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domingo, 12 de junio de 2016

LA CARRERA (SIERO, ASTURIAS) SALIENDO DE LA POLA POR EL FONGANÓN Y FORFONTÍA: EL "CONCEYU FARIÑÓN" Y LOS CAMINOS A NOREÑA Y EL BERRÓN

Iglesia de La Carrera desde el Camino; al fondo el Aramo
   
Al oeste de La Pola, la capital de Siero, y en el camino a la Sancta Ovetensis por el valle del Nora, La Carrera, lugar de la parroquia sierense del mismo nombre, un topónimo que parece muy vinculado a los caminos, no necesariamente a las carreras  en el sentido de 'prisas, sino a los carros', al paso de carros y carruajes por el viejo Camín Real o Camín Francés, que "Continuaba hacia Oviedo pasando por los cerros que quedan al norte de la actual carretera Oviedo-Santander, a San Martín de la Carrera, Noreña, luego a San Martín de de Argüelles, San Miguel de la Barreda, Balbona, Bobes, atravesaba el río Nora por el antiguo puente de Colloto, seguía por la parroquia de Santa Eulalia, pasaba por Cerdeño y hacía su entrada en la ciudad cerca del monasterio de Santa María de la Vega", explica la historiadora Mª Dolores Alonso Cabeza en su libro Páginas de la historia del concejo de Siero explicando el trayecto de La Pola a Oviedo/Uviéu y añadiendo:
"El camino de los peregrinos o camino de Santiago se llamó también "camino francés", por el destacado número de los que procedían de Francia, y esta denominación "camino francés", se conservó durante muchos siglos en la zona central de Siero, como revelan los documentos"
La Casona de San Miguel, saliendo de La Pola hacia La Carrera

Para ir de La Pola a La Carrera salimos del magnífico albergue público de peregrinos de La Casona de San Miguel, soberbio caserón asturiano de finales del siglo XVII rehabilitado para acoger romeros jacobitas, que lleva el apellido de quien fuera su propietaria María García-Sanmiguel


El lugar en el que se encuentra es el Parque del Peregrino Juan Manuel Rodríguez Díaz, presidente fallecido de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Sariego y Noreña"el peregrino de la vida", a quien le dedica este emotivo epitafio Manuel Noval Moro en La Nueva España del 1-10-2013:
"Juan Manuel Rodríguez, cuidador del belén del asilo de Pola de Siero y ex presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Sariego y Noreña, falleció en la mañana de ayer en su domicilio de Pola de Siero a los 64 años de edad. Días antes de su muerte, Juan Rodríguez, hombre de profundas convicciones religiosas, confesaba que no tenía ningún miedo a morir, y que lo único que sentía era lo que dejaba atrás: en primer lugar, obviamente, a su familia y, después, el belén del asilo, la joya construida por Belarmino García Roza a cuyos cuidados dedicó mucho tiempo y empeño. 
Juan Rodríguez no sólo cuidó el belén y trabajó por mejorar la obra de Don Belarmino, sino también puso en marcha otras iniciativas en torno al belenismo. La más importante, la exposición «Belenes y belenistas» que, en una sala de la residencia geriátrica, recoge cada Navidad desde hace cinco años una muestra de los trabajos de los belenistas locales y también piezas llegadas de todo el mundo. 
Otra de sus pasiones fue el Camino de Santiago. De hecho, en su esquela figura como «peregrino de la vida». Fue el impulsor y primer presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Sariego y Noreña, cuya principal función fue revalorizar el paso de la ruta jacobea por Siero y sus concejos vecinos. Entre sus logros está haber convencido al Ayuntamiento de Siero para que habilitase la Casona de San Miguel como albergue de peregrinos. Después de muchos años pidiendo un albergue para la localidad, dada la cantidad de peregrinos que se acercaban a la villa a lo largo del año, finalmente se hizo realidad".

El albergue tiene entrada por la calle Celleruelo, la del antiguo Camín Rial, ya saliendo del casco urbano de La Pola por el oeste, en el barrio de La Soledá. A unos 16 kilómetros de la catedral de San Salvador, distancia sin demasiados 'subeybajas', ideal para hacer una etapa corta y tener tiempo para, si lo deseamos, visitar la capital asturiana, empezando por la Sancta Ovetensis con todo su gran bagaje histórico, cultural y espiritual en cuanto al origen del Camino de Santiago y a ser un antiquísimo centro de peregrinación en sí mismo dentro de los llamados Caminos del Salvador o de San Salvador, de la misma manera que recomendamos hacerlo, en esta caso, con La Pola


Los Celleruelo fueron, como los Escalera, familias fidalgas rurales, con solar ambas en La Carrera, que llegaron a ser muy influyentes en La Pola pues ocuparon diferentes cargos de representación del Ayuntamiento de Siero, como leemos en Archivos de Asturias:
"... familia Álvarez Celleruelo, radicada en La Carrera, concejo de Siero y cuyos miembros ostentaron escribanías y oficios de regidores perpetuos del concejo de Siero. Sus principales integrantes fueron el militar Pedro Álvarez Celleruelo, el magistrado de la Audiencia Pedro Álvarez Celleruelo García y José María Álvarez Celleruelo y Poviones (Pola de Siero 1840- Madrid 1911). Este último, natural de Pola de Siero, desarrolló una importante carrera judicial y política, cursó estudios de derecho en la Universidad de Oviedo y fue fiscal de la Audiencia de Alicante y juez de primera instancia en Alcázar de San Juan. Durante la Primera República ocupo los cargos de Gobernador Civil en Segovia, Almería y Alicante hasta su nombramiento como subsecretario de Gobernación. Militó en el Partido Republicano de Castelar y fue elegido, en 1881, diputado por Lérida, aunque entre 1884 y 1910 lo es por la provincia de Oviedo, hasta 1896 como Republicano y a partir de ese año por el Partido Liberal. Fue Ministro de Gracia y Justicia en 1906 y senador vitalicio desde 1910".

Estamos en una zona de expansión urbana, que sigue criterios de edificabilidad con grandes zonas verdes y parques, muy cerca del río Nora


Este tramo del Camín Real pasó a ser la Carretera Santander y luego la SI-6, que el Ayuntamiento de Siero asumió en 2008 para incorporarla al casco urbano, así daba la noticia el diario El Comercio el 6 de octubre de aquel año:
"La antigua carretera SI-9, que en la actualidad está formada por las calles del Molín y de Ramón y Cajal, ya es de titularidad municipal. Así lo anunció el concejal de Urbanismo, Julio Carretero, quien había solicitado el pasado mes de abril al Principado la cesión de la vía. La antigua SI-9 discurre entre las calles de Celleruelo y su incorporación a la Nacional 634. Además, en el otro lado de la carretera, coincide con la calle del Molín. 
El principal motivo por el que el Ayuntamiento de Siero solicitó la cesión de la vía se debe a que tiene previsto la ejecución de un proyecto de urbanización de la calle de Ramón y Cajal, desde Celleruelo hasta el entronque con Falo Moro. 
Ensanche de aceras 
Según señaló Carretero, la fase de urbanización será el primer paso para el desarrollo de varios proyectos urbanísticos y, en un principio, se contempla una vía de dos sentidos, tal y como está en la actualidad, la renovación de servicios, el ensanche de aceras y la colocación de mobiliario urbano y arbolado".


Y aquí tenemos una gran vista del parque resultante, donde se respetó el muro del terreno de La Casona de San Miguel, en torno al actual albergue de peregrinos


A nuestra derecha, un grupo de casas más antiguas, de las que había en la antigua carretera, una de ellas especialmente interesante, la de la derecha


Con un pequeño espacio ajardinado, sus arcos carpaneles en la planta baja y los elementos arquitectónicos y artísticos de la planta alta y el ático o bajocubierta sin duda llamarán nuestra atención


Este es un detalle de algunas de esas filigranas en el piso alto, en torno al escudo, liso 


Pero entre los arcos del bajo hay una inscripción en la que leemos "AÑO MCMXLV (1945) Arquitectos del Busto", que estimamos han de ser Manuel del Busto y Delgado y su hijo Juan Manuel del Busto González, grandes arquitectos racionalistas que, a partir de 1931, trabajaron en equipo antes y después de la Guerra Civil y con los cambios acaecidos en cuanto a los gustos arquitectónicos, leemos en Wikipedia:
"Tras la Guerra Civil el nuevo régimen propone un nuevo estilo, la arquitectura de la autarquía, que el estudio de los Del Busto supo asumir. Sin embargo, las trazas del racionalismo seguirían existiendo, especialmente en los edificios más humildes y funcionales y en la planta, debido a una nueva formulación sobre como se distribuían las habitaciones en la vivienda".


Una fila de árboles notables de la antigua carretera ha sido integrada en esta nueva área urbana, pero a la derecha, de la mencionada hilera de casas algunas han desaparecido y otras se van desmoronando


Otras sin embargo siguen estando habitadas, en sus bajos se ve que hubo tiendas, comercios, almacenes, algún chigre... y es que esta fue en sus tiempos también la primitiva Carretera Oviedo-Santander, que luego pasó más al sur (desde 1939 N-634), antes que ella, en 1826, el Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal, más conocido como Diccionario de Miñano a ser obra publicada por el geógrafo y escritor Sebastián Miñano, decía que este, justo con el que va a Madrid vía León era de los pocos caminos que pueden andarse en coche de caballos en Asturias, "pueden atravesar los coches el intermedio de Gijón a Madrid, que es un espacio de 86 leguas. También pueden andarse en coche las siete que median entre Oviedo y Piloña. Los demás son en la mayor parte de herradura."


Es decir, ello incluiría este Camín Real antes de que fuese carretera y, por ello, porque ya se consideraría de tiempo atrás hábil para carros, La Carrera, parroquia a la que nos acercamos, tiene este nombre. Allí al fondo, por ejemplo, sobre las frondosas riberas del Nora, está Forfontía, uno de sus barrios, antiguo solar de otras poderosas estirpes de gran influencia en Siero y otros concejos cercanos, los Argüelles, Vigil y Trespalacios, que allí tuvieron casona


Forfontía,  de rural va pasando, como todos los extrarradios de las grandes poblaciones y pueblos cercanos a vías importantes de comunicación, de rural a residencial 'de baja densidad', es decir, de viviendas unifamiliares y chalets, algunos segundas residencias. Esto nos dicen al respecto en el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos:
"En los últimos años Forfontía se ha convertido en un lugar elegido por muchos habitantes de las ciudades próximas como lugar de residencia. Así, además de las viejas casas de aldea, típicamente asturianas, hay en la localidad numerosas viviendas de nueva construcción".

Aquí, aún arrabales de La Pola, majestuosos árboles ornamentales y algunos frutales revelan la existencia de algunas quintas 


Llegamos al cruce con la calle Capitán General Gutiérrez Mellado  y seguimos de frente avanzando en recto, sin desviarnos de la calle Celleruelo que, a partir de aquí y en la práctica, pasa a ser carretera


Y empezamos a bajar, observemos las flechas amarillas pintadas en farola y bolardos


Otra quinta a la derecha, tengamos especialmente cuidado con el paso de vehículos, a veces muy intenso y veloz, pues acercamos a un enlace con la carretera N-634 y la Autovía A-64


Ahí abajo empezamos a ver la glorieta, donde hay asimismo un enlace con la Avenida de Noreña y, a través de ella, con la Autovía minera


Nos acercamos pues a un importante núcleo de comunicaciones pero por lo menos disponemos de una muy segura vereda peatonal, bastante cómoda y ancha


Tras un poco de suave bajada empezamos a llanear, unos metros antes de la rotonda


A nuestra izquierda, las vegas del Nora, río al que no vemos, oculto en la umbría de la fronda ribereña


Fijémonos en el reforzado guardarraíl, pese a todo estemos pendientes del tráfico muy especialmente en este trayecto saliendo de La Pola


El Camino seguirá a continuación de la rotonda a la izquierda


Aquí hay que cruzar el paso de peatones: entramos en la parroquia de La Carrera por el citado barrio de Forfontía. Allí nos lo señala el cartel


Este tramo de carretera es la Avenida Quico Lemus, donde hay grandes caserones en los que antaño hubo chigres, tiendas y llagares


Aquí vamos sobre seguro pues sigue una buen franja peatonal por la que empezamos un poco de cuesta. Esta primera casa a la derecha es La Moncloa, nada menos


Al menos así lo pone en el portón, claramente


Tuvo que ser, en sus tiempos, algo formidable, a tenor de sus elementos constructivos, sin duda una parada en aquella antigua Carretera de Santander


Placa con el nombre de la avenida y el escudo de Siero


Seguidamente era el Bar Jauja, Casa Avelino, lo sabemos pues estos son los nombres que aún pueden leerse en la fachada


Y aquí a la derecha dejamos esta que fue la antigua carretera general para tomar un camino vecinal a la derecha


Además de las flechas amarillas pintadas una gran señal nos indica tomar este ramal para que nadie se lo salte y le pase desapercibido


Hace años, aún podía leerse este mural, con el dicho, de origen medieval, "Quien va a Santiago y no a San Salvador visita al Siervo y olvida al Señor". Efectivamente, como también dice abajo, desde Oviedo/Uviéu los peregrinos pueden continuar por el Camino Primitivo o regresar a la costa por Avilés


Un portón y grueso muro cierran la finca en la que vemos, en lo alto, las naves industriales del Grupo Meana, radicadas aquí, en Forfontía, antesala de las grandes áreas industriales que se extienden por el valle del Nora


No obstante, aunque las veremos desde varios puntos, siguiendo el Camino nosotros las esquivaremos en gran medida...


