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domingo, 19 de junio de 2016

EL CAMINO A "LUCUS ASTURUM", ANTIGUA RUTA XACOBEA OFICIAL POR LA CUESTA NARANCO (OVIEDO/UVIÉU, ASTURIAS) PANDO Y TOCÓTE, MILLAMAXIL, FITORIA, TOLEO Y CUYENCES

El Monte Naranco desde el Camino en El Pontón de Vaqueros

Al norte de la ciudad de Oviedo/Uviéu, El Monte Naranco o, más familiarmente para los ovetenses, La Cuesta Naranco, domina la ciudad desde su elevada posición sobre el valle del Nora. Los peregrinos del Camino de Santiago del Norte salen de la ciudad en dirección a su ladera oriental por El Pontón de Vaqueros, al norte del barrio de Pumarín, tomando la ruta de regreso a la costa por Avilés, pasando primeramente por los concejos de Llanera y Corvera, al otro lado de la montaña

Avenida de Pumarín y a la izquierda la Avenida de Pando, el antiguo camino oficial

No obstante, hace unos años el Camino de Santiago del Norte no subía al Naranco por El Pontón de Vaqueros sino por Pando, un kilómetro y medio antes, cruzándose para ello la Avenida de Pumarín en este lugar para tomar la Avenida de Pando, a la izquierda, desde donde vemos al fondo la falda del Monte Naranco hacia la que nos encaminábamos ya. Para algunos estudiosos se trata de una ruta muy antigua, pues sería un viejo camino que iría a al antigua civitas astur-romana de Lucus Asturum, sita al otro lado de la montaña, como a lo largo de esta entrada de blog vamos a comprobar


Actualmente las flechas amarillas nos indican efectivamente seguir de frente, yendo de Pumarín a Teatinos para luego subir a El Pontón de Vaqueros, pero antaño nos señalaban cruzar la avenida, recalcamos para pasar a Pando por la avenida de su nombre, donde antaño estaba la Casa la Morena, en la que vivía La Chata Pumarín, popular personaje del que nos ocupamos en la entrada de blog correspondiente al actual trazado caminero oficial a su paso por este lugar


Desconocemos la razón del cambio del trazado caminero oficial pero sin duda se debe a criterios históricos y a haberse comprobado que el viejo camín real, luego Carretera Real, Carretera de Gijón, etc., era efectivamente el más empleado por los peregrinos que deseaban proseguir por la ruta costera. No obstante, hemos decidido mantener esta entrada de blog, con el trayecto antiguo, adaptándola un poco al ser ahora ruta desoficializada; como curiosidad y como información de interés dentro de la historia reciente del Camino de Santiago 


La Avenida de Pando no es tan ancha como la de Pumarín, sin embargo soporta por lo general mucho menos tráfico. Aunque vinculado estrechamente a Pumarín Pando se considera un barrio con identidad propia dentro del entramado urbano de la población, y así no refleja, por ejemplo, el Diccionario Geográfico del concejo de Oviedo, publicado en 2002 y obra del genial erudito escritor y periodista Adolfo Casaprima Collera


Como Pumarín, Teatinos, y otros barrios del extrarradio, Pando era una aldea de unas pocas caserías hasta finales del siglo XIX, primeros del XX y aún avanzado este. Una primera incipiente urbanización del lugar quedó truncada por la Guerra Civil a ser esta franja al pie del Naranco línea de frente durante más de un año, habiendo de reconstruirse en la posguerra. Luego, en el paso del siglo XX al XXI se tiraron muchas de aquellas casas (aunque no pocas se conservan) para hacer otras nuevas con criterios arquitectónicos y urbanísticos modernos, ante el crecimiento de la población y la gran demanda de vivienda


Ahí tenemos, por ejemplo, un barrio dentro de un barrio, las casas de Tocóte, junto a las que vamos a pasar. Fueron construidas en 1954 por la Delegación Nacional de Sindicatos, oficialmente llamadas Grupo José Antonio, pero popularmente siempre Tocóte pues, al ser de protección oficial, la gente ansiaba tener derecho a un piso en ellas, por lo que, tras solicitarlo, se preguntaban unos a otros "¿tocóte?", 'te tocó', pasando esta expresión a hacerse topónimo en un caso bastante frecuente en Asturias. Un poco más arriba vemos Les Cases del Túnel, en La Cota de Pando (228 m), a cuyos pies vamos a pasar subiendo a Toleo y Fitoria, en la ruta a Cuyences

El Naranco desde la Avenida de Pando, el Camino antiguo

En lo alto del Naranco y a la derecha divisamos El Picu la Miliciana (593 m), topónimo sin duda nacido en la Guerra Civil y que se superpuso al tradicional de El Pozu l'Agua, antiguos sumideros de la cima del monte, en el que existieron antaño los pozos de nieve, donde se acumulaba la nieve para los helados y combinaciones de los viejos cafés de la ciudad


En esta zona predominan en las calles los nombres de artistas, tanto locales como no, sobre todo músicos, como la de Manuel de Falla, a nuestra derecha, pero también pintores como el ovetense Eugenio Tamayo, a nuestra izquierda. Nosotros seguimos todo recto por la Avenida de Pando hacia Tocóte


Dejamos a la izquierda la calle Maestras de la República y pasamos enfrente de estas casas, ejemplo de las reconstrucciones urbanísticas de la larga posguerra.En su obra Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, el filólogo Xosé Lluis García Arias incide en la etimología del nombre del barrio: 
"A otros barrios creados en tiempos modernos, en que se accedía al disfrute de un piso gracias a algún tipo de selección o concurso público, se les conoce popularmente con el nombre de Tocote, fiel reflejo de la pregunta (¿Tocóte?) con que amigos y vecinos inquirían a quien había solicitado una casa de protección oficial. En algún caso pudo haber pervivido algún barrio de nombre Tocarate que era la expresión de consuelo que se decía a quien no había sido agraciado en la primera ocasión"

Sobre los tejados de Tocóte asoma la cima del Picu'l Paisanu, que con sus 637 metros de altitud es la mayor cumbre del Naranco


Dicha cima es muy fácilmente identificable por la gran escultura del Sagrado Corazón de Jesús que, con los brazos extendidos y mirando a la ciudad, emula a la existente en Río de Janeiro. De ella y su autoría nos dicen así en Wikipedia:
"La escultura, hecha en piedra, es obra de Gerardo Zaragoza y Rafael Rodríguez Urrusti, y está datada en 1980. La escultura del Sagrado Corazón de Jesús fue diseñada por García Lomas; tenía treinta metros de altura y es obra de Gerardo Zaragoza, mientras que la de la Cruz de la Victoria, de 5 metros de altura, es obra de Rafael Rodríguez Urrusti.​ Para realizar el montaje de la obra se contó con el escultor ovetense José Antonio Nava Iglesias, quien realizó las mejoras y las copias necesarias para hacer frente a los desperfectos que el transporte había ocasionado al conjunto de la obra."

Si bien colocada en 1980 el proyecto era muy anterior, de al menos unas tres décadas atrás. Luego, entre el comienzo de las obras y su culminación pasaron también unos cuantos años:
"Para sufragar los gastos se realizó una colecta popular en la que se recaudaron 10 de los 17 millones necesitados, lo cual permitía ver posible la realización del proyecto ideado en 1950 entre el padre Vega y Ramoncita Bertrand, con el apoyo de Sabino Álvarez Gendín (rector de la Universidad de Oviedo), y de otras personalidades de la vida ovetense y asturiana, para emular el que se había levantado en Río de Janeiro. Dieciocho años se tardaron en acabar el proyecto, que se inició el 21 de junio de 1963 con la colocación de la primera piedra, y se finalizó el 5 de julio de 1981, fecha en que se llevó a cabo su inauguración."

La avenida sube un poco de cuesta a partir de aquí, por lo que podríamos decir que nuestra ascensión al Naranco por este antiguo camino oficial 'desoficializado' comienza mismamente a la altura de las casas de Tocóte, de la que en Vivir Asturias hallamos esta descripción de su construcción, arquitectura y contexto social en el que fueron edificadas, al igual que otros conjuntos cercanos de la misma época:
"Éste y otros grupos de viviendas (colonia Ceano, en Teatinos, la colonia del Rancho en Guillén Lafuerza; la colonia Vetusta en Fozaneldi, etc.) son conjuntos arquitectónicos construidos en plena posguerra por organismos públicos, con materiales de baja calidad, para alojar a las clases populares en el casco urbano de Oviedo, una ciudad asolada por la guerra civil, donde apenas quedaban ochenta edificios habitables y había que realojar a miles de ovetenses que vivían en las ruinas urbanas. La situación de las casi mil viviendas levantadas en total respondía a los criterios de segregación social que inspiraban el plan de urbanización y reconstrucción de la capital ovetense proyectado por el arquitecto Germán Valentín-Gamazo, el cual suponía la oportunidad de crear una ciudad a la medida de la ideología del régimen franquista "haciendo uso de las condiciones el relieve para establecer el escalonamiento social (Sergio Tomé, Oviedo, la formación de la ciudad burguesa, 1850-1950), ubicando a la burguesía en las cotas más altas y a las clases humildes en las más bajas.

Las viviendas del grupo José Antonio se levantaron en el barrio de Pumarín, en una hondonada de terreno situada entre la vía del ferrocarril y el hospital militar, "utilizando esta vez el suelo del cinturón agrícola de protección de la ciudad" -como afirma el geógrafo y urbanista Sergio Tomé-, un terreno que "era en parte municipal" y, por tanto, barato.

Promovidas por el sindicato de la Falange, estas viviendas, terminadas en 1954, se levantaron en dos fases: 83 fueron sorteadas en 1951 y 330 en 1954. "El problema de la vivienda era acuciante y, según la tradición local, la pregunta "¿tocóte?" era una de las más repetidas entre las clases humildes" (Irene Alonso, "Las mil viviendas de la posguerra y II: La ciudad alta y la ciudad baja", diario La Nueva España de Oviedo, 13-III-2006, pág. 6); de ahí vino el sobrenombre.

El proyecto, obra del arquitecto Federico Somolinos en 1943, contemplaba la distribución de las viviendas en bloques de tres alturas, para hacer innecesaria la dotación de ascensores y así reducir costes. Destaca la presencia de pequeños paseos ajardinados entre los edificios, articulados en torno a la glorieta, para impedir la densificación."

La cuesta y el cueto o colina por cuya falda occidental sube es La Cota Pando (228 m), nombre como también se conoce al barrio (un pando es una elevación alomada del terreno) y como se le distingue de la parroquia rural del mismo nombre, Pando, al sur-sureste de la ciudad


La acera de la derecha, muy ancha, conforma un verdadero paseo-bulevar con árboles al lado, pasando ahora, según sube, bajo el puente de la Avenida del Cantábrico, "tramo de la nueva calle de salida desde la rotonda al final de la Calle Saénz de Miera (salida de la antigua Estación de Autobuses), sigue la antigua traza del ferrocarril de Económicos y se adentra en Teatinos hasta llegar a la altura de la Avenida del Mar", nos dicen en la Enciclopedia de Oviedo. A la izquierda, los altos edificios de Las Torres de Pando, estas ya construidas con criterios muy diferentes a Tocóte, pasada la posguerra, en la época del desarrollismo


Fijémonos en las flechas amarillas pintadas en la pase de las farolas isabelinas tan características del paisaje urbano ovetense. Aunque el Camino oficial ya no pase por aquí y se hayan retirado hitos y mojones, es posible que sigamos viéndolas, si bien gastándose con el tiempo pues ya no se repintan


A la derecha, el Instituto de Educación Secundaria Pando, también llamado Villar-Pando, por el pequeño barrio o núcleo de El Villar, ubicado en las inmediaciones


Las Torres de Pando conforman un gran paredón a la izquierda de la avenida, antes estaba al lado el campo de fútbol del Pumarín F.C., equipo fundado en 1981, el cual fue trasladado para hacer la actualmente denominada Autovía Industrial (AS-II), cuyo puente, bajo el que también pasaremos, vemos cuesta arriba


Cruzamos el camino que va a La Fuente Pando, fuente histórica, símbolo histórico del lugar, situada a unos 70 metros de aquí que dio fama al lugar

La Fuente Pando. Foto: Javier Ordás CC BY-SA 4.0

Si bien el Camino no pasa por ella estimamos oportuno recomendar su visita y, al menos, dar unas pinceladas de su historia y propiedades, pues es rica en sulfatos y calcio, "por lo que, generalmente, hay cola para llenar recipientes grandes de agua para llevarla a casa", afirman en Wikipedia. La fuente actual es del siglo XIX pero debió de ser conocida y apreciada desde mucho tiempo atrás, pues se menciona en un documento fechado en el siglo X (si bien debe ser una interpolación del XII) por el que el rey Ordoño II la donaba a la catedral ovetense de San Salvador

La Fuente Pando. Foto: Javier Ordás CC BY-SA 4.0

Estaríamos pues ante una reconstrucción decimonónica, hecha en estilo neoclásico con sillar de arenisca, planta rectangular y forma paralelepipédica:
"El cuerpo de la fuente se articula en tres calles; la central, más ancha, con un medallón de forma oval, con la siguiente inscripción: «Reedificose...año 1820» Bajo el medallón, un altorrelieve de piedra sujeta el único caño de agua. Las otras dos calles discurren mediante dos curvas cóncavas de manera que la base por donde discurre el agua se va agrandando hacia el exterior. Se remata por un frontón triangular. 
La fuente está adosada al terreno y enmarcada por una cerca de piedra que impide desprendimientos. A derecha e izquierda hay un banco corrido, de piedra de sillarejo que cubre prácticamente todo el perímetro de la fuente y sus laterales sirviendo a modo de asiento para los que esperar su turno para llevar agua. El suelo empedrado, algo resbaladizo pues siempre está húmedo, está dividido en dos partes simétricas por un pequeño canal que hace la función de rebosadero. 
En 1936 sufrió varios desperfectos por lo que hubo de reconstruir lo afectado que eran, fundamentalmente, la parte inferior y el codo de piedra por donde afloraba el agua con cargo al Ayuntamiento de Oviedo, que es su titular. La Fuente de Pando es uno de los pocos ejemplos de fuentes públicas que se conservan en el concejo de Oviedo. Fue declarada monumento histórico-artístico el 17 de febrero de 1983​ y Bien de Interés Cultural (BIC) el 26 de noviembre de 1992".
Fiesta vecinal en La Fuente Pando. La Fuente Pando. Foto: Sadrol CC BY-SA 4.0

La Fuente Pando da nombre a la asociación de vecinos del barrio, que celebra aquí su fiesta anual "coincidiendo con la entrada del verano, donde se reparte el clásico "bollu con chorizu y botella vino" diversas actuaciones culturales y se baila la danza prima". Fue declarada Monumento el 17-2-1983. He aquí una noticia del festejo publicada en La Nueva España el 20-6-2024:
"La Asociación de Vecinos Fuente Pando, de Pumarín, ya lo tiene todo preparado para disfrutar de su Folixa de San Xuan, que se celebrará mañana a partir de las siete de la tarde. A esa hora comenzará el reparto del bollo y la botella de vino a los socios en el prao Fuente Pando, un reparto que estará amenizado con la música de la Coral Vetusta. También estarán los Mazcaritos de Uvieu y habrá un cuentacuentos para los más pequeños a cargo de Diego García Rivas. Para cerrar los festejos se bailará la danza prima. 
Pero antes, a las ocho y media de la tarde, tendrá lugar el sorteo de un jamón. La entrega de este premio se hará en el mismo lugar en el que se celebra la fiesta y será imprescindible que el ganador esté presente en el prao para poder recoger el jamón y llevárselo a su casa. Se trata de fomentar la participación y de animar las fiestas del barrio."


