| Capilla de Nuestra Señora de Fátima en Valsera |
Situada en un hermoso campo al lado del Camino, la capilla de Nuestra Señora de Fátima de Valsera fue construida por iniciativa vecinal a mediados del siglo XX tras la destrucción de la antigua iglesia parroquial románica de Santa María por un incendio en 1930 y ubicada en este mismo lugar. Dicha iglesia fue reconstruida, por decisión eclesiástica, no aquí sino en el barrio de L'Escampleru, un kilómetro y medio más al este-sureste, lo que disgustó enormemente a los vecinos, quienes decidieron por su cuenta hacer este nuevo santuario en el solar de la antigua parroquial, parada actualmente de numerosos peregrinos que la visitan y descansan en su campo
| Iglesia de Santa María |
| Casa y albergue de peregrinos (detrás y a su izquierda). El Camino sigue de frente |
Poco más allá de la iglesia salimos de L'Escampleru hacia Valsera por La Casanueva, donde se halla, en la antigua escuela, el albergue de peregrinos, a solamente 11 kilómetros de la catedral ovetense de San Salvador y su Plaza de Alfonso II El Casto, comienzo del Camino Primitivo, lo que nos permite hacer una etapa corta si deseamos, por ejemplo, visitar dicha catedral y sus reliquias de la Cámara Santa, germen del dicho "Quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor", así como el casco antiguo de la ciudad y su célebre ensanche decimonónico
Salimos de L'Escampleru y nos dirigimos a Taraniellu por la carretera AS-372, que va a Peñaflor (paso del río Nalón) y que en algunos tramos coincidiría con el antiguo Camín Real de Galicia, también llamado aquí Camín de Grao. Un poco más adelante, en un promontorio entre los árboles, está el cementerio parroquial
A nuestra derecha son los prados de La Xarrina, hermosa campera que llega hasta el vecino pueblo de Tamargu, que vemos al norte, así como el alto de La Trecha (312 m), "posición estratégica durante la Guerra Civil en la batalla por el control del llamado "pasillo de Grao", leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias
Por ahí va la carretera AS-233 Los Campos-Trubia, sucesora del Camín Real de Ventana a Avilés por el valle del Trubia, L'Escampleru, Mariñes, Biedes, Parades y otros lugares de Les Regueres y del vecino concejo de Llanera, sonde se asentaban las familias de vaqueros trashumantes a pasar el invierno con sus rebaños, para volver en verano a las brañas de alzada en Ventana, Torrestío, Babia, Somiedo...
Vemos naves ganaderas, que sustituyen a las antiguas cuadras de las desaparecidas caserías de autoconsumo familiar. A la derecha de la foto llegamos a reconocer entre los árboles El Palacio Tamargu, cuya capilla del Carmen fue el origen de la célebre romería del Carme de L'Escampleru, al ser trasladada en tiempos desde el campo de la capilla a El Campo la Venta, en La Cerra, sobre La Venta o Casa Concha
Ahí tenemos varias naves ganaderas al pie de la carretera y, al fondo y al norte, Biedes, cabeza de la parroquia vecina de este nombre, cuyo origen puede estar en una villae astur-romana cuyos restos aparecían tan frecuentemente que el caso era citado ya a mediados del siglo XIX en el Diccionario de Madoz. Más cerca, en La Estaca, también en Biedes, donde fue localizado un mosaico romano excavado y recuperado con apoyo popular. A lo lejos y a la derecha de Peña Menende es el Alto del Veredal (394 m)
El camino hacia la costa fue también empleado por muchos peregrinos y otros viajeros que, desde la Sancta Ovetensis, decidían ir a la costa por Avilés, algunos con la idea de embarcarse y librarse del paso por las montañas de este camino interior, así como de los también abruptos pasos montañeros costeros de Las Ballotas y Las Palancas
Era habitual que los peregrinos y demás viajeros del camino interior se desviasen a la costa, de clima más suave, si las circunstancias climáticas eran adversas. Ya desde los altos de L'Escampleru, como vimos en las correspondientes entradas de blog, podían percatarse del tiempo que les aguardaba a occidente
Pero también ocurría el caso inverso, las numerosas rías costeras, sin puentes, eran peligrosas de pasar en endebles chalanas y otros ingenios flotantes que los barqueros solían llevar atestadas para amortizar el pasaje. Era además gravoso y no era extraño que la embarcación zozobrase y cayesen los viajeros, equipaje, ganados y caballerías (todo subía a bordo) a las peligrosas aguas de los estuarios con sus temidas corrientes. Por ello, buscando vadeo aguas arriba, muchos terminaban siguiendo por el camino, o caminos, del interior, al menos si la meteorología era propicia
Fijémonos en el muro de contención de la izquierda que evita argayos o corrimientos de tierra que afecten a la carretera. Cuando las primeras carreteras se pusieron en marcha en el siglo XVIII y sobre todo en el XIX, muchos viejos caminos desaparecieron o se transformaron en vías pecuarias y caminos locales, tal que este. Con la mecanización del campo fueron ensanchados, aplanados y acondicionados para el paso de maquinaria, lo que favoreció la creación de una red de carreteras locales o comarcales tal que esta
Llegamos así a Taraniellu, un topónimo en el que algunos quieren ver reminiscencias del culto al dios Taranis y otros optan por explicaciones más geográficas-orográficas, como el latín inter amnes, 'entre ríos' o el hidrónimo precelta tar-n, si bien cierto es que por aquí no pasa ningún río
Esplendor de la primavera temprana, deleite para nuestra vista...