A nuestra derecha, el campo deportivo municipal El Fonganón, destinado para la práctica de diversas especialidades deportivas. Antaño era el del equipo de fútbol CD El Romanón, que luego tuvo su campo en El Bayu, al sur de La Pola, en la actualidad está aquí el Club Hípico L'Asomu, del que escribe Marcos Gutiérrez para el periódico El Comercio del 9-1-2019 con el artículo Pasión ecuestre en Siero:
"El Club Hípico L'Asomu abrió sus puertas en el año 2011 por la iniciativa de Aurelio García Alonso y Roberto Lucas González Álvarez. Lo hizo con el objetivo «de poder acercar la hípica a todo el mundo», explica Miguel Parajón, vicepresidente del centro, que tiene sus instalaciones en el antiguo campo del Fonganón, en La Carrera. Los servicios que ofrece son los de «estabulación y pupilaje de caballos, clases de equitación en iniciación, perfeccionamiento y salto de obstáculos, así como rutas a caballo». 
También cuentan con un equipo de competición de salto de obstáculos formado por jóvenes de entre 9 y 23 años. «Nosotros tenemos más niños y adolescentes de entre 6 y 18 años que adultos, pero cualquiera que tenga ilusión y ganas puede aprender a montar», destaca. El objetivo básico que persiguen con el contacto entre los alumnos y los caballos es que «los niños pasen un buen rato y aprendan valores básicos para la vida como la paciencia, la amabilidad y la gratitud, las responsabilidades que conlleva cuidar un animal y el trato y cuidados que se le debe dar a cada caballo». A pesar de tener más demanda de gente joven, «cualquier persona puede aprender a montar». En sus instalaciones cuentan con 16 caballos. Una parte de ellos tienen dueños, que los dejan en pupilaje para uso personal y la otra parte pertenecen al club. «Contamos con caballo de deporte español, frisón, de pura raza española y muchos cruzados entre españoles, árabes, ingleses y KWPN», dice. 
El centro tiene una nave con 16 boxes, dos guadarneses, una oficina, salón social, unas gradas y pista principal de 60 por 50 metros, en la que se realizan los concursos hípicos. También dispone de una pista secundaria de 50 por 30 metros. Miguel Parajón cree que en Siero «la afición a la equitación viene de años atrás, cuando se realizaba un concurso hípico durante las fiestas del Carmín.Era un atractivo que traía mucha gente y una tradición muy arraigada en la Pola»".

Continuamos subiendo entre la tapia de El Fonganón y la sebe o seto natural de una finca a nuestra izquierda


El paisaje se abre en esta gran campera; a la izquierda, más allá de esta finca, las instalaciones del almacén de calzados de Constantino Alperi, quien empezó vendiendo alpargatas por los pueblos montado en bicicleta antes de abrir su propio almacén, donde también comercializan prendas de ropa


Y un poco más arriba llegamos al final del muro de cierre de El Fonganón


Dejamos a la derecha su acceso principal y continuamos cuesta arriba


Arriba las casas se agrupan en torno a un cruce de caminos al lado del lugar de El Cierru, hacia donde nos encaminamos ahora, siempre subiendo


A la derecha, una pumarada en una finca


Según ganamos altura tenemos, a nuestras espaldas, algunas buenas vistas de La Pola y sus alrededores


La Pola en su zona más occidental, al sur, los edificios de La Isla, a la entrada de la población por la N-634, que tiene enlace con la cercana Autovía A-64 Oviedo-Villaviciosa


Más a la izquierda son los edificios en torno a la estación de autobuses y antiguo mercado de ganados (Plaza de Olof Palme)


A lo lejos divisamos El Monte la Cuesta con El Picu la Parte (364 m) con sus canteras, sobre las vegas del río Nora y donde confluyen las parroquias de La Carrera, La Pola y, al sur, Valdesoto


Más a la izquierda el monte de La Peña (307 m) en La Peñuca (Satolaya); entre ambos montes va la carretera SI-8 de La Pola a Valdesoto por La Venta la Salve



Más allá de El Fonganón, la Urbanización Verdesur, en la Avenida de Noreña, encima de La Soledá y cerca de La Piñera; en la lejanía El Fariu o La Sierra de Fariu


Este es El Picu Fariu (707 m) propiamente dicho, por donde va la frontera de Siero con Sariegu y que nos sirvió de referencia en nuestras andanzas por estos concejos antes de entrar en La Pola


No obstante el más alto de la serranía del Fariu, y que en los mapas suele aparecer con ese nombre, es realmente El Torrexón o Picu los Soldaos (737 m) que, dada su proliferación de repetidores es también llamado El Picu les Antenes, un poco más al norte


Proseguimos con la subida hacia El Cierru y El Campón, donde hay un buen grupo de viviendas unifamiliares con terreno


Los alrededores de La Pola, al igual que otras aldeas del extrarradio de las ciudades y/o cercanas a vías importantes de comunicación van transformándose paulatinamente de rurales a residenciales y las antiguas huertas con ahora prados o jardines


Se construye vivienda nueva y también se reforman las antiguas caserías, quintanas y casas campesinas, cuadras y llagares se integran en la zona habitable


Estamos en una de esas cuestas que no son duras, pero sí algo prolongadas. Por un lado los peregrinos que ya llevan muchos kilómetros a sus espaldas ya estarán acostumbrados, pero por otro lado, por la misma razón, todo nuevo esfuerzo siempre se nota


El paisaje, si bien muy humanizado, es bastante grato y el trayecto, aunque por asfalto, bastante agradable de caminar, sin apenas tráfico alguno salvo el vecinal


La parte posterior del caserón de una quintana se yergue sobre el Camino, muy alto, asomándose una parte a la calle, literalmente, apoyada por una estructura de vigas


Cruce de caminos, en el que cruzamos y seguimos de frente. Eso sí, a la derecha se anuncia la parrilla La Quintana


Las flechas amarillas confirman que hemos de continuar de frente, recto y en cuesta


Coincidimos aquí con El Camín de los Santuarios, que comunica Santo Toribio de Liébana, Covadonga y Oviedo/Uviéu, cuyas señales vemos al lado de las del Camino de Santiago; esta indica la dirección a la Sancta Ovetensis, pero también las hallaremos en sentido inverso, pues es una ruta pensada para hacer en dos direcciones


Estacas con alambre revelan los usos ganaderos del prado a nuestra izquierda


Efectivamente, aún están presentes algunas labores agropecuarias en estos arrabales polesos, una buena ganadería de xatos roxos...


Al este, de nuevo los edificios de La Pola, llegamos a reconocer, al fondo los de La Venta la Uña


La cuesta sigue y sigue pero ya nos parece reconocer el final de la subida


Llegamos a otro cruce y seguimos subiendo, a la izquierda


Desde aquí y ahora, detrás de nosotros, reconocemos, más allá de La Pola, un monte muy picudo en lontananza, al este, detrás de nosotros

Es El Picu Castiellu (435 m), llamado de Marcenao para diferenciarlo de otros de nombre similar existentes en las inmediaciones y que forman parte de una importantísima área castreña en torno al valle del Nora o Ñora. Se trata del solar de un castro prerromano que debió ser utilizado hasta entrada la Edad Media; mismamente, hay quien supone que en él habría estado el 'Castro de Siero' desde el que se sabe se gobernaba el territorio antes de la fundación de La Pola, por parte de un tenente o potestas, representante real que, entre 1250 y 1260 sería un tal Didacus Abregon, según la documentación conservada de la época

Del Picu Castiellu 'de Marcenao' pero que realmente está entre Marcenao y Aramil, hablamos abundantemente, así como de su fiesta de la Santa Cruz, cuando pasábamos de Sariegu a Siero por Aramanti, El Castru y Aveno, recorriendo luego los bosques de El Cuitu para llegar a la capilla de La Bienvenida antes de bajar por Curuxeo al Puente Recuna y entrar en La Pola por El Rayu y El Rebollal, al lado de La Venta la Uña


Las grúas ejemplifican el continuo crecimiento del casco urbano polesu, en ese caso por la zona de La Venta la Uña. A la derecha del Picu Castiellu es el pueblo de La Braña, en la parroquia de Marcenao, su mejor acceso y por donde se sube en la romería de la Santa Cruz, advocación de la iglesia parroquial, de la que adjuntamos esta sinopsis histórica que hace La Nueva España del 30-4-2004 en base al libro de la historiadora Mª Dolores Alonso Cabeza titulado El concejo de Siero en sus fiestas. Datos de su historia:
"La fiesta de la Santa Cruz ya se cita en 1719, pero la cruz del Picu Castiellu fue plantada en las primeras semanas de septiembre de 1904, hubo unas misiones en la parroquia de los Padres Capuchinos de León, que eran para las parroquias de Vega de Poja, Collado, Pola de Siero, Santa Eulalia de Vigil y Aramil, pero se celebraron en Marcenado, por ser la más céntrica. Los frailes ejercieron una atracción tan fuerte entre la muchedumbre que en su estancia de nueve días organizaron varios actos a los que concurren en pleno todas las parroquias, el octavo día se celebró una comunión general en el campo de la iglesia, se ofició la eucaristía y al final se celebró procesión por la noche, con antorchas y faroles, y el padre Santibáñez, amo de la casa, cargó sobre sus hombros una pesada cruz de madera de cuatro metros de altura cubierta toda de cinc, y realizó el largo trayecto desde la iglesia hasta la cima del monte Picu Castiellu, donde la dejó plantada. Desde entonces se convertiría en uno de los eventos más significativos de la religiosidad popular, atrayendo al lugar los domingos y días festivos a fieles que recorrían a pie varios kilómetros para la oración del rosario en la cima del monte. 
Todos los años la segunda semana de septiembre se celebró misa en el monte al pie de la cruz, con gaita y tambor, a la que asistían los párrocos de Vega de Poja, Pola de Siero, Collado, Santa Eulalia, Aramil y, por supuesto, el de Marcenado. Se invitaba para este día de la Patrona a los curas que eran nacidos en la parroquia y que se encontraban fuera, como el padre Robustiano, don Sabino, el padre Ángel, don Salvador Corujo, don José y don Lázaro San Martín Camino, que fue uno de los 140 sacerdotes de la diócesis de Oviedo que perdieron la vida en los turbulentos años de las contiendas fratricidas que sufrió España."

Más allá de La Braña son los montes de La Golpina y El Mosqueru, con cotas poco menores de los 400 metros, donde estuvo la antigua iglesia de Collao, destruida en 1936 y reconstruida al lado de la carretera general (N-634)


Como hemos dicho desde el cruce continuamos subiendo a la izquierda, tal y como nos indican las flechas amarillas


El Camino, aquí vía local asfaltada, recordamos que sin apenas tráfico, se encaja entre sebes, que eran el cierre tradicional de las fincas antiguamente, y como tal siguen empleándose


Detrás de nosotros, otra vista hacia El Fariu


Ahora lo que más nos llamará la atención y que no veíamos antes será la clara caliza de La Peña Careses (552 m), un gran peñón que, pese a no ser tan alto como El Fariu, tiene un gran campo de visión sobre el valle del Nora y gran parte de Asturias. También hablamos ampliamente de esa peña en nuestras entradas de blog dedicadas a la parroquia de Narzana en Sariegu


Al este de Careses y El Fariu se extiende la larga loma de La Llomba, que hace de divisoria de Sariegu con Villaviciosa y cuenta con diversas cotas, algunas que superan los 600 metros, como El Pozu los Llobos, El Campu los Salgueros, El Campu les Cruces o Valloberu, todo ello majadas pastoriles y plantaciones de pinos donde se han localizado varias necrópolis megalíticas de en torno a los 4.000-5.000 años de antigüedad


En La Llomba, La Fumarea o La Collá la Fumarea, por donde la carretera AS-331 comunica La Pola con el gijonés Alto L'Infanzón por el valle del Ríu España, en las parroquias Villaviciosinas de Candanal y Pión; por esta segunda pasa el ramal gijonés del Camino Norte, del que se ha separado este, el ovetense, en Casquita, al sur de La Villa, la capital de Villaviciosa


La parte saregana de La Peña Careses es la llamada La Peña Castañera, sobre el pueblo de este nombre, en la parroquia de Narzana, muy afectada por una cantera pero que desde aquí no llegamos a ver, la cual hizo desaparecer varios lugares de la montaña, Los Campinos, El Llaniquín, Royaderu y Les Vallines, entre ellos