Siempre en subida, dejamos a la izquierda la glorieta delante de Las Torres de Pando y continuamos de frente hacia el puente de la autovía, saliendo poco a poco del casco urbano con La Cuesta Naranco ante nosotros


Estas viviendas unifamiliares de planta baja en la acera derecha de la calle vienen a ser la transición actualmente entre lo urbano y lo rural en esa parte del concejo, la cual perteneció a la antigua parroquia de Santuyano (en Asturias, como en Galicia y otras partes del mundo, la parroquia rural tiene entidad administrativa civil además de religiosa), absorbida hoy en forma de distintos barrios con el crecimiento de la ciudad


La acera aquí se estrecha considerablemente y hemos de pasar en fila india delante de las casas. La calle suele tener bastante tráfico por lo que no es recomendable salirse al asfalto


Atrás dejamos a nuestra izquierda Las Torres de Pando con su marquesina del autobús


Y ya pasamos bajo la AS-II, también llamada Autovía Industrial pues comunica numerosos polígonos industriales del área central de Asturias en torno a su eje, desde el gijonés de Porceyo hasta aquí. Nació como un desdoblamiento de la carretera AS-18 (actualmente AS-381) que en base era la antigua Carretera de Gijón, parte de la vieja Carretera Real, que era uno de los tramos de la Carretera de Castilla construida a partir de finales del siglo XVIII. Descongestiona además la AS-66 (antigua Autopista Y, inaugurada en 1976) y de su historia y descripción aportamos esto de su entrada en Wikipedia:
"La AS-II nació como un desdoblamiento de la carretera AS-18. La AS-18 había sido una mejora de la antigua carretera entre Oviedo y Porceyo (Gijón). Consistió en una única calzada bidireccional, la cual posteriormente sería una de las dos calzadas de la AS-II. Esta calzada supuso una inversión de 70 millones de euros​ y fue inaugurada en abril de 2003 por Vicente Álvarez Areces, aunque el proyecto proviene del Gobierno de Sergio Marqués. Los tramos de la antigua carretera que no se emplearon para este nuevo trazado constituyen la actual AS-381. El objetivo era descongestionar la autovía "Y" tras la negativa del Gobierno de España de ampliar esta última a 3 carriles. La autovía (desdoble) apareció recogida en el "Plan Autonómico de Carreteras 2000-2010", documento aprobado el 1 de febrero de 2001.​ 
Las obras del desdoblamiento comenzaron el 16 de septiembre de 2005, en un acto presidido por Vicente Álvarez Areces. Se cifró su coste en 129,4 millones de euros, sin contar los 70 millones de euros de la calzada inaugurada en 2003, sumando toda la autovía unos 200 millones de euros de coste. Aparte de la calzada faltante de la AS-18, también se construyó una tercera plataforma a modo de carretera auxiliar entre Veranes y Pruvia, perteneciente a la AS-381. 
El desdoblamiento de la AS-18 (desde entonces AS-II) entró en servicio el 13 de mayo de 2007, circulando por ella en su primer día más de 18.000 vehículos. 
No obstante, no sería hasta 2010 cuando entró en servicio el enlace de Lugones, una enlace viario y dos calzadas de un kilómetro que costó 6,1 millones de euros. Este tramo es una versión menos ambiciosa de un proyecto semiconstruido en los 1990 que planeaba unir la actual AS-II con el cruce viario que entrelaza la A-66 con la A-64. 
La AS-II cruza sobre la A-66 en Robledo, concejo de Llanera. No obstante, no están unidas por un enlace viario. Su construcción se venía reclamando desde 2008. Para solucionar esto el Ministerio de Transportes licitó en 2021 un estudio de trazado y construcción de un semienlace. En 2022 se adjudicó el contrato​ y en 2024 se entregará el estudio. 
Permite un acceso rápido al centro de Oviedo por la C/Uría, evitando gran parte de los atascos de los accesos por la A-66. 
La autovía no es de gestión pública, si bien no hay cabina de peaje en los accesos y los conductores no tienen que pagar directamente un dinero extra por utilizarla. El Principado concedió a Viastur la explotación de la autovía durante 30 años, encargándose esta empresa del mantenimiento, como contrapartida el Gobierno tiene que pagar una tasa anual a Viastur proporcionalmente al número de vehículos que circulen por ella, un sistema conocido como peaje en la sombra."


Además de un puente, salva el desnivel de La Cota Pando por un túnel, de ahí que a estas casas, al lado él y que ante veíamos desde la Avenida de Pando, se conozcan así


Y este es el ramal que sube a dichas casas, que nosotros dejaremos a nuestra derecha para continuar subiendo todo de frente por la acera hasta el siguiente puente


El siguiente puente, el tercero ya bajo el que nos toca pasar, es el de RENFE, una línea que tuvo importantes cambios en la zona a causa también del crecimiento de la ciudad, pues pensemos que la Estación del Norte, inaugurada en 1874, estaba entonces también en el extrarradio rural


Dentro de este contexto ferroviario, este lugar, El Túnel de Pando, que era además uno de los promontorios que dominaban la ciudad, fue testigo de feroces combates por su posesión en la Guerra Civil


Ahora máxima atención pues a la entrada de Villamaxil, aldea que fue de la parroquia de Santuyano y ahora vinculada a Pumarín, tomaremos este camino a la derecha que sube a Fitoria, también antaño parte de aquella parroquia ovetense


Aquí había un mojón oficial del Camino de Santiago retirado al desoficializarse este itinerario jacobita en favor del que sube a Cuyences por El Pontón de Vaqueros, pero es posible encontremos aún señales de las flechas amarillas pistadas en postes de señales de tráfico y guardarraíles


La Cuesta es bastante pendiente y constituye como uno de los grandes repechos de este viejo trayecto, que lleva aquí el nombre de calle Monseñor Óscar Arnulfo Romero


He aquí un hermoso paisaje rural de la campiña del Naranco, monte o cuesta jalonada de castros astures, hasta seis localizados, villaes agrícolas astur-romanas y, también, búnkeres y trincheras de la Guerra Civil, donde como hemos dicho estuvo el frente durante más de un año, entre julio de 1936 hasta octubre de 1937, en su primera fase con el Sitio de Oviedo, cuando se puso cerco a las tropas sublevadas al mando de Antonio Aranda, gobernador militar, que ocuparon la ciudad


Bajo El Picu'l Paisanu y El Pozu l'Agua o Picu la Miliciana, y encima de Villamaxil, están los lugares de Costante, El Prau Santiago y El Prau Manolín. Por ahí discurría un ferrocarril minero que transportaba el mineral de hierro de los yacimientos existentes al otro lado de la montaña hacia la Estación del Norte, los cuales eran propiedad de la empresa Fábrica de Mieres


En la actualidad forman parte de una senda peatonal, la llamada Pista Finlandesa o Paseo de Valdeflora, la cual discurre aún más arriba que este camino, inaugurada en 1987 tras la adquisición en 1980 del ya abandonado trazado ferroviario por parte del Ayuntamiento. Había sido construido entre 1879 y 1880 para transportar el mineral de hierro que extraía del monte, formada por rocas del Devónico Superior, llamadas areniscas del Naranco, ricas en minera férrico, por lo que la siderurgia tuvo aquí abundante materia prima, tanto en esta ladera sur en la zona de Lliño o Lillo, un poco más al oeste, como en Villaperi, al otro lado de la montaña, de donde venía el tren. En Descubre el Naranco encontramos un muy buen reportaje con fotos y textos, de los que compartimos lo siguientes:
"En 1880 un tren recorre por primera vez la línea férrea construida en la ladera del Naranco para transportar el hierro a la estación del Norte de Oviedo.

Tenía una longitud de algo más de 7 kilómetros y un ancho de vía de 0,60 metros.

La máquina locomotora era de fabricación extranjera y los vagones, cada uno de los cuales podía transportar una carga de dos toneladas de mineral, se construían en la fábrica de Mieres.
La vía del ferrocarril minero finalizaba en la loma de San Pedro de los Arcos donde, para descender al nivel de la Estación del Norte, se construyó un plano inclinado de dos vías por el que circulaban los vagones sujetos por un cable de alambre de acero. 
Este plano tenía una longitud de 129 metros y salvaba un desnivel de algo más de 30 metros. (...)
El hierro de las minas de Fábrica de Mieres se destinaba a su propia planta siderúrgica en Ablaña (Mieres), donde se producían diversas piezas de hierro fundido. 
En el catálogo de la empresa del año 1892 se muestran algunas de las construcciones metálicas que realizaban, destacando la producción de la estructura del mercado de Oviedo en El Fontán, llamado originalmente “Mercado 19 de octubre”, diseñado por el arquitecto Javier Aguirre Iturralde."

Volvemos a ver el icónico monumento al Sagrado Corazón, cuya explanada de aparcamientos no llegamos a ver tapada por los ocalitos plantados profusamente en la montaña, sobre todo en sus cotas más altas, al abandonarse los seculares usos ganaderos de sus antiguas majadas. El lugar es además meta una de las más festejadas etapas de la Vuelta Ciclista a España (y otras Como la Vuelta a Asturias)


Su origen está en la Subida al Naranco, clásica ciclista nacida en 1941 y que salía de la ciudad para finalizar en la cima, denominada deportivamente El Tarangu, pues era el apodo con el que se conocía al campeón ovetense José Manuel Fuente Lavandera. Esta prueba, que desde 1981 se disputaba anualmente y sin interrupción, dejó de hacerse en 2011 como competición independiente y se integró como etapa final de la citada Vuelta a Asturias



Rampa arriba, la sebe o seto silvestre separa el Camino de las fincas y nos impide ver durante unos metros La Cuesta Naranco con sus pueblos y lugares


Pero mirando al otro lado y volviendo la vista atrás empezaremos a tener buenas perspectivas de la ciudad, que se ampliarán según sigamos subiendo. Aquí tenemos, en primer término y al otro lado de las vías, Les Cases del Túnel, Las Torres de Pando y Pumarín


Los barrios del este, Pumarín, Teatinos y, más allá, La Piñera, La Tenderina y Ventanielles, por donde antaño estaba La Vega, la gran vega formada por los afluentes del Nora cuyos campos de cultivo fueron suministro de la ciudad durante siglos. Por allí entrábamos en el casco histórico, llamado popularmente El Antiguo, siguiendo el Camino de Santiago del Norte procedentes de La Pola, capital de Siero, vía Granda, Colloto/Cualloto y Cerdeño


Reconocemos perfectamente bien la solitaria torre gótica de la catedral del Salvador o San Salvador, con su hermana pequeña debajo, la del convento de San Pelayo, cuyos orígenes están en el de San Juan de los tiempos en los que la naciente ciudad era escogida como sede regia por Alfonso II El Casto, bajo cuya égida dicen crónicas posteriores se descubrió el que se tiene por sepulcro de Santiago en Compostela, al otro extremo de sus dominios. Incluso dichas crónicas afirman que el mismo rey acudió en persona desde allí, sus palacios y naciente basílica prerrománica del Salvador, antecesora de la catedral, a verificar dicho descubrimiento, lo que haría de él el primer peregrino de nombre conocido. Más a lo lejos, el Picu Castiellu (449 m) de Tudela guardaba el paso por el Alto del Padrún del camino que comunica con León, el Camino del Salvador, por el que venían muchos peregrinos desde la meseta. Más en la distancia, El Picu Gúa (658 m), divisoria con el concejo de Mieres


Los rascacielos del ensanche, la ciudad que creció desde su núcleo medieval hacia la Estación del Norte, miran al Monsacro o La Madalena, totémico monte donde se asegura se custodiaron las reliquias de Jerusalén que, huyendo durante años de invasiones, acabaron allí, guardadas por eremitas, hasta que Alfonso II las trajo a esta su capital a partir del año 791 en el que llegó, por segunda vez y tras no pocos avatares, al trono. Más lejos aún y nevado tenemos el Aramo, la gran montaña central asturiana, con los 1791 metros de altitud del Gamoniteiru como cota más alta, fácil de reconocer por su antena


