuación tal y como la vemos ahora
El sendero, aquí, vuelve a estrecharse
Y empezamos a ver algunas casas
Picullanza, parroquia de Perera
El Camino se encharca un poco
Hay un depósito de agua
Dejamos el boscaje y salimos a la campiña
Vuelve a aparecer un buen empedrado
Subimos un poco más
Seguimos junto a este seto silvestre mientras realizamos esta curva a la izquierda
A la derecha los prados del pueblo, a la izquierda las huertas
Más allá de las huertas, al oeste, La Corona (444), el solar del castro astur que vigilaba el Camino y los pasos del río y del valle y del que se conservan cimientos de sus murallas
Más al sur la muralla montañosa que separa los valles del Nalón y del Caudal a la que nos hemos referido, por donde entramos bajando desde el Alto del Padrún
Rodadas de tractores
Un caballo pasta en el prado, al lado del establo
Nos acercamos a las primeras casas
Allí volvemos a la carretera local
Y nos dirigimos a la derecha
Donde aún subiremos un poco más, en recto, por el asfalto
Placa con el nombre del pueblo
Casa campesina restaurada
Panera
Otra casa restaurada, de corredor
Flores en el jardín...
Muy atentos a este cruce
Aquí nos separamos de la carretera a la derecha
Yendo hacia aquella quintana
Seguimos por la carretera
Admirando este espléndido caserón
Deasde aquí tenemos al oeste una vista muy a destacar
De frente El Picu'l Gatu (543 m) en Teyego, sobre la unión de los ríos Caudal y Nalón. A su derecha El Castiellu (528 m) y más a la derecha más lejos El Picu Llera (526 m) y El Picu Roces (502 m). A la izquierda vemos el mítico Monsacro, La Madalena y a lo lejos las cumbres del Aramo. A la izquierda Los Reconcos (812 m)
Monsacro, literalmente Monte Sagrado, con los picos de El Cantu la Sierra (914 m), La Granda (869 m), Les Capilles (937 m), El Picu Mariellu (985 m) o el más alto, el Cuitu Rumiru (1.055 m). En las camperas de la cima existen dos capillas, una dedicada a Santiago y otra a La Magdalena, razón por la cual también se le conoce como La Madalena. La historia y la tradición afirman que en ellas se guardaron las Reliquias de Jerusalén (en el Pozo de Santo Toribio), escapando desde Toledo (y antes desde la propia Palestina y del norte de África), como consecuencia de la expansión persa y árabe. Se sabe de la antigua existencia de una comunidad de monjes que se ha querido ver, más o menos legendariamente, vinculada a los templarios. Sea como fuese, las Reliquias de Jesús y María, así como de varios santos, fueron trasladadas posteriormente al primer santuario del Salvador, antecesor de la actual catedral de Oviedo/Uviéu, convirtiendo a la ciudad en ese gran centro de peregrinación meta del Camino de San Salvador... y comienzo de otros
Gracias a los estudios y pesquisas del investigador y sacerdote Francisco Javier Fernández Conde, conocemos buena parte de la historia del Monsacro, así en el siglo XII un documento describe la traslación del Arca Santa:
"Pagani igitur christianis usque ad Montem illum (Monsacro) persecuti sunt, existimantes eos auri et argenti tesauros conducere. Extat autem juxta hunc montem alius mons, juxta quem pagani fixere papiliones in obsídionem christianorum, volentes eos spoliare et occidere. Ceperunt itaque missilia toxicata diutissime mittere et jaculari christianos, sed sagitte eorum et tela retroversa illos, a quibus mittebantur, percutiebant et in eos revertebantur et interficiebant eos.. . Sequente igitur nocte, cum in papilonibus suis cubarent mons juxta quem fixerant tentoria reversus est super eos et novo et inaudito sepulture genere suffocati sunt, et ceterorum animositatem exemplo suo represserunt.. ."