El Camino, aquí carretera local AS-372 reiteramos, avanza recto y llano frente a las primeras casas de Taraniellu, donde hay un poco de acera en sus accesos
Pero al llegar a la segunda casa esa pequeña franja peatonal desaparece acercándonos al final de la recta
Ojo avizor y bien arrimados a la izquierda, para ver a los coches que vengan de frente, seguimos camino carretera adelante
Ya casi en la curva, dejamos a la izquierda este ramal que comunica con otras casas y seguimos por la AS-372
Al oeste vemos la Sierra Bufarán, con su parque eólico, en la divisoria de Les Regueres con Candamo. En primer término tenemos la zona conocida como La Degollada, un topónimo muy recurrente cuya explicación etimológica no ha de llevar a equívocos, como explica el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Los lugares denominados Degollada (...) no significan ‘lugar donde una persona fue degollada’ ni tienen nada que ver con viejas historias de miedo o terror pues se explican en relación con un pariente de collada, esto es, con el participio DECOLLATAM aplicado metafóricamente a un llano entre montañas o a un corte en el terreno que sirve de paso; esta acepción se ajusta al uso que hacía en el siglo XVII el P. Carvallo que empleaba el apelativo degollada como ‘puerto de montaña"
En esta foto, con la sebe (seto natural) podada, apreciamos mucho mejor toda la línea de cumbres de Bufarán que, con sus montes o serranías menores de Pedrouzu, La Degollada, Faidiello y Taborneda (denominaciones que a veces se superponen). forman una línea de cumbres que se extiende desde Peñaflor, al sur (paso del Nalón, insistimos, hacia Grado/Grau), hasta casi la costa avilesina al norte, en Illas
Y al norte, en su extremo septentrional, tenemos dos montes muy significativos: el más picudo (a la derecha) es el 'verdadero' Gorfolí, Gorfolín o Forfoliz, de 586 metros de altitud, al norte del concejo de Llanera. A su izquierda, con una especie de meseta en su cima, es el Picu Pedregalón o Taborneda. de 623 metros, límite de Llanera con Illas, justo al sur de Avilés, pero un error topográfico cometido hace ya unas cuantas décadas, dio en denominarlo Gorfolí, y como tal quedó reflejado en mapas y documentos hasta nuestros días
El Pedregalón es asimismo fácil de identificar por la cantidad de antenas instaladas en su cima y es una referencia visual muy a destacar para los peregrinos que hacen el Camino Norte o de la Costa
Más a la derecha reconocemos algunas casas de Biedes, la cabeza de esta parroquia vecina, donde vivían los vaqueros de Casa Balloto, Casa El Taco y Casa El Rufo de Parades. Al fondo, en Peña Menende (485 m), concejo de Llanera, se encuentra el santuario de la Virgen del Fresno, de gran tradición romera en estos concejos del valle del Nora. A su izquierda es El Picu l'Águila (472 m) y, seguidamente, El Picu Gorfolí de nuevo, inconfundible por su forma cónica. Frente a nosotros y mucho más cerca tenemos El Picu'l Cuervu (246 m), cubierto de monte bajo de tojo, o cotoya (Ulex europaeus) que destaca por su color amarillento
Seguimos carretera adelante ahora con buena visibilidad en toda esta recta; casi al final de la derecha dejaremos esta AS-372 para tomar un camino a la derecha; estemos atentos pues cuando lleguemos al desvío
Vemos acaso un poco mejor, aunque también parcialmente, semioculto por los árboles, el Palacio Tamargu (derecha de la foto), en la zona más llana, de los Miranda Dávila. Su capilla del Carmen fue fundada en 1681 por los dueños del palacio Don Luis de Miranda y su esposa Doña Isabel de Miranda de Ávila. Bajo la advocación también de Santa Teresa de Jesús y San Antonio de Padua, se trajeron a ella imágenes de una capilla más antigua situada en La Trecha, que fue abandonada