En la lejanía son los puertos de la Cordillera Cantábrica, los pasos entre Asturias y León, del Güerna al Payares y La Carisa en su zona central, los más seguidos por los peregrinos que, avanzada la Edad Media, decidían dejar el camino de la meseta para aventurarse por esas cumbres y sus pasos, ansiando llegar a venerar las reliquias de Jesús, la Virgen, santos y apóstoles de la Cámara Santa catedralicia ovetense, haciendo caso a aquella máxima que durante siglos sonó por toda Europa y que afirma que "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor"


La Carisa se dice lleva ese nombre por Publio Carisio, legado de Augusto que participó en la cruenta guerra de conquista de los astures entre los años 29 a 19 a.C., cuyas legiones irrumpieron por esa vía, quedando impresionantes muestras de terribles batallas de resistencia de los astures en ese lugar en el Monte Curriel.los, lucha de titanes a 1.727 metros de altura en ese cordal que forma ahora la frontera entre los concejos de Lena y Aller


No solamente esos puertos eran empleados para la comunicación del centro de Asturias con la meseta, también los alleranos de Piedrafita, Vegará y Puertu Braña (San Isidro), dominados por alturas como El Picu Tres Conceyos (2.014 m), El Picu los Pisones (2.043), El Cuetu los Bardiales (2.191 m) L'Estorbín de Valverde (2.124 m) y otros, formando parte del llamado Camino de Santiago Allerano. Mas cerca, y encima de la ciudad, Les Cruces, La Covadonga y Los Arenales, en lo alto de la colina de la parroquia ovetense de San Esteban.En Los Arenales esta el Cementerio Municipal de El Salvador, fundado en 1880 por el obispo Martínez Vigil, cuya capilla vemos a la derecha, inaugurada en 1880 con proyecto de Patricio Bolomburu y ejecución de Juan Miguel de la Guardia


En Los Arenales destaca asimismo en la distancia el edificio del tanatorio, construido en 1982. Muy en la lejanía los montes de Payares y sus inmediaciones guardan el paso entre el leonés valle del Bernesga y el asturiano del Caudal y sus afluentes, paso franco entre ambas capitales durante siglos


Seguimos subiendo y volvemos a tener vista abierta al norte hacia el Naranco, pueblos de Fitoria, con su castro astur de La Cogolla, y Villamaxil, bajo El Pozu l'Agua y sus ocalitales


Villamaxil revela en su topónimo el nombre del posesor de una de aquellas antiguas villae, la villa de Maximilius o de Megillus, antecesoras, como los más antiguos castros, de las actuales aldeas y parroquias de los alrededores de la capital asturiana, cuyo origen real parece ser incluso anterior a lo que proponía hasta no hace mucho la historiografía tradicional


Villamaxil y, más arriba las antiguas caserías de Arnéu y Costante, son ahora prácticamente zonas residenciales de baja densidad más que eminentemente rurales en el sentido de labores agropecuarias. Si bien a Arnéu se le quiso vincular etimológicamente a la existencia de canteras de arena, Adolfo Casaprima Collera se decanta más por arna, tina o tronco hueco empleado antaño para lavar la ropa, "dada la documentada y amplísima tradición que existió de lavanderas en los numerosos lavaderos de las fuentes de la zona"


Costante, que pertenece a la vecina parroquia de Naranco, sí es un enclave que conserva algunos hórreos y quintanas, su nombre evoca el de otra antigua villa, la de un tal Constantius. Por toda esa zona pasa el citado Paseo de Valdeflora, la referida Pista Finlandesa que aprovecha la abandonada caja del ferrocarril de la empresa siderúrgica Fábrica de Mieres


Por allí al oeste estaría aquel plano inclinado hacia la Estación del Norte, pero aquí abajo y más cerca tenemos los edificios de la Fundación Docente de Mineros Asturianos (FUNDOMA), institución fundada en diciembre de 1929 como centro de asilo y educación para niños huérfanos de la minería, orfanato minero. Evolucionó a lo largo del tiempo y, con la desaparición de su principal fuente de ingresos, la cuota del carbón, y la nacionalización de las minas con HUNOSA, esta se hizo cargo de sus funciones. En 1991 pasó a ser conocida con su denominación actual


La vista alcanza al barrio de Pumarín, que perteneció a San Pedro de los Arcos cuando era un campo de pumares que le dio nombre, se encuentra entre este barrio de Pando y el de Foncalada, ya al lado del centro histórico; por ambos discurre el Camino. Más allá está Ciudad Naranco, detrás de la antigua Cárcel Correccional de Oviedo, actual Archivo Histórico de Asturias


Más a lo lejos, Buenavista, otra antigua aldea ovetense, así llamada por estar en lo alto de una loma desde la que se domina una gran panorámica del gran valle central asturiano, siendo urbanizada toda la zona tras la Guerra Civil como zona de expansión de la ciudad al oeste. Ya antes de la contienda se construyó en 1932 el estadio Carlos Tartiere, del Real Oviedo, clausurado y trasladado en 2000, en su lugar se construyó el Palacio de Congresos, del que vemos su grande (y polémica) cúpula, conocido como El Calatrava por ser proyecto del arquitecto Santiago Calatrava


La Cárcel Correccional de Oviedo se construyó entre 1886 y 1905 siguiendo el modelo de los presidios de finales del siglo XIX en forma de estrella-rotonda, con un cuerpo central para los vigilantes y galerías radiales alrededor. Fue un proyecto de los arquitectos Francisco Javier Aguirre y Nicolás García Rivero y se considera que es el primer edificio de España que empleó hormigón armado para su estructura horizontal. Sustituyó a la que estaba en la Plaza de Porlier, muy cerca de la catedral, construida sobre la antigua Fortaleza de Oviedo, defensa de Alfonso III El Magno contra los normandos. Primeramente se había intentado llevar al Campo de San Francisco, al convento de Santa Clara y a la cárcel de mujeres de La Galera, en la actual Plaza de la Escandalera


En 1992 fue sustituida a su vez por el Centro Penitenciario de Asturias, sito en Tabladiello, parroquia de Villardebeyo, al norte del vecino concejo de Llanera, que fue erróneamente llamada a nivel oficial de Villabona pese a no estar en dicha localidad, que también pertenece a esa parroquia. El edificio fue declarado en 2003 Bien de Interés Cultural y posteriormente pasó a ser sede del Archivo Histórico de Asturias. Al lado de la cárcel, en el lugar llamado Ferreros, estaban las dos primeras calles de lo que luego sería Ciudad Naranco, que empezó a urbanizarse en los años de la década de 1950


Sobre el tan impresionante como desafortunado Calatrava, decir que empezó a construirse tras el derribo del antiguo estadio de fútbol. Los defectos de construcción y los sobrecostes llegaron aún estando en marcha las obras. Inaugurado en 2011, los problemas estructurales resultaron insalvable y en el año 2029 fueron abandonándose sus instalaciones, en las que había numerosos establecimientos comerciales, con tiendas, hostelería y ocio. Por su forma peculiar, que pese a su aparente vanguardismo nunca llegó a ser práctica, pasó a ser conocido popularmente como El Centollu


Abajo vemos el ferrocarril y, a su izquierda, la Estación de Autobuses, inaugurada en 2003 donde estaba la estación ferroviaria de FEVE. La cercanía de la Estación del Norte favoreció la edificación de la zona. Algo más allá estaba el Acueducto de los Pilares, que antaño llevaba el agua de los manantiales del Naranco a la ciudad, cerca del paso del Camino Primitivo, que por la calle Independencia se dirige a L'Argañosa


Ya hemos mirado al norte, al sur y al oeste; ahora, acabando este primer repecho, tendremos buenas vistas al este


Gran paisaje del valle del Nora con El Pontón de Vaqueros aquí abajo al otro lado de la AS-II, por donde va ahora el Camino de Santiago oficial y donde deja el casco urbano para subir La Cuesta Naranco en dirección a Cuyences, como hacemos nosotros por este antiguo trazado


Ahí sobresalen sobre los demás edificios los de Montenuño, en Teatinos, complejo residencial diseñado por el arquitecto Salvador Pérez Arroyo, cuyas obras acabaron en 2010. Cuatro años más tarde, justo detrás, se inauguraba el nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en La Cadellada, donde antes había estado el Hospital Psiquiátrico Provincial. Toda la zona fue completamente reurbanizada


El gran valle central asturiano del Nora se ha ido llenando de nuevas áreas urbanas, residenciales y de ocio en casi toda su extensión, así como de numerosos polígonos industriales en toda su extensión por los concejos de Siero, Noreña, Sariegu y Llanera. Este gran conglomerado, que une y se comunica con las ciudades circundantes, recibe, según cada época, gustos, y política del momento, diversos nombres aunque ninguno oficial no satisfactorio: Área Metropolitana, Ciudad Astur, Ocho Central, en incluso el Silicon Valley asturiano. A lo lejos, la sierra del Fariu (737 m en su cota más alta) y Peña Careses (552 m) a su derecha, dominan la escena


Y ahí tenemos el siguiente recuesto que nos aguarda hacia Fitoria, cuyas casas, como las de Villamaxil, se diseminan escalonadamente por esta falda sur del Naranco y que se agrupan entre Fitoria de Riba, a unos 375 metros de altitud, y Fitoria de Baxo, aquí más cerca, a unos 240


Entre Fitoria de Baxo y Villamaxil, en un promontorio en plena cuesta, destaca el gran edificio del convento de Santa Gema, el llamado Convento Blanco, de las Religiosas Pasionistas, cuya primera piedra fue colocada en 1971 y junto al que vamos a pasar ahora mismo subiendo sin tregua


Era costumbre ovetense, nos dice Adolfo Casaprima Collera en su Diccionario geográfico del concejo de Oviedo, la de acudir los estudiantes a adquirir el escapulario de Santa Gema al iniciarse el curso, pues se dice propiciaba tener buenas notas


El nombre de Fitoria tiene que ver con fito, 'hito', en el sentido de límite, en este caso muy fácilmente uno de los extremos de la antigua parroquia de Santuyano y lo que hubieron de ser sus términos montaña arriba


Esta vertiente sur del Naranco es rica en manantiales que fueron el suministro de agua potable para la población de la ciudad desde hace siglos, llegando a ser sus aguas canalizadas hacia el tristemente demolido Acueducto de los Pilares, espectacular obra de ingeniería construida en las últimas décadas de la centuria del 1500, tal y como nos explica Adolfo Casaprima Collera:
"Fitoria es lugar centrado y dedicado al agua. De hecho, de su manantial se tomaban las aguas que, convenientemente encañadas, descendían por la cuesta del Naranco hasta La Cabaña, donde se reunían con las procedentes de los manantiales de Boo y Ules en una arqueta para salvar la vaguada final de acceso a Oviedo mediante un acueducto construido en el siglo XVI. Este abastecimiento quedará reforzado en el XIX con la construcción de la red de abastecimiento impulsada por Ramón Pérez de la Sala entre los años 1864 y 1875 para suministrar agua a la ciudad de Oviedo de los manantiales de la sierra del Naranco existentes en Fitoria, Boo y Ules (Lillo quedaba como posible reserva). Esta relación acuífera de Fitoria se manifiesta en varias fuentes y lavaderos, éstos memoria viva de una actividad muy común en el lugar antaño, cuando numerosas mujeres llegaban a Fitoria para lavar la ropa llevada desde la ciudad."

Mismamente, en el propio nombre del Naranco ha venido siendo considerado lingüísticamente un hidrónimo con su raíz indoeuropea 'nar' referida a corrientes de agua, pues, como dice Casaprima, "si bien no existe río caudaloso, bajo las entrañas del monte brotan los acuíferos de Boo, Ules, Fitoria y Pando. En ¿sabes el significado de Naranco?, artículo de Carmen López Villaverde en la web de la Sociedad Protectora de la Balesquida, se desarrolla así el tema:
"El principio de este topónimo, cuya raíz de origen indoeuropeo es «NAR» tiene un significado hidrográfico, AGUA Y ABUNDANCIA DE ARROYOS. Existe en una amplia zona geográfica de la montaña leones y también en Cantabria, refiriéndose siempre a fuentes o a lugares con manantiales de agua. 
Según esto, en Oviedo, el origen del nombre debió de corresponder al arroyo que nace cerca de la cima ampliándose después la denominación a toda la zona y al propio monte. En el Naranco encontramos agua por doquier. De sus fuentes se trajo el agua a Oviedo a través del acueducto de los Pilares y en estos arroyos las lavanderas lavaban la ropa en las épocas en las que la lavadora todavía no se había generalizado en los hogares ovetenses. La Fuentona del Bombé simboliza los 4 manantiales que abastecían la ciudad a través del citado acueducto: Fitoria, Boo, Ules y Lillo y se hizo para conmemorar la finalización de las obras del desaparecido depósito de Pérez de la Sala que se alimentaba de los 4 manantiales del Naranco."