La parte sierense de Careses es un espacio protegido y, pese a no ser una gran altura, su cercanía a La Pola y su relativamente fácil subida por sus peñas hacen de ella una cumbre mítica, dado que además no es fácil encontrar un gran peñón calizo por estas latitudes y a esta altitud, por lo que los montañeros y senderistas suelen tenerlo entre sus excursiones habituales, existiendo además diversos circuitos, rutas y trayectos por los pueblos de alrededor con su cima como meta


Entre La Peña Careses y El Fariu está el paso de Puertecampu, que desde la aldea saregana de La Rimá, en Narzana, pasa a la parroquia sierense de La Collá y por el valle del río Muriel o Meredal comunica directamente con la bahía gijonesa. Fue un camino muy empleado en la antigüedad del que llega a escribir el ilustrado prócer Gaspar Melchor de Jovellanos


A la izquierda de Puertecampu y más pequeño que La Peña Careses, aunque también con algo de caliza hay otro Picu Castiellu (488 m) que, para distinguirlo, se de añade 'de La Collá', otro recinto castreño de sumo interés, el cual fue excavado a principios del siglo XX por el ingeniero gijonés Felipe Valdés Menéndez, encargado de la construcción del malogrado Ferrocarril de San Martín Aurelio-Lieres-Gijón-El Musel, que atravesaría el picu por un túnel. Sus hallazgos se encuentran en el Museo Arqueológico de Asturias


Abetos, palmeras y otras especies arbóreas ornamentales delatan los usos residenciales cuando llegamos a otro grupo de viviendas unifamiliares y chalets


La cuesta sigue entre tapias, muros y sebes


En los cruces y bifurcaciones siempre de frente, subiendo y en recto. Las señales jacobitas nos lo confirmarán, "Desde Pola de Siero acometía el caminante, cruzando el término parroquial de San Martín de la Carrera, de significativo nombre, la última etapa de su romería ovetense, esfuerzo postrero que le colocaría en los umbrales de Oviedo" , leemos en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa"El largo camino que había tomado en Villaviciosa para dirigirse a postrarse ante la imagen de San Salvador, en su tramo final..."


Dice también este libro, de varios autores coordinados por la catedrática Mª Josefa Sanz Fuentes, que al salir de La Pola, el Camino "acomete la subida hacia La Carrera atravesando su caserío por el eje de la loma donde se sitúa..."


"Ascender entre los chalets del barrio de La Carrera" resume el por su parte el historiador Antón Pombo este tramo en su varias veces reeditada Guía del Camino de Santiago. Camino Norte, una ascensión que llegados aquí, parece suavizarse


Nueva encrucijada y de nuevo de frente entre las tapias de los chalets


Ciertamente la subida se va suavizando cuando llegamos a lo alto de Forfontía, "El pueblo está atravesado por un camino real, antiguo tránsito de las enseñanzas de San Martín de Tours", escribe Mª Dolores Alonso Cabeza en otro de sus libros, El concejo de Siero en sus fiestas. Datos de su historia, refiriéndose a que por los antiguos caminos de peregrinación se extendió el culto a San Martín, patrón de la iglesia de La Carrera, como lo es en Siero también de la de Samartino


Aquí tenemos un mojón jacobita y, en lo alto del muro, una placa del Camín de los Santuarios, camino este del que prosigue diciendo "y después "camino francés" de los peregrinos que desde Francia, por la rute del Norte de España, se dirigían a Santiago de Compostela".


Y aquí, entre estas dos casas, se acaba ya definitivamente la cuesta que empezábamos a subir nada más salir de La Pola y entrando en La Carrera 


Nuevos paisajes nos aguardan pues hacia el oeste, por la antigua Llanera de Siero, como aparece en los documentos medievales anteriores a la fundación de La Pola


El Camino aquí es ancho pero sigue siendo de muy escaso trasiego de vehículos


Es la llanura de El Campón, en la que se han construido también muchas casas residenciales, tipo chalet en los antiguos pastos que, aún más antiguamente, fueron tierras de cultivo, de trigo, escanda y centeno... hasta que predominó el maíz procedente de América. Prosigue diciendo Mª Dolores Alonso Cabeza:
"La Carrera, con suelo fértil en la variedad de los cultivos tradicionales asturianos, tuvo buenas tierras de maíz y fabes. El trigo y particularmente la escanda se destinaban al pago de la renta de las caserías; durante años fue el maíz la base de la alimentación de los campesinos. De la "fariña" se hacían "les fariñes" plato común en las cenas del invierno.

Los vecinos de La Carrera son Fariñones. En 1987 se fundó el "Conceyu Fariñón" y desde entonces viene desarrollando actualmente una serie de actividades culturales de notable interés.

Una de ellas, la publicación de una "Revista Histórica" que recoge los más variados temas de la localidad. Comenzó como "Los Fariñones", "Revista del pueblo de La Carrera", hoy lleva el título de "Pueblos y gentes de Siero", la dirige con singular acierto el periodista D. Enrique Medina.

Destaca la personalidad de Enrique Medina Vigil. En su labor periodística va relatando el ayer y el hoy del Concejo, su vida y sus personajes. Muchos de sus artículos publicados en La Nueva España los ha reunido en el libro Testimonios para el recuerdo de los personajes de Siero, en el año 2004. El 29 de junio de 2007 ha presentado La otra Pola; evocación del pasado. Tomo I. Crónica sentimental, gráfica y escrita, de Pola de Siero (Asturias). Interesante colección fotográfica, y algunos artículos, de la capital del Concejo".

Empezando este suave descenso en recto comenzamos a ver, aún pequeña y diminuta desde aquí, la citada iglesia de San Martín de La Carrera, en el valle, cerrado al sur por la Sierra de la Paranza, que separa el valle del Nora del del Nalón y Siero de Langreo/Llangréu


Como sucedió con la de Collao, esta iglesia fue reconstruida aquí, al lado de la N-634, tras la destrucción de la antigua en 1936, al empezar la Guerra Civil, la cual estaba algo más al norte y ya había sido incendiada en 1931 y 1901


Del río Nora hacia La Paranza se extienden en ladera las aldeas, barrios y lugares de las parroquias de Hevia, Santa Marina, Tiñana y Llimanes. Nosotros pasaremos por la parte baja del valle, por El Berrón (La Carrera) hacia Fonciello y Meres, en Tiñana, para pasar por Granda y por Colloto/Cualloto pasar a Oviedo/Uviéu


Al oeste de La Sierra la Paranza destaca La Grandota (508 m), ya en términos ovetenses, más al suroeste no es fácil ver con nitidez el Aramo, la gran montaña central asturiana, salvo los días más claros y sin brumas, pero pueden reconocerse su silueta y, con ella, alguna de sus cumbres, como La Mostayal (1.313 m), fácil de reconocer siempre al estar desgajada del resto de la sierra, unida a ella por el collado de Pan de la Forca


Más a la izquierda están El Pelitrón (1.562 m), Las Bizarreras (1.626 m) y El Moncuevu (1.117 m)


La cumbre más alta del Aramo es El Gamoniteiru (1.786 m); pese a que no llega ninguna de sus cumbres a los dosmiles su prominente posición hace de esta sierra, ganadera por antonomasia, un mirador desde el que se domina gran parte de Asturias, no solamente el centro sino la mayoría de las alturas al oriente y al occidente. 
Aquí más cerca, en La Paranza, tenemos El Picu Suano (492 m), al sur de Tiñana, donde está localizado otro de los numerosos castros de la cuenca del Nora, El Castiellu, del que leemos en la web Astures de Fon S.P. a 7 de julio de 2023, cuando se anunciaba su excavación arqueológica:
"Ya está en marcha la excavación arqueológica de este impresionante asentamiento fortificado que se encuentra próximo al barrio de Fozana, en Tiñana, Siero. Se trata de una loma alargada que tiene una longitud total de 400 metros, en la que se erige el asentamiento en su último tercio delimitando un espacio de 129 m. en su eje mayor y aproximadamente 90 en el menor. Alcanza los 400 metros de altura en un entorno de las últimas alturas que limitan la cuenca fluvial del Nora, situado al norte de este lugar, y el Nalón al sur, por lo que su control visual sobre la llanura central y todo el concejo de Llanera y Oviedo es extraordinario. La pendiente que lo rodea actúa como defensa natural, rodeada por dos arroyos que discurren por las potentes vaguadas que hay a los lados.
La protección que proporciona la orografía está reforzada por una muralla de piedra de la que se aprecia derrumbe por todo el lugar. En su parte sur cuenta con dos profundos fosos de al menos seis metros de profundidad que protegerían la parte más expuesta a un ataque. Es en esta parte donde se alza el potente derrumbe de un bastión o torre que debió alcanzar unas proporciones considerables atendiendo a la cantidad de material acumulado. 
El castro ya fue localizado por José Manuel González, en 19691 y está incluido en el IPCA. Alfonso Fanjul Peraza, quien dirige esta campaña, lo estudió y publicó en dos ocasiones. 
En el castro se ha documentado ocupación prerromana, de los últimos siglos antes del cambio de era, sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado ni el asentamiento romano ni el medieval, que está confirmado a través de las fuentes y la tradición oral. 
Esta tradición habla de un «caballito de bronce» hallado en el castro por buscadores de tesoros, que han afectado profundamente a la estructura del bastión. Las leyendas locales hablaban de una «pita de oro y pitinos» escondidos en el lugar. También que las cuevas situadas en la parte superior de la loma se extienden varios km por el subsuelo del centro de Asturias con salida a los valles del Nalón. 
Otra leyenda cuenta que el rey Pelayo escondió aquí a su hermana para escapar de la persecución de Munuza. El general musulmán que tenía su base en Gijón / Xixón. La misma leyenda se recoge en el Castillo de Tudela, a pocos kilómetros al sur. 
La excavación se está llevando a cabo por un equipo liderado por Fanjul Peraza y cuenta con la participación estudiantes distintas universidades europeas y americanas. Se prolongará hasta el 16 de Julio y se realizarán visitas guiadas al lugar (...). 
El objetivo de esta campaña es documentar la gran estructura defensiva que constituye el gran derrumbe interior para averiguar si es de época romana o medieval, así como determinar el lugar de ocupación de época romana que generó los materiales que, hasta ahora, sólo han aparecido en la ladera, en una zona muy concreta y sin relación con espacios de ocupación, por lo que se especula con que fuera un basurero. 
Se trata de un asentamiento que tiene un notable interés ya que las evidencias halladas en las distintas campañas plantean diferentes momentos de ocupación (no sabemos si hay una continuidad en el poblamiento) que va desde la Edad del Hierro II, época romana y probablemente tardoantigua o medieval. 
Son lugares que por su importancia estratégica son utilizados a lo largo de la Historia. Por ejemplo se usan durante las guerras del siglo XIX por el ejército debido a su control visual. En época romana bajoimperial comienzan a ocuparse determinados lugares que van más allá de las simples posiciones militares, constituyendo el germen de núcleos de poder que acabarán cristalizado en una fortificación de las élites rurales en lugares fácilmente defendibles, que en muchas ocasiones fueron castros de la Edad del Hierro, como es este caso".