Con la capilla se fundó la cofradía, origen de la fiesta, que se celebraba al domingo siguiente al 16 de julio. Acudían numerosos romeros, cientos de familias desde toda Asturias, pues no olvidemos además que estamos en importantes encrucijadas de caminos de peregrinación, trashumancia y arriería. Había una misa de campaña y una gira o comida campestre que, como dijimos fue trasladada al prau de La Venta detrás de Casa Concha (antigua Venta L'Escampleru), aunque la misa y la novena a la virgen siguieron celebrándose aquí hasta el cambio de propiedad del palacio a finales del siglo XX
Allí, a la derecha del Alto del Veredal, por La Miranda, se dirigen a Avilés los peregrinos que, desde la Plaza de Alfonso II El Casto y al pie de la catedral han decidido continuar por el Camino Norte hacia Avilés por Posada, capital de Llanera, ganando Corvera por el valle de Solís, Cancienes y Nubleo para luego, por Los Campos y Les Vegues, entrar en Avilés por Villalegre
Escudriñando bien, tal vez podamos distinguir, con lo intenso color blanco y espadaña, la iglesia parroquial de San Martín, junto a las casas de la carretera AS-233. Más a lo lejos es Bonielles, en Llanera, al pie de Peña Menende
Volviendo hacia El Pedregalón y sierras de Taborneda y Faidiello, decir que a sus pies, en Villayo (Llanera), existió una importantísima artesanía ceramista que nació al amparo de aquel camino, pues por él iban a vender a los mercados los alfareros del ovetense pueblo de Faro, como explicaba Ángel Sanchez, presidente de la Asociación de Vecinos Santa Cruz, a la periodista Sara Arias para su reportaje en La Nueva España del 18-9-2023:
“Los alfareros de Faro pasaban por aquí de camino a Grado, Avilés y Pravia y se fijaron que había una zona buena de barro en La Vereda. El pozo era muy bueno, pero era muy costoso el transporte y lo dejaron. Entonces, los vecinos se enteraron y empezaron ellos a trabajar siguiendo las recomendaciones de los artesanos de Faro y así surgieron los olleros o puchereros de Villayo”
Y ya más al sur tenemos tola la ya citada línea de cumbres de Bufarán, La Degollada y Pedrouzu que nos señalan el horizonte y nuestro camino a seguir rumbo oeste
Como en La Berruga, L'Escampleru y otros promontorios y lugares, en esa línea fue donde estuvo el frente estabilizado todo un año durante la Guerra Civil. Este teatro de operaciones, con sus búnkeres, trincheras, casamatas, etc. ha venido siendo recuperado dentro del Espacio Histórico del Frente del Nalón
Sin embargo, en la actualidad, las plantaciones industriales de pinos y eucaliptos para las empresas de celulosa han transformado totalmente dichos parajes, donde la vista abarcaba un gran campo de visión desde la capital asturiana y más allá hasta los montes del Alto Narcea y puertos de la Cordillera
En todos estos pueblos se vivieron por lo tanto muy intensamente aquellos episodios bélicos, transmitidos de padres a hijos y a nietos y recopilados y publicados en buena parte por Rosa María Rodríguez Fernández de la asociación La Piedriquina, que fomenta el patrimonio cultural de Les Regueres, en la obra A mí tocóme la guerra
Si bien hay una concha y, debajo de ella, una flecha pintada, en la columna de la derecha de la portilla de esta finca, no es difícil despistarse y pasar de largo
Y aquí, una imagen más cerca; verdaderamente, si siguiésemos por la carretera iríamos a parar también a Valsera
Un mojón señala también este ramal en su comienzo, pero suele estar tapado por el contenedor
El Camino es muy llano y pasa entre estos prados, donde hay varios cobertizos y tendejones
Esta es una foto en el mismo lugar más avanzado el verano, con la hierba segada, la cuneta desbrozada y los árboles con todas sus hojas
Pasan los peregrinos y los gatos van apartándose, manteniéndose siempre a prudente distancia
Pero siempre atentos al paso de los peregrinos
Primera casa a la derecha, con un largo cierre metálico y una hermosa parra en el porche de la entrada
Al pasar, vemos su interior, con cantidad de enseres y aperos
La fauna doméstica nos observa, bastante despreocupadamente pero a la vez ojo avizor a nuestros movimientos...
Más tarde, según avanza el verano y llega el otoño hasta las manzanas del pumar se asoman al Camino...