Si nos fijamos podremos incluso verlas, al abrigo de la cresta caliza, en el llamado Mayéu de les Capilles, majada de pastos. A la derecha vemos la capilla de La Madalena, construida sobre un túmulo megalítico, de la que se ve su planta rectangular y ábside semicircular, románico, justo donde llega el camino que sube desde Santolaya, capital del vecino concejo de Morcín, al que pertenecen. Por ahí subían los mozos y las mozas a la romería, donde se quemaba el Tararu, un monigote cuyo nombre hace pensar en el del dios celta Taranis, divinidad de la tormenta y de la guerra para los antiguos ástures, especie de marte romano. Detrás de ella está La Cueva l'Ermitañu o Capía del Peregrín (capía-capilla)
A la izquierda es la capilla de Santiago, sobre el camino que sube por atrás, desde Los Llanos, también románica y con ábside semicircular pero de planta octogonal. En su interior está el Pozo de Santo Toribio donde se dice fue guardada el Arca Santa de las Reliquias en tiempos de peligro, pozo a cuya tierra se le atribuyen propiedades milagrosas, al igual que a los cardos que crecen en esa majada, símbolo solar mágico desde la prehistoria por su similitud con los rayos del sol. Es el Cardu Benditu de La Madalena, del que existe este cantar
Si vas a La Madalena
cuando vengas tráeme un cardu
a tí sírvete d'aliviu
y a mí dasme un regalu
Sobre ellas El Picu Monsacro y atrás, el Aramo. Otros topónimos relacionados en esas brañas y quebradas con la presencia antaño de una comunidad de monjes son La Pena los Altares, El Preu l'Ermitañu, Picu Cuitu Rumiru (romero), Picu la Pruvía (vía que llega a un alto), Sillón del Obispo, Vallina Monxa, Talla la Capiona (capillona), Aviru de les Sábanes (aviru-abrigo, lugar recogido), La Calzá, La Campa les Flores, Covarriella, Cueva les Bonetes (Los Escalones, El Güertu, El Güertu Mingu...
En el año 1158 el rey Fernando II concede a Rodrigo Sebastianiz el coto de este monte, describiendo sus lugares
"Per illo muro de lnterportas et per cima de illo cotho de Luctuoso (Llorera) et Cova Overa et per Cova de ladedra et per fondos de illa penna de Valle de Ovelias que descende el collado de luncedo et per Cova Arbadi et per cima de illa texera (en Covarriella) et per fondos de Cova Gudina et per fondos de la concha de lusan de illos Fusellos et per cima de illo orto de Martino Verres et per cima de illo cotho de las Pallerac et descende ad illo muro de Interportas"
Más allá están los picos nevados de la sierra del Aramo, o como más propiamente se dice por parte de pastores y vecinos, El Puertu l'Aramo, cordillera situada en el mismo centro y corazón de Asturias, sobre los concejos de Lena/L.lena, Riosa y Morcín al este y sobre los de Santo Adriano, Proaza y Quirós al oeste. Sus cumbres llegan a pasar de los 1.700 metros de altura, destacando El Gamoniteiru con 1.786, El Barriscal de 1.734, El Gamonal 1.712, El Picu Xistras con 1.775 y Penapodre de 1.631, así como Las Bizarreras de 1.626 y Pelitrón de 1.562. Entre sus alturas destaca también L'Angliru, a 1625 metros de altura, una collada entre los picachos que ocultan buena parte del año sus cimas entre nieves o a veces entre nieblas, no siendo extraño que no pocas veces se eleven más altos que las propias nubes. Es una braña o majada, territorio de pastos, desde hace milenios, ahora famosa a nivel internacional por ser culmen una de las míticas etapas de montaña de competiciones ciclistas como la Vuelta a España
Realmente, a pesar de la altitud y de lo abrupto, toda la serranía es terreno en el que la peña caliza gris comparte espacio con hermosas camperas verdes de grandes pastizales en sus majadas, mayadas o mayeos. Milenarias civilizaciones pastoriles dejaron patente su presencia desde la más remota noche de los tiempos con sus necrópolis funerarias y monumentos mágico-religiosos, ofrendas y quizás algunas tradiciones y reminiscencias legendarias que han llegado a nuestros días, empezando por buena parte de la misma toponimia