Desde aquí reconocemos el gran caserón del Palacio de Hevia (siglo XVII) con sus dos torres cuadradas y su capilla, en el lugar de Orial, un poco más abajo de las casas de El Pumarín y La Vallina, actual Fundación María Cristina Masaveu Peterson,"fundación española cultural privada sin ánimo de lucro y de interés general. Creada en 2006 por María Cristina Masaveu Peterson, nace con la vocación de impulsar, dentro de la tradición de mecenazgo y patrocinio de la familia Masaveu, la cultura, la formación y la investigación científica a nivel nacional e internacional, siempre con especial atención en Asturias", leemos en su página web


La parroquia de Hevia tiene, como esta de La Carrera y otras del valle, una parte rural, que es esta que estamos viendo, y otra más industrial, abajo en el valle, a lo largo de la carretera general, la autovía y el ferrocarril



En la lejanía, al sur, El Picu Peñata o Peña Villa, (591 m) que con La Peña l'Agua (531 m) y El Picu Cadaval (513 m) "Forma parte de una serie de elevaciones que con forma alomada hace de divisoria entre las cuencas del Nalón al sur, y la del Nora al Norte, y de los concejos de Siero y Langreo", dicen en el Diccionario Geográfico de Asturias, añadiendo que "La documentación antigua se refería a esta loma como el monte La Paranza"


A la derecha está La Pasera, enclave noreñense entre Siero y Llangréu que constituye uno de las 'islas' de este concejo repartidas dentro del de Siero. Por lo alto de la sierra discurre un camín real señalizado en la actualidad como Ruta de las Peregrinaciones GR-105 a entre La Covadonga ovetense y la Covadonga canguesa. Aquí abajo y más cercano, en el valle, reconocemos el nudo de comunicaciones formado por los puentes de los enlaces entre la Autovía Minera AS-I y la Autovía A-64 Oviedo-Villaviciosa, con Mudarre, parroquia de La Carrera, un poco más allá


Más cercano y a nuestra izquierda, empieza el monte La Parte, que se extiende al este hacia las canteras de Ullaga, junto a la carretera de La Pola a Valdesoto, que antes hemos visto


Seguimos camino por El Campón, "... a corta distancia de la Pola, Forfontía como lugar de residencia de personas de la ciudad tiene casas rurales y modernos chalets", nos explica Alonso Cabeza, pues esta es la tónica dominante en nuestro entorno más inmediato


El hábitat es, aún así, bastante disperso, con las casas a cierta distancia unas de otras a lo largo del Camino


Bifurcación y de frente, por el camino principal, el más ancho y asfaltado, sin pérdida


Abajo en el valle, Posá, otro de los barrios de la parroquia de La Carrera, al pie del Monte la Parte que cierra el valle del Nora por el sur


El río pasa justo al sur del pueblo, al pie del monte, por donde también discurre la A-64. Más abajo el prado nos tapa las casas de la carretera N-634 y el ferrocarril, que tiene allí apeadero. El topónimo parece hacer referencia a alguna antigua posada caminera. Ahí estuvo antaño el Club Los Pepitas, toda institución social en Siero, con sus instalaciones de ocio y restaurante, que desaparecieron al disolverse la entidad; posteriormente abrió El Tarumba, restaurante y sala de fiestas y conciertos al aire libre 


El Monte la Parte hacia el oeste, con las laderas de La Cuesta, El Común y El Monte los Pinos, hacia Ullaga y La Cantera


Otra bifurcación y de frente también, todo recto, según nos indican las flechas amarillas pintadas en muros y postes telefónicos de hormigón


Seguimos en suave descenso entre chalets y casas unifamiliares con terreno, algunas de ellas segundas residencias


Prados abajo, El Campu la Larda y un paisaje más abierto de esta parte del valle del Nora en La Carrera


Aquí abajo a la izquierda vemos el tejado del albergue de La Carrera, también llamado de Forfontía, barrio de esta parroquia en el que se encuentra. No obstante mejor llamar antes para consultar disponibilidad pues parece ser suele ser destinado a grupos y no es esencialmente de peregrinos; suele ser sometido a mejoras periódicas. Habían sido las antiguas escuelas, inauguradas hacia 1930, antes se daba clase a los escolinos en Casa Pinón y a les escolines en "una casina pequeña situada en la orilla de la carretera hacia El Berrón", narra el vecino José García Riesgo en Recuerdos y añoranzas, otro capítulo de las historias Fariñonas de la revista Pueblos y Gentes de Siero, y añade:
"La inauguración de las nuevas escuelas, hacia el año 1930, fue un lujo y una comodidad en aquellos momentos. Dos aulas amplias (una para niños y otra para niñas); mesas bipersonales, cómodas y con pupitre, retretes, vestíbulos con perchas para colgar los pocos paraguas y los muchos sacos de capucho con lo que nos tapábamos cuando llovía, Y bajo las perchas, en fila, el guarda-madreñas, calzado habitual y adecuado para aquellas embarradas "caleyas"

Poco más allá del albergue divisamos alguna de las primeras naves del Polígono Industrial de la Carrera, en la carretera y, poco más allá, algunas naves ganaderas de Mudarre, como la de la Ganadería Cris


El nudo de comunicaciones de las autovías, más cerca, de cuyas expropiaciones se quejaba el citado García Riesgo en La Nueva España del 5-5-2011:

"Soy propietario de unas fincas sitas en el barrio de Forfontía, parroquia de La Carrera, en Siero, que para la construcción del enlace de las autovías AS-1 Mieres-Gijón y A-64 Villaviciosa-Oviedo, concretamente en la salida de Ferrera, donde están haciendo el enlace Siero-Noreña, fueron parcialmente expropiadas.

Están expropiadas desde hace ya varios años. Al examinar los planos presentados por el Ministerio de Fomento durante el período de alegaciones me encuentro con que habían dejado fincas sin accesos de entrada, por lo que tuvimos que presentar las oportunas reclamaciones para su rectificación. Estas reclamaciones fueron presentadas en el Ministerio de Fomento en Oviedo, pero cuando los técnicos de la empresa adjudicataria empezaron a marcar el trazado para iniciar las obras no tenían constancia en sus planos de ninguna de ellas, por lo que me vi obligado a presentar nuevas alegaciones en Oviedo y acudir a las oficinas que la empresa tiene en El Berrón para explicarles a los ingenieros la ubicación exacta de las mismas.

Posteriormente, cuando comenzaron las obras por la empresa Coprosa hace más de dos años, se puso en conocimiento de esa Demarcación que pude observar cómo se estaban realizando obras tendentes a llevar por medio de tuberías de gran envergadura a las fincas de mi propiedad, que no fueron expropiadas, las aguas pluviales procedentes del enlace en construcción, además de las aguas fecales que proceden de viviendas y cuadras, circunstancia que constituye una manifiesta ilegalidad en la legislación relativa a vertidos y un auténtico expolio a mi propiedad, a la que se le causan enormes perjuicios que no estamos legalmente obligados a soportar.

En definitiva, la única solución que se me ofrece, aunque tenga razón, es acudir a los tribunales, con el consiguiente gasto y con el agravante de que para cuando produzca el fallo judicial posiblemente la carretera esté ya en funcionamiento.

No entiendo cómo los mismos que hacen las leyes, supuestamente como dicen para defender al ciudadano, son los mismos que las incumplen.

Estoy convencido de que si los terrenos fuesen de alguien conocido o familiar de los responsables de esta ilegalidad ya hubiesen dado una solución, o simplemente ni siquiera habría problema, pero como soy un simple ciudadano que paga sus impuestos los utilizan para que cargue con sus ilegalidades.

Como me consta que esto sucede a mucha más gente que a mí, les animo a que lo hagan público y de una vez por todas juntos podamos denunciar a quienes son los primeros en no respetar lo que a nosotros por ley nos exigen".


En Mudarre, un poco más arriba, se llega a reconocer el grupo de casas en torno a la capilla de la Concepción (detrás y a la izquierda de la torre de alta tensión en la fotografía), que conservaba un retablo barroco


Más arriba Ñora, también en la parroquia de La Carrera, una de las varias aldeas del valle que llevan en nombre del río Ñora o Nora, desde su mismo nacimiento en La Fuente Ñora en Sariegu


Ahí tenemos la Autovía Minera AS-I Mieres-Gijón que divide en dos el valle, este y oeste, mientras que la A-64 Oviedo-Villaviciosa lo hace norte y sur. La primera también divide en dos al polígono, pero este se halla bien comunicado entre sí por la N-634, que pasa debajo de ella (vemos su puente encima del cobertizo de la foto así como, más a la derecha, encima de la nave blanca, un poco del túnel del ferrocarril


Y ahí arriba volvemos a ver el Palacio de Hevia, cuyo tamaño va a ser una buena referencia visual en nuestro camino por el valle del Nora al oeste


Si bien no tan grande y más en la distancia acaso no sirva también de referencia visual en nuestro deambular por el valle del Nora el edificio blanco de las escuelas de Santa Marina (arriba a la derecha de la foto), con la iglesia parroquial a su izquierda, en un alto


Dado que la parroquia se llama como su equivalente noreñense en La Pasera, Santa Marina, solemos encontrarla escrita como Santa Marina de Cuquiellos desde al menos 1162, cuando en un documento aparece como "villa de Santa Marina de Ququellos, tierra de Siero", en 1215 "Santa Marina de Cukellos" y ya en 1385 Santa Marina de Cuquiellos. Se trata del cuquiellu, el cuco o cuclillo, abundante en la zona, por lo que se quiso castellanizar como Santa Marina de Cuclillos


Un documento aún más antiguo de fecha, el de Ordoño II a 8 de agosto del 921, menciona a "Santa Marina de Mercato", sin embargo es uno de los del famoso Liber Testamentorum del obispo Pelayo, en realidad dos centurias posterior, no siendo tampoco plenamente seguro se refiera a esta Santa Marina, no dejando de llamar la atención su alusión al Mercato, 'mercado'


Si bien vamos a encontrarnos con importantes áreas industriales el Camino las evitará bastante hasta la entrada en el concejo de Oviedo/Uviéu, para pasar inmediatamente al casco urbano. Caminaremos algo apartados de las vías de comunicación en las que se extienden los polígonos, más cercanos a las más rurales y verdes riberas del Nora


Y aquí tenemos, más cerca, la iglesia de San Martín de La Carrera, a la entrada del núcleo urbano de El Berrón, alguno de cuyos edificios ya vemos desde aquí. Dice Mª Dolores Alonso Cabeza:
"El Berrón presenta una actividad muy diversificada, fabricación de muebles, productos cárnicos, talleres metálicos, de construcción, herramientas, ferretería, electrodomésticos, almacenes, maderas, comercialización, variedad del sector servicios, buena hostelería, farmacia, consultorio médico, medicina privada, residencias geriátricas, guarderías infantiles, etc, etc.

Es el núcleo de mayor crecimiento urbanístico de Siero en los últimos años".

Avanzando un poco más y tomando como referencia el cobertizo que hay prados abajo, En El Campu la Larda, vamos a ver esta parte meridional de la parroquia de La Carrera guardada al sur por el monte llamado precisamente La Parte


La Parte es como se llama además el barrio que tenemos enfrente, en la ladera del monte de su nombre, de donde era el pintor que firmaba como Armando Laparte. Por abajo pasa el Nora, oculto por el arbolado ribereño


Más arriba, Valire, sobre el valle que, hacia el sur, se extiende hacia Bendición, en Valdesoto, paso a Gargantá y El Cordal de San Xusto, por onde otra carretera, la Carretera Carbonera (actualmente AS-376) fue, antes que el ferrocarril, el primer tránsito carreteril para llevar el carbón de Siero y Langreo/Llangréu al entonces pequeño muelle local gijonés. Pensada por Jovellanos, no se hizo realidad hasta 1842, mucho después de la muerte del ilustrado, gracias a la inversión de Alejandro Aguado, Marqués de las Marismas del Guadalquivir


 Aún más lejos, El Picu Tres Conceyos (2.014 m), El Picu los Pisones o Camparón (2.043 m), Robequeras (2.091 m), El Cuetu los Barriales (2.109 m) y L'Estorbín de Valverde (2.124 m) en Aller/Ayer, marcan la divisoria de Asturias y León en la cresta de la Cordillera Cantábrica


Volvemos a fijarnos en lo más inmediato, en el valle del Nora en Posá, justo debajo nuestro, en concreto en El Llugar de Riba, que se extienden entre la carretera y la autovía atravesado por el ferrocarril 


Más arriba, en la falda del monte, el lugar de Villabona, al este de La Parte


Prosigue nuestro caminar por los chalets y parcelas de El Campón, por donde avanzamos bastante plácida y cómodamente pese a pisar asfalto


Los habitantes de este barrio de la parroquia de La Carrera se agrupan en la Asociación de Vecinos Valle de Forfontía que, tras un parón en 2019, justo antes de la 'crisis del covid', volvieron con idea de reanudar sus actividades


Llegamos a una nueva bifurcación. Aquí hay flechas que indican que es igual ir por la derecha que por la izquierda


Dado que nos parece menos transitado y más tranquilo aún el que baja, es el que vamos a tomar


Pasamos junto a la portiella de una casa y avanzamos todo recto, entre el seto a la izquierda y el vallado a la derecha


Un poco más adelante, en El Valle, ambos ramales volverán a reunirse para pasar el puente sobre la Autovía minera y continuar, bien hacia El Berrón (el tramo hoy por hoy más señalizado y que aparece en todas las guías) o bien hacia Noreña (parcialmente señalizado)


Y de esta manera continuamos con paso firme por los caminos de Forfontía, un topónimo una raíz 'forf' puede proceder de un forficam 'grieta', de la que " se formaría el ast. fuérfagu ‘socavón’, ‘barranco’, fuérfanu ‘socavón, barranco profundo’, y los aumentativos forfagón o forfegón, forfogón y los también relacionados forfagu, forfuéganu, etc. De ellos hay muestras en la toponimia menor ...", como nos explica el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos 


El siguiente elemento, 'fontía', haría referencia a fuentes, de la que antes tanto abundarían en estos contornos, si bien muchas habrían desaparecido al dejar de usarse y disponerse felizmente de agua corriente en las casa. De todas maneras también podría tener que ver con fontán, charcos o lagunas que se forman al llover, entre otras acepciones como fuente pequeña, manantial, etc.