La bajada continúa al pie de estos arbustos cultivados para cierre de un terreno. A lo lejos y al norte seguimos viendo El Gorfolí y El Pedregalón
El depósito tiene una singularidad, presenta varias frases escritas en gallego, alusivas al Camino de Santiago, con sus símbolos y leyendas, así como un hito kilométrico
Y esta es la leyenda que nos cuenta en gallego el castigo para profanadores de cruceros y ladrones de limosnas en oratorios de ánimas: deambular de noche por el lugar en el que cometió el pecado buscando a algún pariente o amigo que quiera transformar en bien el mal que hizo, pues mientras no devuelva lo que robó o reconstruya lo que deshizo no descansará en paz
Seguidamente llegamos a una bifurcación, en la que seguimos de frente todo recto en dirección a la siguiente casa del Camino
Aquí será donde empezaremos a bajar hacia el pueblo de Valsera, cabeza que fue de esta su parroquia
Una concha en un poste confirma seguimos el camino correcto
Pumarada en primavera, cuando empieza a brotar la flor del manzano
A la derecha, una vieja cabaña
La bajada continúa al pie de estos arbustos cultivados para cierre de un terreno. A lo lejos y al norte seguimos viendo El Gorfolí y El Pedregalón
Y pasamos junto a otro portón de acceso a un chalet. A continuación llegamos a un depósito de agua en un cruce, en el que iremos a la izquierda
El depósito tiene una singularidad, presenta varias frases escritas en gallego, alusivas al Camino de Santiago, con sus símbolos y leyendas, así como un hito kilométrico
Aquí nos dicen que a Santiago hay 335 kilómetros mientras que, abajo, parece indicar que "Grado Cabruñana" son una única población, cuando en realidad son dos. Realmente sí hay unos 12 kilómetros a la villa de Grado/Grau, capital del concejo homónimo, pero a Cabruñana hay varios más, pues realmente el Camino oficial va un poco más al sur, por El Freisnu hacia Doriga. De todas maneras en Cabruñana hay también albergue de peregrinos y una ruta alternativa, no oficial, para seguir a Cornellana. Resumiendo, de Grado/Grau a El Freisnu hay otros cuatro kilómetros (casi todo cuesta arriba) y de El Freisnu a Cabruñana otros dos más, total 18 kilómetros desde aquí
Y esta es la leyenda que nos cuenta en gallego el castigo para profanadores de cruceros y ladrones de limosnas en oratorios de ánimas: deambular de noche por el lugar en el que cometió el pecado buscando a algún pariente o amigo que quiera transformar en bien el mal que hizo, pues mientras no devuelva lo que robó o reconstruya lo que deshizo no descansará en paz
Otra frase en la parte alta del depósito. La última vez que pasamos por aquí las letras se habían borrado mucho y se habían colocado anuncios en las paredes del depósito
Tal y como hemos dicho, desde el depósito, frente al que hay un rellano a la entrada de este chalet vamos a ir a la izquierda
Por aquí seguiremos bajando mientras del Camino pierde el asfalto...
Y desde el comienzo de esta segunda bajada, donde hay otra concha de azulejo en la tapia en la que crecen las hortensias, empezamos a ver el pueblo de Valsera y, más en concreto, su capilla de Nuestra Señora de Fátima, solar de la antigua iglesia parroquial de Santa María

En esta foto de invierno, sin hojas en los árboles, vemos mejor esta parte del pueblo y de la capilla: el Camino, que vuelve a ser la AS-372, a la que saldremos al final de la bajada, pasa enfrente de las casas de la izquierda y atraviesa la zona alta de Valsera en dirección a la capilla, que conserva al lado el antiguo cementerio parroquial que es lo que vemos delante de ella y en primer término, A sus pies el Camino volverá a dejar la carretera y bajará entre las casas de abajo, donde está el palacio de La Casona y seguirá rumbo oeste hacia el valle del río Andayón por las caserías de La Rabaza y Picarín
Justo enfrente del pueblo está El Picu Prietu (220 m) y, más allá, es El Picu la Cuesta (278 m). Más allá están El Picu l'Arca (408 m) y El Picu Pedrouzu (616 m), del que ya hemos hablado
Más a la derecha y al norte de Valsera tenemos El Picu Ruedes (202 m), donde se ha localizado un castro astur, descubierto en 1957 por el arqueólogo reguerano José Manuel González y Fernández Valles, quien lo inspeccionó de nuevo en 1968. Estudiado posteriormente por Leonardo Martínez Faedo y Fructuoso Díaz García en 1995 para realizar el inventario arqueológico del concejo
En la web ArqueoAstur de Eduardo Pérez Fernández, se nos dice que el recinto fortificado es "de planta ovalada de unos 140 x 60 metros defendido en todas sus vertientes por fuertes pendientes salvo el sector SE, donde el crestón enlaza con la meseta de Valsera. Es en este frente donde se reconocieron los restos de una potente muralla en la que se podrían distinguir dos líneas de muros, compuesta de bloques calizos de morfología irregular y pequeño tamaño, colocados a hueso".
El Picu Ruedes cae hacia el valle del río Andayón, por donde sube la carretera AS-372 a Santuyanu, la capital del concejo, de la que apenas vemos algunas casas del camino a Otura, no el centro de la población...
"En esta casa destacan las buhardillas, los balcones y grandes vanos y las impostas que delimitan los pisos y esquinales, así como el recercado de balcones y ventanas rematados en arco escarzano. El porche y las galerías fueron añadidos en una reciente rehabilitación.Tuvo cuarto de baño y aseo desde su origen, con 5 habitaciones y sala en el primer piso, con suelos de madera. En el bajo estaba la cocina, salón comedor con suelo de cerámica y otras dos habitaciones una de ellas con suelo de madera y la despensa con suelo de cemento, al igual que el aseo, El la buhardilla tiene tres huecos. La escalera es de madera al igual que el pasamano, La finca está cerrada con muro de piedra."