Hoy como ayer El Puertu l'Aramo es zona de ganados en verano, cuando la hierba surge tras irse el manto blanco de las nieves. Pastos y agua para abrevar dieron, incluso en nuestros días, ocasión a rencillas ganaderas en las que se involucran concejos enteros. No en vano parece ser que, por esta razón fue también desde épocas muy remotas una suerte de divisoria natural plasmada posteriormente en las divisiones administrativas o en las mismas isoglosas lingüísticas. Constituye a la vez una suerte de paso entre los valles centrales asturianos del Nalón y Caudal (antaño valle del Río Grande), con los valles del Trubia, al otro lado de estas montañas, así como, cuando el clima lo permite, entre la meseta y el centro de Asturias. Ancestrales rutas de pastoreo, pero también de arriería, trashumancia y peregrinación atraviesan el Aramo y no pocos santuarios parecen cristianizar cultos prerromanos muy anteriores, como es el caso de la Virgen del Alba en Quirós
Dentro de este bagaje entre natural y sagrado se atribuye al Aramo ser lingüísticamente un teónimo dedicado a la divinidad céltica gala Aramo-onis, así lo presenta el profesor Martín Sevilla Rodríguez en su obra Toponimia de Origen Indoeuropeo Prelatino en Asturias (Real Instituto de Estudios Asturianos, 1980). La Toponimia, no siempre ciencia exacta no obstante, le plantea otros posibles orígenes etimológicos, así el doctor Julio Concepción en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana (KRK ediciones 2001), sin desdeñar la opción anterior, propone su vinculación a la raíz del céltico ar-, ar-n con su variante ar-m, relacionado con valle y/o agua. En este caso conviene no olvidar que, aparte del agua para pueblos, villas y brañas circundantes, de aquí mana el agua que abastece a la ciudad de Oviedo/Uviéu a través del embalse de los Alfilorios
En lo concerniente a la historia se vincula al Aramo, junto con las aún más altas estribaciones de las Ubiñas al sur con el no menos mítico Mons Vindius de la última resistencia astur contra las legiones romanas de Augusto en las campañas de conquista del 25 al 19 a.C. Mons Vindius o del monte blanco, o del dios Vindio, otro teónimo celta al que se le busca relación con el santuario mariano de Bendueños en Lena/L.lena. Si bien es cierto que la geografía y escenarios concretos de las guerras asturcántabras contra Roma están sujetos a numerosas interpretaciones y los nombres transmitidos por los cronistas clásicos abarcan en su ubicación, según el parecer de cada historiador, una amplia franja del noroeste peninsular, desde Peña Sagra y los Picos de Europa hasta las montañas del Bierzo, Ancares y los cordales astúricos
Tras admirar el paisaje continuamos por esta carretera local
A la izquierda L'Emprún, ya en el concejo ovetense
Allí a lo lejos vemos las altas chimeneas de la Central Térmica de Soto Ribera, en la vega donde se unen los ríos Caudal y Nalón, en Bueño/Güeñu y Les Segaes, donde se creó en los años 60 un polo de desarrollo donde se asentó la Térmica Asturiana, construida en tres fases: 1962, 1967 y 1984, así como viviendas para obreros y técnicos de la empresa. Se aprovechaba así un importante nudo de comunicaciones en la unión de los valles del Caudal y del Nalón, vía fluviales, camineras y ferroviarias
Soto Ribera es la capital del concejo, vemos desde aquí solo una pequeña parte, en concreto el barrio de El Carmen, con sus edificios de pisos, donde residen muchos trabajadores dela térmica. Arriba es El Cantu la Roza y La Torre
Este concejo de La Ribera fue también dependiente de la mitra ovetense durante la Edad Media, que quería dominar directamente los accesos a la capital y sus rutas de arriería, portazgos y peregrinaje. A finales del siglo XIV era esta la Ribera de Suso o de arriba, para diferenciarla de la Ribera de Yuso o de abajo, aguas abajo del Nalón, actuales parroquias de Priorio, Caces y Puerto, que pasaron al Concejo de Oviedo en 1305 al serle entregado ese territorio por el rey Fernando IV.