Es muy posible que, en estas llanadas se formasen antaño esos fontanes y diesen nombre a este barrio de La Carrera, pero no deja de ser una elucubración


Grandes, espesas y altas sebes encajan el Camino, que continúa su suave y paulatino descenso en Forfontía


Desde aquí, y más allá de las casas de El Rancho, al otro lado de la autovía, ya reconocemos la gran urbe ovetense, la capital de Asturias, que se extendió desde su núcleo originario en la colina de Ovetao u Oveto, como se consigna en la documentación medieval, independientemente de cómo sería por entonces su pronunciación y, además, qué significaría etimológicamente en realidad, para lo que hay debate abierto


La ciudad crece en todas direcciones en el espacio que forma un gran meandro del Nora, de ahí que su espacio se delimitase en el medievo como "de Nora a Nora", que perfila la frontera de su concejo al este, al norte y al sur, siguiendo dicho meandro


Si bien se especula con un asentamiento previo romano, e incluso prerromano, lo cierto es que con total seguridad su origen histórico se data documentalmente en 761, en tiempos de Fruela I, tal y como nos explica el Gran Atlas del Principado de Asturias:
"Según un pacto monástico fechado el 25 de noviembre del año 781, los primeros habitantes y roturadores del "locum quod dicunt Oveto", una colina entre el Naranco y el Aramo situada entre las llanuras de Siero y Llanera, habían sido, dos decenios atrás, un presbítero llamado Máximo y sus siervos. En aquel año del 761 ya se habían unido al grupo de colonizadores el tío de Máximo, Fromestano, quien se convertiría en el primer abad de la modesta comunicad monástica reunida al abrigo de una iglesia dedicada a San Vicente, fundación primitiva del que sería con el andar de los tiempos un importante monasterio benedictino, sin duda el más poderosos de Oviedo en la Edad Media. Siguiendo con la narratio del citado pergamino, en el año 781 se suman a la comunidad de monjes y se someten a la autoridad de Fromestano 26 mioembros más, liderados por el presbítero Montano, cuya aportación personal y patrimonial evidencia ya una intensa puesta en explotación del lugar. El pacto monástico ha llegado hasta nuestros días en una copia del siglo XII que contiene evidentes interpolaciones".

Otra cosa es que se han localizado, es cierto, villas romanas y otras construcciones de esta posible adscripción, así como castros astures aún anteriores en todo el concejo, incluso en áreas por las que ha crecido la ciudad. No obstante se considera esta fundación de Máximo y Fromestano el origen de Oviedo/Uviéu, otra cosa es que, por supuesto, dado que se trata de una copia con interpolaciones, como se ha señalado, no sea todo plenamente seguro, como pasa con casi toda la documentación altomedieval, incluyendo la referida a la fundación de Santiago y al descubrimiento de su sepulcro


Por diversas vicisitudes de las que se ha debatido mucho, el hijo de Fruela, Alfonso, que reinará con el nombre de Alfonso II El Casto, va hacer de esta su capital y, además, un gran polo de atracción y peregrinación en base a las reliquias de Cristo, la Virgen, apóstoles, etc. que, dice otra tradición, procedentes de Jerusalén acabaron custodiadas en el mítico monte Monsacro, al sur de la ciudad, siendo trasladadas luego a un primer templo ovetense de San Salvador, antecesor de la actual catedral, que ya había mandado construir su padre Fruela:
"Con todo, por aquellos mismos años, Fruela I (757-768), monarca del incipiente reino cristiano surgido al norte de la Cordillera Cantábrica tras la invasión musulmana, erigió en la misma colina donde supuestamente se habían asentado los monjes de San Vicente un templo dedicado al Salvador, vinculado, en opinión de J. Uría, a algún puesto defensivo de vigilancia que aprovechaba la condiciones geo-estratégicas de la colina de Oveto. La intervención regia en Oviedo continuará de la mano del hijo de Fruela, Alfonso II (791-842). El Rey Casto será el verdadero fundador de la entidad urbana ovetense: regia sedes (capital del reino, civitas (ciudad) episcopal y ciudad mercado."

La incipiente ciudad no obstante fue asaltada dos veces por los musulmanes, y al parecer arrasada en su por entonces aún pequeña dimensión, en sendas incursiones seguidas los años 794 y 795. Se sabe que luego se emprende su reconstrucción, con el templo de San Salvador convertido en sede episcopal, su palacio como sede real y se erigieron otros edificios de los que conocemos los templos de Santa María y San Tirso y, más alejados y ya en las afueras, San Julian de los Prados (Santuyano). Más alejados estarían San Pedro de Nora (junto al río) y Santa María de Bendones. En 808 dona a San Salvador la famosa Cruz de los Ángeles...


A Alfonso II se le considera "el primer peregrino a Santiago, al menos de nombre conocido" pues bajo su reinado, en un periodo que abarcaría entre el 813 y el 820 aproximadamente, se confirmaría la inventio o descubrimiento del que se tiene por sepulcro del apóstol Santiago en Compostela y él mismo habría ido allá con su séquito a comprobarlo, atestiguarlo y establecer las primeras disposiciones fundacionales. Dado que las noticias existentes al respecto son muy posteriores a estos sucesos se teme que sean interpolaciones posteriores de las que tanto se gustaba en el medievo, lo que tampoco quiere decir necesariamente que se tratase de una total falsedad; leemos al respecto en Xacopedia:

"Rey de Asturias (759-842). Reinado: 791-842. Fue decisivo en el nacimiento y desarrollo inicial del santuario compostelano, situado, como el resto de Galicia, en su aislado reino cristiano asturiano, en el noroeste y norte peninsular. Hacia los años 820-830 confirmó como pertenecientes a Santiago el Mayor los restos óseos aparecidos en un olvidado edículo funerario de origen romano emplazado en un bosque del occidente gallego. Sobre los motivos y hechos concretos que le llevaron a tomar esta decisión nada se sabe.

Fue, en todo caso, un primer e imprescindible paso que sólo él podía hacer efectivo con su superior autoridad, emanada de Dios. Y le dio forma estable mandando construir la primera iglesia para el culto y la custodia del sepulcro. El paso siguiente fue la creación de una comunidad monástica responsable de los restos apostólicos, que dio origen al primer cenobio compostelano, San Salvador de Antealtares, actual convento de San Paio. Completó la labor de creación de lo que se iba a conocer como el locus sancti Iacobi -el lugar santo de Santiago- con un baptisterio del que apenas se conservan restos.

Pero Alfonso II no se conformó con todo lo anterior. En otra decisión que evidencia su interés por el naciente santuario de Santiago, realiza en el año 834, durante una peregrinación desde Asturias, la primera donación de tierras a la naciente Iglesia compostelana. Fue un espacio de tres millas de radio alrededor del locus sancti que daría origen al futuro señorío de Santiago y permitiría la supervivencia de los primeros religiosos del lugar.

Estas medidas, unidas a su decisión de situar a Oviedo como capital del reino y centro religioso, pretendían reforzar la pequeña iglesia asturiana frente a la situada en territorio musulmán, liderada desde la poderosa Sede Metropolitana de Toledo, que mantenía serias discrepancias teológicas con la del pequeño reino cristiano.

Se cree que Alfonso II solicitó ayuda al emperador franco-alemán Carlomagno, con el que mantuvo contactos, para la consolidación de su Iglesia y la durísima lucha contra los musulmanes, que llegaron a arrasar Oviedo, la capital del reino. Estos hechos pudieron inspirar en el siglo XII el relato legendario de la Historia Turpini -libro IV del Códice Calixtino- donde se sitúa al gran emperador continental como liberador del sepulcro y responsable de la apertura del Camino a Santiago. Se buscaba reforzar la dimensión europea del santuario, a pesar de que la muerte de Carlomagno se produjo en el año 814, varios años antes del hallazgo del sepulcro de Santiago, y de que el texto ignoraba la trascendencia de Alfonso II en el nacimiento del santuario.

Durante el reinado de Alfonso II podría haber nacido la consideración del Apóstol como “patrón y señor de toda Hispania”, partiendo quizá de fuentes que, como el himno O dei verbum, de finales del siglo VIII, aluden a un patronato anterior. En este confirmado patronato estarían los orígenes remotos de una interpretación de su figura como líder celestial en el largo combate peninsular contra los musulmanes. Esta interpretación va a convivir a través de la historia con su consideración como apóstol y peregrino, que le daría su verdadera dimensión europea.

Alfonso II está considerado como el primer peregrino jacobeo. Visitó el naciente santuario compostelano al menos una vez (834), llegando previsiblemente a través de lo que hoy se conoce como el Camino Primitivo, entre Oviedo y Compostela".


A ciencia cierta y en caso de que Alfonso II sí hubiese ido a Santiago tampoco sabemos qué camino hubiese empelado, bien es verdad que se supone sería la que fue la ruta más empleada en base a los pasos naturales por los que discurrieron los caminos prehistóricos que con la romanización servirían de base a la vía Lucus Asturum (supuestamente la civitas en lo que hoy es Llugo de Llanera, unos kilómetros al norte) a Lucus Augusti (Lugo, capital de la Gallaecia Lucense) y de allí por alguna Vía XIX o XX del Itinerario de Antonino llegar a Aseconia). Por supuesto es otra suposición más o menos probable en base a las rutas seguidas posteriormente por los peregrinos documentadamente


Años más tarde, a Alfonso III, que reinó entre el 866 y el 910, el historiador Juan Uría Ríu lo consideraba "el segundo fundador de Oviedo" al completarse la ciudad cortesana con un castillo y un nuevo palacio. Habría de esperase a Alfonso VI con su decisiva visita en 1075, cuando se abrió el Arca Santa de las reliquias, para un nuevo gran impulso a la ciudad que comenzaría con él, que en 1096 donó los palacios de Alfonso III para hacer un hospital de peregrinos "que ya cuatro años más tarde era clasificado romo palatio frantisco, en clara alusión a los romeros de origen ultrapirenaicos" y, además, le dio sus primeros fueros, consolidándola como capital administrativa y ciudad mercado


En lo relativo a las peregrinaciones, si bien Santiago se afianzó como uno de los grandes santuarios de la cristiandad junto con Roma y Jerusalén, del ovetense se decía por toda Europa que "quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al señor", por eso, además de las rutas salvadoranas norteñas, al afianzarse los caminos jacobitas meseteños como los principales, no pocos peregrinos tomaban, normalmente desde León pero también desde otros puntos, rutas a través de los puertos de la cordillera para venir a la capital asturiana que, en 1438 y con el papa Inocencio IV, tuvo el Jubileo de la Santa Cruz en su catedral, lo que incrementó el número de romeros


A Oviedo/Uviéu los caminantes xacobeos no iban solamente a la ida, no pocos empleaban esta ruta como su camino de regreso tras haber llegado por otros caminos a Santiago, incluyendo rutas marítimas. Muy interesante también lo que nos cuenta la Xacopedia, llegó a ser el segundo centro de peregrinación medieval en sus tiempos, muy posiblemente en rivalidad con Santiago:

"Desde la Edad Media Oviedo contó con un importante centro de culto cristiano, la catedral de San Salvador -comúnmente conocida como Sancta Ovetensis-, que se convirtió en un destacado lugar de peregrinación, bien fuera como parte del recorrido jacobeo, bien como meta en sí misma. Este último caso fue el de reyes leoneses y castellanos, desde Fernando II de León a Alfonso XI de Castilla. El principal reclamo de la basílica ovetense es y fue su Cámara Santa, estancia donde se custodian los tesoros y reliquias de la catedral. Se trata de una capilla palatina construida por orden de Alfonso II sobre la que posteriormente se edificó en estilo gótico la catedral. Fue decorada con varias estatuas-columna representando a los apóstoles, entre ellos a Santiago, en animada conversación. Está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En su interior acoge la cruz de los Ángeles y la de la Victoria, presentes en los escudos de Oviedo y Asturias respectivamente y el Arca Santa, que contiene reliquias de Jesús, como el Santo Sudario o espinas de la corona de la Pasión. Existe la creencia de que originariamente, la caja -construida en cedro- se encontraba en Jerusalén. Debido a la invasión persa del siglo VII, los cristianos de Palestina la habrían enviado a Alejandría a través del presbítero Filipo. Posteriores avances de los persas por África provocaron que fuera traída a la península, entrando por Cartagena. A comienzos del siglo VII San Isidoro, obispo de Sevilla, llevaría el arca consigo a Toledo cuando fue nombrado obispo de esta ciudad. En este siglo se cambia el recipiente de cedro por uno de roble. Empujada por la invasión musulmana, pudo ser trasladada hasta Oviedo entre el siglo VIII y principios del IX, ciudad en el que se custodia desde entonces.

En el siglo XI, el rey Sancho III el Mayor -gobernante entre 1004 y 1035- potencia el culto al santuario de las reliquias ovetenses junto al obispo de Oviedo, Ponce de Tavernoles, nombrado por él. Simultáneamente, promueve el Camino de Santiago y facilita la llegada a Oviedo de caminantes que peregrinaban por el más concurrido Camino Francés. Su hijo Fernando I siguió esta política, peregrinando a este santuario en 1053 y realizando numerosas donaciones.