Más arriba es la boscosa loma de El Cantu, que da paso al valle del río Sotu, que aguas abajo es llamado La Riera y Paladín en su desembocadura en el Nalón por el pueblo de ese nombre, paso del Camino de Santiago
Y al norte sigue toda la Sierra Bufarán por La Degollada (624 m) El Picu Grande (602 m), Los Picos del Horru (614 m), L'Altu la Trapa (553 m), El Picu la Utre (537 m), El Pie la Sierra, los Cuetos, El Picu L'Abariegu (582 m), El Picu la Cotera (592 m) y así hacia Faidiello y Taborneda
Allí El Monte Oteru (348 m), con el pueblo homónimo, al norte de la parroquia de Santuyanu, la de la capital de Les Regueres
El 2 de junio de 1421 se funda allí puebla o villa con ciertos fueros y mercado, la última de las creadas en Asturias, por iniciativa del obispo Don Diego Ramírez de Guzmán, pues esta tierra, como Llanera y otras tantas de Asturias, pertenecía a la mitra ovetense

A diferencia de otros lugares aquí la población nunca llegó a ser un enclave de cierta importancia urbana, si bien llegaría a ser la capital del concejo, que se independizó del señorío eclesiástico en 1581, con la Desamortización de Felipe II posterior a Lepanto, por la que este territorio pasó a la Corona y, a continuación, por compra a los propios vecinos previo pago de 2.475. 517 maravedís, haciéndose concejo autónomo
Muros de piedra cierran estas fincas en el paso de Taraniellu a Valsera, aldea que tiene la raíz val que parece vinculada a valle, aunque no siempre, dice García Arias
"Quizá Valsera pueda interpretarse suponiendo que el segundo elemento continúe el lógico femenino del adjetivo S¯ERUS, A, UM ‘tardío’ palabra de la misma familia que SER¯OTINUS, A, UM a su vez en el origen de ast. serondu ‘tardío, otoñal’, seronda ‘otoño’. En tal caso Valsera, que habitualmente se documenta “Valsera”, equivaldría a ‘valle tardío en producir frutos’, a no ser que -sera sea un nombre de persona formado sobre SERUS (Solin) o que debamos considerarlo un abundativo del ast. balsa ‘zarzal’, ‘bosque’, ‘limo del río’.
Pasamos ahora frente a este robusto caserón de piedra, En Ca'l Cura, la casa del cura o antigua rectoral cuando la parroquial estaba aquí en Valsera
Es de piedra de mampostería a excepción de las esquinas y los vanos de puertas y ventanas, que es de sillería. Observemos las capas de tejas del saliente del tejado y la bufarda o buhardilla, con su pequeña galería acristalada
Un muy llamativo arco de medio punto en el acceso a su arbolada finca nos lleva a pensar si no formaría parte de la antigua iglesia
Sea como sea se trata de un hermoso palacio rural que admiramos al pasar...
Bajamos un poco más por esta pista de tierra y más allá de estos muros vemos las siguientes casas de Valsera
Más allá del mojón volvemos a tener una buena vista del Picu Ruedes, cuyo castro aprovechaba como defensa la misma forma del promontorio, siendo su flanco más débil este meridional, por lo que se emplazó en él una poderosa muralla de la que se han encontrado sus derrumbes. El Picu Ruedes, como todo enclave arqueológico, también tiene sus leyendas de tesoros escondidos, abundancia de oro y, en concreto, una cadena, existiendo un dicho que atañe a la riqueza del lugar, el cual afirma que "Desde La Figalina de Ruedes al Molín del Manxón hai el dinero de tres reyes en la pelleya un castrón"
En el acceso al castro, "Jose Manuel González, su descubridor, encontró a 200 metros del lugar y en el camino que lleva a Valsera, varios fragmentos de tégula romana (González y Fernández, 1968) y en el mismo enclave, los autores del Inventario Arqueológico del concejo un fragmento de escoria de hierro (Martínez Faedo y Díaz García, 2005), según datos de ArqueoAstur. Es mencionado en una donación del siglo XVI, por lo que habría estado habitado hasta el medievo, o al menos rehabitado...
En la carretera, como es lógico, hemos de prestar especialmente atención al tráfico aunque no sea mucho. Cuando hay curvas cerradas es fácil oír antes a los vehículos por el ruido de su motor que verlos aparecer, pongamos los cinco sentidos en ello
Al llegar a las casas de la curva nos arrimamos bien al muro...