En 1380 el obispo nombra sus representante o encomendero en la administración de esta Ribera de Suso a Gutierre Gonzales de Quirós, también la Ribera de Suso, si bien esta era compartida con el Concejo. Luego de años con ciertos pleitos entre tan complejas jurisdicciones, en tiempos de Felipe II, con la venta de señoríos eclesiásticos que le otorgó el Papa, pasan las tierras a la corona y son los vecinos los que compran su libertad concejil en 1579. La otra Ribera, la de Yuso, no lo logrará y quedará integrada en el concejo ovetense
Al final de este muro hay un cruce
Nosotros vamos a seguir de frente, por el camino de la izquierda
Hemos llegado a La Venta l'Aire. Ahora hay parcelas y algún chalet pero el topónimo delata que en tiempos hubo una venta caminera que, como pasa en otros lugares, al estar en un sitio alto y expuesta a los cuatro vientos, era así llamada
Mojón y flecha
Avanzamos hacia la siguiente casa
Y de pronto, allí a lo lejos, una gran agrupación de edificios...
Es la primera vista que tenemos a la vista la ciudad de Oviedo/Uviéu viniendo por el Camino de San Salvador, un momento muy emotivo. Allí está el valle del Nora, el gran valle central asturiano, en el que se asienta, sobre unas colinas, la capital de Asturias. Su emplazamiento en lo alto de una loma en el viejo camino a Lucus Asturum sugiere un cierto origen defensivo y de dominio visual del territorio central asturiano entre los ríos Nora y Nalón, a diferencia de Llugo de Llanera, sita en medio de una gran planicie, unos pocos kilómetros más al norte
Ahora se reconoce bien, pero en los tiempos de las peregrinaciones históricas, al ser mucho más pequeña, muchos peregrinos no la veían sino hasta llegar a la siguiente colina
La siguiente colina es la de La Manxoya o Manjoya, que la tradición dice que viene de la expresión que oían continuamente los vecinos decir a los peregrinos franceses al llegar allí y ver la ciudad de Oviedo/Uviéu con la torre de la catedral de San Salvador, exclamando "Mon joie" (mi gozo), tal y como ocurre en Santiago de Compostela con el Monte do Gozo. Otra interpretación posible plantean los toponomistas como Xosé Lluis García Arias: la de un Monte Iovia (Monte de Júpiter), un teónimo romano nada infrecuente, y menos en las vías imperiales o en montes sacralizados desde la antigüedad. Por ahí vemos subir el Camino, a lo largo del barrio de Caxigal hacia Los Prietos, luego de bajar al lugar de La Venta, hacia donde nos dirigimos, otra antigua posada y parada viajera de antaño
Más a lo lejos es el Monte Naranco, con los 637 metros del Picu Paisanu, a la derecha de la foto, donde se alza, visible desde muchos kilómetros de distancia, el monumento al Sagrado Corazón, inaugurado en 1981. Bajo él se extiende la urbe ovetense, que no podemos ver desde aquí aún y por sus faldas discurren los dos caminos que pueden seguir los peregrinos desde la catedral: uno a la izquierda en dirección oeste, el Camino Primitivo, y otro a la derecha, continuidad del Camino Norte para ir por Llanera y Corvera a salir a la costa por Avilés. En el Monte Naranco tuvieron también los ástures sus castros, los romanos sus villas y el rey Ramiro su templo y palacio. No nos olvidemos de visitar Los Monumentos
El origen de la ciudad se vincula a un pequeño monasterio fundado por los monjes Máximo y Fromista en el año 781, luego de asentarse en este lugar unos años antes, reinando Fruela I. Es el origen de la ciudad de Oviedo/Uviéu, independientemente de la más que posible existencia de un poblamiento anterior pues tanto bajo los actuales edificios del casco urbano como por supuesto en todo el entorno, se han localizado castros ástures y villas romanas. Ahora, justo a la izquierda de la foto, volvemos a ver el Camino, subiendo a Los Prietos, Parperos y El Caserón, bajada a La Bolgachina y de allí entrada al casco urbano por San Lázaro. Al fondo, en la ladera derecha del Naranco, vemos Fitoria y Toleo, por allí va, bordeando la falda de la montaña a la derecha, el Camino Norte, saliendo de la ciudad