En el 1075 -año de inicio de las obras de la catedral de Compostela-, el rey Alfonso VI promueve la apertura del Arca Santa, a la que dotaría de un recubrimiento de plata. Este viaja a Oviedo para presidir la apertura junto a su esposa Inés y sus hermanas, y un amplio cortejo de mandatarios del reino castellano-leonés. Este hito marca el comienzo de una época de apogeo de las peregrinaciones a la catedral de Oviedo, que tendrán vigencia a lo largo de los siglos XII, XIII, XIV y siguientes.

 

 Atraídos por estas reliquias, muchos de los peregrinos del Camino Francés se desviaban por el puerto de Pajares hacia Oviedo, tras haber visitado en León los restos de San Isidoro. Así también, quienes recorrían la Ruta del Norte podían abandonarla en Villaviciosa para encaminarse en dirección a la catedral ovetense de San Salvador. Estos podían después continuar su viaje a Santiago siguiendo la ruta primitiva hacia su destino originario.

Algunos historiadores interpretan que el impulso dado al Arca Santa por parte de estos monarcas, en concreto en el caso de Alfonso VI, fue una “reacción de la iglesia de Oviedo, celosa de su antiguo prestigio capitalino, ante el auge logrado por la peregrinación compostelana”. En esta misma línea, hay quienes sostienen que la peregrinación al Salvador tiene un cierto fondo de disputa con Santiago.

Moralejo concluye que Oviedo pudo haber rivalizado con Santiago de Compostela, “contentándose al fin con su papel de etapa en el camino alternativo al francés”.

 

De todos modos, durante la Edad Media Oviedo se convirtió en el segundo destino más visitado -después de Santiago de Compostela- por las peregrinaciones expiatorias, a pesar de haber perdido la capitalidad del Reino en el 910 y de que el Camino Francés se hubiera consolidado como ruta mayoritaria en el siglo XI.

La masiva llegada de viajeros a partir del siglo XI, tras la visita de Alfonso VI a la Cámara Santa, obliga al rey a fundar un hospital para pobres peregrinos, donando en 1096 el palatio Francisco, que con el tiempo dará paso al gran hospital de San Juan. Esta institución posibilita la formación de un auténtico barrio de francos bajo las murallas ovetenses desde los últimos decenios del siglo XI. A este centro le siguen muchos otros, hoy desaparecidos como los que se encontraban entre la catedral y la puerta de Socastiello: el de San Juan y el albergue de Santiago de los Hortelanos, que fue convertido en hospital en el siglo XVI por el obispo Jerónimo de Velasco". 


Sobre la ciudad y al norte, el Monte Naranco, con los 675 metros de altitud de su cota más alta, El Picu'l Paisanu, y algunos castros en sus faldas, precedentes poblacionales urbanos de la civitas. También acoge Los Monumentos, Santa María del Naranco y San Miguel de Lliño, palacio real e iglesia respectivamente (después las dos iglesias) de un rey de corto reinado, Ramiro I, pero que dio nombre a todo un estilo dentro de Arte Asturiano, el ramirense, tal es así que algunos consideran puede ser realmente un arte propio


Ese monte es el que bordea el Nora por el norte para conformar los límites del concejo. Así, los peregrinos que deseen continuar desde la Sancta Ovetensis por el Camino del Norte bordearán la montaña por el este para cruzar el Nora al norte en La Ponte Cayés hacia Llanera, y los que quieran seguir por el Camino Primitivo lo harán al oeste en La Ponte Gallegos


Admiramos según bajamos la amplitud del valle y cómo se ensancha según nos acercamos a El Berrón


Ahí vemos en su extensión el Polígono Industrial de La Carrera y el de El Berrón Este, con sus naves en la llanura a lo largo de la N-634


Aquí abajo La Barrea, topónimo relacionado con antigua zona de barros, que se formarían en ese llano donde, en 1810, hubo una escaramuza contra los franceses, que habían ocupado Noreña por segunda vez, en la que, según el Cronista Oficial de Siero Fausto Vigil,"cayeron Ramón Rodríguez, natural de Noreña, Cabo del Regimiento de Siero, y tres franceses, cuyos nombres no dio el comandante francés del acantonamiento de la Pola"



Cuando aún en 1845 era La Carrera una parroquia eminentemente campesina, el Diccionario de Madoz decía de ella que "participa de monte y llano y es bastante fértil, la baña el río Nora y el riachuelo llamado de Ferrera, sobre los cuales hay varios puentes y sus aguas abundan en truchas y en anguilas, dando también impulso a diferentes molinos harineros"


Nada queda ya de aquellos molinos en los que se molía el maíz para la fariña, la harina con la que luego se hacía el pan de este cereal o boroña. También les fariñes o farrapes, papilla estilo papas que solía tomarse para las cenas y que dio el apodo de fariñones a la vecindad, cantándose de esta forma:
Los mozos de La Carrera
cuando van a cortexar
lleven fariñes en bolsu
pa nun volver a cenar

 Aquellos inmensos maizales son ahora naves industriales, antes hubo también trigo, centeno y escanda, de lo que apenas queda el recuerdo y antiguos legajos. Si algo de maíz se planta es híbrido como planta forrajera, ya no como cereal panificable. Prosigue contándonos de molinos y molienda Mª Dolores Alonso Carrera:
"Según el Catastro del Marqués de la Ensenada en el año 1752 había en la parroquia de La Carrera 7 molinos harineros: el llamado Santillana, propio de D. Francisco García Bernardo, Alférez Mayor del Concejo, lo llevaba Pedro Roces, solía ganar 40 fanegas al año, la tercera parte para el colona, las otras para el dueño. 

Otro molino propiedad de D. Joaquín Argüelles, vecino de Noreña, lo llevaban "a medias" Domingo Alonso, salían  por 10 fanegas cada uno al año. Otro del mismo D. Joaquín, pero en el río de Soto, y lo llevaba Domingo Alonso por 7 fanegas de renta.

Sobre el río Noreña el llamado "molín de la Mata", propio de D. Eugenio Antonio Polay de Noreña, lo llevaba a medias Pedro Fernández, con un resultado de 10 fanegas cada uno.

Otro del mismo Eugenio Polay, sobre el arroyo de Ferrera, que llaman de Los Prados, lo llevaba "al tercio" Alonso Rodríguez, le quedaban para él 6 fanegas al año. Otro molino que llamaban Zarragüela sobre el mismo arroyo propiedad de D. Mendo de Llanes Campomanes, vecino del Concejo de Lena, estaba arrendado con otros bienes a Francisco y Pedro del Río. Otro llamado de Cadavieco sobre el mismo arroyo, propio de D. Tirso José Palacio, Regidor perpetuo del Concejo, lo llevaba con otros bienes Isidro Fuente, le dejaba 6 fanegas anuales".

En cuanto a la iglesia ya hemos dicho que fue reconstruida tras la Guerra Civil no en su solar antiguo sino al lado de la carretera por ser más accesible. Era románica (siglo XII) y de ella el párroco Luis Valdés conservaba elementos como fustes y capiteles, mientras que en la obra Asturias de Octavio Bellmunt y Traver y Fermín Canella Secades se nos dice que tenía una sola nave, ábside semicircular y portada con doble arco de medio punto que se sostenía sobre dos columnas con basas, molduras y capiteles


En el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos se informa que "El templo se levantaba sobre un pequeño promontorio, enfrente de la actual parroquia al otro lado de la antigua carretera Oviedo-Santander. No es casual la dedicación a San Martín de Tours, ya que la iglesia de La Carrera se enmarcaba dentro de la ruta de las peregrinaciones a Santiago conocida como el camino francés".


En la actualidad se yergue aquí el indultado toro de Osborne, una de las vallas publicitarias de esta bebida que en una controvertida decisión pasaron a ser consideradas elemento patrimonial en toda España, donde hay unos noventa de los que cuatro están en Asturias



La primera piedra del nuevo templo se colocó en el verano de 1943, siendo párroco D. Manuel Suárez García, arquitecto del proyecto Álvarez Castelao y contratista de la obra  José Iglesias Rosal. El presupuesto, 284.310 pesetas, salió de una subvención estatal mas aportaciones vecinales



Según datos de Alonso Cabeza, unos años después se inauguró la nave de la iglesia, con las paredes todavía solamente revocadas hasta media altura y el techo sin cuelo raso. La torre se terminó en 1957, culminándose la estructura inferior de la obra. En 1965 se dio por terminado el trabajo, cuando llevaba un año el nuevo párroco, D. Luis Valdés Díaz, "En todos los trabajos fue importante la colaboración de los vecinos, económica y también de materiales, ladrillo, cemento, teja, ayuda personal, y dedicado apoyo de la Junta parroquial y personas responsables de todos los barrios".



La iglesia es de planta rectangular, una sola nave, bóveda de cañón, cubierta a dos aguas y cabecera recta. En el interior el presbiterio algo más elevado que el pavimento y en el altar mayor un fresco de San Martín de Tours. En 1967 el obispado sufragó la construcción de la casa rectoral


El Camino serpentea ligeramente según sigue perdiendo altura poco a poco


Las praderas de la izquierda, aquí con la hierba alta, contrastan con las parcelaciones de la derecha; la transformación de lo rural en residencial bien a la vista una vez más


No nos cansamos de observar la buena anchura que ofrece el valle del Nora y que conformó en sí misma una gran vía de comunicación desde la más remota noche de los tiempos


Mismamente, cuando se abrió la caja de la Autovía Minera fue hallada una cavidad cubierta de sedimentos arcillosos en la que se descubrieron restos óseos de grandes mamíferos del cuaternario, estudiado por los investigadores de la Universidad de Oviedo Diego Álvarez Lao, Elías Carrocera Fernández y Miguel Arbizu


Es decir, antes mismamente del ser humano este era tránsito frecuente de manadas de animales salvajes, buscando pastos siempre en movimiento


El monte La Parte ya va quedando atrás; ahora caminamos por las colinas viendo el valle abajo, pero al partir de El Berrón lo haremos más próximos al río, algunas veces por la misma orilla


En Posá podría llegar a reconocerse (a la izquierda de la foto), el campanario de la capilla de Carmen, edificada entre los años 1967 y 1969 con trabajo y aportaciones vecinales, casi todas del mismo barrio:
"El solar fue donado por D. Nicanor Álvarez, colindante; la campana por la vecina de Forfontía Dª Valentina Suárez, que había sido agraciada con uno de los dos coches "Seats", en una rifa con el fin de recaudar fondo para la obra. La inauguración tuvo lugar el 16 de julio de 1969. La fachada fue terminada unos años después (...)

Cerca de la capilla el puente que se dice romano sobre el río Nora, puente medieval con dos arcos, tal vez comunicación con una calzada romana, después camino real, y cercana una venta, la Venta de Soto, y un molino que se ha perdido".

Comprobamos cómo tanto en los valles mínimamente anchos como en las franjas costeras que también lo sean, aparecen varios caminos paralelos que, en determinado momento uno puede prevalecer sobre los otros y en otro momento otro. Estamos en este de Forfontía pero en el valle vemos discurre otro más y al menos un tercero por la cresta de la Sierra la Paranza


De la misma manera, estos caminos de este a oeste se enlazan y comunican con otros de norte a sur que comunican la costa, los 'puertos húmedos', con los pasos de la cordillera, los 'puertos secos' formando toda una red, prácticamente todos son antiquísimos


A la izquierda prados de pasto y siega que llegan abajo hasta la carretera y el polígono industrial. Un poco más allá vemos la Autovía minera, sobre la que vamos a pasar enseguida


Junto a la Minera asoma parte del piso alto del que fue el célebre Restaurante La Carrera, actualmente residencia


Abajo, una señal de STOP anuncia que llegamos a un cruce, donde acaba la bajada


Justo aquí está el acceso a una finca: nosotros seguimos todo recto


El Camino sigue de frente, pero a la izquierda se baja al albergue de La Carrera del que hablábamos antes que, recordamos, suele ser para grupos y hay que llamar primero. Los peregrinos en Siero suelen usar el de La Pola, el de la Casona de San Miguel, donde empieza esta entrada de blog


De frente hay otra bifurcación: nosotros seguiremos por el camino de la izquierda, recto y llano


Al fondo a la izquierda seguimos viendo la iglesia de San Martín, junto a la carretera, entre casas y naves, en medio de un trajín de tráfico que a veces es impresionante