Ahora, a la derecha del Picu Ruedes vemos El Picu Forcades (218 m), en medio de la foto. A su derecha, la vertiente occidental del ya mencionado Picu'l Cuervu (246 m)
Un poco más a la izquierda, divisamos el valle del río Andayón, donde se encuentra La Estaca con su villa romana, en una vega rodeada de montañas. Su hallazgo fue casual, cuando unos vecinos se encontraron en 1958 con un mosaico romano cuando abrían un camino para vehículos entre esta aldea y la del nombre del río, Andayón, el cual fue estudiado pormenorizadamente en 1961. Las excavaciones se acometieron a partir de 2013 con la ampliación de dicha carretera
La carretera serpentea entre estas quintanas de Valsera, fijémonos en este que tenemos enfrente, a la derecha
En la fachada de la cuadra, encima del portón de la derecha, hay una piedra que representa una cruz, en ella labrada
"Por Valsera pasaba el camino jacobeo, conocido en el concejo como camino francés, debido a la nacionalidad de la mayoría de los peregrinos", leemos en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos. Efectivamente, todos los caminos por los que pasaban peregrinos francos, nombre que englobaba a centroeuropeos allende los Pirineos eran llamados camino francés y similares, camino franco, camino francisco, etc. Únicamente la moderna terminología, en contra de todo criterio histórico, dio en denominar francés a un solo camino, creándose nuevos nombres para los demás
Una concha de azulejo en el muro nos confirma que seguimos en el buen camino según atravesamos el pueblo de Ania. Aunque no haya un cruce ni bifurcación ni tramo complicado ver alguna de vez en cuando es gratificante pues indica que no nos hemos dejado ningún desvío atrás
Desde la carretera, un camino se dirige al santuario y su campo, el edificio fue restaurado por iniciativa vecinal recabándose el apoyo de diversas instituciones y entidades, así como de los peregrinos, a partir de 2016. Esta era la noticia que daba al respecto, por ejemplo, el periódico La Voz del Trubia a fecha 16-5-2018:
"Gracias a la iniciativa de tres vecinos y sus familias, y al apoyo y las donaciones de toda la comunidad, la ermita luce como nueva. La capilla estaba condenada a muerte por el pésimo estado del tejado, que dejaba pasar la lluvia y la humedad. Ante la situación, tres vecinas (Belarmina Martínez Valdés, Lola González, ya fallecida, y Esther Álvarez) decidieron actuar. En principio hicieron una rifa, y después recorrieron todo el concejo, durante los fines de semana, para obtener donaciones. Poco a poco, más personas (como Sandra Puerma, hija de Esther, o los hijos de Lola) se fueron implicando, y también numerosos vecinos. «La verdad es que la respuesta del concejo fue estupenda, cada uno colaboró en la medida de sus posibilidades y nos acogieron con mucho cariño, después en el pueblo cada uno hizo su aportación personal, también la Caja Rural nos dio una subvención y otra para cada fase el Arzobispado, donaciones particulares así como los peregrinos del Camino de Santiago», enumera Belarmina. Se decidió hacer la obra en tres fases, empezando por el tejado y siguiendo por el interior, para dejar lo menos urgente, el exterior, para el final. «Hasta ahora, se ha conseguido culminar dos de las fases, de la mano del constructor Javier Tamargo y siempre con el apoyo del párroco Pablo Gutiérrez Piñera, así poco a poco vamos consiguiendo el objetivo, que es conservar las pocas cosas que hay en los pueblos. Seguiremos intentando llevar a cabo la última fase», añade Belarmina, que destaca que la familia de Lola González se implicó en la restauración interior, de bancos y de la antigua imagen. La nueva imagen de la Virgen que se ha colocado en el altar fue una donación de otro párroco, natural de la parroquia, Gonzalo Suárez, que la trajo directamente de Fátima. Un esfuerzo colectivo que ya ha dado sus frutos."
Desde la capilla, como hemos dicho, dejaremos la carretera a la izquierda, atravesando todo el pueblo de Valsera hasta La Casona, cuyo palomar veremos cuesta abajo
El Palomar, precioso y circular con forma cilíndrica. Se ve asomar un poco a su derecha parte del tejado de La Casona. Justo más atrás hay un hórreo de corredor, pintado de rojo
Al sur del Picu Pedrouzu y su sierra está El Picu Cimeru (448 m), muy cercano al Nalón y a Peñaflor
Más cerca están las praderías del Alto Ania (236 m), en el pueblo de este nombre, Ania, también sobre el estrecho y profundo valle del río Andayón, al sur de la parroquia de Santuyanu
En Ania, vemos algunas casas del barrio de La Gobia de Riba. Poco más abajo pasa la carretera que comunica Santuyanu con Premoñu
Vemos que predominan las arboledas autóctonas en el valle, a diferencia que en las montañas, plantadas intensamente de pinos. Un cultivo antaño muy extendido por Les Regueres fue el de viña, del quequedan topónimos y antiguos documentos, el más antiguo fechado en 857. Un vecino de Ania, Javier Fernández Granda, ha recuperado esta producción, planta viña y ha elaborado vinos locales desde 2003
Por la vertiente del valle enfrente de Ania, por las caserías de La Rabaza y Picarín, seguirá el Camino en busca del paso del río Andayón cercano a la llamada Cueva Oscura, yacimiento Aziliense que evidencia la antiquísima presencia humana en el valle, desde el Paleolítico
En la Cueña, límite con Sollera Alta, está una de esas necrópolis, así como un castro, El Castiello'l Pedreo. En esa parte de la sierra la cima es El Picu Subarrionda (514 m), encima mismo de La Cueña
A nuestra derecha y siguiendo camino hacia la capilla, pasamos junto a la quintana de Cá Cachaza, antigua casería reformada y restaurada
Poco más veremos espléndida panera, de las de corredor, reconvertida también a otros usos desde que el maíz, el trigo o la escanda ya no se cultivan para hacer el pan, salvo el primero, pero como forraje, por lo que ya no hace falta colgar sus mazorcas, les panoyes, a curar en el corredor
El perro guardián monta guardia ante la casa, donde la cuadra, ya sin ganado, se ha integrado en la vivienda. Fijemos nuestra atención en unos detalles artísticos en la puerta
Y en la fachada, en cerámica, de nuevo el nombre de la casa y, al lado, estampa hecha en azulejos de Nuestra Señora de Fátima apareciéndose a los pastores