Más allá, por Cuyences, dará esa vuelta por la parte más oriental del Naranco para bajar al Nora en Cayés y pasar a Llanera, al otro lado de la montaña, saliendo luego por Corvera a Avilés, ya en la costa
El Camino hace ahora aquí frontera entre los concejos de La Ribera (a la derecha) y Oviedo/Uviéu (a la izquierda)
Pasamos unos cobertizos
Seguimos a la izquierda de aquel tendejón
Hay un cruce
Vamos a ir bajando a la derecha
Junto a unas chabolas
Un tendejón para el ganado
Y llegamos a una buena quintana asturiana, con panera
Y un gran balcón, con corrada o espacio delantero enfrente de la casa
Sigue el camino haciendo de frontera de concejos
Seto a la derecha y prados a la izquierda, concejo ovetense
Este el el valle del Regueru la Ceprosa
Al otro lado del valle Friera, parroquia de San Esteban de les Cruces, también en términos ovetenses. Este es el "largo y estrecho brazo" que el concejo de La Ribera adentra en el de Oviedo/Uviéu
Pastos de vacas y ovejas
El camino faldea, en llano
A la derecha, más allá de Friera, Paderni, Novales y El Pando. Más en la distancia El Mesón
Por arriba va la AS-242, la Carretera de Castilla, ya separada totalmente del Camino, cerca de El Lloxu (Lugido), donde han querido verse reminiscencias toponímicas del dios celta Lugh, otros casan el topónimo con un posesor llamado Lausius o Lusius
Hermosas y verdes campiñas
El camino de tierra y zahorra, comunica todas estas fincas
Más abajo Morente
Caminamos en dirección norte
Y empezamos a bajar, viendo arriba a lo lejos Los Arenales
En Los Arenales, junto a la AS-242, está el Cementerio del Salvador, consagrado en 1884 por el obispo Ramón Martínez Vigil. Los historiadores Silvia Blanco y Luis Cué publican de él en Breve historia del Cementerio El Salvador, Oviedo:
"Pasaron unos años desde la promulgación de la Real Cédula, hasta que se empezaron a construir los nuevos recintos; había que encontrar los lugares idóneos y realizar los proyectos necesarios para su construcción y Oviedo no fue una excepción en este sentido. Hasta entonces, para el uso de la ciudad, se utilizaban los cementerios parroquiales de San Julián de los Prados y San Pedro de los Arcos.
El primer cementerio municipal fue “San Cipriano”, situado en las proximidades de lo que hoy ocupa el Seminario Metropolitano, entre las actuales calles de Leopoldo Alas y Muñoz Degraín. Se utilizó desde 1809 y permaneció en uso durante unos 60 años, muy poco tiempo para una instalación de este tipo. Debido al aumento de la población y la rápida expansión de la urbe, pronto se hizo insuficiente en tamaño, además de quedar inmerso dentro del casco urbano, por lo que fue obligado su traslado a las afueras. Así nace el actual cementerio de Oviedo, al que se le ha puesto el nombre de “El Salvador” en homenaje al patrón de la ciudad. Situado entre los barrios de Los Arenales y El Bosque, en la zona sur de la ciudad, goza de un emplazamiento privilegiado por las vistas y su entorno verde.
El arquitecto municipal, Patricio Bolumburu, presenta un proyecto con una planta rectangular de 60.000 m², en su mayoría destinados al rito católico, incluyendo un recinto de menor tamaño con una entrada independiente, para los enterramientos civiles.
Destacan los dos pórticos de las entradas: el religioso, de Juan Miguel de la Guardia, está compuesto por 5 arcos, siendo el central apuntado, de mayores dimensiones y con columnas de capiteles adornados con motivos florales. En la zona civil, Javier Aguirre diseña un frontón de inspiración griega, apoyado en columnas de estilo dórico.