En 1999 se hizo el coro con diseño y talla en madera por el párroco D. Luis Valdés Díaz y dirección de D. Fernando Infanzón García-Jove. Asimismo se acometió la obra de la capilla interior del Sacramento, se reformó la sacristía, se hizo una nueva escalinata y se reformó el presbiterio, inaugurándose en enero de 2002. Cinco años más tarde, el 13-8-2007, Pablo Antuña publicaba para La Nueva España San Martín 43 años de obras, con la reforma de la fachada oeste:
"Las reformas de la iglesia de San Martín de La Carrera llegan a su fin. Hasta ahí, nada de particular. Lo más llamativo es que esa culminación de la reforma llega 43 años después de iniciarse el proyecto. Desde el año 1964, cuando el actual párroco, Luis Valdés, llegaba a esta parroquia, tanto el interior como el exterior del templo, levantado en la frontera entre La Carrera y El Berrón, han recibido un lavado de cara. 
En los últimos días, un andamio y una lona cubren la fachada oeste de la iglesia, la zona donde se encuentra la torre principal con el campanario. En esta última fase de la reforma los adoquines tomarán los márgenes laterales de la fachada y se entallará una imagen de San Martín de Tours y otra de San Melchor de Quirós a cada lado del reloj. El ala Oeste fue, precisamente, la última en incorporarse a la estructura que hoy se conoce. La iglesia fue construida en 1948, entre La Carrera y el Berrón, para que no hubiera disputas entre los vecinos. Se levantó, entonces, para cubrir el vacío de una iglesia románica quemada durante la guerra civil. 
Los vecinos de La Carrera optaban por acercarla a su pueblo, mientras que los habitantes de El Berrón eran partidarios de situarla al lado de su villa. Para que no hubiera problemas, se adoptó una decisión salomónica y se construyó en el punto que delimitaba ambos núcleos. La torre, por su parte, no se levantó hasta 1957. Medio siglo después es hora de no quedarse atrás en el tiempo. 
La fachada Norte, donde se encuentra la primera piedra, sufrió los primeros retoques. Al mismo tiempo se reestructuraba el interior, se derrumbaba el tejado de madera para reforzarlo y se ponía una bóveda de escayola encima del ladrillo. 
La siguiente fase consistió en reforzar la cara sur de la parroquia. En ese momento se construyó también la casa rectoral. Un paso adelante que dotaba de equipamiento a la parroquia, con distintas salas y espacios para que se pudieron llevar a cabo la labor parroquial con mayor comodidad. Tras un período de retoques, llegó el turno del ala este con la reforma de la sacristía. La otra gran reforma tuvo lugar en 1999, con la construcción de la tribuna del coro y la incorporación del órgano. Sin piezas de gran valor económico, pero con gran valor histórico, San Martín de la Carrera puede presumir de una lámpara de bronce que cuelga en el centro de la iglesia. 
Adquirida por Alfredo Paladini en el obispado de Sevilla en tiempos de la postguerra, adquiere un gran valor por el significado que conlleva. Paladini era un feligrés que acabó reconciliándose con su parroquia, tras un tiempo sin acudir a esta iglesia por las disputas entre los vecinos. Durante esa época, los vecinos de La Carrera y el Berrón no querían involucrarse en las reformas, porque desde cada pueblo opinaban que la responsabilidad era de sus vecinos de parroquia. 
Unos por otros la casa sin barrer y las reformas sin avanzar. Tras un tiempo de reflexión, Alfredo Paladini decidió que no podía permanecer aislado y volvió a involucrarse con su parroquia. Como muestra de reconciliación donó la lámpara que cuelga en medio de la iglesia".

Como hemos dicho, en la bifurcación seguiremos de frente, llano y recto


Al no haber casi casas es muy ocasional el paso de vehículos en este trecho, de pasar alguno suele ser más bien por el camino de arriba


A la derecha, un cobertizo de madera para uso ganadero


A la izquierda, ya estamos sobre las naves del Polígono de La Carrera


A lo lejos, más allá de Valeri, las casas de Gargantá, paso de Siero a Langreo/Llangréu por la Carretera Carbonera


Seguimos ahora todo recto hasta el siguiente cruce, donde están los últimos chalets


Desde aquí, en días claros del invierno, tenemos una fantástica  imagen de la iglesia de La Carrera con El Castiellu de Tiñana al fondo y, a lo lejos, la Sierra del Aramo, o como más propiamente se dice por parte de pastores y vecinos, El Puertu l'Aramo, en el mismo centro y corazón de Asturias, sobre los concejos de Lena/L.lena, Riosa y Morcín al este y sobre los de Santo Adriano, Proaza y Quirós al oeste. Antes hemos mencionado algunas de 
sus alturas pero queremos asimismo destacar también L'Angliru, a 1.625 metros de altura, una collada entre los picachos que ocultan buena parte del año sus cimas entre nieves o a veces entre nieblas, no siendo extraño que no pocas veces se eleven más altos que las propias nubes. Es una braña o majada, territorio de pastos, desde hace milenios, ahora famosa a nivel internacional por ser culmen de una de las míticas etapas de montaña de competiciones ciclistas como la Vuelta a España


Aramo puede ser lingüísticamente un teónimo dedicado a la divinidad céltica gala Aramo-onis, así lo presenta el profesor Martín Sevilla Rodríguez en su obra Toponimia de origen indoeuropeo prelatino en Asturias (Real Instituto de Estudios Asturianos, 1980). La toponimia, no siempre ciencia exacta no obstante, le plantea otros posibles orígenes etimológicos, así el doctor Julio Concepción Suárez en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana  (KRK ediciones 2001), sin desdeñar la opción anterior, propone su vinculación a la raíz del céltico ar-, ar-n con su variante ar-m, relacionado con valle y/o agua. En este caso conviene no olvidar que, aparte del agua para pueblos, villas y brañas circundantes, de aquí mana el agua que abastece a la ciudad de Oviedo/Uviéu a través del embalse de los Alfilorios


Tas contemplar tan magnífico panorama montañero seguimos camino, tomando aquí el camino que sube a la derecha


Pasamos entre estos podados setos de las urbanizaciones


Y prontamente se acaba la cuesta enlazando con el camino de arriba


Aquí nos reunimos con el camino del que nos separamos en la bifurcación de El Campón


Llegamos a él y seguimos a la izquierda, abriéndose ahora hacia nosotros al norte el paisaje del valle del Río Noreña, afluente del Nora que conforma en sí mismo otra cuenca fluvial cuyas fuentes nacen en los montes de Muñó, La Collá, La Madera, Varé, San Tiso, Palmiano, etc. que hacen de límite con Gijón Xixón


Y en medio de todo, la villa de Noreña, concejo independiente de Siero y enclavado en su interior, junto con diversas 'islas' de las que una de ellas, La Pasera, ya hemos hablado. Era un coto señorial vinculado al linaje de los Álvarez de las Asturias y luego y a través de ellos, a los Trastámara y, tras las guerras dinásticas de esos reinados a la mitra ovetense, pasando los sucesivos obispos a ser condes de Noreña desde 1395 hasta 1827 en que los cotos señoriales fueron suprimidos


Como otros cotos enclavados en Siero, Noreña con sus desparramados términos se integró en este concejo, pero en 1833 recuperó su independencia pero ya no como coto, sino con su propio ayuntamiento. Los obispos volverían a ser condes de de Noreña hasta 1951, pero como título honorífico, como honorífico es referirse a Noreña como condado o llamarla la villa condal. Arrojan más luz sobre el tema en el Diccionario Geográfico de Asturias:
"Esta situación se debe a su condición de antiguo señorío perteneciente al obispo de Oviedo, quien lo recibió del monarca Juan I en 1383 tras haber desposeído del mismo al rebelde conde Alfonso, quien a su vez lo había heredado de su padre el rey Enrique II, y éste del magnate asturiano Rodrigo Álvarez de Asturias. Establecer con exactitud los orígenes de Noreña es casi imposible. Existió con anterioridad el topónimo relativo al río, pero referido a un lugar poblado no se documenta hasta 1151, según Juan Uría Ríu, el más ilustre de los investigadores sobre los orígenes de Noreña y su historia como condado. En tal año, Gonzalo Peláez y sus esposa Elvira Pérez hacen donación de una heredad denominada Noreña, situada en la jurisdicción  de Siero".


Esta es la parte norte de la población, con las casas de La Mata a la izquierda y a la derecha las de las plazas del Paralvillo y del Ecce Homo, donde se encuentra la venerada capilla de esta advocación; el conjunto forma una de las dos lomas en las que se asienta Noreña:
"La villa de Noreña se sitúa en un territorio llano, delimitado a oriente y mediodía por el río que le da nombre. Con una altitud media de 199 m, destacan en su perfil una pequeña loma, la de El Rebollín, que da nombre al palacio que la corona, y a cuyo pie se extiende el caserío de la villa, y otra situada más al norte, en la que se levanta la ermita del Ecce Homo y que se conoce como Castañéu de la Soledad"

Este es pues El Castañéu de la Soledad, y la capilla del Ecce Homo está delante de la segunda casa blanca, empezando por la izquierda, en la parte de arriba de la foto. Las casas que vemos más cerca y en primer término son de Siero, el barrio de Ferrera en esta misma parroquia de La Carrera. Más a lo lejos en lo alto de la foto, Les Casadianes están también en Siero


Arriba a la izquierda de la foto vemos la gran nave de Jamones El Castillo, empresa familiar fundada en 1930 y uno de los ejemplos de la famosa industria chacinera noreñense. Más a la derecha, las vegas del Río Noreña, un hidrónimo al que se le ha querido buscar relación con Nora o Ñora, etimológicamente 'corriente de agua' o 'acequia'. Pero consultemos Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, de García Arias:

"Un topónimo de gran interés en este contexto es Noreña, nom bre de una villa y concejo del centro de Asturias, a orillas del río Noreña y próxima al Ñora que viene desde Sariegu. A simple vista parece que tiene que haber algún tipo de relación entre Noreña (que debería ser *Ñoreña con ulterior disimilación de palatales) y Ñora pero la cosa es más compleja cuando advertimos que NORENUS es antropónimo documentado en la época romana en Sotu Cangues, unos cuantos kilóme tros al oriente y que, stricto sensu, podría justificar adecuadamente la evolución fónica desde una *(VILLA) NORENIA. Podríamos, entonces, estar ante una antigua *(VILLAM) NORENIAM ‘casería de Noreno’ pero incluso sería admisible pensar que NORENUS pudo recibir el nombre indígena por ser ribereño de algún río Nora, o incluso que Noreña no sea sino un *NORA ENNA ‘el río nora’.

Con esta perspectiva epigráfica parece que no resul ta fácil ver en nuestros topónimos una interpretación que avale el origen árabe de Nora, pero tampoco es aconsejable intentar interpretarlo al margen del citado apelativo que pervive en nuestra lengua donde nora o ñora tiene la acepción de ‘ace quia’.

Por comparación con Noreña encontramos su diminutivo en términos de Siero en una heredad documentada en la Edad Media como “Norenniella” que, en nuestra opinión, ha de entenderse como origen del actual apellido “Norniella”


Más a lo lejos las pistas y ocalitales de La Belga, que no tiene que ver con belgas de nación sino con 'faja de terreno cultivada entre dos surcos', posiblemente del latín (in)volicam, 'envolver'. Es el campo de maniobras del Acuartelamiento Cabo Noval del Regimiento de Infantería 'Príncipe nº 3'


Más a la derecha es toda la zona de Pañeda Vieya y Pañeda Nueva, en la vecina parroquia de Anes o Samartindianes, la más grande de Siero en extensión; no es exactamente un valle pero su sucesión de largas, grandes y suaves colinas amesetadas hacen que forme parte de las llanuras que conforman la gran área central asturiana


Entre las arboledas en primer término asoma parcialmente El Palacio de Agüeria, del siglo XVIII, donde funcionaba uno de los molinos del Río Noreña


Pañeda Nueva es conocida por su Sociedad Micológica de Pañeda, que organiza anualmente salidas de campo, exposiciones, conferencias y actividades diversas dedicadas a las setas, con base en las antiguas escuelas un gran edificio restaurado que vemos, alargado, a la izquierda de la foto. Cerca de ella se reedificó la capilla de Santa Apolonia, destruida en la Guerra Civil y de fiesta renombrada


Con las fiestas fue de siempre célebre La Casa'l Coheteru, con una de las pirotecnias más antiguas y veteranas de Asturias, cuyos voladores (cohetes) retumbaron por medio mundo. Dada su extensión, Pañeda Nueva se divide en barrios o lugares, como Covallobos, Cuatro Caminos o La Cuesta, no queriéndonos olvidar tampoco de El Timbeque, el antiguo chigre del pueblu


Más a la derecha, El Cuto, Espiniella, Orviz, La Pica, cerca ya de Celles, también en Siero, pero con enclaves noreñenses como L'Otero, La Felguera y Serrapicón


Dando vista pues a Noreña y su valle, con Ferrera, continuamos todo de frente para tomar el puente sobre la AS-I o Autovía Minera



Para ello, tomamos aquí este ramal a la derecha justo antes de la marquesina del autobús, desde donde seguimos viendo la villa condal y chacinera por excelencia, que fue también en tiempos, zapatera


La primera mención a Noreña en un documento es, como ya hemos apuntado, del año 1151, cuando Gonzalo Peláez y su esposa Elvira Pérez hacen donación de una heredad llamada Noreña, jurisdicción de Siero por aquel entonces