Esta estampa de Valsera, en la bajada al valle y con las montañas en lontananza es verdaderamente encantadora. En esta foto vemos el aspecto del prado recién segados
Aún en pleno verano, a poco que llueva algún día, se mantiene la hierba bastante verde, aunque los campos en lontananza se tornan muchos de ellos dorados, agostando al sol
Los árboles, por contra, se mantienen verdes y dan buena sombra con las hojas plenamente desarrolladas. Será en otoño cuando ellas se pongan doradas, a la vez que la hierba más verde
Algunos peregrinos van con prisa y pasan de largo, pero en su mayoría, aunque no conozcan previamente de la existencia del lugar, cruzan hacia el campo de la capilla que, muchas veces además, suele estar abierta
Situada en un rellano, su campo es un balcón natural sobre el pueblo y el valle, dando vista a las sugerentes lomas de Bufarán en toda su longitud
A la derecha, el cementerio parroquial, que como hemos dicho sigue manteniéndose en Balsera aunque se haya hecho otro entre La Casanueva de L'Escampleru y Taraniellu
El camino a la carretera desde la capilla, asfaltado, termina justo ante ella, por lo que podemos deambular a su alrededor pisando el mullido césped ajardinado. Hay además una fuente con caño a la izquierda. No se puede pedir más
Aquí se celebra en mayo la fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que era como se manifestaba en sus famosas apariciones. Misa con gaita, canciones marianas y procesión en esta capilla y su campo, con un pequeño convite al final, a manera de pincheo, entre todos los asistentes
Unos peregrinos se van y otros llegan, en cuanto llega la primavera y hasta bien avanzado el otoño la capilla siempre parece 'acompañada' y concurrida, al menos durante las mañanas
"Templo sin connotaciones artísticas, de planta única rectangular y cubierta a dos aguas pintada de blanco, con unas dimensiones aproximadas de cincuenta metros de largo por cinco de ancho, construida en ladrillo, con puerta de medio arco de madera adintelada, con una ventana a cada lado suyo, y otras dos ventanas con vidrieras en cada cuerpo lateral, estando rematada por una espadaña que alberga una sola campana".
En Románico digital se nos ofrecen dos fotos de la desaparecida iglesia de Santa María de Valsera ubicada en este lugar, las cuales pertenecen al fondo del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), además de este texto:
"LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE VALSERA ya aparece documentada en el año 1097 en el testamento de un tal Petri Ectaz por el que, entre otras disposiciones, donó a San Salvador de Oviedo parte de su patrimonio, entre el que se cita in monasterio Sancte Marie de Ualsera, secum riuulo Andaione, terjam portjonem in eis ab integro, pasando de esta forma a integrarse dentro de los bienes patrimoniales de la iglesia ovetense, tal y como demuestra su inclusión en la Nómina parroquial mandada elaborar por el obispo Don Gutierre hacia 1385, donde se cita Santa María de Valsera húsala apresentar el prestarnero de la eglesia de Oviedo.Nada queda en la actualidad de aquella construcción románica, ya que el templo pereció en los años treinta del siglo pasado en un incendio, al parecer provocado por un cirio mal apagado. De los restos que se salvaron de las llamas, algunos fueron vendidos a particulares y otros desaparecieron o no se encuentran catalogados. Conocemos algunos rasgos de su apariencia gracias a las fotografías y a las descripciones sobre la misma que ofrece J. M Quadrado en su obra Recuerdos y Bellezas de España, que después copia C. Miguel Vigil. Según el mencionado autor, tenía por entonces Valsera “una iglesia bizantina, con columnas que flanquean su ábside semicircular y su sencilla portada, con hermosos capiteles en el arco toral del presbiterio, con una inscripción gótica en su nave, y en el atrio dos leones, fragmentos de sepulcro".A la vista de las fotografías podemos observar como antes de la destrucción, ya con algunas reformas, la nave se remataba con una cabecera semicircular elevada sobre un podium y sus paramentos se articulaban exteriormente con dos columnas dispuestas desde el mismo podium hasta la cornisa, dando lugar a una compartimentación en tres calles verticales. Cada una de las columnas se componía de basa ática decorada con garras, fuste de varios tambores y capitel troncocónico decorado con motivos figurativos, pudiendo apreciarse en la imagen que en el de la columna del lado de la epístola ocupaban la cesta felinos entre los que asoma un rostro que parece humano. En el centro del ábside se abría una ventanita formada por un arco de medio punto con las jambas molduradas a bocel y la rosca con bocel y zigzags, resguardado por un guardapolvo con el frente liso y el intradós con bolas. Rematando todo el conjunto, la típica cornisa románica con canecillos tallados con diferentes motivos geométricos y figurativos.Otra de las fotografías nos muestra la portada occidental del templo, compuesta por un arco de medio punto con dos roscas lisas, totalmente encaladas, apoyando la interior sobre las impostas biseladas que rematan las jambas, las cuales, con los vértices suavizados aparecen decoradas con una media caña en la que se insertan pequeñas perlas. La segunda de las roscas descansa sobre columnillas acodilladas, con basa ática, fuste monolítico y capiteles con decoración vegetal, siguiendo el difundido tema de las grandes hojas lanceoladas con el ápice vuelto sobre sí mismo para dar cobijo a un fruto esférico. Tanto iconográfica como técnicamente muestran estas piezas semejanzas con los capiteles de la portada de San Esteban de Sograndio, en el vecino concejo de Oviedo, caracterizados, como en este caso, por la tosquedad y sencillez de las formas.Tanto el modelo del ábside, semejante a los de otros templos de la zona, San Esteban de Sograndio o San Juan Priorio, como los motivos representados en los capiteles de la portada, y su situación geográfica, nos llevan a relacionar el desaparecido templo de Santa María de Valsera con los modelos difundidos desde los talleres ovetenses. Su construcción se llevaría a cabo, por ello, entre las últimas décadas del siglo XII y principios de XIII, dentro de las corrientes estéticas y formales del románico internacional difundidas a través del Camino de Santiago, uno de cuyos ramales discurría por esta localidad."