Existieron además en la cima otros aprovechamientos del agua, estos en estado sólido, los pozos de nieve, que desde el siglo XVII, pero sobre todo en el XVIII y XIX, abastecían a las heladerías y boticas de la ciudad, luego también a los cafés, para hacer sus especialidades. Fueron abandonándose paulatinamente al aparecer las fábricas de hielo y debieron caer definitivamente en desuso antes del siglo XX (los electrodomésticos -neveras, congeladores-, no obstante, no serían de uso generalizado hasta después de bien pasada la posguerra). Estaban al otro lado del Picu'l Paisanu, en lo alto de la vertiente norte, el lado más umbrío y, por lo tanto más frío


No llegan a verse desde aquí los famosos Monumentos del Naranco, Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo o Lliño, pero sí sus inmediaciones, más arriba de Ciudad Naranco, en La Cabaña, un lugar también hoy integrado en el casco urbano, donde estaba la arqueta en la que se recogían las aguas de los manantiales de estos pueblos para suministro de la ciudad. Para salvar el desnivel del valle (Llavapiés), se hizo el Acueducto de los Pilares, diseñado inicialmente por Juan de Cerecedo el Mozo, siendo acabado por Gonzalo de Bárcena, "el fontanero del reino"


En un momento en el que el aprecio por la historia y el patrimonio distaba de ser general e incluso se consideraba superfluo y práctico, el formidable acueducto fue demolido por razones urbanísticas y de él solamente se conservan cinco arcos. la declaración de Monumento Histórico Artístico de 1915 llegó demasiado tarde. Leemos el resumen de su historia en Wikipedia:
"La construcción inicial contaba con cuarenta y dos arcos (denominados popularmente «pilares»), una longitud de 390 metros y una altura de 10 metros con un coste total de 15.500 ducados de la época​ costeados mediante impuestos sobre la sidra y el vino
Su construcción se realizó para abastecer a la ciudad con las aguas de las fuentes de Boo y Fitoria del Monte Naranco. Entre su construcción en el siglo XVI y 1875 fue el mayor y principal canal de distribución hidrográfico de la ciudad hasta que fue sustituido por un sistema de depósitos de agua y tuberías a presión proyectado por Pedro Pérez de la Sala en 1864. 
Del acueducto quedan sólo cinco pilares dejados como homenaje y recuerdo de lo que fue aquel acueducto, pues en 1915 fue demolido el resto para facilitar el ensanche de la ciudad, reordenamiento y construcción de nuevas líneas de ferrocarril. Estos cinco arcos se restauraron en 2006 y supusieron un coste de unos 48.000 euros."

Allí, entre Villamaxil y La Cabaña, a continuación de Pumarín y antes de Bellavista, un nuevo conglomerado urbano, nacido con el final de la posguerra a partir de la aldea Ferreros, al lado de la antigua cárcel, fue llamado Colonia Astur cuando el constructor Julio Rodríguez, dueño de los terrenos, edificó los primeros edificios, naciendo las dos primeras calles, más adelante el lugar sería llamado Ciudad Naranco. Nos lo explica muy bien Marta Pérez en su artículo para el diario La Nueva España titulado Ciudad Naranco, el origen, publicado el 22-6-2008:
"Los taxistas de la ciudad se negaron a entrar en Ciudad Naranco hasta 1975, cuando se urbanizó. El barrio residencial por excelencia de Oviedo era, hasta esa época, un entramado de caminos sin asfaltar, repleto de baches donde los niños jugaban a la pelota en un prado al que bautizaron como El Barrabéu, como el Bernabeu, pero con barro. Ciudad Naranco empezó en Ferreros, detrás de la cárcel Modelo, en el pueblo de los herreros, que toma su nombre de este gremio artesano. Por aquel entonces, hace ya más de medio siglo, Ciudad Naranco sólo tenía dos calles, la de la centralita y la de la cárcel. Los caminos de Ciudad Naranco estaban pensados para dar servicio, uno a la cárcel y el otro a la centralita eléctrica que suministraba a los depósitos ferroviarios de Vallobín y a los hospitales. Los mayores todavía recuerdan hoy las descargas eléctricas de las tormentas, atraídas por la central, que atemorizaban al barrio.
Las dos calles de Ciudad Naranco formaban un barrio en «L». El resto era propiedad de Julián Rodríguez. Su nombre está tan ligado como el de Ferreros al nacimiento de Ciudad Naranco. Julián Rodríguez, que acabó siendo un conocido constructor, comenzó a construir en San Pedro de los Arcos en la década de los cincuenta los primeros edificios de Ciudad Naranco, que se bautizaron como Colonia Astur. Así que, antes de ser Ciudad Naranco, y un poco después de ser Ferreros, el barrio se llamó Colonia Astur. Algún negocio en el barrio rememora todavía este nombre. 
Poco a poco comenzó la metamorfosis de los prados en ciudad. Entre las calles Augusto Junquera y Coronel Bobes había un prado, el de los soldados, que los vecinos llamaban así porque cuando volvían de maniobras amontonaban sus cañones en este lugar. El prado se usaba para celebrar las fiestas de San Agustín, cada 28 de agosto, hasta que llegaron las fábricas y fueron haciéndose con el barrio por la zona de Ferreros, donde se mantuvo algún caserío. Mientras, la evolución de la parte residencial está ligada al ferrocarril, como sucede con buena parte de la zona oeste de la ciudad. El tren traía viajeros y trabajadores que iban comprando un terreno sí y otro también a Julián Rodríguez para construir una casa, con su huerta al lado. 
La urbanización del barrio llegó en 1975, fecha que marca una nueva era para Ciudad Naranco. Los vecinos pagaron a escote el metro de acera y las farolas, a ambos lados de las calles. Hasta que llegó Antonio Masip a la Alcaldía. La anécdota la recuerda Aurora Alonso, alcaldesa de barrio de Ciudad Naranco. «Cuando entró Masip se llevó las farolas de un lado de la calle, porque hacían falta en otras zonas. Los vecinos las habían pagado, y nunca se lo perdonaron», explica. Avelino Alonso era alcalde de barrio en la época de Masip, y por el contrario, recuerda que fue el hijo de Valentín Masip el que promovió la obra del parque de San Pedro de los Arcos, «una obra esencial para el barrio», sostiene. 
En adelante, la evolución de Ciudad Naranco estuvo ligada a tres elementos: las cuestas, la vía del tren y los colegios. A las cuestas, lejos de considerarlas un problema, hay quien les saca provecho: «Yo estoy encantado, mi suegra nunca viene a visitarnos», comenta un vecino del barrio, que prefiere guardar el anonimato, por razones obvias. Las vías del tren eran el muro de hierro que hacía de frontera del barrio con el resto de la ciudad. «Todos utilizábamos el paso de Nicolás Soria para ir a Oviedo. El del ferrocarril nos estaba prohibido cuándo éramos niños, porque era una zona solitaria, y más tarde, cuando los niños fueron padres, lo prohibieron a los suyos», recuerda Aurora Alonso. Las pandillas, muy numerosas, quedaban en la zona del Cantábrico para regresar al barrio, todos juntos. Era la época en la que los trenes llegaban a la calle Almacenes Industriales cargados de vino y aceite que se descargaban con bueyes en las naves. 
El polígono industrial de Ferreros y el tren fueron atrayendo residentes a la zona, muchos de ellos trabajadores, y el barrio comenzó a prosperar y a dotarse de comercios, bares y colegios. El de las Ursulinas, para las chicas, y el de los Escolapios, para los chicos, fueron y siguen siendo un referente. «Es de bien nacidos ser agradecidos. El barrio le debe mucho a los colegios. Siempre estuvieron abiertos a la gente, para hacer deporte y hasta para hacer la Primera Comunión. Ningún niño se quedó nunca sin su chocolate», cuenta Alonso. En la actualidad Ciudad Naranco sigue siendo un barrio escolar con una nómina importante de equipamientos. Además de las Ursulinas y los Escolapios se han instalado en el barrio los colegios públicos Parque Infantil y San Pedro de los Arcos, el Instituto de Secundaria Naranco, el Colegio Auseva y las Teresianas. 
La expansión urbanística más fuerte se vivió en los noventa. Una época que coincide con la cubierta de la Losa. «Ciudad Naranco recibió una bomba de oxígeno con la Losa. Ahora tenemos una entrada elegante», comenta Aurora Alonso. «Para mí es el barrio más privilegiado de Oviedo por las comunicaciones. Estamos a un paso de la calle Uría, de la estación de tren, de la estación de autobuses y con el nuevo túnel de acceso al barrio, a un paso de la nueva autovía a Gijón», sostiene. «Claro que se necesita que se amplíe la salida por Nicolás Soria, entonces estaría la cosa de lujo», cuenta. Para Avelino Alonso, además de la mejora de los accesos por Nicolás Soria, la dotación de un polideportivo también es «vital» para el barrio. 
Si los colegios o el deporte fueron siempre importantes para la identidad de Ciudad Naranco, la cárcel no lo fue menos, pero nunca como algo negativo. Los vecinos acogieron la infraestructura como algo suyo. «Sabías que dentro vivía gente, historias de dolor. Nunca fueron unos vecinos que nos molestasen, al contrario», sostiene Aurora Alonso. 
Las villas con nombre de mujer, como Amparito o Adela, siguen dando solera a un barrio que hace ya mucho que superó la cuesta. Superar el envejecimiento de la población quizá sea hoy uno de sus principales retos. Las nuevas urbanizaciones de Prados de la Fuente atraerán familias jóvenes y contribuirán a superar el escollo. Por lo demás, Oviedo seguirá respirando de prestado el primer aire que dejan marchar en Ciudad Naranco."

Paisaje urbano de Pumarín y Ciudad Naranco hacia Bellavista y El Cristo, todos estos lugares de la ciudad tuvieron un proceso bastante similar de transformación de campo en ciudad en poco tiempo. La incipiente y lenta urbanización de los mismos hasta la Guerra Civil fue truncada por esta, siendo muchas casas destruidas al estar en el mismo frente. Luego, la necesidad de vivienda fue tal que se construyó rápidamente y de mala manera, ello hubo de ser subsanado tiempo después con la edificación de nuevos bloques de pisos y la reurbanización de la zona


Cuesta arriba, vemos el resultado de las periódicas labores de desbroce a la izquierda del Camino, así como la trinchera del ensanche de la calzada a partir de una senda que en origen fue mucho más pequeña, abrupta y estrecha


Pasamos así junto a la finca del Convento Blanco, que nos da la bienvenida a Fitoria, el de Santa Gema, santa auxiliadora de los padecimientos físicos y morales, a donde suben sus devotos sobre todo el día 14 de cada mes, según señalan en Vivir Asturias


Es convento de clausura pero su capilla, donde están las reliquias de Santa Gema, es visitable, siendo fácil que encontremos el portón abierto. Consultemos eso sí, previamente los horarios de este santuario de peregrinación local


Y estas serían pues las primeras casas de Fitoria, la parte baja del pueblo, Fitoria de Baxo, extendidas con sus terrenos a la vera del Camino, que sigue todo recto en rampa ascendente, sin tregua. A la derecha un ramal comunica con una casa de alquiler turístico, Oviedo Rural


El Camino sigue de frente, todo recto, hasta el siguiente grupo de casas


A la vez que se construyeron chalets en las fincas, las antiguas caserías campesinas fueron reformándose al abandonarse el trabajo del campo, como las de esta quintana


El Pozu l'Agua (otro de aquellos antiguos pozos de la cima del Naranco) o Picu la Miliciana está ahora justo enfrente y encima de nosotros. Ahí están los eucaliptos del Monte Ladreda y El Cantu'l Ciarru, sobre el Paseo de Valdeflora


Aún se ven algunas casas que se revela tuvieron en sus tiempos corredor en el piso alto, así como las antiguas cuadras anexas, con pared de piedra y, arriba, la vieja tenada, pajar o henar


Prados abajo el Camino oficial sube desde El Pontón de Vaqueros hacia Cuyences pasando junto a La Quinta'l Rabilu, "gran finca en la que destaca su arboleda por abundante y variada en especies, con árboles exóticos muy raros por estas latitudes y otros autóctonos de amplias proporciones", nos dice Casaprima en su diccionario geográfico ovetense, la cual se encuentra al pie de otro convento de clausura, el de las Carmelitas, famoso por sus dulces caseros elaborados por las monjas. Más abajo había una teyera o antigua fábrica de tejas y ladrillos


Allá arriba, Toleo fue otra aldea de la parroquia de Santuyano o San Julián de los Prados, de la que también nos cuenta esto Adolfo Casaprima:
"El caserío -grandes y medianos chalets de nueva construcción, con grandes jardines cerrados, muy bien orientados al sur-, se sitúa a 290 metros de altitud en las márgenes del camino que discurre entre Fitoria y los depósitos de agua de Cuyences, siguiendo así el peatonalizado Paseo de Valdefloras o Pista Finlandesa acondicionada sobre el cajón del antiguo ferrocarril minero que circulaba por la vertiente sur del Naranco. El topónimo indica la vaguada en que se levanta el caserío"

Toleo sería para García Arias un hidrónimo, cuya raíz tur, otra de las vinculadas a ríos y corrientes de agua en general, sería la misma que astur o Asturias, con un fenómeno de sustitución fonética habitual de 'r' por 'l' y un sufijo aumentativo. Todo parece señalar la abundancia de agua en este totémica montaña


Montaña en la que llegamos a un rellano, en el cual termina otro tramo de cuesta, y hallamos una importante encrucijada


Nosotros seguiremos de frene, por donde va aquel grupo de frente. Un poco más arriba discurre la Pista Finlandesa y, arriba encima del tejado de la casa de la derecha, asoma la corona del castro de La Cogolla, uno de los recintos fortificados castreños de la falda del Naranco


En este cruce sí puede haber en ocasiones cierto trasiego de gentes y vehículos pues hay además parada de autobuses y es uno de los lugares con algo de espacio para aparcar, siendo empleado por senderistas y paseantes para tomar el Paseo de Valdeflora o emprender alguna excursión por el Naranco


Como hemos dicho seguiremos de frente, por el camino del medio, al lado de la barandilla, que sigue subiendo un poco pero muy suavemente, llaneando luego al pie de La Cogolla, castro muy transformado por la acción humana desde que en los años 1960 los estudiara aquel gran historiador, profesor y arqueólogo José Manuel González y Fernández Valles, que aún vio restos de sus defensas