Dos amplias calles, una longitudinal y la otra transversal, dividen el espacio en 4 cuadrantes y en el centro geométrico que, a su vez coincide también con el punto de mayor altitud, se alza la capilla de estilo ecléctico.
A los lados del pórtico principal, dos edificios simétricos destinados a viviendas y dependencias administrativas: una para el conserje que se encargará de la vigilancia del recinto, la apertura y cierre de las puertas en los horarios establecidos y las órdenes de trabajo para los sepultureros. En el otro edificio, la vivienda del capellán-rector nombrado por el Arzobispado que además de ofrecer los servicios religiosos, también fue el responsable de la custodia de la documentación legal que acompañaba al difunto, en su condición de funcionario municipal.
En las proximidades de la capilla y alejado de las viviendas, se proyectó el depósito de cadáveres, tanto para uso del propio cementerio como para uso judicial. También se habilitó un recinto cerrado al acceso público donde se recogerían los huesos procedentes del vaciado de las tumbas cuyo tiempo de uso había expirado y para los casos en que los que los familiares no reclamaban dichos restos. A ese espacio se le llamó Osario General.
El proyecto en sí fue muy completo y perfectamente estudiado por el arquitecto. Los espacios estaban bien distribuidos y las asignaciones de terreno bien definidas, considerando el tipo de construcción a realizar. Naturalmente, todo lo descrito se encontraba rodeado de muros de piedra, con la altura suficiente para evitar la profanación de las tumbas.
En las cercanías de la capilla y en el pasillo central pronto se fueron asignando las parcelas destinadas a levantar los primeros panteones. Eran los emplazamientos preferentes, siguiendo la tradición ancestral de mantener los privilegios de la burguesía. Con su poderío económico, fueron encargando a diversos artistas grandes mausoleos en función de su status social. Cada familia tenía sus preferencias a la hora de elegir el estilo arquitectónico y la ornamentación exterior, con sus estatuas de temática diversa, bustos, medallones… Construidos o esculpidos en piedra caliza, arenisca, granito o mármol, son los baluartes de la arquitectura decimonónica y un legado patrimonial importante que hoy día podemos disfrutar.
El resto de las tumbas se fue distribuyendo en forma reticular, cuadrículas con pasillos interiores, igual que el trazado de los edificios en una nueva ciudad.
Algunas publicaciones fechan el proyecto inicial de Bolumburu en 1881, sin embargo la primera concesión de terreno para la construcción de un panteón, fue asignada al Cabildo de la Catedral Metropolitana de Oviedo, y tiene vigencia desde el 9 de Mayo de 1865.
A lo largo de los años el cementerio ha sufrido algunos cambios. La evolución de la sociedad así lo ha requerido: una ampliación en los años 70 y otra en los 90 han dado como resultado una superficie total de casi 9 hectáreas, con 22.000 unidades de enterramiento operativas.
Aquí descansan personajes ilustres de la ciudad en todos sus ámbitos: cultural, social, económico, político y militar. Iremos publicando breves biografías y lugares de enterramiento, con algunos datos de interés.
En definitiva, el cementerio de El Salvador es, sin ninguna duda un reflejo muy significativo de la historia viva de Oviedo."