Avanzamos hacia el altar por la nave rectangular; dos ventanas de arco de medio punto a cada lado, con vidrieras, proporcionan abundante luz natural junto con la puerta cuando está abierta y sus dos ventanas laterales de la portada principal
Arriba, tejado a dos aguas con estructura de madera, del que pende una lámpara
Preside el altar la imagen de Nuestra Señora de Fátima, en la esquina derecha hay una talla más pequeña de la misma Virgen y en la izquierda una de Santiago
Nunca faltan flores en el altar ni al pie de las imágenes
Bajo la base en la que se asienta la hornacina hay esculpida una concha peregrina. Fijémonos, además de en las flores, en los rosarios y otras imágenes y estampas
Se le representa con el hábito peregrino, portando una cruz en vez del clásico bordón, en la mano derecha y un libro en la izquierda
Su colocación aquí vincula más estrechamente a la capilla con el Camino y los peregrinos
No hace falta volver a la carretera por donde vinimos para retomar el Camino, para ello. al salir, nos dirigimos de la puerta de la capilla a la derecha
Fijémonos aquí en el mojón y la señal que nos indican este cruce
A nuestra derecha, nos asomamos al valle del río Andayón, un topónimo relacionado con "andar", como los peregrinos. A la derecha es la ladera occidental del Picu Ruedes y a la izquierda la oriental del Picu Prietu; al fondo La Cuesta y el picu y sierra de Pedrouzu en la lejanía
Pasada Cá Ceñal seguimos todo recto por una calle bastante ancha entre la casa y el seto en dirección a La Casona
Pero al llegar a esta bifurcación se toma el camino de la izquierda, sin llegar a ella, solar de los Valsera, ya citados en este solar por el historiador Tirso de Avilés en el siglo XVI. Es también llamada Cá Don Pedro
No obstante desde aquí podemos observar bastante bien su señorial fachada, e incluso si nos acercamos a ella podríamos seguir camino yendo del palacio a la izquierda
No obstante desde aquí podemos observar bastante bien su señorial fachada, e incluso si nos acercamos a ella podríamos seguir camino yendo del palacio a la izquierda
De esa manera podríamos apreciar las armas de su blasón, colocado en la planta alta de la fachada, junto al balcón
Y pasamos frente a estas casas de portalón, una evolución en altura de la casa mariñana, que presentan ese portal abierto al exterior en el que suele haber cuartos a los lados y cocina al fondo. A la vez se trata de una evolución de la casa terrena rectangular, variante asturiana de la longhouse característica de grandes regiones de Europa (y de todo el mundo)
A la derecha, una concha en el cobertizo de los aperos garantiza que hemos seguido el camino indicado
Reflejos del sol en las telarañas de pegollu y pegollera, las piezas que constituyen los pilares
Detrás, el camino que viene de La Casona o Palacio de Valsera
Palacio que tenemos ahora atrás, a nuestra derecha, por donde viene el camino que pueden emplear para seguir los que se acerquen a él para ver sus elementos y detalles
Ambos caminos se unen aquí, frente a la segunda de las casas de portalón
La número 6, al pasar vemos su disposición
Al otro lado del Camino tenemos el muro de la finca del palacio
Y en él, otra concha amarilla sobre fondo azul en un azulejo jacobita
El Camino sigue todo recto durante unos metros más acercándonos a un bosquete
Ahora, a partir de aquí, bordeando el muro de piedra, el Camino hace una curva a la derecha y empieza a bajar
Saliendo de la arboleda el paisaje se abre a los campos de El Pedréu y Les Melades, con sus praderías, bosquetes y pumaradas bajo El Monte'l Forcón (269 m) con sus cotas de Los Tres Picos y a la derecha, La Peña L'Aila (205 m)
El Camino zigzaguea aquí por estos bucólicos lugares rumbo a La Rabaza y Picarín, sobre las riberas del río Andayón, a cuyo valle nos encaminamos para, desde él, subir seguidamente a Premoñu



















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