El Camino es el que se dirige a Toleo, y como tal está señalizado, el cual pasa, antes de La Cogolla, por el depósito de agua de Fitoria, uno de aquellos antiguos cuatro manantiales que suministraron agua a la ciudad, encañada antaño desde aquí hacia la arqueta de La Cabaña y luego, por el gran acueducto de Los Pilares, dirigida hacia la llamada Puerta Nueva en la desaparecida muralla


Entre 1864 y 1875 el ingeniero ovetense Pedro Pérez de la Sala impulsó la nueva red de abastecimiento aprovechando estos mismos manantiales, siendo este depósito pues uno de los que sustituyeron al antiguo sistema de canal y acueducto. De ello consultamos también en la web Descubre el Naranco:
"Durante casi tres siglos Fitoria y Los Pilares abastecieron de agua a Oviedo. Pero el crecimiento de la ciudad y su industrialización hicieron necesario un mayor caudal, que se siguió buscando en el Naranco.
A principios del siglo XIX se realizan obras de reparación de la conducta de Fitoria, que necesita una renovación. En el intento de remediar los problemas que presentaba el abastecimiento, se planifica detalladamente la fábrica de la cañería, los calibres adecuados, y la limpieza periódica de la infraestructura. 
A lo largo del siglo XIX se van realizando obras de captación de otros tres manantiales de la falda Sur del Naranco: Boo, Ules y Lillo. 
En el caso del Boo, el segundo manantial captado, parece que sus aguas ya se encontraban encañadas y reunidas con las de Fitoria al menos desde principios del siglo XIX. Sin embargo, desde el estudio realizado en 1864 por el ingeniero Pedro Pérez de la Sala, se plantean nuevas perforaciones en este manantial con el objetivo de conseguir mayor rendimiento. 
Las obras para encañar el manantial de Ules se realizan entre 1866 y 1868, provocando conflictos con los vecinos por perjuicios en las tierras y molinos. 
Por estas fechas debió realizarse también la captación de Lillo, ya que la intención del ayuntamiento en estos momentos es aumentar el caudal disponible en la ciudad, muy sensible al estiaje en verano. 
Con la misma intención se estudia la posibilidad de aprovechar otros manantiales, concretamente los de La Guañal y Lladines, esta vez situados en la vertiente Norte del Naranco. Sin embargo, la solución finalmente adoptada no pasó por estos manantiales sino por la construcción de los primeros depósitos de aguas y posteriormente por la captación en otra sierra cercana, la del Aramo."

La gran demanda de agua para la gran eclosión poblacional ovetense tras la posguerra hubo de solucionarse con la construcción del gran embalse de Los Alfilorios en Peñerúes, concejo de Morcín, construido entre 1960 y 1983, que toma el agua del embalse del Aramo, pero estos depósitos siguieron empleándose para el suministro, sobre todo de estas aldeas, que también crecieron al transformarse en áreas residenciales de baja densidad. Está ahora gestionado por Aqualia, y como tal se refleja en los mapas



Según ganamos altura, mejoran nuestras amplias perspectivas del valle del Nora, al este, por cuya vega ribereña, apartados del bullicio y tráfico de los polígonos industriales y áreas urbanas, llega el Camino de Santiago a la Sancta Ovetensis procedente de La Pola, la capital de Siero


Ahora vemos muy bien el gran hospital, el HUCA, sobre El Pontón de Vaqueros y, más allá, La Corredoria. Aquí abajo, en Les Castañales, tenemos el campo de fútbol Luis Oliver, donde juegan el C.D. Grujoan, fundado en 1960, y el Pumarín C.F. de 1981. A lo lejos, la Sierra la Paranza separa, de este a oeste, este valle del Nora del del Nalón y, a lo lejos, la montaña caliza de Peñamayor, con su cota más alta en los 1.293 metros de altitud de La Triguera, se alza también entre estos dos valles más el del Piloña, al oriente, el cual a la vez, comunicado con el del Sella y el Güeña, forma parte de este gran paso natural por el que discurren los caminos entre el oriente y el centro y occidente de Asturias por el interior, que a la vez se cruzan con los de los 'puertos secos' de la cordillera con los 'puertos húmedos de la costa', estos extendidos de norte a sur


En el extremo septentrional de Peñamayor, el espolón del picu El Tarnu (1.123m) se yergue sobre los concejos de Bimenes y Nava dando vista al de Piloña, al de Parres y, en lontananza, a los míticos Picos de Europa, que en los días claros y soleados del invierno, con la atmósfera muy nítida y limpia, pueden llegar a reconocerse fácilmente bien, incluso alguna de sus cumbres cimeras


En concreto lo que mejor se identifica es su zona oeste, el llamado técnicamente macizo occidental y, popularmente, El Cornión o La Peñe, por La Peñesanta. Peñe Santa o Peña Santa (2.596 m), la máxima altitud en esa zona, también se reconocen La Torre Santa María (2.486 m), La Torre la Cabra Blanca (2.320 m) y otras alturas prominentes



Más cerca, sobre los edificios de La Corredoria, parroquia rural ovetense que se transformó en continuación urbana de la ciudad y muy poco tiempo, sobre todo entre finales del siglo XX y principios del XXI, la franja boscosa y verde delata las riberas del Río Nora, que hace de frontera con Siero. Luego divisamos la gran franja de polígonos industriales que se extienden valle adelante desde Grande y Bobes a El Berrón, La Carrera y La Pola y Noreña


Como podemos comprobar una vez más, actualmente la mayor parte de las casas son de tipo chalet o unifamiliar, muchas construidas en tiempos más o menos recientes históricamente que han transformado un hábitat rural disperso en otro más concentrado y residencial. Aún así y pese a que fueron también reformadas, pueden reconocerse alguna de las antiguas casas campesinas



A partir de aquí el Camino va a ser mayormente llano hasta que al final, más allá de aquellas laderas, bajemos al final de Cuyences a enlazar con el Camino oficial por la zona de Llaviada, entrando en la ovetense parroquia de Villaperi, ya al otro lado del Naranco, al nordeste del concejo y ante la zona más septentrional del valle del Nora, que bordea la montaña formando un semicírculo a sus pies, de ahí que en documentos antiguos (medievales), se defina al concejo como el territorio "de a Nora a Nora", pues además el río le hace de frontera


En cuanto al paisaje, este va a ser muy similar al del Camino de Santiago actualmente oficial, si bien es verdad que, al ir un buen tramo más arriba, tendremos más altura y, por lo tanto, ángulo de visión y perspectiva



Aquí, a la izquierda, La Fuente Fitoria, con su lavadero, rehabilitada en 1990 por la Escuela Taller Vetusta, "un restaurado lavadero cubierto cuyo origen se remonta a 1537", nos indican en el blog El Camino de Santiago desde Asturias y que por eso tanto la fuente como el lugar reciban el nombre de El Lavaderu o El Llavaderu


El lavadero tiene una preciosa estructura de madera y tejas que lo cubre, sostenida sobre columnas de madera con bases de cemento y pavimento de piedra


La gran balsa del lavadero puede indicar que, aparte de para los por entonces escasos vecinos, daría servicio a los de otros pueblos de los alrededores y, mismamente, a las lavanderas que subían de la ciudad, con grandes cantidades de ropa para lavar por encargo, principalmente de casas pudientes y negocios como fondas, posadas, hoteles... incluso hospitales. Interesantes fotos antiguas de lavanderas y lavaderos la hallaremos en el antiguo folleto Sugerencias sobre NarancoUn artículo muy interesante es además el de Carlos Fernández Llaneza en su blog Es Oviedo, titulado Lavanderas ovetenses:
"Dice un proverbio oriental: "Sólo se pierde aquello que no se cuida. No se cuida aquello que no se valora. No se valora aquello que no se ama. No se ama aquello que no se conoce". Totalmente de acuerdo. Así que vamos a conocer otra curiosa historia con el Naranco como protagonista: el lavado de ropa; no en vano, esta actividad fue durante tiempo un buen complemento para las economías familiares del lugar.  
Muchos pueblos de la zona rural del municipio solicitaron al ayuntamiento la creación o reparación de numerosos lavaderos desde finales del siglo XIX hasta mediada la década de los 60. Obviamente, el agua era una necesidad primaria en todo el concejo pero, a pesar de que Oviedo está enclavado en el corazón verde de Asturias, el agua dio muchos quebraderos de cabeza a la ciudad. Cómo no recordar la gran historia que hay detrás de la construcción del magnífico y malogrado acueducto de Los Pilares, pero en el Naranco el agua aún cobraba más valor por la importancia que tuvo, hasta décadas no muy lejanas, el lavado de ropa. Consta ya esta actividad en fechas en torno a 1850. Y aunque en los años 60 ya había decaído aún se siguieron construyendo lavaderos ya que el agua corriente aún no había llegado a la periferia rural.  
Por el Diccionario de Madoz, editado en 1849, sabemos que: "la proximidad de la ciudad de Oviedo estimula a las mujeres (de la parroquia de Naranco) a dedicarse al oficio de lavanderas y panaderas".  
El que fuera el Naranco el lugar elegido para el lavado de ropa y no otras zonas de la ciudad, podría ser, aparte de la abundancia de agua, porque los vientos impulsarían el humo producido por la combustión de carbón y leña sobre la zona del Cristo. Así mismo, la altura de la sierra y su orientación tendrían, a buen seguro, su importancia.  
¿Y para quién se lavaba la ropa en el Naranco? Pues, lógicamente, a aquellas familias más pudientes que podían permitirse el coste. Pero no solo: hoteles, restaurantes, o clínicas completarían la clientela.  
Un visitante de la ciudad en el siglo XIX, Juan Gualberto López Valdemoro, Conde de las Navas, decía a este respecto: "En rústicos estanques, formados de lajas, que alimenta el arroyo, despeñándose desde las alturas, o la fuente nacida allí mismo; bajo la sombra tupida del "Carbayón" o del viejísimo castaño, se congregan las muchas lavanderas que suben y bajan de y a Oviedo todos los días del año. Aquí y allá, como manchas de nieve que no derrite el sol, la ropa blanca, tendida sobre el prado, interrumpe los verdores de la sierra, y los pajizos y rojos zagalejos, las medias azules, los pañuelos de vivas tintas, alumbrados por un rayo de luz que a duras penas se filtra por el espeso ramaje, componen cuadros de incomparable colorido, de vida exuberante. ¡Ni más ni menos que los que a diario nos ofrecen las floridas márgenes del caudaloso Manzanares!".  
Oviedo tuvo su primera estación meteorológica en 1851. Establecida por el entonces catedrático de física y luego rector León Salmeán. Estaba situada en la torre del edificio de la propia Universidad en la calle San Francisco. Pero para los ovetenses de entonces, tal vez fuera más fiable mirar a La Cuesta para prever el tiempo que iba a hacer. Si estaba la ropa tendida al verde era garantía de buen tiempo. "

A continuación del lavadero, la fuente, con un pilón o duernu de piedra que habría hecho las veces de bebederu o abrevadero del ganado


El agua mana de un caño y en la pared de la fuente hay una roseta a manera de estrella de seis puntas o hexapétala que podría simbolizar la famosa flor del agua que, quiere la tradición, forma forma el primer rayo de sol que entra en contacto con el agua la mágica mañana de San Xuan, rica en prodigios, cuando estas fuentes se enramaban siguiendo una tradición ancestral vinculada con el culto a las aguas


La flor del agua aparece rodeada de dos círculos, el exterior con un sogueado similar al de las cercanas iglesias del Arte Asturiano del Santa María del Naranco y San Miguel de Lliño antes mencionadas. Entre ambos, ocho círculos pequeños, uno por cada pétalo, y debajo la leyenda:
RESTAURADO POR
ESCUELA TALLER
VETUSTA 1990
Vetusta es el nombre novelesco de la ciudad en la novela de Leopoldo Alas Clarín, La Regenta (1844)


Y aquí tenemos La Cogolla, el castro de Fitoria, o lo que queda de él, a quien el arqueólogo Fon S.P. le dedica un amplísimo artículo en su blog Ástures, incluso 'reconstruyéndolo' por ordenador. Extraemos de él estos retazos de su texto:
"....con un poco de esfuerzo no resulta difícil adivinar cómo era este espolón de caliza situado a 345 metros de altitud (...) situado en la parroquia de Fitoria, en Oviedo. Tiene una extensión aproximada de 60m de largo por 20 de ancho, y como os podéis imaginar no debió albergar a una gran población en su interior. La parte superior ha sido aterrazada, así como un par de sectores más bajos, en los que se puede ver aún los restos de un muro de contención que parece moderno, para evitar el derrumbe de los taludes. 
Jose Manuel González todavía pudo ver un foso que rodeaba al lugar por el este y el oeste, pero hoy en día, entre lo que se ha colmatado para la construcción de viviendas y agricultura, así como la torre de alta tensión que corona la cima del espolón, no queda nada. 
Por su reducido tamaño, y por el descubrimiento en las inmediaciones del lugar de teja romana y monedas de plata de época imperial, se ha supuesto que se trata de una fortificación romana que vigilaría la vía que comunicaba con Lucus Asturum y que rodearía el monte Naranco por el este."