Andado el tiempo Noreña sería parte de los extensos dominios del preeminente magnate asturiano Rodrigo Álvarez de las Asturias quien, sin descendencia, proclamaría herederos de sus dominios al hijo ilegítimo de su señor el rey Alfonso XIEnrique de Trastámara, lo que sin pretenderlo haría de ellos territorio de dramáticas afrentas y combates entre sucesivos herederos causantes de guerras civiles, durante toda la baja Edad Media, sin duda la más dramática la que enfrentó a Alfonso Enríquez, Conde de Noreña, con Enrique III de Trastámara, tras lo que pasarán a ser del dominio del aliado del victorioso rey, el obispo de Oviedo/Uviéu, alguno de cuyos sucesores seguirá protagonizando episodios bélicos al encastillarse en el antaño poderoso Castillo de Noreña



A diferencia de otros muchos terrenos de señorío eclesial, Noreña siguió perteneciendo a la Iglesia, aún después de las desamortizaciones de Felipe II, y así continuaría  hasta 1827, cuando al abolirse los señoríos, se integra en Siero. De todas maneras a esas alturas era ya tal la diferencia administrativa secular que es proclamado concejo independiente en 1833, formado por varias "islas" dentro de Siero, algunas muy pequeñas, pero de las que la más grande importante es esta, la de su nombre y capital, Noreña



En aquellos siglos se harán famosos los célebres zapateros de Noreña, artesanía que tantísimo auge tuvo en el pasado, al menos desde su primera referencia en 1587, llegando a señalarse más de doscientos en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1751). Vendían en los principales mercados asturianos y llegaron a tener notable relevancia, hasta el punto que en algún momento dejaron de ir al célebre Mercado del Fontán en Oviedo/Uviéu (que podremos conocer en este camino), causando gran quebranto pues había de irse a Noreña a comprar sus renombrados calzados



Sería además a finales de ese siglo XVIII cuando hallásemos las primeras referencias escritas a la calidad de las carnes y embutidos de Noreña, germen de una industria chacinera y conservera que alcanzaría un notable auge desde fines del s. XIX hasta nuestros días. El caso es que se aprovechaba todo de los animales, la carne para comer y la piel para calzar. El antiguo Mataderu de Noreña fue una auténtica institución en la industria asturiana durante mucho tiempo, como siguen siéndolo su productos cárnicos



Ya estamos pues en el puente encima de la Autovía Minera: al fondo el Camino se bifurca, a la izquierda se va a El Berrón y a la derecha a Noreña; recalcamos que la primera opción se halla bien señalizada y aparece en todas las guías, mientras que la opción por Noreña (que luego prosigue por Argüelles, en Siero) es hoy por hoy menos conocida por el gran público, pese a su importancia y trascendencia históricas en las rutas de peregrinación y comerciales (arriería)


En su Plaza de la Cruz se cruzaban los caminos de los "puertos secos y mojados", esto es, los antiguos caminos reales, uno de Gijón/Xixón, puerto de mar, hacia los puertos de la cordillera, paso a la meseta, y el otro este que nos ocupa, El Camino Real Francés, la ruta jacobea, comunicación del oriente con el centro de Asturias y el occidente


No debe extrañarnos pues que en esa plaza se fundase el Hospital de Peregrinos de Nuestra Señora del Rosario, protagonizada en 1593 por Gabriel de Lorenzana y Clara Argüelles señores del Palacio de Miraflores, albergue caminero del que se conserva abundante documentación. Según estos documentos se trataba en realidad de dos hospitales, uno en cada planta: el Hospital de Arriba, dedicado a los Santos Mártires San Fabián y San Sebastián, y el Hospital de Abajo, propiamente de Nuestra Señora del Rosario. En 1663 se construyó, adosada al edificio hospitalero, la Capilla del Hospital, a la que los fieles llamaron de Nuestra Señora del Buen Suceso o de La Velilla


Se registra en Noreña el paso de peregrinos procedentes de Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, Castilla, Andalucía, Aviñón, El Rosellón, Flandes... una hospitalera se encargaba de atender a los que caían enfermos ( se practicaban en ocasiones sangrías en los tobillos) y se documenta el paso de peregrinas con sus hijos, incluso a una se le proporcionó una nodriza la quedarse sin leche. Se estipulan sus rentas y se certifica que "es solo para peregrinos y Pasageros Pobres"


En el Hospital de Abajo abrió en 1796 sus puertas la primera escuela, iniciativa del obispo Llano-Ponte, y el de Arriba pasaría, andado el tiempo, a ser sede del antiguo ayuntamiento. La capilla fue reformada en 1925 pero ambos edificios fueron derribados durante la guerra civil con el motivo de descongestionar la atestada plaza, si bien la capilla aguantó unos meses más al ser empleada como cárcel. El lugar es conocido hoy en día como La Playina



En el momento de escribir estas líneas el Camino histórico por Noreña asistía a un proceso de revitalización gracias a un grupo de personas entusiastas, entre ellas reconocidos historiadores, ya que, además de por la denominada villa condal, antaño cabeza del Condado de Noreña, este itinerario prosigue por tierras de Siero algo más al norte del camino que va hacia El Berrón y Meres. En concreto discurriendo por las parroquias de Argüelles y Samiguel (Barreda). Existen ya de tiempo atrás flechas y conchas jacobeas pero en algunos tramos aún han de perfilarse definitivamente



El Castañéu de la Soledad es realmente la zona de Noreña más apartada del Camino, sin embargo por allí sube el Camín del Peregrino desde las vegas del Río Noreña, refiriéndose a los romeros que van a la ermita del Ecce Homo, que en esta foto señalizamos con una flecha, pues está medio tapada por los árboles, también llamada capilla de la Soledad, de ahí el nombre del lugar. Fue construida en 1665 por iniciativa de Lucas Muñiz y es la protagonista de la gran romería del Noreña el domingo siguiente al 14 de septiembre. Leemos en la web del Ayuntamiento de Noreña:
"En septiembre se conmemora la festividad del Ecce-Homo o de la exaltación de la Cruz. Es conocida por la multitud de peregrinos que se acercan a la villa para esta celebración. La imagen se saca 9 días antes de su capilla y llegado el día grande se organiza una procesión desde la iglesia parroquial para devolverla a la ermita. Después tiene lugar una concurrida romería y como broche de la fiesta el “baile del caldu”. Estas fiestas se celebran del 14 al 21 de septiembre, con multitud de festejos y actos para todos los públicos entre las que destacan las verbenas"


En cuanto a Ferrera, acceso a Noreña por el este, cabría decir que allí tenía varias propiedades o "yuguerías" la mitra de San Salvador de la Sancta Ovetensis, y como tales aparecen en 1494 en el Libro de Pesquisas de las rentas de la mesa capitular o apeo del Prior, escrito por Alonso Rodríguez de León. Siglos después había también tierras que pagaban rentas a la malatería u hospital de leprosos de Comillera en El Condao (Llaviana), según documento del año 1722


Y aquí tenemos la gran caja de la Autovía Minera Mieres Gijón AS-I, construida entre los años 2000 y 2003, en un tiempo 'record' para lo que es una obra de esta envergadura, si bien es verdad, como dice Wikipedia, que sus enlaces tardaron varios años más:
"Esta autovía fue financiada por fondos mineros bajo la administración de Sergio Marqués como presidente del Principado (1995 y 1999). Se empezó a construir a finales del año 2000 y se inauguró el 23 de marzo de 2003, aunque el enlace de Mudarri (Siero), que la conecta con la A-64, no se abrió hasta 2012. El gran enlace viario que supuso la conexión con la avenida del Llano y la autopista del Cantábrico, en el sur del barrio de CearesGijón, no abriría hasta 2007.​ 
Recibe comúnmente el nombre de Autovía Minera ya que discurre por los principales valles mineros y carboneros asturianos, partiendo desde Mieres, en pleno corazón de la cuenca del Caudal, atravesando Langreo, en la zona baja de la cuenca del NalónCarbayínPumarabule, etc., para adentrarse en el concejo de Gijón por las cercanías de Mina La Camocha. Ofrece una comunicación directa entre Gijón y la meseta central española, lo que permite no atravesar el área de influencia de Oviedo, descargando de tráfico la A-66 (conocida como "Y" (i griega). El trayecto Siero-Gijón también sustituye a la histórica Carretera Carbonera, abierta en 1842".

Al norte está el alto de El Picu (387 m), donde se dice estuvo emplazado uno de los pocos molinos de viento que existieron en Asturias, en la parroquia de Celles o Ceis. A la izquierda es el lugar de Serrapicón, una pequeña isla noreñense en términos de Siero. Al otro lado del monte está la de La Felguera, más grande y, más abajo a la derecha, L'Otero, otro enclave de Noreña rodeado por Siero



Esa parroquia de Celles, con parte en Siero y parte en Noreña (La Felguera, que acabamos de decir, que forma una 'isla' con La Braña, La Carril y San Andrés, más las también citadas 'islas' de L'Otero y Serrapicón), tuvo fama de tocinera, pues muchos vecinos eran célebres vendedores de productos cárnicos porcinos en el Mercáu La Pola y otros, como los Cuevas, tal y como informa el investigador Juan José Cifuentes en su libro Celles: paraíso monumental


Se ve muy bien en la distancia su grande iglesia de San Juan, por su lado sur, bien orientado al sol, donde está su entrada por el pórtico. Fue destruida en la Guerra Civil pero, a diferencia de la de La Carrera y otras del concejo, esta sí fue reconstruida en su solar originario


 Su advocación dio origen al topónimo del lugar, Santianes, 'Sanctis Ioannis', cuyas casas se extienden de la parroquial a la izquierda. Se venera al patrón, San Juan, a la Virgen del Rosario, fiesta mayor de la parroquia el primer domingo de septiembre, y a la Virgen de Fátima


De la iglesia se afirma que su capilla mayor se hizo en 1688 según planos del mismo Domingo de Andrade, arquitecto mayor de la catedral de Santiago de Compostela, a quien también atribuyen los del cercano Palacio de Celles en el lugar de La Torre, ambos con el escudo del deán Pedro Argüelles de Celles. El pórtico fue, como era natural, la primera escuela, y una tradición afirma que un antiguo párroco vestía de fantasmas a los monaguillos para, por alguna razón, asustar a su criada


Al lado está La Retoral, la antigua casa del sacerdote, que conserva una enigmática cabeza de piedra, así como as casas de dos de aquellos célebres tocineros, la Casa los Cuevas y la Casa Mino Cueva. También está Casa Vano, antes Casa Nacho Celles, junto a la que se cuenta nació Frai Domingo García Ortea, fraile franciscano y mártir en las misiones del Perú en 1742


En Santianes se encuentran asimismo Casa Encarna Manolo Carrera, Casa Celesta Casa Amador y Casa Pin, en la bajada a La Fuente la Canal. Arriba, en El Picu, estaba La Cueva la Ermita, con sus leyendas de tesoros escondidos por los legendarios "moros" y la de la oveja que, al entrar por sus largas galerías subterráneas, no supo volver y se perdió, no pudiendo los vecinos tampoco encontrarla pese a que se la oía balar desconsoladamente desde las entrañas de la tierra en Serrapicón y La Rebollá


Y aquí abajo y a la derecha algunas casas de L'Otero, encima de la Autovía minera, las casas de la derecha son de Siero, mientras que las de la izquierda son enclave noreñense en medio de términos sierenses, una de las 'islas' de las que tanto hablamos


En L'Otero están Casa José L'Andaluz, Casa Pepe'l Chilu y Sabina, Casa Sabino'l Ciegu, Casa Alfredo, Casa Costante'l Pichitu, Casa Saba'l Mudu, Casa Gerardo y Loína, Casa Delfina la Sardienra, Casa Pachu y Vicenta, Villa Laica, Villa Sole, Casa Ramón Carbajal, Casa Sabino la Pina, Casa Gorín, Casa Ramón y Belén, Casa Duardo y Asunción, que fue chigre-tienda con baile y bolera; Casa Belarmo y Belarma, Casa Serafín L'Andaluz, Casa Justo'l Clavel, Casa Benino Mayo, Casa Sabino Fonseca...


Frente a nosotros, al otro lado del puente, las casas de El Rancho, con Noreña y Ferrera a lo lejos a su derecha y, a su izquierda y más lejos todavía, El Monte Naranco


La Autovía Minera a la izquierda, vista al sur hacia el valle del Nora con el Polígono de La Carrera y en la distancia La Sierra la Paranza


Estas son las naves que se extienden desde el puente de la autovía hacia la iglesia de San Martín, a los lados de la N-634


Ahora podemos decidirnos, al llegar al otro lado del puente la ruta mejor señalizada y de la que encontraremos más información es la que va a la izquierda, hacia El Berrón; quienes deseen explorar un poco más, se sientan atraídos por la bella Noreña y su historia, o conozcan la anterior, pueden escoger la de la derecha, visitando después Argüelles. Ambas rutas se reúnen en Fonciello, unos cuatro kilómetros al oeste de aquí



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