Santuyano o San Julián de los Prados |
Oviedo/Uviéu con la torre gótica de la catedral (y la del monasterio de San pelayo) vista desde Santuyano |
Fruela (Jardín de los Reyes Caudillos, junto a la catedral) |
Alfonso II El Casto, ante la fachada y plaza de la catedral ovetense |
Alfonso II El Casto llega pues a rey en el año 791 y lleva la capital a Oviedo/Uviéu, una pequeña población fundada unos años antes, reinando su padre Fruela, en un cueto al sur del Monte Naranco, dominado el gran valle central asturiano de los ríos Nora y Nalón, cerca de antiquísimos caminos que se cruzan de este a este y de norte a sur y del viejo centro administrativo del tiempo de los romanos que era Lucus Asturum, actual Llugo de Llanera. Así, allí en la colina de Ovetao dos monjes, Máximo y Fromista, trabajaban la tierra allá por el 761 y fundan un pequeño convento al amparo de una iglesia dedicada a San Vicente, todo amparado por Fruela, quien mandaría levantar un primer templo dedicado al Salvador y un puesto de vigilancia en tan estratégico lugar
La capital asturiana en la actualidad |
Pero mucho primero de la fundación de Máximo y Fromista, tanto en la primitiva población como en su entorno había señales de asentamientos romanos y anteriores, villas y castros. Alfonso II, además de hacer aquí su palacio y reconstruir templos y edificios tras las acometidas enemigas, entre ellos la parte prerrománica de la actual catedral, alzó otros edificios de nuevo cuño, debatiéndose aún si sobre otras construcciones más antiguas
Santuyano con la catedral al fondo |
Se supone tuvo que ser edificada en algún momento entre los años 812 y 842 (año del fallecimiento de Alfonso II), justo dentro del periodo en el que se descubre y verifica el descubirmiento del que se tiene por sepulcro del Apóstol Santiago en Compostela, al otro extremo del reino, visitado por el monarca o por sus enviados, origen de la ruta xacobea, por lo que se tiene a Alfonso II El Casto como el primer peregrino a Santiago
Los primeros testimonios escritos referidos al templo son del año 883 en la Crónica Rotense, llamada también de Alfonso III, otro de los reyes asturianos, a quien se le atribuye. En ella se dice que "levantó bastante lejos del palacio una iglesia en honor a los santos Julián y Basilisa, con dos altares de mucho arte y admirable disposición". La versión de la Crónica ad Sebastianum (hacia el 885) es más precisa: "Edificó también al norte, distante del Palacio casi un estadio, una iglesia en honor de San Julián Mártir, poniendo alrededor, aquí y allá, dos altares decorados con admirable ornato". El palacio aparece citado en una donación de Alfonso III a la iglesia ovetense en el año 896. Posteriormente otros cronistas escribirán de ella, como Ambrosio de Morales (s. XVI) o Luis Alfonso de Carballo (1695) quien nos dice: " Fundó asimismo este religioso Príncipe la iglesia de San Juliano cerca de la ciudad de Oviedo, que corruptamente llaman Santullano, cuya obra alaban cob mucho encarecimiento los Autores, aun en nuestros tiempos permanece la manera que el rey la dexó; y es grande de cruzero, y Capillas, y tiene una maravillosa proporción, y corresponencia en el ventanaje, y en otras partes tiene mucho de Arquitecturas Romanas, y como Morales considera, sin duda alguna que el Maestro de estas obras, que llamaron Fioda, como arriba hemos visto, era muy gran arquitecto, pues no ay obra de por las que por aquel tiempo en cuyo ornato no se muestre algún notable primor, sin la perfecta proporción que todos tienen"
Santuyano guarda la estructura basilical clásica de las iglesias del Arte Asturiano, arte de estilo prerrománico que triunfa en el periodo de duración de este reino y algo más, hasta que se fusiona con el románico en torno al siglo X. Las razones por la que este arte único, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco surge y evoluciona, siguen siendo objeto de debate. Busca las soluciones del arte clásico de griegos y romanos, para unos es sucesor del arte visigótico aunque con plena autonomía y con otros no. Se ha comparado asimismo con el arte bizantino, lombardo y carolingio y también se ha dicho que nació directamente de los modelos romanos construidos en Asturias en siglos anteriores, llegando incluso a ser reaprovechados algunos de sus elementos. El debate es permanente en torno a esta cuestión
La planta basilical es de tres naves, una grande en el medio y otras dos laterales. Se accede a su interior por portada de arco de medio punto entrando primeramente a un vestíbulo y luego de frente por la nave central, separada de las de los lados por sendas filas de arcos. Dispone de tejado a dos aguas con madera de roble exceptuando la cabecera, con ábsides de bóveda de cañón. Esta cabecera es tripartita. Tiene también sacristias laterales
Sobre el altar presenta el misterioso habitáculo cerrado, abierto únicamente al exterior por la característica ventana trífora del Arte Asturiano, tan usual en estas construcciones del prerrománico astur
La razón de ser y función de este espacio es objeto de conjeturas. Su suelo no es del todo llano sino, como la bóveda, ligeramente curvado y tiene salida de aguas de lluvia
En el interior sus pinturas al fresco son sobresalientes, quizás de las más destacadas de este tiempo en Europa
En el año 1165 es restaurada esta iglesia por primera vez que se sepa, afectando a la cubierta y a su pavimiento primigenio, que desaparece. En el siglo XVIII el suelo es enlosado y se hacen bóvedas tabicadas, siendo devuelta la traza primitiva al templo entre los años 1912 y 1915 gracias a Fortunato de Selgas y Vicente Lampérez y Romea. Es entonces cuando se descubren las pinturas, que siglos atrás habían sido tapadas. Luis Menéndez Pidal realizará diversas intervenciones entre 1934 y 1940. Las pinturas son restauradas en los años 70 y 80 del siglo XX
Se ha especulado con la posibilidad que estemos ante una basílica conciliar donde se realizaban ceremonias de salida del rey con sus ejércitos, y su regreso de las sucesivas campañas, así como ser el lugar en los que se celebraron los concilios de Oviedo en los que, entre otras cosas, se verificarían las conclusiones del hallazgo de la tumba de Santiago, origen del Camino
La visita a los monumentos del Arte Asturiano en Oviedo/Uviéu podría completarse con la de la fuente de La Foncalada, cercana a la catedral, y con la subida a las laderas del Naranco para admirar los templos de Santa María del Naranco y San Miguel de Lliño
Santa María del Naranco |
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