Y es que, no en vano, el artículo se titula La Cogolla: Vigilando la ruta a Lucus Asturum, la ciudad que habría sido el antecedente del centro político-administrativo central asturiano en tiempos de Roma, situada al otro lado del monte, en Llugo de Llanera, siendo este el camino que comunicaría con ella desde el sur, del cual el pequeño castro sería un emplazamiento de control de paso, el cual reconstruye de esta manera:
"Se percibe quizá un sistema de fosos o taludes, que conecta directamente con el camino que se desgaja de la calle que sube por la izquierda. Quizá se tratara de un camino antiguo que atravesaba la zona y que pudo aprovechar el corte de la ladera. En ese punto comienza la parte llana de la cumbre. (...)
(...) se aprecia perfectamente la forma del espolón, y se comprende por qué es un buen lugar donde establecer un punto de vigilancia. El camino que discurre por debajo del asentamiento (...) es una vieja vía que tiene toda la pinta de haber sido utilizada tiempo atrás. Mantiene una altura relativa sobre el valle entre Oviedo y el Naranco y no tiene una pendiente excesiva. (...) 
En la cima se percibe perfectamente la forma aterrazada, e incluso puede que estemos viendo un foso perimetral, o un rebaje en la piedra para aumentar la defensa rodeando la cima. 
(...) no se ve continuidad del camino de acceso que veíamos más arriba por la parte izquierda, quizá se trate de la entrada tradicional al lugar, puede que incluso la de la fortificación. (...) 
Los años de acción antrópica no han pasado en balde, y hoy en día apenas hay algo que ver, pero sinceramente, creo que el mayor peligro que lo acecha es el abandono. Tuve la oportunidad de charlar con unos vecinos de la zona y me decían que la gente mayor ya no puede hacerse cargo de la limpieza de los prados, como hacía antes. Además no hay tampoco necesidad de mantener limpio el campo para el ganado porque ya no lo hay simplemente. Los jabalís campan a sus anchas por la zona y poco a poco los árboles y la maleza se comen el terreno que antes eran prados abiertos. El hecho de estar en su mayor parte en zonas de propiedad privada tampoco ayuda a su conservación por parte del Principado. (...) 
El lugar es de un alto interés. El asentamiento fortificado podría limpiarse y señalizarse, no se si hablar de compensaciones económicas por la compra de los terrenos a los propietarios sería mucho decir. Además a los pies de la fortaleza se encuentra la conocida como fuente del sapo. Es un lugar de una antigüedad notable ya que se trata de uno de los dos manantiales que abastecía a la población de Oviedo (a través de la canalización de agua que bajaba a la ciudad desde el Naranco) y consta su construcción en el año 1500. 
Tuvo varias transformaciones a lo largo de los siglos, y se pueden ver todavía varias inscripciones de las que os dejo información en este enlace. El lugar fue restaurado en los años 90. Es muy reconocible por el puente metálico que discurre sobre él y que marca el final de la pista finlandesa en Fitoria."


Y esta es la pista finlandesa con su puente metálico, La Fuente'l Sapu con su lavadero, conjunto reconstruido también en 1990 por la Escuela Taller Vetusta, fechada en el año 1500, afirman asimismo en El Camino de Santiago desde Asturias, por lo que sería uno de aquellos primeros manantiales que dieron agua a la ciudad, ya desde antes de la construcción del Acueducto de los Pilares


Ciudad que vemos muy bien desde aquí, con la catedral bien a la vista, pues desde su ubicación aún destaca sobre todos los demás grandes bloques de pisos y urbanizaciones construidos en los barrios que antaño fueron las aldeas de su extrarradio rural


Detrás de ella estaba el desamortizado monasterio de San Vicente, creado por pacto monástico en el año 781 en el que figura la noticia que, dos décadas antes, en 761, los monjes Máximo y Fromestano se asentaron en el lugar y lo roturaron, siendo la fecha que se daba por buena de la fundación de Oviedo/Uviéu a nivel historiográfico


No obstante, además de que los documentos que informan de estas noticias son bastante posteriores a los hechos, y al hallazgo de restos arqueológicos más antiguos, se acepta generalmente que en el lugar ya había previamente población, otra cosa es discernir de qué tamaño, entidad o categoría y si estaba habitada ya por entonces o había quedado despoblada, como otras tras la caída del Imperio Romano o en centurias posteriores


También parece claro que el lugar, una colina, Ouetao, luego Ovetum, es de una gran posición estratégica fundamental en medio del valle, que es un gran pasillo natural, recalcamos, entre el oriente y el occidente y el norte del sur, del que se vislumbra era una encrucijada que dominaba estas antiquísimas sendas, prehistóricas sin duda. 


Este sería el origen de la ciudad, cruce de caminos, uno de ellos este, el que de los puertos de la cordillera, Payares y otros, pues habría diferentes opciones acá y allá, comunicaría con la costa, los puertos húmedos, el cual se iría jalonando de puestos de control, poblaciones, paradas, etc. a lo largo de la historia, como esta ciudad y, antes que ella, la de Lucus Asturum, que este camino enlazaría, sin ser tampoco necesariamente el único, aunque tal vez sí en tiempos, el más importante


Los caminos que llegan por el oriente aprovecharían el valle del Nora, siendo estos los empleados por los peregrinos que seguían la ruta costera y venían hacia la capital desde la Edad Media, siguiendo la estela de arrieros y otros viajeros de tiempos inmemoriales. Otro camino, el de La Paranza, por la sierra, viene del valle del Nalón, cuya entrada por Tarna se sabe fue empelada también profusamente, incluso por peregrinos, aunque en este momento no tiene carácter de ruta xacobea oficialmente señalizada como tal con los símbolos correspondientes



Sí lo ha conseguido sin embargo el Camino Allerano, que cruza la cordillera por los puertos antes citados de Piedrafita, Vegará y El Puertu Braña (San Isidro), se trata de rutas todas estas también salvadoranas, pues de dirigen a la catedral de San Salvador, enclave europeo de peregrinación por excelencia desde la Edad Media que llegó a competir con la misma Santiago de Compostela, naciendo por sus mismas fechas, sino algo antes, bajo la égida común de Alfonso II El Casto, o eso se entiende siempre de las tan discutidas crónicas y documentos, escritos realmente en fechas posteriores, a veces con varios siglos de diferencia, a los hechos relatados


Aparte de los citados otros pasos naturales, como los del Güerna, e incluso Ventana y La Mesa, fueron acceso del centro de Asturias con la meseta desde la más remota noche de los tiempos, por donde entran y salen de Asturias varios caminos varias milenarios, muy empleados todos ellos también por los peregrinos que, cuando el trayecto mayoritariamente empleado fue desplazándose hacia el sur, siguieron aquellos romeros buscando los caminos del norte para venerar en Oviedo/Uviéu las reliquias del Salvador, de las que hablamos profusamente en la entrada de blog dedicada a la catedral y, en concreto, a su Cámara Santa


Siguiendo camino, esta construcción en la vereda nos llama la atención, una pequeña 'caseta' de piedra con puerta y ventana diminutas, que nos recuerda algunas construcciones de antaño para poner por ejemplo a refrescar la leche, relacionadas con fuentes y cursos de agua, por lo que podría tener que ver con la antigua fuente y lavadero


Llegando a estas casas, caminamos paralelos y al lado del Paseo de Valdeflora, justo a nuestra izquierda


Otro gran mirador sobre la ciudad y su catedral, que van quedando atrás. A la izquierda vemos La Cota Pando (228 m) que ha quedado también muy abajo. Mas cerca y en la cuesta que cae hacia la autovía es El Prau Villanueva


Estas son las casas del cruce de Fitoria, donde hemos acabado la larga cuesta desde Tocóte y Pando, una de ellas es la de Manuela Cabal, florista, una ocupación tradicional antaño en Fitoria, la de recoger flores y venderlas en los mercados ovetenses, que sigue manteniéndose de manera comercial, con tiendas. En La parroquia de Oviedo que aspira a ser pueblo ejemplar de Asturias 2023 la periodista Esther Rodríguez publica de ello en La Voz de Asturias del 13 de junio de dicho año:
"Desde hace décadas una de las principales actividades económicas de Fitoria es el cultivo y la venta de flores. Antiguamente, los vecinos de la zona recogían flores, especialmente crisantemos, en vísperas de la festividad de Todos los Santos y «preparaban ramos y coronas para ofrecerlos a su venta en el Mercado del Fontán en Oviedo». A día de hoy hay «cuatro floristerías» que operan en este pueblo ovetense."

Más allá de la catedral, por La Manxoya, baja a entrar en la ciudad el Camino del Salvador, se dice que su nombre procede del "¡mon joie!", 'mi gozo', expresión de júbilo que exclamaban los peregrinos francos cuando veían el templo del Salvador tan próximo, según bajaban la cuesta, tal y como dice la tradición acontecía también con el Monxoi del Monte do Gozo al llegar a ver las torres de la catedral de Santiago. Sin embargo para García Arias sería un derivado de Mons Iovi o similar, 'Monte de Júpiter', advocación que existe por ejemplo en el Sueve o en Piedra Xueves, en el Camín Real de la Mesa. Así, en la obra Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, de Luis Vázquez de Parga, José María Lacarra y Juan Uría Ríu, leemos:
"La posibilidad de relacionar este topónimo con el de Monxoy, cercano a la iglesia compostelana, en el sentido de que derivase de la imposición del grito de guerra francés trasladado por los peregrinos (en su mayoría franceses) al punto desde el que divisaban el termino de su viaje, como manifestación de júbilo, nos ha preocupado más de una vez. Hemos visto luego que otros pensaban lo mismo, afirmando que el Monjoi de los itinerarios medievales a Jerusalén, lo mismo que los de Santiago y la Manjoya de Oviedo, situados no lejos de importantes santuarios, deben ser considerados como muestra de la universalidad de la cultura de las peregrinaciones, cualesquiera que sean sus orígenes. La forma escrita más antigua que del topónimo ovetense en cuestión conocemos, aparece en un obituario de la Catedral de los siglos XIII y XIV, de esta manera: “eccl(es)sia s(an)e(t)i jacobi de la mo(n)ioya”

El Camino no tiene pérdida sigue de frente en dirección norte-nordeste y, al llegar a estas casas, hace un poco de curva a la derecha. Hemos de seguir de frente siempre por él y hasta el final, pasando Cuyences, hacia donde nos dirigimos


A nuestra derecha, acaba, o empieza, según se mire, el Paseo de Valdeflora o Pista Finlandesa, uniéndose al Camino, en el que nosotros seguimos de frente, siempre en llano... o casi


Si bien con más bien escaso tráfico, existe cierto movimiento de coches en ocasiones, pues en esta zona hay bastantes residentes y gentes que acuden al paseo o a hacer recorridos por el monte, unos suben y bajan andando desde Pumarín, Pando, La Corredoria y Otros barrios, pero otros van y vuelven en su vehículo


No nos cansamos de volver la vista atrás admirando estos paisajes ovetenses, con la campiña rodeando el casco urbano que, según nos alejamos y tenemos mejor campo de visión en conjunto, nos parece cada vez más grande


Además de la catedral, otros dos monumentos de los que ya hemos hablado son una buena referencia visual en todo momento, la antigua Cárcel Correccional y El Calatrava, Palacio de Congresos o El Centollu


Hoy en día esta su estructura superior, con su gran cúpula-visera, es el edificio que mejor se identifica en la lejanía entre su abigarrado casco urbano, otra cosa es que no haya cumplido las espectaculares expectativas depositadas en un principio en él, pero se ha convertido en un símbolo identificable de la ciudad


También la antigua cárcel lo es, pero al estar situada en un sitio más bajo y rodeada de muchos edificios más altos que ella no se la ve tanto, salvo desde lugares como este, en La Cuesta Naranco. Desde aquí apreciamos mejor su famosa estructura en forma de estrella que cuando la veíamos desde más abajo, subiendo de Pando


Allí el crecimiento de la ciudad hizo que todo un polígono empresarial, el de las Naves Industriales, quedase prácticamente rodeado por la urbe. Sus primeras naves son del año 1928, aunque de esa época se conservan muy pocas, que se establecieron allí al lado del ferrocarril y de la Estación del Norte


Esto no es un cruce, sino una explanada a la izquierda del Camino, que es otra de las paradas de la línea de autobús en Fitoria


Seguidamente pasamos delante de estas estupendas fincas ajardinadas y arboladas, separadas de la calzada por murete y vallado


Y a la altura de este chalet entramos en Toleo, lugar que perteneció, como hemos dicho, a la desaparecida parroquia ovetense de San Julián de los Prados o Santuyano


Aunque la Pista Finlandesa ha quedado atrás, sigue siendo esta una ruta muy frecuentada por corredores y paseantes, veremos a bastantes a cualquier hora del día, desde la madrugada a la noche


Es un de tantísimos trayectos camineros en los que, aunque pisemos asfalto, caminar es un placer, un verdadero paseo entre prados, parcelas y arboledas


Al llegar a Villa Canafel vemos, en la falda del monte, alguna de las antiguas caserías de Toleo, extendidas escalonadamente por ella, a lo largo de los caminos


Sigue dominando el paisaje al este el gran emporio comercial, industrial y urbanístico del área central astur, con sus parques empresariales y centros comerciales ocupando la mayoría de la llanura, que no lo es tanto en realidad, como pudimos comprobar cuando la recorrimos caminando, si bien la mayor parte del tiempo por los bucólicos paisajes de la ribera del Nora


Justo donde la ladera de La Cuesta Naranco da paso al valle tenemos el ahora enorme barrio ovetense de La Corredoria, cuyo topónimo está relacionado con los caminos de carros, las carreteras de la antigüedad, pues no todos los caminos reales eran aptos, al menos en su totalidad, para el paso de carruajes, sino que muchos eran caminos de herradura, aptos para caballerías y viandantes, pero las mercancías había que llevarlas en recuas de mulas, como hacían los arrieros