Un paisaje de la campiña rural asturiana, con sus prados delimitados por setos silvestres o sebes
Por esta parte, insistimos, el estrecho entrante del concejo de La Ribera casi llega a la ciudad
Abajo a la derecha la aldea de Samiguel, también entre los dos concejos. Al fondo una línea de casas a la izquierda es La Rodada, parroquia de La Manxoya
Más a lo lejos El Cristo, donde hay varias facultades universitarias, así como, arriba a la izquierda, los depósitos de agua. Al fondo La Peña Llampaya
Otra vista de Buenavista
Más a la derecha una construcción nos llama la atención
Es el Palacio de Congresos, llamado El Calatrava por el arquitecto que lo diseñó, Santiago Calatrava, en lugar donde estaba el antiguo Estadio de Fútbol Carlos Tartiere, del Real Oviedo, equipo fundado en 1926 de la unión del Real Stadium Club Ovetense con el Real Club Deportivo Oviedo
Pese a su soberbio coste tuvo desde el principio problemas técnicos graves y sobrecostes que provocaron demandas judiciales cruzadas y una gran polémica. Es llamado El Centollu por su forma, o La Ñocla (buey de mar). La gran visera o cubierta móvil del edificio, que iba a ser la estrella del proyecto, hubo que dejarla fija. Los 76 millones presupuestados se transformaron más de 360
Al norte de la ciudad la zona de Los Monumentos. Si nos fijamos en la línea de casas a la izquierda del¡ la torre de alta tensión veremos la carretera del Naranco (barrio de Constante). Un poco a la izquierda de las casas se distingue Santa María del Naranco, antiguo palacio de Ramiro I y, justo a la izquierda de la foto, casi oculta por los árboles, San Miguel de Lliño, iglesias del Arte Asturiano
El Camino es un agradable paseo por la campiña asturiana, fincas divididas por setos silvestres o sebes
Y así vamos nosotros, entre les sebes
Con el Naranco siempre al norte
Nos acercamos a Samiguel
A la izquierda los altos de El Caleyu
Más cerca Casielles
Preciosa entrada en Samiguel
Bajo la arboleda
Y más sebes
Aquí hay una gran explanada
Las casas a la izquierda
Y los hórreos a la derecha. La divisoria municipal pasa por aquí
Sigue marcándola el Camino, que va ahora por firme asfaltado y llano
Seguimos junto a las macetas de flores...
Desde el Camino abajo a la derecha vemos la estrecha franja del territorio de La Ribera adentrándose hacia el norte
Hermosa parcela ajardinada
Una vara yerba o facina. Antes había muchísimas, ahora es rarísimo verlas con los nuevos sistemas de empacado
Y llegamos a la última casa de Samiguel
Con buenas calabazas en el hórreo
Y coloristas flores
Vamos a la izquierda
Y el Camino se torna verde y primaveral
Bajamos junto a la torre de alta tensión
Valle del Regueru Morente. A lo lejos el Monte Naranco y la ciudad
El Camino baja hacia él
Morente enfrente, a lo lejos. A la derecha Friera
Sigue el descenso
Al norte La Manxoya...
Abajo El Caxigal, por donde sube el Camino, detrás de la casa
Camino de Caxigal a Los Prietos
Bajamos hacia el bosque
Arboleda autóctona
Otra vista de la subida del Camino en Caxigal, parroquia de La Manxoya
Al fondo un mojón
Curva en descenso a la izquierda
El Camino se va estrechando
Pero volvemos a encontrarnos con un bello tramo empedrado
Bajamos entre la espesura
Pisando la hojarasca
Es una suerte contar con estos espacios selváticos, casi vírgenes, en los mismos arrabales de una gran ciudad
Flecha amarilla y rayas del GR-100
A la derecha baja El Regueru la Ceprosa, con el que nos vamos a encontrar
Ya estamos casi abajo
Caminamos junto a la red de cierre de una finca junto al arroyo, que pasa detrás de la caseta
Casetas de aperos
Zona de barro
Esta losa de piedra hace de puente sobre La Ceprosa
Pasado el arroyo seguimos por la carretera local
Ya dejamos la raya fronteriza caminando entre los dos concejos y entramos definitivamente en el concejo de Oviedo/Uviéu
Caminamos en llano
Atención al cruce
Vamos a la derecha
Veamos el mojón
Al fondo un hórreo
Y enfrente una casa
Es La Venta, donde hubo otra venta caminera en la que sin duda muchos viajeros hacían parada antes de entrar en la ciudad
En nuestros días es una quintana asturiana en el extremo de la parroquia ovetense de Perera. Allí cruzaremos el Regueru Morente y subiremos a El Caxigal para seguidamente entrar en la parroquia de La Manxoya o Manjoya subiendo colina arriba a Los Prietos, siguiendo por El Caserón y La Bolgachina, donde los peregrinos francos exclamaban su famoso "Mon Joie" (Mi Gozo), llegando luego al casco urbano ovetense por San Lázaro, donde estuvo la antigua Malatería de Cervielles o Entrecaminos
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