Poco más allá del hórreo apenas asoma un poco el citado convento de las Carmelitas Descalzas, donde elaboran sus apreciadas pastas hechas con harina y huevo, así como empanadas. Al fondo son los árboles de La Quinta'l Rabilu, bajo los que sube a Cuyences el Camino oficial. En Ochenta años muy dulces en el Naranco, artículo de Alberto Arce para El Comercio del 21-11-2018, se nos cuenta la suculenta historia monacal del lugar:
"En el mismo corazón verde de la ciudad de Oviedo, concretamente en Barrio Toleo, 16, en la falda del Monte Naranco, viven una veintena de religiosas de la Orden de los Carmelitas Descalzos. Entre las múltiples tareas que cada una de ellas tiene asignadas, también cuentan con un obrador, al frente del cual se encuentra la madre priora del convento, sor Elsa, su responsable. 
Desde mediados de los años setenta las hermanas retomaron esta labor, que ya realizaban antiguamente otras monjas carmelitas. Elsa Campa, que además de priora es la presidenta de la Federación de Monasterios de los Carmelitas Descalzos (una unión de diecisiete conventos de todo el norte de España), abrió las puertas de la casa para EL COMERCIO junto con ocho hermanas más con el fin de dar a conocer de primera mano cómo se trabaja en una de las reposterías más especiales y con más demanda en la ciudad. 
«Nosotras tenemos nuestras obligaciones religiosas, eso es lo primordial», explica la priora, «pero, como todo hijo de vecino, también necesitamos un medio de vida; una forma de trabajo que nos permita mantenernos», declara. 
Las hermanas reposteras son famosas en toda la capital por sus pastas, unas galletas de harina, huevos, mantequilla y azúcar que hacen las delicias de todos cuantos las prueban. No obstante, desde hace seis años, las monjas han aumentado la producción y la oferta de productos. «Todos nos conocen por las pastas, pero ahora también preparamos carmines, teresinas, casadiellas, bizcochos y tartas de todo tipo», enumera Campa. Además, «también cocinamos salados por encargo», afirma, haciendo referencia a los bollos variados y empanadas que elaboran cada jueves. 
Sin embargo, los turnos de trabajo del obrador son reducidos (de dos horas) y están precisamente diseñados para que las carmelitas puedan dedicarse a su verdadera obligación, «la vida fraterna, la oración y la liturgia», expone. Por eso, los hornos solo funcionan entre las 9.30 de la mañana y las 13.30 de la tarde. Allí trabajan ocho hermanas; otras, cuando termina el turno, se encargan del empaquetado de los dulces. «Somos autónomas, esto es una pequeña empresa familiar», admite sor Elsa.En ese sentido, cada mañana, las monjas producen unos doscientos paquetes de pastas de medio kilo cada uno. El resto de manjares solo se elaboran los jueves. 
Dulces de Navidad
«La Navidad es muy importante para nosotras, por eso tenemos un producto especial para estas fechas», señala. Y es que, para endulzar las fiestas de los ovetenses, la madre priora y su equipo de trabajo realizan una receta especial, la de los alfajores. «No son alfajores al uso, la receta es propia (y está guardada a buen recaudo); además, los nuestros son redonditos y tienen un empaquetado especial», confirma. Aun así, las reposteras solo acceden a desvelar uno secreto: la peculiaridad de la cocción de las pastas, que se realiza a una alta temperatura (240 grados centígrados) durante durante un tiempo de 10 o 12 minutos, que varía en función de las condiciones ambientales.
"Precios módicos" 
Por otra parte, las hermanas también se deben a la caridad y a la solidaridad cristiana. Por eso, los precios de los productos son «módicos» y «accesibles» a cualquier persona. No en vano, los dulces conventuales de estas hermanas, que se venden en al menos treinta tiendas de la ciudad y mercadillos de distintas provincias españolas, se han convertido en un esencial en muchas mesas cada mañana."

Abajo, La Corredoria era una aldea que creció al amparo de la nueva carretera a Castilla, construida a partir del siglo XVIII, paso obligado de viajeros y arrieros entre la costa y el interior del país. Aún en 1970 tenía únicamente unas cuarenta viviendas que hoy en día son varios miles, constituyendo una populosa población repartida en numerosos bloques y urbanizaciones que se extendieron del núcleo originario, al borde de la carretera, a los campos circundantes, como consecuencia de la presión demográfica de la ciudad, con la que forma ya un solo núcleo urbano. Justo detrás de sus edificios reconocemos las boscosas vegas del Nora, frontera con Siero, en cuya parroquia de Paredes divisamos el gran centro comercial y de ocio de Parque Principado (a la izquierda de la foto), construido sobre una villae romana y su necrópolis, parte de la cual puede verse en su parking


Sus lugares, La Cabornia, El Cantu, La Carisa, Les Cases del Podre, Conceyín, el propiamente llamado La Corredoria, el más urbanizado, con La Corredoria Este y La Corredoria Oeste, Cuatro Caños, Cuyences (aquí en la ladera del Naranco, al que pronto llegaremos), Friera o La Frera, La Granxa, La Matuca, y La Meredal, constituyen en su parte baja barrios urbanos en la actualidad, manteniéndose sus topónimos y los de otros parajes, como sus viejos molinos, en la denominación de sus calles y plazas. Más atrás, en la vega, el barrio de Les Folgueres, en Paredes y, más lejos, el promontorio del Picu Sierra, sobre el Polígono de Granda


La vista llega en el valle a los edificios de Cerdeño y Colloto/Cualloto, por donde el Camino ha entrado en el concejo de Oviedo/Uviéu tras cruzar El Puente Romano sobre el Nora. Más a lo lejos seguimos viendo La Paranza, Peñamayor, algo de la Sierra Ques y los nevados Picos de Europa. Un buen lugar para cantar aquella que dice...
Soi asturianín
soilo de verdá
nacíu en La Corredoria.
Tol que nació n'Asturies puede yá
decir que nació na gloria.
Bendita tierra donde nací
nun puedo Asturies vivir sin tí

Contrastan los paisajes urbanos e industriales-comerciales de La Corredoria y su entorno con estos, más bucólicos, pese a estar también muy humanizados, pero en los que predomina el verde


Aquí el Camino hace una recta entre los setos que delimitan las fincas aledañas


Bajo nosotros siempre tenemos la Autovía A-II, que a la derecha se mete en El Túnel de Pando, al lado de La Cota Pando. A la izquierda vemos parte de El Pontón de Vaqueros y Teatinos con Montenuño y La Cadellada


El Pontón de Vaqueros refleja en su topónimo la existencia en el lugar de un puente sobre el Río Vaqueros, afluente del Nora, que nace en esta ladera, también llamado El Río la Corredoria, y que ahora discurre subterráneo por el lugar, antigua vaquería o majada en el camino a los pastos del Naranco. Por ahí iba el Camín Real, que luego fue la Calle Real, parte de la Carretera de Castilla auspiciada por el prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, también conocida como El Camín Real de la Corredoria en esta zona. Fue la base de la Carretera de Gijón, luego AS-18 y ahora AS-381, de cuyo desdoblamiento resultó la Autovía Industrial


Pasamos un par de viviendas unifamilares pegadas


Y sus garajes...


Bifurcación y a la derecha...


Bifurcación y a la izquierda...


Siempre por el camino más llano


Ahora de frente


A la derecha...


Nos acercamos al Monte Toleo y sus bosques de eucaliptos


También hay algo de arbolado autóctono, por donde pasa el Camino...


Bifurcación y de frente...


Hermoso paseo a la sombra del bosque...


Quitamiedos a la derecha...


Salimos de nuevo al sol


Bifurcación y a la derecha


Y llegamos a Cuyences, uno de los barrios de La Corredoria al que nos hemos referido


Abajo, la Subestación Eléctrica de La Corredoria


Más a la izquierda Cuatro Caños. A lo lejos al sur el Polígono Industrial Espíritu Santo, paso del Camino Norte hacia el centro de la ciudad de Oviedo/Uviéu



A lo lejos El Molín y La Carisa, en lontananza, ya en Siero, Granda y Viella



En medio de la foto el gran espacio comercial de Intu Asturias, antes Parque Principado. A lo lejos Noreña y en el horizonte el Monte Sueve o Puertu Sueve, gran sierra costera que llega a los 1.161 metros de altura en el Picu Pienzu


Bajo nosotros la Estación de La Corredoria, la Plaza Juanín de Mieres y la Plaza José González El Presi. Más a la izquierda el Instituto Nacional del Carbón, fundado en 1947


Seguimos caminando en dirección este, bordeando toda la falda sur del Naranco


Casas campesinas y cobertizos de las huertas...


Un poco más allá empezamos a ver Llugones, otra de las grandes concentraciones urbanas e industriales del valle del Nora, esta ya perteneciente al concejo de Siero. Abajo vemos el Polígono Industrial de Los Peñones, justo en la ribera del Nora, donde está el Puente Fleda, Más aquñi abajo El Cantu y La Malata. Un poco más allá de Llugones la urbanización La Fresneda (arriba a la izquierda de la foto. En la distancia las serranías costeras que hacen límite con Gijón/Xixón


Continuamos caminando, disfrutando del paisaje, pasando junto al cobertizo


Y de esta manera hacemos camino siempre en llano


Pasamos junto a varias fincas...


Y zona de bosquetes...


Curva a la izquierda: el camino ya va a ir empezando a bordear la falda este del Monte Naranco


Allí un vallado


Estamos al lado de las instalaciones del depósito de agua de Cuyences, otro de los que aprovechan las aguas de los manantiales que nacen en este monte


Desde aquí vemos bastante bien ya Llugones, cuyo  crecimiento tuvo razón por un caso similar al de La Corredoria. Estratégicamente situado en las carreteras hacia Gijón/Xixón y Avilés, y en pleno trazado del ansiado ferrocarril que comunica Asturias con la meseta, la línea León-Gijón, que no se inauguró en todo su recorrido hasta 1884 tras no pocas penurias, avatares y gran manifestación, en 1895 se instaló aquí la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara promovida por José Tartiere Lenegre, dedicada a la fundición y laminación de metales, incrementándose notablemente desde entonces su vecindario pues ello llamó a otras muchas empresas, las cuales buscaban espacios llanos, carreteras y estación ferroviarias, ahora agrupadas en polígonos como El Castro, Santa Bárbara, Puente Nora y Los Peñones.

 La localidad se expandió mucho y rápidamente pero no siempre con buen orden, cuestión que se intenta paliar durante las últimas décadas con un ordenamiento urbanístico más en condiciones pero sin duda muy masificado como resultado del boom de la construcción

Llugones es un teónimo del dios celta Lug, el cual dio nombre a otros muchos lugares de Europa: Lyon, Leiden, Lepizig, etc. antiguas Lugdunum o fortalezas de Lug, Lugh, o Lugus, al igual que a la gentilidad de los luggoni, los astures de la actual zona central asturiana, la misma que estamos admirando en este recorrido


Y más allá La Fresneda, uno de los grandes espacios residenciales, a manera de ciudad-dormitorio, de esta zona central metropolitana asturiana, que empezó a construirse en los años 80 y cuyo crecimiento continúa en nuestros días


Y caminamos junto al depósito de agua propiamente dicho, que durante décadas fue el principal suministro de la zona este de Oviedo/Uviéu y oeste de Siero


En Cuyences está El Picu Castiellu, otro de los castros ástures asentados en la montaña del Naranco


Cruce y de frente, nos adentramos en la foresta...


Ahora vamos caminando en dirección norte por la falda este del Naranco, la parte más agreste de este recorrido


Veredas de helechos, plantaciones de eucaliptos


Castaños...


En el frescor del bosque...


Trayecto parcialmente solitario donde hallaremos una fuente, La Fuente'l Maurín, a la sombra de la espesura


Caño de agua fresca...


Luego tramo recto al sol


Cierres de fincas...


Más eucaliptos


Nos acercamos a unas casas...


Bifurcación y de frente


Al nordeste El Castro y su polígono, bajo el la A-II, más allá La Fresneda...



Más lejos montes de La Belga, Pañeda y Varé, paso a Gijón/Xixón


Bifuración y a la derecha...


Precioso paseo entre prados y árboles...


Robles y castaños...


A la derecha un banco en buena sombra...


Árbol ornamental


Prado y bosque a la izquierda


Portón de finca...


Castañares...


A nuestra derecha otro polígono industrial, el de Silvota, inaugurado en 1963, en la divisoria de Siero con Llanera, ante La Venta'l Gallu. El lugar, cuyo topónimo está relacionado con selva, estuvo habitado desde la Prehistoria, pues en el lugar de Cantu Negur aparecieron hallazgos paleolíticos. A lo lejos Pruvia


A la derecha de la foto vemos la Autiovía A-II, vía rápida que comunica con Gijón/Xixón. A su izquierda los altos de Robleo. En medio, la línea del ferrocarril (por el medio de la foto)


Montes de La Comuña


Este mojón tiene una flecha pintada que nos indica ir a la derecha en el siguiente cruce


De momento seguimos recto unos metros...


Y en este cruce vemos un poste con señalética de rutas senderistas


En él se ha pintado otra flecha que nos reitera ir a la derecha


Y a la derecha empezamos a bajar en Llaviada, parroquia de Villaperi, ya al norte del Monte Naranco


Aquí volvemos al asfalto...


Y como referencia visual seguimos teniendo el Polígono de Silvota



Pasamos junto a unas casas. A la derecha otra vista de Llugones


Es la parte que se extiende por la carretera SI-2 hacia Viella. A lejos los bosques de La Belga y Pañeda. Más lejos Muñó y Ceyes, y en lo alto El Picu Fariu, en medio Peña Careses y a la derecha el Sueve


Luego de Llugones, al este, Viella, Bobes, Noreña y La Carrera, al este de Siero. Abajo la derecha de la foto vemos el antiguo monasterio de Santa María de los Ángeles en El Cueto


Seguimos bajando entre las casas de Llaviada


El camino, encajado entre las fincas


Curva a la izquierda


Al lado de la siguiente casa sigue la bajada


Salimos de este núcleo y continuamos cuesta abajo


Fijémonos en este cruce, aquí acaba la bajada


Hemos de ir a la izquierda


Y nos metemos en el castañéu


Otro paraje de buena sombra...


Flechas en los troncos


Ahora vamos caminando hacia el oeste: estamos rodeando el Monte Naranco...


Y así hacemos ruta...


En el frescor de la umbría...


Hojas caídas en la vereda...


Al fondo se ve ya un claro


Y empezamos a ver un nuevo paisaje de otro sector del valle del Nora


Ante nosotros, al otro lado del río, el concejo de Llanera, otro de los que componen la comarca del Nora


En primer término Cayés, por donde pasaremos dentro de poco. A lo lejos El Picu Santufirme (439 m), donde se celebra todos los años una gira o comida campestre en el mes de mayo. Allí estuvo la desaparecida ermita de San Fermín


Más a la derecha Llugo de Llanera, que se supone emplazamiento de la antigua Lucus Asturum, centro administrativo en tiempos de Roma en el territorio de los astures luggoni. El Camino Primitivo (que arranca en la catedral del Salvador), se basa en buena parte en una calzada romana que enlazaba Lucus Asturum con Lucus Augusti, actual ciudad de Lugo


Además de hallazgos romanos y medievales ahí está el castro astur del Cantu San Pedro, atravesado por el ferrocarril. Otro castro, arriba, es el de El Cueto, en la vertiente oriental del Santufirme


La senda dibuja ahora una recta junto a la ladera del monte...


Saliendo de Laviada una casa a mano izquierda


Cuadra, henar o tenada, vivienda...


Y un hermoso y florido balcón-corredor asomado al camino...


La pasamos y seguimos adelante...


Bifurcación y de frente por la parte asfaltada


 Ahora empezamos a bajar de nuevo, suavemente


Abajo las boscosas vegas del Nora y Silvota en la lejanía


Seguimos camino...


De frente, en las vegas del Nora, unos edificios


Es el Colegio La Quinta'l Texu en La Pedrera, otro de los barrios de Villaperi, parte de lo que fueron instalaciones de la Sociedad Santa Bárbara, junto con lo que hoy es, más allá, al otro lado del río Nora, el Parque la Cebera, en la finca Santa Bárbara en el barrio El Carbayu, perteneciente a Llugones (Siero). Antaño era propiedad del ingeniero José Tartiere Lenegre, primer Conde de Santa Bárbara, de ahí el nombre de la finca, pues era promotor de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, fábrica de armas y explosivos, que eran almacenados en este lugar, el cual compró en 1880 por 6.810 pesetas de las de entonces a María Teresa, Virginia, y Matías Estrada

El lugar, frondoso, llano y apartado, pero a la vez bien comunicado, era idóneo para las pruebas de esplosivos y formaba parte de una gran complejo industrial-residencial donde se construyeron casas para los empleados, escuelas y la misma mansión famuliar de José Tartiere

La Sociedad Santa Bárbara pasó luego pasó a Unión Española Riotinto y al Instituto Nacional de Industria (INI). Ya sin sus usos bélicos, y tras unos años sin ninguna actividad, la finca fue adquirida en 80 millones de pesetas por el Ayuntamiento de Siero en 1982, quien la recuperaría para gran parque a partir del año 2001


Hay unas 2.000 especies vegetales con árboles autóctonos como acebos, castaños, cerezos, avellano, etc, junto con especies más exóticas, desde magnolios a secuoyas, y muchas clases de plantas. Más al norte seguimos viendo Silvota y Llugo , así como los altos de Robleo, paso a la parroquia de Villardebeyo


Mientras observamos el entorno proseguimos camino abajo...


Vamos acercándonos a las fincas llanas del valle...


Pronto se abren ante nosotros nuevos paisajes de las riberas del Nora entre el concejo de Oviedo/Uviéu y el vecino concejo de Llanera que, como su nombre indica, se extiende mayormente por una gran llanura que pronto atravesaremos de norte a sur


Aquí abajo más barrios de Villaperi: La Pedrera a la derecha y Nora a la izquierda


Más allá de Nora Riaño, otro más de los barrios de la parroquia. Detrás, sobre el Nora, Traslapeña y  L'Arroyu, ya en Llanera. A lo lejos al fondo del valle el monte La Cogolla (350 m), otro solar castreño. A su izquierda El Cantu la Piedra (317 m), y en la lejanía Peñamenende (479 m), a la izquierda de la foto, donde asoma un poco San Cucao


Nora, cerca de la iglesia parroquial, donde está El Transformador, y Riaño más atrás


 Delante vemos la caja del ferrocarril minero de las canteras del Naranco, que pronto veremos


A la derecha La Pedrera, donde está La Ponte Cayés, puente por el que pasaremos el Nora para entrar en Llanera por Cayés, en concreto el barrio de Campiello. A lo lejos Posada, capital de Llanera, en la parroquia de Rondiella


Posada es otro evidentísimo topónimo de resonancias camineras en el camino que se dirige a Avilés. La proximidad a polígonos industriales y a la capital asturiana hizo incrementar notablemente su población en las últimas décadas. A lo lejos El Piquín (349 m). A su derecha está el paso de La Miranda, por donde seguirá nuestra ruta


Sigue así la bajada de Llaviada a Poyana


La larga línea de naves de Silvota sigue a la vista...


Al lado el Monte Cantarranes


La Quinta'l Texu. Justo al norte, oculto por el boscaje está, en un meandro del Nora, El Requexón, ciudad deportiva y campo de entrenamientos del Real Oviedo, finca adquirida en 1969 pero cuyo primer campo no se construyó hasta 1975. En los años 80 se construyó un segundo y en 90, tras una ampliación comprando más terrenos, un tercer campo, nuevos vestuarios y otras intalaciones. Una nueva ampliación en el siglo XXI permitió añadir dos campos más, de hierba sintética, y hacer una remodelación total. Existen numerosos chistes y comentarios sobre la mala pronunciación del topónimo como El Requesón, por parte de numerosos comentaristas deportivos


Algo más a la derecha, tampoco la vemos, está la Depuradora de Villaperi


Nueva vista de Llugo bajo los altos de Robleo. En sus campos cirundantes, llanuras de La Sedrana, Ería Castellana, etc, hay hallazgos y señales que podrían ser restos de aquella mítica Lucus Asturum que tal vez resultase abandonada con la caída del Imperio Romano, si bien todo ello está sujeto a todo tipo de conjeturas en todo momento. Lo que sí es cierto es que tan grande debió ser la fama de la "antiquísima ciudad de Llugo" que hasta en la baja Edad Media el falsificador obispo Pelayo, la hizo falsamente haber sido sede de una pretendida diócesis precedente de la ovetense, con la que blandir sus disputas con los vecinos obispados de Braga, Lugo y Burgos, llegando a inventar una fundación de los vándalos en el año 361


Podemos también reconocer parcialemente, entre Silvota y Llugo, el aeródromo de La Morgal o La Llamorgal (llamarga, zona de barro), cuyo origen hay que buscarlo en el año 1934, pues aquí se decidió hacer el primer aeropuerto de Asturias. El terreno, llanísimo, fue empleado como aeropuerto militar en la Guerra Civil, pero a causa de la contienda las obras no finalizarían hasta 1942. Llegando incluso a efectuar en la pista un aterrizaje de emergencia en 1943 un avión aliado


En 1952 se remodeló para adaptarlo al uso civil y se realizaron diversas intervenciones. Los primeros vuelos comerciales fueron con la empresa AVIACO y sus aviones Bristol 170, que luego pasarían a los DC-3, Había vuelos con Madrid, Barcelona, Bilbao y Vigo. A causa de ser zona muy propensa a las nieblas el aeropuerto se cerró a la actividad comercial en 1963, inaugurándose en 1968 uno nuevo en Anzo, parroquia de Santiagu'l Monte, concejo de Castrillón (por donde también pasaremos en el Camino Norte), erróneamente llamado de Ranón a nivel popular y oficialmente Aeropuerto de Asturias


Tras ser empleado por el Ejército del Aire a mediados de los 80 pasó al gobierno autonómico asturiano, quien realizará profundos cambios y ampliará la pista para los servicios de emergencia, parque de bomberos, unidad canina de rescate, escuela de seguridad, sede del 112, así como para la aviación deportiva y la celebración de diversos eventos. En 2006 se amplió la zona de helicópteros al incrementarse la actividad del servicio de emergencias

De frente a nosotros Campiello y a lo lejos El Cuetu, uno de los mencionados asentamientos castreños sobre el valle


El Cuetu y a su izquierda, de nuevo, vemos las alturas del Santufirme. Por su falda izquierda sube el Camino, desde Posada a La Miranda, rumbo a Avilés


Seguimos cuesta abajo...


Y en este cruce iremos a la izquierda...


Continúa el descenso, pero ya más suave...


Cruce y a la derecha


Y pasamos junto a esta quintana.


Al este vistas hacia Llugones y Siero


Aquí vemos, abajo, las grandes "piscinas" de la depuradora de aguas junto al río Nora


Seguimos ruta dirección norte: será nuestro rumbo principal hasta llegar a Avilés


Monte Cantarranes. El topónimo evidencia el croar de las ranas en las riberas del Nora y sus afluentes


 A lo largo de todo el trayecto nos extasiamos con estas bellas panorámicas de esta parte de la cuenca del Nora y todos los pueblos del contorno, el río que delimita el norte del concejo ovetense, razón por  la cual sus términos eran especificados en la Edad Media como "de Nora a Nora"


Seguimos junto al muro de la finca...


Y luego junto a esta casa...


Verja y portón


Andamos en recto y llano...


Línea telefónica


Espesos matorrales


Y más casas en Poyana


Bajamos un poco


Bajamos otro corto tramo junto a los muros de una finca


Pasamos la cuadra...


Y caminamos unos metros más hasta el siguiente cruce


Aquí nos desviamos a la izquierda


Señalización del Camín de la Costa


Arbolón venerable...


La orilla del Nora más cerca...


La Pedrera, La Ponte y Cayés. Arriba Campiello


Ya hemos dejado atrás las laderas del Naranco y nos acercamos a la gran ribera fluvial. Caminamos en este tramo en dirección oeste. Muy en la distancia llegamos a ver las sierras de El Pedrosu, La Degollada y Bufarán, al norte de Peñaflor, que son una referencia para el Camino Primitivo, que pasa unos kilómetros más al sur


Mucho más cerca vemos la iglesia parroquial de San Vicente de Villaperi


Esta iglesia, con su cabecera orientada al norte, es sucesora de un templo más antiguo que estaba un poco más allá, en Villanueva, que vemos a la izquierda de la foto, y de que quedan ruinas entre la maleza, esa antigua iglesia era una obra de 1798 obra del arquitecto Manuel Reguera


Aún antes habría un santuario de origen prerrománico que el Liber Testamentorum de la catedral del Salvador menciona dentro de la donación hecha a la Iglesia ovetense por Alfonso III El Magno y su esposa Jimena. Este templo habría aguantado, tal vez como remodelaciones y arreglos, hasta 1793, cuando el entonces párroco Francisco Rubiero, inició gestiones para hacer uno nuevo que sería acabado dos meses antes de la muerte de Manuel Reguera


Aquella iglesia fue destruida en la Guerra Civil y tras la contienda se decidió hacer otro nuevo en un lugar más accesible y cercano al río y a donde más se concentraba entonces la población


El Camino nos ofrece estas bellas historias y paisajes en nuestro periplo por tierras del norte del concejo ovetense


A nuestra derecha vemos ahora las laderas al norte del Naranco


La Cogolla desde el norte y abajo Sobrepoyana


A lo lejos, en Llugarín, las canteras del Naranco


Mientras la falda sur y la cima de esta montaña son ricas en areniscas, la parte norte lo es de calizas, que comenzaron a ser explotadas por ENSIDESA. Sus sucesivas ampliaciones producen un gran impacto ambiental


Dando vista a las canteras el camino, en medio de los prados, realiza una curva a la derecha


Y recupera el rumbo hacia el norte


Flores camineras...


En esta bifurcación bajamos a la derecha


Y seguimos ahora recto, entre el seto y el matorral


Pasamos junto a la torre eléctrica


Curva a la derecha...


Y llegamos al puente sobre el tren de las canteras de caliza...


Vamos pasando por él al otro lado


Mientras observamos la fía férrea, blanca de cal con el Naranco a lo lejos y las canteras


Al otro lado una cerezal, o cerezo


Pasamos bajo su sombra...


Prados a la derecha La Pedrera


Y a lo lejos Campiello


Y sobre Campiello sigue asomando el Santufirme, buena referencia visual


Las llanas vegas del Nora...


Sendero entre les sebes...


Luego el prado


Vamos hacia aquella parcela de frutales cerrada con tapia


Pasamos el portón


Y seguimos junto al muro


Luego unos setos...


Y llegamos a las casas


Justo detrás está el río



Caminamos junto a otra casa con terreno...


Cruce y de frente...


Una quintana asoma entre el maizal...


Vamos hacia ella


Caminamos bajo la higuera


Curva a la derecha...


Y pasamos ante la casa de labranza


Al otro lado del camino la pomarada...


Las manzanas de sidra, pronto ya serán recogidas...



Allá arriba La Piñera


Altas sebes, los característicos setos silvestres del campo asturiano


En La Pedrera salimos a la carretera


Y seguimos por ella unos metros...


Apenas hay arcenes...


Nos arrimamos a la izquierda...


Y un poco más allá vemos las arboladas riberas del Nora...


Llegamos a un cruce


Enfrente el bar El Puente


Y ahora a la izquierda


La Ponte, La Ponte Cayés, por aquí pasaremos sobre el Nora al concejo de Llanera













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